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La guerra fría Estados Unidos y la revolución bolchevique, 1917-1933

de la misión de la Cruz Roja norteamericana en Rusia, y su ayudante, el ma- hablar de Rusia «gobernada por instituciones elegidas por ella misma», quiso
yor (más adelante coronel) Raymond Robins. Mientras dirigían el programa decir que Washington pensaba abandonar la política que había seguido hasta
de ayuda de la Cruz Roja a Rusia, Thompson y Robins habían hecho de in- entonces y reconocer al gobierno soviético, pero el presidente seguía opinan-
termediarios subrepticios entre los norteamericanos y el gobierno Kerenski, do que éste no representaba la voluntad del pueblo ruso. Esta opinión se vio
así como el partido social-revolucionario, que estaba en la oposición. Después reforzada cuando el 20 de enero de 1918 los bolcheviques disolvieron la asam-
del derrocamiento de Kerenski, Robins, sin autorización de Washington, em- blea constituyente rusa, que había sido elegida en noviembre de 1917 con el
pezó a entrevistarse con Trotski. El resultado de las conversaciones fue que fin de que crease un gobierno permanente y representativo para Rusia. Los
tanto Robins como Thompson creyeron que era posible persuadir a Rusia a bolcheviques decidieron disolverla principalmente porque habían ganado sólo
seguir en la guerra al lado de los aliados, incluso después de que empezaran 168 de los 703 escaños disputados en las elecciones.
las negociaciones de Brest-Litovsk. . • El 10 de febrero de 1918 los bolcheviques dieron una nueva bofetada a los
Al interrumpirse las conversaciones de Brest-Litovsk el 29 de diciembre valores occidentales al repudiar todas las deudas que los anteriores gobiernos
(porque los bolcheviques querían que se trasladaran a un lugar neutral), el em- rusos habían contraído con los aliados, entre ellas el dinero que Estados Uni-
bajador estadounidense en Petrogrado, David R. Francis, sacó la misma con- dos había facilitado al gobierno provisional. El 20 de enero de 1918 Wilson
clusión que Robins y Thompson. El 2 de enero de 1918 Francis aprobó un escribió a Lansing para decirle que el pago de las deudas era imprescindible
memorándum en el que se autorizaba a Robins a comunicar a Lenin y Trots- para reconocer al gobierno ruso.8 Aquel mismo mes, lo bolcheviques empeza-
ki que «si los ejércitos rusos que ahora están bajo el mando de los comisarios ron a llevarse el material de guerra aliado que había en Arkángel, importante
del pueblo empiezan y continúan en serio las hostilidades contra las fuerzas puerto del norte de Rusia. Los aliados trataron de recuperar el material, que
de Alemania y sus aliados», él, Robins, recomendaría a Washington que reco- el gobierno provisional nunca había pagado, pero no lo consiguieron. La con-
nociera oficialmente al gobierno soviético.6 Sin embargo, Francis nunca envió ducta de los bolcheviques hizo que Wilson sacase la conclusión de que eran
el memorándum a Robins, al parecer porque el departamento de Estado no unos irresponsables en los que no se podía confiar.
se lo permitió. El 8 de enero los bolcheviques volvieron a Brest-Litovsk y rea-
nudaron las negociaciones de paz con los alemanes.
Aquel día Wilson presentó su famoso plan de paz, los Catorce Puntos, I: EL TRATADO DE B R E S T - L I T O V S K
ante una sesión conjunta del Congreso. Pronunció un discurso con el que no
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sólo pretendía contrarrestar la petición bolchevique de un armisticio general, Mientras, las negociaciones entre los bolcheviques y las potencias centrales en
sino también fomentar el derrocamiento del gobierno del kaiser, para lo cual [^ Brest-Litovsk seguían tropezando con dificultades. Los alemanes exigían que
se ofrecían las condiciones de una paz ostensiblemente justa. Además, los Ca- el gobierno soviético renunciara a la soberanía rusa sobre Polonia, Lituania y
torce Puntos estaban concebidos para crear un mundo que se caracterizase por la mayor parte de Letonia, y que reconocieran la independencia de Finlandia
una mayor interdependencia económica, esto es, un mundo abierto al libre y Ucrania. El 10 de febrero, ante la imposibilidad de aceptar las condiciones
movimiento del comercio y las inversiones. El plan del presidente intentaba F de los alemanes y de reanudar las hostilidades, Trotski dejó atónito al mundo
anidar el efecto que había causado Trotski al hacer públicos los tratados se- al anunciar que el gobierno soviético pensaba dejar de combatir en la guerra
cretos de los aliados y para ello exigía «convenios de paz abiertos acordados así como abandonar las conversaciones de Brest-Litovsk. Los alemanes no
abiertamente».7 Asimismo, Wilson ansiaba preservar el derecho de Rusia a la tardaron en hacer que los bolcheviques volviesen a la realidad. El 16 de fe-
autodeterminación y la integridad territorial. En este sentido, el presidente te- brero dieron por terminado el armisticio y, dos días más tarde, reanudaron su
nía tanto que temer de sus aliados como de sus enemigos. No sólo apoyaban avance hacia Petrogrado y Kiev, prácticamente sin encontrar resistencia.
los aliados a líderes «blancos» (antibolcheviques) reaccionarios, sino que los La reanudación de la ofensiva alemana devolvió rápidamente el sentido
ingleses y los japoneses no eran contrarios a la idea de desmembrar Rusia con común a los bolcheviques, que fueron presa del pánico. El 19 de febrero anun-
el fin de favorecer sus propios programas imperiales. El sexto punto del plan ciaron que estaban dispuestos a aceptar las condiciones de paz de los alema-
de Wilson se ocupaba específicamente de esta amenaza. Pedía la retirada de nes. El 3 de marzo firmaron el tratado de Brest-Litovsk, con lo cual acepta-
todas las tropas extranjeras de Rusia y reconocía el derecho del pueblo ruso a ron la pérdida de 780.000 kilómetros cuadrados de territorio que antes
decidir su propio gobierno.
pertenecía al imperio ruso. El tratado también redujo la población rusa en
Los partidarios de cooperar con los bolcheviques creyeron que Wilson, al 56 millones de personas, su red de ferrocarriles en un tercio de su anterior

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