Las drogas y los medicamentos son sustancias o productos químicos que modifican la
forma en que funciona el organismo de una persona. Probablemente habrás oído más de
una vez que las drogas son malas para ti, pero, ¿qué significa eso exactamente y por qué
son malas?
Los medicamentos
Si has estado enfermo alguna vez y el médico te ha recetado algún producto para que
mejores, ya sabes lo que son los medicamentos, también conocidos como fármacos. Los
medicamentos son productos que recetan los médicos a sus pacientes y cuyo comercio
está legalmente permitido: se venden en las farmacias y se pueden comprar sin
problemas. Algunos de ellos sólo se pueden adquirir con receta médica, mientras que,
para comprar otros, no es preciso presentar ninguna receta. Pero, aunque es legal adquirir
un medicamento en una farmacia, no es legal ni seguro utilizar los medicamentos de
cualquier modo, abusar de ellos o comprarlos a gente que los vende ilegalmente.
Tabaco y alcohol
El tabaco y el alcohol son dos tipos de drogas permitidas desde el punto de vista legal. (En
EE.UU. los adultos de 18 años o más pueden comprar tabaco y los de 21 años o más
pueden comprar alcohol.) Pero fumar o beber en exceso no es sano para los adultos y
está absolutamente prohibido para un niño.
Drogas ilegales
Cuando la gente habla sobre el "problema de las drogas", se suele referir al consumo de
drogas ilegales, como la marihuana, el éxtasis, la cocaína, el LSD, "crystal meth", y la
heroína. (La marihuana generalmente se considera una droga ilegal, pero en algunos
países los médicos la pueden recetar a los adultos afectados por ciertas enfermedades).
Las drogas ilegales no son buenas para nadie, pero son especialmente nocivas (es decir,
peligrosas) para los niños y los adolescentes, cuyos cuerpos todavía están creciendo. Las
drogas ilegales pueden dañar el cerebro, el corazón y otros órganos importantes. La
cocaína, por ejemplo, puede provocar un ataque de corazón - incluso a un niño o un
adolescente.
Además, si una persona consume drogas, rendirá menos en los estudios, el deporte y
otras actividades. Cuando una persona está bajo los efectos de las drogas, le resulta difícil
pensar con claridad y tomar decisiones acertadas. Y puede hacer cosas estúpidas o
peligrosas que podrían hacerle daño a ella o lastimar a otras personas.
A veces los niños o los adolescentes prueban las drogas en un intento de encajar y de ser
aceptados en su grupo de amigos. O pueden probarlas simplemente por curiosidad o por
aburrimiento. Una persona puede consumir drogas ilegales por muchos motivos diferentes,
pero lo más frecuente es que lo haga para evadirse de la realidad durante un tiempo. Si
una persona está triste o preocupada por algo, las drogas pueden hacer que -
temporalmente- se sienta mejor o se olvide de sus problemas. Pero esa huída sólo durará
mientras perduren los efectos de la droga.
Por descontado, las drogas no solucionan los problemas. Y el hecho de consumir drogas a
menudo añade nuevos problemas a los que la persona ya tenía en primer lugar. El hecho
de consumir drogas puede llevar a una persona a volverse dependiente de las drogas,
o adicta. Esto significa que su cuerpo se ha acostumbrado tanto a la presencia de la droga
que no puede funcionar sin ella.
Una vez una persona se vuelve adicta, le resultará muy difícil y muy duro dejar de
consumir drogas. Dejar las drogas puede desencadenar síntomas de abstinencia, tales
como vómitos, sudores y temblores. Estos síntomas persistirán hasta que el cuerpo de la
persona se acostumbre de nuevo a funcionar sin drogas.