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POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ

DIRECCION EJECUTIVA DE EDUCACION Y DOCTRINA


ESCUELA DE OFICIALES

ASIGNATURA
EDUCACION SEXUAL
TEMA:
“VOYEURISMO”

CATEDRATICO:

ALUMNOS:

LIMA-PERÙ
2018
INDICE

DEDICATORIA ................................................................................................... 3

AGRADECIMIENTO ........................................................................................... 4

INTRODUCCION ............................................................................................... 5

CAPITULO I ....................................................................................................... 6

MARCO TEORICO............................................................................................. 6

1. SALUD SEXUAL ................................................................................... 6

2. TRASTORNOS SEXUALES ................................................................. 7

3. EL VOYEURISMO .............................................................................. 13

3.1. CAUSAS DEL VOYEURISMO ............................................................ 14

3.2. CARACTERISTICAS DE UN VOYEUR .............................................. 15

3.3. COMO RECONOCER A UN VOYEUR ............................................... 16

3.4. TRATAMIENTO .................................................................................. 16

3.5. VOYEURISMO VIRTUAL .................................................................... 17

3.6. P ERFILES DE VOYEURS ELECTRÓNICOS .................................... 22

3.7. PENALIZACION .................................................................................. 24

CAPITULO III ................................................................................................... 27

ANALISIS ......................................................................................................... 27

CAPITULO IV ................................................................................................... 29

CONCLUSIONES............................................................................................. 29

CAPITULO V .................................................................................................... 30

RECOMENDACIONES .................................................................................... 30

BIBLIGRAFIA ................................................................................................... 31

Anexo ............................................................................................................... 32

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DEDICATORIA

Este presente trabajo va dedicado al personal de


la Policía Nacional del Perú, y quienes difunden
la inteligencia para el desarrollo de la
especialización en la función policial.

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AGRADECIMIENTO

Expresamos nuestro agradecimiento a nuestra


Escuela, a nuestros catedráticos e instructores
por compartir sus conocimientos y experiencia.

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INTRODUCCION

La sexualidad humana es un área de nuestra existencia muy compleja y


delicada. Une componentes de orden biológico, psicológico y social en continua
interacción. A pesar de que cada sujeto posee su propia identidad sexual y de
que esta muestra la más asombrosa variación interindividual, no es descabellado
afirmar que, en términos generales, cuando las personas padecen problemas
emocionales importantes, su sexualidad suele verse alterada de un modo u otro.

Las parafilias son caracterizadas por una recurrente e intensa aparición de


fantasías sexuales o conductas que engloban a objetos o animales, niños o
adultos que no dan su consentimiento. O sea que la imaginación o los actos
inusuales o extravagantes son necesarios, reiterados y a veces excluyentes,
para conseguir la excitación sexual. Este trabajo nace con el objetivo de obtener
el mayor conocimiento posible sobre el concepto del exhibicionismo

En el voyeurismo, es el acto de mirar (espiar) el que produce la excitación y no


el hecho de mantener una relación sexual con la persona observada. Los
voyeurs no buscan el contacto sexual con las personas observadas. Cuando
observan a personas sin que estas consientan, pueden tener problemas legales.

El trastorno voyeurista es mucho más frecuente en hombres. Cuando el


voyeurismo es un trastorno, el voyeur pasa mucho tiempo buscando ocasiones
para observar. Como resultado, pueden descuidar aspectos importantes de su
vida y no cumplir con sus responsabilidades. El voyeurismo puede llegar a ser el
método preferido de actividad sexual y el voyeur puede pasarse innumerables
horas espiando.

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CAPITULO I

MARCO TEORICO

1. SALUD SEXUAL

La OMS considera la Salud Sexual como "la integración de los elementos


somáticos, emocionales, intelectuales y sociales del ser sexual, por medios
que sean positivamente enriquecedores y que potencien la personalidad, la
comunicación y el amor".

Según Mace, Bannerman y Burton, el concepto de sexualidad sana incluye


tres elementos básicos:

a. La aptitud para disfrutar de la actividad sexual y reproductiva y para


regularla de conformidad con una ética personal y social.

b. La ausencia de temores, de sentimientos de vergüenza y culpa, de


creencias infundadas y de otros factores psicológicos que inhiban la
reacción sexual o perturben las relaciones sexuales.

c. La ausencia de trastornos orgánicos, de enfermedades y deficiencias


que entorpezcan la actividad sexual y reproductiva.

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2. TRASTORNOS SEXUALES

En principio es importante diferenciar dos tipos o grupos de trastornos


sexuales:

1. Trastorno de la Identidad sexual: En este trastorno lo fundamental es la


incongruencia entre el sexo anatómico y la identidad sexual.

La identidad sexual es la conciencia de "ser un hombre" o "ser una mujer".


Es el correlato intrapsíquico del rol sexual, que puede ser definido, a su
vez, como todo aquello que el individuo dice o hace para demostrar a los
otros y a sí mismo que inviste la condición de niño u hombre, de niña o
mujer, respectivamente.

2. Parafilias: que se caracterizan por una activación sexual ante objetos o


situaciones que no forman parte de las pautas habituales de los demás y
que puede interferir con la capacidad para una actividad sexual recíproca
y afectiva.

3. Disfunciones sexuales: que se caracterizan por inhibiciones del deseo


sexual o de los cambios psicofisiológicos que caracterizan al ciclo de la
respuesta sexual.

PARAFILIAS
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La parafilia es un desvío de índole sexual. Se trata de una conducta íntima
donde el placer se obtiene mediante una actividad diferente a la relación
sexual en sí misma.

Las parafilias son consideradas inofensivas, aunque hay excepciones.


Ciertas parafilias pueden generar daños físicos y/o psíquicos en alguno
de los participantes del acto sexual, como ocurre con la pedofilia.

En concreto, se establece que una persona disfruta llevando a cabo una


parafilia porque eso le supone gozar con uno o con los dos de los
siguientes elementos:

1. Riesgo. El riesgo que trae consigo llevar a cabo una práctica


sexual clasificada como parafilia supone que la persona en
cuestión disfrute del mismo y cuente con una excitación mucho
mayor.

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2. Voluntad de poder. A través de una de estas prácticas, quien la
lleva a cabo disfruta de una sensación de poder sobre la persona
con quien la realiza, se siente por encima de ella y con capacidad
para hacer lo que desea.

Cabe destacar que el parámetro para considerar si una conducta sexual


es parafílica varía a lo largo de la historia y según la región. De este modo,
prácticas que eran consideradas como parafílicas hace algunas décadas,
hoy son aceptadas como normales y, por lo tanto, no se toman como
desviaciones. Ese el caso de la masturbación, la felación o el cunnilingus,
por ejemplo.

Es importante destacar que los expertos no han hallado trastornos


psicológicos o cambios orgánicos que brinden una explicación sobre el
origen de una práctica parafílica. Estas desviaciones, de todos modos,
pueden tratarse mediante la terapia psicoanalítica

La parafilia, esencialmente consisten en que el individuo tiene unas


necesidades y fantasías sexuales intensas y recurrentes que
generalmente suponen:

1. Objetos no humanos

2. Sufrimiento o humillación propia o del compañero

3. Niños o personas que no consienten

Hay que tener muy en cuenta que las imágenes o fantasías parafílicas
pueden ser estímulo de excitación sexual para una persona sin ello llegar
a ser una parafilia. Por ejemplo, la ropa interior femenina suele ser
excitante para muchos hombres. Será parafilia sólo cuando el individuo
actúe sobre ellas o cuando le afecten en exceso.

Exhibicionismo

La sintomatología esencial de este trastorno consiste en intensas


necesidades sexuales recurrentes y en fantasías sexuales excitantes de

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por lo menos seis meses de duración, ligadas a la exposición de los
propios genitales a una persona extraña. En ocasiones el individuo se
masturba al exponerse o al tener estas fantasías.

Fetichismo

La sintomatología esencial de este trastorno consiste en intensas


necesidades sexuales recurrentes y en fantasías sexuales excitantes de
por lo menos seis meses de duración, que implican el uso de objetos
inanimados (fetiches). Ropa interior, zapatos, botas, son fetiches
comunes. El individuo se masturba mientras sostiene, acaricia, etc., el
fetiche o le pide al compañero que se lo ponga. El objeto ha de ser
marcadamente preferido para lograr la excitación sexual. La persona ha
actuado de acuerdo con estas necesidades o se encuentra
marcadamente perturbada ellas.

Frotteurismo

La sintomatología esencial de este trastorno consiste en intensas


necesidades sexuales recurrentes y en fantasías sexuales excitantes de
por lo menos seis meses de duración, que implican el contacto y el roce
con una persona que no consiente. Teniendo presente que lo excitante es
el contacto pero no necesariamente la naturaleza coercitiva del acto. La
persona ha actuado de acuerdo con estas necesidades o se encuentra
marcadamente perturbada ellas.

Pedofilia

La sintomatología esencial de este trastorno consiste en intensas


necesidades sexuales recurrentes y en fantasías sexuales excitantes de
por lo menos seis meses de duración, que implican actividad sexual con
niños prepúberes. Los niños suelen ser menores de 12-13 años y el
individuo ha de tener por lo menos cinco años más que el niño para que
sea considerado el trastorno. La persona ha actuado de acuerdo con
estas necesidades o se encuentra marcadamente perturbada ellas.

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Masoquismo sexual

La sintomatología esencial de este trastorno consiste en intensas


necesidades sexuales recurrentes y en fantasías sexuales excitantes de
por lo menos seis meses de duración, que implica el acto (real o simulado)
de ser humillado, golpeado, atado o cualquier tipo de sufrimiento. La
persona ha actuado de acuerdo con estas necesidades o se encuentra
marcadamente perturbada ellas.

Sadismo sexual

La sintomatología esencial de este trastorno consiste en intensas


necesidades sexuales recurrentes y en fantasías sexuales excitantes de
por lo menos seis meses de duración, que implican actos (reales, no
simulados) en los que el sufrimiento físico o psicológico de la víctima es
sexualmente excitante. La persona ha actuado de acuerdo con estas
necesidades o se encuentra marcadamente perturbada ellas.

Fetichismo transvestista

La sintomatología esencial de este trastorno consiste en intensas


necesidades sexuales recurrentes y en fantasías sexuales excitantes de
por lo menos seis meses de duración, que implican vestirse con ropas del
sexo contrario. La persona ha actuado de acuerdo con estas necesidades
o se encuentra marcadamente perturbada ellas. Generalmente guarda
una importante colección de ropa para transvestirse cuando está sólo,
luego se masturba imaginando que otros hombres se sienten atraídos por
él como si fuera una mujer.

Voyeurismo

La sintomatología esencial de este trastorno consiste en intensas


necesidades sexuales recurrentes y en fantasías sexuales excitantes de
por lo menos seis meses de duración, que implica el hecho de observar
ocultamente a otras personas cuando están desnudas o en actividad

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sexual. La persona ha actuado de acuerdo con estas necesidades o se
encuentra marcadamente perturbada ellas.

DISFUNCIONES SEXUALES

Se consideran disfunciones sexuales a la existencia de inhibición de los


deseos sexuales o de los cambios psicofisiológicos que caracterizan al
ciclo completo de la respuesta sexual. El ciclo completo de la respuesta
sexual se divide en cuatro fases:

1. Deseo: Incluye fantasías y ganas de tener actividad sexual.

2. Excitación: consiste en la sensación subjetiva de placer que va


acompañada de cambios fisiológicos. (Erección, lubrificación vaginal,
etc.)

3. Orgasmo: Es el punto culminante del placer sexual con la eliminación


de la tensión y la concentración rítmica de los músculos del perineo y
de los órganos reproductivos pélvicos. En el hombre existe la
sensación de inminencia eyaculatoria, seguida de la emisión del
semen. En la mujer existen contracciones de la pared del tercio externo
de la vagina. En ambos sexos existe a menudo tensiones o
contracciones musculares generalizadas.

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Hablamos de disfunciones sexuales cuando una o más de estas fases
sufre alteraciones, pudiendo hablar por tanto de:

 Trastornos del deseo sexual

 Trastornos de la excitación sexual

 Trastornos del orgasmo Trastornos sexuales por dolor

3. EL VOYEURISMO

La palabra voyeur, de origen francés, deriva del verbo voir (ver), junto con el
sufijo de agente -eur, y su traducción literal es “el que ve”.

El Voyeurismo se da origen en la adolescencia, a principio de la edad adulta


, generalmente se da más en hombres chicos y adultos, y en mujeres no es
muy frecuente pero hay casos, en algunos casos este comportamiento es
catalogado dentro de algunos estándares normal como lo es mirar
pornografía, bailarinas exóticas o nudistas siempre y cuando los implicados
sean adultos ya que prácticamente no violan alguna ley ,sin embargo el
problema viene cuando el placer del voyeurs está en el juego de ser cachado
o sorprendido espiando.

El voyeur actúa sin ser observado, es decir, se trata de un juego psicológico


en el que surge la excitación añadida de la presión por ser descubierto y ser
delatado en este acto. De ahí surge la principal fuente de placer, de la
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sensación de estar cruzando la línea de lo prohibido. El hecho de ver sin ser
visto es uno de los alicientes que busca el voyeur que experimenta emoción
en el acto de pasar desapercibido.

El voyeurismo puede llegar a alcanzar el grado de parafilia, considerándose


en ocasiones como un trastorno. El llamado trastorno de voyeurismo implica
llevar a cabo los impulsos y fantasías de tipo voyeurista sin el consentimiento
de la otra persona; experimentando un malestar significativo o un deterioro
funcional debido a tales deseos o impulsos.

La diferencia del voyeurismo propio de aquel que ve sin ser visto y el acto de
excitación de una persona al ver desnuda a su pareja es que mientras que
en este caso existe consentimiento y consciencia por parte de las dos partes,
por el contrario, en el caso del voyeurismo no existe este consentimiento por
parte del objeto de deseo que ocupa el rol de víctima. Es decir, los derechos
de la persona son vulnerados. Mientras que el voyeur ve sin ser visto, la
víctima es vista sin querer serlo.

Una persona con actitudes de voyeurismo puede utilizar distintos medios para
lograr su objetivo de ver sin ser vista. Por ejemplo, una persona puede
observar a través de la cerradura de la puerta. Otras personas, con el objetivo
de ver una situación determinada en la distancia, también pueden utilizar una
cámara. No existen normas generales para definir el perfil habitual de
personas con actitudes voyeuristas, sin embargo, sí suelen ser personas que
tienen dificultades para mantener relaciones estables de pareja.

3.1. CAUSAS DEL VOYEURISMO

Una de las hipótesis biológicas consiste en que los individuos que


lo padecen tienen altos niveles de testosterona. En la línea más
psicológica, las teorías apuntan a que este comportamiento
desviado está relacionado con haber sufrido abusos durante la
infancia, o haberse criado en un contexto familiar disfuncional.
Otros expertos argumentan que esta conducta patológica se
establece después de haber visto de forma accidental a una o más

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personas desnudas o manteniendo relaciones sexuales, y que
posteriormente se convierte en una necesidad irrefrenable.

3.2. CARACTERISTICAS DE UN VOYEUR

 Suele ser una persona muy mirona.

 Muy tímido.

 No es agresivo.

 Su placer es ver a los demás a escondidas.

 Puede ser un abusador o acosador sexual.

El voyerista ocupa gran parte del tiempo alrededor de la


oportunidad esperándola para observar a la mujer elegida, lo puede
comunicar con exhibicionismo cuando la mujer que es objeto de la
observación, observa masturbándose el varón y cree que se está
exponiendo a ella. Cabe mencionar que quien tiene este tipo de
tendencias busca saciar sus instintos al acudir a lugares públicos,
como parques playas o bien hacer uso de cerraduras o rendijas de
puertas por las que apenas se pueda echar un vistazo. Como se
indicó con anterioridad el voyerista se masturbara en ocasiones

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mientras mira, pero en otras la sensación será tan intensa que
puede llegar al orgasmo espontáneamente con solo contemplar.

3.3. COMO RECONOCER A UN VOYEUR

Generalmente los voyeristas actúan de forma discreta y ocultan su


enfermedad, lo que puede hacer difícil identificarlos. Se dedican a
observar a otras personas sin que se den cuenta, fisgoneando
mientras están desnudos o cuando se encuentran en plena
actividad sexual, invadiendo su intimidad. Los criterios principales
del Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-5)
- manual diagnóstico de referencia para los profesionales de la
salud mental - incluyen excitación al observar los actos sexuales de
personas desprevenidas, experimentar fantasías sexuales intensas
y recurrentes, y comportamientos sexuales que afectan al
funcionamiento diario del individuo y causan problemas
importantes en su vida social.

3.4. TRATAMIENTO

Las personas para las que su voyeurismo se convierte en un


trastorno son las menos, por lo que, en la mayoría de casos, no es
necesario ningún tratamiento.

Sin embargo, en el caso de que exista ese trastorno, sí es


necesario un tratamiento, que consistirá en psicoterapia con
asistencia a grupos de apoyo y el uso de algunos inhibidores
selectivos de la recaptación de serotonina.

Estos últimos medicamentos permiten paliar los actos compulsivos


de mirar. En casos extremos puede que sea necesario utilizar
medicamentos antiandrógenos, que son medicamentos que
reducen los niveles de testosterona e inhiben la libido.

Como puedes suponer por lo que implica tomar este tipo de


medicamentos, son pocas las personas que quieran someterse a

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este tipo de tratamientos (incluso cuando sean conscientes de que
padecen el trastorno voyeurista, y no solo sean voyeurs
funcionales).

En la mayoría de los casos, el voyeur acaba aceptando estos


tratamientos porque ha sido detenido por exhibicionismo o acoso
sexual y derivado a un centro psiquiátrico.

En cualquier caso, este último tratamiento basado en la reducción


de la testosterona es tan agresivo que requiere el consentimiento
informado del paciente y un seguimiento de la función hepática y
de las concentraciones séricas de testosterona.

El voyeurismo es una práctica que, aunque no es de las más


frecuentes que existen, sí se da con bastante frecuencia (aunque
solo una pequeña minoría llega a desarrollar comportamientos
patológicos relacionados con ella).

3.5. VOYEURISMO VIRTUAL

Antes de exponer el presente ítem, consideramos importante


establecer de lo que se trata las redes sociales.

Las redes sociales son una estructura capaz de comunicar entre sí


a personas o instituciones. A través de internet se pueden
establecer relaciones que creen grupos o comunidades con
intereses comunes.

Suponen un contacto ilimitado y a tiempo real. Esto se consigue


gracias a la interactividad, uno de sus rasgos más distintivos y
novedosos. Antes de las redes sociales, las empresas y los medios
no tenían prácticamente formas de poderse comunicar con su
público y así conocer su opinión. Sin embargo, las redes permiten
establecer un contacto mutuo entre emisor y receptor.

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Redes como Facebook o Twitter ofrecen servicios que garantizan
un contacto instantáneo. Fulanita cuelga sus fotografías sobre lo
que hizo ayer por la tarde y al segundo toda su lista de amigos sabe
que pasó el día en el campo. Entramos en una forma de comunicar
en la que se rompen las barreras de tiempo y espacio.

La difusión viral es la capacidad que tienen las redes sociales para


hacer que un contenido llegue a un gran número de personas de
forma fácil y directa. Existen cantidad de videos o fotografías que
se han hecho increíblemente conocidos gracias a clics en compartir
(para prueba de ello el famoso video colgado en Youtube del Menú
Big Mac que ha llevado a su autor hasta la televisión).

La actualización es constante y los sucesos se pueden comunicar


en el momento en el que ocurren. Por este motivo, es importante
tener contenidos suficientes. Los usuarios se sentirán más atraídos
por una cuenta que hace publicaciones diarias que por una que
ofrece información de forma intermitente.

Sin embrago es importante dejar establecido que las redes sociales


pueden ser o son utilizadas para un uso personal y privado, pero
se debe tener en cuenta que todo lo que se publique quedará
registrado. Por este motivo, es importante cuidar mucho los
contenidos que queremos mostrar, especialmente si queremos
utilizar el perfil o la cuenta de forma profesional o para una
empresa. Por otra parte, una persona es definida por lo que
aparece en las redes sociales que utiliza y la impresión que
causemos puede depender mucho del estilo, la educación o la
claridad con la que expongamos los argumentos.

El fenómeno del voyeurismo virtual no sería tan acentuado en la


red, quizá, si no existiera la contraparte del exhibicionismo. Existen
tanto quienes quieren exponer–se, desnudar–se, descubrir–se,
como quienes quieren mirar, ya sea para sentir placer o para
clavarse agujas. Hay quienes sufren al ver el éxito de los demás —
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el cual, si es auténtico, quizá sea en menor proporción a la que la
mayoría “infla” al hablar de sus actividades. Ésos son los
masoquistas. Los sádicos parecen ser los que le refriegan a los
demás sus incontables y repetidos triunfos cotidianos, como si un
triunfador no viviera más que acontecimientos marcadamente
afortunados. También existen los que viven para los likes. La
satisfacción o insatisfacción de su vida depende del número de me
gustas que obtengan sus posteos.

El Voyerismo Virtual es un fenómeno propio de las redes sociales.


Sucede cuando una persona revisa sistemáticamente el perfil de
otra en Facebook. Sólo es considerada delito cuando hay violación
a las normas de seguridad. Testimonios de ‘stalkers’ involuntarios

Lisgonear, espiar, perseguir, mirar de reojo, a escondidas y hasta


acosar son los términos que le caben a un nuevo, aunque de raíces
antiquísimas, fenómeno que atraviesa las redes sociales y, sobre
todo, Facebook. Se trata del stalkeo, que viene del verbo en inglés
to stalk y que se adapta a las definiciones precedentes ya que no
tiene una traducción formal en castellano.

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Y, aunque lo nieguen, todos los usuarios de Facebook alguna vez
han stalkeado entrando al perfil de una persona, mirando sus fotos,
viendo cuáles son sus intereses, indagando a dónde trabaja, con
quiénes sale a tomar algo o va a bailar los fines de semana.
Ya es sabido que las empresas que seleccionan personal, sobre
todo aquellas con alto nivel de especialización, utilizan a las redes
sociales como herramienta para evaluar y elegir los mejores
candidatos para un puesto.

Pero desde algún tiempo antes de que los empleadores


encontraran el potencial de las redes sociales para realizar su
selección, en Facebook ya se stalkeaba para fines mucho más
superficiales, como puede ser el conocer a alguien que atrae por
su foto de perfil.

Esta práctica también es frecuente entre los usuarios de Twitter ya


que, cuando conocen a algún tuitero por sus opiniones,
automáticamente lo buscan -o lo stalkean- en la otra gran red
social.

En Facebook hay infinidad de páginas que hacen referencia a esta


modalidad. Desde aquellas que indican cómo hacer un stalkeo
adecuado y a quiénes se puede stalkear hasta las conductas que
hay que tener para no ser víctimas de un Stalker.

Cuando conocemos a alguien que nos interesa en la "vida real", al


llegar a casa lo primero que hacemos es buscar en Facebook a esa
persona para conocer a qué se dedica o qué hace en su tiempo
libre. Y hasta para enterarnos en qué tipo de relación sentimental
está.

Pero puede pasar que no necesariamente conozcamos


personalmente a quien encontramos virtualmente y de todas
maneras se inicie una situación de stalkeo. Puede ocurrir que un
contacto de un amigo haga algún comentario interesante en el
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muro de éste y, acto seguido, “pinchemos' en su nombre para
revisar su perfil de pies a cabeza.

Stalkear ha pasado a ser, quizás de manera inconsciente, parte de


la vida de quienes habitualmente gastan, o invierten, según se
quiera ver, gran parte de su tiempo en la red social creada por Mark
Zuckerberg. Y aunque nos parezca una práctica prohibida o
invasiva, quienes confiesan ser stalkers se resguardan en la
excusa de que Facebook se creó con ese objetivo.

En el 2013, para el abogado argentino especializado en derecho y


tecnología Jorge Chávez, este término también es conocido como
“voyeurismo digital' o “voyeurismo Virtual'. Para explicar su
definición, desarmó la expresión en dos partes. "El voyeurismo es
una parafilia, una desviación sexual donde las personas se excitan
o logran excitación mirando y no lo hacen bajo las formas
normales".

En tanto, el voyeur digital es aquella persona que investiga la vida


ajena en internet con un interés desmesurado.
Pero la pregunta es: ¿cuándo esta actitud puede ser considerada
delito? "En líneas generales el límite es difuso, porque las personas
suben información para que sea vista. Se muestra mucho de la
intimidad y la privacidad", analizó Chávez.

De todas formas, indicó que el delito se genera cuando hay un


hackeo de la información que las personas suben a la red y que no
desean que sea totalmente pública. "Hay acceso indebido cuando
se vulnera el sistema de seguridad para acceder a información no
pública. En tanto y en cuanto la información sea pública, es decir
no sujeta a una configuración de seguridad, no hay delito",
argumentó.

El abogado, igualmente, reconoció que el hecho de subir


información privada trae aparejado una situación de peligro:
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"Publicar datos personales es asumir un riesgo. El tema es cuando
se expone información sensible que compromete. Esto es una
imprudencia, porque hay una suerte de complicidad con aquel que
puede convertirnos en víctima de un delito informático".

3.6. P ERFILES DE VOYEURS ELECTRÓNICOS

En general los voyeurs son personas que logran su placer sexual


observando a los cuerpos de otras personas, sus víctimas por lo
general, suelen ser aquellos a quienes observan a través de
paisajes, rincones, playas, zooms fotográficos, Internet es un
escenario ideal para ellos pues permite que se sientan amparados
en la intimidad y el anonimato que ofrece la red.

El voyeur raramente hace daño físico a sus víctimas, el riesgo y el


secreto son facetas fundamentales en este perfil de amenaza y por
esa razón Internet es un terreno ideal para llevar a cabo sus
acciones y operativas.

El voyeur electrónico o digital: Sería el perfil de persona o


usuario que se dedica a captar imágenes por medios digitales o
telemáticos, webcams, cámaras digitales. Esta persona realiza las
fotos por puro afán de coleccionismo, diversión o autocomplacencia
sexual, sin ningún ánimo de beneficio económico. En la mayoría de
casos hablamos de perfiles adolescentes y personas muy jóvenes.

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El voyeur de perfil delictivo: En algunas playas de nuestro país
ya han habido detenciones de personas que han sido sorprendidas
filmando a menores en duchas o vestuarios, estas imágenes se
distribuían en el circuito ilegal de pornografía infantil en Internet a
cambio de grandes sumas de dinero, en algunos casos la policía
ha llegado a detectar a estar personas con difíciles y complicadas
operativas. En Barcelona, se detuvo a un hombre de nacionalidad
británica que filmaba a menores de edad, la policía encontró en la
habitación de su hotel numeroso material pedófilo e informático
hecho que reveló sus intenciones.

Captadores profesionales: Sería el perfil de persona que trabaja


para empresas relacionadas con el sexo en Internet, paginas que
no siempre son ilegales pero que sin embargo se aprovechan de
una red de contactos que les proporciona contenidos. Algunos
fotógrafos han encontrado salida comercial a su trabajo, realizando
fotos en playas para luego venderlas a estas empresas que pagan
por renovar periódicamente sus contenidos.

Voyeur consumidor: De alguna manera forma parte de esta


cadena ya que es el que consume la imagen, realizando búsquedas
y entrando en paginas con contenido erótico, este tipo de páginas
registran grandes flujos de tráfico llegando a varios miles de
visitantes diarios.

Son cazadores sin escrúpulos, personas que inundan la red con


fotos robadas y contribuyen a aumentar el gran número y volumen
de fotos realizadas sin permiso. En otros países ya se han
detectado importantes casos de fotos robadas en retretes,
consultas médicas, habitaciones de hoteles, probadores y otros, en
nuestro país el fenómeno se ha instaurado, de momento, en las
playas pero no se descarta que pueda llegar a otros ámbitos más
privados.

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3.7. PENALIZACION

En algunas culturas el voyerismo se considera una perversión y


algunos países lo han clasificado como un delito sexual. El Reino
Unido agregó esta ofensa al Sexual Offences Act of 2003,
criminalizando el acto de espiar a alguien sin su consentimiento.
Canadá promulgó una ley similar a finales de 2005, declarando al
voyerismo un delito sexual. EE.UU. también penaliza esta práctica
y en nueve estados del país hay leyes que castigan
específicamente el “Video voyerismo”, lo cual implica filmar a
alguien sin su consentimiento mientras se encuentra en situaciones
privadas.

En España se condena a un profesor de un colegio y por un delito


contra la intimidad de sus alumnos por voyeurismo

Tribunal Supremo, Sala de lo Penal, en sentencia nº 917/2016, de


2 de diciembre, recurso nº 933/2016, condena aún profesor por un
delito contra la intimidad por voyeurismo con sus alumnos en un
colegio.

El acusado, aprovechando su condición de profesor de un colegio,


colocó subrepticiamente cámaras de vídeo en los aseos para
captar imágenes de personas desnudas o semidesnudas en
situaciones íntimas mientras utilizaban los servicios. En el registro
de su domicilio se encontraron los archivos con las grabaciones.

El acusado presenta un trastorno sexual o parafilia denominada


"voyeurismo”, circunstancia que alega como modificativa de su
responsabilidad penal y que el Supremo rechaza aplicando
reiterada jurisprudencia que sostiene que los trastornos de
estímulo sexual, como el voyeurismo o la pedofilia, no impiden
ni limitan la capacidad de actuar del acusado conforme a su
conocimiento de la ilicitud de su acción. Este tipo de
trastornos de carácter sexual no afectan a la capacidad de

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voluntad y entendimiento con trascendencia en la
imputabilidad del sujeto activo cuando no aparece asociada a
otra anomalía o trastorno psíquico. Solo muy ocasionalmente se
ha estimado una disminución de imputabilidad en supuestos graves
en los que se ha constatado una afectación asociada a otros
trastornos psíquicos relevantes, por ejemplo, la toxicomanía, el
alcoholismo o una neurosis depresiva.

El informe de una psicóloga, aportado por la defensa del acusado,


refiere que padece un trastorno sexual o parafilia denominado
voyeurismo, y una personalidad de tipo compulsivo que le provocan
conductas que no puede controlar, pero no indica el grado de
intensidad del voyeurismo que padece, ni cómo repercute en el
autocontrol de sus actos, por lo que de tal informe no puede
afirmarse que padezca una limitación de sus facultades cognitivas
que le impidan cerciorarse o ser consciente de que la conducta
enjuiciada es una conducta ilícita.

Aborda también la sentencia el efecto del perdón de la


denunciante, la Secretaria del colegio que descubrió las cámaras,
y del Patronato de la Fundación Educativa, perdón que en el caso
deviene irrelevante porque la acción delictiva afecta a un
número elevado de personas, tanto por el tiempo que duró la
conducta consistente en grabar, como por el contenido del material
que se intervino, superponiéndose en este caso el interés general,
por el importante número de personas afectadas por el uso de los
servicios higiénicos, sobre el de algunas víctimas concretas que
pudieron ser identificadas.

El Tribunal Supremo confirma la pena de dos años de prisión


impuesta al acusado como autor penalmente responsable de un
delito contra la intimidad, sin la concurrencia de circunstancias
modificativas de la responsabilidad criminal, y la accesoria de
inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio

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pasivo e inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión
relacionada con menores.

En el Peru, el Art. 154 del Codigo Penal, dice, “El que viola la
intimidad de la vida personal o familiar ya sea observando,
escuchando o registrando un hecho, palabra, escrito o imagen,
valiéndose de instrumentos, procesos técnicos u otros medios, será
reprimido con pena privativa de libertad no mayor de dos años”.
Pero acá viene el agravante: “Si utiliza algún medio de
comunicación social, la pena privativa de libertad será no menor de
dos ni mayor de cuatro años y de sesenta a ciento ochenta días-
multa.”, pudiendo considerarse el voyeurismo como un delito a la
intimidad.

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CAPITULO III

ANALISIS

En el ámbito de la sexualidad existen múltiples parafilias, es decir, la búsqueda


del placer sexual a través de conductas distintas a las relaciones sexuales
convencionales.

El voyeurismo se puede considerar una parafilia, y, en algunos casos extremos,


se le puede considerar un trastorno. El trastorno de voyeurismo es, básicamente,
la parafilia del voyeurismo mal llevada.

Es decir, mientras que un voyeur que tiene esta parafilia de forma sana puede
obtener esa excitación sin mayores problemas, aquel que sufre el trastorno de
voyeurismo experimenta un malestar significativo por tener esos deseos e
impulsos, pero, a la vez, no los puede refrenar.

Se considera que el voyeur es una persona que obtiene excitación sexual


observando a personas sin ropa o que están realizando alguna actividad sexual.

Es importante mencionar que el voyeur no tiene por qué realizar ninguna


actividad sexual posteriormente. En algunos casos, el voyeur puede masturbarse
viendo la escena en cuestión, pero no es eso lo que le define como voyeur, sino
la excitación viendo dicha escena.

El voyeurismo en sí mismo no es peligroso, y, de hecho, el deseo de observar a


otras personas desnudad o teniendo relaciones sexuales es muy frecuente, por
lo que ni siquiera se puede considerar algo anómalo en sí mismo.

Lo que sí es peligroso es el trastorno de voyeurismo, porque implica una serie


de problemas psicológicos que afectan negativamente al nivel de vida de quien
lo padece. Es decir, lo peligroso es que esta práctica se convierta en un algo
patológico.

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El voyeurismo no requiere de ninguna acción adicional por parte del voyeur. Sin
embargo, sí es cierto que, en no pocas ocasiones, la práctica del voyeurismo va
unida a la práctica exhibicionista.

Es frecuente, por ejemplo, el voyeur que se esconde entre arbustos y se


masturba mientras ve a una pareja teniendo sexo o a mujeres haciendo topless
en la playa. En este caso, se da tanto el voyeurismo como el exhibicionismo. El
riesgo de ser descubierto, en este caso, aumenta la excitación.

Llegados a este punto, alguien podría pensar: “Bueno, pero es que yo también
me excito viendo a una persona desnuda”. Y aquí hay que mencionar un aspecto
fundamental y que marca la diferencia entre el que es voyeur y el que no lo es: La
ausencia de consentimiento.

Lo que excita al voyeur no es solo la visión de un cuerpo desnudo, sino el hecho


de que esa persona no ha dado su consentimiento para verla en esas
condiciones. Es por ello que no toda persona es voyeur por el simple hecho de
disfrutar y excitarse viendo un cuerpo desnudo.

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CAPITULO IV

CONCLUSIONES

Mirar es bello y es un placer, pero el exceso de placer lleva al abuso, a la


desviación, la perversión, la parafilia, la enfermedad llega cuando los ojos
dejan de enriquecer la actividad sexual para convertirse en una limitación y
cuando el mirar se erige en fin y no en medio, negando otros fines, como la
penetración.

Al verdadero mirón lo que le excita es el riesgo, el estar de incógnito, saberse


dueño de un universo sólo habitado por él y por la víctima incauta. Una víctima
a la que, en lo más profundo, odia y a la que nunca llegará a tocar y que no
corre mayor peligro que el de ser vista, porque el voyeur es un tímido
empedernido, las más de las veces acomplejado, que jamás desea llegar al
coito, ni siquiera al habla.

En general los voyeuristas sufren un importante sentimiento de culpa,


teniendo una sexualidad disfuncional. A diferencia de los “mirones” y las
“mironas” que reaccionan ante cualquier estímulo erótico y gozan de una vida
sexual satisfactoria, las personas voyeurs tienen dificultades para identificar
y expresar sus necesidades, debido a su inmadurez psíquica. En el caso de
que tengan pareja, esta puede sufrir las consecuencias de compartir una
sexualidad problemática y enfermiza.

El voyeurismo o escoptofilia, es una desviacion problemática, porque


determina y perturba las relaciones sociales, laborales y afectivas del que la
padece

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CAPITULO V

RECOMENDACIONES

1. Capacitar al personal Policía sobre temas relacionados a las conductas


sexuales y trastornos de la misma.

2. Coordinar con las autoridades locales y regionales a fin de continuar con


compañas de prevención

3. Para prevenir, es importante realizar una historia psiquiátrica y médica


completa a los postulantes

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BIBLIGRAFIA

1. Manual diagnóstico y estadístico de los Trastornos Mentales. (2003).


España: Masson.

2. Adolfo, J. (2006). Psicopatología. Barcelona: Editorial UOC.

3. Duran, B. (2009). Psicopatología. España: Paraninfo..

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Anexo

Mérida - ESPAÑA 22 NOV. 2017

Condenan a tres años de cárcel al acusado de grabar a compañeras en los


aseos con cámara oculta.

El Juzgado de lo Penal número 2 de Badajoz ha condenado a un hombre a tres


años de prisión, por 26 delitos consumados contra la intimidad, por grabar a sus
compañeras con una cámara oculta en los aseos de un centro de trabajo de
Olivenza (Badajoz).

En la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, se le condena también a 36


meses de multa con una cuota diaria de cinco euros y, en concepto de
responsabilidad civil, a indemnizar a 24 perjudicadas con cantidades individuales
que oscilan entre 3.000 y 5.000 euros, salvo en un caso, en el que la cuantía es
de 525 euros.

Para la condena se han tenido en cuenta las circunstancias atenuantes de


alteración psíquica, confesión y reparación del daño; y la circunstancia agravante
de abuso de confianza y de parentesco.

En la sentencia se establece el comiso de las microcámaras, ordenadores y todo


el material informático intervenido, y se condena al procesado al pago de las
costas causadas en las actuaciones, incluidas las de las acusaciones
particulares.

El procesado queda absuelto del delito de adquisición o posesión de


pornografíainfantil del artículo 189 del Código Penal del que era acusado.

El acusado grabó a las afectadas, sin ninguna autorización ni conocimiento por


parte de éstas, durante años, entre diciembre de 2008 y diciembre de 2013,
cuando fue descubierto después de que una trabajadora del centro, y familiar
suya, descubriese un objeto negro, parecido a un mando a distancia, en unos de
los aseos.

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El propio acusado entregó de manera voluntaria a la Guardia Civil una cámara
llavero de pequeñas dimensiones y un ordenador portátil, en cuyo disco duro se
encontraron numerosos archivos de fotografías y vídeos, organizados por
carpetas con el nombre o diminutivo de las personas que aparecían en las
grabaciones.

En las imágenes aparecían mujeres mayores de edad, desnudas o


semidesnudas, en los vestuarios del centro de trabajo.

Además de en distintos cuartos de baño del centro de Aprosuba en Olivenza,


destinados al uso del personal, el ahora condenado grabó en su domicilio a su
empleada de hogar; en los baños de dependencias compartidas con familiares
en localidades de veraneo en Cádiz y Huelva, y en el domicilio de sus suegros
en Olivenza y Villanueva de la Serena.

El procesado almacenaba los vídeos con el fin de obtener una satisfacción


sexual con su visionado pero no ha quedado probado que se produjera difusión
de dichas imágenes.

Según la sentencia, presenta alteraciones psicopatológicas encuadradas en los


trastornos sexuales, concretamente dentro del voyeurismo, con plena capacidad
cognitiva y con afectación de sus capacidades volitivas en relación con los
hechos, que le llevaban a actuar de manera impulsiva e incontrolada.

A consecuencia de los hechos, 14 afectadas sufrieron problemas de salud como


trastorno adaptativo mixto con ansiedad y humor deprimido y trastorno por estrés
agudo, por lo que precisaron de tratamiento médico psiquiátrico.

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