Individuales:
1. EL INDUCTIVISMO
2. EL PROBLEMA DE LA INDUCCIÓN
Este problema radica en el asunto de si un cierto resultado obtenido mediante inducción está
justificado epistemológicamente, es decir, si la inducción produce conocimiento.
El problema de la inducción fue introducido por David Hume, quien postuló que todo el
razonamiento humano pertenece a dos clases o ámbitos.
David Hume (Edimburgo, 7 de mayo de 1711 – ibídem, 25 de agosto de 1776 fue
un filósofo, economista, sociólogo e historiador escocés constituye una de las figuras más importantes de la
filosofía occidental y de la Ilustración escocesa.
A) relaciones de ideas: involucran conceptos abstractos como la lógica o las matemáticas y están
gobernadas por las certezas de la implicación lógica de la deducción.
B) relaciones de hechos: derivan de la experiencia empírica donde todos los razonamientos son
inductivos
POSIBLES RESPUESTAS AL PROBLEMA DE LA INDUCCIÓN
1. Podemos aceptar que la ciencia se basa en la inducción y la demostración que hizo Hume de
que no se puede justificar la inducción apelando a la lógica o a la experiencia, y concluir que
la ciencia no se puede justificar de un modo racional.
2. Una segunda respuesta consiste en atenuar la exigencia inductivista de que todo el
conocimiento no lógico se tenga que derivar de la experiencia y argumentar en favor del
principio de inducción basándose en alguna otra razón.
3. Una tercera respuesta al problema de la inducción supone la negación de que la ciencia se base
en la inducción. Se evitará el problema de la inducción si se puede establecer que la ciencia no
conlleva la inducción. Esto es lo que intentan hacer los falsacionistas (El falsacionismo es
una doctrina epistemológica aplicada a las ciencias que propone la falsabilildad como criterio
para distinguir lo que es ciencia de lo que no es.)
5. EL CRITERIO DE LA VERDAD
a) El concepto de la verdad: es la relación del contenido del pensamiento con el objeto.
b) El criterio de la verdad: se puede decir que es la ausencia de la contradicción, debe haber
una concordancia del pensamiento consigo mismo.