Capítulo 12
1 Estoy con I. González Sánchez (2000) en que se abusa del término tradicional con una imprecisión de fondo. No
hay que olvidar que la enseñanza activa puede calificarse con propiedad de tradicional. Sólo fue innovadora en los
años de Sócrates, y posteriormente en los del tándem Ratke-Komensky. En cambio, es frecuente que hoy día se
denomine “innovación” a todo lo que se realiza hoy, sea o no creativo, sea o no novedoso, siquiera para los propios
sistemas a que se refiere. Entendemos, pues, que lo que la enseñanza pasivizante y las pseudoinnovaciones tienen de
común es, pues, la ranciedumbre, y lo que sirve de asiento inagotable a la verdadera innovación es la apertura a la
complejidad.
EL PROCESO RADICAL DE CAMBIO2 EN DIDÁCTICA. ESTRECHEZ
PARADIGMÁTICA O COMPLEJIDAD (REFLEJO DEL NUEVO PARADIGMA EN
LA DIDÁCTICA). Si la didáctica está pegada a la vida, y enseña y educa para la vida,
parece lógico que debiera haber reparado, de uno u otro modo, en las claves de la nueva
racionalidad universal o compleja-orientada. Por tanto, podemos preguntarnos: ¿ha
integrado la didáctica de alguna manera la omnicomprensión implícita en el nuevo
paradigma?
Como supuesto corpus epistemológico, creemos que no. Un breve apunte, supongo que
representativo, lo tomamos de S. de la Torre (1993), quien, recogiendo posturas de
autores relevantes, afirma que: “Un planteamiento epistemológico de la Didáctica o la
innovación pasa hoy día por un análisis y posicionamiento paradigmático (González y
Escudero, 1987; San Fabián, 1990; Millán, 1990; Sáez, 1990; Marrero, 1990; Escudero,
1991; Contreras, 1991)” (p. 31). Si “pasa por” eso significa que domina la dualidad
como esperanza, y los cajones estrechos. Los mismos “paradigmas” pueden constreñir
las mentalidades, las estructuras más elementales o fundamentales del conocimiento
docente (A. de la Herrán Gascón, e I. González Sánchez, 2002, pp. 253-255), salvo que
el posicionamiento sea, de entrada, complejo-evolucionista o, al menos, complejo. Éste
es el caso de A. Zabala Vidiella (2000) cuando, al expresar su sistema de referencia,
dice: “seguramente nuestro marco de análisis debe configurarse mediante modelos más
próximos a la teoría del caos -en la cual la respuesta a unos mismos estímulos no
siempre da los mismos resultados- que en modelos mecanicistas” (p. 14). Sin embargo,
como realización o como arte, o sea, desde la práctica docente en sentido estricto, la
respuesta no sólo puede ser afirmativa, sino que, de nuevo paradójicamente, es muy
posible que haya sido el arte que antes lo ha asimilado, aunque no parezca haberse
percatado mucho de ello.
En efecto, no hace mucho que las realizaciones educativas atravesaron su edad de oro
(periodo de renovación internacional denominado Nueva Educación), con epicentros en
las universidades de Chicago y Columbia (Nueva York) y en la Universidad de Ginebra,
en Europa. De esta última surge J. Piaget, biólogo, lógico, psicólogo y epistemólogo,
que encarna muy bien el nuevo enfoque epidisciplinar (H. Maturana, y F.J. Varela,
1992) y revoluciona las nuevas concepciones didácticas, mucho más lejos de lo que
pudo sospechar. Él mismo decía:
Estoy convencido de que nuestros estudios pueden tener algún uso en el campo de la educación, tanto en términos de
teoría del aprendizaje como de métodos. Creo que esto es fundamental, pero no soy pedagogo y aún no tengo ningún
consejo para dar a los educadores. Todo lo que podemos hacer es establecer hechos, pero creo que los educadores
pueden, a partir de aquí, obtener nuevos métodos educacionales" (en Evans, 1973, p. 51).
Con los estudios iniciados por J. Piaget en 1920, al frente de los cuales permaneció hasta 1980, ha quedado
corroborado que la mente no es un aparato pasivo, dedicado a manejar y recibir sensaciones de acuerdo con ciertas
reglas fijas y flujo de señales, sino que ésta las transforma activamente por medio de acciones exploratorias. El
enfoque de Piaget considera a la inteligencia humana como una fuente de actividad dedicada a la construcción
activa de la realidad y no como un receptor y procesador pasivo de la información proveniente del mundo exterior.
Sin perjuicio de tener en cuenta que la actividad intelectual humana posee innegables condicionantes objetivas como
ingredientes de los componentes de las operaciones mentales. Piaget configura el proceso del aprendizaje de acuerdo
a) Ciencia y comunicación.
b) Arte y tecnología.
c) Previsión, acción y reflexión.
d) Enseñanza e investigación.
e) Intrínsecamente disciplinar y transdisciplinar.
Problemas,
REFERENTES DE CALIDAD Resultados Procesos Madurez personal
injusticias sociales
CARÁCTER
Cuantitativo Cualitativo Cualitativo-transformador Funcional
METODOLÓGICO
ORGANIZACIÓN
Leyes, principios Principios flexibles Negociación Convergencia
ESTRUCTURANTE
BARICENTRO
Resultados Procesos Cambio social volución personal
DE LA CALIDAD
“Didácticas negativas”,
CARÁCTER DEL Predeterminado , Ámbito a cuestionar y no-parcialidad,
Conjunto de experiencias
CURRÍCULO cultura envasada, reconstruir Educación para
la universalidad
APRENDIZAJE Por descubrimiento Indagación y mejora
Por recepción Por toma de conciencia
FUNDAMENTAL interactivo Personal
Valorativa y
EVALUACIÓN Estandarizada Negociada Autocrítica y consciente
autovalorativa
ELEMENTOS
CURRICULARES DE Evaluación de
Objetivos y contenidos Actividades y experiencias Formación
CONDENSACIÓN elementos y contextos
(puntas de iceberg)
REFERENTES DE LA
Toma de conciencia
FORMACIÓN DEL Investigación científica Reflexión didáctica Transformación evolutiva
transformadora
PROFESORADO
PROFESIONAL DE
Ingeniero Pintor Profesor Maestro
CONDENSACIÓN
SENTIDO DEL CAMBIO. Pero describamos el origen y el sentido del vector del
cambio, detallando las premisas de la forma elemental o tradicional de comprender la
enseñanza, y los cambios realizados a partir de ella.
La educación, concebida mecánicamente, trata al estudiante como máquina que debe alcanzar la capacidad de
reproducir de un grabador o cámara fotográfica, o de combinar como una computadora lo que ha recibido. Los
exámenes son pruebas para medir esta instrucción. Siguiendo a Pavlov y Skinner3 [o a nadie, digámoslo
también], el estudiante es tratado como un organismo condicionado para responder a lo que de él es deseado,
mediante el premio a las respuestas correctas y el castigo a las equivocadas (A. Nemeth Baumgartner, 1994, p.
283).
El solo hecho de enseñar no garantiza que se aprenda. La mayor parte del aprendizaje se produce sin ser
enseñado. Sin embargo, la educación en general y los educadores en particular se basan en la enseñanza
condicionante, no en el conocimiento por el entendimiento. Enseñar es un medio para alcanzar un fin. La
educación sistémica, por el contrario, consiste en hacer posible el entendimiento y conocimiento usando todos
los medios que permita el aprendizaje, y no el condicionamiento entendido como instrucción. Aprender a
descubrir, no a acumular información que obstruya el proceso de aprender a aprehender la realidad. La
habilidad para conducir al educando a que por sí descubra, no enseñarle letra muerta; motivarle para que
conozca por sí mismo (A. Nemeth Baumgartner, 1994, p. 285).
3 A pesar de esta mención, considero que B.F. Skinner merece que, muchos de quienes le critican, por lo menos le
lean antes, completamente.
4) Aunque se sepa, no se hace eco ni se otorga relevancia al hecho fundamental,
preeducativo, educativo y poseducativo, de la diversidad del alumnado. En
consecuencia, se educa sobre métodos colectivos desde y para la uniformidad
(premisa que falsea la propia naturaleza humana), y no para la opción.
La ausencia de un enfoque dialéctico ha implicado que, en ocasiones, el resultado inmediato del proceso
docente-educativo: la instrucción, y del más perspectivo [sic]: la educación, se estudien como fenómenos que se
dan de un modo aislado. En el otro extremo aparece otra deficiencia metafísica que consiste en identificar la
educación con la instrucción, es decir, lo fenoménico con lo esencial. A partir de este error, se incorpora la
convicción al sistema de conocimientos, como si la mera explicación de aquella garantizara su formación
(C.C.M. Álvarez de Zayas, 1999, pp. 3,4).
Esto no es sólo un discurso teórico. Las innovaciones más prácticas, aun en las
circunstancias más extremas, con tal de aspirar a ser plenamente educativas y ser
capaz de reconocerse, terminan en la síntesis. Un ejemplo excepcional es el centro
de integración O´Pelouro (Pontevedra), Premio “Europa Nostra” 1997, que J.
Rodríguez, y T. Ubeira (1999) fundamentan, entre otras cosas, en la unidad entre
instrucción y educación, llegando a decir que: “Nunca debieron separarse estos
conceptos”.
4 Es hora de pensar en “otra nueva educación” que, sobre la idea de complejidad, ego, conciencia y posible evolución
hacia la universalidad, fundamente un salto comparable al que las escuelas progresivas (lideradas por la cátedra de J.
Dewey) y las escuelas nuevas (apoyadas desde la cátedra de Claparède) realizaron en su día (A. de la Herrán Gascón,
1996).
5 Con cuya pérdida se gana.
propias plataformas epistemológicas- hacia la convergencia, la unidad y la
complejidad evolutiva u orientada.
8) Superación y creciente exigencia en lo relativo a la concepción tradicional de la
eficacia, entendida como logro de objetivos, ajuste a modelos predeterminados,
efectismo o eficiencia.
9) Comprensión de los modelos de enseñanza-aprendizaje como esquemas de partida,
para que cada maestro y que cada equipo educativo construya sus modelos
personales y provisionales más complejos. Por tanto, concepción de los posibles
modelos, no como fondos de saco en donde hacer radicar su potencialidad, sino
como referencias orientadoras o ratificadoras de sus propias opciones.
10) Importancia de la planificación educativa y de los proyectos didácticos integradores
(diario, programación, proyecto curricular, proyecto educativo, memoria anual, etc.)
para el trabajo docente.
11) Apertura de los centros a las familias y de las familias a los centros, progresiva
autoformación educativa de las familias y creciente participación didáctica directa
de las familias, especialmente en la etapa de la Educación Infantil.
12) Importancia condicionante de los entornos de los centros educativos en la
planificación educativa.
13) Ampliación de lo que se considera entorno, como referencia más concreta de la
realidad, todavía una pseudoglobalidad (Europa, Latinoamérica, etc.), aunque
orientada a una creciente universalidad, no sólo mediante Internet, sino desde
actitudes de solidaridad y múltiples actividades didácticas con la generosidad como
capacidad y motivación.
14) Comprensión de la realidad como un todo complejo, no fragmentado y mucho
menos fragmentario, en el que se participa.
15) Consideración de una serie de fuentes curriculares: epistemológica, sociológica,
psicológica y pedagógica (idea original de Tyler) y otras, que informan de la
complejidad de la educación, residente en todas las etapas y niveles educativos.
16) Progresiva incorporación de la universalidad y de la posible evolución del ser
humano como fuente de fuentes curriculares que orienten todos los sentidos menores
o parciales de las fuentes funcionales anteriores.
17) Propuestas abiertas de temas transversales a las áreas curriculares de las etapas
educativas.
18) Propuestas abiertas de temas transversales de transversales, espirales de
transversales o radicales a las áreas o materias curriculares establecidas, como
claves para una reestructuración del espacio curricular, tal y como se contempla hoy
(A. de la Herrán, I. González, M.J. Navarro, S. Bravo, y M.V. Freire, 2000).
19) Ampliación de la escolaridad a la etapa de la educación infantil, como la más
decisiva del periodo escolar:
Una visión peor y más alejada de la [transdisciplinariedad] es la perspectiva disciplinaria o de una sola
asignatura que observa en una forma única, reduccionista y por tanto estrecha como acontece en la mayoría de
las personas y sistemas educativos de los países más atrasados del mundo [...] en los cuales cada profesor se
siente dueño de la verdad, en la comprensión y explicación de una realidad (p. 12).
43) Preferencia por la práctica de métodos didácticos que sean, a la vez: activos,
individualizados, participativos, estimuladores de la creatividad productiva, de los
valores personales y de la ética.
1) Ampliación del concepto de creatividad: tránsito del anhelo y la práctica de una
creatividad superficial a una creatividad total, entendida como aquella que causa y
es consecuencia de madurez personal, profesional y social y contribuye a la mejora
social y a la evolución humana (A. de la Herrán, 2000).
2) Cambio del concepto de participación: de participación cerrada, sistémica o
egocéntrica al de participación universal, evolucionada o necesariamente abierta,
desde el ámbito del aula hacia la vida cotidiana, a través de la coherencia de
profesores y alumnos.
3) Interés por la práctica de propuestas metodológicas con enfoque globalizador,
preferentemente en las primeras etapas, aunque desde ellas se exporten a otras, hasta
a la enseñanza universitaria.
la forma tradicional de organizar los contenidos es la que podemos denominar multidisciplinar, en la que
las disciplinas se presentan una detrás de otra sin que exista ningún tipo de conexión entre ellas, y en la que
hasta la misma disciplina organiza sus contenidos internos bajo campos aparentemente aislados (p. 26).
- Desde un punto de vista metodológico, su versión compleja vendría dada por los
llamados métodos globalizados6, que definen, desde este calificativo, mejor su
fundamento didáctico que otros calificativos, como sincréticos, término más
psicológico o perceptivo, o interdisciplinares, adjetivación más epistemológica:
Los métodos globalizados son modelos completos de enseñanza y como tales definen todas las variables que
configuran la práctica educativa. Son métodos globalizados por el hecho de que los contenidos de
aprendizaje no se presentan y organizan desde la estructura de ninguna disciplina. En cambio, en la
enseñanza, cuando hablamos de interdisciplinariedad o de oto tipo de relaciones entre disciplinas, no nos
referimos a ninguna metodología concreta, sino solamente a la manera en cómo se presentan u organizan
los contenidos (A. Zabala Vidiella, 1999, p. 26).
Entendemos el enfoque globalizador como la opción que determina que las unidades didácticas, aunque
sean de una disciplina determinada, tengan como punto de partida situaciones globales (conflictos o
cuestiones sociales, situaciones comunicativas, problemas de cualquier tipo, necesidades expresivas), en las
que los distintos contenidos de aprendizaje –aportados por las distintas disciplinas o saberes- son
necesarios para su resolución o comprensión. En los centros y en los niveles en los que el profesor tutor
imparte la mayoría de los contenidos, o donde existan equipos de ciclo cohesionados, este enfoque
globalizador puede concretarse en el uso generalizado de métodos globalizadores, en los que los grandes
temas cercanos a situaciones reales, la elaboración de proyectos o el desarrollo de investigaciones, sean el
desencadenante de las actividades que promuevan los aprendizajes previstos (A. Zabala, 1998, pp. 153,154).
6 Por ejemplo, el método de los centros de interés, el método de proyectos, los proyectos de investigación, los
proyectos de trabajo global, el aprendizaje basado en problemas o situaciones, etc.
emplear (saber hacer o aplicar) y a sacar partido de lo que se conoce, como Simón
Rodríguez, nacido en 1771 y maestro de Simón Bolívar, dejó escrito: “Ha acabado
su educación no quiere decir que ya no tenga más que aprender, sino que le han
dado medios e indicado modos de seguir aprendiendo” (D. Prieto Castillo, 1999, p.
4). Pero, sobre todo, enseñar a mejorar esta vida.
12) Ampliación de la acepción de aprendizaje significativo, no sólo como el aprendizaje
funcional que modifica los esquemas cognitivos, etc., sino como posible aprendizaje
negativo, desde el que se deduce la importancia de enseñar a desaprender
significativamente muchas cosas, desde la duda, la rectificación y la
autoconstrucción (A. de la Herrán Gascón, e I. González Sánchez, 2002, pp. 283,
284).
13) Enseñar para la autonomía intelectual y personal y la autoeducación permanente y
no-dependiente.
14) Enseñar humildad bien entendida, esto es, a reconocer lo que se ignora, lo que se
sabe y lo que se necesita conocer.
15) Utilización de los errores y conflictos como recurso didáctico privilegiado.
16) Concepción de la didáctica como comunicación de inquietud por el conocimiento en
función de la evolución y la universalidad del ser humano (A. de la Herrán, 1998).
Por tanto, idea de enseñanza como proceso de comunicación de puntos de partida
predispuestos al desarrollo de los procesos didácticos posteriores, y comprensión del
aprendizaje como transformación activa de contenidos en conocimientos.
17) Interpretación de la enseñanza, no sólo como creación de zonas de desarrollo
próximo e intervención en ellas (L.S. Vigotsky) (J. Onrubia, 1998), sino como
ayudar a crearse las propias zonas de desarrollo próximo y a distanciarse de los
contenidos de partida.
18) Adecuación de la teoría vigotskyana de la zona de próximo desarrollo a la
conciencia y a la madurez personal, esencia o eje de la formación didáctica.
19) Enseñanza desde el marco de una didáctica de las síntesis, orientada a favorecer que
el niño aprenda a razonar dialécticamente, para aprender a tolerar, a superar
dualidades, a reconciliar opuestos, a armonizar lo diferente, a sintonizar con la
universalidad, desde los primeros contenidos y niveles de enseñanza, a los temas y
vertientes más elaboradas, propios de la vida adulta, en planos sociales, científicos,
políticos, religiosos y sistémicos en general.
20) Enseñanza sin límites, no previsible, o pretensión de que el alumno llegue lo más
lejos posible con los puntos de partida que desde la comunicación didáctica se le
ofrezcan.
21) Complejización de la evaluación, desde la ampliación de sus clases, objetos,
técnicas, procedimientos, momentos, utilidades, etc.
22) Posible complejización de otras capacidades en la comunicación didáctica,
contempladas desde las coordenadas del ego individual y compartido y de la
conciencia individual y compartida: estados de conciencia, capacidades inéditas
normalizables, posibilidades ligadas a un desarrollo interior o a una madurez
personal auténticamente integral, etc.
Responderemos a esto, con la ayuda de un viejo proverbio chino, según el cual los
abismos no se atraviesan dando pequeños saltos. Me explico. Si fuera posible identificar
un tema de temas investigado por todas las perspectivas epidisciplinares, éste seria la
evolución humana, entendida no desde una perspectiva darwiniana (biológica y de cara
al pasado), sino teilhardiana (noosférica y trabajando para el futuro).
Por tanto, si incluimos la evolución humana como coordenada nueva, nos encontramos
en otro nivel dimensional al del paradigma sistémico dominante.
Se puede y se debe también ir más allá en la búsqueda de un punto de vista metasistémico: no se puede seguir
escapando al problema epistemológico clave que es el de la relación entre el grupo polisistémico constituido por el
sujeto conceptuador y su enraizamiento antropo-social por una parte, y el grupo polisistémico constituido por el
objeto-sistema y su enraizamiento físico por la otra (p. 170).
a) La idea de la posible evolución del ser humano, a priori, está más próxima a la
educación que a cualquier otro entorno epistemológico.
b) En las carreras docentes se dan cita especialistas de la práctica totalidad de los
ámbitos del conocimiento humano.
c) En estas carreras se forman maestros y maestras con una alta capacidad de
influencia social perfectiva, porque por las escuelas va a pasar la práctica totalidad
de la sociedad.
Además, hay otros intereses que diferencian a la Didáctica del sector científico duro:
Por una parte, su explicatividad es en función de la normatividad y la aplicación
reflexiva (más tecnológica, interpretativa, socrítica y/o complejo-evolutiva). Por otra, el
interés determinista por predecir no es tan importante, quedando casi solapado por el de
ofrecer una ayuda ajustada al alumno. Finalmente, la complejidad del trabajo docente
comprende formas más amplias de investigación e innovación, más allá del necesitar
estar al tanto del último descubrimiento generalizable.
Para el desarrollo del tema, que sólo pretende aproximarse para habilitar,
presentaremos una serie de premisas epistemológicas y unas cuantas aplicaciones
generales y didácticas.
9 Entiéndase atractor como punto que mueve hacia sí a todos los demás elementos y a los comportamientos del
mismo sistema integrado: subsistemas de caos y de no-caos.
10 Sobre la evolución biológica (Darwin), desde la evolución del universo (Darwin), y hacia la evolución de la
conciencia (Teilhard de Chardin).
11 Esta hipótesis expresa, en palabras de M. Almendro (2000), una nueva forma de entender el desorden, desde la
definición de un marco interpretativo amplio.
La propia conciencia se construye desde relaciones y síntesis. Ésta es la hipótesis
referencial: aprendiendo a integrar síntesis de máxima potencia, capaces de orientar
pares conceptuales de manera coherente para el desempeño eficiente del conocimiento y
lo que desde él se construye, se acrecienta la conciencia, desde la que los factores o
instrumentos de la realidad (como puede ser el caos), se interiorizan mejor, y se
compensan más eficientemente.
Y al contrario: todo planteamiento dual simplifica la realidad. Por ello asocia una
incapacidad inherente para comprender la realidad en su complejidad, porque se aleja de
la naturaleza íntima (síntesis) de los fenómenos a los que se refiere, y una capacidad
válida para aprehenderlos superficial, parcial o fragmentariamente, y para identificar
(apegar) al observador con esa parte. Interesa para la formación didáctica (por ejemplo
universitaria) entrenarse en la superación de dualidades, para acceder a sistemas
comprensivos más capaces. El cerebro y su estructura biocognoscitiva están preparados
para interpretar no-dualmente la realidad, aunque los prejuicios humanos y la educación
para la parcialidad no ayuden. Si esto no se pretende desde una educación para la
complejidad, la enseñanza no estará a la altura de la potencialidad mental del ser
humano. Esteremos, en sentido estricto, desperdiciándonos.
Desde un punto de vista humano, puede ser formativo general considerar las siguientes
polaridades superadas:
a) La sensibilidad puede ser entendida como ruptura con lo lineal (M. Almendro,
2000), es básica para la emocionalidad (Mc Lean, Goleman) y puede ser lecho de
creatividad o de imaginación.
b) Los errores en el funcionamiento del cerebro, posibles raíces de comportamientos
creativos.
c) Los métodos poderosos de enseñar, losa para el aprendizaje original.
d) La enseñanza inacabada, invitación a la compleción creativa del estudiante.
e) Los errores discentes y docentes, referentes de desempeoramiento.
f) Las síntesis creativas (inducciones espontáneas, eurekas, awareness, kairos, etc.),
logros inesperados.
g) Las síntesis de altos estados de conciencia (satoris, samadhis, zikr, éxtasis, etc.),
aperturas a otros estados del ser.
h) El aprendizaje por descubrimiento puede ser inicio de encuentro (subjetivamente)
creativo y puerta de elaboraciones abiertas indefinidas.
i) La enseñanza por descubrimiento, la puerta de una creatividad didácticamente
organizada.
j) El inconsciente, clave para el equilibrio personal y la madurez personal y colectiva.
k) El procesamiento inconsciente de la información, matriz de conocimiento.
l) La comunicación inconsciente-consciente e inconsciente-inconsciente verbal y no-
verbal, referente explicativo de lo que ocurre dentro y fuera del aula, más allá de las
pretensiones formativas.
m) Los olvidos, posibilidad de clarificación (defensivo-constructiva).
n) El “residuo de indeterminación técnica” (M. Fernández Pérez, 1971), condición de
posible desarrollo artístico de la actuación docente.
o) La duda, uno de los soportes más fiables del conocimiento (A. de la Herrán, 1998d).
p) El “fracaso escolar”, baliza para una reorganización positivadora.
q) La innovación educativa (sobre todo como proceso deliberativo), un proyecto no
determinable.
r) Los conflictos, momentos privilegiados para el aprendizaje.
s) Las dinámicas sólo-permisivas, causa de disgregación.
t) Las regularidades excesivas, orígenes de sistemas obsesivos y ansiedad.
u) La autorregulación cooperativa de los grupos, el esquema ideal de funcionamiento.
v) La enseñanza no directiva, una inductora de autoorganización.
w) Un sistema disciplinario rígido, un tapón para la autonomía.
x) La puerta cerrada a lo indeterminable, un lastre para la autopoiesis del sistema.