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ALUMNA:

MARIANA B. CALDERON GONZALES


CURSO:
PFRH
GRADO:
1
FECHA DE PRESENTACION:
22 DE JUNIO DEL 2018

CHICLAYO

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DEDICARTORIA.

Dedico este trabajo a Dios y a mis padres. A Dios porque ha

está conmigo en cada paso que doy, cuidándome y dándome

fortaleza para continuar, a mis padres, quienes velan por mi

bienestar y educación siendo mi apoyo en todo momento.

Depositando su entera confianza en cada reto que se me

presentaba sin dudar ni un solo momento en mi inteligencia

y capacidad. Los amos con mi vida.

1
AGRADECIMIENTO.

Mi agradecimiento siempre primero es mi Dios que me provee

todo lo que necesito, a mis Padres que incondicionalmente me

apoyan para cumplir todas mis tareas a la maestra por

ayudarme a desarrollar este tema con responsabilidad y a mi

guía Karla Carranza por apoyarme a desarrollar este trabajo.

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INDICE

DEDICARTORIA. ....................................................................................................................... 1
AGRADECIMIENTO. ................................................................................................................. 2
I. INTRODUCCIÓN ................................................................................................................ 4
II. BIOGRAFÍA DE PAUL HARRIS ..................................................................................... 6
III. ESTUDIO SOBRE PAUL HARRIS ............................................................................. 9
IV. LAS ETAPAS DE PAUL HARRIS ............................................................................ 14
4.1. La infancia. ................................................................................................................ 14
4.2. Juventud. ................................................................................................................... 14
4.3. Madurez. .................................................................................................................... 15
4.4. El Peregrino. .............................................................................................................. 15
V. OBSERVACIONES SOBRE LA VIDA ......................................................................... 15
VI. CONCLUCIONES. ....................................................................................................... 20
VII. RECOMENDACIONES. .............................................................................................. 20
VIII. BIBLIOGRAFIA/ WEBGRAFIA. ................................................................................ 21
IX. ANEXOS. ....................................................................................................................... 22

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I. INTRODUCCIÓN

Paul Harris ha caído, aunque no guste la palabra, en el olvido. No su foto, y


alguna que otra frase; sino su filosofía de vida que al final de todo, es la filosofía
rotaria en su máxima expresión. En primer lugar, preguntarnos, como el
pensamiento de este hombre con una inteligencia tan aguda, una cosmovisión
tan amplia, y una practicidad sin igual. Paul Harris es increíblemente práctico;
sabe que hay cosas que no conoceremos y por eso toma una postura Kantiana,
de vivir por el “Imperativo Categórico” de hacer el bien en el mundo. Paul lo llama
el “Propósito Infinito”. Y siempre pone las “Obras” como expresión máxima y
regla para medir al rotario. Se mide al rotario por sus obras no por sus creencias.
Es lo que hace, no lo que dice, lo que define la calidad del rotario. Es
sorprendentemente profundo; conoce al espíritu humano (porque se conoce a sí
mismo). Sabe de la realidad ontológica de su tiempo cuando dice que, el camino
a la guerra es una carretera bien pavimentada, y el camino a la paz aún está por
construirse. Pero nunca deja de tener esa fe inquebrantable en el ser humano.
Es poseedor de una inteligencia social sin igual (cien años antes que se tomara
en cuenta la IS) que no solo es practicable y aplicable hoy día, sino que, al
parecer, plantea las únicas vías prácticas. Como ser el “servicio obligatorio
social”, o aseveraciones maravillosas como que el verdadero éxito está dado en
el éxito de mis prójimos, que forman mi comunidad, y que a su vez el éxito de mi
comunidad depende del éxito de las comunidades, afirmando entre líneas que el
éxito en solitario de ninguna manera puede llamarse éxito. Esto afirma la tesis,
que el éxito de un club rotario no está en comenzar con un mínimo de 25 socios.
Ni que en sus primeros meses de vida salgan a realizar obras de servicio. El
éxito de un club rotario está en servirse primero a sí mismo, y crear una
abundancia de recursos que, a posterior, implosiones de tal abundancia se
desborde hacia su comunidad.

Hay mucho realmente para hablar de Paul Harris, de quien se ha hablado y


escrito poco. Por eso tomo la responsabilidad de comenzarlo, y esperar que tal
vez, otros rotarios, mil veces mejor que un servidor, puedan seguir esta obra que
quiere rescatar a nuestro fundador y no solo darlo a conocer al mundo rotario,
sino el mundo entero, al mundo empresarial, intelectual, literario, etc. Es difícil
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seleccionar lo mejor de Paul Harris cuando todo lo que manifestaba era de una
calidad superlativa, sin embargo, en esta primera parte, haré el intento de
seducirlos, y de llevarlos entre páginas, del resto se encargará Paul Harris.
Debajo de varios de sus extractos, en letra cursiva se encuentran comentarios,
aclaraciones o breves análisis de sus palabras. Espero que este trabajo sirva
para despertar en ustedes un espíritu de investigación y de retorno a nuestros
orígenes, no a lo pasado como tradición caduca, sino al conocimiento, el Génesis
vivo que se encuentra aún radiante de luz en las palabras de nuestro fundador y
soñador. Jorge Luis Borges dice que existimos porque existimos en los sueños
de Dios, eso no lo sé, lo que sí estoy seguro es que nosotros existimos porque
Paul un día nos soñó, y nos soñó con intensidad, y entonces al despertarse, puso
manos a la obra.

Pablo Javier Figueroa Bresler

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II. BIOGRAFÍA DE PAUL HARRIS

Paul Percy Harris nació un 19 de abril de 1968, siendo el Segundo hijo luego de
Cecil Harris. Nació en la localidad de Racine, Wisconsin, EEUU. Familia humilde
conformada por sus padres, Cornelia Bryan y George Harris. Luego Paul y Cecil
tendrían una hermanita menor de nombre Nina May. Los primeros años de Cecil
y Paul lo pasaron en Racine, en la localidad de donde era oriunda su madre,
tenían una farmacia, pero no les fue muy bien y cuando Cecil tenía 5 años y Paul
3, su padre decidió dejar a tras a Cornelia y a Nina May y se marchó a Wallingford
donde fueron recibidos por sus abuelos, quienes serían los formadores del
carácter de Paul y Cecil. Dice el historiador David Forward sobre este período
“La educación que Paul recibió durante esos años de formación le demostró que
la vida no se mide por lo que se tiene sino por lo que se es; y que la integridad,
el espíritu ahorrativo, la tolerancia y la amistad son valores esenciales”. Esto lo
veremos más adelante en sus escritos. Paul no dejó de ser un muchacho
bromista, un día llegó antes a la iglesia y se tomó el trabajo de colocar alfileres
doblados con la punta hacia arriba y se sentó en el fondo junto a sus cómplices
para ver con los que se sentaban saltaban como resortes. Gustaba de escaparse
por las noches junto a sus amigos los Rapscallions (golfos). A pesar de esto su
abuelo depositaba todas sus esperanzas en él, una vez Paul lo escuchó decir a
un trabajador en la cocina (ese muchacho dejará su marca en el mundo).
Considero yo, que este tipo de mensajes esperanzadores, fueron afirmando en
su subconsciente lo que luego se transmutaría en lo que Paul llamaba su “fe
inquebrantable”. Con idas y venidas de sus padres Paul tuvo tres hermanos más:
Guy, que falleció a los 11 años; Claude, muerto a principios de 1900 mientras
prestaba servicios militares en Filipinas; y Reginald quien falleció después de
Paul. Sin embargo, en la imagen de sus padres, él reconoce que su padre: luego
de reiterados abandonos, en el momento en que su madre se encontraba
desvalida, en el ocaso de su vida, con sagrada paciencia se convirtió en su
lazarillo hasta el día de su muerte. Esto lo reconoce en una carta y sin lugar a
dudas es un episodio que lo marca profundamente, considero sin lugar a dudas,
que este es uno de los episodios que afirma aún más su creencia en la
“redención”. Dice Paul a su padre “Cuidaste de mi madre tan amorosamente
durante aquellos últimos años, cargándola de la cama a la silla de ruedas.

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Recuerdo muy bien con que paciencia le dabas de comer, con una cuchara,
cuánta atención prestabas a cada una de sus palabras y cómo te convertiste en
su esclavo”. Cornelia falleció en 1919 y George en 1926. Su abuelo Howard
Harris, sabía que necesitaba darle una buena educación, entonces lo envía a
Black River Academy de donde es expulsado por mala conducta. Es enviado
entonces a la Vermont Military Academy, y esta vez logró buenas notas.
Nuevamente es acusado, esta vez injustamente, es expulsado.

Posteriormente ingresa en la prestigiosa Universidad de Princeton. En este


período fallece su abuelo y Paul siente la necesidad de terminar sus estudios
claramente en honor a su abuelo. Los termina y en 1889 Paul ingresa a la
facultad de Derecho de Iowa en Des Moines. Se recibe en 1891 y a partir de allí
por recomendación de uno de sus formadores, antes de iniciar su carrera
propiamente dicha se lanza en un viaje por varios Estados y trans oceánico
llegando a Inglaterra, donde prácticamente no pisa tierra y emprende su vuelta.
Estas aventuras que agregarían un bagaje riquísimo de experiencias, fue de 5
años en los que se desarrolló en varias labores, como recepcionista de hotel,
maquinista y trabajador de un barco. A su vuelta y hacia el 1905 Paul Harris ya
había establecido su bufete de abogado en Chicago, donde atendía una buena
cartera de clientes. No amasaba una fortuna, pero la estrechez económica de
nueve años antes se había disipado. Luego, del 1905, el resto, es Historia….

Carrera

Harris comenzó su práctica legal en 1896 en el principal distrito comercial de


Chicago. Él sería activo en esta práctica durante los próximos cuarenta años.
Después de establecer su práctica legal, Harris comenzó a considerar los
beneficios de la formación de una organización social para profesionales locales.
En 1905, Harris organizó el primer Club Rotario "en compañerismo y amistad"
con tres clientes y empresarios locales, Silvester Schele, Gustavus Loehr e
Hiram Shorey. Su objetivo inicial fue únicamente crear un club de hombres
profesionales y de negocios para la amistad y el compañerismo. Pronto, Harris
se dio cuenta de que Rotary necesitaba un propósito mayor.

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Cuando Harris fue elegido como tercer presidente del Chicago Rotary Club en
1907, el club inició su primer proyecto de servicio público, la construcción de
baños públicos en Chicago. Este paso transformó a Rotary en el primer Service
Club del mundo. Esta acción fue facilitada por la formación del Comité Ejecutivo
(ahora el Comité de Medios y Arbitrios). Este comité estaba abierto a todos los
miembros y sus reuniones del mediodía comenzaron la tradición de las reuniones
de almuerzos de clubes. Harris tenía grandes ambiciones para el crecimiento de
Rotary, y muy temprano en la historia de la organización se crearon nuevos
clubes, primero en la costa oeste y luego en todo Estados Unidos y en Europa.
En 1910, al menos 15 nuevos clubes habían comenzado en las principales
ciudades. Ese agosto, los 16 clubes rotarios existentes celebraron una
convención nacional en Chicago. Allí decidieron unificarse por unanimidad como
la Asociación Nacional de Clubes Rotarios. Eventualmente, la organización se
convirtió en la Asociación Internacional de Clubes Rotarios, ayudando a realizar
el sueño de Harris en todo el mundo. A través de su trabajo con el Rotary Club,
Harris recibió premios de numerosos gobiernos nacionales.

Muerte y herencia En su vida posterior, Harris redujo su participación tanto en el


Rotary Club como en su práctica legal, pero continuó escribiendo. A menudo
pasaba sus inviernos en Alabama con su esposa. A principios de 1946, mientras
estaba de vacaciones con su esposa en Alabama, Harris enfermó. Regresó a
Beverly, Illinois, pero nunca se recuperó completamente. Murió el 27 de enero
de 1947 a la edad de 78 años. Fue enterrado en el ahora controvertido Mount
Hope Cemetery en el vecindario Morgan Park de Chicago. Su autobiografía, "My
Road to Rotary" se publicó al año siguiente. Rotary International En el momento
de la muerte de Harris, Rotary International había crecido a más de 200,000
miembros en 75 países. Si bien el club ofrece un lugar para las redes sociales y
de negocios, el enfoque principal es en los proyectos de servicio local e
internacional. Actualmente hay alrededor de 1,2 millones de miembros en todo
el mundo. En cooperación con Rotary International, varias ciudades han
establecido un sendero de Rotary Heritage. Incluye el lugar de nacimiento de
Harris en Racine, Wisconsin y una plaza céntrica / parque peatonal que lleva su
nombre, así como la sede actual de la organización en Evanston, Illinois (con
una reproducción de su despacho de abogados), su casa y lugar de descanso

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final. Socio de Paul Harris Paul Harris Fellow Pin y Paul Harris Society Hanger
Las personas que han contribuido con más de $ 1000 al Fondo del Programa
Anual, al Fondo Polio Plus o al Programa de Subvenciones Humanitarias de la
Fundación Rotaria son reconocidos como Paul Harris Fellows. Además, cada
cierto tiempo los clubes rotarios pueden otorgar el honor a personas que cumplen
con altos estándares profesionales y personales establecidos por Paul Harris. El
reconocimiento no se limita a los rotarios. Un Paul Harris Fellow recibe un
certificado especial y un broche de oro. A discreción del club del Compañero,
también pueden recibir un medallón de oro en una cinta azul y dorada. Los
becarios de múltiples oportunidades son reconocidos mientras continúan
contribuyendo. Además, los Fellows reciben puntos de reconocimiento que
pueden contribuir al reconocimiento de otros miembros como Paul Harris
Fellows. Paul Harris Society La Sociedad Paul Harris es un programa especial
administrado por los Distritos Rotarios. Los miembros de la Sociedad Paul Harris
se comprometen a contribuir $ 1000 cada año al Fondo del Programa Anual. Un
miembro de la Sociedad Paul Harris recibe una "percha" por su Pin Paul Fellow
con las iniciales PHS

III. ESTUDIO SOBRE PAUL HARRIS

Como he mencionado anteriormente. Sorprende que el pensamiento de Paul


Harris se haya quedado circunscripto solo al ámbito de Rotary. Su pensamiento
es tan alto, sus reflexiones de un valor tan superlativo que quienes hemos tenido
a un poco de su sabiduría nos sentimos que hemos descubierto un tesoro. La
importancia de Paul Harris también reside en la excelente simbiosis que hay
entre sus ideas y sus obras. En varias oportunidades expresa que es importante
ser ordenado en la vida, o el equilibrio que ha de tener la inteligencia, el cuerpo
y la emoción. Eso demuestra que Paul Harris, poseedor de un espíritu siempre
joven, aunque era inquieto y permanentemente activo, sabía manejar con mano
de hierro sus emociones, logrando un equilibrio que sin lugar a dudas ha sido
una de las claves de su destino. Ponernos en contexto, antes que nada, es
primordial antes de intentar abordar una “reflexión” de la vida de Paul Harris y de
él mismo. Paul Harris, como fundador tenía cierto “plus” a la hora de
determinadas decisiones, sin embargo, su palabra no era “palabra santa”. Fue
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luego de pasados muchos años que se lo nombró Presidente Emérito de Rotary
International. El dejó su carrera de abogado para evangelizar sobre Rotary, para
hablar en convenciones, conferencias, reuniones hasta en su peregrinación, que
lo hizo visitar Sudamérica, y cómo el mismo dice “muchos de mis sueños
desaparecieron”. Ese fue el precio que él eligió pagar, para dejarnos el legado
de una institución, una filosofía de vida que raya lo más alto del pensamiento
humano. Desde los comienzos, el debió convencer y utilizar todas sus
herramientas sociales para que se aprobara la creación de un segundo club
rotario (creado en San Francisco). Desde su madurez, se lo nota
permanentemente preocupado por el desprendimiento del Yo, del egoísmo y la
actitud de servir, como único camino a la felicidad y el éxito.

La trayectoria de vida de un hombre excepcional siempre despierta nuestro


interés. Y cuando ese hombre ha dejado como legado una obra, un movimiento
mundial por la paz y el mejoramiento de los seres humanos, nos intriga mucho
más. En el caso de Paul Harris, se sabe que fue el fundador de Rotary, pero
poco se habla de su vida, sus motivaciones, sus ideas, a pesar de que su
pensamiento es expresado por sí mismo, con precisión y claridad, en el estilo
llano y directo que lo caracterizó. Eso me llevó a intentar una semblanza de su
vida según el método arquetípico, es decir, insertándola en un ámbito mítico. En
el comportamiento del hombre primitivo observamos subordinación a una visión
sagrada del mundo, mientras que el hombre moderno encuentra la justificación
de los fenómenos en el orden racional, no interpreta mágicamente el mundo. Sin
embargo, situaciones o actitudes del hombre de todos los tiempos reviven mitos
tradicionales aunque aparezcan desprovistos de connotaciones religiosas.
Según lo expresara Mircea Eliade, no se refieren únicamente a historias
remotas: son parte constitutiva del ser humano. Así se explican a través de la
teoría del inconsciente colectivo de Jung, el movimiento “hippie” (versión
moderna del retorno al estado natural) o la sociedad sin clases y comunitaria
(expresión de la “edad dorada”). Frecuentemente, cuando los poetas o escritores
interpretan la realidad con símbolos míticos, se ven limitados al mundo de la
creación estética. No obstante, ciertos motivos o rasgos en el comportamiento
del hombre contemporáneo nos llevan a comprobar la existencia de estructuras

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míticas. Siguiendo a Joseph Campbell en El héroe de las mil caras es dable
señalar, en las circunstancias de una vida, los pasos de los ritos de iniciación:
“Separación del mundo, penetración en alguna fuente de poder y un regreso a la
vida para vivirla con más sentido”. Esta aventura mitológica es aplicable al no
mítico transcurso de la vida del hombre moderno, siempre que puedan
comprobarse estas tres instancias prescindiendo de su contenido mítico. Tales
instancias son: abandono de una forma de vida que es considerada
insatisfactoria, en lo que Campbell llama la búsqueda de la fuente de poder. En
esa experiencia debe enfrentar situaciones desconocidas: es el camino de las
pruebas donde puede encontrar amigos que le ayuden a superar dificultades.
Por último, la etapa del retorno a la vida de la que se había alejado; es
nuevamente el cruce del umbral, llevando un bien preciado. Es el esquema de
vida del héroe clásico: Edipo, Orfeo, Ulises, Prometeo. Al referirnos a la vida
de Paul Harris, comprobaremos que se corresponde con estas tres
etapas. Paul nació en 1868 en Racine, Wisconsin. A los tres años, como
consecuencia de problemas económicos, Paul fue llevado por sus padres a la
casa de sus abuelos en la pequeña aldea de Wallingford, pintoresco valle de las
Montañas Verdes en el estado de Vermont, Nueva Inglaterra, donde los Harris
se habían afincado tras el desembarco del Mayflower. En ese lugar
paradisíaco, Paul vivió experiencias enriquecedoras que lo marcaron para
siempre. Por un lado, lo que significó para su ser sensible el contacto con una
naturaleza virgen y pródiga que le permitió escalar los picos más elevados,
pescar, recoger frutos del bosque y practicar en invierno los deportes que más
le atraían: patinaje en los lagos helados o deslizamientos en las laderas.
Imborrables recuerdos que lo llevaron a respetar la naturaleza, el paisaje y los
seres vivos, bajo la guía amorosa de sus abuelos. Por el otro, pudo conocer, de
labios del abuelo, su primer maestro, el espíritu anglosajón y una ética y filosofía
de vida consustanciada con los ideales de los fundadores de la Nueva Inglaterra
y con el pensamiento de la época. Por entonces regía aún el espíritu del
Romanticismo, no solo por la exaltación del sentimiento y la comunión con la
naturaleza, sino a través de los filósofos alemanes e ingleses, y del
trascendentalismo del bostoniano Ralph Emerson; sistemas de pensamiento
que permitieron mitigar el racionalismo y la estrictez del s. XVIII y del calvinismo,
sosteniendo la fe en la dignidad del hombre y el respeto a todo ser humano. En

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esa primera etapa de su vida, el espíritu del fundador de Rotary se estaba
preparando. Con este bagaje, y ya fallecidos sus abuelos, se graduó en leyes en
la Universidad Estatal de Iowa. Allí despertó su interés por conocer en
profundidad al ser humano. Ya había visitado la ciudad de Chicago, advirtiendo
su vitalidad y también los conflictos y mezquindades de sus habitantes. Empezó
a plantearse cuáles serían los móviles de esos seres, qué los atraería,
cuestionando la validez de los preceptos de su abuelo. Así fue naciendo en él la
necesidad de conocer la vida, otros mundos, los hombres, sus conductas. Un
objetivo que parecía inalcanzable. Hasta que una circunstancia, “una voz”, lo
decide. En el acto de graduación de la universidad, un disertante aconseja una
aparente locura: divertirse durante cinco años antes de establecerse e iniciar la
actuación profesional. La propuesta es para Paul “un auténtico llamado”, una
necesidad imperiosa. Decide alejarse de su mundo. Un peregrinaje de cinco
años sería su trayectoria mítica, un camino de intenso aprendizaje que “no es
nunca la mera traslación en el espacio, sino la tensión de la búsqueda y de
cambio que determina el movimiento y la experiencia que se deriva del mismo”.
(Cirlot, 1969. Diccionario de Símbolos). Recorre California. Comienzan las
pruebas del viaje iniciático como reportero de un periódico y desempeñando
distintas tareas: en una granja frutera, en una industria empaquetadora de uva,
como profesor en un college, como actor de teatro o como cuidador de ganado
en un rancho. Lo que importa es el aprendizaje y la experiencia. Hasta que en
Florida ocurre un episodio decisivo, y se convierte en el representante del dueño
de un negocio de mármol y granito, George Clark, quien ejercería una
importante influencia en su vida. Muy pronto sería su amigo y, con el tiempo,
también su apoyo y organizador del Rotary Club de Jacksonville. Pero el camino
debe continuar. Su propósito es cruzar el océano; su sueño, conocer Londres.
En Filadelfia consigue embarcar como cuidador de ganado llevando reses a
Inglaterra. Los sufrimientos y las privaciones llegan al extremo. El mar siempre
agitado y la suciedad, los parásitos, las carencias (de buenos alimentos, de
colchón, de sábanas), se agravaban con la conducta de seres primitivos y
siniestros; para él, inimaginables. Fue la experiencia de la noche. Solo logra
llegar a Baltimore. Finalmente, en un nuevo viaje, conoce Londres. El Museo
Británico, la Abadía de Westminster, la Torre, la Catedral de San Pablo. Eran
parte de su sueño. Sigue su periplo: ya en su país, en Nueva Orleans, le

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esperaba una experiencia trágica. Mientras trabaja como encargado de recoger
y empacar naranjas, estalla de pronto un huracán que pone en peligro la vida de
todos. Junto a sus compañeros, fueron los héroes salvadores que socorrieron a
mujeres y niños, rompiendo el dique y permitiendo que el agua llegara al río
Misisipi. Quedaron grabados en él el horror y el sufrimiento. Regresa a
Jacksonville a trabajar con George Clark. Entonces, experimenta un cambio
importante: sabiendo que el viajero incansable lo dejaría nuevamente, el amigo
y dueño de la empresa de mármol decide enviarlo a Europa en un viaje de
negocios. Así visitó las regiones de producción de granito en Escocia y las de
mármol en Irlanda. Luego Bélgica e Italia. Semanas, meses, por todos los países
europeos: Gran Bretaña, Francia, Suiza, Alemania. Inicia el retorno. Se instala
en Chicago, listo para desempeñarse como abogado, dejando atrás una
enriquecedora aventura. Había cumplido un rito, ya que ese viaje no significó
huida, sino crecimiento y evolución. Las vicisitudes pueden interpretarse como
pruebas a modo de ritos de iniciación. Paul visitó ciudades, se mezcló con
muchos hombres, meditó, sufrió privaciones, conoció el dolor humano, el
cansancio, hasta resolver el gran problema: ponerse de acuerdo consigo mismo
para descubrir el ideal, el sentido de su vida. Superó situaciones límite, lo que en
todo peregrinaje iniciático se conoce como “el descenso a los infiernos o la
experiencia de la noche”: el viaje en alta mar hasta Baltimore y el devastador
huracán en el río Misisipi. Paul salió airoso. En la experiencia contó con
personajes guías, protectores que lo ayudaron a realizar su destino y a ver el
camino: su abuelo, el primer iluminador y maestro; el amigo George Clark, que
le abrió nuevos rumbos. Psíquica y espiritualmente, el joven había adquirido
instrumentos para la vida. Era el año 1896 cuando se instaló definitivamente en
Chicago. Advirtió las carencias esenciales de la sociedad: incomunicación,
soledad, mutua desconfianza, falta de consideración y de respeto por el otro. La
antítesis de su filosofía de vida y de sus principios. Asistía los domingos a oficios
religiosos de distintos credos: católicos, cuáqueros, teosóficos, judíos,
presbiterianos, bautistas. Su solución no fue egoísta o personal. Después de lo
experimentado, y a razón de sus vivencias en esos primeros tiempos de su vida
profesional, se inspiró y fue movido a la acción. Debía cumplir su destino de
iluminador culminando la victoriosa trayectoria del héroe. Con tres amigos –
siempre los amigos en su vida– iniciaron las reuniones que se extenderían por

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todo el mundo, más allá de lo que alcanzaba su imaginación. Así nacía Rotary,
en Chicago, entre hombres de negocios y profesionales, “por razones de
compañerismo y mutuo beneficio”, “procurando hacer de este mundo un lugar
mejor para vivir”, según él mismo expresara. Era el año 1905. Como organización
internacional, Rotary cumplió 112 años el 23 de febrero de 2017 Los rotarios nos
preguntamos: ¿hacia dónde marchamos y por qué? Tal como se
preguntara Paul Harris en la Convención de 1928 en Mineápolis. Su respuesta
es simbólica: “Vamos hacia la montaña. El Creador debe haber tenido en su
mente el bienestar humano cuando dio al hombre cumbres para escalar. Los
niveles bajos son monótonos, y aun ellos tienen su parte en el eterno esquema
de las cosas: sirven para destacar el relieve de las montañas que tenemos que
ascender.” Los espíritus disconformes con los chatos planos de la vida cotidiana
miraron con fervor hacia la altura… ellos lucharon para que hubiera más fe, más
esperanza y una más abundante caridad. ¿Hacia dónde marchamos y por qué?
Vamos hacia la cumbre, porque el creador tuvo en su mente el bienestar del
hombre cuando, para su ascenso, creó para él las montañas eternas. Si dejamos
la chatura y tratamos de alcanzar la cumbre, por alta que ella sea, habremos
comprendido el legado de Paul Harris.

IV. LAS ETAPAS DE PAUL HARRIS

En la formación de nuestro fundador. Podemos diferencia claramente cuatro


etapas bien marcadas.

De la misma manera que en la historia, no hay acontecimientos que deciden que


termina una era y empieza otra, sino que los historiadores llegan a convenciones,
aplicaremos el mismo criterio.

4.1. La infancia.
Período que claramente abarca su nacimiento en Racine, llegada a la
casa de sus abuelos en Wallingford hasta el ingreso a la Universidad.

4.2. Juventud.
Según mi criterio, la muerte de su abuelo, y en especial, la distancia
que los separaba, su viaje para verlo en su lecho de muerte y el hecho

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mismo de haber llegado tarde, marca su clara llegada a la Juventud,
acompañado de su decisión de finalizar sus estudios y posteriormente
ingresar en la escuela de Derecho.

4.3. Madurez.
Su llegada a Chicago luego de sus “cinco años” de aventuras,
posteriores a recibirse de abogado.

4.4. El Peregrino.
Época en la que con 42 años conoce a Jean Harris y que, luego de
1912 desaparece prácticamente de la escena del rotarismo y
comienza su peregrinaje, oficiando siempre como sembrador de la
semilla de Rotary en los clubes, personas, corazones.

V. OBSERVACIONES SOBRE LA VIDA


Es posible que haya quien tenga la fortuna de ser demasiado pobre para
preocuparse por su salud; es difícil preocuparse por dos cosas al mismo
tiempo y ocuparse debidamente de ambos problemas. This Rotarian Age
A todos nos haría bien observarnos de vez en cuando y vernos como nos
ven los demás. Si por esas cualidades experimentamos un verdadero
shock, tal cosa, incluso, sería preferible a una visión conformista sobre
nosotros mismos o de nuestra posición. The National Rotarian , marzo
1912 ¿Le está tratando mal el mundo o quizá así usted le parece? Para
todas las supuestas enfermedades del cuerpo y de la mente, suelo
recomendar la vieja medicina rotaria de olvidarse de uno mismo por un
tiempo. Durante un día sumérjase en alegrías…y también en las tristezas
de los demás.
The Rotarian, noviembre de 1915 Navegar con buen tiempo no es la mejor
manera de demostrar la competencia de un marino, una situación en la
cual todo le sale bien a uno no es la mejor manera de demostrar la
fortaleza de carácter, así como salir a la caza de un enemigo que huye no
es la mejor prueba de coraje. The Rotarian, Febrero de 1932 Esta
concepción es aplicable a todos los ámbitos de la vida, como se verá en
otro extracto, para Paul Harris sus tres sagradas armas son la Fe, el Amor

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y el Coraje. En los momentos difíciles es cuando se ve de que estamos
hechos. El momento del jazz ya pasó; hubo ocasión de conocerlo y se
descubrió que deja bastante que desear. Mensaje ante la convención de
RI de 1932, Seattle, Washington, EE.UU. En la tumba se queda el secreto
de los errores del mal cirujano, pero los errores del abogado en la
preparación de un caso son revelados y atacados despiadadamente por
el abogado de la parte contraria. “The Evolution of Proffesional Ethics”
Chicago Bar Association Records, 1927 Al hacerse uno mayor se da
cuenta de que las alegrías y las tristezas no son permanentes. Mensaje
ante un grupo juvenil en Huntington Park, California, EEUU, 1922. Al
satisfacer los deseos humanos, se multiplican. The Rotarian, febrero de
1932 La lección de la Vida ¿Para qué estamos aquí? Para aprender una
lección. ¿Qué lección? La lección de la vida. ¿Cuál de las lecciones de la
vida? La única lección de la vida: separarnos de nuestro propio yo. Es una
lección que tenemos que aprender y no hay otra salida. Si no la
aprendemos por las buenas nos veremos forzados a aprenderla por las
malas. Tarde o temprano tendremos que despedirnos de nuestro propio
ser. Tal fenómeno puede postergarse hasta nuestro último día de la
existencia o producirse gradualmente, si, voluntariamente. A los 18 años
el yo ocupa el 100 % de su existencia ¿no era así en su caso? Mas que
ego centrista usted era “yo” por los cuatro lados. Thomas Carlyle dijo que
es la edad en la cual el hombre se torna insoportable. Más adelante llegó
la hora de ejercer una actividad profesional o empresarial y con ese paso
llegó la primera renuncia. Después llegó el matrimonio y con él otra
capitulación de las fuerzas del yo. Y si usted y su esposa tuvieron la suerte
de tener hijos, al llegar a ese momento ya poco queda de aquel ser
omnipresente y el proceso de separación ya se había producido tan
gradualmente, tan naturalmente…casi sin que uno se diera cuenta. Cada
experiencia la vivió usted con sumo placer. ¿Sacrificios? Si, quizás
podríamos llamarles así, pero seguramente usted habría hecho todo lo
posible para hacerlos. Usted aprendió la lección de la manera más natural
posible. De la misma manera que su madre la aprendió. La vida de su
madre fue el mejor paradigma de la doctrina de “Dar de sí antes de Pensar
en Sí”. Cuando le llegó su hora final poco le quedaba para abandonar. No

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era más que el 1 % del yo. La débil llama de ese 1 % se extinguió pero el
restante 99 por ciento vive y seguirá viviendo. ¿Para qué estamos aquí?
Para aprender una lección ¿Qué lección? La lección de la vida ¿Cuál
lección de la vida?
La única lección de la vida, separarnos de nuestro propio yo. The National
Rotarian, Julio de 1912. Lo sorprendente de Paul Harris es su
conocimiento general de la filosofía práctica. De igual manera sus
conclusiones; resultado de un pensamiento y reflexiones propias. Esta
concepción del desprendimiento, de la separación del yo, es típica de la
cultura oriental, sin embargo en 1912 no abundaba la literatura oriental
clásica en el occidente. Sus referencias generalmente son sobre la
literatura inglesa y helénica. Reitero, aunque caiga en redundancia, que
lo realmente sorprendente de Paul Harris es su acertada visión sobre su
presente y futuro, y sus elevadas reflexiones con respecto al alma
humana, pero el haberlo circunscripto al ámbito puramente rotario sin
lugar a dudas privó al mundo entero de aprender de sus enseñanzas que
están a la altura de lo más alto de la literatura y filosofía. Vamos a estudiar
la vida como el físico nuclear estudia los electrones, como el astrónomo
estudia las estrellas. Y como no podemos saber de dónde venimos ni a
donde vamos, nos mantendremos firmes en nuestra convicción de que el
Infinito propósito es bueno y que merece nuestro apoyo indeclinable.
Vamos a jugar caballerosamente este viejo y buen deporte. Es mucho
mejor que las carreras de caballos y más apasionante que cricket o el
beisbol. Es, verdaderamente, el rey de los deportes, este viejo y
fascinante deporte al que llamamos Vida. Vamos a practicarlo hasta el
límite y con espíritu de amistad y de justicia. Mensaje ante la convención
de RI de 1922 Los Ángeles, California, EEUU. Otra vez, dentro de una
profunda reflexión, se puede sustraer su sentido práctico de la vida. Sabe
que la vida es un misterio “no podemos saber de dónde venimos ni a
donde vamos”, por lo tanto es importante mantener una postura ética “el
Infinito Propósito” y serles fiel hasta el último momento. Más adelante se
verá y en reiteradas oportunidades, el parecido de su filosofía con la
propuesta por Emanuel Kant (Prusia 1724-1824).

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La Paz. El mayor de los recursos con que puede contar una nación es la
paz; vale más que todas las tierras cultivables y más que todas las minas
de minerales. Mensaje ante la convención de RI de 1927, Ostende,
Bélgica. La guerra es un error terrible y la pierden hasta los ganadores.
My Road to Rotary La ruta hacia la guerra es una carretera bien
pavimentada y la ruta hacia la paz todavía está por construirse. De una
entrevista grabada en 1945 en Tuskegee, Alabama, EEUU y concertada
por los rotarios del Distrito 164. La ignorancia constituye una amenaza
contra la paz. Cuanto más elevado sea el nivel de conocimiento general
–y todos dispongan de información- habrá menos tendencia a inmiscuirse,
a criticar y a ser arrogante con los demás. Adquirir información es un
deber de toda persona y toda nación debiera cumplir. This Rotarian Age
En el trato que le da Paul Harris a la paz hay dos claras constantes, una
de ellas es la Tolerancia, valor que increíblemente, por causas que
desconozco no están incluidos dentro de los valores rotarios (oficiales) a
saber (Liderazgo, Servicio, Compañerismo, Integridad y Diversidad). Otro
es el conocimiento. Para Paul Harris el logro de la paz ser realizará
mediante la adquisición del conocimiento (educación y auto educación) y
la tolerancia. No tengo la menor duda en afirmar que la paz mundial podría
lograrse sobre la firme base rotaria de la amistad, tolerancia y disposición
de ayudar al prójimo. Mensaje ante la convención de RI de 1940, la
Habana, Cuba. Rotary constituye una fuerza para la integración en un
mundo en que predominan las fuerzas de la desintegración; Rotary es un
microcosmos de un mundo en paz, un modelo que toda nación debiera
seguir. My Road to Rotary Lo que aquí expresa Paul Harris, lo podemos
afirmar aún más el día de hoy (año 2014). Rotary es el ejemplo (a nivel
micro cósmico) de que la diversidad cultural, religiosa; puede convivir en
paz. No se trata de que seamos robots, o pensemos todos igual, bajo una
misma bandera, en un mundo parecido a 1984 de Orwell o Brave New
World de Aldous Huxley, sino de que la Diversidad puede ser integrada y
convivir en la aceptación de las diferencias. Aún más claro es el ejemplo
de La Fundación Rotaria como modelo económico a seguir. El modo de
manejo financiero de la Fundación Rotaria es probablemente el modelo
más seguro para ser tomado en cuenta por una economía mundial que

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está basada en la especulación y crisis sistemáticas. No podemos seguir
así. La paz se logrará alcanzar. Los años venideros le deparan a Rotary
una tarea harto difícil. Cicatrizar las heridas de un mundo devastado por
la guerra; reemplazar el odio por la tolerancia y la mutua comprensión;
crear lazos de afecto donde impera el rencor; convertir en amigos los
enemigos y sustituir el fanatismo y la lucha armada por la buena voluntad
y la paz entre todas las naciones. Tal es la tarea sobrehumana que
debemos cumplir. Se trata de una tarea para la cual Rotary deberá
desplegar todo el esfuerzo posible, a pesar de que…no contamos con
otros medios que nuestros principios ni más fortaleza que nuestro
entusiasmo. Estamos seguros de la victoria debido a la fe que todos los
rotarios tienen en…la humanidad. The Rotarian, mayo de 1942
Obsérvese que en 1942, el mundo se encontraba en plena Guerra
Mundial. Guerra que se cobró más de 49.000.000 (cuarenta y nueve
millones de víctimas) y aún así Paul Harris seguía, con su fe
inquebrantable en que Rotary deberá “a pesar de los medios” desplegar
todo su esfuerzo en la búsqueda y consecución de la Paz. Sabe bien que
la empresa es enorme, sin embargo él pone de manifiesto su confianza
en los rotarios contemporáneos y futuros. Rotary constituye un modelo en
miniatura de un mundo en paz, modelo que debiera ser estudiado
detenidamente por todas las naciones del planeta. Los rotarios están
convencidos de que la puesta en práctica a nivel universal de la tolerancia
y la amistad lograría algo que todos deseamos: la paz entre todas las
naciones. Mensaje radial difundido con motivo del 36 aniversario de
Rotary. El complejo de superioridad es uno de los grandes enemigos de
la paz y, desafortunadamente, es común a la gente en todas las naciones.
La norma que seguimos durante nuestros viajes consiste en poner interés
en todas las cosas que la población local mas valora y no hacer
comparaciones entre sus costumbres y las nuestras a menos que
concretamente se nos poda que lo hagamos…En todos los países que
visitamos procuramos hallar lo bello y no lo feo. My Road To Rotary Hay
quienes creen que el mejor medio para asegurar la paz entre dos países
vecinos consiste en edificar fortificaciones a lo largo de toda la frontera,
aunque en repetidas ocasiones quedo demostrado que tal cosa no

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funciona. Los cien años de amistad ininterrumpida entre Canadá y
Estados Unidos a lo largo de más de 4.500 km de frontera sin
fortificaciones militares constituyen un argumento irrefutable contra
quienes creen que la guerra es algo inevitable. This Rotarian Age El amor
es más poderoso que el odio. Concedámosle la mitad de la promoción
que se le da al odio y ya no habrá más guerra. The Rotarian, febrero 1924

VI. CONCLUCIONES.
 Los rotarios cuentan con la tradición de apoyar a la Fundación
rindiendo homenaje a otras personas.
 Harris buscó relaciones personales y espirituales significativas
además de sus logros profesionales.
 En 1905, Harris organizó el primer Club Rotario "en compañerismo
y amistad" con tres clientes y empresarios locales, Silvester
Schele, Gustavus Loehr e Hiram Shorey.
 El club inició su primer proyecto de servicio público, la construcción
de baños públicos en Chicago. Este paso transformó a Rotary en
el primer Service Club del mundo.

VII. RECOMENDACIONES.

Hay mucho realmente para hablar de Paul Harris, de quien se ha hablado


y escrito poco. Por eso sus seguidores han tomado la responsabilidad de
comenzarlo, y esperar que tal vez, otros rotarios, mil veces mejor que un
servidor, puedan seguir esta obra que quiere rescatar al fundador y no
solo darlo a conocer al mundo rotario, sino el mundo entero, al mundo
empresarial, intelectual, literario, etc.

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VIII. BIBLIOGRAFIA/ WEBGRAFIA.

http://www.editorialrotariaargentina.com/2017/06/30/la-vida-de-paul-
harris/

http://paulharrisbio.blogspot.pe/
"El Club Rotario comienza", Laredo Morning Times, Laredo, Texas, 29 de
noviembre de 2009, p. 8f
Paul P. Harris (1948). Mi camino a Rotary. A. Kroch & Son.
Paul P. Harris Fundador de Rotary "Paul P. Harris Fundador de Rotary"
Check | url = value (help). rotaryhba.org. Recuperado el 4 de diciembre de
2015.

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IX. ANEXOS.

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