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¡Cristo te ama!
Porque de tal manera amó Dios
al mundo que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel
que en él cree, no se pierda,
mas tenga vida eterna. Juan
3:16
¿Tienes a Jesús en tu corazón?
Si ya has aceptado a Jesús en tu
corazón, comparte este
mensaje con otra persona y
cumplamos con este llamado a
hacer discípulos (Mat. 28:19).
Si no es así, te invito a que
reflexiones sobre tu vida, y
cómo la has estado manejando.
No esperes a ser perfecto para
acercarte a Dios, porque Él nos
dijo que no hay justo, ni aún
uno (Rom. 3:10), pero somos
justificados por la preciosa
sangre de Jesús, que derramó
en sacrificio por nuestros
pecados, redimiéndonos y
ofreciéndonos una vida eterna
junto a Él. Mientras estemos
vivos tenemos la esperanza de
aceptarlo en nuestro corazón,
reconociéndolo como nuestro
Salvador, y de esta forma
hacernos hijos de Dios (Juan
1:12).
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¡Cristo te ama!
Porque de tal manera amó Dios
al mundo que ha dado a su Hijo
unigénito, para que todo aquel
que en él cree, no se pierda,
mas tenga vida eterna. Juan
3:16
¿Tienes a Jesús en tu corazón?
Si ya has aceptado a Jesús en tu
corazón, comparte este
mensaje con otra persona y
cumplamos con este llamado a
hacer discípulos (Mat. 28:19).
Si no es así, te invito a que
reflexiones sobre tu vida, y
cómo la has estado manejando.
No esperes a ser perfecto para
acercarte a Dios, porque Él nos
dijo que no hay justo, ni aún
uno (Rom. 3:10), pero somos
justificados por la preciosa
sangre de Jesús, que derramó
en sacrificio por nuestros
pecados, redimiéndonos y
ofreciéndonos una vida eterna
junto a Él. Mientras estemos
vivos tenemos la esperanza de
aceptarlo en nuestro corazón,
reconociéndolo como nuestro
Salvador, y de esta forma
hacernos hijos de Dios (Juan
1:12).
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¡Cristo te ama!
Porque de tal manera amó
Dios al mundo que ha dado a
su Hijo unigénito, para que
todo aquel que en él cree, no
se pierda, mas tenga vida
eterna. Juan 3:16
¿Tienes a Jesús en tu
corazón?
Si ya has aceptado a Jesús en tu
corazón, comparte este
mensaje con otra persona y
cumplamos con este llamado a
hacer discípulos (Mat. 28:19).
Si no es así, te invito a que
reflexiones sobre tu vida, y
cómo la has estado
manejando. No esperes a ser
perfecto para acercarte a
Dios, porque Él nos dijo que
no hay justo, ni aún uno
(Rom. 3:10), pero somos
justificados por la preciosa
sangre de Jesús, que
derramó en sacrificio por
nuestros pecados,
redimiéndonos y
ofreciéndonos una vida
eterna junto a Él. Mientras
estemos vivos tenemos la
esperanza de aceptarlo en
nuestro corazón,
reconociéndolo como
nuestro Salvador, y de esta
forma hacernos hijos de Dios
(Juan 1:12).
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Si, has decidido aceptar a
Cristo en tu corazón, repite
esta oración:
“Señor Jesús, te doy gracias por
haber muerto por mí en la cruz
y confieso que Dios te levantó
de los muertos al tercer día
para mi justificación.
Reconozco que he pecado y te
he ofendido, por eso hoy me
arrepiento y te pido que entres
en mi corazón y me ayudes a
agradarte de ahora en
adelante. Escribe mi nombre en
el libro de la vida y ayúdame a
perseverar en mi fe en ti, hasta
el día en que vuelvas por tu
pueblo. Haz que habite en mí,
tu Santo Espíritu y me guíe en
su sabiduría. Gracias por tu
inmensa misericordia. Amén.”
Recuerda que puedes usar tus
propias palabras. Esta es solo
una guía, pero lo más
importante es que lo digas con
mucha convicción y de todo
corazón. Estaré orando por ti y
recuerda que si has tomado
esta hermosa decisión, debes
seguir buscando de Dios, en su
palabra y en una congregación.
Que Dios te bendiga.
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Si, has decidido aceptar a
Cristo en tu corazón, repite
esta oración:
“Señor Jesús, te doy gracias por
haber muerto por mí en la cruz
y confieso que Dios te levantó
de los muertos al tercer día
para mi justificación.
Reconozco que he pecado y te
he ofendido, por eso hoy me
arrepiento y te pido que entres
en mi corazón y me ayudes a
agradarte de ahora en
adelante. Escribe mi nombre en
el libro de la vida y ayúdame a
perseverar en mi fe en ti, hasta
el día en que vuelvas por tu
pueblo. Haz que habite en mí,
tu Santo Espíritu y me guíe en
su sabiduría. Gracias por tu
inmensa misericordia. Amén.”
Recuerda que puedes usar tus
propias palabras. Esta es solo
una guía, pero lo más
importante es que lo digas con
mucha convicción y de todo
corazón. Estaré orando por ti y
recuerda que si has tomado
esta hermosa decisión, debes
seguir buscando de Dios, en su
palabra y en una congregación.
Que Dios te bendiga.
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Si, has decidido aceptar a
Cristo en tu corazón, repite
esta oración:
“Señor Jesús, te doy gracias
por haber muerto por mí en
la cruz y confieso que Dios te
levantó de los muertos al
tercer día para mi
justificación. Reconozco que
he pecado y te he ofendido,
por eso hoy me arrepiento y
te pido que entres en mi
corazón y me ayudes a
agradarte de ahora en
adelante. Escribe mi nombre
en el libro de la vida y
ayúdame a perseverar en mi
fe en ti, hasta el día en que
vuelvas por tu pueblo. Haz
que habite en mí, tu Santo
Espíritu y me guíe en su
sabiduría. Gracias por tu
inmensa misericordia.
Amén.”
Recuerda que puedes usar
tus propias palabras. Esta es
solo una guía, pero lo más
importante es que lo digas
con mucha convicción y de
todo corazón. Estaré orando
por ti y recuerda que si has
tomado esta hermosa
decisión, debes seguir
buscando de Dios, en su
palabra y en una
congregación. Que Dios te
bendiga.
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