21:4 Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para
rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino.
(DHH) Los israelitas salieron del monte Hor en dirección al Mar Rojo,
dando un rodeo para no pasar por el territorio de Edom. En el camino, la
gente perdió la paciencia.
(TLA-D) La serpiente de bronce
Del monte Hor los israelitas se fueron hacia el Mar de los Juncos, pero evitaron
pasar por el territorio de Edom. En el camino, la gente se desesperó.
Desánimo= falta de
ánimo o de energía para hacer algo, decaimiento, desaliento, falta de ilusión.
Núm. 21:5 Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste
subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y
nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano. leer en NVI. (Ya estamos
hartos de esta pésima comida!)
Santiago 5 TLA
7-8
Pero ustedes, hermanos, tengan paciencia y no se desesperen, pues ya pronto viene
Cristo el Señor. Hagan como el campesino, que con paciencia espera la lluvia, y también
espera que la tierra le dé buenas cosechas. 9 no se quejen unos de otros, para que Dios no
los castigue, pues él es nuestro juez, y ya pronto viene.
10-11
Sigan el ejemplo de los profetas, que hace mucho tiempo anunciaban el mensaje de
Dios. Nosotros los admiramos porque fueron pacientes y soportaron el sufrimiento. Y
seguramente se acuerdan de Job, y de cómo soportó con valor los sufrimientos y, al final,
Dios lo trató muy bien. Y es que Dios es muy bueno y amoroso con los que sufren.
Compárese con; Neh 4:6 Edificamos, pues, el muro, y toda la muralla fue terminada
hasta la mitad de su altura, porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar.
Mat_9:37 Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, más los
obreros pocos. --- NO IMPORTA CUANTOS SEAN, LO QUE IMPORTA ES QUE
TU SEAS UNO DE ESOS OBREROS DE CRISTO.
Mat 28:19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que
guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos
los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Pro 13:12 La esperanza que se demora es tormento del corazón; Pero árbol de
vida es el deseo cumplido.
Lucas 1:5 Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la
clase de Abías; su mujer era de las hijas de Aarón, y se llamaba Elisabet. 6 ambos eran
justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y
ordenanzas del Señor. 7 pero no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya
de edad avanzada.
Que matrimonio era ese. Imagínese si el Señor pudiese escribir en este tiempo algo
de nosotros. Y que en Hechos 29 se escribiera mi hijo y mi hija se conducen
intachablemente, irreprensibles.
Pero a pesar de conducirse intachablemente, a pesar de guardar los mandamientos,
a pesar de guardar los preceptos dice el verso 7 no tenían hijos porque Elisabet era
estéril y ambos eran de edad avanzada.
o Creo que lo que Dios desea es que tengamos una vida fructífera que dé
frutos, Dios no quiere que usted y yo tengamos una vida estéril. Cuanta gente
es una ferviente cristiana, cuanta gente tiene probablemente una vida
intachable pero estéril en su vida, seca en su vida, hueca, acartonada, que
su vida no brilla, no fluye el vino nuevo, ese aceite de Dios, ese gozo de
nuestra salvación, esa alegría de ser cristianos, esa alegría de tener un
CRISTO VIVO.
Lucas 1:8 Aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios según
el orden de su clase,
Personas que siguen “sirviendo” pero SIN GOZO, estériles.
Zacarías representa al LIDERAZGO; Elizabeth a las Ovejas.
Uno haciendo rutinas y ceremonias, y otra sin poder dar el fruto deseado.
Qué triste es ver a cristianos que van a ofrecer incienso, pero SIN AMOR A DIOS. CON UNA
VIDA ESTERIL.
Nosotros tenemos un Cristo Vivo, y debemos darle una alabanza viva, alegre, poderosa.
Luc 1:13 Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido
oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan.
La respuesta de Dios fue un Profeta.
14 Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento; 15 porque será
grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo,
aun desde el vientre de su madre. 16 Y hará que muchos de los hijos de Israel se
conviertan al Señor Dios de ellos. 17 E irá delante de él con el espíritu y el poder
de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes
a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.
Efe 6.1-4
Col 3:20 Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor.
21 padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten.
Pablo les impone a los hijos que obedezcan y respeten a sus padres.
Dice que este es el primer mandamiento.
Probablemente quiere decir que era el primer mandamiento que un hijo
cristiano aprendía de memoria.
Para Pablo, respetar no es solamente de labios para fuera. La verdadera manera
de honrar a los padres es obedecerlos, honrarlos y no darles disgustos.
Bengel, considerando por qué este mandamiento se dirige tan expresamente a los
padres, dice que las madres tienen una especie de paciencia divina, pero que «los padres
son más propensos a dejarse llevar por la ira».
Es curioso que Pablo repita esta misma disposición, aún más expresamente, en
Colosenses 3:21: «Padres —dice—, no provoquéis a vuestros hijos, no sea que se
desanimen».
Bengel dice que la plaga de la juventud es «un espíritu quebrantado», desanimado por
la crítica y las regañinas continuas y por la disciplina demasiado estricta.
David Smith cree que Pablo escribía inspirado por una experiencia personal amarga.
Escribe: «Hay aquí una nota trémula de emoción personal, y da la impresión de que el
corazón del anciano cautivo estaba volviendo al pasado y rememorando los años de una
infancia falta de cariño.
Criado en la atmósfera austera de la ortodoxia tradicional, había experimentado escasa
ternura y excesiva severidad, y había conocido esa “plaga de la juventud, el espíritu
quebrantado”».
Hay tres maneras de ser injustos con los hijos.
(i) Podemos olvidar que las cosas sí cambian, y que las costumbres de una
generación no tienen por qué ser las de la siguiente. Elinor Mordaunt cuenta que
una vez impidió a su hijita hacer algo diciéndole: «A mí no se me permitía hacer
eso cuando tenía tu edad». Y la niña respondió: «Pero tienes que acordarte,
Mamá, de que tú estabas entonces, y yo estoy ahora». Talina y su hija.
Mariana Levy.
(ii) Podemos ejercer tal control que es un insulto a la educación de nuestros hijos.
El mantener a un hijo demasiado tiempo en las andaderas equivale a decirle que
no nos fiamos de él, lo que equivale a decir que no tenemos confianza en la
manera como le hemos criado. Es mejor equivocarse por exceso de confianza
que por defecto.
1Co 14:3 En cambio, el que profetiza habla a los demás para edificarlos,
animarlos y consolarlos. NVI