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La Oración Eficaz

ESTUDIO Nº 7

PROPÓSITOS:
1. Que los discípulos conozcan los obstáculos que impiden la oración eficaz.
2. Que los discípulos apliquen los consejos que les ayudarán a desarrollar la oración eficaz.
TEXTO CENTRAL: Santiago 5:16

INTRODUCCIÓN
La oración eficaz es aquella que prevalece y que obtiene buenos resultados. Existe una serie de elementos
que permiten la eficacia en nuestras oraciones. Es importante identificar estos elementos a la luz de la
Palabra de Dios y llevar a la aplicación práctica en la vida de oración.
La oración es una de las armas poderosas dadas por Dios para resistir a nuestro adversario. Necesitamos,
por lo tanto, conocer los obstáculos que pueden impedir la eficacia en nuestras oraciones.

I. OBSTÁCULOS QUE IMPIDEN UNA ORACIÓN EFICAZ

Los obstáculos que impiden una oración eficaz son:


1. Motivos incorrectos: Pedir cosas egoístas y carnales (Santiago 4:3). Dios no responde las oraciones de los
que tienen ambiciones egoístas, aman el placer y desean honra, poder y riquezas. Dios sólo escucha las
oraciones de los justos, de los que de veras se arrepienten y se humillan y de los que piden conforme a la
voluntad divina.
2. Pecados ocultos sin confesar (1 Juan 1:7-9; Proverbios 28:13). Encubrimos nuestros pecados cuando no
los confesamos y no lo reconocemos como pecado. Estos pecados impiden acercarnos a Dios y que Él pueda
escuchar nuestras oraciones. Debemos confesar nuestros pecados, arrepentirnos y apartarnos de ellos para
obtener el perdón de Dios (2 Crónicas 7:14).
3. Falta de perdón (Marcos 11:25-26): Una condición para que la oración sea efectiva es un espíritu
perdonador. Si no perdonamos a los demás, tampoco Dios nos perdonará. Dios nos perdona por su gran
misericordia. Ya que hemos sido perdonados, actuaremos de igual modo con otros. Los que no están
dispuestos a perdonar no llegan a ser uno con Cristo. Él estuvo dispuesto a perdonar aun a los que lo
crucificaron (Efesios 4:32).
4. Duda y falta de fe (Hebreos 11:6): Quienes con sinceridad buscan a Dios a través de la oración, deben
hacerlo con diligencia y desear ansiosamente su presencia. No hay lugar para la duda porque la duda debilita
nuestra fe y quita las ganas de perseverar en la oración.
5. Vanas repeticiones y palabrerías (Mateo 6:7-8). Algunas personas piensan que repetir las mismas palabras
una y otra vez, como un encantamiento, hará que Dios les oiga. No es incorrecto acercarnos a Dios con la
misma petición; Jesús nos anima a elevar oraciones de manera persistente; pero condena las repeticiones
triviales que no se realizan con un corazón sincero. Nunca se ora demasiado si las oraciones son sinceras.

II. CONSEJOS PARA UN ORACIÓN EFICAZ

Para que nuestras oraciones sean eficaces tengamos en cuenta estos consejos:
1. Orar en el nombre de Jesús. Jesús es nuestro intercesor ante el Padre, recibiremos si pedimos en Su
Nombre (Juan 14:13-14).
2. Orar con alabanza y acción de gracias (Salmos 100:4). Este salmo nos invita a recordar la bondad y la
fidelidad de Dios; a adorarlo con acción de gracias y alabanza.
3. Orar proclamando las promesas de Dios sobre nuestras vidas y la de los demás (2 Crónicas 6:14-17).
Nuestras oraciones son más eficaces cuando oramos con la Palabra de Dios. Hay mayor fuerza y convicción
cuando le recordamos a Dios las promesas que Él nos ha hecho.
4. Orar con fe, creyendo que recibiremos la respuesta a nuestras oraciones (Marcos 11:24). Jesús, nuestro
ejemplo en la oración, oró una vez diciendo: «Todas las cosas son posibles para ti... mas no lo que yo quiero,
sino lo que tú» (Mr. 14:36).
5. Estar en obediencia para que Dios oiga y responda (1 Juan 3:22). Estamos en obediencia cuando
guardamos sus mandamientos. Una vida de obediencia nos habilita para acercarnos a Dios sin temor y con la
confianza de que escuchará nuestras peticiones.
6. Orar conforme a la voluntad de Dios (1 Juan 5:14). Si deseamos hacer la voluntad de Dios, hay cosas que
no pediremos. Él nos oirá y nos responderá si nuestras oraciones están de acuerdo con su voluntad.
7. Orar con la conciencia limpia y en pureza (1 Juan 3:21-22).
a. Con un corazón perdonador (Mateo 6:12).
b. Sin ira ni contienda (1 Timoteo 2:8).

CONCLUSIÓN: Muchas veces ignoramos los obstáculos que impiden la respuesta a nuestras oraciones, por
lo tanto, necesitamos examinar si en nosotros existen estos obstáculos y decidir eliminarlos. Debemos
acercarnos a Dios a través de su Hijo Jesucristo para disfrutar de su comunión y su bendición.
Cuando oramos debemos: pedir que la voluntad de Dios sea hecha en nuestra vida; confesar la Palabra de
Dios con fe y reconocer con gratitud que todo proviene de Él (1 Cr. 29:10-12).
Si nuestra conciencia está limpia, podemos acercarse a Dios sin temor y confiados que escuchará nuestras
peticiones.

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