Juan Carlos Da Silva Araque

Caracas, Enero de 2018

LA LIBERTAD

Thomas Hobbes.

En el capítulo V del Leviatán Hobbes dice “…si un hombre me habla de un

rectángulo redondo; o de accidentes del pan en el queso; o de substancias
inmateriales; o de un sujeto libre, de una voluntad libre o de cualquiera cosa libre,
pero libre de ser obstaculizada por algo opuesto, yo no diré que está en un error,
sino que sus palabras carecen de significación; esto es, que son absurdas.” Párrafo
en el cual entiendo está haciendo referencia a Descartes de quien veíamos en las
meditaciones metafísicas el hecho de que la voluntad era libre y por ende nos
asemejaba a Dios, más a allá de que esta se encuentre condicionada por el
intelecto.

Partiendo del enunciado anterior a Hobbes me pregunto ¿Cuál es la noción de

libertad que él posee? ¿En qué se diferencia esta de la noción cartesiana? Noción
que uno atribuye a cuestiones como la voluntad y el sujeto, pero que el otro
considera absurdo y sin sentido hacerlo. Para realizar la siguiente investigación
utilizaré la iluminación de las meditaciones metafísicas de Descartes y de El
Leviatán de Hobbes.

Palabras Claves: Libertad, Voluntad, Pensamiento, Razón, Derecho, Necesidad.

 Noción de libertad Cartesiana.

Desde la sinopsis a las seis meditaciones Descartes comenta que el espíritu

haciendo uso de su libertad es capaz de suponer cuales cosas existen realmente
cuales no, dice: “En la segunda meditación, el espíritu, que usando de su propia
libertad, supone que no existen todas las cosas de cuya existencia cabe la menor
duda, reconoce que es absolutamente imposible que él mismo, sin embargo, no
exista” fragmento que nos deja ver varias cosas sobre su pensamiento, entre ellas
que el hombre piensa, y ese acto de pensar es lo único que no duda que existe, de
todo lo demás puede dudar, y puede hacerlo porque tiene esa libertad (la de dudar)
inclusive al punto de negar todas sus creencias actuales para volver a construirlas.
En principio esta posibilidad de dudar podemos decir que es libertad. Ya en la
meditación IV ahonda un poco más en el tema de la libertad, cuando habla sobre la
capacidad que Dios nos ha dado de elegir, y en ella basa nuestra imperfección
humana. Esta capacidad de elegir a la cual también llama libre albedrío y que es
pura voluntad con entendimiento. Justo aquí llega a uno de los momentos que
Hobbes critica en el fragmento inicial de este trabajo, cuando asume que nuestra
voluntad es libre y a pesar de que nos pueda hacer dudar o equivocarnos el autor
nos dice: “Tampoco puedo quejarme de que Dios no me haya dado un libre arbitrio,
o sea, una voluntad lo bastante amplia y perfecta, pues claramente siento que no
está circunscrita por límite alguno” y esta voluntad tan grande e ilimitada (Solo la
voluntad de Dios ha de ser mayor) es lo que nos hace semejantes a Dios. Esta
semejanza entre otras cosas nos da el privilegio de poder elegir, con nuestra gran
voluntad pero también usando el intelecto, entre varias opciones, o sopesarlas unas
con otras y poder tomar preferencia entre una u otra, aunque sea la opción menos
apropiada o equivocada, no habiendo una circunstancia externa que limite la
voluntad e impida la elección o la acción. Esta ausencia de impedimentos se puede
entender también como libertad, “Porque ella sólo consiste en que podamos hacer
algo o no hacerlo (es decir, afirmar o negar, buscar o huir), o, más bien, sólo en que
para afirmar o negar, buscar o huir las cosas que el entendimiento nos propone,
actuamos de tal manera que no sentimos que ninguna fuerza exterior nos constriña
a ello” y la gracia divina y el conocimiento natural son los que ayudan de alguna
manera a escoger una opción entre los contrarios posibles, o al menos inclinarse,
en mayor o menor medida, a uno de ellos, no solo por encontrar una opción
adecuada, sino una que apunte hacia la verdad y al bien, lo que lleva a una elección
más libre y no condicionada como podría pensarse y esto se debe a que si no hay
una motivación adecuada para escoger una opción, o simplemente se es indiferente
a ellas al momento de hacerlo, se llega al grado más bajo de libertad por ignorancia.

En conclusión la libertad de arbitrio nos es dada por Dios, pero reside

plenamente en nosotros, y tenemos que conocer claramente la verdad y el bien, lo
que deriva en una inclinación a la voluntad para poder decidir con plena libertad y
no ser limitados por la ignorancia y la indiferencia al momento de elegir entre los
contrarios.

Noción de Libertad en Hobbes

En el capítulo XIV Hobbes dice: “Por LIBERTAD se entiende, de acuerdo con

el significado propio de la palabra, la ausencia de impedimentos externos,
impedimentos que con frecuencia reducen parte del poder que un hombre tiene de
hacer lo que quiere; pero no pueden impedirle que use el poder que le resta, de
acuerdo con lo que su juicio y razón le dicten” lo que hasta ahora no está
desapegado a la concepción cartesiana. Sin embargo esta concordancia conceptual
no debe ser causa de engaño puesto a que como vimos en el fragmento inicial de
este trabajo tomado del capítulo V o como podemos ver en el capítulo VIII el autor
busca restar cualquier tipo de valides en los conceptos de voluntad libre, sujeto libre,
libre albedrío o términos escolásticos como el de transubstanciación, la trinidad,
deidad o la naturaleza de Cristo, tachándolos de palabras sin sentido ya que
difícilmente podrían ser traducidos o explicados en un idioma moderno o en un latín
“tolerable” como cuando esta era una lengua común.
 En el capítulo XXI retoma el concepto de libertad diciendo: “LIBERTAD significa,
propiamente hablando, la ausencia de oposición (por oposición significo
impedimentos externos al movimiento); puede aplicarse tanto a las criaturas
irracionales e inanimadas como a las racionales.” También dirá que “es un
HOMBRE LIBRE quien en aquellas cosas de que es capaz por su fuerza y por su
ingenio, no está obstaculizado para hacer lo que desea” por lo que “del uso del
término libre albedrío no puede inferirse libertad de la voluntad, deseo o inclinación,
sino libertad del hombre, la cual consiste en que no encuentra obstáculo para hacer
lo que tiene voluntad, deseo o inclinación de llevar a cabo”, entendiendo esta
voluntad no como la entendía Descartes (aquello en lo que el hombre más se
asemeja a la divinidad) sino como la entendía Hobbes diferenciándolas: la voluntad
divina que es absoluta indeterminación mientras que la voluntad humana está
necesariamente determinada (limitada) por causas, entre otras, los sentidos y la
razón.

Si la libertad no es impulsada por una voluntad libre, denotada por la gracia de

Dios y el conocimiento de la verdad y el bien como lo diría Descartes, ¿Qué impulsa
la libertad en la visión de Hobbes en el leviatán? Para desarrollar una respuesta a
esto es necesario conocer algunos conceptos que se dan en el capítulo XIV a saber:

 El DERECHO DE NATURALEZA: que los escritores llaman comúnmente jus

naturale, es la libertad que cada hombre tiene de usar su propio poder como
quiera, para la conservación de su propia naturaleza, es decir, de su propia
vida; y por consiguiente, para hacer todo aquello que su propio juicio y razón
considere como los medios más aptos para lograr ese fin.
 Ley de naturaleza (lex naturalis) es un precepto o norma general, establecida
por la razón, en virtud de la cual se prohíbe a un hombre hacer lo que puede
destruir su vida o privarle de los medios de conservarla; o bien, omitir aquello
mediante lo cual piensa que pueda quedar su vida mejor preservada.
Aunque quienes se ocupan de estas cuestiones acostumbran confundir ius
y lex, derecho y ley, precisa distinguir esos términos, porque el DERECHO
consiste en la libertad de hacer o de omitir, mientras que la LEY determina
 y obliga a una de esas dos cosas. Así, la ley y el derecho difieren tanto como
la obligación y la libertad, que son incompatibles cuando se refieren a una
misma materia.

La libertad que tiene que ver con el derecho natural la podemos entender como
libertad corporal, ya que es la razón del actuante como sus pasiones naturales las
que determinan su acción, es un nivel personal donde las causas que determinan
la acción son tan importantes como los impedimentos externos u oposiciones.
Teniendo en cuenta que para Hobbes el mundo solo consiste en materia en
movimiento tenemos en cuenta que en el hombre solo hay dos tipos de movimiento:
Vitales y voluntarios (los segundos tienen su principio en la imaginación mientras
que los primeros no). Las sensaciones son los primeros movimientos por los cuales
captamos las imágenes de los objetos sentidos creando un sentimiento de
aproximación o rechazo el cual sería causa del siguiente movimiento, una acción
visible producto del deseo o rechazo que sentimos hacia el objeto. Por ejemplo si
me gusta la cerveza y veo una cerveza fría la acción visible seria tomarla, si por el
contrario no me gusta la cerveza al verla solo la ignoraría. En esta sucesión de
causas y efectos, la libertad como ausencia de impedimentos externos, se da en el
movimiento del cuerpo en la dirección dada por los movimientos internos.

La libertad que tiene que ver con la ley natural se define con el derecho natural
pero se ve afectada por las obligaciones. Los mismos movimientos internos serán
afectados por las obligaciones. Teniendo en cuenta que el hombre por naturaleza
es egoísta, orgulloso, vengativo entre otros por naturaleza así que busca satisfacer
sus propias pasiones, buscando su realización personal a toda costa, hasta que
varias personas de capacidades similares (como explica en el capítulo XIII) pueden
querer la misma cosa por lo cual se vuelven enemigos, donde la discordia puede
llegar a un estado de guerra, llegando a ser el propio hombre lobo de los hombres
o homo homini lupus. Para evitar esto la razón sugiere las leyes naturales que
constituyen el medio necesario para lograr la seguridad personal y hacer la vida más
grata. Si las condiciones están dadas, estas leyes Ilevan a realizar un contrato por
el cual todos ceden derechos a un soberano. Antes de este contrato el hombre es
Iibre en el sentido de que todos sus actos se determinan por sus deseos o
aversiones. Aún contratar es un acto libre. Al contratar, el hombre hace lo que desea
conforme a su razón buscando el fin de la conservación de su naturaleza. Lo que lo
lleva a ceder sus derechos haciendo uso de su derecho natural. Desde este
momento se obliga a cumplir el contrato que no puede romper porque se ha formado
un ser con el poder suficiente para impedirlo. Con esto se crea el mecanismo para
limitar la libertad que antes no existía, capaz de manipular los movimientos internos
ya explicados, todo esto en función de la paz. El soberano a través de leyes civiles
manifiesta su voluntad y limita las pasiones naturales del hombre, este podría o no
cumplir estas leyes pues no existen impedimentos externos sin embargo bajo la
amenaza de castigo prefiere no hacerlo, aquí juega un papel importante otro factor,
el miedo. Mediante este el soberano gobierna las acciones de los hombres y
determina sus acciones en lugar de las pasiones que hasta entonces eran el factor
determinante. Todo acto determinado por la ley civil deja de ser libre, pero no por
causas externas como hemos visto, sino por un movimiento interno contrario a las
pasiones naturales, el miedo. Si el soberano no tiene este poder de imposición las
leyes serian violadas generando un estado de discordia y guerra como el que se
quería evitar antes de los contratos sociales.

Conclusiones

El mecanicismo de Hobbes ha querido explicar la libertad como consecuencia

del movimiento, donde el hombre, pieza de la gran máquina que es la naturaleza,
mediante la sensación y la imaginación busca satisfacer sus pasiones, pero ligado
a esto el pesimismo antropológico de este autor señala que un ser egoísta por
naturaleza solo buscará satisfacer esas pasiones sin importarle si afecta a los
demás hombres, lo que va a llevar a la limitar las libertades particulares en función
de la paz común. Totalmente alejado al hombre de voluntad infinita que actúa por la
gracia de Dios y buscando la verdad y el bien y así ser plenamente libre expuesto
por Descartes. Sin embargo el fin de Hobbes es comunitario y el contrato social será
un aporte base invaluable para la sociedad y los estados.