Estrategia de enseñanza
A los participantes pida hacer una lista de ejemplos de ambas normas, explícitas e
implícitas, dentro de su cooperativa y analizar el efecto que éstas han tenido en el
cambio de la organización. ¿ Cuáles son las normas que han promovido cambio y cuáles
lo han obstruido?
A los participantes, conforme a sus propias experiencias, pida pensar qué estructuras
cooperativas han probado ser conducentes al control efectivo por los asociados. Durante
la siguiente discusión, trate cuestiones tales como extender responsabilidades, grupos de
trabajo y representaciones de los asociados.
Indique las razones por las que una cooperativa debe ser vista como una organización de
aprendizaje y cuál debe ser la función de estipular incentivos. Refiérase a las funciones
duales de la cooperativa enfocando tanto el proceso empresarial como innovativo.
Notas
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Información de referencia
Normas y desarrollo de la cooperativa
Todas las instituciones operan según ciertas reglas o normas. Estos códigos internos de
conducta entran en dos categorías:
Si estas normas son hechas explícitas, es más fácil ayudar a los asociados a cambiarlas.
Cuando los asociados entienden que cambios internos o externos amenazan la
supervivencia de la cooperativa, están más preparados para discutir cambios y buscar
nuevas soluciones. De modo similar, si se puede aclarar cómo un cambio en las normas
puede conducir al mejor uso del conocimiento y/o recursos de los asociados, y éstos
pueden ser complacientes con el cambio.
Cuando las reglas son implícitas, con frecuencia los asociados no conocen qué es lo que
dificulta la interacción efectiva o innovación. Normas implícitas son asimismo más
específicas para la sociedad donde existe la cooperativa. Puede ser bastante molesto para
el grupo considerar incluso la renuncia a ciertas pautas de conducta o creencias por
causa del éxito de la cooperativa.
El punto de partida para cambiar normas implícitas es, de algún modo, sacarlas a la
superficie y hacerlas explícitas. El hacer una norma explícita no significa arrancar la
decisión de los asociados como si ellos quieran o no mantener las viejas normas. La
imposición de un cambio en valores y normas sin alcanzar el apoyo de la organización
puede seriamente dañar la competitividad y eficiencia de la cooperativa.
El hecho que una visión ha sido desarrollada por un número más amplio de asociados
puede ayudar a hacer ciertas normas explícitas e incluirlas en los estatutos. Con todo,
esto no altera, de modo automático las normas sostenidas por los individuos más
directamente empeñados y responsables de la gestión cooperativa, tales como líderes y
gerentes.
Por todo el mundo las cooperativas han encontrado necesario establecer estatutos y
códigos de conducta para asegurar que la promoción de los asociados permanece el
centro de actividades y no es obstaculizado por normas implícitas de sus líderes o
gerentes. Para poner los asociados en condiciones de ser más conscientes de problemas
de actitudes de los que ellos no fueron percatados, incluimos una "lista" de áreas en las
cuales tales normas o reglas deben considerarse (Ver anexo a este módulo: "Valuación
formal - ¿Cómo es flexible la cooperativa?"). Decida por usted mismo si la organización
que usted aconseja necesita cuestionar algo de esa lista.
No puede existir un anteproyecto para todas las cooperativas. A cada una compete
desarrollar sus propias estructuras convenientes a sus objetivos. Durante ese proceso,
una gama de elementos necesitan ser considerados para asegurar relevancia y eficiencia.
En cada cooperativa, ahí necesita una estructura a fin de asegurar: control efectivo y
último permanece en manos de los asociados. La asamblea de asociados normalmente se
investirá de ciertos poderes para ejercerlos en provecho de los asociados, incluyendo
(Handel 1992: 92):
En la mayoría de países la ley prescribe algún sistema de auditoría externa. Sin embargo,
esto no puede reemplazar los mecanismos internos de control. Aparte de los largos
intervalos entre los controles externos, de ordinario los informes son difíciles de leer, y
necesitan ser analizados, resumidos y explicados a los asociados antes que puedan
participar activamente en el control de su empresa y el desempeño de sus gerentes y
líderes. Con frecuencia también las auditorías externas contienen información
insuficiente. Estas pueden quedarse sólo en apreciar el desarrollo económico o en
evaluar si las cuentas son formalmente correctas. Tampoco averiguan si los intereses de
los asociados han sido apoyados eficaz y eficientemente, ni consideran las perspectivas
futuras de la cooperativa.
Un medio de lograr esto sin sobrecargar los gerentes, es organizar un número de grupos
de trabajo que trabajen por separado o coordinados por un grupo director. Cada grupo se
concentrará en aspectos específicos del proceso de desarrollo y, dentro de un
determinado conjunto de pautas, se ocupará de los pormenores necesarios en los
cambios. Tarea de los grupos es llevar adelante el proceso de desarrollo acordado por los
asociados, encontrando vías para concretar objetivos y confirmando que los planes
operativos para ejecutarlos conforme a la promoción de asociados y con la posibilidad
de ser seguidos. Serán guiados por la declaración de visión y el plan estratégico, y
podrán acudir a los gerentes cuando requieran información adicional.
Algunas veces puede ser aconsejable llamar a un facilitador externo quien puede
propone un punto de vista independiente. Si necesario, estos facilitadores, deben ser
capaces de señalar dónde han sido tomadas posiciones defensivas, y pueden también
ayudar a reconciliar los diferentes puntos de vista del grupo.
Estructura de liderazgo
Estructuras de Consejo puede ser un sistema singular o de doble nivel, conforme a que
incluya un Consejo de supervisión además de un Consejo de directores. Esto es, de
ordinario, determinado por la ley de cooperativas, aunque hay situaciones en las cuales
un Consejo de supervisión es introducido aun en ausencia de cualquier requisito legal
interno específico. Mientras el Consejo de administración se concentra en las funciones
relativas a dirigir los asuntos de la cooperativa, un segundo consejo subsidiario puede
servir para reflejar los intereses de diferentes subgrupos. Esto puede permitir que otros
grupos de sustentadores sean representados (por ej., instituciones financieras con un
interés en la cooperativa o agencias de promoción) pero esta representación seccional no
debe llevarse a cabo en la sede del Consejo.
Todos los asociados que cumplen funciones representativas necesitan recibir claras
descripciones de la tarea y capacitación. Las órdenes establecidas por consejos y
comités, en general, pueden disponer esto. Sin tales pautas y la capacitación necesaria,
los representantes sentirán la tarea demasiado exigente o se sentirán inseguros, lo que
podría repercutir en ellos, definiendo sus funciones por si mismos. Ellos se volverán
apáticos o, más probablemente, ejercerán control muy detallado sobre los gerentes
profesionales. A su vez, esto frustrará los gerentes y limitará el logro de la cooperativa
como un todo.
En una tentativa de distinguir las diferentes funciones de cada uno sin proveer un
anteproyecto, la distribución de responsabilidades entre diversos niveles en el sistema de
control de asociados puede ser vista como sigue:
El desarrollo de una visión orientada a los asociados, antes descrita, puede ser aplicada a
la gestión estratégica.
El plan de promoción necesita además considerar cómo contrarrestar los efectos del
oportunista.
Los efectos del oportunista se crean cuando los no asociados (quienes no contribuyen
como copropietarios al desarrollo de la empresa cooperativa) se benefician de los
servicios de la cooperativa en la misma amplitud de los asociados. Este puede ser el caso,
si comercializar a no asociados se ha tornado necesario para hacer uso pleno de las
capacidades técnicas (por ej. almacenes o maquinaria). Esta situación puede poner en
peligro severamente la estabilidad de la cooperativa, salvo que esto sea contrarrestado
por beneficios específicos a los asociados e incentivos que motiven los asociados a
mantenerse como tales.
Como con el enfoque del grupo director para el desarrollo de la organización, el grupo
de trabajo para promoción debe tratar sus recomendaciones plena y directamente con
asociados y líderes, con miras a conseguir, así, mayor aceptación posible.
Similares grupos de trabajo pueden establecerse con un claro propósito y un plan para
actividades promocionales individuales de la cooperativa. En el anexo a este módulo va
incluido un ejemplo.
Desarrollo de incentivos
Hasta ahora ha sido presupuesto que los asociados quieren participar en el planeamiento
auto-determinado y en el desarrollo de la organización, y que consideran esto importante
y que merece la pena.
Esto exige una gran transacción de empeñarse a largo plazo por parte de asociados,
líderes y gerentes, que refleja el potencial y la necesidad de crear y mantener un sistema
apropiado de incentivos.
a fin de llegar a ser implicados los asociados, han de ver que sus beneficios
superarán los insumos que ellos mismos proveen;
el grupo decide sobre los beneficios económicos y sociales que ellos pretenden
obtener de su organización;
la viabilidad económica a largo plazo de la cooperativa y los incentivos y/o
ganancias para el asociado individual deben ser equilibrados.
Incentivos empresariales
Generar nuevas oportunidades para los asociados, tales como descubrir nuevos mercados
y nueva localización/fuentes más económicas de insumos, no puede ser lograda a través
de la gestión de rutina. No obstante, aun cuando exista fuerte capacidad empresarial,
pueden estar faltando fondos para identificar y aprovechar oportunidades. La misma
cooperativa quizás carece del poder, influencia y experiencia para abordar y remover
restricciones externas que afectan su potencial. En particular, en sus primeras fases de
contacto con el mercado, en gran parte aprenderá por tanteo y error, y las experiencias
de los asociados pueden ayudar, de uno a otro, y a la cooperativa como un todo.
Igualmente puede ser el caso de los asociados con mayor riqueza si sienten que no
tuvieron realmente voz en la organización, pero no la dejan a causa de otras relaciones
obligatorias. En ambos casos, puede resultar inactividad, apatía y quizás aún
comportamiento perjudicial en parte de esos asociados.
Una cooperativa no es sólo una organización social, sino también una aventura
empresarial; en ciertos casos, puede aún adquirir un estado de gran empresa. Un
capacitador/promotor, llamado a capacitar o aconsejar en desarrollo de la organización
necesitará tener una clara comprensión de las consideraciones de negocios de empresa.
La forma de la cooperativa
A menudo, una vez que las cooperativas han sido establecidas, los asociados están
preparados para trabajar sobre una base voluntaria, con frecuencia también proveyendo
capital y los intereses no recibidos. El empleo de esos recursos a "costo verdaderamente
inferior al del mercado" puede ser esencial para poner un pié firme en el mercado. Puede
ser un precio que los asociados estén preparados a pagar en retorno a una alternativa que
"compense" en términos de otros beneficios. No obstante, tales recursos raramente
seguirán siendo disponibles, una vez que la cooperativa esté bien establecida o la
actividad particular bien asentada.
La empresa próspera del futuro enfocará a sus ventajas comparativas. Las cooperativas,
como los agentes en mercados competitivos también necesitarán hacerlo. Acceder a
suficiente capital y a la gestión profesional creativa serán factores clave a este respecto.
Esas empresas tendrán que estar altamente orientadas hacia la clientela, ser cada vez más
conscientes del ambiente, flexibles a fin de responder a cambiantes necesidades, e
innovativas en orden a liderar en su área específica de actividad. Tendrán que buscar y
usar tecnología apropiada; esto equivale a tecnología segura ambientalmente y ventajosa
económicamente.
Sin embargo, desde que el desarrollo de la organización es algo que acontece localmente
y en grupos, un promotor a menudo es requerido para facilitar, moderar y actuar con
tales grupos como persona-recurso. Por lo tanto él/ella necesita habilidades de
capacitación muy similares a las empleadas en materias conexas en eventos formales de
instrucción. Para ser efectivo, el promotor necesitará conocimiento substancial sobre
antecedentes de la cooperativa, así como el respeto y confianza de parte del grupo.
Este tipo de capacitación más bien informal, puede, a menudo, indicar mayores
necesidades de capacitación formal, que idealmente el promotor debe ser competente
para apreciar junto con el grupo.
CAPACIDAD EMPRESARIAL
Introducción
Estudios recientes realizados en México sobre las formas de comunicación comercial
entre
proveedores y clientes de la industria del “retail” (Erosa, 2003; Erosa & Arroyo, 2003),
revelan que existen asimetrías en materia de formas de interacción, ya que los procesos
electrónicos basados en la utilización de mensajes EDI conviven con sistemas
tradicionales
apoyados en el uso de fax, el teléfono y la visita personal de agentes de venta. En la
búsqueda de mayores utilidades, un elemento importante del éxito en las operaciones
comerciales es operar al menor costo los procesos de abasto, por lo que el catálogo
electrónico es un importante recurso habilitador que permite la operación de los
procesos de
abasto en forma eficiente (Damanpour, 2001), el cual ofrece además la oportunidad de
acceso a la descripción de los productos a más empresas, fomentando con ello las
transacciones electrónicas.
La colocación de los productos en un catálogo electrónico asegura la difusión de su
oferta, aunque no garantiza que podrá captar más clientes ni retenerlos, ya que esto
demanda de un soporte técnico y organizacional. Entre los elementos requeridos para
apoyar la colocación y compra-venta de productos a través de un catálogo electrónico se
identifican los siguientes (Barua et. al., 2001):
(1) Capacidad para asegurar el abasto de los bienes
Este elemento demanda que la empresa-cliente tenga eficiente sincronización con
sus proveedores para asegurar el abasto de producto requerido para satisfacer la
demanda
3.1.4. EL MERCADO.
Capacidad Empresarial
Capacidad Empresarial
CAPACIDAD EMPRESARIAL
La capacidad empresarial es un tema estratégico en los estudios de los procesos que
llevan a la prosperidad y a la creación de empleos. Pese a ello, el concepto no está aún
bien definido. Este artículo estudia los supuestos centrales y cuestiona lo que muchos
contemporáneos dan por supuesto. El artículo muestra la necesidad de definir la
capacidad empresarial. La discusión reciente debe explicar el fenómeno, a veces
contradictorio, del rápido crecimiento de las grandes empresas y las nuevas
microempresas de empleados por cuenta propia que no tienen posibilidades ni
intenciones de crecer. Las políticas económicas deben especificar a qué se refieren
cuando hablan de capacidad empresarial.