Anda di halaman 1dari 10

ASI SE INVETIGA UN DELITO

En el laboratorio de criminalística, 28 peritos forenses trabajan las

24 horas del día. Un recorrido por el laboratorio de criminalística


regional deja entrever los detalles de cómo la Policía resuelve los
casos de asesinato.

“¿Han visto la serie CSI?

Todo lo que aparece ahí es cierto. Aunque, en lo que no coincide el


programa televisivo es en los tiempos tan rápidos en los que se
resuelven los casos”.
Para dar una explicación sobre las funciones que cumple actualmente
un Laboratorio Regional de Policía científica y criminalística de la
Policía Nacional de Colombia o el C.T.I.

Por ejemplo desde que se instaló el Laboratorio de Criminalística en

la Zona Norte del país en el año 2014, en Barranquilla (Atlántico) se

han estudiado 1.391 hechos criminales de toda la Región Caribe.


El lugar recibe los elementos materiales probatorios de todos los
casos de homicidio de la comarca para su estudio técnico a
profundidad.
“Los muertos hablan y a través de la capacidad técnica se reciben
estas evidencias y se trata de esclarecer los hechos a través de la
tecnología”,

Allí labora un grupo de 28 peritos forenses que, divididos en turnos,

mantienen las labores 24 horas al día en una incesante carrera

contra el reloj, en la que buscan información clave antes de 36


horas para que el fiscal pueda presentarla contra el indiciado –si lo
hay– en las audiencias preliminares.
También trabajan a largo plazo para determinar exactamente qué
sucedió, con análisis exhaustivos de cada elemento en búsqueda del
más mínimo detalle.

Resolviendo un crimen

El 13 de octubre llevaba media hora de haber comenzado el turno a

las 07:00 am, cuando en el barrio La Chinita –en Barranquilla– Un


ciudadano de nombre PEDRO PATAQUIVA recibió dos proyectiles en
la cabeza y espalda. Su cuerpo yacía dentro del taxi que conducía.

El sector de la carrera 10 con calle 17 fue acordonado por los

policías del cuadrante, los primeros en verificar lo que sucedía en el


lugar. Inmediatamente, los uniformados llamaron al equipo de la
Sijín encargado de la inspección técnica y levantamiento del cadáver.

De acuerdo con la información que reciben de testigos y del lugar del


crimen se realiza una hipótesis inicial.

En el caso del ciudadano PATAQUIVA se estableció que iba


acompañado de un pasajero que iba como copiloto. Cuando llegaron

a la rotonda de la calle 17, un motociclista lo interceptó y lo baleó.

Posteriormente, el pasajero se montó a la moto y huyó junto con el


asesino.
Esta hipótesis llegó directamente a la unidad policial, situada en el
barrio Betania.

Posteriormente, los laboratorios de balística, fotografía forense,


dactiloscopia y morfología estudiaron el caso y descubrieron detalles
adicionales de la forma en que fue asesinado el taxista.

“Se pudo determinar que quien le disparó fue un pasajero ubicado


en las sillas de atrás”.
Así, también se supo que el arma utilizada en el crimen, una pistola

9 mm, no había sido usada en otros crímenes, pues no estaba

relacionada en los registros del laboratorio.

Las huellas dactilares extraídas del carro en el que ocurrió el


asesinato también han dado con varios posibles candidatos. Sin
embargo, se espera tener mayor claridad para dar con el autor.

Todos estos nuevos elementos, de acuerdo con Pérez, son aportados


a la Fiscalía para que un investigador encause las pesquisas.

Balística

Buscando el número serial de un arma.


“No hay dos armas iguales”, sentencia el responsable del laboratorio
de balística.
El experto explica que en su elaboración, cada arma de fuego tiene
una característica ya sea en el cañón o en la aguja percutora, que
deja una marca irrepetible tanto en la vainilla, como en el proyectil.

Esta marca es reproducida a través de disparos en un ambiente


controlado para estudiar el comportamiento de cada arma de fuego
en cuanto al distintivo que deja. La información es ingresada al
sistema IBIS, una base de datos que permite confrontar las marcas
que dejan las armas de fuego entre si y de esta forma determinar si
ha sido utilizada en casos anteriores. Así también restablecen, por
medio de procesos químicos, los números seriales de las armas que
han sido lijados.

Desde el estudio de la escena del crimen los especialistas en balística


determinan la distancia en que fue disparada el proyectil, el trayecto
de la bala, y la posición del tirador.

Topografía

A través de AutoCad se recrea cada elemento de la escena del


crimen.

Este departamento sirve de apoyo directo para las investigaciones


penales. Por medio de la recolecta de información de la escena del
crimen y mediante el software Autocad, recrean en 3D un modelo del
lugar.

“Utilizamos métodos de fijación topográfica con el fin de


georeferenciar estructuralmente el lugar de los hechos y ubicar los
elementos materiales probatorios recogidos en la inspección del
cadáver”, explica el patrullero Daniel Rendón Paredes.

Una de sus funciones principales es apoyar a la investigación balística


para demostrar la trayectoria de las balas. Esta representación sirve
especialmente como evidencia demostrativa para hacer más
entendible lo sucedido ante un juez en una audiencia.

“Somos el apoyo para la administración de justicia. Nos basamos en


métodos establecidos a nivel mundial, con el fin de que en el día de
mañana, ninguna defensa de un indiciado pueda tumbar el caso”,

Arte forense

El retrato hablado se hace con la dirección del testigo del hecho.


“La idea es que el retrato oriente la investigación para poder
individualizar al responsable”, anota el hombre quien lleva cinco años
en esta labor.

Al día atiende entre dos y siete personas. “La víctima o el testigo


suministra la información y por medio de su aporte constante se
recrea al sospechoso”.
La técnica que utiliza va desde lo general para terminar en lo
particular. Para la información morfológica primero pide peso
corporal y color de tez para de esta forma elaborar un boceto
genérico. Luego, va rasgo por rasgo, (cejas, boca, nariz, orejas y hasta
los accesorios) consultando con el denunciante. “En esta profesión no
se debe tener miedo a comenzar otra vez, el retrato debe ser
orientativo, si no es preciso puede alterar la investigación”.

Así también utiliza los software de EFIT y Faces para generar retratos
basados en bancos de imágenes en caso de que el denunciante se le
dificulte describir la fisonomía de su agresor. El arte forense solo es
utilizado cuando la víctima corrobora que el retrato hecho es la
representación más cercana del responsable del crimen.

Dactiloscopia

A través de la ampliación se ven mejor las características de las


huellas.

Luego del análisis de campo en el que se recogen los elementos


materiales probatorios de impresiones latentes de huellas, estas
evidencias pasan a al estudio dactiloscópico para ser identificados.
“En esta área se hace un procedimiento de optimización, verificación
y procesamiento de huellas con el fin de identificar a la persona
detrás de impresión”.

Gracias al convenio que tiene la Policía con la Registraduría, estos


pueden acceder a las bases de datos de la segunda que contienen las
impresiones dactilares de todos los cedulados en el país. Estas son
accesibles para de esta forma poder dar con la plena identidad tanto
de capturados como de sospechosos en un hecho de sangre.
Cuando se obtiene el fragmento de huella se ingresa al AFIS, sistema
de la Policía que hace la orientación y ubicación de la característica
de la impresión dactilar y la confronta en la base de datos para
arrojar candidatos.

El perito es el que determina la correspondencia entre los dos


fragmentos, a través del análisis técnico.

Fotografía

En este departamento se hace el reconocimiento fotográfico de


sospechosos.
El fotógrafo forense es el primero que entra a la escena del
homicidio. El encargado del tema manifiesta que luego de
entrevistarse con los primeros respondientes, corroboran esta
información y la fija dentro de la escena del crimen para que el
departamento de topografía tenga referenciado espacialmente el
lugar de los hechos.

Su kit incluye testigos métricos, que dan fe de las distancias entre los
elementos, los números, para referenciar evidencia, y un traje de
bioseguridad. Cuando entra a la escena del crimen, el patrullero
relata que utiliza una técnica de búsqueda, ya sea por franjas o en
espiral, para analizar cada centímetro. “Hay que tomarse el tiempo
porque en el detalle está la clave para resolver el caso”, anota el
hombre quien asegura que entre más fotos tome mejor pues esta es
la clave para poder reconstruir correctamente la escena.

Así también, el fotógrafo forense se encarga del procedimiento de


reconocimiento fotográfico. Busca en bancos de imágenes personas
que tengan características faciales similares al sospechoso. En una
planilla con nueve rostros coloca a quien fue identificado como el
presunto responsable para que un testigo, que no tenga previo
conocimiento del señalamiento que se le hace, verifique si es capaz
de individualizarlo.

Anda mungkin juga menyukai