Enfoque psicoeducativo o prescriptivo: más destinado al ámbito del
aprendizaje escolar y al análisis de las capacidades intelectuales del
alumnado.
Enfoque conductual o funcional: orientado a la evaluación de la relación
entre las variables internas y externas del sujeto como determinantes de su propio comportamiento.
Desde las corrientes psicológicas más conductuales (o cognitivo-
conductuales) el enfoque funcional suele ser el enfoque utilizado durante el proceso diagnóstico de referencia. Este modelo permite realizar un estudio y análisis más completo de las variables determinantes en el proceso de evaluación debido a que defiende la premisa de que el comportamiento se debe considerar teniendo en cuenta una multiplicidad de factores influyentes, tanto internos como externos. Así, el comportamiento humano no debería entenderse como el resultado de la suma de factores individuales, puesto que cada interacción que se produce entre dos (o más) ya deriva de por sí en un tipo de influencia totalmente distinta del agregado de sus causantes originales. Dado su enorme carácter complejo y plástico (o modificable), su explicación debería ser abordada siguiendo esta misma filosofía: la de considerar sus elementos determinantes también como complejos y variables.
Las características del enfoque funcional
El enfoque funcional prioriza las variables ambientales o contextuales (en un primer momento) e interaccionistas (en un momento posterior) como determinantes de la conducta del individuo, con lo cual prioriza el análisis de este tipo de variables en el proceso diagnóstico. Sus postulados derivan de las Teoría de Modificación de Conducta y de las aportaciones de autores como B. F. Skinner, principalmente. Dentro de este modelo pueden distinguirse tres perspectivas, las cuales enfatizan diferencialmente la influencia del ambiente, las características del sujeto o la interacción de sendos factores: la perspectiva conductual- situacionalista, la cognitivo-conductual y la conductual cognitivo-social, respectivamente. Dada la relevancia de los factores observables que defiende esta propuesta teórica, las variables que toma como unidad de análisis son aquellas que se dan en el momento presente, las cuales se acompañan de unos antecedentes y consecuentes próximos. A nivel metodológico, sus supuestos son evaluados experimentalmente mediante la observación objetiva del repertorio conductual del sujeto como reflejo de habilidades y capacidades internas. Se corresponde, por tanto, a una metodología deductiva-inductiva intrasujeto. Este modelo presenta una finalidad tanto interventiva (o modificadora) como preventiva, dado que ha incorporado como variable objeto de análisis la interacción entre el sujeto y su ambiente. Entiende, así, el poder dinámico de esta relación entre ambos elementos y le da a la conducta una significación de modificabilidad y adaptabilidad (de ahí su capacidad preventiva).
La evaluación psicológica como proceso
Como puede observarse a partir de la lectura del texto, el proceso de evaluación psicológica deviene un conjunto de procedimientos rigurosamente establecidos que resultan fundamentales para posibilitar una adecuado diagnóstico y, posteriormente, una intervención psicológica adecuada a las particularidades de cada individuo en concreto y a los objetivos terapéuticos que desean alcanzarse. En este sentido, se ha expuesto el enfoque funcional como un modelo que dispone de un significativo sustento teórico, el cual permite realizar un análisis completo sobre todas las variables que pueden estar incidiendo en el estado actual (sintomatología, comportamientos, cogniciones, etc.) del individuo.