Niveles de servicio. Casi todas las empresas tendrán, ya sea como estrategia o políti-
ca, algún nivel “objetivo” que desean alcanzar en cuanto al servicio al cliente, mismo
que suele medirse a través de índices de cumplimiento de pedidos. Es preciso que to-
dos los involucrados en la administración de la demanda comprendan con absoluta
claridad tales niveles objetivo, en virtud de que ejercen una importante influencia so-
bre el uso de los mecanismos administrativos. Por ejemplo, si se utiliza el inventario de
seguridad como mecanismo básico, la decisión clave tendrá que ser: “¿cuánto inventa-
rio de seguridad debo mantener y en qué nivel de la estructura de la lista de materia-
les?” Aquí se presenta un dilema fundamental: grandes niveles de servicio al cliente
implican mayores inventarios de seguridad para un nivel dado de variabilidad de la
demanda dentro del tiempo de espera. Esto conlleva claras consecuencias en cuanto a
costo, las que a su vez suelen tener cierta influencia sobre las políticas de fijación de
precios. El mismo tipo de análisis de disyuntivas es apropiado para prácticamente todos
los mecanismos que hemos venido describiendo.
2. Comunicación. El segundo elemento de la administración de la demanda es una
comunicación efectiva de dos vías, especialmente con el cliente. Una vez más, esto
puede asumir varias formas:
• Ingreso de pedidos. Resulta evidente que ésta es una oportunidad para obte-
ner información específica del cliente, así como de comunicar detalles particula-
res del pedido y actualizar al cliente.
• Promesa de fecha de entrega del pedido. Algunas veces la promesa de entrega
del producto se ofrece durante el ingreso del pedido correspondiente, utilizando
como parámetro los tiempos de espera estándar, pero en algunos casos sólo
después de que la lógica de DPP o ciertas restricciones de entrega se analizan.
Algunas de estas restricciones incluyen recursos internos (equipo, personal, et-
cétera), mientras que otras son externas a la compañía, como proveedores, dis-
tribuidores o evaluaciones de material/capacidad.
• Servicio a los pedidos del cliente. Una vez que el pedido se ingresa y se com-
promete, existe en algunas compañías la necesidad de comunicar continuamente
el estado del pedido y otras cuestiones al cliente. En algunos casos, por ejem-
plo, el cliente espera inspeccionar él mismo el producto antes del envío.
3. Influencia. La capacidad de influir la demanda es una de las responsabilidades
básicas de la función de ventas y marketing. Sin embargo, para administrar de for-
ma efectiva la demanda, las funciones de ventas y marketing deben trabajar de
cerca con la función de planeación de operaciones con el objetivo de comprender
tanto las restricciones como las oportunidades.
4. Priorización y asignación. Una vez que el pedido ingresa, debe tomar su posi-
ción correcta respecto a los demás pedidos de productos y servicios de la compa-
ñía. En algunos casos esto se realiza de forma natural como parte de la actividad
de compromiso de pedidos, pero en otros casos los pedidos se comprometen con
un tiempo de espera estándar, obligando a las instalaciones a dar prioridades de
forma continua al banco de pedidos y a asignar recursos en consecuencia. Para
realizarlo deben existir lineamientos y reglas establecidas para asegurar la ade-
cuada asignación de recursos con base en las prioridades establecidas como apro-
piadas para el negocio.
Subensambles
de opciones Fabricación bajo pedido
A medida que la tecnología avanza más compañías automatizan cada vez más es-
ta actividad. En varios casos la consulta de pedidos, el ingreso de pedidos e incluso la
configuración del producto, pueden realizarse de forma electrónica utilizando inter-
net. En los casos de ATO y en algunos de MTO, por ejemplo, el cliente puede ingresar
sus requerimientos en el sistema vía internet y recibir una confirmación casi inmediata
del pedido, fecha de entrega comprometida e incluso una cotización del precio.