Ignacio Jané
Ramón Jansana
Elementos
de lógica
formal
1 / edición: septiem bre 1998
© 1998: Calixto Badesa Cortés, Ignacio Jané Palau. Ramón Jansana Fcrrer
ISBN: 84-344-8748-9
Impreso en España
ÍNDICE
P ró lo g o ............................................................................................... ................................ I
In tro d u c c ió n ................................................................................................................... 1
P rim e ra p a r te
NO CION ES DE TE O R ÍA DE C O N JU N TO S
C a p í t u l o 1. E lc o n c e p to d e c o n ju n to .......................................................... 13
C a p í t u l o 2. O p e ra c io n e s c o n c o n ju n to s ............................................... 24
1. Las operaciones básicas .......................................................................... 24
2. Com plernentación .................................................................................... 29
- 3. El conjunto potencia .............................................................................. 32
4. Uniones c intersecciones generalizadas ............................................. 33
5. Sobre la existencia de conjuntos ......................................................... 36
6. Ejercicios .................................................................................................... 37
C a p ít u l o 3. R e la c io n e s ........................................................................................ 41
1. Introducción ............................................................................................... 41
2. Pares ordenados .......................................................................................... 42
3. Relaciones ................................................................................................... 45
4. Clases de relaciones .................................................................................. 50
5. Relaciones de equivalencia y particiones ............................................. 54
6. Relaciones de orden .................................................................................. 58
7. Relaciones en tre varios objetos .............................................................. 70
8. Ejercicios ..................................................................................................... 72
C a p í t u l o 4. F u n c io n e s .......................................................................................... 81
S eg u n d a p a rte
L Ó G ICA PR O PO SIC IO N A L
C a p ít u l o 6. S in ta x is d e la ló g ic a p r o p o s ic io n a l ............................... 121
C a p ít u l o 9. C o n s e c u e n c i a ló g ic a ................................................................... 156
1. Satisfacibilidad ............................................................................................ 156
2. Consecuencia lógica .................................................................................. 158
3. Ejercicios ..................................................................................................... 164
LÓ G ICA DE P R IM E R ORDEN
C a p ít u l o 15. L ó g ic a d e p r im e r o r d e n c o n s ím b o lo s f u n c io n a le s 247
1. Introducción .............................................................................................. 247
2. Sintaxis ....................................................................................................... 248
3. Sem ántica .................................................................................................... 250
4. Ejercicios .................................................................................................... 256
E je m p l o 1
A E
Sabem os que los ángulos alternos que form a u n a recta al cortar dos rectas
paralelas son iguales; así, puesto que la recta AC co rta las rectas paralelas AB y
E C , a = a '. Sabem os tam bién que los ángulos correspondientes que form an dos
rectas paralelas al incidir sobre una recta cualquiera .son iguales; así, puesto
que AB y EC son paralelas y am bas inciden sobre BD, p = P'. A hora bien,
u n a recta que incide sobre o tra form a dos ángulos que sum an dos rectos; así,
puesto que AC incide sobre BD , los ángulos y y ( a ' + p') y, p o r tan to , los ángulos
ex', p' y y sum an dos rectos. Pero entonces, puesto que a + p - f - Y = a '- f p' + y,
concluim os que los ángulos a , p y y sum an dos rectos.
E je m p l o 2
Refutarem os que \J l es un núm ero racional y, así, dem ostrarem os que \/2
es un núm ero irracional. Recordem os que un núm ero racional es un núm ero
que puede expresarse como u n a fracción de dos núm eros enteros y que un
núm ero irracional es un núm ero que no puede expresarse de este m odo. Re
cordem os tam bién que \ f l es, por definición, el núm ero positivo cuyo cuadrado
es igual a 2. Deducirem os una contradicción (por ta n to una proposición falsa)
de la suposición de que \ J l es racional y de algunas proposiciones aritm éticas
verdaderas. Supongam os que y/2 es racional. Así, hay núm eros enteros n y m,
sin ningún factor com ún, tales que y/2 = n fm \ en particu lar, n y m no son
am bos pares. Elevando al cuadrado obtenem os 2 = (y/2)2 = (n /m )2 = n2fm 2,
de m an era que 2m2 = n2. E sto significa que n2 es par. Pero entonces, n tam bién
es p ar (ya que el cuadrado de un núm ero im par es siem pre im par) y, así, m es
im par. A hora bien, puesto que n es par, hay un núm ero k tal que n = 2k, y, por
tanto, n2 = 4k2. Tenemos pues que 2m 2 = 4k2 y, así, m2 = 2k 2. Pero entonces m
es par. Hemos obtenido pues que m es p ar y ni es im par. E sto es u n a co n tra
dicción que m u estra que n u estra suposición inicial (V 2 es racional) es falsa.
1. los ángulos alternos que form a una re c ta al c o rtar dos rectas paralelas
son iguales,
2. los ángulos correspondientes que form an dos rectas paralelas al incidir
sobre u n a rec ta son iguales,
Al A2
Las ballenas son mamíferos, Las ballenas son m am íferos,
ningún m am ífero es un ave; ninguna ballena es un ave;
ninguna ballena es un ave; ningún m am ífero es un ave.
B2
Las ballenas son m am íferos,
ninguna ballena es alada;
ningún m am ífero es alado.
C2
Las ballenas son mamíferos, Las ballenas son peces,
ningún m am ífero es alado; ninguna ballena es un reptil;
ninguna ballena es alada. ningún pez es un reptil.
DI D2
Las ballenas son peces, Las ballenas son peces,
ningún pez es vivíparo; ninguna ballena es ovípara;
ninguna ballena es vivípara. ningún pez es ovíparo.
Todo X es Y,
ningún X es Z;
ningún Y es Z.
Todo X es K,
ningún Y es Z;
ningún X es Z.
y que todos los argum entos de e sta form a son correctos. En efecto, sean quienes
fueren X , Y y Z, si todo X es y y a es un X cualquiera, entonces o es un Y.
P or tan to , si ningún Y es Z, a 110 es u n Z. Así, puesto que a es un X cualquiera,
podem os concluir que ningún X es Z.
Las consideraciones sobre la form a que hemos hecho son h a rto im preci
sas. Con el fin de alcanzar cierta precisión, nos preguntam os en prim er lugar
cómo hemos obtenido, o cómo podríam os obtener, la form a lógica de los siete
argum entos (la form a lógica, porque es la responsable de su corrección o su
incorrección). No la hemos obtenido m ediante un análisis gram atical de las
prem isas y de la conclusión, sino m ediante un análisis conceptual. Así, hemos
dividido los objetos de que hablan estos argum entos (anim ales, o, ta l vez, se
res vivos; en realidad no im porta) en tres clases, X, Y y Z, sin excluir que un
mismo objeto pueda estar en dos o, incluso, en las tres clases. Las prem isas y
la conclusión expresan relaciones en tre estas tres clases. En la form a del argu
m ento, estas relaciones quedan plasm adas, pero sin hacer m ención alguna del
contenido de las clases (en la form a no se habla de anim ales, de ballenas, no
se h ab la de nada en concreto). De m anera mucho m ás explícita, la form a de
los argum entos A l, C1 y D I sería ésta:
Insistim os una vez más: la form a pertin en te no depende tan to de las ex
presiones lingüísticas em pleadas como de las porposiciones que estas oraciones
expresen. Así, el argum ento
a es coetáneo de /?,
b es el a u to r de c;
a es coetáneo del a u to r de c.
T anto las prem isas como la conclusión de este argum ento son verdaderas.
A dem ás, es im posible que la conclusión sea falsa, es decir, es im posible que
un m últiplo de ocho no lo sea de cuatro. Es im posible, pues, que las prem isas
de este argum ento sean verdaderas y la conclusión sea falsa. ¿Nos vemos, por
ello, obligados a concluir, de acuerdo con (*), que este argum ento es correcto?
Desde luego que no, porque este argum ento es incorrecto. ¿Debem os ab a n
donar, entonces, n u estra convicción (*)? Tam poco; no debem os abandonarla,
sino m ás bien entenderla adecuadam ente. Y es aquí donde interviene la form a.
Si nos preguntasen por qué este argum ento es incorrecto podríam os responder
diciendo que si fuera correcto tam bién lo sería este otro argum ento:
Todo X es y,
todo Z es Y ;
todo Z es X.
E n los tres casos, las variables X, }' y Z deben in terp retarse como clases
determ inadas de objetos. Así, como ya dijim os en su m om ento, en vez de,
p o r ejem plo, «todo X es Y», sería m ás apropiado decir «todo objeto de la
clase X es un objeto de la clase Y». El prim er esquem a es un esquem a de
argum entos correctos, lo cual significa que es im posible hallar clases X, Y y
Z p a ra las cuales las prem isas resulten verdaderas y la conclusión falsa. Los
otros dos esquem as lo son de argum entos incorrectos. Obsérvese la asim etría
que hay entre m o strar que un esquem a lo es de argum entos incorrectos o que
lo es de argum entos correctos. P a ra ver que un esquem a lo es de argum entos
incorrectos, b a sta encontrar un solo argum ento que lo ejem plifique que tenga
prem isas verdaderas y conclusión falsa; sin em bargo, p ara m ostrar que un
esquem a lo es de argum entos correctos hace falta una justificación general; así
lo hicimos cuando nos ocupam os de los argum entos A l, C1 y DI.
No todas las formas de argum entos son sem ejantes a las que hemos vis
to en los ejem plos anteriores. En los esquem as que hemos considerado hasta
ahora, los térm inos variables debían interpretarse como clases de objetos. Pero
en o tro tipo de esquem as, los térm inos variables pueden interp retarse de otros
m odos. Por ejem plo, de la argum entación que hemos presentado p a ra justificar
que y/2 es un núm ero racional podem os extraer el siguiente argum ento correcto
de cu atro prem isas, cuya form a es de naturaleza d istin ta a las consideradas
anteriorm ente.
FyQ,
si P entonces /?,
si R entonces S y 7,
si Q y S entonces no T ;
T y no 7\
NOCIONES DE TEORÍA
DE CONJUNTOS
C a p ítu lo 1
EL CONCEPTO DE CONJUNTO
1. E l p r in c ip io d e e x te n s io n a lid a d
Como prim era aproxim ación, suficiente p ara nuestros propósitos en es
te libro, podem os concebir un c o n ju n to como u n a colección de objetos, los
e le m e n to s del conjunto. Todo tip o de objeto es un posible elem ento de un
conjunto. Lo es, por ejem plo, un objeto físico, un núm ero, u n a p a la b ra y tam
bién un conjunto. Así, hay conjuntos de objetos físicos, conjuntos de núm eros,
conjuntos de palab ras y (como veremos más adelante) hay tam bién conjuntos
de conjuntos, es decir, conjuntos cuyos elem entos son a su vez conjuntos.
Si A es un conjunto y a: es u n objeto, las expresiones
x€ A y x$A
significan, respectivam ente, que x es un elem ento de A y que x no es u n elem ento
de A. En vez de «jc e s u n e le m e n to d e A», tam bién decim os «x p e r t e n e c e
a A ». E stas dos expresiones son sinónim as. Análogam ente, en vez de decir que
x n o e s u n e le m e n to d e A direm os tam bién que x n o p e r t e n e c e a A. Si *
e y son objetos cualesquiera,
x —y y x¿y
significan, respectivam ente, que x e y son el mismo objeto y que x e y son
objetos distintos.
Clasificamos los objetos que consideram os en dos categorías: los conjuntos
y todos los dem ás. Nos referimos a los objetos que no son conjuntos como
objetos prim itivos. Los objetos prim itivos no tienen elem entos.
Usarem os las letras m ayúsculas latinas (A, B , . . . , Z) p ara referirnos a
conjuntos. H ablando técnicam ente, las letras m ayúsculas latinas varían sobre
conjuntos, son variables de conjunto. P ara referirnos a objetos cualesquiera,
sean o no conjuntos, usarem os las letras m inúsculas latin a s.(a, b, . . . , z). E stas
letras, pues, varían sobre objetos cualesquiera, son variables de objeto. Así, si
decimos: «# tiene tal propiedad» presuponem os que B es un conjunto, m ientras
que si decim os: tiene tal propiedad» no lo presuponem os; b puede ser un
conjunto o un o b jeto prim itivo.
U n conjunto esta determ inado por sus elem entos. Dicho de o tro modo,
110 hay dos conjuntos distintos que tengan los mismos elem entos. O aún, si A
y B tienen los mismos elem entos, entonces A = B. E ste hecho básico sobre los
conjuntos es el principio de extensionalidad, que podem os reform ular así:
Si bien <í> y 4 ' son propiedades diferentes, una breve reflexión pone de
m anifiesto que las poseen los mismos objetos: los núm eros O y 2, ya que son
los únicos núm eros n atu rales pares menores que 3 y son tam bién los únicos
núm eros que satisfacen la ecuación x 2 = 2x (los núm eros n atu rales son los
enteros no negativos: O, 1, 2, 3, ...).
E n contraste con e sta situación, el conjunto de los núm eros naturales
pares m enores que 3 y el conjunto de los núm eros cuyo cuadrado es igual a su
doble son el m ism o conjunto, ya que poseen los mismos elem entos: los núm eros
O y 2. Suele decirse que este conjunto es la extensión de las propiedades <J> y
y . En general, si O es u n a propiedad y A es un conjunto, decim os que A
es la e x te n s ió n de <1> si los elem entos de A son precisam ente los objetos que
tienen la propiedad O. P uesto que propiedades d istin tas pueden ten er la m ism a
extensión, se dice a veces que las propiedades, a diferencia de los conjuntos,
no son extensionales, no están determ inadas p o r su extensión.
Observem os que, de acuerdo con el principio de extensionalidad, dos con
ju n to s distintos difieren por lo menos en u n elem ento, de m anera que si A y
B son conjuntos cualesquiera, A ^ B si y sólo si hay algún objeto x tal que o
bien x G A y x £ fí o bien x € B y x £ A.
1. N o rm alm en te usarem os las tre s le tra s «sii» com o un a abreviación de la expresión «si y sólo si».
Como objetos ab stracto s que son, los conjuntos 110 están localizados en el
espacio ni en el tiem po, por lo que 110 podem os referirnos a ellos señalándolos.
A hora bien, si querem os hablar de conjuntos determ inados debem os disponer
de algún m odo de nom brarlos. Hay dos m aneras de nombrai' o de denotar
conjuntos; podem os hacerlo por comprensión o por enumeración.
D enotam os un conjunto por c o m p r e n s i ó n dando una propiedad que po
seen todos los elem entos del conjunto y sólo ellos (es decir, dando u n a propie
dad cuya extensión es el conjunto en cuestión). Así, hablam os del conjunto de
los núm eros prim os menores que 10, del conjunto de los núm eros enteros im
pares o del conjunto de los p lanetas exteriores del Sistem a solar. La notación
liabitual p a ra referirse a estos tres conjuntos es:
{ * :* (* )} .
P uesto que pertenecer al conjunto de los objetos que poseen la propiedad
<D 110 es o tra cosa que poseer la propiedad <í>, disponem os de la siguiente regla
de conversión: P a ra todo objeto a,
a £ {x : O(x)} sii ^ ( a ) .
{2,3,5,7},
{M arte, J ú p ite r, S aturno, U rano, N eptuno y P lutón},
{Platón}.
{a ,b ,c } = {f*,c,Z>} = {b ,c ya } = {a ,b ta tc tc}.
2. L a r e la c ió n d e in c lu s ió n
La prim era observación dice sim plem ente que todo elem ento de un con
ju n to A pertenece a A; la segunda dice que si todo elem ento de A pertenece a
tí y todo elem ento de tí pertenece a C, entonces todo elem ento de A tam bién
pertenece a C. La tercera observación dice que si todo elem ento de A lo es de tí
y todo elem ento de tí lo es de A , entonces A y tí son el mismo conjunto; esto no
es más que una reform ulación del principio de extensionalidad. Decimos que
(1) expresa que la inclusión es reflexiva, (2) que la inclusión es transitiva y (3)
que la inclusión es antisimétrica.
Si A C tí y A ¿ tí, decimos que A e s tá in c lu id o p r o p ia m e n t e en tí o que
A es un s u b c o n ju n to p r o p io de tí\ en símbolos, A C tí. O sea,
A C tí sii A C tí y A ¿ tí.
N aturalm ente,
A C tí sii A C tí o A = tí.
Tam bién escribim os
1. Argos es un perro.
2. El perro es un m amífero.
3. Argos es el perro de Ulises.
PCM.
F inalm ente, (3) expresa que Argos y el perro de Ulises son el m ism o objeto,
es decir que
a = el perro de Ulises.
Con respecto a la relación entre inclusión y pertenencia, podem os observar
que p a ra todo o b jeto x y todo conjunto A ,
x 6 A sii {*} C A.
E l c o n j u n t o v a c ío
Hay conjuntos sin elem entos. Por ejem plo, ninguno de los conjuntos si
guientes posee elementos:
E stos conjuntos poseen los mismos elem entos y son, por tan to , un único
conjunto. En general, si B y C son conjuntos sin elem entos, entonces, por el
principio de extensionalidad, B — C. Llamamos al único conjunto sin elem entos
el c o n ju n to v a c ío y lo denotam os con el sím bolo «0».
Es claro que 0 es la extensión de cualquier propiedad que no posea ningún
objeto, como la propiedad de ser un núm ero entero cuyo cuadrado es negativo
o la de ser un triángulo todos cuyos vértices están en una m ism a línea recta.
O tra propiedad que ningún objeto posee es la de ser d istinto de sí m ismo, por
lo que podem os definir el conjunto vacío como el conjunto de todos los objetos
que son distintos de sí mismos:
0= ix:x¿x}.
Si no vemos del todo claro que hay un único conjunto sin elem entos,
supongam os que B y C son conjuntos sin elem entos y preguntém onos qué
o c u rriría si B fuera d istin to de C. P or extensionalidad, f i y C n o ten d rían los
mismos elem entos, es decir, hab ría por lo menos un objeto x tal que o bien
x e B y x&C
o bien
x $ B y xeC.
Pero esto es im posible; lo prim ero porque B no tiene elem entos y lo segundo
porque C no los tiene.
O bservem os que 0 / {0}, La razón es ésta: 0 carece de elem entos, m ientras
que {0} tiene un elem ento, a saber, 0.
Observem os tam bién que\el conjunto vacío está incluido en todo conjunto,
es decir, p ara todo conjunto A, 0 C A. Pues en otro caso hay un conjunto A tal
que 0 A, de m odo que hay p o r lo menos un objeto .t tal que x € 0 y x & A.
Pero esto es im posible, ya que 0 no tiene elementos.
3. E l p r in c ip io d e s e p a r a c ió n
A es norm al sii A (£ A,
Según cierta concepción (como vemos insostenible) de qué son los conjun
tos, to d a propiedad determ ina un conjunto. P a ra esta concepción, la proposi
ción recién d em ostrada es fatal. É sta es la razón de que a veces en la lite ra tu ra
lógica y filosófica se haga referencia a esta proposición como a la paradoja de
Russgil, en honor al lógico y filósofo británico B ertrand Russell, que la descu
brió en 1901. En e sta concepción (contradictoria) de los conjuntos se considera
que to d a propiedad divide el universo (es decir, la to talid ad de los objetos, in
cluidos los conjuntos) en dos conjuntos: el conjunto de los objetos que poseen
la propiedad y el de los que no la poseen. La concepción ac tu a l de los conjun
tos, que aquí presentam os, es, en cierto m odo, m ás m odesta: no se pretende
d ividir todo el universo, del que sólo tenem os una idea m uy parcial, en dos
conjuntos; pero si ya disponem os de un conjunto A y consideram os u n a p ro
piedad cualquiera <I>, entonces sí podem os dividir A con la ay u d a de <I>, es decir,
podem os form ar los conjuntos {x : x G A y O(x)} y {x : x £ A y no<E>(*)}.
É ste es el contenido del siguiente principio.
Si A es un conjunto y
P r i n c i p i o d e SEPARACIÓN. es una propiedad, en
tonces hay un conjunto cuyos elem entos son exactam ente los elem entos de A
que tienen la propiedad O.
{ x € A :$ (* ) } .
Es decir,
{ x e A :4>(jc)} = { x : x 6 A y <£(*)}.
El principio de separación nos p erm ite obtener el conjunto vacío a p a rtir
de cualquier otro conjunto. P ues si A es un conjunto cualquiera y O es una
propiedad que ningún elem ento de A posee (por ejem plo, la propiedad de ser
un objeto d istin to de sí mismo o la de no pertenecer a /4), entonces, p o r el
principio de separación, podem os form ar el conjunto {* 6 A : O(jc)} de los
elem entos de A que poseen la propiedad O. Pero como ningún elem ento de A
posee la propiedad O, este conjunto carece de elem entos, es el conjunto vacío:
0 = {x € -4 : O(jt)}.
Así,
<d={x€A\x¿x} = {x£A:x$A}.
E n presencia del principio de separación, podem os a d a p ta r el argum ento
de la p a ra d o ja de Russell p a ra m ostrar que el universo no es un conjunto. E sto
es lo que afirm a la siguiente proposición.
P r o p o s i c i ó n 1 .2 . N o hay ningún conjunto universal, es decir, no hay ningún
conjunto cuyos elem entos sean todos los objetos.
Con e sta m ism a dem ostración podem os concluir que no hay ningún con
junto cuyos elem entos sean todos los conjuntos. Adem ás, m odificándola lige
ram ente, podem os m ostrar que, dado un conjunto A , el conjunto { x e A ' . x ^ x }
no es un elem ento de A.
4. E je rc ic io s
1. Denote por enumeración (si es posible) cada uno de los siguientes conjuntos. Si
en algún caso es imposible, diga por qué lo es.
A = el conjunto de los satélites naturales de la Tierra,
fí = el conjunto de los enteros no negativos,
C = {a- : x es un entero y 3 < x < 8},
D = {x :x es un entero y * + * = *},
E — {.v: .t es un entero y x + x = 0}.
4. ¿Es posible que {a,£} = {«}• Si no lo es, ¿por qué no? Si lo es, ¿en qué caso o
en qué casos?
5. Denote de un modo más simple los siguientes conjuntos:
{*:.* = a}, {x : x = a o x = b).
6. Si A, B C>D son los conjuntos de números de cuatro cifras de las cuales, respec
tivamente,
(a) por lo menos dos son ceros,
(b) por lo menos una es cero,
(c) a lo sumo una es cero,
(d) exactamente dos son ceros,
¿cuáles de estos conjuntos están incluidos en cuáles?
7. Sean
-4, = {1,{3}}, ¿ I = {1,3}, A3 = {{1},{3}},
A, = {l}> A5 = {l,{l}.{3}}, /Í6 = {1,0}.
¿Cuáles de estos conjuntos están incluidos en cuáles? ¿Hay alguno que sea ele
mento de otro?
8. Sean
X = {1,2,3,4}, Y = {{1,2},{3,4}}, Z = {{1}, {2,3},{4}}.
¿Cuáles de las siguientes afirmaciones son verdaderas y cuáles son falsas?
íe x , le K , i € z,
{i}e *. { i} 6 r, {i} ez, {\}cx, {\}c y , { i} c z ,
{3,4} € X , {3,4} e y, {3,4} e z , {3,4} C X, {3,4} C Y, {3,4} C Z.
13. Suponga que A es un conjunto que está incluido en todos los conjuntos. Concluya
que 4 = 0. Así, 0 es el único conjunto que está incluido en todo conjunto.
14. Muestre que no hay ningún conjunto cuyos elementos sean todos los conjuntos.
B = {* e A : x $ *}.
1 L a s o p e r a c io n e s b á s ic a s
Uados dos o m ás conjuntos, podem os com binar sus elem entos y obtener,
en general, nuevos conjuntos a p a rtir de ellos. Los modos m ás sim ples de com
binación se obtienen con ay u d a de las operaciones de unión, intersección y
diferencia que ahora definimos.
L a u n ió n de dos conjuntos A y tí, en símbolos, A U t í , es el conjunto cuyos
elem entos son los objetos que pertenecen a A o a B:
AUB = { x : x € A o xetí}.
Así, p a ra todo objeto
sii x £ A o x £ t í .
AUB AC\B A -B
E je m p l o s
A U B = {1 0 ,1 1 ,1 2,13,14,15,16,17,18,19,21,31,41,51,61,71,81,91},
/\D fí= { ll} ,
A - B = {10,12,13,14,15,16,17,18,19}.
O b s e r v a c io n e s
{A-B)U(B-A).
P r o p i e d a d e s d e l a u n ió n
P a ra cualesquiera conjuntos A, D y C,
1. AUB=BUA,
2. (i4U 5 ) U C = A U ( B U C ),
3. A U 0 = A,
4. AUA-Ay
5. A C A U B y B C AUB,
6. si X es un conjunto tal que A C X y B C X , entonces A U B C X
7. A C B sii A U B = ¿ ]
L a p rim era igualdad expresa que la unión es una operación conm utativa
la segunda que es asociativa y la c u a rta que es idem potente. La justificación d<
las c u a tro prim eras igualdades es inm ediata a p a rtir de la definición de uniói
(y de la del conjunto vacío). Las propiedades (5) y (6), tam bién inm ediatas c
p a rtir de las definiciones, caracterizan la unión A U B como el m enor conjunte
que incluye a ^ y a f i , pues (5) dice que la unión de dos conjuntos incluye cade
uno de ellos, m ientras que (6) dice que es el m enor conjunto que los incluye.
El punto (7), que nos proporciona una definición de la inclusión en térm i
nos de la unión, es el único que requiere justificación. P a ra justificarlo, hemos
de m ostrar que (i) si A C B, entonces A U B = B y (ii) si A U B = B , entonce;
A C B. Verifiquemos (i) en prim er lugar. Si A C. B, entonces, ya que B C L
(reflexividad de la inclusión), (6) nos p erm ite concluir (tom ando X = B) que
A U B C B. Pero por (5), B C A U B . Así, por el principio de extensionalidad
A U B = B. Verifiquemos a h o ra (ii). Por (5), A C AUB. Así, si AU fl = B, podemos
concluir que A C B .
P r o p ie d a d e s d e la in t e r s e c c ió n
P a ra cualesquiera conjuntos A, B y C,
1. A n B = B r\A ,
2. ( AnB) nc = A n{B r\C )>
3. / \ n o = o,
4. AHA=A,
5. AHBCA y ADBCB,
6. si X es un conjunto tal que X C A y X C B , entonces X C A D B ,
7. A C B s i i / 4 n £ = /4.
La prim era igualdad expresa que la intersección es una operación con
m utativa, la segunda que es asociativa y la c u a rta que es idem potente. La
justificación de las cuatro prim eras igualdades es inm ediata a p a rtir de la de
finición de intersección (y de la del conjunto vacío). Las propiedades (5) y (6),
tam bién inm ediatas a p a rtir de las definiciones, caracterizan la intersección
Aí~\B como el m ayor conjunto que incluido A y en B, pues (5) dice que la inter
sección de dos conjuntos es un conjunto incluido en cada uno de ellos, m ientras
que (6) dice que es el m ayor conjunto incluido en am bos. Com o en el caso de
la unión, (7) nos proporciona una definición de la inclusión en térm inos de la
intersección. Su justificación es análoga a la del punto (7) de la unión, p o r lo
que la dejam os como ejercicio.
P r o p i e d a d e s d e la d i f e r e n c i a
L a justificación de los puntos (3), (4), (5) y (6) es clara. Las propiedades
(5) y (6) caracterizan la diferencia A - B como el m ayor conjunto incluido
en A y disjunto de B , pues (5) dice que la diferencia en tre dos conjuntos es
un conjunto incluido en el prim ero y disjunto del segundo, m ientras que (6)
dice que es el mayor conjunto que cum ple am bas condiciones. Com o en los
casos de la unión y de la intersección, (7) nos proporciona una definición de la
inclusión en térm inos de la diferencia (y del conjunto vacío). Su justificaeiíjm
es simple: Q ue A C B significa que todo elem ento de A pertenece a B. Peyó-esto
es equivalente a decir que no hay ningún objeto que pertenezca a A y /ief
es decir, que no hay ningún objeto que pertenezca a A - o sea que A - B no
tiene elem entos: A - B = 0.
O b s e r v a c io n e s
A — B — B —A sii A = B.
(A-B)-C C A-(B-C )
y que
A -(B -C ) = ({A-B)-C)U(AnC).
De e sta igualdad y del hecho (obvio) que los conjuntos (A — B) —C y
A D C son disjuntos podem os concluir que
R e l a c i o n e s e n t r e l a s o p e r a c i o n e s b á s ic a s
y p a ra (4.b) que
a ^ (fíU C ) sii a # B y a $ C .
Las ecuaciones (5.a) y (5.b), que es provechoso com parar con (4.a) y (4.b), se
justifican sin dificultad.
2. C o m p le m e n ta c ió n
P r o p ie d a d e s d e l c o m p l e m e n t o
Tenemos que
1. 0 = £/ y (7 = 0,
2. J = A,
3. A D Á = Q,
4. Si X es un subconjunto de U t .1 que A HX = 0 entonces X C A,
5. A UA = £/,
6. Si X es u n conjunto tal que A UX = U , entonces A C X ,
7. A es el único conjunto X tal que (i) A D X = 0 y (ii) A UX = U.
Los seis prim eros puntos, cuya justificación es casi inm ediata a p a rtir
de las definiciones, tienen un contenido especialm ente claro. (1) dice que el
conjunto vacío y el universo del discurso son conjuntos m utuam ente com ple
m entarios. (2) dice que todo conjunto es el com plem ento de su propio com ple
m ento. De acuerdo con los puntos (3) y (4), el com plem ento de u n conjunto A
es el m ayor subconjunto de U disjunto de A, m ientras que, según (5) y (6), el
com plem ento de A es el m en o r conjunto cuya unión con A es V . E l p u n to (7)
caracteriza el com plem ento de A como el único conjunto disjunto de A cuya
unión con A es U. Podem os ju stificar (7) con ay u d a de los puntos anteriores
así:
Que A cum ple las condiciones (i) y (ii) es el contenido de (3) y (5). Veamos
ahora que A es el único conjunto que las cum ple, es decir, que si X es un
conjunto que cum ple (i)_y (ii), entonces X = A. A hora bien, si X cum ple (i),
entonces, por (4), X C A, m ientras que si X cum ple (ii), entonces, por (6),
A C X . Así, si X cum ple (i) y (ii), X = A.
8.
9. A = B sii Á = B>
,
O tras propiedades básicas del com plem ento son:
A C B sii b c a
10. A C \B -= 0 sii A C B y
11. AL)B == U sii A C B .
12. A - B - - = A C\B.
La justificación de (8) es inm ediata: si todo elem ento de A pertenece a 5,
todo objeto que no pertenece B tam poco pertenece a A\ y viceversa. El punto
(9) se sigue de (8) y (2). Por su parte, (10) y (11) son extensiones fácilm ente
justificables de (4) y (6), respectivilm ente. Finalm ente, la igualdad (12) es una
definición trivial (pero útil) de la diferencia en térm inos de la conjunción y el
complemento.
De interés especial son las cu atro propiedades siguientes, las dos prim eras
de las cuales son las le y e s d e D e M o rg a n .
13. ( A n B ) = A UB ,
14. ( A\ JB) = AC\B,
15. ADB=(A\JB),
16. A u B = ~(ÁñW).
Podem os expresar las leyes de De M organ (13) y (14) en palabras así:
el com plem ento de u n a intersección es la unión de los com plem entos y el
com plem ento de una unión es la intersección de los com plem entos. Obsérvese
que estas dos leyes son reforrnulaciones de las relaciones (4.a) y (4.b) en tre la
unión, la intersección y la diferencia. La igualdad (15) se obtiene a p a rtir de
(13); pues si aplicam os (9) a (13) obtenem os
(Antf) = I ¡ j g .
Así, puesto que, por (2), { A C \ B ) = A D B y obtenem os (15). Del mismo m odo
obtenernos (16) a p a rtir de (14), con ayuda de (9) y (2).
Obsérvese que la igualdad (15) es u n a definición de la intersección en
térm inos de la unión y el com plem ento, y que (16) es u n a definición de la
unión en térm inos de la intersección y el com plem ento.
3. E l c o n ju n t o p o t e n c i a
<B(A) = { x : x C A } .
E je m p l o s
m = w ,
2>({«}) = {0,{a }},
? ({ « ,* } ) = { 0 , W . { * } .{ « > } } .
2>({ a ,6 1c}) = { 0 ,{ a } ,{ ¿ } > W ,{ " ,* } ,H c} > { M > { a >fc, c }}-
Relacionem os el núm ero de elem entos de estos conjuntos con los de sus
conjuntos potencia.
0 1 (= 2 °)
1 2 ( = 2 l)
2 4 ( = 2 2)
3 8 ( = 2 3)
a G A sii {a} C A. ,
Por consiguiente,
a e A sii {a} e íP(/\).
Adem ás, p a ra todo conjunto A ,
A € íP(/4) y 0 É # (/!).,
4. U n io n e s e in te r s e c c io n e s g e n e r a liz a d a s
(J{A ,tf}= A U Z *.
U { ¿ , , / t 2, . . . ,A„} = A, UA 1 U...UA„.
Adem ás,
(J{A}=A y 1J0 = 0.
f]{A,B}=Ar\B
y, en general,
O í* .." = y^i f i i 4 2 n ...n / i n,
de modo que
n w = ¿ -
Obsérvese que p a ra to d a colección no vacía de conjuntos C y p a ra todo
objeto x,
¿Cóm o justificam os que los conjuntos que liemos estudiado h a sta ahora
existen? Sólo hemos m encionado dos principios sobre conjuntos, el de exten
sionalidad y el de separación. El principio de extensionalidad no nos perm i
te concluir la existencia de ningún conjunto. El principio de separación nos
g aran tiza la existencia de aquellos subconjuntos de un conjunto dado cuyos
elem entos poseen u n a determ in ad a propiedad. Así, si y a disponem os de un
conjunto A , el principio de separación nos perm ite concluir, como ya vimos,
que existe un conjunto sin elem entos, nos garantiza, pues, la existencia del
conjunto vacío. Si A y B son conjuntos, podem os apelar al principio de separa
ción p ara m ostrar que A f \ B y A —B tam bién lo son, ya que A fifí es el conjunto
de los elem entos de A que tienen la propiedad de pertenecer a B , m ientras
que A — B es el conjunto de los elem entos de A que tienen la propiedad de no
pertenecer a B. En todo caso, p a ra poner en funcionam iento el principio de
separación debem os disponer de por lo menos un conjunto. Así, h a sta ah o ra
hemos hecho uso de lo que podem os llam ar el principio de no vacuidad, que
dice que hay por lo m enos un conjunto.
Estos dos principios de existencia de conjuntos (el de 110 vacuidad y el
de separación) 110 son suficientes p a ra d a r cuenta de todos los conjuntos que
hemos estudiado. No nos perm iten form ar el p ar de dos objetos, ni la unión
de dos conjuntos, ni la unión de una colección de conjuntos, ni el conjunto
po ten cia de un conjunto cualquiera. Sin embargo, todas nuestras necesidades
de existencia de conjuntos son satisfechas con unos pocos principos o, como
suele decirse, axiomas más, a saber: el axioma del par, que afirm a la existencia
del p ar, {«,&}, de dos objetas cualesquiera a, b, el axiom a de la unión, que
afirm a la existencia de la unión, I J C d e cualquier colección de conjuntos C y
el axiom a del conjunto potencia, que nos garantiza la existencia del conjunto
potencia, íP(A), de cualquier conjunto A. Veamos cómo obtener, con la ayuda
de estos principios o axiom as introducidos, todos los conjuntos de que nos
hemos ocupado.
Dados A y B, obtenem os A U B así: con ayuda del axiom a del p ar, form a
mos el conjunto {A, B}, que es, pues, una colección de conjuntos. El axiom a
de la unión nos p erm ite obtener ahora el conjunto IJ M ,# } . Pero, como ya
sabem os, U{A,/?} = A UB.
Dado un objeto a, obtenem os inm ediatam ente el conjunto u n itario {a }
p o r el axiom a del p ar, ya que, por extensionalidad, {a} = {«,«}, el p a r de los
objetos a y a. Dados los objetos a, b y c, podem os obtener el conjunto {a ,b ,c}
en dos pasos. P rim ero form am os {a,b} y {c} y a continuación unim os estos
estos dos conjuntos. {a,fc}u{c} = {a ,b ,c}. A hora podem os obtener, dado un
nuevo ob jeto d, el conjunto {a ,b ,c ,d } así: form amos {a ,b ,c } y {d } y luego
los unim os, {a ,b ,c } U {¿/} = { a ,b ,c ,d }. Es claro que este procedim iento nos
perm ite form ar, dado un núm ero finito de objetos a \,a 2, . . . ,a„, el conjunto
{ fl| ,#2»• • •
Nos queda por m o strar cómo obtener el com plem ento de un conjunto
respecto a un universo del discurso y la intersección de u n a colección no vacía
de conjuntos. Ahora bien, el com plem ento de 1111 conjunto A respecto a un
universo U no es m ás que la diferencia U —A, que ya sabem os cómo obtener
por el axiom a o principio de separación a p a rtir de U y de A. E n cuanto a la
intersección de una colección 110 vacía de conjuntos C, procedem os así: por ser
C no vacío, podem os elegir a rb itra ria m e n te un conjunto A G C. Pero entonces
vemos que f) C no es m ás que el conjunto de los elem entos de A que tienen la
propiedad de. pertenecer a todos los conjuntos en C, de m odo que obtenem os
p| C m ediante una aplicación del axiom a de separación.
He aquí la lista de los principios básicos sobre conjuntos en que se basa
nuestro desarrollo:
6. E je rc ic io s
{A-B)-CCA-(B-C).
A - (B - C) = ({A - B) - C) U {A fl C).
15. La d iferen cia sim é tric a entre dos conjuntos A y B es el conjunto A&B definido
por:
A&B=(A-B)U(B-A).
Muestre que
(a) A A B = BAA,
(b) i4Afl = 0 sii A = B }
(c) /*Afl = ( / l u f l ) - ( / * n £ ) .
20. Calcule
(a) * ({ l, 2,3,4})
(b) 5P({1.{2}})
(c) í>(2>(0))
(d) íP(í>({a ,í,})).
24. Si sabemos que T(A) tiene un único elemento, ¿qué podemos concluir acerca
de j4?
31. ¿Es posible hallar conjuntos A y B tales que (P(A) —P(B) = T(A —B)1 Justifique
la respuesta.
34. Sea A un conjunto no vacío y sea C el conjunto de todos los subconjuntos uni
tarios de A, es decir
C={{x}:xeA}.
Verifique que U C = A. Observe también que si A tiene por lo menos dos elemen
tos, entonces fl C = 0.
(2.5) / \ n l J C = U M n X : X € C}.
(2.6) / l u r | C = n M U X : X € C}.
RELACIONES
1. In tro d u c c ió n
2. P a re s o rd e n a d o s
(1) a — c y b = c, (2 ) a = c y b = d, (3 ) a = d y b = c, (4) a = d y b = d .
P or hallarnos en el segundo caso [a ^ Z>), (1) y (4) son imposibles. Así, tam bién
en este segundo caso, (a = c y b = d) o (a = d y b = c). □
{ayb) = {{a }y {a ,b }}
{{«}.{«,*}} = { W ,{ c ,d } }
O b s e r v a c io n e s
si [a,b] = entonces a = c y b = d.
{aib) = { { a } , b } >
puesto que no cum ple la condición (3.1), ya que (1, {2}) = (2, { I }).
P r o d u c t o s c a r t e s ia n o s .
(x,y) e A x B sii x E A y y € B.
m ientras que
1. A xB = 0 sii A = 0 o B = 0.
2. S i A x B ^ Q y A x B = B x A , entonces A = B.
3. R e la c io n e s
aRb
en vez de
(a,b) € R
y decimos que a e s t á r e l a c i o n a d o c o n b (por R) o que la relación R s e d a
e n t r e a y b. P a ra expresar que a n o e s t á r e l a c i o n a d o c o n b (por R) o que
R n o s e d a e n t r e a y b escribim os
E je m p l o s
1. El conjunto
R = {<I,2),<1,5),(2,2>,<2,4)}
es u n a relación. Con respecto a ella, 1 está relacionado con 2 y con 5,
m ientras que 2 lo e stá consigo m ism o y con 4, es decir, IR2, l/?5, 2R2
y 2R4. Pero 2 no e stá relacionado con 1, o sea, 2 $ \ . T am poco e stá 5
relacionado con 1, ni 4 con 2, es decir, 5/?l y 4 $2.
2. El conjunto S de pares de seres hum anos
S = {{*,}'): x es m adre de y}
E je m p l o s
O p e r a c io n e s c o n r e l a c io n e s
* = {<*,?> - M 6 R}.
E je m p l o s
1 2 3 4
5 6 7 8
9 10 11 12
(1) R = R,
(2 ) R\(S\T) = (R\S)\T,
(3) (R\S) = S\R.
Por consiguiente, (R\S) = S\R. Así concluye la dem ostración de (3) y, con ella,
la de la proposición. □
C u e s t io n e s d e e x is t e n c ia
A x B= { jc G T {T {A \J B ) ) : <D(*)}.
4. C la s e s d e re la c io n e s
« = {<1 , 1 ) , ( 1 , 2 ) ,( 2 , 1 »
es sim étrica, m ientras que la relación
S= {(1,2),(1,3),(2,3)}
es asim étrica.
Es posible que una relación no sea n i sim étrica n i asim étrica. Q ue una
relación R no sea sim étrica significa que hay objetos a ,b tales que (a,b) € R
y (b}a) & R. Q ue no sea asim étrica significa que hay objetos c ,d tales que
(c,d) € R y (d,c) € R. La relación
«={<1,2), (1,3), (2,1)}
cum ple am bas cosas, por lo que no es ni sim étrica ni asim étrica.
Observem os que toda relación asimétrica es irreflexiva, pues si a es un
ob jeto tal que aRa, hay objetos *,y (de hecho, x = y = a) tales que xRy y yRx.
E sto m uestra que si R no es irreflexiva, tam poco es asim étrica, de m odo que
to d a relación asim étrica debe ser irreflexiva.
U na relación R es a n ti s im é tr ic a si y sólo si p ara todo p ar de objetos x ,y }
si xRy y yRx, entonces x = y.
Dicho de otro m odo, R es an tisim étrica si y sólo si no hay ningún p ar de objetos
distintos x ,y tales que xRy y yRx. Así,
K = { < I , 1 ) ,< Í, 2 >',<2 , 2 >}
es una relación antisim étrica, ya que si xRy y yRx, entonces o bien x = y = 1 o
bien x = y = 2 , m ientras que
5 = {<1,2), (2,1), <2,2)}
no es antisim étrica, ya que 152, 251 y 1 ^ 2.
Vemos que la an tisim etría es una condición m ás débil que la asim etría:
que una relación R sea asim étrica significa que no hay ningún p ar de objetos
a ,b (iguales o distintos) tales que
m ientras que R sea antisim étrica significa que no hay ningún p a r de objetos
distintos que cum plen (3.2). Así, toda relación asimétrica es antisim étrica.
Pero no to d a relación antisim étrica es asim étrica. De hecho, no es difícil ver
que una relación es asim étrica si y sólo si es antisim étrica e irreflexiva.
U na relación R es t r a n s i t i v a si y sólo si p a ra cualesquiera objetos *,y,z,
5 = { ( 1 , 2 ), (2 , 1 ), ( 1 , 1 ), <2 , 2 )}
son transitivas.
Observem os que para que una relación R no sea transitiva es necesario y
suficiente que haya objetos a ,b ,c (distintos o no) tales que (a,b) € R , (b }c) G /?,
y {a ,c ) £ R. Así, la relación
« = {< 1 ,2 ),(2 ,1 ),< 1 ,I)}
S = {(1,2), (1,3))
es tran sitiv a, ya que ni siquiera hay objetos .*,y,z tales que (.v,y) E S y (y,z) € S.
Por la m ism a razón, tam bién son transitivas la relación {(1,2)} y la relación
nula.
E je m p l o s
{A x A) - Id¿ = {(x,y) : x € A , y € A , x ¿ y ]
XCAY sii X C A, Y C A y X C Y
R = { < I , 1 ) )<1,2>,<2,3},<113>,<3,2>}
D e m o s t r a c ió n . J u s tif ic a m o s ú n ic a m e n te el p u n to (3 ), d e ja n d o los r e s ta n te s
c o m o e je rc ic io .
Supongam os en prim er lugar que R es una relación transitiva, con el objeto
de m o strar que R\R C R. Si (a,b) € R\R, hay x tal que (a,x) G R y (xyb) € R.
P uesto que R es tran sitiv a, {a,b) € R. Por ser {ci,b) un elem ento a rb itra rio de
R\R, concluim os que R\R C R.
Supongam os, inversam ente, que R\R C R y concluyam os que R es tra n si
tiva. Sean a ,b yc elem entos cualesquiera de A tales que (a ,b ) € R y (b,c) 6 R.
D ebem os m ostrar que (a,c) € R. D ado que (a,b) € R y {b,c) € /?, tenem os que
(fl,c) € R\R. Pero, por suposición, R\R C R. Así {a ,c ) e /?, como queríam os mos
tra r. □
5. R e la c io n e s d e e q u iv a le n c ia y p a r tic io n e s
nos p erm ite clasificar los núm eros naturales en dos clases: la de los pares y la
de los im pares, m ientras que la relación análoga a ésta,
E je m pl o s
entonces la relación
R = S U S U Id¿
es u n a relación de equivalencia en A. (P a ra verlo, sólo hay que verificar
que es transitiva, ya que es claram ente sim étrica y reflexiva en /\.) Las
clases de equivalencia de cada elem ento son
[1 ]* = [2 ] , = { 1 , 2 },
[3]* = [4]* = [% = {3,4,5},
[6]* = [7]* = [8]* = { 6 ,7 ,8 } .
El conjunto cociente es, pues:
6. R e la c io n e s d e o r d e n
1. Si A es el conjunto { 1 ,2 ,3 ,4 }, la relación
X Ca Y sii XCA, Y C A y XC Y ,
ia
representa el orden parcial estricto S en el conjunto -4 = <?,/}:
{ ( a , b ) , {a, c ) , (a, d ) , (a, e ) , ( a j ) , (b, c ) , (b, d ) , <Z>, <>), (¿>, / } , <c, e ) , <¿, e), <¿, / ) }
y tam bién representa el orden parcial reflexivo R en el mismo conjunto A
definido por
R = láÁ US.
El m odo de in te rp re ta r los diagram as de este tipo es el siguiente: (1) xSy
sii hay una línea ascendente (recta o quebrada) que va de a- a y, y (2) xRy sii
a = y o hay u n a línea ascendente (recta o quebrada) que va de a a y.
Un diagram a adecuado p a ra representar el orden parcial (reflexivo o es
tricto) de la inclusión en el conjunto 5P({1,2}), es decir el diagram a de los
órdenes parciales C{, 2j y C (i¿ ), es
{1 ,2 }
0
Un diag ram a adecuado p a ra representar los órdenes parciales de la in
clusión, C{, 2i3 ), y de la inclusión propia, C{i,2,3}, en el conjunto ¡P({1,2,3})
es
Como dijim os al in troducir el concepto de orden (y como se pone de
m anifiesto en el uso de un m isino diagram a p ara un orden reflexivo y uno
estricto), hay una íntim a conexión entre los órdenes parciales reflexivos y los
estrictos. Si R es un orden parcial reflexivo en A , definimos la relación S en A
por:
E je m p l o s
1. Las relaciones R y S del prim er ejem plo de e sta sección son órdenes
parciales no lineales, ya que los elem entos 2 y 3 de A no son com pa
rables.
2. Las relaciones < N, < z y < Q (y, por tanto, tam bién < !>í, < s y < Q)
son órdenes lineales.
3. La relación de inclusión C{ 1,2,3} (y, por tanto, tam bién C{ 1,2,3}) en el
conjunto 5P({ 1,2,3}) 110 es un orden lineal, ya que, por ejem plo, {1,2}
y {1,3} no son com parables (ninguno está incluido en el otro).
4. La relación de divisibilidad D (y, por tanto, D') en el conjunto Z + de
los núm eros enteros positivos no es un orden lineal, ya que, por ejem
plo, los núm eros 14 y 21 son incom parables, puesto que son distintos
y ninguno de ellos es un divisor del otro.
E l e m e n t o s e x t r e m o s d e u n o r d e n p a r c ia l
E je m p l o s
.d
a y b son elem entos m inim ales y e y / son elem entos m axim ales. En
este orden, no hay ningún elem ento m ínim o ni m áximo.
4. En el orden < N de los núm eros naturales, 0 es un elem ento m ínim o y
m inim al. En este orden no hay ningún elem ento m áxim o ni m axirnal.
5. En el orden <¿ de los núm eros enteros no hay ningún elem ento
m ínim o, ni m áxim o, ni m inim al ni m axirnal.
Ó r d e n e s l in e a l e s d i s c r e t o s y d e n s o s
2.
b< x ,
a es predecesor inm ediato de b sii p a ra todo x 6 ¿4, si a < x : entonces
E je m p l o s
E je m p l o s
E je m p l o s
1. El orden (Q, < '^) (o el orden (Q ,< P )) de los núm eros racionales es
denso, ya que si a y b son núm eros racionales tales que a < Q b y
c = (a + b )/2 , entonces a c y c b. E ste orden no tiene elem en
to m ínim o ni elem ento m áxim o, ya que, dado un núm ero racional
cualquiera a, a — 1 es un núm ero racional m enor que a y a + l es un
núm ero racional mayor que a.
2. E l orden ( Q \ < ^ ) (o el orden (Qf,<**)) de los núm eros racionales
no negativos (es decir, mayores o iguales que cero) es denso. Tiene
elem ento m ínim o, el núm ero cero, pero no tiene m áximo.
3. El orden ( Q " , ^ ’) (o el orden ( Q f',< ^ )) de los núm eros racionales
no positivos (es decir, m enores o iguales que cero) es denso. Tiene
elem ento m áxim o, el núm ero cero, pero no tiene mínimo.
4. Sea A el conjunto de los núm eros racionales mayores o iguales que O
y menores o iguales que 1 :
A = { ie Q :0 < Qi < « l )
y sea <A el orden n atu ral entre estos núm eros racionales. El orden
(o el orden (/4,<^)) es denso. Tiene elem ento m ínim o, el n ú
mero cero, y elem ento m áxim o, el núm ero 1 .
C o n s t r u c c i ó n d e a l g u n o s ó r d e n e s l in e a l e s
El conjunto N de los núm eros naturales tiene su orden natural, < N (o, en
versión reflexiva, < N), el orden que nos sirve p a ra contar: 0 , 1 ,2 ,3 ,... Pero es
posible ordenar N de muy d istin ta s m aneras, como se pone de m anifiesto en
los ejem plos siguientes.
E je m p l o 1
(2 ) n es positivo y m = 0 .
1. T iene elem ento m ínim o, el núm ero 1, y elem ento m áxim o, el núm e
ro 0 .
2. Todo elem ento excepto el m áxim o tiene sucesor inm ediato: si n ^ 0,
el sucesor inm ediato de n en el orden < i es / t+ 1 .
3. Todo elem ento, a excepción de I y 0, tiene predecesor inm ediato: si
n es d istinto de 0 y de 1 , el predecesor inm ediato de n en el orden <i
es n - I .
E je m p l o 2
E je m p lo 3
El orden (N, < 2 ) «tiene la forma» de dos copias sucesivas del orden n a tu
ral. La p rim era copia se construye con los núm eros pares y la segunda con los
im pares. No es difícil definir un orden en N que «tenga la form a» de tres copias
consecutivas del orden n a tu ra l. B asta dividir N en tres conjuntos infinitos y
copiar el orden n a tu ra l en cada uno de estos conjuntos. Podem os hacerlo, por
ejem plo, así:
0 ,3 , 6 ,9,12, — 1 ,4 ,7 ,1 0 ,1 3 ,-.. 2 ,5 ,8 ,1 1 ,1 4 ,...
Vemos que los elem entos del prim er conjunto son los m últiplos de 3 (es
decir, los núm eros que dan resto 0 al dividirlos por 3), los del segundo son los
núm eros que dan resto 1 al dividirlos por 3 y los del tercero son los que dan
resto 2 al dividirlos por 3.
Definamos con precisión este orden, al que podem os referirnos com o « < 3 »:
E je m p l o 4
P o d e m o s d e fin ir ta m b ié n ó rd e n e s d is c re to s e n N d is tin to s d e l n a tu r a l.
É s te , p o r e je m p lo (c o m p á re s e con < 2 ):
0 < 4 2 < 4 4 < 4 6 <48 < 4 ....................... < 4 9 < 4 7<4 5 < 4 3 < 4 I .
1. T iene elem ento m ínim o, el núm ero 0, y elem ento m áxim o, el núm e
ro 1 .
2. Todo elem ento excepto el m áxim o tiene sucesor inm ediato: si n as
par, su sucesor inm ediato es w + 2 ; si n es im par y d istin to de 1 , su
sucesor inm ediato es n —2 .
3. Todo elem ento excepto el m ínim o tiene predecesor inm ediato: si n es
p ar y d istin to de 0 , su predecesor inm ediato es n —2 ; si /? es im par,
su predecesor inm ediato es n + 2.
E je m p l o 5
E jem plo 6
0 <6 1 <6 —1 <6 2 <6 —2 <6 3 <6 —3 <6 4 <6 —4 <6 5 <6 —5 •• •
P a ra definir este orden con precisión recordam os que el valor absoluto,
|/?|, de un núm ero n es n m ismo, si n no es negativo, y es - n , si n es negativo.
Así, |0| = 0, 11 1 = | - 1 1= 1 , |2 | = | - 2| = 2, etc. L a definición del orden <6 en
el conjunto Z reza así: si n £ Z y m £ Z,
A p a rtir de e sta definición podem os verificar que (Z, < 6) es un orden lineal
discreto con elem ento m ínim o y sin elem ento máximo.
7. R e la c io n e s e n t r e v a rio s o b je to s
Las relaciones que hemos considerado h a sta ahora se dan entre pares de
objetos. Pero es conveniente generalizar el concepto de relación de m odo que
sea posible hab lar de relaciones que se dan entre m ás de dos objetos. Relaciones
de este tipo no son difíciles de hallar. Así, podem os considerar la relación que
se d a en tre tres puntos a ,b yc de una línea recta, cuando el prim ero está situado
en tre el segundo y el tercero. P uesto que se d a entre tres objetos, direm os que
se tr a ta de una relación ternaria. O tro ejem plo d» relación te rn a ria es la que
se d a en tre tres núm eros naturales cuando el últim o es la sum a de los dos
prim eros, o la que se d a en tre tres seres hum anos a ,b ,c cuando a es hijo de
b y c. Hay tam bién relaciones cuaternarias, que de dan en tre cu atro objetos,
como la relación que se d a entre los núm eros enteros positivos mrn ,k ,l cuando
n i- l = n k, es decir cuando m /n = k fl , o la que se d a en tre cu atro puntos
de un plano cuando son los vértices de un mismo cuadrado. No hay razón
p a ra detenernos aquí. Podem os considerar tam bién relaciones que se dan entre
cualquier núm ero determ inado de elementos. P ara d ar cuenta de estos tipos
m ás generales de relación de m odo análogo a como hicimos con las relaciones
binarías, es decir, p a ra tra ta rla s como conjuntos, necesitam os in troducir los
conceptos de triplo ordenado, de cuádruplo ordenado, etc.
Definimos, en prim er lugar,
= <(a,t),c>
y decim os que {a,b,c) es el t r i p lo o r d e n a d o de a ,b y c. Con ay u d a del con
cepto de triplo ordenado, definimos
( a ,b ,c }d) = ((a ,b ,c ),d ),
y decim as que (a,b,c>d) es el c u á d r u p l o o r d e n a d o de a ,b tc y d. M ás ge
neralm ente, si n es un núm ero n a tu ra l cualquiera y ya hemos definido el n -
t u p io o r d e n a d o (« i,<32, - -. ,a„) de las objetos a ¡,a 2}... ,ci„, podem os definir
el (n + 1 )—tupio ordenado de a ¡,a 2 , . . . ta„,a„+ i así:
jOn, Qft+1 ) ((¿J| ,íl2 >• • • ,<!„>,«„+|>.
Lo im portante de estos conceptos es que cum plen la condición análoga a
( 3 . 1 ), que exigimos al p ar ordenado:
si (a,b,c) = (a !,b \c ')y entonces a = a '%b = b' y c = c1,
si (a ,b ,c ,d ) = (a ',b ',c \ d '), entonces a = a \ b = b \ c = c' y d = d ’
y, en general, p a ra « -tu p io s,
si ( o ,,... %an) = X ) , entonces a { = a \ , ... y a,,= a 'tr
Verificamos que e sta condición se cum ple p a ra el caso de los triplos orde
nados. Supongam os que (ci,b,c) = (<a \ b \ c '), es decir, por la definición de triplo
ordenado, que ({a ,b ),c) = ((o ',¿ /),c '). P or la propiedad básica de los pares o r
denados (3.1), tenem os que
(a,b) = (a',b‘) y c' = c'.
Por la m ism a propiedad de los pares ordenados, nuevam ente,
a = a y b = b' y c = c1,
como debíam os m ostrar.
El caso de los cuádruplos ordenados se reduce al de los triplos y, en
general, el caso de los (/i+ l)-tu p lo s se reduce al de los n -tuplos.
Definimos ahora la generalización a varios factores del producto carte
siano.
A2 = AxA,
A2 = A2 x A ,
A* = A3 x A.
En general, si ya hemos definido A",
An+l = An x A
E je m p l o s
1. El conjunto
R = {(n ,m ,k ) : n m = k}
es una relación tern a ria en el conjunto N de los núm eros naturales.
2. El conjunto
5 = {(«i,«,&,/) : « • / = «•£}
es u n a relación c u a te rn a ria en N.
8. E je rc ic io s
1. C om plete:
~ÁxB = (U x U) - [A x B).
(a) a T B = ( A x U ) U { U x B),
(b) Ax~B = (A x B) U (A x B) U {A x B) ,
(c) U x U = (A x B) U( A x B)[J{Á x B)\J{A x B).
11. Sea R = {(1,2),(1,3),(3,2)}. Calcule los productos relaciónales R\R, R\R, R\R y
12. Sea R = {(1,2),(2,3),<3,4)}. Calcule los productos relaciónales R\R, R\R y
R\R.
13. Halle una relación R en el conjunto A = {1,2,3,4,5} tal que R\R sea la relación
total en A y R\R conste de un solo par.
R\(SUT) = (R\S)U{R\T).
20. Discuta las propiedades de las relaciones siguientes. Es decir, determine de cada
una de ellas si es reflexiva en su campo, irreflexiva, simétrica, etc.
(a) K = {<1.2)><I,3>,(2,3>,<1,1)}.
(b) S = {{1,2), (2 ,1),{I,1)}-
(c) T = {(1,2), (1,3), (1,4)}.
(d) La relación de identidad en un ajnjunto no vacío A.
(e) La relación vacía en un conjunto no vacío A.
(f) La relación total en un conjunto no vacío A.
(g) La relación R = {(«,/»): n € N y m € N y n ^ ni).
(h) La relación R = {(n,m) : « € N y m € N y n < m}.
(i) La relación R = {(n ,m ) : n € N y ni € N y n < ni}.
(j) La relación R = {(/»,/») : n € N y m 6 N y n = m2}.
(k) La relación (ene?- el mismo número de letras en el conjunto de las palabras
castellanas.
(1) La relación ser padre de en un conjunto dado de seres humanos.
(m) La relación ser antepasado de en un conjunto dado de seres humanos.
(n) La relación estar casado con en una sociedad monógama.
21. ¿Hay relaciones que sean a la vez simétricas y antisimétricas? Si las hay, ¿cómo
son?
24. Halle un conjunto A y una relación R en A que sea simétrica y transitiva, pero
no reflexiva en A.
26. Supongamos que R y S son relaciones simétricas. ¿Lo serán también RUS, RO S,
R - S y R\S? Justifique las respuestas.
28. Supongamos que R y S son relaciones transitivas. ¿Lo serán también RUS, ROS,
R - S y R\S? Justifique las respuestas.
35. Sea R una relación de equivalencia en un conjunto A. ¿Es también R una relación
de equivalencia en A'f. ¿Por qué?
39. Sea R una relación de equivalencia en un conjunto A. ¿Es también R\R una rela
ción de equivalencia en A?
41. Defina una relación de equivalencia en el conjunto N que tenga infinitas clases
de equivalencia.
(a) dom(/?) = A y
(b) para cualesquiera x,ytz € A, si xRz y yRz, entonces xRy.
43. Sea A el conjunto de los seres humanos nacidos entre 1900 y 1999 y sea R la
relación en A tal que si a,b € A, aRb sii el año del nacimiento de a es el mismo
o es anterior al año del nacimiento de b. ¿Es R un orden parcial reflexivo en /l?
En caso negativo, ¿por qué no? En caso afirmativo, ¿es un orden lineal? ¿por
que?
44. Sea A el conjunto de los seres humanos nacidos entre 1900 y 1999 y sea S la
relación en A tal que si a,b € A, aSb sii el año del nacimiento de a es anterior al
año del nacimiento de b. ¿Es S un orden parcial estricto en /l? En caso negativo,
¿por qué no? En caso afirmativo, ¿es un orden lineal? ¿por qué?
45. Sea A el conjunto { 1,2,3,..., 1000} de los mil primeros enteros positivos y sea S
la relación en A tal que si n,m 6 A , nSm sii la última cifra de n es estrictamente
menor que la última cifra de m. ¿Es 5 un orden parcial estricto en -4? En caso
negativo, ¿por qué no? En caso afirmativo, ¿es un orden lineal? ¿por qué?
46. Sea A el conjunto {1,2,3,..., 1000} de los mil primeros enteros positivos ysea
R la relación en A tal que si n,m <EA, nRm sii la última cifra de n es menor o
igual que la última cifra de m. ¿Es R un orden parcial reflexivo en A'{ En caso
negativo, ¿por qué no? En caso afirmativo, ¿es un orden lineal? ¿por qué?
47. Describa todos los órdenes lineales estrictos en el conjunto {1,2,3,4}.
51. Si un orden parcial tiene elemento máximo, este elemento máximo es el único
elemento maximal de A. Muestre, sin embargo, que es posible que un orden
parcial tenga un único elemento maximal pero no tenga elemento máximo. Con
mayor precisión, defina un orden parcial con un único elemento maximal y sin
elemento máximo.
53. Supongamos que A y B son conjuntos disjuntos y sean {A, <A) y (B, <fí) órdenes
lineales estrictos. Consideremos el conjunto E - A U B y definamos la relación
<F en E así:
x <E y sii (l)x€AyyzB o
(2) x € A t y € A y x < Ay o
(3) x e B, y e B y x <By.
(a) (i4, <*) tiene elemento máximo y (B,<b) tiene elemento mínimo,
(b) (A,< a )tiene elemento máximo y (B,< 8) no tiene elemento mínimo,
(c) {At <A) no tiene elemento máximo y (B,< ° ) tiene elemento mínimo,
(d) {A,<A) 110 tiene elemento máximo y (B}<B) no tiene elemento mínimo.
En los casos en que (E, <L) no es discreto, diga qué elementos carecen de pre
decesor inmediato o de sucesor inmediato.
En los casos en que (E, <E) no es denso, diga qué elementos poseen predecesor
inmediato o sucesor inmediato.
¿Tiene este orden orden elemento mínimo? ¿Tiene elemento máximo? ¿Qué ele
mentos tienen sucesor inmediato? ¿Qué elementos tienen predecesor inmediato?
¿Es un orden discreto?
¿Tiene este orden orden elemento mínimo? ¿Tiene elemento máximo? ¿Qué ele
mentos tienen sucesor inmediato? ¿Qué elementos tienen predecesor inmediato?
Muestre que 0 no tiene predecesor inmediato ni sucesor inmediato.
60. Supongamos que (Á,<A) y (B,<B) son órdenes lineales. Definamos la relación
< en el producto cartesiano A x B así:
FUNCIONES
1. E l c o n c e p to d e fu n c ió n
E je m pl o s
f i a) — b sii (a,b) 6 / .
Decimos q u e (/(a ) es e l v a lo r d e / e n el a r g u m e n to a , o e l v a lo r q u e
/ a s ig n a al a r g u m e n to (i. En este contexto, «argum entó» es sinónim o de
«elem ento del dom inio».
Así, si F es la función del ejem plo 1, todo entero positivo pertenece a su
dom inio y F asigna a cada entero positivo n su sucesor inm ediato / i + 1, de
m anera que F ( 1) = 2, F( 2) = 3 y, en general, F(n) = n + 1. Si / es la función
del ejem plo 4, el dom inio de / es el conjunto de los núm eros pares, ya que son
los únicos núm eros enteros cuya m itad es tam bién un núm ero entero; / asigna
a c ad a núm ero p ar su m itad, de modo que / ( 2 ) = I, / ( 4 ) = 2 y, en general,
f ( 2 n ) = n. (Pero no tiene sentido preguntarse por /( 5 ) , ya que una función
sólo asigna valores a los elem entos de su dom inio y 5 d o m (/).)
Obsérvese que un objeto b es un valor de una función / si y sólo si
hay algún objeto a € d o m (/) tal que f ( a ) = b} es decir, tal que (a,b) € f . En
o tra s palabras, ser un valor de una función no es m ás que pertenecer a su
recorrido, p o r lo que el conjunto de los valores de una fu n ció n es su recorrido.
E n sím bolos,
re c (/) = { / ( * ) :.t e d o m ( / ) } .
y
(a,b) € g sii a e dom (¿) y g{a) = b ,
de m odo que
ff'-A ►Bj
1. d o m (/) = A y
2. p a ra todo I? € B hay algún a € A tal que f ( a ) = b.
E je m pl o s
r ' - 7
y decim os que / ~ l es la f u n c ió n in v e r s a de / .
No olvidem os que sólo podem os hablar de / “ ' cuando / es u n a función
inyectiva. Si / 110 es inyectiva, la notación « / - l » carece de sentido.
E je m p l o s
C o m p o s ic ió n d e f u n c io n e s
= * (/(« ))•
Así, p a ra obtener el valor de la función g o f en el argum ento a aplicam os
en prim er lugar la función / a a , obteniendo / ( a ) , y a continuación aplicam os
la función g a / ( a ) , lo cual es posible, ya que f ( a ) pertenece a B , que es el
dom inio de g. De este m odo obtenem os g( f ( a) ) , que es precisam ente (g o f ) ( a ) .
f 8
A ------------------ B ------------------ C
E jem plo
f ( n ) = 5n y g(n) = n2,
entonces p a ra cada n 6 N,
g o f = { ( a , c ) : a € A y c = g{f(a))}}
de m odo que
Por consiguiente,
8 ° f = f\g>
es decir, la composición de las fun ciones g y f es el producto relacional de las
relaciones f y g.
I m a g e n d e u n c o n j u n t o p o r u n a f u n c ió n
N aturalm ente,
/[0] = 0 y f[A \ = re c (/).
E je m p l o
A n t i i m a g e n d e u n c o n j u n t o p o r u n a f u n c ió n
D e m o s tra c ió n . (1) es c la ro . C o n re s p e c to a (2 ), d e b e m o s m o s tr a r q u e p a r a
to d o x G /l,
f ( x ) € Y UZ sii f ( x ) e Y o f ( x ) 6 Z.
Pero esto es inm ediato por la definición de la unión. Con la m ism a facilidad
se justifican (3) y (4). □
(1) s i X C A , X C r l [f[X]]>
(2) s i Y C B , f [ f ~ l[Y]] C Y.
(3) / es inyectiva sii para todo X C A, X = f ~' [f [X\ ],
(4) / es sobre B si y sólo si para todo Y C B, Y = f [ f ~ l [K]].
D ejam os la justificación de e sta proposición como ejercicio.
2. B iy e c ta b ilid a d
E je m pl o s
H(A)=a \
Id* = {(*,)>) :x ,y 6 A, x = y }
DEMOSTRACIÓN. (1) es claro. Pasem os, pues, a (2). Sea / una biyección entre
A y B. Por ser / inyectiva, f ~ l es una función de la que ya sabem os que es
inyectiva. E l dom inio de f ~ 1 es el recorrido de / y el recorrido de / “ 1 es el
dom inio de / . Así, por ser / una función de A sobre B , / - 1 es una función de
B sobre A, o sea, u n a biyección en tre B y A.
Ocupém onos finalm ente de (3). Supongam os que / es u n a biyección entre
A y B y que g es u n a biyección entre B y C. Sabem os que g o f : A — > C.
D ebem os verificar que g o f es inyectiva y sobre C.
P a ra m ostrar que g o f es inyectiva, sean x ,y G A y supongam os que
( g ° f ) M = ( « ° / ) M - E sto significa que * ( /( * )) = g ( f ( y ))-P u e s to que g es
inyectiva, tenem os que f ( x ) = f ( y ) . Pero tam bién / es inyectiva. Así x = y. Por
ser x , y elem entos cualesquiera de A, concluim os que g o f es inyectiva.
P a ra verificar que g o f es sobre C debernos ver que todo elem ento de C
es un valor de g o f . Sea, pues, c un elem ento de C. P or ser g sobre C, hay
b e B tal que g(b) = c. Por ser / sobre B, hay a e A ta l que f ( a ) = b. Así
( # ° f ) ( a) = 8 Í f ( c0) = g{b) = c. Puesto que c es un elem ento a rb itra rio de C,
concluim os que g o f es sobre C. □
(1) / - Io / = I d „
(2 ) / o / - 1 = I d g.
D ado que / : A — >B y que / “ ': B — >A , podem os com poner f ~ l con / y
tam bién / con / “ 1, de m odo que
(f-'°f) : A -* A y ( / o / -1 ) : B — > B.
P r o p o s i c i ó n 4 .1 0 . Si f \ A — >B, g \ B — >A y
(1) S ° /= M a ,
(2 ) f o g = ldB,
(1) A~A,
(2) si A ~ B, entonces B ~ A,
(3) si A R v B ~ C . entonces A ~ C .
3. I s o m o rfis m o
E je m pl o s
C o r o l a r i o 4.1 5 .
S i R, S y T son relaciones en los conjuntos A, B y C,
respectivamente, entonces
(1) (A,R)*(A,R),
(2) si (AyR) 2* (ByS), entonces (B, S ) =í (A,R),
(3) si (A}R)S* (B,S) y (B ,S ) ^ {C J ), entonces (A ,R ) ^ <C,7’>.
4. O p e r a c io n e s e n u n c o n ju n to
f(a\,a2 ,a,¡)
en vez de
f ( ( a u a2i. . . , a„)).
A m enudo nos encontram os con funciones (uñarías, binarias, ternarias,
etc.) en un cierto conjunto cuyos valores pertenecen tam bién al m ism o con
ju n to . Así, la su m a de dos núm eros naturales es un núm ero n a tu ra l y la sum a
de dos núm eros enteros es un núm ero entero. E n estos casos decimos que la
función es u n a operación en el conjunto en cuestión. Con to d a precisión: si
A es u n a conjunto cualquiera, una o p e r a c ió n u n a r i a en A es u n a función
un aria de A en A, u n a o p e r a c ió n b i n a r i a en A es una función b in aria de A
en A , u n a o p e r a c ió n t e r n a r i a en A es u n a función tern a ria de A en A. En
general, p a ra todo núm ero entero positivo n, una o p e r a c ió n « - a r ia en A es
u n a función «-aria de A en A, es decir, es u n a función de A" en A.
L a sum a y el producto de núm eros naturales, esto es, las funciones F y
G de N2 en N definidas por
F(n,rn) = n + m y G (n,m)=nm,
es u n a o p e ra c ió n te r n a r ia e n N. F in a lm e n te , la fu n c ió n h d e N4 e n M d e fin i
da por
h(n, m, k, l) = (n + m) • (k + /)
es u n a fu n c ió n c u a t e r n a r i a e n N.
5. E je rc ic io s
f (n) = 2n.
F(n) = n + 7.
/i(/i) = n + 7.
B(n\ = { » /2 si n ^ P^.
| n si /i es impar.
f(n) = i n + 1 si n es par»
J | n — 1 si ti es impar.
n /2 si n es par,
« (« )= { 0 si n es impar.
{
- ( / j / 2) si n es par,
h(n)
(« + I)/2 s in es impar.
9. Cien personas se examinan. Las calificaciones posibles son 0 ,1 ,2 ,..., 10. Sea A
el conjunto de estas cien personas, sea B el conjunto de las calificaciones posibles
y sea / la función que asigna a cada persona la nota que obtiene en el examen.
Sabemos que exactamente tres personas han suspendido, es decir, han obtenido
una calificación menor que 5. ¿Es / inyectiva? ¿es sobre B?
10. Muestre que la intersección fC\g de dos funciones es una función. ¿Es cierto que
si / : A — >B y g : A — » B, entonces fC\g : A — >B1
12. (a) Halle dos funciones f y g cuya unión / U g no sea una función.
(b) Muestre que la unión / U g de dos funciones / y g es una función si y sólo
si f{x) =#(•*) para t0(*o objeto* 6 dom (/) n dom(g).
(a) g ° f es inyectiva,
(*>) ( g ° f ) ~ l - D — >A,
(c) ( g o f ) " 1 = f - l og~l.
18. Sea / una función con dominio A. Muestre que / es inyectiva si y sólo si para
cualesquiera X, Y CA, f \ X - Y } = f[X] - f[Y).
si f og — f oh, entonces g = h.
s \ g o f = h o f , entonces g = h.
26. Supongamos que / : A — > fí. Sea F la función de <P(fí) en íP(/\) que asigna a
cada subconjunto de fí su antiimagen por / , es decir, para todo Y Cfí,
F(Y)=r'[y]-
Muestre que
27. Sea h un isomorfismo entre los órdenes lineales estrictos (A, < /') y (fí, <B). Mues
tre que, para todo x 6 A,
28. Sea h un isomorfismo entre los órdenes lineales estrictos {A, <A) y (fí, <B). Mues
tre que, para cualesquiera x,y € A, x es el predecesor inmediato de y en el orden
(A,<*) si y sólo si /i(x) es el predecesor inmediato de h(y) en el orden (fí,<R).
29. Sean (A,<A) y (fí,< D) órdenes lineales estrictos isomorfos. Muestre que
Muestre que /» es isomorfismo entre (A,<A) y (fí, <B) si y sólo si h es una función
estrictamente creciente de A sobre fí.
C a pítu lo 5
1. L o s n ú m e r o s n a t u r a l e s
Todos estam os fam iliarizados con los núm eros naturales, es decir, con
los núm eros enteros 110 negativos, 0 ,1 ,2 ,3 ,... A hora bien, ¿podem os sistem a
tizar adecuadam ente nuestro conocim iento? Dicho de otro m odo, ¿podem os
seleccionar algunos principios básicos sobre los núm eros n atu rales que, por así
decir, com pendien todo lo que sabem os sobre ellos? De esto nos ocupam os
ahora.
La idea básica de nu estra concepción de los núm eros naturales es que todo
núm ero n a tu ra l d istinto de cero se obtiene a p a rtir del núm ero cero aplicando
u n a o más veces la operación sucesor, la operación que asigna a cada núm ero n
el núm ero n -f- 1 . Así, p a ra describir todos los núm eros naturales nos b a sta n dos
símbolos: uno, 0, p ara el núm ero c e ro y otro, S, p ara la operación s u c e s o r.
Los dos prim eros principios sobre los núm eros naturales son obvios:
P 1 0 es un número natural.
E stos dos principios nos perm iten obtener o generar todos los núm eros
naturales. G racias a P1 obtenem os directam ente el núm ero 0. A plicando P2
a 0 obtenem os el núm ero 1 (= SO). Si ahora aplicam os P2 a 1, obtenem os el
núm ero 2 (= SI). U na nueva aplicación de P 2 nos perm ite obtener el núm ero
3, o tra aplicación el núm ero 4, u n a m ás el núm ero 5, etc. E squem áticam ente,
1 = SO
2 = SI = SSO
3 = S2 = SS1 = SSSO
(1 ) oex y
(2) para todo núm ero natural n, si n G X , entonces S/i G X ,
P 4 0 7io es sucesor de ningún núm ero natural (es decir, para todo número
natural n, 0 / S/?).
(1) Oex y
(2) p a ra todo n £ N, si n E X, entonces S/i E X.
P a ra establecer (2), consideram os un núm ero n atu ral arb itra rio , n, supo
nem os que /i E X y m ostram os que Sn £ X. En este contexto, nos referim os a
la suposición de que n E X como la h ipótesis inductiva. Veamos un ejem plo de
dem ostración por inducción.
(1) OeX.
Así, por el principio de inducción, todo núm ero n atu ral pertenece a X, es
decir, p a ra todo n € N, S n ^ n . □
P r o p o s i c i ó n 5 .2 . ( R e f o r m u la c ió n d e l p rin c ip io d e in d u c c ió n ) D a
da una propiedad O , si
X = {« € N : <I>(n)}.
P uesto que pertenecer a X no es o tra cosa que poseer la propiedad <I>, (i)
y (ii) nos dicen que (1) 0 € X y (2) p a ra todo n £ N, si n E X , entonces Sn E X .
Por tanto, por el principio de inducción, todo núm ero n a tu ra l pertenece a N,
es decir, todo núm ero n a tu ra l posee la propiedad 3>. □
(a) si n € N, S(/i) ^ 0,
(b) si n, m € N y n m, entonces S(n) ^ S(m),
(c) si X C N es ta l que (1) 0 € X y (2) sin £ X , S(/i) € X , entonces X = N.
2. E l o r d e n d e los n ú m e r o s n a tu r a le s
Sabem os que
0 ) 0 < 0,
(ii) p a ra todo núm ero n atu ral n , si 0 < n, entonces 0 < Sn.
A hora bien, (i) es inm ediato, ya que ciertam ente 0 = 0. E n cuanto a (ii),
supongam os (hipótesis inductiva) que 0 < n. Por la proposición 5.3, n < Sn.
Así, por P6, 0 < S/i, que es lo que debíam os m ostrar. □
(1) 0 € X.
P r o p o s i c i ó n 5 .9 . ( P r i n c i p i o d e i n d u c c i ó n c o m p l e t a ) S i <í> es una
propiedad tal que, para todo número natural n,
(*) s i todo núm ero m enor que n tiene la propiedad <I>, tam bién la tiene n,
entonces lodo núm ero natural tienen la propiedad í>.
3. C o n ju n to s fin ito s
Un conjunto finito es aquel cuyos elem entos pueden ser contados. ¿Qué
es contar? C uando contam os los elem entas de un conjunto asignam os suce
sivam ente núm eros naturales a sus elem entos, de m odo que a cada elem ento
del conjunto se le asigna un núm ero n a tu ra l y sólo uno. N orm alm ente em pe
zamos a contar p o r el núm ero I. Si lo hacemos así y al contar asignam os a los
elem entos del conjunto X los núm eros 1,2,3,4 y 5, decirnos que el conjunto
tiene cinco elem entos, ya que 5 es el últim o núm ero usado. Aquí no lo harem os
exactam ente así, sino que em pezarem os a contar por el núm ero 0 . C ontarem os
los elem entos del conjunto X = {a ,b }c ,d ,e } con los núm eros 0 ,1 ,2 ,3 y 4. Y
direm os que X tiene 5 elem entos porque 5 es el m enor núm ero no usado p a ra
contar los elem entos de X .
Con el fin de describir con precisión el concepto de contar, consideram os,
p a ra cada núm ero n a tu ra l n , el conjunto
I/t = {k € N : k < #i},
que es el s e g m e n t o i n i c i a l de núm eros naturales determ inado por n. Así,
I„ es el conjunto de los núm eros naturales estrictam ente m enores que n, de
m an era que, por ejem plo, I5 = {0 , 1 , 2 ,3,4}, Ij = {0 } e lo = 0 .
Lo que hacem os al contar los elem entos de un conjunto es establecer una
biyección entre un segm ento inicial de núm eros naturales y el conjunto en
cuestión. Si X = { a ,b ,c ,d ,e } y contam os los elem entos de X en el orden en que
los hemos representado, obtenem os la siguiente biyección en tre I 5 y X:
{<0,a),<l,i),<2,c>,<3,d)1(4,í >}.
Si contam os en el orden opuesto, la biyección que establecem os es
{(0ȣ>i (2,c), (3,/?), (4, a)}.
O tro orden en el proceso de contar d a lugar a o tra biyección entre I 5 y X:
(
b si z = fl,
y si z = *,
f{z) si z ¿ a y z ¿ x]
es decir
8 = ( / - { { « , y ) , <*, b)}) U {(fl, /;), (x}y ) }.
No es difícil com probar, con la ayuda de un sencillo diagram a, que g es
la biyección buscada. □
(1 ) 0 6 *.
h = g-{(n,k)}
Por (1) y (2), el principio de inducción nos perm ite concluir que todo
núm ero n a tu ra l pertenece a X. □
E ste corolario nos p erm ite definir qué entendem os por el núm ero de ele
m entos de «111 conjunto finito: si A es un conjunto finito, el n ú m e r o d e
e le m e n to s de A es el único n € N tal que I„ ~ A. Así, p a ra c a d a n E N, I„
es un conjunto finito de n elem entos.
Concluim os nuestra presentación del concepto de finitud con dos propo
siciones cuya dem ostración dejam os como ejercicio.
4. C o n ju n to s in fin ito s
D e m o s tra c ió n . L o s dos prim eros puntos son reform ulaciones de las pro
posiciones 5.14 y 5.15. El tercero se sigue de los dos prim eros, ya que to d a
función inyectiva es una biyección entre su dom inio y su recorrido. □
Los núm eros naturales nos perm iten clasificar los conjuntos finitos con
respecto a su núm ero de elem entos o, como tam bién decimos, su cardinalidad.
Hay infinitas clases de conjuntos finitos según su cardinalidad: hay un conjunto
d e cero elem entos, hay conjuntos de un elem ento, de dos elem entos, etc. ¿Q ué
podem os decir a este respecto de los conjuntos infinitos? ¿Tienen todos la
m ism a cardinalidad, el mismo núm ero de elem entos?
¿Q ué querem os decir con e sta pregunta? ¿Disponem os acaso de núm eros
infinitos con los que m edir la m agnitud de los conjuntos infinitos? Si refle
xionam os un poco, descubrirem os que podem os d a r sentido a la p reg u n ta sin
necesidad de apelar a núm eros infinitos; lo único que debem os hacer es gene
ralizar apropiadam ente lo que ocurre en el caso de los conjuntos finitos. Dos
conjuntos finitos tienen el mismo núm ero de elem entos si y sólo si son biyec
tables. D ado que tiene sentido preguntarse p o r la existencia de u n a biyección
e n tre dos conjuntos aunque los conjuntos en cuestión sean infinitos, nuestro
in ten to de p regunta acerca de si todos los conjuntos infinitos tienen o no la
m ism a cardinalidad se convierte en u n a p regunta inteligible: si A y B son
conjuntos infinitos, ¿hay siem pre una biyección entre A y B? Intuitivam ente,
una respuesta afirm ativa significaría que todos los conjuntos infinitos tienen la
m ism a m agnitud, la m ism a cardinalidad, son igual de grandes, m ientras que
u n a respuesta negativa p o d ría ab rir el cam ino a u n a teoría de la m agnitud o
de la cardinalidad de los conjuntos infinitos.
P u esto que ya sabem os que el conjunto N de los núm eros n atu rales es
infinito, la p regunta anterior puede reform ularse así: ¿son todos los conjuntos
infinitos biyectables con N? Decimos que un conjunto es n u m e r a b le si es
finito o es Inyectable con N. U na respuesta afirm ativa a la p reg u n ta anterior
sería equivalente a la afirm ación de que todos los conjuntos son num erables.
Antes de aventurar una respuesta, ocupém onos brevem ente de estos conjuntos.
D ado que la relación de biyectabilidad es transitiva, la siguiente proposición
es obvia.
No dem ostrarem os aquí e sta proposición, puesto que nos faltan los ins
trum entos p a ra hacerlo con rigor. Pero no es difícil ver cómo hallar los valores
sucesivos de u n a biyección g en tre N y un conjunto infinito A de núm eros
naturales. g(0) es el elem ento m ínim o de A, g ( l) es el elem ento m ínim o de
A - {g(0)}, es decir el m enor elem ento de A mayor que £(0), #(2) es el menor
elem ento de A mayor que #(1), g(3) el m enor elem ento de A mayor que g (2),
etc. En general, si ya hemos hallado g(n)t g( Sn) será el m enor elem ento de
A mayor que g(n). E ste procedim iento funciona, ya que A no tiene elem ento
m áximo.
f(k) si k < n
Es claro que g es sobre A. Así, tan to si A es finito como infinito, hay una
función de N sobre A.
Justifiquem os a h o ra el condicional inverso. Supongam os que g es una fun
ción de N sobre un conjunto A. C laram ente, A / 0. Definamos la función h de
A en N por:
h(a) = el m enor núm ero n tal que g(n) = a.
No es difícil ver que h es inyectiva y que, por consiguiente, es u n a biyección
en tre A y un subconjunto de N. Por el corolario 5.20, A es num erable. □
n/2 si n es par,
h(n) = ■
—( ; i + l )/2 si /; es im par,
es u n a biyección en tre N y Z. □
P uesto que Z es la unión de N y el conjunto de los núm eros negativos, la
proposición que acabam os de dem ostrar es un caso particu lar de la siguiente.
J/ (( »n f/ 22)) si n es par,
/.( « ) =
£ ((,J — 0 / 2 ) si n es im par.
Vemos que si a - f ( n ) y b = g(n), entonces a = h(2n) y b = h(2n + 1), de
m odo que h es una función de N sobre A \JB . Por la proposición 5.22, A U B es
num erable. □
g(P/ q) = v y
g ( - p / q ) = 2'3»5
*( 0 ) = o.
donde P\,Pi,P3,-- - ,p„ son los n prim eros núm eros prim os. Dado que todo
núm ero n a tu ra l es representable de un único m odo como producto de núm eros
prim os, la función h es inyectiva. Pero esto significa que h es u n a biyección en
tre el conjunto SC y un subconjunto de N, por lo que, por el corolario 5.20,
SC es num erable. □
P r o p o s i c i ó n 5.30.
S i A es un conjunto numerable no vacío, el conjunto de
todas las sucesiones finitas de elem entos de A es infinito numerable.
Todos los conjuntos infinitos que hemos exam inado son num erables, pero,
como veremos ahora, no todo conjunto infinito es num erable. El conjunto de
todos los conjuntos de núm eros n aturales, el conjunto potencia de N, no lo es.
A = { n G N : « 0 F(/i)}.
d e m o d o q u e p a r a c a d a n G N, A ^ F(n). A n o es, p u e s , u n v a lo r d e F. □
C o r o l a r io 5.32. üP(N) no es numerable.
Ar = {« G N : n g F (n )}.
Veamos algunos ejem plos sencillos.
Lo im portante es que la regla que nos perm ite obtener A¡.- a p a rtir de F
es aplicable a cualquier función, por com pleja que sea su definición.
Decir que !P(N) no es num erable es decir que no hay ninguna biyección
en tre N y !P(N). El argum ento que hemos ofrecido p a ra justificarlo puede ser
generalizado a cualquier conjunto en el lugar de Ñ. N ingún conjunto es In
yectable con su conjunto potencia. Lo m ostram os im itando la dem ostración
anterior.
a 6 X s ii a £ F(ci),
E sta proposición nos perm ite concluir que hay una sucesión infinita de
conjuntos infinitos de cardinaJidades estrictam ente crecientes:
E sto 110 es m ás que el inicio. Pero aq u í 110 podem os ocuparnos de la inm ensa
variedad de conjuntos infinitos descubierta por Georg C antor (1845-1918).
E je rc ic io s
LÓGICA PROPOSICIONAL
C a p ítu lo 6
1. In tro d u c c ió n
2. E l le n g u a je d e la ló g ic a p ro p o s ic io n a l
Un lenguaje formal tiene un com ponente sintáctico y otro sem ántico que
se introducen en este orden. La sintaxis de un lenguaje formal consta de un
alfabeto (o vocabulario) y de u n a gram ática. El alfabeto del lenguaje e stá
constituido por un conjunto de sím bolos que suelen presentarse clasificados en
tre s categorías: lógicos, no lógicos y auxiliares (o de puntuación). Todos los
lenguajes formales tienen tan to sím bolos lógicos como no lógicos, pero pueden
no ten er sím bolos auxiliares. Las expresiones del lenguaje son sim plem ente las
sucesiones de sím bolos del alfabeto, pero, del mismo m odo que en los lenguajes
n atu rales no to d as las sucesiones de palabras son expresiones sintácticam ente
correctas, no to d as las sucesiones de sím bolos son aceptables. La g ram ática
del lenguaje consiste, esencialm ente, en un conjunto de reglas que nos p er
m iten obtener o, como direm os en lo sucesivo, generar aquellas expresiones
del lenguaje que consideram os correctam ente form adas. A estas expresiones
las llam arem os fórm ulas. A continuación introducim os el alfabeto del lenguaje
form al y después presentarem os la definición de fórmula.
El alfabeto de un lenguaje L de la lógica proposicional consta de los
siguientes símbolos:
1. L e t r a s p r o p o s i c i o n a l e s . El núm ero de letras proposicionales pue
de variar de un lenguaje a otro. En lo sucesivo, supondrem os que las
letras proposicionales del lenguaje se encuentran entre las letras «/?»,
«<?», «r», «.?» y «/» (con o sin subíndices).
2. C o n e c tiv a s : A, v , —> y *->.
3. P a r é n t e s is .
Py -'(-'P A “^ ) ,
(P -><?)» ( p A ( ^ A r )) ,
— P. (- ’-V>A(- 7 >V<?)).
C o n s id e r a c io n e s s in t á c t ic a s
L en g u a je o b jeto y m e ta len g u a je
Los símbolos y las fórm ulas de un lenguaje formal son tam bién entidades
de tip o lingüístico, pero en este caso podem os ad o p ta r una convención diferente
sobre la form ación de los nom bres que evita el uso constante de comillas.
E n el caso de los lenguajes formales, como nom bre en el m ctalenguaje de
un sím bolo tom am os el sím bolo mismo y, en general, como nom bre de una
expresión tom am os la expresión m ism a. De hecho, e sta convención es la que
venim os utilizado desde el comienzo. Así, por ejem plo, en lugar de escribir,
A es u n a conectiva,
p A q es u n a fórmula.
1. si a. G C, entonces -»a G C,
2. si a € C y P € C, entonces (o. A p), ( a V p ) , ( a (3) y ( a p) p erte
necen a C.
El principio de inducción com pleta p a ra núm eros n atu rales nos perm i
te form ular otro principio de inducción p ara fórmulas. Llam em os g r a d o de
u n a fórm ula al núm ero de sus símbolos lógicos (esto es, al núm ero de sus
conectivas). Por ejem plo, to d as las letras proposicionales tienen grado 0, la
fórm ula tiene grado 2 y -»->-«/? tiene grado 3. El hecho de que el grado
de las fórm ulas sea un núm ero n a tu ra l nos perm ite d em ostrar que to d as las
fórm ulas tienen c ierta propiedad aplicando el principio de inducción com pleta
p a ra núm eros naturales.
Com o antes, imaginem os que deseam os dem ostrar que t odas las fórm ulas
de L tienen c ierta propiedad T . Sea X el conjunto
{« G N | t o d a fó rm u la a d e L d e g ra d o n tie n e la p r o p ie d a d !?},
(o) p ara todo n , si todas las fórm ulas de grado m enor que n tienen la
propiedad íP, entonces las fórmulas de grado n tienen la propiedad
Segundo p r in c ip io d e in d u c c ió n p a r a f ó r m u l a s . S i L es un lenguaje
proposicional y j
3. S u b f ó r m u la s
Las subfórm ulas de u n a fórm ula d a d a son todas las fórm ulas que aparecen
en su árbol de construcción (incluida ella m ism a). Las subfórm ulas de
(p -+ -* -^ ), - ’t e v - t f ) , (<?v->r),
No es difícil ver que, esencialm ente, estas reglas no hacen o tra cosa que
describir el proceso de obtención del árbol genealógico de una fórm ula y que,
en definitiva, las subfórm ulas de una fórm ula cp son, sim plem ente, la m ism a cp
y to d as las fórm ulas necesarias p a ra generar cp.
Observemos finalm ente que: 1) el hecho de considerar que to d a fórm ula
es subfórm ula de ella m ism a nos perm ite afirm ar que no hay dos fórmulas
distin tas que tengan las m ism as subfórm ulas y 2 ) si u n a fórm ula y es una
subfórm ula de una fórm ula (3 y é sta es una subfórm ula de a , la fórm ula y
tam bién es una subfórm ula de la fórm ula a .
O m is ió n d e p a r é n t e s is
podem os escribir
4. E je rc ic io s
1. V e r d a d c o n u n a a s ig n a c ió n
v(p) = V
P q r s
V F F V
P <! r
V V V
V V F
V F V
V F F
F V V
F V F
F F V
F F F
a P (a A p) (a v p ) (a -> P ) (ao p )
a -><x V V V V V V
V F V F F V F F
F V F V F V V F
F F F F V V
E l m odo de obtener las reglas a que hacíam os referenci^ a p a rtir de las
tablas es sencillo:
La relación que existe en tre la sem ántica de las conectivas del lengua
je form al y el significado de las expresiones del lenguaje n atu ral con que se
corresponden la com entarem os m ás adelante.
Las condiciones de verdad de las conectivas (las reglas anteriores) ju n to
con u n a asignación d a d a determ inan un valor de verdad p a ra cada fórm ula
del lenguaje. En o tra s palabras, d a d a u n a asignación v, to d a fórm ula a del
lenguaje tom a un único valor de verdad, al que nos referirem os con e l v a lo r d e
v e r d a d d e a c o n la a s ig n a c ió n v, que e stá determ inado por las condiciones
de verdad de las conectivas. Un ejem plo nos ay u d ará a entender el m odo de
calcular el valor de verdad de una fórm ula dada con una asignación dada.
1 m aginem os que deseam os saber el valor de verdad que to m a la fórm ula
(rVq)->->(r->p)
Lo prim ero que debem os hacer es analizar la fórm ula y obtener sus subfór
m ulas. E ste paso es fundam ental, porque el valor de verdad que to m a una
fórm ula com puesta depende de los valores de verdad que tom an las fórm ulas
m ás sim ples que la com ponen. A plicado a nuestro ejem plo, esto significa que:
(D ebe entenderse que las expresiones «es verdadera» y «es falsa» son abre
v iatu ras de «tom a el valor V con la asignación v» y «tom a el valor F con la
asignación v», respectivam ente.)
L a siguiente ta b la resum e el procedim iento que hemos seguido y es uno
de los m odos en que suelen presentarse este tipo de cálculos:
v (a) = V
v(a) = F
2. T a u to lo g ía s y c o n tr a d ic c io n e s
E je m p l o s
1. La fórm ula
(pAq)-+p
es una tautología. Veámoslo. Sea v una asignación cualquiera. Si
v(p) = V, el consecuente es verdadero con la asignación v; si v(p) = F,
entonces v hace falso al antecedente. Puesto que en am bos casos v ha
ce verdadero condicional y v es u n a asignación cualquiera, concluim os
que to d a asignación lo hace verdadero. El mismo razonam iento nos
perm ite concluir que
p->(pVq)
tam bién es una tautología.
2. Las fórm ulas
pA-*p,
(-'pA^q)^(pVq)
son contradicciones. Es obvio que las dos prim eras son falsas tan to
si p to m a el valor V como si tom a el valor F . La últim a fórm ula no
puede ser nunca verdadera, ya que las fórm ulas que com ponen el
bicondicional no pueden tom ar el mismo valor de verdad: la única
asignación que hace verdadera a (~'pA->q) es la que atrib u y e el valor
F ta n to a p como a q 7 y precisam ente esta asignación es la única que
hace falsa a ( p V q ) .
3. La fórm ula
P r o p o s i c i ó n 7 .1 .
(1) Toda fórm ula es una tautología, una contradicción o una fórm ula
contingente.
(2) La negación de una tautología es una contradicción.
(3) La negación de una contradicción es una tautología.
(4 ) La negación de una fórm ula contingente es una fórm ula contingente.
S e l e c c ió n d e t a u t o l o g ía s
(*) v (((a -» P) a) - k x ) = V.
p\/-yp,
-»(-nj> A -•-»/>)
son tautologías que se obtienen de las leyes anteriores. Las dos prim eras son
casos p articulares de la ley del tercio excluso: la prim era resu lta de su stitu ir a
por p y la segunda de su stitu ir a por (p —> q). La tercera resulta de s u stitu ir
(X p o r -»p en el principio de no contradicción.
3. T a b la s d e v e r d a d
E xiste un procedim iento mecánico cine nos perm ite decidir en un núm ero
finito de pasos si una fórm ula d a d a es una tautología, u n a contradicción o una
fórm ula contingente. E ste procedim iento es el llam ado método de las tablas
de. verdad y consiste esencialm ente en calcular el valor de verdad que tom a
la fórm ula d a d a con cada asignación. Antes de describir con m ás detalle este
m étodo tenem os que enfrentarnos a un pequeño problem a técnico. La prim era
p regunta a la que debe responderse cuando se desea aplicar el m étodo de las
tab las de verdad a u n a fórm ula d a d a es ¿qué asignaciones deben tom arse en
consideración? P a ra ver por qué esta pregunta plantea un problem a es nece
sario recordar que. por definición, una asignación es u n a función que asigna
valores de verdad a todas las letras proposicionales del lenguaje considerado
y no sólo a las que aparecen en una fórm ula dada. Supongam os, por ejem plo,
que deseam os calcular de m odo sistem ático el valor de verdad que tom a una
fórm ula a que sólo tiene tres letras proposicionales con cada una de las asig
naciones posibles. Si las únicas letras del lenguaje son las que aparecen en a ,
entonces sólo hay ocho asignaciones, pero si a pertenece a u n lenguaje que
tiene, digam os, 5 letras proposicionales (aunque dos de ellas no aparezcan en
a ), entonces hay 32 (2^) asignaciones. Por otro lado, es intuitivam ente claro
que p a ra conocer el valor que tom a a con las 32 asignaciones b a s ta con cal
cular el valor que to m a con las 8 posibles atribuciones de valores de verdad a
las 3 letras que aparecen en ella, ya que a tom ará el mismo valor de verdad
con to d as las asignaciones que sólo se diferencien en los valores atrib u id o s a
las letras que no aparecen en ella. E ste hecho, que ya habíam os utilizado, es
el que establece la siguiente proposición:
v(rVq) = V y v(r - * p ) = V\
pero es evidente que to d a asignación que, por ejem plo, haga verdaderas a r y a
p cum ple estas condiciones; así, estas asignaciones, en tre otras, hacen falso al
condicional. Concluim os, por tanto, que se tra ta de una fórm ula contingente.
M ostrarem os ahora que el condicional
-'(r-*p)-*\rVq)
es u n a tautología. Supongam os que 110 lo es. Si v es una asignación que lo hace
falso, entonces
v ( - i( r - > p ) ) = V y v (rV p ) = F ;
4. E je rc ic io s
(a) -7>-> p.
(b) p -> (q -> />).
(c) /> - » ( ? “> -/>)•
(d) (p-*q)A^{pVq).
(c) p (-*? <4 p).
(f) (/>V-^) i-t ->(->/? A <y).
(g) (~'P A ~>q) ->(p <-> q).
(h) “'(p <+q) V ( - p <-» <jr).
0) (/> -> -*(<7 V r)) A (/? A (-><7 -* r)).
Ü) {p h q V r ) ) ++ -,({p Aq) -> r).
(k) ( p h q ) - * (p-> (</Vr)).
O) ((/?-+</) A (r-> ¿)) ((p V r) -» (<7Vi)).
3. Justifique si hacer uso del método de las tablas de verdad que las siguientes
fórmulas son tautologías (para cualesquiera a , (3 y y):
Indique en cada una de las situaciones que se describen a continuación qué tipo
de fórmula es p. Tenga en cuenta que en algunos casas la respuesta correcta es
una negación del tipo: «no es una tautología». Justifique la respuesta.
EQUIVALENCIA LÓGICA
1. E l c o n c e p to d e e q u iv a le n c ia ló g ic a
P r o p i e d a d e s b á s ic a s d e l a e q u iv a l e n c ia l ó g ic a
Las tres propiedades son tan evidentes que no precisan justificación. Con
siderada desde el punto de v ista de la teoría de conjuntos, la equivalencia lógica
es, como su propio nom bre indica, una relación de equivalencia en el conjunto
de las fórmulas del lenguaje. Todas las fórm ulas que pertenecen a la m ism a
clase son lógicam ente equivalentes y dos fórm ulas lógicam ente equivalentes
pertenecen a la m ism a clase.
La tran sitiv id ad de la equivalencia lógica perm ite ju stificar equivalencias
del siguiente modo: p ara m ostrar que u n a fórm ula a es equivalente a una
fórm ula p b a sta con encontrar u n a sucesión de fórm ulas a i , . . . ,a „ tal que
a = a,
a, = a 2
a„_i = a„
a„ = p
L a cadena de fórm ulas que nos lleva de u n a fórm ula a o tra lógicam ente
equivalente no tiene por qué ser única. Un poco m ás adelante verem os varias
aplicaciones de este procedim iento.
S e l e c c i ó n d e e q u iv a l e n c ia s l ó g ic a s
— a = a.
(a) a Aa = a.
(b) a V a = a.
(a) a A P = (3 A a .
(b) av p = pva.
(a) ( a A p ) A y = a A (P A y ).
(b) ( a v P ) V y = a v (p v y ).
6. Leyes de De Morgan.
Las equivalencias de los cu atro prim eros apartados son evidentes. Las dos
propiedades d istributivas y la dos leyes de De M organ se justifican de m odo
análogo, por lo que sólo justificarem os las prim eras leyes de cada uno de estos
casos.
(5a) P ara ver que ccA (pV y) tom a siem pre el m ism o valor de verdad
que (a A p) V ( a A y), m ostrarem os por separado que to d a asignación que hace
verdadera a la p rim era hace verdadera a la segunda y que to d a asignación que
hace verdadera a la segunda hace verdadera a la prim era.
Si v es una asignación tal que v (a A (p V y )) = V } entonces v(a) = V y
v(pV y) = V\ distinguim os entonces dos casos:
v(P) = V o v(y) = V;
v ((a .A P )V (a A y )) = V.
Sea ahora v una asignación tal que v((aA P ) V ( a Ay)) = V; existen entonces
dos casos:
v (a A P ) = V o v(aA y ) = Vr.
Si v(otA p) = V t entonces v (a) = V y v(P) = V ; por tan to v (aA (P Vy)) = V.
A nálogam ente, si v(aA y ) = V , entonces v (a A (p V y )) = V.
(6a) E n esta ocasión no separarem os los condicionales y justificarem os
directam ente que to d a asignación hace verdadera a una de las fórm ulas si y
sólo si hace verdadera a la otra. P a ra to d a asignación v:
v (-i(a V p )) = K sii v (a V p ) = /%
sii v((X) = F y v(P) = /r,
sii v(-icx) = V y v(->p) = V,
sii v(-i<xA-»P) = V. □
Sobre la lista anterior es necesario hacer la m ism a advertencia que hicimos
en el caso de las tautologías. Todas las equivalencias de la lista son, en rigor,
esquem as que dan lugar a equivalencias lógicas concretas cuando se su stitu
yen to d as sus variables por fórm ulas concretas. P or o tro lado, es im portante
observar que puede obtenerse un esquem a de tautologías de cada uno de estos
esquem as de equivalencias, tal como establece la proposición 8 . 1 .
O m is ió n d e p a r é n t e s i s
2. E lim in a c ió n d e c o n e c tiv a s
(1) P a ra to d a asignación v:
(8.2) a «4 p = -’(->(-iavp) v ^ ( - i p v a ) ) .
Por últim o, con ayuda de las equivalencias (1), ( 6) y (7) podem os expresar el
bicondicional, la conjunción y la disyunción en térm inos de la negación y el
condicional. L a equivalencia correspondiente al bicondicional resu lta d e aplicar
(6 ) a ( 1 ):
P r o p o s i c i ó n 8.2.
( 1) Toda fórm ula es lógicamente equivalente a una que tiene las m ism as
letras proposicionales y cuyas únicas conectivas son la negación y la
conjunción.
(2) Toda fórm ula es lógicamente equivalente a una que tiene las m ism as
letras proposicionales y cuyas únicas conectivas son la negación y la
disyunción.
(3) Toda fórm ula es lógicamente equivalente a una que tiene las m ism as
letras proposicionales y cuyas únicas conectivas son la negación y el
condicional.
P uesto que todas las fórm ulas de la izquierda tienen las m ism as letras propo
sicionales que (donde * es una conectiva binaria) y sus únicas conectivas
son la negación y la conjunción, concluimos que to d a fórm ula de la form a a * p
es equivalente a o tra que tiene la propiedad deseada.
El prim er principio de inducción p a ra fórm ulas nos p erm ite a h o ra concluir
que to d a fórm ula es lógicam ente equivalente a o tra que tiene las m ism as letras
proposicionales y cuyas únicas conectivas son la negación y la conjunción. □
3. E je rc ic io s
(a) p V p = p.
(b) p ^ q = -ip->-,q.
(c) p p = -'p ->q.
(d) (p V < 7 )-> r= (/> -* r)V (< jr-> r).
(e) (/»V<?)-> r = { p - > r ) A { q - > r).
(0 p - > ( q V r ) = { p - > q ) \ / { p - > r).
(g) ( p - > q ) - + r = p - > (q - > r ) .
(a) a = a - > p.
(b) -^a = a -4 p.
(c) a = ->aA p.
(d) a v p = a - > p.
M a -h P = p —> -^a.
(f) a V p = aA p.
3. Justifique, aplicando la definición de las condiciones de verdad de las conectivas,
las siguientes equivalencias:
(a) ^ ( p V q ) -> ( p A q ) = p V q .
(b) ->(p<r>q) = ( p A ^ q ) V ( q A - ' p ) .
(c) p -> (q V r) = (pA-iq) -> r.
(d) (p v q ) ^ r = ( p - + r ) A ( q - > r ) .
(e) (/? A <7) —> r = -<r-> (-ypV-'q),
7. Para cada una de las fórmulas siguientes halle otra equivalente cuyas únicas
conectivas sean la negación y la conjunción.
(a) p- >{q-+r) .
(b) (p <-> q) -> r.
(c) (->p -> q) A ->r.
(d) ->(p ++ q) -> -*r.
(e) -i{pAr)^^(qAp).
9. Para cada una de las fórmulas siguientes halle otra equivalente cuyas únicas
conectivas sean la negación y el condicional.
11. Demuestre por inducción que toda fórmula es lógicamente equivalente a otra que
tiene las mismas letras proposicionales, cuyas únicas conectivas son la negación,
la conjunción y la disyunción, y tal que las negaciones sólo afectan a letras
proposicionales.
12. Sea a una fórmula cuyas únicas conectivas son la negación, la conjunción y
la disyunción. Sea o! la fórmula que resulta de reemplazar en a cada letra
preposicional por su negación y de cambiar A por V y V por A. Demuestre por
inducción que -»<x = a'.
13. Sea p una letra preposicional y a una fórmula. Si p es una fórmula cualquiera,
con [V nos referimos a la fórmula que resulta de reemplazar p por a en (3. Sean
v y u asignaciones tales que u atribuye a p el valor v(ot) y a las restantes letras
el mismo valor que v.
14. ¿Cuántas fórmulas no lógicamente equivalentes entre sí podemos formar con una
sola letra preposicional?, ¿cuántas con dos letras proposicionales?, ¿y con tres?
Generalice la respuesta a n letras preposicionales.
CONSECUENCIA LÓGICA
1. S a tis f a c ib ilid a d
E je m p l o s
pAr
( ? -> ->r),
pA{qV-,r)
hace verdaderas a las dos fórm ulas del conjunto y esto m uestra que
el conjunto es satisfacible.
2. C o n s e c u e n c ia ló g ic a
Yi
Y«
a
P\=<1
no es u n a fórm ula sino un enunciado m etalingüístico que afirm a que p im plica
q. L a fórm ula p q no es por sí m ism a ni verdadera ni falsa, sino verdadera
con algunas asignaciones y falsa con otras; en cam bio podem os afirm ar que
P & <7i ya que, obviam ente, existe u n a asignación que hace verdadera a p y
falsa a q. La proposición 9.4-(2), que justificarem os m ás adelante, pone de
m anifiesto la relación exacta que hay entre el condicional y la implicación.
Podem os d eterm inar si u n a fórm ula es o no consecuencia de un conjunto
finito de fórm ulas m ediante las tablas de verdad. Excepcionalm ente, vamos a
resolver un p ar de ejem plos con la ay u d a de este procedim iento, porque puede
ayudarnos a m ejorar nu estra com prensión del concepto de consecuencia.
Supongam os que deseam os averiguar si las fórmulas p H r y p A r son
consecuencia del conjunto de fórm ulas {(/> q) , ( r (jpA<?))} o, en o tras
palabras, si los argum entos
P ++ p++ q
r^y(pAq)
p&r pAr
L a llave horizontal superior indica las colum nas en las que debem os fijar
nos p a ra decidir si p A r es consecuencia de las prem isas. La llave horizontal
inferior indica lo mismo p a ra la fórm ula p <-> r. Hemos num erado las asigna
ciones p a ra facilitar su localización cuando nos refiramos a ellas por el lugar
que ocupan en la tabla.
Si observam os las colum nas pertinentes p a ra decidir si p «-* r es consecuen
cia de las prem isas veremos que todas las asignaciones que hacen verdaderas
a las prem isas (la prim era y la últim a), hacen tam bién verdadera a p <-> r.
P or tan to , el prim er argum ento es correcto, esto es, p <-> r es consecuencia de
las prem isas. Por otro lado, la tab la nos m uestra que existe una asignación
(la últim a) que hace verdaderas a las prem isas y falsa a p A r. Concluim os,
p o r tan to , que el segundo argum ento no es correcto, esto es, que p A r no es
consecuencia de las premisas.
Al comienzo del libro explicam os el concepto intuitivo de consecuencia,
m ostram os la necesidad de precisarlo y dijimos que una tare a esencial de la
lógica era proponer precisiones del mismo. A hora que ya hemos introducido
la definición de consecuencia p a ra la lógica proposicional, es im p o rtan te que
valoremos en qué sentido y en qué m edida dicha definición es u n a precisión
del concepto intuitivo.
Según el concepto intuitivo, un argum ento es correcto si siem pre que las
prem isas son verdaderas la conclusión tam bién lo es o, dicho de un m odo equi
valente, si es im posible que las prem isas sean verdaderas y la conclusión falsa.
El problem a de e sta caracterización intu itiv a es la im precisión de los concep
tos de verdad y posibilidad. E n lógica se com ienza precisando el lenguaje para
el que se va a definir el concepto de consecuencia. En el caso de la lógica
proposicional. el concepto de verdad se define con precisión m ediante el de
asignación. El conjunto de asignaciones p ara un lenguaje dado e stá perfecta
m ente determ inado. H ablar de posibilidad o im posibilidad de que una fórm ula
sea verdadera no es, en este contexto, n a d a m ás que un m anera inform al de
h a b la r de la existencia o inexistencia de una asignación que hace verdadera a
dicha fórm ula. De este m odo, cuando decimos que un argum ento es correcto
si no existe una asignación que haga verdaderas a la prem isas y falsa a la con
clusión, no hacemos o tra cosa que precisar el concepto intuitivo de argum ento
correcto p a ra el lenguaje de la lógica proposicional.
P a ra m ostrar que la corrección intuitiva de un argum ento del lenguaje
n a tu ra l no depende de la verdad o falsedad de hecho de las prem isas y la con
clusión, vimos que un argum ento incorrecto puede tener prem isas verdaderas
y conclusión verdadera, y que existen argum entos correctos con prem isas fal
sas y conclusión falsa, e incluso con prem isas falsas y conclusión verdadera. Es
fácil ver que estas propiedades del concepto intuitivo concuerdan con las que
tiene 1a. precisión definida p ara la lógica proposicional. En efecto, la existencia
de asignaciones que hacen falsas a las prem isas y a la conclusión, o de asigna
ciones que hacen falsas a las prem isas y verdadera a la conclusión carece de
im p o rtan cia p a ra decidir si un argum ento es correcto o no lo es. Volviendo a
los argum entos que nos sirven de ejem plo, el hecho de que la tercera asignación
haga falsas a las prem isas y verdadera a p <-» r, o que la q u in ta haga falsas tan to
a las prem isas como a p <->r no im pide que e sta fórm ula sea consecuencia de las
prem isas. T am poco la existencia de u n a asignación que hace verdaderas a las
prem isas y a la conclusión b a sta p a ra afirm ar que un argum ento es correcto.
La p rim era asignación hace verdaderas a las prem isas y a /?A r, y no por ello
esta fórm ula es consecuencia de las prem isas.
P a ra d em ostrar sin recurrir a las tablas de verdad que u n a fórm ula a es
consecuencia de un conjunto de fórm ulas T podem os seguir dos estrategias.
E n u n a dem ostración directa se supone que v es una asignación cualquiera
que satisface T y se dem uestra que v tam bién hace verdadera a ex. En una
demostración indirecta (o, por reducción al absurdo) se supone que existe
una asignación que satisface T y hace falsa a a , y se deriva una contradicción
de este supuesto. P ara d em ostrar que una fórm ula a no es consecuencia de un
conjunto de fórm ulas T b a sta con exhibir una asignación que haga verdaderas
a todas las fórm ulas de V y falsa a a .
Com o ejem plo de dem ostración d irecta vamos a justificar la corrección
del único de los dos argum ento anteriores que es correcto:
p ^q
r<*{pAq)p
p «-> r
Supongam os que v es una asignación que hace verdaderas a las dos prem isas.
P uesto que v(p q) = V y v (r <-> (/; Aq) ) = V }
P r o p ie d a d e s b á s ic a s d e la r e l a c ió n d e c o n s e c u e n c ia
Las tres propiedades son consecuencia inm ediata de las definiciones de los
conceptos que intervienen en su formulación. Así, por ejem plo, p ara ver que
(2) es verdadera b a sta con observar que si u n a asignación satisface A, entonces
satisface T (pues T C A) y, puesto que T f= a , hace verdadera a a . Obsérvese
que de ( 1 ) y (2 ) se sigue inm ediatam ente que p ara to d a fórm ula a y todo
conjunto de fórm ulas r , si a G T, entonces T |= a .
Las siguientes proposiciones son esenciales p ara com prender la sem ántica
de la lógica proposicional porque relacionan el concepto de consecuencia lógica
con otro s conceptos que hemos introducido.
PROPOSICIÓN 9.7.
Para todo conjunto de fórm ulas r, T es insatisfacible si
y sólo si toda fórm ula es consecuencia de V.
D e m o s t r a c ió n . L o d e ja m o s c o m o ejercicio . □
D e m o s t r a c i ó n . E s t a p ro p o s ic ió n es u n a c o n se c u e n c ia in m e d ia ta d e la s p ro
p o s ic io n e s 9.5 y 9.6 y d el h e c h o d e q u e u n a fó rm u la es c o n tin g e n te si y só lo si
n o e s n i u n a ta u to lo g ía n i u n a c o n tra d ic c ió n . □
3. E je rc ic io s
2. Sea T un conjunto de fórmulas en las que sólo aparecen las letras proposicionales
p, í , r y s. Si las únicas asignaciones que satisfacen T son
P <? r S
V V F F
V F F V
F V F V
F V V V
F F V V
3. Determine si los argum entos siguientes son correctos o no. Si un argum ento es
incorrecto, halle alguna asignación que lo muestre.
Para cada uno de los apartados siguientes encuentre una fórmula a que lo ha
ga verdadero. (No es necesario que las fórmulas tengan más de dos conectivas,
incluyendo a la negación.)
(a) { (a v p ), -.a} }= p.
(b) {a, p} £= y sii (a A P) -> y es una tautología.
(c) {(«-> P), (P -> y)} a -* y.
Para cada uno de los enunciados siguientes indique si es verdadero o falso pa
ra todas las fórmulas y para cualquier conjunto de fórmulas. Si es verdadero,
justifíquelo. Si es falso, encuentre un ejemplo que lo muestre.
(a) Si TK a , entonces V f= -*a.
(b) SiT f=-a, entonces FK a.
(c) Si TK a , entonces a es contingente.
(<!) a^= P si y sólo si el conjunto de fórmulas {->«, (3} es insatisfacible.
(c) Si a (3 y a f= - p , entonces - a es una tautología.
(0 Si a es una tautología y |3 una fórmula contingente, (3.
(g) Si a es una fórmula contingente y a \= P , entonces (3 no es una contradic
ción.
(h) Si T \= a, entonces r |= a v p.
(0 Si P \= a y Yf= 8 ., entonces pvy^= « V 8 .
Ü) Si PAyf= a , entonces P \= a y y(= «•
(k) Si a V p y, entonces a }= y y p \= y.
O) Si a f= p V y, entonces a f= P o a f= y.
(m) Si a A p es una contradicción, entonces a |= -p .
C a p ítu lo 10
FORMAS NORMALES
1. D e ta b la s d e v e r d a d a fó rm u la s
En los capítulos anteriores, las tablas de verdad siem pre han aparecido
ligadas a fórm ulas que se consideraban dadas y, de hecho, el concepto que
introdujim os fue el de tab la de verdad de u n a fórm ula. E ste concepto puede
generalizarse del siguiente modo: si P es un conjunto finito 110 vacío de letras
proposicionales, u n a t a b l a d e v e r d a d p ara P es una ta b la (en rigor, una
función) que hace corresponder un valor de verdad a cada una de las posibles
asignaciones de valores de verdad a las letras proposicionales de P. E n este
capítulo, u n a ta b la de verdad 110 es nada m ás que una ta b la de verdad p ara
un conjunto de letras proposicionales.
L a p regunta que nos hacem os ahora es si p a ra to d a posible ta b la de verdad
p a ra un conjunto finito no vacío P de letras proposicionales existe u n a fórm ula
co n stru id a con las letras de P que tiene esa tab la de verdad. La respuesta a
e s ta p regunta es fundam ental p a ra valorar la capacidad expresiva del lenguaje
de la lógica proposicional. La información contenida en una ta b la de verdad
se expresa en el lenguaje m ediante u n a cualquiera de las fórm ulas que tienen
esa tab la de verdad, de m odo que el hecho de que no existan tales fórm ulas
significa que la información de esa tab la no puede ser expresada en el lenguaje.
Por ejem plo, si elim ináram os la negación de entre nuestras conectivas, 110 sería
posible expresar lo que ahora expresam os con su ayuda o, dicho con m ás preci
sión, no existiría ninguna fórm ula con la tab la de verdad que tiene la negación
de u n a letra proposicional. Si prescindiéram os de la negación perderíam os ca
pacidad expresiva, pero no por el mero hecho de tener una conectiva menos,
sino porque en el lenguaje sin negación no podríam os expresar lo que ahora
expresam os con la negación. A dem ás, si m ostram os que la respuesta a la pre
g u n ta anterior es afirm ativa, habrem os m ostrado tam bién que la introducción
de conectivas nuevas no puede aum entar la capacidad expresiva de nuestro
lenguaje. En efecto, si introdujéram os nuevas conectivas tendríam os nuevas
fórm ulas, pero en nuestro lenguaje existirán fórm ulas en las que no aparecen
las nuevas conectivas y que serán lógicam ente equivalentes a las que usan las
nuevas conectivas porque ten d rá n las m ism as tablas de verdad que ellas.
Vamos a m ostrar que p ara to d a ta b la de verdad p a ra un conjunto finito P
de letras proposicionales existe u n a fórm ula construida con las letras de P que
tiene dicha ta b la de verdad. Si a to d as las asignaciones de la tab la d a d a les
corresponde el valor V (o a to d as les corresponde el valor F ), entonces no hay
ningún problem a: cualquier tautología (o cualquier contradicción) construida
con las letras proposicionales de P tiene esa tabla de verdad. C uando la tab la
d a d a es la que ten d ría una fórm ula contigente, es decir, cuando hay alguna
asignación a la que le corresponde el valor V y alguna a la que le corresponde
el valor F, podem os elegir en tre dos m étodos diferentes, aunque m uy relacio
nados, p a ra co n stru ir una fórm ula que tiene la ta b la dada. Nos ayudarem os de
un ejem plo p a ra explicar los dos m étodos. Considerem os la ta b la de verdad
p q r
V V V V
V V F V
V F V V
V F F F
F V V V
F V F F
F F V V
F F F F
y veamos que existe una fórm ula con las letras p , q y r que tiene precisam ente
e s ta ta b la de verdad.
A ntes de explicar los dos m étodos, debem os observar que, p o r decirlo de
algún m odo, una asignación concreta puede ser descrita m ediante una fórm ula.
Es evidente, por ejem plo, que p a ra to d a asignación v,
Com enzam os obteniendo las fórm ulas que describen las asignaciones que
deben hacer verdadera a la fórm ula que buscam os (las tres prim eras, la qu in ta
y la sép tim a de la ta b la que nos sirve de ejemplo). Puesto que cada u n a de estas
fórm ulas sólo es verdadera con la asignación que describe, la disyunción de las
cinco fórm ulas sólo será verdadera con las cinco asignaciones que describen.
E n o tra s palabras, una asignación h ará verdadera a esta disyunción si y sólo si
es alguna de las cinco asignaciones descritas por las fórmulas que la com ponen.
E n definitiva, la disyunción
(p A q A r) V (p A q A -» r) V (p A ~^q A r ) V (-*/? A q A r ) V (->p A A r)
M étodo 2
Tal como acabam os de explicar, la disyunción de las fórm ulas que descri
ben las asignaciones c u arta, sex ta y octava de nuestro ejem plo sólo es verda
d era con dichas asignaciones. M ás concretam ente, la fórm ula
(p A ->q A -»r) V (- ’/; A q A -»r) V (~'p A -u/ A -»r)
to m a el valor V con las asignaciones de la ta b la a las que corresponde el valor
F , y el valor F con las asignaciones a las que corresponde el valor V. E n o tras
palabras, la ta b la de verdad de esta disyunción es ju stam en te la que tiene la
negación de la fórm ula que buscam os y, por tanto, su negación,
“»((p A ~<q A -ir) V (->/? A q A ~'r) V (->p A -><7 A —*r)),
tiene precisam ente la ta b la de verdad dada.
E ste procedim iento puede generalizarse de e sta m anera: se ap lica el m étodo
1 p a ra obtener en prim er lugar una fórm ula cuya ta b la de verdad sea la que
ten d ría la negación de la fórm ula buscada y depués se niega la fórm ula así
obtenida. Obsérvese que siem pre p o d rá aplicarse el m étodo 1, ya que supone
mos la existencia de asignaciones que hacen falsa a la fórm ula buscada y, por
tan to , verdadera a su negación.
2. F o rm a s n o rm a le s
que tiene la m ism a ta b la de verdad. Este ejem plo sugiere que, d a d a una
fórm ula contingente cualquiera, siem pre será posible en co n trar o tra fórm ula
lógicam ente equivalente a ella que hace explícita su ta b la de verdad.
Con el propósito de establecer con precisión este hecho, vamos a definir
a continuación la e stru c tu ra de las fórm ulas que se obtienen p o r el m étodo 1
y tam bién la e s tru c tu ra dual que, como veremos, e stá m uy relacionada con el
m étodo 2 .
Supongam os que P es un conjunto finito de letras proposicionales. U na
fórm ula e stá en f o r m a n o r m a l d i s y u n t i v a c o m p l e t a con respecto a las
letras de P si es de la form a
a i V ... V a,,,
donde cada a , (1 < i < n) es una conjunción en la que cada letra proposicional
de P aparece u n a sola vez, ya sea afirm ada, ya sea negada.
U na fórm ula está en f o r m a n o r m a l c o n j u n t i v a c o m p l e t a con respecto
a las letras de P si es de la form a
a , A...Acc„,
p V q V -> r
que es lógicam ente equivalente ( ~'pW->q) —>r y está en form a norm al conjuntiva
com pleta con respecto a p y q y r.
G e n e r a l i z a c ió n d e l c o n c ep to d e fo r m a n o r m a l
Las proposiciones anteriores se cum plen para fórm ulas contingentes, pero
no p a ra fórmulas cualesquiera. No existen contradicciones que estén en form a
norm al disyuntiva com pleta ni tautologías que estén en form a norm al con
ju n tiv a com pleta. C uando estos conceptos se generalizan del m odo en que lo
hacemos a continuación, las proposiciones anteriores valen p a ra fórm ulas cua
lesquiera.
Llam arem os l i t e r a l a u n a le tra proposicional o la negación de u n a letra
proposicional. U n a fórm ula e stá en f o r m a n o r m a l d i s y u n t i v a si es de la
form a
cti V . . . V a „ ,
donde cada a , (1 < i < n) es un literal o una conjunción de literales. Obsérvese
que los literales y las conjunciones de literales están en form a norm al disyun
tiva, puesto que tienen la form a indicada p ara el caso n = 1 .
U na fórm ula e s tá en f o r m a n o r m a l c o n j u n t i v a si es de la form a
a , A ...A a ,,,
E jem plo s
1. La fórm ula
p A ->q A r
e stá en form a norm al conjuntiva porque es la conjunción de tres li
terales, pero tam bién está en form a norm al disyuntiva porque tiene
e sta form a p a ra el caso n = 1. Por la m ism a razón, la contradicción
p h - ' p e s tá en form a norm al disyuntiva y tam bién conyuntiva. Las
fórmulas
(rA -v?)V /> y (p A-*r) V (r f\-<q)
están en form a norm al disyuntiva, pero 110 en conjuntiva y tam poco
son form as norm ales disyuntivas completas.
2. A nálogam ente, la fórm ula
p V - 'q V r
e stá tan to en form a norm al disyuntiva como en form a norm al con
ju n tiv a, la tautología p V - 'p e stá en form a norm al conjuntiva y dis
yuntiva, y las conjunciones
( r V- y q) Ap y (p V t ) A ( r V -^q)
están en form a norm al conjuntiva, pero no en d isy u n tiv a .
3. S is te m a s c o m p le to s d e c o n e c tiv a s
P r o p o s i c i ó n 1 0 .4 .
a P 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16
V V V y V V V F F F F F F F F
V V V
V F V V V V F F F F V V V V F F F F
F V V V F F V V F F V y F F V V F F
F F V F V F V F V F V F V F V F V F
Las funciones cuyos núm eros son 2, 5, 7 y 8 corresponden, respectivam en
te, a la disyunción, el condicional, el bicondicional y la conjunción. P a ra cada
una de las restantes podríam os, si lo deseáram os, introducir un sím bolo nuevo
que la representase. Por ejem plo, la función núm ero 10 corresponde a la lla
m ada d i s y u n c i ó n e x c l u y e n t e que se representa en ocasiones con el símbolo:
Y. Así, podríam os am pliar el lenguaje con este nuevo sím bolo p a ra construir
fórm ulas de la form a (cc^P) cuyas condiciones de verdad vendrían d ad as por
la siguiente condición: p a ra to d a asignación v, v hace verdadera a ( a Y P) si y
sólo si v nace verdadera a o a p , pero no a ambas.
E n tre las posibles conectivas binarias se encuentran las que se conocen
como b a r r a d e S h e f F e r cuyo sím bolo es «|», y f l e c h a que se sim boliza con
« 4 ». A la b a rra de ShefFer se la llam a tam bién negación alternativa o incom
patibilidad, y a la flecha negación conjunta. Las expresiones ( a | P) y ( a 4, P) se
leen como «ni a ni p» y «no a o no P», respectivam ente. Las tablas de verdad
de estas conectivas son, como sugieren sus nom bres, las correspondientes a
la negación de la disyunción y a la negación de la conjunción (las funciones
novena y decim oquinta). Explícitam ente:
a P ( a |M (cap )
y V F F
V F V F
F V V F
F F V V
El interés de estas dos conectivas reside en que cada una de ellas consti
tuye por sí m ism a un sistem a com pleto de conectivas. Es más, son las únicas
conectivas binarias que tienen esta propiedad.
-«a = (a | a)
aAP = (a| P) |(a |p).
A hora, es fácil ver que, d a d a u n a fórm ula cualquiera <p cuyas únicas co
nectivas son la negación y la conjunción, podem os obtener o tra equivalente a
(p cuya única conectiva es la b a rra de Sheffer por el procedim iento de aplicar
las equivalencias anteriores a cada de una de las subórm ulas de (p de las for
m as ->oi y a A p . Después de efectuar un núm ero finito de transform aciones se
llega a u n a fórm ula cuya única conectiva es la b arra de Sheffer y que, por el
principio de su stitución de subfórm ulas y la transitividad de la equivalencia
lógica, es equivalente a cp.
La justificación de que la flecha constituye un sistem a com pleto se hace
del m ism o m odo que la anterior observando que
- a = (a i a)
aAp = ( a j a ) 4(P4-P). □
p+ *q
- '( p A - < q )h - '{ -'p A q )
4. E je rc ic io s
1. Para cada una de las tablas que, con cierta informalidad, se describen a con
tinuación, encuentre una fórmula ex en forma normal disyuntiva completa para
las letras proposicionales p, q y /• que tenga esa tabla de verdad:
(a) a es falsa sii como máximo dos de las letras son verdaderas.
(b) tt es verdadera sii p es verdadera y q o r son falsas.
(c) (X es falsa sii como mínimo dos de las letras son verdaderas.
(d) a es verdadera sii una de las letras y sólo una es falsa.
(e) a es verdadera sii alguna de las letras es falsa y alguna es verdadera.
2. Obtenga las forma normales conjuntivas completas para las letras preposiciona
les p, q y / correspondientes a las tablas de verdad descritas en el ejercicio
anterior.
4. Para cada una de las fórmulas siguientes obtenga una fórmula equivalente en
forma normal disyuntiva completa y otra en forma normal conjuntiva completa:
(a) p -* (qAr).
(b) -»(/>-> <?)V-«r.
(c) (p+*q)-+ /••
(d)
(e) -<pA (qV ~'(p Ar)).
7. Demuestre por inducción que ninguna fórmula construida sólo con la conjunción,
la disyunción, el condicional y el bicondicional es lógicamente equivalente a -»p.
Justifique después el siguiente corolario: ninguna fórmula construida sólo con la
conjunción, la disyunción, el condicional y el bicondicional es una contradicción.
1. S im b o liz a c ió n
no depende sólo del valor de verdad de los enunciados sim ples que lo forman.
El enunciado puede ser falso aunque sea verdad que Luis se sentía enferm o y
fue a ver al médico. M ás concretam ente, el enunciado será falso si Luis no fue
al médico porque se sentía enferm o, sino por alguna o tra razón (tal vez porque
quería pedirle que acudiera a su casa p ara visitar a uno de sus hijos). Sólo los
enunciados com puestos con la ayuda de expresiones que se co m portan verita-
tivo-funcionalrnente pueden sim bolizarse adecuadam ente. Recordem os que la
característica esencial de las conectivas del lenguaje formal es la de com por
tarse veritativo-funcionalm ente, de m odo que no sería razonable esperar que
u n a expresión que 110 tiene e sta propiedad tenga u n a sim bolización adecuada
en el lenguaje form al de la lógica proposicional.
¿Hay en el lenguaje alguna expresión veritativo-funcional que no podam os
sim bolizar con la ayuda de las conectivas que tenem os? Com o ya sabem os, la
respuesta a esta p reg u n ta es negativa. La sem ántica de cualquier expresión que
se com porte veritativo-funcionalm ente puede representarse m ediante una ta b la
de verdad que nos dice cuál es el valor de verdad del enunciado com puesto
en función del valor de los enunciados que lo com ponen. A hora bien, en el
capítulo anterior hemos dem ostrado que, d a d a cualquier ta b la de verdad, hay
u n a fórm ula que tiene dicha ta b la de verdad. E ste hecho nos g aran tiza que
cualquier expresión veritativo-funcional puede sim bolizarse satisfactoriam ente
en lógica proposicional.
P a ra concluir e sta sección analizarem os las conectivas una a una rela
cionándolas con gran p a rte de las expresiones del lenguaje que se sim bolizan
con su ayuda.
N eg a c ió n
Usamos la negación del lenguaje formal p ara sim bolizar las expresiones
que en el lenguaje n a tu ra l utilizam os p a ra negar enunciados. P or ejem plo, ta n
to «E spriu no escribió Campos de Castilla» como «no es verdad que E spriu
escribió Campos de C astilla» se sim bolizan con ->p. Tam bién pueden sim bo
lizarse como negaciones enunciados cuya e stru c tu ra gram atical es la de una
afirm ación, pero que tienen un sentido negativo. Por ejem plo, «George E. Mo-
ore era incapaz de m entir» puede sim bolizarse con ->p, donde p se in terp reta
como «George E. M oore e ra capaz de m entir».
L a conjunción del lenguaje formal se em plea p ara sim bolizar las expre
siones veritativo-funcionales del lenguaje que usamos p ara afirm ar que dos
enunciados son verdaderos. El paradigm a de este tipo de p artículas es, por
supuesto, la conjunción «y» cuando se usa p a ra form ar un enunciado a p a rtir
de otros dos como sucede, por ejem plo, en
En ocasiones la conjunción «y» se usa p ara u nir dos térm inos, como en
Tam bién este enunciado puede sim bolizarse con p A r/, pero al hacerlo así no
debem os perder de vista que las letras proposicionales se in te rp re ta n como
enunciados (no como térm inos) y, p o r tanto, lo que estam os haciendo es d ar
por supuesto que el enunciado anterior es una versión ab reviada de
significan lo mism o. E l prim ero sugiere que se hizo fam oso debido al éxito de
su novela, m ientras que el segundo sugiere que aprovechó su fam a (adquirida
no im p o rta cómo) p a ra publicar una novela. El único m odo que tenem os de
sim bolizar estos enunciados en lógica proposicional es m ediante la fórm ulas
y P A</ que, como sabem os, son lógicamente equivalentes.
Las expresiones «pero», «aunque» y «sin embargo» pueden sim bolizarse
en algunos contextos m ediante la conjunción. Considerem os, p o r ejem plo, los
enunciados:
porque, a diferencia de éste, sugieren que suelo salir a pasear los días que hace
buen tiem po. La sim bolización adecuada en lógica proposicional de todos estos
enunciados es p A —>¿7. pero al hacerlo así debem os ser conscientes de que sólo
estam os reflejando sus aspectos ver it a t ivo-funcionales.
D isy u n c ió n
en que no pueden darse al m ism o tiem po las dos alternativas. En los casos en
que es posible que sucedan las dos alternativas y querem os afirm ar que sólo es
verdadera u na de ellas lo indicam os explícitam ente o usam os las expresiones
«o... o» y «o bien... o bien», en tre otras. C uando decimos, por ejemplo,
sim boliza el enunciado disyuntivo excluyente cuyos com ponentes son los enun
ciados asociados a p y a q. Los tres últim os enunciados que nos han servido de
ejem plo pueden sim bolizarse de este m odo. La tabla de verdad de e sta fórm ula,
p {p V q )A ^(p A q )
V y F
V F V
F v V
F F F
es precisam ente la que tiene la disyunción excluyente, tal como hemos visto
en el capítulo anterior.
Obsérvese que si las dos alternativas se excluyen lógicam ente, como sucede
por ejem plo, en el enunciado
C o n d ic io n a l
y, su variante sintáctica,
significan lo m ism o que (2'). Obsérvese adem ás que tam bién equivalen a
es falso.
Hay m uy pocas expresiones en el lenguaje n atu ral que se usen p a ra expre
sar bicondicionales. Las m ás usuales son «es necesario y sufiente», «cuando y
sólo cuando» y, por supuesto, «si y sólo si». (Obsérvese que estas expresiones
ponen de m anifiesto que un bicondicional equivale a la conjunción de dos con
dicionales.) Sin em bargo, hay m uchas ocasiones en que usam os condicionales
con valor de bicondicionales. C uando decimos, por ejem plo, que dos fórm ulas
son equivalentes si to d a asignación les asigna el mismo valor de verdad, po
siblem ente estam os utilizando 1111 condicional que debe interp retarse com o un
bicondicional. N aturalm ente, si querem os ser fieles al significado del enunciado
original, estos condicionales deben sim bolizarse como bicondicionales.
2. C o n s e c u e n c ia y a r g u m e n ta c ió n
Los cu atro argum entos siquientes ejemplifican una serie de e stru c tu ras
básicas de caracter proposicional muy frecuentes:
La idea del prim er argum ento e stá tom ada de la Monadología de Leibniz
(las sustancias sim ples son las m ónadas). El segundo argum ento es el núcleo
de la p a ra d o ja de Zenón que hoy conocemos como «la flecha » .1 El tercer arg u
m ento fue usado por los epicúreos p ara defender la existencia del vacío (puede
verse en la c a rta de E picuro a H erodoto ).2 El cu arto argum ento, un precedente
del Cogito ergo sum de D escartes, se debe a san A gustín .3
a -> p
a
E ste esquem a recibe el nom bre de M odus Poncns y es uno de los dos esquem as
básicos que caracterizan la argum entación con condicionales.
El segundo argum ento ejem plifica el otro m odo básico de argum entar con
condicionales. Su e stru c tu ra es un caso particu lar del esquem a
a -> P
- p
>
-’Ct
El propósito del tercer argum ento es dem o strar la existencia del vacío por
reducción al absurdo. P ara ello se supone que el vacío no existe y se llega a
u n a contradicción (en este caso se llega a la negación de la prem isa que afirm a
que los cuerpos se mueven).
A las dem ostraciones cuya e stru c tu ra es
avp
a -> y
P~»Y
y
se las conoce como «dem ostraciones por casos». La e s tru c tu ra del c u a rto a r
gum ento es un caso p a rticu la r de este tipo de dem ostraciones. La prim era
prem isa es una disyunción de la form a a V -> a (o me equivoco al creer que
existo o no me equivoco) que, como sabem os, es una tautología y, p o r tan to ,
es innecesaria. En este caso p a rticu la r el argum ento a d o p ta el esquem a:
a y
-ia -> y
3. E je rc ic io s
1. Suponemos que una figura sólo puede ser cuadrada o triangular, pequeña o
grande, y roja o azul. Indique en cada una de las situaciones siguientes qué
figura estamos describiendo:
1. I n tr o d u c c ió n
Es evidente que los tre s argum entos son correctos, pero la lógica pro
posicional no puede d a r cuenta de la correción de ninguno de ellos. Desde el
punto de v ista de la lógica proposicional los enunciados que aparecen en es
tos argum entos son sim ples (es decir, no resultan de com binar dos enunciados
m ediante u n a expresión veritativo-funcional) o son negaciones de enunciados
sim ples. El único m odo de sim bolizar un enunciado sim ple en lógica proposi
cional es m ediante una letra proposicional, de m odo que si sim bolizam os en un
lenguaje proposicional estos argum entos obtendrem os (ordenados de izquierda
a derecha):
Pl n
Pi <?i -»r2
Pl <12 “Ts
(en el tercer argum ento la letra r 2 corresponde a «7 es divisible p o r 2» y o a «6
es igual a 7»). Es obvio que la corrección de los tres argum entos del lenguaje
n atu ral rad ica en aspectos estructurales de los enunciados que los com ponen y
que la lógica proposicional es incapaz de reflejar. É sta es precisam ente la razón
de que los argum entos resultantes de la sim b o lizació n no sean lógicam ente
correctos.
P ara estu d ia r la corrección de argum entos como los que nos sirven de
ejem plo necesitam os un lenguaje form al que nos p erm ita analizar o repre
se n ta r la e stru c tu ra de enunciados que en lógica proposicional se consideran
sim ples. Un m odo de averiguar qué tip o de signos debe tener un lenguaje for
m al útil p a ra esta finalidad es observar el tipo de expresiones que aparecen
en los enunciados que deseam os analizar. En los enunciados que com ponen los
argum entos anteriores se encuentran todos los elem entos sintácticos que nos
interesan.
Las expresiones que aparecen en dichos enunciados pueden clasificarse en
cinco categorías:
2. L o s le n g u a je s d e p r i m e r o r d e n
Todos los lenguajes de prim er orden tienen en com ún los sím bolos siguien
tes:
F órmulas
x ssy, xm d, Rxc,
Rxy, Pe, Qy, Sxyz,
en lugar de
(Vx3y(Px A Rxy) —► Rcc).
Tam bién escribirem os Vati — x„a y 3 x i.. ,x„a en lugar de Va-| — Vx„a y de
3 .t|... 3*„a, respectivam ente. Así, la secuencia de cuantificaciones
VjcVv3 z3 mVvVw
se abrevia
Vxy3z«Vvw.
P o r ejem plo, escribirem os
en vez de
Vay{Px -> 3zv(Qv A Rzy)).
Al igual que en lógica proposicional, direm os que u n a fórm ula de la form a
(a (3) es un condicional, una de la form a ->a u n a negación, etc. A dem ás
direm os que las fórm ulas de la form a V*a son cuantificaciones universales y
las de la form a 3 x a cuantificaciones exist.enciales; así, se dice que Vacx es una
cuantificación universal de a y que 3 a c x es u n a cuantificación existencial de a .
SUBFÓRMULAS
(Px A Rxy)
Px Rxy
/
/> a :
\
3y/?A7
/
3v/?xv
\ ~^Qx
Rxy Rxy Qx
Px, Rxy,
Las de la fórm ula Vx(Px -* 3 y /?^ ) -> Vx(3yRxy -> -0 a :) del segundo ejem
plo son:
Podem os obtener las subfórm ulas de una fórm ula cualquiera de acuerdo
con las reglas siguientes:
Va r ia b l e s l ib r e s y l ig a d a s
P ara poder expresar algunos hechos con com odidad llam arem os b lo q u e s
c u a n tif ic a c io n a le s a las expresiones de la form a Vx y 3x, es decir, aquellas
que constan de un cuantificador seguido de u n a variable.
Un m ism o sím bolo puede aparecer distintas veces en u n a expresión, o,
como direm os, puede presentar d istin ta s apariciones en la expresión. E n p a r
ticular, una m ism a variable puede aparecer varias veces en una fórm ula.
U n a a p a r ic ió n de la variable x en una fórm ula a es lig a d a si es una a p a
rición de x es u n a subfórm ula de a de la form a Ekp o V*P, en cuyo caso decimos
que e stá ligada por el cuantificador existencial o el universal, respectivam ente.
Así, to d a aparición de una variable x en un bloque cuantificacional es ligada.
U na aparición no ligada de u n a variable en una fórm ula es u n a a p a r ic ió n
lib r e de la variable en la fórmula. Así, en la fórmula
Vx(Px -> Rxy) -> {ByPy -> Rxz)
la p rim era aparición de x fuera de un bloque cuantificacional (en Px) y la
segunda (en Rxy) son apariciones ligadas (por V*). Sin em bargo, la tercera
(en Rxz) es libre. La prim era aparición de la variable y fuera de un bloque
cuantificacional (en Rxy) es libre, y la segunda (en Py) es ligada (por 3y). Por
últim o, la única aparición de la variable z es libre.
U na variable e s tá lig a d a en u n a fórm ula si aparece en la fórm ula y pol
lo m enos una de sus apariciones es ligada. A nálogam ente, u n a variable e s tá
lib r e en u n a fórm ula si aparece en ella y por lo menos una de sus apariciones
es libre. U na m ism a variable puede e sta r libre y ligada en u n a m ism a fórm ula
(aunque, n aturalm ente, ninguna aparición de la variable puede ser a la vez libre
y ligada). P a ra indicar que las variables que aparecen libres en u n a fórm ula a
están en tre las variables ,x„ escribirem os
a { x u ... ,x„).
Así, cuando por ejem plo utilicem os la expresión <p(*) d eberá entenderse que
en la fórm ula (p o no aparece ninguna variable libre o únicam ente aparece libre
la variable x.
U na fórm ula con una o m ás variables libres es u n a f ó rm u la a b i e r t a y
to d a fórm ula sin variables libres es una f ó rm u la c e r r a d a o s e n te n c ia . Las
sentencias son las fórm ulas que corresponden a los enunciados de un lenguaje
n a tu ra l, aquellas fórmulas de las que, una vez in terpretadas, tiene sentido
preguntarse si son verdaderas o falsas. P or ejemplo, las fórm ulas
Pe -y Rcc,
V x\/y(P x-> R xy) \/x(3y(P x A Rxy) -)• ~>Rxc)
son sentencias, m ientras que
S u s t it u c ió n d e v a r ia b l e s p o r t é r m in o s
1. es la fórm ula Py
* 0
2. es la fórm ula Py
3. Vx(Rxy —> Py) (J) es la fórm ula Vx(Rxc -> Pe)
4. V y ( R y x ^ P x ) ( l) es la fórm ula Vy(Ryx Px)
5. (VaPa —f Qx) (*) es la fórmula (VaPa —> Qy).
E n los ejem plos (2) y (4) no debem os reem plazar ningún sím bolo puesto
que la variable y no aparece libre en la fórmula. En el ejem plo (5) únicam ente
reem plazam os la tercera aparición de a , que es la única libre.
Si <p es u n a fórm ula, JC|t — ,a„ son variables distin tas y t i , . . . ,t„ son tér
m inos, la s u s t i t u c i ó n s i m u l t á n e a de las variables A | t . . . , „ p o r los térm inos
x
/ i , . . . ,t„ en cp, en sím bolos, <p(*¡”'"’J*), es la fórm ula o btenida al reem plazar en
cp cada aparición libre de X \ por / b y cada aparición libre de x„ por Por
ejem plo, la sustitución sim ultánea de xfy ,z por ctd ,y en
Va(Pa -> a « y) A Qz
es la fórm ula
Vx(P x -> a « d) A Qy.
O bservem os que es posible que <p(*¡*) sea diferente de <p(*') (*J) . Así, por
ejem plo
R*y(*$=Ryx
pero
Rxyty{S) = Rxx.
Sin em bargo, si t\ y t2 son constantes, entonces <p(*¡J,7) y ^C ,') Cj) son
iguales.
3. E je rc ic io s
1. ¿C uáles de las siguientes expresiones son fórm ulas atóm icas? (R es un sím bolo
relacional b in ario y S uno tern ario).
de modo que resulte una fórmula cuya forma sea la que se indica:
( 1 ) un condicional,
(2 ) la cuantificación universalde un condicional,
(3) la cuantificación universal de la cuantificación universal de una fórmula.
(1) un condicional,
(2 ) la cuantificación universalde un condicional,
(3) la cuantificación universal de la cuantificación existencial de una fórmula.
yRxyVRxz
de modo que resulte una fórmula cuya forma sea la que se indica:
( 1 ) tina disyunción,
(2 ) la cuantificación universal de una disyunción,
(3) la cuantificación universal de una negación.
de modo que resulte una fórmula cuya forma sea la que se indica:
( 1 ) una disyunción,
(2 ) un condicional cuyo consecuente es una disyunción,
(3 ) una disyunción cuyo primer componente es una cuantificación universal,
(4) la cuantificación universal de una disyunción,
(5 ) la cuantificación universal de un condicional,
(6)la cuantificación universal de la cuantificación universal de un condicional,
(7 ) la cuantificación universal de la cuantificación universal de una disyución,
(8) la cuantificación universal de un condicional cuyo consecuente es la cuan-
tificación existencial de una fórmula.
i
1
£
Sj
>
VaRxy,
t
(2) (8)
(3) Vz(RxyA3yPy)} (9) 3x(Px A3y(QxV Rxy)),
(4) Rxy A -<Px, (10) Vx3y/Zxy,
(5) VxPxVRxy, (11) 3yVxRxy,
(6) -.-.VrPjr, (12) Vx(3yPy -> Rxy).
11. Es fácil pasar de la fórmula Rxy a la fórmula Ryx mediante una sustitución
simultánea: Rxy(*£) = Ryx. Sin embargo, las fórmulas Rxy(*) (J), Ryx y tf.ry(;J) (*)
son distintas entre sí. No obstante, toda sustitución simultánea puede obtenerse
mediante series de sustituciones individuales. Pase de Rxy a Ryx y de Sxyz a Szyx
mediante una serie de sustituciones individuales.
12. Demuestre, utilizando el principio de inducción para fórmulas, que para cada
fórmula <p, cada variable x y cada término r, la sustitución de x por / en <p, es
decir, la expresión <p(*), es una fórmula.
1. E s tru c tu ra s
{», P * ,Q * ,R * ,S * , c V * ) .
E je m pl o s
Considerem os el lenguaje L cuyos sím bolos propios son dos sím bolos de
predicado P y Q, un sím bolo relacional binario R y tres constantes C|,C2 y C3 .
U na e s tru c tu ra p a ra este lenguaje es
A = (A , P * , Q * , R * ,c ? , c ? , c ? ) ,
C = {1,2,3,41, Pc = { l ,2 } ,C c = 0,
/?c = { < l,3 ),< l,l),(3 ,2 )} , cf = 2, c2c = 1, c f = 4.
O b s e r v a c io n e s
2. V e rd a d en u n a e s tr u c tu r a
E je m p l o s
c* es el núm ero I .
El papel de las variables en las ecuaciones es parecido al de los pronom bres
en una lengua n a tu ra l. Considerem os la oración
él es un novelista.
D e f in ic ió n d e v e r d a d d e u n a s e n t e n c ia e n u n a e s t r u c t u r a
P uesto que JA y ¡Ak son esencialm ente la m ism a e stru c tu ra, nos referim os a A*
tam bién con « # » .
Definiremos qué significa que una sentencia del lenguaje am pliado L(A)
sea v e r d a d e r a en JA. De este m odo, puesto que las sentencias del lenguaje ori
ginal L son tam bién sentencias del lenguaje am pliado L(A), habrem os tam bién
definido cuándo u n a sentencia del lenguaje original L es verdadera en JA.
P uesto que p a ra cada a € A. a es u n a constante de L(A)> si a os una fórm ula
de L(A) y x u n a variable podem os obtener la sustitución a ( J ) . Así, oc(l) es la
fórm ula de L(A) que se obtiene a p a rtir de la fórm ula a reem plazando todas
las apariciones libres de la variable x en la fórm ula a por apariciones de la
constante a.
D ada u n a sentencia a de L(A) con
A \= a
1. A ¡= c zz d sii c* = d*¡
2. A \= Pe sii c * e P * ,
3. A [= R c \...c „ sii ( c ? ,... ,c¿*) G R q,
4. A |= —
«cf sii A a.
5. . f l |= ( c A 8) sii j ^ f = o y ^ | = 6 .
6. j ^ |= ( a V 6 ) sii ^ t | = a o ^ l | = 8 .
7. ^ f = ( a - > S ) sii A y = o o J3 f= 8 .
8. A f= ( c *-* 8) sii A a y A \= 8 , o, A ^ a y
9. A (= Vxa sii p ara cada a € A ,A \= a (J ) ,
10 . A (= 3 x a sii p a ra algún a £ A , A \= a Q ,
A h a [ r..... *"1
y si por el contexto está claro cuáles son las variables ,x„ escribirem os
sim plem ente
A 1= a [ a ,,...
Tam bién direm os que a e s v e r d a d e r a e n A d e los objetos o que
a i , . . . ,a„ s a tis f a c e n a e n A , en lugar- de decir que a es satisfecha en A por las
objetos ,a„. Con las convenciones que acabam os de introducir podem os
a d a p ta r las cláusulas (9) y (10) de la definición de verdad a sentencias de L
así:
{ a e A : A (= «[']}
s = ............... a) 6 A" : ^ ( = « E ; : : : £ ] } .
X = { a < E A :A \= a ti} ).
E l l e m a d e c o in c id e n c ia y e l d e s u s t it u c ió n
*h<pQ sii != # * ]•
L a razón es que en cada e stu c tu ra JA la fórm ula <p(') expresa que el objeto
denotado por c tiene la propiedad expresada por <p(*). P uesto que el obje
to denotado por c es c*, dice que c* tiene la propiedad expresada p o r <p(.r).
P or ejem plo,
JA |= Pe sii c* e P*
sii JA f= Px\c*\.
3. Sim bolización
E je m p l o 1
C onsiderem os el lenguaje de prim er orden cuyos sím bolos propios son dos
sím bolos de predicado, P y Q, tres constantes c, el y e, y un sím bolo relacional
binario R. Considerem os tam bién la e s tru c tu ra cuyo universo es el conjunto
de los objetos celestes y que in te rp re ta P como el conjunto de los planetas,
Q como el conjunto de los satélites, R como la relación g im r alrededor de, e
in te rp re ta las constantes de m odo que c refiere al Sol, d a la T ie rra y c a l a
Luna.
1. La T ie rra es un planeta: Pd.
2. La Luna no es un planeta: -'Pe.
3. La L una es un satélite: Qe.
4. La T ie rra gira alrededor del Sol: Rdc.
5. Todo p lan eta es un satélite:
Vx(Px Qx).
Al afirm ar que todo p lan eta es un satélite estam os afirm ando que
cualquier objeto que es un p lan eta es tam bién u n satélite, es decir,
que p a ra todo objeto x } si x es un planeta, entonces x es un satélite.
6. Todo p lan e ta gira alrededor del Sol:
Vx(PxRxc).
E je m p lo 2
-3 x S x d o Vx-'Sxd.
Vjc(3y5yx Px).
E je m p l o 3
Vx(Px Rex).
Vx(Px <->Rex).
Vx)>(Rxy (x « y V Sxy)).
9. P a ra cada núm ero prim o hay un núm ero par mayor que él:
10. Los núm eros prim os son divisibles únicam ente por sí mismos y por la
unidad:
V x ( Q x -t ((R x x A R d x )A V y (R y x -t ( y «</ ) ) ) ) .
Debe tenerse en cuenta que nuestro enunciado afirm a dos cosas, p ri
m ero que los núm eros prim os son divisibles p o r sí mismos y p o r la
unidad y segundo que si un núm ero divide a un núm ero prim o de
b e ser igual a él o la unidad. Un m odo m ás com pacto de expresar lo
a nterior es tam bién:
o tam bién
Va(Q x +-» Vy(/?y* <-* (y « x V yfó d ))).
Con e sta sentencia decimos que hay un p lan eta y que cualquier pla
n e ta es igual a él.
3. Hay al menos dos planetas:
3 r y ((Px A Py) A - * « y ) .
Fijém onos cjue con e s ta sentencia decimos que hay dos p lanetas dis
tintos y que cualquier p lan e ta es uno de ellos dos. De este m odo ex
presam os que hay dos y sólo dos.
O tro m odo menos com pacto, pero más obvio, de sim bolizar el enun
ciado consiste en form ar la conjunción de las sim bolizaciones de (3)
y (4).
3x y (( Px A Py) A ->x m y ) A Vx y z (((Px A Py) A Pz) -» (x m y V x m z V y ~ Z)).
4. E je rc ic io s
(1 ) Pe, ( 10 ) Vx(Qx->3y(PxVQy)),
(2 ) - P d, (1 1 ) VxRcx,
(3) (PcAQd), ( 12 ) VxScx,
(4) (Pe -> ~'Qd), (13) Vx(Rcx Scx),
(5) 3xQx, (14) 3yVx(Rcx -> Scx),
(6) Sx(PxAQx), (15) Vxy(Rxy -> S*y),
(7) VxQx, (16) Vxy(Rxy -> BzSxz),
(8 ) Vx(Px Qx), (17) Vx(Px -> 3y/?xy),
(9) M Q x - t - 'P x ) , (18) Vx(Px -> 3y(Sxy A Ryx)).
(a) Las sentencias (2), (3) y (4) sean verdaderas y las restantes falsas.
(b) Las sentencias (2), (4) y (5) sean verdaderas y las restantes falsas.
(c) Las sentencias (2) y (3) sean verdaderas y las restantes falsas.
(d) Las sentencias (1), (2) y (4) sean verdaderas y las restantes falsas.
(e) Las sentencias (2), (3) y (5) sean verdaderas y las restantes falsas.
(f) Las sentencias (1), (3) y (5) sean verdaderas y las restantes falsas.
(g) Las sentencias (1), (2) y (4) sean verdaderas y las restantes falsas.
(h) Todas las sentencias sean verdaderas.
(i) Todas las sentencias sean falsas.
(a) Las sentencias (1), (3) y (5) sean verdaderas y las restantes falsas.
(b) Las sentencias (1), (2) y (4) sean verdaderas y las restantes falsas.
(c) Las sentencias (2), (3) y (4) sean verdaderas y las restantes falsas.
(d) Las sentencias (2), (4) y (5) sean verdaderas y las restantes falsas.
(e) Las sentencias (2) y (3) sean verdaderas y las restantes falsas.
(f) Las sentencias (2), (3) y (5) sean verdaderas y las restantes falsas.
(g) Todas las sentencias sean verdaderas.
(h) Todas las sentencias sean falsas.
(1) V*(3yRxy->Px),
(2) \fx(Px —» Qx),
(3) BxiQxAVy-tRxy),
(4) 3\xRxx,
(5) 3x->Rxx.
(a) Las sentencias (1), (3) y (5) sean verdaderas y las restantes falsas.
(b) Las sentencias (1), (2) y (4) sean verdaderas y las restantes falsas.
(c) Las sentencias (2), (3) y (4) sean verdaderas y las restantes falsas.
(d) Las sentencias (2), (4) y (5) sean verdaderas y las restantes falsas.
(e) Las sentencias (2) y (3) sean verdaderas y las restantes falsas.
(f) Las sentencias (1), (2) y (4) sean falsas y las restantes verdaderas.
(g) Las sentencias (2), (3) y (5) sean verdaderas y las restantes falsas.
(h) Todas las sentencias sean verdaderas.
(i) Todas las sentencias sean falsas.
11. Considere el lenguaje de primer orden cuyo único símbolo propio esel símbolo
relacional binario R y la estructura !A - (A,Ra ), donde A - {1,2,3,4} y R*es el
orden parcial reflexivo representado por el diagrama
12. Considere el lenguaje de primer orden cuyo único símbolo propio es el símbolo
relacional binario R y la estructura ¡A = (A,Ra ), donde A = {1,2,3,4,5} y R* es
el orden parcial reflexivo representado por el diagrama
Halle tres fórmulas o.], m y ctj con únicamente la variable libre x cuyas únicas
soluciones en !A sean el número I, el número 2 y el número 3, respectivamente.
Halle también una fórmula o* con únicamente la variable libre x cuyas soluciones
en !A sean los números 4 y 5.
Añadamos ahora una constante c al lenguaje y ampliemos la estructura de modo
que c* — 5. Halle una fórmula con con únicamente la variable libre x cuya única
solución en !A es el número 4 y otra fórmula cuya única solución es el número 5.
13. Considere el lenguaje de primer orden cuyo único símbolo propio es el símbolo
relacional binario R y la estructura !A - {A,R^)} donde A = 11,2,3,4,5,6,7} y R*
es el orden parcial reflexivo representado por el diagrama
Encuentre tres fórmulas a i , ct2 y 0C3 con únicamente la variable libre x cuyas
únicas soluciones en 1A sean, respectivamente, los números 1, 2 y 3. Encuentre
además dos fórmulas a* y (X5 con únicamente la variable libre x cuyas soluciones
en sean, respectivamente, los números 4 y 5 y los números 6 y 7. Añadamos
ahora dos constantes c y d al lenguaje y ampliemos la estructura de modo que
cA = 5 y dA = 6 . Encuentre una fórmula con únicamente la variable libre x cuya
única solución en !A es el número 4, otra cuya única solución es el número 5, otra
cuya única solución es 6 y, finalmente, otra cuya única solución es el número 7.
15. Simbolice los siguientes enunciados en el lenguaje de primer orden del ejemplo
1 de la sección sobre simbolización.
De modo análogo, para cada número natural n mayor que 3 puede expresarse
que hay n planetas, que hay a lo sumo n planetas y que hay exactamente n
planetas. Piense, por ejemplo, cómo hacerlo en los casos de n = 4 y ti = 5. De
modo aún más general, si tenemos una propiedad que podemos simbolizar con
una fórmula <p(.t), puede expresarse con su ayuda, para cada n < 1 , que hay al
menos n objetos con la propiedad, o que hay a lo sumo n o que hay exactamente
n, utilizando fórmulas parecidas pero en las que aparece cp(x,) en lugar de Px¡,
para cada i entre 0 y n + 1. Piense cómo hacerlo.
Piense cómo simbolizar para un número n cualquiera que hay al menos n objetos,
que hay a lo sumo n y que hay exactamente n.
17. .Justifique que en una estructura A para un lenguaje L los conjuntos 0 y -4 son
definibles en A. Demuestre también que si dos subconjuntos X e Y de A
son definibles en A también lo son X U K, X n }' y X —Y.
18. Justifique que si en una estructura A para un lenguaje L una relación binaria R
en A es definible en A, también lo es su complemento, su inversa, y el producto
relacional R\R.
1. V e r d a d ló g ic a
D e m o s tr a c i ó n . (1) Sean (p y \]/ dos fórm ulas con a lo sum o la variable x libre
y sea A una estru ctu ra. P a ra ver que la sentencia V*(<p -> \y) ~> (V*cp—> V*\|/)
es verdadera en A b a s ta ver que si su antecedente es verdadero en A tam bién
lo es su consecuente. Supongam os pues que A f= Vx((p —> y ). Debem os concluir
que A |= Vjtíp - » Vxiy. Si el antecedente de e sta sentencia condicional es falso
en A , el condicional ya es verdadero. Supongam os pues que el antecedente
V.v(p es verdadero en A . D ebem os m ostrar que tam bién lo es su consecuente
V.xy, es decir, debem os ver que p a ra cada a € A, A ¡= Sea pues a un
elem ento a rb itra rio de A. P uesto que V*(<p-> y ) es verdadera en A , tenem os
que A f= (tp -> vj/)[£], es decir,
P uesto que, por suposición, V.t(p es verdadera en A , tenem os que A f= <p[*]. Por
tan to obtenem os que A |= \|/[£], como queríam os m ostrar.
(2) Sean <p y \j/ fórm ulas con a lo sum o la variable x libre y sea A una
estru c tu ra. D ebem os ver que en A es verdadera la sentencia
O bviam ente A 1= < pg] sii A |= <p[£y, pues <p(f) (J) = <p(J) (§). P or tan to , A (=
3x(p£], que es lo que queríam os obtener. □
(1 ) Vxxm x,
(2)
(3) Vxyz((jcssyAy « z ) x « z ),
(4) Vxy((<pA.rs3 y) -4 <p(J)), para cada fórmula cp con a lo sum o la variable
x libre y para cada variable y que no aparece en (p.
P uesto que la variable y no aparece en cp, cp(*) es la m ism a fórm ula que cp(J) (£).
Así,
A |= Vjrcp sii p a ra cada a € A, A (= cp(',) ( |) .
Con lo cual,
A \= V*cp(x) sii A Vycp(’) .
N o h a y d is tr ib u t i v id a d d e l c u a n tific a d o r e x is te n c ia l re s p e c to a la c o n
ju n c ió n . P o r e je m p lo , la fó rm u la 3x(Px A Qx) no es lógicamente equivalente
a 3xPx A 3xQx. P a r a v e rlo , o b s é rv e se q u e « h a y u n n ú m e ro p rim o y h a y u n
n ú m e r o d iv is ib le p o r c u a tr o » e s u n e n u n c ia d o v e rd a d e ro p e ro « h a y u n n ú m e ro
p r im o d iv is ib le p o r c u a tr o » e s falso. D e m o d o a n á lo g o , no h a y d is tr ib u tiv id a d
d e l c u a n tif ic a d o r u n iv e rs a l r e s p e c to a la d is y u n c ió n . P o r e je m p lo , la fó rm u la
V x(P xV Q x) no es lógicamente equivalente a V x P x W x Q x . P a r a d a r s e c u e n ta d e
e llo , o b s é rv e s e q u e es v e rd a d e ro q u e to d o n ú m e ro es p a r o im p a r p e r o es falso
q u e to d o n ú m e r o es p a r o to d o n ú m e r o es im p a r.
L a justificación de (2) es sim ilar. (3) se sigue de (2) y (4) de (1), recor
dando que p a ra to d a fórm ula a , a = ->->a. □
P r in c ip io d e s u s t it u c ió n d e f ó r m u l a s e q u iv a l e n t e s
Si en una fórmula sustituimos una subfórmtUa por una fórm ula equi
valente a ella obtenemos una fórm ula equivalente a la fórm ula ini
cial.
Q 1*11• • • j Q hXii&
no lo es.
A unque no sea propiam ente una dem ostración, vamos a describir un pro
cedim iento p a ra transform ar cada fórm ula en una fórm ula prenexa equivalente.
D ada u n a fórm ula, lo prim ero que harem os es transform arla en o tra equivalen
te en la que no haya dos bloques cuantificacionales con la m ism a variable, y en
la que ninguna variable que aparece libre aparezca tam bién ligada. E sto pode
mos hacerlo gracias a la proposición 14.5, ya que tenem os infinitas variables.
Usarem os siem pre variables nuevas, es decir que no aparezcan en la fórm ula.
Después, utilizando las equivalencias anteriores y las de lógica proposicional,
irem os trasladando los cuantificadores al inicio de la fórm ula.
E je m pl o s
->3x\/y(Rxy -» VzRzz),
Vx~'Vy(Rxy —> VzRzz),
Vx3y^(Rxy \fzRzz),
\/x3 y (Rxy A -'Vz.Rzz) ,
VjrEfy(/?xyA3z~«/?zz)1
Vx3y3z(/?.t)' A -itfzz).
3. C o n s e c u e n c i a ló g ic a
E je m p l o s
4. E je rc ic io s
(1) Vx(->PxVQx),-*3xPxVVxQx,
(2) 3x(-yPxA~yQx), -WxPx A 3x~<Qx,
(3) 3x(Px -> Qx), 3xPx -4 VxQx,
(4) Vjk(Px -4 Qc ) , VxPx -4 Qc,
(5) 3x(Px-*Qe), 3xPx -* Qc.
o. Averigüe cuáles de las sentencias siguientes son equivalentes entre sí. Justifique
la respuesta.
6. Averigüe cuáles de las sentencias siguientes son equivalentes entre sí. Justifique
la respuesta.
(1) P e - i VxRxc,
(2) Pe -4 3x/¿xc,
(3) Vx(Pe -4 Rxe),
(4) ELx(Pe -> Rxe).
8. Sea cp una fórmula con a lo sumo la variable x libre y sea c una constante.
Muestre que si Vx<p es una verdad lógica, entonces <p(J) también lo es.
9. Determine de cada una de las dos sentencias siguientes si es satisfacible o no. Si
lo es, dé un modelo; si 110 lo es, demuestre que es falsa en toda estructura.
27. Demuestre que ninguna de las tres sentencias siguientes es consecuencia de las
restantes.
(1) Vx-,Rxx,
(2) Vxy( (Rxy A Ryx) - » x « y ),
(3) Vxyz((Rxy A Ryz) -* Rxz).
28. Demuestre que la tercera sentencia es consecuencia de las dos primeras, pero
que ninguna de las otras dos es consecuencia de las restantes.
(1) VxRxx,
(2) Vxyz((Rxy A Rxz) -* Ryz),
(3) Vxy(Rxy -> Ryx).
29. Demuestre que cada una de las sentencias (1) y (2) es consecuencia de las res
tantes, pero que (3) no lo es.
1. In tro d u c c ió n
3 + 2,
el sucesor de 5,
el año en que nació K ant,
que nom bran, p o r este orden, el núm ero 5, el núm ero 6 y el año 1724. En
este sentido se com portan como un nom bre propio. Expresiones de este tip o se
sim bolizan utilizando sím bolos funcionales. Con su ay u d a form am os térm inos
m ás complejos que las variables y las constantes.
Los s ím b o lo s fu n c io n a le s , al igual que los relaciónales, pueden ser una-
rios, binarios, ternarios, etc. Un lenguaje de prim er orden p o d rá ten e r o no
sím bolos funcionales en tre sus sím bolos propios, al igual que puede ten er o
no constantes, sím bolos de predicado o sím bolos relaciónales. U tilizarem os las
letras « /» , «£» y «/i», posiblem ente con subíndices, como sím bolos funcionales;
las usarem os tam bién p ara referirnos a sím bolos funcionales cualesquiera.
Los conceptos sintácticos y sem ánticos p ara lenguajes de prim er orden
con sím bolos funcionales se definen de m odo análogo a los de los lenguajes de
prim er orden sin sím bolos funcionales. Lo único que cam bia son las definiciones
de térm ino y de estru c tu ra, que deben d ar cabida a los sím bolos funcionales y
a su interpretación.
2. S in ta x is
E jem plo
c, f e , gxc, g f c x , h f c f c g x y , f f f f c .
h fc fc g x y
c c x y
Y el clcl térm ino ggxygxfc es:
ggxygxfc
gxy g x fc
X
/ \ y
/
X
\ fe
< :::£ )•
3. S e m á n tic a
donde
1. A es un conjunto no vacío,
2. J es u n a función cuyo dom inio es el conjunto de los sím bolos propias
de L y ta l que:
D e n o t a c ió n d e l o s t é r m in o s
Si A
es una e stru c tu ra p a ra un lenguaje L con sím bolos funcionales, la
A de un térm ino cerrado / del lenguaje am pliado
d e n o t a c i ó n , o e l v a l o r , en
L(Á)y en sím bolos, se define como sigue:
1. Si c es u n a constante y / = c, t* = c*. En particular, si a € A, a* = a.
2. Si t = f \ donde / es un sím bolo funcional ti- ario y son
térm inos cerrados, íA = /* (/{ * ,... ,t*).
C laram ente, la denotación en ¡A. de todo térm ino cerrado es un elem ento
de A.
E jem plo
p a ra L donde:
c3 = 0,
d'B = 2.
(/c )2 = 0 + 1 = I
y la de f f e es
(//c )3 = (0 + 1 ) + 1 = 2.
A |= o sii fB [= a.
(2) S i <p es una fórmula con una única variable libre x y t es un término
cerrado,
*h<p(í) sii
(15-1) rft* =
b asta m ostrar que (15.1) vale p a ra un térm ino r con a lo sum o una variable
x si vale p a ra todos los térm inos de grado m enor que el de r con a lo sum o
la variable x. Sea pues r un térm ino de grado n con a lo sum o la variable x.
Supongam os, como hipótesis inductiva, que (15.1) vale p a ra cada térm ino de
grado m enor que n con a lo sum o la variable x. Si n = 0 , r es u n a constante o
u n a variable. Si r es u n a constante, r(*) = r = r(J). Por tan to , r ( * ) 1 = r (J ) ‘fl.
Si r es una variable, r es -t. P or tanto,
r© * -» * — r© * .
Si n i=- 0. entonces r — f t \ . . . t k p a ra algún sím bolo funcional A-ario y
térm inos / i , . . . ,/*, que ten d rán necesariam ente grado m enor que n y conten
d rán a lo sum o la variable x. Por la hipótesis inductiva, p ara cad a i tal que
1 < i < k, = /,(*)*. A hora bien, ( // , . . . / * ) $ = f t \ (* )... r* (f); p o r tanto,
= / * ( ' . © * ....... * © * ) ,
= ( /» .© • • • » * © ) " .
= ( / '.• • •<*)©*
(2) Sea t un term ino cerrado y sea a = t* . D em ostrem os que p a ra cada
fórm ula cp con una única variable libre x ,
s ii < r , 1 * 0 * ) 6 * * ,
s ii
s ii A \ rt ) g ) .
* N « (í) sU •* != « © •
P or tanto,
H -• «(*) s ii
s ii « ( í) .
SÜ ^ (= - .a g ).
Si cp es la conjunción de dos fórmulas, a y ($, entonces, puesto que el
núm ero de sím bolos lógicos de a y el de (3 es m enor que n, tenem os que p o r la
hipótesis inductiva
J | | = « (3 s ¡¡ y s ii * 1 = 0 0 -
P o r tanto,
JH O A P )© si
* l= O y * l= (?).
^ t = a ( ') A p g ) ,
A |= ( « * « © •
PRO PO SICIÓN 15.4. Si <p es una fórm ula con a lo sum o la variable x libre y
t \,¡2 y h son térm inos cerrados,
(2) {/| H l
(3) { < ) • ' ! “ '2} 1 = 0 -
4. E je rc ic io s
9. Justifique que Vxyxasy no es consecuencia del conjunto cuyos elementos son las
sentencias
Vxy((-<PxA->Py) -> xas y), Vx(Px -> -*Pfx), V*y(-u: as y -> -»/.t % />’)•
10. Encuentre un conjunto de sentencias Z en el lenguaje con un único símbolo
funcional unario / tal que para toda estructura JA = {Ayf A) y
13. Considere el lenguaje con un único símbolo funcional unario / . Encuentre una
sentencia satisfacible cuyos modelos sean todos infinitos.
(1) La suma de dos números positivos es mayor que cada uno de ellos.
(2) La suma de dos números pares es par.
(3) Si el producto de dos números es impar, también lo son los factores.
(4) Un número par es un número divisible por dos.
(5) Todo número es divisible por 1.
(6) Todo divisor de dos números es divisor de su suma.
(7) Cero es el único número x tal que x + x = x.
(8) Cero y 1 son los únicos números x tales que x ■x = x.
(9) El sucesor de un número impar es par.
(10) Todo número impar es sucesor de un número par.
1. I n tr o d u c c i ó n
Como sabem os, los argum entos son correctos o incorrectos. E stas propie
dades son intrínsecas a los argum entos y las poseen independientem ente de
que lo sepam os. P a ra descubrir y ju stificar que un argum ento correcto lo es
usualm ente se realizan dem ostraciones.
La definición del concepto de consecuencia lógica d a d a en el capítulo an
terior es acorde con la idea de que la relación de consecuencia conserva la
verdad, pero no nos ofrece ningún m étodo p a ra d eterm inar si u n a sentencia es
consecuencia de un conjunto de sentencias. De hecho, ni siquiera nos p ropor
ciona un m étodo sistem ático p a ra ex traer consecuencias de un conjunto dado
de sentencias. Los cálculos deductivos, inspirados en la actividad de realizar
dem ostraciones, perm iten ex traer de un m odo efectivo las consecuencias de
un conjunto finito cualquiera de sentencias m ediante la construcción de deri
vaciones. Un cálculo consta de un conjunto finito de reglas de inferencia (o de
un conjunto finito de axiom as y reglas de inferencia, según el tip o de cálculo),
que perm iten pasar de unas sentencias a consecuencias de las m ism as, y de
una serie de instrucciones que indican cómo obtener derivaciones.
Un cálculo deductivo debe ser correcto, es decir, únicam ente debe perm itir
derivar consecuencias de los conjuntos de prem isas a los que lo apliquem os.
A dem ás, p a ra la lógica de prim er orden es posible obtener cálculos com pletos,
es decir, que perm iten derivar to d as las consecuencias de cualquier conjunto
de prem isas.
2. E l c á lc u lo d e d u c tiv o
R eglas estructurales
¡El] ---------------- , s i a e Z
Z a
Z a
[E2] ---------------- , s i Z C A
A a
I n tr o d u c c ió n y elim in a c ió n d e l a n e g a c ió n
ZU{a} |3
Zu{a}
W
Z -'(X
Zu{-oc} p
Zuj^cx} -ip
Z a
I n tr o d u c c ió n y elim in a c ió n d e l a c o n ju n c ió n
Z a
Z p
[Ia ] -------------------------- -------------
Z (ccAp)
rc
[Ea]i 1 (aAP)
---------------------- 1 (aAM
----------------------
Z a Z P
I n t r o d u c c i ó n y e lim in a c ió n d e l a d isy u n c ió n
£ a £ P
[Iv
£ (avp) £ (avp)
£ (avp)
£u{a} y
£u{p} Y
[Es
I n tr o d u c c ió n y e lim in a c ió n d e l c o n d ic io n a l
£U{a} P
P- £ a-> P
£ (a-*P)
Z a
[E-
~L (T
I n tr o d u c c ió n y e lim in a c ió n d e l b ic o n d ic io n a l
Zu{a} P
ZU{p} a
[lo]
Z (a«->p)
Z (a<-»|5) Z (a<->P)
Z a I P
[B«]
P l a
In t r o d u c c ió n y e l im in a c ió n d e l c u a n t if ic a d o r u n iv e r sa l
2 <P(c)
fly] ------------------ , c es u n a constante que no aparece en ZU
I Vjwp
1 VjCíp
[Ey] ------------------ j t es un térm ino cerrado
2 9 0
In t r o d u c c ió n y e l im in a c ió n d e l c u a n t if ic a d o r e x is t e n c ia l
2 *o
[I3 ] , t es un térm ino cerrado
£ 3x<p
£ 3*<p
£U{<pQ} a
[E^J ------------------------------ , c no aparece en £ U {(p,a)
£ a
R e g l a s d e la ig u a l d a d : r e f l e x iv id a d y s u s t it u c ió n
I
I <p(í)
[S«] ------------------- , t y /' son térm inos cerrados
I ♦ 0
L a r e g la [IA]
P a ra deducir u n a sentencia ( a A p ) de un conjunto de sentencias Z, po
dem os deducir a y p de Z. É ste es el contenido de la regla [IA]. P or ejem plo,
p a ra deducir (P c A Q c ) de {P e,Qc}, hacem os la siguiente derivación:
1. {Pc,Qc) Pe [El]
2. {Pc,Qc} Qc [El]
3. {Pc,Qc} (PcAQ c) M » i. 2
L a r e g la [EA]
Si tratam o s de deducir a de Z utilizando la regla [EAj debem os deducir
prim ero, p ara alguna sentencia P, (ocAp) de Z o ( p A a ) de Z. P or ejem plo,
p a ra deducir Qc de Z = {(Pe A (Qc A 7c))} podem os hacer la derivación:
L a re g la [!_»]
E sta regla corresponde a la estrategia usual p a ra dem o strar enunciados
condicionales según la cual se supone el antecedente y se concluye el consecuen
te. P a ra deducir ( a - > p) de Z utilizando la regla [I_>] debe deducirse prim ero
p de ZU {a}, es decir, con ay u d a de las prem isa en Z y la prem isa auxiliar a ,
debe obtenerse p. Así, deducim os (Qc-> (P cA Q c)) a p a rtir de {Pe} m ediante
la siguiente derivación.
1. {Pe} Pe [El]
2. {Pc,Qc} Qc [El]
3. {P t\Q c} Pe [E2], 1
4. {PeyQc} (PcAQ c) [Ia], 3, 2
5. {Pe} (Qc -y (Pe A Qc)) PUL 3
E n la línea 3 de la derivación se han uniform izado prem isas, p a ra poder
aplicar [IA].
La regla [I_+] tam bién p erm ite deducir ( a -> p) de Z si previam ente se ha
deducido P de I utilizando la regla e stru c tu ral [E2], como m u estra la siguiente
derivación:
1. {Qc} Qc
2. {Q c,Pc} Qc [E2], 1
3. {Qc} (Pe —> Qc) [I_>],2
L a r e g la [E_*]
E s ta regla se conoce habitualm ente con el nom bre de M odus Ponens. P a ra
deducir p de Z con su ay u d a b a sta deducir prim ero, p ara alguna sentencia a ,
tan to (ex-* p) como ex de Z. Por ejem plo, puede deducirse T e de Z = {Pe, ((PeV
Qc) -» Te)} m ediante la siguiente derivación:
L a r e g la [Iv]
P a ra deducir (cxV p) de Z b a sta deducir a o deducir p de Z y aplicar la
regla [lv]. P or ejem plo, puede deducirse ( ( P c A Q c )V T c ) de {Pc,Qc) m ediante
la derivación:
L a r e g la [E v]
Si hemos deducido ( a v P ) de Z, p a ra deducir 8 de Z utilizando la regla
[Ev] debem os deducir 8 tan to de ZU {a} como de ZU {a}. Por ejem plo, si
L a r e g l a [I.,]
La regla [I-,] corresponde a la estrategia de dem ostración de una negación
p o r reducción al absurdo: p a ra dem ostrar la negación de un enunciado A, b a sta
dem o strar cualquier enunciado y su negación a p a rtir de A. Así, p a ra deducir
-^a de Z podem os utilizar la regla [I.,] deduciendo prim ero alguna sentencia (3 y
su negación, ->(3, de Z U {a}. Es decir, debem os obtener prim ero una sentencia y
su negación a p a rtir de Z m ás la prem isa auxiliar a . P or ejem plo, p a ra deducir
->Pc de Z = { (P e -4 Qc)t ->Qc} utilizando la regla [L,] podem os proceder así:
L a re g la [E_]
L a regla [E.,] corresponde a la estrategia de dem ostración de un enunciado
p o r reducción al absurdo: p a ra dem ostrar un enunciado A b a sta con dem ostrar
cualquier enunciado y su negación a p a rtir de la negación de A. Así, si quere
mos deducir a de I podem os u tilizar la regla [E-J deduciendo prim ero alguna
sentencia y su negación a p a rtir de I m ás la prem isa auxiliar -ia , es decir, a
p a rtir de X U f- ’Ct}. Por ejem plo, p a ra deducir Pe de X = { (-iP e -4 Q c ) ^ Q c }
b a sta realizar la siguiente derivación:
L a r e g la [I0 ]
Si se tr a ta de deducir un bicondicional a <4 p de un conjunto X utilizando
la regla [I„], debem os deducir prim ero a de XU{P} y P de X u {a}, ta l como
se ilu stra en la siguiente derivación de la sentencia (Pe <-> Qc) a p a rtir del
conjunto X = {(Pe -> Qc),(Qc -» Pe)}.
L a r e g la [E «]
E s ta regla es m uy parecida a la de elim inación del condicional. Si se tra ta
de deducir P de X utilizando la regla [E*+] b a sta deducir prim ero, p a ra alguna
sentencia a , a de X y, adem ás, ( a <-> p) o ( p o a ) .
L a r e g la [Iv]
P a ra deducir Va<p de X con ay u d a de la regla [Iv], elegimos una constante
nueva c., es decir, u n a constante que no aparece ni en X ni en (p, y deducim os
<p(*) de Z. Precisam ente p ara poder tener siem pre a nuestra disposición cons
ta n te s nuevas am pliam os el lenguaje con infinitas constantes auxiliares. E sta
regla corresponde a la estrategia de dem ostración según la cual p ara m ostrar
que todo objeto tiene c ierta propiedad, m ostram os que un o b jeto arbitrario la
tiene. Com o ejem plo de uso de esta regla, deducim os VxQx de {Va(Pa A Qx)}
m ediante la derivación siguiente.
1. {V a /? a a } VxRxx [El]
2. { V a /? a a } Rcc [Ev], 1
3. {VxRxx} VxRxc 1
L a r e g la [Ev]
P a ra deducir <p(J) de I , donde i es un térm ino cerrado, utilizando la regla
[Ey], b a s ta deducir prim ero Va <p de Z. Por ejemplo, podem os deducir \/xQx de
Z = {\fxPxtVxPx -> VxQx) m ediante la derivación:
L a re g la [I3]
Si querem os deducir Ektp de Z utilizando la regla [la], debem os deducir
prim ero (p(*) p a ra algún térm ino cerrado t. Así, p ara deducir 3xPx de {V a P a }
procedem os como sigue:
L a re g la (E 3]
Supongam os que querem os deducir a de Z. Si de Z hemos deducido 3 a<p ,
podem os aplicar la regla [E 3]. P a ra ello, elegimos una constante nueva e, es
decir, una constante que 110 aparece ni en Z ni en <p ni en a , y deducim os
tx de ZU{<p(*.)}. E sta regla corresponde a la estrategia de dem ostración que
podem os resum ir así: si sabem os que hay por lo menos un o b jeto que tiene
c ie rta propiedad, podernos obtener consecuencias de este hecho eligiendo un
o b jeto arbitrario que tiene la propiedad en cuestión y razonando con su ayuda.
Como ejem plo de uso de e s ta regla deducim os 3xQx del conjunto Z = {Vat(Pa-—►
Q x),3xPx) m ediante la derivación siguiente.
1. Z 3xPx [El]
2. ZU {Pe} Pe [El]
3. ZU {Pe} \/x(Px -> Qx) [El]
4. ZU {Pe} (Pe - » Qc) [Ev], 3
5. ZU {Pe} Qe [E -J, 2, 4
6. ZU {Pe} 3 xQx Pal. 5
7. Z 3xQx [E3], 1, 6
L a s r e g la s [R „] y [S~] d e la ig u a ld a d
La p rim era regla de la igualdad, [R»], requiere muy poco com entario. Per
m ite derivar cualquier secuente de la form a (£ ,/ » r ) , donde / es un term ino
cerrado. De acuerdo con la segunda regla, [S«], si / y í' son térm inos cerrados
y de I hemos deducido la ecuación / « / ' y una sentencia <p(*), podem os de
ducir la sentencia (p(*). Antes de d a r un ejem plo de aplicación de e sta regla
es conveniente observar que una m ism a sentencia puede obtenerse p o r sus
titución de u n a variable p o r un térm ino en fórmulas m uy diversas. Así, la
fórm ula Rcc es la sustitución de x por c en Rxx, pero tam bién es la s u s titu
ción de x p o r c en Rcx o en Rxc, como es la sustitución de y p o r c en Ryy, en
Rey o en Ryc. E ste hecho es im portante p a ra darse cuenta de las posibilida
des de aplicación de la regla [S*]. G racias a ella, a p a rtir del m ism o conjunto
{c « d,Rcc} podem os deducir R dd, Rdc y Red. P ara deducir R d d tenem os en
cu en ta que R c c = (Rxx) (*) y Rdd = (Rxx) Q ); p a ra deducir Rdc utilizam os que
Rcc = {Rxc) (*) y Rdc = (Rxc) (¿ ). Finalm ente, obtenem os Red observando que
Rcc = (/?c*)(J) y Red = (/ta t)Q ). Como vemos, la regla [S«] es m uy versátil.
Puede reform ularse así:
A l g u n a s d e r iv a c io n e s c o m e n t a d a s
1. LU{8} (a A p ) - » y [El]
2. SU {8 } 8 -» a [El]
3. IU { 8 } 8 -> p [El]
4. I U { 8} 8 [El]
5. L U { 8} a [E -t], 2 , 4
6. LU {8} P [E -t], 3, 4
7. IU { 8 } aA p [Ia], 5, 6
8. X u{8} Y [E->], 1, 7
9. 2 5 y BU], 8
(3) { a -> ( P V y ) ,a A - P } h y
1. £ a -> (p v y ) [El]
2. £ a A - ip [El]
3. I a [Ea], 2
4. £ Pvy [E _], 1, 3
5. I U { Y} Y [El]
6. z u { p ,-v r} a A - ip [E2], 2
7. £ u { p ,-.y } -P [Ea], 6
8. £ u f p, - -y} P [El]
9. IU { P ) y [E ,], 7, 8
10. I y [Ev], 4, 5, 9
(7) 3y\fxRxyh\/x3yRxy
1. {P fc} P fc [El]
2. {P fe, f e a d } fe ~ d [El], 1
3. {P fc, f a z d) P fc [E2], 1
4. {P fc, f e a d) Pd [Sa¡], 2, 3
5. {P fc } f c x í d -> Pd IU > *
6. {P fc } V x (fc & x -> P x ) [Iv], 5
1. 0 f e * fe [R*]
2. 0 3y f c & y [la], 1
3. 0 Vx3y f x x s y [Iv], 2
3. R e g la s d e r iv a d a s
Z a
Z ->cc
~£ ¡r
es una regla derivada construim os u n a sucesión de secuentes cuyas dos prim e
ras líneas son (Z,cc) y (Z,->a), cuya últim a línea es (Z,p) y tal que to d a línea,
a excepción de las dos prim eras, se obtiene de líneas anteriores aplicando las
reglas del cálculo. En este a p a rtad o , a estas sucesiones de secuentes tam bién
las llam arem os derivaciones, a pesar de que las líneas que contienen los se
cuentes de p a rtid a no se obtienen por aplicación de las reglas del cálculo. La
justificación de una regla derivada m uestra que todo secuente obtenido con su
ay u d a puede obtenerse tam bién sin ella; p ara ello b a sta reem plazar cada uso
de la regla por su justificación convenientem ente a d a p ta d a a la situación. Por
e s ta razón podem os usar las reglas derivadas.
R e g l a s d e r iv a d a s p a r a l a s c o n e c t i v a s
C o n t r a d ic c ió n
I a
I
[CD]
¡T
D o b l e n e g a c ió n
Z a Z -»->a
[DN]
Z -i->a Z a
M odus T ollens
Z a -> (3
z -.p
[MTJ
- 'a
E l im in a c ió n d e u n d il e m a
Z avp Z avp
Z -’Ct Z -’P
[ED]
P £ P
A continuación justificarem os las reglas [CD], [MT], u n a de las reglas
[DN] y una de las reglas [ED]. La justificación de las restantes se d eja como
ejercicio.
[CD]
1. Z a Suposición
2. Z -»a Suposición
3. Z U {- ^ } a [E2], 1
4. Z U {- P } -.a [E 2], 2
5. Z P [E-J, 3, 4
[DN]
1. Z -n-ia Suposición
2. Z u { -» a } [El]
3. ZU {—*ot} —»—>oc [E2], 1
4. Z a [E-J, 2, 3
[MT]
1. Z a -> p Suposición
2. Z -^P Suposición
3. Z U {a} a [El)
4. ZU {a} a - + P [E2], 1
5. ZU {a} p [B.*], 3, 4
6. ZU {a} -.p [E2], 2
7. Z -«a [I-,], 5, 6
1. Z avp Suposición
2. Z -’Ct Suposición
3. ZU{<x} a [El]
4. ZU{cx} ->a [E2], 2
5. Z u{a} P [CD], 3, 4
6. £u{p} P [El]
7. I P [Ev],l, 5, 6
R e g l a s d e r iv a d a s p a r a c u a n t i f i c a d o r e s
C a m b io d e v a r ia b l e
I V*a Z 3xa
[CV] , si y n o a p a re c e e n a
Z
v K ) 1
E q u iv a l e n c ia d e c u a n t i f i c a d o r e s
I V*<x Z ->V*a
[CU]
I -’EU-'CX Z 3x->a
I Bxa Z -^ELva
[CE]
Z -Afa-na Z V.t-ia
[CV]
1. I Vxa Suposición
2. I a (c) [Ev], 1 , c constante nueva
3. I V y a (*) [Iv], 2, pues c no aparece en
y « 0 es igual a a ( x) (;y)
1. I 3*a Suposición
2 . IU { < ) } «0 [El], , c constante nueva
3. £ u {< )} 3y<) [y. 2 , pues < ) e s < x (p ©
4. £ 3.v«(;) [Eb], 1,3
(CE]
1. I 3xa Suposición
2 . IU{<*Q}
3. IU{a¿),Vx-a}
<D1(X
Vx-
[El], c constante nueva
[El]
4. £U{ot£),Vx-.a} ->aa [Ev]» 3
5. £u{a¿),V*-.a} «c;) [E2], 2
6. ZU{«Q } -'V a-^ cx [U 2, 4
7. £ -»V a^ cx [Eb]i i , 6
[CU]
1. I Vxa. Suposición
2. ZU {B at-ici} Sx-^a [El]
3. LU{3*-«<x1-ia(J)} [El], c constante
4. l U { a t - n a ,- i a Q } Va a [E2], 1
5. I U { 3 A - a ,ia g ) } O [HV], 4
6. XU{3x-.a,-i<xQ} -'3 a - 'a P-J, 3, 5
7. Z u {3 at-»cc} ->3jra [Ea], 2, 6
8. I -’3Ar->a [E-J, 2 , 7
1. I ->V*a Suposición
2. ZU {-»3x-»a,-'(x(3} -« o [El], c constante nueva
3. I U { - 3 x -a ,- ia Q } 3*^<x Pal. 2
4. "Lli {-'lx -'a ,-'C t(xc)} -'3 a:-'a [El]
5. ZU {1 - ’O.} O pB,], 3, 4
6. Z u {— <cx} Vaoc [I—VI» 5
7. Z u {-’ELx-'O1.} - ’V.ra [E2], 1
8. Z 3jc-»a [E .], 8 , 7
R e g l a s d e r iv a d a s p a r a la ig u a l d a d
S i m e t r ía
Z 11 Rí ¡2 .
[SI] ---------------------, donde í\ y ti son térm inos cerrados
Z ¡2 ^ 11
T r a n s it iv id a d
Z t\ ~ h
Z ¡2 ~ h
[TR] ------------------— , donde 11 , t2 y h son térm inos cerrados
Z t\ Rí Í3
1. Z /] ~ ¡2 Suposición
2. Z fi~ /i [R«]
3. I t2 & t\ [Ss»], 2 , 1 , pues (/, ¡55/,) =
4. A lg u n o s p r in c ip io s s o b r e d e d u c ib ilid a d
Z a
" i ¡T
Z a
y_
z P
1. Z a
2. Z y
n. Y) p
#i+I. ZU {a. y} p [E2], n
n + 2. Z U {a } Y->P [I-.]. n+ 1
n + 3. Z a -* (Y -> P) [I-»], " + 2
/? + 4. Z Y->P [E_,], 1, n + 3
n + 5. Z P [E-t], 2 , n + A
Z a
Z y
i p
Supongam os ahora que esta regla es u n a regla prim itiva o d erivada y, por
tanto, podem os usarla en las derivaciones. La derivación
1. {«>Y} a [El]
2. {a,Y} Y [El]
3. { « ,Y} P por la regla
Z a
JE___P_
£ Y
es una regla, prim itiva o derivada. E n tal caso, para cualquier conjunto de
sentencias T, 5 t f h a y r h p entonces T h y.
(1) si a € T, entonces T h a ,
(2) s i T l - a , entonces T U A h a .
Los dos principios siguientes están estrecham ente ligados a las reglas de
elim inación del condicional y de introducción del condicional. El prim ero es
un caso particu lar de la proposición 16.2.
s í T b a j / a h y , entonces T b y.
P r o p o s i c i ó n 1 6 .8 . S i Z b y y P ^ a cada p £ Z, T b p , entonces T b y.
5. Ejercicios
1. Justifique cada una de las siguientes afirmaciones mediante una derivación.
(1) Pc-íQ ch P c ^ (T c ^ Q c ),
(2) Pe -+ [Qc -> Te) b (PcAQc) -* 7c,
(3) { ( P c ^ Q c ) ,( P e - + ^ Q c ) } \- ( P c ^ T c ) t
(4) Pe -> (Qc Te) b Q c-* (Pe -> Te),
(5) (Pe -» -Q c) A Qc b -P e,
(6) (Pe -> ->Pc) b --Pe.
(1) PcA3xQx\~3x(PcAQx),
(2) 3x(Px AQx) b 3xPx A 3xQx,
(3) Pe b Vx(x « c -> Px),
(4) Vx(x & e-> Px) b Pe,
(5) P c h 3L*(jr«cAftc),
(6) 3jc(jc tac A Px) h Pe.
E a
(O I (x p
Z ->a
(2)
X (X -4 P ”
iu { a } p
(3)
ZU{-»P} -»a
IU { « } P
Z u { -» a } (i
(4)
£ P
(1) ( a -► p) b (-» a v P ),
(2) ( ^ a v p ) h { a -> P),
(3) - '( a A p ) h (-> a v -ip ),
(4) (->aV-<P) h - i( a A p ) ,
(5) (la A -iP ) h - i( a v p ) .
a i = Vxygxgyz w ggxyz,
«2 = Vxgxhx & 0 ,
a 3 = VxgxO « x,
CCi = Vxygxy « gyx,
TEORÍAS Y MODELOS
1. Introducción y preliminares
El cálculo deductivo introducido en el capítulo anterior nos p erm ite ob
ten er consecuencias de conjuntos de sentencias. La razón es que las reglas de
inferencia del cálculo, con cuya ayuda construim os las derivaciones, transfor
m an secuentes correctos en secuentes correctos. Vemos que las reglas tienen
e sta propiedad porque cada u n a de ellas se ocupa de la introducción o de la
elim inación de un sím bolo lógico y sabem os cómo cada uno de los sím bolos
lógicos influye en el valor de verdad de una sentencia o b ten id a a p a rtir de
otras: el m odo preciso de cómo influye lo describen las d istin ta s cláusulas de
la definición de verdad de u n a sentencia en una estru ctu ra.
E sta propiedad del cálculo deductivo, su corrección, nos g a ran tiza que
to d a sentencia deducible de un conjunto de sentencias es consecuencia lógica
del conjunto. Pero el cálculo que hemos presentado no es sólo correcto, sino
tam bién com pleto, en cuanto to d a consecuencia de un conjunto de sentencias
es deducible del conjunto. E sto significa que las reglas que hem os introduci
do son suficientes p ara obtener todas las consecuencias lógicas de cualquier
conjunto de sentencias. La dem ostración de la com pletud del cálculo, un re
su lta d o mucho m ás profundo que su corrección, o cu p ará la prim era p a ite de
este capítulo.
De la dem ostración del teorem a de com pletud obtendrem os com o su b p ro
ductos otros dos teorem as im portantes, el de com pacidad y el de Lówenheim-
Skolem. Tras d a r algunas aplicaciones de estos teorem as, pasarem os a ocupar
nos de teorías form alizadadas en lenguajes de prim er orden, haciendo hincapié
en su m odo de obtención y en la posibilidad de que a d m itan o no un conjunto
finito de axiom as. Concluirem os discutiendo la am pliación del lenguaje de una
teoría m ediante la introducción de sím bolos definidos.
La prim era dem ostración de la com pletud de un cálculo deductivo p a ra
la lógica de prim er orden la obtuvo K urt Gódel en 1929. Veinte años m ás
tard e, León H enkin publicó una nueva dem ostración, en la que in tro d u jo un
procedim iento muy fructífero p a ra obtener modelos de teorías consistentes. La
dem ostración que nosotros ofrecemos es esencialm ente la de Henkin.
E n varias ocasiones a lo largo de este capítulo nos veremos en la necesidad
de considerar distintos lenguajes, m ás concretam ente, de am pliar un lenguaje
añadiéndole sím bolos propios. E ste proceder no es nuevo p a ra nosotros, pues
ya am pliam os el lenguaje de p a rtid a con un núm ero infinito de constantes au
xiliares cuando introdujim os el cálculo deductivo. A hora bien, las definiciones
que hemos dado de los conceptos lógicos fundam entales, como la validez lógica
o la relación de consecuencia, están form uladas p ara lenguajes determ inados,
por lo que es preciso justificar que se m antienen invariantes con respecto a los
cam bios de lenguaje.
Supongam os que a es una sentencia de un lenguaje de prim er orden L\.
De acuerdo con la definición de validez lógica, a es lógicam ente válida si y sólo
si es verdadera en todas las e stru c tu ras p a ra L \. Si ah o ra ¿2 es un lenguaje
cuyos sím bolos propios son los de L\ y otros más, a es tam bién una sentencia de
Lq. Com o sentencia de ¿21 a ser^ lógicam ente válida si y sólo si es verdadera
en todas las estru ctu ras p a ra ¿ 2 . P uesto que las e stru ctu ras p ara L\ y las
e stru c tu ras p a ra no son las m ism as, la definición de verdad lógica parece
depender de qué lenguaje considerem os. Lo mismo ocurre con la relación de
consecuencia. A hora bien, con ay u d a del lem a de coincidencia podem os ver
que esta dependencia del lenguaje es sólo aparente.
Supongam os que L\ y son lenguajes de prim er orden tales que todo
sím bolo propio de L\ es tam bién un sím bolo propio de Li. Si es u n a es
tru c tu ra p ara ¿ 2 , la restricción de al lenguaje L\ es, por definición, la
e stru c tu ra A¡ p ara L¡ con el mismo universo que J32 y tal que. p a ra cada
sím bolo propio j de L |, s*' = s**. Si !A\ es la restricción de a ^i> decimos
que J32 es u n a expansión de %\ a ¿ 2 -
Podem os m ostrar ya con todo detalle que si todo sím bolo propio de L\ es
u n sím bolo propio de Li, una sentencia es verdadera en to d a e stru c tu ra p a ra L\
si y sólo si es verdadera en to d a e stru c tu ra p a ra L2. Supongam os que a es una
sentencia de L\ verdadera en to d a e s tru c tu ra p ara L\ y sea #2 una e s tru c tu ra
p a ra ¿ 2- Sea A \ la restricción de !A2 a L \. Puesto que !A\ es u n a e s tru c tu ra
p a ra Lj, a es verdadera en &\\ pero entonces, por la proposición 17.1, a es
v erdadera en A 2. Supongam os ahora, inversam ente, que a es verdadera en to d a
e s tru c tu ra p a ra ¿ 2 y sea J%¡ una e stru c tu ra p a ra L¡. P or el lem a 17.2, J4¡ posee
una expansión, f l 2, al lenguaje ¿ 2 . Puesto que J%2 es una e s tru c tu ra p a ra ¿ 2 , a
es v erdadera en pero entonces, p o r la proposición 17.1, a es verdadera en
2. El t e o r e m a d e c o r r e c c i ó n
donde S„ es S. M ostrarem os por inducción que todos los secuentes que a p are
cen en la derivación son correctos (por lo que tam bién lo será 5). El p rim er
secuente, debe ser un secuente básico y es, por tanto, correcto. Sea ahora
1 < k < n y supongam os que todos los secuentes ( S i,... ,S*-i) que aparecen a n
tes de Sk son correctos. Debemos concluir que Sk tam bién lo es. Si Sk es básico,
es ciertam entre correcto. Si no es básico, Sk se obtiene m ediante u n a regla a
p a rtir de uno o m ás secuentes anteriores, que, p o r hipótesis inductiva, son
correctos. Así, por la proposición anterior, S* es tam bién correcto. □
si Z h a , entonces Z |= a.
si h (X, entonces |= a .
D e m o s t r a c ió n . E s un caso p a rticu la r de la proposición anterior. □
L e m a 1 7 .1 0 .
(1) Z h a sii Z ü{-> a} es inconsistente.
(2 ) Z h - » a s n Z U { a } es inconsistente.
D e m o s t r a c ió n . .Justificamos sólo (1), dejando (2) como ejercicio. Si Z b «,
entonces ZU {->(x} b a . Por otro lado es claro que ZU {~*cx} I— >cx. Así, si Z b a ,
Z u f ^ a } es inconsistente.
Inversam ente, si Z u { -> a ) es inconsistente, entonces (por el lem a 17.9)
to d a sentencia es deducible de Z u ( - ^ a ) , en particu lar, oc y - ia lo son, de
m odo que, por la regla [E-,] y la proposición 16.2, Z b a. □
3. C o n ju n to s c o n s is te n te s m a x im a le s
r =
4. T e o r ía s d e H e n k in y m o d e lo s c a n ó n ic o s
si T h a , entonces a € T.
O b se r v a c io n e s
a € Th(^l) sii a.
3v<p -> O
pertenece a T.
^ |= 3wp-><pQ.
A hora bien, si A \/= 3v<p, entonces A |= -»3wp, de m odo que, p ara cualquier
sentencia p. A \= 3v(p -► p. En p a rticu lar, p a ra cualquier constante c,
A \= 3 v y - > < :) .
Si, p o r el contrario, A 3v<p, sea a un elem ento de A tal que A (= <p[£]. Puesto
que A es canónica, hay c en C tal que a = c*. Así, por el lem a de sustitución,
A |= cp(¡!). P o r tanto,
A f= 3v(p-> <pQ.
Así, en cualquier caso (tan to si !A. es un modelo de 3v<p como si no), hay una
constante c en C ta l que |= 3v<p - » <p(*!). □
C o n s t r u c c ió n d e u n m o d e l o c a n ó n ic o
(17.4) A = {c : c <z C} .
Vamos a definir una e stru c tu ra, J3, con universo A. P a ra ello debem os
definir las interpretaciones en A de los sím bolos relaciónales, de los sím bolos
funcionales y de las constantes individuales de L.
Si R es un sím bolo relacional «-ario, definimos la relación /i-aria R* en A
del siguiente modo: p a ra cualesquiera C|, — ,c„ € A,
(17.5)
( c j,. . . ,c N) € R* sii hay d \, . . . ,d„ € C tales que
c\ = í = dn y Rd\ ...d„ e T.
Veamos que
(17.7) -c sii / c i . . . c „ w c G T.
3 v d « v G T.
(17.8) d * = c sii d m c € T.
(17.9) c* = c.
h — i^/i — cn
(tales constantes existen, ya que el valor de un térm ino cerrado es un elem ento
de A y A = C / ~ ) . P uesto que el lem a se cum ple p a ra / h ...
(17.10) /, « c i 6 7 * ,...,/n w c„ £ T .
Pero entonces
= c sii
II
sii f ^ { c l}...c„) = c,
sii f c \ . . . c „ « c G T por (17.7),
sii f t i . . . t a s s s c € T por (17.10) y (5) del lem a 17.17,
sii t z s c € T .
A \= o sii a € 7\
^ |= a sii / f = r | I,
S ii c f = Cj >
S ii Cj « C'2 G 7,
s ii a G 7.
A \ = a sii w . €R *.
sii (cu . . . ,c„) e R*,
sii Rc\ ... c„ G 7 por (17.6),
sii /?/,. .. f,i G 7 por (4) del lem a 17.17,
sii OG 7.
Sea ah o ra a una sentencia no atóm ica. Así, a es de la form a ->a o ( a V |3)
o (ocAP) o ( a - » p) o ( a e p ) o 3 v a o Vva. Puesto que una teoría com pleta
es un conjunto consistente m axiinal de sentencias, la verdad del lem a p a ra las
cinco prim eras posibilidades se sigue del lem a 17.14. Q ue el lem a se cum ple
p ara las dos últim as, se sigue del lem a 17.19. Desarrollam os con detalle un
caso de cada tip o dejando los restantes como ejercicio.
Sea o la sentencia ( a V p ) . P uesto que el núm ero de conectivas y cuanti-
ficadores es m enor en a y en p que en a, suponem os (hipótesis inductiva) que
el lem a vale p a ra a y p a ra p. Pero entonces.
A £= a sii A (= a o A |= P,
sii a G 7 o P G 7 por hipótesis inductiva,
sii (a V p ) G T por (3) del teorem a 17.14,
sii es G 7.
Supongam os, finalm ente, que a es la sentencia 3v(p y que (hipótesis induc
tiva) el lem a se cum ple p a ra las sentencias con m enor núm ero de conectivas
y cuantificadores que a . En particu lar, si c es u n a constante individual cual
quiera, el lem a se cum ple ¡jara la sentencia <p(J). Tenemos entonces,
A \= a sii hay c G C tal que A {= <p(‘!) por (1) del lem a 17.18,
sii hay c G C tal que <p(J) G 7 por hipótesis inductiva,
sii 3v<i>(£) G 7 por (1) del lem a 17.19,
sii ct G 7.
5. E l te o r e m a d e c o m p le tu d
(17.11) Z h 3v(p
y
(17.12) Z h - ( p ( cv).
£ I— «Vv-i(p.
Pero esto significa que £ es inconsistente, en contradicción con n u estra supo
sición inicial. □
<Po,<Ph<&,•••
Fijam os tam bién una enum eración de las constantes en C.
Sea co la prim era constante de C (en la enum eración fijada) que no aparece
en <po y sea do la sentencia de L*:
si X (= a , entonces X h a .
Si £ ( = <x, £ U {-«a} es insatisfacible, de m odo que, por el
D e m o s t r a c ió n .
teorem a anterior, I u { - ^ a } es inconsistente. Pero entonces, por el lem a 17.10,
Ih a. □
si {= a , entonces h a.
D e m o s t r a c ió n . E s u n c a so p a r t i c u l a r d e l te o re m a a n te r io r. □
T e o r e m a 17.29. ( d e f i n i t u d p a r a l a c o n s e c u e n c i a )
Toda consecuen
cia lógica de un conjunto infinito de sentencias £ es consecuencia de un sub
conjunto fin ito de I . E n otras palabras, para toda sentencia a
T e o r e m a 17.30. ( d e L ó w e n h e i m - S k o l e m )
Todo conjunto satisfacible de
sentencias de un lenguaje numerable de prim er orden posee un modelo con
universo numerable.
P a ra cada núm ero n atu ral n > 2, sea 8„ la sentencia que expresa «de m odo
n a tu ra l» que hay por lo menos n objetos. Con m ás detalle, 8„ es la fórm ula
3viv 2 ...v „ a ,
donde a es la conjunción de todas las fórmulas ->v,« vy, con 1 < / < j < n. Así,
Si y 82 son
82 = 3v,v2-«vi ~ v2,
83 = 3 V |V 2 V 3 (-1 V | R í V2 A“»V| « V3 A ->V2 « V3 ) .
Los modelos de IN F son exactam ente las estru ctu ras con universo infinito.
En contraposición, no hay ningún conjunto de sentencias de prim er orden
cuyos m odelos sean precisam ente las e stru c tu ras con universo finito. E ste es
el contenido de la proposición siguiente.
|= E sii A es finito.
Z U IN F
es satisfacible. Así, por el teorem a de com pacidad, XUINF es satisfacible. Pero
esto es absurdo, ya que si A un m odelo de XUINF, entonces A es finito, pues
A X, y A es infinito, pues A \= INF. □
A \ = c sii A es infinito.
A }= sii A es finito,
en contradicción con la proposición anterior. □
El teorem a de com pacidad ñas p erm ite m ostrar que es im posible caracteri
zar la e s tru c tu ra de los núm eros n atu rales m ediante un conjunto de sentencias
de prim er orden, como m ostram os a continuación. Sea íAf la e stru c tu ra
Í* £ = (N ,S * < * , 0*>.
Según la definición de teoría de una estru c tu ra, Th($V), la teoría de
contiene todas las sentencias verdaderas en 9<¿. Com o veremos, todas estas
sentencias son insuficientes p a ra g aran tizar que 0 , 1 , 2 , etc., son todos los
núm eros naturales, de lo que se sigue que el principio de inducción es inexpre
sable m ediante una sentencia o un conjunto de sentencias de prim er orden. P a
ra form ular el principio de inducción debem os recurrir a la teoría de conjuntos.
Sea c u n a constante individual. Considerem os las sentencias
c 0 = 0 < c,
a i = SO < c,
a 2 = SSO < c,
(Ji = SSSO < c,
y sea
E = T h ( 5 í) U { a M:# i€ N } .
T odo subconjunto finito de E es satisfacible, pues si T es un subconjunto
finito de £ , hay un núm ero n atu ral no tal que si a,„ G T, entonces m < no; pero
entonces la e stru c tu ra
V = <HsV^o*,c*,)l
donde c 5^’ = /zo» es un modelo de T, como se verifica sin dificultad. Así, p o r el
teorem a de com pacidad, £ es satisfacible. Sea
a . = ( a , s * < * ,o * ,c * )
un m odelo de £ y sea
ji'H / í . s V * o*>
la restricción de ¡A al lenguaje original (sin la constante c). Por la proposición
17.1, ¡A.' es un m odelo de Th(fAÍ), p o r lo que en ella son verdaderas las m ism as
sentencias que en Sin em bargo, !A! no es isom orfa a pues si a = c
entonces a es mi elem ento de A mayor (en el orden < * ) que O-*1, que (SO)*,
que (SSG)'q , que (SSSO)-3, etc., por lo que no puede corresponder m ediante
un isomorfismo a ningún núm ero n atu ral (ya que ningún núm ero n a tu ra l es
m ayor que 0, que 1, que 2, que 3, ...) .
Los núm eros reales form an un conjunto no num erable. Sea T la teo ría de
la e s tru c tu ra ^ = (R, < ^ ) , donde R es el conjunto de los núm eros reales y
su orden n atu ral. Por el teorem a de Lówenheim-Skolem, T posee un m odelo
con universo num erable, que, por tanto, no es isomorfo a P u esto que T
contiene todas las sentencias de prim er orden verdaderas en ^ concluim os
que la e s tru c tu ra de los núm eros reales con su orden no es caracterizable por
ningún conjunto de sentencias de este lenguaje. Al igual que en el caso de los
núm eros naturales, p a ra caracterizar el orden de los núm eros reales debem os
recurrir a la teoría de conjuntos, como esbozam os a continuación.
La propiedad fundam ental del orden de los núm eros reales es la continui
dad. El orden es c o n tin u o , es decir, es un orden lineal denso que cum ple
la siguiente condición: si X e Y son subconjuntos de R tales que 1) todo ele
m ento de R pertenece a X o a Y y 2) todo elem ento de X es m enor que todo
elem ento de Y, entonces o bien X tiene elem ento m áximo o bien Y tiene ele
m ento mínimo. Tom ando en consideración que el orden de los núm eros reales
es isomorfo al orden de los puntos de una recta, podem os ofrecer u n a lectura
geom étrica de esta condición: todo «corte» de la re c ta e stá determ inado por
un punto. E n efecto, X corresponde a la p a rte «inferior» o «izquierda» del cor
te, y a la p a rte «superior» o «derecha». E l elem ento m áxim o de X o m ínim o
de Y corresponde al p unto que d eterm in a el corte.
7. T e o r ía s y a x io m a s
1. Q e B y U e B ,
2. si X 6 B , entonces X 6 B }
3. si X € B y Y € (B , entonces X U Y e B y X r\Y € B
y /® es la operación de com plem ento con respecto a í / , ^ y h'p son las ope
raciones de unión e intersección y c® y cíB son el conjunto vacío y Í7,respec
tivam ente. O sea, si X ,Y G B,
T = { a : a es una sentencia de L y X h a } .
Vx/fax,
Vxy((Rxy A Ryx) -> x « y ),
Vxyz{(Rxy A Ryz) -* Rxz),
Vxy(RxyV Ryx).
VxRxx,
V x y (R x y -t Ryx),
Vxyz((Rxy A Ryz) -> Rxz).
'ixyzgxgyz « ggxyz,
'ixg cx « X,
Vxghxx ~ e.
Estos axiom as suelen presentarse de m odo m enos form al, usando los
símbolos «o» y «- l » en vez de «g » y «/i», respectivam ente, y om itiendo
los cuantificadores iniciales. En su presentación habitual son:
xoiyoz) « (A-oy)oz,
eoxmx,
x~l o x m e .
Z = ( Z , g z ,hz ,ez ),
donde Z es el conjunto de los núm eros enteros y p ara cualesquiera n,rn 6 Z,
g ¿ (n ,tn ) = n - f /«, / i x ( / i ) = - / j y = 0. Hay una gran variedad de grupos muy
d istintos entre sí.
Si bien no to d a teoría se obtiene a p a rtir de axiom as, es a m enudo con
veniente hallar, si es posible, un conjunto de axiom as p ara la teoría de una
e s tru c tu ra o de una clase de estru ctu ras. H allar un conjunto de axiom as pa
r a u n a teo ría es axiomatizarla. El m odo m ás satisfactorio de axiom atizar una
teoría es ofrecer un conjunto finito y m anejable de axiom as. A hora bien, el
conjunto de teorem as de u n a teoría es infinito, por lo que no podernos pre
suponer que la teoría tenga un conjunto finito de axiom as. Pero aunque una
teo ría d eterm in ad a no tenga ningún conjunto finito de axiom as, es posible
que posea un conjunto efectivo de axiom as; es decir, con c ierta im precisión,
que haya un procedim iento m ecánico que p e rm ita d eterm inar en un núm ero
finito de pasos si una sentencia del lenguaje de la teoría pertenece o no al con
ju n to de axiom as en cuestión. N aturalm ente, todo conjunto finito de axiom as
es efectivo. M ás adelante veremos algunos ejemplos de teorías que poseen un
conjunto efectivo, pero infinito, de axiomas.
Decimos que una teoría es f in ita m e n te a x io m a tiz a b le si posee un con
ju n to finito de axiom as. Así, la teoría de los órdenes lineales reflexivos es finita
m ente axiom atizable. Tam bién lo son la teoría de las relaciones de equivalencia
y la teoría de grupos.
LEMA 1 7 .3 7 .Toda teoría fin ita m en te axiomatizable puede ser axiom atizada
con un único axioma.
CO R O L A R IO 17.39.
La teoría de las estructuras (para un lenguaje determ i
nado cualquiera) con universo infinito no es finitam ente axiomatizable.
E je m p l o 1
E je m p l o 2
É ste es un conjunto infinito de sentencias. P ara cada núm ero n > 0 hay
u n axiom a de la form a
Vx->ff---fxmx,
con n efes an te x. No se tr a ta de un defecto de e sta presentación, ya que la teoría
no es finitam ente axiom atizable. Como en el caso de INF, podem os describir
con facilidad cuáles son los axiom as de e sta teoría. No podem os escribirlos
todos, pero sí podem os decir cómo escribirlos. Más aún, podem os d eterm inar
de m odo efectivo si u n a sentencia es o no es uno de estos axiom as. P or lo
que se refiere a los tres prim eros, no hay dificultad alguna, ya que los hemos
descrito explícitam ente. En cuanto a los restantes, d a d a una fórm ula, lo único
que debem os hacer p a ra d eterm inar si es un axiom a es ver si em pieza por
Vx-i, si luego aparece u n a sucesión de efes y a continuación x « x. Tenemos,
pues, un procedim iento mecánico p a ra d eterm inar cuáles son los axiom as. La
existencia de este procedim iento significa que nos hallam os an te un conjunto
efectivo o, en lenguaje técnico, recursivo de axiom as. La teoría de la e stru c tu ra
de los núm eros naturales con sucesor y cero es rccursivam ente axiomatizable.
Tam bién lo es la teoría de las e stru c tu ras con universo infinito, ya que podem os
d eterm in ar de m odo m ecánico si u n a sentencia es o no es una 5„.
E je m p l o 3
8. D e fin ic ió n d e s ím b o lo s
T U { 5 } |= a < -> p .
si T U {8 } (= a , entonces T |= a .
D e f in ic ió n d e s ím b o l o s r e l a c ió n a l e s
D e f in ic ió n d e c o n s t a n t e s in d iv id u a l e s
(1) I > 3 * a,
(2) 7 > V A y ((a A a (j¡))-> * » y )
(donde la variable y no aparece en a ), podem os introducir la constante c
m ediante la siguiente definición.
8t : V x (x m c < -x x ).
D e f in ic ió n d e s ím b o l o s f u n c io n a l e s
E je m p l o 1
(bP) V x (P x + + 3 y g y y ttx ),
(S q ) Vxy[Qxy 3z hzx « y ) .
(El sím bolo definido P se in te rp re ta rá como el conjunto de los núm eros pares y
Q como la relación de divisibilidad.) U sando el predicado P podem os expresar
que todo núm ero n a tu ra l es m enor que algún núm ero p ar así:
Vx3y(RxyAPy)>
y si elim u./m ios P con ay u d a de 8/>, obtenem os
Vx3y(/?ry A 3 zgzz « y).
U sando el sím bolo relacional binario Q, expresam os que todo núm ero es
divisible por sí mismo como
VxQxx,
y si elim inam os Q con ay u d a de 8<>> obtenernos
Vx3zhzx r í x.
E je m p l o 2
T |= 3xgxx ss x,
E je m p l o 3
Con el sím bolo funcional unario / podem os expresar que todo núm ero es
d istinto de su sucesor m ediante la sentencia
Vjc-ixw fx .
V x y { f x ~ f y - J> x m y ) .
E x t e n s io n e s d e f in ic io n a l e s d e una t e o r ía
9. E je rc ic io s
11. Sea T una teoría consistente en un lenguaje L y sea a una fórmula de L con x
como única variable libre tal que T |= Eka. Sea c una constante que no pertenece
a L. Consideremos el conjunto de sentencias
Z = 7-U {a(c)J.
12. Obtenga la primera forma del teorema de completud (teorema 17.26) a partir
de la segunda (teorema 17.27).
13. Obtenga la segunda forma del teorema de completud (teorema 17.27)a partir
del teorema de finitud para la consecuencia (teorema 17.29) y del hecho que toda
sentencia lógicamente válida es deducible sin premisas (corolario 17.27).
14. El lenguaje apropiado para hablar de órdenes lineales estrictos tiene un único
símbolo propio, el símbolo relacional binario <. Muestre que toda sentencia de
primer orden verdadera en todos los órdenes lineales infinitos es también verda
dera en algún orden lineal finito.
1 = {RCQC0}RC1C\,RC2C2,...}J
es decir, I es el conjunto de todas las sentencias Rcc, con c € C. ¿Es T finitamente
axiomatizable? Si lo es, halle un conjunto finito de axiomas para T. Si no lo es,
demuéstrelo.
16. Sea la clase de los órdenes lineales estrictos finitos no vacíos y sea T la teoría de
Así, T es el conjunto de todas las sentencias en el lenguaje de primer orden
con un símbolo relacional binario R que son verdaderas en todos los órdenes
estrictos lineales finitos. Muestre que hay una estructura !A — (A,R^) tal que
S\ f= T, pero JifíSC.
20. Un buen orden es un orden lineal estricto J3 = {At<*) (A ^ 0) tal que todo
subconjunto no vacío de A tiene elemento mínimo. Muestre que no hay ningún
conjunto de sentencias de primer orden cuyos modelas sean exactamente los
buenos órdenes.
A p é n d ic e A
SEMÁNTICA CON ASIGNACIONES
D e n o t a c ió n y s a t is fa c c ió n
a si x = y
s(y) six^y.
O b ser v a c io n es
4íbM= (4YÁ*) = b
í£W = (4)1M = «•
4. Si j(x) = a, entonces s xa = s; en general, si x \ y... ,x„ son variables y
s(xj) = a¡ (1 < / < /i), entonces = s.
Si s una asignación en la e stru c tu ra A , definimos la d e n o ta c ió n en A
de un térm ino t d e L con respecto a la asignación s , en sím bolos, /■*[$], de la
siguiente forma:
/* H =
(2) si para cada variable x que aparece libre a , s(*) = s '(.r), entonces
C o r o l a r i o A . 2.
C o n v e n c io n e s n o t a c io n a l e s
en lugar de
t*[a0,.
«W,:::?.]sii * *=«iCil
p o r lo que, como en el caso de los térm inos, escribirem os sim plem ente
* b < :£ ]
en lugar de
-31=
Si el contexto indica claram ente cuáles son las variables escribirem os
JA |= ct[a0, . . .
L e m a A .3. (de s u st it u c ió n ) S i t es un térm ino cerrado de L, A es una
estructura y a = t*,
A f= sii % N a K l-
S a t is f a c ib il id a d y c o n s e c u e n c ia
A a alfa
B P beta
r Y gam m a
A 6 d elta
E e épsilon
z C dseta
H TI e ta
0 ü, 0 zeta
I i iota
K K, X kappa
A X lam bda
M mu
N V nu
¿i xi
0 O órnicron
n n P¡
p P ro
i <*><; sigm a
T T ta u
r U ípsilon
<p <í)> fi
X X ji
H* y psi
Q 0) om ega
ÍNDICE DE MATERIAS
álgebra clasificación, 55
de Boole, 310, 315 Clavius (ley de), 139
de conjuntos, 309 colección de conjuntos, 33
antiim agen, 88 com plem entario, 30
aparición com plem ento, 30
libre de una variable, 202 composición
ligada de u n a variable, 202 de funciones, 85
argum ento, 158 y producto relacional, 86
correcto, 158 com prensión, 15
de una función, 81 conclusión, 158
asignación, 133, 323 de un secuente, 260
asociatividad condicional, 122
de la conjunción, 148 conectiva, 122, 197
de la disyunción, 148 principal, 123
de la intersección, 27 conjunción, 122
de la unión, 26 conjunto, 13
axiom a acotado, 106
de extensionalidad, 37 cociente, 56
de infinitud, 103 consistente, 292
de la unión, 37 consistente m axim al, 293
de no vacuidad, 37 de axiom as, 310
de separación, 37 definible, 215
de una teoría, 310 finito, 107
del conjunto potencia, 37 inconsistente, 292
del p ar, 37 infinito, 109
insatisfacible, 156, 239, 326
bicondicional, 122 norm al, 19
biyección, 89 num erable, 110
bloque cuantificacional, 202 potencia, 32
satisfacible, 156, 239, 326
cam po de una relación, 45 unitario, 16
cardinalidad, 117 universal, 21
cero, 100 vacío, 18
clase conjuntos
de equivalencia, 56 biyectables, 91
de u n a partición, 55 disjuntos, 25
co n m u tati viciad enum eración, 16
de la conjunción, 148 equivalencia lógica, 146, 233
de la disyunción, 148 e stru c tu ra, 207, 250
de la intersección, 27 canónica, 296
de la unión, 2G expansión de, 289
consecuencia, 158, 239, 326 restricción de, 289
co n stan te individual, 197 exportación (ley de), 154
contar, 107 expresión, 198
contradicción, 138 extensión
cuantificación de u n a propiedad, 14
existencial, 200 definicional, 320
universal, 200
cuantificador fórm ula, 123, 198, 249
existencial, 197 abierta, 202
universal, 197 atóm ica, 123, 198, 249
cerra a, 202
D e M organ (leyes de), 31, 35, 148 com puesta, 123
definición contingente, 138
de constantes individuales, 317 lógicam ente válida, 326
de sím bolos funcionales, 317 prenexa, 237
de sím bolos relaciónales, 317 flecha, 177
no es creadora, 316 form a norm al
dem ostración p o r inducción, 102, 106, conjuntiva, 173
129 conjuntiva com pleta, 171
denotación, 208, 250, 324 disyuntiva, 173
derivación, 260 disyuntiva com pleta, 171
diferencia, 24 función, 80
sim étrica, 38 binaria, 95
disjunto, 25 de A en fí, 82
distrib u tiv id ad de A sobre B , 82
de la conjunción, 148 estrictam ente creciente, 99
inversa, 84
de la disyunción, 148
de la intersección, 29, 39 inyectiva, 83
/i-aria, 95
de la unión, 29, 40
ternaria, 95
disyunción, 122
unaria, 95
excluyente, 177
veritativa, 134
doble negación (ley de la), 148
dom inio grado de una fórm ula, 128
de u n a e stru c tu ra, 207 grupo, 311
de una. relación, 45
D uns Scoto (ley de), 139 hipótesis inductiva, 102, 106
elem ento, 13 ¡dem potencia
m axim al, 62 de la conjunción, 148
m áxim o, 62, 105 de la disyunción, 148
m inim al, 62 de la intersección, 27
m ínim o, 62, 105 de la unión, 26
elem entos identidad (ley de), 139
com parables, 61 imagen, 86
incom parables, 61 implicación, 158
inclusión, 16 partición, 55
propia, 17 Peirce (ley de), 139
interpretación, 207 predecesor inm ediato, 64
intersección, 24, 34 prefijo de una fórm ula prenexa, 237
isomorfismo, 91 prem isas, 158
isomorfo, 91 de un secuente, 260
principio
lem a de extensionalidad, 14
de coincidencia, 215, 252, 324 de separación, 20
de sustitución, 216, 253, 326 de sustitución, 236
lenguaje principio de inducción
de tip o t , 316 p ara fórm ulas, 128, 129, 199
objeto, 125 p a ra núm eros naturales, 101, 102,
letra proposicional, 122 105
literal, 173 p ara térm inos, 248
producto
m atriz de una fórm ula prenexa, 237 cartesiano, 44
m etalenguaje, 125 cartesiano iterado (v4"), 72
m odelo, 214, 239 de órdenes, 79
M odus ponens, 139, 189, 265 relacional, 47
M odus tollens, 139, 189, 277
recorrido
«-tupio ordenado, 71 de una función, 81
negación, 122 de u n a relación, 45
altern ativ a, 177 regla
conjunta, 177 correcta, 263
núm ero de conversión, 15
de elem entos, 109 derivada, 276
n a tu ra l, 100
prim itiva, 276
real, 308 reglas
operación de la conjunción, 260
de la disyunción, 261
binaria, 95
de la igualdad, 262
«-aria, 95
tern aria, 95 de la negación, 260
vinaria, 95 del bicondicional, 261
del condicional, 261
orden
asociado, 61 del cuantificador existencial, 262
continuo, 308 del cuantificador universal, 261
denso, 66 estructurales, 260
discreto, 65 relación, 45
lineal, 62, 64 antisim étrica, 51
lineal reflexivo, 311 asim étrica, 51
parcial estricto, 58 binaria, 72
parcial reflexivo, 58 de equivalencia, 54, 311
to ta l, 62 de indentidad, 46
de orden, 58
par, 16 definible, 215
ordenado, 42, 43 en un conjunto, 46
paréntesis inversa, 47
om isión de, 131, 149, 199 irreflexiva, 50
«-aria, 72 teoría, 295, 309
nula, 46 com pleta, 295
reflexiva, 50 com pleta de núm eros, 309
sim étrica, 51 de grupos, 311
te rn a ria , 72 de Henkin, 296
to tal, 46 de una clase de estru ctu ras, 310
tran sitiv a, 52 de una estru c tu ra, 296
Russcll (p ara d o ja de), 20 finitam ente axiom atizable, 312
recursivam ente axiom atizable, 314
satisfacción, 214, 324, 326 teorem a, 309
secuente, 260 de C antor, 116
correcto, 263 de com pacidad, 305
de com pletud, 304
derivable, 263
de corrección, 291, 292
segm ento inicial, 107 de deducción, 240
determ inado por n (I„), 107 de finitud p a ra la consecuencia, 305
sentencia, 202 de Lówenheim-Skolern, 305
deducible, 263 tercio excluso, 139
lógicam ente válida, 230 térm ino, 198, 248
universal m ente válida, 230 cerrado, 249
Sheffer (b arra de), 177 tipo de sem ejanza, 316
sii, 14 trasposición (ley de), 154
sím bolo triplo ordenado, 71
auxiliar, 122, 197
de igualdad, 197 unión, 24, 33
de predicado, 197 universo
definido, 315 de una e stru c tu ra, 207
del discurso, 29
elim inable, 316
funcional, 247 valor
lógico, 122, 197 de un térm ino, 208, 250
prim itivo, 315 de una función, 81
propio, 197 de verdad. 133
relacional, 197 variable, 197
sistem a com pleto, 174 libre, 202
subconjunto, 16 ligada, 202
propio, 17 m etalingüística, 126
subfórm ula, 130, 201 verdad
sucesión en u n a e stru c tu ra, 213
de longitud n, 114 lógica, 230
finita, 114
sucesor, 100
inm ediato, 64
su m a de órdenes, 77
sustitución, 203, 249
ta b la de verdad, 168
de u h a fórm ula, 143
tautología, 138
Im preso en el mes de septiem bre de 1998
en Talleres LIBERDÚPLEX. S. L.
Constitución, 19
08014 Barcelona