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BOLETÍN n.

o 8
ÁREA ACADÉMICA
24 de enero de 2011

A. REPORTES PHC/TC La Libertad (caso


Gutiérrez Díaz). El derecho a un
1. Ejecución en el Cuartel Hoyos. plazo razonable.
2. Un cruce temerario en El 4. La sentencia del Tribunal
Metropolitano. Constitucional del 6 de enero de
2011, Exp. n.o 01674-2010-
B. NOVEDADES LEGISLATIVAS PHC/TC Lima (caso Mejía Muñoz).
El ne bis in idem.
1. Resolución Administrativa n.o 058-
2011-P-CSJLI/PJ: disposiciones para F. COMENTARIO A LA
casos de inhibición y recusación del JURISPRUDENCIA
Código Procesal Penal.
2. Proyecto de Ley n.o 4380/2010-CR: Inhibición: cuando entre el juez y
propone modificar los artículos 121-A una parte existen vínculos
y 122-A del Código Penal. contractuales.

C. LAS NORMAS DE LA SEMANA G. CONSULTA DESDE EL


CÓDIGO PROCESAL PENAL
D. PREGUNTAS Y RESPUESTAS
DESDE LA JURISPRUDENCIA La intervención de las
comunicaciones.
El proceso por querella.
H. BIBLIOGRAFIA
E. JURISPRUDENCIA ESPECIALIZADA
DESTACADA
Los diez principales libros del
1. La sentencia del Tribunal Derecho Penal según Jesús María
Constitucional del 22 de noviembre Silva Sánchez.
de 2010, Exp. n.o 03495-2010-
PHC/TC Arequipa (caso Loza I. RECOMENDACIONES
Capatinta). La prueba indiciaria. BIBLIOGRÁFICAS
2. La sentencia del Tribunal
Constitucional del 4 de enero de 1. El proceso penal. Nociones básicas.
2011, Exp. n.o 03612-2010- Ricardo Rodríguez Fernández.
PHC/TC Ayacucho (caso Gutiérrez 2. Las audiencias preliminares del nuevo
Huarcaya). La motivación de las sistema acusatorio. Carlos Mario
resoluciones judiciales. Zapata Betancur.
3. La resolución del Tribunal
Constitucional del 6 de enero de
2011, Exp. n.o 00739-2010-
A. REPORTES

1. EJECUCIÓN EN EL CUARTEL HOYOS

Para mayor detalle hacer click aquí:


http://www.rpp.com.pe/2011-01-17-cadetes-implicados-en-misterioso-crimen-en-cuartel-
hoyos-rubio-video_327852.html

EL CASO

MARCO RIVERA
PALOMINO y JOSÉ
RUIZ GARCÍA, jóvenes
cadetes de la ESCUELA
MILITAR DE
CHORRILLOS, estarían
involucrados en los
extraños homicidios
de JOAQUÍN CHÁVEZ
TOLEDO y ALEMAN
GONZALES DE LA
CRUZ.

Hasta el momento se ha establecido que, el pasado 25 de setiembre, MARCO


RIVERA había llevado su vehículo, acompañado de JOSÉ RUÍZ, al taller de
reparación de faros de JOAQUÍN CHÁVEZ. Luego de cumplir con el servicio de
reparación, JOAQUÍN CHÁVEZ, junto con su ayudante ALEMAN GONZALES,
fue con MARCO RIVERA y JOSÉ RUÍZ a un cajero del BANCO DE LA NACIÓN
cercano para que se le pague por el servicio dado. Sin embargo, los mecánicos
ya no regresaron a su taller.

Al día siguiente, unos recicladores encontraron los cuerpos semienterrados de


los mecánicos en la falda del cerro Espinar en el Rímac. Es de señalar que
dicho lugar está destinado a la práctica de tiro del Cuartel HOYOS RUBIO, cuyo
acceso es restringido a civiles.

En los cuerpos se identificaron signos de lesiones fuertes y quemaduras,


además de disparos de bala en el estomago y la cabeza; lo que permite
presumir que, previamente al homicidio, fueron torturados.

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EL ANÁLISIS

De lograrse acreditar la responsabilidad penal de los cadetes por la muerte de


los mecánicos, cabe preguntarse, ¿estamos ante un homicidio agravado
(artículo 108.3, Código Penal) o frente a un delito de tortura con subsecuente
muerte (artículo 321)? Para contestar esta inquietud es necesario establecer el
límite conceptual de los tipos penales de ambos delitos.

En ese sentido, debemos identificar la concurrencia conjuntiva de dos


elementos típicos: la posición del agresor frente a la víctima y el objeto de la
agresión.

La posición del agresor frente a la víctima caracteriza al delito de tortura con


subsecuente muerte y lo hace específico frente al homicidio calificado. En el
homicidio calificado no se requiere que el sujeto activo tenga determinada
afinidad o posición ante su víctima (como sí sucede, por ejemplo, en el
parricidio). Por ello, se trate o no de funcionarios públicos, no hay problemas
en admitir la ejecución del homicidio.

En el delito de tortura con subsecuente muerte sí se requiere una relación


específica entre el sujeto activo y el sujeto pasivo. Tanto es así que, de
concurrir junto al homicidio calificado, este delito se subsumiría, por el
principio de especialidad (unidad de leyes), en la tortura con subsecuente
muerte.

En ese sentido, el sujeto activo debe ser un funcionario o servidor público –


aunque también podría tratarse de cualquier persona– que ostente una
posición de autoridad (situación de poder) frente al sujeto pasivo. Esta
condición le permite aprovecharse de sus facultades (abuso) para ejercer los
actos de tortura.

Consideramos que este primer elemento configuraría la tortura con


subsecuente muerte en el caso de los cadetes. Se observa que estos son
servidores públicos integrantes de las fuerzas armadas, teniendo una posición
de autoridad frente a los mecánicos. Esta circunstancia facilitaría a los cadetes
ejercer contra los mecánicos cualquier acto de abuso.

Sobre el segundo elemento, el objeto de la agresión, la tortura con


subsecuente muerte también se singulariza frente al homicidio agravado (con
gran crueldad). En ambos delitos, sus actos objetivos coinciden: generar
sufrimientos o dolores graves, sea física o mental. Pero les diferencia sus
objetivos: mientras que en el homicidio el sujeto activo inflige sufrimientos
innecesarios, en la tortura se dan los dolores para obtener una confesión o
información, como castigo por los hechos realizados o para intimidar.

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Trasladando esta distinción de fines de la agresión al presente caso,
observamos que los mecánicos habrían sido agredidos por cuestiones banales,
mas no para conseguir una confesión, ejercer un castigo o una coacción. El
único motivo que explica que los mecánicos siguieran a los cadetes era el pago
por el servicio de reparación.

Por consiguiente, resultaría difícil imputar a los cadetes el delito de tortura con
subsecuente muerte en razón al objeto de la agresión, quedando como única
alternativa de imputación el delito de homicidio agravado (asesinato con gran
crueldad).

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2. UN CRUCE TEMERARIO EN EL METROPOLITANO

Para mayor detalle hacer click aquí:


http://www.americatv.com.pe/portal/noticias/noticia/joven-que-muri-atropellado-por-
bus-del-metropolitano-cometi-negligencia

EL CASO

El pasado 15 de enero, en
inmediaciones de la cuadra
2 de la Av. Túpac Amaru,
VLADIMIR CÓRDOBA
AGUAYO, empleado de la
empresa de transportes
ZETA BUS, murió al ser
atropellado por un bus de
El METROPOLITANO
conducido por ORLANDO
NAJARRO BARRIENTOS.

En vez de cruzar por el pase peatonal de la Estación TOMÁS VALLE,


VLADIMIR CÓRDOBA decidió cruzar por el corredor vial de El
METROPOLITANO, por lo que fue impactado por el bus que se trasladaba a
una velocidad de 50 kilómetros por hora.

Vecinos del lugar acusan a la institución PRO TRANSPORTE de la


MUNICIPALIDAD DE LIMA de no colocar las rejas de seguridad en el corredor
vial para evitar el cruce de peatones por EL METROPOLITANO.

EL ANÁLISIS

En casos de accidente de tránsito, la imprudente generación de resultados


lesivos debe ser evaluada integralmente, es decir, no solo por la actuación del
sujeto activo, sino también por otros factores determinantes.

Sucede algunas veces que es la propia víctima la que produce su propio


resultado lesivo y no el sujeto activo. Así, cuando el incremento del riesgo
permitido proviene del sujeto pasivo estamos ante el principio de autopuesta
en peligro o imputación a la víctima.

Justamente, el presente caso nos permite ilustrar la atribución a la víctima de la


responsabilidad por el resultado muerte.

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Desde la perspectiva de la imputación a la conducta, es la víctima quien brinda
el carácter injusto de la conducta típica. No es el sujeto activo quien
incrementa el riesgo permitido, sino que la secuela del riesgo no permitido
deriva de la exclusiva actuación de la víctima.

La regularidad de las actuaciones en sociedad, enmarcadas hasta los riesgos


permitidos, puede verse superada al sobrepasar los roles o contravenir las
normas.

Esto no solo lo puede realizar el que pretende vulnerar un interés jurídico


ajeno, sino que también lo puede realizar su propio titular. Para ello, se espera
que el agresor mantenga una actuación standard hasta que la víctima ponga en
peligro su interés jurídico.

En el presente caso, al momento de cruzar el corredor vial, VLADIMIR


CÓRDOBA estaba superando el riesgo permitido, ya que debió esperar la
señalización del semáforo y caminar por el pase peatonal. Sin embargo,
decidió cruzar en pleno corredor vial. Esta conducta riesgosa e imprudente es
el factor determinante en la generación del resultado lesivo.

Se observa que la conducta del agresor, el chofer del bus de EL


METROPOLITANO, se ha mantenido dentro del riesgo permitido al conducir el
vehículo dentro del corredor vial y a una velocidad regular de 50 kilómetros
por hora.

Sobre la no colocación de las rejas de seguridad por parte de PRO


TRANSPORTE, es de observar que la vía cuenta con señales que prohíben el
cruce peatones por el corredor vial. Si bien la ausencia de las rejas podría
constituir una falta administrativa, no es suficiente para ser catalogada como
una conducta contributiva al incremento del riesgo permitido, toda vez que,
alternativamente, se contaba con las señales peatonales.

Por consiguiente, al constatarse la aplicación del principio de autopuesta en


peligro, la conducta del chofer del bus de EL METROPOLITANO es atípica, por
lo que no cabe sancionarle penalmente por el delito de homicidio imprudente.

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B. NOVEDADES LEGISLATIVAS
O
1. RESOLUCIÓN ADMINISTRATIVA
N. 058-2011-P-CSJLI/PJ:
DISPOSICIONES PARA CASOS DE INHIBICIÓN Y RECUSACIÓN DEL
CÓDIGO PROCESAL PENAL DE 2004

El 14 de enero de 2010, se publicó en el Diario Oficial “El Peruano” la


Resolución Administrativa Nº 058-2011-P-CSJÑI/PJ, la misma que contiene
los procedimientos para casos de recusaciones e inhibiciones que regula el
Código Procesal Penal de 2004. Dicha disposición tiene vigencia para el
distrito judicial de Lima, específicamente, para los órganos jurisdiccionales que
conocen los procesos por delitos contra la administración pública conforme a
la Ley 29648. Sus disposiciones son las siguientes:

Artículo primero. Disponer que en los casos de inhibición y


recusación, previstos en los artículos 53º y 54º del Código
Procesal Penal, de los miembros de la Sala Penal de Apelaciones,
el llamado por ley para reemplazar al magistrado saliente, será el
Juez Superior menos antiguo de las Salas Penales Liquidadoras,
empezando por la Primera Sala y continuando en forma
correlativa con las otras Salas Penales Liquidadoras.

Artículo segundo. Disponer que en los casos de inhibición y


recusación, previstos en los artículos 53º y 54º del Código
Procesal Penal, de los Jueces integrantes del Juzgado colegiado,
el llamado por ley para reemplazar al magistrado saliente, será el
Juez menos antiguo de los Juzgados Liquidadores.

Artículo tercero. Disponer que en los casos de inhibición y


recusación, previstos en los artículos 53º y 54º del Código
Procesal Penal, de los Jueces de los Juzgados Unipersonales el
expediente será redistribuido de manera aleatoria y equitativa
entre los Juzgados Unipersonales, y en su defecto, se llamará al
Juez menos antiguo de los Juzgados Liquidadores.

Artículo cuarto. Disponer que en los casos de inhibición y


recusación, previstos en los artículos 53º y 54º del Código
Procesal Penal, de los Jueces de Investigación Preparatoria, el
expediente será redistribuido de manera aleatoria y equitativa
entre los Juzgados de Investigación Preparatoria, y en su defecto,
se llamará al Juez menos antiguo de los Juzgados Liquidadores.

Para mayor análisis, haremos un breve estudio conceptual de la inhibición y la


recusación; luego describiremos la conformación de los órganos

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jurisdiccionales en el Código Procesal Penal; finalmente, expondremos nuestra
opinión.

SAN MARTIN CASTRO define a la inhibición como “el acto procesal mediante el
cual el Juez, o en su caso el Fiscal, se aparta voluntariamente del conocimiento
de una causa cuando existen causales previstas en la ley que cuestionen su
imparcialidad”1; y a la recusación como “el acto procesal por el cual las partes
legitimadas en el proceso tachan al Juez o al Fiscal al ofrecer dudas sobre su
imparcialidad por estar incursos en las causales taxativamente contempladas
en la ley”2. Ambas figuras tienen como fundamento constitucional el impedir
que se pueda dictar resoluciones por parte de un Juez respecto del cual se
tiene dudas sobre su imparcialidad.

Ahora bien, conforme al artículo 16° del Código Procesal Penal, los órganos
que tienen potestad jurisdiccional y que, por ende, serían objeto de recusación
o inhibición, son : 1) la Sala Penal de la Corte Suprema; 2) las Salas Penales de
las Cortes Superiores; 3) los Juzgados Penales, constituidos en órganos
colegiados o unipersonales, según la competencia que le asigna la Ley; 4) los
Juzgados de la Investigación Preparatoria y; 5) los Juzgados de Paz Letrados,
con las excepciones previstas por la Ley para los Juzgadores de Paz.

De esta organización, advertimos que las Salas Superiores están constituidas


por tres magistrados, presidido por el más antiguo, conforme a la asunción del
cargo. Los Juzgados Penales pueden ser unipersonales o colegiados (artículo
28, Código Procesal Penal de 2004): estaremos ante un colegiado –constituido
por tres jueces– cuando juzguen delitos cuyo extremo mínimo de la pena
privativa de libertad sea mayor de seis años; el resto de casos lo conocerá un
juzgado unipersonal.

Es de resaltar que por cuestiones estratégicas de implementación, tienen


vigencias las salas y juzgados liquidadores, dado que cumplen la función de
terminar los casos que se rigen con el antiguo sistema procesal.

En atención a este marco general de ideas, consideramos acertada la


disposición de sustituir al juez cuestionado por un juez liquidador. De este
modo, el juez liquidador deberá estar preparado para asumir el conocimiento
de un proceso penal conforme al nuevo sistema.

Se debe de dar mayor énfasis en la labor de capacitación y actualización de los


magistrados, tanto para los comprometidos con el sistema anticorrupción,
como para los demás, a fin de que puedan obtener todas las herramientas
necesarias para afrontar el nuevo sistema procesal.
1 SAN MARTIN CASTRO, César, Derecho procesal penal, T. I, 2da ed., Grijley, Lima, 2006, p. 213.
2 Loc. Cit.

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2. PROYECTO DE LEY Nº 4380/2010-CR: SE PROPONE MODIFICAR
LOS ARTÍCULOS 121-A Y 122-A DEL CÓDIGO PENAL

GENERALIDADES

El presente proyecto de ley ha sido presentado el 26 de octubre de 2010 por el


Grupo Parlamentario ALIANZA PARLAMENTARIA, atendiendo la propuesta de
la congresista ROSARIO SASIETA MORALES.

PLANTEAMIENTO

El proyecto de ley plantea la modificación de la estructura de imputación del


delito de lesiones a menores de edad (artículos 121-A y 122-A, Código Penal).
Específicamente, se amplía el marco de adecuación del sujeto activo y se
incrementa la pena conminada. Se proponen las siguientes fórmulas:

Artículo 121-A.- En los casos previstos en la primera parte del artículo


121, cuando la víctima sea menor de catorce años, la pena será privativa
de libertad no menor de cinco ni mayor de diez años.

Cuando el agente sea tutor o responsable del menor, procede además


su remoción del cargo según el numeral 2 del artículo 554 del Código
Civil e inhabilitación a que se refiere el artículo 36 inciso 5.

Cuando la víctima muere a consecuencia de la lesión y el agente pudo


prever este resultado, la pena será no menor de seis ni mayor de doce
años.

Artículo 122-A.- En el caso previsto en la primera parte del artículo


122, cuando la víctima sea menor de catorce años, la pena será privativa
de libertad no menor de tres ni mayor de seis años.

Cuando el agente sea tutor o responsable del menor, procede además


su remoción del cargo según el numeral 2 del artículo 554 del Código
Civil e inhabilitación a que se refiere el artículo 36 inciso 5.

Es usual que este tipo de iniciativas legislativas sean respuestas inmediatas a


problemas de coyuntura recogidos en los medios de comunicación, debido,
generalmente, a su impacto social. Esto se refleja en la exposición de motivos
del presente proyecto: “En los últimos días los medios de comunicación han informado
sobre la violencia que los adultos han ejercido contra indefensos menores de edad (…) Estos

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hechos que han conmocionado e indignado a la sociedad merecen una respuesta del Congreso
Nacional”.

Al respecto, consideramos que este tipo de respuestas, quizá calme la


exigencia social, mas mantiene latente la violencia familiar. Desde la
perspectiva político criminal, insistimos que son los medios de control social
inmediatos los que deben ejecutar la verdadera labor de prevención de este
tipo de conflictos.

Con relación a la estructura típica, el legislador propone ampliar el posible


círculo de autores del delito; así, el sujeto activo puede ser cualquier agresor de
un menor de catorce años, sin que se exija la existencia de algún vínculo con la
víctima (tutor, guardador o responsable del menor).

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C. NORMAS DE LA SEMANA

DEL 15 AL 20 DE ENERO

DÍA NORMA TEMA


Sábado Resolución N° 050- Disponen que la 2º y 5º Fiscalía
(15 de enero) MP-FN. Superior Especializada en Delitos de
Fiscalía de la Nación. Corrupción de Funcionarios
continúen conociendo los procesos
que se encuentran en audiencias
públicas hasta su culminación.
Martes Resolución Nº 072- Establecen la conformación de los
(18 de enero) 2011-CSJLI/PJ. Corte órganos jurisdiccionales de
Superior de Justicia emergencia para el período 1/febrero
Lima. al 2/marzo:
Sala Penal para Procesos con Reos
Libres: Carlos Escobar Antezano,
Luis Carrasco Alarcón y Nancy
Eyzaguirre Zárate.
Sala Penal para Procesos con Reos en
Cárcel: Genaro Jerí Cisneros, Juan
Aranda Giraldo y Luciano Cueva
Chauca.
6º Juzgado Penal (July Camargo
Mondragón), 15º Juzgado Penal
(Eliseo Quispe Rodríguez), 31º
Juzgado Penal (Tatihana Acosta
Roldán), 47º Juzgado Penal (Alexis
Aliaga Vargas), 51º Juzgado Penal
(Leonor Peláez Lazurtegui), 30º
Juzgado Penal (Julio Frisancho Gil),
49º Juzgado Penal (Maryori Carrizales
Porras), 28º Juzgado Penal (Betsy
Munaico Gamarra) y 44º Juzgado
Penal (Yolanda Yacila Cuya).
Miércoles Resolución Establecen la conformación de los
(19 de enero) Administrativa Nº órganos jurisdiccionales de
026-2011-P-CSJLI/PJ. emergencia para el período 1/febrero
Corte Superior de al 2/marzo: Sala Penal de Vacaciones
Justicia de Lima. y 1º y 2º Juzgado Penal Transitorio
para Procesos con Reos en cárcel

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D. PREGUNTAS Y RESPUESTAS DESDE LA
JURISPRUDENCIA

EL PROCESO POR QUERELLA

1. ¿Es necesario que en el proceso por querella se disponga una


audiencia de conciliación?

“La querella es un procedimiento especial que se rige por sus normas


pertinentes, previstas en el artículo trescientos dos y siguientes del Código de
Procedimientos Penales, estableciéndose en el artículo trescientos tres del
Código adjetivo acotado que una vez interpuesta debidamente la querella, por
la parte agraviada, el juez penal citará al querellado, al querellante y a los que
corresponda a una diligencia de comparendo, acto procesal que
imperativamente debe programarse y en la que se puede producir una
conciliación o de lo contrario un examen de las partes para luego dejar
expedito los autos para sentencia”.

Ejecutoria suprema del 15 de marzo de 1999, Queja N° 1447-98 Lima.

2. Si las expresiones difamantes afectan a varias personas, ¿debe


interponerse querellas independientes?

“En el procedimiento de querella, el ejercicio de la acción penal es ejecutado


directamente por el agraviado. Las expresiones agraviantes que afecten a
varias personas, requieren el planteamiento de querellas independientes, por lo
que lo resuelto en una no afecta el trámite de las demás acciones, no dándose,
en tal caso, una situación de cosa juzgada”.

Ejecutoria suprema del 10 de marzo de 2005, R.N. Nº 683-2004 Lima.

3. ¿El artículo 77 del Código de Procedimientos Penales regula la


emisión del auto de apertura de proceso por querella?

“La querella es un procedimiento especial que se rige por sus normas


pertinentes, previstas en el artículo trescientos dos y siguientes del Código de
Procedimientos Penales; en consecuencia, en el procedimiento de querella,
por un delito contra el honor, no procede aplicar el artículo setenta y siete del
Código Adjetivo, por resultar incompatible con las citadas normas especiales
que regulan la admisibilidad de las querellas”.

Ejecutoria Suprema del 15 de marzo de 1999, Queja N° 1447-98 Lima.

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“El juez penal, recibida la denuncia, solo abrirá la instrucción si considera que
el hecho denunciado constituye delito, que se ha individualizado a su presunto
autor y que la acción penal no ha prescrito. Tratándose de delitos perseguibles
por acción privada, el juez para calificar la denuncia podrá de oficio practicar
diligencias previas dentro de los diez primeros días de recibida la misma;
conforme lo señala el artículo setenta y siete del Código de Procedimientos
Penales y que resulta de aplicación al presente caso por ser norma procesal de
orden público y de imperativo cumplimiento”.

Sentencia del 15 de enero de 1998, Exp. Nº 7926-97 Lima.

4. ¿Cuál es el rol que cumple el agraviado en el proceso por


querella?

“El agraviado se erige en acusador privado y, por tanto, en único impulsor del
procedimiento, ya que no sólo promueve la acción penal sino que también
introduce la pretensión civil (indemnización), por lo que debe observar de
manera supletoria las disposiciones contenidas en el Código Procesal Civil; así,
está obligado al pago de tasas judiciales y podrá conciliar, desistirse, abandonar
el proceso, entre otras conductas”.

Sentencia del Tribunal Constitucional del 12 de mayo de 2006, Exp. Nº 3411-


2005-PHC/TC.

5. ¿Es necesario que el querellante se constituya como parte civil?

“En los procedimientos iniciados por querella del agraviado, o por delito
cometido por la imprenta u otro medio de publicidad, no es necesario que el
agraviado se constituya en parte civil. El agraviado debe ser tratado como
parte del proceso, con todos los derechos y obligaciones correspondientes
desde el momento en que se inicia el procedimiento”.

Tema 6, Acuerdo Nº 4 del IV Pleno Nacional Penal de Iquitos 1999.

6. ¿Cómo se tramita el recurso de apelación en los procesos por


querella?

“En la Resolución Administrativa número mil setenta y cuatro-CME-PJ


publicada en el diario oficial el catorce de enero del año en curso, ha quedado
establecida la correspondiente tasa judicial, de cuya satisfacción depende la
concesión del recurso de apelación respecto de los procesos penales sujetos a
querella; que, el recurso de apelación en materia penal, regulada en el artículo
sétimo del Decreto Legislativo número ciento veinticuatro, constituye un
derecho ejercitable en el acto mismo de la lectura de la sentencia o dentro del

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tercer día de notificada la resolución respectiva, debiéndose acompañar a la
apelación la correspondiente tasa judicial”.

Sentencia del 28 de setiembre del 2010, Exp. Nº 2961-2000 Lima.

7. ¿Procede el recurso de nulidad en los procesos por querella?

“Que en esta clase de procedimientos no procede recurso de nulidad en tanto


que por imperio del artículo uno de la Ley número veintiséis mil trescientos
cincuenta y tres, del quince de setiembre de mil novecientos noventa y cuatro,
el juez penal emite sentencia y la Sala Penal Superior conoce en recurso de
apelación, con lo que –al igual que el procedimiento sumario- culmina la fase
o periodo declarativo del mismo; que distinto es el caso del procedimiento de
sumaria investigación estatuido por el artículo trescientos catorce del Código
de Procedimientos Penales, modificado por el Decreto Ley número veintidós
mil seiscientos treinta y tres, del quince de agosto de mil novecientos setenta y
nueve, en el que expresamente se prevé el recurso de nulidad contra la
sentencia de vista que absuelve el grado en apelación de la sentencia de
primera instancia”.

Ejecutoria suprema del 10 de mayo de 2005, R.N. N° 292-2005 Lima.

8. Si la difamación se realiza a través de cartas, ¿la querella se rige


por las normas sobre juicios por delito de imprenta y otros
medios de publicidad?

“No es de aplicación lo dispuesto por el artículo trescientos catorce del


Código de Procedimientos Penales antes citado en tanto que las
comunicaciones escritas que se cuestionan no han sido exhibidas o
introducidas por un medio de publicidad, esto es, no tienen el carácter de
medios específicamente destinados a su publicidad ni constituyen en sí
mismos medios de carácter general de obvia difusión pública por estar
dirigidos a la comunidad o a colectivos ciudadanos”.

Ejecutoria suprema del 10 de mayo de 2005, R.N. N° 292-2005 Lima.

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E. JURISPRUDENCIA DESTACADA

1. La sentencia del Tribunal Constitucional del 22 de noviembre de 2010,


Exp. Nº 03495-2010-PHC/TC Arequipa (caso LOZA CAPATINTA),
analiza la prueba indiciaria. A continuación, identificamos algunos
conceptos:

¿Es posible emitir una sentencia condenatoria en base a


pruebas indiciarias?

“El juez penal es libre para obtener su convencimiento porque


no está vinculado a reglas legales de la prueba y, por ello, puede
también llegar a la convicción de la existencia del hecho delictivo
y la participación del imputado a través de la prueba indirecta
(prueba indiciaria o prueba por indicios), pero ésta debe ser
explicitada en la resolución judicial” (fundamento 3).

2. La sentencia del Tribunal Constitucional del 4 de enero de 2011, Exp.


Nº 03612-2010-PHC/TC Ayacucho (caso GUTIÉRREZ HUARCAYA),
analiza la motivación de las resoluciones judiciales. A continuación,
identificamos algunos conceptos:

¿La motivación de las resoluciones es a la vez un principio y


un derecho?

“La necesidad de que las resoluciones judiciales estén motivadas


es un principio que informa el ejercicio de la función
jurisdiccional y, al mismo tiempo, es un derecho constitucional de
los justiciables. Mediante la motivación, por un lado, se garantiza
que la impartición de justicia se lleve a cabo de conformidad con
la Constitución y las leyes (artículos 45º y 138º de la Constitución
Política del Perú) y, por otro, que los justiciables puedan ejercer
de manera efectiva su derecho de defensa” (fundamento 5).

3. La resolución del Tribunal Constitucional del 6 de enero de 2011, Exp.


Nº 00739-2010-PHC/TC La Libertad (caso GUTIÉRREZ DÍAZ), analiza
el derecho a un plazo razonable. A continuación, identificamos
algunos conceptos:

¿Cuáles son los criterios para evaluar la vulneración del


derecho a un plazo razonable del proceso?

“A efectos de evaluar, si en cada caso concreto, se ha producido


o no la violación del derecho constitucional al plazo razonable

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del proceso, siguiendo los criterios sentados por la doctrina del
Tribunal Europeo de Derechos Humanos, se ha considerado que
tal análisis necesariamente debe realizarse a partir de los
siguientes elementos: i) La naturaleza y complejidad de la causa,
ii) La actividad procesal del imputado, y iii) La actuación de los
órganos jurisdiccionales” (fundamento 3).

¿Cuáles son los parámetros que delimitan el tiempo


procesal a ser evaluado constitucionalmente?

“El término inicial del cómputo del plazo razonable del proceso
opera a partir del inicio de la investigación preliminar que
comprende la investigación policial y/o la investigación fiscal,
mientras que el término final opera en el momento en que la
persona es notificada de la decisión definitiva que supone el
agotamiento de los recursos. Sobre esta base, resulta obvio que la
evaluación de los criterios deben ser analizados de manera
especial y pormenorizada en el lapso de tiempo existente entre el
término inicial y el término final, lo que debe ser exteriorizado en
una decisión debidamente motivada, debiendo para ello el juez de
la causa recabar información documentada si fuera el caso”
(fundamento 4).

De acreditarse la vulneración del derecho a un plazo


razonable en el proceso, ¿cómo debe procederse?

“Si se constata la violación del derecho al plazo razonable del


proceso, además de estimarse la demanda: i) se ordenará al
órgano jurisdiccional que conoce el proceso penal que, en un
plazo máximo, según sea el caso, emita y notifique la
correspondiente sentencia que defina la situación jurídica, bajo
apercibimiento de tenerse por sobreseído el proceso, y ii) se
deberá poner en conocimiento del Consejo Nacional de la
Magistratura y de la Oficina de Control de la Magistratura para
que inicien las investigaciones pertinentes a los jueces que
vulneraron el derecho al plazo razonable del proceso”
(fundamento 4).

4. La sentencia del Tribunal Constitucional del 6 de enero de 2011, Exp.


Nº 01674-2010-PHC/TC Lima (caso MEJÍA MUÑOZ), analiza el ne bis
in idem. A continuación, identificamos algunos conceptos:

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¿Qué es el principio de ne bis in idem material?

“El ne bis in ídem es un principio que informa la potestad


sancionadora del Estado, el cual impide –en su formulación
material- que una persona sea sancionada o castigada dos (o más
veces) por una misma infracción cuando exista identidad de
sujeto, hecho y fundamento” (fundamento 3).

¿Qué es el principio de ne bis in idem procesal?

“En su vertiente procesal, en cambio, tal principio comporta que


«nadie pueda ser juzgado dos veces por los mismos hechos», es
decir, que un mismo hecho no pueda ser objeto de dos procesos
distintos o, si se quiere, que se inicien dos procesos con el mismo
objeto. Con ello se impide, por un lado, la dualidad de
procedimientos, así como el inicio de un nuevo proceso cuando
concurra la referida triple identidad entre ambos procesos”
(fundamento 3).

¿Si el primer proceso ha sido declarado nulo, se puede


cuestionar al segundo proceso por vulnerar el principio del
ne bis in idem?

“En aquellos casos en los que el primer proceso seguido contra


el procesado sea declarado nulo, no existirá tal vulneración del
derecho. En efecto, dado que la exigencia primaria y básica de la
dimensión procesal del ne bis in ídem es impedir que el Estado,
arbitrariamente, persiga criminalmente a una persona por más de
una vez, este Tribunal considera que tal arbitrariedad no se
genera en aquellos casos en los que la instauración y realización
de un proceso penal se efectúa como consecuencia de haberse
declarado la nulidad del primer proceso, tras constatarse que este
último se realizó por una autoridad jurisdiccional que carecía de
competencia ratione materiae para juzgar un delito determinado. Y
es que la garantía al interés constitucionalmente protegido por
este derecho no opera por el solo hecho de que se le oponga la
existencia fáctica de un primer proceso, sino que es preciso que
éste sea jurídicamente válido” (fundamento 4).

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F. COMENTARIO A LA JURISPRUDENCIA

INHIBICIÓN: CUANDO ENTRE EL JUEZ Y UNA DE LAS PARTES


EXISTEN VÍNCULOS CONTRACTUALES

SALA PENAL PERMANENTE


R. N. Nº 2646-2002 Arequipa

Lima, veintidós de enero del dos mil tres.-

VISTOS; de conformidad con el dictamen del señor


fiscal supremo; y CONSIDERANDO además: que el
fundamento de la inhibición del vocal de la Segunda Sala
Penal de la Corte Superior de Arequipa, (...), radica en
que es deudor del Banco Santander Central Hispano, por haber
adquirido un préstamo con garantía hipotecaria, conforme se
advierte de los documentos de fojas once a veinte, entidad
que ha sido comprendida en el proceso principal sometido a su
conocimiento; que el artículo veintinueve inciso seis del Código De
Procedimientos Penales establece como causal de inhibición, que el
magistrado sea acreedor o deudor del inculpado o del agraviado, sin
que se requiera para su procedencia la acreditación del
requerimiento de la deuda o que se haya incurrido en mora, en
consecuencia: DECLARARON HABER NULIDAD
en la resolución recurrida de fojas siete, su fecha
veintiocho de junio del dos mil dos, que declara
infundada la inhibición formulada por el señor vocal (...);
reformándola, declararon fundada la inhibición
formulada por el vocal superior (...), debiendo
continuarse el proceso con el magistrado llamado por ley;
cuaderno de inhibición derivado de la instrucción seguida
contra Genoveva Rebeca Llerena Quijandría por delito
de apropiación ilícita, en agravio del Banco Santander
Central Hispano; y los devolvieron.

EL ANÁLISIS

Como acto procesal del magistrado, la inhibición implica su apartamiento


voluntario del conocimiento del proceso. En ese sentido, la jurisprudencia ha
definido a la inhibición como “un acto de motu propio que corresponde a los
magistrados por lo que ninguna de las partes de un proceso está facultado
para solicitarla, ya que si duda de la imparcialidad de la autoridad jurisdiccional

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puede hacer uso de los recursos previstos en nuestro ordenamiento penal
adjetivo” (ejecutoria suprema del 19 de mayo de 1988, Exp. Nº 84-82)3.

Asume la inhibición las mismas causales de la recusación por referencia


expresa del artículo 30º del Código de Procedimientos Penales, las que bajo un
sistema cerrado y casuístico invoca las únicas causales pasibles de amparar
(artículo 29º). De las causales cerradas es menester señalar aquellas en las que
el magistrado se vincula con el hecho punible (cuando el magistrado resulte
agraviado por el hecho punible o si ha presenciado el acto delictuoso y le
corresponde declarar como testigo), con el autor o el agraviado del hecho
punible (si ha sido cónyuge, tutor o curador; si es pariente consanguíneo hasta
el cuarto grado o existe afinidad hasta el segundo grado; es hijo adoptivo o
espiritual; si es acreedor o deudor), y si ha intervenido anteriormente en el
proceso del hecho punible (en la instrucción como juez inferior, o como
Miembro del Ministerio Público; como perito o testigo; como abogado
defensor). Bajo esta clasificación tripartita de causales, por motivos de
comentario de la ejecutoria suprema, es necesario incidir en la causal
económica de vinculación.

La ejecutoria en comentario cuestiona la imparcialidad de los magistrados en


cuanto se aprecia que se guarda cierta relación económica con la parte
agraviada (una entidad bancaria). Se confirma la inhibición al establecer que el
magistrado es deudor de la entidad bancaria por haber adquirido un préstamo
con garantía hipotecaria. Por tales motivos, es necesario precisar los alcances
de lo que se debe entender cuando un magistrado es acreedor o deudor del
inculpado o agraviado y la necesaria acreditación del requerimiento de la
deuda.

Cuando el magistrado cuenta con la condición de acreedor (sujeto activo de la


deuda) o deudor (sujeto pasivo de la deuda) frente a una de las partes
(inculpado o agraviado) se entiende que entre ambos existe una relación
jurídica patrimonial u obligacional cuyos intereses como partes del mismo
puede comprometer otras relaciones ajenas a la misma, como la que ostentan
en un proceso penal. Por lo que se establecería una “predisposición favorable,
la condición del acreedor, en cuanto éste aspira a que el patrimonio de su
deudor no sufra desmedro y ponga en riesgo la percepción de su crédito. Por
análogas razones, se halla predispuesto el deudor frente a su acreedor”4. Así,
se comprometería la independencia e imparcialidad del magistrado y sería
controvertida su competencia funcional.

En ese sentido, el requerimiento de la deuda –cualquiera sea la posición en la


que se encuentre el magistrado en la relación patrimonial– constituye el
3 Guía Rápida de Jurisprudencia Penal y Procesal Penal, Gaceta Jurídica, Lima, 2001, p. 168.
4 CUBAS VILLANUEVA, Víctor, El proceso penal, 6ta. ed., Palestra, Lima, p. 152.

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elemento central de determinación de la inhibición y, por lo tanto, debe estar
vigente durante el desarrollo del proceso.

No cualquier requerimiento de deuda es susceptible de generar el


quebrantamiento de la presunción de imparcialidad, pues como refiere
GARCÍA RADA “en cada caso debe examinarse si esa relación comercial puede
influir en la resolución del juicio; es decir, si lo económico decidirá el parecer
del juez”5. Más que las formas que puede asumir la acreencia, el monto que
compromete la misma puede ser decisivo para que se vulnere la imparcialidad
del magistrado, debiendo de tratarse de un requerimiento de deuda
“obviamente de un valor más o menos apreciable, que pueda inclinar al
juzgador”6. La ejecutoria suprema ha estimado suficiente como requerimiento
de deuda el préstamo con garantía hipotecaria que tiene el magistrado con la
entidad bancaria agraviada.

En todos los casos, estimamos necesario que el requerimiento de la deuda sea


de valor considerable, pues ello permitirá inferir la parcialidad o imparcialidad
del magistrado; por lo que es menester que en los pronunciamientos por
inhibición se precise el valor de la deuda requerida y las implicancias
comprometedoras con la imparcialidad del magistrado.

5 GARCÍA RADA, Domingo, Manual de Derecho Procesal Penal, 8a ed., Eddili, Lima, p. 67
6 SAN MARTÍN CASTRO, César, Derecho Procesal Penal, T. I, 2a. ed., Grijley, Lima, p. 215.

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G. CONSULTA DESDE EL CÓDIGO PROCESAL PENAL

LA INTERVENCIÓN DE LAS COMUNICACIONES

1. ¿Quién solicita la intervención y grabación de comunicaciones


telefónicas, radiales u otra forma de comunicación?

Lo solicita el Fiscal al Juez de la Investigación Preparatoria (artículo 230,


Código Procesal Penal). El actor civil puede proponerle al Fiscal la solicitud
de esta medida.

2. ¿En qué fase del proceso se puede solicitar la intervención de las


comunicaciones?

Durante la investigación preparatoria, el fiscal puede presentar su


requerimiento de intervención y grabación de las comunicaciones al Juez de la
Investigación Preparatoria (artículo 230.1, Código Procesal Penal).

3. ¿Qué presupuestos materiales se requiere para que proceda la


intervención de las comunicaciones?

Se requiere de los siguientes presupuestos concurrentes (artículo 230.1,


Código Procesal Penal): a) Que el delito que se investiga esté sancionado con
pena superior a los cuatro años de privación de libertad. b) Que existan
suficientes elementos de convicción respecto de la comisión del delito. c) Que
la intervención sea absolutamente necesaria para alcanzar los fines de la
investigación

4. ¿Contra quién procede la intervención de las comunicaciones?

Contra el investigado o las personas de las que cabe estimar, en mérito a datos
objetivos, que reciben o tramitan por cuenta del investigado determinadas
comunicaciones (artículo 230.2, Código Procesal Penal).

5. ¿Qué requisitos formales debe contener el requerimiento fiscal de


intervención de las comunicaciones?

El requerimiento fiscal debe contener los datos de identidad de la persona


afectada, su dirección, la identidad del teléfono u otro medio de comunicación
o telecomunicación a intervenir, grabar o registrar; la forma de intervención,
su alcance, el tiempo de duración; la autoridad fiscal o policial que se
encargará de la diligencia de interceptación y grabación o registro (artículo
230.3, Código Procesal Penal).

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6. ¿Cómo se tramita el requerimiento fiscal de intervención de las
comunicaciones?

El Juez de la Investigación Preparatoria resolverá, mediante trámite reservado


e inmediato, teniendo a la vista los recaudos que justifiquen el requerimiento
fiscal (artículo 226.4, Código Procesal Penal).

7. ¿El fiscal puede impugnar la denegación de la medida requerida?

Sí. El recuso será tramitado de forma reservada por la Sala Superior, sin contar
con la opinión del Fiscal Superior (artículo 230.1, Código Procesal Penal).

8. ¿Qué obligaciones tienen las empresas telefónicas y de


telecomunicaciones en la diligencia de intervención de las
comunicaciones?

Las empresas telefónicas y de telecomunicaciones deberán posibilitar la


diligencia de intervención y grabación o registro, bajo apercibimiento de ser
denunciados por desobediencia a la autoridad. Los encargados de realizar la
diligencia y los servidores de las indicadas empresas deberán guardar secreto
acerca de la misma, salvo que se les cite como testigos (artículo 230.4, Código
Procesal Penal).

9. ¿Cómo se registran las comunicaciones intervenidas?

La intervención de las comunicaciones será registrada mediante su grabación


magnetofónica u otros medios técnicos análogos que aseguren la fidelidad del
registro. La grabación será entregada al Fiscal, quien dispondrá su
conservación con todas las medidas de seguridad correspondientes y cuidará
que la misma no sea conocida por terceras personas (artículo 231.1, Código
Procesal Penal).

10. ¿La intervención y la grabación de comunicaciones puede ser


interrumpida antes de vencerse el plazo dispuesto por el Juez de
la Investigación Preparatoria?

Sí. La medida de injerencia deberá ser interrumpida inmediatamente si es que


desaparecen los elementos de convicción que justifican la medida (artículo
230.5, Código Procesal Penal).

11. Luego de ejecutada la medida de intervención y realizadas las


investigaciones inmediatas correspondientes, ¿se pondrá en
conocimiento del afectado todo lo actuado?

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La notificación al afectado solo procederá en los casos que el objeto de la
investigación lo permita y no se advierta la posibilidad de un peligro para la
vida o la salud de terceras personas. De no darse esos requisitos, el secreto de
las actuaciones debe ser dispuesto mediante una resolución judicial motivada y
estará sujeta a un plazo que el Juez fije (artículo 231.3, Código Procesal Penal).

12. ¿Qué mecanismo legal tiene el afectado para cuestionar la


intervención de sus comunicaciones dentro del proceso penal?

Dentro del plazo de tres días de notificado, el afectado por la medida podrá
instar al juez a un reexamen. La audiencia judicial de reexamen se realizará en
el más breve plazo y tendrá como objeto verificar sus resultados (artículo
231.4, Código Procesal Penal).

Página 23
H. BIBLIOGRAFIA ESPECIALIZADA

LOS DIEZ PRINCIPALES LIBROS DEL DERECHO PENAL SEGÚN JESÚS


MARÍA SILVA SÁNCHEZ

En un trabajo breve publicado en la Revista Electrónica INDRET, JESÚS


MARÍA SILVA SÁNCHEZ identifica los diez principales libros que abordan la
discusión dogmático penal entre el período 1989 al 2003. A continuación, les
presentamos las obras:

1. FERRAJOLI, Luigui, Diritto e ragione. Teoria del garantismo penale, Bari,


Gius. Laterza & Figli, Roma, 1989.

2. JAKOBS, Gunther, Strafrecht Allgemeiner Teil. Die Grundlagen und die


Zurechnungslehre, Lehrbuch, 2. Auflage, Walter de Gruyter, Berlin/New
Cork, 1991.

3. ROXIN, Claus, Strafrecht Allgemeiner Teil, Band I, 3. Auflage, C.H. Beck,


München, 1997.

4. KÖHLER, Michael, Strafrecht Allgemeiner Teil, Springer,


Berlin/Heidelberg y New York, 1996.

5. WOLTER/FREUND (Hrsg.), Straftat, Strafzumessung und Strafproze im


gesamten Strafrechtssystem, C.F. Müller, Heidelberg, 1996.

6. ROBINSON, Paul H., Structure and Function in Criminal Law, Oxford


University Press, New York, 1997.

7. DUFF, Anthony, Philosophy and the Criminal Law. Principle and Critique,
Cambridge University Press, New York, 1998.

8. PRADEL, Jean/CORSTENS, Geert, Droit penal européen, 2 édition,


Dalloz, Paris, 2002.

9. AMBOS, Kai, Der Allgemeine Teil des Völkerstrafrechts. Ansätze einer


Dogmatisierung, Duncker & Humblot, Berlin, 2002.

10. ALBRECHT, Peter-Alexis, The Forgotten Freedom. September 11 as


Challenge for European Legal Principles, BWV, Berlin, 2003.

Página 24
I. RECOMENDACIONES BIBLIOGRÁFICAS

1. EL PROCESO PENAL. NOCIONES BÁSICAS

CLASIFICACIÓN
DERECHO PROCESAL PENAL

EL LIBRO

De una manera sencilla, esta obra


nos muestra los pilares básicos en
los que se sustenta el proceso
penal.

Se abordan las nociones esenciales


del Derecho Procesal Penal, como
son la función y potestad
jurisdiccional, sus fuentes, la
organización jurisdiccional penal,
los sujetos procesales, los tipos de
procesos y los derechos
fundamentales que deben estar
presentes en las actuaciones de los
Tribunales.

Así también, este libro incluye una


selección de jurisprudencias tanto del Tribunal Constitucional como del
Tribunal Supremo relativas a los temas antes mencionados.

EL AUTOR

RICARDO RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ es magistrado titular del Juzgado Penal


Nº 16 de Madrid. Entre sus publicaciones resaltan “El procedimiento penal
abreviado y los juicios rápidos”, “Los recursos en el proceso penal”,
“Derechos fundamentales y garantías individuales en el proceso penal”, “El
recurso de casación penal practico: doctrina, jurisprudencia, escritos,
regulación legal (concordada y comentada)” y “Diccionario de jurisprudencia
procesal penal”.

Página 25
1. LAS AUDIENCIAS PRELIMINARES DEL NUEVO SISTEMA ACUSATORIO

CLASIFICACIÓN
DERECHO PROCESAL PENAL

EL LIBRO

Se desarrollan las audiencias


preliminares reguladas en el nuevo
Código de Procedimiento Penal
de Colombia, así como otras
nuevas audiencias surgidas a raíz
de las interpretaciones de la Corte
Constitucional y de la Corte
Suprema de Justicia.

Las recientes modificaciones


normativas al nuevo código
colombiano, los aportes
jurisprudenciales y la praxis
judicial han motivado la tercera
edición de esta obra.

Además, a diferencia de las


anteriores ediciones, este libro
contiene un apartado en el que se analizan los tipos de controles de garantías
que se efectúan en audiencia oral y los derechos fundamentales que son objeto
de control de garantías.

EL AUTOR

CARLOS MARIO ZAPATA BETANCUR es magistrado del 11º Juzgado Penal del
Circuito de Medellín. En el año 2006 publicó la primera edición de su libro
“Las audiencias preliminares del nuevo sistema acusatorio”.

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