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EXCEPCIONES OPONIBLES CONTRA LA ACCION CAMBIARIA

El sistema del Código de Comercio.- El Código (art. 784) relaciona en forma


limitativa las excepciones que pueden oponerse a la acción cambiaria, en
forma bastante completa y técnica. Siendo sólo esas las excepciones
oponibles, la enumeración es taxativa.

Como el ejercicio de la acción cambiaria da lugar a un proceso ejecutivo,


parece oportuno tener en cuenta las disposiciones vigentes en el C. de P.C.
(arts. 497 y s.s., modificado por la Ley 794 de 2003). [Ver art. 422 y s.s. C.G.P.]
Actualmente los procesos ejecutivos de mínima cuantía se tramitan en única
instancia por el procedimiento establecido para los procesos ejecutivos de
mayor y menor cuantía (art. 70 L. 794). [Ver art. 422 y s.s. C.G.P.]
Los hechos que configuren excepciones previas, deberán alegarse mediante
recurso de reposición contra el mandamiento de pago. [Ver art. 430, C.G.P.]

CLASES DE EXCEPCIONES: Teniendo en cuenta frente a quien se puede


oponer.
Causales: Son aquellas que se pueden oponer solamente a las personas que
hicieron parte del negocio jurídico que dio lugar a la creación del título valor.
Personales: Las que se pude oponer solo respecto de ciertas personas.
Reales: Las que se pueden oponer frente a cualquier persona que ejercite la
acción cambiaria.

Precisado lo anterior, procedemos a hacer un análisis de las excepciones


oponibles contra la acción cambiaria, en el orden en que las relaciona el
Código (art. 784), pretendiendo determinar el alcance de cada una de ellas.

1º. Las que se funden en el hecho de no haber sido el demandado quien


suscribió el título.- Estas excepciones se refieren a los casos de falta de firma
del demandado, ya que si figura aparentemente en el texto del título-valor ello
se debe a que fue falsificada o, también, a que corresponde a un homónimo.
(Dentro de este grupo cabe la ausencia de voluntad por fuerza e hipnosis).

¿Quién la puede alegar?:


A este respecto es importante tener en cuenta que el Código establece
expresamente (art. 627) que todo suscriptor de un título-valor se obliga
“autónomamente” y que, en consecuencia, las circunstancias que invaliden la
obligación de alguno o algunos de los signatarios, no afectarán las obligaciones
de los demás. Este principio fundamental de la autonomía o independencia de
las firmas trae como consecuencia, para los efectos de las excepciones que
analizamos, que sólo la persona que no suscribió el título pueda oponer la
excepción correspondiente, pero no las demás partes que sí suscribieron el
título y cuyas obligaciones, por ende, son válidas.

En esta forma, el aceptante de una letra de cambio que el girador no suscribió


es obligado a su pago frente a cualquier tenedor, distinto del beneficiario que
puso la firma del girador; el girador de una letra, a su vez, es obligado al pago
aunque el girado no haya puesto la firma que como aceptación aparece en la
letra; y frente al tenedor de un título a la orden, legitimado por la cadena de
endosos correspondiente, están obligados al pago todos los que hayan suscrito
el título, aunque uno de los endosos intermedios sea falso.

Las firmas de los títulos-valores se presumen auténticas, conforme al C. de P.


C., al que alegue que no suscribió el título le corresponde la carga de la
prueba.

Y, por otra parte, en relación con estas mismas excepciones que se funden en
el hecho de no haber sido el demandado quien suscribió el título, vale la pena
anotar que en el Código se prevé que cuando se firme a ruego de otra persona
que no pueda o no sepa firmar, de ello deben dar fe dos testigos e imprimirse
en el documento las huellas digitales o plantares del otorgante (art. 826); y que
la firma de los ciegos no les obligará sino cuando haya sido debidamente
autenticada ante juez o ante notario, previa lectura del respectivo documento
de parte del mismo juez o notario (art. 828).

Fundamento legal: 625. Eficacia de la obligación cambiaria.

Clase de excepción:
La falsificación y la homonimia son reales.
Firma puesta sin voluntad (fuerza o hipnosis) es personal o relativa: Sólo contra
quien participó en el hecho doloso, o tenedores de mala fe.

2º. La incapacidad del demandado al suscribir el título.- En relación con


esta excepción hay que decir que el Código no consagra normas especiales
sobre capacidad para suscribir un título-valor, por lo cual la cuestión se rige por
las normas generales del mismo Código.

Conforme a éstas, las personas que con arreglo a las leyes comunes sean
incapaces, son inhábiles para ejecutar actos comerciales; (art. 12 C. Co. - Ley
27 de 1977).

¿Quién la puede alegar?:


Habida cuenta de estas previsiones, la excepción oponible por el demandado
será, pues, la de su incapacidad absoluta o relativa al tiempo de suscribir el
título, sin que importe la capacitación posterior a tal tiempo o la incapacidad
sobreviniente. Y debiendo tenerse en cuenta, en relación con esta excepción,
que conforme al principio de la autonomía o independencia de las firmas, sólo
la persona incapaz que suscribió el Título puede oponer la excepción siendo
válidas las obligaciones contraídas por los demás signatarios capaces.
La excepción de incapacidad relativa: Solo el afectado.
La excepción de incapacidad absoluta: La puede alegar el demandado, la
puede declara el juez de oficio, el que tenga interés en ello, y el ministerio
público.

Fundamento legal: 899 y 900. Incapacidad absoluta e incapacidad relativa.

Clase de excepción: Puede ser real absoluta o relativa.


Real absoluta: Incapacidad absoluta. Se puede oponer ante cualquier persona
y la puede alegar varias personas inclusive se puede declarar de oficio.
Real relativa: Incapacidad relativa. Se puede oponer ante cualquier persona
pero solo la puede alegar el afectado.

3º. Las de falta de representación o de poder bastante de quien haya


suscrito el título a nombre del demandado. En relación con estas
excepciones hay que anotar que el Código reglamenta lo relativo a la
suscripción de un título como representante, mandatario u otro similar,
exigiendo:
a.- deberá acreditarse esta calidad.
b.- podrá conferirse mediante poder general o poder especial, que “conste por
escrito” (art. 640, inc. 1º y 2º).
c.- el tercero que contrate con el representante podrá, en todo caso, exigir de
éste que justifique sus poderes, y si la representación proviene de un acto
escrito, tendrá derecho a que se le entregue una copia auténtica del mismo”
(art. 837).

Si estas disposiciones se cumplen literalmente, no habrá por regla general


posibilidad de oponer la excepción de falta de representación o de poder
bastante de quien haya suscrito el título a nombre del demandado, cuando se
ejercite la acción cambiaria.

NO REPRESENTACIÓN:
Y, de todos modos, es importante anotar que conforme al mismo Código, quien
suscribe un título-valor a nombre de otro, sin poder para hacerlo, se obligará
personalmente como si hubiera obrado en nombre propio, si no se produce
ratificación expresa o tácita de la suscripción (art. 642 inc. 1º, 2º y 3º ).

Mandato aparente. 640, inc. 3. Acción cambiaria.

EXCESO EN FACULTADES. (Art. 1266). Como si no se hubiera otorgado


poder.

Fundamento legal: 640, 641, 642, 837, 1266. Suscripción a nombre de otro.

Clase de excepción:
Real relativa (puede oponerse ante cualquier demandante, pero no por todos
los demandados, sólo por el indebidamente representado).

4º. Las fundadas en la omisión de los requisitos que el título deba


contener y que la ley no supla expresamente.

Relativa a la literalidad del título.

El Código establece los requisitos que debe contener todo título-valor, por una
parte, y los que deben contener la letra de cambio y el pagaré,
específicamente, por la otra, que hay que considerarlos esenciales cuando la
ley no los supla expresamente.

Pero esto no obsta a que en el título puedan dejarse espacios en blanco e,


inclusive, a que pueda entregarse un papel en blanco con la firma puesta para
convertirlo en un título-valor. En estos casos, cualquier tenedor legítimo deberá
llenar los espacios o la hoja en blanco antes de presentar el título para el
ejercicio del derecho que en él se incorpora (art. 622, inc. 1º y 2º ).

Es posible, entonces, que al ejercitarse la acción cambiaria la letra de cambio o


el pagaré carezcan de alguno de los requisitos formales esenciales para tener
el carácter de título-valor, en general, o de letra de cambio o pagaré,
específicamente, caso en el cual es procedente oponer la excepción
correspondiente por el demandado, por hallarse “incompleto” el título.

Fundamento legal: 621, 671, 709, 713. Requisitos comunes y especiales.

Clase de excepción:
Real y absoluta (puede oponerse ante cualquier demandante y por todos los
demandados).

Investigar: Teoría de la conversión del negocio jurídico, en el formato de la


letra de cambio.¿?

5ª. La alteración del texto del título, sin perjuicio de lo dispuesto respecto
de los signatarios posteriores a la alteración. Para entender lo relativo a
esta excepción es necesario decir que el Código establece que “en caso de
alteración del texto de un título-valor, los signatarios anteriores se obligan
conforme al texto original y los posteriores conforme al texto alterado“, pero que
“se presume, salvo prueba en contrario, que la suscripción ocurrió antes de la
alteración” (art. 631).

Los firmantes anteriores a la alteración, pues, pueden oponer la excepción de


alteración si se les demanda el cumplimiento de su obligación conforme al texto
alterado, por cuanto se les considera obligados conforme al texto original. En
cambio a los suscriptores posteriores a la alteración se les considera obligados
conforme al texto alterado.

Sin embargo, debe tenerse muy en cuenta que una vez demostrada la
alteración del título todos los suscriptores quedan amparados por la presunción
de que lo suscribieron “antes de la alteración“; y entonces queda de cargo de
último tenedor demostrar lo contrario para que quienes lo suscribieron después
de la alteración puedan considerarse obligados conforme al texto alterado.

En el fondo lo que el legislador presume es que el autor de la alteración es el


último tenedor del título, quien al obrar como demandante debe desvirtuar la
presunción.

La forma como el Código reglamenta los efectos de la alteración, de todas


maneras, es consecuencia del principio establecido por el mismo Código de
que “el suscriptor de un título-valor quedará obligado conforme al tenor literal
del mismo.“ (art. 626).

Vivante: Reglas.
a.- Si es evidente la alteración corresponde al demandante probar que fue
anterior a la suscripción de la persona a quien demanda, para que responda
conforme al texto alterado.
b.- Si no es evidente la alteración corresponde al demandado, al excepcionar
deberá probar la alteración. Y así se presumirá que su suscripción fue anterior.
Teniendo el actor que probar lo contrario, o al menos el texto original.
Fundamento legal: 631. Alteración del texto.

Clase de excepción:
Real y absoluta (puede oponerse ante cualquier demandante y por todos los
demandados).

6ª. Las relativas a la no negociabilidad del título.


Si se tiene en cuenta que los títulos valores son documentos destinados a
circular, esta excepción puede oponerse solamente en aquellos casos en que
la ley directamente restringe su negociabilidad o le permite a las partes hacerlo,
así sucede con: el cheque (art., 715 y 716 C.Co., Ley 1 de 1980), el
conocimiento de embarque (art. 1638), la carta de porte (art. 1019), y la factura
que no puede ser negociada antes de su aceptación (ley 1231 de 2008).

Fundamento legal: 715, 716: Cheque no negociable. Ley 1 de 1980: Cheque


fiscal.

Clase de excepción:
Real y absoluta.

7ª. Las que se funden en quitas o en pago total o parcial siempre que
conste en el título. Para efectos de estas excepciones, “quita” significa
remisión o liberación que hace el acreedor al deudor de la deuda o de parte de
ella.

En caso de pago debe tenerse en cuenta que el Código establece que si el


título es pagado, deberá ser entregado a quien lo pague; y que en caso de
pago parcial, el tenedor anotará el pago en el título y extenderá por separado el
recibo correspondiente, conservando el título su eficacia por la parte no pagada
(art. 624).

En esta forma, el pago total o parcial hecho conforme a las previsiones del
Código, no dará lugar a oponerlos como excepción en ningún caso, ya que o
no habrá lugar a ejercitar la acción cambiaria por no hallarse el título ya en
poder del tenedor o sólo habrá lugar a ejercitarla por la parte no pagada por
hallarse anotado el pago parcial en el título.

El problema en la práctica, entonces, quedará reducido a los casos pocos


comunes de que el título-valor se pague totalmente y no se entregue al deudor,
o de que el pago parcial no se anote en el título. En estos casos entendemos
que la excepción siempre será oponible por quien hizo el pago total o parcial al
demandante que lo recibió, aunque no conste en el título y, por ende, pudiendo
aducir el demandado pruebas “alliunde “, esto es, distintas del título.
Cosa distinta es el caso de una remisión o de un pago, total o parcial, hecho
antes del vencimiento y que no conste en el título cuando éste se haya
negociado posteriormente y también antes de su vencimiento. En este caso sí
operará con todo su rigor el principio de la “literalidad” del título-valor y, por
ende, la excepción de quita o pago que no conste en el título no le será
oponible al último tenedor.
Fundamento legal: 624, 691 y s.s. L. C., 1625 C. C. (Extinción de las
obligaciones: Pago, novación, transacción, remisión, compensación, confusión,
perdida de la cosa que se debe, nulidad, condición resolutoria, prescripción)

Clase de excepción:
Real y absoluta: Si el pago consta en el título.
Personal: Si el pago no consta en el título.

8º. Las que se funden en la consignación del importe del título conforme a
la ley o en el depósito del mismo importe hecho en los términos de este
título.

PAGO POR CONSIGNACIÓN:


El deudor de un título-valor puede acudir a un pago por consignación, tal como
lo reglamentan los arts. 408 núm. 5º del C. de P. C. y 1658 del C. Civil.

DEPOSITO DEL IMPORTE:


Pero, por otra parte, el Código de Comercio trae la previsión muy importante de
que si vencida una letra o un pagaré no se presenta para su cobro dentro de
los términos previstos en el mismo Código, cualquier obligado podrá “depositar
el importe del mismo en un banco autorizado legalmente para recibir depósitos
judiciales, que funcione en el lugar donde debe hacerse el pago, a expensas y
riesgo del tenedor y sin obligación de dar aviso a éste”, añadiendo que “Este
depósito producirá efectos de pago”. (art. 696).

Consideramos que se trata de una previsión muy importante en la práctica, por


cuanto permite al deudor liberarse de su obligación cambiaria en forma muy
expedita, evitándole las costas de una ejecución cuando el título no le ha sido
presentado para el pago.

De todos modos, pues, tanto el pago por consignación como el depósito del
importe del título, cuando se hayan hecho con todos los requisitos legales, son
oponibles como excepción al tenedor que ejercite su acción cambiaria.

Fundamento legal: 691 y s.s. 693, 696. L. C. Arts. 408 núm. 5º del C. de P. C.
y 1656-1665 del C. Civil.

Clase de excepción:
Real y absoluta: De especial categoría porque no consta en el título.

9ª. Las que se funden en la cancelación judicial del título o en orden


judicial de suspender su pago, proferida como se prevé en este título.
En una de las innovaciones más importante introducidas por el Código al
reglamentar lo relativo a los Títulos-Valores está la Sección III del Título de los
Procedimientos, que trata de la Cancelación de los mencionados Títulos.

Allí se prevé que quien haya sufrido el extravío, hurto, robo o destrucción total
de un título-valor a la orden, podrá solicitar la cancelación de éste y, en su
caso, la reposición. Y dentro del procedimiento correspondiente se prevé la
posibilidad de que el juez, si el actor otorga garantía suficiente, ordene la
suspensión del cumplimiento de las obligaciones derivadas del título (arts. 803
y 806). A estos supuestos, pues, hacen referencia las excepciones que
analizamos.1

1
REPOSICIÓN, CANCELACIÓN Y REIVINDICACIÓN DE TÍTULOS VALORES. [Se debe
tener en cuenta las modificaciones que introdujo el art. 398 del C.G.P., que entró a regir el 1 de
octubre de 2012].

ARTÍCULO 398. CANCELACIÓN, REPOSICIÓN Y REIVINDICACIÓN DE TÍTULOS


VALORES. Quien haya sufrido el extravío, pérdida, hurto, deterioro o la destrucción total o parcial de un
título valor, podrá solicitar la cancelación y, en su caso, la reposición, comunicando al emisor, aceptante o
girador la pérdida, hurto, deterioro o destrucción, mediante escrito acompañado de las constancias y
pruebas pertinentes y, en su caso, devolviendo el título deteriorado o parcialmente destruido al principal
obligado.
El interesado publicará un aviso informando sobre el extravío, hurto o destrucción total o parcial del título
en un diario de circulación nacional y sobre la petición de cancelación y reposición, en el que se incluirán
todos los datos necesarios para la completa identificación del título, incluyendo el nombre del emisor,
aceptante o girador y la dirección donde este recibirá notificación.
Transcurridos diez (10) días desde la fecha de publicación del aviso, si no se presenta oposición de
terceros comunicada por escrito ante la entidad o persona emisora, aceptante o giradora, esta podrá tener
por cancelado el título y, si es del caso, pagarlo o reponer el documento.
En el evento previsto en el inciso anterior, el título extraviado, hurtado, deteriorado o destruido carecerá
de valor y la entidad o persona emisora, aceptante o giradora estará legalmente facultada para reponerlo o
cancelarlo. Cualquier reclamación de terceros vencido el término de diez (10) días del inciso anterior,
deberá dirigirse directamente ante la persona que obtuvo la cancelación, reposición o pago.
Si se presenta oposición de terceros o si el emisor, aceptante o girador del título se niega a cancelarlo o a
reponerlo por cualquier causa, el interesado deberá presentar la demanda ante el juez competente.
En ningún caso el trámite previsto en los incisos anteriores constituye presupuesto de procedibilidad. El
interesado podrá presentar la demanda directamente ante el juez.
La demanda sobre reposición, cancelación o reivindicación de títulos valores deberá contener los datos
necesarios para la completa identificación del documento. Si se trata de reposición y cancelación del
título se acompañará de un extracto de la demanda que contenga los mencionados datos y el nombre de
las partes. En el auto admisorio se ordenará la publicación por una vez de dicho extracto en un diario de
circulación nacional, con identificación del juzgado de conocimiento.
Transcurridos diez (10) días desde la fecha de la publicación y vencido el traslado al demandado, si no se
presentare oposición, se dictará sentencia que decrete la cancelación y reposición, a menos que el juez
considere conveniente decretar pruebas de oficio.
El juez, si el actor otorga garantía suficiente, ordenará la suspensión del cumplimiento de las obligaciones
derivadas del título y, con las restricciones y requisitos que señale, facultará al demandante para ejercitar
aquellos derechos que solo podrían ejercitarse durante el procedimiento de cancelación o de reposición,
en su caso.
El procedimiento de cancelación o de reposición interrumpe la prescripción y suspende los términos de
caducidad.
Si los demandados niegan haber firmado el título o se formulare oposición oportuna, y llegare a probarse
que dichos demandados sí habían suscrito el título o se acreditaren los hechos fundamentales de la
demanda, el juez decretará la cancelación o reposición pedida.
El tercero que se oponga a la cancelación, deberá exhibir el título.
Si el título ya estuviere vencido o venciere durante el procedimiento, el actor podrá pedir al juez que
ordene a los signatarios que depositen, a disposición del juzgado, el importe del título.
Si los obligados se negaren a realizar el pago, quien obtuvo la cancelación podrá legitimarse con la copia
Fundamento legal: (arts. 398 C.G.P.).

Clase de excepción:
Real y absoluta.

10º. Las de prescripción o caducidad, y las que se basen en la falta de los


requisitos necesarios para el ejercicio de la acción.

Tanto la acción cambiaria directa, como la acción cambiaria de regreso


prescriben: La acción cambiaria directa prescribe en tres años a partir del día
del vencimiento (art. 789 C.Co.); la acción cambiaria de regreso del último
tenedor prescribirá en un año contado desde la fecha del protesto o, si el título
fuere sin protesto, desde la fecha del vencimiento; y, en su caso, desde que
concluyan los plazos de presentación (art. 790 C.Co.); La acción del obligado
del regreso contra los demás obligados anteriores prescribe en seis meses,
contados a partir de la fecha del pago voluntario o de la fecha en que se le
notifique la demanda (art. 791 C.Co.).

Caduca la acción cambiaria de regreso: Por no haber sido presentado el título


en tiempo para su aceptación o para su pago, y por no haber levantado el
protesto conforme a la ley (art. 787 C.Co.).

La excepción de prescripción es oponible tanto por los principales obligados


como por los obligados en vía de regreso, mientras que la de caducidad sólo lo
es por los obligados en vía de regreso.

Y en lo referente a la “falta de requisitos necesarios para el ejercicio de la


acción”, debe anotarse que al consagrar el Código estas excepciones como
oponibles a la acción cambiaria abre una brecha para que en el campo riguroso
de las excepciones cambiarias propiamente dichas puedan penetrar todas las
excepciones previas o impedimentos procesales, como falta de jurisdicción o
de competencia, inexistencia, incapacidad o indebida representación del
demandante o del demandado, ineptitud de la demanda, trámite inadecuado de
la misma, etc., así como las excepciones de mérito temporales o dilatorias,
como plazo pendiente, etc. Sin embargo, esto es discutible desde la óptica

de la sentencia, para exigir las prestaciones derivadas del título.


El depósito del importe del título hecho por uno de los signatarios libera a los otros de 1a obligación de
hacerlo. Y si lo hicieren varios, solo subsistirá el depósito de quien libere mayor número de obligados.
Si los obligados depositan parte del importe del título, el juez pondrá el hecho en conocimiento del
demandante y si este aceptare el pago parcial, dispondrá que le sean entregadas las suma depositadas. En
este caso dicho demandante conservará acción por el saldo insoluto.
Si al decretarse la cancelación del título no hubiere vencido, el juez ordenará a los signatarios que
suscriban el título sustituto. Si no lo hicieren, el juez lo firmará.
El nuevo título vencerá treinta (30) días después del vencimiento del título cancelado.
Aún en el caso de no haber presentado oposición, el tenedor del título cancelado conservará sus derechos
contra quien obtuvo la cancelación y el cobro del título.
Los títulos al portador no serán cancelables.

CERTIFICADOS DE DEPÓSITO Y BONOS DE PRENDA. Trámite extrajudicial, Seperintendencia


Financiera. (804 inc. 2, C.Co.)
procesal, porque los hechos que configuren excepciones previas, deberán
alegarse mediante recurso de reposición contra el mandamiento de pago. [art.
430, C.G.P.]

Fundamento legal: (L. C.: arts. 787, 788, caducidad; 789-792 prescripción.
Cheque: 729, caducidad; 730, prescripción).

Clase de excepción:
Real. Prescripción: Obligados cambiarios directos y de regreso. Caducidad:
Obligados cambiarios de regreso.

11º. Las que se deriven de la falta de entrega del título o de la entrega sin
intención de hacerlo negociable, contra quien no sea tenedor de buena fe.

El Código establece el principio fundamental de que “toda obligación cambiaria


deriva su eficacia de una firma puesta en un título-valor y de su entrega con la
intención de hacerlo negociable conforme a la ley de su circulación” (art. 625).

En consecuencia, la falta de entrega de un título-valor o su entrega con


intención distinta a la de hacerlo negociable trae como consecuencia la
ineficacia de la obligación cambiaria correspondiente; pero esto es “inter
partes” esto es, entre el suscriptor a quien se le extravió o sustrajo el título-
valor y quien lo sustrajo o encontró, y también frente a un tercero tenedor que
conozca las circunstancias en que el título-valor salió de poder del suscriptor.
Pero no en relación con un tercero tenedor de buena fé, porque a éste no le es
oponible la excepción correspondiente.

Y debe tenerse en cuenta a este respecto que conforme al Código “se


presumirá la buena fé, aun la exenta de culpa. Quien alegue la mala fe o la
culpa de una persona, o afirme que ésta conoció o debió conocer determinado
hecho, deberá probarlo“. (Art. 835).

Fundamento legal: 625.

Clase de excepción:
Personal.

12ª. Las derivadas del negocio jurídico que dio origen a la creación o
transferencia del título, contra el demandante que haya sido parte en el
respectivo negocio o contra cualquier otro demandante que no sea
tenedor de buena fe exenta de culpa.

La creación o transferencia de una letra de cambio o de un pagaré se origina


casi siempre en un negocio jurídico anterior o fundamental, que puede ser de
compraventa, mutuo, prestación de servicios, etc., y del cual pueden derivarse
excepciones que se denomina por la doctrina “causales”, como por ejemplo la
nulidad de ese negocio, su falta de acción (caso de juego o apuesta), su no
perfeccionamiento, su incumplimiento, etc.
Estas excepciones, entonces, son oponibles cuando quien ejercita la acción
cambiaría haya sido parte en el respectivo negocio como vendedor, mutuante,
prestador de servicios, etc., y también contra cualquier otro demandante que
adquiera el título conociendo o debiendo conocer la excepción “causal”
correspondiente, conocimiento que hay que entenderlo referido al momento de
adquirir el título y habida cuenta de que la mala fe o la buena fe no exenta de
culpa deberá acreditarse por quien la alega.

Mas si se trata de otro demandante que sea tenedor de buena fe exenta de


culpa o a quien no pueda probársele su mala fe o su buena fe no exenta de
culpa, las excepciones causales correspondientes no le serán oponibles por el
demandando.

La forma como lo relativo a la posibilidad de oponer excepciones derivadas del


negocio jurídico que dio origen a la creación o transferencia del título se
reglamenta en el Código, es consecuencia de la “autonomía” del derecho que
en los títulos-valores se incorpora.

Porque la “autonomía” significa que el adquirente de un título-valor recibe un


“derecho nuevo”, originario, no derivado, de modo que no le son oponibles las
excepciones que se hubieren podido invocar a un antecesor.

Siendo de advertir que la “autonomía” del derecho no tiene nada que ver con la
“abstracción”. Esta se refiere a la no existencia de relaciones entre la relación
jurídica base de la emisión del título-valor y las acciones derivadas del título
emitido. Aquella implica, simplemente, la incomunicabilidad de las excepciones
personales que pudieron oponerse a los sucesivos tenedores del título-valor.

En efecto, las excepciones personales sólo son oponibles en cuanto existan


entre actor y demandado. Esta es la afirmación básica de la “autonomía”.

Fundamento legal: 643.

Clase de excepción:
Causal y personal.

13º. Las demás personales que pudiere oponer el demandado contra el


actor. En materia cambiaria se hace la distinción, ya insinuada, entre
excepciones “personales” o relativas y “reales” o absolutas.

Las excepciones personales sólo tienen efecto “inter partes”, por cuanto en
ellas el deudor necesita invocar otra relación jurídica extraña al título para
excusarse de su pago y sólo son oponibles, en consecuencia, a quien participó
en esa relación y al tenedor posterior de mala fe o de buena fe no exenta de
culpa.

1625 C. C. (Extinción de las obligaciones: además del /pago/, novación,


transacción, remisión, compensación, etc.)
Las excepciones reales, en cambio, derivan directamente del título, afectan la
obligación cambiaria misma, y, por eso, pueden ser opuestas a cualquier
tenedor.

Conforme a esto, excepciones personales serían las ya analizada de falta de


entrega del título o de entrega sin intención de hacerlo negociable, y las
derivadas del negocio jurídico que dio origen a la creación o transferencia del
Título. Y podría mencionarse otra excepción personal, la de compensación,
oponible cuando el último tenedor es deudor a su vez del demandado deudor
del título por una suma líquida y exigible. Aunque no podría el aceptante de la
letra u otorgante del pagaré oponer en compensación lo que el último tenedor
le deba al girador o endosante del título, por el carácter “in personam” de la
excepción.

Excepciones reales o “in rem”, por el contrario, son las ya analizadas de


falsedad en la firma, incapacidad, falta de poder, omisión de los requisitos que
el título deba contener, alteración, no negociabilidad del título, prescripción o
caducidad, etc.

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