Al tener una sola célula, los organismos unicelulares son más simples que
los pluricelulares. En el caso de los seres pluricelulares, las células se
especializan en distintas funciones y se combinan para formar tejidos,
que a su vez se vinculan en órganos que actúan en sistemas. Esto hace
que las especies más complejas, como el ser humano, sean
pluricelulares.
Los organismos unicelulares pueden ser procariotas o eucariotas. Los
organismos procariotas, también llamados procariontes, se
caracterizan por carecer de núcleo celular: de este modo, el ADN está
libre en el interior del citoplasma. Los organismos eucariotas o
eucariontes, en cambio, tienen un núcleo que contiene en el ADN.
Existen distintas teorías y estudios a fondo sobre los organismos celulares
y precisamente uno de los más conocidos es el realizado por el botánico y
ecólogo Robert Hardind Whittaker (1920 – 1980), que vino a determinar
que había cinco reinos para poder clasificar a aquellos. En concreto,
expuso también que los seres unicelulares se agrupaban en tres de esos
citados reinos: los protistas, los móneras, que es donde se agrupan los
procariotas, y algunos hongos.