LAS MEDIDAS
COERCITIVAS
PERSONALES Y REALES
EN LA JURISPRUDENCIA
2009 - 2010
Estudio introductorio
Alonso PEÑA CABRERA FREYRE
Gustavo URQUIZO VIDELA
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
medio, pues nunca antes se hizo una sistematización de este tipo de criterios, los que
además aplican la normativa vigente sobre las medidas coercitivas penales (no hace
mucho modificada), en especial, en materia de detención preventiva.
Este libro inicia con un esclarecedor estudio introductorio elaborado en coautoría
por los doctores Alonso Peña Cabrera Freyre y Gustavo Urquizo Videla, reconocidos
investigadores que desarrollan los pormenores de la regulación normativa de las
medidas coercitivas penales y en función –precisamente– de la jurisprudencia actual
incluida en la obra y de otros fallos pertinentes. Con este trabajo guía, que comple-
menta la información jurisprudencial compilada más adelante, la publicación alcanza
completitud metodológica, de modo que el lector pueda acceder a la más actual,
consistente y práctica información sobre el tema tratado.
En cuanto a la jurisprudencia compilada, podrá notarse que se enfatizan en las
resoluciones superiores (hay un mayor número de ellas), por tratarse de autos recientes
(2009-2010) que fijan criterios inéditos para la generalidad de la comunidad jurídica
–lo que incluye el desatendido tema de las medidas reales en el ámbito penal–. Al
efecto, se tuvo en cuenta que los libros jurisprudenciales se centran comúnmente en
la difusión de las sentencias que resuelven el fondo de las controversias y sobre todo
de nivel supremo. Las apelaciones a las medidas coercitivas penales, por el contrario,
nunca se cuestionan directamente ante el máximo tribunal judicial.
En el caso de los fallos del Tribunal Constitucional, la importancia radica en la
sistematización que se plantea de los más relevantes criterios constitucionales de los
últimos tres años, generalmente emitidos tras cuestionarse (por hábeas corpus) los
mismos criterios judiciales superiores que pueden verse en el resto de la obra. Esto
permite contrastar las líneas resolutivas judicial y constitucional y apreciar así todo el
panorama jurisprudencial sobre las medidas coercitivas penales. Atañe, asimismo, que
buena parte de la jurisprudencia constitucional incluida no ha sido objeto de difusión
suficiente en compilación alguna, no obstante aparecer en la página web del Tribunal
Constitucional, pero ahogada en un mar de miles de resoluciones y sentencias.
Por todo lo indicado, creemos que la obra Las medidas coercitivas personales
y reales en la jurisprudencia será de gran interés y utilidad para quienes exploren
meticulosamente su contenido, siendo por ello un placer presentarla a la comunidad
jurídica del país. Se trata sin lugar a dudas del más ambicioso producto editorial re-
ciente del grupo empresarial Gaceta Jurídica, singularizado además por ser de bene-
ficio exclusivo para los suscritos de la revista Diálogo con la Jurisprudencia, la más
importante publicación peruana en el análisis jurisprudencial integral y especializado
en nuestro medio.
Federico G. Mesinas Montero
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ES T U DIO
INT RO DU CT O RIO
Las m e d i d as c au t e l ar e s e n e l p r oc e s o p e n al
Al on s oP e ñ a C ab r e r aF r e yr e (* )
Gu s t avo U r q u iz o V id e la (* * )
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(1) Vide el artículo II del CPP de 2004: “1. Toda persona imputada de la comisión de un hecho
punible es considerada inocente, y debe ser tratada como tal, mientras no se demuestre lo
contrario y se haya declarado su responsabilidad mediante sentencia firme debidamente moti-
vada. Para estos efectos se requiere de una suficiente actividad probatoria de cargo, obtenida y
actuada con las debidas garantías procesales.
(…)”.
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Obviamente, hay que indicar ya desde aquí que tales medidas deberán carecer
de alguna pretensión punitiva o reparatoria(2).
Aunque lo principal es, desde luego, no dejar de reconocer que las medidas
cautelares afectan determinados derechos(3). Esta advertencia va especialmente
dirigida a evitar que se tenga a las medidas cautelares como mecanismos neu-
trales sin consecuencias para el sujeto sobre el que recaen, al que por cierto, y
de manera muy expresiva, suele denominarse afectado.
En última instancia, esto tiene por finalidad llamar la atención acerca de la
especial gravedad de las medidas de coerción y el riesgo que usualmente entrañan
para la propia legitimidad del proceso. Y aunque se corra el riesgo de tenerse por
obvio, pretende (pese a que la ley pareciera ya suficiente barrera para esto) dejar
establecido que la imposición de medidas cautelares, y la elección de las más intro-
misivas, debe estar guiada por el criterio, bastante desdeñado además, de la última
ratio, con la misma amplitud y sentido que esto tiene para el Derecho Penal(4) (5).
(2) Aunque esto pareciera estar bastante alejado de la práctica de los tribunales. No obstante, la juris-
prudencia ha generado un discurso distinto, vide la STC recaída en el Expediente Nº 1567-2002-I
HC/TC, Lima, F.J. 3, (Caso Alejandro Rodríguez Medrano) referido a la detención provisional:
“No se trata de una medida punitiva, por lo que, mediante ella, no se adelanta opinión respecto
a la culpabilidad del imputado en el ilícito que es materia de acusación, por cuanto ello impli-
caría quebrantar el principio constitucional de presunción de inocencia”.
(3) “Las medidas provisionales pueden definirse como los actos procesales de coerción directa
que, recayendo sobre los derechos de relevancia constitucional, de carácter personal o patri-
monial, de las personas, se ordenan a fin de evitar determinadas actuaciones perjudiciales que
el imputado podría realizar durante el transcurso del proceso de declaración”.
(4) En la jurisprudencia vide STC recaída en el Expediente Nº 1091-2002-HC/TC, F.J. 7. (Caso
Vicente Ignacio Silva Checa): “(...) si bien la detención judicial preventiva constituye una
medida que limita la libertad física, por sí misma, esta no es inconstitucional; sin embargo,
por el hecho de tratarse de una medida que restringe la libertad locomotora, dictada pese a que
no existe sentencia condenatoria firme, al procesado le asiste el derecho a que se presuma su
inocencia; cualquier restricción de ella siempre debe considerarse en última ratio a la que el
juzgador debe apelar, esto es, susceptible de dictarse solo en circunstancias verdaderamente
excepcionales y no como regla general”.
(5) Con una visión especialmente crítica, vide ASENCIO MELLADO, José María. Derecho Pro-
cesal Penal. Tirant lo Blanch, 4ª edición, Valencia, 2008, p. 177: “[L]a regulación que se efec-
túe de esta materia [= las medidas cautelares], la mayor o menor amplitud con la que se permita
la limitación de tal derecho fundamental, nos va a servir como instrumento idóneo para valorar
y calificar la ideología política que subyace a un sistema determinado y a las personas que lo
gobiernan”.
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(6) Un interesante trabajo acerca de la recíproca influencia de los distintos ámbitos del sistema pe-
nal global es el de HUAMÁN CASTELLARES, Daniel. “Sobre la integración de la dogmática
sustantiva y el proceso penal. El caso de la conclusión anticipada del debate oral”. En: Gaceta
Penal & Procesal Penal, Tomo Nº 17, Lima, noviembre de 2010, pp. 284-304.
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(7) En el mismo sentido vide ORE GUARDIA, Arsenio: “La naturaleza de la coerción es procesal,
de orden cautelar, en tanto sirve para asegurar la presencia del imputado al mismo; no es posible
utilizarla como pena, ni tampoco como medida de seguridad o para aplacar sentimientos colecti-
vos de venganza”. En: <http://www.cal.org.pe/pdf/diplomados/material_lectura02.pdf (Consul-
ta: 2 de junio de 2011)>. En la jurisprudencia del Tribunal Constitucional vide la STC recaída en
el Expediente N° 0298-2003-HC/TC (Caso Thayron Loza Munárriz, F.J. N° 3): “La detención
provisional tiene como última finalidad asegurar el éxito del proceso. No se trata de una medida
punitiva, por lo que, mediante ella, no se adelanta opinión respecto a la culpabilidad del imputado
(…), por cuanto ello implicaría quebrar el principio constitucional de presunción de inocencia”.
(8) Con ese mismo criterio, vide el Exp. N° 30459-2010-1, Lima del 21/12/2010: “[Se] advierte
que existen indicios razonables y suficientes que satisfacen la exigencia normativa, y vincu-
lan al procesado (…) con el delito que se le imputa”. Con negritas y cursivas en el original.
Igualmente, el Expediente N° 31008-10, Lima del 13/12/2010 (Tercera Sala Penal para Proce-
sos con Reos en Cárcel) señala que: “Se advierte que aparece señalada la forma como habría
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cometido el delito que se le atribuye, por lo que siendo así también se evidencia que existen
suficientes elementos probatorios que vinculan a la patrocinada de la recurrente con el delito
imputado (…)”.
(9) “El Colegiado aprecia que existe suficientes elementos probatorios de la comisión de un delito
que vinculan al imputado, toda vez que, los agraviados lo sindican directamente como la persona
que les causó las lesiones conforme aparece en los Certificados Médico-Legales antes descritos,
más aún debe tenerse en cuenta lo manifestado por los agraviados a nivel policial quienes dan
una versión coherente de la forma y circunstancias de cómo ocurrieron los hechos”. Expediente
Nº 30972-2010 del 10/12/2010, Lima (Tercera Sala Penal para Procesos con Reos en Cárcel).
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penal del imputado. Porque habrán casos en los que esto podrá ser así pero otros,
en los que, por ejemplo, la carga indiciaria inicial no será robustecida, y, por lo
tanto no alcanzará idoneidad para sostener una condena.
Más allá de ello, lo que debe dejarse claramente establecido es que es la ley
la que define el ámbito específico en el que una medida cautelar debe ser apli-
cada. Según esto, no solo no es posible imponer medidas cautelares no previstas
legalmente, sino también que no es posible imponer aquellas contempladas por
la ley pero ignorando los requisitos impuestos por esta. Aquí podría incluirse
también los casos en los que una medida cautelar prevista en la ley y concedida
conforme a sus exigencias, es aplicada con exceso. Pero es cierto también que
estos casos parecen corresponder más que a una infracción de la legalidad de
la medida a una vulneración de su proporcionalidad. A pesar de ello, en ambos
casos es claro que la medida cautelar deberá decaer.
Por cierto, la finalidad de la legalidad de las medidas cautelares es excluir
la arbitrariedad al momento de su imposición. Esto debe entenderse como una
consecuencia explícita del riesgo que entraña toda restricción de derechos.
El dictado de las medidas coercitivas merece un especial cuidado y las
máximas restricciones. Esto mismo se manifiesta en el estrechamiento de los
requisitos para su concesión. Por eso, en la prisión preventiva, por ejemplo, se
requiere la concurrencia copulativa(10) de una vinculación del imputado al hecho,
de un peligro procesal y de los adicionales requisitos previstos por la norma.
Este es el mismo criterio de la jurisprudencia que hace casi quince años,
a través del Acuerdo Plenario Nº 3-1997 fue clara al señalar que: “La medida
cautelar de detención exige el cumplimiento de los tres requisitos materiales
establecidos por el artículo 135 del Código Procesal Penal [de 1991]”(11).
(10) Vide el Expediente Nº 29800-10 del 13/12/2010, Lima (Tercera Sala Penal Especializada en lo
Penal para Procesos con Reos en Cárcel): “Si bien los presupuestos materiales deben concurrir
copulativamente en el caso concreto, también es de poner en evidencia que la concurrencia
tiene que ser correlativa (…)”.
(11) Sin ningún espacio para la duda, el artículo 268 del CPP de 2004: “1. El Juez, a solicitud del
Ministerio Público, podrá dictar mandato de prisión preventiva, si atendiendo a los primeros
recaudos sea posible determinar la concurrencia de los siguientes presupuestos:
(…)”.
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(14) “La finalidad tuitiva-coercitiva persigue impedir que el imputado incurra en ulteriores hechos
punibles, que previsiblemente serían idénticos o análogos a aquel que ha provocado la in-
coación del proceso, o bien que se consume o amplíe los efectos del delito objeto de enjuicia-
miento”. Ídem, p. 1074.
(15) Su permanencia está subordinada a la subsistencia de los presupuestos que justificaron su im-
posición (rebus sic stantibus).
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(16) Sobre todo en cuanto a la imposición de la detención personal, la más grave de todas las medi-
das. Al respecto, vide el Expediente Nº 22355-2010-2 del 22/02/2011, Lima (Sala Penal para
Procesos con Reos Libres de Vacaciones): “Por su severidad la detención debe de ordenarse
como la última ratio de los medios de coerción, para lograr la sujeción del imputado al proceso
y evitar la perturbación de la actividad probatoria”.
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1. Car ac t e r í s t i c as d e l as m e d i d as c au t e l ar e s (1 8 )
(17) Vide Expediente N° 15587-2010-1, del 17/02/2011, Lima (Sala Penal de vacaciones para pro-
cesos con reos libres): “[E]l mandato de detención preventiva impuesta al procesado no resulta
proporcional, puesto que no es una medida idónea, de acuerdo al caso concreto, para prevenir
los riesgos de concretas conductas del imputado (…), que puedan resultar dañosas o perjudi-
ciales al proceso penal seguido en su contra, por lo que, conforme a la suficiencia probatoria y
al principio de proporcionalidad, (…) se varía la detención preventiva impuesta a comparecen-
cia restringida”.
(18) Acerca de la necesidad de una concurrencia conjunta de los requisitos de la detención vide el
Exp. Nº 181-2010-“A”, Lima (Quinta Sala Penal para procesos con reos libres): “Si bien los
presupuestos materiales deben concurrir copulativamente en el caso concreto, también es de
poner en evidencia que la concurrencia tiene que ser correlativa, esto es, primero debe verifi-
carse los suficientes elementos probatorios que sirvan para vincular al imputado con la conduc-
ta delictiva atribuida y si ello se verifica recién se pasará analizar el siguiente presupuesto y así
sucesivamente (…)”.
(19) Un criterio que parece estar claro para la jurisprudencia: “En todo proceso penal se tienen que
prever medidas coercitivas como restricciones al ejercicio de derechos personales o patrimo-
niales impuestas al imputado con la finalidad de garantizar los fines de la instrucción; siendo
que las mismas se dictan en base a los principios de necesidad, proporcionalidad, legalidad y
prueba suficiente” (Vide Exp. Nº 173-2010-“A” del 20/07/2010).
(20) Con otro criterio, vide el Expediente Nº 16379-2010-1, Lima, del 23/12/2010: “[L]a deten-
ción (…), es (…) una medida judicial necesaria prevista en los ordenamientos jurídicos y que
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a) Ju r i s d i c c i on al i d ad
Las medidas cautelares pueden ser dictadas únicamente por el órgano ju-
risdiccional competente, en tanto, toda orden que supone una afectación,
restricción o privación de derechos fundamentales debe obedecer a un
mandato judicial, debidamente motivado y con respeto de las formas y los
procedimientos previstos legalmente. Asimismo, de la Constitución se sigue
que solo los jueces y magistrados que pertenecen a los fueros del Poder
Judicial están legitimados para ello.
Esto, además es ratificado expresamente por el artículo 255.1 del Código
Procesal Penal de 2004 que señala lo siguiente:
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Las medidas de coerción pueden realizarse, por lo tanto, durante las diligen-
cias preliminares o después de instaurada la investigación preparatoria. Sin
embargo, su concreción requiere necesariamente de una decisión jurisdiccio-
nal, en cuyo contenido deberá explicarse debidamente las razones por las que
la medida ha sido impuesta, invocando los argumentos de orden material y
formal que justifican su adopción, lo que supone además una del derecho de
defensa y de contradicción de la parte afectada. La adopción de las medidas
cautelares puede ser solicitada por el fiscal provincial y autorizada por el
juez penal competente.
El principio de jurisdiccionalidad permite además dotar de legitimidad a la
medida, porque solo un órgano jurisdiccional puede definir si la restricción
de un derecho está autorizada por la ley y decidir los casos en los que esto
se hace necesario, y la medida en la que debe hacerse.
b ) V ar i ab i l i d ad
En rigor, que las medidas cautelares sean variables supone que se extiendan
únicamente en tanto subsistan las condiciones que permitieron su imposición.
En consecuencia, desvanecidas o diluidas tales condiciones, la medida deberá
ser levantada de inmediato. En este caso, la supresión de la medida cautelar
será de obligatorio dictado para el órgano jurisdiccional competente, pues
solo de esa forma podrá garantizarse la legitimidad y razonabilidad de la
medida(25).
Dicho de otro modo, la variabilidad supone que las medidas cautelares pue-
den ser dejadas sin efecto en cualquier momento del proceso, siempre que
se verifique la variación de sus presupuestos(26). Por lo tanto, la resolución a
través de la que se dispone la medida cautelar es siempre provisional y deberá
ser dejada sin efecto teniendo en cuenta los cambios de las circunstancias
que sirvieron de base para decretarla.
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Las medidas cautelares están, pues, sometidas a la regla del rebus sic stantibus.
Si aquellas subsisten sin tener ya justificación, se convierten en medidas
arbitrarias e injustas(27).
Por supuesto, la variación de las medidas puede decidirse a solicitud del
afectado o, de oficio, por el juez, en tanto que este, como garante de los de-
rechos de los sujetos procesales, debe promover que no existan restricciones
innecesarias a sus derechos durante el proceso.
Pero, que una medida cautelar tenga que decaer o quedar sin efecto no signi-
fica que no pueda ser reemplazada por otra. Pues, es perfectamente posible
que sea variada por otra menos grave (v. gr. una medida de comparecencia
a cambio de la prisión preventiva).
La variabilidad de las medidas cautelares puede deducirse también de lo
dispuesto en el artículo 253.3 del CPP de 2004 que señala lo siguiente:
“La r e s t r i c c i ó n d e u n d e r e c h o f u n d a m e n t a l s o l o t e n d r á l u g a r
c u an d o f u e r e i n d i s p e n s ab l e , en la medida y por el tiempo es-
trictamente necesario, para prevenir, según los casos, los riesgos
de fuga, de ocultamiento de bienes o de insolvencia sobrevenida,
así como para impedir la obstaculización de la averiguación de
la verdad y evitar el peligro de reiteración delictiva”(28).
En todo caso, la variación de la medida cautelar es una manifestación pal-
maria del hecho de que esta es dependiente del proceso. Por eso, una vez
que se ha asegurado que este podrá concretar sus fines o que el riesgo de su
obstaculización ha disminuido podrá dejarse sin efecto o variarse las medidas
cautelares impuestas, respectivamente.
Un verdadero problema es el que advierte San Martín Castro, quien hace
referencia a la cuestión acerca de la posibilidad de predicar la cosa juzgada
(27) “Las medidas provisionales, además de ser provisionales, se encuentran sometidas a la cláusula
rebus sic stantibus, de modo que su permanencia o modificación –en tanto perdura el proceso
declarativo– estará siempre en función de la estabilidad o el cambio de los presupuestos que
hicieron posible su adopción inicial”. SAN MARTÍN CASTRO, César. Ob. cit., p. 1080.
(28) El resaltado es nuestro.
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(32) “[L]os procesos cautelares son procesos instrumentales, que están en función del proceso de
declaración pues buscan su eficacia y que no falte el elemento esencial del proceso penal como
es el de cumplir su propósito de enjuiciar a una persona para luego reconocer que es inocente
o declarar su responsabilidad”. SÁNCHEZ CÓRDOVA, Juan Humberto. Ob. cit., p. 27.
(33) Vide Expediente Nº 48864-0-2, del 20/07/2010, Lima (Quinta Sala Especializada en lo Penal):
“La imposición de dicha medida cautelar [comparecencia] debe estar sujeta a lo estipulado en
el artículo ciento cuarentitrés del Código Procesal Penal vigente, el cual señala taxativamente
que: “se dictará mandato de comparecencia cuando no corresponda la medida de detención
(...)”; de allí que esta medida debe estimarse dentro de una naturaleza de mínima restricción a
la libertad locomotora del encausado, en tanto se le imponga expresas reglas de conducta que
obligatoriamente debe acatarlos, claro está sin dejar de lado la razonabilidad, la proporcionali-
dad y necesariedad de las mismas”.
(34) En la jurisprudencia constitucional, y respecto a la prisión preventiva vide STC recaída en el
Expediente Nº 02546-2010-PHC/TC, F.J. 3: “El derecho a que la prisión preventiva no exceda
de un plazo razonable (...) coadyuva el pleno respeto de los principios de proporcionalidad,
razonabilidad, subsidiariedad, necesidad, provisionalidad y excepcionalidad que debe guardar
la aplicación de la prisión provisional para ser reconocida como constitucional”. Además, vide
la STC recaída en el Expediente Nº 0791-2002-AI/TC, Lima, 21/07/2002: “[El] principio de
proporcionalidad es uno de naturaleza constitucional que se deriva de la cláusula del estado
Democrático de Derecho, consagrada en el artículo 436 de la Carta de 1993”.
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(37) CÁCERES JULCA, Roberto. Ob. cit. p. 245. Además afirma lo siguiente:”La apariencia del
buen derecho consta a su vez de dos elementos: La primera exige la congruencia entre la im-
putación realizada por el Ministerio Público con el hecho punible, entendido como el correlato
entre los hechos y los términos en que es formulada la denuncia, la cual debe ir acompañada de
los recaudos pertinentes que permitan inferir suficientemente, la comisión de un hecho punible.
La segunda, es un juicio de verosimilitud respecto de la imputación, que determine la presencia
de elementos o indicios probatorios”. CÁCERES JULCA, Roberto. Ob. cit., p. 247.
(38) Así, ASENCIO MELLADO, José María. Ob. cit., pp. 197 y 198.
(39) En la jurisprudencia, vide el Expediente Nº 29384-2010 del 15/12/2010, Lima (Tercera Sala
Penal para Procesos con Reos en Cárcel: “Que, para los efectos de dictarse la medida coerci-
tiva personal de detención, (…), es necesario que se den copulativamente los tres requisitos
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Esto puede desprenderse del artículo 253.2 del CPP de 2004 que señala que:
“La restricción de un derecho fundamental (…) se impondrá (…) siempre
que, en la medida y exigencia necesaria, existan suficientes elementos de
c on vi c c i ón ( 4 0 ) ”.
La adopción de una medida cautelar supone un juicio en el que se aprecia
una probabilidad de que el fallo pueda resultar condenatorio. Sin embargo
como Del Río Labarthe señala: “La valoración no supone una referencia a
una situación de c e r t e z a sobre la responsabilidad criminal de una persona,
porque es obvio que a esa situación se llega solo en la sentencia definitiva y
tras un juicio oral en el que se ha desarrollado un debate contradictorio(41)”.
De esto se sigue, como hemos manifestado supra que no es correcto señalar
que a la imposición de una medida cautelar debe corresponder siempre una
sentencia condenatoria. Para que esta última pueda ser impuesta se requiere
una actividad probatoria contundente que destruya la presunción de inocencia
del imputado.
2. El periculum in mora
También conocido como el peligro procesal. Este peligro hace referencia
de modo concreto al peligro de fuga del imputado, esto es, a la posibilidad
de que se sustraiga a la justicia penal, y al entorpecimiento de la actividad
investigatoria, probatoria o ejecutoria (v. gr. ocultamiento del patrimonio)
de la probable decisión que será tomada al final del proceso. Una conducta
procesal obstruccionista significa evidentemente un serio peligro para la
materialización de los fines del proceso y para la satisfacción del derecho
de la víctima a que su daño sea reparado.
señalados, esto es: Suficiencia Probatoria para vincular al imputado con la comisión del delito
–fumus boni iuris–; Prognosis de pena superior al año de pena privativa de la libertad; y, Ries-
go Procesal tanto respecto a la sujeción al proceso por parte del imputado periculum in mora,
como a la perturbación de la acción probatoria”.
(40) El resaltado es nuestro.
(41) DEL RÍO LABARTHE, Gonzalo. La prisión preventiva en el nuevo Código Procesal Penal.
ARA, Lima, 2008, p. 41.
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(42) “En general, tanto la doctrina como la jurisprudencia reconoce la importancia de este presu-
puesto, señalado como el principal elemento a tenerse en cuenta, por ello se dice que la única
manera de determinar si la detención judicial preventiva de un individuo no responde a una
decisión arbitraria del juez, pasa por la observancia de determinados elementos objetivos que
permitan concluir que, más allá de que existan indicios o medios probatorios que vinculan
razonablemente al inculpado con la comisión del hecho delictivo y más allá del quantum de la
eventual pena a imponerse, debe existir peligro de fuga o peligro de entorpecimiento de la acti-
vidad probatoria. La existencia de estos dos últimos riesgos es lo que en doctrina se denomina
peligro procesal”. CÁCERES JULCA, Roberto. Ob. cit., p. 247.
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(43) Ar t í c u l o 26 8.- P r e s u p u e s t os m at e r i al e s .-
(…)
2 También será presupuesto material para dictar mandato de prisión preventiva, sin perjuicio de
la concurrencia de los presupuestos establecidos en los literales a) y b) del numeral anterior, la
existencia de razonables elementos de convicción acerca de la pertenencia del imputado a una
organización delictiva o su reintegración a la misma, y sea del caso advertir que podrá utilizar
los medios que ella le brinde para facilitar su fuga o la de otros imputados o para obstaculizar
la averiguación de la verdad.
(…)”.
(44) Aunque aquí, a diferencia del CPP de 2004, se señala que: “No constituye elemento probatorio
suficiente la condición de miembro de directorio, gerente, socio, accionista, directivo o asocia-
do, cuando el delito se haya cometido en el ejercicio de una actividad realizada por una persona
jurídica de derecho privado”.
(45) Para una explicación breve del peligro procesal vide SÁNCHEZ CÓRDOVA, Juan Humberto.
“Modificaciones a la comparecencia con restricciones”. En: Revista Jurídica del Perú, Nº 106,
Normas Legales, Lima, diciembre de 2009, p. 26.
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gravedad del injusto, del estatus funcional del autor, de la pena probable
a imponer, de la naturaleza del bien jurídico afectado, del comportamiento
procesal, entre otras.
En consecuencia, no basta, con que hayan motivos para considerar razo-
nablemente probable que el hecho investigado haya sido cometido por
la persona afectada por la medida, sino que, como el fin de tales medidas
es evitar que el inculpado se sustraiga al posible fallo condenatorio o que
evadirá el pago de la reparación civil, solo cuando existan motivos para
temer que esto va a suceder quedarán justificadas las medidas cautelares.
En el caso de la prisión preventiva, el Código Procesal Penal de 2004
prevé los criterios que deberán tenerse en cuenta para verificar el peligro
de fuga o de obstaculización de la justicia, a diferencia de la legislación
anterior que no tenía ninguna indicación similar(46).
En cuanto al peligro procesal en la detención preventiva, el Tribunal
Constitucional ha señalado, como la opinión mayoritaria de la juris-
prudencia “que el principal elemento a considerarse con el dictado de
esta medida cautelar debe ser el peligro procesal que comporte que el
procesado ejerza plenamente su libertad locomotora, en relación con
el interés general de la sociedad para reprimir conductas consideradas
como reprochables jurídicamente. En particular, de que el procesado no
(46) Ar t í c u l o 269. - P e l i gr o d e f u ga.- Para calificar el peligro de fuga, el Juez tendrá en cuenta:
1. El arraigo en el país del imputado, determinado por el domicilio, residencia habitual, asiento
de la familia y de sus negocios o trabajo y las facilidades para abandonar definitivamente el
país o permanecer oculto;
2. La gravedad de la pena que se espera como resultado del procedimiento;
3. La importancia del daño resarcible y la actitud que el imputado adopta, voluntariamente,
frente a él;
4. El comportamiento del imputado durante el procedimiento o en otro procedimiento anterior,
en la medida que indique su voluntad de someterse a la persecución penal.
Ar t í c u l o 270.- P e l i gr o d e ob s t ac u l i z ac i ón .- Para calificar el peligro de obstaculización se
tendrá en cuenta el riesgo razonable de que el imputado:
1. Destruirá, modificará, ocultará, suprimirá o falsificará elementos de prueba.
2. Influirá para que coimputados, testigos o peritos informen falsamente o se comporten de
manera desleal o reticente.
3. Inducirá a otros a realizar tales comportamientos”.
29
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
(47) F.J. 15 de la STC recaída en el Expediente Nº 1091-2002-HC/TC. Además vide la STC recaída
en el Exp. N° 00676-2008-PHC/TC: “[S]e advierte que el órgano jurisdiccional emplazado sí
evaluó el peligro procesal, en su modalidad de perturbación de la actividad probatoria, pre-
cisando que el procesado, en su condición de alcalde: a) habría solicitado proformas para la
adquisición de leche y avena en una fecha posterior a la firma del contrato que habría realizado
con el consorcio KIARA-INDUCER sobre dichos productos, a fin de disfrazar la ilicitud de
la contratación; y b) habría emitido irregulares acuerdos de concejo respecto del Programa del
Vaso de Leche sin la participación de los regidores de dicha municipalidad”.
(48) En el mismo sentido, vide CÁCERES JULCA, Roberto. Ob. cit., p. 256. “(…) el peligro de
fuga y/o perturbación de la actividad probatoria, no permanece inalterable, ya que esta se disi-
pa o disminuye en intensidad durante el proceso, por lo que ante esta situación debe ser revo-
cada o variada por otra menos lesiva de la libertad, de lo contrario se deslegitima esta medida
cautelar al ser vulnerada su finalidad procesal”.
(49) “La prognosis de pena, si bien representa un elemento importante, no debe considerarse como
el fundamental, ya que primero debe examinarse el peligro procesal y el de fuga, por último se
ponderará la prognosis de pena”. CÁCERES JULCA, Roberto. Ob. cit., p. 294.
30
PRIMERA PARTE
CRITERIOS RELEVANTES
DE LAS SALAS SUPERIORES
2009-2010
CAP ÍT U LO I
01. Ap l i c ac i ón d e m e d i d as c oe r c i t i vas : P r i n c i p i os
ap l i c ab l e s
En todo proceso penal se tienen que prever medidas coercitivas
como restricciones al ejercicio de derechos personales o patri-
moniales impuestas al imputado con la finalidad de garantizar
los fines de la instrucción; siendo que estas se dictan con base
en los principios de necesidad, proporcionalidad, legalidad y
prueba suficiente.
S S. . V IDAL M O RALES
GO NZ ALES H ERRERA
GÓ M EZ M ARCH IS IO
Re s ol u c i ón Nº 713
Exp e d i e n t e Nº 173- 201- “A ”
M at e r i a: In c . D e Ap e l ac i ón a l a C au c i ón Ec on óm ic a
Lima, 20 de julio de 2010
3
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
AS U NT O :
Es materia de pronunciamiento la apelación interpuesta por la procesada
LIRA CORONEL AQUINO, contra el auto apertura de instrucción que en copias
certificadas obra de folio setenticinco a setentiocho, su fecha treinta de diciem-
bre del año dos mil nueve, en el extremo que fija como regla de conducta de la
medida de Comparecencia Restringida impuesta el pago de quinientos nuevos
soles por concepto de caución económica.
CO NS IDERANDO :
P RIM ERO .- Que, la recurrente sostiene en su recurso que, el monto de
caución que se le ha impuesto es excesiva, dada la real situación económica
que atraviesa, pues en su condición de Técnico Administrativo (secretaria) de la
Universidad Nacional Agraria de La Molina, y que a la fecha tiene a su cargo a
sus dos hijos, que vienen cursando estudios superiores, y que sus ingresos que
percibe, le sirve para afrontar los gastos propios de ella y de sus hijos; por lo
que pagar la presente caución, no está dentro de sus posibilidades.
S EGU NDO . - Que, en todo proceso penal se tienen que prever medidas coer-
citivas como restricciones al ejercicio de derechos personales o patrimoniales
impuestas al imputado con la finalidad de garantizar los fines de la instrucción;
siendo que las mismas se dictan en base a los principios de necesidad, propor-
cionalidad, legalidad y prueba suficiente;
T ERCERO .- Que, la caución, es una figura jurídica, que fija el Juzgador
atendiendo a las posibilidades económicas del agente, siendo ello así, en la
presente instrucción, se advierte que el a quo aparte de la imposición de una
caución, ha dictado otras reglas de conducta suficientes que condicionan a la
imputada al sometimiento del proceso penal instaurado en su contra como son:
a) No ausentarse del lugar donde reside, sin previo aviso al juzgado; b) Compa-
recer las veces que fuese citado por el Juzgado; c) Concurrir cada fin de mes al
local del juzgado a firmar el libro control respectivo y justificar sus actividades;
todas estas con la finalidad de no perturbar la actividad probatoria ni la acción
de la justicia;
CU ART O .- Que, asimismo, la caución económica, ligada a la compare-
cencia, debe estar determinada en consideración a la capacidad y potencialidad
económica del imputado (conforme lo señala el artículo ciento cuarentitrés,
inciso cinco de la citada norma adjetiva); toda vez que la finalidad y objetivo de
la caución no es más que un medio garantizador de la comparecencia, a efectos
de neutralizar la presunción de elusión a la acción de la justicia que pesa sobre
34
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
el encausado; por ello, como criterio normativo que faculta la ley, para la impo-
sición de esta debe hacerse conforme a la naturaleza del delito que se le imputa.
Q U INT O .- En ese sentido, encontramos que el monto fijado como caución
no se encuentra ajustada a ley, toda vez que si bien es cierto dicha caución se
encuentra supeditada al ilícito materia de instrucción, también lo es que el monto
fijado debe ser proporcional a la real capacidad económica de la recurrente; lo
que no ocurre en el presente caso, puesto es de advertirse, que si bien esta percibe
la suma de S/. 979.35 (novecientos setentinueve nuevos soles con treinticinco
céntimos) conforme se desprende de la copia de la boleta de pago obrante a fojas
ciento dos; es también cierto que con ese monto, tiene que hacer frente a otros
gastos, aparte de los de alimentación y movilidad, puesto que cuenta con dos hijos
(es mujer divorciada), a quienes paga sus estudios, aparte de hacerse cargo del
pago de servicios básicos; estas alegaciones han sido acreditadas fehacientemente
con los documentos obrante de fojas ciento tres a ciento diez; asimismo, es de
resaltar, que la citada encausada ha demostrado contar con domicilio fijo (Ver
fojas 79 y 110); y, no tener la voluntad de sustraerse del presente proceso, toda
vez que ha acudido a las citaciones que el Órgano Jurisdiccional lo ha requerido;
S EX T O .- Aunado a ello, este Colegiado considera que las razones expues-
tas en tercer considerando son más que suficientes para el cumplimiento de los
fines y/o objetivos que la medida coercitiva impuesta cumple, por lo que resulta
innecesario, fijarle además una caución económica; por lo que, esta Superior
Sala es de la opinión que debe exonerarse a la procesada del pago por concepto
de caución en el presente proceso.
F U NDAM ENT O S P O R LO S CU ALES :
REV O CARO N: la regla de conducta impuesta en la Medida de Compare-
cencia Restringida en el extremo que impone a la procesada Lira Coronel Aquino
la suma de quinientos nuevos soles por concepto de caución económica; en la
instrucción seguida en su contra por los delitos contra la Fe Pública –Falsedad
Ideológica y contra la Función Jurisdiccional– Fraude Procesal, en agravio de
Carlos Alberto Guffanti Medina y El Estado; y, REF O RM Á NDO LA: EX O NE-
RARO N a la citada procesada de la suma de quinientos nuevos soles el monto
por concepto de caución; notificándose y los devolvieron.
35
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
02. Ap l i c ca i ón d e m e d i d sa c oe r c i t i vas : De s e s t i m ac i ón d e
a l e gac i ón d e l a p r o n t a p r e s c r i p c i ón d e l d e l i t o
La acción penal se extingue por el transcurso del tiempo, es
decir, a un tiempo igual al máximo de la pena fijada por la ley
para el delito, si es privativa de libertad o en todo caso, cuando el
tiempo transcurrido sobrepasa en una mitad al plazo ordinario
de prescripción, conforme a lo previsto en los artículos 80 y 83
in fine del Código Penal; siendo así, mal se haría en amparar
el recurso (apelación contra la comparecencia restringida y
caución económica fijadas), bajo la premisa de que el delito
instaurado estaría pronto a prescribir.
S S. . V IDAL M O RALES
GO NZ ALES H ERRERA
GÓ M EZ M ARCH IS IO
Re s ol u c i ón Nº 73
Exp e d i e n t e Nº 486- 09- 2
Lima, 20 de julio de 2010
36
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
CO NS IDERANDO :
P RIM ERO .- Conforme se desprende del auto de procesamiento recurrido,
el Juez Penal, al decretarles Comparecencia Restringida, dispone las siguientes
reglas de conducta: A) No variar de domicilio, sin previo aviso al Juzgado, B)
Cumplir con las citaciones y mandatos judiciales; C) Concurrir al Juzgado las
veces que sea citado; y, D) la prestación de una caución por el monto de cinco
mil nuevos soles, la misma que deberá abonar en el Banco de la Nación a nombre
del Juzgado cada uno de los procesados, bajo apercibimiento de revocársele la
presente medida por el Mandato de Detención previo requerimiento de acuerdo
a ley en caso de inasistencia. Asimismo se dispone el Impedimento de salida
del país;
S EGU NDO .- En razón de ello, el apelante Martín Edgardo Gonzales Wu
mediante escrito de fojas trescientos once a trescientos dieciséis, fundamenta
su recurso impugnatorio argumentado que; a) el A quo no ha motivado el forma
razonable y proporcional la medida impuesta, vulnerando así de forma directa
el derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales que le asiste;
b) no existe prueba o indicio alguno que lo vincule con los delitos instruidos;
c) sustentar el auto apertorio con pruebas prohibidas; d) que los delitos materia
de proceso (coacción y violación de la libertad de trabajo) están a punto de pres-
cribir; e) el delito de fraude en la administración de personas jurídicas resulta
incongruente con la configuración típica del delito; f) y que el representante de
Ministerio Público no ha solicitado el impedimento de salida del país en su contra;
T ERCERO . - La comparecencia debe entenderse como la medida cautelar
menos severa que incide sobre el derecho a la libertad del encausado en grado
distinto al de detención, no solo con el objeto de alcanzar el normal trámite y
fin último del proceso sino también a efectos de asegurar la presencia de este
a la causa penal, pero en plena disposición y conservación de su libertad loco-
motora sujeta a reglas de conducta dictadas por el Juez competente. Por ello,
la imposición de dicha medida cautelar debe estar sujeta a lo estipulado en el
artículo ciento cuarentitrés del Código Procesal Penal vigente, el cual señala
taxativamente que: “se dictará mandato de comparecencia cuando no corresponda
la medida de detención (...)”; de allí que esta medida debe estimarse dentro de
una naturaleza de mínima restricción a la libertad locomotora del encausado,
en tanto se le imponga expresas reglas de conducta que obligatoriamente debe
acatarlos, claro está sin dejar de lado la razonabilidad, la proporcionalidad y
necesariedad de las mismas.
CU ART O .- Así también, la caución económica, ligada a la comparecen-
cia, debe estar determinada en consideración a la capacidad y potencialidad
37
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
38
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
39
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
restricciones y al pago de cinco mil nuevos soles por concepto de caución que
deberá el procesado Martín Edgardo Gonzales Wu por los delitos contra La
Libertad de Trabajo –atentado a los derechos laborales, contra La Libertad
Personal– coacción, y contra la Fe Pública –falsedad genérica–, en agravio de
Francisco Hugo Miyadi Cahuavilca, Roberto Bocangel Cajamarca, Roger Au-
relio Cesti Sánchez, SEGUNDO.- Dagoberto Lozano Flores, Gustavo Roberto
Morales Ureta, dante Orlando Zenz Donayre, Maju Guillermina Maura Lau,
Carolina Mayelin Maura Lau, Rosa Lidia Bardales Guerrero, José Enrique
Cabrera Véliz, José Luis Miranda Salas, Christian Darío Guillén Higginson, y
Johnny Alfredo Barack Amaro, notificándose y los devolvieron.
40
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
S .S . P ADILLA RO JA S
P EÑ A F ARF Á N
CH AM O RRO GARCÍA
Re s ol u c i ón Nº 1098
Exp e d i e n t e Nº 30127- 10- 2
Lima, 21 de diciembre de 2010
41
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
(1) Tribunal Constitucional - Exp. Nº 1567-2002-I IC/TC, Lima, caso: Alejandro Rodríguez Me-
drano, tercer fundamento.
42
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
43
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
S S. . ES CO B AR ANT EZ ANO
CARRAS CO ALARCÓ N
EY Z AGU IRRE GÁ RAT E
Re s ol u c i ón Nº 69
Exp e d i e n t e Nº 235- 201- 2
Lima, 22 de febrero de 2011
4
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
2.- Dicha resolución es apelada por el referido procesado con fecha veintinueve
de octubre del año dos mil diez, habiéndose concedido el citado recurso im-
pugnatorio mediante resolución de fecha dieciséis de noviembre del mismo
año, tal como consta a fojas sesenta y uno.
CO NS IDERANDO :
P RIM ERO .- El apelante al fundamentar su recurso de fojas treinta y ocho a
cuarenta y cuatro, sostiene que el A quo no ha realizado una debida motivación
para imponerle tan grave medida coercitiva; pues no existe prueba alguna que
lo vincule como autor del hecho que se le imputa (uso de documento público
falso), ya que no existe pericia grafotécnica que determine que la licencia de
conducir del señor Reyder Soto Fuentes sea falsa, ni mucho menos que el
recurrente lo haya falsificado; señalando además que no se ha efectuado una
correcta tipificación del hecho que se le imputa; asimismo refiere que no existe
posibilidad de eludir la acción de la justicia o perturbar la acción probatoria,
pues tiene domicilio conocido, donde vive con su familia, además de laborar
en la Marina de Guerra del Perú, desde hace más de dieciséis años, por lo que
se acreditaría el arraigo; solicitando de esta manera la revocación del mandato
de detención por el de comparecencia.
S EGU NDO .- Que, la imputación sostenida por el Representante del Mi-
nisterio Público en el caso que nos ocupa consiste en que el procesado Lenin
Miro Castro Castro, habría venido utilizando la licencia de conducir de Reider
Soto Sifuentes, quien lo había extraviado el diecinueve de agosto del año dos
mil cinco, cuando se encontraba por las inmediaciones de la Avenida Tacna -
Cercado de Lima, siendo el caso que cuando se acercó a las oficinas del SAT
con el objeto de verificar posibles infracciones al Reglamento de Tránsito, fue
informado que presentaba doce infracciones cometidas a bordo del vehículo de
placa de rodaje RQ guión mil trescientos trece de propiedad del denunciado.
T ERCERO .- El Mandato de Detención previsto en nuestro ordenamiento
jurídico procesal penal vigente, puede ser entendido como la medida de coer-
ción procesal penal de naturaleza personal de mayor gravedad; consistente en
la privación provisional del derecho de libre desplazamiento de la persona que
se encuentra sujeta a un proceso penal en calidad de imputado; lo que conlleva
al internamiento del sujeto en un establecimiento penitenciario con la finalidad
de evitar que eluda la acción de la justicia o perturbe la actividad probatoria(1).
CU ART O . - Por su severidad la detención debe de ordenarse como la “última
ratio” de los medios de coerción, para lograr la sujeción del imputado al proceso
(1) Vid. San Martín Castro, Derecho Procesal Penal, Lima, Grijley, 2006, p. 1123.
45
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
46
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
Re s ol u c i ón Nº 605
Exp e d i e n t e Nº 18- 201- “A ”
M at e r i a: Ap e l ac i ón d e l M an d at o d e Com p ar e c e n c i a Re s t r i n gi d a p or De -
t e n c i ón .
Lima, 14 de junio de 2010
48
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
CO NS IDERANDO :
P RIM ERO . - El Representante del Ministerio Público dentro de sus argumen-
tos expuestos en su apelación sostiene que el Juez se ha equivocado al considerar
que en el presente caso no concurren los presupuestos para se dicte mandato de
detención, toda vez que sí se advierten que existen elementos probatorios de la
comisión de los ilícitos penales, así como el hecho de que efectuada la prognosis
de pena, ésta superaría un año de pena privativa de la libertad, también es cierto
que atendiendo a las circunstancias en que se ha cometido el ilícito penal, y a
la conducta de la procesada, nos conduce a presumir que ésta va ha pretender
eludir la acción de la justicia y/o perturbar la actividad probatoria.
S EGU NDO .- Que, el artículo ciento treinticinco del Código Procesal Penal
vigente establece que: “El juez puede dictar mandato de detención si atendien-
do a los primeros recaudos acompañados por el Fiscal Provincial sea posible
determinar (...)”, señalando a continuación tres presupuestos legales que deben
concurrir a la vez, y, son: a) Suficiencia Probatoria; b) Prognosis de Pena, y c)
Peligro procesal, este último requisito nos señala: “suficientes elementos pro-
batorios para concluir que el imputado intente eludir la acción de la justicia o
perturbar la acción probatoria. No constituye criterio suficiente para establecer
la intención de eludir a la justicia, la pena prevista en la Ley para el delito que
se le imputa (...)”,
T ERCERO .- Asimismo, cabe señalar que la valoración de los fundamentos
alusivos a la responsabilidad del imputado, deben ser merituados dentro del
desarrollo del proceso penal, en tal sentido no corresponden ser dilucidados en
la presente vía incidental; asimismo, el Juzgador tiene la facultad discrecional
para dictar mandato de comparecencia con restricciones, imponiendo como re-
glas de conducta, alguna y/o todas las alternativas contempladas en el artículo
ciento cuarentitrés del Código Procesal Penal, considerándose que en el presente
proceso las reglas de conducta han sido dictadas con la finalidad de garantizar la
presencia de la procesada en los actos de investigación y juzgamiento, restric-
ciones que se rigen por los principios de necesidad y proporcionalidad;
CU ART O . - Ahora bien, en el presente caso, que el artículo dos, inciso
vigésimo cuarto, literal B) de la Constitución Política del Estado, establece
que no se permite forma alguna de restricción de la libertad personal, salvo en
los casos previstos por Ley, advirtiéndose de los actuados, que la procesada ha
cumplido con prestar su manifestación policial, e incluso ha señalado domicilio
conocido, situaciones que no hace presumir que la imputada pueda eludir la
acción de la justicia o perturbar la actividad probatoria, máxime si el proceso
49
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
50
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
S .S . S ALINAS S ICCH A
M EZ A W ALDE
Z AP AT A CARB AJA L
Re s ol u c i ón Nº 1054
Exp e d i e n t e Nº 2980- 10
Lima, 13 de diciembre de 2010
51
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
S EGU NDO . - Que, en el apartado tres punto dos del auto de procesamiento se
fundamenta la medida de detención considerando que existen suficientes elemen-
tos probatorios de la comisión del delito que vinculan al imputado Luis Enrique
Bazalar Vertiz como presunto autor del mismo, en base a las conclusiones a las
que a ha arribado el sumario policial, a la forma, modo y circunstancias en que
se ha producido su aprehensión policial y más aún si el mismo ha reconocido
ser autor del delito imputado. Además hay razones que permiten concluir que el
imputado intenta eludir la acción de la justicia o perturbar la acción probatoria,
toda vez que si bien se encuentra registrado en la RENIEC no ha acreditado
con documento idóneo que tenga el mismo domicilio a la fecha, tampoco ha
acreditado con documento idóneo que cuente con actividad laboral alguna, y a
la fecha el denunciado no ha identificado plenamente a los demás participantes
de los hechos ilícitos denunciados, por lo que se da de manera concurrente los
elementos a que hace referencia el artículo ciento treinta y cinco del Código
Procesal Penal.
T ERCERO .- Que, de acuerdo al artículo ciento treinta y cinco del Código
Procesal Penal para imponer la medida coercitiva de detención se requiere sufi-
cientes elementos probatorios que vinculen al procesado con el delito que se le
atribuye, así mismo se requiere que el delito que se le atribuye esté sancionado
con una pena privativa de libertad superior a un año y que existan suficientes
elementos probatorios para concluir que el imputado intentará eludir la acción
de la justicia o perturbar la actividad probatoria y que todos estos presupuestos
materiales deben concurrir copulativamente.
CU ART O .- Si bien los presupuestos materiales deben concurrir copulati-
vamente en el caso concreto, también es de poner en evidencia que la concu-
rrencia tiene que se correlativa, esto es, primero debe verificarse los suficientes
elementos probatorios que sirvan para vincular al imputado con la conducta
delictiva atribuida y si ello se verifica recién se pasará a analizar el siguiente
presupuesto y así sucesivamente. Ello significa que deberá verificarse si existen
elementos probatorios que sirvan para determinar preliminarmente si los hechos
han ocurrido en la realidad y luego medios probatorios que sirvan para determinar
preliminarmente si el imputado ha participado o ha realizado alguna conducta
tendiente a lograr la comisión del hecho imputado, circunstancias que sin duda
deben aparecer en forma clara y concreta en la denuncia fiscal así como en el
auto de procesamiento como correlato del principio del deber de motivación
que ampara la Constitución Política del Estado en el artículo ciento treinta y
nueve inciso quinto.
52
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
53
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
07. De t e n c i ón p r e ve n t i va: F i n al i d ad d e e vi t ar p e l i gr o d e
r e i t e r ac i ón d e l i c t i va
Otro de los peligros procesales que se pretende evitar con la
prisión preventiva está referido al peligro de reiteración delic-
tiva, señalando la doctrina que existen dos grandes grupos de
criterios para acordar una prisión preventiva basada en este pe-
ligro, destinado a evitar una infracción concreta determinada:
1) criterios relativos al delito cometido y las circunstancias de
su comisión; y 2) criterios referidos al hecho esperado y que se
pretende evitar. Luego, respecto al segundo bloque de motivos,
se ha de tener presente dos condiciones básicas: la gravedad
del delito presumido y la naturaleza del delito esperado.
S S. . V IDAL M O RALES
GO NZ ALES H ERRERA
GÓ M EZ M ARCH IS IO
Re s ol u c i ón N° 40
Exp e d i e n t e 107- 201 “A ”
Lima, 20 de mayo de 2010
54
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
5
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
56
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
c).- Que existen suficientes elementos probatorios para concluir que el imputado
intenta eludir la acción de la justicia o perturbar la acción probatoria (...)”; ello
contrastado con lo desarrollado en la doctrina y jurisprudencia al respecto;
O CT AV O .- Por lo antes expuesto se colige: A)- LA CONCURRENCIA DE
SUFICIENTES ELEMENTOS PROBATORIOS QUE VINCULAN AL IMPU-
TADA COMO AUTOR DE LA COMISIÓN DEL DELITO DOLOSO SUB-
JÚDICE, estando a las diligencias actuadas a nivel preliminar y plasmadas en
el atestado policial, como son las manifestaciones coherentes y detalladas de
las menores agraviadas respecto a la forma en que sucedieron los hechos de-
nunciados, contando con la presencia de un representante del Ministerio Público,
entre las cuales está la sindicación directa efectuada por la menor K.C.L.M. (12
años/ fojas trescientos treinta y nueve y siguientes), en el sentido que conoce al
procesado ya que le dicen “pelambre”, empero este le pidió que lo llamara con
confianza “Manuel”, persona a la que le hizo sexo oral –felatio–, a su pedido,
empero ignoraba que la había filmado con una cámara pequeña –Sony–, ente-
rándose de ello por su amiga –Yoselyn–; así mismo describe al detalle la casa
por fuera y la habitación en la cual el procesado realizó los hechos ilícitos de-
nunciados; versión corroborada con la manifestación de las menores C.P.V (15
años/trescientos cincuenta y siguientes), señalando que conocí a “Manuel”, por
unas amigas, habiendo tenido relaciones sexuales en dos oportunidades pagán-
dole treinta nuevos soles (versión que guarda coherencia con el Certificado
Médico Legal Nº 074929-CLS de fojas ciento treinta y uno, el mismo que con-
cluye: “presenta signos de desfloración antigua”; así mismo obra las copias
certificadas del Protocolo de Pericia Psicológica de fojas ciento ochenta y siete
y siguientes, informando sobre la situación emocional de la menor a consecuencia
de la agresión sexual sufrida por parte del procesado); tiene conocimiento que
“Manuel” tuvo relaciones sexuales con otras menores ya que él mismo se lo
contó, le dijo también que le gustaba “Karime” de doce años, habiendo visto
dos grabaciones donde el procesado le ponía la cabeza de su pene en su vagina
y cuando le dolía lo sacaba, también la tocaba besaba y ambos se hacían sexo
oral, la cámara la tiene “Alexa” y la memoria la tiene el procesado; Manuel
también le contó que tiene una niña de trece años llamada Celeste pero no la ve,
al estar separada de su esposa ya que se enteró que el procesado había tenido
relaciones sexuales con una amiga del colegio de su hija; también obra la ma-
nifestación de la menor agraviada J.A.G.L. (16 años/ trescientos sesenta y si-
guientes), quien igualmente sindica directamente al procesado como la persona
que las llevaba junta a sus amigas en un carro negro a comer, tomar helado e
incluso a su casa, la cual describe al detalle y señala con quienes vive (papá,
mamá, hermana y sobrinos), lugar donde le pasó su mano por su vagina, la besó
57
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
y chupó su vagina introduciéndole uno de sus dedos, beso sus pompas; actos
que realizó en diferentes oportunidades, conociendo que existen videos con
imágenes de menores completamente desnudas en las que se encuentra su amiga
la menor agraviada signada con las siglas K.C.L.M. (12 años); Además está la
sindicación que realizan las menores de edad M.Y.S.A. (13 años/ fojas trescientos
cinco, y siguientes), H.J.G.U. (14 años/ fojas trescientos nueve y siguientes), y
I.C.V.L. (15 años/ fojas trescientos cuarenta y cuatro); quienes describen el
vehículo de placa de Rodaje “CII-650, Chevrolet, modelo chevy taxi, color
negro; auto en el cual “Manuel” (procesado) las abordaba al ingreso y egreso
de sus respectivos centros educativos, con el fin de que subieran y realizar to-
camientos indebidos a dichas menores a cambio de una compensación económica
u obsequios; Aunado a ello se cuenta entre otros con: a)- Testimonial de María
Julissa Alegre Cosar (17 años/fojas trescientos sesenta y nueve y siguientes),
quien conoce a “Manuel” por medio de la agraviada J.A.G.L. (16 años), dicién-
dole esta última que el procesado tocaba su cuerpo e incluso sus senos y partes
íntimas, le tomaba foto con sus amigas desnudas, lo masturbó en su carro por
diez soles, además grababa en video cuando tenían sexo con niñas de doce años
entre ellas “karime”; b)- Actas de Trascripción de Audio de una conversación
telefónica entre la menor M.Y.S.A. (13 años) y el procesado Óscar Manuel
Visalot Paredes, insistiendo para verla como si tuvieran una relación sentimental,
la llamada fue recibida del Teléfono Celular N° 01989974603 con el nombre de
“Pelao”, perteneciente a Óscar Manuel Visalot Paredes conocido como “Manuel”,
al Nº 01997764929 de la menor M.Y.S.A. (13 años) (Acta de fojas doscientos
veintitrés y siguiente; así como el acta de fojas doscientos cincuenta y siete y
siguientes); c)- Libreta de apuntes color azul, perteneciente al procesado Óscar
Manuel Visalot Paredes, entregado por la menor M.Y.S.A. (13 años), al tomarla
del vehículo negro de placa de rodaje: “CII-670”, en la cual se registra nombres
y teléfonos y correos electrónicos de menores de edad (fojas doscientos trece);
d) Acta de Reconocimiento fotográfico del inmueble sito en la Avenida Del Río
N° 215 - Pueblo Libre, que fuera descrito por las menores agraviada con preci-
sión; e)- Certificado Médico Legal practicado a la menor agraviada signada con
las siglas C.P.V (15 años/fojas ciento treinta y uno), y pericias psicológicas de
las menores agraviadas (fojas ciento cuarenta y dos y siguientes; ciento cuarenta
y seis, y siguientes; ciento cincuenta y uno, y siguientes, ciento cincuenta y
cuatro, y siguientes; ciento cincuenta y nueve, y siguientes; ciento sesenta y
nueve, y siguientes; ciento ochenta y siguientes, ciento ochenta y cuatro, y si-
guientes, ciento ochenta y siete, y siguientes), en donde relatan la forma y cir-
cunstancias en que se habrían producido los actos ilícitos denunciados - acto
sexual y tocamientos indebidos a menores de edad; concluyéndose en ellos que
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S .S . JE RÍ CIS NERO S
M ENDO Z A RET AM O Z O
S O T ELO P ALO M INO
Re s ol u c i ón Nº 123
In c i d e n t e Nº 1294- 10- 2
Re f e r e n c i a N º 17298- 201- 2.180- JR - P E- 0
Lima, 2 de setiembre de 2010
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
H ECH O S IM P U T ADO S
CU ART O . - El día veintisiete de mayo del año en curso, a las dos horas
aproximadamente, el agraviado Richard Alejandro Barrientos Cardenas, se en-
contraba esperando un vehículo para trasladarse a su domicilio en el paradero
ubicado en el cruce de la Calle Alfonso Ugarte con la Plaza Dos de Mayo en el
Distrito de Cercado de Lima, cuando dos sujetos lo interceptaron, y uno de ellos
lo tomó por la parte posterior del cuello con la modalidad de “cogote” para que
el otro sujeto sustraiga sus pertenencias. El Sub Oficial de Tercera de la Policía
Nacional del Perú, Raúl Velasco Jara, se encontraba cerca del lugar del suceso
y procedió a perseguir a los dos sujetos, logrando intervenir al procesado recu-
rrente Ronald Cristian Atoche Quintana, quien fue reconocido plenamente por
el agraviado como el sujeto que lo cuello asfixiándolo para que el otro sujeto
que lo acompañaba pueda despojarlo de sus pertenencias.
El hecho denunciado es tipificado en el artículo ciento ochenta y ocho del
Código Penal como tipo base, con la agravante contenida en el primer párrafo
incisos dos y cuatro del artículo ciento ochenta y nueve del mismo cuerpo de
leyes.
ANÁ LIS IS JU RÍDICO Y F Á CT ICO : F U NDAM ENT O S
Q U INT O . - El Tribunal Constitucional como máximo intérprete de la Cons-
titución, precisa que la motivación de la detención judicial preventiva: “(...) En
primer lugar, tiene que ser ‘suficiente’, esto es, debe expresar, por sí misma,
las condiciones de hecho y de derecho que sirven para dictarla o mantenerla.
En segundo lugar, debe ser ‘razonada’, en el sentido de que en ella se observe la
ponderación judicial en torno a la concurrencia de todos los aspectos que justi-
fican la adopción de la medida cautelar, pues de otra forma no podría evaluarse
si es arbitraria por injustificada”(1).
S EX T O . - Para los efectos de dictarse el mandato de detención, a que se
refiere el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal, modificado
por el artículo cuarto de la Ley número Veintiocho mil setecientos veintiséis,
publicada el nueve de mayo del año dos mil seis, es menester que concurran
copulativamente: a) suficientes elementos probatorios que vinculen al denun-
ciado con el evento criminal –fumus boni iuris–, b) prognosis de pena mayor a
un año de privación de la libertad, y c) el peligro procesal –periculum in mora–;
teniendo en cuenta la naturaleza excepcional, subsidiaria y proporcional de la
(1) STC. Exp. Nº cero cuatro mil cuatrocientos ochenta y cinco-dos mil ocho-PHC/TC, Dionicio
López Huamán.
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
(2) CAFFERATA NORES. José. La prueba en el proceso penal. Depalma, Buenos Aires, 1988,
p. 7.
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
a la pena probable a imponerse, y que esta sea superior al año; en ese entender,
teniendo en consideración que en el delito de Robo Agravado se sanciona con
una pena privativa de libertad no menor de doce ni mayor de veinte años –artículo
ciento ochenta y ocho del Código Penal como tipo base, con la agravante descrita
en los incisos dos y cuatro del primer párrafo del artículo ciento ochenta y nueve
del mismo cuerpo de leyes–, significa que el juzgador al efectuar una prognosis
de la pena, de acuerdo a los recaudos y medios probatorios obtenidos, y en el
caso de dictarse sentencia condenatoria se prevé que esta sería mayor a un año
de pena privativa de libertad.
DÉ CIM O . - Peligro Procesal. Contempla dos supuestos: la intención del
imputado de sustraerse de la acción de la justicia, y la intención de perturbar
la actividad probatoria; al respecto, ha señalado el Tribunal Constitucional que
ello implica que “(...) la existencia o no del peligro procesal debe determinarse
a partir del análisis de una serie de circunstancias que pueden tener lugar antes
o durante el desarrollo del proceso y que están ligadas fundamentalmente, con
las actitudes y valores morales del procesado, su ocupación, sus bienes, sus
vínculos familiares y todo otro factor que permita concluir, con un alto grado
de objetividad, que la libertad del inculpado, previa a la determinación de su
eventual responsabilidad pone en serio riesgo el correcto desenvolvimiento de
la labor de investigación y la eficacia del proceso. (...)”(3).
U NDÉ CIM O . - De los recaudos anexados a la investigación preliminar,
existiría peligro procesal de que el procesado recurrente intente eludir la acción
de la justicia, toda vez que no ha acreditado con elemento probatorio idóneo,
suficiente y lícito tener domicilio real y habitual toda vez que señaló en su ma-
nifestación rendida a nivel policial que no cuenta con domicilio fijo pues llegó
desde Chiclayo una semana antes de su intervención; quedándose hospedado
en el Hostal “Osoris” ubicado en el Pasaje Larrabiure en el Distrito de Cercado
de Lima; sin embargo, su hoja de datos identificatorios –véase a fojas dieciséis–
señala que el recurrente domicilia en Túpac Amaru número doscientos ochenta
y ocho - Urbanización Veintidós Hectáreas - Carmen de la Legua Reynoso
ubicado en la Provincia Constitucional del Callao. Asimismo, el procesado re-
currente no presentó documento alguno que señale la actividad habitual a la que
se dedicaba, lo que permite inferir la existencia de un eventual riesgo de fuga;
en consecuencia el peligro procesal es latente; por lo que la resolución venida
en grado se encuentra arreglada a Ley.
(3) STC. Expediente Nº mil quinientos sesenta y siete-dos mil dos-HC/TC; Caso Rodríguez Me-
drano.
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RES O LV IERO N:
CO NF IRM AR el Auto de Apertura de Instrucción de fecha veintisiete de
mayo del año dos mil diez, obrante en copias certificadas de folios diecinueve
a veinticuatro, en el extremo que dictó MANDATO DE DETENCIÓN contra
el procesado Ronald Cristian Atoche Quintana en el proceso penal que se le
sigue como presunto autor de los delitos contra el Patrimonio - Robo Agrava-
do, en agravio de Richard Alejandro Barrientos Cárdenas; notificándose y los
devolvieron.
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M EZ A W ALDE
Z AP AT A CARB AJA L
Re s ol u c i ón Nº 1084
Exp e d i e n t e Nº 29384- 201
Lima, 15 de diciembre del 2010
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(1) Exp. Nº 1091-2002 -HC/TC, Fundamento 7. Accionante: Vicente Ignacio Silva Checa.
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del proceso y que están ligadas, fundamentalmente, con las actitudes y valores
morales del procesado, su ocupación, sus bienes, sus vínculos familiares y todo
otro factor que permita concluir, con un alto grado de objetividad, que la libertad
del inculpado, previa a la determinación de su eventual responsabilidad pone
en serio riesgo el correcto desenvolvimiento de la labor de investigación a la
eficacia del proceso (...) Expediente número mil quinientos sesenta y siete –dos
mil dos– HT/TC, Rodríguez Medrano, por lo que en el presente caso persiste el
peligro procesal; razones por las cuales que a criterio de este Superior Colegiado
se han dado copulativamente los requisitos establecidos en el artículo ciento
treinta y cinco del Código Procesal Penal: CO NF IRM ARO N: la resolución
apelada que en copias certificadas obra de fojas treinta y seis a cuarenta y cuatro,
su fecha tres de octubre del dos mil diez, en el extremo que dicta mandato de
DET ENCIÓ N en contra del procesado Juan Bautista Córdova Naveda, como
presunto autor del delito contra la Vida, el Cuerpo y la Salud –lesiones culposas
graves agravadas y omisión de socorro y exposición o peligro– en agravio de
Valeria Monserrat Mazuelos Coello Miranda; Notificándose y los
devolvieron.
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Z AP AT A CARB AJA L
Re s ol u c i ón Nº 1087
Exp e d i e n t e Nº 30972- 201
Lima, 10 de diciembre de 2010
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
que les causó las lesiones conforme aparece en los Certificados Médico Legales
antes descritos, más aún debe tenerse en cuenta lo manifestado por los agraviados
a nivel policial quienes dan una versión coherente de la forma y circunstancias
de como ocurrieron los hechos, asimismo aparece en el acápite I Información:
del atestado que después de un paciente seguimiento y acciones de inteligencia
fue capturado el recurrente por inmediaciones de la ICV ciento treinta y ocho,
zona “I” Huaycán, Ate Vitarte, que haciéndose una prognosis de la pena esta
sería superior a un año; aunado a ello este no ha acreditado documentariamente
tener domicilio y trabajo lícito conocido, con lo cual no se encuentra acreditada
el arraigo domiciliario y laboral del recurrente, subsistiendo el peligro procesal;
razones por las cuales que a criterio de este Superior Colegiado se han dado
copulativamente los requisitos establecidos en el artículo ciento treinta y cinco
del Código Procesal Penal: CO NF IRM ARO N: la resolución apelada que en
copias certificadas obra de fojas sesenta y uno a sesenta y seis, su fecha veintidós
de octubre del dos mil diez, en el extremo que dicta mandato de DET ENCIÓ N
en contra del procesado Lin Grover Mallqui Medrano, como presunto autor del
delito Contra la Vida el Cuerpo y la Salud –Lesiones– en agravio de Gustavo
Alvino Ramos, Noel Grande Castro y Marcelo Huayanay Huamán; Notificándose
y los devolvieron.
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Re s ol u c i ón Nº 109
Exp e d i e n t e Nº 297- 201
Lima; 26 de noviembre de 2010
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
judicial preventiva constituye una medida que limita la libertad física, por sí
misma, esta no es inconstitucional; sin embargo, por el hecho de tratarse de
una medida que restringe la libertad locomotora, dictada pese a que no existe
sentencia condenatoria firme, al procesado le asiste el derecho a que se presuma
su inocencia; cualquier restricción de ella siempre debe considerarse en últi-
ma ratio a la que el juzgador debe apelar, esto es, susceptible de dictarse solo
en circunstancias verdaderamente excepcionales y no como regla general”(1);
CU ART O .- Que, asimismo, es de señalar que el único elemento que tiene la
A quo para verificar la noticia criminis puesto en su conocimiento son los actuados
policiales, que reúnen los primeros elementos, que van a determinar la medida
cautelar a imponerse en el proceso; Q U INT O .- Que, del contexto de la prueba
acopiada a la fecha y que se tiene a la vista, se desprende que la imputación
recaída contra el procesado Johnny Carlos Guzmán Huanccollucho, que con
fecha nueve de octubre del dos mil diez siendo aproximadamente las dos horas,
en circunstancias en que el agraviado Cirilo Borda Guillén se encontraba por las
inmediaciones de la Avenida Uruguay y Washington fue sorprendido por tres
sujetos desconocidos, siendo que uno de ellos lo cogió fuertemente del cuello,
provisto de un cuchillo, mientras que el procesado Guzmán Huanccollucho, en
compañía de otro sujeto desconocido le propinaron golpes de patadas y puñetes,
revisando sus bolsillos, logrando arrebatarle su billetera conteniendo la suma
de setenta nuevos soles, su documento nacional de identidad (DNI) y tarjetas,
un teléfono celular marca Sonny Ericson, arrojando su billetera solo con sus
documentos, siendo apoyado por efectivos policiales que patrullaban por la zona,
quienes lograron capturar al procesado Johnny Carlos Guzmán Huanccollucho,
y al efectuársele el registro personal hallaron en su poder un teléfono celular
entre otras pertenencias, mientras que los otros dos sujetos que participaron
en el latrocinio se dieron a la fuga con dirección desconocida; S e xt o.- Que,
siendo así resulta necesario verificar si los requisitos establecidos en el artícu-
lo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal se cumplen en el presente
caso, teniéndose que en cuanto a la suficiencia probatoria, debe señalarse que
contra el procesado Jhonny Carlos Guzmán Huanccollucho, se tiene: a) con la
manifestación del agraviado Cirilo Borda Guillen –véase a fojas ocho a nueve–
quien señala al procesado recurrente como una de las personas que participó en
el robo contra su persona, señalando textualmente: “(...) cuando se dirigía a la
Avenida Alfonso Ugarte con la finalidad de tomar su vehículo a su domicilio
después de salir de trabajar, es el caso al estar por la altura del Jirón Uruguay y
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
Washington, habían tres sujetos, uno de ellos me cogió del cuello y tenía cuchillo,
el intervenido en compañía de otro sujeto me buscaron los bolsillos y despojaron
de mi billetera, celular(...)” (sic); b) Acta de Registro Personal –véase a fojas
trece– en la que se advierte; Para Otras Especies: “POSITIVO” para un teléfono
celular “Motorola” color azul funcionando, un control remoto marca PHI-UPS;
c) Manifestación de Johnny Carlos Guzmán Huanccollucho –véase a fojas diez a
doce– quien niega los hechos imputados en su contra, señalando que ese día cuando
salía de su centro de trabajo Nigth Club Oasis, ubicado entre la Avenida Tacna y
Colmena, caminaba por la plaza Francia con dirección al paradero de la Avenida
Uruguay con Wilson, antes de llegar al paradero observó que dos personas estaban
corriendo hacía él, prosiguiendo su camino transitaba para entrar a la Avenida
Uruguay apareció el agraviado Cirilo Borda Guillén, quien le reclamaba que le
devolviera su billetera y su celular, sorprendido le dijo que no tenía nada y no le
hizo caso, para posteriormente aparecer un efectivo policial quien le manifestó que
el agraviado lo ha señalado como la persona que lo había robado, para luego ser
trasladado a la dependencia policial del sector; S É T IM O . - El Colegiado aprecia
que existen suficientes elementos probatorios de la comisión de un delito que
vinculan al imputado, toda vez que, el agraviado los sindica directamente, afirma
que este en compañía de otro sujeto le rebuscaba los bolsillos despojándolo de su
pertenencia que cuando se dio a la fuga lo persiguió observando que vestía una
chompa oscura y se puso un polo verde logrando aprehenderlo siendo que en esa
circunstancia recibió apoyó de miembros de Serenazgo, que el imputado acepta
y quería solucionar –ver a fojas ocho, respuesta cuatro–, su versión se corrobora
con lo vertido por el inculpado en sede policial cuando textualmente dice: “...si
es cierto que le ofrecía una solución, el cual trataba de darle dinero en efectivo a
cambio de que no me denunciara...” (sic) –ver fojas once, respuesta ocho–; que
haciéndose una prognosis de la pena sería superior a un año de pena privativa
de la libertad; además existe el riesgo o peligro procesal, debe señalarse que el
procesado recurrente no ha acreditado documentariamente contar con domicilio
y trabajo lícito conocido, con lo cual no se encuentra acreditada el arraigo domi-
ciliario y laboral del recurrente, subsistiendo el peligro procesal; razones por las
cuales que a criterio de este Superior Colegiado se han dado copulativamente los
requisitos establecidos en el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal
Penal; fundamentos por los cuales: CO NF IRM ARO N: la resolución apelada que
en copias certificadas obra de fojas veintinueve a treinta y dos, su fecha nueve
de octubre del dos mil diez, en el extremo que dicta mandato de DET ENCIÓ N
en contra del procesado Jhonny Carlos Guzmán Huanccollucho, como presunto
autor del delito con el patrimonio –Robo agravado– en agravio de Cirilo Borda
Guillén; Notificándose y los devolvieron.
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
preventiva constituye una medida que limita la libertad física, por sí misma, esta
no es inconstitucional; sin embargo, por el hecho de tratarse de una medida que
restringe la libertad locomotora, dictada pese a que no existe sentencia conde-
natoria firme, al procesado le asiste el derecho a que se presuma su inocencia;
cualquier restricción de ella siempre debe considerarse en última ratio a la que
el juzgador debe apelar, esto es, susceptible de dictarse solo en circunstancias
verdaderamente excepcionales y no como regla general”(1); CU ART O . - Que,
asimismo, es de señalar que el único elemento que tiene la A quo para verificar
la noticia criminis puesto en su conocimiento son los actuados policiales, que
reúnen los primeros elementos, que van a determinar la medida cautelar a im-
ponerse en el proceso; Q U INT O . - Que, del contexto de la prueba acopiada a la
fecha y que se tiene a la vista, se desprende la imputación recaída contra las
procesadas Rocío Núñez Malpartida y Julia Teresa Yataco Merino, que en cir-
cunstancias que se realizaba la Feria “EXPOVINO” organizado por la Empresa
Wong en las instalaciones del Círculo Militar del Perú sito en la Avenida Alas
Ayacucho - Chorrillos personal policial intervino a las procesadas quienes en
actitud sospechosa se desplazaban al interior de la feria, hallándose en poder
del procesado Jhon Anthoni Valdivía Vigilio un celular marca LG de telefónica
del Perú y un celular Blackberry Nextel así como cuatro envoltorios de papel
periódico correspondiente a Cannabis Sativa con un peso neto de uno punto
ocho gramos y cinco envoltorios de papel periódico correspondiente a Pasta
Básica de Cocaína con un peso neto de cero punto uno gramos, siendo que a la
procesada Julia Teresa Yataco Merino se le halló en posesión de dos celulares,
uno modelo Sony Ericson de color rosado con blanco y otro Nokia de la Empresa
Claro y Telefónica, respectivamente, así como una bolsa de polietileno conte-
niendo hierba seca correspondiente a Cannabis Sativa (marihuana) y cinco
envoltorios conteniendo Pasta Básica de Cocaína y a la procesada Rocío Núñez
Malpartida un celular modelo Nokia de Claro y una cámara digital marca Pa-
nasonic color rosado con negro, así como tres envoltorios de pasta básica de
cocaína, cuatro envoltorios de Cannabis Sativa, objetos que aprovechando el
tumulto de la gente concurrente a la feria y en concierto de voluntades les fueron
sustraídos a los agraviados, sus propietarios, tal como estos lo corroboran, co-
incidiendo en manifestar que el día de los hechos en horas de la tarde concurrieron
a la feria “EXPOVINO” donde procedieron a degustar de los productos pero
que no se percataron en qué momentos les había sustraído sus bienes, señalando
el agraviado Shuler Rauch ser propietario del celular Blackberry, el agraviado
(1) Exp. Nº 1091-2002 -HC/TC, Fundamento 7. Accionante: Vicente Ignacio Silva Checa.
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que su celular había sido encontrado en poder de unos delincuentes, con lo cual
quedó tranquilo; e) manifestación del agraviado Bruno Adriano Delgado Taboada
–véase a fojas treinta y cinco a treinta y seis– refiere que siendo las diecisiete y
treinta del día diecisiete de octubre del presente año, cuando se encontraba en
el interior de Expovino, ubicado en el Círculo Militar de Chorrillos con sede en
Lima, un amigo se percató que su celular Nokia 5200 - Movistar, que lo tenía
en el bolsillo derecho de su casaca de cuero no lo tenía, por lo que procedió a
realizar indagaciones con los de seguridad y luego se retiró a su domicilio,
siendo que al día siguiente recibió una llamada de su amiga Alba Granados,
quien le indicó que un policía le llamó para comunicarle que su celular había
sido encontrado a unos delincuentes; f) manifestación de Luis Alberto Infante
Leyva –véase a fojas treinta y ocho a treinta y nueve señala que el día diecisiete
de octubre concurrió con su esposa Celia Raquel Núñez Lauzan a la feria “Ex-
povino” en Chorrillos, llevando una cámara fotográfica marca Panasonic, modelo
LUMIX, color rosado/negro, modelo DMC-FP1 de doce Mega Pixels, con la
cual tomaron varias fotos en dicho evento, la misma que lo tenía en el bolsillo
de su casaca, y cuando quería tomarse más fotos se percató que dicha cámara
ya no la tenía, comunicándole a su esposa que le habían sustraído la cámara
fotográfica, luego cuando se dirigieron al baño una mujer de baja estatura con
cabellos negros ondeados se les acercó y les pidió estar con ellos, ‘preguntando
qué pasaba, a quien le indicaron que le habían robado una cámara, luego pro-
cedieron a retirarse a su domicilio, siendo al día siguiente que recibieron una
llamada de un efectivo policial quien le indicó que su cámara había sido encon-
trada g) manifestación de Silvio Ticse Pérez –véase a fojas treinta y nueve a
cuarenta– quien señala que el día dieciocho de octubre del dos mil diez en horas
de la noche, vio un reportaje de televisión sobre robos que se había suscitado
en el Expovino, realizada en el Círculo Militar de Chorrillos, y como el día
quince de octubre del dos mil diez, siendo las veintidós horas aproximadamente,
cuando se encontraba en compañía de su esposa y de unos amigos, en el interior
de dicho evento, fue víctima de hurto de su Black Berry - (Nextel) con número
998361662, valorizado en mil doscientos nuevos soles y en dicho reportaje a
una mujer que ese día le había chocado y robado su celular, siendo la más alta
de las intervenidas, motivo por el cual se encuentra en dicha dependencia poli-
cial; h) Acta de Registro Personal e Incautación efectuado a Rocío Núñez Mal-
partida –véase a fojas cuarenta y dos– Para otras Especies POSITIVO, se le
encontró en su poder una cartera color negro de cuero en su interior un celular
marca Nokia, color azul con blanco con número telefónico (980805918) de la
Empresa Claro una cámara fotográfica color rosado con negro con número de
serie (WSOAA001085), asimismo se encontró dentro de su cartera una sustancia
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refiriendo el procesado Julio Torres Santos que pertenecían y las usaba para de-
fenderse de algún posible robo, negando al igual que el resto de sus coprocesados
la posesión de las drogas antes indicadas, así como las reales armas de fuego in-
cautadas. Finalmente es importante señalar que los procesados antes nombrados
fueron encontrados e intervenidos en forma conjunta en circunstancias que se
encontraban agrupados en la camioneta station wagon de placa SIA-083 y en la
combi de placa RQA-747; CU ART O . - Que si bien es cierto los recurrentes niegan
participación y/o responsabilidad en relación a los cargos formulados en su contra,
señalando además no haber estado en posesión de droga, arma de fuego (verdadera)
y municiones algunas; también lo es que de acuerdo a los medios probatorios
expuestos precedentemente, estos fueron encontrados no solo en actitud sospe-
chosa, sino en posesión de las especies antes descritas; siendo ello así sus negativas
deberán ser debidamente ponderadas en su oportunidad a efectos de decretar o no
su responsabilidad en los hechos imputados; máxime aún si de acuerdo al video
difundido en el noticiero de Frecuencia Latina (ver fojas diecinueve), se pudo
observar que inicialmente el procesado Jesús Rivera manifestó que estaba reali-
zando una carrera a sus coprocesados en su camioneta “combi”, que no los conocía,
y que venía del hospital (por cortes sufridos en el rostro); en tanto que el procesado
Álvarez Velásquez indicó que se encontraba en dicho vehículo con la finalidad de
ir a pegar al sujeto que le había cortado el rostro a su amigo el procesado Jesús
Rivera, a quien se le observa el día anterior a su intervención haciendo un reglaje;
asimismo se observa también al procesado Villalva Poma; y a Pure Caballero
refiriendo que sus coprocesados la sacaron para “marcar”; aunado al hecho de no
haber dado una explicación coherente de su presencia en el lugar de los hechos,
así como medio lícito de subsistencia, y que los procesados en su mayoría registran
antecedentes por delitos contra el patrimonio; Q U INT O . - Que por lo expuesto
tenemos que existirían suficientes elementos probatorios que vincularían a los
recurrentes con la notitia criminis, existiendo por ende en esta etapa del proceso
verosimilitud en cuanto a los cargos formulados en su contra, cumpliéndose de
esta manera con el supuesto formal de existencia de prueba suficiente, es decir del
fumus boni iuris o apariencia de buen derecho(2), primer presupuesto requerido
por el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal; asimismo en lo
que respecta al segundo y tercer presupuestos establecidos en el dispositivo legal
antes acotado, entendidos como el periculum in mora, o peligro en la demora
procesal, se tiene respecto a la prognosis de la pena, que el mismo deberá ser
analizado desde la perspectiva del riesgo de fuga. El legislador establece una pena
tipo solo a partir de la cual se puede presumir la posibilidad de que el imputado
(2) Significa que, para adoptarla, debe llevarse a cabo un juicio de verosimilitud sobre el derecho
cuya existencia se pretende declarar en la sentencia definitiva. Gutiérrez de Cabiedes. P. La
prisión provisional. Thomson Arazadi, Navarra, 2004, p. 125.
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(3) Jorge BARREIRO, A., La prisión provisional en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, Deten-
ción y Prisión Provisional, coord. Perfecto Andrés Ibáñez), Cuadernos de Derecho Judicial,
Nº XVIII, CGPJ, Madrid, 1996, p. 57.
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(2) Significa que, para adoptarla, debe llevarse a cabo un juicio de verosimilitud sobre el derecho
cuya existencia se pretende declarar en la sentencia definitiva. GUTIÉRREZ DE CABIEDES,
P, La prisión provisional, Thomson Arazadi, Navarra, 2004, p. 125.
(3) Jorge BARREIRO, A., La prisión provisional en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, Deten-
ción y Prisión Provisional (coord. Perfecto Andrés Ibáñez), Cuadernos de Derecho Judicial,
N’XVIII, CGPJ, Madrid, 1996, p. 57.
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P EÑ A F ARF Á N
CH AM O RRO GARCÍA
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Lima, 21 de diciembre de 2010
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de un hecho delictivo, que cuenta con domicilio fijo y trabajo conocido, y que
ha tenido problemas de alcoholismo.
S EGU NDO . - En razón al incidente promovido, es pertinente considerar que
la detención preventiva importa una restricción prevista por el artículo segundo,
inciso veinticuatro, literal “b” de la Constitución Política del Estado la cual tex-
tualmente señala: “(...) no se permite forma alguna de restricción de la libertad
personal, salvo en los casos previstos por la Ley (...)”, lo último en clara alusión
al artículo ciento treinticinco del Código Procesal Penal, asimismo el máximo
intérprete de la Constitución ha señalado que “(...) si bien la detención judicial
preventiva constituye una medida que limita la libertad física, por sí misma, esta
no es inconstitucional (...)(1).
T ERCERO . - Tal como se precisó en el punto anterior, una de las excepciones
a la prohibición de la restricción de la libertad personal se encuentra regulada
en el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal, disponiendo
que el Juez puede dictar el mandato de detención si atendiendo a los primeros
recaudos acompañados por el Fiscal Provincial sea posible determinar copula-
tivamente: A) La existencia de suficientes elementos de prueba de la comisión
de un delito que vincule al inculpado como autor o partícipe del mismo, B) Una
pena probable superior al año de pena privativa de libertad y C) La presencia
de peligro procesal.
CU ART O .- Además, debemos tener en cuenta que el único elemento que
tiene el Juez de la instancia inferior (A quo) para verificar la denuncia policial
(notitia criminis) puesto a su conocimiento, son los actuados policiales, que
reúnen los primeros elementos que van a determinar la medida cautelar a im-
ponerse al procesado en el proceso penal instaurado en su contra.
Q U INT O .- Bajo este contexto, y analizados los autos materia de la alzada
en relación a la Suficiencia Probatoria, apreciamos que fluye la manifestación
en sede policial del agraviado Miguel Oswaldo Málaga Valzgen de fojas veinte
a veintiuno, donde señaló que el día veintitrés de marzo último tres personas
portando armas de fuego lo despojaron de sus pertenencias, entre ellas, su auto,
y tres días después recibió la llamada de un sujeto que se hacía llamar “pepe”
quien le dijo que si quería recuperar su auto debería hacer un giro de cinco mil
ochocientos nuevos soles en el Banco Interbank a nombre de Hellen Grace Vivas
Varillas, sin embargo no pudo efectuarlo porque dicha cuenta se encontraba con
alerta por las estafas que había realizado, siendo que horas más tarde lo vuelve
a llamar el sujeto “pepe” a quien le narró lo sucedido indicándole este que lo
deposite a nombre del procesado Jaime César Muro Sevillano, por lo que realizó
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
S .S . S ALINAS S ICCH A
M EZ A W ALDE
Z AP AT A CARB AJA L
Rs . N º 1072
Exp e d i e n t e Nº 43786- 209- 2
Lima, 15 de diciembre de 2010
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
y estos a su vez a los drooper (quienes reclutan a las personas que han de abrir
las cuentas receptoras de las cuentas clonadas de los clientes de los Bancos);
Q U INT O : La denuncia fiscal denuncia a Javier Ascona León, atribuyéndole que
luego de dialogar con el también denunciado Carlos Yalico Castillo y aceptar este
último su propuesta de abrir una cuenta bancaria, se contactó por vía telefónica
con Ronald Edinson Jara Robles quien le entregó la suma de trescientos nuevos
soles con la cual Carlos Yalico Castillo abrió una cuenta bancaria que fue utili-
zada como cuenta receptora del dinero de la cuenta bancaria de la agraviada los
días diez y once de abril de dos mil nueve, habiendo entregado a Carlos Yalico
Castillo la suma de cien nuevos soles; la denuncia fiscal imputa a Dave Richard
Peña Mora y a Carlos Alberto Peralta Garay, la recolección de personas que han
abierto cuentas bancarias que han servido como cuenta receptora de los dineros
obtenidos ilícitamente mediante medios informáticos de la cuenta bancaria de
la agraviada, obteniendo por cada persona una compensación económica; si-
tuación que quedará debidamente dilucidada durante la etapa de la instrucción;
S EX T O : Que existiendo suficientes elementos probatorios que vinculan a los
citados denunciados con la notitia criminis, durante la investigación judicial
se acreditará con certeza su grado de responsabilidad respecto de los hechos
instruidos, y efectuando una prognosis de pena, dada la gravedad de los hechos
denunciados, esta sería superior al año de pena privativa de la libertad, más aún
cuando los argumentos de su apelación constituyen en sí argumentos de defensa
que no corresponden a esta vía, no habiendo sido desvanecido el peligro procesal
de que se sustraiga al proceso en razón de que no se encuentra suficientemente
acreditado que cuenten con domicilio y trabajo conocido, amerita la medida
cautelar coercitiva; Por tales fundamentos: CO NF IRM ARO N el extremo del
auto de apertura de instrucción de fecha veintinueve de octubre de dos mil nue-
ve, que corre de fojas ciento setenta y uno a fojas ciento setenta y cuatro, que
decreta mandato de DET ENCIÓ N contra Javier Ascona León, Dave Richard
Peña Mora Y Carlos Alberto Peralta Garay por el delito contra el patrimonio
–hurto en su modalidad agravada de utilización de sistemas de transferencia
electrónica de fondos– en agravio de Nelly Amelia Flores Quispe y el Banco
Scotiabank; notificándose y los devolvieron.
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
Re s ol u c i ón Nº 1057
Exp e d i e n t e Nº 3108- 10
P on e n t e S ALINAS S ICCH A.
RES O LU CIÓ N
Lima, 13 de diciembre de 2010
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
por lo que es una injusticia que esté privada de su libertad y por tanto solicita
su revocatoria por el de comparecencia.
S EGU NDO .- Que en el considerando titulado como medida coercitiva del
auto de procesamiento se fundamenta la medida de detención considerando
que luego del análisis exhaustivo de los recaudos fluyen suficientes elementos
probatorios de la comisión del delito que vinculan a la imputada como presunta
autora del mismo, ello en base a las conclusiones a las que ha arribado el sumario
policial, a la forma, modo y circunstancias en que se ha producido la aprehensión
de los mismos en flagrancia delictiva estado que a la procesada Caycho Marius
se le intervino en poder de una bolsa de polietileno conteniendo doscientos se-
tenta y seis envoltorios con una sustancia al parecer PBC y tres envoltorios con
marihuana según aparece en el acta de fojas veinte; asimismo, se fundamenta
la medida coercitiva entre otras circunstancias, en el hecho que la procesada
Caycho Marius tiene antecedentes por similar delito por lo que hace prever que
la misma eludirá la acción de la justicia.
T ERCERO .- Que de acuerdo al artículo ciento treinta y cinco del Código
Procesal Penal para imponer la medida coercitiva de detención se requiere sufi-
cientes elementos probatorios que vinculen al procesado con el delito que se le
atribuye, así mismo se requiere que el delito que se le atribuye esté sancionado
con una pena privativa de libertad superior a un año y que existan suficientes
elementos probatorios para concluir que el imputado intentará eludir la acción
de la justicia o perturbar la actividad probatoria y que todos estos presupuestos
materiales deben concurrir copulativamente.
CU ART O .- De la lectura de los argumentos fácticos de la denuncia fiscal
de fojas cuarenta y ocho así como del acto de procesamiento de fojas cincuenta
y siete, se advierte que aparece señalada la forma como habría cometido el de-
lito que se le atribuye, por lo que siendo así también se evidencia que existen
suficientes elementos probatorios que vinculan a la patrocinada de la recurrente
con el delito imputado; en efecto, se imputa a la procesada que el día dieciséis
de octubre de dos mil diez fue intervenida encontrándose en su poder una bolsa
de polietileno color negro conteniendo doscientos setenta y seis envoltorios en
papel periódico conteniendo en su interior una sustancia al parecer PBC y tres
envoltorios conteniendo marihuana conforme el acta de fojas veinte, acta que por
lo demás, como se observa, no fue firmada por la intervenida Caycho Marius.
Q U INT O .- Que en tal línea, se evidencia que del análisis global de todos
los medios probatorios recogidos en la investigación preliminar determinan en
forma concurrente y correlativa los presupuestos materiales que sustentan la
medida coercitiva de detención regulado en el artículo ciento treinta y cinco
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
018. P r o gn so i s d e l a p e n aos an c i ón : El e m e n t os a
c on s i d e r ra s e
Para que se establezca la medida coercitiva de detención se re-
quiere que la sanción a imponerse o la suma de ellas sea superior
a un año de pena privativa de la libertad o que existan elementos
probatorios sobre la habitualidad del agente al delito, lo cual obliga
al juez a hacer una prognosis de la sanción, teniendo en cuenta
no solamente la pena conminada, sino también otros elementos
como la condición del autor, grado de participación, móviles, etc.
S .S . P ADILLA RO JA S
P EÑ A F ARF Á N
CH AM O RRO GARCÍA
Re s ol u c i ón Nº 1062
Exp e d i e n t e Nº 29673- 10
Lima, 20 de diciembre de 2010
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
5.- Que, de los recaudos preliminares se advierte que existen suficientes ele-
mentos de prueba que vinculan a los procesados con los hechos investiga-
dos, así tenemos: a) La información policial de fojas 2 y siguientes, la cual
describe la forma y circunstancias en que se habrían producido los hechos
investigados y la aprehensión de los procesados en flagrancia delictiva;
b) La manifestación del agraviado Camac Gutiérrez obrante de folios 13 a 15,
en la cual narra de forma detallada las circunstancias en que los procesados
irrumpieron en el local de la obra de construcción civil, quienes mediante
violencia y amenaza le solicitaron cupos de trabajo, siendo que el quince
de setiembre último recibió una llamada de los procesados Elías Millares y
Carlos Maldonado Bufones, quienes se identificaron como “Ají” y “Tati”
respectivamente manifestando ser dirigentes de la población de Lince y como
les dijo que no requerían personal lo amenazaron con paralizar la obra, lo
cual en efecto realizaron los días 4, 5 y 6 de octubre; c) La manifestación
policial de Jorge Solizor Rojas de folios 16, vigilante particular de la obra,
quien manifiesta ser testigo de los hechos delictivos cometidos por los tres
procesados quienes los días 4 y 5 de octubre último ingresaron a las ins-
talaciones luego de agredirlo física y verbalmente para solicitar cupos de
trabajo y como no se les permitía la entrada obligaron a los trabajadores a
paralizar la obra.
6.- Que, por otro lado estando a la naturaleza de los hechos y la penalidad con
la que se encuentra sancionado el ilícito investigado, se colige que en caso
de emitirse sentencia condenatoria, esta podría superar a un año de pena
privativa de la libertad.
7.- Respecto al peligro procesal, se tiene, que en el fundamento siete de la Sen-
tencia del Tribunal Constitucional recaída en el Expediente número treintitrés
ochenta-dos mil cuatro-HCTTC se sostiene: “que la existencia de peligro
procesal debe determinarse a partir del análisis de una serie de circunstancias
concurrentes, antes o durante el desarrollo del proceso y que están ligadas,
fundamentalmente, con las actitudes y valores morales del procesado, lo
mismo que con su ocupación, sus bienes, sus vínculos familiares y otro
factor que permita concluir con un alto grado de objetividad, que la libertad
del inculpado, previa a la determinación de su eventual responsabilidad, no
pone en riesgo el correcto desenvolvimiento de la labor de investigación y
la eficacia del proceso (...)”;
8.- En tal sentido, se aprecia que los procesados no han acreditado con docu-
mento cierto contar con trabajo lícito ni domicilio establecido que les genere
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
S .S . P ADILLA RO JA S
P EÑ A F ARF Á N
CH AM O RRO GARCÍA
Re s ol u c i ón Nº 1 12
Exp e d i e n t e Nº 317- 201- 1
Lima, 21 de diciembre de 2010
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
concluimos que existen razones fundadas para presumir que los procesados An-
thony Ricardo Basauri Rabanal y Junior Michael Chávez Chuquilin en libertad,
pondría en serio riesgo la actividad probatoria y por consiguiente la impartición
de justicia, existiendo por ahora Peligro Procesal.
DÉ CIM O .- En conclusión, cumpliéndose con los requisitos previstos en el
numeral ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal, y teniéndose que la
resolución materia de alzada ha sido debidamente motivada por el Juez A quo,
deberá confirmarse dicho extremo apelado.
Por estos fundamentos:
CO NF IRM ARO N el auto que en copias certificadas corre de fojas sesenta
y tres a sesentisiete, su fecha treinta de octubre del año en curso, en el extremo
que dicta el mandato de detención en contra de los procesados Anthony Ricardo
Basauri Rabanal y Junior Michael Chávez Chuquilin, como presuntos autores
del Delito Contra El Orden Financiero y Monetario –delitos monetarios– Fa-
bricación y Falsificación de Moneda, en agravio del Estado y de la Oficina del
Tesoro de los Estados Unidos; Notificándose y los devolvieron.
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
S .S . P ADILLA RO JA S
P EÑ A F ARF Á N
CH AM O RRO GARCÍA
Re s ol u c i ón Nº 1067
Exp e d i e n t e Nº 19045- 201
Lima, 21 de diciembre de 2010
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
los seguidos en su contra como presunto autor del delito contra El Patrimonio
- Robo Agravado en agravio de René Walter Apolaya Acosta.
ANT ECEDENT ES :
2.- Que, como fluye de las investigaciones preliminares, el día 19 de junio del
año 2010, en circunstancias que el agraviado se encontraba transitando por
las inmediaciones del jirón Miroquesada - Cercado de Lima, después de haber
efectuado un depósito de dinero en el Banco Falabella ubicado en el jirón
de La Unión, fue sorpresivamente interceptado por el solicitante (procesa-
do) Ríos Espinoza y coprocesado quienes se encontraban en una bicicleta,
siendo que al pasar frente al agraviado el recurrente le propinó un golpe en
la boca del estómago, mientras que su coprocesado le rebuscó sus bolsillos
sustrayéndole a este último un fajo de billetes de S/. 200 nuevos soles así
como su teléfono celular. Tanto el solicitante como su coprocesado se dieron
a la fuga en la bicicleta, siendo que el agraviado en su desesperación corrió
tras de ellos gritando que lo ayuden y al llegar al jirón Azángaro unos tran-
seúntes lograron sujetar la bicicleta siendo su coprocesado Villegas Flores
capturado y llevado a la comisaría, mientras que el solicitante logró huir.
3.- Que, el recurrente fundamenta su recurso de apelación básicamente en lo
siguiente: a) que el recurrente, después de cometido el acto delictuoso, luego
de darse a la fuga, se puso a derecho por iniciativa propia en la comisaría del
sector; b) el agraviado ha acreditado con un voucher el depósito de dinero
al banco, pero no ha acreditado la preexistencia del dinero supuestamente
sustraído; c) acredita con documentos la existencia de domicilio real y arraigo
familiar; d) tiene la condición de reo primario
ANÁ LIS IS :
4.- Que, el artículo 182 del Código Procesal Penal vigente establece que el
procesado podrá solicitar Libertad Provisional cuando nuevos elementos de
juicio permitan razonablemente prever que: a) La pena privativa de libertad
a imponerse no será superior a los cuatro años o que el inculpado esté su-
friendo una detención mayor a las dos terceras partes de la pena solicitada
por el Fiscal en su acusación escrita; b) Se haya desvanecido la probabilidad
de que el procesado eluda la acción de la justicia o perturbe la actividad
probatoria; c) Que el procesado cumpla con la caución fijada o, en su caso,
el insolvente ofrezca fianza personal;
5.- Que, el delito instruido en autos es contra El Patrimonio - Robo Agravado,
tipificado en el primer párrafo del artículo 189 numeral 4 del Código Penal,
pero si bien es cierto, prevé una pena mínima de doce años, también es cierto
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
0 2 1 . P e l i g r o p r o c e s a l : Ap l i c a c i ó n i n t e r p r e t a t i v a d e l o s c r i t e r i o s
de calificación del Nuevo Código Procesal Penal
Con relación al peligro procesal, se aprecia que la doctrina ju-
risprudencial del Tribunal Constitucional permite la aplicación
del nuevo Código Procesal Penal como parámetro interpretativo
en los distritos judiciales en los que no se encuentra vigente, en
ese sentido se tiene que para calificar el peligro de fuga debe
tenerse en cuenta el arraigo en el país del imputado, la gravedad
de la pena que se espera como resultado del procedimiento, la
importancia del daño resarcible y la actitud que el imputado
adopta, voluntariamente, frente a él; y, el comportamiento del
imputado durante el procedimiento o en otro procedimiento
anterior, en la medida en que indique su voluntad de someterse
a la persecución penal.
S S. . ES CO B AR ANT EZ ANO
CARRAS CO ALARCÓ N
EY Z AGU IRRE GÁ RAT E
Re s ol u c i ón Nº 70
Exp e d i e n t e Nº 1587- 201- 1
RES O LU CIÓ N
Lima, 17 de febrero de 2010
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
(1) Fundamento jurídico Nº 10: “si bien el Nuevo Código Procesal Penal de 2004 aún no está
vigente en todo el país no cabe duda que este cuerpo legal contiene diversos dispositivos que
contribuyen al perfeccionamiento del derecho procesal peruano que se erige como el programa
procesal penal de la Constitución, y que por tanto, pueden servir de parámetro interpretativo
para la solución de otros casos en que sean aplicables”.
(2) Inciso 1: El cual se encuentra “...determinado por el domicilio, residencia habitual, asiento de
la familia y de sus negocios o trabajo y las facilidades para abandonar definitivamente el país
o permanecer oculto...”.
(3) Véase el análisis de las Ejecutorias Supremas, así como, de la sentencias del Tribunal Constitu-
cional en: SAN MARTÍN CASTRO, César Eugenio. 2003. Derecho Procesal Penal. Volumen
II. Perú - Lima: Grijley. Segunda Edición, p 1129.
1 1 9
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
120
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
se le sigue en la VÍA SUMARIA, como presunto autor del delito contra la Se-
guridad Pública-Peligro común –conducción de vehículo en estado de ebriedad,
en agravio de la sociedad; y, contra la Fe Pública –Uso de documento Público
Falso–, en agravio del Estado -Ministerio de Transportes; y reformándola varia-
ron a comparecencia restringida sujeta a las siguientes reglas de conducta: a) no
variar de domicilio sin previo aviso al Juzgado, b) no ausentarse del lugar de su
residencia, c) cumplir con las citaciones y mandatos judiciales, d) concurrir cada
tres meses a registrar su firma en el libro del juzgado de origen; con lo demás
que contiene, e) pagar una caución ascendente a la suma de dos mil nuevos soles,
la misma que deberá de ser depositada en el Banco de la Nación a nombre del
Cuadragésimo Sétimo Juzgado Penal de Lima; y se impone impedimento de
salida del país; oficiándose por secretaría y recomendándose al juez, de ser el
caso renovar esta medida antes de que caduque la citada medida; notificándose
y lo devolvieron.
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
02. P e l i gr o p r oc e s la : Car cá t e r n o d e t e r m i n an t e d e al e ga -
c i ón d e gr vea d da d e l d e l i t o
Si bien los hechos denunciados pueden revestir gravedad,
ello no es determinante para colegir que el agente intentará
eludir la acción de la justicia o perturbar la actividad proba-
toria, máxime, si el procesado ha manifestado policialmente,
y brindado declaración instructiva.
S .S . P ARIO NA P AS T RANA
P LACENCIA RU B IÑ O S
EY Z AGU IRRE GÁ RAT E
Re s ol u c i ón Nº 259- 201
Exp e d i e n t e Nº 2409- 201- 1
Lima, 7 de diciembre de 2010
12
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
(1) Sentencia recaída en el expediente número setecientos noventiuno-dos mil dos- HC/TC. Caso:
May Riggs Brousseau, fundamento doce.
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
(2) Véase, César San Martín Castro. Derecho Procesal Penal, volumen II, Edit, Grijley, Pág. 1132.
El peligrosismo procesal tiene un carácter esencialmente subjetivo y reconoce un amplio mar-
gen de discrecionalidad al Juez
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
0 2 3 . P e l i g r o p r o c e s a l : Ne c e s i d a d d e q u e r a z o n e s d e d e t e r m i -
n a c ió n p e r m a n e z c a n d u r a n te la d e te n c ió n p r e v e n tiv a
El Tribunal Constitucional, en el caso Silva Checa, se ha pro-
nunciado respecto de las causas que justifican el dictado de una
medida de detención; siendo estas, básicamente, la presunción
de que el acusado ha cometido un delito (como factor sine qua
non, pero en sí mismo insuficiente), el peligro de fuga, la posi-
bilidad de perturbación de la actividad probatoria (que pudiera
manifestarse en la remoción de las fuentes de prueba, colusión,
presión sobre los testigos, entre otros supuestos), y el riesgo de
comisión de nuevos delitos. Cabe enfatizar que cada una de las
razones que permiten presumir la existencia del denominado
peligro procesal, deben permanecer como amenazas efectivas
mientras dure la detención preventiva pues, en caso contrario,
esta, automáticamente, deviene en ilegítima.
S .S . P ARIO NA P AS T RANA
P LACENCIA RU B IÑ O S
EY Z AGU IRRE GÁ RAT E
Re s ol u c i ón Nº 2381- 201
Exp e d i e n t e Nº 2807- 209- 2
Lima, 29 de octubre de 2010
125
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
ANT ECEDENT ES :
Es materia de grado la Resolución que en copias certificadas corre a folios
setenticinco a setentisiete, su fecha siete de agosto del dos mil nueve, en el ex-
tremo que decretó mandato de comparecencia restringida a la procesada Janeth
Carmen Chumpitaz Loayza, en el proceso instaurado en su contra por la pre-
sunta comisión del delito contra el Patrimonio - Apropiación Ilícita en agravio
de Oswaldo Rosario Oyola Falcón.
CO NS IDERANDO S :
P RIM ERO . - El apelante al fundamentar su recurso corriente a folios ochen-
tisiete a ochentinueve, discrepa puntualmente con respecto al extremo apelado,
pues refiere haberle entregado a la imputada quien es su sobrina, mediante un
contrato de depósito gratuito la cantidad de ocho mil cien dólares americanos,
sin costo ni retribución, siendo esta suma destinada para su subsistencia eco-
nómica y familiar por ser una persona de la tercera edad que no cuenta con un
trabajo estable, sin que a la fecha le devuelva la totalidad del dinero entregado
pese a haberlas solicitado en reiteradas oportunidades, haciendo caso omiso
dicho requerimiento, burlándose de la administración de justicia al no asistir
a la fecha en la que se le citó en aplicación al principio de oportunidad, por lo
que, en ese sentido su conducta merece la variación de la medida decretada,
solicitando por tanto la de detención.
S EGU NDO .- El mandato de detención es una medida de coerción perso-
nal, que al ser de carácter excepcional y en sumo gravosa para el imputado, su
adopción por la autoridad judicial debe sujetarse estrictamente a la concurrencia
de los presupuestos enunciados en el artículo ciento treinta y cinco del Código
Procesal Penal, articulado vigente y que fuera modificado por la ley veintiocho
mil setecientos veintiséis, como son: A) prueba suficiente: que existan suficientes
elementos probatorios de la comisión de un delito que vincule al imputado como
autor o partícipe del mismo; B) prognosis de la pena: que la sanción a imponer-
se o la suma de ellas sea superior a un año de pena privativa de libertad o que
existan elementos probatorios sobre la habitualidad del agente al delito; y C)
peligro procesal: que existan suficientes elementos probatorios para concluir que
el imputado intenta eludir la acción de la justicia o perturbar la acción probatoria.
Asimismo, el Tribunal Constitucional, en el caso Silva Checa(1), se ha pro-
nunciado respecto de las causas que justifican el dictado de una medida de de-
tención; siendo estas, básicamente, la presunción de que el acusado ha cometido
126
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
un delito (como factor sine qua non, pero en sí mismo insuficiente), el peligro
de fuga, la posibilidad de perturbación de la actividad probatoria (que pudiera
manifestarse en la remoción de las fuentes de prueba, colusión, presión sobre
los testigos, entre otros supuestos), y el riesgo de comisión de nuevos delitos.
Cabe enfatizar que cada una de las razones que permiten presumir la existencia
del denominado peligro procesal, deben permanecer como amenazas efectivas
mientras dure la detención preventiva pues, en caso contrario, esta, automáti-
camente, deviene en ilegítima(2).
T ERCERO .- Así entonces, luego de revisados la presente incidencia, ad-
vertimos que el apelante solicita la revocatoria del mandato de comparecencia
restringida por el de detención, al respecto este Colegiado considera que para
el caso que nos ocupa, no se habrían cumplido con los tres resupuestos para
la imposición de prisión preventiva en contra de la procesada Janeth Carmen
Chumpitaz Loayza, pues si bien existen indicios que la vinculan con la comisión
del hecho denunciado y la prognosis sobre la individualización de la pena supera
el marco fijado legalmente, no es menos cierto, que de la presente incidencia no
existe elementos de juicio idóneos que permitan configurar el requisito de peligro
procesal, siendo éste imprescindible para su imposición tal como lo sostuviera
nuestro Supremo Tribunal en su sentencia número setecientos noventiuno-dos
mil dos-HC/TC “el principal elemento a considerarse con el dictado de esta
medida cautelar (detención) debe ser el peligro procesal”(3) por cuanto a folios
treintidós a treinticuatro obra la declaración brindada a nivel preliminar por la
citada procesada, y del cual se puede extraer tener veintinueve arios de edad, ser
soltera, grado de instrucción secundaria completa, habiendo señalado además, su
domicilio real, lo que en sumo, nos permite inferir que lo resuelto por el a quo
se encuentra arreglada a ley; máxime, si tenemos en cuenta que los argumentos
expuestos por el apelante de por sí ajenos a la venida en grado, no justifican para
la imposición de dicho mandato por responder fundamentalmente al principio
de necesidad, siendo su aplicación de naturaleza excepcional, por lo demás, han
de ser valorados –por referirse a cuestiones de responsabilidad penal sobre la
conducta de la procesada– al momento de emitir un fallo definitivo con pruebas
adyacentes a la misma en el estadio procesal respectivo; razón por la que no
resulta pertinente amparar la pretensión del recurrente.
(2) Exp. 2915-2004-HC/TC; asimismo, véase la STC expedida en el Exp. 3771-2009, sobre el
plazo razonable de la prisión preventiva.
(3) Caso: Mary Riggs Brousseau, fundamento doce.
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
(4) Artículo 144 del articulado vigente del Código Procesal Penal.
La infracción de la comparecencia, en los casos en que el imputado sea citado para su declaración o para
otra diligencia determinará la orden de ser conducido compulsivamente por la policía.
Si el imputado no cumple con las restricciones impuestas en el artículo 143, previo requeri-
miento realizado por Fiscal o por el Juzgador en su caso, se revocará la medida y se dictará
mandato de detención. Asimismo, de ser el caso perderá la caución y se ejecutará la garantia
patrimonial constituida o la fianza personal otorgada.
128
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
024. P e l i gr o p r oc e s al : De t e r m i n ac i ón r e s p e c t od e lap r og -
n os i s d e p e n a y e l e m e n t so
En lo que respecta al p e r i c u l u m i n m or a o peligro en la de-
mora procesal, se tiene respecto a la prognosis de la pena, que
deberá ser analizado desde la perspectiva del riesgo de fuga.
El legislador establece una pena tipo solo a partir de la cual
se puede presumir la posibilidad de que el imputado se sus-
traiga a la acción de la justicia. La existencia del peligro de
fuga debe apoyarse en un análisis concreto del caso y basarse
en hechos determinados y contrastados oportunamente, tales
como el arraigo del imputado, determinado por el domicilio,
residencia habitual, asiento de la familia y de sus negocios o
trabajo y las facilidades para abandonar definitivamente el país
o permanecer oculto.
S .S . S ALINAS S ICCH A
M EZ A W ALDE
Z AP AT A CARB AJA L
Re s ol u c i ón Nº 105
Exp e d i e n t e Nº 3096- 201
Lima, 13 de diciembre de 2010
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
(2) Significa que, para adoptarla, debe llevarse a cabo un juicio de verosimilitud sobre el derecho
cuya existencia se pretende declarar en la sentencia definitiva. Gutiérrez de Cabiedes, P, “La
prisión provisional, Thomson Arazadi, Navarra, 2004, p. 125.
(3) Jorge Barreiro, A. “La prisión provisional en la Ley de Enjuiciamiento Criminal”, Deten-
ción y Prisión Provisional (coord. Perfecto Andrés Ibáñez), Cuadernos de Derecho Judicial,
Nº XVIII, CGPJ, Madrid, 1996, p. 57.
132
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
025. P e l i gr o p r oc e s al . N e c e s i d ad d e val or ar ac t i t u d e s y va -
l or e s m ro la e s d e l age n t e
El juez no solo tiene que valorar los aspectos formales del
mandato de detención, sino también las actitudes y valores
morales del agente, que al momento de su intervención policial
se dio a la fuga, es omiso al sufragio conforme se aprecia de
su ficha del Reniec, evidencia contradicciones al momento de
su manifestación policial en sus respuestas, cuenta con otras
denuncias en su contra conforme al atestado policial, no ha
concurrido a las tres citaciones policiales; siendo esto así, el
peligro procesal está latente.
S .S . P ADILLA RO JA S
P EÑ A F ARF Á N
CH AM O RRO GARCÍA
Re s ol u c i ón Nº 1063
Exp e d i e n t e Nº 30241- 201
Lima, 20 de diciembre del año 2010
13
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
y de Angélica Lozano Del Águila y como presunto autor del delito contra
La Salud Pública –Tráfico Ilícito de Drogas– posesión de pasta básica de
cocaína y clorhidrato de cocaína con fines de microcomercialización, en
agravio del Estado.
ANT ECEDENT ES :
2.- Conforme fluye de las investigaciones preliminares, con fecha 6 de octubre
de 2010, personal de la policía nacional de la comisaría de Monserrat, en
circunstancias en que se encontraban por el cruce de los jirones Callao y
Chancay en el Cercado de Lima, se percataron de la presencia de 6 sujetos
en actitud sospechosa para robar a una persona, procediendo a la interven-
ción, siendo que todos huyeron, logrando capturar al interior de una quinta
en el jirón Chancay al apelante Ballumbrocio Navarro conocido con el
apelativo “Guagua”, quien al notar la presencia policial trató de evadirse,
siendo aprehendido finalmente, procediendo a su registro personal en la que
se halla en el bolsillo delantero derecho de su casaca una bolsa de plástico
de polietileno color negro, conteniendo en su interior 210 envoltorios tipo
“ketes” de Pasta Básica de Cocaína y 4 envoltorios al parecer Clorhidrato
de Cocaína, conforme se desprende del Acta de Registro Personal y Comi-
so de Drogas, y del Resultado Preliminar de Análisis Químico de Drogas
Nº 9208 que concluye en la muestra 1 - Pasta Básica de Cocaína con un
peso neto de 29.0 gramos y muestra 2 - Clorhidrato de Cocaína con un peso
neto de 2.0 gramos, las mismas que presuntamente estaban destinadas a la
micro comercialización.
2.1 DEL DELIT O DE H U RT O AGRAV ADO :
El día 2 de julio de 2010, en circunstancias que la agraviada Luque
Corimayhua, se encontraba desplazando a bordo de un taxi, por in-
mediaciones de la cuadra 9 del jirón Huancavelica - Lima, de manera
sorpresiva se acercaron al vehículo el apelante y otro sujeto siendo que
este aprovechando que el vehículo estaba parado, bajó la luna del carro
para arrebatarle violentamente sus pertenencias, quien al momento de
poner la denuncia respectiva y al ponerse a la vista los albumnes incri-
minados reconoció al encausado como uno de los sujetos que participó
en los hechos en su agravio.
Del mismo modo, con fecha 12 de julio de 2010, en circunstancias que
Angélica Lozano Del Águila descendía de un vehículo de transporte
público, por inmediaciones de las avenidas Guillermo Dansey y Alfon-
so Ligarte, se aparecieron unos sujetos, siendo uno de ellos el apelante
quien le arrebató su cartera, siendo que al poner la denuncia policial en
134
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
(1) Expediente Nº 139-2002-HC/TC Considera el Tribunal que los tres incisos del artículo 135
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
del Código Procesal Penal deben concurrir copulativamente, a fin que proceda la medida de
detención. En el caso de autos, al peticionario se le acusa de haber participado en el delito do-
loso de peculado, por lo que, para que proceda la detención deben existir suficientes elementos
probatorios de ese delito y de su participación en él.
138
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
026. P e l i gr o p r oc e s la : V la ro ca i ón d e ca t i t u d y val or e s d e l
age n t e y d e l a f ro m a c mó o s e s u s t r ja o e l b i e n
El juez no solo tiene que valorar los aspectos formales del man-
dato de detención, sino también las actitudes y valores morales
del agente, su vínculo social, así como su ocupación y otros
factores que permitan concluir con un alto grado de objetividad,
que la libertad del recurrente no ponga en riesgo el correcto
desenvolvimiento de la labor de investigación y la eficacia del
proceso. En este caso, al momento de la intervención policial
se le halló al agente con el celular de propiedad del agravia-
do; además, la forma y circunstancias de cómo se produjo la
sustracción, la pluralidad de agentes y el motivo, determinan
que el peligro procesal esté latente ya que el imputado podría
rehuir el juzgamiento (peligro de fuga) o perturbar la actividad
probatoria (peligro de entorpecimiento).
S .S . P ADILLA RO JA S
P EÑ A F ARF Á N
CH AM O RRO GARCÍA
Re s ol u c i ón Nº 1 109
Exp e d i e n t e Nº 8625-1 201
Lima, 22 de diciembre de 2010
139
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
(1) El mencionado precepto legal permite al Juzgador que, de hallarse el proceso premunido de
nuevos actos de investigación que cuestionen la suficiencia probatoria, puede revocar la medi-
da de detención dictada con anterioridad.
140
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
027. P e l i gr o p r oc e s al : Con s i d e r ac i ón d e l a c al i d ad d e n o
h ab i d o
El auto de procesamiento se encuentra arreglado a ley al es-
tar debidamente fundamentado, y donde aparecen en forma
objetiva los elementos de juicio que ha tomado en cuenta con
propiedad el a quo para imponer la medida coercitiva de de-
tención, poniendo énfasis en los elementos que representan
peligro procesal. Más si es de tener en cuenta que el procesado
estaba en calidad de no habido.
S .S . S ALINAS S ICCH A
M EZ A W ALDE
Z AP AT A CARB AJA L
Re s ol u c i ón Nº 106
Exp e d i e n t e Nº 508- 205
Lima, 16 de diciembre de 2010
142
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
como los partícipes del evento delictivo. Minutos después el perjudicado luego
de reincorporarse sufre el desvanecimiento siendo trasladado por sus familiares
al Hospital de Apoyo María Auxiliadora donde llegó cadáver.
Q U INT O .- Que siendo así, se evidencia que del análisis global de todos
los medios probatorios recogidos en la investigación preliminar, determinan
en forma concurrente y correlativa los presupuestos materiales que sustentan
la medida coercitiva de detención regulado en el artículo ciento treinta y cinco
del Código Procesal Penal, por lo que el auto de procesamiento en el extremo
impugnado se encuentra arreglado a ley al estar debidamente fundamentado,
y donde aparecen en forma objetiva los elementos de juicio que ha tomado en
cuenta con propiedad el A quo para imponer la medida coercitiva cuestionada,
poniendo énfasis en los elementos que representan peligro procesal. Mas si es
de tener en cuenta que el procesado estaba en calidad de No habido. en conse-
cuencia el auto en el extremo impugnado debe confirmarse.
Por estos fundamentos se RESUELVE: Confirmar el auto de procesamiento
de fojas cincuenta y ocho a fojas sesenta y uno en el extremo que dispone man-
dato de Detención en contra del procesado Moisés Augusto Medina Huamaní
o Moisés Augusto Medina Huamán como presunto autor del delito contra el
patrimonio - Robo agravado, en agravio de Wilfredo Valentín Pebe Quispe;
Notificándose y los devolvieron.
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
S .S . P ARIO NA P AS T RANA
P LACENCIA RU B IÑ O S
EY Z AGU IRRE GÁ RAT E
Re s ol u c i ón Nº 264- 201
Exp e d i e n t e Nº 325- 207- 1
Lima, 13 de diciembre del 2010
145
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
CO NS IDERANDO S :
P RIM ERO . - El apelante al fundamentar su recurso corriente a folios treinti-
dós y siguiente, reproduce los términos establecidos en su pedido, en la que indica
haber el texto expreso de dictado de apercibimiento para revocársele la medida
de comparecencia a detención; así que puntualmente, solicita hacerse efectivo
dicho apercibimiento ante la desobediencia incurrida por la procesada, quien
no ha cumplido con rendir su declaración instructiva, al cual fue citada hasta en
dos oportunidades, ni tampoco ha concurrido a firmar el libro correspondiente,
ni al pago por concepto de caución; por lo que ante estos argumentos solicita la
revocatoria de la recurrida.-
S EGU NDO .- El mandato de detención, es una medida de coerción perso-
nal, que al ser de carácter excepcional y en sumo gravosa para el imputado, su
adopción por la autoridad judicial debe sujetarse estrictamente a la concurrencia
de los presupuestos enunciados en el artículo ciento treinta y cinco del Código
Procesal Penal, articulado vigente y que fuera modificado por la ley veintiocho
mil setecientos veintiséis, como son: A) prueba suficiente: que existan suficientes
elementos probatorios de la comisión de un delito que vincule al imputado como
autor o partícipe del mismo; B) prognosis de la pena: que la sanción a imponer-
se o la suma de ellas sea superior a un año de pena privativa de libertad o que
existan elementos probatorios sobre la habitualidad del agente al delito; y C)
peligro procesal: que existan suficientes elementos probatorios para concluir que
el imputado intenta eludir la acción de la justicia o perturbar la acción probatoria.
T ERCERO .- Ahora bien, luego de revisados la presente incidencia, ad-
vertimos que el apelante solicita la revocatoria del mandato de comparecencia
restringida por el de detención, al respecto este Colegiado considera que para
el caso que nos ocupa, resulta traer a colación que el derecho de defensa tiene
estrecha relación con los principios fundamentales que garantizan la seguridad
y la igualdad ante la ley, principios que se encuentran consagrados en los tex-
tos constitucionales democráticos, así este derecho, de alguna forma, busca un
equilibrio entre las partes de un proceso, en la que por un lado, el poder acusador
ejercida por el fiscal y, por otro, el inculpado ejerciendo su derecho de defensa
en forma adecuada; así en ese sentido, las partes deberán estar en la posibilidad
–tanto en el plano jurídico como en el fáctico– de ser convocadas para ser escu-
chadas, y colocarse frente al Sistema en una formal contradicción, acto último
que no se habría dado para el caso de autos pues de las instrumentales anexadas
a la presente no se advierte que la procesada haya tomado conocimiento de la
denuncia interpuesta en su contra, al no existir cargos de notificación que nos
indique su emplazamiento, pues de los recaudos en autos se refleja que esta tiene
146
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
147
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
0 2 9 . P e lig r o p r o c e s a l: H a b e r c o n c u r r id o a la s d ilig e n c ia s n o
a c r e d ita p e r s e la n o s u s tr a c c ió n a l p r o c e s o p e n a l
El (solo) hecho de que el procesado haya concurrido a las di-
ligencias en las que se ha requerido su presencia, no acredita
la no sustracción al proceso penal; aunado a ello se advierte
que el agente no ha adjuntado documentación idónea alguna
de la cual sea posible concluir que efectivamente la institución
cautelar materia de apelación le cause agravio.
S S. . V IDAL M O RALES
GO NZ ALES H ERRERA
GÓ M EZ M ARCH IS IO
Re s ol u c i ón Nº 1285
Exp e d i e n t e Nº 469- 09- 1
Lima, 1 de diciembre de 2010
148
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
03. P e l i gr o p r oc e s al : Ne c e s i d ad d e s os p e c h a r az on ab le
para su configuración
Para dictarse una medida de detención preventiva, debe existir
una sospecha razonable de que el acusado pueda evadir la
justicia, obstaculizar la investigación preliminar intimidando
a los testigos, o destruir evidencia, observándose en este caso
que no existen elementos que generen de manera razonable
y objetiva dichas sospechas, pues el procesado se encuentra
colaborando con el desarrollo de la investigación, habiendo
concurrido en diferentes ocasiones a nivel policial a brindar su
manifestación; diligencias en las que en presencia del repre-
sentante del Ministerio Público, ha señalado de manera clara
y uniforme su domicilio y trabajo al que se dedica; por lo que
no se advierte que exista peligro procesal.
S S. . V IDAL M O RALES
GO NZ ALES H ERRERA
GÓ M EZ M ARCH IS IO
Re s ol u c i ón Nº 1 139
Exp e d i e n t e Nº 160- 201- 2
Lima, 17 de noviembre de 2010
150
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
152
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
031. P e l i gr o p r co e s al : No d e s van e c i m i e n t o p ro r e h ab i l i -
t ac i ón d e l gea n t e e n to r o p r oc e s o p e r o r e s p e c t o d e l
m i s m o t i p o d e l i c t i vo
No hay desvanecimiento del peligro procesal en caso se declare
rehabilitado al agente en otro proceso penal, teniéndose por
cumplida la pena de multa impuesta y extinguido el régimen
de prueba, si dicho proceso fue tramitado por el mismo delito
que en el presente (tráfico ilícito de drogas), lo que evidencia
una conducta delictiva reiterativa por parte del precitado.
S .S . S ALINAS S ICCH A
M EZ A W ALDE
Z AP AT A CARB AJA L
Re s ol u c i ón Nº 1 143
Exp e d i e n t e Nº 4362- 09 ( 3)
Lima, 20 de diciembre de 2010
153
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
del artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal, modificado por
la Ley número veintisiete mil setecientos cincuenta y tres, que faculta al juez a
revocar el mandato de detención decretado a raíz de la calificación de la denun-
cia formalizada por el Fiscal Provincial y dictarse mandato de comparecencia,
cuando nuevos actos de investigación pongan en cuestión la suficiencia de las
pruebas que dieron lugar a la medida primigenia; CU ART O .- Que de la revi-
sión de autos se desprende que en horas de la noche del veintidós de setiembre
de dos mil nueve, personal policial de la comisaría de La Victoria, tras tomar
conocimiento por información confidencial que en el inmueble ubicado en la
calle León y León número ciento cuarenta, La Victoria, el cual funcionaba como
tienda, personas conocidas como “Tía Rosa” y “Pachin” se estarían dedicando
a la microcomercialización de drogas (pasta básica de cocaína), procedió a su
intervención (Operativo Cordillera Blanca 2009), interviniendo a inmediaciones
del precitado local a los procesados José Luis Fonseca Chino y Jesús Martín
Justo Rivera, a quienes al realizarles el registro personal se les encontró treinta
(peso bruto seis gramos y peso neto dos gramos) y diecisiete (peso bruto cuatro
gramos y peso neto dos gramos) envoltorios de pasta básica de cocaína, res-
pectivamente; conforme a las Actas de Registro Personal y Comiso de Droga y
Resultado Preliminar de Análisis Químico obrantes en autos; los mismos que
manifestaron haber comprada dicha droga a la dueña de la tienda antes referida,
por lo que el personal policial procedió a retornar e interviniendo en las afueras
a los procesados Alfonso Jesús García Aguirre y Ricardo Alfredo Nieves Barre-
to, a quienes al realizarles el registro personal se les encontró diez (peso bruto
dos punto ocho gramos y peso neto cero punto seis gramos, y cuarenta (peso
bruto doce punto cuatro gramos y peso neto dos punto uno gramos) envoltorios
de pasta básica de cocaína, respectivamente; conforme a las Actas de Regis-
tro Personal y Comiso de Droga y Resultado Preliminar de Análisis Químico
obrantes en autos. Asimismo, se intervino a los procesados Demetrio Lucio
Garrido Rivera, Teodosia Audemia Soto Padilla y Christian Martín Mancilla
Soto, toda vez que al realizar el registro domiciliario al inmueble antes citado,
se encontró quinientos veinte envoltorios de pasta básica de cocaína (peso bruto
de ciento veintiséis gramos y peso neto veintiuno gramos), conforme al Acta
de Registro Domiciliario, Hallazgo, Recojo y Comiso de Droga e Incautación
de Dinero a fojas cuarenta y ocho y Resultado Preliminar de Análisis Químico
a fojas cincuenta y siete; Q U INT O .- Que en este orden de ideas se tiene que
en el desarrollo del proceso penal instaurado en contra del procesado Garrido
Rivera, conforme bien lo ha señalado el a quo, la suficiencia de los cargos que
se tuvo en cuenta para determinar de la medida coercitiva de detención no
154
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
15
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
032. P e l i gr o p r co e s la : Con s i d e r ac i ón d e p r oc e s o an t e r i or
a u n c u na d o s e c ar e z c a d e na t e c e d e n t e s
Si bien el agente no tiene antecedentes, es menester tener en
cuenta que estuvo procesado por delitos contra el patrimonio,
siendo por ello que al no haber certeza de que se dedique a
una actividad laboral lícita conocida, no se puede afirmar que
mantenga arraigo con el domicilio que señala, configurándose
el peligro procesal.
S .S . P ADILLA RO JA S
P EÑ A F ARF Á N
CH AM O RRO GARCÍA
Re s ol u c i ón Nº 1 1 15
Exp e d i e n t e Nº 2971- 10
Lima, 20 de diciembre de 2010
156
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
Procesal tanto respecto a la sujeción al proceso por parte del imputado periculum
in mora, como a la perturbación de la acción probatoria;
T ERCERO . - Que, el Tribunal Constitucional como máximo interprete de
la Constitución señala sobre la detención preventiva que “(...) si bien la deten-
ción judicial preventiva constituye una medida que limita la libertad física, por
sí misma, esta no es inconstitucional; sin embargo, por el hecho de tratarse de
una medida que restringe la libertad locomotora, dictada pese a que no existe
sentencia condenatoria firme, al procesado le asiste el derecho a que se presuma
su inocencia; cualquier restricción de ella siempre debe considerarse en última
ratio a la que el juzgador debe apelar, esto es, susceptible de dictarse solo en
circunstancias verdaderamente excepcionales y no como regla general”(1);
CU ART O . - Que, asimismo, es de señalar que el único elemento que tiene
la a quo para verificar la notitia criminis puesto en su conocimiento son los
actuados policiales, que reúnen los primeros elementos, que van a determinar
la medida cautelar a imponerse en el proceso;
Q U INT O . - Que del contexto de la prueba acopiada a la fecha y que se
tiene a la vista, se desprende que se les imputa al procesado Rubén Ricardo
Matías Torres, la comisión del delito contra el Patrimonio Robo Agravado en
agravio de Ernesto García Paredes y por el delito contra la Administración Pú-
blica –Violencia y Resistencia a la Autoridad, en agravio del Estado; toda vez
que, del Atestado Policial –véase copias certificadas de fojas uno a cuatro–,
donde fluye de la investigación preliminar efectuada, que con fecha diez de
octubre del dos mil diez, a horas diecisiete horas aproximadamente, cuando se
encontraba por inmediaciones del Coliseo Dibós Dammert - San Borja, lugar
donde se desarrollaba el campeonato de Vóley Internacional y estando a que en
afueras del referido Coliseo se estaba expidiendo boletos de entrada presunta-
mente fraudulentos, se procedió a su intervención a efectos de ser identificado,
en razón que esta persona tenía varios boletos en su mano; sin embargo, el
mismo se rehusó hacerlo, por lo que en circunstancias que era trasladado a la
Comisaría para efectos de su identificación, opuso resistencia a la intervención
policial, agrediendo físicamente al SO2 PNP Moisés Gustavo Biagge Escalante,
produciéndole a ambas personas las lesiones que se describen en los respecti-
vos Certificados Médicos obrante en autos, asimismo, señala que el procesado
azuzaba a una turba de revendedores para que estos les quiten las armas a los
efectivos intervinientes; lo cual se inicio el forcejeo del procesado con el SOB
157
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
PNP Ernesto García Paredes por el despojo de su arma, el mismo que con la
ayuda de la turba de gente lograron su cometido, despojándolo del revolver Smit
Wesson calibre treintiocho;
S EX T O . - Que, siendo así resulta necesario verificar si los requisitos estable-
cidos en el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal se cumplen
en el presente caso, teniéndose: que en cuanto: a) la suficiencia probatoria, debe
señalarse que obra en autos:
1.- La manifestación del procesado Rubén Ricardo Matías Torres, donde refiere
que en el día de los hechos, se encontraba en el frontis del Coliseo Eduardo
Dibós, a donde concurrió a vender sus entradas para el partido de despedida
de la selección de vóley del Perú, siendo que cuando estaba vendiendo dichas
entradas se acercó un efectivo policial de nombre García Paredes Ernesto, el
cual le refirió que se retirara, posterior a ello le empezó a jalar de la chom-
pa con lisuras conduciéndolo al patrullero, instantes en que se acercó otro
efectivo policial de nombre Moisés Gustavo Biagge Escalante quien lo cogió
del cuello al procesado tirándolo al suelo por espacio de quince minutos,
agrediéndolo con golpes en todo momento, causándole el rompimiento de uno
de las dentaduras postizas del procesado, siendo posteriormente conducido
a la Comisaría, añade que en ningún momento ha ofendido [o] ha agredido
a los efectivos policiales que lo intervinieron, sino más bien han sido ellos
los que lo agredieron;
2.- Manifestación del SO PNP Moisés Gustavo Biagge Escalante, obrante a
fojas dieciséis a diecisiete, donde refiere que se encontraba de servicio en
el momento de los hechos en el Coliseo Eduardo Dibós Dammert, instantes
en que se percata que su colega SOB PNP García Paredes Ernesto, tenía un
problema con una persona, que posteriormente se identificó como Rubén
Ricardo Matías Torres, (procesado) ya que este se rehusaba a salir de la
puerta principal, ya que este se encontraba revendiendo entradas del partido
de vóley que se llevaba a cabo en dicho coliseo;
3.- Manifestación del SOB PNP Ernesto García Paredes obrante a fojas diecio-
cho a diecinueve, donde señala que en el día de los hechos se encontraba de
servicio en el Coliseo Dibós al mando de seis efectivos policiales, instantes
en que tomó conocimiento de que habían personas que se encontraban en el
frontis de dicho coliseo revendiendo entradas y al tratar de retirarlos el sujeto
intervenido opuso resistencia, y al momento se ser trasladado a la Comisaría
el intervenido comenzó agredir a la persona de dicho efectivo, instantes en
que apareció una turba de cincuenta personas que rodearon a los efectivos
policiales y despojaron del arma al efectivo policial.
158
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
4.- Certificado Medico Legal Nº cero seis cuatro seis nueve cuatro guión L del
SO PNP Biagge Escalante Moisés Gustavo obrante a fojas veintitrés donde
los peritos concluyen que presenta tumefacción leve en región interfalangina
proximal del tercer dedo mano izquierda.
5.- Certificado Medico Legal Nº cero seis cuatro seis nueve cinco guión L del
SOB PNP García Paredes Ernesto, donde los peritos concluyen que no pre-
senta lesiones traumáticas recientes, no requiere incapacidad médico-legal;
b) que el delito contra Robo Agravado y el delito contra la Administración
Pública-Violencia y Resistencia a la Autoridad la pena a imponérseles sería
siempre superior al año de pena privativa de libertad (prognosis de pena);
c) sin embargo, de la lectura de autos se evidencia la presencia del peligro o
riesgo procesal, ya que se aprecia que el procesado Rubén Ricardo Matías
Torres si bien ha referido en su declaración instructiva tener su domicilio
respectivo en el Jirón Loa Nº Cien Urbanización Caja de Agua, del distrito
de San Juan de Lurigancho, sin embargo este no ha acreditado mediante
documentación alguna y de forma fehaciente el dedicarse a una actividad
laboral lícita conocida con el cual acredite el arraigo con el domicilio señala-
do en sus generales de ley, asimismo, si bien es cierto el procesado no tiene
antecedentes, es menester tener en cuenta que estuvo procesado por delitos
contra el Patrimonio, siendo por ello, al no haber certeza de que el mismo
se dedique a una actividad laboral lícita conocida, no se puede afirmar que
mantenga arraigo con el domicilio que señala el recurrente, por ello todo lo
cual llevaría a la conclusión de que el procesado intentaría eludir la acción
de la justicia y perturbará así la actividad probatoria; por lo que al haberse
presentado de manera conjunta los requisitos establecidos en el artículo
ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal; Por estos fundamentos:
CO NF IRM ARO N: la resolución apelada que en copias certificadas obra
de fojas cuarentitres a cuarentinueve, su fecha once de octubre del año dos mil
diez, en el extremo que dicta mandato de Detención en contra del procesado
Rubén Ricardo Matías Torres, como presunto autor del delito el delito Contra el
Patrimonio Robo Agravado en agravio de Ernesto García Paredes y por el delito
contra la Administración Pública - Violencia y Resistencia a la Autoridad, en
agravio del Estado; con lo demás que contiene; Notificándose y los devolvieron.
159
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
03. P e l i gr o p r oc e s al : Con s i d e r ca i ón d e l a ac t u ac i ón e n
b an d a y na t e c e d e n t e s d e l i c t i vos
Se determinan en forma concurrente y correlativa los pre-
supuestos materiales que sustentan la medida coercitiva de
detención, poniendo énfasis en los elementos que representan
peligro procesal; más sí es de tener en cuenta la forma con
la cual se actuó en forma de banda y los antecedentes que se
presentan por hechos ilícitos anteriores.
S .S . S ALINAS S ICCH A
M EZ A W ALDE
Z AP AT A CARB AJA L
Re s ol u c i ón Nº 1 134
Exp e d i e n t e Nº 2970- 201
Lima, 23 de diciembre del 2010
160
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
162
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
de tener en cuenta la forma con la cual actuó en forma de banda y los antece-
dentes que presenta por hechos ilícitos anteriores, en consecuencia el auto en el
extremo impugnado debe confirmarse.
Por estos fundamentos se RES U ELV E: Confirmar el auto de procesamiento
de fojas setenta y cuatro a fojas setenta y nueve en el extremo que dispone man-
dato de Detención en contra de Pedro Josett Rengifo Reguera por delito contra
el patrimonio –robo agravado, en agravio– de Ángel Jesús Montes Osorio y por
el delito contra la Salud Pública –tráfíco ilícito de drogas– Posesión punible de
droga, en agravío del Estado peruano; Notificándose y los devolvieron.
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
S .S . S ALINAS S ICCH A
M EZ A W ALDE
Z AP AT A CARB AJA L
Re s ol u c i ón Nº 1 130
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el fomus boni iuris; los otros dos integran el periculum in mora o peligro pro-
cesal; debiéndose tener en cuenta que para la valoración de estos presupuestos
es que se exige su concurrencia, la ausencia de uno de los requisitos fijados por
la norma invalida la aplicación de la prisión preventiva(1); T ERCERO .- Que de
la revisión de autos se desprende que en horas de la noche del veintiuno de
octubre de dos mil diez, en circunstancias que personal del servicio de Serenazgo
se encontraba patrullando a la altura de las avenidas Emilio Althaus e Ignacio
Merino, Lince, observaron un vehículo Nissan de placa de rodaje TIH-480 es-
tacionado con la capota abierta delante de un vehículo (taxi metropolitano) Kia
de placa de rodaje B40-607, siendo que en medio de los precitados vehículos
se encontraba una fémina y un varón, el mismo que le hacía entrega de un filtro
a la primera, quienes al percatarse de la presencia del Serenazgo se dieron a fuga
a bordo del vehículo Kia de placa de rodaje B40-607, razón por la cual se inició
su persecución, la misma que se prologó hasta las intercepciones de las avenidas
Petit Thouars y Manuel Candamo, en donde se detuvieron por el semáforo,
contexto en el cual descendieron del precitado vehículo tres féminas y un varón,
lográndose capturar al recurrente Francisco Lenin Estrada García (el que botó
un cuchillo en la calle) y la procesada Flor Marion Díaz Suero (la que llevaba
un bebe en brazos); en tanto que el recurrente Edwin Castillo Aguirre, que se
encontraba conduciendo el vehículo en el [que] huían, se dio nuevamente a la
fuga, logrando ser intervenido a unas cuantas cuadras del lugar. Finalmente, al
realizarse el respectivo registro vehicular se encontró una tapa de purificador
de aire y cuatro inyectores de auto, bienes que son de propiedad del agraviado:
CU ART O .- Que los recurrentes Estrada García y Castillo Aguirre en sus res-
pectivas manifestaciones policiales negaron la imputación formulada en su
contra, señalando el primero (ver fojas dieciocho) no conocer a sus coprocesados,
trabajar como taxista, haber sido intervenido en circunstancias que se dirigía a
la casa de una amiga y que la sindicación en su contra por parte de los serenos
es falsa; y el segundo (ver fojas veinte) no conocer a sus coprocesados, trabajar
como taxista en el vehículo de su propiedad e intervenido (B40-607), y que el
día de su intervención dos varones y una fémina le solicitaron sus servicios de
taxi a la altura de la cuadra diecisiete de la avenida Ignacio Merino, Lince,
acotando que uno de los varones tenía en sus manos un maletín y la fémina una
cartera, dirigiéndose por la avenida Petit Thouars con dirección a la avenida 28
de Julio, siendo que en el trayecto escuchó el ruido de la sirena de la unidad de
Serenazgo, ante lo cual sus “pasajeros” le dijeron que sobrepare, estos abriendo
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las puertas y huyendo del lugar continuando el recurrente su curso por la avenida
Petit Thouars, siendo adelantado y cerrado por la unidad de Serenazgo, acotando
que no pudo detenerse porque había mucho tráfico; asimismo, señala los acce-
sorios vehiculares encontrados en el asiento posterior de su vehículo fueron
dejados por sus “pasajeros” al momento que huyeron; finalmente agrega que
los “pasajeros” que transportaba no son sus coprocesados y que a la fecha viene
gozando de semilibertad; Q U INT O .- Que la versión de los recurrentes deberá
ser debidamente ponderada en su oportunidad, toda vez que en su contra existe
la sindicación de los testigos Luis Jesús Sánchez Almeida y Nelson Aurelio
Núñez Galeano (ver fojas once y trece), quienes en su condición de serenos, han
señalado haber observado a los recurrentes, la procesada Flor Marion Díaz Suero
y dos féminas más, sustraer accesorios del vehículo del agraviado (TIH-480),
siendo que al notar su presencia los precitados se dieron a la fuga a bordo del
vehículo (B40-607) conducido por el recurrente Castillo Aguirre, el cual tras
persecución lograron cerrarle el paso e intervenido; asimismo, señalan que el
recurrente Estrada García en su frustrada huída tiró al suelo un cuchillo; la
manifestación policial del agraviado Edilberto Mendoza Suclupe (ver fojas
nueve), en la que señala que al haber tomado conocimiento de los hechos se
acercó a su vehículo, observó el capot delantero levantado y se percató de la
ausencia de cuatro bujías y otras especies más, siendo informado por personal
de servicio de Serenazgo que los autores de dicho hurto estaban siendo perse-
guidos por personal de su unidad. Finalmente señala conocer de vista y por
razones de vecindad al recurrente Edwin Castillo Aguirre; el Acta de Registro
Vehicular (ver fojas veintinueve), en el cual se consigna los accesorios sustraídos
al vehículo del agraviado y encontrados en el automóvil del recurrente Castillo
Aguire, y el Acta de Recepción (ver fojas treinta) en el cual se deja constancia
de la entrega del cuchillo aparentemente tirado al piso por el recurrente Estrada
García; S EX T O .- Que por lo expuesto existirían suficientes elementos proba-
torios que vincularían a los recurrentes con la notitia criminis, existiendo por
ende en esta etapa del proceso verosimilitud en cuanto a los cargos formulados
en su contra, cumpliéndose de esta manera con el supuesto formal de existencia
de prueba suficiente, es decir del fumus boni iuris o apariencia de buen derecho(2),
primer presupuesto requerido por el artículo ciento treinta y cinco del Código
Procesal Penal; asimismo, en lo que respecta al segundo y tercer presupuestos
establecidos en el dispositivo legal antes acotado, entendidos como el periculum
(2) Significa que, para adoptarla, debe llevarse a cabo un juicio de verosimilitud sobre el derecho
cuya existencia se pretende declarar en la sentencia definitiva. Gutiérrez de Cabiedes, P. La
prisión provisional, Thomson Arazadi, Navarra, 2004, p. 125.
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
(3) Jorge Barreiro, A., “La prisión provisional en la Ley de Enjuiciamiento Criminal”, Deten-
ción y Prisión Provisional (coord. Perfecto Andrés Ibáñez). Cuadernos de Derecho Judicial,
Nº XVIII, CGPJ. Madrid, 1996, p. 57.
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S .S . P ADILLA RO JA S
P EÑ A F ARF Á N
CH AM O RRO GARCÍA
Re s ol u c i ón Nº 106
Exp e d i e n t e Nº 3017- 10
Lima, 20 de diciembre de 2010
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6.- Que, por otro lado estando a la naturaleza de los hechos y la penalidad con
la que se encuentra sancionado el ilícito investigado, se colige que en caso
de emitirse sentencia condenatoria, esta podría superar a un año de pena
privativa de la libertad.
7.- Respecto al peligro procesal, se tiene, que en el fundamento siete de la Sen-
tencia del Tribunal Constitucional recaída en el Expediente número treintitrés
ochenta guión dos mil cuatro-HC/TC se sostiene: “que la existencia de peligro
procesal debe determinarse a partir del análisis de una serie de circunstancias
concurrentes, antes o durante el desarrollo del proceso y que están ligadas,
fundamentalmente, con las actitudes y valores morales del procesado, lo
mismo que con su ocupación, sus bienes, sus vínculos familiares y otro
factor que permita concluir con un alto grado de objetividad, que la libertad
del inculpado, previa a la determinación de su eventual responsabilidad, no
pone en riesgo el correcto desenvolvimiento de la labor de investigación y
la eficacia del proceso...”;
8.- En tal sentido, se aprecia que el procesado Percy Barzola Aquino, ha pre-
sentado una conducta evasiva y renuente, intentando evadir su responsabi-
lidad penal, motivando con ello la expedición de la resolución de detención
preliminar de folios 10 a 13, habiendo recién prestado su declaración ins-
tructiva en octubre del presente año, esto es, dos años después de iniciado
el presente proceso penal, además que cuenta con antecedentes policiales
conforme trasciende del documento inserto a folios 31, no ha acreditado
con documento alguno el desempeño de una actividad lícita conocida ni el
contar con domicilio conocido y fijo, elementos que determinan que no se ha
desvanecido el peligro procesal aludido, puesto que, el procesado recurrente
en libertad puede poner en riesgo el correcto desenvolvimiento de la labor
de investigación, la eficacia del proceso, así como la vida del agraviado, por
lo que al concurrir de manera copulativa los tres requisitos exigidos por el
artículo 135 del Código Procesal Penal, corresponde confirmar el extremo
de la resolución apelada.
DECIS IÓ N:
Por los fundamentos antes expuestos, los integrantes de la Sala
RES O LV IERO N:
1.- Confirmar el auto apertura de instrucción de fecha treinta de octubre del
dos mil ocho, que en copias certificadas obra de fojas 43 a 45, en el extre-
mo que dicta mandato de detención en contra del procesado Percy Moisés
Barzola Aquino, en la instrucción que se le sigue por delito contra La Vida,
el Cuerpo y la Salud-Lesiones Graves, en agravio de Carlos Alberto Tapia
Run; notificándose y lo devolvieron.
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
036. P e l i gr o p r oc e s al : No p e r t u r b ac i ón d e l a ac t i vi d ad p r o -
b at ro i a e n s u p u e s t a am e n az a d e p e r j u d i c ar a d e t e n i d o
y g ar na t í a d e l M i n i s t e r i o P ú b l i c o
Es inconsistente alegar una perturbación de la actividad pro-
batoria por parte del policía procesado respecto de un testimo-
nio, mediante una amenaza de perjudicar a un tercer agente
detenido por un delito, toda vez que el proceso de este último
se encuentra en manos del órgano jurisdiccional competente,
siendo el representante del Ministerio Público quien conducirá
desde el inicio la investigación del delito, tal como lo estipula
el artículo 159 inciso tercero de la Constitución Política, y asi-
mismo quien garantizará la defensa de la legalidad.
S S. . ES CO B AR ANT EZ ANO
CARRAS CO ALARCÓ N
EY Z AGU IRRE GÁ RAT E
Re s ol u c i ón Nº 60
Exp e d i e n t e Nº 26345- 10- 1
Lima, 23 de febrero de 2011
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
S S. . V IDAL M O RALES
GO NZ ALES H ERRERA
GÓ M EZ M ARCH IS IO
Re s ol u c i ón Nº 1408
Exp e d i e n t e Nº 16379- 201- 1
M at e r i a: Ap e l ac i ón d e M an d at o d e De t e n c i ón .
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certificadas de fojas ciento setenta a ciento setentitrés, su fecha once de junio del
dos mil diez, que le decreta mandato de detención, en el proceso que se le sigue
como presunta autora del delito contra la Administración Pública - Peculado,
en agravio del Estado - Poder Judicial.
CO NS IDERANDO :
P RIM ERO .- Que, la detención es una medida cautelar personal, que cum-
ple con la función de asegurar el mantenimiento de un estado de hecho o un
derecho durante el desarrollo de un proceso, en tal sentido garantiza la sujeción
del imputado de un delito al proceso penal, bajo estrictas garantías, ello con la
finalidad de asegurar la averiguación del delito o de la ejecución de la pena que
se pueda imponer, es pues una medida judicial necesaria prevista en los ordena-
mientos jurídicos y que obedece a los principios de necesidad, provisionalidad
y proporcionalidad.
S EGU NDO .- Que, para dictar la medida de coerción personal de detención,
es necesario que de los recaudos que sirven de mérito a la denuncia fiscal se
desprende la concurrencia de manera conjunta de los tres requisitos, los mismos
que se encuentran señalados en el artículo 135 del Código Procesal Penal; esto
es: a) Prueba suficiente, es decir, que existan suficientes elementos probatorios
de la comisión de un delito que vincule al imputado como autor o partícipe del
mismo; b) Pena probable, es decir, que al efectuarse la prognosis de la pena esta
sea superior al año de pena privativa de la libertad; y c) Peligro procesal, vale
decir que exista la posibilidad que el procesado eluda la acción de la justicia o
perturbe la actividad probatoria.
T ERCERO .- El primer derecho comprometido con la medida cautelar de
Detención Preventiva es la libertad personal, es un derecho subjetivo, recono-
cido en el inciso 24) del artículo 2 de la Constitución Política del Estado. El
principio favor libertatis impone que la detención judicial preventiva tenga que
considerarse como una medida subsidiaria, provisional y proporcional, por tanto
es una medida excepcional, cuyo dictado obedezca a la necesidad de proteger
fines constitucionalmente legítimos que la puedan justificar. De acuerdo con
el artículo 9.3 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la res-
tricción de la libertad física de una persona sometida a un proceso, solo puede
deberse a la necesidad de asegurar “la comparecencia del procesado al acto del
juicio, o en cualquier otro momento de las diligencias procesales y, en su caso,
para la ejecución del fallo”. Desde este punto de vista, el principal elemento a
considerarse con el dictado de esta medida cautelar debe ser el peligro procesal,
ello importa de que el procesado no interferirá u obstaculizará la investigación
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(1) Cfr. STC recaída en el Expediente Nº 1091-2002-HC/TC (Caso Silva Checa. F.J. Nº 15).
(2) Ver STC Exp. Nº 1567-2002- PHC/TC (Caso Rodríguez Medrano. F.J. Nº 6).
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S .S . P ADILLA RO JA S
P EÑ A F ARF Á N
CH AM O RRO GARCÍA
Re s ol u c i ón Nº 1 10
Exp e d i e n t e Nº 29385- 10
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
se den copulativamente los tres requisitos señalados; esto es: Suficiencia Pro-
batoria para vincular al imputado con la comisión del delito –fumus boni iuris–;
Prognosis de Pena superior al año de pena privativa de la libertad; y, Riesgo
Procesal tanto respecto a la sujeción al proceso por parte del imputado periculum
in mora, como a la perturbación de la acción probatoria;
T ERCERO . - Que, el Tribunal Constitucional como máximo intérprete de
la Constitución señala sobre la detención preventiva que “(...) si bien la deten-
ción judicial preventiva constituye una medida que limita la libertad física, por
sí misma, esta no es inconstitucional; sin embargo, por el hecho de tratarse de
una medida que restringe la libertad locomotora, dictada pese a que no existe
sentencia condenatoria firme, al procesado le asiste el derecho a que se presuma
su inocencia; cualquier restricción de ella siempre debe considerarse en última
ratio a la que el juzgador debe apelar, esto es, susceptible de dictarse solo en
circunstancias verdaderamente excepcionales y no como regla general”(1);
CU ART O .- Que, asimismo, es de señalar que el único elemento que tiene
la a quo para verificar la notitia criminis puesto en su conocimiento son los
actuados policiales, que reúnen los primeros elementos, que van a determinar
la medida cautelar a imponerse en el proceso;
Q U INT O . - Que del contexto de la prueba acopiada a la fecha y que se tiene
a la vista, se desprende que se les imputa al procesado Augusto Germán Mendivil
Sánchez, la comisión del delito contra el Patrimonio Hurto Agravado, en agravio
de Ketty Miriam Atencio Almonacid y Ana María Enríquez Oriundo; toda vez
que, del Atestado Policial –véase copias certificadas de fojas dos a seis–, donde
fluye de la investigación preliminar efectuada, que se le atribuye al procesado,
con fecha veintitrés de setiembre del presente año siendo las diecinueve horas
con treinta minutos aproximadamente, en circunstancias que los efectivos po-
liciales se encontraban patrullando por las inmediaciones de la zona conocida
como Nocheto, del distrito del Agustino, se percataron de la presencia del
vehículo de placa de rodaje AGR cuatro ochenta y uno, Toyota Tercer de color
rojo conducido por el procesado Augusto Germán Mendivil Sánchez, quien se
encontraba en compañía de cinco personas desconocidas, quienes al percatarse
de la presencia policial huyeron del lugar, iniciándose una persecución dete-
niéndose en el Cementerio el Ángel, descendiendo cuatro personas de ellos dos
de sexo femenino, para ello huir del lugar con dirección desconocida, logrando
los efectivos policiales capturar al procesado y al efectuar el registro vehicular
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S .S . P ADILLA RO JA S
P EÑ A F ARF Á N
CH AM O RRO GARCÍA
Re s ol u c i ón Nº 106
Exp e d i e n t e Nº 26531- 10
Lima, 20 de diciembre de 2010
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ciudadano Alemán Marko Veit, a fin de que cumpla una pena de privación
de libertad por siete meses prevista por la Fiscalía de Górlitz.
3.- La Autoridad Peruana al considerar que la demanda de Extradición Pasiva
interpuesta reúne los requisitos que exige el artículo 518 del Código Procesal
Penal la admite a trámite y dicta contra el extraditable la medida coercitiva
personal de detención.
4.- Que, la defensa del extraditable fundamenta su recurso impugnatorio a fojas
100, señalando entre otras cosas que el recurrente se encuentra cumpliendo
una condena de 9 años por delito de tráfico ilícito de drogas, por lo que no
eludirá la acción de la justicia.
ANÁ LIS IS :
5.- Que, el artículo 139 numeral 6 de la Constitución Política del Estado establece
que la pluralidad de instancias constituye una de las garantías de la correcta
Administración de Justicia.
6.- Para que se establezca la medida coercitiva de detención se requieren de
manera concurrente, los presupuestos materiales y formales a que se contrae
el artículo 135 del Código Procesal Penal; modificado por la Ley Nº 28726
dentro de los presupuestos materiales tenemos: a) la prueba suficiente de la
comisión del delito que vincule al imputado con el hecho, b) que, la sanción
a imponerse o la suma de ellas sea superior a un año de pena privativa de
la libertad o que existan elementos probatorios sobre la habitualidad del
agente al delito, lo cual obliga al juez a hacer una prognosis de la sanción,
teniendo en cuenta no solamente la pena conminada, sino también otros ele-
mentos como la condición del autor, grado de participación, móviles, etc.; y
c) que, por la naturaleza del delito y circunstancias en que se ha perpetrado
el mismo, puede presumirse que el imputado va a rehuir el juzgamiento o
va a perturbar la actividad probatoria;
7.- Que, de los recaudos acompañados al presente cuaderno se advierte que el
trámite de extradición pasiva del recurrente formulado por el Ministerio
Federal de Justicia de Alemania ha cumplido con los requisitos exigidos por
nuestra normatividad vigente sobre la materia y, a la fecha está siguiendo su
conducto regular.
8.- Respecto al peligro procesal, el Tribunal Constitucional como máximo
intérprete de la Constitución señala sobre la detención preventiva que “(...)
si bien la detención preventiva constituye una medida que limita la libertad
física, por sí misma, esta no es inconstitucional; sin embargo por el hecho
de tratarse de una medida que restringe la libertad locomotora, dictada pese
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S .S . S ALINAS S ICCH A
M EZ A W ALDE
Z AP AT A CARB AJA L
Re s ol u c i ón Nº 1 135
Exp e d i e n t e Nº 306- 201
Lima, 23 de diciembre de 2010
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0 4 1 . P e l i g r o p r o c e s a l : Co n s i d e r a c i ó n d e f o r m a d e i n t e r v e n c i ó n
d e l a g e n te y s u c a r á c te r d e c o n s u m id o r d e d r o g a s
Se debe tener en cuenta la forma y modo de intervención del
agente, esto es, haber sido intervenido sin oponer resistencia
y sin darse a la fuga, aún más, teniendo en cuenta el hecho
de que el procesado ha referido ser consumidor de sustancias
tóxicas, motivos por los cuales ha tenido procesos, los que han
sido solamente por consumo, por lo que no se evidencia peligro
procesal.
S .S . S ALINAS S ICCH A
M EZ A W ALDE
Z AP AT A CARB AJA L
Re s ol u c i ón Nº 1 124
Exp e d i e n t e Nº 3094- 201
Lima, 23 de diciembre de 2010
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S S. . ES CO B AR ANT EZ ANO
CARRAS CO ALARCÓ N
EY Z AGU IRRE GÁ RAT E
Re s ol u c i ón Nº 73
Exp e d i e n t e Nº 29143- 201- 2
Lima, 2 de marzo de 2011
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detención contra Silvia Luisa Angélica María Boggiano Alibert y Enrique Vi-
llasana Yabar como presuntos autores del delito Contra el Patrimonio –Estafa– en
la modalidad de Estelionato, en agravio de Luis Felipe Pita Gastelumendi, Mar-
cial Castro Méndez y Raquel Irina Sánchez Buendía en mérito a los recursos
impugnatorios deducidos por los citados procesados, conforme es de verse de
fojas doscientos sesenta y cinco/doscientos setenta y uno y doscientos ochenta/
doscientos noventa y uno; S EGU NDO .- Que previamente a emitir pronuncia-
miento sobre el fondo de la controversia en el extremo recurrido; este Colegiado
Superior empieza por señalar que la imputación efectuada por el titular de la
acción penal contra los procesados Silvia Luisa Angélica María Bocigiano Alibert
y Enrique Villasana Yabar radica en la presunción que dichas personas se habrían
confabulado entre sí para inducir y mantener en error a los agraviados, mediante
la concurrencia de engaño, tal es así, que con fecha diecinueve de mayo del dos
mil siete el agraviado Luis Felipe Pita Gastelumendi suscribió dos contratos de
compra venta de bien futuro, el primero por la adquisición del departamento
signado con el número seiscientos dos ubicado en la Calle Tacna número cua-
trocientos sesenta, cuatrocientos setenta y dos del Distrito de Miraflores, y el
segundo por la adquisición de dos estacionamientos y un depósito también en
la misma dirección, lugar donde se ejecutaría el proyecto inmobiliario “Edificio
Los Ficus” acto contractual que fue celebrado con los procesados Cruz Castañeda
y Boggiano Alibert el primero actuando como Gerente General y la segunda
como Apoderada de Inversiones y Proyectos El Álamo SAC. (ver copia de re-
contratos obrante a fojas siete/catorce) por la suma de $. 74,000.00 (setenta y
cuatro mil dólares americanos por el departamento) y $. 9,000.00 (dólares ame-
ricanos por los dos garajes y el depósito, dinero este que fue depositado en una
de las cuentas de Inversiones el Álamo conforme así lo ha señalado el procesado
Cruz Castañeda al rendir su manifestación policial de fojas noventa/noventa y
dos; pese a ello después de haberse celebrado la primigenia venta y tener cono-
cimiento del mismo, dicho procesado Cruz Castañeda, transfirió la citada pro-
piedad en su totalidad a favor de su coprocesada Boggiano Alibert a través de
la minuta de dación en pago de inmuebles y Proyectos inmobiliarios, actuando
esta última ya no como apoderada de Inversiones El Álamo sino como persona
natural adquiriente conforme es de verse de las instrumentales obrante en copia
certificada a fojas catorce/treinta y nueve; siendo que posteriormente dicha
procesada enajenó dicho departamento y un estacionamiento con fecha seis de
febrero del dos mil ocho, o favor del agraviado Marcial Castro Méndez por la
suma de $. 57,000.00 (cincuenta y siete mil dólares americanos); sin poner en
conocimiento del nuevo comprador que dicho inmueble ya había sido vendido
anteriormente; asimismo de autos se advierte que al Procesado Villasana Yabar
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
AT ENDIENDO :
I. ANT ECEDENT ES :
1. Se imputa al encausado Carlos Antonio Cacho Livora, que encontrándose
con los efectos de la ingesta de bebidas alcohólicas y en circunstancias en
que se encontraba conduciendo su vehículo de placa de rodaje A6W-183
en forma negligente a una velocidad excesiva, por las inmediaciones de la
Avenida Javier Prado Este - San Isidro, en sentido de este a oeste por el carril
izquierdo, y encontrándose a la altura de la intersección con la Avenida Petit
Thouars atropelló al agraviado Yzarra Álvarez, cuando este terminaba de
cruzar la calzada, causándole lesiones de consideración, conforme al certi-
ficado médico que obra de folios cincuenta y uno a cincuenta y tres, siendo
intervenido inmediatamente por personal policial, negándose a someterse
a las pruebas de Dosaje Etílico y Toxicológico que le solicitó la autoridad
policial conforme se advierte del acta de folios cuarenta.
2. Por tales hechos de folios sesenta y cuatro a setenta y dos el Juzgado Penal
de Turno Permanente de Lima, aperturó instrucción contra dicho encausado,
por el delito contra la Vida, el Cuerpo y la Salud - Lesiones Culposas Graves
en agravio de Humberto Énrique Yzarra Álvarez; como presunto autor del
delito Contra la Seguridad Pública - Conducción de Vehículo en Estado de
Ebriedad en agravio de la Sociedad y como presunto autor del delito Contra
la Administración Pública - Resistencia y Desobediencia a la Autoridad en
agravio del Estado; decretándose contra el referido encausado mandato de
comparecencia restringida, bajo las siguientes reglas de conducta: a) No
variar de domicilio sin previo aviso al Juzgado; b) No ausentarse del lugar
de su residencia sin autorización del Juzgado, c) Cumplir con las citaciones
y mandatos judiciales; y, d) Concurrir cada fin de mes al local del Juzgado a
firmar el libro correspondiente y pagar una caución de diez mil nuevos soles.
3. De folios ciento nueve a ciento doce, la parte civil (Procurador del Ministerio
de Transportes y Comunicaciones), apela el auto de apertura de instrucción,
en el extremo que impone comparecencia restringida con reglas de conducta
fijadas contra el procesado Carlos Antonio Cacho Libora, a fin de que se
revoque dicha medida y se dicte detención.
II. F U NDAM ENT O S :
DEL AP ELANT E
1. El recurrente sustenta su apelación alegando que, en el presente caso se cum-
ple con los tres supuestos que establece el artículo 135 del Código Procesal
Penal, por lo que el Juzgado debió dictar mandato de detención contra el
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
(1) El Proceso Penal - Teoría y Práctica, Víctor Cubas Villanueva. Palestra Editores, Lima, 1997,
p. 176 y 177.
(2) Ibídem.
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
actividad probatoria solo puede ser referida a los actos contrarios al normal
desenvolvimiento de dicha actividad imputada al procesado, no obstante
ello, el entorpecimiento de la actividad probatoria no puede ser alegada
por el órgano jurisdiccional en abstracto, es necesario identificar cuál es el
peligro en concreto, lo cual se determina con el juicio de proporcionalidad
entre las particulares características del procesado y los elementos de prueba
que pueden ser susceptibles de alterar o suprimir.
8. Ante ello, debemos determinar si el procesado ha realizado alguna amenaza
de dificultar, obstaculizar, retardar o impedir la actividad probatoria a fin de
establecer si los fundamentos que han servido a la recurrida se encuentran
conforme a ley.
9. El Juzgado al momento de realizar la valoración de los elementos que han
servido de sustento para la imposición de la comparecencia, no tuvo en cuenta
la negativa del ciudadano Carlos Antonio Cacho Livora, para someterse a la
prueba de Dosaje Etílico y Toxicológico ordenado por la autoridad policial;
que dicho acto a criterio del Colegiado, constituye una conducta obstruc-
cionista contra la investigación por parte del procesado, que se encuentra
debidamente corroborado con las instrumentales que se han incorporado en
el presente proceso tales como el Acta Fiscal de folios cuarenta, en que se
advierte que luego de ser exhortado por la autoridad correspondiente a fin
de que colabore con la investigación, este indicó que no desea someterse
a los exámenes de dosaje etílico, ni toxicológico, refiriendo como motivo
de su decisión no encontrarse ni física ni emocionalmente apto, diligencia
que contó con la presencia del representante del Ministerio Público; asi-
mismo, del certificado de Dosaje Etílico de folios veinte, en el extremo de
las observaciones se advierte que “El usuario se negó a pasar el examen de
dosaje etílico (Prueba cualitativa y cuantitativa) a firmar e impresión digital,
mostrando evidentes signos de ebriedad clínica (aliento alcohólico); y, con
la Ocurrencia Policial correspondiente donde se establece que “se negó a
pasar su examen de dosaje etílico (...)”.
10. La actitud asumida por el procesado conforme a lo expuesto en el conside-
rando que antecede, ha dejado en evidencia esta como una acción obstruc-
cionista, cuya pretensión habría sido premeditada en busca de una posible
absolución a futuro por los hechos que se le investigan, ante la ausencia de
elementos de prueba, considerando que el dosaje etílico constituye la forma
más idónea de probar el grado de alcohol en la sangre;
11. En ese sentido se tiene como antecedente aplicable a este caso la sentencia
recaída en el expediente número mil quinientos sesenta y siete -dos mil
207
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
208
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
209
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
17. Siendo así, y analizados los actuados de manera minuciosa este Colegiado
advierte la presencia de indicios suficientes que acreditan la existencia de
Peligro Procesal - peligro de entorpecimiento de las investigaciones y pe-
ligro de fuga, por parte del procesado; por tanto, en el presente caso se dan
de manera concurrente los tres requisitos que establece el artículo 135 del
Código Procesal Penal para decretar detención.
III. DECIS IÓ N:
Por estas consideraciones, los integrantes de este Superior Colegiado: Revo-
caron el Auto Apertorio de Instrucción de fecha veinticinco de octubre del
año dos mil diez, que en copias certificadas obran de folios sesenta y cuatro a
setenta y dos, en el extremo que impone Comparecencia con Restricciones al
procesado Carlos Antonio Cacho Livora; y, Reformándola, dictaron Mandato
de Detención contra dicho justiciable, en el proceso que se le sigue por el delito
contra la Vida, el Cuerpo y, la Salud –Lesiones Culposas Graves en agravio de
Humberto Enrique Yzarra Álvarez; y, como presunto autor del delito Contra la
Seguridad Pública– Conducción de Vehículo en Estado de Ebriedad en agra-
vio de la Sociedad y como presunto autor del delito Contra la Administración
Pública - Resistencia y Desobediencia a la Autoridad en agravio del Estado, y;
Dispusieron: Se oficie a la División de Requisitorias de la Policía Nacional del
Perú, a fin de que se realice la inmediata búsqueda, ubicación y captura del cita-
do procesado, debiéndose agregar el presente incidente al expediente principal;
notificándose y los devolvieron.
S.S. EGOAVIL ABAD; ACEVEDO OTRERA; BARRETO HERRERA
210
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
04. P e l i gr o p r oc e s al : F ac t or e s d e d e t e r m i n ac i ón d e l p e li-
gr o d e f u ga
La existencia del peligro de fuga debe apoyarse en un análisis
concreto del caso y basarse en hechos determinados y con-
trastados oportunamente, tales como el arraigo del imputado,
determinado por el domicilio, residencia habitual, asiento de
la familia y de sus negocios o trabajo y las facilidades para
abandonar definitivamente el país o permanecer oculto.
S .S . S ALINAS S ICCH A
M EZ A W ALDE
Z AP AT A CARB AJA L
Re s ol u c i ón Nº 1 103
Exp e d i e n t e Nº 3096- 10 ( 1)
Lima, 23 de diciembre de 2010
2 1 1
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
(1) Jorge Barreiro, A., “La prisión provisional en la Ley de Enjuiciamiento Criminal”, Deten-
ción y Prisión Provisional (coord. Perfecto Andrés Ibáñez), Cuadernos de Derecho Judicial,
Nº XVIII. CGPJ, Madrid, 1996, p. 57.
21
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
045. P e l i gr o p r oc e s al : Noc i ón d e ar r ai go
El arraigo que tiene que ver con el establecimiento fijo en un
lugar y en donde el agente mantiene relaciones de una intensi-
dad determinada con el medio ambiente donde se desenvuelve.
Este concepto comprende el otro parámetro de la profesión,
domicilio, recursos y lazos familiares del imputado, pues el es-
tablecimiento en un determinado lugar depende de la actividad
económica o laboral que desempeña, así como sus relaciones
familiares o recursos. Si el arraigo es menor, obviamente mayor
es el peligro de fuga, por lo que se procederá al análisis de la
existencia o no del referido elemento.
S .S . S ALINAS S ICCH A
M EZ A W ALDE
Z AP AT A CARB AJA L
Re s ol u c i ón Nº 1 132
Exp e d i e n t e Nº 1832- 201 ( 3)
Lima, 23 de diciembre de 2010
213
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
214
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
215
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
216
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
046. P e l i gr o p r co e s al : F ro m as d e ar r ai go a c on s i d e r ar s e
( d o m i c i l i ar i o, l ba ro la y f am i l i ar )
Si se evidencia que el agente no ha demostrado contar con do-
micilio fijo (arraigo domiciliario), ni trabajo lícito y conocido
(arraigo laboral), ni arraigo familiar, ni otra circunstancia que
genere convicción positiva sobre su fijación y permanencia y
de esta manera no poner en riesgo la actividad probatoria ni
la impartición de justicia; se determina que por el momento
existe peligro procesal.
S .S . P ADILLA RO JA S
P EÑ A F ARF Á N
CH AM O RRO GARCÍA
Re s ol u c i ón Nº 1 106
Exp e d i e n t e Nº 3097- 201- 1
Lima, 21 de diciembre de 2010
217
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
hay suficiencia probatoria, que cuenta con domicilio conocido, que no registra
antecedentes penales, judiciales o policiales, que trabaja alquilando celulares.
T ERCERO . - En razón al incidente promovido, es pertinente considerar que
la detención preventiva importa una restricción prevista por el artículo segundo,
inciso veinticuatro, literal “b” de la Constitución Política del Estado la cual tex-
tualmente señala: “(...) no se permite forma alguna de restricción de la libertad
personal, salvo en los casos previstos por la Ley (...)”, lo último en clara alusión
al artículo ciento treinticinco del Código Procesal Penal, asimismo el máximo
intérprete de la Constitución ha señalado que “(,.,) si bien la detención judicial
preventiva constituye una medida que limita la libertad física, por sí misma, esta
no es inconstitucional (...)(1).
CU ART O . - Tal como se precisó en el punto anterior, una de las excepciones
a la prohibición de la restricción de la libertad personal se encuentra regulada
en el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal, disponiendo
que el juez puede dictar el mandato de detención si atendiendo a los primeros
recaudos acompañados por el Fiscal Provincial sea posible determinar copula-
tivamente: A) La existencia de suficientes elementos de prueba de la comisión
de un delito que vincule al inculpado como autor o partícipe del mismo. B) Una
pena probable superior al año de pena privativa de libertad y C) La presencia
de peligro procesal.
Q U INT O . - Además, debemos tener en cuenta que el único elemento que tiene
el juez de la instancia inferior (a quo) para verificar la denuncia policial (notitia
criminis) puesto a su conocimiento, son los actuados policiales, que reúnen los
primeros elementos que van a determinar la medida cautelar a imponerse al
procesado en el proceso penal instaurado en su contra.
S EX T O .- Bajo este contexto, y analizados los autos materia de la alzada
en relación a la Suficiencia Probatoria, apreciamos que el testigo Walter Yule
Cotrina López en su manifestación a nivel policial de fojas diez a doce, señaló
que el procesado Inspector Municipal Stiven Francisco Torres Chavarría recogió
la bolsa negra (conteniendo monedas) que momentos antes el procesado Henry
Herrera Ortega lo había dejado encima de la nevera de su tienda ubicada en la
primera cuadra de la avenida Oscar R. Benavides, agregó además, que en esa zona
los Inspectores Municipales reciben dinero de los jaladores de pasajeros. quienes
recaudan el dinero que los chóferes de las combis les dejan, para el Inspector
Municipal por permitirles que se estacionen y llenen sus pasajeros: asimismo
218
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
219
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
20
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
047. P e l i gr o p r oc e s al : S ol o s e ñ al am i e n t o d e d om i c i l i o
no acredita suficientemente posesión de arraigo
d om i c i l i ar i o
Si bien es cierto no existe un peligro procesal latente, pues
se advierte que los encausados han colaborado con la inves-
tigación preliminar brindando su manifestación policial, se
concluye que este no se ha desvanecido por completo, ya que
el solo señalamiento de domicilio es insuficiente para acreditar
la posesión de un arraigo domiciliario (morar habitualmente
en un lugar), y por ende la no sustracción al proceso penal.
S r . G O NZ ALES H ERRERA
Re s ol u c i ón Nº 629
Exp e d i e n t e Nº 28- 10 “A ”
Lima, 7 de julio del año 2010
21
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
2
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
necesidades del juzgador hasta la consecución de los fines del proceso, ello a
través de una cantidad de dinero significativo que determine la voluntad del
sujeto a estar vinculado con el proceso, a fin de evitar la elusión del procesado
por temor de perder la caución; en ese sentido se debe tener en cuenta que los
recurrentes no han acreditado con documentación idónea, que carecen de los
recursos económicos para cumplir con el pago de la caución impuesta; por lo
tanto, no es posible concluir que efectivamente dicha institución cautelar les cause
agravio; en consecuencia no resulta atendible lo solicitado por estos; conside-
rando que los extremos de la resolución apelada se encuentran arreglados a Ley,
DECIS IÓ N:
Fundamentos por los cuales se CO NF IRM A el auto de apertura de instruc-
ción obrante en copias certificadas de fojas cuarenta y seis a cuarenta y nueve,
su fecha treinta de diciembre del dos mil nueve, en los extremos apelados del
mandato de comparecencia restringida, y de la caución que se les ha impuesto a
los procesados Lilia Nohemí Cuesta Díaz De Traverso y Dino Antonio Traverso
Mendoza, en el proceso penal que se les sigue por la presunta comisión del delito
contra la Libertad - Violación de Domicilio, en agravio de Verónica Musayón
Rodríguez; notificándose y los devolvieron.
23
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
048. P e l i gr o p r co e s al : S u b s i s t e n c i a p or s e ñ al am ie n t od e
d om i c i l i o r e al i n e xi s t e n t e
El elemento del peligro procesal (de fuga) se mantiene vigente,
puesto que si bien es cierto el agente tiene señalado un domicilio
real, sin embargo la numeración no es correcta, tal como se
anota en el atestado policial, donde señala que dicha dirección
“no existe” lo que hace presumir que existe un probable riesgo
de que se someta al proceso y con ello eluda el juzgamiento.
S S. . ES CO B AR ANT EZ ANO
CARRAS CO ALARCÓ N
EY Z AGU IRRE GÁ RAT E
Re s ol u c i ón Nº 68
Exp e d i e n t e Nº 18 1 0- 201- 2
Lima, 7 de febrero de 2011
24
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
CO NS IDERANDO :
P RIM ERO .- El apelante al fundamentar su recurso de fojas ciento doce a
ciento trece, sostiene que el a quo no ha realizado una debida motivación para
imponerle tan grave mediada coercitiva; pues no existe prueba alguna que lo
vincule como autor del hecho que se le imputa, asimismo manifiesta que no ha
asistido a manifestar policialmente, en razón que no ha sido notificado; además
los efectivos policiales no han efectuado constatación domiciliaria alguna; así
también refirió que carece de antecedentes policiales, judiciales y penales.
S EGU NDO .- Que, la imputación sostenida por el Representante del Mi-
nisterio Público en el caso que nos ocupa consiste en que con fecha nueve de
octubre del año dos mil nueve Claudia Vásquez Ballón, representante de la em-
presa Valcosa Ings Sociedad de Responsabilidad Limitada, recibió una llamada
telefónica de José Velarde Muñoz representante de la Empresa Grupo Velarde
Muñoz SAC, con dirección en la ciudad de Lima, quien con astucia y ardid hizo
incurrir en error a su persona, solicitando la venta de tuberías de plástico PVC
por un valor de ciento cincuenta y tres mil punto trescientos setenta y cinco
nuevos soles, pagando por dicha mercadería con un cheque bancario a nombre
de la empresa Grupo Velarde Muñoz SAC, el mismo que fue depositado a la
cuenta corriente de la agraviada en el Banco Continental, siendo la mercadería
entregada el día diez de octubre del año antes señalado, a la empresa de trans-
porte Cristo Morado EIRL, siendo el caso que el día catorce del indicado mes
la entidad bancaria informó a la empresa agraviada que el cheque girado por
José Velarde Muñoz se encontraba con “cuenta cancelada”; por lo que al perca-
tarse de la estafa, Claudia Vásquez Ballón viaja desde Cuzco hacia Lima a fin
de recuperar su mercadería, tomando conocimiento que los bienes habían sido
descargados en el inmueble ubicado en la calle cincuenta y tres, lote seis y siete
en la Urbanización El Pinar - Comas, determinando la autoridad policial que el
coprocesado Ángel Alberto Anderson Sosa, había contratado los servicios de
transporte a los hermanos Germán y Jaime Cabanillas Arroyo, a efecto de que
los bienes fueran trasladados al inmueble ubicado en la calle Menorca, Manza-
na B cinco, lote veintitrés en la Urbanización Cedros de Villa en el Distrito de
Chorrillos, siendo que la participación del apelante Víctor Alexánder Evaristo
Zanabria, reside en haber sido la persona que recibió dicha mercadería;
T ERCERO .- Para establecer la medida cautelar de mandato de detención,
se requiere que se den de manera concurrente los presupuestos materiales y
formales que exige el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal
–modificado por el artículo cuatro de la Ley número veintiocho mil setecientos
veintiséis–, los cuales son: a) suficientes elementos probatorios de la comisión
25
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
del delito que vincule al imputado como autor o partícipe del mismo; b) que la
sanción a imponerse o la suma de ellas sea superior a un año de pena privativa de
la libertad o que existan elementos probatorios sobre la habitualidad del agente,
lo cual obliga al juez a hacer una prognosis de la sanción, teniendo en cuenta
no solo la pena conminada, sino otros elementos como la gravedad de la lesión
causada, la condición del imputado, su grado de participación, entre otros, y
c) que por la naturaleza y circunstancias pueda presumirse que el imputado va
a rehuir el juzgamiento o va a perturbar la acción probatoria; toda vez que esta
medida obedece a una situación procesal de excepcionalidad, provisionalidad
y razonabilidad carcelaria, a efectos de alcanzar el normal curso y fin último
del proceso(1).
CU ART O . - De la revisión de los actuados y bajo los argumentos normativos
antes esgrimidos, se advierte que en relación al primer supuesto (suficiencia
probatoria) este aún se mantiene vigente, pues existen elementos indiciarios
que vinculan al procesado con el delito sub examine, tales como la declaración
policial de Jaime Cabanillas Arroyo de fojas treinta y seis, quien manifestó que
fue el procesado la persona que recepcionó la mercadería en una cochera ubi-
cada en la calle Menorca, Manzana B cinco, lote veintitrés en la Urbanización
Cedros de Villa en el Distrito de Chorrillos; versión que se corrobora con la
manifestación preliminar de Ana María Fernanda Lorenza Alba del Prado, que
obra a fojas cincuenta y seis, donde refirió que el día doce de octubre del año
dos mil nueve, facilitó la cochera de su vivienda ubicada en la calle Menorca,
Manzana B cinco, lote veintitrés en la Urbanización Cedros de Villa en el Dis-
trito de Chorrillos, a su yerno Alexánder Evaristo Zanabria, quien le solicitó
su garaje sin mencionarle con que finalidad lo requería; observando que en el
frontis de su vivienda se estacionó un vehículo tipo camión el cual transporta-
ba tubos de plástico; elementos de vinculación que se refuerzan con el acta de
entrevista efectuada a Antonio Peralta Inga que obra a fojas cincuenta y nueve,
donde señaló que el día de los hechos ingresaron dos camiones, al predio de la
señora Ana María Alba del Prado, lugar donde descargaron tubos de plástico,
mercadería que fue nuevamente transportada en un camión marca “volvo” des-
conociendo su destino;
Q U INT O .- Asimismo en cuanto al segundo supuesto, el delito incriminado
se encuentra sancionado en el artículo ciento noventa y seis del Código penal,
que reprime la conducta de quien de manera dolosa procura para sí o para otro
un provecho ilícito en perjuicio de tercero, induciendo o manteniéndolo en error
(1) Vide SÁNCHEZ VELARDE. Manual de Derecho Procesal Penal. Lima, Idemsa, 2004, p. 755.
26
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
mediante engaño, astucia, ardid u otra forma fraudulenta; con una pena privativa
de libertad no menor de uno ni mayor de seis años, imposición penal que quedará
a valoración del juzgador; empero para efectos de una prognosis de la pena a
imponérsele, de ser acreditada su responsabilidad, es de considerar –sin que
esto constituya un adelantamiento de juicio– conforme al grado de su supuesta
participación y vulneración del bien jurídico tutelado, que esta será superior a
un año de pena privativa de libertad;
S EX T O . - Finalmente en cuanto al tercer supuesto, relacionado con el peligro
procesal, este elemento aún se mantiene vigente puesto que si bien es cierto el
apelante tiene señalado como domicilio real, conforme se aprecia de su ficha de
datos de fojas noventa y uno, en el jirón Alcanfores número trescientos sesenta y
dos guión Vitarte guión Ate, sin embargo la numeración no es correcta, tal como
se anota en el punto diez del atestado policial de fojas ocho, donde señala que
dicha dirección “no existe” lo que hace presumir que existe un probable riesgo
de que se someta al proceso y con ello eluda el juzgamiento; tanto más si del
escrito de apelación del recurrente de fojas ciento doce se observa que no ha
acompañado documento alguno que de modo real y objetivo acredite que cuenta
con domicilio y trabajo conocido, así como una familia que le genere arraigo.
Por lo que, en resguardo de la consecución del normal curso y fin último del
proceso y en mérito a la concurrencia de los tres requisitos establecidos, es de
conservar la medida cautelar dictada. Consideraciones por los cuales;
F ALLO :
CO NF IRM ARO N el auto de fecha veintisiete de agosto del dos mil diez,
de fojas ochenta y cuatro a ochenta y nueve, en el extremo que dictó mandato
de detención contra el encausado Víctor Alexánder Evaristo Zanabria por la
presunta comisión del delito contra el Patrimonio - Estafa en perjuicio de la
Empresa Valcosa Ings Sociedad de Responsabilidad Limitada; con lo demás
que contiene; notifícándose y los devolvieron.
27
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
S .S . P ADILLA RO JA S
P EÑ A F ARF Á N
CH AM O RRO GARCÍA
Re s ol u c i ón Nº 1 1 10
Exp e d i e n t e Nº 679- 201- 4
Lima, 21 de diciembre de 2010
28
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
S EGU NDO .- Que, el artículo ciento ochenta y dos del Código Procesal
Penal, establece que “El procesado que se encuentra cumpliendo detención po-
drá solicitar libertad provisional, cuando nuevos elementos de juicio permitan
razonablemente prever copulativamente que: 1) La pena privativa de libertad
a imponérsele no será mayor de cuatro años, o que el inculpado esté sufriendo
una detención mayor a las dos terceras partes de la pena solicitada por el Fiscal
en su acusación escrita. 2) Se haya desvanecido la probabilidad de que el pro-
cesado eluda la acción de la justicia o perturbe la actividad probatoria. 3) Que
el procesado cumpla con la caución fijada o, en su caso, el insolvente ofrezca
fianza personal”.
T ERCERO .- A que, revisados los autos se aprecia que se han diligenciado
las declaraciones instructivas de todos los encausados, siendo que los inculpados
Remigio Ayala Ramírez (véase a folios trescientos cuarentitrés y trescientos
noventiocho), César Cruz Pariño (véase a folios trescientos cuarentiséis y tres-
cientos cincuentiséis), Jhonny Guillén Taipe (véase a folios trescientos cuaren-
tiocho y trescientos noventicuatro), y Williams Talaverano Núñez (véase a folios
trescientos cincuentiuno y cuatrocientos veinte) alegan ser inocentes, mientras
que el procesado Pelayo Manyahuilca Flores o Pelayo Flores Manyahuilca
(véase a folios cuatrocientos quince) se considera responsable, sin embargo
refiere haber desconocido que transportaba insumos químicos ya que el “gordo
[J]uan” le dijo que eran insumos para limpiar los waters y piscinas. Con respecto
a lo precitado, cabe precisar que los procesados incluido el solicitante sostienen
versiones exculpatorias, empero, debemos precisar que dichas declaraciones no
pueden ser tomadas a favor del procesado Remigio Ayala Ramírez sino a favor
de cada declarante, extremo que ciertamente no podemos todavía evaluar al
conocer este incidente, sino al expedirse el pronunciamiento de fondo una vez
finalizado el proceso penal.
CU ART O .- Sin embargo, no obstante lo mencionado en el acápite anterior
se aprecian la existencia nuevos actos de investigación emergidos ulteriormente a
la calificación y correspondiente apertura del proceso penal, cuyo análisis resulta
impostergable, siendo los siguientes: A) Testimoniales de Irene León Cruz Pariño
y Bibiana Aurelia Cilio Tejada (ver a fojas cuatrocientos dos y cuatrocientos
cuatro), quienes solicitan la devolución de su camión de placa de rodaje WGN
novecientos dieciocho; B) Parte Pericial número cincuenta y seis-dos mil diez-
DIRCRI-DIVIDCRI-DEPIF (ver a fojas cuatrocientos treintiséis), donde se
señala que se ha logrado diseñar mediante el Sistema COMPHOTO-FIT el retrato
hablado de las personas conocidas como “gordo”, “chato” y “[R]oberto”; C) Dicta-
men Pericial de Química Forense número mil quinientos sesenticuatro/diez (ver
a fojas cuatrocientos cuarenta), donde los peritos que la suscriben certifican que
los encausados arrojaron NEGATIVO en los exámenes de Análisis Toxicológico
29
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
230
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
de pena privativa de la libertad; este colegiado establece por ahora, que en caso
de emitirse un fallo condenatorio contra el solicitante Remigio Ayala Ramírez,
este sería superior a cuatro años de privación de la libertad.
S EX T O .- A que, respecto al peligro procesal se tiene que de las instru-
mentales ofrecidas por el solicitante Remigio Ayala Ramírez, tales como los
certificados de fojas cuatro y trescientos ochentiuno, las constancias de folios
once y doce, y su ficha de Reniec a folios doscientos diez, se desprende que
su dirección domiciliaria es en el “Jirón Tarapacá trescientos sesenta distrito y
provincia de Huanta departamento de Ayacucho”, sin embargo, del Certificado
Domiciliario de folios cuatrocientos setenta y cinco y del recibo por consumo
de agua potable que adjuntó en su escrito ingresado a esta instancia el dos
de noviembre último, se aprecia que registra como dirección en la “manzana
G-dieciséis lote veinticinco Bocanegra-Callao”, siendo que esta circunstancia
advertida genera incertidumbne sobre su residencia habitual, más aún si no ha
demostrado con documento público poseer dicho arraigo, y además que en la
diligencia de Constatación y Verificación de su inmueble situado en Ayacucho
la persona de Zumilda Salinas Riveros manifestó que hace diez no hay nadie en
dicho inmueble; de otro lado en cuanto a su situación laboral, únicamente obra
la constancia de folios once expedida por la Empresa de Transporte Interprovin-
cial “PARMA” SRL, sin embargo en dicho instrumento no se aprecia el RUC
de la persona que la emite, circunstancia que le resta contundencia probatoria,
en tal sentido no ha demostrado que en la fecha que ocurrieron los hechos se
haya dedicado a una actividad lícita y conocida; en consecuencia este Colegiado
determina, que no se ha desvanecido la probabilidad que el procesado Remigio
Ayala Ramírez eluda el accionar de la justicia y de la actividad probatoria, porque
subsiste aún el peligro procesal.
S É P T IM O . - A que, por lo expuesto no cumpliéndose copulativamente con
los presupuestos sine qua non previstos en el numeral ciento ochenta y dos del
Código Procesal Penal, y teniéndose que la resolución materia de alzada ha sido
debidamente motivada por el a quo, deberá confirmarse la apelada.
Por estos fundamentos:
CO NF IRM ARO N la resolución su fecha veinte de agosto del año en curso,
que obra de fojas veintitrés a veintiséis, que declara Improcedente la solicitud
de Libertad Provisional solicitado por el procesado Remigio Ayala Ramírez en
el proceso que se le sigue por la presunta comisión del delito Contra la Salud
Pública - Tráfico Ilícito de insumos químicos en su modalidad de transporte sin
contar con las autorizaciones respectivas, en agravio del Estado; Notificándose
y los devolvieron.
231
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
S .S . S ALINAS S ICCH A
M EZ A W ALDE
Z AP AT A CARB AJA L
Re s ol u c i ón Nº 108
Exp e d i e n t e Nº 3016- 201
Lima, 26 de noviembre de 2010
23
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
(1) Exp. Nº 1091-2002 -HC/TC, Fundamento 7. Accionante: Vicente Ignacio Silva Checa.
23
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
rosca color rojo, con capacidad para dos litros, de los cuales diez envases tienen
el logotipo de Ácido Muriático, marca Ipsa y cuatro envases presentaban la
inscripción de Ácido Muriático marca Erquimol, y de igual manera en el asiento
número cincuenta y seis ocupado por la persona de Lurgio Romani Crisóstomo
se halló un maletín color negro en cuyo interior se encontró trece envases tipo
galonera color negro con tapa rosa color rojo con capacidad para dos litros, de
los cuales diez envases tenían el logotipo de Acido Muriático marca Ipsa, dos
envases presentaba la marca Erquimol, y un envase la marca Veraclin, terminado
el registro se pudo incautar un total dos maletines y dos bolsas de polietileno
conteniendo cuarenta y dos envases tipo galonera de [c]olor negro con logos de
ácido muriático que se encuentran sujetos a la Ley Número veintiocho mil
trescientos cinco y normas legales que regulan el Control de Insumos Químicos
y Productos Fiscalizados; S EX T O . - Que, siendo así resulta necesario verificar
si los requisitos establecidos en el artículo ciento treinta y cinco del Código
Procesal Penal se cumplen en el presente caso, teniéndose que en cuanto a la
suficiencia probatoria, debe señalarse que contra los procesados Bárbara Zenobia
Atao López y Yuri Infantes Soto, se tiene: a) manifestación de Lurgio Romani
Crisóstomo –véase a fojas veinticuatro a veintisiete– quien refiere que trabaja
como ayudante de albañilería desde los trece años de edad, percibiendo la suma
de dieciséis nuevos soles diarios, que a la procesada Bárbara Zenobia Atao
López, la conoce por que tiene un negocio de verduras en el local de Chalhua-
mayo Bajo, quien en una oportunidad le comentó que tenía problemas familiares
por lo que le propuso ir a buscar trabajo a la ciudad de Lima, lo que buscaron
por inmediaciones de la agencia Molina, que al no encontrar trabajo, por su
iniciativa decide comprar los envases de ácido muriático en distintos puestos y
ferreterías en el Mercado Ceres, con respecto al procesado Yuri Infante Soto, lo
conoce por que su padre es maestro de obras quien en varias oportunidades lo
ha contratado para trabajar como albañil en la localidad de Chalhuamayo, quien
tiene conocimiento que ese día de los hechos transportaba ácido muriático para
repontenciar baterías; que pagó el pasaje a la procesada Atao López y el proce-
sado Yuri Infante Soto pago su pasaje; b) la manifestación del procesado Yuri
Infantes Soto –véase a fojas veintiocho a treinta y tres– señala que a su copro-
cesado Lurgio Romani Crisóstomo lo conoce como “Juliño”, es así que el día
lunes este le llamó por teléfono a su celular número noventa y seis sesenta y tres
noventa y dos ciento ocho (966392108) aproximadamente a las diez de la ma-
ñana, quien le dijo para viajar a Lima para cargar verduras en la Parada, donde
le iba a pagar cincuenta nuevos soles, aceptando y quedaron en encontrarse en
la Agencia “Expreso” donde este le entregó un pasaje y le dijo que él viajaba
en otra Empresa, cuando llegó a Lima a las ocho de la mañana este lo recogió
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
051. P e l i gr o p r oc e s al : In val i d e z d e d e c l ar ac i ón j u r ad ad e
d om i c i l i o
Existe peligro procesal que pueda evadir la acción de la justi-
cia y perturbar la actividad probatoria, toda vez que si bien el
agente ha presentado una declaración jurada de domicilio, ella
en el presente caso carecería de validez, toda vez que la Ley
Nº 28882 establece que para los trámites judiciales se seguirá
requiriendo que el certificado domiciliario sea expedido por
una notaría, un juzgado de paz o un municipio.
S .S . S ALINAS S ICCH A
M EZ A W ALDE
Z AP AT A CARB AJA L
Re s ol u c i ón Nº 1086
Exp e d i e n t e Nº 2934- 201
Lima, 10 de diciembre de 2010
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
López Castro –véase a fojas doce a trece– refiere que el día de los hechos siendo
las ocho y cuarenta de la mañana, su vecino Richard se apersonó a su restaurante
a comunicarle que habían robado su casa y capturaron a dos sujetos que los
sorprendieron cargando sus pertenencias, para lo cual se dirigió a su casa ubicada
en el pasaje San Lorenzo y se dio con la sorpresa que la puerta de ingreso a su
casa se encontraba fracturada y violentada la chapa advirtiendo que habían ro-
bado sus dos televisores de veinte pulgadas (marcas Daewoo y Samsung), una
olla arrocera, un hervidor eléctrico, una bicicleta marca Honda de color rojo,
una plancha marca Crown, parte de las sillas y mesa del juego de comedor, una
refrigeradora marca Mabe, un balón de gas, una laptop, unos parlantes para uso
de USB, tres relojes marca Esika y tres mil ochocientos dólares americanos, que
los había dejado en su velador dentro un sobre de carta que era destinado para
el pago de la planilla de la Empresa Market House del cual su hermano Marcelino
Antonio López Castro es dueño de dicha Empresa, siendo ésta la encargada de
pagar planillas, por lo que se dirigió a la Comisaría para efectuar la denuncia
correspondiente frente al cargo incriminatorio al recurrente Vizcarra Macca –
véase a fojas catorce a dieciséis– acepta los hechos imputados en su contra,
señalando que fue intervenido conjuntamente con su coprocesado Ángel Eduardo
Ibazeta Guerra, que realiza estos hurtos desde el año pasado habiéndolo realizado
en varias oportunidades, siendo su coprocesado Ibazeta Guerra (a) “Negro No-
che” de la idea para realizar dicho trabajo el mismo que lo realizaron conjunta-
mente con César Augusto (a) “Gallo” y Martín (a) “Balas, señalando textual-
mente: “... la puerta del domicilio estaba abierto, yo ingreso al inmueble me
dirijo de frente al dormitorio al ver el televisor marca Daewoo lo sustrajo y lo
lleva a Rodríguez de Mendoza encargándolo a Jonathan conocido como ‘Chin-
cha’, no vio que hurtaron sus amigos, en el segundo viaje cargaron la cocina,
dos sillas, el tablero de mesa, con el ‘Negro Noche’ y ‘Gallo’ y cuando ingresaban
a un callejón de Rodríguez de Mendoza fueron Intervenidos por la policía, luego
se enteró que el conocido como ‘Bala’ con ‘Gallo’ volvieron a ingresar a la casa
y seguramente ellos hurtaron las especies que dice la agraviada...” (sic); la ma-
nifestación de Ángel Eduardo Ibazeta Guerra –véase a fojas diecisiete a dieci-
nueve– quien admite su responsabilidad en los cargos imputados, señalan que
para dicho robo captó a sus amigos Óscar Edmundo Vizcarra Macca y el cono-
cido como “Gallo” y que la idea de robar esa casa fue suya; asimismo se tiene
el acta de registro personal e incautación efectuado al procesado ÓscarEdmundo
Vizcarra Macca –véase a fojas veinticuatro– a quien se le encontró en posesión
de dos sillas de madera y un tablero de mesa de madera de propiedad de la
agraviada, Acta de Registro Personal e Incautación de Ángel Eduardo Ibazeta
Guerra –véase a fojas veinticinco– a quien se le encontró en posesión de una
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
bicicleta roja color negro, marca Speed Kien llanta desinfladas para niños, Acta
de Hallazgo –véase a fojas veintiséis– donde se da cuenta que las intercepciones
de la calle Humboldt se halló una cocina a gas de color blanco, de cuatro hor-
nillas, una boquilla de gas con su respectiva madera; y el Acta de Entrega –véase
a fojas veintisiete– se hace entrega a la agraviada Lizet Verónica López Castro
de las especies hurtadas; S EX T O . - Que, siendo así, existe suficientes elementos;
probatorios de la comisión de un delito contra el Patrimonio -Hurto Agravado
que vinculan al apelante con el ilícito penal; y que haciéndose una prognosis de
la pena esta sería superior a un año de pena privativa de la libertad; asimismo
existe peligro procesal que pueda evadir la acción de la justicia y perturbar la
actividad probatoria, toda vez que si bien el recurrente ha presentado una de-
claración jurada de domicilio –véase a fojas setenta y dos– la misma en el
presente caso carecería de validez, toda vez que la Ley veintiocho mil ochocientos
ochenta y dos, establece que para los trámites judiciales se seguirá requiriendo
que el certificado domiciliario sea expedido por una Notaría, un Juzgado de Paz
o un Municipio, aunado a ellos no acreditado documentariamente tener trabajo
lícito conocido, más aún si este refiere en su manifestación policial a la pregunta
doce y catorce, señalando textualmente: “(...) hace dos días cometí un hurto y
me dieron Libertad en la Fiscalía (...) desde hace cinco años y es costumbre y
me gusta robar (...) siempre cometo hurto pero en distintas modalidades(...)”
(sic), con lo que se advierte que este ha convertido en su modus vivendi la ac-
tividad ilícita teniéndose en cuenta presenta antecedentes por delito similar al
investigado como consta del reporte de fojas cincuenta y tres; fundamentos por
los cuales: CO NF IRM ARO N: la resolución apelada que en copias certificadas
obra de fojas cincuenta y cinco a cincuenta y nueve, su fecha primero de octubre
del dos mil diez, en el extremo que dicta mandato de detención en contra del
procesado Óscar Edmundo Vizcarra Macca, como presunto autor del delito con
el Patrimonio –Robo agravado– en agravio de Lizet Verónica Castro; Notificán-
dose y los devolvieron.
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
S .S . P ADILLA RO JA S
P EÑ A F ARF Á N
CH AM O RRO GARCÍA
Re s ol u c i ón Nº 1095
Exp e d i e n t e Nº 3058- 10
Lima, 21 de diciembre de 2010
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
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053. P e l i gr o p r oc e s al : Exi s t e n c i a d e ar r ai go d om i c i l i ar i o
p or p r bo l e m as d e s la u d
El arraigo domiciliario queda acreditado por motivos de salud
cuando el agente sufre una enfermedad grave y requiere seguir
un tratamiento obligatorio, más aún cuando es de conocimiento
público las duras condiciones carcelarias de los diversos centros
penitenciarios de nuestro país, donde prima el hacinamiento, la
mala alimentación, y por consiguiente no se brinda una buena
atención médica a los internos.
S S . P ADILLA RO JA S
CH AM O RRO GARCÍA
P EÑ A F ARF Á N
Re s ol u c i ón N° 870
Exp e d i e n t e N° 03- 09
Lima, 8 de setiembre de 2010
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
S .S . P ADILLA RO JA S
P EÑ A F ARF Á N
CH AM O RRO GARCÍA
Re s ol u c i ón Nº 1 1 14
Exp e d i e n t e Nº 30129- 201- 1
Lima, 21 de diciembre de 2010
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
05. P e l i gr o p r oc e s al : De s ac r e d i t ca i ón d e c on s t na c i a q u e
i n d i c a q u e age n t e d e t e n i d o h a l ba or da o h sa t a u n a
f e c h a ac t u la
Existe peligro procesal de que se eluda la acción de la justicia,
teniéndose en cuenta que la constancia de trabajo presentada
por el agente que consigna que este ha trabajado como maestro
ferretero hasta la actualidad (fecha presente), es un documento
que le resta credibilidad al agente toda vez que este se encuen-
tra detenido desde una fecha anterior por el hecho que se le
instruye penalmente.
S .S . S ALINAS S ICCH A
M EZ A W ALDE
Z AP AT A CARB AJA L
Re s ol u c i ón Nº 1 120
Exp e d i e n t e Nº 19806- 201
Lima, 20 de diciembre de 2010.
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
056. P e l i gr o p r oc e s la : F la t a d e ra r ia og d e t axi s t a c u ya
i m p u t ca i ón s e r e l ac i on a c on e l e j e r c i c i o d e e sa
ac t i vi d da l ab ro la
En cuanto a su actividad laboral si bien el agente refiere ser
taxista, se tiene en cuenta que la imputación que le recae es
presuntamente realizando dicha ocupación, por lo que se de-
termina que no cuenta con arraigo en este aspecto.
S .S . P ADILLA RO JA S
P EÑ A F ARF Á N
CH AM O RRO GARCÍA
Re s ol u c i ón Nº 1 1 17
Exp e d i e n t e Nº 29357- 201- 1
Lima, 21 de diciembre del año 2010
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
personal, salvo en los casos previstos por la Ley (...)”, lo último en clara alusión
al artículo ciento treinticinco del Código Procesal Penal, asimismo el máximo
intérprete de la Constitución ha señalado que “(...) si bien la detención judicial
preventiva constituye una medida que limita la libertad física, por sí misma, esta
no es inconstitucional (…)”(1).
T ERCERO . - Tal como se precisó en el punto anterior, una de las excepciones
a la prohibición de la restricción de la libertad personal se encuentra regulada
en el artículo ciento treinta y cinco del Código Procesal Penal, disponiendo
que el Juez puede dictar el mandato de detención si atendiendo a los primeros
recaudos acompañados por el Fiscal Provincial sea posible determinar copula-
tivamente: A) La existencia de suficientes elementos de prueba de la comisión
de un delito que vincule al inculpado como autor o partícipe del mismo, B) Una
pena probable superior al año de pena privativa de libertad y C) La presencia
de peligro procesal.
CU ART O .- Además, debemos tener en cuenta que el único elemento que
tiene el juez de la instancia inferior (a quo) para verificar la denuncia policial (no-
titia criminis) puesto a su conocimiento, son los actuados policiales, que reúnen
los primeros elementos que van a determinar la medida cautelar a imponerse al
procesado en el proceso penal instaurado en su contra.-
Q U INT O .- Bajo este contexto, y analizados los autos materia de la alzada
en relación a la Suficiencia Probatoria, apreciamos que fluye la manifestación
en sede policial y el Acta de Reconocimiento Físico realizado por la agraviada
Olga Georgina Reyna Arteaga de fojas treintiséis y sesenticinco respectivamente,
donde reconoce plenamente y sindica al procesado Alonso Girón Pumachagua
como el sujeto que el día seis de abril de los corrientes abordó el mismo taxi
colectivo que la deponente, siendo que el procesado se sentó en el asiento del
copiloto, y la declarante detrás del piloto, resultando que en [el] trayecto este
sujeto la amenazó con un arma de fuego, mientras otro sujeto que estaba a su
lado derecho la empezó a rebuscar por todo el cuerpo, pero como les contestaba
evasivamente, la abandonaron dos cuadras antes del puente Canadá; asimismo
se tiene la manifestación en sede policial y las Actas de Reconocimiento Físico
de las agraviadas Hayde Soriano Romero y Mariela Margarita Ruiz Gálvez de
Castro de fojas treintiocho, cuarenta y uno, sesenta y uno, cincuenta y nueve,
respectivamente, quienes reconocen y sindican plenamente al procesado Alonso
Girón Pumachagua como el sujeto que el día primero de junio de los corrientes
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
viajaba en el asiento del copiloto del taxi colectivo, siendo que ellas se encon-
traban en la parte posterior junto con otro sujeto, resultando que el procesado
las amenazó con un arma de fuego, así como les propinó golpes conjuntamente
con el sujeto [que] se encontraba a su lado derecho, y lograron despojarlas de
sus pertenencias, y dejándolas abandonas por la Calle José Díaz, cabe señalar
que las secuelas de la violencia que sufrieron las agraviadas se aprecian en los
Certificados Médicos de folios setenta y nueve y ochenta, así como en los Pa-
neux Fotográficos de fojas ochenta y ocho a noventa y nueve; de igual forma
obra la manifestación en sede policial y el Acta de Reconocimiento Físico de la
agraviada Blanca Jessica Sánchez Sifuentes de fojas cuarenticuatro y sesentitrés,
respectivamente, quien reconoce y sindica plenamente al procesado Alonso Girón
Pumachagua como el sujeto que el día veinticuatro de marzo de los corrientes
viajaba en el asiento del copiloto del taxi colectivo que había abordado la de-
ponente, siendo que este sujeto la amenazó con una arma de fuego, y la golpeó
para que entregue su dinero y dijese las claves de sus tarjetas bancarias, además
–agrega– que este sujeto mantenía continua comunicación con otra persona que
estaba realizando los retiros, cabe señalar que las secuelas de la violencia ejercida
contra la agraviada se encuentran plasmadas en el Certificado Médico Legal de
fojas ochenta y uno; aunado a lo citado se tiene a fojas cincuenta y siete el Acta
de Registro Vehicular e Incautación in situ, que cuenta con la firma e impresión
digital del procesado Girón Pumachagua, donde se da cuenta que se halló en el
vehículo de placa de rodaje TIM guión doscientos ochenta, debajo del asiento del
copiloto una pistola marca Browning de nueve mm. de calibre con su respectiva
cacerina abastecida con dos municiones en buen estado de conservación; en esta
línea se tiene la manifestación en sede policial del SOB PNP Jorge Luis Torres
Delgado de fojas cuarenta y seis a cuarenta y ocho, quien señala que el día pri-
mero de junio de los corrientes, los ocupantes de la camioneta que perseguían
al vehículo donde estaban asaltando, le manifestaron que la placa de rodaje de
dicho vehículo es TIM guión doscientos ochenta. Sumado a lo citado, se tiene
el examen de Psicología Forense número quinientos cincuenta y cinco oblicua
dos mil diez de fojas ciento tres, donde los peritos que la suscriben concluyen
que el encausado “no evidencia indicadores de trastornos Psicopatológicos o
déficit cognitivos que le impidan percibir y evaluar la realidad”.
S EX T O .- Siendo así, es decir, estando a la sindicación y reconocimiento
físico vertido por las cuatro agraviadas contra el procesado Alonso Girón Pu-
machagua, quienes además han narrado coincidentemente el presunto modo en
que operaba el encausado para cometer sus actos delincuenciales (se ubicaba
en el asiento del copiloto del taxi colectivo y de allí las amenazaba con un arma
de fuego) de las cuales refieren haber sido victimas; además que en el relato
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
057. P e l i gr o p r oc e s la : Ne c e s i d da d e p ar t i d a d e n ac i m i e n t o
d e h i j os p ar a ca r e d i t ar ra r ai go f ma i l i ar
Si bien el agente ha referido vivir con sus tres hijos, no presenta
las partidas de nacimiento de ninguno de estos, no acreditando
el arraigo familiar en la ciudad a efectos de desvanecer el peligro
procesal.
S .S . S ALINAS S ICCH A
M EZ A W ALDE
Z AP AT A CARB AJA L
Re s ol u c i ón Nº 1 137
Exp e d i e n t e Nº 4582- 209( 1)
Lima, 23 de diciembre de 2010
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
declaración instructiva del procesado Billy Joel Tang Lozada (fojas cincuenta),
declaración preventiva de Carlos Stevens Rodríguez Lanchita (fojas sesenta y
uno), declaración preventiva de César Augusto Lanchita Limay (fojas sesenta
y cuatro).
S EGU NDO .- El Representante del Ministerio Público fundamenta su ape-
lación alegando que: a) No existen suficientes elementos de juicio que hagan
variar los fundamentos del Auto de Apertura de Instrucción que dictó mandato
de detención contra el procesado solicitante b) Que, para la comisión del delito,
el encausado actuó violentamente y premunido de un objeto punzo cortante (pico
de botella) ocasionando un corte a la altura de la oreja izquierda al agraviado
César Augusto Lanchita Limay para despojarlo de la suma de trescientos nue-
vos soles, lesiones que están plenamente acreditadas con el Certificado Médico
Legal que se le practicó al agraviado, en el cual se evidencia la gravedad de la
lesión. c) Ha sido plenamente reconocido y sindicado por los agraviados. d) No
se aprecian elementos probatorios que atenúen la responsabilidad del procesado
solicitante, ni mucho menos que desvanezcan su autoría. e) No existen diligencias
ni documentos probatorios fehacientes que demuestren arraigo domiciliario,
laboral y familiar.
T ERCERO . - A que, de la sección in fine del artículo ciento treinta y cinco
del Código Procesal Penal, modificado por la ley veintisiete mil setecientos
cincuenta y tres, establece que el juez podrá revocar de oficio el mandato de
detención previamente ordenado, cuando nuevos actos de investigación pongan
en cuestión la suficiencia de las pruebas que dieron lugar a la medida.
CU ART O . - De la revisión del incidente sub examine se aprecia que si bien
se ha diligenciado la declaración instructiva del inculpado Juan Carlos Saldaña
Canales (fojas treinta y cuatro, continuada a fojas cuarenta, cuarenta y uno),
quien niega su responsabilidad en los hechos; declaración instructiva del pro-
cesado Billy Joel Tang Lazada (fajas cincuenta), quien niega su responsabilidad
en los hechos y niega conocer a su coprocesado Saldaña Canales; declaración
preventiva de Carlos Stevens Rodríguez Lanchipa (fojas sesenta y uno), quien
reconoce a Saldaña Canales como una de las tres personas que participó en el
Robo cometido en su contra, fue quien le agredió con un pico de botella en la
parte posterior del cuello, causándole un corte profundo, aprovechando dicho
momento para sustraerle del bolsillo derecho de la parte posterior de su pantalón
la suma de mil quinientos nuevos soles, ante esto su tío intentó ayudarle pero
también fue lesionado con el pico de botella por Saldaña Canales quien le sustrajo
su canguro con sus pertenencias, seguidamente los sujetos se fueron corriendo
con dirección a un auto que se encontraba con el motor prendido a unos cinco
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
058. P e l i gr o p r oc e s al : Ne c e s i d ad d e ac r e d i t ar e xi s t e n c i a
d e p ar i e n t e s c on l os q u e s e d e m u e s t r e iv vi r e n c as o d e
a r r ia go f ma i l i ar
En cuanto al arraigo familiar, se debe precisar que el procesa-
do no ha acreditado la existencia de arraigo familiar toda vez
que no ha adjuntado elementos de prueba convincentes que
acrediten la existencia de parientes con los que demuestre vivir.
S .S . S ALINAS S ICCH A
M EZ A W ALDE
Z AP AT A CARB AJA L
Re s ol u c i ón Nº 1 126
Exp e d i e n t e Nº 2358- 201
Lima, 20 de diciembre de 2010
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
059. Re ocv ta ro i a d e l a c mo p ar e c e n c i a p or d e t e n c i ón : No
c on c u r r e n c i a al j u i c i o or la
El encausado fue emplazado para su concurrencia al acto de
juicio oral en reiteradas oportunidades, el que ha sido renuente
en cumplir con las citaciones que le fueron cursadas en el do-
micilio real que señaló en el proceso, conforme se desprende
de los cargos de notificación anexados. Por lo que evidencia
una actitud del procesado de evadir y sustraerse del accionar
de la justicia, dilatando la tramitación de la causa. Por los fun-
damentos expuestos, se revoca el mandato de comparecencia
con restricciones y se dicta mandato de detención.
S .S . P ARIO NA P AS T RANA
P LACENCIA EY Z AGU IRRE
EY Z AGU IRRE GÁ RAT E
Re s ol u c i ón Nº 2351- 201
Exp e d i e n t e Nº 1620- 206.
Lima, 20 de octubre de 2010.
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
señaló fecha para la verificación del juicio oral para el jueves siete de octubre del
presente año, habiéndose cursado las notificaciones respectivas para la concurren-
cia del acusado Cristhian Yonathan Franco Torres; el mismo que no concurrió a
la diligencia judicial programada. T ERCERO .- De la revisión de los actuados,
se tiene que al referido acusado se le reservó el proceso al haberse declarado reo
contumaz: el mismo, que fue puesto a disposición de esta Superior Sala Penal, en
calidad de detenido con fecha once de agosto del año dos mil nueve, conforme se
aprecia de la razón de Secretaría de Mesa de Partes, obrante a folios trescientos
dieciséis; emitiéndose luego la resolución de fecha once de agosto del mismo año,
obrante a fojas trescientos veintinueve, donde se resolvió su situación jurídica,
fijándose fecha para audiencia la misma que le fue notificada personalmente y
disponiendo su asistencia “... bajo apercibimiento de variársele la medida de
comparecencia restringida por la de detención, en caso de inconcurrencia ...”,
como es de verse del cargo obrante a fojas trescientos treintiuno. CU ART O .-
Que el referido encausado fue emplazado para su concurrencia al acto de juicio
oral en reiteradas oportunidades, conforme se observa de las resoluciones de
folios trescientos treintinueve, trescientos cuarentinueve, trescientos cincuenti-
cinco, trescientos sesentiocho, trescientos setentiséis y trescientos ochentitrés;
el mismo que ha sido renuente en cumplir con las citaciones, que le fueron
cursadas en el domicilio real que señaló en el proceso, conforme se desprende
de los cargos de notificación anexados en autos; por lo que evidencia una ac-
titud del procesado de evadir y sustraerse del accionar de la justicia, dilatando
la tramitación de la presente causa. Por los fundamentos expuestos, y estando
a la facultad que tiene los Magistrados para completar e integrar las resolucio-
nes judiciales, de conformidad con lo previsto en el segundo párrafo del inciso
tercero del artículo doscientos noventa y ocho del Código de Procedimientos
Penales, modificado por el Decreto Legislativo ciento veintiséis, en aplicación
supletoria del artículo cuatrocientos seis del Código Procesal Civil; asimismo,
haciéndose efectivo el apercibimiento decretado, conforme a lo establecido en
el artículo ciento cuarenta y cuatro del Código Procesal Penal, I.- ACLARA-
RO N: El Auto Superior de Enjuiciamiento de fecha diecisiete de abril del dos
mil ocho, obrante a fojas ciento noventidos, para tenerse el nombre correcto
del acusado como Cristhian Yonathan Franco Torres; II.- REV O CARO N: El
extremo del Auto de Apertura de Instrucción de fecha seis de agosto del dos mil
seis, obrante a folios cuarenticuatro a cuarenticinco, en cuanto dictó mandato
de comparecencia con restricciones y REF O RM Á NDO LA dictaron mandato
de detención contra el acusado Cristhian Yonathan Franco Torres, por el delito
contra el patrimonio –robo agravado–, en perjuicio de John Edward Quispe Mori
y José Aurelio Antonio Solórzano; en consecuencia, DIS P U S IERO N: Oficiar a
270
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
0 6 0 . Re v o c a t o r i a d e l a c o m p a r e c e n c i a p o r d e t e n c i ó n : No
c o n c u r r e n c ia d e l im p u ta d o y q u ie b r e d e l ju ic io o r a l
En tanto el acusado no concurrió a la audiencia continua-
da, pese a haber sido notificado personalmente en audiencia
pública “bajo apercibimiento, de revocársele el mandato de
comparecencia por el de detención en caso de inasistencia”, y
difiriéndose la audiencia pública, notificándose al acusado por
intermedio del personal policial adscrito a esta Superior Sala
Penal en el domicilio real que proporcionó en sus generales de
ley, notificación que no pudo efectuarse porque la propietaria
del inmueble informó que el acusado vivió en su casa en calidad
de inquilino y que se mudó con rumbo desconocido; por lo que
evidencia una actitud el procesado de evadir y sustraerse del
accionar de la justicia, dilatando la tramitación de la presente
causa; se declara quebrado el juicio oral y se revoca el man-
dato de comparecencia con restricciones, dictándose mandato
de detención.
S .S . P ARIO NA P AS T RANA
P LACENCIA RU B IÑ O S
EY Z AGU IRRE GÁ RAT E
Re s ol u c i ón Nº 2508- 201
Exp e d i e n t e Nº 41- 208
Lima, 15 de noviembre de 2010
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
061. S u s p e n s i ón d e l a c om p ar e c e n c i a r e s t r i n gi d a: Exc e s o
d e p l za o
La Ley Nº 29439 modificó el artículo 143 del Código Procesal
Penal, señalando que las restricciones a la comparecencia
tendrán carácter temporal y no podrán exceder de nueve me-
ses en el procedimiento ordinario y de dieciocho meses en el
procedimiento especial y a su vencimiento, sin haberse dictado
la sentencia de primer grado, deberá decretarse la inmediata
suspensión de la comparecencia restringida, siguiéndose el
proceso al procesado con comparecencia simple. Y estando que
el procesado tomó conocimiento en su declaración instructiva
sobre las reglas de conducta que le fueron impuestas en el auto
de apertura de instrucción, habiendo excedido los nueve meses
que establece la norma, se suspende el mandato de compare-
cencia con restricciones.
S S. . V IDAL M O RALES
GO NZ ALES H ERRERA
GÓ M EZ M ARCH IS IO
Re s ol u c i ón Nº 65
Exp e d i e n t e Nº 94 - 09 “C ”
Lima, 6 de Julio de 2010
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
al haberse excedido los nueve meses que estable la misma; fundamentos por
los cuales, se: S U S P ENDE el mandato de comparecencia con restricciones a
Yolanda Ramos García por el delito que se le sigue contra La Administración
Pública –violencia y resistencia a la autoridad - intimidación o violencia contra
funcionario público o contra persona que presta asistencia en virtud de un deber
legal para impedir el ejercicio de sus funciones en su forma agravada– , en agra-
vio del Estado y de José Luis Tejada Suárez; dictado en el auto de apertorio de
instrucción que en copia certificada obra sesentiocho su fecha dos de junio del
dos mil ocho, P RO S IGU IÉ NDO S E el proceso a Yolanda Ramos García, con
comparecencia simple, por el delito contra La Administración Pública –violencia
y resistencia a la autoridad - intimidación o violencia contra funcionario público
o contra persona que presta asistencia en virtud de un deber legal para impedir
el ejercicio de sus funciones en su forma agravada–, en agravio del Estado y de
José Luis Tejada Suárez; notificándose y los devolvieron.
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
062. V ra i ac i ón d e l a d e t e n c i ó n p r e ve n t i va: Ne c e s i d da d e
e v al u ar n u e vos e l e m e n t os ap ro t da so al p r co e s o
El a quo ha tomado en cuenta para el presente incidente elemen-
tos que ya fueron materia de análisis, lo que conlleva a precisar
que en el presente estadio procesal lo que se valora ante la so-
licitud de variación del mandato de detención es la existencia
de nuevos elementos de conocimiento aportados al proceso, es
decir, cuando nuevos actos de investigación pongan en cuestión
la suficiencia de las pruebas que dieron lugar a la medida inicial.
S .S . P ADILLA RO JA S
P EÑ A F ARF Á N
CH AM O RRO GARCÍA
Re s ol u c i ón Nº 1 1 13
Exp e d i e n t e Nº 5173- 10
Lima, 20 de diciembre de 2010.
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
d) Dictamen Pericia de Química Droga Nº nueve cero cinco guión diez obrante
a fojas ochenta y tres, donde se aprecia que la muestra analizada (ciento
tres envoltorios) corresponde a pasta básica de cocaína con almidón con un
peso neto de seis gramos, asimismo la segunda muestra analizada (diecisiete
envoltorios) corresponde a pasta básica de cocaína con un peso neto de un
gramo;
e) Declaración Testimonial de parte María Niquen Espinoza y de Gabriela
Cristina Polo Méndez obrante a fojas noventa y tres y noventa y siete, don-
de señalan ser vecinos del procesado Dalmiro Naveros Urfano y que esta
persona administraba los carros de su hermana, asimismo se encargaba de
una guardianía de un terreno;
T ERCERO . - Que, asimismo, el delito Contra la Salud Pública –tráfico
Ilícito de Drogas– Micro Comercialización, en agravio del Estado, en todos
los supuestos, la penalidad sancionada sobre dicha conducta delictiva en caso
de ser hallado responsable superaría ampliamente el año de pena privativa de
libertad al que se refiere el segundo inciso del artículo ciento treinticinco del
Código Procesal Penal;
CU ART O . - Que, finalmente, del presente cuaderno incidental se advierte que
el a quo ha tomado en cuenta para el presente incidente elementos que ya fueron
materia de análisis, lo que conlleva a precisar en el presente estadio procesal
que lo que se valora en sí es la existencia nuevos elementos de conocimiento
aportados al proceso, es decir cuando nuevos actos de investigación pongan en
cuestión la suficiencia de las pruebas que dieron lugar a la medida inicial, situa-
ción que no ha sido valorada por parte del a quo, asimismo es menester tener en
cuenta que el procesado ha sido sindicado primigeniamente como vendedor de
droga por su co intervenido ante la presencia del representante del Ministerio
Público, lo que le daría un valor probatorio, asimismo es menester tener en
cuenta que según su declaración instructiva este ha declarado que en el año dos
mil tres fue condenado a cuatro años de pena privativa de libertad suspendida
por el delito de Tráfico Ilícito de Droga en la modalidad de Microcomercializa-
ción, así también, está la declaración de los efectivos policiales intervinientes
que han referido que por información confidencial procedieron a intervenir a
unas personas que se encontraban inmersos en la venta de droga por la zona
de Lurín y al percatarse estos sujetos de la presencia policial intentaron huir
siendo intervenidos, donde además se le incautó droga. Por otro lado están los
testigos de parte presentados en el proceso, lo cual tienen que ser tomadas con
las reservas del caso; en tal virtud y conforme al estudio de autos no aparecen
hasta el momento nuevos elementos de conocimiento aportados al proceso que
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
063. V ra i ac i ón d e l a d e t e n c i ó n p r e ve n t i va: Im p r oc e d e n c i a
p or i n vi ba i l i d da d e ac r e d i t ca i ón d e l ar r ia go d o m ic ilia -
r i o c no e l e m e n t os ay val o r ad so
La detención judicial preventiva es una medida provisional cuyo
mantenimiento solo debe persistir en tanto no desaparezcan las
razones objetivas que sirvieron para su dictado. En tal sentido,
la imposición de la medida de detención preventiva tuvo en
cuenta los documentos con los cuales el procesado sustentaría
su arraigo domiciliario y laboral y que es el fundamento del
procesado para su actual pedido de que se le varíe la medida;
bajo este contexto, al no haber nuevos actos de investigación
que cuestionen la decisión que fuera adoptada, no es permi-
sible la variación de la medida de detención preventiva por la
de comparecencia.
S S. . ES CO B AR ANT EZ ANO
CARRAS CO ALARCÓ N
EY Z AGU IRRE GÁ RAT E
Re s ol u c i ón Nº 64
Exp e d i e n t e Nº 59- 201- 1
Lima, 25 de febrero de 2011
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
(1) Gómez Colomer, Juan-Luis. El proceso penal español. Para no juristas. Valencia-España, Ti-
rant lo blanch, 1993, p. 327.
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
064. V ra i ac i ón d e l a d e t e n c i ó n p r e ev n t i va: An ál i s i s d e c no -
t r ad i c c i on e s e n d e c l ar ca i on e s d e b e t om ar e n c u e n t a e l
t i e m p o t r an s c u r r i d o
La resolución apelada le otorga erróneamente magnitud cues-
tionadora para revocar la detención dictada a determinadas
declaraciones testimoniales, a la información recogida en la
diligencia de inspección judicial por el simple hecho que no
coincide con la brindada por la menor agraviada. Pero no
se ha tomado en consideración el tiempo transcurrido desde
que se perpetró el hecho deleznable hasta que se llevó a cabo
dicha diligencia, ni tampoco el estado de inconsciencia en que
se encontraba la agraviada al momento del acto materia de
investigación. Por dichas razones, no se enerva la suficiencia
probatoria y la prognosis de pena concebida por el juez a quo
al decretar la detención del agente.
S .S . P ADILLA RO JA S
P EÑ A F Á RF Á N
CH AM O RRO GARCÍA
Re s ol u c i ón Nº 1 15
Exp e d i e n t e Nº 1827- 201- 2
Lima, 27 de diciembre de 2010
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
a fojas ciento cinco, donde señaló recordar que ese día recién había salido de su
casa y empezaba a realizar la limpieza y el encausado la saludó, habrían pasa-
do unos diez minutos y llegó la moto regresando del jardín al hermano menor
del procesado, añade líneas siguientes, que al encausado lo ha visto que venía
por la calle Huayna Capac y estaba como a media cuadra; I) EV ALU ACIÓ N
P S IQ U IÁ T RICA Nº 0 4 4 4 7 4 - 2 0 1 0 - P S Q , a fojas ciento diez, practicado al
encausado Smelin Tanta Cieza, donde los Peritos que la suscriben concluyen
que presenta “personalidad inmadura con rasgos ansiosos. Inteligencia clínica-
mente normal. No presenta sintomatología psicotica. Perfil Sexual. Preferencia
heterosexual. Capacidad eréctil norma:, Niega variantes”; J ) LA DILIGENCIA
DE CO NF RO NT ACIÓ N ENT RE EL INCU LP ADO S M ELIN T ANT A
CIEZ A CO N LA AGRAV IADA CO N CLAV E DE RES ERV A Nº 1 7 2 - 1 0 , a
fojas ciento cincuenticuatro, donde cada uno se mantuvo en sus versiones; K )
LA DILIGENCIA DE INS P ECCIÓ N J U DICIAL, a fojas ciento sesenta y
uno, llevada a cabo el ocho de setiembre ultimo en el domicilio del encausado.
Q U INT O .- Analizados los nuevos actos de investigación y la resolución
materia de grado, es preciso señalar, que en la apelada se le otorga erróneamente
magnitud cuestionadora a las declaraciones testimoniales de parte brindadas por
Julio César Cusque Amezquita y Rosa Ana García Ramos, de cuyos contenidos
solo se reflejan la falta de concordancia existente entre ambas, puesto que ha-
biendo afirmado el testigo Cusque Amezquita que se encontró con el encausado
y fue él quien recibió al niño, sin embargo la testigo García Ramos a pesar que
según su versión estaba presente en ese momento nunca describió dicha circuns-
tancia; de igual forma, se le concede indebidamente capacidad cuestionadora
a la información recogida en la Diligencia de Inspección Judicial por el simple
hecho que no coincide con la brindada por la menor agraviada, en este sentido
cabe precisar que el a quo no ha tomado en consideración el tiempo transcurri-
do desde que se perpetró el hecho deleznable hasta que se llevó a cabo dicha
Diligencia, asimismo tampoco el estado de inconciencia en que se encontraba
la agraviada al momento del acto materia de investigación. Por dichas razones,
ante la falta de concordancia advertida en las testificales de parte, y la presunta
incongruencia entre lo vertido por la agraviada y la Inspección Judicial, estos
deberán ser materia de valoración en la estación procesal correspondiente; en
consecuencia no revisten ellos, ni los demás nuevos actos de investigación
precitados la capacidad cuestionadora contundente para enervar la suficiencia
probatoria y la prognosis de pena concebida por el juez a quo al decretar la
detención del procesado smelin tanta cieza.
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
(1) (Tribunal Constitucional -Exp. Nº 1567-20021IC/TC, Lima, caso: Alejandro Rodríguez Me-
drano, sexto fundamento).
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
0 6 5 . V a r i a c i ó n d e l a d e t e n c i ó n p r e v e n t i v a : De c l a r a c i o n e s c o n -
tr a d ic to r ia s d e m e n o r a g r a v ia d a p o r v io la c ió n s e x u a l
En cuanto al requisito de la prueba suficiente, esta ha variado
indubitablemente, no siendo el mismo nivel de verosimilitud en
los hechos materia de instrucción como los que dieron origen
para el dictado de la medida coercitiva, pues una vez iniciado
el proceso penal, la menor agraviada al rendir su declaración
preventiva difiere totalmente a lo manifestado primigeniamente
a nivel policial, cuando acusó al procesado como autor del delito
de violación sexual, la que es contradictoria con lo esbozado
ante la Sala Superior, señalando no conocer al imputado y ser
otro el agresor. Procede variar la medida de detención y aplicar
una de comparecencia restringida.
S .S . P ARIO NA P AS T RANA
P LACENCIA RU B IÑ O S
EY Z AGU IRRE GÁ RAT E
Re s ol u c i ón Nº 2798- 201
Exp e d i e n t e Nº 549- 206
Lima, 27 de diciembre de 2010
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
la instauración del proceso penal por delito contra la Libertad Sexual - Violación
Sexual en agravio de la menor clave cero cero veintiocho guión dos mil tres.-
CO NS IDERANDO S :
P RIM ERO . - El recurrente al formular su petición ante esta Superior Sala
mediante escrito de folios ciento veintisiete a ciento veintiocho, donde solicita
la variación del mandato de detención por el de comparecencia, lo sustenta bajo
los siguientes fundamentos: a) que la menor agraviada en un primer momento
a nivel policial indica que el recurrente es el causante del delito de violación
sexual; b) a nivel judicial la menor agraviada ya no ratifica lo señalado a nivel
policial, sino que su persona la llevó a empujones para mantener relaciones
sexuales con la menor; c) ya en mayoría de edad, la agraviada ha presentado
una declaración jurada donde indica no conocerle, ni haber sido la persona con
el que tuvo relaciones sexuales, haciendo mención, que lo dicho inicialmente
obedeció en salvaguarda de su honor y honra, siendo por el contrario, falsas
dichas atribuciones y que Wilfredo Martínez Zegarra, fue quien realmente abusó
de ella; por lo que, al no ser autor de los hechos materia de denuncia solicita
amparar su petición.-
S EGU NDO .- La hipótesis incriminatoria formulada contra el recurrente
Óscar Humberto Guarniz Portilla, radica en el hecho de haber aprovechado la
relación sentimental que sostuviera con la menor agraviada de trece años de
edad, para mantener relación sexual en reiteradas ocasiones desde el mes de
febrero hasta mayo del dos mil tres, fecha en la que la agraviada le informó del
estado de gestación en que se hallaba.
T ERCERO . - El Tribunal Constitucional ha destacado que la libertad perso-
nal no solamente es un derecho fundamental reconocido, sino un valor superior
del ordenamiento jurídico, y que su ejercicio no es absoluto e ilimitado, pues se
encuentra regulada y puede ser restringida por disposición de la ley(1), en atención
a su armonización con otros bienes de relevancia constitucional; de ahí que los
límites a los derechos pueden ser impuestos por la misma norma que los reconoce,
uno de ellos, es la detención judicial preventiva, constituye una medida provi-
sional que limita la libertad física, pero no por ello es, per se, inconstitucional,
en tanto no comporta una medida punitiva, ni afecta la presunción de inocencia
que asiste a todo procesado y, legalmente, se justifica siempre y cuando existan
motivos razonables y proporcionales para su dictado...(2).
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
06. V ra i ac i ón d e l a d e t e n c i ó n p r e ve n t i va: Im p r oc e d e n c i a
p or t e n d e n c i a d e l gea n t e a m e n t i r y a n oc u m p lir
d i s p so i c i on e s l e gal e s
Si el agente se presentaba como abogado o doctor, sin registrar
ningún titulo profesional, se refleja su tendencia por faltar a
la verdad; y si refería brindar asesoría sobre seguridad social
en una oficina sin contar con documento alguno, salvo el
contrato de alquiler de la oficina, sobre esta anotación cabe
resaltar su ánimo por no cumplir las disposiciones legales,
como lo es gestionar las licencias correspondientes y asumir
las obligaciones que esto contrae. Por estas razones no se tiene
convicción positiva sobre el arraigo del agente, manteniéndose
el peligro procesal.
S .S . P ADILLA RO JA S
P EÑ A F ARF Á N
CH AM O RRO GARCÍA
Re s ol u c i ón Nº 1 150
Exp e d i e n t e Nº 1659- 201- 37
Lima, 23 de diciembre de 2010
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
AT ENDIENDO
P RIM ERO . - La defensa de los procesados Venancio Dávila Cueva y Patricia
Guevara Dávila en su recurso formalizado a fojas setecientos quince y siguientes,
en resumen sostiene, que la apelada incurre en contradicciones, se basa en un
criterio equivocado, es subjetivista, y erróneamente entiende que la solicitud
planteada se basa en la inocencia de sus defendidos; sin tener en cuenta que el
principal supuesto que ha atacado es del peligro procesal, que se ha desvanecido
por las instrumentales aportadas a la investigación.
S EGU NDO .- La institución jurídica de la variación del mandato de deten-
ción se encuentra regulada en el último párrafo del artículo ciento treinticinco
del Código Procesal Penal - artículo modificado según el artículo segundo de
la Ley veintisiete mil setecientos cincuenta y tres del nueve de junio del dos
mil dos donde se establece que el Juez podrá revocar de oficio el mandato de
detención previamente ordenado cuando nuevos actos de investigación pongan
en cuestión la suficiencia de las pruebas que dieron lugar a la medida.
T ERCERO . - Bajo este contexto normativo y revisado los autos, apreciamos
que se han diligenciado algunas declaraciones instructivas, como las siguientes:
• De los recurrentes Venancio Dávila Cueva y Patricia Guevara Dávila quienes
alegan ser inocentes, señalando el primero que su labor fue tramitar ante la
ONP los documentos que sus clientes traían, mientras, que la segunda seña-
ló que apoyaba a este en su oficina (véase a folios cuatrocientos veintidós,
cuatrocientos cuarenta y seis; cuatrocientos veinte, cuatrocientos sesentidos,
respectivamente); también tenemos la declaración del procesado Humberto
Delgado Vallejos quien sostiene su inocencia señalando que únicamente
firmaba los certificados de salud como una cosa meramente administrativa
pues quien manejaba todo era su coprocesado Fred Franklin Morales Matta,
habiendo la posibilidad de haberlos firmado sin leerlos exhaustivamente
(véase a folios cuatrocientos veintinueve y quinientos noventa y nueve).
• De algunos encausados investigados por presunta participación mediática en
los hechos, aquí se tiene: la declaración de Vicente Alberto Calla Mamani
quien aseveró su inocencia, y que fue un médico del Centro de Salud San
Sebastián quien le dijo que sí procedía el Certificado Médico por Invalidez,
agregó que la procesada Cinthia Guevara Dávila presentó sus documentos en
la ONP (véase a folios cuatrocientos setenta y siete); la declaración de Manuel
Augusto Zorrilla Almonacid quien alegó su inocencia, y que el procesado
Venancio Dávila Cueva lo llevó una sola vez al Centro de Salud San Sebastián
donde le realizaron un examen y le preguntaron qué tenía, luego el doctor le
dijo que podía proceder su discapacidad (véase a folios cuatrocientos ochenta
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
pudo haber sido porque la señora Delia Dávila Cueva le decía a su esposo que
firmara papeles en blanco para que tramitara su jubilación por incapacidad (véase
a folios quinientos cuarenta y cuatro); F ) DECLARACIÓ N T ES T IM O NIAL
DE F EDELINA S ANT A GALLARDO S U S ANIB AR, GLADIS ES T RE-
LLA DEP AZ V ERA, EV A M ARU J A S U LCA Q U IS P E Y EV A V ICT O RIA,
CO AGU ILA RO Q U E, quienes coinciden en señalar haberse apersonado al ‘
Juzgado a solicitud de los familiares de los procesados Venancio Dávila Cueva y
Patricia Guevara Dávila, y además que ellos son personas de bien (véase a folios
quinientos sesentidos, quinientos sesenta y seis, quinientos setenta y quinientos
setenta y cuatro); G) DECLARACIÓ N T ES T IM O NIAL DE O S W ALDO RA-
M Ó N AS IS EU S T AQ U IA, manifestando que los procesados Venancio Dávila
Cueva y Patricia Guevara Dávila realizaron su tramite ante la ONP, siendo a la
ultima a quien le otorgó poder (véase a folios seiscientos seis).
Q U INT O .- Analizados los nuevos actos de investigación se aprecia que
ninguno de ellos pone en cuestión la suficiencia probatoria en que se basó el
a quo para ordenar la detención de los procesados Venancio Dávila Cueva y
Patricia Guevara Dávila en vista que ellos no enervan su presunta vinculación
con los delitos imputados, que fue advertida primigeniamente, por el contrario,
la incriminación se ha robustecido a raíz de lo manifestado por don Edilberto
Navarro Pajita. En consecuencia, los nuevos actos de investigación generados
aún no cuestionan la suficiencia probatoria ni la prognosis de pena.
S EX T O . - De otro lado, en cuanto al peligro procesal, el Tribunal Constitucio-
nal ha sostenido en reiterada jurisprudencia que: “La existencia o no del peligro
procesal debe determinarse a partir del análisis de una serie de circunstancias
que pueden tener lugar antes o durante el desarrollo del proceso y que están
ligadas, fundamentalmente, con las actitudes y valores morales del procesado,
su ocupación, sus bienes, sus vínculos familiares y todo otro factor que permita
concluir, con un alto grado de objetividad, que la libertad del inculpado, previa a
la determinación de su eventual responsabilidad, pone en serio riesgo el correcto
desenvolvimiento de la labor de investigación y la eficacia del proceso”(1); bajo
este contexto, se advierte:
• Respecto al procesado Venancio Dávila Cueva, se advierte de las instru-
mentales ofrecidas por su defensa técnica en los escritos de fojas seiscientos
doce y siguientes, de fojas seiscientos treinta y ocho y siguientes, y de fojas
seiscientos sesenta y cuatro y siguientes, que ha consignado indistintamente
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
067. V ra i ac i ón d e l a d e t e n c i ó n p r e ve n t i va: P r e s u n c i ón
d e r e s p on s ab i l i d ad p e n al d e l age n t e e n l a l i b e r t ad
p r ovi s i on la
La libertad provisional parte de la premisa de la presunta
responsabilidad penal de un imputado, siendo ello así se ob-
serva que del sustento de la solicitud de libertad provisional
como del recurso de apelación a su improcedencia se plantean
argumentos de defensa tendientes a lograr la absolución del
agente, no concurren los elementos exigidos para la variación
de la detención preventiva.
S .S . S ALINAS S ICCH A
M EZ A W ALDE
Z AP AT A CARB AJA L
Re s ol u c i ón Nº 1 145
Exp e d i e n t e N° 4609- 09 ( 4)
Lima, 22 de diciembre de 2010
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
supuesto delito de tráfico ilícito de drogas (43° Juzgado Penal de Lima), contar
con domicilio conocido y que la probable pena a imponérsele sería inferior a los
cuatro años por tener responsabilidad restringida; T ERCERO . - Que el artículo
ciento ochenta y dos del Código Procesal Penal establece que el procesado que
se encuentre sufriendo detención podrá solicitar Libertad Provisional, cuando
nuevos elementos de juicio permitan razonablemente prever que: a) Que la pena
a imponerse no será superior a los cuatro años de pena privativa de la libertad, b)
Que se haya desvanecido la probabilidad de que el procesado eluda la acción de
la justicia o perturbe la actividad probatoria y c) Que el procesado cumpla con la
caución fijada o, en su caso, el insolvente ofrezca fianza personal; CU ART O .-
Que de la revisión de autos se tiene que en horas de la tarde del veintisiete de
octubre de dos mil nueve, en circunstancias que el menor agraviado transitaba
por la cuadra diez de la avenida General Garzón, Jesús María, en compañía de
sus amigos, compañeros, Óscar Chávez Uculmana, Luis Luján Allende, Diego
Rodríguez Albarrazin, David Albino Tinco y Fabricio Reyes Angula, en forma
sorpresiva habría sido interceptado por el recurrente Mario Antonio Sara Maizal
y su coprocesado Renzo Andrés Martínez Albujar, quines lo empujaron y jalaron
hacia atrás, separándolos de sus demás amigos, donde uno de los procesados
lo redujo sujetándolo del cuerpo, en tanto que el otro le rebuscaba los bolsillos,
razón por lo cual sus amigos lo defendieron jalándolo de los brazos, por lo que
los denunciados se dieron a la fuga, los mismos que fueron perseguidos hasta
la cuadra once de la avenida Horacio Urteaga por el ciudadano Jean Carlos
Tizón Tejada que se encontraba circunstancialmente en el lugar, donde fueron
intervenidos por efectivos policiales y conducidos a la delegación policial del
sector; Q U INT O . - Que si bien es cierto como bien lo ha fundamentado el a
quo con posterioridad a la apertura de instrucción obra en autos la declaración
instructiva del recurrente Sara Maizal en la que reitera su negativa respecto a su
participación y responsabilidad en los hechos imputados, señalando que no se
trató de ninguna tentativa de robo agravado sino de un conato de gresca; tam-
bién lo es que subsiste el reconocimiento y sindicación preliminar efectuado en
su contra por el agraviado Alberth Jesús Fuster Rojas, así como de los testigos
compañeros, Luis Benjamín Lujan Allende y David Junior Albino Tinco, y el
ciudadano Jean Carlos Tizón Tejada, siendo que este último también señala que
el recurrente era la persona que jalaba de los brazos al agraviado para quitarle
sus pertenencias, mientras que su coprocesado lo sujetaba del cuello, siendo el
precitado testigo quien persigue a los procesados cuando pretendieron infruc-
tuosamente darse a la fuga; S EX T O . - Que por lo expuesto no solo no existirían
nuevos elementos de juicio que hagan variar la prognosis de pena que dio lugar
a la medida coercitiva de detención dictada en contra del recurrente, sino que
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DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
068. O r d e n d e u b i c ac i ón y c pa t u r a: Le van t am ie n t op or n o
h ab e r m é r i t o a p sa ar a j u i c i o or al
Se advierte que mediante resolución se declaró no haber mérito
a pasar a juicio oral respecto del delito instruido y sin embargo
no se dispuso que se levanten las órdenes de ubicación y captura
que pesaban contra el encausado, disponiéndose por lo tanto
que en el día se levanten.
S .S . CARRAS CO ALARCÓ N
M ENACH O V EGA
EY Z AGU IRRE GÁ RAT E
Re s ol u c i ón Nº 12
Exp e d i e n t e Nº 176- 20
Lima, 9 de febrero de 2011
306
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
307
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
0 6 9 . O r d e n d e u b i c a c i ó n y c a p t u r a : Re t i r o p o r r e i n i c i o d e
p r o c e s o a r c h iv a d o y p o r n o p r e s c r ip c ió n d e la a c c ió n
Dado que a la fecha no se había extinguido el ejercicio de la
acción penal en contra del agente contumaz puesto a derecho,
se dispone que se continúe la causa conforme a su estado,
en el archivo provisional dispuesto hasta que fuera habido el
procesado, retirándose la orden de captura contra este último.
S S. . V IDAL M O RALES
GO NZ ALES H ERRERA
GÓ M EZ M ARCH IS IO
Re s ol u c i ón Nº 681
Exp e d i e n t e Nº 192- 206
Lima, 20 de julio de 2010
308
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
provisional de la presente causa hasta que sea habido el procesado Luis Efraín
Avellaneda Torres;
T ERCERO . - Siendo ello así, cabe indicar que de la descripción de los he-
chos, se desprende que estos se habrían suscitado con el concurso de dos personas,
el día diecisiete de junio del año mil novecientos noventa y cinco, encontrándose
la agravante de la conducta imputada en el artículo ciento ochenta y nueve del
Código Penal, norma legal que al momento de la comisión del hecho punible
preveía lo siguiente en cuanto a la sanción penal: “La pena será no menor de
cinco ni mayor de quince años (...)”(1);
CU ART O .- En tal sentido, la acción penal prescribe a los veintidós dos
años y seis meses de haberse producido el hecho ilícito, conforme los plazos
de prescripción ordinario y extraordinario de la acción penal, establecidos res-
pectivamente en los artículos ochenta y ochenta y tres del Código Sustantivo;
por lo tanto a la fecha aún no se ha extinguido el ejercicio de la acción penal en
contra del procesado Luis Efraín Avellaneda Torres;
DECIS IÓ N:
Por tales fundamentos DIS P U S IERO N: continué la presente causa conforme
a su estado, en el archivo provisional hasta que sea habido el procesado Luis
Efraín Avellaneda Torres, y puesto a disposición de esta Superior Sala Penal;
asimismo REIT É RES E la orden de captura contra el acusado contumaz Luis
Efraín Avellaneda Torres, y lo devolvieron.
309
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
07. O r d e n d e u b i c ca i ón y c pa t u r a: De c l ar ca i ón d e r e o
c o n t u m az na t e i n c on c u r r e n c i a al j u i c i o ro la
Si el acusado tiene pleno conocimiento del estado del proceso,
con su inconcurrencia al juicio oral se encuentra evadiendo
el accionar de la justicia y perturbando el normal desarrollo
del proceso, por lo que debe hacerse efectivo el apercibimien-
to decretado, declarándoselo reo contumaz y oficiándose a la
División de Requisitorias de la Policía Judicial del Perú y a la
Oficina de Requisitorias de la Corte de Lima, para su inmediata
ubicación y captura.
S .S . P ARIO NA P AS T RANA
P LACENCIA RU B IÑ O S
EY Z AGU IRRE GÁ RAT E
Re s ol u c i ón Nº 2350- 201
Exp e d i e n t e Nº 51803- 20
Lima, 25 de octubre de 2010
310
DET ENCIÓ N P REV ENT IV A
3 1 1
CAP ÍT U LO II
CO M P ARECENCIA
071. Co m p ra e c e n c i a s i m p l e : F la t a d e p r co l i vi d ad al d e lito
p or c ar e c e r s e d e an t e c e d e n t e s d e l i c t i vos
El encausado no evidencia proclividad al delito, debido a su
carencia de antecedentes delictivos, lo que desvirtúa el peligro
de fuga; por lo que la medida de comparecencia simple im-
puesta guarda correlación al mínimo grado de peligro que se
pretende evitar.
S S. . V IDAL M O RALES
GO NZ ALES H ERRERA
GÓ M EZ M ARCH IS IO
Re s ol u c i ón Nº 130
In c . N º 496- 209
Lima, 13 de diciembre de 2010
31
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
314
CO M P ARECENCIA
072. Co m p ra e c e n c i a r e s t r i n ig d :a Ap l i c ac i ó n d e l p r i n c i p i o
d e n e c e s i d ad e n l as r e s t r i c c i on e s
El Juez Penal está facultado a interponer al procesado una
o varias de las penas alternativas previstas en el artículo 143
del Código Procesal Penal, siendo que su decisión no puede
ser arbitraria, sino que debe responder fundamentalmente al
“principio de necesidad”, esto es, cuando resulte absolutamente
indispensable para asegurar que el acusado no se sustraiga a
la acción de la justicia o no perturbe la acción probatoria.
S S. . V IDAL M O RALES
GO NZ Á LES H ERRERA
GÓ M EZ M ARCH IS IO
Re s ol u c i ón Nº 638
Exp e d i e n t e Nº 90- 10 A
Lima, 13 de julio de 2010
315
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
persona de sesenta y cinco años de edad que carece de peligrosidad sus actos;
que carece de antecedentes penales y judiciales y que se ha abierto proceso por
simples indicios;
T ERCERO . - en el artículo ciento cuarenta y tres del Código Procesal Pe-
nal, se encuentra prevista la facultad del a quo a efecto de imponer la medida
coercitiva de Comparecencia, en forma simple o con restricciones, disponiendo
el texto: “El Juez podrá imponer una de estas alternativas o combinar varias
de ellas, según resulte adecuada al caso y ordenará las medidas necesarias para
garantizar su cumplimiento. Si el hecho punible denunciado está penado con
una sanción leve o las pruebas aportadas no la justifiquen, podrá prescindir de
tales alternativas;
CU ART O . - Conforme a lo antes citado, el Juez Penal está facultado a inter-
poner al procesado una o varias de las penas alternativas previstas en la norma
procesal acotada, siendo que su decisión no puede ser arbitraria, sino que debe
responder fundamentalmente al “Principio de Necesidad”, esto es, cuando resulte
absolutamente indispensable para asegurar que el acusado no se sustraiga a la
acción de la justicia o no perturbe la acción probatoria; hecho que responde a
la necesidad de vincular al procesado con la instrucción penal manteniendo su
arraigo hasta su culminación, es decir garantizar que el imputado comparezca
a la instrucción para la realización de actos propios del mismo y deben de ser
proporcionales, necesarias e idóneas para asegurar de ese modo que la instrucción
penal pueda cumplir con los fines perseguidos, toda vez que la comparecencia
es un estado procesal de sujeción al proceso y no simplemente un emplaza-
miento de concurrir a rendir su declaración instructiva del procesado; por otro
lado, se debe señalar que el procesado, no ha sustentado de manera fehaciente y
con acervo documentario el supuesto agravio que se le viene causando con las
restricciones impuestas (entre ellas la caución), a fin que esta Superior Sala al
valorarlos pueda concluir que es real; por lo cual en el caso subjudice, la medida
cautelar dispuesta por el a quo conforme a sus facultades contra el procesado
se encuentra arreglada a ley;
RES O LU CIÓ N:
Fundamentos por los cuales CO NF IRM ARO N el auto de apertura de ins-
trucción obrante en copias certificadas de fojas setenta y cuatro a setenta y nueve,
su fecha veintinueve de diciembre del dos mil ocho, en el extremo que dicta a
Augusto Pretel Rada mandato de comparecencia con restricciones, imponién-
dole el pago de una caución económica de trescientos cincuenta nuevos soles,
en la instrucción que se le sigue por la presunta comisión de los delitos contra
el patrimonio - Defraudación Especial, en agravio de Rosario Vitoria Coloma
Pérez; notificándose- y los devolvieron.
316
CO M P ARECENCIA
073. Co m p ar e c e n c i a r e s t r i n gi d a: No c ar ác t e r d e s an c i ón
La comparecencia no constituye una sanción, sino únicamente
es un mecanismo de vinculación del que se vale el proceso penal
para que el sujeto procesado se comprometa a concurrir a los
actos procesales que sea requerido, asegurando el cumplimiento
de las obligaciones ordenadas; en tal sentido se considera que
la comparecencia ha sido impuesta con el fin de garantizar la
concurrencia del encausado al proceso, hecho que de ninguna
manera restringe su libertad. En consecuencia, está justificada
la imposición de reglas de conducta.
S S. . V IDAL M O RALES
GO NZ ALES H ERRERA
GÓ M EZ M ARCH IS IO
Re s ol u c i ón Nº 138
Exp e d i e n t e Nº 2378 - 209 - 1
M at e r i a: Cu ad e r n o d e Ap e l ac i ón al M an d at o d e Com p . Re s t . y Cau c i ón
Ec on óm i c a
Lima, 20 de diciembre de 2010
317
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
318
CO M P ARECENCIA
319
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
0 7 4 . Co m p a r e c e n c i a r e s t r i n g i d a : Co r r e c t a a p l i c a c i ó n p o r n o
a c r e d ita c ió n d e p e r ju ic io e c o n ó m ic o o la b o r a l
Si bien el procesado se ha presentado a rendir sus declaracio-
nes, tanto a nivel policial y judicial respectivamente, también
lo es que no ha acreditado de manera fehaciente y con acervo
documentario los argumentos señalados en su recurso, que
determinen el perjuicio económico y laboral que se le está
causando; por lo que el mandato de comparecencia restringida
dispuesto se encuentra arreglado a ley.
Re s ol u c i ón Nº 684
Exp e d i e n t e Nº 46-3 201- “A ”
S S. . V IDAL M O RALES
GO NZ Á LES H ERRERA GÓ M EZ M ARCH IS IO
Lima, 14 de julio de 2010
320
CO M P ARECENCIA
“El Juez podrá imponer una de estas alternativas o combinar varias de ellas,
según resulte adecuada al caso y ordenará las medidas necesarias para garantizar
su cumplimiento. Si el hecho punible denunciado está penado con una sanción
leve o las pruebas aportadas no la justifiquen, podrá prescindir de tales alterna-
tivas”; CU ART O . - Que, conforme a lo antes citado, el Juez Penal esta facultado
a interponer al procesado una o varias de las penas alternativas previstas en la
norma procesal acotada, siendo que su decisión no puede ser arbitraria, sino debe
responder fundamentalmente al “Principio de Necesidad”, esto es, cuando resulte
absolutamente indispensable para asegurar que el acusado no se sustraiga a la
acción de la justicia o no perturbe la acción probatoria; hecho que responde a
la necesidad de vincular al procesado con la instrucción penal manteniendo su
arraigo hasta su culminación, es decir garantizar que el imputado comparezca
a la instrucción para la realización de actos propios del mismo y deben de ser
proporcionales, necesarias e idóneas para asegurar de ese modo que la instrucción
penal pueda cumplir con los fines perseguidos, toda vez que la comparecencia es
un estado procesal de sujeción al proceso y no simplemente un emplazamiento
de concurrir a rendir su declaración instructiva del procesado; por otro lado, se
debe señalar que si bien es cierto, el procesado, se ha presentado a rendir sus
declaraciones tanto a nivel policial y judicial respectivamente, también lo es,
que este no ha acreditado de manera fehaciente y con acervo documentario los
argumentos señalados en su recurso, que determinen el perjuicio económico y
laboral que se le está causando; por lo cual en el caso subjudice, el mandato de
Comparecencia Restringida, dispuesto por la a quo conforme a sus facultades
contra el procesado, se encuentra arreglado a ley. Fundamentos por los cuales:
CO NF IRM ARO N el auto apertorio de instrucción que obra en copia certificada
a fojas ochenta y tres a ochenta y nueve, su fecha catorce de diciembre del dos
mil nueve, en el extremo que dicta Mandato de Comparecencia con Restriccio-
nes (reglas de conducta) contra Mikey Paredes Rosales en la instrucción que
se le sigue por delito contra la Administración Pública - Ejercicio Ilegal de la
Profesión; en agravio del Colegio de Ingenieros del Perú, con lo demás que
contiene; notificándose y los devolvieron.
321
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
Re s ol u c i ón Nº 643
Exp e d i e n t e Nº 58-3 10 “D ”
S S. . V IDAL M O RALES
GO NZ ALES H ERRERA GÓ M EZ M ARCH IS IO
Lima, 7 de julio de 2010
32
CO M P ARECENCIA
con una sanción leve o las pruebas aportadas no la justifiquen, podrá prescindir
de tales alternativas.”, T ERCERO .- El Juez Penal, está facultado a imponer al
procesado una o varias de las penas alternativas previstas en la norma procesal
acotada, siendo que su decisión no puede ser arbitraria, sino debe responder
fundamentalmente al “Principio de Necesidad”, esto es, cuando resulte absolu-
tamente indispensable para asegurar que el acusado no se sustraiga a la acción
de la justicia o no perturbe la acción probatoria”; CU ART O .- Se advierte de
autos, que el procesado fundamenta su recurso obrante a folios doscientos veinte
bajo la argumentación que; a) el a quo no ha motivado el forma razonable y
proporcional la medida impuesta, vulnerando así de forma directa el derecho a
la debida motivación de las resoluciones judiciales que le asiste; b) no existe
prueba o indicio alguno que lo vincule con los delitos instruidos; c) sustentar el
auto apertorio con pruebas prohibidas; d) que los delitos materia de proceso
(coacción y violación de la libertad de trabajo) están a punto de prescribir; e) el
delito de fraude en la administración de personas jurídicas resulta incongruente
con la configuración típica del delito; 4 y que el representante de Ministerio
Público no ha solicitado el impedimento de salida del país en su contra; Q U IN-
T O . - Respecto a lo señalado en los puntos signados en el considerando precedente
se observa de la apelada, a) El a quo a motivado la misma bajo los alcances del
artículo doce de la Ley Orgánica del Poder Judicial “...Todas las resoluciones,
con exclusión de las de mero trámite, son motivadas, bajo responsabilidad, con
expresión de los fundamentos en que se sustentan, pudiendo estos reproducirse
en todo o en parte solo en segunda instancia, al absolver el grado...”; concordante
con el articulo ciento treintiocho inciso quinto de la Constitución del Estado;
b) El Juez Especializado en lo Penal solo abrirá instrucción si considerara que
de la denuncia y sus recaudos: i) Aparecen indicios suficientes o elementos de
juicio reveladores de la existencia de un delito, ii) Que se haya individualizado
a su presunto autor o participe, iii) Que la acción penal no haya prescrito o no
concurra otra causal de extinción de la acción penal; siendo que al momento de
la calificación de un hecho delictivo, que llega a conocimiento del Juez Penal,
en virtud de una denuncia fiscal, el Magistrado debe contar con un conjunto de
indicios y/o elementos incriminatorios que le permitan efectuar la afirmación
preliminar que el hecho reúne los elementos calificativos de hecho penal, lo cual
sucede en el caso que nos ocupa, debiendo manifestar que la apertura de un
proceso penal no determina la culpabilidad de la persona sujeta a proceso; c)
Aunado a lo señalado en el punto precedente, el justiciable tiene expedito su
derecho a formular todo medio impugnatorio (tachas, excepciones u otros) que
esté a su alcance, ciñéndose bajo las normas procesales y legales pertinentes si
advierte que su derecho está siendo conculcado, no siendo la presente la más
32
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
324
CO M P ARECENCIA
325
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
0 7 6 . Co m p a r e c e n c i a r e s t r i n g i d a : No v a r i a c i ó n p o r a r g u m e n -
ta c io n e s r e fe r id a s a c u e s tio n e s d e r e s p o n s a b ilid a d p e n a l
Que el agente no haya devuelto el dinero que se le entregó
en depósito gratuito y que no haya asistido en las fechas en
las que la Administración de Justicia le citó en aplicación al
principio de oportunidad, no son argumentos que justifican la
variación de la medida de comparecencia decretada por ser la
detención una medida excepcional y porque aquellos han de
ser valorados, por referirse a cuestiones de responsabilidad
penal sobre la conducta del procesado, al momento de emitir
un fallo definitivo con pruebas.
S .S . P ARIO NA P AS T RANA
P LACENCIA RU B IÑ O S
EY Z AGU IRRE GÁ RAT E
Re s ol u c i ón Nº 2381- 201
Exp e d i e n t e Nº 2807- 209- 2
Lima, 29 de octubre de 2010
326
CO M P ARECENCIA
327
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
328
CO M P ARECENCIA
(4) Artículo 144 del articulado vigente del Código Procesal Penal.
La infracción de la comparecencia, en los casos en que el imputado sea citado para su decla-
ración o para otra diligencia determinará la orden de ser conducido compulsivamente por la
policía.
Si el imputado no cumple con las restricciones impuestas en el artículo 143, previo requeri-
miento realizado por Fiscal o por el Juzgador en su caso, se revocará la medida y se dictará
mandato de detención. Asimismo, de ser el caso perderá la caución y se ejecutará la garantía
patrimonial constituida o la fianza personal otorgada.
329
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
0 7 7 . Co m p a r e c e n c i a r e s t r i n g i d a : Nu l i d a d d e d i c t a -
d o d e c o m p a r e c e n c ia r e p e tid o e n a m p lia c ió n d e
in s tr u c c ió n
Si bien el a quo amplió la instrucción mediante resolución para
comprender al procesado por el delito contra la fe pública-
falsificación de documentos en general-documento privado,
empero en la citada resolución ampliatoria, el juzgador de
manera irregular en segunda oportunidad dicta mandato de
comparecencia restringida contra el citado procesado, cuando
ya se encontraba sometido a dicha medida cautelar; siendo
ello así debe declararse la nulidad de la citada resolución en
este extremo.
S S. . V IDAL M O RALES
GO NZ ALES H ERRERA
GÓ M EZ M ARCH IS IO
Re s ol u c i ón Nº 6
Exp e d i e n t e Nº 168- 10 A
Lima, 6 de julio del año 2010
30
CO M P ARECENCIA
AT ENDIENDO :
P RIM ERO . - Al respecto, vale tener en cuenta que: “el tercer párrafo del
numeral ciento cuarenta y tres, (articulado vigente del Código Procesal Penal)”(1),
establece, que al procesado se le seguirá proceso con comparecencia simple
cuando: “no se ha dictado sentencia de primer grado y las alternativas del man-
dato de comparecencia restringida han excedido los nueve meses en el procedi-
miento ordinario y dieciocho meses en el procedimiento especial. Tratándose de
procedimientos por delitos de tráfico ilícito de drogas, terrorismo, espionaje y
otros de naturaleza compleja seguidos contra más de diez imputados, en agravio
de igual número de personas, o del Estado, el plazo límite de comparecencia
restringida se duplicará (...)”;
S EGU NDO . - siendo ello así, se advierte que el sustento de dicha norma
radica, en que un procesado no puede estar sometido de forma indeterminada
a las reglas de conducta del mandado de comparecencia restringida; en ese
sentido el plazo estipulado comienza a computarse a partir del día en que tomó
conocimiento de las restricciones impuestas, ya que desde esa fecha se encuentra
sujeto a cumplirlas; en el caso que nos ocupa, se observa que el referido acusado
quedó sujeta a las reglas de conducta del mandato de comparecencia restringida,
desde el siete de julio del dos mil ocho [Steve Deivy Blas García] tal como se
aprecia de su declaración instructiva de folios setentitrés y del veintiocho de
agosto del dos mil ocho [Álvaro Ignacio Barrios Sihuincha] tal como se aprecia
de su declaración instructiva de folios cuatrocientos veintiséis, advirtiéndose
que a la fecha se ha excedido el plazo [nueve meses] establecido en la norma
citada precedentemente.
T ERCERO . - Por otro lado, estando al oficio emitido por el Quincuagésimo
Cuarto Juzgado Penal de Lima, se observa que en el presente proceso penal no
se ha emitido resolución final [sentencia] encontrándose en trámite al ampliarse
la instrucción por quince días.
CU ART O . - Si bien el a quo amplió la instrucción mediante resolución de
fecha veintiséis de junio del dos mil nueve, para comprender al procesado Steve
Deivy Blas García, por delito contra la Fe Pública - falsificación de documentos
en general –documento privado–, empero en la citada resolución ampliatoria,
(1) Ley Nº veintinueve mil cuatrocientos treinta y nueve, publicada el diecinueve de noviembre
del dos mil nueve, que en su artículo tres modifica, el artículo ciento cuarenta y tres del Código
Procesal Penal.
31
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
32
CO M P ARECENCIA
078. S u s p e n s i ón d e l a c om p ar e c e n c i a r e s t r i n gi d a: Ap l i c a -
ción inmediata de la Ley Nº 29439 (modificatoria del
ar t . 143 d e l Cód i go P r oc e s al P e n al )
Las normas procesales son de derecho público y de obligatorio
cumplimiento desde el día siguiente de su publicación, por
lo que penúltimo párrafo del artículo 143 del Código Pro-
cesal Penal, modificado por el artículo 3 de la Ley Nº 29439
(09/11/2009), que señala que al vencimiento del plazo de vi-
gencia de las restricciones sin haberse dictado la sentencia de
primer grado deberá decretarse la inmediata suspensión de la
comparecencia restringida, siguiéndose el proceso al procesa-
do con comparecencia simple; resulta vigente al momento de
emitir el presente pronunciamiento.
Re s ol u c i ón Nº 1360
Exp e d i e n t e Nº 470- 209- 1
S .S . V IDAL M O RALES
Lima, 15 de diciembre de 2010
3
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
34
CO M P ARECENCIA
S S. . V IDAL M O RALES
GO NZ ALES H ERRERA
GÓ M EZ M ARCH IS IO
Re s ol u c i ón Nº 678
Exp e d i e n t e Nº 49017- 209
Re f . N º 340- 201- “A ”
M at e r i a: Cu ad e r n o d e Ap e l ac i ón al M an d at o d e Com p . Re s t . y Cau c i ón
Ec on óm i c a
Lima, 14 de julio de 2010
35
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
CO NS IDERANDO :
P RIM ERO .- Conforme se desprende del auto de procesamiento recurrido,
el Juez Penal, al decretarles Comparecencia Restringida, dispone las siguien-
tes reglas de conducta: A) No ausentarse del lugar donde residen, sin previo
aviso al Juzgado, B) Comparecer las veces que fuesen citados por el Juzgado;
C) Concurrir cada fin de mes al local del Juzgado a firmar el libro de control
respectivo y justificar sus actividades; y, D) Consignar cada uno la prestación
de una caución ascendente a la suma de quinientos nuevos soles, la misma que
deberá abonar en el Banco de la Nación; 1 dentro del tercer día hábil de notifi-
cados, bajo apercibimiento de revocársele la presente medida por el Mandato
de Detención en caso de incumplimiento, previo requerimiento;
S EGU NDO .- En razón de ello, la apelante María Soledad Raquel Gonzales
Ruiz Huidobro mediante escrito de fojas dos a tres, fundamenta su recurso im-
pugnatorio argumentando que es una persona honorable que viene laborando en
el Banco Central de Reserva por más de treinta años sin problemas de conducta
ni con la justicia ni en su centro de labores, por lo que de conformidad con las
disposiciones legales vigentes se debe dejar sin efecto dichas restricciones, las
cuales considera un abuso de derecho.
T ERCERO .- La comparecencia debe entenderse como la medida cautelar
menos severa que incide sobre el derecho a la libertad del encausado en grado
distinto al de detención, no solo con el objeto de alcanzar el normal trámite y
fin último del proceso sino también a efectos de asegurar la presencia de este
a la causa penal, pero en plena disposición y conservación de su libertad loco-
motora sujeta a reglas de conducta dictadas por el Juez competente. Por ello,
la imposición de dicha medida cautelar debe estar sujeta a lo estipulado en el
artículo ciento cuarentitrés del Código Procesal Penal vigente, el cual señala
taxativamente que: “se dictará mandato de comparecencia cuando no corresponda
la medida de detención (...)”; de allí que esta medida debe estimarse dentro de
una naturaleza de mínima restricción a la libertad locomotora del encausado,
en tanto se le imponga expresas reglas de conducta que obligatoriamente debe
acatarlos, claro está sin dejar de lado la razonabilidad, la proporcionalidad y
necesariedad de las mismas.
CU ART O .- Así también, la caución económica, ligada a la comparecencia,
debe estar determinada en consideración a la capacidad y potencialidad económi-
ca del imputado (conforme lo señala el artículo ciento cuarentitrés, inciso cinco
de la citada norma adjetiva); toda vez que la finalidad y objetivo de la caución no
es más que un medio garantizador de la comparecencia, a efectos de neutralizar
la presunción de elusión a la acción de la justicia que pesa sobre el encausado;
36
CO M P ARECENCIA
por ello, como criterio normativo que faculta la ley, para la imposición de esta
debe hacerse conforme a la naturaleza del delito que se le imputa.
Q U INT O . - En arreglo a estos lineamientos considerativos, advertimos
que la comparecencia restringida impuesta por el a quo está bien enmarcada
y condicionada dentro de una restricción legal, conforme a la naturaleza de la
instrucción, a la suficiencia probatoria de sus presuntas participaciones, y a una
probable ausencia del peligro procesal; habiéndose legítimamente restringido
su libertad locomotora a través de reglas restrictivas, las cuales se encuentran
sujetas a los principios de proporcionalidad y razonabilidad, y es en base a ello
que se ha evitado una afectación a su actividad y desempeño laboral, más aún
cuando su situación jurídica será definida con la emisión de un fallo final, y en
tanto no se produzca esto la comparecencia es una medida provisional sujeta a
la duración del proceso.
S EX T O .- Que, se advierte que los argumentos expuestos por el apelante
están referidos a los hechos materia de imputación, por lo que es pertinente
indicar que dicho análisis corresponde ser realizado dentro del desarrollo del
proceso, teniendo en cuenta que la incriminación como presupuesto para instau-
rar un proceso penal requiere únicamente verosimilitud en función a indicios;
asimismo, cabe señalar que la comparecencia no constituye una sanción, sino
únicamente es un mecanismo de vinculación del que se vale el proceso penal
para que el sujeto procesado se comprometa a concurrir a los actos procesales
que sea requerido, asegurando el cumplimiento de las obligaciones ordenadas,
en tal sentido se considera que la comparecencia ha sido impuesta con el fin de
garantizar la concurrencia de la encausada al proceso, hecho que de ninguna
manera restringe su libertad; asimismo, es de apreciarse que el delito imputado
a la encausada [Estafa], tiene como sanción máxima seis años de pena privativa
de la libertad, advirtiéndose una probable perturbación de la actividad procesal,
teniendo en cuenta que la encausada ha intentado justificar el accionar ilícito de
su coprocesado (su hijo) con argucias –como interponer una denuncia penal por
hurto de vehículo al agraviado–, denotándose que a nivel preliminar tampoco ha
colaborado con la justicia, toda vez que no cumplió con esclarecer los hechos
[no acudió a la sede policial a brindar su manifestación]; en consecuencia, está
justificada la imposición de reglas de conducta.
S É T IM O .- Del mismo modo, respecto al extremo de regla “D”, referido
al pago de la caución económica de quinientos nuevos soles, encontramos que
dicha caución se encuentra supeditada al ilícito materia de instrucción, siendo
esto así, es preciso mencionar que se tiene que la caución impuesta por el a quo
se encuentra arreglada a derecho, más aún si se tiene en cuenta que el monto
37
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
38
CO M P ARECENCIA
0 8 0 . Co n c u r r e n c i a a l l o c a l d e l j u z g a d o : De s p r o p o r c i o n a l i d a d
d e la p e r io d ic id a d p o r fa lta d e g r a v e d a d d e lic tiv a
Resulta desproporcional la restricción de concurrir cada quince
días al local del Juzgado, pues no se advierte un alto grado de
criminalidad del agente o manifiesto peligro que eluda la acción
de justicia, por lo que dicha restricción debe verificarse con una
periodicidad más prolongada.
S S. . V IDAL M O RALES
GO NZ ALES H ERRERA
GÓ M EZ M ARCH IS IO
Re s ol u c i ón Nº 1385
Exp e d i e n t e Nº 263- 209
Lima, 20 de diciembre de 2010
39
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
340
CO M P ARECENCIA
081. Co n c u r r e n c i a al l oc al d e l j u z gad o: No ap l i c ac i ón p or
no mantenerse una posición apartada a los fines del
p r oc e s o
No se aplica la restricción de concurrir cada treinta días al
local del Juzgado a firmar y estampar la impresión digital en
el cuaderno correspondiente estando a la condición personal
del agente, quien se ha presentado a rendir su declaración
instructiva, de cuyo contenido se desprende su estado civil
y demás datos, habiendo además señalado en dicho acto su
domicilio real, lo que coincide con la ficha de Reniec anexa-
da a la presente; lo que en el sumo hace permisible variar la
citada medida por cuanto de esta descripción se concluye que
el encausado no mantiene una posición apartada a los fines
del proceso, por el contrario se advierte su disponibilidad de
colaborar con el objeto de la instrucción.
S .S . P ARIO NA P AS T RANA
P LACENCIA RU B IÑ O S
EY Z AGU IRRE GÁ RAT E
Re s ol u c i ón Nº 2376- 201
Exp e d i e n t e Nº 3795- 208- 1
Lima, 12 de octubre de 2011
341
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
ANT ECEDENT ES :
Es materia de grado la resolución que en copias certificadas corre a folios
cuarentaiséis a cuarentiocho, su fecha treinta de noviembre del dos mil nueve,
en el EX T REM O que decretó a Federico Guillermo Cáceres Duncker, mandato
de comparecencia restringida, en la instrucción seguida en su contra y otros
por delito contra el Patrimonio - Estafa en agravio a Giovanna Verónica Sousa
Donayre.
CO NS IDERADO S :
P RIM ERO .- Conforme se desprende del auto de apertura de instrucción, el
Juez Penal al decretar la medida de comparencia restringida dispone las siguien-
tes reglas de conducta: a) no ausentarse del lugar de su residencia sin previa
autorización escrita y motivada del juzgado, b) concurrir cada treinta días al
local del Juzgado a firmar y estampar su impresión digital en el cuaderno corres-
pondiente, c) cumplir con las citaciones y mandatos judiciales, y, d) pagar una
caución de Trescientos Nuevos Soles (en lo que le corresponde), la que deberá
de ser depositada en el Banco de la Nación a nombre del juzgado y presentar el
certificado de depósito en el plazo de siete días de notificado.
S EGU NDO . - El apelante, al fundamentar su recurso de apelación corriente a
folios cincuentiseis a cincuentinueve, considera puntualmente severa el extremo
de su apelación e indica que el criterio jurídico del a quo no puede ser distinto
por la coherencia que se exige con la resolución de no ha lugar primigeniamente
decretada, de manera que las reglas de conducta dictada en su contra no deben
gravitar su derecho fundamental, por ser además una persona de conducta
intachable gozando de buena reputación, por no concurrir jamás a una oficina
policial ni al Ministerio Público, siendo la primera vez que está afrontando una
situación como esta, donde se encuentra procesado injusta e indebidamente, por
la audacia y mala fe de una persona; por lo que al resultar innecesario, pues de
otro lado refiere ser oficial de la Fuerza Aérea del Perú en situación de retiro con
el grado de Comandante, es que solicita la revocatoria de la medida decretada.
T ERCERO .- La comparecencia debe entenderse como la medida cautelar
menos severa que incide sobre el derecho a la libertad del encausado en grado
distinto al de detención, no solo con el objeto de alcanzar el normal trámite y
fin último del proceso sino también a efectos de asegurar la presencia de este
a la causa penal, pero en plena disposición y conservación de su libertad loco-
motora sujeta a reglas de conductas dictadas por el Juez competente; por ello,
la imposición de dicha medida cautelar debe de estar sujeta a lo estipulado en
el artículo ciento cuarentaitrés del Código Procesal Penal vigente, el cual señala
taxativamente que: “se dictará mandato de comparencia cuando no corresponda
342
CO M P ARECENCIA
la medida de detención (...)”, de allí que esta medida debe estimarse dentro de
una naturaleza de mínima restricción a la libertad locomotora del encausado, en
tanto se le imponga expresar reglas de conducta que obligatoriamente debe acatar.
CU ART O . - Dentro de este contexto, este Colegiado considera que las medi-
das impuestas por el a quo al encausado recurrente consignada en los acápites a),
c) y d), resultan acorde a ley, toda vez que al estar inmerso a un proceso penal se
hace necesario la permanencia de dichas medidas con la finalidad de asegurar la
prosecución de la instrucción, como el esclarecimiento de los hechos; lo que no
ocurre con el acápite signado con la letra, b) pues estando la condición personal
del agente, quien se ha presentado a rendir su declaración instructiva, como es de
verse a folios cincuentidós a cincuenticinco, de cuyo contenido se desprende su
estado civil, de setenticuatro años de edad, con dos hijos, y grado de instrucción
superior de oficial de la Fuerza Aérea del Perú en situación de retiro, habiendo
además señalado en dicho acto su domicilio real, la que coincide con la ficha de
Reniec anexada a la presente; lo que en el sumo hace permisible variar la citada
medida por cuanto de esta, descripción se concluye que el encausado apelante,
no mantiene una posición apartada a los fines del proceso, por el contrario se
advierte su disponibilidad de colaborar con el objeto de la instrucción.
Q U INT O .- En cuanto al monto por concepto de caución por estar ligada a
la comparecencia, se tiene que esta también se ajusta a ley por ser proporcional
a la capacidad y potencialidad económica del imputado (conforme se infiere de
lo señalado en el artículo ciento cuarentitrés, inciso cinco de la citada norma
adjetiva), quien como refiere en su declaración tiene la condición de oficial de la
Fuerza Aérea del Perú, en situación de retiro en el grado de Comandante, lo que
nos permite concluir que la suma fijada no está en desequilibrio a su situación
económica sino en correspondencia a su capacidad económica.
F ALLO RES O LU T IV O :
Por dichos fundamentos, CO NF IRM ARO N la resolución que en copias
certificadas corre a folios cuarentaiséis a cuarentiocho, su fecha treinta de
noviembre del dos mil nueve, en el extremo que decretó a Federico Guillermo
Cáceres Duncker, mandato de comparecencia restringida, bajo las siguientes
reglas de conducta asignadas en los acápites siguientes: a) no ausentarse (del
lugar de su residencia sin previa autorización escrita y motivada del juzgado,
e) cumplir con las citaciones y mandatos judiciales, y, d) pagar una caución de
Trescientos Nuevos Soles (en lo que le corresponde), la que deberá de ser depo-
sitada en el Banco de la Nación a nombre del juzgado y presentar el certificado
de depósito en el plazo de siete días de notificado; y, REV O CARO N la misma,
en el extremo del acápite b) concurrir cada treinta días al local del Juzgado a
34
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
34
CO M P ARECENCIA
082. Co n c u r r e n c i a al l oc la d e l j u z gad o: No ap l i c ac i ón p or
ac r e d i t ac i ón d e ar r ai og d om i c i l i ar i o
En lo referente a la restricción de concurrir cada fin de mes al
local del juzgado a firmar en el libro correspondiente, si bien
el agente no expuso las razones que impidan su cumplimiento,
no es menos cierto que de las instrumentales se advierte que
este ha indicado su arraigo domiciliario, señalando su domi-
cilio procesal, lo que aunado a sus declaración instructiva a
nivel judicial hace inferir que no intentará eludir la acción de
la justicia, ni perturbará la actividad probatoria; por lo que
se hace permisible variar la citada medida en atención a la
conducta procesal asumida.
S .S . P ARIO NA P AS T RANA
P LACENCIA RU B IÑ O S
EY Z AGU IRRE GÁ RAT E
Re s ol u c i ón Nº 274- 201
Exp e d i e n t e Nº 96- 201- 1
Lima, 23 de diciembre de 2010
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
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CO M P ARECENCIA
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
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CO M P ARECENCIA
083. Co n c u r r e n c i a al l oc al d e l j u z gad :o Ne c e s i d da y n o
ap l i c ac i ón a p r fo e s i on la d e s al u d a q u i e n n o l e e s f ac t i -
b le e l c u m p lim ie n to
La regla de conducta de concurrir cada fin de mes al local
del juzgado a firmar el libro correspondiente debe obedecer
a una necesidad justificada de que se requiera mensualmente
la presencia del encausado, situación que no resulta exigible
al procesado que se desempeña como médico asistente en una
unidad de cuidados intensivos, siendo su función atender a
los pacientes que se encuentran en estado crítico, realizar
guardias nocturnas y diurnas, entre otros; hecho que permite
inferir dado el cargo que desempeña (profesional de la Salud),
que no es factible acudir mensualmente al Juzgado para dar
cumplimiento a dicha regla de conducta.
S .S . P ARIO NA P AS T RANA
P LACENCIA RU B IÑ O S
EY Z AGU IRRE GÁ RAT E
Re s ol u c i ón Nº 2384- 201
Exp e d i e n t e Nº 2938- 209- 1
Lima, 25 de octubre de 2010
349
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
vía sumaria, contra Juan Pablo Castilla Bancayan y Miguel Ángel Arce
Benites, por el delito contra la Vida, el Cuerpo y la Salud- Homicidio Culposo,
en agravio de Evelyn Geraldine Portolatino Papuico, decretándose contra
los aludidos procesados mandato de comparecencia sujetos a las siguientes
restricciones: a) No variar de domicilio sin previa autorización del Juzgado,
b) Cumplir con las citaciones y mandatos judiciales, c) Concurrir cada fin
de mes al local del Juzgado a firmar el libro correspondiente, bajo aperci-
bimiento de revocarse el mandato de comparecencia por el de detención en
caso de incumplimiento (ver fojas ciento veintisiete a ciento treinta y uno).
2.- Dicha resolución es apelada por el procesado Juan Pablo Castillo Bancayan,
con fecha diez de setiembre del año dos mil nueve, mediante escrito de
fojas uno a cuatro en el extremo que le impone comparecencia restringida;
habiéndose concedido el citado recurso impugnatorio mediante resolución
de fecha catorce de setiembre del año dos mil nueve, tal como se observa a
folios cinco.
AT ENDIENDO :
P RIM ERO .- El fundamento de la apelación interpuesta por el procesado
antes citado se basa, en que dicho mandato de comparecencia con restricciones,
deviene en excesivo y desproporcionado; pues el procesado ha demostrado tener
arraigo dentro de la jurisdicción de Lima, ya que cuenta con domicilio real y
procesal conocido, además de contar con trabajo estable en el Hospital Docente
Madre Niño San Bartolomé, por lo que no resulta posible pretender eludir la
acción de la justicia y menos perturbar la acción probatoria; asimismo manifiesta
estar dispuesto a colaborar con la administración de justicia, pues ha acudido a
rendir su declaración a nivel judicial.
S EGU NDO .- Que en el caso que nos ocupa se atribuye al procesado Juan
Pablo Castilla Bancayán haber atendido a la agraviada Evelyn Geraldine Portola-
tino Papuico cuando se encontraba en la guardia diurna de la Unidad de Cuidados
Intensivos del Hospital Madre Niño San Bartolomé, habiendo dispuesto la toma
de una ecografía abdominal, así como administrar a la agarviada diversos fluidos
para contrarrestar el shock en que se encontraba, la misma que fue sometida
por los médicos Héctor Núñez Tasayco y Pimentel a una cirugía laparascópica
para extraerle el apéndice y el útero, diagnóstico al cual llegaron luego de una
junta médica, determinándose luego mediante diagnóstico histopatológico en
dicho nosocomio que presentaba apéndice cecal, ecotomía, útero: decuiditis
y endometritis aguda, sin que dicho procedimiento quirúrgico contribuyera a
mejorar su condición generándose por el contrario su deceso.
350
CO M P ARECENCIA
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
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CO M P ARECENCIA
S .S . P ARIO NA P AS T RANA
P LACENCIA RU B IÑ O S
EY Z AGU IRRE GÁ RAT E
Re s ol u c i ón Nº 269- 201
Exp e d i e n t e Nº 3816- 08- 2
Lima, 13 de diciembre de 2010
35
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
veintinueve de agosto del dos mil ocho, en el extremo, que DICT A: compare-
cencia restringida en contra del procesado Guido Joseph Montes Morales, en
la instrucción que se le sigue por delito contra la Fe Pública [Falsedad Ideo-
lógica], en agravio del Estado (SUNARP) y del Notario Público Juan Belfor
Zárate del Pino.
CO NS IDERANDO :
P RIM ERO . - Se imputa al procesado Guido Joseph Montes Morales, haberse
coludido con sus (co)procesados Rogelio Oscar Huarcaya Amésquita, Luis Ángel
Mendoza Chujutalli y Gustavo Dávila Manrique para falsificar documentación
así como insertar en documentos públicos declaraciones falsas, logrando trans-
ferir e inscribir el inmueble de propiedad de Dora Pimentel Navega Ubicado
en Jirón Jorge Vinatea Reynoso número ciento ochenta y nueve guión ciento
noventa y uno en el Distrito de la Victoria a favor de su (co)procesado Huarcaya
Amésquita, mediante contrato fraguado de compraventa del inmueble como si
la agraviada vendiera su inmueble el cual fue elevado a Escritura Pública ante
el Notario Público de Lima Javier Espino Elguera con fecha veinte de noviem-
bre de mil novecientos noventa y uno, falsificando la firma y sellos del citado
Notario Público, dándole la apariencia de lícito al documento cuestionado.
Asimismo, se habría gestionado la inscripción de dicha venta por parte del pro-
cesado Mendoza Chujutalli a favor de su (co)procesado Huarcaya Amésquita,
inscribiendo la transferencia el veintiuno de junio del dos mil siete al como se
advierte de la partida electrónica número cero siete cero seis uno ocho nueve
cero en el Registro de Propiedad Inmueble de la Oficina Registral de Lima y
Callao, logrando insertar declaraciones falsas como si fueran ciertas.
S EGU NDO .- El apelante argumenta que la medida de comparencia restrin-
gida restringe su libertad de tránsito, resultando excesiva la medida adoptada,
toda vez que a) la citada medida se impone cuando existan suficientes elementos
que vinculen su participación (autor o partícipe) con el ilícito investigado; b)
presenta domicilio conocido, conforme lo ha expresado en sus generales de ley,
así corno actividad conocida de profesión abogado habiendo ejercido la misma
durante once años; y, c) su ingreso mensual no supera el mínimo legal, no estando
dentro de sus posibilidades económicas pagar la caución.
T ERCERO . - La comparecencia es una medida cautelar de naturaleza perso-
nal, que prevé la imposición de una serie de restricciones, siendo su aplicación,
una de las alternativas del Juez de la causa para garantizar su cumplimiento, como
también prescindir de estas, conforme así lo establece el artículo ciento cuarenta
y tres del Código Procesal Penal; el a quo dictará mandato de comparecencia
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CO M P ARECENCIA
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
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CO M P ARECENCIA
085. Im p e d i m e n t o d e s al i d a: Car ác t e r n o au t ón om o
El impedimento de salida es una medida provisional personal
que restringe el derecho de circulación de los imputados; siendo
el fundamento de esta medida, conforme lo señala la doctrina,
disminuir el riesgo de fuga del imputado; en ese sentido nuestro
Tribunal Constitucional ha señalado que el impedimento de
salida del país puede ser considerado una medida restrictiva
no autónoma sino derivada del mandato de comparecencia
restrictiva, que restringe legítimamente el derecho a la liber-
tad de tránsito y tiene como objeto asegurar la presencia de la
persona afectada en el proceso.
S S. . V IDAL M O RALES
GO NZ ALES H ERRERA
GÓ M EZ M ARCH IS IO
Re s ol u c i ón Nº 715
Exp e d i e n t e Nº 341- 201- “A ”
M at e r i a: Ap e l ac i ón al M an d at o d e Com p ar e c e n c i a S im p le
Lima, 21 de julio del año 2010
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
CO NS IDERANDO :
P RIM ERO .- Que, la Representante de la Parte Civil, cuestiona la medida
restrictiva impuesta, argumentando que los procesados han demostrado renuencia
a las citaciones judiciales, buscando entorpecer el proceso y frustrar sus fines,
por tanto está presente el “peligro procesal”, siendo necesario aplicar una medida
coercitiva más severa como es la comparecencia restringida e impedimento de
salida del país.
S EGU NDO .- Que, es de apreciarse del citado auto apertura de instrucción
que, la Juez del Décimo Tercer Juzgado Penal de la Corte Superior de Lima
impuso Comparecencia Simple a los encausados León Palomino y, Salaverry
Tardillo, advirtiendo que estos se encontraban plenamente identificados, contaban
con domicilio y trabajo conocido; de igual modo, consideró que al contar ambos
con defensa técnica (asesoría legal), conocían las consecuencias que acarrea el
incumplimiento de los mandatos judiciales, presumiendo que no existía evidencia
contundente que le lleven a concluir que, estos pretendan evadir la acción de la
justicia o perturbar la actividad probatoria.
T ERCERO .- Que, el último párrafo del artículo 143 del D. Leg. Nº 638
(Código Procesal Penal - Artículo Vigente), dispone que se prescindirá de las
restricciones cuando: “el hecho punible denunciado está penado con una sanción
leve o las pruebas aportadas no la justifiquen”, en atención a ello cabe señalar
que, “El aporte probatorio que alude la ley se refiere a los extremos de la impu-
tación y a la peligrosidad procesal”(1).
CU ART O .- En el presente caso, se advierte que si bien, los encausados a
nivel preliminar designaron abogados defensores, es también cierto que los mis-
mos letrados renunciaron a continuar ejerciendo su defensa en esa etapa inicial
conforme se desprende del acápite “J” del rubro “Diligencias Efectuadas” que
consta en el parte policial obrante en autos [ver fojas cinco a ocho], circunstancia
que ha sido obviada por la Juez al momento de resolver su situación jurídica; y
pese, que a nivel judicial han designado nuevos abogados, se advierte que estos
de igual modo no han concurrido a declarar, motivo por el cual, se ha decreta-
do apercibimiento de ser declarados “Reos Ausentes” y ordenarse sus captura
sino concurren; cabe señalar que, el mismo accionar evasor tuvieron en la fase
(1) SAN MARTÍN CASTRO, César. Derecho Procesal Penal. Vol. 2, 2da. Edición, Lima-Perú,
p. 1160.
358
CO M P ARECENCIA
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
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CO M P ARECENCIA
086. Im p e d i m e n t o d e s al i d :a No an ál i s i s d e i m p u gn ac i ón
p or c da u c i d da d e l a m e d i d a
En lo que respecta a la restricción de impedimento de salida
del país impugnada, se advierte que esta no es materia de la
pretensión impugnatoria, toda vez que ella ha sido variada
por el juzgador, al haber ya caducado, motivo por el cual no
se analizará en su fondo.
S S. . V IDAL M O RALES
GO NZ ALES H ERRERA
GÓ M EZ M ARCH IS IO
Re s ol u c i ón Nº 694
Exp e d i e n t e Nº 864- 209
Re f . N º 358- 201- “E ”
M a t e r i a : Cu a d e r n o d e Ap e l a c i ó n a l M a n d a t o d e Co m p . Re s t . y Ca u c i ó n
Ec on óm i c a
Lima, 15 de julio de 2010
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
CO NS IDERANDO :
P RIM ERO .- Conforme se desprende del auto de procesamiento recurrido,
el Juez Penal, al decretarles Comparecencia Restringida, dispone las siguientes
reglas de conducta: A) No variar de domicilio, sin previo aviso al Juzgado, B)
Cumplir con las citaciones y mandatos judiciales; C) Concurrir al Juzgado las
veces que sea citado; y, D) la prestación de una caución por el monto de cinco
mil nuevos soles, la misma que deberá abonar en el Banco de la Nación a nombre
del Juzgado cada uno de los procesados, bajo apercibimiento de revocársele la
presente medida por el Mandato de Detención previo requerimiento de acuerdo
a ley en caso de inasistencia. Asimismo se dispone el Impedimento de salida
del país.
S EGU NDO .- En razón de ello, el apelante Juan Enrique Game Mococain
mediante escrito de fojas cuatrocientos cuarenticuatro a cuatrocientos cuaren-
tinueve, fundamenta su recurso impugnatorio argumentado que: a) el a quo no
ha motivado el forma razonable y proporcional la medida impuesta, vulnerando
así de forma directa el derecho a la debida motivación de las resoluciones judi-
ciales que le asiste; b) no existe prueba o indicio alguno que lo vincule con los
delitos instruidos; c) sustentar el auto apertorio con pruebas prohibidas; d) que
los delitos materia de proceso (coacción y violación de la libertad de trabajo)
están a punto de prescribir; e) el delito de fraude en la administración de per-
sonas jurídicas resulta incongruente con la configuración típica del delito; f) y
que el representante de Ministerio Público no ha solicitado el impedimento de
salida del país en su contra.
T ERCERO .- La comparecencia debe entenderse como la medida cautelar
menos severa que incide sobre el derecho a la libertad del encausado en grado
distinto al de detención, no solo con el objeto de alcanzar el normal trámite y
fin último del proceso sino también a efectos de asegurar la presencia de este
a la causa penal, pero en plena disposición y conservación de su libertad loco-
motora sujeta a reglas de conducta dictadas por el Juez competente. Por ello,
la imposición de dicha medida cautelar debe estar sujeta a lo estipulado en el
artículo ciento cuarentitrés del Código Procesal Penal vigente, el cual señala
taxativamente que: “se dictará mandato de comparecencia cuando no corresponda
la medida de detención (...)”; de allí que esta medida debe estimarse dentro de
una naturaleza de mínima restricción a la libertad locomotora del encausado,
en tanto se le imponga expresas reglas de conducta que obligatoriamente debe
acatarlos, claro está sin dejar de lado la razonabilidad, la proporcionalidad y
necesariedad de las mismas.
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CO M P ARECENCIA
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
364
CO M P ARECENCIA
los hechos, así como la naturaleza del delito instruido, esta Sala Penal Superior
encuentra arreglada a ley la apelada.
F ALLO RES O LU T IV O :
CO NF IRM ARO N el auto de apertura de instrucción que obra en copia
certificada a fojas ciento cincuentitres a ciento sesentiuno, en el extremo que
dicta mandato de comparecencia con restricciones y al pago de cinco mil nue-
vos soles por concepto de caución que deberá el procesado Juan Enrique Game
Mococain por los delitos contra La Libertad de Trabajo –atentado a los derechos
laborales, contra La Libertad Personal–coacción, y contra la Fe Pública –falsedad
genérica–, en agravio de Francisco Hugo Miyadi Cahuavilca, Roberto Bocartgel
Cajamarca, Roger Aurelio Cesti Sánchez, Segundo Dagoberto Lozano Flores,
Gustavo Roberto Morales Ureta, Dante Orlando Zenz Donayre, Maju Guiller-
mina Maura Lau, Carolina Mayelin Maura Lau, Rosa Lidia Bardales Guerrero,
José Enrique Cabrera Véliz, José Luis Miranda Salas, Christian –Dario Guillén
Higginson, y Johnny Alfredo Barack Amaro; notificándose y los devolvieron.
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
S S. . V IDAL M O RALES
GO NZ ALES H ERRERA
GÓ M EZ M ARCH IS IO
Re s ol u c i ón Nº 601
Exp e d i e n t e Nº 94- 209- “D ”
M at e r i a: Ap e l ac i ón d e l M an d at o d e Com p ar e c e n c i a R e s t r i n gi d a
Lima, 14 de junio de 2010
36
CO M P ARECENCIA
CO NS IDERANDO :
P RIM ERO .- Conforme se desprende del auto de procesamiento recurrido,
el Juez Penal, al decretarles Comparecencia Restringida, dispone las siguien-
tes reglas de conducta: A) No variar de domicilio sin previo aviso al Juzgado,
B) No ausentarse del lugar de su residencia sin autorización del Juzgado;
C) Cumplir con las citaciones y mandatos judiciales; D) Concurrir cada fin de
mes al local del juzgado a firmar el libro correspondiente; y, E) Impedimento
de salida del país; y F) Abonar la suma de un mil nuevos soles por concepto de
caución económica que cada uno de los procesados deberá abonar en el Banco
de la Nación dentro del tercer día hábil de notificados, bajo apercibimiento de
revocársele la presente medida por el Mandato de Detención en caso de incum-
plimiento, previo requerimiento.
S EGU NDO .- Que, el procesado Liza Solís fundamenta en su recurso de
apelación que, la medida coercitiva decretada es excesivo, toda vez que él se ha
apersonado de manera oportuna al proceso, ha acudido a todas las diligencias
citadas por la Policía, el Ministerio Público y el Juzgado; asimismo ha cumplido
con señalar domicilio real y procesal, cuenta con trabajo conocido y pagó la
caución como regla de conducta.
T ERCERO .- La comparecencia debe entenderse como la medida cautelar
menos severa que incide sobre el derecho a la libertad del encausado en grado
distinto al de detención, no solo con el objeto de alcanzar el normal trámite y
fin último del proceso sino también a efectos de asegurar la presencia de este
a la causa penal, pero en plena disposición y conservación de su libertad loco-
motora sujeta a reglas de conducta dictadas por el Juez competente. Por ello,
la imposición de dicha medida cautelar debe estar sujeta a lo estipulado en el
artículo ciento cuarentitrés del Código Procesal Penal vigente, el cual señala
taxativamente que: “se dictará mandato de comparecencia cuando no corresponda
la medida de detención (...)”; de allí que esta medida debe estimarse dentro de
una naturaleza de mínima restricción a la libertad locomotora del encausado,
en tanto se le imponga expresas reglas de conducta que obligatoriamente debe
acatarlos, claro está sin dejar de lado la razonabilidad, la proporcionalidad y
necesariedad de las mismas.
CU ART O .- Así también, la caución económica, ligada a la comparecencia,
debe estar determinada en consideración a la capacidad y potencialidad económi-
ca del imputado (conforme lo señala el artículo ciento cuarentitrés, inciso cinco
de la citada norma adjetiva); toda vez que la finalidad y objetivo de la caución no
es más que un medio garantizador de la comparecencia, a efectos de neutralizar
la presunción de elusión a la acción de la justicia que pesa sobre el encausado;
367
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
por ello, como criterio normativo que faculta la ley, para la imposición de ésta
debe hacerse conforme a la naturaleza del delito que se le imputa.
Q U INT O . - En arreglo a estos lineamientos considerativos, advertimos
que la comparecencia restringida impuesta por el a quo está bien enmarcada
y condicionada dentro de una restricción legal, conforme a la naturaleza de
la instrucción, a la suficiencia probatoria de sus presuntas participaciones,
y a una probable ausencia del peligro procesal; habiéndose legítimamente
restringido su libertad locomotora a través de reglas restrictivas, las cua-
les se encuentran sujetas a los principios de proporcionalidad y razonabi-
lidad, y es en base a ello que se ha evitado una afectación a su actividad
y desempeño laboral, más aún cuando su situación jurídica será definida
con la emisión de un fallo final, y en tanto no se produzca esto la
comparecencia es una medida provisional sujeta a la duración del proceso.
S EX T O . - Que, en ese sentido, se advierte de las reglas de conductas impues-
tas al procesado Robertson Rubén Liza Solís, que estas se han dictado con la
finalidad de garantizar su presencia en los actos de investigación y juzgamiento;
cuyas restricciones se rigen por los principios de necesidad y proporcionalidad,
las cuales no afectan gravemente su libertad ambulatoria o locomotora, siendo
el caso que no se han adjuntado documentos probatorios idóneos que enerven
lo dispuesto judicialmente; en tal sentido y por los considerandos precedentes.
F ALLO RES O LU T IV O :
CO NF IRM ARO N el auto de apertura de instrucción obrante en copia
certificada de fojas sesentiocho a setentidós, su fecha dos de junio del ario dos
mil ocho, en el extremo que impone al recurrente Comparecencia Restringida y
Caución Económica contra Robertson Rubén Liza Solís, en la instrucción que
se le sigue por delito contra la administración Pública –Violencia y Resistencia
a la Autoridad– Intimidación o violencia contra funcionario público o contra
persona que presta asistencia en virtud de un deber legal para impedir el ejercicio
de su funciones en forma agravada, en agravio del Estado, y José Luis Tejeda
Suárez; notificándose y los devolvieron.
368
CO M P ARECENCIA
08. Ca u c i ón e c on óm i c a: El e m e n t os p ar a l a d e t e r m i n ac i ón
La caución económica, constituye una garantía patrimonial
destinada a asegurar el sometimiento del encausado al proceso
en tanto las posibilidades económicas del imputado lo permitan.
La calidad y cantidad de la caución se determinará teniendo en
cuenta la naturaleza del delito, la condición económica, el modo
de cometer el delito y la gravedad del daño, así como las demás
circunstancias que pudieran influir en el mayor o menor interés
del agente para ponerse fuera del alcance de la autoridad judicial.
S .S . P ARIO NA P AS T RANA
P LACENCIA RU B IÑ O S
EY Z AGU IRRE GÁ RAT E
Re s ol u c i ón N° 237- 201
Exp e d i e n t e Nº 037- 201- 1
Lima, 25 de octubre de 2010
369
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
AT ENDIENDO :
P RIM ERO . - Conforme se desprende del auto de apertura de instrucción que
en copias certificadas obra a fojas treinta a treintitrés el Juez Penal, al decretar el
mandato de comparecencia restringida, dispuso las siguientes reglas de conducta:
a) no variar de domicilio sin previo aviso al Juzgado, b) no ausentarse del lugar
de su residencia, c) cumplir con las citaciones y mandatos judiciales, d) concurrir
cada fin de mes al local del juzgado a registrar su firma en el libro respectivo;
y, e) pagar una suma por concepto de caución ascendente a quinientos nuevos
soles que deberá depositar en el Banco de la Nación a favor del juzgado, siendo
este último nuestro marco de pronunciamiento para la alzada.
S EGU NDO . - El apelante Celedonio Choque Cuba, al fundamentar su recurso
corriente a folios noventicuatro a noventa y cinco, sostiene puntualmente, no
poder afrontar con el pago de la suma impuesta en su condición de chofer, ya que
sus ingresos son mínimos que no le permiten cubrir ni siquiera para los gastos
de alimentación, vestido y estudios como tampoco solventar su salud ante una
eventualidad; solicitando en algunos casos préstamos de dinero para solventar
dichos gastos; por lo que ante estas razones solicita la revocatoria de la recurrida.
T ERCERO . - Previamente resulta necesario precisarse, que el artículo ciento
cuarenta y tres parte in fine del Código Procesal Penal señala explícitamente
que se dictará mandato de comparecencia cuando no corresponda la medida de
detención. [...], el juez podrá imponer una de estas alternativas o combinar varias
de ellas, según resulte adecuada al caso y ordenara las medidas necesarias para
garantizar su cumplimiento [...].
CU ART O .- En dirección a lo precedentemente expuesto, conviene puntua-
lizar, que la caución económica, constituye una garantía patrimonial destinada
a asegurar el sometimiento del encausado al proceso en tanto las posibilidades
económicas del imputado lo permitan, conforme lo expresa taxativamente la
norma procesal penal, así, Rosas Yataco señala que: “la caución consistirá en
una suma de dinero que se fijará en la cantidad suficiente para asegurar que el
imputado cumpla las obligaciones impuestas y las órdenes de la autoridad”(1).
También agrega, “que la calidad y cantidad de la caución se determinará te-
niendo en cuenta la naturaleza del delito, la condición económica, [...] el modo
de cometer el delito y la gravedad del daño, así como las demás circunstancias
(1) Jorge, ROSAS YATACO. Derecho Procesal Penal - Con Aplicación al Nuevo Proceso Penal.
la edición; Editorial Jurista Editores E.I.R.L, Lima - Perú: mayo 2009. p. 474.
370
CO M P ARECENCIA
que pudieran influir en el mayor o menor interés de éste para ponerse fuera del
alcance de la autoridad judicial”(2).
Q U INT O .- En arreglo a estos lineamientos jurídicos, advertimos que, la
caución impuesta por el a quo se encuentra enmarcada y condicionada dentro de
una restricción legal y proporcional a la naturaleza de la instrucción, siendo un
medio de garantía de la comparecencia, asimismo consideramos que la misma
resulta razonable y proporcional, pues el procesado Choque Cuba Celedonio
en su recurso impugnatorio no ha presentado documentos idóneos ni pruebas
suficientes que acrediten su imposibilidad de solventar la caución impuesta en
su contra; aunado a esto, se tiene que de su declaración instructiva obrante en
copias certificadas a folios cuarentiuno a cuarentitrés, se desprende que este
percibe la suma de cuarenticinco nuevos soles diarios aproximadamente en su
condición de chofer; lo que hace denotar una capacidad potencial económica,
que nos permite mantener dicho monto por ser como lo señaláramos una medida
cautelar de carácter personal que tiene como objeto exclusivo garantizar que el
imputado comparezca a la instrucción para la realización de actos procesales y
el esclarecimiento de los hechos que es el fin del proceso penal.
F ALLO RES O LU T IV O :
Por dichos fundamentos, CO NF IRM ARO N la RES O LU CIÓ N, que en
copias certificadas obra a fojas treinta a treintitrés, su fecha veinte de agosto del
dos mil nueve, en el extremo que impone al procesado Celedonio Choque cuba,
consignar la suma de quinientos nuevos soles por concepto de caución; en la
instrucción que se le sigue en su contra por delito contra la Vida, el Cuerpo y
la Salud - homicidio culposo, en agravio de Eduardo Edgar Santillán Santiago;
notificándose y los devolvieron.
(2) Ídem.
371
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
089. Cau c i ón e c no mó i c :a No r e f or m a p ro ra ug m e n t ac i ón
d e h e c h os q u e s e r ná m at e r i a d e l a i m p u t ac i ón
El agente cuestiona la caución fijada señalando que en todo
momento se ha mostrado cuidadoso y respetuoso de la normas
de tránsito, y que es el agraviado el responsable de los hechos
que se le incriminan, al haber esta persona cruzado irrespon-
sablemente la pista a mitad del punto de llegada al semáforo.
No obstante, estos argumentos expuestos están referidos a
los hechos materia de imputación, por lo que dicho análisis
corresponde ser realizado dentro del desarrollo del proceso,
teniendo en cuenta que la incriminación como presupuesto para
instaurar un proceso penal requiere únicamente verosimilitud
en función a indicios.
S r a. G Ó M EZ M ARCH IS IO
Re s ol u c i ón N° 607
Exp e d i e n t e Nº 34- 201- “A ”
M at e r i a: Cu ad e r n o d e Ap e l ac i ón a l a Cau c i ón Ec on óm ic a
Lima, 24 de junio de 2011
372
CO M P ARECENCIA
debido a que sus gastos pese que son limitados (pago de honorario a abogados,
pérdida de días laborables, etc.) no cubren con sus ingresos; aunándose al hecho
de que él en todo momento se ha mostrado cuidadoso y respetuoso de la normas
de tránsito, y es el agraviado el responsable de los hechos que se le incriminan,
al haber esta persona cruzado irresponsablemente la pista a mitad del punto de
llegada al semáforo.
S EGU NDO .- Que, la caución económica, ligada a la comparecencia, debe
estar determinada en consideración a la capacidad y potencialidad económica
del imputado (conforme lo señala el artículo ciento cuarentitrés, inciso cinco de
la citada norma adjetiva); toda vez que la finalidad y objetivo de la caución no
es más que un medio garantizador de la comparecencia, a efectos de neutralizar
la presunción de elusión a la acción de la justicia que pesa sobre el encausado;
por ello, como criterio normativo que faculta la ley, para la imposición de esta
debe hacerse conforme a la naturaleza del delito que se le imputa.
T ERCERO . - En arreglo a estos lineamientos considerativos, adverti-
mos que la caución económica impuesta por el a quo está bien enmarcada y
condicionada dentro de una restricción legal, conforme a la naturaleza de la
instrucción, a la suficiencia probatoria de su presunta participación, y a una
probable ausencia del peligro procesal; habiéndose legítimamente restringido
su libertad locomotora a través de reglas restrictivas, las cuales se encuentran
sujetas a los principios de proporcionalidad y razonabilidad, y es en base a
ello que se ha evitado una afectación a su actividad y desempeño laboral, más
aún cuando su situación jurídica será definida con la emisión de un fallo final,
y en tanto no se produzca esto la comparecencia es una medida provisional
sujeta a la duración del proceso.
CU ART O .- Que, se advierte que los argumentos expuestos por el apelante
están referidos a los hechos materia de imputación, por lo que es pertinente
indicar que dicho análisis corresponde ser realizado dentro del desarrollo del
proceso, teniendo en cuenta que la incriminación como presupuesto para instau-
rar un proceso penal requiere únicamente verosimilitud en función a indicios;
asimismo, es de apreciarse, que la caución impuesta por el a quo se encuentra
arreglada a derecho, más aún si se tiene en cuenta que el monto de la caución no
es excesiva, teniendo en consideración los hechos que se le imputan al proce-
sado; y que además este en ningún momento ha acreditado en forma verosímil,
con documentación sustentatoria y valedera que estuviere impedido de cumplir
con el pago de la caución impuesta (estado de insolvencia y gastos que les han
demandado a raíz de su participación en el accidente sufrido por el agraviado).
Consideraciones por las cuales.
37
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
F ALLO RES O LU T IV O :
CO NF IRM ARO N el auto de apertura de instrucción de fecha quince de
junio del dos mil nueve, que obra en copia certificada a fojas once a trece, en el
extremo que impone al procesado Luis Alberto Oscanoa Palomino como Cau-
ción Económica el monto de doscientos nuevos soles; en la instrucción que se le
sigue por delito contra la vida, el cuerpo y la salud - lesiones Culposas Graves,
en agravio de Adderly Eddy Rosas Tomaylla; notificándose y los devolvieron.
374
CO M P ARECENCIA
S .S . P ARIO NA P AS T RANA
P LACENCIA RU B IÑ O S
EY Z AGU IRRE GÁ RAT E
375
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
(1) SÁNCHEZ VELARDE, Pablo. Manual de Derecho Procesal Penal. IDEMSA. Lima, 2004,
p. 748.
376
CO M P ARECENCIA
37
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
091. Cau c i ón e c no mó i c a: No c on s i d e r ac i ón d e e xi s t e n c i a d e
o t r os r e s p no s ab l e s
En su recurso el agente no ha presentado documentos idó-
neos ni pruebas suficientes que acrediten su imposibilidad de
solventar la caución impuesta en su contra, por lo demás hace
referencia a no ser el único responsable, lo que es irrelevante
para nuestro marco de pronunciamiento por estar en una etapa
distinta de la que corresponde.
S .S . P ARIO NA P AS T RANA
P LACENCIA RU B IÑ O S
EY Z AGU IRRE GÁ RAT E
Re s ol u c i ón Nº 2376- 201
Exp e d i e n t e Nº 06987- 201- 1
Lima, 29 de octubre de 2010
ANT ECEDENT ES :
Es materia de apelación la resolución que en copias certificadas obra a folios
veintiuno a veinticinco, su fecha diecinueve de febrero del dos mil diez, en el
extremo que fija al procesado Ronnie Eduardo Lescano Baella, consignar la
suma de por concepto de caución que deberá de ser depositada a nombre del
378
CO M P ARECENCIA
(1) ROSAS YATACO, Jorge. Derecho Procesal Penal - Con Aplicación al Nuevo Proceso Penal.
1a edición, Editorial Jurista Editores E.I.R.L, Lima - Perú, mayo, 2009, p. 474.
(2) Ídem.
379
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
380
CO M P ARECENCIA
0 9 2 . Ca u c i ó n e c o n ó m i c a : Ca r á c t e r d e “ p e n a a n t i c i p a d a ” c u a n d o
n o r e s p o n d e a c o n d ic io n e s s o c io e c o n ó m ic a s d e l im p u ta d o
Para determinar la cuantía de la caución se debe justipreciar,
entre otros índices validantes, la condición socioeconómica o los
medios de vida del imputado(a), a lo cual se agregan sus antece-
dentes. E1 problema surge cuando el juez fija una caución con
un monto que no responde a las condiciones socio-económicas
del imputado tornando de imposible cumplimiento, pues la
suma establecida resulta exorbitante. Nos encontraríamos
con que dicha imposición tiene el carácter de una “verdadera
pena anticipada” y la imposición de una caución de elevado
monto a quien carece de patrimonio no solo manifiesta una
desproporcionalidad vedada por la ley.
S .S . P ARIO NA P AS T RANA
P LACENCIA RU B IÑ O S
EY Z AGU IRRE GÁ RAT E
Re s ol u c i ón N° 27- 201
Exp e d i e n t e Nº 074- 201- 3
Lima, 21 de diciembre de 2010
381
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
382
CO M P ARECENCIA
093. Ca u c i ón e c on mó i c a: Car ác t e r e xc e s i vo p or s u p e r ar
r e m u n e r ac i ón m e n s u al
El monto de la caución fijada en el auto de procesamiento es
superior a la remuneración mensual que percibe el agente, si-
tuación que compromete la propia subsistencia de este último,
por lo que es del caso reducirla prudencialmente.
S S. . V IDAL M O RALES
GO NZ ALES H ERRERA
GÓ M EZ M ARCH IS IO
Re s ol u c i ón Nº 41
Exp e d i e n t e Nº 18- 10 A
Lima, 27 de mayo de 2010
38
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
384
CO M P ARECENCIA
094. Ca u c i ón e c on mó i c a: De s e s t i m ca i ón d e al e gac i ón d e
c ar e c e r d e t r ab ja o p ro m to i vo d e l a ap e r t u r ad e l
p r oc e s o p e n al
Si bien el agente argumenta que se encuentra sin trabajo como
consecuencia del proceso abierto en su contra, se debe tener en
cuenta que no acredita con alguna documentación suficiente e
idónea que carece de los recursos económicos para cumplir con
el pago de la caución impuesta. En tal sentido, no es posible
concluir que efectivamente la caución fijada le cause agravio.
S S. . V IDAL M O RALES
GO NZ Á LES H ERRERA
GÓ M EZ M ARCH IS IO
Re s ol u c i ón Nº 1380
Exp e d i e n t e Nº 1843- 10- 1
Lima, 16 de diciembre de 2010
385
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
386
CO M P ARECENCIA
0 9 5 . Ca u c i ó n e c o n ó m i c a : Re f o r m a p o r f a l t a d e d e c i s i ó n a d m i -
nistrativa firme en caso de defraudación tributaria
Es de apreciarse que el monto establecido como eventual per-
juicio irrogado al Estado, a efectos de la caución fijada, no es
una decisión que esté firme, toda vez que las resoluciones de
determinación tributaria que la sustentan no fueron notifica-
das a los apelantes; por lo que al recurrir estos en recurso de
queja ante el Tribunal Fiscal, han sido dejadas sin efecto; lo
que significa que serán nuevamente notificadas a la empresa a
la que representan los recurrentes, generándose la posibilidad
que estas sean impugnadas, con lo cual el valor que sirve como
parámetro para fijar la caución en estos casos no constituye un
monto definitivo. Debe reformarse entonces la caución fijada.
S S. . V IDAL M O RALES
GO NZ ALES H ERRERA
GÓ M EZ M ARCH IS IO
Re s ol u c i ón Nº 608
Exp e d i e n t e Nº 198- 201- “A ”
M at e r i a: Cu ad . d e Ap e l ac i ón al m on t o d e Cau c i ón ( De f r au d ac i ón T r ib u -
t ar i a)
Lima, 30 de junio de 2010
AU T O S Y V IS T O S .- interviniendo como ponente la señora Juez Superior
Gómez Marchisio; con lo expuesto por el señor Fiscal Superior en su dictamen
de fojas doscientos diecisiete a doscientos dieciocho; y, oídos los informes orales
conforme se desprende de la constancia de Relatoría obrante a fojas doscientos
cincuentiocho.
AS U NT O :
Es materia de pronunciamiento la apelación interpuesta por los procesados
Carlos Enrique Salazar Cruzado y, José Mario Salazar Cruzado, contra el auto
que abre instrucción, su fecha diecisiete de junio del año dos mil nueve, que
en fotocopia certificada obra de fojas ciento veintitrés a ciento veintinueve,
387
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
38
CO M P ARECENCIA
y educación de sus dos menores hijas, tal como se desprende de sus generales
de ley de fojas ciento sesenta; del mismo modo, Jose Mario Salazar Cruzado,
quien percibe dos mil trescientos nuevos soles (S/. 2,300.00) con lo cual tiene
que sostener y solventar a su esposa e hijo de cinco años, que está en edad esco-
lar, conforme se desprende de sus generales de ley de fojas ciento sesentiocho;
y, en segundo lugar, es de apreciarse que el monto establecido como eventual
perjuicio irrogado al Estado, no es una decisión que este firme, toda vez que las
resoluciones de determinación tributaria que la sustentan no fueron notificadas
a los apelantes; por lo que al recurrir estos en Recurso de Queja ante el Tribunal
Fiscal, han sido dejadas sin efecto [ver fojas 202 a 205]; lo que significa que
serán nuevamente notificadas a la Empresa Comercial Importadora Mónaco SRL
(Empresa a la que representan los recurrentes), generándose la posibilidad que
estas sean impugnadas, con lo cual el valor que sirve como parámetro para fijar
la caución (en estos casos) no constituye un monto definitivo.
Q U INT O . - Aunado a ello, debe considerarse que, la Sala de Derecho
Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia, respecto al artículo
aplicado por el a quo al momento de imponer el monto de la caución, a la letra
dice: “(...) de acuerdo a lo señalado en el artículo 104 de la Constitución Política
del Estado, el Poder Ejecutivo no estuvo autorizado al cambio de la naturaleza
de la caución la que se rige por los principios que regula toda medida cautelar,
por lo tanto no es posible tergiversar el carácter de la caución y convertirla en
mecanismo vedado de detención, ni mucho menos puede sustituirse a las me-
didas cautelares; por lo que la caución deberá fijarse atendiendo a lo dispuesto
por el artículo 183 del Código Procesal Penal, esto es teniendo en cuenta la
solvencia del inculpado y dentro de los parámetros que permitan vincularlo
económicamente al proceso, en tanto se sustenten los cargos o sea necesaria
para evitar que eluda el encausamiento”(1); razones por las que, el monto de la
caución impuesta, debe disminuirse prudencialmente de acuerdo a la actual y
real capacidad económica de los recurrentes.
(1) Consulta Expediente Nº 781-2008-Lima de fecha 14 de mayo de 2008, emitida por la Sala de
Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema de Justicia de la República (Pág.04).
389
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
F ALLO RES O LU T IV O :
REV O CARO N: el auto que abre instrucción, su fecha diecisiete de junio del
año dos mil nueve, que en fotocopia certificada obra de fojas ciento veintítres y
ciento veintinueve, en el extremo que impone a los encausados Carlos Enrique
Salazar Cruzado y, José Mario Salazar Cruzado pagar la suma de ciento cincuenta
mil nuevos soles por concepto de caución económica en el Banco de la Nación,
en el término de tres días; y REF O RM Á NDO LA: ES T AB LECIERO N en el
acápite “E”) del citado auto apertura, que cada uno de los procesados pague la
suma de mil quinientos nuevos soles por concepto de caución económica en
el Banco de la Nación, dentro de quince días hábiles de notificada la presente
resolución”; en la instrucción que se les sigue por delito de Defraudación Tri-
butaria bajo la modalidad de Ocultamiento de Ingresos, en agravio del Estado;
notificándose y lo devolvieron.
390
CO M P ARECENCIA
096. Ca u c i ón e c on mó i c a: Re d u c c i ón p or b aj os i n gr e s os y
c ar ga f ma i l i ar d e t axi s t a
El procesado alega tener pequeños ingresos, pues es taxista,
cuenta con carga familiar que atender como consta de la copia
de la partida de nacimiento de su menor hijo de tres años, y que
obtiene un ingreso diario de treinta nuevos soles, en razón a
que el vehículo que utiliza para el servicio de taxi es alquilado,
tal como acredita de la copia del contrato de alquiler. Siendo
así, cabe disminuir prudencialmente la caución fijada toda vez,
que esta se fija teniéndose en cuenta la trascendencia del ilícito
instruido en su contra y sobre todo sus posibilidades económicas.
S S. . V IDAL M O RALES
GO NZ ALES H ERRERA
GÓ M EZ M ARCH IS IO
Re s ol u c i ón Nº 649
Exp e d i e n t e Nº 34 - 201- “A ”
Lima, 12 de julio de 2010
391
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
cuarenta y tres del Código Procesal Penal; facultando al Juez imponer algunas
de las alternativas previstas en dicho numeral; T ERCERO .- Que, respecto a la
alternativa contemplada en el inciso quinto de la norma procesal antes citada,
cabe precisar que la caución económica constituye una medida cautelar patri-
monial destinada a asegurar el arraigo del encausado al proceso; coligiéndose
de la revisión de autos que el procesado en función a la apelación formulaba y
escrito de fojas cincuenta y cuatro alega tener pequeños ingresos, pues es taxis-
ta, cuenta con carga familiar que atender como consta de la copia de la Partida
de Nacimiento de su menor hijo de tres años, que obtiene un ingreso diario de
treinta nuevos soles, en razón a que el vehículo que utiliza para el servicio de
taxi es alquilado, tal como acredita de la copia del contrato de alquiler obrante a
fojas cincuenta y seis; que siendo así, cabe disminuir prudencialmente la caución
fijada toda vez, que esta se fija teniéndose en cuenta la trascendencia del ilícito
instruido en su contra y sobre todo sus posibilidades económicas; fundamentos
por los cuales revocaron el auto que en copia certificada obra a fojas treinta y
tres a treinta y ocho, su fecha dieciocho de diciembre el dos mil nueve, en el
extremo: Que dispone que al procesado recurrente Óscar Romero Cueva, pa-
gue: “(...), por concepto de caución la suma de quinientos nuevos soles, (…)”;
y reformándola en dicho extremo fijaron en ciento cincuenta nuevos soles el
monto que por concepto de caución deberá abonar el procesado-recurrente
Óscar Romero Cueva, en el proceso penal que se le sigue por delito contra el
Patrimonio –Hurto Agravado–, en agravio de Luis Hermógenes Chuquimango
Vargas y Prestinita Chuquimango Vargas; notificándose y los devolvieron.
392
CAP ÍT U LO III
M EDIDAS REALES
097. M e d i d sa c ua t e l ar e s : Ext i n c i ón e n c as o d e p r e s c r i p c i ón
d e l a ac c i nó p e n al
Al dictarse sentencia que declara extinguida la acción penal
por prescripción a favor de los imputados (sea por prescripción
o sea por absolución, su efecto es de extinguir el proceso), sin
que haya sido posible ampararse el derecho de los agraviados,
las medidas cautelares (entre ellas la ministración provisional),
se cancelan de pleno derecho, de conformidad al artículo 630
del Código Procesal Civil.
S S. . V IDAL M O RALES
GO NZ ALES H ERRERA
GÓ M EZ M ARCH IS IO
Re s ol u c i ón Nº 730
Exp e d i e n t e Nº 1095- 19
Re f . N º 896- 204
M a t e r i a : C/ P a t r i m o n i o - U s u r p a c i ó n Ag r a v a d a ( M i n i s t r a c i ó n P r o v i s i o n a l )
Lima, 15 de julio de 2010.
39
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
394
M EDIDAS REALES
(1) Artículo 630 del CPC.- Cancelación de la medida: “Si la sentencia en primera instancia declara
infundada la demanda, la medida cautelar queda cancelada, aunque aquella hubiere sido im-
pugnada. Sin embargo, a pedido del solicitante el Juez podrá mantener la vigencia de la medida
hasta su revisión por la instancia superior, siempre que se ofrezca contracautela de naturaleza
real o fianza solidaria”.
395
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
396
M EDIDAS REALES
098. Em b ra go: Re c u r s o d e r e vi s i ón n o i m p i d e e j e c u c i ón
f or z da a d e r e p ra ca i ón c i vi l
Si bien el agente señala que se emitió sentencia con documen-
tación fraudulenta y hechos falsos, por lo que habría inter-
puesto la revisión del proceso, encontrándose aún pendiente
el pronunciamiento de la Corte Suprema; sin embargo, con
estos fundamentos se pretende cuestionar la responsabilidad
del encausado, situación que de ampararse se estaría atentando
contra la cosa juzgada. Por ello, se ordena que se lleve adelante
la ejecución forzada de la reparación civil fijada por la sen-
tencia ejecutoriada y en consecuencia se dispone el embargo
en forma de depósito con carácter de secuestro judicial de los
bienes del sentenciado.
S .S . P ARIO NA P AS T RANA
P LACENCIA RU B IÑ O S
EY Z AGU IRRE GÁ RAT E
Re s ol u c i ón Nº 254- 201
Exp e d i e n t e Nº 813 - 205 “A ”
Lima, 2 de noviembre de 2010
397
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
398
M EDIDAS REALES
09. Em b ar og d e r e m u n e r ac i on e s : P r oc e d e n c i a d e r e d u c -
c i ó n p or ca r e d i t ar s e i n gr e s os b aj so
Tomándose en consideración en la boleta de pago del senten-
ciado que su remuneración total es la de 996 nuevos soles,
que con los descuentos de ley se reduce a 649 nuevos soles
con un céntimo, exceptuando la suma de 220 nuevos soles
que no debe ser contada por cuanto constituye un descuento
por pensión alimenticia ordenado por sentencia, más no un
descuento por ley, esta última suma se estima por conveniente
reducirse a un monto ascendente a 167.20 con 20/100 nuevos
soles por un periodo de veinticinco meses, efectuándose así
una adecuada cuantificación a un monto proporcional a los
ingresos percibidos por el agente, para en cuyo valor recaiga el
monto a embargarse, sin que ello implique colocar en peligro
su subsistencia.
S S . P ARIO NA P AS T RANA
P LACENCIA RU B IÑ O S
EY Z AGU IRRE GÁ RAT E
Re s ol u c i ón Nº 246- 201
Exp e d i e n t e Nº 16052- 205- 1
Lima, 18 de octubre de 2010
39
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
ANT ECEDENT ES :
Es materia de grado en vía de ejecución de sentencia, la resolución que en
copias certificadas corre a folios ciento sesentiocho a ciento setenta, su fecha
dos de octubre del dos mil nueve, que decretó: procedente la solicitud de em-
bargo en forma de retención solicitada por Maricruz Rosalyn Vera Cuadros,
consecuentemente, trábese embargo en forma de retención, hasta por la suma de
cuatro mil ciento ochenta nuevos soles, correspondiente a la pensión de alimentos
devengados del periodo comprendido entre el veinticinco de abril del dos mil
tres al trece de diciembre del dos mil cuatro, retención que se efectuará mes a
mes por un monto ascendente a doscientos nueve nuevos soles por un lapso de
veinte meses sobre la remuneración mensual del demandado, monto adicional
a la pensión de alimentos ordenados por el juzgado correspondiente.
CO NS IDERADO S :
P RIM ERO .- Que, habiendo delimitado la venida de grado, nos remitire-
mos a los fundamentos del apelante, quien a folios ciento setentisiete a ciento
setentinueve, sostiene puntualmente que la recurrida adolece de serias deficien-
cias legales, habiéndose expedido en contra del ordenamiento jurídico, pues es
empleado de la empresa Negociación Pecuaria Santa Patricia S.A. desde enero
del dos mil cuatro hasta la actualidad, donde tiene un ingreso mensual bruto
de novecientos cuarentiuno nuevos soles, siendo un joven provinciano natural
de Cusco, con una madre en delicado estado de salud que depende económi-
camente de su persona y que al retenérsele la suma de doscientos nuevos soles
mensuales le quitan la posibilidad de ayudarle con los telegiros que como hijo
responsable le envía para su alimentación, vestimenta y salud; el cual de otro
lado, también le genera gastos en su caso por vivir en cuarto alquilado, donde
además de satisfacer sus necesidades básicas, tiene que pagar los servicios de
agua y luz, hechos que en sumo ocasionarían un grave perjuicio en su estado
de salud, por lo que solicita que la retención sea ascendente a la suma de ciento
cuatro nuevos soles, por un periodo de cuarenta meses.
S EGU NDO .- Que, de lo actuado se desprende, que el presente proceso se
encuentra en estado de ejecución de sentencia de fecha veintiséis de octubre del
dos mil siete, conforme es de verse a folios noventicinco a noventiocho, la que
quedó consentida mediante resolución corriente a folios ciento tres, su fecha
veintiséis de octubre del dos mil siete por no haber medio impugnatorio alguno
contra la referida sentencia, pronunciándose así por la condena de Juan Manuel
Blas Nina, por delito contra la Familia-Omisión de prestar asistencia alimenti-
cia, en perjuicio de Manuel Roberto Blas Vera, imponiéndole dos años de pena
privativa de libertad, suspendida por un periodo de prueba de un año, sujeto al
40
M EDIDAS REALES
(1) SAN MARTÍN CASTRO, César. Derecho Procesal Penal. Volumen II, Grijley, Lima - Perú, 1999.
(2) Expediente Nº 02951-2009-PHC/TC, caso Óscar Eliseo Medelius Rodríguez, referente al prin-
cipio de la cosa juzgada y la prohibición constitucional de revivir procesos fenecidos, que hace
mención los términos por los cuales debe ejecutarse la sentencia firme, f. 5.
401
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
una relación o situación jurídica respecto de la cual existe una sentencia firme,
derivada de un proceso; de modo tal, que para el caso que nos ocupa no existe
otra circunstancia más que cumplir cabalmente lo ordenado por la autoridad
competente en correspondencia además con otros derechos de igual importancia
protegidos constitucionalmente.
Q U INT O .- Que para resolver el caso en concreto, debemos tomar como
base lo establecido en el inciso sexto, párrafo segundo del artículo seiscientos
cuarentiocho del Código Procesal Civil, aplicable supletoriamente al caso, que
establece que son embargables las remuneraciones cuando no excedan de cinco
unidades de referencia procesal. El exceso es embargable hasta una tercera parte.
Cuando se trata de garantizar obligaciones alimentarías, el embargo procederá
hasta el sesenta por ciento del total de los ingresos, con la sola deducción de
los descuento establecidos por ley; que bajo dicha perspectiva, queda determi-
nado entonces que la remuneración puede ser objeto de embargo, por lo que
teniendo en cuenta que el sentenciado adeuda a la agraviada la suma de cuatro
mil ciento nuevos soles, por pensiones devengadas correspondiente al periodo
comprendido entre el veinticinco de abril del dos mil tres al trece de diciembre
del dos mil cuatro, la medida dispuesta por el juez resulta acertada, no obstante
lo que corresponde a este Colegiado determinar, estando a los argumentos de la
apelación efectuada por el recurrente, donde en concreto solicita la reducción
de la suma retenida por afectar sus derechos de subsistencia, es examinar si en
efecto el monto embargado en forma de retención se encuentra arreglado a ley.
S EX T O .- Que para tal efecto debe tomarse en consideración, la boleta de
pago del sentenciado Juan Manuel Blas Nina obrante a folios ciento setentiséis
correspondiente del primero al treinta de setiembre del dos mil nueve, de ella
se advierte que su remuneración total es la de novecientos noventiséis nuevos
soles, la cual con los descuentos de ley se reduce a seiscientos cuarentinueve
nuevos soles con un céntimo, [exceptuando la suma de doscientos veinte nuevos
soles que no debe ser contado por cuanto constituye un descuento por pensión
alimenticia ordenado por sentencia, más no un descuento por ley]; suma que
haciendo la deducción del caso, se estima por conveniente reducirla efectuando
una adecuada cuantificación a un monto proporcionalidad a los ingresos perci-
bidos por el apelante, para en cuyo valor recaer el monto a embargar, sin que
ello implique colocar en peligro su subsistencia; de manera que al tener como
postulado la prevalencia a un orden justo para expedir una resolución acorde a
las pretensiones postuladas por los justiciables, es que corresponde atender la
pretensión de la apelante.
402
M EDIDAS REALES
F ALLO RES O LU T IV O :
Por dichos fundamentos, CO NF IRM ARO N la resolución que en copias
certificadas corre a folios ciento sesentiocho a ciento setenta, su fecha dos de
octubre del dos mil nueve, que en el extremo que DECRET O : procedente la
solicitud de embargo en forma de retención solicitada por Maricruz Rosalyn Vera
Cuadros, consecuentemente, trabese embargo en forma de retención, hasta por
la suma de cuatro mil ciento ochenta nuevos soles, correspondiente a la pen-
sión de alimentos devengados del periodo comprendido entre el veinticinco de
abril del dos mil tres al trece de diciembre del dos mil cuatro, retención que se
efectuara en forma mensual; revocaron la misma, en cuanto DIS P O NE: Por un
monto ascendente a doscientos nueve nuevos soles por un lapso de veinte meses
sobre la remuneración mensual del demandado, monto adicional a la pensión de
alimentos ordenados por el juzgado correspondiente; y, REF O RM Á NDO LA:
retención por un monto ascendente a ciento sesentisiete con 20/100 nuevos
soles por un periodo de veinticinco meses, sobre la remuneración mensual del
demandado, monto adicional a la pensión de alimentos ordenados por el juzga-
do correspondiente; en el proceso en vía de ejecución de sentencia instaurado
en contra de Juan Manuel Blas Nina, por delito contara la Familia-Omisión de
prestar asistencia alimenticia, en perjuicio de Manuel Roberto Blas Vera; devol-
viendo los autos al Juzgado de origen para los fines pertinentes, notificándose.
403
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
S r a. G Ó M EZ M ARCH IS IO
Re s ol u c i ón Nº 142
Exp e d i e n t e Nº 52307- 208- 1
Re f . N º 106- 201- A
M at e r i a: C/ P at r i m on i o - U s u r p ac i ón ( M i n i s t r ac i ón P r ovi s i on al )
Lima, 27 de diciembre de 2010
40
M EDIDAS REALES
CO NS IDERANDO :
P RIM ERO .- Que, el apelante sostiene, que él no ha sido un simple trami-
tador que ofreció sus servicios a la agraviada, sino que ha convivido con ella
en el citado domicilio, sito en Av. Mariategui Nº 423 - Jesús María; aduciendo
que, ello se puede corroborar con las fotos de fojas 118/123, con los recibos de
dinero, con las postales y documentos dirigidos a la Clínica San Bernardo, de
fecha nueve de abril del dos mil uno, en que la agraviada, solicita comprobante
de “su esposo”, refiriéndose al recurrente; y que, de otro lado, se habría fraguado
la firma de la agraviada, ya que las firmas que aparecen en su preventiva, de
fojas 155/156, y en el documento de folios 160, son iguales; pero, no así, la que
aparece a folios 172.
S EGU NDO .- Que, la Ministración Provisional de un predio es una medida
dirigida al cese de una actividad ilícita, es decir, que debe de entenderse como
que se anticipa provisionalmente uno de los efectos de la sentencia en el supues-
to que esta sea de naturaleza condenatoria: la devolución del bien usurpado al
agraviado, en el caso concreto; por lo que su naturaleza jurídica es una medida
cautelar de no innovar [ante la inminencia de un perjuicio irreparable el juez
puede dictar una medida destinada a conservar la situación de hecho o derecho
existente antes de la perpetración del ilícito].
T ERCERO . - Que, en el supuesto fáctico de verificarse esta medida cautelar
de Ministración Provisional, como es el caso fáctico del presente proceso penal,
ello importa un aseguramiento del predio a disposición de los agraviados, ante
un supuesto expectaticio de una “sentencia condenatoria”.
CU ART O .- Lo glosado en el párrafo precedente, está así establecido en la
norma especifica de nuestro ordenamiento jurídico nacional, decreto Legislativo
trescientos doce, segundo párrafo de su artículo primero, cuando textualmente
dice; “(...) Si el juez instructor estima que hay motivo fundado para suponer
que se ha cometido el delito de usurpación, dentro del año anterior a la apertura
de instrucción, y siempre que el derecho del agraviado esté fehacientemente
acreditado, ordenará la desocupación en el término de veinticuatro horas, mi-
nistrando provisionalmente la posesión al agraviado(...)”; que, en ese sentido,
la Ministración Provisional del predio en litis, se realizó bajo el imperativo de
la norma descrita anteriormente; siendo preciso recalcar, que su imposición no
implica necesariamente un adelanto de criterio, por cuanto al ser un acto que
está sujeto a probanza sobre el fondo mismo de lo reclamado, puede ser objeto
de variación de acuerdo al resultado de la valoración de los medios probatorios
que se actúen.
405
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
406
M EDIDAS REALES
10. M i n i s t r ac i ón p r ovi s i on al : Im p r oc e d e n c i a p ro n o h ab e r
ap a r i e n c i a d e l d e r e c h o n i m ot i vo f u n d ad o p ra a
s u p on e r c om i s i ón d e u s u r p ca i nó
La ministración provisional como medida cautelar, tiene por
objeto la inmediata obtención al derecho que aparece presu-
miblemente vulnerado, a efectos de evitar que la alteración se
torne irreparable. Y si bien el agraviado, aisladamente y sin
otras actuaciones, ha indicado que se encontraba en posesión
del bien sublitis, no se advierte apariencia en el derecho invo-
cado ni motivo aparentemente fundado para suponer que se ha
cometido el delito de usurpación; por lo que se desestima por
ahora lo ministración provisional solicitada por inconcurren-
cia de los presupuestos exigidos por el artículo 1 del Decreto
Legislativo Nº 312.
S S. . P LACENCIA RU B IÑ O S
EY Z AGU IRRE GÁ RAT E
ALES S I JA NS S EN
Re s ol u c i ón Nº 254
Exp e d i e n t e Nº 574- 208- 1
Lima, 9 de setiembre de 2010
407
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
(1) Exp. Nº 6288-99-Lima, Ej, Sup, 20 abril 1998, en: ROJAS VARGAS, Fidel., Jurisprudencia
penal patrimonial, 1998-2000, Grijley, Lima, 2000, p. 415 (la negrita es nuestra).
408
M EDIDAS REALES
409
SEGUNDA PARTE
CRITERIOS RELEVANTES
DEL TRIBUNAL
CONSTITUCIONAL
2008-2011
CRIT ERIO S RELEV ANT ES DEL T RIB U NAL CO NS T IT U CIO NAL
102. De t e n c i ón p r e l i m i n ar p ol i c i al : S u p u e s t os d e
l e g i t i m i d ad
Sobre la detención personal el artículo 2, inciso 24), literal “f”,
de la Constitución prevé, taxativamente, la ocurrencia de dos
supuestos para que esta sea legítima: el mandato escrito y mo-
tivado del juez y el flagrante delito. Si se impugna la detención
porque presuntamente se ha efectuado sin que se presenten
ambos supuestos, se procederá a determinar si, en efecto, así ha
acontecido, a fin de verificar la posible vulneración del derecho
y disponer la excarcelación del recurrente o, de lo contrario,
desestimar la pretensión.
AS U NT O :
Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Nicolasa Andía
Zevallos contra la resolución de la Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia
de Apurímac, de fojas 88, su fecha 23 de mayo de 2008, que declara infundada
la demanda de autos.
ANT ECEDENT ES :
(...)
F U NDAM ENT O S :
1. El objeto de la demanda es que se disponga la excarcelación de la recurren-
te, quien habría sido arbitrariamente detenida en su domicilio por supuesto
delito de tráfico ilícito de drogas.
2. La libertad personal es un derecho subjetivo reconocido por el artículo 2,
inciso 24), de la Constitución Política del Perú, el artículo 9.1 del Pacto
413
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
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CRIT ERIO S RELEV ANT ES DEL T RIB U NAL CO NS T IT U CIO NAL
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
AS U NT O :
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Guillermo Augusto
Aguilar Velásquez, abogado defensor de don Henrry Heli Bustamante Campos,
contra la sentencia expedida por la Primera Sala Penal de la Corte Superior de
Justicia del Callao, de fojas 67, su fecha 30 de setiembre de 2009, que declaró
infundada la demanda de autos.
ANT ECEDENT ES :
(...)
F U NDAM ENT O S :
De l i m i t ac i ón d e l p e t i t or i o
1. El objeto de la demanda es que se ordene la inmediata libertad del favorecido
don Henrry Heli Bustamante Campos, toda vez que habría sido detenido sin
que exista mandato judicial o flagrancia delictiva, vulnerándose su derecho
a la libertad personal. Asimismo, el recurrente señala que, en su calidad de
416
CRIT ERIO S RELEV ANT ES DEL T RIB U NAL CO NS T IT U CIO NAL
417
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
se tiene que pudo entrevistarse recién a horas 01:00 a.m. del 13 de setiembre
de 2009 (fojas 8); de lo que se colige que a la fecha de la postulación de la
demanda (13 de setiembre de 2009, a horas 12:30 p.m.), la alegada violación
al derecho de defensa ya había cesado, por lo que carece de objeto emitir
pronunciamiento sobre el fondo del asunto, toda vez que la pretensión se
encuentra comprendida en la causal de improcedencia que establece el ar-
tículo 5, inciso 5 del Código Procesal Constitucional.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
H A RES U ELT O :
1. Declarar INF U NDADA la demanda al no haberse producido la violación
del derecho a la libertad personal.
2. Declarar IM P RO CEDENT E la demanda en los demás extremos.
Publíquese y notifíquese.
S .S .
M ES ÍA RAM ÍREZ
B EAU M O NT CALLIRGO S
ET O CRU Z
418
CRIT ERIO S RELEV ANT ES DEL T RIB U NAL CO NS T IT U CIO NAL
104. De t e n c i ón p r e l i m i n ra p ol i c i al : Ce s e d e ar b i t r ar i e d ad
al i n i c i ar s e e l p r oc e s o j u d i c i al p e n la
Carece de objeto emitir pronunciamiento al haber operado la
sustracción de la materia justiciable, ante el pedido de reposi-
ción del derecho a la libertad individual respecto a la supuesta
arbitrariedad que habría constituido la detención policial del
favorecido, lo que se ha tornado en irreparable en momento
posterior a la postulación de la demanda si a la fecha el actor
viene siendo instruido en la vía penal, en donde puede hacer
valer su derecho conforme a la ley, y en la que el juez de la
investigación preparatoria es competente para dictar la medida
de coerción de la libertad que corresponda, si fuera el caso.
419
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
420
CRIT ERIO S RELEV ANT ES DEL T RIB U NAL CO NS T IT U CIO NAL
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
1 0 5 . De t e n c i ó n p r e l i m i n a r p o l i c i a l : P l a z o m á x i m o a p l i c a b l e a
agente citado por caso de tráfico ilícito de drogas
Si bien una detención por la presunta comisión de delito de
tráfico ilícito de drogas faculta a poner al detenido a disposición
de las autoridades judiciales en un plazo máximo de 15 días,
si el agente tiene solo la calidad de citado por dicho delito, y
su detención se funda únicamente en una requisitoria judicial
por un proceso que se le sigue por el delito de robo agravado,
entonces debe de ser puesto a disposición del órgano jurisdic-
cional requirente en un plazo máximo de 24 horas.
AS U NT O :
Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Liliana Vanessa
Bustamante Díaz contra la sentencia de la Sala Constitucional de la Corte Su-
perior de Justicia de Lambayeque, de fojas 50, su fecha 20 de agosto de 2008,
que declaró improcedente la demanda de autos
ANT ECEDENT ES :
(...)
F U NDAM ENT O S :
1. La presente demanda de hábeas corpus tiene por objeto que la recurrente
sea puesta a disposición de las autoridades judiciales. A tal efecto, sostiene
la recurrente que a pesar de que ya ha transcurrido el plazo de detención de
24 horas previsto en la Constitución, desde que fue detenida por personal
policial, aún se encuentra privada de su libertad en la Comisaría del distrito
de José Leonardo Ortiz.
42
CRIT ERIO S RELEV ANT ES DEL T RIB U NAL CO NS T IT U CIO NAL
La d e t e n c i ón p r e l i m i n ar y e l d e r e c h o a s e r p u e s t o a d i s p os i c i ón d e au t or i -
d ad j u d i c i al
2. La Constitución reconoce dos modos de ejercer la detención preliminar por
parte de las fuerzas policiales, a saber: el delito flagrante y la orden judicial.
Así lo dispone el artículo 2.24,f de la Constitución, cuando señala que:
“Nadie puede ser detenido sino por mandamiento escrito y motivado
del juez o por las autoridades policiales en caso de flagrante delito”.
3. Sin embargo, el hecho de ser ejercida por autoridad competente y en virtud
de una orden judicial o en flagrancia delictiva no determina necesariamente
la legalidad o no arbitrariedad de la detención. Y es que hay una serie de
garantías ajenas al derecho a no ser detenido sino por delito flagrante u orden
judicial que asisten al detenido, en cuya ausencia la detención se convierte en
arbitraria. Uno de ellos es el derecho de ser puesto a disposición de autoridad
judicial al más breve plazo –derecho que motiva la presente sentencia– así
como los derechos a ser informado de los cargos imputados, el derecho a la
defensa letrada, el derecho a no ser obligado a declarar contra sí mismo, y
el derecho a no ser sometido a torturas ni tratos inhumanos, entre otros.
4. En el presente caso, se alega vulneración del derecho de ser puesto sin demora
a disposición del órgano jurisdiccional para que asuma jurisdicción. Tal de-
recho se encuentra reconocido en instrumentos internacionales de Derechos
Humanos. Así, el artículo 9, inciso 3, del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos establece que: “Toda persona detenida o presa a causa de
una infracción penal será llevada sin demora ante un juez u otro funcionario
autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales [...]”. Asimismo, la
Convención Americana sobre Derechos Humanos en su artículo 7, inciso
5, establece que: “Toda persona detenida o retenida debe ser llevada, sin
demora, ante un juez u otro funcionario autorizado por la ley para ejercer
funciones judiciales [...]”. Asimismo, la propia Constitución establece de
manera expresa que, conforme al artículo 2, inciso 24, el detenido debe ser
puesto a disposición del juzgado correspondiente, dentro de las veinticuatro
horas o en el término de la distancia, con excepción de los casos de terro-
rismo, espionaje y tráfico ilícito de drogas, en cuyo caso el plazo máximo
será de quince días naturales.
An ál i s i s d e l c as o
5. Se advierte del acta de verificación y constatación de fojas 9 que con fecha
18 de julio de 2008, la recurrente continuaba detenida en la Comisaría del
distrito de José Leonardo Ortiz, a pesar de que la detención se había producido
423
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
42
CRIT ERIO S RELEV ANT ES DEL T RIB U NAL CO NS T IT U CIO NAL
H A RES U ELT O :
1. Declarar F U NDADA la demanda de hábeas corpus.
2. Disponer –en caso de que aún no se hubiera hecho efectivo– que la recurrente
sea puesta a disposición del Juzgado Penal que giró las requisitorias vigentes
en su contra.
3. Remitir copias de lo actuado y de la presente sentencia al Ministerio Público
y a la Inspectoría General de la PNP.
Publíquese y notifíquese.
S .S .
M ES ÍA RAM ÍREZ
B EAU M O NT CALLIRGO S
Á LV AREZ M IRANDA
425
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
1 0 6 . De t e n c i ó n p r e l i m i n a r p o l i c i a l : P o s i b i l i d a d d e a m p l i a c i ó n
en casos de urgencia y peligro y de no mediar flagrancia
La Ley N° 27934, en su artículo 2, establece que en los casos de
urgencia y peligro en la demora, y a fin de evitar perturbación en
la investigación o sustracción de la persecución penal, antes de
iniciarse formalmente la investigación, de oficio o a pedido de la
Policía, el Fiscal podrá solicitar al Juez Penal de Turno que dicte
por escrito y en forma motivada, la detención preliminar hasta
por veinticuatro (24) horas, teniendo a la vista las actuaciones
remitidas por él cuando no se da el supuesto de flagrancia.
V IS T O
El recurso de agravio constitucional interpuesto por Oswaldo L. Panez Rojas
contra la resolución expedida por la Primera Sala Penal de la Corte Superior
de Justicia de Junín, de fojas 191, su fecha 10 de julio de 2009, que declaró
improcedente la demanda de autos; y,
AT ENDIENDO A:
1. Que con fecha 30 de abril de 2009, el recurrente interpone demanda de
hábeas corpus a favor de Edilberto Vicente Lazo Muñoz, y la dirige contra
el Fiscal Provincial de la Cuarta Fiscalía Penal de Huancayo, don Marco
Antonio Gutiérrez Quintana; la Fiscal Provincial de la Primera Fiscalía Penal
de La Merced, doña Carmen Sarmiento Reymundo; el Mayor de la Policía
Nacional del Perú, don Manuel L. Minaya Vera; el Presidente de la Junta de
Fiscales de Junín, don Francisco Pariona Aliaga; y contra el Juez Suplente
del Cuarto Juzgado Penal, don Omar A. Sedano, por haber dispuesto la
detención preliminar del favorecido imputándosele estar involucrado en un
hecho de falsificación de documentos. Alega que es insuficiente la solicitud
del representante del Ministerio Público a fin de que dicte la detención pre-
liminar, al no estar prevista por la Ley Orgánica del Ministerio Público y al
no encontrarse en el supuesto señalado en el artículo 2 de la Ley 27934.
426
CRIT ERIO S RELEV ANT ES DEL T RIB U NAL CO NS T IT U CIO NAL
(...)
3. Que la Ley 27934, en su artículo 2, establece que en los casos de urgencia
y peligro en la demora, y a fin de evitar perturbación en la investigación
o sustracción de la persecución penal, antes de iniciarse formalmente la
investigación, de oficio o a pedido de la Policía, el Fiscal podrá solicitar al
Juez Penal de Turno que dicte por escrito y en forma motivada, la detención
preliminar hasta por veinticuatro (24) horas, teniendo a la vista las actuaciones
remitidas por él cuando no se da el supuesto de flagrancia.
4. Que, respecto a la supuesta afectación de los derechos invocados por parte
de los fiscales emplazados, cabe enfatizar que en reiterada jurisprudencia
este Tribunal ha señalado que las actuaciones del Ministerio Público son
postulatorias y en ningún caso decisorias sobre lo que la judicatura resuelva
(Cfr. STC 3960-2005-PHC/TC y STC 05570-2007-PHC/TC, entre otras).
Por lo que lo que es de aplicación, en ese extremo, el artículo 5, inciso 1,
del Código Procesal Constitucional, en cuanto señala que: “(...) no proceden
los procesos constitucionales cuando: 1) los hechos y el petitorio de la de-
manda no están referidos en forma directa al contenido constitucionalmente
protegido del derecho invocado”.
5. Que por otro lado se cuestiona también la resolución de fecha 28 de abril de
2009, por la que el juez del Cuarto Juzgado Penal de la Corte Superior de
Junín declaró procedente la detención preliminar (fojas 46). De la revisión de
autos se advierte que la impugnada es una resolución que no fue cuestionada
por medio impugnatorio; al respecto el Código Procesal Constitucional, en su
artículo 4, segundo párrafo, prevé la revisión de una resolución judicial vía
proceso de hábeas corpus siempre que se cumpla con ciertos presupuestos
vinculados a la libertad de la persona humana. Así, taxativamente precisa
que: “El hábeas corpus procede cuando una resolución judicial firme vulnera
en forma manifiesta la libertad individual y la tutela procesal efectiva”. Por
tanto, el hábeas corpus es improcedente (rechazo liminar) cuando la resolu-
ción judicial no es firme.
Por estas consideraciones, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que
le confiere la Constitución Política del Perú
RES U ELV E:
Declarar IM P RO CEDENT E la demanda de hábeas corpus de autos.
Publíquese y notifíquese.
S .S .
M ES ÍA RAM ÍREZ
B EAU M O NT CALLIRGO S
ET O CRU Z
427
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
107. De t e n c i ón p r e l i m i n ar p ol i c i al : P l az o m áxi m o d e r e t e n -
ción de sospechoso por falta de identificación
En aplicación del artículo 205, numeral 4, del Código Procesal,
en caso de que no sea posible la exhibición del documento de
identidad, según la gravedad del hecho investigado o del ámbito
de la operación policial practicada, se conducirá al intervenido
a la dependencia policial más cercana para exclusivos fines de
identificación, pudiéndose tomar las huellas digitales del in-
tervenido y constatar si registra alguna requisitoria. Pero este
procedimiento, contado desde el momento de la intervención
policial, no puede exceder de cuatro horas. Luego, habiéndose
detenido al agente del presente caso –por su actitud sospecha y
carecer de documentación– por más de cuatro horas, es fundado
el hábeas corpus planteado.
AS U NT O :
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Mauro Betancurt
Palomino contra la resolución expedida por la Sala Mixta y de Apelaciones de
la Corte Superior de Justicia de Madre de Dios, de fojas 201, su fecha 21 de
abril de 2010, que declara improcedente la demanda de autos.
ANT ECEDENT ES :
(...)
F U NDAM ENT O S :
1. La presente demanda tiene por objeto que se ordene la inmediata libertad
del demandante por cuanto este habría sido detenido en forma arbitraria.
428
CRIT ERIO S RELEV ANT ES DEL T RIB U NAL CO NS T IT U CIO NAL
2. Antes de ingresar al fondo del asunto, es necesario señalar que del estudio
de autos se advierte que en el Acta de Constatación de fecha 22 de marzo
de 2010, obrante a fojas 6, el juez de hábeas corpus en primera instancia
ordenó la inmediata libertad del beneficiario, por lo que la detención del
favorecido cesó en sus efectos. Sin embargo, cabe precisar que el referido
cese del acto cuestionado no determina la sustracción de la materia, toda
vez que el mismo no fue realizado por decisión de los emplazados, sino del
órgano jurisdiccional que conoció el hábeas corpus en primera instancia.
En ese sentido, a pesar de haber cesado el acto cuestionado en el presente
proceso constitucional, este Colegiado es competente para pronunciarse
sobre el fondo de la controversia.
(…)
4. El artículo 205, numeral 4, del nuevo Código Procesal Penal señala que en
caso de que no sea posible la exhibición del documento de identidad, según
la gravedad del hecho investigado o del ámbito de la operación policial
practicada, se conducirá al intervenido a la dependencia policial más cercana
para exclusivos fines de identificación. Se podrá tomar las huellas digitales
del intervenido y constatar si registra alguna requisitoria. Este procedimiento,
contado desde el momento de la intervención policial, no puede exceder de
cuatro horas, luego de las cuales se le permitirá retirarse.
5. En el caso de autos, se observa que la detención estuvo sustentada en la
intervención que se hace al beneficiario el 22 de marzo del 2010 a las 2 de
la mañana en circunstancias en que se encontraba en una reunión en el local
denominado La Choza, en actitud sospechosa, desde donde fue trasladado
hasta la DIVINCRI, para ser identificado de posibles antecedentes policiales
o judiciales, lo que es corroborado con el acta de intervención de fojas 5.
Asimismo, se constata que el beneficiario no contaba con su documento de
identidad, según acta de constatación de fojas 6. Por otro lado, se tiene que
la diligencia de constatación se realizó a las 7.30 de la mañana y que las
diligencias para la identificación de la persona que asaltó a mano armada y
agredió al propietario del centro comercial, donde el beneficiario tuvo que
estar presente, se llevaron a cabo a las 7.35 de la mañana del día 22 de marzo
del 2010 (f.40); esto es, después de más de 4 horas de su intervención. En
la misma acta de constatación (f.6) se consigna que, según la manifestación
del abogado del beneficiario, este estuvo enmarrocado, para lo cual muestra
fotografías tomadas desde su celular y que figuran a fojas 224, 225 y 226 de
autos.
429
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
430
CRIT ERIO S RELEV ANT ES DEL T RIB U NAL CO NS T IT U CIO NAL
108. De t e n c i ón p r e l i m i n ar p ol i c i al : F or m a d e d e t e n c i ón d e
p e r s on a r e q u i s i t or i ad a
El agente fue detenido de manera arbitraria por efectivos de la
Policía Judicial de Requisitorias, incumpliéndose el artículo
4 de la Ley N° 27411, que establece que para la detención de
una persona requisitoriada la Policía Nacional deberá identi-
ficarla fehacientemente y verificar los datos de identidad y, de
ser factible, acompañar una fotografía, vulnerándose así su
derecho constitucional a la libertad individual.
( .)
AS U NT O :
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Hugo Benito Quispe
Vilca contra la sentencia de vista expedida por la Quinta Sala Especializada en
lo Penal de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, de fojas 123, su fecha 4
de abril de 2007, que declara infundada la demanda de autos.
ANT ECEDENT ES :
(...)
F U NDAM ENT O S :
(...)
3. En el presente caso, habiendo sido declarada fundada la demanda en doble
instancia en contra de los efectivos de la Policía Nacional del Perú, don Juan
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José Bedoya Cuba, don Martín Francisco Huamaní Delgado y don William
Lazo Arguellas, este Colegiado solo procederá a pronunciarse sobre el ex-
tremo de la demanda referido al Capitán de la Policía Nacional del Perú,
don Ernesto Ballón Allasi.
4. De la lectura de las instrumentales glosadas en autos, advierto que el bene-
ficiario fue detenido de manera arbitraria por efectivos de la Policía Judicial
de Requisitorias, incumpliéndose el artículo 4 de la Ley 27411, que estable-
ce que para la detención de una persona requisitoriada la Policía Nacional
deberá identificarla fehacientemente y verificar los datos de identidad y, de
ser factible, acompañar una fotografía, vulnerándose así su derecho consti-
tucional a la libertad individual.
5. Si bien puede afirmarse que no existe dolo en los hechos ocurridos, resulta por
demás cuestionable la conducta omisiva y evasiva del Capitán de la Policía
Nacional del Perú, don Ernesto Ballón Allasi, al haber permitido que personal
bajo su mando realice una detención, incumpliéndose el procedimiento para
el caso de las detenciones de personas requisitoriadas. Igualmente considero
que el demandado haya emitido el Informe Nº 14, a fojas 23, en donde señala
que el demandante “solamente registraba impedimento de salida del país”, en
mérito al Oficio Nº 8550, para posteriormente culminar su informe tratando de
ocultar la detención arbitraria de la que fue víctima el demandante, al afirmar
que “La persona de Quispe Vilca Hugo Benito, no se encontraba detenido,
ni figura en los libros de registro ni menos se le ha otorgado notificación de
detención alguna”; lo que en realidad corrobora la detención arbitraria del
recurrente, más aún cuando del Acta de Constatación, obrante en autos, a fojas
4, se colige que fue el a quo constituido en el lugar de la detención arbitraria,
el que dispuso la inmediata libertad del beneficiario.
6. De lo expuesto se colige que ha operado la sustracción de la materia del
hecho controvertido, al haber cesado la presunta agresión que sustenta la
demanda, conforme a lo establecido en el artículo 1 del Código Procesal
Constitucional. Por ello la demanda de autos debe desestimarse.
7. De acuerdo a lo prescrito por el artículo 9 del Código Procesal Constitucio-
nal, en los procesos constitucionales no existe etapa probatoria, no obstante,
teniendo en cuenta la conducta asumida por el Capitán de la Policía Nacional
del Perú, don Ernesto Ballón Allasi, en aras de una justa administración de
justicia, considero pertinente que se ponga los hechos en conocimiento de la
Inspectoría General de la Policía Nacional del Perú, para que, de conformidad
con las atribuciones conferidas por la Ley Nº 28338, proceda a investigar
la conducta del demandado.
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109. De t e n c i ón p ol i c i al p r e l i m i n ra : In e xi s t e n c i a d e u r ge n -
c iae n lap os e s i ón c on t i n u da a d e e l e m e n t os i l í c i t os
A efectos de validar la supuesta flagrancia no se manifestó la
cuestión de la urgencia que haga viable por necesaria la inter-
vención de la fuerza pública, pues el carácter permanente de
la posesión de elementos ilícitos no justifica per se el ingreso
al domicilio de la persona; y es que la posesión continuada no
configura el supuesto de extrema urgencia, que bajo la ins-
titución de la flagrancia delictiva pueda habilitar a la fuerza
pública a intervenir al margen de la autoridad judicial.
V IS T O :
El recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Luz Emérita Sán-
chez Chávez a favor propio y de don Teófilo Juárez Marín, contra la sentencia
de la Segunda Sala Especializada en lo Penal de la Corte Superior de Justicia
de Cajamarca, de fojas 93, su fecha 3 de julio de 2009, que declaró infundada
la demanda de autos; y,
AT ENDIENDO A:
Los an t e c e d e n t e s
(...)
Del supuesto de la flagrancia delictiva al interior del domicilio como presu-
p u e s t o vál i d o p ar a s u i n t r om i s i ón p or p ar t e d e l a f u e r z a p ú b l i c a
15. Que el dispositivo de la Norma Fundamental que tutela el derecho a la
inviolabilidad del domicilio a su vez señala los supuestos de excepción a
la autorización de ingreso o registro del domicilio, precisando que cabe su
intervención en caso de “(...) flagrante delito o muy grave peligro de su
perpetración. Las excepciones por motivos de sanidad o de grave riesgo son
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1 1 0 . Ap l i c a c i ó n d e m e d i d a s c o e r c i t i v a s : F a l t a d e v u l n e r a c i ó n
c o n s titu c io n a l e n c a s o n o s e r e s tr in ja la lib e r ta d p e r s o n a l
Si bien el agente alega que no contó con abogado defensor en la
celebración y desarrollo de la audiencia de aplicación del prin-
cipio de oportunidad, contra aquel se iniciaron diligencias preli-
minares en sede fiscal y no se ha acreditado que posteriormente
el juez de la investigación preparatoria haya dictado –a solicitud
del fiscal– mandato de detención preliminar o prisión preventiva
que restrinja su libertad personal, conforme a los artículos 261 y
268 del Nuevo Código Procesal Penal, respectivamente, o en todo
caso, comparecencia restrictiva; por consiguiente, la reclamación
no está referida al contenido constitucionalmente protegido del
derecho tutelado por el hábeas corpus.
V IS T O :
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Juan Junior Rojas
Ruidías y doña Vilma Gladys Ruidías Córdova de Rojas contra la resolución de
la Sala Especializada en Derecho Constitucional de la Corte Superior de Justicia
de Lambayeque, de fojas 179, su fecha 22 de setiembre de 2009, que declaró
improcedente la demanda de autos; y,
AT ENDIENDO A:
1. Que con fecha 10 de agosto de 2009, los recurrentes interponen demanda
de hábeas corpus y la dirigen contra el Juez del Juzgado de la Investigación
Preparatoria de Chiclayo, don Wilson Medina Medina, y contra la Fiscal
Adjunta Provincial Penal de la Segunda Fiscalía Provincial Corporativa de
Chiclayo, doña Rocío Medina Cisneros, por la vulneración de su derecho
constitucional al debido proceso, más específicamente de su derecho de
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1 1 1 . Ap l i c ca i ón d e m e d i d sa c oe r c i t i vas : Ne c e s i d da d e
c on e xi nó c on l i b e r t ad i n d i vi d u la p ar a na la i z ar to r os
d e r e c h so ví a h bá e as c or p u s
Si bien dentro de un proceso constitucional de la libertad como
es el hábeas corpus el Tribunal Constitucional puede pronun-
ciarse sobre la eventual vulneración de los derechos al debido
proceso, a la defensa y al secreto de las comunicaciones; ello
ha de ser posible siempre que exista conexión entre estos de-
rechos y el derecho fundamental a la libertad individual, o lo
que es lo mismo, que la afectación del derecho constitucional
conexo incida también negativamente en la libertad individual.
V IS T O :
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Enrique Napa
Chumbiauca, abogado defensor de don Fernando Zevallos Gonzales, contra la
sentencia expedida por la Segunda Sala Penal para Procesos con Reos en Cárcel
de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 792, su fecha 16 de mayo de
2007, que declara infundada la demanda de autos; y,
AT ENDIENDO A:
1. Que con fecha 26 de enero de 2007 el recurrente interpone demanda de há-
beas corpus contra el fiscal de la Primera Fiscalía Provincial Especializada
en Delito de Tráfico Ilícito de Drogas, don Iván Leudicio Quispe Mansilla,
con el objeto de que se declare: i) nula la investigación preliminar iniciada
en su contra por el presunto delito de lavado de activos; ii) nulos y sin valor
probatorio las actas de las visualizaciones de los soportes informáticos y
los correos electrónicos obtenidos ilegalmente; y, iii) nula la denuncia for-
malizada con fecha el 22 de diciembre de 2006. Aduce la vulneración de su
derecho constitucional al debido proceso, más concretamente del derecho
de defensa, así como del derecho al secreto de las comunicaciones.
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Refiere que pese a que la fiscal Luz Hortensia Loayza Suárez fue removida
en el cargo, continuó realizando actos de investigación en su contra entre
el 28 de marzo y el 2 de junio de 2006, tales como la ejecución de medidas
limitativas de derechos, actuaciones de diligencias policiales, etc., siendo
estos nulos de pleno derecho por cuanto la mencionada fiscal carecía de
competencia; que no obstante ello el fiscal emplazado ha permitido dicha
actuación ilegal, pues no ha tomado ninguna decisión respecto a tales diligen-
cias, pruebas e indicios, validándolos al formalizar la denuncia cuestionada,
todo ello con la finalidad de perjudicar sus derechos constitucionales y poner
en riesgo inminente su libertad personal. Agrega que no se le notificó de
manera oportuna los cargos imputados, que no se le permitió la lectura de
los actuados a su abogado defensor y que no fueron atendidos los pedidos
que presentó tanto al equipo especial de investigación como a la Fiscalía a
cargo del fiscal emplazado. Señala finalmente que la denuncia cuestionada
se sustenta en numerosos correos electrónicos que han sido recogidos de su
laptop y de un CPU que fueron incautados en el momento de su detención,
el 19 de noviembre de 2005, por existir una resolución judicial que ordenaba
su detención preliminar, lo que resulta ilegal, ya que dicho mandado judicial
no disponía la incautación de la laptop y del CPU, ni mucho menos el acceso
a la información, sino solamente su detención.
2. Que la Carta Política de 1993 (artículo 200, inciso 1) acogiendo una con-
cepción amplia del proceso de hábeas corpus ha previsto que este proceso
constitucional de la libertad procede ante el hecho u omisión, por parte de
cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza la liber-
tad individual o los derechos constitucionales conexos a ella. A su vez el
Código Procesal Constitucional en el artículo 25, in fine, establece que el
hábeas corpus también procede en defensa de los derechos constitucionales
conexos con la libertad, especialmente cuando se trata del debido proceso
y la inviolabilidad de domicilio.
3. Que no obstante ello no cualquier reclamo que alegue a priori afectación de
los derechos conexos a la libertad individual puede franquear la procedibili-
dad de una demanda de hábeas corpus, pues para ello se requiere prima facie
que se cumpla con el requisito de la conexidad. Este requisito comporta que
el reclamo alegado esté siempre vinculado a la libertad individual, de suerte
que los actos que se aduzcan como atentatorios de los derechos constitucio-
nales conexos resulten también lesivos del derecho a la libertad individual.
O dicho de otra manera, para que la alegada amenaza o vulneración de los
denominados derechos constitucionales conexos se tutele mediante el proceso
de hábeas corpus estas deben redundar en una amenaza o afectación de la
libertad individual.
4
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1 12. Ap l i c ca i ón d e m e d i d sa c oe r c i t i vas : Di s t i n c i ón c on e l
a u t o ap e r t or i o d e i n s t r u c c i nó
No vulnera la Constitución el auto que abre instrucción, pues
este no incide en forma directa en el derecho a la libertad per-
sonal y en tal sentido no puede ser conocido a través del hábeas
corpus. En efecto, el auto de apertura de instrucción, en puridad,
es autónomo de la resolución contenida en su texto que decreta
la medida cautelar de carácter personal, pues es evidente que
ambos institutos jurídicos (el auto que abre la instrucción y la
resolución que impone la medida restrictiva de la libertad) son
distintos en su naturaleza, en los bienes jurídicos que pretenden
asegurar, en sus efectos jurídicos, en la finalidad procesal que
persiguen y en los presupuestos legales que los sustentan.
V IS T O :
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Julio César Carvajal
Cayllahua contra la sentencia de la Cuarta Sala Especializada en lo Penal para
Procesos con Reos Cárcel de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 258,
su fecha 13 de junio de 2008, que declaró infundada la demanda de autos; y,
AT ENDIENDO A:
(...)
2. Que en cuanto al primer extremo, la demanda tiene por objeto que se declare
la nulidad respecto al recurrente del auto que abre instrucción en su contra,
aduciéndose con tal propósito una supuesta afectación a los derechos de
defensa y al debido proceso.
(...)
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1 13. De t e n c i ón p r e ve n t i va: P os i b i l i d ad d e s u c on t r ol
c o n s t i t u c i on la
La justicia constitucional se encuentra habilitada para verificar
si los presupuestos legales de la detención preventiva judicial
concurren de manera simultánea y que su imposición sea acor-
de a los fines y al carácter subsidiario y proporcional de dicha
institución, fundamentación que debe encontrarse motivada
en la resolución judicial que lo decreta.
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AS U NT O :
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Jacson Vásquez Ruiz
contra la sentencia expedida por la Segunda Sala Mixta Descentralizada de la
Corte Superior de Justicia de San Martín, de fojas 154, su fecha que declaró
improcedente la demanda de autos.
ANT ECEDENT ES :
(...)
F U NDAM ENT O S :
453
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1 1 5 . De t e n c i ó n p r e v e n t i v a : Im p r o c e d e n c i a d e s u c u e s t i o n a -
miento constitucional en caso de falta de firmeza
La demanda de hábeas corpus deviene en improcedente en el
extremo referido al cuestionamiento del mandato de detención
contenido en el auto de apertura de instrucción ampliatorio, si
no se ha acreditado que dicho mandato haya sido cuestionado
al interior del proceso penal, careciendo del carácter firme
exigido como requisito esencial de procedencia por el artículo
4 del Código Procesal Constitucional.
AS U NT O :
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Luis Fernando Iberico
Castañeda contra la sentencia de la Primera Sala Penal para Procesos con Reos
Libres, de fojas 311, su fecha 12 de mayo de 2008, que declara infundada la
demanda de hábeas corpus de autos.
ANT ECEDENT ES :
(...)
F U NDAM ENT O S :
De l i m i t ac i ón d e l p e t i t or i o
1. La presente demanda tiene por objeto que se declare la nulidad del auto de
apertura de instrucción ampliatorio, de fecha 7 de diciembre de 2007, expe-
dido por el Quincuagésimo Segundo Juzgado Penal de Lima, en virtud del
cual se abre proceso penal en contra del favorecido por la presunta comisión
del delito de lavado de activos provenientes del delito de tráfico ilícito de
drogas (forma agravada) y se dicta mandato de detención en su contra.
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Cu e s t i ó n p r e v i a : Im p r o c e d e n c i a d e l c u e s t i o n a m i e n t o a l m a n d a t o d e
d e t e n c i ón
2. El Tribunal Constitucional, en reiterada jurisprudencia, como es el caso de
la STC Nº 08125-2005-PHC, ha sostenido que es posible que, por medio del
proceso constitucional de hábeas corpus, se cuestione un auto de apertura
de instrucción en caso este vulnere o amenace el derecho constitucional a la
libertad individual o algún derecho conexo al mismo, a pesar de lo estable-
cido en el artículo 4 del Código Procesal Constitucional, por cuanto dicha
resolución judicial no es susceptible de ser recurrida al interior del proceso
penal. No obstante, de conformidad con el artículo 138 del Código Proce-
sal Penal (Decreto Legislativo Nº 638), sí es posible interponer un recurso
de apelación en contra de un auto de apertura de instrucción en el extremo
referido al mandato de detención.
3. En consecuencia, conviene precisar la línea jurisprudencial a la que se hizo
referencia en el fundamento anterior, respecto de la aplicación del artículo 4
del Código Procesal Constitucional con relación al auto de apertura de ins-
trucción, señalando que, en tanto que es un requisito de procedencia para la
interposición de una demanda de hábeas corpus contra una resolución judicial
el que esta ostente carácter firme, es decir, que ya no pueda ser cuestionada
al interior del proceso en el que fue dictada; el extremo del auto de apertura
de instrucción referido al mandato de detención, habida cuenta de que es
susceptible de ser impugnado, habrá de ser rechazado si es que no ostenta
firmeza.
4. Por tanto, en el caso de autos, la demanda deviene en improcedente en el
extremo referido al cuestionamiento del mandato de detención contenido
en el auto de apertura de instrucción ampliatorio, toda vez que no se ha
acreditado que dicho mandato haya sido cuestionado al interior del proceso
penal, careciendo del carácter firme exigido como requisito esencial de
procedencia por el artículo 4 del Código Procesal Constitucional. Entonces,
este Tribunal pasará a pronunciarse respecto al fondo del resto del contenido
de la demanda.
An ál i s i s d e l ac t o l e s i vo m a t e r i a d e c on t r o ve r s i a c on s t i t u c i on al
(...)
11. Por lo tanto, la demanda debe ser desestimada en este extremo por cuanto
se observa que el cuestionado auto de apertura de instrucción ampliatorio
no vulnera los derechos constitucionales invocados por el demandante
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puesto que señala los hechos cometidos que sustentarían el delito imputado,
habiendo además subsumido los mismos en un tipo penal específico.
(...)
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
H A RES U ELT O :
1. Declarar INFUNDADA la demanda respecto del extremo en el que se cues-
tiona el auto de apertura de instrucción.
2. Declarar IMPROCEDENTE la demanda en el extremo referido al mandato
de detención.
Publíquese y notifíquese.
S S. .
LANDA ARRO Y O
CALLE H AY EN
Á LV AREZ M IRANDA
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1 16. De t e n c i ón p r e ve n t i va: P os i b i l i d ad d e ad q u i s i c i ón d e
firmeza durante el proceso constitucional
Si bien se advierte que a la fecha de la interposición de la
demanda de hábeas corpus la resolución judicial cuestionada
no revestía la firmeza exigida por el artículo 4 del Código Pro-
cesal Constitucional (lo que ameritaba que la pretensión sea
declarada improcedente), en el transcurso del presente proceso
constitucional se ha cumplido con dicho requisito, por lo que
este Tribunal Constitucional se encuentra habilitado para
emitir pronunciamiento de fondo.
AS U NT O :
Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Carmen Rosario
Morón Centeno a favor de don René Navarro Dosantos contra la resolución
expedida por la Primera Sala Penal de la Corte Superior de Justicia de Loreto,
de fojas 333, su fecha 22 de enero de 2008, que declara infundada la demanda
de autos.
ANT ECEDENT ES :
(...)
F U NDAM ENT O S :
1. El demandante alega la vulneración de los derechos a la debida motivación
de las resoluciones judiciales, a la defensa y al debido proceso del benefi-
ciario, en conexión con su libertad individual, debido a que: a) no habría
sido notificado con la denuncia fiscal Nº 048, 049, 068 y 144-2007-FPM-
LN-MP-FN; y b) no se ha motivado debidamente el mandato de detención
dictado en el proceso penal Nº 2007-118 (que se le sigue al favorecido por la
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1 17. De t e n c i ón p r e ve n t i va: No n e c e s i d ad d e p r e vi a
a c u s ac i ón
La Constitución posibilita que el derecho a la libertad personal
de los ciudadanos pueda ser restringido por el órgano jurisdic-
cional, con la única exigencia de que dicha detención encuentre
sustento en una resolución escrita y motivada. De ello se infiere
que la decisión sobre la imposición de un mandato de deten-
ción corresponde al órgano jurisdiccional, el cual, atendiendo
a los hechos acaecidos en el caso concreto, determinará si es
necesario limitar de manera severa el derecho a la libertad del
imputado, lo que no implica que previamente haya tenido que
dictarse la acusación, pudiendo emitirse mandato de detención
judicial durante la instrucción, o inclusive antes del inicio del
proceso penal, conforme a la Ley Nº 27379.
AS U NT O :
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Agapito Galicia Fer-
nández contra la resolución de fojas 159, su fecha 5 de junio de 2007, expedida
por la Cuarta Sala Penal para Procesos con Reos en Cárcel de la Corte Superior
de Justicia de Lima, que declara improcedente la demanda de autos.
ANT ECEDENT ES :
(...)
F U NDAM ENT O S :
1. El demandante afirma que las órdenes de captura emitidas por el Noveno
Juzgado Penal de Lima (en el marco del proceso penal Nº 445-2002), sin que
exista previamente un dictamen acusatorio por parte del Ministerio Público,
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AS U NT O :
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Luis Jorge Infante
Noe, a favor de doña Santos Seferina Enrique Blas, contra la resolución expedida
por la Sala Penal Liquidadora de la Corte Superior de Justicia de Piura, de fojas
87, su fecha 3 de setiembre de 2009, que declaró infundada la demanda de autos.
ANT ECEDENT ES :
(...)
F U NDAM ENT O S :
1. El objeto de la presente demanda de hábeas corpus es cuestionar la Resolución
de vista de fecha 16 de julio de 2009, que dispuso revocar la resolución de
fecha 15 de enero de 2009, que, reformándola, declaró fundada la solicitud de
detención preliminar contra la favorecida incoada por el Ministerio Público
en el proceso que se le sigue por el delito de tráfico ilícito de drogas.
(...)
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Exi eg n c i a d e u n a e s p e c i al m ot i vac i ón d e l a r e s ol u c i ón j u d i c i al q u e d e c r e t a
e l m na d at o d e d e t e n c i ón j u d i c i al p r e ve n t i va
5. La necesidad de que las resoluciones judiciales sean motivadas es un princi-
pio que informa el ejercicio de la función jurisdiccional y, al mismo tiempo,
un derecho constitucional de los justiciables. Mediante ella, por un lado, se
garantiza que la administración de justicia se lleve a cabo de conformidad
con la Constitución y las leyes (art. 138 de la Constitución) y, por otro, que
los justiciables puedan ejercer de manera efectiva su derecho de defensa.
En la sentencia recaída en el Expediente Nº 1230-2002-HC/TC, el Tribunal
Constitucional ha sostenido que dicho derecho no garantiza una determina-
da extensión de la motivación; que se tenga que pronunciar expresamente
sobre cada uno de los aspectos controvertidos o alegados por la defensa, ni
excluye que se pueda presentar la figura de la motivación por remisión.
6. Sin embargo, tratándose de la detención judicial preventiva, la exigencia
de la motivación en la adopción o el mantenimiento de la medida debe ser
más estricta, pues solo de esa manera es posible despejar la ausencia de ar-
bitrariedad en la decisión judicial, a la vez que con ello se permite evaluar
si el juez penal ha obrado de conformidad con la naturaleza excepcional,
subsidiaria y proporcional de la detención judicial preventiva.
7. Dos son, en ese sentido, las características que debe exhibir la motivación de
la detención judicial preventiva. En primer lugar, tiene que ser “suficiente”,
esto es, debe expresar, por sí misma, las condiciones de hecho y de derecho
que sirven para dictarla o mantenerla. En segundo término, debe ser “razona-
da”, en el sentido de que en ella se observe la ponderación judicial en torno a
la concurrencia de todos los aspectos que justifican la adopción de la medida
cautelar, pues de otra forma no podría evaluarse si es arbitraria por injustificada.
An ál i s i s d e l c as o c on c r e t o
8. En el caso constitucional de autos, el recurrente cuestiona el mandato de
detención expedido en contra de su patrocinada porque no se ha efectuado
una debida valoración, por parte del órgano jurisdiccional, de los medios
probatorios para dictar dicha medida restrictiva; por tanto, solicita que se
disponga la inmediata restitución de su derecho a la libertad individual.
9. En ese sentido, como ya se advirtió, la justicia constitucional no puede
determinar la configuración de cada uno de los presupuestos legales que
legitiman la adopción de la detención judicial preventiva, ya que ello supon-
dría subrogar las funciones del juez penal ordinario; sin embargo, no está
impedida de verificar si estos presupuestos concurren de manera simultánea
y que su imposición sea acorde a los fines y al carácter subsidiario y pro-
porcional de dicha institución. Por ello, del análisis de autos fluye que la
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cuestionada Resolución (fojas 18) de fecha 16 de julio de 2009, por la que los
denunciados deciden revocar la resolución que declara infundada la deten-
ción preliminar y, reformándola, disponen la detención de la favorecida, es
suficiente y razonada, y se condice con la naturaleza y fines de la detención
judicial preventiva, toda vez que el juez penal, al momento de fundamentar
su decisión, ha valorado las pruebas, por cuanto se señala que los hechos
se encuentran dentro de los supuestos previstos en el artículo 261, inciso
1, literal a), del Nuevo Código Procesal Penal, el que estipula que el Juez
de la Investigación Preparatoria, a solicitud del Fiscal, sin trámite alguno
y teniendo a la vista las actuaciones remitidas por aquel, dictará mandato
de detención preliminar, cuando no se presente un supuesto de flagrancia
delictiva, pero existan razones plausibles para considerar que una persona ha
cometido un delito sancionado con pena privativa de libertad superior a cuatro
años y, por las circunstancias del caso, pueda desprenderse cierta posibilidad
de fuga. En el presente caso, los denunciados argumentan que las razones
plausibles se sustentan en el documento privado de compraventa que fuera
encontrado en el vehículo donde se transportaba la droga incautada y en el
cual la favorecida figura como propietaria y el reconocimiento que hizo el
chofer Luis Alberto Rocha Fernández, que conducía el camión, con el cual
colisionó el vehículo mencionado como una de las personas que viajaba en
él, lo que lleva a la presunción de que se trataría del delito de tráfico ilícito de
drogas en su forma agravada prevista en el artículo 297.7 del Código Penal,
que tiene una pena conminada no menor de quince ni mayor de veinticinco
años; asimismo, la posibilidad de fuga ha sido debidamente sustentada al
señalarse que dado que no obstante estar debidamente notificada no se ha
presentado a las diligencias programadas y se retiró del lugar de los hechos
sin posteriormente indagar sobre el destino de su vehículo, así como de sus
pertenencias; independientemente de que tales justificaciones satisfagan o
no las expectativas del recurrente, que aduce errores en la motivación de la
decisión jurisdiccional. En consecuencia, verificado el mínimo exigido en
este supuesto, debe ser desestimada la demanda.
10. Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
H A RES U ELT O :
Declarar INF U NDADA la demanda de hábeas corpus.
Publíquese y notifíquese.
S S. .
LANDA ARRO Y O
CALLE H AY EN
Á LV AREZ M IRANDA
46
CRIT ERIO S RELEV ANT ES DEL T RIB U NAL CO NS T IT U CIO NAL
1 19. De t e n c i ón p r e ev n t i va. F ca u l t ad d e l a S al a S u p e r i or
p ar a f u n d am e n t ra r e q u i s i t so l e gal e s
Si bien se cuestiona el hecho de que sea el órgano jurisdiccional
de segunda instancia el que fundamente los requisitos exigidos
para el mandato de detención, debe precisarse que de confor-
midad con lo dispuesto por el artículo 138, último párrafo, del
Código Procesal Penal (Decreto Legislativo Nº 638) , así como
por el artículo 267 del Nuevo Código Procesal Penal (Decreto
Legislativo Nº 957), la Sala Penal Superior tiene competencia
para determinar si la detención impuesta en primera instancia
contra el agente ha sido dictada conforme a ley, lo que com-
porta, evidentemente, el hecho de evaluar si se configuran los
presupuestos legales para dictar el mandato detención.
AS U NT O :
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Roberto Neptalí
Solano Sandoval contra la resolución expedida por la Segunda Sala Penal de la
Corte Superior de Justicia de Piura, de fojas 102, su fecha 30 de enero de 2008,
que declara improcedente la demanda de autos.
ANT ECEDENT ES :
(...)
F U NDAM ENT O S
De l i m i t ac i ón d e l p e t i t or i o
1. El demandante señala que el mandato de detención dictado en su contra en
el auto de apertura de instrucción de fecha 20 de setiembre de 2007 (Exp.
Nº 252-2007) no se encuentra fundamentado, por cuanto señala de manera
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
defectuosa los requisitos exigidos por el artículo 135 del Código Procesal
Penal. Asimismo refiere que la sala penal emplazada ha subsanado de manera
indebida la omisión en la motivación del mandato de detención, toda vez que
su función es únicamente revisora. Aduce la vulneración de sus derechos a
la debida motivación de las resoluciones judiciales y al debido proceso.
An ál i s i s d e l c as o c on c r e t o
4. Del auto de apertura de instrucción de fecha 20 de septiembre de 2007 (a
fojas 2) es posible advertir que el recurrente viene siendo investigado en el
proceso penal Nº 252-2007 por la comisión de los delitos de corrupción de
funcionarios en la modalidad de negocio incompatible o aprovechamiento
indebido del cargo (art. 399 del CP), fraude procesal (art. 416 del CP) y
falsificación de documentos públicos (art. 427 del CP). Dichos cargos han
sido formulados porque en el marco del proceso penal Nº 294-2007 se-
guido ante el Primer Juzgado Penal de Talara, el recurrente –en calidad de
secretario judicial de dicho órgano jurisdiccional– elaboró la resolución de
fecha 21 de diciembre de 2006 así como el oficio Nº 4137-2005-1JPT, con
la intención de entregar el vehículo de placa Nº RID-460 (incautado en la
escena del crimen) a don Manuel Gerardo Ruiz Zelada, sin que el titular de
dicho juzgado tuviera conocimiento del asunto.
5. Asimismo, a partir del análisis de la resolución de fecha 11 de octubre de 2007
que confirma el mandato de detención impuesto al recurrente (a fojas 12), se
advierte que la Sala emplazada señaló que dicha medida coercitiva es aplicable
al caso de autos, toda vez que: a) existen suficientes medios probatorios que
incriminan al demandante con los hechos materia de investigación; b) por la
forma y circunstancias en que sucedieron los hechos se infiere que los mismos
revisten gravedad, por lo que en caso de que el recurrente sea hallado respon-
sable la pena a imponer será mayor a un año; y b) existe peligro procesal, toda
vez que el demandante no se ha puesto a derecho para el esclarecimiento de
los hechos, por lo que existe la posibilidad de que se fugue y, de obstaculizar
la acción de la justicia. Se aprecia entonces que el mandato de detención se
encuentra debidamente motivado, de conformidad con lo establecido por
el artículo 135 del Código Procesal Penal, por lo que no se ha acreditado la
vulneración de los derechos alegados por el recurrente.
6. Cabe señalar por último que en la presente demanda el recurrente cuestiona
el hecho de que sea el órgano jurisdiccional de segunda instancia el que
fundamente los requisitos exigidos para el mandato de detención, toda vez
que –según sostiene– solo se debe restringir a analizar si en la resolución
impugnada han sido de observancia tales requisitos (es decir, una función
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CRIT ERIO S RELEV ANT ES DEL T RIB U NAL CO NS T IT U CIO NAL
469
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
120. De t e n c i ón p r e ev n t i va: In vi ba i l i d da d e c u e s t i on ar c on s-
t i t u c i on la m e n t e val ro ac i ón p r bo at ro i a j u d i c i al
Si bien mediante un hábeas corpus contra resolución judicial
se puede cuestionar la arbitrariedad de un mandato judicial
de detención y, en tal sentido, efectuar un control de la debida
motivación del auto que dispone tal medida cautelar, también
lo es que los procesos constitucionales de la libertad no son la
vía idónea para efectuar una valoración de los hechos ni de
las pruebas que son materia del proceso que se sigue ante la
justicia ordinaria.
V IS T O :
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Gilmar Campos
Pérez contra la resolución expedida por la Cuarta Sala Penal de la Corte Superior
de Justicia de Callao, de fojas 126, su fecha 14 de febrero de 2008, que declara
infundada la demanda de autos; y,
AT ENDIENDO A:
1. Que, con fecha 6 de diciembre de 2007, el recurrente interpone demanda de
hábeas corpus a favor de don Juan Capistrano Campos Guardia y la dirige
contra el titular del Cuarto Juzgado Penal para Reos en Cárcel del Callao,
por haber vulnerado su derecho a la tutela procesal efectiva, en conexión
con la libertad invididual.
2. Que refiere que se le inició proceso penal mediante auto de apertura de ins-
trucción de fecha 23 de abril de 2007, por la presunta comisión del delito
de tráfico ilícito de drogas (Exp. Nº 2007-217), imponiéndosele mandato de
detención. Señala que el mandato de detención resulta arbitrario, por cuanto
no existen suficientes medios probatorios que lo sindiquen como autor de los
hechos materia de investigación, basándose únicamente en el hecho de ser el
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12. De t e n c i ón p r e ve n t i va: Di f e r e n c i a d e l a p e n a e i n i c i o
d e l c mó p u t o d e l d e s c u e n t o d e p e n a e n c as o d e n u l i d ad
d e l p r i m e r p r oc e s o i n s t r u i d o
La pena en sí misma comporta un fin de naturaleza preventivo-
general entendida esta como el modo de reducir la delincuencia
a límites que hagan posible la convivencia social; mientras que
la prisión preventiva tiene como finalidad asegurar la compa-
recencia del imputado al proceso. Asimismo, mientras la pena
tiene connotación estrictamente sustantiva, la prisión preven-
tiva es estrictamente adjetiva. Por otro lado, para el descuento
de la pena en caso de que el agente haya sido detenido por un
delito, liberado luego por cuanto este proceso fue declarado
nulo, y luego condenado en el segundo instruido; se hace desde
la fecha detención en el primer proceso.
AS U NT O :
Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Clorinda Alejandrina
Landa Oré contra la resolución de la Cuarta Sala Especializada en lo Penal para
Procesos con Reos Libres de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas
103, su fecha 10 de abril de 2007, que declara infundada la demanda de autos.
ANT ECEDENT ES :
(...)
F U NDAM ENT O S :
(...)
472
CRIT ERIO S RELEV ANT ES DEL T RIB U NAL CO NS T IT U CIO NAL
An ál i s i s d e l c as o c on c r e t o
3. Del análisis del expediente se advierte que existe un tema controvertido
como es el de determinar la naturaleza jurídica tanto de la pena, como
sanción por la comisión de un delito, como de la prisión preventiva, como
medida coercitiva dictada dentro de un proceso. Así, la pena en sí misma
comporta un fin de naturaleza preventivo-general entendida esta como el
modo de reducir la delincuencia a límites que hagan posible la convivencia
social; mientras que la prisión preventiva tiene como finalidad asegurar la
comparecencia del imputado al proceso. Asimismo, mientras la pena tiene
connotación estrictamente sustantiva, la prisión preventiva es estrictamente
adjetiva.
4. Así las cosas se puede determinar de autos, en primer término, que los he-
chos por los cuales se le juzga al favorecido tanto en el fuero militar como
en el fuero civil son esencialmente los mismos, es decir el delito contra el
patrimonio en la modalidad de robo agravado en agravio de Cooperativa
Atenas, Restaurante Linterna de San Borja y Distribuidora Dinámica. Por
ello deviene en vacuo el argumento esbozado tanto por el a quo como por
el ad quem que han tenido en sus manos la resolución del presente caso y
que en su oportunidad lo han declarado infundado; y ello porque los tipos
penales no deben ser analizados de manera abstracta, ni por el nomen iuris
que estos llevan o por los que se les conoce, sino por las conductas que quie-
ren prevenir, es decir, por su contenido, lo que la doctrina ha denominado
como normas primarias; afirmación que va de la mano con la función que el
derecho penal de nuestro país ha acogido a partir del mandato constitucional
de considerar al Estado peruano como un Estado Social y Democrático de
Derecho.
5. Teniendo en consideración lo expresado ut supra así como la constancia de
reclusión obrante a fojas 8 del expediente, se puede concluir que el favore-
cido estuvo internado desde el 18 de mayo [de] 1999 hasta el día 13 de julio
de 2005, fecha en que fue liberado por exceso de carcelería, por los hechos
ocurridos en el mes de octubre de 1998, que son los que justamente sirvieron
en su momento tanto a la justicia castrense o privativa como a la justicia
común o civil para juzgar y condenar al favorecido con el presente proceso
constitucional, siendo además el sustento fáctico que generó la privación de
la libertad el mismo, por lo que cualquier cómputo deberá realizarse a partir
de la fecha en la que fue privado materialmente de su libertad.
6. La consecuencia lógica de la determinación de la culpabilidad de un sujeto
luego de la tramitación de un proceso penal es la imposición de una pena,
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CRIT ERIO S RELEV ANT ES DEL T RIB U NAL CO NS T IT U CIO NAL
12. De t e n c i ón p r e ve n t i va: Ap l i c ac i ón d e l p l az o e s t r i c t a -
m e n t e n e c e s ar i o
El plazo de la detención que la Norma Fundamental establece
es un plazo máximo, de carácter absoluto, cuyo cómputo es
inequívoco y simple, pero no es el único, pues existe también
el plazo estrictamente necesario de la detención. Y es que, aún
sí la detención no hubiera traspasado el plazo máximo, ese
dato per se no resulta suficiente para evaluar los márgenes de
constitucionalidad de la detención, pues esta tampoco puede
durar más allá del plazo estrictamente necesario (límite máximo
de la detención).
AS U NT O :
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Emmer Guillermo
Ruiz Dianderas, a favor de don Alí Guillermo Ruiz Dianderas, contra la sentencia
expedida por la Sala Penal de la Corte Superior de Justicia de Puno, de fojas 43,
su fecha 30 de octubre de 2007, que declaró improcedente la demanda de autos.
ANT ECEDENT ES :
(...)
F U NDAM ENT O S :
(...)
El d e r e c h o a s e r p u e s t o a d i s p os i c i ón j u d i c i al d e n t r o d e l p l az o e s t ab l e c i d o
( p l az o m áxi m o d e l a d e t e n c i ón )
4. La Constitución en su artículo 2, inciso 24, literal f, establece que “Nadie
puede ser detenido sino por mandamiento escrito y motivado del juez o por
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las autoridades policiales en caso de flagrante delito. “El detenido debe ser
puesto a disposición del juzgado correspondiente, dentro de las 24 horas o
en el término de la distancia”. A su vez, el Código Procesal Constitucional
en su artículo 25, inciso 7, señala que el hábeas corpus también protege “El
derecho a no ser detenido sino por mandato escrito y motivado del juez, o
por las autoridades policiales en caso de flagrante delito; o si ha sido dete-
nido, a ser puesto dentro de las 24 horas o en el término de la distancia, a
disposición del juez que corresponda (...)”.
Así, la puesta del detenido a disposición judicial dentro del plazo establecido,
no es otra cosa que una garantía de temporalidad de la detención, cuya finali-
dad es precisamente que el juez competente determine si procede la detención
judicial respectiva, o si, por el contrario, procede la libertad de la persona.
5. En efecto, dentro del conjunto de garantías que asiste a toda persona dete-
nida, uno de ellos, no menos importante que los demás, es el de ser puesto
a disposición del juez competente dentro del plazo que la Constitución
señala, esto es, dentro del plazo de 24 horas o en el término de la distancia
cuando corresponda (plazo máximo de la detención). La inobservancia de
estos plazos da lugar a que el afectado en su derecho a la libertad personal
legítimamente acuda a la justicia constitucional a efectos de solicitar la tutela
de su derecho vulnerado. Y es que, como es evidente, el radio de cobertura
constitucional del proceso de hábeas corpus no solo alcanza a los supuestos
de detención arbitraria por ausencia o insuficiencia del presupuesto material
habilitante (mandato judicial motivado o flagrancia delictiva), sino también
a aquellas detenciones que, ajustándose originariamente a la Constitución, se
mantienen o se prolongan de manera injustificada en el tiempo. Un ejemplo
de ello es la detención producida por un plazo superior al plazo máximo
establecido en la norma constitucional, sin poner al detenido a disposición
del juez competente.
6. Bajo este marco de consideraciones, queda claro que toda persona detenida
debe ser puesta a disposición del juez competente dentro del plazo máximo
establecido, y es que, si vencido dicho plazo la persona detenida no hubiera
sido puesta a disposición judicial, aquella detención simplemente se convierte
en ilegítima. En efecto, por la obviedad del hecho, toda detención que exceda
del plazo máximo automáticamente se convierte en inconstitucional, y la
autoridad, funcionario o cualquier persona que hubiere incurrido en ella, se
encuentra sujeta a las responsabilidades que señala la ley.
El d e r e c h o a s e r p u e s to a d is p o s ic ió n ju d ic ia l d e n tr o d e l p la z o e s tr ic ta m e n te
n e c e s ar i o ( l í m i t e m áxi m o d e l a d e t e n c i ó n )
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AS U NT O :
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Reynaldo Yarlequé
Ordinola a favor de don Wilmer Yarlequé Ordinola, contra la sentencia de la
Primera Sala Especializada en lo Penal para Procesos con Reos en Cárcel de la
Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 292, su fecha 2 de marzo de 2007,
que declara infundada la demanda de autos.
ANT ECEDENT ES :
(...)
F U NDAM ENT O S :
De l i m i t ac i ón d e l p e t i t or i o
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124. De t e n c i ón p r e ve n t i va: F la t a d e e xc e s o e n c as o s e h ay
ap r ob da o s ol i c i t u d d e e tx r da i c i ón
No se verifica un supuesto de exceso de detención que viene
sufriendo el agente, si la detención preventiva originada por el
proceso de extradición finalizó con la aprobación de la solicitud
de extradición, mediante la resolución suprema, cuya ejecución
ha quedado diferida en el tiempo.
AS U NT O :
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Julio César Gutiérrez
Jaramillo contra la sentencia de la Sala Penal de la Corte Superior de Justicia de
Cañete, de fojas 1020, su fecha 16 de octubre de 2007, que declaró improcedente
la demanda de hábeas corpus de autos.
ANT ECEDENT ES :
(...)
F U NDAM ENT O S
1. La demanda tiene por objeto solicitar la excarcelación del recurrente por el
presunto exceso de detención de 140 meses que viene sufriendo a la fecha de
la presente demanda, recluido en el Establecimiento Penitenciario Cantera
de la provincia de Cañete por el proceso de extradición peticionado por la
Embajada de Estados Unidos de América. A su vez, aduce el accionante que
dicho mandato de detención le impide acceder a los beneficios penitenciarios
de semilibertad o libertad condicional, por lo que, alega la vulneración a su
derecho a la libertad individual.
(...)
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An lá i s i s d e l c as o
7. Conforme lo ha expresado el Tribunal Constitucional en reiterada jurispru-
dencia, “(...) El derecho a que la prisión preventiva no exceda de un plazo ra-
zonable (...) coadyuva al pleno respeto de los principios de proporcionalidad,
razonabilidad, subsidiariedad, necesidad, provisionalidad y excepcionalidad
que debe guardar la aplicación de la prisión provisional para ser reconocida
como constitucional. Se trata, propiamente, de una manifestación implícita
del derecho a la libertad personal reconocido en la Carta Fundamental (ar-
tículo 2º 24 de la Constitución) y, en tal medida, se funda en el respeto a la
dignidad de la persona humana (...)” [STC Nº 2915-2004-HC].
8. En el caso, el supuesto exceso de detención que viene sufriendo el recurren-
te no aparece acreditado, toda vez que la detención preventiva originada
por el proceso de extradición finalizó con la aprobación de la solicitud de
extradición mediante la Resolución Suprema Nº 239-96-JUS de fecha 4 de
diciembre de 1996, cuya ejecución ha quedado diferida en el tiempo. Por
tanto debe precisarse que, conforme se colige del expediente, la privación
de la libertad del recurrente radica en el cumplimiento de la sentencia con-
denatoria suprema de fecha 15 de octubre de 1998, condena que se vence el
1 de diciembre del año 2010; por lo que no resulta de aplicación el artículo
2 del Código Procesal Constitucional.
9. En referencia a la imposibilidad de acceder a beneficios penitenciarios, este
Colegiado ha señalado en la sentencia recaída en el Expediente Nº 2700-2006-
PHC/TC que, en estricto, los beneficios penitenciarios no son derechos fun-
damentales, sino garantías previstas por el Derecho de Ejecución Penal, cuyo
fin es concretizar el principio constitucional de resocialización y reeducación
del interno. En efecto, a diferencia de los derechos fundamentales, las garan-
tías no engendran derechos subjetivos, de ahí que puedan ser limitadas. Las
garantías persiguen el aseguramiento de determinadas instituciones jurídicas
y no engendran derechos fundamentales a favor de las personas. Por otro lado,
no cabe duda de que aun cuando los beneficios penitenciarios no constituyen
derechos, su denegación, revocación o restricción del acceso a los mismos debe
obedecer a motivos objetivos y razonables, por lo que la resolución judicial
que se pronuncia al respecto debe cumplir con la exigencia de la motivación
de las resoluciones judiciales (f. 4 STC 2917-2007-HC/TC).
10. En atención a lo antes expuesto, de autos se aprecia que el recurrente no ha
presentado las resoluciones denegatorias de las solicitudes a los beneficios
penitenciarios, no acreditando el presunto acto lesivo a sus derechos fun-
damentales invocados, ni que dichas resoluciones deben tener la calidad de
firmes, en los términos previstos en el artículo 4 del Código Procesal Penal.
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AS U NT O :
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Edmundo Inga Garay,
a favor de don Reninger Acuña Chistama, contra la resolución de la Segunda
Sala Especializada en lo Penal para Procesos con Reos en Cárcel de la Corte
Superior de Justicia de Lima, de fojas 87, su fecha 14 de mayo de 2008, que
declaró improcedente la demanda de autos.
ANT ECEDENT ES :
(...)
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De l i m i t ac i ón d e l p e t i t or i o
496
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que “El poder emana del pueblo (...) Ninguna persona, organización, Fuerza
Armada, Policía Nacional o sector de la población puede arrogarse el ejercicio
de ese poder. Hacerlo constituye rebelión o sedición” (...) “Nadie debe obe-
diencia a un gobierno usurpador, ni a quienes asumen funciones públicas en
violación de la Constitución y de las leyes (...)”; sin antes dejar de reconocer
en el inciso 22) de su artículo 2 que la persona humana tiene derecho a la paz.
8. Por lo dicho queda sentado que en nuestro sistema constitucional rige el
principio de un Estado Social y Democrático de Derecho, en el que la par-
ticipación ciudadana en la composición del gobierno adquiere una posición
constitucional relevante, sobre la base de principios democráticos. Y es
que, precisamente, la organización jurídica y la democracia representativa
constituyen la condición necesaria para la estabilidad, la seguridad, la paz
y el desarrollo social, político y económico del país.
9. En este contexto, el Tribunal Constitucional es el primer garante del orden
constitucional democrático y del gobierno legítimamente constituido; de ahí
que quien participe de la ruptura del orden institucional del Estado democrá-
tico debe ser sometido a las vías judiciales sobre la base de las normas legales
que establecen responsabilidades con las garantías de un debido proceso.
Y es que cualquier alteración inconstitucional del orden democrático será
merecedora de una condena internacional, a efectos de que se restaure el
orden democrático y se respeten los derechos humanos.
10. Así, la defensa y la salvaguardia del orden constitucional democrático y
del gobierno legítimamente constituido no solo incumbe a los organismos
constitucionales, sino a todos los ciudadanos, quienes estamos en la obli-
gación de observar no solo la Constitución, sino también los principios y
propósitos establecidos en la Carta de la Organización de los Estados Ame-
ricanos de 1948 y en la Carta Democrática Interamericana de 2001, referida
al fortalecimiento y la preservación de la institucionalidad democrática en
los Estados miembros, así como la importancia del respeto irrestricto a los
derechos humanos y a las libertades fundamentales.
An ál i s i s d e l c as o c on s t i t u c i on al
11. Del caso de autos se tiene que el proceso penal que se sigue al actor es por
los delitos de rebelión y otros (instrucción que cuenta con más de 150 proce-
sados) y que el órgano judicial le impuso mandato de detención provisional
como medida coercitiva de la libertad para asegurar su sujeción al proceso,
resultando que desde la fecha de su ejecución han transcurrido más de 36
meses de su reclusión y que a su vencimiento la Sala Superior emplazada,
mediante la cuestionada Resolución de fecha 3 de enero de 2008 [fojas 25 del
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1 2 6 . De t e n c i ó n p r e v e n t i v a : V a l i d e z d e o r d e n a r p r o l o n g a c i ó n
de oficio y vencido el plazo de detención anterior
Existe la posibilidad de que la resolución de prolongación de
la detención preventiva pueda ser adoptada de oficio por el juez
(la Sala Superior en este caso), no comportando ilegalidad y
menos arbitrariedad que ello se efectúe sin conocimiento pre-
vio por parte del inculpado. Por otra parte, si bien la ley exige
para todos los casos de decisiones sustanciales que el juzgador
cumpla con los plazos que ella señala, por diversas razones,
especialmente la enorme carga procesal, no le resulta al juez
posible humanamente el cumplimiento riguroso del mandato
legal, por lo que no se invalida la resolución de prolongación
de la detención dictada cuando ya había vencido el plazo de
detención en momento anterior.
AS U NT O :
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Isaac Humala
Núñez y don Wilfredo Córdova Izaguirre, a favor de don Antauro Igor Humala
Tasso y de otras 148 personas, contra la sentencia expedida por la Sala Penal
para Procesos con Reos Libres de Vacaciones de la Corte Superior de Justicia
de Lima, de fojas 699, su fecha 12 de febrero de 2009, que declaró infundada
la demanda de autos.
502
CRIT ERIO S RELEV ANT ES DEL T RIB U NAL CO NS T IT U CIO NAL
ANT ECEDENT ES :
(...)
F U NDAM ENT O S :
De l os h e c h os d e l a d e m an d a
1. El objeto de la demanda es que en sede constitucional se declare la nulidad
de la Resolución de fecha 3 de enero de 2008, así como la de su confirma-
toria por Ejecutoria Suprema de fecha 29 de setiembre de 2008, que resuel-
ve prolongar el plazo de detención provisional en contra de Antauro Igor
Humala Tasso y de 148 personas, para que luego de la sanción de nulidad
que demandan se disponga la inmediata libertad de los actores por exceso
de detención provisional, en la instrucción que se les sigue por los delitos
de rebelión y otros (Expediente Nº 20-05). Se sustenta la pretensión en dos
postulados: a) que los vocales que integran la Primera Sala Especializada en
lo Penal para Procesos con Reos en Cárcel de la Corte Superior de Justicia de
Lima se arrogaron ilegalmente la competencia exclusiva del Juez penal para
prolongar la detención provisional toda vez que dicha atribución le corres-
ponde única y exclusivamente a este último, es decir al Juez penal, y b) que
la prolongación de la detención provisional se efectuó sin el conocimiento
de los procesados, actuación ilegítima de la Sala Superior emplazada que
afecta los derechos a ser juzgado por un juez competente y de defensa, en
conexidad con el derecho de la libertad personal. De otro lado se señala que
los señores José Quispe Pacori, Carlos Aldo Barreto Palian y doña Lucimar
Alarcón Velásquez fueron detenidos el día 2 de enero de 2005, mientras
que los señores Antauro Igor Humala Tasso y Jorge Renato Villalva Follana
fueron detenidos el día 3 de enero de 2005, lo que significaría que la deten-
ción de los mencionados beneficiarios habría vencido en fecha anterior a la
emisión de la resolución de prolongación que se cuestiona, denuncia que
será analizada en la presente resolución.
Es pertinente señalar que mediante escrito de fecha 17 de diciembre de 2008
(fojas 651), la defensa de los 149 favorecidos especifica que la demanda “es
de puro derecho”; agrega: “Nuestra demanda es específica. Se circunscribe a
determinarse si tiene validez o no tiene validez, el Auto de Vista Nº 2009 de
prolongación del 3 de enero de 2008”, en razón de supuestamente constituir
una ilegalidad en tanto y en cuanto la ha emitido una Sala Superior Penal y
no el Juez penal, con conocimiento de los favorecidos.
También lo es que los actores han procedido en escalada a demandar en la
vía del hábeas corpus la pretensión de la libertad, aduciendo en cada caso
hechos y circunstancias distintas con la evidente finalidad de cubrir todos
los espacios para la obtención del fin propuesto.
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(...)
An ál i s i s s ob r e e l f on d o d e l a c on t r ove r s i a c on s t i t u c i on al
El d e r e c h o a s e r j u z g a d o p o r u n j u e z c o m p e t e n t e y l a c o m p e t e n c i a d e l a S a l a
P e n a l S u p e r io r p a r a d is p o n e r la p r o lo n g a c ió n d e la d e te n c ió n p r e v e n tiv a
5. El derecho a ser juzgado por un Juez competente garantiza que ninguna
persona pueda ser sometida a un proceso ante una autoridad que carezca de
competencia para resolver una determinada controversia. Sobre el particu-
lar, la Corte Interamericana de Derechos Humanos en la sentencia Tribunal
Constitucional vs. Perú ha señalado que “toda persona sujeta a juicio de
cualquier naturaleza ante un órgano del Estado deberá contar con la garantía
de que dicho órgano sea competente, independiente e imparcial y actúe en
los términos del procedimiento legalmente previsto para el conocimiento y
la resolución del caso que se le somete”.
6. En el caso concreto, los accionantes sostienen que la resolución que dispuso
la prolongación de la prisión preventiva ha sido emitida por la Sala Superior
emplazada pese a que carecía de competencia para ello, ya que según refieren,
dicha atribución le correspondía única y exclusivamente al juez penal, y no a
la Sala Superior. Asimismo cabe recordar que los favorecidos vienen siendo
procesados en la vía del proceso penal ordinario por la presunta comisión
de los delitos de rebelión, homicidio calificado, secuestro y sustracción o
arrebato de armas de fuego.
7. Es claro que uno de los elementos que preside los casos en que se cuestiona
el mantenimiento de la detención preventiva es la privación de la libertad
personal sin que exista sentencia condenatoria de primer grado no obstante
el tiempo transcurrido. Si bien el tercer párrafo del artículo 137 del Código
Procesal Penal de 1991 señala que: “(...) La prolongación de la detención
se acordará mediante auto debidamente motivado, de oficio por el Juez o a
solicitud del Fiscal y con conocimiento del inculpado (...)”; también lo es que
dicha afirmación solo resulta válida cuando se trata de los procesos penales
sumarios en los que corresponde al Juez penal emitir sentencia de primer
grado y a la Sala Superior conocer el caso penal en grado de apelación; por
tanto, de ser el caso, solo aquel Juez penal podría disponer la continuación
de la prisión preventiva en tanto que no exista sentencia dictada por él; sin
embargo, tal razonamiento no sería de aplicación tratándose de los procesos
penales ordinarios, ya que en este tipo de procesos quien realiza el juicio
oral y emite la sentencia en primera instancia no es el Juez penal sino la Sala
Superior que es el caso de autos.
Así pues en estos extremos se necesita llegar a una interpretación teleológica
o funcional del texto de la norma pertinente en el sentido que la Sala Superior
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1 2 7 . De t e n c i ó n p r e v e n t i v a : Ca r á c t e r a u t ó m a t i c o d e l a d ú p l i -
c a d e l p la z o d e d e te n c ió n p o r d e lito s e s p e c ia le s
El artículo 137 del Código Procesal Penal establece que la du-
ración de la detención provisional para los procesos ordinarios
es de 18 meses, y que tratándose de procedimientos por delitos
de tráfico ilícito de drogas, terrorismo, espionaje y otros de
naturaleza compleja seguidos contra más de diez imputados,
en agravio de igual número de personas, o del Estado, el plazo
límite de detención se duplicará. Al respecto, vencido el plazo
límite de detención sin haberse dictado sentencia en primer
grado, la dúplica procede de manera automática, y su prolon-
gación hasta por un plazo igual al límite se acordará mediante
auto debidamente motivado.
AS U NT O :
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Javier Trujillo Zúñiga
contra la sentencia de la Primera Sala Penal de la Corte Superior de Justicia de
Huánuco, de fojas 93, su fecha 2 de setiembre de 2009, que declaró infundada
la demanda de autos.
ANT ECEDENT ES :
(...)
F U NDAM ENT O S :
De l i m i t ac i ón d e l p e t i t or i o
1. El objeto de la demanda es que se disponga la inmediata excarcelación del
recurrente alegándose con tal propósito que la detención provisional que sufre
no resulta razonable y proporcionada, ya que, a la fecha de interposición de
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II. D AT O S GENERALES
(...)
III. D IS P O S ICIO NES LEGALES CU ES T IO NADAS
(…)
De c r e t o L e g i s l at i vo N º 983
(…)
Ar t í c u l o 2
Se cuestiona el extremo que modifica el artículo 137 del Código Procesal
Penal, introduciendo una nueva causal para la procedencia de la prolongación
del plazo de detención:
“Artículo 2.- Modifícase el artículo 137 del Código Procesal Penal,
aprobado por el Decreto Legislativo Nº 638, en los términos siguientes:
Artículo 137.-
(...)
Cuando el delito se ha cometido a través de una organización criminal y
el imputado pudiera sustraerse a la acción de justicia o perturbar la actividad
probatoria, la detención podrá prolongarse hasta por un plazo igual. La pro-
longación de la detención se acordará mediante auto debidamente motivado,
de oficio por el Juez o a solicitud del Fiscal y con conocimiento del inculpa-
do. Contra este auto procede el recurso de apelación, que resolverá la Sala,
previo dictamen del Fiscal Superior dentro del plazo de setenta y dos horas.
(...)”.
Ar t í c u l o 3
Se cuestiona el extremo que modifica el artículo 259 del Nuevo Código
Procesal Penal, modificando el concepto de flagrancia:
Artículo 3.- Modifícase los artículos 24, 259, 318, 319, 382 y adició-
nese el inciso “c” al numeral 1) y el numeral 10) al artículo 523 del Nuevo
Código Procesal Penal, aprobado por el Decreto Legislativo Nº 957, en los
términos siguientes:
“Artículo 259.-
1. La Policía detendrá, sin mandato judicial, a quien sorprenda en fla-
grante delito. Existe flagrancia cuando el sujeto agente es descubierto en la
realización del hecho punible, o acaba de cometerlo, o cuando:
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521
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1 2 9 . De t e n c i ó n p r e v e n t i v a : No c u e s t i o n a m i e n t o c o n s t i t u c i o n a l d e
v a lo r a c ió n p r o b a to r ia e fe c tu a d a p a r a d is p o n e r p r ó r r o g a
Si bien el agente cuestiona la resolución judicial que dispuso
la prórroga de su detención preventiva, alegando que esta
carecería de motivación por no haberse valorado las pruebas
documentales que acreditarían la inexistencia del peligro pro-
cesal; no obstante, no corresponde al Tribunal Constitucional
cuestionar el criterio jurisdiccional de los magistrados empla-
zados que determinaron la valoración de tales documentos.
AS U NT O :
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Carlos Alberto Zelada
Dávila contra la resolución de la Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior
de Justicia de La Libertad, de fojas 95, su fecha 9 de julio de 2008, que declaró
improcedente la demanda de hábeas corpus.
ANT ECEDENT ES :
(...)
F U NDAM ENT O S :
1. El objeto de la demanda es que se dejen sin efecto las Resoluciones de fechas
9 y 12 de junio del 2008 y se ordene la inmediata libertad del favorecido.
Se alega que carecen de motivación por no haberse valorado las pruebas
documentales que acreditarían la inexistencia del peligro procesal y que el
fiscal solicitó la prórroga de la prisión preventiva cuando el plazo de esta ya
se había cumplido.
2. El artículo 272 del Nuevo Código Procesal Penal (NCPP) señala que “1.- La
prisión preventiva no durará más de nueve meses (…)”. El citado artículo
regula el plazo de duración de la prisión preventiva que haya sido decretado
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contradicen el peligro procesal, pero que estos no fueron valorados por los
vocales emplazados.
6. Del análisis de las instrumentales obrante en autos, este Tribunal advierte
del considerando tercero (fojas 54 y 55) de la sentencia de primera instancia
de este proceso, en el que se indica que se procedió a escuchar los audios
correspondientes a las audiencias de Prolongación de Prisión Preventiva
y de Apelación Prolongación de Prisión Preventiva, de fecha 12 y 19 de
junio del 2008, respectivamente; en el que se señala que el juez emplazado
declaró fundado el requerimiento del fiscal sobre la base de lo prescrito en
el artículo 274, inciso 2), por considerar que: “se advierte de lo expuesto en
la audiencia, que se han suscitado los presupuestos de especial dificultad en
la prosecución del proceso, así como subsistiendo los argumentos de peligro
procesal, que sirvieron de fundamento para dictar la prisión preventiva (…)”.
Asimismo, respecto a las consideraciones de los magistrados emplazados se
señala la especial dificultad suscitada en el proceso, “consiste en que si bien
se dictara sentencia condenatoria con Walter Manuel Guzmán Haro como
autor del delito de Robo agravado, con fecha veinticinco de febrero del año
en curso, sentencia condenatoria que al ser impugnada fuere elevada a la
superior Sala de Apelaciones, donde ha sido resuelta con fecha mayo del
mismo año, y devuelta al Juzgado de Investigación Preparatoria con fecha
posterior, ello impidió que el representante del Ministerio Público pudiere
solicitar oportunamente la Prolongación de Prisión Preventiva, antes del
vencimiento de la misma”. En cuanto al peligro procesal consideró que “el
investigado no ha acreditado tener domicilio habitual y trabajo lícito”.
7. En el octavo fundamento (fojas 97) de la sentencia de segunda instancia de
este proceso se indica que los magistrados emplazados consideraron que “si
bien el abogado del favorecido ha señalado en la Audiencia de Apelación de la
Prolongación de la prisión preventiva que el beneficiario cuenta con domicilio
y trabajo conocidos, esto no ha sido demostrado con medios probatorios,
limitándose a señalar que los documentos que secundan su pretensión se
adjuntaron a su escrito de apelación”. Sin embargo, ello no implica que los
vocales emplazados no hayan valorado los referidos documentos, sino que
consideraron que no eran suficientes para desvirtuar la primigenia valoración
realizada sobre el peligro procesal cuando se dictó prisión preventiva; pues
si bien en el certificado de trabajo a fojas 42 de autos, de fecha 22 de junio
de 2007 –antes de que se dictara el mandato de prisión preventiva, de fecha
4 de julio del mismo año–, se expone que el beneficiario “viene laborando
en este Molino desde el año 2003” (Molino El Misti), también se indica que
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1 3 0 . De t e n c i ó n p r e v e n t i v a : Nu l i d a d d e l j u i c i o o r a l y d e l a u t o
s u p e r io r d e e n ju ic ia m ie n to n o im p id e d u p lic a c ió n d e l p la z o
Si bien la Sala Penal declaró nulo el juicio oral y nulo el auto
superior de enjuiciamiento, remitiendo los autos a la Fiscalía
Superior, el agente es procesado por delito de concusión en
agravio del Estado en virtud del auto apertorio de instrucción,
por lo que la duplicación del plazo de detención fue acorde a ley
y no se ha excedido el plazo razonable de detención preventiva.
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An ál i s i s d e l c as o c on c r e t o
4. En el presente caso, a fojas 85 obra la Resolución Nº Uno, de fecha 7 de
octubre de 2005, que abrió instrucción en la vía ordinaria en contra del
favorecido por el delito contra la administración pública-concusión. Asi-
mismo, el que la acusación no haya contemplado al delito de concusión
en un primer momento no enerva su exclusión de la duplicidad automática
del plazo razonable, toda vez que, en el presente caso, dicha acusación fue
desaprobada por la Segunda Fiscalía Suprema Penal (f. 195), siendo que
en la Acusación Nº 230-2007 (Exp. 572-05) se determina haber mérito a
pasar a juicio oral contra el favorecido por el delito contra la administración
pública-concusión, tipificado en el artículo 382 del Código Penal (f. 200);
por otro lado, si bien es cierto, la Segunda Sala Penal para Procesos con
Reos en Cárcel de la Corte Superior de Justicia de Lima declaró nulo el
juicio oral y nulo el auto superior de enjuiciamiento el 17 de enero de 2008,
remitiendo los autos a la Fiscalía Superior por omitir pronunciarse sobre la
responsabilidad del procesado Lincol Gonzales Garay, también lo es que el
favorecido es procesado por delito de concusión en agravio del Estado en
virtud del auto apertorio de instrucción.
5. Por consiguiente, la detención judicial que cumple el beneficiario, desde la
fecha de expedición de la resolución señalada hasta la fecha de la postulación
de la presente demanda, no ha excedido el plazo razonable de detención pre-
ventiva y, en consecuencia, la demanda debe ser desestimada en aplicación
del artículo 2, en sentido contrario, al no haberse acreditado la vulneración
al derecho a la libertad individual del favorecido.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
H A RES U ELT O
Declarar INF U NDADA la demanda.
P u b l í q u e s e y n ot i f í q u e s e .
S .S .
M ES ÍA RAM ÍREZ
B EAU M O NT CALLIRGO S
Á LV AREZ M IRANDA
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132. P e l i gr o p r oc e s al : En t r e ga vol u n t ar i a a l ap ol i c í a n o
implica no configuración
Si bien el agente, luego de ocurridos los hechos, se presentó
voluntariamente ante la autoridad policial, este solo no impli-
ca necesariamente la inexistencia del peligro procesal, en la
medida que la entrega voluntaria del demandante a la Policía
no garantiza forzosamente una eventual posterior sustracción
a los efectos del proceso penal en curso.
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An ál i s i s d e l c as o c on c r e t o
(...)
6. En el caso concreto, al demandante se le inició un proceso penal por la comi-
sión del delito de homicidio calificado. La resolución judicial del 8 de abril
de 2007 (folio39) no solo dispone la apertura de instrucción en contra del
demandante, sino que también determina el mandato de detención como me-
dida cautelar personal a imponer al demandante. En la mencionada resolución
puede apreciarse el razonamiento del juez penal en tres aspectos: Primero, ha
determinado que existen elementos probatorios suficientes de la comisión del
delito, pues el recurrente ha reconocido haber agredido al occiso.
7. En segundo lugar, en cuanto a la pena probable a imponerse, el juez penal
determina que “la pena a imponérsele será mayor de un año, teniendo en
cuenta no solo la pena conminada que es no menor de quince años (…)
(folio 41)”. En tercer lugar, se realiza un análisis del peligro procesal. Al
respecto es de advertir que el demandante, luego de ocurridos los hechos,
se presentó voluntariamente ante la autoridad policial. ¿Este hecho justifica
la inexistencia del peligro procesal?
8. A juicio del Tribunal Constitucional, este solo hecho no implica necesaria-
mente la inexistencia del peligro procesal, en la medida que la entrega vo-
luntaria del demandante a la Policía no garantiza forzosamente una eventual
posterior sustracción a los efectos del proceso penal en curso. Esta cuestión
ha sido valorada por el juez penal, quien además estima la concurrencia del
peligro procesal –en cuanto se refiere a la perturbación de la actividad pro-
batoria–, atendiendo a las afirmaciones inexactas del demandante tendentes
a atenuar su responsabilidad penal.
9. En consecuencia, este Colegiado estima que no se ha vulnerado el derecho
fundamental al debido proceso ni el principio de legalidad penal, pues el juez
penal ha justificado la aplicación del artículo 135 del Código Procesal Penal.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
H A RES U ELT O
Declarar INF U NDADA la demanda.
Publíquese y notifíquese.
S S. .
LANDA ARRO Y O
B EAU M O NT CALLIRGO S
ET O CRU Z
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1 3 3 . P e l i g r o p r o c e s a l : No d e s e s t i m a c i ó n d e l a r r a i g o d o m i -
c ilia r io p o r h a b e r s e c o m e tid o d e lito e n e l d o m ic ilio
m e n c io n a d o
El mandato de detención adolece de una falta de motivación
interna de razonamiento con respecto al peligro procesal en
cuanto al extremo que analiza si el procesado cuenta con do-
micilio conocido, deviniendo en un discurso confuso, incapaz
de trasmitir de modo coherente si el demandante tenía o no
domicilio conocido, por cuanto el hecho que alude, esto es, el
haberse cometido el delito en el domicilio que menciona y el no
haberse encontrado otra persona presente, no resulta idóneo
para justificar el que tenga o no domicilio.
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135. P e l i gr o p r oc e s al : In iv ba i l i d da d e s u s t e n t o b aj o m e r as
p r e s u n c i on e s d e or d e n c r i m i n al
La afirmación de la Sala Penal de que no se ha desvirtuado
categóricamente que el agente trate de perturbar la actividad
probatoria atendiendo a la forma y circunstancias en que ocu-
rrieron los hechos que se le imputan; no guarda en absoluto
conexión con algún elemento razonable o proporcional que
justifique que el agente habría de entorpecer la actividad pro-
batoria y se configure el peligro procesal, toda vez que justificar
la severa restricción de la libertad ordenada bajo presunciones
de orden criminal como la expuesta por el órgano judicial,
configura, a todas luces, una indebida motivación, atentatoria
del principio de presunción de inocencia que debe informar a
todo proceso penal.
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CRIT ERIO S RELEV ANT ES DEL T RIB U NAL CO NS T IT U CIO NAL
les fuera impuesta por el Juez penal instructor, por contravenir los derechos
constitucionales que se alegan en la demanda.
2. Conforme este Tribunal ha precisado en reiterada jurisprudencia, si bien las
medidas coercitivas son provisionales, se encuentran sometidas a la cláusula
rebus sic stantibus, lo que significa que su permanencia o modificación, a
lo largo del proceso, estará siempre subordinada a la estabilidad o cambio
de los presupuestos que posibilitaron su adopción inicial, por lo que es
plenamente posible que, alterado el estado sustancial de los presupuestos
fácticos respecto de los cuales se adoptaron, tales medidas puedan variar. En
tal sentido, la resolución de autos que resuelve la revocación del mandato de
comparecencia restringida por la detención de los recurrentes debe cumplir
con la exigencia de la motivación de las resoluciones judiciales.
3. En el presente caso se advierte de la cuestionada resolución (fojas 9 a 11)
que el órgano judicial demandado incumplió con la exigencia constitucional
de la motivación de las resoluciones judiciales, adecuada a las condiciones
legales de la materia (artículo 135 del Código Procesal Penal), por cuanto si
bien sustenta la imposición del mandato de detención contra los afectados
en la suficiencia de elementos de prueba que los vincula con los ilícitos que
se les imputa, así como el pronóstico de pena que les correspondería dada
la entidad de los delitos incriminados, tales argumentos, por sí solos, no se
condicen con los elementos objetivos que puedan concluir en la determi-
nación del peligro procesal, que es el principal elemento a considerarse en
el dictado de una medida cautelar, y que comporta la posibilidad de que el
procesado pueda interferir u obstaculizar la investigación judicial o evadir
la acción de la justicia.
4. Cabe precisar que la existencia del peligro procesal debe determinarse a
partir del análisis de una serie de circunstancias concurrentes antes o durante
el desarrollo del proceso y que están ligadas, fundamentalmente, con las
actitudes y valores morales del procesado, lo mismo que con su ocupación,
sus bienes, sus vínculos familiares y todo factor que permita concluir, con
un alto grado de objetividad, que la libertad del inculpado, previa a la de-
terminación de su eventual responsabilidad, pone en serio riesgo el correcto
desenvolvimiento de la labor de investigación y la eficacia del proceso.
5. En el caso de autos la Sala penal señala en la cuestionada resolución lo
siguiente: “No se ha desvirtuado categóricamente que estos traten de per-
turbar la actividad probatoria atendiendo a la forma y circunstancias en que
ocurrieron los hechos que se les imputa (Fundamento sexto)”.
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137. V ra i ac i ón d e l a d e t e n c i ó n p r e ve n t i va: De b e r d e e xp r e -
s ar r za no e s d e d e n e gat ro i a d e l p e d i d o
La resolución en la que se resuelve un pedido de cesación de
una medida cautelar debe expresar de manera clara si aún con-
curren los presupuestos que habilitaron el dictado de la medida
restrictiva impuesta. En caso de denegatoria de cesación del
mandato de detención, el órgano jurisdiccional debe expresar
las razones por las que la medida no debe ser variada, especi-
ficando por qué considera que no se ha desvanecido el peligro
procesal o los elementos probatorios de la comisión del ilícito.
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An ál i s i s d e l c as o
4. Según consta de la demanda de hábeas corpus y de la resolución que confirma
la denegatoria de solicitud de cesación de prisión preventiva, el recurrente
había fundamentado su solicitud en el desvanecimiento de la suficiencia
probatoria que lo vinculan con la comisión del delito de cohecho pasivo
específico y tenencia ilegal de armas, manifestando que:
• Con la ampliación de la manifestación de la denunciante se acreditaba
que esta había falseado a la verdad en sus declaraciones hasta en tres
ocasiones respecto a si el demandante le había solicitado o no alguna
cantidad de dinero, si dicha solicitud fue realizada en forma directa o a
través de su abogado y si dicho abogado existía o no.
• Con la declaración de la testigo Évelin Sánchez Valareso se acreditaba
que en ningún momento de la conversación que tuvo el recurrente con
la denunciante, aquel había solicitado cantidad de dinero alguna.
• Con la trascripción del audio de la conversación que sostuvo el recurrente
con la denunciante, se acreditaba que en ningún momento de la conver-
sación se hizo solicitud alguna de dinero, y mucho menos de algún tipo
de promesa de excarcelar al cuñado de la denunciante, imputado por
drogas.
• Con el acta de visualización y trascripción de video y antecedentes
penales, el demandante alega que se acreditaba que la denunciante no
había entregado el dinero personalmente al recurrente sino que había
sido arrojado por la ventana del domicilio del recurrente, situación que
era irrelevante para el delito de cohecho.
• Finalmente, con la declaración de la doctora Marcela Valderrama Juá-
rez, Fiscal Coordinadora de la Fiscalía Provincial Mixta Corporativa de
Pacasmayo, que manifiesta que una vez informada de la supuesta solicitud
de dinero a cambio de poner en libertad al cuñado de la denunciante, por
parte del abogado de la misma, ella se encargó de tomar la declaración
del imputado por drogas para evitar algún tipo de problema, con lo cual
se acreditaba que el recurrente no podía influir en la situación jurídica
del cuñado de la denunciante y en consecuencia no podía influir en la
decisión de un asunto que no estaba en su competencia.
5. No obstante ello, se observa que en la Resolución impugnada, obrante a fojas
25, la Sala de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de La Liberad
no solo ha restado valor a los elementos de convicción alegados por el de-
mandante sino que, además, ha dado las razones por las cuales la medida de
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138. O r d e n d e u b i c ac i ón y c pa t u r a: P os i b i l i d ad d e l h áb e as
c o r p u s e n c as o d e c on t u m ca i a
La declaración de contumacia, en sí misma, es una incidencia
de naturaleza procesal susceptible de resolverse en la vía ordi-
naria y no en sede constitucional. No obstante, en la medida que
la resolución judicial que declara reo contumaz a una persona
contenga la orden de su ubicación y captura, resulta legítimo su
cuestionamiento mediante el hábeas corpus, siempre y cuando,
claro está, que aquella se haya dictado con desprecio de los
derechos fundamentales de la libertad individual y revista el
requisito de firmeza exigido en este proceso.
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CRIT ERIO S RELEV ANT ES DEL T RIB U NAL CO NS T IT U CIO NAL
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CRIT ERIO S RELEV ANT ES DEL T RIB U NAL CO NS T IT U CIO NAL
139. O r d e n d e u b i c ac i ón y c pa t u r :a Con s t i t u c i on la i d da
d e l m na d ta o d e ap e r c i b i m i e n t o p ro i n c on c u r r e n c i a a
d i l i ge n c i as
Al haberse dictado en contra del agente un mandato de aperci-
bimiento por la inconcurrencia a las diligencias de comparendo,
se advierte que los jueces emplazados han resuelto de confor-
midad con el procedimiento establecido en la ley de la mate-
ria (citándose a las partes a la diligencia de comparendo, no
habiendo asistido el querellado en más de dos oportunidades),
decisión jurisdiccional que no supone amenaza o vulneración
a su derecho a la libertad personal, por lo que la demanda de
hábeas corpus debe ser desestimada.
51
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CRIT ERIO S RELEV ANT ES DEL T RIB U NAL CO NS T IT U CIO NAL
H A RES U ELT O
Declarar IM P RO CEDENT E la demanda de hábeas corpus, en lo referente
al fundamento 4 de la sentencia.
Declarar INF U NDADA la demanda de conformidad con el fundamento 5
de la presente sentencia.
Publíquese y notifíquese.
S .S .
M ES ÍA RAM ÍREZ
B EAU M O NT CALLIRGO S
ET O CRU Z
53
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
140. Com p ar e c e n c i a s i m p l e : No af e c t ac i ón c on s t i t u c i on al
No se advierte una afectación concreta del derecho fundamental
a la libertad personal del agente, cuando la sujeción al proceso
penal se cumplía en condición de comparecencia simple.
V IS T O :
El recurso de agravio interpuesto por don Florencio Gabino Ninasivincha
Gárate contra la resolución de la Segunda Sala Penal de la Corte Superior de
Justicia de Arequipa, de fojas 156, su fecha 11 de julio de 2007, que declara
infundada la demanda de autos; y,
AT ENDIENDO A:
1. Que el recurrente con fecha 1 de mayo de 2007 interpone demanda de
hábeas corpus contra el juez del Primer Juzgado Penal de Puno, señor Félix
Ochatoma Paravicino, con el objeto que se declare la nulidad del auto de
apertura de instrucción y de los oficios Nº 1103-2007 y Nº 1105-2007 de
fecha 30 de marzo de 2007, mediante los cuales se dicta orden de captura
en su contra en el proceso penal que se le sigue por los delitos de peculado
y malversación de fondos (Expediente Nº 427-03), y en consecuencia se
ponga tal hecho en conocimiento de la OCMA y se solicite la destitución
del juez demandado. Aduce la vulneración de sus derechos constitucionales
al debido proceso y a la libertad individual.
2. Que si bien la demanda pretende que se deje sin efecto el auto de apertura
de instrucción dictado contra el demandante por vulneración del debido
proceso, sin embargo de lo alegado no se advierte una afectación concreta
del derecho fundamental a la libertad personal del demandante, pues su suje-
ción al proceso penal la cumplía en condición de comparecencia simple; por
ello resulta de aplicación al caso el artículo 5, inciso 1, del Código Procesal
Constitucional, que prescribe: “No proceden los procesos constitucionales
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CRIT ERIO S RELEV ANT ES DEL T RIB U NAL CO NS T IT U CIO NAL
5
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
14. Com p ar e c e n c i a r e s t r i n gi d a: Di s t i n c i ón c on e l au to
apertorio de instrucción y carácter no firme
Si bien la medida cautelar de comparecencia con restricciones
forma parte del auto apertorio de instrucción, dicho extremo
no tiene las mismas características de este auto, esto es, se trata
de una decisión jurisdiccional que es impugnable; por ello,
no reúne la característica de firmeza a que hace referencia el
artículo 4 del Código Procesal Constitucional.
AS U NT O :
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Cico Fernando Álamo
Figueroa contra la resolución de la Primera Sala Penal de Huaraz, de la Corte
Superior de Justicia de Áncash, de fojas 435, su fecha 16 de enero de 2009, que
declaró infundada la demanda de autos.
ANT ECEDENT ES :
(...)
F U NDAM ENT O S :
1. El objeto de la demanda es que se deje sin efecto el auto apertorio de instruc-
ción dictado en el Exp. Nº 2008-225, tramitado en contra del demandante y
terceras personas por ante el Juzgado Especializado en lo Penal de Yungay.
Los argumentos planteados para tal efecto son: a) que dicho auto no les fue
notificado; y, b) que el auto adolece de falta de motivación; este supuesto vicio
se ha hecho extensivo al mandato de comparecencia con restricciones dictado
en contra de los demandantes, en el proceso penal seguido en su contra.
56
CRIT ERIO S RELEV ANT ES DEL T RIB U NAL CO NS T IT U CIO NAL
Cu e s t i on am i e n t o d e l au t o ap e r t or i o d e i n s t r u c c i ón
2. Sobre la impugnación del auto de apertura de instrucción, el Tribunal
Constitucional ha establecido, en anterior jurisprudencia que: “si bien uno
de los requisitos para cuestionar mediante hábeas corpus una resolución
de carácter jurisdiccional es que tenga la calidad de firme, conforme a lo
previsto en el artículo 4 del Código Procesal Constitucional, tratándose del
auto de apertura de instrucción no corresponde declarar la improcedencia de
la demanda, toda vez que contra esta resolución no procede ningún medio
impugnatorio mediante el cual se pueda cuestionar lo alegado en este proceso
constitucional” (STC Nº 8125-2005-PHC/TC, fundamento 3).
(...)
5. En relación al primer argumento esbozado en la demanda, esto es, que la
resolución cuestionada no les fue notificada a los demandantes, se advierte
que el dicho de los procesados no es uniforme; así, en el escrito de demanda,
alegan que no fueron notificados, pero de la copia certificada que corre a
ff. 298 a 300, en el reverso de la última hoja, se advierte que si lo fueron,
pero se negaron a firmar.
De otro lado, en su declaración indagatoria, don Cico Fernando Alamo
Figueroa (f. 24) expresa que no ha sido notificado con la resolución pre-
citada, pero además añade, por intermedio de su abogado, que esa misma
resolución no especifica el hecho que se le imputa. Por su parte, don Marco
Antonio Romero Ramírez expone igualmente que no fue notificado con el
auto apertorio de instrucción, pero que, además, este adolece de falta de
motivación, esto es, que no especifica en que consisten los delitos que se
les imputan. En ese sentido, cuando menos, queda acreditado que conocen
del contenido del auto, por lo que en aplicación supletoria del artículo 172
del Código Procesal Civil, conforme a lo dispuesto por el artículo IX del
Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, la omisión de falta de
notificación alegada, debe tenerse, por subsanada, por lo que en aplicación
del artículo 5 inciso 1) del último Código precitado, debe declararse impro-
cedente la demanda en este extremo.
6. Respecto al segundo argumento, esto es, que el auto apertorio de instrucción
adolece de falta de motivación, de la copia del mismo, que corre a f. 298,
se aprecia que en él se detalla los actos que se les imputa a los demandantes
en autos.
Así, se advierte que existe una descripción mínima de los hechos que son
materia de investigación judicial y considerados punibles, pues será en el
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142. Co m p ar e c e n c i a r e s t r i n gi d a: Cu e s t i on am i e n t o ví ap r o -
c e s o d e am p ar o
Tratándose del cuestionamiento al auto que abre instrucción
con el argumento de una indebida o deficiente motivación, la
pretensa vulneración no puede ser conocida a través del hábeas
corpus sino del amparo puesto que el auto de apertura, en pu-
ridad, no está vinculado directamente con la medida cautelar
de naturaleza personal, ya que contra el demandante en este
caso no existe medida de detención sino de comparecencia res-
tringida, y aun si se hubiese ordenado mandato de detención al
actor, contra esta medida cautelar personal este tiene los medios
impugnatorios que la ley procesal permite para cuestionar dicha
medida dentro del mismo proceso penal.
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
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CRIT ERIO S RELEV ANT ES DEL T RIB U NAL CO NS T IT U CIO NAL
todas sus expresiones, debiendo allí en esa sede proponer las medidas que
hoy trae indebidamente al proceso constitucional.
4. Asimismo, respecto del extremo de la demanda en el que el actor alega haber
sido condenado sobre la base de un delito que no fue materia de instrucción,
conforme se aprecia de la sentencia condenatoria de fecha 12 de octubre de
2004 (a fojas 53) así como de su confirmatoria (a fojas 61) que el recurrente
fue condenado por delito de usurpación agravada y daños agravados, delitos
que fueron contemplados en el auto de apertura de instrucción (a fojas 43),
por lo que este extremo de la demanda es también desestimable.
5. En cuanto a la falta de notificación con la resolución que dispuso la ins-
pección judicial, cabe señalar que se aprecia de autos que con fecha 16 de
Setiembre de 2002 el recurrente fue notificado de la mencionada diligencia
en el mismo domicilio consignado en su demanda de hábeas corpus, por lo
que no existe vulneración a sus derechos constitucionales.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
H A RES U ELT O
Declarar INF U NDADA la demanda.
Publíquese y notifíquese.
S S. .
GO NZ Á LES O JE DA
V ERGARA GO T ELLI
M ES ÍA RAM ÍREZ
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143. Com p ar e c e n c i a r e s t r i n gi d a: Re q u e r i m i e n t o p o r e l
fiscal no configura un agravio constitucional
El Nuevo Código Procesal Penal contiene dispositivos que
confieren al fiscal la potestad de limitar el derecho a la libertad
personal –como lo es la disposición de la conducción compul-
siva del omiso a una citación con apercibimiento, entre otra
disposición–, sin embargo, en las actuaciones fiscales de la
formalización y continuación de la investigación preparatoria y
el requerimiento de la comparecencia restrictiva no se configura
un agravio directo y concreto del derecho materia de tutela del
hábeas corpus, por cuanto no imponen medidas de coerción de
la libertad individual.
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V IS T O :
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Omar Yento Aqui-
no Palacios contra la resolución de la Tercera Sala Penal de la Corte Superior
de Justicia de Junín, de fojas 111, su fecha 10 de junio de 2009, que declaró
improcedente la demanda de autos; y,
AT ENDIENDO A:
1. Que, con fecha 20 de marzo de 2009, el recurrente interpone demanda de
hábeas corpus a favor de Victoria Cosme de Ramón, y la dirige contra el Juez
del Primer Juzgado Penal del Módulo Básico de Justicia, don Romeo Misari
Barrera, aduciendo la vulneración de su derecho a la libertad de tránsito por
la emisión de la resolución de fecha 11 de marzo de 2009, habiéndose avo-
cado el demandado el 4 de marzo de 2009, en el proceso que se le sigue en
su contra por el delito de defraudación en agravio del Estado peruano y otros
(Exp. N° 2005-0158-0-1506-JR-PE-02). Alega que la resolución impugnada
renueva las órdenes de requisitoria dictadas en contra de la favorecida y le
impide la salida del país, no obstante que durante la etapa investigatoria no se
han dictado medidas coercitivas o restrictivas a su libertad; que se le dictó la
medida provisional de impedimento de salida del país pese a no encontrarse
regulada por el Código de Procedimientos Penales de 1940 pero sí en el Nuevo
Código Procesal Penal, no siendo aplicable en el expediente en referencia; que
la medida no puede durar más allá de lo que dura el proceso penal, y que se
debió motivar la resolución y respetar el principio de proporcionalidad.
2. Que, conforme obra en autos, a la favorecida se le abrió proceso penal por
la comisión del delito de defraudación en agravio del Estado.
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147. De t e n c i ón d om i c i l i ar i a: V al or a l os e f e c t os d e l d e s-
c u e n t o d e l a p e n a ap l i c ad a
Si bien el Tribunal Constitucional no puede asumir atribuciones
que son propias del Parlamento para darle un valor numérico
a los días de arresto domiciliario, también es verdad que este
no puede dejar de administrar justicia más aún si se encuentra
ante una situación irrazonable y desproporcionada como la que
afecta al beneficiario a consecuencia de la actuación legalista
del ente administrativo penitenciario. Es el contenido de la
propia Constitución, en consecuencia, la que da respuesta a
este problema dado su fuerza normativa y carácter fundante
y fundamentador del ordenamiento jurídico y la que respalda
a este Colegiado para que estime la demanda, ya que de lo
contrario estaríamos validando la arbitrariedad que supone
no reconocer valor alguno a los días que el beneficiario sufrió
bajo arresto domiciliario.
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ANT ECEDENT ES :
(...)
F U NDAM ENT O S
§. P e t i t or i o
El beneficiario solicita al Tribunal Constitucional ordene su excarcelación
por haber cumplido en exceso su condena de cuatro años de pena privativa de
libertad (equivalente a 1460 días) impuesta por la Primera Sala Penal Transitoria
de la Corte Suprema de Justicia de la República.
§ . P l a n t e a m i e n t o d e l p r o b l e m a : ¿ Lo s d í a s d e a r r e s t o d o m i c i l i a r i o t i e n e n
val or ? ¿D e b e n s e r ab on ad o s al c óm p u t o d e l a p e n a?
El beneficiario considera que los días que sufrió bajo detención domiciliaria
tienen valor porque suponen una restricción a la libertad individual y que si
estos son sumados conjuntamente con el total de días de prisión efectiva más
los de redención por trabajo, su condena ya se cumplió. Por tanto, para que este
Colegiado pueda estimar o desestimar la demanda deberá verificar si efectiva-
mente se ha producido ese cumplimiento de condena en exceso como alega el
beneficiario y, esto pasa por determinar, preliminarmente, si es válido en términos
constitucionales abonar los días de arresto domiciliario al cómputo de la pena, es
decir, pasa por determinar si los días de arresto domiciliario tienen algún valor.
El arresto domiciliario, de acuerdo a lo establecido por el artículo 143 del
Código Procesal Penal (Decreto Legislativo Nº 638), es una modalidad del
mandato de comparecencia (medida cautelar de naturaleza personal) que el juez
dicta cuando no corresponde la detención preventiva.
Por tanto, el arresto domiciliario no puede ser entendido como un sustituto
o símil de la detención preventiva, más aún si difieren en su incidencia sobre el
derecho fundamental a la libertad personal; y ello porque el ius ambulandi se
ejerce con mayores alcances, no existe la aflicción psicológica que caracteriza
a la reclusión, no se pierde la relación con el núcleo familiar y amical, en deter-
minados casos, se continúa ejerciendo total o parcialmente el empleo, se sigue
gozando de múltiples beneficios (de mayor o menor importancia) que serían
ilusorios bajo el régimen de disciplina de un establecimiento penitenciario, y, en
buena cuenta, porque el hogar no es la cárcel (Expediente Nº 0019-2005-PI/TC,
caso más del 25% del número legal de miembros del Congreso de la República).
Sin embargo, esto no significa que el arresto domiciliario sea concebido
como una forma simple de comparecencia que no afecta en nada la libertad
individual, por el contrario, es la forma más grave de comparecencia restringida
574
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§. An ál i s i s d e l c as o c on c r e t o
Resuelta la problemática descrita, le queda al Tribunal verificar si efecti-
vamente se ha producido ese cumplimiento de condena en exceso que alega el
beneficiario.
No obstante, antes de entrar al análisis concreto del caso creemos que es
necesario recordar que el favorecido estuvo vinculado a actos de corrupción
contrarios al cuadro de principios y valores que inspiran nuestra Constitución y
que la sociedad reprocha. Sin embargo, ello no constituye razón suficiente para
que este Colegiado asuma una posición renuente a otorgar tutela, más aún, si
es que podrían existir elementos que conlleven a ubicarnos ante la presencia
de un ejercicio irregular de atribuciones por parte de la autoridad competente
que vulneran o amenazan derechos fundamentales reconocidos en la norma
constitucional. Una situación como la planteada en autos, donde podría estar
en juego y cuestionamiento el valor justicia, es la que sirve para medir en su
real dimensión y eficacia al Estado Democrático y Constitucional de Derecho
asentado sobre la base de la dignidad de la persona.
Ahora bien, es cierto que el Congreso de la República publicó la Ley
Nº 28568 modificando el artículo 47 del Código Penal y permitiendo que el
tiempo de arresto domiciliario se abonara al cómputo de la pena privativa de
libertad a razón de un día de pena por cada día de arresto. También es cierto que
este Colegiado declaró la inconstitucionalidad de dicha norma por las razones
constitucionales vertidas en su sentencia recaída en el Expediente Nº 0019-2005-
PI/TC. Sin embargo, ante la expulsión de la ley del ordenamiento jurídico que
supone una declaratoria de inconstitucionalidad como la señalada y la necesidad
social de regular el arresto domiciliario y el valor que tiene cada día sufrido bajo
esa condición a efectos de abonarlos al cómputo de la pena; cabe reconocer que
el legislador ha incurrido en la omisión de normar una realidad como la descrita,
pero no cabe admitir que esta situación constituye justificación suficiente para
que un juez constitucional, que tiene que velar por la protección y defensa de los
derechos fundamentales de la persona, deje de administrar justicia (artículo 139
inciso 8 de la Constitución). Si la ley no ha previsto un hecho violatorio de la
libertad individual, la solución está en la Constitución que es autosuficiente para
dar respuesta a todas las posibles afectaciones de los derechos fundamentales.
En el caso de autos se evidencia del expediente:
- Respecto a la condena impuesta en contra del beneficiario por la Primera Sala
Penal Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de la República (4 años
de pena privativa de libertad equivalentes a 1460 días) y su cumplimiento
con carcelería efectiva: i) que a la fecha de interposición de la demanda el
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H A RES U ELT O
Declarar F U NDADA la presente demanda de hábeas corpus. En consecuen-
cia, el beneficiario deberá ser puesto en libertad de manera inmediata.
EX H O RT AR al Congreso de la República para que en el menor tiempo que
suponga el proceso legislativo previsto por la Constitución, expida una ley que
regule la fórmula matemática a aplicarse con ocasión de abonar la detención
domiciliaria al cómputo de la pena y evite la violación de los derechos funda-
mentales de todas aquellas personas que podrían verse inmersas en una situación
como la planteada en este caso.
Publíquese y notifíquese.
S .S .
M ES ÍA RAM ÍREZ
V ERGARA GO T ELLI
ET O CRU Z
CALLE H AY EN
Á LV AREZ M IRANDA
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148. De t e n c i ón d om i c i l i ar i a: M e d i d a d e l an z am i e n t o d e l
i n m u e b l e n o p u e d e c u e s t i on ra s e ví a h áb e as c or p u s
Si bien el agente sujeto a arresto domiciliario alega que se ha
dispuesto su lanzamiento (como consecuencia de un proceso
por desalojo en el que fue vencido) sin ejecutarse las medidas
pertinentes ante dicha situación, ya que no se ha comunicado
al órgano judicial que lo instruye de la medida; lo que subyace
es una supuesta afectación al derecho de posesión, lo que no
agravia el derecho a la libertad personal, por lo que es impro-
cedente la demanda de hábeas corpus.
V IS T O :
El recurso de agravio constitucional interpuesto por don Edward López Tafur
contra la sentencia de la Segunda Sala Especializada en lo Penal para Procesos
con Reos Libres de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 115, su fecha
24 de enero de 2008, que declara infundada la demanda de autos; y,
AT ENDIENDO A:
1. Que con fecha 13 de setiembre de 2007 el recurrente interpone demanda de
hábeas corpus contra la juez del Quincuagésimo Quinto Juzgado Especiali-
zado en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, doña Silvia Patri-
cia Llaque Napa, acusando la violación a sus derechos al debido proceso y
tutela procesal efectiva. Alega que en el proceso que se le sigue por el delito
de peculado ante la Cuarta Sala Penal Especial de Lima se ha dispuesto su
arresto domiciliario en el inmueble ubicado en la Manzana Q, Lote 17 de
la Urbanización Rosario de Villa en el distrito de Chorrillos, sin embargo la
emplazada ha dispuesto [su lanzamiento] (como consecuencia del proceso
por desalojo en el que fue vencido, Expediente Nº 60596-2004) sin ejecu-
tar las medidas pertinentes ante dicha situación ya que no ha comunicado
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150. In t e r n ma i e n t o p r e ev n t i vo: In c no s t i t u c i on la i d da d e
ap l i c ac i ón a m e n ro d e e d ad e n l oc la la e j ad o d e l d mo i-
c i l i o y f ma i l i a
La medida de internamiento es la medida más severa que se le
puede aplicar a un adolescente que se le imputa la comisión
de una infracción penal, motivo por el cual su aplicación debe
tener un carácter excepcional, en virtud de que se encuentra
limitada por el derecho a la presunción de inocencia, así como
por los principios de necesidad y proporcionalidad. Luego,
ordenar el internamiento de un niño, niña o adolescente en
un centro especializado, alejado de su domicilio y lejos de su
familia, no solo viola el artículo 4 de la Constitución, sino que
afecta el propio objeto y propósito de la Convención sobre los
Derechos del Niño.
AS U NT O
Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Santos Eulalia Armas
Medina, en representación de su hija adolescente E.M.C.A., contra la resolu-
ción emitida por la Segunda Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de
Justicia de La Libertad, de fojas 146, su fecha 13 de mayo de 2009, que declaró
improcedente la demanda de autos; y,
ANT ECEDENT ES :
Con fecha 23 de abril de 2009, la demandante interpone demanda de há-
beas corpus a favor su hija adolescente E.M.C.A., contra el juez del Juzgado
Mixto del Módulo Básico de Justicia del Distrito La Esperanza, Provincia
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F U NDAM ENT O S
§1. De l i m i t ac i ó n d e l a c on t r ove r s i a
1. De acuerdo con los hechos que han quedado expuestos en los anteceden-
tes, en el presente caso la controversia exige determinar si lo actuado por
la Primera Sala Superior Especializada en lo Civil de la Corte Superior de
Justicia de La Libertad, al confirmar la medida de internamiento preventivo
de la adolescente por robo agravado, estuvo de acuerdo con los derechos a la
tutela procesal efectiva y de defensa reconocidos en los incisos 3) y 14) del
artículo 139 de la Constitución y con el Código de los Niños y Adolescentes,
especialmente en lo dispuesto en el artículo 212, relativo a la práctica de las
diligencias judiciales.
2. De forma complementaria, este Tribunal Constitucional estima necesario
analizar si la decisión del juez de disponer que la adolescente cumpla con
la medida de internamiento preventivo en el Centro Juvenil Santa Margarita
de la ciudad de Lima, cuando está demostrado que tiene su domicilio en la
ciudad de Trujillo, está acorde con la doctrina de protección integral y del
interés superior del niño reconocido en el artículo 4 de la Constitución y la
Convención sobre los Derechos del Niño(1).
3. Si bien esto no ha sido solicitado por la demandante, este Tribunal puede
pronunciarse sobre este aspecto en virtud del principio de suplencia de queja,
el cual se encuentra implícito en nuestro derecho procesal constitucional por
medio de los artículos II y VIII del Título Preliminar del Código Procesal
Constitucional. A través de la suplencia de la queja, este Colegiado puede
efectuar correcciones sobre el error o la omisión en la que incurre el deman-
dante en el planteamiento de sus pretensiones, tanto al inicio del proceso
como en su decurso.
Por lo tanto, este Tribunal deberá analizar el contenido del artículo 211 del
Código de los Niños y Adolescentes y determinar si su aplicación cons-
tituye en una violación al inciso 17) del artículo 25 del Código Procesal
Constitucional, referido al derecho del detenido o recluso a no ser objeto de
un tratamiento carente de razonabilidad y proporcionalidad, respecto de la
(1) Convención adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución 44/25
del 20 de noviembre de 1989. Ratificada por el Perú mediante Resolución Legislativa Nº 25278
del 3 de agosto de 1990.
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
§2.El d e b i d o p r oc e s o y e l d e r e c h o a l a t u t e l a p r oc e s al e f e c t i va
4. La Constitución establece expresamente en el artículo 200, inciso 1) que
a través del hábeas corpus se protege tanto la libertad individual como los
derechos conexos a ella. No obstante, no cualquier reclamo que alegue
afectación del derecho a la libertad individual o derechos conexos puede
reputarse efectivamente como tal y ser objeto de protección, pues para ello
es necesario analizar previamente si tales actos denunciados vulneran el
contenido constitucionalmente protegido del derecho tutelado por el hábeas
corpus.
5. El artículo 25 del Código Procesal Constitucional establece que también
procede el hábeas corpus en defensa de los derechos constitucionales conexos
a la libertad individual, especialmente cuando se trata del debido proceso y
la tutela procesal efectiva. En tal sentido, es posible inferir que el presente
proceso constitucional procede siempre y cuando el hecho cuestionado incida
sobre la libertad individual, o sobre algún derecho conexo a ella, esto es,
cuya vulneración repercuta sobre la referida libertad.
6. El derecho a la tutela procesal efectiva se encuentra reconocido en el artículo
139, inciso 3) de la Constitución. Como este Tribunal ha establecido an-
teriormente, si bien la tutela procesal efectiva aparece como principio y
derecho de la función jurisdiccional , es claro que se trata de un derecho
constitucional que en su vertiente subjetiva supone, en términos generales
un derecho a favor de toda persona para: (i) acceder de manera directa o a
través de representante ante los órganos judiciales; (ii) ejercer sin ninguna
interferencia los recursos y medios de defensa que franquea la ley; (iii)
obtener una decisión razonablemente fundada en derecho; y (iv) exigir la
plena ejecución de la resolución de fondo obtenida.
A su vez, el artículo 4 del Código Procesal Constitucional entiende por
tutela procesal efectiva aquella situación jurídica de una persona en la que
se respetan, de modo enunciativo, sus derechos de libre acceso al órgano
jurisdiccional, a probar, de defensa, al contradictorio e igualdad sustancial
en el proceso, a no ser desviado de la jurisdicción predeterminada ni some-
tido a procedimientos distintos de los previstos por la ley, a la obtención de
una resolución fundada en derecho, a acceder a los medios impugnatorios
regulados, a la imposibilidad de revivir procesos fenecidos, a la actuación
586
CRIT ERIO S RELEV ANT ES DEL T RIB U NAL CO NS T IT U CIO NAL
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
§3. El Cód i go d e l os Ni ñ os y Ad ol e s c e n t e s , e l c u m p l i m i e n t o d e l as m e d i d as
d e i n t e r n am i e n t o y l a d oc t r i n a d e p r ot e c c i ón i n t e gr al
13. Como este Tribunal ha establecido anteriormente , un sistema de respon-
sabilidad penal juvenil es compatible con el Derecho Internacional de los
Derechos Humanos y la Convención sobre los Derechos del Niño, siempre
y cuando dicho sistema tenga una naturaleza garantista y sus disposiciones
58
CRIT ERIO S RELEV ANT ES DEL T RIB U NAL CO NS T IT U CIO NAL
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
590
CRIT ERIO S RELEV ANT ES DEL T RIB U NAL CO NS T IT U CIO NAL
finalidad de asegurar que los adolescentes en conflicto con la ley penal tengan
un tratamiento proporcional y razonable a la infracción cometida.
21. En el escrito de contestación de la demanda de hábeas corpus, de fecha
24 de abril de 2009, el juez demandado justifica su decisión de enviar a la
adolescente a la ciudad de Lima aduciendo que en Trujillo no se cuenta con
un centro de internamiento para adolescentes mujeres (fojas 106), habiendo
solo el hogar de la Niña para su custodia temporal.
Por lo tanto, se puede concluir que el juez del Juzgado Mixto del Módulo
Básico de Justicia del Distrito La Esperanza ordenó la medida cuestionada
al amparo del artículo 211 del Código de Niños y Adolescentes.
22. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que “una de
las obligaciones que ineludiblemente debe asumir el Estado en su posición
de garante, con el objetivo de proteger y garantizar el derecho a la vida y a
la integridad personal de las personas privadas de libertad, es la de procurar
a éstas las condiciones mínimas compatibles con su dignidad mientras per-
manecen en los centros de detención” .
23. Sobre este punto, frente a los niños y adolescentes privados de su libertad,
la posición de garante del Estado adquiere una mayor responsabilidad. Los
artículos 6 y 27 de la Convención sobre los Derechos del Niño incluyen en
el derecho a la vida la obligación del Estado de garantizar, “en la máxima
medida posible la supervivencia y el desarrollo del niño”, lo que abarca su
formación física, mental, espiritual, moral, psicológica y social a fin de que
esta medida excepcional no afecte su proyecto de vida.
24. Este Tribunal considera indispensable destacar que la medida de internamien-
to es la medida más severa que se le puede aplicar a un adolescente que se le
imputa la comisión de una infracción penal, motivo por el cual su aplicación
debe tener un carácter excepcional, en virtud de que se encuentra limitada
por el derecho a la presunción de inocencia, así como por los principios de
necesidad y proporcionalidad.
25. En el caso concreto, el traslado de la adolescente E.M.C.A. de la ciudad de
Trujillo a la ciudad de Lima constituye una práctica habitual por parte de los
jueces encargados de aplicar la justicia penal juvenil(2). Sin embargo, este
Tribunal advierte que ni los jueces, ni los organismos de la sociedad civil
(2) Ver: Defensoría del Pueblo. La situación de los adolescentes infractores de la ley penal priva-
dos de libertad. Informe Defensorial Nº 123, Lima, 2007.
591
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
encargados de velar por los derechos del niño, han estudiado con el debido
cuidado el impacto que este tipo de traslados tiene sobre el niño y su familia.
26. De acuerdo con la Defensoría del Pueblo “la ubicación de los Centros Juve-
niles en algunas ciudades del país origina que existan zonas en las que en el
caso de que un adolescente deba ser internado en un centro juvenil por una
orden judicial, este se encuentre situado a una distancia considerable, lo que
origina que las visitas que sus familiares realicen sean escasas, rompiendo
de esa forma, el mantenimiento del vínculo familiar. En dichos supuestos, el
derecho a la unidad familiar del adolescente se ve seriamente restringido”(3).
27. Se aprecia pues que la Defensoría del Pueblo, al concluir que este tipo de
medida afecta la unidad familiar, se ha limitado a efectuar una escueta re-
seña del problema pero no formula una propuesta concreta e integral para
resolver una situación que no solo afecta los derechos del niño reconocidos
en la Constitución y los tratados internacionales, sino que demuestra la
inexistencia de una política pública específica sobre la materia que sea acorde
con la doctrina del interés superior del niño.
28. Atendiendo a ello, este Tribunal considera que ordenar el internamiento de un
niño, niña o adolescente en un centro especializado, alejado de su domicilio
y lejos de su familia, no solo viola el artículo 4 de la Constitución, sino que
afecta el propio objeto y propósito de la Convención sobre los Derechos del
Niño.
Considerando que el inciso 17) del artículo 25 del Código Procesal Cons-
titucional establece que procede el hábeas corpus para la protección del
derecho del detenido o recluso a no ser objeto de un tratamiento carente de
razonabilidad y proporcionalidad, respecto de la forma y condiciones en que
cumple el mandato de detención o la pena, la presente demanda deberá ser
fundada en este extremo.
29. Si bien en el caso concreto el juez demandado ha actuado conforme a lo
dispuesto en el artículo 211 del Código de los Niños y Adolescentes, la
práctica de los jueces ha sido errónea y demuestra un rezago de la doctrina
de situación irregular, puesto que decidir en qué ciudad se deberá cumplir
la medida de internación supone considerar al niño y adolescente como un
objeto y no como un sujeto de derecho.
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CRIT ERIO S RELEV ANT ES DEL T RIB U NAL CO NS T IT U CIO NAL
30. Por lo tanto, este Tribunal debe declarar fundada la demanda de hábeas cor-
pus en lo referido a que la Resolución del 17 de abril de 2009 de la Primera
Sala Superior Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de
La Libertad, que confirma la resolución del Juzgado Mixto del Módulo
Básico de Justicia del Distrito La Esperanza de ordenar el cumplimiento de
la medida de internación de E.M.C.A. en el Centro Juvenil Santa Margarita
de la ciudad de Lima, vulnera el artículo 4 de la Constitución aplicable a los
niños y adolescentes privados de su libertad.
Por lo tanto, este Tribunal debe ordenar el traslado inmediato de la adolescente
E.M.C.A. a la ciudad de Trujillo, a fin de que pueda cumplir con la medida
de internamiento en la ciudad donde habitan y residen tanto ella como sus
padres.
31. Adicionalmente, debe disponer que en el caso que el juez competente im-
ponga a E.M.C.A., una medida socioeducativa de privación de la libertad,
contemplada en los artículos 235, 236 y 237 del Código de los Niños y
Adolescentes, esta medida será cumplida en la ciudad de Trujillo.
32. Finalmente, este Tribunal deberá ordenar a los jueces competentes que
imparten justicia especializada en el niño y el adolescente se abstengan de
imponer medidas de internamiento o medidas socioeducativas que impliquen
el traslado del niño a una ciudad ajena a su domicilio y entorno familiar.
Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le
confiere la Constitución Política del Perú
H A RES U ELT O :
1. Declarar F U NDADA la demanda, porque se ha acreditado que la decisión
del Juzgado Mixto del Módulo Básico de Justicia del Distrito La Esperanza,
Provincia de Trujillo, Región La Libertad, de ordenar el cumplimiento de
la medida de internamiento preventivo de la adolescente E.M.C.A. en el
Centro Juvenil Santa Margarita de la ciudad de Lima, viola el artículo 4 de
la Constitución aplicable a los niños y adolescentes privados de su libertad.
2. Declarar NU LA la Resolución del 17 de abril de 2009 de la Primera Sala
Superior Especializada en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de La
Libertad, en el extremo que confirma la orden de traslado de la adolescente
E.M.C.A., a la ciudad de Lima para cumplir con la medida de internamiento
prevista en el artículo 211 del Código de los Niños y Adolescentes.
3. O RDENAR al juez del Juzgado Mixto del Módulo Básico de Justicia del
Distrito La Esperanza y a la Gerencia de los Centros Juveniles del Poder Ju-
dicial, dentro del plazo de tres días hábiles contados a partir de la notificación
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
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ÍNDICE GENERAL
ÍNDICE
GENERAL
P r e s e n t ac i ón .......................................................................................... 5
Es t u d i o i n t r od u c t or i o ........................................................................... 7
02. Ap l i c ac i ón d e m e d i d as c eo r c i t i v as : De s e s t i m ac i ón d e al e gac i ón d e l a
p r on t a p r e s c r i p c i ón d e l d e l i t o ................................................................... 36
05. De t e n c i ó n p r e v e n t i v a : Ne c e s i d a d d e c o n c u r r e n c i a d e l o s r e q u i s i t o s
l e gal e s ........................................................................................................... 48
0 0 7 . De t e n c i ó n p r e v e n t i v a : F i n a l i d a d d e e v i t a r p e l i g r o d e r e i t e r a c i ó n
d e l i c t i v a ....................................................................................................... 54
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
023. P e l i gr o p r oc e s al : Ne c e s i d da d e q u e r az no e s d e d e t e r m i n ac i ón p e r m a -
n e z c an d u r an t e l a d e t e n c i nó p r e ev n t i va ................................................... 125
024. P e l i gr o p r oc e s al : De t e r m i n ac i ón r e s p e c t o d e l a p r ogn os i s d e p e n a y
e l e m e n t os ..................................................................................................... 129
025. P e l i gr o p r oc e s al . Ne c e s i d ad d e v al or a r ac t i t u d e s y val or e s m or al e s d e l
age n t e ........................................................................................................... 13
029. P e l i gr o p r oc e s al : H ba e r c no c u r r i d o a l as d i l i ge n c i as n o ac r e d i t a p e r s e
l a n o s u s t r ac c i ón la p r co e s o p e n al ............................................................. 148
598
ÍNDICE GENERAL
032. P e l i g r o p r o c e s a l : Co n s i d e r a c i ó n d e p r o c e s o a n t e r i o r a u n c u a n d o s e
c ar e z c a d e na t e c e d e n t e s ............................................................................. 156
03. P e l i g r o p r o c e s a l : Co n s i d e r a c i ó n d e l a a c t u a c i ó n e n b a n d a y a n t e c e d e n t e s
d e l i c t i vos ...................................................................................................... 160
036. P e l i g r o p r o c e s a l : No p e r t u r b a c i ó n d e l a a c t i v i d a d p r o b a t o r i a e n s u p u e s t a
am e n az a d e p e r j u d i c ar a d e t e n i d o y gar na t í a d e l M i n i s t e r i o P ú b l i c o ... 17
04. P e l i g r o p r o c e s a l : Co n s i d e r a c i ó n d e g r a v e d a d d e l e j e r c i c i o d e l a a c t i v i d a d
d e l i c t i va p ro l as i n m e d i ac i on e s d e u n c e n t r o e d u c at i vo .......................... 18
04. P e l i gr o p r oc e s al : F ac t or e s d e d e t e r m i n a c i ón d e l p e l i gr o d e f u ga .......... 2 1 1
046. P e l i gr o p r co e s la : F or m as d e ar r ai go a c on s i d e r ar s e ( d om i c i l i ar i o, l a -
b or la y f am i l i ar ) .......................................................................................... 217
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LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
053. P e l i gr o p r oc e s al : Exi s t e n c i a d e ar r ai g o d om i c i l i ar i o p or p r ob l e m as d e
s al u d ............................................................................................................. 246
05. P e l i gr o p r oc e s la : De s ac r e d i t ca i ón d e c no s t an c i a q u e i n d i c a q u e a ge n t e
d e t e n i d o h a l ba ro ad o h as t a u n a f e c h a ca t u la .......................................... 254
056. P e l i gr o p r oc e s la : F la t a d e ra r ai og d e t axi s t a c u ya i m p u t ac i ón s e r e l a -
c i on a c no e l e j e r c i c i o d e e s a ca t i iv d ad l ab or la ......................................... 257
057. P e l i g r o p r o c e s a l : Ne c e s i d a d d e p a r t i d a d e n a c i m i e n t o d e h i j o s p a r a
ac r e d i t ar ra r ai go f am i l i ar .......................................................................... 26
058. P e l i gr o p r co e s al : Ne c e s i d da d e ca r e d i t ar e ix s t e n c i a d e p ar i e n t e s c on l os
q u e s e d e m u e s t r e vi iv r e n c as o d e ar r ai go f ma i l i ar ................................. 26
059. Re voc ta ro i a d e l a c om p ar e c e n c i a p or d e t e n c i ón : No c on c u r r e n c i a al
j u i c i o ro la .................................................................................................... 269
06. Re ocv at ro i a d e l a c mo p ra e c e n c i a p or d e t e n c i ón : No c on c u r r e n c i a d e l
i m p u t ad o y q u i e b r e d e l j u i c i o or la ............................................................ 27
062. V a r i a c i ó n d e l a d e t e n c i ó n p r e v e n t i v a : Ne c e s i d a d d e e v a l u a r n u e v o s
e l e m e n t os ap ro t ad so la p r co e s o ................................................................. 278
063. V ra i a c i ón d e l a d e t e n c i ón p r e ve n t i va: Im p r oc e d e n c i a p or i n iv ab i l i d da
d e ac r e d i t ac i ón d e l ar r ai go d mo i c i l i ar i o c on e l e m e n t os ay val ro a d os ... 28
064. V ra i a c i ón d e l a d e t e n c i ón p r e ev n t i va: An lá i s i s d e c on t r da i c c i on e s e n
d e c l a r ca i on e s d e b e t om ra e n c u e n t a e l t i e m p o t r na s c u r r i d o .................. 286
60
ÍNDICE GENERAL
065. V a r i a c i ó n d e l a d e t e n c i ó n p r e v e n t i v a : De c l a r a c i o n e s c o n t r a d i c t o r i a s d e
m e n or a gr via da a p ro iv ol ac i ón s e xu la ...................................................... 29
06. V a r i a c i ó n d e l a d e t e n c i ó n p r e v e n t i v a : Im p r o c e d e n c i a p o r t e n d e n c i a d e l
age n t e a m e n t i r y a n o c u m p l i r d i s p os i c i on e s l e gal e s .............................. 296
067. V ra i ac i ón d e l a d e t e n c i ón p r e ve n t i va: P r e s u n c i ón d e r e s p on s ab i l i d ad
p e n al d e l age n t e e n l a l i b e r t ad p r vio s i on la . 30
068. O r d e n d e u b i c ca i ón y c ap t u r a: Le van t am i e n t o p or n o h ab e r m é r i t o a
p as ar a j u i c i o or la ....................................................................................... 306
069. O r d e n d e u b i c a c i ó n y c a p t u r a : Re t i r o p o r r e i n i c i o d e p r o c e s o a r c h i v a d o
y p or n o p r e s c r i p c i ón d e l a ac c i ón ............................................................ 308
07. O r d e n d e u b i c ca i ón y c ap t u r a: De c l ar a c i ón d e r e o c on t u m az an t e i n -
c no c u r r e n c i a al j u i c i o or la ......................................................................... 310
071. Com p ra e c e n c i a s i m p l e : F al t a d e p r oc l i v i d ad al d e l i t o p or c ar e c e r s e d e
an t e c e d e n t e s d e l i c t i vos ............................................................................... 31
072. Com p ra e c e n c i a r e s t r i n gi d a: Ap l i c ac i ón d e l p r i n c i p i o d e n e c e s i d ad e n
l as r e s t r i c c i on e s .......................................................................................... 315
075. Co m p a r e c e n c i a r e s t r i n g i d a : No v a r i a c i ó n p o r i n c o n g r u e n c i a e n l a
configuración típica del delito ................................................................... 32
07. Co m p a r e c e n c i a r e s t r i n g i d a : Nu l i d a d d e d i c t a d o d e c o m p a r e c e n c i a
r e p e t i d o e n am p l i ac i ón d e i n s t r u c c i ón ...................................................... 30
078. S u s p e n s i ó n d e l a c o m p a r e c e n c i a r e s t r i n g i d a : Ap l i c a c i ó n i n m e d i a t a d e l a
Ley Nº 29439 (modificatoria del art. 143 del Código Procesal Penal) ... 3
601
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
086. Im p e d i m e n t o d e s a l i d a: No an ál i s i s d e i m p u gn ac i ón p or c ad u c i d ad d e
l a m e d i d a ..................................................................................................... 361
089. Ca u c i ó n e c o n ó m i c a : No r e f o r m a p o r a r g u m e n t a c i ó n d e h e c h o s q u e
s e r án m at e r i a d e l a i m p u t ca i ón ................................................................. 372
0 9 1 . Ca u c i ó n e c o n ó m i c a : No c o n s i d e r a c i ó n d e e x i s t e n c i a d e o t r o s r e s p o n s a b l e s . 378
092. Ca u c i ó n e c o n ó m i c a : Ca r á c t e r d e “ p e n a a n t i c i p a d a ” c u a n d o n o r e s p o n d e
a c on d i c i no e s s co i oe c on mó i c as d e l i m p u t ad o ........................................... 381
093. Ca u c i ó n e c o n ó m i c a : Ca r á c t e r e x c e s i v o p o r s u p e r a r r e m u n e r a c i ó n
m e n s u la ........................................................................................................ 38
096. Cau c i ón e c on óm i c a: Re d u c c i ón p or b aj os i n gr e s os y c ar ga f am i l i ar d e
t axi s t a ........................................................................................................... 391
097. M e d i d a s c a u t e l a r e s : Ex t i n c i ó n e n c a s o d e p r e s c r i p c i ó n d e l a a c c i ó n
p e n al ............................................................................................................ 39
098. Em b ar o:g Re c u r s o d e r e vi s i ón n o i m p i d e e j e c u c i ón f or z ad a d e r e p ar a -
c i ón c i vi l ...................................................................................................... 397
09. Em b a r g o d e r e m u n e r a c i o n e s : P r o c e d e n c i a d e r e d u c c i ó n p o r a c r e d i t a r s e
i n gr e s os b aj so .............................................................................................. 39
602
ÍNDICE GENERAL
1 0 0 . M i n i s t r a c i ó n p r o v i s i o n a l : Na t u r a l e z a d e m e d i d a c a u t e l a r d e n o i n n o v a r .. 40
1 0 1 . M i n i s t r a c i ó n p r o v i s i o n a l : Im p r o c e d e n c i a p o r n o h a b e r a p a r i e n c i a d e l
d e r e c h o n i m o t i v o f u n d a d o p a r a s u p o n e r c o m i s i ó n d e u s u r p a c i ó n .......... 407
104. De t e n c i ó n p r e l i m i n a r p o l i c i a l : Ce s e d e a r b i t r a r i e d a d a l i n i c i a r s e e l
p r oc e s o j u d i c i la p e n al ................................................................................ 419
105. De t e n c i ón p r e l i m i n ar p ol i c i al : P l az o m á xi m o ap l i c ab l e a age n t e c i t ad o
por caso de tráfico ilícito de drogas .......................................................... 42
106. De t e n c i ón p r e l i m i n ar p ol i c i al : P os i b i l i d ad d e am p l i ac i ón e n c as os d e
urgencia y peligro y de no mediar flagrancia .......................................... 426
107. De t e n c i ó n p r e l i m i n a r p o l i c i a l : P l a z o m á x i m o d e r e t e n c i ó n d e s o s p e c h o s o
por falta de identificación .......................................................................... 428
108. De t e n c i ón p r e l i m i n ar p ol i c i al : F or m a d e d e t e n c i ón d e p e r s on a r e q u i -
s i t or i ad a ....................................................................................................... 431
109. De t e n c i ón p ol i c i al p r e l i m i n ar : In e xi s t e n c i a d e u r ge n c i a e n l a p os e s i ón
c on t i n u ad ad e e l e m e n t so i l í c i t so ................................................................ 43
1 10. Ap l i c ca i ón d e m e d i d sa c oe r c i t i va s : F la t a d e vu l n e r ac i ón c on s t i t u c i on al
e n c sa o n o s e r e s t r i n j a l a l i b e r t ad p e r s on la .............................................. 40
1 1 1 . Ap l i c ca i ón d e m e d i d sa c oe r c i t i va s : Ne c e s i d ad d e c no e ix ón c on l i b e r t ad
i n d i vi d u la p ra a an la i z ar to r os d e r e c h so ív a h bá e as c or p u s .................... 43
1 12. Ap l i c ac i ón d e m e d i d as c oe r c i t i v as : Di s t i n c i ón c on e l au t o ap e r t or i o d e
i n s t r u c c i ón ................................................................................................... 46
1 14. De t e n c i ó n p r e v e n t i v a : Na t u r a l e z a p r o v i s i o n a l ( s o m e t i m i e n t o a c l á u s u l a
rebus sic stantibus) ...................................................................................... 453
1 15. De t e n c i ón p r e ve n t i va: Im p r oc e d e n c i a d e s u c u e s t i on am i e n t o c on s t i t u -
cional en caso de falta de firmeza.............................................................. 456
603
LAS M EDIDAS CO ERCIT IV AS P ERS O NALES Y REALES EN LA J U RIS P RU DENCIA
1 18. De t e n c i ó n p r e v e n t i v a : Ca r á c t e r m á s e s t r i c t o d e l a m o t i v a c i ó n d e l a
m e d i d a ......................................................................................................... 46
1 19. De t e n c i ón p r e ve n t i va. F ac u l t ad d e l a S al a S u p e r i or p ar a f u n d am e n t ar
r e q u i s i t os l e gal e s ......................................................................................... 467
120. De t e n c i ón p r e ve n t i va: In vi ba i l i d ad d e c u e s t i on ar c on s t i t u c i on al m e n t e
val or ca i ón p r ob at ro i a j u d i c i al ................................................................... 470
1 2 1 . De t e n c i ó n p r e v e n t i v a : Di f e r e n c i a d e l a p e n a e i n i c i o d e l c ó m p u t o d e l
d e s c u e n to d e p e n a e n c a s o d e n u lid a d d e l p r im e r p r o c e s o in s tr u id o . 472
1 2 2 . De t e n c i ó n p r e v e n t i v a : Ap l i c a c i ó n d e l p l a z o e s t r i c t a m e n t e n e c e s a r i o . 475
123. De t e n c i ón p r e ve n t i va: De s c u e n t o d e l a p e n a e n c as o d e e xt r ad i c i ón y
p r e s u p u e s t so ................................................................................................ 487
124. De t e n c i ó n p r e v e n t i v a : F a l t a d e e x c e s o e n c a s o s e h a y a a p r o b a d o s o l i c i t u d
d e e xt r da i c i nó .............................................................................................. 493
129. De t e n c i ó n p r e v e n t i v a : No c u e s t i o n a m i e n t o c o n s t i t u c i o n a l d e v a l o r a c i ó n
p r ob ta o r i a e f e c t u da a p ar a d i s p on e r p r ór r oga ......................................... 52
130. De t e n c i ón p r e ve n t i va: Nu l i d da d e l j u i c i o ro al y d e l au t o s u p e r i or d e
e n j u i c i am i e n t o n o i m p i d e d u p l i c ac i ón d e l p l az o ...................................... 526
13. P e l i g r o p r o c e s a l : No d e s e s t i m a c i ó n d e l a r r a i g o d o m i c i l i a r i o p o r h a b e r s e
c om e t i d o d e l i t o e n e l d om i c i l i o m e n c i no da o ............................................ 534
604
ÍNDICE GENERAL
135. P e l i gr o p r co e s al : In vi ab i l i d ad d e s u s t e n t o b aj o m e r as p r e s u n c i o n e s d e
or d e n c r i m i n al ............................................................................................ 540
137. V ra i ac i ó n d e l a d e t e n c i ón p r e ve n t i va: De b e r d e e xp r e s ar r az on e s d e
d e n e atg ro i a d e l p e d i d o ............................................................................... 54
138. O r d e n d e u b i c ca i ón y c ap t u r a: P os i b i l i d ad d e l h áb e as c or p u s e n c as o
d e c on t u m ac i a ............................................................................................. 548
139. O r d e n d e u b i c a c i ó n y c a p t u r a : Co n s t i t u c i o n a l i d a d d e l m a n d a t o d e
ap e r c i b i m i e n t o p ro i n c on c u r r e n c i a a d i l i ge n c i as ..................................... 51
14. Co m p a r e c e n c i a r e s t r i n g i d a : Di s t i n c i ó n c o n e l a u t o a p e r t o r i o d e i n s t r u c -
ción y carácter no firme ............................................................................. 56
1 4 2 . Co m p a r e c e n c i a r e s t r i n g i d a : Cu e s t i o n a m i e n t o v í a p r o c e s o d e a m p a r o . 59
147. De t e n c i ón d om i c i l i ar i a: V al or a l os e f e c t os d e l d e s c u e n t o d e l a p e n a
ap l i c ad a ....................................................................................................... 573
148. De t e n c i ón d om i c i l i ar i a: M e d i d a d e l an z am i e n t o d e l i n m u e b l e n o p u e d e
c u e s t i on ra s e ví a h bá e sa c or p u s ................................................................. 579
150. In t e r n a m i e n t o p r e ev n t i vo: In c on s t i t u c i on al i d ad d e ap l i c ac i ón a m e n or
d e e d ad e n l oc al la e j ad o d e l d om i c i l i o y f am i l i a ...................................... 583
605