es
Este subgénero del retrato, ha cautivado a muchos, y es cada vez más popular
en las redes, sobre todo entre jóvenes autores que han llegado a destacar en
eventos como “15 under 15” organizado por la comunidad Flickr o “25
under 25”, organizado por la comunidad Adobe.
Para profundizar un poco más en lo que mueve a estos artistas y por qué hacen
lo que hacen, debemos empezar por el principio (Seré breve, os lo prometo).
El Autorretrato en la Historia
Tiempo atrás, cualquier artista mínimamente reconocido, contaba con al menos
una obra de autorretrato. Pintores, escultores… Los músicos no podían,
pobrecillos.
¿Por qué lo hacían? ¿Por ego? Quizás. Pero más probablemente por miedo.
Por miedo a no dejar una huella en la historia, como así lo hacían sus
retratados.
El Autorretrato en Fotografía
Hoy en día, cualquier teléfono móvil tiene una cámara. Probablemente nuestras
redes sociales tengan cientos de fotografías en las que aparecemos, sacadas
por nosotros mismos, en los famosos selfies, o por cualquier otro.
En un viaje en pareja a la playa, se tienen hoy más fotografías que hace unos
años en todas las vacaciones. Entonces, ¿Por qué un fotógrafo querría
hacerse un autorretrato?
¿Quizá para ahorrar al renovar su carnet de conducir? ¿Tal vez para probar el
foco de su nuevo objetivo macro? (Esto nunca sale bien). ¿O quizás para tener
una foto de perfil donde salga más cámara que cara? Por Dios, todos
esperamos que no.
El Autorretrato Artístico
Vamos a meternos en la piel de estos artistas. Tenemos una corta edad, una
cámara de fotos, y mucho interés por el arte y la expresión visual. No tenemos
experiencia ni contactos, y sólo queremos experimentar… ¿Qué es lo único que
nos queda? Exactamente, nosotros mismos.
Este tipo de artistas, ven su propia obra como un lienzo, con una potente carga
comunicativa. Tratan cada fotografía con mimo, como si de un cuadro se
tratase, para llegar a un resultado que agrade a la vista y a la mente.
Al ser obras de por sí muy personales, sus autores les tienen un apego
especial, por la idea que representan, porque son ellos mismos quienes la han
representado, y por todo ese ejercicio de desarrollo en soledad que les ha
llevado a ese punto. Han recorrido un largo camino para llegar hasta esa
imagen, hasta ese concepto en concreto. Si nos ceñimos a la frase que
encabeza este artículo, literalmente han puesto su alma en esa
imagen.
Empezamos a ver que hay muchas ventajas, pero… también hay muchos
inconvenientes. Vamos con ello:
No puedes ver la foto terminada hasta que ya está hecha. Esto te lleva a
aproximar posiciones y tamaños e ir adaptándolos sobre la marcha.
Pues haciendo un truco que sorprenderá a algunos, y será obvio para otros…
Poniendo algo ahí. Un oso de peluche, una rama de árbol, un trípode que nos
sobre, a nuestro perro Calcetines… da igual. Lo que necesitamos es un
punto de referencia para fijar el foco de la cámara. ¡Y que no se nos
olvide pasarlo después a manual!
Listo, tenemos el encuadre, tenemos el foco. Ahora sólo tenemos que ponernos
en el lugar, y que la cámara dispare…
Rubén "Chase" Carbó, Vigo, Pontevedra (1990). Titulado como profesor de educación física,
trabaja como editor y retocador profesional de fotografía. Además de su desarrollo profesional,
crea imágenes personales de temática más libre y surrealista. Puedes ver su trabajo en: web,
facebook, instagram.
Enlaces Relacionados
Fotografía de portada: Dynamic Fate por Rubén Chase