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“Esas ambigüedades, redundancias y deficiencias recuerdan las que el

doctor Franz Kuhn atribuye a cierta enciclopedia china que se titula


Emporio celestial de conocimientos benévolos. En sus remotas páginas
está escrito que los animales se dividen en (a) pertenecientes al
Emperador, (b) embalsamados, (c) amaestrados, (d) lechones, (e)
sirenas, (f) fabulosos, (g) perros sueltos, (h) incluidos en esta
clasificación, (i) que se agitan como locos, (j) innumerables, (k)
dibujados con un pincel finísimo de pelo de camello, (l) etcétera, (m)
que acaban de romper el jarrón, (n) que de lejos parecen moscas.”
(Borges 1952: 158-159).

En marzo del 2010 el periódico El Mundo publicó una noticia difundida por agencia EFE, en
ella se afirmaba que Turquía penalizaría las inseminaciones con esperma u óvulos ‘extranjeros’,
mientras que la Asociación turca de Ginecólogos y Obstetras definían a la medida de racista, un
periódico turco “Aksam” sostenía que la ley estaba destinada a proteger la “raza turca”. Al mismo
tiempo un experto recordaba la normativa europea e insistía que era hacia allí donde deberían ir y
al mismo tiempo agregaba que “Incluso en Irán está permitido”.

Raza, racismo, nacionalismo y estado se citan unos a otros, a veces de modo manifiesto y
otras de modo solapado, como si fuera un juego de Matrioskas donde al retirar una prenoción nos
encontramos que dentro hay otra, y otra, y otra.

Raza y racismo son términos que responden a determinadas coyunturas sociales, históricas
y discursivas, distinguiéndose del “racismo biológico” porque no utilizan a las características
fenotípicas como marcadores de la diferencia, sino que utilizan definiciones culturales para
actualizar su propio contenido (Restrepo 2004). Tanto el uso de raza como de racismo están
contenidos en el nacionalismo aunque con distintos fines. La búsqueda de la protección de la “raza
turca”, en el caso del texto analizado, establecería un límite de reconocimiento del otro
recurriendo la equivalencia tradicional que decía una raza = una cultura = un lenguaje (Barth
1976), a lo que podríamos agregarle que también sería igual a un territorio común. De ello
resultaría una comunidad internamente homogénea, endogámica, en una determinada geografía,
compartiendo una historia común y que necesitaría de un otro para constituirse a si misma. El
racismo, por otro lado, es el establecimiento de un otro por medio de la estigmatización discursiva
de ciertas particularidades que pueden o no encontrar su opuesto a partir de las clasificaciones en
que se basa el reconocimiento de los pares, y su función es la de expulsar al Otro (Restrepo 2009).
Si bien en el artículo que estamos considerando no se hace mención al genocidio armenio a manos
de estado turcos, creo que puede ser de utilidad traerlo a esta conceptualización, debido a los
alcances que pueden tener las políticas implementadas por los estados bajo las nociones de raza y
racismo, como dice Wolf “Los nombres se volvieron cosas y a las cosas señaladas con una x se les
podía considerar como blancos de guerra” (Wolf 2005: 21).

Esta distinción entre propios y ajenos remite también a la concepción de estado, más
precisamente al principio nacionalista que define los alcances de la nación. Estas definiciones, que
como vimos contextualizadas a circunstancias particulares tanto social como históricamente, son
arbitrarias de tal modo que pueden producirse diversas situaciones que infringirían estos límites
(Gellner 1983). Resultaría transgresor de este límite, por ejemplo, la fertilización asistida realizada
en el extranjero con un material “genético – Otro”, máxime si sabemos que poco menos de 100
mujeres al año recurren a estas prácticas médicas. Aunque el número resulte exiguo en cantidad
suponemos que no debe serlo en cuanto a la clase social que deben pertenecer dichas mujeres, si
bien esto es un presunción, vale destacar el elevado costo de estas intervenciones. Aquí radicaría
lo que Gellner llama la mayor de las transgresiones del principio nacionalista “para los
nacionalistas constituye un desafuero político completamente inadmisible el que los dirigentes de
la unidad política pertenezcan a una nación diferente de la de la mayoría de los gobernados.”
(Gellner 1983: 13-14). Un niño nacido de este “mix genético” dentro de la élite del poder sería un
serio desafío al principio nacionalista.

Retomando el artículo periodístico volvemos sobre la palabra del obstetra cuando establece
como horizonte utópico a la Unión Europea (UE) y el velado rechazo a su antítesis Irán. Turquía se
encontraba hacia 2010 inmersa en el proceso de ser reconocida como miembro del mercado
común europeo, pasaría a formar parte del vecino primer mundo y dejaría de ser otro país
tercermundista como Irán, que a su pesar si realizan inseminaciones artificiales a cualquiera que
así lo quisiera (o pudiera). El mismo profesional que antes había acusado de racista a una ley no
tenía problema en decir que “Incluso en Irán está permitido y la mayoría delas árabes que quieren
tener hijos van a Irán”, bajo riesgo de que parezca un análisis del discurso creo que es notorio que
la utilización de incluso es a modo de límite, es en el sentido hasta esos Otros (feos, sucio y malos)
lo hacen y en cambio nosotros no. El racismo como discurso permea la porosidad social
naturalizando las palabras, y acaba reemplazando la cosa por un modelo falso de la realidad (Wolf
2005: 19).

Podemos ver como raza, racismo, nacionalismo y estado se entrelazan y construyen


mutuamente, creando en el sentir nacional una Comunidad Imaginada , porque aunque es
imposible que todos se conozcan, comparten entre ellos un constructo, un ideal común acerca de
quien pertenece a esta comunidad (Anderson 1993).
Bibliografía

• Barth, Frederik (1976) [1969] Introducción. Los grupos étnicos y sus fronteras.
México: Fondo de Cultura Económica, p. 9-49.

• Anderson, Benedict (1993) [1983] Introducción. Comunidades imaginadas.


Reflexiones sobre el origen y la difusión del nacionalismo. Trad. Eduardo L. Suárez.
México: Fondo de Cultura Económica, p. 17-25.

• Borges, J. L. (1952). El idioma analítico de John Wilkins. Otras inquisiciones, p. 158-


159.

• Gellner, Ernest (2001 [1983]). Definiciones. Naciones y nacionalismos. Madrid:


Alianza Editorial, p. 13-20.

• Restrepo, Eduardo (2004) Cartografiando los estudios de la etnicidad y Etnicidad sin


garantías: contribuciones de Stuart Hall a los estudios de la etnicidad. Teorías
contemporáneas de la etnicidad. Stuart Hall y Michel Foucault. Bogotá: Editorial
Universidad del Cauca, p. 15-33/ 35-72.

• Wolf, Eric (2005) Introducción. Europa y la gente sin historia. Buenos Aires: Fondo
de Cultura Económica, p. 15-39

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