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ESTUDIO SOBRE
PROTECCIÓN DE RÍOS, LAGOS Y
ACUÍFEROS DESDE LA PERSPECTIVA DE
LOS DERECHOS HUMANOS

Mayo 2018
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO


Coordinación de Humanidades

Comisión Nacional de Derechos Universidad Nacional Autónoma de


Humanos México

Luis Raúl González Pérez Enrique Graue Wiechers


Presidente Rector

Jorge Ulises Carmona Tinoco Domingo Alberto Vital Díaz


Sexta Visitaduría General Coordinador de Humanidades

Guillermo Estrada Adán


Secretario Académico

Coordinación Académica e Investigación

Adriana Sandoval Moreno


Unidad Académica de Estudios Regionales- Coordinación de Humanidades-UNAM

Equipo de Investigación

Patricia Ávila García


Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad-UNAM

José Luis Pablos Hach


Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia-UNAM

Carlos María Pelayo Moller


Instituto de Investigaciones Jurídicas-UNAM

Apoyo a la investigación

Mariana de Jesús Vargas Gálvez

Fotografía de portada: Lago de Chapala, por Adriana Sandoval Moreno

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

La investigación y las opiniones que aparecen en el estudio son exclusivamente


responsabilidad del equipo de investigación y no representan la posición de la
Universidad Nacional Autónoma de México y de la Comisión Nacional de los
Derechos Humanos.

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SIGLAS Y ACRÓNIMOS

AMEXCID Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (SRE)


APAZU Programa de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento en Zonas
Urbanas
ASEA Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente
BIEE Base de Indicadores de Eficiencia Energética
CC Consejos de Cuenca
CCA Comisión para la Cooperación Ambiental
CCRS Comités de Cuenca Río Sonora
CDI Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas
CE-CCA Criterios Ecológicos de Calidad del Agua
CENAPRED Centro Nacional de Prevención de Desastres
CEPAL Comisión Económica para América Latina
CFE Comisión Federal de Electricidad
CILA Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y los Estados
Unidos
CIVAC Ciudad Industrial del Valle de Cuernavaca
COFEPRIS Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios
Comité DESC Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
CONABIO Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad
CONAFOR Comisión Nacional Forestal
CONAGUA Comisión Nacional del Agua
CONANP Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas
CONAPO Consejo Nacional de Población
CONAPRED Consejo Nacional para Prevenir La Discriminación.
CONUEE Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía
Corte IDH Corte Interamericana de Derechos Humanos
COTAS Comités Técnicos de Aguas Subterráneas
DBO Demanda Bioquímica de Oxígeno
DBO5 Demanda Bioquímica de Oxígeno a cinco días
DESCA Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales
DHAyS Derecho Humano al Agua y al Saneamiento
DOF Diario Oficial de la Federación
DQO Demanda Química de Oxígeno
DT Depresiones Tropicales
EPA Agencia de Protección Ambiental
GIRH Gestión Integrada de los Recursos Hídricos
hm3 Hectómetro cúbico
IGASA Índice Global de Acceso a los Servicios Básicos de Agua
IGSH Global de Sustentabilidad Hídrica
IMSS Instituto Mexicano del Seguro Social
IMTA Instituto Mexicano de Tecnología del Agua
INAFED Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal
INECC Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático
INEGI Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática
INMUJERES Instituto Nacional de las Mujeres

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ISSSTESON Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado


de Sonora
JPOI Plan de Aplicación de las Decisiones de Johannesburgo
LAN Ley de Aguas Nacionales
MIA Manifestaciones de Impacto Ambiental
NASA Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio
NMX Norma Mexicana
NOM Norma Oficial Mexicana
OC Organismos de Cuenca
ODM Objetivos de Desarrollo del Milenio
ODS Objetivos de Desarrollo Sostenible
OEA Organización de los Estados Americanos
OECD Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos
OMM Organización Meteorológica Mundial
OMS Organización Mundial de la Salud
ONU Organización de Naciones Unidas
OSC Organizaciones de la Sociedad Civil
PEMEX Petróleos Mexicanos
PIDESC Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
PND Plan Nacional de Desarrollo
PNH Programa Nacional Hídrico
PROAGUA Programa de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento
PROCAPTAR Programa Nacional para Captación de Agua de Lluvia y Ecotécnias en
Zonas Rurales
PROFEPA Procuraduría Federal de Protección al Ambiente
PROMARNAT Programa Sectorial de Medio Ambiente y Recursos Naturales 2013-2018
PROSSAPYS Programa para la Sostenibilidad de los Servicios de Agua Potable y
Saneamiento en Comunidades Rurales
PTAR Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales
RENAMECA Red Nacional de Monitoreo de Calidad del Agua
REPDA Registro Público de Derechos de Agua
RH Regiones Hidrológicas
RHA Regiones Hidrológico-Administrativas
SAGARPA Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación
SALUD Secretaría de Salud
SECTUR Secretaría de Turismo
SEDATU Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano
SEDESOL Secretaría de Desarrollo Social
SEDUE Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología
SEGOB Secretaría de Gobernación
SEMAR Secretaría de Marina
SEMARNAT Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales
SINIARN Sistema Nacional de Información Ambiental y de Recursos Naturales
SENER Secretaría de Energía
SEP Secretaría de Educación Pública
SFP Secretaría de la Función Pública
SGAPDS Subdirección General de Agua Potable, Drenaje y Saneamiento
(CONAGUA)
SHCP Secretaría de Hacienda y Crédito Público
SIAP Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SAGARPA)

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SLP San Luis Potosí


SER Secretaría de Relaciones Exteriores
SST Sólidos Suspendidos Totales
STPS Secretaría del Trabajo y Previsión Social
TT Tormentas Tropicales
UCAI Unidad Coordinadora de Asuntos Internacionales (SEMARNAT)
UNESCO Organización de la Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la
Cultura
WWF Fondo Mundial de la Naturaleza (por sus siglas en inglés)

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Índice
Tablas 10
Figuras 11
Cuadros 11
Gráficas 11
Mapas 12
I. Introducción 14
II. Marco metodológico 26
III. Situación del agua en México 32
3.1 Introducción........................................................................................................... 32
3.2 Disponibilidad del agua ......................................................................................... 33
3.3 Aguas superficiales ............................................................................................... 40
3.4 Aguas subterráneas .............................................................................................. 44
3.5 Las aguas costeras y las playas ............................................................................ 48
3.6 La contaminación de los ríos y cuerpos de agua ................................................... 48
3.7 Calidad del agua subterránea................................................................................ 55
3.8 Calidad del agua en playas ................................................................................... 56
3.9 La contaminación de las lagunas costeras, estuarios, costas y aguas marinas ..... 59
3.10 Casos emblemáticos de contaminación............................................................... 62
3.10.1 Contaminación por aguas residuales urbanas e industriales ............................ 63
3.10.2 Contaminación por minerías ............................................................................. 68
3.10.3 Contaminación por hidrocarburos ..................................................................... 72
3.11 Usos del agua ..................................................................................................... 76
3.12 Grado de presión sobre el recurso ...................................................................... 79
3.13 Agua para extracción no convencional de gas y petróleo .................................... 82
IV. Manejo jurídico del agua y derechos humanos 85
4.1 Marco constitucional: el derecho al agua como derecho humano .......................... 85
4.2 Marco legislativo del agua ..................................................................................... 86
4.3 Implicaciones sobre el goce y disfrute de los Derechos Económicos Sociales
Culturales y Ambientales (DESCA) ............................................................................. 87
4.3.1 Su contenido y alcance básico. .......................................................................... 87

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

4.3.2 Las obligaciones y deberes derivados del mismo ............................................... 89


4.3.3 Su realización en condiciones de igualdad y no discriminación .......................... 92
4.3.4 El carácter internacionalizado del derecho al agua ............................................. 94
4.3.5 Implicaciones sobre goce y disfrute de los DESCA ............................................ 97
4.3.6 La interdependencia del derecho al agua con otros derechos económicos,
sociales, culturales y ambientales, y con otros derechos civiles y políticos ............... 103
V. Política y gestión del agua en México 106
5.1 Política hídrica en México .................................................................................... 106
5.2 ¿Qué es la gestión del agua? .............................................................................. 111
5.3 La gestión del agua en el ámbito gubernamental ................................................ 116
5.4 Instrumentos jurídicos de gestión del agua.......................................................... 123
5.5 El rol de los estados y municipios en la gestión del agua .................................... 125
5.6 Dilemas por resolver en la gestión del agua ........................................................ 129
5.6.1 El dilema de la restauración de los cuerpos de agua contaminados y
sobreexplotados ........................................................................................................ 129
5.6.2 Estado de cumplimiento del derecho humano al agua y al saneamiento .......... 138
5.6.3 El dilema de justicia en afectaciones y conflictos por el agua ........................... 152
5.6.4 El dilema de la falta de coordinación y efectiva participación social .................. 153
5.6.5 El dilema de la coordinación y ausencia de una visión holística ....................... 157
5.7 Derechos y género en la gestión del agua........................................................... 159
VI. La problemática del agua y los derechos humanos en México 163
6.1 La problemática contemporánea del agua ¿qué la agudiza? ............................... 163
6.1.1 Los proyectos para concretar el despojo y privatización del agua y suelo, y sus
implicaciones sociales y ambientales ........................................................................ 165
6.1.2 Los conflictos socioambientales y las resistencias locales en defensa del agua y
territorio ..................................................................................................................... 172
6.2 La devastación hídrica en México y la afectación de los derechos humanos: la
visión de la sociedad civil .......................................................................................... 176
6.2.1 Afectación de los derechos humanos por restricciones en el acceso al agua para
abastecimiento humano ............................................................................................ 182
6.2.2 Afectación de los derechos humanos por la privatización del servicio de agua 189
6.2.3 Afectación de los derechos humanos por deficiente calidad del agua para
abastecimiento humano ............................................................................................ 191

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

6.2.4 Afectación de los derechos humanos por apropiación y contaminación del agua
para la extracción minería ......................................................................................... 195
6.2.5 Afectación de los derechos humanos por actividades de extracción de
hidrocarburos que acaparan y deterioran las fuentes de agua .................................. 201
6.2.6 Afectación de los derechos humanos por obras hidráulicas que conllevan
desplazamiento forzado, migración o pobreza .......................................................... 204
VII. Mejoras prácticas en la gestión del agua con enfoque de derechos humanos 211
7.1 Adecuación del marco legislativo y normativo ..................................................... 211
7.2 Reparaciones en casos de violaciones a derechos humanos .............................. 215
7.3 Mejoras prácticas para la defensa de los derechos humanos.............................. 221
7.3.1 Campaña pública y movilización para la defensa del DHAyS ........................... 221
7.3.2 Formación de redes de defensa ciudadana ante el despojo y devastación hídrica
y ambiental ................................................................................................................ 222
7.3.3 Incidencia legal y litigación en materia de DHAyS y DESCA ............................ 222
7.3.4 Cabildeo en instancias internacionales para la observancia del cumplimiento del
DHAyS y DESCA ...................................................................................................... 227
7.3.5 Desarrollo de capacidades y participación en tribunales éticos de justicia
ambiental como TLA y TPP capítulo México ............................................................. 229
7.4 Mejoras prácticas para la gestión de ríos y lagos. Hacia la sustentabilidad ........ 230
7.4.1 Gobernanza del agua desde la perspectiva holística- socio-ambiental ............. 230
7.4.2 Mejoras prácticas para reducir la contaminación, mediante la gestión de aguas
residuales .................................................................................................................. 236
7.4.3 Lecciones de proyectos implementados en México .......................................... 238
VIII. Conclusiones y recomendaciones 244
8.1 Conclusiones ....................................................................................................... 244
8.1.1 Situación del agua en México ........................................................................... 244
8.1.2 Manejo jurídico del agua y derechos humanos ................................................. 246
8.1.3 Política y gestión del agua en México ............................................................... 247
8.1.4 La problemática del agua y los derechos humanos en México ......................... 250
8.1.5 Mejoras prácticas en la gestión del agua con enfoque de derechos humanos.. 253
8.2 Recomendaciones............................................................................................... 254
Referencias 268
ANEXOS 293

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Tablas

Tabla 1. Población sin agua y sin algún grado de saneamiento. ...................................... 19


Tabla 2 Valores del caudal de aguas residuales municipales 2006-2015......................... 27
Tabla 3. Regiones hidrológico – administrativas en México. ............................................ 41
Tabla 4. Acuíferos por Región Hidrológico-Administrativa, 2018. ..................................... 47
Tabla 5. Volúmenes y gastos de aguas residuales de origen urbano e industrial tratados y
no tratados generados en México al año 2017. ......................................................... 49
Tabla 6. Puntos de descarga de aguas residuales municipales sin tratamiento según tipo
de cuerpo receptor a nivel nacional, 2014. ................................................................ 51
Tabla 7. Puntos de descarga de aguas residuales municipales sin tratamiento según tipo
de cuerpo receptor a nivel nacional, 2014. ................................................................ 61
Tabla 8. Agrupación de usos de la clasificación del repda. .............................................. 76
Tabla 9. Volúmenes consuntivos y no consuntivos concesionados correspondientes al 31
de diciembre de 2015, (hm3). .................................................................................... 77
Tabla 10. Volúmenes consuntivos y fuente del agua concesionados correspondientes al
31 de diciembre de 2015, (Miles de hm3). ................................................................. 78
Tabla 11. Grado de presión sobre el recurso hídrico, 2015. ............................................. 79
Tabla 12. Indicadores seleccionados del PNH 2014-2018. ............................................ 107
Tabla 13. Consejos de cuenca y año de instalación. ..................................................... 122
Tabla 14. Ordenamientos para aguas subterráneas y superficiales, 2015. .................... 123
Tabla 15. Sitios contaminados por hidrocarburos y remediados, 2008-2016. ................ 131
Tabla 16. Selección de estados con mayor número de sitios contaminados y remediados
según tipo de contaminante, competencia de la Agencia de Seguridad, Energía y
Ambiente (ASEA), 2015-2016. ................................................................................ 132
Tabla 17. Población total con y sin agua potable, 2015. ................................................ 138
Tabla 18. Distribución porcentual de los hogares en los que se consume agua de garrafón
o botella según el motivo, por tamaño de localidad, 2015. ...................................... 146
Tabla 19. Distribución porcentual de hogares en los que se consume agua de garrafón o
botella según gasto promedio semanal, 2015. ........................................................ 147
Tabla 20. Viviendas indígenas y servicios de agua entubada y drenaje, 2015. .............. 149
Tabla 21. Municipios y delegaciones con órganos o espacios de participación ciudadana
en la administración de los servicios de agua potable y saneamiento, 2014. .......... 156
Tabla 22. Principales conflictos por el agua por cuenca hidrológica............................... 174
Tabla 23. Principales causas o condiciones que generan la conflictividad del agua ...... 175
Tabla 24. Casos presentados en la pre-audiencia de devastación hídrica (septiembre
2013)....................................................................................................................... 180

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Tabla 25. Inversión en agua potable y saneamiento en regiones indígenas de México,


2004 ........................................................................................................................ 183
Tabla 26. Privatización del servicio de agua y violación de derechos humanos en ciudades
mexicanas ............................................................................................................... 190
Tabla 27. Contaminación de las fuentes de abastecimiento e impactos en la salud ...... 191
Tabla 28. Minería y conflictos por el agua ...................................................................... 196
Tabla 29. Violaciones a los derechos humanos por el proyecto, construcción y operación
de presas, 2012 ...................................................................................................... 207
Tabla 30. Comparativos de Ley Ciudadana del Agua versus Ley Picardo (oficial), 2018.
................................................................................................................................ 223

Figuras

Figura 1. Agua dulce renovable en México ...................................................................... 33


Figura 2. Huracán Patricia, de quinto grado, en la costa del pacífico, 23 de octubre de
2015 .......................................................................................................................... 38
Figura 3. Fases de la planificación e implementación de la GIRH .................................. 234
Figura 4. Complejidad de la problemática de los ríos por factores antropogénicos ........ 248

Cuadros

Cuadro 1. Comparativo entre la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos


(CPEUM), PIDESC OC-15 y las obligaciones Convención Americana sobre Derechos
Humanos. ................................................................................................................. 91
Cuadro 2. Visión de largo plazo en el Programa Nacional Hídrico 2014-2018. .............. 106
Cuadro 3. Objetivo 6 Agua limpia y saneamiento, Agenda 2030. ................................... 109
Cuadro 4. Instrumentos de gestión auxiliares en la política del agua. ............................ 120
Cuadro 5. Necesidades básicas para otorgar servicios de agua potable y saneamiento
como base para garantizar el derecho humano al agua y al saneamiento. ............. 126
Cuadro 7. Atribuciones de los Organismos de Cuenca. ................................................. 154
Cuadro 8. Judicialización de un caso de violación del derecho humano al agua: las
mujeres pobres de Alpuyeca, Morelos .................................................................... 225
Cuadro 6. El ciclo de gestión de aguas residuales ......................................................... 237

Gráficas

Gráfica 1. Evolución de la población en México hasta 2015 y estimaciones de crecimiento


de 2020 a 2050. ........................................................................................................ 34
Gráfica 2. Disponibilidad de agua renovable per cápita en México de 2050 a 2030 ......... 35

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Gráfica 3. Precipitación anual acumulada en el periodo 2000 a 2015. ............................. 36


Gráfica 4. Distribución mensual de la precipitación en México. ....................................... 37
Gráfica 5. Puntos de descarga de aguas residuales municipales sin tratamiento según tipo
de cuerpo receptor por municipio y delegación, 2014. .............................................. 52
Gráfica 6. Principales giros industriales en la cuenca del río Atoyac. ............................... 64
Gráfica 7. Sitios contaminados y remediados según tipo de contaminante, competencia de
la ASEA, 2016......................................................................................................... 133
Gráfica 8. Proyectos de impacto ambiental según sector de actividad económica a nivel
nacional, 2000 a 2016. ............................................................................................ 137
Gráfica 9. Población con agua potable en localidades rurales y urbanas. ...................... 139
Gráfica 10. Cobertura de agua potable y alcantarillado por estado, 2015. ..................... 140
Gráfica 11. Evolución de la cobertura de agua potable en Guerrero y Oaxaca, 1990-2015.
................................................................................................................................ 141
Gráfica 12. Agua suministrada al día por habitante para consumo humano y por estado
2015. ....................................................................................................................... 142
Gráfica 13. Agua suministrada al día por habitante para consumo humano, comparativo
entre CD de México, Hidalgo y Oaxaca 1996- 2015. ............................................... 142
Gráfica 14. Estado de Oaxaca: agua suministrada y desinfectada para consumo humano
(litros por segundo), 1995-2015. ............................................................................. 144
Gráfica 15. Distribución porcentual de los hogares según la forma de abastecimiento de
agua para beber, por tamaño de localidad. ............................................................. 145
Gráfica 16. Frecuencia en la dotación de agua en los hogares a nivel nacional, 2016. .. 148
Gráfica 17. Distribución familiar en función de la persona responsable de recolectar agua,
por región, por zona rural o urbana, 2005-2007. ..................................................... 149

Mapas

Mapa 1. Precipitación del país en el periodo 1981-2010. ................................................. 37


Mapa 2. Ríos principales de México. ............................................................................... 41
Mapa 3. Regiones hidrológicas en México. ...................................................................... 42
Mapa 4. Principales lagos de la zona centro de México ................................................... 43
Mapa 5. Situación administrativa de los acuíferos del país. ............................................. 46
Mapa 6. Acuíferos con intrusión salina y/o salinización de suelos y aguas subterráneas
salobres, 2015. ......................................................................................................... 57
Mapa 7. Destinos turísticos monitoreados. ...................................................................... 58
Mapa 8. Industrias derivadas del petróleo, química y textil, y sitios de captación,
tratamiento y suministro de agua en el río Atoyac ..................................................... 65
Mapa 9. Industrias manufactureras en la cuenca alta del río Lerma. ............................... 67

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Mapa 10. Industrias de madera y química, y sitios de captación, tratamiento y suministro


de agua en el río Santiago. ....................................................................................... 68
Mapa 11. Industrias mineras y sitios de captación, tratamiento y suministro de agua en el
río Sonora. ................................................................................................................ 70
Mapa 12. Industrias mineras y sitios de captación, tratamiento y suministro de agua en el
río San Pedro. ........................................................................................................... 71
Mapa 13. Industrias derivadas del petróleo y química, y sitios de captación, tratamiento y
suministro de agua en la cuenca baja del río Coatzacoalcos. ................................... 73
Mapa 14. Industrias, mineras y sitios de captación, tratamiento y suministro de agua en la
cuenca baja del río Balsas. ....................................................................................... 74
Mapa 15. Grado de presión sobre el recurso hídrico, 2015 .............................................. 80
Mapa 16. Distribución espacial de la disponibilidad media anual de agua por Cuenca
Hidrológica y Región Hidrológico – Administrativa (Millones de metros cúbicos), 2012.
.................................................................................................................................. 81
Mapa 17. Principales provincias petroleras en México. .................................................... 83
Mapa 18. Grado de marginación por municipio en México, 2015. .................................. 111
Mapa 19. Presencia de población indígena en México. ................................................. 112
Mapa 20. Presencia de conflictos sociales por contaminación de ríos y lagos (selección)
................................................................................................................................ 113
Mapa 21. Organismos y Consejos de Cuenca en México. ............................................. 121
Mapa 22. Cobertura de agua potable por municipio, 2010. ............................................ 128
Mapa 23. Áreas agrícolas en la ribera del Lago de Chapala, uno de los más contaminados
de México. .............................................................................................................. 136
Mapa 24. Dotación de agua en México, 2016. ............................................................... 150
Mapa 25. Conflictos en pueblos indígenas de México, 2015 .......................................... 173
Mapa 26. Cuencas, subcuencas y acuíferos afectados o en disputa en México ............ 176

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

I. Introducción
Este estudio es resultado del esfuerzo colectivo trans-disciplinario de un grupo de
académicos pertenecientes a la Coordinación de Humanidades, a la Coordinación
de la Investigación Científica y a la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia,
de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que bajo convenio con la
Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Sexta Visitaduría General,
solicitó el estudio “Protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los
derechos humanos”, con el objetivo general de “evaluar las implicaciones de la
contaminación y sobreexplotación de las aguas continentales superficiales y
subterráneas, respecto al goce y disfrute de los derechos humanos”. Parte central
de la encomienda es que el estudio “sea insumo básico para fortalecer las
investigaciones en curso y de los futuros expedientes de queja, así como proponer
mejores prácticas administrativas que redunden en una mayor protección de los
derechos humanos vulnerados”, como lo señala la CNDH.
El tema del agua es un tema complejo y de interés colectivo, principalmente
cuando las fuentes de agua, como los ríos, lagos y acuíferos presentan condiciones
preocupantes porque son sobreexplotados, se están contaminando y son
apropiados por intereses particulares en desventaja para poblaciones tradicionales
asentadas en los territorios de interés económico. Además de que históricamente
se identifica un aumento en los requerimientos de agua, en cantidad y calidad, por
el crecimiento de la población para realizar las actividades humanas y procurar un
medio ambiente sano para todos los seres vivos.
Revertir los procesos negativos en las fuentes de agua exige cambiar las
prácticas y sus inercias en lo local, lo regional y lo nacional y sus relaciones
transfronterizas. Esto es, asumir un cambio de perspectiva: el Estado no es el único
actor capaz de contar con recursos humanos, de información y capacidades para
decidir sobre la gestión del agua; alejarse de una perspectiva cortoplacista en
cuanto a las estrategias políticas y presupuestales; ampliar las aristas del agua en
relación a sus usos, más allá de considerarla como una mercancía o de manera
utilitaria al servicio de la industria, a costa de la contaminación del agua, del
deterioro de ecosistemas lacustres y las implicaciones de disponibilidad con calidad
para beberla, cocinar, cultivar, asear y el recreo, ver el agua como un patrimonio
colectivo sin vulnerar los derechos humanos a todos los habitantes y la
responsabilidad de su manejo sustentable. Este cambio de perspectiva también
implica favorecer el ciclo del agua y no acotar la estrategia de gestión a la cuenca,
sin visibilizar la relación entre las aguas superficiales y subterráneas, así como la

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

influencia de los procesos antropogénicos en los territorios, que no siempre se


limitan a la cuenca hidrológica.
Los impulsos para cambiar el panorama problemático sobre el agua se hacen
presentes en distintas instancias internacionales. La Organización de Naciones
Unidas (ONU) en el 2000 incluía la meta de reducir a la mitad, para el 2015, la
proporción de personas que en 1990 no contaban con acceso a fuentes de
abastecimiento de agua potable protegidas contra la contaminación y servicios de
saneamiento higiénicos (CONAGUA, 2016b). En noviembre de 2002, el Comité de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas adoptó su
Observación General nº 15 sobre el derecho al agua, estableciendo que: “El
derecho humano al agua es el derecho de todos a disponer de agua suficiente,
salubre, aceptable, accesible y asequible para el uso personal y doméstico” (NU,
s/f.). Además, en abril de 2011, el Consejo de Derechos Humanos reconoce,
mediante su Resolución 16/2, el acceso seguro al agua potable y al saneamiento
como un derecho humano: un derecho a la vida y a la dignidad humana (NU, s/f.).
El 28 de julio de 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró,
mediante su Resolución A/RES/64/292, el acceso seguro a un agua potable salubre
y al saneamiento como un derecho humano fundamental para el completo disfrute
de la vida y de todos los demás derechos humanos (NU, s/f.). Esto es considerar la
interdependencia de los derechos: si se trata el derecho humano al agua, también
influye en el derecho humano a la vida, a la alimentación, a la salud, al medio
ambiente sano, a la reducción de la pobreza, por señalar los más evidentes.
México institucionaliza el derecho humano al agua el 8 de febrero de 2012,
en el artículo 4° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. El
texto quedó redactado como sigue:
Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo
y bienestar. El Estado garantizará el respeto a este derecho. El daño y
deterioro ambiental generará responsabilidad para quien lo provoque en
términos de lo dispuesto por la ley (8 de febrero de 2012).

Toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de


agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre,
aceptable y asequible. El Estado garantizará este derecho y la ley
definirá las bases, apoyos y modalidades para el acceso y uso equitativo
y sustentable de los recursos hídricos, estableciendo la participación de
la Federación, las entidades federativas y los municipios, así como la
participación de la ciudadanía para la consecución de dichos fines.
(Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, art 4°, 8 de
febrero de 2012 <el énfasis es nuestro>).

15
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Como marco de referencia para México, después de los Objetivos de


Desarrollo del Milenio (ODM), aprobados en el año 2000 por la ONU, y los
insuficientes avances al 2015 para erradicar las condiciones de pobreza, en
septiembre de ese mismo año se adoptó la Agenda 2030 para el desarrollo
sostenible, la cual incluye 17 objetivos, llamados Objetivos de Desarrollo Sostenible
(ODS).
En específico, el ODS 6 alude a la meta de garantizar la disponibilidad de
agua y su ordenación sustentable y el saneamiento para todos, con el fin de cumplir
el acceso universal al agua potable segura y asequible para todos en 2030. Al
respecto, la perspectiva de organismos internacionales muestra que:
 “la escasez de agua, los problemas de calidad del agua y el saneamiento
inadecuado afectan a la seguridad alimentaria, la nutrición y las
oportunidades educativas y económicas para las familias pobres de todo el
mundo” (FAO, 2018).
 En 2011, 41 países experimentaban estrés hídrico; 10 de ellos estaban a
punto de agotar su suministro de agua dulce renovable y ahora dependen
de fuentes alternativas. El aumento de las sequías y la desertificación ya
está empeorando estas tendencias. Se estima que al menos una de cada
cuatro personas se verá afectada por escasez recurrente de agua para
2050” (PNUD, 2018).

La ONU (2018) enlista los desafíos del agua a nivel mundial, como sigue:

 2,1 billones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable


gestionados de manera segura (OMS/UNICEF 2017).
 4,5 billones de personas carecen de servicios de saneamiento gestionados
de forma segura (OMS/UNICEF 2017).
 340 000 niños menores de cinco años mueren cada año por enfermedades
diarreicas (OMS/UNICEF 2017).
 La escasez de agua ya afecta a cuatro de cada 10 personas (OMS).
 El 90% de los desastres naturales están relacionados con el agua (UNISDR).
 El 80% de las aguas residuales retornan al ecosistema sin ser tratadas o
reutilizadas (UNESCO, 2017).
 Alrededor de dos tercios de los ríos transfronterizos del mundo no tienen un
marco de gestión cooperativa (SIWI).
 La agricultura representa el 70% de la extracción mundial de agua (FAO).
 Aproximadamente el 75% de todas las extracciones de agua industrial se
utilizan para la producción de energía (UNESCO, 2014).

16
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

México es uno de los países signatarios en los compromisos de la Agenda


2030 y tiene un gran reto en el tema del agua y los derechos humanos. La realidad
del país exige cuestionarse tanto en lo individual como desde la organización social,
pero especialmente desde el papel del Estado y con ello asumir la responsabilidad
sobre las políticas gubernamentales hídricas, sociales, ambientales y financieras,
en cuanto a que ¿son realmente componentes orientados a garantizar la
disponibilidad de agua y su ordenación sustentable y el saneamiento para todos
(ODS 6), en el cual el Estado garantiza que toda persona tenga derecho al acceso,
disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma
suficiente, salubre, aceptable y asequible (Art. 4° Constitucional)? Las respuestas
deberán considerar la realidad actual del país, a continuación, algunas cifras
significativas:
 La disponibilidad de agua renovable per cápita se redujo en 2015 a 3 338
m3/hab/año, cuando en 1950 era de 18 035 m3/hab/ año;
 9,08 millones de habitantes no tienen acceso a agua segura para su salud;
 1.5 millones de indígenas no tiene servicio de agua entubada en la vivienda
y 3.2 millones carecen de drenaje.
 Solo se sanea el 35.36% de aguas residuales;
 Cada segundo se vierte a las redes de descarga y cuerpos de agua 89.2 m3/s
de aguas contaminadas sin tratamiento alguno;
 Se vierten 138.74 m3/seg de aguas residuales de origen industrial a cuerpos
de aguas.
 El 54% de las aguas negras se descargan en ríos o arroyos;
 Más del 70% de los ríos, lagos y presas está con algún grado de
contaminación;
 Se incrementa la cifra de acuíferos sobreexplotados, actualmente son 144.

Estas condiciones alertan a tomar decisiones asertivas hoy y diseñar fórmulas


desde el Estado con participación social y bajo marcos de equidad y justicia social
para plantear un escenario diferente a la población, que en el 2030 se espera que
sea de 137.5 millones de habitantes y en el 2050 alcanzará la cifra de 150.8 millones
de habitantes en el país (CONAPO: Proyecciones de Población de 2020 a 2050).
Mientras que la disponibilidad de agua per cápita se reduce de manera drástica, al
pasar de 18 035 m3/hab/año en el año 1950, a 7 771 m3/hab/año cincuenta años
después y la cifra en el 2015 se estableció en 3 338 m 3/hab/año (SEMARNAT,
2008ª, CONAGUA, 2011 y 2015). Estos datos históricos permiten representar un
futuro no deseable, ante la tendencia negativa, si continúan las condiciones de

17
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

sobreexplotación de acuíferos, contaminación de ríos, lagos, presas, deterioro de


los ecosistemas y carente gestión sustentable del agua.

La relación entre el agua, la vida y los derechos humanos en el mundo


moderno y posmoderno obligan a cuestionar el modelo de desarrollo y los estilos de
vida fomentados por el mismo. Considerar el agua como una mercancía o desde la
perspectiva utilitarista, no permite entenderla como un elemento esencial para la
vida, indispensable en los ecosistemas y para sostener todas las actividades
humanas. Es necesario tener presente que los ríos, manantiales y lagos constituyen
parte del patrimonio cultural de comunidades tradicionales. Mientras que los
cuerpos de agua y el agua misma han sido históricamente base de asentamientos
humanos y fuente de expresión en formas organizativas y de gestión de recursos
comunes en los territorios.
Tomando en cuenta estas características del agua como elemento esencial
para la vida humana y los ecosistemas, a continuación, describimos un conjunto de
premisas como un planteamiento provocativo en el plano de los derechos humanos
en México.
El agua es un elemento indispensable para la vida. Su existencia en la
superficie terrestre tiene múltiples funciones para la existencia de todos los seres
vivos. En el cuerpo humano, más del 70% está constituido por agua y es elemental
para garantizar la salud, tanto en cantidad, como en calidad, para ingerirla, para el
aseo personal y para preparar alimentos. La Organización Mundial para la Salud, a
través de un estudio realizado por Guy Howard y Jamie Bartram, estableció que 20
litros por persona diarios es un acceso básico de agua y aumentar a 50 litros sería
un acceso intermedio, pero el óptimo para asegurar las necesidades de consumo e
higiene son l00 litros diarios por persona (Howard y Bartram, 2003).
Según Naciones Unidas: 884 millones de personas en el mundo carecen de
acceso seguro al agua potable y 2.600 millones de personas carecen de acceso a
un saneamiento básico, lo que supone el 40% de la población mundial.” (UN, s/f.).
El siguiente cuadro muestra la vulnerabilidad en la que viven millones de personas
por la falta de acceso al agua potable y al saneamiento en América Latina:

18
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Tabla 1. Población sin agua y sin algún grado de saneamiento.


Año Total Sin agua % Sin %
Millones potable saneamiento
1960 209 140 67 ND ND
1970 287 135 40 ND ND
1980 339 103 30 139 41
1990 429 88 20 145 34
2000 497 77 15 103 21
Fuente: Fernández Cirelli, citado en: Foronda, 2008: 316.

En México la cobertura de agua potable a partir de los años censales muestra


un aumento en la población con posibilidades de tener acceso al agua: en 1990 el
78.39% de la población atenía acceso al agua potable, aumentó a 87.83% y 90.94%
en los años censales 2000 y 2010 respectivamente (CONAGUA, 2015a). Los datos
más recientes señalan que el 95.3% de la población en el país tiene acceso al
servicio de agua entubada (CONAGUA, 2016a).
Sin embargo, el acceso al agua aún es un problema para las personas de las
áreas rurales, las que habitan en lugares de difícil acceso y en las áreas conurbadas
de poco interés para los políticos y la inversión económica. En el territorio mexicano
el 87% de la población rural, que vive en localidades con menos de 2500 habitantes,
tiene acceso al agua entubada y al saneamiento la cifra es de 77.5% (CONAGUA,
2016a). Estas pequeñas localidades están relacionadas con asentamientos de
población indígena, campesina y afrodescendiente, también están relacionadas con
grados de marginación altos y muy altos. Estas condiciones precarias de vida
significan, entre otras circunstancias, dificultades para obtener agua en forma
suficiente para las necesidades básicas familiares y limitadas posibilidades de
almacenarla para las actividades de aseso en el hogar, por lo que obtener agua
para las necesidades básicas es una condición de vulnerabilidad.
El agua es una fuente de salud cuando es inocua. El agua es un líquido
transparente, incoloro, inodoro e insípido compuesto por dos átomos de hidrógeno
y uno de oxígeno, pero también se pueden encontrar otras sustancias disueltas
como sales, compuestos sulfurados y gases, benéficas para la salud. Según la
NOM-127-SSA1-199, el agua potable es el agua para uso y consumo humano como
aquella que no contiene contaminantes objetables, ya sean químicos o agentes
infecciosos, y que no causa efectos nocivos al ser humano. Es el agua que se puede
beber (CONAGUA, 2016a). Se considera que el agua es salobre cuando tiene
concentración de sólidos disueltos totales igual o mayor a 2 000 y menor a 10 000
mg/l (CONAGUA, 2016a).

19
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Sin embargo, el acceso al agua limpia para consumo humano no la tiene toda
la población, esto asociado a la falta de saneamiento básico, forman una condición
de riesgo a la salud. En el mundo, el agua contaminada habría causado 1.8 millones
de muertes, por culpa de un mal saneamiento o la contaminación de las fuentes de
origen, que causan dolencias gastrointestinales e infecciones parasitarias (Revista
Lancet, 2017, en La Jornada, 20 de octubre de 2017).
Para el caso de México, datos de la CONAGUA (2016a) apuntan que el 87%
de la población rural tiene acceso al agua entubada, pero al agua potable solo el
81.6%. La situación de estas poblaciones vulnerables se evidencia más precaria y
con riesgos a sufrir enfermedades relacionadas con el agua no apta para consumo
humano. Al respecto, Rocío Alatorre, comisionada de Evidencia y Manejo de
Riesgos de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios
(COFEPRIS): “sólo 15% de las 10 mil comunidades rurales donde se ha instalado
infraestructura para acceder a agua entubada tiene acceso a un líquido libre de
contaminantes” (La Jornada, 30 agosto 2017).
La relación del acceso al agua limpia y los servicios de saneamiento con la
tasa de mortalidad infantil por enfermedades diarreicas muestra los alcances de
dicha cobertura. Según la CONAGUA (2016b) en 1990 se tenía una tasa de
mortalidad de 122.7 menores de 5 años (por cada 100 000 habitantes) por
enfermedades diarreicas, y ésta pasó a 7.5 para el año 2015, cuando la cobertura
del servicio de agua entubada fue de 95.3% y de alcantarillado y saneamiento
básico del 92.8% (CONAGUA, 2016b). Aunque las condiciones han mejorado,
todavía existe la necesidad de contar con políticas públicas integrales para
garantizar el derecho humano al agua, es un asunto que va más allá de la propia
infraestructura para conducirla.
El agua es un elemento necesario para garantizar el derecho a la
alimentación. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) apunta que la mayoría de los habitantes
rurales en el mundo se dedican a la agricultura como principal medio de subsistencia
(FAO, 2016). Según la misma fuente: “Alrededor del 90 % de los 570 millones de
granjas del mundo son de propiedad de las familias que las explotan. La mayoría
son pequeñas y se encuentran en las zonas rurales del mundo en desarrollo.
Muchos de estos pequeños productores familiares son pobres, padecen inseguridad
alimentaria y tienen un acceso limitado a los mercados y servicios” (FAO, 2017a).
Un cálculo general al año 2000 indica que en América Latina el sector agrícola
demanda el 70,9% del agua dulce utilizada, la industria el 11,4% y el 17,7% es para
el uso doméstico (Foronda, 2008:314). En México de cada 100 litros de agua
empleada, 76 son para el uso agropecuario, de éstas, 49 litros provienen de aguas
superficiales y 27 de las subterráneas (CONAGUA, 2016b). En todo el territorio se

20
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

tienen 30 millones de hectáreas agrícolas, de las cuales 6.5 millones son de riego y
el resto de temporal (CONAGUA, 2016b).

No obstante, la disponibilidad de agua para todos los usos se ha reducido,


incrementando la brecha de desigualdad por su acceso en el territorio nacional. La
prueba de ello es que de manera oficial se reconocen 144 acuíferos en condición
de sobreexplotación y 101 en equilibrio de los 653 existentes en el país (DOF, 2018),
y de las 731 cuencas hidrológicas, 104 presentan déficit (CONAGUA, 2016b). Casos
como el río Lerma que por efecto de las actividades humanas (agropecuarias,
urbanas e industriales) su flujo ha mermado y está muy contaminado, lo cual reduce
la capacidad de uso de sus aguas para consumo humano o el riego de cultivos.
Otros ríos con presencia de contaminación son el Coatzacoalcos y el Huimanguillo,
ambos en Tabasco, por derrame de petróleo; el Pánuco, Lerma, el Lago de Chapala,
las Lagunas de Montebello y de Baja California por contaminación de aguas
residuales urbanas y/o industriales como el Atoyac, son ejemplos de las condiciones
de los cuerpos de agua superficiales afectados por el modelo de producción y
consumo vigente, reforzado históricamente por los planes y proyectos
institucionales.

Datos del INEGI señalan que el 54% de las aguas negras se descargan en
ríos o arroyos (INEGI, Cuéntame). En el país existen 2355 sitios de descargas de
aguas negras, y el estado de México, Puebla y Veracruz representan juntos el 30%
del total de descargas (INEGI, Cuéntame). Existen 2 536 plantas de tratamiento de
aguas residuales municipales y 3 041 plantas de tratamiento de aguas residuales
industriales (CONAGUA, 2017b), pero existen grandes retos: de los 214.64 m3/seg
de aguas residuales generados, solo se trata el 35.36%, en el supuesto que
efectivamente funcionen y cumplan las normas en la materia.

El agua en los ecosistemas es poco valorada. “El agua natural en su


conjunto constituye un recurso renovable que interviene en el ciclo hidrológico. Se
ha demostrado que su cantidad global no varía, aunque sí su cantidad local y su
calidad” (Reynerio y González, s.f.). Recientemente la agenda pública está
involucrando temas de servicios ecosistémicos, pero es claro que todavía en las
políticas de Estado premian las necesidades socioeconómicas por encima de las
ambientales. Grandes proyectos económicos en desarrollos industriales, mineros,
urbanos y turísticos intervienen de manera agresiva y determinante en los territorios
naturales para acrecentar el área urbana, establecer la explotación de una minera,
construir una presa, instalar campos de golf, etc., se comprometen los servicios
ambientales que proporcionan la compleja funcionalidad de los ecosistemas, con
pésimas consecuencias para la salud de los seres vivos.

21
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Por ejemplo: las zonas de recarga se están viendo mermadas por los cambios
de uso de suelo y la reducción de la cobertura vegetal primaria. Poco se tiene en
cuenta que “el agua y los ríos son elementos de la naturaleza y contribuyen a
establecer las características de los climas, que modelan el paisaje, los valles, las
playas y alimentan la vida que de ellos depende (Martínez, 2008:560). Un ambiente
frágil muestra “altos niveles de erosión del suelo, que afectan la recarga de agua: al
no haber capa de suelo en la parte alta de la cuenca, se reduce su capacidad de
infiltración y el agua escurre rápidamente hacia las partes bajas. Esto forma ríos
intermitentes, es decir, sin una corriente constante de agua durante el año ya que
dependen de la precipitación pluvial” (BIRF-BM, 2007:45).
El agua es un derecho humano entrelazado con otros derechos. Es
indispensable para sustentar la vida humana, pero también para cultivar y preparar
alimentos, para el aseo personal y para contar con espacios de convivencia sin
riesgo a la salud, mantener un ambiente sano con manantiales, ríos, lagos y mares
donde habiten diversidad de especies. No se pueden concebir tales actividades sin
agua limpia, en las cantidades suficientes y al alcance de toda la población. Negar
agua en estas condiciones es negar la vida, es negar el derecho a vivir bien.
El tema del agua y los derechos humanos forman parte de una reflexión
progresiva, tanto en el ámbito internacional como en el nacional. La noción del
derecho al agua ha estado implícita con mayor énfasis desde el siglo pasado y en
el presente:
…en instrumentos legales internacionales de carácter vinculante
(obligatorio) para los Estados como la Convención de Ginebra de
protección a las personas civiles en tiempos de guerra (1949), el Pacto
Internacional de Derechos Políticos y Civiles (1966), el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1966), la
Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación
contra la mujer (1979) y la Convención sobre los derechos de la niñez
(1989). […] Otros instrumentos internacionales, de carácter no
vinculante, se han emitido desde 1948, como la Declaratoria Universal
de Derechos Humanos. Sin embargo, es […] a partir de los años 1970,
que se reconoció en diferentes conferencias internacionales y foros
mundiales (desde las Cumbres sobre Medio Ambiente hasta los Foros
Mundiales del Agua), la importancia del agua para la sociedad y los
ecosistemas y su reivindicación como un derecho humano y ambiental
(Ávila García, s.f.).
A inicios del siglo XXI, tanto en escenarios internacionales como en
comunidades académicas, indígenas y campesinas, la reflexión y las expresiones
de movimientos sociales sobre el tema del agua ha estado impulsando un cambio
en los espacios de decisión: de una visión dualista ambiente-sociedad a una visión
socio-ambiental o socio-ecosistémica, de una propuesta de tecnologías verdes

22
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

centradas en la industria a visiones más sostenibles y alternativas desde los grupos


y recursos locales; de la responsabilidad social a la co-responsabilidad; de la
ingobernabilidad a la gobernanza territorial y ambiental. Empero todavía son
propuestas, planteamientos, declaratorias, porque en el ejercicio de la gestión
pública prevalecen las viejas prácticas y resistencias.
Pese a las olas contradictorias, los impulsos para cambiar el panorama
problemático se hacen presentes. Naciones Unidas en el 2000 incluían la meta de
reducir a la mitad, para el 2015, la proporción de personas que en 1990 no contasen
con acceso a fuentes de abastecimiento de agua potable protegidas contra la
contaminación y servicios de saneamiento higiénicos (CONAGUA, 2016b). En
noviembre de 2002, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de
las Naciones Unidas adoptó su Observación General nº 15 sobre el derecho al agua,
estableciendo que: “El derecho humano al agua es el derecho de todos a disponer
de agua suficiente, salubre, aceptable, accesible y asequible para el uso personal y
doméstico” (NU, s/f.). Además, en abril de 2011, el Consejo de Derechos Humanos
reconoce, mediante su Resolución 16/2, el acceso seguro al agua potable y al
saneamiento como un derecho humano: un derecho a la vida y a la dignidad
humana (NU, s/f.).

El 28 de julio de 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró,


mediante su Resolución A/RES/64/292, el acceso seguro a un agua potable salubre
y al saneamiento como un derecho humano fundamental para el completo disfrute
de la vida y de todos los demás derechos humanos (NU, s/f.).
En esta sintonía, México institucionaliza el derecho humano al agua el 8 de
febrero de 2012, en el artículo 4° de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos. El texto quedó redactado como sigue:
Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo
y bienestar. El Estado garantizará el respeto a este derecho. El daño y
deterioro ambiental generará responsabilidad para quien lo provoque en
términos de lo dispuesto por la ley (8 de febrero de 2012).

Toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de


agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre,
aceptable y asequible. El Estado garantizará este derecho y la ley
definirá las bases, apoyos y modalidades para el acceso y uso equitativo
y sustentable de los recursos hídricos, estableciendo la participación de
la Federación, las entidades federativas y los municipios, así como la
participación de la ciudadanía para la consecución de dichos fines.

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

(Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, art 4°, 8 de


febrero de 2012).

Han pasado casi seis años del reconocimiento del agua como derecho
humano y aún no se cuenta con la ley reglamentaria para hacer operativo
institucionalmente este derecho y garantizarlo en todo el territorio nacional.
Mientras que, a nivel mundial, la meta de cobertura a fuentes de
abastecimiento de agua potable se cumplió en 2015 y quedó por cubrirse la meta
de saneamiento. En ese mismo año se definieron los Objetivos de Desarrollo
Sustentable, los cuales incluyen metas para complementar y subsanar esos
faltantes (CONAGUA, 2016b). En México, el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018
es sus lineamientos rectores, no aparece el derecho humano al agua y al
saneamiento como una atención central, tampoco presenta su transversalidad para
garantizar dicho derecho a toda la población. Las estrategias siguen siendo las
mismas de otros periodos presidenciales, aunque se hacen enunciados novedosos,
la incertidumbre prevalece cuando estamos a un año cerrar el periodo presidencial,
con grandes rezagos para hacer realidad el derecho humano al agua en forma
suficiente, salubre, aceptable y asequible.

Ante todos los retos que tiene México en el tema del agua y los derechos
humanos, esperamos que la lectura de este estudio genere inquietud para revertir
los procesos contradictorios manifestados en los grupos de población vulnerables.

Después de esta introducción, en el segundo capítulo se presenta


sucintamente la metodología abordada en el Estudio. Posteriormente, en el capítulo
“Situación del agua en México” se aborda la importancia de los ríos, acuíferos y
lagos, así como la disponibilidad que existe y el gran deterioro de la calidad del agua
por contaminación de residuos urbanos, industriales, por hidrocarburos y minas.

El capítulo “Manejo jurídico del agua y derechos humanos” presenta el marco


constitucional que garantiza el derecho al agua como un derecho humano, esto de
acuerdo a las modificaciones que se hicieron al artículo 4 constitucional, así como
las implicaciones que se presentan para el disfrute de los Derechos Económicos,
Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA).

El capítulo “Política y gestión del agua en México” examina y cuestiona los


mecanismos de la política hídrica y la gestión del agua desde las instituciones
gubernamentales. Hace énfasis en los dilemas que enfrenta el Estado, ante las
debilidades en la gestión del agua y los retos del derecho humano al agua y al

24
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

saneamiento, así como procesos de gobernanza, manejo sustentable de los


cuerpos de agua y equidad de género.

El capítulo “La problemática del agua y los derechos humanos en México”


analiza las causas estructurales de la problemática del agua y sus impactos sociales
en materia de violación de los derechos humanos. Pone especial atención en el
Derecho Humano al Agua y Saneamiento (DHAyS) y en la manera en que afecta a
los grupos más vulnerables por su condición de pobreza, etnicidad y género. Frente
a la ausencia de justicia formal y alargamiento en la solución de los conflictos
socioambientales, se abordan casos y denuncias por la población afectada en
espacios alternativos de justicia ambiental como son los tribunales éticos (Tribunal
Latinoamericano del Agua y Tribunal Permanente de los Pueblos), los cuales no son
jurídicamente obligatorios, aunque son un referente importante para la atención de
los casos. Asimismo, se consideró información de los organismos internacionales
como las Naciones Unidas a través de los Relatores Especiales en materia de
derecho humano al agua y saneamiento y derechos de pueblos indígenas.

En el capítulo “Mejoras prácticas en la gestión del agua con enfoque de


derechos humanos”, incluye un conjunto de prácticas que podrían orientar los
cambios institucionales para la protección de los cuerpos de agua con enfoque de
derechos humanos. Así, se proponen adecuaciones del marco legislativo y
normativo, las reparaciones en casos de violaciones a derechos humanos, las
mejoras prácticas para la defensa de los derechos humanos y las mejoras prácticas
para la sustentabilidad en la gestión de ríos y lagos.

Finalmente se presentan las conclusiones por capítulo y un conjunto de 34


recomendaciones como resultado del estudio.

25
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

II. Marco metodológico


A pesar de que el tema del agua es un tema transversal, es la Comisión Nacional
del Agua (CONAGUA) la autoridad federal en materia de gestión de las aguas
nacionales y sus bienes públicos inherentes, y por tal motivo es esta institución la
principal generadora de información acerca del recurso hídrico. En este sentido, las
fuentes de información fueron documentos diversos publicados por esta
dependencia: Programa Nacional Hídrico 2013 - 2018, los decretos de
disponibilidad de agua de cuencas y acuíferos publicados en el Diario Oficial de la
Federación, las Estadísticas del Agua en México (Diversas ediciones) y el Atlas del
agua 2015, entre otras.

Con el fin de cumplir con sus objetivos de la investigación en la parte jurídica


este proyecto se basó principalmente en una amplia investigación de fuentes
documentales. Dichas fuentes documentales de información consistieron en
artículos doctrinales, leyes y normatividad nacional, decisiones de organismos
jurisdiccionales tanto a nivel nacional como internacional y decisiones y documentos
de órganos internacionales no jurisdiccionales conocidos como soft law. Igualmente,
se analiza lo pertinente a los derechos económicos, sociales y culturales desde
diversas perspectivas que incluyen teorías del derecho constitucional y del derecho
internacional de los derechos humanos. En particular, se hace énfasis en el rol de
la interpretación de los derechos a la luz de los nuevos paradigmas en torno al
control de convencionalidad.

Con el objeto de valorar los avances en materia de tratamiento de las aguas


residuales vertidas a las redes de alcantarillado del país, la CONAGUA (2016)
presenta una gráfica con los respectivos volúmenes acumulados de gasto tratado
en m3/seg desde el año 2006 al 2015, en este último año se consigna un 52% del
total del volumen vertido.

La publicación Estadísticas del Agua 2016, de CONAGUA (2016:125)


presenta una tabla sobre los valores del caudal de aguas residuales municipales
tratadas (m3/s), en los años 2006 a 2015:

26
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Tabla 2 Valores del caudal de aguas residuales municipales 2006-2015.


Año 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015
Caudal 74.39 79.29 83.64 88.13 93.60 97.64 99.75 100.94 111.25 120.90
Tratado
(m /s)
3

El caudal vertido a las redes de alcantarillado a nivel nacional corresponde a


un valor de 212.0 (m3/s), y los 120.90 (m3/s) representan el 57% del caudal total. La
pregunta planteada fue: ¿Con ese ritmo de crecimiento de los caudales tratados
cuántos años se requiere para alcanzar un porcentaje significativo de tratamiento
de las aguas residuales del caudal nacional, estimando un 90%, de los 212.0 m3/s
que corresponde a 190.8 m3/s?
Para dar respuesta a esta pregunta se propuso un modelo de regresión lineal
simple (Draper y Smith, 1999) y el modelo ajustado conforme a los datos resultó:

Y = -9259.477 + 4.653*Año,
Donde:
b0 = la ordenada al origen, en este caso igual a -9259.477
Año = 2006, 2007, … , 2015
b1 es el efecto de regresión de la variable independiente Año, al
incrementarse una unidad la variable Año el caudal tratado en promedio se
incrementa un valor de 4.653 m3/s.
Y es el valor de predicción de caudal tratado (m3/s) en función de los años
en observación.
De la ecuación de predicción del modelo ajustado, podemos despejar Año de
la siguiente manera,
Año = (Y + 9259.477) / 4.653
Sustituyendo el 90% del caudal total 190.8
Año = (190.8 + 9259.477) / 4.653
Año = 2031
Las determinaciones de la cobertura de agua potable y drenaje se
consultaron en Estadísticas del Agua en México 2016 y 2017. Los municipios de
población carentes de estos servicios se obtuvieron de la base de datos a nivel
municipal de marginación municipal 2016 de CONAPO. Esta base contiene, a nivel
municipal, la población total y la cobertura de agua entubada y de drenaje expresada
en porcentaje municipal. Se calculó el total de habitantes con estos servicios y por
diferencia la población municipal carente de agua entubada o dentro del terreno y
la carente de drenaje. Se ordenaron los municipios por población carente de agua
y drenaje y se consignaron los nombres de los municipios.
Los cálculos de población indígena con servicios de agua entubada y drenaje
en la vivienda se obtuvieron de la base de datos de Indicadores socioeconómicos

27
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

de los Pueblos Indígenas de México, 2015 de CDI. Se reporta la población indígena


en cada municipio, el número de viviendas total y las viviendas con agua entubada
o dentro del terreno y drenaje. Se calculó el índice de hacinamiento municipal (IHM)
dividiendo la población indígena entre el número de viviendas. Posteriormente, la
población con servicios de agua potable y drenaje se calculó multiplicando el IHM
por las viviendas con cada servicio. La población carente de los multicitados
servicios se obtuvo por diferencia entre la población total y la población con servicios
de agua potable y drenaje.

Fuentes de información consultadas:

Para este estudio se realizó una investigación exhaustiva de diversas fuentes que
contribuyeron al sustento analítico. Los conjuntos de referencias consultadas se
organizaron por ítems y tópicos que pasaron posteriormente a constituir factores e
indicadores en el análisis del agua, cuerpos de agua, gestión del agua y derecho
humano al agua y al saneamiento. El material consultado se puede agrupar en cinco
secciones:

Primeramente, los organismos internacionales, dentro de los cuales se


encuentra el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM), el Fondo
Mundial para la Naturaleza (por sus siglas en inglés WWF), la Organización de la
Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (por sus siglas en inglés
FAO), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH). Los tópicos consultados fueron: las condiciones de los
cuerpos de agua, los impactos a grupos vulnerables por efecto de la contaminación,
la falta de acceso a fuentes de agua, la defensa del derecho humano al agua (DHA),
con especial atención en los pueblos y grupos vulnerables.
Consideramos, como señala el DHA, que el tema del agua, no solo implica
su disponibilidad para el consumo humano directo, sino que existe una intrínseca
relación con la alimentación, la salud y por ende, con la vida. Esto exige especial
atención en cuanto a la gestión del agua y las cuencas en términos de gobernanza
del agua. Los organismos internacionales arguyen que la gestión de los recursos
hídricos debe ser realizada de manera sustentable y equitativa para satisfacer las
necesidades presentes sin comprometer las generaciones futuras; y para ello, en
algunos casos se retoma el término de gobernanza del agua, el cual contribuye en
la implementación de políticas que compartan responsabilidades entre gobierno,
sociedad civil, empresas y otros autores que puedan contribuir en el diseño de
dichas políticas.

28
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Segundo, se realizó una consulta en las instituciones gubernamentales


nacionales, de las cuales se obtuvieron los estudios publicados por la Comisión
Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la Comisión Nacional para el Desarrollo
de los Pueblos Indígenas (CDI), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos
Naturales (SEMARNAT), el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) y la
Comisión Nacional del Agua (CONAGUA). De estos se retomaron aspectos técnicos
relacionados con el manejo, distribución y gestión de los recursos hídricos,
contaminación y calidad química de las aguas subterráneas y superficiales y
explotación sustentable de las aguas, así como datos oficiales de los volúmenes
disponibles de agua superficial y subterránea en el país, entre otros. Asimismo, se
realizó una revisión y análisis de las recomendaciones propuestas por la CNDH, las
cuales muestran casos de violación a los derechos humanos y recomendaciones
que se deben seguir en caso de presentar cada tipo de transgresión.

Tercero, fueron de especial interés las publicaciones de las Organizaciones


de la Sociedad Civil (OSC) como el Centro Mexicano de Derecho Ambiental
(CEMDA), el Grupo de Estudios Ambientales A.C. (GEA), la Asamblea Nacional de
Afectados Ambientales (ANNA) y la organización de Conservación, Investigación y
Aprovechamiento de los Recursos Naturales A.C. (CIARENA A.C.), entre otras. De
las cuales se retoman, principalmente, conceptos sobre el derecho humano al agua,
los factores indispensables para la gestión del agua, los fundamentos del derecho
humano, así como las responsabilidades que debe asumir el Estado ante un recurso
en disputa. Además, se rescataron estudios de caso relacionados con la defensa
de los recursos hídricos en zonas vulnerables y pueblos indígenas, proyectos sobre
conservación del agua y suelos, así como resolución de conflictos y enfermedades
relacionadas con el agua. Las OSC plantean en general que no es suficiente contar
con una declaración del derecho humano al agua, sino también al saneamiento, y
éstos conllevan implícitamente otros derechos como el de la vida y la salud.

Asimismo, se realizó una revisión de información documental y de campo


proveniente de actores sociales que han sido a afectados por la problemática del
agua y de las redes y organizaciones ciudadanas que los acompañan (Unión de
Científicos Comprometidos de México, Espacio DESC, COMDA, MAPDER,
Asamblea Nacional de Afectados Ambientales, HIC México); así como en la revisión
de expedientes de algunos de los casos mexicanos presentados en las audiencias
del Tribunal Latinoamericano del Agua (2006, 2007, 2008, 2009, 2012 y 2016) y pre-
audiencias del Tribunal Permanente de los Pueblos Capítulo México (2012, 2013,
2014). También se consultaron reportes y expedientes legales realizados por
organizaciones sociales y comunidades por la violación al derecho humano al agua
y saneamiento; y se revisaron los informes de los relatores especiales de derecho

29
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

humano al agua y saneamiento, en especial la misión realizada en México (2017).


Finalmente se consultaron diversas notas periodísticas, videos y artículos de
investigación que dan muestra de la grave situación del agua que se vive en las
diferentes regiones del país.

La cuarta fuente de documentos la integran publicaciones académicas como


artículos de revistas reconocidas, nacionales e internacionales, y de artículos
publicados por universidades como la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM), El Colegio de Michoacán, A.C., el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y
otros; así como libros y capítulos de libros. Algunos autores y especialistas citados
son: Martínez (2008), Durand (2002; 2010 y 2015), Ávila García (1994; 2006; 2008;
2015), Ávila et al (2012), Ávila y Luna (2013), Magallón et al (2008), García y
Vázquez (2017), Vázquez-García et al (2014), Oswald et al (2011), Vázquez-García
y Sosa-Capistrán (2017), los cuales manejan aspectos relacionados con los
conflictos ecológicos y socioambientales en torno al agua, exclusión social,
extracción de recursos, ecología política del agua, contaminación, gestión de
recursos hídricos, manejo de agua en zonas indígenas, género y agua, usos del
agua, así como estudios de caso relacionados con problemas del agua y el derecho
humano a ese recurso en contextos nacionales e internacionales, así como estudios
de caso relacionados con el manejo de los recursos hídricos, problemas que
enfrentan de contaminación, sobreexplotación, privatización, disponibilidad,
etcétera.

También se tomaron referencias de redes nacionales e internaciones como


la Red WATERLAT-GOBACIT, la Red de Investigadores Sociales Sobre el Agua
(RISSA), la Red del Agua de la UNAM y el Programa Universitario de Derechos
Humanos de la UNAM (PUDH-UNAM). De los cuales se obtuvieron datos sobre la
lucha que se ha dado en los últimos años con relación al derecho humano al agua,
así como casos de estudio en los que se resaltan las crisis por el agua, la disputa
por la privatización del vital líquido, la sobreexplotación de los recursos naturales y
sus implicaciones en los recursos hídricos.

La quinta fuente son las notas periodísticas a través del periódico La Jornada.
Éstas fueron muy útiles para completar el mapa sobre los problemas de
contaminación, sobreexplotación y conflictos por el agua en el territorio mexicano,
además del seguimiento de casos referenciados en otras fuentes. La revisión
hemerográfica fue de enero a diciembre de 2017. Esta información también
contribuyó al análisis de los usos del agua, los grupos vulnerables y pueblos
indígenas y los que han sido privados de su libertad y que no gozan de los servicios
de los servicios de agua potable y saneamiento.

30
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Esta vasta información cualitativa y cuantitativa fue sistematizada para su


cruzamiento y análisis a través de las perspectivas jurídica, sociológica, estadística,
ecología política y análisis institucional. El mecanismo de análisis transversal fue la
integración de una base de datos común entre los integrantes de la investigación,
así como un conjunto de reuniones para analizar colectivamente los diversos
enfoques de los datos, estadísticas, listados, estudios de caso, etcétera.

Una herramienta auxiliar para la información cualitativa fue el programa


ATLAS.ti, especialmente de los textos científicos, lo que permitió organizar y
reagrupar la información para facilitar su análisis. Esta herramienta permitió crear
diversos tópicos como son: contaminación y sobreexplotación del agua, conflictos
por el agua, sustentabilidad, usos y gestión del agua, saneamiento de las aguas
subterráneas y superficiales, efectos en la salud y grupos vulnerables (adultos
mayores, encarcelados, enfermos o con capacidades diferentes, mujeres, niños y
niñas, personas que habitan en zonas de riesgo, indígenas y pobres, migrantes y
despojados).

31
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

III. Situación del agua en México*

3.1 Introducción

Nada en el mundo funciona sin agua: ni en los ecosistemas naturales, ni en la


agricultura, en las ciudades ni en el cuerpo humano. Todos los procesos vitales de
nuestro planeta dependen, directa o indirectamente, de esta sustancia cotidiana y,
sin embargo, tan valiosa (German Water Partnership, 2013).

El agua se distribuye de manera muy desigual en el planeta, tanto en una


dimensión territorial como temporal (Carabias, 2017). México no está exento de este
patrón de distribución.

Para facilitar la descripción del recurso hídrico en nuestro país, cuya


extensión territorial continental es de 1 959 248 kilómetros cuadrados, es necesario
hacerlo siguiendo las fases del ciclo hidrológico. Este consiste es las diferentes
etapas por las que atraviesa el agua desde el momento de su precipitación hasta
su evaporación y retorno a la atmosfera nuevamente.
México tenía 25.8 millones de habitantes en 1950 y en 2015 cuenta con
119.5, la población se multiplicó 4.6 veces en 65 años. La población de 2015 se
distribuye de la siguiente manera: el 26.05% es población rural en 1 596 localidades
menores de 2 500 habitantes, mientras que el 73.95% es urbano en 3 651
localidades mayores a los 2 500 habitantes. La tasa de crecimiento anual tiende a
disminuir gradualmente. La población pasó de ser mayoritariamente rural a predomi-
nantemente urbana a partir de 1970. CONAPO estima que al 2050 México tendrá
150.8 millones de habitantes, lo que representará mayor presión sobre los recursos
hídricos y el medio ambiente (CONAGUA, 2016a).

*Agradecemos al Ing. Enrique Mejía Maravilla, Gerente de Calidad del Agua de CONAGUA, al Dr.
Eric D. Gutiérrez López, subgerente de Estudios de Calidad del Agua e Impacto Ambiental de
CONAGUA, al Dr. Felipe Arreguín Cortés, Director General del IMTA y al MSc. Mario López Pérez,
Coordinador de Hidrología del IMTA, por la información proporcionada, así como sus observaciones
y comentarios que contribuyeron a la precisión y actualización de datos oficiales.

32
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

3.2 Disponibilidad del agua


Para abordar una narrativa del recurso hídrico en México es necesario estimar la
cantidad anual de agua que nuestro país recibe aproximadamente: 1 449 471
millones de metros cúbicos de agua en forma de precipitación. De esta agua, se
estima que el 72.5% se evapotranspira y regresa a la atmósfera, el 21.2% escurre
por los ríos o arroyos, y el 6.3% restante se infiltra al subsuelo de forma natural y
recarga los acuíferos. Tomando en cuenta los flujos de salida (exportaciones) y de
entrada (importaciones) de agua con los países vecinos, el país cuenta anualmente
con 446 777 millones de metros cúbicos de agua dulce renovable tal como se
muestra en la Figura 1 (CONAGUA, 2016a).

Figura 1. Agua dulce renovable en México

Fuente: CONAGUA, 2016a.

Este último concepto comprende la cantidad de agua máxima que es factible


explotar anualmente en una región, es decir, la cantidad de agua que es renovada
por la lluvia y el agua proveniente de otras regiones o países (importaciones). Se
calcula como el escurrimiento natural medio superficial interno anual, más la recarga
total anual de los acuíferos, más los flujos de entrada menos los flujos de salida de
agua a otras regiones (Gleick, 2002).

33
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Este volumen de 446 777 millones de metros cúbicos es el agua con la cual
los mexicanos del presente y el futuro deben satisfacer las crecientes necesidades
de forma sustentable incluyendo las de la naturaleza.

Al dividir la cantidad de agua renovable anual para el año 2015 se obtiene el


agua renovable per cápita disponible a nivel nacional, en este caso correspondió a
un valor de 3 338 m3/hab/año -cifra calificada como baja por el Programa de
Naciones Unidas para el Desarrollo- en comparación el valor de este mismo
indicador en México para el año de 1950, el que fue de 18 035 m 3/hab/ año. Se
estima que para el año 2030 la disponibilidad de agua per cápita será de 3 253
m3/hab/ año (CONAGUA, 2011 y 2015).

Gráfica 1. Evolución de la población en México hasta 2015 y estimaciones de


crecimiento de 2020 a 2050.

160000000

140000000

120000000

100000000

80000000

60000000

40000000

20000000

Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI: Censos de Población y Vivienda de 1950 a 1990;
XII Censo General de Población y Vivienda 2000; Censo de Población y Vivienda 2010; CONAPO:
Proyecciones de Población de 2020 a 2050.

34
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Gráfica 2. Disponibilidad de agua renovable per cápita en México de 2050 a


2030*

20.000

18.000

16.000

14.000
m3/habitante/año

12.000

10.000

8.000

6.000

4.000

2.000

0
1950 1960 1970 1980 1990 2000 2010 2015 2020 2030

*Disponibilidad de agua renovable per cápita en México de 2050 a 2000 y 2015; y proyección de
2010, 2020 y 2030.
Fuente: Elaboración propia con datos de CONAGUA: Estadísticas del Agua en México, 2007, en:
Programa Nacional Hídrico 2007-2012 (SEMARNAT, 2008a); y CONAGUA: Estadísticas del agua
en México, 2011 y 2015.

El valor nacional no permite contemplar la variedad de los valores regionales,


que van de un máximo de 19 078 m3/hab/año para la región de Tabasco y Chiapas
a un mínimo de 150 m3/hab/año para la región del Valle de México. El índice de
Falkenmark es empleado para relacionar el agua renovable y la población. En
proyecciones al año 2030 se tendrán regiones del país cercanas o inferiores al valor
de los 1 000 m3/hab/año, lo que se califica como condiciones de escasez y de mayor
gravedad son los niveles menores a 500 metros cúbicos por habitante por año,
calificados como condición de absoluta escasez (OECD, 2013).

El agua renovable se debe analizar desde tres perspectivas (CONAGUA,


2012:20):

a. Distribución temporal: en México existen grandes variaciones del agua


renovable a lo largo del año. La mayor parte de la lluvia ocurre en el
verano, mientras que el resto del año es relativamente seco.
b. Distribución espacial: en algunas regiones del país ocurre
precipitación abundante y existe una baja densidad de población,
mientras que en otras sucede lo contrario.
c. Área de análisis: la problemática del agua y su atención es
predominantemente de tipo local. Los indicadores calculados a gran

35
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

escala esconden las fuertes variaciones que existen a lo largo y ancho


del país.

Precipitación. La principal fuente del agua dulce renovable proviene de la


precipitación pluvial, la precipitación normal del país en el periodo de 1981-2010 fue
de 740 milímetros.
Los valores normales, de acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial
(OMM), corresponden a los promedios calculados para un periodo uniforme y
relativamente largo, el cual debe tener como mínimo 30 años de recabar
información, lo que se considera como un periodo climatológico mínimo
representativo. Además, dicho periodo deberá iniciar el 1° de enero de un año que
termine en uno y finalice el 31 de diciembre de un año que termine en cero.

La lluvia que cae en un año se denomina precipitación anual acumulada y su


distribución presenta un patrón de variabilidad entre años, algunos son copiosos
mientras que otros son más secos con respecto a la media anual de 740 mm. Vuelve
a manifestarse la desigual distribución territorial de la lluvia en el país. En la Gráfica
3 se muestra la serie de precipitación anual acumulada en el periodo 2000 a 2015.
(CONAGUA, 2016a).
Gráfica 3. Precipitación anual acumulada en el periodo 2000 a 2015.

Fuente: CONAGUA, 2016a.

La distribución mensual de la precipitación muestra una temporada de lluvias


bien definida que representa el 68% del total anual en cuatro meses, entre los
meses de junio y septiembre, lo que acentúa los problemas de desigualdad en la
disponibilidad de agua, amén de su desigual precipitación en el territorio nacional,
tal como se ilustra en la Gráfica 4 (CONAGUA, 2016a).

36
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Gráfica 4. Distribución mensual de la precipitación en México.

Fuente: CONAGUA, 2016a.

En el Mapa 1 se muestra la desigual precipitación del país en el periodo 1981 –


2010, escasa en el norte y abundante en el sur- sureste.
Mapa 1. Precipitación del país en el periodo 1981-2010.

Fuente: CONAGUA, 2016a.

37
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Eventos meteorológicos extremos. Ciclones tropicales. Son fenómenos


naturales que en México generan la mayor parte del transporte de humedad del mar
hacia el interior del territorio nacional. En diversas regiones del país, las lluvias
ciclónicas representan la mayor parte de la precipitación pluvial anual.

Los ciclones se clasifican de acuerdo con la velocidad de los vientos máximos


sostenidos: se tienen depresiones tropicales (DT), tormentas tropicales (TT), y
finalmente cuando la velocidad es igual o mayor de 119 km/h se les conoce como
huracanes, los que se gradúan en cinco categorías por medio de una escala
denominada Safir-Simpson, la categoría cinco alcanzan velocidades de hasta 250
km/h.
En los huracanes el área nubosa cubre una extensión entre los 500 y 900 km
de diámetro, produciendo lluvias intensas. El ojo del huracán alcanza normalmente
un diámetro que varía entre 24 y 40 km, sin embargo, puede llegar hasta cerca de
100 km.

Los potenciales daños que causan van de acuerdo a su intensidad: desde


árboles caídos a desprendidos, inundaciones en zonas bajas costeras a terrenos
bajos y planos, desprendimientos o destrucción de tejados, puertas y ventanas a
falla total en muchas residencias y edificios industriales; erosiones importantes en
playas y cauces de ríos y arroyos hasta desgajamientos de laderas y cerros; así
como daños inminentes en los servicios de agua potable y saneamiento.

Entre 1970 y 2015 impactaron las costas de México 224 ciclones tropicales,
se consigna un mayor número de ciclones en la vertiente del Pacífico (CONAGUA,
2016a).
Figura 2. Huracán Patricia, de quinto grado, en la costa del Pacífico, 23 de octubre
de 2015

Fuente: Foto NASA

38
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Sequías. La sequía ocurre cuando las lluvias son significativamente menores


a los niveles normales registrados, lo que ocasiona graves desequilibrios
hidrológicos, la lluvia es escasa e infrecuente y la temperatura aumenta, la
vegetación se desarrolla con dificultad, se perjudican los sistemas de producción
agrícola y ganadera y de acuerdo como avanza su intensidad afecta otros sectores
y a la economía de una región.

Las sequías son los desastres naturales más costosos, pues afectan a más
personas que otras formas de desastre natural. Adicionalmente la sequía puede
enlazarse con fenómenos de degradación del suelo y deforestación, incrementan
los riesgos de incendios forestales (INEGI, 2013b citado por CONAGUA, 2016a).

Los tipos de sequía considerados son: anormalmente seco, sequía


moderada, severa, extrema y excepcional (CONAGUA, 2016a). Dependiendo del
tipo de sequía son las consecuencias de la disminución de agua de lluvia, desde el
retraso de la siembra de los cultivos anuales, su limitado crecimiento o daño hasta
su completa pérdida, así como el de los pastos; existe el riesgo de incendios; puede
persistir déficit de agua, bajos niveles en ríos, arroyos, embalses, abrevaderos y
pozos, se sugiere restricción en el uso del agua.

En el caso de sequía excepcional, se tienen pérdidas excepcionales y


generalizadas de cultivos o pastos, riesgo excepcional de incendios, escasez total
de agua en embalses, arroyos y pozos, es probable una situación de emergencia
debido a la ausencia de agua con afectaciones en la economía de una región.

En cuanto a la escala del tiempo se tiene la sequía de corto plazo, típicamente


menor a seis meses, con posibles afectaciones en agricultura y pastizales, y las de
largo plazo, típicamente mayor a seis meses, con impactos potenciales en la
hidrología y ecología y la economía regional. Estos impactos pueden ser
combinados, es decir, de corto y largo plazo.

Los grupos más vulnerables a la sequía son los productores dedicados a la


agricultura de temporal y la ganadería de traspatio, campesinos que practican la
agricultura de milpa o autoconsumo, que carecen de mecanismos y organización
para mitigar los efectos de este evento extremo.

39
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

3.3 Aguas superficiales

Ríos. Los ríos y arroyos de México constituyen una red hidrográfica de 633 mil
kilómetros de longitud, en la que destacan cincuenta y un ríos principales por los
que fluye el 87% del escurrimiento superficial del país y cuyas cuencas cubren el
65% de la superficie territorial continental del país. En el mapa 2 se muestra la red
hidrográfica de los ríos principales de México.

Los ríos se caracterizan por su longitud, área drenada y su volumen de


escurrimiento medio anual. Los ríos de México son ríos cuyo escurrimiento está en
función de la precipitación por lo que sus máximos caudales se registran en la
temporada de lluvias.

La cuenca hidrológica es la unidad del territorio, diferenciada de otras


unidades, normalmente delimitada por un parte aguas o divisoria de las aguas -
aquella línea poligonal formada por los puntos de mayor elevación en dicha unidad-
en donde ocurre el agua en distintas formas, y ésta se almacena o fluye hasta un
punto de salida que puede ser el mar u otro cuerpo receptor interior, a través de una
red hidrográfica de cauces que convergen en uno principal, o bien el territorio en
donde las aguas forman una unidad autónoma o diferenciada de otras, aun sin que
desemboquen en el mar. En dicho espacio delimitado por una diversidad
topográfica, coexisten los recursos agua, suelo, flora, fauna, otros recursos
naturales relacionados con éstos y el medio ambiente. La cuenca hidrológica
conjuntamente con los acuíferos, constituye la unidad de gestión de los recursos
hídricos. La cuenca hidrológica está a su vez integrada por subcuencas y estas
últimas están integradas por microcuencas (LAN, 2004).

Para propósitos de administración de las aguas nacionales, la CONAGUA ha


definido 731 cuencas hidrológicas, cuyas disponibilidades se encuentran publicadas
en el Diario Oficial de la Federación. (CONAGUA, 2016c). Las cuencas del país se
encuentran organizadas en 37 regiones hidrológicas (RH), cuyas características se
muestran en la Tabla 2 y el Mapa 3. A su vez, las regiones hidrológicas se agrupan
en 13 regiones hidrológico – administrativas (RHA).

40
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Mapa 2. Ríos principales de México.

Tabla 3. Regiones hidrológico – administrativas en México.

Superficie Agua
Regiones Hidrológico- Municipios o
Clave continental renovable per
Administrativas (RHA) delegaciones
(km2) cápita 2014
I Península de Baja California 154 279 1 135 11
II Noroeste 196 326 2 951 78
III Pacífico Norte 152 007 5 730 51
IV Balsas 116 439 1 896 420
V Pacífico Sur 82 775 6 084 378
VI Río Bravo 390 440 1 014 144
VII Cuencas Centrales del Norte 187 621 1 938 78
VIII Lerma-Santiago-Pacífico 192 722 1 469 332
IX Golfo Norte 127 064 5 366 148
X Golfo Centro 102 354 9 075 432
XI Frontera Sur 99 094 19 078 137
XII Península de Yucatán 139 897 6 494 127
XIII Aguas del Valle de México 18 229 150 121
Total 1 959 248 3 736 2457
Fuente: CONAGUA, 2015a: 14.

41
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Las regiones hidrológicas representan los límites naturales de las grandes


cuencas de México y se emplean para el cálculo del agua renovable (CONAGUA,
2015). Por su superficie destacan las cuencas de los ríos Bravo y Balsas, y por
longitud destacan los ríos Bravo y Grijalva-Usumacinta. Los ríos Lerma y Nazas-
Aguanaval pertenecen a la vertiente interior.

Mapa 3. Regiones hidrológicas en México.

Fuente: CONAGUA, 2015a: 22.

Es importante mencionar que México comparte ocho cuencas con países


vecinos: tres con los Estados Unidos de Norteamérica (ríos Tijuana, Colorado y
Bravo), cuatro con Guatemala (Grijalva-Usumacinta, Suchiate, Coatán y
Candelaria) y una con Belice (Río Hondo). Con el primer país la utilización de las
aguas de los ríos Colorado y Bravo se regulan mediante el Tratado de Aguas de
1944. A grandes rasgos anualmente los EUA entregaran a México 1 850.2 millones
de metros cúbicos de aguas del río Colorado y México entregará al país vecino del
Norte 431.72 millones de metros cúbicos anuales de la cuenca del río Bravo (SRE,
1944).

En México el 69% del escurrimiento natural de que dispone el país


(incluyendo las aportaciones que recibe de otros países) se concentra en 12
cuencas, las de los ríos Balsas, Santiago, Verde, Ometepec, Fuerte, Grijalva-
Usumacinta, Papaloapan, Coatzacoalcos, Pánuco, Tecolutla, Bravo y Tonalá. Sin
embargo, el área drenada por estas doce corrientes sólo corresponde al 38 por

42
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

ciento de la superficie continental de la República Mexicana, lo que significa que


más del 60 por ciento del territorio únicamente dispone del 31 por ciento del escu-
rrimiento natural.
De las 731 cuencas hidrológicas 104 muestran problemas de disponibilidad.
Problemas en materia hídrica se deben a una mala gestión de las aguas:
sobreexplotación, sobreconcesión y contaminación (CONAGUA, 2013).
Principales lagos de México. En cuanto a cuerpos de agua superficiales, se
consignan siete lagos principales, mismos que se muestran en el Mapa 4, cubren
un área total de 1 692 km2 y representan un volumen de 10 410 millones de metros
cúbicos. El más grande es el de Chapala, cuenta con una profundidad que oscila
entre los cuatro y seis metros, su importancia radica en que constituye una de las
fuentes para el abastecimiento de la Zona Metropolitana de Guadalajara.

Mapa 4. Principales lagos de la zona centro de México

Fuente: CONAGUA, 2016a.

43
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

3.4 Aguas subterráneas

En acápites anteriores se mencionó que anualmente México recibe


aproximadamente 1 449 471 millones de metros cúbicos de agua en forma de
precipitación. De este volumen, se estima que el 6.3% se infiltra al subsuelo de
forma natural y recarga los acuíferos. (CONAGUA, 2016a).

Las aguas subterráneas desempeñan un papel estratégico en el crecimiento


socioeconómico del país, gracias a sus características físicas que les permiten ser
aprovechadas de manera versátil, pues funcionan como presas de almacenamiento
y red de distribución, siendo posible extraer agua en cualquier época del año de
prácticamente cualquier punto de la superficie del acuífero. Funcionan además
como filtros purificadores, preservando la calidad del agua.

De acuerdo a los pronósticos para 2030 se debe tener especial cuidado con
el agua subterránea, ya que su sobreexplotación, además de ocasionar el
abatimiento de los niveles freáticos y provocar profundizaciones de los pozos, puede
causar afectaciones difícilmente reversibles a los ecosistemas y a la sociedad. Cabe
aclarar que la población rural depende de manera significativa del agua subterránea
y en algunas zonas áridas la dependencia es total. (CONAGUA, 2015a).

La importancia del agua subterránea se manifiesta en la magnitud del


volumen utilizado por los principales usuarios. El 38.9% del volumen total
concesionado para usos consuntivos1 (33 311 hm³ por año al 2015), procede de
agua subterránea, (CONAGUA, 2016a).
A inicios de la presente centuria la CONAGUA inició una estrategia para una
mejor administración de las aguas subterráneas: se dividió el país en 653 acuíferos,
cuyos nombres oficiales fueron publicados en el Diario Oficial de la Federación
(DOF) el 5 de diciembre de 2001. Posteriormente se normalizaron y actualizaron los
procedimientos técnicos para la delimitación y estudio de los acuíferos para dar a
conocer de manera oficial la disponibilidad media anual de éstos; en 2015 se publica
en el DOF las disponibilidades de los 653 acuíferos2 (CONAGUA, 2015a).

Se entiende por disponibilidad de aguas subterráneas: el volumen medio


anual de agua subterránea que puede ser extraído de una unidad hidrogeológica
para diversos usos, adicional a la extracción ya concesionada y a la descarga
1 Volumen de agua que se consume al emplearla en una actividad específica.
2 Se puede consultar la publicación en el Diario Oficial de la Federación en: DOF: 20/04/2015
http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5389380&fecha=20/04/2015

44
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

natural comprometida, sin poner en peligro el equilibrio de los ecosistemas.


(CONAGUA, 2016a).

La disponibilidad es un indicador básico para la preservación del recurso a


través de la administración de las aguas nacionales, mediante los instrumentos de
concesión o asignación de derechos para uso de aguas nacionales, así como
medidas de ordenamiento de la explotación de los acuíferos tales como suspensión
del libre alumbramiento (es decir, suspensión de la libre extracción de aguas
nacionales subterráneas), vedas, reglamentos, zonas reglamentadas y zonas de
reserva (CONAGUA, 2016a).

En el año 2015 448 acuíferos nacionales se encuentran en condición de


disponibilidad, tal como se ilustra en el Mapa 5 (CONAGUA, 2016a).
Sobreexplotación de acuíferos. En función de la relación 'extracción/recarga'
se define si los acuíferos presentan condición de 'Sobreexplotados' o 'No
Sobreexplotados; se consideran en la primera condición el resultado de dicha
relación es mayor a 1.10.

A partir del proceso de identificación, delimitación, estudio y cálculo de la


disponibilidad, iniciado en 2001, el número de acuíferos sobreexplotados ha
oscilado anualmente entre 100 y 106. Al 31 de diciembre de 2015 se reportan 105
acuíferos sobreexplotados, tal como se ilustra en el mapa 5 (CONAGUA, 2016a), y
al 4 de enero de 2018 se actualiza la disponibilidad media anual de agua
subterránea donde se desprende que existen 144 acuíferos sobreexplotados y 209
que no presentan esa condición de sobrexplotación o minado del acuífero (DOF, 4
de enero de 2018). En tres años se reporta un incremento de 39 acuíferos en
categoría de sobrexplotados.

Al universo de acuíferos es necesario restarle 32 acuíferos salinos ubicados


en la Península de Baja California y el altiplano mexicano, así como 18 acuíferos
costeros que presentan intrusión salina –localizados en la vertiente del Pacífico, Mar
de Cortes y en la Península de Yucatán- Las aguas de estos dos tipos de acuíferos
presentan contenidos de sales que los hacen poco aptos para el aprovechamiento
humano y actividades productivas (CONAGUA, 2016a).

45
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Mapa 5. Situación administrativa de los acuíferos del país.

Fuente: CONAGUA, 2016a.

La condición de sobreexplotación de un acuífero incide en diversas


problemáticas: hay un cierto agotamiento de los manantiales y humedales,
afectación a lagos, reducción de los caudales de los ríos; hay variaciones en la
afectación de la vegetación nativa, afectación a los ecosistemas, en las zonas
costeras se provoca la intrusión salina, migración de agua fósil más mineralizada y
pérdida de la calidad del agua y contaminación difusa de las zonas urbanas y
agrícolas (Rojas, 2011).

46
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Tabla 4. Acuíferos por Región Hidrológico-Administrativa, 2018.

Región Total de Sobreexplo En Con Bajo el Recarga


hidrológico- acuíferos -tados1 equilibrio2 intrusi fenómeno media
administrativa ón de (hm3)
marina salinización
de suelos y
aguas
subterránea
s salobres
Península de
I Baja 88 14 28 11 5 1.658,10
California
II Noroeste 62 10 24 5 0 3.206,60
Pacífico
III 24 2 0 0 3.076,40
Norte 7
IV Balsas 45 1 1 0 0 4.873,10
V Pacífico Sur 36 0 2 0 0 1.935,90
VI Río Bravo 102 18 49 0 8 5.935,40
Cuencas
VII Centrales del 65 23 32 0 18 2.375,60
Norte
Lerma
VII
Santiago 128 32 54 0 0 9.656,30
I
Pacífico
IX Golfo Norte 40 1 7 0 0 4.108,10
X Golfo Centro 22 0 1 0 0 4.598,50
0 22.717,7
XI Frontera Sur 23 0 0 0
0
Península de 0 25.315,7
XII 4 0 2 1
Yucatán 0
Aguas del
XII
Valle de 14 4 4 0 0 2.330,20
I
México
91.787,6
Total 653 144 209 18 32
0
NOTA: En función de la relación 'extracción/recarga' se define si los acuíferos presentan condición
de 'Sobreexplotados' o 'No Sobreexplotados'; se consideran en la primera condición el resultado de
dicha relación es mayor a 1.10.
1. Acuerdo por el que se actualiza la disponibilidad media anual de agua subterránea de los 653

acuíferos de los Estados Unidos Mexicanos, mismos que forman parte de las Regiones Hidrológico-
Administrativas que se indican. DOF 4 de enero de 2018.
2. Acuíferos en equilibrio, la relación 'extracción/recarga es menor a 1.1.

FUENTE: Elaboración propia con base en datos de CONAGUA. 2016d y DOF 4 de enero de 2018.

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

3.5 Las aguas costeras y las playas

La porción más baja de las cuencas que desembocan en el mar es la zona costera
donde se ubican los cuerpos de agua de lagunas costeras, zonas estuarinas y las
playas.
En cuanto a las laguas costeras y zonas estuarinas, en México existen 137
lagunas costeras y estuarios que cubren una superficie de 1.5 millones de
hectáreas, en la costa de Pacífico se encuentran 92 y en la del Golfo de México y el
Caribe 45. (Contreras-Espinoza, 1993. Citado en Arreola, 2009).
La importancia ecológica de lagunas costeras y estuarios resulta de su
productividad, originada por la contribución de la energía de las mareas y
circulación, la abundancia de nutrientes, y la conservación, retención y eficiencia del
reciclaje de nutrientes entre hábitats bentónico (organismos que viven en fondos
acuáticos), pelágico (que viven en el mar) y humedales. Por constituir hábitats de
crianza, alimentación o refugio de diversas especies de invertebrados, peces y aves,
residentes o dependientes de estos hábitats en alguna fase de su ciclo de vida. (Day
et al. 1989. Citado en Arreola, 2009).

Desde el punto de vista económico, la importancia de las lagunas costeras y


estuarios radica en que sostienen la pesca ribereña, acuacultura, camaronicultura,
turismo y actividades productivas como son producción de sal, transportación
marítima, entre otras (Kennish, 2000. Citado en Arreola, 2009).

3.6 La contaminación de los ríos y cuerpos de agua

Se mencionó el concepto de agua dulce renovable, el volumen anual de agua con


el cual los mexicanos deben satisfacer las cada vez crecientes necesidades de
forma sostenible incluyendo las necesidades de la naturaleza. La contaminación o
alteración de la calidad del agua reduce el volumen disponible para uso y consumo
humano, así como para el funcionamiento de diversos ecosistemas (Espinoza, et
al., 2010).

Uno de los problemas de los ríos, cuerpos de agua, aguas subterráneas y


zonas costeras del país es la contaminación de los mismos, por las descargas de
aguas residuales, entendiendo a ésta como la incorporación al agua de materias
extrañas, microorganismos, productos químicos, residuos industriales y de otros
tipos, o aguas residuales. Estas materias deterioran la calidad del agua y afectan a

48
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

los ecosistemas que dependen directamente de ella. La contaminación del agua


disminuye su disponibilidad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS,
2000. Citado en Rojas-Mayorquín, 2011), el agua está contaminada cuando su
composición se haya alterada de modo que no reúne las condiciones necesarias
para el uso al que se la hubiera destinado, en su estado natural.

La contaminación [del agua] se puede considerar un costo social que toda


actividad económica genera y que implica una pérdida de bienestar general, ya que
el saneamiento para volverla potable demanda un costo extra (Saldívar, 2007, en
Espinoza, et al., 2010).

Las descargas de aguas residuales se clasifican en municipales y no


municipales. Las primeras corresponden a las que son generadas en los núcleos de
población y colectadas en los sistemas de alcantarillado urbanos y rurales. Las
segundas son generadas por otros usos, como puede ser la industria
autoabastecida, y se descargan directamente a cuerpos de aguas nacionales sin
ser colectadas por sistemas de alcantarillado (CONAGUA, 2017).

En la tabla 5 se presentan los volúmenes y gastos de aguas residuales de


origen urbano e industrial tratados y no tratados generados en México al año 2017.

Tabla 5. Volúmenes y gastos de aguas residuales de origen urbano e industrial


tratados y no tratados generados en México al año 2017.

Origen/ tratamiento Volumen (miles de Gasto (en m3/seg)


3
hm /año)
Centros urbanos (descargas municipales)
Aguas residuales 7.22 229.12
municipales
Se recolectan en 6.69 212.20
alcantarillado
Se tratan 3.90 123.60
Usos no municipales, incluyendo a la industria
Aguas residuales no 6.86 214.64
municipales
Se tratan 2.39 75.90
Fuente. Atlas del agua en México 2017 y Situación de Subsector Agua Potable,
Alcantarillado y Saneamiento. Edición 2017 (CONAGUA, 2017 a y b).

Para facilitar la discusión de las aguas residuales, las magnitudes se


presentan en m3/seg. Cada segundo se genera 443.76 m3/seg de aguas residuales,
de las cuales 51% corresponden al uso público urbano y 49% son de origen
industrial.

49
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

En cuanto a los 229.12 m3/seg de aguas residuales del uso público urbano,
17.12 m3/seg se vierten a lugares pequeños o cuerpos de agua, (CONAGUA,
2017b) y los restantes 212.2 m3/seg se descargan a las redes de sistemas de
alcantarillado o a cuerpos de agua. De este caudal recibe algún tipo de tratamiento
el 58.2% y el resto se vierte a cuerpos de aguas como aguas contaminadas
(CONAGUA, 2016b).

En otras palabras, cada segundo se vierte a las redes de descarga y cuerpos


de agua 88.6 m3/seg de aguas contaminadas sin tratamiento alguno provenientes
del uso público urbano. Cada litro de agua residual contamina aproximadamente
ocho litros de agua dulce (FEA, 2006), lo que tiene un efecto multiplicativo de 708.8
m3/seg que deja de ser disponible para su uso.

El tratamiento de las aguas residuales de origen público urbano se realiza en


2 536 plantas municipales en operación de diferentes capacidades: desde 5 l/seg
hasta plantas de más de 1 000 l/seg y se emplean diversos tipos de tratamiento.
Mención especial merece la megaplanta Atotonilco, en el municipio del mismo
nombre, estado de Hidalgo, la que tiene una capacidad de 23 m3/seg para aguas
residuales y 12 m3/seg para aguas de lluvia, diseñada para depurar el 60% de las
aguas residuales generadas en el Valle de México; sanear los cuerpos y cauces
superficiales que reciben aguas residuales y, mejorar las condiciones sanitarias de
más de 700 mil personas que viven en la región, entre otros objetivos. Actualmente
se encuentra en etapa de prueba (CONAGUA, 2017b).

La CONAGUA reporta los gastos de aguas tratadas (m 3/seg) de los años


2006 a 2015 (CONAGUA 2016a), y a ese ritmo de 4.6 m3/seg anuales de nuevo
tratamiento de aguas municipales vertidas al sistema de drenaje sería hasta el año
2031 cuando se alcance a tratar el 90% del actual caudal de 212 m 3/seg de agua
residuales, sin considerar los nuevos caudales que se generen en ese periodo. Se
requiere de un verdadero compromiso por parte de las autoridades federales,
estatales y municipales para hacer esfuerzos mayores en el tratamiento de las
aguas residuales urbanas e industriales para detener la contaminación y deterioro
del medio ambiente de los mexicanos.

Tan solo en aguas residuales municipales sin tratamiento, el volumen de


descargas fue de 3 380 326 Miles de metros cúbicos en el año 2014. La Tabla 6
muestra los puntos de descarga de aguas residuales municipales sin tratamiento,
2014.

50
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Tabla 6. Puntos de descarga de aguas residuales municipales sin tratamiento


según tipo de cuerpo receptor a nivel nacional, 2014.
Cantidad de puntos de descargas de aguas residuales municipales por tipo de
cuerpo receptor
Total de
puntos de
Canal Otro
descarga Lago o Río o Suelo o Gran
Mar Presa o cuerpo NE*
laguna arroyo barranca colector
dren receptor

4887 8 249 2461 40 594 972 150 401 12

Nota: Punto de descarga es el lugar geográfico específico donde se vierten las aguas residuales
municipales en un cuerpo receptor. Un cuerpo receptor puede albergar más de un punto de
descarga. *No Especificado
Fuente: INEGI. Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Delegacionales 2015.

En lo referente a las descargas de aguas residuales de origen industrial se


tiene un patrón similar a las descargas de origen público urbano, en la Tabla 5 se
muestra que se generan 214.64 m3/seg y reciben tratamiento solo 75.90 m3/seg, el
35.36%; en otras palabras, se vierten 138.74 m3/seg de aguas a cuerpos de aguas
con los consecuentes efectos de contaminación, daños ambientales, a la salud
humana y de los ecosistemas (CONAGUA, 2017b).

El tratamiento de las aguas residuales de origen industrial se realiza en 3 041


plantas municipales en operación de diferentes capacidades y se emplean
tratamientos específicos (CONAGUA, 2017b).

Las descargas residuales no tratadas, vertidas a los cuerpos de agua, están


presentes en todos los estados de la república, la Gráfica 5 muestra tal condición.
Mientras que la proporción de aguas residuales tratadas de manera segura, pasó
de 15.76 en 1998 a 42.87% en 2015 (SEMARNAT-SNIARN, s.f.)

Contaminación de los cuerpos de agua. Uno de los problemas de los ríos,


cuerpos de agua, aguas subterráneas y zonas costeras del país es la contaminación
de los mismos, entendiendo a ésta como la incorporación al agua de materias
extrañas, microorganismos, productos químicos, residuos industriales y de otros
tipos, o aguas residuales. Estas materias deterioran la calidad del agua y afectan a
los ecosistemas que dependen directamente de ella. La contaminación del agua
disminuye su disponibilidad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS,
2000. Citado en Rojas-Mayorquín, 2011), el agua está contaminada cuando su
composición se haya alterada de modo que no reúne las condiciones necesarias
para el uso al que se la hubiera destinado, en su estado natural.

51
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Gráfica 5. Puntos de descarga de aguas residuales municipales sin tratamiento


según tipo de cuerpo receptor por municipio y delegación, 2014.

500
450
400
350
300
250
200
150
100
50
0

Lago o laguna Río o arroyo Canal o dren Suelo o barranca

Fuente: INEGI. Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Delegacionales 2015.

INEGI. Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Delegacionales (2015).

El agua que se contamina como consecuencia de su uso por la actividad


humana, es lo que en economía se conoce como externalidad, en este caso es una
externalidad negativa.

Los desechos que provienen de las diversas actividades humanas pueden


clasificarse en: industriales, petróleo y petroquímica, agua de enfriamiento, de
agricultura (plaguicidas y organoclorados), público urbano y radioactivos (Botello et
al., 2010).

Los principales contaminantes de los lagos, ríos y zonas costeras son


efluentes industriales, descargas de plantas de tratamiento ( urbanas o industriales)
aguas residuales urbanas sin tratamiento (desechos cloacales), escorrentías
superficiales, lixiviado de suelos, desechos de la industria minera, otros residuos
que demandan oxígeno (en su mayor parte materia orgánica, cuya descomposición
produce la desoxigenación del agua), agentes infecciosos (cólera, disentería) que
causan trastornos gastrointestinales, productos químicos –cada vez más
numerosos y de moléculas complejas-, incluyendo los pesticidas utilizados en la
agricultura, diversos productos industriales, las sustancias tensioactivas contenidas

52
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

en los detergentes, jabones y los productos de la descomposición de otros


compuestos orgánicos, entre otros. Los desechos de la industria textil, la curtiduría,
la refinación de metales en la minería, los sólidos de arrastres de escorrentías de
zonas agrícolas, suelos degradados y ciudades.

Metales pesados como el arsénico, cadmio, cianuro, cobre, cromo, mercurio,


níquel, plomo y zinc se consignan como contaminantes en los Criterios Ecológicos
de Calidad del Agua (CE-CCA-001/89, (SEDUE, 1989) (Secretaría de Desarrollo
Urbano y Ecología. Criterios Ecológicos de Calidad del Agua (CE-CCA-001/89,
1989), criterios inspirados en la normatividad de Agencia de Protección al Ambiente
(EPA) de los Estados Unidos de América.

Debido a su escasa entrada y salida de agua, los lagos sufren graves


problemas de contaminación mientras que los ríos, por su capacidad de arrastre y
el movimiento de las aguas, son capaces de soportar mayor cantidad de
contaminantes. Sin embargo, la presencia de tantos residuos domésticos,
fertilizantes, pesticidas y desechos industriales altera la flora y fauna acuáticas.

Los ríos constituyen la principal fuente de abastecimiento de agua potable de


las poblaciones humanas y su contaminación limita la disponibilidad de este recurso.
Con la contaminación del recurso se reduce la disponibilidad de agua superficial de
buena calidad, ocasionando una explotación mayor de los mantos acuíferos, y la
importación de fuentes cada vez más lejanas a los centros de desarrollo urbano-
industrial, con el consecuente incremento en los costos de suministro y el déficit
constante en la dotación a los sectores más pobres de la población (Martínez
Rodríguez, 2002. Citado por Escobar, 2002).

La contaminación del agua puede ser por una fuente puntual, es decir por
una fuente única identificable y localizada mientras que una en contraposición se
tiene una fuente de contaminación no puntual denominada difusa. Ejemplo de la
primera fuente es el caso de descargas urbanas o industriales a un cuerpo de agua
mientras que ejemplo de la segunda son las descargas originadas por la agricultura
o la causada por los arrastres de suelo de las zonas altas deforestadas a la parte
baja de una cuenca (Escobar, 2002).

El tema de la contaminación del agua se aborda con el concepto de Calidad


del agua. Éste es la condición general que permite que se emplee para usos
concretos. Se cuenta con cinco categorías de calidad del agua: excelente, buena
calidad, aceptable, contaminada y fuertemente contaminada. La calidad del agua
se evalúa con tres parámetros: la Demanda bioquímica de oxígeno a cinco días

53
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

(DBO5), la Demanda química de oxígeno (DQO) y los Sólidos suspendidos totales


(SST) (CONAGUA, 2016a).

Las dos primeras, DBO5 y la DQO son indicativos de la cantidad de materia


orgánica -biodegradable y no biodegradable, respectivamente- presente en los
cuerpos de agua provenientes principalmente de las descargas de aguas residuales
tanto de origen municipal como no municipal. A mayor concentración de estos
parámetros incide en la disminución del contenido de oxígeno disuelto en los
cuerpos de agua con la consecuente afectación a los ecosistemas acuáticos.

Los Sólidos Suspendidos Totales (SST), miden la cantidad de sólidos


sedimentables, sólidos y materia orgánica en suspensión y/o coloidal. Tienen su
origen en las aguas residuales y la erosión del suelo. El incremento de los niveles
de SST hace en los cuerpos de agua afecta la diversidad de la vida acuática ya que
causan la turbiedad en el agua y reducen la penetración de la luz solar, impidiendo
el desarrollo de la vegetación acuática natural, lo que hace que un cuerpo de agua
pierda la capacidad de soportar la diversidad de la vida acuática.

Estos parámetros permiten reconocer gradientes que van desde una


condición relativamente natural o sin influencia de la actividad humana, hasta el
agua que muestra indicios o aportaciones importantes de descargas de aguas
residuales municipales y no municipales, así como áreas con deforestación severa.

Para medir este tipo de contaminación de las aguas superficiales,


CONAGUA, hace más de 30 años inició la Red Nacional de Monitoreo de Calidad
del Agua en 200 sitios de medición y a noviembre de 2017 realiza mediciones en 5
068 sitios distribuidos en todo el país: cuerpos superficiales, 2 644; aguas
subterráneas, 1 080; estudios especiales aguas subterráneas, 74; estudios
especiales superficiales, 41; zonas costeras, 951; descargas superficiales 269; y
descargas subterráneas 9 (CONAGUA, 2017a).

La medición de estos parámetros no incluye metales como mercurio, plomo,


cadmio, níquel, cromo, arsénico, cianuro o tolueno, entre otras sustancias químicas
tóxicas. La medición de contaminantes por metales pesados y compuestos químicos
de origen industrial se realiza cuando existe evidencia de este tipo de problemas
(Rojas, 2011).

En México existen una serie de normas que regulan la calidad que debe tener
el agua para su consumo y su uso, y los límites de contaminantes permisibles. Cabe
destacar que, conforme a la Ley Federal sobre Metrología y Normalización, las
normas oficiales mexicanas (NOM), son regulaciones técnicas de observancia

54
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

obligatoria, en tanto que las normas mexicanas (NMX) son de aplicación voluntaria.
La normatividad oficial para regular la calidad del agua consiste de 23 instrumentos,
de los cuales seis han sido emitidas por SEMARNAT, diez por CONAGUA, seis por
Salud y una por Energía. Por otro lado, se cuenta con cinco normas mexicanas.
(CONAGUA, 2016a).

3.7 Calidad del agua subterránea

En cuanto a la contaminación de las aguas subterráneas, se consignan 50 acuíferos


contaminados por intrusión marina o bajo el fenómeno de salinización de suelos y
aguas subterráneas salobres. En este sentido hay dos tipos de problemas
asociados a la calidad del agua de las aguas subterráneas: a) por un lado están
algunas cuestiones de contaminación natural como por ejemplo la disolución de
sales arsenicales en las capas profundas del subsuelo como en la zona de la
Comarca Lagunera y b) la presencia de otro tipo de sales en algunas zonas del país
donde hay presencia de flúor, nitratos o de sólidos disueltos totales, tal es el caso
del acuífero profundo de San Luis Potosí (ASLP) (Cardona, et al, 2010).

Se tienen acuíferos contaminados por acción antropogénica, como es la


infiltración de las aguas residuales urbanas o limpias utilizadas para el riego agrícola
con altos contenidos de pesticidas (fertilizantes químicos -nitratos, fosfatos-
herbicidas, insecticidas, fungicidas, entre otros), fugas de las redes de drenaje con
microrganismos y coliformes fecales, y elementos traza (cuyo origen son aguas
industriales. Esta situación se manifiesta como caso emblemático en el acuífero
somero de San Luis Potosí (Cardona, et al, 2010).

Otra fuente de contaminación preocupante es la infiltración de lixiviados


provenientes de sitios de disposición final (basureros) o lugares donde se depositan
residuos sólidos, ubicados sin tomar en cuenta criterio hidrogeológico alguno
(Cardona, et al., 2010).

Uno de los parámetros que permite evaluar la salinización de aguas


subterráneas son los sólidos disueltos totales. De acuerdo a su concentración las
aguas subterráneas se clasifican en dulces (menor a 1 000 mg/l), ligeramente
salobres (1 000 a 2 000 mg/l), salobres (2 000 a 10 000 mg/l) y salinas (mayor a 10
000 mg/l).

55
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

El límite entre el agua dulce y la ligeramente salobre coincide con la


concentración máxima señalada por la modificación de la Norma Oficial Mexicana
NOM-127-SSA1-1994, que “establece los límites máximos permisibles que debe
cumplir el agua para consumo humano y tratamiento en materia de calidad del agua
para consumo humano”. El monitoreo anual de la calidad de aguas subterráneas se
muestra en el Mapa 6.

3.8 Calidad del agua en playas

Dado el valor estratégico del turismo, la CONAGUA inició un programa desde 2003
para promover el saneamiento de las playas, cuencas y acuíferos asociados a las
mismas con el objeto de cuidar la competitividad del turismo de sol y playa tanto
nacional como extranjero (CONAGUA, 2016a).

La finalidad del programa es prevenir y revertir la contaminación de las playas


mexicanas, respetar la biodiversidad, hacer a las playas competitivas para el turismo
tanto nacional como internacional, así como elevar la calidad y nivel de vida de la
población local.

Para el desarrollo del programa se han instalado Comités de playas limpias,


órganos auxiliares de los Consejos de Cuenca (Ver Capítulo V), los que están
encabezados por el presidente del municipio y que cuentan con la presencia de
representantes de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
(SEMARNAT), Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA),
Secretaría de Marina (SEMAR), Secretaría de Turismo (SECTUR), Comisión
Federal Contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) y la CONAGUA, así como de
representantes de asociaciones y de la iniciativa privada.

Para evaluar la calidad del agua en las playas para uso recreativo de contacto
primario se utiliza el indicador bacteriológico de enterococos fecales. En 2003 la
Secretaría de Salud fijó el límite máximo para uso recreativo en 500 NMP/100 ml.
Al año 2010, conforme a estudios realizados por la Organización Mundial de la
Salud (OMS), se redujo a 200 NMP/100 ml.

56
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Mapa 6. Acuíferos con intrusión salina y/o salinización de suelos y aguas


subterráneas salobres, 2015.

Fuente: CONAGUA, 2016a


Es interesante mencionar que se cuenta con un criterio de calificación de la
calidad del agua en las playas: debajo de los 200 NMP/100 ml, se considera la playa
APTA para uso recreativo, y mayor a 200 NMP/100 ml, se considera la playa como
NO APTA para uso recreativo.

57
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Los resultados obtenidos conforme a lo reportado por el Sistema Nacional de


Información sobre la Calidad del Agua en Playas Mexicanas, el monitoreo
bacteriológico muestra que a partir del año 2006 la calidad del agua en las playas
ha tendido a mejorar (CONAGUA, 2016a).

En el Mapa 7 se muestran los destinos turísticos monitoreados en 2015. En


este año, todos los sitios monitoreados resultaron aptos para uso recreativo.

Mapa 7. Destinos turísticos monitoreados.

Fuente: CONAGUA, 2016a: 64.

De manera paralela, SEMARNAT publicó la norma mexicana NMX-AA-120-


SCFI-2006 (de observación voluntaria), que establece los requisitos y
especificaciones de sustentabilidad de calidad de playas para las modalidades de
uso recreativo y de prioridad para la conservación. Para poder certificarse con esta
norma, el límite máximo de enterococos es inclusive menor que el del Programa
Playas Limpias, con 100 NMP/100 ml. La certificación tiene una vigencia de dos
años. Al 2015, 35 playas tenían esta certificación.

Otra certificación a la que pueden aspirar las playas mexicanas es la Blue


Flag, que premia a destinos costeros con excelencia en gestión y manejo ambiental,
instalaciones de seguridad e higiene, actividades de educación e información
ambiental y calidad del agua. Al 2015, 20 playas y una marina tenían esta
certificación.

58
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

3.9 La contaminación de las lagunas costeras, estuarios,


costas y aguas marinas
Referente a la contaminación de las aguas marinas, ésta se realiza a través de los
ríos y por la escorrentía costera, mediante contaminación puntual y difusa
produciendo importantes efectos en los estuarios y recursos vivos (Escobar, 2002).

Los contaminantes del medio marino se pueden dividir en naturales y


artificiales. Los primeros incluyen componentes no refinados del petróleo, metales
como el mercurio y el cadmio, y sustancias nutrientes derivadas de nitrógeno y
fósforo. Las concentraciones varían significativamente de acuerdo con el tiempo y
el lugar (Botello et al., 2010).

Los contaminantes artificiales son aquellos que han sido sintetizados por el
hombre: algunos productos refinados del petróleo, hidrocarburos halogenados
como el insecticida DDT y los plásticos, detergentes, entre otros. No forman parte
de las concentraciones naturales en el mar, así que su sola presencia en los
estuarios y en las zonas costeras es una señal contundente de contaminación
(Botello et al., 2010).

Este último grupo de contaminantes resulta, por lo general, más persistente


y quizá más peligroso, ya que los ecosistemas no son capaces de utilizarlo,
degradarlo o reciclarlo.

Los desechos orgánicos provienen de industrias alimentarias y enlatadoras,


productores de grasas y margarinas, ingenios azucareros, industrias cerveceras y
destilerías. Las curtidurías, las industrias fotográficas y las fábricas de papel, de
plásticos y de textiles producen desechos orgánicos e inorgánicos. Las industrias
mineras y metalúrgicas producen desechos inorgánicos (Botello et al., 2010).

Además, estos cuerpos de agua están sujetos a contaminación por los


plaguicidas y fertilizantes utilizados en la agricultura realizada en las planicies
costeras, ocurre de forma variada en tipos, cantidades y frecuencias. Entre los
primeros se tiene el nitrógeno, especialmente en forma de nitratos y el fósforo, en
forma de fosfatos solubles. Estimaciones citadas por Ibarra (2017), indican que
entre el 8 - 11% del nitrógeno aplicado en la siembra y 7% de fósforo utilizado tienen
como destino las aguas superficiales arriba mencionadas.

Los pesticidas o plaguicidas comprenden todos los productos químicos


utilizados para destruir las plagas o en su caso controlorlas, tales son herbicidas,
insecticidas, fungicidas, nematicidas y rodenticidas. A través de los años, la

59
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

presencia de plaguicidas en aguas superficiales se ha puesto de manifiesto a partir


de su empleo masivo en actividades agrícolas y mayormente en la agricultura de
productos de exportación (Seoánez, 1999, citado por Ibarra, 2017).

Existen pruebas de que el uso de plaguicidas en la agricultura tiene


importantes efectos en la calidad del agua y provoca serias consecuencias
ambientales (Ongley, 1997, citado por Ibarra, 2017), en la salud de los habitantes
que viven en los campos pesqueros y su incorporación a la cadena trófica de los
alimentos.

En el litoral del Pacífico mexicano se tienen datos de la presencia de


pesticidas organoclorados desde el Golfo de Baja California hasta Chiapas. Las
bahías de Guaymas, Son., y Ohuira, Sin. (Osuna López et al.1998, Osuna Flores y
Riva, 2002, en Botello, et al, 2010). Bahías con concentraciones de BHC, otro
pesticida, en el ostión de mangle (Crassostrea corteziensis) en Yavaros, Son, en
Navachiste y en Ceuta, Sin., y Mexcaltitán, Nay. (Botello et al., 2010).

Como ejemplos de la contaminación por acción antrópica de lagunas costeras


y zonas estuarinas se tienen los sistemas lagunares de Yavaros, Santa María – La
Reforma y Altata-Pabellón de Sonora y Sinaloa. (Arreola, 2009), las cuencas
costeras de Sinaloa con contaminación extrema de fierro, manganeso, zinc, en
mejillones y contaminación moderada con los tres anteriores más cobre, níquel en
ostiones y almejas, y con fósforo, plomo y plata en el fondo marino. (Ruiz-Fernández
et al. 2001, Citado por Paez, 2016)

El caso de la contaminación de las costas de Sonora y Sinaloa está


documentado en la literatura científica dada la infraestructura de centros de
investigación ahí ubicados y que cuentan con personal altamente calificado, lo que
sin duda alguna permite obtener un mayor conocimiento al respecto que en otras
zonas del país, que no están exentas de los problemas de contaminación, tal es el
caso de las lagunas del estado de Veracruz que reciben descargas puntuales de
residuos urbanos e industriales sin tratamiento; por las descargas no puntuales
llenas de residuos de agroquímicos de las actividades agropecuarias, problemas de
sedimentación por el acarreo de sedimentos provenientes de las partes altas de las
cuencas debido a las altas tasas de deforestación (Contreras, 1993).

Atención merece mencionar la actividad de la acuacultura para el cultivo de


camarón, ya que esta actividad, en su recambio de agua en los estanques, puede
generar la contaminación orgánica de los sistemas lagunares cercanos por el
desecho de agua rica en nutrientes, además del riesgo permanente de escape de
organismos hacia los esteros, con la posible introducción de enfermedades
(Valiente, 2010).

60
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Sin duda, la contaminación marina por petróleo y sus derivados en las costas
mexicanas es el problema de mayor importancia ecológica en la actualidad y se
enfatiza en las costas del Golfo de México (Botello et al., 2010).

Botello et al. (2010), consignan que el daño biológico y ecológico provocado


por los hidrocarburos del petróleo es más severo si ocurre en áreas costeras como
las lagunas, los estuarios o la zona intermareal, ya que estos ecosistemas albergan
etapas biológicas muy vulnerables (huevos, larvas y juveniles de especies de
consumo humano) y además constituyen zonas de reproducción, crianza y
alimentación de diversas especies oceánicas. Este problema se manifiesta en
lagunas con influencia de actividades petroleras como las de Mecoacán y Carmen-
Machona, Tab., la de Tamiahua, Ver. Mientras que en el Pacífico se reporta los
sitios el Estuario el Mapache, Son., la Bahía de Topolobampo, Sin., y la laguna de
Mexcatitlán, Nay.

La mayoría de los metales empleados en las diversas actividades industriales


manifiestan su presencia en las regiones costeras del Golfo de México, sobre todo
en las proximidades de las refinerías de petróleo y sitios de producción de
fertilizantes, minería y metalurgia; desde luego en las áreas aledañas de ciudades
costeras con un gran número de habitantes. Los metales encontrados en el medio
marino como contaminantes son plomo, cadmio, cromo y níquel, y han mostrado
que los problemas más severos de la contaminación por metales ocurren en
cuerpos de agua semicerrados, en particular en bahías, estuarios y lagunas
costeras (Botello et al., 2010).

Tan solo en aguas residuales municipales sin tratamiento, el volumen de


descargas fue de 3 380 326 Miles de metros cúbicos en el año 2014. La Tabla 7
muestra los puntos de descarga de aguas residuales municipales sin tratamiento,
2014.

Tabla 7. Puntos de descarga de aguas residuales municipales sin tratamiento


según tipo de cuerpo receptor a nivel nacional, 2014.
Cantidad de puntos de descargas de aguas residuales municipales por tipo de
cuerpo receptor
Total de
puntos de
Canal Otro
descarga Lago o Río o Suelo o Gran
Mar Presa o cuerpo NE*
laguna arroyo barranca colector
dren receptor

4887 8 249 2461 40 594 972 150 401 12

Nota: Punto de descarga es el lugar geográfico específico donde se vierten las aguas residuales
municipales en un cuerpo receptor. Un cuerpo receptor puede albergar más de un punto de
descarga. *No Especificado
Fuente: INEGI. Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Delegacionales 2015.

61
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

3.10 Casos emblemáticos de contaminación

La Ley de Aguas Nacionales define en su Artículo 3 Numeral XIV. “Condiciones


Particulares de Descarga”: El conjunto de parámetros físicos, químicos y biológicos
y de sus niveles máximos permitidos en las descargas de agua residual,
determinados por “la Comisión” o por el Organismo de Cuenca que corresponda,
conforme a sus respectivas competencias, para cada usuario, para un determinado
uso o grupo de usuarios de un cuerpo receptor específico con el fin de conservar y
controlar la calidad de las aguas conforme a la presente Ley y los reglamentos
derivados de ella (LAN, 2014).

Y el concepto de Declaratorias de Clasificación de los cuerpos de Aguas


Nacionales en:

Artículo 87. “La Autoridad del Agua” determinará los parámetros que deberán
cumplir las descargas, la capacidad de asimilación y dilución de los cuerpos de
aguas nacionales y las cargas de contaminantes que éstos pueden recibir, así como
las metas de calidad y los plazos para alcanzarlas, mediante la expedición de
Declaratorias de Clasificación de los Cuerpos de Aguas Nacionales, las cuales se
publicarán en el Diario Oficial de la Federación, lo mismo que sus modificaciones,
para su observancia. Las declaratorias contendrán:
I. La delimitación del cuerpo de agua clasificado.
II. Los parámetros que deberán cumplir las descargas según el cuerpo de agua
clasificado conforme a los periodos previstos en el reglamento de esta ley;
III. La capacidad del cuerpo de agua clasificado para diluir y asimilar contaminantes,
y
IV. Los límites máximos de descarga de los contaminantes analizados, base para
fijar las condiciones particulares de descarga (LAN, 2014).

Se cuenta con declaratorias de clasificación de los cuerpos de aguas


nacionales publicadas de los ríos Lerma (SEMARNAT, 1996), San Juan del Río
(SEMARNAT, 2009), Coatzacoalcos (SEMARNAT, 2008) y Atoyac (SEMARNAT,
2011). Se tienen en preparación 13 declaratorias que eventualmente serán
publicadas en el DOF3.

A pesar de los esfuerzos de CONAGUA como autoridad responsable de


gestionar la calidad de las aguas nacionales con toda una red de medición de un
poco más de cinco mil sitios de monitoreo, contar con los instrumentos de orden
legal, de publicación de los resultados de acuerdo a las normas, existe otra
contaminación del agua que no aparece en las publicaciones oficiales en el capítulo

3 Dr. Eric Daniel Gutiérrez López. Comunicación personal.

62
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

de calidad del agua, ésta es la contaminación causada por las descargas


industriales, de la minería, la agricultura, entre otras. Una búsqueda de artículos de
prensa publicados en diferentes diarios del país muestra el estado de los ríos y
cuerpos de agua, superficiales y subterráneos.

3.10.1 Contaminación por aguas residuales urbanas e industriales

A continuación, se presentan una serie de casos que podrían considerarse


emblemáticos de esta otra contaminación (Ver otros casos en el Anexo 1).
La contaminación del río Atoyac, sobre todo por desechos industriales, afecta
a más de 2 millones 300 mil pobladores de 22 municipio del estado de Puebla y 28
municipios de Tlaxcala; lo que significa el 40 por ciento del total de la población en
la primera entidad. De acuerdo a los lugareños, las aguas del río se tiñen de colores
por las noches y fines de semana, cuando no hay inspecciones de las autoridades
a desagües y plantas de tratamiento, se tienen las descargas residuales al aire libre
y por al menos mil industrias que no cuentan con plantas de tratamiento o no
funcionan adecuadamente, y ello ha ocasionado que este afluente tenga al menos
25 sustancias nocivas y sea un foco de infección para las enfermedades como
hepatitis, cáncer y cólera (e-digital, 2016).
Entre las causas de contaminación se encuentran las descargas de
compañías textiles, alimenticias, químicas y petroquímicas, de bebidas,
metalmecánicas, automotrices y de autopartes y productoras de papel; en dichas
descargas se identifican componentes químicos, tales como plastificantes,
pesticidas como el Aldrin, y compuestos policíclicos aromáticos como el trifenilo y el
crisano, y su aroma a azufre indica un alto contenido de sustancias reductoras, entre
muchos otros desechos inorgánicos”, indica el documento (e-digital, 2016).

63
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Gráfica 6. Principales giros industriales en la cuenca del río Atoyac.

Fuente: Saldaña y Gómez, 2006.

Asimismo, los lixiviados de residuos sólidos urbanos y por el vertido de aguas


residuales urbanas e industriales no tratadas. El “Estudio de clasificación del río
Atoyac, Puebla-Tlaxcala” elaborado por CONAGUA, respaldo de la subsiguiente
Declaratoria de clasificación de los mismos (DOF, 6 de julio 2011), pone en
evidencia el deterioro en su calidad con motivo de descargas de aguas residuales
provenientes de procesos industriales.
Es importante mencionar que en los mapas de las páginas subsecuentes con
azul se denota el cauce del río y con línea roja y verde se indica la franja de uno y
cinco kilómetros de influencia de la contaminación.

64
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Mapa 8. Industrias derivadas del petróleo, química y textil, y sitios de captación,


tratamiento y suministro de agua en el río Atoyac.

El crecimiento urbano implica un aumento en la cantidad de descargas


municipales, además de las industriales que, a pesar de contar con tres plantas de
tratamiento de aguas residuales en la zona urbana de Puebla, el estudio concluye
que:
De acuerdo al estudio de riesgo sanitario ambiental, y debido a que el
agua del río Atoyac desde su inicio es afectado por las aguas residuales,
se considera que constituyen un peligro para la salud pública,
principalmente debido a que las características de los contaminantes
favorecen su distribución en los diferentes compartimientos ambientales
(atmósfera, suelo, productos agrícolas y agropecuarios), lo que lo que
conlleva daños en la preservación del ecosistema, afectación de los usos
del agua y a otros recursos susceptibles de ser aprovechados (pesca,
recreación, entre otros), así como al deterioro en la calidad de vida de los
residentes.
Debido al tipo de industrias que prevalecen en la región, es posible
suponer que las rutas de exposición incluyan la inhalación e ingestión

65
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

para la población general, y contacto dérmico para agricultores o


trabajadores del campo.
Es preocupante la presencia de mercurio, benceno y cloruro de vinilo,
relacionado con su capacidad para migrar a diferentes compartimientos
ambientales; el primero es, junto con el plomo, uno de los neurotóxicos
del desarrollo más potentes; el benceno y el cloruro de vinilo son
carcinógenos de humanos.
La presencia de orgánicos sintéticos, que pueden ser susceptibles de
transformarse en organoclorados obliga al uso, en determinados trenes,
del tratamiento avanzado; y cuando estos contaminantes son
sancionados, de otras opciones de desinfección como la luz ultravioleta
(CONAGUA en DOF, 2011).

e-digital consigna que esta situación ya ha sido denunciada en diversos foros


e incluso ante el Tribunal Latinoamericano del Agua (TLA) en marzo de 2006, en
donde se resolvió: “reconocer la responsabilidad de las industrias que descargan
sus aguas al río Atoyac; reconocer la omisión y negligencia de las instituciones
gubernamentales locales, estatales y federales al no efectuar los controles debidos
a los vertimientos de estas industrias, violando así la legislación mexicana; y
exhortar al grupo de empresas contaminantes a comprometerse, conjuntamente
con la autoridad ambiental y las organizaciones civiles, en el diseño y puesta en
marcha de un plan de rehabilitación de la cuenca del río Atoyac” (TLA, 2006).

Otra contaminación que merece toda la atención es la del curso alto del río
Lerma, que forma parte de la cuenca Alta del Río Lerma (la segunda cuenca más
importante de México) se localiza en el Estado de México y comprende
aproximadamente 50 kilómetros desde las lagunas de Almoloya del Río hasta 9 km
aguas abajo de la presa José Antonio Alzate. Es una región altamente activa con
importantes niveles de producción agrícola y un acelerado crecimiento industrial y
agrícola, lo que ha resultado en una sobreexplotación del agua subterránea y la
contaminación de sus cuerpos de agua superficiales por aguas residuales
industriales de aproximadamente 2 500 industrias y casi 30 municipios que vierten
sus aguas residuales y municipales no tratadas, así como por efluentes de
actividades. Con relación a la distribución y comportamiento de metales pesados,
se ha podido determinar cromo en sedimento, azufre, vanadio, el cobre y plomo
tienen principalmente origen antropogénico, las principales contribuciones
provienen de las aguas residuales industriales y domésticas, mientras que el calcio,
el titanio y el zinc tienen origen tanto natural como antropogénico (Ávila, Tejeda y
Zarazúa, 2008).

66
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Mapa 9. Industrias manufactureras en la Cuenca Alta del Río Lerma.

Un tercer ejemplo emblemático es el caso del río Grande de Santiago. Desde


2002, los habitantes de los municipios de El Salto y Juanacatlán en del estado de
Jalisco han denunciado la contaminación del río por las descargas industriales y de
las aguas residuales de la ciudad de Guadalajara, así como el aumento de
enfermedades y la disminución de su calidad de vida. En 2007 se presentó ante el
TLA el caso del deterioro y contaminación del Río Grande de Santiago y la situación
de riesgo que conlleva para la salud de los habitantes de la zona. Durante el periodo
2004-2009 se reportaron en la zona de estudio descargas al agua de níquel, cromo,
plomo, arsénico, cadmio, mercurio y cianuro de forma sostenida, y de manera muy
esporádica tricloroetileno, dibutilftalato, formaldehído, cloruro de metileno, fenol,
piridina y cloroformo. El número de industrias en la zona que reportaron como
mínimo una sustancia en al menos uno de los años del periodo fue de entre 208 y
233. Esto ha traído una mayor incidencia de enfermedades de los habitantes de los
márgenes de la corriente y aunque no es fácil mostrar un principio de causalidad y
se observa que la incidencia de enfermedad es mayor que en los municipios
cercanos (Arellano-Aguilar et al, 2012).

67
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Mapa 10. Industrias de madera y química, y sitios de captación, tratamiento y


suministro de agua en el río Santiago.

3.10.2 Contaminación por minerías

La contaminación de los cuerpos de agua por efecto de la minería poco se ha


prestado atención por parte de las instancias gubernamentales. Datos publicados
por la Comisión para la Cooperación Ambiental en el “Balance: emisiones y
transferencias de contaminantes en América del Norte” (CEC, 2018), apuntan que
los principales contaminantes declarados por el sector minero (en función de sus
emisiones o eliminación anuales promedio, 2009-2013), en Canadá y Estados
Unidos, relacionados con las descargas en el agua son: Ácido nítrico y nitratos (66%
del total), Amoniaco (22%), Manganeso (4%), Vanadio (2%), Zinc (1%), Níquel (1%),
Fósforo total (1%), Selenio (.3%), Cobre (.3%) y Plomo (.3%) (CEC, 2018: 144). En
específico, los Ácido nítrico y nitratos son descargados en el agua de las minas por
los explosivos. El ácido nítrico y compuestos nitrados fueron descargados en el
agua por numerosas instalaciones, principalmente por minas de minerales

68
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

metálicos y de hierro. La categoría “oro y plata” dio cuenta de 46% de las descargas
en el agua (CEC, 2018: 138).

En este informe, se presentan resultados de 2013, a partir de cerca de 27 mil


plantas industriales, las cuales declararon a los tres programas de la
iniciativa Registro de Emisiones y Transferencias de Contaminantes (RETC) de
América del Norte de la CCA. Las emisiones y transferencias de contaminantes
sumaron más de cinco millones de toneladas en Canadá, Estados Unidos y México
(CCA, 24 de abril de 2018). Sin embargo, una crítica en el propio informe es que
falta homogeneizar las leyes en la materia, ya que la exigencia de indicadores
medibles cambia. Esto se identifica al ver las disparidades entre países:

Mientras en Canadá presentaron reportes 117 plantas, mismas que


reportaron 63 sustancias y generaron 770 millones de kilogramos de contaminantes;
en Estados Unidos fueron 182 minas que informaron un volumen de 59 sustancias
y la emisión de 901 millones de kilogramos, en México sólo fueron 74 minas que
reportaron ocho tóxicos y generan 1.2 millones de kilogramos (La Jornada 4 de
mayo de 2018, p. 35).

Una de las mayores tragedias ambientales en México ocurrió el 6 de agosto


de 2014 por el vertido de 40 mil metros cúbicos de lixiviados de sulfato de cobre
acidulado en el arroyo Tinajas y posteriormente en el cauce de los ríos Bacanuchi y
Sonora, por la empresa minera Buena Vista del Cobre del Grupo México. Se
afectaron las fuentes de agua de las corrientes, de 322 pozos y norias, y se
encuentran en riesgo de salud los habitantes de los siete municipios de Arizpe,
Banámachi, Hueac, Aconchi, San Felipe, Baviácora y Ures y otras 25 comunidades.

La sustancia tóxica viajó 18 kilómetros por el arroyo Tinajas hasta el río


Bacanuchi. Recorrió después 254 kilómetros hasta llegar a la presa El Molinito, la
cual surte de agua a Hermosillo (Lammers, 2014 y El Sol de Hermosillo, 2017).

En Sinaloa se consigna la contaminación de pozos expuestos a los derrames


mineros en las localidades de Chupaderos, Piedra Blanca, El Magistral, y la
Guásima del municipio de Concordia, Sin. (Noroeste, 2017).

69
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Mapa 11. Industrias mineras y sitios de captación, tratamiento y suministro de


agua en el río Sonora.

En México se tiene un río de lo más interesante desde múltiples puntos de


vista, desconocido para muchos, es uno de los pocos ríos vivos y bien conservados,
el último que atraviesa la Sierra Madre Occidental libre de presas, el séptimo más
grande del país, comunicando así el Desierto Chihuahuense con el Golfo de
California el que hermana a los pobladores de las tierras del altiplano de Durango y
Zacatecas con los de la costa de Nayarit. Es un verdadero superviviente: es el San
Pedro Mezquital. Se menciona en este trabajo para evitar que el sobre
concesionamiento de sus aguas, la falta de saneamiento de las aguas residuales y
una mala gestión de la cuenca sea una más de las corrientes de la lista de ríos que
se han mencionado en párrafos anteriores (WWF y FGRA, 2014).

70
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Mapa 12. Industrias mineras y sitios de captación, tratamiento y suministro de agua


en el río San Pedro.

El río nace en la sierra en el sur de Durango; desciende hacia el sureste por


el altiplano mexicano; cruza las montañas de la Sierra Madre hacia el suroeste e
irriga los valles tropicales de Nayarit, para desembocar en el océano Pacífico tras
540 kilómetros de recorrido. El cauce principal con sus numerosos afluentes, las
laderas y todo el territorio cuyas aguas escurren hacia el cauce principal forman una
inmensa cuenca de casi tres millones de hectáreas. El encuentro del río con el
océano da lugar a los interminables humedales de Marismas Nacionales, que
albergan el manglar más extenso del Pacífico mexicano. (WWF y FGRA, 2014).
Este río tiene problemas de contaminación, pero no son comparables con los que
se han mencionado.
Los principales problemas de contaminación de este río en la parte alta, son
las descargas municipales de las localidades en la parte alta de la cuenca a las
corrientes cercanas, ya sea por carencia de plantas de tratamiento de aguas
residuales o que su tratamiento sea incompleto; Tal es el caso de la ciudad de

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Durango, Nombre de Dios y Mezquital, entre otras localidades ribereñas


(Hernández, 2010).
En la parte baja de la cuenca la contaminación es provocada principalmente
por la descarga de aguas residuales y drenaje agrícola (donde afectan algunas
industrias agrícolas próximas a Tuxpan), ya que usan el río como vía de eliminación
de sus desechos y caudales que descienden a los municipios Ruiz, Tuxpan y
Santiago Ixcuintla en el estado de Nayarit (Rojas, 2011).

3.10.3 Contaminación por hidrocarburos

La contaminación del agua superficial y subterránea por descargas de petróleo se


presenta en Salamanca, Guanajuato, por derrame de hidrocarburos al río Lerma (El
Sol de Salamanca, 2017).
Referente a la contaminación de las aguas subterráneas se manifiesta en el
altiplano de la zona central, un ejemplo es la cuenca de la Independencia,
Guanajuato, en donde diversas organizaciones campesinas se han manifestado
sobre la contaminación con arsénico, fluoruro e inclusive radioactividad, lo que ha
provocado enfermedades como leucemia, insuficiencia renal y varios tipos de
cáncer en los municipios de San Miguel de Allende, Dr. Mora, Dolores Hidalgo, San
Felipe, San Diego de la Unión y San José Iturbide. La profundidad de bombeo llega
a los 800 m de profundidad. (Zona Franca, 2016). Situación similar se reporta en
pozos de Jerécuaro, Guanajuato, contaminados con fierro, plomo y arsénico
(Correo, 2017).
Como ejemplos de la contaminación por acción antrópica de lagunas costeras
y zonas estuarinas se tienen los sistemas lagunares de Yavaros, Santa María – La
Reforma y Altata-Pabellón de Sonora y Sinaloa (Arreola, 2009). Las cuencas
costeras de Sinaloa con contaminación extrema de fierro, manganeso, zinc, en
mejillones y contaminación moderada con los tres anteriores más cobre, níquel en
ostiones y almejas, y con fósforo, plomo y plata en el fondo marino (Ruiz-Fernández
et al. 2001, Citado por Paez, 2016)

El caso de la contaminación de las costas de Sonora y Sinaloa está


documentado en la literatura científica dada la infraestructura de centros de
investigación ahí ubicados y que cuentan con personal altamente calificado, lo que
sin duda alguna permite obtener un mayor conocimiento al respecto que en otras
zonas del país, que no están exentas de los problemas de contaminación, tal es el
caso de las lagunas del estado de Veracruz que reciben descargas puntuales de
residuos urbanos e industriales sin tratamiento; por las descargas no puntuales

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

llenas de residuos de agroquímicos de las actividades agropecuarias, problemas de


sedimentación por el acarreo de sedimentos provenientes de las partes altas de las
cuencas debido a las altas tasas de deforestación (Contreras, 1993).

Al sureste del territorio mexicano, un río importante altamente contaminado


es el caso del río Coatzacoalcos. Ubicado en el estado de Veracruz, también se le
llama río del Istmo. Es una corriente muy caudalosa que se nutre con las aguas
provenientes de las montañas del Istmo de Tehuantepec. Nace en la Sierra
Atravesada y desemboca en el puerto de Coatzacoalcos.

Más de un millón de personas dependen de la cuenca del río


Coatzacoalcos. Los grandes pueblos y ciudades que no han sido planeadas
deterioran los ecosistemas, cambiando el uso del suelo, provocando la migración
de animales, el cambio del paisaje y la contaminación de agua y suelo.
Mapa 13. Industrias derivadas del petróleo y química, y sitios de captación,
tratamiento y suministro de agua en la cuenca baja del río Coatzacoalcos.

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Su problemática se puede resumir en desechos y contaminación, afectado


por el crecimiento urbano, desarrollo industrial, por las descargas de aguas
utilizadas en la agricultura y sobreexplotación del agua.
Por si fuera poco, para fertilizar y controlar plagas y hongos en los cultivos
se han ocupado fertilizantes químicos, pesticidas y plaguicidas dañinos que van a
dar a los ríos y a los acuíferos al caer la lluvia y los contaminan (FCEA, 2011).
Hace 30 años una persona de la cuenca podía usar al año hasta 50 000
metros cúbicos de agua, ahora solo podría a lo mucho tomar 31 000. Pues además
del crecimiento demográfico, el agua llega cada vez en menor cantidad a los
acuíferos porque se han destruido las selvas y los bosques que se encargaban de
infiltrarla (FCEA, 2011).
Cada día se extraen de los ríos, arroyos y acuíferos 131 millones de metros
cúbicos de agua de la cuenca, mientras la recarga natural con lluvia es de 128
millones, es decir se extrae más agua de la que recibe la cuenca, es una cuenca
sobrexplotada. (FCEA, 2011).
Mapa 14. Industrias, mineras y sitios de captación, tratamiento y suministro de agua
en la cuenca baja del río Balsas.

74
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Una de las cuencas que destacan por tamaño y sus altos índices de
contaminación es la del Balsas, tiene una longitud de 771 km. En este río se
encuentran importantes plantas generadoras de electricidad como la central de
Infiernillo. Su cuenca forma una depresión, del mismo nombre, y desemboca en el
océano Pacífico con el nombre de río Zacalutla.
El río Balsas está en el centro sur de México delimita la frontera entre
Guerrero y Michoacán, con un caudal enorme, alcanzando en algunas partes casi
500 metros de ancho, El río se origina en el Iztaczíhuatl y desemboca al Océano
Pacífico en la bahía de Ixtapa, Zihuatanejo (Bitácora Portuaria, 2011).
Con un escurrimiento superficial de 24 944 hm3 y con sus 771 kilómetros de
longitud, es uno de los ríos más largos de México. Forman parte de la cuenca del
río Balsas los estados de Veracruz, Oaxaca, Puebla, Tlaxcala, Morelos, México,
Michoacán, Jalisco y Guerrero. Entre los principales afluentes del Balsas se
encuentran los ríos Cutzamala y Placeres del Oro (Guerrero), Mixteco (Puebla y
Oaxaca), Calderón (Estado de México), Amacuzac (Morelos), Tepalcatepec,
Cupatitzio, Del Marqués y Purungueo (Michoacán) (Bitácora Portuaria, 2011).
Ante la problemática de calidad del agua del río Balsas, se elaboró un punto
de acuerdo en la Cámara de Diputados que describe la situación de esta corriente
y dirigido a los titulares e SEMARNAT y CONAGUA para la pronta atención a la
problemática en materia de contaminación de los ríos Balsas y Cutzamala (Rivera,
2017). Entre los puntos relevantes se tienen:
Debido al crecimiento socioeconómico, dos ríos han sido sometidos a
diversos cambios ante la modificación de su entorno, el cual ha ido
degradando constantemente con motivo de las descargas de aguas
residuales, domesticas, industriales y desechos sólidos. El Balsas y el
Cutzamala, en su recorrido recibe descargas de aguas contaminantes, las
cuales originan un deterioro ambiental, provocando malos olores y
enfermedades en los municipios que viven al margen del rio, tales como
infecciones respiratorias agudas, infecciones intestinales, dermatitis
atópica, amibiasis, otitis media aguda, enfermedades del ojo entre otras.
Sin duda, el mayor problema ambiental que se presenta en el área es el
cambio en los patrones naturales de flujo del agua y del régimen de
sedimentación del río Balsas, debido a las obras hidráulicas realizadas en
su cauce superior y, especialmente, en sus cuencas media y baja (Rivera,
2017).
Otra fuente de contaminación de las corrientes de agua es la debida a las
descargas de los ingenios azucareros, y para el caso se consigna el Ingenio Alianza
Popular de Tambaca, San Luis Potosí que contaminó el río Gallinas. Un juez federal
emplazó a CONAGUA para que rinda un informe que describa las acciones que ha

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

hecho la dependencia para que no siga contaminando el río (El Mañana de Valles,
2017).

3.11 Usos del agua


§¨ ©ª «©

El agua se emplea de diversas formas en todas las actividades humanas, ya sea


para subsistir o producir e intercambiar bienes y servicios. La Ley de Aguas
Nacionales en su artículo 3 numerales LII a LX establece nueve usos de este
recurso: agrícola, ambiental o para conservación ecológica, consuntivo, doméstico,
industrial, acuacultura, pecuario y público urbano (LAN, 2004).

La misma LAN establece en su artículo 3 numeral XLVI el Registro Público


de Derechos de Agua (REPDA), bajo la responsabilidad de la CONAGUA, donde
se registran los volúmenes concesionados o asignados a los usuarios de aguas
nacionales. El REPDA tiene clasificados en 14 los usos del agua.

Para facilitar la exposición, se empleará el término uso agrupado, con la


categorización mostrada en la Tabla 8, que distingue también si el uso es
consuntivo, entendiendo por esto el volumen de agua que se consume al llevar a
cabo una actividad específica, el cual se determina como la diferencia del volumen
que se extrae, menos el volumen que se descarga, y que se señalan en el título
respectivo.

Tabla 8. Agrupación de usos de la clasificación del REPDA.


Rubro de clasificación
Clave Vol. Concesionado (hm3)
del REPDA
Agrícola (inscrito
A 58 450
pendiente)
B Agroindustrial 4
C Doméstico 39
D Acuacultura 1 136
E Servicios 1 474
F Industria 6 347
Industria excluyendo
F1 2 198
termoeléctricas
F2 Termoeléctricas 4 149
G Pecuario 207
H Público urbano 12 441
I Múltiples 5 566
K Comercio 0.1
L Otros 0.5

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Subtotal consuntivo 85 664


J Hidroeléctricas 180 895
Subtotal no consuntivo 180 895
TOTAL 266 559
Usos agrupados
Definición Vol. Concesionado (hm3)
consuntivos
Agrícola A+D+G+I+L 65 359
Abastecimiento público C+H 12 480
Industria B+E+F1+K 3 676
autoabastecida
Energía eléctrica F2 4 149
excluyendo
hidroelectricidad
Subtotal consuntivo 85 664
Hidroeléctricas J 180 895
Subtotal no consuntivo 180 895
TOTAL 266 559
Nota: Se añaden las claves arbitrarias F1 y F2, como componentes de la clave REPDA F Industrias.
Estas dos claves arbitrarias permiten distinguir ente la generación de electricidad consuntiva (por
centrales térmicas) de la no consuntiva (por hidroelectricidad).
FUENTE: CONAGUA, 2016a.

Es importante mencionar que debido a intervención del Fondo Mundial de


la Naturaleza (WWF México) se estableció con CONAGUA, un programa en 2014,
con un nuevo rubro de uso del agua no consuntivo: el de conservación ecológica,
con un volumen concesionado de 9.46 hm³/año, en algunas corrientes del país
(CONAGUA, 2016a).

Este programa representa una acción temprana de adaptación, enfocado en


rescatar agua para el ambiente y las futuras generaciones, y coincide con la
imperiosa necesidad de la sociedad de recuperar su patrimonio natural, mediante
una gestión centrada en el ahorro y que garantice cuencas en equilibrio, objetivo
estratégico de la Agenda del Agua 2030 del Gobierno de México. (WWF y
CONAGUA, 2014). Al momento se cuenta con los decretos para los ríos San Pedro
y Fuerte (SEMARNAT, 2014 y 2016). En la Tabla 9 se presentan los volúmenes
consuntivos y no consuntivos concesionados correspondientes al 31 de diciembre
de 2015.

Tabla 9. Volúmenes consuntivos y no consuntivos concesionados correspondientes


al 31 de diciembre de 2015, (hm3).
Usos agrupados Vol. Proporción
consuntivos concesionado (%)
(hm3)
Agrícola 65 359 76

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Abastecimiento público 12 480 15


Industria autoabastecida 3 676
4
Energía eléctrica excluyendo 4 149 5
hidroelectricidad
Subtotal consuntivo 85 664 100
Hidroeléctricas 180 895
Subtotal no consuntivo 180 895
Total 266 559
Fuente: CONAGUA, 2016a.

Es la agricultura y las actividades primarias la que mayor uso del agua hace
de los usos consuntivos, representa un 76% en términos promedio. El segundo uso
lo representa el abastecimiento público, el que representa un 15% del total del
volumen consuntivo concesionado.

Es importante mencionar que el uso en las hidroeléctricas la misma agua es


empleada varias veces en algunas centrales del país. En el caso de las
termoeléctricas se concesiona el recurso para enfriamiento de la termoeléctrica y se
vierte a un cuerpo de agua receptor con la consecuente contaminación térmica y
daño a la biota del mismo cuerpo de agua.

De acuerdo al origen de los volúmenes utilizados para los usos consuntivos,


en la Tabla 10 se presenta el desglose por el origen del agua, superficial y
subterránea.

Tabla 10. Volúmenes consuntivos y fuente del agua concesionados


correspondientes al 31 de diciembre de 2015, (miles de hm 3).
Usos agrupados Vol. Agua Agua
consuntivos concesionado superficial subterránea
(miles de hm3) (miles de hm3) (miles de hm3)
Agrícola 65.36 41.89 23.47
Abastecimiento público 12.48 5.16 7.32
Industria 3.68 1.61 2.07
autoabastecida
Energía eléctrica 4.15 3.70 0.45
excluyendo
hidroelectricidad
Total consuntivo 85.66 52.35 33.31
Fuente: CONAGUA, 2016a.

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Del volumen concesionado el 61.1% corresponde a aguas superficiales y el


38.9% a aguas subterráneas. Se evidencia la importancia de éstas últimas ya que
en el uso público urbano representa el 58.6% de su volumen total.

3.12 Grado de presión sobre el recurso


En acápites anteriores se mencionó que la disponibilidad del agua no es uniforme a
lo largo del territorio nacional y lo mismo sucede con los volúmenes empleados de
agua para usos consuntivos. El porcentaje que representa el agua empleada en
usos consuntivos respecto al agua renovable es un indicador del grado de presión
que se ejerce sobre el recurso hídrico de un país, cuenca o región.

El grado de presión puede ser muy alto, alto, medio, bajo y sin estrés. Se
considera que si el porcentaje es mayor al 40% se ejerce un grado de presión alto
o muy alto. A nivel nacional, México experimenta un grado de presión del 19.2%, lo
cual se considera de nivel bajo; sin embargo, las zonas centro, norte y noroeste del
país experimentan un alto grado de presión. En la Tabla 11 y el Mapa 15 se muestra
este indicador para cada una de las RHA del país (CONAGUA, 2016a).

Tabla 11. Grado de presión sobre el recurso hídrico, 2015.

Número de Volumen total de Agua renovable Grado de Clasificación del


RHA agua 2015 (hm3/año) presión (%) grado de presión
concesionado
2015 (hm3)

I 3 958 4 958 79.8 Alto

II 6 730 8 273 81.4 Alto

III 10 770 25 596 42.1 Alto

IV 10 798 21 678 49.8 Alto

V 1 555 30 565 5.1 Sin estrés

VI 9 524 12 352 77.1 Alto


VII 3 825 7 905 48.4 Alto
VIII 15 724 35 080 44.8 Alto

IX 5 742 28 124 20.4 Medio

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

X 5 560 95 022 5.9 Sin estrés

XI 2 505 144 459 1.7 Sin estrés

XII 4 200 29 324 14.3 Bajo


XIII 4 774 3 442 138. 7 Muy alto
Total 85 664 446 777 19.2 Bajo
Fuente. CONAGUA, 2016a.

Mapa 15. Grado de presión sobre el recurso hídrico, 2015.

FUENTE. CONAGUA, 2016a.

El grado de presión sobre el agua ayuda a comprender los conflictos por el


recurso entre usuarios del agua del mismo y diferente uso y entre regiones, como
se explican en el Capítulo V de este Estudio.

En el Mapa 16 se muestra la distribución espacial de la disponibilidad media


anual de agua (millones de metros cúbicos) en las 757 cuencas hidrológicas y 13

80
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

regiones hidrológico – administrativas de México. Los valores negativos señalados


en la leyenda del mapa significan que es una cuenca con déficit de agua en términos
de balance real (CONAGUA, 2016e). Se evidencia la poca disponibilidad en la zona
norte, altiplano y zona centro mientras las vertientes costeras y zona sur y sureste
del país son más abundantes en cuanto al recurso hídrico.

Mapa 16. Distribución espacial de la disponibilidad media anual de agua por cuenca
hidrológica y región hidrológico – administrativa (millones de metros cúbicos), 2012.

81
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

3.13 Agua para extracción no convencional de gas y


petróleo

Existe un uso de agua que no está incluido en los anteriormente mencionados y es


el agua utilizada para la extracción no convencional de petróleo y gas disperso de
lutitas o esquisto mediante la fractura hidráulica y disolución de rocas del subsuelo
conocido internacionalmente como “fracking”.

Entre 2010 y 2015, PEMEX probó con éxito la perforación de 18 pozos


exploratorios en yacimientos de hidrocarburos no convencionales, de los cuales 10
fueron comercialmente productivos de gas, 2 comercialmente productivos en aceite
y gas, 5 no comercialmente productivos y 2 improductivos (Muñoz, 2017).

El Plan Quinquenal de Licitaciones 2015 – 2019 para la exploración y


extracción de hidrocarburos dentro de su Nueva Estrategia considera licitar 150
bloques terrestres que contienen este tipo de hidrocarburos en la parte noreste del
país durante los años 2016, 2017 y 2018 (Muñoz, 2017).

Los principales estados en los que se encuentran yacimientos son


Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Hidalgo, San Luis Potosí, Veracruz
y Puebla. Estados que, en el norte, tienen importantes problemas de escasez hídrica
y sobreexplotación de acuíferos que puede competir con las necesidades de uso de
agua público urbano y la agricultura, los que se verían agravados por el uso de la
fractura hidráulica, la cual requiere el uso y contaminación de grandes volúmenes
de agua, de nueve mil a 29 mil m3 de por pozo, mezclados con arena y una mezcla
de hasta 750 químicos tóxicos (Lucena, 2013. Citado por De la Fuente, 2016). Es
claro que este tipo de extracción de hidrocarburos compite por el agua superficial o
subterránea de la región donde se ubican las instalaciones del pozo de extracción.

Mientras que más hacia el sur del país, esta técnica amenaza con contaminar
importantes ríos y acuíferos de los que dependen miles de personas (CONAGUA,
2015. Citado por De La Fuente, 2016). De esta manera, la explotación de
hidrocarburos en estas zonas tendría un impacto en el derecho humano al agua y
al saneamiento. Por otro lado, en muchas de estas regiones habitan pueblos
indígenas (INEGI, 2015. Citado por De la Fuente, 2016). Es una técnica intensiva
de perforación y fracturación de pozos cercanos entre sí.

Los riesgos de esta técnica de extracción de gas o petróleo no convencional


incluyen temblores e impactos adversos en agua, biodiversidad, en el paisaje, aire,

82
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

agricultura, salud y seguridad pública, valor de las propiedades, estabilidad climática


y fortaleza económica. Los estudios realizados por la industria, así como los análisis
independientes, indican que, con los materiales y la tecnología, que están
disponibles en este momento, no pueden evitarse los problemas de ingeniería
inherentes a este método, que incluyen sismicidad, fugas importantes de metano y
deterioro del revestimiento y la cementación de los pozos, así como los riesgos para
la salud pública (CHPNY y PSR, 2015).

Si bien, todavía no se comienzan con las actividades de exploración y


extracción de hidrocarburos no convencionales en México dentro de la Reforma
Energética, existe una gran controversia entre la sociedad causada principalmente
por la preocupación del uso de grandes volúmenes de agua para la fracturación
hidráulica y todos los potenciales daños señalados anteriormente (Muñoz, 2017).

En el Mapa 17 se pueden ver las principales provincias petroleras en las que


se estima que podría haber hidrocarburos de lutitas.

Mapa 17. Principales provincias petroleras en México.

Fuente: Escalera, 2012. Citado por De la Fuente, 2016.

En un informe de 2016, la U. S. EPA encontró evidencia científica de que las


actividades de fracking pueden afectar los recursos de agua potable en algunas
circunstancias. Se identifican ciertas condiciones bajo las cuales los impactos de las
actividades de fractura hidráulica pueden ser más frecuentes o severos. Se resumen

83
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

en cinco condiciones que afectan a las aguas superficiales y subterráneas. (U.S.


EPA, 2016):

1. Disminución del agua disponible por las extracciones del recurso en áreas
con recursos de agua subterránea limitados, de poca disponibilidad o de tipo
estacional.
2. La contaminación de las aguas subterráneas por inyección directa o
derrames durante el manejo de fluidos de fracturación hidráulica y productos
químicos o agua producida que resultan en grandes volúmenes o altas
concentraciones de productos químicos.
3. Fugas en la estructura del pozo, lo que permite que los gases o líquidos
inyectados se trasladen a las aguas subterráneas
4. Descarga de aguas residuales de fracturación hidráulica tratadas
inadecuadamente a aguas superficiales, y
5. Eliminación o almacenamiento de aguas residuales de fracturamiento
hidráulico en pozos sin revestimiento que resultan en la contaminación de los
recursos de agua subterránea.
En otros países esta técnica de extracción de gas y petróleo no está
permitida, tal es el caso de Alemania, donde los grupos medioambientalistas han
presionado para prohibir el fracking en forma indefinida, la misma prohibición se
tiene en Francia, en los Estados Unidos de Norteamérica no está permitido en
el estado de New York (Ramírez, 2016).

84
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

IV. Manejo jurídico del agua y derechos


humanos

4.1 Marco constitucional: el derecho al agua como


derecho humano

El marco constitucional en esta materia tradicionalmente se había concentrado en


cuestiones relacionadas con la propiedad de las aguas nacionales y su eventual
transmisión de dominio, la regulación de aguas en relación con asentamientos
humanos, las aguas de los mares territoriales, las aguas marinas interiores como
propiedad de la nación, la regulación de las aguas del subsuelo y las condicionantes
para la adquisición de dominio de aguas (Artículos 27, 42, 48).

Igualmente, este marco constitucional contempla la capacidad del H.


Congreso de la Unión (H.CU) para regular en esta materia (Articulo 73 fr XVII) Así
como las funciones en torno al suministro de agua potable, drenaje, alcantarillado,
tratamiento y disposición de sus aguas residuales a cargo de los municipios (Art.
115 fr. III) De la misma forma, la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos (CPEUM) prevé un régimen en materia de coordinación para la
planeación desarrollo y ejecución de acciones regionales para la prestación de
servicios públicos entre ellos el de agua potable y drenaje para la Ciudad de México
(Art. 122 C).

Sin embargo, este panorama se transformó con la reforma constitucional de


8 de febrero de 2012 consagró el derecho a un medio ambiente sano y el derecho
al agua como derechos fundamentales y disponiendo en el Artículo 4º párrafos
quinto y sexto que:
Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo
y bienestar. El Estado garantizará el respeto a este derecho. El daño y
deterioro ambiental generará responsabilidad para quien lo provoque en
términos de lo dispuesto por la ley.
Toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de
agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre,
aceptable y asequible. El Estado garantizará este derecho y la ley definirá
las bases, apoyos y modalidades para el acceso y uso equitativo y
sustentable de los recursos hídricos, estableciendo la participación de la

85
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Federación, las entidades federativas y los municipios, así como la


participación de la ciudadanía para la consecución de dichos fines.
En los transitorios de la reforma constitucional se estipulo que el H. Congreso
de la Unión contaría con un plazo de 180 días para incorporar las disposiciones
relativas al derecho a un medio ambiente sano y las responsabilidades por el daño
y deterioro ambiental (Segundo transitorio) así como con un plazo de 360 días
naturales para emitir una Ley General de Aguas. La discusión en torno a la Ley
General de Aguas (LGA) ha sido probablemente uno de los temas que mayor
discusión y falta de consenso ha encontrado en el H. Congreso de la Unión en las
últimas décadas.

4.2 Marco legislativo del agua

Como se mencionó, la reforma constitucional en materia de 8 de febrero de 2012


exige la elaboración de una nueva Ley General de Aguas que tome en
consideración el derecho al agua como un derecho fundamental. La falta de un
marco legislativo actualizado según las exigencias constitucionales ocasiona que
en general el marco jurídico resulte por demás incierto.

En la discusión de las diversas iniciativas y proyectos confluyen varios


aspectos en disputa. Uno de los principales puntos en donde no parece existir
consenso consiste en el modelo de gestión del agua. Al respecto, por una parte, las
autoridades gubernamentales han propuesto que la gestión se realice en forma
vertical. Por otra parte, otros actores políticos y la sociedad civil se han inclinado y
han luchado por la construcción de un modelo en donde las decisiones puedan ser
tomadas de forma horizontal. Para Domínguez Serrano se tendría que optar por un
modelo de gobernanza en donde se consideraran en la toma decisiones tanto al
gobierno (en sus distintos niveles), la sociedad y otros actores relevantes.
(Domínguez Serrano, 2015: 21).

Otro tema importante a discutir es el nuevo marco jurídico en materia


energética y la aparición y uso de nuevas tecnologías en la extracción de
hidrocarburos y minerales. En este campo existe una clara discrepancia de
posturas. Por una parte, las autoridades gubernamentales han tenido como
prioridad poner en marcha los postulados esenciales de la reforma energética de
diciembre de 2013, con el fin de vigorizar el sector, lo que trae como consecuencia
natural que las actividades extractivas se intensifiquen incluso utilizando nuevas
tecnologías. A su vez el marco jurídico en derivado de la reforma energética fue

86
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

rápidamente aprobado. Así, por ejemplo, la Ley de Hidrocarburos, fue publicada en


el Diario Oficial de la Federación el 11 de agosto de 2014.

Dentro de las nuevas tecnologías de extracción quizás la más controversial


sea el uso de la fracturación hidráulica mejor conocido como “fracking”. Respecto a
esta técnica son muchas las consideraciones que llevan a pensar que la misma
constituye un serio riesgo a los derechos humanos, en especial por los posibles
daños a los recursos hídricos; la contaminación de suelo, cuerpos de agua
superficiales y mantos acuíferos; la contaminación de la atmosfera, la producción
de gases de efecto invernadero (Carbonell León, 2017:87 a 97) Son tales las
preocupaciones en torno a la deficiente regulación de esta técnica de extracción
que autores como Carbonell León considerarían necesario, a partir del principio
precautorio establecer una moratoria mientras se evalúa el impacto de esta práctica
en el medio ambiente y agua. (Carbonell León, 2017: 97 a 99)
En este escenario, el marco legislativo que consagra el derecho al agua como
un derecho fundamental se encuentra incompleto y en una verdadera encrucijada a
partir de los intereses económicos que han hecho lobby y presionado con el fin de
administrar concesiones, en particular en la prestación del servicio de agua potable.

En general, en esta materia, las nociones de interés social y orden público


han sido decantados a favor del libre mercado con controles poco claros y sin una
perspectiva de derechos humanos (Véase Anglés, 2017: 129 a 154).

4.3 Implicaciones sobre el goce y disfrute de los


Derechos Económicos Sociales Culturales y
Ambientales (DESCA)

Al catalogarse como un derecho de rango constitucional el derecho al agua se


deben considerar varios presupuestos inherentes a todo derecho en relación con su
contenido y alcance, las obligaciones derivadas, su realización en condiciones de
igualdad y no discriminación y la interdependencia con otros derechos.

4.3.1 Su contenido y alcance básico.

El Artículo 4º Constitucional en su párrafo sexto dispone que “Toda persona tiene


derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y
doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible.” La Constitución

87
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

mexicana establece, en primer lugar, que el derecho al agua comprende el acceso,


disponibilidad y saneamiento.
Accesible y asequible. El agua y las instalaciones y servicios de agua deben ser
accesibles para todos sin discriminación alguna. La accesibilidad debe ser física,
económica, libre de discriminación y con acceso a la información según lo ha
dispuesto el Comité DESC en la Observación General 15 (Anglés, 2016: 30 y 31).

Accesibilidad física. El agua y las instalaciones y servicios de agua deben


estar al alcance físico de todos los sectores de la población. Debe
poderse acceder a un suministro de agua suficiente, salubre y aceptable
en cada hogar, institución educativa o lugar de trabajo o en sus cercanías
inmediatas. Todos los servicios e instalaciones de agua deben ser de
calidad suficiente y culturalmente adecuados, y deben tener en cuenta
las necesidades relativas al género, el ciclo vital y la intimidad. La
seguridad física no debe verse amenazada durante el acceso a los
servicios e instalaciones de agua.

Accesibilidad económica. El agua y los servicios e instalaciones de agua


deben estar al alcance de todos. Los costos y cargos directos e
indirectos asociados con el abastecimiento de agua deben ser asequibles
y no deben comprometer ni poner en peligro el ejercicio de otros
derechos reconocidos en el Pacto.

No discriminación. El agua y los servicios e instalaciones de agua deben


ser accesibles a todos de hecho y de derecho, incluso a los sectores más
vulnerables y marginados de la población, sin discriminación alguna por
cualquiera de los motivos prohibidos.

Acceso a la información. La accesibilidad comprende el derecho de


solicitar, recibir y difundir información sobre las cuestiones del agua.
(Comité DESC, Observación General 15, párr. 12)

Disponible y suficiente para uso y saneamiento. El abastecimiento de agua de cada


persona debe ser continuo y suficiente para los usos personales y domésticos.
(Anglés, 2016: 29 y 30) Así, cada persona debe recibir la cantidad de agua suficiente
y sin cortes para el uso personal y doméstico tanto para beber, higiene personal,
preparación de alimentos, limpieza personal y del hogar, así como el lavado de ropa.
P. 19 También es posible que algunos individuos y grupos necesiten recursos de
agua adicionales en razón de salud, el clima y las condiciones de trabajo. (Anglés,
2016: 30) (Comité DESC, OG 15: párr. 12) Esto también incluye el "saneamiento"
que es el agua necesaria para la evacuación de las excretas humanas. Dentro del

88
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

derecho al agua también se contempla que se pueda tener acceso a este servicio.
(Comité DESC, OG 15: párr. 12)
Salubre y aceptable. El agua necesaria para cada uso personal o doméstico debe
ser salubre, y por lo tanto, no ha de contener microorganismos o sustancias
químicas o radiactivas que puedan constituir una amenaza para la salud de las
personas. Además, el agua debería tener un color, un olor y un sabor aceptables
para cada uso personal o doméstico (Comité DESC, OG 15: párr. 12).

4.3.2 Las obligaciones y deberes derivados del mismo

Desde la reforma Constitucional en materia de derechos humanos la Constitución


Política de los Estados Unidos Mexicanos dispone en su artículo 1º párrafo tercero
que “Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación
de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad
con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad.
En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las
violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley”.

El contenido de dichas obligaciones en parte puede y debe ser interpretado


a partir de lo dispuesto en el derecho internacional de los derechos humanos. Por
ejemplo, el Comité DESC ha señalado que derivado del derecho al agua se imponen
las obligaciones de respetar, proteger y cumplir.

Así según el Comité DESC la obligación de respetar exige la abstención


directa o indirecta en la injerencia del ejercicio del derecho al agua. Comprende,
entre otras cosas, el abstenerse de toda práctica o actividad que deniegue o restrinja
el acceso al agua potable en condiciones de igualdad, de inmiscuirse
arbitrariamente en los sistemas consuetudinarios o tradicionales de distribución del
agua, de reducir o contaminar ilícitamente el agua (Comité DESC, OG 15: párr. 21).

La obligación de proteger exige que se impida a terceros que menoscaben


en modo alguno el disfrute del derecho al agua. Por terceros se entiende
particulares, grupos, empresas y otras entidades, así como quienes obren en su
nombre. La obligación comprende, entre otras cosas, la adopción de las medidas
legislativas o de otra índole que sean necesarias y efectivas. (Comité DESC, OG
15: párr. 23) Esta obligación es una salvaguarda ante cualquier abuso de un
particular, ya sea en virtud de contar con una concesión o cuando este particular
daña de facto el derecho al agua de otras personas.

89
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

La obligación de cumplir el Comité DESC la subdivide en los deberes de


facilitar, promover y garantizar. El deber de facilitar exige que los Estados Partes
adopten medidas positivas que permitan y ayuden a los particulares y las
comunidades a ejercer el derecho. El deber de promover impone al Estado Parte la
adopción de medidas para que se difunda información adecuada acerca del uso
higiénico del agua, la protección de las fuentes de agua y los métodos para reducir
los desperdicios de agua. Igualmente, existe la obligación de hacer efectivo
(garantizar) el derecho en los casos en que los particulares o los grupos no están
en condiciones, por razones ajenas a su voluntad, de ejercer por sí mismos ese
derecho con ayuda de los medios a su disposición. (Comité DESC, OG 15: párr. 25)

La obligación de cumplir, explica el Comité DESC, exige la adopción de


medidas necesarias para el pleno ejercicio del derecho al agua. Esta obligación
comprende, entre otras cosas, la necesidad de reconocer en grado suficiente este
derecho en el ordenamiento político y jurídico nacional, de preferencia mediante la
aplicación de las leyes; adoptar una estrategia y un plan de acción nacionales en
materia de recursos hídricos para el ejercicio de este derecho; velar por que el agua
sea asequible para todos; y facilitar un acceso mayor y sostenible al agua, en
particular en las zonas rurales y las zonas urbanas desfavorecidas (Comité DESC,
OG 15: párr. 26).

El derecho al agua debe interpretarse no como un conjunto inconexo de


normas y principios a nivel nacional e internacional sino como un verdadero corpus
juris en donde interactúan y cooperan de forma complementaria las distintas
disposiciones y obligaciones en juego. Así a pesar de que pudiesen existir algunas
diferencias en el lenguaje y el acomodo de las obligaciones tanto en la Constitución
Mexicana como en diversos tratados internacionales el desarrollo del contenido de
las obligaciones termina siempre siendo coincidente en lo sustancial.

En el siguiente cuadro se pueden observar las diferencias, así como las


coincidencias de lenguaje entre la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales, Culturales y
Ambientales; y la Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH).

90
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Cuadro 1. Comparativo entre la Constitución Política de los Estados Unidos


Mexicanos (CPEUM), PIDESC OC-15 y las Obligaciones Convención Americana
sobre Derechos Humanos.
Obligaciones CPEUM Obligaciones PIDESC en Obligaciones Convención
relación con el agua OC-15 Americana sobre
Derechos Humanos
Respeto Respeto Respeto
Garantía Cumplimiento (deberes de Garantía (en el sistema
facilitar, promover, interamericano la obligación
garantizar) general de garantizar los
derecho abarca todas las
obligaciones y deberes,
excepto la obligación
general de respeto)
Protección Protección
Promoción
En caso de violaciones a
derechos humanos se debe
prevenir, investigar,
sancionar y reparar
Fuente: Elaboración propia.
Si bien se ha establecido en general que las obligaciones en materia de
derechos económicos, sociales y culturales pueden ser cumplidas de manera
progresiva, el Comité del Pacto Internacional de Derechos, Económicos, Sociales y
Culturales de Naciones Unidas ha interpretado que existen obligaciones de
contenido básico que deben asegurar la satisfacción, al menos de un nivel mínimo
esencial de cada uno de los derechos del Pacto, de tal manera que si no se
interpretara de esa forma, se le privaría de su razón de ser. Así pues, de deben
hacer uso de todos los recursos con el fin de satisfacer, como una prioridad, esas
obligaciones mínimas. El Comité ha afirmado incluso que, en situación de
restricciones presupuestales u otras causas, los miembros más vulnerables de la
sociedad deben ser protegidos mediante la adopción de programas focalizados de
bajo costo. (Comité DESC, OG 3: párr. 10 y 12).

A juicio del Comité, pueden identificarse al menos algunas obligaciones


básicas en relación con el derecho al agua, que tienen efecto inmediato:
a) Garantizar el acceso a la cantidad esencial mínima de agua, que sea
suficiente y apta para el uso personal y doméstico y prevenir las
enfermedades;

91
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

b) Asegurar el derecho de acceso al agua y las instalaciones y servicios de


agua sobre una base no discriminatoria, en especial en lo que respecta
a los grupos vulnerables o marginados;

c) Garantizar el acceso físico a las instalaciones o servicios de agua que


proporcionen un suministro suficiente y regular de agua salubre; que
tengan un número suficiente de salidas de agua para evitar unos tiempos
de espera prohibitivos; y que se encuentren a una distancia razonable
del hogar;

d) Velar por que no se vea amenazada la seguridad personal cuando las


personas tengan que acudir a obtener el agua;

e) Velar por una distribución equitativa de todas las instalaciones y servicios


de agua disponibles;

f) Adoptar y aplicar una estrategia y un plan de acción nacionales sobre el


agua para toda la población;

g) Vigilar el grado de realización, o no realización, del derecho al agua;

h) Adoptar programas de agua orientados a fines concretos y de relativo


bajo costo para proteger a los grupos vulnerables y marginados;

i) Adoptar medidas para prevenir, tratar y controlar las enfermedades


asociadas al agua, en particular velando por el acceso a unos servicios
de saneamiento adecuados (Comité DESC, OG 15, párr. 37).

Estas obligaciones mínimas constituyen el núcleo esencial del derecho al agua


y son exigibles en todo momento por cualquier persona.

4.3.3 Su realización en condiciones de igualdad y no discriminación

El derecho al agua debe ser garantizado sin que medie discriminación alguna. La
discriminación puede venir desde el ordenamiento legal o desde alguna condición
fáctica. También puede ser parte de algo más complejo como discriminación
estructural.

El Comité DESC ha destacado que el ejercicio del derecho al agua se debe


garantizar sin discriminación alguna y en condiciones de igualdad entre hombres y
mujeres. Además, toda discriminación por motivos de raza, color, sexo, edad,

92
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición
económica, nacimiento, discapacidad física o mental, estado de salud (incluido el
VIH/SIDA), orientación sexual, estado civil o cualquier otra condición política, social
o de otro tipo que pretenda o tenga por efecto anular o menoscabar el igual disfrute
o el ejercicio del derecho al agua se encuentra prohibida. Incluso en tiempos de
grave escasez de recursos, el Comité ha determinado que es preciso proteger a los
miembros vulnerables de la sociedad mediante la adopción de programas
específicos a un costo relativamente bajo. (Comité DESC, OG 15: párr. 13)

Aquí se debe destacar la presencia de dichas previsiones en la propia


Constitución Mexicana que señala en su Artículo 1º párrafo quinto que “Queda
prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la
edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión,
las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente
contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y
libertades de las personas.” Igualmente, se contempla el presupuesto de igualdad
formal ante la ley en el artículo 4º de la Constitución que menciona que “El varón y
la mujer son iguales ante la ley. Esta protegerá la organización y el desarrollo de la
familia.”

Igualmente, según el Comité DESC se deben adoptar medidas para eliminar


la discriminación de facto basada en motivos sobre los que pesen prohibiciones en
los casos en que se prive a personas y grupos de personas de los medios o
derechos necesarios para ejercer el derecho al agua (Comité DESC, OG 15: párr.
14).

La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) ha llegado a


declarar que ciertas circunstancias que conllevan la violación a derechos de la
Convención Americana pueden hacer que se deduzca el incumplimiento de la
cláusula de igualdad del artículo 1.1, debido a que se originan de una discriminación
de facto estructural. (Ferrer y Pelayo, 2017: 54)

Por ejemplo, la Corte Interamericana ha tenido la oportunidad de conocer


casos de pueblos y comunidades indígenas en donde la falta de medios de
subsistencia, entre los que se encuentra el agua, ha llevado a estas comunidades
a que sean declaradas víctimas de discriminación estructural. Por ejemplo, en el
caso de la Comunidad Xákmok Kásek, que había sido desplazada de su territorio
ancestral, para la Corte IDH constituyó “una discriminación de facto en contra de los
miembros de la Comunidad […], marginalizados en el goce de los derechos [de la
Convención Americana] que el Tribunal declara violados en [la] Sentencia.”
Igualmente, la IDH constató “que el Estado no ha[bía] adoptado las medidas

93
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

positivas necesarias para revertir tal exclusión. La situación particular de este caso
permitió que el Tribunal Interamericano dedujera la existencia de un tipo de
discriminación estructural, el cual no había sido atendido por el Estado a través de
ninguna medida, a partir de los hechos probados que dieron lugar a sustentar
diversas violaciones a la Convención Americana (Ferrer y Pelayo, 2017: 53).

4.3.4 El carácter internacionalizado del derecho al agua

En estos últimos años dos reformas han cambiado el panorama de los derechos en
México: la reforma constitucional en materia de amparo de 6 de junio de 2011 y la
reforma constitucional en derechos humanos del 10 de junio de 2011.

La reforma de 10 de junio de 2011 modificó la denominación del Capítulo I


del Título Primero de la Constitución, sustituyendo el antiguo concepto de garantías
individuales por el de derechos humanos y sus garantías. Además, incorporó
constitucionalmente los derechos contenidos en los tratados internacionales de
derechos humanos. Este es el marco en el que se desenvuelven los actuales
procesos de recepción del derecho internacional de los derechos humanos. La
reforma constitucional en derechos humanos se dio en un contexto histórico en
donde se manifestaba un debilitamiento de la figura presidencial, una decidida
entrada del derecho internacional de los derechos humanos al ámbito jurídico tanto
a nivel externo como interno, así como la consolidación de un proceso de reformas
institucionales desde los años setentas que en materia de derechos humanos
alcanzó un punto importante a finales del Siglo XX.

El 16 de diciembre de 1998 México aceptó la competencia contenciosa de la


Corte Interamericana de Derechos Humanos, seis días después de que lo hiciera
Brasil. Varios años antes de ello, el 2 de marzo de 1981, México ya había ratificado
la Convención Americana sobre Derechos Humanos y el 24 de marzo del mismo
año había depositado su adhesión al tratado ante la Organización de los Estados
Americanos (OEA). Así, para la fecha de promulgación del Decreto de Reforma en
Derechos Humanos de junio de 2011 ya se habían firmado y ratificado la mayoría
de los tratados de derechos humanos, tanto del Sistema Interamericano de
Derechos Humanos, como del Sistema Universal de Naciones Unidas.

Al mismo tiempo, en la Corte IDH, para la fecha de la promulgación de la


reforma, había conocido y decidido los primeros seis casos contenciosos en contra
de México. Los temas de los casos, entre otros, eran los siguientes: violencia
estructural en contra de las mujeres en Ciudad Juárez, violaciones a derechos

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

humanos por parte del ejército y la falta de idoneidad del fuero militar para conocer
de esos asuntos; y la falta de recursos internos en materia electoral.

La característica principal de esta reforma constitucional en materia de


derechos humanos consistió en la internacionalización de los derechos con un
nuevo sistema interpretativo cuyos fundamentos se encuentran principalmente en
dos asuntos puestos al conocimiento de la Suprema Corte de Justicia de la Nación:
el Expediente Varios 912/2010 y la Contradicción de Tesis 293/2011.

En el Expediente Varios 912/2010, asunto en el que se analizó el


cumplimiento de la Sentencia de la Corte IDH respecto al caso Rosendo Radilla
Pacheco vs. México, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación delineo
un nuevo sistema de interpretación de los derechos:

Primero, determinó que las sentencias de la Corte IDH en las que el Estado
mexicano ha sido parte, constituyen cosa juzgada y son obligatorias en sus
términos, incluso sus partes considerativas y no sólo sus resolutivos.

Segundo, estableció que todos los jueces del país deben realizar un control de
convencionalidad ex officio; y que derivado del nuevo contenido normativo
del artículo 1o constitucional, todas las autoridades del país a su vez se
encontraban obligadas a ejercer dicho control.

Tercero, decretó que el control de convencionalidad ex officio opera en un modelo


de control difuso de constitucionalidad, por lo que se realiza una nueva
interpretación del artículo 133, a la luz del nuevo contenido normativo del
artículo 1o de la Constitución Federal, para apartarse del criterio de la
Suprema Corte que prevaleció desde la década de1940, que prohibía a los
jueces locales realizar control difuso.

Cuarto, fijo que la jurisprudencia de la Corte IDH será vinculante cuando el Estado
mexicano sea parte; en cambio, tendrá carácter de criterio orientador de
todas las decisiones de los jueces mexicanos en los demás casos (en que
México no sea parte), siempre que dicho criterio sea más favorecedor a la
persona, de conformidad con el tercer párrafo del artículo 1o constitucional
(reforma de junio de 2011) (Pelayo, 2013: 20 y 21).

Posteriormente, en la Contradicción de Tesis 293/2011 el Pleno de la


Suprema Corte determinó que los derechos humanos en la Constitución y en los
tratados internacionales no se relacionan jerárquicamente entre sí y constituían el
parámetro de regularidad constitucional, aceptando con ello la creación de un

95
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

bloque de constitucionalidad. Sin embargo, este bloque no podría actuar o


conformarse en caso de restricción expresa constitucional en cuyo caso la misma
prevalecería. En su momento, esta postura tuvo un amplio apoyo de los integrantes
de la Suprema Corte lo que hizo que se aprobara por una mayoría de 10 votos a
favor y uno en contra. Mientras que en una votación más cerrada (6-5) se determinó
que la jurisprudencia de la Corte IDH era desde ese momento vinculante para los
jueces mexicanos cuando fuera más favorable a la persona.

Considerando que la idea surgió y se desarrolló en un primer momento


principalmente en Francia, España e Italia, Góngora Mera propone una definición
latinoamericana básica de Bloque de Constitucionalidad en el sentido de que es
“una serie de normas y principios con rango constitucional que pueden ser
invocados en el ejercicio del control de constitucionalidad como parámetro, o en
peticiones o demandas en el caso de violación a los derechos humanos protegidos
por esas normas. Usualmente, este juego de normas comprende a la Constitución
en strictu sensu, las declaraciones internacionales de derechos humanos y los
tratados internacionales que han sido ratificados por los Estados.” (Góngora Mera,
2011: 162)

En la Contradicción de Tesis 293/2011 la SCJN inició su análisis sobre el


tema en cuestión aceptando las limitaciones del enfoque tradicional de jerarquía de
fuentes para resolver la interacción entre las normas de derecho constitucional e
internacional de derechos humanos. La Suprema Corte así determinó que “la nueva
conformación del catálogo de derechos humanos no puede ser estudiada en
términos de jerarquía”, por lo que los “derechos humanos reconocidos en los
tratados internacionales y la Constitución no se relacionan entre sí en términos
jerárquicos”. En cuenta del anterior, el principio de supremacía constitucional no
habría cambiado, sino que habría evolucionado a raíz de las reformas
constitucionales.

Así, estableció la Suprema Corte, “las normas que forman parte del catálogo
de derechos funcionan como un parámetro de regularidad constitucional, de tal
modo que las mismas no pueden contravenir el principio de supremacía
constitucional precisamente porque forman parte del conjunto normativo respecto
del cual se predica la supremacía”.

Sin embargo, se estableció un límite a la conformación y articulación de este


bloque de regularidad constitucional y esta limitante se actualiza “cuando en la
Constitución haya una restricción expresa al ejercicio de los derechos humanos” en
ese caso se deberá atender “a lo que indica la norma constitucional”.

96
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Desafortunadamente, la discusión al interior de la SCJN respecto al bloque


de regularidad constitucional se ha convertido en un gran campo de batalla en
donde con la idea de solucionar un problema se han creado otros. Así, el bloque
creado, lejos de servir como una herramienta aglutinadora y catalizadora de los
derechos humanos de distinta fuente ha despertado los más álgidos debates en
torno al alcance de las restricciones constitucionales.

Así, el párrafo relativo a las restricciones del texto constitucional como límites
al bloque de constitucionalidad presentan los siguientes problemas. En primer lugar,
desconoce la esencia misma de la creación de un bloque de constitucionalidad. En
segundo término, crea un coto vedado para la discusión e interpretación de los
derechos. Finalmente, termina por promover aún más cambios a la Constitución
Mexicana, con el fin de que se incluya en su texto restricciones o cláusulas
inamovibles e inalterables que gozarán de jerarquía y supremacía absoluta
permanentemente.

Aun en este panorama, el bloque de regularidad restringido que se ha creado


podría ayudar a crear un nuevo orden de interpretación constitucional/convencional
a gran escala si se implementara. En la elaboración jurisprudencial de este bloque
no sólo se tendrían que tener en cuenta los criterios del Sistema Interamericano de
Derechos Humanos (SIDH), sino también los del Sistema Universal de Derechos
Humanos en el ejercicio de un control de convencionalidad.

Un campo fértil para estos desarrollos jurisprudenciales pudiera darse en


relación con el derecho al agua, en donde no hay una restricción constitucional
expresa que resulte inconvencional para su pleno cumplimiento.

4.3.5 Implicaciones sobre goce y disfrute de los DESCA*

A un poco más de un siglo de distancia de la primera Constitución que consagró los


derechos económicos, sociales y culturales, la Constitución Mexicana de 1917,
varias cuestiones esenciales en torno a estos derechos permanecen sin respuesta,
como su contenido como verdaderos derechos, oponibles ante autoridades
jurisdiccionales. 4

*Las ideas presentadas en este apartado son una actualización de las ya explicadas en el artículo
El “mínimo vítal” como estándar para la justiciabilidad de los derechos económicos, sociales y
culturales (Pelayo Moller, 2012: 33 a 40).

4A pesar de contar con la primera Constitución que los consagró en su texto, como indica Cruz
Parcero, al contrario de lo que suele pensarse, la suerte de los derechos sociales ha sido muy

97
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Los derechos económicos, sociales y culturales, han sido considerados en


muchas ocasiones, como derechos que se encuentran en la Constitución y que
reflejan “la buena voluntad” o “los buenos deseos” de los “gobernantes de cara a
sus gobernados”, con la visión tanto paternalista como autoritaria que entrañaba el
ya derogado concepto de “garantías individuales” en México.

Los derechos, económicos, sociales y culturales pueden ser de nidos como


“los derechos humanos que nacen de la dignidad humana y son, por ende,
inherentes a la persona humana [...] Por tanto, son derechos directamente
relacionados con la protección de las necesidades y capacidades que garantizan
una calidad de vida” (Parra, et. al. 2008: 23).

Para Rodolfo Arango el problema principal y originario con los derechos


sociales es la negativa a reconocerlos como verdaderos derechos subjetivos. El
jurista colombiano precisa que esta negativa a reconocer los derechos sociales
emana del surgimiento y entendimiento histórico de los derechos sociales a lo largo
de los siglos, a los cuales se les ha atribuido un carácter grupal o particular, no
universal; una estirpe socialista, ajena al pensamiento democrático liberal; una
naturaleza programática y legal, no de inmediata exigibilidad constitucional (Arango,
2012: 126). De ahí que se presenten al menos tres objeciones a la
conceptualización de los derechos sociales como verdaderos derechos
fundamentales: la objeción cognitiva, la metodológica y la funcional (Arango, 2012:
126).

Para efectos de este trabajo podemos encontrar, principalmente, dos tipos


de mitos en torno a los derechos económicos, sociales, culturales y Ambientales
que dificultan su implementación:

Primero, encontramos los mitos de carácter normativo que consisten en


preconcepciones que les niegan a los DESCA la categoría de derechos humanos,
aduciendo que éstos son los que protegen únicamente derechos como la vida o la
integridad personal y que prohíben, por ejemplo, la desaparición forzada de
personas o la tortura. En todo caso, se ha llegado a decir que los DESCA son
normas (no derechos) meramente aspiracionales o declarativas y que su

desafortunada en México. Sobre todo, porque estos derechos sociales en la Constitución Mexicana
por mucho tiempo parecieron conferir atribuciones al Estado para imponer obligaciones a cierto tipo
de particulares, sin imponer obligaciones de carácter patrimonial al Estado véase (Cruz, 2000: 88).

98
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

cumplimiento no es exigible de forma inmediata.

Igualmente, hay mitos de carácter jerárquico, en los que los DESCA han
llegado a ser calificados como derechos, pero con una importancia menor a la de
los civiles y políticos. Para consumar esto, la clásica categorización de “las
generaciones de los derechos” ha servido de cómplice. Por una parte, esta
clasificación escolástica y arcaica, en términos generales, ha ubicado en primer
plano los derechos que históricamente surgieron durante la Ilustración, que son
realmente civiles y políticos.

Después, empiezan los problemas, pues algunas clasificaciones ubican los


DESCA dentro de una segunda generación de derechos y, subsecuentemente,
otros derechos que podrían ser considerados dentro de los DESCA son ubicados
en una “tercera” y “cuarta generación”. Con base en estas generaciones de
derechos, con pocos criterios objetivos y muchos criterios arbitrarios, juristas,
abogados y tribunales los han puesto históricamente en un segundo, tercer o cuarto
plano. Sin embargo partir de la interdependencia manifiesta de los derechos, es
posible afirmar que la clasificación por generaciones ya no es un estándar útil para
su estudio y aplicación ni a nivel constitucional ni internacional.5


En general, como afirma Piovesan, dada la indivisibilidad de los derechos


humanos, se deben abandonar de una vez las nociones de que una clase de
derechos (civiles y políticos) requieren pleno reconocimiento y respeto, mientras que
otra clase (los sociales, económicos y culturales) no requieren ningún tipo de
observancia. De ahí que la clasificación de los derechos sociales como no
justiciables sea meramente ideológica y no científica (Piovesan, 2004: 26).

En el caso de los derechos tradicionalmente considerados como civiles y


políticos y dentro de este universo, más específicamente los denominados como
“derechos subjetivos”, los tribunales se han visto fácilmente facultados para
intervenir, por ejemplo, para poner fin a una detención, para establecer violaciones
a la libertad de expresión, al derecho a la vida, a la integridad o al debido proceso.
Sin embargo, esto no pareciera ocurrir con los derechos sociales, esto debido a las
innegables diferencias normativas y retos que presentan.

Dentro esta línea de pensamiento, los derechos sociales se regulan


constitucionalmente como mandatos de optimización, ya que postulan la necesidad

5Para una reflexión menos “agresiva” en relación con las generaciones de derechos véase Tello,
2011: 12-19.

99
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

de alcanzar ciertos fines, pero dejan abiertas las vías para lograrlos (Carbonell,
2011: 825) 6 . Carbonell señala que los mandatos de optimización son normas
jurídicas redactadas en forma de principios, los cuales, según Alexy, “están
caracterizados por el hecho de que puede ser cumplidos en diferente grado y que
la medida de su cumplimiento no sólo depende de las posibilidades reales sino
también de las jurídicas” (Carbonell, 2011: 825-826). Cabe señalar que, para el
mismo autor, lo anterior no conlleva a que se deba considerar que exista una
diferencia estructural entre los derechos civiles y políticos y los económicos,
sociales y culturales ya que todos ellos conllevan una carga prestacional al Estado
(Carbonell, 2011: 822). De lo anteriormente dicho, se puede afirmar que, a partir de
las más recientes teorías, la diferencia entre ambos tipos de derechos sería una
diferencia de grado y a pesar de su indeterminación, existen suficientes
herramientas para precisar su contenido y alcance (Parra, 2011: 10).

Al respecto, la Corte Constitucional Colombiana en la Tutela 760 de 2008


preciso que “la condición de ‘prestacional’ no se predica de la categoría de
‘derecho’, sino de la ‘faceta de un derecho .́ [Por lo que es] un error categórico hablar
́ erechos prestacionales ́, pues, [...] todo derecho tiene facetas prestacionales y
de d
facetas no prestacionales” (Parra, 2011: 13).

Para Rodolfo Arango, en el caso de los derechos sociales fundamentales su


vulneración puede provenir tanto de omisiones parciales como de omisiones
absolutas del Estado (Arango, 2012: 136). En el caso de omisiones de carácter
parcial, las mismas se originan a partir de un reconocimiento selectivo, insuficiente
o discriminatorio de prestaciones positivas a unas personas o grupos y no a otras u
otros, pese a no existir razones suficientes para establecer la diferenciación de trato.
Así, explica Arango, la vulneración de los derechos sociales fundamentales se
verifica mediante la aplicación del principio de igualdad (Arango, 2012: 137). En el
caso de las omisiones absolutas, como su nombre lo indica, suceden cuando existe
una omisión absoluta del Estado en el reconocimiento de los derechos sociales
fundamentales (Arango, 2012: 137). Así, la vulneración de los derechos sociales se
constata cuando es posible establecer de manera objetiva y razonable que de no
actuar el Estado se estaría imponiendo una carga injustificada a la persona titular
del derecho (Arango, 2012: 138).

Las omisiones de los Estados, ya sean parciales o totales se pueden inferir


a partir de lo dispuesto por el Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales, los Estados deben:

6Sobre la concepción de los derechos sociales en la obra de Alexy, Robert existe un amplio debate.
Parte del mismo puede ser conocido en: VV.AA., 2010.

100
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

a) Tutelar los derechos sin discriminación. 



b) Tomar todas las medidas apropiadas para hacer efectivos los derechos

dentro de su territorio. 

c) Demostrar que las medidas tomadas son las más apropiadas para alcanzar

los objetivos. 

d) Establecer vías judiciales para llevar ante los tribunales las posibles

violaciones a los derechos señalados. 

e) Lograr progresivamente la satisfacción de los derechos establecidos en el

Pacto, entendiendo por progresividad la obligación de hacerlo de manera

mediata y continua. 

f) No dar marcha atrás en los niveles de realización alcanzados, puesto que
la 
misma está prohibida o severamente restringida la regresividad. 

g) Destinar el máximo de los recursos disponibles a cumplir con el Pacto. 

h) Acreditar que en efecto se ha destinado el máximo de recursos disponibles.
i) En periodos de crisis, priorizar la protección de los miembros más
vulnerables 
de la sociedad; y, 

j) Asegurar niveles mínimos de satisfacción de los derechos, los cuales deben
ser mantenidos incluso en periodos de crisis o ajustes estructurales
(Carbonell, 2011: 836-837).

A pesar de estos criterios, por lo regular el cumplimiento y desarrollo de los


DESC ha quedado a discreción de las políticas públicas. Incluso, en regímenes
jurídicos como el mexicano que reconocen este tipo de derechos como derechos
constitucionales. Si se realiza una revisión por los distintos recursos judiciales
disponibles en la legislación mexicana, nos podremos dar cuenta que son pocas las
vías para hacer justiciables el derecho a la vivienda, a la alimentación, a la salud.
En este ámbito son pocos y realmente excepcionales los casos en donde jueces
mexicanos han otorgado algún tipo de protección a los demandantes de estos
derechos.

El debate es amplio y también se debe referir a la capacidad de los jueces para


ordenar a los órganos políticos del Estado en realizar cambios substanciales en la
legislación, comúnmente en forma de grandes programas de previsión social que
requieren alteraciones significativas en los esquemas de redistribución de los
ingresos (Tushnet, 2008: 227).

El cómo hacer justiciables los DESC es un tema no resuelto en la academia y


sobre todo en la práctica jurisprudencial, la discusión en torno a cuáles son los

101
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

principales estándares para hacer los DESC justiciables, sigue abierta y aunque son
muchos los criterios esbozados aun nos encontramos lejos de llegar a un consenso
(Véase por ejemplo: Courtis, 2009: 379; Courtis, 2007: 317-337; Abramovich, 2005:
181).

Ante este panorama poco alentador o lleno de posibilidades de desarrollo


(dependiendo de cómo se le vea) la pregunta es ¿cómo hacer justiciables, es decir,
exigibles ante las instancias jurisdiccionales los derechos, económicos, sociales y
culturales? En una estructura en donde no hay fundamentos teóricos o
jurisprudenciales que permitan sostener la plena justiciabilidad de muchos de los
derechos sociales, el apelar entre otras estrategias al estándar del “mínimo vital” es
una opción por demás atractiva para cimentar una doctrina y jurisprudencia aun
inexistente en este país.7

Los casos relativos a DESCA y particularmente el derecho al agua pueden


entrañar las siguientes dificultades tanto en la documentación de los casos como en
su justiciabilidad.

 La complejidad de las temáticas (involucra conocimientos técnicos que los


abogados no poseemos) 

 La diversidad de situaciones y efectos de la violación de estos derechos 

 La gran cantidad de víctimas que puede tener un caso 

 La dificultad de probar los hechos de los casos 
Lo anterior genera que un caso
relacionado con temáticas de DESC y en particular en torno al derecho al agua
sea complejo y costoso de litigar además de que los resultados puedan ser
inciertos. Esto redunda en: 

 Las pocas posibilidades de éxito en los tribunales debido a la ausencia de
recursos judiciales idóneos 

 Incluso teniendo éxito, las reparaciones que se otorgan en este tipo de litigios son
pocas o nulas para el que decide litigarlos. 

 La resistencia y desobediencia civil ha sido el método por el cual estos derechos
han sido exigidos históricamente. 

 Los litigios son por lo regular contra el Estado o en algunas ocasiones contra

7 En cuanto a la justiciabilidad de los derechos Económicos, Sociales y Culturales existe un


amplísimo debate no resuelto, incluso respecto a esta temática en el Sistema Interamericano de
Derechos Humanos. Al respecto, consúltese: Cavallaro, James L. y Emily Schaffer, 2004; Melish,
2006a y 2006b; Cavallaro y Schaffer, 2006; Cavallaro y Erin, 2008. Una reflexión sobre este debate
también se puede ver en: Parra, 2011: 9.

102
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

particulares con un gran poder económico (empresas transnacionales). 
Para


las autoridades encargadas de conocer los reclamos en torno DESC y en
particular el derecho al agua enfrentar dificultades relacionadas con modelos
normativos e institucionales limitados para hacer frente a estos reclamos lo que
redunda en: 

 La existencia de un marco normativo ambiguo y poco decidido en la protección
de lo DESC 

 Falta de recursos judiciales efectivos para hacer valer los DESC 

 La posibilidad de resolver los casos de DESC conforme a otros criterios

procesales (debido proceso, derecho de igualdad, etc.…
 
Se puede señalar que existen al menos tres enfoque o estrategias que se pueden
seguir para hacer justiciables los DESCA: como derechos fundamentales
autónomos, vistos desde un enfoque de interdependencia con los derechos

civiles y políticos y por último a través del contenido esencial de los derechos
o estándar del “mínimo vítal” 


4.3.6 La interdependencia del derecho al agua con otros derechos


económicos, sociales, culturales y ambientales, y con otros
derechos civiles y políticos

Se puede advertir fácilmente que los derechos conviven y se fusionan en la vida


diaria de las personas sin clasificaciones, jerarquías o limitaciones. La realidad nos
muestra la existencia de esta interdependencia. Así, el derecho a la vida no sería
posible sin la salud, sin el derecho al agua o a la alimentación. Igualmente, una
violación a estos últimos puede poner en riesgo el primero. Igualmente, cuando la
gente realiza sus actividades diarias vemos que los derechos confluyen
incesantemente y de forma dinámica y cambiante. Es así que la violación a los
mismos puede tener impacto en varios derechos de forma directa o indirecta.

Si bien la Corte IDH ha sido proclive a hablar de violaciones pluriofensivas


para referirse a graves violaciones de derechos humanos como la desaparición
forzada de personas, es también cierto que violaciones que no alcanzan ese nivel
de gravedad pueden también afectar una gran cantidad de derechos.

Imaginemos, por ejemplo, un rio contaminado con sustancias altamente


tóxicas. Ahí se tendría que ponderar la existencia de dos violaciones elementales a
los derechos humanos: el derecho al medio ambiente sano y el derecho al agua.
Sin embargo, las circunstancias particulares de cada caso podrían llevarnos a

103
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

encontrar que ese rio contaminado está afectando la salud y la vida de las personas.
Igualmente, podría ocasionar en casos graves desplazamiento forzado y
afectaciones a grupos vulnerables como niños, niñas y mujeres gestantes. En este
sentido, es importante que el derecho actúe como un instrumento para entender la
realidad y no lo contrario.

En su reciente Opinión Consultiva 23 respecto al medio ambiente la Corte


IDH destacó que “la interdependencia e indivisibilidad existente entre los derechos
civiles y políticos, y los económicos, sociales y culturales, puesto que deben ser
entendidos integralmente y de forma conglobada como derechos humanos, sin
jerarquía entre sí y exigibles en todos los casos ante aquellas autoridades que
resulten competentes para ello” (Corte IDH, OC 23: párr. 57). Esto va acorde con el
texto del Artículo 1º párr., tercero Constitucional que menciona que los derechos
humanos deben ser cumplidos teniendo en cuenta “los principios de universalidad,
interdependencia, indivisibilidad y progresividad.”

La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha reconocido la relación del


derecho al agua con el derecho a la vida, más concretamente en su modalidad de
acceso a una “vida digna”. En particular, la Corte IDH desarrollo este estándar ante
la grave situación de comunidades indígenas asentadas en Paraguay. En los casos
Yakye Axa (Corte IDH, 2005) y en particular en el caso Xakmok Kasek (Corte IDH,
2010a) el Tribunal Interamericano reconoció la situación de vulnerabilidad y las
consecuencias de la falta de servicios y bienes a la población entre ellos de
suficiente agua.8 Por su parte, John Knox, Relator Especial sobre la cuestión 
de
las obligaciones de derechos humanos relacionadas con el disfrute de un medio
ambiente sin riesgos, limpio, saludable y sostenible de Naciones Unidas ha
señalado que:

Los derechos humanos y la protección del medio ambiente son


interdependientes. Un medio ambiente sin riesgos, limpio, saludable y
sostenible es necesario para el pleno disfrute de los derechos humanos,
incluidos los derechos a la vida, al más alto nivel posible de salud física
y mental, a un nivel de vida adecuado, a la alimentación adecuada, al
8 La Corte señaló que “[…] En el presente caso está establecido que la situación de extrema y
especial vulnerabilidad de los miembros de la Comunidad se debe, inter alia, a la falta de recursos
adecuados y efectivos que en los hechos proteja los derechos de los indígenas y no sólo de manera
formal; la débil presencia de instituciones estatales obligadas a prestar servicios y bienes a los
miembros de la Comunidad, en especial, alimentación, agua, salud y educación; y a la prevalencia
de una visión de la propiedad que otorga mayor protección a los propietarios privados por sobre los
reclamos territoriales indígenas, desconociéndose, con ello, su identidad cultural y amenazando su
subsistencia física […]” (Corte IDH, 2010b).

104
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

agua potable y el saneamiento, a la vivienda, a la participación en la vida


cultural y al desarrollo […] (ONU, 2018).

En este sentido, la progresividad es por demás importante para el caso de


los Derechos Económicos Sociales y Culturales, pero no es exclusiva de ellos. Las
interpretaciones judiciales, así como nuevas constituciones y tratados avanzan en
el reconocimiento de nuevos derechos y en la construcción de nuevos estándares
no sólo respecto a un solo tipo de derechos, sino respecto de todos los derechos
sin distinción. Al respecto, podemos ver como la noción moderna de lo que es una
desaparición forzada de personas fue apenas desarrollada a partir de la década de
los setentas y ochentas. Es por ello, que los sistemas jurídicos son y deben ser
considerados siempre como dinámicos.

La interdependencia de cada derecho incluyendo el derecho al agua debe


ser analizada caso a caso. Al respecto, es imposible otorgar una lista taxativa de
derechos con los cuales entra en relación el derecho al agua. En todo caso si se
podría llegar a decir que el derecho al agua siempre estará en íntima relación con
el derecho a un medio ambiente sano en una relación indisoluble en casos de
contaminación.

En el mismo sentido, autoras como Marisol Anglés destaca la relación del


derecho al agua con el derecho a la vida, a un medio ambiente sano, a la salud, el
derecho a la alimentación (Anglés, 2016: 35 a 57).

Como conclusión, la documentación de un caso en torno al derecho al agua


no debe limitarse sólo al aspecto central del caso, sino también debe considerar los
efectos de dicha violación en otros derechos de las personas a las que se les pueda
calificar como víctimas. Así, se puede advertir que estos casos en muchas
ocasiones tienen problemáticas secundarias que no deben ser desdeñadas, como
el derecho a la consulta en casos de poblaciones indígenas, las condiciones de
vulnerabilidad y discriminación estructural entre otras. En todo caso, el investigador
que encara un caso debe permitir que este se muestre en toda su extensión a través
de las voces de las víctimas.

105
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

V. Política y gestión del agua en México


5.1 Política hídrica en México

En el marco formal, la política hídrica en México se plasma en el Plan Nacional de


Desarrollo (PND) y de manera específica en el Programa Nacional Hídrico (PNH),
el cual se publica desde 1975. Junto con la Ley de Aguas Nacionales (LAN), dicho
Plan y Programa deben estar ceñidos al artículo 27 constitucional, en el que se
señala que las aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional
corresponden originalmente a la nación y que su uso o aprovechamiento será a
partir de concesiones o asignaciones autorizadas por el Ejecutivo Federal. La
edición vigente del PNH imprime como estrategia de largo plazo la sustentabilidad
hídrica (Ver Cuadro 2).
Cuadro 2. Visión de largo plazo en el Programa Nacional Hídrico 2014-2018.

Programa Nacional Hídrico 2014-2018


Visión de largo plazo: Lograr la seguridad y la sustentabilidad hídrica en México.
Objetivos:
1.Fortalecer la gestión integrada y sustentable del agua;
2.Incrementar la seguridad hídrica ante sequías e inundaciones;
3.Fortalecer el abastecimiento de agua y el acceso a los servicios de agua
potable, alcantarillado y saneamiento;
4.Incrementar las capacidades técnicas, científicas y tecnológicas del sector;
5.Asegurar el agua para el riego agrícola, energía, industria, turismo y otras
actividades económicas y financieras de manera sustentable;
6. Consolidar la participación de México en el contexto internacional en materia
de agua.
Fuente: Elaboración propia a partir del PNH 2014-2018.

Aunque el PNH 2014-2018 bosqueja un enfoque multisectorial, los resultados


muestran que, no han sido los necesarios para revertir los procesos de degradación
de ecosistemas acuáticos, garantizar el derecho humano al agua a toda la población
y mucho menos el manejo sustentable del recurso hídrico en las zonas de interés
económico donde se han impulsado proyectos mineros, de explotación de
hidrocarburos y de turismo. Cabe destacar que la Constitución, en el artículo 4°
imprime la obligatoriedad del Estado para garantizar el derecho humano al agua,
según la reforma del 2012, pero en el PNH premia una estrategia basada en
infraestructura, suministro y tarifas (para ello, se puede revisar la Estrategia 3 del
PNH 2014-2018). Al respecto, surge la siguiente duda ¿con el incremento en la

106
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

cobertura de los servicios de agua potable y alcantarillado se garantiza el derecho


humano al agua como lo dicta la constitución?
A pesar de que los informes oficiales reflejan avances, éstos se refieren
centralmente a cuestiones relacionadas con la función administrativa del Estado en
la materia (ejemplos: Publicación de disponibilidad del agua, creación de
programas, asignación de presupuestos para infraestructura, entre otros), pero
escasos resultados en cuanto al estado de los cuerpos de agua continentales, en
cuanto a su cantidad y calidad, pero también en cuanto a la gestión corresponsable
del agua entre actores estatales, sociedad civil, comunidades y grupos afectados,
así como centros de investigación, en sí de gobernanza del agua. Mientras se
avanza en infraestructura, se siguen contaminando ríos y lagos; mientras se
tecnifican los sistemas de riego y se incrementa su eficiencia, se siguen
sobreexplotando acuíferos.
Una manera de analizar los resultados en la gestión del agua es a partir de
los indicadores diseñados por el mismo gobierno: el Índice Global de
Sustentabilidad Hídrica (IGSH) y el índice Global de Acceso a los Servicios Básicos
de Agua (IGASA), en ambos casos, las metas propuestas para el 2018, según los
anticipos publicados hasta el 2017, quedaron alejados, en especial el IGSH el cuál
en 2012 marcó 0.552 y sólo tuvo un avance de 0.582 en 2016.
Este rezago es significativo porque el indicador fue diseñado para fortalecer
la gestión integrada y sustentable del agua, según planteó el PNH 2014-2018. Toda
vez que el IGSH:
…mide la forma en que se realiza la gestión de los recursos hídricos para
lograr la sustentabilidad en las cuencas y acuíferos del país y garantizar
la seguridad hídrica. Toma en cuenta la cantidad de que se dispone y la
que se consume por los diferencies tipos de usuarios, la calidad del agua
y la administración de los recursos hídricos (PNH 2014-2018).
Mientras que el IGASA busca “evaluar el impacto de la política hídrica en tres
dimensiones: cobertura, calidad y eficiencia de los servicios de agua potable y
saneamiento hídricos” (PNH 2014-2018).
Tabla 12. Indicadores seleccionados del PNH 2014-2018.
Línea Avances
Indicador Unidad Meta 2018 Acumulado
Base 2012 2016
Índice global de sustentabilidad
índice 0.552 0.684 0.582* 0.582*
hídrica
Índice Global de Acceso a los
Servicios Básicos de Agua Índice 0.652 0.761 0.735 * 0.735 *
(IGASA)

107
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Decretos de reserva de agua Publicados 189


0 4 6
para uso ambiental formulados en DOF (cuencas)

Actualización de disponibilidad
cuenca -- 757 757 757
de agua superficial

Actualización de disponibilidad
Acuífero -- 653 653 653
de agua subterránea

Cobertura de agua potable % 92.0 94.0 94.4 * 94.4 *

Cobertura de alcantarillado % 90.5 93.0 91.5 * 91.5 *

Cobertura de desinfección de
% 97.9 98.2 98.0 * 98.0 *
agua para consumo humano

Tratamiento de aguas
% 63.0 50.2 57.6 * 57.6 *
residuales
*Cifras preliminares, elaborado en julio de 2017.
Fuente: CONAGUA. Indicadores del Plan Nacional Hídrico 2014-2018.

Parte de la política hídrica en el país se explica por las relaciones, acuerdos


e impulsos de organismos internacionales. La Cumbre Mundial de 2002, promovida
por la Organización de Naciones Unidas (ONU), orientó el diseño y fortalecimiento
de instituciones formales a partir de los gobiernos, para que éstos "desarrollen
recursos hídricos integrados, planes de gestión y eficiencia del agua para 2005",
según dicta el párrafo 26 del Plan de Aplicación de las Decisiones de
Johannesburgo (JPOI) adoptado en dicha Cumbre Mundial de 2002 sobre
Desarrollo sostenible. Uno de los grandes compromisos fue reducir a la mitad la
población que no tiene acceso al agua potable desde ese año y hasta el 2015. Cabe
señalar que el acceso al agua potable era un compromiso adquirido en la Cumbre
del Milenio de 2000, no así el de la red de saneamiento de aguas (Alfonso, 2002).

Para alcanzar estas metas se delinearon las siguientes acciones:

 Implementación de estrategias, planes y programas nacionales /


regionales para la cuenca hidrográfica integrada, cuenca hidrográfica y
manejo del agua subterránea;
 Reducir las pérdidas incurridas a través de una infraestructura hídrica
ineficiente y aumentar el reciclado de agua;
 Usar una variedad de instrumentos de política (por ejemplo, regulación,
monitoreo, medidas voluntarias, mercado y herramientas basadas en la
información, gestión del uso de la tierra y recuperación de costos de los
servicios de agua);

108
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

 Asignación de los recursos hídricos entre usos que compiten de una


manera que "priorice la satisfacción de necesidades humanas básicas y
equilibra el requisito de preservar o restaurar los ecosistemas y sus
funciones, en particular en entornos frágiles, con necesidades humanas,
domésticas, industriales y agrícolas, incluida la protección de la calidad
del agua potable" (Jones, et al., 2006: 9), el énfasis es nuestro.

Como refiere la página de la ONU en México: El 25 de septiembre de 2015


se llevó a cabo la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible
en Nueva York con el fin de aprobar la Agenda para el Desarrollo Sostenible.
Resultado de esa reunión fue la adopción de los compromisos establecidos en el
documento: “Transformar Nuestro Mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo
Sostenible”, firmado por 193 Estados Miembros de las Naciones Unidas, incluido
México, aunque no son jurídicamente obligatorios. Dicho documento incluye 17
Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) cuyo propósito es poner fin a la pobreza,
luchar contra la desigualdad y la injusticia, y hacer frente al cambio climático sin que
nadie quede atrás para el 2030 (ONU MÉXICO, s.f.). Esta Agenda además busca
cumplir los pendientes en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y ampliar
las metas de los alcanzados.

Cuadro 3. Objetivo 6 Agua limpia y saneamiento, Agenda 2030.

Objetivo 6- Agua limpia y saneamiento


Meta 6.3. De aquí a 2030, mejorar la calidad del agua reduciendo la
contaminación, eliminando el vertimiento y minimizando la emisión de productos
químicos y materiales peligrosos, reduciendo a la mitad el porcentaje de aguas
residuales sin tratar y aumentando considerablemente el reciclado y la
reutilización sin riesgos a nivel mundial (Agenda 2030).

En marzo de 2011 el gobierno mexicano publicó la “Agenda del Agua 2030”,


instrumento para la implementación de la política de sustentabilidad hídrica.
Mediante esta Agenda “deben alinearse los Programas Nacionales Hídricos, los
Programas Regionales Hídricos, las carteras de inversiones del gobierno federal y
de los gobiernos de los estados, los presupuestos de egresos fiscales en materia
hídrica y los programas de cultura del agua” (CONAGUA, 2011:8).

Para cumplir los propósitos planteados en la Agenda del Agua, la política del
agua plantea verdaderos retos para México: cuencas en equilibro, cobertura
universal, ríos limpios, asentamientos seguros frente a inundaciones catastróficas y
otras iniciativas de carácter general; sin quedar claro cómo se alcanzarán dichos
retos. Además, falta agregar el reto financiero y el de gestión, ya que se requieren
inversiones anuales promedio superiores a los 50 mil millones de pesos, la dificultad
de suficiencia monetaria y la complejidad en cuanto a la “reasignación de

109
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

atribuciones legales, desarrollo de capacidades e instrumentación de incentivos


para fortalecer el sistema nacional de gestión del agua en sus ámbitos general, y
regional” (CONAGUA, 2011:8). La pregunta inmediata es ¿cómo logrará México
alcanzar estas metas, cuando prevalece un modelo de gestión del agua permisivo
en los hechos, además de la insuficiente capacidad gubernamental para aplicar las
leyes en la materia?
Los instrumentos de gestión del agua vigentes están institucionalizados en la
Ley de Aguas Nacionales, publicada en su versión actual en 2004. Esta gestión
tiene como ejecutor a la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), órgano
administrativo, normativo, técnico, consultivo y desconcentrado de la Secretaria de
Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).
CONAGUA tiene las funciones de “gestión de las aguas nacionales y sus
bienes públicos inherentes, con autonomía técnica, ejecutiva, administrativa,
presupuestal y de gestión, para la consecución de su objeto, la realización de sus
funciones y la emisión de los actos de autoridad” (LAN, 2004). Para llevar a cabo
estas funciones, tiene dos modalidades territoriales de injerencia: nacional y por
regiones hidrológico-administrativo (sus atribuciones en cada nivel se muestran en
el Anexo 2 de este Estudio).
En términos concretos, las acciones definidas por la política hídrica desde el
Estado, siguen predominando las de corte técnicos (inversión en infraestructura y
eficiencia) como es ampliar coberturas, la eficiencia de uso de agua en la
agricultura, en la red de distribución de agua potable y en la industria. Asimismo, se
maneja la reducción de fugas, tecnologías eficientes y el reúso de agua (Conagua,
2011). Aunque las respuestas técnicas y de ingeniería son necesarias, no son
únicas ni suficientes para resolver los problemas de contaminación o de
sobreexplotación o los conflictos sociales por el agua. Para ello, se tiene que tomar
en cuenta a los actores no estatales, sus conocimientos y capacidades sobre los
territorios específicos y las fuentes de agua. En este sentido llama la atención
propuestas participativas, desde una política democratizada del sector hídrico.
Definitivamente la gestión del agua es un asunto de política y requiere una atención
sobre las relaciones de poder y sus expresiones territoriales, no nada más factores
de infraestructura, disponibilidad y concesiones.

110
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

5.2 ¿Qué es la gestión del agua?


El agua tiene un carácter estratégico en función de la distribución geográfica,
la cantidad, la calidad y las características de acceso y gestión entre los diferentes
usos que brinda sobre el territorio, los ecosistemas que dependen de ella, así como
los servicios ecosistémicos relacionados. En el territorio mexicano existen
diferenciaciones hidrográficas que condicionan la disponibilidad del agua en las
regiones en cuanto al acceso, usos y control del agua. A ello se suman las
crecientes asimetrías socioeconómicas y diferencias físico-geográficas, así como la
apropiación del agua para actividades económicas, en desventaja del abasto de
agua con calidad para consumo humano, el aseo y la alimentación. Estas
condiciones se distinguen sobremanera en los grupos de población caracterizados
por la pobreza, el rezago educativo, la reclusión y la marginación, población de
origen indígena, de barrios periurbanos, localidades rurales, hospitales, cárceles y
escuelas con carente infraestructura hidráulica y de saneamiento. Ejemplo de ello
se muestra en el Mapa 18 y 19, donde son coincidentes los municipios con alto
grado de marginación y la presencia de población indígena.

Mapa 18. Grado de marginación por municipio en México, 2015.

111
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Mapa 19. Presencia de población indígena en México.

El panorama descrito es resultado de procesos históricos socio ambientales


y de gestión de los recursos naturales como el agua. Ambos mapas expresan las
diferencias socio-territoriales y económicas, que también se identifican en la falta de
infraestructura de agua potable y saneamiento, como se describe más adelante.

Sumado a ello, las diferencias marcan agua para unos y escasez para otros,
agua de calidad para unas actividades y agua contaminada para otras, agua en
forma constante para unas poblaciones, principalmente a las metrópolis y agua
intermitente para las periferias y poblaciones rurales. Este mapa se traslapa con las
expresiones de conflictos ambientales. El Mapa 20 muestra una selección de
conflictos sociales (documentados en fuetes periodísticas, revistas académicas y
libros), en cuanto al tipo de contaminación del río y las expresiones de denuncia
social, afectaciones a la salud y ausencia de respuestas satisfactorias para las
poblaciones afectadas.

112
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Mapa 20. Presencia de conflictos sociales por contaminación de ríos y lagos


(selección)

En el modelo actual, la gestión del agua es un proceso organizado y dirigido


de arriba-abajo, donde la entidad gubernamental para tal objeto es CONAGUA. La
institución máxima de autoridad es la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, mediante la cual se derivan una serie de normas y leyes marco en el
gobierno del agua. La LAN define a la gestión del agua como sigue:

como el proceso sustentado en el conjunto de principios, políticas, actos,


recursos, instrumentos, normas formales y no formales, bienes, recursos,
derechos, atribuciones y responsabilidades, mediante el cual
coordinadamente el Estado, los usuarios del agua y las organizaciones
de la sociedad, promueven e instrumentan para lograr el desarrollo
sustentable del recurso hídrico en beneficio de los seres humanos y su
medio social, económico y ambiental, el control y manejo del agua y las
cuencas hidrológicas, incluyendo los acuíferos, por ende su distribución
y administración, la regulación de la explotación, uso o aprovechamiento
del agua, y la preservación y sustentabilidad de los recursos hídricos en
cantidad y calidad, considerando los riesgos ante la ocurrencia de
fenómenos hidrometeorológicos extraordinarios y daños a ecosistemas
vitales y al medio ambiente. La gestión del agua comprende en su

113
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

totalidad a la administración gubernamental del agua (LAN, 2004). (El


énfasis es nuestro).

La primera lectura de la definición del agua parece contradictoria: inicialmente


señala que la gestión del agua no es solo tarea del Estado, sino de éste en
coordinación con los usuarios de agua y las organizaciones civiles, que en conjunto
“promueven” e “instrumentan”, ¿qué?:

- el control y manejo del agua y las cuencas hidrológicas, incluyendo los


acuíferos, por ende, su distribución y administración,
- la regulación de la explotación, uso o aprovechamiento del agua,
- y la preservación y sustentabilidad de los recursos hídricos en cantidad y
calidad, considerando los riesgos ante la ocurrencia de fenómenos
hidrometeorológicos extraordinarios y daños a ecosistemas vitales y al medio
ambiente.

Seguido de esta declaración de tareas, con un punto y seguido se señala: “La


gestión del agua comprende en su totalidad a la administración gubernamental del
agua”. Lo que origina ambigüedad en el rol del Estado y de los alcances de la
participación social en la gestión del agua, según su propia definición, así como en
la instrumentación de la gestión en las cuencas, subcuencas y microcuencas y ante
la expresión de conflictos y luchas de poder por el control del recurso: ¿Cuándo
compete al Estado y cómo interviene?, ¿cuáles son los alcances de esta
intervención en la mediación de un conflicto?, ¿cuál es la efectividad de los canales
formales de participación social? Por ejemplo: en un cuerpo de agua contaminado,
en términos prácticos cómo opera el Estado y sus instituciones para su remediación
(ejemplo: CONAGUA, PROFEPA y COFEPRIS). En los casos donde la comunidad
se ha organizado: ¿Qué salidas de mutuo acuerdo se diseñan, son acuerdos
consensuados y por tanto asumidos por los actores locales? Estas son algunas de
las preguntas que surgen en los casos sobre contaminación, violación de derecho
humano al agua o conflictos por el agua y sobre los procesos institucionalizados.

En otra tesitura sobre la gestión del agua, recurrentemente se confunde lo


que es gestión del agua, respecto al manejo del agua. Esta confusión es causa de
muchos problemas, sobre todo en la definición de roles por parte de las autoridades
públicas y los usuarios. El manejo del agua se refiere a los diferentes usos del agua,
luego de su captación. Mientras que la gestión del agua alude a los mecanismos
institucionales, formales y no formales de cooperación y coordinación de actores
estatales, sociales y privados sobre las cuencas hidrográficas, incluyendo los
acuíferos, para administrar el agua en forma sustentable en cuanto a sus usos y el
reconocimiento de los servicios ecosistémicos, que brinda por la permanencia de

114
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

sus cualidades para el sustento de las actividades humanas y ecosistemas en el


territorio. Estas instituciones son negociadas y compartidas.

Gestión del agua como proceso, no como meta, incluye instrumentos


formales legales, de coordinación interinstitucional, participación y
corresponsabilidad de actores gubernamentales y de la sociedad civil “para lograr
el desarrollo sustentable del recurso hídrico en beneficio de los seres humanos y su
medio social, económico y ambiental, el control y manejo del agua y las cuencas
hidrológicas, incluyendo los acuíferos” (LAN, 2004).

Es así que la gestión del agua implica el reconocimiento de:

 Factores ecosistémicos.- los cuerpos de agua componen unidades


ecosistémicas donde interactúan los seres vivos, de tal manera que la
alteración de las condiciones, ya sea en los cuerpos de agua –calidad y
cantidad del agua- y su geomorfología, tiene implicaciones en los
ecosistemas lénticos y lóticos9.

 Factores socioeconómicos- las decisiones sobre la regulación del agua para


distintos usos y usuarios implica una lógica de apropiación del recurso, que
puede beneficiar o perjudicar a ciertos grupos, por tanto, transgredir los
derechos fundamentales y generar conflictos sociales, además de
consecuencias negativas para los ecosistemas ligados al agua.

 Factores sociopolíticos- las instituciones formales y no formales, presentes


en las escalas macro, meso y micro, que engloban la gestión del agua en una
región o país, tendrían que establecer criterios de equidad social y de género
en la participación de todos los actores involucrados, así como en las
responsabilidades, además de claridad en el sistema de sanciones y
remediación. En este sentido, las políticas de gestión y las acciones
derivadas, por ejemplo, de remediación, constituyen procesos cortos y
largos, que van más allá de las misiones políticas municipales, estatales y
nacionales; también incluye a los actores sociales, económicos, comunitarios
y estatales.

9 Los ecosistemas acuáticos continentales pueden dividirse en sistemas lóticos, es decir, aquéllos
cuyas aguas están en movimiento y corresponden principalmente a las corrientes superficiales (p.e.
ríos y arroyos) y los sistemas lénticos, los cuales son almacenamientos de agua, ya sea naturales o
artificiales (p.e. lagos, embalses y presas) (Arriaga et al., 2000).

115
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

5.3 La gestión del agua en el ámbito gubernamental


Desde una perspectiva amplia sobre la gestión del agua se pueden identificar cuatro
tipos de gestión, según los actores que la tutelan: gestión privada, pública, social y
mixta, en cualquiera de sus combinaciones (Sandoval y Gunther, 2013). Aunque en
la realidad, se pueden encontrar más formas de gestión del agua por sus mezclas
y peculiaridades. Enunciar “las gestiones del agua”, en plural, es una llamada a
evidenciar “la diversidad de mecanismos de control y manejo del agua en los
diferentes territorios por individuos que conviven en ellos” (Sandoval, 2016).

La gestión privada está típicamente ligada a la empresa y busca satisfacer el


abasto de agua para favorecer intereses económicos empresariales (Sandoval y
Gunther, 2013: 167). Mientras que, en la gestión pública del agua, como gestión
institucional-estatal, el actor central es el Estado, responsable de elaborar políticas
y crear un marco normativo adecuado (Sandoval y Gunther, 2013: 167). A través
del Estado se ha fomentado el término de Gestión integrada de los recursos hídricos
(GIRH), el cual se asienta sobre la idea de responsabilidad compartida entre los
actores involucrados y se plantea que la gestión por cuencas hidrográficas son las
unidades territoriales adecuadas para la GIRH, como se ha adoptado en gran parte
de los países latinoamericanos (Sandoval y Gunther, 2013: 167).

La Ley de Aguas Nacionales define el GIRH como:


Proceso que promueve la gestión y desarrollo coordinado del agua, la
tierra, los recursos relacionados con estos y el ambiente, con el fin de
maximizar el bienestar social y económico equitativamente sin
comprometer la sustentabilidad de los ecosistemas vitales. Dicha gestión
está íntimamente vinculada con el desarrollo sustentable. Para la
aplicación de esta Ley en relación con este concepto se consideran
primordialmente agua y bosque (LAN, 2004).

En contraste, la gestión social del agua, también identificada como gestión


comunitaria del agua, es entendida como la valorización de prácticas que mantienen
las comunidades tradicionales, como son las indígenas, campesinas,
afrodescendientes o urbano populares, para hacer uso del agua reconocida como
“propia”, sea porque es de un manejo relativamente autónomo por éstas, o porque
la fuente de agua se localiza en el territorio reconocido como propio de la
colectividad. En este tipo de gestión es característico que las comunidades se
organicen con base en la cooperación de sus miembros y la producción se asienta
sobre sus necesidades, no sobre la lógica de la ganancia (Shiva, 2003), sino la

116
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

satisfacción de necesidades humanas y básicas de sobrevivencia y reproducción


(Sandoval, 2011).

Esta gestión está sustentada en el saber hacer y por los conocimientos de


interacción con la naturaleza. La gestión social del agua concibe al agua como un
elemento constitutivo de la trama sociocultural y natural” (Sandoval y Gunther, 2013:
168). Cuando las autoridades gubernamentales del agua influyen en las
comunidades al establecer permisos, infraestructura hidráulica, invalidando a los
actores locales que serán afectados, se generan magnos conflictos en lo local.
Tierry Ruf señala que: “los métodos de gestión comunitarios del agua siguen siendo
muy específicos, puesto que están vinculados a las trayectorias históricas
consustanciales a cada territorio” (Tierry, 2010: 69). Por su parte, la gestión mixta
del agua refiere a los acuerdos de gestionar el agua a partir de la cooperación y
coordinación entre Estado con actores privados o con actores sociales.

Quien establece las reglas de gestión del agua, es quien se atribuye autoridad
para marcar las reglas de acceso, usos y control de ésta en los territorios donde
interactúa o de su interés, esto puede ser a partir de normas establecidas
previamente o incentivar reformas en éstas para favorecer los mecanismos de
decisión sobre el recurso y su administración. Es por ello que la gestión del agua es
una cuestión de poder: ¿Quiénes pueden tener acceso a qué tipo de agua?, ¿hasta
cuándo y qué tipo de tarifas?, ¿cuáles son los tipos de sanciones y quienes están
autorizados para aplicarlas? Estudios de caso demuestran que el acceso al agua
es una relación social que expresa el poder que ejercen ciertos grupos humanos
sobre otros (Boelens et. al., 2001; Swyngedouw, 2009; García y Vázquez, 2017:
159).

El agua es un recurso de poder por lo que es importante analizar el papel del


Estado, toda vez que a partir de las políticas públicas se moldean modos de
interacción en el territorio sobre dicho recurso. Algunas preguntas relacionadas para
analizar estas relaciones son: ¿Quiénes pueden cumplir con los requisitos
gubernamentales para tener acceso al agua para el riego?, ¿qué acciones
concretas se identifican por parte del gobierno para otorgar el servicio de agua
potable con calidad y en forma continua a las comunidades rurales y áreas
conurbadas de difícil acceso?, ¿se implementan acciones coordinadas entre los tres
órdenes de gobierno para atender los rezagos en el abastecimiento de agua
potable, pero también para eliminar las fuentes de contaminación que marcan
diferencias entre quienes tienen acceso al agua limpia y quienes no? Las respuestas
a estas preguntas constituirían parte del análisis sobre la eficacia y eficiencia del
servicio de agua para garantizar el derecho humano a toda la población.

117
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

En las instituciones gubernamentales la gestión del agua se da


reconocimiento a los usos del agua, establecidos en la LAN, los cuales se incluyen
en la política hídrica: agrícola, ambiental, doméstico, acuacultura, industrial,
pecuario y público urbano10 (Ver apartado 3.11 en Capítulo III). Desde este marco,
no tiene reconocimiento formal el uso de agua comunitario, por tanto, tampoco se
le reconoce como usuario, por ejemplo: a las comunidades de tradición étnica, que
a partir de sus usos y costumbres han desarrollado conocimientos y complejas
capacidades de gestión colectiva del agua en sus territorios. Esto ha sido causal de
conflictos cuando el agua está en disputa, precisamente en territorios donde
intereses privados buscan apropiarse de dicho recurso, pasando por alto a las
comunidades tradicionales.

Para académicos como Axel Dourojeanni y Andrei Jouravlev (2001), el


problema del agua no es un asunto de disponibilidad o escasez, sino de crisis de
gobernabilidad en la gestión del agua ¿Por qué? Desde un análisis regional, los
autores arguyen:

Se usa el término “crisis” haciendo referencia a las dudas y eternos


debates sobre el menor camino que debe tomarse para lograr la gestión
integrada del agua. Los conflictos por el uso del agua siguen
agravándose, mientras que la capacidad para solucionarlos empeora. En
los debates en varios países se aprecia que no existe un rumbo claro, ni
teórico ni conceptual, para lograr consensos sobre cómo mejorar la
gestión del agua. Esto da como resultado que, con demasiada
frecuencia, se modifican metas, se cambian de personal, se reforman
leyes o se reestructuran las instituciones encargadas de la gestión del
agua, agravando más los problemas en lugar de solucionarlos.
(Dourojeanni y Jouravlev, 2001: 11).

Por su parte, Caballero alude que “nos han hecho creer que no hay agua.
Hay agua suficiente, lo que ocurre es que se gestiona mal” (Caballero, 2008:84). A
través de los resultados sobre la gestión del agua en México, es evidente que los
problemas de contaminación de las aguas superficiales, la sobreexplotación de los
acuíferos, las disputas por el agua y los conflictos ambientales relacionados con
ésta, así como los rezagos en la cobertura de agua de calidad y en forma constante,
constituyen un conjunto de retos que debe abordar el Estado y demostrar resultados

10
El uso agrupado agrícola corresponde a los rubros agrícola, pecuario, acuacultura, múltiples y
otros de la clasificación del REPDA; abastecimiento público incluye público urbano y doméstico;
industria autoabastecida son los rubros industria, agroindustria, servicios y comercio (CONAGUA,
2016a: 137).

118
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

satisfactorios, palpables en la calidad de vida de la sociedad. Es en este sentido


que la gestión del agua y cuencas hidrográficas debe tener una atención especial.

En México, como en otras partes del mundo, los cambios institucionales,


leyes, reglamentos y normas, señalan en forma explícita la intencionalidad de crear
y mejorar las capacidades de gobernabilidad orientadas a la gestión integrada del
agua (Dourojeanni y Jouravlev, 2001: 21). Desde finales de los años ochenta, en la
política hídrica del país se llevó a cabo un cambio en la gestión del agua, el cual se
distingue por un proceso de desconcentración y descentralización hacia los estados
y municipios, pero también se da apertura a la participación de los usuarios en las
instancias regionales de gestión, como son los Consejos de Cuenca y sus
organismos auxiliares.

La LAN establece que la explotación, uso o aprovechamiento de las aguas


nacionales se realizarán mediante títulos de concesión o asignación otorgados por
el Ejecutivo Federal a través de la CONAGUA (CONAGUA, 2006a: 137). Así se
otorgan permisos de descarga de agua y uso de zonas federales, y extracción de
materiales. Estas concesiones y permisos son de consulta pública, en línea, a través
del Registro Público de Derechos de Agua (REPDA).

Los derechos por explotación, uso o aprovechamiento del agua se cobran en


función del volumen extraído. También se cobran derechos por descarga a cuerpos
de agua nacionales, en función del volumen y la calidad del agua descargada
(CONAGUA, 2016b: 63).

En el uso de agua para consumo humano se distinguen dos tipos de


permisos: “asignaciones” y “concesiones”. Las primeras se refieren al título que
otorga el Ejecutivo Federal, a través de la CONAGUA o del Organismo de Cuenca
que corresponda, conforme a sus respectivas competencias, para realizar la
explotación, uso o aprovechamiento de las aguas nacionales, a los municipios, a los
estados o Ciudad de México, destinadas a los servicios de agua con carácter público
urbano o doméstico. Las concesiones son también títulos para la explotación, uso
o aprovechamiento de las aguas nacionales, y de sus bienes públicos inherentes,
pero a las personas físicas o morales de carácter público y privado (LAN, 2004).

La LAN establece que, para otorgar los títulos de concesión o asignación, se


deberá tomar en cuenta la disponibilidad media anual de agua de la cuenca
hidrológica o acuífero en el que se vaya a realizar el aprovechamiento. Cuando se
determina que al acuífero o cuenca se le puede extraer un volumen adicional, al ya
concesionado sin comprometer el ecosistema, esta condición se denomina
“disponibilidad”. La Conagua tiene la obligación de publicar dichas disponibilidades,

119
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

con dicho propósito se generó la norma NOM-011-CONAGUA-2000 “Conservación


del Recurso Agua-Que establece las especificaciones y el Método para Determinar
la Disponibilidad Media Anual de las Aguas Nacionales” (CONAGUA, 2006a: 142).

La gestión del agua en el territorio mexicano está organizada en trece


Regiones Hidrológico-Administrativas (RHA) y 37 regiones hidrológicas formadas
por agrupaciones de cuencas, en correspondencia con los límites municipales, y
son consideradas formalmente como las unidades básicas para la gestión de
recursos hídricos (CONAGUA, 2015a). Las cuencas 11 hidrológicas definidas son
731 para la administración de aguas superficiales.

La Ley de Aguas Nacionales de 1972 abordaba la creación de organismos


auxiliares de cuenca, la Ley de 1992 consideró el concepto de “cuenca” como
unidad de gestión del agua y se propuso la creación de Consejos de Cuenca, pero
dicho concepto se delineó con mayor claridad hasta la LAN de 2004, vigente en la
actualidad. Los Organismos de Cuenca (OC)12 son de exclusiva competencia del
gobierno en sus funciones, mientras que en los Consejos de Cuenca (CC), órganos
auxiliares de los OC, participa no solo el gobierno, sino los usuarios y
organizaciones de la sociedad civil. Es así que en el territorio nacional se han creado
13 Organismos de Cuenca y 26 Consejos de Cuenca (Mapa 21).

El primer Organismo de Cuenca instalado fue el Lerma-Santiago-Pacífico, en


enero de 1993, y tres años más tarde el del Valle de México en noviembre de 1996.
Posteriormente, entre 1999 y 2000 se instaló la mayoría, lo cual corresponde con la
política de descentralización del agua, aunque no ha significado democratización y
amplia participación social.

Cuadro 4. Instrumentos de gestión auxiliares en la política del agua.

A junio de 2016 existen 26 consejos de cuenca en todo el país, y 215


órganos auxiliares: 36 comisiones de cuenca, que trabajan a nivel de
subcuenca; 50 comités de cuenca, cuyo ámbito es la microcuenca; 88
comités técnicos de aguas subterráneas (COTAS), que desarrollan sus
actividades en el ámbito de los acuíferos, y 41 comités de playas limpias,
que promueven la gestión del agua en las zonas costeras.

11 Las cuencas son unidades naturales del terreno, definidas por la existencia de una división de las
aguas superficiales debida a la conformación del relieve (CONAGUA, 2016a)
12 Los OC son unidades regionales especializados, que estarán en su función, armonizados con los

Consejos de Cuenca para la gestión integrada de los recursos hídricos en las cuencas hidrológicas
y regiones hidrológicas (LAN, 2004, Art.12 BIS1). Son unidades técnicas, administrativas y jurídicas
especializadas, con carácter autónomo, pero adscritas al Titular de CONAGUA, cuyas atribuciones,
naturaleza y ámbito territorial de competencia se establecen en la LAN, reglamentos, recursos y
presupuesto (LAN, 2004, Art.12 BIS 1).

120
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Fuente: CONAGUA, 2016a

Mapa 21. Organismos y Consejos de Cuenca en México.

Los OC tienen en su ámbito territorial de competencia:

VII. Fomentar y apoyar los servicios públicos urbanos y rurales de agua


potable, alcantarillado, saneamiento, recirculación y reúso, para lo cual
se coordinará en lo conducente con los Gobiernos de los estados, y a
través de éstos, con los municipios. Esto no afectará las disposiciones,
facultades y responsabilidades estatales y municipales en la
coordinación y prestación de los servicios referidos;
VIII. Fomentar y apoyar el desarrollo de los sistemas de agua potable y
alcantarillado; los de saneamiento, tratamiento y reúso de aguas; los de
riego o drenaje y los de control de avenidas y protección contra
inundaciones. En su caso, contratar o concesionar la prestación de los
servicios que sean de su competencia o que así convenga con los
Gobiernos de los estados o con terceros (LAN, 2004, art. 12 BIS 6).

121
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Por su parte, los CC fueron planeados como órganos colegiados y mixtos,


con la participación de gobierno, usuarios y sociedad. En este sentido, deberían
integrar la pluralidad de intereses, demandas y necesidades en la cuenca o cuencas
hidrológicas que correspondan (LAN, 2004: Art.13). Éstos se establecen por cada
cuenca hidrológica o grupo de cuencas hidrológicas (LAN, 2004: Art. 13 BIS 1). Ver
Tabla 13.

Tabla 13. Consejos de cuenca y año de instalación.

Fecha de
Clave Nombre Organismo de cuenca
instalación
1 Baja California Sur 03/03/00 Península de Baja California
Baja California y Municipio de San
2 07/12/99 Península de Baja California
Luis Río Colorado
3 Alto Noroeste 13/03/99 Noroeste
4 Ríos Yaqui y Mátape 30/08/00 Noroeste
5 Río Mayo 30/08/00 Noroeste
6 Ríos Fuerte y Sinaloa 10/12/99 Pacífico Norte
7 Ríos Mocorito al Quelite 10/12/99 Pacífico Norte
8 Ríos Presidio al San Pedro 15/06/00 Pacífico Norte
9 Río Balsas 26/03/99 Balsas
10 Costa de Guerrero 29/03/00 Pacífico Sur
11 Costa de Oaxaca 07/04/99 Pacífico Sur
12 Río Bravo 21/01/99 Río Bravo
13 Nazas /Aguanaval 01/12/98 Cuencas Centrales del Norte
14 Altiplano 23/11/99 Cuencas Centrales del Norte
15 Lerma Chapala 28/01/93 Lerma-Santiago-Pacífico

16 Río Santiago 14/07/99 Lerma-Santiago-Pacífico

17 Costa Pacífico Centro 25/02/09 Lerma-Santiago-Pacífico


Ríos San Fernando / Soto La
18 26/08/99 Golfo Norte
Marina
19 Río Pánuco 26/08/99 Golfo Norte
20 Ríos Tuxpan al Jamapa 12/09/00 Golfo Centro
21 Río Papaloapan 16/06/00 Golfo Centro
22 Río Coatzacoalcos 16/06/00 Golfo Centro
23 Costa de Chiapas 26/07/00 Frontera Sur
24 Ríos Grijalva y Usumacinta 11/08/00 Frontera Sur
25 Península de Yucatán 14/12/99 Península de Yucatán
26 Valle de México 11/11/96 Aguas del Valle de México
Fuente: CONAGUA, 2015a: 104.

122
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

5.4 Instrumentos jurídicos de gestión del agua

Desde 1948 existen instrumentos jurídicos de ordenamiento para la gestión del


agua, mismos que se implementan actualmente por la CONAGUA. Estos
ordenamientos jurídicos para preservar las aguas nacionales son: vedas,
reglamentos, reservas y rescates (CONAGUA, 2016b). La Tabla 14 muestra que
hay un mayor número de títulos para el uso de aguas subterráneas y un menor
número de vedas, comparado con las aguas superficiales, así como solo siete zonas
reglamentadas y tres de reserva, toda vez que los acuíferos sobreexplotados
pasaron de 105 a 144 en los últimos años (CONAGUA, 2006a y DOF, 2018).

Tabla 14. Ordenamientos para aguas subterráneas y superficiales, 2015.

En aguas subterráneas Cantidad


Vedas 146
Reservas 3
Reglamentos y zonas reglamentadas 7
Títulos de concesión o asignación 275,300
Volumen de los títulos de agua
33,311
subterránea (millones de m3)
En aguas superficiales Cantidad
Vedas 349
Títulos de concesión o asignación 121,513
Volumen de los títulos de agua
52,353
superficial (millones de m3)
Fuente: CONAGUA, 2016b.

En cuando a las zonas de veda y de reserva:

La LAN establece que las zonas de veda se imponen en aquellos acuíferos


donde no existe disponibilidad media anual de agua subterránea, por lo que no es
posible autorizar concesiones o asignaciones de agua adicionales a los autorizados
legalmente, en virtud del deterioro del agua en cantidad o calidad, que afecta a la
sustentabilidad hidrológica.

Los reglamentos son para aquellos acuíferos en los que aún existe
disponibilidad media anual de agua subterránea, susceptible de otorgarse en
concesión o asignación, para cualquier uso, hasta alcanzar el volumen disponible.
Cuando este tipo de ordenamiento se aplica a una porción del acuífero, se denomina
zona reglamentada.

123
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Las zonas de reserva son áreas específicas de los acuíferos en las que se
establecen limitaciones en la explotación, uso o aprovechamiento de una parte o la
totalidad de las aguas disponibles, con la finalidad de prestar un servicio, implantar
un programa de restauración o conservación. El Ejecutivo podrá declarar la reserva
total o parcial de las aguas nacionales para los siguientes propósitos: uso doméstico
y público urbano, generación de energía eléctrica para servicio público, y garantizar
los lujos mínimos para la protección ecológica, incluyendo la conservación de
ecosistemas vitales.

Las zonas de veda superficial son aquellas áreas específicas de las regiones
o cuencas hidrológicas en las cuales no se autorizan aprovechamientos de agua
adicionales a los establecidos legalmente y éstos se controlan mediante
reglamentos específicos, en virtud del deterioro del agua en cantidad o calidad, por
la afectación a la sustentabilidad hidrológica o por el daño a cuerpos de agua
superficial (CONAGUA, 2016a: 139).

Es atribución de CONAGUA publicar la disponibilidad de agua en cuencas y


acuíferos, otorgar concesiones para uso de agua, superficial y subterránea. Hasta
enero de 2018 se había publicado la disponibilidad de las 731 cuencas hidrológicas
y 653 acuíferos existentes (CONAGUA, 2016 b y c, y DOF, 2018). Aunque las
publicaciones se realizan en el Diario Oficial de la Federación (DOF), lo cierto es
que poco se socializa la información a la población interesada, incluyendo a
funcionarios, municipalidades, miembros de organizaciones de la sociedad civil e
interesados en los temas de agua.

En lo formal se ha establecido una estructura planeada sobre las aguas


subterráneas y superficiales. Desde el Estado…

…durante el 2013 se publicaron acuerdos generales para un total de 333


acuíferos, previamente no sujetos a ordenamiento, para los que no se
permite la perforación ni la construcción de obras para la extracción de
aguas del subsuelo, ni el incremento del volumen previamente autorizado
(62 acuíferos), o bien, se requiere concesión o asignación para la
extracción de aguas nacionales del subsuelo y autorización de la
Conagua para el incremento de volumen (271 acuíferos). Esta medida se
conoce colectivamente como suspensión del libre alumbramiento, es
decir, de la libre extracción de aguas nacionales subterráneas
(CONAGUA, 2016a: 140).

Estos mecanismos de gestión del agua contrastan con el incremento en los


problemas de contaminación, sobreexplotación, sobre-concesionamiento y

124
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

conflictos por el agua, como se muestra más adelante y en Capítulo VI. Una
pregunta necesaria es: ¿qué ha fallado?

5.5 El rol de los estados y municipios en la gestión del


agua

El municipio es la unidad administrativa más pequeña del Estado, tiene personalidad


jurídica y maneja su patrimonio conforme a la ley. México tiene 2,457 municipios y
delegaciones. Aunque ambientalmente la delimitación del territorio no siempre
coincide con la administrativa municipal, es la unidad donde más referencias
estadísticas se pueden consultar oficialmente. Por ejemplo: variables de la dinámica
demográfica, cambios de uso de suelo y disponibilidad de agua, entre otros. Es en
el municipio donde la actuación del gobierno se materializa en el territorio y se
distingue una atención más cercana con los actores locales.

Tomando en cuenta lo anterior, la gestión del agua planeada desde el Estado


tiene un gran reto para los municipios. En materia de agua y saneamiento el artículo
115 constitucional establece que los municipios tendrán a su cargo las funciones y
servicios públicos siguientes:

 Agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición de sus


aguas residuales;
 Limpia, recolección, traslado, tratamiento y disposición final de
residuos, Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, art. 115: 1917).

Además, en las decisiones relacionadas con el medio ambiente, los


municipios, en los términos de las leyes federales y estatales relativas, estarán
facultados para:

a) Formular, aprobar y administrar la zonificación y planes de desarrollo


urbano municipal;
b) Participar en la creación y administración de sus reservas territoriales;
c) Participar en la formulación de planes de desarrollo regional, los cuales
deberán estar en concordancia con los planes generales de la materia.
Cuando la Federación o los Estados elaboren proyectos de desarrollo
regional deberán asegurar la participación de los municipios;
d) Autorizar, controlar y vigilar la utilización del suelo, en el ámbito de su
competencia, en sus jurisdicciones territoriales;

125
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

e) Intervenir en la regularización de la tenencia de la tierra urbana;


f) Otorgar licencias y permisos para construcciones;
g) Participar en la creación y administración de zonas de reservas
ecológicas y en la elaboración y aplicación de programas de
ordenamiento en esta materia;
h) Intervenir en la formulación y aplicación de programas de transporte
público de pasajeros cuando aquellos afecten su ámbito territorial;
i) Celebrar convenios para la administración y custodia de las zonas
federales (Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, art.
115: 1917).

No obstante, el Estado tiene grandes problemas a resolver, si es que


pretende alcanzar una gestión del agua sustentable, mediante procesos de
gobernanza con la participación del sector privado, la sociedad civil organizada, las
comunidades, universidades y centros de investigación, además de alcanzar
coherencia entre las diversas instancias gubernamentales.

El Cuadro 5 integra las necesidades prioritarias a tomar en cuenta por parte


de los municipios sobre el derecho humano al agua y al saneamiento.

Cuadro 5. Necesidades básicas para otorgar servicios de agua potable y


saneamiento como base para garantizar el derecho humano al agua y al
saneamiento.
El servicio integral de agua potable implica:
 Garantizar el derecho humano al agua, conforme dicta el art. 4°
constitucional. Diseñar estrategias para garantizar este derecho a los grupos
vulnerables (mujeres, indígenas, migrantes, jornaleros/as, etc.) y centros públicos
y privados (cárceles, asilos, orfanatos, centros educativos, hospitales, centros de
tránsito a migrantes y de detención, entre otros).
 Contar con información, tecnología, recursos financieros, recursos
humanos y capacidades de administración bajo un marco común de gestión
participativa y con una visión sustentable del agua y la cuenca, para la extracción,
distribución y manejo del agua en la red hidráulica a todas las poblaciones
urbanas, conurbadas, rurales y caseríos en el territorio de su competencia. Estas
capacidades implican capacidades gerenciales, financieras y técnicas, a partir de
la capacitación continua del personal involucrado, así como la profesionalización
de los Comités comunitarios de agua, donde existan.
 Rendición de cuentas y transparencia hacia la ciudadanía. Implica
proporcionar información completa y en forma oportuna sobre las decisiones,
acciones implementadas, evaluaciones y mecanismos de seguimiento.
 La gestión del servicio de agua potable incluye la calidad del agua y la
calidad del servicio (cobertura de agua, cumplimiento de normas y programas,

126
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

capacidad de respuesta, mantenimiento del sistema, patrón de usuarios


actualizado, comunicación, etc.).
 Coordinar acciones colectivas con los sectores sociales y económicos,
privados y públicos en pro de la sustentabilidad del agua y las cuencas, a partir
procesos de decisión intersectorial y educación ambiental.
 Ordenamiento del territorio para preservar las zonas de recarga de agua,
zonas límite de viviendas e industrias, áreas verdes de recarga, protección de
cauces y ecosistemas riparios, manantiales, entre otros.
 Coordinación con instituciones de salud para garantizar la inocuidad del
agua potable en todas las poblaciones urbanas y rurales, y centros públicos y
privados. Aumentar los parámetros de medición de calidad del agua
(especialmente en zonas de riesgo por contaminación debido a la actividad
minera, hidrocarburos, fracking, agrotóxicos, zonas industriales, etc.)
 La gestión del agua para consumo humano con perspectiva de género y
de derechos humanos, participativa, así como con una visión integral sobre las
interrelaciones en el territorio, la cuenca, y los cambios climáticos.
 Monitoreo de la calidad del agua, con la participación social, tanto en los
cuerpos de agua como en tomas domiciliarias, centros públicos y privados.
 Protocolo participativo e interinstitucional para prevención y atención ante
riesgos de contaminación, desabasto, inundaciones, deslizamientos, resolución
de conflictos, etc.
 Favorecer instituciones que contribuyan a la gestión sustentable de las
cuencas hidrográficas y cuerpos de agua superficial y subterránea.
 Incentivos económicos y sociales para el cuidado de cuerpos de agua y su
remediación completa, promover el reúso de agua y la limpieza de sistemas de
almacenamiento, entre otras acciones.
El drenaje y alcantarillado implican:
 Captación y tratamiento al 100% de las aguas residuales municipales e
industriales, tanto en las localidades urbanas como rurales para la mitigación de
riesgos y su efectivo tratamiento.
 Separación de aguas pluviales, de las negras.
 Reducir las descargas de agua residual, mediante el reúso de aguas grises
 Tecnologías alternativas para abastecerse de agua pluvial en edificios
públicos y privados.
 Asegurarse la infiltración de agua para mantener la recarga de acuíferos,
bajo controles sistemáticos de calidad y puntos de descarga. Asimismo, en ríos,
canales, presas, entre otros.
El tratamiento y disposición de aguas residuales:
 Eficientes mecanismos de sanciones a quienes infrinjan contaminando
cuerpos de agua y suelo.
 Tecnologías alternativas y sustentables para el tratamiento de agua en
localidades rurales, ciudades y metrópolis.
 Fomento del reúso de agua con estándares garantizados de seguridad
para la salud humana y los ecosistemas.
Fuente: Elaboración propia.

127
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Sin embargo, los municipios en la mayor parte del país adolecen de un


conjunto de recursos y capacidades para gestionar el agua para uso público urbano
y doméstico, en sí para cumplir con el derecho humano al agua. Es necesario
señalar que 16.4 millones de personas viven en 1100 municipios con grado de
marginación alto y muy alto para el 2015 (CONAGUA, 2016b). En términos oficiales
se considera que las personas cuentan con agua potable cuando tienen acceso al
agua entubada dentro de su vivienda, fuera de la vivienda, pero dentro del terreno,
de la llave pública, o bien de otra vivienda. Esta consideración puede ocultar la cifra
real de personas que no cuentan con agua, en sí con el derecho humano al agua,
ya que las estadísticas oficiales a través de los Censos de Población y Vivienda en
sus tabulados básicos no se pregunta si tienen agua en forma constante y la calidad
de la misma.

La cobertura de agua entubada en el territorio es desigual. Basándose en


datos del Censo de Población y Vivienda 2010, la región hidrológica del Pacífico Sur
y Frontera Sur presentan los rezagos más altos en el rubro: 75.6% y 78.51%
respectivamente. Porcentajes contrastantes con la zona norte, en la RHA Río Bravo
y Aguas del Valle de México, con 97% y 96.79% respectivamente (CONAGUA,
2015a). En el mapa siguiente se pueden observar las zonas donde la cobertura de
agua potable aún es baja y coincidente con los municipios marginados y de
población indígena.

Mapa 22. Cobertura de agua potable por municipio, 2010.

Fuente: CONAGUA, 2015a: 71.

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

5.6 Dilemas por resolver en la gestión del agua

Con el propósito de responder a la pregunta: ¿qué ha fallado en la política y gestión


del agua en México? A continuación, se enumeran cinco dilemas por resolver en los
asuntos del agua, que el Estado tendrá que solucionar si quiere alcanzar la meta de
la sostenibilidad en los recursos hídricos, así como garantizar el Derecho Humano
al Agua y al Saneamiento (DHAyS), comprometido en el Artículo 4° Constitucional,
y los asumidos en la Agenda del Agua 2030 y el Objetivo 6 de los ODS, respecto a
los ríos, lagos y acuíferos.

5.6.1 El dilema de la restauración de los cuerpos de agua contaminados y


sobreexplotados

CONAGUA, en cuanto su estructura orgánica, está conformada por 111


departamentos dentro de los que se encuentra: la Dirección General con siete
subdirecciones13. Desde el ámbito regional, cuenta con una Dirección General del
Organismo de Cuenca y varios departamentos (CONAGUA, 2014). Además, cuenta
con Direcciones Locales y órganos auxiliares: 13 Organismos de cuenca, 26
Consejos de cuenca, 36 comisiones de cuenca, 50 comités de cuenca, 88 comités
técnicos de aguas subterráneas (COTAS), exclusivamente para la gestión de las
aguas continentales, y aparte se establecieron 41 comités de playas limpias.

En teoría, todo cuerpo de agua en el territorio nacional tiene una adscripción


administrativa para el monitoreo de su estado y manejo. Sin embargo, esta realidad
está lejos de ser verdad. El Estado no tiene la capacidad de vigilar todos los ríos,
lagos, presas, manantiales y acuíferos, así como tampoco atender las demandas
más apremiantes de los mismos, prácticamente sus acciones se ciñen a cuestiones
administrativas en los órganos de gestión, seguimiento de las estaciones de
monitoreo de calidad de agua y los asuntos de emergencia que le competen, como
los climáticos. Ante este escenario, es difícil llegar a procesos de gobernanza y
sustentabilidad de los recursos hídricos.

Si se ve desde el eje de la contaminación, a través de la Red Nacional de


Monitoreo de Calidad del Agua (RENAMECA), se identificaron los ríos más
contaminados del país, con respecto a DBO, DQO, SST y coliformes fecales: De los

13 Subdirecciones: General de Administración, General de Administración del Agua, General de


Infraestructura Hidroagrícola, General de Agua potable, Drenaje y Saneamiento, General Jurídica,
General de Planeación, General Técnica; y las siguientes coordinaciones: General del Servicio
Meteorológico Nacional, General de Recaudación y Fiscalización, General de Comunicación y
Cultura del Agua, General de Atención de Emergencias y Consejos de Cuenca, General de
Proyectos Especiales de Abastecimiento y Saneamiento

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Remedios y De la Compañía (Estado de México); Atoyac, Alseseca y Nexapa,


(Puebla); Turbio y La Laja, (Guanajuato); Río Tula, (Hidalgo); Escamela (Veracruz);
San Juan del Río (Querétaro); Tijuana, (Baja California); Santiago (Jalisco);
Zahuapan (Puebla y Tlaxcala); Lerma parte alta (Estado de México, Querétaro y
Guanajuato); Pánuco (Tamaulipas y Veracruz); Apatlaco (Morelos) y Cupatitzio
(Michoacán), entre los más destacados por su condición afectada. Ante estas
condiciones, las acciones llevadas a cabo fueron:

Para la atención de la problemática de estos y otros cuerpos de agua, los


organismos de cuenca y direcciones locales de Conagua realizaron 63
acciones para controlar o disminuir la contaminación, que incluyeron la
construcción o rehabilitación de PTAR y/o drenaje, 283 visitas de
inspección y 168 sanciones administrativas a empresas contaminadoras
(Gobierno de la República, 2016: 6).

El alcance de las acciones para contar con ríos limpios (Agenda del Agua
2030) es realmente poca, además de que las sanciones administrativas no
significan revertir el daño ambiental. Además, no hay publicaciones oficiales que
evidencien la remediación de los cuerpos de agua contaminados, ni el tipo de
participación que llevaron a cabo los actores responsables de dicha contaminación
y el estado de mejoría de los cuerpos de agua contaminados, cómo se atendió los
riesgos a la salud de los grupos poblacionales ligados a la contaminación, cuál fue
el tipo de participación que llevaron a cabo los actores responsables de dicha
contaminación y cómo se garantiza la no repetición.
Esta ausencia de información pública, en forma accesible, plural y oportuna,
es parte del derecho a ser informado, a investigar y recibir informaciones y
opiniones, como se imprimen entre los principales instrumentos internacionales en
materia de derechos humanos, según el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos y la Convención Americana sobre Derechos Humanos (INEHRM-CNDH,
2015).

La responsabilidad de informar debe ser garantizada por las autoridades,


según se plasma en el artículo 6° constitucional, del 7 de febrero de 2014; de
manera que todas las personas tengan garantizado el derecho a la información en
igualdad de condiciones y sin distinciones que afecten la dignidad, difundir
información, con protección de los datos personales, y mejorar la organización,
clasificación y manejo de la información (INEHRM-CNDH, 2015).

130
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Argumentando además que, en la referencia de logros al 2016 del Programa


Nacional Hídrico se puede observar la baja la capacidad de respuesta ante eventos
de contaminación:

Se determinó la calidad del agua en zonas afectadas por derrames o


emergencias. Hasta el año 2016 se han atendido 56 eventos
correspondientes a denuncias, quejas y derrames, como los provocados
por mineras en Sonora y Chihuahua; derrames asociados a la producción
petrolera en Guanajuato, Veracruz, Tabasco y Nuevo León; mortandad
de peces en la Laguna de Cajititlán, Jalisco y la presencia de sustancias
nocivas en zonas transfronterizas como en la Presa Falcón y el río
Usumacinta, entre otros (Gobierno de la República, 2016: 7).

En el mismo tema, a través de la página de SEMARNAT se identificaron 14


estados de la república con 270 sitios contaminados por hidrocarburos, desde el
2008 al 2016. Aunque la fuente no específica en concreto el sitio contaminado, la
contaminación del agua, ya sea en ríos, presas, lagunas, zanjas de riego, acuíferos,
sucede por vertidos, frecuentemente accidentales, a los cuerpos de agua o por
lixiviado de sustancias tóxicas que viajan por el agua de lluvia hasta contaminar las
fuentes de agua14.

Tabla 15. Sitios contaminados por hidrocarburos y remediados, 2008-2016.

Total de sitios
Total de sitios
Entidad federativa Periodo contaminados
remediados
por hidrocarburos
Aguascalientes 2010-2014 4 4
Baja California 2008-2015 14 5
Baja California Sur 2008-2016 11 8
Colima 2008-2015 10 8
Guanajuato 2008-2016 25 24
Hidalgo 2008-2014 24 14
Jalisco 2008-2016 21 19
Nayarit 2008-2014 10 5
Nuevo León 2008-2016 30 26
Oaxaca 2008-2016 54 37
Querétaro 2008-2016 13 8
Tamaulipas 2008-2016 30 25

14
Los sitios contaminados pueden definirse como aquellos lugares donde ha habido depósito,
enterramiento o vertido de sustancias químicas o residuos, vinculados a actividades industriales,
comerciales, agrícolas o domésticas (SEMARNAT, s.f.).

131
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Tlaxcala 2010-2016 3 0
Veracruz 2008-2016 21 11
TOTAL 270 194
Fuente: SEMARNAT, Dirección General de Gestión Integral de Materiales y Actividades Riesgosas,
marzo, 2017.

De los 270 sitios contaminados por hidrocarburos, sólo el 72% se remediaron


oficialmente. Aunque no se tiene certeza en qué consistió esta labor, hasta dónde
se corrigió el problema y quiénes fueron afectados o cómo.

Veracruz, Tabasco y Campeche son estados importantes en la extracción de


hidrocarburos, pero también son lugares con presencia de contaminantes en los
cuerpos de agua. Esto se muestra en la Tabla 16.

Tabla 16. Selección de estados con mayor número de sitios contaminados y


remediados según tipo de contaminante, competencia de la Agencia de Seguridad,
Energía y Ambiente (ASEA), 2015-2016.

Entidad Tipo de Nombre del


Municipio Año Sitios
federativa contaminante contaminante
Hidrocarburos,
Nuevo León Anáhuac 2016 Gasolina 1
fracción ligera
Hidrocarburos,
Nuevo León Apodaca 2016 Diesel 1
fracción media
Hidrocarburos,
Nuevo León Ciénega de Flores 2016 Gasolina 1
fracción ligera
Hidrocarburos,
Nuevo León General Escobedo 2016 Gasolina 1
fracción ligera
Hidrocarburos,
Nuevo León Juárez 2016 Diesel 1
fracción media
Hidrocarburos,
Nuevo León Mina 2016 Diesel 1
fracción media
Hidrocarburos,
Oaxaca San Pablo Huitzo 2016 Gasolina 1
fracción ligera
Santo Domingo Hidrocarburos,
Oaxaca 2016 Gasolina 1
Tehuantepec fracción ligera
Hidrocarburos,
Oaxaca 2016 Diesel 1
fracción media
Hidrocarburos,
Tamaulipas Altamira 2016 Diesel 2
fracción media
Mezclas de productos
Tamaulipas 2016 Hidrocarburos 15
derivados del petróleo
Hidrocarburos,
Tamaulipas González 2016 Gasolina 1
fracción ligera
Hidrocarburos,
Tamaulipas Jaumave 2016 Gasolina 1
fracción ligera
Hidrocarburos,
Veracruz Actopan 2016 Gasolina 1
fracción ligera

132
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Hidrocarburos,
Veracruz Coatzacoalcos 2016 Gasolina 1
fracción ligera
Hidrocarburos,
Veracruz Cosoleacaque 2016 Diesel 2
fracción media
Hueyapan de Hidrocarburos,
Veracruz 2016 Petróleo crudo 2
Ocampo fracción pesada
Hidrocarburos,
Veracruz Maltrata 2016 Combustóleo 1
fracción pesada
Hidrocarburos,
Veracruz Nogales 2015 Petróleo crudo 1
fracción pesada
Hidrocarburos,
Veracruz Pánuco 2016 Petróleo crudo 1
fracción pesada
Mezclas de productos
Veracruz 2016 Hidrocarburos 22
derivados del petróleo
Mezclas de productos
Veracruz Tampico Alto 2016 Hidrocarburos 2
derivados del petróleo
Hidrocarburos,
Veracruz Tierra Blanca 2015 Petróleo crudo 1
fracción pesada
Fuente: SEMARNAT, Dirección General de Gestión Integral de Materiales y Actividades Riesgosas,
marzo, 2017.

Llama la atención que, en 2016, de los sitios contaminados por hidrocarburos,


el 86% corresponde a derrame de gasolina, mezclas de productos derivados del
petróleo y diésel. Y en cuanto al causante de la contaminación 59 sitios
contaminados fueron causados por transportistas al volcar el carro tanque y 55 por
PEMEX, de los cuales 26 fueron por fugas en oleoducto/poliducto, 27 por
perforación de pozos petroleros, uno por robo en oleoducto y otro por depósito y/o
derrame de residuos peligrosos al suelo, en el mismo año.

Gráfica 7. Sitios contaminados y remediados según tipo de contaminante,


competencia de la ASEA, 2016.

Mezclas de
productos
derivados del
petróleo
31% Gasolina
36%

Petróleo crudo
8% Turbosina
Combustóleo 3%
3% Diesel
19%
Fuente: SEMARNAT, Dirección General de Gestión Integral de Materiales y Actividades Riesgosas,
marzo, 2017.

133
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Otro tipo de contaminación del agua son las acciones mineras. El caso de la
contaminación del río Sonora es ilustrador. En el mismo estado, el río San Pedro
también está contaminado por los desechos ácidos provenientes de la explotación
del mineral de cobre, incluyendo las descargas de aguas residuales de origen
doméstico e industrial, provenientes de la ciudad de Cananea, Sonora (Gómez-
Álvarez et al., 2004:3).

Contaminación del río Sonora:

Contaminado por la Mina Buenavista del Cobre, operada por Grupo México,
derramó 40 mil metros cúbicos de sulfato de cobre mezclados con ácido
sulfúrico y otros metales pesados sobre el afluente (Lemus, 2016b).
Los Comités de Cuenca Río Sonora (CCRS), que agrupan a ciudadanos
afectados por el derrame de Buenavista del Cobre el 6 de agosto de 2014,
ganaron un juicio de amparo por la contaminación del agua en dos pozos de
la región, y han demandado a tres instituciones de salud —Isssteson, IMSS y
Secretaría de Salud— por la falta de atención a la población afectada por el
derrame. (El Sol de Hermosillo, 2017, agosto 2)
En el mismo estado, el río San Pedro también está contaminado por los
desechos ácidos provenientes de la explotación del mineral de cobre,
incluyendo las descargas de aguas residuales de origen doméstico e industrial,
provenientes de la ciudad de Cananea, Sonora (Gómez-Álvarez et al., 2004:3)

Estas situaciones de contaminación son riesgo a la salud humana, además


de las afectaciones ambientales. A pesar de haber transcurrido casi cuatro años del
derrame en la empresa Buenavista del Cobre, no se ha atendido el problema. Una
habitante de “Baviácora, expuso que la acumulación de metales pesados en la
sangre ha causado estragos entre más de mil habitantes: daños dermatológicos,
neuronales y diversos tipos de cáncer, pese a que cifras oficiales sólo reportan 280
casos” (La Jornada, 7 de mayo de 2018, p. 33).

Todo ello ensombrece las acciones del Estado y contribuye a la falta de


credibilidad, además de que se duda de la justicia social y realza la debilidad en la
aplicación de las leyes y reglamentos por parte de las instancias gubernamentales.
Ejemplo de ello es lo señalado por el presidente de uno de los comités de cuenca,
quien dijo:

[…] se siguen violando sus derechos al agua limpia, a la atención médica


y a la justicia. Dijo que han interpuesto 15 juicios de amparo en contra

134
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

del consorcio del empresario Germán Larrea (sólo uno fue atraído por la
Suprema Corte de Justicia de la Nación) para exigir que se audite el
fideicomiso que autoridades y empresa crearon para poyar a los
afectados por el derrame […] Reconoció que los ciudadanos temen
participar en los comités de cuenca y que las ventas de sus productos
agrícolas se han desplomado por temor a la contaminación con desechos
mineros (La Jornada, 7 de mayo de 2018, p. 33).

Como ya se mencionó, el agua de ríos, presas, lagos, arroyos y lagunas


puede ser contaminado por el vertido de sustancias contaminantes como
hidrocarburos y la minería, pero también los lixiviados de agroquímicos son una
fuente más de contaminación. Los casos de los lagos de Chapala y de Cuitzeo,
además de la contaminación por residuos urbanos e industriales, tiene presencia la
contaminación generada por las actividades agropecuarias que le circundan.

Prácticamente está sin control el uso de plaguicidas, esto conlleva riesgos a


la salud humana y a los ecosistemas. La contaminación del agua por plaguicidas
sucede cuando son arrastrados a los cuerpos de agua (ríos, presas, lagunas,
manantiales, mares), desde las zonas de explotación agrícola como son las áreas
de riego y agricultura protegida. El estudio de García Hernández et al., (2018), pone
en evidencia que el patrón de uso de plaguicidas incluye Plaguicidas Altamente
Peligrosos (PAPs) y destacan:

…las zonas agrícolas del norte, centro y sur del país, en el caso de
Sonora y Sinaloa, se cuantificó que entre un 40 y 50% son PAPs. Los
ingredientes activos utilizados para diversos cultivos en el país, que
destacan por su alta toxicidad son: paratión metílico, malatión,
metamidofos, clorpirifos, monocrotofos, paraquat, glifosato, carbofurán,
metomilo, mancozeb, clorotalonil, dimetoato, carbarilo, atrazina, 2,4-D,
fosfuro de aluminio, imidacloprid, cipermetrina, lambda cialotrina y
endosulfán.
En estudios de residuos en ecosistemas costeros, se destaca la
presencia de [organoclorados] OC en el estero San Cristóbal (Nayarit),
en Topolobampo (Sinaloa), en bahía de Lobos (Sonora), en la bahía de
Chetumal (Quintana Roo), en la desembocadura del Río Coatzacoalcos
(Veracruz), y en las lagunas de Chantuto-Panzacola, Carretas-Pereira y
Pozuelos-Murillo (Chiapas). En suelos destacan las altas
concentraciones de OC en comunidades rurales de Chiapas debido a las
campañas históricas contra el paludismo.
[…] Respecto a la exposición en población humana, se han estudiado los
efectos en trabajadores agrícolas, mujeres en edad reproductiva, niños,

135
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

pueblos nativos, floricultores, expendedores y aplicadores urbanos


expuestos a [organofosforados] OF, [carbamatos] CA, [piretroides sin-
téticos] PS y [organoclorados] OC (García Hernández et al., 2018:46).

Parte de las conclusiones de los autores es que “el uso de plaguicidas, tanto
histórico como actual, está asociado al deterioro de los ecosistemas y la salud de la
población en México” (García Hernández et al., 2018:49), y por su importancia,
debería monitorearse el uso y efecto de los plaguicidas, por parte del gobierno.

El Estado tendrá que aumentar sus capacidades de vigilancia, control y


seguimiento, no sólo para hacer cumplir las leyes en la materia a empresas privadas
como las industrias mineras y otras de manufacturas, sobre el tratamiento efectivo
de sus aguas usadas, así como el cumplimiento de sanciones impuestas para
remediar, indemnizar, proteger y demás asuntos que procedan en las leyes.

Mapa 23. Áreas agrícolas en la ribera del Lago de Chapala, uno de los más
contaminados de México.

Una pregunta ligada es ¿qué fortalezas y debilidades tiene actualmente el


Estado respecto a los proyectos de impacto ambiental? Tan solo en el 2016 se

136
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

contabilizaron formalmente 528 proyectos de impacto ambiental por sector de


actividad económica a nivel nacional, pero, qué seguimiento sistemático implementa
el gobierno, ¿cómo revisa el cumplimiento de los protocolos preventivos y de
remediación?

En 2016, según CONAGUA, ya contaba con un Protocolo de atención ante


una Emergencia por Contaminación de Fuentes de intervención con el fin de
proteger la salud de la población de forma inmediata (Gobierno de la República,
2016), aunque no se pudo tener acceso al protocolo. Ligado a ello, la vigilancia en
el cumplimiento de las condiciones particulares de descarga y la normatividad
aplicable, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) lleva a
cabo la inspección ambiental, pero sólo de las cuencas consideradas prioritarias del
país (río Atoyac, río Lerma, río Santiago, río Blanco y río Sabinas) (CONAGUA,
2017).

Gráfica 8. Proyectos de impacto ambiental según sector de actividad


económica a nivel nacional, 2000 a 2016.

584
546
514 504
469
433 426
414 399
385
360
313 319 321
301 297
279
260
206 191
187 186 183
162 160
128 131
103 104 110 114
98
74 80 76 65
60 49 48 49 50 52 57 57 58 54
29 41 41 36 37

2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016

Primario Secundario Terciario

Nota: La evaluación del impacto ambiental se refiere al proceso analítico al que se someten los
proyectos de inversión para evaluar su costo beneficio social en términos ambientales.
Sector Primario: Comprende el sector agropecuario, forestal, hidráulico, minero y pesquero.
Sector Secundario: Comprende el sector industrial.
Sector Terciario: Incluye al sector turístico, CFE, gaseras, PEMEX y vías generales de comunicación.
Fuente: INEGI. Anuario estadístico y geográfico de los Estados Unidos Mexicanos, 2017.

137
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

5.6.2 Estado de cumplimiento del derecho humano al agua y al saneamiento

Aunque se han realizado acciones para el abastecimiento de agua y el acceso a los


servicios de agua potable, alcantarillado y saneamiento 15 , como lo especifica el
Objetivo 3 del PNH 2014-2018, todavía hay una brecha entre las coberturas en las
localidades rurales, comparado con las urbanas. Toda vez que 9.08 Millones de
habitantes en el territorio no cuentan con el servicio de agua para consumo humano
y el aseo personal y del hogar.

Tabla 17. Población total con y sin agua potable, 2015.

Población con
Población total en Población sin agua
agua potable
Año México potable
(Millones de
(Millones de hab.) (Millones de hab.)
hab.)

2015 119,53 110,45 9,08


Fuente: SEMARNAT, Población con agua potable (millones de habitantes)

El acceso al agua potable, en cantidad y calidad, y al saneamiento como


derechos para toda la población en el territorio nacional, de acuerdo al artículo 4°
constitucional, implica el principio de universalidad. De acuerdo con Luis Daniel
Vázquez y Sandra Serrano, la “universalidad de los derechos humanos no implica
una práctica totalizadora que neutralice las diferencias y excluya las distintas ideas
sobre la vida digna” (Vázquez y Serrano, 2011: 143). La universalidad en el acceso
al agua, apta para consumo humano, implica el acceso con igualdad y no
discriminación, al incluir a los grupos vulnerables, en sí a los 9,08 millones de
habitantes que no tienen agua potable.

El Conteo Intercensal 2015 consigna una población de 119.5 millones de


habitantes: el 77% se concentra en el medio urbano y el 23% restante en el medio
rural (INEGI, 2016. Citado por CONAGUA, 2016a). En ese año, la cobertura
nacional de acceso al agua entubada era de 95.3% (97.8% urbana, 87.0% rural), en
tanto que la cobertura nacional de agua entubada en la vivienda o predio era de
94.4% (97.2% urbana, 85.0% rural) (CONAGUA, 2016a).
Con respecto a la cobertura en localidades urbanas, indica que el 4.7% de la
población carece de agua entubada, lo que representa 6.8 millones de habitantes
sin esta facilidad. Mientras que en localidades rurales el 5.6% carece de este

15
A partir de 2016 el Programa de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (PROAGUA) engloba
al APAZU, al PROSSAPYS y al Programa Agua Limpia (Gobierno de la República, 2016)

138
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

servicio. La carencia de estos servicios de agua se presenta en municipios de alta


y muy alta marginación (CONAGUA, 2016a).

Históricamente el porcentaje en la cobertura nacional de agua potable ha


aumentado, como se puede observar en la Gráfica 9. Sin embargo, llaman la
atención la brecha entre las localidades rurales y urbanas, a pesar de que en 2016
se implementó el Programa Nacional para Captación de Agua de Lluvia y
Ecotecnias en Zonas Rurales (PROCAPTAR)16, para apoyar con la construcción de
infraestructura para captar agua de lluvia en las comunidades de difícil acceso.

Gráfica 9. Población con agua potable en localidades rurales y urbanas.

120,00

100,00

80,00

60,00

40,00

20,00

0,00

Rural Urbana

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de SEMARNAT.

16
PROCAPTAR es un programa de CONAGUA, dirigido a la población de Alta y Muy Alta
Marginación, y que en sus lugares de residencia presentan lluvias anuales acumuladas iguales o
mayores a 1,500 mm, y se encuentran dentro de la Cruzada Nacional Contra el Hambre, para las
cuales el apoyo del programa es de hasta el 100% para la instalación de un sistema de captación de
agua de lluvia con fines de abasto de agua potable a nivel familiar por vivienda, que permitan
abastecer al menos con 50 litros por persona al día, durante los 365 días del año (www.gob.mx) .

139
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Asimismo, las estadísticas oficiales muestran también una amplia brecha


entre los estados como Chihuahua (98.6%), Ciudad de México (98.3%),
Aguascalientes (97.8%) y Nuevo León (97.6%), con coberturas por arriba del
promedio nacional, en comparación con Oaxaca (87.1%) y Guerrero (82.5%), que
además de tener la más baja cobertura en agua potable, la tienen en alcantarillado
(Ver Gráfica 10).

Gráfica 10. Cobertura de agua potable y alcantarillado por estado, 2015.

100
90
80
70
60
50
40
30
20
Porcentaje

10
0

Durango
Chiapas

Colima

Puebla
Quintana Roo
Morelos

Nayarit

Coahuila

Guerrero
Baja California

Tabasco

Veracruz
Tlaxcala

Sinaloa

Zacatecas

Michoacán

Yucatán

Oaxaca
Aguascalientes

Jalisco

Guanajuato

Tamaulipas
Nuevo León

Querétaro
México

San Luis Potosí


Sonora

Hidalgo
Chihuahua
Ciudad de México

Baja California Sur

Campeche
Nacional

Entidad federativa

AGUA POTABLE ALCANTARILLADO

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de SEMARNAT.

140
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Gráfica 11. Evolución de la cobertura de agua potable en Guerrero y Oaxaca,


1990-2015.

90
80
70
60
Porcentaje

50
40
30
20
10
0
1990

1995

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

2012

2013

2014

2015
Año

Guerrero Oaxaca

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de SEMARNAT.

La relación de agua suministrada por habitante tiene una tendencia drástica


hacia la reducción. La disponibilidad natural media anual por habitante en México
“era de 11 mil 500 metros cúbicos en 1955, y por efecto del crecimiento demográfico
disminuyó a 4 mil 94 metros cúbicos en 2004. Es decir, se presentó una disminución
de 64 por ciento en un periodo de 50 años” (Breña y Breña, 2007:65). Según
CONAGUA, el agua renovable 17 per cápita se estimaba al 2015 en 3,338
m3/hab./día (CONAGUA 2016a).

17 Cantidad máxima de agua que es factible explotar anualmente. El agua renovable se calcula como el
escurrimiento superficial virgen anua, más la recarga media anual de los acuíferos, más las importaciones de
agua de otras regiones o países, menos las exportaciones de agua a otras regiones o países. (CONAGUA 2016)

141
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Gráfica 12. Agua suministrada al día por habitante para consumo humano y por
estado 2015.

500

450

400

350
Litros por habitante al día

300

250

200

150

100

50

0
Durango
Morelos
Colima

Coahuila

Puebla
Chiapas
Quintana Roo

Nayarit

Guerrero
Tabasco

Veracruz

Baja California

Oaxaca
Tlaxcala
Sinaloa
Michoacán
Yucatán

Tamaulipas
Jalisco

Zacatecas

Guanajuato
Sonora

México
Aguascalientes

Nuevo León

Querétaro

San Luis Potosí


Campeche
Chihuahua

Hidalgo
Baja California Sur

Ciudad de México

Nacional

Entidad federativa

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de SEMARNAT.

Gráfica 13. Agua suministrada al día por habitante para consumo humano,
comparativo entre Cd de México, Hidalgo y Oaxaca 1996- 2015.
600
Litros por habitante al día

500

400

300

200

100

0
199619971998199920002003 200420052006200720082009 201020112012201320142015
AÑO

Ciudad de México Hidalgo Oaxaca NACIONAL

142
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de SEMARNAT

Las condiciones de cobertura de agua y drenaje en población indígena se


muestran con mayor rezago. Con base el Conteo Intercensal de 2015, se reportan
12.0 millones de población indígena, 10% de la población total del país (CDI, 2016).
De este importante sector de mexicanos 10.5 millones, (87.3%) cuentan con servicio
de agua entubada en la vivienda, y no lo tiene 1.5 millones (12.7%). En cuanto a
drenaje, 8.8 millones (73.1%) de indígenas disponen de drenaje en la vivienda, es
decir 3.2 millones de habitantes (27%) carecen de esta facilidad (CDI, 2016).
La población con estas carencias de servicios de agua entubada y drenaje
se localizan en municipios A y B, de alta y muy alta marginación de los estados de
Veracruz, Chiapas, México, San Luis Potosí, Puebla, Oaxaca, Durango, Guerrero,
Nayarit, Hidalgo, Baja California y Baja California Sur (CDI, 2016).

Los municipios indígenas tipo A son aquellos con 70% y más de población
indígena y con porcentaje de 40 a 69 de población indígena, mientras que los
municipios tipo B, con presencia indígena, aquellos con menos de 40% de población
indígena pero más de 5,000 indígenas.

Ante estos rezagos de servicios de agua potable y saneamiento en


comunidades del medio rural ubicados en municipios de alta marginalidad e
indígenas tipo A y B, alejadas de los centros urbanos, dispersas, cuyo acceso a
ellas es difícil, plantea un reto que no solo compete al municipio sino también a los
órdenes de gobierno estatal y federal y el involucramiento de las instituciones de
investigación y grupos organizados de la sociedad civil.

El hecho de que se suministre agua por el sistema de agua potable, no


significa que ésta sea potable para el consumo humano. La desinfección del agua
a través de la aplicación de cloro es la medida promovida por el gobierno. Por
ejemplo: en Oaxaca, el estado con menor cobertura de agua potable en el país y
con la mayor cantidad de indígenas (1 734,658 habitantes indígenas). En este
estado casi toda el agua suministrada es agua desinfectada (80.7%), como se
muestra en la Gráfica 14, pero tiene una de las coberturas más bajas de agua
potable (80.71%).

143
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Gráfica 14. Estado de Oaxaca: Agua suministrada y desinfectada para consumo


humano (litros por segundo), 1995-2015.

6.000

5.000

4.000

3.000

2.000

1.000

Agua suministrada para consumo humano Agua desinfectada para consumo humano

Fuente: SEMARNAT, Consultada el 16 de febrero de 2018, en


http://dgeiawf.semarnat.gob.mx:8080/ibi_apps/WFServlet?IBIF_ex=D3_A

Las condiciones de rezago en localidades indígenas llaman la atención


cuando “proyectos de trasvase de agua (obras hidráulicas asociadas con la
construcción de presas, pozos profundos, acueductos y sistemas de rebombeo) han
sido impulsados por el Estado como una solución para el abastecimiento de las
grandes ciudades y complejos industriales y turísticos” (Ávila García, 2017).

Por otro lado, la Secretaría de Salud a través de la Comisión Federal para la


Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) tiene la responsabilidad de
vigilar que el agua para consumo humano cumpla con la concentración de cloro
residual libre, especificado en la normatividad vigente, a fin de garantizar el abasto
de agua segura. Sin embargo, basarse sólo en el indicador “Porcentaje de muestras
de agua clorada dentro de especificaciones de NOM” para medir la eficiencia de
cloración es demasiado estrecho para prevenir alguna emergencia por
contaminación del agua, así como realizar medidas oportunas de remediación en la
calidad del agua.

En el tema de la asequibilidad del agua, el informe del Relator Especial sobre


el derecho humano al agua potable y el saneamiento, arguye que:

144
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

El agua debe ser asequible para todas las personas y para todos los usos
personales y domésticos […] los Estados deben considerar todos los
aspectos del acceso, incluidas las tarifas, los gastos de conexión, el
almacenamiento del agua y su depuración en el hogar, según
corresponda. La cantidad abonada por el agua no debe impedir que las
personas accedan a otros bienes y servicios esenciales garantizados por
los demás derechos humanos, como los medicamentos, el alquiler y otros
gastos relacionados con la vivienda y la educación. El agua no tiene que
estar disponible de forma gratuita, salvo en situaciones en que las
personas sean incapaces de pagar por ese servicio (UN, 2015:8)

Se puede establecer una relación de esta asequibilidad con los resultados del
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2015), que ponen en evidencia
la compra de agua embotellada en un 70.8% de la población a nivel nacional.
Comparando las localidades urbanas con las rurales, es en las primeras donde el
consumo de agua embotellada es el principal uso en los hogares, mientras que en
las rurales son, además de la compra de agua embotellada, el abastecimiento de
agua de la red pública y a ésta se le aplica algún tratamiento como filtrado, hervirla
o verterle gotas de cloro. Además, todavía un porcentaje importante de las
pequeñas localidades (menos de 2,500 habitantes) se abastecen de agua para
consumo, de pozo, río o manantial, como se muestra en la Gráfica 15.

Gráfica 15. Distribución porcentual de los hogares según la forma de


abastecimiento de agua para beber, por tamaño de localidad.

otro

Pozo, río, manantial, filtrada, hervida o cloro

Red pública, filtrada, hervida o cloro

Directamente de la llave de la red pública

Garrafón o botella

0 10 20 30 40 50 60 70 80 90

localidades de - 2500 hab. localidades de + 2500 hab. Nacional

145
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Nota: Otro abastecimiento incluye principalmente agua de: pipa, lluvia, pozo o manantial sin
filtrar.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de INEGI. Módulo de Hogares y Medio Ambiente, 2015

Es indudable que el consumo de agua embotellada responde a una cuestión


de desconfianza sobre la calidad del agua de la red pública, misma que determina
no consumirla directamente (Tabla 18), pero también a la falta de disponibilidad de
agua en las viviendas, ya que se puede tener la instalación del servicio, pero no
contar con agua en forma constante y suficiente.

Tabla 18. Distribución porcentual de los hogares en los que se consume agua de
garrafón o botella según el motivo, por tamaño de localidad, 2015.

Motivos Hogares

Estados Unidos Mexicanos 100

No les gusta el sabor del agua de la red pública 18.3

No confían en el agua de la red pública 72.2

No tienen agua de la red pública 6.3

Otros motivos * 3.2

Localidades de 2 500 y más habitantes 100

No les gusta el sabor del agua de la red pública 19.0

No confían en el agua de la red pública 75.0

No tienen agua de la red pública 3.0

Otros motivos * 3.0

Localidades con menos de 2 500 habitantes 100

No les gusta el sabor del agua de la red pública 12.3

No confían en el agua de la red pública 54.0

No tienen agua de la red pública 28.7

Otros motivos * 5.0


* Incluyeprincipalmente: costumbre, salud, comodidad
Fuente: INEGI. Módulo de Hogares y Medio Ambiente 2015

146
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Comprar agua embotellada para consumo humano implica un gasto adicional


para cada hogar. Datos del INEGI apuntan a que el gasto promedio nacional por la
compra de agua embotellada es de $43.7 pesos semanales, lo que equivaldría a
$174.8 pesos mensuales. Este gasto se incrementa ligeramente en localidades
urbanas, comparado con las rurales (Ver Tabla 19).

El derecho humano al agua debe cumplirse en cuanto a cantidad suficiente,


con la calidad de ser segura para el consumo humano, en forma regular, debe ser
accesible y asequible. Pero en las familias con pobreza, el gasto en la obtención de
agua para las necesidades básicas se incrementa, especialmente cuando no se
cuenta con agua entubada hasta la vivienda, o cuando el flujo de agua no se recibe,
es intermitente y limitado. Condiciones favorecedoras para la compra de agua,
incrementando el gasto en el rubro. Según los resultados de la Encuesta Nacional
de Ingresos y Gastos de los Hogares 2014 (INEGI, 2015c): el 10 % de los hogares
con menores ingresos dedican el 50.7 % de su gasto a alimentos, bebidas y tabaco.

En este sentido, las políticas públicas, planes y proyectos, deberían


enfocarse a los grupos más vulnerables, como son la población indígena, las que
habitan en zonas rurales y urbanas precarias, para garantizar que toda persona
tenga agua en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible, de acuerdo al art.
4° constitucional.

Tabla 19. Distribución porcentual de hogares en los que se consume agua de


garrafón o botella según gasto promedio semanal, 2015.

Hogares que Gasto promedio


Tamaño de localidad compran agua semanal
embotellada (Pesos)
Estados Unidos Mexicanos 100 43.7
Localidades de 2 500 y más
87.7 43.9
habitantes
Localidades con menos de 2
12.3 42.5
500 habitantes
Fuente: INEGI. Módulo de Hogares y Medio Ambiente 2015

En el hogar, los usos del agua son de una importancia central para satisfacer
las necesidades del cuerpo humano al beberla directamente, para el riego de
huertos de traspatio y hortalizas, para la preparación de alimentos, para el abrevado
de animales (como aves, cerdos, perros, gatos, además de animales auxiliares para

147
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

transportar y para el trabajo); así como agua para las actividades de aseo personal,
trastes, ropa y del hogar. Todas estas necesidades en el hogar están a cargo de
hombres, mujeres, niños y niñas, sin embargo, las relaciones de género muestran
una mayor carga en mujeres adultas y niñas.

Considerando que 9 266 211 millones de hogares tienen jefatura femenina


(29%) (INEGI, 2015a), y que en los de jefatura masculina, las mujeres juegan un rol
de importancia en el aseo y preparación de alimentos, por tanto, son ellas las que
se ven mayormente afectadas cuando no hay agua o escasa, por lo que tienen que
hacer un mayor esfuerzo para buscarla fuera del hogar. En zonas rurales, a veces
son largas distancias para conseguirla con parientes o en llaves comunitarias, ojos
de agua, ríos u otra fuente de agua. La Encuesta Nacional de Hogares 2016 (INEGI,
2018), reporta que el 7% de los hogares (2 085 208) no reciben agua por tubería y
la consiguen de otros lugares.

Gráfica 16. Frecuencia en la dotación de agua en los hogares a nivel nacional, 2016.

Fuente: INEGI, 2018.

Los estudios sobre las relaciones de género muestran desigualdades entre


los roles y responsabilidades que asumen las mujeres y los hombres con respecto
a conseguir agua para el aseo de los miembros de la familia que cohabitan, preparar
alimentos y otras de limpieza en la vivienda.

148
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Gráfica 17. Distribución familiar en función de la persona responsable de


recolectar agua, por región, por zona rural o urbana, 2005-2007.

Fuente: (The) World’s Women 2010. Trends and Statistics. UNDESA, 2010. Tomado de
http://www.un.org/spanish/waterforlifedecade/gender.shtml consultada el 25 de abril de 2018.

Para el caso de los hogares con población indígena, las carencias de


servicios de agua es un indicador más de vulnerabilidad, que debería ser tomado
en cuenta en las acciones gubernamentales hasta el nivel municipal y sus
localidades.

Tabla 20. Viviendas indígenas y servicios de agua entubada y drenaje, 2015.

Indicador Valor absoluto Porcentaje


Total de viviendas particulares 31,949,70
Total de viviendas particulares con 2,788,304 8.7
población indígena
Viviendas particulares con agua 2,432,67 87.2
entubada
Viviendas particulares con drenaje 2,038,147 73.1
Fuente: Elaboración propia a partir de CDI, 2016.

Además de los contrastes por género, etnicidad y entre las localidades


rurales y urbanas, también se distinguen diferencias cuando se compara la dotación
de agua por estado (Ver Mapa 24).

149
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Mapa 24. Dotación de agua en México, 2016.

Fuente: INEGI, 2018.

Las brechas en el acceso al agua y la disponibilidad de agua para consumo


humano entre los estados y entre la población rural y urbana, así como el gasto
invertido en la compra de agua embotellada para las necesidades básicas, contrasta
cuando el acceso de agua a las industrias parece ilimitado. Por ejemplo: el 27 de
febrero de 2018 se inauguró la séptima planta cervecera de Heineken México en
Meoqui, a 60 kilómetros de Chihuahua, la cual utilizará “mil 750 millones de litros
para elaborar 5 millones de hectolitros anuales de cerveza, de las cuencas de los
ríos Conchos y San Pedro” (La Jornada, 27 de febrero de 2018). Posición
privilegiada que llama la atención cuando el estado no tiene la cobertura completa
del servicio de agua potable a su población, aunque el compromiso de la compañía
haya sido reducir el consumo de agua a dos litros por cada litro de cerveza
producida, para el año 2020.

Otro gran dilema es el del saneamiento. Datos de la UNESCO anotan que en


el mundo más del 80% de las aguas residuales18 (más del 95% en algunos países

18 Las aguas residuales se consideran como una combinación de uno o más de los siguientes:
efluentes domésticos que consisten en aguas negras (excremento, orina y lodos fecales) y aguas
grises (aguas servidas de lavado y baño); agua de establecimientos comerciales e instituciones,
incluidos hospitales; efluentes industriales, aguas pluviales y otras escorrentías urbanas; y

150
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

en desarrollo) se vierte al medio ambiente sin tratamiento alguno (WWAP, 2017:14).


Mientras que, en 2012, se registraron más de 800.000 muertes en el mundo a causa
del consumo de agua contaminada, además de las instalaciones para el lavado de
manos y servicios de saneamiento inadecuados (WWAP, 2017).

La relación agua salubre con la salud humana y de los ecosistemas es


trascendente para todas las formas de vida. Poner atención en la política pública es
atender parte de los compromisos de México sobre los ODS: Objetivo 6 sobre el
acceso al saneamiento del agua para todos, Objetivo 2 sobre la agricultura
sostenible, Objetivo 3 sobre garantizar una vida sana y Objetivo 15 sobre la
sostenibilidad de los ecosistemas terrestres. Según cifras de la Organización
Mundial de la Salud (OMS) estiman que el 10% de la población mundial consume
alimentos regados con aguas residuales sin tratar, y que el 32 % de la población
mundial no tiene acceso a servicios adecuados de saneamiento básico. Se estima
que el 4% del total de muertes en el mundo están relacionadas con la calidad del
agua, higiene y saneamiento. En América Latina y el Caribe, las enfermedades
diarreicas agudas, son una de las diez causas principales de muertes por año,
debido a problemas en la calidad del agua, especialmente por el manejo inadecuado
de aguas residuales (Rodríguez et. al., 2016).

En el país, se identifican dos grandes problemas relativos a las aguas


residuales: el primero tiene que ver con la baja capacidad de captación de las aguas
residuales y, por consiguiente, dificultades para tratarla. En 2015 la cobertura
nacional de drenaje era de 95.3% (97.8% urbana, 87.0% rural) (CONAGUA, 2016a).
En el mismo año, la cobertura nacional de acceso al servicio de alcantarillado era
de 92.8% (97.4% urbana, 77.5% rural), en tanto que la cobertura nacional de
alcantarillado a red pública o fosa séptica era de 91.4% (96.6% urbana, 74.2% rural).
La cobertura nacional de alcantarillado indica que el 7.2% de la población carece de
alguna forma de saneamiento, lo que representa a 8.6 millones de habitantes,
mientras que la población que carece de servicio de drenaje es un 8.5%, lo que se
traduce en 10.2 millones habitantes. La carencia de este servicio de drenaje se
presenta en municipios de alta y muy alta marginación (CONAPO, 2016a).

El segundo problema de las aguas residuales tiene que ver con la perspectiva
generalizada de verlas como una molestia y la necesidad de desecharlas al buscar
verterlas lo más alejadamente de los centros de actividad humana,
económicamente mejor posicionados (lugares de residencia, trabajo y recreo). Es

escorrentías agrícola, hortícola y acuícola (Raschid-Sally y Jayakody, 2008, p. 1, citado en WWAP,


2017:17).

151
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

así que existen zonas receptoras de aguas residuales sin tratamiento (lechos de
ríos, presas, lagos, áreas de agrícolas en cuenca baja), las cuales son un riesgo
constante a la salud humana y los ecosistemas. Esta situación vulnera aún más la
condición de grupos en pobreza, migrantes, campesinos, entre otros. “El vertido de
aguas residuales sin tratar o con tratamiento inadecuado tendrá consecuencias que
se clasifican en tres grupos, según tengan: i) efectos nocivos para la salud humana;
ii) efectos ambientales negativos; iii) repercusiones desfavorables para las
actividades económicas” (WWAP, 2017:3).

5.6.3 El dilema de justicia en afectaciones y conflictos por el agua

La expresión de conflictos ambientales tiene un fuerte eje en los problemas


del agua como contaminación, sobreexplotación y privilegios a ciertos actores,
invalidando los derechos de agua de actores tradicionales como indígenas,
comunidades afrodescendientes, habitantes de barrios populares conurbados, de
localidades rurales aisladas y agricultores tradicionales. El Estado tendrá que
reducir la expresión de conflictos por afectación a grupos vulnerables, mediante la
búsqueda del interés colectivo y los pueblos asentados históricamente en territorios
pronunciados de utilidad para el capital privado o estatal.

Un ejemplo claro de conflicto por el agua es el vasto número de


manifestaciones sociales que han causado las propuestas de ley en el tema del
agua: La primera propuesta conocida como “Ley Korenfeld” (presentada en 2015
por el entonces director de CONAGUA: David Korenfeld) y la segunda “Ley
Pichardo” (en 2018 presentada al Congreso por el diputado federal del PRI: José
Ignacio Pichardo Lechuga). En el proceso de revisión de estas iniciativas se han
presentado muestras de descontento y oposición social, por un lado, y por el otro la
búsqueda de imposición por parte de sectores privilegiados económica y
políticamente. Un señalamiento amplio y argumentado de las organizaciones civiles
y académicas es que ambas propuestas de ley buscan favorecer la privatización del
agua, concentrarla en los sectores económicos-privados como el hidrocarburo y
minero, con ello poner en riesgo el derecho humano al agua y vulneran los derechos
de las comunidades indígenas y campesinas.

La postura de la sociedad civil organizada ha sido contundentemente de


oposición a ambos proyectos de ley, y de manera reiterada se señala la simulación
en los procesos de consulta, llamados de participación, así como la imposición de
grupos de poder que buscan vulnerar aún más a las comunidades afectadas al no
poner límites a la contaminación industrial, acaparamiento de derechos de agua

152
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

para fines empresariales, la sobreexplotación de acuíferos, el aceleramiento en el


deterioro ambiental que implica riesgos a la salud y pérdida de ecosistemas, y la
criminalización de quienes se opongan a dichos proyectos. Para las comunidades
que han alzado la voz, no solo expresan la defensa del agua, sino de sus derechos
humanos, del territorio, del medio ambiente y el derecho a continuar con sus modos
de vida.

Hace falta claridad y transparencia frene a la ciudadanía, sobre inversiones


novedosas que laceran los derechos de los pueblos tradicionales. Como ejemplo:
desde el 2016, la Secretaría de Energía (SENER) autorizó una concesión para la
explotación de recursos geotérmicos con fines comerciales y con ello generar
energía eléctrica para la empresa privada Geotérmica para el Desarrollo, del Grupo
Dragón, empresa del Grupo Salinas. Con esta concesión tiene permiso para la
explotación de 18 pozos de agua en estado de vapor en el yacimiento geotérmico
Domo San Pedro, lo que implica un volumen anual de 43.8 millones de metros
cúbicos a profundidad de entre 3,000 y 3,500 metros (Diario el Libertador de México,
10 de febrero 2018). La vigencia de este permiso es de 30 años y se puede prorrogar
en más de una ocasión. Esta es la primera concesión para estos propósitos, como
consecuencia de la apertura de esta actividad a particulares a raíz de la
promulgación de la Ley de Energía Geotérmica y su Reglamento (Gobierno de la
República, 2016: 8).

Preguntas como: ¿Qué impactos en el territorio, los ecosistemas y su


población tendrá?, ¿quiénes se harán responsables y cómo? La protesta social
indica oposición a la autorización de la concesión por parte del gobierno a este tipo
de proyectos, como lo muestran las manifestaciones de inconformidad de
pobladores en los municipios de Jala, Santa María del Oro, Ahuacatlán, Ixtlán del
Río, Amatlán de Cañas y San Pedro Lagunillas, en la capital del Nayarit. Otros
ejemplos son tratados en el Capítulo VI.

5.6.4 El dilema de la falta de coordinación y efectiva participación social

La Ley de Aguas Nacionales, en el art. 13 Bis 2 indica la participación en los


Consejos de Cuenca, por parte de los gobiernos municipales con territorio dentro
de las cuencas, según se determine en cada estado. “Los vocales propietarios
municipales serán Presidentes Municipales y podrán designar un suplente,
preferentemente con nivel de regidor o similar”. Sin embargo, esto no ha traducido
en una participación comprometida que revierta los procesos de degradación de los
ríos, lagos y acuíferos. Tampoco ha funcionado en el sentido de acciones
interinstitucionales de lago plazo, en los planes y programas de la cuenca, si acaso

153
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

cuentan con ello. En los hechos, es la asistencia irregular de los representantes de


los municipios lo que provoca la falta de seguimiento a los compromisos adquiridos,
mismos que parecen renovarse en cada ayuntamiento.

Se tienen varios retos para alcanzar procesos de gobernanza, distinguidos


por acuerdos democráticos. De continuar bajo el mismo modelo directivo de arriba-
abajo, con participación limitada de la sociedad, continuará la falta de
representación y desconfianza hacia el gobierno lo que prevalece, por tanto, la
participación es reducida o limitada. Por ejemplo, las personas titulares de los
Organismos de Cuenca son propuestas por el director de la CONAGUA y estos
directores están “subordinados directamente al Director General” de esta
dependencia (LAN, 2004, art. 12 BIS 2). Esta situación es común en un país como
México donde la historia clientelar es el primer plano para prestarse a relaciones
corruptas y favoritismos. Por ejemplo: es controversial el hecho que en la LAN es el
Director general del organismo de Cuenca quien tiene entre sus atribuciones “Emitir
los actos de autoridad en la materia en su ámbito de competencia; Expedir los títulos
de concesión, asignación y permisos de descarga” (LAN, 2004, art. 12 BIS 2, IV y
V).

En lo formal, “Conagua consulta con los usuarios y las organizaciones de la


sociedad, en el ámbito de los consejos de cuenca, y resuelve las limitaciones
derivadas de la existencia, declaración e instrumentación de zonas de veda”.
(CONAGUA, 2016a: 140). Esto contrasta cuando los Organismos de Cuenca son
únicamente de atribución gubernamental, no se pueden incluir centros auxiliares
especializados como las Universidades y centros de investigación, tampoco
Organizaciones de la Sociedad Civil que pudiesen contribuir en la toma de
decisiones sobre agua en los territorios, como lo expresa la LAN en el artículo 12
BIS (2004).

Cuadro 7. Atribuciones de los Organismos de Cuenca.

Atribuciones de los Organismos de Cuenca


…Cada Organismo de Cuenca contará con un Consejo Consultivo, que
estará integrado por representantes designados por los Titulares de las
Secretarías de Hacienda y Crédito Público, de Desarrollo Social, de Energía, de
Economía, de Medio Ambiente y Recursos Naturales, de Salud y de Agricultura,
Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, y de la Comisión Nacional
Forestal, así como de “la Comisión”, quien lo presidirá. Asimismo, el Consejo
Técnico contará con un representante designado por el Titular del Poder Ejecutivo
Estatal por cada uno de los estados comprendidos en el ámbito de competencia
territorial del Organismo de Cuenca, así como del Distrito Federal cuando así
corresponda. Por cada estado comprendido en el ámbito territorial referido, el

154
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Consejo Consultivo contará con un representante de las Presidencias


Municipales correspondientes, para lo cual cada estado se encargará de
gestionar la determinación del representante requerido. Los representantes
referidos en el presente párrafo, participarán con voz y voto.
Por cada representante propietario se designará a los suplentes
necesarios, con capacidades suficientes para tomar decisiones y asumir
compromisos. El Director General del Organismo de Cuenca fungirá como
Secretario Técnico del Consejo referido, el cual se organizará y operará conforme
a las reglas que expida para tal efecto.
Además, el Consejo Consultivo contará con un representante designado
de entre los representantes de los usuarios ante él o los Consejos de Cuenca
existentes en la región hidrológico - administrativa que corresponda. El
representante de los usuarios participará con voz, pero sin voto y contará con un
suplente.
El Consejo Consultivo del Organismo de Cuenca, cuando así lo considere
conveniente, podrá invitar a sus sesiones a otras dependencias y entidades de
las Administraciones Públicas Federal y Estatales y a representantes de los
municipios, de los usuarios y de la sociedad organizada, los cuales podrán
intervenir con voz, pero sin voto. (LAN, 2004, art. 12 BIS 2, VII).
Fuente: Selección del LAN, 2004, art. 12 BIS 2, VII).

La visión oficial del agua a través de las instituciones gubernamentales es


preponderantemente técnica – hidrológica; mientras que lo social es inexistente o
se subordina al hidrológico y lo económico, que en los territorios representa una
forma más de asimetría en la gestión del agua. La gestión del agua precisamente
representa, como constructo social, “arreglos sociales, siendo el sistema de
derechos y responsabilidades diferenciados por género una parte importante de
ellos” (García y Vázquez, 2017: 162). No obstante, en los OC los usuarios y la
sociedad organizada solo pueden participar con voz, pero no cuenta en las
votaciones.

Esta condición gubernamental en los OC difiere de la perspectiva de los


DESCA. En éstos la participación social es señalada como: “promover la gestión
compartida y participativa y el control de la sociedad civil a los responsables de la
gestión del agua.” Las corrientes de pensamiento democrático también han
fomentado cambios en los temas ambientales por parte de los gobiernos, al impulsar
“reformas de la función pública, que impulsen nuevos modelos de gestión
participativa, en los que se garantice la transparencia y una sana competencia a
través de la información y del contraste público con otros servicios análogos” (Arrojo,
2008: 124).

Las percepciones sociales apuntan a una amplia desconfianza por parte de


la sociedad civil organizada y no organizada para participar en actividades

155
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

convocadas por el gobierno en el sector, trátese del federal, del Consejo de Cuenca
y otras instancias formales de gestión del agua. Esto, además de lo antes señalado,
por la simulación y el enmascaramiento que ha sucedido. Tan solo en los Consejos
de Cuenca, la LAN señala que:

Las organizaciones de la sociedad, incluyendo organizaciones


ciudadanas o no gubernamentales, colegios y asociaciones de
profesionales, empresarios, y otros grupos organizados vinculados con
la explotación, uso, aprovechamiento o conservación, preservación y
restauración de las aguas de la cuenca hidrológica y del o los acuíferos
subyacentes, también participarán en las actividades de los Consejos de
Cuenca en el número de vocales, tanto propietarios como los suplentes
respectivos, que se apegue a lo dispuesto en el Artículo 13 BIS de esta
Ley y en la calidad que se determine en las Reglas Generales de
Integración, Organización y Funcionamiento del propio Consejo de
Cuenca (LAN, 2004: Art. 13 Bis 1).

A nivel nacional, de los 2,428 municipios, solo 21.5% cuenta con órgano o
espacio de participación ciudadana en la administración de los servicios de agua
potable y saneamiento. De éstos, más de la mitad tienen la atribución de tomar
decisiones, además de ser consultados, como se observa por entidad federativa en
la Tabla 21 (SEMARNAT, SNIAR). Llama la atención los casos de Baja California y
Nuevo León, donde sus municipios cuentan con organismos de participación
ciudadana con capacidad de decisión. Mientras que estados como Durango,
Michoacán, Jalisco, Guerrero, Estado de México, Puebla, Veracruz y Yucatán,
tienen pocos espacios de participación social.

Tabla 21. Municipios y delegaciones con órganos o espacios de participación


ciudadana en la administración de los servicios de agua potable y saneamiento,
2014.

Con órganos Atribuciones del órgano o espacio de


Con participación ciudadana
o espacios
servicio
Entidad federativa de
de agua Sólo Consulta y
participación Otra Ninguna
potable consulta decisión
ciudadana
Aguascalientes 11 5 2 3 0 0
Baja California 5 5 1 4 0 0
Baja California Sur 5 2 0 2 0 0
Campeche 11 3 0 2 1 0
Coahuila 38 11 0 11 0 0
Colima 10 7 2 4 0 1
Chiapas 117 15 5 8 2 0

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Chihuahua 67 7 0 7 0 0
Ciudad de México 16 16 0 16 0 0
Durango 39 2 0 1 0 1
Guanajuato 46 9 0 8 0 1
Guerrero 80 9 1 7 1 0
Hidalgo 84 13 4 6 0 3
Jalisco 125 24 6 17 1 0
México 124 19 4 15 0 0
Michoacán 113 38 9 25 3 1
Morelos 33 6 2 3 1 0
Nayarit 20 7 2 4 1 0
Nuevo León 51 51 0 51 0 0
Oaxaca 561 71 19 50 2 0
Puebla 211 23 1 21 1 0
Querétaro 18 14 0 14 0 0
Quintana Roo 10 3 0 3 0 0
San Luis Potosí 58 10 4 5 1 0
Sinaloa 18 7 1 6 0 0
Sonora 72 16 3 13 0 0
Tabasco 17 14 0 14 0 0
Tamaulipas 43 10 1 9 0 0
Tlaxcala 60 7 0 7 0 0
Veracruz 201 77 53 19 4 1
Yucatán 106 5 1 0
Zacatecas 58 15 0 0
Nacional 2.428 521 127 367 19 8
Fuente: (SEMARNAT- SNIARN)

Además de la falta de canales de participación social democratizados, se


requieren esfuerzos, desde el ámbito gubernamental, para promover desde lo local
la participación plural y sin discriminación, se requiere facilitar información
actualizada en forma oportuna y completa. Con ello, las acciones públicas se podrán
implementar bajo arreglos coordinados, optimizando recursos y favoreciendo la
resolución de conflictos, bajo modos de gobernanza sobre los territorios, cuencas,
ríos, lagos y acuíferos. En caso contrario, Torregrosa lo expresa así respecto a los
Consejos de cuenca y sus órganos auxiliares: “…nacen como una determinación de
“arriba hacia abajo”, y no como resultado de un proceso histórico social que lo va
conformando en el tiempo” (Torregrosa, 2006:5).

5.6.5 El dilema de la coordinación y ausencia de una visión holística

Existen acciones atomizadas y hasta contradictorias entre las diversas


instancias gubernamentales en la gestión del agua. La falta de coordinación entre
las distintas áreas de la CONAGUA en el nivel estatal y de éstos con el federal y los

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

municipios, incluye a los Organismos de Cuenca, Consejos, Comisiones y demás


instancias diseñadas por el gobierno. La acción coordinada interinstitucional
efectiva en las escalas nacional, estatal, regional y local, es un tema pendiente.

Desde finales de la década de los ochenta, las reformas implementadas de


descentralización administrativa del gobierno en materia de agua, son marcos para
llevar a cabo acciones coordinadas interinstitucionales, como las que ejecuta
CONAGUA con las secretarías de: SAGARPA, SEDESOL, SALUD, SEP, y con
comisiones como CONAFOR y CONANP, las cuales se han traducido, en la escala
nacional, en programas como la captación de agua de lluvia para comedores
comunitarios, bajo la responsabilidad de SEDESOL; o la propuesta, por parte de
SALUD, para abastecer de agua a hospitales a través de sistemas de captación de
agua de lluvia en localidades que carecen de agua potable; o la instalación de
bebederos en algunos municipios para dotar de agua potable a las escuelas
públicas en municipios que atiende la Cruzada Nacional Contra el Hambre, acciones
coordinadas entre la Secretaría de Educación pública (SEP) y SALUD; o el apoyo
financiero de CONAGUA para el pago por Servicios Ambientales a cargo de
CONAFOR para mejorar la recarga de acuíferos, control de erosión y disminución
de riesgos19, entre otros.

Sin embargo, en los niveles estatal y municipal todavía hay gran


incertidumbre sobre los procesos y resultados de estas acciones diseñadas de
arriba hacia abajo y a cargo de la federación. A esto se agrega la duda sobre la
efectividad de modelos participativos en la toma de decisiones en territorios donde
el conflicto está presente y con grupos de afectados e inconformes por la
construcción de presas, contaminación de ríos, daños a sus cultivos y a la salud
humana.

Un asunto más sobre el dilema de la coordinación interinstitucional es que a


pesar de haber transcurrido más de veinte años, hay confusión sobre la distribución
de funciones y responsabilidades entre la CONAGUA y sus instancias regionales y
los gobiernos de los estados.

19 Para mayor información sobre los programas y convenios gubernamentales interinstitucionales,


se puede consultar el documento de CONAGUA “Reporte de acciones multisectoriales del PNH
2014-2018”, publicado en diciembre de 2017, y con acceso en la siguiente página:
https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/286230/PNH_Transversalidad_SEP17_publicaci_
n.pdf

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

5.7 Derechos y género en la gestión del agua

Los derechos económicos, sociales, culturales y medioambientales (DESCA) son


condiciones fundamentales que hacen posible la vida humana y a través de su
ejercicio se promueve una vida saludable. En el plano cotidiano y local, aun cuando
se reconoce a los DESCA como derechos, falta más por hacer en cuanto a las
condiciones para satisfacerlos en forma individual y colectiva, como modos
entrelazados de la existencia humana. Sólo se señalan en cuanto a sus
características como: universales (pertenecen a todo ser humano), indivisibles (no
pueden fraccionarse ni reducirse), inalienables (no se pueden perder) e
interdependientes (dependen del pleno goce de los demás), pero la necesidad de
garantizarlos poco se discute y atiende en las instancias gubernamentales.

Ligado a la incorporación del derecho humano al agua, en la constitución


política, se ha planteado “instituir un sistema de gestión integral de los recursos
hídricos por la autoridad nacional correspondiente y elaborar planes nacionales de
recursos hídricos para orientar la definición y gestión de políticas públicas dirigidas
a su protección y uso racional” (Foronda, 2008:338), pero esta tarea además de ser
exigible al Estado, también se debe garantizar canales claros de participación social
para construir colectivamente los sistemas de gestión del agua. La protección a
cuerpos de agua, superficial y subterránea, así como el derecho humano al agua.

Bajo esta consideración, las capacidades, saberes, tecnologías y capital


social de los grupos sociales sería un aporte significativo para atender en forma
holística los asuntos del agua en las cuencas y sus regiones. Asimismo, pertinente
es la inclusión de centros de investigación y universidades, que bajo modelos de
gobernanza territorial y de cuenca, aporten en el diseño de propuestas alternativas
a los problemas de contaminación, sobreexplotación y gestión participativa del agua
y las cuencas. Su aporte resulta además significativo porque tiene en su vocación
la formación de recursos humanos con capacidad de respuesta, diálogo entre
disciplinas y podrían integrarse en las acciones y políticas públicas de gestión.

Caso contrario es cuando se omiten los recursos y capacidades de actores


no estatales, y se invalidan los derechos fundamentales de grupos vulnerables
como indígenas, campesinos, personas en reclusión, mujeres, escolares, etc. Un
ejemplo es la situación prevaleciente en México sobre el régimen de concesiones.
Según la apreciación de Alejandrina García y Verónica Vázquez, éste “entra en
conflicto con la noción de derechos humanos, ya que está guiado por la utilidad
económica que concibe al agua como un recurso de valor económico más que un

159
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

bien común y a las personas como usuarias más que ciudadanas y sujetas de
derechos” (García y Vázquez, 2017:159).

Ligado a lo anterior, son las fricciones y conflictos generados por el no


reconocimiento jurídico hacia las comunidades tradicionales, ya sean indígenas o
no, sobre el conjunto de saberes, tecnologías y modos de autogestión en las fuentes
de agua, los bosques y la estructura comunitaria para abastecer el consumo
humano y las necesidades de alimentación y aseo. Por el contrario, “el Estado suele
intervenir en comunidades indígenas para aplicar legislación federal en materia de
aguas, generando disputas entre distintos sistemas normativos y debilitando formas
organizativas locales” (Burguete 2000, en García y Vázquez, 2017:161). Parte de la
auto organización en las comunidades para abastecerse de agua para todas las
necesidades básicas se explican porque las instituciones públicas fallan y tampoco
se decide por el bien público.

La invalidación de los derechos de actores locales, a partir de la gestión


gubernamental del agua es la alusión a una nueva cultura del agua. Esto se traduce
en la falta de reconocimiento sobre las culturas del agua en el país, donde
justamente los pueblos y comunidades indígenas son los principales poseedores de
este patrimonio. Se habla de impulsar una nueva cultura, como si el país fuera
homogéneo y careciera de cultura. Las implicaciones de esta omisión son
importantes, ya que desde el otorgamiento de derechos hasta la aplicación de las
políticas del agua se pueden violentar y trastocar formas tradicionales e históricas
de usar y manejar el recurso, e incluso se pone en riesgo la conservación de los
ecosistemas (BIRF-BM, 2007:18).

Asimismo, las decisiones que se implementan desde la administración


municipal están teniendo implicaciones sobre los ecosistemas, el ciclo del agua, el
binomio agua-suelo y la calidad y cantidad de los recursos hídricos. Tan sólo los
permisos para el cambio de uso de suelo deberían ser profundamente examinados
por todos sus efectos en el mediano y largo plazo. Otros asuntos ligados,
responsabilidad de estados y municipios, son la reducción de las zonas forestales,
ampliación del suelo urbano, extracciones de material pétreo para la construcción,
cambios de cauces y sus riberas, eliminación de meandros, vegetación riparia con
el entubamiento de ríos, la contaminación de cuerpos de agua por residuos
municipales, etcétera.

La vinculación entre género y agua implica un reto más para México: eliminar
toda forma de discriminación contra las mujeres en la gestión del agua. Resultados
del “Estudio sobre la igualdad entre mujeres y hombres en materia de puestos y
salarios en la administración pública federal 2017”, apuntan que tan solo en

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

CONAGUA solo el 35% de las personas empleadas son mujeres, pero solo el 26.2%
están en puestos directivos (CNDH, 2018: 12, 14 y 104). De acuerdo con Priego y
Soares (2017) “[…] son raras las ocasiones en que se valoran y retoman sus
conocimientos y experiencias [de las mujeres] para la gestión a escala comunitaria
o regional y mucho menos para la toma de decisiones en el sector hídrico.”
Las mujeres han tenido, a lo largo de la historia, un papel decidido en el
abastecimiento de agua en el hogar, especialmente cuando no se cuenta con agua
en forma regular dentro de la vivienda, aunque se tenga una llave instalada.
Además, ellas tienen un conocimiento significativo para gestionar el recurso en
condiciones de escases o de riesgo para la salud ante agua insalubre, ya que ellas
son las que frecuentemente preparan alimentos, organizan agua para el aseo de
quienes cohabitan con ellas, el lavado de ropa y vajilla, aseo de la vivienda, riego
de frutales y hortalizas, el abrevado de animales de traspatio y de carga, etc.
Asimismo, en espacios colectivos, las mujeres están desempeñando
responsabilidades en los comités comunitarios de agua para consumo humano,
esto es, como presidentas, secretarias, tesoreras y vocales, donde están
implementando sus conocimientos y capacidades para administrar el agua, están
movilizando recursos financieros y de infraestructura, ligados al agua, en los
espacios locales.
Considerar una perspectiva de género en la política hídrica contribuiría a
mejorar las condiciones esperadas en los ODS, ya que es posible establecer una
relación entre la mejora del acceso al agua potable y a servicios de saneamiento
(metas 6.1 y 6.2 de los ODS) y la reducción del tiempo destinado al trabajo
doméstico no remunerado por parte de las mujeres y las niñas (meta 5.4). A pesar
de toda la literatura sobre estudios que demuestran las relaciones de subordinación
entre hombres y mujeres, así como del papel fundamental de las mujeres en el
manejo del agua, no se les contempla concretamente en la toma de decisiones, en
espacios de participación formal, como son los Comités de cuenca, Comisiones de
cuenca, Comités técnicos de aguas subterráneas y otros donde su voz y su
experiencia pueda conducir hacia políticas incluyentes en el sector por un lado, pero
por el otro, facilitarles de recursos materiales, financieros, educativos y otros
necesarios para tener mejores alcances en sus iniciativas de mejora ambiental y la
gestión integral del agua.
La misma CEPAL recomienda que, las políticas de extensión de las redes de
distribución del agua potable y de ampliación de los servicios de saneamiento
pueden tener un impacto considerable en materia de igualdad de género y aliviar la
sobrecarga de trabajo no remunerado de las mujeres (CEPAL, 2018: 58-59). Es
necesario reconocer que “las mujeres son vistas como beneficiarias o como

161
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

usuarias del agua y no como administradoras o tomadoras de decisiones” (Priego y


Soares, 2017).
Entre los principales instrumentos y mecanismos que establecen la
perspectiva de género y salvaguardan los derechos de las mujeres se encuentran:
la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra
la Mujer (ONU); la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar
la Violencia contra la Mujer (OEA), y la Observación General número 25 del Comité
para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (ONU) (PNUD, 2012).

En México, el artículo 1° constitucional apunta la prohibición de “...toda


discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las
discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las
opiniones, las preferencias, el estado civil o cualquier otra que atente contra la
dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades
de las personas”. Además, el artículo 4° alude al derecho humano al agua, a la
alimentación nutritiva, suficiente y de calidad, derecho a la protección de la salud y
derecho a un medio ambiente sano, derechos interrelacionados entre sí, pero que
además tienen que ver con las relaciones de género.

Además de los derechos establecidos en la constitución, desde el 2006 se


cuenta con la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, que obliga a
las instituciones públicas a promover la equidad de género en cualquiera de los
ámbitos de la vida, garantizar la igualdad de oportunidades y de trato entre mujeres
y hombres, y entre otras, promover el empoderamiento de las mujeres (art. 1, 7, 8 y
9, DOF, 2 de agosto de 2006). Un año después, se publicó la Ley General de Acceso
de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, que señala la erradicación de todos
los tipos de violencia contra las mujeres, promover su desarrollo integral y su plena
participación en todas las esferas de la vida (art.3, DOF, 2007).

El Estado, por medio de la federación, los estados y municipios, tiene la


responsabilidad de cumplir el derecho humano al agua en forma universal y para
ello se requiere eliminar las brechas entre regiones, entre las localidades rurales y
urbanas, y entre hombres y mujeres. El artículo 115 constitucional explícitamente
señala el encargo a los municipios para otorgar el servicio de: agua potable, drenaje,
alcantarillado, tratamiento y disposición de sus aguas residuales; éstos deberán
contar con las capacidades y recursos mínimos necesarios para cumplir con dicho
mandato, en coordinación con las instancias federales y estatales, vigilando que el
bien público y todos los derechos humanos no se vean comprometidos frente a las
iniciativas económico-privadas, beneficiosas para unos cuantos y sin arraigo a los
territorios afectados.

162
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

VI. La problemática del agua y los


derechos humanos en México
6.1 La problemática contemporánea del agua ¿qué la
agudiza?
En las últimas tres décadas, México ha experimentado transformaciones
importantes en su modelo económico, que han reforzado las condiciones de
dependencia y pérdida de la soberanía nacional. Esto es como resultado de su
inserción en la mundialización capitalista (Osorio, 2004), que en el lenguaje
neoliberal se denomina globalización y libre mercado. La expresión más clara es el
establecimiento de nuevas formas de colonización del territorio (Ceceña, 2008 y
Alimonda, 2011) que conllevan a la extracción y explotación de recursos naturales
estratégicos (minerales, petróleo, agua, bioversidad); así como a la realización de
megaproyectos (como infraestructura hidráulica, energética y comunicaciones) para
atraer la inversión privada (sobre todo transnacional) hacia regiones otrora
imposibles por su condición geográfica (selvas, bosques, desiertos, humedales,
costas) y tenencia de la tierra (propiedad social y estatal).

Para posibilitar la avanzada neoliberal, el papel del Estado ha sido


determinante: desde impulsar las reformas económicas y firma de acuerdos
comerciales internacionales hasta promover cambios legales e institucionales a
nivel nacional, para abrir el paso al libre comercio y ascenso de actores privados
(Osorio, 2004). La privatización ha sido una de las estrategias principales para dar
certeza al capital en materia de propiedad de la tierra, así como el control de
recursos estratégicos como el agua, la energía y los minerales. Esto en los hechos
ha significado una nueva forma de despojo, que es conocida como acumulación por
desposesión, ya que se basa en formas originarias de acumulación del capital junto
con nuevas formas que conllevan a la apropiación de los bienes comunes y la
devastación ambiental (Harvey, 2004). En ese marco es que podemos hablar de un
Estado neoliberal, que es funcional y necesario para impulsar los intereses del
capital transnacional y de las élites económicas nacionales en la mercantilización
de la naturaleza.

163
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Una de las implicaciones más importantes de la privatización ha sido la


fragmentación del territorio y en particular de las zonas indígenas y campesinas,
que se caracterizan por la riqueza natural (suelo y subsuelo) y el manejo integrado
de sus recursos (agua, bosques, biodiversidad). Muchos de esos espacios han sido
afectados por intereses económicos de actores privados nacionales y
transnacionales (como la agricultura de exportación, la minería, la industria
petrolera, los complejos turísticos e inmobiliarios), que se han apropiado de recursos
naturales y territorios para maximizar sus ganancias en el corto plazo, por vías
diversas y sin considerar los costos sociales y ambientales generados. Tal lógica
genera tensiones sociales, que de no resolverse se transforman en luchas y
movimientos sociales, que pueden incluso cambiar la modalidad de privatización o
reducir su margen de ganancias. No obstante, también esta lógica conlleva a la
represión y violencia del Estado y actores privados hacia los movimientos sociales
en defensa del agua y territorio, con el fin de inhibir la participación y resistencia
social. En este sentido Peláez (2014: 109) señala para el caso de la minería:

(…) las políticas neoliberales impuestas abrieron el sector minero a un


nuevo ciclo de acumulación por desposesión, al cortar de tajo los intentos
de gobiernos de izquierda o nacional-populistas de la región por hacerse
del control de los recursos naturales (Machado Araoz, 2011: 153, 154).
Las estrategias seguidas ya desde los ochenta por las empresas mineras
fueron la relocalización de la inversión hacia países con menores costos
y controles ambientales, así como con normas jurídicas más laxas, y la
concentración a través de un proceso de fusiones y adquisiciones entre
grandes empresas (Sánchez-Albavera y Lardé, 2006: 44, 59). El camino
para que este proceso fuera posible fue allanado desde el derecho, a
través del ofrecimiento por parte de los gobiernos neoliberales de plena
seguridad jurídica sobre las concesiones mineras; del otorgamiento de
grandes beneficios fiscales y comerciales; y de una legislación con laxos
controles ambientales y con procedimientos fáciles y expeditos para
desarrollar los grandes emprendimientos mineros.

Este proceso económico de escala global tiene implicaciones claras en lo


nacional, regional y local. En el caso mexicano, desde los años 1980 comenzó esta
nueva etapa del capitalismo (globalización y libre mercado), que conllevó en los
años noventa a un adelgazamiento del Estado, cambios en la legislación y mayor
apertura y facilidades para la inversión privada y extranjera. El resultado en el nuevo
milenio es una mayor presión sobre el aprovechamiento y uso de los recursos

164
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

naturales con fines económicos y un mayor deterioro ambiental. El caso de los


recursos hídricos es un buen ejemplo: una crisis del agua (escasez y contaminación)
ya existente, que se agudiza con la privatización y devastación ambiental que
generan las nuevas inversiones económicas, como son la minería de gran escala,
la agricultura de exportación, la industria (petrolera, petroquímica, papelera,
vestido), la agroindustria (granjas porcinas, aves, leche y derivados) y la expansión
inmobiliaria y turística, entre otras. Tales actividades económicas tienen una
elevada demanda de agua y sus descargas contaminan los ríos y cuerpos de agua
debido a sus limitados o nulos sistemas de tratamiento, regulaciones ambientales
laxas y omisiones y violaciones a la ley. Como resultado han emergido resistencias
sociales frente al despojo y violación de los derechos humanos, que se expresan
como conflictos socioambientales en todo el territorio nacional.

6.1.1 Los proyectos para concretar el despojo y privatización del agua y


suelo, y sus implicaciones sociales y ambientales

Una vez valorizado el territorio con su naturaleza fragmentada por el capital


trasnacional y nacional, el Estado ha impulsado proyectos e inversiones
económicas en regiones consideradas como estratégicas para la avanzada
neoliberal (Ceceña, 2008). Así se ha dado certeza al capital al otorgarse derechos
individuales a la tierra, el agua y el subsuelo para ser usufructuados y apropiados
con fines económicos. De igual manera se han abierto oportunidades de inversión
privada por la vía de la construcción de infraestructura hidráulica y energética, como
son las presas hidroeléctricas y las plantas eólicas.

La privatización de la tierra es una realidad en México con las reformas al


artículo 27 constitucional de 1992, que dieron paso a que la propiedad social (ejidos
y comunidades) pudieran traspasarse y enajenarse a través del otorgamiento de
derechos individuales a actores privados. En ese mismo año, se desprendieron
nuevas leyes como la del Agua y Minera que dieron mayor certeza al capital para
invertir en el territorio nacional.

En particular, la ley de Aguas Nacionales de 1992 y sus reformas realizadas


en 2004 crearon las bases para la valoración económica del agua y los mecanismos
de privatización como: el otorgamiento de derechos de agua a través de
concesiones y asignaciones, el pago por derechos de descarga de aguas
residuales y sanciones económicas por contaminar los cuerpos de agua (“el que

165
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

contamina paga”), y la participación de la iniciativa privada en la construcción y


operación de obras de agua potable y saneamiento.

Tal tendencia se ha visto reforzada en años recientes con los intentos de


creación de proyectos de Ley de Aguas Nacionales denominados Ley Korefeld de
marzo 2015 y Ley Pichardo de diciembre 2017, que como han argumentado
académicos, organizaciones no gubernamentales y movimientos sociales, carecen
de una dimensión de derechos humanos y son abiertamente neoliberales
(Cervantes, 2018). De acuerdo con la organización ciudadana Agua para todos,
estas propuestas buscan entre otras cosas: legalizar la privatización del agua y el
uso del fracking; considerar el agua como un bien económico y no como un bien
cultural y social; ampliar los márgenes permitidos para la contaminación industrial
del agua; imponer restricciones y sanciones para realizar estudios e investigación
científica y monitoreos de calidad y cantidad de agua en ríos, lagos y manantiales.

Además, el Estado ha destinado fondos públicos e incluso adquirido créditos


(como del Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo, entre otros) para
financiar costosas obras hidráulicas, que son poco atractivas para el capital por su
alta inversión y baja tasa de retorno. Con el argumento de promover el "desarrollo
nacional", se han impulsado proyectos e inversiones en regiones y cuencas clave
para la globalización (Khotari, et al, 2012). Sin embargo, en el fondo lo que se busca
es facilitar las expropiaciones del suelo y restringir el acceso a los bienes comunes
para privatizar territorios con riqueza natural (suelos, aguas, bosques, minerales,
biodiversidad), que en la mayoría de los casos tienen un régimen de propiedad
social (ejidos y comunidades indígenas).

Esto sin duda ha exacerbado las contradicciones campo-ciudad, al


imponerse un uso preferencial del suelo, agua y energía para los procesos de
producción y consumo que se realizan en las grandes urbes y áreas industriales
(Ávila, et al 2012; Moreno, 2014). Igual ha ocurrido con los proyectos turísticos e
inmobiliarios promovidos por actores privados en zonas de alta riqueza natural y
belleza escénica, sin importar si se afectan territorios indígenas o campesinos (Ávila
y Luna, 2013). Asimismo, en las zonas donde se desarrolla la agricultura de
exportación (hortalizas, verduras y frutas) se han acaparado las mejores tierras y
concentrado los derechos de agua (de alta calidad), para garantizar inocuidad en el
proceso de producción y cumplir con las normas impuestas en el mercado
internacional como ocurre por ejemplo con la fresa (Peniche, 2010).

166
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Para fortalecer la avanzada neoliberal, han proliferado los llamados


"megaproyectos" como presas hidroeléctricas, acueductos y obras de trasvase, que
garantizan el abastecimiento de agua y energía a los nuevos conjuntos
habitacionales, los complejos turísticos e inmobiliarios, los parques industriales, la
agricultura comercial de exportación y la minería (Khotari, 2012; Moreno, 2014). Su
objetivo principal es dotar de las condiciones materiales necesarias para la
expansión urbana e inmobiliaria, la actividad industrial, la extracción minera y la
producción agrícola de exportación que promueve el capital privado, principalmente
transnacional. Además de que los megaproyectos ofrecen oportunidad única a los
contratistas y constructores privados que se benefician con la realización de
grandes obras hidráulicas financiadas e impulsadas por el Estado.

En específico, los proyectos de presas hidroeléctricas a nivel multi-objetivo


(generación energía eléctrica, control de inundaciones, abastecimiento de agua y
riesgo) han sido promovidos a nivel internacional por el Banco Mundial, con el
argumento de que tienen usos y beneficios múltiples, además de que son fuentes
generadoras de energía limpia y renovable. En este sentido en el marco del Plan
Puebla Panamá y luego Proyecto Mesoamérica, el Estado proyectó la creación de
infraestructura como son las presas hidroeléctricas, con el fin de aprovechar al
máximo los recursos hídricos y energéticos del país para dar soporte en el mediano
y largo plazos a la urbanización, economía global e inversiones privadas con capital
nacional y transnacional.

De esta forma, en las dos últimas décadas el gobierno federal, a través de la


Comisión Federal de Electricidad (CFE) y con apoyo de la Comisión Nacional del
Agua (CNA), ha propuesto la construcción de presas hidroeléctricas en diversas
cuencas hidrológicas del país, donde se asientan pueblos indígenas y campesinos
(CFE, 2012; CNA, 2015; DOF, 2014). Así se tienen proyectos hidroeléctricos multi-
objetivo como: la presa La Parota en la cuenca del río Papagayo en Guerrero, que
en sus objetivos no manifiestos beneficiará principalmente al complejo Acapulco
Diamante y estimulará la expansión inmobiliaria en los alrededores del embalse.
También se tienen los casos de la presa Las Cruces en Nayarit, que pretende
ampliar la capacidad de generación de energía para el occidente del país
(principalmente la zona urbana-industrial de Guadalajara), sin importar el impacto
ecológico y social que generará en Marismas Nacionales y río San Pedro; la presa
El Zapotillo en Jalisco que abastecerá, principalmente, la demanda urbana e
industrial de León, Guanajuato y trastocará la dinámica de los pueblos de los altos
de Jalisco; y la presa Paso de la Reina, que garantizará el abasto de agua y energía

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

al complejo turístico de Huatulco en Oaxaca (Martínez, 2014; Ramírez, 2012;


Khotari et al, 2012), sin considerar las afectaciones al ecosistema de manglar y
ripario, así como las reubicaciones de diversos pueblos. Con excepción de la presa
El Zapotillo, el resto de los proyectos hidroeléctricos afectan territorios de población
indígena de origen nahua (Guerrero), huichol (Nayarit), mixteco y chatino (Oaxaca),
así como población afromexicana (Oaxaca).

Las expropiaciones de tierras y reubicaciones por la construcción de presas


violan los derechos humanos y en particular los derechos de los pueblos indígenas
a ser consultados frente a proyectos hidroeléctricos que afectan sus territorios y
accesibilidad al agua para su consumo, alimentación y desarrollo. Un ejemplo
dramático son los adeudos en los pagos de las expropiaciones de las tierras para
realizar las presas hidroeléctricas: hoy día existen pueblos indígenas como los
chinantecos (caso de la presa Cerro de Oro) que llevan más de 40 años exigiendo
al Estado la retribución prometida, que en los hechos es un monto ínfimo, ya que no
se compensa a su valor real la tierra afectada ni los frutos e inversiones realizadas
en ella (Khotari, 2012). Tampoco se consideran otros costos sociales y económicos
ocasionados por las presas como la pérdida de identidad y cambios drásticos en
sus estrategias productivas de supervivencia. Mucho menos los costos culturales
por afectación de zonas arqueológicas o la devastación ecológica e hidrológica, al
reducir e incluso eliminar el caudal ecológico o desecar ciénegas enteras.

Es importante mencionar que los proyectos de trasvase de agua (obras


hidráulicas asociadas con la construcción de presas, pozos profundos, acueductos
y sistemas de rebombeo) han sido impulsados por el Estado como una solución
tecnológica para el abastecimiento de las grandes ciudades y complejos industriales
y turísticos, que han visto rebasada su capacidad para abastecerse por fuentes
propias y requieren importar agua de cuencas vecinas o más lejanas. Ello sin
considerar las afectaciones a las zonas rurales y regiones indígenas que dependen
de este vital recurso, así como a los sistemas hidrológicos que dan soporte a los
ecosistemas.

Las grandes ciudades como México, Guadalajara, Monterrey, Tijuana y


Hermosillo, entre otras, han recurrido a este modelo de abastecimiento de agua,
que es sin duda insustentable en términos económicos, sociales y ambientales.
Además de que exacerba las contradicciones campo-ciudad y acentúa las
desigualdades regionales, como ha ocurrido recientemente con el despojo de agua
al pueblo indígena yaqui documentado por Moreno (2014), con el fin de satisfacer

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

las necesidades de abasto urbano e industrial de Hermosillo. También el Sistema


Cutzamala (trasvase de agua a la zona metropolitana de la ciudad de México), ha
generado tensiones en los territorios indígenas mazahuas por las restricciones en
el acceso al agua y afectaciones en su calidad (Tirel, 2013).

Para realizar las obras de trasvase, el Estado ha argumentado la causa de


utilidad pública para el desarrollo nacional, por lo que los poseedores de la tierra y
usufructuarios del agua (como son los pueblos indígenas y campesinos) deben
sacrificar su interés colectivo e individual y aceptar sin resistencia alguna, la
afectación de sus territorios e incluso su reubicación. Esto implica la renuncia a sus
posibilidades de desarrollo local, al ver reducida su disponibilidad de agua para su
consumo humano y productivo. Además de la afectación que tiene el desvío de agua
de una cuenca a otro al ecosistema, ya que el gasto ecológico de los ríos es
reducido drásticamente.

En este sentido, los costos sociales, ambientales y culturales son


minimizados para justificar económicamente la realización de las obras hidráulicas.
Cuestión que se convierte en un agravio ante la clara violación de los derechos
humanos asociados con el agua y saneamiento; los derechos económicos, sociales,
culturales y ambientales (DESCA); y los derechos de los pueblos indígenas al
control de su territorio.

Algo similar ocurre en el caso de la minería con su ley de 1992 y sus


posteriores reformas donde se garantiza el despojo de tierra y agua en los territorios
indígenas y campesinos por la vía de: el otorgamiento de las concesiones para
exploración y explotación del subsuelo; las expropiaciones de las áreas donde se
realizará la gran minería; y el aprovechamiento del agua y la preeminencia de su
uso para esta actividad sobre el uso humano. En el artículo 19 de la Ley minera
(Congreso de la Unión, 2014) en sus fracciones IV, V y VI se especifica que las
concesiones mineras confieren derecho a:

(…) IV. Obtener la expropiación, ocupación temporal o constitución de


servidumbre de los terrenos indispensables para llevar a cabo las obras
y trabajos de exploración, explotación y beneficio, así como para el
depósito de terreros, jales, escorias y graseros, al igual que constituir
servidumbres subterráneas de paso a través de lotes
mineros; (Reformada mediante Decreto publicado en el Diario Oficial de
la Federación el 28 de abril de 2005)

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

V. Aprovechar las aguas provenientes del laboreo de las minas para la


exploración o explotación y beneficio de los minerales o sustancias que
se obtengan y el uso doméstico del personal empleado en las mismas;
(Reformada mediante Decreto publicado en el Diario Oficial de la
Federación el 28 de abril de 2005)

VI. Obtener preferentemente concesión sobre las aguas de las minas


para cualquier uso diferente a los señalados en la fracción anterior, en
los términos de la ley de la materia.

Aunado a ello, en la nueva Ley Federal de Derechos (disposiciones


aplicables en materia de aguas nacionales) de 2016 en su artículo 224 fracción III
se exime a la minería del pago de derechos de agua en su proceso de exploración
y explotación: “(…) Por las aguas que broten o aparezcan en el laboreo de las minas
o que provengan del desagüe de éstas, salvo las que se utilicen en la explotación,
beneficio o aprovechamiento de las mismas, para uso industrial o de servicios”
(CONAGUA, 2016: 20). Con ello se estimula la actividad minera, ya que los
derechos de agua están garantizados con la concesión y no implica erogación
alguna para su aprovechamiento o descarga final.

De acuerdo con Peláez (2014: 110), la expansión minera en México en los


últimos años ha sido importante y se refleja en el número de concesiones (26,551
títulos) y hectáreas (36´820,000) sujetas a exploración y aprovechamiento (datos de
2012). La presencia extranjera se expresa a través de 252 empresas legalmente
constituidas que cuentan con 2,134 concesiones mineras que abarcan 26% del
territorio nacional. La mayoría son empresas canadienses (121) con 1,275 títulos y
1´773,553 hectáreas (17%) que se orientan a la gran minería.

Los proyectos mineros superan el millar (1189 en 2013) y se orientan: 59% a


metales preciosos, 20% polimetálicos, 12% base y 9% preciosos con base (Pérez,
2014: 79). Sin embargo, por ser una actividad altamente consumidora de agua
genera una gran presión en aquellas zonas donde el recurso es limitado, así como
problemas de contaminación de ríos y cuerpos por las descargas de aguas y
derrames de lodos y desechos mineros. Pérez (2014) señala con base en
cartografía que muchas concesiones mineras se ubican en acuíferos de importancia
nacional y cerca de ríos y cuerpos de agua para garantizar el desarrollo de la
actividad extractiva. Hecho que pone en riesgo la seguridad hídrica de la región

170
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

donde se asienta la minería, al deteriorar la calidad y cantidad de agua para la


población y los ecosistemas en una cuenca.

Finalmente, con la reforma energética (diciembre 2013) se abrió paso a la


inversión privada y extranjera en sectores otrora manejados por el Estado como la
explotación de petróleo, la petroquímica, la extracción de gas y la producción de
energías renovables (hidroelectricidad, eólica, geotérmica). Lo que implica la
existencia de mayores inversiones y proyectos en el sector energético en territorios
de propiedad social y estatal, así como de mayores requerimientos de agua (caso
de la exploración de gas con el método de la fractura hidráulica o fracking) y
contaminación por los desechos y derrames (industria petrolera y petroquímica,
fracking). Los proyectos energéticos son una fuente de conflicto social, ya que
violan derechos humanos y generan resistencias como en la sierra de Puebla para
la exploración de gas con el uso del fracking o contra las empresas eólicas de origen
español en Oaxaca. Además, los desechos de la actividad petrolera y petroquímica
(derrames de hidrocarburos) contaminan los ecosistemas riparios, humedales y
costas, así como las fuentes de abastecimiento de agua de la población que vive en
sus inmediaciones. Ejemplos dramáticos son los que ocurren en el sureste del país
como la zona de Coatzacoalcos-Minatitlán donde están documentados numerosos
casos de afectaciones en la salud humana por la contaminación del agua (metales
pesados, hidrocarburos, compuestos organoclorados). Con base en un estudio
realizado por el Biodiversity Research Institute (2013: 12-13) donde se obtuvieron
muestras en cabello humano de la población expuesta 20 a la contaminación en
Coatzacoalcos, se encontró que las concentraciones de mercurio estaban por
encima de las directrices recomendadas con base a la dosis de referencia de la
United States Environmental Protection Agency. Incluso la máxima concentración
encontrada fue de 4.32 ppm, valor 4 veces superior a la referencia existente.

20 En Coatzacoalcos las mediciones se tomaron entre pescadores y población aledaña a la planta


de cloro “perteneciente al grupo CYDSA, y el complejo petroquímico de Pajaritos, que formaba parte
de Pemex y que incineraba residuos de monómeros de cloruro de vinilo”.

171
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

6.1.2 Los conflictos socioambientales y las resistencias locales en defensa


del agua y territorio

El resultado de la estrategia del Estado, en su alianza con el sector privado, para


afectar territorios con población indígena y campesina, donde se ubican los recursos
naturales estratégicos, ha sido el surgimiento de un sin número de conflictos
socioambientales, que son entendidos desde la óptica de la Ecología Política como
conflictos ecológicos distributivos (Martínez Alier, 2004). Es decir, conflictos que:

(…) se expresan en distintos lenguajes de valoración. Así, los


perjudicados pueden pedir la internalización de las externalidades y una
indemnización monetaria pero también pueden argumentar (si su cultura
local se lo permite) que el medio ambiente en cuestión tiene un gran valor
ecológico o paisajístico, o que esa tierra es sagrada, o que los recursos
de ese territorio están excluidos del mercado por disposiciones
internacionales que protegen a grupos indígenas (Martínez Alier, 2004:
21).

Más aún son aquellos conflictos asociados con el acceso y control de


recursos estratégicos en condiciones de desigualdad de poder, así como por la
afectación de los procesos de consumo y producción de la economía dominante.
En este sentido se coincide con la definición Paz (2012) que señala que son una
expresión de la relación sociedad-medio ambiente en el marco del modelo
dominante y donde está en disputa el poder, a través de las resistencias, propuestas
y respuestas contra hegemónicas.

La demanda central de las luchas y movimientos sociales que han emergido


es por la defensa del territorio y el control social y comunitario de su patrimonio
natural y cultural (agua, suelo, bosques, biodiversidad, lugares sagrados). Las
respuestas sociales han sido una expresión de las decisiones verticales y cupulares
de las élites económicas dominantes, que han contado con el apoyo del Estado para
imponer megaproyectos que violentan la propia legalidad y derechos humanos
esenciales. Los casos de oposición social a la construcción y operación de minas
(San Luis Potosí, Guerrero, Oaxaca, Puebla, Chiapas), proyectos turísticos e
inmobiliarios (Cabo Pulmo, Costa Alegre, Holbox, Cancún), presas hidroeléctricas
(Guerrero, Jalisco, Oaxaca, Nayarit, Veracruz), vialidades (Ciudad de México,
Cuernavaca, Morelia) y trasvases de agua (Sonora, Jalisco, Estado de México), se
han multiplicado en todo el territorio nacional.

172
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

En el Mapa 24 pueden observarse los conflictos identificados en territorios


indígenas de México, donde se incluyen los relacionados con la defensa del agua y
territorio ante megaproyectos hidroeléctricos, mineros y eólicos, entre otros. No es
casual que todas las regiones indígenas tengan algún tipo de disputa, sobre todo,
los asociados con el acceso y control de recursos naturales (renovables y no
renovables). Al respecto Boege (2008) muestra la relación entre las zonas de
riqueza natural e hídrica con los territorios indígenas, que hoy día se encuentran en
disputa por la voracidad de los actores privados que pretenden apropiarse de sus
recursos naturales o desarrollar proyectos altamente redituables económicamente
como la minería y el turismo. También Ávila (2014) muestra cómo los derechos de
agua en regiones indígenas son afectados por los procesos de privatización que
son impulsados por el Estado y donde las empresas transnacionales juegan un rol
importante en el despojo.

Mapa 25. Conflictos en pueblos indígenas de México, 2015

173
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Fuente: Comisión para el diálogo con los pueblos indígenas, Secretaría de Gobernación, 2015.
Disponible en https://trabajadoresyrevolucion.wordpress.com/2015/04/05/mexico-mapa-de-
conflictos-indigenas/ Consultado el 10 de agosto 2016.

En el estudio de Paz (2012) se hace una tipología de los conflictos


socioambientales en México, donde destaca la importancia de los conflictos
asociados con la construcción de presas, acceso al agua potable y contaminación
de cuerpos de agua. Si bien no es exhaustiva, al menos da una idea de los conflictos
que han emergido en los últimos años; y las demandas principales que está
planteando una sociedad, que se siente afectada por los procesos económicos
dominantes y los proyectos que pretenden realizarse, sin consulta alguna, en su
territorio.

Lo que en los hechos representa una agresión y violencia de Estado, ante


una afectación directa donde el culpable (sector estatal y privado) no es sancionado
por contaminar las aguas para uso humano y productivo o por destruir los
ecosistemas; ni tampoco se consideran las necesidades de la población local y sus
formas de vida en los territorios donde se realizará el despojo o afectación ambiental
(casos de la industria minera y petrolera, entre otras). Paz (2012) registra 95
conflictos, en el periodo 2009-2011, en al menos 22 estados del país, donde 37
conflictos están asociados con el agua. Los estados con más conflictos
socioambientales son Oaxaca (12), Morelos (10), México (9) y Jalisco (8).

La ANAA (2012) hace una revisión más exhaustiva de los conflictos del agua
a nivel de cuenca hidrológica y documenta 220 conflictos, de los cuales 157 se
concentran principalmente en las cuencas de: México, Río Balsas, Río Santiago,
Grijalva Usumacinta, Lerma-Chapala. Río Pánuco, Río Verde, Río Papaloapan, Río
Bravo y Península de Yucatán (Tabla 22):

Tabla 22. Principales conflictos por el agua por cuenca hidrológica


Cuenca Hidrográfica Cantidad de
conflictos
Cuenca de México 50
Río Balsas 42
Río Santiago 13
Grijalva-Usumacinta 12
Lerma-Chapala 9
Río Pánuco 9
Río Verde 7
Río Papaloapan 6

174
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Río Bravo 5
Península de Yucatán 4
Total 157
Fuente: Cuadro 5.3 en ANAA (2012: 338)

Además, en la Tabla 23 se tienen una tipología de los conflictos por el agua de


acuerdo a la causa o causas que generan la afectación:

Tabla 23. Principales causas o condiciones que generan la conflictividad del agua
Causa o condición Cantidad de
conflictos
Industria 40
Agua residual 28
Servicio privado o concesionado 23
Minería 22
Escasez natural o producida 21
(sobreexplotación)
Carretera 20
Basurero, relleno sanitario o 18
confinamiento de residuos
Unidad habitacional 14
Petróleo y derivados 14
Turismo 14
Presa hidroeléctrica 13
Infraestructura hidráulica 11
(carencia o deficiencia)
Agroquímicos 8
Fuente: Cuadro 5.9 en ANAA (2012: 362)

Finalmente, los conflictos por el agua a nivel de cuencas, subcuencas y acuíferos


en México, quedan plasmados en el mapa 26 donde se observa su distribución
geográfica, que abarca prácticamente todo el territorio nacional.

175
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Mapa 26. Cuencas, subcuencas y acuíferos afectados o en disputa en México

Fuente: Mapa 5.21 en ANAA (2012: 355).

6.2 La devastación hídrica en México y la afectación de


los derechos humanos: la visión de la sociedad civil

Del lado de la sociedad civil mexicana, ha habido desde el año 2006 iniciativas
importantes para hacer visible el papel del Estado y las corporaciones y empresas
privadas nacionales y transnacionales como responsables de la devastación hídrica
y ambiental y la violación de derechos individuales y colectivos como el DHAyS y
los DESCA. A través del ejercicio y reflexión colectiva, junto con los dictámenes y
sentencias de jurados y expertos internacionales que participan en tribunales éticos
como el Tribunal Latinoamericano del Agua y el Tribunal Permanente de los
Pueblos, se ha llegado a conclusiones que evidencian el desvío de poder para hacer
posible el despojo de tierras y agua y minimizar el deterioro ambiental. Esto con

176
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

base en la participación de audiencias de los citados tribunales donde se han


expuesto y documentado casos de despojo y/o agravios en los derechos esenciales
de individuos y colectividades, así como afectaciones irreversibles a los
ecosistemas y recursos hídricos que ponen en riesgo la sustentabilidad ambiental
por la voracidad de intereses económicos, que son protegidos por el Estado. Todo
ello sin importar si se violentan las leyes, deterioran las instituciones públicas y
niegan el acceso a la justicia a los afectados, principalmente campesinos e
indígenas.

En la petitoria de 562 páginas presentada ante el Tribunal Latinoamericano


del Agua (TLA) por la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales (ANAA, 2012),
que reúne a más de 130 organizaciones sociales del país, se acusa al Estado
mexicano como responsable de la devastación del sistema hídrico nacional y se
plantea como tesis principal que:

El gobierno mexicano, desde hace casi 30 años, ha experimentado un


proceso de adecuación, retroceso, fragmentación y reforma jurídica e
institucional que por una parte ha orientado la política pública del país
hacia la progresiva privatización de las fuentes hídricas y de los servicios
públicos asociados con ellas en adecuación a los compromisos
internacionales establecidos desde inicios de la década de 1980 y
especialmente desde la negociación, aprobación y entrada en vigor del
Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Por otra parte, y de
manera simultánea, este proceso ha posibilitado una perversa
desfiguración de los derechos individuales y sociales consagrados por
nuestras leyes, la inducción sistemática y estratégica de fallas de Estado
por el mismo gobierno mexicano y la imposición y ocultamiento de una
violencia de Estado contra la población en lo que se refiere al
cumplimiento de sus derechos fundamentales, a la aplicación justa de la
ley y a la satisfacción de sus necesidades básicas (ANAA, 2012: 6).

Esto se traduce en que el poder del Estado ha sido capturado y desviado


para utilizarse con funciones y fines distintos a lo establecido por los principios,
derechos y garantías consagrados por la Constitución Mexicana y los acuerdos
internacionales. En el anexo 5.1, la ANAA (2012) documenta las violaciones a la ley
por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) con base en tres auditorias (2007,
2008, 2009) realizadas por la Auditoria Superior de la Federación.

177
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Además, la cantidad de casos mexicanos presentados en las audiencias


internacionales del TLA desde 2006 muestra el drama nacional que viven individuos
y colectivos que ven negado su acceso a la justicia. Destaca el hecho de que México
es el país latinoamericano que más casos ha presentado en esa instancia, aspecto
que influyó en que se analizara en 2012 no como un caso aislado de devastación
hídrica, sino como un caso complejo de desvío de poder del Estado para favorecer
intereses privados. Para ello, la ANAA (2012) argumenta que el Estado simula tener
una política hídrica y ambiental que respeta los derechos humanos individuales y
colectivos y protege el agua y el medio ambiente. En su veredicto el jurado del TLA
resuelve (Véase Anexo 4):

1. Condenar al Estado mexicano por la violación a los tratados


internacionales y al ordenamiento jurídico interno que garantizan el
derecho al agua como derecho humano fundamental y la incapacidad de
las autoridades del ejecutivo, legislativo y judicial para establecer
mecanismos efectivos de acceso a la justicia ambiental;
2. Reconocer el creciente deterioro del derecho humano al agua en la
República Mexicana y la insuficiencia de los mecanismos jurídicos-
políticos para detenerla;
3. Alertar por los niveles de conflictividad social en la República Mexicana
y la ausencia de instrumentos de participación ciudadana para
canalizarla

De acuerdo con Rosas (2009), el análisis de los casos de destrucción de los


recursos hídricos en el país, muestra las distintas formas de incumplimiento o
violación de la ley por el propio Estado. Además, señala que los conflictos hídricos
exhiben una particular forma de incumplimiento o violación de la ley por el Estado,
pero no muestran su responsabilidad general en la crisis del agua. Así aparecen
corrupciones, omisiones, violaciones, complicidades y daños provocados por
agentes particulares que muestran el tipo de relación entre la sociedad civil y el
Estado. La repetición continua de estas prácticas muestra la sistematicidad en la
actuación del Estado y exhiben los distintos ámbitos en que las leyes establecidas
son insuficientes para abordar la complejidad de los conflictos del agua.

El mismo autor señala que la desfiguración del sistema jurídico mexicano en


materia de aguas propicia una simulación (una desviación de poder), un
ocultamiento de la crisis del agua o su manejo político oportunista, lo cual permite a
las autoridades sostener incluso que la crisis interna del agua no es responsabilidad

178
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

del Estado mexicano (ni de la incompetencia o corrupción de quienes lo conducen),


o bien, que la crisis externa del agua no mantiene relación alguna con la interna. De
cualquier modo, se recurre a todos los medios posibles para ocultar la crisis interna
del agua, provocada y permitida por el Estado mexicano (Rosas, 2009).

En ese mismo sentido, el Tribunal Permanente de los Pueblos capítulo México,


a través de la mesa de devastación ambiental y derechos de los pueblos concluye
en 2014 que el Estado mexicano en alianza con empresas privadas y nacionales,
es el responsable de una crisis ambiental e hídrica que violenta los derechos
humanos (TPP, 2016: 464):

En resumen, el Estado mexicano es directamente responsable de la


violación masiva y sistemática del derecho a un ambiente sano y
adecuado para el desarrollo sustentable de la humanidad, así como es
responsable de la violación del derecho a una calidad de vida adecuada,
del derecho a una vivienda adecuada, al agua y saneamiento, a la
alimentación, al desarrollo, a una indemnización y reparación adecuadas,
a la información y participación y a la consulta. Por el incumplimiento de
sus deberes de cuidado de las condiciones naturales para la vida digna
de los pueblos y comunidades de México, es también directamente
responsable de la tergiversación, suspensión y anulación de hecho de
los principios básicos del Derecho ambiental, lo cual ha propiciado la
consagración de un estado de excepción ambiental perpetuo en México,
y es directamente responsable de la violencia desatada contra
poblaciones indígenas, campesinas y urbano-populares, que las obliga a
vivir en ambientes degradados, les impide el acceso a la justicia, a la
reparación integral de los daños y los agravios ambientales y territoriales
y criminaliza toda estrategia pacífica de defensa de los derechos
ambientales de los pueblos.

En la sentencia se especifica que la devastación hídrica es resultado de un


modelo de gestión que busca garantizar los intereses económicos por encima de
los intereses sociales, culturales y ambientales. De allí que TPP (2016: 465) plantea
que dicha devastación se expresa en:

El acaparamiento y destrucción de las cuencas hidrológicas, así como la


sobreutilización y contaminación de decenas de acuíferos obliga ya a
transferir millones de metros cúbicos de agua entre cuencas a un costo

179
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

económico, energético y ambiental impagable, generando migraciones


forzadas en las cuencas saqueadas, la desaparición de comunidades y
culturas, la intoxicación y destrucción de la salud de miles de personas
en las regiones saqueadas y el despojo de bienes y patrimonios
naturales, culturales y sagrados asociados con el agua que sostienen la
vida de los pueblos. Este modelo anula el derecho de los pueblos al
acceso, uso y preservación de sus territorios, sus aguas y prácticas
bioculturales, y propicia la eliminación de las economías locales de
subsistencia. La gravedad de este hecho es mayor si se considera que
México es uno de los dos países más diversos del mundo, tomando en
cuenta su biodiversidad, etnodiversidad y agrobiodiversidad combinadas.

Es importante señalar que el sustento empírico de la sentencia se basa en 14


pre-audiencias y 1 audiencias donde se expusieron 500 casos de despojo y
afectación ambiental en 21 estados, entre los años 2012 y 2014. Varias pre-
audiencias tocaron como tema central el problema del agua como: devastación
hídrica, presas, cuenca Lerma, río Atoyac, Puebla-Tlaxcala, entre otros.

La sociedad civil organizada (luchas y movimientos socioambientales)


documentaron con evidencias legales y otros medios (videos, estudios técnicos) las
violaciones a sus derechos humanos por parte de actores estatales y privados. Tan
solo para dar muestra de este ejercicio ciudadano independiente se muestran los
casos expuestos en la pre-audiencia de devastación hídrica celebrada en San
Miguel Allende (Tabla 24).

Tabla 24. Casos presentados en la pre-audiencia de devastación hídrica


(septiembre 2013)

Caso Localidad/Río Estado Cuenca Organización


hidrográfica Denunciante
1. Despojo de agua de Rio Yaqui Sonora Río Yaqui Pueblo Yaqui
uso agrícola
2. Sobreexplotación y Valle de Baja Río Colorado Comisariado del
contaminación por Mexicali California Ejido Nayarit,
operación de Pozos pobladores
geotérmicos en Cerro desplaza- dos de
Prieto Zakamoto y Centro
Integral del Medio
Ambiente y la
Salud, CIMAS A.C.

180
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

3. Impedimento de la Alto Golfo de Baja Río Colorado Pueblo Cucapá


Pesca tradicional California California
4. Sobreexplotación y Comarca Coahuila Rio Nazas Encuentro
contaminación de Lagunera Ciudadano
acuíferos Lagunero
5. Sobreexplotación y Acuífero Guanajuato Lerma- Coalición en
contaminación de Independencia- Chapala Defensa de la
acuíferos Río Laja Cuenca
Independencia
(Codecin)
6.Tiradero tóxico Salamanca Guanajuato Lerma- Particular
Cerrito de la Cruz Chapala
7. Vertimiento de Valle del Hidalgo Cuenca de Desarrollo, Medio
aguas negras en la Mezquital México Ambiente y Vida
Presa Endhó Campesina
8. Contaminación de San Juan Estado de Cuenca de Unidad de Riego
cultivos Zitlaltepec, México México Para el Desarrollo
Zumpango Rural “Plan
Xalpilla”,
9. Contaminación. Río Atoyac- Puebla Río Balsas Coordinadora por
Despojo de aguas y Zahuapan Tlaxcala un Atoyac con Vida
territorios
10. El Salto: Rio Grande de Jalisco Lerma- Colectivo Un Salto
destrucción del Río Santiago Chapala de Vida
Santiago
11. Contaminación del Río Atoyac Veracruz Río Jamapa Coordinadora de
rio y destrucción de la Pueblos en
cuenca Defensa del Rio
Atoyac.
12. Contaminación del Coatzacoalcos Veracruz Río
Río Coatzacoalcos
13. Deterioro del Akumal Quintana Península de Sociedad de
sistema de aguas Roo Yucatán Ecología Vital de
subterráneas Akumal / SAVE
(Scociety of
Akumal’s Vital
Ecology)
Fuente: TPP (2016).

Como una forma de analizar las afectaciones de los derechos humanos ante
diferentes problemáticas del agua se abordan las siguientes:

 Por restricciones en el acceso al agua para abastecimiento humano

181
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

 Por privatización del servicio de agua potable


 Por deficiente calidad del agua para abastecimiento humano
 Por apropiación y contaminación del agua de la minería
 Por actividades de extracción de hidrocarburos que acaparan y deterioran
las fuentes de agua
 Por obras hidráulicas que conllevan desplazamiento forzado, migración o
pobreza.

6.2.1 Afectación de los derechos humanos por restricciones en el acceso al


agua para abastecimiento humano

En la mayor parte de los asentamientos humanos donde habitan los pobres del
campo y la ciudad, y en particular los pueblos indígenas (que son los más
marginales de todos), se experimentan serias restricciones en cuanto a
disponibilidad del agua como resultado de una ausencia de políticas públicas que
resuelvan las carencias históricas en cuanto a infraestructura hidráulica, así como
de subsidios para apoyar la prestación del servicio. Los costos de consumo del
agua son altos, dada la dispersión de los asentamientos humanos, el uso de pozos
profundos para la extracción y rebombeo del agua y la limitación en su disponibilidad
que obliga a su compra a camiones-pipa. La erogación en materia de agua es más
alta para las pobres, como bien ha sido documentado en numerosos estudios en
regiones indígenas y barrios pobres de las ciudades mexicanas (Ávila, 2006 y 2007).

Los compromisos asumidos por el gobierno mexicano en materia de derecho


humano al agua y saneamiento difícilmente serán alcanzados sino se impulsa una
política social para enfrentar las desigualdades y limitaciones en materia de agua
para los más pobres. En un estudio realizado por Ávila (2006) se muestra la falta de
atención del Estado en materia de agua para los pueblos indígenas. En la tabla 25
se observa, los recursos públicos tan bajos que se asignan a regiones indígenas en
materia de agua potable; situación que difícilmente ayudará a reducir las
desigualdades e inequidades sociales, que afectan sobre todo a las mujeres y niños
que son los responsables de cubrir las necesidades de agua en la unidad doméstica.
Por ejemplo, la Meseta Purépecha que tiene serias limitaciones de agua, en algunas
localidades indígenas su dotación es inferior a los 20 litros habitante día (Ávila,
1996) y la asignación de recursos públicos para resolver los asuntos del agua es de
inferior a 1 dólar americano per cápita anual.

182
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Tabla 25. Inversión en agua potable y saneamiento en regiones indígenas de


México, 2004
Región indígena de Inversión per cápita Inversión per cápita a
estudio a nivel municipal nivel municipal
(pesos de 2004) (dólares de 2004)
Tarahumara de 84 7.7
Chihuahua
Mazahua del estado de 56 5.0
México
Meseta Purépecha de 10 0.9
Michoacán
Mixteca baja de Puebla 2 0.2
Nahua de Tlaxcala 19 1.7
Total 33 3.0
Fuente: Ávila (2007).

Una centena de organizaciones sociales y redes de defensa ambiental y del agua


realizaron un reporte (COMDA, 2017) sobre las violaciones sistemáticas a los
derechos humanos del agua y saneamiento en México. Allí plantearon que el
ejercicio del derecho al agua en México se ve obstaculizado por la existencia de un
modelo de inequidad en el acceso al agua y al saneamiento, en el que las personas
y comunidades en situación de vulnerabilidad son quienes tienen menor
disponibilidad de este recurso.

En ese marco, el Relator Especial en DHAyS en su misión a México en mayo


de 2017, tuvo conocimiento de ese informe, se reunió con diversas organizaciones
afectadas y realizó visita de campo en barrios pobres de la Ciudad de México y
localidades rurales con población indígena y campesina en Chiapas y Veracruz.
Como resultado hizo un reporte a la Organización de las Naciones Unidas (ONU,
2017) donde expuso la situación de México respecto a la disponibilidad y
accesibilidad del agua. A continuación, se presenta de manera textual los puntos
principales que abordó:

16. Según informaron al Relator Especial funcionarios del Gobierno, el


94% de la población de México dispone de agua potable, mientras que la
cifra correspondiente al saneamiento es del 93%. Esos niveles de
cobertura muestran que los proveedores de servicios son capaces de
promover efectivamente la aplicación de los derechos al agua y el
saneamiento. No obstante, es esencial destacar que esas cifras, por
impresionantes que sean, no reflejan más que la existencia de algún tipo
de cobertura infraestructural, no el alcance real del acceso al agua y el

183
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

saneamiento en los hogares de las personas, que es considerablemente


inferior.

17. Sigue habiendo sectores significativos de la población de México para


los cuales el abastecimiento de agua potable es sumamente limitado o
inexistente. Mientras que la demanda aumenta, se estima que para 2030
en algunas de las regiones hidrológico-administrativas del país los
recursos renovables de agua llegarán a niveles cercanos o inferiores a
1.000 m3 por habitante y año, una condición categorizada como de
escasez de agua. Las zonas central, septentrional y noroccidental han
experimentado niveles elevados de estrés hídrico. Las autoridades
federales señalaron que las condiciones de sequía afectan grandes
partes de esas regiones, con 16 estados afectados por la sequía.
Además, 8 de las 13 cuencas hidrográficas del país experimentaron
niveles altos o muy altos de estrés hídrico en 2015. La falta de un acceso
continuo y suficiente al agua también está relacionada con la
sobreexplotación de los acuíferos por razones que incluyen la necesidad
de abastecer proyectos residenciales, industriales, agroindustriales,
turísticos, extractivos y de desarrollo que requieren un consumo intensivo
de agua. Las organizaciones de la sociedad civil señalaron que esto es
perjudicial para la continuidad del abastecimiento personal y doméstico
de agua.

18. Incluso en la Ciudad de México, el cuadro que presenta la


disponibilidad de agua varía mucho, y la mayoría de la población no
dispone de un abastecimiento de agua continuo y fiable. El acuífero que
abastece la ciudad es el más sobreexplotado del país. Esta situación se
reproduce en otras partes del país, con regiones que experimentan una
grave escasez de agua. Por ejemplo, en Filomeno Mata, en el estado de
Veracruz, es preocupante que la disponibilidad de agua potable se
encuentre en un nivel crítico y exija una intervención urgente para una
comunidad urbana de más de 13.000 habitantes. Aunque la
infraestructura de agua corriente y saneamiento existe, los hogares solo
reciben agua potable tres horas al mes en un régimen de rotación, en un
marco de deterioro de la red de distribución de agua. Los miembros de la
comunidad declararon que a veces pasan tres meses sin tener agua
corriente. La comunidad depende casi exclusivamente de fuentes
naturales, lo cual obliga a los habitantes a estar llenando constantemente

184
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

contenedores para cubrir todas sus necesidades de agua. En las


estaciones secas, es posible que las fuentes se sequen o que los
miembros de la comunidad tengan que “esperar horas para llenar un
cubo”.

19. En las comunidades rurales dispersas, las dificultades relacionadas


con la disponibilidad de agua potable y saneamiento suelen ser agudas.
A pesar de los proyectos de instalación en esas comunidades de
tecnologías simples de bombeo y purificación de agua y de recogida de
agua de lluvia, por ejemplo, existe un requisito mínimo de mantenimiento
y de servicio que no siempre se cumple, además de que la recolección
de agua de lluvia depende de la pluviosidad estacional. Esto hace que
algunas comunidades, incluidas las comunidades indígenas de Chiapas
y el estado de México que visitó el Relator Especial, tengan graves
problemas de disponibilidad de agua y dependan de fuentes de aguas
subterráneas potencialmente peligrosas. En algunas localidades existe
una prohibición (“decreto de veda”) de la explotación de acuíferos en
determinadas zonas donde estos están agotados y su reposición es
necesaria para abastecer a comunidades más amplias. Se restringe la
posibilidad de excavar pozos en algunas zonas rurales adyacentes y es
posible que se creen desigualdades en el acceso a las fuentes de agua.
Además, el número excesivo de concesiones que se han aprobado sin
haber actualizado previamente la información sobre la disponibilidad de
agua es un problema grave que todavía no se ha abordado.

20. Una gran proporción de las redes de agua del país funcionan en un
régimen de rotación con arreglo al cual los hogares reciben agua
corriente únicamente en días específicos, a menudo impredecibles, o a
ciertas horas. Esto significa que los usuarios deben tener el agua
almacenada durante mucho tiempo, lo cual produce un deterioro de su
calidad y afecta la salud humana. Algunas regiones continúan recibiendo
servicios limitados de agua y saneamiento, si es que los reciben. En un
contexto de reducciones presupuestarias a nivel nacional, el Relator
Especial expresa preocupación por la posibilidad de que se caiga en la
inacción a la hora de prestar los servicios, alegando cifras oficiales de
cobertura que son engañosas y que pueden menoscabar o demorar la
aplicación de medidas esenciales para mejorar los servicios y el acceso
al agua potable y el saneamiento. Esta es una preocupación grave, y el

185
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Relator Especial advirtió de que una presunta buena actuación no debía


utilizarse para justificar la gran reducción que experimentó el presupuesto
para agua y saneamiento en 2017.

21. Incluso en la Ciudad de México, el acceso al agua es esporádico e


impredecible. Según la Comisión de Derechos Humanos del Distrito
Federal, el 70% de la población recibe agua menos de 12 horas al día.
El Relator Especial visitó las comunidades de Santa María Aztahuacan y
Lomas de San Lorenzo, en la demarcación de Iztapalapa de la Ciudad
de México. La zona es la más poblada de la ciudad, históricamente ha
experimentado un crecimiento demográfico elevado e incontrolado y
presenta un alto nivel de marginación socioeconómica. A pesar de estar
conectada a la red de agua corriente y de que hay varios pozos en la
zona, los grupos de la sociedad civil indicaron que cientos de miles de
personas no tienen un acceso regular al agua o bien tienen un acceso
muy limitado, en régimen de rotación, y sin servicio algunos días. Una
opinión general expresada por la comunidad es que las autoridades
desvían un enorme volumen del agua que se encuentra bajo la zona para
abastecer otras zonas residenciales y comerciales de alto consumo, así
como para grandes proyectos, incluida la construcción de un nuevo
aeropuerto.

22. Los residentes de esas comunidades de Iztapalapa expresaron el


temor de que se excavaran nuevos pozos para extraer aún más agua de
la zona, y dijeron que las autoridades no les habían informado ni
consultado suficientemente y que no habían tomado en serio sus
problemas, incluida la preocupación que causaban las grietas aparecidas
en las viviendas a causa de la subsidencia. Los residentes expresaron
frustración por tener que pagar por unos servicios de agua y
alcantarillado deficientes. Uno de ellos preguntó adónde iba su agua, ya
que en su barrio había pozos, pero los habitantes no obtenían agua de
ellos. Otro se quejó de que no se había aprobado un presupuesto para
nuevas tuberías de agua en el barrio, mientras que se habían autorizado
proyectos comerciales y de desarrollo. Los miembros de la comunidad
plantearon inquietudes acerca de la calidad del suministro de agua de
todas las fuentes que utilizaban, incluidos los camiones cisterna, y
afirmaron que no se fiaban de un agua de color oscuro, maloliente y con
sólidos visibles. El Relator Especial recuerda al Gobierno que el derecho

186
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

humano al agua y el saneamiento requiere que las necesidades


domésticas de todas las personas, familias y comunidades sean la
primera consideración y reciban la máxima prioridad entre los diversos
usos del agua, como también se exige explícitamente en la Ley de Aguas
Nacionales (art. 22).

23. El Relator Especial visitó algunos asentamientos irregulares, incluida


la comunidad de San José Obrero en Xochimilco, en la Ciudad de
México, cuyos residentes se ven obligados a pagar precios prohibitivos
para el transporte de agua a lomos de asno hasta sus casas en la ladera
y a comprar agua embotellada, ya que no se les considera con derecho
al pleno acceso al agua debido a la indefinición jurídica de la comunidad.
Las autoridades informaron al Relator Especial de que resultaba difícil
suministrar agua a comunidades en laderas donde la elevación creaba
problemas técnicos. Sin embargo, representantes de la sociedad civil
demostraron que comunidades ricas de otras partes de la ciudad, que
también vivían en zonas elevadas, tenían pocos problemas con el acceso
al agua corriente y niveles elevados de suministro y servicios, lo cual
pone de manifiesto que las desigualdades en el abastecimiento de agua
en la ciudad están relacionadas con el nivel de riqueza y no obedecen a
consideraciones técnicas. Los funcionarios municipales argumentaron
que prestar servicios de agua y saneamiento a esas localidades y
poblaciones legitimizaría los asentamientos ilegales o la ocupación de
tierras.

24. Del mismo modo, en Tuxtla Gutiérrez, en el estado de Chiapas, la


comunidad residencial de Real del Bosque no tiene una condición jurídica
reconocida, lo cual acarrea graves consecuencias por lo que se refiere al
acceso al agua para más de 8.000 hogares. Quien ofrece los servicios
es un proveedor informal que no está sujeto a ninguna regulación, y la
comunidad manifestó al Relator Especial graves quejas sobre el acceso
al agua, la calidad de los servicios, su precio y las desconexiones
sistemáticas e indiscriminadas. El Relator Especial recuerda que los
derechos humanos al agua y el saneamiento deben cumplirse y ser
respetados y protegidos para todos los miembros de la sociedad,
independientemente de su condición social y económica y de la situación
de su vivienda. Debe hacerse todo lo posible para oficializar los

187
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

asentamientos irregulares y hacer llegar los servicios de agua y


saneamiento a esas localidades. 2. Saneamiento

25. La provisión de servicios de saneamiento a nivel nacional,


particularmente a zonas urbanas y rurales no conectadas a redes de
alcantarillado, es un motivo de preocupación que no debe ser
desatendido. El derecho humano al saneamiento no exige
necesariamente soluciones colectivas, pero establece la obligación de
los gobiernos de prestar apoyo a soluciones individuales para satisfacer
los requisitos pertinentes en materia de higiene, salud y medio ambiente.
En algunas localidades visitadas, el sistema de saneamiento era
sumamente básico o inexistente, funcionaba mal o simplemente había
dejado de funcionar, con consecuencias como la descarga directa de
aguas residuales no tratadas a los arroyos y ríos locales, que eran
fuentes de abastecimiento para las comunidades ubicadas aguas abajo.
En Filomeno Mata, San José del Rincón y Tuxtla Gutiérrez, el Relator
Especial contempló costosas plantas de tratamiento de aguas residuales
que no estaban en funcionamiento debido a la falta de mantenimiento, el
colapso de las redes de alcantarillado o la insuficiencia de fondos.

26. Mientras que el sector del saneamiento se benefició de inversiones


excepcionalmente elevadas en 2012 (17.600 millones de pesos), desde
entonces ha recibido cada vez menos fondos (5.600 millones de pesos
en 2015) y las autoridades estatales y municipales y la sociedad civil
expresaron preocupación por la posibilidad de que siguieran empeorando
los servicios o por la imposibilidad de ampliar o mantener la
infraestructura de saneamiento esencial. El Relator Especial visitó San
Cristóbal de las Casas, que tiene más de 200.000 habitantes, y observó
una gran corriente de aguas residuales no tratadas que fluían río abajo,
y que inevitablemente contaminaban las fuentes de agua y causaban
graves problemas de salud.

Finalmente, como resultado de los informes realizados por la sociedad civil


organizada (COMDA, 2017) y el reporte del relator de naciones en materia de
derecho humano al agua y saneamiento (ONU, 2017), es claro que el gobierno
mexicano tiene varios retos para cumplir con los compromisos internacionales
asumidos en DHAyS y que han sido plasmados en la Constitución Política Mexicana
desde 2012. La adopción gradual de este derecho humano debe venir acompañada

188
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

con un mayor financiamiento para que cubra las necesidades de agua y


saneamiento de los sectores de la población más pobre en el campo y la ciudad. De
lo contrario, el gobierno se convertirá en violador de este derecho humano por
omisión o comisión frente al resto de las naciones; situación que puede llegar a
exhortos internacionales por su incumplimiento o a sanciones por no adoptar
medidas graduales o atender las necesidades de los más desprotegidos.

6.2.2 Afectación de los derechos humanos por la privatización del servicio


de agua

En el marco de la visita del Relator Especial de DHAyS de la Organización de las


Naciones Unidas en 2017, las organizaciones sociales hicieron observaciones
sobre los procesos de privatización del servicio de agua y saneamiento que han
sido injustos para los municipios y usuarios, antieconómicos, dañinos al medio
ambiente y opacos (COMDA, 2017). Además, señalan que no aseguran el respeto
a los DHAyS, al omitir los principios de la Observación General Número 15, firmada
y ratificada por México ante Naciones Unidas.

Plantearon que en México prevalece un modelo de gestión del agua


excluyente e insostenible que favorece a las actividades empresariales y extractivas
por encima del bienestar social y la equidad. Las modificaciones en la legislación
han desplazado la orientación social y facilitan la participación del sector privado en
la explotación y distribución del bien común, sin inspección y sanción efectiva de las
obligaciones de los actores privados.

El Informe presenta un breve resumen de las anomalías y violaciones a los


DHAyS, algunas de las cuales ocurren en las ciudades donde se han otorgado
concesiones de servicios a privados. Entre dichas anomalías se incluyen mala
calidad del agua –que ocasiona que en entidades como Aguascalientes haya un
95% de consumo de agua embotellada; aumentos excesivos de tarifas, ineficiencia
en el servicio, nuevos conceptos de cobro, cortes injustificados de agua,
extensiones de contrato sin consulta al usuario/a, acceso limitado al agua en zonas
urbanas desfavorecidas, falta de transparencia, entre otras.

En el Informe se plantea que en todos los casos señalados en la tabla 26, el


proceso de licitación se llevó a cabo sin participación de la ciudadanía y en forma
opaca; con sospecha de corrupción en todos los casos. Además, durante la gestión
de la empresa privatizada, las autoridades municipales no se han preocupado por

189
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

las violaciones a los DHAyS, y su respuesta a las quejas y demandas ciudadanas


ha sido nula; en ningún caso se han aplicado sanciones a las empresas privadas.

Tabla 26. Privatización del servicio de agua y violación de derechos humanos en


ciudades mexicanas
Ciudad Problema por privatización del agua
Aguascaliente● Mala calidad del agua (95% de consumo de agua embotellada)
s, Ags. ● Aumentos excesivos de tarifas
● Cortes del servicio
Cancún, Islas  Muchas quejas ante PROFECO y severas críticas por altos cobros,
Mujeres y ineficiencia y mal servicio.
Solidaridad,  Extensión del contrato por 30 años más en 2014 (9 años antes de
Quintana Roo terminar el primero): sin consulta ciudadana, negando la información
incluso a los medios de información. Autoridades recibieron más de mil
millones de pesos, cuyo destino se desconoce.
Navojoa,  No ha sido posible conseguir información sobre la gestión de la empresa
Sonora privatizada en esta ciudad durante los 8 años que duró su gestión. .
Saltillo, ● Aumentos exagerados de tarifas por consumo y servicios diversos
Coahuila (contraviniendo el Contrato de Asociación que establecía que sólo se harían
aumentos de acuerdo al Índice Nacional de Precios al Consumidor)
● Nuevos elementos de cobro (p. ej. cambio de tomas domiciliarias,
reposición de medidores y pago del riego de plazas y jardines públicos por
parte de los usuarios)
● Gran número de cortes del servicio a los usuarios morosos. Se ha reducido
el porcentaje de usuarios con acceso a los servicios de agua y alcantarillado,
debido a que para muchos los adeudos con la empresa se han hecho
impagables, después de firmar varios convenios de pago con intereses.
● Acceso limitado al agua en zonas urbanas desfavorecidas
● Falta de transparencia
Ramos Arizpe,  Las mismas violaciones que en Saltillo, pero aplicadas en forma brusca,
Coahuila al empezar a operar la empresa en enero de 2013. El malestar de la
población fue tan grande que en las votaciones para Alcalde que se
realizaron a seis meses del inicio de gestión, la ciudadanía exigió a todos
los candidatos la remunicipalización del sistema de agua. El ganador lo
cumplió
Puebla y ● Reserva del contrato de concesión hasta siete años después de su firma).
municipios ● Represión mediática
vecinos, ● Incremento de tarifas (hasta de 500% en algunas zonas)
Puebla ● Nuevos conceptos de cobro (p. ej. instalación de medidores)
● Mala distribución del agua
● Falta de claridad en el costo del servicio
● Aumento del tandeo del agua
● Falta de mejora, y aun disminución de la calidad del agua de abasto
● Aumento de los cortes del servicio de agua, incluyendo cortes de drenaje.
Veracruz y ● Cobros de adeudos y/o firmas de convenios de pago para los que no
Medellín, pueden pagar en una exhibición
Veracruz ● Falta de transparencia
● Mala calidad del agua, fugas y hundimientos en la red de distribución
Fuente: COMDA (2017)

190
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

En años recientes han emergido resistencias ciudadanas que se han opuesto a


cambios legales en materia de agua potable que favorece la privatización. Dos
ejemplos son ilustrativos: las movilizaciones en Baja California, en particular en
Mexicali, para oponerse a una nueva ley de agua (diciembre 2017), que implicaban
un incremento sustantivo de las tarifas de agua, conllevó a que el decreto fuera
abrogado por el gobernador en enero de 2018; y las movilizaciones sociales en
Puebla en 2017 que conformaron la organización “Pueblos Unidos contra la
privatización” frente a la aprobación de una nueva ley en 2013 y adecuaciones a la
constitución estatal en 2017 para afianzar la participación privada en la gestión del
servicio. Ello llevó a que se presentaran 16 controversias constitucionales frente al
peligro de reducir su accesibilidad al agua y se hicieran enmiendas para suprimir el
apartado que generó descontento y se tuviera una nueva redacción, que para
muchos es ambigua.

6.2.3 Afectación de los derechos humanos por deficiente calidad del agua
para abastecimiento humano

Los problemas de deficiente calidad del agua para consumo humano están
relacionados con la contaminación de las fuentes de abastecimiento por
sobreexplotación de acuíferos, intrusión salina, lixiviados y vertido de desechos
orgánicos e industriales, entre otros. Al no haber acciones por parte del Estado para
mejorar la calidad del agua para hacerla potable e incluso reconocer el problema
como un asunto de salud pública, se violan derechos humanos esenciales, ya que
se pone en riesgo la salud de la población. En la tabla 27 se resumen casos críticos
de contaminación de las fuentes de agua.

Tabla 27. Contaminación de las fuentes de abastecimiento e impactos en la salud


Lugar Causa de contaminación Afectaciones en la Caso
del agua para consumo salud humana denunciado
humano
Cuenca Sobreexplotación del acuífero y Casos de leucemia, Tribunal
Independencia, contaminación de aguas fósiles insuficiencia renal y Permanente de
Guanajuato por expansión de la agricultura diversos tipos de los Pueblos,
de exportación (altas cáncer. pre-audiencia de
concentraciones de arsénico y devastación
fluoruro en los pozos de agua). hídrica (2013)
Coatzacoalcos- Contaminación de las fuentes Casos de enfermedades Tribunal
Minatitlán, de agua por vertido de de la piel y diversos Latinoamericano
Veracruz desechos industriales (vertido tipos de cáncer.

191
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

de altas concentraciones de del Agua,


mercurio, plomo, hidrocarburos audiencia 2016.
que contaminan las fuentes de
abastecimiento ).,
Lago de Chapala, Contaminación del lago por Casos de insuficiencia Tribunal
Jalisco y desechos agrícolas e renal, defectos Latinoamericano
Michoacán industriales que afectan las cardiacos, pies zambo y del agua, pre-
fuentes de abastecimiento de la manos malformadas. audiencia 2017
población que habita en las
inmediaciones del lago (altas
concentraciones de metales
pesados como plomo, y
tungsteno).
La Comarca Sobreexplotación de pozos Casos de Tribunal
Lagunera, profundos y altas hidroarsenisismo o Permanente de
Coahuila concentraciones de arsénico. arsenicosis que produce los Pueblos,
afecciones pre-audiencia de
dermatológicas, devastación
vasculares (entre ellas hídrica (2013)
gangrena), cáncer de
piel, hígado, riñón y
pulmones, y está
asociada a diabetes,
alta presión y problemas
reproductivos.

Fuente: Elaboración propia con base en reportes periodísticos y casos presentados en audiciencias
y pre-audiencias del TLA y TPP.

El Informe de violaciones al derecho humano y saneamiento (COMDA, 2017)


señala que la calidad del agua de la que se dispone en el país, no es la óptima,
pues a pesar de que existe un ordenamiento que establece los límites permisibles
de calidad y tratamientos a que debe someterse el agua para su potabilización en
México, éste no sigue los estándares más favorables recomendados por la
Organización Mundial de la Salud (OMS).

Al respecto el Relator Especial de DHAyS de Naciones Unidas señala en su


reporte de la misión en México problemas asociados con la deficiente calidad del
agua en las fuentes de abastecimiento, la obsolescencia de la normatividad y la falta
de cumplimiento por la autoridad responsable, así como la desconfianza en los
sistemas municipales de agua potable que conlleva a un mayor consumo de bebidas
embotelladas (ONU, 2017):

29. La Secretaría de Salud tiene la responsabilidad general de vigilar la


calidad del agua potable, y está obligada a fijar los niveles de calidad
para el agua potable que deben cumplir los proveedores, mientras que

192
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

las leyes estatales pueden incluir obligaciones y requisitos adicionales.


La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios es un
órgano regulador y descentralizado de la Secretaría de Salud,
responsable de regular diversos aspectos relacionados con la salud,
incluida la calidad del agua potable. La Comisión Nacional del Agua
también interviene en la tarea de asegurar la calidad de los recursos
hídricos en virtud de la Ley de Aguas Nacionales, y proporciona fondos
a los estados y los municipios para mejorar la calidad y la disponibilidad
del suministro de agua. También tiene una función de supervisión, en
colaboración con otras autoridades estatales y municipales, para
asegurar el cumplimiento de los niveles de calidad federales, pero esa
función está más orientada a la calidad de las fuentes de agua, y no al
agua potable.

30. La norma vigente para la calidad del agua potable en México (NOM-
127-SSA1-1994) es muy obsoleta. Una revisión de esa norma en 2000
no introdujo ningún cambio sustancial. En 2011, la Organización Mundial
de la Salud publicó la cuarta edición de sus guías para la calidad del agua
potable y numerosas adiciones y recomendaciones sobre contaminantes
específicos. Los avances científicos tuvieron como consecuencia la
fijación de nuevos parámetros y de normas más exigentes para la calidad
del agua. Teniendo en cuenta esas novedades y la compleja situación
imperante en México en relación con los diversos impactos ambientales
en sus fuentes de agua, debido principalmente a efluentes industriales,
la agricultura y proyectos mineros y de hidrocarburos, es urgente
actualizar la norma actual para permitir una vigilancia y una supervisión
del agua potable más adecuadas y orientadas a la protección de la salud.
El Relator Especial tuvo conocimiento de que se había establecido una
comisión con ese propósito, e insta al Gobierno a acelerar el proceso de
actualización de la norma de una manera rigurosa, abierta y participativa.

31. Numerosos representantes de la comunidad y organizaciones no


gubernamentales plantearon preocupaciones relativas a la calidad del
agua suministrada, mientras que los funcionarios admitieron que la
calidad presentaba grandes variaciones y que con frecuencia el agua no
era apropiada para el consumo. Expresaron frustración por la respuesta
insuficiente de las autoridades cuando se planteaban inquietudes o se
solicitaban análisis de muestras de agua y garantías de la calidad de
esta. Se informó al Relator Especial de que la Secretaría de Salud no
ejercía una vigilancia de la calidad del agua suministrada por
proveedores informales, lo cual es motivo de preocupación debido a la
prevalencia en México de este tipo de proveedores, que complementan
unos servicios públicos insuficientes.

32. En varias comunidades que visitó el Relator Especial, los habitantes


indicaron que se veían obligados a beber agua embotellada porque
desconfiaban de la calidad del agua que recibían, lo cual imponía una

193
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

considerable carga financiera adicional a personas que a menudo eran


las que vivían en las zonas más pobres y tenían los ingresos más bajos.
El hecho de que México tenga el nivel más elevado del mundo de
consumo per cápita de agua embotellada (480 l al año) es un indicio de
la desconfianza de la población mexicana hacia los servicios de
distribución de agua. Tener que depender de agua embotellada no es
claramente una forma de atender las obligaciones del país en relación
con el derecho al agua, ya que menoscaba la necesaria accesibilidad y
asequibilidad del abastecimiento de agua. Los miembros de la
comunidad también plantearon ciertas inquietudes acerca de la calidad
del agua embotellada y algunos reclamaron una regulación más estricta
del sector.

33. México también es uno de los principales consumidores de refrescos


del mundo. Miembros de instituciones académicas y de organizaciones
no gubernamentales comunicaron al Relator Especial que esto también
era consecuencia de la desconfianza por la calidad del agua potable,
incluso en las escuelas. Ello ha permitido a las empresas distribuidoras
de refrescos explotar la situación y ha provocado niveles preocupantes
de obesidad infantil. Una medida positiva fue la creación en 2014 de un
impuesto sobre los refrescos, y las autoridades se comprometieron a
utilizar los ingresos obtenidos para apoyar la instalación de fuentes de
agua potable en las escuelas públicas, una iniciativa que también tuvo el
apoyo de la Ley General de la Infraestructura Física Educativa. El Relator
Especial alienta al Gobierno a velar por que ese programa se siga
ejecutando.

(…) 35. El Relator Especial recibió informes que indicaban que la baja
calidad del agua potable y la falta de saneamiento y de un tratamiento
adecuado de las aguas residuales afectaban negativamente la salud de
las personas. Los residentes señalaban con frecuencia que sus
preocupaciones eran ignoradas y que los proveedores de servicios no
estaban obligados a rendir cuentas. Los representantes de la sociedad
civil reclamaron un fortalecimiento de los marcos de supervisión y
regulación a fin de abordar sin demora esas cuestiones y ofrecer
respuestas apropiadas a las comunidades afectadas. Es necesario
reconocer el impacto de las actividades económicas en el agua y el daño
potencial y real causado a la población local, que tal vez no tenga más
remedio que utilizar fuentes de agua contaminadas. Se requiere una
acción pronta para abordar esa situación. Cabe destacar que las
empresas públicas y privadas tienen la responsabilidad de respetar los
derechos humanos al agua y el saneamiento y de tomar medidas de
diligencia debida para evitar y reducir cualquier impacto negativo en esos
derechos. Asimismo, una supervisión sistemática por el Gobierno del
nivel de contaminantes específicos en el agua corriente es un asunto
urgente.

194
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

36. En las comunidades indígenas remotas de Chiapas (véase el párr. 51


infra), que dependen mucho de fuentes locales de aguas superficiales,
algunos residentes señalaron que ellos mismos y sus hijos habían
experimentado problemas de salud, como diarreas, vómitos y jaquecas,
y les preocupaba que la calidad del agua pudiera ser la causa. Al carecer
de un suministro adecuado de agua corriente y purificada, recurren a una
laguna donde los animales utilizan la misma fuente y defecan cerca del
agua. Incluso en entornos urbanos mayores, como Real del Bosque, en
Tuxtla Gutiérrez, se comunicó al Relator Especial que la planta de
tratamiento de aguas residuales no funcionaba y que un gran volumen
de aguas residuales fluía desde más de 8.000 hogares hacia arroyos
locales cercanos a las casas. Los residentes se quejaban de que
padecían incidentes cada vez más frecuentes de enfermedades,
dermatosis e infecciones oculares, que atribuían a la exposición a las
aguas residuales, mientras que sus quejas no recibían ninguna respuesta
positiva del proveedor de servicios ni del municipio.

37. El Relator Especial señala que se requieren diversas medidas cuando


se aplica la perspectiva de los derechos humanos a la cuestión de la
calidad del agua. Reforzar el control de la calidad del agua suministrada
por los proveedores, sumado a una vigilancia más exhaustiva de la
calidad, producirá un cuadro más fiable de los riesgos asociados al
consumo de agua en cada comunidad y población. Además, las
autoridades y los proveedores de agua deben garantizar el derecho a la
información y proporcionar información sistemática a los usuarios sobre
la calidad del agua que consumen, independientemente de las solicitudes
o quejas individuales que se reciban. Sería muy positiva una directriz
nacional sobre esa cuestión.

6.2.4 Afectación de los derechos humanos por apropiación y contaminación


del agua para la extracción minería

Como resultado de la expansión minera, han emergido varios conflictos por el agua
que afectan los derechos humanos. Pérez (2014) documenta algunos conflictos en
Puebla, Oaxaca, Colima, Chihuahua, Durango, Zacatecas y Sonora, donde
empresas mineras como Industrias Peñoles, Grupo México, Grupo Frisco, Grupo
Minero Bacis, Mine Finders Corporation y Linear Gold, son denunciadas por las
afectaciones en la cantidad y calidad del agua y sus respectivos riesgos en la salud
humana (Tabla 28).

195
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Tabla 28. Minería y conflictos por el agua


Corporación Descripción del conflicto
Mina/Estado

Proyecto Industrias Denuncian que proyectos mineros en la ANP significan:


Tetela Peñoles, despojo de tierras, la expropiación, el desplazamiento
Puebla México forzado, daños a la salud, el incremento en el deterioro de
suelos y aire por el uso de sustancias peligrosas como el
cianuro, y la muerte y depredación de cientos de especies
animales y plantas. Muchísima gente sería afectada de
hacerse el proyecto.
Más de 20 mil personas de 50 comunidades nahuas y
totonacas serían afectadas por el proyecto de mina de oro a
cielo abierto en Tetela de Ocampo, que involucra la
construcción de al menos cuatro plantas hidroeléctricas en
los márgenes del río Ajajalpan. A final del 2012 Minera Frisco
fue sancionada por incumplir con las normas ambientales
durante la exploración que hizo en el cerro de Espejeras en
el municipio de Tetela de Ocampo. Actualmente los trabajos
de Frisco están parados porque la Secretaria de Medio
Ambiente y Recursos Naturales no ha autorizado la
manifestación de impacto ambiental.
Bismark, Industrias Campesinos del municipio de Ascensión, Chihuahua,
Chihuahua Peñoles, exigieron que la empresa Minera Bismark deje de operar, ya
México, que sobreexplota los mantos freáticos de la región lo que ha
provocado que sus pozos se sequen o tengan menos agua.
La minera desecha de 2 mil 500 a 3 mil litros de agua por
segundo y eso afecta los pozos de los campesinos. En la
región hay mil 600 pozos para riego agrícola y uso de la
ganadería, y por lo menos 400 de ellos han bajado sus
niveles de 15 a 20 metros en los últimos 8 años, y decenas
de ellos ya no tienen agua a raíz de la explotación de la
minera, por lo que se han dejado de sembrar por lo menos 6
mil hectáreas, principalmente de algodón y chile. Desde que
empezó a operar en el municipio de Ascensión, hace 10 años,
para cualquier trabajo de minería, cumplieron con presentar
el estudio de impacto ambiental y dentro del proceso de
extracción del zinc y cobre va autorizada la extracción de
agua porque ambos salen del subsuelo al mismo tiempo. La
Minera Bismark tiene el permiso de beneficio de los
minerales, y está incluida la extracción de agua, como
manera complementaria para llevar a cabo la extracción de
minerales, y la minera se encarga de depositar el agua en el
canal, de la cual Conagua autoriza su uso posterior, sin
embargo la empresa utiliza ese líquido para regar 300
hectáreas de tierra de pastizales para engorda de ganado,
que son propiedad del mismo corporativo Peñoles, pero con
otra división aparte de Minera Bismark.
Dolores, Mine Finders En agosto del 2010 habitantes del Ejido Huizopa, municipio
Chihuahua Corp. de Madera, declararon que: derrames de cianuro en tuberías
y la fosa de separación de oro y plata de la Compañía Minera
Dolores -filial de la canadiense Mine Finders Co.-provoca el
envenenamiento de la cuenca del río Tutuaca. El
descubrimiento del escape de cianuro fue accidental: uno de

196
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

los trabajadores sufrió graves quemaduras en las piernas


luego de haber caminado entre el lodo que se forma con las
fugas de agua del proceso de producción en la mina. Cabe
señalar que el río Tutuaca es el principal afluente del Río
Yaqui.
El Herrero Linear Gold Este es un caso de invasión superficial y subterránea desde
de la Bufa, 1994. Hasta la fecha existe controversia en torno a las
Durango empresas: MINAS ARGENTA S.A. DE C.V., CIA. MINERA
BACIS S.A. DE C.V. El proceso legal no ha sido favorable
para los demandantes, pues la corrupción y el clientelismo
han detenido por 17 años las demandas por el despojo de
tierras. Se calcula que la Invasión subterránea ha generado
ganancias de 50 millones de dólares...Además, en enero del
2013, La Comisión Nacional del Agua y la Procuraduría
Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Secretaría
de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en Durango
emprendieron acciones legales y económicas contra la
empresa Bacis, para garantizar la reparación de los daños
causados con el colapso de su presa de jales, que costó en
su momento, la vida de una familia.
Magdalena Grupo México "En febrero del 2013. entre gritos de ""¡Viva Zapata!"" y
Teitipac, sonidos de caracol, cientos de ciudadanos, hombres y
Oaxaca mujeres de este pueblo zapoteco, decidieron en Asamblea
General expulsar a la compañía minera Plata Real, filial de la
canadiense Linear Gold Corporation. Esto debido a que los
trabajos de exploración han causado grave contaminación en
el río y en los mantos freáticos de la comunidad, por el uso
de cianuro, arsénico y mercurio. Además, desconocieron al
presidente del Comisariado de Bienes Comunales, por
confabularse con la empresa minera para extender un nuevo
convenio por cinco años más y permitir así el desarrollo de
más trabajos mineros sin permiso de la comunidad. También,
determinaron cerrar los accesos de esta municipalidad para
evitar el ingreso de trabajadores y personal técnico de la
compañía minera.
Los reclamos por la contaminación del agua se deben a que
la contaminación no afecta solamente a Magdalena Teitipac,
pues de los cerros por donde están perforando, también se
surten de agua San Bartolomé Quialana, San Marcos
Tlapazola, San Juan Guelavia, Santa Cruz Papalutla y San
Juan Teitipac.
Mulatos, Grupo FRISCO Durante el 2007, cientos de habitantes de esa comunidad
Sonora bloquearon el acceso a la Mina de Oro Mulatos, debido a la
contaminación que generaba en el aire y en los mantos
acuíferos de la zona. En el 2009 se detuvo a opositor a la
minería en la región, el señor Acedo es miembro de esta
comunidad que se encuentra asediada por la empresa Minas
de Oro Nacional porque quiere despojar de su territorio a los
pobladores de este lugar, porque se encuentra asentada
sobre el filón de oro que la empresa está explotando. Él se
ha caracterizado por oponerse a la liquidación que quiere dar
la empresa minera a los pobladores de Mulatos, con el fin de
que desalojen el poblado. Si bien existe el convencimiento de
reubicarse, la empresa ofrece un pago que no es aceptado
por la gente. En el 2009 la empresa minera señaló que, cada
día se incrementa el riesgo de un incidente en Mulatos,

197
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

porque cuando iniciaron la explotación el tajo se encontraba


a 4 kilómetros del pueblo, hoy prácticamente estamos en las
casas de la comunidad de Mulatos. Las explosiones se están
realizando a 300 metros del pueblo. Por esta circunstancia,
es necesaria la reubicación del pueblo. Ya sea por
compraventa o por expropiación.
En eneros del 2010 vecinos del municipio de Sahuaripa
denunciaron este viernes que una explosión dinamita en el
interior de la "Mina de Oro Mulatos", misma que causó la
caída de piedras de los cerros aledaños a algunos hogares
de la comunidad de Mulatos, en el municipio de Sahuaripa,
ubicada en la zona serrana al oriente del estado. Debido al
incidente, habitantes de esa comunidad se manifestaron esta
tarde en la entrada principal de la mina, para protestar por los
continuos estallidos de dinamita, debido a las actividades de
la compañía de capital mayoritario canadiense. En el 2011 40
personas entre ellos una mujer fueron detenidos por
elemento de la Policía Estatal Investigadora (PEI), por
manifestarse frente a la minera dedicada a la extracción de
oro, a cielo abierto. El reporte es también en el sentido de que
los detenidos fueron amarrados con cuerdas, para
someterlos.
Olintla, Grupo FRISCO "Grupo México pretende construir hidroeléctrica para
Puebla abastecer sus minas a pesar de la oposición de la comunidad.
Es un clima de hostigamiento y presión social. La empresa
sigue llevando trabajadores que exploran sobre los terrenos
de las comunidades, llevan maquinaria y herramientas sin
respetar que no tienen ni un solo permiso.
San José, A principios del año 2004 se supo en la región que iniciará
Zacatecas una explotación a cielo abierto, en la mina subterránea San
José.
Actualmente los 15 mil 500 habitantes de La Tesorera tienen
el problema de los intereses de la empresa Peñoles que
supuestamente, a través de su filial Compañía Minera La
Parreña -y a la que la gente conoce como Minera Company-
busca reabrir la mina de plata San José.
Mauricio Maldonado, integrante de la asociación civil Ya
Basta, señala que el proyecto impulsado en el estado por
Minera Company comprende la apertura de seis minas, entre
las cuales se encuentra la de La Tesorera, ubicada en el
municipio Pánfilo Natera.
Para La Tesorera la amenaza no sólo se reduce a la
contaminación, de la que es ejemplo Noria de Ángeles, sino
a la pérdida total del agua. Aquí ya es conocido el “despojo”
de la compañía Peñoles, dicen los vecinos.
Los habitantes explican que, aunque la mina San José se
encuentra cerrada desde hace unos años, los pozos de agua
que se ubican en el terreno concesionado por la
administración federal no abastecen a la Comunidad. Desde
hace dos meses, los vecinos carecen de agua potable. Juan
Ortiz señala que cuando la asociación civil Ya Basta solicitó
a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) la utilización de
los pozos a favor de la comunidad, la entidad federal
respondió con una negativa, bajo el argumento de que
estaban concesionados a la transnacional. “Pero el agua es
de la nación, no se puede vender. Es incomprensible que los

198
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

pozos estén en posesión de esa empresa y que toda esta


comunidad no tenga agua ni para beber. El agua no es de
ellos”.
Unidad INDUSTRIAS La Unidad Minera Sabinas, empresa perteneciente al Grupo
Sabinas, PEÑOLES, Industrias Peñoles, S.A. de C.V. derramó más de mil metros
Zacatecas MÉXICO cúbicos de jal con metales pesados y químicos metalúrgicos,
contaminando 15 kilómetros del cauce del arroyo El Canutillo,
en enero del 2005, "La cantidad de jal que se vertió al arroyo
El Canutillo -también conocido como San Antonio- ascendió
a mil metros cúbicos, y se dispersó a través de unos 15
kilómetros, distancia desde la empresa hasta la comunidad
Lázaro Cárdenas." A pesar de todo lo anterior la empresa
Peñoles está en el Programa de Auditoria Ambiental de la
Profepa, y ya ha sido certificada como empresa limpia.
El acaparamiento de agua y favoritismo de las autoridades a
favor de La Unidad Minera Sabinas y la Minera Bismark
resulta más claro al encontrar que el Presidente del Consejo
de Administración del Grupo Industrial Peñoles, S.A. de C.V.
el Sr. Alberto Bailleres González es miembro del Consejo
Consultivo del Agua de la CNA.
Zacualpan, GRUPO La comunidad indígena de Zacualpan, municipio de Comala,
Colima MINERO BACÍS en su declaración del 18 de noviembre de 2013, acordó no
permitir la instalación de ninguna empresa o actividad minera
en su territorio, promover al territorio libre de minería,
capacitarse para defender su territorio, y rechazar cualquier
intento de oferta o dádiva del empresario o del gobierno con
el fin de lograr la licencia social. De ese entonces a la fecha
la criminalización del movimiento ha ido aumentando. Aun
así, en marzo del 2014 lograron destituir al cabildo de la
comunidad e instaurar un consejo comunal. A la fecha han
conseguido validar la asamblea en la que se declaró
Zacualpan “territorio libre le minería”, esto mediante la
Secretaría Agraria del Estado.
Fuente: Pérez, 2014: 248-251. Tabla 6 Anexo E.

De acuerdo con la sentencia del Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP, 2014),
los Estados y las empresas trasnacionales petroleras y mineras omiten toda
consideración sobre los efectos destructivos de sus actividades en el planeta, los
ecosistemas, las fuentes hídricas y la salud humana. De allí que ejemplifican la
devastación ambiental que genera la minería en México y la colusión de las
autoridades gubernamentales con el derrame tóxico del Grupo México en el río
Sonora el 6 de agosto de 2014:

La empresa Buenavista del Cobre, propiedad de la trasnacional minera


mexicana Grupo México, de Germán Larrea, derramó 40 millones de
litros de sulfato de cobre y otras sustancias tóxicas (como arsénico,
aluminio, cadmio, cromo, fierro, manganeso y plomo) en el cauce de un
arroyo que alimenta al Río Bacanuchi y posteriormente al Río Sonora,
hasta llegar a la presa El Molinito, que abastece de agua a la ciudad de

199
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Hermosillo, Sonora, capital del estado. El derrame también afectó los


acuíferos y 322 pozos de los que se abastecen comunidades de nueve
municipios de Sonora, con lo que el número de afectados ascendería a
cerca de 840 mil personas.

Aunque este crimen industrial fue calificado por el propio gobierno federal
como el “peor desastre ambiental de la industria minera del país de los
tiempos modernos”, el secretario federal de Medio Ambiente y Recursos
Naturales, Juan José Guerra Abud, minimizó los daños al declarar que la
contaminación de estos ríos “no sale de la norma”.

El derrame tóxico de Grupo México en Sonora no es un evento aislado.


El 14 de agosto pasado, es decir, sólo ocho días después del derrame
en Sonora, la empresa minera Proyecto Magistral derramó dos millones
de litros de agua con cianuro en el arroyo La Cruz, en el municipio de El
Oro, Durango, y el 17 de octubre pasado, es decir, hace menos de un
mes, la mina Dos Señores, ubicada en el municipio de Concordia,
Sinaloa, derramó 10 mil 800 toneladas de lodos tóxicos (con altos niveles
de plomo y hierro) de una presa de jales ilegalmente construida sobre
ocho kilómetros del cauce del arroyo Pánuco, afluente del Río Baluarte,
del que se abastecen de agua varias comunidades de los municipios de
Concordia, Rosario y Escuinapa.

Debe entenderse que el crimen ambiental del Grupo México es de


proporciones mayúsculas, porque ocurrió en una entidad
predominantemente desértica, en la que las cuencas de los ríos deberían
ser vigiladas permanentemente por la autoridad ambiental. También lo
es porque mientras Grupo México destruye impunemente uno de los dos
ríos principales del estado de Sonora, el gobierno federal mexicano y el
gobierno estatal de Sonora concretan –a golpe de represión y
encarcelamiento de dirigentes– el despojo de las aguas que son
patrimonio del pueblo indígena yaqui, para abastecer a la depredadora
empresa automotriz estadounidense Ford, que opera desde hace
décadas en Hermosillo, capital del estado.

Emergencias ambientales como esta proliferan en México, y las


autoridades responsables de velar por los derechos ambientales y de
salud de la población carecen, casi absolutamente, de capacidad y
voluntad para enfrentar (y mucho menos prevenir) un promedio de casi
dos emergencias ambientales por día (consistentes en explosiones,
fugas o derrames de sustancias químicas, tóxicas e hidrocarburos, entre
otras).

200
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

6.2.5 Afectación de los derechos humanos por actividades de extracción de


hidrocarburos que acaparan y deterioran las fuentes de agua

De acuerdo con el Informe sobre violaciones al derecho humano del agua y


saneamiento en México (COMDA, 2017), la realización efectiva del derecho humano
al agua potable en México se encuentra seriamente en riesgo en el contexto de una
reforma energética cuya apuesta es meramente económica, alejada de la visión del
desarrollo sustentable y lesiva en términos de derechos humanos.

A partir de la reforma constitucional en materia energética que promovió el


gobierno federal en 2013 y sus leyes secundarias de 2014, las actividades de
exploración y explotación del petróleo y demás hidrocarburos tienen ahora
“preferencia sobre cualquier otra que implique el aprovechamiento de la superficie
y del subsuelo de los terrenos afectos a aquéllas.” En consecuencia, actividades
previas como las agrícolas, ganaderas, comunitarias e incluso habitacionales o de
cualquier otra índole, sin importar si son necesarias o vitales para la población rural
y/o urbana de la zona o si están vinculadas estrechamente a la realización de sus
derechos humanos, pasarán a segundo plano si resulta que esos terrenos interesan
a un Asignatario (Pemex) o Contratista (empresa privada, nacional o trasnacional)
para actividades de exploración y explotación de hidrocarburos. El Capítulo IV “Del
Uso y Ocupación Superficial” de la Ley de Hidrocarburos, legaliza el despojo al
privilegiar la ejecución de proyectos energéticos mediante una serie de
procedimientos que invariablemente conducen a la determinación administrativa o
judicial de una servidumbre legal de hidrocarburos cuando no haya acuerdo entre
Asignatario o Contratista y propietario o titular del terreno, bien o derecho de que se
trate.

COMDA (2017) señala que disposiciones como estas no resultan


compatibles con las obligaciones del Estado en materia de derechos humanos, por
el contrario, generan condiciones propicias para su violación. La argumentación
principal para promover esta reforma fue la falta de capacidad de Pemex para
extraer hidrocarburos no convencionales que se vienen explorando desde 2010; sin
embargo, también se promueve intensificar las actividades de extracción
convencional. En este marco desfavorable para los derechos humanos se inscribe
la exploración y explotación de los llamados hidrocarburos no convencionales, como
el gas y el aceite de lutitas (shale gas, shale oil). Estrategia señalada en el Plan
Nacional de Desarrollo (PND) 2013-201841 y que resulta de gran interés para las
empresas que con el nuevo marco legal saben que obtendrán ganancias sin

201
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

padecer la devastación ambiental que genera la técnica de fractura hidráulica o


fracking que se emplea para su extracción, ni tener que hacerse cargo de intentar
remediarla. Entre las principales críticas y preocupaciones sobre el fracking señalan
(COMDA, 2017):

1) La utilización de grandes volúmenes de agua, que oscilan entre los 9


y 29 millones de litros de agua por pozo, que multiplicado por los cientos
o miles de pozos que se construyen en un campo genera un enorme
impacto hídrico en la cuenca del lugar o en la cuenca desde la que se
trasvasa, pues los yacimientos pueden encontrase en zonas áridas o
semiáridas como en las entidades del norte de nuestro país.

2) La mezcla química que se utiliza en el líquido de fracturación es


altamente tóxica y una parte de sus componentes se mantiene bajo
secreto industrial, aunado a que la normatividad ambiental en México
está desactualizada y sus parámetros son insuficientes para medir los
impactos y controlar los daños irreversibles que la fracturación hidráulica
implica. Más aún, el líquido que se introduce para fracturar se mezcla con
el contenido de las rocas: hidrocarburos, metales pesados e incluso,
dependiendo de la formación rocosa, materiales radioactivos.

3) El tratamiento del líquido de retorno es imposible, su almacenamiento


a la intemperie para evaporación o su reinyección resultan igualmente un
manejo inadecuado y peligroso.

4) La evidencia confirma que la perforación y el fracking son una


amenaza inherente a las aguas subterráneas y han contaminado fuentes
de agua potable debido a fallas en la cementación de los pozos y otras
rutas de contaminación. Solamente en Pensilvania, más de 240 pozos
privados de agua potable han sido contaminados o se han secado como
resultado de las operaciones de perforación y fracking en un periodo de
alrededor de siete años.

5) Aunque se encontrara una manera de no utilizar grandes volúmenes


de agua, de cualquier manera el riesgo para el derecho humano al agua
potable persiste, ya que la preparación, trasportación, manejo e inyección
del coctel químico y altamente tóxico que es necesario para fracturar la
roca y extraer los hidrocarburos, conlleva grandes riesgos de accidentes
imposibles de controlar, como derrames y filtraciones que pueden
contaminar los cuerpos de agua, el suelo, el subsuelo, el aire y poner en
peligro la salud y la vida de muchas personas.

En el impacto del fracking sobre el derecho humano al agua potable,


destaca la afectación en términos de la disponibilidad, la accesibilidad, la
asequibilidad y la calidad del agua, factores indispensables para la
realización de este derecho, indisolublemente asociado al derecho al

202
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

más alto nivel posible de salud, al derecho a una vivienda y una


alimentación adecuadas, al derecho a la vida, a la dignidad humanas,
entre otros. El Comité de Derechos Económicos Sociales y Culturales de
la ONU (Comité DESC) ha advertido que la contaminación incesante, el
continuo deterioro de los recursos hídricos y su distribución desigual
agravan la pobreza ya existente, y que los Estados Partes deben adoptar
medidas eficaces para hacer efectivo este derecho sin discriminación
alguna, cumpliendo con sus obligaciones de respetarlo, protegerlo,
promoverlo y realizarlo, a través de, por ejemplo: impedir que terceros
actores (grupos, empresas y otras entidades no estatales) menoscaben
el disfrute del derecho al agua; adoptar medidas legislativas o de otra
índole que sean necesarias y efectivas para impedir que terceros
contaminen o exploten en forma no equitativa los recursos de agua, con
inclusión de las fuentes naturales, los pozos y otros sistemas de
distribución.

Al respecto en el Reporte del Relator Especial (ONU, 2017) se señala que se


expusieron casos de contaminación de las fuentes de agua por actividades mineras
y petroleras con implicaciones en la salud humana:

34. Se comunicaron al Relator Especial numerosos casos relacionados


con la contaminación y la polución de fuentes de agua provocadas por
factores como proyectos mineros e industriales, plantas hidroeléctricas y
extracción de hidrocarburos, incluida la utilización de técnicas de
facturación hidráulica en algunos estados, como Veracruz, Puebla,
Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, así como por el uso indiscriminado
e incontrolado de plaguicidas. Se indicó que en muchos casos esos
problemas ambientales afectaban directa o indirectamente las fuentes de
agua, lo cual generaba preocupación por la calidad del agua potable y la
protección de la salud en las zonas afectadas, teniendo en cuenta que
varios contaminantes no quedan suficientemente eliminados por las
plantas de tratamiento y que en algunos casos el agua se consume
directamente de las fuentes. Por ejemplo, en localidades donde no se
ofrece más que un suministro esporádico y poco fiable de agua corriente,
el consumo de las comunidades depende mucho de los ríos, los
manantiales, los arroyos y los pozos locales. Las comunidades de zonas
afectadas por la contaminación de las fuentes de agua expresaron su
frustración porque no se tenían en cuenta sus quejas, porque no se les
consultaba adecuadamente antes de diseñar y ejecutar los proyectos y
porque su derecho al agua parecía tener una prioridad muy baja para las
autoridades competentes y las entidades privadas. Un representante
indígena declaró que “las fuentes de donde tomamos nuestra agua son
las mismas que utilizan las empresas de hidrocarburos. Sentimos que el
agua está enferma y que nosotros también nos enfermamos, porque el
agua está enferma”.

203
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

6.2.6 Afectación de los derechos humanos por obras hidráulicas que


conllevan desplazamiento forzado, migración o pobreza

De acuerdo con el dictamen final de la pre-audiciencia de presas del Tribunal


Permanente de los Pueblos (Khotari et al, 2012), el registro nacional de presas de
la Comisión Nacional del Agua establece que actualmente existen alrededor de
4,200 de estas obras. Con base en su uso principal (algunas son multipropósito) las
más grandes pueden agruparse de la siguiente manera: 582 para riego, 42 para
generación de electricidad, 38 para suministro de agua potable, 30 para el control
de cauces y 13 para usos recreativos y piscícolas. Entre los años 2008 y 2017 se
planteó construir otros treinta proyectos que se encuentran en diferentes etapas:
identificación, gran visión, prefactibilidad, factibilidad y diseño, así como proyectos
de ampliación y modernización.

Desde el año 2003, numerosos pueblos y organizaciones sociales de México se


han agrupado en el Movimiento Mexicano de Afectados por las Presas y en Defensa
de los Ríos (MAPDER) para denunciar y visibilizar las violaciones masivas y
sistemáticas a los de derechos de los pueblos provocadas por la imposición de
presas. Entre ellas resalta, según las denuncias: el desalojo y desplazamiento
forzoso de más de 185,000 personas; la violación del derecho a la información y a
la participación de los afectados; la violación del derecho a la consulta y al
consentimiento libre, previo e informado de los pueblos indígenas; el
desmembramiento de los territorios ancestrales; el derecho a la vivienda; el derecho
a conservar las formas tradicionales de vida. Además, en la medida en que se pierde
el acceso a los ríos y que la mayoría de las comunidades se dedican a la agricultura
y la pesca (incluso para el autoconsumo) se generan violaciones a los derechos de
acceso al agua, al trabajo y a la alimentación; y cuando hay procesos de
organización para resistir a la construcción de las presas se asiste a numerosos
actos tendientes a la criminalización de la protesta social (Khotari, et al 2012):

Con base en el examen de los casos presentados en la pre-audiencia


«Presas, derechos de los pueblos e impunidad» el jurado concluye que
el desarrollo de los proyectos de presas hidroeléctricas y de otros usos
en México, promovidos por el Estado y el sector privado, está
acompañado por graves violaciones a los derechos humanos de los
pueblos y comunidades. Estas violaciones han agudizado las
desigualdades sociales prevalecientes y la discriminación, han
incrementado la vulnerabilidad de los pueblos indígenas,
afrodescendientes y campesinos y han causado la descomposición
social, comunitaria, familiar e individual. Del análisis de los ocho casos y

204
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

las tres denuncias sobre presas que se encuentran en proyecto,


construcción o concluidas en cinco entidades federativas, se puede
observar que hay un mismo patrón y proceso político-económico que
conlleva a violaciones sistemáticas a los derechos humanos:
• Falta de información (que se expresa en el ocultamiento, omisión y
negación de la misma, o en la entrega de información falsa o parcial)
sobre los proyectos de presas por parte de las autoridades y las
empresas paraestatales y privadas involucradas.
• Falta de procesos de consulta dirigidos a la obtención del
consentimiento libre, previo e informado de la población afectada sobre
los objetivos, alcances e impactos de los proyectos. Ello implica, cuando
existe el riesgo de desalojos, que a los pueblos se le niega ejercer su
derecho al veto en relación con la obra.
• Falta de tribunales, instancias y mecanismos legales adecuados, que
garanticen el respeto de los derechos humanos de las y los afectados,
así como la nula asesoría jurídica ofrecida por el Estado.
• Denegación de justicia, impunidad y simulación jurídica, que violenta
derechos y conlleva al despojo de tierras y aguas.
• Parcialidad en la realización de las Manifestaciones de Impacto
Ambiental que se presentan ante las autoridades ambientales con el fin
de lograr la autorización del proyecto, al minimizar los costos ambientales
y omitir los impactos sociales.
• Uso de un concepto restrictivo para identificar y cuantificar a las
poblaciones afectadas por las presas, ya que la atención se centra en
aquellas localidades que se ubican en la zona de inundación, y que
deberán ser reubicadas. No son consideradas afectadas, por otro lado,
las poblaciones que se encuentran aguas abajo de la cortina de la presa
o que aprovechan o valoran los recursos ahí disponibles (ríos,
humedales, espacios rituales).
• Falta de reconocimiento de las especificidades socioeconómicas y
culturales de las poblaciones afectadas, así como desprecio por sus
modos y medios de vida, particularmente cuando se trata de grupos
indígenas, poblaciones afrodescendientes y campesinos. Esto incluye,
además, la ausencia de dictámenes de impacto social, cultural y
sicológico en los proyectos de presas.
• Desconocimiento de las necesidades particulares de los grupos
sociales más vulnerables, como pueden ser los de la tercera edad,
mujeres, niños y niñas, y que son afectados por los proyectos de presas
y las reubicaciones.
• Ausencia de evaluación de opciones energéticas y de abastecimiento
de agua y riego diferentes a las presas, con el fin de evitar conflictos y
reducir las afectaciones sociales y ambientales.
• Violación o inadecuada aplicación de la legislación vigente, sobre todo
por lo que tiene que ver con los derechos humanos individuales y
colectivos contenidos en la legislación agraria, ambiental, indígena y de
derechos humanos.

205
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

• Falta de compensaciones económicas adecuadas a raíz de la


implementación de un proyecto de presa e incluso incumplimiento de los
pagos establecidos.
• Falta de mecanismos institucionales y legales que garanticen
reubicaciones en condiciones adecuadas que no violen los derechos
humanos, y se lleven a cabo en espacios que cuenten con los
satisfactores necesarios para la reproducción social.
• Criminalización de la protesta, persecución y hostigamiento a las
comunidades que se oponen a la imposición de los proyectos, así como
a las y los defensores de derechos humanos y periodistas que
acompañan las luchas contra las presas.

En el dictamen de Khotari et al (2012) se encuentran 15 derechos humanos


sistemáticamente violados en el proceso de diseño, construcción y operación de
presas hidroeléctricas y miocroplantas:

 Derecho a la información y a la participación.


 Derecho a la consulta y al consentimiento libre, previo e informado.
 Derecho a la autodeterminación de los pueblos.
 Derecho a la libertad de reunión, asociación y expresión.
 Derecho a una calidad de vida adecuada.
 Derecho a una vivienda adecuada.
 Derecho a la tierra y el territorio.
 Derecho al agua y al saneamiento.
 Derecho a la alimentación.
 Derecho al desarrollo.
 Derecho a un ambiente sano.
 Derecho a una mejora permanente de las condiciones de vida.
 Derecho a una indemnización y reparación adecuadas.
 Derechos de los pueblos indígenas.
 Derecho al acceso a la justicia y al debido proceso.

Como una forma de resumir los agravios a los derechos humanos en los casos
analizados en la pre-audiencia de presas, se tienen la Tabla 29.

206
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Tabla 29. Violaciones a los derechos humanos por el proyecto, construcción y


operación de presas, 2012
Tipo de Agravio social Derechos humanos violados
Obra
Proyecto de A pesar que la presa ha sido Ha habido violación constante a los
presa planeada por más de una década, derechos humanos: a la participación
“La Parota” en no hay transparencia sobre los efectiva, al acceso a la información, a la
Guerrero detalles técnicos y objetivos de la consulta, a la vivienda, a la salud, a la
misma, tampoco ha sido alimentación, al agua, a la seguridad del
presentado un proyecto de domicilio y personal, a un recurso efectivo
reubicación e indemnización a los y a un medio ambiente sano.
afectados. Todos los esfuerzos de Además, se ha puesto en serio riesgo el
solicitud de información por parte derecho a una vida adecuada y el
de las comunidades han sido derecho a la seguridad jurídica de las
bloqueados, así como la comunidades que desde hace 9 años
participación en el proceso de viven en la inseguridad jurídica debido a
consulta y toma de decisiones. la amenazan constante de realización del
El proceso irregular seguido por proyecto.
las autoridades ha resultado en la
represión del movimiento de
oposición a la presa, incluyendo la
criminalización y el arresto de
activistas y la presencia de
distintas corporaciones policiacas
en la región. Con ello se ha
inhibido su derecho a la
participación social.
Proyecto de La Comisión Federal de Los actos y omisiones de la CFE
presa Electricidad (CFE) ha ignorado los denunciados por los afectados violan las
“Las Cruces” grandes impactos sociales y disposiciones de derecho nacional e
en Nayarit culturales que esta obra acarrearía internacional que las instituciones del
en caso de realizarse. En primer Estado mexicano están obligadas a
lugar, ha minimizado la cantidad respetar, entre ellas las relativas a los
de la población que sería afectada, derechos a la información, a la
ignorando que la mayoría de ella alimentación, a la vivienda, al medio
son pueblos indígenas, cuyas ambiente sano y al desarrollo el derecho
formas de vida y de subsistencia a seguir siendo pueblos, a ejercer su
serían altamente afectadas al autonomía, a controlar su territorio y los
desaparecer una extensa área en recursos naturales en ellos existentes, a
donde las comunidades practican diseñar su propio desarrollo y a ser
la agricultura de temporal, consultado previamente sobre los
ganadería, pesca y recolección en proyectos que pudiesen afectarle y a
las márgenes del río. La CFE no participar en la toma de decisiones de los
está previendo acciones para mismos.
evitar estos impactos negativos o
compensar sus efectos. Las
comunidades sufrirían por el
rompimiento de la integridad de su
territorio y al ser destruidos sus
sitios sagrados, lo que atentaría
con su cosmovisión y cultura.

Proyecto de Entre las omisiones importantes la empresa privada promotora del


presa del proyecto están que no evalúa: proyecto, con el aval del gobierno federal

207
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

“El Naranjal” a) La disponibilidad de agua que y estatal, ha violentado los derechos


en Veracruz sería reducida a la población que humanos de la población local: al no
habita aguas abajo de la presa y informar sus intenciones de realización
las afectaciones al ecosistema de la obra en su territorio (derecho a la
ripario, por otorgarse una información); al impulsar un proyecto que
concesión para uso exclusivo de atenta con las posibilidades de desarrollo
una empresa con fines de lucro, de las comunidades y actividades
que desviará el curso natural del productivas tradicionales (derecho al
río. b) El impacto de la desviación desarrollo, a la alimentación y al
del caudal de las aguas territorio); al afectar la cantidad y calidad
contaminadas del río Blanco a de sus fuentes de abastecimiento de
través del canal a cielo abierto y en agua para fines humanos y productivos
la recarga de los mantos acuíferos. (derecho al agua); al alterar el flujo
c) La afectación de las natural del río y reducir su gasto al 2%
comunidades y espacios (derecho a un medio ambiente sano); y
productivos que serían divididos finalmente por poner en riesgo la salud de
por el canal que conduce aguas la población que estaría expuesta a las
contaminadas del río Blanco, así aguas contaminadas que pasarían por el
como la destrucción de espacios canal y se almacenarían en los tanques
de importancia simbólica y reguladores (derecho a la salud). Todos
espiritual. d) Los riesgos por estos derechos están reconocidos en las
inundaciones ante derrames de la leyes internacionales y nacionales sobre
represa y tanques de regulación. derechos humanos vigentes en México.
e) Los impactos en el uso del Además, se ha violentado el derecho a la
territorio y reconversión productiva libre participación de los pobladores que
de la región (cultivos de se oponen al proyecto, al utilizar
biocombustibles), ante las obras y mecanismos de intimidación y violencia
proyectos propuestos para inhibir su activismo. Se ha negado el
derecho a la consulta previa, libre e
informada, para analizar la viabilidad e
implicaciones del proyecto en su
territorio. Todo ha ocurrido con la
permisividad del Estado, en sus tres
niveles, al facilitar autorizaciones en
materia ambiental y no limitar los actos
violatorios de una empresa que busca el
beneficio privado a costa de afectar
derechos agrarios y derechos humanos y
colectivos de la población indígena y
mestiza en la región.
Presa en De concluirse El Zapotillo, serían El proceso se ha caracterizado por una
construcción inundadas las comunidades de sistemática y continua violación de
“El Zapotillo” Temacapulín, Acasico y derechos, individuales y colectivos,
en Jalisco Palmarejo, lo que significaría el económicos, sociales y culturales de los
desplazamiento forzoso de 1,500 individuos y comunidades amenazadas.
habitantes. Entre ellos, sin ser limitativa la
También serían destruidas o enumeración, se encuentran los
perjudicadas las formas de siguientes: derecho a la información y
sustento de comunidades río abajo participación, derecho a la consulta,
y arriba, afectando a más de derecho al debido proceso legal y a la
15,000 personas. garantía de seguridad jurídica, derecho a
La muerte de las tradiciones y la salud, derecho a la seguridad personal.
cultura estaría acompañada por la Además, de finalizarse la construcción de
pérdida de un patrimonio histórico la presa e inundar las comunidades, se
y cultural único, constituido por los sumarían violaciones a: derecho a la
pueblos mismos con sus plazas, vivienda adecuada, derecho a la

208
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

su ambiente típico y sus preservación de su cultura, derecho al


arquitecturas antiguas y medio ambiente, derecho a la
singulares. manutención y mejora de sus condiciones
de vida, derecho a la alimentación.
Presa en Con relación a los impactos El Estado mexicano es responsable de
funcionamiento sociales y culturales del proyecto, las violaciones sistemáticas y
“Cerro de Oro” los denunciantes señalan que continuadas al derecho a una vivienda
en Oaxaca aproximadamente 26,000 adecuada, alimentación, agua,
campesinos y campesinas que saneamiento, un nivel de vida adecuado,
habitaban 37 ejidos fueron consulta previa, compensación
afectados. La mayoría de ellos adecuada, y restitución para el pueblo
eran indígenas chinantecos que chinanteco que fue desplazado
anteriormente podían sembrar una forzosamente para construir la presa.
gran variedad de cultivos en una Estas violaciones ocurrieron porque el
tierra muy fértil que quedó gobierno nunca tuvo un plan detallado
inundada al crear un embalse para consulta previa, reubicación y
36,000 hectáreas. compensación, así mismos después de
Las poblaciones afectadas no todos esos años, no han sido
fueron informadas ni consultadas compensados por la pérdida de sus
sobre el proyecto hasta la tierras, propiedad, formas de sustento y
publicación del decreto cultura.
presidencial y tampoco recibieron
información sobre el plan de
reubicación. Cuando las
comunidades se dieron cuenta que
el agua de la presa inundaría sus
casas, tierras y comunidades,
reaccionaron con mucha fuerza,
pero el Estado usó violencia verbal
y física para desplazarlos. A ello
hay que agregar que años más
tarde, en 1997, otros 18,000
chinantecos fueron desplazados
para la expansión de la presa.
Presa en Durante la construcción de la La obra fue inaugurada el 6 de noviembre
funcionamiento presa realizada por la CFE surgió del 2012. Sin embargo, las comunidades
“La Yesca” en bastante inconformidad entre los afectadas continúan reclamando en los
Jalisco y afectados por la falta de tribunales la reparación de sus derechos
Nayarit información sobre la obra, así humanos violados por la construcción,
como la incertidumbre relativa a entre ellos el derecho a un medio
las afectaciones de sus bienes. En ambiente sano, a la salud, al agua, al
respuesta, la CFE prometió desarrollo con dignidad, a la información,
capacitación, equipo, permisos y a la propiedad, a la legalidad y seguridad
asesoría para la formación de jurídica.
cooperativas de pesca. No Además, los afectados denunciaron que
obstante , las demandas de los la CFE no ha dado cumplimiento a las
afectados no fueron satisfechas condicionantes de la autorización en
materia de impacto ambiental en lo que
respecta a su compromiso de llevar a
cabo la creación de un área natural
protegida enfocada a la conservación de
los sitios con mayor relevancia biológica
dentro del cañón del río Santiago.
De acuerdo con los testimonios de los
denunciantes, varios de ellos han
recibido amenazas de muerte,

209
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

hostigamiento por elementos del Ejército


mexicano, para que dejen de reclamar
una indemnización justa por los bienes
que perdieron.
Fuente: Elaboración propia con base en Khotari et al (2012).

210
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

VII. Mejoras prácticas en la gestión del


agua con enfoque de derechos
humanos
7.1 Adecuación del marco legislativo y normativo

Las obligaciones constitucionales e internacionales en torno a promover, respetar,


proteger y garantizar los derechos humanos, con los consecuentes deberes de
prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, tal
y como lo prevé el Artículo 1º constitucional y el derecho internacional de los
derechos humanos deben ser acompañadas con la adecuación del marco legislativo
y normativo en torno a los derechos. Esto resulta particularmente importante en
relación con el derecho al agua, debido a la gran cantidad de instituciones que
deben intervenir en su cumplimiento efectivo.

Así por ejemplo, la Corte IDH ha determinado que las disposiciones de


derecho interno que sirvan a realizar los derechos han de ser efectivas (principio del
effet utile), lo que significa que el Estado debe adoptar todas las medidas necesarias
para que lo establecido en la Convención sea realmente cumplido. 21 Así, la Corte
IDH ha considerado necesario reafirmar que la obligación de adaptar la legislación
interna es, por su propia naturaleza, una obligación de resultado. (Corte IDH,
2005a). Esto implica que una norma por mejor diseñada que se encuentre, si en la
realidad no garantiza efectivamente los derechos y libertades, no cumplirá con los
estándares que establece el artículo 2º de la Convención.

La Corte IDH ha señalado además que el deber general del Estado,


establecido en el artículo 2º de la Convención, incluye la adopción de medidas para
suprimir las normas y prácticas de cualquier naturaleza que impliquen una violación
a los derechos previstas en dicho instrumento internacional, así como la expedición

21 Corte IDH. Caso Comunidad Indígena Yakye Axa vs. Paraguay. Fondo Reparaciones y Costas.
Sentencia 17 de junio de 2005. Serie C, No. 125, párr. 101; Caso Osorio Rivera y Familiares Vs. Perú.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 26 de noviembre de 2013.
Serie C No. 274, nota a pie de página 332; Caso de los Pueblos Indígenas Kuna de Madungandí y
Emberá de Bayano y sus Miembros Vs. Panamá. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 14 de octubre de 2014. Serie C No. 284, párr. 270 y Caso López Lone y otros Vs.
Honduras. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de octubre de 2015.
Serie C No. 302, párr. 214.

211
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

de normas y el desarrollo de prácticas conducentes a la observancia efectiva de los


mismos;22 lo cual implica que el respeto y observancia a lo dispuesto por el artículo
2º del Pacto de San José trasciende el ámbito meramente legislativo, pudiendo y
debiendo adoptar estas medidas otras ramas del Estado, como son los poderes
Ejecutivo o Judicial o inclusive los Tribunales, Salas o Cortes Constitucionales.

La noción de “armonizar” ha sido utilizada en relación con la naturaleza del


régimen federal. En el contexto de un sistema federal, armonización puede
entenderse como el proceso por el cual el derecho local en una entidad determinada
se llega a asemejar al derecho de otras entidades federales, al tiempo que conserva
su identidad propia como derecho local.

En materia de derechos humanos la armonización de puede definir como “El


proceso mediante el cual un Estado-Nación incorpora, en distintos ámbitos, niveles
y mediante diversos métodos, los contenidos mínimos del derecho internacional de
los derechos humanos”. Esto puede llevar a que dicha incorporación y armonización
se de en diferentes ámbitos: el de políticas públicas, el legislativo e incluso el
judicial. Así como en diferentes niveles: el federal, estatal y local.

La armonización legislativa y normativa puede también lograrse a través de


diversos métodos interpretativos. La Constitución Mexicana en materia de Derechos
Humanos privilegia, sin excluir otros, dos métodos: la interpretación conforme y el
principio pro persona.

La cláusula de interpretación conforme se podría definir como “la técnica


hermenéutica por medio de la cual los derechos y libertades constitucionales son
armonizados con los valores, principios y normas contenidos en los tratados
internacionales sobre derechos humanos signados por los Estados, así como por la
jurisprudencia de los tribunales internacionales (y en ocasiones otras resoluciones
y fuentes internacionales), para lograr su mayor eficacia y protección” (Ferrer, 2011:
358).

El derecho internacional de los derechos humanos establece un estándar


mínimo que debe ser seguido en busca de la mayor protección de la persona. Es
necesario tomar en cuenta que no siempre será posible lograr una plena
22 Corte IDH. Caso Durand y Ugarte vs. Perú. Fondo. Sentencia de 16 de agosto de 2000. Serie
C No. 68, párr. 137; Caso Mendoza y otros Vs. Argentina. Excepciones Preliminares, Fondo y
Reparaciones. Sentencia de 14 de mayo de 2013b Serie C No. 260, párr. 293 y Caso J. Vs. Perú.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de noviembre de 2013a. Serie
C No. 275párrs. 164 y 184.

212
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

armonización normativa e interpretativa por medio de la interpretación conforme, en


ocasiones, los conflictos entre normas e interpretaciones serán insalvables.

En dichos casos, el principio pro persona es una herramienta que puede


eventualmente ser utilizada para resolver dicha controversia y se puede definir como
“el criterio hermenéutico que informa todo el derecho de los derechos humanos, en
virtud del cual se debe acudir a la norma más amplia, o a la interpretación más
extensiva, cuando se trata de reconocer derechos protegidos e, inversamente, a la
norma o a la interpretación más restringida cuando se trata de establecer
restricciones permanentes al ejercicio de los derechos o su suspensión
extraordinaria. Este principio coincide con el rasgo fundamental del derecho de los
derechos humanos, esto es, estar siempre a favor de la persona” (Ferrer, 2011:
411).

Una parte de suma importancia consiste en identificar que normatividad


deber ser armonizada. La normatividad administrativa que debe ser sujeta a
armonización es, en general, toda. El listado puede ser consultado en el Artículo 4º
de la Ley Federal de Procedimiento Administrativo, de ahí que se incluyan: decretos,
acuerdos, normas, circulares, formatos, lineamientos, criterios, metodologías,
instructivos, directivas, reglas, manuales, disposiciones, entre otros. Dicha totalidad
de la normatividad incluye los reglamentos, códigos de ética o conducta, manuales,
lineamientos, políticas y bases, circulares y reglas de operación.

Si bien la lista contempla demasiados instrumentos que tendrían que ser


sometidos a un escrutinio, razonablemente es previsible que no será necesario
armonizar toda la normatividad, dado que la mayor parte de ella cumpliría sus
funciones en torno al derecho al agua.

En la evaluación de la legislación y normatividad debe ser guiada por los


siguientes principios:

- Transversalidad de las políticas y acciones de derechos humanos incluyendo


sus ejes de aplicación: igualdad y no discriminación, derechos de los pueblos
indígenas, derechos de las personas con discapacidad, igualdad de género
- Cooperación en distintos niveles: En ciertos asuntos dos o más
dependencias deben trabajar en coordinación para formar un marco
normativo acorde con las necesidades de un país federal como México,
incluyendo a autoridades estatales o locales si es necesario

213
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

En general, una mala normatividad respecto en casi cualquier ámbito de


atención de derechos humanos puede ser identificada si el servicio al usuario o a
las personas presenta las siguientes características:

- Mala accesibilidad
- Mala calidad o indebida atención
- Costos elevados
- Exceso de requisitos para obtener el servicio
- Falta de atención oportuna
- Procedimientos complicados, innecesarios o tardíos
- Falta de transparencia y publicidad

La adecuación del marco legislativo y normativo tendrá que considerar el no


perjudicar derechos de terceros. Y que dicho control y supervisión se pueda dar
desde la intervención de estancias gubernamentales o desde la propia CNDH.

La armonización de la legislación y la normatividad puede realizarse en


abstracto, pero también se debe realizar desde los efectos prácticos de esas
normas, por ello, se debe considerar que la armonización deberá considerar:

 Las normas en abstracto


 La interpretación y aplicación de las normas en la práctica
 La evaluación de las normas por organismos externos
 Los casos en donde surgen o pueden surgir violaciones a derechos humanos
que sólo se pueden detectar en el trabajo diario de la dependencia (exige
realizar una investigación empírica).

Respecto al último punto. En un país con un estado de derecho débil es


necesario supervisar la puesta en práctica de la legislación y la normatividad, esto
debido a que los funcionarios de dependencias públicas pudieran no aplicar o
interpretar de forma inadecuada el marco normativo de la dependencia. También es
posible que en ocasiones la normativa por más perfecta que pueda verse en
abstracto se considere “inútil”, “lejana a su realidad” o “meramente aspiracional”.
Para detectar tales fallas es necesario utilizar métodos de investigación empírica
tales como entrevistas, encuestas, grupos de enfoque, paneles de discusión.

214
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

7.2 Reparaciones en casos de violaciones a derechos humanos23

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en conjunto con los


tratados internacionales en materia de derechos humanos imponen una serie de
obligaciones que se deben seguir. El incumplimiento de dichos compromisos puede
derivar en violaciones a los derechos humanos.

Ante la existencia de violaciones de derechos humanos surge la obligación


de reparación. Dicha noción ha sufrido un importante desarrollo por parte de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos en los últimos tiempos y ha sido recogida
por la Ley General de Víctimas.

Así, la Corte IDH ha establecido que la reparación del daño ocasionado por
la infracción de una obligación internacional consiste en la plena restitución
(restitutio in integrum), lo que incluye el restablecimiento de la situación anterior y la
reparación de las consecuencias que la infracción produjo, así como el pago de una
indemnización como compensación por los daños patrimoniales y
extrapatrimoniales, incluyendo el daño moral (Corte IDH, 1989).

La reparación del daño ocasionado por la infracción de una obligación


internacional requiere, siempre que sea posible, la plena restitución. De no ser esto
factible, como ocurre en la mayoría de los casos de violaciones a derechos
humanos, se deben determinar medidas para garantizar los derechos conculcados,
reparar las consecuencias que las infracciones produjeron y establecer una
indemnización que compense los daños ocasionados (Corte IDH, 2011).

Igualmente, la Corte IDH ha determinado que las reparaciones deben tener


un nexo causal con los hechos del caso, las violaciones declaradas, los daños
acreditados, así como con las medidas solicitadas para reparar los daños
respectivos (Corte IDH, 2008). Todo lo anterior implica que la reparación debe ser
integral incluso si esta se lleva a cabo a nivel nacional (Comisión IDH, 2008).

En materia de derechos humanos, y en particular en lo que tiene relación con


las reparaciones, es fundamental observar el tema desde la óptica de la víctima;
esto es, determinar cómo se puede restituir a la persona afectada en sus derechos,

23En este apartado se utiliza el marco conceptual en materia de reparaciones utilizado en (Pelayo Moller, 2016:
28 a 34)

215
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

cómo puede el derecho restablecer la situación, no sólo patrimonialmente, sino


integralmente, mirando a la persona como un todo (Nash, 2009: 134)24.

Un aspecto importante que se debe considerar al evaluar las posibles


medidas de reparación aplicables a un caso es evitar encasillar o tasar las
consecuencias de las violaciones a derechos humanos, ya que en cada caso serán
diferentes.

Las medidas de reparación en su conjunto deben poseer una dimensión de


integralidad. Una integralidad interna, que supone que los criterios y la manera de
llevarse a cabo tienen coherencia en su sentido. Y una externa, entre las diferentes
medidas, dado que el significado que adquieren es interdependiente a su relación
(Nash, 2009: 14). La falta de integralidad en el diseño, y particularmente en el
cumplimiento, puede cuestionar el significado de las medidas de reparación (Nash,
2009: 14).

En este sentido, es importante recordar que las medidas de reparación deben


tener coherencia entre sí para ser realmente eficaces. No pueden verse aisladas,
sino como un conjunto de acciones destinadas a restituir los derechos de las
víctimas y proporcionar a las personas beneficiarias suficientes elementos para
mitigar el daño producido por las violaciones, promover su rehabilitación y
compensar las pérdidas (Nash, 2009: 14). Esta integralidad puede ser vista no sólo
como una relación de las medidas con respecto a las víctimas, sino con un sentido
de prevención más general y de evitación de nuevas violaciones en el futuro (Nash,
2009: 15).

Las medidas de reparación que se pueden implementar a partir de la


imposibilidad de la plena restitución de los derechos vulnerados pueden llegar a
incluir medidas de indemnización compensatoria, consistentes en el pago de daños
materiales (daño emergente y lucro cesante) y daño inmaterial o moral; medidas de
rehabilitación; medidas de satisfacción y garantías de no repetición.

El daño material “supone la pérdida o detrimento de los ingresos de las


víctimas, y de sus familiares, los gastos efectuados con motivo de los hechos y las
consecuencias de carácter pecuniario que tengan un nexo causal con los hechos
del caso” (Corte IDH, 2004). Este tipo de daño se divide a su vez en daño emergente
y lucro cesante.

24
Véase también Corte IDH, Caso Garrido y Baigorria vs. Argentina, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27
de agosto de 1998. Serie C No. 39, párr. 41

216
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

El daño emergente es la disminución o detrimento en el patrimonio de las


víctimas o de sus familiares, o el gasto en el que hayan incurrido como
consecuencia directa de la violación sufrida. Equivale a los gastos directos e
inmediatos que han debido cubrir la víctima y/o sus representantes en ocasión de
la violación a sus derechos, con el objeto de reparar el ilícito, o bien, anular sus
efectos (Nash, 2009: 138).

El lucro cesante o pérdida de ingresos es el perjuicio económico sufrido como


consecuencia directa de la violación sufrida, es decir, el lucro perdido o la reducción
patrimonial futura. La Corte IDH lo ha definido como “los ingresos que habría de
recibir la víctima hasta su posible fallecimiento natural”, esto en casos en donde la
víctima ha fallecido (Nash, 2009: 138).

El daño inmaterial o moral es, por su parte, el que no tiene carácter


económico patrimonial, sino que se refiere a las consecuencias psicológicas nocivas
sufridas por las víctimas y/o sus familiares. Como tal, “puede comprender tanto los
sufrimientos y las aflicciones causadas a las víctimas directas y a sus allegados, el
menoscabo de valores muy significativos para las personas, así como las
alteraciones, de carácter no pecuniario, en las condiciones de existencia de la
víctima o su familia” (Corte IDH, 2003). También comprende el daño a la reputación
o la dignidad, así como los sufrimientos o las aflicciones causados a las víctimas o
sus familiares, el menoscabo de valores y otras perturbaciones morales (Nash,
2009b: 51).

Adicionalmente, se debe considerar que en muchas ocasiones los daños


pueden ser de carácter colectivo y social en atención a vulneraciones que se derivan
de la violación y que repercuten en un grupo de personas o población determinada,
sobre todo en su calidad de grupo, más allá de las afectaciones de carácter
individual (Calderón Gamboa, 2015: 44).

Las medidas de rehabilitación comprenden la atención médica y psicológica,


y los servicios jurídicos y sociales a las víctimas de violaciones de derechos
humanos (Nash, 2009b: 14). En ocasiones, las medidas de rehabilitación como tales
se han llegado a comprender como parte del universo más amplio que conforman
las medidas de satisfacción y garantías de no repetición.

Las medidas de satisfacción y garantías de no repetición son tal vez una de


las formas de reparación en donde la Corte IDH ha innovado más. En el marco del
derecho internacional, la satisfacción puede ser definida como cualquier medida que
el autor que incumple su deber se encuentra obligado a tomar bajo el derecho
internacional consuetudinario o bajo un acuerdo establecido por las partes en

217
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

disputa, diferente a la restitución o la compensación (Brownlie, 2003: 443 y 444). La


satisfacción es un aspecto de la reparación en el sentido amplio (Brownlie, 2003:
444. En el derecho internacional se ha llegado a determinar que las formas de
satisfacción son tres, que por lo regular son acumulativas: disculpas u otro
reconocimiento del ilícito, el castigo de los individuos involucrados y el tomar
medidas para prevenir que ese tipo de hechos vuelvan a ocurrir (Brownlie, 2003:
444).

En el ámbito de la Corte Interamericana, las medidas de satisfacción y


garantías de no repetición carecen de carácter económico o monetario y consisten
en la realización, por parte del Estado, “de actos y obras de alcance o repercusión
públicos (Corte IDH, 2004a)”. Tales medidas incluyen la investigación y
esclarecimiento de la verdad de los hechos y la sanción efectiva de los
responsables, la búsqueda de los restos mortales de las víctimas, al igual que la
prevención de violaciones similares a los derechos humanos mediante la adopción
de medidas positivas como cambios legislativos, capacitación en derechos
humanos, entre otras. Estas medidas también pueden consistir en actos de
desagravio de restitución del honor y reputación de las víctimas y de sus familiares,
de aceptación de responsabilidad por parte del Estado y el pronunciamiento de
disculpas públicas o privadas; así como el otorgamiento de becas, la creación de
fundaciones, la construcción y/o designación de escuelas y hospitales, el
levantamiento de monumentos, la publicación de la sentencia que la Corte
Interamericana emita en el caso concreto, entre otras (CEJIL, 2007: 110).

En el plano del derecho internacional de los derechos humanos, y más


específicamente en el sistema interamericano de derechos humanos, el daño se
origina cuando un bien jurídico, dícese un derecho protegido por un instrumento
internacional –sea la Declaración Americana o en su caso la Convención Americana
sobre Derechos Humanos-, ha sido vulnerado.

En materia de derecho al agua es importante destacar que los daños pueden


ser individuales o colectivos y que las medidas de reparación pueden llegar a ser
muy diversas. Mucho depende de la evaluación de cada caso concreto para poder
determinar cuáles medidas de reparación deben ser implementadas a favor de
individuos o de una colectividad cuyo derecho al agua ha sido vulnerado.

Así, la existencia de un gran abanico de medidas de reparación no implica


que en todos los casos se deban implementar todas las medidas, sino solamente
aquellas que fueran necesarias. Para ello se deben valorar los hechos del caso en
concreto, los daños y con especial énfasis los deseos de las víctimas.

218
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

En el Caso Tarazona Arrieta, la Corte Interamericana determinó que la


responsabilidad estatal bajo la Convención sólo puede ser exigida a nivel
internacional después de que el Estado haya tenido la oportunidad de establecer,
en su caso, una violación de un derecho y reparar el daño ocasionado por sus
propios medios. Ello tiene sustento, aseguró la Corte, en el principio de
complementariedad (o subsidiariedad), que informa transversalmente el Sistema
Interamericano de Derechos Humanos, por lo tanto, el Estado es el principal garante
de los derechos humanos de la personas, de manera que, si se produce un acto
violatorio de dichos derechos, es el propio Estado quien tiene el deber de resolver
el asunto a nivel interno y, en su caso, reparar, antes de tener que responder ante
instancias internacionales, lo anterior debido al carácter subsidiario que reviste el
proceso internacional frente a los sistemas nacionales de garantías de los derechos
humanos (Corte IDH, 2014a).

La Corte Interamericana decidió que no era necesario en dicho caso analizar


las alegadas violaciones de los derechos a la vida y a la integridad personal en
aplicación del principio de complementariedad, toda vez que ante un caso de
homicidio “los órganos de administración de justicia penal […] investigaron de
manera efectiva, procesaron y condenaron al responsable de lo acontecido, y
repararon pecuniariamente a los familiares de [las víctimas]”.

Si bien, la Corte IDH no se ha pronunciado en forma definitiva respecto a esta


nueva vertiente de su jurisprudencia 25 esto abre una interesante ventana de
oportunidad para que los Estados consideren seriamente reparar a las víctimas de
violaciones a derechos humanos con el fin de evitar una condena en sede
internacional. En esta labor todo el Estado en su conjunto tiene que participar de
este tipo de soluciones.

Por una parte, en el sistema interamericano siempre se ha reconocido la


importancia de contar con sistemas de reparación de tipo administrativo. Sin
embargo, hasta hace relativamente poco tiempo, al momento de ser analizados las
reparaciones ofrecidas en programas de la administración pública, estos nunca
resultaban eficaces. Así, en el mejor de los casos, las reparaciones que se ofrecían
no eran integrales26 y, en el peor de los escenarios, las reparaciones llegaban a ser

25
Véase en un sentido lo dicho en: Corte IDH. Caso García Ibarra y otros Vs. Ecuador (Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas), Sentencia de 17 de noviembre de 2015. Serie C No. 306, párr.
102 y 106 y por otro lo reiterado en: Corte IDH. Caso Duque Vs. Colombia (Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas), Sentencia de 26 de febrero de 2016. Serie C No. 310, párr. 137.
26
Si bien son varios casos en este sentido, una sentencia en particular condensa bien esta problemática, véase
Corte IDH. Caso de la Masacre de La Rochela Vs. Colombia. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 11
de mayo de 2007. Serie C No. 163, párr. 218 a 222, 265 a 266.

219
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

mínimas y completamente desproporcionales respecto al daño que pretendían


reparar27.

Sin embargo, esta situación ha cambiado y no porque en la actualidad se


tenga una especial deferencia a las reparaciones otorgadas administrativamente,
sino porque los Estados han ido adaptado sus actuaciones con el fin de otorgar
reparaciones que cumplan los estándares interamericanos. Esto a su vez ha sido
visto con buenos ojos por la Corte IDH en varias sentencias recientes dictadas en
contra de Colombia28.

Esta nueva vertiente en la jurisprudencia de la Corte IDH es sin duda la


consecuencia de algo que está pasando al interior de los Estados progresivamente,
esto es, la incorporación de estándares interamericanos tanto en su legislación,
como en su práctica, lo que eventualmente ha llegado a permear no sólo en las
políticas públicas sino también a nivel jurisdiccional (Gil Botero, 2014: 49 a 62).

En México es de destacarse la implementación de estos estándares que


contempla la Ley General de Víctimas que dispone en su artículo 1º párrafo cuarto
que “La reparación integral comprende las medidas de restitución, rehabilitación,
compensación, satisfacción y garantías de no repetición, en sus dimensiones
individual, colectiva, material, moral y simbólica. Cada una de estas medidas será
implementada a favor de la víctima teniendo en cuenta la gravedad y magnitud del
hecho victimizante cometido o la gravedad y magnitud de la violación de sus
derechos, así como las circunstancias y características del hecho victimizante.”

Lo anterior nos lleva a concluir que el gran reto en los años venideros no es
tan solo aplicar a nivel interno los estándares internacionales sino hacer que la
legislación secundaria en la materia tenga plena vigencia y sea aplicada
consistentemente en casos de violaciones a derechos humanos, tarea en la cual no
se encuentran excluidas circunstancias en las que se haya verificado una violación
al derecho humano al agua.

27
Véase al respecto el Programa Nacional de Resarcimiento en Guatemala, el cual también se comenta líneas
abajo. Corte IDH. Caso Chitay Nech y otros Vs. Guatemala. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 25 de mayo de 2010. Serie C No. 212, párr. 260.
28
Corte IDH. Caso Masacre de Santo Domingo Vs. Colombia (Excepciones Preliminares, Fondo y
Reparaciones), Sentencia de 30 de noviembre de 2012. Serie C No. 259, y Corte IDH. Caso de las Comunidades
Afrodescendientes Desplazadas de la Cuenca del Río Cacarica (Operación Génesis) Vs. Colombia
(Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas), Sentencia de 20 de noviembre de 2013. Serie C
No. 270. Matizando parcialmente lo anterior véase la sección de reparaciones en Corte IDH. Caso Rodríguez
Vera y otros (Desaparecidos del Palacio de Justicia) Vs. Colombia (Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas), Sentencia de 14 de noviembre de 2014. Serie C No. 287.

220
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

7.3 Mejoras prácticas para la defensa de los derechos


humanos
Las acciones y prácticas emprendidas por la sociedad civil y en particular las
organizaciones sociales y coaliciones para la defensa de los derechos humanos
(DHAyS y DESCA) y contra los agravios causados por el Estado y las empresas
privadas nacionales y transnacionales, han consistido en: campañas públicas y
movilización social para la defensa del agua, formación de redes de defensa frente
al despojo y devastación hídrica, incidencia legal y litigación en materia de DHAyS
y DESCA, cabildeo en instancias nacionales e internacionales para la observancia
de cumplimiento de los derechos humanos y desarrollo de capacidades como la
documentación de los agravios y afectaciones a colectividades en tribunales de
justicia hídrica y ambiental (FAN Global, 2010).

7.3.1 Campaña pública y movilización para la defensa del DHAyS

En 2005 se integró en México un frente de organizaciones sociales y comunitarias


denominada Coalición Mexicana por el Derecho al Agua (COMDA) frente a las
amenazas de privatización del agua como resultado de las políticas neoliberales
impulsadas por organismos supranacionales como el Banco Mundial. En el marco
de la realización del Foro Mundial del Agua en México en 2006, COMDA organizó
un foro internacional paralelo y organizó una marcha para demandar el
reconocimiento del derecho humano al agua en la declaratoria mundial y la
exigencia al Estado mexicano para su incorporación explícita en la ley, normatividad
y políticas públicas. Posteriormente se articularon con otras organizaciones e
iniciativas internacionales para presionar a los Estados a reconocer este derecho y
su implementación en sus países. Como resultado en 2010 se reconoció este
derecho en la Asamblea General de las Naciones Unidas donde México fue país
firmante y posteriormente lo ratificó. Un par de años después pasó este derecho a
rango constitucional, aunque no se avanzó en la aprobación de una ley de aguas
que incluyera esta dimensión, situación que lo ha llevado a rebasar el plazo
requerido para su formulación.

221
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

7.3.2 Formación de redes de defensa ciudadana ante el despojo y


devastación hídrica y ambiental

En los últimos 10 años se han formado varios frentes de organizaciones sociales y


comunitarias para la defensa del derecho al agua y territorio y contra el despojo y
devastación ambiental. Todo ello en el marco de la adopción de un modelo
extractivista (impulso de la minería y exploración de hidrocarburos) que demanda la
privatización del agua, el desarrollo de megaproyectos hidroeléctricos y la
realización de reformas energéticas para afianzar las inversiones privadas,
principalmente transnacionales. Es así como se han formado redes más amplias
para enfrentar poderes estatales y transnacionales que anteponen intereses
económicos y políticos y no consideran el respeto a los derechos humanos
individuales y colectivos. Tales son los casos de la Coalición Mexicana por el
Derecho al Agua (COMDA), la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales
(ANAA), el Movimiento mexicano de afectados por las presas y en defensa de los
ríos (MAPDER), Red mexicana de afectados por la minería (REMA), Alianza
mexicana contra el Fracking, y la Coordinadora Nacional Agua para Tod@s Agua
para la Vida.

7.3.3 Incidencia legal y litigación en materia de DHAyS y DESCA

Respecto a la incidencia legal, están las iniciativas de una ley ciudadana del agua
impulsada por Agua para todos, que articula a la academia, organizaciones no
gubernamentales y organizaciones sociales del país. Su papel ha sido propiciar
desde el 2012, el diálogo y la participación ciudadana para formular una ley de
aguas que incluya las dimensiones del DHAyS y los DESCA. Además de realizar
cabildeo con diputados y senadores para impulsar esa iniciativa. Como resultado ha
elaborado una propuesta de ley ciudadana que se ha contrapuesto a las dos
iniciativas elaboradas por la Comisión Nacional del Agua, denominadas ley Korefeld
(2015) y ley Pichardo (2017). A continuación, la Tabla 30 presenta un cuadro
comparativo entre la ley Pichardo y la ley ciudadana:

222
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Tabla 30. Comparativos de Ley Ciudadana del Agua versus Ley Picardo (oficial),
2018.

223
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Fuente: http://aguaparatodos.org.mx/wp-content/uploads/Comparativo-Iniciativa-Pichardo-vs-
Iniciativa-Ciudadana.pdf

224
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

En cuanto a litigación, la Coalición Hábitat Internacional Latinoamerica (HIC-


L) junto con Espacio DESC y RADAR han impulsado casos de violación del derecho
humano al agua con el fin de hacerlos justiciables y comenzar a avanzar en la
aplicación y reparación del daño a los afectados. Al respecto se tiene el caso de la
privación del acceso al agua a mujeres de la colonia Tres de Mayo en el estado de
Morelos, que ha dejado un precedente importante en materia de judicialización.
Después de un largo litigio, el caso llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación
y se logró un fallo favorable que define los alcances y contenidos del derecho
humano al agua y al saneamiento conforme a los estándares internacionales. Por
primera vez se establece la violación del derecho humano al agua si una persona
recibe menos de 100 litros de líquido al día; y se define el derecho al saneamiento
conforme a lo establecido por el derecho internacional de los derechos humanos.

Cuadro 8. Judicialización de un caso de violación del derecho humano al agua:


las mujeres pobres de Alpuyeca, Morelos

El día de ayer, miércoles 26 de noviembre, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)


resolvió la inconformidad 49/2014 a nombre de Lidia Velázquez Reynoso. En la decisión consideró
fundados los argumentos presentados por un equipo de abogados/as y académicos/as,
coordinados por la Coalición Internacional para el Hábitat, Oficina para América Latina (HIC-AL),
y respaldados por un Amicus Curiae de la Oficina en México del Alto Comisionado para los
Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que impugnaron el acuerdo del 6 de enero de este
año a través del cual el Juzgado Cuarto de Distrito del Estado de Morelos declaró cumplida la
primera sentencia mexicana sobre el derecho humano al agua y al saneamiento (revisión
381/2011).

En esa sentencia de abril de 2012, que establece la violación de tal derecho reconocido en el
artículo 4º constitucional por la ausencia de red hídrica, tomas de agua y saneamiento en la
Colonia Ampliación Tres de Mayo de Alpuyeca, Municipio de Xochitepec, Morelos, el Segundo
Tribunal Colegiado del Décimo Octavo Circuito determinó conceder la protección constitucional
para que las autoridades responsables cumplieran de inmediato con el derecho de acceso al agua
y saneamiento de la quejosa. A raíz de esta decisión, el Sistema de Agua Potable del Municipio
dotó a las familias residentes en la zona con tubería de mala calidad (con características de una
manguera). Además de ello, y como sucede en muchas otras zonas del país y del Estado de
Morelos, proporciona el líquido vital por tandeo una sola vez a la semana (en algunas ocasiones
ni siquiera una vez) por un promedio de tres horas, sin que exista certeza del horario en el que el
agua puede llegar. No obstante, lo anterior, mediante acuerdo de fecha 6 de enero de 2014 el
Juzgado Cuarto de Distrito del Estado de Morelos tuvo por cumplida la sentencia. La decisión del
Juzgado, entre otros aspectos, confunde el concepto de derecho al saneamiento equiparándolo
con el de calidad del agua, pero, sobre todo, omite establecer los alcances del derecho humano
al agua a partir del estándar legal mínimo establecido en la Constitución y en el derecho
internacional de los derechos humanos (interpretación conforme) que exige que el agua sea
suficiente, salubre, aceptable y asequible.

Con fecha 16 de enero de 2014 la Señora Velázquez interpuso inconformidad en contra del
acuerdo referido en tanto volvía sin efecto el fallo protector y reducía los alcances constitucionales
del derecho humano al agua y al saneamiento. En la inconformidad se subrayó que un tribunal
encargado de la protección de los derechos humanos no puede establecer que el derecho humano
al agua se satisface cuando una familia de cuatro personas recibe el líquido en un promedio de

225
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

tres horas por semana, porque no alcanza a llenar ni un tinaco de 750 litros. Lo anterior
considerando además que el Municipio de Xochitepec cuenta con una concesión de explotación
de aguas subterráneas por un volumen anual de 505,402 metros cúbicos y que, de acuerdo al
Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en el Municipio viven 8,330
pobladores, por lo cual cada uno debería contar con 166 litros de agua por día. Esta situación
incumple rotundamente con el elemento de suficiencia y disponibilidad establecidos
respectivamente en la Constitución y en la Observación General n. 15 del Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC), y con lo que prevén las directrices de la
Organización Mundial de la Salud que considera que cada persona debe recibir, como mínimo,
entre 50 y 100 litros de agua al día.

El 18 de junio de 2014 la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)


resolvió la reasunción de competencia (5/2014). El día de ayer, sobre la base de un proyecto del
Ministro Cossío y por unanimidad, estableció que la inconformidad está fundada ya que “para
tener por cumplido el fallo protector no basta con acreditar que existe una toma de agua en el
domicilio de la quejosa, pues con ello se llegaría al extremo de considerar cumplimentado el
derecho al agua de las personas, únicamente con proveer un minuto de agua a la semana el vital
líquido” y considerado que “en el acuerdo impugnado se debieron analizar con un grado de
exhaustividad suficiente las constancias (…) para determinar si la distribución del vital líquido
efectivamente se hacía de manera equitativa y conforme a las directrices de la Organización
Mundial de la Salud y, a partir de ahí, determinar si el fallo protector estaba cumplido o no”. En
relación con el saneamiento y conforme al derecho internacional de los derechos humanos en la
materia, reconoció que éste debe entenderse como un sistema para “la recogida, el transporte,
tratamiento y eliminación o reutilización de excrementos humanos y la correspondiente promoción
de la higiene”. Revoca por lo tanto el acuerdo de seis de enero de dos mil catorce estableciendo
que la autoridad cumpla a cabalidad con los efectos precisados en la ejecutoria de amparo y para
ello acredite que el vital líquido es proporcionado a la quejosa bajo los estándares precisados en
el fallo constitucional.

La resolución de la SCJN, así como la sentencia que reconoció la violación del derecho humano
al agua y al saneamiento en 2012, beneficia a todas las familias que habitan en Ampliación Tres
de Mayo, cuatro de las cuales (incluyendo la de la quejosa) han promovido desde 2010
diversas demandas de amparo reclamando la violación al derecho a la vida, a la salud y a la
vivienda, y a un mínimo vital de contar con agua potable y saneamiento. Se trata por lo tanto de
una victoria con efectos colectivos que podrá además beneficiar a otras personas y familias que
enfrentan situaciones similares en otras localidades del país.

Fuente: http://aguaparatodos.org.mx/scjn-define-alcances-dha-y-saneamiento/

Asimismo, en el caso de las cuencas de los ríos Atoyac y Salado en Oaxaca


se logró un fallo favorable en la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que
las autoridades saneen y limpien sus aguas. Esto es un hecho sin precedente en el
país, que inició 4 años atrás como un litigio donde los ciudadanos hicieron valer su
derecho humano a un medio ambiente sano que se otorga en el artículo cuarto
constitucional y en tratados internacionales como los DESCA. Para ello hicieron el
uso de instrumentos jurídicos como la nueva Ley de Amparo del 2013, donde es
posible el derecho al medio ambiente sano ante tribunales.

La sentencia del máximo órgano de justicia señala que las autoridades


responsables son omisas en adoptar todas las medidas a su alcance para
restaurar ecológicamente y sanear la contaminación de los ríos Atoyac y

226
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Salado que atraviesan la ciudad de Oaxaca y sus zonas conurbadas. Los


efectos del fallo protector ordenan al Estado a realizar todas las acciones
necesarias para convenir, con el gobierno federal a través de la
Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, y con las
autoridades locales, respecto de medidas de protección ambiental,
específicamente por lo que hace al vertimiento de aguas residuales a los
cauces de estos ríos. También ordena aplicar acciones de conservación,
restauración y vigilancia del equilibrio ecológico, así como la protección
al ambiente. Los responsables deberán realizar programas de limpieza
en los mencionados ríos. Y ejecutar y operar infraestructura y servicios
necesarios para la prevención y control de la contaminación y el
mejoramiento de la calidad del agua de los ríos Atoyac y Salado (Mateo,
2018).

Sin embargo, las autoridades de los 3 niveles de gobierno responsables del


saneamiento del agua han opuesto resistencia y en el caso de la Comisión Nacional
del Agua un recurso de revisión que pretende impugnar el fallo de la Suprema Corte
de Justicia. Esto puede llevar varios meses, aunque se espera que los órganos
jurisdiccionales ordenen a las autoridades a cumplir con su obligación de
saneamiento.

7.3.4 Cabildeo en instancias internacionales para la observancia del


cumplimiento del DHAyS y DESCA

En el marco de la visita del Relator Especial de la Organización de las Naciones


Unidas (ONU) sobre los DHAyS, organizaciones de la sociedad civil dieron a
conocer en mayo de 2017 el “Informe sobre violaciones a los derechos humanos al
agua potable y saneamiento en México”, donde se exponen las principales fallas de
las políticas públicas implementadas por el Estado mexicano en esta materia.

Las redes y organizaciones que impulsaron la visita del Relator fueron: la


Coalición de Organizaciones Mexicanas por el Derecho al Agua (COMDA), el
Movimiento de Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos (MAPDER), la
Alianza Mexicana contra el Fracking (AMCF), la Coordinadora Nacional Agua para
tod@s Agua para la Vida (Agua para tod@s), el Espacio de Coordinación de
Organizaciones Civiles sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Espacio
DESC), la Red de Género y Medio Ambiente (RGEMA), la Red Nacional de
Organismos Civiles de Derechos Humanos Todos los Derechos para Todas y Todos
(RedTDTT), el Movimiento Urbano Popular de la Convención Nacional Democrática,
entre otras.

El Relator realizó recorridos de campo en los municipios de Filomeno Mata y


Papantla, Veracruz; las delegaciones Iztapalapa y Xochimilco, en la Ciudad de

227
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

México; así como Tuxtla Gutiérrez y San Cristóbal de las Casas, Chiapas. En dichos
lugares, el Relator pudo ver la precariedad de las condiciones de vida de la
población del campo y la ciudad por la falta de cumplimiento de sus derechos al
agua potable y al saneamiento. Asimismo, escuchó directamente a mujeres y
hombres cuya vida cotidiana se ve trastocada por esta carencia, también pudo
dialogar con organizaciones comunitarias, estatales y nacionales.

Como resultado el Relator realizó un informe por escrito que fue presentado
en la Asamblea General de las Naciones Unidas en agosto de 2017 y donde señala
entre otras cosas lo siguiente (ONU, 2017):

El Relator Especial recibió informes que indicaban que la baja calidad del
agua potable y la falta de saneamiento y de un tratamiento adecuado de
las aguas residuales afectaban negativamente la salud de las personas.
Los residentes señalaban con frecuencia que sus preocupaciones eran
ignoradas y que los proveedores de servicios no estaban obligados a
rendir cuentas. Los representantes de la sociedad civil reclamaron un
fortalecimiento de los marcos de supervisión y regulación a fin de abordar
sin demora esas cuestiones y ofrecer respuestas apropiadas a las
comunidades afectadas. Es necesario reconocer el impacto de las
actividades económicas en el agua y el daño potencial y real causado a
la población local, que tal vez no tenga más remedio que utilizar fuentes
de agua contaminadas. Se requiere una acción pronta para abordar esa
situación. Cabe destacar que las empresas públicas y privadas tienen la
responsabilidad de respetar los derechos humanos al agua y el
saneamiento y de tomar medidas de diligencia debida para evitar y
reducir cualquier impacto negativo en esos derechos. Asimismo, una
supervisión sistemática por el Gobierno del nivel de contaminantes
específicos en el agua corriente es un asunto urgente.

En general hizo observaciones en materia de cumplimiento y violación del


derecho humano al agua y saneamiento y señaló algunas recomendaciones para el
Estado mexicano con el fin de que logre de manera progresiva hacer valer este
derecho para la población, sobre todo la más vulnerable por su condición social,
étnica y género.

228
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

7.3.5 Desarrollo de capacidades y participación en tribunales éticos de


justicia ambiental como TLA y TPP capítulo México

La importancia de la participación de la sociedad en tribunales éticos (no


vinculantes) es para evidenciar casos de violación de derechos humanos y agravios
por parte de actores estatales y privados, sobre todo, cuando los espacios formales
de justicia están cerrados o cooptados y los agravios sociales quedan sin
reparación.

No obstante, también hay un impacto en un nivel pedagógico donde se


establece un ejercicio diferente, a manera de representación teatral para demostrar
los agravios más allá de la prueba legal. Los afectados deben organizar sus
materiales como videos, documentos, testimonios para armar un expediente de
prueba que le permita exponerlo de manera clara en un espacio formal ante jurados
de reconocimiento y calidad moral. El veredicto y fallo final sirve como herramienta
para su posterior defensa y argumentación, así como para su difusión en los medios
de comunicación y presentación a los actores en contradictorio.

En ese marco es que juegan un papel clave como espacios de justicia


alternativa el Tribunal Latinoamericano del Agua y el Tribunal Permanente de los
Pueblos que hacen visible a nivel internacional los diferentes casos de agravio en
materia de DHAyS y DESCA en el país por parte del Estado mexicano y las
corporaciones privadas. En 2012 la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales
(ANAA, 2012) promovió un juicio contra el Estado por ser causante de la
devastación hídrica nacional y violación de derechos humanos ante el Tribunal
Latinoamericano del Agua, como resultado lograron un veredicto favorable (Anexo
5.2).

Entre 2012 y 2014 numerosas organizaciones sociales del país lograron


promover un proceso con el Tribunal Permanente de los Pueblos en su capítulo
México para evidenciar el desvío de poder del Estado para favorecer el interés
privado y la consolidación de un modelo neoliberal extractivista que atenta con los
derechos humanos y el medio ambiente, entre otras cosas. Como resultado, se
logró enjuiciar al Estado mexicano y se tuvo un extenso veredicto, que incluyó un
apartado de devastación ambiental e hídrica (TPP, 2014).

229
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

7.4 Mejoras prácticas para la gestión de ríos y lagos.


Hacia la sustentabilidad

7.4.1 Gobernanza del agua desde la perspectiva holística- socio-ambiental

¿Por qué generar procesos de gobernanza del agua en México si ya se tiene una
visión de futuro a partir de la Agenda del Agua 2030? A pesar de que ya se cuenta
con instituciones y políticas para la gestión del agua, todavía hay grandes dudas si
se logrará alcanzar las metas diseñadas en la Agenda del Agua, por otro lado,
existen en la práctica, viejas instituciones, contradictorias al modelo de gestión
sobre el agua y la cuenca, bajo criterios de corresponsabilidad, participación,
perspectiva de género y derechos humanos. La OECD señala que en México “sigue
siendo un reto hacer posible la reforma de la gestión del agua, en especial porque
en México la experiencia muestra la dificultad de convertir los objetivos de políticas
en acciones” (OECD, 2013: 17).

¿A qué nos referimos cuando hablamos de gobernanza? El Diccionario de la


Lengua Española de la Real Académica de la Lengua Española lo define como “la
manera de gobernar que se propone como objetivo el logro de un desarrollo
económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el
Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía”. Para el politólogo Luis F.
Aguilar (2006:90), gobernanza o gobernación es el “proceso mediante el cual los
actores de una sociedad deciden sus objetivos de convivencia —fundamentales y
coyunturales— y las formas de coordinarse para realizarlos: su sentido de dirección
y su capacidad de dirección”. Mientras que desde la perspectiva de Joan Prats
(2005): no hay modelo único de gobernanza, no pretende ser una manera
organizativa y funcional de validez universal, más bien busca ser multifacética,
plural, adaptativa y que exige flexibilidad.

Es por ello que desde las características socioeconómicas y dinámicas socio-


territoriales, se promueve la participación incluyente y de acuerdo colectivo para el
diseño de modos de gestión propios, hacia la sustentabilidad del agua, las cuencas
y territorios. Así, el espacio de una microcuenca o subcuenca, pero también de un
municipio o regionalmente un grupo de éstos o de un territorio, sería válido para la
gobernanza del agua, en un término amplio, no solo constreñido al agua misma
como recurso, sino como un elemento interrelacionado con los ecosistemas y las
actividades humanas.

Pensar y decidir desde esta perspectiva implica altos costos de transacción


iniciales, pero también alcanzar los resultados esperados en materia de derechos

230
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

humanos, gestión del agua y sus cuencas, así como desde la salud de los
habitantes y sus ecosistemas.

Entre las propuestas de gobernanza sobre el manejo del agua y la cuenca,


Parrado propone que:

Todos los actores de la cuenca involucrados, en la gestión de los


recursos hídricos, contribuyan a la determinación de los objetivos,
negocian los principios de relación entre actores, los implantan
posteriormente y evalúan los impactos ocasionados, así como la relación
entre los actores, quedando al gobierno la capacidad de intervenir
subsidiariamente cuando los demás actores no alcancen un acuerdo
sobre los objetivos o sobre cómo conseguirlos (Parrado, 2004).

Para Andreu Claret “una gestión eficiente es aquella que ofrece seguridad en
el suministro (cantidad suficiente de agua), calidad (cada vez más exigente), precio
justo (la tarifa más económica, en función del coste del tratamiento) y respeto del
medio ambiente” (Claret, 2008: 417).

Existe la necesidad de democratizar los espacios de decisión mediante la


construcción consensuada de objetivos, en su diseño, instrumentación, monitoreo y
evaluación, pero también en distintas escalas territoriales, así como con la pluralidad
de actores. Axel C. Dourojeanni nos da pauta sobre ello y propone una
“coordinación de las intervenciones” como un asunto clave sobre el manejo de
cuencas y gestión del agua por cuencas:

Lo que se debe manejar primero no es la cuenca sino las personas que


las intervienen en pro de ocupar el territorio y extraer beneficios de la
explotación de recursos naturales de todo tipo para que sus acciones
sean ejecutadas con mucho mayor conocimiento para evitar efectos
negativos, no deseados. Además, es necesario ya dedicar una gran
cantidad de recursos a la recuperación por efecto de intervenciones
efectuadas sin control de sus efectos.

Por tanto, la gestión de las cuencas y el agua se refiere a la gestión de las


intervenciones, aplicando medidas de compensación y mitigación de sus efectos,
que miles de usuarios realizan en misma cuenca y su sistema hídrico compartido.
El manejo consiste entonces en lograr una coordinación de las intervenciones para
obtener lo que se desea del medio intervenido de modo sostenible; es decir, sin
deteriorarlo a un nivel irreversible (Dourojeanni, 2014).

231
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Dourojeanni arguye además que en las épocas relativamente cercanas las


poblaciones locales tenían tiempo de ir aprendiendo a intervenir en sus territorios e
ir mitigando los efectos que causaban, pero hoy la capacidad de alterar las cuencas
es muy superior y no es así con las capacidades de regulación de las intervenciones
(leyes y reglamentos), sino que se han quedado atrasadas o son débiles
(Dourojeanni, 2014).

Por su parte, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en
inglés), estableció siete principios generales para iniciativas exitosas en la gestión
integrada de cuencas hidrográficas (Integrated River Basin Management <IRBM>),
entendida ésta como el proceso de coordinación de la conservación, gestión y
desarrollo del agua, la tierra y los recursos relacionados entre sectores dentro de
una cuenca hidrográfica determinada, con el fin de maximizar los beneficios
económicos y sociales derivados de los recursos hídricos de manera equitativa
preservando y, cuando sea necesario, restaurando los ecosistemas de agua dulce
(Global Water Partnership 2000, citado en wwwf.panda.org).

1. Existe una visión a largo plazo para la cuenca del río, que cuenta con el
respaldo de los principales interesados;
2. La integración de políticas, decisiones y costos se produce en los
principales intereses sectoriales, como industria, agricultura, desarrollo
urbano, alivio de la pobreza, navegación, gestión de la pesca y
conservación;
3. La toma de decisiones estratégicas se produce a escala de cuenca y se
utiliza, a su vez, para guiar las acciones en subcuenca o niveles locales;
4. Se tiene mucho cuidado con la selección y el calendario de las iniciativas y
acciones de IRBM; hay una necesidad para la disposición a aprovechar las
oportunidades imprevistas a medida que surjan, siempre que esto
contribuya claramente a la realización de la visión estratégica;
5. Se da prioridad a maximizar la participación activa de las partes interesadas
en los procesos de toma de decisiones que operan de manera transparente
y se basan en la provisión de información adecuada y oportuna;
6. Hay suficiente inversión por parte de los gobiernos, el sector privado y las
organizaciones de la sociedad civil en la creación de capacidad para permitir
una planificación eficaz de las cuencas hidrográficas, incluido el
establecimiento y operación de procesos participativos;
7. Hay una base sólida de conocimiento sobre la cuenca del río y el entorno
natural y socioeconómico fuerzas que lo influencian (Jones, et al., 2006: 6 y
http://wwf.panda.org/about_our_earth/about_freshwater/rivers/irbm/)

La gestión de los cuerpos de agua debe considerarse desde una visión


holística, no fragmentada de la realidad, aunque metodológicamente se tenga que
actuar en distintas aristas:

232
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

 Económica: informar sobre el costo real para alcanzar el agua a las


poblaciones.,
 Ambiental: difundir a todos los grupos sociales lo que es el ciclo del agua y
los modos para una gestión integral de la misma con la participación
social.
 Social: co participación, co-responsabilidad, con perspectiva de género y
derechos humanos.
 Cultural: integración de saberes tradicionales, así como de los actores
locales.
 Gubernamental: promover entre la población instituciones justas y estables
para la gestión de los cuerpos de agua y sus mecanismos claros de
corresponsabilidad, inclusión social y económica, así como de sanciones.

Es necesario reconocer legalmente las formas de gestión del agua


comunitarias, sus conocimientos, prácticas y tecnologías empleadas para tener
acceso al agua. Aunque no es general, un número amplio de estudios de caso
demuestran estas formas de autogestión del agua ha tenido mejores resultados en
cuanto a la interacción entre actividades socioeconómicas y el mantenimiento de la
riqueza ambiental.

Además, favorecer procesos de diálogo para el diseño e implementación de


acciones colectivas entre los gobiernos locales, las organizaciones civiles, la
empresa que se beneficia de esos territorios y las comunidades. Para ello se
requiere:

 Creación de espacios y canales de interacción entre los actores y en


distintas escalas, que tengan poder de decisión y recursos económicos para
sostener relaciones en el largo plazo, más allá de los planes sexenales. Es decir, lo
que convoque sea los objetivos comunes y no el personaje o periodo político.

 Capacitación a grupo de funcionarios y funcionarias públicas para


establecer diálogos con equidad y acciones co-participativas y de co-
responsabilidad.

 Diseño de estrategias de educación ambiental y formación de recursos


humanos que integre la transversalidad de la problemática del agua en las cuencas,
territorios y regiones, así como la necesidad de diálogo transdisciplinario para tratar
los problemas de contaminación, sobreexplotación de cuerpos de agua, resolución
de conflictos y de gestión medioambiental. Además de mecanismos
interinstitucionales de co-responsabilidad entre los actores públicos, privados y
comunitarios, y sus múltiples relaciones con centros educativos y de investigación.

233
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Desde el ámbito internacional, la Asociación Mundial del Agua (GWP, 2000,


por sus siglas en inglés) define la GIRH como: "Un proceso que promueve el
desarrollo coordinado y administración del agua, tierra y recursos relacionados con
el fin de maximizar el bienestar económico y social resultante de una manera
equitativa sin comprometer la sostenibilidad de los ecosistemas vitales" (GWP,
2000, en Jones, et al., 2006:5).

Para Naciones Unidas, “el tradicional enfoque fragmentado ya no resulta


válido y se hace esencial un enfoque holístico para la gestión del agua” (UN, …), y
valida el enfoque para la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos (GIRH),
entendida como “un proceso que promueve la gestión y el desarrollo coordinados
del agua, el suelo y los otros recursos relacionados, con el fin de maximizar los
resultados económicos y el bienestar social de forma equitativa sin comprometer la
sostenibilidad de los ecosistemas vitales.”, según la Asociación Mundial para el
Agua (GWP, por sus siglas en inglés), por lo que propone el siguiente ciclo para la
implementación de la GIRH. (Ver Figura 3) (ONU, GIRH).

Figura 3. Fases de la planificación e implementación de la GIRH

Fuente: http://www.un.org/spanish/waterforlifedecade/iwrm.shtml consultado el 1 de mayo de 2018.

La gestión efectiva de los recursos hídricos de una cuenca debe incluir el


mantenimiento del funcionamiento del ecosistema como un objetivo primordial
(Jones, et al., 2006:6). Los ecosistemas de cuencas hidrográficas funcionan en

234
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

forma asociada a los humedales y aguas subterráneas. De estas fuentes dependen


la vida humana y sus actividades, así como la vida silvestre.

La LAN (2004) especifica que los “Servicios Ambientales” son:

los beneficios de interés social que se generan o se derivan de las


cuencas hidrológicas y sus componentes, tales como regulación
climática, conservación de los ciclos hidrológicos, control de la erosión,
control de inundaciones, recarga de acuíferos, mantenimiento de
escurrimientos en calidad y cantidad, formación de suelo, captura de
carbono, purificación de cuerpos de agua, así como conservación y
protección de la biodiversidad; para la aplicación de este concepto en
esta Ley se consideran primordialmente los recursos hídricos y su vínculo
con los forestales.

La postura gubernamental reconoce la importancia de conservar los suelos y


cobertura vegetal, debido a que ayuda a mantener la integridad y equilibrio de los
elementos naturales que intervienen en el ciclo hidrológico (CONAGUA, 2015a). Sin
embargo, existe una amplia brecha entre las acciones de la CONAGUA, la Comisión
Nacional de Áreas Protegidas (CONANP) y la Comisión Nacional Forestal
(CONAFOR) para el caso de la gestión del agua y cuencas en forma integral, que
considere los servicios ambientales hidrológicos, las zonas de recarga, la
participación social y el sistema de concesiones de agua para los diferentes usos
en las cuencas.

Tan solo en la gestión de ríos, lagos y humedales como ecosistemas vivos


que son, se debe considerar en las políticas públicas interinstitucionales, los
múltiples servicios ambientales que nos proporcionan, más allá de que extraigamos
de ellos agua para unos u otros usos productivos (López, 2008: 176). Asimismo, en
la implementación de estrategias se debe de considerar la integración de la
planificación del uso de la tierra y el agua; cooperación intersectorial; sostenibilidad
del medio ambiente; eficiencia económica; igualdad social; equidad de género;
participación de las partes interesadas, tanto de población urbana, rural,
comunidades indígenas, campesinas. Desde esta perspectiva integral, hay una
relación directa con la búsqueda de erradicación de la pobreza, especialmente en
el marco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas, como
señala López Busquets (2008: 176).

Los servicios ecosistémicos relacionados con el agua, como son:


precipitaciones, recarga de acuíferos, control de inundaciones, cuando son
afectados tiene consecuencias amplias en la salud, producción agrícola, cambio

235
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

climático, etc. por lo que proyecta un incremento en la vulnerabilidad de la población


y ecosistemas (Ávila García, s.f.). Por tanto, es necesario, como afirma Ávila:

…reconocer al agua como un recurso finito, que requiere conservarse y


manejarse adecuadamente. Además de que el agua es particularmente
sensible a los impactos del cambio climático global. Por ello, el
reconocimiento de la dimensión ambiental del agua es esencial para la
sobrevivencia humana. Sin agua de calidad y cantidad adecuada, no es
posible satisfacer los requerimientos de la población para tener una vida
digna y alcanzar el bienestar. De allí que la conservación de los
ecosistemas y los servicios ecosistémicos asociados al agua son de
importancia vital para la humanidad (Ávila García, s.f.).

Asimismo, arguye Ávila: “centrar el derecho del agua en la dimensión humana


es limitarse a una visión antropocéntrica […] la ética ambiental incluye a los
humanos como a las otras especies que habitan el planeta, así como a los
ecosistemas (Hiskes, 2006, citado en (Ávila García, s.f.).

7.4.2 Mejoras prácticas para reducir la contaminación, mediante la gestión


de aguas residuales

La UNESCO (WWAP, 2017), en su Informe Mundial de las Naciones Unidas


sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos (WWDR), señala la necesidad de un
cambio de paradigma:

Se aprecia un cambio de paradigma en la gestión de aguas residuales,


la cual pasa de un mero «tratamiento y eliminación» a contemplar la
«reutilización, reciclado y recuperación de recursos». En este sentido, las
aguas residuales ya no se consideran un problema que necesita
solución, sino que son parte de la solución ante las dificultades que hoy
enfrentan las comunidades (WWAP, 2017: viii).

La responsabilidad del saneamiento, le corresponde a los gobiernos estatales


y municipales, de tal manera que puedan ser reutilizadas las aguas y garantizar una
reducción del daño a la salud cuando son empleadas en el riego de cultivos para la
alimentación, así como la reducción del daño ambiental si son vertidos a los lechos
de los ríos, presas, lagos y mares.

Ampliar la infraestructura de colectores de aguas residuales en las casas


habitación, zonas comerciales, de servicios e industrias es una acción necesaria,
así como asegurar el tratamiento efectivo que garantice la reutilización en forma

236
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

segura para las personas y los ecosistemas. Sin embargo, esto no significa que
exista en los estados y municipios una mejor gestión de las aguas residuales.

La UNESCO propone cuatro fases interconectadas para la gestión de aguas


residuales, mismas que podrían aplicarse a los municipios, aplicando
modificaciones, según sus condiciones económicas, sociales y ambientales
(Cuadro 6).

Cuadro 6. El ciclo de gestión de aguas residuales


Fases o etapas básicas Descripción
a. La prevención o Prohibir o controlar el uso de ciertos contaminantes
reducción de la para eliminar o limitar su entrada en las corrientes
contaminación en la de aguas residuales a través de medios
fuente, en términos de regulatorios, técnicos y/o de otro tipo. Esta etapa
carga de contaminación también incluye medidas para reducir los volúmenes
y volumen de aguas de aguas residuales generadas (por ejemplo,
residuales producidas gestión de la demanda y mayor eficiencia en el uso
del agua).
b. La eliminación de Sistemas operativos (incluida la infraestructura de
contaminantes de las recolección) y procesos de tratamiento que eliminan
corrientes de aguas diversos componentes de las aguas residuales (es
residuales decir, contaminantes) para que puedan utilizarse o
devolverse de forma segura al ciclo del agua con
mínimos impactos ambientales. Existen varios tipos
y niveles de tratamiento de aguas residuales cuya
elección depende de la naturaleza de los
contaminantes, de la carga de contaminación y del
uso final anticipado del afluente.
c. El uso de aguas Uso seguro de aguas residuales tratadas o no
residuales (es decir, tratadas bajo condiciones controladas para fines
reutilización del agua). beneficiosos. Históricamente utilizadas, en primer
lugar, para el riego, las tecnologías de tratamiento
de aguas residuales han avanzado para permitir que
las aguas residuales tratadas tengan otros usos,
siempre que el nivel de tratamiento y la calidad del
efluente sean “aptos para el fin”.
d. La recuperación de Se pueden extraer varios componentes de las
subproductos útiles. aguas residuales, ya sea directamente (por ejemplo,
calor, nutrientes, materia orgánica y metales) o a
través de procesos de transformación adicionales

237
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

(por ejemplo, biogás procedente de lodos o


biocombustibles de microalgas). Existe un número
creciente de oportunidades potencialmente
rentables para extraer materiales útiles de las aguas
residuales, como nitrógeno y fósforo, que pueden
transformarse en fertilizantes.
Fuente: Elaboración propia a partir de WWAP, 2017:20-21.

“Tanto los individuos como las organizaciones responsables de la gestión de


aguas residuales deberán cumplir y actuar en pos del interés colectivo para lograr
los objetivos relativos a la mejora de la calidad del agua y la protección de los
recursos hídricos” (WWAP, 2017:2). Además, el saneamiento de las aguas
residuales y su gestión efectiva tendrán implicaciones favorables planteadas en el
Objetivo de Desarrollo 6, relativo al agua limpia y saneamiento.

7.4.3 Lecciones de proyectos implementados en México

A manera de ilustración, a continuación, se presenta un par casos significativos en


el país, donde han iniciado la implementación de propuestas de acción para la
gestión de ríos y lagos, pero desde un enfoque integral y sustentable de los cuerpos
de agua.

Proyecto Unesco-Xochimilco

En el periodo 2000-2003 se comienza a articular una visión mucho más integrada


del problema patrimonial en Xochimilco, iniciativa que se concretó en el Proyecto
Unesco-Xochimilco (PUX) (Zabaleta, Dionisio (s/f):

El gobierno delegacional estrechó los vínculos con instituciones


académicas en las que se realizaban este tipo de estudios
(particularmente la Universidad Autónoma Metropolitana campus
Xochimilco y la Universidad Nacional Autónoma de México) y fue
conformando un equipo de trabajo con investigadores – algunos de los
cuales incluso se integraron a la plantilla de trabajadores de la delegación
– que empezaron elaborando estudios complementarios que permitieran
tener un panorama mucho más amplio del problema patrimonial y
ecológico de la demarcación.
Como punto culminante de este proceso de estructuración de la red, la
administración de Juan González propuso la formalización de un acuerdo
de colaboración con la Unesco, a partir de los principios estipulados en
la Convención del Patrimonio Mundial (1972) para que ésta coadyuvara

238
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

con el diagnóstico de la zona, además de que elaborara un plan de


manejo del sitio patrimonial. Si bien en principio el organismo
internacional accedió a involucrarse en el proyecto, el proceso de
negociación para su incorporación fue lento y no fue sino hasta finales de
2002 que se firma un convenio de cooperación y se instala formalmente
la oficina de Unesco en Xochimilco, en la que queda al frente Ciro
Caraballo.
…se instrumentaron múltiples diseños participativos que tenían alcances
diversos y que tenían por objeto nutrir el debate y los insumos para la
elaboración del plan de manejo del sitio. El más general de éstos fue la
Encuesta sobre valores y representaciones del patrimonio cultural en
Xochimilco levantada en agosto de 2004, ya durante la administración
delegacional de Faustino Soto. A través de esta herramienta (en la que
se entrevistó a 633 habitantes de la delegación) se realizaron preguntas
sobre los valores y atributos fundamentales del sitio, los usos sociales
del patrimonio y las actitudes ciudadanas hacia la conservación
patrimonial (López Lara, 2006a). A partir de esta primera estrategia
participativa fue posible reconocer de manera amplia la forma en la que
la ciudadanía percibía el patrimonio cultural de Xochimilco, así como la
situación de la misma. A pesar del alcance de este mecanismo, la
encuesta solamente cumplió con un fin informativo y no fortaleció las
posibilidades deliberativas de los habitantes de la demarcación.
De forma paralela se estructuraron mecanismos de participación más
focalizados a grupos de población específicos u orientados hacia la
discusión de aristas particulares del problema patrimonial. En términos
de la relación entre la delegación con otras instancias gubernamentales,
así como con instituciones académicas, se organizó un taller de Marco
Lógico para la elaboración de proyectos en 2005 y el Seminario
Internacional sobre revitalización de centros históricos
En el ámbito general, hacia 2003 se conformó el Consejo Consultivo
Ciudadano de Xochimilco (que fue reconocido por la delegación como la
principal instancia de interlocución con la ciudadanía) en el que se
incorporaron representantes de distintas asociaciones civiles como
Asamblea Xochimilca, Coordinadora Ciudadana Xochimilco, Xochicopalli
Milchihua A.C., entre muchas otras (López Lara, 2006c). En un nivel más
particular, dentro del PUX se organizaron talleres específicos con grupos
chinamperos (principalmente de San Gregorio Atlapulco y San Luis
Tlaxiatemalco), con grupos empresariales (fundamentalmente de corte
turístico y comercial), con asociaciones ambientalistas y con
organizaciones civiles y grupos de vecinos preocupados por la protección
de los monumentos históricos. (Conocido como taller SIRCHAL) en ese
mismo año. Estas instancias de participación y de convergencia
interinstitucional tuvieron un fuerte componente técnico y se orientaron
principalmente a tres temas prioritarios: los valores y el patrimonio, el

239
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

manejo del agua y el uso sostenible de los espacios chinamperos (López


Lara, 2006b).
…dentro del PUX se articuló una red de políticas amplia en la que en su
centro permanecía la autoridad delegacional y la representación técnica
de la Unesco y alrededor de ellas giraban una gran cantidad de grupos y
organizaciones de distinta índole, y con intereses diversos, que fueron
nutriendo el proceso de definición y diseño del plan del manejo del sitio.
Como resultado del proceso participativo incorporado en el PUX, y como
respuesta al problema de la delimitación, se definió una nueva zona
patrimonial en la que se incorporaba la poligonal propuesta por el decreto
de 1986 y se incluían algunos nuevos perímetros. Dentro de la
delegación Xochimilco se propuso la incorporación de Ciénaga Chica,
Laguna del Toro y el Barrio de Cuahuilama, y en Tláhuac se agregó la
zona de humedales. Con estas adiciones la zona patrimonial aumentó en
686.38 hectáreas (Schulze, Correa y Caraballo, 2006).
Ante esto, si bien se optó por una estrategia comprehensiva en la que se
reconocía la importancia de los valores monumentales, ambientales,
sociales, culturales, tecnológicos y económicos del sitio, los atributos que
finalmente se privilegiaron al momento de diseñar el plan de manejo
fueron tres: el manejo del agua de los manantiales y canales, la
recuperación de la zona chinampera y el ordenamiento territorial en las
zonas colindantes con los cuerpos de agua (Schulze y Caraballo, 2006).
Un tercer elemento que guio al PUX fue la definición de una instancia
permanente de colaboración intergubernamental y participación
ciudadana que trascendiera el diseño del plan y que formara parte de la
implementación y seguimiento del mismo. Como producto de los trabajos
de la red se propuso, en un primer momento, la creación de una Comisión
Interdependencial para la conservación de la zona patrimonial de
Xochimilco, Milpa Alta y Tláhuac.
En términos de la implementación del plan de manejo y de la vinculación
de la participación social en esta etapa del proyecto, otro producto del
PUX fue la propuesta de creación de una Unidad de Gestión de la zona
patrimonial, que estaría compuesta por seis cuerpos fundamentales. En
primer lugar, un Comité Ejecutivo que se integraría por el Director de
Patrimonio Urbanístico de la Secretaria de Desarrollo Urbano y Vivienda
del D.F., el Director de Recursos Naturales de la Secretaría del Medio
Ambiente del D.F. y los delegados de cada una de las demarcaciones
involucradas, quienes a su vez integrarían comisiones especiales que
serían responsables de coordinar la implementación de todas las
medidas contempladas dentro del Plan de Manejo de acuerdo a su
ámbito de competencia (Schulze, López Lara y Caraballo, 2006).

240
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

En segundo lugar, se crea un Consejo Técnico para la Gestión y el


Desarrollo del Sitio que fungiría como asesor desde el gobierno de las
medidas que se irían implementando. Esta instancia se compondría de
un conglomerado de actores gubernamentales de la ciudad, además de
que contaría con la presencia de algunas instancias federales y de la
Unesco como invitados permanentes. En tercer lugar, se concibe la
articulación de un Cuerpo Académico de Asesores Técnicos que, como
su nombre lo indica, apoyaría a los Comités Ejecutivos en la toma de
decisiones a partir del desarrollo de investigaciones especializadas y la
emisión de dictámenes técnicos. Este Cuerpo se conformaría con
investigadores de la UAM-Xochimilco y la UNAM, así como con miembros
técnicos de Unesco e ICOMOS (Consejo Internacional de Sitios y
Monumentos) (Schulze, López Lara y Caraballo, 2006).
En cuarto lugar, se encuentra el Fideicomiso del Sitio de Xochimilco que
sería una instancia creada ex profeso (con muchas similitudes al
existente en el Centro histórico de la ciudad) con el fin de captar recursos
financieros, tanto dentro como fuera del gobierno, que puedan contribuir
a la implementación del plan de manejo. A continuación, se concibe la
participación de la sociedad civil organizada dentro de la Unidad a partir
de la articulación de Círculos de Planeación Participativa que tendrían
como objetivo proponer nuevos instrumentos de acción a los Comités
Ejecutivos, además de que tendrían el encargo de dar seguimiento a la
implementación del Plan. Por último, la coordinación entre las instancias
gubernamentales, ciudadanas y académicas de la Unidad de Gestión
estarían a cargo de un Director General, el cual sería elegido por el
Comité Ejecutivo y estaría en su puesto por un periodo de 3 años no
concurrentes con las elecciones delegacionales (Schulze, López Lara y
Caraballo, 2006).
Proyecto Integral de Rescate del Río Magdalena, Ciudad de México
Este proyecto es una iniciativa del Programa Universitario de Estudios de la Ciudad
de México (PUEC) de la UNAM, en donde se propone un conjunto de acciones
enfocadas al saneamiento, ordenamiento y participación social.

El proyecto de rescate del Magdalena tiene un enfoque comunitario, en el


cual la sociedad está involucrada desde la planeación del mismo, a partir de sus
necesidades y propuestas, con el compromiso de vigilar su correcta ejecución y
mantenimiento. Además de la UNAM, en el proyecto participan otras instituciones
académicas, como la Universidad Autónoma Metropolitana, y diversas
organizaciones sociales. El Gobierno del Distrito Federal ha integrado un grupo
promotor del proyecto que hasta ahora cuenta con más de 100 personas e
instituciones (Roa, 2018, febrero 2).

241
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Las acciones que destacan son las siguientes (Tonda, 2007):

✔ Manejo forestal de la cuenca alta. Contempla la reforestación con


especies nativas, atención fitosanitaria a los árboles plagados y remoción
de los que se encuentren en mal estado.

✔ Ordenamiento de las actividades económicas en suelo de


conservación. Incluye la regulación de las zonas en donde los comuneros
y los ejidatarios practican la agricultura y el pastoreo, así como la de las
actividades de ecoturismo para que no dañen el ambiente.

✔ Detener el crecimiento de la mancha urbana. Ésta es una medida


fundamental, ya que, si los asentamientos irregulares continúan su
crecimiento en suelo de conservación, en poco tiempo el río no podría
recuperarse.

✔ Saneamiento del cauce principal. Detener las descargas residuales


(legales y clandestinas) que se vierten en el río, así como quitar los
desechos sólidos de todo tipo que hay en el lecho y en los bordes.

✔ Saneamiento de los afluentes y tributarios. El Río Magdalena recibe


agua proveniente de otros ríos menores (básicamente del río Eslava) que
en la época de lluvias pueden incrementar considerablemente el caudal.
Todos ellos están gravemente contaminados, de manera que para
conservar limpio el Río Magdalena también es necesario sanearlos.

✔ Recarga del acuífero. El suelo de la cuenca del Río Magdalena permite


la infiltración del agua de lluvia en un nivel muy alto. Protegerlo de la
erosión y potenciar esta característica mediante ciertas obras (por
ejemplo, trincheras de infiltración) ayudaría a contrarrestar la explotación
del acuífero.

✔ Mejoramiento del paisaje urbano. La Ciudad de México ha crecido


dándole la espalda al río; el objetivo del proyecto es recuperarlo
integrándolo al espacio urbano de manera armónica.

✔ Creación de espacios públicos. Parte importante de la recuperación


del río consiste en que la gente regrese a él mediante una convivencia
armónica con los espacios naturales. Un hito del proyecto sería la
reconversión de la Presa Anzaldo en un espacio público (tal vez un
parque hídrico o perímetro de árboles) para lo cual se requiere su
desazolve y otras obras paralelas que le permitan seguir cumpliendo sus
funciones de vaso regulador.

✔ Manejo integrado de los recursos hídricos. En varios tramos del río tal
vez sea muy complicado impedir la descarga de agua residual, ya que no
es fácil cambiar el sistema de drenaje de toda una región urbana. En
estos casos se tiene que buscar la manera de tratar esa agua que se

242
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

descarga en el Magdalena. No se está pensando en una gran planta de


tratamiento, porque eso generalmente no funciona, sino en pequeñas
plantas ubicadas en puntos estratégicos que permitan el reúso del agua
servida sin contaminar el río.
Se contempla también el aprovechamiento del agua de lluvia para regar
parques y jardines, evitar las inundaciones por crecidas extraordinarias
del río y el desperdicio de una gran cantidad de agua limpia que
actualmente se va al drenaje.

✔ Involucrar a la población local. Esto es fundamental. Si el proyecto no


encuentra eco y es adoptado por la gente que vive cerca del río es
imposible pensar en su recuperación en el largo plazo. Para ello se
requiere un cambio de hábitos y percepciones sociales sobre los ríos
urbanos. De lo que se trata es de sustituir un drenaje a cielo abierto por
un río vivo que es necesario para la sostenibilidad ambiental de la Ciudad
de México.

243
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

VIII. Conclusiones y recomendaciones


8.1 Conclusiones

8.1.1 Situación del agua en México

En el año 2030, México contará con 137.5 millones de habitantes, se estima que
cada año la población se vea incrementada con 1.1 millón de mexicanos. Mientras
que la disponibilidad del agua se reduce. Los temas de agua, su administración por
el gobierno Federal a través de CONAGUA, se deben ver con una óptica diferente
a la que actualmente se emplea.
En materia de gestión del recurso hídrico se ha dicho mucho en cuanto a
cómo debe ser, lo que no es fácil es implementar en la práctica los principios en que
basa, esto se debe en parte a que la gestión del agua se realiza con una diversidad
de actores e instituciones a diferentes niveles, desde lo local a lo internacional. A
pesar de todo lo anterior, se requiere de voluntad política para llevar a cabo una
política hídrica que dé respuesta a las necesidades de la presente y futuras
generaciones.
El tema del agua es un tema transversal, de interés a amplios sectores de la
sociedad civil: la naturaleza es el primer usuario del agua y es representada por
organizaciones no gubernamentales, los usuarios de los diferentes usos del
recurso, academia, empresarios y para una buena gobernanza del agua en el
proceso de gestión todas esas voces deben ser oídas y tomadas en cuenta de
manera efectiva.
En cuanto al acceso a datos oficiales sobre los recursos hídricos, se pueden
consultar en la escala nacional, por cuencas hidrográficas y en algunos casos por
cuencas, las que se consideran de importancia. Sin embargo, la problemática del
agua y su atención exige atenderse desde lo local. Los indicadores calculados a
gran escala esconden las fuertes variaciones que existen a lo largo y ancho del país;
además de que se dificulta el análisis y la posible generación de alternativas para el
caso de subcuencas y microcuencas.
Queda camino que recorrer en cuanto al tratamiento de las aguas residuales
del uso público urbano, solo se trata el 58.2% a nivel nacional. Es verdad que cada
punto porcentual de tratamiento de aguas requiere de inversiones elevadas de
recursos económicos. Se estima una tasa anual de 4.65 m 3/seg de nuevo caudal
tratado anual. Con esta tasa en el año 2031 se alcanzará a tratar el 90% del actual

244
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

caudal de 212.2 m3/seg de aguas vertidas a las redes de drenaje. En el uso industrial
se vierten 214.64 m3/seg y solo recibe tratamiento alguno el 35.36% de ese caudal,
el resto se vierte a cuerpos de agua, contaminan acuíferos y lagunas y estuarios
costeros. La calidad del agua limita su disponibilidad. Mientras, la realidad muestra
que cada vez, son más numerosas las cuencas con corrientes y cuerpos de agua
litorales contaminados.
Una de las alternativas probadas es que en localidades medias y pequeñas
se debe de recurrir a tecnologías de tratamiento de las aguas residuales menos
demandantes de energía eléctrica para asegurar la sostenibilidad del proceso de
saneamiento.
Con el volumen de agua renovable anual a nivel nacional –con desigual
disponibilidad en tiempo y espacio- la población en el territorio mexicano del
presente y la del futuro se debe satisfacer nuestras necesidades. Para ello es
importante, más que atender una mayor oferta se debe de controlar la demanda del
recurso con tecnologías de uso eficiente y trabajar en la población por generar una
mayor conciencia acerca del recurso y la naturaleza.
La Ley de Aguas Nacionales reconoce que la gestión del recurso hídrico será
por cuenca y acuífero, pero en la práctica dista de serlo. Es necesario que la gestión
sea realmente por cuenca y acuífero.
Las cuencas y acuíferos han sido sobreconcesionados, en lo futuro este será
un problema que llevará a hacer reajustes en los volúmenes concesionados por
CONAGUA con base a valores reales de disponibilidad de agua en cuencas y
acuíferos.
Dada la complejidad de los problemas en torno al agua y su vital importancia
para el futuro de este país, la autoridad en la materia, la CONAGUA debe apoyarse
con los conocimientos de frontera y metodologías generadas en las universidades,
tanto nacionales como extranjeras. Se requiere un mayor vínculo entre estos dos
sectores. Esta situación conduce a formar recursos humanos bien preparados y
apoyar la investigación en universidades y centros de investigación locales para
abordar la problemática hídrica respectiva.
Se cuenta con un marco jurídico del agua que proporciona los instrumentos
para abordar los problemas de contaminación del agua, de sobreexplotación de
acuíferos que norman la gestión del recurso; sin embargo, estos problemas se
incrementan año con año.

245
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

8.1.2 Manejo jurídico del agua y derechos humanos

A pesar del avance que representa el reconocimiento a nivel constitucional del


derecho al agua, la implementación del marco jurídico que le dé sentido a tal
disposición no ha podido ser llevada a cabo. Esto ha sido originado principalmente
por la existencia de diversas discusiones no resueltas en torno al modelo de gestión
del agua, el modelo de extracción de hidrocarburos y minerales con técnicas como
la fracturación hidráulica (fracking), los intereses económicos que han hecho lobby
y presionado con el fin de administrar concesiones, en particular en la prestación
del servicio de agua potable, entre otros factores. Esto ha traído como consecuencia
que lejos de lograr una armonización entre los postulados del libre mercado y los
derechos humanos nos encontremos en una parálisis legislativa e institucional.

El derecho al agua, tal cual ha sido interpretado por el Comité DESC, implica
que las instalaciones y servicios deben ser accesibles (física y económica) para
todos sin discriminación alguna. Asimismo, el abastecimiento de agua de cada
persona debe ser continuo y suficiente para los usos personales y domésticos. Así,
cada persona debe recibir la cantidad de agua suficiente y sin cortes para el uso
personal y doméstico tanto para beber, higiene personal, preparación de alimentos,
limpieza personal y del hogar, así como el lavado de ropa. Esto también incluye
el "saneamiento" que es el agua necesaria para la evacuación de las excretas
humanas. El agua necesaria para cada uso personal o doméstico debe ser salubre,
y por lo tanto, no ha de contener microorganismos o sustancias químicas o
radiactivas que puedan constituir una amenaza para la salud de las personas.
Además, el agua debería tener un color, un olor y un sabor aceptables para cada
uso personal o doméstico.

El Comité DESC ha señalado que derivado del derecho al agua se imponen


las obligaciones de respetar, proteger y cumplir. Dichas obligaciones del Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales tienen sus
equivalentes en el Artículo 1º párrafo tercero de la Constitución Mexicana, lo cual
nos lleva a concluir que el derecho al agua debe interpretarse no como un conjunto
inconexo de normas y principios a nivel nacional e internacional sino como un
verdadero corpus juris en donde interactúan y cooperan de forma complementaria
las distintas disposiciones y obligaciones en juego.

Los DESCA son sin duda verdaderos derechos que se encuentran al mismo
nivel que los derechos civiles y políticos. La plena aceptación de este hecho nos
llevaría a garantizar su plena justiciabilidad. En este aspecto, el identificar las

246
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

relaciones de interdependencia de los derechos es sin duda el mejor argumento


para justificar esta igualdad.

8.1.3 Política y gestión del agua en México

La gestión del agua es un tema transversal que debe verse así sobre los problemas
antropogénicos como la sobreexploración y la contaminación de ríos, lagos, presas,
humedales.
La gestión del agua envuelve el reconocimiento de:
Factores ecosistémicos- los cuerpos de agua componen unidades
ecosistémicas donde interactúan los seres vivos, de tal manera que la
alteración de las condiciones, ya sea en los cuerpos de agua –calidad y
cantidad del agua- y su geomorfología, tiene implicaciones en los
ecosistemas lénticos y lóticos.
Factores socioeconómicos- las decisiones sobre la regulación del agua
para distintos usos y usuarios implica una lógica de apropiación del
recurso, que puede beneficiar o perjudicar a ciertos grupos, por tanto,
transgredir los derechos fundamentales y generar conflictos sociales,
además de consecuencias negativas para los ecosistemas ligados al
agua.
Factores sociopolíticos- las instituciones formales y no formales,
presentes en las escalas macro, meso y micro, que engloban la gestión
del agua en una región o país, tendrían que establecer criterios de
equidad en la participación de todos los actores involucrados, así como
en las responsabilidades, además de claridad en el sistema de sanciones
y remediación. En este sentido, las políticas de gestión y las acciones
derivadas, por ejemplo, de remediación, constituyen procesos cortos y
largos, que van más allá de las misiones políticas municipales, estatales
y nacionales; también incluyen a los actores sociales, económicos,
comunitarios y estatales.
Los problemas que aquejan a las cuencas y cuerpos de agua continentales
superficiales y subterráneos son complejos, por lo que requiere del diseño complejo
de atención para revertir la contaminación, sobreexplotación, desecación y
desaparición de ríos, lagos, lagunas, presas, humedales.
Se debe reconocer que la complejidad en los problemas del agua rebasa las
capacidades gubernamentales, incluso internacionales, para alcanzar el manejo

247
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

sustentable del agua, por lo que se requiere integrar capacidades, información y


recursos de otros actores: privados, sociales, de universidades y comunitarios.
Figura 4. Complejidad de la problemática de los ríos por factores antropogénicos

Mortalidad

Inundaciones
Reducción de áreas
de cultivo básico
Degradación
Ambiental
Morbilidad
Desecación de
Conflictos por lagos y ríos
el agua

Disputas por
Alteración del ciclo territorio y sus
hidrológico recursos

Despojo, riesgo de
SOBREEXPLOTACIÓN DE CONTAMINACIÓN DE RÍOS, desplazamientos
ACUÍFEROS, LAGOS Y RÍOS LAGOS, PRESAS, HUMEDALES

Reducción de
infiltración de Sustancias tóxicas en
agua pluvial contacto con el agua
fracking

Lixiviación de residuos Aguas


sólidos urbanos y residuales Minería Energético
farmacológicos Sistema
no tratadas Agricultura Pecuario
Manufacturas Hidrocarburos
intensiva intensivo

Cambio de
uso de suelo

Urbanización Industrialización

Fuente: Elaboración propia.

La gestión del agua planea al Estado un gran reto. En materia de agua y


saneamiento el artículo 115 constitucional establece que los municipios tendrán a
su cargo las funciones y servicios públicos siguientes: Agua potable, drenaje,
alcantarillado, tratamiento y disposición de sus aguas residuales; Limpia,
recolección, traslado, tratamiento y disposición final de residuos; (Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, art. 115: 1917). Por lo tanto, tendrá que

248
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

resolver un conjunto de dilemas en la gestión del agua si quiere alcanzar un manejo


sostenible de los cuerpos de agua:

 El problema de la restauración de los cuerpos de agua contaminados


y sobreexplotados
 El problema de la restauración de los cuerpos de agua contaminados
y sobreexplotados
 El cumplimiento del derecho humano al agua y al saneamiento
 El asunto de las afectaciones y conflictos por el agua
 El problema de la falta de coordinación y participación social
 El problema de las acciones no coordinadas y sin visión holística
Desde esta perspectiva, las respuestas técnicas de ingeniería son
necesarias, pero no únicas ni suficientes para resolver los problemas de
contaminación y sobreexplotación. En este sentido se tiene que tomar en cuenta a
los actores no estatales, sus conocimientos y capacidades sobre los territorios
específicos y las fuentes de agua. En este sentido llama la atención propuestas
participativas, desde una política democratizada del sector hídrico. Definitivamente
la gestión del agua es un asunto de política y requiere una atención sobre las
relaciones de poder y sus expresiones territoriales, no nada más factores de
disponibilidad y concesiones.
La gobernanza del agua entendida como el modelo de gestión del agua la
cual implica procesos cooperativos entre niveles de gobierno y entre éste y las
organizaciones de la sociedad civil y actores privados como las empresas, se ha
presentado como un modelo favorable para cambiar el centralismo, autoritarismo y
la imposición de grupos sociales políticamente favorecidos, respecto a los que no,
pero ¿Por qué generar procesos de gobernanza del agua en México si ya se tiene
una visión de futuro a partir de la Agenda del Agua 2030? A pesar de que ya se
cuenta con instituciones y políticas para la gestión del agua, todavía hay grandes
dudas si se logrará alcanzar las metas diseñadas en la Agenda del Agua, por otro
lado, existen en la práctica, viejas instituciones contradictorias al modelo de gestión
del agua de corresponsabilidad, participativo y eficiente. La OECD señala que en
México “sigue siendo un reto hacer posible la reforma de la gestión del agua, en
especial porque en México la experiencia muestra la dificultad de convertir los
objetivos de políticas en acciones” (OECD, 2013: 17).
La CONAGUA ha establecido los consejos de cuenca y sus órganos
auxiliares como instancias de coordinación, concertación de usuarios, sociedad civil
y academia con los órdenes de gobierno, y así juntos formular y ejecutar programas
y acciones para la mejor administración de las aguas, el desarrollo de la
infraestructura hidráulica y de los servicios respectivos y la preservación de los
recursos de la cuenca. Sin embargo, los consejos de cuenca son una suma de

249
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

voluntades que solo tienen carácter de asesoría y consulta al organismo de cuenca


respectivo.
En la ley de aguas nacionales, donde se hace alusión de una nueva cultura
del agua, es evidente la ausencia de un reconocimiento sobre las culturas del agua
en el país, donde justamente los pueblos y comunidades indígenas son los
principales poseedores de este patrimonio. Se habla de impulsar una nueva cultura,
como si el país fuera homogéneo y careciera de la misma. Esto no omite la
problemática de incentivar mejores prácticas y sancionar las que contaminan, por
ejemplo.
No hay reconocimiento jurídico hacia las comunidades tradicionales, ya sean
indígenas o no, sobre el conjunto de saberes, tecnologías y modos de autogestión
sobre las fuentes de agua, los bosques y la estructura comunitaria para abastecer
de agua a las personas que habitan en localidades rurales.
La información oficial de libre acceso en las páginas web de las instituciones
gubernamentales no en todos los casos presenta la información en forma fácil y
accesible para todo el público. Los formatos de acceso a la información presentan
inconvenientes con relación a los programas que utiliza, algunos de ellos difíciles
de adquirir debido a los costos económicos que implican.
Existe una deuda social con todas aquellas personas que viven en condición
de pobreza, excluidas de los beneficios en tecnología e infraestructura. Se tienen
5.6 millones sin agua entubada ni hidrante público. En cuanto a drenaje o fosa
séptica se cuenta con 8.6 millones que carecen de esta facilidad. Se deben hacer
los esfuerzos necesarios para que sin menoscabo de los otros sectores se abatan
las cifras de carencias de los servicios de agua potable y saneamiento.

8.1.4 La problemática del agua y los derechos humanos


en México

Desde la perspectiva de la sociedad civil organizada hay un agravio estructural por


parte del Estado, al privilegiar intereses económicos de actores privados (élites
nacionales y transnacionales) en detrimento de los derechos individuales y
colectivos de indígenas, campesinos y pobres urbanos y rurales, principalmente.
Esto se traduce en un desvío de poder para consolidar un proyecto económico
neoliberal (neoextractivismo) que conlleva al despojo de agua y devastación de
ecosistemas en territorios campesinos e indígenas, así como al acceso desigual y
privatización del agua en los asentamientos humanos urbanos y rurales. Además,

250
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

afecta el disfrute del derecho humano agua y saneamiento (DHAyS) y los derechos
económicos, sociales, culturales y ambientales (DESCA) como son a la vida, la
alimentación, el medio ambiente sano y la vivienda, entre otros. Finalmente, el
agravio se relaciona con: la falta de cumplimiento a la ley, la normatividad laxa y
permisiva, la gestión centralizada y autoritaria del agua, la in-sustentabilidad en el
aprovechamiento del recurso y su disposición final y el limitado acceso a la justicia
ambiental e hídrica.

Los compromisos internacionales signados y ratificados por México en


materia de DHAyS y los DESCA son un avance para la sociedad en cuanto al
reconocimiento de los mismos por el Estado y la posibilidad de exigencia legal y
política en su cumplimiento y respeto. El principal reto del Estado está en la
adopción progresiva en los niveles legislativo, institucional, judicial y financiero para
que haya cabal cumplimiento y disfrute de estos derechos humanos. De acuerdo al
balance de la sociedad, hasta ahora se ha limitado a incluirlos en la Constitución
Política, pero no se ha reflejado en los proyectos de ley de aguas nacionales (como
las iniciativas llamadas Ley Korenfeld y Pichardo), que carecen de la visión de los
DH y tienden a legitimar el despojo, devastación y privatización del agua, como
ocurrió recientemente con la Reforma Energética (expansión de proyectos mineros,
petroleros, hidráulicos).

De igual manera, la sociedad civil y organismos internacionales (Naciones


Unidas, Hábitat International Coaltion) observan que las políticas públicas del agua
y ambientales carecen de una visión de derechos humanos y atención a grupos
vulnerables por lo que el acceso diferencial al agua y su escasez se acentúa en los
pueblos indígenas y asentamientos rurales dispersos y colonias populares en
condición de irregularidad en la tenencia de la tierra. Cuestión que afecta sobre todo
a las mujeres, niños, indígenas y pobres del campo y la ciudad.

En cuanto a la potabilización, saneamiento y control de la contaminación del


agua, el balance de la sociedad es negativo: no hay un monitoreo adecuado de la
calidad del agua, las regulaciones son laxas y permisivas sobre todo para la
industria, y no hay una vigilancia adecuada que garantice su cumplimiento y sanción
en caso de afectación social y ambiental. Esto se evidencia con la evaluación de
desempeño de las acciones de la Conagua entre 2007, 2008 y 2009, donde sale
mal evaluada por la Auditoría Superior de la Federación.

251
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

El acceso a la información y justicia ambiental e hídrica son negados a los


ciudadanos y en particular a los grupos vulnerables por su condición étnica, social
y género con el fin de imponer megaproyectos hidráulicos, energéticos, turísticos y
urbanos que afectan el DHAyS y los DESCA. Ello queda evidenciado a través de
las denuncias de agravios presentados por comunidades y organizaciones sociales
en tribunales éticos y en la visita del Relator Especial en DHAyS.

En consecuencia, el poder del Estado en su alianza con el capital privado


conlleva a una situación de indefensión e injusticia ambiental e hídrica, así como a
la persecución de luchadores sociales que se oponen a los megaproyectos o que
protestan por sus afectaciones en materia de derechos humanos. Varios luchadores
sociales en la defensa del agua han sido asesinados, heridos o amenazados, al
nivel de que México se considera uno de los países más peligrosos para quienes
participan en movimientos ambientales (Informes de relatores especiales en
derechos humanos de Naciones Unidas, Amnistía Internacional).

Una constante en varios de los megaproyectos emprendidos por el Estado


neoliberal (como presas, carreteras, aeropuertos, desarrollos turísticos) es que
detrás de su justificación como causa de utilidad pública, tienen objetivos paralelos
que buscan garantizar el interés privado por encima del general. Es decir, los
actores estatales (federales, estatales y/o municipales) llegan a usar la bandera del
interés público para impulsar y afianzar los intereses de los grupos de poder local,
regional y/o transnacional. El argumento político es que tales proyectos son
estratégicos y necesarios para el desarrollo del país y por tanto la población
afectada debe contribuir a tal objetivo, aun si no son directamente beneficiados.

Lo público se traduce entonces en que los costos sociales, ambientales,


económicos y financieros son asumidos por el conjunto de la sociedad, no así los
beneficios que son concentrados en unas cuantas manos. Dentro de este esquema,
la inversión pública (vía gasto público o endeudamiento) y la expropiación de tierras
(ejidales y comunales, generalmente) son esenciales para asegurar la realización
de los megaproyectos. No obstante, si hay oposición y resistencia local es común
que desde el aparato estatal se trastoquen la legalidad e instituciones públicas y se
altere la paz social y vida comunitaria, a través de aplicar mecanismos como: la
desinformación y falta de consulta a la población, la cooptación de los líderes
locales, el divisionismo y debilitamiento de las formas de organización social, la
represión y uso de la violencia (física y psicológica).

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

En la actualidad se tiene un marco legal e institucional que favorece la


privatización y valoración económica del agua y de los recursos naturales. Sin
embargo, desdibuja los derechos colectivos asociados con el agua, el suelo y los
bosques en territorios indígenas y campesinos. En los hechos esto se traduce en
despojos por la vía de la expropiación o la falta de resolución de litigios agrarios, la
privatización de recursos otrora comunales y ejidales y la flexibilización de la
legislación que abre oportunidades a la inversión privada. Además de que se
carecen de mecanismos institucionales para resolver las tensiones y conflictos por
el control del agua y territorio que surgen entre el Estado y el sector privado con el
resto de la sociedad. De allí que la conflictividad se torne más compleja e incluso
explosiva, pues los canales formales de acceso a la justicia ambiental e hídrica se
ven cerrados y los derechos humanos violentados, sobre todo para los pueblos
indígenas y campesinos.

8.1.5 Mejoras prácticas en la gestión del agua con


enfoque de derechos humanos

Las obligaciones constitucionales e internacionales deben ser los ejes por medio de
los cuales se articule la adecuación del marco legislativo y normativo en torno al
derecho al agua. La incorporación y armonización de estos estándares se debe dar
en diferentes ámbitos: el de políticas públicas, el legislativo e incluso el judicial. Así
como en diferentes niveles: el federal, estatal y local.

La armonización legislativa y normativa puede también lograrse a través de


diversos métodos interpretativos. La Constitución Mexicana en materia de Derechos
Humanos privilegia, sin excluir otros, dos métodos: la interpretación conforme y el
principio pro persona.

La labor de armonización de estándares debe abarcar toda la normatividad


administrativa. En la evaluación de dicha legislación y normatividad debe ser guiada
por los principios de transversalidad y cooperación.

Ante la existencia de violaciones de derechos humanos surge la obligación


de reparación. Dicha noción ha sufrido un importante desarrollo por parte de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos en los últimos tiempos y ha sido recogida
por la Ley General de Víctimas.

253
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Las medidas de reparación en su conjunto deben poseer una dimensión de


integralidad, deben tener coherencia entre sí para ser realmente eficaces. No
pueden verse aisladas, sino como un conjunto de acciones destinadas a restituir los
derechos de las víctimas y proporcionar a las personas beneficiarias suficientes
elementos para mitigar el daño producido por las violaciones, promover su
rehabilitación y compensar las pérdidas.

En materia de derecho al agua las medidas de reparación pueden llegar a ser


muy diversas. Mucho depende de la evaluación de cada caso concreto para poder
determinar cuáles medidas de reparación deben ser implementadas a favor de
individuos o de una colectividad cuyo derecho al agua ha sido vulnerado, esto
siempre privilegiando los intereses de las víctimas de estas violaciones.

8.2 Recomendaciones

Los retos en materia de agua que enfrenta el país actualmente y que presentará en
el futuro son numerosos, por ello se requiere que se adopten mejoras prácticas en
cuanto a los siguientes tópicos, mismos que evidencian la complejidad en la gestión
de los cuerpos de agua continentales, superficiales y subterráneos:

A. Ciclo del agua, calidad y medición de su disponibilidad:

1) Proteger los ecosistemas de agua dulce, promoviendo estrategias de corto,


mediano y largo plazo, que redunden en la restauración del ciclo del agua.

2) Asignar los volúmenes en cantidad y calidad que permita a la misma


naturaleza desempeñar sus funciones y brindar sus servicios ambientales.

3) Una mayor medición del recurso hídrico en las diferentes fases del ciclo del
agua para un conocimiento detallado y así poder evaluar la disponibilidad
real del agua por cuenca y por acuífero.

4) Ampliar los criterios de calidad del agua para determinar las fuentes de
contaminación relacionadas con las actividades antropogénicas. Con ello,
establecer oportunamente acciones de conservación, eliminación de riesgos
a la salud humana, de saneamiento y regulación, estableciendo

254
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

responsabilidades a quienes corresponda. Esto implica el análisis


sistemático en los cuerpos de agua y difusión pública de resultados.

5) Es necesario diseñar estrategias de gestión de aguas residuales en lo local,


municipal, estatal, por cuencas y territorios, donde los tres órdenes de
gobierno tengan clarificadas sus responsabilidades en coordinación con
actores no estatales. Ello implica buscar procedimientos y tecnologías para
la creciente diversidad de compuestos químicos de las aguas servidas.

6) Implementar políticas y programas de gestión integral y saneamiento en


cuencas, hasta cubrir, en un mediano plazo, la totalidad de las cuencas del
país con el volumen de agua para conservación.

B. En cuanto a la atención de la demanda de agua:

7) Se requiere cambiar el enfoque con los volúmenes de agua disponible en


cada cuenca, disminuyendo la demanda del recurso mediante un manejo
eficiente y reúso del mismo, e invertir en proyectos alternativos como lo es la
captación de agua de lluvia en ciudades y en localidades rurales.

C. Sostenibilidad del agua:

8) Impulsar y realizar por cuenca y acuífero una gestión integrada del recurso
hídrico (GIRH), en la cual participen los diferentes órdenes de gobierno, los
diferentes usuarios del agua, representantes de la sociedad y los miembros
de la academia para lograr, en el menor tiempo posible, la sostenibilidad del
recurso hídrico.

9) Establecer mecanismos institucionales, específicos, para la protección de


humedales, ríos, lagos, manantiales y acuíferos, en cuencas, subcuencas y
microcuencas, con la participación plural, informada y abierta de la sociedad,
el gobierno y a la academia.

10) Aplicar sanciones correspondientes a la reparación del daño y oportunas a


quienes infrinjan las normas ambientales y dañen los cuerpos de agua, que
pongan en riesgo la salud humana y de los ecosistemas, estableciendo
mecanismos de restitución a las comunidades dañadas.

255
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

11) Diseñar e implementar en la política hídrica, la gestión de las aguas


residuales para reducir la contaminación en las fuentes, eliminar los
contaminantes en los flujos de aguas residuales, reutilizar las aguas
regeneradas y la recuperación de los subproductos útiles. Con ello, contribuir
al derecho humano al saneamiento, garantizar la salud donde se reutilice y
asegurar la calidad del agua vertida a los ecosistemas.

D. Agua y derechos humanos:

12) Reconocer el carácter de derecho humano constitucional al derecho al agua


debe ser el principio que guíe las discusiones en torno a la elaboración de la
legislación secundaria. Los esfuerzos para lograr una armonización entre las
exigencias de la sociedad civil organizada, los intereses gubernamentales y
de la iniciativa privada deben orientarse en una lógica de derechos humanos,
de tal forma que los mismos constituyan una barrera ante las pretensiones
autoritarias o privatizadoras.

13) Incorporación de los estándares internacionales en la legislación. Entre los


puntos importantes a considerar el principio de precaución, en materia
ambiental, que se refiere a las medidas que se deben adoptar en casos
donde no existe certeza científica sobre el impacto que pueda tener una
actividad en el medio ambiente. Al respecto, la Corte Interamericana citando
a la Declaración de Río mencionó que “Con el fin de proteger el medio
ambiente, los Estados deberán aplicar ampliamente el criterio de precaución
conforme a sus capacidades. Cuando haya peligro de daño grave o
irreversible, la falta de certeza científica absoluta no deberá utilizarse como
razón para postergar la adopción de medidas eficaces en función de los
costos para impedir la degradación del medio ambiente” (CIDH OC-23:
párr.175). Este principio podría ser determinante en la resolución de las
discusiones actuales en estas temáticas.

14) Tomar en serio los estándares internacionales en la materia llevaría a tener


que considerar el derecho al agua como una prerrogativa constitucional que
no ven cumplida en su vida diaria miles de mexicanas y mexicanos en todo
el país. Esto lejos de desalentar debería activar nuestra imaginación para
buscar nuevas soluciones a esta problemática que amenaza con extenderse
aún más en los próximos años en el país. Estas nuevas soluciones por parte
de la CNDH tendrían que estar orientadas a la emisión de recomendaciones
generales e incluso en la realización de propuestas de política pública.

256
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

15) Admitir la existencia de un corpus juris en materia de agua en donde


interactúan y cooperan de forma complementaria las distintas disposiciones
y obligaciones tanto a nivel nacional como internacional. Esto lleva también
a destacar la necesidad de ajustar las políticas públicas en la materia de una
forma constante. En este aspecto se debe destacar el rol que juega la
interdependencia de los derechos.

16) Adecuación del marco legislativo y normativo en torno al derecho al agua


debe tomar en cuenta con especial cuidado los estándares internacionales
que ya han sido expuestos en el presente estudio, los cuales constituyen un
mínimo que debe ser seguido en busca de la mayor protección de la persona.
A su vez, la armonización debe llevarse a cabo en diferentes ámbitos: el de
políticas públicas, el legislativo e incluso el judicial. Así como en diferentes
niveles de gobierno: el federal, estatal y local.

17) Asimismo, se debe procurar la transversalidad de las políticas y acciones de


derechos humanos incluyendo sus ejes de aplicación: igualdad y no
discriminación, derechos de los pueblos indígenas, derechos de las personas
con discapacidad, igualdad de género y la existencia de cooperación en
distintos niveles.

18) En materia de reparaciones es indispensable hacer operativo lo señalado


por la Ley General de Víctimas. Ello es importante porque dicha ley recoge
los más altos estándares internacionales en la materia.

19) Los actores estatales y privados, así como las instituciones encargadas de
observar el cumplimiento y respeto de los derechos humanos, deben conocer
los balances y propuestas que emergen desde la sociedad civil organizada
en materia de DHAyS y DESCA. Una de las demandas de la sociedad es que
no hay canales de comunicación ni mecanismos que conlleven a la
resolución de conflictos con una dimensión de derechos humanos. También
señalan que es muy difícil acceder a la justicia ambiental e hídrica, ya que
las instancias gubernamentales son omisas e incluso actúan fuera de la
legalidad. De allí que los tribunales éticos se han convertido en una instancia
de justicia alternativa, que hace visible los conflictos y demandas de una
sociedad que se siente agraviada por el actuar del Estado para favorecer los
intereses de los sectores privados nacionales y transnacionales.

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

20) Es central que el gobierno mexicano esté atento a las observaciones que
hacen organismos como Naciones Unidas a través de su Relator en materia
de DHAyS, con el fin de que logre la adopción progresiva del derecho
humano al agua y saneamiento, principalmente para los grupos más
vulnerables de la sociedad como son los pueblos indígenas, los pobres del
campo y la ciudad, las mujeres, niños y ancianos.

E. Recomendaciones de mejora en la gestión del agua:

21) Diseñar mecanismos de seguimiento para las acciones interinstitucionales


relacionadas con los usos del agua, las aguas saneadas y su gestión (en
acuíferos, ríos, presas, lagos, lagunas, humedales):
o Prevención para evitar acciones de impacto directo sobre el ciclo del
agua y los derechos humanos relacionados con el consumo del agua,
la salud, la alimentación y el medio ambiente.
o Vigilancia y seguimiento de impactos ambientales, aplicación de
normatividad con transparencia, en caso de emergencias.
o Seguimiento y evaluación de los resultados e impactos de los
programas y proyectos interinstitucionales.
o Aplicación de sanciones a infractores y mecanismos de restitución
cuando haya riesgos a la salud humana y afectación a los
ecosistemas.
o Rendición de cuentas en forma completa y oportuna a la ciudadanía.

22) Transparencia con acceso sencillo y abierto a la información de programas,


proyectos, acciones y recursos públicos en la materia, que permitan
lecciones asertivas a cualquier persona, organización o institución
gubernamental, por ejemplo: de prevención, saneamiento, cooperación y
remediación en cuencas y cuerpos de agua.

23) Asegurar el cumplimiento efectivo, por parte de funcionarios en los tres


niveles de gobierno, así como de otros actores involucrados, sobre la
normatividad, decretos, acuerdos y recomendaciones formales para la
protección, manejo y remediación de cuencas y cuerpos de agua. Ejemplos:
sitios RAMSAR, protección de humedales, normas de calidad del agua,
planes de manejo, etc.

24) Orientar recursos que permitan la accesibilidad para toda la población: de


información, toma de decisiones, evaluación y seguimiento sobre las aguas
subterráneas, superficiales y residuales, tanto en el nivel de cuenca, como el

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

de subcuenca y microcuenca, así como en la delimitación de otros territorios


bajo criterios socioculturales.

25) Incluir la perspectiva de género29 en la legislación hídrica, así como en sus


instrumentos de política en las distintas escalas de decisión. La perspectiva
de género en la gestión del agua y cuencas implica promover la participación
de las mujeres, de sus conocimientos y capacidades en la toma de
decisiones; también la reducción de la brecha de género, en términos de
participación social y en la búsqueda de oportunidades y beneficios
equitativos entre mujeres y hombres.

F. Recomendaciones en materia institucional y gestión del agua:

26) Revisión de leyes, normas y permisos que contravengan el derecho humano


al agua, a la salud, a la alimentación y a un medio ambiente sano. Por
ejemplo: regulaciones más estrictas sobre venta y uso de plaguicidas; vertido
de aguas residuales industriales y urbanas a lechos de ríos, presas, lagos y
zanjas de riego; autorizaciones para explotar comercialmente aguas
subterráneas, desfavoreciendo el derecho humano al agua.

27) Garantizar el derecho humano al agua con calidad y en la cantidad suficiente


en centros de reclusión como cárceles, orfanatos, asilos; centros educativos
de cualquier nivel; centros de atención a la salud; centros laborales; puntos
de retención y tránsito a migrantes. Centros públicos y privados, en áreas
urbanas y rurales.

28) Contar con un marco jurídico que dé certidumbre en los espacios de


participación a los actores para mejorar la gobernanza del agua. Con ello,
asegurar la participación, en forma amplia, plural e informada, con la
ciudadanía y grupos de interés en el diseño de leyes, normas, políticas y
planes que impliquen el manejo de las aguas subterráneas y las superficiales,
a partir de procesos democráticos creíbles, transparencia, rendición de
cuentas y estado de derecho.

29Perspectiva de Género. Concepto que se refiere a la metodología y los mecanismos que permiten
identificar, cuestionar y valorar la discriminación, desigualdad y exclusión de las mujeres, que se
pretende justificar con base en las diferencias biológicas entre mujeres y hombres, así como las
acciones que deben emprenderse para actuar sobre los factores de género y crear las condiciones
de cambio que permitan avanzar en la construcción de la igualdad de género (art. 5, VI, DOF, 2006).

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

29) Favorecer procesos de gobernanza del agua, al establecer y fortalecer redes


abiertas de actores gubernamentales, Organizaciones de la Sociedad Civil,
especialistas, Universidades, centros de investigación y comunidades para
diseñar, implementar y evaluar las acciones colectivas en pro de los DESCA,
manejo sustentable y remediación sobre los casos de sobreexplotación,
contaminación y desecación de cuerpos de agua que pongan en riesgo la
salud humana y los ecosistemas.

30) Establecer e institucionalizar canales de comunicación entre el gobierno y


Organizaciones de la Sociedad Civil, que permitan acciones coordinadas con
información especializada y actualizada para la toma de decisiones, así como
el seguimiento y buen término de proyectos y programas de mutuo interés
sobre el agua, mismos que trasciendan la voluntad política de las gestiones
gubernamentales.

31) Diseñar y establecer, con participación de las poblaciones involucradas y


afectadas, acciones de monitoreo, medidas de emergencia y protocolos
comunitarios para evitar riesgos de contaminación por consumo o uso de
agua contaminada en los lugares de residencia, tránsito, trabajo, escuelas,
hospitales o de reclusión.

32) Reconocer legalmente las formas de gestión del agua comunitarias, sus
conocimientos, prácticas y tecnologías empleadas para tener acceso al agua.
Aunque no es general, un número amplio de estudios de caso demuestran
que estas formas de autogestión del agua han tenido mejores resultados en
cuanto a la interacción entre actividades socioeconómicas y el
mantenimiento de la riqueza ambiental.

33) Mecanismos claros de reparación de daños a personas afectadas por


impedir el pleno derecho al agua y los derechos ligados a la misma, a partir
de modelos de justicia social. Naciones Unidas lo expresa como sigue:
Garantizar que las víctimas de violaciones tengan derecho a la reparación
adecuada del daño, incluyendo la restitución, compensación, satisfacción o
la garantía de no repetición, y que el marco legal permita que demanden en
los tribunales la aplicación de soluciones parciales o totales (UN, 2014: 23-
25, citado en Ávila García, s.f.).

34) Respeto y cumplimiento a las expresiones sociales por la defensa y cuidado


del agua y los recursos ligados a ésta. Garantizar el derecho a la
organización por la defensa del agua, garantizar la vida de líderes

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

ambientalistas y defensores por el reconocimiento de las tecnologías y


prácticas socioculturales relacionadas con el agua y los cuerpos de agua.

8.2.1. Recomendaciones desde las Organizaciones de la Sociedad Civil

Con el fin de integrar diversas recomendaciones al gobierno mexicano, que se han


emitido en espacios alternativos de justicia ambiental (Tribunal Permanente de los
Pueblos y Tribunal Latinoamericano del Agua) e instancias internacionales
(Organización de las Naciones Unidas), a partir de iniciativas y denuncias realizadas
y sustentadas por pueblos indígenas y organizaciones sociales que han sido
afectadas y violentadas en sus derechos humanos, se exponen de manera textual
sus propuestas en materia de DHAyS y DESCA para evitar errores de interpretación
y omisiones:

8.2.1.1 Recomendaciones del Tribunal Permanente de los Pueblos en su


capítulo México

En primer término, se tiene el dictamen de la pre-audiencia de “Presas, derechos


de los pueblos e impunidad” realizado en el marco del Tribunal Permanente de los
Pueblos capítulo México. Con base en los 11 casos presentados por agraviados de
las presas, el jurado hizo varias recomendaciones en materia de agua y derechos
humanos (Khotari et al, 2012):

a) Empezar un debate público sobre las políticas y opciones energéticas


estratégicas, por ejemplo, a través de una Conferencia Nacional sobre
Desarrollo y Energía, con la amplia participación de los diferentes sectores y
movimientos de la sociedad civil. En este debate público se deberán
contemplar tanto las formas de atender la demanda como la oferta de
energía, considerando los patrones irresponsables de consumo, las pérdidas
y las capacidades ociosas de las plantas energéticas, entre otros temas. Esta
conferencia deberá también debatir las políticas relativas al control, uso y
asignación del agua de la nación que conduzca a la implantación de una
política responsable de conservación y gestión integrada de los recursos
hídricos.
b) Iniciar una auditoría nacional por parte de un órgano independiente que
proceda a una profunda evaluación de los costos y beneficios económico-
financieros, sociales y ambientales de las presas construidas desde 1972.
Este órgano deberá prever la participación de varios sectores de la sociedad

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

incluyendo al gobierno, la sociedad civil y la academia, con el fin de que se


definan las bases legales e institucionales para la compensación económica,
definición de programas sociales e implementación de políticas de desarrollo
regional y restauración ambiental hacia los pueblos y comunidades afectadas
por las presas.
c) El Estado mexicano debe evitar promover la realización de proyectos de
presas que conlleven a la destrucción de los ecosistemas (ecocidio) y cultura
de los pueblos (etnocidio). La causa de utilidad pública nunca se puede
justificar si las acciones implementadas para desarrollar presas implican
violaciones masivas a los derechos humanos. Mucho menos se justifica si
los intereses dominantes promueven el beneficio privado, como ocurre con
algunos proyectos hidroeléctricos que afectan territorios indígenas y
campesinos.
d) Implementar una legislación nacional y políticas públicas dirigidas a limitar y
regular los desalojos y los desplazamientos por presas en conformidad con
los Principios básicos y directrices de la ONU sobre los desalojos y
desplazamientos generados por el desarrollo.
e) Asegurar el respeto de los derechos de los pueblos indígenas reconocidos
en documentos internacional firmado por México, particularmente el
Convenio 169 de la OIT y la Declaración de los Derechos de los Pueblos
Indígenas.
f) Considerar la creación de un nuevo marco institucional relacionado con los
proyectos de presas que contemple una más rigurosa coordinación y
corresponsabilidad entre diferentes dependencias gubernamentales
relacionadas con la aplicación de las políticas hídrica y energética, ambiental,
social y económica. Hasta ahora la CFE y la Conagua están asumiendo
responsabilidades en áreas que van más allá de sus competencias.
g) Contribuir a que otras instituciones como la Secretaria de Desarrollo Social,
la Comisión Nacional de Derechos Humanos y la Comisión Nacional para el
Desarrollo de los Pueblos Indígenas, participen en la evaluación de los
impactos socioculturales y el monitoreo de los proyectos de presas desde el
punto de vista de los derechos humanos.
h) Asegurar que las normas y procedimientos relativos a las Manifestaciones de
Impacto Ambiental (MIA) de los proyectos de presas incluyan un amplio y
detallado estudio de las estructuras socio-económicas-culturales y de los
impactos socio-ambientales generados. Además, hay que garantizar la
participación de los pueblos afectados en su elaboración y que los resultados
de las consultas públicas sobre las MIA sean vinculantes.
i) Cancelar todos los proyectos en curso que estén violando derechos
humanos, en particular aquellos que se están desarrollando en ausencia de
un proceso de consulta y consentimiento previo, libre e informado de los
pueblos afectados o aquellos en los cuales la mayoría de los afectados se
han expresado en contra del proyecto.
j) Respetar, en todos los proyectos presentes y futuros, las normas legales
nacionales y los compromisos internacionales asumidos por México, con el
fin de asegurar la protección de todos los derechos humanos de las personas
y comunidades ya afectadas o que están en riesgo de serlo. En este contexto,

262
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

las y los jueces están completamente de acuerdo con la necesidad de que


los derechos humanos se salvaguarden antes, durante y después del
eventual desalojo o desplazamiento respetando lo establecido en los
Principios básicos y directrices de la ONU sobre desalojos y desplazamiento
generados por el desarrollo.
k) Todos los proyectos que se están revisando en la actualidad deben contar
con: aviso apropiado, información disponible en tiempo y forma para que se
pueda llevar a cabo una revisión pública, celebración de audiencias públicas
que den oportunidad a las personas afectadas y a sus defensores de
impugnar la decisión de desalojo y/o presentar propuestas alternativas y
formular sus exigencias y prioridades de desarrollo. Ningún desalojo puede
llevarse a cabo sin haberse logrado el consentimiento previo, libre e
informado de las personas y comunidades afectadas.
l) Las evaluaciones de impacto deben incluir la exploración de posibles
alternativas y estrategias para minimizar los daños. La búsqueda de
alternativas debe incluir la amplia consulta y participación de las
comunidades potencialmente afectadas.
m) Prever una indemnización justa e imparcial para todas las personas y
comunidades que hayan sido desalojadas en los últimos 40 años a raíz de la
construcción de presas. Esta compensación deberá basarse en los principios
internacionales sobre indemnización y restitución como son: las mujeres y
los hombres deben ser co-beneficiarios de todas las medidas de
indemnización; en caso de pérdida de tierra deberán ser entregadas tierras
de calidad igual o mejor, entre otras.
n) Hacer transparentes los costos y las fuentes de financiación de los proyectos,
particularmente cuando se utilicen recursos públicos. Así como explicitar los
objetivos reales del proyecto, tanto públicos como privados.
o) Implementar medidas punitivas hacia los funcionarios que hayan violado
leyes y normas vigentes de protección a los derechos humanos y
ambientales de las poblaciones afectadas y hayan incurrido en el desacato
de sentencias judiciales.

8.2.1.2 Recomendaciones del Tribunal Latinoamericano del Agua ante la


demanda de la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales al Estado
mexicano

En segundo término, está el veredicto realizado para el caso de México por el


Tribunal Latinoamericano del Agua (TLA, 2012), donde la Asamblea Nacional de
Afectados Ambientales presentó una petitoria donde responsabilizó al Estado
mexicano por la devastación hídrica nacional y violación de derechos humanos.
Dicho Tribunal recomendó al gobierno mexicano (Véase Anexo 4):

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

a) Defender sus leyes, procedimientos, políticas públicas y prácticas cotidianas


para el acceso al agua y al ambiente adecuado como un derecho humano
fundamental y como un bien social y común, adaptándolas en todo momento
a las normas de equidad, eficiencia y sustentabilidad que exigen la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y los Tratados
Internacionales de los que México forma parte.
b) Revisar el sistema de procuración de justicia ambiental, estableciendo
órganos jurisdiccionales en la materia con plena autonomía administrativa y
presupuestal encargados de la tutela y aplicación de las leyes ambientales de
acuerdo al principio de separación de poderes sancionado por la Constitución
Mexicana.
c) Cumplir con las recomendaciones hechas por el TLA en las pasadas
Audiencias Públicas de Juzgamiento (III APJ - México D.F. 2006, IV APJ -
Guadalajara 2007 y V APJ - Antigua Guatemala 2008) y establecer un
mecanismo institucional de observación y monitoreo con representación civil
y amplia participación ciudadana que garantice la atención y cumplimiento de
dichas recomendaciones.
d) Resolver los vacíos y omisiones legales existentes en la normatividad hídrica
y medioambiental mexicana, sobre todo en lo que se refiere a los reglamentos
y procedimientos que permitan la justa aplicación de los principios y derechos
humanos establecidos en la Constitución, las leyes nacionales y los tratados
internacionales.
e) Recordar a las autoridades de los poderes públicos mexicanos de los tres
niveles federativos su obligación de garantizar el aprovisionamiento de
recurso hídrico para beneficio de las personas antes de los aprovechamientos
lucrativos por parte de empresas.

8.2.1.3 Recomendaciones de Organizaciones Sociales para garantizar el


Derecho Humano al Agua y Saneamiento

En tercer lugar, están las recomendaciones que hacen una centena de


organizaciones sociales para garantizar el cumplimiento del DHAyS en caso de
privatización del servicio de agua (COMDA, 2017):

Teniendo en cuenta que en las privatizaciones que se han llevado en México


se han detectado elementos de corrupción, y que no han tenido en cuenta
elementos claves para asegurar que las licitaciones se hayan realizado
teniendo en cuenta los intereses de las comunidades involucradas,
proponemos que se lleven a cabo auditorías técnicas, administrativas y
financieras independientes de los procesos de privatización y de la gestión de
los organismos privatizados y que, en caso de que se demuestren
irregularidades graves, se remunicipalicen los organismos correspondientes.

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Con relación a los impactos socioambientales y violación del DHAyS por el uso de
la tecnología de fracturación hidráulica para la exploración de hidrocarburos,
COMDA (2017) recomienda prohibirla en México como ha ocurrido en otros países.
Para ello propone el impulso de una Ley General para la Prohibición de la Fractura
Hidráulica, como la formulada por la Alianza mexicana contra el fracking y aplicar el
principio precautorio de la Declaración de Río:

Con el fin de proteger el medio ambiente, los Estados deberán aplicar


ampliamente el criterio de precaución conforme a sus capacidades. Cuando
haya peligro de daño grave o irreversible, la falta de certeza científica absoluta
no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas
eficaces en función de los costos para impedir la degradación del medio
ambiente.

8.2.2 Recomendaciones desde los organismos internacionales: Relator


Especial de Derecho Humano al Agua y Saneamiento

En cuarto lugar, se tienen las recomendaciones que hizo al gobierno mexicano las
Naciones Unidas, a través del Relator Especial en materia de Derecho Humano al
Agua y Saneamiento, en su misión a México (ONU, 2017):

a) Promulgue sin dilación indebida y en plena colaboración con todos los


interesados pertinentes, teniendo en cuenta sus opiniones y preocupaciones,
una legislación general revisada sobre el agua, en la cual se dé pleno efecto
y significado a los derechos humanos al agua y el saneamiento consagrados
en el derecho internacional y en la Constitución de México.
b) Revise el sistema descentralizado en tres niveles de gestión de los servicios
de agua y saneamiento con miras a fortalecer el apoyo y la financiación estatal
y federal a los proveedores de servicios de nivel municipal que actualmente
tienen dificultades para cumplir las obligaciones que les impone el artículo 115
de la Constitución.
c) Haga efectivos progresivamente los derechos humanos al agua y el
saneamiento utilizando el máximo de recursos disponibles, y garantice
financiación y recursos para el agua y el saneamiento a los niveles necesarios
para cumplir los compromisos jurídicos, normativos y programáticos y ampliar
y mejorar el suministro de servicios de agua y saneamiento a las regiones o
comunidades con servicios deficientes o sin ellos.
d) Establezca entidades reguladoras oficiales de los proveedores, tanto privados
como públicos, que estén facultadas para asegurar que dichos proveedores
respeten plenamente los derechos humanos y cumplan las obligaciones y
normas que impone la ley.

265
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

e) Establezca mecanismos de intervención rápida que exijan una acción estatal


o federal para hacer frente a situaciones en que los sistemas de agua y
saneamiento fallen a nivel municipal, lo que puede incluir facilitar
urgentemente apoyo y asistencia técnica, financiación de emergencia, apoyo
permanente y capacitación para asegurar la prestación de los mejores
servicios posibles.
f) Tome todas las medidas posibles para asegurar el acceso universal al agua
y el saneamiento para las poblaciones marginadas que viven en las
circunstancias más vulnerables, incluidos los pueblos indígenas, las
poblaciones rurales, las personas sin hogar y los residentes de zonas urbanas
periféricas con servicios deficientes.
g) Actualice con urgencia las normas de calidad del agua potable, siguiendo las
guías y recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud para la
calidad del agua potable, y ejerza una vigilancia y una supervisión de la
calidad del agua potable más estrictas y más orientadas a la protección de la
salud.
h) Vele por que se apliquen tarifas sociales a los servicios de modo que el
suministro asequible de agua y saneamiento esté asegurado para todos,
incluidos los más pobres y más marginados de la sociedad, y las familias
cuyas circunstancias las han dejado en una situación muy vulnerable, como
las afectadas por las desapariciones forzadas.
i) Establezca disposiciones jurídicas que prohíban la interrupción del servicio a
los usuarios sin capacidad económica para pagar las facturas por ese servicio.
j) Proporcione más apoyo y financiación de los diferentes niveles de gobierno a
los sistemas de agua y saneamiento gestionados por las comunidades a fin
de lograr su ampliación y su buen funcionamiento.
k) Intensifique las medidas para asegurar la igualdad de acceso de las mujeres
y las niñas al agua y el saneamiento, particularmente en zonas urbanas
periféricas y localidades rurales dispersas, y para eliminar el impacto que la
recogida y el transporte de agua y las tareas relacionadas con el agua y el
saneamiento en el hogar tiene en la posibilidad de que las mujeres se
dediquen al trabajo y la posibilidad de que las niñas accedan a la educación.
l) Elimine las restricciones que limitan o prohíben la prestación de servicios de
agua y saneamiento a los asentamientos ilegales o irregulares, de modo que
los habitantes de esos asentamientos puedan gozar plenamente de sus
derechos de acceso a esos servicios, sin discriminación.
m) Mejore el acceso al agua, el saneamiento y la higiene en todas las
instalaciones educativas en las zonas rurales y urbanas implementando
rápidamente políticas para suministrar retretes y fuentes de agua potable,
asignando prioridad a los estados y comunidades que presenten los niveles
más elevados de pobreza y marginación; y vele por que se incluya en la
legislación la obligación legal de suministrar agua y saneamiento a las
escuelas, instituciones de salud, prisiones y otras instituciones públicas.
n) Tome medidas para asegurar que los servicios de agua y saneamiento para
los pueblos indígenas sean accesibles, asequibles y aceptables para ellos, y
apropiados a sus propias tradiciones culturales, creencias y sistemas
tradicionales de gestión de la tierra y el agua de la comunidad.

266
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

o) Lleve a cabo con urgencia investigaciones independientes sobre los efectos


en el medio ambiente y la salud de los proyectos de desarrollo, las actividades
industriales y comerciales y el uso extensivo de plaguicidas, haciendo
hincapié en la contaminación o la sobreexplotación de las fuentes de agua,
particularmente cuando esas fuentes de agua se utilizan para abastecer a una
o más comunidades. Otra cuestión urgente es la vigilancia sistemática del
nivel de contaminantes específicos en el agua corriente.
p) Mejore y fortalezca la aplicación del marco regulador y normativo sobre el
acceso a la información, la participación y la consulta previa, libre e informada,
de modo que las comunidades, incluidas las comunidades indígenas y las
comunidades rurales dispersas, estén bien informadas, participen en los
procesos de planificación, aplicación y seguimiento y puedan plantear sus
inquietudes ante las autoridades competentes y obtener respuestas rápidas y
una solución de sus problemas.
q) Fortalezca la capacidad de acceso de todas las personas afectadas a
remedios por vulneraciones de los derechos al agua y el saneamiento,
incluidas las medidas para prevenir su repetición, mediante mecanismos
judiciales y procedimientos no judiciales de reclamación que sean accesibles,
transparentes y sujetos a rendición de cuentas. Y, a ese respecto, vele por
que la información sobre esos mecanismos esté a disposición de todos y
porque, de ser necesario, se proporcione asistencia jurídica o de otro tipo.
r) Asegure los derechos de todas las personas y grupos a protestar libremente
por cuestiones relativas a sus derechos al agua y el saneamiento, sin temor
a ser víctimas de hostigamiento o detención, y garantice su seguridad y su
protección con arreglo a la ley y en la práctica.
s) Ratifique el Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, que permite la presentación de quejas al
Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales por parte o en nombre
de personas o grupos que se hallan bajo la jurisdicción de México y afirman
ser víctimas de una vulneración de sus derechos humanos al agua y el
saneamiento.

267
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reglamentada en las aguas superficiales no comprometidas en las
reservas que se establecen en la Subregión Hidrológica Río Fuerte,

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292
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

ANEXOS
Anexo 1. Ríos contaminados y afectaciones a la salud humana (selección)

Ríos Comunidades Enfermedades a las que están


Problemática
contaminados afectadas expuestos
Arizpe,
Grupo México derramó 40
Banámichi, A partir del derrame, las
Río Sonora mil metros cúbicos de sulfato
Huepac, San enfermedades del estómago y de
de cobre mezclados con
Sonora Felipe de Jesús, la piel se han vuelto frecuentes
ácido sulfúrico y otros metales
Aconchi, entre los habitantes de la región.
pesados (en 2014).
Baviácora y Ures
Riesgos por el cianuro de sodio
- Puede afectar al inhalarlo y
puede absorberse a través de la
piel.
- El contacto puede irritar la piel y
los ojos.
- Respirarlo puede irritar la nariz, la
garganta y los pulmones, causando
Municipios de tos, respiración con silbido o falta
Onavas, Rosario de aire.
Las aguas del Río Yaqui Tesopaco y
quedaron contaminadas con - La alta exposición puede causar
Cajeme dolor de cabeza, mareo, latidos
cianuro de sodio (16 mil litros
de los cuales 3 mil se rápidos e incluso pérdida de
derramaron), cuando una conocimiento y muerte.
Poblaciones de
pipa que llevaba la sustancia las ocho tribus - Puede causar el agrandamiento
Río Yaqui tóxica a una mina en la sierra de la glándula tiroides.
(Huíviris, Pótam,
Sonora de Sonora volcó cerca de los Cócorit, Bácum,
mantos freáticos. - La exposición puede causar daño
Tórim, Ráhum, al sistema nervioso y cambios en el
Vícam y Belem). recuento de glóbulos sanguíneos.
Altos índices de concentración Municipios del - La exposición baja repetida
de elementos como arsénico, valle (Cajeme, puede causar secreciones,
plomo, fierro y manganeso San Ignacio Río hemorragia y lesiones en la nariz.
Muerto y un poco
de Guaymas) 10 personas han tenido que recibir
atención médica por haberse
expuesto a los vapores de cianuro

- Enferman del estomago


- Impacto al hígado, riñón y vejiga
- Problemas en la piel
- Enfermedades cancerígenas
Río Lerma 563 Empresas de la zona Municipios de La Alta incidencia de fibrosis y edema
industrial de Toluca y casi Piedad, pulmonar, dolor y debilidad

293
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Michoacán, 200 granjas porcícolas de Michoacán; muscular, atrofia óptica, disfunción


Querétaro, Michoacán, Guanajuato y Lerma, estado de renal, esterilidad y hasta muerte
Guanajuato, Jalisco, emiten sus aguas México y neonatal.
Jalisco, residuales en el Río Lerma. Pénjamo,
Aguascalientes, Guanajuato Bronquitis crónica, laceraciones
Zacatecas, El agua del Río Lerma está cutáneas, irritación intestinal,
Durango y contaminada con desechos Salamanca, irritación pulmonar, asma,
Nayarit industriales tales como plomo Guanajuato neumoconiosis, cisticercosis, fiebre,
y mercurio, haciéndola escalofríos y fatiga, principalmente
altamente toxica para Juanacatlán y El en los menores de 12 años.
quienes viven a su alrededor Salto (Jalisco)
Problemas asmáticos y respiratorios
Poncitlán, en aumento (Salamanca)
Ocotlán, La
Barca y zonas Aumento de enfermedades del riñón
cercanas al Lago en menores de edad en el municipio
de Chapala de Poncitlán, Ocotlán, La Barca y
otras zonas cercanas al Lago de
Chapala.
El tipo de fábricas en la zona Causando efectos carcinógenos y
es alimenticia, textil, química, San Martín otros efectos adversos en los
petroquímica, automotriz, Texmelucan, San sistemas reproductivo, inmunológico,
papelera, bebidas, hierro y Salvador el endócrino y en el desarrollo.
acero, farmacéutica, curtido Verde y
Greenpeace detectó 51 compuestos
de pieles, metal-mecánica, Huejotzingo en
orgánicos volátiles (COV) y semi-
siderúrgica y de servicios. Puebla; y
volátiles (sCOV) algunos de los
Tepetitla de
Hace 13 años la textilera cuales son clasificados como
Lardizábal,
Industrias Unidas Maritex potencialmente cancerígenos para
Nativitas e
descarga sus desechos en el vertebrados y probables
Ixtacuixtla de
río Acotzala, cuyo cause se cancerígenos para humanos.
Mariano de
convierte en el Atoyac. Matamoros en el En el agua del Atoyac hay
La contaminación que recibe estado de presencia de vanadio. La inhalación
el río Atoyac al pasar por Tlaxcala de este metal puede causar cáncer.
San Martín Texmelucan, En un estudio Se detectó pentaclorofenol, usado
Huejotzingo y la Angelópolis, sobre los generalmente por la industria textil,
Río Atoyac en el estado de Puebla, y el impactos de la el cual tiene graves efectos a largo
municipio de Papalotla en contaminación en
Cuenca alta plazo: es un mutágeno que causa
Tlaxcala, proviene en 80 por la región del Alto
del Río Balsas- alteraciones en el sistema
ciento de las descargas Atoyac, se
Tlaxcala y inmunológico y endócrino, altera las
urbanas; mientras que 15 por estimaron un
Puebla funciones reproductivas y aumenta
ciento se relaciona con millón 48 mil 689 la susceptibilidad a infecciones
descargas industriales y cinco casos de diarrea (Greenpeace)
por ciento por químicos y en el año 2005.
materiales que se usan en El Departamento de Medicina
zonas agrícolas. La población más Genómica y Toxicología Ambiental
vulnerables al reveló que las mujeres
En el río se han encontrado riesgo fueron los embarazadas son el foco más
más de 50 contaminantes, niños de tres vulnerable dentro de la población
entre los que figuran meses hasta la que vive a las orillas del río, ya que
compuestos y elementos pubertad, en las sustancias tóxicas afectan la
cancerígenos para el humano cuya etapa genética de sus hijos.
reconocidos por la Agencia existe una mayor
Internacional para la predisposición a La Cofepris a través del oficio
Investigación del Cáncer la acumulación CGJC/3/UR/557/2015, emitido el
(IARC), tales como benceno, de metales en 22 de julio de 2015, refirió que en
cloruro de vinilo, arsénico, relación a la uno de sus análisis detectó la
tricloroetileno, níquel, cadmio, población adulta. presencia de sustancias tóxicas
cromo total, hierro; otros como tolueno, benceno y xilenos en
compuestos y metales que se el Atoyac, las cuales están

294
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

pueden anticipar relacionadas padecimientos como


razonablemente sean leucemia mieloide.
cancerígenos para el humano
por los datos que existen,
tales como nitrobenceno,
plomo, cloroformo, cloruro de
metileno,1, 2
diclorobenceno,1, 2
dicloroetano, tolueno,
tetracloroetileno, dietilftalato,
bromodiclorometano, nitratos,
nitritos,1, 3 diclorobenceno, y
un teratógeno muy potente
como el mercurio.
Rosas (1974) cuantificó mercurio en
cabello de 10 niños y 14 adultos
del área de Coatzacoalcos; los
valores en niños menores de 12
años fluctuaron entre 1.16 y 19.6
μ g/g con un promedio de 7.052.
Mientras que, en cabellos de
adultos, las concentraciones fueron
de 2.36 a 40.6 μ g/g con un
promedio de 15.17.
La exposición al mercurio daña el
sistema nervioso, los riñones y el
sistema cardiovascular. Los sistemas
de órganos en desarrollo, como el
sistema nervioso fetal, son los más
sensibles a los efectos tóxicos del
mercurio, aunque casi todos los
órganos son vulnerables. La
Derrames de hidrocarburos exposición humana al mercurio se
Río
por Pemex (cerca de 55 mil produce principalmente a través del
Coatzacoalcos Coatzacoalcos (El
litros). consumo de pescado contaminado,
Oaxaca y Polvorín)
Contaminantes industriales, aunque el arroz y la exposición
Veracruz directa al vapor de mercurio
agrícolas y domésticos.
también pueden ser fuentes.
…10 días después del derrame, la
Secretaría de Salud (SeSVer),
supervisó el estado de salud de los
encargados de la limpieza y los
exhortó a utilizar el equipo de
protección necesario cuando
estuvieran en contacto con el
hidrocarburo. Esta dependencia
reconoció que entre los problemas
que podrían identificarse en los
trabajadores estaban contaminación
dérmica e irritación de ojos o vías
respiratorias y que podrían
experimentar irritación de nariz y
garganta, dolor de cabeza, mareo,
malestares estomacales e, incluso,
dificultades para respirar.

295
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

…la contaminación del río se ha


mantenido en la opinión pública a
raíz de que en febrero de 2008 un
niño, Miguel Ángel López Rocha,
murió intoxicado tras caer al río y
entrar en contacto con los
contaminantes.
Greenpeace México encontró que
Recibe descargas de 280
de 2007 a 2010, se presentó una
industrias, desechos de
mayor tasa de mortalidad en la
granjas porcícolas, desechos
población debido a diarreas y
municipales de Ocotlán,
gastroenteritis de presunto origen
Poncitlán, Atequiza y
infeccioso, enfermedad renal
Atotonilquillo, y desechos
hipertensiva, estado asmático e
crudos de la ZCG –en donde
insuficiencia renal no especificada
existen al menos diez parques
en el municipio de Juanacatlán,
y zonas industriales-.
mientras que en el municipio de El
…emisión de descargas Salto se observó un incremento en
tóxicas en el río Santiago las tasas de mortalidad a causa de
provenientes del Parque enfermedad renal hipertensiva,
Río Santiago Industrial de El Salto, y otras insuficiencia renal crónica e
Aguascalientes, fuentes contaminantes, entre insuficiencia renal no especificada.
Durango, las que se encuentran,
El Salto, Tanto en El Salto como en
Guanajuato, vertidos de metales pesados,
Juanacatlán Juanacatlán, las tasas de
Jalisco, distintos hidrocarburos,
mortandad por tumores malignos
Nayarit y compuestos derivados
del sistema digestivo y
Zacatecas bencénicos, detergentes,
marginalmente la leucemia linfoide
compuestos orgánicos
y cáncer de mama superaron la
volátiles, microorganismos,
media estatal.
entre otros.
Greenpeace, de 1990 a 2010 en
…unas 400 fábricas,
las comunidades aledañas al rio
instaladas en un corredor
Santiago en Jalisco se registraron
industrial paralelo a la ribera
45 enfermedades, 52 tipos de
del río, han arrojado
malformaciones y 88 tipos de
desechos por cuatro décadas
tumores malignos.
convirtiéndolo en un turbio
depósito de 1.090 sustancias …analizamos la mortandad por
tóxicas, metales, químicos y tumores y malformaciones
otros contaminantes. congénitas en la población de niños
menores a 15 años. Encontramos
que tanto en El Salto como en
Juanacatlán, las tasas de
mortandad por tumores malignos
del sistema digestivo y
marginalmente la leucemia linfoide
y cáncer de mama superaron la
media estatal.

296
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Anexo 2. Atribuciones a nivel nacional y por región hidrológico-


administrativo de la CONAGUA

Atribuciones en el Nivel Nacional:


I. Fungir como la Autoridad en materia de la cantidad y de la calidad de las aguas y su gestión en el
territorio nacional y ejercer en consecuencia aquellas atribuciones que conforme a la presente Ley
corresponden a la autoridad en materia hídrica, dentro del ámbito de la competencia federal, con
apego a la descentralización del sector agua, excepto las que debe ejercer directamente el Ejecutivo
Federal o “la Secretaría” y las que estén bajo la responsabilidad de los Gobiernos de los estados, del
Distrito Federal o municipios;
II. Formular la política hídrica nacional y proponerla al Titular del Poder Ejecutivo Federal, por conducto
de “la Secretaría”, así como dar seguimiento y evaluar de manera periódica el cumplimiento de dicha
política;
III. Integrar, formular y proponer al Titular del Poder Ejecutivo Federal, el Programa Nacional Hídrico,
actualizarlo y vigilar su cumplimiento;
IV. Elaborar programas especiales de carácter interregional e intercuencas en materia de aguas
nacionales;
V. Proponer los criterios y lineamientos que permitan dar unidad y congruencia a las acciones del
Gobierno Federal en materia de aguas nacionales y de sus bienes públicos inherentes, y asegurar y
vigilar la coherencia entre los respectivos programas y la asignación de recursos para su ejecución;
VI. Emitir disposiciones de carácter general en materia de aguas nacionales y de sus bienes públicos
inherentes;
VII. Atender los asuntos y proyectos estratégicos y de seguridad nacional en materia hídrica;
VIII. Formular y aplicar lineamientos técnicos y administrativos para jerarquizar inversiones en obras
públicas federales de infraestructura hídrica y contribuir cuando le sea solicitado por estados, Distrito
Federal y municipios, con lineamientos para la jerarquización de sus inversiones en la materia;
IX. Programar, estudiar, construir, operar, conservar y mantener las obras hidráulicas federales
directamente o a través de contratos o concesiones con terceros, y realizar acciones que correspondan
al ámbito federal para el aprovechamiento integral del agua, su regulación y control y la preservación
de su cantidad y calidad, en los casos que correspondan o afecten a dos o más regiones hidrológico-
administrativas, o que repercutan en tratados y acuerdos internacionales en cuencas transfronterizas, o
cuando así lo disponga el Ejecutivo Federal, así como en los demás casos que establezca esta Ley o sus
reglamentos, que queden reservados para la actuación directa de “la Comisión” en su nivel nacional;
X. Apoyar, concesionar, contratar, convenir y normar las obras de infraestructura
hídrica que se realicen con recursos totales o parciales de la federación o con su aval o garantía, en
coordinación con otras dependencias y entidades federales, con el gobierno del Distrito Federal, con
gobiernos de los estados que correspondan y, por medio de éstos, con los gobiernos de los municipios
beneficiados con dichas obras, en los casos establecidos en la fracción anterior;
XI. Operar, conservar y mantener obras y servicios hidráulicos rurales y urbanos cuando el Titular del
Ejecutivo Federal así lo disponga en casos de seguridad nacional o de carácter estratégico de
conformidad con las Leyes en la materia;
XII. Participar en la concertación de créditos y otros mecanismos financieros, incluso sobre la
participación de terceros en el financiamiento de obras y servicios, que apoyen la construcción y el
desarrollo de las obras y servicios federales hidráulicos; igualmente podrá fomentar y apoyar gestiones
de crédito y otros mecanismos financieros en favor de estados, Distrito Federal y municipios conforme a
sus atribuciones y a solicitud de parte;

297
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

XIII. Fomentar y apoyar los servicios públicos urbanos y rurales de agua potable, alcantarillado,
saneamiento, recirculación y reúso en el territorio nacional, para lo cual se coordinará en lo conducente
con los Gobiernos de los estados, y a través de éstos, con los municipios. Esto no afectará las
disposiciones, facultades y responsabilidades municipales y estatales, en la coordinación y prestación
de los servicios referidos;
XIV. Fomentar y apoyar el desarrollo de los sistemas de agua potable y alcantarillado; los de
saneamiento, tratamiento y reúso de aguas; los de riego o drenaje y los de control de avenidas y
protección contra inundaciones en los casos previstos en la fracción IX del presente Artículo; contratar,
concesionar o descentralizar la prestación de los servicios que sean de su competencia o que así
convenga con los Gobiernos Estatales y, por conducto de éstos, con los Municipales, o con terceros;
XV. Proponer al Titular del Poder Ejecutivo Federal el establecimiento de Distritos de Riego y en su caso,
la expropiación de los bienes inmuebles correspondientes;
XVI. Regular los servicios de riego en distritos y unidades de riego en el territorio nacional, e integrar,
con el concurso de sus Organismos de Cuenca, los censos de infraestructura, los volúmenes entregados y
aprovechados, así como los padrones de usuarios, el estado que guarda la infraestructura y los servicios.
Esto no afectará los procesos de descentralización y desconcentración de atribuciones y actividades del
ámbito federal, ni las disposiciones, facultades y responsabilidades estatales y municipales, así como de
asociaciones, sociedades y otras organizaciones de usuarios de riego, en la coordinación y prestación
de los servicios referidos;
XVII. Administrar y custodiar las aguas nacionales y los bienes nacionales a que se refiere el Artículo
113 de esta Ley, y preservar y controlar la calidad de las mismas, en el ámbito nacional;
XVIII. Establecer las prioridades nacionales en lo concerniente a la administración y gestión de las aguas
nacionales y de los bienes nacionales inherentes a que se refiere la presente Ley;
XIX. Acreditar, promover, y apoyar la organización y participación de los usuarios en el ámbito
nacional, y apoyarse en lo conducente en los gobiernos estatales, para realizar lo propio en los ámbitos
estatal y municipal, para mejorar la gestión del agua, y fomentar su participación amplia, informada y
con capacidad de tomar decisiones y asumir compromisos, en términos de Ley;
XX. Expedir títulos de concesión, asignación o permiso de descarga a que se refiere la presente Ley y
sus reglamentos, reconocer derechos y llevar el Registro Público e Derechos de Agua;
XXI. Conciliar y, en su caso, fungir a petición de los usuarios, como árbitro en la prevención, mitigación
y solución de conflictos relacionados con el agua y su gestión, en los términos de los reglamentos de esta
ley;
XXII. Analizar y resolver con el concurso de las partes que correspondan, los problemas y conflictos
derivados de la explotación, uso, aprovechamiento o conservación de las aguas nacionales entre los
usos y usuarios, en los casos establecidos en la fracción IX del presente Artículo;
XXIII. Celebrar convenios con entidades o instituciones extranjeras y organismos afines para la
asistencia y cooperación técnica, intercambio de información relacionada con el cumplimiento de sus
objetivos y funciones, e intercambio y capacitación de recursos humanos especializados, bajo los
principios de reciprocidad y beneficios comunes, en el marco de los convenios y acuerdos que suscriban
la Secretaria de Relaciones Exteriores, y “la Secretaría”, en su caso, con otros países con el propósito
de fomentar la cooperación técnica, científica y administrativa en materia de recursos hídricos y su
gestión integrada;
XXIV. Concertar con los interesados, en el ámbito nacional, las medidas que correspondan, con apego
a esta Ley y sus reglamentos, así como las demás disposiciones aplicables, cuando la adopción de
acciones necesarias pudieren afectar los derechos de concesionarios y asignatarios de aguas nacionales;
XXV. Celebrar convenios de coordinación con la Federación, el Distrito Federal,
estados, y a través de éstos, con los municipios y sus respectivas administraciones públicas, así como de
concertación con el sector social y privado, y favorecer, en el ámbito de su competencia, en forma

298
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

sistemática y con medidas específicas, la descentralización de la gestión de los recursos hídricos en


términos de Ley;
XXVI. Promover en el ámbito nacional el uso eficiente del agua y su conservación en todas las fases del
ciclo hidrológico, e impulsar el desarrollo de una cultura del agua que considere a este elemento como
recurso vital, escaso y de alto valor económico, social y ambiental, y que contribuya a lograr la gestión
integrada de los recursos hídricos;
XXVII. Realizar periódicamente en el ámbito nacional los estudios sobre la valoración económica y
financiera del agua por fuente de suministro, localidad y tipo de uso, conforme a las disposiciones que
dicte la Autoridad en la materia;
XXVIII. Estudiar, con el concurso de los Consejos de Cuenca y Organismos de Cuenca, los montos
recomendables para el cobro de derechos de agua y tarifas de cuenca, incluyendo el cobro por
extracción de aguas nacionales, descarga de aguas residuales y servicios ambientales vinculados con
el agua y su gestión, para ponerlos a consideración de las Autoridades correspondientes en términos de
Ley;
XXIX. Ejercer las atribuciones fiscales en materia de administración, determinación, liquidación, cobro,
recaudación y fiscalización de las contribuciones y aprovechamientos que se le destinen o en los casos
que señalen las leyes respectivas, conforme a lo dispuesto en el Código Fiscal de la Federación;
XXX. Promover y propiciar la investigación científica y el desarrollo tecnológico, la formación de
recursos humanos, así como difundir conocimientos en materia de gestión de los recursos hídricos, con el
propósito de fortalecer sus acciones y mejorar la calidad de sus servicios, para lo cual se coordinará en
lo conducente con el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua;
XXXI. Proponer a la “Secretaría” las Normas Oficiales Mexicanas en materia hídrica;
XXXII. Emitir disposiciones sobre la expedición de títulos de concesión, asignación o permiso de
descarga, así como de permisos de diversa índole a que se refiere la presente ley;
XXXIII. Emitir la normatividad a que deberán apegarse los Organismos de Cuenca en el ejercicio de
sus funciones, en congruencia con las disposiciones contenidas en la presente Ley, incluyendo la
administración de los recursos que se les destinen y verificar su cumplimiento;
XXXIV. Emitir disposiciones sobre la estructuración y operación del Registro Público de Derechos de
Agua a nivel nacional, apoyarlo financieramente y coordinarlo; particularmente, “la Comisión” realizará
las gestiones necesarias conforme a la Ley para operar regionalmente dicho Registro y sus funciones, a
través de los Organismos de Cuenca;
XXXV. Realizar toda clase de actos jurídicos que sean necesarios para cumplir con sus atribuciones, así
como aquellos que fueren necesarios para la administración de los recursos y bienes a su cargo;
XXXVI. Vigilar el cumplimiento y aplicación de la presente Ley, interpretarla para efectos
administrativos, aplicar las sanciones y ejercer los actos de autoridad en la materia que no estén
reservados al Ejecutivo Federal;
XXXVII. Actuar con autonomía técnica, administrativa, presupuestal y ejecutiva en el manejo de los
recursos que se le destinen y de los bienes que tenga en los términos de esta Ley, así como con autonomía
de gestión para el cabal cumplimiento de su objeto y de los objetivos y metas señaladas en sus
programas y presupuesto;
XXXVIII. Expedir en cada caso, respecto de los bienes de propiedad nacional a que se refiere esta
Ley, la declaratoria correspondiente, que se publicará en el Diario Oficial de la Federación;
XXXIX. Expedir las declaratorias de clasificación de los cuerpos de agua nacionales a que se refiere
la presente Ley;
XL. Participar en el sistema nacional de protección civil y apoyar en la aplicación de los planes y
programas de carácter federal para prevenir y atender situaciones de emergencia, causadas por
fenómenos hidrometeorológicos extremos;

299
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

XLI. Definir los lineamientos técnicos en materia de gestión de aguas nacionales, cuencas, obras y
servicios, para considerarlos en la elaboración de programas, reglamentaciones y decretos de vedas y
reserva;
XLII. Proponer al Titular del Poder Ejecutivo Federal la expedición de Decretos para el establecimiento,
modificación o extinción de Zonas de Veda y de Zonas Reglamentadas para la Extracción y Distribución
de Aguas Nacionales y para su explotación, uso o aprovechamiento, así como Declaratorias de Reserva
de Aguas Nacionales y de zonas de desastre;
XLIII. Realizar las declaratorias de clasificación de zonas de alto riesgo por inundación y elaborar los
atlas de riesgos conducentes;
XLIV. Coordinar el servicio meteorológico nacional y ejercer las funciones en dicha materia;
XLV. Mantener actualizado y hacer público periódicamente el inventario de las aguas nacionales, y de
sus bienes públicos inherentes y de la infraestructura hidráulica federal; clasificar las aguas de acuerdo
con los usos, y elaborar balances en cantidad y calidad del agua por regiones hidrológicas y cuencas
hidrológicas;
XLVI. Mejorar y difundir permanentemente en el ámbito nacional el conocimiento sobre la ocurrencia
del agua en el ciclo hidrológico, la oferta y demanda de agua, los inventarios de agua, suelo, usos y
usuarios y de información pertinente vinculada con el agua y su gestión, con el apoyo que considere
necesario, por parte de otras instancias del orden federal, de gobiernos estatales y municipales, así
como de usuarios del agua, de organizaciones de la sociedad y de particulares;
XLVII. Integrar el Sistema Nacional de Información sobre cantidad, calidad, usos y conservación del
agua, con la participación de los Organismos de Cuenca, en coordinación con los gobiernos de los
estados y del Distrito Federal y con los Consejos de Cuenca, y en concordancia con la Ley Federal de
Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental;
XLVIII. Resolver de manera expedita las solicitudes de prórroga de concesión, asignación, permisos de
descarga y de construcción que le sean presentadas en los plazos establecidos en la presente Ley;
XLIX. Presentar las denuncias que correspondan ante autoridades competentes cuando, como resultado
del ejercicio de sus atribuciones, tenga conocimiento de actos u omisiones que constituyan violaciones a
la legislación administrativa en materia de aguas o a las leyes penales;
L. En situaciones de emergencia, escasez extrema, o sobreexplotación, tomar las medidas necesarias,
normalmente de carácter transitorio, las cuales cesarán en su aplicación cuando “la Comisión” así lo
determine, para garantizar el abastecimiento del uso doméstico y público urbano, a través de la
expedición de acuerdos de carácter general; cuando estas acciones pudieren afectar los derechos de
concesionarios y asignatarios de aguas nacionales, concertar con los interesados las medidas que
correspondan, con apego a esta Ley y sus reglamentos;
LI. Otorgar los apoyos técnicos que le sean solicitados por “la Procuraduría” en el ejercicio de sus
facultades en materia de reparación del daño a los recursos hídricos y su medio, a ecosistemas vitales
y al ambiente;
LII. Regular la transmisión de derechos;
LIII. Adquirir los bienes necesarios para los fines que le son propios, y
LIV. Realizar las demás que señalen las disposiciones legales o reglamentarias.
Atribuciones en el Nivel regional Hidrológico-Administrativo:
En el ámbito de las cuencas hidrológicas, regiones hidrológicas y regiones hidrológico - administrativas,
el ejercicio de la Autoridad en la materia y la gestión integrada de los recursos hídricos, incluyendo la
administración de las aguas nacionales y de sus bienes públicos inherentes, “la Comisión” las realizará
a través de Organismos de Cuenca de índole gubernamental y se apoyará en Consejos de Cuenca de
integración mixta en términos de Ley, excepto en los casos previstos en la Fracción IX del Artículo 9 de
la presente Ley.

300
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

En los reglamentos de esta Ley se dispondrán mecanismos que garanticen la congruencia de la gestión
de los Organismos de Cuenca con la política hídrica nacional y con el Programa Nacional Hídrico. (LAN,
2017, art. 12 BIS.)
Fuente: LAN, 2004, art. 12 BIS.

301
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

Anexo 3. Violaciones a la Ley e incumplimiento de responsabilidades por


parte de la Comisión Nacional del Agua, detectadas por la Auditoría Superior
de la Federación

En la petitoria de la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales (ANNAA) para mostrar la


responsabilidad del Estado como causante de la devastación del sistema hídrico nacional, se documentan
las violaciones a la Ley por parte de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), a partir del informe
realizado por la Auditoría Superior de la Federación entre 2007 y 2009. Esto se hizo a través de
auditorías al desempeño en: manejo integral y sustentable del agua, administración sustentable del agua,
uso del agua en el sector industrial, usos de las aguas nacionales y tratados Internacionales en materia de
medio ambiente. Como resultado se encontraron violaciones a la ley que dan pie a la responsabilidad de
la Conagua en la crisis del agua y afectación de derechos humanos como DHAyS y DESCA. La
argumentación de la ANAA se transcribe de forma textual para el caso del año 2007 (ANAA, 2012):
Al margen de las numerosas violaciones jurídicas específicas que han denunciado las organizaciones
y comunidades locales participantes en la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales, es fácil
constatar que la actuación de la Comisión Nacional del Agua —en tanto que “Autoridad del Agua”
en México— exhibe también numerosísimas violaciones a Leyes, Reglamentos, Planes, Programas,
Acuerdos, Reglas de Operación, Guías y Manuales que conforman la normatividad vigente. En este
capítulo abordaremos esta problemática con mayor detenimiento, a partir del análisis de algunas de
las más recientes auditorías de desempeño realizadas por la Auditoría Superior de la Federación,
órgano fiscalizador de la cuenta pública del Estado mexicano que depende de la Cámara de
Diputados del Congreso de la Unión.
A partir del presente análisis, correspondiente sólo a la gestión parcial de la CONAGUA en los años 2007,
2008 y 2009 (es decir, los primeros tres años de la actual administración pública federal), podrá
comprobarse que la Comisión Nacional del Agua no sólo incumple sus atribuciones legalmente establecidas,
sino que dicho incumplimiento desempeña un papel central en el agravamiento de la crisis hídrica en
México.
Auditoría de desempeño a las acciones del manejo integral y sustentable del agua (2007)
Al concluir el primer año de la administración pública federal del actual gobierno de México, la Auditoría
Superior de la Federación (ASF) llevó a cabo una auditoría de desempeño. Ésta consistió en la “evaluación
de los objetivos relativos a preservar el agua en cantidad y calidad, así como de los resultados de la
actividad prioritaria R011 ‘Manejo integral del sistema hidrológico’, conforme a la estructura programática
autorizada en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2007”.30
La auditoría se desarrolló en seis apartados, correspondientes a 30 resultados, en los que se analizó el
establecimiento del Sistema de Evaluación del Desempeño, la instrumentación de un sistema de indicadores,
la eficacia, la eficiencia, la economía y la competencia de los operadores, todos estos aspectos referidos
al desempeño de la CONAGUA en la preservación del agua en cantidad y calidad. 31 El análisis de esta
auditoría revela numerosas violaciones de distintos ordenamientos jurídicos, de los cuales sólo
mencionaremos los más relevantes:
1) De inicio, CONAGUA no tiene elaborado un sistema de indicadores adecuado y suficiente para medir
el cumplimiento de la actividad prioritaria “Manejo integral del sistema hidrológico”. La ASF detectó
un sistema de ocho indicadores que debió ser complementado con 16 indicadores adicionales,
elaborados por la propia ASF. 32 Ejemplos abundan, pero baste mencionar que CONAGUA sólo
definió como indicadores de su propio desempeño los siguientes: “Acuíferos con disponibilidad

30 Véase Informe de Resultados de la Revisión y Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2007, t. VI, v. 2,
México, ASF-Cámara de Diputados, 2009, p. 24. El monto total auditado de esta actividad prioritaria ascendió,
en ese año, a 427.7 millones de pesos mexicanos.
31 Idem, p. 28.
32 Idem, pp. 31-34.

302
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

publicada”, “Número de planes para el manejo de acuíferos sobreexplotados respecto a la meta


prevista” y “Número de planes instrumentados para el manejo de acuíferos sobreexplotados respecto
a la meta prevista”. Frente a ello, la ASF agregó indicadores, como “Número de estudios elaborados
en acuíferos en relación con el número total de acuíferos en el país”, “Número de acuíferos con
actualización de disponibilidad de agua respecto al total de acuíferos con disponibilidad publicada”,
“Número de concesiones otorgadas en acuíferos con base en estudios de disponibilidad respecto al
total de concesiones otorgadas en acuíferos” y “Número de acuíferos que registran sobrexplotación
respecto al total de acuíferos con disponibilidad publicada”. Así, desde la determinación misma de los
indicadores de su propio desempeño, CONAGUA ha obstaculizado (o de plano impide) la generación
de información indispensable para el diagnóstico preciso de la disponibilidad de agua en cantidad y
calidad en el país, lo cual no sólo resulta en la carencia de un sistema de indicadores adecuado y
suficiente para medir la cantidad y calidad del agua en el país (lo cual configura la violación del
Artículo 24, Fracción I, de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, de 2006),
sino que, además, representa un obstáculo para la realización eficaz y eficiente de sus tareas más
sustantivas, como son la evaluación del impacto ambiental de proyectos y obras o el otorgamiento de
nuevos títulos de concesión para el aprovechamiento de las aguas nacionales o la protección de los
recursos hídricos en las cuencas para su uso sustentable).
2) A finales de 2007, CONAGUA sólo había realizado y publicado los estudios de disponibilidad de
282 acuíferos, de los 653 existentes en el país y dejó sin realizar los estudios correspondientes a 371
acuíferos, esto es, el 56.8% del total.33 Esta situación expresa un rezago muy grave en la generación
de información estratégica para la administración y manejo de las aguas nacionales, que pone en
severo riesgo la viabilidad ambiental del país, en la medida en que la propia autoridad del agua
desconoce si está en condiciones o no de seguir otorgando concesiones o autorizando proyectos de
alto impacto ambiental sobre acuíferos cuya situación de disponibilidad no se han realizado. A esto
debe agregarse que CONAGUA sólo cuenta con redes piezométricas para la medición de los niveles
de agua en los acuíferos en 38.6% de éstos, lo cual significa que en 401 de los 653 acuíferos del país
(61.4%), no existe cobertura para la medición de sus niveles, de manera que la Autoridad del Agua
no tiene la capacidad técnica para generar la información sobre las condiciones de la disponibilidad
del agua en el país.

Cuadro 4.1
Publicación de la disponibilidad de agua en acuíferos, 2007
Acuíferos con y sin disponibilidad Participación
publicada (%)
Región Hidrológico-Administrativa Total de acuíferos Con Sin Con Sin
I. Península de Baja California 87 22 65 25.3 74.7
II. Noroeste 63 27 36 42.9 57.1
III. Pacífico Norte 24 24 0 100.0 0.0
IV. Balsas 47 15 32 31.9 68.1
V. Pacífico Sur 34 11 23 32.4 67.6
VI. Río Bravo 100 36 64 36.0 64.0
VII. Cuencas Centrales del Norte 68 27 41 39.7 60.3
VIII. Lerma-Santiago-Pacífico 127 55 72 43.3 56.7

33Violación del Artículo 52, Fracc. IV, Inciso a), del Reglamento Interior de la Comisión Nacional del
Agua (2006). También se viola el artículo 7 Transitorio de la Ley de Aguas Nacionales, que establece
que “‘La Comisión’ publicará o actualizará los estudios de disponibilidad de aguas nacionales a que
se refiere la presente Ley en un plazo que no excederá de dos años contados a partir de la entrada
en vigor de este Decreto” (2004).

303
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

IX. Golfo Norte 40 17 23 42.5 57.5


X. Golfo Centro 22 12 10 54.5 45.5
XI. Frontera Sur 23 21 2 91.3 8.7
XII. Península de Yucatán 4 4 0 100.0 0.0
XIII. Aguas del Valle de México 14 11 3 78.6 21.4
Total 653 282 371 43.2 56.8
Fuente: Auditoría Superior de la Federación, Informe de Resultados de la Revisión y Fiscalización Superior de la
Cuenta Pública 2007, t. VI, v. 2, México, ASF-Cámara de Diputados, 2009, p. 39.
3) Como agravante al punto anterior, CONAGUA otorgó en 2007 un total de 5 mil 416 títulos de
concesión para la explotación de aguas subterráneas, de los cuales el 92.9% (5 mil 029 títulos) se
entregó sin contar con estudios de disponibilidad para los acuíferos correspondientes. De hecho, en
siete de las trece regiones hidrológico-administrativas del país, el total de las concesiones para
explotación de aguas subterráneas se otorgó sin un solo estudio de disponibilidad.34 Este punto es de
gravedad extrema, porque CONAGUA sabe que está otorgando concesiones para explotación de
aguas subterráneas en el país sin tener la información mínima sobre su disponibilidad. 35 En otras
palabras, CONAGUA está contribuyendo directamente a la sobreexplotación de los acuíferos del
país, especialmente en regiones hidrológico-administrativas en las que se sabe bien que existe
sobrexplotación de los acuíferos, como la región I. Península de Baja California y XIII. Aguas del Valle
de México.

Cuadro 4.2
Títulos de concesión otorgados para la explotación de las aguas subterráneas, 2007
Títulos de concesión otorgados en 2007 Part. (%)
Región Hidrológico- Total Con estudios Sin estudios de Con estudios Sin estudios
Administrativa de disponibilidad
disponibilidad
I. Península de Baja 60 0 60 0.0 100.0
California
II. Noroeste 226 8 218 3.5 96.5
III. Pacífico Norte 68 1 67 1.5 98.5
IV. Balsas 330 0 330 0.0 100.0
V. Pacífico Sur 816 79 737 9.7 90.3
VI. Río Bravo 369 0 369 0.0 100.0
VII. Cuencas 511 28 483 5.5 94.5
Centrales del Norte
VIII. Lerma-Santiago- 1,428 256 1,172 17.9 82.1
Pacífico
IX. Golfo Norte 185 0 185 0.0 100.0

34 Las regiones son: I. Península de Baja California, IV. Balsas, VI. Río Bravo, IX. Golfo Norte, XI.
Frontera Sur, XII. Península de Yucatán y XIII. Aguas del Valle de México.
35 El Artículo 14 BIS 5, Fracc. VII de la Ley de Aguas Nacionales establece que el Ejecutivo Federal

debe asegurarse que las concesiones y asignaciones de agua estén fundamentadas en la


disponibilidad efectiva del recurso.

304
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

X. Golfo Centro 228 15 213 6.6 93.4


XI. Frontera Sur 142 0 142 0.0 100.0
XII. Península de 1,035 0 1,035 0.0 100.0
Yucatán
XIII. Aguas del Valle 18 0 18 0.0 100.0
de México
Total 5,416 387 5,029 7.1 92.9
Fuente: Comisión Nacional del Agua, Reporte de Títulos de Concesión otorgados para la explotación
de las aguas subterráneas, 2007, en Auditoría Superior de la Federación, Informe de Resultados de la
Revisión y Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2007, t. VI, v. 2, México, ASF-Cámara de
Diputados, 2009, p. 45.
4) CONAGUA debió publicar en el Diario Oficial de la Federación la actualización de los estudios de
disponibilidad de 202 acuíferos cuyos últimos estudios de disponibilidad databan de 2003. Sin
embargo, sólo publicó la actualización correspondiente a 6.9% de esos acuíferos (14 de 202), lo cual
tipifica la violación de los artículos 7 Transitorio y 22, párrafo 2, de la Ley de Aguas Nacionales.36
5) Según los datos de CONAGUA, en México existían, a finales de 2007, 101 acuíferos sobreexplotados.
Sin embargo, la revisión hecha por la ASF de las bases de datos correspondientes a los 282 acuíferos
con estudios de disponibilidad publicados entonces, determinó que no eran 101, sino 125, es decir,
44.3% de los 282 acuíferos con disponibilidad publicada. “CONAGUA no presentó la evidencia
documental de que [el cálculo para determinar la sobreexplotación de un acuífero] esté debidamente
sustentado en un procedimiento técnico autorizado”.37 Dicha evidencia debería constituir uno de los
elementos de determinación de la aplicación de vedas a la explotación de las aguas subterráneas del
país. Para el ejercicio 2007, CONAGUA programó la elaboración de 3 proyectos de veda. La
Auditoría Superior de la Federación (ASF) solicitó a la CONAGUA la información de los resultados de
este indicador para este año; los criterios y procedimientos establecidos para determinar cuándo es
necesario iniciar con el proceso de elaboración de una veda en cada acuífero; y la evidencia
documental que acredite esta información. CONAGUA sólo elaboró uno de los tres proyectos de veda
programados y presupuestados, pero además informó a la ASF que no dispone de los criterios y
procedimientos para el inicio de formulación de una veda en cada acuífero.38
6) La “Autoridad del Agua” estableció como meta en el Programa Nacional Hídrico 2007-2012, una
meta de elaboración de 18 planes de manejo de acuíferos sobreexplotados, respecto a los 104 que
existían oficialmente a fines de 2006. 39 En 2007, la meta de CONAGUA fue la elaboración e
instrumentación de tres planes de manejo, de los cuales no realizó ninguno. En otras palabras, la ASF
detectó 125 acuíferos sobreexplotados en el país. CONAGUA sólo programó la elaboración de
planes de manejo para el 14.4% de dichos acuíferos (18 de 125) en todo el periodo 2007-2012 y
en 2007 no realizó ninguno de los tres que había programado elaborar e instrumentar.40
7) Respecto a la preservación de la calidad del agua, la ASF detectó que, a fines de 2007, CONAGUA
sólo realizó la medición de Sólidos Disueltos Totales (SDT) en 91 de los 653 acuíferos del país (es

36 El párrafo 2 del artículo 22 de la LAN dice: “El otorgamiento de una concesión o asignación se sujetará a lo
dispuesto por esta Ley y sus reglamentos y tomará en cuenta la disponibilidad media anual del agua, que se
revisará al menos cada tres años, conforme a la programación hídrica…”
37 Véase Informe de Resultados de la Revisión y Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2007, t. VI, v. 2,

México, ASF-Cámara de Diputados, 2009, p. 47. En este caso, se viola la fracción IX del Artículo 14 BIS 5 de
la Ley de Aguas Nacionales: “La conservación, preservación, protección y restauración del agua en cantidad y
calidad es asunto de seguridad nacional, por tanto, debe evitarse el aprovechamiento no sustentable y los
efectos ecológicos adversos”.
38 Idem, p. 55.
39 Véase Programa Nacional Hídrico 2007-2012, México, Comisión Nacional del Agua, 2008, p. 57.
40 Informe de Resultados de la Revisión y Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2007, t. VI, v. 2, México, ASF-

Cámara de Diputados, 2009, p. 53. En este caso, se viola el Artículo 45 de la Ley Federal de Presupuesto y
Responsabilidad Hacendaria.

305
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

decir, sólo en el 13.9% de los acuíferos), lo cual implica que no existen sitios de monitoreo de la
calidad de las aguas subterráneas en 86.1% de los acuíferos del país, mientras que la cobertura de
las redes de monitoreo en las cuencas sólo llega al 17.4% de las aguas superficiales del país, esto es,
un promedio de sólo 5 sitios de monitoreo por cuenca. Pero además, “no dispuso de la cuantificación
del total de acuíferos en los que se debe realizar la medición de este indicador”.41 En el caso de la
medición de la Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO), en virtud de que CONAGUA no contó, al
2007, con la totalidad de la publicación de las cuencas con disponibilidad de aguas superficiales (esto
es, a fines de 2007 CONAGUA sólo había publicado los estudios de disponibilidad de 242 de 722
cuencas del país, es decir, sólo el 33.5%), realizó un cálculo del volumen con base en la precipitación
pluvial anual. De ese modo, a partir de métodos de medición indirectos, CONAGUA pudo determinar
que el 91.8% de las aguas del país “se mantuvieron dentro del rango ‘aceptable’ de calidad”. Ello
no obsta para que, a partir de los propios datos de la Comisión, se establezca que el 68% de las
aguas superficiales de la región hidrológico-administrativa XIII. Aguas del Valle de México aparezca
“fuera de rango”, es decir, con rangos no aceptables en cuanto a la calidad de las aguas
superficiales.42 En el caso de la medición del indicador Demanda Química de Oxígeno (DQO), la ASF
detectó que en 2007, los organismos de cuenca I. Península de Baja California y V. Pacífico Sur no
realizaron ninguna acción para medir los niveles de DQO en sus aguas superficiales correspondientes.
Además, detectó que en la región XIII. Aguas del Valle de México, los niveles de DQO “fuera de
rango” o “no aceptables” se registraron en 76.0% de las aguas superficiales de esa región, donde se
ubica la Zona Metropolitana de la Ciudad de México.
8) Los Organismos de Cuenca deben realizar el monitoreo sistemático y permanente de la calidad de
las aguas nacionales. El Programa de Trabajo 2007 de la Subdirección General Técnica para 2007
establecía que los trabajos de monitoreo se realizarían de forma mensual. La ASF solicitó a CONAGUA
la información de los resultados de la frecuencia de monitoreo para evaluar los resultados de los
indicadores de Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO), Demanda Química de Oxígeno (DQO) y
Suspensión de Sólidos Totales (SST) durante el periodo 2002-2007. De los 647 sitios de monitoreo en
operación para medir la calidad de las aguas superficiales en 2007, se determinaron 437 para
analizar el indicador de DBO; 398 para el de DQO; y 501 para el de SST en función de la
problemática de contaminación que presenta cada sitio. Cabe señalar que estas cifras no se acumulan,
sino que se encuentran dentro de los 647 sitios totales, ya que en un sitio de monitoreo se pueden
medir los tres indicadores. Respecto al indicador de DBO, en el periodo 2002-2007 el número de
sitios que cumplieron con la frecuencia de monitoreo en forma mensual disminuyó en 20 sitios, al pasar
de 44 en 2002 a 24 en el año 2007; el índice de cumplimiento bajó en 4.8 puntos porcentuales, al
pasar de 10.3% a 5.5% en dicho lapso. En cuanto al indicador de DQO, el número de sitios que
cumplieron con la frecuencia de monitoreo en forma mensual disminuyó en 20 sitios, al pasar de 39 en
2002 a 19 en el año 2007; el índice de cumplimiento bajó en 5.7 puntos porcentuales, al pasar de
10.5% a 4.8% en dicho lapso. Por lo que se refiere al indicador de SST, el número de sitios que
cumplieron con la frecuencia de monitoreo en forma mensual disminuyó en 20 sitios, al pasar de 39 en
2002 a 19 en el año 2007; el índice de cumplimiento bajó en 4.7 puntos porcentuales, al pasar de
8.5% a 3.8% en dicho lapso.
9) Como resultado de todo lo anterior, aún con la información incompleta, sesgada e incorrecta
proporcionada por la CONAGUA, en 2007 México se ubicaba en el lugar 90 de 176 países
evaluados en materia de disponibilidad de agua, al registrar 4 mil 312 m3 de agua por habitante al
año, cifra inferior en 95% respecto al promedio internacional, que es de 85 mil 850 m 3 anuales por
habitante. Respecto a la calidad del agua, México se ubicó ese mismo año en el lugar 106 de 122
países evaluados por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), al registrar
un índice de calidad del agua negativo, e incluso al fondo de la tabla si se lo compara con otros 23

41 Idem, pp. 72-73. Esto tipifica la violación del Programa Anual de Trabajo de la Subdirección General Técnica
de la CONAGUA.
42 Sólo en la región XIII habitan 21 millones de personas, según los propios datos oficiales de la Comisión

Nacional del Agua. Asimismo, destacan por su porcentaje de aguas con niveles de DBO “fuera de rango”, las
regiones II. Noroeste (35.7%), IV. Balsas (21.3%) y VIII. Lerma-Santiago-Pacífico (15.5% del total de sus aguas
superficiales). En conjunto, estas cuatro regiones hidrológico-administrativas concentran más de 55 millones de
habitantes, esto es, aproximadamente la mitad de la población total del país, que no cuenta con la seguridad
de agua de calidad.

306
Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

países del continente americano (Argentina, Brasil, Canadá, Cuba, Estados Unidos, Uruguay, Colombia,
Costa Rica, Chile, Panamá, Trinidad y Tobago, El Salvador, Venezuela, Jamaica, Ecuador, Perú, Bolivia,
Dominicana, Guatemala, Nicaragua, Honduras, Paraguay y Haití).
10) Frente a la masividad de las acciones urgentes y necesarias para garantizar el “manejo integral y
sustentable del agua”, CONAGUA ejecutó un presupuesto de 427.7 millones de pesos, es decir, 64.5
millones de pesos menos de los que el Congreso de la Unión le había autorizado, lo cual exhibe un
subejercicio presupuestal de 13.1% en 2007, que, en parte, permite comprender el incumplimiento de
muchas de las tareas prioritarias y obligatorias de la CONAGUA en el ejercicio de sus atribuciones
como autoridad del agua. Sin embargo, lo que es completamente incomprensible e injustificable es el
hecho de que ante una crisis hídrica generalizada en el país, CONAGUA se dé el lujo de no ejercer
parte del presupuesto que le es asignado y que, ante el señalamiento de la autoridad fiscalizadora,
argumente “falta de presupuesto” como justificación para no realizar sus funciones.43
En resumen, tan sólo la actuación de la CONAGUA en la administración de las aguas nacionales en
2007 deja ver un grado extremo de incumplimiento de las Leyes y normas ambientales del Estado
mexicano y una tendencia hacia la degradación de la acción de las instituciones en materia de
preservación y conservación de las aguas nacionales para las generaciones presentes y futuras. A los
puntos anteriores pueden agregarse las siguientes consideraciones de carácter más general, respecto
a los resultados de esta auditoría parcial:
 El Presupuesto de Egresos de la Federación contempló un gasto programable de 29 mil 006
millones 275 mil 388 pesos para todo el Sector Medio Ambiente y Recursos Naturales, lo cual
implica que para esta actividad prioritaria (R011 “Manejo Integral del Sistema Hidrológico”) se
destinaron efectivamente 427 millones 715 mil 900 pesos, esto es, un magro 01.47% del
presupuesto total del sector.
 La auditoría exhibe, además de incumplimientos graves de las leyes (por las consecuencias que
acarrean para la situación de los recursos hídricos y de las comunidades afectadas), rezagos
importantes, falta de planeación adecuada y, en algunos casos, descoordinación interna en las
áreas administrativas encargadas de llevar a cabo estas acciones. En virtud de que la ASF sólo
audita parcialmente las actividades, acciones y ejercicio presupuestal de las instituciones del Estado
Mexicano, cabe la pregunta respecto a la situación que guardan las actividades, la eficacia y la
eficiencia de las áreas de la CONAGUA que no fueron auditadas. Adicionalmente, la ASF sólo
audita el cumplimiento de metas y objetivos en relación con las disposiciones jurídicas vigentes y
aplicables en el territorio nacional, más no sus impactos sociales y ambientales específicos o
generales. Por ello, una petición razonable de la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales al
Tribunal Latinoamericano del Agua es la recomendación de que se aplique una auditoría integral
a todo el sector Medio Ambiente y Recursos Naturales del país.
 La auditoría refleja un eslabonamiento en los incumplimientos, el cual comienza desde la
incapacidad o negligencia de la CONAGUA para generar un sistema de indicadores adecuado y
suficiente para evaluar la situación (en términos de cantidad y calidad de las aguas nacionales),
así como por la falta en la publicación y actualización periódica de los estudios de disponibilidad
de agua en acuíferos y cuencas, lo cual pone en seria duda la legitimidad y la legalidad de los
actos de autoridad de la CONAGUA en relación con el otorgamiento de concesiones para
aprovechamiento de aguas subterráneas y superficiales o su respaldo a la realización de proyectos
de construcción de infraestructuras u obras de alto impacto ambiental. Otro tanto ocurre con la
medición de la calidad de las aguas nacionales, los rezagos en ciertas regiones hidrológicas
prioritarias (en especial las regiones VIII. Lerma-Santiago-Pacífico y XIII. Aguas del Valle de
43Resulta por demás escandaloso el hecho de que frente a la carencia de estudios de disponibilidad para el
56.8% de los acuíferos del país, “la CONAGUA indicó que para elaborar los estudios de disponibilidad de los
371 acuíferos sería necesario un presupuesto aproximado de 250 millones de pesos, en un periodo de ejecución
de 6 años. Sin embargo, la Comisión no remitió el análisis para sustentar esta información ni la documentación para
comprobar que este asunto fue presentado ante el Comité Técnico de la CONAGUA, ni se tuvo la evidencia de las
gestiones realizadas para la obtención de estos recursos” (Informe de Resultados de la Revisión y Fiscalización
Superior de la Cuenta Pública 2007, t. VI, v. 2, México, ASF-Cámara de Diputados, 2009, p. 37). En este sentido,
CONAGUA viola la Ley, simplemente omitiendo ejercer su atribución de justificar técnica y financieramente la
necesidad de recursos adicionales para realizar una de sus tareas prioritarias.

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

México).
 La auditoría practicada por la ASF a este programa específico de la CONAGUA adolece del
problema de haber sido realizada en 2007 y no haber tenido continuidad en 2008 o 2009, por
lo que no se tiene información sobre la evolución de los incumplimientos, esto es, para saber si
CONAGUA llevó a cabo acciones conducentes a subsanar los incumplimientos y si se realizaron
acciones correctivas o si se sancionó a los funcionarios responsables de los incumplimientos (al menos
con una suspensión administrativa). Al respecto, el 08 de junio de 2011 se hizo una solicitud formal
(a través del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública, IFAI) a la CONAGUA para que
presente los documentos, estadísticas o cualquier material probatorio que demuestre el
cumplimiento cabal de cada una de las recomendaciones hechas por la ASF. El plazo para la
respuesta es de 20 días hábiles contados a partir de la fecha en que se hizo la solicitud de
información.
 La auditoría practicada por la ASF a este programa específico de la CONAGUA adolece del
problema de haber sido realizada en 2007 y no haber tenido continuidad en 2008 o 2009, por
lo que no se tiene información sobre la evolución de los incumplimientos registrados en esta
auditoría, es decir, si CONAGUA llevó a cabo acciones conducentes a subsanar los incumplimientos
y si se realizaron acciones correctivas o si se sancionó a los funcionarios responsables de los
incumplimientos (al menos con una suspensión administrativa). A este respecto, el 08 de junio de
2011 se hizo una solicitud formal (a través del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública,
IFAI) a la CONAGUA para que ésta aportara “toda la información relativa a [esta auditoría de
desempeño], especialmente lo relativo al seguimiento puntual y cumplimiento hecho por la
CONAGUA de las recomendaciones hechas por la ASF”. Igualmente, se solicitó a la CONAGUA
que lo anterior se acompañara con la información que sirviera de sustento del seguimiento o
cumplimiento de las recomendaciones, fuera ésta documental, cartográfica, estadística o de otro
tipo.44
 Con fecha 15 de junio de 2011, CONAGUA dio respuesta a la solicitud de información mediante
un oficio de 4 páginas, en el que declara que las unidades administrativas generaron la documental
necesaria para atender las recomendaciones de la ASF, entre ellas la de esta Auditoría de
Desempeño específica y fueron entregadas al órgano fiscalizador, por lo que para el mes de
octubre de 2009, éste había emitido un oficio del que “se desprende, entre otras, que las
recomendaciones al desempeño de la auditoría 07-0-16BOO-07-0191 han sido atendidas”, pero
que dicho oficio tiene carácter de reservado por el órgano fiscalizador (es decir, la ASF). En otras
palabras, CONAGUA responde que cumplió con las recomendaciones de la ASF derivadas de esta
auditoría de desempeño, pero que el contenido específico de las acciones realizadas está
reservado por el órgano fiscalizador.45 El oficio de respuesta está, a su vez, acompañado de un
anexo de 29 páginas, conformado por los distintos memorandos emitidos por las unidades
administrativas de la CONAGUA, respondiendo a las distintas recomendaciones hechas por la ASF,
aunque en ningún momento se incluyen los datos, la información o las acciones específicas
realizadas que sustenten las acciones a que se refieren los memorandos y que eran parte de la
solicitud de información originalmente hecha a la institución. En otras palabras, la CONAGUA
responde a nuestra solicitud de información que cumplió con las recomendaciones de la ASF en
tiempo y forma, pero sin el soporte de información documental, estadística, cartográfica, de
planeación, presupuestaria y de control generada para dar seguimiento y cumplimiento a las
recomendaciones de la ASF, por lo que sólo podemos decir que dio cumplimiento en la forma a
nuestra solicitud de información, pero en ningún momento podemos decir que CONAGUA dio
respuesta adecuada a nuestra solicitud de información (a la que dio respuesta parcial) ni a las
recomendaciones de la Auditoría Superior de la Federación y, mucho menos, al fondo de esas
recomendaciones, conducentes a garantizar el manejo integral y sustentable del agua.
 Finalmente, el Informe de Auditoría publicado por la ASF para esta auditoría parcial data de
2009, es decir, dos años después de que culminó el ejercicio fiscal 2007, lo cual implica que existe
44 Se anexa la solicitud de información enviada a la CONAGUA con folio 1610100091511, a través del IFAI.

45 El oficio no menciona, por lo demás, por cuánto tiempo está reservada la información.

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

una alta probabilidad de que varios de los rezagos e incumplimientos consignados en el informe
sigan todavía vigentes a la fecha.

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Anexo 4. Veredicto del Tribunal Latinoamericano del Agua para el caso


México en su audiencia 2012

VI Audiencia Pública TLA – Casos sobre Controversias Hídricas en México, Perú, Chile y Argentina
BUENOS AIRES, ARGENTINA – 06 DE NOVIEMBRE 2012
Caso: Posible colapso hídrico en México y violación del derecho humano al agua de sus presentes y futuras
generaciones, República de los Estados Unidos Mexicanos.
Actor del contradictorio:
- Asamblea Nacional de Afectados Ambientales de México (ANAA).
En oposición a:
- Procuraduría Federal de Protección del Ambiente (PROFEPA);
- Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT);
- Comisión Nacional del Agua (CONAGUA);
- Secretaría de Salud.
HECHOS
1. Los demandantes afirman que el Estado Mexicano vive una devastación ambiental causada por la
depredación del sistema hídrico nacional desempeña un papel central.
2. Se considera que las causas, los mecanismos, las consecuencias y los conflictos sociales desatados en
México por la aplicación de políticas públicas y actividades económicas lucrativas privadas, derivadas de
un régimen de libre comercio, están originando un creciente deterioro ambiental del territorio mexicano y
una extrema injusticia socioambiental.
3. Por su estrategia de privatización del agua en el país, el gobierno mexicano ha modificado el régimen
de propiedad de los recursos naturales estratégicos, favoreciendo su propiedad mixta a través de las
llamadas asociaciones público-privadas, o su completa privatización.
4. Durante los últimos 30 años, el marco jurídico e institucional que obliga el Estado a actuar en la búsqueda
del desarrollo sustentable se ha convertido en letra muerta. Son muchos los funcionarios públicos en los tres
poderes y en los tres niveles de gobierno que se han convertido en gestores de los intereses de las empresas
privadas nacionales y transnacionales, así como de otros estados.
5. La erosión y el deterioro del medio ambiente nacional y la violación de los derechos humanos resulta en
particular de un diseño y aplicación de políticas públicas encaminadas al libre comercio.
6. La actual Ley Minera se ha convertido en un mecanismo que facilita el despojo de tierras y aguas a las
unidades productivas rurales (ejidos y comunidades) mediante el otorgamiento de un derecho preferente
a las empresas mineras nacionales y extranjeras (artículo 6 de dicha ley). La Ley Minera, según un estudio
jurídico, viola los criterios establecidos por la Corte Suprema de Justicia de la Nación sobre la noción de
utilidad pública.
7. Cuando se trata de terrenos de propiedad o de importancia sagrada o ritual de los pueblos indígenas
se han constatado violaciones fragrantes del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo
(OIT). Desde el año 2000 se han otorgado más de 24 mil concesiones mineras a empresas transnacionales
que abarcan por lo menos el 18% del territorio nacional mexicano.
8. Asimismo, el mercado interno del país está siendo entregado, por la vía de las políticas comerciales, a
unas pocas empresas transnacionales, desmantelando el pequeño comercio local y los mercados públicos
y provocando un proceso indiscriminado de urbanización.
9. El desastre provocado por las políticas comerciales internas se ha articulado mediante una nueva política
regional y urbana, dirigida a reestructurar el uso del espacio nacional en función de los requerimientos

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

territoriales de las grandes organizaciones inmobiliarias. Como parte de las políticas de reorganización
territorial, las políticas de vivienda se han dirigido a sostener una economía de especulación y de
acaparamiento de grandes extensiones de tierras en las periferias urbanas.
10. Las políticas agropecuarias del Estado mexicano han sido reorganizadas y han reducido los apoyos
productivos a los agricultores campesinos, desmantelando así la soberanía alimentaria mexicana mediante
la apertura a la importación de granos Estadounidenses subsidiados.
11. La política social ha conducido a la destrucción progresiva de los tejidos comunitarios de los pueblos
indígenas. Las políticas de salud han permitido un manejo irresponsable de los residuos biológicos
infecciosos y su vertimiento clandestino sin tratamiento alguno en basureros municipales aledaños a
asentamientos humanos.
12. Debido a la privatización y a la concentración de los medios masivos de comunicación, la política
informativa del Estado mexicano se caracteriza por un control de la libertad de información y de expresión
que impide a la sociedad civil la divulgación de información crítica, especialmente la relativa al deterioro
del medio ambiente y de los ecosistemas hídricos en el país.
13. La aplicación de políticas económicas y sociales de libre comercio no ha permitido elaborar
diagnósticos públicos certeros sobre la situación que guarda el ciclo natural del agua para medir
adecuadamente su abundancia o escasez, los usos, la calidad, accesibilidad y disponibilidad de los
recursos hídricos para una población creciente.
14. Según los demandantes las instituciones ambientales del Estado mexicano se han convertido en
procesadoras de trámites y “autorizaciones de impacto ambiental” a los negocios privados, violando
muchas veces los derechos a la consulta, al consentimiento previo e informado y a la autodeterminación de
las comunidades afectadas.
15. Como resultado general se observa una crisis del Estado mexicano en sus funciones básicas de gestión
de gobierno y de provisión de servicios públicos a la población. Se puede considerar que existe un desvío
del poder constitucional del Estado a partir del control de intereses particulares de grupos empresariales
y políticos.
16. Los demandantes alegan la destrucción progresiva del sistema hídrico nacional. En el curso de los
últimos sesenta años, la disponibilidad natural media per cápita ha disminuido de 17,74 m3 por habitante
al año, en 1950, a 4,28 m3 por habitante, en el año 2008, lo que constituye una reducción efectiva de
75%. Este deterioro no se explica solamente por el crecimiento de la población de México sino también
por las políticas públicas del Estado sobre el uso del agua en los espacios urbanos y rurales y los cambios
en la estructura económica del país.
17. Buena parte de las aguas subterráneas del país son extraídas para el consumo de las zonas urbanas
y rurales, pero en las áreas urbanas se ha llegado a grados de sobrexplotación de los acuíferos que
rebasan su capacidad de recarga. Por otro lado, los cuerpos de aguas superficiales son frecuentemente
usados como drenajes y como basureros en las zonas urbanas, lo que disminuye adicionalmente la
disponibilidad de agua.
18. Ante la gravedad de la situación y de la caída de la disponibilidad de agua para consumo humano,
el gobierno mexicano ha reforzado esta dinámica mediante la promoción de proyectos de construcción de
infraestructuras que han extendido y generalizado los efectos de la escasez de agua potable.
19. Los megaproyectos de abasto de agua potable, de tratamiento de aguas residuales y de saneamiento
integral se basan en la edificación de grandes obras para el traslado de aguas rurales hacia las ciudades
en pleno crecimiento, en la construcción de represas hidroeléctricas o en la modificación de cauces y plantas
de tratamiento de aguas residuales que no contemplan la contaminación química de las aguas fluviales,
implican el desplazamiento forzoso de poblaciones campesinas e indígenas y, finalmente, estimulan el
estado de conflictos socioambientales con las comunidades que no aceptan abandonar sus lugares de
origen.
20. La Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, en particular el artículo 27, dispone que el Estado
debe “imponer a la propiedad privada las modalidades que dicten el interés público”. Además, impone
al Estado la obligación de regular, en beneficio social, el aprovechamiento de los elementos naturales
susceptibles de apropiación para distribuir equitativamente la riqueza pública, cuidar de su conservación,

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

lograr el desarrollo equilibrado del país y mejorar las condiciones de vida de la población. Se desprende
de este artículo que la regulación del aprovechamiento de las aguas debe orientarse al beneficio social.
21. El marco jurídico mexicano contempla la gestión integral de los recursos hídricos del país, que es no
solamente una obligación del Estado sino también un derecho para el pueblo. La gestión integral del agua
debe reconocer que todos los mexicanos tengan acceso “a un medio ambiente adecuado para su desarrollo
y bienestar” (artículo 4 de la Constitución).
22. La gestión del agua debe también reconocer la composición pluricultural de la nación y el derecho de
los pueblos indígenas a la libre determinación, en particular “el acceso, disfrute y uso preferente de los
recursos naturales de los lugares que habitan y ocupan las comunidades”.
23. La actuación del poder ejecutivo, a través de la Secretaria de Medio Ambiente y de Recurso Naturales
(SEMARNAT), está regulada por principios enumerados en el artículo 15 de la Ley General de Equilibrio
Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA). De acuerdo al artículo 89 de la LGEEPA, el gobierno
federal está obligado a considerar estos principios en la formulación del Programa Nacional Hidráulico,
el otorgamiento de concesiones para el aprovechamiento de los recursos naturales y, en general, todas
aquellas prácticas de diferentes sectores productivos que afecten la calidad del agua superficial y
subterránea.
24. A través de la LGEEPA, el Estado define y desarrolla un amplio conjunto de instrumentos de política
ambiental y los pone a la disposición de la SEMANART y otras autoridades ambientales con el fin de que
éstas puedan cumplir con sus obligaciones. Sin embargo, la aplicación por el gobierno mexicano de
políticas de libre comercio ha limitado o anulado el alcance de los instrumentos a su disposición. Así, la
evaluación del impacto ambiental (EIA) se ha convertido en un mecanismo para autorizar cualquier
proyecto de inversión privada o pública que atente contra la preservación de los ecosistemas, las fuentes
de agua, la biodiversidad y el derecho de los pueblos a intervenir en la toma de decisiones con respecto
a la autorización de dichos proyectos.
25. Con eso, la presentación de una manifestación de impacto ambiental (MIA) ante la SEMANART resulta,
en las condiciones actuales, insuficiente para impedir o minimizar los impactos negativos para el ambiente,
así como para prevenir los conflictos sociales por la imposición de obras y proyectos, lo cual se puede
ilustrar con varios casos: presa La Parota; presa Paso de la Reina; cuenca de Chicontepec; minera San
Xavier o El Salto, entre otras.
26. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) no tiene los medios humanos suficientes
para cumplir con todas sus funciones de vigilancia e inspección (300 inspectores federales) y la Comisión
Nacional de Agua (CONAGUA) cuenta incluso con menos personal para verificar que los concesionarios
de las aguas nacionales cumplan con sus títulos de concesiones.
27. En una carta del 30 de octubre de 2012 a este Tribunal, PROFEPA indicó que “no cuenta con
atribuciones en materia de agua y sistemas hídricos, circunstancia por la que el Procurador Federal de
Protección al Ambiente jurídicamente se encuentra imposibilitado para la intervención en el caso en
referencia, así como para exponer los criterios y argumentos pertinentes tanto científico-técnicos, jurídicos,
económicos o políticos, en respuesta a los fundamentos de la acción”.
28. Por su parte la CONAGUA al referirse a este Tribunal, en una carta con fecha 8 de noviembre de
2012, señaló que “está imposibilitada de imponerse de los argumentos en los que se finca el supuesto caso
y menos aun de acudir a la audiencia de mérito por no ser un Tribunal que se encuentre dentro del marco
legal del gobierno de México”.
29. Un recuento reciente de los conflictos socioambientales por el agua arroja una cuenta de por lo menos
220 conflictos activos, que involucran a muchas comunidades locales, barrios populares y organizaciones
sociales de todo el país.
Buena parte de estos conflictos involucran el aprovechamiento privado o estatal de recursos naturales y su
destrucción paulatina, así como un gran número de violaciones jurídicas, de incumplimientos, de corrupción
y de incomprensión estatal hacia los reclamos de las víctimas.
30. Los demandantes argumentan que el Estado, en sus distintos niveles, criminalizó en muchas
oportunidades a los defensores de los derechos ambientales para reprimir o intimidar a los que cuestionan
el papel que desempeña el Estado para favorecer intereses privados. Las luchas socioambientales que los

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Estudio sobre la protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, 2018

pueblos de México han sufrido, en los últimos 11 años, representa un acoso y una persecución sin
precedentes.
CONSIDERANDO QUE:
1. El Tribunal Latinoamericano del Agua se adhiere a la jurisprudencia internacional en el reconocimiento
universal del Derecho Humano al Agua en adecuada cantidad y calidad, como un derecho humano
fundamental, cuyo ejercicio pleno debe ser protegido por los Estados (III Audiencia TLA, Ciudad de México
2006);
2. La complejidad del marco jurídico ambiental existente entre los tres niveles del Estado mexicano impide
una coordinación eficiente de responsabilidades que garantice la aplicación efectiva de las normativas
pertinentes para una gestión sustentable del acuífero, propiciando esto la elusión de las obligaciones
institucionales (IV Audiencia TLA, Guadalajara 2007);
3. El Estado de Derecho se fundamenta en respetar y promover la dignidad humana de todos y cada uno
de los ciudadanos bajo su jurisdicción (V Audiencia TLA, Antigua Guatemala 2008);
4. La Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 64/292 (2010) reconoce el Derecho
Humano al Agua y el Saneamiento. En vista de los hechos y consideraciones que anteceden, el Jurado del
Tribunal Latinoamericano del Agua.
RESUELVE:
1. Condenar al Estado mexicano por la violación a los tratados internacionales y al ordenamiento jurídico
interno que garantizan el derecho al agua como derecho humano fundamental y la incapacidad de las
autoridades del ejecutivo, legislativo y judicial para establecer mecanismos efectivos de acceso a la justicia
ambiental;
2. Reconocer el creciente deterioro del derecho humano al agua en la República Mexicana y la insuficiencia
de los mecanismos jurídicos-políticos para detenerla;
3. Alertar por los niveles de conflictividad social en la República Mexicana y la ausencia de instrumentos
de participación ciudadana para canalizarla.
RECOMENDACIONES:
A las nuevas autoridades del gobierno mexicano:
1. Defender sus leyes, procedimientos, políticas públicas y prácticas cotidianas para el acceso al agua y
al ambiente adecuado como un derecho humano fundamental y como un bien social y común, adaptándolas
en todo momento a las normas de equidad, eficiencia y sustentabilidad que exigen la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos y los Tratados Internacionales de los que México forma parte;
2. Revisar el sistema de procuración de justicia ambiental, estableciendo órganos jurisdiccionales en la
materia con plena autonomía administrativa y presupuestal encargados de la tutela y aplicación de las
leyes ambientales de acuerdo al principio de separación de poderes sancionado por la Constitución
Mexicana;
3. Cumplir con las recomendaciones hechas por el TLA en las pasadas Audiencias Públicas de Juzgamiento
(III APJ - México D.F. 2006, IV APJ - Guadalajara 2007 y V APJ - Antigua Guatemala 2008) y establecer
un mecanismo institucional de observación y monitoreo con representación civil y amplia participación
ciudadana que garantice la atención y cumplimiento de dichas recomendaciones;
4. Resolver los vacíos y omisiones legales existentes en la normatividad hídrica y medioambiental mexicana,
sobre todo en lo que se refiere a los reglamentos y procedimientos que permitan la justa aplicación de los
principios y derechos humanos establecidos en la Constitución, las leyes nacionales y los tratados
internacionales;
5. Recordar a las autoridades de los poderes públicos mexicanos de los tres niveles federativos su
obligación de garantizar el aprovisionamiento de recurso hídrico para beneficio de las personas antes de
los aprovechamientos lucrativos por parte de empresas.

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