EN LA PRÁCTICA CLÍNICA
Los factores económicos, dinámicos y estructurales proporcionan los
criterios óptimos para decidir cuándo, qué y cómo interpretar los
conflictos inconscientes del paciente, sus aspectos defensivos e
impulsivos y -añadiría- las relaciones objetales internalizadas
inconscientes en las que están insertados.
El estado afectivo siempre señala la activación de una relación objetal
inconsciente entre un aspecto de la representación del sí-mismo y una
representación objetal correspondiente. El conflicto entre impulso y
defensa se presenta como un conflicto entre dos relaciones objetales
internalizadas: una, activada defensivamente, y otra dominada por el
impulso, que es rechazada.
La fantasía inconsciente, las apetencias y los miedos activados en la
sesión reflejan esas relaciones objetales internalizadas
Una representación del sí-mismo, una representación de objeto y un
estado afectivo que las vincula son las unidades esenciales de la
estructura psíquica pertinentes para la exploración psicoanalítica
Las pulsiones sexual y agresiva siempre surgen en el contexto de
relaciones objetales internalizadas, organizadas por estados afectivos
que, al mismo tiempo, son indicadores de estas pulsiones
(jerárquicamente superiores)
Al principio de cada sesión, antes de intervenir, aguardemos que las
comunicaciones verbales y la conducta no verbal del paciente, la
atmósfera emocional general y nuestra contratransferencia nos guíen
hacia el tema afectivamente dominante
Desde luego, a veces el analista experimenta fuertes presiones internas
que lo impulsan a intervenir con interpretaciones basadas en lo que ha
sucedido en una sesión anterior, en respuesta a un tema que parece
tener urgencia para el paciente o siguiendo alguna información obtenida
en una fuente externa. La disposición del analista a explorar esas
presiones desde dentro, lo mismo que la nueva información
proporcionada por el paciente en la sesión, debe permitir la identificación
gradual de lo que domina afectivamente en el momento
El "encuadre" psicoanalítico (la regularidad de las sesiones, los arreglos
temporales y físicos, la regla de la asociación libre para el paciente y de
la abstinencia la y neutralidad técnica para el analista) establece la
escena para una relación objetal potencial "real", "objetiva" o "normal".
Esta relación incluye al analista como oyente. interesado, objetivo pero
preocupado y favorablemente dispuesto, que respeta la autonomía del
paciente; y al paciente, como alguien que espera ayuda para
comprender mejor sus conflictos inconscientes
Esta relación realista,basada en la conciencia que el paciente tiene del
analista como persona inteligente, bondadosa, preocupada por él, y no
juzgadora, facilita el desarrollo de un proceso psicoanalítico.
En este proceso el paciente puede hacer una regresión como
consecuencia de la interpretación de las defensas que habitualmente lo
protegerían de ese fenómeno. El proceso regresivo cambia la naturaleza
de la relación objetal, que pasa de ser "realista" a quedar controlada por
la constelación dominante de transferencia-contratransferencia en la
cual están insertados los aspectos defensivos e impulsivos de los
conflictos inconscientes del paciente
Cualquier situación psicoanalítica incluye entonces:
o los residuos de la relación objetal "objetiva" determinada por el
encuadre psicoanalítico;
o una relación objetal correspondiente a la transferencia
prevaleciente
o una relación objetal correspondiente a un tema afectivamente
dominante en la sesión