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^ ENSAYO J^tr
SOBRE LA HISTORIA
DE LA FILOSOFIA
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Escrito,.
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TOMO III.
En la Imprenta de Navas.
Año de 1807.
I. 1 ' '
' '..Indice de este tercer Tomo.
Pag.
Cap. I. §. /. Del Ecleetismo ,.
§. II. Noticia en general de la Filosofia
Eclectica. . . o.
$.111, Historia del Ecleetismo . .. 13.
§. IV. Filosofía Eclectica Alexandrina. . . 30.
Cap. II. §. Unico. Filosofia de los Syncretistas,
Henotycos o Conciliadores . . . 6%.
Cap. III. § Unico. Eclecticismo moderno. Jordan
. > ... . . .Bruno 68.
Cap. IV. §. Unico. Eclecticismo moderno. Cardano. 71.
Cap. V. §. Unico. Eclecticismo moderno. Bacon. . . 75.
Cap. VI. §. Unico-. Eclecticismo moderno. 2da-
chiavelo 82.
Cap. VII. §. 7. Eclecticismo moderno. Hobbes. . . 84.
§. i/. Principios elementales y generales de
Hobbes 88.
§. III. Del animal. 93.
i §. IV. Del hombre.. . . 98.
§. V. Del Eeviathan de Hobbes . .101.
§. VI. Caracter de Hobbes.. 118.
Cap. VIII. %. Unico. Eclecticismo moderno. Cam-
panela. .......... — .12U
Cap-, IX. §. Unico. Eclecticismo moderno. Tkho-
Brahe.. ... . .1*8.
Cap. X. §. Unica. Eclecticismo moderno. Keppler..\%o.
Cap. XI. §. Unico. Eclecticismo moderno. Galileo. 1 33.
Cap. XII. §. Unico. Eclecticismo moderno. Des
cartes^ y. AIalebr anche. 135.
§. //. Discurso sobre el método 139.
.. $.111. Eclecticismo moderno. Adalebranche.i
§. IV.
$. IV. Turb'dlmes de Descartes y del P.
Alalebranche. 1 48.
Gap. XIII.- $ tínico, Eckcthismo moderno. Ga* '
sendo. .>.<....»........«...... 1 50.
Gap. XIV. •$. I. Eclecticismo moderno. Espinosa...! 52.
$. 27. Doctrina de Espinosa y refutación
de ella. . . . . » .,...155.
Cap. XV. $. Unico. Eclecticismo moderno. Lache. .17*.
XVI. §. 7. Eclecticismo moderno. Leibnitz.. .173.
$. iZ. Prinoipios de las meditaciones ra
cionales de LeibnitZ »..»..». * .178.
$. III. ¿Metafísica de Leibnitz : o /« ¡wo^o
pensar sobre los elementos de las cosas. 182.
v §. IV. Principios de la Theologia natural
de Leibnitz. ....,...... ^ ...... \ . 195'.
§. V. Exposicion de los principios que Leib- , -
nitz opuso dClarke en su disputa 198.
$. Vi. Principios del derecho natural segun
Leibnitz. . . . . »>...»»».....*.» .201.
CrfjP. XVII. §. I. Eclecticismo moderno. Newton. 205.
§. II. Sistema de Newton. . . . « 213.
§. III. Reglas de Newton sobre la expli
cacion de los fenomenos de la-naturakza.itij.
C.ip.XVIII. §. /. Eclecticismo moderno. Thomasio. 2
§. II. Principios generales de la FllMofia •j,. '
de Thomasio*. . •. •. •. •.'» .% * 4.223.
$.111. Principios de la Logica de Thomatio.t z^.
§. IV. Principios de la Pncumatologi-a de
Thom'asio y de su Moral. * . . ¿yo.
§. V. Principios de la Jurisprudeñcixi divi
na de Thomasio. » » » . . . . . . . .«3^.
Gap.XJX. § Unico. Eclecticismo modcrno>Buffun. 249.
Cap.
Cap. XX. §. /. Filosofia de Moisés . .255.
§. II. Libros de Moises 261.
$. III. Abuso di la Fisto? de Moises. . .288.
Cap. XXI. %. I. Filosofía Christiana* .... .2^8.
§. II. E/ Christiantsmo adultenrdb por fos
que quisieron conciliat' sus maximas con
las decios Filosofbs. ........ .303.
C¿/. XXH- S' tínico. Conclusion. ..... . . .316.
Catalogo delos ftornfres' celeBres tn ta Fi
losofia, . ¿ 334.
FflB DE ERRATAS.
Pag. . .Lia. Dice. Lease.
7— —4 Sincretitas—— Sincretistas.
8 18 consenvaron— - conservaron.
s3 27 — Eunopio Eunapio.
1 2 f—— 10- Ele&icismo— Eclecticismo.
157 2 exencia —-esencia.*
162 ti — lo cree asft--<y lo creé él asi
210 6 y 7 grandas grandes.
22a 28 entro entre.
2 24 ultima—gandula glandula.
23 $— — 9 entendimienio -entendimiento.
270, 20 — .— atmorfera atmosfera.
297 13 proprias propias.
goi 2 4-—. proprio propio.
207- — 26 crer creer.
3 13 27 y 28-precedian -predecían.
SOBRE LA HISTORIA
DE LA FILOSOFIA.
CAPITULO I. §. I.
5. III.
Historia- dtl Ecle&isme.
, •,. '
LA Filosofía Ecle¿feica; esttiivo^sin'Gsrey strt nom>-
bre hasta Potamon. de Alexan-dria (i). La. his
toria de éste esta muy embrollada y obscura , es- muy»
incierto el tiempo en que floreció , nada se sabe de su»
vida y muy poco de su Filoseda. Dio£»enes Laercio*
dice , que Potamon habia sacado de- cada Filosofía , lo.
que le cen venia-, que de este medio- habia formado la
suya, y que este EcUélismacra nuevo* Lo mas pro
bable es, que. nacio en¡ tiempo de Alexendro Severo-*
y que su Filos© fia se excendibi al fin dei siglo segun
do y principo» det tercer». Aunque' Pbtam©rr tuviese!
el talento suficiente. para) heolisc fes- primeros, cimien
tos dei' Eeleccusrrra , le faltotw 1» impareialkiai nece
saria paras ñaeac un» bao» edecciew enere lbs princi
pios de ¡os coros Filosofos r y las qtialidadW. persona-'
les r como; el OTWisiasmo* r lai elocuencia) r el vaioc ry un»
exterior interesable, que- roaue* lo que rrrrnos vale ent
algunas ocasianes;- Teariacunat u*Bdjíecciisn^ por eUPia.-
tonismo iacotwpaitib!* cors su sistenw, y se; enuerrab»
cateramente- en' lssj materias, paramante1 Filosoficas -r por
- * . . •- ^¿j i \&¿
—-— „.-. --. " *-—, • «—-—-i
(r) Moter.' diccio». E¡*tw. Sabbath. diefc pout l' intelligj. fa-*
saut. clasi^. too». £ac¿. Fianc. v. Ecleár.
T4 Ensayo sobre la htrforia
lo qual tuvo pocos discipulos , y su doctrina hizo p&-
eos progresos. •: '
/. Poramon sostenia en su Metafisica , que tenemos
en: nuestras facultades intelectuales un -medio seguro de
conocer la verdad , y que .la evidencia es el caracter
'distintivo de las cosas verdaderas : en la Fisica , que
fcay dos principios de la produccion general de los en
tes , el uno pasivo o la\ materia ., el otro activo ó una
causa eficiente que la convina. Distinguia en los cuef-
pos naturales el jugar y las qiialidades ^ y de la subs
tancia preguntaba qual era su causa , sus elementos,
constitucion , forma , y en que lugar habia sido pro
ducida. Toda la moral la reducia r i tranquilizar la
vida del hombre lo mas que fuese posible , excluyen
do .el abuso , pero no el uso de Los bienes y placeres.
A Potamon le sucedió' su discipulo Ammonio
Saccas , natural de Alexandria. Profeso la Filosofia
Eclectica baxo eL rey nado del Emperador Comod®;
era Ghristiano , pero .conociendo , que el christianismo
no sufre k menors.akeracion en sus. dogmas , y que el.
no admitir uno es negarlos todos , apostato. Ammo
nio el Eclectico nada escribió ; lo que le distingue del
Amonio de Eusevio. Impuso á sus discipulos un pro
fundo silendio sobre la naturaleza y objeto de sus lec-;
«ione% , temeroso de que las disputas entre sus discipu
los y los otros Filosofos perjudicasen á su Filosofia.
Les decia , separemonos de estos oyentes ociosos , de
«piien nada podemos aprender, y que se han diverti-.
do largo; tiempo á expensas de Aristoteles y Platon,
meditemos en silencio la doctrina de estos precepto
res del genero humano : apliquemonos principalmente
4 k> que puede aclarar el entendimiento , purificar el
al
dé la Fihsoñit' 5
alma' , elevarnos sobre nuestra condicion , y acercarnos-
á los inmortales ; no despreciemos doccri na ai gima de
la qual podamos sacar alguna utilidad ; y si la religion
que he abandonado puede enseñarnos alguna cosa so
bre la esencia de Dios , el origen del mundo y del al
ma , tanto sobre su condicion presente como futura,
sobre el bien y el- fnal moral , &c. aprovechemenos;
pues no es justo, separar la menor cesa que nos ha
ga iálta , porque se halle en los libros de nuestros- ene
migos.. Esta Filosofia conciliativa, apacible, y secreta
agrado a muchos , y f ué protegida por el gobierno.
Tuvo un gran numero de discipulos , quienes duran
te la vida de su maestro á lo menos guardaron excru-
pulosamente el silencio recomendado. Pero Ammonjo
queriendo dar al Eclectismo todo el favor posible con
descendió con el gusto dominante de su tiempo ,y en
sus lecciones hizo una mezcla extra vagante de Filosofia
y Theologia ; que en adelante prod uxo los peores efec
tos. El Eclectismo degenero baxo los succesores de
Ammonio en una theurs¡ia abominab le^ no fué mas que
un ritual ridiculo de exorcismos- r de encantamientos,
evocaciones , y operaciones nocturnas supersticiosas,
subterraneas ,. y- magicas , y sus discipulos parecian- mas
bien brujos que Filosofos ( -
Dionisio Longino retor celebre , que dex o tur
tratado de lo sublime fué Filosofo de la escuela d,e
Ammonio. Viajó , porque los viajes acomodaban a1 es
piritu de la Secta Eclectica. Conferencio con los Ora
dores , Filosofos , Gramaticos ,. y con quantos en aquel
tiempo ten ian reputacion en las letras. Se aventajo tan-
to»
CO Fiem. hist. Ecl. tom. 3. lib. 13. patay». 16. Ene. lb¡4.
dela Filosofía:. '< 2$
tormenfos-en Epheso el año trescientos sesenta y seis (i.).
Prisco , amigo y condiscipulo de Maximo , era
de Thesprocia ; convenia con Eusevio de Mindes en
mirar la theurgia como u n borron del Éok&ismo. Era
taciturno, enemigo de disputas , amigo de la sole
dad , y por consiguiente poco. aproposito para tener
discipulos. Este modo de filosofar tranquilo y retirado
le fué muy favorable , pues acabo su vida con sosiego
encerrado en los templos desiertos del paganismo (?.).
() . Chrisancip , discipulo de Édesio y maestro jun-
. tamentc con Maximo de.l apostata^ Juliano , unia aja
. Filosofia el arte Oratoria. La theurgia que fue tan fa
tal á Maximo , sirvio utilmente á Chrtsancio. Éste cre
yo ver en las entrañas de las victimas y en las reglas
de la adivinacion las mayores desgracias ,. si abandona,-
. ba . su retiro ,. ¡del qual no le pudieron sacar ni las ins
tancias de Maximo , ni las suplicas del Emperador,
' quien le^hizp Pontifice de .Lidia .encargandole resta -
. bleciese. el culto de lc^s Diqses. ; Despues de la muer-
. te, de. Julianofse retiró. á At^enas , . en donde pasaba
~Ja yjd^^jreijd/a,^©*,-. ajjforel ^antiguo»., .e inspirando
aficion a- la /Theurgia y al Eclecmmo á un pequt ño
. numero de discipglos. . A; la eda^ de.¡ocbenta años dis-
. ftuta^ba de urja..salud; tan .robusta qt*e tenia .que san-
. gr'arse por precaucion jp una de' estas sapeas jyé cau-
.ía ^de sii muerfe y por . habersela hecho irnpru'dt nter
. mente en ausencia- de Eunopio su Medico , fde .cuyas »
resultas Je sobrexogioy un. fr.iq y - debilidad. en todos
a.{ . -y ¡ ' ...... j.I íj.i
. '. ¿jí lt¿ ^ Vi i ' - ; ...» it j .jú
^ *t) Fleur. hist. Ecl. tritn. 3. lib.13.. parag, 16. Id. Ibid. topn*
4.: lib. i 6. parag. 19. Mor, dift. híst?
(í) Ene. Ibkl. s -i ; . • ' .' '' '•'»('
■94 Ensayo sobrt la historia
sus miembros , que Oribasio disipo por algun 'breve
tiempo con fomentacianes*calientes , pero luego le vol
vieron y le acabaron (i).
Juliano , el latigo del Christianismo , Fué muy
apasionado .al iEcleotismo. ' Se crio baXo los ¡auspicios
del Emperador 'Constancio , estudio la Gramatica con
Nieocles., y la Oratoria con Ecebolo ; sus primeros
maestros ífueron Christianos , y el Eunuco Mardonio
tenia la inspeccion sobre ellos. Aqui no se trata do
.Juliano como Conquistador ni como Politico , sino
como Filosofo. Muy ;pronto se temio , que abandona
ría la Religion Christiana , porque manifesto gran de
seo de asistir á las Escuelas de los Filosofos paga
nos. J3n Nicomcdia trato con Libanio á pesar de la
expresa prohibicion del Emperador. Las frequentes
disputas entre ¡los Catholicos y Arrianos acabaron de
arrancar 4e su corazon si alguna semilla del Chris
tianismo había dexado en él , Ubánío. Se aficiono al
Filosofo Maximo. Todo esto., se creé, que lo sa
bia el Emperador , y ,que temeroso de ^jue no vol
viese contra .el Imperio y su pefsoria sus miras , de-
xaba que se emplease todo en ks letras y la Filo
sofía. Juliano abrazo el Ecleclismb , entregandose en
teramente á la Theiirgia y divinarían-, y se dexo po
seer enteramente del paganismo '; de modo que los
Christianos no tenia» el libre éxéreicló tfé su Teligion.
Abandonad asimismo , le decían estos , la obra de
„ Dios ; las leyes de nuestra Iglesia no sdft las leyes
p del Imperio , ni las del Imperio , las de nuestra Igle-
(i) Fleur. hist. Beles, ton», lab. 13. parag. ití. Id* lbid. Yom
4. lite, 15. parag, x.
de la Filosofia. ic
Míia , tasttgadnos si quebrantamos aquellas , pero no
impongais yugo alguno á nuestras conciencias. Po-
neos en el lugar de uno de vuestros vasallos pa-
„ ganos , y suponed en vuestro lugar un Principe
„ Christiano ; ^qué pensariais de él , si emplease todos
los recursos <ie la politica para arrastraros á nuestros
,, templos?" La providencia, que vela sin cesar en la
conservacion de su obra , hizo bien manifiesta su pro
teccion a los Christianos , y lo poco que pueden con
tra ella los mortales por poderosos que se les supon
ga. Juliano intenta hacer falsa la profecia reedificando
á Jerusalen , pero torbellinos de llamas , que vomita la
tierra de sus entrañas , devoran á los Judios que
abrían los cimientos (i). Su ruptura con Constancio,
sus expediciones contra los Parthas , Gauleses y Ger
manos , y demas sucesos de su vida no corresponden i
eete tratado.
Eunapio florecio en tiempo de Theodosio , fué
discipulo de Maximo y Chrisancio , con quienes estu
dió la Oratoria y la Filosofia. Vivió en Alhenas , via
jó á Egipto , y á todas partes adonde creia adelantar al
guna cosa en el Ecle&ismo. Fué Médico , Naturalista,
Orador , Eclectico , é Historiador. Dexó un Comen
tario sobre la vida de los Sofistas, el qual es necesa
rio leer con precaucion ; porque siempre rebaja el me
rito de los Christianos , por ensalzar la idolatría (2).
Hierocles sucedió á Eunapio , profeso la Filoso
fía Platonica en Arhenas , poco mas ó menos , en tiem-
D po
Tomo IIL
Fieur. hist. Beles. tona. 3. lib. 13. patag. 16. Id. lbid. tonj,
4. !ib. 15. parag. 43-
(a) Mor. dice. hist.
$6 Ensayo sobre la historia
po de Theodosio el joven. Su cabeza era un caos de
ideas PJatonicas , Aristotelicas, y Christianas ; en su
tiempo paió esta Filosofia Eclectica de Alexandria á
Athenas ; Plutarco hijo de Nestorio la profl^ó publica
mente en esta Ciudad despues de muerto Hierocles.
Siempre fué el mismo caracter el de esta Filosofia : se
reducia auna miscelanea de dialectica , moral, entu
siasmo, y theurgia ; humamim capitt Ó» cervix equina.
Plutarco con su muerte dexó la Cathedra á Siriano , á
quien sucedio Hcrmeas. Este enseño el Eckctismo á
Edesia su muger , al Aritmetico Dommus , y i Pro-
cio el mas estrafalario de todos los Eclecticos (i).
Proclo se habia llenado la cabeza de Gymnoso-
pbismo , de nociones hermeticas , homericas , orpheicas,
pitagoricas , platonicas , y aristotelicas ; se habia aplica
do á las mathematicas , gramatica y oratoria , y juntaba
á todos estos conocimientos una gran dosis de entusias
mo natural ; por lo qual á ningun Filosofo Eckctico
se le ha atribuido un trato mas familiar con los Dio -
ses , ni se le han supuesto mas marabillas , ni aplicado
mas prodigios. Solamente el entusiasmo podia hacer
compatibles ideas tan disparatadas como llenaban la ca
beza de Proclo: porque era Filosofo Eclectico se mi
raba como un Pontifice universal , del qual dice Ma
lino el Sophista : Dicere Philosophum , non unius ctt-
jusdatn civitatis , ñeque cceterarum tantum gentium
institutorum ac rittium ctiram agete , sed esse in
imiversum totius mundi Sacrorum Antistitem. Este es
el personage , que Proclo queria representar ; y asi se
figuraba , que haria llover quando quisiera por media
de
- . y
(i) Ene. lbidr
de la Filosofía. ty
de un Iunge , b pequeña esfera redonda , que obliga
ría al diablo á presentarse , y curaria las enfermeda
des (i).
Proclo dexb por su sucesor á Marino , este á sus
discipulos Hegias y Zenodoto. El ultimo tuvo por dis
cipulo y sucesor á Damascio , quien cerro la grande
cadena Platonica, De Marino nada se sabe de particular.
Hegias no gusto de la Theurgia , antes bien la mira
ba como una pedanteria ridicula. Zenodoto pretendia
ser Ecle&ico sin leer la menor cosa ; todos estos leelo-
res , decia , dan muchas opiniones y poquisimos cono
cimientos. Phocio hace el retrato siguiente de Damas
cio , Ftiisse Damascium summe impium , quo ad re-
ligionem , Ó, novis , atque anilibus fabitlis scriptionem
suam replevisse ; sanBamque jidem nostram , quamvis
timide , teBeqtie , allatravisse (2).
Los Eclecticos tuvieron tambien en su Escuela
mugeres celebres , pero ninguna tanto como la desgra
ciada Hiparia. Nacio en Alexandria , en tiempo de
Theodosio el joven , era hija de Theon , contempo
raneo de Papus su Amigo , y emulo en las mathema-
ticas. La naturaleza no había dado á nadie mas bellas
disposiciones para las ciencias que á la ilustre Hipatia,
y la educacion formo el prodigio de su tiempo. Su
padre la enseñó la Gspmetria y Astronomía , y con la
conversacion y frequencia de las escuelas de los Filo-
D* fo-
§. IV.
Fiksqfia EckBica Alexatodriña.
¡
34 Ensayo sobre la historia
detenerse en este primer principio , guardar silencio so
bre su naturaleza , y volver todas las miras acia lo que
dimana de él. Lo que es identico con ia esencia pre
domina sin quitar la libertad ; el a&o es esencial , sin
ser obligatorio. Quando decimos del primer principio,
que es justo , excelente , misericordioso , &c. damos á
entender , que su naturaleza es siempre una y la mis
ma. Supuesto el primer principio todas las demás cau
sas son superñuas ; es menester ir baxando desde este
principio al entendimiento, de el entendimiento al al
ma ; este es el orden natural de los entes. El genero
inteligible se limita á estos objetos , y no encierra mas
ni menos. No hay menos , porque hay diversidad en-
/ tre ellos. No hay mas , porque la razon demuestra,
que la enumeracion es completa. El primer principio,
tal como se supone , no puede simplificarse ; y el en
tendimiento existe simplemente , esto es , sin que pue
da decirse que esta en reposo , b en movimiento. De la
idea del entendimiento a la de la razon , y de la de
esta á la del alma , hay procesion no interrumpida,
porque no se concibe algun otro medio entre la alma
y el entendimiento. Hay un centro comun entre los
atributos divinos •> estos son otros tantos rayos , que
dimanan de la divinidad ; forman una esfera , mas allá
de la qual toda es obscuro. Solamente el ente simple,
primero , é inmoble puede explicar como todo dima
na de él *. es menester dirigirse á él , para instruirse , no
por medio de una oracion vocal , sino por vuelos rei
terados que lleven á la alma mas alla de los espacios
tenebrosos , que la separan del principio eterno de
donde ha sido emanada. Este es elifundament o del en'
timasmo echBicQ., Quando se aplica el término de ge
ne.
de ta Filosofía, '
neracion á los principios divinos , es necesario separaf
la ídea del tiempo ; porque se trata de transacciones
hechas ea la eternidad. Lo que emana del primer prin
cipio , emana sin movimiento ; porque si hubiera
movimiento en el primer principio , el ente ema
nado seria el tercero movido y no el segundo. Esta
emanacion se hace sin que haya en el primer principio
repugnancia ni consentimiento. El primer principio re
side en el centro de los entes emanados de él en repo
so , como el sol en el centro del mundo y de la luz,
Lo que es fecundo y perfecto engendra desde ab eterno.
El orden de perfeccion sigue el orden de emanacion;
el ente de la primera emanacion es el ente mas perfec
to despues del principio ; este ente fué el entendi
miento. Toda emanacion tiene tendencia á su princi
pio , es un centro en donde fué preciso que reposase
durante todo el tiempo en que no había mas entes que
ella y su principio ; entonces estaban reunidos , pero
se distinguian , porque el uno no era el otro. La
emanacion primera es la imagen mas perfecta del pri
mer principio , porque nace de él inmediatamente. De
esta emanacion primera , la mas pura , la mas digna del
primer principie , la qual no ha podido nacer sino de
él , que es su viva imagen , y que se le asemeja mas
que la luz al cuerpo luminoso , han emanado todos
los entes , toda la sublimidad de las ideas , y todos los
Dioses inteligibles. El primer principio de donde rodo
ha emanado, reabsorve todo , y atrayendo las emana
ciones á su seno las impide , que degeneren en mate
ria. El entendimiento , ó primera emanacion , no pue
de ser esteril si es perfecta : ha engendrado pues al al
ma, que es la segunda emanacion menos perfc&a que
Es la
56 Ensayo sobre Ja historia
la primera , pero mucho mas que las demas que la han
seguido (i). La alma es un hipostasis del primer prin
cipio , le es inherente , aclarada por él , y le represen
ta * es fecunda tambien , y produce entes infinitos» Lo
que entiende es distinto de lo que es entendido ; pero
lo que entiende y lo entendido, sin ser identicos,. son
coexistentes > y aquel que entiende , tiene en si todo lo
que puede tener analogia y semejanza con lo que en
tiende -y de donde se sigue i que hay algo supremo,
que nada entiende » una primera emanacion , que en
tiende , otra segunda , que es entendida % y que por
consiguiente tiene semejanza , y afinidad con la que
entiende* Donde hay inteligencia hay multitud. El in
teligente no puede ser la primero r lo simple, y la
uno. El inteligente se aplica á si mismo r y á su natu
raleza i'si entra en su seno y consuma alli su accion,
se formará la nocion de dualidad , de pluralidad , y
de todos los demás numeros. Los objetos de los sen
tidos son alguna cosa , imagenes de los. entes j el en
tendimiento conoce lo que hay dentro y fuera de él,
jr sabe que las cosas existen , porque sino no habria
imagenes* Los inteligibles se distinguen de los sensi
bles , como el eritefcfáimienta -de los sentidos. El en
tendimiento es aun mismo tfefflpo una multitud de ca
fes,; de las quales no obstante se distingue. Tantos
Como sOri' los diversosi principios de fecundidad del
inundo , diras tantas Son1 las : almas- ' d ifeTentes , jr Iak
ideas del enteridtmientOi divino. Lo que se' entiende s!e
hace intimo , é Instituye una especie de unidad entre
et
' - '.. .. » ' i
(i) íoda esta sucesión de emanaciones es tomada de los Orien
tales» Vease. el articulo. da los. Asiaticos en el togio primea
de la Filosofía. 57
el entendimiento y la cosa entendida. Las ideas están
primeramente en el entendimiento ; éste en a&o , b la
inteligencia se aplica á las ideas. La naturaleza del en
tendimiento y de las ideas es pues una ; si las dividi
mos , si hacemos entes esencialmente diferentes , es
una operacion de nuestro espiritu , y del modo con
que adquirimos nuestros conocimientos. Este es el
principio fundamental de las ideas inatas. £1 entendi
miento divino obra sobre la materia por sus ideas , no
con una accion exterior y mecanica , sino con una ac
cion interior y general , que no obstante no es identi
ca con la materia » ni está separada de ella. Las ideas
de los irracionales están en el entendimiento divino,
pero no están baxo forma irracional.
Hay dos especies de Dioses en el Cielo incorpo-
ial , unos. inteligibles otros inteligentes , estos son las
ideas , aquellos los entendimientos beatificados con la
contemplacion de estas- El tercer principio emanado
del primero es la alma del mundo. Hay dos Venus,
la una hija del Cielo , la otra hija de Jupiter y Dia
na ;. esta preside á los amores de los hombres , la otra
no ha tenido madre r ha nacido antes de toda union
corporal , pues esta no la hay en el Cielo. Esta Venus
celestial es un espiritu divino s una alma tan incorrup
tible como el principio de que ha emanado; reside
sobre la esfera sensible ;,se desdeña de tocarla no tie
ne cuerpo , es un puro espiritu , la quinta esencia de
lo- mas sutil ;. inferior pero. coexisten-te á su principio*
Este la produKO , fbe un a¿l» simple suya , existía
antes: que ella;. taha amado desde toda la eternidad;
se complace en contemplarla. De esta alma divina^
seo obstante 'jue. ss una, han dimanado otras. varias?
to
38 Ensayo sobre la historia
todas son partes de ella misma , y lo penetran tode.
Reposa en si misma , sin que cosa alguna la agite , 6
distraiga ; es siempre una , está entera siempre y en
todas partes. No ha habido tiempo alguno en que al
universo le haya faltado el alma ; no podria durar sin
ella , y ha sido siempre lo que es , porque no puede
concebirse la existencia de una masa informe. Si no
hubiese cuerpo no habria alma. Un cuerpo es el uni
co lugar en donde el alma puede existir 5 la alma sin
él no tiene movimiento progresivo ; se mueve , dege
nera , y toma un cuerpo , separandose de su principio,
como una hoguera encendida en una alca montaña,
cuyo brillo va disminuyendose hasta donde comien
zan las sombras. El mundo es un gran edificio coexis-
tente con su archite&o ; pero el edificio y el architeélo
no son uno mismo , aunque no hay en el edificio mo
lecula alguna en donde el archi tedio no este presente.
Era necesario , que el mundo existiese , que fuese be
llo , y tanto quanto fuese posible. El mundo es ani
mado , reside en su alma mas bien que esta en él;
ella le encierra , le está intimamente unida , de modo
que no hay un punto á que no esté aplicada , y que
no informe. Esta alma tan grande por su naturaleza,
sigue al mundo por todas partes. La perfeccion de los
entes á los qualea la alma del mundo está presente es
proporcionada i la distancia del primer principio. La
belleza de los entes es proporcionada á la energia de
la alma en cada punto ; no son mas que lo que ella
íes hace ser. La alma está como dormida en los entes
inanimados ; pero quando se liga á otros , tira á ase
mejarselos ; de este modo vivifica , en quanto le es
posible, lo que no es por si viviente. La alma se de
xa
de la Filosofi*. go
xa dirigir sin esfuerzo ; se la cautiva ofreciendola qual-
quiera cosa que pueda tolerar , y que la obligue á ce
der una porcion de si misma '• se presta facili si mamen
te á lo que se la presenta; no admite un espejo con
mas indiferencia la representacion de los objetos. La
naturaleza universal contiene en si la razon de una
infinidad de fenomenos , los quales produce , quando
se la sabe obligar. Estos son los principios de don
de Plotino , y los Eclecticos deduxeron su entusiasmo,
su trinidad , su theurgia especulativa y practica , y el
laberinto en que se perdieron. Si se les sigue en todos
sus caminos convendremos , en que no eran necesarios
tantos esfuerzos para encontrar la verdad. Seguramen
te que les hubiera sido menos trabajoso y util el se
guir el camino trillado , pero esto no acomodaba á su
presuncion ; querian distinguirse de los demás hom
bres , y su vanidad les hacia tolerables sus fatigas.
Lo que se enseñaba en la Escuela Alexandrina
sobre la naturaleza de la alma del hombre, no era me
nos obscuro , ni mas solido , que lo que se decia so
bre la naturaleza , el primer principio, el entendimien
to divino y el alma del mundo. La alma del hom
bre y la del mundo tienen la misma naturaleza , y son
como dos hermanas. No obstante , las almas de los
hombres no son á la de el mundo , lo que las partes
al todo j porque si asi fuese la alma del mundo di
vidida no esraria toda entera en todas partes. No hay
mas que un alma en el mundo , pero cada hombre
tiene la suya. Estas almas se diferencian porque no
han sido derramamientos de la alma universal ; repo
saban solamente en ella esperando á los cuerpos ; y
estos han sido distribuibos en tiempo determinado por
41b , Hn'sayo 'iolre la'fibtorid
la akna universal , que domina á todas (i). Las esen
cias verdaderas no residen sino en el rrtundo inteligi-
t>le , que es la morada de las almas , y -d-esde donde
pasan á nuestro mundo : aqui están unidas á los cucr-
''pbs , 'y allí no los tienen, sino que los esperan. El
entendimiento es la esencia verdadera mas importan
te ; ni es dividido , ni discreto : las almas le -son
coexistentes en el mundo inteligible , ningun interva
lo las separa de él, ni í unas de xrtras. Si experi
mentan un genero de division es en este mundo so •
lamente , donde su union con los cuerpos las hace
capaces de movimiento. Estan presentes , ausentes,
apartadas , y extendidas ; el espacio que ocupan tiene
sus dimensiones , y en él se distinguen partes , aunque
indivisibles. Las almas tienen otras diferiencias que las
que resultan de la diversidad de los cuerpos: cada
una tiene su manera propia de sentir, de obrar ^ y
de pensar ; que son los vestigios de las vidas anterio
res , lo qual no impide que conserven analogias que
las lleven unas ácia Otras ; estas analogias se hallaa
tambien en las sensaciones , acciones , pasiones , pen
samientos, gustos , placeres , deseos , &c. La alma no
es material ni compuesta, pues si lo Fuese, no se la
podria atribuir la vida ni la inteligencia. Hay almas
buenas y malas, que forman una cadena de diferentes
ordenes : Las hay del primero , segundo , tercero or
den &c. ; esta desigualdad es en parte original , y en.
parte accidental. La alma no está en el cuerpo como
la agua en un vaso ; el cuerpo no es sugeto de ella,
rii
/ . .
48 Ensayo sobre la htsTorist
^en él se 'contiene., es eterno. La alma de los Cielos
puebla la tierra de animales ; imprime al barro una som-
Ixa de 'vida i y el tarro siente , respira , y se mueve (i).
'No 'hay mas que fuego en los Cielos ; pero este fuego
contiene agua , tierra y ayre ; en una palabra todas las
»qualidades de los demas elementos. Como es natural
al calor el elevarse , la fuente de los ruegos celestes ja
mas podrá acabarse ; y el movimiento circular les de
vuelve , todo lo que se disipa. Los astros mudan sus
aspeaos con sus movimientos, pero su naturaleza nun
ca se muda. Los astros anuncian lo futuro ; por eso
su movimiento es arreglado , y llevan consigo la ima -
gen de las cosas.
La alma del mundo es el principio de las cosas
naturales ; ha sembrado la extension de los Cielos de
cuerpos luminosos , que le hermosean y anuncian los
destinos. La alma , que se aparta del primer principio,
queda sometida á la ley de los Cielos en sus diferentes
domicilios i no sucede esto respecto del alma que se
acerca á él ; pues ella misma se fabrica entonces su
destino. El Universo es un ente viviente , que tiene su
cuerpo y alma; y ésta > como no está sugeta á cuer
po alguno en particular , exerce tina influencia general
«obre las almas que están unidas á los cuerpos. La ifi*
fluencia celeste no engendra las cosas , dispone unica
mente la materia para los fenomenos , y la razon uni
versal los produce. La razon universal de los entes no
es Una inteligencia ^ sino. una fuerza intestina', que obra
sin designio , y que exerciendo su energia desde al-
^ gQft
Tomo III.
Ensayo sohre la historia
mostracion de esta: verdad. Este conocimiento nos es*
inato ,. existe en nuestro entendimiento antes que toda
induccion , preocupacion , y juicio. Es una conciencia
simultanea, de la . union necesaria de nuestra naturaleza
£pn su causa engendradora ; consequencia inmediata de
¿a coexistencia de esta causa con nuestro amor por lo
bueno , verdadero , y bello. Esta especie de contacto
intima de la alma y de la divinidad no está. subordi
nado i ^nosotros ; no puede nuestra voluntad alterarle,
evitarle^, negarle , pi ,probarle. Esta necesariamente ea
nosotros*, .le sentimos , y nos convence de la existencia
de los Dioses , por lo que somos en qualquiera estar
do que estemos. La idea de los compañeros inmor
tales de los Dioses no nos es menos intima f menos
inata jhai menos perceptible , que la de los, Dioses ; no
es una verdad de. consequencia é induccion > sino una
nocion simple , pura y primaria , tomada desde toda, la
eternidad en el. sena de |a d^jnWad ^ a la qual he
mos quedado unidos en tiempo con este nudo indi?
Sofubl©.. , -vi. i- i • u ': • •,»
, ' Hay Dioses , Demonios , y Heroes , y estos en
tes celestiales- estia^ distribuidos ea. djíer.entesv clasesf
cuyas semejanzas y ; diferencias no, ¡conocemos^ rn.as -que
por, analogia. La bondad . e^.pre,ciso. que ^les «ea . -un»
<jualidad comun^ , porque es exenciai á su naturaleza,
no sucede la mismo en las almas , las qualc^ partici
pan de, este atjiíjut^ :$o\p gc^conaíinjfacion. :L9ff Diaj
sel. y las almas son los dos extremos de las cosas ce,?
lestiales , y los Heroes constituyen f\ orden interme
dio , son superiores en toda buena. qualidad á las al
mas , á quienes tocan inmediatamente,, y con las qu$r'
jes^yeaen. similitud y simgatia % por ta vida que le*
i '. ' de la Filosofía. t\ 51
Ira sido coarun. Tambien es menester admitir una es
pecie de genios subordinados á los Dioseá /ministros
de su beneficiencia , á quienes imitan. Son el medio*
al trabes del qual los entes -celestiales toman an» for
ma , baxo la qual se nos hacen visibles ; vehiculo que
lleva á nuestros oidos las cosas inefables , y á nues^
tro entendimiento las incomprehefisibles $ espejo que
hace pasar á nuestra alma las imagenes , que no po
dian penetrar hasta ella sin su socorro. Estas dos cia
ses forman el nudo y comercio de los Dioses y de las
almas, hacen la cadena de Las cosas celestiales indiso
luble y continua , facilitan á los Dioses el medio de
baxar hasta rios hombres , y desde los hombres hasta
los ultimos entes de la, naturaleza ; proporcionando á
estos el subir hasta los Dioses (lX 'j 7 .ciorj' .t ia
La unidad * una existencia mas perfecta que la de.
los entes inferiores , la inmutavilidad , inmovilidad , el
poder de moverse sin perder JU inmovilidad , y 4*
providencia , son tambien qualidadea comunes á I03.
Dioses. Por la diferencia de los extremos• . se puede
congeturar la de los intermedios. Las accione^ de los
Dioses, son excelentes, las de las almas imperfe&as.
Los Dioses lo pueden ^todp con. igualdad , en un mis-.
mtf tiendo» sini obstaculo y, sin demora. Hay cosas
que son imposibles ' á las almas.; y r las.que les son po
sibles , necesitan tiempo para hacerlas ; las executan se
paradamente y con trabajo. La divinidad produce sin
esfuerzo , y gobierna ; la alma se ^atormenjea para eij-.
g£ndjrar , y sirve. Todo está sometido á los Dioses,
(1) Bsta es la escala que formó Plafon para subir del ente
mas despreciable de la naturaleza hasta la misma• divinidad.¡
' .;
Ensayo wihrt lu historia
aun las acciones y existencia de las almas : ven las
esencias de las cosas y el termino de los movimientos,
de la naturaleza. Las almas pasan de un efe¿to á otra
y se elevan por grados. La divinidad es incompre
hensible , incomensurable , é ilimitada; las almas pa
decen toda suerte de pasiones , y se sujetan á todo
genero de formas. La inteligencia , que preside á to
do , y la rafcon universal de los entes están presentes
á ios Dioses clara y 'distintamente y sin raciocinio ni
induccion , pár un a¿to puro » simple % é¿ invariable.
Las almas no se ven iluminadas mas que imperfecta
mente y por intervalos. Los Dioses han dado fas. le
yes al universo ; y las almas están angetas á las leyes
dadas por tos Dioses. La vida, que recibió el alma
al principio % y el primer movimiento. de? su voluntad
expecificaron ét ente Organice que deberia informar,
f la tendencia que tendria á perfeccionarse , a dete
riorarse. Las cosas» excelentes y universales contienen
en si la razon de fas cesas menos buenas y genera-
fes i este e& el fundamenta de las. revoluciones de lo*
entes y de sus emanaciones y de la eternidad de su
principio elemental % de su relacion indeleble con tai
cosas celestiales > de su depravacion y de su perceptivi*
Udad y. y de todoa losf fenomenos de la naturaleza hu»
mana. Los Dioses n6 están ligados á alguna parte del
universo t esta» presentes aun á las cosas de este mun-
do , la contienen toda escarien todas partes yy todo>
está llena de ellos. Si la divinidad se apodera de al
guna substancia corporal coma de el Ciela,. de la
tierra , de una ciudad sagrada , de un bosque > o de
Una estatua , su imperio y presencia se esp3?cetr~há-
cla fuera % como se escapa la luz del solea todos sen-
d& lm Filosojia. f$
úáos. La substancia se penetra de ella , obra adentro
y en lo exterior cerca y lejos , sin devilitarse y sin
interrupcion. Los. Dioses tienen aqui abaxo difeíentes
domicilios , segun. su, naturaleza ignea, terrestre , aerea,
ó aquatica^ Estas- distinciones.-, y las de los dones que
se deben esperar de ellos, son los fundamentos de la
theurgia y de las evocaciones. La alma es impasible,
pero su presencia en un cuerpo hace pasible al com
puesto.. Si. estofes verdad respectó- del alma ,. con mas
fuerte .razonólo será respecto de los- Héroes , de los
Demonios,. y de los- Dioses-
No hacen igual impresion todas las partes-de uit
sacrificio a lo& Demonios- y á los Dioses -r hay un pun
to importante: y cierta cosa; energica y secreta : tam
poco son. igualmente sensibles a coda especie de sacri
ficios. Unos se contentan con símbolos , otros con vic
timas , o representaciones-, homenages , 6 buenas obras»
La beneficencia de los Dioses , que conoce nuestras
werdad©M& necesidades ^ está atenta. , á prevenir nues
tras demándas.. Las oraciones no so» mas que un me
dio de debamos hacia ios Dioses ¡. y unir al suyo nues
tro espiritu. Si la ide* de la colera de los Dioses nos-
ftese mejor conocida; , no pretenderiamos apaciguarlos
con sacrificios, La colera celestial no es un resenti
miento' de parce de los Dioses , de los quales la cria
tura tenga que temer algun mal eibclo, es unicafrñen-
*e una aversion, derparte de ella por su beneficencia.
Los olocaustos solo son. utiles quando son señal de
reconocimiento ^ como un paso que da el culpable
Ítáci& los Dioses , de.-quienes se há apartado.- El malo
huye de los Dioses, que los Dioses no le persiguen,
el se hace desgraciado/ sepierde por su malignidad,
'i. JSs
el bieny'tJuetiecesartaflTetlfe hafr'de' haTeer poP su^naru-
raleza ; y es una impiedad ¿ creer , cfté se les puede
violentar. Los Dioses no rtos oyen p©t 'medio de or
ganos , sino porque -nejien en si mientos 4a razon, y
los efettos de» rodas tas suplicas de los hombres piado
sos, y^en: especial de sus ministros. Están 'presentes
estos riembres consagrados ''-% y hablamos inmediata-
mente á los ©ioses por medio de ellos. Los astros , k
quienes llamamos Dioses son substancias muy analogas
á estosentes inmateriales $ y debemos- dirigirnos ¡Ai os¿
&s' eétes^ en] los astros que infoímanurTodosi sol, be
neficos ', dfe ellos se derraman sobre los cuerpos in
fluencias indelebles. No hay Ajn punto en el espacio,'
en'tjuesus virtudes no bagan sentir su energia , pero
su accion ' sobre las partes del Ani^eeso -es proporcion
nada á la naturaleza de estas partes ; esparce la diver
sidad , pero no produce algun mal absoluto. Lo que
es excelente relativamente -a la- harmonia umveisali
puede ser dañoso á alguna parte ' en particular. o -ni
Los Dioses inteligibles , «fue presiden á las es«*
feras celestes son entes originarios del mundo inteli
gible ; y con 4a atencion que ponen en sus propias
ideas , enarrandose en si mismos , gobiernan los Cie
los. Los Dio ses inteligibles han sido Jos paradigmas de
los Dioses sensibles : estos simulacros engendrados
una vez , h an conservado sin la menor alteracion la
figura de los entes divinos , de quienes eran image
nes. Esta semejanza inalterable es. y la que debemos
mirar como la basa- ¡del cornercio eterno , que reynat
entre los Dibses de éste miindo y los de el* superior.'
Por esta analogia indestructible , t»do lo que dimana
?* : , % dé la Ftlonfift. 1^
delante unico es, reabsorbido por el mismo; La idea-
tidad une los: Dioses- del mundo inteligible .y. del sen-
.sible entre sí. La semejanza establece el-.c^mercío de
los Dioses de un mundrocon las de otro^ Los De
monios no son perceptibles- á la vista, ni al tacto. Los
Dioses, son superiores á toda obstaculo material;- get-
biernan el. Cielo., el universo , y todas; las potencias
secretas , que se encierran en uno y otro* Los Demor
,níos unicamente tienen la administracion de algunas
. porciones , que los Dioses han entregado á su cuida*
do ;. y están ligados casi inseparablemente á eljas. Los
Dioses; ditjgen los cuerpos sin estar presantes á ellos*
y . mandan despoticamente •. los Demonios obedecen
pero sift repugnancia , y libremente, La generacion de
los Demonios es el ultimo esfuerzo del poder de los
Dioses y de donde han emanado los heroes , como una
simple consecuencia de su existencia viviente ,. jo mis
ino ha sucedido con, las almas. Los dempe ios. ¡tienen
facultad de engendrar- ,, -y el cuidado dgoMniB- jfeshafc.
mas con los, cuerpos. Los heroes vLvÜktf» , inspiran*
dirigen , pero, npy engendran. Por una gr#cjajC$ped»l
de-Jps.piqsestse ha concedido. f& las ülma¡s- , ¿el poder
e|evajse ha^ta0la) esfgra;4e'l<>s Angel^ ; {fufando,!© ha~
,cen^¡pasan •los.lira^s que-.la naturaleza ¿?&Ha <ppes£BÍ|
fo i entonces pierd^rj su, condicion , ¡y tomanja, de la
^va i&o$uí¡Jr. ser,|pan pasado» .1. .«a v* ario ni
. ,¡ jj^as, apariciones /folos^^&^p ^pajo^isus
^c^jíiRo^niR^^ PPfifacÍPfl^í lPJUarufestan ünm^
pre i:como son f tieneiips^-signos propips^ carac-s
fGjes *$¡-m£v#3Íenft95;. disygyv^s¿w;sjis fetnRs fantestitr
5^ EtitJy» #fcf% ln 'Jiistortü
l3e uttAfígel de un Archangélyjr ílas álmas tienen «5«-
peétoofc 4e todo, gefcero de caraAeres. El a$pe&6 «de
íós Dioses consolador ; <el-de los A^rchangeles tteir^-
•riDle; el cte fes Angeles , 'menos severo ; el de los
Heroeá atra&ivo ; y el ^e los 'Demonios espantoso.
Hay en estas apariciones una infinidád de otras va
riedades , Telativas^íar calidad del ente, á su autori
dad y genio, viveza, lentitud , tamaño , acompañamien
to-, influencia &c. Si se comete algun error en la
evocacion theurgica , se presenta un espe&ro distirito
del que se ha evocado^ como'un Demonio eh'lugaT
¿le un Dios. X<o que saritifica no es el conocimiento
«le las cosas sanelas : todo hombre puede santificarse;
pero solo los theurgistas pueden evocar los Dioses, y
aquellos hombres maravillosos , que tienen en ^us ma
nos el secreto de los 'dos mundos. Jamblico deáffte-
nuza todas estas cosas con la mayor escrupulosidad;
y aparenta que lo ha visto todo con la misma clari
dad que nosotros 'quando observamos -con atenciofj
qualquiera de fes producciones de la naturaleza. La
presciencia nos viene de arriba riada tiene- eri si de
humano^ ni fisico ; por el Coritrairio , la YeveWion Hís
«na 'vOiidébil j qiíe se hace "«ir á nosotfOs, quando
jasamos de la vigilia al sueno. Esto prueba, tjué' ia
alma tiene dos vidas , la 'üna'unida con él cufcrpó,y
la otra separada de él. Además icoÉild su funcion
eonfeffl^kf i7'C0trtSen« eri >si la táJÉtíh todos los
posibles , no es de admirair que canofcea íó'íuntfiK' %M
«osas futuras las vé erizos rabones preexistentes. Si ha
Tecibidd de lo¿ Dioses 'tina penettaciSh ^stiblitries iiii
presentimiento exquisito -y lfii|a e^eViéntla ¿ tófidad
4n «fcserva* v diácertiiSiient^, geltío p&c^W&fi^fó
<que
de ta Filosofía. , ^7
tjue ha sido, es, .7 será / se ocultara ü ^''conoci
miento.
Estos son los verdaderos 'cara&eres del enrasia*-
mo divino ; quien 4o experimenta está privado delusor
comun de sus sentidos , su vigilia no se parece a la &£
los demás hombres , su accion es extraordinaria, no se
posee , no piensa , ni habla por si , lo que le rodea es
tá ausente para él , no siente la accion del fuego , n«
vé ni teme la segur levantada sobre su 'cabeza : está
transportado a lugares inaccesibles , anda entré1 la lla
ma y sobre las aguas , &c. este estado es efeclo' de la
divinidad , que exerce todo su poder sobre el arma
del Entusiasta por medio de los organos del cuerpos
es entonces ministro de un Dios qüe le circunda ,' í¿
agita , le persigue, le atormenta Vque ie arranca las1 Vo
ces1, que vive en él, que se na apoderado de áus Hia-
síós ,de sus ojos , de su boca , y que le tiené^ elevado
sobre la ^naturaleza comUn. Lá poesia y la touslea' se
hári consagrado a los Dioses ; porque hay en la versi
ficacion y en los canticos toda la variedad , qué con
viene introducir en los himnos que se destinan á lá
evocacion de los Dioses. Cada Dios tiene su cara&er;
cada evocacion su forma , y exige su determinada me
lodia. La alma habia o'ido la harmonia de los cielos an
tes de ser desterrada á habitar el cuerpo. Si algunos
acentos analogos a aqueÜoá acentos divinos , de los
quales jamas pierde cuteramente la memoria , llegar)
á herir su tímpano, salta inmediatamente , se transpdr-
Ca , y se entrega a ellos enteramente.. Jamolico se aban
dona aqui a todas las especies de adivinaciones y tOn •
terias, tanto que tío hay paciencia para seguirle. Lá
justicia de los Dioses no es la de ios hoálbtes : el horh¿
x$ Ensayo sobre U listona
hre define la justicia segur! relacionas tomadas de su
vida actual y estado presente ; pero los Dioses la de
finen relativamente á sus existencias sucesivas , y á la
(universalidad de nuestras vidas. La mayor parte de
ios hombres no tienen libertad , y están encadenados
poj. el destino.
... . En su Teogonia decian los Eclecticos: Hay un
J)ios de toda la naturaleza , principio de toda genera
cion , causa de las potencias elementares , superior i
todos los DJoses , inmaterial , incorporal , en quien to.-
do existe , dueño de la naturaleza , subsistente por si
mismo de toda eternidad , primero , indivisible , indi
viso , todo. en si mismo, y por si mismo ,' anterior á
todas. las cosas , aun a los principips.uni versales » y a
lasj causas generales de los entes, inmoble t encerrado
en. la soledad de su unidad , fuente de las ideas , de
Jos inteligibles . de ios posibles , bastandose á si mis
ino ( padre. de las esencias , y de la entidad ; anteriojp
al principio inteligible , y su nombre es Npetarco.
Emeth se sigue á Noetarco , es la inteligencia divina,
<jue se conoce á si misma , de donde han emanada
todas las inteligencias , llevandolas á todas en su seno,
como en un abismo. Los Egipcios colocaban á Ei&on»
antes que a Emeth , era para ellos la primera Idea
íxernplar , y se le adoraba con el silencio. A estos-
.Dioses se siguen Ámern, Ptha, y Osiris , quienes
presiden á la generacion de los entes aparentes , Dio
ses conservadores. k sabiduría , v sus ministros en
los tiempos en que engendraba ios entes y y producia
la Quería secreta de las causas» Hay qua tro potencias
yaroniles % y otras tantas hembras ,. superiores á lo*
elementos t v sus virtudes $ residen. en el $pl.,; y la
* ' ' -"de Ja Filosofía. '' 59
que rige la naturaleza en sus funciones engendrado-
ras , tiene su domicilio en la luna. £1 Cielo está di
vidido en dos , quatro , ó treinta y seis regiones , y
estas regiones en otras varias; cada una tiene su di
vinidad , y todas estas divinidades están subordina
das á otra , que les es superior. De estos principios
se baxa á otros , hasta tanto que el universo entero se
baila distribuido en ciertas potencias , que dimanan
unas de otras , y todas de una primera. Esta prime
ra potencia saco la materia de la esencia , y la aban -
donó á la inteligencia , quien de ella fabricó las es
feras incorruptibles ; empleando en esta obra lo mas
puro ; y de lo restante formó las cosas corruptibles , j
la universalidad de los cuerpos. El hombre tiene dos
almas , la una que procede del principio inteligible , jr
la otra , que ha recibido en el mundo sensible. Cada
una conserva los caracteres distintos de su origen. La-
alma del mundo inteligible vuelve sin cesar á su. fuen-*
te.yün ?que sobre ella'puedan obrar las ley es í de ,1»'
fatalidad, la otra está' sugeta 3 los mpvrauentosjfje dor
mundos. Cada uno tiene su Demoniov que ipeeexistia«
& la union de la alma con el cuerpo , y esta union es-
obra suya ; conduce , é inspira á la alma.; siemprees
un genio bueno ; porque los maros genios no tienen!
distrito. Este Demonio no es: una facultad de la al--
ma , és tm ente distinto de ella 4 y dejjn orden su-)
perior al -suyo , &cí -.V~ u .3 . -.p> '¿ . - x*
' La Filosofia moral de los Eclecticos ensenaba, i
que nada se hace de náda ; por consiguiente la almaj
es una emanacion de un principio mas noble. Las -
almas existian antes de ser unidas á los cuerpos , de ;
linquieron , y el destierro fue su castigo. Despues de .
■*i H2 su
6o Ensayo selreU historia
su caida han pasado á varios cuerpo» , en donde. has
estado como en prision. Por un enlace de delitos k
impiedades han hecho su esclavitud mas larga y du
ra , y pertenece. á la Filosofia suavizarla , y hacer que
cese. Para esto tiene dos medios, la purificacion ra
cional , y la theurgica , que elevan á la alma á qua-
sjo grados distintos de perfeccion , de los. quales el
ultimo es la Theopatia. Cada grado de. perfeccion,
tiene sus virtudes entre las quales hay quat.ro cardi
nales , la prudencia y la fuerza la templanza , y la jus»
ticifl ; y cada virtud tiene igualmente sus grados. El
ultima ocupan las quaÜdades risicas que resultan de las.
^entajias de conformacion., y cuyo uso mas noble se
ña emplearlas corno instrumentos para elevarse a las
otras qualtdades.. Las qualidades morales y politicas
san fes. del hombre sensato , que superior á sus pasia-r
nes ;. despues de haber trabajado largo tiempo en ha
cerse feliz por. la pra¿bica jde Ja virtud, se ocupa en
procurar la ra¿srna felicidad á sus semejantes. Estas
qttalidadesi sonv practicas. Las especulativas son , las
que w>a^iOiye/i proptamenieai Filosofo , quien no sa
contenta con, hacer bien., sino que entra en si mismo,
y medna para conocer ta. vendad, de los. principios por
los quates se conduce* Lao: quniidaries expurgativas , ó
saatificajníea son' , todast lasque elevara, ail nombre so*
boa su condicion { por la 'prixsacieín, dtr toé» lo qua
excede á las mas estrechas necesidades de la natura-*
leza. En este estado el Hombre ha sacrificado toldo lo
que puede Hgade a la vida, desea - su disolucion r j»
está. muerto fiJosoficamente ; y asi la muerte filosofica
perfeíta es el pumo de perfeccion humana mas veci-t
no á la vida de los. Dioses. Las qualidades especu-
t. . I la-
'¡tila Filosofar" 6t
lativas- consisten en la contemplacion fcabitual* ¿él pri
mer principio , y en la imitacion mas prosima* de su»
virtudes. Las qualidades Theurgicas son aquellas , pof
las quales la alma se hace digna desde este mundo
del comercio con los Dioses , Demonios , Heroes , y
almas libres. El hombre puede , con solo el socorra
de las fuerzas que ha recibido de la naturaleza , ele»
varse succesivamente de la degradacion mas profunda
hasta el ultimo grado de perfeccion „ porque la ley de
la necesidad no tiene un imperio invencible sobre U
energia del principio divino,. que tiene- dentro de si,
y con eL quai puede vencer todos los obstaculos. Si
la separacion de. la alma del cuerpo se executa antes
que aquella se haya reelevada de su estado de envi
lecimiento , y haya borrado los secretos. rastros de de-
prabacion j. experimenta. los. suplicios de los infiernos,
entrando en un nueve, cueppo> que es- para ella una
prision ma&cruel , que la del que acaba dé dex-ar , por
que la aparta, mas- de si* primer prwasipio^ y hace su:
gran revolucion mas Wga.JT difícil 6*)*
-,. Esto es lo m« paj*¡c*4a* y. meao* obscuro (aun*;
que lo es bastante) qi**- W eACU^ntna, «o la Filosofía,
de lpfr Edk&iceisj ao^gi*eft<*)* Quisa* se quiwa inv-
trjuir i. .foadpi «cecesajto qpc fea 1^ originales* qu*
han quedad» de Ploiiso„P©t6riO'* Juliafl» u lambli*
co , Amxmanb Marcelina,, &c.. la histoii* critica d«
la FilosoÍMt de ¡Mv Btudser y. W infinida^ de autop
ies antiguos (yi mwieccQe qjm en, qlla.se citan; pero,
na me, parece ,.x$i*. hafeaai q»i«». quiera h»s« xm mal
uso del tiempo. * m • P^j.
—^ 7— . -r': "■" """ •.
(í) He aquí la metetasicosis de Pytagora*.
(a) Eac. y. Eclea.!
€¿ Ensaye sobrt lo. fiistoria
Del Ecle&ismo han salido una infinidad de Fi
losofias modernas , porque cada uno tomaba de los Fi
losofos antiguos lo que le parecia , añadiendo , ó qut -
lando á su antojo , como puede verse por los capi -
rulos siguientes , en que se dá una breve idea de los
que mas se han distinguido en esta materia con ar
reglo en quanto ser puede , no al merito de los au
tores, sino á la chronologia , pero antes será mejor
dar noticia del Sincretismo , por la semejanza apa -
«ente que tiene con el Ecle&ismo.
1
yo Ensayo sobre la historia
tes y en ninguna ; io mismo que el atomo que lo es
todo y nada. VA mínimum es indefinido. Es menes
ter no confundir el mínimum de la naturaleza con el
de el arte , ni con el mínimum sensible. .No hay bon
dad ni malignidad , fealdad ni belleza , pena ni pla
cer absolutos. Hay mucha diferencia de qualquiera
qualidad comparada á nosotros , y la misma qualidad
considerada en el todo ; de aqui nacen las nociones
verdaderas y falsas , del bien y del mal , de lo daño
so y util. Nada es verdadero ni falso , para los que
' no se elevan sobre lo sensible. -La medida de los sen
sibles es variable. Es imposible , que todo sea lo mis
mo en dos individuos diferentes ; ni en un mismo in
dividuo en dos instantes.; Es menester contar las cau
sas ; y particularmente hacer atencion en lo influido,
y la influencia. No hay lleno absoluto sino en la so
lidez del atomo , ni vacio absoluto mas que en el in
tervalo de los atomos que se tocan. El atomo no se
corrompe , ni nace , ni muere. No hay cosa tan pe
queña en el todo , que no aspire a disminuirse ó au
mentarse ; ni está tan bien , que no tenga propension á
perfeccionarse , ó empeorarse. Pero esto es relativa
mente á un punto de la materia , del espacio, y del
tiempo. En el todo nada hay pequeño ni grande , bien
ni mal. El todo es lo mejor , que es posible ; es una
consecuencia de la harmonia necesaria , de la existen
cia y de las propiedades.
Si se reflexiona atentamente sobre estas propo
siciones ; se hallará la semilla de la razon suficiente,
del sistema de las monades , del optimismo, de la
¿armonia preestablecida , en una palabra de toda la
Filosofia de Letbniu, Comparando al Filosofo de
de la Filosofía. ji
Ñola con el de Leipsic , el uno parece un loco , que
arroja su dinero por las ventanas ; y el otrp un econo
mo que lo recoge. Si se junta todo , lo que ha espar
cido en su obras sobre la naturaleza de Dios ; que -
dará muy poco , que pertenezca á Espinosa en pro*-
piedad. Este Filosofo creia imposible la quadratura del
circulo , y posible la transmutacion de los metales. Se
había imaginado , que los cometas eran cuerpos que se
movían en el espacio, como la tierra y los demás pla
netas. Sus jueces hicieron todo lo posible por salvarle?
pero no se pudo vencer su tenacidad (i).
(i) Enciclog4
'yi T.nsayo sotre ta historia.
¡lo ha sacrificado todo á ia sinceridad , pero es tan dis
locada , que siempre tizna su reputacion. Aunque las
mas veces «c debe cceer , á quien de este modo expli
ca sus costumbres y modo 'de pensar , no obstante,
quien lee su vida , siente un estimulo á > contradecir"
le , y misarle él asenso ; tan dificil parece., que la na -
turaleza haya podido formar un caracter tan caprichu
do , y desigual como el que se atribuye. Se gloriaba,
de que no tenia ni un amigo siquiera sobre la tierra;
pero que en pago tenia un espiritu aereo parte de Sa
turno y parte de Marte , que le dirigia sin intermision,
y le advertia todas sus obligaciones. Nos dice tambien,
que andaba con tal desigualdad , que quien le viera , lo
tendria por loco. Unas veces iva muy lentamente , co
mo ¡un hombre que va sumergido en una profunda
meditacion , y repentinamente aceleraba el paso con
mil. gestos ridiculos : en Bolonia tenia la humorada de
pasearse en un carro de tres ruedas; ultimamente de
ningun modo se puede (¿presentar Ja ridiculez de es
te Filosofo mejor que con estos 'versos de Horacio,
que el mismo Cardano xconfiesa le coavienen perfec
tamente.
JNil aquah homimfuit Mi : sope vclut qui
Ctcrnbat Jugáens hostem , fersapevelut qui
Jtmonis sacraferret: kabtbat sape»duoentost
Sape deeem servos , óv.
Quando la naturaleza no le hacia sentir algun
dolor , él se lo excitaba , mordiendose los labios , re
torciendose los dedos , ó lastimandose de otro quai-
quieja modo , hasta que le saltabaa la» lagrimas. Dn-
cia , que lo hacia para templar de este modo las vio
lenta» impetuosidades de su genio , que le eran mas
in-
de la Filosofía. 73
incomodas que el dolor , y tambien para disfrutar des
pues del placer de la salud. Asegura , que era venga
tivo , envidioso , traydor , hechicero, maldiciente , ca
lumniador , y abandonado á los mas torpes y execra
bles excesos que se pueden imaginar. A pesar de la
fealdad de este retrato , á renglon seguido se fabrica
otro en extremo lisongero. "Me he admirado , dice,
„ de las alabanzas, con que me honran muchos pue-
„ blos. Se han escrito una infinidad de cosas tanto en
„ verso como en prosa en mi obsequio. Seguramen
te he nacido, para sacar al mundo de una multi
tud de errores. IjO que he inventado, ni mis an-
„ tepasados ni mis contemporaneos han sido capaces
„ de percibirlo , y asi los que escriben alguna cosa
digna de la memoria de los hombres , no se aver-
„ guenzan de confesar, que me la deben. He com-
puesto un libro de dialectica , en el que ni sobra ni
„ falta una letra ; le he trabajado -en siete dias , lo qual
„ se le hará increible á qualquiera ; á penas se hallará
„ uno , que pueda decir con verdad , que lo ha en
cendido en un año", y si alguno llega á entenderle
„ será , porque tenga algun demonio familiar , que le
instruya Natura mea in extremitate humana subs-
„ tantia conditionisque , Ó* in confinio immortalium
„ posita."
Si se consideran en Cardano las qualidades de su
entendimiento no se podrá negar , que estaba adorna
do de todo genero de conocimientos : Escaligero , que
escribio acalorado contra él , confiesa , que tenia un
talento profundisimo é incomparable , y asi su alma
seguramente era de un temple singular» Algunos le
K. han
Tomo III.
74' 'Ensayo sobre Id historia
han acusado de impio , y atheista*; y con efe&o -efir su
libro de Subtilitate refiere algunos dogmas de diver
sas religiones y argumentos en su apoyo ; propone las
razones de los Paganos-, de los Judíos , de los Mac
metanos y de los Gliriswanos , dando t.bmpre menos
ftíerza á las de los- ultimos , pero quando se lee su li-*
bro DeVitaprapria\Jsk vi rms bien un honvbre su
persticioso , que un -.espíritu fuerte. El , es verdad , que
se confiesa poco- devoto ; parttm pius s pero también
aseguray que aunque era vengaávo- , no se vengaba por '
respeto " á Dios , Dei ¡ ob venerationetn. No hay ora'
cion , decia ,. que tribute mejor culto- á Dios que el ¡
obedecer*su ky -contrariando la inclinacion mas fuer
te de : la naturaleza. Hace alarde, de haber reusado '
una suma considerable , que Eduardo Rjey de- Ingla
terra le ofrecia , porque le diese los títulos que el Pa^
pa ie babia quitado. Las reflexiones que hace en el :
capitulo veinte y dos , en que expone su Religion,.
son bastantemente prudentes : quando estoy solo, de
cía hablando de sufcaficion-^ la soledad , estoy mas que
etó otro algun tiempo con los que mas quiero , que
son ©ios -y mí- buen Angel. '., . . .
Cardan© tenia un talento vasto y desarreglado,
mas atrevido que juicioso, dexandose . arrebatar mas -
bien de la abundancia quede la eleccion ; en 4a com
posicion- de sus obras empleaba la misma extravagan
cia que. teniai en su. conducía. Dexd una multitud de
esccíros , en 'los quales la obscuridad y digresiones de
tienen al- Le&or á cada paso. En su Aritmetica hay
muchos- discursos sobre el movimiento de los planetas;
sobre la creacion y sobre la Torre de. Babel. En su ¡
óiak¿ttca se halla expresada su concepto sobre los His~
y. .. lo
tte la -Filo rafia. y$
toriadores , y los que han compuesto cárras. Gorcíi-'aaj
que jas digresiones las hacia . , para llenar mas pronto
k oja ; porque. estaba ajustado con su Librero á tanto
por oja , y no le interesaba menos el tener pan, que
el adquirir gloria ; en estos ultimos siglos ha disper
tado la Filosofía secreta de la Cabala y de los Caba
listas , la qual llenaba el mundo de espiritus los qua~
les , decia Cardano , que nos podíamos asemejar , pu
rificandonos por medio de la Filosofía. Vease el ca
pitulo Filosofía Cabalistica. Cardano se habra apro
piado esta bella divisa , tempus mea possessio , tsmpia
ager meus , el tiempo es mi tesoro , el campo que cul
tivo (i).
CAPITULO V. §. UNICO.
CAPITULO VIL $. I.
$. IH,
Del animal.
. v; siv. . . ,
Del hombrea
S. V.
Del Leviathan de Hobbes.
£-
(i) Otra vez se nos presentan Leucipo, Democrito , y Epicu-
l«. La opinion de estos Filosofos manifiesta , dice M. Sabathier,
su ceguedad , y su tenacidad en cerrar los ojos á toda luz'; pero en
un Christiano es una cosa mostruosa e inconcevible. Los antigaos
generalmente creian la inmortalidad del alma , pero dudaban de
su destino despues de la separacion del cuerpo. Los Romanos, cu
ya Teología era la misma que la de los Griegos y Egipcios daban
en general el nombre de Lemures a todas las almas de los muertos;
pero las dividian en dos especies, las unas beneficas y apacibles
habitaban en las casas , y se llamaban Lates ó Dioses domesticos;
las otras maleficas e inquietas solo ivan á hacer daño , y eran lla
madas Larvas ó fantasmas. A las primeras las tenían por las al
mas de los que habian vivido honradamente ', y á las segundas
por las de los viciosos. DtEfion. tom. i . i). Ame. Monif. /' anii{.
tom. t.fag. 316.
de la Filosofía.
jicantla, hujus generis est substantia incorpóf¿a. L*
inreligencia propia del hombre es efe&O del discurso,
la bestia no le tiene. No se puede concebir que una
afirmacion sea universal y falsa. El que raciocina busca
un todo por la adiccion de las partes, b un resfo por
la substraccion. Si se sirve de palabras , su raciocinio
no es mas que la expresion de la union de la pala
bra todo á la palabra parte , ó de las palabras todo
y parte , á la palabra resto. Lo que el geometra exe-
cuta sobre los numeros y las lineas , el logico lo hace
sobre las palabras. Raciocinamos quan justamente es
posible , si partimos de las palabras generales b admi
tidas por tales en el uso. El uso de la razon consiste
en la investigacion de las conexiones separadas de las
palabras entre si. Si se raciocina sin servirse de pala
bras , se supone algun fenomeno que ha precedido ve
rosímilmente , b que verosímilmente debe seguirse; si
la suposicion es falsa , hay error. Quando usando de
terminos universales se deduce una conclusion univer
sal y falsa , es prueba de que los terminos eran absur
dos , y sin sentido. No sucede con la razon , lo que
con el sentido y la memoria. Nace con nosotros ; se
adquiere con industria , se forma con el exercicio y la
experiencia. Es preciso saber poner nombres á las co
sas, pasar de los nombres impuestos á la proposicion,
de la proposicion al silogismo ; y llegar á conocer la
relacion de las palabras entre si. Mucha experiencia es
prudencia ; mucha ciencia , sabiduría. El que sabe es -
tá en estado de enseñar , y convencer. líay en el
animal dos suertes de movimientos que le son propiosj
uno vital | y otro animal i involuntario el uno,
O vo*
Tome III.
106 Ensayo sobre la historia
voluntario el otro. La inclinacion de la alma hacia la-
causa de su Impetus se llama deseo ; el movimiento
contrario, aversion. Kn uno y otro caso hay un mo
vimiento real. Se ama lo que ge desea , y lo que se
aborrece se huye ; se desprecia lo que ni se desea ni
se huye. Sea el que se fuere el deseo b su- objeto, es
bueno ; y sea la que se fuere la aversion b su objeto,
se llama malo. Lo que los signos aparentes nos anun
cian como bueno , se llama bello. Lo que los signos
aparentes nos presentan como malo , se llama feo. Las
especies de la bondad varian. La bondad considerada
en los signos que la prometen , es belleza ; en la cosa
conserva el nombre de bondad ; en el fin se le da el
nombre de placer ; y de utilidad en los medios. To->
do objeto produce en la alma un movimiento que in~
clina al animal á separarse, ó acercarse. El nacimiento
de este movimiento es el de el placer b de la pena;
comienzan en el mismo instante. Todo deseo va acom*-
pañado de algun placer ; toda aversion lleva consigo
alguna pena. Todo deleyte nace ó de la sensacion de
un objeto presente, y entonces- es sensual yo de la es
peranza de alguna cosa , de la prevision de los fines-,
tíe la importancia de las consequencias , y entonces es
intele-clual ; dolor b alegria. El apetito , deseo, amor,
aversion, odio, alegria, y dolor , toman diferentes
nombres, segun el grado , orden , objeto , y otras cir
cunstancias. La deliveracion nace del agregado de di*-
versas pasiones que se levantan en el alma , y que se
succeden continuamente hasta que se produzca el efec
to. Se llama voluntad , el ultimo deseo que nos incli
na , b la. ultima aversion que nos separa. La bestia de*
de la Filosofía. 107
libera , supuesto que quiere (1). La felicidad es una
prosperidad constante en lo que se desea. Opinion se
dice el pensamiento de que una cosa es , 6 no es ; se
hará , b no ; y que no dexa tras si mas que la presun
cion. Asi como en la deliberacion el ultimo deseo es
la voluntad ; igualmente en las questiones de lo pasa
do y futuro , el ultimo juicio es la opinion. La succe-
sion completa de opiniones alternativas, diversas b con
trarias , hace la duda.
La conciencia es el conocimiento interior y se
creto de un pensamiento , b accion. Si el raciocinio se
funda sobre el testimonio de un hombre cuya inteli
gencia y veracidad tenemos bien conocidas , tenemos
fe y creemos. La fe es relativa á la persona , la creen
cia al hecho. La qualidad en un todo es una cosa re
parable por su grado b tamaño ; pero todo tamaño es
relativo. Aun h virtud no lo es sino por compara
cion (2). Las virtudes ó qualidades intelectuales soa
las facultades del alma que se alavan en otros , y que
O2 de-
CAPITULO X. §. UNICO.
CAPITULO XL §. UNICO.
CAPITULO XII. §. I.
$. II.
Discurso sobre el metodo.
s. ni.
EchBicismo moderno. jMalebranche. *i* •
§. IV. ; .-
TutBillones de Descartes ^y del P. Mahbranche.
«¿ii „^ -
"(rt^a-i^etecfcia~deTttisToTeTeS , la Arc&ea de los Spagiri-
cos , la alma del mundo de los Orientales', y ta fuerza de pon
deracion de Epicuro ea poco ó nada se diferencian del sistema
de Espinosa.
i£4 Enrayo sobre la historia
cujiis spiritu vivimus. Vis ilhimvocare .mundura! non
Jalleris. fpse est enim totum quod -vides , totus suis
jiartibus indittir , &, se sustinens vi sita (i). Y eo
otra parte dice : Quid est autem cur non existimes,
in eo divini aliquid^ existere f qui JDei par est) Ta-
tum hoc . quo continemur &, ,untim est , Dens , Ó]
socii eju's sumus , ó, membra (2). En la Farsalia pror-
rumpe Caton en estos terminos: : ,",
Est ne .Z>ei sedes ni terra., &, positus ó, aert.
' Et Coelum Ó* virtus\ Saperos ,quid qiierimiis ultrdí ,
Jupiter est qiiodcttmquevid^s^ qiiocufnque moveris($)*
Espinosa de su oscuro retiro dio primeramente
á luz el trarado Theologico- politico , en el que tra-?
(a la religion en Vi misma y con relacion á su exerci-
cio , atendiendo. al gobierno civil. Comp¡ la certidum
bre de la revelacion es el fundamentó de la jje; diri-*
xe sus. primeros esfuerzos contra los Profetas ; hacien
do cníanto está de su parte para obscurecer la- idea
que tenemos de ellos y las que nos dan sus profecias..
Todo el merito de aquellos hombres iluminados la
ftínita a la ciencia de las costumbres; y por ningun
caso consiente , eii que conociesen la naturaleza ni las
perfecciones del ser supremo. Por. lo que mira á los
milagros de' que éstán llenas las Escrituras. Santas , din
ce que no son verdaderos. Los prodigio^ segun su,
opinion , son miposibles $ porque - descompondrian ei
orden de ta naturaleza , y' esta descomposicion *es con
tradictoria. Ultimamente para darnos de repente tfífo
de la Filosofa. 165
cosa : porque , pues Espinosa conviene , que hay
dos especies de existencias , la una necesaria y la otra
que no lo es , se sigue , que dos substancias que ten
gan diferentes atributos , como la extension y el en
tendimiento , convendran entre si en una existencia
de la misma especie , es decir , que serán semejantes
en quanto una y otra no existirán necesariamente , si
no tan solamente por la virtud de una causa, que
las habrá producido. Dos esencias , 6 dos substancias
perfidamente semejantes en sus propiedades: esencia-
fes , «e diferenciarán , en que la existencia de la una
habrá precedido á la de la otra , ó en que la una no
es la otra. Aun quándo Pedro sea semejante á Juan
en todo , Juan será diferente de Pedro , tn quanto
Pedro no es Juan , ni Juan es Pedro. Espinosa pues
confunde unas veces la especie con el individuo , jr
otras el individuo con la especie.
Una substancia , prosigue Espinosa , da á enten
der una cosa que existe necesariamente , pues hablo
de la substancia precisamente y considerada en si
misma. Pero esto no es cierto , y la existencia no se
incluye mas en la definicion de la substancia en ge
neral que en la del hombre. Por ultimo dice Espi-'
nosa , y esta es su' ultima trinchera , que la substan
cia es un ente que subsiste por si mismo. He aqui el
equivoco ; porque, pues que el sistema de Espinosa
está fundado unicamente sobre esta definicion , antes
que pueda arguir y sacar consequencias de ella , e*
necesario convenir en el sentido de la definicion.
Quando se define la substancia un ente que subsiste
por si mi«mo, no se quiere decir que existe neeesa-»
harneete ¡. nadie tiene idea semejante ; sino que se di-
166 Ensayo sobre la historia
ce unicamente , para distinguirla de los accidentes,
que no pueden existir sino en la substancia y por. la
virtud de la substancia. Se vé pues claramente , que
todo este sistema de Espinosa y esta fastuosa demos
tracion no se fundan mas que sobre un equivoco fri
volo y facil de disipar*
La tercera proposicion de Espinosa es , que en
las cosas que nada tienen comun entre si , una no pue
de ser causa de otra. Esta proposicion explicandola
con precision es tambien falsa; b nada se puede con
cluir de ella en el sentido verdadero que tiene. Es
falsa en todas las causas morales y ocasionales. El s o-
nido del nombre de Dios nada tiene comun con la
idea de criador que produce en el entendimiento.
Una desgracia que sucede á un amigo , ninguna co
nexion tiene con la tristeza que ocasiona al otro. És .
falsa tambien esta proposicion , quando la causa es
mucho mas excelente que el efe£to que produce.
Quando muevo un brazo por un acto de mi volun
tad , el movimiento por su naturaleza nada tiene co
mun con el acto de mi voluntad ; son seguramente
muy diferentes. El hombre no es un triangulo , no
obstante examina las propiedades del triangulo. Es
pinosa creía , que no habia substancia alguna espiri -
tual ; y que todo era cuerpo ; sin embargo ¿quántas
Veces se ha visto precisado á representarse una subs
tancia espiritual , para esforzarse á destruir la existen
cia de ella? Se debe confesar pues , que hay causas
que producen efectos con quienes nada tienen comun,
porque no los producen por una emanacion de su
esencia , ni con toda la extension de sus fuerzas.
En la quarta proposicion dice Espinosa , dos b
mu
. de la Fihrojia. 1 67
lauchas cosas distintas son distintas entre si , ó por la
diversidad de los atributos de las substancias , ó por la
diversidad de sus accidentes , á los quales llama afec
ciones. Aqui confunde Espinosa la diversidad con la
distincion. La diversidad proviene á la verdad dela
diferencia expecifica de los atributos y de las afeccio
nes , y asi hay diversidad de esencia quando la una
es concebida y definida de otro mo'do que la otra , lo
que forma la especie en el lcnguage de la escuela:
por eso un caballo no es un hombre ni un circulo un
triangulo , pues todas estas cosas se definen de diver
so modo , pero la distincion proviene de la diferen
cia numerica de los atributos, y asi el triangulo a,
por exemplo no es el b , ni Pedro es Pablo. Expli
cada de este modo esta proposicion k siguiente no
tendrá la menor dificultad.
La quinta está concebida en estos terminos : no
puede haber en el universo una ó muchas substancias
de la misma naturaleza 6 con los mismos atributos.
Si Espinosa no habla mas que de la esencia de las
cosas 6 de su definicion , nada dice ; porque sus ex
presiones no significan otra cosa sino que no puede
haber en el universo dos esencias- diferentes-que ten
gan una misma esencia ;y esto ¿quién lo duda? Pero
si Espinosa entiende, que no puede- haber una esen
cia que se encuentre en muchos sujetos singulares,
asi como la esencia del triangulo se halla en el trian-
guio a , y en el'b , ó como la idea de la esencia de
fe substancia se puede hallar; en ci ente inteligente y
en el extenso , entonces dice una cosa man ifiestamen
te falsa , y que ni aun se acuerda de probar.
Caminando por todos estos caminos toKuosos y
cu
168 Ensayo soüre Ja Kstorta
cubiertos , llega al fin Espinosa á establecer su sexta
proposicion , y dice: Una substancia no puede ser pro
ducida por otra substancia , y para demostrar esta
proposicion se vale de la precedente , de la segunda^
y tercera , y pues que estas quedan refutadas , aque
lla queda destruida sin mas examen. Se comprehen-
de facilmente , que habiendo Espinosa definido mal
la substancia , esta proposicion que es la conclusion de
la definicion deba ser necesariamente falsa ; porque á
la verdad la substancia de Espinosa no significa otra
cosa que la definicion de la substancia ó la idea de su
esencia , y es cierto que una definicion no produce en
si otra. Pero como todos estos grados metafisicos del
ente no subsisten , ni se distinguen sino por el enten
dimiento , ni tienen en la naturaleza ser real y efec
tivo sino en virtud -de la existencia ; es necesario ha
blar de la substancia como existente , quando se quie«
re considerar la realidad de sus efectos» En una ro
ca el ser existente , substancia , y piedra , es una mis
ma cosa : es preciso pues hablar como de una subs
tancia existente , quando se la considera como que
está actualmente en el ser de las cosas ; y por consi
guiente como substancia existente por si misma , 6 por
la virtud de otro : Se sigue que una substancia puede
ser producida por otra substancia , porque quien dice
una substancia que existe por la virtud de otro , dá
á entender una substancia , que ha sido producida , y
que ha recibido su ser de otra substancia.
Despues de todos estos equivocos y sofismas,
creyendo Espinosa haber conducido á su Lector al
punto que desea , levanta la mascara en la septima
proposicion. Pertenece , dice , á la substancia el exis
tir
s»,,*•' de la Filosbfia.^ i©^
Ür ; T?f cbrftolo prueba? por la proposicion preceden -
te que es falsa. Bien pudiera Espinosa haber obrad»
Blas franca y sinceramente, porque si la esencia de la
substancia lleva consigo necesariamente la existencia,
corno 'ia dice aqui jpor qué no se ha explicado con
claridad en la definicion que ha dado de la substan
cia , en lugar de ocultarse baxo el equivoco enfada-
so de subsistir por si misma , lo que no es verdad,
mas que con relacion á los accidentes y de ningua
modo á la existencia? Mortifiquese pues Espinosa ¿'pe
ro no crea , que destruirá jamás las ideas mas claras
y naturales. No hay necesidad de internarse en el esta i
tnen de las demas proposiciones de Espinosa , por
que destruidos los fundamentos sobre que se apoyan,
lo quedan tambien ellas. El principio sobre ó¿uese
áímtiá Espinosa es por si tnismo obscuro é incompre
hensible. Todo su sistema estriba, en qué rio hay en
el mundo mas que una sola substancia. En efe&o es
ta proposicion tiene una obscuridad singular y'ttue*
i porque todos lbs hombres han estado siempre
persuadidos > de que un cuerpo numano y una adum
bre de agua- no son la misma substancia ; que este es
piritu no es aquel , y que Dios , el hombre , y las
otras diferentes partes del universo no son la misma
substancia. La prueba que Espinosa dá de esra pro
posicion general , que ne hay Ai fuéde 'haber mas que
una sola substancia , te reducé á decir , que uña subs
tancia no puede producir otra \ ¿pero quién rio vé,
que esta prueba encierra toda la obscuridad y difi
cultad del principio? que es igualmente contraria 4
la idea recibida en el genero humano ', ¿quien está per-
• - Y * • ; : sua-
Xomo III.
ti•yp Ensayo sobre 'la historia
suadido-f, de que una substancia corporea Como Uto
aibol produce otra substancia , verbigracia', una man
zana , y que la manzana producida por un arbol del
qual se la separa , no es actualmente la misma. subs
tancia que el arbol? Todas las demás pruebas de Esr,
pinosa.; son de la misma naturaleza , en lugar de ser*
virse de luz unas á otras, son una nueva obscuridad.
Aun prescindiendo de los intereses de la Reli
gion, la doctrina de Espinosa ha parecido sumamen-.
te. despreciable á los Autores mas respetables y cele-
bres . Matematicos. Las obras de Espinosa las conde-. \
no un decreto publico de los Estado* de Holanda aun
que no por eso dexan de venderse publicamente. Mu
chos autores las han impugnado; ».ent.?e ellos Francis
co Cuper Sociniano , que murfo en Roterdan el año
mil seiscientos noventa y cinco el qual profesaba la
religion de los Mennonitas , escribio expresamente un
libro en contra aunque con razones muy debiles. Mr»
Huet , Obispo de Avranches , en su libro de la de?
mostracion Evangelica refuto lo que Espinosa dixo
de los libros de la Escritura y de sus autores. Mr.
Simon en un libro impreso en Holanda , con el titulo
de la inspiracion de los libros Sagrados , refuto el sis
tema de Espinosa tocante á los libros de la Ley ; en
el qual dice que este tal Espinosa no era hombre
cientifico en la .critica de la Escritura ni en la litera
tura de los Judios: El Padre Lami Benedictino, el
Padr? Mauduit del Oratorio , y otros muchos doctos
de todas las naciones y de todas las comuniones han
escrito contra este atheista j pero quien lo hizo con
mucha gracia fue un vecino de Roterdam , en un liW
bio que publico el año mil seiscientos setenta y cinco,
de la Filosofía. ty t
intitulado enarratio traUatus theologico-poVttici » una
cum demonstratione geotmtrico ordine dispostta , na. t
turatn non esse Dium . Espinosa para filosofar mas ¡á
su gusto abandono á Amsterdan y se retiró al camr
fo , en donde se ocupaba de quando en quando en
hacer Micoscropios y Telescopios. Tomo tal gusto
al retiro , que quando se establecio en la Haya se le
pasaban tres meses consecutivos sin salir de casa. Ul
timamente le acometió una enfermedad lenta de la
qual murio el año de mil seiscientos setenta y siete á
los quarenta y quatro de su edad (i).
CAPITULO XVL 5. t
( *
# . i'--..
. EckUicismo moderno-. LtibnifZ.
Tomo ItL
1>j8 Ensayo sobre la historia f
8. II.
Principios de las meditaciones racionales de Leibnitz.
s. ni. .. ' ;
Jlíetafisica de Leibnitz : b su modo de pensar sobre
los elementos de las cosas*
-
tíe fa Filosofa. t9y
llegar 'por medio de la analisis ó descomposicion á las
ideas primitivas , en' donde se consuma la demostra
cion. Hay ideas simples , que no se definen : hay-
axiomas. , preguntas , y principios primitivos , que no
se prueban ; porque la prueba y la definicion serian
identicas 'á la enunciacion. En las cosas contingentes
ó de hecho se puede descubrir la razon suficiente?
esta reside en el encadenamiento universal; porque
hay una resolucion o analisis sucesiva de causas 6 ra
zones particulares á otras razones ó causas particula
res, y asi sucesivamente. Pero toda esta sucesion no
llevandonos mas que de contingencia en contingen
cia, y exigiendo la ultima una analisis progresiva no
menos que la primera , no nos podemos detener en
.ella ; y para llegar á k certidumbre es menester , lle
gar á la razon suficiente ó ultima , aunque -sea proce
diendo al infinito. Esta razon suficiente y ultima re
side en alguna substancia necesaria , fuente y princi
pio delas mutaciones. Esta substancia, termino ul
timo de la serie es Dios. Nada hay Fuera de esta subs
tancia una , suprema , universal , y necesaria, que no
dependa de ella : Luego. es ilimirada , perfecta , y
contiene toda la realidad posible ; porque la perfec
cion no es mas que lo ilimitado con un grandor real
y positivo. De donde se sigue , que la ctiatuca reci
be de Dios toda su perfeccion ; y las -imperfecciones,
de su naturaleza y de su esencia incapaz de lo ilimi
tado. Esto la distingue de Dios. Dios es la fuente de
las existencias , de las esencias , y de quanto hay real
en lo posible. El entendimiento divino es el centro ,
de las verdades esenciales. Sin Dios nada hay real en
lo .posible , ni en lo existente , ni en la nada. Si hay
Aa 2 al-
1 88 Ensayo sobre la historia
alguna realidad -en las esencias , en las existencias , j
en las posibilidades, está fundada' en alguna cosa
exisrente y real , y por consiguiente en la necesidad
de un ente al qual le baste el ser posible para ser exis
tente. Dios es el unico ente que existe necesariamen
te , si es posible : y no manifestandose en nada con-
tradicion de su posibilidad , su existencia queda de
mostrada d priori. Lo queda tambien d posterior},
porque los contingentes son , y estos contingentes no
tienen razon suficiente y ultima , sino en un ente ne
cesario, ó que tenga en si mismo la razon de su exis
tencia. No se debe inferir de aqui , que las verdades
eternas que no se ven sin Dios sean dependientes de
su voluntad y arbitrarias. Dios es una unidad ó subs
tancia simple , origen de todas las monades criadas,
que han emanado de él , digamoslo asi , como ful
gores continuos. Hay en Dios potencia , que es el
origen de todo» entendimiento, en donde está s el
modelo de todo; y voluntad , por quien todo se exe-
-cuta lo mejor. En la manade hay tambien las mismas
(qualtdades correspondientes , percepcion y ? apetito,
'pero percepcion' limitada , y apetito finito. Se dice
que la criatura obra fuera de si misma , y que pade-
'ce ; obra en quanto perfe¿ka,»y > padece- en quanta
imperk&a.
La monade es activa, en quanto 'tiene percep
ciones distintas j pasiva, en quanto las 'tiene con
fusas. Una criatura no es mas ni menos perfecta que
otra, sino por el principio que la hace capaz de ex-
'plicar lo que pasa en ella , y en qualquiera otra , f
asi obra sobre esta. Pero en las substancias simples,
la influencia de una monade , poi exemplo , es pura-
men
i ' .' ele la -FUosqfi4. •* ,189
íaente' ideal; no tiene efe¿to sino por medio <ie pio,.
En las ideas de Dios la accion de una monade se une
á la de otra, y Dios es la razon de todas ; su en
tendimiento forma sus mutuas dependencias. Lo que
hay a¿tivo y pasivo en las criaturas , es reciproco.
Comparando Dios dos substancias simples , percibe en
una y otra la razon que sujeta la una á la otra. La
una es a¿liva baxo un aspecto , y baxo otro pasiva»
afttva , en quanto sirve á dar razon de lo que sucede
en lo que de ella procede ; pasiva > en quanto sirve a
dar razon de aquello de que procede. Como hay una
infinidad de convinaciones y de mundos posibles en
las ideas de Dios ; y de estos mundos no puede exis
tir mas que uno; es ^preciso que haya alguna razofi
suficiente de su eleccion : esta razon no puede con
sistir en otra cosa mas que en el diverso grado de
. perfeccion ; de donde se infiere y que el mundo que
existe es el mas perfecto. Dios le ha escogido con su
sabiduria» le ha conocido con su bondad , .y le ha
producido con la plenitud de su poder. He aqui co
mo vino á parar Leihpitz en su obtimismo. Por esta
correspondencia de una.cosa .criada á otra y de cada
•una á todas , .se concibe que hay en cada substanciat
simple relaciones, segun tas qyales con una inteligen
cia proporcionada al. todo , da;da una monade se da-
ria el universo ¡entero. Una monade ,es pues una es
pecie de espejo representativa , de tpdos los entes y
de todos ios fenomenos. Si¡$e mira una Ciudad ba-
.xodiierentes puntos de vista , se la ve diferente;; ei-,
ta es una multiplicacion de optica : del mismo modo,
la multitud de substancias simples es tan grande , que
parece que ha/ una infinidad de universos diferentes;
pe
fyo 'Enrayo sólre 'ta'Wstorht
pero no son mas que imagenes variadas de !a uni
dad considerada baxo los diversos aspectos de cada
monade. Este es el origen de la verdad, del orden,
de la economía, y de la mayor perfeccion posible; y es-
:ta hypothesis es la que unicamente corresponde á la
grandeza, sav id uria , y magnificencia de Dios. Lia
cosas no pueden pueg ser de otro-modo del que son,
rhabiendo Dios producido la monade para el todo y
el todo para la monade , que le representa no per-
jfe&amente si no de un modo confuso , no para ella
ti no para Dios ; pues(si tío ella misma seria Dios. -La
ímonade es limitada , no en sus relaciones si no en su
conocimiento.; to las se dirigen á un mismo 'fin infi
nito ; todas tienen en si las razones suficientes de es
te infinito , pero con los limites y lés diferentes gra
dos de percepciones : lo que se dice de los simples se;
debe entender tambien de los compuestos. Estando
todo lleno y todos los entes ligados, todo movimien
to sfi transmite con mayor b menor energia en razon
de la distancia ; todo ente recibe en si la impresion de
lo que pasa en todas partes , tiene la percepcion de
ello, y Dios, que'lo ve todo, puede leer en un solo en
te lo que sucede en el todo , lo que ha sucedido , y
lo que sucederá ; y sucederia lo mfcmo en la mo
nade-, si lo largo de las distancias y las extenuacio
nes no obrasen sobre ella; además de que' tam
bien es finita. X,a alma no puede ver en si mas que
lo que es distinto de ella ; luego no puede ver todas
las perfecciones, porque estas son diversas é infinitas.
Aunque la alma b toda monade creada «ea represen
tativa del universo , lo es mucho mas del cuerpo al
^ual está unida , y de quien es la entelechia. Pues
''de-la Filosofía. 191
el 'cuerpo representando al todo por1 su conexion
al todo , el alma por su conexion al cuerpo y al to
do le representa tambien. El cuerpo y la nlonade su
en telechia constituyen lo que llamamos un ser vivien
te ; el cuerpo y la monade su alma constituyen el
animal. El cuerpo de un ente , sea- animal , sea vi
viente, es siempre organico 5 porque la organizacion
es un conjunto que forma un todo relativo á otro1.
De donde se sigue , que las partes son siempre represen'
tativas de la universalidad ; la monade por sus per
cepciones , y- el cuerpo por su forma, por sus movi
mientos , y diferentes estados. El cuerpo organico de
Un ente viviente es una especie de maquina divina,
que excede infirhemente á todo automato artificial.
;Qué cosa ha- podido impedir al grande obrero el pro-^
clucir estas maquinas? ¿La materia no- es divisible al
infinito , y sctualmente no lo esta? Esta maquina di
vina que representa al todo , no ha podido ser otra.
que la que es. Hablando pues con rigor ;, hay ' en la
mas pequeña porcion de materia un mundo de cria
turas vivientes , animales j entelechias almas , ckc.
Nada hay inutil en el universo , ni. esteril , ni muer
to , ningun caos , ni confusion alguna- .jeali Cada
cuerpo tiene una entelechia dominarte , . que es la al-i
sna del animal ; pero este cuerpo tiene sus miejn-
tros llenos de- otros entes- vivientes , de plantas
animales , 8cc. y. cada uno de estos tiene con su al
ma dominante su- emelechia.- Todos 4es cuerpos- estan
en'W'tcisitudeá ; unas* partes ?e eicapan ' <ie ellos con -
tinuamenté ,' y;jotras entran. , La alma no varia.'. E£
cuerpo varia poco- á poco ; hay. metamorfosis , pero
^•m^ámp¡k4^i: 'J^o'%^)^ armas sia cuerpos; Por
192 Enrayo sobre la historia
consiguiente fto hay generacion ni muerte perfecta,
todo se reduce á ciertos desenrrollos o alteraciones su '
cesivas. Demostrado ya , que la putrefaccion no en
gendra cuerpo alguno organico ; se sigue que el cuer
po organico existia antes de la concepcion , y que el
alma ocupaba este cuerpo preexistente ; que el ani
mal existia , y que no ha hecho mas tjue presentarse
baXo otra forma.
Llamaria espermaticos á estos animales , que por
via de concepcion adqtñeren un tamaño considerable^
los otros que no pasan por formas sucesivas , nacien
do y creciendo se multiplican y destruyen. Los gran
des animales á penas tienen otra suerte , no hacen mas
que presentarse sobre la escena : el numero de los
que mudan de theatro * es muy pequeño. Si un ani
mal nO comienza naturalmente , naturalmente no aca
ba. £1 alma espejo del mundo indestructible , no se
destruye. El animal mismo pierde sus carpetas y
toma otras , pero al trabes de todas estas meta
morfosis queda siempre alguna cosa suya. Ds estos
principios se deduce la union , ó mas bien la conve
niencia de Un cuerpo organico y del alma, festa tie-»
ne sus leyes , y aquel igualmente las suyas. Si están
unidos es por la fuerza de la armonia preestablecida
entre todas las substancias , de las quales no hay una
sola que no sea representativa del universo (i)» Las
al-
'*»•. t -i ''• ' ' • ;— m ' - h. *, -- - -..''- x't
(0 Leibrtitz propuso pot la primera ve2 su sistema en el dia-.
lio de los Sabios de Paris el año de 189;. Baile propuso sus^
eludas sobre esta hypothesis ert el articulo Boraiins de su dic
cionario ; la respuesta de Leibnitz salió á luz en el roes de
Julio del afio de 1698. este sistema fue atacado sucesivamen^
te por el P. Larhi en su tratado sobre' el conocimiento de'iíroí5:'
mot
Je la Filosofia. f $3
calmas «obran segun las leyes de las causas finales , pqf
los apetitos, por los medios, y por los fines* los
Bb cuer-
Tomo III.
$. IV.
Principies de la Theohgia natural de Zeibnitz.
...' . , . - i
LA omnipotencia de Dios consiste en que todo
depende de el, y él no depende de nadie. Dios
es independente en su existencia y en sus acciones. En
su existencia , porque es necesario y eterno. En sus
Bb 2 ac
ig& Ensaya sobre la historia,
acciones, natural y moralmente ; naturalmente porque
es libre , moralmente porque no tiene superior. To
do depende de Dios, los posibles y los existentes. Los
posibles tienen su realidad en la existencia de Dios,
porque si este no existiese nada habria posible. Los
posibks están de toda eternidad en sus ideas. Los
existentes dependen de Dios en- su existencia y en sus.
acciones ; en isu existencia , porque los crio» libremen
te y del mismo modo los conserva i, en sus acciones,
porque conciírre á- ellas r y proviene de él lo poca
bueno que tienen. 'El concurso de Dios. es- ordenante
q especial. Dios sabe y conoce todo , asi: los- posibles
como ios existentes : los-existentes- , en-este mundo; y
los posibles , en los mundos posibles.- ;lLa ciencia de
los existentes pasadas , presentes , y futuros se llama:
ciencia de visión. No Se diferencia de la ciencia de:
simple inteligencia de este mundo , considerado sola
mente cerno posible , -si no en que al mismo tiempo.
que Dios lo vé posible ,, lo ve tambien como que de
be ser criado. La ciencia de simple 'inteligencia to
mada mas estrictamente, con relacion á las verdade*
necesarias y posibles , se llama ciencia media relati
vamente a' las verdades posibles y contingentes ; y
ciencia de vision* con relacion á las verdades con*
tingentes y achuales. Asi como el conocimiento de lo
verdadero constituye la sabiduria , el deseo del bien
constituye la bondad. La perfeccion del entendimien
to depende de la uno * y la de la voluntad , de lo
•tro. La naturaleza de la voluntad: supone la libertad*
y esta la espontaneidad y deliveracion ,. condiciones
baxo las quales hay necesidad. Hay dos necesidades,
ta metaftsica que implica ta imposibilidad de obrar*
de la Fiiostfái. 197
y Ta moral que implica el inconveniente de obrar de
este o del otro modo. Dios no ha podido engañar
se en la eleccion ; por tanto su libertad es mas per
fecta ; pues, ha elegido entre varios ordenes de cosas
posibles. Alabemos su sabiduria y su bondad , y na
da decidamos contra su libertad. Se engañan los que
suponen , que solamente lo que existe es posible. La
voluntad es antecedente ó consiguiente. Por la ante
cedente Dios quiere que rodo sea bueno y que no
haya nada malo j por la consiguiente quiere que haya
el bien y mal que hay , porque no podria subsistir el
todo de otra manera. La voluntad antecedente no
tiene su pleno efecto, la consiguiente si. Todavia se
divide la voluntad de Dios en productiva y permi
siva ; produce sus actos y y permite los de los demas»
El bien y el mal se pueden considerar baxo tres pun
tos de vista , el mttafisica , el fisico , y el moral ; el
rnetafisico .es relativo á la perfeccion e' imperfeccion
de las cosas no inteligentes. ¿ el fisico , á las comodida
des e incomodidades de las cosas inteligentes y el
moral , -a sus acciones virtuosas ó viciosas. El mal real
en ninguno jde estos casos es objeto de la voluntad
productiva de Dios ; en «el ultimo lo es de su volun
tad permisiva. Se produce siempre el bien , aun quan-
do permire el mal. La providencia de Dios se ma
nifiesta en todos los efectos de este universo ; propia
mente solo un decreto ha dado, y es, el que rodo'
ísea .como es. El. decreto de Dios es irrevocable , por
gue lo ha visto tovJo ;inta& * da ¿dar leu. Nuestras supli
ca, y nuestros trabajas entraron «n su plan , y este
cha sida el mijar posible. : Sometamonos pues á los
aucssoa por couccatM» que; eo$ sean. Su inteligencia-.
jun>
10,8 Ensityo sohre la historia
Junta á su bondad constituye su justicia. En este muft-
do hay bienes y males ; los habrá en el otro , pero por
pequeño que sea el numero de los elegidos , la pena
de los desgraciados no se podrá comparar con la re -
compensa de los bienaventurados. Todas las objecio
nes tomadas del bien y del mal moral se resuelven
por los principios precedentes. Nadie puede menos
de creer , que las almas preexistentes fueron infesta
das en nuestro primer padre. El contagio que he
mos contraido , nos ha dexado sin embargo como
restos de nuestro origen celestial la razon y la liber
tad ; aquella la podemos perfeccionar , y esta nos exi
me de la necesidad y coaccion. Lo futuro de las co
sas , la preordinacion de los sucesos , y la presciencia
de Dios no tocan á nuestra libertad*
s.v. ' ;
Exposición de los principios que Leibnitz opuso d
Clarke en su disputa. -' >
§. VI.
Principios del derecho natural segun Leibnitz.
CAPITULO XVIL §. L
£ jx
Sistema de. Mswvtan-
EL gras principio sobre que se funda toda la fi
losofía de Ne wtoni v es la gravitacion universal.
La prueba de este principio por los fenomenos , junr
ta con la aplicacion de este mismo principio á los
fenomenos de la naturaleza , o> el uso que el autor
ha
.2^4 'Ensayo sobre la historia
hace de este principio para explicar estos fenomenos,
Constituye el sistema de Newton ; cuyo extracto es el
siguiente* Primera. Los fenomenos son : primero que
íbs satelites de Júpiter describen al rededor de este
planeta areas proporcionadas á los tiempos , y que los
tiempos de sus revoluciones están entre si en razon
sesqiitpla de sus distancias al centro de Jupiter, obser
vacion sobre la qual están acordes todos los astrono
mos. Segundo. El mismo fenómeno tiene lugar en los
satelites de Saturno considerados relativamente á Sa
turno , y en la Luna considerada con relacion á la
tierra. Tercero. Los tiempos de las revoluciones de
los planetas primeros al rededor del sol están en ra
zon sesquijpla de sus medias distancias al sol. Quarto.
Los planetas primeros no describen al rededor de la
tierra areas proporcionadas á los tiempos ; parecen
unas veces estacionarios , y otras retrogrados respec
to á ella. Segunda. La fuerza que separa continua
mente á los satelites de Jupiter del movimiento rec-
tiligneo y los contiene en sus orbitas , se dirige hacia
el centro de Jupiter en razon inversa del quadrado de
la distancia á este centro i lo mismo sucede en los sa
telites de Saturno respecto de Saturno , en* la . Luna
respecto de la tierra, y en los planetas primeros res
pecto del Sol: estas verdades son una consequencia
de la relacion observada de las distancias á los tiempos
periodicos , y de la porporcion de las areas á los tiem
pos» Tercera. La Luna pesa hacia la tierra , y es con
tenida en su orbita por la fuerza de la gravedad 5 'J»
mismo sucede en los otros satelites respe&o á sus pla
netas primarios , y en los planetas primarios respecto
al sol. Quarta. Todos los cuerpos gravitan hácia tor
dos
de ¡a Bhsqfiar* %\f
dos los planetas*, y ,¡su pesadez, hacia/r^da* planeta ea,
á iguales distancias , en razon dire&a de su quantidad
de materia. Tal es la ley del descenso de los cuerpos
graves hacia la tierra , poniendo aparte la resistencia
del arte ; todos los cuerpos á iguales distancia^ de la
tiewa caen igualmente en tiempos iguales. Quinta. La
gravedad se extiende á todos los cuerpos , y la fuer
za , con que un cuerpo atrae á otro es proporciona
da á la quantidad de materia que cada.- upo contiene.
Sexta. El centro de gravedad comun del Sol y de los
planetas está en reposo j y el Sol , aunque siempre ;en
movimiento , no se separa mas que un poco del cen
tro comun de rodos los planetas. Septima. Los plane
tas se mueven en elipses cuyo . foco es el centro del
Sol ; y describen al rededor de éste areas proporcio-r
nadas á los tiempos. Octava Pero sin embargo se de
be confesar , que la accion de Jupiter sqbje Saturno
produce un efe&o bastantemente considerable , y que
segun las diferentes situaciones y distancia* de estos?
dos planetas pueden sus orbitas. dislocarse algun tanto.
La orbita del Sol está tambien un poco dislocada poi;
accion de la yLun^ jobjx Ja tierra ¿ el ceptro comun
de gravedad de estos cjos planetas Rescribe ...una elipsg
tuvo foco es el Sol ,¡y. enja^ ,qual laSj areas, tomadas al
rededor del Sol son proporcionabas^, á los tie.mpps.
Nona. El exe de cada planeta , b el díametro que un$
sus polos , es mas pequeño qiie el díametro de su
equador.. Los Planetas^ si _ riOj tuviesen movimiento,
diurno spbre'su. centro , seriaba esjferas , porque Ja, gra
vedad obraría igualmente..por todas partes,. pero en>
virtud de au rptacion. las partes distantes del exe ha
cen esfuerzo paia elevarse. hacia el equador , y efec-
; ' • w-
std Ensayo so&rt ia hhtorfa
trvafflente se elevarian si ta materia del planeta fuesé
fluida. Por esto• Jupiter , que da vueltas muy velos
sobre su exe, se encuentra segtm las observaciones con
siderablemente aplanado háeia los polos. Por la mis*-
Ifta razon si nuestra tierra no estuviese mas elevada
«ti el eqdador que en los polos;, el mar se elevaria
hácia el equador , é inundaria todo lo que se halla cer
ca de él. Prueba tambien M. Newton d posteriorí^
que la tierra está aplanada hacia los polos , y se fun
da en las oscilaciones del pendulo , que son de mas
corta duracion baxo el equador que hacia el polo.
Decima. Todos los movimientos de la Luna y todas
las desigualdades que en ella se observan , proceden
segun M. Newton de los mismos principios, á saber,
de su gravitacion y tendencia hácia la tierra convina-
da con su tendencia hácia el Sol ; por exemplo su de*
sigual velocidad, la de sus nudos , y de su apogeo ed
las sizigias y en las quadraturas , las diferencias y va
riaciones de su excentricidad , &c. Undecima. Las de*
sigualdades del movimiento Lunar pueden servir pa
ra explicar muchas desigualdades que se observan erk
el movimiento de los otros satelites. Duodecima. Da
todos estos principios , con especialidad de la accion!
del Sol y de la Luna sobre la tierra , se sigue , que
debe haber un fluxo y refluxo , es decir , que el matf
debe elevarse y aplanarse dos veces al dia. Decima-»
tercia. Tambien se deduce de estos principios la thco«
ria entera de los cometas ; resulta entre otras cosas,
que estos están encima de la region de la Luna y ed
el espacio planetario ; que su luz proviene del Sol , la
qual la reflexan hácia nosotros ; que se mueven erí
secciones conreas , cuyo foco ocupa el céntrd del Soljr
y
de ta Filosofía. si?
y que ¿escriben al rededor del Sol areas propb'rciona*
das á los tiempos ; que sus orbitas son casi parabolas*
que sus cuerpos son solidos , compactos , y corno los
de los planetas , y que por consiguiente deben recibir
en su perihelio Un calor inmenso ; que sus colas sor»
exalaciones que salen de ellos , y los rodean corno una
especie de athmosfera.
S.III.
Reglas de Newton sobre la explicacion de los fetíó-
'tnenos -de la Naturaleza. .
CAPITULO XVIII. §• L .
5. II.
Principios Generales de la Filosofía de Thomasio*
s. tit.
Principios de la Logica de Thomastb.
„ das estas cosas que nos vemos precisados a adivinar , ¿>ot exem-
„ pin , sobre este fluido que mueve la btuxula , y el que dá la
i vida á las plantas y i los animales? Este era el medio mas cor»
jf xo de hacernos sabios íobre todos estos puntos , que para n«-
sotros son otros tantos enigmas : porque seguramente las cín
ico especies de materias que se hallan como diputadas bácia
,, nosotros de los estados del mundo material, no pueden damos
,', mas que un vano. bosquejo : imaginemos un soberano que no
„ tuviese otra idea de los pueblos que habitan la tierra , si n,
„ la que le dieran un Frances un Persa , urr Egipcio , un Crio-
lio ,. y un Chino ,. que todos fuesen sordos y mudos ; pues esto.
,, vienen á. ser todas estas especies de materias. En vano la fi*
sica moderna hace todos sus esfuerzos por preguntar a estos
„ diputados ; aun Ruando se suponga que algun dia dirán lo que
ir ellos son en si mismos , no. puede esperarse que digan jamás.
„ lo que son los. otros pueblos de materia , á los quales no cor-
M respondan." Esto es quanto Thomasio podrá decir : sin en»
fcargo nos eran absolutamente necesarios los sentidos; son , dice'
M. le Cat , otras tantas centinelas que nos advierten nuestras ne
cesidades ,. y velan en nuestra conservacion. En. medio de los
cuerpos utües y perjudiciales que nos rodean , vienen á. ser otras
tantas puertas abiertas, para comunicamos con. los demás entes,.
disfrutar del mundo en que estamos colocados! El Criador no
fea querido darnos. mayor numero de sentidos ,. ñi que estos fue-
Sen mas perfectos , para que pudieramos conocer estos otros pue
blos de materia ,. ni otras modificaciones- aun en los que. cono
cemos. Nos ha negado las alas , y ha fixadola perspicacia de ln.
vista en cierto medio , para que perciva unicamente Tas superfi
cies de los cuerpos porque facultades mavores hubieran sido intr-
íiles. para nuestra felicidad , y para. todo el sistema del mundo.
Seria una torpísima ingratitud el acusar al cielo de cruel. para com
nosotros.. La felicidad del hombre ,. dice M. Pope,.confesemoslo
a pesar de nuestro orgullo ,. la felicidad del hombre no consiste,
en¡ pensiar ú.obrar mas que. como hombre , ni en tener unas. po
tencias de. cuerpo y de aljna superior» á lo que Corresponde a.
su.
de la Filosofía. 229
dímicnto. Hay dos grandes preocupaciones ; la de la
autoridad , y la de la precipitacion. La ambición es
una fuente de preccupaciones particulares r de la. quaE
nace la veneracion por la antigüedad. El que- se pror-
pone hallar la, verdad , depondrá sus preocupaciones,
es decir , dudara mctbadicameate , separari lexos de
si la autoridad humara , y dara á las cosas la aten
ción que requieren .3 se: aplacara con preferencia á una
ciencia que le conduzca i 3a. sabiduria real- Esto es¿
lo que se ckbe ver en si mismo. Debemos 3 los otros
miestras instrucciones! y conocierais ntos; esto es, les
de-
su naturaleza y est ado^ . ¿P1/< que el b/imíve ri© ti«ne los ojos m¡->
croscopicos? por una-tazon bien sencilla , y es porque el nombre
fio- es una mosca. ¿Qu'e-'uso haria el hombre de esta especie de
Vista , si pudienduveaasidsjsar un airado* , no pudiese estenderla
hasta los cielos5 ¿De que- le serviwa. un taílo mas delicado si po»
demasiadamente sensib¡e , y puesto en una continua vibracion, se
fe introduxesen por cada poto los mas vives dolores, y mortales
agonías? ¿De que un. olfato mis vivo, si las partes volátiles ds
una rosa, haciendo una impresion violenta en el celebro le ato
londrasen? ;De qué un oido mas fino , si la naturaleza se nos hi
ciese siempre oit con un. estrepito- de truenos , y nos aturdiese
con la musica de sus rodaderas esferas-' ¡O cómo seminamos en
tonces el que el cielo nos hubiese privado del dulce ruido de los
cefiros, y del suave susurro de loS arroyos! ¿Quien podrá dexar
de adimitar, y> tesoanocer- la bondad- y sabidaüa d» la Providen
cia ,. tanto en lo que nos da corno en. lo. que nos niega? Essat
sur l' bom.. Epit. 1. pag. 13. in 8. Mirerrfos , tanto las sensacio
nes que afligen al alma como las que la encantan , como ver
daderos presentes del cisíoi. tai sensaxioaes tristes la aiwsan §1
hombre para que este sobre si, y, no le sorpreftend'a el enemigp
que amenaza la destruccion de su cuerpo ; ¡as agradables te- in-
ritan ala conservñcren- ds--*a individua- y de- su «spec¡e. TJnuS-
j*ntidos mas multiplicados qu& los nuestros nos hubieran sid¡c^
acaso embarazosos , ó nos- hubiera caasado mas Inquietud que pía.-,
cer la insaciable curiosidad que necesariamente nos hubietaa
inspirado. Ultimamente par* la felicidad del hambre basta qu*
sega, hacet busa usa de los- senudos- que Dios Le. ha. dado,.
S30 Ensaye sobre la, historia
debemos hacer participantes de ellos i examinando^pri-
mero, si están en estado de poder aprovecharse de
las luces , que les comuniquemos. Tambien los otros
nos deben las suyas ; nos arrimaremos pues al que co
nozcamos , que tiene solidez , claridad , fidelidad , hu
manidad , benevolencia ; que no agobiará nuestra me
moria , que diñará poco , que sabrá discernir los ta
lentos , que se proporcionará á la comprehension de
sus oyentes , que será autor de sus lecciones , y que
evitará las palabras superfluas. Si tenemos que ense
nar í otros , debemos procurar reunir en nosotros , lo
que exigirnos de nuestro maestro. Quando se trata de
examinar , é interpretar las opiniones de los otros , co
mencemos por juzgarnos á nosotros mismos , y cono
cer nuestras ideas , entendamos bien el estado de la
question , y estudiemos de modo , que nos hagamos
familiar la materia. ¿Qué podremos decir t que sea ra
zonable , si nos son extrangeras las leyes de la inter
pretacion; si no conocemos la obra , si estamos anima
dos de alguna pasion , b poseídos de algunas preocu
paciones?
MV.
Principios de la Pnmmatologia de Tfiomasia
y de su morai.
*.v.
Principios de la Jurisprudencia Divina de Thomasio.
Filosofía de Aloises*
MI- . •
LibtQs ck Moises*.
Isaac.
V CAPITULO XXI. §. í
. ^Filósofa Christmtik^ 1
' rio
. (i) Fíeui. hist. Ecles. tam. i. lib. 3. parag. 57. lib. 4. par.
4. 7. 8. ... •
(*) Fleur. hist. Ecles. tom. i..lib, ¿. parag. 47.
•.•.•, \t.v* de la, Filosa.1- 36^
Anaxilao. Pitag.
Anaximandro. Jort. Alexicrates. Pitag.
Anaximenes. Jon. Arcas, Pitag.
Anaxagoras. Jon. Apolonio de Tianea. Pitag.
Archelao. Jon. Agripa. P. P. Cabal.
Aristip. Se&a Cirenayca* Anaxarco de Abdera.
Aniceris. dren. Ammonio Sacas. EckU.
Alexino. Se&a JMcg. Alkindo. Arist. . .
Apolonio Crono. Ideg. Al-Farabe. Arish
Asclepiades. Eliac. . Asshari. Arist.
Arcesilao. Plat. Abubeker. Arist.
Antisrenes. Cin. Avicena. Arist.
Ariston. Est. Avenzoar. Arist*
Antipato de Tarso* Est. A ventas. Arist.
Aristoteles. Algazel. Arist. .... ,mi
Ariston. Arist. Averroes. Arist. .
Arriaga. Schol. Augustane. Sincret.
Abelardo. Schol. Athenagoras. Christ*-
Ales. Schol.
Alano. Schol. B
Averno. Schol. Bias. Pol.
Alfredo. Schol. Berigart. Jon.
Alverto el Grande. Schol. Bion. dren.
Asiac. Schol. Burana. Arist.
Aristeo. Pitag. Bellit. Esc.
Aresas. Pitag. Beaubais. Schol.
Arepitas. Pitag. San Buenaventura. ScliaL. ,
Almeon. Pitag. Bacon (Rogero). Sc/ío&jkí^J
Bu-
Buridan. Sch&h•-* . a'''. '1.' Critolao. Arist. -«"V»'
Buley. Schol. • sf-i ¡ Caramuel: 'ArWi--
Biel. ' Cesalpini. Aristi
Bulagoras. Pitag. Cremonini. Arist.
Bayle. Pyrron. Champeaux. Schol.
Bacon. (Francisco). Capiton. Schol.
Bohemio. Theosoph. Golona. Schol.
Bañez (Domingo). Arist. Clinias. Pitag.
Bonamico. Arist. Cliton de Egea. Pitag. ,,
Bruno. EcleB. Carondas. Pitag.
Buffon. EcleB. Cudworth. P.P.Cabi \
Bccker. Hermet. Celso Coruelio. Pirron.
Burnet (Thomas). JMos. Crisancio. EcleB.
Barbaro (Daniel). Arist. Cardano. EcleB.
Campanela. EcleB.
G Confucio. Jap.
Clarondas. Pol. Cadmo. Egipt.
Cleobulo. Pol. Claudio Tholomeo. Pin;
Griton el Atheniense. Soc. Chilon. Pol.
Cebes. Soc. %. Conton. Arist: .
Clinon:aco. Afeg. Copernico (Nicolas). Pit
Crates. Plat. Comenio (Juan). Mos.
Crantor. Plat. Corringib. Arist.
Garneades el Academico. Camerario. Arist;'
Plat. Contarini. Arist.
Clitomaco. Plat.
Cratés de Thevas. Cin. D
Ctesivio. Cin. D ra con. Pol.
Carneades el Cinico. Diogenes Apoloniata. Jen,
Crescencio. Cin. Diodoro Cron. jMeg.
Cleantes. Est. Diogenes el Cinico.
Crisipo. Est. Dcnionax. Cin. < '
Dio-*
336
D ionisio. Est. Euxeno deEraclea. Pitag.
Diogenes el Babilonio. Est. Epicuro.
Diodoro. Arist. Euriloco. Pyrron.
Demetrio de Falera.^r^J. Edexio. EcleB.
Dicearco. Arist. Eutasto. FcleB.
Durando. Schol. Eunapio. EcleB.
Diodoro de Aspende. Pitag, Edesia. EcleB.
Diotogenes. Pitag. Bscaljr. Ari-st*
Democrito. Eleat. Etosi. Arist.
Diagoras. Eteat. Esofi. Arist.
Dionisio Longino. EcléB. Esperber (Julio). Theosp.
DomiDus. EcleB. Espinosa. EcleB.
Damascio. EcleB. Epi¿leto. Est.
Descartes. EchU.
Dickinson. Mosayc. F
Dedinant. Christ. Focion. Cift.
Frasen. Arist.
E Fabri. Arist.
Epímenides. Fab. Fohi, ó Foe. Chin.
Evemero. dren. Francisco (Jorge). P. P.
Euclides. Alegar. Caí.
Eugurides. JÜegar. Folengio. Arist.
Eufanton. Megar.
Estilpon. Megar.
GEnomaus. Cin. Gataker. Est.
Eratostenes. Est. Gomez. Arist.
Eudemo. Arist. * . Gifanio. Arist.
Euriso. Pitag. Gasendo. F.pic, . ..
Eurifaoes. Pitag. Guzman (Gil-). Theosof.
Empedocles. Pitag. Gallé.' P.P. Cab.
Epicarmes. Pitag. Geronimo de Rodas. Arist:
Eudoxio de Cnida. Pitag. Galileo. EcleB.
H
337
H Ingen. Sc/iot*
Hesiodo. Fab. j
Homero. Fab. Jason. Est.
Hegesias. dren. Justo Lipsio. Est.
Heteilo. Est. Jorge de Trevizonda-.^ár/V.
Heinsio.. Est. Juan Pico ds la Mirandulai
Heraclides. Arist. Flaf.
Hipodamo. Pitag. Joanes á S. Thoma. ArisK
Hecfanton. Fitag. Ja bello (Chrisostocno). Ar.
Hyppon. Fitag. Julio Cesar Éscaligero.^r.
Heraclito. HeraC. Juan XXI. Schol.
Hírnain. Fyrron. Jamblico. EcleB.
He renio. EcleB. Juliano Apostata. ÉckBl
Hierocles. EcleB. . ic
Hermeas. EcleB. Kobote..^4m/f.
Hegias. EcleB. Keppler. EcleB.
Hypatia. EcleB. L
Hobbes. EcleB. Lino. Filos. Fab.
Homan. FU. de los Sarr. Lacido. Fiat.
Hyparcos (Los tres). Fitag • Licon. Arist.
HypasonMetapontano. Fita. Lalemandet. Arist.
Histapes (El Mago). Per. Leonic. Arist.
Huet. Fyrr. y Sincret. Liceto. Arist.
Haamel. Sincret. Leucipo. Fleat.
Hipocrates. Heracl. Lucrecio. Epic.
Hermogenes. Christ. 'Lieibnizt. Eclect?
Hermias. Christ. Licurgo. Ftlbs. Pol.
Horneyo. Arist. Locjtc. Exlect.
Hercules Gonzaga. Arist.
museo. Filos. Fab.
Itias. JMeg. Melampo, Fil's. Fab. ...
^ Ibrin. Arist. Minos. Fitos. Po'.
Tomo III.
Meuedemo. Eliaeo. Newton. Eilect.
Marsilio Finicio. Fiat. Noimoddin. Arist.
Monimo. Cin. Nasiroddin. Arist.
Metroclo. Cin-. Nifo. Arist.
Menipo. Cin. O
Musonio. Cin. Orfeo. Filos. Fab.
Manrrique. Arist. Onesicrito. Cin.
Mendoza. Arist. Oviedo. Arist.
Mayoragio. Arist. Ocan. Schol.
•Muren. Arist* Occelo. Pitag.
Melan&on. Arist. Origenes. Eclect.
Martini. Arist. Ostanes. hilos. Pers.
Metopo. Pitag. Origenes. Christ.
Moderate Pitag. P
Moro. P.P. Cok. Periando. Filos. Pol.
Meliso. Eteat. Phedon. Eliaco.
Montagne. Pyrron. Platon. Plat.
Maximo de Éfeso. Eelect. Polemon. Plat, '1 . *
Marino. Eclect. Peregrino. Cin. .' ,*'•,
Makbranche. Eclect. Perseo. Est.
Mdlichí. Arist. Panecio de Rodas. Est.
Mosco. Atem. Posídonio de Apamea..Ej*.
Mokuris. Arist. Phanias. Arist.
Machiavck). Eclect. Paulo V. A ris*.
Mesue (Juan). FU. de tos Pedro Lombardo. Arist.
Sarr. Poncio. Arist.
' N Pomponacio. Arist.
JSJeptolemo. FU. Pol. Picolomini (Francisco). Ar.
Nuñez. Arist. Picolomini (Alexandro).
Ncckan. Schol. Arist.
N esa reo. Pitag. Pacio. Arist.
Nicomaco. Pitag. Pullo. Schol.
. Por-
339
Porrea. Esc. Rosen -Cruz. Theosoph.
Phereudes. Pitag. S
Pitagoras. Pitag*:. Solon. Filos- Pol. .. „-.
Philolao. Pitag. Socrates. Sm. ').»..
Patricio. P. P.Cab. .. Schines. Soc. ' j .
Parmenides. Tücleat. Simon. Sac . .
Protagoras. ILcleat. Speusipo. Plat. . ;
Pir ron. Pirronismo* Stilpon. Cin. L .
Pirron el Ateniense. Pirr. Sphero Boristenita. Rsf.
Potamon . TLciec. Salustio. Ctn.
PlotLno. Hclec . Scippio. Rst.
Porfirio. íLclec. Sira'tón;. Arist.
Prisco. Relee. Silvestrio. Arist.
Plutarco. Relee. Soto (Domingo). Arist.
Proclo. Relee. . V Sí-'oto. Arist.
Philop'ones. FU. de los Sar. Suatez. Arist.
Paracelso. Theosoph. Sepulveda. Arist.
Poiret (Pedro). Theosoph. Strozi. Arist.' . .
Pitaco. FU. Pol. Sarisberi. Schol.-
Prometeo; FU. Fab. Su ¡ser. Sthol.
Postek (Guillermo).' Sincr. S.xtio. Pitag.
Pansa (Mu cio). Sincret^í . So&icm. Pitag. i'
Pfaoero. Siricret. Scgundorel Ateniense. Pit.
Ptolomeo (Claudio). Arfó. Sc*xto Empirico. Pirr.
Picea it. Arist. Saturnino; Pirr.
Porta. Arist. ichez. Pirr.
R. Sopa otro, Relee. '
Radamanto. Fil. Pol. Siriaco. 'Relee.
Robártelo. Arist. ' Saddi. Sarrae. .
Reuclin. P~ P. Cab. Sanchoniaton. Filos. Fen.
Roosi. Filos. Chin. Sturnio. Siricret.
Roberto. Theosoph. Snorro Turlcscn. FU. de
Ius Cd:'*s. c.- . u., .
O
34° ^
Straron de Lampsaco.
Atom. Vitoria (Francisco). Arist.
Seneca. Ciiu Vazquez (Marsilio). Arist.
Seleuco. Christ, Vazquez (Gabriel). Arist.
Synesio. Christ. Vi¿torio. Arist. - '. .
Schegkio. Arist. Villa- Dios. Schoh
Simonio. Arist* Wesel. Schoh
Scaligero. Arist. Vranio. Ptrr. .
Vayer. Virr.
Tamiris. Fab. Weigel (Valentino). 2%wjp.
Tales. Jon. Van-helmon (Juan Baup-
Teodoro el Ateista. dren. tista) Theosqf.
Timon. Socrat. Van helmon (Francisco
Teofrastro. Arist. Mercurio) Thcos.
Teodoro de Gaza. Arist. Vanini. Arist.
Santo Thomás. Arist.- X
Tellez. Arist. Xenofonte. Soc. '. v
Toledo. Arist. Xenocrates. Vlat.
Tydas. Pitag. Xeniades. Cin
Theorides. Vitag. Xenofilo. Vitag.
Theages. Vitag. Xenofanes. ~E.lea.tico.
Thimon el Friasiense. f?irr Xechia. Chin.
Thomasio. •Eclec.
Z
Thabir. Sarrac. Zaleuco. Voh
Thograi. Sarrac. Zenon.
Thofail. Arist. *~ Zenon de Tarso. íísf.
Thelesio. Bkat¿ . Zanardi. Arist.
Ticho-Brahe. Ecltct. Zabbrella. Arist. - '
Taciano. Christ. Zenon el Ecleatico. - . . _
Theofilo de Antioquia Zoroastro. Perx.
Christ.
F I N.
\