Violencia y
Discordancia
Introducción
Actualmente y frente a los problemas que presenta la sociedad chilena en torno a las
cuestionar el cómo se piensan estas categorías, en este caso, el cómo se piensa y construye
la masculinidad.
mandatos o normas suelen expresar la relación dominante que lo masculino desarrolla con
lo apuesto como lo femenino o incluso con sus pares masculinos. Las preguntas que surgen
de estos son ¿Cómo se construye y se adquiere lo masculino? Y ¿De qué manera afecta a
un individuo cuando no puede ser Dominante como dicta lo masculino? Con el fin de
responder a estas preguntas se recurrían a autores clásicos como Pierre Bourdieu, Michel
Foucault, Marta Lamas, Sonia Montesinos, quienes exponen respecto a cómo se produce,
aprende y ejerce el rol masculino, además se revisara a José Olavarría y Laura Rita Sagato
que tratan temática respecto a cómo el desarrollo de la dinámicas de poder que se generan
heredero de una estructura que favorece la hegemonía patriarcal y que hoy en día en vista
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Un hombre de verdad es en toda ocasión un hombre a la fuerza, quizá un hombre que no
económico no es un “Hombre de verdad”, un hombre que llora frente a otros hombres quizá
“Hombre de verdad” y es que para que alguien sea calificado como “Hombre” debe
cumplir ciertas “normas” y faltar a cualquiera de estas puede terminar en la perdida de esta
identidad “Masculina”. Estas normas están contenidas en frases como “Toma (o fuma) un
poco… hazte hombre”, “Dale… pégale no seas Maricon”, “Cuantas Minitas tiene…”, la
Quien escribe, su hermano, sus amigos y probablemente quien lee en este momento ha
escuchado alguna de estas frases y ha sentido su peso. “El hombre de verdad” aquella
figura que ha de ser constantemente validada y de no ser así se condena a los individuos a
vivir en luces y sombras, en los secretos, en los márgenes, huyendo de su “Destino”, tal
como diría Bourdieu esta se trata de “… una identidad constituida en esencia social y
fuerza”. Pierre Bourdieu a lo largo de su obra “La dominación masculina” expone que
existen “Estructuras” estas pueden ser “Cognitivas” y “Sociales”, estas estructuras norman
normas que se ven reflejadas en ciertas normas que “Los dominantes” deben mostrar frente
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a las “Dominadas”. Estas “Normas” son adquiridas de manera inconsciente o forzosa, se
forzosa cuando este individuo resista a ser moldeado, son “Introyectadas” en el sentido de
estas normas, de esta manera se erige la Estructura Cognitiva que norma al individuo.
puesto que, si la mujer es débil el hombre es fuerte, esta es una relación opuesta pero
relación binaria con el opuesto femenino aflora en todo ámbito a lo largo de la vida de un
individuo y esta es naturalizada socialmente, Sonia Montecino diría que “… lo social teje
en sus sistemas simbólicos un discurso que hace creer en la naturaleza de ciertos “roles”
representados en tanto a como cada cultura expresa esta diferencia asignando roles o
“Papeles Sexuales”, en el sentido que indica Marta Lamas (1999), es así que como
sociedad vamos normando el cómo debe ser una parte para lograr relacionarse con la otra,
Para “Un Hombre” (En el sentido sexual Biológico) no adquirir estas normas a lo largo de
su vida, es decir, infancia, adolescencia y adultez, significa ser castigado sea por medio de
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continuación se revisaran seis normas que a la luz de los estudios muestran estas
Quien elabora este texto desde su infancia lleva escuchado que es el padre quien debe
todo esto sustentado en el éxito económico que pueda sostener y ostentar el “Padre de
Familia”, con esto se hace referencia a las familias de “Carácter Patriarcal” fuertemente
memoria de quien escribo este ensayo y probablemente de quien lo esté leyendo en este
momento.
Cuantas veces se vio a un padre en estado de crisis al no poder cumplir este “Rol
que no son capaces de obtener el éxito, dominio y poder económico en sus familia;
“Mantenido”, “Cafichero”, “¿Cómo que te mantiene tu mujer?”, “¿Tu mujer gana más que
tú?”, “Pucha si no trabajas ¿Qué haces?”. José Olavarría denomina esto como “Una crisis”
patriarcal nuclear”, la crisis es económica y masculina dicta que este hombre en particular
ha perdido poder, por lo tanto, pierde capacidad de dominio y puede pasar a ser dominado,
el Psicólogo Alfonso Luco asegura “Quien controla el dinero, ostenta el poder, posee la
fuerza y asegura el dominio sobre quien no lo controla. Ello explica el papel central que
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representan el trabajo remunerado y el rol de proveedor en la identidad masculina…”
(Luco, 2001 en: Olavarría, 2001). ¿Es menos hombre el cafichero y mantenido por el echo
de no poseer poder económico?, ¿Es menos hombre quien gana menos que su pareja?
Es entonces que desde lo “Evidente” surge lo que “Subyace”, tal como lo pensaría Claude
Levi-Strauss, no se trata de algo meramente económico, sino más bien, de poder reafirmar
la masculinidad dominante por medio del poder económico, es así como el ser “Cafiche” y
Masculinidad del individuo, puesto que este no se trata del Hombre independiente y
dominante, sino que es todo lo contrario, el espacio desde que el Padre ostenta y ejerce el
compartir o relegar este espacio a la madre, en este sentido, La pérdida de este espacio se
transforma en una lucha desesperada por no perder otros espacios, Jose Olavarria los define
como espacio de “Homosociabilidad”, en este caso masculinos, que se ven afectados por
siendo la “Familia” el último espacio donde un individuo podía apegarse y cumplir sus
Mandatos Masculinos, pero los resultados del paso de todos los procesos mencionados
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Cuestionados todos los roles masculinos dentro del núcleo familia ¿De que manera podrían
recuperar este espacio? La manera más visible hoy en día es la violencia, ejercer el control
y el poder por medio de la “Agresión”, es una de las formas en que los individuos reafirman
su masculinidad.
“Los cuerpos de los varones son los fuertes, los que defienden, protegen de la agresión,
pero esos mismos cuerpos pueden agredir a aquellos/as que están a su cuidado; cuerpos que agreden
a los/as que deben proteger -que están relativamente indefensos frente a él-, sea, según afirman los
agresores, para mantener su autoridad -una casa e hijos sin autoridad no tienen futuro…” (Olavarría,
2001)
Los procesos mencionados, hoy en día se encuentran más imbricados que nunca en la
sociedad chilena y aquejan la masculinidad de aquellos individuos que son herederos de las
de la violencia y validar la masculinidad por medio de esta constituye una de las normas
Quien escribió este ensayo y quien lee este mismo recordara quizá haber escuchado en
alguna lugar frases como “Llorar es de niñitas, no llores” o “¡Está llorando! Es niñita, es
niñita”. Quien escribe durante su infancia escucho, vocifero y sintió el peso de estas frases,
y es que, estas generaban ciertos miedos, llorar, asustarse y en general expresar afecto
podría ser razón para un largo periodo de burlas o marginalización entre los compañeros de
clases u otro círculo social donde existiera una fuerte presencia masculina. Siguiendo la
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historia de quien produce este texto, al crecer estos miedos de infancia construyen una
pared difícil de derribar. El miedo a mostrarse débiles, a “Parecer niñita” lleva a muchos
hombres a apagar aquel mecanismo que les permite Expresar y comprender emociones y
sentimentalidades, Esto es porque un hombre debe ser fuerte y expresar tristeza, miedo o
debilidad.
El Psicólogo Alfonso Luco propone que los hombres somos criados en la “Lógica del
identidad de género masculino” (Luco, 2001 en: Olavarría, 2001), prosigue expresando
varonil.” (Luco, 2001 en: Olavarría, 2001). Entonces ¿Qué sucede con los hombres que no
son capaces de adaptarse a esta identidad?, ¿De qué manera son “Castigados”?, en este
debilidad, validarse socialmente como hombre para sentirse personalmente como tal, es
Leimkühler sostiene una hipótesis bastante interesante y la declara a la BBC, “El suicidio es
realizado en chile por el MINSAL (Ver figura 1), en donde a lo lago de los años medidos
psiquiatra propone que la presión por mantener lo que considera como “Estándares
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Masculinos no realistas” referentes al “Ser fuertes”, lleva a los hombres a no pedir ayuda
por miedo a mostrarse débiles generando diversos grados de depresión que podrían explicar
Dominio de la Violencia:
Varias frases resuenan en la mente de quien escribió este ensayo “Pégale… no seas
maricon”, “¿Vas a dejar que te pegue?”, “Si alguien te molesta tienes que pegarle no más”,
quien escribe y quien lee quizá tengan en su mente un momento en donde la violencia fue
un elemento constitutivo para reafirmar una identidad masculina, para expresar sin palabras
quien domina, para validarse como “Hombre” frente a otros “Hombres” o en el caso de la
violencia intrafamiliar para auto validar la condición masculina y de poder dentro del
grupo familiar, frases como, “Te manda tu mujer”, “Mandoniado”, “Su mujer no lo deja
salir… le pega”, frases como esta cuestionan la masculinidad del individuo, quien frente a
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Es así como la violencia constituye un punto diferenciador en la relación de lo masculino y
respecto a las mujeres” (Fernández & González, 2009), a la vez que, “… los hombres
continuamente están siendo violentos con otros hombres y consigo mismos, como parte de
la socialización de sus masculinidades” (Fernández & González, 2009), Según los mismos
violencia es elemento esencial por el cual los hombres logran validar tal hegemonía,
validando el carácter patriarcal de una sociedad como la occidental, siguiendo a los mismos
dinámicas del proceso formativo que se les imponen, encierran todo el tiempo la
contacto con el otro sea este otro masculino o femenino, puesto que la violencia es en
primera instancia un “… requisito indispensable para competir, para ser fuertes y activos,
para detentar un poder, en fin, para dominar no solo a las mujeres, sino también a otros
dominación.
se van construyendo ellos mismo por ella puede llevar a relatos como los de la Antropóloga
Laura Rita Segato, quien da cuenta de cómo grupos de individuos ejercen y demuestran su
hegemonía en “Ciudad Juárez”, violan y torturan mujeres para demostrar su dominio sobre
el lugar, a la vez que inducen a otros hombres a realizar las violaciones y torturas a las
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mujeres como un forma de desmostar e incursionar en la masculinidad, siendo este último
un caso extremo, pero bien demuestra cómo funciona la violencia en sus puntos más
Las consecuencias de validar y naturalizar la violencia masculina como media para que
estos individuos construyan esta identidad, puede resultar en la situación que vive hoy en
Aquel que no tiene dominio sobre la violencia, muy probablemente, no sea capaz de
insertarse en un grupo compuesto por masculinidades, sin ir más lejos, un individuo que no
es capaz de hacer patente su dominio sobre otro será visto como débil, por lo tanto sus
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Conclusiones
Masculina” de Pierre Bourdieu crean un choque en la mente del lector, en este caso, hacen
relación que sostienen lo masculino y femenino se cierne sobre los individuos, viendo las
situaciones desde aquella perspectiva, se puede evidenciar cuando uno ejerció el rol de
dominante y dominado.
que estas imponen conlleva un momento de conflicto, quizá no pueda dominar la violencia,
y sentimental lo que de alguna forma u otra, de manera más fuerte o débil culminaran en la
modo y tal como Bourdieu parafraseaba a Karl Marx quienes piensen de manera masculina
consciente o inconsciente. Este tipo de reflexiones en una sociedad como Chile son de data
reciente, siendo reciente la idea de que generación tras generación de hombre y mujeres son
masculina por sobre todo, teniendo repercusiones directas en la estructura cognitiva de los
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Tratar las problemáticas de género desde la masculinidad en chile es primordial, puesto
sentido, es importante lograr que la población se cuestione la forma en que los niños y
para esto es necesario cuestionar las distintas formas de dominio que debe ejercer quien se
propias creencias al respecto, estas pueden cambiar dependiendo del curso de la historia
como lo propone José Olavarría. A la luz de los nuevos contextos emergentes en torno a las
fuerza de cambio que reside hoy en día en el movimiento feminista permitan cuestionarse a
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Bibliografía
content/uploads/2015/09/Bondiu-Pierre-la-dominacion-masculina.pdf
Castigar.pdf
http://www.memoriachilena.cl/archivos2/pdfs/MC0051359.pdf
FLACSO-Chile. Recuperado de
http://www.memoriachilena.cl/archivos2/pdfs/MC0056017.pdf
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Gonzales, J. Fernandez D, (2009). Masculinidad y violencia: aproximaciones desde
http://www.scielo.br/pdf/er/n35/n35a10.pdf
Recuperado de http://www.redalyc.org/html/112/11202105/
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