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Amor en la biblioteca

Liliana Cinetto

Cuentan que cuentan que había Él dibujó una sonrisa


una vez una princesa sólo para saludarla.
que vivía en un estante Y tarareó la canción
de una vieja biblioteca. que el mar le canta a la luna
Su casa era un cuento de hadas, y le regaló un collar
que casi nadie leía, hecho de algas y espuma.
estaba entre un diccionario Sentado sobre un renglón,
y un libro de poesías. el pirata, cada noche,
Solamente algunos chicos la esperaba en una esquina
acariciaban sus páginas del capítulo catorce.
y visitaban a veces Y la princesa subía
su palacio de palabras. una escalera de sílabas
Desde la torre más alta, para encontrar al pirata
suspiraba la princesa. en la última repisa.
Lágrimas de tinta negra Así se quedaban juntos
deletreaban su tristeza. hasta que salía el sol,
Es que ella estaba aburrida oyendo el murmullo tibio
de vivir la misma historia del mar, en un caracol.
que de tanto repetir Cuentan que cuentan que en mayo
se sabía de memoria: los dos se fueron un día
una bruja la hechizaba y dejaron en sus libros
por envidiar su belleza varias páginas vacías.
y el príncipe la salvaba Los personajes del libro
para casarse con ella. ofendidos protestaban:
Cuentan que cuentan que un día, "Las princesas de los cuentos
justo en el último estante, no se van con los piratas".
alguien encontró otro libro Pero ellos ya estaban lejos,
que no había visto antes. muy lejos, en alta mar
Al abrir con suavidad, y escribían otra historia
sus hojas amarillentas conjugando el verbo amar.
salió un capitán pirata El pirata y la princesa
que estaba en esa novela. aferrada al brazo de él
Asomada entre las páginas navegan por siete mares
la princesa lo miraba. en un barco de papel.

Actividades
1. Marcar las rimas al final de los versos donde las haya.
2. ¿Con qué tipo de relatos solemos relacionar a las princesas y piratas? Unir a
cada personaje con el tipo de historia. Puede haber más de una opción para cada
uno.
Princesas Historias de terror
Piratas Historias de hadas
Historias de amor
Historias de ciencia ficción
Historia de aventuras
Como Ulises
Javier Kahe

No sé cual es más bella, doy un tumbo y otro tumbo. y un en ex–padre, y he sabido


si la mar, la vela o la estrella, Y, otra vez mi suerte aciaga, que guardó un tiempo mi
y las tengo al navegar, y, esta vez casi sucumbo [ausencia
las tengo al navegar, en el lecho de otra maga. bordando que era un primor,
las tengo al navegar, y que se agotó su paciencia,
la estrella, la vela y la mar. Circe de turbio recuerdo que rompió su bastidor.
me quería para cerdo.
Yo, como Ulises, he sido Lo fueron mis camaradas. En uno de sus repentes
de Penélope el marido, A mí me salvó algún dios. y a uno de los pretendientes
y me alejé de esa joya Y le afeé sus cerdadas: parece ser que le dijo:
por unirme a Agamenón, que te zurzan, Circe, adiós. “Padre serás de mi hijo
que iba a la guerra de Troya, y tendremos otros varios.
me pedía el cuerpo acción. Y al mar, me dicta mi instinto. Ulises, si es que regresa,
Al mar, que es un laberinto. se llevará una sorpresa,
Y tuve acción, tuve guerra, Y sopla un viento contrario me lo dictan mis ovarios”.
ríos de sangre por tierra, y doy con un sanguinario
y, entre hecatombes y vino, cíclope vil, Polifemo. Y ahora, perdido mi rumbo,
Aquiles, casi divino. Aunque me tuvo a su antojo ahora voy a donde sea,
Y el mejor de mis engaños: era un borracho y un memo. un tumbo doy y otro tumbo
un caballo de madera. Le clavé un palo en el ojo. y prosigo mi odisea
Y Aquiles que desespera en otras tristes canciones.
y muere. Fueron diez años. “¡Nadie”, gritaba “me ciega!”, Sólo Hermes y Atenea
“¡Nadie!”, gritaba, acusica. comparten mis libaciones.
Y me volví para casa, Con Poseidón no se juega
pues de Ítaca el rumbo, y naufrago hacia Nausicaa, No sé cual es más bella,
y ya sabéis lo que pasa, linda princesa feacia, si la mar, la vela o la estrella,
dando un tumbo y otro tumbo. a quién traté en plan colega ylas tengo al navegar,
Y, ¿qué queréis que uno haga con extrema diplomacia. las tengo al navegar,
si al primer tumbo me caigo las tengo al navegar,
en el lecho de una maga?1 Y me alojé en el palacio la estrella, la vela y la mar.
de su padre, el rey feacio,
Baste deciros que tanto y me contaron mi historia
de Calipso fue el encanto sin saber que yo era yo,
que me acosté en aquel lecho y en un momento de euforia
un par de años, quizá tres, mi gloria me descubrió:
y siempre esta desecho.
Pero el tiempo es como es. “Señores, sí, soy Ulises,
vuelvo de muchos países,
Y se rompe el encanto2 un día. debo seguir navegando,
Y sigues tu travesía, Ítaca me está esperando”.
resistes a duras penas Me ofrecieron un navío
cánticos de las sirenas, y remeros, los mejores.
y visitas el infierno Y zarpé hacia mis amores,
donde Aquiles y tu madre, mi Penélope y el crío.
aunque Cerbero les ladre,
tienen frío y es eterno. Ítaca al fin, veinte años.
Ítaca al fin, no son nada.
Y otra vez de vuelta a casa, Unos cuantos desengaños
otra vez de Ítaca al rumbo, y es el mar agua pasada.
y ya sabéis lo que pasa: Me disfracé de mendigo:
vi a Penélope casada
con un antiguo enemigo.
1
Se refiere a la bruja Circe, Ahora soy un ex–marido
2
Hechizo

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