6 ABR 1997
-En el desarrollo de la escuela clásica de la misma economía política, este supuesto -que
corresponde al principio smithiano de la ‘simpatía’ [poniendo las reglas morales en el centro]-
quedó sumergido por la creciente influencia del utilitarismo.
-La distinción entre interés privado e interés público se convierte en oposición, en conflicto
irreconciliable, solo si el interés privado se interpreta de modo restrictivo, como egoísmo más que
como interés personal, implicando el último la atención a los propios intereses, moderada por el
reconocimiento (o, mejor, ‘simpatía’) de los intereses de los demás.
Sí, es el autor de la teoría del valor trabajo, de la distinción entre trabajo productivo e
improductivo, y todas esas cosas que JHdS dice en cuanto tiene ocasión, para hacernos ver lo
desastroso que fue Smith para el futuro devenir de la disciplina económica (sus bromas sobre
Smith y el infierno no tienen desperdicio). En contraposición al malo y calvinista de Smith, están
los santos varones católicos de la Escuela de Salamanca, defensores del laissez-faire e impulsores
de la teoría económica con mayúsculas que luego seguirían los austriacos.
Permítaseme esta licencia en el tono sarcástico, especialmente cuando no he leído ni una
millonésima parte de todo lo que han leído los que sostienen esta tesis sobre pensamiento
económico (no digamos sobre otros temas). Pero a veces percibo cierto simplismo, parcialidad
y sesgo en estos temas, además de un intento de ‘precursorismo’ bastante acentuado. Asuntos
que creo para los que no hace falta ser un experto para percibir. Me da la impresión (no sé si
equivocada) de que Rothbard tenía cruzados a los protestantes, lo mismo que le pasaría a JHdS, y
eso influye en parte del sesgo en favor de unos y en contra de otros. Parecería como si la Iglesia
católica con todas sus “hazañas” históricas pudieran dar ejemplo y servir de modelo de referencia.
Suele usarse la influencia calvinista en la crítica de Smith, por ejemplo en su teoría objetiva del
valor. Pero, ¿no fueron sus maestros defensores de una teoría no objetiva, viviendo en el mismo
contexto presbiteriano?
No voy a discutir si la influencia neta de Smith fue buena o mala, básicamente porque no soy apto
para ello. Pero los detractores máximos podrían introducir algunos matices en sus opiniones, y
admitir alguna cosa buena en Smith (si lo hacen, imagino que dirán que eso ya estaba en autores
anteriores y que por tanto no aportó absolutamente nada bueno), que como en casi todos los
autores, existen, y en este intuyo que más que en la media.
Este comentario simplemente está pensado para poner encima de la mesa algunos puntos
sesgados que percibo. De nuevo la auto-crítica, y la cautela… Como nota: no soy un crítico de las
ideas de los escolásticos (y mucho menos de quienes a base de estudio y dedicación les han traído
a la escena del pensamiento económico), ni un incondicional de Smith, ni alguien que le considera
el padre fundador de la economía ni del liberalismo, a pesar de que antes pensaba que esto era
así. Precisamente Rothbard y JHdS me quitaron esta idea; aunque no son los únicos que critican
esa idea ingenua.