En esta segunda parte se habla del eco que han tenido entre las gentes
los prodigios de Yahvé en favor de su pueblo. Es un canto lírico-épico
de redacción posterior en su forma actual, que procura continuar la
composición poética anterior, si bien reflejando hechos posteriores.
El v.12 parece aludir al hecho narrado en Num_16:30.32: Coré,
Datan y Abirón fueron tragados por la tierra en castigo de su rebelión.
Con ello quedaba acreditada la autoridad de Moisés, como lo había sido
en el paso del mar Rojo contra los egipcios. Yahvé condujo a su pueblo
a la santa morada (v.13), la tierra santa, propiedad de Yahvé, o bien su
mismo santuario en Jerusalén. Yahvé había sacado a los israelitas no
sólo para librarlos de la servidumbre, sino sobre todo para darles la
tierra prometida a los patriarcas5. En su peregrinación hacia la tierra
prometida, Yahvé desplegó su poder sobrehumano, sembrando el pavor
en todas las poblaciones con las que Israel iba entrando en contacto:
Supiéronlo los pueblos, y temblaron; ... filisteos, principes de Edom...,
fuertes de Moab, habitantes de Canaán perdieron su valor (v.14-15). De
este modo se puede decir que Yahvé “ha comprado” a su pueblo a
precio de portentos y maravillas. Son todos motivos para agradecerle
por parte de los beneficiados, los israelitas: Tú le introdujiste y le
plantaste en el monte de tu heredad (v.17), Jerusalén, centro 'de la
teocracia, donde Yahvé moraba en su santuario como en los cielos. Allí
permanecerá para siempre como Rey de su pueblo (v.18).
El v.19 es considerado como glosa redaccional para recordar la
ocasión del cántico. Por su falta de ritmo no encaja en la composición
lírica del contexto.
Las mujeres solían recibir a los vencedores con cánticos y danzas,
como aún ocurre en las tribus del desierto6. Así, María, hermana de
Moisés y Aarón, les sale al paso y se asocia al cántico general. Se la
llama hermana de Aarón, sin mencionar a Moisés, porque aquél era
mayor en edad, y quizá porque se iba a aliar con Aarón contra Moisés 7.
Se la llama profetisa quizá por ser hermana de Moisés, pero sobre todo
porque aparece también como portavoz de Yahvé8. El nombre de María
puede ser egipcio, como el de Moisés. Quizá haya que relacionarlo con
el meri egipcio, que significa amado, que entra en la formación de
nombres teóforos. Unido al nombre de Yahvé (Yam: Yaw), tendríamos el
nombre teóforo: Meri-Yam (Miryam) : “amada de Yahvé.”9 San
Jerónimo, leyendo Mar-yam, traduce stella maris. Probablemente haya
que leer stilla en vez de stella, ya que mar significa “gota de agua.”10