CAPITULO XIII: DE LA CONDICIÓN NATURAL del Género Humano, en lo que concierne a su Felicidad
y su Miseria.
*La Naturaleza ha hecho a los hombres iguales en las facultades del cuerpo y del espíritu
*La prudencia no es sino experiencia; cosa que todos los hombres alcanzan por igual, en tiempos iguales.
Los hombres difícilmente creen que hay alguien más sabio que ellos mismos, ya que cada uno ve su
propio talento a la mano y percibe desde lejos el de los otros.
*Si dos hombres desean la misma cosa, y no pueden disfrutarla ambos se volverán enemigos. Desde este
punto podemos comprender que un agresor no teme a otra cosa que al poder singular de otro hombre.
Dada esta situación de desconfianza mutua, el hombre debe protegerse a si mismo a través de
la anticipación “dominar por medio de la fuerza o por la astucia o todos los hombres que pueda,
durante el tiempo preciso, hasta que ningún otro poder sea capaz de amenazarlo”
*En la naturaleza del Hombre encontramos tres causas principales de discordia:
1)La competencia: impulsa a los hombres a atacarse para lograr un beneficio. Hace uso de la violencia
para apropiarse de las personas (mujeres y niños) de otro hombre
2)La desconfianza: impulsa a los hombres a atacarse para lograr seguridad. Hace uso de la violencia para
proteger a los suyos
3)La gloria: impulsa a los hombres a atacarse para obtener reputación. La violencia es evocada por cosas
insignificantes como una palabra u opinión distinta.
*Demostrada todas estas situaciones notamos que los hombres viven sin un poder común que los
atemorice a todos, se hallan en un estado de guerra; la guerra de todos contra todos. Porque la guerra
no es sólo el acto de batallar, sino también la voluntad de luchar.
-La naturaleza de la guerra consiste ya no en la lucha actual, sino en la disposición manifiesta a ella
durante todo el tiempo en que no hay seguridad de lo contrario.
-Existe un continuo temor y peligro a la muerte violenta. La vida del hombre es solitaria, pobre,
tosca, embrutecida y breve.
-En esta guerra de todos contra todos, está la consecuencia de que nada puede ser injusto (todas
as nociones de derecho, justicia y legalidad están fuera de lugar). Donde no hay poder común, la
ley no existe, y donde no hay ley no hay justicia. En la guerra la fuerza y el fraude son virtudes.
-Sólo pertenece a cada uno lo que puede tomar, y sólo mientras puede conservarlo.
-El hombre puede superar este estado por sus pasiones (las que inclinan a los hombres a la paz,
son el temor a la muerte y el deseo de una vida confortable) y su razón (la que sugiere adecuadas
normas de paz, a través de las cuales pueden llegar a mutuo consenso).
Estas normas son las leyes de la naturaleza.