El aumento del CO2 llegará a dejar a los océanos, lo que perturbará la biodiversidad
marina, sobre todo en zonas costeras. Los países más afectados coinciden con los países
más contaminantes del mundo: EE.UU., China, Japón, Canadá, Reino Unido y Corea.
Si las conjeturas lanzadas se cumplieran, muchos mares del mundo podrían llegar a
tener aguas corrosivas para sus habitantes marinos, como corales, moluscos, algas,
equinodermos, crustáceos…
Un objetivo aceptable par evitar estas catástrofes, sería que los gobiernos acordaran un
techo de 350ppm de dióxido de carbono, situación posible si se alcanza una reducción
de emisiones del 85% por debajo respecto del año 2000.
Existe una relación entre el calor de los océanos y la falta de oxígeno, reduciendo el
tiempo de supervivencia de los organismos un 74%, en las condiciones actuales de
estos.
Las zonas marinas dónde más se nota son los estuarios, las bahías cerradas, los lugares
con exceso de presión humana y las áreas con poca circulación de agua. A estas
condiciones se suman las riadas en las que el agua dulce y la materia orgánica
arrastradas, ahogarán más las costas, produciendo mayores niveles de estancamiento.
De entre todos los organismos marinos, los primeros damnificados serán los crustáceos,
mucho más sensibles tanto al aumento de la temperatura como a la falta de oxígeno. En
cambio, la resistencia al cambio climático la podrían liderar los moluscos, mucho mejor
preparados para defenderse de estas situaciones adversas, ante las que responden con
distintas estrategias.
Fitoplancton
El profesor Lloyd Peck, autor principal del estudio, dice: “aunque esta es una pequeña
cantidad de carbono comparada con la emisión global de gases de efecto invernadero en
la atmósfera es, en cambio, un importante descubrimiento. Muestra la habilidad de la
naturaleza para prosperar en medio de la adversidad. Necesitamos calibrar esta
absorción natural de carbono en nuestros cálculos y modelos para predecir el cambio
climático en el futuro. No sabemos si veremos más eventos de este tipo en el resto de la
costa antártica pero es algo en lo que nos vamos a detener para analizar en detalle”.
Este investigador y su equipo compararon los registros de retirada glaciar costera con
los de densidad de clorofila (el pigmento de las plantas verdes esencial para la
fotosíntesis) en el océano. Hallaron que en los últimos 50 años, el hielo fundido ha
dejado al menos 24.000 kilómetros cuadrados de nuevas aguas abiertas en el mar en
torno a la Península Antártica, zona que ha sido colonizada por fitoplancton que absorbe
carbono. De acuerdo con los autores, este fenómeno representa el segundo mayor factor
activo contra el cambio climático con origen en la propia naturaleza tras la aparición de
nuevos bosques en tierra firme en la zona del Ártico.
Glaciares
Cada vez son más los informes científicos que alertan sobre los efectos irreversibles del
deshielo de los glaciares a nivel global, debido a los efectos en cadena que originaría.
El más inmediato, un incremento del nivel del mar (que ya avanza cada año 1,8 cms.),
hasta llegar a los 7 metros en mil años, y un aumento de la temperatura anual superior a
un grado desde hace varias décadas.
Éstas unidades que pueden parecer pequeñas a ojos de un profano, esconden una gran
merma en las cosechas mundiales, una triplicación de la población afectada por el
hambre, y miles de millones de desplazados ante el avance del desierto y la falta de
agua dulce, que constituye sólo un 3% del total de agua disponible en la Tierra. Un
estudio encargado por el gobierno británico advirtió del poco margen de maniobra que
tenemos para mantener los gases de efecto invernadero por debajo de los niveles
“catastróficos”.
Los científicos creen que existe la tecnología para frenar el cambio climático, como las
energías renovables o utilizar un tipo de carbón cuya combustión no emita tanto CO2,
pero admiten que su puesta en práctica topa con enormes resistencias económicas,
políticas y de costumbres. Un consenso emergente en la comunidad científica insiste en
la necesidad de urgentes y apreciables recortes en las emisiones de dióxido de Carbono.
Los glaciares, finalmente, abastecen a los grandes ríos, de los que beben millones de
personas; si se funden, provocarán inundaciones en un primer momento, seguidas de
largos períodos de sequía. Mientras tanto, según todos los cálculos oficiales, el
termómetro sigue subiendo.
Deshielo
Campaña Acex