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Departamento de Ciencias Sociales Profesor: Fernando Veloz L.

Asignatura: Historia Nivel: 2° Medio

Actividad: "Revolución Industrial a través de los juegos de mesa”


Nombres: ________________________________________________ Curso: ___________ Fecha: ____/08/2018

Puntos obtenidos: _____ de puntos Nota:

Objetivo: Aplicar los conceptos revisados en la unidad de Revolución Industrial a partir de la utilización de
juegos de mesa para abordar la habilidad de Empatía Histórica desde el contenido antes señalado.

Aprendizaje Esperado: En esta actividad se espera que pruebes uno de los juegos que se presentarán en
una clase para lo que tendrás que extraer conceptos, personajes y situaciones que pudieron ocurrir durante
la vida de una persona en durante el desarrollo de la Revolución Industrial, en específico el tema de la
Cuestión Social.
Instrucciones:
1. Formar parejas para jugar
2. Durante esta clase las parejas deberán se juntarán en grupos de 5 parejas para jugar Story Cubes.

Story Cubes: Es un juego creado por Klaus Teuber, donde con una serie de dados que contienen dibujos de
diversas acciones deberás construir una representación o narración incluyendo una palabra por cada una de
sus caras. De manera que el jugador al que le toque el turno deberá tirar todos los dados e inventarse una
historia que contenga todas las palabras representadas en la tirada.
3. Las parejas tendrán los siguientes elementos para desarrollar el juego: dados de Story Cubes, set de fuentes
históricas relacionadas con la Cuestión Social, planilla de puntaje por narración, cuaderno del estudiante,
grabadora (celular).
4. El juego se desarrollará de la siguiente manera:
‒ Cada pareja elige dos fuentes relacionadas con la Cuestión Social que le interesen del set entregado y
las leerán en silencio, apuntando los elementos que les parezcan importantes de resaltar.
‒ Se selecciona la pareja que parte con la historia, para ello la mesa determinará quién es el jugador más
bueno para "cuentear" al resto. Si no hay un compañero o compañera "cuentero/a" o se produce un
empate, se resolverá por "cachipún".
‒ La pareja que inicia tomará los dados y los lanzará.
‒ Seleccionarán tres de los dados lanzados y, a partir de las imágenes, deberán reconstruir una historia
en primera persona que incluya elementos de las fuentes y los conceptos asociados a los dados.
‒ La historia deberá ser grabada por uno de los integrantes de la pareja. Posteriormente deberán
enviarse al profesor para su evaluación y, en caso que se hayan grabado más de una historia por la
misma pareja, deberán seleccionar la que les parezca mejor.
‒ La historia debe iniciar con la frase "Érase una vez…".
‒ La historia no puede superar los tres minutos de tiempo, para ello una pareja contraria tomará el
tiempo de la narración.
‒ Terminada la historia, cada pareja de los integrantes de la mesa deberán votar sobre lo buena o mala
de la historia. Para ello deberán indicar qué criterio es merecedor de la historia (sólo se puede
seleccionar uno de ellos). Los criterios son:
 Contextualización Histórica: Posiciona la historia, los personajes y sus acciones en un tiempo y
lugar preciso. (3 puntos)
 Contenido Histórico: La historia se acerca a los acontecimientos posibles de vivir en el pasado,
evitando ficciones imposibles de ocurrir. (4 puntos)
 Creatividad: La historia mantiene la atención de los compañeros debido a su narración atractiva
y entretenida. (2 puntos)
‒ La pareja anotará en la planilla de puntajes por narración.
‒ Terminada la historia de la puntuación, continua la primera pareja con otra narración y posterior
puntuación.
‒ Al final de la primera ronda se contabilizarán los puntajes de cada pareja y se determinará un ganador.
Si lo desean pueden jugar otra ronda intercambiando las fuentes o manteniendo las mismas; esta
decisión deberá generarse por consenso de la mesa.
Planillas de Puntajes por narración
Nombres

Ronda Puntaje pareja 1 Puntaje pareja 2 Puntaje pareja 3 Puntaje pareja 4 Puntaje pareja 5 Total
1
2
3
4
5

Nombres

Ronda Puntaje pareja 1 Puntaje pareja 2 Puntaje pareja 3 Puntaje pareja 4 Puntaje pareja 5 Total
1
2
3
4
5

Nombres

Ronda Puntaje pareja 1 Puntaje pareja 2 Puntaje pareja 3 Puntaje pareja 4 Puntaje pareja 5 Total
1
2
3
4
5

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Ronda Puntaje pareja 1 Puntaje pareja 2 Puntaje pareja 3 Puntaje pareja 4 Puntaje pareja 5 Total
1
2
3
4
5

Nombres

Ronda Puntaje pareja 1 Puntaje pareja 2 Puntaje pareja 3 Puntaje pareja 4 Puntaje pareja 5 Total
1
2
3
4
5

Nombres

Ronda Puntaje pareja 1 Puntaje pareja 2 Puntaje pareja 3 Puntaje pareja 4 Puntaje pareja 5 Total
1
2
3
4
5

Nombres

Ronda Puntaje pareja 1 Puntaje pareja 2 Puntaje pareja 3 Puntaje pareja 4 Puntaje pareja 5 Total
1
2
3
4
5
Carta anómima el periódico Leeds Intelligenser (13 de junio de 1786). Gran Bretaña.
A los comerciantes y a los fabricantes de paños y a todos aquellos que aman a la manufactura textil de este
país (…) El número de máquinas para cardar que se están instalando por doquier a lo largo de 17 millas al
suroeste de Leeds supera todo lo imaginable, pues ¡ya llega a un total de no menos de ciento sesenta! Dado que
toda máquina puede hacer en doce horas el trabajo que pueden realizar diez hombres trabajando noche y día
(como mínimo), ello significa que una máquina podrá hacer en un día el trabajo para el que se requerirían veinte
hombres.
Dado que no queremos afirmar nada que no pueda ser probado, calculamos que si se emplean cuatro hombres
por cada máquina durante 12 horas y si esta trabaja día y noche, harán falta 8 hombres para las 24 horas; de
esta manera (…) por cada máquina de cardar 12 hombres perderán su trabajo. Dado que se puede suponer que
el número de máquinas que hay, conjuntamente, en todos los demás distritos, es similar al de las máquinas que
hay en el suroeste, al menos 4.000 hombres se verán obligados a arreglárselas de otro modo para sobrevivir y
probablemente terminarán en la lista de pobres, si no se soluciona en breve la situación: calculando que en cada
una de las familias ahora sin trabajo un muchacho se podía colocar como aprendiz, ocho mil personas se verán
privadas de la oportunidad de procurarse sus medios de subsistencia.

L. Simon. Viaje a Inglaterra durante 1810 y 1811.


El descenso a la mina es una operación estremecedora: hay que pasar una pierna por un nudo situado en el
extremo de la cuerda que sirve para extraer el carbón y sostenerse fuertemente a ella […], entonces quedas
suspendido sobre un gran abismo completamente oscuro. Llegamos a la tierra a 378 pies de profundidad […].
Cubiertos con una capa de lana y con una vela en la mano avanzamos por una galería, caminando por encima de
la roca y con un negro muro brillante a ambos lados […]. Por las galerías más estrechas y bajas, circulan […]
vagonetas empujadas por niños […]. Las minas cuentan con un gran ingenio para hacer circular el aire por todas
las galerías, pero cualquier error puede provocar grandes accidentes por la inflamación del hidrogeno […].

Andrew Ure ( 1 8 3 5 ) The Factory System. El autor fue ingeniero y químico escocés.
El término Factory System (sistema fabril) designa, en tecnología, la operación combinada de muchas clases de
trabajadores, adultos y jóvenes, que vigilan cuidadosamente una serie de máquinas productoras, impelidas
continuamente por una fuerza central. Esta definición incluye organizaciones tales como fábricas de algodón, de
lino, de seda y ciertos trabajos de ingeniería; pero excluye aquellos en los que el mecanismo no forma series
conectadas o no dependen de un motor inicial. Ejemplos de esta clase los tenemos en el trabajo del hierro,
tintorería fábricas de jabón, fundidores de bronce, etc.
La principal dificultad, a mi juicio, no se debe tanto a la invención de un mecanismo automático para
estirar y retorcer algodón en un hilo continuo como a la distribución de los diferentes elementos del aparato en
un solo cuerpo cooperativo, que mueva cada órgano con una delicadeza y velocidad apropiadas, sobre todo que
acostumbre a los seres humanos a renunciar a sus inconexos hábitos de trabajo, y a identificarse con la
invariable regularidad del complejo automático. Idear y proporcionar un apropiado código de disciplina del
trabajo en fábrica, adecuado a las necesidades de las exigencias de la automación, fue la empresa hercúlea, la
espléndida realización de Arkwright. Incluso actualmente, cuando el sistema se ha organizado perfectamente y
su labor simplificada hasta el máximo, es casi imposible convertir a personas que han pasado de su pubertad, ya
procedan de ocupaciones rurales o artesanas, en útiles obreros de fábrica. Después de luchar durante un
espacio de tiempo en dominar sus descuidados e inquietos hábitos, terminan por renunciar espontáneamente a
su empleo o por ser despedidos por sus patronos en razón de su falta de atención al trabajo.

Reglamento de una fábrica textil, estraído de Political Register, 30 de agosto de 1823. Gran Bretaña.
En Tyldesley, cerca de Manchester, los hombres trabajan, incluida la hora de la comida, 14 horas por día, a una
temperatura de 80° a 84° Fahrenheit (=26,6 a 28,8 ºC); la puerta permanece cerrada durante las horas de
trabajo, salvo unos treinta minutos para la hora del té; a los trabajadores no se les autoriza a enviar por agua
para refrescarse en medio de la atmósfera sofocante de la hilandería; aun el agua de lluvia está bajo
candado, por orden del patrón; de lo contrario, los hilanderos estarían satisfechos de poder utilizarla. He
aquí las multas en Chelines que se les imponen:
Todo hilandero que haya abierto una ventana 1
Todo hilandero que haya reparado la correa de su tambor y haya encendido el pico de gas 2
Todo hilandero que abandone su telar y deje el gas encendido 2
Todo hilandero que encienda el gas demasiado temprano 1
Todo hilandero que hile a la luz del gas demasiado tarde por la mañana 2
Todo hilandero que haya abierto demasiado su llave de gas 1
Todo hilandero que silbe durante su trabajo 1
Todo hilandero que tenga desperdicios sobre la banda del carro 1
Todo hilandero que llegue 5 minutos después del último toque de la campana 1
Turner Thakrah(1831) Informe del médico.
Me situé en la calle Oxford de Manchester y observé a los obreros en el momento en que abandonaban las
fábricas, a las 12 en punto. Los niños tenían casi todos mal aspectos, eran pequeños, enfermizos; iban descalzos
y mal vestidos. Muchos no aparentaban tener más de 7 años. Los hombres de 16 a 24 en general, ninguno de
ellos de edad avanzada, estaban casi tan pálidos y delgados como los niños. Las mujeres eran las que tenían
apariencia más respetable, pero entre ellas no vi ninguna que tuviera un aspecto lozano o bello. Vi, o creí ver
una estirpe degenerada, seres humanaos mal desarrollados y debilitados, hombres y mujeres que no llegarían a
viejos, niños que jamás serían adultos saludables. Era un triste espectáculo.

Bonnni Anderson (1991) Historia de las mujeres: una historia propia, volumen 2, Editorial Crítica, Barcelona.
En 1832, Elizabeth Bentley, que por entonces tenía 23 años, testificó ante un comité parlamentario inglés sobre
su niñez en una fábrica de lino. Había comenzado a la edad de 6 años, trabajando desde las seis de la mañana
hasta las siete de la tarde en temporada baja y de cinco de la mañana a nueve de la noche durante los seis
meses de mayor actividad en la fábrica. Tenía un descanso de 40 minutos a mediodía, y ese era el único de la
jornada. Trabajaba retirando de la máquina las bobinas llenas y reemplazándolas por otras vacías. Si se quedaba
atrás, "era golpeada con una correa" y aseguró que siempre le pegaban a la que terminaba en último lugar. A los
diez años la trasladaron al taller de cardado, donde el encargado usaba correas y cadenas para pegar a las niñas
con el fin de que estuvieran atentas a su trabajo. Le preguntaron ¿se llegaba a pegar a las niñas tanto para
dejarles marcas en la piel?, Y ella contestó "Sí, muchas veces se les hacían marcas negras, pero sus padres no se
atrevían a ir a al encargado, por miedo a perder su trabajo". El trabajo en el taller de cardado le descoyuntó los
huesos de los brazos y se quedó "considerablemente deformada... a consecuencias de este trabajo".

Papa León XIII (15 de mayo de 1891) Encíclica Rerum Novarum.


48. Ved, Venerables Hermanos, quiénes y de qué modo han de trabajar en esta cuestión tan difícil. Que cada
uno cumpla en la parte que le corresponde; y ello muy pronto, porque la tardanza haría más difícil la cura de un
mal ya tan grave. Cooperen los gobiernos plenamente con [la creación de] buenas leyes y previsoras
ordenanzas; ricos y patronos tengan siempre muy presentes sus deberes; (…) el verdadero y radical remedio [a
la Cuestión Social] tan sólo puede venir de la religión, todos deben persuadirse de cuán necesario es volver
plenamente a la vida cristiana, sin la cual aún los medios más prudentes y que se consideren los más idóneos en
la materia, de muy poco servirán para lo que se desea.
La Iglesia nunca dejará que falte en modo alguno su acción, tanto más eficaz cuanto más libre sea; y, sobre todo,
deben persuadirse de esto quienes tienen por misión proveer al bien común de los pueblos. Pongan en ello todo
su entusiasmo y generosidad de celo los Ministros del Santuario; y, guiados por vuestra autoridad y con vuestro
ejemplo, venerables hermanos, nunca se cansen de inculcar a todas las clases de la sociedad las máximas vitales
del Evangelio; hagan cuanto puedan en trabajar por la salvación de los pueblos y sobre todo procuren defender
en sí y encender en los demás, grandes y humildes, la caridad, que es señora y reina de todas las virtudes.
Porque la deseada salvación debe ser principalmente fruto de una gran efusión de la caridad; queremos decir,
de la caridad cristiana que es la ley en que se compendia todo el Evangelio y que, pronta siempre a sacrificarse
por el prójimo, es el más seguro antídoto contra el orgullo y el egoísmo del mundo; virtud, cuyos rasgos y
perfiles plenamente divinos trazó San Pablo con estas palabras: La caridad es paciente, es benigna; no busca sus
provechos; todo lo sufre; todo lo sobrelleva.
En prenda de los divinos favores y en testimonio de Nuestro amor, a cada uno de vosotros, Venerables
Hermanos, y a vuestro Clero y a vuestro pueblo, con gran afecto en el Señor, os damos la Bendición Apostólica.

K. Marx & F. Engels (1848) Manifiesto comunista.


Al principio son obreros aislados; luego los de una fábrica; después los de toda una rama de trabajo, los que se
enfrentan en una localidad, con la burguesía que personal y directamente les explota. Sus ataques no van sólo
contra el régimen burgués de producción, van también contra los propios instrumentos de producción. Los
obreros sublevados, destruyen las mercancías ajenas que les hacen la competencia, destrozan las máquinas,
prenden fuego a las fábricas, pugnan por volver a la situación ya enterrada del obrero medieval.
Al tiempo que su fuerza crece, el proletariado se va dando cuenta de esta y al paso que la maquinaria va
borrando las diferencias y las categorías en el trabajo, y reduciendo los salarios casi en todas partes a un nivel
bajísimo y uniforme, se igualan también los intereses y las condiciones de vida dentro del proletariado. La
competencia cada vez mayor desatada entre la burguesía, y las crisis comerciales que desencadena, hacen cada
vez más inseguro el salario del obrero. Los progresos incesantes y cada día más veloces del maquinismo,
aumentan gradualmente la inseguridad de su existencia. Las colisiones entre obreros y burgueses aislados, van
tomando el carácter, cada vez más señalado, de colisiones entre dos clases. Los obreros empiezan a coaligarse
en contra de los burgueses. Se asocian y se unen para defender sus salarios. Llegan incluso a crear
organizaciones permanentes, para aprovisionarse en previsión de posibles enfrentamientos.
Esta organización de los proletarios como clase, que tanto vale decir como partido político, se ve minada a cada
momento, por la competencia desatada entre los propios obreros. Pero avanza y siempre triunfa, a pesar de
todo, cada vez más fuerte, más firme, más pujante. Y aprovechándose de las discordias que surgen en el
seno de la burguesía, impone la sanción legal de sus propios intereses. Así nace en Inglaterra, la ley de la jornada
de diez horas.
Peter Gordon (1999) Robert Owen (1771-1858). UNESCO
Owen expresó su insatisfacción con el sistema educativo vigente en términos inequívocos: “Entrad en cualquiera
de las escuelas que se llaman nacionales y pedid al maestro que os muestre lo que saben los niños. El maestro
llamará a los niños y les hará preguntas teológicas a las que los hombres más eruditos no pueden responder
racionalmente; los niños, no obstante, responderán enseguida del modo que se les ha enseñado previamente;
porque en esta parodia de la educación la memoria es el único requisito exigido. Así pues, el niño cuya facultad
natural de comparar ideas o cuyos poderes de raciocinio queden destruidos más deprisa, si al propio tiempo
posee una memoria suficiente para recordar cosas sin hilación, será el primero de la clase; y las tres cuartas
partes del tiempo que debería dedicarse a impartir una instrucción útil, se habrá dedicado en realidad a destruir
la capacidad mental de los niños” (R. Owen, 1814).
Su visión de un sistema de educación para los pobres y las clases trabajadoras se basaba en la doctrina de que
“el Estado que posea el mejor sistema nacional de educación será el mejor gobernado”. Con esta finalidad,
Owen redactó el texto de un proyecto de ley para el Parlamento con propuestas clarividentes y completas. Entre
ellas figuraban la creación de un ministerio de educación con una plantilla de personal capacitado; escuelas de
formación de maestros (“en la actualidad no hay ninguna persona en el Reino que haya sido formada para
educar a las generaciones futuras”); una planificación general de los métodos de enseñanza basada en la
comparación de diversas prácticas seguidas en la época; y el nombramiento por el Estado de maestros
preparados para las escuelas. Owen creía además que era necesario obtener información precisa sobre el
número de trabajadores en cada barrio, sus ocupaciones y las cifras de desempleo.

William Lovet. La Carta del Pueblo (1838) Gran Bretaña. El autor es representante de la London Working
Men's Association. (Adaptación libre)
Un voto para cada hombre mayor de 21 años.
La boleta de votación secreta para que pueda votar sin intimidación.
No hay requisitos de propiedad para los miembros del parlamento (MP), lo que permite que cualquier hombre,
pobre o rico sea elegido como diputado.
Pago de los miembros del parlamento, permitiendo que los hombres de trabajo ordinarios sean diputados.
Distritos electorales iguales para asegurar la misma cantidad de representación para el mismo número de
electores, de modo que los pequeños grupos de votantes no hayan invadido los votos de los más grandes.
Parlamentos anuales: para mantener a los MP responsables.

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