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“Lectura discurso sobre la dignidad humana por Pico della Mirandola”

Contexto siglo XV

El siglo XV (1400-1500) es llamado “siglo de las Innovaciones” o Quattrocento, es el último


siglo de la Edad Media y el primero de la Edad Media, con la llegada del Renacimiento,
transición que suele ubicarse en 1492 con el descubrimiento de América aunque historiadores
consideran como punto final el año 1453 con la caída de Constantinopla (caída del Imperio
Romano o Bizantino a mano de los turcos). Época de altas transformaciones económicas,
políticas, sociales, filosóficas y estéticas, con la primera fase del renacimiento y el surgimiento
del movimiento del Humanismo, con un impulso a la ciencia, al hombre y a la razón.

Biografía del autor - ¿Por qué aún es vigente?

Giovanni Pico della Mirandola, (24 de febrero de 1463 Ferrara, Italia - 17 de noviembre de
1494 Florencia, Italia) es conocido como un renacentista humanista, filósofo y erudito italiano
cuya corta vida influyente fue brillante, peripatética, aventurera y casi teatral en su intensidad
y cantidad de eventualidades. Es conocido por los eventos de 1486, cuando a la edad de 23
años propuso defender novecientas tesis sobre religión, filosofía, filosofía natural y magia
contra todos los contendientes, para lo cual, escribió el famoso discurso sobre la dignidad del
hombre que ha sido llamado el “manifiesto del Renacimiento” y un texto clave del humanismo
renacentista. Durante la edad media, cuando Dios y la iglesia estaban en la posición más
exaltada, era considerado casi imposible declarar la “dignidad del hombre”, concepto que se
convirtió en el punto de partida del humanismo renacentista (Goñi Zubieta, 2011).

Pico della Mirandola fue uno de los primeros en resucitar el humanismo de la antigua filosofía
griega. También creía que todas las religiones comparten algunos elementos de verdad y se
dispuso a crear una síntesis de varias grandes religiones y filosofías importantes incluyendo
las de Paltón y Aristóteles. Se le acredita a Pico y a su maestro Marsilio Ficinio iniciar la
resurrección de la dignidad humana y el concepto de libre albedrío al principio del
renacimiento. Pico dijo que el libre albedrío, dirigido correctamente, puede hacer de los
hombres seres divinos, o extraviado, seres malignos (Goñi Zubieta, 2011).

Hijo de Gianfrancesco I y Giulia Bioardo, un señor feudal, fue educado de forma humanista.
Estudió derecho canónico en Bolonia, letras en Ferrara y filosofía en Padua. Estando en
Florencia, se convirtió en uno de los colaboradores más activos de la academia platónica.
Tenía conocimiento del hebreo, árabe, griego y caldeo. Sus pensamientos fueron censurados
y llegó a ser perseguido por sus ideas. Mucho de su trabajo fue publicado póstumamente por
su sobrino Gianfrancesco Pico della Mirandola (Goñi Zubieta, 2011).

Glosario
Connubio: Matrimonio

Sobrepujar: Dicho de una persona o cosa: Exceder a otra en cualquier aspecto.

Pábulo: Aquello que sirve para mantener la existencia de algunas cosas o acciones.

Rapaz: Inclinado o dado al robo.

Áulico: Perteneciente o relativo a la corte o palacio.

Deífico: Perteneciente o relativo a Dios.

Referencias
della Mirandola, G. (2006). Discurso sobre la dignidad del hombre. (Á. Lobo, Ed., & A. Ruíz
Díaz, Trad.) Editorial pi. Obtenido de
http://editorialpi.net/ensayos/discursosobreladignidaddelhombre.pdf

Goñi Zubieta, C. (2011). Philosophica: Enciclopedia filosófica on line - voces Pico della
Mirandola. (F. Fernández Labastida, & J. A. Mercado, Editores) Recuperado el 9 de
Agosto de 2018, de Philosophica.info:
http://www.philosophica.info/archivo/2011/voces/pico_della_mirandola/Pico_della_Mir
andola.html
¿Qué es el ser humano para el autor?

Pico, aunque no define explícitamente lo que para él es el ser humano, expresa en su discurso
diferentes ideas que dejan entrever su concepción del mismo. La más importante -debido al
contexto en el que es presentada (Italia y en general un mundo que se transformaba de lo
medieval primado por el clero y monarquías a uno lleno de exaltaciones, arte y escuelas)-
considero, es el hecho de que presenta al ser humano como un ser creado por Dios, que no
obstante, no es su imagen, reflejo o semejante, sino que es un ser que se define y transforma
a sí mismo (della Mirandola, 2006).

Para Pico, el hombre es un ser que se descubre e interpreta y esto enmarca un sinfín de
significados que podemos desglosar. Primeramente, la idea de que no es imagen de Dios sino
que un ser que se hace concibe al hombre como un ser indeterminado, además, lo pone en
juego, pues al no ser el hombre imagen de Dios ¿es entonces un animal, algo más que un
animal? Pregunta que responde influenciado por las ideas de Platón y de Aristóteles, donde
el hombre pasa entonces a ser un ser donde confluyen múltiples elementos. Otro de los
brillantes significados que le da pico al hombre es su visión humanista del mismo y agrego yo,
una visión más trascendental al punto de tocar lo sistémico, razones que hacen de la
concepción del ser humano por Pico una idea fundamental, moderna e incluso revolucionaria
en la sociedad actual.

Siguiendo aquella primer idea, el hombre como ser creado por Dios, pero que no es su imagen
o semejante, descubrimos que el hombre –entendido como ser humano- es para Pico un ser
mutable, cambiante, que al no tener imagen no tiene forma, y entendido según las referencias
que tenía Pico en su época –mayormente filosofía Griega y Latina- llega como un ser sin
esencia (buena o mala), y que empieza a definir dicha forma por medio de su actuar en la
vida, por ello Pico expresa que el hombre es como un camaleón, multiforme, con una
naturaleza cambiante, que se autotransforma. No está hecho a la imagen de Dios sino que
está hecho sin imagen alguna y siendo así el hombre puede, elegir la forma que desea tener
o por el contrario aceptar su condición y vivir como un ser sin forma (algo que lo haría similar
a ese Dios), lo que lo hace a la vez un ser libre, libre de elegir cómo vivir y no un ser
determinado, enteramente construido (della Mirandola, 2006).

Entra entonces la disputa por el ¿qué sería el hombre? desde una visión más física o
materialista, donde Pico empieza a hacer referencias del hombre como un ser tridimensional
(donde podríamos hacer una similitud con la religión padre-hijo-espíritu santo típica de su
época), y a compararlo con las plantas, animales, con otros hombres y con criaturas
celestiales como Dios o querubines (della Mirandola, 2006). Pico concentra dos concepciones
del hombre, enuncia su carácter natural, donde se pueden ver sus referencias a las
concepciones de Aristóteles sobre los tres tipos de alma (vegetativa, sensitiva y racional) pero
también un carácter divino y de libertad que recuerdan a Platón, llegando a la idea de que el
hombre es un ser que no es animal pero tampoco celestial, sino que es mundano y divino a
la vez, asunto que me lleva a concebir desde mi perspectiva, que para Pico, el hombre es un
ser que es todo y nada, porque solo él mismo, por su libertad, por sus acciones, emociones y
deseos puede definirse a sí mismo, replegándose para alcanzar lo más alto (recogiéndose
como las tortugas hacia adentro para observarse) o reflejándose buscándose en otros seres
más terrenales.

Por ello, para Pico, la misión del hombre dada por Dios es la de contemplador del universo,
está aquí para admirar, admirar la creación, la obra, por lo que es el único consciente de la
misma. Sin embargo, esta misión no sólo se queda allí y replica que el fin del hombre más allá
de descubrirse a sí mismo descansa en la misión de alcanzar a ese dios para unirse a él, para
ser él. Y es por medio de la reflexión, del pensamiento, de la dialéctica, del razonamiento que
abarca la moral y retiene las pasiones, del recogimiento en sí mismo, de buscar hacia adentro
que llega a lo más alto -una idea muy Socrática-. Por ello, para él, la filosofía es el camino
para llegar a lo celestial, a lo divino y esta está al alcance de todos (della Mirandola, 2006).

A raíz de todas estas ideas podemos ver porqué se le concede a Pico una mirada humanista
del ser humano como un ser que se hace a sí mismo primordial para la época en la que
trasciende, el Renacimiento, donde el hombre pasa a ser el centro del mundo y empieza a
exaltársele en todos los campos. No obstante, pienso que Pico no sólo expone una mirada
humanista sino también una mirada sistémica, que ubica al ser humano en dimensiones, en
multiplicidades, dualidades, en entropía y neguentropía, en caos y estabilidad, pues si se
piensa su idea de que el hombre no tiene forma alguna, esta no solo enmarca una afirmación
que puede considerarse válida y estable sino que esconde intrínsecamente una idea caótica,
no solo para su época o para la filosofía sino también para lo que expone en sí misma, un ser
sin forma, sin imagen, sin más esencia de que no tiene esencia alguna lleva consigo dinámica,
movimiento, caos, desafío, ¿Qué se hace entonces cuando no se tiene una esencia? ¿Cómo
encontrar entonces una estabilidad? A través del mismo cambio, del movimiento apoyado por
la libertad. Es una idea que libera pero a la vez puede aprisionar y para su época y la época
actual sigue siendo revolucionaria.

Finalmente, en esta concepción del ser humano, Pico manifiesta implícitamente el término de
la libertad, puesto que, el ser humano se plantea como un ser racional que está en capacidad
de conocer sus propios intereses y en base a ello actuar de forma individual para alcanzarlos
–llegando a lo divino o a lo mundano-, aspecto que de uno u otro modo, es lo que implica la
libertad, la capacidad básica del hombre para ser dueño de sí mismo y de su destino. Por ello,
si se sigue en esta cadena de supuestos implícitos, Pico expone la idea de la felicidad, pues
la libertad es necesaria para la felicidad, y a su vez la idea de la sociedad, pues un individuo
solo es libre en una sociedad libre –como bien presenta al final del texto al referirse a sus
tesis, el conocimiento y el saber- y de ahí que, en definitiva, recoge en su discurso la
caracterización del hombre desde el modelo humanista fundamental para su época, pues
antepone la felicidad, el bien y bienestar del hombre a lo largo de su vida ante cualquier otra
instancia, claro que, para Pico, esta felicidad estaría ligada al alcance y unión con Dios.

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