ADOBE
La gradación del suelo debe aproximarse a los siguientes porcentajes: arcilla 10-20%, limo 15-
25% y arena 55-70%, no debiéndose utilizar suelos orgánicos. Se debe retirar piedras mayores
a 5 mm. y otros elementos extraños.
Los adobes podrán ser de planta cuadrada o rectangular y en el caso de encuentros con
ángulos diferentes de 90°, de formas especiales.
Para adobes rectangulares, el largo debe ser aproximadamente el doble del ancho. La relación
entre el largo y la altura debe ser de 4 a 1. En lo posible la altura debe ser mayor a 8 cm.
- Los cimientos para los muros deberán ser concreto ciclópeo o albañilería de piedra. En zonas
no lluviosas de comprobada regularidad e imposibilidad de inundación, se permitirá el uso
demortero Tipo II para unir la mampostería de piedra.
Debe tener como mínimo 40 cms. de espesor. La longitud máxima del muro entre arriostre
verticales será 12 veces el espesor del muro. Se recomienda una altura de muro entre 2.40
a 3m.
VANOS
El ancho máximo de puertas y ventanas (vanos) será de 1/3 de la longitud del muro y la
distancia entre el borde libre al arriostre vertical más próximo no será menor de 3 ni mayor de
5 veces el espesor del muro. Se exceptúa la condición de 3 veces el espesor del muro en el
caso que el muro esté arriostrado al extremo.
ELEMENTOS Y ARRIOSTRES
Para que un muro o contrafuertes se considere como arriostrevertical tendrá una longitud en
la base mayor o igual que 3 veces el espesor del muro que se desee arriostrar.
Pueden usarse como elementos de arriostre vertical, en lugar de los muros transversales o de
los contrafuertes de adobe, refuerzos especiales como son las columnas de
concreto armado. Los arriostres horizontales son elementos o conjunto de elementos que
poseen una rigidez suficiente en el plano horizontal para impedir el libre desplazamiento
lateral de los muros.
Los elementos de arriostre horizontal más comunes son los denominados viga collar o
solera. Estas pueden ser de madera o en casos especiales de concreto madera.
TECHO
Los techos deberán en lo posible ser livianos, distribuyendo su carga en la mayor cantidad de
muros, evitando concentraciones de esfuerzos en los muros; además, deberán estar
adecuadamente fijados a éstos a través de la viga solera.
Los techos deberán ser diseñados de tal manera que no produzcan en los muros, empujes
laterales que provengan de las cargas gravitacionales. En general, los techos livianos no
contribuyen a la distribución de fuerzas horizontales entre los muros.
PISOS
Para un mejor acabado y protección a agentes externos (frío, humedad, insectos, etc.) que
afecten la salud de las personas, se pueden revestir los muros externos con barro o mortero de
cemento. Interiormente el revestimiento puede ser hecho a base de yeso, barro o cemento.
Los primero que debemos hacer antes de comenzar a trabajar en el terreno es
medir y cortar los polines que sean necesario, para eso usamos la sierra circular.
Delimitar el área
Cavar hoyos
Con el área delimitada marcamos en cada esquina el lugar donde irán los pollos.
Para eso hacemos un hoyo de 30 cm de profundidad. Dependiendo de la calidad
y dureza del suelo podemos necesitar, además de la pala, usar una picota.
Perforar pilar
Atravesar el perno
Repetir procedimiento
Necesitará ayuda de otra persona para que vaya sujetando las partes del marco,
ya que las perforaciones para los pernos se tiene que ir haciendo
simultáneamente se va comprobando la intersección entre pilar y marco.
Montar trillage
Luego para terminar el módulo montamos el trillage que lo fijamos con tornillo
para madera.
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Plantar parras
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Ampliar
Cuando queramos hacer el segundo módulo sólo necesitaremos agregar 2 pilares
más, ya que para montar el marco y trillage usaremos 2 del primer módulo.
Armaduras de cubiertas.
Por armaduras, se definen las estructuras de maderas que sustentan las cubiertas de distintas
formas de albergues, desde casas a chozas. La llamada “carpintería de lo blanco” era la
disciplina por la cual se realizaba el cerramiento de los muros, tanto para una casa solariega
como una choza.
En el caso de las chozas, estas armaduras solían ser de carácter ligero, pues el recubrimiento
exterior, era de tipo vegetal, aunque también se incorporaban en algunos casos la teja.
Aparecen armaduras, tanto en las chozas enteramente vegetales, como en las mixtas, siendo
sus sistemas de apoyo, bien con palos rígidos o varas flexibles. La forma depende del tipo de
planta. Para las circulares, en la mayoría de los casos, la solución era una estructura de tipo
cónico, más o menos apuntada, que reunía en un vértice una serie de maderas, bien clavadas,
atadas o simplemente trabadas, todo ello convenientemente arriostrado con hileras de
“latas”, sobre las que se techaba luego con retamas, paja o juncos.
En las de tipo mixto, y especialmente en las de mayor diámetro, el trabajo de carpintería era
más elaborado, encontrándose armaduras con sistemas regulares, totalmente planificados.
Para su realización sólo se requería de una cuerda, que hacía las funciones de compás y cinta
métrica. Con ella podían plantearse sistemas geométricos, exagonal en el caso de las “Chozas
de la Pellejera” en Belalcázar. En otros casos, en los que se sobrepasaba en más de 5 m. el
diámetro del habitáculo interior, era necesario un puntal o pie derecho central, que reforzara
el empuje de la cubierta, como podría ser el caso de la “Choza del Charco de la Rosa”, en el
Guijo.
De la segunda opción, esto es las apuntadas, sólo se ha encontrado un caso con armadura de
madera, pues la mayoría se solucionaban con cúpula semiesférica de ladrillo. Este tipo, podría
denominarse de “péndulo”, pues con una baja inclinación se reúnen las maderas en vértice
con una pieza así denominada. Este armazón se forraba con “tiguillos”, unos palitos de
madroño o coscoja recubiertos de barro, sobre los que se fijaban finalmente las tejas.
Armadura de la "Choza de la Jineta",
en Fuente Obejuna.
En cuanto a las de planta rectangular, igualmente se documentas dos variantes. Por un lado,
las de dos aguas sobre viga cumbrera y cuchillas, llamadas “chozas de hormazo” en algunas
zonas; y las de cuatro aguas. Las cubiertas de este último tipo, se alzaban en unos ángulos
realmente inclinados. Esta solución viene condicionada para evitar el empuje del peso de la
cubierta sobre los muros de carga, y por añadidura para drenar rápidamente el agua de lluvia.
Aún así, en algunas construcciones se añadían contrafuertes de ladrillo en puntos de
debilitamiento de la mampostería o tapial. El sistema para construirlas, se asemejaba a la
clásica armadura mudéjar[1] de “lima bordón”, aunque en una versión mucho más tosca. Las
“segueras” cabrios o pares, se empotraban en el muro directamente, durmiendo sin apoyarse
en solera alguna; no existían “horcones”, descansando el peso de toda la estructura sobre el
zócalo de obra; los pares confluyen en una débil “cumbrera” a modo de “hilera” y para
contrarrestar su abarquillamiento aparece un elemento innovador, el “nudillo” que
se atraviesa en su tercio superior. Otros elementos que conforman el encuentro de los cuatro
planos del techo “testeros y guarderas” son las “limas” y las “manguetas o partorales”. En
cuanto al forro vegetal, tanto materiales como técnica son las mismas que las empleadas en
otras chozas, con la única salvedad de que se dejaba un amplio alero que descansaba sobre el
tapial.