16 Nov
2009
Todos los expertos aconsejan su uso. Sin embargo, muy pocos se detienen a
explicar como funcionan y cuales son los beneficios para el inversor minoritario. A
continuación, un análisis exhaustivo de las órdenes stops. Son utilizados
históricamente como una medida para disminuir el riesgo en la compra de
acciones. Básicamente, una orden stop loss (frena a las pérdidas) es una orden de
venta que se coloca a un precio inferior al actual, como forma de estar protegido
ante una caída de la cotización en la posición comprada. Si el precio de la acción
cae y toca el precio del stop, la orden se ejecuta y la posición se cierra, protegiendo
al inversor en caso de que se intensifique la baja. Veamos a continuación distintas
órdenes stops.
Stop market (freno de las pérdidas a mercado): Es la orden stop más conocida y esto se
debe a su simpleza: solo se carga un solo precio (el del activación del stop), asegurando
al inversor que en caso de operarse sus acciones en ese nivel, una orden de venta a
precio de mercado (mejor comprador de ese momento) se ejecutará en forma inmediata.
No obstante ello, es necesario tener en cuenta una cuestión ignorada por muchos. Dado
que nadie garantiza que el precio de una acción sea el mismo en la apertura de las
operaciones que en el cierre anterior, podría llegar a pasar que MSFT cierre un día en
28,20 dólares, para abrir al día siguiente en, por ejemplo, 26 dólares (esto podría pasar
por noticias negativas dadas a conocer luego del cierre del mercado acerca de la
empresa).
Si esto ocurriese, nuestra orden stop de venta se dispararía al mejor comprador de ese
momento, supongamos en 26 dólares. De esta manera, la pérdida sería de 4.000 y no de
2.000 dólares como era nuestra intención.
El stop market nos garantiza que venderemos nuestra posición en caso de que la acción
se opere por debajo del precio elegido, lo que no nos garantiza es el precio al cuál
realizaremos la venta.
Stop Limit (freno a las pérdidas con límite): Al cargar este tipo de orden, se deben
colocar dos precios: el de activación del stop y el precio límite de venta de la posición.
Sigamos el ejemplo utilizado anteriormente. El nivel máximo de pérdida que estamos
dispuestos a soportar es de aproximadamente 2.000 dólares, pero en este caso no
queremos afrontar el riesgo de tener que salir a cualquier precio. Por lo cuál, colocamos
una orden stop limit en donde especificamos que el stop debe activarse si la acción se
transa en 28 dólares, pero que el precio límite de venta es de 27,90 dólares.
De tal manera, el stop limit nos garantiza el precio el precio al cuál venderemos nuestra
posición en caso de que nuestra acción se opere por debajo el precio elegido, lo que no
nos garantiza es que esta venta se realice.