Estados Unidos es la primera economía del mundo, delante de China, y está recién
emergiendo de su peor recesión desde los años 1930. El PIB per cápita es un muy buen
indicador del nivel de vida y en el caso de Estados Unidos, en 2016, fue de 1.6%. Esta cifra
supone que sus habitantes tienen un buen nivel de vida, ya que ocupa el puesto número 9
en el ranking de 196 países del ranking de PIB per cápita.
Gracias a un plan de estímulo presupuestario y monetario de largo alcance, la economía se
recuperó y el crecimiento se elevó a 2,4% del PIB en 2015, estimulado por el consumo
privado, las bajas tasas de interés y el dinamismo de la creación de empleos. La actividad
se ralentizó en 2016 (1,6%), debido a una baja de la inversión y el consumo. Se espera un
repunte en 2017 (2,2%), sin embargo, este indicador creció a un ritmo anual de solo el 0,7
% durante el primer trimestre de 2017, con lo que registró su peor desempeño en tres años,
pero el alcance de la aceleración dependerá de la credibilidad del programa económico del
nuevo presidente Donald Trump.
Trump ha prometido que la economía del país volverá a crecer de manera sostenida entre
el 3 % y el 4 % anual bajo su mandato, que comenzó el pasado 20 de enero, gracias a un
impulso de la inversión en infraestructuras y a un plan fiscal que reducirá los impuestos.
En cuanto al Índice de Desarrollo Humano o IDH, que elabora las Naciones Unidas para
medir el progreso de un país, los Estados Unidos tiene un Índice de Desarrollo Humano
(IDH) de 0,796 —sobre un máximo de 1— y se sitúan por delante de otros países como
Japón, Reino Unido o Austria; que en definitiva nos muestra que el nivel de vida de los
estadounidenses, se encuentra entre los que mejor calidad de vida tienen.
Durante los primeros 100 días, Trump ha impulsado medidas comerciales proteccionistas
y reorganizado la proyección de EEUU en el mundo. Consecuente con sus advertencias
previas durante la campaña electoral, muestra un proyecto americano de largo plazo con el
soporte del sector financiero y del sector militar.
La agenda llamada hacia la “reconstrucción del mercado americano” comenzó, apenas
juramentó, el 20 de enero del 2017, mediante la renuncia formal al Acuerdo Transpacífico
de Cooperación Económica (TPP) promovido por Obama para imponer unilateralmente la
agenda estadounidense de comercio e impedir que China impusiera la suya
https://blog.bankinter.com/economia/-/noticia/2017/5/4/exportaciones-importaciones-estados-
unidos-analisis-marzo-2017.aspx
http://www.exteriores.gob.es/documents/fichaspais/estadosunidos_ficha%20pais.pdf