ESTUDIO Nº 7
PROPÓSITOS:
1. Que los discípulos conozcan los obstáculos que impiden la oración eficaz.
2. Que los discípulos apliquen los consejos que les ayudarán a desarrollar la oración eficaz.
TEXTO CENTRAL: Santiago 5:16
INTRODUCCIÓN
La oración eficaz es aquella que prevalece y que obtiene buenos resultados. Existe una serie de elementos
que permiten la eficacia en nuestras oraciones. Es importante identificar estos elementos a la luz de la
Palabra de Dios y llevar a la aplicación práctica en la vida de oración.
La oración es una de las armas poderosas dadas por Dios para resistir a nuestro adversario. Necesitamos,
por lo tanto, conocer los obstáculos que pueden impedir la eficacia en nuestras oraciones.
Para que nuestras oraciones sean eficaces tengamos en cuenta estos consejos:
1. Orar en el nombre de Jesús. Jesús es nuestro intercesor ante el Padre, recibiremos si pedimos en Su
Nombre (Juan 14:13-14).
2. Orar con alabanza y acción de gracias (Salmos 100:4). Este salmo nos invita a recordar la bondad y la
fidelidad de Dios; a adorarlo con acción de gracias y alabanza.
3. Orar proclamando las promesas de Dios sobre nuestras vidas y la de los demás (2 Crónicas 6:14-17).
Nuestras oraciones son más eficaces cuando oramos con la Palabra de Dios. Hay mayor fuerza y convicción
cuando le recordamos a Dios las promesas que Él nos ha hecho.
4. Orar con fe, creyendo que recibiremos la respuesta a nuestras oraciones (Marcos 11:24). Jesús, nuestro
ejemplo en la oración, oró una vez diciendo: «Todas las cosas son posibles para ti... mas no lo que yo quiero,
sino lo que tú» (Mr. 14:36).
5. Estar en obediencia para que Dios oiga y responda (1 Juan 3:22). Estamos en obediencia cuando
guardamos sus mandamientos. Una vida de obediencia nos habilita para acercarnos a Dios sin temor y con la
confianza de que escuchará nuestras peticiones.
6. Orar conforme a la voluntad de Dios (1 Juan 5:14). Si deseamos hacer la voluntad de Dios, hay cosas que
no pediremos. Él nos oirá y nos responderá si nuestras oraciones están de acuerdo con su voluntad.
7. Orar con la conciencia limpia y en pureza (1 Juan 3:21-22).
a. Con un corazón perdonador (Mateo 6:12).
b. Sin ira ni contienda (1 Timoteo 2:8).
CONCLUSIÓN: Muchas veces ignoramos los obstáculos que impiden la respuesta a nuestras oraciones, por
lo tanto, necesitamos examinar si en nosotros existen estos obstáculos y decidir eliminarlos. Debemos
acercarnos a Dios a través de su Hijo Jesucristo para disfrutar de su comunión y su bendición.
Cuando oramos debemos: pedir que la voluntad de Dios sea hecha en nuestra vida; confesar la Palabra de
Dios con fe y reconocer con gratitud que todo proviene de Él (1 Cr. 29:10-12).
Si nuestra conciencia está limpia, podemos acercarse a Dios sin temor y confiados que escuchará nuestras
peticiones.