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Índice

Introducción. El Estado Golem 9


Rodrigo Zarazaga S.J.

1. Punteros, el rostro del Estado frente a los pobres 19


Rodrigo Zarazaga S.J.

2. Los barones del Conurbano 65


Fabián Domínguez
Mariela Szwarcberg Daby

3. De la dominación peronista a la victoria PRO.


Las estrategias electorales de la centroderecha
en el Conurbano bonaerense 93
Eugenia Giraudy

4. Informalidad laboral: ¿qué se puede hacer? 113


Lucas Ronconi

5. ­Los movimientos de de­socupados en el ­Conurbano.


­Protesta, política social y política partidaria 145
­Candelaria ­Garay

6. ­La importancia de ­La S


­ alada. ­Protección
gubernamental y expansión del mercado informal
de la indumentaria 177
­Matías ­Dewey
8 conurbano infinito

7. Detrás de La Salada. Ocupaciones territoriales


y economías clandestinas en la localidad de
Santa Catalina, Lomas de Zamora 207
Jorge Ossona

8. ­Géneros musicales, identificaciones y experiencias


en el C ­ onurbano. ­La “periferia” influyente 241
­Pablo ­Semán

Referencias bibliográficas 277

Los autores 291


Introducción
El Estado Golem
Rodrigo Zarazaga S.J.

Geográficamente, el Conurbano bonaerense linda con la


Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Sólo una amplia aveni-
da y el Riachuelo separan a ambos distritos, que, juntos, conforman
el continuo urbano donde habitan más de quince millones de per-
sonas, es decir, un 36% del total de los argentinos. A pesar de esta
cercanía, hay distancias que no se miden en sistema métrico y el
Conurbano está más lejos de la CABA que lo que los mapas indican.
Mientras que la ciudad se jacta, al menos en términos relativos, de
un alto producto bruto interno (PBI) per cápita y de cierta homoge-
neidad de servicios y calidad de vida, el Conurbano emerge pobre,
de­sigual y con notables deficiencias de servicios e infraestructura.
Calles asfaltadas y de tierra, villas, asentamientos y clubes privados,
basureros ilegales y zonas turísticas integran un singular collage difí-
cil de comprender, pero sobre todo de gobernar. En su diversidad y
masividad resulta tan fascinante como aterrador.
El Conurbano ha crecido como una mancha de tinta sobre un
papel sin límites naturales. Desde la década de 1930, cuando co-
menzó a formarse, se expandió a índices demográficos mayores
que los del promedio nacional. La industrialización dio forma a
múltiples barrios obreros en torno a las fábricas. Con el agota-
miento de este proceso en los años ochenta, empezó el gran cre-
cimiento de los asentamientos informales. El de­sempleo en los
noventa impactó en la configuración territorial y demográfica de
un Conurbano más fragmentado que nunca. Representativo de
esta fragmentación fue el crecimiento de villas y asentamientos a
la par que emergieron los barrios privados. En la actualidad el Co-
nurbano concentra el 29% de la población y cerca del 40% de los
pobres del país.
Los medios para atender a esta población son claramente defi-
cientes. Los Ejecutivos de la provincia de Buenos Aires y de los mu-
nicipios del Conurbano deben brindar servicios públicos con pre-
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supuestos exiguos a más de 12 000 000 de habitantes, de los cuales


4  500  000 son pobres. A pesar de la desmedida concentración de
población, la provincia recibe menos del 19% de la coparticipación
federal de impuestos. Dentro de Buenos Aires, los intendentes del
Conurbano son los que menos coparticipación per cápita perciben.
El Conurbano arrastra así una notable falta de inversión en infraes-
tructura y una deficiente calidad de servicios públicos. Quien reco-
rra sus calles encontrará discapacitados intentando avanzar en el
barro con sus sillas de ruedas, niños y niñas terminando el primario
con notables dificultades de lectoescritura, aguas servidas corriendo
a cielo abierto entre casillas de chapa y arroyos y zanjones contami-
nados que se desbordan en inundaciones que cobran vidas. Pero
además podrá encontrar su cara más siniestra: redes ilegales que
emergen cuando la población tiene muy bajos ingresos y la inver-
sión en servicios públicos es deficiente, narcotráfico, trata de perso-
nas, trabajo esclavo y crimen.
Tal vez, por esto, a menudo el Conurbano se presenta al ciuda-
dano de la CABA, pero también al del resto de la Argentina, como
“un país otro”, un lugar distinto donde acecha la amenaza. Para
muchos, es un mero amalgamiento de pobres, sobrevivientes y re-
des ilegales. Pinchar una rueda durante una noche de lluvia en un
barrio de la zona es una pesadilla recurrente para muchos conduc-
tores. Hasta presidentes y gobernadores han temido ver el ocaso de
sus aspiraciones por algunas horas de furia y saqueos en la región.
Para un imaginario, es el país imposible de rescatar.
Sin embargo, en esta estigmatización formada por una suerte
de torbellino de inmigrantes en busca de bienestar reside la ma-
yor fuerza productiva a nivel nacional. Integrado por treinta y tres
municipalidades (véase mapa) que concentran un tercio de los ha-
bitantes de la Argentina en menos del 0,5% del territorio nacional,
es un fascinante mosaico de oportunidades e innumerables de­safíos
demográficos, políticos, culturales y económicos. El Conurbano in-
finito es también el aporte de millones de obreros que viajan largas
horas para llegar a sus trabajos, el esfuerzo de miles de vecinos soli-
darios por superar la pobreza, el testimonio de maestras, curas, pas-
tores y referentes sociales que, con recursos escasos pero con gran
vocación, están al servicio del otro. Son estos habitantes los que nos
interpelan a buscar una vía de progreso para la región.
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FR FpV
1. Tigre: Julio Zamora 15. Escobar: Ariel Sujarchuk
2. San Miguel: Joaquín de la Torre 16. Malvinas Argentinas: Leonardo Nardini
3. San Fernando: Luis Andreotti 17. José C. Paz: Mario Ishii
18. Moreno: Walter Festa
PRO 19. Marcos Paz: Ricardo Pedro Curutchet
4. Pilar: Nicolás Ducoté 20. Merlo: Gustavo Menéndez
5. General Rodríguez: Darío Kubar 21. Ituzaingó: Alberto Descalzo
6. San Isidro: Gustavo Posse 22. Hurlingham: Juan Zabaleta
7. Vicente López: Jorge Macri 23. San Martín: Gabriel Katopodis
8. Tres de Febrero: Diego Valenzuela 24. La Matanza: Verónica Magario
9. Morón: Ramiro Tagliaferro 25. Ezeiza: Alejandro Granados
10. Lanús: Néstor Grindetti 26. Esteban Echeverría: Fernando Gray
11. Quilmes: Martiniano Molina 27. Lomas de Zamora: Martín Insaurralde
12. San Vicente: Mauricio Gómez 28. Avellaneda: Jorge Ferraresi
13. La Plata: Julio Garro 29. Almirante Brown: Mariano Cascallares
14. Berisso: Jorge Nedela 30. Presidente Perón: Aníbal Regueiro
31. Florencio Varela: Julio Pereyra
32. Berazategui: Juan Patricio Mussi
33. Ensenada: Mario Secco

El de­sarrollo del Conurbano es un de­safío inmenso para el Poder


Ejecutivo nacional, el provincial y para sus treinta y tres intendentes
(actualmente, diecinueve del Frente para la Victoria-Partido Justi-
cialista –FpV-PJ–, once de Propuesta Republicana –PRO– y tres del
Frente Renovador –FR–) que gobiernan sus municipalidades. En-
tender a los actores políticos, económicos y sociales allí presentes,
sus intereses y estrategias y cómo interactúan es clave para cualquier
proyecto de de­sarrollo humano y económico del país. Este libro se
propone justamente explorar a los actores fundamentales del Co-
12 conurbano infinito

nurbano y su relación con el Estado porque no considera imposible


su de­sarrollo y, sobre todo, porque lo considera imprescindible. A
partir de un análisis de los intendentes, los funcionarios municipa-
les y sus agrupaciones y partidos, de los punteros y los movimientos
sociales, e incluso de los mercados ilegales, los trabajadores infor-
males, los narcotraficantes y sus víctimas, estas páginas pretenden
trazar un mapa que permita ubicar a los actores del Conurbano,
medir sus intereses y estrategias, así como lograr una mirada amplia
de la región. Así, este trabajo busca entender a los actores y a sus in-
tereses y estrategias atendiendo a sus relaciones con el Estado con el
que se interrelacionan y que también los conforma como actores. El
accionar de un puntero, por ejemplo, depende en gran medida de
su vínculo con el Estado. Él mismo, en tanto actor, está conformado
por el Estado de tal manera que sería imposible estudiarlo fuera de
esta relación. Algo similar ocurre con los movimientos sociales, los
mercados informales e ilegales o los agentes de seguridad.
Desde este enfoque, es posible plantear que en el Conurbano se ha
de­sarrollado un Estado que podríamos llamar, a manera borgeana,
“Golem”. Según la mitología medieval judía, el Golem es un coloso
de arcilla fabricado por un rabí para defender a su comunidad, es
decir, una figura poderosa que protege a los habitantes indefensos.
Sin embargo, se trata de una obra inacabada e incompleta que puede
rebelarse contra sus protegidos, aterrorizándolos y causándoles pér-
didas, incluso la muerte. En su poema “El Golem”, Borges dice que

el rabí lo miraba con ternura


y con algún horror. “¿Cómo (se dijo)
pude engendrar este penoso hijo?”.

El Estado es, en el Conurbano, un Estado Golem: en muchos de los


ámbitos en que transcurre la vida de sus habitantes está incompleto,
ausente, y en otros mantiene una presencia ilegal que, más que pro-
teger, aterroriza. Es un Estado responsable de muertes. De ahí que
los argentinos, especialmente aquellos que ocupan algún puesto de
relevancia o fuimos privilegiados por la formación que recibimos,
debemos preguntarnos cómo hemos podido engendrar este Estado
para los pobres.
En el Conurbano, el Estado está ausente para la mitad de los tra-
bajadores, que son empleados no registrados o informales, y para el
introducción 13

60% de los hogares, que no tiene cloacas; está incompleto en las es-
cuelas y hospitales públicos, que brindan servicios deficientes, y en
la falta de seguridad, que sus habitantes señalan como el principal
problema. En ciertas áreas, el Conurbano se asemeja a las zonas ma-
rrones que describía Guillermo O’Donnell (1993) como aquellas en
las que el Estado no llega a imponer su legalidad y proveer a todos
los habitantes de sus derechos. Sin embargo, la cuestión no se redu-
ce a la de un Estado ausente, sino que se agrava en algunos ámbitos
por su presencia ilegal: las redes estatales se mezclan y superponen
con las redes ilegales, lo que en ocasiones termina siendo parte del
problema, y no de la solución. Mercados y talleres clandestinos que
cuentan con regulación del Estado y protección policial, aparatos
políticos territoriales que distribuyen arbitrariamente recursos pú-
blicos, narcotráfico y crimen con concurrencia de funcionarios son
algunos ejemplos de un Estado que se vuelve presente a los pobres
desde la complicidad con el crimen.
Dada la importancia de la ausencia estatal así como de su presen-
cia ilegal en la conformación de los actores y sus estrategias, cada
capítulo presta particular importancia a la relación de distintos ac-
tores del Conurbano con el Estado. En este libro nos proponemos
describir a los actores y los fenómenos que atraviesa la región sin
estigmatizar a sus habitantes y sugiriendo líneas de acción que lle-
ven a soluciones para esta problemática. Los primeros tres capítulos
se refieren a la organización política y a las dinámicas que despierta
en las contiendas electorales nacionales esta región que concentra
el 28% del electorado nacional y el 75% del electorado de la provin-
cia. Para eso, se ocupan de tres actores fundamentales de la esfera
política: los punteros, los intendentes y los partidos políticos. Los
dos capítulos que les siguen se refieren al sustancial drama social
de los informales y de­sempleados y a los movimientos sociales que
los han representado en las últimas dos décadas. En los dos capí-
tulos siguientes, se plantean problemas socioeconómicos cruciales
que marcan la realidad cotidiana de sus habitantes: el problema del
acceso a la tierra, los mercados y talleres ilegales y el flagelo de la
droga. El último capítulo hace referencia al surgimiento de identi-
dades culturales propias del Conurbano.
En el capítulo 1, entonces, abordo el tema de los referentes socia-
les, comúnmente llamados “punteros”, como los rostros que el Es-
tado asume frente a la pobreza. Buscando superar tanto las visiones
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que lo reducen a un mero comprador de votos como aquellas que


pretenden idealizarlo, presento al puntero en la diversidad de roles
que cumple como mediador entre el Estado y la pobreza. Las redes
de punteros han sido la respuesta de los intendentes del Conurbano
ante la pobreza que enfrentan con escasos recursos. Planteo algunos
de los problemas estructurales fundamentales que presenta la re-
gión con el fin de alentar transformaciones positivas.
El capítulo 2, de Fabián Domínguez y Mariela Szwarcberg Daby, se
ocupa de los intendentes del Conurbano desde el regreso de la demo-
cracia hasta el final del kirchnerismo. La importancia electoral de los
municipios de la región torna a sus intendentes en pesos pesados de
la política argentina. El capítulo ayuda a entender las trayectorias que
realizan para alcanzar ese lugar y cómo manejan su capital político.
En el capítulo 3, Eugenia Giraudy aborda el inesperado éxito
electoral de un tercer partido político en la provincia, que no sólo
conquistó con María Eugenia Vidal la gobernación, sino que triun-
fó en las elecciones para intendente en once de los treinta y tres
municipios del Conurbano (véase mapa). El texto indaga sobre las
estrategias del PRO para cosechar votos entre los sectores medios y
bajos en el tradicional bastión peronista de la región. Pone en foco
la novedosa coalición electoral policlasista a la que llegó un partido
originalmente de centroderecha.
En el capítulo 4, Lucas Ronconi plantea uno de los problemas más
acuciantes del Conurbano, la calidad del empleo de sus habitantes.
Casi la mitad de la gente que trabaja tiene empleos informales, es de-
cir, al margen de la ley. Ronconi analiza información estadística para
intentar entender las causas y consecuencias de la informalidad y, de
ese modo, sugerir opciones concretas de políticas públicas.
Candelaria Garay, por su parte, explica en el capítulo 5 el surgi-
miento y la impensada continuidad de actores capaces de represen-
tar, aglutinar y coordinar a de­sempleados e informales: los movi-
mientos sociales. La autora da cuenta de la inesperada supervivencia
de estas organizaciones a lo largo del tiempo, e identifica las estrate-
gias que favorecieron su continuidad a pesar de varios factores que
limitaron su capacidad de movilización. Los movimientos sociales
de de­sempleados e informales han conseguido ser un actor de peso
en el Conurbano durante las dos últimas décadas planteando sus
demandas frente al Estado e influyendo sobre las políticas sociales.
Ahora bien, el relativo éxito de estos movimientos en conseguir que
introducción 15

el Estado expanda las transferencias de ingreso hacia los más nece-


sitados contrasta con los escasos logros en materia de provisión de
bienes y servicios públicos de calidad, como agua potable, cloacas,
pavimento, educación y salud.
Los capítulos de Matías Dewey y Jorge Ossona se enfocan en el sur-
gimiento del complejo comercial popular más grande del país, La
Salada, para desde allí mostrar un intrincado entramado de negocios
a menudo ilegales que funcionan con la aquiescencia de las autorida-
des públicas. El trabajo de Dewey brinda el contexto social, político
y económico que explica el surgimiento y la actividad de La Salada
como mercado de indumentaria para los sectores bajos. A partir de su
funcionamiento, muestra que la transferencia de recursos económi-
cos desde La Salada hacia sectores policiales y políticos responde a un
amplio sistema de recaudación ilegal de dinero cuyas características
no difieren de las de un sistema impositivo formal. Desde su experien-
cia de primera mano y con el lenguaje mismo de los actores, Ossona
describe el proceso demográfico de concentración de población y to-
mas de tierra en Lomas de Zamora desde sus principales actores y su
relación con el Estado. Presenta el complejo entramado de pobreza,
necesidades e ilegalidad regulada desde el propio Estado. En la pin-
tura del Conurbano que ofrece el autor, aparecen referentes sociales
heroicos pero también punteros narcos. En torno a las tomas de tie-
rra y los talleres de La Salada, recrea un mundo en el que coexisten la
trata, la esclavitud y la producción de drogas.
El último capítulo, escrito por Pablo Semán, recorre la evolución
de géneros musicales como el rock chabón, la cumbia y el rap, re-
velando que la situación periférica del Conurbano con respecto a
la CABA no se traduce linealmente en el ámbito de la producción
musical. No se limita a mero receptor de la innovación generada en
otros ámbitos, sino que además la devuelve influenciando en aque-
llos espacios que se suponen centrales. El rap, la cumbia y el rock
chabón expresan y constituyen al mismo tiempo momentos de la
conciencia de los jóvenes de sectores populares de la región. A tra-
vés de los procesos de producción y recepción de esos géneros, se
verifican hechos claves como la crítica a las condiciones de vida y
la reivindicación de la marginalidad frente a la hipocresía de una
legalidad que no los protege.
El Conurbano presenta uno de los de­safíos fundamentales de la
Argentina. Nuestro país puede lograr mayores niveles de de­sarrollo,
16 conurbano infinito

pero si este no alcanza a la población de esta región, especialmente


a sus 4  500  000 de pobres, será injusto, incompleto y destinado a
interrumpirse. Si una locomotora arranca, pero dos o tres vagones
están de­senganchados, un gran porcentaje de pasajeros quedará va-
rado y esa vía quedará bloqueada. Por eso es fundamental entender
este Conurbano infinito y buscar las soluciones que pongan a todos
sus habitantes en marcha. El déficit en inversión, la pobreza que
hiere y la marcada de­sigualdad claman por un liderazgo que, con vi-
sión de futuro y creatividad, realice las transformaciones necesarias.
Las reglas de juego de un Estado Golem, que no siempre impone
la legalidad, han sometido a muchos habitantes a una dura prueba
por la sobrevivencia.
Una de estas reglas ha cambiado hace poco tiempo. Los intenden-
tes, legisladores y concejales de la provincia de Buenos Aires sólo
podrán ser reelectos una vez, según lo establece una ley sancionada
el 17 de agosto de 2016 con apoyo del FR y el PRO. Seguramente
esta norma tendrá un efecto positivo, y a partir de 2023 veamos ma-
yor alternancia. Sin embargo, no es una sola ley –ni mucho menos
electoral– la que transformará la realidad del Conurbano. No hay
que poner esperanzas desmedidas en esta porque los problemas de
la región son multifactoriales y muchos de ellos exceden a los inten-
dentes y no se solucionan con mayor alternancia. Además, en rigor,
es también muy probable que a partir de 2023 veamos más cón-
yuges, hermanos e hijos de funcionarios luchando por presidir las
municipalidades. Si bien es un logro, la agenda debe incluir otros
temas relevantes, postergados a menudo por las necesidades electo-
rales de los líderes políticos. El Conurbano precisa liderazgos que
no sólo atiendan a lo electoral, a lo que conviene en el corto plazo
para ganar una elección, sino que también busquen la transforma-
ción de largo plazo. Liderazgos que aspiren a resolver lo electoral
favorablemente como resultado de haber transformado la realidad
en el mediano y largo plazo.
En los capítulos que siguen se describen algunos de los proble-
mas más apremiantes que afectan al Conurbano: la pobreza, el de­
sempleo, la informalidad, el clientelismo, la falta de recursos muni-
cipales, la escasez de inversión en infraestructura y la inseguridad.
Estos son temas de fondo de los que la política debe ocuparse. La
pobreza, el de­sempleo y la informalidad tienen que llevar a la po-
lítica a plantear dónde generará empleos de calidad y cómo se in-
introducción 17

vertirá en servicios públicos de calidad, sobre todo en salud y edu-


cación. La transferencia de ingresos, aunque necesaria, se nos ha
revelado insuficiente para combatir la pobreza. El problema fiscal y
la dificultad para que los municipios accedan a obras públicas de in-
fraestructura exigen cambios en las leyes de coparticipación y tribu-
taria. El déficit de la región en infraestructura excede ampliamente
a los presupuestos de los municipios e incluso al de la provincia
de Buenos Aires. Si bien no es fácil encontrar entre los intenden-
tes paradigmas de funcionarios públicos democráticos, muchos de
los problemas por los que se los critica superan sus posibilidades.
La cuestión de las fuerzas de seguridad, por su parte, exige pronta
intervención. No sólo quienes poseen ingresos medios y altos plan-
tean el problema, también los vecinos de las villas consideran que la
inseguridad es el principal problema que enfrentan.

Ojalá que el presente libro contribuya a colocar en el centro del


debate los problemas más acuciantes del Conurbano, para que de
esta atención surjan respuestas del Estado para sus habitantes, espe-
cialmente para sus millones de pobres.

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