Anda di halaman 1dari 163

1

SISTEMAS JURÍDICOS
(TEMARIO)
OBJETIVOS: CONOCERÁ LA IMPORTANCIA Y TRASCENDENCIA DEL
ESTUDIO DEL DERECHO COMPARADO PARA SABER Y ENTENDER LOS
DIFERENTES SISTEMAS JURÍDICOS CON LAS CARACTERÍSTICAS Y
FUENTES DEL DERECHO QUE LOS DISTINGUE ENTRE SÍ.

UNIDAD 1
TERMINOLOGÍA Y MÉTODO

OBJETIVO ESPECÍFICO. AL TERMINAR LA UNIDAD, EL ALUMNO:


EXPLICARÁ Y RESALTARÁ LOS CONCEPTOS DE SISTEMA JURÍDICO, DE
FAMILIA JURÍDICA, LA DISTINCIÓN ENTRE AMBOS, ASÍ COMO SU
UBICACIÓN GEOGRÁFICA.

1.1 CONCEPTO DE SISTEMAS JURÍDICOS.

 Consuelo Sirvent Gutiérrez. Es el conjunto de instituciones


gubernamentales, normas jurídicas, actitudes y creencias vigentes en un país
sobre lo que es el Derecho en función en la sociedad y la manera en que se
crea o debería crear, aplicar, perfeccionar, enseñar y estudiar.
 Eduardo García Maynez. Es el conjunto de normas jurídicas objetivas que
están en vigor en determinado lugar y época, y que el Estado estableció o
creó con objeto de regulare la conducta o el comportamiento humano.
 José Humberto Zárate, Ponciano Octavio Martínez García y Alma de los
Ángeles Ríos Ruiz. Es el conjunto articulado y coherente de instituciones,
métodos, procedimientos y reglas legales que constituyen el Derecho positivo
en un lugar y tiempo determinados.

De lo anteriormente expuesto, entonces tenemos que los sistemas jurídicos


contemporáneos integran el conjunto de leyes, costumbres, razones y
jurisprudencia de Derecho positivo que rigen en los diversos países del mundo.

(Fuentes de consulta: José Humberto Zárate, et. al., Sistema Jurídicos


Contemporáneos, Editorial Mc Graw Hill, México, 1997, página 3; Consuelo
Sirvent Gutiérrez, Sistemas Jurídicos Contemporáneos, 9ª edición, Editorial
Porrúa, México, 2006, página 5 y Eduardo García Maynez, Filosofía del Derecho,
Editorial Porrúa, México, 1989, página 189).

1.2 CONCEPTO DE FAMILIA JURÍDICA.

 Consuelo Sirvent Gutiérrez. Es un conjunto de sistemas jurídicos que


comparten determinadas características. El vocablo sistemas jurídico se
2

refiere al Derecho nacional de un Estado, en tanto que el término familia


remite al conjunto de sistemas jurídicos que rebasan las fronteras de una
nación. Los sistemas jurídicos se agrupan en las siguientes familias: Familia
neorromanistas, del Common Law o anglosajona, sistemas religiosos, mixta
o híbrida y socialista.
 René David. Este autor parte de considerar que se llaman generalmente
sistemas de Derecho aquellos tipos a los que resulta posible reducir los
Derechos existentes, pero no nos parece acertada dicha expresión, porque
sistema de Derecho es la expresión que nos sirve, al margen de toda
comparación, para designar el conjunto de ramas que, en un país, se
combinan para formar el Derecho nacional. Una nomenclatura menos
empleada, pero más adecuada a nuestro juicio, es la de familias jurídicas.

(Fuentes de consulta: Consuelo Sirvent Gutiérrez, Sistemas Jurídicos


Contemporáneos, 9ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, página 6 y René
David, Los grandes sistemas jurídicos contemporáneos (Derecho Comparado),
traducción de Pedro Bravo Gala, 2ª edición, Editorial Aguilar, Madrid, España,
1973, páginas 10 y 11).

1.3 CONCEPTO DE DERECHO COMPARADO.

1.3.1 CONCEPTO.

 La Enciclopedia Jurídica Mexicana considera que el Derecho comparado es


la disciplina que estudia a los diversos sistemas jurídicos existentes para
descubrir sus semejanzas y diferencias.
 La autora Consuelo Sirvent Gutiérrez considera al respecto que el Derecho
comparado es una disciplina que confronta las semejanzas y las diferencias
de los diversos sistemas jurídicos vigentes en el mundo con el propósito de
comprender y mejorar el sistema jurídico de un Estado determinado.

(Fuentes de consulta: Instituto de Investigaciones Jurídicas, Enciclopedia Jurídica


Mexicana, Tomo III, 2ª edición, Universidad Nacional Autónoma de México-
Editorial Porrúa, México, 2004, páginas 250 a 252 y Consuelo Sirvent Gutiérrez,
Sistemas Jurídicos Contemporáneos, 9ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006,
página 1).

1.3.2 ORIGEN.

La Escuela de los Posglosadores efectúa en la Edad Media los primeros


estudios serios de Derecho comparado. Esta escuela analiza los textos del
Corpus iuris y los confronta con las tradiciones jurídicas medievales de origen
germánico que, en Italia, recibían el nombre de Derecho longobardo, sin embargo,
en aquella época se carece todavía de objetividad, y la comparación tiene como
único fin demostrar la superioridad del Derecho propio. Posteriormente, en el
3

Renacimiento los juristas se empiezan a interesar en sus respectivos Derechos


nacionales.

En España, Juan Martínez de Olano escribe su Antinomia iuris hispanorum


et civile, en la cual compara el elemento jurídico local con el Derecho Romano
poniendo de relieve la importancia del Derecho nacional. En Inglaterra algunos
autores -como Christopher Saint German- realizan el parangón entre el Common
Law y el Derecho continental.

En los siglos XVII y XVIII el racionalismo de los iusnaturalistas, interesado


en el descubrimiento de un Derecho ideal e inmutable, menosprecia el estudio de
las diferentes legislaciones, considerándolas a todas ellas más o menos
defectuosas. No obstante se apartan de esta línea ilustres autores como:

 Selden, jurista inglés que estuvo interesado en los estudios históricos del
Derecho, tanto sobre los países orientales como sobre los occidentales,
defiende la importancia de los estudios comparativos y dedica uno de sus
trabajos a investigar la influencia del Derecho Romano sobre el Common
Law;
 Grocio, que estudiaba las legislaciones de varias naciones para confirmar su
tesis de que el valor universal del Derecho natural puede encontrarse en el
reconocimiento de ciertas normas jurídicas en todos los pueblos.
 Montesquieu, que fundamenta sus ideas en extensas investigaciones acerca
de los diferentes sistemas jurídicos.

En el siglo XIX, se admite claramente la trascendencia de los estudios


comparativos del Derecho. Así, por ejemplo, tenemos que:

 Feuerbach (1755-1833) consideraba que las observaciones de la ciencia


jurídica debían ser lo más comprensivas posible y considerar a las ideas
jurídicas de todos los tiempos y de todos los pueblos.
 Otro alemán Wolfgang Gans, se declaraba partidario de una interpretación
filosófica de la historia del Derecho que diese a conocer el desarrollo de las
ideas fundamentales en todo el mundo jurídico, con método comparativo y
visión universal.
 En Italia, Emerico Amari en su obra Critica delle legislazioni comparate
(1857), señala que la comparación entre las leyes de diversos pueblos y
tiempos, es condición indispensable para la ciencia de la legislación.

Momento significativo en la historia del derecho comparado es la creación


de la ''Sociedad de Legislación Comparada'' en París en 1869. En esta misma
dudad se realiza en el año 1900, el Primer Congreso Internacional de Derecho
Comparado, al cual acuden ilustres juristas de todo el mundo. En dicho Congreso
surge el derecho comparado como una nueva disciplina jurídica autónoma.
4

(Fuentes de consulta: Instituto de Investigaciones Jurídicas, Enciclopedia Jurídica


Mexicana, Tomo III, 2ª edición, Universidad Nacional Autónoma de México-
Editorial Porrúa, México, 2004, páginas 250 a 252).

1.3.3 MÉTODO.

El Derecho comparado es una disciplina con un enfoque propio para el


estudio de los fenómenos jurídicos y no una rama del Derecho. A este respecto
René David opina: ''No existen normas de Derecho comparado en igual sentido
que existen las de Derecho civil o penal. El Derecho comparado no es una parte
del Derecho vigente''. Algunos autores consideran que el Derecho comparativo es
simplemente un método aplicado a las ciencias jurídicas.

Ahora bien, no se debe confundir el estudio de Derechos extranjeros con el


Derecho comparado. En el primero existe simplemente un análisis unitario de un
sistema de normas, mientras que en el segundo, se da la comparación de dos o
más sistemas jurídicos. Sin embargo el conocimiento de otras legislaciones es el
antecedente lógico del Derecho comparado, pues no se puede comparar lo que no
se conoce.

La doctrina está de acuerdo en considerar que el objeto de esta disciplina


es la comparación de dos o más ordenamientos jurídicos distintos y autónomos.
En este sentido el estudio simultáneo de dos ramas -Derecho Civil y Derecho
Penal- del mismo sistema jurídico no constituye derecho comparado. En opinión
de la mayoría de los tratadistas la comparación debe efectuarse entre derechos
vigentes; de esta manera se distingue al Derecho comparado de la historia
comparativa del Derecho que es la comparación con Derechos históricos o entre
estos últimos. Lambert -un gran comparativista francés- proponía que se limitara el
campo del Derecho comparado a la confrontación de sistemas jurídicos
semejantes correspondientes a pueblos de un mismo nivel de civilización. Esta
tesis ha adquirido gran difusión en los últimos años pues se cree que es más
práctico concentrar el esfuerzo en un número limitado de legislaciones que sean
''comparables'' por tener elementos comunes.

Las principales aplicaciones del Derecho comparado son:

 La mejor comprensión del Derecho nacional. En efectos muchas de las


instituciones jurídicas de un país tienen su origen en el extranjero (por
ejemplo, en México, la distribución de competencias entre la federación y las
entidades federativas fue inspirada por la Constitución norteamericana de
1787)
 El perfeccionamiento de la legislación nacional. Es una vieja costumbre tomar
en cuenta antecedentes extranjeros cuando se trata de elaborar una ley. En
este caso el Derecho comparado es de extraordinaria utilidad ya que evita
copiar textos legales que han dado rendimiento en el país que los produjo
5

debido a sus características peculiares, pero que no darían frutos en una


nación en la que prevalecen condiciones sociales distintas.
 La unificación legislativa. Se ha hecho sentir la necesidad de eliminar
particularidades de la legislación de cada país que constituyan obstáculos
para el incremento de las relaciones internacionales.

(Fuentes de consulta: Instituto de Investigaciones Jurídicas, Enciclopedia Jurídica


Mexicana, Tomo III, 2ª edición, Universidad Nacional Autónoma de México-
Editorial Porrúa, México, 2004, páginas 250 a 252).

UNIDAD 2
FAMILIA NEORROMANISTA

OBJETIVO ESPECÍFICO. IDENTIFICARÁ Y DESCRIBIRÁ EL DERECHO


JUSTINIANEO, SU IMPORTANCIA EN EL IMPERIO ROMANO, ASÍ COMO EL
DESARROLLO POSTJUSTINIANEO EN EL MUNDO BIZANTINO Y LA
RECEPCIÓN EN OTROS PAÍSES.

2.1. DERECHO JUSTINIANEO.

El Derecho Justinianeo comprende a toda una compilación legislativa


llevada a cabo por el emperador Justiniano I (527-565). Bajo sus auspicios se
realizaron cuatro importantes obras que, a partir de la edición completa publicada
en 1583 por Dionisio Godofredo en Ginebra, se denominaron Corpus Iuris Civilis.
En esta obra podemos distinguir cuatro partes, a saber:

a) Las Instituciones. Contienen una síntesis de preceptos y doctrina en


cuatro libros de reducida extensión que abordan las siguientes materias: el
primero, de las personas; el segundo, de la división de las cosas, de la propiedad,
de los demás derechos reales y del testamento; el tercero, de la sucesión
intestada y de las obligaciones que proceden del contrato; y el cuarto, de las
obligaciones ex delicto y de las acciones, con un apéndice de publicis iudiciis. La
obra es fruto del encargo que Justiniano hizo a los juristas Triboniano, Teófilo y
Doroteo: realizar una obra de lenguaje accesible que pudiera sustituir a las
Instituciones de Gayo en las escuelas. Así fue promulgada el 21 de noviembre de
533 dedicada a la juventud estudiosa y más tarde, el 30 de diciembre del mismo
año, adquirió fuerza de ley.

b) El Digesto. Nombre tomado en tributo al anterior Digesto compuesto por


Juliano. Dividido en 50 libros, es la parte más voluminosa del Corpus y está
formada por una reunión de fragmentos procedentes de las obras de los grandes
juristas, armonizando una edición oficial de los más selectos de la jurisprudencia
romana. En 530 Justiniano encargó a Triboniano que seleccionara unos
colaboradores que juzgara con la capacidad necesaria para acometer la
abrumadora tarea de compilar con carácter oficial los precedentes
jurisprudenciales que integraban el ius, pero que no estaban recogidos en leges.
6

Para darle un carácter unitario se procedió también a ordenar y eliminar las


repeticiones, y resolver los aspectos contradictorios de la ley existente e incluso
variar el tenor literal de todos los documentos, si hacía falta para lograrlo. El
Derecho de juristas recogido en el Digesto es el fruto de la aplicación profesional,
y por su propia naturaleza es fragmentaria, por lo que resulta indudable el enorme
esfuerzo que conllevó esta empresa, que además se caracterizó por la tremenda
riqueza por su contenido, que todavía resulta actual. Los 50 libros de que consta
se encuentran divididos en títulos, dentro de los cuales se incluyen los fragmentos,
cada uno con la inscriptio que indica el nombre del jurisconsulto, el número del
libro y el título de la obra originaria de la que proceden, no contándose con una
sistemática práctica en la ordenación interna de cada título.

c) El Código. Corresponden a él, una colección de disposiciones dictadas


por los emperadores. Entró en vigor en 534 y se divide en 12 libros que contienen
las leyes de los emperadores anteriores a Justiniano (que ya habían sido
compiladas bajo su mandato en el 529), así como las leyes que él mismo
promulgó hasta la publicación de este volumen.

d) Las Novelas. Nombre cuyo origen es el de Novellae constitutiones post


Codicem. Contienen las constituciones promulgadas por Justiniano después de
publicar la compilación integrada por las tres secciones ya descritas. A diferencia
de las partes anteriores, las Novelas no están recopiladas como unidad formal que
responda al designio de un soberano, sino que se conocen a través de
colecciones particulares.

El auténtico esplendor del trabajo de Justiniano se produjo unos seis siglos


más tarde de la publicación de estas obras, cuando la cultura europea adoptó su
legado como una referencia cargada de autoridad y muy útil para la formación de
los nuevos juristas en un Derecho común. El gran mérito de la obra de Justiniano
fue condensar el saber jurídico de Roma y actuar como el eslabón de continuidad
para que ese pensamiento pasara a la conciencia jurídica europea suponiendo, sin
duda, el segundo gran momento de expansión del Derecho romano.

(Fuente de consulta: Instituto de Investigaciones Jurídicas, Enciclopedia Jurídica


Mexicana, 2ª edición, diferentes tomos, Universidad Nacional Autónoma de
México-Editorial Porrúa, México, 2004, diferentes páginas).

2.1.1 EL CORPUS IURIS CIVILE.

El Corpus Iuris Civile es un conjunto formado por las disposiciones jurídicas


y el sistema legal desarrollado en Roma desde la primera compilación de leyes,
conocida como la Ley de las Doce Tablas, en el año 450 a.C., hasta la muerte de
Justiniano I, soberano del Imperio bizantino, en el año 565 d.C. De forma concreta,
se utiliza para designar la compilación de la ley conocida como Corpus Iuris
Civilis, también llamado Código de Justiniano, realizado bajo los auspicios del
mismo y que fue la base del Derecho civil de muchas naciones europeas
continentales.
7

Antes de las XII Tablas, el Derecho en Roma tenía un carácter religioso y su


interpretación la realizaban sacerdotes que eran miembros de la clase patricia. Las
protestas y agitaciones de la clase plebeya condujeron a que la ley
consuetudinaria existente se escribiera añadiendo algunos principios que no
formaban parte de la costumbre. La Ley de las Doce Tablas, tras ser escrita, fue
sometida a una asamblea popular y aceptada. Este Código contiene reglas
simples, ajustadas a una comunidad agrícola, establece la igualdad ante la ley de
los patricios y los plebeyos y fue erigido en la fuente de todo el Derecho público y
privado romano. El sistema legal instaurado por este Código y el conjunto de
reglas que se desarrollaron a su alrededor era aplicado en exclusiva a los
ciudadanos romanos y se conocía como el ius civile.

La expansión territorial por la cuenca mediterránea obligó a los romanos a


elaborar un sistema legal nuevo. Cada territorio conquistado contaba con su
propio sistema, por lo que se requería un cuerpo de leyes que fuese aplicable
tanto a los ciudadanos romanos como al resto. Más o menos entre el 367 a.C. y el
137 d.C. este nuevo sistema se desarrolló a partir de los edictos del pretor, que
definía e interpretaba la ley para los casos particulares. El pretor de los extranjeros
administraba justicia en Roma, en todas las controversias donde alguna de las
partes no era un ciudadano romano, y el pretor provincial establecía sus edictos
en materias de interés comercial tras los edictos del pretor de los extranjeros de
Roma. Durante los últimos años de la República de Roma las reglas de este
nuevo sistema solían aplicarse a los conflictos entre ciudadanos romanos. Este
nuevo sistema legal se conocía como el ius gentium. La ampliación de la
ciudadanía romana a todos los habitantes libres del Imperio romano hizo que la
distinción entre ius civile y ius gentium quedara obsoleta y la ley de la ciudad, o ius
civile de Roma, se convirtiera en la ley de todo el imperio. Las diversidades
provinciales fueron eliminadas por la legislación del Senado y del emperador y por
la interpretación de los jurisconsultos. El hito más importante en el desarrollo del
sistema romano en este periodo es el Derecho, concedido por el primer
emperador romano Augusto y sus sucesores a algunos eminentes juristas, de
elaborar responsa, u opiniones, en los casos que se presentaban en un proceso
ante los tribunales. Entre los más famosos juristas romanos de esta época
estaban Gayo, Papiniano, Julio Paulo y Ulpiano. Los tres últimos citados
desempeñaron el cargo de praefectus praetoria, similar a un ministro de justicia
del Imperio romano.

2.1.2. LAS INTERPOLACIONES.

Deriva del Digesto, ya que éste contenía citas de autores desde la fase
preclásica hasta el último periodo de la fase clásica, pero muchas eran
interpoladas. Actualmente, esas interpolaciones tratan de señalar las
modificaciones hechas por manos posteriores en las citas clásicas y preclásicas,
reconstruyendo así el Derecho clásico, a partir del Derecho justinianeo.
8

Esta búsqueda de interpolaciones supone una investigación concienzuda.


Sólo raras veces podemos comparar una cita que aparece en el Digesto, con
algún otro texto que contenga el mismo fragmento. Y es que, con la publicación
del Digesto, toda la antigua literatura jurisprudencial perdió su interés práctico
(nadie podía ya citar en los tribunales una frase de algún jurista clásico que no
figura en el Digesto, bajo pena de fraude). Inclusive circula la versión de que
Justiniano ordenó destruir los antiguos textos, para garantizar la posición exclusiva
de su gran compilación.

Gracias a la investigación de las interpolaciones, podemos reconstruir en


parte el Derecho clásico oculto tras la fachada visible del Derecho bizantino. Para
esta labor encontramos un apreciable apoyo en las Instituciones de Gayo, pero
varios temas dependemos de indicios casi imperceptibles, que nos obligan a un
auténtico trabajo de detective.

(Fuente de consulta: Guillermo Floris Margadant S., El Derecho Privado Romano,


21ª edición, Editorial Herrero, México, 1995, página 80).

2.2. RECEPCIÓN DEL DERECHO ROMANO.

Se conoce con el nombre de Recepción del Derecho Común el proceso


histórico por cuyo medio los distintos países de Europa Occidental asimilaron
durante los siglos XIII al XV la ciencia jurídica de los juristas medievales
(glosadores y posglosadores). Las fuentes básicas de ese proceso fueron el
Corpus Iuris Civilis y el Corpus Iuris Canononici.

El fenómeno de la recepción en Europa implica que en los países


occidentales se van sustituyendo los Derechos germánicos, esencialmente
consuetudinarios, por un sistema más elaborado, más adecuado a las nuevas
exigencias económicas y sociales apoyándose en el Derecho común, en el cual se
sintetizan el Derecho Canónico, el Derecho Romano y el Derecho feudal.

(Fuente de consulta: Consuelo Sirvent Gutiérrez, Sistemas Jurídicos


Contemporáneos, 9ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, página 35).

2.2.1 ESCUELA DE GLOSADORES Y POSTGLOSADORES.

a) Escuela de los Glosadores. Esta escuela fue fundada por el jurista


Irnerio de Bolonia a fines del siglo XI; al mismo Irnerio se debe el descubrimiento
de un manuscrito del Digesto en una biblioteca de Pisa (Italia). La copia de ese
manuscrito (Codex S) la llevó a Bolonia Irnerio, donde comenzó a examinar el
Digesto, primero filológicamente, y después con criterio de jurista, hasta dominar
la grandiosa obra. Esta escuela trabajó directamente sobre los textos del Digesto,
explicándolos, aclarándolos e interpretando su contenido mediante notas
marginales o interlineales llamadas glossa, de donde les viene el nombre de
glosadores. Irnerio tuvo discípulos brillantes que continuaron su obra, entre ellos
podemos citar a Martín, Búlgaro, Jacobo y Hugo, y más tarde, Acursio, Azón y
9

Odofredo. En suma, la escuela boloñesa o de los Glosadores debió su fuerza a la


aplicación del método exegético en el estudio del Corpus Iuris, y debido al cultivo y
difusión del Derecho Romano, fue el centro cultural de mayor prestigio de su
época.

b) Escuela de Postglosadores o Comentaristas. A mediados del siglo XIII


apareció la escuela de postglosadores o comentaristas que alcanza en el siglo XIV
su máximo apogeo con Cino de Pistoya, Bártolo de Saxoferrato y Baldo de
Ubaldis. Tuvo sus sedes en Perusa, Padua, Pisa y Pavía; se estima escasa su
aportación a los estudios del Corpus Iuris. En efecto, estos comentaristas se
distinguieron de los glosadores en que donde éstos ponían breves observaciones
exegéticas o glosas, aquéllos redactaban largos y fatigosos comentarios, plagados
de distinciones escolásticas (a los que debían su nombre de comentaristas) en los
cuales, apartándose del texto justinianeo, piérdense en prolijas digresiones
doctrinales, sin relación apenas con el lugar comentado a la glosa
correspondiente. No los animaba el propósito de explicar el corpus iuris, porque
para ellos el estudio del Derecho Romano termina en la glossa, sino la ambición
de alcanzar un triunfo distinto y más grande construyendo sobre bases sentadas
por la anterior escuela, un derecho nuevo capaz de aplicación, un derecho común
que sirviera ante todo para satisfacer las necesidades de Italia. Los discípulos de
los juristas citados siguieron el mismo camino, pero exagerando aún los defectos
del maestro; casi durante dos siglos esta escuela, que no supo sacar ningún
provecho de los trabajos de la época sobre los antiguos romanos, ejerció sobre el
Derecho una influencia funesta.

(Fuente de consulta: Sabino Ventura Silva, Derecho Romano, Curso de Derecho


Privado, 16ª edición, Editorial Porrúa, México, 2000, página 50).

2.2.2 MOS ITALLICUS Y MOS GALLICUS.

 Mos itallicus. Fue una escuela que quiso adaptar el Derecho Romano a
fines forenses, viéndolo a través del pensamiento de los comentaristas o
postglosadores italianos, como Bártolo y Baldo de Ubaldis.
 Mos gaellicus. Los humanistas franceses querían estudiar el Derecho
Romano “estéticamente”, sólo por interés histórico o sociológico, y por sus
aciertos dogmáticos, pero sin tratar de aplicarlo a la práctica forense de su
tiempo. Fue fundada en Burdeos, y sus principales exponentes fueron:
Alciato, Vigilio ab Aytta, Cuyacio, Jacobo y Dionisio Godofredo.

(Fuente de consulta: Guillermo Floris Margadant S., El Derecho Privado Romano,


21ª edición, Editorial Herrero, México, 1995, página 87).

2.2.3 IURISPRUDENTIA ELEGANS.

En el siglo XVII Holanda se convirtió en uno de los más importantes centro


para el estudio del Derecho. La Universidad de Leyden fundada en 1576 fue
10

especialmente muy conocida, aunque otras pequeñas universidades gozaron


también de una gran reputación. En el siglo XVII se trasladaron a Holanda jurista
franceses pertenecientes a la corriente mos gallicus lo cual dio nacimiento a la
jusriprudencia elegante, debido a que el mos gallicus se fue poco a poco
transformando ya que el objetivo de la ciencia legal holandesa era que el Derecho
romano fuera útil. El punto de partida era que la tradición humanista (mos gallicus)
se combinara con las necesidades prácticas. Todavía tiene importancia y
aplicación en naciones como Sudáfrica y Sri Lanka. Entre sus exponentes
podemos citar a los siguientes: Gabriel van den Muyden, Humberto Giphanus,
Hugo Groccio, Ulric Huber, Arnoldus Vinnius, Gerard Noodt y Johannes Voet.

(Fuente de consulta: Consuelo Sirvent Gutiérrez, Sistemas Jurídicos


Contemporáneos, 9ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, página 45).

2.2.4. USUS MODERNUS PANDECTARUM.

Al respecto, el autor Guillermo Floris Margadant S. Expone las siguientes


consideraciones sobre el Usus Modernus Pandectarum, a saber:

 Era la manera contemporánea de usar el Corpus Iuris Civile, a través de


autores como Struvio, Stryckio, Laterbach y Glück, con su comentario al
Digesto.
 Es la aplicación del Derecho Romano “recibido”, con influencia modificadora
del jusnaturalismo y de derechos locales, hasta las codificaciones de alcance
nacional, en fechas distintas.

(Fuente de consulta: Guillermo Floris Margadant S., El Derecho Privado Romano,


21ª edición, Editorial Herrero, México, 1995, páginas 85 y 97).

2.2.5. ESCUELA HISTÓRICA ALEMANA.

A principios del siglo XIX, descubrimientos importantes dieron al estudio del


Derecho un nuevo impulso. Ahora es Alemania en donde la actividad intelectual se
manifiesta. Se fundó una escuela histórica, y entre sus componentes estaba
Ferdinand von Savigny. Sus trabajos han sido hasta nuestros días, de una
importancia considerable sobre la historia y el Derecho Romano.

La Escuela Histórica estimó que el Derecho no es un producto de la razón,


sino del espíritu del pueblo. Nace de la entraña misma de cada pueblo y de su
historia. Es además, parte orgánica de la vida nacional y, por ende, emanación de
su sentir ético- espiritual, que cambia cuando cambia su sentir.

Savigny, fundador de la Escuela Histórica Alemana, no concebía el Derecho


como expresión de una única razón universal sino como directa emanación del
espíritu de cada pueblo, desarrollándose históricamente como una totalidad
orgánica. A su lado, Georg Wilhelm Friedrich Hegel entendía el Derecho como
11

expresión del espíritu objetivo, cuya progresiva adquisición de autoconciencia


tiende al fin último de la libertad. La elaboración de la doctrina del Derecho parte
del momento de la legalidad (el reconocimiento de otro como personalidad
jurídica), pasando por el momento de la moralidad (Moralität, reconocimiento del
otro como personalidad moral) para llegar en la eticidad (Sittlichkeit, el Estado
como realización de una eticidad intersubjetiva).

En esa virtud, según esta Escuela, el conocimiento del Derecho requiere de


estudios de las condiciones sociales, económicas y culturales del pueblo que lo
creó.

(Fuente de consulta: Sabino Ventura Silva, Derecho Romano, Curso de Derecho


Privado, 16ª edición, Editorial Porrúa, México, 2000, página 53).

2.2.6 COEXISTENCIA DEL DERECHO ROMANO Y DERECHO CANÓNICO


COMO INGREDIENTES DEL IUS COMMUNE.

La ley romana medieval se convirtió en la piedra angular de la enseñanza


del Derecho en las universidades junto con el Derecho canónico, este último ya de
por sí bajo la influencia de la legislación romana. Esto permitió que se gestara el
Derecho común que al generalizarse en toda Europa se hizo acreedor a esa
denominación. El Derecho común romano y canónico era el que enseñaba en las
universidades y el que aprendían los juristas cultos. En ese sentido el Derecho
común cobra ascendiente y llega a aplicarse de manera predominante, no por
medios de imposición del poder político o religiosos, sino porque en él se resume
el saber jurídico de la época. De esta manera, el ius comune se transformó en el
asiento universal del Derecho en gran parte del continente europeo, sobre todo
porque permitía resolver los nuevos conflictos que se desprendían de una
economía más compleja.

El Derecho Civil romano, junto con el Corpus Iuris Canonici y la inmensa


literatura generada por los glosadores y los posglosadores, se convirtió en el
Derecho común en Europa. Así entonces, hubo un cuerpo común de leyes, un
lenguaje común, un método común de enseñanza e investigación y una religión
común. Todo esto contribuyó a consolidar la unidad cultural de Occidente.

El Derecho común se desplazó de las universidades hacia las Cortes. Sin


embargo, es de hacer notar que el Derecho Público romano se desarrolló poco y
la recepción fue del Derecho Privado. Esto se debió a que no había lugar para
Derecho Público, ya que no existía un gobierno central fuerte.

(Fuente de consulta: Consuelo Sirvent Gutiérrez, Sistemas Jurídicos


Contemporáneos, 9ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, páginas 34 y 35).

UNIDAD 3
12

ELABORACIÓN DE LA NORMA JURÍDICA EN LOS PAÍSES


NEORROMANISTAS

OBJETIVO ESPECÍFICO. AL TERMINAR ESTA UNIDAD, EL ALUMNO:


EXPRESARÁ LA CLASIFICACIÓN DEL DERECHO DENTRO DE LOS
SISTEMAS JURÍDICOS PERTENECIENTES A LA FAMILIA NEORROMANISTA;
ANALIZARÁ Y EXPLICARÁ COMO SE LLEVA A CABO LA ELABORACIÓN DE
LA NORMA JURÍDICA, CUÁL ES LA CODIFICACIÓN Y CUÁLES SON LAS
FUENTES DEL DERECHO.

3.1 MOVIMIENTO CODIFICADOR.

Si bien la idea de fijar el Derecho en cuerpos jurídicos que podemos llamar


en términos generales códigos es muy antigua, en la época moderna codificación
y código adquirieron una connotación específica. La idea de 'codificar' ligada a
presupuestos filosóficos e ideológicos se atribuye a Leibnitz (1646-1716) y
significa reducir a unidad orgánica, en un solo cuerpo legal (el código), una
determinada rama del Derecho. A través del proceso de la codificación se buscaba
la sistematización y la unidad de las instituciones y principios jurídicos. Este modo
de fijar el Derecho pertenece a la tradición jurídica continental europea y se deriva
de la influencia del iusnaturalismo racionalista. Al amparo de las doctrinas
filosóficas de esta corriente los países europeos, desde el siglo XVII, se dieron a la
tarea de planear sus sociedades a futuro elaborando códigos. Dentro de esta
noción se pueden incluir los códigos fundamentales o políticos (constituciones) y
los correspondientes a una rama determinada del Derecho (civiles, penales,
mercantiles, de procedimientos civiles y de procedimientos penales).

En el fenómeno de la codificación pueden distinguirse dos etapas.

 La primera va desde Leibnitz hasta 1811 en que se promulgó el Allgemeines


Burgerliches Gesetzbuch austriaco.
 La segunda abarca desde 1811 a la fecha.

En la primera, la codificación nace y se desarrolla ligada a presupuestos


filosóficos e ideológicos surgidos del iluminismo y esta vinculada a la formación y
consolidación de los Estados nacionales y al ascenso social de la burguesía.

En la segunda, los presupuestos filosóficos e ideológicos dejan su lugar al


reconocimiento de que la codificación es una solución técnica para fijar el Derecho
que de otra manera se hallaría disperso en multitud de ordenamientos.

En nuestro país, a pesar de que la codificación se presenta después de


1811 está ligada a presupuestos filosóficos e ideológicos ya que, por haber sido la
Nueva España, colonia de una de las naciones europeas, la filosofía del
iluminismo sólo pudo permearse en forma paulatina a las clases ilustradas de la
13

sociedad, las cuales hasta después de conseguida la independencia, pudieron


intentar llevar a cabo la codificación del derecho. De ahí que el proceso codificador
en México logre consolidarse hasta la segunda mitad del siglo XIX.

En el mundo jurídico continental europeo se fueron desarrollando diversos


modelos para la codificación del Derecho. Nuestro país siguió el francés o
napoleónico. De ahí que a lo largo del siglo XIX se buscará elaborar los cinco
códigos de dicho modelo: civil penal, mercantil, de procedimientos civiles y de
procedimientos penales. El primer producto del proceso codificador mexicano que
alcanzó una vigencia continuada fue el Código Civil para el Distrito y Territorios
Federales de 1870. A partir de esta fecha se fue consolidando el proceso en todas
sus ramas. En el periodo comprendido entre 1821 y 1870 se elaboraron otros que,
o tuvieron escasa validez temporal o simplemente no llegaron a promulgarse. En
todos los códigos mexicanos desde el siglo XIX se buscó consagrar los principios
filosóficos e ideológicos que los inspiraron: la igualdad ante la ley, el respeto
irrestricto a la propiedad privada, la consagración de los derechos individuales del
hombre frente al Estado. La elaboración de códigos fundamentales o políticos
(constituciones) pertenece a este mismo fenómeno histórico, pero a ese proceso
se le llama constitucionalismo, en México, es anterior a la Independencia.

(Fuente de consulta: Instituto de Investigaciones Jurídicas, Enciclopedia Jurídica


Mexicana, Tomo IV, 2ª edición, Universidad Nacional Autónoma de México-
Editorial Porrúa, México, 2004, páginas 208 y 209).

3.1.1 PRINCIPIOS TEÓRICOS DE LA CODIFICACIÓN.

La codificación se basa en la teoría del Derecho natural que fue


desarrollada por la segunda escolástica española, que encuentra su fundamento
teórico con la Estagirita, Aristóteles. Inicialmente son dos las concepciones que
fundamentan a las teorías del Derecho natural: la emanada de la razón, con una
vertiente socialista y otra formalista, y la cristina o teológica. La primera considera
como fundamento del Derecho natural a la razón, en tanto que la segunda señala
a una divinidad o a Dios como el legislador único del Derecho natural, dándole
características de inmutabilidad.

Dentro de las teorías que tienen su base en la razón estaría en sus inicios
la idea de naturaleza, en el sentido biológico del helenista Caricles, sofista, en la
cual predomina el poder del más fuerte sobre el más débil. Según la justicia del
Derecho natural, el pez grande se come al chico, porque la naturaleza dotó a unos
de más fuerza que a otros para que el más fuerte prevaleciera; aquói el
fundamento del Derecho radica en el poder.

Esta línea la continúan Aristóteles, los estoicos, los romanos Gayo y


Ulpiano, y los protestantes, que fundamentan al Derecho natural en la razón. Si
bien es cierto que es un Derecho inmutable también es cierto que la razón lo
descubrir, pudiendo ser dictado por la divinidad o Dios, pero independientemente
de ello existiría, puesto que la razón lo descubriría. Los romanos citados hablan de
14

un Jus Gentium, Derecho de Gentes y de un Jus Naturae, Derecho Natural,


fundado en los principios universales de la razón. La esclavitud es Jus Gentium,
Derecho de Gentes, contranatura, contra la naturaleza.

Esta teoría del Derecho Natural con fundamento de la razón tiene dos
vertientes: la socialista y la formalista. La primera se basa en el carácter del
hombre como un ente social, consciente de su debilidad; o con el fin de alcanzar
dicha felicidad, tesis que sostienen Hugo Grocio, Puffendorf y Tomasio. La
vertiente formalista se basa en el imperativo categórico, corriente a la que
pertenecen Kant, Fitche y Leibiniz. Dentro de esta corriente se encuentran la
escuela histórica que comprende la exégesis, y la positivista, que niega la
inmutabilidad del Derecho natural. La histórica se basa en la conciencia social
para descubrir el Derecho natural, pues éste depende de una evolución y por tanto
de una sociedad y condiciones determinadas, por lo que el Derecho es relativo e
inmutable.

Las dos subdivisiones niegan el carácter inmutable del Derecho Natural y lo


identifican con los principios generales del Derecho como fundamento de cualquier
ordenamiento jurídico concreto, a los que podemos conocer por medio de la
abstracción de los preceptos de un código, en forma lógica y racional del conjunto
de preceptos, hasta llegar a la esencia de dichos principios que inspiraron al
legislador.

Otros autores identifican al Derecho natural con la equidad y el buen


sentido, como Planiol; o lo equiparan con un contenido variable, como la escuela
histórica positivista de Stambler; o lo ven como un derecho ideal que tiene como
principio al carácter de la persona, de acuerdo con Del Vecchio; o como Kelsen,
que le niega existencia al Derecho Natural, y proclama sólo la existencia del
Derecho Positivo.

La concepción teológica, en cambio, que después es apoyada por la


escolástica cristiana española, afirma que el Derecho Natural encuentra su
fundamento en la divinidad o en Dios, y que existen leyes escritas y no escritas.
Las últimas tienen un carácter inmutable. Este punto de vista también es sostenido
por Sócrates y Platón, quienes anteponían los principios divinos a los legales.

Durante la Edad Media, San Agustín y Santo Tomás aclaran los conceptos
de Derecho Natural y Derecho Positivo, el primero hace una distinción de la ley
divina y la ley humana, mientras que el segundo especifica cómo el hombre
participa en la ley divina mediante la razón, y cómo se incorpora el Derecho a la
moral, y se le imprime a éste el elemento ético.

La escuela española afirmaba que el producto del Derecho Natural, la


norma, participa de la razón y del principio de lo justo.

(Fuente de consulta: José Humberto Zárate, et. al., Sistemas Jurídicos


Contemporáneos, Editorial Mc Graw Hill, México, 1997, páginas 64 y 65).
15

3.1.2 CÓDIGO DE NAPOLEÓN.

El Código de Napoleón es la denominación oficial que en 1807 se dio al


hasta entonces llamado Código Civil de los franceses, aprobado por la Ley de 24
de marzo de 1804 y todavía en vigor, aunque con numerosas e importantes
reformas. Los primeros intentos de codificación se deben a la Asamblea
Constituyente de 1790, formada durante la Revolución Francesa, que acordó la
creación de un código de leyes civiles comunes a todo el reino, que estuviera
redactado de forma simple y clara y conforme al espíritu de la Constitución. El
primer proyecto se hizo durante la Convención, al que siguieron otros con un
progresivo debilitamiento de los principios revolucionarios. Sin embargo, el
auténtico paso hacia adelante tuvo lugar cuando se encomendó la codificación al
primer cónsul Napoleón Bonaparte. Se realizaron diversos proyectos particulares
en los que llegó a participar de forma activa mostrando su gran tesón, energía y
sentido jurídico. Este proceso culminó con el nombramiento en 1800 de una
comisión que había de redactar el proyecto definitivo, formada por los eminentes
jurisconsultos Portalis, Tronchet, Bigot du Preameneu y Malleville. Así, en poco
tiempo se venció la resistencia que ofrecía el Tribunado, llegándose a discutir,
aprobar y concentrar en una sola ley los últimos 36 proyectos de ley en un solo
año.

El Código de Napoleón está construido sobre el llamado plan romano-


francés y, por lo tanto, dividido en tres libros: el primero se dedica al derecho de la
persona y sus relaciones familiares (salvo las económicas existentes entre los
cónyuges); el segundo a los derechos sobre las cosas y las diferentes
modificaciones de la propiedad, y el tercero y último, bajo el título “de los
diferentes modos de adquirir la propiedad”, estudia por este orden la herencia, el
contrato y las demás fuentes de la obligación (entre las que se encuentran las
relaciones económicas entre cónyuges, contempladas como contrato de
matrimonio) y algunos otros temas aislados. Esta sistemática es la que ha seguido
el Código Civil español y numerosos códigos americanos por influencia directa del
francés.

El Código de Napoleón es digno de elogio por numerosas razones: está


redactado en un lenguaje claro, sencillo, conciso y de gran valor literario; consigue
aunar todos los materiales tradicionales con numerosas ideas de la Revolución,
armonizando los factores romanistas con la poderosa influencia del Derecho
consuetudinario de inspiración germánica por un lado, y por otro, expresando las
consecuencias de la soberanía popular conquistada entonces, a través de las
ideas individualistas y la preocupación por la tutela de las libertades personales
contra un posible retorno al Antiguo Régimen. Se trata de un código de gran
precisión técnica en el plano jurídico, que satisface todas las necesidades de la
clase burguesa ascendente y de una sociedad en vías de desarrollo bajo un signo
liberal y capitalista.
16

(Fuente de consulta: Germán Cisneros Farías, Teoría del Derecho, Editorial Trillas,
México, 2001, página 62).

3.1.3 CÓDIGO CIVIL ALEMÁN.

El Código Civil francés empezó a ser ampliamente admirado e imitado en la


mayor parte de los países de Europa continental; la idea de la codificación
despertó gran interés en Alemania.

En 1814 Friedrich Justus Thibaut publicó su obra De la necesidad de un


Derecho Civil para Alemania donde insistió en la necesidad de elaborar un código
para Alemania. Podían servir como modelo para esto el Código de Napoleón de
1804 y el Código Austriaco de 1811. Thibaut predijo una rápida unificación
nacional para un país cuya legislación unificada debía operar como un elemento
estabilizador y reflejar la unidad nacional fielmente.

Las ideas de Thibaut fueron debatidas por la llamada Escuela Histórica


cuyo líder era Federico Carlos von Savigny quien publicó ese mismo año su obra
De la Vocación de nuestro siglo para la legislación y el Derecho donde manifestó
que el Derecho, al igual que el idioma, era parte del genio y cultura de la gente.
Consideraba además, que el Derecho era una emanación del alma del pueblo,
fraguado, para cada país y para cada época, en un lento proceso bajo las
influencias de la raza, la historia, las condiciones económicas y las creencias
morales.

Savigny sostenía que la codificación no era ventajosa, porque producía la


cristalización del Derecho en moldes fijos y rígidos, impidiendo su evolución.
Además, este jurista pugnaba por un regreso al Derecho romano, como base para
una creación doctrinaria, la Pandectística que fue normativa vigente en Alemania
hasta la promulgación del Código Civil Alemán de 1900.

Los puntos de vista de Savigny y de la Escuela Histórica prevalecieron; sin


embargo, algunos Estados miembros de la Confederación Alemana se sintieron
atraídos por la codificación y así apareció en 1864, el Código Bávaro. En 1871 se
unifica Alemania y se convierte en una federación; proclaman emperador del
Estado alemán unificado, a Guillermo I.

En 1873 se dictó una ley que declaraba al Derecho Civil competencia de la


legislación imperial, como consecuencia en 1874 se nombra una comisión
encargada de redactar el Código Civil. Se presentaron dos proyectos y se tardaron
más de veinte años para terminarlo; finalmente fue promulgado en 1896 y entro en
vigor en 1900.

El Código Civil alemán o BGB como es comúnmente conocido, contiene


una parte general y cuatro libros sobre obligaciones, derechos reales, familia y
sucesiones. Es un código muy sistemático y no es una obra para el ciudadano
común sino para expertos.
17

(Fuente de consulta: Consuelo Sirvent Gutiérrez, Sistemas Jurídicos


Contemporáneos, 9ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, páginas 51 a 53).

3.1.4 CODIFICACIONES NEORROMANISTAS.

Desde que empieza el Derecho Romano hasta que termina su segunda


vida, encontramos codificaciones a la manera de la época posclásica, que
simplifican el Derecho, refundiéndolo, coleccionándolo, ya que en forma
cronológica o por materias. Pero la gran diferencia con las codificaciones
modernas es que se trata de un cúmulo de reglas y órdenes específicas o de un
casuismo, que en ocasiones tiene que ser prohibido o protegido por las nuevas
órdenes del legislador del momento, como en el caso de Teodosio II, que limita las
fuentes del Derecho, o en le caso del Derecho real de España. Las codificaciones
modernas, en cambio, además de ser sistemáticas, tratan de prever en sus leyes
generales, abstractas y obligatorias, un conjunto de conductas silogísticas. En
principio, tratan de prever la totalidad de actos humanos, haciendo códigos muy
voluminosos, desoyendo las recomendaciones de Jeremías Bentham, que tiene n
como objetivo que el juez sólo sea un aplicador de las normas. Dichas
codificaciones poco a poco se van apartando de este objetivo para hacer normas
más acordes con la realidad y la actualidad de los tiempos, por lo que existen
códigos que le otorgan al juez un amplio margen de descrecionalidad o arbitrio
judicial.

(Fuente de consulta: José Humberto Zárate, et. al., Sistemas Jurídicos


Contemporáneos, Editorial Mc Graw Hill, México, 1997, páginas 63 a 66).

3.2 FUENTES DEL DERECHO EN LOS PAÍSES NEORROMANISTAS.

La expresión fuente de Derecho se usa para designar el origen del


Derecho, es decir, la manera como el orden jurídico brota para su observancia. Se
dice también que fuente significa hecho creador de derechos, o bien los modos de
manifestación de la voluntad social preponderante, voluntad cuya presencia de
carácter positivo al Derecho. En general, se entiende por fuente del Derecho, los
orígenes o causas generadoras de la norma jurídica.

Generalmente, las fuentes del Derecho se clasifican de la siguiente manera:

FUENTES FORMALES Procesos de creación de la norma jurídica.


FUENTES HISTÓRICAS Son documentos antiguos que contienen el texto
de una ley vigente en el pasado
FUENTES REALES O MATERIALES Acontecimientos y elementos que determinan el
contenido de las normas jurídicas

Cabe destacar que de toda esta gama de fuentes en el Derecho de los


países neorromanistas tienen preeminencia las fuentes formales, que
concretamente son los procesos de creación de las normas jurídicas. Con sus
18

pretensiones de validez general, abstracta, impersonal, por medio de los cuales,


cumplidas ciertas formalidades, se crea la norma jurídica o el Derecho, y son:

 La costumbre.
 La legislación.
 La jurisprudencia.
 El reglamento.
 La doctrina.

(Fuente de consulta: Eduardo García Maynez, Introducción al Estudio del


Derecho, Editorial Porrúa, México, 2003, página 51).

3.2.1 PROCESO LEGISLATIVO.

Para que una ley sea considerada como tal se requiere el


cumplimiento de formalidades exigidas en un proceso legislativo. Las
formalidades generales del proceso legislativo, también llamadas etapas,
son las siguientes:

 Iniciativa.
 Discusión.
 Aprobación.
 Sanción.
 Publicación.
 Iniciación de la vigencia.

Las Constituciones federal o estatal establecen etapas o


modalidades generales y también indican las formalidades específicas de
cada etapa. Cada uno de los órganos del poder público establece en sus
respectivas leyes orgánicas, la regulación de formalidades mencionadas.
En la elaboración o proceso legislativo intervienen dos órganos del Estado:
el Poder Legislativo y Poder Ejecutivo, ambos intervienen de acuerdo con
una ley específica para la materia, en este caso se trata de sus respectivas
leyes orgánicas, que a su vez deben relacionarse con una disposición
superior a ellas y que se refiere a la Constitución política federal o estatal,
según sea el ámbito espacial de la ley en cuestión.

Obvio es decirlo, a contrario sensu, que si el proceso legislativo no se


cumple en las etapas generales o en las formalidades particulares el
producto obtenido no tiene el carácter de ley.

a) Iniciativa. Cuyo fundamento se encuentra consagrado en el


artículo 71 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
que a la letra dispone lo siguiente:

“Artículo 71. El derecho de iniciar leyes o decretos compete:


19

I. Al Presidente de la República;
II. A los Diputados y Senadores del Congreso de la Unión;
III. A las legislaturas de los Estados”.

El producto que se espera del proceso legislativo es la ley o decreto,


éste como norma jurídica; además se espera construir una norma jurídica
especial llamada ley, que sea general, abstracta e impersonal. En la
iniciativa de ley, el proponente debe hacer una exposición de motivos o
razones jurídicas que tiene para solicitar la creación de la misma en la
cuestión; debe asimismo presentar los argumentos, consideraciones y
algunas interpretaciones conceptuales de tal manera que este documento y
el debate que se origine en la discusión del contenido, formen parte junto
con las aportaciones que la misma ley haga, de un concepto jurídico que la
doctrina ha llamado interpretación auténtica de la ley.

b) Discusión. Su fundamento normativo se encuentra plasmado en el


numeral 72 de la Carta Magna, que a la letra dice lo siguiente:

“Artículo 72. Todo proyecto de ley o decreto cuya resolución no sea exclusiva de
alguna de las Cámaras, se discutirá sucesivamente en ambas, observándose el
reglamento de debates sobre la forma, intervalos y modo de proceder en las
discusiones y votaciones”.

c) Aprobación. Su fundamento está consagrado en el artículo 72


constitucional, que textualmente señala lo siguiente:

Artículo 72. “… a) Aprobado un proyecto en la cámara de su origen, pasará


para su discusión a la otra. Si ésta lo aprobare, se remitirá al Ejecutivo, quien
si no tuviere observaciones que hacer, lo publicará inmediatamente”.

La ley reglamentaria previene que si el asunto está suficientemente


discutido tanto en la cámara de origen como en la cámara revisora (etapa
de discusión), el presidente de la cámara respectiva, así lo hará saber al
pleno y entrará en votación para desahogar la etapa de aprobación.

Los casos previstos para la ley constitucional, respecto a las


condiciones de la votación nominal, se refieren a los casos en que la
cámara revisora, desecha total o parcialmente un proyecto aprobado por la
cámara de origen; o cuando la cámara revisora modifica o adiciona un
proyecto aprobado por la cámara de origen. En esos casos la etapa de la
aprobación se encuentra regulada por los incisos d y e del artículo
constitucional mencionado.

d) Sanción. Al Ejecutivo Federal le corresponde dos del proceso


legislativo: a) la sanción, y b) la publicación. La sanción del Ejecutivo
puede ser de dos clases: tácita y sanción expresa. A la sanción expresa se
le llama derecho de veto. De acuerdo con el inciso b del artículo 72, se da
por aprobado por el Poder Ejecutivo todo proyecto no devuelto con
observaciones a la cámara de su origen, dentro de 10 días hábiles. Se da
20

el veto presidencial, según indica el inciso c del artículo 72, cuando el


proyecto de ley o decreto desechado en todo o en parte por el Ejecutivo,
sea devuelto con sus observaciones a la cámara de origen; en este caso
para su confirmación se requiere una votación de dos terceras partes del
número total de votos.

e) Promulgación/publicación. En la literatura jurídica emplean


indistintamente ambos términos, aun cuando debe considerarse que
tienen diferentes momentos dentro de la misma etapa.

 Promulgación: Acto por el cual el Ejecutivo aprueba con su firma y


autoridad que se han cumplido las formalidades anteriores, y
ordena su publicación.
 Publicación: Medio idóneo para el conocimiento de la ley a quienes
deben cumplirla.
 Medio idóneo en la Federación: Diario Oficial de la Federación.
 Medio idóneo estatal: Periódico Oficial.

f) Iniciación de vigencia. La técnica legislativa acostumbra


establecer en el artículo transitorio, la iniciación de la vigencia, pudiendo
ser ésta en tres momentos:

 Vigencia a partir del día de su publicación.


 Vigencia al día siguiente de su publicación.
 Vigencia a determinado día, con tal de que la publicación haya sido
anterior.

El sistema de vigencia más utilizado, es el sincrónico, o sea, aquel en


que la misma ley fija el día de su vigencia. El término que media entre el
momento de su publicación y la fecha de iniciación de la vigencia, se llama
vacatio legis.

(Fuente de consulta: Eduardo García Maynez, Introducción al Estudio del


Derecho, 51ª edición, Editorial Porrúa, México, 2000, páginas 53 a 61).

UNIDAD 4
FAMILIA DEL COMMON LAW. INGLATERRA

OBJETIVO PARTICULAR. ANALIZARÁ Y EXPLICARÁ LA EVOLUCIÓN DEL


DERECHO INGLÉS, SUS DIVISIONES, CONCEPTOS JURÍDICOS Y FUENTES
DEL DERECHO; ASÍ COMO LOS ASPECTOS HISTÓRICOS, SEMEJANZAS Y
DIFERENCIAS PARA CON EL DERECHO ROMANO.

4.1. INGLATERRA.
21

4.1.1. EVOLUCIÓN HISTÓRICA.

a) Inicios. La historia de Inglaterra comienza con los anglosajones, que


invadieron Gran Bretaña alrededor del año 449 d.C. Desplazaron a los habitantes
celtas de la parte sureste de la isla y les obligaron a retirarse a Gales y a la
península del suroeste. Llamaron al territorio colonizado 'tierra de los anglos'
(AngleLand). En épocas anteriores, al igual que el continente europeo, Inglaterra
había sido el hogar de varios pueblos desde comienzos del paleolítico.

b) Dominio romano. Posteriormente, Britania no entró en el mundo romano


hasta los años 55 y 54 a.C., cuando Julio César dirigió dos expediciones a las
islas después de haber conquistado la Galia. No obstante este primer contacto no
fue duradero.

El emperador Claudio I invadió Britania en el año 43 d.C., pero pasaron casi


dos décadas antes de que los romanos conquistaran Anglesey, el cuartel general
de los druidas. El gobernador romano Cneo Julio Agrícola extendió el dominio
romano hacia Escocia, aunque las tribus del norte no se sometieron fácilmente. En
el 123 d.C., la muralla de Adriano, se convirtió en la frontera septentrional.

El control de Britania exigió la presencia de numerosas tropas romanas. La


romanización sólo se manifestó en algunas ciudades y en la aparición de varias
villas. El resto del campo mantuvo la cultura celta.

La decadencia del Imperio romano en los siglos III y IV tuvo sus efectos en
Britania. Aunque se establecieron defensas contra las incursiones de los sajones y
otros grupos a lo largo de la costa del mar del Norte, en el 409 se retiraron las
últimas tropas y Roma abandonó Britania. Casi cuatro siglos de ocupación romana
dejaron pocos restos permanentes: una soberbia red de carreteras, la mejor que
Inglaterra tendría en 1.400 años, los emplazamientos de numerosas ciudades —
Londres, York, y ciudades cuyo nombre mantienen los sufijos -cester y -caster— y
el cristianismo. Los anglosajones, que ocuparon el país tras la retirada romana,
ignoraron las ciudades, aislaron el cristianismo en Gales y dieron sus propios
nombres, como calzada Watling, a las carreteras romanas.

c) La Inglaterra anglosajona. A falta de administradores romanos, los jefes


britanos, nominalmente cristianos, gobernaron pequeños e inestables reinos y
mantuvieron algunas de las tradiciones romanas de gobierno. A mediados del siglo
V, se reanudó la política romana de contratar mercenarios germánicos como
defensa frente a los pueblos guerreros del norte (pictos y escotos). Estos
mercenarios se sublevaron contra sus jefes britanos y, alrededor del siglo VII,
comenzaron a fundar reinos germánicos en toda la isla. Las leyendas posteriores
sobre un héroe llamado Arturo o Artús se sitúan en este violento periodo (ver
Leyenda del rey Arturo). Los invasores tenían un origen variado: anglos, sajones,
frisios, jutos y francos, pero su cultura, conocida como anglosajona, era similar.
22

d) Desarrollo del common law. El common law o Derecho


consuetudinario, término usado para referirse al grupo de normas y reglas de
carácter jurídico no escritas, pero sancionadas por la costumbre o la
jurisprudencia, que son fundamento ineludible del Derecho de los países
anglosajones. El nombre deriva de la concepción del Derecho medieval inglés
que, al ser administrado por los tribunales del reino, reflejaba las costumbres
comunes (del inglés, ‘common’) en él imperantes o vigentes. Este sistema legal
rige en Inglaterra y en todos los países que, como Canadá o Estados Unidos,
fueron colonias británicas.

El principio en el que se basa el common law es que los casos se deben


resolver tomando como referencia las sentencias judiciales previas, en vez de
someterse en exclusiva a las leyes escritas realizadas por los cuerpos legislativos.
Este principio es el que distingue el common law del sistema del Derecho
continental europeo y del resto de los países. Mientras que en el ámbito jurídico
continental, los jueces resuelven los casos fundamentando sus sentencias en
preceptos legales fijados con antelación, en el common law, los jueces se centran
más en los hechos del caso concreto para llegar a un resultado justo y equitativo
para los litigantes.

Cuando se reúne un número de sentencias judiciales sobre una serie


concreta de respuestas semejantes, se extraen reglas generales o precedentes,
que se convierten en guías orientativas para cuando los jueces tengan que
resolver casos análogos en el futuro. Sin embargo, los casos posteriores puede
contener distintos hechos y consideraciones derivados, por ejemplo, de cambios
sociales o de diferentes condiciones tecnológicas. Un juez del common law es por
tanto libre para desmarcarse o disentir de la doctrina establecida por el precedente
y disponer una nueva regla para la decisión, que a su vez se convertirá en un
nuevo precedente si es aceptada y usada por otros jueces. De esta manera el
common law mantiene una continua dinámica de cambio. Como el juez del
Tribunal Supremo de los Estados Unidos Oliver Wendell Holmes escribió en su
libro The Common Law (1881): “la vida del common law no ha sido lógica, sino
que ha sido experimental”.

En todos los sistemas del common law se perfila una estructura piramidal
de tribunales para definir y clarificar la ley. En la base de la pirámide se halla el
trial court (en inglés, tribunal de primera instancia). En los procesos criminales,
junto al juez, también participa un jurado: el juez decide e instruye a sus
componentes sobre la ley y son éstos los que deciden sobre las cuestiones de
hecho. Excepto para los casos de difamación, enjuiciamiento malicioso y
detención ilegal, que son resueltos por un jurado, en las acciones civiles sólo
decide el juez, tanto en lo que atañe a las cuestiones jurídicas como a las fácticas.

Por encima de los tribunales de primera instancia se encuentran los


tribunales de apelación, compuestos en exclusiva por jueces responsables de
dirimir las controversias. Estas discusiones se centran en averiguar si los
23

tribunales de primera instancia han aplicado los principios legales correctos y si


han extraído las conclusiones adecuadas de los datos de hecho probados en los
casos civiles. Las interpretaciones de la ley hechas por los tribunales de apelación
se constituyen en precedentes que informarán las resoluciones de casos futuros.
Hay que tener en cuenta que la importancia de un precedente para cualquier
tribunal depende de la posición del tribunal en la estructura jerarquizada ya
descrita. Por ejemplo, un precedente establecido por un tribunal de apelación tiene
una fuerza jurídica mayor para los tribunales de primera instancia que para el resto
de los otros tribunales de apelación.

El common law ha sido conocido como derecho no escrito porque no está


recogido en una sola fuente. Sólo circularon de forma ocasional, entre el siglo XII y
el XVI, compilaciones de las decisiones judiciales de las que deriva el common
law. A principios del siglo XVII, personas privadas publicaron compilaciones
legales de estas sentencias. Estas colecciones tempranas fueron
complementadas por algunos, aunque infrecuentes, tratados académicos, que
resumían importantes partes del common law, como el de sir Edward Coke
(publicado en 1628) y el de sir William Blackstone (publicado entre 1765 y 1769).
Como las compilaciones mejoraron y aumentaron, la influencia de los autores de
tales estudios disminuyó. En el siglo XIX los propios tribunales tomaron la
responsabilidad de revisar las publicaciones de las sentencias, tanto en Inglaterra
como en Estados Unidos. Desde entonces se publican sobre todo las decisiones
de los tribunales de apelación y sólo con carácter excepcional las de los tribunales
de primera instancia.

El common law se distingue de otros Derechos judiciales dotados de


sistemas de tribunales paralelos. En la edad media, por ejemplo, los tribunales del
common law eran laicos, frente a los tribunales eclesiásticos de la Iglesia católica.
El common law no abordaba el Derecho mercantil, que correspondía a los
mercantile courts (en inglés, ‘tribunales de comercio’), ni el Derecho marítimo,
competencia del admiralty court (en inglés, ‘tribunal del almirantazgo’). El sistema
más importante, por sus paralelismos y semejanzas con el common law, era la
jurisdicción llamada de equidad. La solución de equidad se originaba en el
temprano Derecho inglés cuando los súbditos se presentaban al monarca para
pedir justicia. Más tarde esas reclamaciones fueron delegadas al lord chancellor y
más tarde a una corte que se llamó tribunal de la cancillería. El sistema de
equidad generó un cuerpo especial de reglas con un valor superior al de las
establecidas por otros tribunales legales del reino. Al principio, los tribunales del
common law estaban más vinculados por los precedentes que los tribunales de
equidad, que proveían remedios basados en nociones de justicia, a unos litigantes
que rechazaban sus soluciones más técnicas.

Hacia el final de la edad media, el common law y el sistema de equidad


formaban la parte más importante y amplia del Derecho inglés. El common law fue
evolucionando hacia un menor formalismo y la jurisdicción de equidad acumuló
sus precedentes específicos, de tal forma que estas dos visiones de Derecho
24

judicial fueron acercándose y creciendo juntas. Al fin, en la Ley de la Judicatura de


1873, se abolió la distinción entre common law y jurisdicción de equidad en
Inglaterra. La última consecuencia del crecimiento y posterior absorción de la
jurisdicción de equidad por parte del common law fue el gradual aumento de
competencias de los tribunales formales.

Desde la Revolución Industrial, como respuesta a la complejidad creciente


de la ley y la necesidad de mayor claridad y accesibilidad, el Parlamento británico
se instauró como la principal fuente de las nuevas leyes, modificando o añadiendo
normas al cuerpo del Derecho judicial. En la actualidad las leyes del Parlamento
han llegado a abarcar la mayoría de las relaciones jurídicas en general. A pesar de
ello, el common law continúa teniendo importancia para interpretar las normas que
son muchas veces reformulaciones de las reglas y principios del common law
primitivo.

d) Carta Magna. Carta Magna, cédula que el rey Juan Sin Tierra de
Inglaterra otorgó a los nobles ingleses el 15 de junio de 1215. Está considerada,
de una forma exagerada e inexacta, como la base de las libertades
constitucionales en Inglaterra. Los fracasos militares de Juan en Francia, los
elevados impuestos y el abuso que hizo de sus privilegios reales y feudales
provocaron la rebelión de la nobleza. Algunas de sus reclamaciones eran de
índole personal, pero otras se basaban en el deseo de protegerse de los abusos
de la autoridad del rey. En el año 1215, tras una considerable discusión, un grupo
de nobles redactó un documento que enviaron al monarca para que lo sancionara
con el sello real. Cuando Juan rehusó hacerlo, los nobles se negaron a mantener
su fidelidad, marcharon a Londres y tomaron la ciudad. El Rey, comprendiendo
que debía llegar a un acuerdo, se reunió el 15 de junio con los nobles en
Runnymede, localidad próxima a Windsor, donde selló y promulgó la Carta.

La Carta Magna contenía la primera definición detallada de las relaciones


entre el rey y la nobleza, garantizaba los derechos feudales y regularizaba el
sistema judicial. También abolía muchos de los abusos de los derechos feudales,
en los que estaban incluidas las tasaciones que establecía la Corona sin el
consentimiento del Consejo del Reino. El comercio quedó protegido al garantizar
las libertades de Londres y de otras ciudades, municipios y puertos de Inglaterra.
La Carta garantizaba, igualmente, la libertad comercial para los extranjeros y
establecía un sistema regularizado de pesos y medidas. El Tribunal de Justicia
quedó fijado permanentemente en Westminster; el desarrollo de los juicios se
simplificó al atenerse éstos a estrictas normas procesales y se regularon las penas
por felonía. No se podría condenar a nadie por un rumor o una mera sospecha,
sino sólo por el testimonio de pruebas fidedignas.

Entre los años 1216 y 1217, durante el reinado del hijo de Juan, Enrique III,
la Carta Magna fue ratificada por el Parlamento. En 1297, ya en el reinado de
Eduardo I, el Parlamento la confirmó en una versión modificada y puesta al día. La
Carta fue la base legal que utilizaron quienes se oponían a las prerrogativas
reales, durante la rebelión parlamentaria que tuvo lugar a principios del siglo XVII.
25

Algunos estudiosos habían defendido que la Carta se refería sólo a un acuerdo


entre el rey y los nobles, pero los parlamentaristas, bajo el liderazgo del jurista
inglés sir Edward Coke, interpretaron que incluía a todos los hombres libres. La
Carta quedó reforzada en 1628 con la Petición de Derechos y más tarde en el año
1689 con la Declaración de Derechos. Todo ello constituyó la base de la
hegemonía del Parlamento sobre la Corona y estableció una autoridad documental
para el ejercicio de la ley en Inglaterra. Aunque la Carta Magna puede ser
revocada por el Parlamento en cualquier momento, por lo que no es legalmente
inviolable, a los derechos que establece se les ha dado fuerza de ley durante siete
siglos, lo que asegura su validez legal.

4.1.2. ORGANIZACIÓN POLÍTICA.

El Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte es una monarquía


parlamentaria basada en una constitución no escrita, que ha evolucionado a lo
largo de siglos y comprende leyes estatutarias, Derecho común (basado en
precedentes judiciales) y la costumbre. Los principios de la Constitución y de las
prácticas constitucionales son inherentes a las instituciones de gobierno, que son
la Corona, el gabinete de ministros, el Consejo Privado y el Parlamento.

a) La monarquía. El soberano británico es el jefe de Estado y como tal,


según la ley, jefe del ejecutivo, parte integral del legislativo, jefe del poder judicial,
comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de la Corona, y máxima autoridad de
la Iglesia de Inglaterra. Además, es el presidente de la Commonwealth y el jefe de
Estado de 15 países de dicha organización. La monarquía es hereditaria. Por el
Acta de Establecimiento (1700) sólo los descendientes protestantes de la princesa
Sofía, electora de Hannover y nieta de Jacobo I de Inglaterra y IV de Escocia,
pueden acceder al trono. El actual monarca, la reina Isabel II, subió al trono en
1952, tras la muerte de su padre, Jorge VI. El heredero es su hijo mayor, Carlos,
príncipe de Gales.

La monarquía es la institución de gobierno más antigua del país; se


remonta al rey sajón Egberto que gobernó toda Inglaterra en el año 829. Sin
embargo, sus antiguos poderes absolutos se han reducido progresivamente y hoy
en día el soberano actúa asesorado por sus ministros, que constitucionalmente no
pueden ser ignorados. La monarquía también elige formalmente al primer ministro
y al gobierno, al igual que a jueces, oficiales de las Fuerzas Armadas,
gobernadores, diplomáticos, obispos y otros cargos superiores del clero de la
Iglesia de Inglaterra.

b) Poder ejecutivo. Las funciones ejecutivas son realizadas en la práctica


por el gobierno de Su Majestad, formado por varios ministros dirigidos por el
primer ministro y dependiente del apoyo de la mayoría de miembros de la cámara
baja del Parlamento, o Cámara de los Comunes. En general esto significa que el
partido con mayoría en los Comunes es el encargado de formar gobierno y que el
primer ministro es el líder del partido mayoritario. El cargo de primer ministro
26

comenzó a desarrollarse en el siglo XVIII, durante la administración de Robert


Walpole, pero no fue constitucionalmente reconocido hasta 1905. El primer
ministro, elegido por el monarca, escoge a los ministros del gobierno,
normalmente miembros de los Comunes, aunque también pueden pertenecer a la
Cámara de los Lores, la cámara alta del Parlamento. El gabinete tiene autoridad
suprema de gobierno, decide y ejecuta la política y coordina los departamentos
gubernamentales.

c) El Consejo Privado. Antes del desarrollo del sistema de gabinete de


gobierno, el Consejo Privado era la principal fuente del poder ejecutivo; sus
orígenes datan de la época de los monarcas normandos. El Consejo Privado
asesora acerca de la promulgación de edictos reales, como la convocatoria o la
disolución del Parlamento. Sus miembros lo son de por vida, y comprende a todos
los ministros del gabinete en funciones, los antiguos ministros de gabinete, los
arzobispos de Canterbury y York, el presidente de la Cámara de los Comunes y
eminentes figuras públicas. En la actualidad hay cerca de 400 consejeros
privados.

d) Poder legislativo. El legislativo británico, el Parlamento, es una de las


asambleas representativas más antiguas del mundo. Surgió como consecuencia
de la necesidad de los monarcas ingleses medievales de conseguir medios
adicionales de financiación, principalmente para emprender guerras. Su primera
mención data de 1236 y se refiere a las asambleas de los nobles. A finales del
siglo XV el Parlamento tenía una estructura parecida a la de hoy. Comprende dos
cámaras: los representantes de comunidades (Cámara de los Comunes) y
aquellos convocados individualmente (Cámara de los Lores). Según la
Constitución, la autoridad legislativa suprema del Reino Unido es ‘la Corona en el
Parlamento’. En los últimos 280 años, el monarca ha dado, de forma automática,
el consentimiento real a las decisiones legislativas adoptadas.

I. La Cámara de los Lores. La Cámara de los Lores está compuesta por


miembros seculares y religiosos; éstos últimos son los arzobispos de Canterbury y
York, los obispos de Londres, Durham y Winchester, y los 21 obispos diocesanos
de más edad de la Iglesia de Inglaterra. El gobierno puede mandar leyes a esta
cámara desde la instauración de la Ley del Parlamento (1911). La Cámara no
puede bloquear la legislación fiscal. Según las estipulaciones de la Ley
Parlamentaria de 1949, tampoco debe rechazar otros proyectos de ley si se han
aprobado dos veces sucesivas en la Cámara de los Comunes.

II. La Cámara de los Comunes. Los miembros de la Cámara de los


Comunes se eligen por sufragio universal en distritos electorales. A principios del
año 2000 esta cámara tenía en total 659 miembros. La edad de voto se rebajó a
18 años en 1969. Según la ley, cada Parlamento tiene una duración de cinco años,
a menos que sea disuelto antes, o aumentado por un estatuto especial en tiempos
de guerra o emergencia nacional. El soberano disuelve el Parlamento al final del
periodo de cinco años o antes por consejo del primer ministro; a partir de entonces
todos los miembros de la Cámara de los Comunes están sujetos a reelección.
27

e) Poder judicial. Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte tienen sus
propios sistemas legales, con considerables diferencias en cuanto a derecho,
organización y prácticas.

f) Partidos políticos. El sistema de partidos políticos, que data de finales


del siglo XVII, es un elemento esencial en el funcionamiento de la Constitución.
Aunque varios partidos tienen escaños en los Comunes, en el Reino Unido ha
predominado básicamente un sistema bipartidista. El partido con la mayoría forma
el gobierno, y el segundo partido es oficialmente reconocido como la Leal
Oposición de Su Majestad. El líder de la oposición recibe un salario de los fondos
públicos por su papel. Desde el final de la I Guerra Mundial, el Partido
Conservador y el Partido Laborista han dominado la escena política. El Partido
Laborista fue creado en 1900 como brazo político de los sindicatos con el impulso
intelectual de la Fabian Society (Sociedad Fabiana). El Partido Conservador ha
favorecido a las empresas privadas al disminuir las regulaciones estatales. El
Servicio Nacional de Salud continúa teniendo un amplio apoyo popular y las
tentativas del gobierno conservador de reducir gastos e introducir mecanismos de
mercado durante la década de 1980 encontraron una considerable oposición. El
Partido Liberal, que estuvo en el gobierno de forma periódica, perdió el apoyo
electoral y en 1988 se unió al Partido Socialdemócrata (formado por disidentes
laboristas) para crear el Partido Demócrata Liberal.

g) Gobierno territorial. La estructura del gobierno británico es unitaria. En


1974 entró en vigor una importante reorganización del gobierno local en Inglaterra
y Gales, y en 1975 en Escocia. Un nuevo sistema simplificado reemplazó a los
antiguos condados y municipios. En Inglaterra y Gales (con la excepción del Gran
Londres) el concepto de condado permanece, pero ha sufrido una considerable
reestructuración; en estos territorios se crearon condados, subdivididos en 369
distritos; tanto los condados como los distritos tienen sus propios consejos
representativos. Seis condados de Inglaterra, que abarcaban importantes áreas
urbanas, recibieron el nombre de condados metropolitanos; el resto se conoce
como condados no metropolitanos o rurales. En Londres se creó el Consejo del
Gran Londres en el que existían organismos representativos inferiores para cada
uno de los 32 municipios londinenses y de la ciudad de Londres.

En Escocia, los condados se reemplazaron por nueve regiones subdivididas


en 53 distritos, cada uno con su respectivo consejo. En las islas Orcadas,
Shetland y en las islas occidentales se crearon tres administraciones insulares
unitarias. En Irlanda del Norte se crearon 26 distritos.

Bajo el gobierno conservador de la década de 1980 se iniciaron cambios


substanciales en el gobierno local. El Consejo del Gran Londres y los seis
condados metropolitanos fueron abolidos.

4.1.3. FUENTES DEL DERECHO.


28

Sobre este punto, los autores José Humberto Zárate, Ponciano Octavio
Martínez García y Ama de los Ángeles Ríos Ruiz señalan que las fuentes del
Derecho inglés, son las siguientes:

a) Precedente. En el discurso jurídico inglés precedent significa una norma


jurídica creada judicialmente (a judge-made rule). Este significado se deriva, sin
duda, de la doctrina del precedente (o doctrina del stare decisis) que caracteriza la
creación judicial del Derecho en los sistemas jurídicos del common law.

En este contexto precedent significa un caso (litigio) resuelto o, bien, una


decisión judicial (sentencia) que se considera como ejemplo o autoridad para
casos idénticos o similares que surjan con posterioridad. En un sentido más
restringido, los precedentes judiciales son decisiones anteriores de tribunales
superiores a las cuales se considera, encierran un principio o ratio que debe ser
aplicado en los casos posteriores en el que se plantee la misma cuestión jurídica.
Es de esta manera como los precedentes vinculan a los jueces.

Así entonces, el precedente es una decisión judicial definitiva dictada en el


pasado, y cuyo sentido resolutorio es adoptado en la decisión de un asunto
posterior, en virtud de repetirse en grado de similitud los hechos y circunstancias
que dieron origen a ambos conflictos de intereses.

En la tradición del common law, una decisión judicial contiene dos


elementos fácilmente distinguibles cuando aquélla deviene en precedente: una
parte toral, conocida como ratio decidendi, que es donde reside la esencia del
precedente, el fundamento del sentido decisorio, el principio legal aplicado al caso
concreto y que representa la norma jurídica por excelencia del common law,
denominada regla de Derecho (legal rule); la segunda parte se conoce como
obtier dictum, y representa las opiniones e información que el juez incluye en la
sentencia y que, sin dejar de contribuir, no son determinantes para su sentido.

b) Legislación. Es considerada como una fuente secundaria en el Derecho


inglés, en cierta manera complementaria de los precedentes. Regula amplias
facetas del Estado y de los gobernados, cuyas necesidades jurídicas demandan,
en muchos casos con prontitud, la satisfacción general a priori y flexiblemente
abstracta que la norma parlamentaria puede ofrecer con mayor eficacia que las
decisiones judiciales, y de ahí su trascendencia como fuente formal del Derecho.

Cuenta con un grado de abstracción notoriamente restringido, como


consecuencia de la facultad judicial de revisar e interpretar la normatividad
parlamentaria. Por tal motivo, el Parlamento promulga leyes con un alto nivel de
especificidad y detalle respecto de las materias y modalidades por regular, a
efecto de evitar que la actividad de la judicatura desvirtúe o modifique el intento
inicial de la norma legislada.

c) Costumbre y usos. Estas fuentes constituyen las fuentes no escritas del


Derecho inglés, y las podemos explicar mejor a través del siguiente cuadro:
29

Costumbre Usos
Es una fuente de derecho sustantivo. Es una fuente de derecho adjetivo.
Constituyó la fuente principal en la época Actualmente, tienen vigencia plena, ya que
prenormándica, y proporcionó los fundamentos indican la manera en que se espera deben
normativos sobre los cuales la idea del common conducirse y funcionar las instancias estatales,
law pudo nacer y desarrollarse en sus inicios, incluida la judicatura.
conociéndosele como la costumbre general
inmemorial del reino.
En la actualidad, la costumbre no resulta ser una Su influencia se extienden incluso al campo del
fuente viva del Derecho, salvo por algunas Derecho Constitucional, y por ellos se elige al
cuantas prácticas mercantiles. jefe del Ejecutivo.

d) La razón. Sólo algunos doctrinarios, de corte románica, la consideran


como fuente inglesa del Derecho. Se aplica ante la ausencia de reglas
jurisprudenciales de Derecho o de normatividad legislada aplicables en la solución
de un litigio concreto, los jueces recurren a la razón a efecto de emitir sobre el
caso. Sus defensores (como René David) consideran que la razón es una fuente
inagotable que permite a los jueces ingleses llenar las lagunas de Derecho, e
incluso orientar la evolución de su sistema jurídico a través de soluciones
razonables que, idealmente, deben armonizar con las normas jurídicas ya
existentes.

e) La doctrina. Reviste mínima importancia como proceso generador de


avances en el sistema jurídico, esto se da, por lógica consecuencia, ya que si
recordamos que la formación del jurista inglés se lleva a cabo en la práctica, como
aprendiz de la experiencia y no de la teoría, la cual bien puede significar no más
que especulaciones ociosas poco útiles en la labor de un abogado o de un juez.

(Fuente de consulta: José Humberto Zárate, et. al., Sistemas Jurídicos


Contemporáneos, Editorial Mc Graw Hil, México, 1997, páginas 111 a 117).

UNIDAD 5
FAMILIA DEL COMMON LAW.
ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA

OBJETIVO ESPECÍFICO. EXPLICARÁ Y RESALTARÁ LAS


CARACTERÍSTICAS DEL DERECHO ESTADOUNIDENSE, SU ORGANIZACIÓN
JUDICIAL, CONCEPTOS JURÍDICOS, FUENTES DEL DERECHO; ASÍ COMO
LA DISTINCIÓN ENTRE SUS PROCESOS PENAL Y CIVIL.

5.1 EL DERECHO DE LOS ESTADOS UNIDOS.

5.1.1 ANTECEDENTES HISTÓRICOS.

Los Estados Unidos surgen como entidad política a finales del siglo XVIII,
pero la historia nacional se inicia con una breve reseña de los principales
30

acontecimientos que dieron lugar al nacimiento de la Unión. Los viajes, a finales


del siglo XV, de Cristóbal Colón y en menor medida de Giovanni Caboto,
constituyeron el inicio del descubrimiento y de la colonización del continente
americano. Tras los viajes de Colón y de los descubridores españoles, España
conquistó vastos dominios en todo el continente americano. Caboto, navegante al
servicio del monarca inglés Enrique VII, consiguió tocar brevemente Terranova en
1497.

Francia y los Países Bajos también participaron en la tarea de ocupar


territorios en el subcontinente americano. Los franceses fundaron Quebec en
1608, como primer paso en su estrategia. Los brillantes logros alcanzados por
descubridores como Jacques Marquette, Louis Jolliet y René Robert Cavalier de
La Salle hicieron que Francia obtuviera vastos territorios en el interior, incluido
todo el valle alto del río Mississippi, durante los 75 años siguientes. La incapacidad
para consolidar este enorme dominio motivó el deseo de Francia de establecer un
comercio de pieles con los nativos, más que intentar desalojarlos de sus tierras,
como hicieron los ingleses. Además, su política colonial no incentivó una
inmigración a gran escala por lo que la población colonial francesa se mantuvo
reducida durante los siglos XVII y XVIII.

Los holandeses basaron sus pretensiones sobre estos territorios en las


exploraciones de Henry Hudson, marinero inglés al servicio de la Compañía de las
Indias Orientales. Éste llegó a la actual bahía de Nueva York en 1609 y exploró el
río que lleva su nombre. Durante los años siguientes, los holandeses enviaron
diversos navíos mercantes hasta esa zona, a la que denominaron Nueva Holanda;
fundaron puestos comerciales en la isla de Manhattan y en las proximidades de la
actual Albany, entre los años 1613 y 1614. Dado el beneficioso comercio de pieles,
los holandeses no intentaron colonizar de inmediato Nueva Holanda, lo que no
implicó que comenzaran a establecerse colonos de forma permanente desde
1624. Al año siguiente se fundó Nueva Amsterdam (hoy Nueva York).

La actividad colonizadora inglesa se reanudó en 1620, cuando los


separatistas adquirieron el derecho para asentarse en Virginia. El Mayflower entró
en la bahía de Massachusetts. Los peregrinos o Pilgrim Fathers (cuarenta y uno
de los hombres del grupo), asumiendo que eran ajenos a cualquier clase de
gobierno establecido, se reunieron a bordo del buque y firmaron el Pacto del
Mayflower, que es la primera legislación escrita del país; más tarde fundaron la
colonia de Plymouth. La creación de Plymouth fue el punto de partida de la
colonización de Nueva Inglaterra, que se llevó a cabo principalmente por
puritanos. En este periodo el suceso más significativo fue la fundación y desarrollo
entre 1629 y 1630 de la Compañía de la Bahía de Massachusetts.

La primera manifestación de la autoridad parlamentaria sobre las colonias


fue la Ley de Navegación de 1651 que obligaba a que las importaciones y
exportaciones de las colonias debían embarcarse en buques de bandera inglesa;
leyes posteriores prohibieron las relaciones comerciales entre las colonias y
terceros países. Aunque los comerciantes de las colonias solían hacer caso omiso
31

de estas disposiciones cuando afectaban a sus intereses, esta legislación creó un


ambiente comercial que por lo general beneficiaba a las colonias y a la metrópoli
por igual.

En 1660 con el nuevo reinado de Carlos II de Inglaterra se ampliaron las


leyes de navegación y New Hampshire y Massachusetts pasaron a ser provincias
reales. En 1684 Jacobo II decretó la unificación de las colonias de Nueva York,
Nueva Jersey y Nueva Inglaterra en una única provincia real, el dominio de Nueva
Inglaterra. La resistencia de las colonias a este control por parte del rey adoptó
diversas formas; así, en Massachusetts estalló una rebelión armada y en Boston el
populacho se hizo con el control de la colonia.

La llegada al poder de Guillermo III de Orange (reinó entre 1688 y 1703)


originó un vuelco total en la política diplomática inglesa. El gobierno inglés desafió
al poderío militar francés, su principal rival en la construcción de un imperio
colonial. La posterior guerra tuvo lugar en fases sucesivas durante casi un siglo y
en distintas partes del mundo. En los territorios septentrionales de América del
Norte, probablemente el escenario en donde se combatió con más
encarnizamiento, las distintas etapas del conflicto fueron: la guerra del rey
Guillermo (1689-1697), la guerra de la reina Ana, (1702-1713), la guerra del rey
Jorge (1744-1748) y la Guerra Francesa e India (1754-1763). El régimen francés
era muy centralista, disponía de un ejército bien preparado y contaba como
aliados con buena parte de las tribus nativas del Este. Las colonias británicas, por
el contrario, apenas cooperaban unas con otras, no mantenían alianzas fiables
con los nativos y carecían de gran poder militar. No obstante, los británicos
contaron desde el principio con una enorme superioridad en hombres y material, y
un mayor apoyo de la metrópoli.

Las tres primeras guerras no ofrecieron resultados decisivos, aunque el


Tratado de Utrecht (que puso fin a la guerra de Sucesión española) firmado en
1713 obligaba a Francia a entregar numerosos territorios. El decisivo
enfrentamiento entre Inglaterra y Francia por el control de la cuenca del río Ohio
condujo a la fase final del conflicto, la Guerra Francesa e India. Desde sus
modestos orígenes en 1754, este conflicto se convirtió rápidamente en un
enfrentamiento por el dominio del espacio en disputa; aunque la primera parte de
la guerra supuso una serie de desastres para los británicos y sus colonias, desde
1757 Gran Bretaña y sus aliados asestaron fuertes golpes a Francia en la
extensión europea del conflicto (ver Guerra de los Siete Años). En los territorios de
América del Norte, el esfuerzo bélico en esta segunda fase de la guerra fue
llevado a cabo por el ejército británico, apoyado por tropas auxiliares de las
colonias. En 1759 las tropas británicas y coloniales conquistaron Quebec y al año
siguiente se apoderaron de Montreal, lo que supuso la destrucción del poderío
francés en el continente. El resto de la guerra, que tuvo como escenarios Europa,
las Indias Occidentales, la India y África, fue una serie ininterrumpida de victorias
británicas que obligaron a Francia a capitular el año 1763. Según los términos del
Tratado de París, Francia perdió todas sus posesiones en los territorios de
Norteamérica. Toda la región al este del Mississippi y todas las posesiones
32

francesas en lo que hoy es Canadá pasaron a manos de Gran Bretaña. España,


aliada de Francia durante la contienda, entregó parte de la Florida, pero se le
confirmó el dominio de los territorios al oeste del Mississippi.

Como resultado de la guerra el déficit público británico se duplicó, por lo


que se hicieron necesarios nuevos ingresos y algunos sectores políticos creyeron
que las colonias eran las que debían contribuir a recaudar estos fondos. Se
promulgaron nuevas leyes impositivas como la Stamp Act que provocaron amplia
indignación y oposición entre los colonos. Se crearon sociedades secretas de
patriotas que se llamaban a sí mismos hijos de la libertad y que en 1765
demandaron una serie de derechos. El Parlamento británico rechazó estas
demandas pero derogó la Stamp Act. Sin embargo, en 1767 se reavivó la política
de establecer impuestos directos a las colonias. El Parlamento aprobó una serie
de medidas conocidas como las Townshend Acts, que gravaban una serie de
artículos. Las colonias se opusieron a estos nuevos impuestos con boicoteos de
productos británicos o, como en Boston, mediante un abierto desafío al gobierno
británico. El 5 de marzo de 1770 tropas británicas abrieron fuego contra una
multitud hostil, produciendo el primer derramamiento de sangre del conflicto.

En 1770 el gobierno británico retiró todos los impuestos establecidos


excepto el del té. Sin embargo, en un intento por evitar la quiebra de la Compañía
de las Indias Orientales, el Parlamento concedió a esta empresa el monopolio de
la venta del té a las colonias. lo que provocó una nueva crisis al considerar las
colonias que esta nueva Ley del Té las obligaba a someterse a los impuestos del
Parlamento, lo que culminó con la destrucción de algunos cargamentos de té en
Boston.

La reacción del Parlamento a los sucesos de Boston fue rápida y severa;


fue cerrado el puerto de Boston y se impusieron nuevas sanciones. La indignación
que se suscitó entre las colonias condujo a la celebración en septiembre de 1774
del primer Congreso Continental. En este Congreso se envió una petición al
soberano británico Jorge III para que reparara los agravios, se pidió la
intensificación del boicot comercial a Gran Bretaña y se preparó un nuevo
congreso en el caso de que los británicos rehusaran aceptar las demandas de las
colonias.

El rey Jorge III rechazó la petición del Congreso y consideró el movimiento


de protesta de las colonias como una rebelión. En menos de cuatro meses, el
conflicto armado estalló en Massachusetts cuando el gobernador real, general
Thomas Gage, envió tropas contra Concord, ciudad en la que los dirigentes de la
resistencia habían acumulado armas y municiones. El 19 de abril tropas regulares
británicas dispararon contra la formación de una milicia patriótica en Lexington,
precipitando la primera batalla de la guerra de la Independencia estadounidense.

El segundo Congreso Continental, celebrado el 10 de mayo de 1775 en


Filadelfia, proclamó la decisión de las colonias de resistir la agresión británica
mediante la fuerza, determinó crear un ejército continental, proclamó a George
33

Washington jefe supremo del mismo, autorizó la emisión de papel moneda y


asumió otras prerrogativas propias de poder ejecutivo. El Congreso también apeló
al gobierno británico para alcanzar una solución pacífica del conflicto, pero Jorge
III respondió en agosto con una proclama que exhortaba a sus “leales súbditos”
para “reprimir la rebelión y la sedición” en aquellos territorios. Mientras tanto, las
tropas coloniales habían infligido importantes bajas a un gran ejército de tropas
regulares británicas en Charlestown, Massachusetts. El segundo Congreso
Continental declaró la independencia el 2 de julio de 1776 y dos días más tarde
adoptó una declaración formal de principios, redactada por Thomas Jefferson,
justificando esa acción.

Entre 1776 y 1865 la confederación estadounidense pasó de 13 a 36


estados miembros. La joven nación tuvo que hacer frente a serios problemas
sociales, económicos y políticos. Los dos más graves fueron cuál de las
autoridades prevalecería, la del gobierno federal o la de cada uno de los estados,
y hasta qué punto la esclavitud debería permitirse. La controversia sobre ambas
cuestiones se hizo cada vez más agria y dividió al país en dos bandos opuestos: el
Norte y el Sur.

Con la firma del Tratado de París (1783), que puso fin a la guerra con Gran
Bretaña, el país se enfrentó con nuevos problemas, el principal de los cuales era
establecer una forma de gobierno que mantuviera a los trece estados en una
unión sólida y efectiva. Poco después de la independencia se firmó un acuerdo
entre los miembros del Congreso Continental, conocido como los Artículos de la
Confederación que fueron aprobados por el Congreso en 1777 y ratificados
sucesivamente por los diversos estados. Según los artículos, los estados
miembros conservaban de forma explícita su autoridad soberana, el Congreso era
un órgano en el que estaban representados los estados y no el pueblo, funcionaba
como un gran poder ejecutivo plural, no como una asamblea legislativa.

Los más ardientes nacionalistas, como James Madison y Alexander


Hamilton, creían que los Artículos de la Confederación deberían deshacerse pero
el Congreso acordó en 1787 permitir una reunión de delegados de todos los
estados para que propusieran enmiendas al sistema. Reunidos en Filadelfia desde
mayo hasta septiembre, con George Washington en la presidencia, la asamblea
redactó la Constitución de los Estados Unidos. En general, la Constitución echaba
las bases para una unión nacional efectiva gracias en gran medida al trabajo de
Madison, James Wilson, Roger Sherman y otros delegados nacionalistas, creando
un sistema gubernamental articulado en tres poderes: el ejecutivo, el legislativo y
el judicial.

La Constitución entró en vigor en 1788 después de que nueve estados la


hubieran ratificado; doce estados aprobaron el documento a finales de 1788. El 4
de marzo de 1789 el primer Congreso de los Estados Unidos se reunió en Nueva
York, por aquel entonces capital de la nueva nación. George Washington, elegido
por unanimidad primer presidente de Estados Unidos, inició su mandato el 30 de
abril de ese año.
34

La Guerra Anglo-estadounidense no resolvió ninguna de las cuestiones por


las que había estallado. El Tratado de Gante (1814), que puso fin al conflicto,
restableció la situación previa al enfrentamiento armado. La guerra tuvo, no
obstante, tres grandes consecuencias para Estados Unidos: creó un fuerte
sentimiento de unidad y orgullo nacional, destruyó la influencia política del Partido
Federalista y acabó con el dominio que los acontecimientos europeos tenían en la
vida política estadounidense.

El resultado de la Guerra Anglo-estadounidense mostró que, a pesar del


enfrentamiento con la primera potencia mundial de la época, Estados Unidos
consiguió sobrevivir, favoreciendo el desarrollo nacional. En la década posterior,
los poderes del gobierno federal fueron ampliados gracias a diversas e
importantes resoluciones del Tribunal Supremo que limitaban diversos poderes
legislativos y ejecutivos de los estados. El territorio nacional se amplió al ceder
España la actual Florida a Estados Unidos (1819) como consecuencia del Tratado
de Onis-Adams, que resolvía una prolongada disputa entre ambos países. En
política exterior, el fuerte espíritu nacional quedó patente con la formulación de la
Doctrina Monroe (1823), que manifestaba la determinación de Estados Unidos de
evitar nuevos procesos colonizadores europeos en todo el continente americano,
lo que implicaba apoyar a las repúblicas sudamericanas en la lucha por su
independencia de España.

Este periodo de fuerte unidad nacional (a veces conocido como ‘época de


las buenas intenciones’) fue el preludio de otro periodo de enfrentamientos entre
distintos sectores del país por cuestiones económicas, sociales y políticas que se
prolongaría durante cuatro décadas y desembocaría en la Guerra Civil
estadounidense.

Durante el siglo XVII se habían llevado unos 25.000 negros africanos a las
colonias norteamericanas y la esclavitud era legal en todas ellas. La demanda de
una mano obra barata para trabajar en las plantaciones de algodón, principal
cultivo de los estados sureños, provocó un gran incremento en el número de
esclavos en el Sur. El Norte consideraba a la esclavitud una institución deplorable
y poco apropiada para la actividad industrial; así, a finales del siglo XVIII todos los
estados al norte de Maryland, excepto Nueva Jersey, habían declarado la
abolición de la esclavitud.

La Constitución estadounidense, sin embargo, reconocía esta institución y


el Congreso actuó en sus inicios a veces en contra de la esclavitud y en otras su
favor; así, una ordenanza de 1787 prohibía la esclavitud en el Territorio del
Noroeste y otra, por el contrario, en 1793, aprobó las leyes de los esclavos
fugitivos. En 1808 el Congreso prohibió la importación de esclavos a Estados
Unidos.

La primera gran controversia sobre esta cuestión tuvo lugar en 1818 cuando
el territorio de Missouri, donde la esclavitud era legal, solicitó su ingreso en la
35

Unión. Tras una larga y violenta polémica en todo el país, el Congreso promulgó el
Compromiso de Missouri. Según esta ley, Missouri fue admitido como estado
esclavista, aunque la esclavitud quedó prohibida en todos los estados que se
crearan más allá del territorio de Luisiana. La disputa que siguió a la entrada en
vigor del Compromiso de Missouri centró la atención de todo el país sobre la
cuestión de la esclavitud. Desde 1820, creció el sentimiento abolicionista en los
estados del Norte fundamentado en criterios éticos, mientras que el Sur veía en la
abolición un ataque directo a su tradicional modo de vida.

La división de la opinión pública nacional sobre la esclavitud se hizo más


violenta a partir de 1830, convirtiéndose en una crisis 1840. En esa época,
Estados Unidos había adquirido gran cantidad de territorio al oeste y, de nuevo,
comenzó la disputa entre el Norte y el Sur sobre si la esclavitud debía permitirse
en aquellas regiones.

En enero de 1854, el senador y dirigente del Partido Demócrata Stephen


Arnold Douglas presentó el Acta de Kansas-Nebraska por la que Luisiana se
dividió en dos zonas: Nebraska al norte y Kansas al sur. La Ley estipulaba que sus
habitantes decidirían si aprobaban la esclavitud lo que generó una dura oposición.
Provocó la destrucción del partido Whig (dividido entre los partidarios de la Ley en
el Sur y los opuestos a la misma en el Norte) y originó un violento conflicto en
Kansas entre los abolicionistas y los proesclavistas.

La consecuencia principal de esta ley fue la creación del Partido


Republicano, cuyos miembros denunciaron la esclavitud, se opusieron a su
expansión y exigieron, de forma específica, la retirada de la Ley de Kansas-
Nebraska y la Ley de Esclavos Fugitivos. El nuevo partido estaba dominado, no
por los abolicionistas, que buscaban el final inmediato de la esclavitud, sino por los
que deseaban limitar la esclavitud a las fronteras existentes.

La Guerra Civil puso fin a los dos grandes problemas del país: la relación entre el
gobierno federal y los estados, y la esclavitud. El Congreso abolió la esclavitud en
1862; el 1 de enero de 1863, Lincoln promulgó la proclamación de la
Emancipación, por la que se declaraba libres a todos los esclavos en los estados
esclavistas. Por último, el 6 de diciembre de 1865, la decimotercera enmienda de
la Constitución abolió la esclavitud en todos los estados. El periodo de posguerra
estuvo marcado por el dominio de los republicanos en los asuntos nacionales.

El primer asunto al que tuvo que hacer frente el país, una vez acabada la
Guerra Civil (periodo conocido como la Reconstrucción), fue determinar cómo
reintegrar a los estados secesionistas a la Unión. El plan de Lincoln consistía en
readmitir a los estados suristas sin imponerles excesivas represalias, aunque el
Congreso demandara mayor severidad. El presidente Andrew Johnson mantuvo
inicialmente una postura similar a la de Lincoln. El Congreso aprobó en 1867 las
Leyes de Reconstrucción, por las que la mayor parte del Sur quedaba dividido en
cinco distritos militares, se garantizaba el derecho a sufragio a la población
36

masculina negra, y a los antiguos dirigentes políticos confederados se les prohibió


tomar parte en los gobiernos de los diversos estados.

La política adoptada por los sucesivos gobiernos de este periodo de la


Reconstrucción provocó gran resentimiento en el Sur. Los sureños eran incapaces
de aceptar cualquier forma de gobierno en el que negros y los delegados del Norte
tuvieran un papel importante e intentaron alterar a los gobiernos federales con
estallidos de violencia y, a través de la intimidación, orquestada sobre todo por el
Ku Klux Klan. El Norte, cada vez más cansado de imponer la Reconstrucción por
la fuerza, permitió que en 1867 los sureños lograran recuperar el control de los
gobiernos de todos sus estados.

En 1885 fue elegido presidente Grover Cleveland, y así, por vez primera
desde 1856, los demócratas llegaban al poder. Su mandato estuvo caracterizado
por el nacimiento del movimiento obrero organizado, con una influencia política y
económica. Los sindicatos adquirieron una dimensión nacional entre 1861 y 1866.
El primer intento para unir a todas las organizaciones sindicales en una sola
federación tuvo lugar en 1866 con la creación de la National Labor Union
(‘Sindicato Nacional del Trabajo’), que se disolvió en 1872 debido a sus
disensiones internas. Surgieron otros grupos sindicales de carácter clandestino, el
más importante de los cuales era conocido como Knights of Labor (‘caballeros del
trabajo’), que hacia 1886 era una organización nacional con más de 700.000
afiliados. Su importancia disminuyó cuando se crearon organizaciones
dependientes de la Internacional socialista. Durante la presidencia de Cleveland,
el movimiento obrero llevó a cabo por vez primera movimientos reivindicativos en
demanda de mayores salarios y reducción de horas de trabajo; entre 1886 y 1887
tuvieron lugar en Estados Unidos unas 3.000 huelgas.

Durante el mandato de Cleveland se redujeron los privilegios de las


compañías ferroviarias y se intentó reducir los aranceles con el fin de mejorar el
nivel de vida de los consumidores.

Su sucesor en la presidencia, Benjamin Harrison, llevó a cabo una política


financiera contraria a la de Cleveland. Se aumentaron los aranceles aduaneros y
se declaró ilegal toda forma restrictiva de comercio. En 1892, el antiguo presidente
Cleveland volvió a ser reelegido.

En las elecciones de 1912, el Partido Demócrata nominó candidato a la


presidencia al gobernador de Nueva Jersey Woodrow Wilson; dada la disensión
interna entre los republicanos, Wilson ganó las elecciones. Su programa político
de tendencia progresista, fue conocido como “Nueva Libertad”. Wilson,
demostrando una inusual habilidad para mediar entre las tendencias de su
gabinete y del Congreso, logró llevar a cabo, durante la mayor parte de sus dos
mandatos, importantes reformas legislativas que afectaron a la política arancelaria,
el sistema bancario, los trusts, el mundo laboral y la agricultura.
37

Después de rebajar los aranceles y de aumentar los impuestos para


compensar los impuestos federales, en 1913 se creó el sistema de la Reserva
Federal. En ese año, también se ratificó la decimoséptima Enmienda a la
Constitución por la que los senadores serían elegidos por sufragio universal y no
por las asambleas legislativas de cada uno de los estados.

Wilson consideró “indefendible e intolerable” el monopolio privado e impuso


al Congreso la creación de la Comisión Federal de Comercio, encargada de
investigar y evitar la aplicación de métodos de competencia desleal. Otras leyes
estaban orientadas a mejorar las condiciones de trabajo y evitar contrataciones
irregulares.

Sin embargo, las cuestiones más importantes durante la presidencia de


Wilson fueron las relacionadas con el estallido de la I Guerra Mundial y la firma de
la paz en 1919. Para más detalles acerca de estos temas, véase más adelante el
apartado I Guerra Mundial.

Durante la Guerra Civil estadounidense Francia y Gran Bretaña intentaron


sacar provecho de esa situación. El emperador francés Napoleón III, ignorando las
protestas del Departamento de Estado, había apoyado en 1863 al archiduque de
Austria, Maximiliano I, que fue proclamado emperador de México y en 1864 envió
tropas francesas que invadieron México. Tras la Guerra Civil estadounidense las
enérgicas protestas de Estados Unidos y el levantamiento de los liberales
mexicanos, dirigidos por Benito Juárez, provocaron la retirada de las tropas
francesas en 1867. Maximiliano perdió su trono y fue ejecutado por los mexicanos.

Gran Bretaña había permitido, durante la Guerra Civil, la construcción en


sus astilleros de cruceros confederados que infligieron severas pérdidas a la flota
nordista. Estados Unidos intentó lograr compensaciones por esas pérdidas. Rusia,
al contrario que Francia y Gran Bretaña, se mostró cordial con el gobierno de la
Unión durante la contienda civil; esta relación amistosa entre ambos países
permitió que Estados Unidos comprara Alaska a Rusia (1867).

El conflicto diplomático más grave que tuvo Estados Unidos en la segunda


mitad del siglo XIX fue el que le enfrentó con España por la isla de Cuba. Durante
la guerra de los Diez Años entre España y su provincia cubana, un navío de guerra
español capturó un vapor estadounidense, el Virginius, que llevaba suministros a
los rebeldes cubanos y algunos miembros de su tripulación fueron ejecutados.
Este suceso provocó un fuerte sentimiento antiespañol en Estados unidos,
alentado por ciertas cadenas de periódicos. La situación llegó a su punto
culminante cuando el acorazado Maine, atracado en el puerto de La Habana para
proteger a los ciudadanos estadounidenses en Cuba, explotó el 15 de febrero de
1898 perdiendo la vida 260 hombres. Si bien no se determinó en esa época si el
Maine fue hundido por los españoles, por los rebeldes cubanos o como
consecuencia de un accidente, la opinión pública estadounidense responsabilizó a
España. (En 1969 la Armada estadounidense confirmó, según sus investigaciones,
que la explosión fue originada por un fallo en las calderas). El 19 de abril de 1898
38

el Congreso adoptó una resolución por la que se reconocía la independencia de


Cuba, exigía la retirada española de Cuba y autorizaba al presidente a utilizar la
fuerza para hacer cumplir esta resolución. En la práctica suponía una declaración
de guerra a España.

La breve guerra acabó con una total victoria estadounidense. El Tratado de


París, firmado el 10 de diciembre de 1898, que puso fin al conflicto, aseguraba la
independencia de Cuba; obligaba a España a ceder Puerto Rico, Guam y Filipinas
a Estados Unidos que, como compensación, pagaba 20 millones de dólares a
España por la cesión de Filipinas.

El final de la guerra con España obligó a que Estados Unidos tuviera que
afrontar el problema de organizar y gobernar Puerto Rico, Filipinas y Cuba.
Mantuvo un protectorado sobre Cuba hasta 1902, cuando las tropas
estadounidenses de ocupación traspasaron el poder a Tomás Estrada Palma,
primer presidente de ese país. El Congreso instauró un gobierno civil en Puerto
Rico y en 1917 se otorgó la ciudadanía estadounidense a los puertorriqueños. En
Filipinas, los rebeldes, dirigidos por Emilio Aguinaldo, hicieron frente en un primer
momento a la ocupación estadounidense, pero renunciaron a la lucha en 1902. La
Ley Jones de 1916 creaba un Senado electivo y prometía una futura
independencia, pero hasta el 4 de julio de 1946 Filipinas no se convirtió en un
estado soberano.

Durante la presidencia de Theodore Roosevelt la política exterior de


Estados Unidos fue muy agresiva, en especial en América Central, el Caribe y el
Extremo Oriente, usando la fuerza cuando la era considerado necesario (Esta
política queda bien sintetizada en la máxima “habla suavemente y lleva un gran
palo”, en inglés “Speak softly and carry a big stick”). La guerra con España había
mostrado la necesidad de un canal interoceánico (en Nicaragua o en el istmo de
Panamá) que por razones de seguridad nacional debería estar bajo control
exclusivo de Estados Unidos. Gracias a la iniciativa de Roosevelt, Estados Unidos
firmó el Tratado Hay-Herrán con Colombia (país del que Panamá era entonces
una provincia) por el cual Colombia arrendó una zona de 16 kilómetros de anchura
en Panamá. El Senado colombiano rechazó el tratado, tras lo cual estalló una
rebelión en Panamá, apoyada por Estados Unidos, que acabó por convertirse en
una república independiente. Gracias al Tratado Hay-Bunau-Varilla de 1903,
firmado con la República de Panamá, Estados Unidos obtuvo a perpetuidad (tras
un pago inicial de 10 millones de dólares y un pago anual de 250.000 dólares) los
16 km de territorio requeridos para la construcción del canal que se inició y
concluyó en 1914. (Mediante unos tratados ratificados en 1978, Estados Unidos
renunció a la Zona del Canal de Panamá en 1979 y se acordó que el canal pasara
a hegemonía panameña en el año 2000).

La situación de México desde 1910 había originado gran preocupación en


Estados Unidos. En 1911 el dictador Porfirio Díaz había sido derrocado por una
revolución dirigida por el reformista Francisco Madero. Éste, cuyos esfuerzos por
iniciar un proceso de reformas habían sido vistos con buenos ojos por Estados
39

Unidos, fue asesinado y el general Victoriano Huerta se hizo cargo del gobierno
del país y actuó como dictador. Aunque algunos estados mexicanos apoyaban a
Huerta y a pesar de que numerosos países le habían reconocido como presidente
de México, Wilson se negó a hacerlo, alegando que el nuevo régimen procedía del
asesinato de Madero y que además era demasiado débil para mantener el orden
en el país. En 1914 Estados Unidos apoyó al general Venustiano Carranza que
dirigió una sublevación contra Huerta, quien llevó a cabo actos de represalia
contra ciudadanos estadounidenses. Estados Unidos respondió a su vez
ocupando Veracruz.

Al estallar la guerra en Europa el presidente Wilson proclamó formalmente


la neutralidad de Estados Unidos. Esta declaración, no obstante, no evitó que
surgieran tendencias favorables a uno u otro bando contendiente en el país.

Con objeto de evitar que llegaran a Gran Bretaña alimentos, municiones y


otros suministros, Alemania declaró zona de guerra las aguas que rodeaban a
Gran Bretaña e Irlanda, ordenando a sus submarinos que hundieran todos los
buques enemigos. Para evitar la posibilidad de que pudieran ser atacados barcos
neutrales por error, Alemania recomendó que éstos no penetraran en esa zona. En
mayo de 1915 un submarino alemán torpedeó sin aviso previo un buque de
pasajeros, el Lusitania, frente a las costas irlandesas; murieron 1.198 personas, de
las cuales 128 eran estadounidenses. Las autoridades alemanas aseguraron que
el Lusitania transportaba municiones a Gran Bretaña (aseveración que la
investigación posterior demostró ser cierta); sin embargo, la presión de la opinión
pública estadounidense obligó a que el Departamento de Estado consiguiera la
promesa alemana de adoptar precauciones para garantizar la vida de civiles.

A pesar de esas promesas, en marzo de 1916 un submarino alemán hundió


un ferry de vapor en el canal de la Mancha, el Sussex, en el que murieron dos
ciudadanos estadounidenses. En mayo el gobierno alemán prometió no hundir
buques mercantes sin dar aviso previo y sin salvar antes las vidas de los
tripulantes y viajeros.

A finales de enero de 1917 Alemania declaró la guerra submarina sin


restricciones en una zona mayor aún de la que había establecido en 1915. El 3 de
febrero Estados Unidos rompió relaciones diplomáticas con Alemania. Los nuevos
ataques submarinos contra barcos neutrales y el descubrimiento de un plan del
ministerio de Asuntos Exteriores alemán según el cual Alemania, Japón y México
se unirían contra Estados Unidos si este país entraba en la guerra, hicieron que
Wilson pidiera el 2 de abril de 1917 al Congreso que declarara la guerra a
Alemania. Ver Primera Guerra Mundial.

El presidente Wilson desempeñó un papel destacado en la Conferencia de


Paz celebrada en París en 1919 tras la derrota de Alemania. Su intención de
restablecer la paz sobre la base de su programa conocido como los Catorce
Puntos, quedó frustrada por la diplomacia de las otras potencias aliadas que
deseaban imponer duras sanciones a Alemania. El único punto importante del
40

programa de paz de Wilson que quedó reflejado en el texto del Tratado de


Versalles (1919) fue la creación de la Sociedad de Naciones. El Senado
estadounidense no ratificó ni la entrada del país en la Sociedad de Naciones ni el
Tratado, por lo que los acuerdos de paz con Alemania, Austria y Hungría hubieron
de ser negociados después por separado.

Con las elecciones celebradas en 1920 se inicia un periodo de dominio


republicano caracterizado por el establecimiento de unos elevados aranceles. En
esta década, el Congreso estadounidense cambió la tradicional política
estadounidense de una inmigración sin restricciones, lo que provocó una
considerable reducción de la inmigración europea. Además, en el movimiento
obrero se produjo la decadencia de las organizaciones socialistas, cuyo principal
representante era el Partido Socialista de América (SPA).

El tema más controvertido del periodo 1920-1932 fue la prohibición de la


fabricación y venta de bebidas alcohólicas que dio origen a un periodo de violencia
cuando bandas organizadas de criminales controlaron la venta ilegal de bebidas
alcohólicas. En 1929, una comisión presidencial dictaminó que la puesta en
práctica de las leyes antialcohólicas había constituido un fracaso.

El primer año del mandato del presidente Herbert Clark Hoover se vio
marcado por un suceso que hizo tambalearse los cimientos económicos del país:
el hundimiento del mercado de valores ocurrido en 1929. Durante el periodo de
expansión económica en esa misma década, muchos ciudadanos y empresas
invirtieron sus ahorros y beneficios en sectores especulativos.

Los precios de las acciones alcanzaron su mayor nivel durante los primeros
seis meses del mandato de Hoover. En este periodo, los particulares invirtieron
miles de millones de dólares en el mercado bursátil, obteniendo el dinero para
tales inversiones gracias a préstamos bancarios, la hipoteca de sus casas y la
venta de obligaciones del Estado. En octubre de 1929 la fiebre compradora se
había agotado y dio paso a otra fiebre, en este caso vendedora. Los precios se
hundieron y miles de personas perdieron todo lo que habían invertido, lo que
supuso, en muchos casos, su completa ruina financiera. El 29 de octubre, el
mercado de valores de Nueva York conoció su peor día y se produjo una situación
de pánico. A finales de ese año, la caída de los valores de las acciones había
alcanzado la cifra de 15.000 millones de dólares.

El hundimiento de la Bolsa precedió a una depresión económica que no


sólo afectó a Estados Unidos, sino que a comienzos de la década de 1930
adquirió dimensiones mundiales. Se cerraron fábricas, el paro se incrementó de
forma constante, los bancos se hundieron y la inflación subió de forma incesante.
Entre las medidas adoptadas se incluyeron la realización de obras públicas, la
modificación de las normas del sistema de la Reserva Federal para facilitar que los
hombres de negocios y los granjeros obtuvieran créditos, y la creación de la
Corporación Financiera para la Reconstrucción con la finalidad de conceder
préstamos de urgencia a las industrias, a las compañías ferroviarias, a las
41

compañías de seguro y a los bancos. No obstante, la depresión económica


empeoró aún más, de tal modo que en 1932 cientos de bancos habían quebrado,
cientos de empresas y de fábricas habían cerrado y más de diez millones de
trabajadores estaban sin empleo. La campaña presidencial de 1932 estuvo
marcada por la crisis económica. Los demócratas, liderados por Franklin Delano
Roosevelt, obtuvieron una victoria abrumadora.

La política exterior estadounidense entre 1920 y 1932 estuvo centrada en el


problema de las deudas de guerra, las reparaciones exigidas a Alemania y en el
esfuerzo estadounidense para obtener una cooperación internacional que
asegurara la paz mundial. Los países aliados en la I Guerra Mundial habían
contraído fuertes deudas con Estados Unidos pero, dada la incapacidad para
pagarlas, el Congreso estadounidense creó una comisión especial para negociar
estas deudas que quedaron considerablemente reducidas. Ver Reparaciones de
guerra.

Durante el periodo de 1920 a 1932, Estados Unidos intentó lograr la paz


mundial de tres formas: promoviendo una política de limitación armamentística,
acordando con Francia un pacto en el que se renunciaba a la guerra como
instrumento político y cooperando con la Sociedad de Naciones. Estados Unidos
participó en cuatro conferencias internacionales sobre limitación de armas: la
Conferencia de Washington (1921-1922), la Conferencia de Ginebra (1927), la
Conferencia Naval de Londres y la Conferencia Mundial de desarme en 1932. El
Pacto Briand-Kellog (1928) supuso la renuncia a la guerra como medio para
solventar diferencias entre los países; fue ratificado en 1929 por el Senado.

Aunque Estados Unidos rehusó ingresar en 1920 en la Sociedad de


Naciones, colaboró durante los siguientes 12 años con ésta en sus esfuerzos para
lograr una paz mundial
El gobierno creó diversos organismos para socorrer a los desempleados y a
los más necesitados. Se distribuyeron subsidios de desempleo mediante agencias
locales, estatales y federales que crearon trabajos temporales, se ayudó a los
granjeros, industriales y obreros, se modernizaron las condiciones de vida rurales
mediante la incorporación de maquinaria agrícola, se crearon diversos organismos
para fomentar la construcción de viviendas. Con la aprobación de la Ley de la
Seguridad Social Estados Unidos dio un gran paso adelante para garantizar la
seguridad económica a su población. Esta ley otorgaba ingresos a la tercera edad,
una compensación a los desempleados y servicios de bienestar social a madres,
niños, mayores y ciegos.

Los primeros que sufrieron la crisis de 1929 fueron los inversores y los
clientes de los bancos. El New Deal también tuvo en cuenta los intereses de estos
grupos. La Ley de Obligaciones Federales (1933) protegía a los inversores contra
practicas fraudulentas. Para proteger a los impositores bancarios, el Congreso
aprobó la Ley de Emergencia Bancaria (1933) que otorgaba al presidente la
facultad de reorganizar los bancos insolventes. La política para luchar contra la
inflación se centró en la devaluación del dólar.
42

También los grandes negocios salieron beneficiados: se otorgaron créditos


a compañías ferroviarias, a bancos, a corporaciones de crédito agrícola, a
compañías de seguros y a instituciones crediticias para vivienda. Con el fin de
recaudar los fondos necesarios para financiar la política del New Deal, el Gobierno
incrementó ligeramente los impuestos sobre bienes, ingresos, beneficios de
corporaciones y emitió deuda pública.

El New Deal fue alabado por los que creían que había salvado al país de la
adopción de soluciones revolucionarias, ya fueran fascistas o socialistas, aunque
fue muy criticado por otros que vieron en la política de Roosevelt un peligroso
recorte de los derechos asegurados por el sistema de libre mercado. En las
elecciones de 1936, Roosevelt obtuvo una de las mayores victorias políticas de la
historia estadounidense.

Su segundo mandato estuvo marcado por la polémica en relación con el


Tribunal Supremo que había declarado inconstitucional, en parte o en su totalidad,
gran número de las medidas gubernamentales, como la Ley de Recuperación de
la Industria Nacional (1933). La pretensión de Roosevelt de disminuir el número de
miembros del Tribunal Supremo fue rechazada por el Senado; sin embargo, el
fallecimiento de varios de ellos permitió su sustitución por otros favorables al New
Deal.

La política exterior estadounidense se centró en aumentar el comercio


exterior, en especial con Sudamérica, solucionar los problemas creados por la
guerra entre China y Japón (iniciada en 1937) y el estallido de la II Guerra Mundial
en 1939, en la que Estados Unidos entró en 1941.

La creación en 1934 de bancos de exportación e importación mediante los


cuales el Gobierno concedió préstamos a las empresas para que aumentaran sus
ventas en países extranjeros, favoreció la expansión del comercio exterior. La
política de buena vecindad con los países de Sudamérica dio lugar a una
considerable expansión del comercio estadounidense en esa zona.

Tras el estallido de la II Guerra Mundial en Europa en septiembre de 1939,


la ayuda de Estados Unidos a los países que hacían frente a la agresión fascista
se hizo más enérgica. A finales de 1939 el Congreso levantó en cierta parte el
embargo de armas impuesto por las leyes de neutralidad, y Francia y Gran
Bretaña pudieron, desde ese momento, adquirir material estadounidenses. Los
éxitos alemanes de la primavera de 1940 llevaron a Estados Unidos a adoptar
medidas inmediatas para reforzar sus defensas.

En 1940 el Congreso autorizó préstamos a los países sudamericanos para


fines defensivos. El presupuesto de defensa aumentó de forma notable para
construir una gran y poderosa flota capaz de enfrentarse con éxito a cualquier
posible alianza de flotas enemigas. La aprobación en septiembre de 1940 de la
primera llamada al servicio militar en tiempo de paz permitió que 1,2 millones de
43

soldados se incorporaran a las Fuerzas Armadas y se tomaron medidas para


movilizar los recursos industriales del país para una posible guerra.

En 1940 Roosevelt fue nominado de nuevo para la presidencia. En marzo


de 1941 el Congreso aprobó la Ley de Préstamos y Arriendos que autorizaba al
presidente a transferir, vender, prestar o arrendar suministros militares a cualquier
país cuya defensa fuera vital para la seguridad de Estados Unidos. La alianza
entre Gran Bretaña y Estados Unidos parecía cercana tras el anuncio en agosto
de 1941 de la Carta del Atlántico, proclama de las ocho bases de la paz que
ambos países deseaban. Esta carta fue pergeñada por Roosevelt y el primer
ministro británico Winston Churchill. El año 1941 estuvo caracterizado por un
intenso debate nacional entre los aislacionistas que se oponían a la participación
de Estados Unidos en la II Guerra Mundial y a la ayuda a Gran Bretaña, y los
intervencionistas que consideraban esencial para la seguridad estadounidense la
victoria sobre el Eje Roma-Berlín-Tokio.

El 7 de diciembre de 1941 el gobierno japonés lanzó un ataque aéreo sobre


la base naval estadounidense de Pearl Harbor, en Hawai. Al día siguiente, Estados
Unidos declaró la guerra a Japón. El 11 de diciembre Alemania e Italia declararon
la guerra a Estados Unidos.

Los esfuerzos diplomáticos de Roosevelt dieron como resultado una serie


de conferencias con Winston Churchill y el líder soviético Iósiv Stalin, en las que
se tomaron medidas de actuación militar y se acordó la rendición incondicional de
las potencias del eje. En la Conferencia de El Cairo (1943) se planeó el desarrollo
de la guerra contra Japón. En la Conferencia de Teherán, celebrada en 1943,
Churchill, Stalin y Roosevelt formularon los planes para un ataque conjunto sobre
Alemania. En la Conferencia de Yalta, celebrada en 1945, se decidió dividir
Alemania en zonas de ocupación y crear la Organización de las Naciones Unidas
(ONU). Otras reuniones establecieron las bases para la organización de la ONU y
otras formas de cooperación mundial tras la guerra.

Las elecciones de 1944 permitieron que Roosevelt fuera reelegido por


cuarta vez, pero falleció el 12 de abril de 1945. Le sucedió el vicepresidente Harry
S. Truman, cuyos primeros problemas fueron la finalización de la guerra y el
establecimiento de la paz mundial. Alemania se rindió formalmente ante los
aliados el 8 de mayo de 1945. Mientras tanto, la guerra continuaba en el Pacífico.

Para facilitar la reconversión de la economía de guerra a una economía en


tiempos de paz, el gobierno de Truman formuló un programa de 21 puntos que
perseguían el pleno empleo, la cooperación entre los obreros y los empresarios,
aumentar la percepción por desempleo, la ayuda federal a la educación, garantizar
los derechos civiles, incrementar el salario mínimo y el mantenimiento de la ayuda
exterior. Gran parte de este programa fue rechazado abiertamente por la mayoría
republicana en el Congreso.
44

A pesar de estos problemas internos, Estados Unidos continuó su


intervención en los asuntos internacionales gracias a su participación como
miembro de Naciones Unidas y en otros organismos internacionales, y a la
celebración de los juicios de crímenes de guerra contra antiguos dirigentes
alemanes y japoneses. En agosto de 1946 Estados Unidos se adhirió al Tribunal
Internacional de Justicia de la Haya. Entre las más importantes cuestiones
diplomáticas estadounidenses se encontraba la propuesta del control de la energía
atómica y de las armas nucleares por parte de Naciones Unidas. La Ley de
Seguridad Nacional de 1947 creó la Secretaría de Defensa y unificó a los distintos
jefes de Estado Mayor. También estableció el Consejo Nacional de Seguridad para
planear y coordinar la política de defensa, y la CIA (Central Intelligence Agency)
para reunir información estratégica del extranjero.

En 1947 en un esfuerzo por detener el avance del comunismo en Europa,


sobre todo en Grecia y Turquía, se estableció la denominada Doctrina Truman,
mediante la cual Estados Unidos suministraría ayuda militar y económica a los
países amenazados por la agresión y la subversión comunista. Un importante pilar
a esta política fue el Plan Marshall, propuesto en junio de 1947 por el secretario de
Estado George C. Marshall, que consistía en un vasto programa de ayuda
económica para permitir la recuperación de Europa; fue rechazada por los países
del Este sometidos a la Unión Soviética.

La puesta en órbita del primer satélite soviético Sputnik 1, en octubre de


1957, provocó la inmediata respuesta estadounidense: en enero de 1958 se lanzó
al espacio el primer satélite de Estados Unidos, el Explorer 1. El 1 de mayo de
1960 un avión espía estadounidense fue derribado en el espacio aéreo soviético.
Dos semanas más tarde, en una reunión celebrada en París, Jruschov exigió que
Eisenhower pidiera perdón por la violación del espacio aéreo soviético; al negarse
a ello, se clausuró la conferencia. En Sudamérica, el creciente resentimiento
contra la política estadounidense se hizo evidente en Cuba donde la revolución,
encabezada por Fidel Castro, que derrocó la corrupta dictadura de Fulgencio
Batista, concluyó con el establecimiento de un régimen progresista. Cuando
Estados Unidos se negó a conceder un préstamo a Castro en 1959, éste buscó en
la Unión Soviética la ayuda económica que sus vecinos del norte le negaron. El
gobierno de Eisenhower rompió relaciones diplomáticas con Cuba en enero de
1961 lo que obligó a Castro a radicalizar su régimen, decididamente marxista-
leninista.

En julio de 1960 los demócratas nominaron candidato presidencial a John


Fitzgerald Kennedy, que derrotó por un estrecho margen al candidato republicano
Richard Nixon. Las primeras propuestas económicas de Kennedy estaban
destinadas a contrarrestar los efectos de la recesión económica para lo cual era
necesario aumentar el gasto público. Otras medidas adoptadas consistieron en
ayudar a las regiones más deprimidas económicamente y en aumentar el salario
mínimo de los trabajadores empleados en el comercio interestatal. Sin embargo,
gran parte de su programa de política nacional fue rechazado por el Congreso.
45

Los derechos civiles constituyeron el principal problema interior durante el


mandato de Kennedy. El fiscal general del Estado, Robert Kennedy, presionó
enérgicamente para que se pusiera fin a la segregación racial en las escuelas y
para que se defendiera el derecho al voto de las minorías.

Los negros y sus partidarios blancos continuaron sus manifestaciones


contra la discriminación. Destaca la concentración de más de 250.000 personas
en la ciudad de Washington el 28 de agosto de 1963, en la cual Martin Luther King
pronunció su famoso discurso “Tengo un sueño”. En gran medida como
consecuencia de estos acontecimientos, Kennedy recomendó extender la
legislación relativa a los derechos civiles pero esta medida fue retrasada por el
Congreso a lo largo de 1963.

En el ámbito exterior Kennedy intentó alcanzar un acercamiento con el


bloque comunista. Con la ayuda de su secretario de Defensa Robert Strange
McNamara, sustituyó la política de “represalia masiva” por otra de “respuesta
flexible”. En abril de 1961 Kennedy autorizó el desembarco de bahía de Cochinos,
invasión planeada durante la presidencia de Eisenhower y que llevaron a cabo
exiliados anticastristas; a pesar del apoyo estadounidense, resultó un fracaso y la
mayor parte de los invasores fueron muertos o capturados. Kennedy tuvo que
hacer frente más tarde a las nuevas exigencias soviéticas sobre Berlín en una
reunión con Jruschov celebrada en Viena en junio. Tras el fracaso de la misma,
numerosos alemanes comenzaron a pasarse en masa al Berlín Occidental; la
respuesta soviética fue comenzar la construcción de un muro que separaría los
dos sectores de Berlín, además de iniciar nuevamente las pruebas nucleares.
Kennedy también ordenó la reanudación de las pruebas atómicas; en 1964
Estados Unidos había triplicado el número de sus misiles.

En Sudamérica Kennedy trabajó para invertir la política de Truman y


Eisenhower de ayuda militar más que económica. Inició la Alianza para el
Progreso, programa que otorgaba 20.000 millones de dólares a los países
sudamericanos para modernizar sus economías. El Cuerpo de Paz, creado el 22
de septiembre de 1961, fue otro intento para mejorar la imagen de Estados Unidos
en Sudamérica y en otras regiones del mundo.

El 22 de octubre de 1962 se inició un grave conflicto entre Estados Unidos y


la Unión Soviética al denunciar Kennedy que los soviéticos estaban construyendo
bases de misiles ofensivos en Cuba y exigir a la Unión Soviética que las
desmantelara y retirara los misiles. Al mismo tiempo declaró que las fuerzas
navales estadounidenses bloquearían la isla interceptando e inspeccionando los
cargamentos de los barcos que navegaran rumbo a Cuba. Durante algunos días la
guerra pareció inminente pero al final de la semana Jruschov aceptó desmantelar
las bases y permitir la inspección estadounidense in situ a cambio de la garantía
de Estados Unidos de no invadir la isla.

Mientras que las relaciones con la Unión Soviética mejoraban, la situación


en el Sureste asiático se deterioró. La constante presión del Vietcong, grupo
46

nacionalista vietnamita dominado por los comunistas, hizo que Kennedy


aumentara la ayuda militar al gobierno de Ngô Dinh Diêm. El 1 de agosto el
impopular régimen fue derrocado y Diêm fue asesinado con la tácita aprobación
estadounidense. Le sucedió una junta militar que fue reconocida de inmediato por
Estados Unidos.

El presidente Kennedy fue asesinado el 22 de noviembre de 1963 en Dallas


(Texas) y fue sucedido por el vicepresidente Lyndon Baines Johnson. Lee Harvey
Osvald, sospechoso del asesinato, fue detenido casi inmediatamente. Antes de
que pudiera ser interrogado sobre el magnicidio, fue asesinado a su vez por Jack
Ruby. Todas estas circunstancias dieron lugar a numerosas dudas y rumores de
una posible conspiración. El presidente Johnson nombró una comisión
encabezada por el presidente del Tribunal Supremo para que investigara el
asesinato. En el polémico informe final se afirmaba que Oswald había actuado en
solitario. Ver Comisión Warren.

En 1964 los demócratas obtuvieron un gran éxito electoral cuando su


candidato Johnson obtuvo la presidencia y consiguieron la mayoría en el Senado y
en la Cámara de Representantes. En 1965 esbozó un programa de largo alcance;
el Congreso promulgó la mayor parte de sus propuestas.

Durante estos años se produjeron serios disturbios raciales en diversas


ciudades estadounidenses. Johnson creó una comisión para que investigase las
causas de estas revueltas civiles; el informe de esta comisión alertaba del
crecimiento de la polarización racial en Estados Unidos.

Por lo que respecta a la política exterior, Johnson tuvo que hacer frente a
una serie de crisis, iniciadas en Sudamérica. Panamá y Estados Unidos
mantuvieron una seria disputa por el control del Canal; tras una revuelta
antiestadounidense, se negoció un nuevo tratado sobre el dominio del canal. En
1965 la amenaza de la guerra civil en la República Dominicana hizo que Johnson
enviara 22.000 soldados con la excusa de proteger a los ciudadanos
estadounidenses residentes en la isla y para evitar que se instaurara un régimen
comunista.

La crisis en el Próximo Oriente, que acabó con la guerra entre Israel y


varios países árabes en junio de 1967 (ver Guerra de los Seis Días), dio lugar a
una intensa ronda de maniobras diplomáticas que culminaron en la reunión entre
Johnson y el primer ministro soviético Alexéi Nikoláievich Kosiguin. En respuesta a
la ayuda soviética a los países árabes y a su creciente influencia en el
Mediterráneo, Estados Unidos incrementó la ayuda militar a Israel.

El principal problema de Johnson en la política exterior fue la guerra de


Vietnam. Durante 1964 continuó la política iniciada por Kennedy de enviar
asesores militares para ayudar al ejército de Vietnam del Sur, pero no inició una
escalada del conflicto. Sin embargo, Johnson anunció ese mismo año que los
norvietnamitas habían atacado a buques estadounidenses en el golfo de Tonkín y
47

el Congreso aprobó una resolución que autorizaba al presidente a incrementar la


participación militar estadounidense en el Sureste asiático. En 1967 Estados
Unidos estaba bombardeando casi todo Vietnam del Norte y había enviado unos
500.000 hombres a Vietnam del Sur. Este aumento de la intervención
estadounidense produjo un gran debate nacional que se intensificó en 1968 tras la
ofensiva del Tet, durante la cual los norvietnamitas atacaron las principales
ciudades de Vietnam del Sur.

Johnson anunció, el 31 de marzo de 1968, la suspensión de los


bombardeos sobre Vietnam del Norte a fin de comenzar negociaciones que
pusieran fin a la guerra. También manifestó su renuncia a presentarse candidato a
las elecciones presidenciales de ese año. Su mandato estuvo caracterizado desde
ese momento por una serie de disturbios internos. El asesinato de Martin Luther
King en Menfis (Tennessee), el 4 de abril de 1968, originó una nueva oleada de
disturbios en Washington y otras grandes ciudades. Robert Kennedy fue tiroteado
el 5 de junio, tras ganar las elecciones primarias del Partido Demócrata en
California, y murió al día siguiente.

Nixon declaró su intención de limitar progresivamente la guerra mediante


una política de “vietnamización” que implicaba la sustitución de las tropas
estadounidenses por survietnamitas, entrenadas y equipadas por Estados Unidos.
A finales de 1971 apenas quedaban menos de 175.000 soldados. El Congreso, no
obstante, intentó que Nixon acelerara el proceso y limitó el presupuesto para la
guerra a través de diversas medidas parlamentarias.

Nixon obtuvo su reelección como presidente el 7 de noviembre de 1972. El


27 de enero de 1973 se firmó en París un acuerdo de alto el fuego, lo que permitió
la retirada de las tropas estadounidenses de Vietnam. Poco después de iniciar su
segundo mandato en enero de 1973 aparecieron las revelaciones sobre la ilegal
intervención de las líneas telefónicas y del frustrado allanamiento del cuartel
general del Partido Demócrata en el edificio de oficinas Watergate en Washington,
el 17 de junio de 1972. Las investigaciones posteriores implicaron a altos
funcionarios del gobierno de Nixon.

Estados Unidos tuvo que afrontar una crisis política y económica en los
años siguientes. El vicepresidente Agnew dimitió el 10 de octubre de 1973 tras la
acusación de sobornos y evasión de impuestos. El 6 de diciembre de 1973 le
sucedió Gerald Ford.

La política de distensión entre Estados Unidos y la Unión Soviética


continuó. Leonid Brezhnev y Nixon intercambiaron visitas en 1973 y 1974. La
distensión sufrió un retroceso en octubre de 1973 cuando estalló un nuevo
conflicto entre árabes e israelíes. El Kremlin apoyó a los países árabes y Estados
Unidos a Israel. No obstante, ambas superpotencias cooperaron en la
consecución de un acuerdo de cese el fuego.
48

Desde finales de 1973 hasta el verano de 1974 aumentaron las pruebas de


la participación de Nixon en el escándalo Watergate y su intento de ocultarlo. A
comienzos de agosto de 1974 Nixon tuvo que enfrentarse a un inminente proceso
judicial que le incapacitaría para seguir en la presidencia, por lo que dimitió el 9 de
agosto. El vicepresidente Ford le sucedió. Uno de sus primeros actos fue otorgar
el perdón a su predecesor por cualquier delito que hubiera cometido en el ejercicio
del cargo.

La crisis económica internacional era aguda y Estados Unidos conoció sus


tasas de desempleo e inflación más elevadas desde hacía décadas. La
Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) había impuesto en el
invierno de 1973 un embargo de petróleo a Estados Unidos y a otros países
occidentales en respuesta al apoyo que prestaban a Israel. El precio del crudo se
cuadruplicó en pocos meses, intensificándose la crisis monetaria internacional. En
1975 Estados Unidos comenzó a recuperarse de la recesión iniciada dos años
antes.

Mientras tanto, la repentina reanudación de la guerra en Vietnam, Laos y


Camboya, el posterior triunfo comunista y la expulsión de Estados Unidos del
Sureste asiático en la primavera de 1975 debilitó la confianza en la fortaleza y
lealtad estadounidense para con sus aliados.

En política exterior criticó con dureza a los gobiernos de la Unión Soviética


y de otros países por violación de los derechos humanos. En septiembre de 1977
firmó un tratado con Panamá por el que Estados Unidos se comprometía a ceder
el control del canal el año 2000; tras encendidos debates, este tratado fue
ratificado por el Senado. El gobierno estadounidense intentó establecer la paz en
Oriente Próximo; en 1978 Carter presidió una reunión en Camp David entre los
máximos dirigentes de Egipto e Israel cuyo resultado fue un tratado de paz entre
esos dos países en marzo de 1979. En enero de ese año Estados Unidos
estableció plenas relaciones diplomáticas con la República Popular China.

En noviembre de 1979 un grupo de revolucionarios iraníes asaltaron la


embajada de Estados Unidos en Teherán y tomaron como rehenes a 53 miembros
de la embajada. El Gobierno estadounidense se negó a aceptar la demanda de
extradición del sha Muhammad Reza Pahlavi realizada por los captores, por lo que
se llegó a un punto muerto. En abril de 1980 Carter ordenó el rescate
aerotransportado de los rehenes que resultó un fracaso. Entre tanto, Estados
Unidos redujo sus relaciones comerciales con la Unión Soviética como protesta
por la invasión soviética de Afganistán y se negó a ratificar el Tratado SALT II de
limitación de armas estratégicas con la URSS.

Entre 1979 y 1980 la economía estadounidense se deterioró. La inflación


anual creció en más del 10% y el dólar bajó. Carter obtuvo su nominación para las
elecciones de 1980, mientras que los republicanos presentaron como candidato al
antiguo actor y gobernador de California Ronald Reagan que triunfó de forma
abrumadora, aprovechando el desprestigio popular del presidente Carter por la
49

crisis de los rehenes y la mala situación económica. Los republicanos se hicieron


con el control del Senado por vez primera desde hacia treinta años.

El programa de Reagan establecía la reducción de impuestos, del gasto


público y el reforzamiento de la defensa nacional. El presidente sufrió un atentado
en marzo de 1981, lo que no impidió llevar a cabo su programa y le permitió
aumentar su popularidad. Durante los siguientes meses el Congreso promulgó la
rebaja de impuestos más grande de la historia de Estados Unidos, redujo el gasto
al recortar partidas presupuestarias para gastos sociales y ayudas a los estados y
autoridades locales, y aumentó el presupuesto de Defensa. Sin embargo, durante
los años 1981 y 1982 se produjo una notable recesión económica.

En política internacional, Reagan y su secretario de Estado Alexander Haig


se alejaron de la política de distensión con la Unión Soviética y pusieron de
manifiesto una política de dureza; la isla de Granada fue invadida en octubre de
1983. En América Central Reagan respaldó a las fuerzas gubernamentales de El
Salvador, pero apoyó la actividad guerrillera contra el gobierno sandinista en
Nicaragua. Las relaciones con la Unión Soviética empeoraron en 1983 y Reagan
anunció la Iniciativa de Defensa Estratégica, más conocida como la ‘guerra de las
galaxias’.

Justo antes de las elecciones de 1984, los soviéticos habían expuesto su


deseo de abrir nuevas conversaciones sobre control de armamento y se
celebraron dos encuentros al máximo nivel entre Reagan y el dirigente soviético
Mijaíl Gorbachov. El programa espacial sufrió un grave retroceso cuando la
lanzadera espacial Challenger explotó nada más despegar el 28 de enero de
1986; sus siete tripulantes murieron. En abril Estados Unidos llevó a cabo un
bombardeo aéreo sobre Libia en represalia por ataques terroristas contra
ciudadanos estadounidenses.

El mandato de Reagan se debilitó aún más en 1987 debido al aumento del


déficit público y comercial y a la investigación, realizada por el Congreso, sobre la
venta gubernamental de armas a Irán para financiar a la contra nicaragüense. El
19 de octubre de 1987 la Bolsa sufrió su peor día en toda su historia, al bajar el
índice Dow-Jones un 22,6%. En diciembre Reagan y Gorbachov firmaron un
tratado para eliminar los misiles de alcance medio.

George Bush, antiguo vicepresidente con Reagan, fue el candidato


republicano en las elecciones presidenciales de 1988. Al tomar posesión del
cargo, los principales retos a los que tuvo que hacer frente eran el déficit
presupuestario y comercial y la ofensiva diplomática soviética en Europa. En
diciembre de 1989 Estados Unidos invadió Panamá para derrocar el régimen del
general Manuel Antonio Noriega, acusado en Estados Unidos de tráfico de drogas.
Bush y Gorbachov acordaron acabar con la producción de armas químicas y
reducir los arsenales de este tipo de armamento.
50

Más de 500.000 soldados estadounidenses sirvieron con los aliados


durante la guerra del Golfo Pérsico en 1991. En abril de ese año las tropas
estadounidenses intervinieron en el norte de Irak para proteger a los refugiados
kurdos de las represalias del gobierno iraquí. La diplomacia estadounidense se
centró en un esfuerzo junto a la Unión Soviética para alcanzar la paz en Oriente
Próximo. Tras la desintegración de la URSS y de la República de Yugoslavia entre
1991 y 1992, Estados Unidos reconoció a casi todos los nuevos estados surgidos.
En abril de 1992 estalló en Los Angeles una de las peores revueltas raciales de la
historia de Estados Unidos tras la absolución de cuatros policías blancos que
habían apaleado a un sospecho negro, Rodney King, trece meses antes.
Cincuenta y ocho personas murieron en los disturbios.

El gobernador de Arkansas Bill Clinton fue el candidato demócrata en las


elecciones de 1992, convirtiéndose en el primer presidente demócrata desde
1976. Los demócratas conservaron su mayoría en ambas cámaras. Bush,
ejerciendo la presidencia en funciones, envió 20.000 soldados estadounidenses a
Somalia bajo los auspicios de la ONU para mantener la paz y ayudar al reparto de
la ayuda humanitaria. Esta acción recibió el apoyo del presidente electo Clinton, lo
mismo que la firma en enero de 1993 del Tratado START II sobre desarme nuclear
entre Bush y el presidente ruso Borís Yeltsin.

Durante los primeros meses de su mandato, presentó muchas iniciativas


reformistas en política interior, eliminó las trabas legales para el aborto e intentó
poner fin a la prohibición del ingreso de los homosexuales en el Ejército, pero su
plan fue modificado tras encontrar una fuerte oposición en el Congreso y en el
Pentágono. Encargó a su mujer, Hillary Rodham Clinton, que llevara a efecto un
amplio programa de reforma sanitaria que fracasó por falta de apoyos políticos.

Clinton logró que el Congreso ratificara el Tratado Norteamericano de Libre


Comercio (NAFTA) que establecía un plan para recortar los aranceles y la
eliminación de otras barreras aduaneras entre Estados Unidos, México y Canadá
durante quince años. El 1 de enero de 1994 entró en vigor.

En política internacional, Clinton ha sido criticado por su indecisión,


especialmente en el caso del gobierno militar haitiano y de la guerra civil en
Bosnia. En el primero de los casos, sin embargo, accedió a que las tropas
estadounidenses restauraran en el poder al derrocado presidente Jean-Bertrand
Aristide. En Bosnia, después de amenazar con intervenir de forma directa, apoyó
la actuación de la OTAN bombardeando las posiciones serbias y facilitó un
acuerdo de paz entre las partes que se firmó el 21 de noviembre de 1995 en
Dayton. Clinton continuó el apoyo a Yeltsin en Rusia. También tuvo éxito
inicialmente en favorecer el diálogo en Oriente Próximo: presidió la firma de un
histórico acuerdo de paz entre Israel y la Organización para la Liberación de
Palestina (OLP) representados por el primer ministro israelí, Isaac Rabin, y el líder
de la OLP, Yasir Arafat. A principios de 1994 levantó el embargo económico a
Vietnam, país con el que se reanudaron las relaciones diplomáticas en julio de
1995, y apoyó la renovación del estatus de nación más favorecida en las
51

relaciones comerciales de la República Popular China, a pesar de la controversia


sobre la violación de los derechos humanos en ese país.

El gobierno Clinton tiene que hacer frente a las críticas por el llamado
escándalo Whitewater, polémica que cuestiona el papel de Clinton y su mujer en la
quiebra de una empresa inmobiliaria en Arkansas. También es de destacar el auge
experimentado por grupos paramilitares de extrema derecha que han llevado a
cabo atentados indiscriminados (en abril de 1995 una bomba en unos edificios de
la ciudad de Oklahoma provocó casi 200 muertos) y de grupos racistas.

En el ámbito económico se ha logrado disminuir el desempleo, ha aumentado la


producción nacional y la Bolsa de Nueva York mantuvo máximos históricos desde
finales de 1995 hasta mediados de 1996, año electoral en el que Clinton fue
reelegido. Los resultados de las elecciones, celebradas en noviembre de 1996,
pusieron de manifiesto el apoyo popular a Bill Clinton, quien superó ampliamente
en las urnas a su oponente republicano, Robert Dole.

Desde finales de enero de 1998, el segundo mandato de Clinton comenzó a


correr serio peligro ante las continuas acusaciones de perjurio con relación a su
comportamiento extramatrimonial, en especial con la ex becaria de la Casa
Blanca, Monica Lewinsky. En agosto de ese año ordenó el bombardeo de
supuestas instalaciones terroristas islámicas en Afganistán y Sudán, en respuesta
a los atentados que habían sufrido las embajadas estadounidenses en Nairobi
(Kenia) y Dar es-Salaam (Tanzania). El fiscal especial Kenneth Starr (encargado
de investigar la presunta actitud delictiva de Clinton) presentó en septiembre al
Congreso un informe sobre sus pesquisas en el cual se incluían 11 cargos que
podrían llevar a la destitución constitucional del presidente. El 8 de octubre
siguiente, el pleno de la Cámara de Representantes aprobó la apertura de la
instrucción del proceso de destitución (impeachment) de Clinton. Entre el 16 y el
19 de diciembre, el Ejército estadounidense (aliado con el británico) llevó a cabo el
bombardeo de Bagdad y otras ciudades iraquíes, como represalia al
comportamiento de Saddam Husayn con los observadores de la ONU. Ese último
día, la Cámara de Representantes le designó encausado por perjurio y obstrucción
de la justicia, con lo que el juicio consiguiente sobre el impeachment se celebró en
el Senado a partir del 7 de enero de 1999. Clinton pasó por tanto a ser el segundo
presidente estadounidense sometido a impeachment, después de que Andrew
Johnson hubiera de enfrentarse a otro en 1868. El 12 de febrero siguiente, el
Senado le absolvió de las dos acusaciones.

En abril de 1998, la labor mediadora de Clinton fue decisiva en la firma del


histórico Acuerdo de Stormont para Irlanda del Norte. De otro lado, las elecciones
que tuvieron lugar el 4 de noviembre de ese año se convirtieron en una especie de
referéndum sobre la actitud de Clinton, que no obstante fue saldado con un virtual
triunfo de éste, toda vez que su partido mantuvo su representación en el Senado,
amplió la de la Cámara de Representantes (aunque sin llegar a la mayoría en
ninguno de los dos casos) y recuperó el poder en cuatro estados. Desde principios
52

de 1999, su gobierno autorizó la exportación a Cuba de alimentos y productos


agrícolas, y liberalizó los viajes de ciudadanos estadounidenses a la isla.

Entre el 24 de marzo y el 10 de junio de 1999, tropas estadounidenses


participaron en el bombardeo sobre la República Federal de Yugoslavia decretado
por la OTAN con el fin de lograr que el presidente yugoslavo Slobodan Milosevic
aceptara la mediación internacional en la llamada crisis de Kosovo.

En una decisión de extraordinaria gravedad y sin precedentes, el Senado


de Estados Unidos rechazó el 14 de octubre de 1999 ratificar el Tratado Global de
Prohibición de Pruebas Nucleares, que había sido firmado en 1996 por el propio
presidente Clinton (tras su aprobación por parte de la ONU). La ratificación del
tratado no consiguió el apoyo de los dos tercios de los 100 senadores, el mínimo
requerido por la Constitución estadounidense para este tipo de grandes acuerdos
internacionales. Fue la más feroz bofetada en materia de política exterior dada por
el legislativo norteamericano a Clinton en sus años de presidencia.

En diciembre de 1999, la presidenta panameña, Mireya Moscoso, recibió el


traspaso estadounidense del canal de Panamá, según lo previsto en los acuerdos
firmados en 1977 por el entonces presidente Carter. En mayo de 2000 la Cámara
de Representantes aprobó el estatuto permanente de relaciones comerciales con
China, uno de los principales legados de Clinton en política exterior. Durante ese
mismo año Clinton apoyó la puesta en marcha del Plan Colombia (acordado con el
presidente colombiano, Andrés Pastrana), multiplicó sus mediaciones en el
conflicto de Oriente Próximo y realizó un histórico viaje a Vietnam (la primera visita
de un presidente estadounidense a dicho país desde la guerra que enfrentara a
ambos estados).

Iniciada la carrera electoral a la presidencia, el vicepresidente de Clinton, Al


Gore, se convirtió virtualmente en el candidato demócrata en marzo de 2000, al
tiempo que el candidato republicano, George W. Bush (hijo del ex presidente),
obtenía prácticamente la representación de su partido. El 7 de noviembre de 2000
se celebraron elecciones legislativas y presidenciales. El resultado de estas
últimas se retrasó notablemente debido al complejo proceso al que derivó el
escrutinio de los votos de Florida. Finalmente, el 12 de diciembre, tras haber sido
necesaria la intervención de las más altas instancias judiciales (estatales y
federales), el Tribunal Supremo decidió suspender el recuento manual de las
papeletas del citado estado. El candidato demócrata reconoció un día después su
derrota (aunque recibió más votos, el 48,3%, frente al 48,1% de su rival) y el 18 de
diciembre de 2000 Bush se convirtió en presidente electo tras ser designado como
tal por el Colegio Electoral (para el que, en cambio, había logrado 271
compromisarios, por 267 de Gore). El 20 de enero de 2001 George W. Bush tomó
posesión del cargo y sucedió a Clinton en la Casa Blanca. Por lo que respecta a
las legislativas, de los 435 escaños de la Cámara de Representantes, 221 fueron
para los republicanos, 212 para los demócratas y 2 para candidatos
independientes; la nueva composición de la cámara alta, 50 senadores
53

demócratas y otros tantos republicanos, fue un fiel reflejo de la igualdad que


arrojaron dichas elecciones.

El 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos vivió una de las situaciones


de mayor gravedad desde la II Guerra Mundial. Aquel día, dos aviones
comerciales, previamente secuestrados por terroristas, alteraron su rumbo para
provocar su colisión, en sendos actos suicidas, contra las torres gemelas del
World Trade Center de Nueva York. Poco tiempo después de producirse los
impactos, ambos edificios se derrumbaron, lo que motivó un elevadísimo número
de víctimas. De forma simultánea, en una acción idéntica, otro aparato se
estrellaba contra el Pentágono. Tras estos hechos, Bush, respaldado por el
Congreso, anunció el irrenunciable compromiso que su gestión adquiría desde ese
momento para luchar contra el terrorismo a escala mundial. Sus pasos se
encaminaron a la gestación de una gran coalición internacional que respaldara tal
voluntad y legitimara acciones bélicas en cualquier espacio geográfico. Éstas se
prepararon en torno a la denominada Operación Libertad Duradera, y su primer
objetivo era que el régimen talibán afgano entregara al saudí Osama bin Laden,
líder de la organización terrorista Al-Qaeda contra el que existían pruebas que le
incriminaban como responsable de los atentados y que estaba refugiado en aquel
país. El 7 de octubre de 2001, una vez consolidada la antedicha coalición
internacional, realizado el necesario despliegue militar, y agotado sin éxito el plazo
concedido a Kabul para entregar a Bin Laden, fuerzas estadounidenses y
británicas iniciaron la ofensiva militar en Afganistán. Dos meses después, el
régimen talibán sucumbió.

En este contexto, Bush anunció el 13 de diciembre de 2001 el abandono


por parte de Estados Unidos del Tratado de Misiles Antibalísticos, firmado en 1972
con la Unión Soviética (véase Conversaciones para la Limitación de Armas
Estratégicas, SALT). Tal hecho estaba en íntima relación con la aplicación de su
nuevo programa de defensa nacional, basada en el desarrollo de un escudo
antimisiles.

Tras las elecciones legislativas del 5 de noviembre de 2002, la Cámara de


Representantes y el Senado quedaron dominados por el Partido Republicano. Los
analistas consideraron que estos resultados eran muy significativos, en tanto que
implicaban el apoyo de la ciudadanía a la política de Bush, la cual veía
garantizada, además, el respaldo de ambas cámaras en el futuro.

En 2002, la administración Bush incluyó a Irak entre los objetivos de su


guerra contra el terrorismo, afirmando que el régimen iraquí de Saddam Husayn
podía estar apoyando a organizaciones de este tipo y que todavía disponía de un
importante arsenal de armas de destrucción masiva (que le habían sido prohibidas
en virtud de la resolución 687 de la ONU, emitida en 1991). Estados Unidos
presionó a la ONU para que obligara a Irak a permitir que los inspectores de esta
última reanudaran sus actividades (en 1998, tras anunciar Irak que no prolongaría
su colaboración, habían abandonado el país).
54

En octubre de 2002, el Congreso estadounidense autorizó al presidente a


utilizar la fuerza si Irak seguía sin colaborar con la ONU. Al mes siguiente, el
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó una nueva resolución (la 1.441)
que disponía el inmediato retorno a Irak de su equipo de inspectores y advertía de
las “graves consecuencias” que implicaría la no-verificación del desarme. Irak
accedió a cumplirla y los inspectores reiniciaron su actividad.

A comienzos de 2003, Estados Unidos y Reino Unido denunciaron que Irak


no estaba cooperando de forma satisfactoria y solicitaron a la ONU que autorizara
el uso de la fuerza. Diversos países, entre ellos Francia, Alemania, Rusia y China,
se opusieron con firmeza a una posible acción militar y se mostraron partidarios de
prolongar las inspecciones. Tras varias semanas de tensas negociaciones y
disputas diplomáticas, Estados Unidos decidió prescindir de la aprobación de la
ONU y optó por iniciar una ofensiva militar junto a otros países que defendían esta
opción. Así, en marzo de 2003, una coalición de fuerzas dirigida por Estados
Unidos comenzó la invasión de Irak.

5.1.2 ORGANIZACIÓN POLÍTICA.

La ley suprema del país es la Constitución de Estados Unidos. Redactada


en 1787, fue ratificada en 1788 por dos tercios de los estados y entró en vigor en
1789. La Constitución se puede enmendar por una votación de dos tercios de
cada cámara del Congreso o por una convención nacional especial convocada al
efecto, y ratificada después por el voto de tres cuartos de la cámara legislativa de
los estados o las convenciones estatales.

Las primeras 10 enmiendas (conocidas como Declaración de Derechos)


fueron adoptadas en 1791 y garantizan la libertad de expresión, de religión, de
prensa, el derecho de reunión, el derecho de presentar demandas al gobierno y
varios derechos individuales sobre aspectos procesales y de procedimientos
criminales. Entre 1795 y 1992, se adoptaron 17 enmiendas adicionales que, entre
otras medidas, abolían la esclavitud y estipulaban el sufragio universal para los
mayores de 18 años.

Desde la adopción de la Constitución, el gobierno federal ha incrementado


sus funciones en materias económicas y sociales, y ha compartido más
responsabilidades con los estados.

a) Poder Ejecutivo. La elección del presidente y el vicepresidente es


indirecta. El artículo segundo de la Constitución estipula el nombramiento de
ambos por el Colegio Electoral, cuyos integrantes son elegidos por los votantes de
cada estado y del Distrito de Columbia. En casi todos los casos, la elección del
Colegio Electoral coincide con la expresada por el voto popular. El mandato es de
cuatro años y la enmienda 22 (1951) limita el cargo presidencial a dos mandatos.

El presidente de Estados Unidos suele tener más funciones que el primer


ministro de los gobiernos parlamentarios porque es la máxima representación del
55

Estado y jefe de gobierno; también dirige su partido, tiene importantes


capacidades legislativas y preside el ejecutivo. La Constitución hace al presidente
comandante en jefe de las Fuerzas Armadas estadounidenses, y le permite
ordenar la entrada en combate de éstas. Pero es el Congreso el que regula la
autoridad del presidente para desplegar las fuerzas a iniciativa propia.

Los poderes diplomáticos del presidente engloban la negociación y


ratificación de los tratados, con el consentimiento de dos tercios del Senado; la
elección de embajadores (también con el consentimiento del Senado) y la
recepción de embajadores extranjeros. Puede negociar, bajo su autoridad,
acuerdos diplomáticos con los dirigentes de otras naciones.

Según la ley, el presidente prepara un presupuesto de gobierno y un


informe económico que son remitidos al Congreso cada año, tiene potestad para
proponer leyes, en especial respecto a la fiscalidad y otras materias económicas y
militares, y también ejerce autoridad gubernamental sobre diversos departamentos
y agencias estatales.

Un amplio sistema consultivo está al servicio del presidente; los ayudantes


de la Casa Blanca le proporcionan informes, organizan las relaciones con la
prensa, los encuentros y los viajes, y se encargan de mantener contactos con el
Congreso, los departamentos gubernamentales, grupos sociales y con el partido
político del presidente. Las agencias encargadas de estas funciones son la Oficina
de Gestión y Presupuesto, que prepara las demandas del presupuesto
presidencial y los controles del gasto, el Consejo de Seguridad Nuclear, que se
preocupa de la defensa de la nación, y el Consejo de Asesores Económicos.

El gabinete del presidente también sirve como fuente de información y


asesoramiento. Consta de los jefes de los departamentos gubernamentales y unos
pocos funcionarios, como el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y
el embajador estadounidense en Naciones Unidas (ONU). El gabinete no tiene
poder en sí mismo.

La rama ejecutiva del gobierno comprende 14 departamentos: Estado,


Tesoro, Defensa, Justicia, Interior, Agricultura, Comercio, Trabajo, Salud y
Servicios Sociales, Educación, Vivienda y Desarrollo Urbano, Transporte, Energía
y Asuntos de Excombatientes. El presidente no supervisa directamente algunas
agencias gubernamentales que actúan de forma independiente, como la Comisión
de Comercio Interestatal, la Comisión Federal de Comunicaciones y el Sistema de
la Reserva Federal.

b) Poder Legislativo. Todos los poderes legislativos otorgados por la


Constitución en el artículo primero los ejerce el Congreso de los Estados Unidos,
que consta de dos cámaras, el Senado y la Cámara de Representantes. El
Senado tiene 100 miembros, dos por cada estado federado (una disposición de la
Constitución no sometida a enmienda). Los diferentes estados, sobre las base de
su población según el censo más reciente, eligen a los 435 miembros de la
56

Cámara de Representantes, nombrados para un periodo de dos años, mientras


que los senadores lo son por seis años; cada dos años se eligen los 435
miembros de la Cámara y un tercio de los senadores. En los años en que las
elecciones al Congreso coinciden con la elección presidencial, el índice de
participación en las mismas es de un 45%, aproximadamente; en las elecciones
de mitad de mandato sólo un 35% de los posibles votantes acuden a las urnas.

El Senado y la Cámara de Representantes son organizados por el partido


mayoritario en cada cámara, el cual elige a su presidente, al dirigente de la
mayoría y a los presidentes de cada comité. Durante gran parte de la historia
estadounidense el partido que controlaba la Casa Blanca no controlaba las
cámaras del Congreso; esta situación (conocida como gobierno dividido) puede
llevar a reducir la elaboración de leyes y a incrementar los vetos presidenciales de
los proyectos de ley aprobados por el Congreso. A diferencia de los jefes de
Gobierno de los sistemas parlamentarios en otros países, el presidente de
Estados Unidos no dimite ni convoca nuevas elecciones cuando las mayorías en
el Congreso rechazan sus programas.

El Congreso cuenta con amplios poderes en los asuntos internos, entre los
que se encuentran la fijación de impuestos, la petición de préstamos y el pago de
la deuda, la acuñación de moneda y la regulación de su valor así como
reglamentar el comercio entre los estados federados. El Congreso ayuda a
establecer y vigilar los departamentos y las agencias gubernamentales del
ejecutivo; también establece los juzgados federales menores y determina su
jurisdicción. Si el Colegio Electoral no consigue otorgar la mayoría a uno de los
candidatos presidenciales, el Congreso elige al presidente entre los tres con
mayor número de votos. El Congreso tiene el poder de declarar la guerra, reclutar
y mantener las Fuerzas Armadas, establecer tarifas y regular el comercio con las
naciones extranjeras.

El Senado asesora y da su consentimiento a los tratados presidenciales y a


los nombramientos de los principales cargos ejecutivos, embajadores, jueces del
Tribunal Supremo y jueces federales. El Senado juzga las acusaciones formuladas
contra los funcionarios civiles en un proceso que recibe el nombre de
impeachment; el fallo condenatorio requiere los dos tercios de los votos y conlleva
la destitución del cargo. En situación de punto muerto en el Colegio Electoral, el
Senado elige al vicepresidente entre los dos contendientes con mayor número de
votos. El presidente del Senado está después del presidente de la Cámara de
Representantes en la línea de sucesión a la presidencia. La rama legislativa
también engloba agencias como la Oficina de Presupuesto del Congreso, la
Oficina de Contabilidad General, la Biblioteca del Congreso y la Oficina de Prensa
del Gobierno.

c) Poder Judicial. La Constitución establece la formación del Tribunal


Supremo y el sistema judicial se completa con doce tribunales de apelación (a
veces denominados tribunales de jurisdicción), 91 juzgados de distrito y varios
juzgados especiales como el Tribunal de Cuentas, el Tribunal de Reclamaciones y
57

el Tribunal de Apelación de Excombatientes, todos ellos establecidos por el


Congreso. Los tribunales federales realizan dos funciones constitucionales:
interpretan el significado de las leyes y las regulaciones administrativas y
determinan si cualquier ley aprobada por el Congreso, por las cámaras legislativas
estatales, o cualquier acción administrativa tomada por las ramas
gubernamentales, estatales o de la nación, quebrantan la Constitución.

El presidente, con el consejo y el consentimiento del Senado, nombra los


nueve magistrados de la Corte Suprema y los otros jueces federales; para los
nombramientos de jueces de distrito suele seguir las recomendaciones de los
senadores del partido presidencial. Los jueces federales y los del Tribunal
Supremo ejercen su cargo con carácter vitalicio y pueden ser destituidos
únicamente a través de un proceso de enjuiciamiento, llamado impeachment, que
se ha llevado a cabo en raras ocasiones.

5.1.3 FUENTES DE DERECHO.

PRECEDENTE LEGISLACIÓN NORMATIVIDAD TRATADOS DOCTRINA


ADMINISTRATIVA INTERNACIONALES
 En este  Puede ser  Son creadas  Son  Son las
sistema, la de carácter por las considerados ley enseñanzas
norma en la federal, agencias suprema del país suscritas por
que estatal o administrativas con efectos los autores
mayormente local según . legales de la
expresa la sea la  Tienen equiparables a la literatura
esencia de materia carácter legislación jurídica.
lo jurídico, regulada y el cuasijudicial, federal.  No es de
es la que se cuerpo aunque las  Un tratado puede relevancia en
deriva de legislativo decisiones con reemplazar a un el sistema
una decisión que dicta las que dirimen estatuto federal, jurídico
judicial. normas. conflictos no y viceversa. estadouniden
 Su  Se le presta trasciende a la  Son celebrados se.
importancia énfasis y creación del por el Presidente  En este
se explica en cuidado a Derecho, por y ratificados por sistema, se
virtud de que los detalles no tener la el Senado considera
es el juez calidad de mediante doctrina a los
quien tiene precedentes. mayoría absoluta textos
la última de dos tercios. académicos,
palabra para diccionarios y
determinar enciclopedias
qué es el
Derecho.

(Fuente de consulta: José Humberto Zárate, et. al., Sistemas Jurídicos


Contemporáneos, Editorial Mc Graw Hill, México, 1997, páginas 135 a 140).

5.1.4 PROCESO CIVIL Y PROCESO PENAL.


58

A pesar de la diversidad procedimental que impera entre los estados y la


Federación, cabe subrayar dos características uniformes en el sistema
estadounidense: su carácter adversarial y la participación del jurado.

El primer rasgo lo distingue del carácter inquisitorial propio de la tradición


neorrománica, en la cual el juez por su propia cuenta participa activamente en el
acopio de información y examen de los testigos y las partes; en un sistema
adversarial, por el contrario, el juez desempeña un papel relativamente menos
intromisorio, con funciones más parecidas a las de un mero árbitro, siendo en las
partes (los adversarios) en quienes recae toda la responsabilidad para el
esclarecimiento y presentación ante la corte de las cuestiones de hecho y de
Derecho que integra el litigio.

El segundo rasgo, el empleo de jurado en juicios civiles, está garantizado


constitucionalmente por la 7ª Enmienda para asuntos de common law; el jurado,
entonces, es el que toma la decisión sobre toda cuestión de hecho, y el juez sobre
cuestiones de derecho, de tal forma que su intervención permite que la etapa
decisoria del procedimiento sea la notable brevedad, al examinar al juez de tal
labor.

Proceso civil.

 Se inicia con dos escritos: la demanda y el emplazamiento.


 La demanda y su contestación conforman el sustrato procesal de todo tipo de
asunto civil conocido como alegatos, a partir del cual se desarrolla el litigio.
 Los alegatos deben contener los hechos esenciales del asunto en lenguaje
simple y llano.
 En el discovery, las partes plantean básicamente sus medios probatorios.
 Al mismo tiempo, el juez fija una audiencia previa al juicio, para definir el
conflicto entre las partes, e invitar a las partes a que lleguen a un arreglo que
evite la necesidad del juicio por un principio de economía procesal que
beneficia a todos.
 En dicha audiencia, puede desecharse la demanda, bajo esta situación, el
juez decreta una resolución sumaria del asunto.
 En caso contrario, admite el asunto y se señala fecha para el inicio
propiamente del juicio.
 Las partes pueden aceptar o declinar la participación de un jurado, el cual en
caso de constituirse escuchará a ambas partes, y puede presenciar el
desahogo de las pruebas.
 Al final de la etapa probatoria, el juez concede un veredicto dirigido, que si es
en sentido afirmativo hará concluir el juicio, en caso contrario, ambas partes
ofrecerán al jurado su versión concluyente del litigio.
 El jurado se retirara a deliberar, y en su decisión se determina bajo una
mayoría calificada.
59

 Después de evaluar la decisión del jurado, el juez dicta sentencia que pone
fin al conflicto, sin embargo, la parte inconforme puede recurrir la sentencia
mediante la apelación.

Proceso penal.

 Generalmente comienza con el arresto de la persona sospechosa de un


delito, por parte de un oficial de policía.
 A dicho sospechoso se le presenta ante un oficial judicial, quien determina si
hay elementos probatorios suficientes que justifiquen la detención del
detenido.
 La siguiente fase es la de la acusación formal, que dependiendo de la
gravedad de la conducta ilícita, puede dictarse a través de un procedimiento
simple llamado información o por medio de otro en el que participa el gran
jurado.
 En este último caso, el acusado comparece ante el juez de la causa para una
lectura formal de los cargos en su contra, en donde el acusado deberá
declararse como crea conveniente a sus intereses.
 Posteriormente viene la etapa probatoria, en donde el juez tiene la potestad
de aceptarlas o rechazarlas.
 Después de esta etapa, el juez instruye al jurado para informarles de que su
veredicto lo hagan hasta que el juzgador concluya con sus deliberaciones.
 Al dictar sentencia, ésta tiene los límites especificados por la legislación
penal, y que puede consistir en multa, prisión o muerte.

5.1.5 LAS INSTITUCIONES DEL TRUST Y TORT.

TRUST TORT
 Concretamente conoce de la  Tiene como materia de estudio la
propiedad real. responsabilidad civil.

UNIDAD 6
FAMILIA DEL COMMON LAW. CANADÁ Y AUSTRALIA

OBJETIVO ESPECÍFICO. AL TERMINAR LA UNIDAD, EL ALUMNO:


EXPLICARÁ LAS CATEGORÍAS FUNDAMENTALES DEL DERECHO
CANDIENSE Y AUSTRALIANO, RESALTANDO LA INFLUENCIA DEL
DERECHO INGLÉS.

6.1 CANADÁ Y AUSTRALIA.

6.1.1 ANTECEDENTES HISTÓRICOS.

CANADÁ AUSTRALIA
60

Bajo el dominio británico la población creció En 1688, el bucanero inglés William Dampier
rápidamente y con ella crecieron las tensiones desembarcó al noroeste. Cuando regresó a
raciales. Inglaterra, publicó un libro, Voyages, y convenció
a las autoridades navales para respaldar un viaje
Canadá en 1791 Tras la guerra de la de vuelta en busca de las supuestas riquezas de
Independencia estadounidense, iniciada en la isla. En 1768, y financiado por el almirantazgo
1776, muchos colonos leales a Gran Bretaña británico, el capitán James Cook partió de
abandonaron las colonias estadounidenses y Inglaterra en lo que sería el primero de sus tres
marcharon a Canadá. En 1784, en respuesta a viajes. La expedición al Pacífico, que duró tres
las demandas por parte de esos colonos de años, le llevó también a Australia. En 1770, Cook
conseguir una colonia independiente, el desembarcó en la bahía de Botany, en la costa
gobierno británico creó New Brunswick, al oeste oriental, y tomó posesión de la región a la que
de Nueva Escocia. Más tarde, la Constitutional bautizó con el nombre de Nueva Gales del Sur,
Act de 1791 dividió Québec en dos colonias: en honor a Gran Bretaña. Él y sus hombres,
Bajo Canadá, habitada principalmente por entre los que se encontraba el botánico sir
franceses, y Alto Canadá, poblada Joseph Banks, quien más tarde apoyaría el
fundamentalmente por ingleses. asentamiento en Australia, aportaron más
información acerca del nuevo continente. Los
La Norteamérica británica tomó forma más por otros dos viajes de Cook consolidaron las
designios históricos que por diseño pretensiones británicas en el continente.
preconcebido. En 1763 estaba compuesta por
cuatro regiones distintas, tres de ellas se habían Las costas australianas no se exploraron por
conseguido en 1713 después de una larga completo hasta el siglo XIX. Matthew Flinders,
pugna con Francia. Terranova era considerada un oficial de la marina británica, fue el primero
como una mera serie de bases pesqueras que, entre 1801 y 1803, rodeó navegando la isla
incluso después del asentamiento. La región de australiana. En 1798, Flinders ya lo había hecho
la bahía de Hudson era un área virgen en la que alrededor de Tasmania, junto al cirujano de la
competían la Compañía de la Bahía de Hudson marina George Bass, demostrando así que se
con las pequeñas compañías por el tráfico de trataba de una isla. Fue también Flinders quien
pieles. Acadia, rebautizada con el nombre de insistió en que Australia, y no Nueva Holanda,
Nueva Escocia, se pobló sobre todo con gentes debería ser su nombre oficial; en 1817, este
de Nueva Inglaterra que sustituyeron a los cambio fue aceptado oficialmente.
franceses; su capital, Halifax, se fundó en 1749.
Australia era descrita como una tierra lejana y
La conquista de la cuarta región, Nueva Francia poco atractiva para el asentamiento europeo,
(o Quebec), puso a los británicos, en calidad de pero para Gran Bretaña tenía un valor
gobernadores de los colonos franceses, en un estratégico, especialmente después de perder
dilema. las colonias americanas (1783). Además,
solucionaba el problema del gran número de
La victoria de las trece colonias americanas convictos que poseía en sus prisiones. En 1786,
rebeldes dejaron a los británicos con los restos el gobierno británico anunció su intención de
más pobres de su imperio del Nuevo Mundo y fundar una colonia penitenciaria en la bahía de
con la determinación de evitar una segunda Botany, en la costa sureste de Nueva Gales del
revolución. Tenían, por otra parte, que acomodar Sur. El capitán Arthur Phillip, de la Marina Real,
a los casi 50.000 refugiados partidarios de la fue nombrado comandante de la expedición.
corona que tuvieron que abandonar sus hogares Debía tomar posesión de toda Australia,
tras la guerra de la Independencia incluyendo Tasmania y las islas de la costa
estadounidense y que se asentaron en Nueva oriental.
Escocia y en el alto San Lorenzo. En respuesta
a las demandas de sus partidarios, el gobierno En 1792, los infantes de la Marina Real fueron
británico creó en 1784 New Brunswick, y por el reemplazados por la División de Nueva Gales
Acta Constitucional de 1791 dividió Quebec en del Sur, reclutada con esa intención en Gran
el Bajo Canadá (con población francesa Bretaña. El capitán John Hunter, gobernador
mayoritariamente) y el Alto Canadá (sobre todo sucesor de Phillips, arribó en 1795 e intentó en
de población inglesa de América). vano ganar el control del comercio de ron. El
siguiente gobernador, el capitán Phillip G. King,
61

Durante la década de 1820 y las dos siguientes tuvo que hacer uso de la división en 1804 para
décadas aumentaron las presiones para llevar a sofocar una rebelión de presos irlandeses.
cabo reformas políticas. Algunos reformadores
eran moderados; otros, radicales. En el Bajo En 1806, el capitán William Bligh, con
Canadá, a pesar de que la Iglesia católica anterioridad comandante de la malparada
apoyaba a los moderados, Louis Joseph Bounty, sustituyó a King. Bligh amenazó a la
Papineau dirigió a los radicales en una revuelta división con la pérdida de su monopolio. El
que demandaba la autonomía económica. En el resultado fue la conocida rebelión del Ron de
Alto Canadá, el escocés William Lyon Mackenzie 1808, en la que los oficiales de la compañía
King dirigió la reivindicación de un gobierno destituyeron a Bligh; éste fue enviado de vuelta
'responsable', es decir, representativo. a Londres, donde defendió su política con éxito,
aunque no volvió a ser nombrado gobernador.
Agitado por estos acontecimientos el gobierno Mientras tanto, uno de los cabecillas de la
británico designó a un aristócrata liberal inglés, revuelta, John MacArthur, había dado con la
John George Lambton, primer conde de solución al problema de la falta de productos de
Durham, primer gobernador general de toda valor exportables de la colonia; en 1802 enseñó
Norteamérica británica y le ordenó buscar una a los fabricantes británicos unas muestras de
solución a los problemas de la colonia. Un año lana australiana y con ello se puso en marcha la
después el Parlamento británico aprobaba el cría de ovejas merinas; el pastoreo se fue
Acta de la Unión, que unía los dos territorios en convirtiendo paulatinamente en la principal
la Provincia de Canadá y le otorgaba igual actividad económica.
representación en la cámara legislativa.
El gobierno de Macquarie supuso grandes
Durante la mitad de la década de 1850 la vida desembolsos, la mayor parte de los cuales
colonial experimentó una liberación general. El recaían sobre la tesorería británica. En 1819, el
desarrollo industrial creció gracias al Tratado de oficial de colonias británico envió al juez John
Reciprocidad con los Estados Unidos (1854- Thomas Bigge a inspeccionar e informar sobre la
1866). administración de Macquarie. Recomendó
recortes en el presupuesto del gobierno y,
A pesar del progreso, las tensiones raciales aunque reafirmó que Nueva Gales del Sur
reaparecieron. Los protestantes británicos de seguiría siendo una colonia penal, reconoció la
Alto Canadá no aprobaban lo que ellos creciente importancia de la colonia para el
consideraban una excesiva influencia católica Imperio Británico como hogar de colonos libres,
francesa en los asuntos locales. Los franceses y popularizó el nombre de Australia.
del Bajo Canadá, por su parte, recelaban de los
esfuerzos de los ingleses por dominar y En 1825, y por orden del gobierno británico, la
anglicanizar la colonia. La Guerra Civil isla de la Tierra de Van Diemen (hoy Tasmania)
estadounidense (1861-1865) parecía amenazar se convirtió en colonia independiente. En ella se
la supervivencia de la Norteamérica británica. había creado una penitenciaría en 1803. En
Los colonos temían que un norte victorioso, 1827, Edmund Lockyer empezó a levantar una
molesto por el apoyo británico al sur en la nueva colonia en Albany, en Australia
guerra, contraatacara invadiendo las colonias Occidental, y así Gran Bretaña reclamó todo el
británicas. territorio australiano.

De estos problemas surgió un movimiento para Los convictos fueron determinantes en los
la unificación de las colonias de la Norteamérica
orígenes de Australia. Cuando el gobierno
británica. Las resoluciones en este sentido británico abolió el transporte de presos a
adoptadas en Quebec, modificadas ligeramente, Australia Oriental en 1852, más de 150.000
fueron aprobadas por el Parlamento británico habían sido ya enviados a Nueva Gales del Sur
como la Ley de Norteamérica Británica (1867) y y Tasmania. Aproximadamente un 20% eran
proclamadas ese mismo año en Canadá. Era la mujeres, y un tercio de éstas, irlandesas. Una
primera vez que una colonia conseguía crear un minoría de convictos pertenecían a las clases
gobierno sin abandonar el Imperio. más acomodadas y sufrían condenas por
crímenes tales como la falsificación; a menudo,
El nuevo país, llamado Dominio del Canadá, era a estos presos se les permitía utilizar sus
el resultado de la federación de Nueva Escocia, conocimientos en negocios y cargos
62

New Brunswick, Quebec (Bajo Canadá) y gubernamentales.


Ontario (Alto Canadá). El dominio continuó
sometido a la autoridad absoluta de la corona Aunque hasta 1820 se cazaban focas en la
británica. costa, y en especial en las ricas aguas del
estrecho de Bass, fue la lana la que puso en
Según el censo de 1871, la población era de 3,7 contacto la sociedad australiana con la
millones de habitantes. Del total, cerca de 1 economía metropolitana. Gregory Blaxland y
millón eran católicos franceses; 850.000 William Charles Wentworth abrieron en 1813 la
irlandeses católicos y protestantes, y más de 1 ruta a través de las montañas Azules (Blue
millón protestantes ingleses y escoceses. Tres Mountains), a unos 80 o 120 km al oeste de
cuartas partes de la población era rural. Sydney, e iniciaron la colonización del oeste de
Únicamente Montreal, Quebec y Toronto se Nueva Gales del Sur. Las exploraciones de
podían considerar grandes ciudades. Blaxland y Wentworth, unidas a las sendas
meridionales, abiertas en 1824 por Andrew
Sir John Alexander Macdonald, elegido primer Hamilton Hume y William Hovel, así como por
ministro en 1867, se dispuso inmediatamente a Thomas Mitchell en 1836, permitieron la
realizar la labor de construir una nación. Los conducción de rebaños a los pastos del interior.
mestizos, encabezados por Louis David Riel, se En 1829 se había completado el asentamiento
sublevaron; el gobierno negoció el fin de la de un arco de 241 km a 322 km alrededor de
primera de estas rebeliones del Noroeste Sydney, y se establecieron los condados. No
mediante el acuerdo de crear la provincia de obstante, el gobierno local estaba preocupado
Manitoba en 1870. por la rápida dispersión de pastores, que
llegaron a ser conocidos como ocupantes
Macdonald extendió Canadá aún más, ilegales, pues ‘ocupaban’ las tierras en vez de
añadiendo Columbia Británica (1871) y la isla del comprarlas.
Príncipe Eduardo (1873), territorios que habían
sido explorados durante el siglo XVIII por Las colonias australianas eran oficialmente
expediciones navales realizadas por españoles y anglicanas, pero los presos irlandeses eran por
británicos. Posteriormente fue abierto al lo general católicos y, además, estaba bastante
comercio de pieles a través de la actividad de, extendido por el país el culto metodista.
entre otros, Alexander Mackenzie y, ya en la
década de 1860, ambos territorios se vieron A principios de 1803 surgió una prensa activa,
colonizados por un sinfín de intrépidos con publicaciones como la Sydney Gazette y el
buscadores de oro. New South Wales Advertiser. Wentworth, nacido
en la colonia, continuó entretanto cruzando las
A medida que los viejos lazos con el Reino montañas Azules y publicó, en 1817, su obra
Unido se desintegraban, Canadá entró poco a Description of New South Wales (Descripción de
poco en la órbita política de Estados Unidos. En Nueva Gales del Sur).
1940, Mackenzie King y el presidente
estadounidense Franklin D. Roosevelt habían Entre la década de 1820 y 1880, Australia sufrió
firmado el Acuerdo Ogdensburg, que propiciaba una serie de rápidos cambios que asentaron las
la realización de planes conjuntos permanentes bases de su actual sociedad; así, por ejemplo,
de defensa. Después de la guerra, la política entre 1829 y 1859 se formaron de cuatro a seis
exterior de Canadá estaba estrechamente ligada colonias, que con el tiempo se convirtieron en
a la de Estados Unidos interesada en contener estados australianos, se difundió la cría de
la expansión del comunismo. En 1949 Canadá ganado vacuno y ovino en el interior, y se
se incorporó a la Organización del Tratado del descubrieron oro y otros minerales.
Atlántico Norte (OTAN).
En 1827, el capitán James Frazier Stirling
remontó el río Swan, en la costa occidental; dos
años después, y junto a un grupo de inversores,
regresó como gobernador de la colonia de
Australia Occidental. La colonia de hombres
libres de Stirling, en Perth, que contaba con
escasa financiación, se estancó. En 1850, la
colonia pidió más presos para incrementar la
63

mano de obra y recibió unos 10.000, antes de


que en 1868 se prohibiera su transporte a
Australia Occidental. Sin embargo, gracias al
descubrimiento de oro en la década de 1890, la
fortuna de Australia Occidental cambió. Australia
Meridional y su capital, Adelaida, se fundaron en
1837. El reformista inglés Edward Gibbon
Wakefield propuso la creación de esta colonia;
quería establecer otras nuevas en las que se
reflejaran los valores socioeconómicos y
culturales británicos, que creía que los colonos
adquirirían a través del cultivo de los campos.
Las ventas de terrenos servirían para patrocinar
la actividad migratoria de jornaleros, y éstos
contribuirían al desarrollo de la colonia
trabajando para los colonos granjeros antes de
poder convertirse en propietarios de tierras.

En 1788, la colonia de Phillip marcó el inicio de


un asiduo contacto entre europeos y aborígenes.
Aunque estos últimos utilizaban la tierra que
rodeaba Sydney como terreno de caza y
acampada, durante la primera década de la
colonización blanca sólo tuvieron lugar unos
pocos enfrentamientos entre colonos e
indígenas. Con la fundación del asentamiento en
la Tierra de Van Diemen, el problema se agravó;
se empezaron a destruir comunidades
aborígenes a gran escala y, de este modo, los
5.000 aborígenes de la isla quedaron en poco
tiempo reducidos a un insignificante número. En
Australia, las comunidades aborígenes se vieron
obligadas a retroceder al territorio árido del
interior.

En principio, la política oficial de la colonia del


siglo XIX era la de tratar a los aborígenes con
igualdad, con la intención de convertirlos con el
tiempo al cristianismo e inculcarles una cultura
europea. Algunos aborígenes fueron empleados
en estaciones ovinas y otros en patrullas
policiales, pero la actitud general hacia ellos era
hostil. La destrucción de la cultura aborigen solía
ir acompañada de prácticas segregacionistas,
que acababan agrupando a los aborígenes en
reservas y excluyéndolos así de la vida en las
colonias. En el siglo XX, varias comunidades
aborígenes, de gran tamaño y capaces de poner
en práctica su estilo tradicional de vida, fueron
confinadas a las reservas del Territorio del Norte,
Queensland y Nueva Gales del Sur.

El rápido aumento de la población australiana


entre 1830 y 1860 contribuyó al crecimiento de
las seis ciudades capitales. A finales de siglo
XIX, Sydney y Melbourne se encontraban entre
64

las ciudades más grandes del mundo, a pesar


de que la población de Australia en conjunto era
aún pequeña. Cada capital servía como principal
puerto de su respectiva colonia. En la década de
1850, los mercaderes y profesionales se
rebelaron en favor de una reforma política y de
la formulación de nuevas constituciones. Los
trabajadores de Victoria fueron los pioneros en
pedir mejoras laborales, como la jornada de
ocho horas. La lana y los constantes
descubrimientos minerales proporcionaron la
base económica sobre la que sustentar este
estilo de vida.

A pesar de su profunda lealtad hacia Gran


Bretaña, los colonos empezaron pronto a crear
de sí mismos una imagen romántica y fronteriza
de esquiladores de ovejas, granjeros y mineros.
El libro The recollections of Geoffrey Hamlyn
(Las recopilaciones de Geoffrey Hamlyn, 1859),
de Henry Kingsley, fue considerado en su época
la primera novela australiana. Sin embargo,
Catherine Helen Spence, autora de Clara
Morison (1854), al igual que Marcus Clarke,
autor de For the term of his natural life (1870),
crearon un género novelesco característico que
trataba sobre temas locales. Véase también
Literatura australiana.

La idea de la unificación surgió hacia 1847, a


raíz de las propuestas de Earl Grey, en ese
momento secretario de colonias de Gran
Bretaña. En la década de 1850, John Dunmore
Lang, un clérigo presbiteriano escocés de Nueva
Gales del Sur, formó la Liga Australiana para
hacer campaña a favor de la unificación
australiana. Con la formación del Dominio de
Canadá, en 1867, las autoridades británicas
esperaban una acción similar entre los
australianos.

En 1883, Queensland, anticipándose a los


alemanes, reclamó Papúa, en Nueva Guinea.
Las colonias australianas crearon un Consejo
Federal en 1885; el rechazo de Nueva Gales del
Sur a tomar parte en él significó que el consejo
era poco más que un foro de debate sin poder
ejecutivo. Nueva Gales del Sur empezó el
movimiento para sustituir el Consejo Federal en
1889, año en el que su primer ministro, sir Henry
Parkes, anunció que la colonia apoyaría una
nueva forma de federalismo. El Parlamento
aprobó en 1900 la Commonwealth de Australia;
el 1 de enero de 1901 se hizo efectiva.

La Constitución federal reflejaba ambas


65

prácticas, la británica y la americana; es decir, se


estableció un gobierno parlamentario, con
gabinetes encargados de una legislatura
bicameral, aunque el gobierno federal sólo tenía
poderes delegados concretos. La nueva Cámara
de Representantes, al igual que su homónima
británica, se basaba en la representación
popular, pero el nuevo Senado, como el modelo
americano, mantenía la representación de las
colonias, ahora estados. Como ni Sydney ni
Melbourne eran capitales federales aceptables,
el Territorio Federal de la Capital estableció en
1911 una capital federal apropiada, Canberra,
tomando de nuevo el modelo americano como
ejemplo.

Los gobiernos de la Commonwealth,


encabezados por artífices de la federación como
Alfred Deakin, no tardaron en imponer tasas
sobre los productos importados para potenciar el
desarrollo interno; diseñaron procedimientos
para establecer pagas mínimas en el sector
industrial y mantuvieron una política de
inmigración blanca.

6.1.2 ORGANIZACIÓN POLÍTICA.

CANADÁ AUSTRALIA
 Poder Ejecutivo. El gobierno central de  Poder Ejecutivo. El poder ejecutivo
Canadá se encarga de todas las recae formalmente sobre un gobernador
competencias que no se han asignado general, designado por el monarca
específicamente a las provincias, como la británico de acuerdo con el primer
educación, la sanidad, los derechos civiles, ministro australiano. El monarca
la tasación de impuestos locales, la británico, a través del gobernador
regulación del comercio local y los general, no tiene un poder real sobre el
préstamos bancarios. gobierno y su función de regente es
 Poder Legislativo. El Parlamento simbólica. En la práctica, un gabinete
canadiense está formado por dos cámaras: presidido por el primer ministro, quien es
el Senado, compuesto por 105 miembros, a su vez el dirigente del partido con
designados por el gobernador general tras mayoría en el Parlamento, decide sobre
consulta con el primer ministro, y la Cámara la política federal.
de los Comunes, integrada por 301  Poder Legislativo. El poder legislativo
miembros elegidos de forma democrática y nacional recae sobre un Parlamento de
proporcional a la población de cada carácter bicameral, compuesto por un
provincia. Senado y una Cámara de
 Poder Judicial. El sistema legal de Canadá Representantes. El Senado está
deriva del derecho común británico, a formado por 76 miembros (12 por cada
excepción del de Québec, donde el sistema estado, y, desde 1974, 2 por cada
provincial de derecho civil se basa en el territorio) elegidos democráticamente
Código de Napoleón francés. para mandatos de seis años. Según la
Constitución australiana, la Cámara de
Representantes debe tener
aproximadamente el doble de miembros
que el Senado. El número de diputados
de un estado guarda proporción con su
66

población, pero debe haber al menos


cinco por cada estado. El Territorio del
Norte tiene un representante y el
Territorio Federal de la Capital, dos. La
Cámara de Representantes tiene 148
miembros, elegidos por sufragio directo
por un periodo máximo de tres años.
 Poder Judicial. El Tribunal Supremo de
Australia, formado por un juez supremo
y otros seis miembros designados por el
gobernador general en consejo, está a la
cabeza del sistema judicial.

6.1.3 FUENTES DE DERECHO.

CANADÁ AUSTRALIA
Las fuentes del Derecho canadiense y Las fuentes del Derecho canadiense y
australiano, son parecidas por provenir de un australiano, son parecidas por provenir de un
tronco común, siendo las más importantes: tronco común, siendo las más importantes:

a) Legislación. La Constitución Política es la a) Legislación. La Constitución Política es la


fuente jurídica suprema en donde se observan fuente jurídica suprema en donde se observan
todas las leyes del ámbito federal y provincial. todas las leyes del ámbito federal y provincial.

b) Precedentes. Los cuales también se les b) Precedentes. Los cuales también se les
conoce como derecho de casos, y también conoce como derecho de casos, y también
ocupa un lugar preeminente dentro de los ocupa un lugar preeminente dentro de los
sistemas jurídicos que ocupan nuestra atención sistemas jurídicos que ocupan nuestra atención
en esta ocasión. Estos se basan en la premisa en esta ocasión. Estos se basan en la premisa
de estar a lo resuelto y no perturbar lo que está de estar a lo resuelto y no perturbar lo que está
firme. firme.

UNIDAD 7
SISTEMA RELIGIOSO, DERECHO MUSULMÁN

OBJETIVO ESPECÍFICO. AL TERMINAR LA UNIDAD, EL ALUMNO:


IDENTIFICARÁ Y DESCRIBIRÁ LAS CARACTERÍSTICAS DISTINTIVAS DE UN
SISTEMA RELIGIOSO RESALTANDO LA IMPORTANCIA DE ÉSTE EN EL
MUNDO ACTUAL.

7.1 EVOLUCIÓN HISTÓRICA.

La Península Arábiga es gran península desértica en el extremo suroeste


de Asia, limitada al norte por Jordania e Irak, al este por el golfo Pérsico y el golfo
de Omán, al sur por el mar Arábigo y el golfo de Adén, y al oeste por el mar Rojo.
Comprende los Estados soberanos de Arabia Saudí (que ocupa casi las tres
cuartas partes de la península), Yemen, Omán, los Emiratos Árabes Unidos (EAU),
Qatar, Kuwait y el Estado insular de Bahrein, en los cuales básicamente se
práctica la religión musulmana.
67

Hasta tiempos relativamente recientes los conocimientos sobre la península


Arábiga se limitaban a los proporcionados por escritores clásicos griegos y
romanos y por los primeros geógrafos árabes; gran parte de este material no era
fidedigno. Sin embargo, las exploraciones arqueológicas del siglo XX han
aumentado considerablemente el conocimiento de la zona.

Los primeros hechos conocidos de la historia árabe son las migraciones


desde la península a las zonas vecinas. En el año 3500 a.C. aproximadamente,
pueblos de lengua semítica emigraron a los valles de los ríos Tigris y Éufrates en
Mesopotamia, sustituyeron a los sumerios, y se convirtieron en los asirio-
babilonios. Otro grupo de semitas abandonó Arabia cerca del año 2500 a.C. y se
estableció a lo largo de la costa oriental del mar Mediterráneo; algunos de estos
emigrantes se convirtieron en los amorreos y cananeos de las épocas siguientes.

a) Antiguos reinos. Las partes más altas y con mejor abastecimiento de


agua del suroeste de la península Arábiga, fueron cuna de tres antiguos reinos. El
primero, denominado reino mineo, se hallaba en el interior de lo que actualmente
es Yemen, pero probablemente abarcaba la mayor parte de Arabia meridional.
Aunque es difícil datarlo, se cree que el reino mineo existió de 1200 a 650 a.C. El
segundo reino, el sabeo, fue creado en el año 930 a.C. aproximadamente y
perduró hasta el año 115 a.C.; probablemente sustituyó al reino mineo y abarcó en
gran parte el mismo territorio. La capital de Saba y su principal ciudad, Mariaba,
probablemente prosperó como ninguna otra ciudad de la antigua Arabia, en parte
a causa de su posición estratégica en las rutas de las caravanas que unían los
puertos del Mediterráneo con la región de Hadhramaut, productora de incienso, y
en parte debido a que una presa cercana proveía de agua a los regadíos. El reino
sabeo se relaciona generalmente con el de Saba, y se ha sugerido que la reina de
Saba que, de acuerdo con la Biblia, visitó al rey Salomón de Israel en Jerusalén en
el siglo X a.C., era sabea. Los himyaríes sucedieron a los sabeos como dueños de
Arabia del sur; el reino himyarí duró desde el año 115 a.C. al año 525 d.C.
aproximadamente. En el año 24 a.C. el emperador romano Augusto envió al
prefecto de Egipto, Aelio Gallo, contra los himyaríes, pero su ejército de 10.000
hombres fue derrotado y regresó a Egipto. Los himyaríes prosperaron gracias al
comercio de incienso, mirra y especias hasta que los romanos comenzaron a abrir
rutas marinas a través del mar Rojo.

b) De los nabateos a los persas. Se sabe de la existencia de varios


estados al norte de Arabia en la era precristiana y a principios de la era cristiana.
El primero de éstos, el reino nabateo, llegó a extenderse hasta Damasco durante
un breve periodo (desde el año 9 a.C. hasta el año 40 d.C.). Las ruinas de Petra,
la capital nabatea, al suroeste de Jordania, dan fe de un alto nivel de desarrollo
cultural. La escritura nabatea evolucionó hasta la escritura árabe utilizada en el
Corán (árab., Qur'an), las escrituras sagradas del islam. Roma consiguió el control
del reino nabateo en el año 106 d.C. y convirtió su mayor parte en la provincia
romana de Petraea, que perduró poco menos de un siglo. Distintos pueblos
invasores establecieron estados al norte del país.
68

En el siglo III los abisinios del reino de Aksum, en la actual Etiopía, que
habían adoptado el cristianismo monofisita se expandieron hacia Arabia y
conquistaron amplios espacios del suroeste. El judaísmo también se introdujo en
la región. Ambas religiones se establecieron y suplantaron las creencias religiosas
existentes, basadas en su mayoría en la astrología y el ocultismo. A finales del
siglo siguiente, Persia, bajo la dinastía sasánida, asumió el control de una
considerable parte de Arabia, en particular de la región que hoy día ocupa el
Yemen.

c) El islam y el califato. El auge del islam fue el suceso más significativo


de la historia de Arabia. Mahoma, el profeta del islam, nació en La Meca alrededor
del año 570 y murió en Medina en 632. La Meca se convirtió en el centro espiritual
de la nueva religión. Desde 632 a 661 Medina fue el centro político de un estado
musulmán unido bajo el gobierno de los califas que siguieron a Mahoma. Los
ejércitos árabes conquistaron Siria, Egipto y la Persia sasánida. Tras la caída de
Egipto en 642, la conquista musulmana se extendió hacia el oeste por todo el
norte de África y después hasta la península Ibérica. Durante este periodo los
seguidores de Mahoma terminaron la recopilación de sus revelaciones divinas en
el Corán, la primera obra conocida en prosa árabe. En 658 el primer califa omeya,
Muawiya, trasladó el califato a Damasco y la importancia de Arabia decayó. El
ascenso de los Abasíes después del año 750 y el cambio del centro del islam a
Bagdad agudizó esta decadencia.

Desde el siglo VIII hasta principios del siglo X Arabia fue una provincia bajo
el mando de los califas Abasíes de Bagdad. A mediados del siglo X el dominio de
Bagdad fue atacado con éxito por los qarmatas, una nueva secta musulmana que
controlaba toda la península Arábiga. Hacia el final del siglo X, los qarmatas
perdieron su poder en favor de varias tribus beduinas.

La península Arábiga, totalmente desunida, se dividió en numerosos y


pequeños estados. Desde 1075 a 1094, sin embargo, Arabia reconoció el
liderazgo espiritual del califa Abasí de Bagdad. En 1258 los mongoles
conquistaron Bagdad, y desde ese momento la ciudad dejó de tener influencia en
Arabia. En 1269 La Meca y Al-Qijāz quedaron bajo el control de los emires
(príncipes musulmanes) de Egipto. Cuando los turcos conquistaron Egipto en
1517, controlaron Al-Qijāz y, por tanto, ejercieron un considerable poder sobre el
resto de la península.

d) Los wahhabíes. La historia de la península Arábiga desde 1750 hasta el


presente es, en gran parte, la historia de los wahhabíes. Bajo el fundador de esta
secta religiosa, el severo reformador Muhammad ibn Abd al-Wahhab, no sólo se
inició un gran renacimiento religioso en la península, sino que se estimuló el
espíritu nacional contra la dominación turca. Los wahhabíes arrebataron a los
turcos La Meca en 1802 y Medina en 1804. Durante este periodo el imperio
wahhabí se extendió hasta los límites de los actuales Yemen y Omán. Sin
69

embargo, bajo el liderazgo del virrey de Egipto, los turcos reconquistaron las dos
ciudades en 1812.

El conflicto entre turcos y wahhabíes persistió hasta el final de la I Guerra


Mundial; durante el último cuarto del siglo XIX también hubo importantes guerras
entre las distintas facciones wahhabíes. Ya en el año 1906 eran liderados por Abd
al-' Aziz III ibn Saud, un monarca inteligente con grandes recursos, sultán de Najd;
bajo su dirección el Estado wahhabí tuvo una gran expansión. Durante la I Guerra
Mundial Ibn Saud cooperó con Gran Bretaña en la lucha contra los turcos. La
derrota turca provocó su expulsión de Al-Qijāz, Asir y Yemen. A esto siguieron seis
años de guerra civil entre los partidarios de Ibn Saud y los seguidores de varios
príncipes y jefes árabes. Entre 1924 y 1925, Ibn Saud conquistó Al-Qijāz y se
convirtió en su rey en 1926. En 1927 se proclamó a sí mismo rey de Al-Qijāz, Najd
y sus posesiones; en 1932 dio a sus dos dominios el nombre de Arabia Saudí. La
anexión del principado de Asir a Al-Qijāz en 1933 provocó una guerra (de marzo a
mayo de 1934) con Yemen. El tratado que firmaron ambos países el 20 de mayo
de 1934 estipulaba que Asir y la provincia interior de Najran debían permanecer
dentro de Arabia Saudí.

Por su parte, los pequeños estados del golfo Pérsico cayeron bajo la
influencia de Gran Bretaña a partir de 1850 y acabaron siendo protectorados
después de 1890.

e) El Corán. Corán (en árabe, al-Qur'an), texto sagrado del islam. Su


nombre en árabe significa ‘recitación’, ‘lectura recitada’. Con anterioridad a
Mahoma, judíos y cristianos utilizaban en arameo la misma raíz (en este caso
qeryana) para indicar una lectura recitada de los textos sagrados. En sus páginas
se encuentra el conjunto de revelaciones que Alá hizo a Mahoma en el transcurso
de la estancia de éste en La Meca y Medina desde el año 612 hasta el año 632 en
que muere.

El Corán es el eje fundamental de la religión islámica. Las revelaciones se


hicieron en árabe y, según la creencia musulmana, a través del arcángel Gabriel
(Yibrail). Cuando Mahoma las proclamó a sus seguidores, éstos las memorizaban
o, en ocasiones, las escribían en hojas de palma, omóplatos de camello, pieles de
animales o materiales similares. Los principales escribas fueron Muad ben Chabal,
Ubayy ben Kab y Zayd ben Tabit. Tras la muerte de Mahoma en el año 632 d.C.,
sus adeptos comenzaron a recuperar estas revelaciones que, hacia el año 650,
durante el califato de Utmán, fueron al fin recogidas en una primera recopilación
del Corán tal y como es conocido en la actualidad. A esta primera recensión
seguirían otras en los siglos siguientes.

La escritura árabe sólo muestra las consonantes y no las vocales; éstas


fueron introducidas en el texto posteriormente, junto con otras modificaciones
gráficas para la fijación del texto sagrado. En el siglo II del calendario islámico
(siglo VIII del cristiano) se desarrollaron varias formas canónicas de lectura del
texto consonántico original y se le dieron validez a siete de ellas: las de Nafi, Ibn
70

Katir, Abu Amr ben al-Ala, Ibn Amir, Asim, Hamza y al-Kisaí. Del mismo modo, se
establecieron los modos de recitar el Corán, enseñándose a salmodiarlo
adecuadamente.

No deben confundirse estas lecturas aceptadas con las diferentes versiones


de textos correspondientes a ciertos pasajes del Corán preservadas por la
tradición musulmana. Éstas procederían a su vez de las versiones conservadas
por algunos de los acompañantes de Mahoma, pero diferían de la original y fueron
sustituidas por la versión oficial de Utmán. Por lo general, estas versiones no
incluyen importantes diferencias de contenido, aunque en ocasiones ofrecen un
apoyo para entender un punto de vista de una cuestión religiosa o legal discutida
entre musulmanes.

La mayor parte de los modernos investigadores no musulmanes aceptó las


teorías tradicionales sobre la composición del texto del Corán tal y como es
conocido hoy en día. No obstante, en épocas más recientes han surgido nuevas
ideas aplicadas a las teorías y métodos del Corán que han demostrado ser muy
útiles para el análisis de la Biblia.

El Corán está dividido en 114 suras (capítulos), cada uno de los cuales
tiene un título diferente y se subdivide en aleyas (versículos). La subdivisión en
versículos es posterior a la división en capítulos y no siempre es idéntica en las
diferentes ediciones del texto.

En cuanto a su extensión, el Corán es similar a la del Nuevo Testamento de


la Biblia cristiana. No está ordenado según el orden cronológico en que se cree
que fue revelado a Mahoma, sino según la amplitud de los capítulos. Por lo
general, éstos son más breves a medida que se avanza hacia el final del libro. La
única excepción a esta regla es el capítulo 1 (la Fatiha), que es relativamente corto
(siete versículos). El capítulo 2 es el más largo (286 versículos en la mayoría de
las ediciones) mientras que el capítulo 90 (3 versículos) es el más reducido.

El árabe en que está escrito el Corán se distingue de cualquiera de sus


demás variantes idiomáticas. Es una mezcla de prosa y poesía sin métrica. Su
estilo es alusivo y elíptico, con una gramática y un vocabulario a menudo difíciles
de interpretar. Al igual que sucede en otras muchas escrituras sagradas, está
sujeto a diferentes interpretaciones, la comprensión de algunos pasajes es difícil y,
generalmente, se aprende en el seno de la propia comunidad de fieles (en este
caso, la musulmana, que ha adoptado una línea de interpretación tradicional). El
del Corán ha sido considerado el ejemplo más perfecto de lengua árabe. Además,
puesto que entre los musulmanes se acepta el hecho de que Mahoma era
analfabeto, siempre se ha tenido por milagrosa la perfección de estas obras, lo
cual abundaría en la tradición de que el Corán le fue revelado (hecho descender)
al Profeta por el arcángel san Gabriel.

El contenido consiste, ante todo, en un conjunto de preceptos y


recomendaciones éticas y morales, advertencias sobre la llegada del último día y
71

del Juicio Final, historias sobre profetas anteriores a Mahoma y sobre los pueblos
a los que fueron enviados, así como preceptos relativos a la religión y otras
materias sociales como el matrimonio, el divorcio o la herencia. El mensaje, en
esencia, es que hay un solo Dios, Alá, creador de todas las cosas, que es el único
al que hay que servir practicando un culto y observando una conducta correcta.
Alá es siempre misericordioso y se ha dirigido a la humanidad para que le venere
en la persona de diversos profetas enviados por Él, pero estos profetas fueron
rechazados una y otra vez. Los temas generales del Corán y muchas de sus
historias ilustrativas comparten un fondo común con las Sagradas Escrituras
cristianas y judías, aunque normalmente su desarrollo es diferente. Muchos
detalles de las historias sobre los primeros profetas se asemejan más a las
versiones que encontramos en los libros apócrifos judíos y cristianos, que a las
versiones encontradas en la Biblia.

Aceptado por los musulmanes como la palabra de Dios en sentido literal, el


Corán es el eje fundamental de la religión islámica. Es comparable, en este
sentido, al papel que desempeña la Torá entre los judíos o el Nuevo Testamento
en la fe cristiana. La obligatoria oración diaria incluye la recitación de algunos de
sus pasajes y la educación tradicional incluía su memorización. Además, los
musulmanes lo consideran una de las fuentes principales de la ley islámica o
sharia (junto con la Sunna y el Hadit).

No obstante, no debe pensarse que el Corán es todo el islam, aunque


algunos musulmanes lo hayan afirmado. También es difícil aceptar las
afirmaciones que establecen que el Corán representa el verdadero islam y que se
oponen a las ampliaciones hechas por el hombre, considerándolas corruptas. Sin
la tradición interpretativa que lo acompaña, la mayor parte del Corán sería muy
difícil de comprender. Incluso la opinión de que contiene una serie de revelaciones
hechas a Mahoma depende de la tradición, ya que ni siquiera las afirmaciones del
propio texto del Corán están libres de complejas ambigüedades.

Desde el mismo momento en que su texto fue fijado por primera vez, la
interpretación del Corán (tafsir) se convirtió, hasta el día de hoy, en una de las más
señaladas disciplinas islámicas en el campo de la investigación religiosa. Durante
los tres primeros siglos del calendario islámico fueron numerosos los libros
escritos en este sentido. Destacó especialmente el comentario en 30 volúmenes
efectuado por al-Tabari, historiador y jurista musulmán fallecido en el 923 que
analizó cada versículo del Corán y ofreció diversas opiniones de otros estudiosos
en relación con la vocalización, la gramática, la lexicografía, la interpretación ética
y moral, y la relación del texto coránico con la vida de Mahoma. Los distintos
puntos de vista estaban recogidos sin ningún tipo de comentario, aunque a
menudo al-Tabari indicaba su preferencia.

Muchos de los posteriores comentarios siguieron el procedimiento utilizado


por al-Tabari pero otros fueron más simples y breves, centrándose sólo en algunos
versículos o limitando su estudio a temas específicos (como el vocabulario
coránico, considerado de una especial complejidad teológica). Entre los
72

comentaristas posteriores a al-Tabari deben mencionarse al-Zamajsarí, al-Razí, al-


Baydawi, Abu Hayyan al-Andalusí y el de los dos Chabal. Por lo demás, deben
citarse también los comentarios del shií al-Tabarsí, así como el de al-Kummí. La
mayoría de los trabajos realizados versa sobre “las ocasiones de la revelación”.
Los versículos individuales y los grupos de versos están relacionados con la vida
de Mahoma y se entiende que fueron revelados en conexión con incidentes
específicos de su vida o para resolver problemas concretos a los que se
enfrentaba. Así pues, se entiende que el texto tiene relación con el entorno
cercano a la vida de Mahoma y un significado más universal y atemporal.

Algunos investigadores no musulmanes creen que determinados aspectos


de la vida de Mahoma han sido creados a partir de ciertos versículos del Corán.
Este proceso ha sido descrito como “midrásico”, debido a la semejanza que
guarda con la tradición judaica del Midras (historias sobre personajes bíblicos
durante la elaboración del texto de la Biblia). Si esto es cierto, la explicación del
Corán por referencias a la biografía del Profeta implicaría un método de
razonamiento circular.

La tradición del tafsir ha reflejado a menudo divergencias y tendencias


dentro del islam. La interpretación de los shiíes sobre algunos versículos varía
radicalmente respecto a la mantenida por los suníes. Estos últimos encuentran en
los versículos coránicos, por ejemplo, referencias a cierta condición especial de la
que gozarían Alí ibn Abi Talib y los imanes. En las últimas décadas, tanto los
musulmanes reformadores como los fundamentalistas han interpretado el texto de
manera que éste se adapte a sus respectivos puntos de vista. Algunos han llegado
a afirmar que el Corán no sólo está conforme con muchas de las ideas de la
ciencia contemporánea sino que, en realidad, las predice. Es a menudo la propia
naturaleza opaca del texto coránico la que motiva la aparición de interpretaciones
tan divergentes.

7.2 RELIGIÓN Y DERECHO.

Es preciso advertir que existe una inseparabilidad de religión y Derecho,


toda vez que el Derecho musulmán tiene como fundamento el Corán que es el
principal texto religioso. Dicho libro contiene razonamiento en el campo de
Derecho de familia, hereditario, penal y patrimonial, normas jurídicas que Mahoma
había del Derecho consuetudinario. Así entonces, la ley debe ser entendida como
un deber civil y un deber religioso, uno inseparable del otro, que todos los
musulmanes deben de cumplir independientemente del lugar en que se
encuentren y del soberano que dependan. Por lo tanto en los Estados
musulmanes hay poca cabida para una legislación estatal.

(Fuente de consulta: Consuelo Sirvent Gutiérrez, Sistemas Jurídicos


Contemporáneos, 9ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, páginas 172 y 173).

7.3 FUENTES DEL DERECHO.


73

Se dividen en:

a) Corán. Es la principal fuente de este tipo de Derecho, aunque no es


propiamente un ordenamiento jurídico, toda vez que el contenido jurídico resulta
insuficiente; así por ejemplo, tenemos que los jueces musulmanes no están
obligados a interpretar el Corán, para ello están los doctores, y por ende los jueces
más que referirse directamente al Corán, debe referirse a las obras de dichos
doctores.

b) El Sunna. Que significa modelo o ejemplo y representa el modo de ser y


de conducirse del profeta, debe servir de guía a los creyentes. No sólo contiene lo
que Mahoma hizo o dijo, sino también las prácticas y costumbres que el profeta no
objeto específicamente fueron tácitamente aprobadas.

c) Idjma. Contiene los acuerdos unánimes de los doctores. Se aplica


cuando el Corán ni el Sunna dan respuesta a todos los problemas. Se ha
constituido como un remedio a la insuficiencia y para explicar e interpretar ciertos
pasajes a la doctrina.

d) Quiyas. Es el razonamiento por analogía, el cual ha sido elevado a


rango de fuente del Derecho. Sólo puede considerarse como de interpretación y
de aplicación del Derecho, más no puede crear normas fundamentales con valor
absoluto.

(Fuente de consulta: Consuelo Sirvent Gutiérrez, Sistemas Jurídicos


Contemporáneos, 9ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, páginas 173 y 174).

UNIDAD 8
SISTEMAS MIXTAS O HÍBRIDOS

OBJETIVO ESPECÍFICO. AL TERMINAR LA UNIDAD, EL ALUMNO:


EXPLICARÁ Y RESALTARÁ LA INFLUENCIA DE OTROS SISTEMAS
JURÍDICOS EN SU CONFORMACIÓN Y LA DISTINCIÓN ENTRE LOS MISMOS,
ENTENDIENDO PORQUE NO PUEDEN FORMAR PARTE DE UNA FAMILIA
JURÍDICA.

8.1 ISRAEL.

8.1.1 EVOLUCIÓN HISTÓRICA Y RECEPCIÓN DEL DERECHO INGLÉS.

A comienzos del siglo XX no había muchos judíos en Palestina; su número


en esta zona aumentó desde los 12.000, en 1845, hasta aproximadamente
85.000, en 1914. La mayoría de los habitantes de Palestina eran árabes
musulmanes y cristianos. El respaldo al movimiento sionista procedía sobre todo
de los judíos de Europa y Estados Unidos.
74

Durante la I Guerra Mundial (1914-1918) el movimiento sionista consiguió el


respaldo de Gran Bretaña, que buscaba el apoyo del pueblo judío en su lucha
contra Alemania. El gobierno británico manifestó sus intenciones en la Declaración
Balfour el 2 de noviembre de 1917, en forma de carta del ministro de Asuntos
Exteriores Arthur James Balfour a los dirigentes sionistas en Gran Bretaña. Según
este documento, el gobierno británico aprobaría el establecimiento en Palestina de
una patria para el pueblo judío y no regatearía esfuerzos para facilitar la
consecución de este objetivo, quedando muy claro que nunca se haría nada que
perjudicara los derechos religiosos y civiles de las comunidades no judías
existentes en Palestina o los derechos y el estatus político de los judíos residentes
en el extranjero.

Tras la I Guerra Mundial, los términos de la Declaración de Balfour se


incluyeron en el Mandato de Palestina aprobado por la Sociedad de Naciones en
1922. El Mandato encargó a Gran Bretaña la gestión de Palestina y le confió la
tarea de ayudar a los judíos para “reconstituir su patria en ese país”.

Durante el periodo del Mandato británico, que duró hasta 1948, comenzaron
a realizarse asentamientos judíos de gran envergadura y a desarrollarse grandes
empresas agrícolas e industriales sionistas. La comunidad judía, o Yishuv, se
multiplicó por diez durante este periodo, especialmente en la década de 1930, en
la que un gran número de judíos huyeron de las persecuciones nazis en Europa.
Tel Aviv se convirtió en la comunidad judía más importante del país, se fundaron
docenas de ciudades y pueblos y se establecieron centenares de colectividades
agrícolas judías (kibutzim) y de cooperativas.

Muchos partidos políticos judíos fundados en Europa oriental integrados en


el movimiento sionista mundial desarrollaron sus bases en el Mandato de
Palestina. Entre ellos figuraban grupos nacionalistas, religiosos, ortodoxos y
laboristas cuyos dirigentes emigraron desde Europa y que a partir de 1948 se
convirtieron en líderes políticos y altos funcionarios del Estado judío.

El Yishuv amplió sus instituciones representativas y democráticas tras la


Guerra Mundial. Entre estas instituciones figuraba una asamblea electiva, el
Consejo Nacional, que se ocupaba de los asuntos cotidianos de la comunidad en
lo referente a educación, salud, servicios sociales, asistencia y otros servicios. La
vida religiosa judía la controlaba un Consejo de Rabinos que supervisaba y se
ocupaba de matrimonios, divorcios y otros asuntos familiares. Las instituciones del
gobierno local también se desarrollaron para administrar la vida de Tel Aviv y de
otros pequeños pueblos judíos. El sistema educativo, que cultivaba la lengua y la
cultura hebreas, se expandió y se fundó la Universidad Hebrea de Jerusalén. La
Organización Sionista Mundial y la Agencia Judía para Palestina ayudó al Yishuv,
consiguiendo fondos en el extranjero, reclutando inmigrantes judíos y buscando el
apoyo político de los gobiernos occidentales.

Los funcionarios británicos, dependientes del Alto Comisionado para


Palestina, nombrados por el gobierno de Londres, eran los responsables de la
75

defensa y la seguridad, de la inmigración, del servicio de correos, del transporte y


de las instalaciones portuarias. Eran la máxima autoridad y los responsables del
gobierno del país.

Los británicos intentaron mantener el frágil equilibrio entre los intereses y


reivindicaciones del Yishuv y los de la población predominantemente árabe del
país. La oposición árabe al gobierno británico y al sionismo fue creciendo a
medida que aumentaba la inmigración judía a Palestina y se extendían los
asentamientos judíos. Durante el Mandato británico, el estallido de numerosos
alzamientos de carácter nacionalista culminó con un levantamiento árabe (1936-
1939) que fue finalmente reprimido por el Ejército británico en vísperas de la II
Guerra Mundial.

Más de seis millones de judíos fueron asesinados por los nazis alemanes
durante la II Guerra Mundial. Cuando los líderes sionistas se percataron de las
dimensiones de la persecución y de los asesinatos de judíos realizados por la
Alemania nazi, se intensificaron sus reivindicaciones para conseguir un régimen
de autogobierno y facilitar la inmigración a Palestina que permitiera el
asentamiento de judíos en esta tierra. En Palestina, el Yishuv se unió a esta
postura oponiéndose a las autoridades británicas e intentando favorecer la
inmigración de refugiados (a la que Gran Bretaña se oponía) provenientes de una
Europa destrozada por la guerra. Al finalizar la guerra, la mayor parte del Yishuv
se levantó contra la dominación británica.

En 1947, Gran Bretaña, exhausta tras siete años de guerra y deseosa de


renunciar a sus compromisos coloniales en ultramar, decidió abandonar Palestina
y recurrió a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en busca de
asesoramiento. Como respuesta, la ONU convocó su primera sesión especial en
1947; el 29 de noviembre adoptó un Plan de Partición que proyectaba la división
de Palestina en dos estados, uno árabe y otro judío, con Jerusalén como zona
internacional bajo la jurisdicción de la ONU; ambos tendrían una organización
económica conjunta. La resolución de la división fue aprobada en el seno de la
ONU por 33 votos favorables frente a 13 en contra, y contó con el apoyo de
Estados Unidos y la Unión Soviética. Los británicos se abstuvieron.

En Palestina, las protestas árabes contra la partición estallaron con


violencia: se produjeron ataques contra los asentamientos judíos que pronto
adquirieron las dimensiones de una auténtica guerra. Los británicos no querían
intervenir, pues tenían el firme propósito de abandonar el país antes del 1 de
agosto de 1948, la fecha que se había establecido en el Plan de Partición para
poner fin a su Mandato.

Cuando quedó claro que los británicos tenían la intención de abandonar el


país, hacia el 15 de mayo, los líderes del Yishuv decidieron llevar a cabo la parte
del plan que tenía como finalidad establecer un Estado judío. En Tel Aviv, el 14 de
mayo de 1948, el Consejo Provisional del Estado, antiguo Consejo Nacional, en
representación del pueblo judío de Palestina y del movimiento sionista mundial,
76

proclamó el establecimiento del Estado judío de Palestina, que se llamaría


Medinat Yisra’el (Estado de Israel) y estaría abierto a la inmigración de judíos
dispersos por todo el mundo.

El 15 de mayo, los ejércitos de Egipto, Transjordania (Jordania desde enero


de 1949), Siria, Líbano e Irak se unieron a los palestinos y a otras guerrillas árabes
que habían luchado contra los judíos desde noviembre de 1947. El enfrentamiento
se convirtió entonces en un conflicto internacional; durante la primera Guerra
Árabe-israelí, llamada por Israel guerra de la Independencia, los árabes no
pudieron evitar la creación del Estado judío, y el conflicto terminó con un
armisticio, dispuesto por la ONU, entre Israel por un lado y Egipto, Líbano,
Jordania y Siria por el otro. Las fronteras que se definieron en el armisticio se
mantuvieron hasta 1967, año en que fueron modificadas por las conquistas que
Israel llevó a cabo durante la guerra de los Seis Días.

El equilibrio de la población del nuevo Estado sufrió fuertes alteraciones


durante la guerra de 1948. Los acuerdos de armisticio supusieron un aumento del
territorio bajo control de Israel más allá de los límites establecidos por la división
de la ONU, que eran de unos 15.500 km2, hasta alcanzar los 20.700 km2. En la
pequeña franja de Gaza, en la frontera entre Egipto e Israel, se mantuvo la
ocupación egipcia y Jordania se anexionó Cisjordania. De los más de 800.000
árabes que vivían en el territorio controlado por Israel antes de 1948, sólo unos
170.000 permanecieron en él. El resto se trasladó a los países árabes vecinos,
viviendo como refugiados, y poniendo fin de este modo a la amenaza de un
Estado israelí con una mayoría de población árabe.

En 1949, el Consejo Provisional del Estado de Israel convocó elecciones


para elegir la primera Kneset. Chaim Weizmann, el líder sionista más destacado
del periodo anterior a la guerra, se convirtió en el primer presidente del país.

El primer jefe de gobierno fue David Ben Gurión, dirigente del Mapai
(Partido Laborista Israelí), que había dirigido el Yishuv durante los últimos días del
Mandato y tuvo una gran influencia en los diez primeros años de la historia de
Israel. Hizo hincapié en la seguridad nacional y en la expansión y desarrollo de un
Ejército modernizado. Fueron reclutados tanto hombres como mujeres y el Ejército
se convirtió en un centro para formar en la cultura hebrea a cientos de miles de
inmigrantes que acababan de llegar al país. Las organizaciones armadas que
estaban ligadas a diferentes movimientos políticos se disolvieron o se unieron al
Ejército israelí.

Nada más conseguir su independencia, Israel se abrió a los inmigrantes


judíos de todo el mundo; hacia 1952, la población se había duplicado. La mayoría
de los nuevos ciudadanos eran supervivientes de los campos de concentración de
Adolf Hitler. Sin embargo, en la década de 1950 cambió el modelo de inmigración,
pues se produjo un aumento del número de judíos provenientes de países
musulmanes de Oriente Próximo y del norte de África. A finales de la década de
1960, los judíos provenientes de estas zonas comenzaron a superar en número a
77

los europeos. En tres décadas la población de Israel se quintuplicó y


aproximadamente dos tercios de este crecimiento se derivaba de la inmigración
judía.

Debido a que gran parte de los inmigrantes que llegaron a Israel no tenían
un oficio o la preparación adecuada para participar en el desarrollo del país, a la
pesada carga de los gastos de defensa y a la necesidad de una rápida expansión
agrícola e industrial que absorbía gran cantidad de fondos gubernamentales, el
país se enfrentó a graves problemas económicos. Al iniciarse la década de 1950 la
economía se vio conmocionada por la recesión y por la devaluación monetaria. El
pueblo judío de todo el mundo, y el gobierno de Estados Unidos en particular y de
modo oficial, proporcionó un gran apoyo económico, mientras que Ben Gurión
negoció acuerdos con Alemania Occidental (actualmente parte de la República
Federal de Alemania unificada), que estipulaban el pago por parte de esta última
de indemnizaciones tanto a los judíos que fueron víctimas de los nazis como al
propio Estado de Israel.

Todos los intentos por convertir los acuerdos del armisticio entre árabes e
israelíes en un tratado de paz permanente fracasaron. Los árabes insistían en que
se permitiera regresar a los refugiados a sus hogares, que Jerusalén fuera
administrada por la comunidad internacional y que Israel realizara concesiones
territoriales antes de iniciar cualquier conversación o negociación para la paz. Los
israelíes alegaban que si se satisfacían esas peticiones se pondría en peligro su
propia seguridad y se negaron a aceptarlas. La guerrilla palestina realizó
numerosas incursiones y las tropas árabes emprendieron numerosos ataques,
ante los cuales Israel respondió con enérgicas represalias. Egipto se negó a
permitir que los buques israelíes utilizaran el canal de Suez y bloqueó los
estrechos de Tirán (el acceso de Israel al mar Rojo), lo que Israel consideró como
un acto de agresión. Los incidentes fronterizos a lo largo de la frontera con Egipto
fueron en aumento hasta provocar el estallido, en octubre y noviembre de 1956,
de la segunda Guerra Árabe-israelí.

Gran Bretaña y Francia se unieron al ataque debido a su disputa con el


presidente de Egipto, Gamal Abdel Nasser, que acababa de nacionalizar el canal
de Suez. Nasser se hizo cargo del canal después de que Gran Bretaña y Francia
rechazaran la oferta egipcia de financiar la construcción de la gran presa de
Asuán. Israel obtuvo una rápida victoria y en pocos días conquistó la franja de
Gaza y la península del Sinaí. Cuando el Ejército israelí llegó a orillas del canal de
Suez, los franceses y británicos iniciaron su ataque sobre la zona del canal. Tras
unos pocos días, la lucha fue interrumpida por la actitud contraria de Estados
Unidos y la Unión Soviética, que forzaron el envío de Fuerzas Especiales de la
ONU (UNEF) para garantizar el cumplimiento del alto el fuego en la zona del
canal. Ante esta situación Gran Bretaña y Francia paralizaron su acción conjunta.
A finales de ese mismo año sus tropas se retiraron de Egipto, pero Israel se negó
a abandonar Gaza hasta comienzos de 1957 y sólo después de que Estados
Unidos le prometiera resolver el conflicto y mantener abiertos los estrechos de
Tirán.
78

Israel continuó modernizando su Ejército, prestando especial atención a las


Fuerzas Aéreas, que recibieron modernos aviones franceses. La situación
económica mejoró y se creó un sistema de distribución de agua para facilitar el
desarrollo de las poblaciones de la parte meridional del país. Aunque la
inmigración había descendido en comparación con las cifras que alcanzó durante
los primeros cuatro años de independencia, volvió a aumentar en la década de
1960 con una nueva oleada proveniente de Marruecos. Uno de los principales
problemas a los que se enfrentaba el país era el de la absorción económica y la
integración de los recién llegados desde los países musulmanes. El abismo social
y económico existente entre éstos y los primeros colonizadores que llegaron de
Europa continuaba siendo una de las mayores dificultades del país.

Los principales movimientos políticos experimentaron grandes


transformaciones durante esta época, con sucesivas divisiones y reunificaciones.
Ben Gurión dimitió en 1963 y le sucedió Leví Eshkol. En 1965, el antiguo primer
ministro abandonó el partido Mapai para ayudar a formar un grupo de oposición
llamado Rafi. Ese mismo año el Mapai y el Ajdut Avodá (otra formación laborista)
se unieron para formar la Alineación Laborista, que gobernó hasta 1977. Las dos
principales formaciones políticas conservadoras de la oposición, el partido liberal y
el Jerut, también se unieron en 1965, formando el bloque Gajal, dirigido por
Menajem Beguin.

Tras la segunda guerra Árabe-israelí, la imagen del presidente egipcio


Nasser salió fortalecida en todo el mundo árabe, que asistió al crecimiento de un
ambiente nacionalista en el que los deseos de revancha contra Israel ocupaban un
lugar muy destacado. La formación de un comando militar árabe unificado que
concentró sus tropas en torno a las fronteras, junto con el cierre de los estrechos
de Tirán por parte de Egipto y la insistencia de Nasser, en 1967, de que la UNEF
abandonara la zona del canal, hicieron que Israel se adelantara a los preparativos
ofensivos árabes y atacara Egipto, Jordania y Siria, simultáneamente, el 5 de junio
de ese mismo año.

La guerra de los Seis Días finalizó con la decisiva victoria de Israel. Las
fuerzas aéreas israelíes, equipadas con modernos aviones franceses, fueron el
principal instrumento de la destrucción de los ejércitos árabes.

Tras la guerra de los Seis Días, Israel anexionó la franja de Gaza y la


península del Sinaí que había conquistado a Egipto, la parte árabe del Jerusalén
oriental y Cisjordania, que ocupó a Jordania, y los Altos del Golán, arrebatados a
Siria. El territorio que quedó bajo jurisdicción israelí después de la guerra de 1967
era aproximadamente cuatro veces superior al área que se le había otorgado tras
el armisticio de 1949. Los territorios ocupados tenían una población árabe de
aproximadamente 1,5 millones.

A partir de 1967, los territorios ocupados se convirtieron en la principal


preocupación política de Israel. La derecha y los líderes de los partidos religiosos
79

ortodoxos del país se oponían a la retirada de Cisjordania y Gaza, que


consideraban parte de Israel. En la Alineación Laborista, las opiniones estaban
divididas: unos estaban a favor de la retirada y otros defendían el mantenimiento
sólo de aquellas zonas que se consideraran de vital importancia para la seguridad
militar de Israel. Muchos partidos pequeños, entre ellos el Partido Comunista,
también se oponían al mantenimiento de la ocupación de los territorios
conquistados. Sin embargo, la mayoría de los israelíes apoyaban la postura de la
anexión de Jerusalén oriental y de su unión con el sector judío de la ciudad, y el
gobierno, dirigido por los laboristas, unió formalmente ambos sectores pocos días
después de que finalizara la guerra de 1967. En 1980 la Kneset aprobó una ley en
la que se declaraba a Jerusalén “completa y unificada” como capital eterna de
Israel.

Tras la guerra de 1967 se produjo un aumento del nacionalismo palestino.


Varias organizaciones guerrilleras de la Organización para la Liberación de
Palestina (OLP) cometieron actos terroristas contra escuelas, mercados,
estaciones de autobús y aeropuertos israelíes, con el objetivo manifiesto de
“liberar Palestina”. Los ataques terroristas contra los israelíes, en su patria o en el
extranjero, hicieron que la opinión pública se opusiera al reconocimiento de la OLP
y a cualquier tipo de negociación con ésta, pero el grupo consiguió ganar un
amplio apoyo internacional, e incluso el reconocimiento de la ONU, como “único
representante legítimo de los palestinos”. En los Juegos Olímpicos que se
celebraron en Munich (Alemania) en el verano de 1972, un comando palestino
asesinó a 11 atletas israelíes.

En 1973, Egipto y Siria se unieron en una guerra contra Israel para


recuperar los territorios que habían perdido en 1967. Ambos estados iniciaron una
ofensiva por sorpresa sobre Israel el 6 de octubre, fecha del Yom Kipur, el día de
ayuno sagrado para los judíos. Las primeras operaciones árabes en la península
del Sinaí fueron exitosas, aunque el signo de la contienda varió, tras la reacción
del Ejército de Israel, durante las tres siguientes semanas. Los árabes se
granjearan el apoyo de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y de
la mayor parte de los países en vías de desarrollo. Arabia Saudí y Kuwait
financiaron al Ejército árabe, haciendo posible que Egipto y Siria recibieran las
armas soviéticas más sofisticadas, y los Estados árabes productores de petróleo
iniciaron el embargo de sus exportaciones de crudo a Estados Unidos y a otros
países occidentales como represalia por su ayuda al Estado judío.

Israel tuvo que hacer frente a serios problemas financieros, que fueron
aliviados en parte por la gran asistencia militar y económica que le prestó Estados
Unidos. Sin embargo, esta ayuda estadounidense no fue suficiente para evitar la
espiral descendente de la economía israelí.

En sus esfuerzos por impulsar un acuerdo de paz, el presidente de Estados


Unidos Richard Milhous Nixon encargó a su secretario de Estado (ministro de
Asuntos Exteriores), Henry Alfred Kissinger, la tarea de negociar los acuerdos de
paz entre Israel por un lado y Egipto y Siria por otro. En 1974, Kissinger consiguió
80

la separación de las fuerzas militares de Israel y Egipto en el Sinaí, y de Israel y


Siria, en los Altos del Golán.

A la guerra del Yom Kipur siguieron crecientes disturbios en Israel y


constantes críticas a sus dirigentes políticos. Entre los resultados del “terremoto”
(así se denominó a los sucesos de 1973) una comisión de investigación, dirigida
por el presidente del Tribunal Supremo de Israel, fue muy crítica con los mandos
del Ejército debido a su modo de dirigir la guerra. El descontento generalizado
llevó a la dimisión de la primera ministra, Golda Meir, y de su gabinete en abril de
1974. Meir (que había sido la sucesora de Eskhol en 1969) fue sustituida por Isaac
Rabin.

Rabin fue incapaz de detener la inflación y el deterioro de la economía y su


reputación quedó dañada al descubrirse que él y otros miembros del Partido
Laborista estaban involucrados en transacciones financieras ilícitas. Como
resultado de esto, la Alineación Laborista perdió las elecciones a la Kneset de
1977. Menajem Beguin, el nuevo primer ministro, encabezó el movimiento Likud,
bloque formado en 1973 por grupos nacionalistas que se oponían a cualquier
concesión territorial a los árabes.

El programa económico de carácter liberal del conservador Beguin no


consiguió evitar el aumento de la inflación y que continuara el deterioro de la
economía, causado en gran parte por la escalada de los gastos militares. Sin
embargo, Beguin fue el primer dirigente de Israel que firmó un acuerdo de paz con
un Estado árabe. Esto fue el resultado de una iniciativa sorpresa del presidente de
Egipto, Anwar al-Sadat, que, en noviembre de 1977, voló hasta Jerusalén, se
dirigió a la Kneset y solicitó a Beguin que se iniciaran conversaciones de paz. Tras
largas y arduas negociaciones ante la presencia del presidente de Estados
Unidos, Jimmy Carter, en Camp David (Maryland), se firmó finalmente el tratado
de paz egipcio-israelí en la ciudad de Washington, el 26 de marzo de 1979.
Aunque el tratado puso fin a las posibilidades de guerra entre Egipto e Israel,
quedaron muchos temas pendientes por solucionar entre ambos Estados, entre
ellos el problema de disponer la autonomía árabe en los territorios ocupados de
Gaza y Cisjordania.

El Likud ganó por un estrecho margen en las elecciones de junio de 1981 y


Beguin fue reelegido primer ministro. Poco antes, Israel había inquietado a la
comunidad internacional al enviar bombarderos para destruir un reactor nuclear en
construcción cerca de Bagdad (Irak), alegando que éste se estaba construyendo
con la intención de producir armas nucleares para ser utilizadas posteriormente
contra Israel. La anexión de los Altos del Golán, que tuvo lugar en el mes de
diciembre de ese mismo año, hizo que las relaciones exteriores de Israel se
volvieran tensas con países con los que antes habían sido amistosas. A pesar de
estos acontecimientos y de las complicaciones ocasionadas por el asesinato de
Anwar al-Sadat en octubre de 1981, la retirada final de Israel de la península del
Sinaí se produjo en la fecha en que estaba prevista por el tratado de paz, abril de
1982. Dos meses más tarde Israel invadió Líbano con el objetivo de acabar con la
81

presencia de la OLP, que tenía allí bases desde las que realizaba numerosos
ataques contra territorio israelí. A mediados de agosto, tras una intensa contienda
que tuvo lugar en Beirut y en los alrededores de la ciudad, la OLP hubo de
abandonar Líbano, a pesar de lo cual las tropas israelíes permanecieron en el sur
del país y el coste de la guerra y la ocupación posterior dejaron sentir sus efectos
sobre la economía israelí, que ya estaba atravesando momentos difíciles y
problemáticos. Por otro lado, el conocimiento de las matanzas de palestinos en los
campos de Sabra y Chatila por parte de falangistas libaneses, aliados de los
israelíes, provocó duras condenas en el ámbito internacional y entre la opinión
pública israelí.

Beguin anunció su dimisión como primer ministro y jefe del Likud en agosto
de 1983, y le sucedió en ambos cargos el ministro de Asuntos Exteriores Isaac
Shamir. Las elecciones de julio de 1984 no fueron concluyentes: el Partido
Laborista consiguió 44 escaños y el Likud 41 de los 120 que componían la Kneset.
Como ninguno de los partidos mayoritarios conseguía formar un gobierno de
coalición por sí mismo, los laboristas y el Likud formaron un gobierno de unidad
nacional. Simón Peres, líder del Partido Laborista, fue primer ministro hasta
octubre de 1986, año en que Shamir reasumió el cargo.

Las relaciones entre Israel y los palestinos entraron en una nueva fase a
finales de la década de 1980, con la aparición de la intifada, una serie de
levantamientos populares que tuvieron lugar en los territorios ocupados y en los
que se produjeron manifestaciones, huelgas y ataques con piedras a los soldados
y civiles israelíes. La dura respuesta del gobierno israelí generó críticas tanto por
parte de Estados Unidos como de la ONU.

La coalición entre el Likud y los laboristas se deshizo en marzo de 1989.


Entonces, Shamir encabezó un gabinete provisional hasta junio de 1990, momento
en que formó un nuevo gobierno. En 1989 y 1990 más de 200.000 judíos
procedentes de la entonces disuelta Unión Soviética se establecieron en Israel.
Esta nueva oleada migratoria —alentada por el gobierno de Shamir, pero que fue
mal acogida por palestinos y por árabes residentes en Israel— minó la economía
nacional. Durante la guerra del Golfo Pérsico, en la que muchos palestinos
apoyaron de forma abierta a Irak, misiles Scud alcanzaron Israel en repetidas
ocasiones, hiriendo a más de 200 personas y destruyendo casi 9.000 viviendas en
la zona de Tel Aviv. Israel, contrariamente a su política habitual, no tomó
represalias, en parte porque Estados Unidos estableció bases de misiles tierra-aire
Patriot para destruir los misiles iraquíes.

Las primeras conversaciones de paz global entre Israel y delegaciones que


representaban a los palestinos y a los Estados árabes vecinos se iniciaron en
octubre de 1991, en Madrid, en la Conferencia de Paz sobre Oriente Próximo.
Después de que el Likud perdiera las elecciones parlamentarias en junio de 1992,
el líder del Partido Laborista, Isaac Rabin, formó un nuevo gobierno.
82

Los acontecimientos en Oriente Próximo dieron un giro inesperado en 1993.


Tras unas negociaciones secretas, el primer ministro israelí, Rabin, y el presidente
de la OLP, Yasir Arafat, se reunieron en la ciudad de Washington, y acordaron
firmar un histórico tratado de paz. Israel permitió la creación de un gobierno
autónomo, primero en la franja de Gaza y en Jericó, en Cisjordania, y más tarde
en las demás zonas de Cisjordania en las que no hubiera población judía. A
comienzos de 1994, las negociaciones sobre la autonomía se interrumpieron
temporalmente después de que un colono judío matara al menos a 29 palestinos
árabes en una mezquita en Hebrón, en Cisjordania. En mayo de 1994, las tropas
israelíes se retiraron de Jericó y de las ciudades y campos de refugiados de la
franja de Gaza y esta área quedó bajo la administración de la Autoridad Nacional
Palestina. En julio de 1994, el primer ministro Rabin y el rey Hussein de Jordania
firmaron un tratado de paz que ponía fin a 46 años de enfrentamientos entre
ambos Estados. El acuerdo, que se firmó en la Casa Blanca en presencia del
presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, asentó las bases para un tratado de
paz definitivo.

El primer ministro israelí, Isaac Rabin, fue asesinado el 4 de noviembre de


1995 en Tel Aviv por un judío perteneciente a un grupo de extrema derecha hasta
entonces desconocido. Fue sustituido por Simón Peres. Los sucesivos atentados
terroristas indiscriminados llevados a efecto por miembros del grupo
fundamentalista islámico Hezbolá, provocaron en 1996 el bombardeo israelí del
sur del Líbano como represalia.

En las elecciones celebradas en mayo de ese mismo año, Simón Peres


resultó derrotado por el candidato derechista del Likud, Benjamín Netanyahu, por
un estrecho margen de votos. Se inició entonces un estancamiento, cuando no un
retroceso, en el proceso de paz puesto en marcha años antes, pese a las
presiones ejercidas por la comunidad internacional (con Estados Unidos a la
cabeza) y la moderación con que actuó la Autoridad Nacional Palestina presidida
por Yasir Arafat.

Las negociaciones entre Israel y Siria, que habían continuado de manera


esporádica desde el final de la Conferencia de Paz celebrada en Madrid en 1991,
también se vieron afectadas con la llegada del Likud al poder. El presidente sirio
Hafiz al-Assad había valorado como muy positivos los progresos realizados a
mediados de la década de 1990 y esperaba continuar las negociaciones de paz en
el punto en el que las habían dejado él y los anteriores gobernantes israelíes. Sin
embargo, Netanyahu y sus socios de coalición eran partidarios de volver a fijar las
bases para un futuro acuerdo y renegociar los asuntos centrales, lo que provocó la
paralización del proceso. El futuro de los Altos del Golán, la paz y la normalización
de relaciones, así como el control sobre los recursos acuíferos, quedaron de este
modo sin resolver.

Pese al estancamiento de las negociaciones con los palestinos, en enero de


1997 se completó y firmó el acuerdo por el que Israel se comprometía a la retirada
de sus tropas del núcleo urbano de Hebrón. En concreto, el desalojo incluía el
83

80% de la ciudad, manteniendo su presencia en torno a los asentamientos judíos


existentes. No obstante, las autoridades israelíes decidieron un mes después
poner en marcha su proyecto de construcción de viviendas en Jerusalén Este, lo
que fue considerado por los palestinos como una violación de los acuerdos
firmados. Las negociaciones entraron de nuevo en un punto muerto. Los ataques
terroristas perpetrados por grupos islamistas a mediados de 1997 llevaron a que
Israel demandara a las autoridades palestinas una mayor eficacia contra las
actividades de esos grupos. Particularmente preocupantes para Israel fueron los
atentados suicidas con bomba efectuados por miembros del grupo islámico
Hamas. En respuesta, agentes del Mossad, los servicios secretos israelíes,
intentaron sin éxito asesinar en la capital jordana a Jaled Meshal, máximo
dirigente de Hamas. La acción enturbió las relaciones jordano-israelíes.

Asimismo, los ataques efectuados por grupos islamistas libaneses en la


zona de seguridad y el norte de Israel provocaron inquietud en el gobierno de
Netanyahu. En 1998 Israel ofreció la retirada de la zona de seguridad, bajo control
judío desde 1985, a cambio de que Líbano garantizase que no se producirían más
ataques terroristas contra el norte de Israel. El gobierno libanés rechazó la oferta,
proponiendo como alternativa la retirada incondicional del Ejército israelí.

Netanyahu obtuvo el respaldo de la Kneset pese a las críticas procedentes


tanto de la izquierda como de la derecha parlamentaria. Su amenaza de
obstaculizar la ocupación judía del sector oriental de Jerusalén, ordenado por un
magnate estadounidense de origen judío, provocó la ira de los grupos derechistas,
mientras que su apoyo a los asentamientos de colonos en Cisjordania, así como
otras actuaciones, fueron contempladas por la izquierda como un intento por
desmontar el proceso de paz iniciado años atrás. A comienzos de 1998, la
coalición gubernamental salvó por un estrecho margen el voto de censura
promovido por la oposición parlamentaria.

A mediados de ese mismo año se celebró el 50 aniversario de la creación


del Estado de Israel. Mientras, las negociaciones de paz permanecían estancadas
en lo referente a los temas fundamentales: así, Arafat rechazó conversar sobre
asuntos de relevancia hasta que Israel no efectuara su retirada del sector de
Cisjordania aún controlado por el Ejército hebreo, en tanto que Israel se opuso a
seguir adelante con la retirada de sus tropas hasta que los palestinos no actuaran
con mayor firmeza contra los grupos terroristas que amenazaban su seguridad.

El acuerdo alcanzado entre ambas partes en el mes de octubre —gracias a


la mediación de la secretaria de Estado estadounidense, Madeleine Albright, y la
participación del presidente estadounidense, Bill Clinton, y del monarca jordano,
Husayn I— preveía la retirada israelí de un 13% de Cisjordania a cambio de que la
Autoridad Nacional Palestina se comprometiera a reforzar la seguridad en la zona.
Pese a que la retirada se inició al mes siguiente, el primer ministro israelí optó por
congelar la retirada en diciembre, lo que provocó una grave crisis política ante la
incapacidad del primer ministro para alcanzar un acuerdo de paz definitivo con los
palestinos. La Kneset, dividida, se decantó a favor de su autodisolución y de la
84

convocatoria de elecciones para el mes de mayo, en las que se elegiría, por


separado, al nuevo primer ministro y a los componentes de la nueva legislatura.
Se esperaba que de los comicios surgiera una nueva mayoría parlamentaria que
acometiera las conversaciones con otro talante distinto al mantenido por
Netanyahu, que se presentó a la reelección.

El triunfo correspondió al candidato laborista, Ehud Barak, un general


retirado que prometió la consecución de una paz estable basada en la fortaleza y
la seguridad. Netanyahu, derrotado, anunció su dimisión como máximo dirigente
del Likud y su retirada de la vida política. El 6 de julio de 1999, Barak formó un
gobierno de coalición que contó con el respaldo de un Parlamento escorado hacia
la izquierda, en el que los pequeños partidos se constituyeron en árbitros de la
situación frente a la evidente pérdida de votos de las grandes formaciones, en
particular del Likud.

El nuevo gabinete, integrado inicialmente por nueve laboristas, cinco


representantes de partidos religiosos y otros cinco de grupos de centro y de
izquierda, y ampliado en agosto con cinco nuevos miembros, entre los que se
encontraban dos representantes de los movimientos pacifistas, puso como
objetivo de su principal actividad la obtención de la paz en Oriente Próximo. En
septiembre de ese año, Barak firmó con Arafat la aplicación de los acuerdos
establecidos en octubre del año anterior pero paralizados poco después por
Netanyahu. El pacto modificaba el anterior en el sentido de ampliar los territorios
palestinos en Cisjordania a cambio de nuevas medidas de seguridad para Israel.
El gobierno de Barak aprobó el 5 de marzo de 2000 la retirada del Ejército israelí
del sur de Líbano antes del mes de julio de ese año.

El gabinete de Barak tuvo que hacer frente a difíciles coyunturas durante la


segunda mitad de 2000. En el mes de junio el partido ultraortodoxo Shas retiraba
el apoyo a la coalición que permitía su gobierno (dejándole en minoría
parlamentaria); en el de julio Barak se reunió con Arafat en Camp David
(Maryland, Estados Unidos) por mediación de Clinton, pero la cumbre fracasó por
el discutido estatuto de Jerusalén; ese mismo mes, el Kneset eligió a Moshé
Katsav, del Likud, para suceder al recién dimitido Ezer Weizman en la presidencia
israelí; por último, el 28 de septiembre, el líder del Likud, Ariel Sharon, visitó uno
de los lugares sagrados del islam, la Explanada de las Mezquitas (en Jerusalén
oriental), y este hecho fue el detonante para que se desencadenara uno de los
periodos recientes de mayor violencia entre palestinos e israelíes.

La convulsión generada por esta nueva intifada catalizó de forma paralela


una grave crisis política interna en Israel, en medio de la cual Barak presentó su
dimisión el día 10 de diciembre, bloqueando al mismo tiempo la disolución
parlamentaria y la convocatoria de elecciones legislativas que desde finales del
mes anterior promovía el Likud en el seno de la cámara. Poco después se fijó el
día 6 de febrero de 2001 como fecha de los comicios de los que emanaría un
nuevo primer ministro. En éstos, la victoria fue para el candidato del Likud, Sharon,
que obtuvo el 62,4% de los sufragios emitidos, en tanto que Barak sólo consiguió
85

el 37,6% de los mismos. Tras dichos resultados, Sharon tomó posesión de su


cargo el 7 de marzo siguiente y formó un gobierno de unidad nacional con
miembros de partidos de distinto signo político, principalmente del Likud, de Shas
y del Partido Laborista (con la significativa presencia del ex primer ministro Simón
Peres como ministro de Asuntos Exteriores).

La crisis iniciada en septiembre de 2000 no se detuvo, y la espiral de


violencia alcanzó cotas de gravedad extrema durante los siguientes meses. Los
actos terroristas protagonizados por los grupos palestinos más radicales se
multiplicaron, en tanto que el ejecutivo presidido por Sharon ordenó la ocupación
militar de numerosos territorios autónomos de Gaza y Cisjordania que se
encontraban bajo control de la Autoridad Nacional Palestina. En los primeros
meses de 2002, estas ofensivas israelíes llegaron incluso a tener cercado a Arafat
en su cuartel general de Ramala.

A finales de octubre de 2002, ante el desacuerdo surgido para aprobar la


Ley General de Presupuestos 2003, los ministros laboristas abandonaron el
gobierno de unidad nacional, por lo que Sharon nombró un gabinete provisional en
el que Netanyahu aceptó finalmente ser titular de Asuntos Exteriores. Aunque días
después superó tres mociones de censura presentadas por la oposición, Sharon
convocó comicios anticipados debido a la imposibilidad de formar un nuevo
gobierno y por la situación de minoría parlamentaria de su ejecutivo. Tras las
elecciones primarias desarrolladas en el Partido Laborista y en el Likud, resultaron
nominados candidatos a primer ministro, respectivamente, Amram Mitzna, el cual
derrotó a Benjamín Ben Eliezer, y Sharon, quien se impuso a Netanyahu. En las
elecciones parlamentarias, que tuvieron lugar el 28 de enero de 2003 y se
caracterizaron por el elevado índice de abstención, el Likud logró 38 escaños
(duplicando su representación en el Kneset), por 19 de los laboristas; 15 del
Shinui; 11 de Shas; 7 de Unión Nacional; 6, respectivamente, de Meretz y del
Partido Nacional Religioso; y 5 de Torá y Judaísmo. Tales resultados garantizaron
la continuidad como primer ministro de Sharon, quien, para conformar su nuevo
gabinete, optó por una coalición de su partido con Shinui, Unión Nacional y el
Partido Nacional Religioso.

Por otra parte, en lo que hace a la materia jurídicas, cabe señalar que
resulta erróneo considerar que el Derecho israelí sólo haya recibido influencia del
inglés, ya que también tiene una fuerte injerencia del otomano y del francés. Así
tenemos que para tener conocimiento de la influencia externa que ha tenido este
Derecho, es preciso remontarnos a los principios del siglo pasado.

Así tenemos que la Liga de las Naciones otorgó a Gran Bretaña un


mandato sobre Palestina a mediados de 1922, y las autoridades británicas de
inmediato emitieron un decreto con el propósito de regular la vida del temario, por
el que se depositó el poder legislativo del territorio en un Alto Comisionado, con la
restricción de no dictar normas contrarias al mandato. Este decreto sostuvo en su
artículo 47, la vigencia del Derecho otomano, entonces aplicable en la región, con
86

la misma restricción de no contravenir los principios del mandato y ordenó la


aplicación paralela del common law inglés.

En ese contexto es posible encontrar las cuatro influencias principales del


carácter mixto con el que se categoriza el sistema jurídico de Israel:

a) El Derecho judío o mosaico, observado rigurosamente por las


comunidades de inmigrantes judíos al expresar social y jurídicamente
su religión como el aglutinante nacional por excelencia.
b) El Derecho anglosajón en sus aspectos formales y técnicos como
consecuencia del mandato británico.
c) El Derecho otomano, aplicable a la mayoría de la población de esa
época y que abarcaba las diversas tradiciones del Derecho islámico
basado en el Corán y en las costumbres árabes.
d) El Derecho francés en una versión que adoptó los contenidos del
Derecho Civil napoleónico a las necesidades del sistema turco, aunque
igualmente, bajo el nombre de Mejelle.

8.1.2 ORGANIZACIÓN POLÍTICA.

Israel es una república parlamentaria con la suprema autoridad atribuida al


cuerpo legislativo. El Estado no tiene una constitución escrita, sino un número de
leyes aprobadas por el Parlamento que regulan las funciones del gobierno.

a) Poder ejecutivo. El jefe del Estado, el presidente, se elige para un


periodo de cinco años; sus poderes están muy limitados. El principal cuerpo
ejecutivo del país es un gabinete de unos 25 ministros encabezado por el primer
ministro. El gabinete se mantiene mientras tenga el apoyo del cuerpo legislativo.
Sin embargo, en las elecciones nacionales de 1996, el primer ministro se eligió por
votación popular.

b) Poder legislativo. El órgano legislativo de Israel, o Kneset, es un cuerpo


unicameral de 120 miembros elegidos por cuatro años según un sistema de
representación proporcional. Todos los ciudadanos tienen derecho al voto a partir
de los 18 años.

c) Poder judicial. Israel tiene dos sistemas judiciales, uno civil y otro
religioso. El sistema civil está compuesto por un Tribunal Supremo, que es el
principal tribunal administrativo y la más alta instancia de apelación del país. Por
debajo están los tribunales de distrito, que tratan las causas criminales y civiles
mayores y las apelaciones de los tribunales de menor rango, y los magistrados y
los tribunales municipales, que tienen una jurisdicción limitada. Los tribunales
religiosos se centran en temas relativos a bodas, divorcios, pensiones alimenticias
y confirmaciones de viudedad.

8.1.3 FUENTES DEL DERECHO.


87

Una de las fuentes formales del Derecho más importantes en la legislación,


emanada de la Knéset y con tendencia al Derecho judáico (religioso). Otra
importante fuente formal del Derecho, son los precedentes, es decir, las normas
emanadas de las decisiones judiciales que deben acatarse para los futuros casos
análogos al resuelto, esta fuente del Derecho es casuística y heredada del
Derecho inglés.

La jurisprudencia tiene mucha fuerza y emana de una ley que es la llamada


Ley de los Fundamentos Legales de 1984 y suple todas las lagunas de la ley. Esta
ley estipula que en caso que una cuestión legal no pueda ser resuelta por medio
de una ordenanza, o de un precedente, o de una analogía, los tribunales deberán
decidir a la luz de los principios de libertad, justicia, equidad y paz del legado de
Israel.

8.2 JAPÓN.

8.2.1 EVOLUCIÓN HISTÓRICA Y RECEPCIÓN DEL DERECHO INGLÉS.

Durante la dinastía Meiji, los ejércitos de los feudos de Satsuma, Choshu y


Tosa, que ahora componían las fuerzas imperiales, sometieron a los seguidores de
los Tokugawa, poco después aseguraron la Restauración Meiji. El joven
emperador, Mutsuhito, recuperó la posición de verdadero dirigente del gobierno y
adoptó el nombre de Meiji Tenno (‘gobierno ilustrado’) para designar su reinado,
aunque su función principal consistió en actuar como talismán de la soberanía
mientras varios dirigentes de Choshu y Satsuma monopolizaron las posiciones
ministeriales alrededor del trono que legitimaba la transformación de Japón. La
capital real fue transferida a Edo, denominada ahora Tokio (‘capital oriental’). En
1869, los señores de los grandes clanes de Choshu, Hizen, Satsuma y Tosa
rindieron sus feudos al emperador y, después de varias entregas realizadas por
otros clanes, un decreto imperial de 1971 abolió todos los feudos y en su lugar
creó prefecturas administrativas centralizadas, con los antiguos señores como
gobernadores.

Durante este periodo, Japón logró mantenerse al margen del imperialismo


europeo que, en esa época, había engullido a otros países asiáticos. Mediante
una imitación concertada de la civilización occidental en todos sus aspectos, se
propusieron hacer de Japón una potencia mundial, bajo el lema fukoku kyohei
(“enriqueced el país, fortaleced el Ejército”); oficiales franceses se encargaron de
la remodelación del Ejército, los marinos británicos reorganizaron la Armada y los
ingenieros holandeses supervisaron las nuevas construcciones en las islas. Se
enviaron varios especialistas japoneses para analizar los gobiernos extranjeros y
para seleccionar sus mejores características que se aplicarían en Japón; se
redactó un nuevo código penal a imagen del francés, se estableció un Ministerio
de Educación en 1871 para desarrollar un sistema educativo basado en el de
Estados Unidos, que fomentaría una ideología nacionalista y la exaltación del
emperador a partir del desarrollo del sintoísmo. El país experimentó un rápido
crecimiento industrial bajo la supervisión del gobierno. En 1872, se decretó el
88

servicio militar universal y, unos años después, en 1877, un decreto abolió la clase
de los samuráis, no sin un trágico enfrentamiento entre los soldados y los
samuráis en Satsuma.

La oligarquía Choshu-Satsuma impuso cambios desde arriba en el sistema


político y no fueron el resultado de las demandas políticas del pueblo. El
campesinado continuó sufriendo la mayoría de los gravosos impuestos estatales y
las revueltas continuaron en el siglo XX. No obstante, se intentó crear un régimen
constitucional que reforzara el país y mejorara su situación general. Se organizó
un gabinete a imagen del alemán en 1885, con Ito Hirobumi como primer ministro,
y se creó un consejo privado en 1888, ambos responsabilidad del emperador. La
nueva Constitución, redactada por Ito tras una investigación de las constituciones
de Europa y Estados Unidos, se promulgó en 1889 y establecía una Dieta
bicameral formada por la Cámara de Pares con 363 miembros y una cámara baja
con 463 miembros elegidos por los ciudadanos que pagaban impuestos anuales
directos no inferiores a 15 yenes. Se salvaguardaron cuidadosamente los poderes
del emperador al que se le permitía promulgar decretos leyes, tener la potestad
para declarar la guerra o alcanzar la paz y disolver o suspender la actividad de las
cámaras. La Constitución ofrecía más libertad y seguridad a los propietarios que el
sistema Tokugawa, además de posibilidades para discusiones políticas, pero no
dejó claros los límites del poder ejecutivo. Posteriores ordenanzas confirmaron la
importancia de los ministros del Ejército y de la Armada, cuyos titulares debían ser
oficiales en servicio, los cuales, de forma paulatina, adquirieron derechos de veto
sobre la formación de gabinetes y una gran influencia política.

El Imperio también se embarcó en una política exterior expansiva. En 1879,


Japón había tomado las islas Ryūkyū, protectorado japonés desde 1609, y las
designó como prefectura de la isla de Okinawa. La lucha por el control de Corea
fue el siguiente paso en la expansión japonesa. Los conflictos con China en Corea
finalizaron en la Guerra Chino-japonesa (1894-1895), en la que las modernizadas
fuerzas niponas derrotaron pronto a los chinos. Según los términos del Tratado de
Shimonoseki de abril de 1895, China cedía a Japón Taiwan (Formosa) y
Pescadores, además de una gran indemnización monetaria. El tratado otorgó la
península de Liaodong, en el sur de Dongbei Pingyuan (Manchuria), a Japón, pero
la intervención de Rusia, Francia y Alemania obligó a Japón a aceptar una
indemnización adicional en su lugar.

El decisivo triunfo japonés indicó al mundo que estaba emergiendo una


nueva y fuerte potencia en el Lejano Oriente. Como preliminares para establecer
negociaciones de plena igualdad con las grandes potencias, Japón, en 1890,
había revisado sus códigos criminal, civil y comercial siguiendo modelos
occidentales desde donde demandar la revocación de las cláusulas de
extraterritorialidad de sus tratados, lo que se consiguió en 1899. En 1894, Estados
Unidos y Gran Bretaña fueron las primeras naciones en reconocer la libertad
comercial del Imperio Japonés.
89

A causa de sus intereses en Corea, Japón entró inevitablemente en


conflicto con Rusia, que por entonces se había expandido por el noreste de Asia.
El resentimiento contra Rusia era elevado, ya que este país había sido la causa
principal por la que Japón perdió la península de Liaodong después de la guerra
con China. Los dos países firmaron un tratado en 1898, que garantizaba la
independencia de Corea, aunque se garantizaba la preeminencia de sus intereses
comerciales. En 1900, después de la rebelión Bóxer en China, Rusia ocupó
Dongbei Pingyuan (Manchuria) y, desde allí, comenzó a internarse en el norte de
Corea; mientras Japón y Gran Bretaña acordaban en 1904 una alianza militar.

En 1904, tras repetidos intentos de negociación, Japón rompió las


relaciones diplomáticas con Rusia y atacó la posesión rusa de Port Arthur (ahora
parte de Lüda), en el sureste de Dongbei Pingyuan (Manchuria), comenzando así
la Guerra Ruso-japonesa que supuso el segundo éxito militar de Japón en una
guerra moderna en menos de 18 meses. El tratado de paz, alcanzado por la
mediación del presidente estadounidense Theodore Roosevelt, se firmó en
Portsmouth (New Hampshire), el 5 de septiembre de 1905; Japón consiguió la
península de Liaodong, el territorio de Guangdong (Kwangtung) y la mitad sur de
la isla de Sajalín, que se denominó Karafuto. Además, Rusia reconoció la
presencia de Japón en Corea, sujeta rápidamente a la hegemonía japonesa. Cinco
años después (en 1910) Japón se anexionó Corea y la denominó Chosen.

Las dificultades impuestas a la emigración japonesa a Estados Unidos


causaron tensiones durante varios años en las relaciones entre ambos países,
provocadas por las peticiones de los sindicatos estadounidenses, resentidos
porque a los trabajadores japoneses se les permitía trabajar por salarios inferiores
y durante más horas de las que establecían las leyes laborales estadounidenses.
Después de una serie de negociaciones, Japón y Estados Unidos concluyeron un
tratado en 1911, por el que Japón consintió en frenar la emigración de los
trabajadores japoneses. Sin embargo, el problema nunca se resolvió por completo
y contribuyó al sentimiento antiestadounidense de Japón, que aumentó en las
décadas siguientes.

El emperador Meiji falleció en 1912 y le sucedió el emperador Taisho. En


agosto de 1914, tras el estallido de la I Guerra Mundial, Japón envió un ultimátum
a Alemania, solicitando la evacuación del territorio de Jiaozhou (Kiaochow), en el
noreste de China. Cuando Alemania se negó a cumplirlo, Japón entró en la guerra
del lado de los aliados. Las tropas niponas ocuparon las posesiones alemanas de
las islas Marshall, Carolinas y Marianas en el océano Pacífico. En 1915, el Imperio
presentó las Veintiún Demandas a China, que solicitaba privilegios industriales,
mineros y ferroviarios y que obligaba a China a no alquilar ni ceder ningún
territorio costero frente a Taiwan a ningún país que no fuera Japón. Estas
peticiones, algunas de las cuales fueron rápidamente garantizadas, fueron la
primera declaración de una política de dominación sobre China y el Lejano
Oriente. Un año después, en 1916, China cedió los derechos comerciales de
Mongolia interior y el sur de Dongbei Pingyuan (Manchuria) a Japón.
90

Como resultado del acuerdo de paz de la I Guerra Mundial, Japón recibió


las islas del Pacífico que había ocupado como mandato de la Sociedad de
Naciones, organización de la que el emperador nipón fue uno de los miembros
fundadores. Japón también recibió el territorio de Jiaozhou, pero fue devuelto a
China como resultado del Tratado de Shandong (Shantung), realizado durante la
Conferencia de Washington en 1922. Esta conferencia también dio como resultado
el cambio de la alianza anglo-japonesa por el Tratado de las Cuatro Potencias, por
el que Japón, Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos se comprometían a
respetarse los territorios del océano Pacífico y consultarse si se amenazaban sus
derechos territoriales, y el Tratado de las Nueve Potencias (Bélgica, Gran Bretaña,
Países Bajos, Portugal, Japón, Francia, Italia, China y Estados Unidos), en el que
los signatarios respetaban la integridad territorial y la soberanía de China. Un
tratado adicional entre Gran Bretaña, Estados Unidos, Japón, Francia e Italia
acordó limitar los efectivos navales: la Armada japonesa se limitó a 315.000
toneladas.

Con la adopción de los tratados de Shandong y de las Nueve Potencias,


Japón demostró una actitud conciliadora hacia China, a pesar de los intereses
comerciales japoneses en ese país. Las relaciones con Rusia, que se habían
vuelto tirantes tras la Revolución Rusa de 1917 y la posterior invasión de Siberia y
el norte de Sajalín por los japoneses en 1918, se hicieron más amistosas después
de que Japón reconociera el régimen soviético en 1925. Esta actitud menos
agresiva por parte de Japón se debió en parte al éxito de grupos liberales en la
política interior, estimulados por la victoria de las naciones en la I Guerra Mundial.

El primer ministro de uno de estos partidos políticos recién creados, Hara


Takashi, tomó posesión de su cargo en 1918 y, a pesar de su asesinato en 1921,
la era Taisho se recuerda como la época de experimentos democráticos. Las
demandas para establecer el sufragio universal masculino obligaron al gobierno a
promulgar en 1919 una ley que duplicaba el electorado, alcanzando la cifra de 3
millones. En 1923, la región de Tokio y Yokohama se convulsionó por un gran
seísmo, pero la rapidez con que se reconstruyó la zona demostró el vigor de la
nueva sociedad industrializada. Las protestas democráticas aumentaron su
intensidad y, en 1925, se garantizó el sufragio universal masculino, de manera que
el electorado creció repentinamente a 14 millones de votantes. Reflejando el
interés creciente en el establecimiento de un régimen democrático, durante la
década de 1920, la tendencia política se orientó hacia gabinetes donde no se
encontraban miembros de la oligarquía o dirigentes militares. Sin embargo, este
movimiento tuvo una corta duración.

En 1926, Hiro-Hito, nieto del emperador Meiji, subió al trono. Adoptó el


nombre de Showa (‘brillante armonía’) como designación oficial de su reinado,
pero cuando el general barón Tanaka Giichi se convirtió en primer ministro en
1927, se reanudó la política agresiva hacia China. La fuerza que impulsó este
cambio de política residía en la expansión de la industria japonesa, cuyo rápido
crecimiento desde el inicio de la I Guerra Mundial (1914) requería nuevos
mercados para una producción cada vez mayor. Además, la población de Japón
91

se había duplicado desde 1868 y cada vez era mayor la necesidad de ampliar
espacio y recursos. El colapso del mercado de la seda estadounidense en 1929
arruinó a muchos campesinos e incrementó la presión para realizar una acción
drástica.

A finales de la década de 1920 Japón consiguió dominar la administración y


los asuntos económicos de Dongbei Pingyuan (Manchuria), a pesar de las
protestas chinas. El 18 de septiembre de 1931 tropas japonesas, alegando que los
saboteadores chinos habían causado una explosión en el Ferrocarril de Dongbei
Pingyuan (Manchuria) del Sur de propiedad japonesa, embargaron los arsenales
de Shenyang (Mukden) y de varias ciudades vecinas, obligando a las tropas
chinas a retirarse del área. Actuando sin la aprobación oficial del gobierno japonés
y bajo la influencia de sociedades secretas que consideraban que los intereses
nacionales estaban por encima de directrices políticas, el ejército de Guangdong
extendió sus operaciones hacia el interior de Dongbei Pingyuan (Manchuria) y, en
cinco meses aproximadamente, invadió toda esta región. Se estableció entonces
en Dongbei Pingyuan (Manchuria) un Estado títere conocido como Manchukuo;
Puyi, último emperador de China, fue coronado emperador de Manchukuo en 1934
como Kang De.

La ocupación de Dongbei Pingyuan (Manchuria) permitió a los derechistas


radicales hacerse con el gobierno e imponer un régimen represivo contra los
sectores más liberales; el vizconde Saito Makoto formó el denominado gabinete
nacional compuesto principalmente por hombres sin afiliación política. Las
repercusiones internacionales de la ocupación de Dongbei Pingyuan (Manchuria)
hicieron que la Sociedad de Naciones, actuando con la autoridad del Pacto Briand-
Kellogg, creara una comisión para determinar si había que imponer sanciones
como potencia agresora; la respuesta de Japón fue abandonar la organización en
1935. Para consolidar su presencia en China, Japón desembarcó tropas en
Shanghai, en el norte, el Ejército japonés de Dongbei Pingyuan (Manchuria) se
anexionó la provincia de Chengde (Jehol) e intentó ocupar las ciudades de Pekín y
Tianjin. Incapaz de resistir la superioridad de las fuerzas japonesas, China firmó
una tregua en mayo de 1933 en la que se reconocían las conquistas japonesas.

La acción del Ejército mostró el poder que las autoridades militares tenían
en la política japonesa. En 1936, el Imperio firmó un acuerdo anticomunista con
Alemania y, un año después, un pacto similar con Italia. El establecimiento de un
gobierno casi completamente militar, con la cooperación de los zaibatsu (trusts
industriales familiares), supuso el desarrollo de una política exterior agresiva.

El 7 de julio de 1937, una patrullera china se enfrentó a las tropas


japonesas, cerca de Pekín. Utilizando el accidente como pretexto para comenzar
las hostilidades, el Ejército japonés de Dongbei Pingyuan (Manchuria) se desplazó
hacia esta área, reiniciando las hostilidades con China, aunque la guerra nunca se
declaró formalmente. Después de que una fuerza japonesa ocupara con rapidez el
norte de China y que, a finales de 1937, la Armada nipona bloqueara casi toda la
costa china, el ejército avanzó hacia el interior del este y del sur de China en 1937
92

y 1938, y capturó Shanghai, Suzhou (Soochow), Nanjing (Nanking), Qingdao


(Ts'ing-tao), Cantón (Guangzou) y Hankou (Hankow), obligando a los chinos a
replegarse hacia el oeste. Las protestas de gobiernos extranjeros y por los
maltratos de las tropas japonesas a los residentes extranjeros en China y la
usurpación de sus propiedades privadas fueron ignoradas por el Imperio. A finales
de 1938, los japoneses fueron frenados en las montañas del centro de China,
donde los chinos realizaron una lucha de guerrilla contra los invasores.

Mientras tanto, en Japón se había establecido una economía de guerra


dirigida por el gobierno. En 1937, un gabinete encabezado por el príncipe Konoe
Fumimaro concedió toda la dirección de la guerra a los dirigentes del Ejército y de
la Armada.

El comienzo de la II Guerra Mundial, en septiembre de 1939, dio a Japón


una nueva oportunidad para extenderse por Sureste asiático, después de haber
alcanzado varios acuerdos diplomáticos. En septiembre de 1940 Japón estableció
una alianza tripartita con Alemania e Italia, el denominado Eje Roma-Berlín-Tokio,
que aseguraba ayuda mutua y total durante un periodo de diez años. Sin embargo,
Japón consideró que el pacto firmado en 1939 entre Alemania y la URSS había
liberado al Imperio de cualquier obligación contraida en la alianza anticomunista
de 1936. Por tanto, en septiembre de 1941, Japón firmó un pacto de neutralidad
con la URSS, que garantizaba la protección del norte de Dongbei Pingyuan
(Manchuria). Un año antes, con el consentimiento del gobierno francés de Vichy,
controlado por los alemanes, las fuerzas japonesas ocuparon la Indochina
francesa. Al mismo tiempo, Japón intentó obtener acuerdos económicos y políticos
en las Indias Orientales Holandesas.

Estas acciones provocaron el embargo de petróleo estadounidense e


incrementaron la hostilidad entre ambos países, bastante fuerte desde la invasión
japonesa de China en 1937. En octubre de 1941 el general Tojo Hideki se convirtió
en el primer ministro japonés y ministro de Guerra, lo que no favoreció la
normalización de las relaciones.

El 7 de diciembre de 1941 sin aviso y mientras todavía se estaban


celebrando negociaciones entre los diplomáticos estadounidenses y japoneses,
varias oleadas de aviones japoneses bombardearon Pearl Harbor, en Hawaii, la
principal base naval estadounidense en el Pacífico; poco después se lanzaron
ataques simultáneos contra Filipinas, las islas de Guam, isla Wake y Midway,
Hong Kong, Malasia británica y Tailandia. El 8 de diciembre, Estados Unidos
declaró la guerra a Japón, al igual que el resto de los poderes aliados, excepto la
URSS.

Un año después del éxito de estos ataques por sorpresa Japón mantenía la
ofensiva en el Sureste asiático y en las islas del Pacífico Sur. El Imperio designó el
Este asiático y sus alrededores como la ‘Gran Esfera de Coprosperidad de Asia
Oriental’ e hizo efectiva la propaganda del lema ‘Asia para los asiáticos’. Además,
los elementos nacionalistas en la mayoría de los países de Asia oriental daban
93

apoyo tácito, y en algunos casos real, a los japoneses, porque vieron un camino
aparente para liberarse del imperialismo occidental. En diciembre de 1941, Japón
invadió Tailandia, a cuyo gobierno obligó a firmar un tratado de alianza. Las tropas
japonesas ocuparon Birmania, Malasia británica, Borneo, Hong Kong y las Indias
Orientales Holandesas. En mayo de 1942, las Filipinas cayeron en manos
japonesas. Volviéndose hacia Australia y Nueva Zelanda, las fuerzas japonesas
desembarcaron en Nueva Guinea, Nueva Inglaterra (ahora parte de Papúa-Nueva
Guinea) y las islas Salomón. Un destacamento especial japonés también invadió y
ocupó Attu, Agattu y Kiska en las islas Aleutianas frente a la costa de Alaska, en
Norteamérica. Al final, la guerra se convirtió en una lucha naval por el control las
vastas extensiones del océano Pacífico.

La marcha de la guerra comenzó a cambiar en 1942, cuando una fuerza


naval y aérea aliada contuvo la invasión de la flota japonesa en la batalla del Mar
del Coral entre Nueva Guinea y las islas Salomón. Un mes después, una gran flota
japonesa fue derrotada en la batalla de Midway. Utilizando operaciones
combinadas de unidades de tierra, mar y aire bajo el mando del general
estadounidense Douglas MacArthur, las fuerzas aliadas avanzaron hacia el norte y
expulsaron a los japoneses de las islas del Pacífico Sur. En julio de 1944, después
de la caída de Saipan, la base nipona más importante en las islas Marianas, los
dirigentes japoneses fueron conscientes de que habían perdido la guerra. Tojo fue
obligado a dimitir y se debilitó así la influencia de la oligarquía militar. En
noviembre de 1944, Estados Unidos comenzó una serie de importantes ataques
aéreos sobre Japón. A principios de 1945, después de la batalla de Iwo Jima los
estadounidenses llegaron a 1.200 km de Japón. Durante ese mismo periodo, las
fuerzas aliadas al mando del almirante inglés Louis Mountbatten, primer conde
Mountbatten, vencieron a los ejércitos japoneses en el Sureste asiático.

En los siguientes cuatro meses, desde mayo a agosto, los bombardeos


estadounidenses devastaron las ciudades niponas, sus comunicaciones y su
industria, culminando el 6 de agosto de 1945, con el lanzamiento de la primera
bomba atómica sobre la ciudad de Hiroshima; dos días después, el 8 de agosto, la
URSS declaró la guerra a Japón, y, el 9 de agosto Estados Unidos lanzó una
segunda bomba atómica sobre Nagasaki, mientras que las fuerzas soviéticas
invadieron Dongbei Pingyuan (Manchuria), el norte de Corea y Karafuto. Los
poderes aliados habían acordado durante la Conferencia de Potsdam que sólo se
podría aceptar del gobierno japonés la rendición incondicional. Venciendo la
parálisis del gobierno, el emperador Hiro-Hito insistió en la rendición. El 14 de
agosto, Japón aceptó los términos aliados y el emperador se dirigió a la nación por
primera vez en un mensaje radiofónico comunicando la rendición japonesa, a
pesar de un intento de los militares de sabotear la emisión en el último minuto. La
rendición formal se firmó a bordo del acorazado estadounidense Missouri, en la
bahía de Tokio, el 2 de septiembre.

Los aliados designaron a los estadounidenses para mantener tropas de


ocupación en las islas japonesas. Japón fue despojado de su Imperio; Mongolia
interior, Dongbei Pingyuan (Manchuria), Taiwan y Hainan fueron devueltas a
94

China, la URSS, retuvo las islas Kuriles y Karafuto (que de nuevo se denominó
Sajalín) y el control de Mongolia Exterior; Port Arthur y el Ferrocarril de Dongbei
Pingyuan (Manchuria) del Sur se colocaron bajo el control conjunto de la URSS y
China. Estados Unidos, bajo el fideicomiso de las Organización de las Naciones
Unidas (ONU), ocupó todas las islas que habían sido antiguos mandatos
japoneses del Pacífico Sur.

El 11 de agosto de 1945, después de que los japoneses se rindieran,


Douglas MacArthur fue nombrado comandante supremo de las tropas que
ocupaban Japón. Representantes de China, la URSS y Gran Bretaña formaron el
Consejo Aliado para Japón, con sede en Tokio, para asistir a MacArthur. De las
cuestiones exteriores de la política de ocupación se pasó a ocupar la Comisión del
Lejano Oriente, con sede en la ciudad de Washington, representada por Estados
Unidos, Gran Bretaña, la Unión Soviética, Australia, Canadá, China, Francia, la
India, los Países Bajos, Nueva Zelanda y Filipinas. Un cierto número de antiguos
dirigentes japoneses fueron juzgados por crímenes de guerra por un tribunal en el
que había representantes de once países, que se reunió en Tokio el 3 de mayo de
1946 y se cerró el 12 de noviembre de 1948.

No hubo resistencia a la ocupación estadounidense de las islas japonesas.


Se estableció que los objetivos de la política de ocupación eran, básicamente, la
democratización del gobierno japonés y el restablecimiento de una economía
industrial de tiempo de paz que cubriera la demanda de la población japonesa.
MacArthur ejerció su autoridad a través del emperador y de la maquinaria de
gobierno existente estableciendo la disolución de los grandes trusts industriales y
bancarios, cuyos fondos fueron embargados en 1946; en 1947, se puso en
marcha un programa de reforma agraria, diseñado para dar a los campesinos la
oportunidad de adquirir la tierra que trabajaban, y se organizó un programa
educativo siguiendo modelos democráticos. Las mujeres consiguieron el derecho
a voto en las primeras elecciones tras la guerra (en abril de 1946), y 38 de ellas
fueron elegidas para la Dieta japonesa. Posteriormente, la Dieta acordó un
borrador de una nueva Constitución inspirada en la estadounidense, que en mayo
de 1947 se hizo efectiva.

La rehabilitación de la economía japonesa fue más difícil que la


reorganización del gobierno. La escasez de alimentos se había suplido con
importaciones de productos de los aliados, en particular de Estados Unidos, y los
severos bombardeos durante la guerra casi anularon la capacidad industrial de
Japón. A principios de 1949, la ayuda dada a Japón costó a Estados Unidos más
de 1 millón de dólares al día.

A comienzos de mayo de 1949, varias industrias niponas sufrieron varias


huelgas, en especial la industria minera del carbón. El gobierno y MacArthur
acusaron al Partido Comunista, que había conseguido 3 millones de votos en las
recientes elecciones nacionales, de instigar los paros laborales con fines políticos,
por lo que el gobierno realizó una investigación a gran escala de las actividades
comunistas ante la protesta del delegado soviético del Consejo de Control Aliado
95

mientras MacArthur acusaba a la URSS de fomentar el desorden en Japón a


través del Partido Comunista y de una “indiferencia cruel” en la repatriación de los
prisioneros de guerra japoneses. La Unión Soviética anunció en abril de 1950 que,
excepto 10.000 criminales de guerra, todos los prisioneros (94.973) habían sido
devueltos a Japón; de acuerdo con las cifras japonesas más de 300.000
prisioneros permanecían todavía bajo la custodia de la URSS.

Las negociaciones aliadas durante 1950 para llegar a un tratado de paz con
Japón estuvieron marcadas por diferencias básicas entre Estados Unidos y la
Unión Soviética en varios aspectos, especialmente si China participaría en la
redacción del documento. En mayo, se eligió al estadista estadounidense John
Foster Dulles, consejero del secretario de Estado, para preparar los términos del
tratado. Después de un año de consultas y negociaciones con todos los países
afectados, el 12 de julio de 1951 se alcanzó un tratado preliminar. La URSS
mantuvo que el documento favorecía la reaparición del militarismo japonés. El
gobierno estadounidense invitó a asistir a la conferencia de paz a 55 países, entre
los que no se encontraban ni la China Nacionalista ni la República Popular China.

La conferencia de paz comenzó en San Francisco a principios de


septiembre, con la ausencia de la India, Birmania y Yugoslavia que sí habían sido
invitadas. Después de varias discusiones, 49 países, entre ellos Japón, firmaron el
tratado; la URSS, Checoslovaquia y Polonia se negaron a hacerlo.

Según los términos del tratado, Japón renunció a todos sus derechos sobre
Corea, Taiwan, las islas Kuriles, Sajalín y las islas que fueron antiguos mandatos y
abandonó cualquier reivindicación sobre China y Corea; se reconoció el derecho
de Japón a defenderse y a entablar acuerdos de seguridad colectivos, y Japón
aceptó en principio la validez de las reparaciones de guerra, que pagaría en
bienes y servicios en vista de la insuficiencia de los recursos financieros del país.

Al mismo tiempo, Estados Unidos y Japón firmaron un acuerdo que


establecía la permanencia de las bases militares estadounidenses en territorio
nipón para proteger al país desarmado de agresiones externas o disturbios
internos de importancia.

Mientras tanto, MacArthur había sido relevado de su cargo en abril de 1951,


aunque se mantuvo la ocupación del país. Estados Unidos cesó su ayuda
económica a Japón a finales de junio, pero el efecto perjudicial de esta acción
sobre la economía nipona fue compensado en gran parte por el pedido de material
militar para la guerra de Corea por parte estadounidense. Los problemas
económicos del país procedían en parte de la pérdida de mercados exteriores
después de la guerra, en especial en China. Estados Unidos reconoció la
importancia del mercado chino y, en octubre, permitió a Japón desarrollar un
comercio limitado con China.

El 28 de abril de 1952 entró en vigor el tratado de paz y se restableció la


soberanía completa en Japón. Según los términos del tratado, las tropas
96

estadounidenses permanecieron en Japón como fuerzas de seguridad. El


gobierno japonés estableció tratados de paz o renovó las relaciones diplomáticas
durante 1952 con Taiwan, Birmania, la India y Yugoslavia.

En 1952 se debatió ampliamente la cuestión del rearme. El gobierno se


mostró poco dispuesto a comprometerse en favor de la reconstrucción de las
defensas del país, debido a las dificultades económicas y los obstáculos legales;
la Constitución de 1947 establecía la renuncia a la guerra ‘para siempre’.

Ese mismo año, la Dieta aprobó un proyecto de ley para suprimir las
actividades subversivas de grupos organizados. En las elecciones generales del 1
de octubre, las primeras desde el final de la ocupación, Yoshida Shigeru, dirigente
del Partido Liberal, que había encabezado el gabinete desde 1949, fue nombrado
primer ministro de nuevo.

En abril de 1953, el primer ministro Yoshida, tras perder el voto de confianza


de la Dieta imperial, convocó elecciones anticipadas, que fueron ganadas por los
liberales, lo que permitió a Yoshida ser reelegido primer ministro.

Durante 1953 el gobierno estadounidense intentó además asegurar el país


contra una posible agresión comunista y animó activamente el rearme de Japón.
En agosto, los dos países firmaron un tratado de ayuda militar que estipulaba las
provisiones para la fabricación de armas japonesas de acuerdo con
especificaciones estadounidenses. En una declaración conjunta en septiembre, el
primer ministro Yoshida y Shigemitsu Mamoru, dirigente del Partido Progresista,
recomendaron oficialmente el rearme japonés con carácter defensivo. Las
negociaciones con el gobierno estadounidense permitieron en marzo de 1954 la
firma de un pacto de defensa mutua.

La política de colaboración próxima con Estados Unidos del primer ministro


Yoshida estuvo sujeta a una fuerte crítica por los disidentes del Partido Liberal
durante la segunda mitad de 1954, que crearon el Partido Democrático de Japón,
cuyo dirigente, Hatoyama Ichiro, fue elegido primer ministro gracias al apoyo
socialista, a cambio de celebrar en febrero de 1955 elecciones nacionales.

El Partido Democrático no consiguió la mayoría parlamentaria en esas


elecciones, pero con el apoyo liberal, Hatoyama volvió al cargo de primer ministro.
El Partido Democrático y el Partido Liberal se fusionaron en noviembre de ese
año, dieron al gobierno la mayoría absoluta en la Dieta e inauguraron el monopolio
del poder del Partido Liberal Democrático (PLD).

En octubre de 1956, la Unión Soviética y Japón acordaron finalizar el


estado técnico de guerra que existía entre los dos países desde agosto de 1945.
El acuerdo estipulaba el restablecimiento de relaciones diplomáticas normales, la
repatriación de los prisioneros de guerra japoneses que permanecían en la URSS,
la firma de tratados de pesca negociados a principios de año, el apoyo soviético a
97

la entrada de Japón en la ONU y la devolución a Japón de ciertas islas pequeñas


en la costa meridional.

El 18 de diciembre, la Asamblea General de la ONU votó por unanimidad la


admisión de Japón en las Naciones Unidas. Dos días después, Ishibashi Tanzan,
ministro de Industria y Comercio Internacional, sustituyó a Hatoyama como primer
ministro. A la vez que mantenía relaciones estrechas con Estados Unidos,
Ishibashi intentó extender el comercio con la URSS y China como medida para
reducir el desempleo.

En febrero de 1957 el primer ministro Ishibashi dimitió de su cargo y fue


sustituido por el antiguo ministro de Asuntos Exteriores, Kishi Nobusuke. En el
mismo mes, se firmaron varios acuerdos para finalizar con el estado de guerra con
Checoslovaquia y Polonia. En noviembre, Japón acordó pagar 230 millones de
dólares a Indonesia como reparaciones de la II Guerra Mundial y cancelar la
deuda comercial indonesia.

Japón se convirtió en miembro no permanente del Consejo de Seguridad de


la ONU, en enero de 1948. El primer ministro Kishi disolvió la Cámara de
Representantes en abril, y se celebraron elecciones al mes siguiente.

En octubre de 1958 el Partido Socialista propuso una huelga para protestar


por un proyecto de ley gubernamental que estipulaba el incremento de poder de la
policía y que fue retirado después que 4 millones de trabajadores apoyaran la
huelga de protesta. Las elecciones de junio de 1959 para la mitad de los escaños
de la Cámara de Consejeros dieron la victoria al PLD.

En enero de 1960, y pese a las numerosas protestas populares, se firmó un


nuevo tratado de seguridad con Estados Unidos en Washington y se anunció que
en junio de ese mismo año el presidente estadounidense Dwight David
Eisenhower realizaría una visita a Japón. Sin embargo, el aumento de las
protestas obligó a cancelar la visita, porque se temía por la seguridad de
Eisenhower.

El primer ministro Kishi dimitió el 15 de julio y le sucedió Ikeda Hayato, el


nuevo presidente del PLD, cuyos miembros obtuvieron la mayoría en las
elecciones a la Cámara de Representantes celebradas en octubre.

En 1963 el gobierno intentó enmendar una disposición constitucional para


aumentar el presupuesto de las Fuerzas Armadas japonesas; al no obtener la
aprobación mayoritaria, el primer ministro Ikeda disolvió la Dieta y convocó
elecciones para el 21 de noviembre. La mayoría de su partido se redujo a 13
escaños.

La economía japonesa ocupó el primer puesto mundial por su tasa de


crecimiento en 1964. En su desarrollo comercial, el gobierno japonés estableció un
acuerdo con China por el que cada país establecería oficinas de enlace comercial
98

no oficiales en la capital del otro; mientras, se acordó con la URSS la venta de una
planta de fertilizantes como pago a los créditos soviéticos. El primer ministro Ikeda
dimitió como primer ministro a finales de octubre por razones de salud y fue
sucedido por el antiguo ministro de Estado Sato Eisaku (hermano del anterior
primer ministro Kishi Nobusuke), también perteneciente al PLD. Los XVIII Juegos
Olímpicos se celebraron en Tokio en octubre, lo que supuso una mejora de sus
infraestructuras.

En marzo de 1965 el ministro de Asuntos Exteriores de Corea del Sur pasó


a ser el primer coreano que obtuvo una audiencia con el emperador japonés
desde la II Guerra Mundial. Durante su visita los gobiernos de Japón y Corea del
Sur alcanzaron un importante acuerdo de relaciones mutuas. A finales de la
década de 1960, Japón fue el escenario de manifestaciones generalizadas y a
veces violentas llevadas a cabo por los estudiantes radicales que protestaban por
el apoyo nipón a la política exterior de Estados Unidos. Las relaciones entre
ambos países entraron en un periodo de estancamiento en 1971, en 1972
Okinawa fue devuelta a Japón.

En la década de 1960 Japón superaba a todas las naciones de Europa


Occidental en el producto nacional bruto y seguía a Estados Unidos como
potencia industrial mundial. La Exposición Mundial de Osaka, que tuvo lugar en
1970, demostró que el país había restablecido su posición en el comercio
internacional: en 1971 Japón era el tercer país exportador más importante del
mundo, después de Estados Unidos y de Alemania Occidental (ahora parte de la
unificada República Federal de Alemania), y el quinto en importaciones.

Aunque el PLD continuó sosteniendo las riendas del gobierno, a lo largo de


toda la década de 1970 fueron muy frecuentes los cambios de gobierno,
consecuencia de la aparición de facciones dentro del partido. En 1972, Tanaka
Kakuei, que sucedió al primer ministro Sato en julio, tomó medidas para mitigar el
desequilibrio comercial con Estados Unidos. También realizó una visita a China y
acordó reanudar las relaciones diplomáticas con ese país inmediatamente, al igual
que con Taiwan. En noviembre de 1974 Tanaka dimitió en favor de Miki Takeo,
cuyo gobierno sufrió la recesión económica mundial que se produjo en 1973 al
dejar de recibir el petróleo procedente de países árabes; la economía de Japón,
muy dependiente del petróleo y de otras materias primas, mostró entre 1974 y
1975 un crecimiento cero.

Ese mismo año, la lucha entre facciones desgarró al PLD, que no consiguió
aprobar la mayoría de sus principales proyectos de ley en la Dieta. El partido
recibió un nuevo golpe en 1976 cuando se descubrió que la Lockheed Aircraft
Corporation, una compañía estadounidense, había pagado al menos 10 millones
de dólares en sobornos y honorarios a los políticos e industriales japoneses desde
la década de 1950. Miki convocó elecciones para diciembre, en las que su partido
perdió por primera vez su tradicional mayoría en la cámara baja. Miki dimitió y
Fukuda Takeo fue elegido primer ministro. En diciembre de 1978 le sustituyó Ohira
Masayoshi, también miembro del PLD. Tras el fallecimiento de Ohira durante la
99

campaña electoral de 1980, Suzuki Zenko fue elegido para sucederle. Acosado
por el faccionalismo existente en las filas del PLD, Suzuki dimitió de forma
inesperada en noviembre de 1982. Nakasone Yasuhiro le sustituyó como primer
ministro y como dirigente del partido. El PLD, que sufrió un revés en las elecciones
a la Dieta de 1983, consiguió en cambio una mayoría abrumadora en 1986;
Takeshita Noboru fue elegido en noviembre de 1987 para sustituir a Nakasone.

A principios de la década de 1980 Japón hizo frente a la congestión urbana,


a la contaminación ambiental y la improductividad de la agricultura, a pesar de lo
cual tuvo la mayor tasa de crecimiento económico y la menor inflación de las
naciones industrializadas. El crecimiento económico comenzó a estabilizarse a
mediados de la década de 1980, debido en parte a que la fuerza del yen frente al
dólar estadounidense había encarecido las exportaciones, que disminuyeron.

El emperador Hiro-Hito falleció en enero de 1989 y le sucedió su hijo Aki-


Hito inaugurando el periodo denominado Heisei (‘de la paz conseguida’), que
pronto se mostró como una época de convulsión y reforma. En abril Takeshita
dimitió a causa de un escándalo por soborno; su sucesor, Uno Sosuke, también
dimitió por el mismo motivo en julio y fue sustituido por Kaifu Toshiki. Los
demócratas liberales ganaron las elecciones parlamentarias de febrero de 1990 a
pesar de que la Bolsa de Tokio había empezado un descenso que duraría hasta
mediados de 1992, cuyo índice Nikkei perdió casi dos tercios de su valor. Incapaz
de hacer frente al malestar económico y sin la confianza de los miembros
conservadores del partido, Miyazawa Kiichi, otro político veterano, sustituyó a
Kaifu a finales de 1991, mientras que el Partido Socialista cambió su nombre por
el de Partido Socialdemócrata. En 1992, se aprobó una legislación que permitía la
participación de las tropas japonesas en las operaciones de paz de la ONU, antes
considerado como inconstitucional.

Sobre un fondo de tensión continua con Estados Unidos por cuestiones


comerciales, la confianza en el gobierno continuó su descenso mientras que los
japoneses se vieron frustrados con el estancamiento de la economía nipona y la
corrupción gubernamental. En junio de 1993 varios miembros del PLD, dirigidos
por Hata Tsutomu y Ozawa Ichiro se escindieron para formar el Partido Renovador
de Japón. En las elecciones de julio los demócratas liberales perdieron su mayoría
y finalizó así un dominio del gobierno japonés que duró 38 años. Se formó una
frágil coalición de siete partidos, mientras que el PLD pasó a ser el principal
partido de la oposición. Hosokawa Morihiro, un antiguo demócrata liberal y
dirigente del Nuevo Partido de Japón, fue elegido para encabezar el gobierno,
llevando a cabo un programa de reforma electoral, que en enero de 1994 entró en
vigor.

Perseguido por las acusaciones de aceptar un préstamo ilegal en 1982 y


acosado por la tensión de mantener a los demócratas liberales en la coalición,
Hosokawa dimitió en abril de 1994; ese mismo mes, la coalición de los siete
partidos eligió a Hata como primer ministro. Poco después los demócratas
liberales se retiraron de la coalición y dejaron a Hata sin la mayoría necesaria en
100

la cámara baja de la Dieta, por lo que Hata dimitió a finales de junio. El dirigente
del Partido Socialdemócrata, Murayama Tomiichi, fue elegido primer ministro, en
coalición con sus antiguos enemigos, los demócratas liberales, de manera que se
convirtió en la primera figura de izquierdas que dirigía Japón desde 1948. Los
partidos reformistas de la oposición se reagruparon en el Partido de la Nueva
Frontera, de centro derecha.

El 17 de enero de 1995 un terremoto devastó la ciudad de Kōbe, con un


balance de 5.000 muertos y cientos de miles de desahuciados. El 20 de marzo el
metro de Tokio se vio afectado por la difusión indiscriminada de gas sarín:
murieron doce personas y resultaron afectados miles de ciudadanos. Las
investigaciones comprobaron la culpabilidad de la secta Aun Shinri Kyo. La
coalición gubernamental sufrió un revés importante en las elecciones locales de
abril; por otro lado, el Partido de la Nueva Frontera consiguió los gobiernos de
varias provincias importantes. Mientras, se mantenían los problemas económicos
provocados por el fuerte valor del yen, que amenazó la recuperación económica y
desató una fuerte deflación de los precios.

El líder del PLD, Hashimoto Ryutaro, fue elegido primer ministro por la Dieta
en enero de 1996 y sucedió a Murayama Tomiichi al frente del gobierno tripartito
formado por el Partido Socialdemócrata, el Nuevo Partido Precursor (Shin-to
Sakigake) y el PLD. Hashimoto promovió de inmediato un plan para hacer crecer
el control de lo político sobre lo administrativo, para lo cual reorganizó los
ministerios y las agencias estatales en unidades dirigidas por el propio primer
ministro.

En las elecciones legislativas celebradas en octubre de 1996, cuyo nivel de


participación no superó el 60%, la más baja en la historia reciente del país, el PLD
obtuvo 239 actas, a tan sólo 12 escaños de la mayoría absoluta. Los otros dos
partidos que habían formado la coalición de gobierno con el PLD sufrieron severos
reveses (el Partido Socialdemócrata pasó de 30 a 15 escaños y el pequeño
Sakigake de 9 a tan sólo 2 diputados. Entre los partidos de la oposición, el Partido
de la Nueva Frontera (Shin Shinto) perdió 4 de los 160 asientos con los que
contaba, el recién formado Partido Demócrata mantuvo sus 52 diputados, y el
Partido Comunista casi duplicó su número de representantes en la Dieta, pasando
de 15 a 26 diputados. En estas elecciones se introdujo la nueva normativa
electoral incorporada en 1994; mediante ella, y con el fin de acabar con la gran
fragmentación partidista existente e incorporar el bipartidismo en la política
japonesa, se establecía la posibilidad de elegir a 300 miembros de la Dieta
mediante el sistema mayoritario, votando a un candidato, no a una lista de partido.
Los 200 diputados restantes se eligieron mediante el sistema proporcional.

Tras esas elecciones, Hashimoto volvió a formar un gobierno, esta vez sólo
con el respaldo de su propio partido, aunque muy necesitado del apoyo de sus
antiguos socios de gabinete. En julio de 1998 presentó su dimisión tras la derrota
electoral del PLD en los comicios parciales a la Cámara de Consejeros (cámara
alta de la Dieta), motivada por el fracaso de su gobierno en la aplicación de las
101

necesarias reformas que sacaran a Japón de la fuerte crisis económica, y fue


sustituido por su ministro de Asuntos Exteriores y vicepresidente del PLD, Obuchi
Keizo.

El 30 de septiembre de 1999 se produjo un grave accidente en una


instalación nuclear privada de la ciudad japonesa de Tōkai Mura, situada 120 km
al noreste de Tokio, considerado por la Agencia Internacional de la Energía
Atómica (AIEA) la mayor catástrofe nuclear desde la ocurrida en abril de 1986 en
Chernóbil.

Obuchi Keizo fue sustituido interinamente el 2 de abril de 2000 al frente del


gobierno por su ministro secretario del Gabinete, Mikio Aoki, debido a graves
problemas de salud que le habían llevado a entrar en estado de coma, y dos días
después el PLD eligió a Mori Yoshiro para sucederle al frente del partido y del
ejecutivo. No obstante, y debido a una prolongada situación de crisis económica,
Mori Yoshiro anunció su dimisión en ambos cargos en abril de 2001. Ese mismo
mes, Koizumi Junichiro fue elegido máximo dirigente del PLD, lo que le convertía
también en sucesor de Mori Yoshiro en la jefatura del gobierno japonés.

Debemos mencionar que el Derecho japonés más que tener influencia del
Derecho inglés, lo tiene en mayor grado del Derecho norteamericano, así
entonces el sistema jurídico japonés es una combinación del sistema
neorromanista, del common law de Estados Unidos y de la tradición japonesa. En
Japón al iniciarse la era Meiji, comienza una época de occidentalización del
Derecho japonés.

La política modernizadora del Derecho surgió con el objeto de poner fin a


los tratados comerciales desventajosa y desiguales para Japón, impuestos por
potencias extranjeras, como Inglaterra, Francia, Rusia, Estados Unidos, etc., y
evitar que la influencia extranjera se convirtiera en un poder tutelar sobre la vida
pública del Japón, al estilo de lo que se observaba en China. Con el propósito de
lograr la reestructuración jurídica del país se procedió a la contratación de juristas
extranjeros.

Después de la Segunda Guerra Mundial se han efectuado importantes


modificaciones en el Derecho japonés con influencia ya no sólo romanista son
también angloamericana. En 1947 entró en vigor una nueva Constitución de
inspiración norteamericana, impuesta por los Estados Unidos. La Constitución fue
redactada en inglés por funcionarios de la ocupación y traducida al japonés.

La Constitución y muchas de las leyes que fueron aprobadas durante la


ocupación, tienen una gran influencia del Derecho norteamericano. Por ejemplo: la
Ley Laboral, la Ley de Relaciones Laborales dentro del Sector Público, la Ley del
Desempleo y la Ley Antimonopolio están inspiradas en la ley de Estados Unidos.
Esto es natural ya que los asesores legales que integraban las Fuerzas Aliadas de
Ocupación eran norteamericanos.
102

Desde 1952, se firmó el Tratado de paz entre Japón y Estados Unidos,


poniendo fin al periodo de ocupación. Sin embargo, la legislación de influencia
norteamericana no ha sido modificada. Por ejemplo, la Constitución que se supone
que no tiene el respaldo popular porque fue impuesta por los norteamericanos, no
ha tenido una sola reforma.

8.2.2 ORGANIZACIÓN POLÍTICA.

Japón está gobernado de acuerdo con los principios de la Constitución que


entró en vigor en 1947 bajo la supervisión de las autoridades aliadas de ocupación
después de la II Guerra Mundial; según sus términos, el emperador es el símbolo
de la nación.

a) Poder ejecutivo. Entre 1889, fecha en la que se promulgó la primera


Constitución japonesa moderna y el fin de la II Guerra Mundial (1945), la persona
sagrada e inviolable del emperador (denominado Dai Nippon Teikoku Tenno o
‘Emperador del Imperio del Gran Japón’), asumía el poder ejecutivo supremo. El
trono es hereditario y sólo por descendencia masculina de la familia imperial; si no
hubiera ningún heredero, el emperador se tendría que elegir entre las cuatro
familias nobles iguales en rango a la casa imperial. Se considera que el
emperador Aki-Hito, que accedió al trono en 1989, es el número 125 de su línea
sucesoria. Según la Constitución de 1947, el emperador sólo tiene funciones
ceremoniales. Un gabinete, dirigido por el primer ministro, posee el poder
ejecutivo. El primer ministro, dirigente del partido mayoritario en la asamblea
legislativa, elige a su gabinete entre los miembros de la Dieta nacional, sujetos a la
aprobación posterior. El primer ministro y el gabinete son responsables ante la
Dieta.

b) Poder legislativo. Antes de la derrota japonesa en la II Guerra Mundial


el poder legislativo residía en la Cámara de los Pares (de la que formaban parte
miembros de la alta nobleza, ciudadanos distinguidos nombrados por el
emperador y un número limitado de escaños electivos) y la Cámara de
Representantes, elegida por los ciudadanos varones mayores de 25 años. El
emperador elegía el gabinete de ministros que era responsable ante él. Desde
1947 la Dieta japonesa ha sido el órgano supremo de gobierno y sus miembros
eligen al primer ministro. La Dieta es un cuerpo bicameral que consiste en la
Cámara de Representantes (Shugi-in, cámara baja) y la Cámara de Consejeros
(Sangi-in, cámara alta). Los 500 miembros de la cámara baja se eligen para un
periodo que no supera los cuatro años (la reforma electoral aprobada en enero de
1994 redujo el número original de 511 miembros). Los 252 miembros de la cámara
alta son elegidos para periodos de seis años; cada tres años se celebran
elecciones para cubrir la mitad de los escaños. La Cámara de Representantes es
la más poderosa de las dos pues puede vetar las decisiones tomadas por la
Cámara de Consejeros, además de controlar la gestión legislativa de los tratados y
de los asuntos fiscales. El sistema de votación mayoritario en vigor desde la II
Guerra Mundial fue sustituido en enero de 1994 por un sistema de representación
proporcional. En ambas cámaras de la Dieta algunos escaños se ocupan ahora
103

directamente, a través de elecciones de distrito, y otros se conceden a los diversos


partidos políticos, según los resultados de las elecciones nacionales. En la cámara
baja se ocupan directamente 300 escaños y los 200 restantes son asignados
según listas de partidos (antes de 1994, no existía la representación directa); en la
cámara alta, 152 se ocupan directamente y 100 se asignan según listas de
partidos. Todos los ciudadanos japoneses mayores de 20 años tienen derecho a
voto.

c) Poder judicial. El sistema judicial japonés es independiente de la


autoridad ejecutiva. Excepto por razones de salud, el juez sólo puede ser cesado
por denuncia popular. El máximo poder judicial recae en el Tribunal Supremo,
establecido por la Constitución y formado por un presidente, nombrado por el
emperador bajo la recomendación del gabinete, y catorce jueces asociados
elegidos por el gabinete. La Constitución estipula cuatro tipos de tribunales:
tribunales superiores, tribunales de distrito, tribunales familiares y tribunales
sumarios.

El Tribunal Supremo es el tribunal final de apelación en los casos civiles y


criminales y tiene autoridad para decidir la constitucionalidad de cualquier ley o
programa ejecutivo. Los tribunales superiores atienden las apelaciones de los
casos civiles y criminales de los tribunales inferiores. Los tribunales de distrito
también sirven como lugar de apelación. Los tribunales familiares y sumarios son
exclusivamente tribunales de primera instancia.

8.2.3 FUENTES DEL DERECHO.

FUENTES CARACTERÍSTICAS
Legislación Se basa primordialmente en el Derecho
codificado.
Sentencias y decisiones Estas son estudiados y comentados por los
de la Corte Suprema litigantes y doctrinarios. Generalmente son
publicados en obras legales e influyen en las
resoluciones de los jueces.
Costumbre Se aplica siempre y cuando no vaya en contra
del orden público, ni a la moral, y puede
equipararse a la ley cuando la misma ley incluya
en qué casos se puede aplicar o cuando no
exista la ley al respecto.

8.3. INDIA.

8.3.1 EVOLUCIÓN HISTÓRICA Y RECEPCIÓN DEL DERECHO INGLÉS.

Muchos de los abusos que prevalecían en la India durante el gobierno de la


Compañía de las Indias Orientales fueron erradicados o modificados después de
que el gobierno británico asumiera el control de los asuntos indios. Se instituyeron
importantes reformas fiscales, gubernamentales, judiciales, educativas y sociales y
el sistema de obras públicas que Dalhousie había inaugurado se extendió de
104

forma notable. El gobierno británico había heredado un gran número de problemas


difíciles, entre otros la condición de pobreza en que se encontraba la mayoría de
la población india, resentimiento popular sobre la condición colonial del país y un
creciente espíritu de nacionalismo. Los frecuentes periodos de hambre que
comenzaron con la hambruna de 1866 en Orissa, que se cobró las vidas de 1,5
millones de personas, contribuyeron en gran manera a la situación de inestabilidad
política. En 1876 el gobierno británico, entonces encabezado por Benjamin
Disraeli, proclamó a la reina Victoria como emperatriz de la India.

En los últimos años del siglo XIX y durante la primera década del siglo XX,
se extendió por la India la agitación social y política. La elite intelectual india, parte
de la cual había estudiado y viajado a occidente, combinó con éxito algunos
aspectos de ideas y culturas occidentales y orientales. Bajo el estímulo de unas
campañas de propaganda vigorosas en la prensa local, concentraciones masivas
y organizaciones políticas secretas, el nacionalismo indio comenzó a amenazar
seriamente la posición británica en el país. En las décadas que siguieron al motín
indio se habían creado una serie de asociaciones dedicadas a la lucha contra el
mandato británico. De todas estas, la más influyente era el Congreso Nacional
Indio, fundado en 1885. Esta organización, que contaba con el apoyo de muchos
hindúes y musulmanes prominentes, fue elevando poco a poco la conciencia
política de las masas y aceleró la tendencia hacia la unificación nacional. A nivel
cultural, el famoso poeta y educador Rabindranath Tagore realizó contribuciones
duraderas a la causa de la unidad india. El Congreso Nacional Indio obtuvo
inspiración y ánimos de la victoria japonesa en la Guerra Ruso-japonesa de 1904 y
1905, una demostración práctica del poder latente de los pueblos asiáticos. Las
manifestaciones hostiles contra el mandato británico se hicieron cada vez más
frecuentes, en particular en Bengala. Los nacionalistas más radicales recurrieron a
los asesinatos, colocación de bombas y otros actos de terrorismo. Las medidas
vengativas por parte de las autoridades coloniales fueron contrarrestadas por un
boicot popular a los productos británicos.

Al condenar la mayor parte de las actividades de los nacionalistas como


sediciosas, el gobierno británico adoptó un código criminal especial para controlar
la situación. Entre otras medidas, este código preveía un juicio sin jurado para los
acusados de traición y la deportación o encarcelamiento sumario para los
agitadores. A estas medidas represivas siguieron en 1909 el Acta de los Consejos
de la India, que introducía en la India un grado limitado de autogobierno. El
movimiento nacionalista continuó haciendo progresos al no estar satisfechos con
esta concesión a las demandas indias para la independencia.

Tras el estallido de la I Guerra Mundial, numerosos indios, tanto hindúes


como musulmanes, se sumaron a la causa británica. Más de 1,2 millones
participaron en el esfuerzo de guerra británico, sirviendo con valentía y lealtad en
todos los escenarios del conflicto. El movimiento nacionalista, por lo general
inactivo durante los dos primeros años de la guerra, reanudó la campaña por las
reformas políticas fundamentales en el otoño de 1916. La campaña se inició con
una declaración conjunta de demandas mínimas por parte del Congreso Nacional
105

Indio y la Liga Musulmana, que habían sido forzados a abandonar su política a


favor de los británicos después que Turquía, país musulmán, entrase en la guerra
del lado de los poderes centrales. Siguió una declaración política por parte del
gobierno británico en agosto de 1917 que prometía un incremento de la asociación
de indios en todas las ramas de la administración y el desarrollo gradual en la
India de instituciones de autogobierno.

Las contiendas políticas continuaron tras la I Guerra Mundial. Como


respuesta al gran aumento de la actividad nacionalista, el Parlamento británico
aprobó las Leyes Rowlatt, que suspendían los derechos civiles y establecían la ley
marcial en áreas en las que se produjeran tumultos y levantamientos. La
aprobación de las Leyes Rowlatt precipitó una ola de violencia y desórdenes en
muchos lugares de la India. En este periodo de tumultos, Mohandas K. Gandhi, un
reformador social y religioso hindú, pidió a los indios que se enfrentaran a la
represión británica con la resistencia pasiva (Satyagraha). El movimiento de
protesta alcanzó proporciones de insurrección el 13 de abril de 1919, proclamado
por Gandhi como un día de luto nacional. En Amritsar, en el Punjab, una
muchedumbre desarmada de hombres, mujeres y niños, fue masacrada por las
tropas británicas al mando del General Dyer, mientras efectuaban una protesta
pacífica en una plaza cerrada.

Como consecuencia de la matanza de Amritsar, el movimiento en contra de


los británicos en la India alcanzó nuevos niveles de intensidad. La característica
más destacada de esta fase de la lucha era la política de Gandhi de no
cooperación, instituida en 1920. Entre otras cosas, la política demandaba el boicot
de los productos británicos, tribunales e instituciones educativas; la no
cooperación en la vida política y la renuncia a los títulos británicos por parte de los
indios. El movimiento de no cooperación estuvo a veces acompañado por la
violencia, a pesar de las recomendaciones de Gandhi en contra del uso de la
fuerza. Combinado con métodos parlamentarios de lucha, el movimiento demostró
ser un arma efectiva en la lucha por la independencia india. Desde el punto de
vista de los círculos oficiales británicos, las actividades en las que estaba
involucrado Gandhi constituían sedición y durante las décadas de 1920 y 1930 el
líder indio, junto a otros destacados activistas como Sarojini Naidu, era
periódicamente encarcelado o internado. Gandhi, conocido entre sus admiradores
como Mahatma (en sánscrito ‘gran alma’), tuvo un papel decisivo en la historia
política india.

Entre 1922, el año de la primera encarcelación de Gandhi por sedición, y


1942, cuando fue puesto bajo custodia por última vez, la lucha por la
independencia india estuvo marcada por serios contratiempos, entre los que se
incluye la renovada disensión entre musulmanes e hindúes.

La corriente del nacionalismo indio, que había ido ganando ímpetu de


manera regular desde que Gandhi fue arrestado por primera vez, alcanzó una fase
de clímax en la primavera de 1930. El 12 marzo de ese año, tras el rechazo
británico de las demandas para el rango de dominio para la India, Gandhi anunció
106

que encabezaría una violación masiva del monopolio de sal del gobierno. Esto se
logró al hervir agua del mar para producir la sal, tras una larga marcha al golfo de
Khambht. Acciones similares tuvieron lugar a lo largo de toda la India. Este simple
acto, la obtención de sal, demostró ser profundamente simbólico y efectivo y el 5
de mayo Gandhi fue de nuevo encarcelado por las autoridades británicas.
Inmediatamente se produjeron tumultos y manifestaciones en Calcuta, Delhi y
otros centros. Se apedrearon trenes, se cortaron cables del telégrafo y varios
oficiales del gobierno fueron asesinados. Al afanarse por controlar estos
desórdenes el gobierno llevó a cabo arrestos en masa; hacia noviembre unos
27.000 nacionalistas indios habían sido sentenciados a penas de prisión.

Por último, en marzo de 1931, el gobierno británico fijó una tregua con
Gandhi, liberado en enero junto con otros presos políticos, incluido Jawaharlal
Nehru, su socio más cercano, y el secretario del Congreso Nacional Indio.
Mientras tanto la Liga Musulmana, que manifestaba temor de una dominación
hindú, había avanzado sus demandas de privilegios especiales en el propuesto
gobierno del dominio. En el curso de la controversia que siguió, los encarnizados
tumultos entre hindúes y musulmanes hicieron estragos en muchas comunidades
indias. La crisis económica mundial, que había comenzado en 1929, añadió
miseria y sufrimiento a estos altercados, y desorganizó por completo la economía
de la India durante principios de la década de 1930.

En 1935, tras una serie de conferencias en Londres entre dirigentes


británicos e indios, el Parlamento británico aprobó la Government of India Act. Esta
ley preveía el establecimiento de cuerpos legislativos autónomos en las provincias
de la India británica, la creación de un gobierno central representativo de las
provincias y estados principescos y la protección de las minorías musulmanas.
Además, la ley preveía una legislatura nacional bicameral y un brazo ejecutivo
bajo el control del gobierno británico. En gran manera influido por Gandhi, el
pueblo indio aprobó las medidas, que pasaron a ser efectivas el 1 de abril de
1937. Muchos miembros del Congreso Nacional Indio, sin embargo, siguieron
insistiendo en la independencia completa para la India.

En el ámbito provincial hubo pocas dificultades en la aplicación de la Ley de


Gobierno de la India. No obstante, el plan para la federación demostró ser inviable
por varias razones, incluidos una sospecha mutua y antagonismo entre los
príncipes indios y los radicales del Congreso Nacional Indio y las demandas
musulmanas de que los hindúes tendrían una influencia excesiva en la legislatura
nacional. Como alternativa, la Liga Musulmana, entonces encabezada por
Muhammad Alí Jinnah, abogaba por la creación de un estado musulmán
independiente (Pakistán). Esta propuesta encontró una violenta oposición hindú.
Para complicar aún más la situación política de la India, a comienzos de 1938 se
eligió presidente del Congreso Nacional Indio a un nacionalista extremo, Subhas
Chandra Bose. No obstante, en unos pocos meses el Congreso rechazó sus
políticas y él dimitió.
107

Con el comienzo de la II Guerra Mundial el virrey de la India, Victor


Alexander John Hope, Marqués de Linlithgow, declaró la guerra a Alemania en
nombre de la India. Este paso, dado de acuerdo con la Constitución de 1937 pero
sin consultar a los jefes indios, alejó a Gandhi y a importantes sectores del
Congreso Nacional Indio. Grupos influyentes dentro del Congreso, que apoyaban
la postura de Gandhi, intensificaron la campaña por un autogobierno inmediato,
designándolo como su precio por la cooperación en la guerra. A finales de octubre
de 1939 los ministros de ocho provincias dimitieron como protesta contra la actitud
intransigente de los británicos. El Congreso Nacional Indio reanudó la campaña de
desobediencia civil en octubre de 1940. Mientras tanto la Liga Musulmana,
muchos de los estados principescos y algunos miembros del Congreso Nacional
Indio habían aprobado la postura británica. Las posteriores contribuciones de la
India a la lucha contra los poderes del eje fueron muy extensas. Alrededor de 1,5
millones de soldados indios estaban de servicio en el país y en los frentes hacia el
fin de la guerra, mientras las contribuciones financieras indias eran de un total de
1.200 millones de dólares.

En diciembre de 1941 las autoridades británicas en la India liberaron a los


dirigentes del Congreso que habían arrestado en 1940. Siguió una nueva ola de
agitación contra los británicos y en marzo de 1942 el gobierno británico envió a la
India a sir Stafford Cripps, entonces Lord Privy Seal, con propuestas diseñadas
para satisfacer las demandas nacionalistas. Estas propuestas contenían la
promesa de la independencia completa para la India después del fin de la guerra y
demandaban el establecimiento de un gobierno indio interino responsable de
todos los asuntos excepto la defensa nacional y los asuntos exteriores. La misión
de Cripps terminó en fracaso a causa de las objeciones básicas que tenían los
dirigentes tanto del Congreso Nacional Indio como de la Liga Musulmana a varias
secciones de las propuestas.

El movimiento de desobediencia civil se reanudó en agosto de 1942.


Gandhi, Nehru y miles de sus seguidores fueron acorralados y encarcelados y el
Congreso Nacional Indio ilegalizado. Los japoneses, animados por la desunión
india y con la ayuda de Bose, quien había organizado un gobierno indio provisional
en Birmania, pronto intensificaron sus operaciones militares a lo largo de la
frontera birmanoindia. La invasión japonesa de la India comenzó a lo largo de un
frente de 322 kilómetros en marzo de 1944. Después de unos triunfos iniciales, los
japoneses fueron forzados a volver gradualmente a Birmania por tropas
angloindias.

El gobierno británico liberó a Gandhi de la cárcel el 6 de mayo de 1944.


Durante su internamiento Gandhi había modificado la mayor parte de sus puntos
de vista respecto a la naturaleza de la guerra y el programa de Cripps, y en
septiembre de 1944 él y el dirigente musulmán Jinnah comenzaron a discutir sobre
las diferencias mutuas. En primer lugar a causa de la insistencia de Jinnah sobre
la demarcación de las fronteras de Pakistán antes de la formación de un gobierno
interino, las discusiones terminaron en fracaso.
108

En junio de 1945 la India se convirtió en miembro fundador de la


Organización de las Naciones Unidas (ONU). En ese mismo mes Nehru fue
liberado de la cárcel y poco después, el gobierno británico publicó un libro blanco
sobre el tema indio. Las propuestas eran muy semejantes a las del programa de
Cripps. Se llegó a otro punto muerto y durante la segunda mitad de 1945 una
nueva ola de tumultos y manifestaciones en contra de los británicos barrió el país.
Tres representantes del gobierno británico, entre los que se contaba Cripps,
hicieron otro intento por negociar un acuerdo con los dirigentes indios en la
primavera de 1946. Aunque la Liga Musulmana retiró de manera temporal sus
demandas de la partición de la India, aparecieron diferencias insuperables
respecto al carácter de un gobierno interino. Las negociaciones fueron
infructuosas y en junio el virrey británico Archibald Wavell anunció la formación de
un gobierno provisional de emergencia. Un consejo ejecutivo interino, encabezado
por Nehru y que incluía representantes de todos los grandes grupos políticos
excepto la Liga Musulmana, reemplazó a este gobierno en septiembre. El mes
siguiente, la Liga Musulmana accedió a participar en el nuevo gobierno. Sin
embargo, la contienda entre musulmanes e hindúes se incrementó en varias
partes de la India.

A finales de 1946 la situación política india rayaba en la anarquía. El primer


ministro británico Clement R. Attlee anunció en febrero de 1947 que su gobierno
renunciaría al poder en la India no más tarde del 30 de junio de 1948. De acuerdo
con el anuncio, el movimiento se realizaría tanto si las facciones políticas de la
India se hubieran puesto de acuerdo sobre la Constitución como si no. La tensión
política aumentó en todo el territorio tras el anuncio, lo cual daba lugar a serias
posibilidades de una desastrosa guerra civil entre hindúes y musulmanes. Tras
realizar consultas con los dirigentes indios, Louis Mountbatten, quien en marzo de
1947 había sucedido a Wavell como virrey, recomendó al gobierno británico la
inmediata división de la India como el único medio de evitar una catástrofe. El 4 de
julio se introdujo en el Parlamento británico un proyecto de ley con las
recomendaciones de Mountbatten; obtuvo una rápida y unánime aprobación en
ambas cámaras.

Bajo lo estipulado en la Ley de independencia india, que pasó a ser efectiva


el 15 de agosto de 1947, se estableció que la India y Pakistán serían estados
independientes dentro de la Commonwealth, con el derecho de retirarse o
permanecer dentro de la Commonwealth. El gobierno indio, bajo los términos de
una declaración promulgada de manera conjunta por los entonces ocho miembros
de la Commonwealth el 28 de abril de 1949, eligió mantenerse dentro. Para la
historia posterior de Pakistán.

Los nuevos estados de la India y Pakistán fueron creados a partir de


criterios religiosos. Las áreas habitadas sobre todo por los hindúes fueron
asignadas a la India y aquellas con una mayoría de población musulmana a
Pakistán. Debido a que la abrumadora mayoría de la población del subcontinente
indio es hindú, la división dio como resultado la inclusión dentro de la Unión India,
como se llamaba el país entonces, de la mayor parte de los 562 estados
109

principescos que existían antes del 15 de agosto de 1947 así como la mayoría de
las provincias británicas.

De acuerdo con los términos de la Ley de Independencia de la India, la


autoridad gubernamental de la Unión residía en una Asamblea Constituyente,
originalmente un órgano para la India creado con el propósito de elaborar el
borrador de una constitución para toda la nación. La Asamblea Constituyente de
Toda la India, que celebró su primera sesión en diciembre de 1946, fue boicoteada
por los delegados de la Liga musulmana. El resto de los delegados, en su mayoría
representantes del Congreso Nacional Indio, formaron la Asamblea Constituyente
de la Unión India.

Después de la transferencia de poder desde el gobierno británico, la


Asamblea Constituyente asignó la responsabilidad ejecutiva a un consejo de
ministros, con Nehru como primer ministro. Mountbatten se convirtió en
gobernador general del nuevo país.

El fin del mandato británico fue recibido con entusiasmo por indios de cada
fe religiosa y creencia política. El 15 de agosto de 1947, señalado oficialmente
como el día de la independencia india, tuvieron lugar ceremonias de celebración
en todas las partes del subcontinente y en las comunidades indias en el
extranjero. Estas ceremonias, sin embargo, tuvieron lugar en contraste con un
fondo ominoso de antagonismo entre los hindúes y musulmanes, y entre los sijs y
los musulmanes, especialmente enconados en regiones compartidas casi por igual
por miembros de las diferentes creencias.

Para anticiparse a las diputas fronterizas en tales regiones, sobre todo


Bengala y Punjab, se estableció antes de la división una comisión de límites con
un presidente neutral (británico). Las recomendaciones de esta comisión apenas
dieron lugar a desacuerdos activos con respecto a la división de Bengala. En esa
región, en gran parte debido a la influencia moderadora de Gandhi, se produjeron
sólo pequeñas revueltas entre las comunidades. Sin embargo, en el Punjab, la
línea de demarcación incluyó a casi dos millones de sijs, tradicionalmente
antimusulmanes, bajo la jurisdicción de Pakistán. Las decisiones de la comisión de
límites precipitaron cruentas luchas. Tuvo lugar un éxodo masivo de musulmanes
desde el territorio de la Unión hasta Pakistán y de sijs e hindúes desde Pakistán
hasta el territorio de la Unión. En el curso de las migraciones iniciales, que
involucraron a más de cuatro millones de personas sólo en septiembre de 1947,
muchos convoyes de refugiados fueron atacados y masacrados por partisanos
fanáticos. Correligionarios de las víctimas recurrieron a represalias contra las
minorías en otros lugares de la Unión y Pakistán. Las autoridades indias y
paquistaníes controlaron los tumultos durante octubre, pero el cambio de
poblaciones en el Punjab y otras áreas fronterizas continuó hasta el final de ese
año. Las relaciones entre los dos estados empeoraron en octubre, cuando las
fuerzas armadas indias cercaron Junagadh, un estado principesco en la península
de Kathiawar. Esta acción se llevó a cabo porque el nawab (gobernador) del
estado, que tenía una amplia mayoría hindú, había anunciado con anterioridad
110

que se afiliaría con Pakistán. Las autoridades militares indias terminaron por
asumir el control de Junagadh, pendiente de un plebiscito.

La Asamblea Constituyente India aprobó una Constitución republicana para


la Unión el 26 de noviembre de 1949. Estaba compuesta por un preámbulo, 395
artículos y 8 apéndices; el documento demostró ser más voluminoso que cualquier
otro cuerpo de leyes orgánicas existentes. Una de las características de la
Constitución es un cláusula declarando ilegal la intocabilidad, antigua costumbre
de las castas que había condenado a unos 40 millones de hindúes a la
degradación social y económica. El discípulo de Gandhi y cabecilla del Congreso
de Toda la India, Rajendra Prasad, fue elegido como primer presidente de la
república en enero de 1950. Tal como estaba previsto por la Constitución, la
república se proclamó el 26 de enero. La Asamblea Constituyente se reconstituyó
entonces en un parlamento provisional y Jawaharlal Nehru fue elegido primer
ministro.

Ahora bien, es de tenerse en cuenta que en razón de que la India fue una
colonia británica, era lógico que en el ámbito jurídico tuviera una fuerte influencia
de esta nación europea. Aunque originalmente se aplicaban los Vedas, libros
sagrados de los arios que contienen su literatura religiosa. Posteriormente se
aplicaron los Derechos brahmánico, islámico y anglosajón. Su Constitución
Política se encuentra vigente de 1950, en ella principalmente se prohíbe el sistema
de castas. El Derecho Hindú es el propio de la comunidad de fieles, principalmente
los de religión brahamánica. En su formal actual, el Derecho indio es semejante a
un Derecho anglosajón. El sistema hindú es bastante flexible y tolerante ya que es
capaz de irse adaptando a los cambios de las condiciones de vida.

8.3.2 ORGANIZACIÓN POLÍTICA

La República de la India está gobernada de acuerdo con lo establecido en


la Constitución adoptada en 1949 y enmendada varias veces desde entonces.
Incorpora distintas características de los sistemas constitucionales del Reino
Unido, los Estados Unidos y otras democracias occidentales. De acuerdo con la
Constitución, la India es una república democrática soberana de la
Commonwealth. El Estado tiene una estructura federal y la India es una unión de
estados y territorios administrados de manera centralizada. En 2000 existían 25
estados y 6 territorios de la Unión, pero una reorganización territorial efectuada en
noviembre de ese año incrementó el número de estados a 28, tras la creación de
tres nuevos, Chattisgarh, Uttaranchal y Jharkand, a partir del desgajamiento de
parte de los ya existentes de Madhya Pradesh, Uttar Pradesh y Bihar,
respectivamente.

a) Poder Ejecutivo. El presidente es el principal poder ejecutivo y el jefe de


Estado de la India. No obstante, el papel del presidente en el gobierno es en gran
parte nominal y ceremonial, porque el verdadero poder ejecutivo se encuentra en
manos de un consejo de ministros responsable ante el Parlamento, formado por el
Rajya Sabha (Cámara de los Estados, cámara alta) y el Lok Sabha (Cámara del
111

Pueblo, cámara baja). El presidente es elegido para un periodo de cinco años por
un colegio electoral constituido por miembros elegidos de ambas cámaras
legislativas, aunque existe la posibilidad de que pueda ser reelegido para
mandatos sucesivos. Las votaciones en los colegios electorales constituyen un
proceso muy complicado. El consejo de ministros, o gabinete, está presidido por
un primer ministro, designado por el presidente. Cada uno de sus miembros es
jefe de un departamento ministerial con autoridad sobre el conjunto del país. En
los aspectos más importantes el organigrama ministerial indio es idéntico al de
Gran Bretaña.

b) Poder Legislativo. La Constitución india confiere el poder legislativo a


un parlamento bicameral que consta del Lok Sabha y el Rajya Sabha. El Lok
Sabha está formado por 545 miembros elegidos por sufragio universal y dos
miembros elegidos por el presidente para representar a la comunidad angloindia.
Las castas y las tribus catalogadas tienen asignadas en el Lok Sabha 79 y 41
escaños respectivamente. Los miembros del Lok Sabha, por lo general, ocupan su
puesto durante cinco años, el límite establecido para la duración de la cámara. El
Rajya Sabha tiene 245 miembros. Todos ellos son elegidos por los miembros de
las asambleas legislativas estatales, excepto 12 que son elegidos por el
presidente. El Rajya Sabha es un cuerpo permanente; los mandatos de un tercio
de los miembros del consejo expiran cada dos años.

c) Poder Judicial. La autoridad judicial en la India se ejerce a través de un


sistema de tribunales nacionales que administran las leyes de la república y los
estados. Todos los jueces son nombrados por la rama ejecutiva del gobierno, pero
su independencia está garantizada por una variedad de salvaguardias. Destacan
entre estas últimas una provisión que requiere un voto de dos tercios de la cámara
legislatura nacional para que tenga efecto la destitución. El máximo órgano del
sistema judicial es el Tribunal Supremo, que está formado por 17 miembros. Le
siguen en autoridad los altos tribunales y los tribunales subordinados en cada
estado.

8.3.3. FUENTES DEL DERECHO.

En su forma actual, el Derecho hindú es semejante a un Derecho


anglosajón: costumbres procedentes de tiempos inmemoriales e integradas por
normas escritas, basan y acompañan una praxis judicial caracterizada por un
principio del precedente vinculante. El contenido de estas normas, estas
sentencias, pero se puede asegurar que el Derecho inglés ha conferido la forma
definitiva al Derecho indio vigente.

8.4 SUDÁFRICA.

8.4.1 EVOLUCIÓN HISTÓRICA Y RECEPCIÓN DEL DERECHO INGLÉS.


112

En 1652 llegaron los primeros colonos holandeses a una región próxima al


cabo de Buena Esperanza, ocupada por los khoikhoi. La presión sobre este
pueblo ganadero aumentó a medida que llegaban más holandeses y franceses
hugonotes, de manera que en el siglo XVIII la mayor parte de los khoikhoi habían
perdido ya sus tierras en favor de los nuevos colonos. La Colonia de El Cabo pasó
a ser el puerto principal y lugar de paso en el comercio con las Indias Orientales.
Los colonos, en su mayoría granjeros y ganaderos, eran conocidos como
afrikáners, e inmediatamente desarrollaron su propia cultura y lengua (afrikaans).
A principios de la década de 1770 tuvieron que hacer frente al avance bantú, que
ya contaba con una tradición de 2.000 años. Los clanes nguni bantú se
establecieron en la zona situada entre las montañas Drakensberg y el mar,
mientras que los clanes sotho ocupaban el norte de la Colonia de El Cabo. A
principios del siglo XIX, la competencia por las tierras provocó graves conflictos
entre los clanes bantú, conocidos como Mfecane. Cientos de miles de personas
murieron durante las guerras y los clanes como tales desaparecieron, con lo que
la centralización dio lugar a la creación de numerosas naciones bantúes (como las
swazi, zulú, xosa y sotho).

Las fuerzas británicas ocuparon la región de El Cabo entre 1795 y 1806. En


1814, cuando finalizaron las Guerras Napoleónicas, Gran Bretaña compró a los
holandeses la Colonia de El Cabo por seis millones de libras. Después de 1820,
miles de colonos británicos llegaron a Suráfrica y solicitaron que se impusiera su
legislación. El inglés pasó a ser lengua oficial en 1822, momento en que los
khoikhoi contaron con la protección británica, y en 1833 la esclavitud quedó
abolida. Sin embargo, estas medidas provocaron amargos recelos en los
afrikáners y como resultado de ello tuvo lugar el Gran Trek, por el que miles de
afrikáners se desplazaron hacia el norte y establecieron asentamientos a ambos
lados de los ríos Orange, Vaal y Natal, desplazando a la tribu ndebele hasta orillas
del río Limpopo y derrotando al pueblo zulú antes de que llegaran a establecerse
en la zona. Los británicos pronto ocuparon el territorio bóer de Natal y lo
convirtieron en posesión británica en 1843. Esto provocó que la mayor parte de los
afrikáners abandonaran Natal y se dirigieran hacia el oeste y el norte, donde
fundaron el Estado Libre de Orange y la República de Transvaal. Por su parte, los
británicos invadieron las tierras xosa (a lo largo de la frontera oriental de El Cabo)
provocando numerosas matanzas. El gobernador de la colonia, sir Harry Smith,
obtuvo el control sobre el territorio del río Orange en 1848. Su política de
expansión fue rechazada por el gobierno británico, aunque en 1852 se reconoció
mediante acuerdos con los afrikáners la independencia de los territorios del
Transvaal. A finales de la década de 1850, los territorios situados más allá del Vaal
quedaron incorporados a la República de Transvaal. Hubo intentos para unificar
esta república con el Estado Libre de Orange, aunque fueron del todo
infructuosos; sin embargo, las dos repúblicas afrikáner mantuvieron una estrecha
relación de colaboración en los años sucesivos.

En 1856, Natal fue convertida en colonia británica. En 1872, la Colonia de


El Cabo recibió el autogobierno, lo cual significaba su autonomía excepto para
asuntos de comercio y política exterior. Tras el descubrimiento de diamantes en
113

1867, los británicos iniciaron de nuevo su política expansionista por los territorios
ocupados por los afrikáners, declarando Basutolandia (hoy Lesoto) protectorado
de la corona en 1868, y anexionando Transvaal en 1877. Dos años más tarde,
terminaba la amenaza zulú en Natal. Cuando los afrikáners se levantaron en
armas contra la ocupación británica en 1881, las repúblicas bóers fueron
declaradas independientes. En 1883 el líder afrikáner Paulus Kruger fue elegido
presidente de la república de Transvaal.

El descubrimiento en 1886 de grandes depósitos de oro al sur de Transvaal,


coincidió con la organización alemana del África del suroeste (hoy Namibia). La
industria minera estuvo financiada por los británicos, y miles de mineros ingleses
llamados uitlanders (‘extranjeros’), entraron en el Transvaal. Los británicos
impidieron que las pretensiones expansionistas del presidente Kruger llegaran
hasta Bechuanalandia (hoy Botsuana), anexionando la región que estaba
bloqueada desde su incorporación como territorio alemán. Kruger se negó a
otorgar los mismos derechos civiles a los uitlanders y aumentó los impuestos a las
compañías extranjeras. Tras fallidos intentos para conseguir una unión aduanera
con Transvaal, el financiero británico Cecil Rhodes, primer ministro de la Colonia
de El Cabo, animó a los uitlanders a la revuelta de 1895, seguida de una pequeña
invasión dirigida por Leander Starr Jameson. El asalto fue un desastre y aunque
Rhodes se mantuvo al margen en todo momento, tuvo que dimitir como primer
ministro.

Las relaciones entre la Colonia de El Cabo y las dos repúblicas afrikáner


empeoraron después de que el estadista Alfred Milner fuera nombrado gobernador
de El Cabo en 1897. En octubre de 1899 Kruger declaró la guerra; la Guerra Bóer
amenazó la existencia de las repúblicas bóers; tras algunos éxitos iniciales, los
afrikáners vieron como las fuerzas británicas ocupaban todos sus grandes centros
urbanos a mediados de 1900; no obstante, continuaron manteniendo una costosa
guerra de guerrillas hasta mayo de 1902. Según los términos del Tratado de
Vereeniging (31 de mayo de 1902), la República de Transvaal y el Estado Libre de
Orange se convertían en colonias de la corona británica. En 1906 y 1907, fueron
dotadas de constituciones que les permitían el autogobierno. Por la South African
Act de 1910 el Parlamento británico fundó la Unión Surafricana, con las cuatro
colonias (El Cabo, Natal, Transvaal y Estado Libre de Orange) como provincias. El
Partido Surafricano (o Partido Afrikáner) ganó las primeras elecciones, y el jefe del
antiguo ejército bóer Louis Botha se convirtió en primer ministro. Como reacción a
la política de su gobierno, en concreto la relativa a la apropiación de las tierras
africanas, los líderes negros africanos organizaron en 1912 lo que finalmente sería
el Congreso Nacional Africano (ANC).

Con el estallido de la I Guerra Mundial en 1914, Botha se comprometió a


prestar su total apoyo a Gran Bretaña; tras aplastar en 1915 una insurrección
encabezada por nacionalistas extremistas afrikáner (que simpatizaban con los
alemanes), él mismo dirigió a las fuerzas surafricanas que conquistaron el África
114

del Suroeste alemana. En 1920 este territorio pasó a depender de la Sociedad de


Naciones, que otorgó el mandato de su administración a la Unión Surafricana.

Botha murió en 1919 y le sucedió en el cargo otro jefe militar probritánico


Jan Christiaan Smuts. El Partido Nacional, fundado en 1914 por James Barry
Hertzog, mantuvo en pie las reivindicaciones del nacionalismo afrikáner y de la
supremacía blanca. Hertzog desbancó a Smuts en 1924, justo en el momento de
una creciente militancia negra. Siguió siendo primer ministro hasta 1939, aunque
durante la depresión económica de la década de 1930 gobernó apoyándose en el
Partido Nacional Unificado, creado tras unirse las organizaciones de Hertzog y
Smuts. La declaración de guerra de Gran Bretaña a Alemania en 1939, al
comienzo de la II Guerra Mundial, provocó la escisión de este grupo. Hertzog
intentó mantener la neutralidad de la Unión Surafricana, pero fue sustituido como
primer ministro por Smuts, y la Unión declaró la guerra a Alemania el 6 de
septiembre de 1939. El sentimiento progermano entre los bóers no fue un
inconveniente para aprobar el proyecto de ley. Todos los miembros de las fuerzas
armadas de la Unión fueron voluntarios y su única acción militar tuvo lugar en el
norte de África.

La discriminación contra los no blancos fue un rasgo inherente en la


sociedad surafricana desde el primer momento. Una de las cláusulas de la South
African Act de 1910 explicitaba que la legislación para la población negra de las
provincias debía permanecer inalterable y en el caso de que se cambiara, tendría
que hacerse con los dos tercios de los votos parlamentarios. En la Colonia de El
Cabo la población mestiza y sólo unos pocos negros africanos podían votar, lo
cual era un derecho del que no disfrutaban las otras tres provincias. El líder indio
Mahatma Gandhi, antes de la I Guerra Mundial, y durante un periodo de veintiún
años, encabezó una lucha para conseguir los derechos civiles de los residentes
indios (que habían sido traídos por los británicos para trabajar en las plantaciones
de azúcar de Natal en 1860). A pesar de algunas concesiones por parte del
gobierno (como la supresión de algunos impuestos exclusivos), la población india
siguió conservando el rango de segunda clase después de la guerra.

Los negros surafricanos tuvieron una categoría incluso inferior. Los negros
de las ciudades vivían en zonas marginales y no tenían derecho de voto. No había
sindicatos para ellos y los trabajos de tipo administrativo o técnico eran totalmente
inaccesibles. Es más, el Partido Nacional acusó al primer ministro Smuts de
permitir que los blancos se mezclaran con los negros. En las elecciones de 1948,
el Partido Nacional encabezado por Daniel-François Malan consiguió una relativa
victoria y comenzó a aplicar su duro concepto de eerbaare apartheid (segregación
honorable), diseñado para separar las razas tanto en el ámbito económico como
político, geográfico y social. Las huelgas y protestas por la consecución de los
derechos políticos de los no blancos, derivadas de la II Guerra Mundial —
inspiradas en parte por el movimiento de descolonización surgido en Asia y África
—, animaron a las fuerzas racistas a tomar las medidas oportunas que atajaran
cualquier nueva oposición al régimen. La posición del gobierno se fortaleció
cuando el Partido Nacional se fusionó con el Partido Afrikáner en 1954. Malan, que
115

contaba entonces con un fuerte apoyo parlamentario, introdujo numerosas leyes


designadas para relegar a los no blancos a un rango inferior. En 1950 se aprobó
una severa ley anticomunista (que relacionaba el comunismo con los cambios
políticos, económicos y sociales generados por medios nada convencionales), y
que consideraba el matrimonio mixto entre blancos y negros como un delito,
además de establecer una educación distinta para los negros. Más drástica aún
fue la Group Areas Act de 1950 que establecía que ciertas áreas quedaran
reservadas a cada uno de los cuatro grupos raciales principales, que son los
europeos (blancos), los bantú (negros), la población mestiza y los asiáticos. Estas
leyes y el concepto de bantustán (nueva división administrativa) que denegaba a
los negros el derecho a vivir en ciudades sin un permiso especial, fueron las bases
del apartheid. Todos los negros quedaron asignados a determinadas zonas y
además debían llevar pases especiales cuando entraran en las zonas de blancos
que les estaban vetadas. El objetivo era crear bantustanes para negros. En
respuesta a estas políticas tan severas, el ANC decidió adoptar una postura de
fuerza a través de la desobediencia masiva de la población civil en el denominado
‘movimiento de desafío’. En ese momento apareció Nelson Mandela como líder
principal de dicho movimiento.

En 1951, la Separate Representation of Voters Act fue aprobada por


mayoría simple. Esta ley pretendía eliminar de los registros los nombres de los
votantes de color de la provincia del Cabo de Buena Esperanza, renunciando a
una política que había estado en vigor desde 1852. Sin embargo, este proyecto de
ley fue declarado anticonstitucional por el Tribunal Supremo en marzo de 1952
porque había sido aprobado por menos de dos tercios de la mayoría necesaria
para rectificar las leyes electorales. La legislación que daba poder al Parlamento
para desautorizar al Tribunal Supremo quedó aprobada en mayo, pero también fue
declarada anticonstitucional.

Malan se retiró en noviembre de 1954 y fue sucedido por otro dirigente del
Partido Nacional, Johannes C. Strijdom, quien rápidamente eliminó los obstáculos
legales para asentar aún más las bases del apartheid. Para asegurar el apoyo a
su programa, se crearon otros seis tribunales supremos que atendían las
cuestiones de carácter constitucional, lo cual fue aprobado en el Parlamento en
mayo de 1955; el control nacionalista del Senado fue efectivo una vez que
aumentaron sus miembros de 77 a 89, en las elecciones de noviembre. La
Separate Representation of Voters Act fue nuevamente aprobada en 1956,
momento en que entró en vigor. La población de color de El Cabo quedó privada
del derecho a voto y el poder del Tribunal Constitucional fue muy limitado.

La Unión Surafricana sufrió rechazo de las Naciones Unidas cuando intentó


establecer su autoridad en África del Suroeste después de la II Guerra Mundial.
Una comisión especial de las Naciones Unidas solicitó la investigación sobre
discriminación racial en Suráfrica al primer ministro Malan, pero fue desoída en
repetidas ocasiones. En 1955 más de 2.000 ciudadanos de distintas etnias y razas
se unieron para redactar la Carta de Libertad. Este documento, que proclamaba
116

una Suráfrica no racista, unificada y democrática, fue adoptado por el ANC como
su declaración básica.

La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una resolución en


febrero de 1957 por la que las Naciones Unidas se encargaban de la
administración de África del Suroeste. En octubre sancionó la creación de un
comité que negoció con la Unión sobre la situación de este territorio. Tras la visita
de varios miembros de las Naciones Unidas en mayo de 1962 (la primera visita
permitida por Suráfrica), la comisión investigadora solicitó acciones por parte de
las Naciones Unidas para garantizar los derechos políticos de los residentes en la
zona.

En junio de 1964, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas


condenó el apartheid y ordenó estudiar el establecimiento de sanciones contra el
país. La Asamblea General de las Naciones Unidas votó en 1966 la finalización del
mandato surafricano sobre África del Suroeste, llamada entonces Namibia, y el
establecimiento de un consejo que asumiera responsabilidades sobre el territorio.
Suráfrica rechazó todas las acciones de la ONU y procedió a integrar el territorio
en su propio sistema económico. En junio de 1971, el Tribunal Superior de Justicia
dictaminó que la presencia de Suráfrica en Namibia era ilegal. La situación
entonces empezó a ser crítica cuando las guerrillas de la South West Africa
People’s Organization (Organización del Pueblo de África del Suroeste, SWAPO),
comenzaron a cruzar la frontera desde Angola para atacar objetivos en Namibia.
Suráfrica respondió atacando Angola y apoyando a los rebeldes de UNITA (Unión
para la Independencia Total de Angola) que se oponían al gobierno marxista de
Angola, que contó con el apoyo directo de tropas cubanas. La guerra se prolongó
a lo largo de la década de 1980, hasta que la presión política y económica
internacional obligó a Suráfrica a tomar una actitud más conciliadora. Estados
Unidos promovió conversaciones por la paz en diciembre de 1988, que finalmente
concluyeron en 1990 con la independencia de Namibia.

Strijdom murió poco después de las elecciones de 1958, en las que los
nacionalistas incrementaron sus escaños de 94 a 103. Fue sustituido por Hendrik
Verwoerd, otro inflexible partidario de la segregación racial. La oposición negra a
este movimiento, aunque no violenta, produjo numerosos incidentes y muchas
muertes, especialmente en la masacre de Sharpeville en marzo de 1960 que
acabó con 60 muertos y numerosos heridos. Después de estos acontecimientos,
el gobierno declaró el estado de emergencia. Miles de negros fueron arrestados y
sus partidos políticos —el ANC y el recién organizado Congreso Panafricanista
(PAC)— fueron prohibidos.

El 5 de octubre de 1960, un referéndum decidió que la Unión Surafricana se


convirtiera en república. En las elecciones generales del 18 de octubre, el Partido
Nacional de Verwoerd mantuvo el poder. El 31 de mayo de 1961 el país quedaba
oficialmente establecido como República de Suráfrica y aprobada su separación
de la Commonwealth.
117

En 1962 el gobierno determinó mantener la segregación y se aprobó la


denominada Ley de Sabotaje, que ilegalizaba a la mayoría de las organizaciones
opositoras. El ANC y el PAC decidieron organizar grupos de resistencia armada al
régimen. En 1964 Mandela fue acusado de sabotaje y traición, por lo que fue
sentenciado a cadena perpetua. Las elecciones de marzo de 1966 aumentaron la
mayoría del Partido Nacional, pero en septiembre Verwoerd fue asesinado. Su
sucesor Balthazar J. Vorster continuó con la política de apartheid.

Como parte de su estrategia para dividir a la mayoría negra, el gobierno


determinó, durante la década de 1960, establecer el autogobierno en diez
bantustanes o territorios de nativos negros: Bophuthatswana, Ciskei, Gazankulu,
Kangwane, Kwandebele, Kwazulu, Lebowa, Qwaqwa, Transkei y Venda; aunque
recibieron el apelativo de autogobiernos, estos territorios fueron en realidad
completamente dependientes del gobierno nacional. Sin embargo, solamente el
13% de la tierra quedó para los bantustanes, que no podían sustentar al 75% de la
población de todo el país. Así, una gran parte de la población negra continuó
viviendo en ‘zonas para blancos’ además, la inmensa mayoría de la población que
vivía en los bantustanes se trasladó a las zonas de blancos sólo por razones de
trabajo. Esta política gubernamental finalmente culminó con la concesión de la
‘independencia’ de Transkei, Bophuthatswana, Ciskei y Venda entre 1976 y 1981.
La comunidad internacional, no obstante, denegó el reconocimiento de esos
territorios ‘independientes’. El más populoso de todos los bantustanes fue
Kwazulu, y su jefe Gatsha Mangosutu Buthelezi, optó por trabajar dentro de la
estructura del apartheid, presidiendo un territorio de ‘autogobierno’. A través del
Partido de la Libertad Inkatha, formado en 1975, Buthelezi consiguió promover el
nacionalismo zulú.

En 1975 —fecha en la que se crearon gobiernos revolucionarios en las


antiguas posesiones portuguesas de Angola y Mozambique tras proclamar su
independencia— Estados Unidos comenzó a presionar a Suráfrica para que
cambiara su política. Vorster se comprometió a suavizar su apoyo gubernamental
al régimen de minoría blanca de Rhodesia, pero la política de apartheid no se
alteró. En junio de 1976, la policía irrumpió cuando 10.000 estudiantes protestaban
en Soweto, cerca de Johannesburgo, por la imposición de la lengua afrikaans
además del inglés como asignatura obligatoria en las escuelas y provocó nuevas
muertes entre los manifestantes. Aunque las peticiones fueron ignoradas, las
protestas desencadenaron reivindicaciones aún más serias entre la población
negra, y Soweto fue objeto de disturbios, incendios y muertes que más tarde se
extendieron a otras zonas de población de color. En 1977 aún continuaba el
desasosiego por las medidas represivas de la policía que culminaron en
septiembre cuando Stephen Biko, fundador del Movimiento de Conciencia Negra,
murió por haber sido objeto de malos tratos por parte de la policía.

El primer ministro Vorster dimitió en 1978. Su sucesor Pieter Willem Botha


continuó con la política de bantustanes para negros pero evolucionó hacia
reformas constitucionales que reforzaban la presidencia y al mismo tiempo
permitían a la población mestiza y a los indios formar parte del Parlamento. La
118

nueva Constitución que entró en vigor en 1984 denegaba todavía cualquier


participación negra en el proceso político excepto en los bantustanes. Esta
exclusión exacerbó aún más la oposición promovida por el ANC en alianza con el
Frente Democrático Unido (UDF) en los municipios para negros. El gobierno
respondió con la declaración del estado de emergencia y con la imposición de
duros controles en julio de 1985. Los enfrentamientos entre la población negra y la
policía en los años siguientes provocaron cientos de muertes, cuyo número
aumentó tras los enfrentamientos que tuvieron lugar entre el Partido de la Libertad
Inkatha y los seguidores del ANC, especialmente en Natal.

A mediados de la década de 1980, Estados Unidos y la Comunidad


Europea (actual Unión Europea) impusieron sanciones económicas a Suráfrica.
Tras la presión diplomática, provocada por el rechazo internacional al apartheid,
Botha fue obligado a iniciar el lento desmantelamiento de la legislación
segregacionista; en ello tuvo también influencia la creciente oposición interior, y la
derrota de las tropas surafricanas en Angola en 1988 ante las tropas angoleñas y
cubanas. La decisión de acabar con el apartheid provocó que muchos blancos
abandonaran los partidos conservadores. Consciente de su débil salud, dimitió en
1989. Frederik W. de Klerk continuó la política de progresiva supresión del
apartheid. En su llamada a una negociación de los problemas políticos y raciales
de Suráfrica en febrero de 1990, De Klerk puso fin a la ilegalización del ANC que
duraba ya 30 años y puso en libertad a su líder Nelson Mandela. El proceso de
negociación fue largo y difícil. El Partido Nacional de De Klerk estaba poco
dispuesto al principio a transferir el control del país a la mayoría negra e intentó
por todos los medios instituir un poder de veto minoritario sobre las decisiones
mayoritarias.

El ANC organizó huelgas generales y otras protestas no violentas para


intentar obligar a los nacionalistas a cambiar su posición sobre este último punto.
Finalmente, se alcanzó un acuerdo el 13 de noviembre de 1993. Este acuerdo
prometía instituir en Suráfrica un régimen democrático no racial ni sexista, y
basado en el principio de “una persona, un voto”. Las primeras elecciones libres
de la historia de Suráfrica se celebraron del 26 al 29 de abril de 1994. El ANC
obtuvo una clara victoria y Mandela fue elegido como el primer presidente negro
del país el 10 de mayo de 1994. En junio de ese año, Suráfrica volvió a ingresar
en la Commonwealth.

Pese a que toda la legislación elaborada durante la etapa del apartheid,


Suráfrica siguió siendo un país de grandes contradicciones. El gobierno de
Mandela hubo de hacer frente al desafío de reestructurar la economía
redistribuyendo los beneficios obtenidos, facilitando la construcción de viviendas y
la prestación de servicios sanitarios y promoviendo la generación de empleo y el
desarrollo educativo. Otro reto al que tuvo que enfrentarse fue el relacionado con
las numerosas denuncias de violación de los derechos humanos y otras
atrocidades llevadas a cabo cometidas por el anterior régimen racista.
119

En un intento por esclarecer todos estos acontecimientos pasados sin


polarizar aún más a la sociedad surafricana, el gobierno aprobó en julio de 1995 la
creación de la denominada Comisión de la Verdad y la Reconciliación, integrada
por 17 miembros y presidida por el arzobispo Desmond Tutu. Se intentaba de este
modo promover la unidad y la reconciliación nacional de Suráfrica a través una
comisión que debía examinar los 33 años de régimen segregacionista y las
atrocidades por él cometidas.

Mandela y De Klerk El 10 de diciembre de 1993, el presidente surafricano,


F.W. De Klerk, y el presidente del Congreso Nacional Africano, Nelson Mandela,
recibieron el Premio Nobel de la Paz por su labor en favor de la armonía racial en
Suráfrica. Esta foto muestra a Mandela (izquierda) aplaudiendo a De Klerk (centro)
durante la ceremonia de entrega en Oslo (Noruega).Liaison Agency/Georges
Merillon

El 15 de abril de 1996 la Comisión inició sus sesiones de trabajo con el


propósito de reunir e investigar las versiones aportadas por quienes fueron
víctimas en el periodo comprendido entre 1960 y 1994, con el fin de considerar la
posibilidad de una amnistía para quienes confesaran su participación en tales
actos, así como realizar recomendaciones relativas a las reparaciones a las
víctimas. La Comisión fue creada con la esperanza de que ello facilitara la
cicatrización de las heridas abiertas por el apartheid y evitara la repetición de tales
hechos.

Numerosas personas en Suráfrica, no obstante, eran partidarias de castigar


a los responsables de aquellos crímenes, por lo que los objetivos confesos de
reconciliación y amnistía de la Comisión fueron una fuente de controversia. La
exposición de atrocidades puso de manifiesto toda la crueldad del régimen racista.
Así, un antiguo jefe de la policía surafricana reconoció que había ordenado la
realización de actos de terror con el conocimiento y aprobación del entonces
presidente Botha y su gabinete. De igual modo, las actividades del ANC fueron
examinadas por los miembros de la Comisión.

Los parlamentarios de la República de Suráfrica redactaron un nuevo texto


constitucional en mayo de 1996. El ultraderechista Frente de la Libertad, que
buscaba establecer un “hogar afrikáner”, se abstuvo durante su aprobación en el
Parlamento. Por su parte, los representantes del Partido de la Libertad Inkatha no
participaron en la sesión aprobatoria ya que sus demandas en pos de una mayor
autonomía para las provincias no fueron atendidas durante el proceso de la
redacción del borrador constitucional. La nueva Constitución democrática, que
entró en vigor en 1999 reemplazando a la establecida con carácter interino
durante el periodo de transición, excluía cualquier tipo de discriminación por raza,
género, edad u orientación sexual, a la vez que abolía la pena de muerte.

Un día después de que el Parlamento aprobara la nueva Constitución, el


Partido Nacional decidió retirarse del gobierno. El partido derechista sostuvo que
120

el nuevo texto no contemplaba la compartimentación de poder en el nivel ejecutivo


ni ninguna forma de toma de decisión conjunta. El PN confiaba, además, que su
salida del gobierno y el proceso de renovación interna iniciado le permitirían
convertirse en el principal partido de oposición.

En septiembre de 1996 el Tribunal Constitucional no dio su aprobación al


nuevo texto constitucional, ya que no resolvía lo estipulado en la Constitución
interina relativa al papel de los gobiernos provinciales. El Tribunal dictaminó que la
ley fundamental que ahora se intentaba promulgar daba a las nueve provincias
una capacidad de autogobierno sustancialmente menor que la prevista por la
Constitución interina.

A finales de ese año los miembros de la Asamblea Constitucional


redactaron un nuevo borrador que incluyó los requerimientos hechos por el
Tribunal Supremo; finalmente, la versión definitiva fue aprobada por el Parlamento
en el mes de diciembre.

En agosto de 1997 De Klerk abandonó la presidencia del Partido Nacional,


cargo en el que fue sustituido un mes después por Marthinus van Schalwik. De
igual modo, a finales de 1997, Nelson Mandela dimitió como presidente del ANC,
al frente del cual se situó Thabo Mbeki. Mandela, que había anunciado en 1996 su
negativa a presentarse para un segundo mandato presidencial, propuso a Mbeki
como candidato a las elecciones previstas para 1999, en las que se elegiría nuevo
Parlamento y nuevo jefe de Estado.

Mientras, en noviembre de ese mismo año, la Comisión de la Verdad y la


Reconciliación inició las vistas orales públicas. Entre los llamados a declarar se
encontraba Winnie Mandela, ex mujer del presidente sobre la que pesaban graves
acusaciones de haber promovido la violencia a través de sus fanáticos seguidores,
el ex presidente Pieter Willem Botha y el máximo dirigente de Inkatha,
Mangosuthu Buthelezi.

Un año después se concluyó el informe. Desde sectores del Congreso


Nacional Africano, de Inkatha y de la derecha blanca se intentó bloquear la
difusión de las conclusiones de la Comisión, en las que se hacían duras
acusaciones contra quienes habían quebrantado los derechos humanos en
cualquiera de sus formas. Finalmente, y gracias al respaldo de Mandela, el
informe —de 3.500 páginas y basado en el testimonio de 21.000 testigos y las
investigaciones sobre 31.000 casos de violaciones de los derechos humanos—
salió a la luz, pese a que una quincena de nombres de implicados en la violación
de derechos humanos hubieron de ser eliminados de la versión final alegándose
para ello “razones técnicas”.

De acuerdo con los principios fundacionales de la Comisión de la Verdad y


la Reconciliación, sólo serían amnistiados quienes hubieran comparecido ante la
Comisión para confesar sus delitos y hubieran abjurado de sus actos criminales.
121

La mayor parte de la responsabilidad se atribuyó al gobierno del Partido


Nacional, que ejerció su hegemonía entre 1948 y 1994 estableciendo un sistema
criminal. Pero ni el Congreso Nacional Africano de Nelson Mandela ni otras
organizaciones menos conocidas escaparon a la condena.

El entonces vicepresidente Mbeki, que ejercía las funciones de presidente


del ANC desde la renuncia de Mandela, presentó una querella contra el informe de
la Comisión, pese a lo cual Mandela dio su visto bueno, determinante, a las
conclusiones del mismo. De este modo quedaban de manifiesto las grandes
diferencias entre los distintos sectores y personalidades del principal partido
surafricano. No obstante, Mandela mantuvo su respaldo a Mbeki como candidato
para sucederle al frente de la presidencia de la República.

En los comicios, celebrados el 2 de junio de 1999, el ANC logró una victoria


aplastante sobre sus inmediatos seguidores, el Partido Democrático, el Partido de
la Libertad Inkatha y el Nuevo Partido Nacional. De este modo (en Suráfrica el jefe
de Estado es nombrado por el Parlamento para un periodo de cinco años), Mbeki
se aseguró su elección como nuevo jefe de Estado del país africano.

8.4.2 ORGANIZACIÓN POLÍTICA.

Gobierno. En febrero de 1990, el gobierno de minoría blanca levantó las


sanciones formuladas sobre las organizaciones políticas contrarias al apartheid y
legalizó el Congreso Nacional Africano (ANC), dirigido, entre otros, por Nelson
Mandela. El gobierno y el movimiento de liberación encabezado por el ANC
entablaron negociaciones para desmantelar el régimen segregacionista y abrir el
país a la democracia. En 1993 ambas partes acordaron fijar las primeras
elecciones multirraciales de la historia de Suráfrica para abril de 1994. Se formó
un gabinete provisional encargado de supervisar las elecciones que permitirían la
configuración de nuevos órganos de gobierno a escala nacional y provincial. Tras
difíciles negociaciones, se estableció un periodo transitorio bajo una constitución
provisional que estaría vigente hasta que se redactara una constitución definitiva
por el nuevo Parlamento, lo que sucedió en 1996. Las partes acordaron que en el
nuevo gobierno quedaran también representadas las minorías parlamentarias,
aunque no podían ejercer el veto a las decisiones de la mayoría gubernamental.

a) Poder Legislativo. El nuevo Parlamento surafricano está compuesto por


dos cámaras: la Asamblea Nacional, con 400 miembros, y el Senado, con 90. Los
escaños de la Asamblea se establecieron sobre la base del porcentaje de votos
obtenidos por cada partido político en las elecciones de abril de 1994. Los
miembros del Senado fueron elegidos por las asambleas provinciales, cada una
de las cuales eligió diez senadores. La principal tarea del nuevo Parlamento fue
redactar y adoptar una nueva constitución, que debía ser aprobada por el 67% de
los miembros del Parlamento, los cuales mantendrán sus cargos hasta 1999,
fecha en la que se llevarán a cabo nuevas elecciones bajo los auspicios de la
nueva Constitución.
122

El presidente surafricano Nelson Mandela firmó el 10 de diciembre de 1996


la nueva Constitución del país, que entró en vigor seis días después de ser
aprobada por el Tribunal Constitucional. El documento había obtenido una mayoría
abrumadora en mayo del 1996 en la Asamblea Constitucional, compuesta por los
400 miembros de la Asamblea Nacional y los 90 miembros del Senado. Sin
embargo, el Tribunal Constitucional rechazó el documento el 6 de septiembre,
alegando que no cumplía los requisitos establecidos por la Constitución provisional
del año 1993.

El proceso constituyente, con el que se eliminaba de forma definitiva el


régimen de apartheid, se inició en 1990, cuando el entonces presidente F. W. de
Klerk legalizó al Congreso Nacional Africano y excarceló a su líder, Nelson
Mandela. En 1993, el ANC, el Partido Nacional y el Inkhata firmaron una
Constitución provisional con la intención de impulsar la transición hacia un
gobierno democrático.

En 1994 Suráfrica celebró sus primeras elecciones multirraciales. El ANC


obtuvo la mayoría en la Asamblea Constitucional y Mandela se convirtió en
presidente del país. Uno de los objetivos principales del gobierno fue redactar una
Constitución plenamente democrática.

Para que la nueva Constitución entrara en vigor se necesitaba la


aprobación de más de dos tercios de la Asamblea Constitucional. En segundo
lugar, el documento debía recoger un conjunto de 34 principios constitucionales
conocidos como Programa 4, ya establecidos en la Constitución de 1993.
Finalmente, el documento debía obtener la aprobación del Tribunal Constitucional.

Una de las características más destacadas de la nueva Constitución es su


Carta de Derechos, considerada una de las más extensas del mundo. Según
establece, queda terminantemente prohibida la discriminación de cualquier tipo.
Otros derechos, tales como el derecho a no ser detenido arbitrariamente y el
derecho a no ser torturado, también quedan establecidos en la Carta Magna.

Mandela firmó la nueva Constitución en Sharpeville, una localidad situada al


suroeste de Johannesburgo. Se eligió por ser el lugar donde la policía asesinó a
69 disidentes negros en 1960.

La nueva Constitución entró en vigor por etapas, comenzando en enero de


1997. El proceso de transición se completó en 1999, cuando Suráfrica celebró sus
siguientes elecciones.

b) Poder Ejecutivo. Nelson Mandela fue elegido presidente de Suráfrica en


la primera sesión del nuevo Parlamento. Cada uno de los partidos que obtuviera
80 o más escaños en las elecciones, contaba con el derecho a nombrar un
vicepresidente. Thabo Mbeki del ANC, fue elegido presidente suplente, y el
antiguo presidente Frederik de Klerk, del Partido Nacional, pasó a ser segundo en
123

funciones. Los cargos del gabinete fueron determinados en función del número de
escaños de los partidos políticos del Parlamento.

Poder Judicial. Durante el periodo transitorio se creó una nueva corte


suprema: el Tribunal Constitucional. Está formado por un presidente y diez jueces
elegidos por el gabinete de una lista confeccionada por una comisión
independiente. Su función es determinar la constitucionalidad de las leyes que
sean aprobadas.

8.4.3 FUENTES DEL DERECHO.

Una fuente importante del Derecho es la legislación. Esta basada en los


principios de la legislación romano-holandesa. La legislación sudafricana se
revisa, promulga, adapta y complementa en forma continua a fin de satisfacer las
condiciones cambiantes derivadas de una sociedad dinámica y en pleno
desarrollo, esto lo hace el Parlamento a instancia de los sectores legislativos de
los diferentes departamentos de Estado y sobre todo de la Comisión de Justicia
Sudafricana.

Dentro de la jerarquía de la legislación está la Constitución que es la ley


fundamental del país, sin embargo no existen códigos civiles, penales o
procesales, a pesar de la influencia holandesa.

Otra fuente del Derecho son los precedentes jurisprudenciales tomados del
Derecho inglés. Las decisiones tomadas por las diferentes divisiones de la Corte
Suprema sin una fuente de Derecho importante. Otra fuente del Derecho, pero de
menor importancia, es la costumbre que ayuda y complementa la labor del
juzgador.

8.5 FILIPINAS.

8.5.1 EVOLUCIÓN HISTÓRICA Y RECEPCIÓN DEL DERECHO INGLÉS.

Los europeos llegaron a las islas por primera vez en marzo de 1521,
cuando el navegante portugués Fernando de Magallanes arribó a Filipinas durante
su intento de dar la vuelta al mundo al servicio de España. Al mes siguiente,
Magallanes murió en la isla de Mactan, cerca de la isla de Cebú, cuando intentaba
imponer la soberanía española al jefe local, Lapu-Lapu. La derrota de los
españoles acabó con la autoridad que Magallanes había ambicionado establecer.
Lapu-Lapu está considerado héroe popular nacional por su exitosa oposición al
mandato español.

Portugal, que ya poseía las cercanas Molucas, disputó la reivindicación


española de las islas, apelando al Tratado de Tordesillas de 1494, en el que se
reservaba el hemisferio oriental a la colonización portuguesa. Sin embargo, en
1542, una expedición militar reafirmó las pretensiones españolas y llamó al
archipiélago islas Filipinas, en honor al heredero real, y más tarde rey, Felipe II.
124

La primera expedición española en lograr resultados duraderos estuvo


encabezada por Miguel López de Legazpi, que desembarcó en 1564. Legazpi
aumentó gradualmente el poder español sobre las islas y, en 1572, estableció
Manila como centro administrativo. Después de 1580, año en el que el rey Felipe
se convirtió también en rey de Portugal, se eliminaron las diferencias territoriales
con los portugueses.

Representantes de varias órdenes religiosas católicas, como los agustinos,


los dominicos, los franciscanos y los jesuitas, llegaron a las islas inmediatamente
después del éxito de la expedición de Legazpi. Las conversiones fueron rápidas, la
coacción mezclada con el esplendor ceremonial de los ritos católicos causó temor
y admiración a los pueblos nativos. El trabajo de los misioneros fue de gran
importancia para el establecimiento del gobierno español y fue fundamental para
los propios filipinos, pues una religión común hizo que disminuyeran sus
diferencias culturales. Las órdenes monásticas con el paso del tiempo aseguraron
la posesión de grandes extensiones de tierra y llegaron a tener una gran riqueza y
poder político.

Otras naciones europeas, a finales del siglo XVI, intentaron establecerse en


Filipinas. Marineros ingleses, como sir Francis Drake en 1579, persiguieron a los
barcos españoles que servían de enlace entre las islas y los territorios del Imperio
español. Más tarde, los holandeses empezaron a desarrollar un imperialismo
activo en Oriente, realizaron incursiones en las islas y apresaron barcos
comerciales no solamente españoles, sino también chinos, portugueses y
japoneses. Los ataques holandeses cesaron gradualmente después de 1662,
fecha en la que los Países Bajos ocuparon las ricas islas Molucas. A raíz de la
caída del poder español en Hispanoamérica, durante la década de 1820, las
Filipinas se pusieron directamente bajo control administrativo de Madrid. Sin
embargo, en esos tiempos el nacionalismo filipino estaba poco desarrollado y las
islas permanecieron relativamente tranquilas hasta finales del siglo XIX.

En 1892 varias sociedades secretas se organizaron para actuar contra las


autoridades españolas. La principal era la Liga Filipina, fundada por José Rizal en
1891. Rizal fue ejecutado en 1896 por las autoridades españolas a pesar de su
moderación política, se convirtió en un mártir para su nación. La organización
radical Katipunan (en tagalo, asociación), propugnaba alcanzar independencia a
través de una revolución abierta. La existencia de la Katipunan fue revelada a los
oficiales españoles el 19 de agosto de 1896, y el 26 de agosto, los insurrectos
comenzaron la lucha armada.

Bajo la dirección de Emilio Aguinaldo, jefe de las fuerzas rebeldes, las


insurrecciones tuvieron éxito al principio. Sin embargo, los refuerzos provenientes
de España, dirigidos por el general Camilo Polavieja aplastaron la rebelión a
principios de 1897 y, en agosto de ese año, Aguinaldo y el gobernador militar
español el general Fernando Primo de Rivera (que había sustituido a Polavieja)
firmaron el Pacto de Biac-na-bató, por el que los españoles garantizaban que
125

realizarían reformas en el plazo de tres años. El pacto suponía la salida de los


dirigentes filipinos de las islas a cambio de una cantidad de dinero y Aguinaldo se
marchó a Hong Kong con sus compañeros. El comienzo de la guerra Hispano-
estadounidense, que estalló el 21 de abril de 1898, aceleró los acontecimientos: el
1 de mayo, la flota de los Estados Unidos derrotó a la española en la batalla de
Cavite, en la bahía de Manila.

Tras la derrota española, Aguinaldo volvió a las islas el 19 de mayo y


proclamó la república independiente de Filipinas. Sin embargo, según los términos
del Tratado de París (10 de diciembre de 1898), España se vio obligada a ceder el
archipiélago a Estados Unidos a cambio de 20 millones de dólares, y el 21 de
diciembre éstos proclamaron el inicio de un gobierno militar estadounidense.
Aguinaldo y sus colaboradores se negaron a reconocer la dominación
estadounidense. En Malolos, en Luzón central, se estableció un gobierno
provisional filipino el 23 de enero de 1899. La tensión se incrementó, y el 4 de
febrero comenzaron las hostilidades en Manila cuando una patrulla filipina provocó
un incendio en un cuartel estadounidense. Las tropas de Estados Unidos
derrotaron a los insurrectos, por lo que en noviembre de 1899 los filipinos
volvieron a las actividades guerrilleras. Aguinaldo fue capturado el 23 de marzo de
1901 y prestó juramento de lealtad a los Estados Unidos en abril, pero continuaron
las luchas esporádicas durante otro año, lo que hizo que se mantuviera un ejército
de ocupación de 150.000 hombres.

Al finalizarse la insurrección en 1902, el gobierno civil estadounidense


reemplazó a la autoridad militar y el 4 de julio de 1902, William Howard Taft,
posterior presidente de los Estados Unidos, se convirtió en el primer gobernador
civil. La Constitución Filipina de 1902 estipulaba el establecimiento de un sistema
bicameral y, cinco años después, el 6 de octubre de 1907, la asamblea filipina
abrió la primera sesión, con una cámara baja elegida y la cámara alta cuyos
miembros fueron nombrados por los estadounidenses.

La política estadounidense pronto comenzó a influir en el curso de los


acontecimientos en las islas. Taft y sus sucesores inmediatos no estaban
dispuestos a delegar mucha autoridad a los filipinos. Con la elección de Woodrow
Wilson como presidente de Estados Unidos en 1912, se adoptó una nueva
política. En 1916 la Ley Jones instituyó un Senado electo y prometió la
independencia definitiva. Sin embargo, estas actitudes se frenaron con la elección
de Warren G. Harding como presidente estadounidense en 1920. Harding, en
1921, nombró una comisión para investigar la situación política y económica de las
islas. Poco después, el general Leonard Wood, director de la comisión, fue
nombrado gobernador general. En su informe, la comisión declaró que la
independencia inmediata podría ser "una traición al pueblo filipino". Wood,
apoyándose en los dictámenes de la comisión, se opuso amargamente a los
filipinos independentistas, entre los que se encontraban Manuel Luis Quezón,
presidente del Senado filipino, Sergio Osmeña, presidente de la Cámara de los
Representantes antes de 1922, y Manuel Roxas y Acuña, presidente después de
esa fecha.
126

Con la elección de Franklin D. Roosevelt en 1932 como presidente


estadounidense, la política oficial cambió de nuevo. El 13 de enero de 1933, el
Congreso de los Estados Unidos aprobó la Ley Howes-Cutting que garantizaba la
independencia filipina en el plazo de 12 años, aunque Estados Unidos se
reservaría bases militares y navales e impondrían tarifas y cuotas a las
exportaciones filipinas. Los filipinos rechazaron la ley. Dirigido por Quezón, el
Senado filipino defendió una nueva ley y consiguió el apoyo del presidente
Roosevelt. La Ley Tydings-McDuffie, aprobada en 1934, garantizaba la
independencia absoluta y completa en 1946 y, mientras tanto, se autorizaba un
gobierno autónomo supervisado por los Estados Unidos, pero con un presidente
filipino elegido por votación nacional y una Constitución. El presidente Roosevelt
aceptó la Constitución, y el pueblo filipino la ratificó en el plebiscito del 14 de
mayo. El gobierno autónomo se estableció formalmente el 15 de noviembre, con
Quezón como primer presidente. En 1941 fue reelegido.

Los aviones japoneses atacaron Filipinas el 8 de diciembre de 1941 (un día


después del ataque japonés a la base estadounidense de Pearl Harbor) y dos
semanas más tarde comenzó una invasión a gran escala que permitió a los
japoneses entrar en Manila el 30 de diciembre. Posteriormente fueron derrotadas
las tropas estadounidenses refugiadas en Batan y en la isla de Corregidor. Las
promesas niponas de crear una república filipina teóricamente independiente hizo
que contaran con el apoyo de dirigentes filipinos, como Emilio Aguinaldo y José
Laurel, nombrado presidente del gobierno independiente, proclamado en octubre
de 1943. La posterior ocupación y el desarrollo bélico causó la destrucción de las
islas que soportaron la actividad de guerrillas comunistas, opuestas a cualquier
tipo de imperialismo, y la contra ofensiva estadounidense. Tras el triunfo en la
batalla naval del golfo de Leyte, en octubre de 1944, los ejércitos estadounidenses
volvieron a Filipinas bajo el mando del general Douglas MacArthur, que había sido
comandante militar en las islas antes del ataque japonés. El 2 de septiembre de
1945 los japoneses se rindieron oficialmente.

Quezón murió en 1944 y le sucedió Sergio Osmeña, su vicepresidente. El


gobierno volvió a Manila en 1945, y el 23 de abril de 1946, Roxas fue elegido
presidente, con Elpidio Quirino como vicepresidente. Para ayudar a la
rehabilitación de las islas, los Estados Unidos establecieron relaciones
comerciales preferenciales y concedieron a las islas varios cientos de millones de
dólares en concepto de ayuda para su rehabilitación y como compensación por los
daños de guerra.

La República de Filipinas se proclamó oficialmente el 4 de julio de 1946.


Además del problema de la reconstrucción material del país, el nuevo Estado tuvo
que enfrentarse con luchas internas. En Luzón central, el Hukbalahaps (o huks) un
grupo comunista guerrillero que actuó contra los japoneses, organizó un gobierno
rebelde con sus propios órganos militares, civiles y administrativos. Demandaban
la colectivización de las tierras de cultivo y la abolición del arrendamiento agrícola,
e hicieron de Luzón su plaza fuerte.
127

La cooperación filipina con los Estados Unidos se convirtió en la tónica de la


política de posguerra. En 1947 se arrendaron bases militares a Estados Unidos
por un periodo de 99 años, acortado a 25 años en 1959. Un plebiscito celebrado
en marzo de 1948 ratificó una enmienda a la Constitución filipina que daba a los
ciudadanos estadounidenses iguales derechos económicos que a los filipinos. El
vicepresidente Quirino, que pasó a ser el presidente en funciones a la muerte, en
abril de 1948, del presidente Roxas, triunfó en las elecciones de 1949. En 1949 y
en 1950 la rebelión de los huks cobró mayor importancia.

El gobierno entabló negociaciones de paz con Japón en septiembre de


1951, pero las conversaciones se suspendieron a principios de 1952 debido a las
demandas filipinas de 8.000 millones de dólares por daños de guerra. Pendiente
de la indemnización, la legislatura filipina se negó a ratificar el tratado de paz.

En 1953 el gobierno intentó infructuosamente alcanzar un acuerdo con los


rebeldes huks. En las elecciones presidenciales, celebradas el 10 de noviembre, el
antiguo ministro de Defensa Ramón Magsaysay consiguió imponerse a Quirino.
Su actitud enérgica contra los huks frenó la expansión de los rebeldes, aunque no
se suprimió completamente.

El Congreso aprobó, el 11 de agosto de 1955, una ley que autorizaba al


presidente Magsaysay a deshacer los estados de mayor extensión y distribuir la
tierra entre los arrendatarios agrarios. El 6 de septiembre Filipinas y Estados
Unidos llegaron a un acuerdo comercial por el que se autorizaba la entrada de
inversiones privadas estadounidenses en empresas filipinas.

A mediados de la década de 1950, Estados Unidos y Filipinas establecieron


la propiedad conjunta de las bases militares estadounidenses en las islas. El
Senado filipino también ratificó el tratado de paz con Japón y se acordó cifrar en
800 millones de dólares las reparaciones japonesas.

Magsaysay murió el 17 de marzo de 1957 en un accidente aéreo y al día


siguiente el vicepresidente Carlos P. García juró el cargo de presidente. En junio
se declaró ilegal al Partido Comunista, y se estableció la pena de muerte para los
miembros activos del partido, pero garantizaba una plena amnistía si se rendían
en los 30 días posteriores a su promulgación. Alrededor de 1.400 miembros del
movimiento Huk se acogieron a esa amnistía. García fue elegido presidente
posteriormente y Diosdado Macapagal, candidato del opositor Partido Liberal, fue
elegido vicepresidente. Macapagal fue elegido presidente en 1965, pero en las
elecciones de 1965 perdió en favor del candidato nacionalista, Ferdinand Marcos.

El rápido desarrollo económico trajo la prosperidad durante el primer


periodo del mandato de Marcos y fue reelegido en 1969. Sin embargo, su segundo
mandato fue conflictivo por el malestar social, provocado por su apoyo a la política
de Estados Unidos en Vietnam. A principios de la década de 1970, dos fuerzas
diferentes, el Nuevo Ejército Popular (comunista) y el Frente Moro de Liberación
128

Nacional (un movimiento musulmán separatista en el sur) volvieron a la guerra de


guerrillas para enfrentarse al gobierno. Esta situación sirvió de excusa para la
declaración de la ley marcial en 1972. Se disolvió el Congreso, fueron arrestados
los dirigentes de la oposición y se impuso una estricta censura. Después de eso,
Marcos gobernó por decreto ley.

En enero de 1973 se promulgó una nueva Constitución, cuyas


disposiciones transitorias garantizaban a Marcos continuar gobernando con
poderes absolutos y las elecciones se pospusieron indefinidamente; en su lugar, el
presidente buscó el apoyo popular de sus actos en repetidos referendos. En 1977
y en 1978 hubo cierta relajación, pero la inquietud entre la población (en especial
entre la jerarquía eclesiástica) creció. En 1980, varios grupos opuestos se unieron
para demandar el fin de la ley marcial y las guerrillas urbanas llevaron a cabo una
serie de atentados en Manila.

El presidente Marcos derogó la ley marcial en 1981. Las elecciones


presidenciales se celebraron en junio y Marcos consiguió un nuevo mandato de
seis años. Sin embargo, la oposición a su gobierno siguió aumentando. En 1983 el
dirigente de la oposición, Benigno Aquino, fue asesinado. Se culpó a una
conspiración militar del asesinato, pero los acusados fueron absueltos después.
Marcos convocó elecciones presidenciales en febrero de 1986; su principal
oponente era la viuda de Aquino, Corazón. Los informes que mostraban que
Marcos había ganado fraudulentamente fueron tan evidentes que Marcos tuvo que
abandonar el país; se estableció temporalmente en Hawaii y se llevó consigo,
según ciertas acusaciones, grandes cantidades de riquezas ganadas de forma
ilegal.

Aquino se convirtió en la presidenta y consiguió la promulgación de una


nueva Constitución en febrero de 1987. Aunque obtuvo el apoyo en las elecciones
legislativas de mayo, la presión militar, junto al descontento popular por la lenta
evolución de la reforma económica, continuaron amenazando su gobierno. Las
fuerzas de las bases de Estados Unidos ayudaron al Ejército del gobierno filipino a
sofocar un intento de golpe de Estado en diciembre de 1989. En 1991, los daños
ocasionados por la erupción del monte Pinatubo en Luzón central hicieron que los
Estados Unidos abandonaran la base aérea de Clark; el Senado filipino se negó a
renovar el contrato de la única base que les quedaba a los Estados Unidos en la
bahía de Subic, y así se cerró en noviembre de 1992. Por primera vez en su
historia, el país se enfrenta a un futuro sin la protección económica y militar de
Estados Unidos. A pesar de no haber tenido un desarrollo económico como sus
vecinos del Lejano Oriente y de la permanencia de las guerrillas comunistas y
musulmanas, el sistema democrático parece firmemente establecido. Aquino,
incapacitada por la Constitución para presentarse a un segundo mandato, optó por
apoyar en las elecciones presidenciales de mayo de 1992 a su ministro de
Defensa, Fidel Ramos, quien, tras ganar por un estrecho margen a su rival, se
convirtió en el primer presidente no católico de Filipinas.
129

Ramos llevó a cabo un ambicioso programa de reformas económicas. Los


ciudadanos tuvieron ocasión de demostrar su respaldo a los planes del nuevo
presidente en las elecciones legislativas de 1995, en las que los candidatos de los
partidos políticos que sustentaban a Ramos (NUCD, Lakas, PDP-Laban)
obtuvieron la mayor parte de los escaños en liza.

Por lo que se refiere a la violencia política, durante la primera mitad de la


década de 1990 se asistió a un incremento de la actividad guerrillera en el sur de
Filipinas llevada a cabo por fuerzas separatistas musulmanas. En septiembre de
1996 el gobierno alcanzó un acuerdo de paz con uno de los grupos rebeldes más
importantes, el Frente Moro de Liberación Nacional. Mediante el acuerdo se
estableció la Zona Especial para la Paz y el Desarrollo (SZPD en sus siglas en
inglés), que englobaba las 14 provincias en las que se divide la conflictiva isla de
Mindanao. El acuerdo incluía asistencia económica con el fin de lograr el
desarrollo de una de las regiones más pobres del archipiélago. Otros grupos
rebeldes, como el Frente Nacional Democrático o el Frente Moro Islámico de
Liberación, mantuvieron su resistencia armada al gobierno filipino, pese a que
durante 1997 y 1998 ambas partes habían logrado acuerdos parciales para iniciar
las conversaciones de paz.

En 1997 se asistió a la tentativa, por parte de los seguidores de Ramos,


encaminada a enmendar la Constitución filipina para así permitir que el presidente
del país lograra un segundo mandato consecutivo. Corazón Aquino y el cardenal
Jaime Sin, que había tenido un gran ascendente sobre el Movimiento del Poder
Popular —que había provocado la caída de Marcos en 1986— denunciaron los
intentos de modificación constitucional. Ante la creciente oposición manifestada
por miles de ciudadanos a través de protestas callejeras, Ramos y la coalición
gobernante optaron por apoyar a José de Venecia, presidente la Cámara de
Representantes, en las elecciones presidenciales celebradas en mayo de 1998.
No obstante, los comicios fueron ganados por Joseph Estrada, vicepresidente
durante el mandato de Ramos y antiguo actor y director cinematográfico, que tomó
posesión del cargo en julio de ese año.

El Frente Moro Islámico de Liberación, y Abu Sayyaf (grupo radical que


pretendía la secesión de Mindanao y su conversión en una república islámica),
incrementaron a partir de abril de 2000 su actividad terrorista con una campaña de
secuestros a gran escala en las islas de Basilán y Joló que agravó la crisis en que
se veía inmerso el gobierno de Estrada. En octubre de 2000, Luis Singson,
gobernador de Ilocos, denunció que el presidente había recibido importantes
sumas de dinero procedentes del jueteng (un juego ilegal) y de una empresa a
cambio de favores fiscales; la cámara baja promovió y aprobó la incoación del
proceso de destitución presidencial, iniciado en diciembre en el Senado bajo las
acusaciones de corrupción, soborno y vulneración de la Constitución. De forma
simultánea, las manifestaciones pidiendo la renuncia de Estrada se sucedieron,
fomentadas por sectores de la coalición que sostenían su gobierno (muy
especialmente la vicepresidenta Gloria Macapagal Arroyo, hija de Diosdado
Macapagal), por los ex presidentes Corazón Aquino y Fidel Ramos, y por la Iglesia
130

católica (a través de Jaime Sin). Esta presión popular, la dimisión en bloque de su


gobierno y la progresiva pérdida de apoyo en los entornos político y militar,
forzaron a Estrada a dimitir el 20 de enero de 2001. Ese mismo día juró como
presidenta de la República Macapagal Arroyo, quien vio reforzada su situación en
las elecciones legislativas celebradas en el siguiente mes de mayo, cuando los
candidatos que ella apoyaba pasaron a controlar la cámara alta.

Muy poco después de acceder a la presidencia, Gloria Macapagal


suspendió las operaciones bélicas contra el Frente Moro Islámico de Liberación y
abordó una política de reconciliación entre el gobierno y esta organización. En
agosto de 2001 ambas partes firmaron un acuerdo de alto el fuego, que sirvió de
preludio a una serie de negociaciones de paz en las que Malaysia actuó como
intermediario. En cambio, el nuevo ejecutivo continuó ejerciendo medidas militares
contra Abu Sayyaf, protagonista de numerosas acciones terroristas. En julio de
2002, un contingente militar de Estados Unidos pasó a colaborar con el Ejército de
Filipinas en la lucha contra Abu Sayyaf (el gobierno de George W. Bush
consideraba que podía mantener algún tipo de vínculos con la red terrorista
internacional de Osama bin Laden). La violencia resurgió con fuerza en octubre de
2002, mes en el que el país se vio sacudido por una oleada de cruentos atentados
con bomba que fueron atribuidos al radicalismo islámico.

8.5.2 ORGANIZACIÓN POLÍTICA.

a) Gobierno. El referéndum nacional de febrero de 1987 ratificó una nueva


Constitución.

b) Poder Ejecutivo. La cabeza del Estado y jefe del ejecutivo de Filipinas


es un presidente, elegido por sufragio directo universal por un único periodo de
seis años. El vicepresidente puede permanecer en el cargo hasta dos mandatos
sucesivos de seis años.

c) Poder Legislativo. De acuerdo con la Constitución de 1987, el cuerpo


legislativo bicameral, denominado Congreso, está formado por un Senado
constituido por 24 miembros (con un mandato de seis años) y una Cámara de
Representantes integrada por un máximo de 260 miembros, que permanecen en
su cargo durante un periodo de tres años.

d) Poder Judicial. La máxima autoridad judicial de Filipinas es el Tribunal


Supremo, compuesto por un presidente y 14 magistrados asociados, todos ellos
elegidos por el presidente del país. Otros cuerpos judiciales son el Tribunal de
Apelación, los tribunales de primera instancia y los tribunales municipales.

8.5.3 FUENTES DEL DERECHO.

La principal fuente de su Derecho es la legislación. Así entonces, la


Constitución es la máxima expresión de este Derecho, y la que actualmente rige
fue elaborada en 1987, bajo la presidencia de Corazón Aquino la cual prometió
131

una nueva Constitución al asumir el cargo. En este ordenamiento hay una


marcada influencia del Derecho estadounidense, esto era de esperarse si se toma
en cuenta que la primera Constitución de 1935, se elaboró bajo el modelo
norteamericano.

UNIDAD 9
SISTEMA SOCIALISTA, COMUNISTA Y SOVIÉTICO

OBJETIVO ESPECÍFICO: AL TERMINAR LA UNIDAD, EL ALUMNO:


ANALIZARÁ Y EXPLICARÁ EL DERECHO RUSO, SU EVOLUCIÓN HISTÓRICA
HACIA EL DERECHO SOVIÉTICO, SUS FUENTES, ASÍ COMO LA INFLUENCIA
DEL MISMO EN OTROS PAÍSES Y LA DESINTEGRACIÓN DE LA URSS.

9.1 DERECHO RUSO.

9.1.1 EVOLUCIÓN HISTÓRICA, INFLUENCIA DEL DERECHO BIZANTINO.

En sus orígenes el Derecho ruso era de carácter consuetudinario; fue


recopilado en la Russkaya Pravda (verdad rusa) realizada a partir del siglo XI.
Russkaya Pravda es el nombre genérico dado a todas las recopilaciones de
Derecho ruso que aparecen desde el siglo IX hasta el XV. Estos manuscritos
contienen muchas variantes entre sí, según el lugar y la época en que fueron
redactados.

Aparte de la Russkaya Pravda que era un derecho laico, apareció otro igual
de importante: el Derecho Canónico, tomado de Bizancio y representado por los
Nomocánones los cuales se basaban en el Derecho romano justinianeo. La
sociedad civil y la religiosa se unieron en el imperio bizantino y los Nomocánones
deben su nombre a que contienen a la vez Derecho Civil y Derecho Canónico.

Posteriormente, los rusos fueron invadidos por los mongoles, sin embargo,
el Derecho de éstos últimos tuvo escasa influencia en la nación sojuzgada.

Con Iván IV, llamado también Iván El Terrible, se publica el Libro de Justicia
Imperial, en donde se suprimieron los privilegios acordados a ciertas personas, de
no ser juzgados más que por el propio gran príncipe. Otra aportación que tuvo
esta obra, fue la de proclamar el principio de la irretroactividad de las leyes.

Bajo el régimen de Pedro I o también conocido como Pedro el Grande,


Rusia aumentó considerablemente su extensión territorial, además de que se
adoptaron conductas occidentales. Este gobernante creó la Procuraduría en 1722,
que era un organismo cuya función consistía en supervisar la legalidad de los
actos de todos los departamentos gubernamentales y en general la de actuar
como el “ojo del zar”.
132

Mucho tiempo después, apareció Karl Marx, considerado como el más


grande socialista y economista del siglo XIX, y maestro aún de todos los
socialistas actuales. Desde su juventud tuvo inquietudes intelectuales y políticas,
las que lo llevaron a ingresar al grupo de jóvenes alemanes revolucionarios ya que
sostenía el punto de vista de que sólo la revolución social, encabezada por el
proletariado, en lugar de su simple cambio político }, podría llevar a la liberación
del género humano. La corriente filosófica y económica que realizó Marx,
denominada marxismo (también llamada socialismo científico) resulta sumamente
importante, toda vez que pretende dar al socialismo una base científica, real,
oponiéndose en esta forma al socialismo utópico. Así, mientras éste último tiende
a establecer un sistema social imaginativo, el socialismo científico considera que
el advenimiento del socialismo es una consecuencia de leyes económicas y
sociales.

Asimismo, dentro de la historia rusa es de resaltar la vida de Vladimir Ilich


Lenin quien fue un gran teórico y político. Estableció el leninismo que es la
doctrina filosófica que considera a la libertad como uno de los valores supremos
del hombre, afirmando que es posible organizar la vida económica y política de las
sociedades alrededor de ese principio fundamental. Para el liberalismo es por ello
conveniente y necesario que los individuos desarrollen sin trabas todas sus
potencialidades y su pensamiento, de modo tal que puedan alcanzar las metas
que ellos mismos se tracen para contribuir a su bienestar e, indirectamente, al de
la sociedad en su conjunto. Para que esto así suceda, sin embargo, es preciso
que exista un marco normativo adecuado, de modo que la libertad de acción de
unos individuos no afecte los derechos de los otros a actuar de la misma manera;
en otro caso se arribaría a una anarquía salvaje, donde los más fuertes o
poderosos despojarían de su libertad al resto de los individuos.

Consideraba que el liberalismo económico, en consecuencia, favorece una


economía de mercado donde se reduzca a lo indispensable la intervención estatal.
Identificado a veces con la posición del laissez faire, el liberalismo moderno no
niega por completo, sin embargo, el papel del Estado en la economía: la acción
pública puede ser conveniente para la provisión de ciertos bienes y servicios
públicos y para ayudar de diversos modos al proceso productivo, y es realmente
indispensable para proveer el marco jurídico y normativo dentro del cual puede
desarrollarse una economía libre de mercado. Pero toda intervención, de acuerdo
al liberalismo, debe ser convenientemente analizada y estudiada, limitando las
funciones del Estado a aquéllas que no pueden ser provistas por los particulares
puesto que, al controlar innecesariamente la actividad económica, lo único que se
obtiene es una reducción de la satisfacción de los consumidores y un desarrollo
económico más lento y menos diversificado.

En vista del fracaso de la anterior etapa, Lenin tuvo que replantear la


economía soviética, y se tuvo que llamar a los empresarios capitalistas, para que
dirigieran nuevamente las empresas. En palabras de Lenin, “la nueva política
económica significa una transición a la restauración del capitalismo en grado
pequeño”.
133

Así entonces, los industriales volvieron a dirigir sus empresas y los


campesinos ricos (los kulaks) las fincas. Con ese nuevo impulso, pudo también
volver a desarrollarse el comercio privado dentro del país multimencionado. La
meta general de la N.E.P. era la recuperación de la producción en todas las ramas
de la economía nacional, arruinadas en el período anterior y despejar el camino
para la ulterior socialización de la economía del país.

En 1928, José Stalin lanzó un programa de colectivización agraria y


desarrollo industrial que sustituyó a la política económica de Lenin. Se trataba de
una economía planificada, dirigida por el Comité de Planificación Estatal,
GOSPLAN, creado en 1921, cuyos objetivos básicos eran transformar al país de
economía agrícola en potencia industrializada; lleva a cabo la completa
colectivización de la agricultura, y transformar de una manera profunda la
naturaleza de la sociedad rusa. Sin embargo, en la práctica el objetivo prioritario
fue la industria pesada y de armamentos, quedando la producción de bienes de
consumo y la agricultura relegados a segundo plano.

El GOSPLAN se encargó de elaborar cada cinco años los planes en que se


fijaban las cantidades a producir, los precios y los salarios, las necesidades de
materias primas, energía, maquinaria y recursos humanos, en función de los
objetivos que cada plan había fijado. Los Planes Quinquenales tenían carácter
obligatorio y abarcaban todos los sectores de la economía bajo el control del
Estado, lo cual implicaba la eliminación del sector privado, ya que una de las
metas de Stalin era que la propiedad de los medios de producción pasara a manos
de la colectividad.

Posteriormente, surgieron los Planes Quinquenales que eran metas de tipo


político e ideológico motivaron el inicio de la planeación, tales como “base
industrial adecuada para la defensa”, “alcanzar o superar a los países capitalistas
avanzados”, “victoria final del socialismo en nuestro país”, etc. La necesidad de
salir avance de estas metas, obligó a planear primeramente aquellas industrias
que presionaban al máximo a la economía, tales como las del carbón, energía,
acero y maquinaria. Para lograrlo, se crearon estímulos que permitieran obtener la
máxima productividad del trabajo. Los económicos no dieron los frutos apetecidos,
porque las restricciones en la producción de bienes de consumo, no permitían un
aumento importante en los niveles de vida; no había muchos que comprar, pues
aumentar la producción en bienes de consumo significaba restar recursos a la
producción industrial, lo cual no era posible dadas las condiciones muy especiales
en que se desenvolvían los procesos económicos durante los años anteriores a la
Segunda Guerra Mundial. Los incentivos socialistas, consistentes en honores,
medallas y publicidad, así como algunos otros “beneficios especiales que se
concedían a los trabajadores que superaban las normas de producción existentes,
tampoco resolvieron el problema. Entonces, el régimen se vio obligado a utilizar
métodos compulsivos: “a metas políticas se requieren incentivos políticos”.
134

Mientras duró la URSS se implementó una economía de carácter


centralizada. También conocida como intervensionismo estatal. Es el conjunto de
funciones, poderes, recursos, instrumentos y mecanismos por los cuales y a
través de los cuales el Estado realiza actividades en diferentes niveles y aspectos
de la economía y de la sociedad respectivas, que directa o indirectamente debe
orientarlas en un sentido determinado y conforme a los objetivos fijados para sus
políticas generales o sectoriales.

La planificación central se identifica con una injerencia deliberada, basada


en el conocimiento racional del proceso socioeconómico y sus leyes. Se presenta
como un conjunto de medios, mecanismos y procesos sociales, por los cuales los
sujetos, agentes, grupos, estructuras, comportamientos y movimientos, que
constituyen la sociedad, la modifican y desarrollan, son controlados de modo
consciente e integrados en la totalidad, de manera tal que se pueda diseñar,
dominar y conformar el porvenir de éste.

La planificación presupone una estrategia de desarrollo, concebida como


cuerpo orgánico de decisiones sobre una serie de opciones (económicas, sociales,
ideológicas, políticas), que da por resultado un programa preciso para guía de los
órganos públicos de intervención y planificación y de los destinatarios (nación,
subconjuntos, sectores, clases, grupos, regiones, instituciones). Las decisiones se
toman deliberadamente, y están referidas las unas a las otras, de modo de
proporcionar un programa de acción relativamente coherente.

En 1953, la URSS contaba ya en su arsenal con la bomba de hidrógeno.


Durante los años siguientes, las cada vez más poderosas pruebas nucleares
realizadas por todas las grandes potencias hacían imperativo un acuerdo sobre la
limitación de dichas armas. No obstante, poco se había logrado hasta 1963, año
en el que la URSS firmó un acuerdo con Estados Unidos y Gran Bretaña por el
que quedaban prohibidas todas las pruebas nucleares excepto las subterráneas.
Además se unió a Estados Unidos en el compromiso de mantener libre el espacio
de todo tipo de armamento. Las negociaciones, iniciadas en 1969 sobre reducción
de armas nucleares de largo alcance, conocidas como Conversaciones para la
Limitación de Armas Estratégicas (SALT), concluyeron en acuerdos firmados en
1972, 1974 y 1979 que limitaban el número de misiles y silos nucleares.

La URSS llevó a cabo una activa política internacional respaldada por un


creciente poderío militar, pero también se inclinó hacia la distensión con Occidente
y en especial con Estados Unidos. En mayo de 1972, el presidente Nixon visitó la
URSS. Los acuerdos entre ambas potencias abarcaron diversos temas: la
cooperación en investigación médica, la limitación de armamento, la protección del
medio ambiente, la exploración espacial y las medidas tendentes a evitar los
incidentes marítimos. A estos programas de colaboración le siguieron la
condonación por parte estadounidense de la deuda soviética por los préstamos y
arriendos de la II Guerra Mundial, un pacto comercial de tres años y una serie de
programas de intercambios culturales.
135

Los esfuerzos para lograr un nuevo tratado de limitación de armas


estratégicas, después de 1975, fueron obstaculizados por la represión de los
disidentes en la URSS y en Europa del Este, por la participación soviética en
Angola y en otros estados africanos y por el continuo apoyo a la causa árabe
contra Israel. A pesar de esos focos de tensión, los negociadores soviéticos y
estadounidenses alcanzaron en junio de 1979 un acuerdo que se materializó en el
SALT II. Poco más tarde Brezhnev se reunió en Viena con el presidente de
Estados Unidos, Jimmy Carter, para la firma formal del nuevo tratado. Sin
embargo, la intervención del Ejército soviético en Afganistán en diciembre de ese
año hizo que el Congreso estadounidense no ratificara dicho acuerdo.

Las relaciones entre Estados Unidos y la URSS empeoraron al iniciarse la


década de 1980. Estados Unidos condenó el papel desempeñado por la URSS en
la represión de la disidencia en Polonia y el derribo, en septiembre de 1983, de un
avión civil de las líneas aéreas coreanas en el espacio aéreo soviético.

Brezhnev falleció en noviembre de 1982. Su sucesor en la jefatura del


Estado y en la secretaría general del PCUS, Yuri Andropov, murió a su vez tras
una prolongada enfermedad en febrero de 1984. Por su parte, Konstantín
Ustínovich Chernenko falleció a los trece meses de ser elegido secretario general
del partido, cargo en el que fue sucedido en marzo de 1985 por Mijaíl Gorbachov.

Tras consolidar su poder al modificar la composición del Politburó,


Gorbachov inició una campaña con el objetivo de reformar la sociedad soviética.
Sus planes exigían la perestroika (en ruso, ‘reestructuración’) de la economía
nacional y la glasnost (en ruso, ‘apertura’ o ‘transparencia’) de la vida política y
cultural. En el Congreso del PCUS celebrado a finales de junio de 1988,
Gorbachov propuso una serie de reformas constitucionales que trasladarían el
poder del partido a una asamblea legislativa elegida por sufragio universal,
reducirían el papel del partido en la gestión económica y aumentarían
considerablemente los poderes presidenciales. Tres meses después, Andréi A.
Gromiko abandonó su cargo de jefe del Estado (que, en calidad de presidente del
Presidium del Soviet Supremo, desempeñaba desde 1985) y Gorbachov le
sucedió en el puesto.

En marzo de 1989 el pueblo soviético participó en las que han dado en ser
consideradas las primeras elecciones libres celebradas desde 1917 y eligió un
renovado Congreso de Diputados del Pueblo. Este Congreso, convocado en
mayo, constituyó el Soviet Supremo y eligió a Gorbachov presidente para un
mandato de cinco años. Dos trágicos sucesos, el grave accidente ocurrido en abril
de 1986 en la central nuclear de Chernóbil, que causó serios daños al medio
ambiente y reveló grandes deficiencias en el programa nuclear soviético, y el
terremoto de Armenia en diciembre de 1988, que provocó más de 25.000 muertos
y dejó al menos a 400.000 personas sin hogar, obstaculizaron el proceso de
reforma de la economía nacional preconizado por Gorbachov.
136

En abril de 1988 se llegó a un acuerdo para la retirada de las tropas


soviéticas que ocupaban Afganistán. Las estadísticas oficiales publicadas en mayo
indicaban que habían muerto 13.310 soldados y 35.478 resultaron heridos durante
la guerra. La retirada finalizó en febrero de 1989. En octubre los dirigentes
soviéticos reconocieron que la intervención en ese país había "violado las normas
de comportamiento correcto".

Entre 1985 y 1991 Gorbachov celebró diversas reuniones en la cumbre con


los presidentes estadounidenses Ronald Reagan y George Bush. En el encuentro
de Reykjavík (Islandia) con Reagan, que tuvo lugar en octubre de 1986, los dos
líderes intercambiaron audaces propuestas de reducción de armas, pero las
negociaciones se rompieron a causa de la demanda soviética de la limitación de
las investigaciones y pruebas del programa estadounidense de Iniciativa de
Defensa Estratégica. Los dos presidentes firmaron un acuerdo en diciembre de
1987 por el que se eliminaban los misiles de alcance medio y algunos tipos de los
de corto alcance. En mayo de 1990 Gorbachov y Bush firmaron un tratado que
ponía fin a la producción de armas químicas y reducía los arsenales de este tipo
de armas. En julio de 1991 ambos mandatarios volvieron a firmar otro acuerdo por
el que se recortaba sustancialmente el número de armas nucleares estratégicas.

Las iniciativas de Gorbachov en otros aspectos de política internacional


fueron igualmente sorprendentes. En diciembre de 1988 anunció ante la Asamblea
General de Naciones Unidas la reducción unilateral de armas convencionales, en
especial en Europa del Este y en la frontera chino-soviética. Durante su visita a
Pekín en mayo de 1989, China y la URSS acordaron reanudar unas relaciones
normales tras treinta años de conflicto encubierto. En un encuentro con el papa
Juan Pablo II, celebrado en Roma, Gorbachov prometió garantizar la libertad
religiosa en la URSS. La Unión Soviética y la Ciudad del Vaticano acordaron
establecer relaciones diplomáticas. Las relaciones con Israel también mejoraron
notablemente, al flexibilizar las restricciones migratorias a los judíos rusos. Al
crecer la tensión en el golfo Pérsico desde agosto de 1990, la URSS apoyó en
general la política, encabezada por Estados Unidos, de utilizar la presión
económica y militar para forzar la retirada iraquí de Kuwait.

Entre las más importantes novedades de la nueva política soviética,


destacó a partir de 1989 la negativa de la URSS a intervenir en Europa del Este, a
diferencia de épocas pasadas, en el desarrollo de los movimientos reformistas que
pusieron fin a los gobiernos comunistas de Polonia, Hungría y Checoslovaquia y
que culminaron en octubre de 1990 con la reunificación alemana. En 1991, el
COMECON y el Pacto de Varsovia, dos de las piedras angulares de la política
exterior soviética, fueron disueltos. Tampoco el comunismo soviético era inmune a
las fuerzas que habían hundido a los regímenes de los países del Este. En febrero
de 1990 y en un proceso de deterioro cada vez mayor de la economía soviética, el
PCUS acordó ceder su monopolio político. En marzo, cuando Gorbachov era el
presidente ejecutivo del país, grupos insurgentes lograron un significativo ascenso
en las elecciones locales. Gorbachov había perdido considerable apoyo entre la
población por su política interna. El 11 de marzo Lituania declaró su
137

independencia, desafiando las sanciones impuestas por Moscú. Los grupos


nacionalistas y los movimientos independentistas también actuaron en otras
repúblicas y los estallidos de violencia étnica cada vez se hicieron más frecuentes.
En noviembre, Gorbachov pretendió de nuevo ampliar sus poderes presidenciales
para ejecutar sus reformas políticas y económicas.

El sector duro comunista, en el que se encontraban muchos de los altos


cargos del gobierno, dio un golpe de Estado en agosto de 1991, mantuvo a
Gorbachov bajo arresto domiciliario e intentó reinstaurar el control centralizado
comunista. En tres días los reformistas encabezados por Borís Yeltsin detuvieron
el golpe y comenzaron a desmantelar el aparato del partido. Con la URSS al borde
del colapso, el Congreso de Diputados del Pueblo acordó el 5 de septiembre
establecer un gobierno provisional en el que el Consejo de Estado, encabezado
por Gorbachov y compuesto por los presidentes de las repúblicas participantes,
ejercería poderes de emergencia. Al día siguiente, el Consejo reconoció la
independencia de Lituania, Estonia y Letonia.

La creciente influencia de Yeltsin acabó con la de Gorbachov, y el gobierno


de la Federación Rusa asumió los poderes que había ejercido el desaparecido
gobierno soviético. El 21 de diciembre de 1991 la URSS dejó formalmente de
existir. Once de las doce repúblicas que habían permanecido casi hasta el final
integrando el Estado soviético (Georgia había declarado su independencia en abril
de ese año), Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Kazajstán, Kirguizistán, Moldavia,
Rusia, Tayikistán, Ucrania y Uzbekistán; acordaron crear la llamada, de forma
imprecisa, Comunidad de Estados Independientes (CEI). Gorbachov dimitió el 25
de diciembre y al día siguiente el Congreso de Diputados del Pueblo proclamó la
disolución de la URSS.

9.1.2 FASES DEL SOCIALISMO RUSO SOVIÉTICO.

El socialismo es un término que, desde principios del siglo XIX, designa


aquellas teorías y acciones políticas que defienden un sistema económico y
político basado en la socialización de los sistemas de producción y en el control
estatal (parcial o completo) de los sectores económicos, lo que se oponía
frontalmente a los principios del capitalismo. Aunque el objetivo final de los
socialistas era establecer una sociedad comunista o sin clases, se han centrado
cada vez más en reformas sociales realizadas en el seno del capitalismo. A
medida que el movimiento evolucionó y creció, el concepto de socialismo fue
adquiriendo diversos significados en función del lugar y la época donde arraigara.

Si bien sus inicios se remontan a la época de la Revolución Francesa y los


discursos de François Nöel Babeuf, el término comenzó a ser utilizado de forma
habitual en la primera mitad del siglo XIX por los intelectuales radicales, que se
consideraban los verdaderos herederos de la Ilustración tras comprobar los
efectos sociales que trajo consigo la Revolución Industrial.
138

Entre sus primeros teóricos se encontraban el aristócrata francés conde de


Saint-Simon, Charles Fourier y el empresario británico y doctrinario utópico Robert
Owen. Como otros pensadores, se oponían al capitalismo por razones éticas y
prácticas. Según ellos, el capitalismo constituía una injusticia: explotaba a los
trabajadores, los degradaba, transformándolos en máquinas o bestias, y permitía a
los ricos incrementar sus rentas y fortunas aún más mientras los trabajadores se
hundían en la miseria. Mantenían también que el capitalismo era un sistema
ineficaz e irracional para desarrollar las fuerzas productivas de la sociedad, que
atravesaba crisis cíclicas causadas por periodos de superproducción o escasez de
consumo, no proporcionaba trabajo a toda la población (con lo que permitía que
los recursos humanos no fueran aprovechados o quedaran infrautilizados) y
generaba lujos, en vez de satisfacer necesidades. El socialismo suponía una
reacción al extremado valor que el liberalismo concedía a los logros individuales y
a los derechos privados, a expensas del bienestar colectivo.

Sin embargo, era también un descendiente directo de los ideales del


liberalismo político y económico. Los socialistas compartían con los liberales el
compromiso con la idea de progreso y la abolición de los privilegios aristocráticos
aunque, a diferencia de ellos, denunciaban al liberalismo por considerarlo una
fachada tras la que la avaricia capitalista podía florecer sin obstáculos.

Gracias a Karl Marx y a Friedrich Engels, el socialismo adquirió un soporte


teórico y práctico a partir de una concepción materialista de la historia. El
marxismo sostenía que el capitalismo era el resultado de un proceso histórico
caracterizado por un conflicto continuo entre clases sociales opuestas. Al crear
una gran clase de trabajadores sin propiedades, el proletariado, el capitalismo
estaba sembrando las semillas de su propia muerte, y, con el tiempo, acabaría
siendo sustituido por una sociedad comunista.

En 1864 se fundó en Londres la Primera Internacional, asociación que


pretendía establecer la unión de todos los obreros del mundo y se fijaba como
último fin la conquista del poder político por el proletariado. Sin embargo, las
diferencias surgidas entre Marx y Bakunin (defensor del anarquismo y contrario a
la centralización jerárquica que Marx propugnaba) provocaron su ruptura. Las
teorías marxistas fueron adoptadas por mayoría; así, a finales del siglo XIX, el
marxismo se había convertido en la ideología de casi todos los partidos que
defendían la emancipación de la clase trabajadora, con la única excepción del
movimiento laborista de los países anglosajones, donde nunca logró establecerse,
y de diversas organizaciones anarquistas que arraigaron en España e Italia, desde
donde se extendieron, a través de sus emigrantes principalmente, hacia
Sudamérica. También aparecieron partidos socialistas que fueron ampliando su
capa social (en 1879 fue fundado el Partido Socialista Obrero Español). La
transformación que experimentó el socialismo al pasar de una doctrina compartida
por un reducido número de intelectuales y activistas, a la ideología de los partidos
de masas de las clases trabajadoras coincidió con la industrialización europea y la
formación de un gran proletariado.
139

Los socialistas o socialdemócratas (por aquel entonces, los dos términos


eran sinónimos) eran miembros de partidos centralizados o de base nacional
organizados de forma precaria bajo el estandarte de la Segunda Internacional
Socialista que defendían una forma de marxismo popularizada por Engels, August
Bebel y Karl Kautsky.

De acuerdo con Marx, los socialistas sostenían que las relaciones


capitalistas irían eliminando a los pequeños productores hasta que sólo quedasen
dos clases antagónicas enfrentadas, los capitalistas y los obreros. Con el tiempo,
una grave crisis económica dejaría paso al socialismo y a la propiedad colectiva
de los medios de producción. Mientras tanto, los partidos socialistas, aliados con
los sindicatos, lucharían por conseguir un programa mínimo de reivindicaciones
laborales. Esto quedó plasmado en el manifiesto de la Segunda Internacional
Socialista y en el programa del más importante partido socialista de la época, el
Partido Socialdemócrata Alemán (SPD, fundado en 1875). Dicho programa,
aprobado en Erfurt en 1890 y redactado por Karl Kautsky y Eduard Bernstein,
proporcionaba un resumen de las teorías marxistas de cambio histórico y
explotación económica, indicaba el objetivo final (el comunismo), y establecía una
lista de exigencias mínimas que podrían aplicarse dentro del sistema capitalista.
Estas exigencias incluían importantes reformas políticas, como el sufragio
universal y la igualdad de derechos de la mujer, un sistema de protección social
(seguridad social, pensiones y asistencia médica universal), la regulación del
mercado de trabajo con el fin de introducir la jornada de ocho horas reclamada de
forma tradicional por anarquistas y sindicalistas y la plena legalización y
reconocimiento de las asociaciones y sindicatos de trabajadores.

Los socialistas creían que todas sus demandas podían realizarse en los
países democráticos de forma pacífica, que la violencia revolucionaria podía
quizás ser necesaria cuando prevaleciese el despotismo (como en el caso de
Rusia) y descartaban su participación en los gobiernos burgueses. La mayoría
pensaba que su misión era ir fortaleciendo el movimiento hasta que el futuro
derrumbamiento del capitalismo permitiera el establecimiento del socialismo.
Algunos —como por ejemplo Rosa Luxemburg— impacientes por esta actitud
contemporizadora, abogaron por el recurso de la huelga general de las masas
como arma revolucionaria si la situación así lo requería.

La I Guerra Mundial y la Revolución Rusa provocaron la ruptura de la


Segunda Internacional entre los partidarios del bolchevismo de Lenin y los
socialdemócratas reformistas, que habían respaldado en su mayoría a los
gobiernos nacionales durante la guerra a pesar de las proclamaciones pacifistas
de la Internacional.

Los primeros fueron conocidos como comunistas y los segundos siguieron


siendo, durante todo el periodo de entreguerras, la corriente dominante del
movimiento socialista europeo, contando con el apoyo del electorado en general
bajo una serie de nombres: Partido Laborista en Gran Bretaña, Países Bajos y
Noruega, Partido Socialdemócrata en Suecia y Alemania, Partido Socialista en
140

Francia e Italia, Partido Socialista Obrero en España, y Partido Obrero en Bélgica.


En estos años, en el seno de estos partidos socialistas se produjo la escisión de
grupos proclives al comunismo leninista, apareciendo así los partidos comunistas
en diferentes países como Francia, Italia o España (el Partido Comunista de
España fue fundado en 1921). En la Unión Soviética y, más tarde, en los países
comunistas surgidos después de 1945, el término socialista hacía referencia a una
fase de transición entre el capitalismo y el comunismo, la etapa correspondiente a
la dictadura del proletariado marxista. En los demás países, los socialistas
aceptaron todas las normas básicas de la democracia liberal: elecciones libres,
derechos fundamentales y libertades públicas, pluralismo político y soberanía del
Parlamento. La rivalidad existente entre socialistas y comunistas sólo se
interrumpió de forma transitoria como ocurrió a mediados de la década de 1930,
para unir sus fuerzas contra el fascismo en la política denominada de ‘Frente
Popular’.

9.1.3 INFLUENCIA SOVIÉTICA EN EUROPA CENTRAL Y DEL ESTE.

El modelo jurídico soviético tuvo una vigencia de más de setenta años e


inclusive sirvió de pauta para que otros países los adoptaron las repúblicas que
integraban la desaparecida Unión Soviética, la República Popular China, algunos
países de Europa Oriental, de Asia, de África y Cuba, en lo que conciernen al
continente americano, los cuales buscaron una estructura jurídica y los
lineamientos de su Constitución en el pensamiento de Marx y Engels cuyo
fundamento filosófico fue asimilado, aplicado e interpretado por V.I. Lenin y José
Stalin, o bien, en lo que respecta a China, por Mao Zedong.

El Derecho cubano, chino y el de Corea del Norte quedarían perfectamente


ubicados como típicos sistemas representativos de la familia jurídica socialista y
tienen en ciertas materias, como la civil, rasgos de la familia neorrománica. Así, la
tradición jurídica soviética, se distinguió por el enorme enfoque socioeconómico y
político, así como por la fuerte carga ideológica y doctrinal que le imprimió un
cierto matiz pseduorreligioso, que también fue adaptado por las naciones que la
acogieron.

(Fuente de consulta: José Humberto Zárate, et. al., Sistema Jurídicos


Contemporáneos, Editorial Mc Graw Hill, México, 1997, página 156).

9.2 CHINA.

9.2.1 EVOLUCIÓN HISTÓRICA.

En razón de que la historia de China es vastísima, únicamente haremos


referencia desde que se constituyó como la República Popular China. Así tenemos
que en 1953 después de que el control comunista se hubiera establecido con
firmeza en la mayoría de las poblaciones, el Consejo de Gobierno Central Popular
inició la elección de los congresos populares locales, que a su vez, eligieron los
congresos del ámbito administrativo inmediatamente superior. En 1954 se
141

completó la red de congresos electos, con la elección del Congreso Nacional


Popular, que aprobó el borrador de la Constitución que se envió al Comité Central
del Partido Comunista Chino.

La Constitución de 1954, que reemplazó a la Ley Orgánica de 1949 como la


ley fundamental del país, confirmó la hegemonía del Partido Comunista Chino e
introdujo cambios destinados a centralizar el control del gobierno.

La transformación de la sociedad. La política básica del régimen


comunista fue transformar China en una sociedad socialista. Para alcanzar este fin
se utilizaron ampliamente la educación en los principios del marxismo-leninismo y
la propaganda política, en especial hacia los jóvenes. Se aseguró a las mujeres
una posición de igualdad mediante las nuevas leyes de matrimonio, que pusieron
fin a la práctica del concubinato, la poligamia, la venta de niños y la interferencia
en los nuevos matrimonios de las viudas, y aseguraban derechos iguales respecto
al empleo, propiedad de los bienes y divorcio. Se controló estrictamente la religión;
se obligó a los misioneros extranjeros a salir del país y se colocó a clérigos chinos
dispuestos a cooperar con los comunistas, al mando de las iglesias cristianas. Los
intelectuales se vieron sujetos al control gubernativo dirigido a la erradicación de
las ideas anticomunistas.

En los primeros años de la República Popular, el gobierno también recurrió


al terror en sus esfuerzos por eliminar a toda la oposición y a los enemigos
potenciales; en 1951, las autoridades de Pekín afirmaron que entre octubre de
1949 y octubre de 1950, se ejecutó a más de un millón de los denominados
elementos contrarrevolucionarios. Algunas autoridades extranjeras estimaron que
esos datos podrían haberse incrementado a finales de 1951 a dos millones.

Política económica. La primera acción de los comunistas fue reconstruir la


economía, que se había visto afectada por las consecuencias de las décadas de
guerra continua. Inmediatamente instituyeron medidas severas para controlar la
inflación, restaurar las comunicaciones y restablecer el orden interno necesario
para el desarrollo económico. Su política económica potenció la colectivización
agrícola para poder promocionar el ahorro necesario para el establecimiento de la
industria pesada. La industria privada pasó gradualmente a estar bajo propiedad
mixta estatal y privada. El control del Estado fue ejercido mediante una serie de
programas que implicaban la incautación de los considerados sectores
económicos básicos y la paulatina desaparición de algunos propietarios mediante
pagos compensatorios fijos. La reforma agraria se inició en 1950 y fue seguida de
la creación de equipos de ayuda mutua, cooperativas y granjas colectivas. El
primer plan quinquenal, que se inició en 1953 y se llevó a cabo con ayuda
soviética, potenció la industria pesada a costa de los bienes de consumo. La
ayuda económica y el consejo técnico soviético contribuyeron en gran manera al
éxito inmediato del programa.

Política exterior. La política exterior china reflejaba la unidad existente en


el movimiento comunista internacional en la década de 1950. China y la Unión
142

Soviética firmaron un tratado de amistad y alianza en 1950 y varios acuerdos


complementarios, que concluyeron en 1952 y 1954, por los que la Unión Soviética
hizo grandes concesiones a China, como la desaparición de la presencia soviética
en Dongbei Pingyuan (Manchuria). China también pretendió estrechar relaciones
con sus vecinos comunistas. Durante la guerra de Corea las tropas chinas
ayudaron al régimen comunista de Corea del Norte contra las fuerzas de Naciones
Unidas, enfrentándose directamente a las tropas de Estados Unidos. Cuando este
conflicto finalizó en 1953, los chinos aceleraron el flujo de la ayuda militar a los
insurgentes comunistas que luchaban contra los franceses en Indochina. Zhou
Enlai desempeñó un importante papel en las negociaciones de los Acuerdos de
Ginebra de 1954, que terminaron momentáneamente con las hostilidades en esta
región.

Con su llegada al poder, el régimen comunista también intentó recuperar los


territorios que consideraba dentro de las fronteras históricas de China. En 1950,
las tropas chinas invadieron Tíbet y obligaron al país a aceptar el mandato chino.
En agosto de 1954, Zhou Enlai declaró oficialmente que la liberación de Taiwan
era uno de sus principales objetivos, mientras que desde el campo nacionalista se
insistía también en volver a unificar el país. Los comunistas comenzaron a
bombardear a principios de septiembre la isla de Quemoy, que se encontraba en
manos de los nacionalistas, y posteriormente atacaron otras islas más allá de la
costa de la China continental, entre las que se contaban Matsu y las Tachens. Los
nacionalistas respondieron con ataques aéreos y navales contra el continente.
Cuando en 1955 los comunistas intensificaron su ofensiva contra las islas, los
nacionalistas, con la ayuda de la VII Flota de Estados Unidos, evacuaron las
Tachens. Desde 1958 se ha mantenido de manera general por ambas partes un
alto el fuego en los estrechos, aunque el régimen comunista nunca ha renunciado
a utilizar la fuerza para conquistar Taiwan.

El Gran Salto adelante. La prudencia y planificación que supuso el primer


plan quinquenal fueron abandonadas en gran medida en el segundo, que
comenzó en 1958. Se impusieron controles más rígidos sobre la economía para
incrementar la producción agrícola, restringir el consumo y acelerar la
industrialización; se trataba en definitiva de realizar un “gran salto adelante”, como
lo llamó la propaganda oficial. Sin embargo, a causa de una mala dirección e
inadecuada planificación, el programa fracasó: la economía se desorganizó y la
producción industrial descendió entre 1959 y 1962 hasta un 50 por ciento.

Creciente aislamiento. La situación empeoró en 1960 con la retirada de la


ayuda económica y el consejo técnico de los soviéticos. Mientras la Unión
Soviética avanzaba hacia una coexistencia pacífica con Occidente, surgieron
diferencias ideológicas entre las dos potencias comunistas hegemónicas. Su
alianza se fue deteriorando con rapidez a comienzos de la década de 1960 y en
1962 China condenó abiertamente a la URSS por retirar sus misiles de Cuba ante
las presiones de Estados Unidos, manteniendo que la revolución era el único
medio para poder lograr el objetivo máximo del comunismo: poner fin al
capitalismo. En particular, los chinos acusaron al dirigente soviético Nikita S.
143

Jruschov de revisionismo moderno y de traicionar la ideología marxista-leninista.


Como resultado de ello, la URSS cortó totalmente su financiación al desarrollo
económico de China. Los chinos comenzaron a competir abiertamente con la
Unión Soviética por la jefatura del bloque comunista y por la influencia entre los
nuevos Estados surgidos de la descolonización; con este fin Zhou Enlai viajó a
Asia y África en 1963 para obtener el apoyo a China.

Sin embargo, el irredentismo chino y las tácticas subversivas impidieron los


esfuerzos diplomáticos para obtener este fin. En 1959, tropas chinas penetraron y
ocuparon unos 31.000 km2 de territorio que reclamaba la India. Las negociaciones
entre los dos países no fueron concluyentes y de nuevo en 1962 se iniciaron
fuertes enfrentamientos, cuando las tropas chinas avanzaron a lo largo de las
fronteras reclamadas por la India. Aunque posteriormente los chinos retiraron sus
tropas a las posiciones de 1959, la agresión hizo disminuir el prestigio de China
entre los Estados neutrales de Asia y África. En el Sureste asiático, China prestó
su apoyo moral así como ayuda técnica y material a los movimientos comunistas
de Laos y Vietnam. Además, en Indonesia, los numerosos oficiales chinos
colaboraron activamente en el fomento de la fracasada revolución comunista que
provocó su expulsión en 1965, después del triunfo del golpe de Estado militar que
colocó en el poder al general Suharto, y en la que sufrieron enormes pérdidas de
vidas y propiedades. Birmania y Camboya, aunque mantenían relaciones de
amistad con China, se encontraban más vinculadas con la Unión Soviética. Tan
sólo Albania se mantuvo como un aliado incondicional de China.

La Revolución Cultural. Mientras los comunistas luchaban por construir la


sociedad china, aparecieron diferencias entre Mao, que favorecía una ideología
comunista pura y los intelectuales, profesionales y burócratas, que querían un
acercamiento más racional y moderado que animara la eficacia y productividad del
país. En mayo de 1956, los dirigentes del partido preocupados por las críticas de
los moderados, más pragmáticos, lanzaron una campaña animando a los chinos a
“dejar florecer cien flores, dejar luchar a cien escuelas de pensamiento.” Los
intelectuales fueron instados a exponer sus quejas al sistema para que los
problemas pudieran ser identificados y solucionados. A comienzos de 1957 Mao
amplió la campaña de las “cien flores”, invitando a la libre crítica de la política
gubernamental. Se asumió, por supuesto, que tales críticas se encontrarían dentro
del marco del comunismo. Sin embargo en junio de 1957 se volvieron a imponer
estrictos controles sobre la libertad de expresión, que pusieron fin a la denominada
“primavera de Pekín”.

Ampliación de la división. La escisión entre Mao y los moderados se


amplió. En 1959 abandonó la presidencia de la República y le sucedió el
moderado Liu Shaoqi; sin embargo, retuvo parte de su poder. La influencia de Mao
se vio disminuida posteriormente por el fracaso económico que supuso el Gran
salto adelante. La escisión se convirtió en un conflicto público en 1966, cuando
Mao y sus seguidores lanzaron la Revolución Cultural proletaria para erradicar lo
que perdurara de las ideas y costumbres burguesas y para recuperar el celo
revolucionario del primitivo comunismo chino. Mao también quería debilitar la
144

burocracia del partido, ahora atrincherada en los privilegios y modernizar el


sistema educativo para beneficiar a los trabajadores rurales y manuales.

Estudiantes autoproclamados guardias rojos, a los que se unieron grupos


de trabajadores, campesinos y soldados desmovilizados, tomaron las calles para
manifestarse a favor de Mao, a veces violentamente, convirtiendo a los
intelectuales, funcionarios estatales y del partido y trabajadores urbanos en sus
principales objetivos. Se desmontó la estructura central del partido ya que se
destituyó a los numerosos altos dignatarios, entre los que se encontraba el jefe de
Estado, Liu, y se los expulsó del partido. Se cerraron las escuelas y la economía
quedó paralizada.

Tensión internacional. Durante 1967 y 1968 los enfrentamientos entre


maoístas y antimaoístas, así como entre diferentes facciones de los guardias
rojos, costaron miles de vidas. En algunas zonas la rebelión condujo a la anarquía.
Al final, se tuvo que recurrir al ejército, dirigido por el ayudante de Mao, Lin Biao,
para restaurar el orden.

La Revolución Cultural tuvo un efecto adverso sobre las relaciones


exteriores. La actitud de los guardias rojos inspiró comportamientos similares en
Hong Kong que dieron lugar a un caos económico y social. La propaganda a favor
de los guardias rojos y la agitación de los chinos residentes en el extranjero
dificultaron las relaciones con muchos Estados, especialmente con la URSS, y la
prueba positiva de una bomba de hidrógeno china en 1967 no hizo sino agravar la
preocupación soviética. La tensión entre las dos potencias fue aumentando
mientras los chinos acusaban a los dirigentes soviéticos de imperialismo después
de que en 1968 la URSS invadiera Checoslovaquia. En 1969 los crecientes
ataques chinos sobre la policía soviética en el río Ussuri, en Dongbei Pingyuan
(Manchuria), crearon una situación explosiva.

Los últimos años de Mao. Mao emergió victorioso de la Revolución


Cultural y su presencia en la vida diaria china fue absoluta. El IX Congreso del
Partido Comunista Chino, celebrado en abril de 1969, intentó restablecer su
organización central. Mao fue reelegido presidente señalándose que su
pensamiento inspiraría al partido y a toda la nación; el ministro de defensa Lin
Biao, fue nombrado su sucesor eventual, una elección personal de Mao. Sin
embargo, las figuras más destacadas no fueron los maoístas sino los moderados:
altos oficiales militares seguidores de Lin Biao y personalidades caracterizadas por
su pragmatismo como el primer ministro, Zhou Enlai.

En 1971 la desaparición de Lin Biao (que oficialmente falleció en un


accidente de aviación) y a quien se acusó posteriormente de planear el asesinato
de Mao, supuso la hegemonía en el partido de Zhou. El X Congreso del Partido,
que tuvo lugar en agosto de 1973, eliminó la supuesta herencia de Lin como
sucesor de Mao y se reafirmaron las posiciones de Mao y Zhou. El compromiso de
Mao para la movilización de las masas y su arraigada desconfianza en la
burocracia fueron expresadas en 1973 y 1974 en una nueva campaña de reforma
145

ideológica que atacaba tanto al confucianismo como a Lin Biao. El pensamiento


radical de Mao se reflejó en una nueva Constitución que, muy simplificada, fue
adoptada por el IV Congreso Nacional Popular en enero de 1975; pero el
moderado Deng Xiaoping, una víctima rehabilitada de la Revolución Cultural, fue
nombrado primer viceprimerministro y vicepresidente del Partido.

Durante este periodo las relaciones exteriores de China mejoraron en gran


manera, en especial con Estados Unidos, que en 1971 retiró su veto a la
incorporación de la República Popular China en las Naciones Unidas, tras lo cual
fue admitida en sustitución de la República de China (posteriormente conocida
como Taiwan), no reconocida por la República Popular China. En 1972 el
presidente estadounidense Richard M. Nixon realizó una visita oficial a China,
durante la cual se planteó la necesidad de establecer contactos diplomáticos entre
ambos países como paso previo para una eventual retirada de las tropas de
Estados Unidos de Taiwan. Con este fin, se crearon oficinas de enlace en Pekín y
Washington en 1973; anteriormente, en 1972 se establecieron relaciones
diplomáticas con Japón.

Los sucesores de Mao. Tanto el primer ministro Zhou como el presidente


Mao murieron en 1976, dejando un vacío de poder. La muerte de Zhou precipitó la
lucha por el mismo entre los dirigentes radicales y los moderados. Los radicales
obtuvieron su primera victoria al impedir que Deng Xioaoping fuera elegido primer
ministro y al lograr que fuera expulsado de sus cargos en el gobierno y en el
partido. Como solución de compromiso, Hua Guofeng, un administrador sin lazos
cercanos con ninguna de las facciones enfrentadas, se convirtió en primer
ministro. Bajo su gobierno se impusieron las políticas moderadas. Para consolidar
su posición hizo arrestar y acusó de varios crímenes a la Banda de los Cuatro —
nombre dado por los moderados a la viuda de Mao Jiang Qing y otros tres
dirigentes radicales—. En ese tiempo fue nombrado sucesor de Mao como
presidente del Partido Comunista Chino.

Hua se centró en desarrollar una política de estabilización, en ayudas para


superar los efectos de los terremotos que habían devastado Tangshan y otras
regiones del norte en julio de 1976 y en favorecer el desarrollo económico. Para
llevar a cabo su programa nombró a dirigentes moderados para ocupar altos
cargos. En 1977 se reinstauró a Deng como primer sustituto del primer ministro y
también en los otros cargos de los que había sido expulsado, mientras seguidores
de la Banda de los Cuatro fueron depurados. El XXI Congreso del Partido
Comunista Chino, celebrado en agosto de 1977, estuvo dominado por el
presidente Huan, el vicepresidente Deng y Ye Jianying. Nuevamente la dirección
fue ocupada por los militares y oficiales veteranos del partido.

El énfasis puesto en la moderación política y en la modernización


económica del gobierno se reflejó en el V Congreso Nacional Popular, que se
reunió en febrero y marzo de 1978. Hua fue reelegido como primer ministro, con
Deng como sustituto del primer ministro. Ye fue nombrado presidente del Comité
146

Permanente del Congreso Nacional, un cargo que, según la nueva Constitución,


equivalía a la jefatura del Estado.

Relaciones internacionales. Mientras se realizaban estos reajustes


internos, las relaciones con Vietnam empezaron a ser tensas. Para disgusto de
China, la influencia soviética en Vietnam iba en aumento y la minoría china se veía
obligada a cerrar sus negocios privados en el sur recién conquistado. El resultado
fue un éxodo de chinos que se establecieron en el sur de China, colapsando la
situación interna de esas regiones; hacia julio de 1978 China cerró sus fronteras.
Cuando más adelante Vietnam invadió Camboya y en enero 1979 derrocó al
gobierno de ese país, que estaba respaldado por los chinos, China tomó
represalias y un mes después envió tropas a Vietnam.

Por miedo a quedar rodeados por los soviéticos y los vietnamitas, China
aumentó sus contactos exteriores. En enero de 1979 se establecieron relaciones
diplomáticas con Estados Unidos y en julio se realizó un acuerdo comercial.
También se estrecharon los lazos con Japón y Europa occidental.

La peculiar ‘vía china al capitalismo’. Deng Xiaoping fue la figura


dominante en China a lo largo de la década de 1980 y los primeros años de la de
1990, manteniendo su influencia de forma oculta incluso cuando cedía sus títulos
públicos. Favoreció una política que permitía el desarrollo comercial e industrial,
atrayendo inversiones extranjeras. Deng y la envejecida cúpula dirigente de China
tenían una posición mucho menos dogmática sobre la política económica que
sobre los temas políticos.

En 1980, Hua Guofeng renunció a ser primer ministro y le sucedió Zhao


Ziyang, un seguidor de Deng. A comienzos de 1981, fueron declarados culpables
los miembros de la Banda de los Cuatro e ingresaron en prisión. En junio, otro de
los aliados de Deng, Hu Yaobang, sustituyó a Hua como dirigente del partido. En
1982 se adoptaron una nueva Constitución y una nueva reorganización del Partido
Comunista Chino. La primera restableció el cargo, en gran manera representativo,
de presidente de la República (anteriormente presidente de Estado), que en 1968
había sido abolido por Mao.

La política desarrollada por Deng generó un rápido desarrollo económico,


pero también desencadenó una crisis social considerable (las grandes urbes
crecieron a un ritmo mayor que el resto del país, lo que originó graves
desequilibrios entre el campo y la ciudad, así como dentro de las ciudades) y
aspiraciones políticas entre los grupos sociales más beneficiados por la apertura
de consecuencias imprevisibles, pues enseguida se puso de manifiesto que los
máximos dirigentes del país no tenían la menor intención de comprometer el poder
absoluto del Partido Comunista.

En enero de 1987, Zhao Ziyang fue nombrado secretario general del Partido
Comunista y Hu Yaobang fue obligado a dimitir, en tanto que Li Peng fue
147

nombrado primer ministro. Los cambios en la jefatura llegaron tras una ola de
manifestaciones estudiantiles que reclamaban una mayor democratización y
libertad de expresión. La muerte de Hu en abril de 1989 inició una nueva ola de
manifestaciones a favor de la democracia, que aumentaron en mayo cuando el
dirigente soviético Mijail Gorbachov visitó Pekín para poner fin a las
desavenencias entre la URSS y China, que ya duraban treinta años. Los
manifestantes ocuparon la plaza de Tiananmen en Pekín hasta la mañana del 4 de
junio, en que las tropas armadas tomaron al asalto el centro de la ciudad, matando
al menos a cuatrocientos civiles (ver Sucesos de Tiananmen). Gran parte de la
comunidad internacional criticó la forma violenta en que se resolvió el conflicto y la
posterior vulneración de los derechos humanos que tuvo lugar contra aquéllos que
participaron en la protesta. En el posterior periodo de represión política, Zhao
Ziyang fue despojado de sus cargos en el partido y Jiang Zemin se convirtió en
secretario general. La VIII reunión de la Asamblea Nacional Popular eligió en
marzo de 1993 a Jiang como presidente de China y reeligió a Li Peng como jefe
de gobierno.

Jiang Zemin tuvo que enfrentarse, como máximo dirigente del país, a
graves problemas: pérdida de influencia del Partido Comunista, incremento de la
inflación y del déficit comercial, aumento de las diferencias económicas entre las
distintas regiones (lo que lleva aparejado diferencias sociales), corrupción
generalizada entre los empleados públicos y empeoramiento de las relaciones con
algunos países occidentales, debido fundamentalmente al quebrantamiento de los
derechos humanos. En este sentido, la entrega o devolución (según el punto de
vista) de Hong Kong a China es un posible elemento de tensión entre las
potencias occidentales y el ‘gigante asiático’.

Jiang desarrolló grandes esfuerzos para resolver estos asuntos, realizando


una gestión en la que la eficacia fue el principio básico de actuación. En abril de
1995 consiguió que el Comité Central destituyera por el cargo de corrupción al
poderoso alcalde de Pekín, Chen Xitong. La inflación se redujo del 22% en 1994 a
menos del 15% en 1995, gracias a la aplicación de medidas tales como el control
de precios y el incremento de la producción agrícola. Jiang fortaleció su base de
apoyo nombrando aliados en Shanghai, si bien el respaldo hacia su figura dentro
del estamento militar fue considerado menos firme.

Aunque Jiang ha seguido la línea ideológica marcada por Deng (que podría
resumirse en el principio de ‘apertura económica sin cambio político’), ha
procurado, no obstante, dejar su impronta en la acción de gobierno y reafirmarse
como líder por derecho propio. Así, en el campo económico, favoreció la
liberalización en la línea establecida por Deng, pero a un ritmo más moderado,
prestando mayor atención a las consecuencias negativas que el desarrollo
económico puede tener entre la población.

Con la muerte de Deng Xiaoping el 19 de febrero de 1997, Jiang Zemin, en


su condición de presidente de la República y jefe de las Fuerzas Armadas, se
convirtió en la figura indiscutible de la escena política china.
148

En septiembre de 1997 se celebró el XV Congreso del Partido Comunista


Chino, en el que se apoyó el mantenimiento de la línea política, conocida como
'marxismo neoliberal' (caracterizado por dar prioridad a los méritos y la
competencia como factores clave del desarrollo económico), se reforzaba la figura
de Jiang Zemin al frente del país, seguido del primer ministro, Li Peng, y del nuevo
'número tres', Zhu Rongji, y se reducía el número de efectivos del Ejército, al que
se conminaba a doblegarse a las directrices del PCCh.

A comienzos del mes de noviembre de ese año tuvo lugar en Pekín una
cumbre chino-rusa (la quinta en seis años) de tres días de duración, en la que se
acordó establecer la demarcación fronteriza definitiva entre ambos países, así
como acuerdos comerciales de gran envergadura.

De acuerdo con lo establecido en el XV Congreso del PCCh, en marzo de


1998 la Asamblea Nacional Popular aprobó el inicio de una drástica reducción del
aparato estatal, en la que se preveía el despido de la mitad de los funcionarios y
una fuerte contención del gasto público; asimismo, la Asamblea ratificó a Jiang
Zemin como presidente de la República para un nuevo mandato de cinco años,
sustituyó a Li Peng (que pasó a desempeñar la presidencia de dicha cámara
legislativa) en el cargo de primer ministro y nombró como sustituto a Zhu Rongji.

Las enmiendas a la Constitución de 1982, mediante las que se reafirmaban


los principios de reforma y apertura económica —considerando la propiedad
privada como base del desarrollo ulterior del país en tanto que “un importante
componente de la economía de mercado socialista”—, fueron aprobadas el 15 de
marzo de 1999 por la Asamblea Nacional Popular, pese a la férrea oposición de
los diputados ortodoxos, contrarios a la liberalización.

En otro orden de cosas, durante los meses de julio, agosto y septiembre de


1998 se produjeron inundaciones en China que provocaron más de 3.000 muertos
y cuantiosos daños en las infraestructuras del país asiático.

Jiang Zemin reforzó la alianza china con Rusia cuando el 25 de agosto de


1999 firmó con el presidente de ese país, Borís Yeltsin, una declaración de
confianza respecto de los miles de kilómetros fronterizos entre sus respectivos
países, así como entre China y otros tres estados pertenecientes a la
desaparecida URSS: Tayikistán, Kazajstán y Kirguizistán. Ambos presidentes
ampliaron su estrategia internacional común al rechazar la política exterior de
Estados Unidos y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

En noviembre de 1999, China se integró a la carrera espacial (tras Rusia y


Estados Unidos), 42 años después del inicio de ésta: el primer vuelo orbital
terrestre chino duró 21 horas y consistió en 14 vueltas a la Tierra, tras las cuales
se pudo recuperar la nave no tripulada. Portugal devolvió su colonia de Macao
(que ocupaba desde mediados del siglo XVI) a China en la medianoche del 19 de
diciembre de ese año. Se ponía así fin a la presencia europea en territorio chino.
149

A menos de un mes de las elecciones presidenciales en Taiwan, el gobierno


de la República Popular China emitió el 21 de febrero de 2000 una seria
advertencia a las autoridades taiwanesas, que incluía el posible “uso de la fuerza”
en caso de que éstas retrasaran indefinidamente las negociaciones para la
reunificación con China. El resultado de los comicios taiwaneses, favorables al
candidato defensor de la independencia clara y definitiva de la isla, no supuso sin
embargo el inicio de una actividad bélica como se había anunciado.

El 10 de noviembre de 2001 fue aprobado el ingreso de China en la OMC,


hecho que fue considerado un hito histórico, no sólo para el propio país, sino para
el conjunto de los intercambios comerciales mundiales. Justo un año después se
celebró el XVI Congreso del PCCh, en cuyo transcurso Jiang Zemin fue sustituido
como secretario general del partido por Hu Jintao. El relevo de la tercera
generación de políticos comunistas culminó en marzo de 2003, en el marco de la
X Asamblea Nacional Popular. Durante ésta, Hu Jintao sucedió también a Jiang
Zemin en la presidencia del país, Wen Jiabao a Zhu Rongji en el cargo de primer
ministro, y Wu Bangguo a Li Peng al frente del propio Parlamento.

9.2.2 ORGANIZACIÓN POLÍTICA.

China ha tenido un gobierno organizado desde el establecimiento de la


dinastía Shang, alrededor del 1726 a.C., convirtiéndola en una de las naciones
más antiguas del mundo. A lo largo de la historia, el control político de la enorme
población china fue administrado por una serie de gobiernos locales de fuerte
control, por una capital central y por una corte cuyo carácter político varió según
las circunstancias históricas. Desde que el 1 de octubre de 1949 llegaron al poder
los comunistas chinos, se ha hecho evidente una tendencia hacia el
establecimiento de un gobierno nacional centralizado en Pekín. Esta unidad se ha
logrado en gran parte a través de la autoridad personal y el liderazgo de Mao, y a
la estructura gubernamental establecida por el Partido Comunista Chino. A esta
estructura moderna le fue dando forma la primera Constitución promulgada en
1954 y revisada en 1975. En 1978 se promulgó una tercera Constitución (efectiva
desde el 1 de enero de 1980) que reflejaba los cambios en las políticas
gubernamentales después de la muerte de Mao. En 1982 se adoptó una nueva
Constitución.

a) Poder Ejecutivo. Por esta Constitución el presidente es elegido para un


mandato de cinco años por la Asamblea Nacional Popular. Sin embargo, el cargo
de presidente es sobre todo ceremonial. Los poderes ejecutivos residen en el
Consejo de Estado, encabezado por el primer ministro que es el encargado de
administrar los diferentes ámbitos de la administración estatal. El mando de las
fuerzas militares nacionales corresponde a la Comisión Central Militar. Por lo
general, los cargos de mayor autoridad en el gobierno chino son los de primer
ministro y secretario general del Partido Comunista; para ocupar estos cargos
influye en gran manera la personalidad.
150

b) Poder Legislativo. La Asamblea Nacional Popular es el órgano más alto


del poder estatal en China. Sus miembros son elegidos para periodos de cinco
años a través de una serie de elecciones indirectas; cada provincia elige un
representante (o diputado) para la Asamblea por cada 400.000 personas,
habiendo al menos diez diputados representando a cada provincia. La V Asamblea
Nacional Popular, elegido en 1978, estaba formado por 3.497 diputados, casi la
mitad de ellos trabajadores y campesinos. La VI Asamblea Nacional Popular, que
se reunió en junio de 1983, tenía 2.978 delegados. La VII Asamblea se reunió en
marzo de 1988, la VIII Asamblea en marzo de 1993 y la IX Asamblea en marzo
1998.

La Asamblea Nacional Popular tiene poder para aprobar leyes, enmendar la


Constitución y aprobar el presupuesto nacional y los planes económicos. También
tiene el poder de elegir y sustituir a los miembros del Consejo de Estado, que es el
más alto componente en la estructura del gobierno chino.

En la práctica, sin embargo, la Asamblea Nacional Popular tiene un poder


bastante limitado. A causa de su gran tamaño, la Asamblea se reúne sólo de
manera irregular para llevar a cabo los temas necesarios. Mientras la Asamblea no
tiene sesión, actúa en su lugar un Comité Permanente, elegido entre sus
miembros que también representa a la Asamblea en una gran variedad de
funciones gubernamentales, entre las que se encuentran recibir a delegaciones
extranjeras y ratificar o anular tratados con gobiernos extranjeros.

El Consejo de Estado es el cuerpo central gubernamental de la Asamblea


Nacional Popular. Está encabezado por el primer ministro y el viceprimer ministro
chinos. Distintos ministros, comisiones y agencias son responsables ante el
Consejo.

c) Poder Judicial. Los chinos han tenido una tradición legislativa y judicial
bastante diferente de las de los Estados occidentales. El ordenamiento civil ha
sido históricamente competencia de la familia, el vecindario o el gobierno local. De
manera general, el proceso judicial chino ha estado más interesado por
comprender las circunstancias de un crimen individual, para comprender sus
causas, que en crear un sistema judicial formalizado. Desde la promulgación de la
Constitución de 1978, sin embargo, China ha realizado un esfuerzo considerable
para alinear su sistema jurídico con los modelos occidentales; la Constitución de
1982 garantiza el derecho a una defensa legal. El sistema legal chino tiene tres
componentes: un sistema de tribunales, una administración de seguridad pública,
o componente policial, y una oficina del procurador o fiscal. El más alto órgano es
el Tribunal Supremo Popular, que asegura el cumplimiento de la Constitución y las
regulaciones del Consejo de Estado. En los ámbitos provincial, de condado y
municipal se pueden encontrar oficinas de las tres ramas judiciales, mientras que
las oficinas de seguridad pública funcionan desde el rango de vecindario local.

Una de las razones de que en China no se haya desarrollado un marco


legal formal es que el Partido Comunista Chino siempre ha actuado como un
151

mediador informal entre las partes agraviadas. Este papel le ha dado al partido
una importante función en los trabajos diarios de la sociedad china, como por
ejemplo en la resolución de disputas vecinales, divorcios, peleas familiares y robos
menores; por lo general, el secretario local del partido era el mediador en estos
casos.

En ocasiones los juicios públicos tienen mucha publicidad intentando que


sean instructivos para el público chino; el más famoso fue el juicio de la ‘banda de
los cuatro’ en 1980 y 1981. Mientras los chinos se mueven hacia unas relaciones
más cercanas con los Estados occidentales, se incrementan las presiones para
instituir un cuerpo legislativo y jurídico más formal. Es posible que esto a su vez
genere una red asociada de abogados, juzgados y unos procedimientos legales
más formales.

9.3. COREA.

9.3.1 EVOLUCIÓN HISTÓRICA.

Tras el establecimiento del Partido de los Trabajadores (PT), Kim Il Sung


contó con el apoyo de las fuerzas de ocupación soviéticas (hasta su retirada en
1948) y empezó a desempeñar un papel destacado en los asuntos coreanos al
norte del paralelo 38. Bajo el régimen comunista y antes del establecimiento de la
República Democrática Popular de Corea, ya habían concluido las reformas
políticas y económicas clave: eliminación de los elementos moderados y
conservadores, supresión de los miembros de las órdenes religiosas y la mayoría
de otros grupos sectarios, confiscación de la tierra y de la riqueza que
anteriormente pertenecía a los japoneses o a los enemigos del régimen, y el inicio
de la planificación y el desarrollo económico dirigido por el partido. Aunque Kim Il
Sung destacó pronto como máximo dirigente, otros disputaban la dirección política
del país. Uno de ellos, Pak Honyong, un comunista del sur, fue ejecutado después
de la guerra de Corea, (1950-1953); algunos creen que Pak fue el responsable de
la pérdida de la guerra, al no apoyar los dirigentes surcoreanos al Norte, a pesar
de la promesa que habían hecho a Pak. Kim Tubong y otros rivales potenciales
fueron eliminados a finales de la década de 1950, lo que dejó a Kim Il Sung el
control indiscutible del partido y del país.

El periodo de la posguerra coreana. La guerra causó un enorme daño,


pero las políticas de disciplina y el trabajo obligatorio del PT dieron como resultado
una considerable recuperación y desarrollo del país hacia 1960. Al mismo tiempo,
los dirigentes de Corea del Norte comenzaron a rechazar la tutela soviética, y a
destacar el carácter nacional de la revolución coreana. Cuando se intensificó la
disputa entre China y la URSS, Corea del Norte maniobró para conseguir una
mayor independencia. Durante la década de 1960 fue notable el crecimiento de la
industria pesada, pero no lo hizo en la misma medida la producción de bienes de
consumo y el nivel general de vida. A finales de esa década, Corea del Norte
desarrolló una postura muy agresiva hacia el sur y así, el presidente de Corea del
Sur Park Chung-hee sufrió varios atentados. En 1968, el Pueblo, un barco de
152

espionaje de Estados Unidos, fue asaltado por lanchas cañoneras de Corea del
Norte y su tripulación fue retenida durante un año. Se realizaron acciones
guerrilleras contra el Sur, poco efectivas. En abril de 1969 fue derribado un avión
de reconocimiento. Estos hechos, más que debilitar al Sur, estimularon la
renovación de medidas de defensa y probablemente fueron contraproducentes.
Además tuvieron influencia en la formación de un orden político más duro en
Corea del Sur.

En la década de 1970, las conversaciones secretas con los funcionarios


surcoreanos concluyeron en la declaración conjunta (4 de julio de 1972) por la que
ambas partes se comprometían a procurar el desarrollo de un diálogo con el
objeto de la unificación, pero hacia la primavera de 1973 este esfuerzo se había
quedado disuelto ante la acritud de los negociadores. Durante la década de 1980
se celebraron conversaciones esporádicas sobre la unificación.

En el congreso del PT celebrado en 1980, Kim Il Sung, concedió a su hijo,


Kim Jong Il, altos cargos en el Politburó y en el Comité Central del partido, que le
situaron en una posición privilegiada para suceder a su padre. En 1986, se abrió la
frontera con Corea del Sur para visitas de carácter familiar.

Kim Il Sung fue reelegido presidente en mayo de 1990 para un mandato de


cuatro años. En 1991, las dos Coreas ingresaron en la Organización de las
Naciones Unidas (ONU), y ambas firmaron acuerdos respecto al armamento
nuclear y la reconciliación. En 1992, Corea del Norte firmó un pacto con la Agencia
Internacional de la Energía Atómica (AIEA) para permitir que fueran
inspeccionadas sus instalaciones nucleares. Sin embargo, en 1993, el gobierno de
Corea del Norte rehusó permitir a los inspectores examinar los emplazamientos
sospechosos de producir armas nucleares, y amenazó con retirarse del Tratado de
No Proliferación de Armas Nucleares, que había firmado el gobierno en 1985. En
diciembre de 1993, la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA),
manifestó que era muy probable que Corea del Norte pudiera construir un arma
atómica. Durante la primera mitad de 1994, el gobierno de Corea del Norte
continuó su resistencia a la presión internacional y no permitió una inspección
completa de la AIEA de los supuestos emplazamientos de producción de armas
nucleares. Finalmente, a finales de junio de 1994, Corea del Norte anunció que
congelaría sus programas nucleares a cambio de ayuda occidental para construir
reactores nucleares que produjeran menos plutonio.

La llegada al poder de Kim Jong Il. Kim Il Sung murió en julio de 1994,
siendo sustituido por su hijo Kim Jong Il. Aunque sus primeras situaciones
parecían ser más flexibles respecto a Corea del Sur, mantuvo la negativa a la
inspección de sus instalaciones por parte de la AIEA y en abril de 1996 movilizó
sus tropas en la frontera con Corea del Sur, aumentando de nuevo la tensión en
las relaciones entre las dos Coreas.

El inicio del mandato del nuevo presidente coincidió con un periodo de


escasez extrema de alimentos, causa de una tremenda hambruna, cuya
153

explicación hay que buscarla en las lluvias torrenciales que cayeron sobre la
península en 1995 y que destruyeron el sistema de irrigación de los campos, las
reservas de grano y los almacenes donde se guardaban los fertilizantes. Esto,
unido al hermetismo del régimen totalitario de Kim Jong Il ha colocado al país en
una situación de auténtica catástrofe.

En octubre de 1997, Kim Jong Il asumió de forma oficial el liderazgo de


Corea del Norte. El 'Querido Líder' fue elegido jefe del partido a los tres años de la
muerte de su padre, si bien no ocupó el cargo de jefe de Estado hasta el 9 de
septiembre de 1998, coincidiendo con el 50 aniversario de la creación del Corea
del Norte.

En otro orden de cosas, en diciembre de 1997 las dos Coreas se sentaron a


negociar por primera vez un acuerdo de paz. Ambos países tenían previsto que el
armisticio que aún rige en la península, 44 años después del enfrentamiento que
causó tres millones de muertos, se convirtiera en una paz estable. En las
conversaciones, que se iniciaron en Ginebra, también asistieron representantes de
Estados Unidos, país que tiene desplegados cerca de 40.000 soldados en
territorio surcoreano, y China, como interlocutor del régimen norcoreano.

La primera ocasión en que se rompió el tradicional secretismo del régimen


norcoreano se produjo en mayo de 1999, con motivo de la estimación que éste
hizo de las víctimas mortales provocadas por la hambruna padecida por el país
desde las inundaciones sufridas cuatro años antes y que elevó a 220.000
personas. La cifra fue considerada no obstante muy inferior a la real por diversos
organismos internacionales, y algunas fuentes llegaron incluso a calcular en tres
millones el número de desaparecidos.

Kim Yong Il y el presidente surcoreano, Kim Dae Jung, celebraron desde el


13 hasta el 15 de junio de 2000 en Pyongyang la primera cumbre entre ambos
países desde la separación. En ella adoptaron un principio de acuerdo para
establecer relaciones diplomáticas, que se vio reforzado ese mismo año con un
simbólico episodio acaecido en el transcurso de la ceremonia de inauguración de
los Juegos Olímpicos de Sydney (Australia), en la que las delegaciones de las dos
Coreas desfilaron unidas bajo una sola bandera.

En septiembre de 2002, Kim Jong Il y el primer ministro de Japón, Koizumi


Junichiro, firmaron una declaración conjunta para comenzar a normalizar las
relaciones entre ambos países. La visita del jefe del gobierno japonés a Corea del
Norte supuso el primer encuentro diplomático de estas características desde 1948.

En octubre de 2002, las autoridades estadounidenses plantearon al


gobierno de Pyongyang que disponían de información que mostraba de manera
evidente que Corea del Norte había iniciado en secreto un programa de desarrollo
de armas nucleares, lo que suponía la violación del acuerdo firmado en 1994 y de
otros compromisos internacionales de obligado cumplimiento.
154

Al mes siguiente, Estados Unidos comunicó que dejaría de financiar los


envíos mensuales de fuel pesado para Corea del Norte, como constaba en el
acuerdo de 1994, y el gobierno norcoreano respondió declarando que dicho
acuerdo había quedado roto. La situación empeoró en diciembre, mes en el que
Corea del Norte rechazó que sus instalaciones nucleares fueran nuevamente
inspeccionadas por la AIEA, y anunció que estaba poniendo en marcha un reactor
nuclear que había sido desconectado en virtud del tratado de 1994, y un
laboratorio de reciclado que podía convertir barras de combustible agotado en el
plutonio necesario para la fabricación de bombas atómicas.

A finales de aquel mes de diciembre de 2002, Corea del Norte expulsó del
país a los inspectores de la AIEA y desmanteló sus equipos de control y
seguimiento. La tensión se incrementó en enero de 2003, cuando Corea del Norte
anunció su retirada del Tratado de No Proliferación Nuclear. Este hecho, que
tardaría 90 días en ser efectivo, no tenía precedentes entre los 188 estados que
firmaron el Tratado en 1968. Desde Estados Unidos se insistió en que cualquier
acuerdo para solucionar la situación (incluyendo ayudas económicas u otro tipo de
incentivos), dependía de que Pyongyang efectuara un abandono verificable de sus
programas de armamento nuclear.

9.3.2 ORGANIZACIÓN POLÍTICA.

Corea del Norte tiene un gobierno socialista muy centralizado. En la


Constitución promulgada en 1972, que reemplazó a la de 1948, se enuncia la
estructura del gobierno de la siguiente manera:

a) Poder ejecutivo. El poder ejecutivo en Corea del Norte recae en un


presidente, que es el jefe del Estado y el jefe del gobierno. El presidente es
elegido por la Asamblea Popular Suprema, y es él quien, a cambio, elige los
miembros del Comité Popular Central, órgano de decisión superior del gobierno; el
comité es presidido por el gobierno.

b) Poder Legislativo. El poder legislativo, que en teoría es el órgano de


gobierno supremo, recae en la Asamblea Popular Suprema. Sus 687 miembros se
eligen por votación directa para una legislatura de cinco años. El legislativo se
reúne, por lo general, sólo varias veces al año; sus funciones habituales las realiza
un comité permanente de la Asamblea.

c) Poder Judicial. El sistema judicial de Corea del Norte consta de un


Tribunal Central y varios tribunales populares y provinciales. El Tribunal Central es
la autoridad superior de justicia; sus jueces se eligen para un periodo de cuatro
años por un comité permanente.

d) Partidos políticos. El partido político dominante, y la actual fuente de


poder político, es el Partido de los Trabajadores (1945), de ideología marxista-
leninista. Dos partidos pequeños se unieron al Partido de los Trabajadores en el
Frente Democrático para la Reunificación de la Madre Patria.
155

9.4 CUBA.

9.4.1. EVOLUCIÓN HISTÓRICA.

Descubrimiento. Cristóbal Colón desembarcó en la isla de Cuba el 28 de


octubre de 1492, durante su viaje inicial hacia el Nuevo Mundo. En honor a la hija
de los Reyes Católicos, sus benefactores, Colón la llamó isla Juana, primero de
los diversos nombres que sucesivamente recibió; finalmente se llamó Cuba como
variante de su nombre aborigen: Cubanascnan.

Colonización española. Cuando Colón llegó por primera vez, Cuba estaba
habitada por los siboneys y los taínos, grupos de lengua arawak. La colonización
de la isla comenzó en 1512, cuando el soldado español Diego Velázquez de
Cuéllar fundó la ciudad de Baracoa. Posteriormente fundaría otros asentamientos,
como Santiago de Cuba y La Habana. Los españoles convirtieron a Cuba en una
base de abastecimiento para sus expediciones a México y Florida. Los aborígenes
de la isla prácticamente se extinguieron a mediados del siglo XVI, resultado de la
explotación que sufrieron, así como de las enfermedades que los españoles
llevaron consigo. Esta situación llevó a los colonizadores a importar esclavos para
que realizaran el trabajo de las minas y de las plantaciones.

A pesar de los frecuentes ataques de los bucaneros y de las unidades


navales de varias potencias rivales, la isla prosperó durante los siglos XVI y XVII.
Los colonizadores, por lo general, desobedecían las restricciones impuestas por
las autoridades españolas respecto a las actividades comerciales y recurrían al
comercio ilegal con los corsarios y con las colonias vecinas. En 1763, después del
final de la guerra de los Siete Años, el gobierno español cambió su política en la
isla promoviendo la colonización, la expansión del comercio y el desarrollo de la
agricultura. Entre 1774 y 1817 la población se incrementó de forma considerable:
pasó de 171.000 habitantes, de los cuales más de 44.000 eran esclavos, a más de
550.000. Las restricciones al comercio fueron eliminadas de manera oficial en
1817, lo que promovió aún más el avance económico y cultural.

Durante la década de 1830 el gobierno español se volvió cada vez más


represivo, lo que provocó un movimiento muy extendido entre los cubanos para
obtener la independencia. Este movimiento alcanzó un particular impulso entre
1834 y 1838, durante el gobierno despótico del capitán general Miguel Tacón. Las
rebeliones y conspiraciones contra el dominio español caracterizaron la vida
política cubana durante todo el siglo. En 1844 un levantamiento de esclavos
negros fue brutalmente reprimido. Entre 1848 y 1851 surgió un movimiento
favorable a la anexión de la isla a Estados Unidos, que terminó con la captura y
ejecución de su máximo dirigente, el general Narciso López. España rechazó
varias veces las ofertas del gobierno estadounidense para comprar la isla. En
1868 tuvo lugar el grito de Yara, primer levantamiento revolucionario dirigido por
Carlos Manuel de Céspedes, quien proclamó la independencia cubana. La
consiguiente guerra de los Diez Años, muy costosa tanto para España como para
156

Cuba, finalizó en 1878 con la firma de la paz de Zanjón, acuerdo que otorgó
importantes concesiones a los cubanos.

En 1871 se suspendió la importación de mano de obra barata de China, en


1886 se abolió la esclavitud y en 1893 se proclamó la igualdad civil para negros y
blancos.

Independencia. Aunque las exitosas rebeliones permitieron el


establecimiento de algunas reformas políticas, el descontento con el gobierno
español fue en aumento y el 23 de febrero de 1895, con el grito de Baire, se
reanudó el movimiento independentista bajo la dirección del escritor y patriota
José Martí y del general Máximo Gómez.

En abril de 1898 el gobierno estadounidense intervino en favor de los


revolucionarios, provocando el inicio de la guerra Hispano-estadounidense. La
intervención fue alentada por el hundimiento del Maine, buque de guerra
estadounidense que explotó de forma misteriosa el 15 de febrero de 1898 en el
puerto de La Habana. El 10 de diciembre de 1898 se firmó el Tratado de París,
acuerdo que puso fin al conflicto y que significó la renuncia de España a la
soberanía sobre Cuba. Un gobierno militar estadounidense administró la isla hasta
el 20 de mayo de 1902, cuando la República de Cuba se instauró formalmente
bajo la presidencia de Tomás Estrada Palma. La Constitución cubana de 1901
incorporó las consideraciones de la Enmienda Platt que establecía las condiciones
para la intervención militar de Estados Unidos en Cuba cuando lo considerara
conveniente, el control estadounidense de la política exterior de la isla y la
instalación de bases navales en la bahía de Guantánamo.

Durante la ocupación estadounidense se lograron ciertas mejoras en el


país, como la erradicación de la fiebre amarilla. Simultáneamente, numerosas
empresas estadounidenses realizaron fuertes inversiones en la economía cubana,
adquiriendo así el control de muchos de sus recursos, especialmente de la
creciente industria azucarera. El descontento popular con esta situación se agravó
a causa de los frecuentes casos de fraude y corrupción de los políticos cubanos.
En agosto de 1906 se produjo la primera de una serie de insurrecciones en contra
del poder conservador que gobernaba la República. Un mes después, el gobierno
estadounidense envió tropas a la isla, que permaneció bajo su control hasta 1909.
Otro levantamiento tuvo lugar en 1912 en la provincia de Oriente, provocando de
nuevo la intervención de Estados Unidos. Con la elección de Mario García
Menocal como presidente, el Partido Conservador recuperó el poder en 1913. El 7
de abril de 1917 Cuba entró en la I Guerra Mundial participando al lado de los
aliados.

Inestabilidad creciente. Las constantes dificultades económicas


provocadas por el absoluto control estadounidense de las finanzas, la agricultura y
la industria cubanas, caracterizó el periodo siguiente a la I Guerra Mundial. En una
atmósfera de crisis, el líder del Partido Liberal, Gerardo Machado y Morales,
realizó una campaña electoral prometiendo varias reformas y fue elegido
157

presidente en noviembre de 1924. Las condiciones económicas se deterioraron


rápidamente durante su administración y su principal logro, un ambicioso
programa de obras públicas, se alcanzó gracias a los enormes préstamos del
extranjero. Antes de finalizar su segundo periodo presidencial, asumió el control
absoluto del gobierno estableciendo una dictadura que reprimió brutalmente toda
oposición; sin embargo, en agosto de 1933 un levantamiento general, que contó
con el apoyo del Ejército, le obligó a exiliarse.

Después del derrocamiento de Machado siguió un prolongado periodo de


enfrentamientos políticos, en el que se produjeron frecuentes cambios de
gobierno. Durante este periodo Estados Unidos derogó la Enmienda Platt para
tratar de calmar el descontento popular en la isla. Asimismo se alcanzó cierto
grado de estabilidad en el país después de que el Senado, controlado por
Fulgencio Batista Zaldívar, acusara en 1936 al presidente Miguel Mariano Gómez
de comisión de delitos en el desempeño de sus funciones. Con el apoyo de
Batista, general en jefe del Ejército cubano y auténtico dueño del poder, el nuevo
presidente Federico Laredo Bru, puso en marcha un programa de reformas
sociales y económicas. Batista triunfó en las elecciones presidenciales de 1940,
venciendo a Ramón Grau San Martín, el candidato de la oposición. Ese mismo
año, la promulgación de una nueva Constitución contribuyó aún más a disminuir la
tensión política.

En diciembre de 1941 el gobierno cubano declaró la guerra a Alemania,


Japón e Italia; posteriormente, en 1945 se convirtió en uno de los miembros
fundadores de la Organización de las Naciones Unidas. La elección presidencial
de 1944 supuso el triunfo de Grau San Martín, candidato de una amplia coalición
de partidos. En 1948 Cuba se integró en la Organización de Estados Americanos
(OEA).

Las fluctuaciones del precio del azúcar en el mercado mundial, junto con el
aumento progresivo de la inflación, mantuvieron muy inestable la situación política
en la época de posguerra. Carlos Prío Socarrás, miembro del Partido Auténtico y
ministro del gobierno de Grau San Martín, fue elegido presidente en junio de 1948.
Poco después de su toma de posesión decretó una reducción del 10% en los
precios de los artículos de consumo en un intento de reducir la inflación. No
obstante, el coste de la vida continuó en aumento provocando el descontento
social y la violencia política.

El régimen de Batista. En marzo de 1952 el antiguo presidente Batista


tomó de nuevo el poder con el apoyo del Ejército. Batista suspendió la
Constitución, disolvió el Congreso e instituyó un gobierno provisional, prometiendo
elecciones para el año siguiente. Después de fracasado el ataque al cuartel de
Moncada dirigido por el joven abogado Fidel Castro, que se llevó a cabo el 26 de
julio de 1953 en la provincia de Oriente, el régimen parecía asegurado y, cuando la
situación política se calmó, Batista anunció que las elecciones se realizarían a
finales de 1954. Su principal oponente, Grau San Martín, renunció a la campaña
justo antes de las elecciones, denunciando que se atemorizaba a sus seguidores.
158

Batista fue entonces reelegido sin ninguna oposición y tras su toma de posesión,
el 24 de febrero de 1955, restableció la Constitución y otorgó amnistía a los
prisioneros políticos; entre ellos se encontraba Fidel Castro, que se exilió primero
en Estados Unidos y después en México.

A mediados de la década de 1950 Batista trató de consolidar su régimen


instituyendo un programa de desarrollo económico que, junto con la estabilización
del precio mundial del azúcar, mejoró la economía y la situación política de Cuba.
Sin embargo, muchos no olvidaban el origen violento de su poder. El 2 de
diciembre de 1956 Castro desembarcó en la isla en el buque Granma junto con 80
insurgentes más, entre los que se encontraba Ernesto Che Guevara; tras ser
derrotado por el Ejército, Castro y otros supervivientes se adentraron en la sierra
Maestra, donde organizaron el Movimiento 26 de Julio, llamado así para
conmemorar el levantamiento de 1953. Durante el siguiente año las fuerzas de
Castro utilizaron la guerra de guerrillas para enfrentarse al gobierno de Batista y
obtuvieron un considerable apoyo popular. El 17 de marzo de 1958, Fidel Castro
hizo un llamamiento a la rebelión general; sus fuerzas lograron constantes triunfos
y el 31 de diciembre Batista renunció al gobierno y huyó del país. Se estableció un
gobierno provisional y a mediados de febrero de 1959 Castro se convirtió en
primer ministro. Véase Revolución Cubana.

Cuba bajo el régimen de Castro. El régimen de Castro pronto mostró su


tendencia izquierdista. La reforma agraria promulgada en los primeros años afectó
principalmente a los intereses estadounidenses en la industria del azúcar; Castro
prohibió el establecimiento de plantaciones controladas por compañías de
accionistas no cubanas y disminuyó el apoyo a la producción de azúcar en favor
de otros cultivos alimenticios.

Ruptura con Estados Unidos. En 1960 el gobierno cubano nacionalizó


todas las compañías estadounidenses de la isla, medida a la que Washington
respondió con la imposición de un embargo comercial. En enero de 1961 se
rompieron totalmente las relaciones diplomáticas entre ambos países y el 17 de
abril 1.300 exiliados anticastristas, apoyados y entrenados por Estados Unidos,
llevaron a cabo en el sur de Cuba el desembarco de bahía de Cochinos.

En otoño de 1962 las relaciones entre ambos países se volvieron aún más
tensas, cuando Estados Unidos comprobó que Cuba había instalado en su
territorio misiles de origen soviético. El presidente estadounidense John F.
Kennedy anunció entonces el bloqueo naval de la isla para evitar la llegada de
más barcos soviéticos con armas. Después de varios días de negociaciones,
durante los cuales la guerra nuclear parecía inminente, el presidente soviético
Nikita S. Jruschov aceptó el 28 de octubre desmantelar y eliminar las bases de
misiles, a cambio de la promesa del presidente Kennedy de no invadir la isla.
Durante la década de 1960 las relaciones con Estados Unidos siguieron siendo
hostiles; en 1962 Cuba fue expulsada de la Organización de Estados Americanos
(OEA) debido a la presión que el gobierno estadounidense ejerció en contra del
régimen de Castro. En 1965, por mediación de la Embajada de Suiza en Cuba, los
159

gobiernos de ambos países acordaron permitir a los cubanos emigrar a Estados


Unidos: más de 260.000 salieron del país antes de que el puente aéreo se diera
por terminado de manera oficial en abril de 1973.

Periodo de aislamiento. Muchas de las actuaciones políticas de Castro


distanciaron a Cuba de algunos países de Latinoamérica, aunque fueron
aplaudidas por muchos sectores populares del continente. Después de ser
expulsado de la OEA, el gobierno de Castro fue acusado de intentar fomentar la
revolución en Venezuela, Guatemala y Bolivia, país donde el Che, que dirigía un
grupo guerrillero, fue capturado y asesinado en 1967. Mientras tanto, Cuba
continuó dependiendo de la ayuda económica de la Unión Soviética y de los
países del bloque socialista. En 1972 se firmaron varios pactos con la URSS que
garantizaban la asistencia financiera soviética, el desarrollo comercial entre ambos
países y la prórroga de los pagos de la deuda cubana; además, Cuba se convirtió
en miembro del COMECON, Consejo de Ayuda Mutua Económica.

El I Congreso del Partido Comunista Cubano se realizó a finales de 1975 y


un año después se adoptó una nueva Constitución nacional que incrementó el
número de provincias de 6 a 14 y creó la Asamblea Nacional, la cual celebró su
primera sesión en diciembre de 1976 y eligió a Fidel Castro como jefe de Estado y
de gobierno.

Fin del aislamiento internacional. A mediados de la década de 1970 Cuba


emergió del aislamiento diplomático. En julio de 1975, durante una reunión
realizada en la capital costarricense de San José, la OEA aprobó una resolución
de libertad de acción con la que se modificaba el embargo comercial a Cuba y
otras sanciones impuestas en 1964 por esta organización. Las relaciones con
Estados Unidos también comenzaron a mejorar; las restricciones en los viajes a
Estados Unidos se hicieron más flexibles y, en septiembre de 1977, los dos países
abrieron delegaciones en las capitales respectivas. No obstante, Estados Unidos
advirtió a Cuba que las relaciones no podrían normalizarse hasta que sus
demandas respecto a las propiedades estadounidenses nacionalizadas fueran
satisfechas y Cuba limitara o pusiera fin a sus actividades en África.

Presencia cubana en África y América. A mediados de la década de 1960


habían comenzado a llegar asesores militares cubanos al continente africano,
principalmente a Angola y Etiopía. Castro envió militares que formaron parte de la
guardia personal de figuras como el presidente congoleño Alphonse Massamba-
Débat. No obstante, no fue sino hasta 1975 cuando las fuerzas de combate
cubanas entraron en plena acción en el continente, apoyando al gobierno marxista
de Angola. Posteriormente, las tropas cubanas reforzaron al régimen marxista de
Etiopía, que resultó vencedor en su guerra contra Somalia en la región de
Ogadén. En 1980 las actividades cubanas se habían extendido hasta el Oriente
Próximo, concretamente a Yemen del Sur. Por lo general, la presencia cubana en
el continente africano fue interpretada por Occidente como la punta de lanza de un
creciente dominio soviético en la región. Como recompensa, Cuba recibió del
160

gobierno soviético ayuda económica por valor de cerca de 3 millones de dólares


diarios. En 1979, y a pesar de su estrecha relación con la URSS, Cuba fue la sede
de la VI Cumbre de la Organización de Países No-Alineados, en la cual Fidel
Castro fue elegido presidente para los siguientes tres años.

En 1980 Castro modificó temporalmente las restricciones de salida del país;


cerca de 125.000 cubanos huyeron a Estados Unidos antes de que el flujo volviera
a ser detenido, en lo que se conoce como “éxodo del Mariel”. Nuevamente las
relaciones con este país se deterioraron, cuando el gobierno estadounidense
acusó a Cuba de ayudar a los rebeldes izquierdistas de El Salvador; otro punto
sensible en las relaciones entre ambos países fue la ayuda brindada por asesores
cubanos al gobierno sandinista de Nicaragua. Además, en octubre de 1983 cientos
de trabajadores de la construcción y personal militar cubanos fueron obligados a
abandonar Granada después de la invasión de la isla por las tropas de Estados
Unidos.

Fin de la ayuda soviética. En abril de 1989, con motivo de la visita del


presidente soviético Mijaíl Gorbachov a La Habana, ambos países firmaron un
tratado de amistad por 25 años, aunque Fidel Castro rechazó abiertamente la
aplicación de las reformas políticas y económicas que Gorbachov había
establecido en la URSS. En julio de ese año cuatro oficiales del Ejército fueron
ejecutados y otros diez sentenciados a prisión acusados de contrabando y tráfico
de drogas, el peor escándalo desde que Castro había llegado al poder. Con el
colapso de la URSS a principios de la década de 1990, las ayudas y subsidios
comerciales del bloque soviético a Cuba llegaron a su fin y las fuerzas soviéticas
fueron gradualmente retiradas del país. Posteriormente, Estados Unidos endureció
aún más las sanciones en contra de las relaciones comerciales con Cuba y en
noviembre de 1992 la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución
pidiendo el cese del embargo estadounidense. Estas resoluciones condenatorias
de la ONU se repitieron de forma consecutiva en los años posteriores. En 1993
todas las tropas soviéticas enviadas a Cuba durante la crisis de los misiles ya
habían sido retiradas.

Persistencia del embargo estadounidense. Durante 1993 y 1994 se


produjo la denominada “crisis de los balseros”: miles de cubanos cruzaron el
estrecho de Florida después de que fueran levantadas las restricciones de salida;
sin embargo, las continuas limitaciones impuestas por Estados Unidos a la entrada
de ciudadanos cubanos en ese país incumplían los acuerdos migratorios a los que
se había comprometido después del “éxodo del Mariel”. Esta situación llevó a los
gobiernos cubano y estadounidense a mantener conversaciones bilaterales, cuyo
resultado fue un nuevo acuerdo que normalizó la situación.

En 1996 el Congreso de Estados Unidos aprobó la ley Helms-Burton, que


profundizó en el boicot económico ya existente al pretender penalizar a las
empresas que mantuvieran relaciones comerciales con otras (filiales o no)
radicadas en la isla. La Unión Europea, en clara oposición, presentó una serie de
medidas aprobadas por los ministros de Asuntos Exteriores de los países
161

miembros para neutralizar los efectos de esta ley. Esta normativa no ha


sancionado todavía a ninguna de las empresas que comercian con Cuba, pero sí
ha disuadido a aquellas que desean tener relaciones comerciales con la isla.

En enero de 1998 el Papa Juan Pablo II realizó una histórica visita a la isla
de Cuba, durante la cual se mostró a favor de un cambio de la política de Estados
Unidos hacia la isla por “lesionar a los más necesitados”. Fidel Castro criticó el
embargo estadounidense, al que calificó como “genocidio con el que se intenta
rendir por hambre al pueblo cubano”. El Papa celebró varias misas multitudinarias,
pidió la reconciliación de todos los cubanos y destacó la importancia capital del
catolicismo en la formación última de la nación. Asimismo, solicitó la liberación de
los presos políticos que llevaran más tiempo en las cárceles cubanas, petición que
fue llevada a efecto de manera parcial semanas después por el régimen castrista.

Entre los meses de julio, septiembre y octubre de ese año la isla caribeña
se vio sacudida por una serie de desastres naturales: así, cerca de un millón de
personas se vieron afectadas por la devastadora sequía que afectó durante los
meses estivales a las provincias del Oriente insular (Holguín, Las Tunas,
Guantánamo, Granma y Santiago de Cuba). Buena parte de las cosechas se
perdieron y la escasez de agua potable obligó al abastecimiento de la población y
de la cabaña ganadera mediante de camiones cisterna.

Poco después, el huracán Georges alcanzó, procedente de la República


Dominicana y Haití, el territorio cubano, concretamente las ya damnificadas
provincias orientales, dejando a su paso grandes inundaciones y destrozos, lo que
provocó graves pérdidas en la economía cubana, que vinieron a añadirse a los
dañinos efectos de la prolongada sequía.

La ciudad de La Habana fue la sede de la IX Cumbre Iberoamericana de


Jefes de Estado y de Gobierno, celebrada en noviembre de 1999. Tan sólo
acudieron a ella 21 mandatarios, entre los que se encontraba el rey Juan Carlos I,
el primer monarca español que visitó la isla, y por diversas razones faltaron cinco
presidentes americanos (los de Chile, Argentina, Nicaragua, Costa Rica y El
Salvador). Al término de la Cumbre, los asistentes firmaron la llamada Declaración
de La Habana, que entre otras afirmaciones instaba al gobierno estadounidense a
poner fin a la aplicación de la ley Helms-Burton.

En cuanto a los aspectos históricos del Derecho cubano, tenemos que éste
es un conjunto de normas que constituyen el ordenamiento jurídico vigente en
Cuba y cuya fuente fundamental es la Constitución. Su texto fue aprobado en
referéndum popular el 15 de febrero de 1976 y se promulgó el 24 de febrero del
mismo año.

En la actualidad esta ley de leyes sigue vigente con las modificaciones


introducidas por la Ley de Reforma Constitucional de 12 de julio de 1992 y su
carácter de norma jurídica fundamental del ordenamiento jurídico cubano es
162

subrayado en el propio documento al establecer un procedimiento complejo para


su modificación, lo que determina que puede ser catalogada como una
Constitución rígida a partir de la clasificación de lord Bryce. La Asamblea Nacional
del Poder Popular (parlamento unicameral) es el único órgano con potestad
constituyente y potestad legislativa, por lo que adopta las leyes. A su vez, las leyes
deben tener validez y corresponder al espíritu y la letra de la Constitución.

El Consejo de Estado, órgano de la Asamblea Nacional, que la representa


entre uno y otro periodo de sesiones del Parlamento, adopta decretos leyes,
algunos de los cuales, en virtud de una decisión de la propia Asamblea, pueden
modificar las leyes aprobadas en el Parlamento. No obstante, esos decretos leyes
deben ser sometidos a la aprobación de la Asamblea en la siguiente sesión
ordinaria a su adopción por el Consejo de Estado.

Otros órganos que asumen disposiciones normativas que constituyen


fuentes del ordenamiento jurídico cubano son el Consejo de Ministros y su Comité
Ejecutivo, instancias que constituyen el Gobierno de la República y que dictan
decretos, por lo general de carácter reglamentario, para la ejecución y regulación
de las disposiciones contenidas en las leyes y decretosleyes.

Los ministros, en su condición de jefes de los organismos de la


Administración Central del Estado, pueden dictar resoluciones dentro de los límites
de su competencia y los órganos locales de poder (asambleas provinciales y
municipales del poder popular) adoptan acuerdos y dictan disposiciones en el
marco de la Constitución y de las leyes vigentes sobre asuntos que correspondan
a sus respectivos ámbitos de interés.

Los tratados internacionales suscritos a nombre del Gobierno o el Estado


cubanos, aprobados por el Gobierno y ratificados por el Consejo de Estado,
constituyen parte del ordenamiento jurídico del país. El Código Civil, según la ley
59 de 16 de julio de 1987, establece en su artículo número 20 que las reglas de un
acuerdo o tratado internacional del que Cuba sea parte prevalecen sobre las de la
legislación nacional en supuesto de existir diferencias entre ellas.

Aunque la jurisprudencia no constituye fuente de Derecho en la República


de Cuba, los fallos de los tribunales y demás resoluciones firmes, dictados dentro
de los límites de su competencia, son de ineludible cumplimiento por los
organismos estatales, entidades económicas y sociales y los ciudadanos. Además,
son un importante elemento a tener en cuenta en casos similares o análogos.

9.4.2. ORGANIZCIÓN POLÍTICA.

Cuba se gobierna bajo la Constitución de 1976, reformada en 1992, y que


define al país como un Estado socialista de trabajadores, organizado como
república unitaria y democrática. El Partido Comunista de Cuba (PCC) es el único
partido político legalizado.
163

a) Gobierno central. La Asamblea Nacional del Poder Popular, parlamento


unicameral, es el único órgano con potestad constituyente y legislativa. Los 601
diputados se eligen para periodos de 5 años por medio de voto universal, directo y
secreto. La Asamblea Nacional, que se reúne regularmente dos veces al año, elige
a los miembros del Consejo de Estado para que lleve a cabo las funciones de la
Asamblea entre ambos periodos de sesiones. El Consejo de Estado está formado
por un presidente (que es además el jefe de Estado), un primer vicepresidente y
otros cinco vicepresidentes. El Consejo de Ministros es el máximo órgano
ejecutivo y administrativo de la nación y constituye el gobierno de la república. Su
presidente es el jefe de Estado y de gobierno.

b) Gobierno local. Cuba se divide en 14 provincias y 169 municipios; el


municipio especial de Isla de la Juventud no pertenece a ninguna provincia y sus
necesidades son atendidas directamente por el gobierno central. Cada municipio
está dirigido por una asamblea de delegados del poder popular, la cual elige a su
comité ejecutivo, integrado por delegados de la propia asamblea, que a su vez
elige a su presidente y vicepresidente. La elección de los delegados a las
asambleas municipales se celebra cada dos años y medio en todo el territorio
nacional.

c) Poder judicial. El poder judicial lo ejerce en el ámbito nacional el


Tribunal Supremo Popular; en las provincias y municipios, los tribunales
provinciales y municipales. Los tribunales revolucionarios son convocados en caso
de crímenes contra el Estado.

Anda mungkin juga menyukai