Ara Koo 11-01-2018

Evangelio que despierta y da vida

Evangelio que despierta y da vida

La palabra de esta semana realmente fue la mejor palabra. El Señor nos está despertando a toda la
comunidad para que verdaderamente sepamos quién es Él y qué es lo que él desea.

Al principio cuando se compartió la palabra la acepté como una palabra más, pero a medida que iba
avanzando los días, el Espíritu Santo hacía que examinara mi corazón con la palabra, y eso hizo que se
quebrantara mi corazón. Porque al ver la palabra en mi vida podía ver que en mi el Evangelio había quedado en
conocimiento, y por esa razón mi relación con el Señor quedó congelado, y endurecido. Aún más sorprendente era
que no sabía qué era lo que tenía que hacer.

El Señor nos dio esta palabra a la comunidad para que juntos despertemos de este engaño que veníamos
viviendo, para que juntos podamos arrepentirnos, y juntos podamos vivir la comunidad que él desea. Yo estaba
tan enredada con las cuestiones de esta vida, preparativos de surion, el local, y entre otras cosas más que me
olvidé, dejé que Satanás me hiciera olvidar de quién era el que vivía en mi corazón. Entonces por inercia me
levantaba a las mañanas, oraba y clamaba al Señor, pero en el momento que eso terminaba todo seguía igual. Pero
este Lunes al ver nuestra hermana Gabi, hizo que mi corazón se despertara, porque pude ver cómo la palabra era
Amén en su vida, y por medio de su testimonio pude ver que era que por medio del arrepentimiento su corazón se
había llenado de gozo del Señor. Eso impactó tanto en mi corazón que no me quedó otra que arrepentirme y
clamar al Señor a que me mostrara su corazón. Sin embargo fue la palabra del Miércoles a la noche que me
despertó del estado en que me encontraba. Sentí que la palabra me derretía completamente e inmediatamente me
hacía rendir delante del Señor.

<Porque ser llenos del Espíritu, es ser llenos del Evangelio, y ser llenos del Evangelio es ser llenos de Jesús>
Esta palabra me derrumbó completamente, y me hizo arrepentir porque yo clamaba ciegamente al Espíritu Santo,
pero en mi corazón no sabía quién era el que estaba viviendo. Por esa razón no podía tener una relación con aquel
que ya era mi dueño. Al ver esta realidad no me quedó otra que arrepentirme porque con la boca decía conocer al
Señor, pero él no sabía de mí.

Yo consideraba que lo que yo estaba haciendo era llevar una relación junto a mi dueño, pero por medio de la
palabra de ayer y hoy, no me quedó otra cosa que rendirme delante del Señor, y arrepentirme por haber dejado
que las preocupaciones de la vida entraran al corazón. Pero lo más maravilloso era que al terminar la oración de la
madrugada, lo único que podía ver era la comunidad, el corazón del Señor que depositó todo para podamos ser
uno en su nombre. Y en ese momento no podía hacer otra cosa que agradecer y luchar por mis hermanos.

Cuánto agradezco Señor porque por medio de tu palabra permites que podamos arrepentirnos, y ser llenos
de ti, que eso quiere decir que somos llenos del Espíritu Santo quien transforma nuestras vidas pata traer gloria a
nuestro Señor. Aún más anhelamos Señor que quebrantes nuestros corazones para que podamos estar aún más
llenos de ti, aún más anhelamos que nos despiertes por medio de tu palabra, para que reines nuestro corazón
según tu voluntad. Señor anhelamos que juntos podamos llevar la relación que vos deseas, tanto como el Padre y

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Ara Koo 11-01-2018
Evangelio que despierta y da vida

son uno, nosotros, tu cuerpo y vos seamos uno. Señor, derrama tu corazón aún más en nosotros para que de la
misma manera podamos luchar hasta derramar sangre contra el pecado y poder buscar a los hijos pródigos, ciegos
y a los que están atados a este mundo, para que puedan conocer quién eres tú verdaderamente. Gracias Señor por
haber venido a la Tierra, morir en la cruz, resucitar y darnos una nueva vida junto a nuestro dueño y Dios, gracias
aún más por habernos dado un propósito de vida como real sacerdotes, pero aún más agradecemos porque nos
llenas de tu corazón día a día para que segundo a segundo podamos llevar una relación íntima junto a vos. Gracias
por haber salvado a almas que no merecían ser salvas, gracias por tu eterno amor. Gracias Señor. Derrama aún
más tu corazón en nosotros! ¡Señor!