Vamos a comenzar haciendo un cambio deliberado en la postura, busca una postura que exprese una
postura de dignidad pero no rígida, cuida de soltar los hombros y abrir el pecho, si es posible y te
parece cómodo soltando los hombros.
3. Expandiendo el campo de consciencia, de tal forma que incluya la sensación del cuerpo como
un todo así como las sensaciones de la respiración, las expresiones de tu postura, la expresión
facial, cómo se siente tu cuerpo en su totalidad, y si eres consciente de alguna sensación de
incomodidad, tensión o resistencia, respira hacia ellas con suavidad, permitiendo que aire las
alcance con la inspiración y se retire de ellas con la exhalación quizás sintiendo como se
suavizan y liberan con cada expiración, y ahora de la mejor forma que puedas lleva esta
consciencia más lleva a los siguientes momentos de tu día.