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Bogotá D.C.

12 de octubre de 2016

Señores
Secretaría de Tránsito de Galapa.
Atlántico
Carrera 62 No. 8B-50 VILLA OLIMPICA Galapa, Atlántico, Colombia
E.S.D.

REFERENCIA: Derecho de petición consagrado en al artículo 23 de la Constitución Política

HECHOS

1. El día miércoles 12 de octubre de 2016, iba a efectuar un trámite ante el SIM, el


funcionario me informa que no puedo realizar este trámite debido tengo un
Comparendo.

2. Revisado la página (SIMIT), se logra determinar que tengo un Comprendo Único


Nacional GL1F051845 fechada 28 de diciembre de 2014 y con resolución GL52140 de
fecha19 de marzo de 2015, suscrita por la Secretaría de Tránsito y Transporte de Galapa,
por “POR CONDUCIR A VELOCIDAD SUPERIOR A LA MÁXIMA PERMITIDA (C29)’, multa
que me fue impuesta VIA CORDIALIDAD - KM 3, el día 28 de diciembre de 2014.

3. Bajo este contexto, es imperioso manifestar, que hasta el día 12 de octubre de 2016,
hasta el momento que me dirigí a la entidad de tránsito a efectuar un trámite personal
me entere de la existencia de la sanción por infracción de tránsito que me fue impuesta,
comparendo respecto del cual no he sido notificado dentro de los términos establecidos
por la Ley 1383 de 2010 en su Artículo 135. Procedimiento.

“…No obstante lo anterior, las autoridades competentes podrán contratar el servicio


de medios técnicos y tecnológicos que permitan evidenciar la comisión de infracciones
o contravenciones, el vehículo, la fecha, el lugar y la hora. En tal caso se enviará por
correo dentro de los tres (3) días hábiles siguientes la infracción y sus soportes al
propietario, quien estará obligado al pago de la multa. Para el servicio público además
se enviará por correo dentro de este mismo término copia del comparendo y sus
soportes a la empresa a la cual se encuentre vinculado y a la Superintendencia de
Puertos y Transporte para lo de su competencia.”
Ni en la RESOLUCIÓN NÚMERO 003027 DE 2010, Artículo 6°. Copias del comparendo.
“De conformidad con lo dispuesto en el artículo 22 de la Ley 1383 de 2010, el
Organismo de Tránsito competente deberá enviar dentro de los tres (3) días hábiles
siguientes a la imposición de un comparendo por infracción a las normas de tránsito,
copia de este al propietario y a la empresa donde se encuentra vinculado el vehículo.”.

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4. Así las cosas, estamos ante la presencia de un comparendo electrónico, que me fue
impuesto como evidencia de una supuesta infracción a las normas contenidas en el
Código Nacional de Tránsito, por ello correspondía a la autoridad competente elaborar
un comparendo digital que es verificado y firmado por un funcionario del tránsito y que
posteriormente debía ser enviado al domicilio del propietario del vehículo para su
notificación en el término de tres (3) días hábiles quedando de esta manera informado
de la infracción cometida.

5. Dicho lo anterior, es claro que este comprendo no se ha comunicado y además a la fecha


que me enteré es extemporánea ya que 12 de octubre de 2016, es decir casi veintidós
(22) meses después de registrada la sanción-, la existencia del comparendo respecto del
cual se generó la multa que hoy se pretende ejecutar; situación que a todas luces es
violatorio de los derechos fundamentales consagrados en la carta magna, pues este
aspecto limita sin justa causa el derecho al debido proceso y a la legitima defensa,
imposibilitándome exponer las razones de hecho y de derecho que controvierten la
legalidad del acto administrativo que contiene la sanción que fue impuesta.

De lo anteriormente expuesto, se observa que la conducta de la autoridad de transito


que suscribe la referida infracción, obedece a una conducta arbitraria, improcedente e
ilegal, al pretender ejecutar una multa derivada de una infracción a las normas de
tránsito que aún no me ha sido notificada a mi dirección de residencia y además por
fuera de los términos establecidos en las normas arriba citadas, obligación que era
ineludible e inexcusable para la autoridad Administrativa, para configurar de allí su
exigibilidad y posible cobro.

Al respecto, se tiene que la Corte Constitucional ha manifestado:

6.3. Tal y como lo ha puesto de presente esta Corporación, desde el punto de vista de su
alcance y exigibilidad, el principio de publicidad se realiza de dos maneras. De un lado, a
través de la notificación a las personas involucradas en una actuación judicial o
administrativa de las decisiones que allí se adopten. Según lo ha señalado esta
Corporación[12], la notificación es el acto material de comunicación por medio del cual
se pone en conocimiento de las partes o terceros interesados, las decisiones proferidas
por una autoridad pública. El acto de notificación tiene entonces como finalidad,
garantizar el conocimiento de la existencia de un proceso o actuación administrativa y de
su desarrollo, de manera que se asegure a los involucrados los derechos de defensa,
contradicción e impugnación. Desde ese punto de vista, la notificación, más que
pretender formalizar la comunicación del inicio y desarrollo de una determinada
actuación, lo que busca es legitimar en sí misma las decisiones que se tomen y amparar
el ejercicio pleno de las garantías sustanciales y procesales.

Siendo así las cosas, es del caso advertir que dado que el comparendo cuya ejecución se
pretende me fue impuesto en época de vacaciones y que no soy habitante de dicho
Municipio, la dirección de Transito estaba en la obligación de notificarme la existencia del
comparendo de conformidad con lo previsto en el Art. 69 del C.P.A.C.A., y a partir de ahí
garantizarme el debido proceso en sede administrativa.

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Bajo ese entendido la máxima autoridad constitucional ha determinado:

“Frente al primer supuesto normativo, caben las consideraciones vertidas con respecto a
la norma anterior, en el sentido de considerar que la notificación por correo al propietario
del vehículo de la infracción y sus soportes, persigue un propósito específico y
constitucionalmente legítimo: enterarlo de la actuación y brindarle la oportunidad
material de ejercer sus derechos de defensa, contradicción e impugnación en caso de que
se le atribuya algún tipo de responsabilidad en los hechos. Ello, sobre la base de que éste
es la persona cuya identidad se conoce, a partir de la identificación de la matrícula del
vehículo, en principio visible en los medios técnicos y tecnológicos que hayan sido
utilizados, como puede ser el caso de los videos y las fotografías.

10.7. Sobre el particular, se reitera que la notificación por correo, en el ámbito concreto
de la administración pública y de la actividad de tránsito, desarrolla una de las facetas
del principio de publicidad como garantía mínima del debido proceso administrativo,
entendiendo que la misma se surte a partir del momento en que el destinatario recibe la
actuación que se pretende comunicar.

10.8. Así las cosas, insiste la Corte, el legislador no ha violado el derecho al debido
proceso, por la circunstancia de acudir a la forma de notificación por correo para
comunicar al propietario la infracción de tránsito que pesa sobre su vehículo, y el envío
de los elementos en que se soporta dicha infracción. Por el contrario, con tal medida se
le garantiza el citado derecho, no solo por el hecho de ponerlo en conocimiento sobre la
existencia de la falta, sino también, por la posibilidad que le brinda de acudir al proceso
administrativo en caso de que así lo considere para defender sus intereses.

(…)

En efecto, en las actuaciones de carácter particular y concreto que adelanten las


autoridades administrativas, antes de imponer la sanción, éstas tienen la obligación de
garantizar al administrado el derecho fundamental al debido proceso, el cual se
concreta: (i) en la posibilidad de ser oído durante toda la actuación y permitir su
participación desde el inicio hasta su culminación; (ii) en que le sean notificadas todas y
cada una de las decisiones que allí se adoptan; (iii) en que la actuación se adelante por
autoridad competente y con el pleno respeto de las formas propias del juicio; (iv) en que
se asegure su derecho de defensa y contradicción, incluyendo la opción de impugnar las
decisiones que resulten contrarias a sus intereses. A lo anterior se suma la (v) garantía de
la presunción de inocencia, lo que conlleva que la responsabilidad del administrado se
defina con base en hechos probados imputables al mismo, quedando proscrita la
imposición de sanciones de plano amparadas sólo en la ocurrencia objetiva de una falta
o contravención.

Siendo ello así, no es posible que se sancione al administrado, si previamente no se le ha


garantizado un debido proceso, y se ha establecido plenamente su culpabilidad en la
comisión de la falta o contravención. En esa línea se pronunció la Corte en la Sentencia T-
145 de 1993, al señalar:

“La imposición de sanciones o medidas correccionales debe sujetarse a las garantías


procesales del derecho de defensa y contradicción, en especial al principio constitucional
de la presunción de inocencia. Si la presunción de legalidad de los actos administrativos
y los principios de celeridad y eficacia podrían respaldar la imposición de sanciones de

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plano en defensa del interés general, la prevalencia de los derechos fundamentales y la
especificidad del principio de presunción de inocencia aplicable al ámbito de las
actuaciones administrativas, hacen indispensable que la sanción sólo pueda imponerse
luego de conceder al interesado la oportunidad de ejercer su derecho de defensa. Carece
de respaldo constitucional la imposición de sanciones administrativas de plano con
fundamento en la comprobación objetiva de una conducta ilegal, en razón del
desconocimiento que ello implica de los principios de contradicción y de presunción de
inocencia, los cuales hacen parte del núcleo esencial del derecho al debido proceso”.

En el mismo sentido se ha pronunciado este Tribunal, entre otras, en las Sentencias C-


563 de 1995, C-155 de 2002, C-506 de 2002, T-270 de 2004 y T-677 de 2004, en la última
de las cuales se precisó:

“Al respecto, la Corte ha reconocido también, en varias providencias, que el debido


proceso implica la proscripción de la responsabilidad objetiva, toda vez que aquella es
"incompatible con el principio de la dignidad humana" y con el principio de culpabilidad
acogido por la Carta en su artículo 29.

En síntesis, en consideración a que la justicia es valor determinante en el Estado Social de


Derecho y se constituye en un marco de conducta de los poderes públicos, ni al legislador
puede serle indiferente en el proceso de creación de normas, ni al aplicador del derecho
en su labor de ponderación, debe resultar ajeno a la misma”.

Así entonces, es importante recordarle a la Dirección de Tránsito, que concordante con el


principio de legalidad, el debido proceso es un principio en el cual toda persona tiene
derecho a ciertas garantías mínimas, tendientes a asegurar un resultado justo y equitativo
dentro del proceso o una actuación administrativa, y de permitirle tener oportunidad de ser
oído y hacer valer sus pretensiones frente a la autoridad competente en pro de la búsqueda
de justicia social, dentro de los postulados fijados en la norma aplicable.

Por tal razón, es importante que se me respete el procedimiento requerido para la


aplicación del acto administrativo, especialmente en materia del cumplimiento de los
términos de ley, permitiendo un equilibrio en las relaciones que se establecen entre la
administración y los particulares, en aras de garantizar decisiones de conformidad con el
ordenamiento jurídico por parte de la administración.

Dicho lo anterior, solicito a su digno despacho, proceda a revocar directamente el acto


administrativo originado por la Orden de Comparendo Único Nacional GL1F051845
fechado28 de diciembre de 2014 y con resolución GL52140 de fecha19 de marzo de 2015,
suscrita por la Secretaría de Tránsito y Transporte de Galapa, por ser manifiestamente
oponible a la constitución política y a la ley, teniendo en cuenta las razones que esgrimo en
líneas que preceden.

Es de señalar que para las situaciones no reguladas en las normas de tránsito, es aplicable
las normas contenidas en los códigos que señala el artículo 162 del Código Nacional de
Tránsito Terrestre (Ley 769 de 2002), que preceptúa:

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"...ARTÍCULO 162.- Compatibilidad y Analogía. Las normas contenidas en el Código de
Procedimiento Administrativo de lo contencioso Administrativo, Código Penal, Código de
Procedimiento Penal, Y Código de procedimiento Civil, serán aplicables a las situaciones
no reguladas por el presente código, en cuanto no fueren incompatibles y no hubiere
norma prevista para el caso en análisis..." (Negrilla fuera de texto)

Para el caso, es importante resaltar que de acuerdo con la jurisprudencia y la doctrina, la


revocatoria directa, es, "...la facultad de la Administración para hacer desaparecer o
modificar de la vía jurídica, los actos que ella misma ha expedido con anterioridad, siempre
y cuando estos actos sean manifiestamente contrarios a la Constitución o la ley, que no se
encuentren conformes con el interés público o social y finalmente cuando con ellas se causa
un agravio injustificado a una persona ...". (Negrilla fuera de texto).

De lo anterior, se colige que para proceder a la aplicabilidad de la figura jurídica de


revocatoria directa en materia de tránsito, se debe dar cumplimiento a lo normado en el
Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, que regula lo
concerniente a esta materia.

“Artículo 93. Causales de revocación. Los actos administrativos deberán ser revocados
por las mismas autoridades que los hayan expedido o por sus inmediatos superiores
jerárquicos o funcionales, de oficio o a solicitud de parte, en cualquiera de los siguientes
casos:

1. Cuando sea manifiesta su oposición a la Constitución Política o a la ley.


2. Cuando no estén conformes con el interés público o social, o atenten contra él.
3. Cuando con ellos se cause agravio injustificado a una persona.

Artículo 94. Improcedencia. La revocación directa de los actos administrativos a solicitud


de parte no procederá por la causal del numeral 1 del artículo anterior, cuando el
peticionario haya interpuesto los recursos de que dichos actos sean susceptibles, ni en
relación con los cuales haya operado la caducidad para su control judicial.

Artículo 95. Oportunidad. La revocación directa de los actos administrativos podrá


cumplirse aun cuando se haya acudido ante la Jurisdicción de lo Contencioso
Administrativo, siempre que no se haya notificado auto admisorio de la demanda.

Las solicitudes de revocación directa deberán ser resueltas por la autoridad competente
dentro de los dos (2) meses siguientes a la presentación de la solicitud.

Contra la decisión que resuelve la solicitud de revocación directa no procede recurso.

Parágrafo. No obstante, en el curso de un proceso judicial, hasta antes de que se profiera


sentencia de segunda instancia, de oficio o a petición del interesado o del Ministerio
Público, las autoridades demandadas podrán formular oferta de revocatoria de los actos
administrativos impugnados previa aprobación del Comité de Conciliación de la entidad.
La oferta de revocatoria señalará los actos y las decisiones objeto de la misma y la forma
en que se propone restablecer el derecho conculcado o reparar los perjuicios causados
con los actos demandados.
Si el Juez encuentra que la oferta se ajusta al ordenamiento jurídico, ordenará ponerla en
conocimiento del demandante quien deberá manifestar si la acepta en el término que se

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le señale para tal efecto, evento en el cual el proceso se dará por terminado mediante
auto que prestará mérito ejecutivo, en el que se especificarán las obligaciones que la
autoridad demandada deberá cumplir a partir de su ejecutoria.

Artículo 96. Efectos. Ni la petición de revocación de un acto, ni la decisión que sobre ella
recaiga revivirán los términos legales para demandar el acto ante la Jurisdicción de lo
Contencioso Administrativo, ni darán lugar a la aplicación del silencio administrativo.

Artículo 97. Revocación de actos de carácter particular y concreto. Salvo las


excepciones establecidas en la ley, cuando un acto administrativo, bien sea expreso o
ficto, haya creado o modificado una situación jurídica de carácter particular y concreto o
reconocido un derecho de igual categoría, no podrá ser revocado sin el consentimiento
previo, expreso y escrito del respectivo titular.

Si el titular niega su consentimiento y la autoridad considera que el acto es contrario a la


Constitución o a la ley, deberá demandarlo ante la Jurisdicción de lo Contencioso
Administrativo.

Si la Administración considera que el acto ocurrió por medios ilegales o fraudulentos lo


demandará sin acudir al procedimiento previo de conciliación y solicitará al juez su
suspensión provisional.

Parágrafo. En el trámite de la revocación directa se garantizarán los derechos de


audiencia y defensa.

Conforme a lo anteriormente citado, es preciso citar la sentencia T-485-2005 (4 de marzo


de 2005) dentro del expediente T1047303 - magistrado ponente Doctor Jaime Araujo
Rentería, al respecto preceptúa:

"... Según jurisprudencia reiterada por esta Corporación en el Estado de Derecho los actos
de las entidades públicas pueden ser controvertidos a través de las acciones consagradas
en el Código Contencioso, o, acudiendo directamente ante la Administración para que
sea ésta y no los jueces, quien resuelva sus inquietudes, como lo es el recurso de
revocatoria directa que'(...) asegura un instrumento gubernativo para obtener en
cualquier tiempo el restablecimiento del derecho conculcado y que la Administración
mantenga la vigencia y el vigor del ordenamiento jurídico”

Así mismo, respecto a la procedencia de la revocatoria directa la Corte Constitucional


mediante Sentencia C-742/99, con ponencia del Honorable Magistrado José Gregorio
Hernández Galindo, ha precisado lo siguiente:
'La revocación directa tiene como propósito el de dar a la autoridad la oportunidad de
corregir lo actuado por ella misma, inclusive de oficio, ya no con fundamento en
consideraciones relativas al interés particular del recurrente sino por una causa de
interés genera! que consiste en la recuperación del imperio de la legalidad o en la
reparación de un daño público. La persona afectada sí puede en principio pedir a la
Administración que revoque su acto, o la autoridad puede obrar de oficio. Cosa distinta
es que el interesado, a pesar de haber hecho uso de los recursos existentes, pretenda
acudir a la vía de la revocación directa, a manera de recurso adicional, lo cual puede
prohibir el legislador, como lo hace la norma acusada, por razones de celeridad y
eficacia de la actividad administrativa (art. 209 CP.) y además para que, si ya fueron
agotados los recursos, el administrado acuda a la jurisdicción'.

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"La revocación directa es la prerrogativa que tiene la administración para enmendar,
en forma directa o a petición de parte, sus actuaciones contrarias a la ley o a la
Constitución, que atenten contra el interés público o social o que generen agravio
injustificado a alguna persona. Y es una prerrogativa en tanto que la administración
puede extinguir sus propios actos por las causales previstas en la ley y está facultada
para hacerlo en cualquier momento, incluso cuando el acto administrativo ya ha sido
demandado ante lo contencioso administrativo; pero, también es una obligación que
forzosamente debe asumir en los eventos en que, motu propio, constatare la ocurrencia
de una de las causales señaladas. Si así fuere, la administración tiene el deber de
revocar el acto lesivo de la constitucionalidad o legalidad o atentatorio del interés
público o social o que causa agravio injustificado a una persona'.

De lo expuesto se colige entonces, que existe ilustración suficiente respecto de la finalidad


de la revocatoria directa, de sus formalidades y oportunidad, a más que existe fundamento
jurisprudencial respecto de la facultad que le genera esta figura a la administración, para
corregir sus actuaciones de oficio o a petición de parte, siempre y cuando se tipifique
alguna de las causales determinadas para tal efecto. (Negrilla y subrayado fuera de texto).

Aunado a lo anterior, es del caso manifestar, que si la petición de revocatoria directa que
se expone en precedencia no es acogida por la autoridad de Transito, solicito se mantengan
los términos de aplicación a lo prescrito en el Art. 136 de la Ley 769 de 2002 que a la letra
dice:

ARTÍCULO 136. REDUCCIÓN DE LA SANCIÓN. Una vez surtida la orden de comparendo,


si el inculpado acepta la comisión de la infracción, podrá cancelar el cien por ciento
(100%) del valor de la multa dentro de los tres (3) días hábiles siguientes a la orden de
comparendo, sin necesidad de otra actuación administrativa. O podrá igualmente
cancelar el cincuenta por ciento (50%) del valor de la multa al organismo de tránsito y
un veinticinco por ciento (25%) al centro integral de atención al cual estará obligado a ir
para tomar un curso en la escuela que allí funciona sobre las normas de tránsito. Pero si,
por el contrario, la rechaza, el inculpado deberá comparecer ante el funcionario en
audiencia pública para que éste decrete las pruebas conducentes que le sean solicitadas
y las de oficio que considere útiles. Si el contraventor no compareciere sin justa causa
comprobada en este tiempo, la autoridad de tránsito dentro de los diez (10) días
siguientes seguirá el proceso, entendiéndose que queda vinculado al mismo, fallándose
en audiencia pública y notificándose en estrados.

En la misma audiencia, si fuere posible, se practicarán las pruebas y se sancionará o


absolverá al inculpado. Si fuere declarado contraventor, se le impondrá el cien por ciento
(100%) de la sanción prevista en el código.

Los organismos de tránsito podrán celebrar acuerdos para el recaudo de las multas. Los
recursos generados por el cobro de las contravenciones podrán ser distribuidos entre el
organismo de tránsito que ejecuta el recaudo, el organismo de tránsito donde se cometió
la infracción y por el tercero particular o público en quien éste delegue el recaudo previo
descuento del diez por ciento (10%) que se destinará específicamente por el organismo
de tránsito que conoció la infracción para campañas de educación vial y peatonal. El
pago de la multa podrá efectuarse en cualquier lugar del país.

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PARÁGRAFO. En los lugares donde existan inspecciones ambulantes de tránsito, los
funcionarios competentes podrán imponer al infractor la sanción correspondiente en el
sitio y hora donde se haya cometido la contravención respetando el derecho de defensa.

PETICIÓN

1.- Que se revoque el acto administrativo de contenido particular, por medio del cual me
declaran infractor de las normas de tránsito a consecuencia del Comparendo Único Nacional
GL1F051845 fechada 28 de diciembre de 2014 y con resolución GL52140 de fecha19 de
marzo de 2015, suscrita por la Secretaría de Tránsito y Transporte de Galapa, por las razones
que se exponen en la parte motiva de la presente petición.

2. En el evento de ser negada mi solicitud, le solicito se sirva informar las razones de orden
legal ajustadas a los derechos fundamentales y los fallos de la Corte Constitucional que
sustentan la decisión.

Cordial saludo;

JOHN MAURICIO CONTRERAS DIAZ


C.C. No. 80.778.617 de Bogotá
Dirección de Notificación: Carrera 78 # 6 – 61 sur, Interior 10, Apartamento 401, barrio
techo, Bogotá, D.C. Colombia.
Móvil: 3115503519
Teléfono: (1) 2935224.

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