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Historia de las Doctrinas Filosóficas, Raúl Gutiérrez Sáenz, 1999, Edición 38

Primera parte. NOCIONES PRELIMINARES.

Capítulo 1. Los problemas filosóficos y sus características


Capítulo 2. Diferencias entre Filosofía y ciencias
Capítulo 3. Panorama histórico de los problemas filosóficos

CAPÍTULO 1. Los problemas filosóficos y sus características.

Sección 1. LA TENDENCIA FILOSÓFICA.


—La Filosofía ha surgido gracias a la curiosidad humana. Buscar la respuesta a
preguntas inquietantes acerca de la verdad, el ser, la existencia auténtica, el Absoluto, la
trascendencia del espíritu, el bien y el mal, es hacer Filosofía. La tendencia a investigar, a
conocer el sentido último de las cosas, ha existido en el hombre a lo largo de toda su
historia. En el mundo occidental, dicha tendencia ha descollado a partir del siglo 6 antes
de Cristo, en Grecia. La Historia de la Filosofía es la huella que ha dejado esa tendencia
investigadora del hombre, es la serie de aspectos y soluciones que han descubierto los
filósofos, en sus investigaciones acerca de la realidad.

Recuérdese que, según la definición tradicional, la Filosofía estudia las causas supremas
de todas las cosas, es decir, los fundamentos últimos de la realidad entera. Es, además,
un conocimiento científico, y, por lo tanto, debe contener el rigor característico de la
ciencia. En la Historia de la Filosofía se tendrá oportunidad de captar los diferentes
aspectos que ofrecen esos fundamentos supremos, y también se podrá juzgar la validez y
el rigor de los pensadores expuestos. Pero entender dichas soluciones supone haber
captado las cuestiones que avivan el intelecto y lo mueven en pos de la respuesta.
Plantear esos problemas es, pues, la primera labor en el estudio de la Filosofía y de su
Historia.

Sección 2. LOS PROBLEMAS REFERENTES AL CONOCIMIENTO.


—Se trata de determinar la validez del conocimiento. ¿En qué condiciones es verdadero?
¿Cuándo alcanzamos efectivamente la verdad? ¿Hasta dónde alcanzan y se limitan
nuestras facultades cognoscitivas?

La importancia de este problema resalta desde el momento en que se ofrecen varias


soluciones a una misma pregunta. El hecho de que cada uno tenga su propia respuesta,
y, en ocasiones, completamente opuesta a la de otros, no deja de ser inquietante, para el
que pretende profundizar en la realidad. ¿Por qué no hay una respuesta única a los
problemas del alma, la libertad, Dios, el bien y el mal? La misma Historia de la Filosofía,
con su cadena de sistemas y soluciones, es motivo de inquietud para el espíritu filosófico.

Ha habido cinco principales soluciones al problema del conocimiento: el escepticismo, el


empirismo, el racionalismo, el idealismo, y el realismo. El escepticismo niega validez a
todo conocimiento; lo mejor es dudar. El empirismo sólo concede capacidad cognoscitiva a
las facultades sensibles; o mejor dicho, un conocimiento es válido solamente cuando está
apoyado en alguna experiencia sensible. El racionalismo, por el contrario, pretende que
los sentidos engañan, y que la necesidad y la universalidad del conocimiento científico
sólo se consiguen por medio de las facultades intelectuales. El idealismo, por su parte,
niega que podamos llegar a conocer a las cosas independientes del sujeto cognoscente;
sólo captamos nuestras propias ideas. El realismo, por último, sostiene que sí tenemos
conocimientos válidos, alcanzados por los sentidos y la inteligencia, y que alcanzan a la
misma realidad, la cual es independiente del sujeto que conoce.

Sección 3. EL PROBLEMA DEL SER.


—Este es el problema central de la Metafísica, y se trata de preguntar acerca del ser, en
qué consiste ser (como verbo). Desde el principio hay que saber distinguir el ser y los
seres. Estos son las cosas y las personas (cualquier objeto que exista o pueda existir), y
en Filosofía se designan mejor con la palabra ente. En cambio, el ser (en singular) debe
ser entendido como verbo, como acto, y, justamente, la pregunta es: en qué consiste ese
acto de ser, qué es ser. A partir de allí, surgen problemas colindantes, como: qué es
existir, qué es una esencia, cuál es la esencia de la realidad.

La Metafísica ha sido el centro de las preocupaciones de los filósofos; pero también ha


sido el centro de los ataques contra la Filosofía. En la actualidad, algunos filósofos
existencialistas, como Heidegger y Marcel, tratan de investigar el ser en su máxima
generalidad y profundidad.

Sección 4. EL PROBLEMA DEL ABSOLUTO.


—Se trata, del problema de la existencia y la esencia de Dios. Todos los filósofos han
tratado el tema. Hasta los ateos han tenido que fundamentar o explicar el motivo de su
negativa. Por ahora, lo importante es darse cuenta de que este problema se estudia en
Filosofía, independientemente de la religión que se profese. Las soluciones que dan los
filósofos se mantienen en el plano de las facultades naturales del hombre,
preferentemente en un nivel racional. La fe y la Revelación se asumen posteriormente,
como fundamentos de la Teología. Últimamente se ha extendido el ateísmo; pero eso no
significa que la única respuesta actual a dicho problema sea la negación de Dios. Hay
innumerables sabios de este siglo cuya postura es perfectamente teísta, por ejemplo:
Bergson, Marcel, Husserl, Scheler, Jaspers, etc.

Sección 5. LA EXISTENCIA AUTÉNTICA DEL HOMBRE.


—En la actualidad ha tomado auge el existencialismo, cuyo tema central es la elucidación
de las características de la existencia auténtica del hombre. Se trata del problema más
humano que pueda afectar a cada uno; de su resolución depende la tónica de la vida a
seguir.
¿Es la libertad lo esencial en la vida humana? ¿Son, acaso, los valores morales lo más
importante? ¿En qué consiste la autenticidad? ¿Cómo debe llevarse a cabo la
interrelación y comunicación humanas? ¿Cómo se degrada el nivel humano de existencia
auténtica? Tales son las principales cuestiones que se pretenden resolver en dicha
corriente.

Sección 6. EL PROBLEMA DE LA CONSTITUCIÓN Y EVOLUCIÓN DEL UNIVERSO.


—El problema del tiempo y del espacio, de la evolución y de la esencia de la materia,
constituyen uno de los temas centrales en las obras e investigaciones de los físicos
modernos. Generalmente son los científicos los que se han de dicado a penetrar
filosóficamente en dichos asuntos. Lo importante es aclarar que, en el momento en que
una persona trata de fundamentar los conocimientos en cuanto tales, en su propio ramo,
en ese momento está haciendo Filosofía. La Cosmología es la rama filosófica que trata
dichos asuntos, y fue una de las primeras que se cultivaron entre los griegos.
Sección 7. LOS PROBLEMAS DE LA LÓGICA, LA ETICA Y LA ESTÉTICA.
— El tema típico de la Lógica es el orden de los conceptos. A ella corresponde dictaminar
acerca de las estructuras mentales, los procesos correctos en el raciocinio, las leyes de
todo pensamiento bien estructurado, como el de las definiciones, las divisiones, las
categorizaciones, la conversión de proposiciones, las inferencias inmediatas a base de
oposiciones, etc. A la Ética le corresponde tratar las cuestiones acerca del bien y del mal.
Su importancia deriva del papel rector que dicha ciencia adquiere en la mente de quien la
escudriña y llega a soluciones fundamentadas. Junto con ese problema se conectan el de
la obligación en armonía con la libertad, el de las categorías de valores, el de las virtudes,
el de la autonomía en correlación con la heteronomía, etc. Es a la Estética a la que le
corresponde el estudio del arte y la belleza. Similarmente se consideran los problemas de
la actividad artística, la intuición estética, la proyección sentimental, las categorías
estéticas, etc. Una vez reseñados los principales planteamientos filosóficos, podemos
describir sus características generales.

Sección 8. CARACTERÍSTICAS DE LOS PROBLEMAS FILOSÓFICOS, POR SU


ORIGEN:
a) La Filosofía se basa en una actitud innata del hombre, en una tendencia que pertenece
a su naturaleza, y por la cual se lanza a la búsqueda de soluciones a los problemas que lo
afectan. Esa tendencia hacia la verdad, ese ímpetu de conquistar lo desconocido, la
búsqueda de un más allá que da sentido a la vida, es el origen a priori de la Filosofía. Se
puede negar la Metafísica como ciencia —tal es la tesis kantiana—, pero no se puede
negar la tendencia humana para hacer Metafísica. El mismo Kant aceptó dicha tendencia.
En consecuencia, el origen de la Filosofía debe buscarse en algo a priori, en algo que
caracteriza al hombre en su misma esencia: la tendencia a la búsqueda de lo atemático
dentro de lo temático, de lo implícito dentro de lo explícito, del fundamento, dentro de las
tesis científicas.
b) Por otro lado, a posteriori, se puede observar que todo sistema filosófico ha tenido su
origen a partir de una intuición general, que sirve como estructura del resto de las tesis
de ese autor. Esa intuición filosófica es donadora de sentido, es universal, es integral, y
logra, con su captación, la síntesis de elementos, a primera vista, dispersos. Ejemplo
famoso de síntesis filosófica es el de Platón, el cual, con su distinción entre el mundo de
las Ideas y el mundo de la materia, ha abierto para siempre una discusión acerca de sus
relaciones, sus interacciones, distinciones y unificaciones. También Santo Tomás de
Aquino, con su teocentrismo, proveniente del cristianismo, o Kant, con su revolución
copernicana, han logrado todo un sistema filosófico, a partir de su genial intuición.

Sección 9. CARACTERÍSTICAS DE LOS PROBLEMAS FILOSÓFICOS, POR SU


OBJETO.
—Los problemas filosóficos presentan características muy nítidas, por el objeto que
tratan. Podemos distinguir tres: fundamentación, universalidad y humanismo.
a) En primer lugar, la Filosofía pretende una fundamentación suprema de todas las tesis
que sustenta. Filosofar consiste en profundizar hasta los cimientos o bases sobre las
cuales se edifica la estructura de las tesis afirmadas. Esto es lo mismo que estudiar
las causas supremas, tal como reza la definición tradicional de Filosofía.

b) Y no sólo en profundidad, sino también en extensión, la Filosofía quiere abarcar todo


cuanto existe, todo ente. Así es cómo la Metafísica, núcleo de la Filosofía, tiene como
objeto al ser. Que la Filosofía abarca todo absolutamente, quiere decir que alcanza un
nivel trascendental y traspasa los niveles categoriales o particulares.

c) Y por último, la Filosofía es un saber plenamente humano, en el sentido de que penetra


justamente en los temas y cuestiones que afectan íntimamente la vida personal de cada
hombre. Así por ejemplo, la Filosofía es la que trata los temas existenciales, tales como la
libertad, el amor, la intercomunicación personal, la fidelidad, la obligación, el bien y el
mal, el fin supremo y la felicidad. De este modo, al mismo tiempo que llena los requisitos
de una ciencia en cuanto al rigor y orden que de ella se exige, así también llena los temas
propios de un estudio propiamente humanístico. La Filosofía es, pues, una síntesis
equilibrada del saber humano.

Sección 10. CARACTERÍSTICAS DE LOS PROBLEMAS FILOSÓFICOS, EN CUANTO


A SU RESOLUCIÓN:
a) La Filosofía, en cuanto a la resolución de sus problemas, sigue un método
eminentemente racional. Lo cual no significa que se desechen los datos empíricos, pues,
al contrario, éstos constituyen, precisamente, el material sobre el cual la inteligencia
profundiza y encuentra su causa o razón. El método filosófico es, pues, un uso
equilibrado de experiencia sensible y razón, es experimental-racional.

b) Y por fin, la Filosofía es desinteresada, en cuanto que el propio conocimiento de sus


tesis, problemas y soluciones proporciona, por sí mismo, una plena satisfacción al
intelecto que los contempla. La Filosofía constituye, por sí misma, un objeto valioso, al
cual tiende la inteligencia como finalidad plena. Obtenerla, contemplarla y saciarse en ella
es una misma cosa. Lo cual no es obstáculo para que, posteriormente, en una actitud
práctica, sea posible obtener aplicaciones, utilizaciones y derivaciones, sea para
fundamentar otras ciencias, sea para regir y ordenar la propia vida.

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