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Los niños deben saber que existe el demonio

El demonio existe y hay que enseñarlo con claridad y serenidad.

No me resisto a compartir con ustedes un hecho que me hizo reflexionar mucho. Hace varias semanas conversé con un
amigo sacerdote que trabaja en Roma. Le acaban de asignar la dirección de un colegio que cuenta con kinder y primaria.
La primera cosa que pidieron los padres de familia al padre Juan fue la clase de religión para sus hijos. Y manos a la obra.
Todo comenzó sobre ruedas: los niños aprendiendo quién era Dios, quién era Cristo y cuánto nos amaba; aprendieron lo
del Arca de Noé, la vida de Moisés, la vida de Abraham, los mandamientos, los angelitos buenos y los malos... Y aquí es
donde comenzaron los problemas, la clase de los ángeles caídos a los niños de sexto:
—Jóvenes, ese ángel malo se rebeló contra Dios y no quiso servirle. Ahora busca hacernos pecar para evitar que
lleguemos al cielo y seamos felices con Dios toda la eternidad.

No se imaginan, ni sospechan —ni de lejos— la revolución que se le armó al padre en cuanto los niños comentaron en
sus casas lo que habían aprendido ese día. Le llovieron notas, cartas, llamadas, amenazas y citas urgentes:
—¡¿Cómo es posible que les enseñen esas cosas, esas historias medievales para meter miedo; ya no son maneras esas
de inculcar la religión a los niños de hoy?! ¡Qué anticuados con esas fábulas!
Y otras cosas por el estilo y otras en otro estilo que no sería educativo poner aquí.
Después de escucharlas con paciencia, el padre Juan se puso serio y les preguntó que si les daban a sus hijos la pizza
cruda o bien cocida.
—Pues claro que bien hecha.
—Pues nosotros sólo queremos darles una doctrina católica completa y no a medias.

Evidentemente muchas no quisieron entender y siguieron furibundas. Pero no por mucho tiempo. Dos noticias que
salieron en los periódicos dejó claro que el padre Juan estaba en la verdad. La primera fue la desaparición de una
hermosa niña de tres años al sur de Italia. La segunda, el brutal asesinato a sangre fría de sor María Laura, al norte del
país, cerca de Milán.

Después de varios días de intensa búsqueda, la policía había encontrado el cuerpecillo de la hermosa niña de tres años
con signos de violencia y totalmente calcinado. Pronto se desvelaron los terribles móviles del brutal asesinato. El
cadáver se hallaba en las cercanías de unas ruinas, donde se decía que celebraban misas negras. Uno de los detenidos
confesó que la habían utilizado para un rito satánico; abusaron de ella y le prendieron fuego. Los criminólogos dijeron
que parecían indicios de que la víctima había sido quemada viva; los asesinos lo negaban. La noticia salió en la primera
plana de los grandes diarios de Italia.

Tras las oportunas investigaciones, se esclarecía, también, el asesinato de sor María Laura Mainetti, religiosa de sesenta
años. Tres jonvencitas (ninguna pasaba de los diez y seis años) la habían apuñalado más de diez veces, mientras ella
invocaba a nuestro Señor. Le destrozaron la cabeza salvajemente con una gran piedra. Se trató, también, de un rito
satánico. Una de las asesinas reconoció que días antes habían hecho un pacto con el Demonio. Se habían hecho un corte
en la mano y después de verter todas un poco de sangre en un vaso, la bebieron (excepto una que no pudo vencer la
repugnancia). La calle donde fue asesinada sor María Laura estaba llena de signos satánicos rayados en las paredes.
A pesar de ser contemporáneos, estos crímenes no tenían conexión alguna. Cada uno en un extremo de la bota itálica.
Este dato me dio escalofríos porque significa que los ritos satánicos están más extendidos de lo que me imaginaba.
Seguramente esas pobres muchachas y muchachos asesinos no tuvieron un padre Juan que les explicara la fábula
medieval del Demonio.

Hay que explicar a los niños la existencia de ese ser que se negó adorar y servir a Dios. Y decirles que no debemos
tenerle miedo. Satán es como un perro negro, grande y feo que está atado a una cadena. Si uno se mantiene a distancia,
jamás le morderá. ¿Qué cosas nos acercan a él? Creo que el vivir en pecado grave, el asistir a sesiones espiritistas o a
que nos lean la mano, las cartas o el café; escuchar música satánica y todas esas cosas que nos atraen por misteriosas.
Aunque el misterio más grande es ver cómo nos desaparece el dinero de los bolsillos. Ya les podrían ir poniendo
impuestos a los adivinos.

El demonio existe y hay que enseñarlo con claridad y serenidad. Y nunca para que se comporten bien nuestros niños por
temor a él, sino para que estén preparados y sepan mandarlo a volar cuando se les presente con ofertas
deslumbradoras. No sea que caigan en el engaño, como les ocurrió a las tres jovencitas asesinas. Las buenas mamás
enseñan a sus hijos a cuidarse de los autos, de las armas, de los cables de luz, de la droga, del alcohol; y sobre todo de
Satanás, que les puede estropear lo más precioso que tienen: sus almas puras.
Querido(a) amigo(a):

Cuando Dios hizo el mundo, hizo todas las cosas hermosas. ¡Las primeras personas eran muy felices! Pero ahora muchas
cosas no son hermosas, y muchas personas son, con frecuencia, infelices. Hoy en día en el mundo hay mentiras, robos,
odio y guerras. Hay enfermedad, tristeza y muerte.

¿Qué sucedió? Un enemigo trajo el pecado al mundo. El pecado arruinó el hermoso mundo creado por Dios.

¿Quién es el enemigo que trajo el pecado al mundo? ¡Su nombre es Satanás! También es llamado el diablo. Satanás odia
a Dios, y nos odia a nosotros también.

Lucifer: En la Biblia aprendemos que Satanás fue creado como un hermoso ángel llamado "Lucifer". Él era el ángel más
sabio, más hermoso y más poderoso de todos los ángeles que Dios había creado. Durante algún tiempo después de
haber sido creado, Lucifer amó a Dios y le obedeció perfectamente. Pero el orgullo entró en su corazón y pecó contra
Dios. Lucifer pensó que no había nadie tan hermoso como él, nadie tan sabio, nadie tan poderoso y nadie tan grande
como él. Por lo tanto, decidió que él podría ser Dios. Se rebeló contra su Creador y dijo en su corazón: "Subiré al cielo;
en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono" (Isaías 14:13).

El corazón de Lucifer cambió: Un gran cambio sucedio en el corazón de Lucifer cuando pecó. Antes había amado a Dios y
había querido obedecerle. Pero después que se rebeló, él se amaba a sí mismo y queria hacer su propia voluntad.

Satanás y sus ángeles caídos fueron echados del cielo: Cuando Lucifer se rebeló contra Dios, su nombre cambió a
Satanás. Él fue el primer ángel que se rebeló contra Dios, pero muchos otros ángeles le siguieron en su rebelión. A estos
ángeles se les dice "ángeles caídos" o "demonios". Los ángeles que siguieron siendo fieles a Dios son llamados "ángeles
santos".

Satanás y sus ángeles caídos fueron echados del cielo, pero establecieron un reino para pelear contra Dios y Su Reino.
Desde entonces han existido dos reinos en el universo—el Reino de Dios y el reino de Satanás.

Satanás engaña a Eva: Como Satanás odia a Dios, quería lograr que Adán y Eva desobedecieran a Dios. Quería que se
rebelaran contra Dios como lo había hecho él. Pero, ¿cómo podría Satanás lograr que Adán y Eva desobedecieran a su
amoroso Creador? Lo haría engañando a Eva.

Satanás se acercó a Eva en la forma de una serpiente: Satanás se acercó a Eva en la forma de una serpiente. Le dijo a
Eva: "¿Así que Dios les ha dicho: No coman de todo árbol del huerto?" Eva dijo que Dios les había dicho que no comieran
del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal. Si lo hacían, ellos morirían. Engañar a una persona quiere decir
hacerle creer algo que no es cierto. ¿Por qué Satanás engaña a las personas? Él las engaña para hacer que las personas
pequen. Les miente y les convence que desobedezcan a Dios y hagan cosas malas. Eso fue lo que hizo Satanás en el
huerto de Edén. Él engañó a Eva para que desobedeciera a Dios.

Satanás le dijo una mentira a Eva para engañarla. Le dijo: "Ciertamente no morirán; sino que sabe Dios que el día que
coman de él, serán abiertos sus ojos y serán como Dios, sabiendo el bien y el mal". Cuando Dios bajó esa tarde para
caminar y hablar con ellos, Adán y Eva se escondieron de Dios. Satanás engañó a Eva haciéndole pensar que sería bueno
para ellos si comieran de ese fruto. Eva creyó la mentira de Satanás. Ella tomó del fruto y lo comió, luego le dio a comer
del mismo fruto a Adán y él lo comió también. Eva fue engañada por Satanás, pero Adán no fue engañado; ¡él decidió
desobedecer a Dios!

Adán y Eva ahora eran pecadores. Ellos ahora tenían pecado en sus corazones. Cuando Dios bajó esa tarde para caminar
y hablar con ellos, Adán y Eva se escondieron de Dios. Ellos tenían miedo de Él porque sabían que habían hecho mal.

¡La desobediencia de Adán y Eva introdujo pecado y muerte al mundo! Ellos tuvieron que dejar el hermoso huerto de
Edén. Ya no podían vivir con Dios. Pero Dios todavía los amaba y les prometió que un día enviaría un Salvador al mundo.
Ese Salvador es el Señor Jesucristo.

Satanás es el gran engañador: Desde el huerto de Edén, Satanás ha estado engañando a las personas con sus mentiras.
Satanás engaña a las personas y les hace creer que la Biblia no es en realidad la Palabra de Dios. Engaña a las personas
haciéndoles creer que no serán castigadas por sus pecados.
Satanás engaña a las personas haciéndoles creer que pueden ser salvas de cualquier forma sin tener que confiar en
Jesús como su Salvador. Pero la Biblia dice claramente que no hay otra manera de ser salvo. Jesús dijo: "Yo soy el
camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14:6).

¿Cómo nos engaña Sataná?


Satanás nos hace creer que el pecado es divertido y que no hay consecuencias. Él dice: "Vive para el presente. Haz lo que
quieras hacer. ¡Si te hace sentir bien, hazlo! Esa es la forma de ser feliz". Pero el pecado no te hará feliz y siempre hay
malas consecuencias como resultado del pecado. Adán y Eva escucharon a Satanás y desobedecieron a Dios. ¿Los hizo
felices? No, de ningún modo. Su desobediencia trajo pecado, tristeza, enfermedad y muerte al mundo.

Satanás engaña a los niños y los jóvenes


Satanás engaña a los niños y los jóvenes para que se rebelen contra sus padres y maestros. Satanás se rebeló en contra
de Dios y le gusta ver que los niños se rebelen y sean desobedientes a sus padres y maestros.

Satanás engaña a las personas para que usen drogas, alcohol y tabaco. Les hace pensar que eso les ayudará a conseguir
amigos y disfrutar la vida. Pero es un pecado usar algo en tu cuerpo que te dañará o destruirá.

¡Satanás quiere engañarte para poder destruirte! La Biblia nos advierte que debemos tener cuidado porque: "El diablo,
como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar [destruir]" (1 Pedro 5:8).

la verdad os hará libres


¿Cómo podemos evitar que nos engañe Satanás? Podemos hacerlo al conocer y obedecer lo que Dios dice en la Biblia.
Jesús dijo: "Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" (Juan 8:32).

Cuando Satanás nos tienta a hacer algo malo, está tratando de hacer que pequemos. No es pecado el ser tentado.
Incluso el Señor Jesús fue tentado, pero Él nunca pecó. El pecado ocurre cuando cedemos a la tentación.

Las cosas con las que Satanás nos tienta pueden parecer buenas, pero no son buenas. Cualquier cosa que venga de
Satanás no es buena. Toda cosa buena viene de Dios. La Biblia dice: "Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende
de lo alto, del Padre de las luces [Dios]…" (Santiago 1:17).

Advertencia
¡Los espíritus malos o demonios de Satanás son reales! No tengas nada que ver con libros, tarjetas intercambiables de
juegos, o juegos electrónicos, películas y programas de televisión acerca de brujas, hechiceros y seres espirituales.

Dios nos dice que nos mantengamos alejados de los adivinadores y todos aquellos que tratan de obtener información
del reino de las tinieblas. La Biblia nos dice que no participemos en "las obras infructuosas de las tinieblas [reino de
Satanás]".

Este versículo nos dice que TODA cosa buena viene de Dios. Si algo no viene de Dios, no es bueno, no importa lo bueno
que parezca.

Tú puedes evitar ser engañado al conocer y obedecerlo que Dios dice en la Biblia. Cuando tú estés pensando si deberías
o no hacer tal o cual cosa, pregúntate a ti mismo(a), “¿Es esto agradable a los ojos de Dios?” Si tú piensas que a Dios no
le gustaría verte haciéndolo, ¡no lo hagas!

lago de fuego
Quizás te preguntes: "¿Qué le va a suceder a Satanás?" La Biblia nos dice que un día Satanás y todos los que le siguen
serán echados al ‘lago de fuego’.

"Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego…y serán atormentados día y noche por los siglos de los
siglos" (Apocalipsis 20:10).

Todos los que no reciben al Señor Jesús como Salvador también serán lanzados al ‘lago de fuego’.
5 Cosas que Los Niños Deben Conocer Acerca del Pecado
Expresamente ¿cómo se les enseña acerca de su propia depravación? ¿Cómo responden los padres en su ministerio a
estos problemas?”
El conocimiento del pecado es fundamental para el evangelio. Sin el pecado, no hay necesidad de la cruz. Sin la cruz y la
resurrección, no hay cristianismo, y parafraseando a Pablo, como dignos de lástima por encima de todos los hombres.
Así que, ¿cómo enseñar la doctrina del pecado a los niños?
Creo que es esencial que los niños comprendan cinco cosas diferentes sobre el pecado con el fin de entender realmente
el concepto de pecado. Estas son:
1. ¿Qué es pecado?
2. ¿De dónde viene?
3. ¿Quién peca?
4. ¿Cuáles son las consecuencias del pecado?
5. ¿Cuál es la solución para el pecado?

CONSIDERACIONES PRÁCTICAS:
Este post es mucho mas largo de lo que yo había previsto, por lo que voy a tratar de mantenerlo corto, pero creo que
hay algunas consideraciones prácticas que deben tenerse en cuenta en la enseñanza de niños en edad acerca del
pecado.
En primer lugar, a esa edad, los niños tienden a ser pensadores literales. Aunque creo que el concepto de pecado es
natural para ellos (es evidente en sus propias vidas), es todavía un concepto y entre más ejemplos concretos le pueda
proporcionar será mejor. Dicho esto, tenga cuidado de no poner demasiado énfasis en los comportamientos como en el
pecado y recordar que el pecado es más acerca de las actitudes del corazón que del comportamiento real que
manifiestan. En segundo lugar, la repetición es la clave. Cuanto más pueda reducir el concepto a pequeños “fragmentos”
y repetirlos, más probabilidades hay de que los retengan. Por ejemplo, una explicación del pecado puede ser bastante
larga. ¡Este artículo es prueba de ello! Pero, si lo reduce al mínimo, el pecado es “hacer lo que queremos hacer en vez de
lo que Dios quiere.” Utilice esta frase, o cualquier cosa que se le ocurra una y otra vez. Pídale a los niños que se lo
repitan. Incluso algo tan simple como “todos pecamos. ¡Todo el mundo!” Puede ayudar a remachar el clavo cuando se
repite una y otra vez. En tercer lugar, encuentre maneras de ayudar a los niños a que interioricen estas ideas. No sólo les
diga que todo el mundo peca, explíqueles qué es el pecado y haga que encuentren maneras en que ellos pecan. Haga un
juego de demostración de ello. Puedo escuchar ahora.... “Bienvenido a una nueva edición de ¡TODO EL MUNDO PECA!”
Únase a nosotros para descubrir cómo la gente común normal ha pecado esta semana.” El tema es serio, pero la
presentación puede ser divertida y ayudar a los niños a interiorizar los conceptos con ejemplos de sus propias vidas.
A continuación, no creo que se pueda hacer justicia a la idea del pecado en una enseñanza de 30 minutos. Considere la
posibilidad de hacer una serie. Usted podría considerar una serie de cinco partes tratando un poco más en profundidad
con cada una de las secciones tratadas más arriba.

Finalmente, por encima de todo, no subestime a los niños. No descarte su capacidad de comprender porque son
pequeños. Tengo un blog en el que abordo diversas cuestiones relacionadas con el ministerio de niños, y me encuentro
con este punto viniendo en casi todos los artículos que escribo. Si yo pudiera imprimir una cosa a la gente acerca de
cómo trabajar con los niños es esta – “¡que son capaces de mucho más de lo que les damos crédito!” Las ideas que
toman, su simple tomar en conceptos complejos, su capacidad para comprender y su apertura a las ideas me asombran
más y más cada semana! Déjeme darle un ejemplo de mi vida personal. Mi hijo, que ahora tiene ocho años, estaba
aprendiendo acerca del pecado y la cruz. Una noche, cuando él tenía cuatro años, mi esposa y yo estábamos pasando un
momento especialmente duro con nuestro hijo adolescente, y yo había perdido la paciencia y comencé a gritar. Mi hijo
de cinco años de edad, se acercó a mí y dijo: “Está bien papá, el diablo hizo negro el corazón de Josh por ahora, pero
Dios quiere que sea rojo. Él sólo tiene que pedirle a Dios que lo haga!” Lo diré otra vez... no hay que subestimar su
capacidad para comprender!

REACCIÓN DE LOS PADRES


Yo no he recibido ninguna respuesta de los padres hasta el momento sobre este tema, pero yo soy un padre de cuatro
hijos y en condiciones de hablar de ello desde esa perspectiva. Yo sé que muchos padres son de algún modo capaces de
divorciarse de las ideas de la Biblia con sus propios hijos en sus mentes. A los padres no les gusta aceptar que sus hijos
son pecadores. ¿Cómo puede ese pedazo de alegría inocente que acabo de traer a casa del hospital en realidad sea un
depravado que se empapa en el pecado desde su nacimiento? Si usted va a enseñar a los niños acerca de sus pecados, y
que todo el mundo peca, incluyendo sus padres, usted debe estar preparado para algunos comentarios.
Si usted está planeando en hacer una lección o una serie con sus hijos sobre el pecado, valdría la pena sugerir a su
pastor o al liderazgo que toda la iglesia tenga un poco de un curso de actualización sobre el tema. Hay muchas iglesias
donde el tema del pecado y las consecuencias del pecado no se le está dando suficiente atención.
Creo que muchos de los padres que les enseñan a sus hijos acerca del pecado ponen demasiada atención en el
comportamiento. “Tu sabes que mentir a papá y mamá es un pecado.” O “Golpear el pequeño Billy, es pecado.” Sé que
he sido culpable de esto en mi propia crianza de los hijos. Creo que podemos ayudar a los padres, tanto en este tema, y
en la crianza de los hijos en general, al dirigirlos a los problemas del corazón. Finalmente, ¡los padres deben entender
que no importa lo que enseñemos a los niños en la iglesia el domingo, finalmente, el cristianismo, que sus hijos
probablemente vivan es el cristianismo que ven en sus padres viviendo de lunes a sábado!
# 1 ¿Qué es pecado?
A una edad muy temprana (2-4), es difícil para los niños entender mucho más que la idea de que el pecado es las cosas
malas que hacemos. Conforme los niños crecen creo que es importante ampliar esa definición muy rudimentaria. El
pecado no es sólo las cosas malas que hacemos. También es las cosas que debemos hacer y que no hacemos. Se trata de
las cosas que creemos y las actitudes que tenemos. El pecado es básicamente hacer lo que queremos hacer cuando
queremos hacerlo en lugar de hacer lo que Dios quiere que hagamos. En otras palabras, el pecado es cuando actuamos
como nuestro propio dios en lugar de dejar a Dios ser Dios.
Me parece que los niños están en realidad muy en sintonía con este concepto. Ellos saben que toman malas decisiones,
y tienen malos pensamientos, y no siempre hacen lo que se supone que deben. Ya sea que los padres de los niños les
peguen, o que tengan “conversaciones” con ellos, o ponerlos en tiempo de espera, los niños entienden lo que significa
pecar. Es más una cuestión de hacerles entender que esas cosas son pecados más que cualquier otra cosa. Ejemplos
concretos de pecado a los que los niños pueden relacionarse mejor son en la edad primaria.
En algún momento, es fundamental que los niños entiendan que el pecado es algo más que una cuestión de
comportamiento. Es importante que entiendan que el pecado viene del corazón (Mateo 15:18-19). El comportamiento
puede ser corregido sin tener que abordar el problema del pecado, y es importante que los niños entiendan que el
pecado es menos acerca de una acción específica y más acerca de la actitud del corazón que da lugar a esa acción. Con
los niños de primaria, creo que es importante encontrar maneras para que ellos entiendan lo que sus acciones revelan
acerca de sus corazones. Por ejemplo, la niña en la escuela que no se sentará con el nuevo chico porque a sus amigos no
les agrada pone de manifiesto que la aceptación de los niños es más importante para ella que Dios - un pecado. El niño
que ve la televisión cuando sus padres dicen que debería estar haciendo su tarea no quiere someterse a la autoridad -
un pecado. El niño que golpea a su hermana porque ella trata de pedirle prestado sus bloques de construcción tiene un
problema con el egoísmo - un pecado.
Al transmitir la idea de que la acción externa no es tanto el pecado como la actitud de fondo del corazón que da lugar a
la acción, sentará las bases para la discusión posterior acerca de la solución para el pecado.
# 2 ¿De dónde viene el pecado?
Génesis 3 es muy claro que el pecado y la muerte entraron en el mundo a través de la elección de Adán y Eva de
desobedecer la orden de Dios. Esta es una gran historia para niños (con una serpiente que habla). Junto con Génesis 1
que establece el poder maravilloso de Dios y el plan en la creación de todo el mundo, y Génesis 2, que explica cómo Dios
nos creó a Su imagen, Génesis 3 ofrece una gran oportunidad para hablar con los niños acerca de cómo la gente se
rebeló contra el plan perfecto de Dios y pecó en contra de Dios. También le da la oportunidad de explicar que a través
de ese pecado, todo tipo de cosas feas asociadas con el pecado entraron en el mundo, y todos los seres humanos en el
futuro se vieron afectados por ese pecado.
Esto también puede ser una ventaja grande en la siguiente verdad que necesitan aprender “quien comete pecado.” La
historia en Génesis 3 explica cómo el pecado entró en el mundo, y a los niños se les puede enseñar que el pecado de
Adán y Eva pasó a manos de sus hijos y sus hijos y así sucesivamente y así sucesivamente hasta el final hasta nosotros
hoy en día. De esta manera, el pecado es como un apellido. Los chicos reciben el apellido de sus padres que lo recibieron
de sus padres que han recibido de sus padres y así sucesivamente, y sucesivamente. De la misma manera que usted no
puede escoger su apellido (es simplemente de nacimiento) usted también todos nacemos con el pecado, y que el
pecado nos separa de Dios.
# 3 ¿Quién comete pecado?
La Biblia es muy clara de que todos pecamos. ¡No hay excepciones! Cada ser humano peca y no está a la altura de la
gloria de Dios. Así que, ¿cómo transmitir eso a los niños? Agradezco la enseñanza de Charles Spurgeon, el príncipe de los
predicadores, sobre este tema. Él dijo:
“Esto va a requerir de su enseñanza al niño de su necesidad de un Salvador. Usted no debe frenarse de esta tarea
necesaria. No halague al niño con la basura engañosa acerca de su naturaleza de ser bueno y que necesita ser
desarrollado. Dígale que debe de nacer de nuevo. No le impulse con la fantasía de su propia inocencia, sino muéstrele su
pecado. La mención de los pecados infantiles a las que es propenso, y orar para que el Espíritu Santo obre convicción en
su corazón y su conciencia.”
¡Spurgeon tiene una manera de llegar directamente al grano! Le debemos a los niños no pasar por alto sus pecados.
Ellos deben entender que ellos son pecadores en necesidad de un Salvador, o nunca habrá una razón para aceptar el
regalo de la cruz.
Así es como yo podría explicar este concepto a un grupo de niños:
“La Biblia dice que todos estamos hechos a imagen de Dios. Eso significa que cuando Dios hizo a la gente, él se utilizó
como modelo. Él nos dio una imaginación que refleja su imaginación. Podemos amar porque El nos ama. Él nos hizo
creativos porque El es creativo. Él nos hizo querer estar con otras personas porque le gusta estar en relaciones. La Biblia
dice que somos la obra maestra de Dios (Efesios 2:10 NTV). Tú eres la obra maestra de Dios.
Pero, cuando el pecado entró en el mundo, todo eso se había roto. La gente se rebeló contra Dios y no vive de la manera
que Dios que pretendió. La Biblia también dice que todos pecan. Tu pecas cuando desobedeces a tus padres, cuando
mientes, y cuando le dices algo malo a tu hermanito o hermanita. Yo peco cuando soy impaciente con mis hijos, cuando
grito, y cuando trato de resolver los problemas de mi manera y no de la manera de Dios. Tus padres pecan. Tus
hermanos y hermanas pecan. Tus maestros de la escuela pecan. Tu pastor, incluso peca.
Incluso las personas que han aceptado a Jesucristo en sus corazones continúan pecando. Solo ha existido un hombre
que vivió una vida totalmente libre de pecado. Ese hombre fue Jesucristo.”
Algo a lo largo de estas líneas es una buena ventaja al evangelio que debe ir mano a mano con una explicación del
pecado y que se describe en la siguiente sección.
# 4 ¿Cuáles son los consecuencias del pecado?
La Biblia es clara que Dios odia el pecado, y los niños deben comprender eso. Dios no solo tiene aversión hacia el
pecado. Dios no sólo está irritado por el pecado. ¡Dios odia el pecado! El odio es una palabra muy fuerte, y es la palabra
correcta para describir la reacción de Dios al pecado. Los niños deben entender que Dios es perfecto y sin pecado. Él
nunca ha pecado, y El es tan puro que no puede vivir con la gente y relacionarse con la gente que hace pecado. No creo
que duela explicar a los niños (incluso a una edad muy joven) que esto se llama la santidad de Dios. Es un concepto
importante para los niños de entender, y es lamentablemente descuidado en una época donde a los niños se les enseña
únicamente que Dios quiere ser su amigo. Eso es absolutamente cierto, pero hay otra parte de Dios, que de ninguna
manera puede ser amigo del pecado.
Una vez que los niños entiendan que Dios no puede tolerar el pecado, tienen que entender que Dios ha creado un lugar
para las personas que pecan y continúan en su pecado. Ese es un lugar donde las personas que rechazan a Dios vivirán
para siempre sin Dios. El objetivo de enseñar a los niños sobre el pecado y el infierno no es para asustarlo a aceptar a
Jesucristo. Sin embargo, con el fin de comprender su necesidad de Jesús, deben comprender las consecuencias del
pecado. En mis comentarios sobre la pregunta para Think Tank # 4, escribí lo siguiente acerca de la enseñanza de los
niños acerca de las recompensas del cielo y el castigo del infierno:
“... Definitivamente hay una línea muy fina a la que nos acercamos allí. Yo quiero que un niño comprenda el castigo por
el pecado y que él desee las recompensas del cielo, pero no quiero usar el miedo o la avaricia para tratar de dar paso al
reino. Después de todo, no hay temor en el amor.”
# 5 ¿Cuál es la solución para el pecado?
Por último, ¡llegamos a las buenas noticias! Existe una solución a nuestro problema de pecado. Al enseñar a los niños
sobre el pecado, es fundamental que estar unido a la buena noticia de la cruz. Yo podría acercarme con algo como esto:
“Recuerda que aprendimos que el pecado es una actitud del corazón. Se trata de querer ser nuestro propio Dios en lugar
de seguir al verdadero Dios. Si el pecado fue sólo una serie de malas acciones, podríamos ser capaces de evitar esas
acciones y fijar el problema del pecado por nosotros mismos. Pero el pecado es del corazón, y sólo Dios puede cambiar
nuestros corazones. Recuerda que Dios nos hizo a su imagen y semejanza, como su obra maestra, y esa obra maestra de
Dios fue rota por el pecado. Recuerda que Dios no peca, y no puede vivir con, o estar en relación con, la gente que hace
pecado.. El pecado tiene consecuencias y todos deben pagar el precio de su pecado, y no hay nada que podamos hacer
al respecto. La consecuencia del pecado es vivir para siempre sin Dios. Parece una situación bastante mala, sin una
buena solución, ¿no? Afortunadamente, Dios tenía una solución para nuestro problema del pecado antes de que él
hiciera la tierra. Dios sabía que íbamos a pecar, y él sabía que alguien tendría que pagar el precio de ese pecado. Pero,
también nos ama mucho. Por lo tanto, envió a su Hijo, Jesucristo, a la tierra como un hombre para morir en nuestro
lugar y pagar la pena que merecemos por nuestro pecado. Cuando aceptamos a Jesucristo como nuestro Señor y
Salvador, Dios ya no nos mira y ve el pecado. Él nos mira y ve a su hijo sin pecado.”
Los niños deben entender que ellos son pecadores. Sin embargo, también deben entender que son obras maestras de
Dios, y ¡Dios ha hecho una forma de restaurar su obra maestra de la manera que El quería que fuera!
Por último, los niños deben entender que, aceptando a Jesucristo nos libera de la esclavitud al pecado, pero no nos hace
sin pecado. Los cristianos siguen pecando a pesar de que ellos no quieren pecar. Los niños deben estar seguros de que
esto no significa que no son salvos y enseñarles que Dios sigue obrando en nuestras vidas para que podamos ser
conscientes de nuestro pecado y nos esforzamos por pecar menos, pero que no somos hechos inmediatamente sin
pecado. En su lugar, debemos ser conscientes de nuestros pecados y arrepentirnos de esos pecados como cristianos. Los
niños deben ser enseñados que el arrepentimiento es algo más que decir lo siento. Es admitir el problema del pecado a
Dios y verdaderamente desear alejarse de ese pecado. Dicho esto, ¡creo que enseñar a los niños acerca del
arrepentimiento, es mejor dejarlo para otra serie!

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