DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES

Mª Auxiliadora Sánchez Domínguez

3º Maestro Lengua Extranjera (Inglés)

 EL LIBRO DE TEXTO Y SU INTERACCIÓN EN LA REALIDAD

Desde hace décadas se ha considerado el libro de texto como un material

imprescindible para el profesor. Este punto de vista ha de ser modificado. No debemos
orientar nuestra función educativa como trasmisores del conocimiento que se encuentra
insertado en un manual realizado por unos considerados “expertos”, que, a veces, dejan
que desear.

Hasta hace relativamente poco casi todos los maestros se dedicaban

completamente al constante seguimiento de un libro, a partir del que tenían que calificar
a sus alumnos. Debo incidir en que, aunque aún es una minoría, ya existen educadores
que basan sus clases en la elaboración de material propio o en la utilización del libro de
texto como otro instrumento más en el ámbito educativo.

En mi opinión, deberíamos interiorizar la idea de que éste sólo nos proporciona

pautas; no tendríamos que centrarnos en la totalidad del mismo. Además, la Educación
debería partir de los intereses de los alumnos, y fomentar el aprendizaje significativo
mediante la cooperación entre todos. Las clases diarias deberían impartirse con el fin de
conseguir la globalización entre todo lo que se aprenda.

También, cada maestro podría utilizar diferentes formas de conseguir los

objetivos que se propongan, siempre que sea desde una perspectiva real, y adaptándose
a los distintos grupos con los que tenga que interaccionar. Un buen educador reconoce
que no debe utilizar un mismo método. Debería añadir un toque de motivación a través
de actividades y propuestas dinámicas, haciendo ver a sus alumnos que hay diversas
formas de aprendizaje y que no todas incluyen las rutinas del modelo transmisivo,
partiendo desde el uso del libro de texto hasta la distribución del aula (profesor –
alumnos). Por ello insistiré en que, desde una perspectiva psicológica, debemos
conseguir que nuestros chicos desarrollen sus capacidades al máximo, sin que acumulen
información mecánicamente, sino que la comprendan reflexivamente. Además, durante
su paso por la Escuela se debería conseguir que se sintieran parte importante de este
proceso de Enseñanza – Aprendizaje, en el que no hay un único emisor o receptor, sino

1
 DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS SOCIALES
Mª Auxiliadora Sánchez Domínguez
3º Maestro Lengua Extranjera (Inglés)

que todos somos emisores y receptores de todos. De esta forma, todos aprenderemos de
todos.

En cuanto al libro de texto propiamente, debería citar una serie de condiciones

que deberían darse para que pudiéramos afirmar que estamos ante un buen libro de
texto, desde los aspectos generales, contenidos, estrategias y lenguaje. A pesar de lo que
expondré a continuación, subrayaría que, hasta el momento, no me encontrado,
personalmente, un libro que contenga todas las características necesarias.

En primer lugar, en relación a aspectos generales, debemos fijarnos en que se

puedan identificar bien el texto (título, autores, editorial, año de edición, número de
páginas, etapa y nivel a los que va dirigido), las características del formato (si es
manejable o no, si muestra una estética concreta…), y las características tipográficas
(adecuación del tamaño y tipo de letra).

Seguidamente, respecto a los contenidos, éstos deben estar contextualizados,

organizados de una forma lógica; deben expresarse a partir de unidades globalizadas;
deben responder también a conceptos, procedimientos y actitudes; las ilustraciones
deben ser adecuadas; y deben ser adaptables a las posibilidades de cada alumno.

Respecto a las estrategias didácticas, matizaremos que deberán proponer tanto

actividades individuales como en grupos, que se acerquen a la realidad y a la
experiencia de éstos, que se basen en la búsqueda de soluciones a problemas que se
planteen alumnos y profesor (metodología investigativa), y que les hagan reflexionar,
básicamente.

Por último, el lenguaje deberá adaptarse al nivel de los alumnos, contener unas
estructuras sintáctica y semántica sencillas, sin incluir formas lingüísticas sexistas.

Todo esto resulta bastante difícil que se encuentre en un único libro. De ahí que
debamos recopilar actividades de distintos manuales o las nuestras propias, y adaptarlas
a nuestros alumnos. Por eso insisto en que el libro de texto sólo es un material de apoyo.