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rurales, leyes de Imprenta, etcétera, o ya la ley, sino también cualquier violación del

por no haber dictado aún el Congreso Na- Derecho substantivo.


cional los códigos comunes para todo el VI. Queda así delimitado el ámbito del
país, como actualmente podría ocurrir con Derecho objetivo que puede ser sometido
el Derecho social y el sanitario i 10 ). a la función casatoria atribuida a la Su-
En primer lugar debe advertirse que la prema Corte Nacional. Corresponde ahora
aplicación de la ley queda excluida; la Cor- determinar la extensión de esta función
te Suprema Nacional no aplicará el dere- desde el punto de vista de la tarea que
cho por vía de casación; su función se re- debe realizar dentro de ese delimitado ám-
duce a la interpretación e inteligencia de bito. Debemos obtener la función especí-
la ley de fondo, porque la aplicación de fica del Tribunal de casación nacional, lo
los códigos comunes corresponde a la Na- que equivale a determinar por qué moti-
ción o a las provincias según que ¡as cosas vos se abre esta vía impugnativa.
o las personas cayeren bajo sus respecti- La fórmula general y más común de
vas jurisdicciones (art, 68, ine. I I ) , Esta enunciarse el motivo de casación que aho-
limitación, como se ve, juega aún para las ra ROS interesa, contempla la inobservan-
leyes que entran en el ámbito de la casa- cia y la errónea aplicación de la ley subs-
ción nacional. tantiva, tal cual aparece implantada la
En sentido estricto, la función interpre- casación por error in indicando en varios
tativa consiste en un proceso lógico del de los códigos procesales de provincia. Sin
juzgador por el cual se trata de descubrir embargo, nuestra Consíiüicícin nacional
y dar preciso alcance a la voluntad de la restringe esta fórmula, dando a la casa-
norma jurídica, en su letra y en su espí- ción un alcance que debe ser exactamen-
ritu, conforme ella se manifiesta, cuando te comprendido en atención a lo delicado
en esa manifestación pueden surgir dudas del problema ante los efectos que se le
sobre cuál sea realmente esa voluntad, Pe- asignan, como se verá más adelante.
ro si consideramos el orden jurídico en su Como Tribunal de casación, la Corte Su-
vigencia actual, nos vemos en la necesidad prema conocerá en la interpretación e in-
de dar a la tarea interpretativa un alcan- teligencia del Derecho común para toda la
ce más amplio que habrá de abarcar lo que Nación. Jurídicamente, los vocablos "inter-
se entiende por observancia del Derecho, pretación" e "inteligencia" se presentan
fin último perseguido por el ejercicio de como sinónimos a la primera impresión;
la función jurisdiccional. Ante esta posi- sin embargo, la conjunción "e" que la cláu-
ción, el juzgador, al interpretar, no se li- sula constitucional emplea al consignar
mitará a descubrir cuál sea la voluntad ambos vocablos, nos proporciona un dato
concreta de una determinada norma: mo- que no se habría obtenido si sólo se hu-
riéndose dentro del ámbito del Derecho vi- biera expresado con el término "interpre-
gente de un determinado orden jurídico y tación".
en cuanto unitaria manifestación de éste, Tal es, para nosotros, el alcance que con-
tratará de encontrar la norma o conjunto viene atribuir al vocablo "inteligencia"
de normas que utilizará para componer la agregado al de interpretación en la nor-
premisa mayor del silogismo judicial o de ma constitucional, en cuanto ha de abar-
la coordinada serie de silogismos que com- car todo el campo del error jurídico in in-
ponen la sentencia, haciendo su valora- dicando frente al Derecho común nacio-
ción en el tiempo y en el espacio, en su nal.
individualidad o en su coordinación con Y allí está marcado, precisamente, el lí-
otras normas, en la mayor o menor com- mite del cual no puede salirse la Suprema
prensión hipotética de la realidad. Es ta- Corte Nacional al decidir en casación. La
rea más amplia, repetimos, que la de sim- simple aplicación errónea de la ley queda
ple interpretación de una ley; compren- por tanto, fuera de ese límite. Si un tribu-
de el más genérico campo de la observan- nal del país ha aplicado falsamente la ley
cia del Derecho como fin garantizado por substantiva, siempre que esa falsa aplica-
la función jurisdiccional. Se previene así, ción no sea consecuencia lógica de una
no sólo el falseamiento de la voluntad de errónea interpretación o inteligencia del
derecho de fondo, no puede recurrirse en
< 1 0 ) En la enumeración de! inc. 11. art. 68, casación ante la Corte Suprema Nacional.
la Constitución nacional ha agregado los códigos
de Derecho social y sanitario, como también el Es el caso de que la ley haya sido correc-
aeronáutico. Cierto es que en la actualidad exis- tamente interpretada y observado el dere-
ten numerosas leyes que contemplan positiva- cho tal cual él se manifiesta, pero no se
mente estas ramas modernas del Derecho, pero correlaciona en forma correcta el hecho es-
no obstante ello, existen aún vacíos en la legis-
lación nacional que algunas leyes de provincia pecífico concreto de la premisa menor con
contemplan, ncUcilmc'nte con transitoria vigencia. el hecho genéricamente hipotizado en la
norma adecuadamente seleccionada para tria (premisa menor) y la ley 11.729 am-
conformar la premisa mayor. El defecto o para a los empleados de la industria (pre-
vicio está en la tarea de subsunción del misa mayor del silogismo judicial). El
hecho en la norma: aplicación en su con- tribunal provincial construye definitiva-
cepto típico, aislada, diriamos, de los pasos mente la premisa menor; la Corte Supre-
previos de obtención del hecho y de la vo- ma da construcción definitiva a la premisa
luntad de la norma. mayor, y con estas dos premisas, el tribu-
Cuando sólo éste es el motivo del recur- nal provincial realiza la tarea de subsun-
so, no puede entender la Corte Suprema ción: aplicación de la ley.
Nacional o, en otros términos, no puede VII. Las soluciones que han venido dán-
proceder recurso en casación nacional; la dose a las distintas cuestiones hasta ahora
vía impugnativa en casación queda reser- planteadas, muestran cómo el sktema de
vada a las provincias si la sentencia es de casación introducido por la última reforma
un juez provincial, pues el vicio no radica constitucSpnal se encuentra dentro del más
en la interpretación o inteligencia de la puro concepto del Derecho público. La
ley, sino sólo en su aplicación. Impera, en preocupación del constituyente ha consis-
consecuencia, la norma del inciso 11, ar- tido en mantener el imperio del Derecho
ticulo 68 de la Constitución nacional en positivo con criterio igualitario en todo el
cuanto dispone que la aplicación de los'co- país. N$ le ha interesado el litigio como
digos comunes corresponde a las provin- tal, las partes del proceso individualmente
cias cuando las cosas o las personas caye- consideradas, sino en cuanto uno y otras
ren bajo su jurisdicción. han de servir de medio objetivo para pro-
Como un resultado inobjetable de la nunciar la doctrina legal uniforme y obli-
última norma constitucional cicada, en el gatoria. La institución está fundada en un
caso concreto, llegado por vía de casación, interép público primario del Estado (jus
la Corte Suprema Nacional debe dar la constiíutionis), despreocupándose de los
interpretación o inteligencia de la ley y intereses privados (fus litigatorís), los cua-
detenerse allí. No puede entrar al análisis les habrán de resolverse en la aplicación
del hecho objeto del proceso, el que acep- de la ley.
tará tal cual fue apreciado por el a quo, Ampliamente se confirma este funda-
ni puede proceder a subsumir ese hecho mento si se tiene en cuenta que la inter-
en la norma que haya interpretado. Le pretación de la Corte Suprema que en el
está prohibido lo primero, porque su fun- caso concreto configuró la premisa mayor
ción no es la de una segunda o tercera del silogismo judicial definitivamente, es
instancia ni la de revisión total, del fallo; obligatoria no sólo para el caso resuelto,
se limita al derecho que es la substancia sino también para todos los ca.sos futuros
de toda casación propia. Le .está vedado lo mientras la Corte no revea ésa su juris-
segundo, porque realizaría tarea de aplica- prudencia conforme a la ley reglamentaria
ción, función reservada a los tribunales que se dicte. En casos similares, ningún
de provincia aun para los códigos y leyes juez o tribunal del país podrá formular la
comunes, dentro de su jurisdicción. premisa mayor en forma distinta a la for-
Sentada por la Suprema Corte en el mulación hecha por la Corte.
caso concreto la nueva doctrina que mo- Esto nos autoriza a sostener la necesidad
difica la interpretación del a quo hecha de introducir el beneficioso instituto de la
en la resolución casada, el tribunal pro- casación en interés de la ley. En él el
vincial aplicará la ley al hecho ya defi- interés público del Estado se muestra en
nitivamente apreciado en la misma sen- todo su esplendor y pureza. Aun en contra
tencia casada; pero la aplicará respetando de la voluntad de los litigantes, podrá
la interpretación dada por la Corte en su provocarse la decisión de la Corte Suprema
decisión en casación. Un tribunal provin- Nacional, por medio de órganos competen-
cial resuelve rechazando la demanda, por- tes, aun cuando esa decisión pueda carecer
que el empleado despedido se desempeñó en el Derecho privado de todo efecto para
en la industria, no estando, por lo tanto, las partes del juicio; no así en el Derecho
protegido por las disposiciones de la ley penal, por ejemplo, que habrá de provocar
nacional 11.729; la Corte Suprema casa la la revisión del proceso si la casación en
sentencia sentando la doctrina según la interés de la ley resultara favorable al
cual la ley 11.729 ampara también a los condenado.
empleados de la industria; el mismo u otro Vm. Como ya se ha observado, la obli-
tribunal de la misma provincia decidirá en gatoriedad de la interpretación que la
el caso, haciendo lugar a la indemnización Corte Suprema Nacional haga de la ley
demandada (conclusión), porque se está común tiene un doble alcance. Esto debe
ante el despido de un empleado de indus- ser aclarado ahora debidamente.
En primer lugar, la doctrina interpreta- el gobierno federal les garantice el goce y
tiva sentada por la Corte debe ser acatada ejercicio de sus instituciones (art. 5 de la
por el tribunal competente al aplicar la Constitución nacional).
ley en el mismo proceso que provocó el El segundo alcance de la obligatoriedad
pronunciamiento en casación. Atento la con respecto a la interpretación que la
prohibición constitucional para que la Cor- Corte Suprema haga de los códigos de
te practique ella misma la tarea de apli- fondo cíe la Nación tiene aún mayor tras-
cación de la ley, se hace obligatorio el cendencia. Como sistema, es totalmente
reenvío. La Corte actuará solamente como innovador en nuestro medio, y puede afir-
tribunal rescindens y no como tribunal marse que en el Derecho comparado se re-
rescisorium. Esta última función corres- gistra con escasa frecuencia.
ponde al juez de la aplicación, quien está Esa doctrina interpretativa debe ser ob-
vinculado (obligatoriedad interna) a la In- servada por todos los tribunales del país
terpretación que el tribunal (rescindens) para cualquier caso futuro en que haya de
dio de la ley al pronunciarse anulando en aplicarse la ley interpretada. Ante esta
cuanto al derecho la decisión del a quo. obligatoriedad externa, diremos, se plantea
Pero podría ocurrir que el tribunal res- una vinculación universal y permanente
cisorium no respete la doctrina interpreta- que va más allá de loe tribunales mis-
tiva de la Corte Suprema e insista, por mos; se eleva por encima de la función
ejemplo, en la solución dada por el a quo. Jurisdiccional por cuanto habrá de orien-
Si el rescisorium fuera un tribunal de la tar la plena actividad jurídica de la Na-
Nación, parece fácil solucionar la cuestión ción.
mediante un nuevo recurso, facultando No cabe duda de que la Corte Suprema
en este caso a la Corte Suprema, como Nacional, a más de una tarea unificadora
tribunal jerárquicamente superior, a aplicar de la jurisprudencia, cumple una indiscu-
la ley en forma directa, y sancionar disci- tible función integradora de la ley común.
plinariamente, si correspondiere, al infe- Cada interpretación que la Corte siente
rior. Pero esta solución no es la precep- como doctrina suya tendrá en adelante,
tuada en la Constitución, aun cuando por tanto para los tribunales de todo el país
ley puede darse por tratarse de tribunales como para todos los habitantes de la Na-
de la Nación. ción, el mismo alcance de una ley desde
Pero cuando el tribunal rescisorium sea el punto de vista de su acatamiento uni-
provincial, al no respetar la interpretación versal y permanente. Desde el punto de
de la Corte Suprema habría incurrido tam- vista negativo, esta obligatoriedad signifi-
bién en un vicio que haría al fallo nueva- ca la prohibición para el futuro de una
mente impugnable en casación. Sin em- interpretación distinta. La voluntad de la
bargo, el remedio anterior se presenta aquí ley se filtra en los pronunciamientos de
imposible ante el obstáculo del inciso 11, la Corte, y en adelante lo que habrá de
artículo 68, y por no tener la Corte Supre- aplicarse ya no será la ley directamente,
ma superintendencia con respecto a los sino la ley tamizada en esos pronuncia-
tribunales provinciales, ya que las provin- mientos, vale decir, la doctrina interpre-
cias son autónomas en lo que hace a la tativa de la ley dada por la Corte Suprema
organización judicial. Ante el segundo re- Nacional.
envío, la Corte insistirá en su interpreta- No es posible pasar por alto aquí la
ción, pero el tribunal rescisorium , puede enorme trascendencia de este aspecto de
reincidir en la violación de la doctrina de la institución. No obstante conservar, en
la Corte, y así indefinidamente. cuanto al órgano, su naturaleza jurisdic-
Sólo-vemos una relativa posibilidad para cional, en lo que respecta a su contenido
salir normalmente del paso. Cuando las abiertamente avanza hacia el campo le-
provincias no establezcan un régimen in- gislativo, no con misión de contralor recí-
terno, planteado por segunda vez el re- proco, que sería propio de nuestra idea de
curso, si la Corte lo acoge reenviará el república (»), sino como función comple-
proceso al tribunal jerárquicamente supe- mentaria, con la cual hasta podria alte-
rior de la provincia para que haga valer rarse la voluntad de la ley mediante falsa
la obligatoriedad de la interpretación sen-
tada en el caso. Pero si la desobediencia (11) Del Valle (Nociones de Derecho conttitn-
cional, t. 2. pág. 70, Buenos Aireo, 189S) expresa
proviniera de este último tribunal, ya ori- que en el sentido de las Constituciones de los
ginariamente o en el segundo reenvío, Estados Unidos y de la Argentina, la Idea de Re-
quedaría sólo el heroico remedio de consi- pública se complementa con la existencia necesa-
derar esta situación como una subversión ria de tres departamentos de gobierno limitados
que las provincias deberán evitar y preve- y combinados que desempeñan, por mandato y
como agentes del pueblo, los Poderes legislativo,
nir en sus cartas constitucionales, para que ejecutivo y judicial.
o errónea interpretación que siempre sería limitaciones de orden práctico tendientes
obligatoria («). a facilitar el normal funcionamiento de la
Se dirá que el Congreso Nacional podrá institución, diremos que en principio pue-
defenderse de estos avances, no deseados, den ser objeto del recurso todas las reso-
mediante nuevas leyes de Interpretación luciones jurisdiccionales emanadas de jue-
auténtica que encaucen más claramente el ces letrados en las que se aplique una ley
espíritu de la legislación común en cuanto de fondo dictada por el Congreso de la
a su sentido político ( 1S ), pero este reme- Nación, siempre que contra dichas, reso-
dio posiblemente habrá de ser tardío y más luciones ya no proceda recurso alguno
de una vez engorroso e Incompleto. Ade- dentro de la jurisdicción a que pertenece
más, no es aconsejable llegar a tan irregu- el Juez o tribunal que ;as pronunció. Sen-
lar situación de tirantez, verdadero con- tencias firmes y definitivas con respecto a
flicto entre poderes que va en desmedro la Jurisdicción en la que se dictó, salvo las
de las instituciones, planteando inseguri- modificaciones de derecho que imponga el
dad en el Derecho. Sólo la prudencia de Tribunal de casación nacional.
los jueces y la claridad del legislador han Puede ser tanto una sentencia, como un
de mantener la marcha unísona de ambos auto o un decreto, aun cuando muy excep-
poderes y con ello el prestigio de la ley y cionalmente en estos últimos habrá de de-
de la jurisprudencia. cidirse una cuestión de fondo. Por otra
Si en un caso planteado en el futuro, un parte, es normal que los decretos sean
tribunal no respetara la jurisprudencia susceptibles de recurso de reposición, con
interpretativa sentada por la Corte Supre- lo cual se planteará un artículo o inciden-
ma Nacional en casos iguales, habrá mo- te que debe ser dirimido por un auto fun-
tivo fundado para casar la sentencia por dado que puede o no ser susceptible de
inobservancia de la jurisprudencia vigen- apelación.
te. Y aun cuando las partes consientan Los autos, decidan o no un artículo o
la sentencia, no interponiendo el recurso incidente, las más de las veces, es cierto,
pugnado en casación en interés de la ley, resuelven cuestiones procesales; sin em-
correspondiente, ese fallo podría ser im- bargo, en muchos casos habrán de dirimir
si el instituto se crea, por el órgano com- asuntos de Derecho común previstos por
petente que a tal efecto se establezca. En ley nacional del Congreso; en materia pe-
esta forma se dejaría a salvo la observan- nal, por ejemplo, el auto de sobreseimien-
cia del Derecho conforme al criterio uni- to fundado en causales jurídicas que de-
ficador de la Corte, y la sentencia casada terminan la falta de fundamento o la
tendría para las partes, en materia de extinción de la pretensión punitiva; en
Derecho privado, el valor de una transac- materia sucesoria, la exclusión de herede-
ción, y en materia penal la doctrina de ros, etcétera. Por lo tanto, no hay razón
la Corte sería un motivo de revisión de la justificada para limitar la casación na-
causa, la que también podría fundarse en cional a las sentencias definitivas, a lo
la revisión de la jurisprudencia de la Cor- menos teóricamente, ya que las otras re-
te Suprema si ¿sta se produce en favor del soluciones que se dictan en el proceso
imputado mientras transcurre el término deben vincularse a la interpretación dada
de) cumplimiento óe la condena. por la Corte Suprema si aplican la ley co-
IX. Veamos ahora cuál es el objeto del mún dictada por el legislador nacional (").
recurso de casación nacional, es decir, qué Tampoco hay razón alguna para limitar
resoluciones pueden ser atacadas por este el recurso a las resoluciones que causen
medio impugnativo extraordinario y espe- cosa juzgada en sentido substancial, es de-
cial. cir, que no sean revocables, además de
Sin detenernos por ahora en las posibles adquirir la calidad de definitivas. Tampoco
se excluyen las decisiones dictadas sin per-
(12) Esta consecuencia hace pensar en una juicio de terceros en juicios llamados de
subordinación del Poder legislativo frente al Po- jurisdicción voluntaria. Insistimos que
der Judicial, aun cuando no sea ella tan decidi-
da y clara como ocurre en los países europeos en' siempre estamos colocados en el plano
cuanto a la subordinación del Poder Judicial, doctrinario.
más propiamente función, al Potíer legislativo en La exigencia de que la resolución no sea
unos cnsos y al ejecutivo en otros.
(13) Encausamlento éste que al Congreso le
será imposible ante la obligatoriedad de la Inter- (14) Las limitaciones prácticas que puedan es-
pretación que la Corte Suprema Nacional haga tablecerse a la Impugnación en casación nacio-
por recurso extraordinario de los artículos de la nal, entendemos que no deben referirse al tipo de
Constitución de la Nación, pues el Poder legisla- resolución, sino más bien al tipo de procedi-
tivo sólo está facultado a dictar leyes reglamen- miento en el cual la resolución recae. La prác-
tarias de la Constitución y no interpretativas de tica exige concillar la seguridad Jurídica con la
su articulado. economía procesal en cuanto al tiempo y al costo.
factible de otro recurso ordinario nos pa- se refiere el inciso 11 del artículo 68
rece, por el contrario, atendible; primero, de la Constitución nacional, teniendo en
porque es lógico que la Corte Suprema Na- cuenta que el motivo de errónea aplicación
cional intervenga recién cuando ya se ha- de la ley substantiva absorbe como paso
yan agotado todas las posibilidades de una previo la falsa Interpretación e inteligen-
modificación en cualquier sentido por otro cia de dicha ley, salvo el caso ya excluido
tribunal que no sea la misma Corte, pues, del simple error de subsunción. Si les es-
de lo contrario, podría plantearse más de tuviera prohibido Instituirlo, letra muerta
una vez el mismo recurso de casación en serían las normas contenidas en las Cons-
un mismo proceso; en segundo lugar, por- tituciones locales y leyes provinciales vi-
que la unidad de la jurisdicción, sobre todo gentes, o a lo menos perderían su vigencia
la provincial, imp'de que un órgano de en cuanto la casación nacional sea regla-
jurisdicción distinta —Corte Suprema Na- mentada por el Congreso; esto último en
cional— se interfiera en su desarrollo atención a que es correcto afirmar que
integral al aplicar la ley en el caso con- las provincias conservan el ejercicio del
creto. poder delegado mientras no lo asuma la
No se exige, por cierto, que sólo sean Nación en forma efectiva, es decir, mien-
casables ante la Corte las decisiones dic- tras no lo ponga en ejecución.
tadas por el tribunal más alto de una Pero entendemos que ésta no es la so-
provincia (Suprema Corte Provincial o lución adecuada de acuerdo al régimen
Superior Tribunal). Puede la resolución implantado. Las provincias conservarán la
emanar de un tribunal de primera instan- facultad de instituir la casación en forma
cia, por ejemplo, o de una Cámara de ape- amplia dentro de sus respectivas juris-
laciones; pero sí se exige que esta reso- dicciones, se sancione o no la ley regla-
lución no sea susceptible, según la ley mentarla de la casación nacional, con la
procesal de la provincia, de apelación o de única ümitación de que una vez sancio-
impugnación en casación u otro recurso nada dicha reglamentación, las resolucio-
cualquiera que pueda anularla o modifi- nes provinciales, aun las dictadas por el
carla. Tribunal de casación provincial, serán im-
X. Ahora nos queda a resolver el pro- pugnables en casación ante la Corte Su-
blema referente a la situación legal de las prema si se trata de interpretación e
provincias con respecto a la posibilidad por inteligencia de la ley común nacional. Esto
parte de éstas de instituir o no la casación porque la delegación de que se trata es
por iguales motivos a los que autorizan la relativa en el sentido de subordinación y
casación nacional. Al delegar esta facultad no absoluta en el sentido de eliminación.
de casación en un órgano nacional, ¿han Las provincias se someten al contralor ju-
restringido las provincias a su vez su po- risdiccional de sus decisiones judiciales
der de establecer la institución dentro de por parte de la Nación, obligándose a aca-
sus respectivas jurisdicciones? Es evidente, tarlo in genert; pero se reservan la
por de pronto, que si esta limitación exis- facultad de actuar la ley común nacional
tiera, estaría restringida al ámbito dentro sin restricciones mientras esté asegurada
del cual se autoriza la casación nacional. la administración de justicia. Los fallos
Sin discusión, entonces, conservan las pro- judiciales de provincia pueden, en deter-
vincias el poder de instituirla para la in- minado aspecto, ser revisados por el poder
terpretación y aplicación de sus propias jurisdiccional del Estado Nacional: rela-
leyes locales, ya sean las formales (error ción de subordinación, siendo obligatorio
in •procedendo), ya las materiales (error para el futuro la doctrina de la Corte Su-
in indicando): códigos de procedimiento prema: situación de sometimiento en esta
en general, códigos de falta, códigos rura- interferencia de relaciones políticas del
les; leyes de imprenta, impositivas, fisca- régimen federal. Habrá de concluirse, en-
les, etcétera. Igual afirmación cabe hacer tonces, que las provincias no han renun-
con respecto a la aplicación de las leyes ciado en realidad a la potestad de legislar
nacionales de Derecho común cuando no ampliamente en materia de casación, por-
exista cuestión sobre su interpretación e in- que esa facultad no ha sido delegada ni
teligencia: error de subsunción, pues nin- expresa ni tácitamente al poder central;
guna facultad le ha sido atribuida al poder ni tácitamente, decimos, por cuanto habría
central en este caso, como se vio ya ante- podido estimarse que se comprendería den-
riormente. tro de los llamados poderes implícitos atri-
El problema, pues, se reduce a resolver buidos al gobierno nacional necesarios para
si las provincias pueden instituir el recur- el cumplimiento de las facultades expresa-
so de casación para la interpretación e mente atribuidas.
inteligencia de los códigos y leyes a que Agregúese, además, que si se considerara
contrario a la Constitución el recurso de bunales, y que esto es, precisamente, materia Jet
casación provincial implantado para estos recurso de casación.) (Sup. Corte Santa Pe, 30-
6-950. J. A., 1950-IV, pág. 297).
casos, deberían serlo también los de repo- La casación provincial sólo puede ser referida
sición y apelación en cuanto con ellos se a la legislación provincial, no abarcando la na-
pretenda corregir errores de interpretación cional (Crónica de jurisprudencia mendoclna,
e inteligencia de la ley común nacional, J. La A., 1950-1. sec. doct., pág. 224).
jurisdicción extraordinaria de la Suprema
aplicada en la resolución impugnada. La Corte esta supeditada a los extremos que la ley
casación es impugnación parcial por la li- requiere para su ejercicio, tal como lo dispone el
mitación de los motivos, pero nada impide art. 95, ap. último, de la Constitución nacional
que los motivos de casación puedan íundar (Sup. Corte. 15-3-951, t. 219. pág. 109).
El recurso de' casación por ante la Suprema
también los otros recursos amplios y, por Corte es Improcedente mientras no entre en vi-
lo tanto, una Cámara de Apelaciones, por gencia la ley especial que debe organizado' (Sup.
ejemplo, puede modificar una sentencia de Corte, 26-10-950, L. L., t. 61, pág. 73).
Si bien no ha sido dictada la ley que reglamen-
primera instancia, fundándose en una fal- tará el procedimiento para el recurso de casación
sa interpretación de la ley común nacional previsto por el art. 95 de la Constitución nacio-
aplicada. nal, ello ño puede obstruir el fiel cumplimiento
Desde un punto de vista utilitario, po- del precepto constitucional contenido en el ar-
ticulo 95, porque equivaldría a subordinar a la
dría argumentarse afirmando que el fun- existencia de una ley reglamentarla el principio
cionamiento de tribunales de casación en y la garantía colocado en los renglones constitu-
las provincias, con las mismas facultades res. cionales superiores del Estado (Cám. Apel. Dolo-
26-10-949, L. L., t. 57, pág. 420).
de la Corte Suprema Nacional, compli-
caría la administración de justicia agre- BIBLIOGRAFÍA. — Arteabaro, S., En torno al nue-
gando un mecanismo más o un nuevo pe- vo recurso de casación. — De la Riostra. O., El
recurso de casación. — Lafaille, H., "La Corte de
riodo en el trámite de los juicios ya de por casación en la República Argentina y la nueva
si prolongados. Esta realidad puede y debe Constitución", en Cahiers de Législation et de
evitarse, sin embargo, por la adopción de Bibliographle Jurtdique de l'Amerique Latine,
otros medios inspirados en una buena po- '— año II, núm». 7 y 8. pág. 41, oct.-dlc. 1951. Perls.
Sartorio, J., La casación argentina. — Orús, M.,
lítica procesal que equilibre la necesidad "La Corta de Casación en la nueva Constitución
de las impugnaciones conforme a un sis- argentina", en Jurisprudencia Argentina, 1951-III,
tema adecuado de limitaciones substan- sec. doct., pág. 19. — Pornattl, E., "El recurso de
casación y las jurisdicciones provinciales", en
ciales-y formales, objetivas y subjetivas, Jurisprudencia Argentina, 195p-I, sec. doct., pá-
por las cuales se limitarán las impugna- gina 203. — Dassen, J., "El recurso de casación y
ciones a los casos necesarios para garan- la Interpretación de los actos jurídicos", en Ju-
tizar realmente la observancia del Derecho risprudencia Argentina, 1951-111. sec. doc.. pág. 8.
y encauzar el proceso en forma tal que sea
realmente efectivo para los legítimos in- CASACIÓN PENAL.* SUMARIO: I. Indica-
ciones previas. II. Nociones generales.
tereses de las partes. No debe tampoco in. Aspectos de su estudio. IV. Función
olvidarse que, en más de un caso, la casa- Jurídica. V. El Juicio de casación. VI. La
ción provincial hará innecesario el recurso sentencia de casación.
ante la Corte Suprema, por haber sido sa- I. Indicaciones previas.
tisfecha la observancia del Derecho y
conformado el Interés del posible Impug- 1. La calificación de "penal" que se ha
nante. incluido en este vocablo nos lleva a con-
cretar nuestro tema a su especializado
JURISPRUDENCIA. — El recurso de casación (ar- contenido. Sin embargo, una metódica ex-
ticulo 95 Const. Nac.) no debe ser concedido por posición exige referencias, lo más sintéti-
el mero hecho de haber sido deducido e Invocar cas posibles, tanto a la casación en gene-
una Imaginaria Interpretación errónea de la ley
en cualquier resolución del juzgador, y sin aten- ral como a algunos principios generales
der a la buena o mala fe de las partes y respecto sobre recursos o impugnación penal. De
de toda laya de Juicios y de sus Incidentes, por lo contrario, nos exponemos a no ser claros
nimios e Infundados que sean. SI asi fuera, que-
darla prácticamente suprimida la facultad expre- o a que no se nos interprete en cuanto a
samente reservada a las provincias para aplicar la ubicación y a la extensión dada a los
en sus respectivas Jurisdicciones los códigos que distintos rubros.
dicte el Congreso de la Nación (art. 68. inc. 11, Por cierto que estas referencias son In-
Const. Nac.) y la Suprema Corte vendría a tener
el carácter de tribunal de alzada en toda contro- dispensables si se tiene en cuenta que la
versia (Cám. 2' Apel. Corrientes. 18-9-949, J. A., casación es una institución cuya específica
1950-1. pág. 562). finalidad abarca a todo el campo del De-
La falsa o errónea aplicación de preceptos de la recho. Asimismo, la vía Impugnativa es
ley común escapa a Ja jurisdicción de la Corte de
casación creada por la Constitución de Santa Fe. considerada como medio genérico para dar
(El vocal doctor Creus Montl, en disidencia, con- paso a las eventuales etapas del proceso
sidera que las normas del Cód. civ. no deciden
por si el pleito, sino que lo decide la interpreta-
ción o alcance que a las mismas les dan los tri- * Por el Dr. JORGE A. CIARÍA OLMEDO.
penal, y una de estas etapas es, precisa- do que la segunda instancia no se aviene
mente, e! juicio de casación. con los principios de la oralidad y de la
2. La naturaleza procesal de esta ins- continuidad de los debates; pero la posi-
titución nos obliga a dejar sentadas otras bilidad de injusticia del fallo en cuanto
indicaciones. a las cuestiones de derecho, puede ser
Conforme a nuestro régimen de gobier- sometida ex novo al examen y juicio de un
no, el poder de legislar sobre materia de tribunal de alzada sin destruir los princi-
forma ha sido reservado para las provin- pios fundamentales del procedimiento pe-
cias; a esto hacen excepción algunos as- nal. Esos principios hacen al elemento
pectos como sería, en cuanto a lo que aho- fáctico del conjunto criminoso y, por lo
ra nos interesa, la función atribuida a la tanto, mientras éste pueda ser mantenido
Corte Suprema Nacional por el artículo 95 tal cual lo apreció el a quo conforme al
de la Constitución, parte final, aún no re- sistema probatorio de las libres conviccio-
glamentada (*). nes, podría el tribunal ad quem, sin des-
El Código de procedimientos penales para truir aquellos principios de oralidad y
la Justicia Nacional no establece la casa- continuidad del debate, modificar el falló
ción, salvo en la forma parcial y rudimen- en lo que respecta a los elementos lógicos
taria del recurso de nulidad ( 2 ). En cam- y jurídicos de su elaboración.
bio, la casación se encuentra prevista y Por segunda instancia sólo ha de en-
ampliamente reglamentada en los moder- tenderse la posible total devolución de la
nos Códigos de provincias, corriente legis- causa al tribunal de alzada, salvo la prohi-
lativa iniciada por la prov. de Córdoba en bición de la rejormatio in peius, prohibi-
1940 y seguida por las provincias de San- ción que caracteriza al tipo acusatorio de
tiago del Estero, Mendoza, La Rioja y Jujuy. procedimiento penal. Por lo tanto, en este
Estas referencias nos hacen ver la ne- concepto no entra el juicio de casación,
cesidad de adoptar, en forma principal, un pues en él tampoco deben tenerse en
determinado cuerpo legal en los casos que cuenta las cuestiones de hecho. En la ca-
lo requiera el desarrollo de los temas. sación la' devolución no es total o posi-
Adoptaremos el Código procesal penal blemente total, sino circunscripta a ¡os
para la provincia de Córdoba, cuya inter- motivos de derecho que la ley prevé.
pretación doctrinaria y jurisprudencial Obsérvese que en su limitada amplitud,
ha tenido mayor desenvolvimiento por la la casación ha absorbido el antiguo re-
circunstancia de regir desde hace ya ca- curso de nulidad que aún. perdura, como
torce años; ello sin perjuicio de advertir hemos dicho, en nuestros Códigos de viejo
en su oportunidad las escasas modifica- cuño, acordado como complemento al re-
ciones que han introducido los Códigos curso de apelación; es una especie da
posteriores y los proyectos como el del Po- casación embrionaria, motivada en el que-
der Ejecutivo Nacional del año 1848. brantamiento de las formas, que ha venido
Por último, debemos dejar establecido evolucionando hasta dársele modalidades
que, en lo posible y en esta oportunidad, más precisas y técnicas.
sólo hemos de considerar la casación en 4. Sabido es que los primeros vestigios
cuanto institución jurídica y no en sn de la casación aparecen cuando se advier-
integralidad, es decir, que no hemos de te la necesidad de uniformar la aplicación
extendernos por todo el ámbito de su del derecho, una vez que el mismo se ma.-
aplicación procesal. Para otras voces de terializó en diversos cuerpos legales, ante
esta Enciclopedia deben reservarse, princi- los diversos casos particulares que se pre-
palmente las nociones referidas a la im- sentaban a la decisión de los jueces. Fren-
pugnación y al Tribunal de casación. te al concepto de inexistencia jurídica,
aparece en Roma un recurso de nulidad
II. Nociones generales. más o menos perfilado, recurso que en el
3. Eliminada la apelación de las sen- derecho intermedio se practicó con crite-
tencias en nuestro moderno régimen pro- rio cada vez más amplio a medida que se
cesal penal ( 3 ), ha pasado a primer plano iba generalizando (querella nullitatís}:
entre los medios de gravamen el recurso de se concibe una regla jurídica uniforme
casación. Nuestros legisladores han estima- que debía aplicarse por igual frente a
(1) V. la voz CASACIÓN NACIONAL.
casos idénticos.
(2) V. la voz NULIDAD PROCESAL PENAL. Pero la libertad de criterios de cada juz-
(3) El Código procesal penal Italiano de 1930 gador traje, como consecuencia, que esa re-
ha mantenido la segunda Instancia por vía de gla jurídica no fuera siempre igualmente In-
apelación de las sentencias definitivas, apoyada terpretada. Entonces, su resultado práctico
por la doctrina con argumentos prácticos de va-
lor, aun cuando los argumentos teóricos no sean dejó de ser eficaz, y hubo de buscarse otro
mu; satisfactorios. remedio para conseguir el fin perseguido.
En el siglo xiv aparece ya el monarca orden jurídico penal por el tribunal único
juzgando en segunda instancia de las re- que en definitiva aplicará el derecho; 21?),
soluciones dictadas por los señores feuda- defensa de los derechos individuales y
les: absorción de las jurisdicciones feuda- afianzamiento de las garantías de libertad
les por la jurisdicción real. Pero al mismo y de igualdad.
tiempo, el rey otorgaba cartas especiales Es oportuno expresar aquí que nuestra
para el conocimiento en grado superior de legislación no contempla la casación penal
estas resoluciones, las que se fundaban en fundada en interés de la ley. Ella vendría
la posible existencia de un error en las a dar cabal explicación al fundamento y
sentencias de los señores feudales. a los fines que hemos expresado, ya que
El error de estas sentencias no tardó en con ella se podrían corregir los errores de
distinguirse en "error de hecho'' y "error derecho frente a la cosa juzgada y en de-
de derecho", primeramente en la doctrina fensa de la ley. Se ha seguido al Código
y con el andar del tiempo en la legisla- italiano de 1930 y no al de 1913, que la
ción. Ya la Ordenanza de 1767 prescribe la establecía como recurso extraordinario.
obligación de aplicar en forma inviolable Para suprimirla, se sostuvo que era una
todas las Ordenanzas reales, y el incum- inútil superfetación académica ( < ) . Siix
plimiento a esta obligación por parte de embargo, no faltan en Italia quienes cri-
los jueces al resolver los asuntos, trae apa- tican esta supresión, y con visible pena,
rejada la nulidad de la resolución. Esta como Florián(3), por ejemplo, para quien
nulidad era decidida por el monarca, en tenía por objeto "actuar un elevadisimo
virtud del señorío de la justicia real. Se interés público...: que en el magisterio de
trataba así de conseguir un criterio inva- la justicia penal no quedasen cristalizados
riable y uniforme en la aplicación de las errores paladinos".
Ordenanzas vigentes que constituían el
derecho positivo de la época. m. Aspectos de su estudio.
La Revolución francesa introduce en la 6. Las nociones que hasta aquí lleva-
magistratura penal el jurado, de origen mos esbozadas nos presentan a la casación
popular. Esta innovación produce un tras- penal, en cuanto ella ha sido implantada
cendental efecto en lo que interesa a la en el ordenamiento procesal penal, como
casación. Su fallo era inconmovible en una institución destinada a garantizar la
materia penal, en cuanto a la apreciación observancia del derecho. Como tal debe-
que el jurado se formulaba con respecto mos continuar su análisis en esta oportu-
a los hechos. Pero el aspecto jurídico de nidad, - dentro de la medida que permite
este veredicto, la aplicación que en el un comentario de esta índole.
mismo se hacia de la ley penal substanti- Pero un completo estudio de este tema
va, no debía seguir la misma suerte; no exige referirse también a otros dos aspec-
debía seguirla ante los trastornos que tos vinculados a temas más generalizantes
traería una violación o errónea aplicación del Derecho procesal penal. Sólo hemos
de esta ley, ya fuera en favor o en contra de mencionarlos por cuanto han de ser
del imputado. Para destruir esa posible objeto de estudio detenido en otras vocea
incorrección en la aplicación del derecho, de esta Enciclopedia.
se establece en Francia la casación, ya !<?) En el amplio campo de la organi-
perfilada con férrea contextura. zación de los tribunales penales, habrá de
He aquí cómo esta institución aparece estudiarse el órgano de la casación penal.
en materia penal por primera vez con (V. TRIBUNAL DE CASACIÓN.)
caracteres netamente definidos. Casación 2?) En el no menos amplio campo de
es voz francesa: casser, que significa "anu- la impugnación penal, habrá de contener-
lar", "romper", "quebrantar", y no otro es se el medio de gravamen llamado recurso
el sentido que ahora tiene entre nosotros. de casación. Remitimos a la voz RECURSO
5. Desde entonces y hasta el presente, BE CASACIÓN PENAL.
en su doble origen diriamos, la casación Tribunal de casación es el órgano ju-
presenta su mismo fundamento de orden risdiccional de más alto grado en un or-
público, el que en materia penal adquiere denamiento judicial determinado, que de-
más alta significación: la satisfacción del be conocer de la vía impugnativa abierta
interés social de asegurar la exacta obser- en los procesos penales como consecuencia
vancia de la ley en la administración de
justicia, para que se realice el principio (4) Exposición de motivos del proyecto preli-
de igualdad ante la ley de todos los habi- minar. V. Manzlnl, Derecho procesal penal, t. 5,
tantes de la Nación. pág. 338, nota 1, trad. de Sentís Melendo y Aye-
rra Redln.
De este fundamento surge también su (5) Elementos de Derecho procesal penal, pá-
doble finalidad: 19), mantenimiento del gina 446, trad. de L. Prieto Castro, 1934.
de la admisión de un recurso de casación más restringido que el de la apelación y
interpuesto contra una decisión de un opuesto, si se quiere, al contenido de la
tribunal inferior, con las formalidades, fa- revisión. La apelación comprende tanto los
cultades y limitaciones que la ley procesal motivos de hecho como los de derecho; la
establece. revisión se extiende, principalmente, por
Recurso de casación es el medio de gra- los motivos de hecho. La .inconstituciona-
vamen motivado en errores de derecho, por lidad tiene también un contenido en algo
el cual se persigue la anulación por el tri- similar y en mucho diferente al contenido
bunal de alzada competente, con o sin dé la casación. Ambas funcionan frente a
reenvío a nuestro juicio, de la decisión motivos de derecho, pero mientras la ca-
impugnada. En nuestra legislación siem- sación los comprende en sus dos campos:
pre es ordinario, en otras es extraordinario in indicando e in procedendo, la incons-
cuando se concede en interés de la ley o titucionalidad sólo abarca el primero. Pero
en contra de resoluciones de tribunales la inconstitucionalidad comprende el error
especiales. in indicando con un sentido distinto a la
7. En consecuencia, dejando a un lado forma como lo comprende la casación.
en esta oportunidad esos dos aspectos, Esta actúa para corregir la advertida dis-
además de los conceptos generales que ya cordancia entre el hecho y el derecho;
hemos adelantado, debemos ocuparnos en entre la base táctica y su valoración jurí-
primer lugar de la función jurídica que la dica. Aquélla actúa para corregir la djs-
institución cumple. Quedarán, así, clara- cordancia posible entre hecho y derecho
mente definidos su naturaleza y caracte- para establecer el predominio de la nor-
res, y despejadas sus notas substanciales ma de más alta jerarquía.
de elementos propensos a producir confu- 9. Pero en materia penal la disección
sión con otras instituciones similares. del hecho y del derecho puede presentar
Veremos después el juicio de casación en dificultades. Por eso la función jurídica de
su sentido objetivo, es decir, en cuanto la casación será bien advertida si anota-
sucesión de actos reglados por la ley para mos con claridad qué debe entenderse por
llegar a la aceptación o rechazo del agra- hecho y por derecho. Con ello habremos
vio motivado en la posibilidad de un error distinguido más claramente aún esta fun-
jurídico de la decisión penal. ción de las otras similares recién enume-
Por último, analizaremos la sentencia radas.
de casación como juicio lógico y acto de Los motivos de derecho sobre los cuales
voluntad del juzgador, ya sea en cuanto se asienta la casación comprenden, como
confirma, ya en cuanto anula o en cuanto hemos dicho, tanto los vitia in judican-
aplica el derecho que debe corresponder. do (6), como los vitia in procedendo. El
primero consiste en la inobservancia o
IV. Función jurídica. errónea aplicación de la ley substantiva
8. Ya hemos dicho que la casación se (art. 493, inc. 1*?, Cód. proced. pen. para
funda en la necesidad de asegurar la ob- Córdoba) o, lo que es lo mismo, en la
servancia del derecho mediante la uni- violación o defectuosa aplicación de la
formidad en la aplicación del mismo. ley de fondo, tanto penal como civil en
Sólo en cuestiones de derecho puede mo- sentido lato si viniere al caso. Este defecto
tivarse, entonces. Los hechos son ajenos a aparecerá si se aplica una norma que no
ella, a lo menos en su concepto propio. corresponda al material histórico proba-
Por eso, la función jurídica que la ca- do en el juicio y valorado en la sentencia
sación cumple específicamente es limita- por el juzgador, o cuando, no obstante
da, y en materia penal se vincula en aplicarse la norma correspondiente, se le
forma directa al fin inmediato del proceso, da un alcance o sentido distinto al que
o sea a la justa aplicación de la ley penal. debe dársele: errónea aplicación o inter-
En este fin arraiga nuestro concepto de pretación.
la pretensión de justicia del estado que el Si bien es cierto que el hecho configu-
juicio de casación realiza en forma más rado como verdad en la sentencia ha de
depurada. quedar inconmovible, ello no quiere decir
El fin inmediato del proceso, cual es el que el Tribunal de casación carezca en
descubrimiento de la verdad acerca del absoluto de facultades para entrar en el
acontecimiento en cuanto conjunto, cri- examen dé las consideraciones del inferior
minoso o no, pero fáctico, no entra en su sobre las cuestiones de esta naturaleza; si
consideración sino como inmodificable base así fuera, en una infinidad de casos la
para sustentar aquel fin mediato de la justa
aplicación del derecho. (6) Debe observarse que el error de hecho es
Por eso, el contenido de la casación es también error in judicondo.
casación perdería toda su eficacia ante la encuadrándolo en una norma que prevé
imposibilidad de adecuar las normas subs- una figura calificada o privilegiada; 4°),
tanciales al verdadero material histórico que aplican una norma de irresponsabi-
que debe tenerse por comprobado y acep- lidad del imputado o de no punibilidad
tado. Es claro que esta apreciación de los para encuadrar el hecho probado; 5'),
hechos por el tribunal de casación, ha de cuando se han violado las normas de de-
ser meticulosamente practicada, sobre to- recho procesal bajo las condiciones espe-
do en materia penal, para no transformar cificadas en la ley.
la institución en una verdadera segunda 10. La ley civil de fondo puede ser tam-
instancia o en una casación impropia, bién materia de casación cuando se la
como se ha dado en llamar doctrinaria- aplica erróneamente o cuando no se obser-
mente a la casación configurada en otras va, ya sea en lo que respecta a la acción
legislaciones, cuando en alguna parte se civil .que se hace valer en el proceso, ya
permite motivar la casación sobre los he- en cuanto la ley civil debe ser interpre-
chos; por cierto que esto es excepcional tada y aplicada para la exacta tipificación
en la legislación. de una figura delictiva o para resolver so-
La jurisprudencia de la provincia de bre cuestiones previas o prejudiciales.
Córdoba ha demostrado inestabilidad pre- Esto se explica fácilmente si se tiene en
cisamente en encontrar los límites hasta cuenta que en el sistema del cúmulo fa-
donde puede llegar y los que no puede so- cultativo de las acciones civil y penal re-
brepasar el Tribunal de casación en cuan- ceptado por nuestra legislación (art. 29,
to a la aceptación del hecho motivo de su Cód. penal), el damnificado puede hacer
nuevo juicio. Pero este límite1 está en dos valer su pretensión privada en el proceso
presupuestos de la casación: I ?), el Tribu- penal mientras la acción penal esté pen-
nal de casación no puede modificar las diente. Por otra parte, el tribunal de jui-
conclusiones de hecho a las que ha llegado cio habrá de formular en muchos casos
el inferior mediante el examen de la prue- valoraciones de la ley civil en la sentencia
ba sometida en cuanto a su valoración a para apreciar el encuadramiento penal del
sus libres convicciones; 29), puede mo- hecho sometido a su examen; ello en base
dificar, por e¡ contrario, las conclusiones al concepto unitario de lo ilícito.
del inferior en las cuales se sienta un cri- 11. El error in procedendo se carac-
terio jurídico referido al encuadramiento teriza en nuestro sistema procesal por la
del hecho apreciado y valorado, en una inobservancia de las formas procesales
norma substantiva. proscriptas bajo pena de nulidad o inad-
En definitiva, pues, en la elaboración misibilidad (art. 493, inc. 2°, Cód. proc.
lógica de la sentencia van quedando com- penal para Córdoba) ('). Se trata de una
ponentes firmes de la misma y compo- violación o inobservancia de la ley, pero
nentes casables que en esta forma se pro- no de la ley substantiva, sino de las nor-
yectan o reflejan en el dispositivo. Que- mas procesales, y no de toda norma de
darán inconmovibles las conclusiones del Derecho procesal, sino sólo de aquellas que
juez del mérito que afirmen: 19), la establecen las formas que deben observar-
existencia o inexistencia del hecho en se en el cumplimiento de los actos proce-
cuanto acontecimiento histórico; 2*?), la sales, y no tampoco de toda inobservancia
atribución física al imputado del hecho re- de las formas, sino solamente de aquellas
conocido como existente; 31?), las circuns- formalidades cuya inobservancia se san-
tancias psico-fisicas referentes a la apre- ciona en la ley con nulidad o inadmisibi-
ciación del hecho como delito atribuido al lidad.
imputado o como una determinada figura Es de advertir que la expresión "for-
delictiva; 4<?), las circunstancias de hecho mas" aquí utilizada tiene un sentido más
qué califican al delito o sirven para gra- amplio al que surge de su literalidad. Esto
duar la penalidad o para determinar la no es exacto si se advierte que en ella se com-
culpabilidad del imputado. prende: I 1 ?), la omisión de un requisito
En cambio son casables las conclusiones exigido por la ley; 2°), la omisión de un
del juez del mérito: !<?), referentes al ele- acto o serie de actos que la ley exige; 3?),
mento lógico de las comprobaciones de he- el cumplimiento de un acto de manera
cho, en cuanto esas conclusiones se co- distinta a lo que la ley establece; 491, el
rrespondan o no con las premisas que se
hayan sentado; 2<?), que encuadran el ( 7 ) Los Códigos procesales penales para Men-
hecho probado y valorado en una deter- dosa y para La Rloja agregan también: •'... pres-
minada norma legal, o que lo consideran críptos bajo pena de caducidad" (arts 500, inc 2',
y 495. inc. 3», respectivamente). El acierto de este
no encuadrado en ninguna norma de in- agregado depende de la clasificación que se adop-
criminación; 3<?), que califican el hecho te para las sanciones procesales.
cumplimiento inoportuno de un acto, ya La referencia al error de hecho en cuan-
sea antes o después del momento pro- to a la apreciación de las pruebas, signi-
cesal señalado por la ley. fica una desnaturalización de la casación,
Por el contrario, no habrá inobservan- por cuanto se introduce así el impuro ins-
cia de las formas procesales cuando en la tituto que nosotros hemos calificado de
resolución del juez del mérito se aplique casación impropia.
erróneamente una norma adjetiva, o sea
un artículo del Código procesal penal que V. Juicio de casación.
no determine formalidad ni contradiga la 13. El juicio de casación se inicia una
ley de fondo. Esta situación no podrá mo- vez declarado definitivamente admisible el
tivar la casación, puesto que tampoco se recurso interpuesto por el Ministerio fiscal
incurre en vitia in indicando. o por las partes. Pero esa admisibilidad
Repetimos que esta función de la casa- importa un juicio previo que deberá con-
ción motivada en el error in procedendo cluir con la declaración de procedencia o
que recepta nuestra moderna legislación, improcedencia de la 1vía impugnativa en
equivale a la nulidad por vía impugnativa casación pretendida ( 0 ). Esta cuestión será
contemplada en nuestra legislación proce- estudiada en la voz RECURSO DE CASACIÓN
sal penal de viejo cuño, a la cual con algo PENAL.
más de extensión nos referiremos al final Declarado procedente el recurso, se abre
de este artículo. el juicio de casación, que concluirá con la
12. Por tratarse de uno de los más re- sentencia del Tribunal de casación. Con-
cientes cuerpos legales de nuestro país, forme al artículo 22 del Código procesal
consideramos conveniente hacer una lige- penal para Córdoba, el Tribunal de casa-
ra referencia al Código procesal penal para ción es el Superior Tribunal de Justicia.
la provincia de La Rioja («), en cuanto En el orden nacional lo es la Suprema Cor-
introduce un agregado a los motivos por te Nacional, conforme al artículo 96 de la
tos cuales procede la casación. El artículo Constitución Nacional (").
495 de este Código agrega a la violación o Por eso, el juicio de casación es la etapa
errónea aplicación de la ley substantiva y eventual del proceso que surge cuando se
al quebrantamiento o inobservancia de declara procedente una impugnación en
las normas procesales, los siguientes mo- casación, tramitada por ante el tribunal de
tivos: a), cuando se hayan violado princi- más alto grado ( 1 2 ), cuya decisión le dará
pios fundamentales relativos a la oralidad fin haciendo o no lugar al agravio de de-
y publicidad de los debates; b), cuando recho invocado. La eventualidad es propia
en la apreciación de las pruebas haya ha- de toda etapa impugnativa, dado la natu-
bido error de derecho, o error de hecho si raleza negocial de los recursos o más bien
este último resulta de documentos o actos el carácter facultativo del poder de im-
auténticos que demuestren la equivocación pugnación. La competencia del tribunal
evidente del juzgador. más alto surge de la naturaleza misma de
Es necesario observar que la referencia la institución, ya que en otra forma no
a la oralidad y publicidad del debate sig- se conseguiría la uniformidad en la ob-
nifica un quebrantamiento de normas pro- servancia del derecho. Es claro que si el
cesales prescriptas bajo pena de nulidad tribunal que se instituya sólo ha de enten-
(art. 395 del mismo Código), por lo cual der en el juicio de casación, podrán exis-
su especificación en inciso aparte sólo ha tir a la par en la organización judicial
de tener el valor de refirmar más aún y otros de igual jerarquía, pero con otras
en forma enérgica estas características del funciones específicas. Los otros elementos
debate. del concepto son comunes a los del juicio
Por otra parte, consideramos equivocado
hablar de error de derecho en la aprecia- (10) Debe recordarse también la facultad que
ción de las pruebas, dentro de un sistema los códigos acuerdan al Tribunal de casación par»
procesal que ha adoptado en forma deci- desechar de oficio y sin debate alguno el recurso
dida el sistema probatorio de las libres que haya sido mal concedido por ser formalmente
Improcedente (Córdoba, art. 505. al que siguen
convicciones o sana crítica racional ( 9 ). textualmente los otros códigos modernos).
(11) En Mendoza funciona como tribunal de
(8) Este Código ha sido sancionado el 29 de casación la Suprema Corte (art. 22); en La Rioja,
septiembre de 1950, por ley provincial nüm. 1574. la Corte de Justicia (art. 28).
El texto se transcribe en Anales de Legislación (12) En varios países extranjeros, como Italia
Argentina, t. 11 (B), pág. 1444. 1951. y Francia, por ejemplo, se ha instituido una Corta
(9) El tercer apartado del art. 432 de este Có- de casación. El proyecto del P. E. Nacional de
digo, habla de apreciación de las pruebas con- 1948, Instituía una Cámara de casación, la que
forme a las reglas de la sana critica, las que en tendría función específica a este respecto, siendo
substancia muy poco se apartan de las que rigen ajenos a ella el conocimiento de los otros re-
el sistema de las libres convicciones. cursos.
impugnativo en general, salvo la finalidad de Córdoba se compone actualmente de sie-
específica a que ya nos hemos referido. te miembros.
14. Si el recurso de casación interpues- El articulo 427 de Córdoba establece las
to por el Ministerio fiscal o las partes fue- formalidades para el veredicto y exige la
ra mantenido, se pondrán los autos por pública lectura del mismo, como lo hace
diez dias en la oficina, a fin de que los igualmente el artículo siguiente con res-
Interesados los examinen; vencido dicho pecto a los fundamentos de la sentencia
término, se designará una audiencia para de casación.
que los mismos interesados (fiscal del Tri- El tribunal deberá ordenar directamente
bunal y partes) informen '(art. 502); se la libertad del imputado cuando su deten-
establece a este respecto un término dila- ción deba cesar por efecto de la sentencia
torio de cinco días. Durante el término de (art. 511, Córd.).
oficina se proporciona a los interesados la 15. El Código procesal penal para Men-
oportunidad de presentar escritos amplia- doza, con redacción mejorada, substancial-
torios sobre los motivos que fundamenta- mente sigue los mismos lincamientos que
ron la impugnación, desarrollando sus el Código para Córdoba, cuyas normas he-
fundamentos (art. 503, Córd.), al cual se mos venido analizando ("). Lo mismo
agregarán las copias necesarias para en- ocurre con el proyecto del Poder Ejecuti-
tregar a las partes (fiscal,y partes), según vo Nacional para la Capital Federal de
reza la parte final del último artículo ci- 1948 O»), y con los códigos para las pro-
tado. vincias de Jujuy y La Rioja (»«). Santiago
La audiencia del procedimiento en casa- del Estero ha seguido textualmente a. Cór-
ción tiene la característica de no ser ne- doba.
cesario que estén presentes ni que usen de El Código para Córdoba, a su vez, ha
la palabra los abogados de las partes. En seguido en lo substancial a su fuente más
caso de que los abogados resuelvan hablar, inmediata, o sea al Código procesal penal
primero hará uso de la palabra el abogado italiano de 1930, pues no se advierten
del recurrente, y si hubiera recurrido el modificaciones en cuanto a las normas
Ministerio fiscal, su representante hablará referentes al trámite del juicio de casa-
antes que el defensor del imputado (ar- ción. (V. los arts. 529 y siguientes del cita-
tículo 506, Córd.). Este podrá presentar do cuerpo legal italiano.)
breves notas escritas antes de la delibera- 16. En primer lugar, conviene anotar
ción de la sentencia, no admitiéndose la aquí que el plazo establecido para la pre-
réplica, según dispone el último artículo sentación de los escritos de ampliación es
citado. perentorio, aun cuando su inobservancia
Concluida la audiencia, el Tribunal de no esté sancionada expresamente con ca-
casación pasará a deliberar inmediata- ducidad ( 1T ). "En consecuencia, si vence el
mente en sesión secreta, a la que sólo po- término de diez días durante los cuales los
drá asistir el secretario; a continuación autos estuvieron puestos en la oficina
de la audiencia podrá el tribunal por re- (art. 502, Córd.), una vez colocado el
solución diferir el fallo para un plazo que correspondiente certificado de secretaria,
no será mayor de veinte días, ello aten- ni el fiscal, ni las partes, podrán presentar
diendo a la extensión e importancia de estos escritos. Si así no fuera, la ausencia
las cuestiones planteadas (art. 507, Córd.). de preclusión con respecto a este momento
La ley establece un orden para la reso- procesal permitiría ampliar la motivación
lución de todas las cuestiones planteadas, del recurso aun hasta el momento mismo
lo que hace por vía de remisión al juicio de producirse los informes en la audiencia.
común (art. 426, Córd.), pero debe adver- Con esto se acarrearía una desigualdad
tirse que esta norma sólo puede ser apli- entre las partes que la ley ha querido
cable a la casación dentro de la posibili- precisamente evitar, al establecer en el
dad de sus motivaciones, pues, como ya mismo artículo 502 el término dilatorio de
se ha dicho, nada tiene que resolverse cinco dias de anticipación para notificarse
aquí sobre las cuestiones de hecho. la audiencia. En ese plazo de cinco días
La sentencia será dictada por mayoría de las partes tienen el derecho de enterarse
votos, conforme a la libre convicción del debidamente de todo sobre cuanto haya de
tribunal, según expresa el apartado 2°
(art. 426, Córd.) ( 13 K El Tribunal Superior bio. el Código para Mendoza sigue la terminolo-
gía del Código para Córdoba (art. 427, ap. 3o).
(14) Arts. 506 a 512 Inclusive.
(13) Ya hemos dicho que el Código para la (15) Arts. 454 y sigs.
provincia de La Rloja aplica las reglas de la (16) Art. 498 y sigs.
sana critica. Igual expresión usa el proyecto del (17) Kn contra, Manzinl. Derecho procesal pe-
?. E. Nacional de 1948 (art. 394. ap. 2«). En cam- nal, t. 5, pág. 190, ed. castellana.
informarse en la audiencia, y se impediría dentemente el procedimiento de casación
el ejercicio de ese derecho si con posterio- constituye un estado del proceso al que se
ridad se permitiera ampliar o desarrollar llega por la vía impugnativa en casación,
los motivos del recurso. ya sea de la sentencia de la Cámara de
Debe observarse, sin embargo, que la pe- Juicio, ya de determinadas resoluciones:
rentoriedad de este término puede afectar dictadas por el juez de instrucción. Por la
también la defensa, esto dentro de la téc- tanto, por causa de extinción de la acción
nica del Código para Córdoba, si se ad- (art. 368, inc. 49, Córd.) puede también
vierte que, según el artículo 504, el defen- dictarse sobreseimiento durante el trámite
sor de oficio será nombrado en el mismo del juicio de casación.
decreto de fijación de audiencia, o sea Pero cuando la causal consiste en la
cuando ya ha vencido el plazo de oficina prescripción de la pretensión punitiva-
y comienza a correr el dilatorio para la au- a nosotros nos agrada más hablar de pre-
diencia; este defensor de oficio no podría, tensión de justicia penal W—, es necesa-
en tal caso, presentar motivos ampliatorios rio resolver cuál será la penalidad que debe
o desarrollo de los motivos aducidos. Ello es tenerse en cuenta para concluir si ha
exacto, y la ley no da otra solución; pero transcurrido o no el término de la prescrip-
la dificultad se allana permitiendo al de- ción (21). ¿Poctrá t^ner el tribunal criterio
fensor de oficio lo que la ley no prohibe: autónomo, o deberá vincularse a la califi-
hacer notar al tribunal las cuestiones esen- cación legal o encuadramiento formulado
ciales omitidas en el momento de producir en la sentencia impugnada? La primera
sus conclusiones en la audiencia (is>. solución es a nuestro criterio la acertada,
Aclaramos que estos desarrollos y am- cuando se advierte de un modo evidente
pliaciones no deben alterar la base de' que media la prescripción de la acción
juicio de impugnación; no pueden referir- penal durante los actos preliminares (ar-
se a puntos nuevos aun cuando hayan sidc ticulo 389, Córd.); el tribunal de juicio
materia del juicio común. Pero sí pueder podrá aquí resolver con criterio autónomo,
contener nuevas razones o motivos, distin- sin estar, por lo tanto, ligado ni a la ca-
tos a los que se adujeron oportunamente lificación planteada en él auto de proce-
para combatir cada punto o extremo re- samiento ni a la planteada en la requisi-
currido. toria de elevación a juicio. Sin embargo,
17. Digno es de destacar también, co- durante la v!a impugnativa, creemos que
mo una especialidad de este juicio de ca- por lo menos relativamente el tribunal de
sación, el carácter simplemente facultativo casación está vinculado a la calificación
de la asistencia del defensor. Por eso el legal formulada en la sentencia de la
articulo 506 de Córdoba expresa que no es Cámara de Juicio. Tratándose de una sen-
necesario que los abogados de las partes tencia definitiva, durante la tramitación
estén presentes y hablen; y si bien debe de la casación deberá respetarse el en-
designarse defensor de oficio al imputado cuadramiento en ella formulado; pero si
que no ha comparecido o que no tenga debe casar el fallo por violación o errónea
defensor, ello tienn por objeto colocar al aplicación de la iey penal, estimándose
imputado en situación de que se pueda que el hecho debe encuadrarse en una
ejercer esa facultad («). norma que establece menor penalidad a la
Entiéndase bien que la ley sólo se refiere que sirvió de encuadramiento en la sen-
al uso de la palabra por parte del defen- tencia, deberá adoptar el Tribunal de ca-
sor o a su asistencia a la audiencia, con sación su propio criterio para resolver so-
lo cual no se va en contra del principio de bre la prescripción, si de acuerdo a él se
la necesidad de la defensa durante todo hubiese operado con anterioridad o con
el proceso como garantía para la justa posterioridad a los actos de juicio interrup-
aplicación de la ley. Por eso ha de nom- tivos.
brarse defensor de oficio al imputado
ausente o que no tenga defensor de con- (20) ,V. nuestro trabajo "Pretensión de justi-
fianza. cia penal", pxiblicado en Revista Jurídica, dí
Córdoba, año S, núm. 12, 1949, pág. 393.
18. De acuerdo con el segundo apartado (21) Debemos observar que este problema
del artículo 366 de Córdoba, cuando medie prácticamente lia, quedado reducido ahora a su
una causa extintlva de la acción penal mínima expresión en nuestro país a mérito de la
ley nacional de 1949, por la cual la secuela del
podrá pedirse y decretarse el sobreseimien- Juicio Interrumpe la prescripción de la acción pe-
to en cualquier estaco del proceso. Evi- nal: raramente podrá presentarse un caso de
prescripción durante la Tía Impugnativa. Mas ra
(18) V. la Relación sobre las disposiciones de podría ocurrir que la prescripción haya transcu-
aplicación del Cód. proc. penal Italiano de 1930. rrido ya en la Instrucción d« acuerdo a una cali-
art. 31. ficación de menor penalidad a la de la sentencia
(IB) Coníorme, M&nzlnl, op. cit., t. 5, pág. 19£. que el tribunal considere procedente.
Si el Tribunal de casación debe pronun- doña, Jujuy y La Rioja tienen a este res-
ciarse por la nulidad de la sentencia im- pecto normas substancialmente idénticas.
pugnada por quebrantamiento de las nor- Sin embargo, es del caso observar, con res-
mas procesales, no podrá resolver sobre la pecto al Código para la provincia de La
prescripción, ya que en esta oportunidad Rioja, que al referirse en el artículo 504
no rige el artículo 389 de Córdoba. En solamente al inciso 3° del artículo 495, no
cambio, sí podrá hacerlo, cualquiera sea da solución expresa al caso previsto en el
el motivo de casación invocado, cuando Inciso 2° del mismo artículo 495, referente
el objeto del juicio sea una resolución del a la Inobservancia de las reglas sobre la
juez de instrucción. En este caso, el Tribu- oralidad y publicidad del debate, que, co-
nal de casación tendrá criterio autónomo. mo ya dijimos, no era indispensable incluir
por cuanto se comprenden en el Inciso 3"?,
VI. Sentencia del Tribunal de casación. más general. La solución, por lo tanto,
19. Como una consecuencia de la norma está dada con la sola referencia al inci-
general sobre recursos sentada en el ar- so 3°.
tículo 477 de Córdoba, la jurisdicción del 20. * Quedan así planteados los dos sen-
Tribunal tle casación es atribuida limita- tidos afirmativos en que puede decidir el
damente a los puntos de la decisión a los Tribunal de casación: 1"?), sin reenvío en
cuales se refieren los agravios. Como en la caso de casar la resolución Impugnada por
casación los agravios sólo pueden apoyarse Inobservancia o errónea aplicación tir in
en motivos de derecho, queda circunscripta ley substantiva; 2 ) , con reenvío cuando la
a ellos la jurisdicción del tribunal, por lo resolución Impugnada se casa o anula por
cual la decisión a dictarse no puede so^ quebrantamiento de las normas procesales.
brepasar estos límites. Queda así circuns- Pero hay aún dos posibilidades más: una
cripta la competencia funcional. negativa y otra que podríamos calificar
Pero como los motivos de derecho pueden de negativo-afirmativa. La primera con-
referirse al error in judicando o al error siste en el rechazo liso y llano, en cuanto
in procedendo, o también a ambos a la al fondo, de la impugnación planteada, y
vez, sobre ellos debe versar la decisión, ya por lo tanto se traduce en el mantenimien-
sea aceptándolos o rechazándolos; to en todas sus partes de la resolución del
Cuando la sentencia del a quo se casa a QUO. No descartamos, por cierto, la po-
por inobservancia o errónea aplicación de sibilidad de que el Tribunal de casación
la ley substantiva, en el mismo acto el pueda en parte aceptar los motivos aduci-
tribunal deberá resolver aplicando la ley dos y en parte rechazarlos, en cuyo caso
o la doctrina que estime del caso, es decir, estaremos frente a una situación de anu-
que actuará al mismo tiempo como tribu- lación parcial ( 2 3 ).
nal rescidens y como tribunal rescisorium La resolución que hemos considerado
(art. 508, Córd.). En cambio, cuando el como de sentido negativo-afirmativo, tiene
tribunal llega a la conclusión de que no se del primero en cuanto con ella se rechazan
han observado las formas procesales pres- los motivos de impugnación al Igual que
criptas bajo pena de nulidad o inadmlsi- el caso anterior; pero no se rechazan ya en
bllidad, sólo ha de limitarse a "casar" la forma lisa y llana, pues no obstante esta
resolución, a anularla, declarando asimis- negativa en cuanto al fondo, se permite al
mo nulo todo lo actuado en el proceso des- tribunal la corrección o rectificación en
de el momento en que no se observó la derecho de la resolución cuestionada sin
forma impuesta por la-ley bajo las san- casarla o anularla, es decir, sin prestar
ciones indicadas (art. 509, primera parte, atención a los motivos invocados por el
Córd.); pero el mismo tribunal no podrá Impugnante (art. 510, Córd.). Es asi de
resolver conforme corresponda en derecho norma en todos nuestros códigos moder-
o realizar la parte o momento del proceso nos.
considerado nulo; actuará solamente como Pueden ser corregidos: 1°), los errores
juez rescidens, pero no como tribunal res- de derecho advertidos en los fundamentos
cisorium. Esta última función corresponde de la decisión que no hayan Influido en
a otro tribunal de la misma jerarquía o el dispositivo de la misma; 2^), los errores
grado a aquel que intervino en la resolu- materiales de la decisión en cuanto a la
ción anulada', pero compuesto por jueces designación y al cómputo de las penas.
distintos, es decir, que ninguno de los jue-
ces componentes de este tribunal podrá (33) Es también de sentido negativo la reso-
formar parte del tribunal rescisorium (2*). lución del Tribunal de casación que declara inad-
misible el recurso en base a su improcedencia
Los códigos de Santiago del Estero, Men- formal, sin entrar a considerar el (ondo de la.
cuestión planteada; este tipo de resolución sera
(22) V. la TOB TmiHjNM- "BrscisoBTOM". estudiado en la voz RECURSO DE CASACIÓN.
Estas dos posibilidades se fundan en la na! rescisoríum. Tanto la ley para Córdoba,
circunstancia de que tales errores no pro- como la de nuestros otros códigos moder-
ducen injusticia; son meros errores no nos, es clara y expresa; el tribunal entrará
esenciales en el primer caso que no influ- a resolver sin nuevo juicio cuando se casa
yen en el dispositivo y, por lo tanto, no la sentencia por inobservancia o errónea
afectan a lo efectivamente resuelto; en el aplicación de la ley substantiva. Por el
dispositivo es donde realmente debe radi- contrarío, anulará la sentencia y remitirá
carse la injusticia. No obstante lo dicho, a nuevo juicio, cuando la casación tenga
debemos evitar confusiones en las que po- por fundamento la inobservancia de las
dría incurrirse si extendemos demasiado el normas procesales.
alcance de esta facultad de corrección, del Nuestra legislación se ha apartado aquí
Tribunal de casación, hasta el extremo de de su modelo italiano, el Código de 1930,
comprender situaciones como sería aquella que deja en parte al criterio del Tribunal
en la cual se advierta una evidente con- de casación y en parte establece taxati-
tradicción entre el dispositivo y los fun- vamente ¡os casos en los cuales debe 'la
damentos del fallo impugnado. Estaremos causa remitirse o reenviarse a nuevo juicio
aquí frente a un caso de falta de corres- (arts. 539 y 543).
pondencia entre las premisas y la conclu- Ya hemos adelantado cómo nuestros có-
sión en el juicio lógico que involucra la digos procesales penales retrógrados han
sentencia; hay un error lógico jurídico y tenido en cuenta la casación en forma
no un mero error substancial; el error rudimentaria y sólo referida al error ir?,
recae sobre el elemento lógico acerca de la procedendo legislado como mero recurso
comprobación fáctica. Aquí la censura del de nulidad, siempre vinculado al de apela-
Tribunal de casación habrá de resolverse ción (arts. 511 y 512 del Código nacional
por la anulación en mérito al inciso 4° del de proced. penales). Si la nulidad se ra-
artículo 432 de Córdoba: si falta o es con- dica en la sentencia, el reenvío se hará a
tradictoria la motivación (**). un juez distinto de aquel que la dictó; en
En cuanto a iá designación y cómputo cambio, sí la nulidad se resolviera por
de las penas, aun cuando ya el error se violación del procedimiento, el reenvío se
materializa en el dispositivo, no se trata hará al mismo juez para que reponga los
de un verdadero error productor de injus- actos declarados nulos y dicte sentencia.
ticia, sino de un mero defecto de nombre El Tribunal de casación, es decir, el que
y de número con respecto a las penas. resuelve sobre la nulidad por vía de recur-
Claro es que habrá de evitarse que la rec- so, es el mismo que entiende en la segun-
tificación del error implique apreciaciones da instancia ( 2 B ).
de hecho o discrecionalidad, pues en estos
casos habría que anular la sentencia ( 25 ). LaJURISPRUDENCIA. — T. S. J.. Córdoba. 28-6-918:
inconstituclonalldad cié la disposición legal
Esta norma, en su conjunto, salva el cuya errónea aplicación se pretenda, puede ser
fundamento de la casación penal dejándola planteada por vía de casación (Comercio y Justi-
intacta, y se concilia con las normas sobre cia, Jurispr.. t. 1. pág. 1). s
S. J., Córdoba. 31-7-948: La violación o erró-5'
aclaración y rectificación de las resolucio- neaT. aplicación de una norma procesal no es mo-
nes judiciales que el Código para Córdo- tivo de casación, aun cuando sus efectos sean
ba legisla en el artículo 122. A pesar de la substanciales (Com. y Just., Jurispr.. t. 1, pá-
imperfección de la sentencia, el legislador gina 25).
ha querido apartarse de la tiranía de las deT.laS.casación
J.. Córdoba. 11-12-948: Los fundamentos
no pueden ampliarse en la opor-
formas, mediante la cual habría de qui- tunidad del informe in noce; deben quedar es-
tarse los efectos normales emanados de tablecidos en forma legal en el escrito de su in-
una decisión que no produce perjuicio; pero terposición.
en atención a que con este procedimiento neaFundándose el recurso de casación en la erró-
aplicación de la ley substantiva y no siendo
es peligroso invadir el campo de los he- posible rever los hechos que han quedado defini-
chos, vedado en absoluto para nuestra ca- tivamente establecidos en la sentencia, sólo resta
sación, ha de usarse de él con suma cau- al Tribunal de tasación juzgar la correcta califi-
cación de los mismos (Com. y Just.. Jurispr, t 1.
tela. pág. 119).
21. Por último, debemos dejar bieh T. S. J., Córdoba, 3-12-948: En el proceso los
sentado que la legislación de nuestro país hechos son fijados definitivamente por el tribu-
nal de sentencia, y el Tribunal de casación no
es terminante, en cuanto a la potestad del puede entrar a la comprobación material y a la
Tribunal de casación para resolver sobre avaluación de ellos (Com. y Just., Jurispr., t. 1,
el fondo en el mismo acto de casar la pág. 121).
sentencia o remitirla a tal fin a un tribu- se T.impugna
8. J., Córdoba, 8-5-951: En la casación no
la ley, sino la forma en que se la
interpreta, mientras que en el recurso de Incons-
tai) Manzlnl, ed. castellana clt., t. 5. pág. 166.
(25) Id., id., t. 5, pág. 218. (26) V. RECURSO DE NULIDAD.
titucionalldad lo impugnado es la ley misma adecuadas que paliaran estas necesidades,
(Com. y Just., Juríspr.. t. 4, pág. 93). facilitando los medios necesarios.
T. S. J., Córdoba, 26-10-951: L* contradlCvOrie-
dad de la motivación para que sea causal de ca- En nuestro país, la ley 9677, de 5 de oc-
sación, debe consistir en hechos graves, serios y tubre de 1915' (conocida con el nombre de
fundamentales (Com. y Just., íurlspí,, í. 4, pá- Ley Cafferata, por el autor del proyecto),
gina 281). establecía la creación de una Comisión'
T. 8. J., Córdoba: Para que exista falta fie Nacional de Casas Baratas formada por
motivación o motivación contradictora de !a. sen-
tencia, debe ser ésta estudiada en conjunto, por cinco miembros ad honorem, designados
s?r un torio ioeRs-ínúlbl* (Cozn. y Just, Jurlspt., por el Poder Ejecutivo, para ejercer las
t. i. pág. 290). funciones de dirección, fomento y control
Sup. Corte Kac,.: '83 Ur.procedenie el recurso que instruía la citada ley,
extraordinario rte casación aate I» Sisprama Cor- Se constituía un fondo especial que se
te Nacional mlsntras no se dicte la ¡ey reglamen-
taria cjue prsvé al art. 95 cíe la Constitución na- destinaría al cumplimiento de los fines de
ctoriaS, porque prescindir de *l!o Importarla exce- la ley y que sería depositado en cuenta
dsr ¡as atribuciones del tribuna! e Invadir laa ex- especial a la orden de la Comisión Nacio-
presamente acordadas al Congreso (sus fallos,
t. 214. pag. 423). nal de Casas Baratas. El artículo 3"? deter-
T. 8. J., Córdoba, 13-4-950: Según lo dispone minaba las atribuciones de la comisión,
el art. 432 de! Cód, de proc. penales de Córdoba, que eran: la inversión de los fondos, me-
la nuü;iad de sentencia se produciría por "falta diante la contratación con sociedades de
de motivación", va conteniéndose en ella para construcción y con particulares, en casas
fundar la casación la motivación errónea o equi-
vocada (Com. y Just., Juríspr., t. 3, pág. 16). higiénicas y baratas, en la capital y terri-
T. S. J., Córdoba. 13-4-Q50: Las cuestiones psí- torios nacionales, destinadas a ser vendidas
quicas determinantes" de los estados de Incons- o alquiladas a obreros jornaleros o- em-
ciencia, ¡nímputabilldad. moví! del acto y emo- pleados de pequeños sueldos; la interven-
ción violenta, son cuestiones lie decho (Com. y
Just., Jurispr., t. 3, pág. 232), ción en la concesión de los beneficios o
T. S. J.. Córdoba: El recurso de casación no estímulos acordados por la ley a las socie-
constituye una segunda instancia y no puede re- dades o particulares que se dedicasen a
versa el fondo del litigio sino solamente el juicio la construcción de casas baratas, de acuer-
de derecho en su sentido más restringido, lo que do con sus prescripciones; el fomento de
no ocurre cuando se pretende la revisión del mon-
to índemnleatorio librado por la ley a ¡a pruden- la construcción de viviendas de este género
cia judicial (Com. y Just.. Juríspr, t. 3, pag. 255). por particulares o compañías de edificación
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cu Cassazione e 11 ricorso nell'lnteres3 della legge", recursos fuesen comprobados, siendo requi-
en Annali di Diritto e Procedura pénale o.ño VIII
(1939), pág. 361; "I motivl aggiuníl del ricorso sito indispensable, a los efectos de esta
per cassazione e 11 dlfensore d'uílc!o'. Id., año I, última disposición, que el adquirente no
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Buenos Aires, 1951. — Alolsl, U., "Cassaelone pé- era abonado en mensualidades fijas, con
nale', en Nuouo Digesto Italiano, t. 2, pág. 1034. un interés del tres por ciento y una amor-
tización acumulativa del cinco por ciento
CASAMIENTO. (V. MATRIMONIO.) anual, sobre el importe de la venta, no
admitiéndose en ningún caso entregas an-
CASAS BARATAS. El problema de la ticipadas.
vivienda para las clases de economía dé- El adquirente o sus sucesores podían res-
bil, que se ha hecho más agudo desde prin- cindir el contrato de compra, y en ese caso
cipios de siglo, ha obligado a los dirigentes les serían devueltas, a él o a sus herederos
de los Estados a buscar aquellas medidas forzosos, las cantidades que hubiera en-
tregado en concepto de amortización y el la venta y alquiler, las primeras por el
valor de las mejoras útiles realizadas, de- plazo de diez años, siempre que el adqui-
Wendo deducirse el Importe de las repa- rente esté dentro de lo preceptuado por la
raciones necesarias que hubiese que efec- ley, o sea que reúna las circunstancias que
tuar. enumeramos anteriormente.
Mientras no haya recibido la escritura La transmisión de la propiedad, en caso
definitiva, el adquirente no podrá, bajo de muerte, estará exenta de todo grava-
ningún concepto, alquilar ni enajenar la men o impuesto a las sucesiones, cuando
propiedad, ni establecer ningún negocio, se trate de herederos directos, y tendrá una
ni recibir en depósito mercaderías. La vio- reducción del 50 por ciento cuando sean
lación de esta cláusula hará perder, ipso colaterales.
•facto, sus derechos, no pudlendo reclamar La ley facultaba a la Comisión Nacional
otra indemnización que la mencionada en para establecer un seguro temporario de
los párrafos anteriores. vida al adquirente de una casa barata,
El artículo 81? determina que la demora mediante una cuota que disponía se fijaría
no justificada de cinco meses consecuti- oportunamente, para garantizar a su fa-
vos en el pago de la cuota mensual de mili; . en na.' o de muerte, el pago de todas
interés y amortización, será causa sufi- las cuotas que faltaban hasta la escritu-
ciente para quedar de hecho rescindido el ración definitiva.
contrato de compraventa, devolviéndose al En el artículo 21 se mencionaba que el
adquirente la suma por conr jpto de indem- Poder Ejecutivo consignaría todos los años,
nización de acuerdo al an/í^'lo 8. en el proyecto de presupuesto de gastos
Los materiales empleados t. la cons- de la Nación, la cantidad que estimare
trucción de casas baratas estaran exentos necesaria para ser entregada a la Comisión
de los derechos e impuestos que gravan las Nacional a los fines de la ley.
importaciones; la misma franquicia ten- La Caja Nacional de Ahorro Postal podrá
drán los materiales usados para la cons- prestar dinero a la Comisión Nacional, a
trucción de casas baratas individuales o los fines de la ley 9677, hasta el 50 por
colectivas para obreros o empleados por ciento de los depósitos, al interés del &
sociedades que se dediquen a ese fin, siem- por ciento anual.
pre que la Comisión Nacional apruebe los Se facultaba a la Comisión Nacional, en
planos y especificaciones de la construc- el artículo 22, para adquirir los terrenos
ción y las condiciones de su enajenación y necesarios para las construcciones, recibir
locación. donaciones y legados y administrar todos
También quedan exoneradas del pago los fondos, con cargo de rendir cuentas y
de la contribución territorial por el tér- elevar una memoria semestralmente, a la
mino de diez años, a contar desde la fecha Contaduría general de la Nación.
de la adquisición o edificación, las casas Se disponía en el artículo 25 que el que
adquiridas o construidas particularmente presentara información falsa o adulterase
por empleados u obreros jornaleros que en cualquier forma la verdad, con objeto
reúnan las condiciones siguientes: 1. Que de obtener los beneficios de esta ley, sería
sea para uso particular. 2. Que su costo penado con arresto de seis a doce meses
no exceda de diez mil pesos. 3. Que se o multa de 500 a 1.000 pesos, más la pér-
compruebe debidamente que el propietario dida de las cuotas satisfechas.
no posee propiedad por valor de más de La ley 11.393 modificó la ley Cafferata,
3000 pesos o rentas^ equivalentes. 4. Que no quedando el articulo 5? de la ley 9677 en
sean destinadas para negocio ni depósito de la siguiente forma: El valor total del terre-
mercaderías. no y del edificio será abonado en men-
En el artículo 12 de la citada ley se de- sualidades fijas, con un interés del 3 por
termina que quedan también exoneradas ciento, y una amortización acumulativa del
de impuestos fiscales las sociedades de 3 por ciento anual. Anteriormente era del
construcción o créditos que tengan por 5 por ciento.
objeto construir casas baratas individuales En el artículo 2"? de esta nueva ley se
o colectivas o prestar dinero para su edi- concedía una rebaja del 25 por ciento en
ficación, siempre que se ajusten a las el precio de las casas del Barrio Caffera-
disposiciones de la ley precitada y previa ta, excepto el 3 por ciento que fijaba la
la adjudicación por la comisión de los pla- ley 9677, en concepto de intereses, los co-
nos y especificaciones de su construcción y rrespondientes a impuestos se imputarán a
condiciones de su enajenación o locación. la amortización del precio, y la Comisión
También quedan libres de impuestos fis- Nacional de Casas Baratas cargará a las
cales las casas baratas hechas por socie- cuotas mensuales futuras lo que hubieron
dades de-beneficencia o cooperativas para abonado de menos, en las cuotas mensua-
les pagadas, los adjudicatarios del mismo la Secretaria de Trabajo y Previsión ejer-
barrio. cerá las funciones de la ex Comisión Na-
Además se disponía que, inmediatamen- cional de Casas Baratas.
te que los adjudicatarios de las «.asas se La Secretaría de Trabajo y Previsión, por
acogiesen a los beneficios de esta ley, la intermedio de la Dirección de la Vivienda,
Comisión Nacional de Casas Baratas les ejercerá las funciones de dirección, fo-
extenderla boletos de compraventa en for- mento y control que tenia asignadas la ex
ma, reconociéndolos en carácter de pro- Comisión Nacional de Casas Baratas, la
pietarios desde la fecha en que les fueron que se declara disuelta definitivamente.
adjudicadas. Esta ley es de 28 de septiem- El Reglamento se dio por la ley 10.479
bre de 1927. de 21 de abril de 1917. (V. VIVIENDA.)
La ley 12.110 establecía que las sumas (E. C. O.)
que por concepto de cuotas e impuestos
adeuden los adquirentes y adjudicatarios CASO DE FUERZA MAYOR. (V. FUERZA
de las casas de los barrios Juan F. Caffe- MAYOR.)
rata, Marcelo T. de Aívear y Guillermo
Rawson, de acuerdo a las eyes 9677 y CASO FORTUITO.* SUMARIO: I) Concepto.
11.393, serian cargadas a la cuenta perso- 1. El principio. 2. Definición legal. 3. Iden-
tidad de conceptos. 4. Distinciones doctri-
nal respectiva, sin interés. El monto total narlas. 5. Distinción teórica. 6. Distinción
de cada deuda por este concepto, se abo- en cuanto a lo.s_e_fectps 7. TeorU- de Exner.
nará en cuotas mensuales no superiores 6. Elementos de la fuerza mayor en la teoría
a las actuales mensualidades y a contar de Exner. 1. a) Hecho exterior. 10. b) He-
cho Impértante. 11. c) Hecho notorio.
de la fecha fijada para el pago de la úl- 12. Critica. II) Elementos del caso_Jortuito
tima cuota de adquisición, acordándose \l la fuerza mayor. 13. ElementóTTconumés.
también en esta ley una medida más en 14. a) Imprevislbllldad. 15. b) Irresistlblli-
beneficio de aquellos que no hubiesen po- dad. 16. Criterio de apreciación. 17. Impo-
sibilidad moral. 18. c) Actualidad. III) Apli-
dido cumplir la obligación contraída res- caciones. 19. La jurisprudencia. A) Hechos
pecto a sus pagos. La Comisión Nacional de la naturaleza. 20. Principio general.
de Casas Baratas —se le ordenaba—, de- 31. Arrendamientos rurales. 22. Principio
jurisprudencial. 23 Lluvias e Inundacio-
jará sin efecto los juicios actualmente en nes. 24. Tempestad. 25. Incendio. B) He-
trámite que tengan por objeto el cobro chos del hombre. 26. Caaos frecuentes
judicial de las sumas adeudadas por los 27. a) Actos del soberano. 28. Supuestos
adquirentes y adjudicatarios, disponiéndose posibles. 29. Intervención íederal. 30. Clau-
sura administrativa. 31. Conf lacador.
que, en adelante, el atraso en el pago de 32. Resoluciones judiciales. 33. Acto dei
cinco cuotas consecutivas o de un semestre propio Estado. 34. Omisión. 35. b) Gue-
de impuestos, facultará a la Comisión rra. 38. c) Huelga. 37. d) Hecho de terce-
Nacional de Casas Baratas para exigir el ro. 38. Principio general. 30. La demencia.
40. Intruso. 41. Robo. 42. e) Daño cau-
desalojo del deudor moroso, además de los sado por animales y cosas Inanimadas.
afectos a que se hacia mención en el ar- IV) Efectos. 43. indicación legal. 44. Dis-
tículo 8° de la ley 9677. La ley menciona- tinción. 45. A) Ex'cepclones. 46. a) Pacto de
responsabilidad. 47. Alcance. 48. Aplicación
da, o sea la 12.116, es de 30 de septiembre legal. 49. b) Culpa. 60. Aplicación Juris-
de 1934. prudencial. 51. c) Mora. 52. b) Cláusula
El decreto 11.596 de 1943 extendía los evcluyer.te de responsabilidad. 63. UUÜdncl.
beneficios de la ley 9677 a todo el terri- 54. Efecto. V) La prueba. 65. Principio ge-
neral. 56. Aplicación.
torio de la Nación, y disponía, en 'el ar-
tículo 2°, que las provincias que deseasen I) CONCEPTO.
acogerse a los beneficios de la ley 9677 1. El deudor que no cumple es respon-
deberían realizar los convenios respectivos sable de su incumplimiento. Tal es la re-
con la Comisión Nacional de Casas Bara- gla, cuyas excepciones son el caso fortuito
tas. Esta Comisión, con el asesoramiento y la fuerza mayor.
del señor comisionado de la provincia de 2. "Caso fortuito es el que no ha podido
Corrientes, dispondrá la inmediata cons-
trucción de viviendas económicas, pudien- preverse, o que, previsto, no ha podido
do Invertir a ese efecto hasta la suma de evitarse". Así reza el articulo 514 del
cien mil pesos con imputación al plan de Código civil, recogiendo la vieja definición
obras de dicha comisión, que deberá ser de Cayo: "Vis major est ea quae consilio
cumplido oportunamente, en el importe humano ñeque provideri ñeque vitari po-
correspondiente a la suma invertida en test" O.
este año por decreto dictado por conducto * Por el Dr. JORGE O. BENCHETRIT MEDINA.
del Ministerio de Obras públicas.
El decreto 10.102, de 1944, modifica el ar- (1) Escriche, J.. Diccionario razonado de le-
tículo 1? de la ley 9877, disponiendo que filiación y jurisprudencia, pág. 729. París. 1Í07
3. Del articulado del Código resultan se ha hecho clásica en la materia, espe-
idénticas, en sus efectos, ambas figuras. cialmente en la actividad industrial y de
En la propia nota al articulo 514, habla transportes ( 6 ).
Vélez de "los casos fortuitos o de fuerza Para Exner, el criterio distintivo entre
mayor", producidos ambos "por dos gran- el caso fortuito y la fuerza mayor radica
des causas: por la naturaleza o por el en el origen de las causas productoras del
hecho del hombre". Artículos hay en los hecho. Si ellas son extrañas a la explota-
cuales se usan las dos causales de exen- ción comercial- o industrial de que se
ción juntas, tales los 889, 893, 1522, 1568, trate (tempestades o inundaciones, órdenes
etcétera. Otros mencionan sólo al caso for- de autoridades, hechos de terceros, etc.),
tuito: 789, 892, 1517, 1521, 1557, 1572, 1630, el caso es de fuerza mayor; si las causas
etcétera, o a la fuerza mayor únicamente: son inherentes a la explotación misma
1526, 1571, etcétera. La identidad de con- (rotura de máquinas, estallido de calderas,
ceptos resulta indudable en el artículo etcétera), nos hallamos frente a un caso
1570, que habla en su principio de fuerza fortuito («).
mayor, y concluye llamando caso fortuito Sólo la fuerza mayor, de acuerdo a este
a la misma figura. Igual sinonimia de criterio, exime de responsabilidad; el deu-
conceptos se advierte en otras leyes, tal la dor, en cambio, debe responder por el caso
de arrendamientos rurales y aparcerías — fortuito.
ley 13.243—, cuyo artículo 69 menciona si- 8. Tres elementos son necesarios para
multáneamente ambas figuras. calificar el hecho" de fuerza mayor, confor-
4. Si bien en el Derecho positivo la dis- me a la teoría de Exner: a), que el suceso
tinción entre caso fortuito y fuerza mayor sea exterior a la empresa; b), que tenga
carece de efectos prácticos, la doctrina, una cierta importancia; O, que sea públi-
especialmente los autores modernos, hacen co y notorio.
distingos2 que influyen en su aplicación. 9. a) Hecho exterior: El primer ele-
Eusso ( ) clasifica a estos autores en dos mento, según explica Díaz de Guijarro ( 7 ),
grupos: el primero, de los que consideran siguiendo a Ripert, se comprende fácilmen-
a la distinción puramente teórica; y el te. Toda empresa, dice, está ligada con
segundo, de los que le atribuyen influencia ciertos riesgos de los cuales responde el
sobre la responsabilidad del deudor. empresario. Estos riesgos pueden derivarse
5. En el primer grupo destácanse dos del concurso de causas desconocidas, del
criterios. Para unos, el término "caso for- azar. El empresario responde del resultado
tuito" se aplica a los hechos producidos del azar desgraciado, en la misma forma
por la naturaleza, y "fuerza mayor" a los en que goza del azar favorable, ya que, en
hechos del hombre; es lo que dice Vélez esencia, es él mismo quien causa estos per-
en la nota al articulo 514. El segundo cri- juicios, no porque los provoque directamen-
terio es el que apoya la diferencia en la te por su iniciativa, sino porque son con-
importancia del acontecimiento: los hechos secuencia de la empresa que ha creado y
mas importantes serían casos de fuerza que dirige, la cual viene a ser la causa
mayor; los menos importantes, casos for- mediata del perjuicio sufrido por casos
tuitos. fortuitos. En cambio, y fuera de estas hi-
6. En el segundo grupo, que apoya la pótesis, existen otros casos que no guardan
diferencia en la extensión de la responsa- relación con la empresa, que no resultan
bilidad del deudor, se asigna a la fuerza de sus instalaciones y del trabajo de los
mayor un efecto liberatorio más amplio obreros, sino que provienen de una fuerza
que al caso fortuito. La primera Implica extraña al medio profesional; esta fuerza,
la "irresistibilidad" del acontecimiento, y más poderosa que la iniciativa del empre-
el segundo, su "imprevisibllidad" ( 8 ). El sario, es la fuerza mayor.
caso fortuito significaría sólo una imposi- 10. b) Hecho Importante: El hecho,
bilidad "relativa" de ejecución y, en cam- por su importancia, debe tener carácter
bio, la fuerza mayor sería la imposibilidad
"absoluta". Tal es la tesis de Colín y Ca- (6) V. su exposición en Salvst, Obligaciones,
pitant (<). t. 1, pág. 84, núm. 144. Buenos Aires, 1946; Díaz
7. El autor cuya teoría ha cobrado ma- de Guijarro, "La huelga como eximente de res-
yor relieve es el jurisconsulto vienes Ex- t.ponsabilidad", nota en Jurisprudencia Argentina,
31. pág. 1012; Busso. ob. clt., t. 3, pág. 303.
ner, cuya obra De la fuerza mayor en el¡j núms. 14 y siga.; Laíallle, H.. Derecho civil, "Tra-
Derecho mercantil romano y en el actual, tado de las obligaciones", t. 1, págs. 181, Buenos
Aires, 1947; Colmo, A., Obligaciones, pág. 93, Bue-
(2) Código eivü anotado, t, 3, pág. 301, nú- nos Aires, 1928.
mero 6, Buenos Aires, 1949. (6) Salvat, ob. clt., pág. 84, núm. 144.
(3) Busso. ob. clt.. t. 3, pág. 301, núm. 11. (7) Nota cit. en Jurisprudencia Argentina,
(4) Clt. por Buoao.. Ibid.. pág, 302. núm. 12. t. 21, pág. 1012.
extraordinario. Ello ocurre, agrega Díaz de de ambas figuras en. nuestro Derecho por
Guijarro, siguiendo siempre a Ripert, cuan- sitivo —a pesar de sus distingos en el
do el suceso sobrepasa a lo que debe pre- campo doctrinario—, los elementos que las
verse en el curso ordinario de la vida, integran son comunes. Para que un hecho
ya que la fuerza mayor importa el hecho pueda ser calificado de caso fortuito o
anormal. Debe tenerse en cuenta, sin em- fuerza mayor, son necesarias las siguien-
bargo, que existen ciertos hechos que, aun tes condiciones:
cuando en sí mismos no pueden estimarse 14. a) Imprevisibilidad: El articulo 514
como conexos a la empresa, deben ser señala que el caso fortuito "es el que no
considerados como tales, si han debido ha podido preverse", y agrega el codifi-
ser previstos, porque el deudor ha estado cador en su nota: "El artículo habla de
en condiciones para ello. Asi, por ejemplo, casos fortuitos previstos, pero no debe
cuando un puerto es súbitamente invadi- entenderse de una previsión precisa, cono-
do por los hielos, impidiendo la partida ciendo el lugar, el día y la hora, en que el
de un navio, el retardo en su llegada se hecho sucederá, sino de la eventualidad de
dsbe a un caso de íuerza mayor, pero si tal hecho que puede, por ejemplo, destruir
durante el invierno, a contar de cierta íe- los frutos de la tierra, sin que sea posible
cha, el puerto se encuentra todos los años saber dónde y cuándo sucederá".
en esa situación, el armador debe preve- Será siempre una cuestión _de__hecho,
nir este inconveniente y evitarlo. Resulta, librada a la decisión de los jueces, que
así, que el hecho es siempre exterior, pero tendrán en cuenta, sin duda, para juzgar
en el primer caso es anormal y no puede la mayor o menor previsibilidad de un
ser previsto, mientras que en el segundo, hecho, las circunstancias de cada caso, y
debe serlo y entra, en consecuencia, en los lo que es dable exigir a un hombre co-
riesgos de la empresa. rriente en análoga situación ( n ).
11. c) Hecho notorio: Destaca Busso es- Este elemento tiene un papel esencial
te tercer elemento de la teoría de Exner, en la determinación del caso fortuito o
fundado en la necesidad de hacer insos- fuerza mayor, siendo el que lo distingue
pechable la prueba del hecho. En la publi- de la culpa. En ésta, el hecho pudo ser
cidad del mismo, en su conocimiento por previsto y evitado, y si no lo es, se debe
todos, descansa la seguridad de que el deu- a la negligencia en que incurre el respon-
dor no podría producir una prueba artifi- sable; en el caso fortuito, la previsibilidad
cial ( s ) . Es un elemento que complementa se halla ausente, o el sujeto, aun sospe-
el anterior en cuanto la notoriedad es con- chando la vecindad o producción del acon-
secuencia del carácter extraordinario del cimiento, es impotente para detenerlo ( 12 ).
hecho. 15. b) Irresistibiüdad: El hecho ha de
12. Crítica: Para Díaz de Guijarro (°), ser irresistible, esto es, imposible de ser
la doctrina de Exner resulta de una lógica evitado por el deudor. Si está en sus ma-
absoluta. Se le objeta, sin embargo, el ca- nos impedirlo, aunque le resulte más difícil
rácter mecánico de sus consecuencias: los y oneroso el cumplimiento de la obligación,
hechos considerados como de fuerza ma- su responsabilidad no desaparece. Debe
por (externos, importantes y notorios), tratarse de un obstáculo insuperable, que
eximen de responsabilidad al deudor, pero impida en forma absoluta la ejecución de
no los casos fortuitos (internos, comunes la obligación. El doctor Enrique V. Galli
y no notorios). La responsabilidad del daba, en su cátedra, el siguiente ejemplo:
deudor se convierte así en una responsa- el incendip iniciado en una casa vecina a
bilidad objetiva, ya que prescinde en ab- la del deudor, será caso fortuito si se ex-
soluto del criterio de la culpa, que puede tiende a la suya, para excusar el incum-
estar ausente en los hechos que constitu- plimiento de la obligación de entregar esta
yen caso fortuito, y que, sin embargo, casa; pero si el objeto jJe la prestación es
acarrean la responsabilidad del deudor, la entrega de una cosa mueble, que pudo
aunque tales hechos le sean inimputa- haber retirado, aun con riesgo, pese al in-
bles (i»). cendio, el hecho deja de ser caso fortuito,
II ELEMENTOS DEL CASO FORTUITO Y LA o de fuerza mayor, por no ser irresistible
FUERZA MAYOR el obstáculo que impide cumplir la obli-
13. Admitida la identidad de conceptos gación.

(8) Busso, ob. clt., t. 3, pág. 302. núm. 17. (11) Machado, Exposición y comentario del
O) Nota cit. en Jurisprudencia Argentina, Código civil argentino, t. 2, pág. 172, Buenos Ai-
t. 21, pág. 1012. res, 1898; Busso, ob. clt., t. 3, pág. 310, niims. 70
(10)Comp. desarrollo de la teoría de Exner por y slgs.
Josserand, en Busso, ob. cit., t. 3, pág. 303. nú- (12) Cáru. 1? Civ. y Com. La Plata, 12-11-948,
-neros 19 a 22. J. A., 1947-1, pág. 438.
16. Para juzgar el carácter irresistible to, calificar como caso fortuito o de fuerza
de un obstáculo se tendrán en cuenta las mayor, los acontecimientos que son resul-
circunstancias de cada caso, y la conducta tado del curso ordinario y regular de la
corriente de un hombre normal en situa- naturaleza, como la lluvia, el viento, la
ción análoga. Un caso interesante, resuelto creciente ordinaria de los ríos, etcétera,
en Francia, fue el de un maquisard que, pues las estaciones tienen su orden y su
molido a golpes y para evitar la muerte, desarreglo, que producen accidentes y per-
indicó al enemigo el emplazamiento de un turbaciones que también traen daños im-
puesto de comando. Colocado el problema previstos".
en el terreno de la fuerza mayor, se reco- Tal es el principio. general que rige en
noció que no media la irresistibilidad o esta materia.
imposibilidad absoluta requerida por esta 21. Su aplicación concreta, en materia
figura Si bien es cierto que un hombre de arrendamientos rurales, está dada por
normal, en la misma circunstancia, no sa- el artículo 23 del reglamento general de
crificaría la propia vida para salvar a sus la ley 13.246, según el cual "no se conside-
conciudadanos, entendió el tribunal que rarán casos fortuitos o de fuerza mayor,
las circunstancias "externas" son las que los acontecimientos que en el lugar sean
deben ser tenidas en cuenta. Es la con- resultado del curso ordinario de la natu-
ducta de un maquisard normal la que es- raleza y que acaezcan periódicamente, aun-
tablece la comparación; y en el caso, otros que produzcan daños".
dos, arrestados al mismo tiempo y tam- 22. La jurisprudencia consagra el prin-
bién torturados, habían guardado silen- cipio señalado en numerosos casos, sen-
cio («). tando como norma general que "los acci-
17. La imposibilidad puede ser de orden dentes de la naturaleza no pueden consi-
moral. La jurisprudencia francesa presen- derarse como caso fortuito, mientras por
ta también el caso de los dueños de caba- su intensidad no salgan del orden co-
rets, que decidieron cerrar, sus locales al mún" («).
estallar la primera guerra mundial; el 23. Las lluvias e inundaciones han sido
incumplimiento de los contratos con los excluidas corno casos fortuitos, en cuanto
artistas radicaba en una imposibilidad mo- se presentan como fenómenos ordinarios
ral, creada "por motivos de conveniencia y periódicos, desarrollados de acuerdo al
elemental", suficientes para excusar la res- curso regular de las estaciones. Se ha en-
ponsabilidad de los propietarios ( 14 ). tendido así que la inundación de una
18. c) Actualidad: El hecho debe ser mina no implica un suceso imposible de
actual. No basta la mera posibilidad de prever, puesto que se trata de una contin-
que un hecho ocurra, para dejar de cum- gencia tan frecuente y prevista, que la
plir una obligación. El automovilista que propia legislación contiene disposiciones
no lleva a un pasajero a destino, como adecuadas para lograr los desagües, sin
estaba obligado, porque teme pasar un que la falta de medios económicos de la
puente que puede caer, no excusa su in- empresa para tener la mina en condiciones
cumplimiento invocando la eventualidad pueda exonerarla de las responsabilidades
de ese peligro. inherentes16al incumplimiento de sus obli-
gaciones ( ).
III. APLICACIONES En cambio, cuando estos accidentes
19. Numerosas son las aplicaciones prác- revisten carácter extraordinario, y se pro-
ticas de los principios señalados preceden- ducen fuera de la estación natural, se los
temente, a través de la jurisprudencia. ha considerado fuerza mayor justificativa
Una breve reseña de ella ilustrará mejor del incumplimiento de los contratos ( 1T ).
la exposición que antecede. En materia de transporte se ha entendido
A) Hechos de la naturaleza. que hubo fuerza mayor cuando las lluvias
e inundaciones fueron de tal importancia
20. La nota al artículo 514 del Código que obstaculizaron el tráfico normal de
civil precisa el carácter que deben revestir una línea ferroviaria O»). Se dijo en este
los accidentes naturales para constituir
caso fortuito o de fuerza mayor. Citando <15)Cám. Clv. 1? Cap. Ped., 26-11-918. J. A.,
la opinión de Troplong, dice Vélez que tales t. 2, pág. 756.
accidentes no constituyen casos fortuitos, (16) Trlb. Supr. de España, 23-3-926, oit. por
Enrique Díaz de Guijarro en nota "Las lluvias
"mientras que por su intensidad no salgan y las Inundaciones como hipótesis de fuerza ma-
del orden común. No se debe, por lo tan- yor", en Jurisprudencia Argentina, t. 28, pág. 699.
(17) Cám. Clv. Cap. Fed., Fallos, t. 33, pág. 300
da ) Trib. de AlbJ. 22-5-946, J. A., 1947-III. (contr. construcción en el caso).
sec. doc.. pág. 18, núm. 6. (18) Cám. Com. Cap. Fed., 17-10-928, J. A.,
(141 Busso, ob. clt., t. 3, pág. 309, núm. 62. t. 27, pág. 699.
caso que las inundaciones y loa tempesta- caso fortuito o de fuerza mayor. Y ello
des constituyen hechos externos al círculo es así por la ausencia del elemento impre-
en que se desenvuelven las actividades del visibilidud. La ley se presume de todos
porteador, es decir que, proviniendo del conocida; luego, el deudor ha debido pre-
exterior, hacen irrupción en el círculo de ver la aplicacióri de la ley en el caso qne
la empresa, fuera de la cual se han for- motiva su incumplimiento, y no puede in-
mado, impidiendo al deudor el ejercicio vocar esa ley —anterior y forzosamente
normal de su obligación. Se trata de una previsible—, como acto de autoridad que
aplicación de la teoría de Exner. excuse su responsabilidad. Otra es la si-
24. La caída de una cerca, impulsada tuación en los dos supuestos siguientes.
por un huracán, no constituye fuerza ma- Cuando se dicta una nueva ley, o se mo-
yor, cuando las estadísticas del observa- difica la legislación vigente, el deudor se
torio respectivo demuestran que tempesta- encuentra ante un hecho nuevo, irnr'-e visto
des de la fuerza de la ocurrida en el caso, e irresistible; tal hecho configura, enton-
son frecuentes en la región. El propietario ces, un caso fortuito o de fuerza mayor.
podía, entonces, prever que su cerca debía Las aplicaciones de estos principios son
tener resistencia para soportar un hura- numerosas.
cán de esa intensidad ( I9 ). 29. Se ha declarado, así, que el hecho
25. El incendio es caso fortuito o de de que una provincia se encuentre inter-
fuerza mayor cuando sus causas son inevi- venida por el gobierno federal, nc puede
tables. Si ellas pudieron ser previstas o constituir un caso de fuerza mayor que
evitadas, o si hubo negligencia en el des- obligue a suspender la ejecución de las
arrollo de las causas determinantes del sentencias dictadas contra ella por juez
siniestro, la responsabilidad es Inexcusa- competente ( 21 ). Entiende la Corte, tribu-
ble. Más adelante, al ocuparnos de la prue- nal que resolvió el caso, que la interven-
ba, trataremos con más extensión este ción federal en una provincia no consti-
punto. tuye fuerza mayor, en virtud de tratarse
B) Hechos del hombre. de una situación legal y política prevista
por la Constitución Nacional, que impide
26. Como señala el codificador en su su equiparación al hecho del soberano o
nota al artículo 514, una de las dos grandes fuerza del príncipe, puesto que las inter-
causas productoras de los casos fortuitos venciones no se han instituido para cerce-
o de fuerza mayor, son las derivadas del nar derechos a ios habitantes de las pro-
hecho del hombre. Nos ocuparemos de los vincias, sino para garantizárselos.
casos más frecuentes. 30. El caso de la clausura de un diario/
27. a) Actos del soberano: A ellos se dispuesta por una Comisión legislativa, en
refiere Vélez Sársfield en su recordada razón de haberse omitido la leyenda im-
nota, llamándolos "hechos del soberano, o puesta por la ley 13.681, se ha considera-
fuerza del príncipe, como dicen los libros do un caso típico de fuerza mayor para la
de Europa". Se trata de actos emanados empresa, que la libera de toda responsa-
de la autoridad, que por su carácter irre- bilidad púr la ruptura directa o indirecta
sistible para el deudor, configuran casos de los contratos de 22trabajo concertados
fortuitos o de fuerza mayor. con sus empleados ( ). La citada ley no
28. Para determinar la existencia de establecía sanción alguna para el caso de
fuerza mayor en los actos de autoridad, incumplimiento, de manera que la clausu-
conviene distinguir tres situaciones: 19) ra dispuesta por la autoridad no podía ser
la aplicación de leyes existentes o el ejer- prevista por la empresa, ni pudo ella re-
cicio de poderes propios fundados en ley; sistirla. También se ha dicho que es un
2?) la legislación de cuestiones aún no caso de fuerza mayor, eximente de las res-
reglamentadas; y 3°) la reforma de las ponsabilidades establecidas en la ley 11.729,
leyes y reglamentos ( 20 ). la clausura de un negocio por las auto-
En el primer supuesto —aplicación de ridades municipales, por razones extrañas
la legislación vigente— no se configura el a la esfera de acción de su propietario (").
(19) Corte de Parle. 26-11-940. J. A.. 1948-n. 31. La confiscación dispuesta por las*'
sec. doct.. pág. 65. Comp. notas de E. Díaz de autoridades bolcheviques, durante la Re-
Guijarro "La fuerza mayor en el cómputo de las volución rusa, configura un caso de fuerza
estadías y sobreestadfas", en Jurisprudencia Ar-
gentina, t. 25. pág. 443, y "Las lluvias y las Inun-
daciones como hipótesis de fuerza mayor", en Ju- (21) Sup. Corte Nac., 22-11-929. J. A., t. 31.
risprudencia Argentina, t. 28. pág. 699; Busso, Pág. 747.
ob. clt., t. 3, pág. 312, nüms. 78 y siga. .(22) Sup. Corte Buenoe Airea. 20-5-952, J. A,
(30) Enrique Diaz de Guijarro, "Resolución 1952-III. pág. 100.
de la autoridad como hipótesis de fuerza mayor", (23) Just Paz Letr. Cap.. 23-7-945, J. A.-IV,
nota en Jurisprudencia Argentina, t. 31. pág. 747. 1945. pág. 477
mayor, que excusa e! incumplimiento de! de fuerza mayor. El factor decisivo, como
depositario de alhajas obligado a resti- en todos los casos, será el de la previsi-
tuirlas (**). bilidad. Si la obligación se origina en
32. Las resoluciones judiciales, en de- plena guerra, el conflicto bélico deja ya de
terminadas circunstancias, pueden reves- ser un hecho imprevisible; el deudor, en
tir el carácter de fuerza mayor. Tal el tal caso, no se libera de responsabilidad
caso, citado por Busso, de la anotación por sis incumplimiento. Por si misma, pues
preventiva decretada en un juicio de si- la guerra no configura un caso de fuerza
mulación anterior a la compraventa, no- mayor. Conforme a ello, se ha resuelto que
tificada oportunamente a la vendedora, la última guerra mundial no constituye un
que impidió la escritura en el plazo con- caso de fuerza mayor, si ella ya se había
venido, en virtud de haber sido convertido declarado en el momento de contraerse la
ilegítimamente en una inscripción de nu- obligación, pues en tales circunstancias han
lidad de título, sin conocimiento de aquélla, podido preverse sus consecuencias ( 2ft ).
constituye una causal de rescisión ajena 36. c) Huelga: Para Díaz de Guijarro,J
a su voluntad y que, por lo tanto, debe la huelga, en principio, constituye fuerza
considerarse caso fortuito (**). mayor (*»). Salvat y Busso, en cambio,
33. ¿Puede el Estado invocar como caso entienden que, en principio, la huelga no
de fuerza mayor un acto de autoridad es caso de fuerza mayor; lo es, por excep-
emanado de sus propios organismos? El ción, cuando asume carácter subversivo o
caso se ha planteado al reclamar indem- revolucionarlo, o bien cuando se trata de
nización el inquilino de un inmueble ex- huelga general para todo un gremio y pro-
propiado. La Corte Suprema Nacional re- duce la paralización total de una rama de
solvió que el Estado no puede invocar el la industria ( 30 ).
hecho de la expropiación como una fuerza Diaz de Guijarro aplica la teoría de
mayor propiamente dicha que lo exima de Exner, explicada por Ripert, para deter-
responsabilidad respecto a los daños p'or minar cuándo la huelga reviste carácter'
él causados, puesto que se trata de un de fuerza mayor, eximente de responsabi-
acto suyo deliberado y voluntarlo, si bien lidad, y cuándo constituye sólo caso for-
condicionado a una necesidad pública ( 20 ). tuito, que no libera al deudor. El criterio
34. No solamente por acción, sino tam- decisivo reside en la causa de la huelga.
bién por omisión puede la autoridad orí» Si ésta —dice— tiene un carácter extra-
ginar caso fortuito o de fuerza mayor. Tal profesional, si está motivada por consi-
el caso del vendedor de un inmueble, que deraciones políticas, por un espíritu de
no puede cumplir su obligación de entre- solidaridad con otra profesión, por un
garlo desocupado, para una fecha deter- deseo de venganza o de rebelión, consti-
minada, porque el ocupante se niega a tuye una causa exterior a la empresa, de
abandonarlo, y la autoridad administrativa modo tal que el empresario no puede res-
rehusa el auxilio de la fuerza pública a la ponder de esta irrupción brusca de fuer-
sentencia que ordenó el desahucio. El zas hostiles y extrañas al medio profesio-
Tribuna] que resolvió el conflicto, ve en nal en que ejerce su actividad (3'). Los
esa actitud de la Administración un obs- elementos constitutivos de la huelga como
táculo insuperable e imprevisible; aunque fuerza mayor, son, por consiguiente: ge-*'
podría preverse no debe admitirse que la neralidad, causada por un hecho extraño
fuerza se imponga a la ley {"). a la empresa u obtenida por medios irre-
35. b) Guerra: Los conflictos bélicos, gulares; y repentina, es decir, que no ha
por sus efectos, plantean situaciones de podido ser prevista.
incumplimiento que pueden, en determi- La huelga que encuentra su causa en la
nadas circunstancias, configurar un caso propia empresa, sea por el trato de la pa-
tronal, o por cuestiones relacionadas con
(24) Cort. Apel. París. 15-2-933. J. A., t. 45, el trabajo y las condiciones en que el mis-
wc. Jur. extr., pág. 39, en nota de E. Díaz de
Guijarro "La confiscación de bienes en dos de mo se realiza, no configura caso de fuerza
«us efectos: inapllcabllldad extraterritorial y fuer-
za mayor". (28) Cám. 2' Clv. y Com. La Plata, 23-6-944,
(25) Busso, ob. clt.. t. 3, pág. 316. núm. lia. J. A., 1944-ni. pág. 83. Conf. J. A.. 1949-1. pág. 91.
(26) Bup. Corte Nac., 15-11-951. J. A.. 1052-1, Compl. Busso, ob. clt. t. 3, pág. 313, núms. 93
pág. 312. y slgs.: Salvat, ob. clt.. t. 1, pág. 88, núm. 150.
(27) Corte de Angers. 13-7-953. J. A.. 1954-1. (39) "La huelga como eximente de responsa-
sec. doct., pág. 30. Compl. Busso., ob. clt., t. 3, bilidad", nota en Jurisprudencia Argentina, t. 91.
pág. 315, iiúms. 107 y slna.; Salvat, Obligaciones, pág. 1013.
t. i, pág. 87. núm. 148; . iez Olaclregui. J. M., (30) Salvat. ob. clt.. t. 1. pág. 90, núm. IfiJ;
"La fuerza mayor y la ordtj. «el soberano ante la Busso, ob. clt., t. 3. pág. 318, núms. 128 y alga.
teoría de la responsabilidad c '!". nota en Juris- (31) Nota clt «n Jurisprudencia Argentina.
prudencia Argentina. 1944-IV. <ág. 311. t. 21. pág. 1016.
mayor. Y aún siendo general la huelga, tardo del vendedor, que no puede cumplir
no libera de responsabilidad si quien pre- su obligación de entregar un inmueble den-
tendía ampararse en esa excusa era uno tro del término convenido, porque un in-
de los patronos que no habían dado cum- truso se niega a salir, y la lentitud propia
plimiento a la obligación legal32 cuya inob- de los trámites judiciales impide su desalo-
servancia provocó la huelga ( ). jo para la fecha de entrega ( 37 ).
Por otra parte, las características de la 41. El robo, como hecho de tercero, cons-
vida industrial moderna han cambiado la tituye un caso fortuito o de fuerza mayor,
naturaleza de la huelga y sus efectos. Es cuando ofrece las características de impre-
indudable la diferencia entre las huelgas visible e irresistible propias de esta figura.
de antes, limitadas a una o varias empre- Debe de haber sido cometido a mano ar-
sas, y las actuales, desencadenadas por mada, o en banda, de tal manera que re-
orden de un sindicato potente ( 33 ). Por sulte indudable la imposibilidad de: deu-
ello se explica la conclusión de Díaz de dor de resistirse al ladrón ( 3 s).
Guijarro, al admitir que la huelga, en 42. e) Daño causado por animales y
principio, constituye fuerza mayor ( 3 «). cosas inanimadas. Existen situaciones en
37. d) Hecho de tercero: El hecho de las que el daño es producido por cosas in-
un tercero puede dar lugar a un supuesto animadas o por animales, sujetos a la cus-
de fuerza mayor, cuando el mismo resul- todia del hombre.
te imprevisible e irresistible. Tal el caso de un automóvil que, al ro-
38. El principio rector en la materia dar, proyectó un guijarro contra una vi-
está dado por el siguiente fallo: "Para que driera, rompiéndola. El propietario del cris-
el hecho del tercero sea causa excluyente tal reclamó reparación al guardián del co-
de la responsabilidad civil es necesario che. El Tribunal francés que entendió en
que reúna los caracteres de la fuerza ma- la litis, admitió que el hecho fue originado
yor, y que él sea causa exclusiva del daño, por un acontecimiento de fuerza mayor,
sin que pueda atribuirse ninguna culpa a pero decidió que la fuerza mayor puede
su autor directo" ( 35 ). Por ello, se resolvió entrañar un principio de responsabilidad
en el caso la responsabilidad de la com- respecto al guardián, conclusión que criti-
pañía de ómnibus, cuyo conductor, ante can los comentaristas franceses, entendien-
la maniobra imprudente de otro vehículo, do que: o la fuerza mayor es la sola causa
desvió el suyo fuera del pavimento, cho- del daño, en cuyo caso libera enteramente
cando con un tercer coche que pasaba por al guardián, o no es más que una de las
el lugar. El hecho del tercero no excluye causas, y, entonces, el guardián es respon-
la propia culpa del conductor del ómnibus, sable por el todo (» 9 ).
y no es por ello causa exclusiva del daño. Se ha considerado también que el daño
39. La demencia de una persona puede causado por un perro hidrófobo no libera
constituir para otra un acontecimiento de de responsabilidad, en principio, a su guar-
fuerza mayor, si el acto del demente era dián, porque la hidrofobia, por sí misma,
imprevisible e irresistible para el deudor. no puede considerarse como un caso for-
Tal el caso del tapicero que emplea como tuito que exonere de responsabilidad al
aprendiz a un joven, cuyo ataque de de- propietario a quien se servía del ani-
mencia origina un incendio; se estableció mal (•»<>).
que el acontecimiento fue imprevisible e
irresistible, por haber ocurrido fuera de las IV. EFECTOS *
horas de trabajo ( 38 ).
43. Los efectos del caso fortuito y de
40. Asimismo, hay un hecho de terce- la fuerza mayor son los que indica el ar-
ro, que configura fuerza mayor, en el re-
(37) Sup. Corte Buenos Aires, 11-3-952, J. A.,
(32) Cám. Clv. 1» La Plata, 23-2-951. J. A., 1952-11. pág. 311.
1951-11, pág. 291 (en el caso, el pago de agui- (38) Comp. Salvat, ob. clt., t. 1, pág. 89,
naldo). Corapl. Zaldívar, E.. "La huelga como núm. 151; Busso, ob. clt., t. 3, pág. 315, núm. 106.
causa eximente en el contrato de transporte", en (39) Trib. de Paz de Grand-Couronne. 10-12-
La Ley, t. 48, pág. 1153. 952, J. A.. 1953-IV, sec. doct., pág. 25, núm. 25.
(33) Trlb. Paz Marsella. 13-1-948, J. A., 1948- (*) - Por decreto núm. 3459 43 de 29 de julio de
IV, sec. doct.,' pág. 37, núm. 24. 1943, se considera caso de fuerza mayor el robo
(34) Compl. reseña de antecedentes Jurispru- de una suma de dinero de que fue víctima un
denciales en nota "La huelga como fuerza mayor ordenanza de los FP. CC. del Estado, comisionado
en la responsabilidad contractual", por E. R. V., por el auxiliar cajero de la empresa para que la
en Jurisprudencia Argentina, 1953-11, pág. 46. depositase en un Banco, y en cuya causa judíela!
(35) Cám. 1* Clv. y Cora. La Plata, 12-11-946, no ha podido determinarse el o los culpables, re-
J. A., 1947-1, pág. 438. cayendo sobreseimiento provisional (Anales de
(36) Corte de Alx, 28-4-952, J. A., 1953-III, Legislación Argentina, t. 3, pág. 260).
sec, doct., pág. 51, núm. 17. Comp. L. L., t. 24, (40) Cám. 1« Clv. y Com. La Plata, 9-3-948,
sec. Jur. extr., pág 24. J. A., 1948-1, pág. 576.
tículo 513 del Código civil: "El deudor no ne los casos fortuitos a cargo del tomador
será responsable de los daños e intereses de una hacienda de labranza, no se entien-
que se originen al acreedor por falta de de sino .de los casos fortuitos ordinarios,
cumplimiento de la obligación, cuando es- , tales como el granizo, el hielo, la seca, y
tos resultaren de caso fortuito o fuerzaí no de los casos fortuitos extraordinarios,
mayor". como la guerra, los terremotos, etcétera.
44. Se ha dicho que la fuerza mayor o Este pasaje de la nota del codificador se
caso fortuito reviste naturaleza funcional ha interpretado en el sentido de que el
distinta según se trate Je responsabilidad pacto de responsabilidad sólo comprende el
contractual o aquiliana,41variando, en con- caso fortuito ordinario, quedando fuera del
secuencia, sus efectos ( ) En la responsa- mismo, salvo convenio expreso en4 S contra-
bilidad contractual, la existencia previa de rio, el caso fortuito extraordinario ( ). Bus-
la obligación proclama la necesidad de un so observa, con razón, que la distinción
acto de cumplimiento; la no prestación de entre casos fortuitos "ordinarios" y "ex-
ese acto, determina la responsabilidad del traordinarios" no tiene ya objeto en nues-
deudor, quien sólo puede liberarse de ella tro Derecho, puesto que todo acontecimien-
merced a la fuerza mayor. En cambio —se to, para tener carácter de fuerza mayor o
agrega—, en materia extracontractual, la caso fortuito, debe ser imprevisto y extra-
excusa'de fuerza mayor no es indispensa- ordinario. El sentido justo del pacto de res-
ble. Las leyes se contentan con afirmar la ponsabilidad debe ser el siguiente: que el
responsabilidad por dolo y por culpa. Fal- deudor ha querido dar una especial pro-
tando uno u otro elemento la situación de mesa de garantía al acreedor, asegurarle el
responsabilidad no llega a configurarse, y éxito de la operación. Esa garantía —con-
por tanto no es necesario invocar el efec- cluye Busso—, implica que el deudor asu-
to liberatorio de la .fuerza mayor. De ahí me los riesgos que, aunque de modo impre-
la distinta manera de actuar de la fuerza visible, puedan provenir de su propia em-
mayor o caso fortuito: en el primer caso presa, pero no también los que tengan su
—responsabilidad contractual— es excusa causa en hechos ajenos a ésta (< 4 ).
que no borra la obligación pero libera al 48. El Código civil consagraba, en su ar-
deudor de su cumplimiento; en el segundo tículo 1557, una cláusula de responsabili-
—responsabilidad aquiliana o extracon- dad obligatoria en materia de arrenda-
tractual— es circunstancia que impide el mientos rurales. "En los arrendamientos de
nacimiento mismo de la obligación (* 2 ). predios rústicos —dice—, no podrá exigir
Pero, en ambos supuestos, la consecuen- el locatario remisión total o parcial de las
cia de sus efectos es la misma: el deudor rentas, alegando casos fortuitos ordinarios
queda liberado de responsabilidad. o extraordinarios, que destruyan o deterio-
45. A) Excepciones: ren las cosechas". Esta norma ha sido
Los efectos liberatorios del caso fortuito modificada por la ley 13.246, de arrenda-
o tuerza mayor desaparecen en tres su- mientos rurales y aparcerías, cuyo artícu-
puestos de excepción, enumerados por el lo 6° expresa: "El arrendatario tendrá de-
artículo 513: a), pacto de responsabilidad; recho a la remisión proporcional del pre-
b), culpa y c), mora. cio del arrendamiento, por pérdida total
48. o) Pacto de responsabilidad: Ex- o parcial de cosechas, en el porcentaje y
presa el citado artículo 513, que el caso condiciones que establezca la reglamenta-
fortuito o fuerza mayor libera al deudor ción, debida a caso fortuito o fuerza ma-
de responsabilidad, "a no ser que hubiera yor que implique riesgos no asegurables,
tomado a su cargo las consecuencias del excepto si la pérdida resultara compensa-
caso fortuito". Conforme a los principios da con el producido de las cosechas prece-
generales de la autonomía de la voluntad, dentes. Si la pérdida no resultara com-
las partes pueden convenir válidamente la pensada, la remisión no podrá tener lugar
excepción a los efectos liberatorios de la sino al final del arrendamiento, en cuya
fuerza mayor (art. 1197). oportunidad se efectuará computando las
47. La nota al artículo 513, en su parte cosechas obtenidas durante toda la vigen-
final, precisa el alcance de esta excepción, cia del contrato. Hasta tanto se opere la
al transcribir el artículo 1773 del Código compensación final, podrá dispensarse pro-
francés, que dice: "La estipulación que po- visionalmente al arrendatario del pago del
precio en proporción a la pérdida sufri-
(41) López Olaclregul. J. M., "La fuerza ma- da". Los artículos 23 a 29 del reglamento
yor y la orden del soberano ante la teoría de la general de la citada ley determinan la for-
responsabilidad civil", nota en Jurisprudencia Ar-
gentina, 1944-IV, pág. 311.
(42 > López. Olaciregui, nota clt. J. A., 1944-IV, (43) Salvat, ob. clt., t. 1. pág. 93, núm. 158.
pág. 313. (44) Ob. cit., t. 3, pág. 325, núm. 200.
ma en que deberá aplicarse la norma trans- ventaja de aclarar por anticipado situa-
cripta. ciones dudosas, que podrían dar lugar a
40. b) Culpa: El deudor no libera su litigio. Es una cláusula previsora, que tien-
responsabilidad, a pesar del caso fortuito de a simplificar las relaciones de las par-
o fuerza mayor, cuando "éste hubiere ocu- tes, precisando en forma expresa el al-
rrido por su culpa" (art. 513). Los princi- cance de sus obligaciones. Se entiendo que
pios generales de la imputabilidad civil, con independencia del concepto genérico
consagrados por los artículos 512, 905 y de fuerza mayor a que supedita la ley los
906, explican esta solución. efectos de las obligaciones, las partes pue-
50. La aplicación Jurisprudencial de esta den contr£.ctüalmcnte extenderlo a con-
excepción es abundante, sobre todo en ma- tingencias específicas, previstas por anti-
teria de transporte. La antigua Cámara de cipado ( 4<; ).
Apelaciones de la Capital declaraba que los 54. Además, el efecto de esta cláusula
perjuicios sufridos por los pasajeros en vir- reside en la inversión del cargo de la prue-
tud de hechos casuales que pudieron ser ba, liberando al deudor de la obligación
evitados por medidas administrativas de de probar los extremos del caso fortuito
las empresas, no pueden en ningún caso o la fuerza mayor; es el acreedor quien
calificarse de caso fortuito ( 45 ). debe probar que la cláusula no funciona
51. c) Mora: De igual modo el artícu- en el caso, demostrando que no ha habido
lo 513 no libera de responsabilidad al deu- imposibilidad, sino simple dificultad en
dor, cuando "hubiese ya sido constituido cumplir ía prestación («).
en mora, que no fuese motivada por caso
fortuito o- fuerza mayor". V) LA PRUEBA
Los efectos liberatorios del caso fortui- 55. Conforme a las reglas comunes del
to excusan Igualmente la mora, cuando ésta cnus probandi, quien invoca el caso fortui-
sea ajena al deudor, y provocada por un to o la fuerza mayor, debe probar su exis-
evento irresistible e imprevisible. Fuera de tencia. Por tratarse de un hecho, se admite
esta hipótesis, contenida en la parte final toda clase de prueba.
del artículo 513 citado, la norma determi- 56. La materia ofrece particular interés
na la responsabilidad del deudor, confor- en caso de incendio. El Código civil, en el
me al principio general previsto en el ar- titulo de la locación —art. 1572—, consagra
tículo 508. Constituido ya en mora e! deu- el principio de que "el incendio será re-
dor, su responsabilidad es ineludible, aun- putado caso fortuito, hasta que el locador
que sobrevenga un caso fortuito o de fuer- o el que fuere perjudicado, pruebe haber
za mayor que impida el cumplimiento de habido culpa por parte de las personas de-
su obligación; sólo se libera de ios daños signadas en el articulo antetior".
y perjuicios, cuando "la cosa que está en Inicialmente, por extensión analógica de
la imposibilidad de entregar a consecuen- esta norma, se admitía la presunción de
cia de un caso fortuito, hubiese igualmen- que todo incendio es caso fortuito o fuerza
te perecido en poder del acreedor" (art. mayor; bastaba probar el hecho del incen-
892). Tal es "el gran principio de equidad dio para que el deudor quedara exento de
del Derecho romano", recordado por el co- responsabilidad, y a cargo del acreedor la
dificador en la nota al artículo 789, y que prueba dé la imputabUídad del deudor. La
se expresaba en la siguiente forma: "Nu- jurisprudencia ha reaccionado, limitando
llam injuriam, aut damnum daré videtur la aplicación del artículo 1572 al contrato
aeque perituris edlbus". de locación. En todos los demás casos, las
52. B) Cláusula excluyante de respon- reglas generales de la prueba obligan al
sabilidad: deudor a probar no sólo el hecho del in-
Acostúmbrase, en determinados contra- cendio, sino también la existencia de caso
tos, incluir una cláusula expresa de irres- fortuito o fuerza mayor en las causas que
ponsabilidad por las consecuencias del caso le dieran origen. Se entiende por ello que
fortuito o fuerza mayor. En verdad, esa el incendio, como caso fortuito o fuerza
cláusula, en principio, seria innecesaria, ya mayor, debe tener su origen en causas ex-
que la irresponsabilidad surge de la propia teriores inevitables, por cuya razón, para
ley, que libera al deudor por las conse- que el deudor se exima de responsabilidad
cuencias de su incumplimiento cuando él por el incumplimiento de sus obligaciones.
obedece al caso fortuito o fuerza mayor. tiene que probar, además del incendio
53. La utilidad de ella consiste en la mismo, el hecho positivo de haber emplea-
(46) Cám. Com. Cap., l»-12-943. J. A.. 1948-1.
(45) Cit. por Machado, ob. clt., t. 3. pág. 121. 039
Compl BUIBSO, ob. clt.. t. 3. pág. 326. núms 302 (47) Coní. BUBSO. ob. cit.. i 3, pág 329. nú-
y sigs. mero 230.
do todas las precuaclones y cuidados nece- votos religiosos, tema que será examinado
sarios para prevenirlo o evitarlo (48). La en el lugar correspondiente.
disposición del articulo 1572 del Código ci-
vil, que establece que el incendio se repu- CASTRACIÓN. (V. EMASCÜIACIÓ».)
ta caso fortuito salvo prueba en contrario,
constituye un principio excepcional que CASUS BELLI. Entiéndese por caso de
rige la locación de cosas, ya que si el in- guerra —que & eso equivale la expresión
cendio debiera reputarse como causado latina del epígrafe— el hecho motivador
siempre por caso fortuito o fuerza mayor, de la declaración o de la iniciación de una
no habría sido necesario declararlo espe- guerra. En ese sentido y dentro del terre-
cialmente respecto de una situación par- no de la simple teoría, cabría entrar en el
ticular, porque el artículo 14 da una defi- examen de qué casos podrían considerarse
nición que no lo comprende ineludible- Justificativos del conflicto bélico, para
mente («). concluir afirmando que todos los que no
JmuspRUDSNciA. — La citada en el testo y no- estuviesen comprendidos dentro de dichos
ta* casos, representarían meros pretextos para
BIBLIOGRAFÍA. — Busso, E. B., Código civil ano- la guerra o motivos de conveniencia para
tado, t. 3, págs. 299 a 330, Buenos Airea. 1949. el Estado que la promoviese. Claro es que
— Colmo, A.. Obligaciones, págs. 91 a IOS. Bue- este planteamiento nos llevaría a empezar
nos Aires, 1928. — De Gasper!, L., Tratado de ¡as por establecer si puede haber alguna causa
obligaciones, t. 1. págs. 732 a 735. — Deveail,
M. L,. Fuerza mayor y disminución o falta de tra- justificativa de !a resolución por medio de
bajo, "Derecho del trabajo", pág. 248. Buenos Al» las armas, es decir, por métodos violentos,
rea, mayo 1948. — Díaz de Guijarro, E., "La huel- de los conflictos que se puedan suscitar en-
ga como eximente de responsabilidad", nota en . tfe dos o más naciones. Naturalmente que,
Jurisprudencia Argentina, t. 21, pág. 1012: "Las
lluvias y Isa Inundaciones como hipótesis de fuer, desde un punto de vista estrictamente ju->
z» mayor", nota en Jurisprudencia Argentina, rídlco, se impone la negativa, porque na-
t. 28, pág. 699; "Resolución de la autoridad como da, teóricamente, se opone a que tales
hipótesis de fuerza mayor", nota en Jurispruden-
cia Argentina, t. 31. pag. 747. y "La confiscación conflictos se resuelvan mediante la aplica-
de bienes en dos de sus efectos: inapllcabllldad ción de un Derecho internacional a cargo
extraterritorial y fuerza mayor", nota en Juris- de organismos superestatales investidos de
prudencia Argentina, sec. jur. extr,, pág. 39. — la necesaria potestad jurisdiccional.
E. R. V., "La huelga como fuerza mayor en la
responsabilidad contractual", nota en Jurirpru- Sin embargo, y desgraciadamente, hasta
cencia Argentina, 1953-11. pég. 4fl. — Escrlohe, J., el presente esa aspiración jurídica no pasa
Diccionario razonado de legitlnción y Jurispruden- del terreno de las utopías. Y lo que es toda-
cia, pig. 729, París, 1807. — Lafaille. H., Derecha
civil, "Tratado, de las obligaciones, vol. 1, pá- vía peor: de nada sirven los intentos de
gina» 180 a 191, Buenos Aires. 1947. — López O!a- juristas, filósofos y estadistas para la de-
elregul, J. M., "La fuerza mayor y la- orden del terminación de qué casus belli pueden con-
soberano ante la teoría de la responsabilidad c.'- siderarse como legítimos para acudir .a las
Tll". nota en Jurisprudencia Argentina, 1944-IV.
pág. Sil. — Machado. J. O., Exposición y comen- armas como medio de resolver las divergen-
tario del Código civil argentino, Buenos Aires, cias entre naciones. Sobre esta cuestión no
1£98, t. 2, pág. 172. — Salvat. R.. Obligaciones. han sido superados los conceptos de Fran-
t. 1, págs. 82 a 98, Buenos Aires, 1946. — Zal- cisco de Vitoria, cuando en su relección De
dlvar, B., "La huelga como causa eximente en el
contrato de transporte", nota «n La Ley, t. 48. jure belll sólo consideraba justa la guerra
pág. 1153. "hecha para vengar una ofensa, cuando hay
que luchar contra un pueblo o ciudad que
CASTIDAD. Representa la virtud que omitió el castigar lo que injustamente hicie-
se opone a los afectos meramente carnales, ren sus subditos, o el devolver lo que se qui-
o sea a la sensualidad. Seguida del califi- tó por agravio"; estimando que no es justa
cativo conyugal, se refiere al recíproco causa de guerra "la diferencia de religión"
deber de fidelidad que deben guardar los ni "el ensanchamiento del imperio", ni "la
casados. En este sentido tiene repercusio- gloria del príncipe ni cualquiera otra ven-
nes Jurídicas en cuanto a la institución del taja o utilidad del mismo". Si se compara
matrimonio y el quebrantamiento de ese esta posición ideológica con la realidad de
deber es causa de divorcio y, en algunas las causas desencadenantes de todas las
legislaciones, de responsabilidad penal. contiendas bélicas, incluso las bien recien-
Desde el punto de vista del Derecho ca- tes, se advertirá cómo la humanidad más
nónico, la castidad constituye uno de los ha retrocedido que avanzado en esta mate-
ria desde los días del P. Vitoria hasta loa
(48) Cám. Com. Cap.. 20-9-950, J. A.. 1951-1, nuestros, en los que el afán imperialista,
pág. 304. disfrazado a veces de necesidad de obtener
(49) Cám. Paz Letr. Cap.. 31-3-937, J. A., t. 57,
pág. 48. Conf. CAm. Nsc. Apel. Clv. Cap. Fed.. un mayor "espacio vital", ha sido la causa
28-12-951, J. A.. 1952-11. pág. 517. de guerras destructoras no sólo de las
fuerzas combatientes, sino también de las lares o presuntos titulares del dominio de
poblaciones civiles. los predios.
No hay para qué decir que no siendo la d. Planificar y realizar las operaciones
buena fe el elemento característico de las precatastrales para el apoyo de las opera-
relaciones entre los hombres y mucho me- ciones catastrales posteriores.
nos entre los Estados, la posición del P. e. Demarcar naturalmente los límites de
•Vitoria puede tacharse de demasiado ino- los territorios nacionales y sus divisiones y
cente, porque aun admitiendo que la única asesorar en toda modificación de los mis-
causa justa de guerra sea la ofensa reci- mos.
bida, fácilmente se advierte que siempre f. Intervenir en las operaciones de men-
está dentro de las posibilidades del país sura con o sin modificación del estado par-
propicio a la agresión o ansioso de agredir, celario.
interpretar como ofensivo cualquier hecho, g. Ejecutar y conservar el catastro físico
a veces provocado, del adversario, a fin de definitivo.
tratar de justificar la declaración o la h. Establecer, simultáneamente con la
iniciación de la guerra. La prueba está en ejecución del catastro físico definitivo, las
que los mismos hechos son interpretados características intrínsecas de las tierras.
de distinta manera por cada país belige- i. Ejecutar y conservar el catastro jurí-
rante, y que cada bando contendiente se dico definitivo.
aferra a la tesis de haber sido víctima de j. Establecer, en base a investigaciones
la ofensa. que correspondan, la existencia de exce-
En consecuencia, si en la práctica no dentes y de predios vacantes o sin dueño.
tiene valor ninguno -la fijación de causas k. Extender los certificados catastra-
justas para la contienda armada, porque dos.
prevalece, en definitiva, la voluntad y el 1. Confeccionar y mantener actualizado
capricho del más fuerte, fácil es avanzar el registro general del Catastro Nacio-
en el camino de la especulación teórica y nal.
de la utopía para venir a la conclusión de m. Proyectar la legislación complemen-
que no hay casos justificativos de guerra y taria de la ley 14.159.
que ésta es siempre ilícita, inadmisible y n. Compilar y publicar los resultados
atentatoria a todo sentido jurídico y a numéricos y gráficos obtenidos como con-
toda valoración humana. El ideal es que secuencia de los trabajos catastrales, así
no haya casus belli, sino conflictos de de- como las reglamentaciones, resoluciones y
recho dirimibles jurídicamente. disposiciones atinentes a las actividades
En el lenguaje internacional se suele del Catastro Nacional que sean de Interés
hablar de casus belli en el sentido de la ad- público.
vertencia que un Estado hace a otro de ñ. Vigilar, dentro de sus funciones espe-
que determinados actos que éste se propone cíficas, el cumplimiento de las normas
realizar serán considerados por aquél co- existentes o a dictarse, a fin de asegurar
mo causa de declaración o de iniciación el principio constitucional que establece la
de guerra. (M. O. y F.) función social de la propiedad.
Mencionando su nomenclatura y ordena-
CATASTRO. Es el registro público de los miento parcelario, dice en su artículo 4?
bienes inmuebles, que sirve de base para que se establece como unidad orgánica
aplicar las contribuciones territoriales y catastral, en cada uno de los territorios
que contiene la ubicación de los inmuebles, nacionales, la extensión superficial confi-
límites, extensión, transferencias, etcétera. gurada por un departamento. La Capital
El castastro geométrico y parcelario se Federal será considerada como una unidad
creó por la ley 14.159, reglamentándose orgánica catastral.
la ley del Catastro Nacional por decreto Denomínase predio a la extensión territo-
17.389, de 1953. rial configurada por la poligonal cerrada
Entre las funciones principales, nos ex- que delimita físicamente el derecho de
presa el artículo 3<? que la Dirección Na- dominio, cierto o presunto, de una perso-
cional del Catastro estará encargada de na o de varias en condominio. El predio
las siguientes: podrá estar constituido por uno o más tí-
a. Ejecutar y conservar el catastro físi- tulos.
co preparatorio hasta la vigencia del defi- A los efectos de la nomenclatura parce-
nitivo. laria, la unidad es la parcela, que estará
b. Establecer la nomenclatura parcela- ubicada íntegramente dentro de una uni-
ria. dad orgánica o de una de sus divisiones y
c. Ejecutar y conservar el catastro jurí- constituida por un predio o parte del mis-
dico preparatorio, estableciendo los titu- mo surgida por modificación de su estado
originario aprobado por autoridad com- Y continúa diciendo, en su artículo 5<?,
petente (art. 7 del Reglamento). el decreto mencionado, que en las plan-
En su artículo 10 dice que, a los efectos tas suburbanas y rurales la medición de
de facilitar a la Nación un inventario ge- las propiedades se realizará en forma pau-
neral de los elementos permanentes del latina; transitoriamente, las medidas y
suelo, sus variaciones y productibilidad, ca- linderos se ajustarán a los títulos de do-
da parcela se compondrá de tantas "uni- minio en su caso, a las mensuras judiciales
dades de avalúo" cuantas sean las porcio- y a los demás elementos de juicio en poder
nes de la misma a las que se pueda atribuir de las dependencias del Estado o munici-
diferente naturaleza intrínseca. pales. Cuando exista una red geodésica de
Posteriormente estabLce que, como com- apoyo, se vincularán los linderos a la mis-
plemento del índice real, se confeccionará ma. Cuando no existiera una red geodésica,
un índice personal de titulares o presuntos será obligatoria la determinación de la la-
titulares del derecho de dominio. Este titud, longitud y azimut en alguno de los
índice se compondrá de una ficha por cada vértices de la mensura.
propietario, en la que consten todas las Las mediciones y determinaciones a que
parcelas que al mismo pertenezcan, iden- nos referimos en el párrafo anterior, se
tificadas por su nomenclatura ?. loa efectos realizarán con el asesoramiento técnico
de la correlación con el índice real. del Ministerio de Guerra (Instituto Geo-
En su artículo 63 nos expresa el funda- gráfico Militar).
mento del catastro jurídico definitivo, que En el artículo 7<? se faculta a la Direc-
tendrá por finalidad obtener el perfeccio- ción Nacional Inmobiliaria a dictar las dis-
namiento de los títulos de propiedad de posiciones que considere necesarias para la
los predios cuya ubicación y dimensiones actualización del catastro. Estas serán
reales hayan surgido del catastro físico de- obligatorias para las reparticiones del Es-
finitivo. tado y Municipalidades y para los par-
Otro de sus fines, que expone en e\ ar- ticulares (propietarios, locatarios, ^Subloca-
tículo siguiente, o sea en el 64, es que para tarios, administradores, rematadores, etc.).
el cumplimiento integral de los objetivos En la exposición de motivos de ese de-
anunciados en la reglamentación, la Direc- creto se mencionan ya que, en cumpli-
ción general del Catastro proyectará, con- miento de los propósitos enunciados, se or-
juntamente con la Dirección general de ganiza-á un catastro único, para lo cual
Institutos Jurídicos del Ministerio de Jus- se aprovecharán los antecedentes que po-
ticia, la pertinente reforma de la legisla- seen la Municipalidad de la Capital, la
ción. Administración general de Obras Sanitarias
El decreto 33.405, de 11 de diciembre de y la Administración general de Contribu-
1844, que crea la Dirección Nacional In- ción Territorial, que contendrá las refe-
mobiliaria, manifiesta en el artículo !•? rencias completas de cada parcela y de
que el régimen fiscal, la identificación y las mejoras introducidas en ellas y los
registro y la valoración de la propiedad datos relativos al dominio y los derechos
inmobiliaria de la Capital Federal y terri- reales que les afecten.
torios de jurisdicción nacional, quedan su- Las autoridades administrativas y judi-
jetos a sus disposiciones. ciales, así como los escribanos públicos,
En el capítulo 2<?, titulado "Del Catas- estarán obligados a referirse a esas cons-
tro", que corresponde a su artículo 39, ex- tancias en sus actos y resoluciones. Por su
pone que la individualización, ubicación, parte, la Dirección Nacional Inmobiliaria
nomenclatura y demás referencias corres- tendrá facultad para dictar las disposi-
pondientes a cada inmueble, se ajustarán ciones necesarias a fin de mantener ac-
a las constancias de un catastro único. tualizados los asientos.
Estas referencias serán obligatoriamente Se prevé, asimismo, el asesoramiento del
consignadas y observadas por los oficiales Instituto Geográfico Militar, para aprove-
públicos, autoridades administrativas o ju- char así la experiencia técnica adquirida
diciales y en la gestión ante ellas. por esa repartición. (E. C. G.)
Para el catastro de la Capital Federal
se adoptará el sistema topográfico-descrip- CATEGORÍA PROFESIONAL.* El prime-
tivo-parcelario, quedando limitado el siste- ro de estos vocablos tiene varias acepcio-
ma descriptivo-parcelario en los territorios nes directas con sentido filosófico, cuyo
nacionales El catastro contendrá la des- examen no interesa. Pero presenta tam-
cripción completa de cada parcela con el bién una significación figurada equivalen-
detalle de los hechos existentes, conforme te a condición social de unas personas
a lo que disponga la Dirección Nacional
Inmobiliaria. ~ Por el Dr. MANUEL OSSORIO Y FLOP.IT.
respecto de las demás. Y el adjetivo que Claro es que los precitados conceptos to-
la sigue, quiere decir tanto como pertene- mados de Cabanellas, dejan subsistente la
ciente a la profesión o magisterio de cien- duda de si cuando se refiere al derecho de
cias y artes, y también persona que hace todo individuo a ser miembro de una ca-
hábito o profesión de alguna cosa. Así, tegoría "por el simple hecho de su actividad
pues, categoría profesional es, gramatical- profesional", esa actividad está referida
mente, la condición que distingue a las genéricamente a la profesión o específica-
personas ejercientes de una misma ciencia mente a cada grado dentro de ella. En otros
o arte, de todas las demás personas que términos: si con referencia a la actividad
se dedican a otras actividades científicas profesional, la categoría a que todo indivi-
o artísticas. Según esta interpretación ha- duo tiene derecho es la correspondiente a
bría categorías de abogados, de médicos, de un status personae de los militares o de
escultores, de albañiles, de militares, de los coroneles, de los ebanistas o de los me-
empleados, etcétera. Pero en el lenguaje dio-oficiales ebanistas, de los funcionarios
corriente, la categoría se refiere más que judiciales o de tos camaristas, y así por el
a la diferencia de ciencia o arte a los di- orden.
versos grados que existen dentro de una La opinión de Jaeger (*), a quien cita
misma profesión, derivados de las distintas Cabanellas en apoyo de su tesis, no aclara
competencia, jerarquía, jurisdicción, remu- la duda, porque cuando afirma que la ca-
neración, dependencia, especialidad, etcéte- tegoría profesional consiste en "la serle no
ra. Nadie dice de una persona que tiene, finita de individuos que a causa de su pro-
por ejemplo, categoría de farmacéutico pa- fesión en el plano de la actividad produc-
ra diferenciar su condición social de la de tiva y del territorio en que operan, poseen
aquellos que no poseen ese título. En cam- comunes intereses económicos" mantiene
bio, se oye decir constantemente de un la incógnita de si el plano de la actividad
trabajador, que es de oficio carpintero, o productiva se ha de entender establecido
metalúrgico, o fontanero con categoría de por profesiones o por grupos dentro de
maestro, de oficial, de medio oficial o de ellas. Y en cuanto a la comunidad de in-
aprendiz, con lo cual no se señala una di- tereses, resulta muy opinable si se estable-
ferenciación por artesanías, sino por grupos ce entre todos los miembros de un mismo
dentro de una misma profesión. E igual- oficio o entre los clasificados en determi-
mente sucede cuando se dice de un miem- nado grado. Más todavía: no puede decir-
bro de las fuerzas armadas, que ostenta se que no tengan intereses comunes todos
categoría de jefe, de oficial o de suboficial; los integrantes de una profesión, pero tam-
o de un empleado público cuando se le in- poco puede rechazarse la existencia de
cluye en la categoría de tantos o cuantos oposición de intereses entre los integran-
pesos de sueldo. tes de cada grado profesional y los inte-
Dentro de un concepto jurídico, la defi- grantes de los otros grados.
nición es dudosa. Algunos autores la hacen La interpretación amplia del término
más coincidente con la acepción gramatical categoría, aparece más definidamente ex-
que con la expresión vulgar. Cabanellas (») presada por De la Cueva ( 3 ), cuando atri-
identifica la categoría profesional "con lo buye a la categoría profesional la calidad
que ha dado en llamarse" el estatuto per- de materia o sustancia, en tanto que el sin-
sonal de todo individuo encuadrado dentro dicato es la forma, por lo cual aquella da
de la producción, sea patrono u obrero; nacimiento a éste. Por eso nos parece más
es decir, "el derecho a ser miembro de una terminante en el sentido expresado la opi-
categoría determinada". Dicho estatuto le nión del tratadista mexicano, pues siendo
corresponde por el simple hecho de su pro- evidente que los sindicatos están compues-
pia actividad profesional —sigue diciendo tos por trabajadores de un mismo ramo
el autor mencionado— y le concede dere- de actividad, sin distinción de grados (y
chos tales como serle aplicables las nor- lo mismo cabe decir en cuanto a los sindi-
mas colectivas dictadas en beneficio de la catos patronales), no hay duda de que la
categoría profesional a que pertenezca, así materia de que se nutren, o sea la catego-
como le impone el deber de aceptar las ría, ha de referirse también a la totalidad
cláusulas de los convenios colectivos de y no a los grados, y aun con mayor moti-
condiciones de trabajo, debiendo someterse vo: de una parte, porque el núcleo consti-
a la reglamentación profesional impuesta, tutivo de la categoría (siempre dentro del
bien por la unidad productora, bien por el concepto que estamos comentando), es más
Estado. amplio que el del sindicato; y de otra par-
(1) Diccionario de Derecho usual, Bs. Aires (2) Le controvertía individuad íel lavara, Pa-
1953; Tratado de Derecho laboral, Bs. Airea 1949; dua. 1936.
Derecho sindical y corporativo. Bs. Aires, 1946. (3) Derecho mexicano del trabajo, México, 1043.
te, porque la categoría, al ser más amorfa rías, no se refieren al concepto genérico
que el sindicato, hace difícil toda clasifi- de profesión, sino al otro más restringido
cación por grupos. La idea queda definiti- (si bien de mayor valor en orden a las re-
vamente sentada por De la Cueva, cuando laciones del trabajo) de clasificación por
comentando la Carta de lavoro italiana, grados., especialidades, competencia o ín-
dice que en su declaración tercera previene dole del trabajo dentro de un mismo ramo
que "sólo el sindicato legalmente reconocido de actividad. Así, por ejemplo, Rouast y
y puesto bajo el control del Estado, es el Durand ( B ) manifiestan que generalmente
representante de la categoría..." los oficios se dividen en cinco categorías:
A la misma conclusión nos llevan las pa- mano de obra ordinaria, mano de obra de
labras de AvenatU*), citado por De la fuerza o especializada, obrero especializado,
Cueva, al afirmar que el elemento propio obrero calificado y obrero altamente cali-
y diferencial de la categoría profesional, ficado.
"es la homogeneidad de la actividad pro- Para Barassl («) "cada trabajador asu-
fesional ejercitada por los sujetos que la me una categoría determinada, que puede
componen y se refiere lo mismo a los tra- corresponder no sólo a una cualidad espe-
bajadores que a los patronos". Parece, pues, cial de su actividad profesional, sino tam-
que la categoría está integrada por todos bién a un grado especial de habilidad en
los dedicados a una misma actividad, sin su ejercicio". Y añade que "esa especifica-
distinción entre empleadores y empleados, ción, que constituye una gama en la que
aun cuando —añade Avenati— "los ele- encontramos reflejados aproximadamente
mentos de la producción, capital y trabajo los escalafones de las diversas empresas,
se encuentran divididos, cada upo por sepa- es una consecuencia lógica, no sólo de las
rado, pero, a la vez, en forma idéntica, según necesidades de las empresas, sino también
las diferentes actividades profesionales". de las7 diversas ap ti tudas del trabaja-
Entendida así la categoría, sus efectos dor" ( ), contemplándose, ante todo, las
serian muy limitados, cuando no nulos, con necesidades de la empresa, pues "la orga-
respecto a las relaciones del trabajo, aun nización técnica de la producción la ha
cuando pudieran tenerlos muy grandes diferenciado en una cantidad de operacio-
desde un punto de vista sociológico, de ser nes simultáneas y sucesivas, a cada una de
cierto, como piensan algunos autores, que las cuales se adscriben uno o más trabaja-
la categoría profesional sustituye a las cla- dores". Para Barassi, de los tipos abstractos
ses sociales y elimina toda lucha entre de operaciones se derivan las consiguientes
ellas, puesto que dicha lucha no es sino categorías abstractas de trabajadores, que
una consecuencia del liberalismo político- se proyectan sobre el escalafón; y de ahí
económico. Eien se advierte que esa con- que "para el encuadramiento individual de
cepción social está basada en la organiza- una categoría no basta, por lo tanto, la
ción corporativa del Estado totalitario, al simple calificación profesional, sino que se
modo del implantado y ya desaparecido en necesita la calificación profesional recono-
Italia. Cabanellas piensa, con toda razón, cida en un contrato de trabajo", si bien
que "sustituir la lucha de clases por la quedaría subsistente la duda de si dicho
armónica colaboración de las categorías de encuadramiento "depende de la categoría
clase es un engaño manifiesto", y ello, en- real o de la valoración errónea que de la
tre otras razones que dicho autor desarrolla, categoría real haya hecho eventualmefate
por la muy poderosa de que no es posible la asociación sindical con su decisión de
suprimir las clases, ya que ellas represen- encuadramiento". En cualquier supuesto, el
tan una creación espontánea imposible de trabajador "tiene derecho a que, en el acto
borrar mediante disposiciones legales. Mas de su ingreso, se aclare la categoría que
aún de ser posible, lo único que se conse-
guiría sería cambiar la hostilidad entre cla- (5) Précís de législation industrielle. París.
ses por -el antagonismo entre categorías, 1948.
mucho más si se tiene en cuenta que "sus- (6) Tratado de Derecho del trabajo, ed en
castellano, Buenos Aires, 19S3.
tituir la solidaridad de clase por la pro- (7) Importa decir que al comentar las pala-
fesional resulta materialmente imposible, bras de Barassl nos hemos atenido a la traduc-
por ser cosas tan semejantes que no cabe ción a que se refiere la nota precedente. En tal
separarlas", ya que "por la profesión se traducción, y por las razones que se expresan en
dicha obra mediante nota del traductor consig-
pertenece a una clase, y las clases subsis- nada en la pág, 467 del t. 1, se advierte que la
tirán mientras el trabajo siga siendo una palabra qualifica ha sido traducida por categoría
imposición para todos los seres humanos", y no por calificación, como aparece en otros tex-
Otros autores, cuando hablan de catego- tos argentinos. Bien se comprende la importancia
de la distinción; pero nos hace dar por buena la
traducción precitada, la solvencia científica de
(4) La reforme sindicóle del anno Xll. quienes han intervenido en la edición.
determinará la naturaleza de las tareas "De la conjunción de estos elementos —di-
que debe desarrollar". ce— puede llegarse a deducir la categoría
Señala el autor comentado, que de acuer- real que cada trabajador ocupa dentro de
do a las normas establecidas en el Código la gradación jerárquica del conjunto de
civil italiano, únicamente existen tres ca- actividades del país". De acuerdo con esas
tegorías de trabajadores, y son: directores ideas, Flguerola clasifica las categorías pro-
de empresa, empleados y .obreros, cada una fesionales en la siguiente forma: Emplea-
de las cuales puede ser dividida en califi- dos: categorías de jefes; de técnicos, uni-
caciones. Algunas veces calificación se toma versitarios, encargados y asimilados; de
—impropiamente, según Barassi— como si- empleados, auxiliares y cadetes; de corre-
nónimo de categoría, aun cuando en el dores y comisionistas sin sueldo ni horario;
íondo la calificación no es más que un mo- y de personal que mantiene servicios pe-
do de ser de la categoría. Despréndese de riódicos o de urgencia sin horario pero con
lo expuesto que para el precitado trata- retribución fija mensual. Obreros: catego-
dista la categoría no se identifica con la rías de capataces, de obreros calificados y
profesión en sentido amplio ni con el ramo semlcalifloados; de subalternos; de apren-
de la actividad a que la empresa se dedica, dices; y de peones.
sino con la índole directiva, burocrática o Ese carácter más restringido de las cate-
manual que en la misma se desempeñe. gorías profesionales, viene a coincidir con
Lo que para Rouast y Durand, y con rela- la terminología empleada en la legisla-
ción a los obreros, son las categorías, repre- ción argentina cuando, por ejemplo, en la
senta para Barassi las calificaciones. ley 14.250 sobre régimen de las convencio-
De Lítala ( 8 ) no coincide con la división nes colectivas de trabajo se establece que
de las categorías en los tres mencionados deberán celebrarse por escrito y consigna-
grandes grupos (directores, empleados y rán, entre otros datos, "las actividades y
obreros), sino que con relación a los em- categorías a que se refieren". Establecer
pleados y amparándose en la legislación una diferencia entre actividad y categoría,
italiana (decreto 1825 de 13/11/1942), los ya nos indica que el primer término se re-
separa no en calificaciones, sino en las si- fiere a la clase o ramo de trabajo, y el
guientes categorías: en la primera están segundo a la calificación dentro del mismo.
incluidos los administradores, los procura- BIBLIOCÜAJTÍA. — La Indicada en el texto y notas.
dores, los representantes a remuneración
fija, los viajantes para el extranjero, los CATEO.* Concepto. Importancia.
directores técnicos o administrativos y los En el Derecho minero argentino la voz
empleados de grado y funciones equiva- "cateo" es sinónima de exploración y con-
lentes; en la segunda, los viajantes, los di- siste en el conjunto de trabajos de inves-
rectores o jefes de servicios especiales y los tigación del suelo y del subsuelo realizados
empleados facultativos; y en la tercera, los con autorización del Estado por un tiempo
empleados de estudio y de negocio, los asis- y en una superficie determinados, con la
tentes técnicos y los otros empleados de finalidad de obtener el descubrimiento de
grado común. yacimientos minerales.
';Figuerola {") atribuye, a nuestro juicio En un sentido más amplio se denomina
con acierto, al concepto de categoría un "cateo" al conjunto de trabajos mineros
contenido coincidente con el de la expre- que se realizan por medios adecuados, pa-
sión corriente o vulgar a que antes nos ra lograr el descubrimiento de yacimientos
hemos referido y que es la que ofrece un minerales útiles y económicamente explo-
Interés mayor a los fines de las relaciones tables. Este último concepto corresponde
del trabajo. Precisamente por ser la más a la moderna concepción que se tiene de
práctica es la que importa a los objetivos la búsqueda y explotación de las minas.
estadísticos. Al referirse a la Clave o Có- En general, los países americanos uti-
digo de categorías profesionales, Flguerola lizan las mismas voces para designar esta
distribuye al personal en diversas catego- institución (i). En España, en cambio, se
rías, atendidas las siguientes característi-
cas: naturaleza de la función confiada, mi- * Por el Dr. JULIO A. Qurvroo MENDOZA.
sión que ejerce o tarea que realiza, deno-
minación del cargo, empleo u ocupación (1) Boíl vía: "Cateo" (Cód. de Minería de
que desempeña, retribución que percibe y 1925, arts. 16 y siga.); Ecuador: "Cateo y explo-
forma de pago (hora, día, semana .o mes). ración" (Ley general de Minería de 1937, arts. 33
y siga); México: "Cateo" (Ley minera de 1930,
(8) El contrato de trabajo, ed. en castellano, arts. 28 y slgs.): Perú: "Cateo" (Cód. de Minería
Buenos Aires, 1946. de 1950, art. 2 ) ; Uruguay: "Exploración" (Cód.
( 9 ) Teoría y métodos de estadística del tra- de Minería de 1943. art. 24); Venezuela: "Explo-
bajo. Buenos Aires, 1948. ración" (Ley de Minas de 1945. art. 32).
emplea la voz "investigación" (*), En Chile el descubrimiento de los yacimientos mine-
y Panamá se usan las voces "catar" y "ca- rales que se encuentran en la superficie y
var", reservándose en el primero de esos en el subsuelo, para cuya obtención el
paises la voz "exploración" para designar cateador debe desarrollar una serie de ac-
los trabajos de investigación costosos por tividades técnicas (propiamente mineras)
medio de barrenos mecánicos u otros me- y jurídicas, que integran el contenido subs-
dios que exijan la instalación de maqui- tancial de este derecho.
narias ( 3 ). En Colombia se emplean los Las actividades técnicas —únicas que se
términos "buscar, descubrir j catear o requieren en algunos' sistemas— pueden
prospectar" (<). consistir en cualquier medio idóneo para
En Brasil se usan las voces "búsqueda y lograr aquella finalidad, de suerte que
prospección" ( 5 ). está permitido desde el simple examen de
El cateo tiene por finalidad específica visú de los terrenos, acompañado de tra-
bajos de reconocimiento, hasta el empleo
(2) Ley de Minas del 19 de julio de 1844, ar- de los modernos métodos geofísicos (mé-
tículos 8 y slgs. todos magnéticos, sísmicos, gravimétricos,
(3) Código de Minería de Chile de 1832, arta.
13 y slgs. y 20 y slgs.. y Código de Minas de Pa- eléctricos) que permiten la localización de
namá de 1916, arts. 19 y slgs. Comentando el pri- los minerales mediante el uso de aparatos
mero de esos códigos, dice Julio Rulz Bourgeoís de alta tcnica, aunque conviene advertir
que "el derecho en estudio consiste en la- facul-
tad que tiene cualquier particular de "catar y que el empleo de estos métodos no supone
cavar" en tierras de cualquier dominio con el fin que deba prescindirse de aquellos comunes
de buscar minas. "Catar" es examinar; "cavar" o tradicionales, sino que en la exploración
es abrir o mover la tierra. Kn otros términos de las minas todos se complementan y se
—agrega—, la facultad de catar y cavar en aná-
lisis es el derecho que tiene cualquier particular auxilian ( 6 ). Por consiguiente, los trabajos-
de Investigar la existencia de yacimientos mineros encaminados a lograr el descubrimiento de
en terrenos propios, ajenos o públicos, pudiendo los yacimientos minerales pueden ser, ade-
abrir la tierra para hacer reconocimientos". (V. más de los señalados, de cualquier especie,
Instituciones de Derecho de minería chileno, pá-
gina 71.) como pozos, zanjas, galerías, socavones,
(4) Código de Minas, art. 6, y ley núm. 13 de perforaciones, sondeos, etcétera, pero siem-
1837. art. 4. pre que no tengan una extensión que im-
Juan C. Molina R. explica que "esas disposi- porte reemplazar aquellas labores que,
ciones establecen un orden progresivo eu la In-
vestigación de las minas; "buscar" o sea Inqui- como los trabajos formales, llenan una
rir o Investigar por medios prácticos o científicos función específica dentro de nuestro ré-
la ubicación y formación de los minerales; "des- gimen legal. La alusión que hacen los ar-
cubrir" o sea hallar los minerales desconocidos o
abandonados: "catear" o también "catar", que
congiste en probar o ensayar por medios comunes te) R. F. Logget, al referirse a esos métodos,
o técnicos la riqueza, combinación o aleación ejroresa que "la actividad mayor se confina en la
cuantitativa o cualitativa de los minerales. El ci- minería y en la Industria de! petróleo y se refleja
tado art. 4 de la ley 13 hace uso de la palabra en las sociedades y en los periódicos técnicos.
"proapectación", que se tiene como equivalente Todos los métodos geofísicos se basan en las pro-,
técnico del cateo; es la averiguación dex la rique- piedades físicas de la corteza y de sus constitu-
za de los minerales y la determinación de los sis- yentes. Por tanto, si dos masas de roca próximas
temas o métodos que deban seguirse en su ex- a la superficie tienen distintas "propiedades fl-
tracción". (V. Tratado teórica-práctico de Dere- Blcas", aparte de las geológicas, los métodos geo-
cho minero colombiano, pág. 182.) Como se verá, físicos podrán diferenciar ambas masas. Este prin-
la terminología usada en el Derecho minero co- cipio es la base del trabajo geofísico". (V. Geo-
lombiano no coincide con el uso técnico que se logía para ingenieros, pág. 115. Barcelona. )
hace de esas voces en nuestro Derecho. Lulgl Oervelll dice que "las Investigaciones geo-
(5) Attlllo Vlvacqua expresa que "la prospec- físicas no parten de los afloramientos, ni son
ción y la búsqueda, cada día más perfeccionadas, guiadas por Inducciones geológicas, aun cuando
las cuales disponen hoy de numerosos recursos los estudios geológicos sean elementos de gran
técnicos, como los de la geofísica, constituyen, a auxilio, pero la presencia de un yacimiento que
la par de la economía de la mina, por los diver- no aflora, es revelado por indicaciones de Instru-
sos procesos adoptados, objeto principal de medi- mentos muy sensibles, provocados por algunas de
das legislativas. Entiéndase por búsqueda, dice las propiedades físicas del propio yacimiento. Es-
el art. 13 del Cód. de Minas, los trabajos nece- tos modernísimos métodos son, sin duda, des-
sarios para el descubrimiento de yacimientos y el tinados a desenvolverse y perfeccionarse y a traer
conocimiento de su valor económico (parágr. úni- una eficaz contribución para el conocimiento del
co). La búsqueda comprende los trabajos de re- subsuelo. Bajo el punto de vista minero son de
conocimiento geológico, estudios geofísicos, exca- gran importancia, porque permiten, en un pri-
vaciones de pequeña profundidad, abertura de mer estadio de orientación, conocer la posibilidad
pozos y galerías, sondeo, análisis químico y ensa- mineral de una reglón antes de abrir pozos y ga-
yo del beneficio minero. La ley anterior definió lerías e iniciar una obra larga y frecuentemente
la prospección, los trabajos de reconocimiento geo- de muy costosa ejecución. Pero la' geofísica no
lógico y otras Investigaciones hechas en la super- substituyó los procesos actuales y ella misma,
ficie. .Es un término de acepción más estricto que muchas veces, no puede resolver definitivamente
el prospecting. (V. A. nova política do sub-solo el problema". (V. Arte minerario, val. 1, págs. 38.
e o régimen legal das minas pág. 169, Rio de Ja- 39 y 90, citada por Vlvacqua en la ob. cit., pS-
neiro.) glna 170).
ticulos 24 y 38 del Código de Minería a El catee, como etapa preparatoria o pre-
"catas" y "calicatas" nos da la base que liminar en la explotación de las minas,
se tratan de labores relativamente super- tiene una relevante importancia especial-
ficiales, salvo en la exploración petrolífera, mente dentro de la concepción del Derecho
que se requiere la perforación a profundi- minero moderno, para el cual las tareas
dad con equipos adecuados a este tipo de de investigación no se detienen en la sim-
trabajo (art. 383 del Cód. de Minería) ( i ) . ple búsqueda de los minerales, sino que
Como el "cateo" o derecho de explora- tienden también a determinar si se trata
ción constituye el primer paso —no siem- de minerales útiles y económicamente ex-
pre necesario— en el proceso adquisitivo plotables y cuáles son ios métodos más
de las minas que tiene por origen o causa convenientes para emprender la extracción,
el descubrimiento, no son materia de esta lo que requiere una serie de actividades
disciplina aquellas investigaciones sistemá- técnicas y muchas veces costosa.» inver-
ticas o localizadas que realiza el Estado en siones. El apotegma de Vivacqua, de que
el territorio de la Nación, desde que las "el prólogo de la minería es, a veces, su
mismas no están orientadas a la adquisi- trágico epílogo" ( n ) , trasunta toda la gra-
ción de las minas, sino a tomar un cono- vedad que puede tener el cumplimiento de
cimiento general de la riqueza minera. De esta etapa de investigación.
aquí que tales planes de investigación, Sistema$: El ejercicio del derecho de
que son de inusitada importancia, no están cateo ha sido sometido a dos sistemas
sujetos al régimen jurídico del cateo ( 8 ). totalmente divergentes: a), el que confie-
re absoluta libertad para explorar en te-
(7) Edmundo Fernando Catalano dice qus ")a rrenos que no estén labrados, cercados o
exploración ó cateo comprende rio sólo las pe- cultivados; b), el que exige el permiso
queñas labores, destlerre y recolección de mues- previo de la autoridad minera sin distin-
tras de minerales, sino también la ejecución de
galerías y socavones en profundidad, las perfora- ción de ninguna índole.
ciones y sondares, los estudios geológicos y geo- Este último es el sistema que sigue nues-
ílslcos, el levantamiento de planos y perfiles y e! tro Código de minería, ya que los artículos
ensayo de las muestras recogidas en laboratorios 23 y 24 contienen la exigencia expresa del
químicos y plantas experimentales de beneficio".
(V. Legislación de minas, pág. 111, Buenos Aires.) permiso previo para catear. Este sistema
Bourgeots enseña sobre este aspecto que las la- fue introducido por el Honorable Congreso
bores que sejejecuten al abrir la tierra no pueden de la Nación al tratar el Proyecto del doc-
ser profundas, sino simples "calicatas", o-sea po-
zos o galerías que no pasen de una dimensión tor Enrique Rodríguez, en el cual se se-
relativamente pequeña, pero lo suficientemente guía el opuesto. Disponía, en efecto, el
apta para la' Investigación. Nuestra ley —agrega— articulo 26, que "toda persona capaz de
DO fija dimensiones, cosa que hacen otras leyes adquirir. y poseer minas, puede buscar,
como la portuguesa, que establece que estas labo-
res no deben pasar de diez varas, y ésta podría catar y hacer los trabajos conducentes a
•ervir de referencia paca la interpretación de su descubrimiento en terrenos de cual-
nuestro Derecho, dentro de la amplitud de cri- quier dominio, sin necesidad de permiso y
terio que se ha dejado en esta materia al juez sin limitación de tiempo y espacio, siem-
y al jurista" (ob. clt., pág. 71).
El Cód. de Minas de Bolivia establece en el pre que los terrenos no estén cultivados,
art. 15 que las calicatas o excavaciones no pue- labrados o cercados". Para estos supuestos
den exceder de diez metros de extensión en lon- de excepción, el artículo 28 del Proyecto
gitud o profundidad. requería el correspondiente permiso de la
(8) Hemos sostenido antes que "el Estado
debe cumplir aquella misión de bien público uti- autoridad ( 10 ).
lizando los más modernos medios técnicos y rea-
lizando estudios geológicos sistemáticos en todo sobre la formación de ¡os yacimientos, su estruc-
el territorio de su jurisdicción, a fin de estable- tura y su distribución en la cartografía de las pro-
cer dónde se esconden determinadas riquezas mi- vincias metalogénlcas". (V. ob. clt., pág. 172).
nerales, para poner ese conocimiento científico (9) Agrega el autor: "Esa numerosa y difícil
a disposición de los particulares cuando sea del serie de actividades científicas y financieras, pre-
caso la explotación de las minas por parte de paratorias de la institución de la propiedad mi-
éstos. Hay que aprovechar los excelentes frutos neral y de la organización de su exploración, evi-
que estos estudios han dado cuando institucio- dencia la variedad, especialidad y magnitud de
nes de tanta responsabilidad como Yacimientos las relaciones de allí resultantes" (ob. clt., pá-
Petrolíferos Fiscales, Fabricaciones Militares, Di- gina 171).
rección General de Combustibles Sólidos Mine- (10) Este es el sistema que sigue el proyecto
rales, etc., han encarado esas tareas de verdadero del Poder Ejecutivo de 1951 respecto de la "ex-
aliento". (V. "B3 Código de Minería y la necesidad ploración", con la diferencia que el permiso de la
de una reforma. Bases para una nueva legislación", autoridad debe requerirse cuando no le ha sido
de Julio A. Que vedo Mendoza, en Jurisprudencia, posible al explorador obtener permiso escrito del
de Mendoza, t. 18, pág. 811, sec. doct.). dueño, poseedor o tenedor actual de la superficie
Atllo Vivacqua dice que "asume un papel de (art. 23). Como en dicho proyecto se distingue
fundamental Importancia la carta geológica del entre "exploración" y "cateo", siendo éste una
país (Brasil) como instrumento Indispensable etapa avanzada en la investigación que requiere
para las prospecciones y búsquedas, orientando la Inversión de capital y el empleo de determl-
"El sistema vigente —hemos sostenl- ficie, aunque eventualmente pueden ser
lo— tiene como defecto substancial que no aprovechadas por el explorador después
jonsulta nuestra realidad geográfica y ju- del descubrimiento. (V. DESCUBRIMIENTO.)
rídica, lo que se explica desde que el sis- Tampoco pueden ser objeto de este derecho
tema adoptado por el legislador ha sido aquellas substancias que el Estado se ha
trasplantado de países donde la propiedad reservado para explotarlas directamente o
raíz ofrece características totalmente di- mediante contratos de explotación, como
ferentes de la nuestra. Si se quiere esti- ocurre, por ejemplo, con el petróleo y de-
mular las exploraciones, es urgente como más hidrocarburos fluidos. (V. DOMINIO DE
necesario apartar todos los obstáculos que LAS MINAS y DESCUBRIMIENTO.) (13).
hasta ahora —después de poco más de El cateo puede tener por objeto una o
sesenta años de vigencia del Código (de- más substancias minerales, habiéndose ge-
cíamos en el año 1948)— han impedido la neralizado la práctica de solicitar y, con-
investigación de nuestro suelo. A este efec- secuentemente de conceder, permiso para
to no podemos olvidar que nuestra indus- explorar las substancias de primera y se-
tria minera tiene una virginidad que no gunda categoría, sin especializar cuál de
poseen otras industrias, circunstancia que éstas es la que verdaderamente interesa
de por sí sola obliga a facilitar la búsque- descubrir. En nuestro régimen legal basta
da de los yacimientos que esconde nues- con amparar una determinada superficie
tra tierra" ("). con un permiso de cateo para que el ca-
Objeto: El objeto de este derecho no es, teador tenga un derecho preferencial res-
como se ha supuesto, los terrenos de pro- pecto de todas las substancias que encuen-
piedad particular o pública donde deben tre, aun cuando no hayan sido objeto
practicarse los trabajos de exploración, sino directo del permiso ( > « ) , salvo las reser-
las substancias minerales que pueden ser vadas por el Estado.
materia de concesión, es decir, aquellas Naturaleza jurídica: El permiso de ex-
que forman o integran el dominio mi- ploración supone el derecho de ocupar la
nero del Estado < 12 ). De consiguiente, no superficie del suelo 'mientras dura el per-
pueden ser objeto de exploración o ca- miso, y realizar los trabajos conducentes
teo aquellos minerales cuya explotación a la búsqueda de las substancias minerales
ha sido entregada al dueño de la super- que constituyen el objeto del mismo, con
exclusión de toda otra persona, aun del
nadoS elementos, para el ejercicio del derecho de dueño del suelo. Dispone al respecto el
cateo se requiere la concesión previa (arts. 28 a artículo 26 del Código de minería que des-
43). (V. Diario de Sesiones de la Cámara de Se- de el día de la publicación o anotación de
nadores, pág. 555). Han seguido el mismo sistema la solicitud, nadie podrá hacer calicatas
de la libertad para catear. Chile respecto d« la
libertad de "catear y cavar" (arts. 13, 20 y con- ni otras labores mineras dentro de los li-
cordantes). Perú (art. 2), Bol i vía (art. 31), Co- mites en ella indicados y después de otor-
lombia (art. 5) y Venezuela (art. 31). Exigen el gado el permiso, dentro de los fijados en
permiso o licencia previa, España (arts. 9, 10 y la ubicación. Corresponde al explorador el
siga.), Ecuador (arts. 32 y sigs.), Brasil (arts. 13
y sigs.), México (arts. 5 y sigs.) y Uruguay descubrimiento que, sin su previo consen-
(art. 18). timiento, hiciere un tercero en el terreno
(11) Julio A. Quevedo Mendoza, publlc. clt., correspondiente a la solicitud o al per-
pAg. 811. miso".
El doctor Guillermo J. Cano, luego de referirse
a la influencia de la legislación francesa en la Esas facultades de que dispone el ca-
reforma introducida por el Congreso, expresa en teador ha llevado a calificar al cateo de
el mismo sentido: "Me parece que en este as- un derecho real de naturaleza inmobilia-
pecto hay evidente desproporción entre la realidad
física del país y su Código de minería. La In-
mensa mayoría de nuestras minas yacen en lu- (13) Por decreto núm. 9958, del 30 de octu-
gares desolados, Incultos y despoblados, general- bre de 1952, el Poder Ejecutivo Nacional declaró
mente en abruptas montañas, donde el valor de "reservado a favor del Estado Nacional y hasta
la tierra es insignificante y no pasa general- tanto sea reglamentado el art. 40 de la Constitu-
mente de diez pesos la hectárea. Siendo asi, pocas ción Nacional, todo el territorio de la Nación, a
veces acaecerá que deban ser aplicados los pre- los efectos de la exploración y explotación de
ceptos legales argentinos de filiación gala, de hidrocarburos fluidos". (V. Boletín Oficial. 7-11-
donde la influencia de ésta en el Derecho minero 952.)
es más aparente que real". (V. Código de minería (14) Dice el doctor Rodríguez en la nota al
anotado con sus fuentes, pág. LXXIV.) art. 23: "Pero ¿si se encuentra una substancia
(12) El doctor Enrique Rodríguez expresa al no indicada en el pedimento? Se le adjud.'^a al
respecto en la nota al art. 23 (27 de su proyecto): es de aquellas que pueden concederse al descu-
"Al presente lo único que pudiera dar lugar a al- bridor, porque cuando sin permiso y sin propó-
guna observación es lo que se refiere al objeto de sito de buscar minas la casualidad, un accidente
la exploración, esto es, a la designación de la cualquiera pone a la vista un criadero, hay in-
substancia o substancias de cuyo descubrimiento vención, hay descubrimiento y debe, por tanto,
•e trate". haber derechos y privilegios".
na, equiparable a1Duna servidumbre de ca- de un interés general como es la explota-
rácter personal( ). Es evidente que la ción de las minas, sin que por ello cambie
'•alineación de "derecho real" dado en el el objeto del derecho que, como hemos
•ódigo de minería chileno a las concesio- visto, lo constituyen las substancias mi-
nes de exploración, aleja toda discusión nerales y al cual va anexada accesoriamen-
icerca de la naturaleza jurídica de ese te la facultad de ocupar la superficie. Mas,
derecho, cosa que no ocurre entre nosotros, en ningún momento atribuye un derecho
desde que la aludida facultad de ocupar la a la superficie y las relaciones que emer-
superficie de un terreno ajeno que con- gen como consecuencia del permiso son
fiere la ley, no es suficiente para equi- siempre personales y entre sujetos. Ello
parar el cateo a alguno de los derechos demuestra que el derecho de cateo cons-
reales previstos en la ley civil, los cuales tituye, como dice Joaquín V. González, "un
presentan características relacionadas es- estado jurídico especial" (1G) que es más
pecialmente entre sujeto y cosa, que no bien de naturaleza puramente adminis-
ofrece el derecho de cateo. trativa, no sólo porque en el articulado de
Los artículos 27 y 29 del Código de mi- la ley se mencionan figuras jurídicas que
nería aluden a una "concesión", y los ar- corresponden a esta rama del Derecho, sino
tículos 23, 24, 25, 26 y 27 a un "permiso", porque el ejercicio del mismo emana de
permiso que el Estado confiere a los par- un acto administrativo del poder adminis-
ticulares a virtud de ejercer el dominio trador, que dicta de acuerdo a facultades
originario o eminente de las minas y, regladas. Por lo demás, así como el Estado
además porque a excepción de aquellas confiere al explorador un permiso sin
substancias cuyo aprovechamiento ha en- atender a nexo alguno entre persona y co-
tregado al dueño del suelo o que el mis,mo sa, puede revocar la decisión constitutiva
se ha reservado, su búsqueda corresponde del derecho cuando no se cumplen las
a los particulares (arts. 7 y 8), para lo cual condiciones inherentes al "permiso" o "con-
impone sólo una limitación al derecho de cesión", lo que también es propio de los
propiedad común, como medio necesario derechos administrativos.
e indispensable para lograr la satisfacción Procedimiento: El artículo 23. aparta-
do 2° del Código de minería, prescribe:
(15) Sostiene E. F. Catalano que "el permiso "... Para obtener el permiso se presentará
de cateo confiere al empresario un derecho real una solicitud que contenga las señales
de naturaleza inmobiliaria, derecho que podría más claras y precisas del terreno de cuya
caracterizarse como una servidumbre de carácter
personal creada en beneficio del permlalonario y exploración se trata y que exprese el ob-
sobre el terreno objeto de la exploración, servi- jeto de esa exploración, el nombre, resi-
dumbre personal, aunque perfectamente trans- dencia y profesión del solicitante y el
misible, y no servidumbre real, 'como sostienen nombre y residencia del propietario".
ciertos autores franceses, pues el Inmueble do-
minante, la mina, no tiene curante este periodo El explorador tiene un derecho indiscu-
existencia cierta y, por lo tanto, no puede carac- tible a elegir, salvo algunas limitaciones,
terizar un derecho". (V. ob. clt., pág. 116.) En el el terreno que más le convenga para in-
mismo sentido Silenzi de Stagni, La Ley, t. 37, vestigar, como así también la substancia o
pág. 881. En contra Julio Ruiz Bourgeois, quien
dice que "es de distinta naturaleza Jurídica la substancias que constituirá el objeto de la
facultad de «catar y cavar» y el permiso exclu- exploración. Pero como la investigación
sivo para explorar". "La facultad de catar y cavar debe hacerla en un espacio determinado,
no importa —dice— un derecho exclusivo en generalmente ajeno, es de la mayor im-
favor de una persona, sino que corresponde a
cualquier particular en forma de que el ejercicio portancia que en la solicitud haga las in-
que de ella haga en un terreno determinado no dicaciones precisas, con referencia a pun-
impide de que en el mismo instante y en el tos indubitados, del lugar donde se efec-
mismo terreno explore también otro u otros in- tuarán las investigaciones. En la disposición
teresados con el mismo fin". Y agrega: "Con lo
dicho queda planteado el problema sobre la na- transcripta no se mencionan las señales a
turaleza de la facultad de catar y cavar; ¿es de- las cuales debe estar referida la solicitud
recho real o personal? En nuestro concepto no de cateo, vacío que ha sido salvado en las
es derecho real ni personal. Consideramos que no
es un derecho patrimonial que se pueda clasifi- disposiciones reglamentarias anteriores a
car en real o personal, sino una facultad al la Constitución de 1949, dictadas tanto en
Igual de las que tienen tortas las personas para el orden nacional como provincial, exigién-
transitar por las calles, para usar los bienes na- dose en general que la ubicación esté referi-
cionales de uso público". Respecto de las conce-
siones para explorar expresa que "el medio para da a ^accidentes geográficos notables a vi-
alcanzar el fin perseguido por el legislador en la viendas, estancias, etc. Siendo evidente que
creación de la cpncesión para explorar fue darle la voluntad de la ley consiste en dar al ca-
a ésta el carácter de derecho real". (V. ob. cit..
pág. 83.) El art. 26 del Código chileno califica
expresamente de derecho real a las concesiones (16) Legislación de minos, pág. 316, Edlt. La-
para explorar. Jouane, Buenos Aires.
teo la ubicación más exacta posible, a íin de solicitud", que no es otra cosa que la pe-
resguardar ¡os derechos del superficiario tición a que se refiere el artículo 23. Con
y terceros interesados, debe estar referido la publicación de la solicitud se persigue
a séllales que no sólo sean indubitadas, la finalidad que los posibles interesados
sino que sean conocidas, cuidando que la conozcan el pedimento y su ubicación, por
denominación de las mismas no correspon- lo que no puede ser reemplazada por una
da a otras ubicadas en la misma zona ("). síntesis de la misma ni por un informe,
Para lograr la tutela efectiva de los in- aun cuando el mismo fuese expedido por
tereses del superficiario y de los terceros la propia autoridad minera, porque con ello
que eventualmente puedan alegar un de- se desvirtuaría el propósito de la ley.
recho minero preferente, la ley exige que Por "proveído" se entiende la resolución
el cateador exprese en la solicitud "el nom- de la autoridad minera mediante la cual
bre y residencia del propietario" y que ordena el registro de la solicitud de explo-
dicha solicitud se notifique a éste y se ración, no así aquellos decretos o resolu-
publique en un periódico o, en su defecto, ciones encaminados a ordenar el trámite
que se fije en las puertas del edificio del del proceso o a resolver peticiones que no
escribano de minas. Establece el articu- estén referidas específicamente a la explo-
lo 25 que ""presentada la solicitud y ano- ración solicitada.
tada en el registro de exploraciones que Con posterioridad a la presentación de
deberá llevar el escribano de minas, se la solicitud, el interesado puede hacer las
notificará al propietario y se mandará pu- modificaciones que estime necesarias o
blicar al efecto de que dentro de veinte que le requiera la autoridad minera, sin
días, comparezcan todos los que con algún que deje de tener preferencia como explo-
derecho se creyeren a deducirlo. No en- rador, pero siempre que tales modifica-
contrándose el propietario en el lugar de ciones no sean substanciales. Corresponde
su residencia, la publicación será citación aplicar a estos casos, por analogía, lo dis-
suficiente. La publicación se hará inser- puesto por el artículo 115 del Código de
tando la solicitud con su proveído durante minería. (V. DESCUBRIMIENTO.) En todo ca-
diez dias en un periódico si lo hubiere y, so, dichas modificaciones pueden introdu-
en todo caso, fijándose en las puertas del cirse, sin perjuicio de terceros, siempre que
edificio del escribano. Los veinte días a se formulen antes de haberse efectuado la
que se refiere el párrafo primero, correrán publicación de edictos desde que esta pu-
inmediatamente después de los diez días blicación debe contener también la peti-
de la publicación. No resultando oposición ción en la cual se comunican las mismas.
en el término señalado, o decidida breve De no ser así, se llevaría a los interesados
y sumariamente si la hubiere, se otorgará una falsa representación acerca de ante-
inmediatamente el permiso y se procederá cedentes que la ley ha supuesto indispen-
a determinar su situación. Practicadas las sables para que aquéllos puedan ejercer
diligencias, se inscribirán en el correspon- sus derechos.
diente registro". El sistema de publicidad que sigue el
El artículo exige que se publique "la Código de minería permite la coexistencia
y el desenvolvimiento regular de los Inte-
(17) En las "Instrucciones de la Dirección de reses del superficiario y de los terceros in-
Minas y Geología" de la Nación ya citadas, se In- teresados, ya que hace posible que éstos
Uicp.n como puntos de referencia "las cumbres o deduzcan oposición cuando el pedimento
picos de montañas, los ríos, arroyos y confluen-
cias de los mismos, estancias y viviendas y en ge- les afecta un derecho minero, ya sea por
neral, a cualquier accidente notable del terreno, tener prelación en el tiempo o ya porque
asi como a la división en lotes de los terrenos se superpone al suyo; y que el primero
que son o han sido fiscales, con Indicación de las
distancias y rumbos". No se admiten, en cambio, exija fianza previa o bien las indemniza-
las indicaciones de grados de longitud y latitud, ciones correspondientes.
lo que se justifica desde que ésto supone cono- La falta de publicación de la solicitud
cimientos de que, en general, se carece. Indica- y de su proveído puede acarrear conse-
ciones similares exigen el art. 11, 2» apartado del
Acuerdo 52 O. P. de San Juan; art. 14 del Cód. cuencias procesales que determinen, inclu-
de procedimiento minero de Mendoza, el cual ad- sive, la nulidad de los actos cumplidos sin
mite que se designen los grados de longitud y la- esa formalidad. (V. DESCUBRIMIENTO y PRO-
titud. Lo mismo, art. 23. 2» párrafo de la ley 1484 CEDIMIENTO MINERO.)
de San Luis.
El Proyecto de Código procesal minero para la En cuanto a los caminos que deben se-
provincia de Jujuy de Rabbi Baldl establece, en guir el superficiario y el tercero interesado
primer término, que debe hacerse referencia a no son los mismos, pues mientras el pri-
mojonps del Instituto Geográfico Militar o de los mero tiene que instar el pago-de la indem-
organismos técnicos provinciales o, en su defec-
to, a accidentes topográficos notables (art. Vü nización, el segundo debe deducir oposi-
inc. 1°). ción. (V. PROCEDIMIENTO MINERO.)
Extensión: El artículo 27 del Código de plaza por la distinción entre zonas cono-
minería dispone que "la unidad de medida cidas y desconocidas, según que exista o no
para los permisos de exploración es de 500 un pozo en producción en el radio de cin-
hectáreas. Las concesiones ordinarias cons- co kilómetros.
tarán de una unidad si fuese uno el soli- Duración: El tiempo de duración del
citante, y de dos unidades si el número cateo es de 140 días para la unidad de me-
de solicitantes fuese mayor. Si la explo- dida básica y 50 dias más por cada unidad
ración ha de hacerse en terrenos que no de medida que se agregue, no pudlendo
estén cultivados, labrados o cercados, la exceder de 300 días, ya se trate de conce-
medida será de cuatro unidades. La de- siones ordinarias o extraordinarias. Esta-
signación del terreno se hará en un solo blece al respecto el artículo 28 del Código
cuerpo, dándole la forma más regular que de minería: La duración del cateo no
sea posible". puede exceder de trescientos días. Cuan-
La unidad de medida es el patrón o ex- do la concesión conste de una unidad de
tensión básica que concede el Estado para medida, el tiempo del cateo será de ciento
explorar y que presume suficiente para cuarenta días. Por cada unidad de medida
desarrollar estas tareas. Empero, no ha de que aumente el permiso, aumentará cin-
suponerse que la superficie no pueda ser cuenta días el tiempo de duración. Los
menor, lo que es posible cuando el ca- términos principiarán a correr treinta días
teador solicite una superficie inferior (por después de aquél en que se ha otorgado el
ej.: cien hectáreas), o cuando el pedimen- permiso". Un cómputo matemátijo de las
to se superponga a una solicitud o conce- fracciones de tiempo que pueden acumu-
sión anterior y no queden espacios libres larse da un total de doscientos noventa
como- para ubicar la extensión solicitada, días, o sean diez dias menos del máximo
caso muy frecuente en la práctica minera. de trescientos, pero lejos de constituir un
En estos supuestos nada obsta a que la error18 del legislador, como se ha supues-
concesión del cateo se limite a los espacios to ( ), la voluntad de la ley está encami-
libres, máxime si se recaba previamente la nada a imponer un limite que no puede
aquiescencia del solicitante. ser excedido ni en aquellos casos en que,
Para la asignación de la superficie a ex- con arreglo a la escala de aumentar cin-
plorar debe distinguirse si la solicitud la cuenta dias por cada unidad de medida,
formula una o más personas, y si la ex- correspondería un tiempo mayor como
ploración se hará o no en terrenos In- ocurriría con las concesiones extraordina-
cultos o abiertos. En el primer caso (con- rias ubicadas en terrenos que no están la-
cesión ordinaria), se asigna una unidad brados, cercados o cultivados ( 19 ).
de medida si el solicitante es uno, y dos A diferencia de otras legislaciones que
unidades si el número de solicitantes es establecen la prorrogabilidad del término
mayor (concesión extraordinaria); en el de duración del cateo cuando el permisio-
segundo caso se eleva a cuatro unidades si nario ha hecho Inversión de capitales o
el peticionante es uno y a ocho si son el tiempo es insuficiente para terminar las
más. labores de investigación y se compruebe
Este régimen no rige para la explo- la necesidad de proseguir con estas labo-
ración de los yacimientos de petróleo e res ( 20 ), el Código de minería no autoriza
hidrocarburos fluidos, que se ajusta al ré- la prórroga, aunque consiente que se otor-
gimen especial proscripto en el título
XVII del Código de minería (V. DOMINIO (18) V. Horacio H. Dobranlch.Lefrisíacíón de
DE LAS MINAS), en el cual figura el articu- minas, pág, 45, Buenos Aires.
lo 381, que establece lo siguiente: "La (19) Dice el doctor Rodríguez en la nota al
unidad de exploración para hidrocarburos art. 28 que "en la fijación de loa términos hay
Aoa escollos que deben evitarse: el uno, que no
fluidos será de dos mil hectáreas. El per- sean, como se ha dicho, con relación al espacio,
miso constará de una unidad cuando se tan cortos que obsten a una cómoda y completa
solicite la exploración dentro de un radio exploración; el otro, que no sean tan largos que
de 5 kms. de una mina de hidrocarburos den ocasión a descuidar los trabajos, o a esas
extracciones prematuras e inconvenientes, que
fluidos, anteriormente registrada en pro- hay tanto Interés en impedir".
ducción y hasta de tres unidades contiguas (20) El art. 20 de la Ley de minas de España
fuera del radio citado, sea que los terre- establece: "La duración del permiso de .investiga-
nos estén o no cercados, labrados o cul- ción sera de tres años, prorrogable por plazo no
superior a otros tres a petición del interesado, si
tivados y sea cual fuere el número de so- se comprueba por la jefatura que los trabajos
licitantes". Como puede advertirse, se han sido efectuados con arreglo al plan y con-
prescinde expresamente del criterio que dlclones aprobados y si loa resultados obtenidos
demuestran !a conveniencia o necesidad de conti-
preside la asignación de unidades de ex- nuarlos. La Dirección General de Minas y Com.
ploración en el cateo común y se lo reem- bustlbles podrá, por casos de fuerza mayor, am-
gue un nuevo plazo cuando el permlsiona- suspensión del término del cateo cuando
rlo establezca trabajos formales, lo que imoiden la instalación o prosecución de
supone el hallazgo de mineral. los trabajos cansas ajenas a la voluntad
En cambio se autoriza la suspensión del del pennisíonarto, como son la mencionada
término del cateo por causa justificada. y las que puedan derivar de falta de los
El artículo 28, último apartado, establece: elementos técnicos de que pensó disponer
"No podrá diferirse la época de la Insta- el cateador o de la mano de obra necesaria
lación ni suspenderse esos trabajos des- como consecuencia de situaciones genera-
pués de emprendidos sino por causa jus- les de anormalidad no previstas al solicitar
tificada y a virtud de decreto de la auto- u obtener el permiso; de actos de la au-
ridad". SI bien esta disposición no alude toridad, etcétera. Por cierto que han ds
a la suspensión del término, ella va ínsita tratarse siempre de causas extraordinarias
en la autorización que confiere para que y excepcionales.
se suspenda ia Instalación o la prosecución En lo que se refiere a la exploración de
de los trabajos. Las denominadas zonas de los yacimientos de petróleo y demás hi-
temporada, donde el trabajo es imposible drocarburos fluidos, la duración del per-
por las condiciones climáticas que se pre- miso es de tres años, que comienzan a
sentan en algunas estaciones, son ejem- correr seis meses después de otorgado el
plos típicos
21
de la situación que contempla permiso, salvo que por causas no impu-
la ley( ). Sería Injusto no permitir la tables al concesionario no hubiese podido
demarcar el perímetro del cateo, en que
pilar los plazos señalados a petición siempre de puede postergarse esta diligencia hasta
parte Interesada". por seis meses más, a cuyo vencimiento
En México la duración del cateo es de dos afiog,
vencido cuyo término el concesionario "no podrá comienza a correr aquel término (art. 382).
volver a obtener otra (concesión) sobre la tota- Dicho plazo es susceptible de dos prórrogas
lidad o parte del terreno que amparaba su conce- de un año cada una siempre que, respecto
sión" (arta. 20 y 23 de la Ley minera). En el de la primera, no se hubiere encontrado
Proyecto de Código de minería de 1951 se esta-
bleoe que el plazo para los trabajos de cateo será el mineral y, a juicio de la autoridad mi-
de un año prorrógateles sucesivamente por años, nera, se hubieran hecho los trabajos for-
hasta un máximo de tres". La prórroga se auto- males a una profundidad suficiente para
riza cuando baya razón para darla.
(21) El art. 15 del Código de procedimiento el hallazgo del mismo y, en cuanto a la
minero de Mendoza dispone que la suspensión segunda, que se hubieran efectuado dos
puede autorizarse frente a alguna, de estas cir- perforaciones sin encontrar mineral, a una
cunstancias: a) imposibilidad por actos Judicia- profundidad que justifique, a juicio de la
les o policiales: b) dificultad cierta y compro-
bada para la conducción o Instalación de la ma- misma autoridad, la seriedad de dichos
quinaria necesaria; c) causa de fuerza mayor no trabajos (art. 383).
Imputable al Interesado. Consecuentemente con Derechos: El sistema que sigue el Código
cata disposición, e! art. SO dei mismo Código es-
tablece que el término del permiso podrá trans- de minería del permiso previo para ex-
ferirse "a una época más favorable o ser suspen- explorar tiene señaladas repercusiones en
dido mientras subsista el inconveniente, todo ello los derechos que adquiere el cateador, en
previa solicitud del Interesado y comprobación especial con relación a la adquisición de
rtt los Hechos Invocados". En el mismo sentido,
91 art. 101 del Proyecto de Rnbbl Balbi. las minas, que no ofrece el sistema opues-
El art. 33 de la ley 1484 de la provincia de to, del cateo Ubre. Los derechos que de-
San Luis que reproduce en parte el art. 21 del rivan del permiso y. cuyo ejercicio se re-
Acuerdo 52 C. P. de la provincia de San Juan,
prescribe: "Para que el director de minas conceda trotrae al momento de la presentación y
las prórrogas a que lo faculta el art. 28 del Cód. registro de la solicitud, son los siguientes:
de minería, para la Instalación de los trabajos, a) A ocupar en forma exclusiva la su-
será necesario, además, cualquiera que sea la perficie con los trabajos de exploración
causa que invoque, que el interesado compruebe
plenamente su capacidad económica para efec- (art. 26). Ya hemos visto que la ocupación
tuarlos de Inmediato, a cuyo efecto podrá exigirse de la superficie con estos trabajos es con-
o que demuestre tener disponibles los elementos substancial al derecho que el Estado con-
de exploración o que dé una caución en efectivo, fiere al cateador de investigar el suelo y
o en títulos de provincia, cuyo jhonto fijará el
director de minas... Tratándose de solicitudes o el subsuelo, ya que sin esa facultad la
permisos de cateo para petróleo y demás Hidro- la exploración no podría realizarse.
carburos, fluidos, la' caución no podrá ser infe- b) Al descubrimiento que realice den-
rior a la suma de cincuenta mil pesos moneda tro del perímetro del permiso de cateo,
nacional". La exigencia general de que se pruebe
la capacidad económica del permisorlo va más mientras éste no haya caducado o no
allá del espíritu de la ley de fondo, que no ha haya sido revocado (art. 111 y doctrina de
establecido condición alguna de esa naturaleza los arts. 26 y 31) y a los descubrimientos
ni aun para conceder el permiso de exploración.
En cuanto a la exploración de petróleo e bidro-
ctrüuros, la ley de la materia ya habla condicio- prórrogas, que no son precisamente las que exige
nad* • determinados recaudos 1» concesión de las la disposición, transcripta.
que, sin su consentimiento, hiciere un ter- jos mineros en el recinto del permiso de
cero en el terreno correspondiente a la so- cateo (arts. 41 y 24), cuyo derecho deriva
licitud o al permiso (art. 24). también de los principios rr endonados en
. La finalidad propia del permiso previo el punto anterior.
para catear radica precisamente en dar al Corresponde señalar a propósito de es-
permisionario preferencia absoluta sobre ta facultad del cateador que si bien el
los descubrimientos que se hagan en el propietario del suelo tiene un derecho pre-
perímetro del cateo, ya obedezcan a los ferencial para explotar las substancias
esfuerzos prácticos, técnicos o económicos de segunda categoría, ese derecho debe
del permisionario o ya a la actividad, ejercerlo ^después del descubrimiento, sin
querida o no, de un tercero, salvo que haya que pueda oponerse a la exploración de
mediado la anuencia de aquél, en cuyo caso esas substancias porque también pertene-
es como si hubiera contado con el permiso cen al dominio del Estado. (V. DOMINIO DE
de la autoridad. LAS MINAS y DESCUBRIMIENTO.) Respecto de
Consecuencia directa de esos principios la exploración de estas substancias preva-
es que el propietario del suelo sea consi- lecen también los derechos del cateador
derado en el ámbito del derecho minero con absoluta exclusión de los demás.
"un tercero", ya que su calidad de tal no d) A obtener tres pertenencias conti-
le confiere derecho de preferencia alguna guas o separadas a su elección, pero ubi-
al descubrimiento de las substancias mi- cadas dentro del permiso de exploración,
nerales que hayan sido objeto de una in- a fin de establecer trabajos formales para
vestigación facilitada por la ocupación de comprobar la existencia del criadero, bus-
la superficie. El artículo 40 prescribe al car su firmeza o para reconocer su im-
respecto: "El dueño de la superficie pue- portancia (art. 29).
de hacer en ella todo trabajo de explorar Este derecho, denominado "explora Ion
clon, aun en los lugares exceptuados, sin por trabajos formales", tiene por objeto,
previo permiso. Pero si no hubiese obte- primero, realizar labores más extensas,
nido este permiso de la autoridad ni limi- tanto para descubrir como para compro-
tado con su intervención el campo de sus bar la existencia del criadero, y segundo,
exploraciones,, no podrá oponer contra un otorgar al permisionario un tiempo mas
tercer solicitante ni preferencia como due- largo a fin de permitir un estudio mas o
ño, ni prelación como anterior explorador". menos completo de las condiciones de uti-
"Poco importa para la ley —dice la nota a lidad y conveniencia, cuya valoración debe
este artículo— que sea el dueño del terreno presidir aquellas etapas previas a la cons-
o un extraño que ha comprado el derecho titución definitiva de la propiedad minera.
de ocuparlo, la persona que emprenda Este tipo de exploración ha sido mante-
operaciones mineras. Lo que importa es nido en general por todos los códigos mo-
que no se hagan trabajos perjudiciales y dernos, aunque bajo otras formas y mé-
de despilfarro; que no se establezcan ex- todos (22).
plotaciones clandestinas, y que se respete
el derecho del Estado, el único que puede (22) El Proyecto de Código de minería del
Poder EJcutlvo de 1951 condiciona la procedencia
conceder las minas y autorizar su descu- de la solicitud de cateo a que ee señale "la clase
miento. Por estas consideraciones, sin duda, o clases de minerales que se quieran reconocer,
algunas leyes han exigido al propietario el «acompañando la muestra correspondiente lacra-
previo permiso de la autoridad". da y sellada», lo que puede omitir solamente
cuando «el Interesado pueda acreditar fehaciente-
La autorización que le confiere la ley al mente y de acuerdo a la técnica minera, la posi-
dueño de la superficie le ha sido negada bilidad de existencia de minerales en la zona a
en la exploración de los yacimientos de catear»" (art. 25). En consonancia con esta exi-
petróleo e hidrocarburos fluidos, bajo la gencia se requiere también la forma y deslinde
del terreno "con relación al punto donde extrajo
amenaza de que si hiciere perforaciones la muestra" (art. 26, inc. c). Imponiéndose la
sin permiso de la autoridad minera, de no obligación de "iniciar los trabajos dentro de lot
acordarle la concesión para explotar la noventa días a los efectos de comprobar la exis-
tencia del criadero, para buscar su firmeza y re-
mina que descubriere "salvo el caso de des- conocer su Importancia" (art. 34, apart. a).
cubrimiento accidental o casual por tra- El art. 25 del Cód. de Uruguay distingue en el
bajos que no tenían ese objeto" (art. 384). desarrollo de toda concesión, las dos etapas si-
Esta limitación está en relación con la guientes, la primera de las cuales corresponde al
tipo de exploración que tratamos: "A) Primera
naturaleza de 'los yacimientos de que se etapa o período de prospección en que la conce-
trata y con la importancia de los trabajos sión tendrá carácter de provisoria y en que lai
que requiere antes y después del descubri- labores sólo podrán tender a la comprobación de
miento. la existencia del criadero, al reconocimiento de
sus características principales, a la estimación de
c) A impedir que el dueño del suelo y su valor económico y al estudio y planteo del
cualesquiera otra persona realicen traba- plan más conveniente para su más racional apro-
El ejercicio de este derecho por parte a las minas, cuyos bienes "pueden ser ob-
del cateador es el camino obligado que ar- jeto de donaciones, ventas y demás actos
bitra la ley en el caso que el tiempo resul- y contratos traslativos del dominio, crea-
te insuficiente para desarrollai o com- dos por la ley civil" (nota del art. 19).
pletar las tareas de investigación (23). Cabe señalar, ante todo, que ese vacío
Según el dispositivo del articulo 29 del en la ley de fondo obedece al hecho que
Código de minería, para el ejercicio de en la reforma introducida al proyecto del
este derecho es menester que el cateador doctor Rodríguez por el Honorable Con-
declare ante la autoridad minera su vo- greso de la Nación, se cambió el sistema
luntad de establecer un trabajo formal, del cateo libré por el del permiso previo,
frente a lo cual se otorgará la concesión olvidando después armonizar el nuevo ré-
por un término que no excederá de quin- gimen con la estructura general que seguía
ce meses, previo reconocimiento y com- el Códico acerca de la transmisión de los
probación de los hechos. derechos mineros, pues si aparece como ló-
En la exploración de petróleo e hidro- gico que en el proyecto no existieran dis-
carburos fluidos esta disposición no tiene posiciones especiales al respecto, no se jus-
aplicación, a virtud que su inaplicabilidad tifica que no se reconociera este derecho
ha sido establecida expresamente en el ar- en la ley.
tículo 386 del Código citado. Empero, malgrado ese vacío del Código,
e) Disponer de los minerales que ex- entendemos que el permiso de cateo puede
traiga de las calicatas o encuentre en la ser objeto de transmisión como cualquier
superficie o necesite arrancar para la pro- otro derecho. En casos como el planteado,
secución de los derechos de cateo (art. 38). en que no existe una disposición expresa
La extracción o recolección de los mine- que lo rige, es de aplicación el Código ci-
rales no deben importar una explotación vil, "que es el complemento del Código de
formal, la cual puede emprenderse recién minería, aunque su aplicación puede te-
después de la manifestación y registro del ner lugar en los casos no previstos por éste,
descubrimiento. Mas, si como consecuencia sin contrariar su texto, su espíritu y eco-
de aquellas labores necesarias o indispen- nomía, esto es, la unidad y combinación
sables el cateador extrae minerales, es de de sus disposiciones". (V. nota al art. 19.)
estricta justicia que se le autorice a apro- Partiendo de la base que para el Código
vecharlos, ya que nadie más que él es civil son transmisibles todos los derechos,
acreedor a una compensación por los es- salvo aquellos denominados personalísimos
fuerzos realizados en orden al descubri- o inherentes a la persona, no hay duda
miento. que el permiso de cateo puede ser trans-
f) Transferir el permiso de cateo por ferido desde que no se trata de un derecho
alguno de los modos previstos en la ley personalísimo, sino de un derecho perso-
civil. El Código de minería no contiene nal que se constituye sin atender a deter-
ninguna disposición que regule este derecho minadas condiciones inherentes a la perso-
respecto del cateo, ya que las normas de na del explorador ( 24 ).
los artículos 11, 343, 349 y 351 se refieren Lo único que ha de requerirse siempre
es que los actos celebrados por el explora-
vechamlento. B) Segunda etapa o periodo de ex- dor con un tercero respecto del permiso,
plotación..." En esa disposición se recoge la dis- sean aceptados por la autoridad minera,
tinción que hace el Código de Brasil entre "pros-
pección y búsqueda", erigiendo la primera en Ins-
titución autónoma previa a la concesión. (24) La Ley de minas de España ya citada dis-
(23) La Ley de minas núm. 896 de la pro- pone en el art. 15, segundo párrafo, que "los per-
vincia de Jujuy dispone en el art. 15, tercer apar- misos de investigación podrán ser transferidos,
tado, que el dueño de un permiso de cateo que previa autorización de la autoridad -que los hu-
acredite haber Invertido en instalaciones, vivien- biere otorgado, con sólo demostrar que el nuevo
das y trabajos conducentes a la exploración, la titular cumple los requisitos expresados en el
suma de cincuenta mil pesos moneda nacional, art. 9 de esta ley".
tendrá derecho a un nuevo permiso sobre el mis- La Ley minera de México establece que "cuan-
mo terreno, debiendo hacer el respectivo pedido do dos o más concesiones de esta clase (de ca-
de exploración antes del vencimiento de su con- teo) se reúnan en una misma persona o sociedad,
cesión. Este derecho podrá hacerse valer hasta por herencia, adjudicación en pago o constitu-
cuatro veces consecutivas en la misma forma y ción y fusión de sociedades, el beneficiario dis-
condiciones y acreditando la Inversión por cada frutará de un plazo de 90 días a contar de la
vez, de nuevas partidas no inferiores a treinta fecha de su adquisición, para transferir las exce-
mil pesos. Sin considerar la validez de esta dis- dentes que no prefiera o para solicitar respecto
posición en orden a un plan de fomento, la solu- a ellas el cambio a concesión de explotación bajo
ción Jurídica ha debido buscarse en el dispositivo el concepto de que si no lo hiciere ni manifestare
del art. 29 del Código de minería, del cual se ante la Secretaría de Industria. Comercio y Tra-
aparta la ley jujefia lo mismo que el Proyecto de bajo preferencia por alguna de las últimamente
Rabbi Baldl que reproduce aquella disposición adquiridas, transcurrido el plazo se declararán
(art. 95, 2» apart.). éstas caducas" (art. 24).
que es la encargada de velar por el cum- La reforma Introducida al Código de
plimiento del régimen general y especial minería por ley 10.273 ha mantenido la
a que está sometida la propiedad de las obligatoriedad del trabajo en el cateo,
minas y que en el caso de la transmisión pero sin exigir la inversión de capitales
del cateo puede prestarse a la violación que requirió respecto de las minas. En
del mismo como se verá más adelante. cambio la ley de reformas número 12.161
Obligaciones: El derecho de exploración contiene exigencias especiales en la ex-
genera para el permisionario una serie de ploración de los yacimientos de hidrocar-
obligaciones, cuyo incumplimiento conduce, buros fluidos. Dispone, en efecto, el ar-
como se verá oportunamente, a la caduci- ticulo 383 que "en los primeros dieciocho
dad del permiso o bien a la revocación del meses del término de exploración, deberá
mismo. Tales obligaciones son las siguien- quedar instalado y en funcionamiento den-
tes: tro del terreno a explorar un equipo per-
a) Abonar el canon en la oportunidad forador adecuado a esta clase de trabajo
que determina la ley 10.273. (V. PROPIEDAD y a la zona, bajo pena de caducidad de la
MINERA.) concesión, salvo caso fortuito o fuerza
b) Instalar los trabajos de exploración mayor".
dentro de los treinta días de otorgado el Sobre la obligación que examinamos
permiso (art. 28). Esta es la obligación conviene reparar en el hecho que no todos
por excelencia del cateador, desde que me- los yacimientos minerales requieren los
diante su cumplimiento se llega a la con- mismos trabajos de búsqueda, ni la mis-
secución de la base teleológica en que des- ma inversión de capitales, ni idénticos mé-
cansa la institución y a la cual ya hemos todos o elementos de trabajo, lo que no
aludido. puede dejar de tenerse en cuenta en una
La ley no ha mencionado cuáles son los previsora legislación, a fin de no caer en
trabajos de exploración que debe instalar generalizaciones que lejos de favorecer las
el cateador dentro de aquel término, mas, exploraciones, restringirán el concurso, tan
según hemos visto, pueden ser todos aque- necesario en esta materia, de la iniciativa
llos que sean lo suficientemente idóneos privada.
como para describir los yacimientos mi- c) Demarcar la superficie del permiso
nerales que constituyen el objeto de la ex- de cateo. El artículo 25 establece que otor-
ploración. gado el permiso "se procederá a determi-
La tendencia moderna se orienta a exi- nar la situación", y el artículo 26 prohibe
gir la presentación de planes de investi- hacer calicatas y otras labores mineras
gación que deben ser aprobados por la "dentro de los límites fijados en la ubica-
autoridad minera y a los cuales tiene que ción". Es indudable que estas normas im-
sujetarse el explorador, con lo que se bus- ponen la obligación de demarcar el permi-
ca asegurar la seriedad de los trabajos por so de cateo, a fin de individualizar y
una parte y, por otra, conseguir que éstos delimitar la zona donde deben tener lugar
se realicen de conformidad con las reglas los trabajos de exploración. Adviértase que
de la técnica minera. En este sentido, la a diferencia de lo prescripto respecto de
legislación moderna, orientada como está las pertenencias mineras, el Código de
a dar una mayor intervención al Estado minería no contiene ninguna disposición
en la exploración y explotación de las que haga obligatoria la mensura del per-
minas, impone condiciones que se tradu- miso. (V. PROPIEDAD MINERA.) Ello se ex-
cen en obligaciones principalísimas a car- plica si se tiene en cuenta que mientras
go del cateador ( 2 5 ). las pertenencias mineras tienen un carác-
ted de perpetuidad (art. 18), y forman
(25) En el Proyecto del Poder Ejecutivo de una verdadera propiedad (arts. 11, 16 y
1951. se exige que el peticionante Indique en la 244), los permisos de cateo se otorgan por
solicitud "el capital y elementos de trabajo que un tiempo limitado en el tiempo y en el
Invertirá en las tareas de cateo (art. 26, Inc. d). espacio, sin otra finalidad que el descubri-
disponiéndose (en el art. 34, Inc. d) que es obli-
gación del cateador "emplear los elementos que, miento de los yacimientos minerales, de
de acuerdo con la naturaleza del terreno e Im- suerte que ocurrido el hallazgo de éstos o
portancia del mineral a reconocer, establezca la fracasadas las tareas de investigación, des-
respectiva reglamentación".
En España, el art. 10 de la Ley de minas dis- aparece el interés en tener mensuradas
pone que el solicitante del permiso deberá presen- superficies que nunca pueden llegar a
tar "una memoria explicativa de los trabajos de constituir la propiedad minera propiamen-
Investigación que se han de ejecutar, indicando te dicha. En virtud de estas razones, en-
los medios técnicos a emplear y el orden en que
hayan de realizarse, así como presupuesto aproxi-
mado de su importe o plazo de ejecución". El deben ser aprobados por la autoridad minera y
p:an y las condiciones mencionadas en el texto ajustarse a ellos la actividad del investigador.
tendemos que se ha exigido más de lo que Huelga decir que constituyendo una
ha querido la ley cuando se impone la obligación del cateador el estaquear o
obligación general de mensurar los cáteos, amojonar el perímetro del permiso, es él
cuando esta medida debe ser de carácter quien debe cargar con los gastos que de-
excepcional fundada en intereses de orden manden las operaciones respectivas.
general. d) Indemnizar al propietario de la su-
El interés general que se persigue de que perficie por los daños y perjuicios que le
las minas se busquen y sé exploten con haya irrogado con los trabajos de explo-
sujeción a la ley, determina la necesidad ración y dar fianza previa cuando aquél lo
de que se tienda a otorgar concesiones de solicite. Dispone el articulo 30 que "el ex-
exploración que no sean susceptibles de plorador debe indemnizar al propietario de
errores ni que den lugar en el futuro, por los daños que le cause con los trabajos
una deficiente o maliciosa ubicación, a de cateo y de los daños provenientes de
lesionar derechos de terceros, pero debe este trabajo. El propietario puede exigir
convenirse que la finalidad de la ley se que el explorador rinda previamente fian-
llena suficientemente con exigir que des- za para responder por el valor de las in-
pués de comprobadas las señales y medi- demnizaciones". "Se debe indemnización
das denunciadas por el cateador, se colo- al propietario —reza la nota a este artícu-
quen estacas o mojones en los vértices del lo— por la privación del goce del terreno
permiso, con lo cual se salva el inconve- ocupado, por el deterioro que ese terreno
niente de imponer una obligación que pueda sufrir y por los perjuicios causados
puede resultar excesivamente gravosa, tan- con los trabajos de exploración".
to para el Estado como para los particu- La imposición de esta obligación al ex-
lares, desde que uno y otros deben afron- plorador es el medio arbitrado por la ley
tar operaciones difíciles y costosas. (V. para compensar al superficiario por los
PROPIEDAD MINERA.) Ni siquiera respecto de daños y perjuicios que pueda haber su-
los permisos de exploración de petróleo é frido con ocasión de los trabajos super-
hidrocarburos fluidos se impone la obli- ficiales o subterráneos realizados por aquél
gación de la mensura, ya que de acuerdo en los espacios comprendidos en el permi-
al articulo 382 únicamente se obliga al so. El monto de la indemnización puede
concesionario a efectuar26 "la demarcación" ser materia de acuerdos privados entre
del perímetro de cateo ( ). las partes, pero, de lo contrario, ha de
ser fijada por la autoridad minera. (V,
(26) El art. 32 del Cód. de procedimiento mi- PROCEDIMIENTO MINERO. SERVIDUMBRES MINE-
nero de Mendoza establece que "dentro de los RAS.)
30 días de notificado el otorgamiento del permi- e) Abstenerse de realizar una explo-
so, el Interesado deberá presentarse solicitando se
señale dia y hora para que tengan lugar la a ope- tación formal (art. 38). El incumplimiento
raciones de mensura y demarcación de las unida- de esta obligación se traduce también en
des de medida". Y el art. 54 prescribe que "de la imposición de sanciones de orden pecu-
las operaciones realizadas se levantara el acta
correspondiente, la que acompañada del plano niario, como se verá más adelante.
será agregada al expediente..." En igual sentido Limitaciones al derecho de cateo: Con-
véase el art. 18 de la ley núm. 896 de la pro- secuencia natural y lógica de la división
vincia de Jujuy. entre propiedad superficial y propiedad
En las instrucciones dadas en el orden nacio-
nal la mensura del cateo puede ordenarse "cuan- minera, es el régimen establecido en el
do exista un interés de orden general", pero no Código tendiente a regular la coexistencia
habiéndolo se impone al concesionario la obliga- de ambas propiedades, que en la natura-
ción "de estaquear", de acuerdo a las instruccio- leza se presentan en una irreductible y
nes que imparta al efecto la autoridad minera.
(V. "Instrucciones..." citadas, pág. 17.) forzosa indivisión. Dentro de este ámbito
El Proyecto del Poder Ejecutivo de 1951 dispo- "el gran problema de la ley —dice el doc-
ne en cambio: "La concesión del permiso obligará tor Rodríguez, en la nota al título terce-
al cateador a demarcar la superficie con linderos,
en la forma que lo señale la autoridad" (art. 34, ro— es conciliar tres intereses antagonis-
Inc. a). tas que se presentan frente a frente en
Limitan la obligación a "estaquear" o "amo- el campo de la industria minera. El del
jonar" Salta (art. 10 del decreto del 12 de sep- Estado, que aspira a asegurar una durable
tiembre de 1932), San Juan (art. 20 del Acuer-
do 52 O. P. de 1941) y San Luis (art. 38 de la y abundante producción; el del minero,
ley m'im. 1484). que quiere una propiedad perpetua, irre-
En la legislación extranjera, España exige "la vocable y sin condiciones; y el del dueño
demarcación por Intermedio de un ingeniero ac-
tuario. (V. nrts. 45 y sigs. del Reglamento gene- el punto de partida y a construir la mojonera de
ral para el régimen de la minería del 9 de agosto locallzaclón correspondiente, sin que sea obliga-
de 194G.) El art. 38 de la Ley general de minería torio para el explorador construir mojones fie
de Ecuador dispone que "c! señalamiento de la deslinde". Parecida exigencia contiene el art. 21
concesión de cateo en el terreno se limitará a fijar de la Ley minera de México.
del terreno, que para cederlo exige exorbi- 5? En el recinto de los cementerios,
tantes compensaciones. Los dos primeros calles y sitios públicos.
intereses convienen en un punto capital, 69 A una distancia menor de 50 me-
en el de procurar una económica y prove- tros de los edificios, caminos de hierro,
chosa explotación. El Estado cede gratui- carreteras, acueductos y ríos públicos.
tamente los criaderos y las tierras públi- 7<? A un kilómetro de los sitios fortifi-
cas, dispensando al mismo tiempo impor- cados.
tantes privilegios; y el minero, por su La prohibición mencionada en el pun-
parte, se sujeta a llevar los trabajos de to 5"? es absoluta, de modo que la autoridad
manera que respondan a aquel interés co- minera no puede autorizar por ningún
mún. Pero esto no podrá verificarse cuan- motivo que las labores mineras avancen
do los terrenos son de dominio particular, en esos sitios.
sino a expensas del propietario, que nin- Las indicadas en los puntos 69 y 7"? son,
gún beneficio espera de las especulaciones en cambio, relativas desde que la autori-
mineras. El dueño del suelo, soportando dad puede autorizar trabajos, en el primer
la expropiación o las servidumbres consi- caso, cuando "previo el informe de un in-
guientes a la explotación y a las labores geniero y los comprobantes que los intere-
que preceden al descubrimiento, se somete sados presentaren resulte que no hay in-
a una limitación del derecho de propiedad conveniente o que, habiéndolo, puede sal-
impuesta por la ley en beneficio público". varse"; y, en el segundo, "cuando preceda
Mas, como el interés general que determi- el respectivo permiso del Ministerio de
na la prevalencia de los intereses mineros Guerra a mérito de los informes correspon-
no puede sacrificar siempre otros intere- dientes".
ses que en la convivencia social merecen 89 Dentro de los límites de minas con-
igual o mayor protección del Estado, se ha cedidas.
limitado el campo de actividad de los pri- Se trata también ésta de una prohibi-
meros, disponiéndose limitaciones en for- ción absoluta. Dice al respecto el artículo
ma expresa unas veces y en forma implíci- 36 que "es prohibido, aunque preceda per-
ta otras, ora en favor del propietario del miso de la autoridad, hacer exploraciones
suelo, ora en favor de intereses de un dentro de los límites de minas concedi-
orden superior. das".
a) Limitaciones expresas: De acuerdo a La ley alude al interior del perímetro
lo dispuesto en los artículos 31, 32 y 34 del de una concesión minera, pero nada dice
Código de minería, se ha vedado al ca- acerca de si pueden otorgarse permisos de
teador la realización de labores de explo- cateo que encierren minas antes registra-
ración en los siguientes lugares: das o concedidas, sobre cuya cuestión se
1"? En el recinto de todo edificio y en el han seguido dos criterios divergentes: a)
de los sitios murados. En jurisdicción nacional se entendía que
2° En los jardines, huertos y viñedos, no podían concederse permisos de cateo a
murados o sólidamente empalizados; y no una distancia menor de 5 kilómetros de
estando así, en un espacio de 10.000 me- una mina antes registrada o concedida,
tros cuadrados en los jardines y 25.000 en criterio que se fundaba en los artículos 111
los huertos y viñedos. y 112 del Código de minería, según los
39 A menor distancia de 40 metros de cuales existe "nuevo criadero" cuando el
las casas y de 5 a 10 metros de los demás descubrimiento se verifica dentro del radio
edificios. de 5 kilómetros de una mina antes regis-
4"? A una distancia menor de 30 metros trada, y "nuevo mineral" cuando lo es fue-
de los acueductos, canales, vías férreas, ra de ese radio. Posteriormente se cambió
abrevaderos y vertientes. de criterio, pero sin darse solución a la
Ese radio de protección se reduce a 15 cuestión planteada, que tampoco han abor-
metros cuando se trata de talleres, alma- dado los cuerpos legales reglamentarios
cenes, depósitos de minerales, caminos del Código de minería ( 2 7 ).
comunes, maquinarias, sondeos y otros Entendemos que los artículos 111 y 112
trabajos ligeros y superficiales. del Código citado no se oponen directa ni
Pueden realizarse, sin embargo, trabajos indirectamente a que se concedan permi-
de exploración en los lugares menciona- sos de cateo dentro del radio de 5 kilóme-
dos cuando media el formal consentimien- tros de una mina antes registrada o
to del propietario del suelo o, en su defec- concedida,' como tampoco que estas minas
to, cuando lo autoriza la autoridad minera queden encerradas o comprendidas por un
previa audiencia de los interesados, debi-
da comprobación del hecho e informe de (27) Decretos del Poder Ejecutivo Nacional de
un perito. fechas 1* üe julio de 1895 y 15 de marzo de 1905.
permiso de cateo. Basta con señalar a este doctor Rodríguez, es contrario al interés
respecto que la primera de esas disposicio- general que priva en esta materia de que
nes admite la posibilidad que exista des- las minas se busquen y exploten. Tan per-
cubrimiento dentro del radio de 5 kilóme- nicioso es que una misma persona detente
tros, para concluir que de ningún modo grandes extensiones de la superficie del
puede haberse limitado el derecho a ex- suelo para evitar la concurrencia de otros
plorar esa zona, desde que mediante el interesados, con fines de especulación, co-
cateo es como normalmente se logra el mo la de sustraer a la iniciativa privada
hallazgo de los yacimientos minerales. Esta superficies aún mayores, resultado al que
interpretación, por lo demás, concuerda con se llega inevitablemente mediante ese tipo
lo dispuesto por el artículo 36, toda vez que de interdicciones generales.
la prohibición de catear está limitada • al Entendemos que se ha podido llegar al
espacio comprendido por una concesión mismo resultado sin caer en los peligros
anterior y no a los espacios libres. Ya. anotados, con sólo descubrir la voluntad
veremos, más adelante, en qué forma la de la ley, voluntad que en el caso está cla-
ley acuerda el derecho de exploración de ramente orientada a impedir el derecho de
las partes libres de un criadero antes re- exploración a los espacios contiguos al de
gistrado. la concesión originaria. Al establecer aque-
b) Limitaciones implícitas. De las con- lla disposición que el permiso tendrá de-
diciones de orden espacial y temporal que terminada extensión, naturalmente ha im-
acompañan al permiso de cateo y que ya pedido que el mismo interesado sea titular
hemos examinado, se desprenden dos limi- de permisos contiguos, desde que la con-
taciones del mismo orden y naturaleza: fusión de los mismos permitiría que el ca-
1°) Según hemos visto, el artículo 27 teador ejercitara los derechos que ya he-
del Código de minería establece que la mos enumerado, no ya en el perímetro
unidad de medida para los permisos de máximo de 2.000 hectáreas, sino en super-
cateo es de 500 hectáreas, pudiendo alcan- ficies tantas veces mayores como permisos
zar a 4 unidades en terrenos eriales y obtenidos, en cuyo supuesto el artículo 27
abiertos. Como la ley de fondo no ha indi- citado quedaría prácticamente sin aplica-
cado cuál es el número máximo de per- ción. Es a virtud de esas razones que en-
misos de que puede ser titular un mismo tendemos que la solución jurídica está en
interesado, aquella disposición ha sido aquellos cuerpos legales que no establecen
aplicada de modo diferente en las anti- limitación en el número de permisos de
guas jurisdicciones mineras, aunque se ha que pueda ser titular una persona, siem-
tendido, en general, a impedir el acapa- pre que entre los mismos quede una zona
ramiento de grandes superficies. Así, mien- Ubre donde pueda ubicarse otra concesión
tras en el orden nacional y en casi todas de exploración.
las provincias mineras, se ha establecido Conforme a esa conclusión, es obvio que
que no pueden concederse permisos con- tampoco han de permitirse aquellos proce-
tiguos ( 2 S ), en la provincia de Mendoza dimientos indirectos que tiendan a la -vio-
se dividió el territorio en distritos mineros, lación del régimen jurídico, como ocurri-
prohibiéndose el otorgamiento de más de ría con las transferencias a una misma
una concesión de exploración a una per- persona de permisos de cateo agrupados
sona en un mismo distrito minero ( 2 i ) ). por límites comunes. Como la autoridad
Este sistema, que restringe aún más la li- minera no desempeña 1111 papel mecánico
bertad de exploración que como sistema en la administración que se le ha confia-
general había consagrado el Proyecto del do de la riqueza minera, tiene suficiente
potestad para rechazar aquellos actos que,
(28) Establecen que entre uno y otro permiso abierta o encubiertamente, importen la
deben quedar por lo monos dos mil metros: "Ins-
trucciones de la Dirección de Minas y Geología", violación del régimen legal al cual todos
clt. pág. 14; San Juan, art. 26 del Acuerdo 52 deben acatamiento. (V. JURISDICCIÓN MI-
O. P.; San Luis, art. 28 de la ley 1484. En el mis- NERA.)
mo sentido, art. 04 del Proyecto de Rabbl Baldi.
Dispone que no se concederá permiso a las per- 2°) Habiéndose establecido que la du-
sonas que ya lo hubieren tenido en el mismo ración del permiso de cateo es de 300 días
paraje a menos que las tierras sean fiscales, Ju- "como máximo", es evidente que este tér-
Juy, art. 16 de la ley 896. mino impone una restricción al derecho
El Proyecto del Poder Ejecutivo de 1951 tam-
bién establece que lia de mediar una distancia de solicitar a su vencimiento un nuevo
mínima de dos kilómetros (art. 36). permiso que, al amparar la zona presumi-
México no permite que una misma persona sea blemente explorada, importa la renovación
titular de más de un permiso (art. 24 de la Ley
minera).
del permiso ( 3 0 ). Las razones dadas en el
(29) Arts. 44 del Cód de procedimiento mi-
nero v decreto n ú m . 1297-E-1943. (30) Se exige que transcurran sesenta días
punto anterior explican suficientemente la instancia de parte interesada, se ha
esta limitación, que estimamos absoluta planteado la cuestión de saber si la revo-
desde que la misma persona no puede ob- cación del permiso puede ser dispuesta de
tener un nuevo permiso en la misma zo- oficio por la autoridad minera cuando no
na, tanto cuando ha fracasado en las in- se instalan o se suspenden los trabajos de
vestigaciones, como cuando ha tenido cateo, facultad que aparentemente no se
éxito. En el primer caso, si el explorador le ha dado.
ha realizado las labores conducentes al ha- Mas, se trata de una facultad implícita
llazgo de los minerales sin encontrarlos, que deriva del dominio que ejerce el Es-
el Estado no puede tener ningún interés tado sobre las minas, lo que le obliga a
en entregarle un espacio que ya explotó. velar por el cumplimiento de la base te-
En el segundo, si mediante las operaciones leológica en que descansa el derecho de
de cateo llegó al descubrimiento, es tam- los particulares de buscar los yacimientos
bién contrario a los intereses generales en- minerales ( 32 ). Tal facultad puede ejercer-
tregarle una zona a la cual deben tener se cada vez que se compruebe, mediante
acceso otras personas. los organismos técnicos respectivos, que el
Extinción del permiso: El permiso de cateador ha incurrido en el incumplimien-
cateo se extingue por haber caído en to de la susodicha obligación. Por cierto
caducidad; por haber sido revocado por la que ni la falta de comunicación del explo-
autoridad minera; o por haberse cumplido rador a la autoridad minera de que ha
la finalidad del mismo. instalado los trabajos, ni la denuncia del
a) Caducidad: La caducidad del permiso propietario o de un tercer interesado bas-
de cateo se opera de pleno derecho por dos tan para revocar el permiso, pues siempre
causas: vencimiento del término e incum- ha de requerirse la constatación del hecho
plimiento de la obligación de pagar el y la audiencia del permisionario, ya que
canon en la oportunidad prevista en la éste puede invocar motivos que justifiquen
ley. (V.. DOMINIO DE LAS MINAS. PROPIEDAD la demora en la instalación de los traba-
MINERA.) jos o bien la suspensión de los mismos.
b) Revocación: Hemos visto ya cuáles 1?)' El incumplimiento de la segunda
son las obligaciones que debe cumplir el de esas obligaciones puede acarrear la re-
cateador, entre las que figuran la de ins- vocación del permiso si la misma es im-
talar esos trabajos de exploración dentro puesta expresamente en la concesión bajo
de los treinta días posteriores a la con- esa amenaza. De lo contrario, las conse-
cepción y de no suspenderlos; y la de de- cuencias del incumplimiento sólo pueden
marcar el perimetro del cateo. El incum- repercutir en la preferencia del descubri-
plimiento de estas obligaciones conduce a miento, que se le negará al cateador en
la revocación del permiso, pero a este re- caso de concurrencia si no acredita que el
sultado se llega por caminos diferentes. mismo tuvo lugar dentro del perímetro de
Veamos: la concesión del cateo.
1°) El artículo 39 dispone que la auto- c) Cumplimiento de la finalidad del
ridad podrá revocar la concesión, a solici- cateo. Sanciones: Cuando el explorador no
tud del propietario o de un tercero inte- cumple con la condición impuesta por la
resado en continuar la exploración, cuando ley de solicitar permiso previo de la auto-
no se hubiesen instalado los trabajos de ridad, o cuando excede las facultades que
exploración en el tiempo prefijado o se tiene de aprovechar las substancias mine-
hubieren suspendido sin el correspondien- rales que extraiga de las calicatas o en-
te permiso". Acota certeramente Catalano cuentre en la superficie o necesite arrancar
que la revocatoria del permiso de cateo para la prosecución de los trabajos de ca-
está ligada, por lo tanto, al antiguo régi- teo, puede hacerse pasible de sanciones de
men de denuncia derogado por la ley de distinto orden.
Reforma, número 10.273..." (31). a) Regulado como está el derecho de
Como la disposición transcripta requiere exploración sobre la base del permiso pre-
vio de la autoridad minera, dos consecuen-
desde el vencimiento del permiso "Instrucciones cias derivan del incumplimiento de esa
de la Dirección de Minas y Geología de la Na- condición: que no se reconozca al explora-
ción", pág. 14; San Luis. art. 29 de la ley 1484;
San Juan. art. 25 del Acuerdo 52 O. P.; Jujuy, dor ningún derecho de preferencia sobre
art. 16 de la ley 896. los descubrimientos si media una mani-
El Proyecto del. Poder Ejecutivo de 1951, dis- festación de un tercero; y que quede
pone que "en caso de vencimiento del término
o caducidad del permiso, no podrá obtenerlo en
na radio de cinco kilómetros hasta un año des- (32) En contra: Catalano. quien opina que
pués del vencimiento o caducidad". no puede procederse de oficio. ( V . ob. cit.. pá-
(31) Ob. cit., pág. 120. gina 120).
obligado a pagar una multa al propietario arrancar para la prosecución de los tra-
del suelo si éste la reclama, todo sin per- bajos de cateo. En caso de contravención
juicio de abonar las indemnizaciones ge- se mandará suspender todo trabajo, hasta
nerales a que eventualmente está obligado. que se haga la manifestación y registro,
Prescribe al respecto el articulo 24: "El y se pagará una multa de veinticinco has-
permiso es indispensable para hacer catas ta trescientos pesos, según la importancia
y cualquier otro trabajo de exploración. del hecho. No solicitándose el registro
El explorador que no ha tenido el consen- treinta días después de requerido, se ad-
timiento del propietario ni el permiso de judicarán ios derechos del explorador al
la autoridad, pagará a más de los daños y primer denunciante".
perjuicios, una multa de cien a un mil pe- La prohibición alcanza, como se advier-
sos a favor del propietario, según la na- te, a emprender una explotación formal, o
turaleza del caso. La muita no podrá co- sea que ésta se -.onstiíuya en objeto prin-
brarse pasados treinta días desde la pu- cipal de las labores mineras. Se autoriza,
blicación del registro". en cambio, el aprovechamiento de aquellos
La más importante de esas derivaciones minerales que se tayan extrayendo en el
es, sin duda, la primera, ya que la explo- curso de las operationes tendientes a lo-
ración practicada sin la correspondiente grar el 'descubrimieato. El paso de una
autorización del Estado no le confiere al actividad a ia otra no puede precisarse
explorador ningún privilegio, de suerte que abstractamente ni es, posible dar reglas
se encuentra, respecto de los descubri- fijas qué delimiten el áaibito de una y otra,
mientos, en idéntica situación que cual- porque todo depende de cada caso particu-
quiera qut por fortuna descubre un yaci- lar en que deberá apreciarse si se ha lle-
miento de minerales. De consiguiente, pue- gado o no al descubrimiento, si es o no
de hacer suyos los descubrimientos que conveniente la manifestatlón del mismo,
realice como consecuencia de la explora- si es o no necesario continuar los trabajos
ción, pero a diferencia del cateo regular, etcétera. De todos modos, las nociones que
la prelación la tendrá si tiene la prioridad hemos anticipado en el sentio/>»que los Ira-
en la manifestación. (V. DESCUBRIMIENTO.) bajos de exploración deben se: más o me-
La segunda, o sea el pago de la multa, nos superficiales, puede servir de criterio
está condicionada a la circunstancia que general para calificar el carácter de las
la exploración la haya realizado sin el extracciones. Con el fin de evitar los abu-
consentimiento del propietario del suelo, sos que indudablemente se han cometido,
porque de haber contado con el mismo la en algunas legislaciones se exige que la
sanción pecuniaria no corresponde. La disposición de los minerales se haga con
aquiescencia del propietario se presume conocimiento o autorización de la autori-
prestada cuando no formula la correspon- dad minera (™).
diente reclamación dentro de los treinta La explotación ilegal determina las si-
días de la publicación del registro. Este guientes sanciones: a), ia inmediata sus-
término empieza a correr desde la última pensión de los trabajos hasta que haga
publicación del registro de la manifesta- la manifestación y registro del descubri-
ción de descubrimiento (art. 119 del Código miento cuya explotación se ha emprendido
de minería). prematuramente; b), el pago de la multa
Huelga decir que la anuencia del pro- que determine la autoridad minera dentro
pietario del suelo no tiene influencia algu-
(33) El art. 20 de la Ley de mines de España
na respecto de la situación del cateador establece: "El titular de un permiso de Investi-
ilegal frente a los derechos a que nos he- gación no realizará trabajos de explotación. Sólo
mos referido. podrá disponer de los minerales que encuentre y
b) En el régimen del Código de mine- extraiga en sus trabajos de Investigación, previo
conocimiento de la jefatura del distrito minero".
ría, la explotación puede emprenderse des- Requiere autorización el art. 5» del Acuerdo
pués de manifestado y registrado un des- 140 O P. de fecha 25 de noviembre de 1940 de la
cubrimiento, no así en la etapa preliminar provincia de San Juan, el cual establece: "En to-
o preparatoria que abarca el cateo, du- dos los casos en que loa concesionarios de cateo
necesiten retirar los productos de las calicatas y
rante la cual se autoriza empero, a que el aquellos minerales extraídos en el curso de sus
cateador disponga de ciertos minerales. operaciones, recabarán previamente la autoriza-
Dispone en este sentido el artículo 38 que ción necesaria del Ministerio del ramo".
En México se exige el permiso para disponer de
"el explorador no puede establecer una los productos minerales que se obtengan con los
explotación formal, ni hacer extracciones trabajos mineros siempre que no se haví otor-
de minerales, antes de la concesión legal gado la concesión, que después de ésta no sólo
de la mina; pero hace suyos y podrá dis- puede disponer de dichos productos sino que se
autoriza a Instalar "plantas destinadas exclusiva-
poner de los que extraiga de las calicatas, mente para el beneficio de los miamos" (arta. 23.
o encuentre en la superficie o necesite 2» párr.. y 2o, 2» párr.).
de los límites máximo y mínimo previstos mina nueva. En este lugar nos ocupare-
en dicha norma; c), la pérdida de los mos exclusivamente de la primera, y de la
derechos de exploración y su adjudicación segunda lo haremos al tratar las voces
al primer denunciante si no hace la ma- mencionadas.
nifestación del descubrimiento en explo- El artículo 138, primer párrafo, del Có-
tación. Esta última sanción se deriva del digo de minería, dispone: "Cualquiera per-
incumplimiento de la obligación que debe sona capaz de adquirir minas puede soli-
Imponerse al cateador al ordenarse la sus- citar en la parte libre de la corrida de un
pensión de los trabajos. criadero manifestado, registrado o conce-
Los producios minerales extraídos me- dido, el espacio correspondiente a una
diante la explotación ilegal, y que no ha- pertenencia para reconocerlo o explotarlo".
yan sido trasladados fuera del lugar del Y el artículo 139 establece: "Podrán soli-
descubrimiento, pertenecerán a quien re- citarse minas nuevas fuera de la latitud
sulte beneficiado con el registro ( 8 4 ). de las minas registradas, dejando Ubre
El cumplimiento de la finalidad del ca- entre éstas y la solicitada el espacio co-
teo conduce al descubrimiento, que es el rrespondiente a una pertenencia. Podrán
modo típico de adquisición de la concesión solicitarse también a continuación de las
minera. (V. DESCUBRIMIENTO. DOMINIO DE minas registradas por el lado35
opuesto al
LAS MINAS. PROPIEDAD MINERA.) recuesto de sus criaderos" ( ).
La estaca de exploración tiene el mismo
ESTACA DE EXPLORACIÓN objeto que el cateo, aunque -más limitado
Concepto. Remisión: De las explicaciones (un criadero conocido en otro lugar), per-
que hemos dado anteriormente, surge que sigue la misma finalidad, sufre* las mis-
el cateo persigue la finalidad de obtener mas limitaciones y el estacado goza de los
el descubrimiento de aquellos yacimientos mismos derechos. Empero, como se adver-
minerales desconocidos o sobre cuya exis- tirá al examinar las condiciones que son
tencia se tienm simples indicios. Pero . propias al funcionamiento de esta insti-
cuando existe un descubrimiento que ya tución, acusa diferencias con el cateo co-
ha sido manifestado, registrado y conce- mún que inciden especialmente en el pro-
dido, la exploración de las partes libres cedimiento; en la facultad de elección
del criadero se realiza mediante un tipo del terreno a explorar; en la extensión de
especial de cateo que conduce también a la superficie que puede abarcar la conce-
un modo especial de adquisición de la con- sión; en la duración de la misma; en las
cesión de las minas, que se conoce con el obligaciones, y en la extensión de la con-
nombre de "estaca mina" o "mina nueva", cesión. ,
voces gue si bien son equivalentes, técnl- Procedimiento: Para la exploración y
mente rio expresan lo mismo. La primera reconocimiento de las partes libres de un
se usa para designar la pertenencia que se criadero conocido, se requiere también el
ubica en la parte libre de la corrida de un permiso del Estado, el cual se recaba me-
criadero antes manifestado, registrado o diante la presentación de una solicitud
concedido, en tanto que la segunda se uti- ante la autoridad minera en la que deben
liza para designar la pertenencia que en Indicarse "las señales necesarias para ha-
lugar de situarse en l&, corrida se ubica cer conocer el criadero a que se refiere, el
contra el recuesto del criadero a conti- nombre de su dueño y el rumbo y punto
nuación de la mina descubridora, o a fa- donde debe situarse la pertenencia" (ar-
vor del recuesto, pero dejando libre el es- tículo 140). De esas indicaciones, las que
pacio correspondiente a una pertenencia. se refieren a la mención del criadero y al
(V. ESTACA MINA. MINA NUEVA.) rumbo son fundamentales, y de estas dos,
La institución de la estaca mina o mina la última es la más importante. En la
nueva abarca, a semejanza del descubri- nota al artículo citado se expresa que "las
miento, dos etapas: una previa, de ex- señales especiales en un pedimento de es-
ploración y reconocimiento, que nosotros tacas pueden reducirse a determinar el
denominamos "estaca de exploración", y rumbo a que la pertenencia solicitada se
que, a diferencia del cateo, es siempre ne- encuentra con relación a las del principal
cesaria e irrenunciable. Y, otra, que con- concesionario y a designar con precisión
figura específicamente este modo especial el sitio o parte de la corrida en donde debe
de adquisición de la concesión, que se co- explorarse y, en su caso, explotarse el cria-
noce con el nombre de estaca mina o dero. Se puede pedir al Norte y al Sur de
la mina concedida o manifestada, expre-
(34) En este sentido se pronuncia Catalano,
rebatiendo a nuestro Juicio con sobrada razón. (35) En general los códigos y proyectos mo-
las soluciones contrarias. (V. ob. clt.. pag. 131.) dernos han suprimido esta Institución.
sando si es la primera, ¡a segunda o la principal: á). en la parte libre de la co-
tercera pertenencia. La primera de estas rrida del criadero, en cualquier rumbo;
circunstancias, esto es, la indicación del b ) , a continuación de la mina descubrido-
rumbo, es substancial, sobre todo cuando ra en el lado opuesto al recueste de los
concurren otros interesados, porque enton- criaderos; c), en el costado hacía donde
ces, omitiéndola, sería indefinidamente recuestan ¡os criaderos, pero dejando entre
postergada a pesar de la antelación de su la mina descubridora y la estaca de explo-
fecha y sólo a falta de otra podrá tener ración el espacio correspondiente & una
lugar. La segunda circunstancia rio es ne- pertenencia. Conviene señalar acá que este
cesaria, porque esa fórmula puede reem~ . espacio, que se denomina "estaca de explo-
plazarse con otra, como la de pedir simple- tación", corresponde exclusivamente ai
mente una estaca o la primera estaca concesionario de la mina descubridora,
vacante, indicando siempre el rumbo. La salvo que en él se descubriere un nuevo
fecha haría ya lo demás". criadero, en cuyo caso puede ser ocupado
No solamente se ha simplificado el con- por una concesión distinta. Lo mismo
teni'do de la petición Inicial, sino también ocurriría si aquél renunciara a dicho es-
el procedimiento posterior a que debe ajus- pacio en favor de un tercero, facultad que
tarse la solicitud de una estaca de explo- le a -ícíc Ind scutiblemente. Expresa el doc-
ración, pues se requiere que el pedimento tor Rodríguez acerca de la "estaca de ex-
se anote en la misma forma que los des- plotación": "Si el terreno que sobra al cos-
cubrimientos y que el registro se publique tado de .las minas ya concedidas, no ha
por medio de un cartel e1" las puertas de sido comprendido en la precedente disposi-
la oficina del escribano de .Mnas. Prescri- ción, es principalmente porque mientras no
be al respecto el artículo 138, Altimo pá- se registre en él un nuevo criadero y no
rrafo: "El pedimento anotado en la mis- ofrezca otro aliciente que la internación
ma forma que las manifestaciones de los del criadero vecino, debe ser preferente-
descubrimientos se registrará en el libro mente explotado por el dueño de la perte-
correspondiente a las exploraciones, y el nencia inmediata".
registro se publicará por medio de un car- Tratándose de una limitación impuesta
tel que el escribano fijará en las puertas en beneficio general de la explotación de
de la oficina, sin que lo solicite la parte". las minas, cualquier solicitud que tenga
La ostensible simplificación del trámite por objeto solicitar una estaca de explota-
de las estacas obedece a la circunstancia, ción que no la formule al concesionario de
explicable de suyo, que ya no se procura la mina principal, debe rechazarse in-li-
tutelar en forma directa los derechos del mine, sin dar ocasión a que se deduzcan
superficiario, que se suponen ejercitados al oposiciones que pueden conducir a que se
concederse el permiso de cateo o al publi- entorpezcan las labores de explotación.
carse el registro de la manifestación de La misma limitación funciona en el
descubrimiento, según el caso, sino que se caso mencionado en el punto a), cuando
tiende a proteger únicamente los intereses para el mismo lado recuesta otro criadero
del descubridor y de los estacados. encontrado en la mina descubridora, lo que
Consecuencia de la simplificación que se explica y justifica a virtud de los mis-,
hemos señalado, es que el registro de la inos principios.
solicitud respectiva desempeñe la función Concurrencia: Las disposiciones mencio-
del permiso, el cual no es necesario dictar nadas anteriormente, que señalan el sitio
expresamente, como ocurre con el cateo donde pueden ubicarse las estacas de ex-
común. ploración, parten de la base que sea uno
Ubicación: El estacado carece de la fa- el solicitante respecto de cada uno de esos
cultad de elección del terreno a explorar lugares. Pero puede ocurrir, y ocurre a me-
que tiene el cateador, restricción que de- nudo, que concurran varias personas soli-
riva del" hecho que las estacas acceden citando estacas en las partes libres de un
siempre, invariablemente, a un descubri- criadero, sobre el mismo rumbo o en rum-
miento antes manifestado, registrado o bos distintos, o que se presenten en el
concedido, por lo que la estaca presupone mismo momento o en momentos diferen-
la existencia de un criadero ya conocido, tes, situaciones que se encuentran regidas
como que ellas tienen que ubicarse nece- por reglas diversas (art. 141).
sariamente a continuación de la mina des- Como principio general, el Código de
cubridora o a continuación de otra u otras minería atribuye siempre un mayor dere-
estacas que, a su vez, hayan partido de cho a quien precede en el tiempo, s-lvo
sus límites. dolo o fraude. (V. DESCUBRIMIENTO.) El
Las estacaé pueden solicitarse con la mismo principio se aplica a las estacas de
siguiente ubicación respecto de la mina exploración, ya que es preferido el que tie-
se prioridad en la presentación ante la otras causas igualmente graves (art. 145).
autoridad minera, confiriéndoseles el mis- Va de suyo que si no se han ejecutado la-
mo derecho a los que le siguen en estricto bores conducentes al descubrimiento o no
orden cronológico. han mediado causas graves, similares a las
Mas, como el principio mencionado pue- que hemos señalado como excusantes de la
de resultar Inaplicable ea razón de pro- falta de instalación o suspensión de los
ducirse la presentación simultánea de dos trabajos de cateo, la prórroga no procede.
o más personas solicitando estacas de ex- El término de cien días empieza a correr
exploración, Juega entonces una nueva re- desde el día de la solicitud si la estaca de
gla, cuál es la de adjudicar la pertenencia exploración accede a una mina ya delimi-
en común a todos los solicitantes de esta- tada y desde el día que se hayan desig-
ca, salvo que uno de los concurrentes haya nado los limites de las minas registradas
pertenecido a la expedición exploradora, en los demás casos. La prórroga, en cam-
quien debe ser preferido entre todos. Para bio, corre inmediatamente después de ha-
ello es menester que el estacado haya ber sido acordada o desde la fecha que in-
participado en la expedición exploradora dique la resolución respectiva.
hasta e! día del descubrimiento, esto es, Obligaciones: Constituyen obligaciones
del descubrimiento de la mina, de cayos fundamentales del estacado realizar las la-
límites debe partir la ubicación de las es- bores de exploración y reconocimiento que
tacas, condición que ha sido impuesta in- conduzcan al descubrimiento del criadero,
dudablemente para evitar que se forme del cual debe hacer manifestación ante la
parte de dicha expedición con la única fi- autoridad minera dentro del plazo de cien
nalidad de conquistar un privilegio para dias ya referido; y colocar los linderos que
cuando ocurra el descubrimiento. demarquen la estaca de exploración.
Extensión: La superficie máxima que El cumplimiento de tales obligaciones
puede abarcar la estaca de exploración es está condicionado lógicamente al momen-
la correspondiente a una pertenencia, o to en que empieza a correr el término de
sea, trescientos metros de longitud hori- cien dias aludido. Dispone en este sentido
zontal, por doscientos de latitud, que pue- el artículo 142, en sus párrafos primero y
de extenderse hasta trescientos. (V. PERTE- segundo: "Inmediatamente después de fi-
NENCIA MINERA.) El reducido espacio que se jados los linderos en la mina principal, par-
asigna al estacado para realizar labores tiendo de ellos y siguiendo la linea de lon-
de exploración y de reconocimiento obe- gitud, se colocarán los correspondientes a
dece al hecho que se parte de la presun- la nueva pertenencia. Estos linderos serán
ción, apoyada en principios científicos, que provisionales hasta que, ejecutada la labor
el criadero se prolonga o se extiende fuera legal, se solicite su ratificación o rectifi-
del ámbito de la mina descubridora, de cación". En la nota a este artículo expresa
modo que es evidente la facilidad en en- el doctor Rodríguez: "Hay para la situa-
contrar su prolongación, para lo cual bas- ción de las estacas un punto fijo de par-
ta el espacio mencionado. tida, los límites de las pertenencias en cu-
En cuanto al número de estacas de que ya corrida se hayan solicitado. Hay una
puede ser titular una misma persona, ha extensión cierta, la correspondiente a una
sido limitado a una, limitación que se pertenencia; y hay un rumbo invariable,
justifica toda vez que, por un lado, se fa- el designado en el pedimento".
cilita la concurrencia de otros interesados Extinción: La estaca de exploración se
en explotar el criadero y, por otro, se extingue por el vencimiento de los plazos
evita el acaparamiento de las zonas mine- previstos en los artículos 144 y 145 del Có-
ralizadas en una o pocas manos, lo que digo de minería, previo emplazamiento por
redunda en menoscabo del interés general. treinta días al estacado. La primera de esas
Las mismas razones son las determinan- disposiciones (reformada por el art. 15 de
tes para que se excluya en forma absoluta la ley 10.273) establece: "Las pertenencias
al concesionario de la mina principal, mineras en criaderos conocidos se conside-
quien no puede solicitar estacas de explo- rarán vacantes y sujetas a lo dispuesto en
ración de su propia mina, a excepción de el artículo 274, última parte, cuando ven-
la estaca de explotación. cidos los plazos de los artículos 144 y 145
Duración. La duración de la estaca de no se ha dado cumplimiento a las obliga-
exploración es de cien días, prorrogables ciones en ellos establecidos. La autoridad
por cincuenta más cuando, ejecutados los procederá al Registro en dichas condicio-
trabajos conducentes al descubrimiento del nes, si treinta días después de notificado
criadero y del mineral, no ha sido posible el concesionario no hubiese practicado las
conseguirlo por las dificultades del desmon- diligencias omitidas". La causal de cadu-
te, por ia discontinuidad del criadero o por cidad que prevé este articulo ha de enten-
derse aplicable a la estaca de exploración tercer apartado). Se requiere, por consi-
en cuanto se refiere al vencimiento del pla- guiente, que los terrenos donde penetren
zo al cual nos hemos referido sin que se o estén por penetrar las labores mineras
cumpla dentro del mismo con las obliga- no hayan sido solicitados o concedidos o
ciones impuestas al estacado, no asi a los que, de haberlo sido, se encuentren va-
plazos dispuestos para que se cumplan cantes al momento en que se solicita la
aquellas obligaciones que son propias de la ampliación.
segunda etapa. (V. ESTACA MINA. MINA NUE- b) Que las labores se internen lleván-
VA). Aun cuando se compruebe el incum- dose criadero o veta en mano (art. 192),
plimiento de aquellas coligaciones, la con- porque de lo contrario no se justificaría
cesión de la estaca de exploración no es que se amplíe la extensión de la concesión
revocable. originaria.
Otro de los caminos que conducen a la Concurriendo estas dos condiciones, el
extinción de las estacas de exploración es concesionario puede hacer el correspon-
el cumplimiento de la finalidad que se diente pedimento 'ante la autoridad mine-
persigue con las mismas y que conduce — ra, el que debe registrarse, juntamente con
repetimos— a uno de los modos previstos su proveído, en el libro de las manifesta-
en la ley para adquirir la concesión de las ciones y publicarse por medio de un aviso
minas: las estacas minas o minas nuevas en el periódico que designe la autoridad
en criaderos conocidos. y de un cartel que el escribano de minas
fijará en las puertas de su oficina. La
RELACIONES ENTRE AMPLIACIÓN, ESTACA Y propiedad sobre la nueva pertenencia se
CATEO constituye con la aprobación de las ope-
Previo a todo debemos adelantar que la raciones de mensura y demarcación. (V.
ampliación de pertenencia consiste, como PROPIEDAD MINERA.)
su nombre lo indica, en ampliar la con- La condición que el pedido de amplia-
cesión anterior, a la cual se agrega otra ción lo sea sin perjuicio de terceros, es
pertenencia igual en forma y dimensio- también una condición implícita en todos
nes, pasando a formar con aquélla un solo los pedimentos mineros por aplicación de
cuerpo, una sola mina (arts. 191 y 193 del la regla según la cual "toda concesión en
Cód. de-minería). Muchas veces —dice el materia de minas lleva la condición de no
doctor Rodríguez en la nota a la primera causar perjuicio a quien tenga mejor de-
de esas disposiciones— la verdadera rique- recho, que es ordinariamente el anterior
za de una mina o una parte importante en el tiempo". En el caso de la ampliación
de su criadero vienen a encontrarse después de pertenencias, el cateo y la estaca de
de largos y costosos trabajos, cuando és- exploración, se trata de saber cuál de es-
tos han llegado o se acercan a los términos tos derechos es el que prevalece cuando
de la pertenencia, y cuando si es todavía concurren referidos a un mismo lugar.
posible explotarla, sólo se cuenta con un a) Ya hemos explicado, aunque en for-
reducido espacio. Detener en este punto ma sucinta, cuáles son los lugares que
al minero sería arrebatarle el fruto de sus pueden ser ocupados por las estacas de ex-
sacrificios para entregarlo al primer aven- ploración, como así también cuál es el
turero; mal que la ley ha querido prevenir, sitio que le es inasequible al estacado.
asegurando la continuación de los traba- Por otro lado, hemos visto asimismo que
jos aún mas allá de sus límites, siempre con la ampliación se incorpora a la con-
que no causen perjuicio a terceros". No cesión una pertenencia que se toma de los
bay duda que la finalidad que se busca es lugares inmediatos a la mina. Pues bien:
la de asegurar la continuación de las la- de las susodichas explicaciones se despren-
bores mineras fuera de los límites de la de que ambas instituciones han sido disci-
concesión como un modo de favorecer al plinadas por la ley de tal manera, que no
concesionario y, con ello, la provechosa es posible una colisión que no pueda ser
explotación de las minas. resuelta por aplicación de los principios
El ejercicio de este derecho ha sido su- generales que imperan en esta materia.
jetado al cumplimiento de dos condiciones En efecto, si los pedimentos de estaca
substanciales: de exploración y de ampliación de perte-r
a) Que las labores subterráneas se hu- nencia se refieren a cualesquiera de aque
bieren internado o estuviesen próximas a líos lugares que no sean hacia donde re-
internarse en terreno vacante; entendién- cuestan los criaderos, la regla aplicable
dose que dichas labores están próximas a será la de dar preferencia al pedimento
Internarse "cuando distan cuarenta metros que resulte anterior en el tiempo. El ar-
o menos, del límite fijado a la pertenencia tículo 143 del Código de minería dispone
en su demarcación" (art. 191, segundo y en este sentido: "El terreno correspon-
diente a la mina nueva no puede ser ocu- lleva veta en mano. Precisamente para su-
pado, después de haber empezado a correr puestos como éste la ley considera terreno
el plazo de cien días fijado en el inciso 2' franco la parte del cateo que sea nece-
del artículo 138, sino por personas que sario tomar para la demarcación de una
acrediten ante la autoridad minera un mina. El artículo 37 prescribe, en efecto:
rií.-recho anterior". De esta norma se de- "Si para la demarcación de una mina des-
duce que la preferencia que se acuerda al cubierta fuera de los términos del terreno
estacado se , concreta recién cuando em- destinado a la exploración, es preciso to-
pieza a correr el término de cien días, por mar parte de este terreno, se considerará
lo que no podría alegar un mejor derecho a este efecto vacante". Huelga decir que
antes de esta oportunidad desde que el si como consecuencia del cateo se llega al
ejercicio pleno de su derecho está supe- descubrimiento, dejan de ser aplicables esos
ditado a una condición suspensiva. principios, pero el mejor derecho que en-
En cambio, si el pedimento se refiere al tonces puede oponerse al concesionario que
sitio hacia donde recuestan los criaderos solicita ampliación ya no deriva del cateo,
de la mina descubridora, no podría existir sino del descubrimiento. (V. DESCUBRI-
superposición, puesto que dicho lugar ha MIENTO.)
sido reservado para el concesionario de c) Al examinar el cateo y la estaca de
esta mina, de modo que será en él donde exploración hicimos alusión a los rasgos
se ubicará normalmente la ampliación de diferenciales que existen entre ambas ins-
pertenencia. Enseña al respecto el doctor tituciones, de las cuales, las relativas al
Rodríguez: "Y para que no se torne iluso- objeto, a la extensión y a la duración, de-
ria aquella promesa (alude a las seguri- limitan claramente la esfera de funcio-
dades que le da la ley al minero para que namiento de una y otra, alejando la po-
continúe con los trabajos más allá de los sibilidad que en la práctica puedan plan-
límites de la concesión), se ha prohibido tearse conflictos a raíz de la concurrencia
que otras personas tomen al costado de las de las mismas respecto de un mismo lu-
pertenencias en explotación, minas sin gar.
veta ni metal, con sólo el fin de aprove- En conclusión: podemos afirmar que,
char el del vecino cuando salga de su per- cuando la Investigación tiene por objeto la
tenencia". Y en la nota al artículo 193, des- parte libre de un criadero conocido por
pués de dar las razones que se han. tenido haber sido manifestado, registrado o con-
en cuenta para no permitir la constitución cedido con antelación, siempre tiene pre-
de una concesión separada con la perte- ferencia la estaca de explotación sin nin-
nencia que se anexa, agrega: "Y éstas son guna consideración de orden temporal.
precisamente las razones para negar a otras Verdad es que, como lo adelantamos, la
personas el derecho de tomar minas nue- estaca de exploración es un tipo especial
vas al costado de otras ya concedidas". de cateo, pero precisamente por este ca-
Como se ve, tal limitación no rige para el rácter de especialidad que tiene es que la
descubrimiento. (V. DESCUBRIMIENTO.) preferencia debe acordarse al estacado y
Lo dicho basta para concluir que prohi- negarse al cateador cuando concurre con
biéndose al estacado ocupar el sitio desti- éste respecto de los sitios que hemos indi-
nado a la estaca de explotación, nunca cado.
puede haber colisión entre los derechos de Si bien hemos admitido que se concedan
aquél y del descubridor de la mina princi- permisos de cateo en cuyo perímetro se
pal. encierran minas antes manifestadas re-
b) En las relaciones del cateo y la am- gistradas o concedidas, ello no implica de
pliación de pertenencias, las conclusiones ningún modo que hayamos aceptado que
anteriores difieren en cuanto la preferencia el cateo —que se encuentra respecto de la
ha de corresponder siempre y respecto de estaca de exploración en una relación de
todos los sitios, al concesionario de la género a especie—, pueda sustituir a esta
mina descubridora, a quien el cateador no institución y menos que pueda desplazarla
puede oponerle un derecho mejor, fundado en caso de concurrencia. Semejante solu-
en que es anterior en el tiempo, ción sería contraria al régimen legal que
Si bien el permiso de cateo puede abar- hemos examinado y conduciría a la supre-
car minas anteriormente manifestadas, re- sión de la estaca de exploración, toda vez
gistradas o concedidas según lo dijimos que ofrecería mayores seguridades, venta-
más arriba, es evidente que el derecho en jas y facilidades amparar la zona con un
expectativa que tiene el cateador no puede permiso de cateo en lugar del reducido
privar sobre el derecho que tiene el con- espacio de una pertenencia. Por otra par-
cesionario de la mina descubridora de te, si la voluntad de la ley no hubiese
salir del perímetro de la concesión cuando sido la de excluir al cateador de los sitios
aludidos, no se explicaría que haya confe- cambio, en el caso de aguas públicas deri-
rido a éste el derecho de tomar hasta vadas, para regar campos particulares, la
tres pertenencias para establecer trabajos obra que sirviera de lecho a esa corriente
f ormales. derivada, puede pertenecer al propietario
BIBUOCBATÍA. - - XA cit&da en el texto y notas.
del fundo a quien sirve el servicio.
Puede distinguirse el cauce en corrientes
continuas o discontinuas. El lecho de las
CATEQUESIS (V. MAGISTERIO ECLESIÁS- corrientes discontinuas se da en el caso de
TICO.) las aguas pluviales en terrenos montaño-
sos. La parte de aquél que cubren las aguas
CAUCE. Eí concepto natural, geológica- durante sus avenidas ordinarias, y que cu-
mente considerado, nos representa la con- bren las barrancas o ramblas, conforman
cavidad que sirve de piso íirme a una co- el recipiente o cauce natural en este su-
rriente de agua natural, en su curso puesto.
norma!. También es cauce la parte reci- En el caso de ríos o arroyos es, como ya
piente de un canal o de una acequia, sean se dijo, el terreno que cubren las aguas en
ésto artificiales o naturales. sus mayores crecidas ordinarias.
Pero el concepto jurídico procura confi- El Código civil argentino, en su articulo
gurar exactamente la noción, porque se 2577, establece la delimitación del cauce
trata de delimitar el terreno que sirve de natural según la doctrina apuntada.
recipiente al río y entra en juego, por lo Los casos prácticos se suscitan con mo-
tanto, el título en propiedad del lecho del tivo de la atribución de la propiedad de
río y de los fundos ribereños. los terrenos que pueden o no comprender
Jurídicamente, el cauce o lecho del río el lecho o cauce de una corriente pública,
—también se denomina álveo— es la super- cuando existen, por ejemplo, fuentes ter-
ficie de tierra cubierta por las aguas de males adyacentes a un río público.
una corriente natural, cuando ésta circula En ese sentido se pueden señalar dos
con su mayor caudal o bien a bordes lle- fallos que han fijado la doctrina aplicable,
nos (concepto de la jurisprudencia argen- según la legislación vigente en nuestro
tina). país. Uno de la Cámara de apelaciones en
Es decir, que el concepto jurídico hace lo civil y minas de la provincia de Men-
prevalecer en nuestro Derecho especial- doza, del 11 de noviembre de 1937 (regis-
mente estos caracteresr a), que las más trado en J. A., t. 60, pág. 672), que señala
tutos aguas determinan el límite del lecho el procedimiento técnico para delimitar el
del río (el plenissimun flumen del Derecho cauce. Se señala la doctrina que contiene
romano; V. ley de Aguas de la prov. dé el artículo 2577 del Código civil y el prin-
Mendoza); b), la creciente que determina cipio del plenissimum flumen, como rector
ese límite natural debe ser la normal u en estos supuestos.
ordinaria del río o arroyo de que se tra- £1 otro es de la Corte Suprema Nacional
te. (Este criterio estaba sustentado por (registrado en Fallos, t. 5, pág. 429), y es
Aubry y Rau y la doctrina de la jurispru-
dencia francesa en la época de la codifi- el conocido pleito de las Termas de Ca-
cación por Vélez Sársfield.) cheuta.
El problema práctico de determinar las Aquí se señalan los mismos' principios
mayores corrientes periódicas del curso de de la legislación civil, y se adopta el cri-
agua dado, queda a cargo de los tribunales terio práctico de tener en cuenta especial-
o de las dependencias administrativas, en mente la topografía del terreno para solu-
su caso. cionar el caso. (V., además, S. C. N. Fallos,
El sistema legal argentino atribuye al t. 134, pág. 110).
Estado la propiedad de los cauces. Son par- En el Derecho romano, según la mayoría
tes del dominio público por disposición del de los intérpretes de las fuentes, el cauce
artículo 2340, inciso 3?, siguiendo una par- o alveus de los ríos públicos era un domi-
te de la doctrina del Derecho romano. El nio público y tenían, como las aguas, un
cauce de una corriente natural pertenece carácter públicos populas romanl.
siempre al dominio público. Pero pueden En el Derecho español antiguo, se con-
darse otros supuestos de cauces artificiales. sideró al cauce una cosa pública, según las
Spota señala correctamente la solución en disposiciones de la Partida 3, titulo 3, ley
estas dos hipótesis: si se trata de un ca- 31 y los principios romanistas aceptados.
nal de navegación o de desagüe, destinados En el Derecho vigente, los cauces coi.stitu-
a un servicio público. El cauce —la obra yen bienes inmuebles, perteneciendo al
en sí— y el agua contenida pertenece al dominio público (art. 407, Cód. civ.). Otra
Estado o al ente público que la explota. En cosa sucede cuando se trata de la hipóte-
sis del cauce abandonado. (V. CAUCE ABAN- momento a los ribereños (V. Accarlas, Pre-
DONADO.) (A. V. S.) cis de droit romain, t. I, n"? 254), y aúr«.
le daban el carácter de res nulllus.
BiBLioomArlA. — Accariaa, Précit de Droit ro- En el supuesto del alveus derelictus, ¡>2
main. t. 1, p4g. 254, 8/f. — Laíallle, H., Derecho
civil, "Tratado de los derechos reales", t. 5. aplican los principios de la accesión na-
vol. 1, nüms. 719. 732 y 724. Buenos Aires, 1945. 'tural; los principales textos atribuyen al
— Maynz, Ch., Coun Ae Dratt romain, t. 1. pá- ribereño el cauce abandonado. Tales son:
gina 716, parr. 101, Bruselaí-Parür, 1891. — Oay
da Hontella, R., Derecho hidráulico español, Ma- "Pero si habiendo dejado todo su cauce
drid, 1921. — Salvat, R., Tratado Ae Derecho civil natural el río hubiere comenzado a correr
argentino, ""Parte general", t. 2, paga. 97 y siga., por otra parte, el anterior cauce es cier-
Buenos Aires, 1951, y Derechos reales, t. 2, pA- tamente de los que poseen predios junto a
glnas 176 y siga.. Buenos Aires, 1952. — Spota.
A. O.. Tratado de Derecho Ae aguas, t. 2, nú- la orilla; por supuesto, con arreglo a la
meros S99 y sig»., Buenos Aires, 1941. latitud que cada predio tenga junto a la
orilla; mas el nuevo cauce comienza a ser
CAUCE ABANDONADO. * Se debe tener de aquel derecho de quien es también el
en cuenta que el cauce de un río puede ser mismo río, esto es, público, por Derecho
abandonado por causas naturales o por de gentes. Mas si después de algún tiempo
obras artificiales. Lo mismo puede acon- el río hubiere vuelto a su cauce anterior,
tecer en el lecho de cualquier corriente, el nuevo cauce comienza a ser otra vez de
navegable o no, y aun de aguas estanca- los que poseen predios junto a su orilla...
das. La importancia que tienen "los ríos (Dig., libr. 41, tít. I, ley 7, párrf. 5, Gayo).
hace que la legislación se refiera especial- En las Institutas, libro 2, título I, ley 23,
mente a ellos, no sin dejar de disponer so- se repiten los mismos principios.
bre los demás supuestos. De estas fuentes resulta que el alveus
Interesa la condición jurídica que la ley derelictus pertenece a los antiguos ribere-
atribuye a la corriente de agua y, por ños en proporción a la longitud lindante
ende, al cauce, para intentar solucionar el del fundo con la corriente. (El procedi-
problema del cauce abandonado. Como se miento de atribución es el siguiente: el
observará en la .síntesis de la legislación cauce se divide entre los dueños ribereños,
antigua y moderna que se efectúa, este es trazando una línea imaginaria por la mi-
el problema jurídico a resolver, es decir, tad del álveo descubierto, longitudinal-
determinar la propiedad pública o privada mente, y sobre ella se bajan en perpendi-
del cauce abandonado y las indemnizacio- culares líneas desde los predios vecinos.)
nes correspondientes. El álveo abandonado deja de ser res pu-
Derecho romano. Se parte del principio blicae, por no ser ya un recipiente de un
de que la condición jurídica del lecho de río público, mientras que el cauce nuevo se
un rio público es una res publícate; sigue la convierte en res publícate.
condición jurídica de la corriente conte- Los propietarios de los predios invadidos
nida. El cauce es pubíicus populi romani. no tienen una indemnización especial, co-
Esto sucede mientras el lecho no fuere mo en el Derecho francés actual; sólo se
abandonado. les reconoce un derecho a reclamar el te-
Los textos son los siguientes: "...Tam- rreno, si el rio vuelve a su antiguo cauce.
bién el cauce que el río se hizo, aunque Los riberrños del antiguo cauce adquie-
antes fue privado, comienza a ser pú- ren el terreno por razón de vecindad (ratio
blico, porque es imposible que un cauce de vecinitatis), en la proporción señalada. Si
un rio público.no sea público" (Dig., lib. 43, son varios los ribereños, a uno y otro lado
tít. 12, ley I, párrf. 7, Ulpíano). "...el de la corriente, la linea longitudinal debe
nuevo cauce comienza a ser de aquel de- marcarse por la mitad del cauce abando-
recho de quien es también el mismo rio, nado, dividiéndose éste por mitades. Estas
es decir, público, por Derecho de gente" reglas valen para los fundos llamados
(Dig., lib. 41, tít. I, ley 7, párrf. 5, Ga- arcifinii, es decir, aquellos cuyos limites
yo). £>e manifiesta que el río ejerce el están fijados naturalmente en la ribera
papel de un magistrado que modifica la legal. No asi para los limitatis, que son
naturaleza del dominio: ".. .censitorum aquellos que'están delimitados por opera-
vice funguntur" CDig., libr. 41, tít. I, ley ciones de agrimensura. En estos últimos se
30, párrf. 3, Pomponio). adquiere el terreno en todo caso por ocu-
Esta interpretación de los textos roma- pación (los textos que se refieren al alluvio
nos no está exenta de contrariedad, pues definen esta situación: Dig., lib. 41, tít. I,
otros autores han interpretado que el álveo ley 16, y Dig., lib. 43, tít. 12, ley I, párra-
de los ríos públicos pertenecía en todo fo 7). (V. ALUVIÓN.)
Sin embargo, esa distinción entre fun-
• Por el Dr. ARMANDO V. SILVA. dos arcifinii y limitatis fue dejada de lado
en la época prejustinianea, adjudicando la venta del antiguo lecho, según las reglas
el alveus derelictus a todos los ribereños. de enajenación del dominio del Estado, y
Esta referencia al sistema romano tiene el precio de la operación se distribuye, en
importancia, porque en la legislación com- todo caso, entre los propietarios de los te-
parada ésta se ha orientado hacia-el sis- rrenos ocupados por las aguas, a título
tema accesionista o hacia el sistema in- siempre de indemnización y en proporción
demnizatorio del Código civil francés. al terreno perdido, como en el sistema del
En el Derecho intermedio. El sistema Código. La diferencia está en el régimen
romano sufre la influencia del sistema de prefación que se establece para los an-
regalista en materia del Derecho de aguas. tiguos ribereños del cauce abandonado y
Los ríos navegables se consideran como en la indemnización en dinero que susti-
regalía del emperador y entran en el pa- tuye a la indemnización en especie.
trimonio real. Los no navegables son ob- Si se trata de corrientes no navegables,
jeto de regalías menores, de los señores ni flotables, se entrega el cauce abando-
feudales, de ta! modo que los ribereños no nado a los antiguos ribereños, que en vir-
tienen derecho alguno al cauce abando- tud de la ley citada son sus otros propie-
nado, como tampoco a los aluviones. tarios (art. 59, ley 1898). Aquí se prescinde
Recuerda Spota que la Ordenanza dic- del sistema indemnizatorio, lo cual es con-
tada por Luis XIV en 1669, consideraba a siderado contra la equidad y justicia de
las aguas navegables como propiedad de la las soluciones del Código. (V. Colín et Ca-
corona. pitán, op. cit. al pie.)
Sin embargo, en el Derecho de las cos- La adquisición, en este último caso, no
tumbres, los principios regalistas fueron se produce por aplicación de los principios
atenuados; pero los derechos de los ribe- de la accesión, sino por el régimen legal
reños particulares siempre estuvieron li- que atribuye a los propietarios de las co-
mitados y aun en contraposición a los del rrientes no navegables, el dominio sobre
señor feudal. dichas corrientes y lecho respectivo.
Sistema del Código civil fraces: El ar- Los propietarios cuyos terrenos son in-
ticulo 653 dtl Código francés establece una vadidos por el nuevo curso de agua, tienen
indemnización en especie para los propie- solamente el derecho de tomar medidas en
tarios de los fundos invadidos por el agua el año que sigue al cambio de la corriente
en su nuevo cauce. Siendo ésta la prime- en cuanto al curso, necesarias para su res-
ra diferencia de hecho con el sistema ro- tablecimiento anterior (artículo 59, ley ci-
manista. tada).
No se hace distinción entre ríos navega- En el Derecho español: El problema se
bles o no, tomando cada propietario una encuentra relativamente resuelto por las
parte del lecho abandonado en proporción normas de los artículos 370 y concordantes
al terreno de que hubo sido privado, según del Código civil. La mutación de cauce es
las prescripciones de la ley. Esta atribución la materia tratada en este Código, y de al-
del cauce abandonado a dichos propieta- guna de sus disposiciones se desprende la
rios se hace en concepto de compensación solución legal del cauce abandonado, como
por el terreno perdido. De modo que no se también del terreno invadido por el nue-
aplican los principios de la accesión para vo curso de las aguas, en cuanto se trata
los ribereños del ex cauce. de atribuir la propiedad del lecho aban-
Este sistema fue modificado por la ley donado y del abierto por el nuevo curso.
del 8 de abril de 1898, que establece una El artículo 370 establece: "Los cauces de
distinción: En los ríos navegables o flo- los ríos que quedan abandonados por va-
tables, el lecho pertenece al Estado y se riar naturalmente el curso de las aguas,
le da un destino especial, con el fin de pertenecen a los dueños de los terrenos
reparar el daño sufrido por los propietarios ribereños en toda la longitud respectiva a
de los terrenos invadidos por las aguas, en cada uno. Si el cauce abandonado separa-
su nuevo curso. Es ésta también una in- ba heredades de distintos dueños, la nueva
demnización, pero en dinero, puesto que línea divisoria correrá equidistante de
la ley establece el siguiente procedimiento. unas y otras".
El precio del terreno es fijado por peritos, Es la solución romanista aceptada por
y la autoridad administrativa notifica a las Partidas (Partida 3*, tít. 28, ley 31)
los ribereños del cauce abandonado la ava- y por la legislación tradicional española,
luación. Dichus ribereños tienen un plazo aceptándose el principio de la accesión,
de tres meses para adquirir por ese precio para atribuir automáticamente la propie-
y en calidad preferente el lecho abando- dad al ribereño, según el frente de su te-
nado. Si no so produce ninguna manifes- rreno al río.
f
tación de es os propietarios, se procede a En el Derecho argentino. El Código civil
no contempla el supuesto del cauce aban- Castello, en tesis doctorales citadas al pie,
donado en forma expresa. Spota y Marienhoff, en sus respectivas
Sin embargo, en los artículos 2643 y 2644 obras especializadas, también citadas. En
se tiene en cuenta la hipótesis cuando se contra, Salvat, porque entiende que la enu-
menciona el hecho hipotético: "Si las meración y principio del artículo 2340, in-
aguas de los ríos... torciesen su curso na- cisos 3<? y 61? del Código civil, es termi-
tural. .." (art. 2843). '•• nante respecto a la propiedad del cauce
En los preceptos de dicho artículo se y de las islas: pertenecen indudablemente
mencionan los supuestos de mutación de al dominio público.
cauce, para reglamentar el derecho a rea- Sin embargo, como bien se ha hecho no-
lizar obras de defensa por parte de los ri- tar, el artículo indicado no tiene aplicación
bereños propietarios y a los efectos de en el supuesto del cauce abandonado, por-
reintegrar a su antiguo cauce la corriente que por él ya no corren aguas públicas,
de agua. También para determinar la per- que era el elemento que le daba carácter
sona que debe cargar con los gastos de público al lecho. Por lo tanto, en el caso
reconducción de las aguas. de lecho abandonado, no tiene aplicación
En nuestro Derecho civil se contempla el artículo 2340. En este aspecto se ha he-
expresamente la hipótesis del alveus exssi- cho notar que desde el punto de vista ju-
catus en el artículo 2573: "Pertenecen rídico el cauce abandonado, ya no es un
también a los ribereños los terrenos que el cauce. Este, por el hecho del retiro de las
curso de las aguas dejare a descubierto, aguas por causas naturales, pierde tpso
retirándose insensiblemente de una de las iure su carácter público (arg., art. 2604, in
riberas hacia la otra". fine y nota. V. Marienhoff, op. cit., al pie).
Este articulo menciona el supuesto del En nuestro Derecho, y por aplicación de
cauce descubierto, por las aguas navegables los principios Indicados, se puede conside-
o no. A pesar de sus términos generales, rar abandonado un cauce en las siguien-
dice Marienhoff, el cauce del mar queda tes condiciones:
excluido, pues tal es la doctrina del Código a) Que la corriente de agua haya for-
civil francés seguida por Aubry y Rau, ci- mado otro lecho.
tada por el codificador como fuente del b) Que si queda agua en el antiguo cau-
texto legal. Por lo demás, el lecho abando- ce, sea insignificante y pueda desecarse
nado en las aguas dormidas, cualquiera sea fácilmente el terreno.
la causa del abandono, pertenece al Estado c) Que en ese caso, por la escasez de las
por aplicación del precepto del artículo aguas, no se las pueda utilizar en su anti-
2578 del Código civil. guo y ordinario uso (Marienhoff).
De modo que, como caso de accesión na- La doctrina de la Suprema Corte Nacio-
tural, nuestra ley civil legisla expresamen- nal puede sintetizarse en esta forma: En
te el caso del cauce desecado (alveus excci- primer lugar, se ha sostenido que la mu-
catus) y en forma implícita el caso del tación de cauce por causas naturales y en
cauce abandonado (alveus derelictus), co- forma brusca —para distinguir la hipóte-
mo una hipótesis particular de la mutación sis de la que corresponde al alveus exssí-
de cauce. catus— hace acceder el lecho abandonado
La construcción doctrinaria se debe al definitivamente al dominio de los propie-
esfuerzo de la labor jurisprudencial para tarios de ías heredades ribereñas.
hallar los principios, aplicables por analo- En segundo lugar, se reconoce que el su-
gía, a los casos prácticos de alveus derelic- puesto del alveus derelictus no está pre-
tus, presentados ante los tribunales. visto en el Código civil; por lo tanto, se
En efecto, si en la práctica ocurriese lo aplican los principios de leyes análogas
previsto por los artículos 2643 y 2644, y (art. 16 del Cód. civ.).
como acertadamente lo indica Spota, no se En otro argumento corroborante se sos-
realizaren las labores pertinentes para re- tiene la rafia iuris en ambas hipótesis: en
conducír las aguas que cambiasen de cur- el alveus exssicattus es la razón de vecin-
so, es de preguntarse entonces: ¿el cauce dad de los fundos con la ribera y el cauce
abandonado corresponde, por derecho de legal. También desde el Derecho romano,
accesión, a los antiguos ribereños? Y ésa la ratio vecinitatis es el fundamento para
es la cuestión a resolver con los principios aplicar los principios de la accesión natural
contenidos en 'el artículo 2573 y concor- de inmueble a inmueble al caso del alveus
dantes del Código civil. derelictus.
La doctrina argentina acepta actualmen- Se pueden citar los siguientes fallos,
te casi con unanimidad, la aplicación del donde está contenida la doctrina expuesta
principio de la accesión a favor de los pro- (S. C. N., 15-6-1936, Fallos, t. 175, pág. 183;
pietarios ribereños. Entre otros, Drago y Cám. civ. cap., Fallos, t. 183, pág. 386).
Cuando se trata de cauces desecados a BIBLIOGRAFÍA. — Castello, M. P., Legislación de
causa de trabajos artificiales (públicos o aguas, tesis, pág. 145, Buenos Aires, 1921. — Gas-
tan, J., Derecho civil español, común y foral,
privados por concesión), el cauce abando- t. 1, vol. 1, págs. 435 y slgs., Madrid, 1941. — Co-
nado pertenece a la entidad pública o pri- lín A. y Capltant, Curso elemental de Derecho
vada que realiza dichos trabajos. Si los civil, t. 2, vol. 2, pág. 885, 2« ed. española, Ma-
trabajos fueran realizados por los ribere- drid, 1842. — Drago, M. J., El derecho de los ribe-
reña oí canee abandonado de los ríos, tesis, Bue-
ños sin la autorización respectiva, verbi- aos Aires, 1935. — Látame, H., Derecho -civil, "Tra-
gracia, por la autoridad competente pro- tado de los derechos reales", vol. 1, pág. 548,
vincial (art. 2842, Cód. civ.), el ribereño Buenos Aires, 1943. — Manresa y Navarro, J. M.,
que hubiere ocasionado- el abandono del le- Comentarios al Código civil español, t. 3, pá-
ginas 233 y sigs., 6» ed., Madrid. — Marienhoff.
cho píiede ser obligado a realizar a su M. 8., Régimen y legislación de las aguas públicas
costa las obras necesarias para recondueir o privadas, pág. 654, núms. 352 y slgs.. Buenos
las aguas a su anterior estado (arts. 2644, Aires, 1939. — Salvat, B., Tratado de Derecho civil
argentino, "Derechos reales", t. 2, págs. 178 y
2642 y 2579, Cód, civ.). slgs., Buenos Aires, 1952. — Spota, A. O., Tro-
Proyectas de reformas. En el anteproyec- tado de Derecho de aguas, t. 2, núms. 681 y sigs.,
to de Eibiloni (t. 3<?, págs. 209 y sigs.) se Buenos Aires, 1941.
considera el cauce abandonado de ríos y
lagos navegables aparte de los no navega- CAUCE SECO. (V. CAUCE. CAUCE ABANDO-
bles, como asimismo los arroyos y pequeñas NADO.)
lagunas.
En el primer caso se determina que el CAUCIÓN DE BUENA CONDUCTA.*
cauce es bien privado del Estado. A su vez, Prestación de caución es, para Enneccerus,
es corisiderado sobrante de tierra pública; el aseguramiento, mediante negocio jurí-
dándosele a los ribereños un derecho de dico, de la realización de una pretensión'
preferencia en su adquisición. Con el im- actual o futura (aunque todavía sea in-
porte de la venta de esos terrenos se pro- cierta) ,
cede a indemnizar a los propietarios de las Para Manzini, la caución o la fianza de
heredades invadidas por el nuevo curso de buena fe tienen carácter de medida de se-
las aguas. guridad patrimonial. Las cauciones o las
En los arroyos y lagunas pequeñas, el fianzas previstas por el Código de procedi-
cauce abandonado pertenece a los ribere- miento penal —alude al italiano—, refe-
ños. Es, corno se ve, una aplicación pre- rentes a la libertad personal del imputado
ponderante de los principios del Derecho y a la custodia de las cosas secuestradas,
francés. tienen carácter de coerción procesal penal,
El proyecto de 1938 reproduce la con- y no de providencias civiles, aunque en de-
cepción de Eibiloni, con pequeñas varian- terminados casos puedan servir también
tes. para la satisfacción de intereses civiles.
Dice el articulo 1493, colocado en el ca- La caución y la fianza tienen carácter
pitulo del aluvión: "El cauce totalmente de providencias civiles dispuestas en ga-
abandonado, de los ríos y lagos, pertene- rantía de los intereses meramente patri-
cerá al dominio privado del Estado. El de moniales que se puedan tomar en conside-
los ríos no navegables, de los arroyos y ración en el proceso penal, sólo en relación
pequeñas lagunas, a los propietarios ribe- a las condiciones puestas por la ley para
reños, y hasta la línea media, cuando fuere la inscripción de la hipoteca legal o de se-
divisorio. En el primer caso, si las aguas cuestro preservativo y para su cesación.
no se reintegraren al cauce primitivo, por La seguridad que da una persona ante
obras, o naturalmente, se tendrán como el juez de que otra observará buena con-
sobrantes de tierra pública, y de acuerdo ducta o de que no ejecutará el mal que
con las leyes respectivas, los ribereños se- se teme, obligándosela la satisfacción de
rán preferidos para su adquisición. El im- la cantidad o reparación que se fije, en
porte de esos sobrantes se entregará a los caso de que lo ejecute, es, para nosotros,
propietarios de las heredades en que las la caución de buena conducta. Es toda me-
aguas se hubieren abierto un nuevo álveo, dida encaminada a asegurar o garantizar
proporcionalmente a la superficie perdida, el cumplimiento de una obligación.
sin otra indemnización". Las cauciones o garantías tienen su apli-
Por su parte, el artículo 118, que trata cación en todos los campos del Derecho,
de los bienes del dominio público, establece siendo varias las formas en que puede pres-
en su inciso 3°: "Los ríos y las aguas que tarse.
corren naturalmente, así como los respec- La caución en Derecho penal es, al igual
tivos cauces mientras no estén abandona- que en las demás ramas jurídicas, medida
dos por ellas", pertenecen a los bienes pú-
blicos de la Nación o de las provincias. * Por el Dr. EDUARDO CORTÉS GIMÉNEZ.
de prevención o aseguramiento. Con ella dios penales y recomendando especialmen-
se trata de precaver la comisión de un de- te dar una mayor amplitud al sistema de
lito. Pena de garantía la denominó el Có- prueba y a la multa.
digo napolitano, indicando así su natura- Pocos defensores han encontrado las pe-
leza preventiva, y fianza de buena conducta nas de privación de libertad en el formi-
la apellidó el primer Código penal español. dable ataque contra ellas emprendido en
£1 moderno Derecho sancionador ve en la mayoría de los países. Uno de sus de-
la caución, mis que una pena, uno de los fensores es Lucchini, el cual opone a las
sustltutivos de las penas cortas de prisión, censuras y críticas adversas, que los males
tan combatidas por los penalistas, y, sobre que se denuncian no provienen de aquellas
todo, contempla en ella una excelente me- penas en sí, sino de la manera defectuosa
dida de seguridad. como se aplican; pide que se impongan
Las penas de privación de libertad de con un sentido severo y represivo, en
corta duración, que son las que con mayor cuyo caso sus efectos en la lucha contra
frecuencia se imponen por los tribunales la delincuencia serían beneficiosos.
de todos los países, han dado pésimos re- Como medidas para evitar, o atenuar al
sultados, por lo que se ha desencadenado menos, los malos resultadas de estas penas,
contra ellas un universal movimiento de se proponen las siguientes: la prestación
protesta que, aspirando a su supresión o a de trabajo penal sin reclusión, la caución,
su limitación, tiende a sustituirlas por otros la represión judicial, el arresto domicilia-
medios penales más adecuados a los inte- rio, la condena condicional, la multa.
reses de la sociedad ¿ de ios delincuentes La prestación de trabajo penal sin re-
mismos. Se objeta contra están penas que clusión tendría la ventaja, declaran sus
son desiguales, que el efec.o doloroso que defensores, de evitar al condenado los ma-
producen depende en gran parte de las léficos influjos de la prisión, y constituiría
condiciones de los penados, pues mientras una fuente de ingresos para el Estado.
constituyen una cruel tortura para ei pa- Pero esta medida no ha tenido aceptación,
dre de familia arrancado del afecto de los siendo muy escasos los países que la han
suyos, no ocasionan pesar alguno al célibe adoptado. En Egipto se introdujo por ía
habituado a la vida carcelaria y hasta ley 12 de julio de 1912, para sustituir a las
constituyen un buen reposo para el vaga- penas de privación de libertad inferiores
bundo habituado a una vida de privación a tres meses de prisión y, como medida
y miserias. También dicen que mientras subsidióla, en caso de insolvencia para el
agrian y excitan a unos calman y abaten pago &<* mu'ta Figura así en nuestro Có-
a otros, según su temperamento y natura- digo 'arí 2 1 ) en él de Perú (art. 24) y en
leza. Se le reprocha igualmente su enorme el pioyecto del Código federal suizo de
costo, que resulta inútil para alcanzar la 1918. la •mayoría de ios penalistas se pro-
corrección del culpable y carecen de sentido nund»*i contra este sistema.
intimativo, especialmente para los delin- La cauc'óa consiste, para Pessina, en el
cuentes acostumbrados a ellos. Son perju- compromiso contraído por el delincuente
ciales, añaden otros, a los individuos aún de tener buwa conducía en el porvenir y
dotados de sentimientos de moralidad, por- del que responde mediante la prestación de
que la cárcel los degrada ante los ojos de una fianza pecuniaria o personal.
su familia y de la sociedad, debilita en ellos El origen de la caución es muy antiguo;
el sentimiento de la dignidad personal y para algunos se encuentra en la cautio de
además, en muchos casos, hacen perder al bene vivendo del Derecho romano, donde
condenado su ocupación o su clientela. A el sistema de cauciones tuvo gran desenvol-
este cúmulo de males debe añadirse otro no vimiento en el campo privatístico. Corno
menor, cual es la mutua corrupción pro- garantía de abstención de no hacer en
veniente del contacto con los penados en- derecho hereditario, destaca la caución
tre si. muciana. Sin embargo, hasta ahora ha te-
Este movimiento contrario a las penas nido en los sistemas penales escasa apli-
cortas de prisión, se ha manifestado es- cación. Se encuentra admitida como me-
pecialmente en Congresos penales y peni- dida de seguridad, no como pena, en el
tenciarios, donde se han adoptado acuer- Código penal italiano (arts. 237 y 239), en
dos favorables a su sustitución por otras el peruano (art. 38), en el proyecto de
penas. La cuestión ha sido estudiada, entre Códipo del Código federal suizo de 1918
otras asambleas científicas, por los Con- (art. 54). Donde más desarrollo ha alcan-
gresos penitenciarios internacionales de zado ha sido en Inglaterra, designándosele
Roma (1885) y de San Petersburgo (1890). con el nombre de recognizance (reconoci-
El celebrado en Londres en 1925 emitió un miento, obligación, sumisión). Esta reviste
voto pidiendo su sustitución por otros me- diversas formas (recognizance impuesta a
los sospechosos, a los autores de amenazas, para los que delinquen por primera vez y
a los querellantes o acusadores y a los para infracciones leves, los tribunales go-
testigos); pero la de mayor Interés es la de zan de mayor arbitrio que en Europa y
los tribunales en caso de condena por las pueden, por tanto, otorgar el régimen de
infracciones de gravedad media, llamada prueba a delincuentes peligrosos culpables
misdemeanor en el Derecho inglés. Pueden de graves delitos.
imponerla a los culpables, además de la Las legislaciones modernas llegan, inclu-
pena señalada por la ley o en su susti- so, a prever soluciones en cierto sentido
tución. El Probatio o/ offenders Act 1907 extremas, pues alcanzan a conceder al juez
permite al tribunal, cuando estime que la la facultad de dispensar de toda pena,
pena no producirá efecto alguno benefi- cuando la aplicación de ésta, en el caso
cioso sobre el delincuente, y tomando en concreto, resulta poco beneficiosa, o aun
cuenta su buena reputación, su edad, an- contraproducente desde el punto de vista
tecedentes, etcétera, dejarlo en libertad, de la prevención especial, o cuando el hecho
obligándole a contraer una recognizance, sea tan leve que aun la pena menor que
cuya duración no puede exceder de tres la ley establezca pueda aparecer como de-
años, y durante los cuales ha de compro- masiado severa: mínima non curat proetor.
meterse a observar buena conducta y a Esto da lugar al perdón judicial, el cual ha
comparecer ante el Tribunal cuando se le sido admitido en algunas legislaciones para
requiera para cumplir la pena correspon- contravenciones o faltas mínimas, nos dice
diente en el caso de incumplimiento de la Soler. No se trata del indulto o de la gracia
condición. Los Individuos en esta situación aplicable a todos los delitos, sino de una
pueden ser colocados bajo la vigilancia de institución de mucho menos alcance, ten-
una persona que vele por el cumplimiento diendo a evitar, sobre todo, las penas pri-
de la condición impuesta. La primera se vativas de libertad de muy corta duración,
emplea como sustitutlvo o complemento de de las cuales aparece como un sustitutivo,
penas cortas aplicadas a los misáemeanors y por ello el perdón suele unirse a ur a
(equivalente a los delitos menos graves) advertencia o admonición al perdonado,
Según Cuello y Calón, la segunda, o sea la del cual se espera buen comportamiento,
Probatio o/ Offenders Act (1907), permite por obra de esa sola advertencia.
aplicar la recognizance a delincuentes oca- Nuestra ley penal no contiene el perdón
sionales y a los que la pena de privación judicial, si bien hay un caso excepcional
de libertad, a juicio del Tribunal, no pro- en el que, conforme a la peligrosidad de-
ducirá efectos beneficiosos. mostrada, autoriza la total exención de
La 'recognizance existe también en el De- pena. Es el caso del delito imposible, en el
recho norteamericano (Código de procedi- cual se puede disminuir la pena por de-
miento penal de Nueva York, art. 48 y si- bajo del mínimum legal, hasta la exención.
guientes) . En algunos cosos de delincuencia juvenil,
En el Derecho español posee la caución el juez puede no pronunciar una medida
remotos precedentes, salvo en el anti- especial de las previstas y limitarse a dejar
guo Derecho castellano. Especialmente la al menor al cuidado de sus padres o tu-
ley de vagos y maleantes emplea la cau- tores.
ción con el carácter de medida de segu- Se llama condena condicional la que pro-
ridad. nuncia el juez dejando en suspenso su
El sistema seguido en los Estados Unidos, ejecución por determinado período de tiem-
denominado sistema de prueba (probatio po, de modo que solamente entrará a eje-
system), se caracteriza por la suspensión cutarse si se produce cierta condición, qu«
de la ejecución de la pena y por la exis- consistirá en la comisión de un nuevo de-
tencia de un período de prueba, durante el lito.
cual el delincuente es vigilado y asistido Esta sentencia constituye, doctrinaria-
por funcionarios (probation officers), cuya mente, uno de los medios adoptados por
misión es controlar su conducta y evitar su las legislaciones modernas para evitar las
recaída en el delito. penas privativas de libertad de corta du-
En los países europeos existe la suspen- ración; haciéndola aplicable, nuestra legis-
sión de la pena condicionada por la buena lación, a los delitos reprimidos con pena de
conducta, pero faltan los funcionarios en- multa, de manera que, dentro de nuestra
cargados de la vigilancia y asistencia de dogmática, aquel fundamento tiene un
los sometidos a estas medidas. En estos valor limitado y la condena condicional de-
países la libertad condicional sólo se otorga be, en parte, ser considerada como una es-
para hechos castigados con penas de poca pecie de advertencia dirigida a un delin-
gravedad, mientras que en los Estados cuente primario, que no tiene por fin único
Unidos, aunque generalmente se reserva evitar la pena privativa de la libertad, sino
infligir el menor mal posible, cuando de ciadas sintomáticamente y con criterio
éste se pueda esperar los mismos efectos subjeti vista.
de prevención que se esperan de la efec- Siempre pende la amenaza de ejecutar la
tiva aplicación de la pena. pena durante el tiempo requerido para la
Es una verdadera condena y no un per- prescripción de ésta. La condición que hace
dón de la pena, la condena condicional, de cesar el beneficio es la comisión de un
manera que quien ha sido objeto de ella nuevo delito, sea cual sea su naturaleza.
puede ser declarado reincidente, siempre Al cometerse delito, la pena impuesta y
que cometa cr realice un nuevo delito den- suspendida entra a ejecutarse, y se acu-
tro del plazo de la condicionalldad o de la mula conforme a los principios del con-
prescripción de la reincidencia. curso. Si ese término pasa sin que el sujeto
Hay varios criterios sobre este problema, cometa delito alguno, la condena se ten-
que se reducen a dos esenciales: el sistema dría como no pronunciada, es decir, no
angloamericano y el sistema continental, podrá ejecutarse más. De los artículos 26
iVne siguen las legislaciones de Francia y y 53 (modificado por ley 11.221) se deduce
Lélgica entre otras. En el primero, el juez que la condena condicional produce efectos,
está autorizado para no pronunciar con- aun después de vencido el término. Lo
dena alguna, dejando al sujeto en libertad; mismo cabe decir de las consecuencias de
en el otro, en cambio, se hace el juicio y tipo administrativo, que la condena de-
se pronuncia la condena, dejando en sus- terminará, como son la pérdida de su car-
penso la ejecución as ésta. Molinarlo la go, medida de la cual no podría pretenderse
designa con el nombre de condena de eje- la revocación a base de la inexistencia de
cución condicional, que es el sistema que la condena cumplida.
utiliza nuestra ley. La suspensión de la pena en nada afec-
Para conceder la condicional el juez está ta a las responsabilidades civiles y a la
facultado a base de determinadas circuns- condenación de las costas (art. 23 del Cód.
tancias. penal).
Se requiere, para que proceda, en primer La caución tendrá por objeto garantizar
lugar, que sea la primera condena. La le- la comparecencia del procesado, cuando
gislación usa esa expresión, en vez de re- fuese llamado o citado por el juez que co-
ferirse, para excluir de los beneficios, a la nociere de la causa. Garantiza, además, al
reincidencia. De este modo, debe enten- cumplimiento de la pena pecuniaria, las
derse los términos primera condena en su costas del juicio y las responsabilidades
sentido literal y llano, es decir, que no civiles que nacen del delito, en caso de que
procederá la condena condicional a favor el procesado no compareciese (art. 379 del
del que haya* sido condenado otra vez, aun Cód. proc. crim.).
cuando haya prescripto la anterior condena Se admite la caución juratoria cuando
o haya corrido los términos del artículo 53, (además de las condiciones generales para
ya que este artículo dispone que la con- la procedencia de la excarcelación, bajo
dena, anterior no se tenga en cuenta a caución de cualquier tipo), concurran jun-
los efectos de considerar al reo como rein- tamente los siguientes requisitos:
cidente: pero nada se menciona respecto Primero: Que por la circunstancia del
al caso que tratamos. hecho y condiciones personales del proce-
La concesión de condicionalidad sólo pro- sado, pueda corresponder, prima facie, con-
cede, en las penas privativas de libertad, dena de ejecución condicional. En conse-
cuando el monto concreto en que el juez cuencia, no procede excarcelación bajo
lo fija no excede de dos años. Cuando hay caución juratoria, si el procesado registra
concurso de delitos, procede si la pena im- una condena anterior, aunque le .hubiese
puesta no pasa de este límite. En la pena sido impuesta cuando era menor de edad,
de multa no existe limite. La pena de porque en cualquier caso obsta a la condi-
inhabilitación no se puede suspender, por cionalidad de la segunda condena.
lo que no le alcanzan los beneficios men- La posibilidad de que la condena sea
cionados. condicional, se exige sólo para la excar-
Cuento se ha establecido sobre esas bases celación bajo caución juratoria, salvo el
(carácter de la infracción, clase de pena, caso de reiteración o concurso de delitos,
monto de ella), afecta a la posibilidad de en que no procede en ninguna forma, ni
acordar la condena condicional, determi- prima facie no cabe dicha posibilidad
nando la ley criterios para el ejercicio del (art. 377, inc. 2<?, reformado por la ley
arbitrio judicial. Lo fundamental es la 12.583, art. 2P, Cód. proc. crim.).
apreciación de la personalidad del sujeto. Segundo: Que los antecedentes del pro-
La naturaleza del delito y las circunstan- cesado no hagan presumir que burlará la
cias que le han rodeado deben ser apre- acción de la justicia (Cód. proc. crim., ar-
tículo 386, reformado por la ley 12.583, prevenido, reduciendo al mínimo impres-
art. 1"?). cindible la privación de su libertad perso-
Es una cuestión de apreciación circuns- nal. Las formas de excarcelación constitu-
tancial en cada caso, que el hecho de que yen el único procedimiento legítimamente
el procesado registre un sobreseimiento autorizado para hacer cesar la privación
provisional, no autoriza a presumir que de libertad personal, que haya sido decre-
burlará la acción de la justicia, por lo que tada por el auto de prisión preventiva.
no obsta su excarcelación bajo caución ju- Nuestra jurisprudencia se manifiesta en el
ratoria. Dicha presunción no impide que el sentido de que es nula la resolución por la
procesado sea excarcelado bajo caución que se dispone la liberación del preveni-
real o personal. do, sin observar las formas procesales re-
Para ser puesto en libertad bajo caución ferentes a la excarcelación.
juratoria, el procesado prometerá lo si- El artículo 380 de nuestro Código de pro-
guiente: 1. Presentarse siempre que sea cedimiento criminal nos dice que la caución
llamado por el juez de la causa. 2. Fijar puede ser personal, real y juratoria. Puede
domicilio, del que no podrá ausentarse sin ser fiador toda persona que teniendo ca-
conocimiento y autorización del juez que pacidad legal para contratar, sea de res-
de la causa conozca, bastando su contra- ponsabilidad y arraigo. Una misma persona
vención para ordenar nuevamente su pri- no podrá otorgar más de dos fianzas en
sión (art. 387). No procede acordar auto- cada distrito o sección judicial, mientras
rización al excarcelado para residir, en no sean canceladas las anteriores.
forma permanente, fuera de la jurisdicción Tampoco podrá decretarse la libertad
territorial del juez del proceso. bajo caución: Cuando el delito fuere de
La caución aceptada se extenderá por corrupción, rapto calificado, matrimonio
diligencia en el proceso, previniéndose en ilegal calificado, venta, entrega o suminis-
ese acto al encausado, la pena que incurrirá tro de alcaloides, asociación ilicita, extor-
por su transgresión (art. 538, Cód. pen. sión, robo con violencia en la persona,
crim.). Todas las diligencias de libertad rebelión en el caso del artículo 226 del
provisional bajo caución se sustanciarán Código penal, sedición en el caso del ar-
por cuerda separada (art. 398, Cód. proc. ticulo 229 del mismo texto legal citado, y
crim.). El ministerio fiscal, el acusador revelación de secretos políticos o militares
particular y el juez deberán expedirse su- en el caso del artículo 222 del Código pe-
cesivamente, cada uno de ellos, en las pe- nal.
ticiones de libertad provisional bajo cau- La ley 3508 dice: Cuando el hecho que
ción, dentro de cuarenta y ocho horas (ar- motive la prisión (se trata de la reforma
tículo 389, Cód. proc. crim.). Si se omite al artículo 376 del Código de procedi-
pedir vista del pedido de excarcelación al miento criminal) del procesado tenga sólo
ministerio fiscal o al acusador particular, pena pecuniaria o corporal, cuyo promedio
son nulas las actuaciones respectivas. no exceda de dos años de prisión, o una y
Las cauciones para decretarse la libertad otra conjuntamente, podrá decretarse la
provisional podrán otorgarse apud acta. libertad provisional siempre que preste al-
En el caso de gravamen hipotecario, se guna de las cauciones determinadas en el
ordenará también la inscripción en el re- presente título.
gistro correspondiente, según establece el La Suprema Corte, en acuerdo 1889, dis-
artículo 390 del Código premencionado. puso que la mencionada anotación (a que
El auto que decrete o niegue la libertad refiere el art. 382 del Cód. proc. crim.) se
bajo caución, será reformable de oficio o haga por los secretarios de los juzgados en
a instancia de parte, durante todo el curso un registro especial que deberán llevar con
de la causa. El termino para apelar la re- sujeción a lo dispuesto por las leyes gene-
solución sobre excarcelamiento es de tres rales y, en lo adaptable, por el artículo 9
días, y el recurso sólo se otorgará en re- del reglamento dictado por los juzgados
lación (art. 395, Cód. proc. crim.). Es ape- seccionales.
lable la resolución del juez, en cuanto al Por resolución de marzo de 1900, el mis-
monto señalado para la caución real o mo Alto Tribunal declaró: Que esta acor-
personal y al solo efecto devolutivo, por lo dada no ha modificado ni ha podido mo-
que, concedida la excarcelación en primera dificar las disposiciones relativas a las
instancia, corresponde ordenar la libertad, formas en que se hacen constar las cau-
sin perjuicio de la interposición de recur- ciones admitidas para la excarcelación, en
sos. los casos en que ésta sea procedente; que
La excarcelación (libertad provisional; ella se ha limitado a estatuir en virtud de
libertad bajo caución) es la institución lo dispuesto en el artículo 382 del Código,
procesal que tiene por objeto beneficiar al la forma de registro de la fianza constituí-
da, lo que no puede confundirse con la de mandato "consumaba —dice el precitado
constitución de la misma, en observan- autor— la acíio del dominas como si la hu-
cia de las reglas establecidas por el Có- biese entablado este mismo".
digo. Ese tipo de caución pasó al Código de
La ley 11.177 expresa: La caución jura- las Siete Partidas, porque "dubdosas o mal
toria se admitirá cuando concurran con- fechas, o menguadas, a las veces traen los
juntamente las siguientes circunstancias: personeros las cartas de la personería en
1? Que la pena correspondiente al delito juyzio, de manera que non pueden saber
no exceda en su máximum de cuatro años ciertamente, si son valederas, o non".
de reclusión o prisión. 2? Que no haya mo- Cuando tal cosa sucediese, "non deuen dar
tivo para presumir que el procesado tra- poder a tal personen), que faga la deman-
tará de violar la acción de la justicia. da contra la otra parte que lo refiera; a
Esta ley ha ampliado, para todas las for- menos de dar primeramente fiadores, o
mas de excarcelación, el máximo de la recabdo, que por lo que el fiziere en el
pana corporal que ella establece para su pleyto, que estará por ello, e lo aura por
procedencia. firme el que le fizo su personero". La
El comentador de nuestra legislación pe- fianza no era exigida para el personero
nal Luis Jiménez de Asúa lamenta que del demandante cuando la personería fuese
nuestro Código penal no estudie estas hu- "complida", a menos que dicho personero
manas y beneficiosas medidas aceptadas "non quisiese dar fiadores de responder,
por la mayoría de la doctrina penalista o de defender, a aquel cuyo personero era,
moderna, pues sólo con timidez las trata en aquellos pleytos que la otra parte di-
el Código de procedimiento. xesse que quería mouer ante aquel jud-
Es de desear que la caución llegue a ad- gador mismo, contra aquel que lo fiziera
quirir en nuestro ordenamiento el rango personero", ya que es de derecho que "assi
de auténtica medida de defensa social y como non quiere dar recabdo para respon-
se le revista de la modernidad y eficacia der un juyzio por el dueño del pleyto;
que malogró en el Derecho angloamerica- que non pueda demandar por el". Y añade:
no. (V. CAUCIÓN PROCESAL.) "Mas el personero del demandado, quier
' traya carta complida de personería, quier
BIBLIOGRAFÍA. — Manzlnl, V. Tratado de Dere-
cho penal, trad. de Ortlz Melendo, Buenos Aires, non, siempre deue dar recabdo de fiadoras,
1951. — Oderlgo, M. A., Derecho procesal penal, o de peños, que lo que fuere judgado sobre
Buenos Aires, 1952. — Beling.E., Derecho procesal el pleyto que defiende, que se cumpla en
penal, Córdoba, 1943. — Malagarrlga, C., Procedi- todas guisas. Fueras ende, si en la carta
miento penal argentino, Buenos Aires, 1910. — So-
ler, S., Derecho penal argentino, Buenos Aires, de la personería dixesse señaladamente que
1945. — Pesslna, E., Elementos de Derecho penal, el que lo fiziera personero, el mismo era
Madrid, 1936. — Lucchlnl, Le brevi pene carce- fiador por él, de cumplir, e de pagar todo
taire. París, 1928. — Johnson, J. R., Probatton for lo que en el pleyto fuese judgado. Ca es-
juvenile and adultes, Nueva York, 1928. — Nueva
Enciclopedia Jurídica Seix, Barcelona, 1951. — tonce non le deuen demandar otra fiadu-
Paullana, La recognizance dans le Droit anglais, ria" (Tercera Partida, tít. V, ley XXI).
París, 1911. La caución de rato no pasó al moderno
Derecho procesal español, ya que en el ar-
CAUCIÓN DE RATO ET GRATO. Es una ticulo 3° de la ley de Enjuiciamiento civil
institución del Derecho romano. Petit se del año 1881 se dice que "el poder se
refiere a ella diciendo que la cautio de rato acompañará precisamente con el primer
o ratam rem dominum habiturum "es exi- escrito, al que no se dará curso sin este
gida al procurador o al defensor que figura requisito, aunque contenga la protesta de
en el pleito por cuenta de otro (Gayo IV, presentarlo".
S 99). Arias Ramos aclara la razón de tal Cabanellas define esta caución como
exigencia, diciendo que "la designación del "responsabilidad que contrae quien se pre-
procurator siempre resultaba más incierta senta en juicio sin poder bastante de otro,
que la del cognitor, y además, como, dada de que el representado tendrá por firme y
la defectuosa manera de concebir la repre- valedero cuanto se practicare en el pleito;
sentación, el procurator no agotaba la y la obligación en que se constituye, caso
ccfto del representado, el cual podía Inten- contrario, de pagar al colitigante (sic) la
tarla nuevamente por sí mismo, había que pena prometida y la que se le imponga".
asegurar al demandado contra ese peligro". Salvo lo que suponemos un error material
Asimilados posteriormente ciertos procura- de decir que el pago se hará al colitigante,
dores al cognitor, se declaró improcedente la definición transcripta, explica perfecta-
respecto a ellos la prestación de la cautio mente la finalidad de la caución de que se
de rato, que vino a resultar Innecesaria trata.
cuando el procurador por estar investido Carvalho Santos, recogiendo la opinión
de De Placido y Silva, afirma que la cau- artículo 13 del Código de procedimientos.
ción de rato no es una procuración, sino (M. O. y F.)
un compromiso prestado por alguien de- JtraiSPauDKNciA. — La Indicada en el texto.
seoso de defender los intereses de un ami-
go o pariente, que no teniendo en su mano BIBLIOGRAFÍA. — Cabanellas. <3., Diccionario de
la procuración, asume la responsabilidad Derecho usual, Buenos Aires, 1953. — Carvalhe
Santos, J. M., Repertorio enciciopt'iicci do Direito
de lo que hiciere, prometiendo exhibir la brasilfiro, voz "Caugao de rato". Río de Janeiro,
procuración que le fue o que le será otor- s/í. — Petlt, E., Tratado elemental de Derecho ro-
gada, dentro del plazo que se le asigne. mano, ed. en castellano. Buenos Aires, 1954. —
Prestada la caución —añade Carvalho San- Arlas Ramos, J., Derecho romano. Madrid, s/f.
tos—, es como si la persona que la prestó
fuese realmente un mandatario, y es ad- CAUCIÓN "JUDICATUM SOLVÍ" (en
mitida en los actos judiciales en el íuero Derecho internacional privado).* 1. Se
administrativo, incluso en el contencioso. da este nombre, en el Derecho actual, a la
En el plazo asignado el caucionante está fianza que debe constituir el actor extran-
obligado a presentar la procuración prome- jero con el objeto de garantizar al deman-
tida, con la ratificación de todos los actos dado nacional, si la acción se rechaza, el
practicados. Si no lo hace, el procurador pago de los gastos y daños y perjuicios
oficioso será responsable de dichos actos que deriven del litigio.
y estará obligado a pagar todos los gastos No debe confundírsela con la caución
que hubiesen sido efectuados. judicatum solví del Derecho romano an-
El Código de procedimiento eivil brasile- tiguo, que se imponía: 1°, al demandado
ño admite este tipo de caución cuando en o a su procurador, en las acciones reales,
el artículo 110 establece que sin la presen- a fin de que estos últimos garantizaran la
tación del instrumento de mandato, ningu- restitución de la cosa reivindicada, si fue-
no será admitido a juicio a nombre de ran vencidos en el pleito; 2°, sólo al pro-
otro salvo, en caso de urgencia, quien se curador del demandado en las acciones
obligue, mediante caución, a aceptar lo personales, para que garantizara al actor
que fuese juzgado y a exhibir la procura- el resultado del litigio (Namur, Cours d'
ción regular dentro del plazo fijado por el Institutes et d'Histoire du Droit romain,
juez. Contrariamente, la legislación argen- Bruselas-París, 4$ ed., t. 2, págs. 344-5).
tina no admite la caución de rato, desde el La fianza que nos ocupa es, en realidad,
momento en que el Código de procedimien- - originaria de la Kdad Media. En esta época
tos en materia civil y comercial de la ca- histórica, la antigua caución iudicatum
pital, determina en sus articules 13 y 14, solví del Derecho romano, se transforma:
respectivamente, que "la persona que se no se exige —como antes— al demandado
presente en juicio por un derecho que no o su procurador, sino al demandante; no
sea,propio, aunque le competa ejercerlo en garantiza ya —como antes— la entrega de
virtud de representación legal, deberá la cosa o cantidad de dinero reclamada en
acompañar con su primer escrito los do- la demanda, porque su otorgamiento pasa
cumentos que acrediten el carácter que a ser obligación del actor; no se descartan
invista", y que "los apoderados o procura- —como en el Derecho romano— los dis-
dores acreditarán su personalidad desde la tingos de nacionalidad, sino que se les da
primera gestión que hagan en nombre de cabida y se les eleva a la categoría de
sus poderdantes, con la competente escri- requisitos esenciales. Quien está obligado
tura de poder". a constituirla, no es el actor de cualquier
Sin embargo, la jurisprudencia argentina nacionalidad, sino el actor extranjers en
registra, que conozcamos,'dos sentencias. Es litigio contra un nativo. Le dio origer> la
una, la dictada por la Cámara de Apela- desconfianza hacia el extranjero, seguís la
ciones de Tucümán, de fecha 27 de abril exacta observación de Weiss (.Traite thée-
de 1920 (J. A., t. 4, pág. 233), en el sentido rique et pratique de Droit international
de que apersonada en el juicio la esposa privé, París, 29 ed., 1913, t. 5, pág. 41).
dando caución de rato et grato por el ma- Así transformada, la institución del epí-
rido, éste debe contestar la demanda sin grafe aparece en la práctica judicial fran-
necesidad de que se decrete nuevo traslado cesa del medioevo, sin que ninguna orde-
de ella, pues es bastante el decretado con nanza real o texto legislativo la impusieran
notificación de la. esposa; y es otra, la (autor, ob. y lug. cit.). De allí pasó al
pronunciada por la Cámara civil 1* de la Código civil francés de 1804 y, por inter-
Capital, con fecha 19 de septiembre de medio de éste, a la codificación contem-
1924 (J. A., t. 14, pág. 281), afirmando que poránea. Nos proponemos estudiarla dentro
la caución de rato et grato, autorizada por
las leyes de Partida, está derogada por el ' Por e¡ Dr. L. D. BONAPARTC.
del articulado de este último y del Código garse cuando existiera entre Francia y el
de procedimiento civil de Francia, para Estado a que pertenece el litigante ex-
compararla luego con la excepción de arrai- tranjero, un tratado que declarara ejecuto-
go y analizarla finalmente en los tratados rias de pleno derecho, en uno de los Es-
internacionales. tados contratantes, las sentencias dictadas
2. El antiguo artículo 16 del Código por los tribunales del otro Estado. Sin em-
civil franc.es disponía lo siguiente: bargo, en tal hipótesis, la obligación de dar
"En todas las materias que no sean las fianza subsiste.
comerciales, el extranjero demandante de- El tratadista francés afirma que "el ver-
berá dar fianza para el pago de los gastos dadero motivo de la garantía acordada por
y daños e intereses resultantes del litigio, el artículo 16 a los franceses, está en que
salvo que posea en Francia inmuebles de el actor extranjero —si nada lo vincula al
un valor suficiente para asegurar el pago". suelo francés, si no posee inmuebles en
La ley del 5 de marzo de 1895 modificó Francia— podria, después de un litigio te-
ese texto y eliminó la excepción referente a merariamente iniciado, substraerse por la
los litigios comerciales. De este modo, la fuga al pago de los gastos y daños e inte-
reforma citada —en vez de eliminar o reses a que hubiera sido condenado. Sería
siquiera atenuar el privilegio exorbitante fácil y poco peligroso venir a turbar, con
del demandado nacional— lo agravó, dán- demandas desconsideradas y sin funda-
dole mayor amplitud. El nuevo artículo 16 mento serio, la tranquilidad de los france-
está redactado así: ses; y eso es lo que la ley ha querido
"En todas las materias, el extranjero de- evitar. Las precauciones que ésta adopta
mandante principal o interviniente, deberá respecto del actor extranjero, responden
dar fianza para el pago de los gastos y del valor de sus agravios (ob. y t. cit.,
daños e intereses resultantes del litigio, págs. 252 y sigs.).
salvo que posea en Francia inmuebles de 3. Sería interesante seguir en todos sus
un valor suficiente para asegurar el pago". detalles la interpretación y las aplicacio-
El Código de procedimiento civil comple- nes hechas respecto del artículo 16 del
ta este precepto en la siguiente forma: Código civil francés y sus concordantes del
Art. 166. Todos los extranjeros, deman- Código de procedimiento civil, por la doc-
dantes principales o intervinientes, estarán trina y la jurisprudencia francesas. Pero
obligados, si el demandante lo requiere esta tarea excedería los límites que nos
antes de toda excepción, a prestar fianza hemos impuesto. Nos limitaremos, por con-
para el pago de los gastos y daños e in- siguiente, a exponer, en una rápida síntesis,
tereses a que podrían ser condenados. los aspectos más salientes de aquella in-
Art. 167. La sentencia que ordene la terpretación y aplicación de los referido^
prestación de fianza, fijará la suma por la textos legales.
cual será prestada. El actor que consigne La cláusula inicial del artículo 16: "En
esa suma, o que justifique que sus inmue- todas las materias...", se entiende en un
bles situados en Francia son suficientes sentido literal, comprensivo de las civiles,
para responder, será dispensado de dar comerciales, penales y administrativas. La
fianza". inclusión de la materia penal se refiere a
Diversas razones se han expuesto para la acción por indemnización de daños pro-
justificar la disposición excepcional con- venientes de un delito. Agregúese que la
tenida en el artículo 16 del Código civil fianza no se da una vez para todas las
francés. Se ha dicho, por ejemplo, que se instancias: la que se otorga en 1*. garan-
propone obviar las dificultades con que tiza sólo los gastos y daños y perjuicios
tropezará frecuentemente la ejecución de producidos en la misma, de manera que si
una sentencia francesa en país extranjero, hay apelación, deberá otorgarse nuevamen-
puesto que careciendo ésta de fuerza eje- te fianza, y si se interpone recurso de ca-
cutoria fuera de las fronteras de Francia, sación, habrá necesariamente una tercera
el demandado francés a cuyo favor fue constitución de fianza.
dictada, no tendría ningún medio directo "Extranjero demandante" comprende no
de recobrar la suma debida por el extran- sólo las personas individuales, sino tam-
jero que lo demandó injustamente (gastos bién las colectivas extranjeras, y entre és-
y daños e intereses), si no asegurara el tas, los Estados extranjeros. Quedan inclui-
pago por medio de una garantía pecuniaria. dos, también, los jefes de Estado extran-
Esta razón le parece insuficiente a Weiss, jeros y los agentes diplomáticos acreditados
pues conduciría a imponer la fianza al ante el gobierno francés.
demandado extranjero, y muy especial- Son exceptuados de la fianza:
mente a éste. Asimismo —si dicha razón I1? Los extranjeros propietarios de in-
fuera exacta— la fianza no debería otor- muebles situados en Francia, si éstos, por
su valor, pueden garantizar el pago <!art, 18, b) Al incluir la cláusula de la nación
Cód. civ.). más favorecida.
2? Los extranjeros demandEutes que Tercer grupo: Tratados bilaterales que la
consignen la suma fijada por el juez (Cor!. suprimen al establecer la asistencia judi-
de proc. civ., art. 187), u otorguen hipoteca cial ' gratuita (beneficio de pobreza para
o prenda -equivalente. litigar):
3<? Los extranjeros eximidos por dispo- 1870, con Luxemburgo; 1879, con Austria-
sición de un tratado. Himgría; 1880, con Alemania.
Hasta 1927, estuvieron también eximidos Cuarto grupo: Tratados colectivos que la
los extranjeros autorizados por decreto del suprimen para los subditos de los países
gobierno para fijar su domicilio en Fran- contratantes y con respecto a todos los
cia, de acuerdo con lo dispuesto por el ar- litigios: convenciones de La Haya, de 1896
tículo 13 del Código civil, que les reconocía y 1905, sobre procedimientos judiciales (V.
el goce de todos los derechos civiles. Esta COK7ERENCIAS DE DERECHO INTERNACIONAL
excepción quedó eliminada por la ley del PRIVADO n$ LA HAYA) ; convenciones de Ber-
10 de agosto de 1927, derogatoria del ci- na, de 1890 y 1924, sobre transporte inter-
tado artículo 13, nacional de mercaderías por ferrocarril, que
El artículo 16 del Código civil francés — la suprimen sólo en lo concerniente a las
cuyo texto transcribimos en el rfl 1— men- acciones fundadas en el contrato de trans-
ciona expresamente, según hemos visto, la porte; y. convención de Berna, de 1924, so-
persona obligada a dar fianza ("el extran- bre transporte internacional de pasajeros
jero demandante"); pero omitió decir quién y equipajes por ferrocarril, que igualmente
es el que puede exigirla. No obstante, la la suprime para las acciones emergentes
doctrina y la jurisprudencia han estable- del contrato de pasaje. (V. UNIONES DE BER-
cido uniformemente que el titular del de- NA SOBHE TRANSPORTE POR FERROCARRIL.)
recho es el demandado francés. Y en razón 5. Los autores franceses de Derecho in-
de que el artículo 13 del Código civil asi- ternacional privado son, en general, con-
milaba los extranjeros autorizados a fijar trarios a la fianza judicatum solví.
su domicilio en Francia, a los franceses, Weiss dice que "se le reprocha, no sin
aquéllos pudieron también exigirla hasta razón, el cerrar al extranjero de poca for-
la promulgación de la ley de 1927, ya ci- tuna la entrada a los tribunales, y el ser
tada. contrario a las ideas modernas que, en
La fianza no se impone de oficio. Es un todos los Estados civilizados, tienden a ha-
derecho del demandado francés y éste cer prevalecer la igualdad del nacional y el
puede renunciarlo expresa o tácitamente extranjero" (ob. y t. cit., pág. 253).
(Foignet, Manuel élémentaire de Droit In- Despagnet y de Boeck, por su parte, re-
ternational privé. París, 1921, 8* ed. pági- conociendo que la misma está generalmen-
nas 173 y sigs.). te admitida en las leyes de los diferentes
4. Felizmente, la concertación de mir países, afirman "que no es más que un
merosos tratados en los que Francia ha resto tal vez de la antigua desconfianza
sido parte y en que se dispensó de la fian- hacia los extranjeros, que tiende a desapa-
za a los nacionales de los Estados contra- recer en las legislaciones más recientes,
tantes, ha limitado considerablemente la y que ha sido suprimido, por ejemplo, en
esfera de aplicación de ésta. Italia". Y más adelante agregan: "Se dice
Foignet clasifica esos tratados en cuatro habitualmente que el demandado está
categorías, y nosotros adoptamos esa cla- exento de la fianza, porque la defensa es
sificación con algún ligero agregado (ob. de derecho natural: ¡como si la reclama-
cit., págs. 179 y sigs.). ción de un derecho qué nos pertenece no
Primer grupo: Tratados bilaterales que fuera también de derecho natural!" (Pré-
suprimen expresamente la caución, judi- cis de Droit ínternational privé, 5* ed.,
catum solví: 1909, págs. 543-44).
1760, con Cerdeña, extendido más tarde En' el mismo sentido se pronuncia Au-
a Italia; 1869, con Suiza; 1896, con Rusia; dinet: "Los extranjeros, es preciso repe-
1925, con Siam; 1926, con Grecia; 1927, con tirlo, deben tener los mismos derechos pri-
Alemania, Finlandia, Sarre y Bélgica. vados que los franceses y, por consiguiente,
Segundo grupo: Tratados bilaterales que libre acceso a_ los tribunales. Además, la
la suprimen implícitamente: fianza no se exige al extranjero demanda-
a) Al incluir la cláusula de "libre y fá- do, pues la defensa es de derecho natural.
cil acceso ante los tribunales", para acto- Y la demanda, ¿no lo es igualmente? ¿Es
res y demandados: preciso que el extranjero, si no tiene di-
1862, con España; 1853, con Portugal; nero ni crédito, no tenga en Francia me-
1886, con Méjico; 1911, con Japón. dios de hacer respetar sus derechos?"
(Principios de Derecho internacional pri- demandado, nacional o extranjero, contra
vado, Madrid, t. 2, pág. 5). el actor, nacional o extranjero, siempre
Pillet, por su parte, la condena en los que éste carezca de domicilio dentro de ¡a
siguientes términos: "...es muy duro pen- jurisdicción del juez (Cód. de proc. en
sar que la pobreza pueda llegar a ser una lo cív, y com. de la cap., art. 85), o no
razón que impida al extranjero hacer valer posea en la provincia bienes suficientes
su derecho en Francia, a causa de no po- para pagar las costas (Cód. de proc. en
der suministrar las seguridades que se le lo cív. y com, de Santa Fe, art. 597, inc. 19).
piden" (Principios de Derecho internacio- La fianza judicatum solvi del Derecho
nal privado, Madrid, 1921, t. 1, pág. 319). euiopeo no podría tener vigencia en la
Entre los autores españoles, Torres Cam- República, por ser contraria al principio
pos no oculta tampoco su opinión desfa- constitucional que asegura la igualdad ci-
vorable cuando expresa que "esta fianza, vil de argentinos y extranjeros (Constitu-
exigida como excepción a los extranjeros ción nacional, art. 31 y concordantes).
demandantes, resto de las antiguas cos- 7. La convención de La Haya, de 1896,
tumbres, está llamada a desaparecer en sobre procedimientos judiciales, dedicó los
breve y de ello da ejemplo el legislador tres artículos de su sección c), a la mate-
italiano" (Elementos de Derecho interna- ria que nos ocupa.
cional privado, Madrid, 1906, 3^ ed., página Por disposición del articulo 11 de la
341). Y Conde y Luque es aún más explí- misma, quedan dispensados de la fianza
cito y terminante al afirmar que "esta car- judicaium solvi los nacionales de los Es-
ga despectiva y molesta se conserva en tados contratantes que tengan domicilio en
muchas legislaciones, resto anticuado de uno de éstos. Los dos artículos siguientes
prejuicios de que era víctima el extranjero; (12 y 13) declaran ejecutorias, en cada
por lo cual el derecho científico la conde- uno de los Estados contratantes, las conde-
na, algunos códigos, como el italiano y eí naciones en costas pronunciadas en cual-
sueco, la han suprimido ya, y en donde quiera de éstos contra los ext 'anjeros
permanece, prescinden a cada paso de ella dispensados de la fianza, previa j istiñea-
los tratados internacionales" (Derecho in- ción de la autenticidad y carácter firme de
ternacional privado, Madrid, 1907, t. 2, la sentencia correspondiente.
pág. 356). La convención de referencia i\ é reem-
Las citas podrían multiplicarse, pero no plazada por otra en 1905, suscripta esta
es necesario. Permítasenos, sin embargo, última por Francia, Alemania, Bélgica,
cerrar este breve capitulo con la alta auto- España, Italia, Luxemburgo, Holanda, Sui-
ridad científica del Instituto de Derecho za, Portugal, Dinamarca, Suecia, Noruega,
Internacional, que ha repudiado igualmen- Rumania, Checoslovaquia, Polonia, Dant-
te la fianza judicatum solví en la primera zig, Austria, Hungría y Rusia. La nueva
de las nueve Reglas internacionales pro- convención de La Haya pone por título a
puestas para prevenir los conflictos de su sección III, el de: "Caución judicatum
leyes en materia de procedimiento (sesión solvi".
de Zurich, 1877). La regla 1) establece: En un informe presentado a la tercera
1) "El extranjero será admitido a estar comisión de la conferencia, Roguin expre-
en justicia en las mismos condiciones que saba lo siguiente: "La caución judicatum
el regnícola". sohii es actualmente más perjudicial que
6. En el Derecho procesal argentino exis- útil... Traba el libre ejercicio del derecho
te una institución equivalente —en ciertos de ocurrir a la justicia, ya sea a causa del
aspectos— a la fianza judicatum solvi del depósito de dinero que exige, o bien por
Derecho europeo: es el arraigo del juicio, las demoras y chicanas que provoca. El
llamado también excepción de arraigo. demandante extranjero encuentra en su
Ambas instituciones se asemejan en que camino multitud de obstáculos, derivados
la excepción se opone al actor, deducién- del alejamiento de su patria, de la falta
dola por consiguiente el demandado; en de" relaciones con profesionales del país en
que el demandado puede renunciar a opo- que se propone litigar, de las diferencias
nerla, tácita o expresamente; en que el de idioma, de hábitos, de organización
juez fija el cuantum de la fianza. Y si se judicial y, en general, de legislación. En
diferencian en que la primera constituye materia personal, está obligado a deman-
un "privilegio de nacionalidad", en el sen- dar a un adversario que especula a veces
tido de que la ley otorga el derecho de con estas dificultades, a fin de no pagar lo
exigirla al demandado nacional, y el obli- que debe. ¿Y por qué no decirlo? El de-
gado a constituirla es el actor extranjero; mandante desconfía con mayor o menor
mientras que la excepción de arraigo de razón de los jueces extranjeros, y los pro-
nuestro Derecho puede ser opuesta por el fesionales del foro saben con qué pena se
decide a litigar fuera de su país. Para plei- tranjeros prestar fianza para querellarse
tear en el extranjero se necesita tener mu- por acción privada, en los casos en que
cho coraje, mucho dinero, o estar muy no se exija a los nacionales.
seguro del propio derecho. Añadir a los Art. 386. Ninguno de los Estados con-
motivos de inacción indicados, el que de- tratantes impondrá a los nacionales de
riva de la fianza judicial, es decididamen- otro la caución judició sisti o el onus pro-
te cometer una injusticia en detrimento bandi, en los casos en que no se exijan a
del actor y en provecho del demandado" sus propios naturales. (V. CAUCIÓN PROCE-
(Weiss, ob. y t. cit., pág. 253, nota 4). SAL.)
Siguiendo las huellas de la primera con- BIBLIOGRAFÍA. La Indicada en el texto.
vención, la de 1905 eliminó la fianza judi-
catum solví respecto a los nacionales de
los Estados contratantes que tengan do-' CAUCIÓN JURATORIA.» Concepto. Es
micilio. en uno de éstos (art. 17). Lógica- una especie dentro del género de garantías
mente, la nueva convención no obsta a la exigidas legalmente para obtener la libertad
vigencia de tratados anteriores, en los que provisoria. Dentro del concepto lato de
se hubiera estipulado, por ejemplo, la dis- caución, las leyes procesales incluyen estas
pensa de la caución sin "condición de especies: caución real,Jianza y caución ju-
domicilio". Así lo establece el último pá- ratoria.
rrafo del artículo citado. Caución significa la seguridad o la ga-
Con el fin de facilitar la ejecución de rantía casi siempre de naturaleza econó-
las condenas a pagar costas judiciales, mica, que una persona presta a otra con
dictadas en contra de los extranjeros dis- el objetivo primordial de cumplir con una
pensados de la fianza, la nueva convención promesa determinada. En el ámbito pro-
prescribe que aquélla se efectuará "a mé- cesal, es la garantía que un procesado su-
rito de un pedido hecho por la vía diplo- ministra a cambio de su persona, de que
mática" y que la misma será gratuita en cumplirá las obligaciones que le son Im-
todos los países contratantes. Estas dispo- puestas. Cuando se trata de la caución ju-
siciones no se oponen a que los Estados con- ratoria, el procesado simplemente promete
tratantes "se pongan de acuerdo para per- el cumplimiento de las obligaciones legales.
mitir que el pedido de exequátur sea tam- Por lo tanto caución juratorla es el acto
bién hecho directamente por la parte in- por el cual un procesado promete ante el
teresada" (art. 18). juez de la causa, en forma de juramento
Para la concesión del exequátur bastará legal, de que cumplirá con las sujeciones
la justificación de la autenticidad de la procesales que impone la ley con motivo
sentencia; la comprobación de que pasó en de una excarcelación provisional.
autoridad de cosa juzgada, y además será En ese sentido se ha sostenido con acier-
necesario que la parte dispositiva de la to que la caución juratoria, por la forma
decisión esté redactada en el idioma del de otorgarse, nc es realmente una garantía,
país requerido, o en el que hayan conveni- sino una simple iromesa, ya que la libertad
do los dos Estados interesados, o bien que que se acuerda .. odiante eF acto que im-
se acompañe una traducción hecha en uno porta, se otorga sin ninguna seguridad
de esos idiomas, certificada por el agente real (Mariconde).
diplomático o consular del Estado requi- Aspecto legal. En el Código de procedi-
rente o por un traductor jurado del país mientos criminales para la Capital Federal
requerido (art. 19). y Territorios nacionales, bajo el título
8. Código Bustamante: En el libro 4"?, XVm, cuyo epígrafe dice: "De la libertad
referente al Derecho procesal internacio- bajo fianza", se estatuye sobre las garan-
nal, título 49, titulado "Del derecho de tías señaladas, a pesar de lo limitado de
comparecer en juicio y sus modalidades", la expresión del título. No sólo se trata de
consagra la igual de nacionales y extran- la caución personal conocida como fianza
jeros en materia de fianzas judiciales. (art. 1986, Cód. civ.), sino de la caución
Art. 383. No se hará distinción entre real y de la caución juratoria.
nacionales y extranjeros en los Estados El hecho de que un procesado carezca
contratantes en cuanto a la prestación de de bienes o de relaciones sociales, y siem-
la fianza para comparecer en juicio. pre que esté en la situación legal de gozar
Art. 384. Los extranjeros pertenecien- de los beneficios de la excarcelación bajo
tes a un Estado contratante, podrán ejer- caución juratoria, no puede ser un obs-
citar en los demás la acción pública en táculo para otorgarla, en un régimen de-
materia penal, en iguales condiciones que mocrático (Camaño Rosa).
los nacionales.
Art. 385. Tampoco necesitarán esos ex- * Por el Dr. CABLOS R. OBAL.
En el Código indicado se admite la Por otra parte, se ha denegado una ex-
caución juratoria si concurren las condi- carcelación bajo caución juratoria, ante el
ciones generales para la procedencia de la pedido formulado por un procesado de re-
excarcelación, con garantía de cualquier sidir fuera de la jurisdicción territorial del
especie. Se debe tener en cuenta que cual- juez del proceso (Cám. crim. y corree. Cap.
quiera de las garantías indicadas tiene por Fed., Fallos, t. VI, pág. 158).
objeto afianzar, asegurar la comparecencia Tampoco procede, según criterio de la
del procesado o imputado, cuando lo re- Cámara Federal, cuando el procesado ca-
quiera el juez de la causa. Además de ase- rece de domicilio conocido (V. J. A, t. 33,
gurar, en el aspecto económico, las penas pág. 31).
pecuniarias, las costas del juicio y las res- Formalidades. Se deben tener en cuenta,
ponsabilidades civiles (arts. 379 y conc., por el interés práctico, las diligencias a
Cód. pr. cr. Cap.). tramitarse en este acto que tratamos. De
Obligaciones y sanciones. En la caución acuerdo a lo dispuesto por el artículo 388
juratoria el procesado promete: 1) Pre- del Código de procedimientos de la Capital
sentarse siempre que sea llamado por el Federal, la diligencia se extenderá por es-
juez de la causa. 2) Fijar el domicilio, crito y puede ser otorgada apud acta, pre-
del que no podrá ausentarse sin conoci- viniéndose en el mismo al encausado, la
miento y autorización del juez que de la pena en que puede incurrir si no cumple
causa conozca, bastando su contravención su promesa jurada. Además, todas las di-
para ordenar nuevamente su prisión (art. ligencias se acostumbran a substanciarse en
387 del cit. Cód.). cuerda separada (art. 398, Cód. cit.).
En este aspecto de la cuestión, el juez Es indispensable legalmente la vista de
debe tener en cuenta la personalidad mo- las peticiones de libertad provisional al
ral del procesado, con independencia de Ministerio Fiscal y al acusador particular,
la naturaleza del delito imputado (arts. 1° los que deberán expedirse, sucesivamente
y 2°, ley 12.583, que reformó los arts. 376 con el juez de la causa, dentro de las
y 386 del Cód. citado). cuarenta y ocho horas (art. 389, Cód. cit.).
Los artículos indicados disponen: 1) Que Si se omite tal diligencia, la jurispru-
por las circunstancias del hecho y condi- dencia ha resuelto la nulidad de las actua-
ciones personales del procesado, pueda co- ciones pertinentes. (Cám. crim. y corree.,
rresponder, prima facie, condena de ejecu- Cap., Fallos, t. I, pág. 376). (V. CAUCIÓN
ción condicional. PROCESAL.)
2) Que los antecedentes del procesado JÜRISPBGDENCIA, — La citada en el texto.
no hagan presumir que burlará la acción
de la Justicia. BIBLIOGRAFÍA. — Oderlgo, M. A., Derecho proce-
En forma corroborante, la jurispruden- sal penal, t. 1. pág. 249. Buenos Airea. 1952. —
Mediano, J. M., Leyes penales comentadas. Bue-
cia ha establecido la siguiente doctrina: nos Aires. 1*946. — Perrier. J. O.. Código de pro-
Que no procede la excarcelación bajo cedimiento en materia penal, anotado. Bueno»
caución juratoria, si el procesado registra Aires. 1944. — Pessagno, H. A., "La libertad pro-
una condena anterior y tiene además un visoria bajo caución", en La Ley, t. 38, pág. 1009.
— Camaño-Kosa. A., "Excarcelación provisional",
sobreseimiento provisional y varias entra- en Revista de Derecho Procesal, año X, 2 trim.
das policiales. 1952, núm. II. — Vélez Mariconde, .La situación
Asimismo, si existe una condena anterior jurídica del imputado.
prescripta y haya sido impuesta al procesa-
do actual, cuando todavía no había cum- CAUCIÓN PROCESAL.* 1. Definición.
plido la mayoría de edad. En este caso no Dícese de la seguridad o cautela que se
procede la excarcelación con esta clase de otorga en resguardo y garantía del cum-
caución, pero es viable con las otras espe- plimiento de una obligación derivada del
cies que determina la ley. (Cám. crim. y proceso.
corree. Cap. Fed. Fallos, t. IV, pág. 749 y 2. Concepto. Como la palabra lo sugie-
t. V. pág. 206). re, una caución es un resguardo, una se-
En otro aspecto de la materia, ha esta- guridad. Proviene de cantío, forma sustan-
blecido la doctrina de los fallos, que la tiva abstracta de cautium, supino de envere,
condición de que la condena sea de eje- precaverse, guardarse.
cución condicional, sólo se exige para el Este concepto se asocia, por un lado, a
otorgamiento de esta caución juratoria. los contratos de garantía del Derecho el- ^
Pero no procede en el caso de reiteración o vil; por otro, a las providencias cautela-
concurso real de delitos, si prima facie no res del Derecho procesal.
existe la posibilidad de esa especie de con- El régimen jurídico de las cauciones y
dena (Cám. crim. "y corree. Cap. Fed,, Fa-
llos, t. V, pág. 204). • Por el Dr. EDUARDO J. COUTUHE.
de los contratos de garantía es común y Está también supeditado a que trate de
se rige por el Derecho civil. Pero la cir- cauciones legales o convencionales; reales
cunstancia de nacer este tipo de cauciones o personales; prestadas por el deudor o por
en ocasión del proceso, obliga a examinar un tercero.
a aquéllos a la luz de los principios del Antes de abordar una teoría general de
Derecho procesal. las cauciones procesales será menester,
Contempladas desde este punto de vis- pues, formular una serie de distinciones
ta, las cauciones son actos procesales cau- casuísticas. Sin un examen de lo particular
telares. Nacen con ocasión del proceso, no puede, en esta materia, ascenderse a
acceden a éste, subsisten mientras subsiste lo general.
la razón que las justificó y cesan cuando 4. Distintos tipos de cauciones. Las
aquélla desaparece. No están a merced de cauciones procesales más frecuentes en el
la voluntad de las partes, como los contra- Derecho de los países derivados de la le-
tos, sino a merced de lo que los jueces de- gislación española son:
terminen, con arreglo a la ley. Su condi- a) El arraigo del juicio, o sea la pro-
ción de actos accesorios de otros princi- tección contra el riesgo de que el deman-
pales es evidente; como lo es, también, que dado, absuelto de la demanda, deba ir a
en todo lo que no se halle estatuido por requerir el reembolso de las costas fuera
el Derecho procesal, rige el Derecho civil, del lugar del juicio, por no tener en él el
al cual originariamente esos actos perte- actor su domicilio ni bienes (arts. 85, Cap.
necen. Fed.; 120, uruguayo) ( 3 );
3. Naturaleza jurídica. La forma más b) La exigida a quien requiere un em-
frecuente de aparecer las cauciones en el bargo preventivo; esta caución es juratoria
campo del proceso es como medidas de en el Derecho argentino (art. 449, Cap.
cautela o de contra cautela. Fed.), y real o personal en el Derecho
En el primer caso constituyen el resguar- uruguayo (art. 830) ( 4 ) ;
do que protege contra los daños que pu- c) La de rato et grato o sea la fianza
diera causar el juicio que debe seguirse en que debe dar el procurador oficioso, de que
cierta inferioridad de condiciones. Tal es su presunto mandante habrá de tener por
el caso de la caución de arraigo. La cau- valedero lo hecho (Códigos uruguayo, 158;
ción actúa como una cautela. Mediante ella de Santa Fe, 38) («);
se garantiza el riesgo a que queda ex- d) La requerida a quien pide la ejecu-
puesto el demandado. ción de la sentencia contra el rebelde en
En cambio, debe hablarse de la caución, juicio (esta caución no se exige en el De-
como contracautela, siguiendo en esto el recho argentino, a estar a nuestra infor-
léxico de la doctrina ( ' ) , cuando se exige, mación, pero sí en el art. 860 del Código
por ejemplo, en el Derecho uruguayo, para uruguayo).
asegurar la responsabilidad que pueda de- Además de estas cauciones son también
rivar del embargo preventivo. El embargo conocidas en el Derecho procesal de origen
es, en sí mismo, una cautela, una protec-
citm excepcional del derecho del presunto (3) En anteriores oportunidades hemos adhe-
rido a la corriente de las Ideas que tiende a abo-
acreedor. La fianza, que cubre el riesgo de lir esta caución. Cír. Actas del I Congreso de
que tal embargo sea indebido, es una con- Ciencias Procesales, pág. 356, Córdoba, 1942.
tracautela. Protege contra el exceso de (4) Sobre las diferencias entre caución real
protección (-). y personal, nos remitimos a lo expuesto en los
parágrafos 6 y 7.
Como se comprende, el concepto de cau- (5) La fianza de rato et grato, de ratificación
ción está supeditado a que se trate de y agradecimiento, no cubre la gestión de un pro-
uno o de otro tipo de medidas. Según se curador propiamente dicho, sino una promesa
de porte fort. El procurador oficioso que compa-
trate de una cautela o de una contracau- rece en Juicio sin poder o mandato expreso, ale-
tela, cambian su contenido y su eficacia. gando tan sólo su vinculo de parentesco o Inte-
reses con su presunto mandante, se compromete
a que su supuesto representado "tendrá por va-
(1) La denominación pertenece a Chiovenda, ledero lo hecho" por él. En último término, se
ístituzioni, t. 1, pág. 251; la han seguido Cala- compromete a una obligación de hacer a reali-
mandrei, Introducción al estudio sistemático de zarse por un tercero: la ratificación. Y si el ter-
las providencias cautelares, pág. 64, trad, esp.. cero no lo hace, el proceso es nulo. Resulta ser
Buenos Aires, 1945: Allorio, "Per una r.ozione del res ínter-altos judicata con relación a ese tercero.
processo cautelare", en Rivista di Diritto Proces- La caución cubre, en este caso, el riesgo de la
suale Civile, t. 1, pág. 18, 1936. inutilidad del juicio: el Inútil dispendio de ener-
(2) Así, 'Conlglío, II sequestro giudiziario e gía que para el adversario supone el haber segui-
conservativo, pág. 111, Milán, 1942, quien expresa: do el juicio contra quien no representa&a a su
"Mientras el embargo sirve para garantir al acree- presunto mandante. Cfr. sobre este tema Nocettl,
dor del peligro de no ser pagado, la caución ga- "El procurador oficioso" en Revista de Derecho,
rante al deudor de los daños del embargo In- Jurisprudencia y Administración, pág. 171, Mon-
fundado". tevideo, 1952.
español la ccwílo in judicio slstl, que bitualmente, en el Derecho positivo, una
tiende a asegurar que la persona citada1 enumeración de las diferentes formas que
comparezca ante el tribunal, quedando puede asumir la caución.
eventualmente bajo custodia; la caución Las leyes utilizan en esta materia el
juratoria que debe dar quien tiene auxl- léxico más variado y es frecuente que ni
llatorla de pobreza, comprometiéndose a siquiera la palabra caución se encuentre
restituir las costas si llegare a mejor for- utilizada, aun en aquellos casos en que se
tuna; las cauciones requeridas para la quiere significar tal cosa («). De todas
ejecución provisoria de la sentencia; para maneras es evidente que, salvo casos muy
la suspensión de la subasta; para la in- especiales, las distintas formas de caución
terposición de estos recursos, etcétera ( e ). se pueden sustituir recíprocamente unas
En el campo del Derecho civil, comercial, por otras, con tal que queden cumplidos
tributario, las cauciones tienen un régimen los propósitos que inspiran la norma.
de aplicación aún más vasto que en el del Las formas habituales de caución son:
Derecho procesal a) La hipoteca. En ella un bien inmue-
No corresponde a la naturaleza de este ble queda afectado con garantía real a
estudio examinar en detalle el carácter de •la cobertura del riesgo derivado del pro-
cada una de estas cauciones. Pero con- ceso; y la víctima del daño tiene prelaclón,
viene, eso sí, a los fines de esta exposición, en cuanto al precio de ejecución del bien
mostrar sus caracteres comunes, dentro de embargado, con relación a todos los otros
la teoría general del proceso civil. acreedores.
En la búsqueda del elemento común de b) La prenda. En idénticas condiciones
todos estos modos de protección del derecho que en la hipoteca, la afectación grava a
se advierte que en ellos se intenta asegu- un bien mueble.
rar el apartamiento del principio de igual- c) El depósito. Al igual que en la pren-
dad, de las partes en el juicio. da, la cosa afectada es un bien mueble;
Promovido y desenvuelto el juicio en pero a diferencia de ella, ese bien no queda
condiciones normales, no surge de él más afectado con un derecho real; en caso de
responsabilidad que la específica del pago concurso o quiebra del autor del daño la
de las costas. El principio de igualdad pre- víctima deberá concurrir con los otros
side el debate, y el riesgo de la insolvencia acreedores ( 9 ); aun seguido de secuestro,
del condenado pertenece al género de los puesto que el bien en manos de un tercero
riesgos propios de la convivencia humana. con prohibición de servirse de él, el depó-
Pero en el juicio promovido por quien no sito mantiene esta característica.
tiene bienes en el lugar; por quien comien- d) La fianza. En esta figura, un tercero
za por limitar el poder de disposición de asume, con todos sus bienes, la responsa-
los bienes del adversario embargando todo bilidad, simple o solidaria, de pagar lo que
o parte de su patrimonio sin un título deba su afianzado. La caución es aquí per-
ejecutivo; por quien pretende limitar el sonal y no real.
derecho a embargar que la ley confiere al e) La caución juratoria. En este caso,
contrario; por quien no representa efecti- el que asume la responsabilidad del riesgo
vamente a su presunto poderdante y hace se compromete bajo juramento a resar-
correr el riesgo de seguir un juicio inútil; cirlo o a realizar, como sucede en materia
en todos estos casos, el principio de igual- penal, determinado hecho. En nuestro con-
dad está quebrantado. Una de las partes cepto, no obstante las palabras usadas, no
está en la inminencia de sufrir más per- estamos aquí en presencia de una caución,
juicio que el común a esta clase de situa- en el significado preciso del término O').
ciones. La caución cubre ese riesgo. Es, en Esta nómina podría prolongarse con las
cierto modo, un refuerzo de garantía: de formas que más de una vez se denominan
la garantía común que la víctima tiene formas de garantía innominada, invenclo-
en el patrimonio del causante del daño,
para asegurarse el resarcimiento del mal (8) Esta característica de confusión de léxico
es común con el Derecho procesal brasileño, se-
sufrido < T ). gún anota Pontes de Miranda, Comentarios ao
5. Forma de la caución. No existe ha- Código do processo civil, t. 4. pág. 63, Rio, 1849.
(9) Cír. Negro, "La naturaleza jurídica de las
(6) Casso y Cervera, Diccionario de Derecho cauciones procesales", en Revista de la Facultad
privada, pág. 833, Barcelona, 1850. de Derecho de Buenos Aires, 1960, pág. 537. Pero
(7) Cfr. Vlzioz, De la sanction des obús et el tema que él discute sólo puede resolverse den-
Jantes commii dans l'excerctce des votes de Droit tro del ámbito de ua Derecho positivo determi-
civiles, pág. 20, El Cairo, 1934; Amadeo, "Acciones nado. SI sobre su argumentación hubiéramos de
civiles de daños y perjuicios en el Derecho porto- dar la respuesta con relación al Derecho urugua-
rriqueño por el uso injustificado de los procedi- yo, deberíamos decir que hay cauciones con ga-
mientos legales", en Revista Jurídica de la uni- rantías reales y sin ellas.
versidad de Puerto Rico, t. 14, pág. 37. (10) Infra, 7.
nes de la fantasía jurídica de los contra- mitimos dejar consignada una conclusión
tantes, cuya validez ha sido declarada con a la que atribuímos cierta importancia.
suerte diversa una y otra vez por la juris- 7. Cauciones personales. La caución per-
prudencia ( n ). sonal propiamente dicha es la fianza. No
No creemos, en cambio, que sean formas puede considerarse como tal, no obstante
de caución, como se ha dicho alguna el texto de la ley y la opinión tradicional,
vez ( 12 ), el embargo o la interdicción. Pero el juramento («).
discutir este tema nos llevaría más lejos La responsabilidad de un tercero, cuya
de nuestros propósitos. solvencia ha sido calificada como satisfac-
6. Cauciones reales. De las distintas toria por el juez, constituye la fianza. La
formas de caución precedentemente men- víctima eventual tendrá, a raíz de ella,
cionadas, las tres primeras tienen carácter dos responsables: su adversarlo en el pro-
real. A ellas corresponde, en todo caso, la ceso y el tercero fiador. En todo lo que
preferencia, porque, según el precepto clá- no se halle especialmente previsto en el
sico, plus cautionis in re est, quam in per- Derecho procesal, la fianza se rige por lo
sona (i3). dispuesto en el Código civil.
Tanto la hipoteca, como la prenda o el El juramento, en cambio, no puede repu-
depósito, tienen de común la circunstancia tarse caución. El juramento es, en nuestro
de recaer sobre bienes concretos y deter- Derecho, o una prueba o una solemnidad.
minados. Las dos primeras formas confi- Como prueba, es una manifestación de un
guran la constitución de derechos reales litigante dirigida a comunicar al juez un
sobre los bienes; no ocurre otro tanto, hecho que le es adverso y que, por tal,
como se ha visto, con la tercera. Pero las favorece, la prueba del adversario. Como
tres son formas de caución real en cuanto solemnidad, es un acto dirigido a poner en
a la afectación de bienes individualizados evidencia la responsabilidad de un gober-
y no a la garantía genérica que caracte- nante, magistrado, funcionario, testigo, pe-
riza la fianza. rito, etcétera, "en el acto de aceptar el
Hipoteca, prenda y depósito se rigen, en cargo, subrayando las consecuencias de sus
cuanto contratos, por lo dispuesto en el actos en el orden religioso o moral ( lp ).
Código civil. En cuanto actos procesales, 'La llamada caución juratoria no acre-
por lo dispuesto en el Código de procedi- cienta, como decíamos, la responsabilidad
miento. Sobre esto hemos de volver en el del obligado. Sólo en los casos en que la
momento oportuno" pero creemos del caso, legislación penal castigue la violación del
sin embargo, poner el acento sobre un as- juramento, podría pensarse en una modi-
pecto al que nos permitimos asignar espe- ficación del estado de cosas que constituye
cial interés. la garantía del acreedor. Pero con la pri-
En nuestro concepto, la existencia de sión del deudor el acreedor no se resarce
cauciones reales no limita la responsabili- del daño causado; como tampoco parece
dad genérica del deudor. Podrá en las cau- que pueda considerarse un refuerzo de
ciones convencionales del Derecho civil, responsabilidad una prisión por deudas de
pactarse que la fijación de determinados muy dudosa validez constitucional; y mu-
bienes pueda significar una determinación cho menos puede conceptuarse vigente,
contractual del valor del riesgo, limitán- por lo menos en el Derecho uruguayo, esta
dolo a su monto. Pero tai concepto no forma de perjurio.
puede prevalecer en el campo del Derecho 8. La caución como acto procesal. Pa-
procesal, en el que no es la víctima del rece innecesario repetir aquí las modali-
daño, sino el juez, quien determina el dades particulares de la hipoteca, la pren-
monto de la caución a prestarse. da, el depósito o la fianza.
Cubierta la indemnización sólo parcial- Pero debe, en cambio, subrayarse la pro-
mente con los bienes caucionados, el acree- yección que sobre esos contratos tiene la
dor dispone de la responsabilidad genérica circunstancia de que accedan a responsa-
del deudor con sus otros bienes, hasta que bilidades procesales.
el daño sea totalmente resarcido. Decimos que, sustancialmente, las cau-
Como sobre este punto no sabemos que ciones procesales participan más del ca~
se haya insistido suficientemente ni en la
doctrina ni en la jurisprudencia, nos per- (14) El juramento como caución se hallaba
referido «n la Partida VII, tlt. 33, ley 10. Todavía
se sigue usando ese concepto por autores como
f i l ) Revista de Derecho, Jurisprudencia y Ad- Fernández, Código anotado, pág. 392, 2' ed.
ministración, t. 30, págs. 164 y 472, Montevideo. (15) Nos remitimos sobre este particular a
(12) Asi, Fernández, Código anotado, pég. 173, cuanto hemos expuesto en el ensayo titulado "El
2» ed. Juramento previo a la absolución de posiciones".
(13) Brunell], "Cautlo", «n Nuaoo Digesto Ita- publicado últimamente en Estudios de Derecho
liano, t. 3, pág. 17. procesal civil, t. 2, pág. 281. Buenos Aires. 1949.
rácter de actos que del de contratos. Tal acreedor quien decida de la suerte de la
cosa deriva de la circunstancia de que, caución (como acontece, por ejemplo, en la
más de una vez, la caución es exigida por prenda convencional de títulos de crédito,
el juez, ya que la ley la impone y no el en la que el acreedor queda facultado para
adversarlo. El monto de la misma es tam- vender los bienes por sí mismo hasta cu-
bién fijado por el juez y no por el adver- brir su crédito), sino que serán los órganos
sario. La calificación de la idoneidad de la de la jurisdicción los que, en la forma
caución debe ser previamente hecha por el estatuida en la ley, procederán a hacer
juez. El monto del daño debe también ser efectiva la garantía, poniendo a disposición
previamente determinado por la jurisdic- del acreedor la indemnización consiguien-
ción. Los bienes caucionados no pasan a te (18).
integrar, en especie, el patrimonio de la 9. Omisión de prestar caución. Una si-
víctima, sino que ésta debe promover su tuación particular que, por su trascenden-
ejecución judicial para indemnizarse con cia, debe ser aquí consignada, es la deri-
el precio de venta de los mismos. vada de la omisión de prestar caución.
De todas estas circunstancias surge con Por supuesto que tal situación no se
claridad la proposición de que la voluntad presenta en aquellos casos en los cuales la
individual tiene en esta materia un ám- caución es un presupuesto del acto (fianza
bito mucho más limitado que en el Derecho del embargante en el embargo preventivo
civil y lo que en éste puede estipularse del Derecho uruguayo; ejecución de la
convencíonalmente, más de una vez se hace sentencia contra el rebelde en el mismo
imposible en el campo del Derecho proce- Derecho). En estos casos, la omisión de
sal (io). prestar caución obsta a la realización del
La caución como acto jurídico procesal acto. El juez, omisso medio, no puede auto-
se integra con los siguientes elementos: rizar el embargo ni la ejecución de la
a), una norma legal, puesto que no hay sentencia.
obligación de prestar cauciones sin ley que Pero distinta es la situación cuando el
las autorice o las imponga; b), la situa- demandado exige, por ejemplo, la fianza
ción de hecho prevista en la norma; c), de arraigo y ésta no es otorgada por el
el requerimiento del adversario en los ca- actor.
sos en los cuales la obligación de dar Tres soluciones se han propuesto para
caución queda supeditada a la exigencia esta situación. La primera es la de darse
contraria; d), la calificación judicial de por caducado el derecho del actor, omiso
la procedencia de la caución); e), el ofre- en la prestación de la garantía indispen-
cimiento de la caución; f)^ la calificación sable para la prosecución del juicio. La
judicial de la idoneidad de la caución pro- segunda, es la anulación de la instancia,
puesta; g), el otorgamiento efectivo y la retrotrayéndose las cosas al estado ante-
documentación de la caución. rior a la demanda y teniéndose ésta por
Como se advierte, tanto como de un no interpuesta. La tercera es esperar la
acto podría hablarse de un proceso caueío- perención de la instancia.
nal. El proceso, en sentido estricto, es Reputamos injusta, por excesiva, la pri-
decir, dirigido a calificar la procedencia de mera. Significa imponer al actor una san-
la caución y a hacerla efectiva, es el an- ción sin ley expresa que la establezca; con
tecedente lógico de la misma. La caución el agravante de que esa sanción será im-
como entrega o afectación de bienes, es el puesta, más de una vez, por insuficiencia
acto procesal en el cual el proceso culmina. de medios económicos que permitan pres-
Pero no parece, sin embargo, que pueda tar la caución.
hablarse de una relación jurídica entre Creemos también injusta, por insuficien-
parte y parte, como acontece en los con- te, la última. Imponer una espera hasta el
tratos. El vínculo jurídico se establece en- plazo de la perención, que en el Derecho
tre el obligado a caucionar y la jurisdic- uruguayo es de tres años, significa crear en
ción ("). En último término, no será el contra del .demandado una situación de
(10) Ctr. Maupolnt, Le contrat judiciaire, pá-
incertidumbre jurídica, no autorizada tam-
gina 10, Parla, 1911. Señala de qué manera el poco por ninguna ley.
art. 517 del Cod. de procédure da lugar a "un Consideramos, en cambio, procedente la
acuerdo sobre la individualidad de la caución, en
tanto que el Juez hace efectivo eae acuerdo", con sólo la consecuencia inmediata de un acto del
lo cual subraya simultáneamente el lado privado Estado... Es el Estado mismo el que procede.
y el público del problema: la caución como con- es un vinculo público, en particular procesal, co-
trato y como acto procesal. Es el significado del mo lo es toda la solución en su aspecto práctico".
precepto l'engagement ne peut avoir Hett q'au (18) Conforme, asimismo, sobre el carácter
greffe. publicista de este procedimiento, aun disintiendo
(17) Dice Carnada! (Conírtbuto alia teoría parcialmente con Carnaclnl, se halla Satta, L'ese-
del piynoromenío, pag. 268. Padua, 1936): "No es cuzione foreata, pág. 177, Milán, 1937.
segunda solución. Si la caución es un pre- de una vez, la tentación de violar la pa-
supuesto del andamiento del juicio, caren- labra después de haberla empeñado; pero
te de este presupuesto, el juicio no puede no sienten la tentación de comprometer
tener existencia jurídica ni validez legal. su fortuna luego de haberla afectado al
Corresponde, pues, retrotraer las cosas al cumplimiento de su palabra".
estado que tenían antes de la demanda, BIBLIOGRAFÍA. — La señalada en las notas.
haciendo cesar la grave incertidumbre
que afecta al demandado. Con esto no se CAUDAL' RELICTO. Se refiere la expre-
lesiona el derecho del actor, que puede sión al capital que una persona deja al
proponer de nuevo la demanda cuando se fallecer (relictus, de relinquere, dejar, en
halle en condiciones de prestar caución o latín). La misma no es muy usada, y al-
haya cesado el hecho que la hacía proce- gunos tratadistas la ignoran.
dente; ni se impone al demandado la pe- Los bienes dejados por una persona al
sada carga de quedar por un tiempo ex- fallecer, constituyen, por imperio de la ley,
cesivo a merced de la voluntad del deman- su caudal hereditario, cuyo destino jurí-
dante omiso i1"). dico puede ser muy diverso, según haya
10. Las cauciones en el Proyecto de 1916. o no herederos o sucesores. Esta materia
Hemos dispensado a este instituto una tiene relación directa con la que trata la
particular importancia en el Proyecto de -partición de la herencia.
Código de procedimiento civil que redac-
tamos en 1945 para el Uruguay. CAUDILLISMO.* El Caudillo.
Considerando el valor económico de la La voz "caudillo" —según el diccionario
eficacia de la justicia, pensamos que era etimológico de Monlau— proviene de latín:
conveniente no dejar la existencia y du- caudillo, cabdiello, capitellus; de caput (ca-
ración del proceso a merced de las infini- beza).
tas dilaciones a que puede quedar sometido Es evidente, pues, que significa jefe, del
por la malicia de una de las partes, ha- mismo modo que acaudillar significa en-
ciendo luego frustráneos sus resultados; y
procurando por el camino de las seguri- cabezar y dirigir un grupo, una multitud,
dades económicas una protección contra un partido político o un pueblo. Acaso la
la mala fe, dimos a las medidas de segu- expresión más cabal del caudillo propia-
ridad bajo caución una trascendencia mu- mente dicho haya sido el primitivo jefe de
cho mayor que la que tienen en la legis- clan. Luego ha sido, más bien, un guía de
lación actualmente vigente ( 20 ). multitudes o de grupos más o menos or-
Dice la Exposición de Motivos a este res- ganizados, pero en acción o movimiento,
pecto: "Dando fianza el actor puede em- como lo fueron, Moisés entre los hebreos
bargar, virtualmente, en cualquier momen- o Vercingetórix entre los guerreros galos
to. Dando fianza el demandado puede, en coaligados. Últimamente se ha aplicado a
cualquier momento, hacer cesar las me- cierto tipo de gobernante que domina un
didas de embargo y seguridad obtenidas pueblo en forma dictatorial, sin corres-
por el actor. Dando fianza puede ejecutarse ponder a ninguna de las formas clásicas
provisoriamente la sentencia de primera de gobierno. Así, por ejemplo, en el caso
instancia; dando fianza puede en cualquier actual de España, en que el general Fran-
momento detenerse esa ejecución. Dando co ostenta el título de "caudillo".
fianza puede el ejecutante pedir el remate La necesidad de conductores parece ser
de los bienes del deudor, cualesquiera sean inherente a la condición social de la hu-
las alegaciones de éste; dando fianza pue- manidad. Las fuerzas colectivas sólo se
de el deudor, en cualquier momento, de- organizan, es decir, sóío adoptan formas
tener el remate ordenado a pedido del orgánicas de existencia cuando se perso-
acreedor. nalizan o personifican en un determinado
La fianza cumple una finalidad de orden individuo representativo. Por eso es tan
preventivo. Evita la especulación con la fácil y se opera con tanta frecuencia la
malicia. Los hombres pueden sentir, más sustitución de la voluntad social por la
voluntad particular.
(19) En este sentido. Revista de Derecho. Ju- Hay muchos tipos de conductor; desde
risprudencia y Administración, t. 33, pág. 837, el condottiere genuino hasta el apóstol
Montevideo. místico. Unas veces duce, otras pontífice.
(20) Esa forma viene a coincidir, en buena A menudo anee y pontífice al mismo
parte, con las soluciones dadas al más reciente
Derecho procesal fracés. Cfr. Solus, "Les refor- tiempo.
mes de procédure clvlle. Ktapes franchies et vues Cuando la vida política adquiere auto-
fl'avenlr", en el volumen Le Droit privé /roncal»
su milieu du XX siecle. en honor de Rlpert, t. 1,
pág. 193, París. 1950. * Por el Dr» CABIDOS SÁNCHEZ VIAMONTB.
nomía aparece el caudillo, conductor de dentro del género universal— una especie
masa popular exacerbada por estímalos in- que nos es propia.
mediatos. El caudillo es la forma rudimen- La montonera ha calificado al caudillo
taria del líder, como el pueblo-multitud argentino, pero también lo ha desnatura-
es la forma rudimentaria del partido po- lizado un poco al convertirlo en guerrillero
lítico. Diferencia de grado, pero grado de puro y simple. En la época azarosa de
cultura, y la cultura es calidad siempre. nuestra organización política, el caudillo
El caudillo-arquetipo de la Historia Uni- fue, más que todo, una forma de gobierno
versal es Feríeles. El valor úe su obra es adecuada al medio rural. Y, mejor aún, la
cosa aparte, y se debe al medio social tanto única forma de gobierno posible dentro
como a sus méritos personales. del marco de aquellas circunstancias.
El caudillo auténtico no es un orienta- El precursor del caudillo criollo bien pu-
dor ni un guia, Es un jefe. Su prestigio do ser Irala (o capitán Vergara), según el
puede provenir de causas diferentes, pero relato y descripción de Payró. Después
debe resolverse en autoridad; autoridad de han ido apareciendo a medida que han
la persona, ajena a la función pública y a sido necesarios.
las instituciones; autoridad que reside en Sin el caudillo, la población rural de las
el voluntario acatamiento del pueblo, an- provincias argentinas, no cuenta para
ticipado siempre como homenaje de res- nada. El pueblo-multitud era escaso en la
peto y admiración, sin control y sin lí- ciudad-aldea jerarquizada y burocrática.
mite. Estaba en el campo, disperso en la libertad
£1 caudillo no comparte su autoridad. de su ámbito. El caudillo le da personería
La pluralidad de caudillos dentro de una al darle personificación.
misma jurisdicción implicaría negación de Ni la capacidad económica ni la cantidad
autenticidad. El caudillo es único y casi o calidad de población explican la influen-
siempre vitalicio. Órgano de una voluntad cia preponderante de ciertas provincias
colectiva, se identifica con ella y puede argentinas, las más pobres y, por consi-
sustituirla a su antojo, con naturalidad guiente, las más débiles. El significado
absoluta. epónimo de los llanos de La Rloja se des-
Ese es el tipo del caudillo latino-ame- cifra en el nombre de Facundo o del
ricano, del caudillo criollo. Acaso no sea "Chacho". Se podría decir que la informe
posible hoy sino en nuestro primitivismo masa rural era vitalizada por la presencia
político social. Fuera de nuestro medio, el magnética del caudillo, cuya vida condi-
caudillo auténtico es rara-avis. Razones cionaba la de toda la población campesina.
circunstanciales pueden determinar su Las provincias que carecieron de un caudi-
existencia, pero se advierte que su aparien- llo auténtico, carecieron también de jerar-
cia de caudilo encubre, en realidad, a un quía en el conjunto; ocuparon _ lugares
verdadero líder. Asi, Lenín o Mussolini. subalternos y hasta fueron tributarias.
Grandes conmociones históricas hay que A partir de la caída de Rosas, la polí-
no necesitaron de caudillos propiamente tica nacional produce tipos metropolitanos
dicho. Tuvieron sus líderes, es decir, sus de líderes políticos con apariencia de cau-
voceros o representantes, que duraron en dillos. Tipos de transición, mezcla de líde-
su carácter de conductores tanto como res y de caudillos, sufren la influencia
duró su eficacia real o aparente. Ejemplo: directa del medio urbano en constante
la Revolución francesa. mudanza de urbanización progresiva. El
El verdadero caudillo es jefe porque líder se insinúa en Pellegrini y se define
manda, y manda porque es jefe. No hay por primera vez en Juan B. Justo y en
que buscar mejor explicación. No es un Lisandro de la Torre.
guía de multitudes, sino un gobierno de
multitudes. No arrastra opiniones ni capta Los caudillos y las provincias argentinas.
simpatías; gana voluntades. El secreto de No obstante la denominación de "Pro-
su poder no consiste en la marcha, sino vincias del Río de La Plata", dada a nues-
en la quietud ideológica. Generalmente su tro país al producirse la Revolución de
actitud de lucha tiene visos de resistencia, Mayo y al constituirse el primer gobierno
de reacción, va contra algo. No tiende a argentino, las verdaderas provincias se for-
crear, sino a impedir la creación de algo. maron con posterioridad a 1810, sobre la
Es el conductor que no conduce, si se ad- base de ciudades-cabildos favorecidas por
mite la paradoja. la enorme extensión del territorio y la
En nuestro país la palabra "caudillo" dificultad de las comunicaciones. Pero no
tiene una precisa significación histórica y se puede hablar de ellas y del régimen
está sobreentendido que la empleamos en federativo al que dieron origen sin dedi-
su acepción aborigen para caracterizar— car una especial atención a los cauoUlbs
rurales que en el proceso histórico asu- dice de los caudillos argentinos algunas
mieron su representación, a veces con el cosas interesantes, que reproducimos aquí
título de "gobernadores". para caracterizar la acción que desarro-
La voluntad de las provincias como en- llaron a lo largo de nuestra vida históri-
tidc-des políticas tuvo como forma natural ca, sobre la base de aquellos puntos ante-
de expresión la voluntad de sus caudillos. riormente señalados, pero sin apartarse
Ya en 1813, al reunirse la Asamblea Cons- nunca del propósito inquebrantable de
tituyente, se promovió el conflicto inicial, constituir la nacionalidad con la unidad
generalizado más tarde en toda la repú- de todos los argentinos:
blica. La provincia de la Banda Oriental "Es posible que los caudzüos que se
envió sus delegados al Congreso con ins- llamaron federales, ocultasen sus senti-
trucciones dictadas por José Gervasio Ar- mientos y sus ambiciones personalísimas
tigas, y en ellas se planteaban los proble- con una careta que los acontecimientos
mas fundamentales de la forma de gobier- mismos les proporcionaban, para justificar
no y de la ciudad capital de la república. su conducta; pero es indudable que su
El rechazo de esa delegación se fundó en acción en la organización de la República
la insuficiencia de los poderes exhibidos, Argentina, como una unidad nacional, no
porque en ellos se ponía en evidencia que ha aparecido desmentida en ningún mo-
los delegados representaban directa y per- mento de nuestra historia; ni siquiera en
sonalmente al caudillo Artigas, "protec- aquellas nefastas épocas en que la sangre
tor de los pueblos libres". de los argentinos se derramaba en todos
Guiados por oscura aunque firme intui- los ámbitos del país en la más bárbara
ción, los caudillos del litoral- primero, y guerra fratricida.
luego los demás, orientaron su acción en "Ellos (los caudillos) no tendrían una
la dirección impresa por Artigas a toda la noción exacta de lo que importa en dere-
rebeldía del interior contra la ciudad de cho la democracia; no sabrían todos los
Buenos Aires. Primero, independencia ab- inconvenientes que tiene, en la práctica,
soluta; segundo, sistema federal de go- la democracia pura y, sobre todo, la de-
bierno con autonomía institucional de cada mocracia que se ejerce en los tumultos de
provincia; tercero, exclusión de la ciudad la plaza pública o en las montoneras de
de Buenos Aires para ser capital de la los ejércitos desorganizados; pero ellos
república. comprendían, por intuición, que la demo-
Sobre la base de estas condiciones se cracia tenía como base la igualdad de
desarrolló la lucha civil, hasta el año 1880, derechos y de deberes en todos los hom-
es decir, durante dos terceras partes del bres, en tanto que la reyecía y la aristo-
siglo xix. cracia importaban colocar a unos indivi-
La Constitución de 1853 fue, desde el duos y a unas clases sociales, arriba de la
punto de vista institucional, el episodio generalidad del pueblo.
más importante de esa lucha y el cimien- "Llámense Artigas o Ramírez, López o
to de la construcción definitiva, pero fue- Bustos, Ibarra o Quiroga, los caudillos sólo
ron necesarias la reforma constitucional persiguieron entronizarse cada uno en su
de 1860 y la ley de capitalización de la propia provincia, como el doctor Gaspar
ciudad de Buenos Aires de 1880 para po- Francia lo había hecho en el Paraguay.
ner término a las graves disensiones que "La independencia que proclamaban y
perturbaron la vida nacional.
defendían con las armas, invocando, no
"La Constitución que hoy nos rige fue obstante aquélla, la federación, no era la
la fórmula de acuerdo entre las regiones Independencia política; no era el gobierno
entonces habitadas. Además de reflejar en autónomo y propio de cada provincia, bajo
sus detalles las ideas generales de la época un régimen institucional, que crease au-
sobre régimen del sistema republicano, toridades limitadas en su extensión, y reco-
puntualizó las condiciones que cada entidad nociese a los pueblos y a los individuos,
interesada exigía para entrar a formar derechos inalienables.
parte de la unión. Conviene, pues, ver en
ella un medio práctico de transar viejos "La independencia que ellos buscaban,
pleitos y no el resultado de simples espe- era la de no ser dependientes de ningún
culaciones jurídicas" í 1 ). otro poder en su acción exclusiva y ex-
cluyente, dentro de los limites territoriales
El caudillismo y el federalismo argentino. de su feudo respectivo; donde querían ser
El historiador argentino Luis V. Várela y eran, efectivamente, señores absolutos
(1) Juan Alvarez, Las güeñas civiles argenti-
que ejercían la omnipotencia del ptder,
nas, pág. 46. Edlt. La Facultad, Buenos Aires, no respetando leyes ni disposiciones es-
1936. critas.
"Pero fuera de esa independencia que trechasen los vínculos y empeños que unen
satisfacía su ambición y colmaba todo su y deben unir a ambas provincias en una
programa de gobierno, los caudillos no te- federación y alianza indisolubles".
nían seriamente idea de constituir una "Esa federación y esa alianza de que
unidad nacional, con una forma política hablaba el primer pacto celebrado después
determinada, aun cuando hablasen en sus de la Revolución, era el primer reconoci-
proclamas y en sus tratados de una fede- miento de la existencia de una unidad na-
ración que nunca habían definido. cionaZ, que se prolonga después en el tiem-
"Esa unidad existía como un hecho in- po, en medio de los azares de la guerra civil
discutible, irrevocable, superior a la misma y de los estragos de la anarquía.
fuerza y voluntad de los caudillos. La "No hay un solo momento en la historia
unidad nacional argentina era la obra en que esa unidad no se reconozca, como
tíe la tradición de tres siglos de domina- vamos a comprobarlo estudiando la propia
ción española, en ¡os que todo el territorio acción de los caudillos en sus luchas in-
estuvo gobernado por un poder central; y testinas, y examinando sus convenciones
era la obra de la revolución, que había y tratados en los que, no obstante hacer
continuado considerando a las Provincias gala de una independencia y de una so-
del Río de la Plata, como a una unidad en beranía absolutas, reconocían que existía
la guerra que seguían contra un enemigo una fuerza superior a todos ellos: la auto-
común. ridad suprema de todas las Provincias
"Esas veleidades de independencia local Unidas, LA SOBERANÍA NACIONAL, que un día
fueron el resultado de los celos y de las debería reunirse en un Congreso general,
resistencias de las otras ciudades, contra para dictar la Constitución definitiva de
la preponderancia y la influencia de la la Nación, formada por todas las Provin-
ciudad de Buenos Aires. cias Unidas del Río de la Plata. Es que —
"Artigas, al proclamar la independencia- felizmente para el sentimiento argentino—
de la Provincia Oriental del Uruguay, no la idea de la nacionalidad era una semilla
lo hizo separándose de la unión nacional, fecunda lanzada en tierra fértil, el mismo
sino que se separaba de la obediencia al día en que se iniciaba la Revolución de
gobierno de Buenos Aires. Mayo. En cualquier campo donde esa se-
"Lo mismo había hecho en el principio milla cayese, sus frutos serían los mis-
el Paraguay, en el primer momento de la mos. En los ejércitos disciplinados, como
revolución, declarando que su Cabildo iba en las montoneras desorganizadas; en los
a gobernar a la Asunción y su territorio, gobiernos regulares, como en las dictadu-
mientras se resolviese el destino que ten- ras de los campamentos; en los foros y
drían la revolución en América y la Inva- en los tribunales donde se discutía y se
sión francesa en España. administraba la justicia con arreglo a las
"Pero todos esos movimientos de rebe- leyes escritas, y en los úkases de los man-
lión contra Buenos Aires, así como los que dones que disponían de la vida y de los
se siguieron más tarde en Entre Ríos, en bienes de los vencidos —en todas partes
Santa Fe, en Córdoba y, finalmente, en y en todos los momentos—, esa idea de
todas partes en el terrible año 1820, tenían la unidad nacional, acompañaba a los he-
siempre, como corolario, un sentimiento y chos buenos y malos, grandes o nequeños
una tendencia, que figuran desde el pri- de los dos bandos en lucha; ya fuese sos-
mer momento de la Revolución de Mayo, tenida ésta por los gobiernos contra los
y que aparecen escritos en el pacto cele- caudillos, o ya fuese que los caudillos se
brado por las Juntas de Buenos Aires y combatiesen entre sí.
del Paraguay. "Es que las masas populares, más pode-
"Ese sentimiento era la convicción gene- rosas que todos los caudillos personales,
ral de que existía un vinculo de unión que eran nacionalistas. No se amaba una pa-
ligaba a todas las antiguas colonias del tria santafecina o entrerriana. o cordobesa
Virreinato; vínculo que no se había roto o salteña. Había una patria argentina;
al emanciparse de la España, pero que ne- argentina, como ya la llamaba en 1807 el
cesitaba fortalecerse, por medio de la or- futuro autor del himno nacional, al cantar
ganización nacional, con un gobierno per- El triunfo argentino después de las victo-
manente y común. rias sobre los ingleses; y era esa patria
"Era ese sentimiento el que hacia que el que se amaba en todas partes, en los
Paraguay, en 1810, antes de secuestrarse al ejércitos que llevaban en sus manos la
contacto del mundo y de sumirse en el bandera nacional, y en los campamentos
obscurantismo de su larga tiranía, dijese de las montoneras, donde la enseña que
a la Junta de Buenos Aires, que era me- les cobijaba era esa misma bandera cru-
nester que "ambas partes contratantes es- zada por una franja roja, como el em-
blema de esa divisa levantada por los el grito, suprimía la primera sílaba de
caudillos —federación o muerte—, divisa muchacho, y así se le quedó por apodo
que ellos no comprendían y que su autor, "Chacho"; y aunque no sabía leer, como
José Miguel Carrera, les había explicado era de esperarse de un familiar de con-
mal. vento, acaso el haberlo sido le hiciese va-
"Desde 1820, en que se rechaza la Cons- ler entre hombres más rudos que él. Fir-
titución de 1819, porque era unitaria y maba, sin embargo, con una rúbrica los
centralista, los caudillos del litoral argen- papeles que le escribía un amanuense o
tino y luego también los del interior, se tinterillo cualquiera, que le inspiraba el
armaron y pelearon durante más de contenido también; porque de esos rudos
treinta años, invocando una federación caudillos que tanta sangre han derramado,
que nunca trataron de realizar de bue- salvo los instintos que le son propios, lo
na fe. demás es la obra de los pilluelos oscuros
"Sin embargo, no fue infecunda tanta que logran hacerse favoritos.
sangre derramada. "Era blanco, de ojos azules y pelo rubio
"Los dos bandos, que durante más de cuando joven apacible de fisonomía cuanto
treinta años se disputaron el dominio de era moroso de carácter. A pocos ha hecho
la República; los unitarios y los federales, morir por orden o venganza suya, aunque
que mantuvieron la lucha sangrienta o millares hayan perecido en los desórdenes
innecesaria, invocando su propósito de que fomentó. No era codicioso, y su mujer
constituir la nación, cada uno bajo la* for- mostraba más inteligencia y carácter que
ma política que habían adoptado para él. Conservóse bárbaro toda su vida, sin
designar sus partidos, tenían la intención que el roce de la vida pública hiciese mella
de llegar al fin a la sanción de una en aquella naturaleza cerril y en aquella
Constitución que, uniendo a todos los ar- alma obtusa.
gentinos, les llevase a la paz bajo el man- "Su lenguaje era rudo, más de lo que se
to protector de una ley común. ha alterado el idioma entre aquellos cam-
"Los llamados caudillos no se resistieron pesinos con dos siglos de ignorancia, dise-
jamás a que la Nación se organizase; y, minados en los llanos donde él vivía; pero
con excepción de Artigas, nunca se opu- en esa rudeza ponía exageración y estudio,
sieron a reconocer una autoridad nacional aspirando a dar a sus frases, a fuerza de
que gobernase a toda la patria unida. grotescas, la fama ridicula que las hacia
"Como lo hemos dicho, sería una tarea recordar, mostrándose así candido y el
más que inútil; sería un trabajo contra- igual del último de sus muchachos. Habitó
producente seguir la guerra civil en todas siempre una ranchería en Guaja, aunque
sus manifestaciones sangrientas en el inte- en los últimos años construyó una pieza
rior y en el litoral, para exhibir claudica- de material, para alojar a los decentes, se-
ciones y vergüenzas, en medio de las ma- gún la denominación que él daba a las
tanzas y de las hecatombes, producidas en personas de cierta apariencia que lo bus-
nombre de los odios y de las venganzas caban. Hacía lo mismo con sus modales y
partidistas, y no en persecución de princi- vestidos; sentado en posturas, que el gau-
pios definidos de gobierno. cho afecta, con el pie de una pierna puesto
"El federalismo de los caudillos, como sobre el muslo de la otra, vestido de chi-
el unitarismo de los gobiernos de 1819 y ripá y poncho, de ordinario en mangas de
1826, fueron sólo la bandera política de los camisa, y un pañuelo amarrado a la ca-
dos bandos a los que se plegaban los cau- beza.
dillos de las ciudades y de las campañas, "En San Juan se presentaba en las ca-
cuyas fuerzas robustecían las sublevaciones rreras, después de alguna incursión feliz,
de los ejércitos regulares cuyos jefes con- si con pantalones colorados y galón de
cluyeron por convertirse, a su vez, en otros oro, arremangados para dejar ver calcetas
tantos caudillos" (=). caídas que de limpias no pesaban, con za-
patillas a veces de color. Todos éstos eran
Un caudillo criollo, según Sarmiento. medios de burlarse taimadamente de las
Entre los últimos caudillos criollos de la formas de los pueblos civilizados. Aun en
montonera se halla Ángel Vicente Peñalo- Chile en la casa que lo hospedaba, fue al
za, conocido con el apodo de "El Chacho". fin preciso doblarle las servilletas a fin de
Sarmiento lo describe en los siguientes salvar el mantel que chorreaba al llevar la
términos: "Dicese que era fámulo de un cuchara a la boca. En los últimos años de
padre, que al llamarlo, para más acentuar su vida consumía grandes cantidades de
(2) Luis V. Várela. Historia constitucional de aguardiente, y cuando no hacía correrías,
la República Argentina, t. 3, págs. 331 y slgs., pasaba la vida indolente del llanista, sen-
ed. oíiclal, La Plata. 1910. tado en un banco, fumando, tomando ma-
te, o bebiendo. Las carreras son, como se al atravesar desiertos sin agua, experimen-
sabe, una de las ocupaciones de la vida tando derrotas en que perecen siempre los
de estos hombres, y en los llanos, ocasión que por mal montados no pueden escapar
de reunirse varios días seguidos gentes de a la persecución de sus contrarios. Tiene
puntos distantes. en los Llanos la misma explicación que en
"Las nociones de lo tuyo y lo mió no son los países árabes la vida del desierto, pues
siempre claras en campañas donde el dios aquella parte de La Rioja lo es, aunque
Término no tiene adoradores, y menos de- tiene pastos; 3es de privaciones, pobreza y
bían estarlo a quien vivía de los rescates, monotonía" ( ).
auxilios y obsequios que recibía en las ciu- Joaquín V. González, rioj ano como El
dades que visitaba con sus hordas indisci- Chacho, dedica a este caudillo algunas pági-
plinadas. Entregadas éstas en San Juan al nas, al ocuparse de la presidencia de Mitre.
saqueo e incendio de las propiedades, en Titula a ese capítulo "El general Peñaloza
presencia de Derqui, que así preparó su .o El Chacho", y rectifica moderadamente
candidatura a la presidencia, queriendo las exageraciones de Sarmiento, que car-
poner coto a desórdenes que amenazaban gó, como gobernador de San Juan, con la
arrasar con todo, dióse una orden de pena responsabilidad de lo que González llamó
de la vida a quienes fuesen sorprendidos asesinato injustificable de Peñaloza, no
saqueando. Tomados cinco, el Chacho soli- obstante decir Sarmiento: "Chacho, como
citó, en nombre de sus servicios, y obtuvo jefe notorio de bandas de salteadores, y
el perdón de todos, no obstante que el Co- como guerrilla, haciendo la guerra por su
misionado Nacional contaba con un regi- propia cuenta, murió en guerra de policía,
miento de linea mandado por el general en donde fue aprehendido, y su cabeza
Pedernera, que fue el vicepresidente; y to- puesta en un poste en el teatro de sus fe-
dos los degüellos, salteos y asesinatos que chorías. Esta es la ley y la forma tradicio-
tuvieron lugar después, sin que pueda cul- nal de la ejecución del salteador".
pársele de ordenarlos, tuvieron siempre la González contesta así: "El general Pe-
bondadosa y obtemperante indulgencia del ñaloza, derrotado, acaso sin ánimo de vol-
Chacho. ver a sus correrías, desencantado por la
"Su papel, su modo de ganar la vida, di- falta de ayuda de los que creía sus amigos
gámoslo así, era intervenir en las cuestio- y sostenedores en Buenos Aires, y entre-
nes y conflictos de los partidos, cuales- gado sin resistencia a una partida de ofi-
quiera que fuesen, en las ciudades vecinas. ciales y soldados del Ejército de la Na-
Apenas ocurría un desorden, el Chacho ción, no murió en su ley, porque si la ley
acudía, dándose por interesado de alguna de la guerra de policía era asi, entonces,
manera. Asi había servido a Quiroga, La- como en la campaña de Buenos Aires, con-
valle, Lamadrid, Benavides, Rosas, Urquiza tra los gauchos malos, no era ni pudo ser
y Mitre. En favor o en contra de alguien nunca la ley de las armas de la Nación, las
había invadido cuatro veces a San Juan, cuales no pueden decapitar a un enemigo
tres a Tucumán, a San Luis y Córdoba una. sino en acción de guerra, y sin forma de
Su situación en la República Argentina, juicio, ni siquiera sobre el tambor. Una pri-
con su carácter y medios de acción, era la sión lejos del lugar de su prestigio irresis-
de los kadíes de las tribus árabes de Argel, tible, bastaba para concluir con la mon-
recibiendo de cada nuevo gobierno la in- tonera que aquél acaudillaba, y con las su-
vestiduras y cerrando el último los ojos a cesivas.
las razzias que tenía hechas para robar sus "La muerte del general Ángel Vicente
ganados a las otras tribus. Peñaloza, ocurrida el 12 de noviembre de
"Y sin embargo, este jefe de bandas que 1863, fue un asesinato injustificable desde
subsiste treinta años, no obstante los cam- ningún punto de vista, ni siquiera del de-
bios que él país experimenta, y mientras recho excepcional que en nutridas páginas
los gobiernos que lo emplean o toleran su- expone Sarmiento en su memorable libro.
cumben, fue derrotado siempre que alguien Ahora se tienen relatos de actores en el
lo combatió, sin que se sepa en qué en- lúgubre suceso, que dan razón al presi-
cuentro fue feliz, pues de encuentros no dente Mitre, cuando lo desaprobó, funda-
pasaron nunca sus batallas, sin que esta do en que ese hecho «fue ejecutado sin su-
mala estrella disminuyese su prestigio con jeción a lo que prescriben las leyes de la
los que lo seguían, ni su importancia para materia»" *.
los gobiernos que lo toleraban. Joaquín V. González corrige la imagen
"Conocido este singular antecedente, la que Sarmiento nos da de El Chacho pre-
mente se abisma buscando la atracción (3) Domingo Faustino Sarmiento, Loa caudi-
que ejercía sobre sus secuaces, sometién- llos, pág. 75. Bdit. El Ateneo, 1928.
dose por seguirlo a privaciones espantosas, (4) Mensaje presidencial de 1804.
sentándolo a la posteridad en la siguiente esta expresión al conjunto de actuaciones
forma: "Peñaloza, o El Chacho, había sido en que se concreta material y documen-
oficial de Facundo Quiroga, y había ac- talmente un juicio correccional.
tuado por su cuenta, y en primer plano, La causa correccional difiere cuando se
desde 1842 más o menos, sirviendo, como la compara con la causa criminal en cuanto
dice su apasionado biógrafo Sarmiento, de a los delitos que tiene por objeto y a la
intermediario en todo conflicto interior o sanción que se aplica en los mismos. (V.
de las ciudades vecinas, sin mucho discer- art. 28 y conc. y 568 y sigs., del Cód. proc.
nimiento de hombres y de partidos". "Así Cap. Fed.)
había servido a Quiroga, Lavalle, Lama- Se acostumbra a hacer el siguiente cua-
drid, Benavides, Rosas, Urquisa y Mitre"; dro comparativo que distingue la natu-
y así había invadido a San Juan, a Cata- raleza de ambas causas:
marca, Tucumán y Córdoba, Un cronista a) En la causa criminal, el sumario es
prolijo de sucesos provincianos lo introduce secreto y en Ja causa correccional es pú-
en su historia así: "El coronel Peñaloza, blico, verbal y actuado.
valiente soldado, el rey de los Llanos, de- b) En la primera causa, por regla ge-
partamento que elevó a Quiroga y ante neral, el fiscal no dispone de la acción, en
quien tembló la República y el mismo dic- el sentido de que el juez está obligado a
tador de Buenos Aires, hizo en favor de la sobreseer cuando aquéi no acusa en Ja
libertad un acto de arrojo digno de men- época oportuna. En cambio, en la causa
cionarse. Vino de Copiapó con un puñado correccional, el agente fiscal dispone de la
de valientes, tomó la provincia de La Rio- acción sí pide el sobreseimiento. Pero si no
ja, derrotó al gobernador de Catamarca, acusa en ¡a etapa oportuna, oí juez no
don Santos Nievas y Castilla, y después de puede seguir con ¡as actuaciones ni oír a
posesionarse de aquella provincia, pasó a otro representante del Ministerio público,
Tucumán. Allí derrotó al gobernador Gu- y el acto de sobreseimiento se impone, en
tiérrez, enseñoreándose también de aquella ese caso.
importante provincia, cuando fue sorpren- c) En el juicio criminal, la libertad ge-
dido por el general Benavides, que desde neralmente se concede por excarcelación
San Juan había marchado hasta Tucu- bajo caución (sobre todo, después de dic-
mán. Peñaloza sufrió una derrota, pero el tada la sentencia absolutoria, si ésta ha
cambio de gobierno operado en La Rio ja sido apelada). En el segundo, en cambio,
quedó subsistente y tolerado por Rosas" procede la libertad del procesado bajo vigi-
(Zinny). lancia de autoridad.
Luego, Peñaloza, no es ni un criminal, d) La apelación de la sentencia en la
ni un procer, ni un táctico orgánico, ni un causa criminal se concede libremente. En
tendencioso político en tal o cual sentido: la correccional, en relación.
Peñaloza es la corporización de un rasgo De acuerdo a la clasificación tripartita
ingénito de su medio étnico, de la historia de las infracciones punibles, el Código de
intima de su pueblo en una época de con- procedimientos criminales para la Capital
tinua lucha por grandes y pequeñas cosas, Federal y Territorios Nacionales, ha esta-
de la inquietud, la desolación, el riesgo tuido sobre tres clases de procedimientos:
perenne para todos los vecinos, de cerca o el ordinario, el correccional y el de faltas.
rte lejos, y es la acción defensiva que ataca La causa correccional significa una di-
por defensa y natural expansión de una visión de la materia procesal por razón del
fuerza primitiva y desbordante sin cauces petitum o pretensión punitiva.
ni diques. Y cuando se recuerda a Fa- La materia de fondo que tiene directa re-
cundo, que en el romance heroico de Sar- lación con esta expresión procesal, se trata
miento se - sale del marco de la historia en las siguientes voces: Juicio CORRECCIO-
para invadir la leyenda o los campos de la •NAL y PROCESO CORRECCIONAL. (C. R. O.)
fantasía, no es extraño que en el Chacho
se hubiera operado una especie de transfi- CAUSA CRIMINAL. La voz "causa" alu-
guración de aquél, cuyo fantasma no mo- de al conjunto o corpas de las actuaciones
rirá del todo en la mentalidad aterrori- procesales que hacen al cuerpo mismo de
zada de su pueblo, que verá en éste como los "autos" en un juicio determinado.
un avatar, o una reencarnación del espí- El adjetivo "criminal" alude a la natu-
ritu del Tigre de los Llanos" B. raleza de los procedimientos que en defi-
nitiva se concretan en un juicio o procreo
CAUSA CORRECCIONAL. Se designa con penal.
De tal modo que la expresión significa
(5) Joaquín V. González, Obras completas, en el lenguaje forense, el corpus de las
iág. 551, ed. oficial. diligencias procesales efectuadas que inte-
gran material y documeníalmente el jal- problema son, sin embarga, las siguien-
do criminal. tes:
Se usa en las expresiones sustantivadas 1?) Causa eficiente: La palabra "causa"
como: "la sausa", "en la causa", etcétera. está aquí empleada en el sentido de "fuen-
De modo que significa la res integrada de te" de la cual nace o se origina la obliga-
las actuaciones procesales. ción, es decir, el contrato, cuasi contrato,,
Equivale en el lenguaje procesal a los delito, cuasi delito o ley del cual emerge.
términos "autos" y "pleito". Aunque estas 2°) Causa motivo: Es el móvil determi-
voces se utilizan en la actualidad, con pre- nante de la voluntad del individuo, que lo
ferencia para el proceso civil, dejando la lleva a contratar, testar, etcétera. El mo-
voz "causa" para el lenguaje del proceso tivo es contingente y subjetivo, varía de
penal. persona a persona. El que compra un in-
En el Derecho hispanoamericano, donde mueble puede hacerlo para venderlo, para
la terminología es insegura y se presta a habitarlo, para donarlo, etcétera. Las va-
confusiones, existe al respecto y en el uso riantes llegan al Infinito.
de estos vocablos una verdadera tradición 3°) Causa /in: Constituye el fin o pro-
que se remonta a las Partidas (Part. 6, pósito que se persigue al contratar o rea-
iít. 6; ley 9, y Part, 7; tít. 29; Iey7) .. lizar el acto jurídico. Es invariable e
La materia jurídica comprendida en esta igual para cada clase de acto. Contraria-
expresión debe lógicamente tratarse en los mente al móvil, es objetivo, ífo se com-
temas siguientes, a los cuales nos remiti- prende fácilmente que el "fin" del acto
mos: JUICIO CRIMINAL. PROCESO CRIMINAL. sea llamado "causa". La palabra causa nos
(C. R. O.) da idea de algo pasado, es decir, que ya ha
acontecido. La palabra fin, en cambio, nos
CAUSA DE LAS OBLIGACIONES. (V. indica algo futuro, que todavía no ha
CAUSA DE tos ACTOS JXTRÍDICOS.) acontecido. Capitant nos explica que fue
adoptada esta expresión porque "la consi-
CAUSA DE LOS ACTOS JURÍDICOS.» deración del ñn determina al deudor a
STTMAEIO: I) Introducción. II) Terminolo- obligarse" y, por extensión de lenguaje, se
gía. III) corrientes doctrinarlas: a) Cau- llama causa al fin, aunque no sea la de-
aaliemc, b) AnticausaSismo, c) NsocauEalls- nominación más satisfactoria.
mo. IV) Estudio comparativo de la juris-
prudencia francesa y la doctrina cauaalista. IH> CORRIENTES DOCTRINARIAS
V) Legislación comparada: a) Sistema del
Código francés y sus imitadores, b) Siste- a) Causalismo: De la misma manera
ma germánico, c) Sistema angloamericano, como América fue descubierta por Colón,
d) Otras legislaciones. VI) La causa de loa
actos Jurídicos. VII) Nuestra opinión: y solamente existió para la civilización oc-
a) La creación de las normas legislativos, cidental después de 1492, aunque antes
b) TA valoración jurídica, c) La voluntad, otros hubieran abordado sus costas, la
hechos y actos Jurídicos y el campo de cuestión sobre la causa fue agitada por
aplicación de la teoría de !a causa, d) An-
tecedentes históricos de la causa, e) Criti- Domat en su libro Les lois civiles dans lew
ca del causaliamo y neocausalismo. f) La orare naturel, aunque se pretenda que
cuestión en el Derecho argentino. VIII) Con- otros ya habían cavado el surco de la
clusión. misma doctrina.
I) INTRODUCCIÓN En efecto, para Capitant, Domat no creó
El problema de la causa es uno de los nada, solamente se limitó a exponer y sis-
más debatidos del temario jurídico. Ha tematizar la teoría que ya existía en el
contribuido a ello la confusión de la ter- medio ambiente por obra de juristas an-
minología, la imprecisión de los conceptos, teriores.
los errores de enfoque, los métodos equivo- Pero, a partir de Domat, como dice En-
cados de Investigación y varios otros fac- rique V. Galli, "el problema de la' causa
tores, todo lo cual ha traído como conse- vive en un estado de permanente actuali-
cuencia que la discusión del tema se dad" (Galli: El problema de la causa y el
hiciera interminable. A continuación, Código civil argentino, pág. 149).
nuestro pequeño aporte a la determinación Es importante, por las razones expues-
del perfil del tema. tas más abajo (VII, inciso e), estudiar las
doctrinas que formaban el acervo espiri-
u) TERMINOLOGÍA tual de Domat en la época de escribir su
La palabra "causa" ha sido empleada en famoso libro. Ellas eran:
el campo del Derecho con múltiples sen- 1°) Subjetivismo católico: Lo que se
tidos. Las acepciones que interesan al prueba por la circunstancia de que, a cada
paso, se funda en los textos religiosos.
• Por el Dr. DANIEL IGNACIO PABODI. 2°) Racionalismo del reinado de
Luis XIV: Capitant dice que Dornafc es una sola parte está el dar y el hacer, y la
en Francia "el más ilustre representante otra no hace ni da nada, la aceptación
do la escuela del Derecho natural y de perfecciona el contrato, y la obligación
gentes" (Lafaille: La teoría de la causa en del que da se fundamenta en un motivo
la doctrina y en el Proyecto de reformas razonable y justo, como, por ejemplo, un
al Código civil, P. Derecho, 1938). servicio prestado o algún otro mérito del
3:) Romanismo: A veces se le ha acu- donatario, o el solo placer de hacer bien.
sado de no conocer el Derecho romano, Y éste motivo 'nace las veces de causa da
pero la acusación es falsa, ya que escribió quien recibe y no da nada" (Domat; pá-
también un libro titulado Legum Delecíus, gina 124, núms. 5 y 8).
en el cual traza un notable cuadro si- Más adelante, en el título de las dona-
nóptico de todo el Derecho romano. ciones, vuelve a exponer su pensamiento
Los tres elementos se traducen en su al respecto, pero con algunas alteraciones
obra. Los canonistas y la escuela de Dere- que es preciso también colacionar: "Es
cho natural le enseñaban que el simple preciso diferenciar bien en las donacio-
consentimiento bastaba para formar las nes los motivos que los donantes mani-
obligaciones y darle el derecho de deman- fiestan cono verdaderas causas de su
dar su cumplimiento forzado ante las au- libtra.l:¿^d, de las condiciones a que las
toridades judiciales. Pero no deja de invo- someten. Porque anulando la falta de con-
car los textos romanos para fundar sus dición, Ja donación condicional subsiste,
teorías. sin embargo, a pesar de que los motivos
Dice Domat: "Las relajones y negocios expresados no sean verdaderos. Así, por
útiles a las personas y a i. - cosas, son de ejemplo, si en una donación se dice que
cuatro clases que constituyen ^ vtatro espe- tiene lugar por servicios prestados, o para
cies de convenciones. Pues los que contra- facilitar al donatario una adquisición que
tan entre sí o se dan recíprocamente una éste quería hacer, no se anulará la dona-
cosa por otra, como en la venta y permu- ción si no existen servicios recibidos o la
ta, o hacen alguna cosa en beneficio reci- adquisición no se ha realizado. Porque per-
proco, como cuando se encarga uno de los manece siempre la. voluntad del donante,
asuntos de otro; o bien el uno hace y el y ha podido tener otros motivos que loa
otro da alguna cosa, como si uno da su manifestados (Domat; ob. cit., tít. 10, sec.
trabajo por cierto precio; o, finalmente, I, n° 13, pág. 305),
uno solo da o hace, sin que el otro dé o Como se observa, ios enunciados son
haga nada, como cuando una persona se contradictorios y oscuros. Al parecer, si lo
encarga gratuitamente de los negocios de expuesto se refiere a la causa fin, la ver-
otra, o cuando uno hace cierta donación dad es que, por lo menos, ello quedó im-
por simple liberalidad" (Domant: Les lois plícito. Sin embargo, Capitant afirma que
civiles dahs leur orare naturel, llb. 1<? tí- Domat se está refiriendo al animus donan-
tulo I, núms. 4 y 5, pág. 122). De esto parte di, como causa fin en las liberalidades,
para estudiar la causa en dos clases de Para confirmarlo, alega con los textos ro-
contratos: manos citados por Domat en el título de las
1?) A título oneroso: En esta clase de donaciones (que son la ley I, D. 38, 5, con-
contratos "¡a obligación de una de las cerniente a las donaciones, y ley 7, O. 2,
partes es el fundamento de la otra". Sigue 19, de his quae metusve). El primero de los
diciendo: "Y en los contratos en que tan textos señalados pertenece a Juliano, quien
sólo una parte aparenta quedar obliga- declara que "sólo a te voluntad de gra-
da, como en el préstamo tíe dinero, la. tificar, y no a ninguna otra causa, obedece
obligación del que presta ha sido pre- la donación".
cedida por parte del otro, de lo que éste Consecuencia importante del sistema de
debía dar para realizar el contrato. Así, Domat es el principio de la interdepen-
pues, la obligación que en estas convencio- dencia de las prestaciones, al ser la obli-
nes se verifica en provecho de uno de los gación de una de las partes el fundamento
contratantes, tiene siempre su causa en la de la otra, resulta la reciprocidad de las
del otro, y la obligación sería nula, si obligaciones respectivas y, por lo tanto, de
verdaderamente careciera de causa" (Do- las respectivas prestaciones.
mat: pág. 124, núms. 5 y 6). Por otra parte, falta aclarar que la cau-
Los textos romanos citados en su apoyo sa así concebida es simplemente la prome-
son la ley 7, D., de pactis, y la ley I, D., de sa de la ejecución de la prestación. La
cond. sine causa, 12, 7. causa está todavía en el campo subjeti-
2? A título gratuito: Para esta clase vo.
de convenciones expone: "En las dona- Pothier, en su Tratado de las obligaciones,
ciones y en los contratos en que al lado de de quien se ha dicho que no innova, sino
<|u.e recibe la doctrina de Domat, trata de 11 Brumario del año 11, con asistencia de
!a causa a continuación de examinar ios todos sus miembros, TrOchet expuso que
vicios de los contratos. "una obligación que no expresa la causa es
Distingue también los contratos en one- válida, salvo que el obligado sea menor o
rosos y a titulo gratuito. Afirma: que, siendo mayor, justifique que se le ha
1"?) A titulo oneroso: "La causa de la engañado o sorprendido".
obligación que una parte contrae está en Portalis hace consistir la causa "en el
lo que el otro da, o se compromete a darle, interés, es decir, en la ventaja que las
o en el riesgo que asume por su parte". partes hagan al contratar".
2^) A titulo gratuito: "En los contratos Para Merlin, Toullier y Delvincourt, la
de beneficencia, la liberalidad que una causa es el motivo que lleva a una persona
parte quiere mostrar hacia la otra es una . a obligarse.
causa suficiente de la obligación que con- La causa hasta aquí está en un plano
trae para con e!la" (Pothier: Tratado de las subjetivo, ya que el motivo, el interés, et-
obligaciones, t. I, párr. 1 y 2). cétera, se halla referido a la persona del
Los redactores del Código Napoleón ni contratante".
discuten sobre la causa ni dan mayores Por otra parte, los conceptos posteriores
explicaciones. Solamente se (imitaron a a Domat no se ajustan exactamente a lo
establecer los artículos 1108, 1131, 1132 y que él expuso. Salvo, naturalmente, en las
1133. liberalidades, donde hay coincidencia en
El 1108 establece cuatro requisitos para relacionar el asunto con el motivo del do-
que ¡a convención sea válida, a saber: nante.
1"?) Consentimiento. El concepto subjetivo de la causa hacía
2?) Capacidad para obligarse. tambalear a sus sostenedores, por cuanto
3<?) Objeto cierto que constituye la ma- la eficacia de la obligación quedaba asi
teria de la obligación. supeditada a la contingencia y versatilidad
4^) Causa lícita de la obligación. del plano psicológico. Pero entiéndase bien,
El 1131 estabiece que la obligación sin no se trata aquí de la voluntad en la
causa o con causa falsa o ilícita, no puede formación de las relaciones- obligatorias;
surtir efecto alguno. sino de que los autores causalistas erigían
El 1132 establece la validez de la obliga- uno de los elementos de la voluntad, como
ción abstracta. es el motivo, en calidad de elemento
El 1133 nos dice que la causa es ilícita autónomo y condicionante de la validez de
cuando lo prohibe la ley, cuando es con- la obligación. Hemos visto que el artículo
traria a las buenas costumbres o al orden 1108 del Código francés exigía, aparte del
público. consentimiento, una causa licita. Pues
Las pocas palabras vertidas por los re- bien, aquí tenemos: consentimiento y cau-
dactores no arrojan mucha luz. Bigot de sa, ambos con autonomía propia.
Préameneu, en la reunión del 7 pluvioso Para salvar la critica, los autores tratan
del año 12, manifiesta que "no hay obliga- de llevar el concepto de la causa al plano
ción sin causa; ella se funda en el interés objetivo, es decir, desvincularlo del indi-
recíproco de las partes o en la beneficencia viduo en el sentido de eliminar la depen-
de alguna de ellas; porque no se haya dencia con la voluntad del mismo. Se bus-
expresado la causa no debemos creer que ca tipificarlo en el exterior de la persona,
la obligación carece de ella; así, cuando aunque pueda conectarse más o menos
por un billete declara que una persona intensamente con ella. Se trata de darle
debe, reconoce por ello una causa legítima permanencia y estabilidad al concepto.
de deuda aunque esto no se enuncie. Mas La tendencia se observa en Aubry y
la causa que el acto expresa o hace pre- Rau, pero expuesta en forma confusa. Al
sunción, puede no existir o ser falsa; y si parecer, no se atrevieron a avanzar decidi-
este hecho se probare por los medios que damente sobre este campo. Y su exposición
la ley autoriza, no permite la equidad que resulta ambigua e imperfecta. Señalan
la obligación subsista. Debe ser proscripta como causa de la obligación en los con-
la obligación contraída contra la prohi- tratos:
bición de la ley o que sea opuesta a las 1?) A titulo oneroso: Al motivo jurí-
buenas costumbres o al orden público" dicamente suficiente que lo determinó a
(Capitant: De la causa de las obligaciones, obligarse. Nos encontramos en el plano
pág. 35). subjetivo.
Se limita a repetir o a desarrollar un Pero, en nota, se contradicen erigiendo
poco más el texto de los artículos antes como causa de la obligación en los con-
enunciados. tratos conmutativos o aleatorios, para ca-
En la reunión del Consejo de Estado del da parte, la prestación prometida por la
oirá. La causa se convierte así en el objeto al mismo tiempo, son dos hermanas ge-
de las obligaciones. melas, lo que es imposible, porque un
29) A título gratuito: La intención de efecto no puede ser contemporáneo de su
ejercer un acto de liberalidad o de prestar causa".
un servicio. 29) Inútil: Porque "toda vez en que se
Para Larombiere, Bufnoir, Demolombe, anula una obligación porque es ilícita,
Duranton, Demogue, la causa de la obliga- puede también anulársela porque el objeto
ción de una parte es el objeto de la obli- lo es".
gación de la otra. En los contratos a título La crítica de Planiol causó gran suceso
oneroso, una parte se obliga en vista de y durante algún tiempo fue tenido por
lo que la otra se obliga a dar, hacer o no verdad lo que él expuso.
hacer. Presentan como prueba el hecho de c) Neocausalismo: En el año 1922, Hen-
que cuando se aplican las sanciones co- ri Capitant publica su extraordinario libro
rrespondientes a las obligaciones sin causa De la causa de las obligaciones, fundando
o con causa ilícita, se descubre que se prácticamente el neocausalismo.
trata de obligaciones sin objeto o con ob- Busca salvar todos los escollos con el
jeto prohibido por la ley. concepto de "causa fin". En términos ge-
La asimilación de la causa con el objeto nerales, su teoría tiene dos caracteres prin-
levantó criticas entre los mismos causa- cipales :
listas. 19) Elimina la reciprocidad de las cau-
Para diferenciar la distinta naturaleza sas, que habíamos visto en Domat, y con
de los problemas, Cudat ideó la fórmula ello, el principio de la interdependencia
de sus famosos interrogantes: de las prestaciones, que era su consecuen-
1?) Para saber cuál es la causa, se pre- cia, adquiere otra explicación.
gunta por qué es debida la prestación. 29) Busca afanosamente que la causa
29) Para saber cuál es el objeto, se pre- sea una noción objetiva, pero sin confun-
gunta en qué consiste la prestación (dar, dirla con el objeto de las obligaciones, lo
hacer o no hacer). cual, hemos visto, se tradujo en críticas
Lo notable es que también esta cons- mortíferas para la teoría de la caissa. Par-
trucción se viene abajo cuando los autores te del individuo, pero el fin que se lleva al
indicados estudian la causa de las libera- contratar, que nace en el consentimiento,
lidades. Para ellos, y para todos los an- lo estira como una goma para abrazar la
teriores, como se habrá notado, la causa ejecución de la obligación.
es la intención o animas donandi. Lo primero le sirve para refutar la im-
La asimilación de la causa con el objeto, putación de "falsa" que Planiol le dio a la
dio base fundamental para el desenvol- teoría. Sin perjuicio de que en el orden
vimiento de las doctrinas anticausalistas. físico pueda existir nacimiento contem-
b) Anticausalismo: Ernst en el año 1886, poráneo y recíproco de dos fuerzas, Capi-
en ocasión de la revisión del Código civil tant contesta la objeción señalada con las
de Bélgica, pidió se suprimieran los ar- siguientes palabras:
tículos que se referían a la causa por ar- I) Planiol: "toma la palabra causa en
tificiales y confusos. su sentido filosófico de antecedente, sien-
Laurent también se expidió en el mismo do asi que, en materia jurídica, es sinóni-
sentido, afirmando que la causa no es ma de fin pretendido por el contratante".
noción jurídica. Para Laurent, la causa II) "Además, parte de un concepto im-
consiste en el interés que los guía a con- perfecto de la causa, porque, como hemos
tratar y no es necesario que la ley les im- demostrado, no puede decirse que cada
ponga como condición a los hombres que obligación tenga por causa la obligación
no pueden contratar sin interés. correspondiente. La causa o, en otros tér-
Baudry Lacantinerie y Barde concluyen minos, el fin perseguido, es la ejecución de
que la causa es una noción abstracta y la prestación prometida por la otra parte.
metafísica. A raíz de su concepción prin- Ahora bien, contra esta definición, que es
cipalmente, es que Capitant califica a al- la única exacta, el argumento precedente
gunos juristas como escolásticos que in- pierde toda eficacia" (Capitant, ob. cit.,
troducen en la materia los conceptos de pág. 48)
causa eficiente y racional. Lo segundo lo utiliza para destruir la
Son anticausalistas Arthur, Timbal, Huc, calificación de "inútil", ya que después de
Gornil, Georgio Gíorgi, Dabin; pero el más afirmar que basta solamente con el con-
conspicuo fue Planiol, quien calificó a la sentimiento y el objeto, al estudiar los con-
teoría de la causa de: tratos sinalagmáticos llegan al resultado
1?) Falsa: Porque "derivándose de un de que las obligaciones son correlativas en
mismo contrato las dos obligaciones, nacen su existencia y duración como en su orí-
gen. Lo cual, dice Capitant, prácticamente, su concepto sucesivamente a los otros con-
es ir a la misma idea por camino torcido. tratos y luego, a las liberalidades.
Encuentra antecedente de su teoría ob- Pierre-Louis Lucas nos proporciona un
jetiva de la causa en el mismo Domat, concepto complejo de la causa. Describe
quien al estudiar los efectos de la ausencia la anatomía de la obligación compuesta
de la causa en las obligaciones, considera de tres partes, confundiendo la causa con
que la obligación es nula sí la causa des- el objeto.
aparece después de contraída la obligación. Pierre-Louis Lucas concibe la obligación
Es decir, la obligación es válida si al na- compuesta por tres elementos simples:
cer tiene causa. Si esta causa desaparece 1<?) La voluntad como traducción jurí-
después, desaparece también la obligación. dica del elemento psicológico.
Son palabras de Capitant: "El consen- 2<?) La causa como traducción jurídica
timiento y la causa pertenecen al mis- de un elemento económico.
mo orden psicológico; pero la causa es- 39) El orden público como traducción
tablece relación entre la voluntad y un jurídica de un elemento moral.
hecho exterior, extraño a ella, que el deu- Georges Renard y R. S. T. Délos no ana-
dor tiene en perspectiva, y por eso no es lizan el concepto de la causa, sino su fun-
puramente subjetiva; participa de un ca- ción.
rácter objetivo". "Además, la vida de la Explican el contrato con un concepto
obligación, una vez nacida, queda subor- institucional (teoría de la institución). El
dinada a la realización del fin perseguido, sentido del fin se transforma en bien, y
porque si este fin no llega a realizarse, cuando se trata del bien de muchos, cons-
tampoco es admisible que Ja obligación tituye el bien común. Vemos influencia
mantenga su fuerza obligatoria" (Capitant, tomista.
'ob. cif., párrafos varios). Renard la coloca en el campo de la vo-
Las consecuencias de su concepción las luntad.
estudia: Délos, con el afán de objetivarla, la
1"?) Origen de la obligación: I) La causa transforma en el crisol traductor de la
forma parte de la manifestación de vo- justicia, mediante el equilibrio de las pres-
luntad que crea la obligación. taciones. El equilibrio se produce entre las
II) El íin propuesto al crearla debe ser cosas cambiadas y no entre las voluntades
posible y lícito. de los contratantes.
2?) Subsistencia de la obligación: I) Se vuelve a confundir la causa con el
En un contrato sinalagmático, cuando una objeto en el primero. Se la asimila a un
parte reclama eí cumplimiento de la pres- problema de lesión en los segundos (Qalli;
tación, debe probar que la otra parte ha ob. cit;, págs. 213, 214 y 215).
conseguido o va a conseguir el fin que a TV) ESTUDIO COMPARATIVO »K LA JURISPRU-
su vez se propuso. DENCIA FRANCESA Y LA DOCTRINA CAÜSALISTA
II) Si por un hecho posterior al naci- La jurisprudencia francesa ha aplicado
miento de la obligación (falta de cum- el concepto de causa no solamente a los
plimiento por la otra parte, caso fortuito contratos con prestaciones ilícitas, sino
o fuerza mayor), el fin querido no se también a aquellos aparentemente con
realiza, la obligación no tiene causa y des- causa lícita y moral, pero en los cuales la
aparece, porque el contratante ha consen- intención común de las partes tenía un
tido en obligarse con el fin de obtener, a fin contrario al orden público, la moral y
su vez, la prestación que en cambio le buenas costumbres.
prometió la otra parte. Es decir, ha extendido la aplicación de
En este punto, la distinción con Domat los artículos 1131 y 1133 del Código francés
es sutil. Para Domat, la obligación de una para anular los actos, de modo que el juez
parte tiene su fundamento en la obligación se ha puesto a indagar el motivo subjetivo
de la otra. Para Capitant, una de las par- ilícito que llevó a las partes a crear un
tes consiente en obligarse, es decir, per- acto objetivo, aparentemente lícito.
der una fracción de su libertad, atar sus Capitant los agrupa en cuatro clases
movimientos, con e! fin de obtener de la principales:
otra la ejecución de la prestación previs- 19) Contratos para la explotación de
ta. Es indudable que Capitant hace jugar casas de tolerancias.
a la voluntad un rol importante y, al 2<?) Locación de inmueble para instalar
mencionarla, la diferencia con Doinat apa- casa de juego.
rece clara. 3?) - Corrupción electoral.
r
Para ia elaboración de esta teoría parte 41?) Préstamo hecho para el juego.
ie los contratos sinalagmáticos, que con- Capitant se hace cargo de que la aplica-
sidera los más importantes, pero aplica ción subjetiva del concepto de causa, tira
por tierra con su concepción. En vano rrogante de si la causa tendrá vivencia en
trata de demostrar que el concepto de cau- las costumbres, en los precedentes judicia-
sa aplicado por la jurisprudencia es el les o en alguna reunión de elementos que
objetivo y no el subjetivo, permita formular «na construcción jurídica.
Lo/mismo sucede en las liberalidades, Dijimos que la simple promesa no obliga.
donde los casos más notables son: Por lo tanto, un contrato es una promesa
I1?) Donaciones entre concubinarics. o conjunto de promesas a los cuales la ley
1
2 ?) Testamento donde se gratifica al les confiere fuerza de obligar. Para que
hijo adulterino o Incestuoso. las promesas adquieran esa fuerza obliga-
O sea que: toria hay dos caminos:
La doctrina elaboró un concepto de 19) Darle cierta forma (contract under
causa obstino. seal).
La jurisprudencia elaboró un concepto de 29) Que tengan ciertos requisitos, o sea,
causa subjetivo. una valuadle o sufficient consideration
Con le cual, los propósitos de la doctri- (simple contraéis).
na para darnos un concepto de causa El contrato under seal es un contrato
objetivo, permanente, invariable, volvían formal, que no requiere necesariamente la
a foja azul, ya que los tribunales, que la intervención de un funcionario público;
debían concretar en la práctica, preferían, basta, a veces, darle una redacción deter-
precisamente,, el concepto que se trataba minada. Esta redacción recibe el nombre
de eliminar. de dced. En Roma, en el primitivo Derecho
Los tribunales ejercieron el natural con- germánico y en el Derecho inglés, los con-
tralor del orden público, la moral y buenas tratos formales aparecieron antes que los
costumbres, que necesariamente estaban simples contratos.
destinados a ejercer. Se apoyaron en los Como la stipulatio romana, el contrato
artículos 1131 y 1133, como se hubieran under seal obliga sin expresión de la causa.
podido apoyar simplemente en los princi- Los principales contratos under seal son
pios generales del Derecho, si no hubieran la promesa bajo el sello del Estado, reco-
existido los artículos citados. nocimientos ante un magistrado, y los pa-
peles de comercio.
V) LEGISLACIÓN COMPARADA Se aplica especialmente para las opera-
a) Sistema del Código francés y sus ciones a título gratuito, ya que las mismas
imitadores: El poderoso movimiento de no se pueden efectuar por simple con-
expansión que tuvo el Código Napoleón trato.
hizo que la mayoría de los códigos esta- Siempre queda a salvo la prueba de que
blecieran el famoso cuarto requisito para la obligación tiene un origen contrario al
lavalldez.de ios contratos: la causa. orden público, la moral y las buenas cos-
b) Sistema germánico: Austria, Alema- tumbres.
nia y Suiza no establecieron como requisi- El simple contract necesita una conside-
to para la validez de los contratos la ne- ration.
cesidad de la causa. En el antiguo Derecho inglés no se daba
En el Derecho francés basta el acuerdo curso a ninguna demanda si el acuerdo de
de voluntades para perfeccionar el con- voluntades no era under-seal. Solamente
trato. en esos casos se daba la acción llamada
En el Derecho germánico no alcanza el writ of covenant.
acuerdo de voluntades para transferir ia Más tarde se creó otra acción, writ of
propiedad de una cosa o crear un derecho debí, para que el contratante que había
real. Sigue la escuela romana, es necesaria ejecutado su obligación, pudiera exigir
la tradición, Además, la inscripción en el que su contraparte ejecutara la suya. Con
registro de propiedad da, en principio, ia la particularidad de que en estos casos la
presunción de buena fe para el adquirente acción se daba, aunque el contrato no
del bien. Existe gran desarrollo de ios fuera under seal.
contratos abstractos que, por el contrario, Era solamente bajo la forma de la con-
son rechazados por el Derecho francés. traprestación (consideration) en virtud de
O Sistema angloamericano: En el Dere- la cual, en el antiguo Derecho inglés,
cho angloamericano tampoco es suficiente era posible intentar una acción debí. Las
el simple acuerdo de voluntades para per- condiciones eran las siguientes: I) Que la
feccionar el contrato. No existe un texto contraprestación fuese a favor del deudor.
expreso que establezca la causa como re- II) Que su recepción fuera como equiva-
quisito de los contratos. Pero en el Derecho lente de su obligación. III) Que la recep-
angloamericano faltan textos expresos en ción de la contraprestación fuese real, es
muchos temas del Derecho. Surge el inte- decir, que no fuese ficticia.
La consideraron corresponde a la res VI) LA CAUSA DE LOS ACTOS JURÍDICOS
del Derecho romano. Su evolución histó- El Código Napoleón trata el problema de
rica nos permite comprender su función y la causa en las obligaciones que nacen de
su concepto, por cuanto su elaboración los contratos, pero hemos visto a través
posterior, es decir, su presencia actual, de la exposición precedente, que la doctri-
puede inducirnos a error. Con el tiempo, na y la jurisprudencia ha extendido la
su concepto se fue haciendo más complejo aplicación de los artículos pertinentes a
y menos nítido. toda clase de contratos, reconocimientos,
Juega principalmente en el campo de los testamentos, etcétera, razón por la cual
contratos onerosos. nuestro tema debe denominarse "la causa
La consideraron ha sido definida como de los actos jurídicos" y no causa de las
"un derecho, un interés, un beneficio ad- obligaciones, rubro bajo el cual general-
quirido por una de las partes o bien una mente se expone. La denominación se com-
carga, un perjuicio, una pérdida o una prenderá mejor en el desarrollo expuesto
responsabilidad impuesta a la otra" (Oalli a continuación.
y Salas: Causa y consideración, Rev. Col.
Abog., Bs. As., t. XXX, pág. 35). VID NUESTRA OPINIÓN
Para que exista una vcluable considera- Se apoya en los siguientes pilares:
tion debe haber beneficio para una de las El magnífico , trabajo de Enrique V.
partes y detrimento para la otra (Oalli y Oalli "El problema de la causa y el Código
Salas: Causa y consideración, Rev. Col. civil argentino", quien con profundo espí-
Abog., Bs. As., t. XXX, pág. 35). ritu critico del pensamiento de León Du-
Para ser suficiente, debe ser presente o guit, del mismísimo Henrl Capitant, de
futura; si fuera pasada no seria suficiente. Josserand, lonasco, Célibe, Desboís, Frel-
La inejecución de una parte libera a la tas y Vélez Sársfield, coloca la cuestión
otra. de la causa en el campo de la voluntad.
Otra condición es que la consideración Las clases dictadas en la Facultad de
sea lícita. Muchos acuerdos ilícitos ni si- Derecho de Buenos Aires por Arturo Barcia
quiera fueron examinados por los jueces a López, y su artículo en Jurisprudencia Ar-
la luz del orden público, porque, dice Kess- gentina, Sección doctrinarla, 1951, II, pá-
ler, recurrieron directamente a la falta o gina 33, en el cual llega a parecida con-
ilicitud de la consideración (La Ley, 26/ clusión que el doctor Oalli.
9/53). Chevrier y Capitant, quienes tuvieron el
Por ser la consideración ilícita se anu- acierto de abrir el surco de la investiga-
laron: ción histórica para dilucidar el problema.
I1?) Los contratos de juego. Nuestra opinión es contraria a Capitant,
2<?) Los contratos usurarios. pero el maestro tuvo la gran intuición de
3?) Los realizados para perjudicar a seguir la vía indicada hasta los romanos.
terceros. Chevrier extendió los estudios hasta los
4) Los contratos que restringen la li- griegos.
bertad de matrimonio. Sobre estos cuatro pilares colocaremos
5?) Los contratos referentes al corre- nuestro granito de arena.
taje matrimonial. Los autores causalistas se enredaron en
69) Las convenciones que tienden a fa- un sinnúmero de dificultades, las cuales
cilitar el divorcio (Galli y Salas, ob. cit., derivan del método equivocado que utili-
pág. 37). zaron para sus estudios. En efecto, partie-
Capitant dice que consideración equivale ron de lo particular para construir el prin-
a la causa. Sin embargo, establece algunas cipio general. Muchas veces quedaron a
diferencias. mitad de camino. El estudio del proceso
Nos atrevemos a afirmar, con Prayones, intelectual seguido por Galli y Barcia Ló-
que la consideración difiere substancial- pez para llegar a sus conclusiones, nos ha
mente del concepto de causa popularizado indicado que debemos decidirnos a exa-
por el Derecho francés. minar el problema de la causa, partiendo
d) Oirás legislaciones: Sin perjuicio de de lo general para llegar a lo particular.
que en el juego de sus disposiciones, como La diferencia con ellos reside en que tra-
en los anteriores sistemas no causalistas, taremos de partir del principio más gene-
ei contralor de licitud se cumpla, la causa ral posible, para descender luego a las
no es requisito para la validez de los con- particularidades, examinando éstas a la
tratos en los siguientes países: Portugal, luz de los principios orientadores encon-
Méjico, Brasil, Perú, Argentina (Capitant, trados. Los causalistas han utilizado el
ob. cit., págs. 171-173; Galli y Salas, ob. método inductivo, olvidando que el más
cit.. oáe. 26). adecuado al Derecho es el deductivo.
a) La creación de las normas legislati- se hace propietario de los elementos de
vas. Cualquiera sea la posición filosófica subsistencia, asegurándose primero por la
que se tenga con respecto a la naturaleza fuerza y luego por el imperio de las nor-
de las sociedades humanas, es indudable mas jurídicas, la propiedad de los mismos.
que nadie puede dejar de reconocer que Y al decir normas jurídicas, decimos tam-
ellas tienden a la satisfacción de las nece- bién coacción social, que garantiza la in-
sidades de los componentes. La creciente tangibiiidad del acervo.
división del trabajo hace que cada uno de ¿Basta con eso? No. El individuo no ha
nosotros necesitemos cada vez más del conseguido acumular todo lo que satisfa-
vecino. Como, a cada paso, la asistencia ga sus necesidades; por lo mismo que ello
del vecino nos es más importante, en todo es imposible, es que se agrupó socialmen-
momento buscamos que la permanencia, te.
vitalidad, eficacia, de la agrupación social Llegó el momento que el tráfico de
se haga cada vea más efectiva. trueque fue insuficiente y se creó un co-
De este último propósito surgen las lla- mún denominador que sirviera para ad-
madas necesidades sociales, es decir, que quirirlo todo, ya sean cosas corporales,
así como el hombre para poder vivir debe acciones, derechos, etcétera. Y aún más,
satisfacer ciertas necesidades, al- grupo con ese común denominar pudo adquirir lo
social, para poder subsistir, le es impres- necesario para satisfacer las solicitudes
cindible el cumplimiento de ciertos requi- de su espíritu, como ser: la música, la risa
sitos y la presencia de ciertas condicio- y el arte en general. Todo se midió con la
nes. moneda.
El conjunto de condiciones que el grupo El grupo social garantiza la intangibili-
considera imprescindible, en determina- dad del acervo, pero si el titular consiente,
da época, constituye el orden público. es decir, autoriza con su voluntad el des-
Junto a ellas, otras circunstancias y con- plazamiento patrimonial, el grupo no tiene
diciones de hecho, no constituyen verdade- nada que objetar. Precisamente la garan-
deras necesidades para el grupo social; tía ha sido renunciada por el propio inte-
pero se observa que pueden ser conve- resado.
nientes. Sucede que, generalmente, el titular au-
Otras, en cambio, son indiferentes a la toriza el desplazamiento porque, a su vez,
agrupación. necesita de lo que la otra parte le va a
Pero, lo que hoy es útil, mañana puede dar, o de su acción u omisión. ¿Cómo ase-
llegar a ser imprescindible y viceversa, gurar de que efectivamente sea asi como
por lo cual el contenido del orden público ha previsto? Sometiéndose al vinculo obli-
tiene los caracteres de presente, variable gatorio de normas jurídicas adecuadas. Las
y complejo (Díaz de Guijarro: "Concepto normas jurídicas, por serlo, traen como
de la causa- ilícita de las obligaciones", consecuencia que en caso de violación del
en J. A., págs. 981/3). vinculo, se use la coacción para que el
La satisfacción de las necesidades vita- propósito previsto se cumpla.
les del grupo social está protegida con La coacción se utilizó de maneras dis-
grupos de normas jurídicas, cuyo imperio tintas:
no puede ser dejado de lado por ninguno IV) La violación del vínculo obligatorio
de los integrantes de la sociedad. El que autorizaba al acreedor hasta despedazar
las viola sabe que su voluntad torcida y la persona del deudor (Nexum, del antiguo
lesiva de los intereses sociales será inde- Derecho romano).
fectiblemente enderezada por la coacción 2$) O daba derecho al acreedor a pe-
social. dir se hiciera perder la libertad física al
Mas, al cabo, interesa en grado sumo es- deudor (prisión por deudas).
tudiar las necesidades del hombre, cuya 3<?) Hoy, en cambio, por la creación
satisfacción constituye el substrato de ias del vínculo obligatorio, el acreedor tiene
necesidades sociales. como garantía el patrimonio entero del
El individuo, en efecto, tiene también deudor (Legón F., Ensayo sobre derechos
necesidades vitales: alimentarse, vestirse, reales y personales, págs. 34 y 35).
etcétera. Las variaciones de la producción, O sea, que si el deudor viola el vinculo,
los desastres climáticos, entre otros facto- el acreedor puede recurrir a las autori-
res, privándolo muchas veces de su alimen- dades para que, usando de la coacción, en
to y abrigo, lo han llevado instintivamente, último extremo, se obtenga del patrimonio
creemos, a formar su reserva personal acu- del deudor la "moneda" necesaria para
mulada en época de abundancia. Esa ex- que el acreedor pueda satisfacer su nece-
periencia lo empuja también a acrecentar sidad en otra parte sin sufrir desmedro
dicha reserva en todo lo posible. En suma, (Legón, F., ob. y págs cits.)
Otras de las maneras áe asegurar que jurídica y la ciencia del Derecho, págs. 83
el propósito previsto se cumpla es el /or- y 84).
malismo de los actos. Cuando me someto Dice también Cossío que constituyen un
a un acto formal, traigo sobre mí la po- plexo porque nunca el legislador hace pre-
sibilidad de ciertas consecuencias. El acto valecer a alguno con exclusión absoluta
formal tiene efectos jurídicos determina- de los otros. Y, en ur. mismo cuerpo de le-
dos, que tienden a hacer rápida y fácil- yes, en un sector predomina uno; en otro
mente la eíectivación del propositó busca- sector predomina otro.
do, fío es menester otras pruebas, me c) La voluntad, hechos y actos jurídicos
proporciona procedimientos mas cómodos y el campo de aplicación de la causa. El
para obtener el imperio de la coacción so- Derecho regla no solamente las conductas
cial. SÍ no quiero los efectos, no me someto de los individuos frente a los desplaza-
ai acto. Cumple también función de ga- mientos patrimoniales derivados de la vo-
rantía. luntad, sino que también, como los bienes
b) La valoración jurídica. El legislador sirven directa o indirectamente a la satis-
ha ido creando reglas obligatorias para facción de las necesidades de los miem-
ordenar la conducta de los individuos. Se bros del grupo social, el legislador se ha
encuentra que tales conductas pueden en- ocupado de que no existan bienes sin titu-
trar en conflictos 'varios. Existen intereses lares. Y ha conferido a ciertos hechos la
contradictorios en juego. Unos socialmente cualidad de tener consecuencias jurídicas;
imprescindibles, otros socialmente conve- por eso se les llama hechos jurídicos. Mas
nientes o'útiles, otros colocados en una aún; ante ciertas situaciones, no se sabe
esfera de indiferencia. Avista intereses positivamente si el hecho ha acontecido o
individuales opuestos a los sociales o a no; pero, con el mismo fin, el legislador
otros individuales. Para resolver los con- hace como si el hecho hubiera ocurrido
flictos de conductas crea normas jurídicas. realmente, y crea la "ficción", llamada
Algunas de las normas son inconmovibles "presunción legal", que constituye para la
y no pueden ser dejadas sin efecto por los ley una verdad jurídica tan terminante
particulares. Fuera de ello, elabora un como el hecho real. Por ejemplo: por la
marco de normas dispositivas, que no en- muerte se transmiten los bienes, por la
tran en acción sino cuando las volunta- presunción del fallecimiento igualmente se
des individuales resuelven o consienten en transmiten los bienes.
someterse a ese vinculo. En cierto modo, Los hechos jurídicos pueden ser natura-
es una verdadera delegación en favor de les y humanos.
los particulares para la creación de la Ante el desplazamiento patrimonial pro-
norma jurídica, como dice Kelsen; pero ducido por la accesión o la avulsión, el le-
una vez creada, surge el vínculo, el cual gislador ha valorado los factores en juego
se hace más visible cuando una sola de las y ha resuelto que las conductas individua-
voluntades quiere apartarse de el, siempre, les respectivas serán las determinadas por
claro está, que para originarlo- se haya las consecuencias jurídicas atribuidas al
hecho con la intervención de, por lo me- hecho.
nos, dos voluntades. Hasta aquí el trabajo es fácil. Las nor-
El legislador, al resolver los conflictos de mas han sido creadas directamente por el
conducta, haciendo prevalecer un interés legislador. Las dificultades surgen cuando,
sobre otro, efectúa una valoración de tales en razón de esa especie cié delegación de
conductas. que habla Kelsen, la norma es creada por
No se trata de un valor aislado, sino, las voluntades individuales.
como dice Cossio, de un plexo valorativo, La voluntad tiene importancia funda-
compuesto principalmente por la siguiente mental para el Derecho, porque es atri-
serie de valores: buto fundamental del hombre.
1?) Justicia. Eí acto voluntario, psicológicamente, J
2<?) Solidaridad. tiene varias fases en su desarrollo. TÍ
3<?) Paz. Mediante la concepción, el espíritu pien-
4<?) Poder. sa separadamente y puede aislar un ob-
5?) Seguridad. jeto, dándole . individualidad intelectual.
6<?) Orden. Nos permite formar ideas racionales, es
Lógicamente, esta clase de valoración decir, puras entidades de la razón, con
solamente puede jugar en las relaciones prescindencia de que correspondan a ob-
jurídicas, es decir, relaciones «Je conductas jetos reales o no.
bilaterales. Basta leer la lista para darse En virtud de estímulos internos o ex-
cuenta de ello. Fuera de ese marco no ten- ternos, enfocamos la concepción en el
drían razón de ser (Cossío, La valoración campo de la conciencia, y tenemos la repre-
sentación. Concebido un acto, tenemos de ble? No creo, yo formalizo un contrato de
él «na Imagen vaga. La conciencia lo ilu-- compra amparado per el Código civil, los
mina y lo configura con claridad; enton- derechos individuales y la libertad de con-
ces tenemos la representación del acto. AI tratar me amparan (deliberación); rne
tener ¡a representación, lógicamente, te- decido a comprar (determinación); com-
nemos la previsión. Todo acto representa- pro (ejecución), Todo está perfecto. No
do es acto previsto. Se advierte, en Henoch obstante, la ejecución total, como en ios
Águiar, que toda acción voluntaria es pre- casos anteriores, se hace imposible. El
vista, pero no toda acción prevista es vo- defecto está en los "efectos" del acto. Los
luntaria. efectos mediatos, lucro derivado del co-
Concebido y representado el acto, nace el mercio de la casa de tolerancia, son con-
deseo de realizarlo. A continuación, pasa- trarios al Derecha, por cuanto el legisla-
mos a pensar sobre las posibilidades o con- dor, en este momento, ha valorado de
veniencias de realizarlo. Deseamos el acto esta manera. La jurisprudencia francesa
pero tenemos una serie de consecuencias. anuía el acto por móvil ilícito, ya que no
Estamos en la deliberación. Para que exista podría anularse por el fin de contratante,
deliberación, forzosamente el acto debe ser que era la obtención del bien inmueble.
futuro y posible de realizar. En la delibe- O sea, la causa está en el campo de la
ración entran en batalla los "móviles" im- voluntad jurídica. El concepto de causa no
pulsivos e inhibitorios. La deliberación co- juega en las obligaciones derivadas ex lege.
loca al espíritu en situación de resolverse. Por tal motivo, no es exclusiva de los
Elegimos para obrar. Nos decidimos para contratos, sino de todos los actos jurídicos.
obrar o no obrar. Querernos la obra o la Además, los resultados de! acto están en
omisión. La deliberación termina con la el futuro. AI ser previstos por la represen-
determinación. La determinación tiene co- tación . y convertidos por la determinación
mo signo exterior la ejecución. La ejecu- o móvil determinante en nuestro querer,
ción es ya un fenómeno exterior" Es la tra- son, es verdad, causa del fenómeno exte-
ducción física de! acto voluntario. Pero no rior llamado ejecución. Sin embargo, ello
siempre la voluntad consigue lo que quiere, no autoriza a afirmar que sean la causa
Choca con otros hechos naturales (caso de la obligación. La causa Aé la obligación
fortuito) y con el derecho (producto cul- es nuestra voluntad en el sentido de
tural del hombre), que le impide la con- fuente de origen {contrato, cuasi contrato,
secución de sus deseos (Henoch Aguiar, delito), así como es causa o fuente de ori-
Hechos y actos jurídicos, i. 1, págs. 31 gen la ley. La obligación solamente es el
a 39). vínculo obligatorio creado-por la voluntad,
Pongamos «a ejemplo: por el cual el acreedor tiene como garan-
Tengo una necesidad a satisfacer coa tía el patrimonio entero del deudor.
dinero (concepción); compro una merca- La voluntad es anterior' al E>erech», y el
dería para lucrar con el aumento de su móvil determinante o finalidad que se
valor (representación), pero temo que el lleva al contratar, es sólo un paso en el
valor no aumente, sino disminuya y pierda proceso volitivo.
en lugar de ganar, aunque no creo que El acto es jurídico cuando es voluntario,
baje el precio en las condiciones actuales lícito y que tenga por objeto inmediato es-
(deliberación); me decido a comprar (de- tablecer entre las personas relaciones de
terminación) ; compro finalmente (ejecu- derecho, crear, modificar, transferir, con-
ción) . Puede, sin embargo, haber sucedido servar o aniquilar derechos.
que me vendieran una mercadería que es- El acto es voluntario, cuando es realiza-
tuviera fuera de comercio (defecto en cuan- do con discernimiento, intención y liber-
to al objeto), o que me vendiera un que- tad.
brado interdicto (defecto en cuanto a la El acto es lícito cuando ninguno de sus
persona), sin yo saberlo. La ejecución no elementos: personas, objeto, finalidad, efec-
sería posible, porque el Derecho me la im- tos, sean contrarios a los valores protegi-
pide en virtud de que el legislador, al valo- dos con las normas jurídicas relativas al
rar en el proceso de creación de las nor- orden público, la moral y buenas costum-
mas, ha resuelto el asunto así. bres. La teoría de la causa no tiene razón
Pongamos otro ejemplo: de ser en el temario jurídico.
Tengo una necesidad a satisfacer con d) Antecedentes históricos de la causa.
dinero (concepción); compro un inmueble Dice Capitant que la teoría no sé encuen-
para explotar la prostitución, lo cual me tra en los textos del Derecho romano, y
dará dinero fácilmente y en abundancia que ello no le sorprende, por cuanto los
(representación); pero, ¿me podrán inva- romanos eran prácticos y no se ocupaban
lidar la compra por el destino del Inmue- de teorías.
Los contratos primitivos estaban domi- zarse. En todos estos casos ei Derecho
nados por un solemne formalismo. La es- romano no establece en favor del tradens,
tipulación era 1% forma más empleada. En cuando lo merece, más que una, acción per-
ella el deudor se limita a pronunciar las sonal por daños y perjuicios" (Capitant,
palabras establecidas. No es necesario ex- ob, cit., pág. 93).
presar el origen de la deuda. Es contrato Capitant saca como consecuencia que
esencialmente abstracto. No se sabe tam- todos estos principios y efectos anormales
poco si se obligó por dolo, error, o si el se debían a la circunstancia de la igno-
contrato es ilícito. La ley otorga al acto rancia de la teoría de la causa por los ro-
formal an efecto determinado y la volun- manos. Lo cual, según expresa, se atenúa
tad que creó el vínculo se somete a tales posteriormente* con. la venta y las donacio-
efectos. nes. Se refiere al hecho de que en la
El simple acuerdo de voluntades no bas- venta al contado no se adquiría la propie-
taba para transmitir la propiedad de las dad hasta el pago del precio y a la cons-
cosas. Se necesitaba la m&ncipactio y la titución de dote, en la cual la transmisión
in jure cessio (formas solemnes) o, de lo quedaba subordinada a la realización del
contrario, la tradition. matrimonio,
Sin embargo, las condictiones permitie- Estos dos últimos problemas los trata-
ron a los deudores "probar", posterior- remos por separado en la materia del pac-
mente al acto, que la obligación no tenía to comisorio y en la causa en las liberali-
causa o el carácter ilícito de la misma. dades.
Capitant cree que la causa mencionada es En términos generales, podemos decir
la causa fin. No hay elementos en los tex- que las propias palabras de Capitant nos
tos que permitan afirmar semejante con- demuestran que la causa está referida a
clusión. la fuente de la obligación.
Por el contrario, el formalismo es ga- Por otra, parte, la organización que se
rantía de efectivación de los derechos del dieron ios romanos en lo que relaciona con
acreedor y los contratas eran abstractos la traditíon, según lo reseñado por Julia-
para evitarle la necesidad de la prueba no, obedece a principios conductores espe-
del origen (causa fuente) de la relación cialmente elegidos al crearse las normas
obligatoria. Pero, como el Derecho no legislativas pertinentes. En el primitivo De-
puede destruirse a sí mismo, se permitía recho romano, entregada la cosa, el "tra-
al deudor "probar" qué acto era pura for- dens" no podía sino exigir del "accipiens"
ma, estaba vacío, que el contrato, cuas! el cumplimiento de sn obligación respecti-
contrato, delito o cuasi delito que había va. De modo que el tercero, que ignoraba
originado la 'obligación de pagar no exis- la naturaleza de las relaciones que ligaba
tia. a ambos, podía, a su vez, adquirir del acci-
La garantía era tan rigurosa que se exi- piens la cosa con la más absoluta tranqui-
gía el mismo formalismo para ia extinción lidad de que no le sería quitada, aunque
del contrato que el requerido para la ge- el accipiens no hubiera cumplido con su
neración. Aunque el pago de la obligación obligación, aunque se pretendiera invocar
se hubiera realizado, no bastaba para li- ®1 error, etcétera, por cuanto el tradens
berar ai deudor, si no se cumplía con el solamente tenía -una acción personal, es
acto formal de extinción. decir la acción no podía afectar a terce-
Con respecto a la tradición, dice el mis- ros. Se procuraba establecer seguridad ab-
mo Capitant, que según Paulo, la nuda soluta del tráfico jurídico. El valor segu-
traditio no bastaba para transmitir la pro- ridad prevalecía sobre los demás.
piedad; es preciso que se haga a conse- Dijimos que la valoración jurídica cons-
cuencia de una venta o de otra causa que tituye un plexo, porque uno de ios valores
la justifique; pero que la opinión contra- no puede excluir totalmente a los otros;
ria parece triunfar. Juliano afirma que se de lo contrario, puede suceder que las
transmite la propiedad por el solo hecho normas jurídicas no satisfagan las necesi-
de que las partes hayan querido enaje- dades sociales. Que es menester constituya
nar y adquirir, aunque el tradens haya un plexo, se observa cuando un valor, sin
obrado por error creyendo deudor de la llegar a excluir totalmente a los otros, ad-
cosa, aunque las partes no estén de acuer- quiere prevalencia excesiva. Las necesida-
do en la causa que las determina.a hacer des del tráfico originaron en Roma el na-
la tradición, queriendo el tradens, por cimiento de los contratos consensúales.
ejemplo, hacer una donación y el accipiens Ellos fueron: venta, arrendamiento, man-
recibir un préstamo. Lo mismo sucede si la dato y sociedad. Y el valor seguridad per-
causa de la tradición es inmoral, o si el dió predominio.
fin buscado por el tradens no debe alcan- La rapidez es condición esencial de un
tráfico jurídico productivo y efectivo. Es- El derecho de retención no es más que
pecialmente, ello es imprescindible en el una garantía contra la insolvencia eventual
orden comercial, en el cual se puede hasta de su deudor" {Capitant, ob. cit., pág. 269).
llegar a vender la cosa ajena. El formalis- Resulta claro que al establecer la exceptio
mo no condice con esa rapidez. El aban- el legislador está haciendo jugar conjun-
dono del formalismo era abandono de tamente los valores justicia y seguridad
garantía. Los contratos consensúales sólo (reemplazo de garantía).
podían formalizarse si se confiaba en la 29) La aplicación de la exceptio depen-
persona del contratante. Por ello, la ven- de de la voluntad de las partes, es decir,
ta, el arrendamiento, el mandato y la so- que no rige si expresa o tácitamente re-
ciedad, se llamaron contratos de buena fe. nuncian a ella. Domina el valor justicia.
Pero el formalismo y la tradition impli- 3?) En el Derecho romano, si el arren-
caban que el acreedor había cumplido con datario perdía ¡a cosecha, quedaba exen-
su obligación y no había inconveniente to de pagar el precio del arriendo. Ca-
alguno' en otorgarle acción. Esta acción, pitant ve en ello falta de causa. En el
sobre todo en los contratos formales, esta- Derecho moderno, luego de comprobar que
ba rodeada de facilidades; salvo el uso de la exención de arriendo traía la inercia y
excepciones autorizadas por las condictio- descuido del arrendatario, se estableció, por
nes que tenían por fin demostrar la fal- el contrario, que la pérdida de la cosecha
sedad del acto. no exime del pago del precio. No se trata
En los contratos consensúales basta la de la causa, sino de cambio de valoracio-
simple voluntad para crear el lazo obliga- nes.
torio. La obligación es el vinculo por el 49) Observa Capitant que la teoría de
cual el acreedor tiene como garantía el la causa fundamenta la excepción auto-
patrimonio entero del deudor. En los con- rizando al patrón a suspender el pago de
tratos sinalagmáticos ambas partes sujetan los salarios del obrero enfermo, por cuanto
su patrimonio. Ambas partes autorizan el no presta el correlativo servicio, durante el
desplazamiento de uno de sus bienes, to- plazo de la enfermedad, si el patrón no
mando como garantía el .patrimonio del quiere o no puede pedir la rescisión (Capi-
otro. Si con posterioridad a la formación tant, ob. cit., págs. 278 y 284). La obliga-
del contrato una de las partes duda del ción del pago de sueldos mientras dure la
cumplimiento de la otra, y, además, duda enfermedad en las condiciones y plazos
de la solvencia de la misma y, por consi- fijados por las leyes modernas, nos indican
guiente, de los resultados de la ejecución, que no es la causa la que explica el cam-
¿es justo obligarlo a cumplir en esas cir- bio de criterio; sino el valor solidaridad,
cunstancias? Capitánt dice que no, porque que el legislador ha inyectado en las viejas
la obligación no tiene causa fin. T en ella disposiciones.
funda la exceptio non adimpleti contractus, En los contratos innominados el proble-
que consiste en el derecho de una parte ma no se presentaba porque no se per-
a no cumplir con su prestación hasta que feccionaban hasta que una de las partes
la otra no cumpla la suya. ha cumplido su prestación (cío ut des, do
En Roma, ello se estableció expresamen- ut facías, fació ut des, fació ut facías).
te para la venta, arrendamiento y sociedad. Dijimos que, en principio, solamente se
La aplicación de la teoría de la causa daba al contratante en el Derecho roma-
fin no puede justificar las siguientes ano- no el derecho de demandar el cumpli-
malías a la exceptio non adimpleti con- miento de la obligación. No' se abría el
tractus. camino de la resolución. Al decir de Ca-
I?) La exceptio se aplica a los contra- pitant "esto era especialmente peligroso
tos sinalagmáticos, pero fuera de ellos, la para el vendedor, que por lo mismo se ha-
ley otorga al que se ha hecho acreedor en llaba expuesto, en caso de insolvencia del
razón de la cosa de otro, el derecho de re- comprador, a perder la cosa y el precio"
tención. Es curioso que fuera de la mayor (Capitant, ob. cit., págs. 278 y 284). La
o menor extensión de aplicación, Capitant venta era un contrato consensual, y todos
encuentre como única diferencia el distinto los contratos de este carácter se fundaban
fundamento de ambas Instituciones. La más o menos en la buena fe. Cuando la
exceptio tiene como fundamento la causa. venta era al contado, es decir, que la con-
£1 derecho de retención, en cambio, lo fianza en el comprador era menor, la ley
"funda sobre una razón de igualdad que es le otorgaba el derecho de no entregar
preciso mantener entre los intereses opues- (exceptio non adimpleti contractus). Si
tos del reivindicante y del detentador. había entregado el objeto podía reivindi-
Para éste es, al mismo tiempo, un medio carlo. Si la confianza era mayor y concedía
de constreñir y una garantía de pago". plazo, solamente tenía derecho a exigir el
cumplimiento. Para solucionar ía cuestión, tan graves consecuencias que los canonis-
el vendedor estipulaba que conservaría la tas se vieron obligados a formular me-
propiedad de la cosa hasta el pago de.^ dios de corrección de tales consecuencias.
precio. Lo cual no alcanzaba a contem- El plexo de las valoraciones jurídicas se
plar sus intereses, ya que quedaba ligado había roto: el valor justicia había desalo-
por el contrato, o lo que es lo mismo, so- jado a todos los demás. Los canonistas se
lamente podía pedir el cumplimiento. Se vieron en la tarea de insuflar nuevamente
introdujo la costumbre de insertar una los otros valores en la legislación.
cláusula por la cual el vendedor podía Aunque se reconociese que para Dios no
resolver la venta en caso de que el com- existe distingos, se acostumbró a usar el
prador no pagara en el plazo convenido. juramento para reforzar ia promesa.
La evolución fue lenta y análoga a la Se extendió y elaboró como principio la
evolución de la condición resolutoria. En garantía de la exceptio non adimpleti
los contratos formales la condición resolu- contractus. Con el las obligaciones se ha-
toria era nula. Dominados por el principio cían correlativas. Nos atrevernos a afir-
de la simetría, era menester otro acto for- mar que buscando la misma garantía, Do-
mal para dejarlo sin efecto (Quinteros, mat habló de que "la obligación de una
Resolución y rescisión de los contratos, parte es el fundamento de la otra". Con
pág. 11). El derecho pretoriano otorgó al lo cual, la exceptio no sería consecuencia
deudor la exceptio pacti para liberarlo de de la teoría de la causa; sino la causa
la obligación en caso de ser ejecutado. errada consecuencia de la exceptio.
Hacemos la referencia porque tanto el Además, bastando la simple promesa,
pacto comisorio (les commissoria) de la los contratantes quedaban obligados sin
venta como la condición resolutoria tenían poder desligarse, salvo los casos de ex-
de común el origen contractual y el efec- cepción indicados; el vendedor en la com-
to retroactivo: praventa, la sociedad y el arrendatario.
Este efecto retroactivo no se hallaba en Basándose en que el pacto comisorio nacía
los contratos de locación y de sociedad, en de la voluntad, se dedujo que en los con-
los cuales también se admitió la rescisión. tratos sinalagmáticos puede presumirse que
En los contratos innominados, la con- la contraprestación inejecutada fue el
ditio ob rem -dati permitía la restitución factor preponderante para que determi-
del objeto de la prestación en caso de nara la voluntad a contratar. Por lo tan-
que no cumpliera la otra parte. El pacto to, el pacto comisorio se entiende sobre-
comisorio, fundado en la teoría de la entendido en todos esos contratos. En los
causa, según los adeptos a la misma, no contratos unilaterales esa condición tá-
es sino la traducción del predominio del cita no juega.
valor justicia en las normas jurídicas que El adagio fides non servando, est ei qvi
lo rigen. frangit fidem se halla formulado por pri-
Del Derecho romano es imposible sacar mera vez en el decreto de Graciano.
nada que pueda servir para verificar la Fuera de que el adagio tenía carácter
existencia de una teoría de la causa. contractual y penal por muchísimo tiem-
Los glosadores establecieron que toda po, lo cual no condice con el fundamento
obligación contractual es un pacto. Cuan- de la causa de Capitant, incurre éste en
do se le acompañaba de formas solemnes inexactitudes al estudiar su evolución.
(estipulación) se trataba de un pacto ves- Dice éste que "el Derecho canónico apli-
tido. Cuando-no era solemne, era un pac- caba esta solución, tanto a los antiguos
to desnudo. contratos consensúales del Derecho roma-
El primero otorgaba acción; el segundo, no, como a los simples pactos, porque el
solamente excepción. concierto de voluntades, según los cano-
Los canonistas elevaron el simple con- nistas, era obligatorio" (Capitant, ob. cit.,
sentimiento a la categoría de generador pág. 143). Lo sucedido es que los canonistas
absoluto de todas las convenciones. La pretendieron prestigiar sus nuevas crea-
palabra empeñada era sagrada para la ciones con el apoyo de los textos romanos.
Iglesia. Bastaba la simple promesa para Los textos sufrieron, a veces, retoques para
que cualquier clase de contrato estuviera adaptarlos a las nuevas teorías. La afir-
perfecto. Este el principio de la escuela de mación de Capitant no es exacta. El ada-
Derecho natural. La creación de vínculo gio no se aplicó a los contratos del Derecho
por el simple consentimiento, aunque fuera romano, si bien la Iglesia, por el extraordi-
verbal, dominó el campo y pasó al Código nario desarrollo de su jurisdicción, juzgaba
francés posteriormente'. obligaciones nacidas de la legislación tem-
Esta creación de la Iglesia, que coincidía poral, los contratos que las hacían nacer
con sus postulados, produjo bien pronto quedaban sujetos a las soluciones del texto
romano (Quintero, ob. cit., pág. 17). Ello del dinero. Luego se estableció que si la
explica por qué Domat, primer campeón promesa no indicaba el acto jurídico que
del causalismo, es la fuente del artículo había dado origen a la deuda, al acreedor
1204 del Código civil argentino, el cual, de incumbía la carga de ia prueba.
acuerdo con el principio romanista, sola- Los prestamistas, para zafarse de sus
mente acuerda al acreedor derecho para efectos, idearon hacer firmar al deudor la
exigir el cumplimiento de la obligación, renuncia anticipada de la querela y los
salvo pacto resolutorio expreso. glosadores terminaron por declarar nula
El origen voluntario del pacto comisorio, tal renuncia. Orden público que nueva-
expreso o tácito, está '•econocido por Do- mente se impone. Finalmente, los presta-
mat y Pothier. El primero coloca la famosa mistas acudieron al juramento para con-
frase usada por Capitant para fundar su solidar sus efectos. Es decir, vencieron a
teoría objetiva: "porque las partes no los canonistas con sus propias armas, por-
quieren que el contrato subsista si cada que la querela desapareció de la escena ju-
uno no ejecuta su obligación", en el titulo rídica.
de la venta y al hablar de la cláusula Es simplemente una cuestión de prueba
resolutoria. El segundo la estudia como que dominaba la cuestión. De ello, los
"condición' resolutoria" (Capitant, ob. cit., causalistas sacan toda una teoría. La prue-
pág. 329). ba estaba relacionada en último grado coa
Al bastar la simple promesa para hacer la protección del orden público. El orden
obligatorio el pacto, todos ios contratos po- público también se protege hoy con la que-
dían ser abstractos, es decir, tenían efec- rella de falsedad ejercida contra los ins-
tos plenos sin indicar cuál era la fuente trumentos públicos.
de la obligación. La realización de los valores jurídicos
Aquí viene lo más grave. Esa forma de en la redacción del Código civil francés fue
contratar fue el campo más propicio para vigilada por el propio Napoleón, quien a
la usura. Se volvieron a reproducir, pero cada rato preguntaba a sus redactores;
agravados, los problemas que los pactos ¿Es justo?'¿Es útil? ¿Es lícito? ¿Es prác-
abstractos del Derecho romano habían tico?, cuando le presentaban las disposi-
creado. ciones del proyecto. Tampoco surge de las
En Roma, los contratos formales fueron palabras de sus redactores que las dispo-
especialmente utilizados para el préstamo. siciones de los artículos 1108, 1131 a 1133
Antes de entregar el dinero, el prestamis- se refieran a la causa fin.
ta hacía firmar al deudor la estipulación e) Crítica del causalismo y neocausa-
por la cual se obligaba a restituir la suma lismo. Además de lo expuesto, que queda
indicada. A las ventajas de la forma del como crítica particular de su desarrollo,
acto, que, dijimos, le evitaba la prueba y cabe la crítica general de que ninguna de
concedía ventajas procesales, añadía otra las concepciones de la causa pudo apli-
más: la firma por anticipado de la esti- carse con éxito a las liberalidades. Un
pulación. El deudor corría el riesgo de que concepto, para ser verdadero, no debe fra-
no se entregara el dinero o se hiciera fi- casar en ningún aspecto.
gurar una suma mayor. El derecho con- f ) La cuestión en el Derecho argentino.
cedía al deudor la prueba del hecho ne- El mismo sistema utilizado para es-
gativo de la falta de entrega, lo cual, sin crutar el pensamiento de Domat, lo usare-
embargo, era absolutamente ineficaz. Las mos para investigar la formación jurídica
constituciones imperiales socorrieron al de Vélez Sársfield, redactor del Código.
deudor, permitiéndole invocar la falsedad El primer antecedente importante lo en-
del acto por anticipado o durante el ejer- contramos en el proyecto de Código de
cicio de la acción contra él, mediante la comercio, que, conjuntamente con Eduardo
querela non numeratae pecuniae. El legis- Acevedo, redactara para la provincia de
lador estaba haciendo jugar los valores Euenos Aires en el año 1857, el cual entró
orden y paz, en nuevas normas-legislativas. en vigencia en 1859. Rigió para la Nación
La querela obligaba al acreedor a probar a partir del año 1862. O sea, cuando no
la veracidad de la entrega del dinero. No había todavía Código civil.
se trataba de una causa fin, sino simple- En la nota de remisión se expresa que, a
mente de hacer perder, en protección del falta de Código civil, se ha resuelto suplir
orden público, las ventajas que, con res- los títulos del Derecho civil que eran ne-
pecto a la prueba, otorgaba el acto for- cesarios para componer un Código de co-
mal. mercio. En el Código de comercio los ar-
En el Bajo Imperio se modificó la legis- tículos pertinentes a la causa eran:
lación y solamente se utilizó la querela 19) Art. 197: "la falta de expresión de
cuando el acto no hacía constar la entrega causa en las obligaciones, sólo da derecho
al deudor para probar que no ha mediado gaciones, lo que no sucede en el Código
causa formal de obligación". Este artículo Napoleón. Siguió en esto a Ortolan, Zacha-
estaba relacionado con el 779 (hoy, 602), rlas y Freitas (V. la nota al título I, parte
en el que se dice que "la enunciación del 1^, libro 2"?, "De las obligaciones en gene-
valor recibido no es indispensable para la ral") . Freitas conoció con exactitaud las
regularidad de la letra". Sabemos que la acepciones de la causa fuente y de la causa
letra de cambio es un documento íormal, fin. No incluyó ninguna disposición que se
literal, abstracto y autónomo. Quiere de- relacione expresamente con la causa fin,
cir que no es necesario para su validez que según la concebían los autores causallstas.
se exprese en ella la fuente (generalmen- Por el contrario, la causa fin la ubica como
te contrato) de la cual nace la obligación uno de. los elementos del acto voluntario.
de pagar. Ello es así en virtud de los par- Al respecto son claras y terminantes las
ticulares efectos que tiene la letra, desti- palabras contenidas en el Esboco.
nada a circular con la función de sustitu- 3?) El codificador argentino incluyó
tivo de moneda. Por ello, el artículo 602 la generalización de los hechos y actos ju-
sigue diciendo que "su falta no surtirá rídicos, que el Código Napoleón tampoco
efecto alguno respecto de tercero, y su ex- trae. Es sumamente ilustrativa la nota al
presión sólo servirá para determinar las titulo I, sección 2^, libro 2"?, "De los hechos
obligaciones entre el librador y tomador, y actos jurídicos que producen la adquisi-
entendiéndose siempre reservada la prueba ción, modificación, transferencia o exten-
en contrario". Por ello también, el actual sión de los derechos y obligaciones", en la
artículo 212 dice que "la falta 'de expresión cual dice: "Todos los códigos publicados,
de la causa o la falsa causa, en las obli- con excepción del de Prusia, dice Freitas,
gaciones transmisibles por vía de endoso, tienen el gravísimo defecto de haber le-
nunca puede oponerse al tercero, portador gislado sobre materias de aplicación gene-
de buena fe". Es indudable que se está ral a casi todos los asuntos del Código
refiriendo a la causa fuente. civil, del Código de comercio o del Código
29) Art. 198: "Los contratos ilícitos, de procedimientos, como si fuesen exclu-
aunque recaigan sobre operaciones de co- sivamente aplicables a los contratos y tes-
mercio, no producen obligación ni acción tamentos. Con este sistema han embara-
entre los que han tenido ciencia del fraude. zado el exacto conocimiento del Derecho
Son ilícitos los contratos que recaen sobre privado, aislando fenómenos que son efec-
objetos prohibidos por la ley y . cuyo fin tos de la misma causa y haciendo de esta
fuese manifiestamente ofensivo de la sana manera que muchas especies escapen a la
moral o de las buenas costumbres". Donde influencia de los principios que debían di-
se observa el concepto amplio de que cual- rigirlos. Tratándose de cualquier acto vo-
quier elemento del acto que afecte el or.- luntario, tratándose de actos jurídicos que
den público lo hace nulo. no son contratos o testamentos, como las
Los artículos que suscitan el problema relaciones de familia, o como los actos de
en el Código civil argentino llevan los procedimiento en los juicios, a los menos
números 499 a 502. versados repugna aplicar disposiciones le-
El 499 dice que "no hay obligación sin gislativas sobre "contratos y testamentos
causa, es decir, que sea derivada de uno que fuesen establecidas por aquellas dos
de los hechos, o de uno de los actos lícitos clases de actos jurídicos".
o ilícitos, de las relaciones de familia, o de En el título II ubica el artículo 953, que
las relaciones civiles". No hay duda que se dice: "El objeto de los actos jurídicos de-
refiere a la causa fuente. Pero en los ar- ben ser cosas que estén en el comercio, o
tículos 500 a 503 se reproducen los artícu- que por un motivo especial no se hubiese
los 1131 a 1133 del Código Napoleón. Fun- prohibido que sean objeto de algún acto
dándose en la doctrina y jurisprudencia jurídico o hechos que no sean imposibles,
francesas, algunos autores argentinos han ilícitos, contrarios a las buenas costum-
afirmado su postura causalista. bres o prohibidos por las leyes o que se
• Aun suponiendo que los artículos 1108, opongan a la libertad de las acciones, de
1131 a 1133 del Código Napoleón, su doc- la conciencia, o que perjudiquen los de-
trina y jurisprudencia no padeciera de un rechos de un tercero. Los actos jurídicos
error de concepto, de todas maneras, po- que no sean conformes con esta disposición,
demos afirmar que Vélez Sársfield se apar- son nulos como si no tuviesen objeto". El
tó de él en varios sentidos: acto jurídico se anula cuando cualquiera
1<?) No estableció como requisito para de sus elementos afecta el orden público
la validez de los contratos el cuarto re- que el Derecho protege. Innumerables dis-
quisito de la causa. posiciones diseminadas por el Código civil
2?) Trae una teoría general de las obli- confirman la regla.
Si verificamos a posten el pensamiento Falsedad de la, causa: J. A. 3-846: 8-494: 18-
de Vélez Sársfield vemos que una disposi- 327: 23-205; 25-882; 30-259; 36-039; 36-1088:
1951-IV-63; 1952-IV-92.
ción similar se encuentra en el Código Causa ilícita: J A., 1-8Í5; 6-495, 6-612; 6-626;
alemán , con el complemento de que el 11-1107; 14-1095; 22-1101; 25-981, 26-1201; 27-
valor seguridad está protegido por cuanto 1069: 30-465; 34-1278: 34-1324; 35-1342; 36-543;
38-995; 38-1232: 50-798; 53-670: 71-257; 1342-1-
la inscripción en el registro de la propie- 369: 1845-III-640; 1946-FV-339; 1950-III-217.
dad hace presumir !a buena fe del tercero No consignamos ¡03 fallos.
y, como corolario, la falta de acción con- 1(') Que se refieren a quién incumbe la prue-
tra el mismo. Para los bienes muebles, la ba de la existencia de la causa, porque carecen
de Interés.
posesión de buena fe vale título. En el 2") Los que hablan establecido que la excep-
Código civil argentino los artículos 2412. ción de "falsedad de la causa" en Juicio ejecu-
368, 970, 996, 1246, 1855, 1934. 1967, 3309, tivo se refiere a la causa de la obligación, por
3310, 3430, etcétera, cumplen la misma f u n - cuanto su utilidad ha desaparecido desde la san-
ción de la ley 14.237. La legitimidad de la causa
ción. no podrá discutirse en juicio ejecutivo (art. 59,
El artículo está calcado sobre los artícu- Inc. 4"¡.
los 501, 552, 558, 559 del Esbogo de Freitas. Para los dos rubros citados, basta con la breve
Vélez Sársfield ha seguido al pie de la relación consignada.
letra a Freitas, que ubicaba la causa fin BIBLIOGRAFÍA. — Agular, H. D, Hechoa y actos
jurídicos Buenos Aires, 1924. — Alslna Atlenza,
como simple elemento heterónomo del acto D. A.. Efectos jurídicos de la buena f e , Buenos
voluntario. Aires, 1935. — A u b r y y Rau. Cours de Droit civil
Transcribamos ¡os artículos discutidos: /raneáis, París, 1856-8 — Barcia López, A.. "Con-
artículo 500; "Aunque la causa no esté cepto y rol de la causa de las obligaciones en el
Derecho legislativo y jurisprudencial de la Argen-
expresada en la obligación, se presume que tina", en Jurisprudencia Argentina, 1951-11, sec.
existe, mientras' el deudor no pruebe lo doct. pág. 33. — Baudry-Lacantlnerie et Barde,
contrario"; artículo 501; "La obligación es Des obligations, París, 1906-8. — Busso. E. B., Có-
válida aunque la causa expresada en ella digo civil anotado, Buenos A'lres, 1949. - - Calata-
yud, P., Teoría de la causa. Curso de Seminarlo.
sea falsa, si se funda en otra causa "ver- Facultad de Derecho de Buenos Airea. 1929. —
dadera"; artículo 502: "La obligación fun- Capitant, H., De la causa de las obligaciones,
dada en una causa ilícita es de ningún trad. de Tarragato y Contreras, Madrid, 1927.
efecto. La causa es ilícita, cuando es con- — Colmo, A., "Sobre la causa de las obligaciones",
en Revista del Colegio de Abogados, año 1933,
traria a las leyes o al orden público". Pa- t. 11, y Tratado de las obligaciones en general.
rece la síntesis de la. historia de la querela Buenos Aires, 1928. — Cosslo, C.. La valoración
son numeratas pecunie que hemos trazado Jurídica y la ciencia del Derecho, Buenos Aires,
1954. — Claro Solar. L., íTip/icaciones de Derecho
más arriba. No existe violencia ni a la ló- civil chileno y comparado, Santiago de Chile, 1937.
gica, ni a la comprensión, ni a la economía — Dalloz. Repertoire pratique de legislaron, de
en dar a estos artículos un sentido de doctrine et de jurisprudcnce. París, 1911. — De-
causa fuente. mogue, R.. Traite des obligations en general. Pa-
rí. 1923. — Demolombe, Ch., Cours de Code Na-
La palabra causa en el Código civil está poleón, París. 1869. — Díaz de Guijarro, E., "Con-
siempre empleada en el sentido de fuente, cepto de la causa Ilícita en las obligaciones", en
como se observa en los artículos 689, inciso Jurisprudencia Argentina, t. 25, pág. 981. — Et-
29; 722, 723, 792, 794, 795, 802, 812, 813, cheverry Boiieo, R , Curso de Derecho civil. Bue-
nos Aires, 1942. — Galli, E. V., "El problema de
926, 932, inciso 2°; 2058, 2146, inciso 5?; la causa y el Código civil argentino", en Estudios
2151, 2353, 2610,-3129. 3832, 4001, 4030 (Galli, de Derecho.civil, en homenaje a Dalmacio Vélez
ob. cit., pág. 185). Sársfield, Universidad de Córdoba. 1936. — Galli,
E. V., y Salas. A. E., "Causa y consideration", en
Es Interesante la observación de Barcia Revista del Colegio de Aboyados de Buenos Aires,
López de que Colmo, de tendencia causa- año 1952, t. 30. — Kessler, R.. "La autonomía de
lista, acepta que el artículo 792 se refiere la voluntad en el Derecho angloamericano de
a la causa fuente. Pues bien, en la nota contratos", en La Ley, 26-9-953. — Lafallle. H.,
Curso de obligaciones, Buenos Airea. 1926, y "La
al articulo 792, Vélez Sársíield identifica teoría de la causa en la doctrina y en el Pro-
el concepto de causa del articulo 792 con yecto de reformas al Código civil". Seminarle de
el de los artículos 500 a 503. la Facultad de Derecho de Buenos Aires, año 1938.
— Legón, P., Ensayo de un criterio diferencial
entre los derechos reales y los personales, Buenos
VIII) CONCLUSIÓN Aires, 1942. — Llerena, B., Concordancias y co-
Sentenciosamente, podemos concluir que mentarios al Código civil argentino. Buenos Ai-
en todas las legislaciones por distintos ca- res, 1898. — Machado, O.. Exposición y comenta-
rio del Código cii/il argentino, Buenos Aires. 1900,
minos se llega al mismo fin, sin necesidad — Planiol, M., Traite élémentaire de Droit civil,
de recurrir a la teoría de la causa. París, 1920. — Pothler. B. J., Traite des obligations,
París, 1845. — Quinteros, F. D., Resolución y'res-
JURISPRUDENCIA. — Concepto: J. A., 38-995; 39- cisión de los contratos, Buenos Aires. 1946. —
571; 72-1039; 1946-1-230; 1051-1-740: 1951-IV-63. Rnyces. F.. "La teoría de la causa", en Jurispru-
Presunción de existencia: J. A,, 3-1053, 9-559; dencia Argentina, 1944, t. 4, sec. doct,. pág. 21.
15400: 18-327; 22-807; 25-982; 26-99; 32-180; — Salvat, R., Obligaciones en general, Buenos
37-1415: 38-995: 40-599: 42-1230; 51-194. Aires. 1923.
CAUSA ILICITA . La expresión alude refiero concretamente a la doctrina de los
al fundamento u origen .Ilícito de un acto autores que trabajan sobre el concepto del
jurídico y en especial a la "fuente" o la móvil determinante o de la razón determi-
"eausa-fin" de las obligaciones también nante, etcétera, entre los que puede ci-
calificada por su ilicitud o ilegitimidad. tarse: Capitant, Josserand, Renard, lo-
La teoría tradicional de la causa, como nesco, etcétera, y en nuestro país a Busso,
es notorio, está ligada a la teoría de las Lafaüle. Colmo, entre otros (3).
obligaciones, en forma especial a la doc- (Nos remitimos asimismo a los trabajos
trina de las obligaciones contractuales. Sin de esta obra sobre causa de las obligacio-
entrar a dilucidar el problema de la "causa" nes y de ios actos jurídicos.)
en el Derecho civil, que es materia de otro La doctrina italiana, por su parte, ha
trabajo en esta obra, recordamos, por aportado sus conceptos novedosos para
oportuno, que el concepto Jurídica de la determinar conceptualmente la noción de
misma difiere en no pocos aspectos y "causa", de manera utilizable en el ám-
contenidos, del concepto de la causa en fi- bito del Derecho civil. Ha hecho prevalecer
losofía y ciencia natura!. la noción fundamental del dinamismo de
En el ámbito del Derecho civil o privado la "causación psicológica en la determina-
en general, se considera la causa como ción hacia los fines contractuales, como
un concepto específico, sobre cuyo signifi- en la tesis de Carnelutti, para quien en
cado y validez no existe acuerdo í1). última instancia se debe determinar el
En doctrina civilista se trata con todo interés de las partes, que es móvil primi-
esfuerzo de determinar un concepto uni- genio de todo acto de enriquecimiento,
tario o, por lo menos, inteligible para su Entendiendo por interés, no el simplemen-
aplicación práctica. Existe, sin duda, el te económico. Asimismo, otro sector de
problema normativo ineludible (arts. 1131 la doctrina italiana hace prevalecer la no-
y 1133, Cód. civ. francés y 502 y conc. del ción objetiva de la causa en cuanto se ex-
Cód. civ. arg.). Sobre él hay que trabajar terioriza en ei fin económico-jurídico del
mientras no se eliminen las normas sobre negocio, a través de la manifestación o
causa, como propone la teste anticausalista expresión usada por las partes. Es la idea
con niuy buenos argumentos generales (*). objetiva de la razón económico-jurídica
Debe determinarse el concepto utilizable del acto. Para Coviello y De Rugglero, ésa
por la teoría jurídica, en los países cuyos es la causa en sentido civil, y se aclara:
Códigos preceptúen sobre la causa de las "Aun subjetivamente considerada, la causa
obligaciones y en especial sobre la "causa no es otra cosa que el intento práctico que
ilícita". En este sentido, la doctrina cau- caracteriza el negocio y en cuanto está
salista contemporánea intenta aprehender protegido por el derecho, le da la vida y
el concepto de causa, distinto del que surge la eficacia jurídica" (*).
de la interpretación clásica del Derecho En todas estas teorías subjetlvistas, la
francés. Incluyendo los motivos personales noción de causa ilícita se remite en última
de las partes, la intención determinante instancia a las manifestaciones de la vo-
del acto o el móvil determinante inmediato, luntad, a sus elementos {intención y dis-
así como también el interés, como motor de cernimiento) , que en un momento dado
esa intención determinante en última ins- pueden emerger y objetivarse en la fina-
tancia lidad perseguida con los 'actos jurídicos
Esta nueva concepción de la "causa", otorgados por las partes. La causa ilícita
en las obligaciones en especial, también en este sentido puede definirse como la
trasciende al campo de los actos jurídicos intención dirigida a conseguir un efecto
en rigor lógico, y se vincula a la materia jurídico, mediante la utilización de los es-
de la voluntad jurídica y de la intención
en el ámbito de los actos voluntarios que (3) Capitant, H,, De la causa de las obliga-
producen consecuencias de derecho. Me ciones. B/f., Madrid; Josserarid, L., Les mobilet
dans les acíes juridique de Droit privé, núms. 108
y sigs.; Renard, G., La valeur de la loi, París, 1928;
• Pije e! Dr. ARMANDO V. SILVA. lonesco, T., Lo cause daña les contras a titre one-
reux, París, 1923; Busso, Gódigo civil anotado,
(1) Bruera, J. J., El concepto filosóficojuridico t. 3, Las obligaciones. El vínculo com., art. 500;
de causalidad, pág. 211, Buenos Aires. 1944. Laíallíe, Investigaciones del Seminario de Ciencia»
(2) V, Ernst. transcripto por Bonnecasse en Jurídicas, paga. 43-44, F. D., Buenos Aires, 1940;
Supplément, II, al Tratado de Baudry-Lacantl- Colmo, A., De las obligaciones, págs. 10 y slgs.,
nerle, t. 2, París, 1925; Laurent, F., Principes de Buenos Aires. 1820.
Droit civil franjáis, t. 16, íiúcn. 111, París, 1887; (4) Curneluttl, F., Teoría general del Derecho,
Dabin, 3., La tfiéorie di: la cause. París, 1919; págs. 230-82, trad. esp., Madrid, 1841; Coviello, N.,
Gttlll, E. V., El probiama ds la causa. La Plata, Doctrina general del Derecho, pág. 446, México,
1935, y notas respectivas a la 6» ed. «le! Tratado 1938; De Ruggiero. Instituciones de Derecho civil,
cié Salvat. 1952, Las obligaciones. págs. 200 y sigs., México, 1939.
quemas de los actos de derecho, calificados "... ocurre simplemente que Vélez Sársfield
—esa intención y ese efecto— por su ilegi- y Freitas, que fue su modelo, tuvieron un
timidad o anttjurieidad, de tal modo que claro concepto acerca de la verdadera tras-
la intención, el móvil o la razón determi- cendencia del fin como elemento para la
nante vicien de ilicitud e! negocio de en- reglamentación de los actos jurídicos. Ello
riquecimiento querido. ha venido a crear una coincidencia entre
En todas estas concepciones, ya sea que las disposiciones legales y las ideas desarro-
se interprete el mecanismo puramente lladas por los autores con posterioridad.
psicológico de la causación ilícita del ne- Más adelante veremos la aplicación de
gocio o del acto, ys sea que se tenga en esta interpretación amplia 7 en la doctrina
cuenta el elemento objetivo de esa causa- de ios autores nacionales ( ) .
ción, dentro de la materia de la ilicitud, IV. La doctrina de la causa ilícita en el
de los actos jurídicos (hacia la cual lleva Derecho civil francés. Se debe tener en
la doctrina actual este problema de la cau- cuenta que en la doctrina clasica de la
sa civil), la causa ilícita se valora por al causa del Derecho civil francés, el concep-
Juzgador teniendo en cuenta su oposición to aceptado era el de causa-íin, como con-
al orden jurídico, a las ideas fundamenta- cepción abstracta e impersonal de la fi-
les ético-jurídicas de una sociedad deter- naíidad perseguida por cada parte en cada
minada, es decir, al orden público, la mo- contrato. Por otra parte, er> materia de li-
ral y las buenas costumbres. beralidades, esa noción se concreta en ¡a
II. El problema de la causa ilícita ha pura intención benéfica o en e! sentimien-
sido tradicionalmente tratado como parte to de beneficencia a favor del donatario.
de la materia de las obligaciones. Sus ex- Kn los contratos unilaterales, la obligación
ponentes en el Derecho civil francés, an- a cargo de «na de las parten tiene por cau-
teriores al Código de Napoleón, y los mis- sa la prestación cumplida por la otra. (V.
mos redactores de éste, consideraron in- CAUSA DE ios ACTOS JURÍDICOS. CAUSA BE LAS
dispensable el elemento causal en el juego OBLIGACIONES.)
de las obligaciones originadas en los con- Esa fue la concepción que prevaleció en
tratos ;•>). los redactores y antecesores teóricos del
El neo-causalismo francés ha hecho no- Código de Napoleón ( 8 ).
tar la limitación de esa concepción refe- La causa de las obligaciones que nacen
rida solamente a ¡a materia de las obli- de los contratos, que es la materia que
gaciones contractuales. Se ha aclarado trata el Código civil francés, adolecía así
expresamente que, en cuanto a las obliga- de una concepción restringida de la causa
ciones, se debe hablar de causa cuando civil en el sentido de no permitir a la doc-
ellas se originan en actos jurídicos. Pero trina jurisprudencial apreciar y valorar
también se puede hablar de causa respec- todos los supuestos de motivos o móviles
to a los actos jurídicos en general, lo que ilícitos en el otorgamiento de las obllga-
implica una concepción teleologías, de las nes.
instituciones jurídicas, porque en eJ con- Por aplicación del concepto de causa-
cepto contemporáneo causa significa fi- fin clásico1, que surgía de los artículos 1131
nalidad jurídica, concreta de cada acto y 1133, que hablan de la causa ilícita, es-
determinado, que por esencia debe ser lí- capaban a la nulidad de la ley situaciones
cita ( c ). como la que se origina, verbigracia, en
III. En el Derecho civil argentino es un préstamo en dinero, cuya convención
indudable que Vélez Sársfield, desde su formalmente es legal, ya que de acuerdo al
cultura histórico-jurídica, se haya adhe- concepto de causa-fin, el préstamo en abs-
rido a la concepción clásica en el Derecho tracto no persigue una finalidad ilícita, si
civil francés. Así surge de los textos y ¡as no se entra a averiguar el destino dado al
notas de los artículos 499 a 502 del Código dinero, por las partes. Asimismo se hacía
civil. notar que, en materia de liberalidades,
En este aspecto, los autores han hecho nunca podría con ese concepto impugnar
notar otra de las facetas de la concepción la donación si se mira solamente el animus
jurídica de! legislador, .y bien se ha dicho: donandi y se deja en la esfera íntima el
móvil de¡ donante.
(5) Domat, Lois civiles, p&g. 122; Pothier, J. Precisamente, en este tema de las libera-
Traite des obligations. t. 2, núm. 42, Kdlt. Bug- lidades se dio el motivo para el contraste
net; Demolombc, C . Cours de Cade Napoleón,
t. 24, núnas. 640 y slgs. (7) El párrafo transcripto pertenece n Busso.
(6) Demogue, R.. Traite des obligationa en op. cit., coment. art. 500. núm. 55
general, t. 2, núm. 743, París. 1923; Bonnecasse, (8) Pothier, Tratado de las obligaciones, op.
"Suplíment", op. cit.. t. 2. m'ims. 541 y sigs. Ade- cit., núm. 42. y Portalls. clt. por Capttant, en
más, los autores franceses citados en la nota 3. De la cause..., op. cit., núm. 34.
de la doctrina jurisprudencial que inició corresponde específicamente a la causa
una nueva era en la teoría de la causa tíícita,
civil en Francia. La corte de casación ha- Los autores que recogiefon la teoría ju-
bía sostenido, hasta 1832, que el tribuna! risprudencia!, elaboraron paulatinamente
no podía entrar a averiguar los móviles una nueva construcción sistemática, de la
que habían determinado a un donante a causa en general y dte la causa o motivo
hacer la liberalidad. Si la causa de una ilícito en particular ( 10 ).
donación es la pura intención benéfica con- E! campo de aplicación de los artículos
siderada en sí misma, ninguna donación 1131 y 1133 del Código civil francés se am-
puede ser ilícita, aunque los motivos fue- plió de esa manera con la teoría que
ren inmorales o ilícitos, ya que esa noción Josserand acertadamente denomina de la
no tiene relación con la causa-fin abstrac- causa impulsiva y determinante de la ju-
ta del acto dado. risprudencia (").
Tal la tesis expuesta por algunos fallos En esta nueva concepción de la causa
y autores de la época, citados por Josserand, ilícita se han hecho numerosas aplicacio-
Bonnecasse y Capitant en las obras que se nes jurisprudenciales. Los fallos que pue-
mencionan en este trabajo ( 8 ). den citarse a titulo de ejemplo se refieren
En parte la doctrina encontraba la ma- a los siguientes casos importantes: En
nera de enervar los actos obligacionales materia de liberalidades, además del caso
en sus finalidades o motivos, aplicando el citado a favor de hijos adulterinos o in-
artículo 8 de! Código civil francés, equiva- cestuosos, cuya filiación no hubiera sido
lente a nuestro artículo 21, cuyo principio oficialmente establecida, se mencionan los
general invalida las convenciones contra- supuestos de liberalidades entre personas
rias a la moral y las buenas costumbres. que viven en concubinato, cuando de esa
Desde la fecha indicada se inicia una relación se intenta, por ejemplo, instituir,
nueva era en la doctrina francesa. El fallo remunerar o mantener relaciones fuera del
fue dictado por la Cámara civil de la matrimonio legal, o despojar a la familia
Corte de casación, bajo la presidencia de legítima de sus derechos. También en el
Poríalis. El caso presentado es el siguiente: caso de liberalidades con cargas ilícitas.
una disposición testamentaria a favor de Aquí la teoría de la causa-fin no serviría
un hijo adulterino, es decir, una liberalidad para invalidar la liberalidad, cuyo motivo
aparentemente ilícita por aplicación de la o finalidad personal es lo. que llena la
noción de causa-fin de la obligación. nota de ilicitud y la que hay que tener en
La síntesis de la doctrina es la siguiente: cuenta para considerar viciada a la obli-
la disposición testamentaria fue anulada gación que origina.
por considerarse contraria al orden positi- En materia de actos a titulo oneroso se
vo del Código civil, en el artículo 335, que consideró especialmente el móvil indivi-
prohibe el reconocimiento de los hijos dual sobre el objeto del contrato y la fina-
adulterinos y establece su incapacidad he- lidad que con él se quiere conseguir por
reditaria y además de ser el motivo-causa ambas partes. Se anularon asi por la Corte
del acto testamentario a favor de tal hijo, de casación convenciones en torno a casa
ilícito. de tolerancia, como arrendamientos del
La teoría jurisprudencial de la causa que Inmueble o del servicio de domésticos, et-
se originó en ese fallo fue posteriormente cétera. Préstamos de dinero a jugadores
de aplicación constante y de aceptación para objetos del juego prohibido ( I2 ).
•cada vez más favorable por la doctrina V. La doctrina en el Derecho civil ar-
que se tituló precisamente neo-causalista, gentino. La norma establece: "La obliga-
por haber incorporado al sistema del Có- ción fundada en una causa ilícita, es de
digo civil un nuevo concepto de la causa ningún efecto. La causa es ilícita cuando
civil. es contraria a las leyes o al orden público"
Se desligó, así, del concepto de causa-fin (art. 502, Gód. civ.).
abstracto ligado necesariamente y como El problema está en determinar qué se
contenido del acto contractual, para refe- entiende por causa en este articulo, para
rirse concretamente a los móviles o moti- su aplicación práctica.
vos determinantes del acto en forma con-
creta para cada parte y para cada situa- (10) El actual Código clv. Italiano consagro,
en el art. 1345, la figura del motivo ilícito en la
ción jurídica concreta. Surge así la doc- contrato*.
trina de los móviles como doctrina que (11) Josaerand. op. cit., núm. 143.
(12) Palios citados por Josserand V. en op.cít,.
núm. 146, y por Planlol y Rlpert en Tratado
(9) Fallos de 1810 y 1815, cit. por Bonnecasse práctico de Derecho civil /ranees. "Las obligacio-
. en Supplément, II. op. clt., núm. 664, y Josserand nes", t. 6, 1* parte, núms. 25 y slgs.. La Habana.
re» motriles..., op. cit.. núm. 173. 1946.
Indudablemente, si se demuestra por la eso es ya indiscutible el aserto, por las
parte obligada que existe ilicitud o inmo- razones legales y doctrinales expuestas por
ralidad en el contenido de la prestación el mismo Vélez Sársfield en la nota al ci-
que hace al objeto de la convención par- tado artículo. "En cuanto al sentido de
ticular de que se trata, puede alegarse su dicha palabra, en los artículos 500 a 502,
nulidad en razón de esta norma, y tam- es inaceptable que el codificador, después
bién por aplicación del precepto del ar- de haber criticado en su nota al artículo
tículo 953 del Código civil y sus concor- 499, la confusión entre causas de las obli-
dantes sobre la licitud del objeto de los gaciones y causas de los contratos, viniera
actos jurídicos contractuales. en seguida a incurrir en ella en los ar-
Sin embargo, en los casos y supuestos tículos 500 a 502, los cuales, como veremos
de la vida jurídica, puede distinguirse fá- en seguida, pueden explicarse perfectamen-
cilmente la noción de causa y objeto de los te sin necesidad de dar a la palabra causa
actos jurídicos, no siendo, por lo tanto, su- otro significado que el de fuentes de la
perflua la búsqueda de la primera y su obligación" í1»). Respecto al precepto del
calificación jurídica, como pretende algún artículo 502, este autor dice expresamente
sector de la doctrina antl-causallsta, ale- más adelante que la causa fuente de las
gando, como ya se ha visto, la inutilidad obligaciones es el hecho al que la ley no
del concepto de causa, porque según se reconoce como generador de obligaciones
interpreta, la noción-de causa no tiene y que el legislador ha querido decir, causa
autonomía jurídica y puede resolverse, ya ilegitima, sobre todo refiriéndose a la causa
sea sobre las disposiciones del Código civil, contraria al orden público o las buenas
que prohibe el objeto ilícito de los actos costumbres.
contractuales o las disposiciones más ge- Esto último va como aclaración del tra-
nerales que de modo explícito o implícito, tadista citado, al hecho de que con la teoría
invalidan el fin ilícito de los actos jurídi- de la causa-fuente del artículo 502, choca-
cos. Por otra parte, más de un fallo de rían las disposiciones del Código que esta-
nuestra jurisprudencia, sin entrar a dis- tuyen sobre el nacimiento de obligaciones
tinguir la causa del objeto, ha declarado de los hechos ilícitos (delitos y cuasideli-
la nulidad de obligaciones por causa ilí- tos) .
cita («). En sentido similar, desde su posicióu
Dada la existencia del precepto trans- contraria a la noción de causa en este
cripto, debe buscarse en nuestro actual artículo, Galli afirma que: "No puede des-
ordenamiento el concepto jurídico de causa conocerse que el artículo 502 se refiere
de las obligaciones.para invalidarlo, como exclusivamente a las obligaciones contrac-
motivo, intención o fuente, si por su ili- tuales, puesto que los hechos ilícitos, en su
citud se pretende un resultado ilegítimo o condición de fuente, dan nacimiento a las
antijurídico ("). obligaciones que la ley reconoce y ha
Se debe recordar sucintamente el criterio tenido especial cuidado en asegurar con
doctrinal de los autores argentinos sobre el régimen máximo de protección". Y
la interpretación del concepto de causa. agrega: "Pero ello no basta para destruir
Partiendo de la concepción teórica decla- la posición que explican ios artículos 499
rada por el legislador, Salvat interpre- a 502 por el concepto de la causa fuente.
ta que en lo que se refiere al artículo El artículo 502 resulta implícito en el ar-
499, no puede haber discusión, sobre el tículo 499 y constituye una disposición
sentido de fuente, del vocablo causa. Y en innecesaria. Sería posible su supresión sin
alterar el régimen legal". "El artículo 499
'(13) V. Ernst, clt. por Bonnecasse, en Supplé-
ment, II, op. clt., núm. 551, y Laurent, op. cit., incluye entre las causas (fuentes) de las
núm. 111; Galll, El problema de la causa, nú- obligaciones a los contratos. Los contratos
mero 73, y las notas a la 6» ed. del Tratado de son actos jurídicos, y los actos jurídicos
Salvat, t. 1 de Las obligaciones en general, pá- deben ser siempre lícitos de tal manera
ginas 63, 64 y 55. V. fallo Cám. Clv. 2» Cap. Fed.,
6-9-919, sobre violación a reglamentos profesio- que dentro del concepto legal de contrato
nales, en Jurisprudencia Argentina, t. 3, pág. 840. y de acto jurídico, no puede entrar nada
(14) En el anteproyecto de Bibllonl se susti- que sea contrario a la ley y al orden pú-
tuyen los arts. 499 a 502 del Cód. clv. y se men- blico, esto es, que sea ilícito".
ciona en un precepto general el concepto de
fuente. En el proyecto de 1936 se nace una refe- "Se puede afirmar, entonces, que si el
rencia exclusiva a la fuente: "Las personas sólo articulo 502 establece que siendo ilícita la
podrán asumir la calidad de deudores en virtud obligación es de ningún efecto, es por-
de alguna de las fuentes de obligaciones que au-
toriza este Código. Las deudas no se presumen, que al no existir contrato, la obligación
pero demostrada la existencia de una obligación,
se juzgará que ella emana de fuente legitima" (16) Salvat, Tratado, Obligaciones en general,
(art. 567). t. 1, 6» ed., Buenos Aires, 1952.
resulta sin causa, esto es, sin fuente" (is). ción de Vélez Sársñeld, pero se debe tener
Esta teoría del civilista indicado procede en cuenta que, respecto a los artículos 500
de su posición integral ante el problema a 502, como preceptos que se refieren a las
de la causa en el ámbito de las relaciones obligaciones, especies, de los actos jurídi-
voluntarías, y su criterio de que todas las cos, quedan comprendidos en los preceptos
cuestiones sobre el objeto, la finalidad y más generales sobre la finalidad, y la li-
la ilicitud del acto jurídico, se puede re- citud; esto último consagrado expresamen-
solver, aun dentro de los preceptos del te por el Código civil. De esta manera,
Código civil argentino, es decir, los artícu- este autor recoge el criterio actualizado
los 944 y 953 en especial (17). de aplicar el concepto de causa al régimen
La mayoría de los autores opina que la de los actos jurídicos (™).
palabra causa, en los artículos 500 a 502 De modo que así interpretada la norma
citados, significa en general causa-fln del del artículo 502, se trasciende el concepto
acto, en contraposición a causa-fuente. Pero clásico de causa-fin específico y se va a
como veremos, unos interpretan que es la la interpretación de los móviles concretos
causa-fin específica de la doctrina fran- y personales de las partes, como una ma-
cesa clásica o la causa razón determinan- nera práctica de resolver los casos que se
te de la doctrina neo-causalista. presentan en la vida jurídica. Y una vez
En primer término, se sostiene que la más esta materia nos pone en evidencia
expresión se refiere a la causa final, como que las construcciones teóricas deben
fin específico perseguido al contraer la adaptarse a la práctica y no 'al revés. Y
obligación, y .en ese sentido debe inter- de esa práctica debe surgir fundamentada
pretarse en todos los artículos del Código, la teoría jurídica, como ha sucedido con la
sobre las causas de las obligaciones (1S). doctrina de los tribunales franceses. Ya
Otra posición menos absoluta sostiene que, sin duda, han demostrado que la
que en los artículos 500 a 502 ell concepto noción de causa ilícita sólo puede resol-
es el de la causa-fin del acto ( °). verse investigando en muchos casos el
La doctrina de algún fallo dice expresa- motivo y no quedándose en la superficie
mente que en este= 0artículo causa sifnifica del problema como sucedía con la noción
causa-fin del acto ), aunque otros digan tormal de la causa-fin abstracta de Do-
que en doctrina, la causa constituye el tí- mat o, pretendiendo aplicar objetivamente
tulo en cuya virtud se adquiere algún normas generales sobre la licitud o la fi-
derecho ( 21 ). nalidad de los actos jurídicos.
Concordantemente con la teoría de los Recordamos, por otra parte, .que el Códi-
autores franceses, que sustentan la teoría go civil Italiano incorpora a sus precep-
de los móviles, o como dice Josserand, la tos uno especial sobre el motivo ilícito en
teoría de la causa impulsiva y determinan- el contrato (art. 1345). Lo que sin duda
te, Busso, ~en su obra, sostiene que el ar- viene avalado por la experiencia de las
tículo específicamente se refiere a la causa discusiones a que diera lugar las normas
como equivalente del concepto razón de- similares del Código civil francés sobre la
terminante ilícita. La noción de razón de- causa de las obligaciones contractuales, en
terminante es más amplia que la de fin, el Código derogado.
porque comprende todas las circunstancias, La forma y los tipos de la causa ilícita.
pasadas, presentes y futuras, tenidas en De la norma del artículo 502 se desprende
cuenta por el otorgante de un acto jurídico. que una causa ilícita puede resultar, como
Además, el concepto de causa-fin, en la lo ha hecho notar expresamente Colmo, de
forma clásica, puede haber sido la concep- su oposición a estos conceptos fundamen-
tales: 1°) Contraria a la ley 2°) Contraria
(16) Galli. E V.. notas a la obra cit. de Sal- al orden público. 3°) Contraria a la moral
vat. núm. 48a, pág. 65. y buenas costumbres. 4°) Contraria23a las
(17) Oolli, E. V., El problema de la causa y conveniencias e intereses generales ( ).
nota 34a a 34f de la clt. obra de Salvat. Respecto a las causas contrarias a la ley
(18) Llerena, B,, Derecho civil: conc. y comen,
del Código civil argentino, t. 2, págs. 381 y siga., en sentido lato, comprendiendo las regla-
arta. 499 y siga., núm. 1, 2» ed.. 1898-1903. mentaciones legales de cuaiquier autoridad
(19) Machado, J. O., Exposición y comentario
del Código civil argentino, t. 4, págs. 148 a 151, (22) Busso, E. B.. Código civil anotado, t. 3,
Buenos Aires, 1898; Lafaille, H.. Derecho civil, Obi. coment. arta. 500 y 502. Dice que esta Inter-
'•Tratado de las obligaciones", t. 8, vol. 1,.núm. 37. pretación "no exige forzar la ley: ocurre simple-
Buenos Aires, 1947; Colmo, A., De las obligaciones mente que Vélez Sársfleld y Freltas, que fueron
en general, núm. 9, Buenos Aires, 1920. su modelo, tuvieron un claro concepto acerca de
(20) Cám. Clv. 1» Cap. Fed., 25-10r946. L. L,.. la verdadera trascendencia del fin como elemento
t. 44, pág. 546. para la reglamentación de loa actos Jurídicos"
(21) Cám. Clv. 1* Cap. Fed.. 21-4-948. L. L., (núm. 54 ob. clt.).
t. 50, pág. 978. (23) Colmo, A., op. cit., núm. 9.
S i g u i e n t e P á g i n a

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