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Evaluación final

Estudiante:

Sonia Taboada Delgado

Código: 39274497

Tutora: Adriana Villada

Grupo: 403024_38

Universidad Nacional Abierta Y A Distancia

Escuela De Ciencias Sociales Artes Y Humanidades

Programa de Psicología

Mayo 2018
Identificación paciente
Nombre del alumno: AA
Fecha de Nacimiento: 12 de octubre de 2000
Edad: 7 años
Sexo: Femenino
Grado Escolar: 2° de primaria
Informe dirigido a: Colegio Picapiedra

Motivo de la consulta

La madre refiere: “La niña no se relaciona con los demás, nos está
perjudicando, la orientadora nos la quiere sacar”

La niña no habla ante personas que no son de su entorno familiar, es muy


solitaria, y prefiere la no participación en actividades con otros niños. Su
rendimiento académico ha disminuido, motivo por el cual enviaron una
remisión a psicología por parte del colegio.

Identificación del caso

Este caso de mutismo selectivo presenta retraso simple del lenguaje, el


cual es un poco más amplio que el retraso puro del habla, ya que las
confusiones de la pequeña no sólo son del tipo fonético, sino también
semántico, morfológico, social. Este último aspecto es el que le causa
mayores problemáticas a la niña a la hora de lograr un correcto
desarrollo de las habilidades sociales necesarias.
Descripción del problema

La madre reporta que el problema se inició aproximadamente desde los


2 años y medio o 3 años de edad, cuando la niña ingresó al jardín a la
etapa de párvulos, en el cual presentó enuresis y conductas autolesivas
cuando tenía dificultades para hacer las tareas asignadas en el colegio, y
en una ocasión presentó una marca en su mano de un mordisco que le
hizo un compañero. Después de permanecer cuatro meses allí, la niña
hacía pataletas porque, según refiere su mamá, no quería volver al
jardín, motivo por el cual los padres la retiraron y la matricularon en
otro, en el cual la profesora le manifestó a la mamá que la niña no
hablaba ni interactuaba con los demás compañeros. Nuevamente la
retiran de allí y su mamá la coloca tareas para hacer en la casa.
Posteriormente, en el año 2006, la niña ingresó al Colegio La Merced en
el cual estudia actualmente. Allí no establece comunicación verbal con
pares ni docentes por lo que su rendimiento académico ha desmejorado.

Análisis y descripción de las conductas problema

Situación:
- Se queda atrasada en medio de la clase
- Sus familiares le insisten que hable enfrente de personas fuera de su
“burbuja de comunicación”
- No participa en juegos o integraciones escolares y sociales
Respuesta fisiológica: Disminución de energía, una baja efusividad y
una baja predisposición a las relaciones sociales. Se reduce la capacidad
de atención en estímulos exteriores.
Respuesta cognitiva: La niña presenta problemáticas en el desarrollo
de las habilidades cognitivas complejas.
Respuesta motora: Comportamientos autolesivos, enuresis, huir,
retracción del cuerpo.
Consecuencias:
La niña no recibe una estimulación que garantice el correcto desarrollo de
las habilidades cognoscitivas vitales para la supervivencia. Si continúa
entendiendo este comportamiento como normal el mutismo puede llegar
a complicarse, pudiendo convertirse en mutismo total o incluso
agorafobia.
Hipótesis
De acuerdo a las manifestaciones sociales, conductuales y emocionales
analizados en el caso propuesto, es posible que la niña presente un
trastornos de ansiedad social llamado mutismo selectivo, se caracteriza
por la inhibición selectiva del habla en situaciones en las que existe
expectativa de hablar.
El origen hipotético del mutismo de la niña está asociado a la ansiedad,
las primeras manifestación se presentaron aproximadamente desde los 2
años y medio o 3 años de edad, cuando la niña ingresó al jardín a la etapa
de párvulos, en el cual presentó variedad de correlatos asociados al
trastorno como enuresis y conductas autolesivas y desde entonces su
ansiedad aumentó considerablemente. La niña con mutismo selectivo
experimenta ansiedad ante determinadas situaciones sociales, que
interpreta como amenazantes. En ese escenario aparece el miedo a ser
juzgado por los demás o el temor a no dar la respuesta adecuada, que
hacen que la situación sea vivida por la pequeña como una auténtica
amenaza, y le produzca el bloqueo o inhibición del habla. Como
consecuencia, la niña presenta problemas escolares y sociales.

Evaluación conductual

La evaluación se lleva a cabo a través de entrevistas exhaustivas con


padres y maestra/tutora del colegio, Los datos de la evaluación y
entrevista inicial confirman la existencia de un cuadro de mutismo
selectivo que cumple criterios requeridos por el DSM-IV-TR.
Todos estos datos parecen confirmar que la niña presenta un mutismo
selectivo. De este modo, y tomando en consideración los rasgos
diagnósticos proporcionados por el DSM-IV-TR. Donde se contemplan
como criterios claves:
a) Una incapacidad persistente para hablar en situaciones sociales
específicas (en las que se espera que hable. Por ejemplo, en la escuela)
a pesar de hacerlo en otras situaciones.
b) La alteración interfiere el rendimiento escolar o laboral o la
comunicación social.
c) La duración de la alteración es de por lo menos 1 mes (no limitada al
primer mes de escuela).
d) La incapacidad para hablar no se debe a una falta de conocimiento o
de fluidez del lenguaje hablado requerido en la situación social.
e) El trastorno no se explica mejor por la presencia de un trastorno de la
comunicación (ejemplo: tartamudez) y no aparece exclusivamente en el
transcurso de un trastorno generalizado del desarrollo, esquizofrenia u
otro trastorno psicótico.
Más concretamente, y como causas que explican este diagnóstico, se ha
de mencionar en este caso los factores siguientes
- Timidez excesiva en las relaciones interpersonales.
- Altos niveles ansiedad.
- Sobreprotección familiar.
Alternativas de solución y toma decisiones

A la hora de enfrentar esta situación y “desmutizar” a la niña, además


de la completa disposición de todos los actores en la vida de la niña
(especialista, padres, maestros y compañeros, pues poco a poco deberá
ir interactuando con todos ellos); se debe disponer las condiciones
externas, los medios, recursos y ambientes de aprendizaje esenciales
para que este proceso se produzca.
 Enseñar conductas adecuadas de interacción social no verbal y
verbal (cómo saludar, cómo pedir jugar, cómo acercarse).
 Actuar como mediador con otros niños (comenzar a jugar con el
niño y los otros para facilitar la interacción entre ellos).
 Planificar situaciones que faciliten la comunicación verbal con otros
(invitar a niños a casa, ir a hacer recados, compras, acudir al parque
o a la plaza, acudir a cumpleaños, etc ...
 Ampliar progresivamente el círculo de amigos con los que comienza
a hablar (repetir las situaciones exitosas con frecuencia e introducir
poco a poco las nuevas relaciones).
 Eliminar comentarios que hagan referencia a que no habla,
(preguntar si ha hablado en clase, si ha cantado en música, cuando
va a comenzar a hablar).
 Nunca forzarle a hablar en situaciones sociales en las que se
observe ansiedad excesiva (no insistir en que responda al saludo o
preguntas de amigos o conocidos)
 Asignar pequeñas tareas de responsabilidad dentro del aula y del
centro educativo ajustadas a la edad (hacer recados,
repartir/recoger material, borrar el tablero).
Conclusiones

El caso de AA es sumamente interesante porque la primera impresión


aparenta una simple timidez, cuadro realmente normal en niños pequeños,
sin embargo es la punta del iceberg, ya que por debajo hay posibilidad de
conformarse un trastorno de ansiedad con pronóstico complicado, derivando
en trastorno de ansiedad generalizada o social.

La forma en que se manifiesta el trastorno, extrema timidez y mudez, pasa


desapercibida en las escuelas, porque no forman parte de los niños inquietos
o desafiantes que si llaman la atención, y otro hecho importantísimo, es que
en casa generalmente se comunican, por lo que sus padres pueden no
detectar este fenómeno en sus hijos.

En el caso de AA claramente no hace falta la utilización de medicación


para tratar su problema pero la incorporación de la familia nuclear como
extendida puede ser un elemento a considerar. No solo para observar las
dinámicas familiares y detectar aquellas medidas de seguridad que
implementan con AA sino también para psicoeducar sobre el trastorno y
posibles estrategias que pueden utilizar en la cotidianidad con ella.
Referencias

Blanco, A. & Díaz, D. (2006). Orden Social y Salud Mental: Una


Aproximación desde el Bienestar Social. Clínica y Salud, 17(1), 7-
29.Recuperado dehttp://scielo.isciii.es/pdf/clinsa/v17n1/v17n1a01.pdf

Evaluación Psicológica: Algunas Claves Para El Futuro (1998, Junio) {Base


de datos}. Hemeroteca científica en línea Redalyc .Recuperado
dehttp://www.papelesdelpsicologo.es/vernumero.asp?id=780

Casullo, M. M. & Fernandez, M. (2006). Las Propuestas de la Psicología


Positiva. ¿Universales Psicológicos o Particulares de una Visión Cultural?.
Anuario De Investigaciones, 14, 261-268. Recuperado
dehttp://www.scielo.org.ar/pdf/anuinv/v14/v14a25.pdf

Fernández R. (2013). Evaluación Psicológica. Recuperado de: Cordero A.


(1997). La Evaluación Psicológica en el año 2000. { En Línea} Recuperado
de http://books.google.es/books?hl=es&lr=lang_es&id=DXBVBjUj7E0C&
oi=fnd&pg=PA135&dq=related:imGE-
8OCLZYJ:scholar.google.com/&ots=TgzOqnn44H&sig=OUbUKQgjT4kfqu
PwLiOt6-VmZYs#v=onepage&q&f=false

Blanco A. Díaz D. Bienestar social y trauma psicosocial: una visión


alternativa al trastorno de estrés prostraumático. Clínica y Salud [en
linea] 2004, 15 (Sin mes) : [Fecha de consulta: 17 de diciembre de 2017]
Disponible en:http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=180617834001

Pérez M. La evaluación Psicológica en contextos educativos: aciertos del


pasado, errores del presente y propuestas de futuro. Estudios de
Psicología. (2016) Recuperado
de http://www.scielo.br/pdf/estpsi/v33n3/0103-166X-estpsi-33-03-
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