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Derechos Humanos de las Personas en Reclusión Penitenciaria

Marco normativo nacional e internacional del sistema penitenciario

La regulación del sistema penitenciario en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
está fundamentada principalmente por estos dos artículos:

Artículo 1

En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos
humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de
los que el Estado mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección,
cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las
condiciones que esta Constitución establece.

Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con


esta Constitución y con los tratados internacionales de la materia favoreciendo en
todo tiempo a las personas la protección más amplia.

Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de


promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con
los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad.
En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las
violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley.

Está prohibida la esclavitud en los Estados Unidos Mexicanos. Los esclavos del
extranjero que entren al territorio nacional alcanzarán, por este solo hecho, su
libertad y la protección de las leyes.

Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el


género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud,
la religión, las opiniones, las preferencias el estado civil o cualquier otra que atente
contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y
libertades de las personas.

1
Artículo 18

Sólo por delito que merezca pena privativa de libertad habrá lugar a prisión
preventiva. El sitio de ésta será distinto del que se destinare para la extinción de las
penas y estarán completamente separados.

El sistema penitenciario se organizará sobre la base del respeto a los derechos


humanos, del trabajo, la capacitación para el mismo, la educación, la salud y el
deporte como medios para lograr la reinserción del sentenciado a la sociedad y
procurar que no vuelva a delinquir, observando los beneficios que para él prevé la
ley. Las mujeres compurgarán sus penas en lugares separados de los destinados a
los hombres para tal efecto.

La Federación y las entidades federativas podrán celebrar convenios para que los
sentenciados por delitos del ámbito de su competencia extingan las penas en
establecimientos penitenciarios dependientes de una jurisdicción diversa.

La Federación y las entidades federativas establecerán, en el ámbito de sus


respectivas competencias, un sistema integral de justicia para los adolescentes, que
será aplicable a quienes se atribuya la comisión o participación en un hecho que la
ley señale como delito y tengan entre doce años cumplidos y menos de dieciocho
años de edad. Este sistema garantizará los derechos humanos que reconoce la
Constitución para toda persona, así como aquellos derechos específicos que por su
condición de personas en desarrollo les han sido reconocidos a los adolescentes.
Las personas menores de doce años a quienes se atribuya que han cometido o
participado en un hecho que la ley señale como delito, sólo podrán ser sujetos de
asistencia social.

La operación del sistema en cada orden de gobierno estará a cargo de instituciones,


tribunales y autoridades especializados en la procuración e impartición de justicia
para adolescentes. Se podrán aplicar las medidas de orientación, protección y
tratamiento que amerite cada caso, atendiendo a la protección integral y el interés
superior del adolescente.

2
Las formas alternativas de justicia deberán observarse en la aplicación de este
sistema, siempre que resulte procedente. El proceso en materia de justicia para
adolescentes será acusatorio y oral, en el que se observará la garantía del debido
proceso legal, así como la independencia de las autoridades que efectúen la
remisión y las que impongan las medidas. Éstas deberán ser proporcionales al
hecho realizado y tendrán como fin la reinserción y la reintegración social y familiar
del adolescente, así como el pleno desarrollo de su persona y capacidades. El
internamiento se utilizará sólo como medida extrema y por el tiempo más breve
que proceda, y podrá aplicarse únicamente a los adolescentes mayores de catorce
años de edad, por la comisión o participación en un hecho que la ley señale como
delito.

Los sentenciados de nacionalidad mexicana que se encuentren compurgando


penas en países extranjeros, podrán ser trasladados a la República para que
cumplan sus condenas con base en los sistemas de reinserción social previstos en
este artículo, y los sentenciados de nacionalidad extranjera por delitos del orden
federal o del fuero común, podrán ser trasladados al país de su origen o residencia,
sujetándose a los Tratados Internacionales que se hayan celebrado para ese efecto.
El traslado de los reclusos sólo podrá efectuarse con su consentimiento expreso.

Los sentenciados, en los casos y condiciones que establezca la ley, podrán


compurgar sus penas en los centros penitenciarios más cercanos a su domicilio, a
fin de propiciar su reintegración a la comunidad como forma de reinserción social.
Esta disposición no aplicará en caso de delincuencia organizada y respecto de otros
internos que requieran medidas especiales de seguridad.

Para la reclusión preventiva y la ejecución de sentencias en materia de delincuencia


organizada se destinarán centros especiales. Las autoridades competentes podrán
restringir las comunicaciones de los inculpados y sentenciados por delincuencia
organizada con terceros, salvo el acceso a su defensor, e imponer medidas de
vigilancia especial a quienes se encuentren internos en estos establecimientos.
Lo anterior podrá aplicarse a otros internos que requieran medidas especiales de
seguridad, en términos de la ley.

Como podemos ver, nuestra Constitución Política mandata que “todas las personas gozarán de los
derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que
el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección” (Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, art. 1).

3
(s. a.) (2017). Justicia e igualdad [fotografía]. Tomada de https://pixabay.com/en/
lady-justice-legal-law-justice-2388500/

También considera que “Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la
obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos” (Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, art. 1).

Estas obligaciones implican:

Promover
Asegurar que todas las personas tengan acceso a información básica sobre sus derechos
humanos.

Respetar
No interferir con su disfrute, es decir, el Estado y sus agentes deben abstenerse de
interferir con el goce de los derechos humanos.

Proteger
Adoptar medidas que eviten que éstos sean violados por terceros.

Garantizar
Tomar acciones que permitan el libre acceso a los derechos humanos y garantizar
su disfrute, cada vez que una persona (o grupo) no pueda, por razones ajenas a su
voluntad, poner en práctica el derecho por sí misma con los recursos a su disposición.
Implica también tomar medidas para prevenir, investigar y sancionar las violaciones a
los derechos humanos y reparar el derecho violado.

Gráfico 1. Obligaciones del Estado con respecto a los derechos humanos.

4
Si bien la privación de la libertad como consecuencia de la comisión de un hecho delictivo implica
la restricción de un derecho, éste debe hacerse “en los casos y bajo las condiciones que esta
Constitución establece”.

En este sentido, la Comisión de Expertos de la Organización Internacional del Trabajo ha planteado


que, “el hecho de que hayan sido condenados por delitos no significa que los reclusos han de ser
privados de derechos que se garantizan a todos” (OIT, 2001, p. 145).

Eslava, E. (2017). Respeto a los derechos humanos [fotografía]. Tomada de https://pixabay.com/en/


dog-police-ar-animal-pet-canine-2772349/

Asimismo, es importante que identifique lo previsto en el artículo 18 respecto de la organización


del sistema penitenciario “sobre la base del respeto a los derechos humanos”. Es decir, que salvo
aquellos derechos que le están legalmente restringidos, toda persona en los Estados Unidos
Mexicanos, aun estando en reclusión penitenciaria gozará de los “derechos humanos reconocidos
en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así
como de las garantías para su protección” (Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
art. 18).

Cuando se aborda el tema de los derechos de las personas en reclusión penitenciaria, es


importante reconocer que toda persona que se encuentra privada de la libertad es titular de los
mismos derechos que le son reconocidos a los demás miembros de la sociedad, sin perjuicio de
las restricciones que se harán a ciertos derechos durante el tiempo que se encuentre en reclusión.
Sin embargo, gozan del respeto a la dignidad inherente de todos los seres humanos y, por ende,
la privación de la libertad derivada de una medida cautelar o de condena de prisión no puede
significar, en ningún caso, la violación de otros derechos fundamentales.

5
CNDH. (s. f.). Servicio odontológico [fotografía].

Cuando se priva de la libertad a una persona, ya sea en prisión preventiva como medida cautelar
o compurgando una sentencia, esta reclusión debe cumplir primordialmente dos objetivos:
proteger a la sociedad del riesgo que la persona pueda representar si se encuentra en libertad y
que no vuelva a delinquir al reinsertarla de manera efectiva a la sociedad.

En este sentido, el Estado debe garantizar a las personas en reclusión seguridad, así como
condiciones de vida digna al interior de los centros penitenciarios, ya que al encontrarse en
una posición especial de garante, ejerce un fuerte control o dominio sobre las personas que se
encuentran sujetas a su custodia (CIDH, 2004, p. 152), lo que produce una relación e interacción
especial de sujeción entre la persona privada de libertad y el Estado; es por ello que las personas,
al estar privadas de la libertad, no pueden satisfacer por cuenta propia una serie de necesidades
básicas que son esenciales para el desarrollo de una vida digna en reclusión (CIDH, 2004, p. 152) y
dependen de que el Estado se las provea.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha especificado al respecto que “toda persona


privada de la libertad tiene derecho a vivir en condiciones de detención compatibles con su
dignidad personal y que el Estado debe garantizar el derecho a la vida y a la integridad personal
de los detenidos. Como responsable de los establecimientos de detención, el Estado debe
garantizar a los reclusos la existencia de condiciones que dejen a salvo sus derechos” (CIDH,
2005, p. 195).

CNDH. (s. f.). Deporte [fotografía].

6
Sabía que…

La reforma constitucional del 10 de junio de 2011 estableció al Estado las obligaciones de


promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos (artículo 1), a toda persona
en los Estados Unidos Mexicanos y, reconoció, en el artículo 18, que el sistema penitenciario
se organizará sobre la base del respeto a los derechos humanos.

Como ejemplo de las obligaciones


del Estado en centros penitenciarios
podemos considerar que tienen la
obligación de respetar, que implica
el no interferir con el disfrute de los
derechos de las personas, por ejemplo,
respecto del derecho a la integridad,
el Estado y sus agentes deberán
reconocer la prohibición absoluta de
torturar y abstenerse de practicarla.

(s. a.) (2016). Prohibición de la tortura [fotografía]. Tomada de https://


pixabay.com/es/libertad-cielo-manos-esposas-nubes-1886402/

La obligación de proteger implica


adoptar medidas que eviten, por
ejemplo, las agresiones a personas en
reclusión, las cuales pongan en peligro
la vida de otras personas privadas de
la libertad o también puede aplicarse
en casos en los que el Estado delegue
responsabilidades en la prestación
de servicios en centros de reclusión
que lleguen a violar derechos de
las personas que se encuentran ahí
(s. a.) (2017). Protección de los derechos humanos [imagen]. internas.
Tomada de https://pixabay.com/en/peace-dove-harmony-dove-
hand-keep-2489589/

7
Por otro lado, la obligación de
garantizar implica poner los recursos
a disposición de las personas, por
ejemplo, el derecho a la salud. Si la
persona está en reclusión, no puede
acceder a este derecho por sus propios
medios, por ello, el Estado bridará
todos los servicios médicos para poder
hacer efectivo ese derecho.

CNDH. (s. f.). Consultorio dental, penal de Miahuatlán [fotografía].

Finalmente, respecto de la obligación


de promover, el Estado brindará a las
personas en reclusión penitenciaria
reglamentos en los que establezca
información básica sobre sus derechos
y, a su vez, capacitará al personal para
que reconozcan esa obligación y la
hagan efectiva.

Herraiz, A. (2009). Promoción de los derechos humanos [fotografía].


Tomada de https://flic.kr/p/7oNnyK

Cabe destacar que el deber del Estado


de respetar y garantizar los derechos
de las personas privadas de libertad
no se circunscribe a los límites de la
institución penitenciaria, sino que
éste continúa en circunstancias como
el traslado de reclusos o mientras
permanecen en unidades hospitalarias
externas (CIDH, 2011, p. 55).

(s. a.) (2014). Personas privadas de su libertad [fotografía]. Tomada de


https://pixabay.com/en/fence-freedom-prison-hands-fingers-2163951/

8
El artículo 18 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos ha evolucionado
con el paso del tiempo, y de reconocer
algunos criterios básicos como la separación
de personas procesadas y sentenciadas y el
trabajo como un derecho de las personas
en reclusión, ha incorporado otros derechos
como una base mínima de ser garantizada a
toda persona en reclusión penitenciaria.
(s. a.) (2011). Portada original de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos de 1917 [imagen]. Tomada de https://
upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/c/c1/Portada_
Interior_Original_de_la_Constitucion_de_1917.png

Consulte el desarrollo histórico del artículo 18 de la Constitución


Política de los Estados Unidos Mexicanos en la secuencia de estudio.

Como pudo ver, el artículo 18 constitucional establece que el sistema penitenciario se organizará
sobre la base del respeto a los derechos humanos, el trabajo, la capacitación para el mismo, la
educación, la salud y el deporte como medios para la reinserción social. Sin embargo, es importante
puntualizar que estos derechos no son limitativos, sino, como se ha mencionado, constituyen una
base mínima de derechos que deberán ser garantizados a toda persona en reclusión.

En el módulo 3 abordaremos cada uno de estos


derechos con mayor detalle, pero al momento
es importante que sepa que cuando un derecho
humano no se ve garantizado, afecta a otros por
la interdependencia que guardan. Así, cuando
el derecho a una alimentación adecuada, al
agua o a un espacio digno de internamiento
no se garantizan, repercute en otros derechos,
como el derecho a la protección de la salud.
De igual manera, si a las personas privadas
de la libertad no se les garantiza el derecho
al trabajo, a la capacitación para el mismo,
a la educación, al deporte, a la protección de
su integridad personal, a tener contacto con
el exterior, a un debido proceso, entre otros,
ello inminentemente afectará su derecho a la
(s. a.) (2015). Respeto a los derechos humanos [imagen].
reinserción social efectiva. Tomada de https://pixabay.com/en/hands-protect
-protection-father-598145/

9
También es importante destacar el principio de progresividad de los derechos humanos en materia
de clasificación penitenciaria. El artículo 18 constitucional establece en su párrafo octavo que “Los
sentenciados, en los casos y condiciones que establezca la ley, podrán compurgar sus penas en
los centros penitenciarios más cercanos a su domicilio, a fin de propiciar su reintegración a la
comunidad como forma de reinserción social. Esta disposición no aplicará en caso de delincuencia
organizada y respecto de otros internos que requieran medidas especiales de seguridad”.

Aunado a las otras consideraciones previstas en el mismo artículo, se reconocen cuatro criterios
base para efectuar la clasificación penitenciaria:

Clasificación penitenciaria

• Procesados
Situación jurídica • Sentenciados

• Hombres
Género • Mujeres

• Adultos
Edad • Menores de edad

• Delincuencia organizada
Régimen de vigilancia • Delincuencia convencional

Tabla 1. Clasificación penitenciaria

Así, la reinserción social, fin del sistema


penitenciario, desde la perspectiva de los
derechos humanos, contiene como ejes: el
respeto por éstos, la educación, el trabajo,
la capacitación para el mismo, la salud y el
deporte, bajo la premisa de compurgar las
penas cerca de su domicilio (CNDH, 2016).

CNDH. (s. f.). Capacitación para el trabajo,


penal Hongo Mexicali-Tijuana [fotografía].

10
El Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la tesis jurisprudencial constitucional
P./J.19/2012 (10a.) prevé “el derecho humano del sentenciado por delitos distintos a los de
delincuencia organizada y que no requieren medidas especiales de seguridad, a purgar la pena de
prisión en el centro penitenciario más cercano a su domicilio, a fin de propiciar su reintegración a
la comunidad como forma de reinserción social” (SCJN, 2012), por lo que la excepción al criterio
antes señalado sería únicamente la prevista en el artículo 18 constitucional, que consigna la
existencia de centros especiales, tanto para la reclusión preventiva, como para la ejecución de
sentencias tratándose de delincuencia organizada.

Ley Nacional de Ejecución Penal

La Ley Nacional de Ejecución Penal (LNEP), publicada en el Diario Oficial de la Federación el 16 de


junio de 2016, cuenta con 207 artículos, y tiene por objeto:

I. Establecer las normas que deben de observarse durante el internamiento por prisión
preventiva, en la ejecución de penas y en las medidas de seguridad impuestas como
consecuencia de una resolución judicial;
II. Establecer los procedimientos para resolver las controversias que surjan con motivo de
la ejecución penal, y
III. Regular los medios para lograr la reinserción social. [Ley Nacional de Ejecución Penal,
art. 1]

CNDH. (s. f.). Infraestructura del Centro Federal de Readaptación Social No. 16 [fotografía].

Las disposiciones de esta ley son “de orden público y de observancia general en la Federación y las
entidades federativas, respecto del internamiento por prisión preventiva, así como en la ejecución
de penas y medidas de seguridad por delitos que sean competencia de los tribunales de fuero
federal y local” (Ley Nacional de Ejecución Penal, art. 2).

11
Esta ley busca (SEGOB, 2016):

• Aumentar la supervisión en los centros, con la finalidad de garantizar la gobernabilidad


y disminuir la sobrepoblación en los centros penitenciarios.
• Mejorar la infraestructura penitenciaria incluyendo la estructura tecnológica de los
centros.
• Consolidar la capacitación y profesionalización del personal penitenciario.
• Estandarizar los procesos y procedimientos del sistema penitenciario nacional.
• Desarrollar un sistema integral de reinserción social.

Consulte los principios que rigen el sistema penitenciario con base


en el artículo 4 de la Ley Nacional de Ejecución Penal en la secuencia
de estudio.

Es importante destacar que la reclusión penitenciaria implica, en determinadas circunstancias, la


restricción del ejercicio de determinados derechos, ya sea porque en la resolución o sentencia ello
fue previsto o por que pudieran ser incompatibles con la pena privativa de libertad; no obstante,
teniendo en cuenta estas consideraciones, toda persona que se encuentre en reclusión en un
centro penitenciario gozará de todos los derechos previstos por la Constitución y los tratados
internacionales de los que el Estado mexicano sea parte.

(s. a.) (2011). Tratados y Organismos Internacionales (ONU) [imagen].


Tomada de https://flic.kr/p/ajBcye

Aquellos que particularmente puede hacer exigibles en un centro penitenciario se encuentran


previstos de manera enunciativa y no limitativa en el artículo 9 de la LNEP, destacando los
siguientes:

12
Artículo 9 de la LNEP

Suministro de artículos Derecho a integrar su


de aseo diario necesario plan de actividades

Recibir un trato digno del


Visitas personal penitenciario, sin
discriminación de ningún tipo

Derecho a que se garantice Alimentación nutritiva,


su integridad moral, física, suficiente y de calidad
sexual y psicológica

Asistencia médica
Agua suficiente, salubre, preventiva y de tratamiento
aceptable y permanente para su para el cuidado de la salud,
consumo y cuidado personal atendiendo a las necesidades
propias

Información sobre sus


Derecho de petición o queja derechos y deberes

Gráfico 2. Artículo 9 de la Ley Nacional de Ejecución Penal.


13
Además, establece que: “Toda limitación de derechos sólo podrá imponerse cuando tenga como
objetivo garantizar condiciones de internamiento dignas y seguras, en su caso, la limitación se
regirá por los principios de necesidad, proporcionalidad e idoneidad” (Ley Nacional de Ejecución
Penal, art. 9).

Cabe destacar que cuando una persona se encuentra privada de la libertad es necesario que se
apegue al régimen del centro penitenciario, para ello se establecen en el artículo 11 de esta ley las
obligaciones para las personas privadas de la libertad:

Conocer y acatar la normatividad del centro penitenciario, así como


el régimen de disciplina y las medidas de seguridad impuestas por la
autoridad penitenciaria.

Respetar los derechos de otras personas privadas de la libertad y de las


que laboran o asistan al centro penitenciario.

Conservar el orden, el aseo y en buen estado todos los espacios del


centro penitenciario.

Dar buen uso y cuidado adecuado al vestuario, equipo, mobiliario y


demás objetos asignados.

Cumplir con su plan de actividades.

Cumplir con los programas de salud y acudir periódicamente a las


revisiones médicas y de salud mental.

14
Por otra parte, en el artículo 10, además de los derechos señalados para toda persona en reclusión
penitenciaria se establecen derechos de las mujeres privadas de su libertad en un centro
penitenciario, entre los que destacan:

La maternidad y la lactancia.

Recibir trato directo de personal penitenciario de sexo femenino.

Satisfacer las necesidades de higiene propias de su género.

Conservar la guardia y custodia de su hija o hijo menor de tres años.

Recibir la alimentación adecuada y saludable para sus hijas e hijos.

Recibir educación inicial para sus hijas e hijos, vestimenta acorde a su


edad y etapa de desarrollo y atención pediátrica.

Tome en cuenta que…


Los derechos previstos en las normas nacionales e internacionales son
de observancia obligatoria. Por lo que usted, como persona al servicio
público, deberá conocer, pero sobre todo aplicar, a fin de garantizar los
derechos humanos de las personas privadas de la libertad.

15
Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos

Las Reglas Mínimas de Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos, adoptadas por
el “Primer Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del
Delincuente”, celebrado en Ginebra en 1955, y aprobadas por el Consejo Económico y Social en la
resolución 663C (XXIV) de 31 de julio de 1957 y en la resolución 2076 (LXII) de 13 de mayo de 1977,
se reconocen como el principal instrumento internacional en materia penitenciaria.

Camargo, L. (2013). Organización de las Naciones Unidas [imagen]. Tomada de https://commons.


wikimedia.org/wiki/File:Onu_.png

En 2007 se formó un Comité Permanente de América Latina para la revisión y actualización de


las Reglas Mínimas, que presentó un reporte en el “12° Congreso de las Naciones Unidas para
la Prevención del Delito y Justicia Penal”, en 2010, en Salvador, Brasil. Posteriormente, en 2014,
en Viena, Austria, un grupo intercontinental de expertos/as se integró para elaborar el proyecto
de actualización de las reglas. Cabe reconocer que México fue de los países que promovieron la
actualización, así como el proyecto de resolución para que el Consejo Económico y Social aprobara
la revisión de dichas reglas.

Este proceso concluyó en Cape Town en 2015 para ser presentadas en el “13° Congreso de la ONU”,
celebrado en Doha, Qatar, del 18 al 22 de mayo de 2015.

En el cuarto encuentro, el grupo de expertos recomendó que las reglas revisadas fueran
denominadas “Reglas Nelson Mandela”, en homenaje al legado del difunto presidente de
Sudáfrica, Nelson Rolihlahla Mandela, quien pasó 27 años en prisión durante su lucha por los
derechos humanos, la igualdad, la democracia y la promoción de una cultura de paz a nivel
mundial. Se decidió que el Día Internacional de Nelson Mandela (18 de julio) fuera utilizado con el
fin de promover condiciones de encarcelamiento dignas, sensibilizar acerca del hecho de que las
personas privadas de libertad son parte integrante de la sociedad y valorar la labor del personal
penitenciario como servicio social de particular importancia (UNODC, 2016).

16
Eytan, T. (2013). Estatua de Nelson Mandela [fotografía]. Tomada de https://flic.kr/p/i7R81u

El documento definitivo fue aprobado por la Asamblea General, en la Resolución 70/175, el 17


de diciembre de 2015, consolidando las Reglas Nelson Mandela como una actualización de las
Reglas Mínimas de Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos de 1955 que no reducen
el alcance de ninguna de las normas existentes, sino reflejan los avances recientes de la ciencia
penitenciaria y las buenas prácticas, a fin de promover la seguridad y las condiciones dignas de
los reclusos (ONU, 2014).

Es por ello que las Reglas Nelson Mandela


amplían diversos criterios de derechos
humanos dentro de la ejecución de las medidas
privativas de la libertad, reconociéndoles a
todas las personas el derecho a la dignidad, al
porvenir y a la reinserción social.

El hecho de que este instrumento


internacional fuese nombrado como el
expresidente de Sudáfrica envía un mensaje
sobre la necesidad de dignificar las
condiciones de internamiento, pero sobre
todo de procurar la no estigmatización de
aquellos que llegaron a estar privados de su
libertad y al salir buscaron retomar su vida,
como fue el caso de Mandela. (s. a.) (2013). Rostro de Nelson Mandela [imagen]. Tomada
de https://pixabay.com/en/man-person-face-black-
mandela-156732/

Consulte el video ¿Quién fue Nelson Mandela? En la secuencia de


estudio.

17
Es importante plantear que aun cuando las Reglas Nelson Mandela, al igual que otros instrumentos
internacionales similares (declaraciones, principios, directrices y códigos de conducta) no son
vinculantes, es decir, no tienen los efectos jurídicos como los tratados y no son obligatorios para
los Estados, sí tienen fuerza moral, proporcionan una orientación de tipo práctico y forman parte
del “cuerpo” del Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Lo que significa que aun con
su valor moral, estos instrumentos sirven para entender mejor las obligaciones que los Estados
tienen frente a los derechos humanos.

(s. a.) (2017). Códigos de conducta [fotografía].Tomada de https://pixabay.com/en/


team-spirit-cohesion-together-2447163/

El valor de estos instrumentos reside en su reconocimiento y aceptación por un gran número de


Estados y, aunque no tengan fuerza obligatoria, pueden verse como declaraciones de principios
que son ampliamente aceptados por la comunidad internacional (ACNUDH, 2004, párr. 17).

Las Reglas Nelson Mandela se encuentran integradas por 122 reglas que se subdividen de la
siguiente manera:

I. REGLAS DE APLICACIÓN GENERAL


II. REGLAS APLICABLES A CATEGORÍAS ESPECIALES

a )Reclusos penados (Reglas 86-108)


b) Reclusos con discapacidades o enfermedades mentales (Reglas 109 y 110)
c) Personas detenidas o en espera de juicio (Reglas 111-120)
d) Personas encarceladas por causas civiles (Regla 121)
e) Personas detenidas o encarceladas sin imputación de cargos (Regla 122)

Puede consultar en este sitio las Reglas Nelson Mandela: http://appweb.cndh.


org.mx/biblioteca/archivos/pdfs/lib_Reglas_Minimas_NU_Mandela.pdf

18
Dentro del sistema de las Naciones Unidas, la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga
y el Delito (UNODC) es el guardián de las normas y estándares internacionales en materia de
prevención del delito y justicia penal, incluidas las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas y, por
tanto, ha ejercido de Secretaría durante todo el proceso de revisión de éstas. Con base en su
mandato de asistir a los Estados miembro, bajo petición, para poner en práctica estas normas y
estándares, la UNODC ha acumulado una extensa experiencia en proporcionar orientación técnica
e implementar programas de asistencia en el campo de la reforma penitenciaria. Recientemente,
la UNODC ha desarrollado una estrategia para abordar los retos globales en materia penitenciaria,
que prevé un mayor compromiso en:

a) Reducir el uso del encarcelamiento.


b) Mejorar las condiciones y la gestión penitenciaria.
c) Apoyar la reintegración social de los reclusos tras su liberación (UNODC, 2016).

Otros instrumentos internacionales y


estándares interamericanos

Además de las Reglas Mínimas de Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas
Nelson Mandela), existen otros instrumentos internacionales que ofrecen un conjunto amplio de
salvaguardias para la protección de los derechos de las personas que se encuentran privadas de
la libertad y que pueden ser considerados como criterios fundamentales para organizar cualquier
régimen penitenciario, ya que reconocen como base el respeto a la dignidad humana de toda
persona en reclusión.

(s. a.) (2016). Respeto a la dignidad humana [imagen]. Tomada de https://pixabay.com/en/human-


humanity-silhouettes-globe-1375473/

19
A mediados de la década de los setenta, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoció
la necesidad de reunir en un solo instrumento un conjunto amplio de salvaguardias detalladas y
prácticas encaminadas a la protección de todas las personas privadas de libertad frente a abusos
tales como detenciones arbitrarias, interrogatorios coactivos, tortura u otros malos tratos, y
“desapariciones”.

Stumpf, A. (2011). Protección de las personas privadas de su libertad [fotografía].


Tomada de https://flic.kr/p/9D6ekK

Después de más de un decenio en el que diversos órganos de la ONU trabajaron en su elaboración,


la Asamblea General de la organización aprobó por consenso el 9 de diciembre de 1988 el
Conjunto de principios para la protección de todas las personas sometidas a cualquier forma
de detención o prisión. Estos principios subrayan la importancia de que los detenidos tengan
acceso al mundo exterior y de la supervisión independiente de las condiciones de detención.

(s. a.) (2014). Personas que trabajan en favor de los derechos humanos
[fotografía]. Tomada de https://flic.kr/p/nE67b1

20
Algunos de los principios constituyen unas normas nuevas e importantes para la protección de las
personas detenidas, pero otros perdieron fuerza durante el proceso de redacción hasta el punto
de que duplican o incluso (en ciertas circunstancias y en ciertos aspectos limitados) no alcanzan
el nivel de normas internacionales ya existentes. Sin embargo, el conjunto de principios puede
resultar muy útil para las personas que trabajan en favor de las personas detenidas, y ello por
varias razones (Amnistía Internacional, 1989):

Son aplicables a cualquier persona sometida a cualquier forma


de detención o prisión, incluyendo la detención administrativa
I sin cargos ni juicio.

Son aplicables a todos los países.


II

Son aplicables en todo momento.


III

Ofrecen salvaguardias prácticas frente a una amplia gama de


abusos relacionados con la detención que pueden darse en
IV cualquier país.

Piden que los gobiernos adopten medidas concretas para


V cumplir y hacer cumplir las disposiciones en ellos contenidas.

21
Consulte:

1. El conjunto de principios para la protección de todas las personas


sometidas a cualquier forma de detención o prisión (adoptado por la
Asamblea General de la ONU en su resolución 43/173, de 9 de diciembre de
1988). http://www.ordenjuridico.gob.mx/TratInt/Derechos%20Humanos/OTROS
%2006.pdf

2. Los principios básicos para el tratamiento de los reclusos (Adoptados y


proclamados por la Asamblea General de la ONU, en su resolución 45/111, de 14
de diciembre de 1990). http://200.33.14.21:83/20120507120535-377.pdf

Reglas de las Naciones Unidas para el tratamiento de las reclusas y medidas no privativas de
la libertad para las mujeres delincuentes, “Reglas de Bangkok” (aprobada y proclamada por
la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 65/229, Nueva York, Estados Unidos
de América, 21 de diciembre de 2010).

La población objetivo de las Reglas de Bangkok son las mujeres, pero también alcanzan a toda
la población reclusa. Estas reglas son, además, el primer instrumento que visibiliza y analiza la
situación de los hijos y las hijas de las personas encarceladas. Estas reglas parten de la premisa de
que varones y mujeres no deben recibir un “trato igual”, sino por el contrario, debe asegurarse un
trato diferente bajo leyes y políticas sensibles al género de las personas (acciones afirmativas) y
buscan regular todos los aspectos relativos a la gestión penitenciaria y a la ejecución de medidas no
privativas de libertad, incorporando disposiciones específicas para mujeres extranjeras, mujeres
embarazadas y madres, minorías raciales y étnicas, adolescentes, etc. (UNODC, 2014).

CNDH. (s. f.). Penal Santa Martha Acatitla [fotografía].

22
Las reglas se dividen en cuatro secciones que abarcan:

La administración general de las instituciones se aplica a todas las


categorías de mujeres privadas de libertad, incluidas las reclusas por
causas penales o civiles, las condenadas o en prisión preventiva, y las
que sean objeto de medidas de seguridad o correctivas ordenadas por
La sección un juez. Las reglas de aplicación general incluyen temas tales como
ingreso, registro, lugar de reclusión, higiene personal, salud, seguridad,
I etcétera.

Contiene normas aplicables únicamente a las categorías especiales


que se abordan en cada subsección. Sin embargo, las reglas que se
aplican a las condenadas también se aplicarán a las procesadas siempre
que no se contrapongan a las normas relativas a esa categoría de
La sección mujeres y las favorezcan. Se refieren a temas tales como clasificación
e individualización, régimen penitenciario y atención posliberación.
II Asimismo, incluye previsiones especiales para reclusas embarazadas,
extranjeras, indígenas y normas suplementarias para el tratamiento de
menores, aunque en este punto se deben diseñar normas y políticas
especiales de acuerdo con los instrumentos aplicables en la materia.

Contiene reglas que abarcan la aplicación de sanciones y medidas no


privativas de libertad, al momento de la detención, al momento del fallo
y posteriormente a éste, así como previsiones especiales para mujeres
La sección embarazadas, jóvenes y extranjeras.

III

Incluye normas relativas a la necesidad de investigar, planear y evaluar,


así como despertar la conciencia pública, compartir información y
concretar procesos de capacitación.
La sección
IV

23
Las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas sobre las Medidas no Privativas de la Libertad
(Reglas de Tokio) (adoptadas por la Asamblea General de Naciones Unidas en diciembre de 1990)
buscan fomentar una mayor participación de la comunidad en la gestión de la justicia penal y
apoyan la causa de la justicia y reducen la aplicación de las penas de prisión, que en todos los
casos deben considerarse de último recurso.

(s. a.) (2016). Delincuencia juvenil [fotografía]. Tomada de https://pixabay.com/


en/threatening-dark-gloomy-back-light-1541063/

Asimismo, existen otros instrumentos que establecen las normas básicas relativas a la
administración de la justicia de menores. Estas normas internacionales exigen que los
ordenamientos jurídicos nacionales tengan en cuenta la condición especial y la vulnerabilidad de
los menores que entran en conflicto con la ley estén guiados por el interés superior del niño; entre
éstas destacan:

• Directrices de las Naciones Unidas para la prevención de la delincuencia juvenil


(Directrices de Riad) (adoptadas por la Asamblea General de Naciones Unidas en
diciembre de 1990).
• Reglas Mínimas Uniformes de las Naciones Unidas para la Administración de la
Justicia de Menores (Reglas de Beijing) (adoptadas por la Asamblea General de
Naciones Unidas en noviembre de 1985).
• Normas Mínimas Uniformes de las Naciones Unidas para la Protección de los
Menores Privados de Libertad (adoptadas por la Asamblea General de Naciones
Unidas en diciembre de 1990).

Otros instrumentos que son aplicables también al sistema penitenciario, primordialmente


respecto del personal penitenciario son:

• Código de Conducta para Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley.


Resolución de la Asamblea General de la Naciones Unidas, aprobada y proclamada en
la 106.ª sesión plenaria del 17 de diciembre de 1979, Resolución 34/169.

24
Este código consta de ocho artículos fundamentales en los que se exponen las responsabilidades
específicas de quienes están a cargo de hacer cumplir la ley. Para el caso particular del personal
penitenciario, se plantea la obligación de respetar y proteger la dignidad humana y
los derechos humanos de todas las personas (CCFEHCL, art. 2).

Dirección General del Sistema Penitenciario. (2009). Personal penitenciario


[fotografía]. Tomada de https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Escuela_
penitenciaria.jpgenitenciaria.jpg

El artículo 3 establece que sólo podrán usar la fuerza cuando sea estrictamente necesario y en la
medida que lo requiera el desempeño de sus tareas, de manera proporcional y excepcional.

Por otra parte, esta norma establece que “Ningún funcionario encargado de hacer cumplir la ley
podrá infligir, instigar o tolerar ningún acto de tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanos
o degradantes, ni invocar la orden de un superior o circunstancias especiales” (CCFEHCL, art. 5).

(s. a.) (2017). No violencia [fotografía]. Tomada de https://pixabay.com/en/


malm%C3%B6-revolver-non-violence-2410847/

25
También establece obligaciones para asegurar “la plena protección de la salud de las personas
bajo su custodia y, en particular, tomarán medidas inmediatas para proporcionar atención
médica cuando se precise” (CCFEHCL, art. 6). Además, este instrumento prohíbe cometer actos de
corrupción (CCFEHCL, art. 7).

Otros instrumentos que rigen al personal penitenciario de seguridad y custodia en los centros de
reclusión son los Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los
Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley (adoptados por el Octavo Congreso de las
Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente en 1990).

Estos principios establecen normas estrictas para el empleo de la fuerza y de armas de fuego,
asimismo reconocen el riesgo que implica el ser funcionario de hacer cumplir la ley y plantean
que sólo puede utilizarse la fuerza cuando sea estrictamente necesario y en la medida en que
sea preciso para el desempeño de funciones legítimas de aplicación de la ley. También establece
agotar los medios no violentos antes de recurrir al empleo de la fuerza y de armas de fuego
(PBEFAF, ppio. 4).

Respecto de la vigilancia de personas bajo custodia o detenidas, se mencionan los siguientes


principios:

• Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, en sus relaciones con las personas
bajo custodia o detenidas, no emplearán la fuerza, salvo cuando sea estrictamente
necesario para mantener la seguridad y el orden en los establecimientos o cuando
corra peligro la integridad física de las personas.
• Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, en sus relaciones con las personas
bajo custodia o detenidas, no emplearán armas de fuego, salvo en defensa propia o
en defensa de terceros cuando haya peligro inminente de muerte o lesiones graves, o
cuando sea estrictamente necesario para impedir la fuga de una persona sometida a
custodia o detención que presente el peligro a que se refiere el principio 9.

Dentro del sistema interamericano se encuentran los Principios y Buenas Prácticas sobre la
Protección de las Personas Privadas de Libertad en las Américas (adoptados por la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos durante el 131º periodo ordinario de sesiones, celebrado
del 3 al 14 de marzo de 2008 -OEA/Ser/L/V/II.131 doc. 26-).

Este instrumento internacional establece que los principios y buenas prácticas que se podrán
invocar y aplicar, según cada caso, a personas privadas de libertad por motivos relacionados con
la comisión de delitos o infracciones a la ley, o por razones humanitarias y de protección.

Asimismo, establece criterios que deben ser observados en torno a la reclusión penitenciaria, el
trato humano, igualitario y no discriminatorio que se debe ofrecer a todas las personas privadas
de la libertad; la excepcionalidad de la aplicación de la prisión preventiva; aspectos mínimos que
deben tener las condiciones en donde se prive de la libertad, así como aquellos relativos a los
sistemas de privación de la libertad que implica el perfil del personal, cómo deben hacerse las
revisiones, la aplicación del régimen disciplinario, entre otras.

26
Además de los instrumentos internacionales mencionados, es importante considerar que existen
otros documentos internacionales que orientan la protección de los derechos humanos de las
personas en reclusión penitenciaria. Destacando, entre otros, los siguientes informes de la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos:

• Informe sobre los Derechos Humanos de las Personas Privadas de Libertad en las
Américas (2011)
• Informe sobre el uso de la prisión preventiva en las Américas (2013)
• Informe sobre medidas dirigidas a reducir el uso de la prisión preventiva (2017)

Así también tenemos los diversos casos contenciosos que ha emitido la Corte IDH respecto de las
personas privadas de la libertad y que han establecido determinados criterios interpretativos de
la Convención Americana de Derechos Humanos de ser valorados por todas las autoridades en el
ámbito de sus competencias, tal como lo establece el artículo 1 de la Constitución Política.

Comisión Interamericana de Derechos Humanos. (2017). Visita de la CIDH


[fotografía]. Tomada de https://flic.kr/p/SzVc8a

Varios de los estándares que se establecen en los casos emitidos por la Corte IDH serán retomados
con mayor detalle en otros módulos de este curso.

27
Fuentes de información
Bibliografía

Corte Interamericana de Derechos Humanos. (2004, 2 de septiembre). Caso “Instituto de Reeducación


del Menor” vs. Paraguay. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia Serie C
No. 112, párr. 152.

Corte Interamericana de Derechos Humanos. (2005, 15 de septiembre). Caso Raxcacó Reyes vs.
Guatemala. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia Serie C No. 133, párr. 195.

Comisión Interamericana de los Derechos Humanos. (2011). Informe sobre los derechos de las
personas privadas de la libertad en las Américas. México: CIDH.

Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. (2011). 20 claves
para conocer y comprender mejor los derechos humanos. México: Autor.

Documentos electrónicos

Comisión Nacional de los Derechos Humanos. (2009). Recomendación No. 43 /2009 sobre el caso
de internos del Centro de Readaptación Social “Licenciado Jorge A. Duarte Castillo” en Tijuana,
Baja California. Consultada el 12 de marzo de 2018 de http://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/Re-
comendaciones/2009/Rec_2009_043.pdf

Comisión Nacional de los Derechos Humanos. (2016). Recomendación No. 07/2016 sobre el caso
de violación al derecho a la protección de la salud, a la legalidad y al acceso a la justicia, en agravio
de V1; interés superior de la niñez en agravio de V2 y V3 y a la lactancia de V1 y V2. Consultada
el 20 de enero del 2018 de http://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/Recomendaciones/2016/
Rec_2016_007.pdf

Comisión Nacional de los Derechos Humanos. (2017a). Código de Conducta para Funcionarios
Encargados de Hacer Cumplir la Ley. Resolución de la Asamblea General de la Naciones Unidas,
aprobada y proclamada en la 106a. sesión plenaria del 17 de diciembre de 1979, Resolución
34/169. Consultado el 12 de marzo de 2018 de http://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/Programas/
Provictima/1LEGISLACI%C3%93N/3InstrumentosInternacionales/C/codigo_conducta_
funcionarios.pdf

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penitenciaria publicado por la CNDH el 7 de febrero de 2016. Consultado el 10 de enero de 2018
de http://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/Informes/Especiales/Pronunciamiento_20160207.pdf

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Unidas sobre las medidas no privativas de la libertad “Reglas de Tokio”. Adoptadas por la Asamblea
General de Naciones Unidas en diciembre de 1990. Consultado el 3 de febrero de 2018 en http://
www.cidh.oas.org/PRIVADAS/reglasminimasnoprivativas.htm

28
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las Personas Privadas de Libertad en las Américas, 2011. Consultado el 15 de enero del 2018 de
https://www.oas.org/es/cidh/ppl/docs/pdf/PPL2011esp.pdf

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en las Américas, 2013. Consultado el 25 de febrero del 2018 de https://colectivociajpp.files.
wordpress.com/2012/12/informe-sobre-el-uso-de-la-prisic3b3n-preventiva-en-las-amc3a9ricas-
cidh-2013.pdf

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29
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de las reclusas y medidas no privativas de la libertad para las mujeres delincuentes, “Reglas
de Bangkok”. Aprobada y proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su
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que infringen la ley penal y prevención de la tortura a través de un enfoque cinematográfico. México:
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Bangkok. Consultado el 10 de enero de 2018 de http://www.unodc.org/documents/ropan/
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