Cuando se toma por un fármaco de esta categoría durante varias semanas, hay
poca tolerancia y no causa problemas la interrupción del medicamento, cuando
el trastorno ya no justifica su administración. Las benzodiacepinas se encuentran
entre los fármacos prescritos con mayor frecuencia en todo el mundo; se usan
sobre todo para tratar trastornos de ansiedad. La mayoría de las
benzodiazepinas ejercen un efecto dual dependiendo de la dosis administrada:
en dosis bajas o moderadas reducen el nivel de ansiedad sin originar un grado
de sedación relevante en tanto que en dosis elevadas facilitan el sueño. Ello
depende tanto de factores farmacocinéticos, como son la velocidad de absorción
del fármaco y su penetración en el SNC, como de factores farmacodinámicos,
es decir de la afinidad y actividad intrínseca del medicamento sobre sus
receptores específicos.