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SALAMANDRA

INTERVENCIÓN SURREALISTA - IMAGINACIÓN INSURGENTE - CRÍTICA DE LA VIDA COTIDIANA.

15-16 2005-2006

ÍNDICE

AVISO PARA LA PRÓXIMA DEMOLICIÓN DEL TEATRO OLIMPIA Grupo Surrealista de Madrid 3
EN EL LUGAR DEL ACCIDENTE Julio Monteverde 5
© SALAMANDRA
GRUPO SURREALISTA DE MADRID HUMO Ignacio Castro 11
NI DE VUESTRA VIDA NI DE VUESTRA MUERTE José Manuel Rojo 16
Edita:
EDICIONES DE LA TORRE MAGNÉTICA LA PIEL DE LA SOMBRA Joël Gayraud 28
Torrecilla del Leal, 21, 1º izq.
LA CIUDAD FUNCIONA CON GASOLINA María Santana 37
28012 Madrid.
Depósito Legal: M-34655-1995 POEMAS Ghérasim Luca 43
Edición técnica y maquetación: LA EXPERIENCIA ARRUINADA Lurdes Martínez 45
JULIO MONTEVERDE
Composición de cubierta: APERTURA AL JUEGO DEL FRAGMENTO Guy Girard 50
ANTONIO NAVAS
REFLEXIONES SOBRE LA PERMEABILIDAD DE LOS TECHOS Guy-René Doumayrou 53
Sobre diseño original de:
ZAMBUCHO EDICIONES ENTRE EN MEDIO Eugenio Castro 59
Imprime:
GRÁFICAS LIZARRA INTRODUCCIÓN AL JUEGO DE LA TOPONIMIAS Juan Carlos Otaño 64
Se sugiere la reproducción total o
parcial de los contenidos de esta ÍNTIMA INTEMPERIE Eduardo Abadía Sicilia 71
publicación citando fuente.
EL LENGUAJE VELADO Javier Gálvez 75
EL PRINCIPIO DE UNA VISIÓN Noé Ortega y Vicente Gutiérrez 77

1 Salamandra 15-16
ÍNDICE

EXTRAÑAMIENTO EN EL CENTRO COMERCIAL María Santana y Antonio Ramírez 80


EL OBJETO ROBADO Antonio Ramírez 84
POEMAS René Daumal 87
¡MÁS REALIDAD!

EL ARCANO DEL DIABLO Manuel Crespo 92


ÓRDENES SON ÓRDENES Julio Monteverde 94
YO Eugenio Castro 97
200 AÑOS Manuel Crespo 100
POEMAS Rosa Lentini 111
TIERRA ADENTRO Silvia Guiard 104
POEMAS Julio Monteverde 122
POEMAS Javier Gálvez 124
LUGARES POÉTICOS Bruno Jacobs 126
GARRAF Manuel Crespo 139
POEMAS Esther Ramón 130
EL SURREALISMO FRENTE AL MULTICULTURALISMO Michael Richardson 141
MIRADAS SOBRE LA SERVIDUMBRE CONTEMPORÁNEA Alfredo Fernández y Barthélémy Schwartz 149
BENJAMÍN MENDOZA Y AMOR O EL MAGNICIDA Christian Ferrer 153
EL EDÉN Y EL ÁTOMO Jesús García Rodríguez 158
NOCHE EN NOMBRA Eugenio Castro 166

JUEGO DE LAS ETIMOLOGÍAS Grupo Surrealista de Madrid 169

DEFENSA DE LA INACTUALIDAD

- Ana-crónicas: RECORRIENDO LA CIUDAD AMNÉSICA Lurdes Martínez 174


EL PRINCIPIO DE ESPERANZA DE ERNST BLOCH
FRENTE AL PRINCIPIO DE RESPONSABILIDAD Michel Löwy 181

- Exenciones: LA CIUDAD BAJO CUERDA, TRAZADA Y CUARTEADA Grupo Surrealista de Leeds 185
A PROPÓSITO DE LAS MÁQUINAS Michael Richardson 186
MANIFIESTO Grupo Surrealista de Ioannina 188
NO TRABAJO LUEGO EXISTO El mal salvaje 191

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AVISO PARA LA PRÓXIMA DEMOLICIÓN DEL NUEVO TEATRO OLIMPIA
Grupo Surrealista de Madrid

A viso para la próxima demolición


del nuevo Teatro Olimpia
Grupo Surrealista de Madrid

i en el orden del urbanismo ni en el de ningún otro, macrocomisaría, un tanatorio, una fábrica high-tech, un
N nada bueno puede venir de las alturas burocráticas
donde moran nuestros amos. Al vaciamiento y desecación
aparcamiento de varios pisos, un bloque de oficinas. Y en
cierta manera así ha sido, porque a todas esas figuras de la
acelerados de Madrid, a la destrucción del tejido humano y alienación y a algunas más se parece ese flamante retoño de
del medio natural circundante, ocupado por la metástasis la peor arquitectura totalitaria que llaman "la reconstrucción
inmobiliaria y la concentración disparatada e irracional de del Teatro Olimpia". Como dice el mismísimo director del
hombres y recursos económicos, se une ahora la puntilla Centro Dramático Nacional, "los hechos acaban imponiéndo-
especulativa de unas Olimpiadas con las que se quiere dis- se y cualquiera que pase por la plaza de Lavapiés puede com-
traer a una ciudad que ya no tiene fuerzas ni para lamerse probar por sí mismo la realidad del edificio que sustituye a
las heridas y que no está para ninguna fiesta, y menos las las antiguas y deficientes instalaciones". En efecto, y el que
que organiza el capital, donde sólo seremos criados, espec- hoy no se puedan encontrar diferencias exteriores entre los
tadores y, finalmente, pagadores. edificios que levanta el capital, porque todos ellos se fundan
en la misma desertización económica, psicológica y afectiva,
Esta sencilla verdad se comprueba también a escala de no es sino un signo más de hasta qué punto la miseria y el
cualquier barrio. Dejemos por una vez aparte las operaciones vacío se han globalizado en todos los rincones del planeta,
cosméticas de la "reforma" de Lavapiés, de la extinción ace- en todas las esferas de la vida. Esta concentración del horror
lerada de sus vecinos más antiguos y pobres, de la voladura homologado tan sólo puede generar formas idénticas y este-
controlada de la misma convivencia mediante la manipula- rilizadas, y tal identidad no es sino el reflejo de la esteriliza-
ción y exacerbación de las tensiones étnicas y sociales, de su ción de la vida a manos de la economía y de la caída inmi-
museificación y reificación como mercancía de consumo nente del simulacro de civilización que esta segrega.
para la supuesta élite seudomestiza y joven pero sobrada-
mente cualificada. Fijémonos ahora en ese espanto de Se ha dicho que la dominación burguesa es la única en la
cemento y cristal que es la remodelación de la Sala Olimpia, Historia que ha sido incapaz de desarrollar una verdadera
en el mismísimo corazón ya vacilante de un barrio medio cultura propia, alimentándose de los despojos del pasado y
muerto pero al que había que asestarle una última puñalada de las energías del futuro que tan bien sabe vampirizar, recu-
de asco y miedo, de lujo y cultura. perando lo que aún está vivo para vender muerte. Este edifi-
cio es la prueba palpable de la verdad de esta afirmación y
Cuando hace algunos años se derribó la vieja Sala Olimpia de su aceleración desbocada, pues sólo sabe fiar su "belleza"
y se anunció que se construiría otro teatro en su lugar, o bien, durante el día, al reflejo en sus repugnantes cristale-
muchos imaginamos, y con toda la razón conociendo como ras de la arquitectura tradicional madrileña que lo circunda,
conocemos las maniobras de la economía, que la especula- o bien, durante la noche, como se ufanan sus mismos arqui-
ción bien podría levantar una cárcel, un manicomio, una tectos, convirtiendo "las cajas de hormigón en prismas de

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AVISO PARA LA PRÓXIMA DEMOLICIÓN DEL NUEVO TEATRO OLIMPIA
Grupo Surrealista de Madrid

luz" mediante "los frentes acristalados" que permiten "ver dejado de tener sentido para nosotros. Sólo nos fiaremos de
desde la plaza el movimiento del interior del teatro": Copia y nuestro gusto y de nuestro deseo, que coincide plenamente
espectáculo, parodia y pasividad. Es esta estética especular con el saludable juicio estético de las calles: lo que es un
la que no puede esconder ni ocultar que tras su espejismo mamotreto, es un mamotreto; lo que es una mamarrachada,
sólo hay humo, vacío, mentira. Pero a la ignominia del vidrio es una mamarrachada; lo que es ideología del poder y afirma-
totalitario se ha añadido la militarización del hormigón ción física de su totalitarismo en medio del espacio donde se
armado, pues qué son esos paredones que "reconstruyen desenvuelven nuestras vidas, es simplemente eso: ideología y
volumétricamente la manzana" sino un obsceno remedo de totalitarismo. Es claro que este teatro está pensado para des-
un búnker, de una trinchera, del muro de Cisjordania, mate- preciar y humillar la sensibilidad, la visión, la psicología de la
rialización monolítica en el espacio físico del poder despóti- gente que vive a su lado y de la gente que lo utilizará.
co y de las relaciones sociales que crea.
Por lo tanto, este teatro de la ignominia ha cumplido su
Más toda agresión enemiga se vale de nuestra debilidad, o tiempo desde antes de ser inaugurado. Nada bueno podemos
de la convicción que el poder tiene de esa debilidad. En este esperar tampoco de su funcionamiento, si hacemos caso a lo
sentido, una "insigne" arquitecta se alegraba de la, según que dicen sus patrocinadores que afirman impúdicamente
ella (y desgraciadamente no anda desencaminada) desinte- que "el edificio pretende proyectar la imagen de vanguardia
gración del barrio de Lavapiés como tal barrio, degradado a acorde con el programa cultural que el nuevo Teatro Olimpia
una amalgama amorfa de vecinos "indígenas" en vías de desarrollará". Nada podremos hacer con él tampoco en un
extinción, y de inmigrantes desarraigados, ya que así, al no futuro liberado del capitalismo y del Estado. Como las cen-
haber memoria ni conciencia de comunidad histórica con trales nucleares, las autopistas, los aeropuertos, los estadios
señas de identidad propias, se podía más fácilmente "inter- deportivos, los grandes almacenes y megacentros de ocio
venir con proyectos vanguardistas que en otros barrios" dirigido, la agricultura industrial, los campos de minas y la
-léase barrios burgueses- "serían rechazados". De este modo inmensa mayoría de los frutos de la tecnociencia, tal aberra-
al crimen se une el insulto. Porque todavía algunos recorda- ción arquitectónica es insalvable, irrecuperable e inutilizable
mos cómo era esta ciudad, y lo que pudo ser y no le permi- para la verdadera vida.
tieron ser; porque esos inmigrantes tampoco son esas piezas
anónimas, amnésicas e intercambiables que desearía la eco- La magnífica silueta espectral de la Torre Windsor nos ha
nomía, y traen consigo el recuerdo de otra arquitectura, dado ya la medida exacta de la calidad de las obras del capi-
otras ciudades, otros pueblos y aldeas; y porque, en definiti- talismo, y de la suerte que le está reservada tanto a ellas
va, en la ciudad las viejas paredes hablan y cuentan una his- como al mundo abyecto que las ha creado.
toria, muy distinta de la historia oficial, que hasta el último
Tan sólo se trata de decidir si queremos esperar a que ese
en llegar puede oír y entender a poco que preste oídos.
viejo mundo se derrumbe encima de nosotros, y perecer con
él bajo sus cascotes, o desmontarlo y suprimirlo antes de
Es reconociéndonos en este hilo rojo de la memoria que
que sea demasiado tarde.
podemos constatar una obviedad: este edificio es un horror
y como tal será tratado. No le deseamos otro futuro que aca- Ningún otro debate, ninguna otra acción pueden ya apa-
bar como las Escuelas Pías de San Fernando, a las que nin- sionarnos sino estos.
guna hipócrita restauración hará olvidar su glorioso final.
GRUPO SURREALISTA DE MADRID
Junio 2005
Ningún especialista, ningún profesor de Bellas Artes,
ningún crítico de arquitectura logrará convencernos de lo E UGENIO C ASTRO , M ANUEL C RESPO , J AVIER G ÁLVEZ , J ESÚS G ARCÍA
contrario. El discurso del prestigio culturalista, de la autori- R ODRÍGUEZ , V ICENTE G UTIÉRREZ E SCUDERO , L URDES M ARTÍNEZ ,
dad intelectual sobre el populacho inculto e insensato, ha J ULIO M ONTEVERDE , A NTONIO R AMÍREZ , J OSÉ M ANUEL R OJO ,
M ARÍA S ANTANA .

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EN EL LUGAR DEL ACCIDENTE
Julio Monteverde

E n el lugar del accidente


Julio Monteverde

En la hora de la toma de tierra


en el país del hombre,
todo
circulaba
sin sello
como nosotros
Paul Celan

M irad: son extraños los momentos en los que la luz


estalla, en los que la potencia de lo que sucede abre
el pensamiento como un cuchillo congelado. Instantes en los
en toda su amplitud puede suponer, si queremos adentrarnos
en la experiencia de la existencia cercana, desnuda, de esos
estados que hacen posible, aún y todavía, mantener funda-
que el cuerpo cobra rigidez a consecuencia del latigazo de das esperanzas en el ser humano y su futuro.
todo aquello que participa de la verdad. Sí, son extraños,
pero es sin duda a partir de estos momentos, por muy esca- Para intentar arrojar algo de luz sobre lo expuesto arriba,
sos que sean, sobre los que se funda el sentido de lo que me acercaré a Lacan en sus grandes líneas cuando estable-
pasa, y es gracias a ellos que el conocimiento sufre sus ció la diferencia conflictiva entre la realidad y lo real, apli-
pequeñas (y en ocasiones sus grandes) revoluciones. cable tanto al conocimiento como a lo que son directamen-
te sus consecuencias. Para Lacan, aquello que llamamos "la
Si lo que existe es informe, si sobre los fenómenos el pen- realidad" no es sino la narración construida, el sistema de
samiento arroja el lazo de la lógica, como quien empaqueta relatos, convenciones y actitudes que sirven para crear un
sus regalos, la complejidad misma del sistema, sus infinitas camino a través de una existencia en apariencia absurda y
entradas y salidas, impiden a ciencia cierta el abarcamiento sin sentido. En su funcionamiento, la realidad define
de la totalidad. Por aquí y por allá aparecen todas esas pre- apriorísticamente los fenómenos clasificándolos y rela-
sencias inquietantes que se salen del cuadro, hostigándolo. cionándolos con arreglo a unas categorías y sistemas prece-
El sueño de la estabilidad común se ve continuamente dentes gracias a los cuales se cree en disposición de explicar
importunado, zarandeado, por el rayo del cambio y lo ines- el mundo. La ideología, como sistema explicativo, sería de
perado, rayo violento que lo compromete y lo amenaza. Estos esta forma una de las más fuertes construcciones que se uti-
dos estados, el de la estabilidad y el de la convulsión, deben lizarían para catalogar los fenómenos con arreglo a un
ser entendidos en su dinámica como contrarios que se nie- esquema anterior. Igualmente, la idea de Dios sería la piedra
gan furiosamente el uno al otro pero a los que resulta nece- angular sobre la que descansa, para algunos, el sentido de la
sario interrogar si queremos entender algo de lo que la vida vida. A la luz de esta operación la realidad puede ser enten-

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EN EL LUGAR DEL ACCIDENTE
Julio Monteverde

dida como una construcción, asimilable a las zonas comunes Sin embargo, la tragedia de la realidad es que no es
de una casa, en la que lo social tendría las de ganar en favor monolítica, se mueve, en ocasiones poco a poco, después
de lo distinto. toda de golpe. Decía al principio de este texto que son
extraños los momentos en los que el relámpago triunfa, en
De esta forma, la realidad, en su proceso de estancamien- los que la narración se ve interrumpida por un fenómeno que
to, tiende a su propia consolidación. En su antidesarrollo, la cuestiona frontalmente y ante el que la asimilación se
constantemente está buscando y encontrando pruebas para hace francamente complicada. Estos momentos suponen el
confirmarse, para reafirmarse en una inmovilidad que le es esplendor de lo real. Lo real, en contraposición con la reali-
necesaria para ganar la partida al fantasma del cambio1. Su dad, es informe, discontinuo, vive debajo de las sombras y su
propio mecanismo es totalizante. Todo lo que no encuentra despertar es el trueno. Lo real sucede. Y sigue sus propias
en ella un lugar cómodo no es asimilado más que en favor de reglas, coincidan o no con las que la realidad ha pretendido
ciertos prefijos (sub, para...) que lo niegan indirectamente. fijar. Lo real es la materia oscura que irrumpe en la realidad
Esto es fácilmente entendible cuando se observa la forma en atacándola3. No es necesario aquí llegar muy lejos en la
que se ha determinado qué forma parte de la realidad y qué cuestión de ejemplos: la irrupción de la muerte significa
no forma parte de ella. Se podría afirmar que la definición siempre el alumbramiento de lo real. Ante el inmovilismo en
que la realidad se da a sí misma es aquello que existe verda- el que nuestras mentes parecen discurrir más o menos con-
deramente. Es fácil darse cuenta por tanto que este verdade- fiadas en su inmortalidad, o al menos en su no-fin, la muer-
ramente supone una exclusión más o menos arbitraria de te, que es real hasta la saturación completa, siempre acaba
fenómenos con arreglo a una necesidad anterior. Pues si todo apareciendo para destruir este estado mental. La realidad
lo que existe debiera entrar a formar parte de ella, no existen flota frente a nosotros mientras lo real nos atraviesa violen-
verdaderas razones para, en este proceso, dictaminar que tamente exigiendo sus derechos al trono.
fenómenos como los sueños no forman parte de la realidad
tan sólo porque ocurran en la esfera psíquica del individuo. Así, el amor-pasión, la poesía en sus manifestaciones más
directas o la ya mencionada muerte, son estados que la rea-
Y es que la realidad se ha creado para que las piezas enca- lidad tiende a negar al considerarlos demasiado inquietantes,
jen, hasta tal punto que se podría concluir que su finalidad demasiado cargados de preguntas complicadas y farragosas
es encajar las piezas a toda costa. Es en cierto modo un con-
consecuencias. No obstante, poseen tal grado de presencia
trato mental2, cuya aplicación práctica serviría de guía a la
cuando se manifiestan que, se quiera o no, siempre encuen-
conducta, permitiendo los juicios apriorísticos y la creación
tran una puerta o una ventana para llegar al exterior y modi-
de una conducta reglada en base a sus necesidades de con-
ficarlo. Pues lo real tiene predilección por el accidente para
solidación. Los términos de este contrato mental son innu-
hacerse visible y, en las condiciones actuales de las socieda-
merables, pero en nuestra sociedad podrían citarse, a modo
des más o menos desarrolladas, lo real siempre es el acci-
de ejemplo, la creencia en un mundo justo en el que cada
dente, y los accidentes, se quiera o no, son inevitables, ocu-
uno recibiría lo que merece en el largo plazo; la fe en el pro-
greso del ser humano que acabará resolviendo todas sus rrirán. No son fallos del sistema, son el devenir mismo del
contradicciones a costa de no cesar nunca su movimiento sistema que los contiene de forma explícita desde el mismo
hacia adelante y hacia arriba; o la represión de todo lo que momento en que se constituye como tal.
participa de las necesidades de la imaginación individual en
beneficio del denominado "bien común". Aquí los mitos, Actualmente, los mecanismos de la realidad han desarro-
como puede suponerse a raíz de estas consideraciones, resul- llado un complejo sistema de asimilación de la necesidad
tan parte integrante, creadores, de esta realidad y de sus imperiosa que el ser humano posee de estos accidentes,
presupuestos. hacia los que se vuelca para calmar la sed que le provoca la

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EN EL LUGAR DEL ACCIDENTE
Julio Monteverde

realidad. El sistema espectacular, en su última vuelta de como sujeto único, claramente identificado y consciente,
tuerca, ha diseñado sus armas para poner a producir también reptan todos los espacios de indeterminación en los que la
esta necesidad de lo real. Se ofrecen los acontecimientos personalidad creada se ve atacada por aquello que surge de
espectaculares, creados a partir de la ficción, como accesos ella sin verdadero control y con total poder sobre el indivi-
a esa experiencia intensificadora que el hombre necesita duo. Ciertamente, los logros de siglos de educación raciona-
para elevar su existencia al grado de vida. El lista y religiosa han logrado grandes triun-
caso más grotesco de esta colonización fos. La narración, a través de las cadenas
total se puede ejemplificar, a mi entender, que el propio lenguaje extiende sobre el
en los comentarios que espectadores de todo pensamiento, ha triunfado aparentemente
el mundo hicieron ante el acontecimiento para adaptar al hombre a lo civilizado per-
del ataque a las Torres Gemelas de Nueva mitiendo así mantener el sistema operati-
York. Por aquel entonces muchos afirmaron vo sobre el que descansa su economía y
que lo que estaban viendo "parecía una pelí- desde el que se dictamina qué debe entrar
cula". De esta forma es como el espectáculo a formar parte de la realidad (en este caso
se ha convertido en lo real verdadero para la personalidad), que no es más que aque-
millones de seres del planeta, acostumbrados llo que la fortalezca o que, al menos, no
como están a que las cosas pasen sólo en las la perturbe4. El comportamiento instinti-
películas. vo, el deseo violento (sexual o no), hasta
la misma risa como fuente de placer o
Sin embargo, lo real continúa existiendo, medio de ataque forman parte de estos
forma parte constitucional de la existencia supuestos problemas.
y su ocultación, tarde o temprano, acaba
pasando factura. Cuanto más alejado se Toda esta represión, que se produce
encuentra uno de la experiencia de lo real, tanto a nivel social mediante la legislación
cuanto más se encuentra mediatizado por la represiva y la eliminación progresiva de
realidad, más violento es el choque con su alternativas, como a nivel psicológico a
aparición que siempre acaba produciéndose través del pequeño agente de policía que
en el espacio de una vida. La realidad la educación ha depositado en cada uno de
demanda, exige, que nada la turbe, que los cerebros, no tiene visos de relajarse,
nada la espante, y parece evidente que la aunque de vez en cuando se permita el
aparición violenta y traumática de lo real no lujo de cambiar de objeto con el correr de
es sino consecuencia de esta rigidez de la los tiempos. Su función, ya lo dije, es man-
realidad, que no le permite hoy en día otra tener el sistema tal y como está, y sobre
vía para su manifestación, a no ser que esté todo, facilitar el acceso de las conciencias
adulterada fatalmente por su futuro rendi- individuales al sistema de opresión perfec-
(Sigue en la página siguiente)
miento económico. cionando sus métodos para llegar a conse-
guir que sea el propio individuo el que
De la misma forma, aquello que aún habita en las caver- acepte de buena gana esta opresión que se le ejerce. Pero en
nas interiores del ser, no por ser ocultado ha dejado de exis- ocasiones, en momentos muy determinados en el tiempo,
tir. Por encima y por debajo del intento de construcción de este sistema se quiebra, y suele ser en aquellos momentos en
la personalidad individual, centrada en la aparición del YO los que la tensión desborda al individuo que este encuentra

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EN EL LUGAR DEL ACCIDENTE
Julio Monteverde

sus propios caminos para dar respuesta a lo que le oprime. nunca acabará de plantear una pregunta para la que el soña-
Porque el sistema ha hecho más hincapié que en ningún dor cree conocer la respuesta de antemano aunque tampoco
sitio, primero reprimiéndolas y ahora poniéndolas a producir, la consiga articular de forma coherente. Si el soñador está
en aquellas parcelas que más pueden atacarle. Así el erotis- convenientemente adiestrado, convendrá que los sueños, en
mo, por ejemplo, ha pasado a formar parte, no ya de la expe- definitiva, sueños son. Si por fortuna sus condicionamientos
riencia puramente privada, tal y como debe ser5 sino de una mentales se encuentran en una órbita distinta, analizará su
experiencia carcelaria en la que dispondría de sus momentos experiencia y, en la medida de sus posibilidades, actuará en
apropiados, claramente dispuestos en el espacio del tiempo consecuencia.
para no perturbar el continuo discurrir de la actividad, y en
el que su cumplimiento dependería siempre De esta forma, parece evidente que los
(Viene de la página anterior)
de su estatus de fuego controlado. Ante esto, esfuerzos de la represión sobre este tipo de
el ser humano siente la necesidad mil veces comportamiento real, engarzado por pura
repetida de franquear ese espacio cuando su necesidad en lo salvaje, han sido innumera-
deseo se manifiesta como una verdad incon- bles, y que han tenido un éxito incuestiona-
testable ante la que toda realidad, toda guía ble. Pero conviene tener en cuenta que el
de conducta, tiende a desvanecerse ante los hombre se ha civilizado durante muy poco
propios ojos asombrados del que siente. Así, tiempo si observamos su verdadera historia
la experiencia del deseo y del amor puede, sobre la faz de la tierra y el lapso de tiempo
según los bienpensantes, arruinar una vida, es en el que se ha consolidado su civilización.
decir, quebrar los parámetros que la realidad Los recursos siguen estando ahí, dormidos
había designado, a priori, para ella. Lo que se pero no perdidos, y el accidente siempre
gana o se pierde en esta operación está sufi- ocurre cuando el ser humano se descubre a
cientemente claro para aquél que se deja sí mismo desarrollando una conducta ines-
arrastrar. perada. La presión no se puede mantener
indefinidamente sin que la válvula estalle. Y
Igualmente, basta comprobar, por ejemplo, es en esos momentos en los que la realidad
cómo los poderes del sueño pueden afectar a se muestra insuficiente para contener a lo
una vida para comenzar a vislumbrar la capa- real, en los que la verdad desborda el espa-
cidad que el hombre continúa teniendo para cio mental, que el ser humano busca en su
re-encantarse a sí mismo gracias al propio interior las otras armas de las que posee
cuestionamiento de la realidad que surge a para dar una verdadera respuesta a lo que le
través de él sin una premeditación (llamé- domina, al espanto de la presencia descar-
mosla así) civilizada. Cómo, en el interior más nada. El recurso a la revuelta6, físicamente
o menos abisal de su pensamiento, reside todavía un afán de violenta o no, pasa entonces de ser una actividad más o
revuelta contra las condiciones que se le han impuesto desde menos intelectualizada o ideologizada para mostrarse como
el exterior injustificadamente, y cómo este afán le sobrevie- un brote discontinuo de una actitud que resulta a fin de
ne desde una zona harto difícil de concretar. No son pocas cuentas inclasificable pero que en la lógica de su locura
las personas que han sentido como un sueño cambiaba su desafía toda concepción previa que pudiéramos tener res-
vida, un sueño en el que la imagen mental de la propia per- pecto a su aparición. Sería demasiado ingenuo pensar que
sonalidad saltaba en mil pedazos, un sueño cuyo recuerdo se 3000 años de historia han acabado definitivamente con
volverá recurrente a lo largo del espacio de una vida, y que estos estados si tenemos en cuenta la duración de la estan-

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Julio Monteverde

cia del hombre sobre la faz de la tierra7. Este arsenal de aparición de lo real y su asimilación de una forma no-nega-
comportamiento real, no civilizado, e intrínsecamente eman- tiva. O más concretamente: volver a poner a disposición del
cipador al surgir de la confrontación contra aquello que lo ser humano todas las fuerzas, que son suyas por derecho de
intenta eliminar, continúa intacto para todos, no sólo para nacimiento, en la lucha por alcanzar una vida más completa
una minoría radicalizada. A decir verdad, es más que discu- y verdadera, una verdadera vida, en una sociedad nueva.
tible que esta minoría sea la que dé el primer paso a lo
imprevisto. Más bien todo lleva a pensar que JULIO MONTEVERDE
estos acontecimientos suelen sorprenderlos, Un hombre
desconcertarlos, teniendo que ponerse al día se desnuda NOTAS
rápidamente y a trompicones8. en un altar
1. Un observador apresurado podría argumentar
Metió sus ropas en una
Así pues, ya que lo real existe, ya que la aquí que, en realidad, la sociedad del espectáculo
urna para limosnas es también la sociedad del cambio permanente.
realidad no es más que una parte de aquello
Ya. Madrid. Un Hombre de 28 No obstante, no conviene confundirse sobre esto:
que supone el fondo abisal del ser humano y
años fue trasladado ayer a un cen-
de su sociedad, en el que éste puede encon- tro psiquiátrico, después de que los cambios que a toda velocidad se nos imponen
trar medios abruptos para hacer frente a lo entrara en la iglesia de San (la moda, por ejemplo) son perfectamente ino-
que le domina, no resultará vana la inten- Miguel Arcángel, en el barrio de cuos, y más tienen que ver con la necesidad de
El Pilar, se desnudara en el altar que todo siga igual al presentarse como golosinas
ción de abrir la puerta a todas esas cumbres
mayor y depositara sus ropas en
de frío que forman los estados más precio- una urna para las limosnas, según que aplacan la necesidad de huida hacia otro
sos de la existencia del hombre. La búsque- informó la Policía Municipal. espacio vital. En realidad estos cambios no son
da de la surrealidad nunca ha querido otra Los hechos transcurrieron a las sino variaciones infinitas de un mismo vacío.
12.35 horas de ayer, cuando una
cosa, pues no se trata de buscar la enajena- señora que se encontraba rezando
ción en lo salvaje, lo instintivo o lo irracio- de rodillas en la iglesia, situada en 2. Esta expresión, como puede fácilmente adivi-
nal, sino de convocar a la realidad, en la la calle Bermúdez, alertó al párro- narse, es un reflejo del famoso contrato social de
medida de lo posible, a todos estos estados co de que había un hombre que Rousseau. Ahora bien, todos los defectos del ter-
intentaba robar el dinero de las
de la existencia humana de los que hablo. Se limosnas. El párroco avisó por mino acuñado por el filósifo francés pueden
trata de construir nuestra morada en mitad teléfono a la Policía Municipal, aplicársele igualmente, sobre todo este, ya detec-
del puente9, pero no para domesticar estos que acudió a la iglesia y encontró tado por la crítica marxista en su día: que no se
al hombre desnudó en el altar tarta de un contrato firmado libremente por
aspectos del comportamiento humano, ni
mayor e intentando quitar la coro-
tampoco, y esto debe ser entendido explíci- na a la Virgen. El hombre intentó ambas partes, sino impuesto por una parte a la
tamente, para subordinar toda acción indivi- escapar dando patadas a los otra, que se arroga el poder de hacerlo cumplir y
dual y colectiva a la búsqueda de estos esta- policías y tapándose con una de cambiar sus cláusula según sus necesidades
alfombra de la iglesia, ya que su
dos como nuevas piedras filosófales de la ropa la había metido en un cepillo. históricas.
lucha contra la dominación, sino para man- Sin embargo, fue finalmente dete-
tener abiertas todas las puertas que permi- nido y trasladado al centro psi- 3. Este concepto de lo real está relacionado direc-
ten la entrada libre de lo oscuro inmediato quiátrico Alonso Vega. tamente, al menos en mi esquema, con la expe-
acercando al ser al establecimiento de una riencia soberana de Bataille, entendida como
relación más amplia y completa con aquello que forma parte momento vital sin otra finalidad que él mismo, que se nutre de sí y
de él, con aquello que lo lanza al paraje tormentoso del revierte en sí; y con la verdadera vida de Rimbaud, concepto poéti-
deseo en el que las respuestas de la realidad se revelan insu- co que me parece suficientemente literal en todos sus sentidos y
ficientes. La reducción máxima del trauma que supone la que por lo tanto no me detendré a explicar.

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EN EL LUGAR DEL ACCIDENTE
Julio Monteverde

4. La confrontación egoista, el ataque salvaje hacía el otro, están de este acontecimiento, pero sin el que no pueden ponerse real-
plenamente justificados en el mundo empresarial si con ello se con- mente en marcha. Está de más ahondar en la importancia que por
siguen los réditos económicos deseados. Si los mismos ejecutivos tanto tiene este comportamineto no reglado, discontínuo, en el
tienen a gala denominarse "tiburones", no encuentran ningún impe- futuro de toda revolución.
dimento moral en que su conducta sea depredadora y destructiva
hasta un nivel prehumano más propio de verdaderos animales que 7. Aunque también conviene ser justos. La educación no pasa en
de supuestos seres civilizados instalados en el centro de un sistema
balde. El ser humano ya no es el mismo, y esto es necesario com-
que se denomina a sí mismo racional.
prenderlo abiertamente si queremos entender algo sobre la misma
definición de su existencia.
5. Sobre esta afirmación, en apariencia arbitraria, el lector podrá
encontrar un desarrollo adecuado en el texto de Antonio Ramírez,
8. Obsérvese por ejemplo el desconcierto que produjeron aconteci-
Regreso al subterráneo, o el erotismo reconquistado, publicado en el
mientos como mayo del 68 o la caída del Muro de Berlín, aconteci-
número 13-14 de Salamandra, con el que me muestro en perfecto
acuerdo. mientos que ningún intelectual había siquiera vislumbrado y sobre
los que las explicaciones aún resultan confusas y dispares si se

6. La revuelta es, en gran parte de las ocasiones, un acto espontá- intenta eliminar cualquier referencia a lo fortuito.
neo, salvaje, que surge sin verdadera articulación. Conviene recor-
dar que las revueltas (las campesinas, por ejemplo) suelen ser el ini- 9. Ese puente en el que a un lado permanece lo conocido, y al otro,
cio de las revoluciones, llevadas a cabo como segundo movimiento al cruzarlo, los fantasmas salen a nuestro encuentro.

Salamandra 15-16 10
HUMO
Ignacio Castro

H umo
Ignacio Castro

N o se trata en este escrito de una investigación históri-


ca que se remonte a la lista de las distintas prohibicio-
nes con las que el poder ha mantenido sus prerrogativas.
"seguridad alimentaria", ¿por qué le ha tocado al tabaco
estar en el centro de una campaña coactiva sin precedentes?
Uno, que casualmente no fuma, está impresionado por esta
Tampoco voy a discutir los efectos nocivos del tabaco en el repentina preocupación del Estado por la salud de sus súbdi-
organismo, muy distintos para cada fumador y para cada tos, a los que sin embargo machaca por doquier. Creo que la
cuerpo. Lo que discuto es esta alucinante campaña incrimi- cuestión clave se localiza en la única idea fija implícita a este
natoria que está en marcha, que incluye la catalogación de genial encubrimiento de la ideología que es la sociedad tec-
un nuevo tipo de apestados y su concentración en zonas nológica. La alucinante campaña social contra el tabaco nos
especialmente marcadas. Por supuesto que, no menos que el permitirá localizar el envés de nuestra transparencia, el
automóvil o el trabajo, el tabaco puede estar vinculado a un espectro que recorre los bajos sombríos del consumo.
tipo bastante estúpido de suicidio. Pero qué se le va a hacer, Adivina, adivinanza: no se trata del comunismo, pero afecta
hasta Freud sabía que la libertad es peligrosa, pues incluye a un "comunismo" de los sentidos.
en último término la forma de morir. La cuestión es otra.
Imagínense que se demuestra científicamente que la televi- 2
sión produce una nueva especie de cáncer, cosa no descar- El tabaco ha pasado a ser crecientemente intolerable en
table a juzgar por el color macilento del televidente medio. nuestra atmósfera de transparencia total. Ha concentrado,
Pues bien, ¿podemos en verdad creer que ese descubrimien- en medio del culto a la alta definición, nuestra intolerancia
to pasaría los primeros filtros de la censura? El tabaco mata. total hacia la indefinición esencial de la existencia. La expo-
Vale, pero ¿y nuestra exhaustiva jornada laboral? ¿Y la carre- sición obligatoria de las vidas, y su reverso dialéctico, el blin-
tera? Además, ¿desde cuándo la publicidad tiene alguna daje obligatorio de la privacidad (qué sería del mito de la
relación con "la verdad"? ¿Se imaginan el mismo letrero, comunicación, aun de la informática, sin esta doble coerción
mata, para toda la basura enlatada que tragamos en forma legal) explica que el humo tape la visión panóptica, la inma-
de comida? O bien: "La empresa le anuncia que Gran nencia de nuestros espacios traslúcidos. Las exhalaciones del
Hermano le convertirá en un perfecto idiota". O bien: "El cigarro representan un insoportable resto analógico en un
laboratorio le comunica que este antihistamínico puede mundo correcto, que no ha dejado de ser correcto incluso
hacer de su hijo un alérgico crónico". En fin, sería el fin del con el terrorismo como envés del sistema. Un resto del
negocio tardoindustrial. También el sexo en demasía (?) hace mundo de la dualidad, del exterior naturaleza, con emana-
daño, igual que la informática, el estudio y el juego. Ahora ciones del sector primario y secundario, subsistiendo en
bien, con la cantidad ingente de productos nocivos que inge- nuestra sociedad de infinitos interiores. Este resto de tras-
rimos, empezando por la comida nauseabunda de nuestra cendencia es un vaho no simbolizable de lo real que, en un

11 Salamandra 15-16
HUMO
Ignacio Castro

orden social que se pretende fluido, tan plural como la vida en la cuestión del tabaco no se trata de un mero cálculo de
misma, ha de ser eliminado. El humo es señal de un material lo que cuesta a las arcas de la seguridad social el vicio de
exterior no reciclable. Cuando el reciclado, desde seres fumar, aunque sea sin duda un factor importante. Los detec-
humanos hasta residuos industriales, es la única ideología de tores generalizados de humo, la histeria contemporánea en
una sociedad endogámica. La materia prima, en última ins- torno al cigarrillo, en una cultura donde se producen al año,
tancia, es la misma plasticidad social. De la oficina al solamente en carretera, una cantidad monstruosa de muer-
automóvil, del apartamento al McDonnald's, de la televisión tes violentas, es un producto del modelo de muerte que des-
al ordenador, vivimos en una sociedad de infinitos interiores tina el capitalismo para sus miembros. Hay que morir como
que intenta ya no mantener ninguna relación directa con la Dios manda, como exige la religión mayoritaria de la época:
exterioridad, que queda para los parias inmigrantes. La aldea de estrés, de infarto o metástasis cancerígena, de sobredosis
global es una sociedad de sucesivos nichos, un continuum de de trabajo, practicando deportes de riesgo o en la carretera.
cobertura técnica. En este capitalismo terciario, las enferme- En otras palabras, es preciso morir a causa de la velocidad, no
dades deben ser otras, sofisticadas, profundamente especu- de la lentitud propia de la vida, de las drogas, el alcohol o el
lativas. Frente al tórax ennegrecido, que recuerda demasiado humo, mucho menos de la melancolía que produce el pensa-
a la resistencia de la conciencia en el mundo industrial, el miento. Nada de muerte natural: antes una eutanasia que, con
cerebro blanqueado propio del bienestar digital. La muerte, la velocidad química consensuada que inyecta en el cuerpo,
es claro, se colará por otro lado, en las nuevas enfermedades está a las puertas para mantener la ética del control social.
silenciosas, pero se trata precisamente de que el sujeto desa-
parezca de manera correcta. 4
Tecnología punta, alta precisión, imagen correcta, guerra
3 justa. Por todas partes, el integrismo ideológico que no deja
Primero el fumador es un modelo industrial del individuo- resto, ni siquiera de ideología. Lo sobrante (el fumador, el
chimenea, a imagen de la fábrica. Después el ritmo postmo- delincuente, las naciones rebeldes), una vez castigado, será
derno (cigarrillos rápidos, impregnados con amoníaco y reciclado. Mientras el Estado obtiene sustanciosos beneficios
alquitrán para que no se apaguen) fabricará fumadores com- fiscales de los fumadores que van quedando, y de la expor-
pulsivos, con una dependencia química en los pulmones tación del mismo veneno a los países no desarrollados, el
saturados. Aún hoy en día el precio y la calidad de los ciga- tabaco estará crecientemente prohibido entre nosotros por-
rrillos con filtro no guarda ninguna proporción con el taba- que el humo que se eleva es signo de lo no económico del
co que se vende suelto. Pero el ritmo del tabaco que hay que tiempo, de una comunión casi agraria con el tiempo muerto.
"liar", sea en cigarrillos, o de pipa, es otro, demasiado lento. El hombre que fuma, que se enciende y apaga con el tabaco,
En estos casos, lo que se dice el consumo, rápido e indife- de alguna manera se equipara al resto de la materia terrena,
renciado, es prácticamente imposible. Así, se deja para los de la humanidad exterior. Y nosotros, salvo el caso de los
caprichos de la elite intelectual (mientras el cigarro puro jóvenes y la población de las barriadas inmigrantes, hemos
queda directamente para las bodas). En un ambiente clima- elegido el modelo de una vida transparente que nos aleja del
tizado, en esta vida interior milimetrada, la contaminación pasado y de todo lo elemental, también de la dualidad con la
del tabaco es ciertamente intolerable frente a la contamina- naturaleza que aún tolerábamos en otras fases de la moder-
ción electrónica, la producida por la velocidad de las infor- nidad. Como el alcohol, el tabaco provoca repulsión en el aire
maciones, por la televisión o los ordenadores. Para empezar, climatizado de una sociedad de interiores, que ha perdido
por una sensibilidad refractaria a la heterogeneidad de lo radicalmente la relación con la exterioridad, incluso con la
externo, el coste médico del hábito de fumar está contabili- naturaleza que se rozaba a través del sudor. La criminalización
zado al milímetro. Ahora bien, como en el caso del alcohol, del tabaco proviene del cara a cara obligatorio con un prójimo

Salamandra 15-16 12
HUMO
Ignacio Castro

que quiere estar aislado en una proximidad autista. Conectado de balneario, cargado de pantallas azules y virtualidades
a cualquier lejanía, pero hipersensible a los efluvios del otro. El ario-digitales, es donde la opacidad del humo resulta repug-
fumador apesta: lo que antes se decía de los negros. nante, groseramente analógica del espectro de una existen-
cia atrasada. Representa todo lo que asociamos a las curvas
5 de la tierra, a las curvas del afecto, al misterio de una comu-
Añadamos a esto la tácita prohibición de la parada que, a nidad que no interactúa, que no se conecta. En este punto,
través de la velocidad de recambio consumista, imponen comparada con la relativa tolerancia de la modernidad clá-
nuestros medios de formación de masas. El problema, dentro sica, el dinámico racismo de la postmodernidad "débil" hacia
de una sociedad que vive de la enfermedad de sus miembros, todo lo que huela a subdesarrollo comunitario es infinita-
no es la salud de los ciudadanos, sino la parada que el taba- mente más compacto. Símbolo de la aversión de esta socie-
co facilita, que posibilita cierta comunidad y que al hombre dad digital al vacío de lo real, la multiplicidad consumista
le puedan asaltar ideas que no están en los medios, que bro- (incluso "étnica") rellena constantemente el uno de la indi-
tan de la existencia, no de la sociedad. Está prohibido dete-
ferencia, el nihilismo del mercado. Ningún pastor, un solo
nerse en el demonio del reposo, habitar un tiempo muerto
rebaño. La existencia no existe: pensamiento único que sos-
donde podría colarse algo, donde podría invadirnos alguna
tiene continuamente espectaculares ondas de moda. Por si
idea no codificada (¿qué es la cultura del entretenimiento
fuera poco, el humo recuerda demasiado a la caligrafía
más que un dispositivo masivo para evitar eso?). El humear
terrorífica del mundo musulmán. Las volutas del tabaco sugie-
de una parada, en medio de las prisas diarias, como un plie-
ren demasiadas emanaciones orientales. ¿No es el tabaco un
gue opaco del tiempo, es símbolo además de la distancia que
puede dar lugar al pensamiento, y esto resucita todos los poco fundamentalista, no recuerda demasiado a la medina
demonios de nuestro integrismo tecnológico. A la vez, el árabe? De ahí que una especialista, con preclara intuición,
cigarro es un resto del viejo mundo, un signo de la autosufi- pueda decir sin empacho: hay que erradicar el tabaco como el
ciencia de la persona singular, del Dasein que consume su terrorismo. Todos contra el tabaco: que nadie humee, como si
propia sustancia. La persona que fuma, bebe en un fondo estuviera descontento. ¿Como si fuera un "intelectual"?
sombrío y comulga con el espíritu de la materia. Emblema de
la finitud, de una humanidad que humea, como si toda ella 7
no estuviera aquí, como si viniera de otro lado y fuera hacia Esta furiosa campaña obedece a lo que podíamos llamar el
otro lado. El humo recuerda demasiado al virus de la duda toque de queda postmoderno. ¿Qué sería del negocio mun-
(como dice la cinta infantil Los increíbles: ‘No podemos per- dial de la comunicación sin el actual arresto domiciliario del
mitirnos el lujo de la duda’). Todo esto es demasiado para la ciudadano, arresto para el cual vienen de perlas los constan-
inmanencia de este capitalismo especulativo, para el alige- tes miedos inducidos que son eje de la información? ¿Qué
ramiento existencial que pretende. Se diga lo que se diga, sería de la interactividad sin esa previa interpasividad inyec-
está mal visto un individuo que no se socializa, que no tada? Se trata de que el individuo se encapsule, se insulari-
interactúa constantemente, que se guarda una segunda ce en la cáscara de su privacidad. Al fin y al cabo, ¿qué es lo
existencia. Y el tabaco recuerda a eso. Hasta Internet se ha que el demócrata Rorty le hecha en cara a Foucault sino que
inventado para que la privacidad, incluso la más escabrosa, extienda al plano público las tortuosas ideas de su privaci-
se conecte clandestinamente a la red mundial. Lo mundial dad? Éste es el punto. Sobre este punto de infinita violencia
como efecto de la privacidad expandida. ¿No es eso? simbólica convergen izquierda y derecha, es el eje mismo de
su alternancia. Se trata de tener encerrado al individuo en su
6 atomismo: la política del entretenimiento, la combinación de
A ver. ¿Si los nazis no han ganado la guerra por qué todo miedo apocalíptico y espectáculo orgiástico no tiene otro fin.
el mundo quiere ser rubio? Hasta la gente morena, por su Ésta es la triunfante comunicación global, la veloz interacti-
brillo niquelado, parece rubia. En este ambiente de fascismo vidad de átomos aislados. Y el tabaco estorba porque conta-

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HUMO
Ignacio Castro

mina al prójimo, comunica directamente con él. En efecto, nacional, cultural. Buscar un individuo de cristal, sin sombra,
no se puede manchar al otro con las emanaciones directas que pueda ser rápidamente reterritorializado en las nuevas
de la existencia, sin pasar por la red medial de homologación. ofertas de identificación colectiva. Para lo cual, dicho sea de
Igual que las chicas musulmanas que llevan el velo a la som- paso, son geniales las provocadoras minorías alternativas.
bra de la sagrada República: que se metan su religión, como Socializar escandalizando: genial. Vivimos rodeados de una
el humo, donde les quepa. Nada de "signos ostentatorios" continua trasferencia de lo natal en favor de lo social, que se
que atenten contra la sacrosanta distinción de lo público y hipertrofia. Por contra, el humo recuerda siempre lo que de
lo privado, esto es, al imperio público (mercado o Estado) que arraigo (género, carácter, familia, nación) hay en el indivi-
sepulta en lo privado todo lo sobrante de la transparencia. Lo duo. Se fuma desde los propios pulmones, con el pecho, con
cual no es óbice, todo lo contrario, para que los nuevos vicios todo el cuerpo. En este aspecto, el tabaco ha logrado con-
privados que resultan de esta coacción sigan alimentando las centrar todo el odio que genera nuestra impotente relación
virtudes públicas, el morbo del espectáculo, el circuito semi- con la violencia, con la violencia intrínseca al reposo de la
clandestino de la diversión. Que le pregunten a los psicoana- existencia. Bourdieu ya ha demostrado que es preciso deste-
listas, y también a los policías, acerca de cómo la violencia rritorializar, erradicar todo lo que huela a comunidad prima-
toma actualmente derroteros intrincados, aberrantes. ria, para reterritorializar al sujeto en las identidades recono-
cibles. El referente indiscutible de toda la ideología postmo-
8 derna es el individuo digitalizado, integrado en el autismo
En fin, no se debe mostrar aquello que no es mercancía, privado hacia la cercanía, aislado de la tierra y de toda
cada hombre y mujer debe enseñar sólo lo que está en venta. comunidad primaria (que el tabaco fomenta). A cambio, se
Y, ciertamente, el humo se lo lleva el viento, es un despilfa- permitirán comunidades más o menos vergonzantes de
rro que no circula, como el tiempo muerto sin empleo. fumadores, como de drogotas, pero concentrados en zonas
Insignia de una fracción de tiempo no empleado en una reli- infectas y arrepentidos de su condición, mendigando su dosis
gión de pleno empleo del tiempo. ¿Es otra cosa la cultura del para subsistir. Se tolera al fumador que se reconoce como un
entretenimiento? ¿Es otra cosa la complejidad constante- enfermo, que se declara una víctima necesitada de ayuda.
mente renovada de la informática, con el enredo durante Curiosamente, ésta es también la imagen del árabe bueno, del
horas y horas en problemas gilipollas? De paso, otra interro- modelo universal de la víctima. En todo caso, los Estados
gación: ¿la basura que circula en la Red es otra cosa que el están facilitando los antidepresivos y ansiolíticos en lugar del
regreso de lo reprimido, el viejo humo de la existencia expul- tabaco, drogas que impiden tener ningún pensamiento propio.
sado de la vida común por el filtro implacable de la distan- Hasta la dulce Irlanda está entrando en esta vía de lamina-
cia? Tenemos que estar aislados para poder ser multiconec- ción: quieren ser modernos, romper con el virus del tiempo.
tados, para que nos pueda contaminar hasta la médula el
dispositivo mundial de la información, del Estado-mercado 10
dirigido por la nueva elite de especialistas. No quisiera exa- ¿Se imaginan ustedes a algún creador, a Sartre, Sylvia
gerar más de lo imprescindible, pero igual que el que va a ser Plath o Berger, compartiendo esta enfermiza noción de la
electrocutado en Texas necesita antes ser curado de la gripe, salud? Solamente en el heterofóbico clima postmoderno se
¿pasará lo mismo con el consumidor, que antes de ser puede llevar adelante una campaña integral de criminaliza-
ultracontaminado (penetrado por publicidad, informa- ción del fumador, con su consiguiente esterilización en
ción, sedantes y estimulantes) necesita ser librado de sus zonas especiales. Como si el sistema hubiera leído a un
pequeños vicios? Nietzsche de pacotilla, decreta una guerra sin cuartel al pró-
jimo analógico, que apesta, mientras se dan mil facilidades
9 al limpio lejano virtual, que solamente nos acribilla en serie.
Acabar con las viejas formas de comunidad, desarraigar al Aunque nuestro querido periódico El País se declare "en con-
sujeto de su humus personal, caracterial, familiar, sexual, tra" de esta campaña de criminalización, fijémonos como

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HUMO
Ignacio Castro

presenta la batalla: ‘liberar de humo los espacios de convi- aquí tiene que concentrarse allí. Además, esa masa de apes-
vencia públicos, incluidos los centros de trabajo, haciendo tados fuma, por lo tanto, que se trague también el vapor de
recular a los fumadores a zonas específicas donde cultivar su nuestras explosiones de alta precisión, de nuestras guerras
vicio (...) garantizar el derecho a la salud pública de la pobla- justas. Para nosotros el catolicismo social del consenso infi-
ción e impedir que terceras personas no fumadoras sean nito. Para ellos el humo sobrante. El fin de la historia es así:
intoxicadas contra su voluntad por quienes asumen el riesgo convierte en fumadores forzosos a todos los que intenten
individual, en el ejercicio de su libertad, de intoxicarse pla- hacer historia bajo este decreto del fin. Sólo quien posea
centeramente con el humo de su cigarrillo (...) se trata de armas atómicas (China, India, ¿Irán?) será admitido como
impedir, por ley, que el fumador haga fumar a su prójimo (...) moderno aunque sea una comunidad milenaria. Consigna
que las administraciones pongan a su disposición programas para las naciones antiguas: si queréis seguir aspirando el
de deshabituación gratuitos (...) la financiación de estos pro- humo de vuestra diferencia, ¡buscad el hongo nuclear!
gramas de desintoxicación’ (Editorial de El País 16 de enero
de 2003). Esto es asombroso. Ahora resulta que somos libres 12
de elegir, que el ciudadano no es violado por la cultura del La campaña sobre el tabaco es también un ensayo de la
consumo, por la información, por la escuela, por Hacienda. La convergencia terciaria de derecha e izquierda, esta clonación
publicidad nos pide permiso, igual que la empresa privada y hacia el centrismo correcto que tan maravillosos resultados
el Estado. Y es en este marco de pluralismo radical donde está dando. La derecha pone el feroz pragmatismo de mer-
resulta insufrible la coacción que ejercen los fumadores. cado, más el ocasional complemento finisemanal del funda-
mentalismo cristiano. La izquierda, el fundamentalismo
11 social, más esa deconstrucción cultural en virtud de la cual
Dentro del imperio mundial de un mercado salvaje al cual hay que negociarlo todo, completando el capitalismo como
los estados "dejan hacer", de vez en cuando es estupendo cultura de control infinito. La misma filosofía (un poco de
que el Estado pueda aparecer otra vez como patriarcal en Derrida no hace ningún daño a nadie) no ha dejado de cola-
una campaña fácil. Mejor aún, para compensar el entorno borar en esta tarea de liquidar todo referente, el humo de
feroz, matriarcal, preocupándose por nuestra salud, no per- cualquier exterioridad. ¡Viva la transparencia total! En fin,
mitiendo que nos lesionemos ni que el prójimo nos haga paciencia. Y también, por qué no decirlo, una pequeña espe-
daño. Un Estado que se puede presentar así no puede ser ranza en los bárbaros exteriores, que casi siempre fuman.
malo, tiene derecho a tener razón incluso cuando más Pues si eliminamos el humo entre nosotros, señal del desier-
podríamos dudar de él. Deliciosos tiempos postmodernos to que es suma total de nuestras posibilidades, eliminamos
donde el sujeto mismo es puenteado por un Ello del merca- todo lo que tenemos en común con los chinos, los árabes, el
do que se casa con el Superyó del Estado. Es por este cami- resto de la humanidad azotada. Sólo quedará entonces el
no que se llega, como se ha dicho en algún sitio, al estado choque brutal, sin ganador fácil, entre el fundamentalismo
espectacular integrado: así el canalla, así su batalla. Los puritano del rascacielos, nuestro integrismo del silicio, y el
canallas globales bombardean países exangües. Los canallas pardo atraso de la tierra, de sus pueblos lentos. ¿Dejaremos
medios operan con crímenes selectivos. Los pequeños cana- el humo únicamente para las víctimas, para los verdugos?
llas locales persiguen a los fumadores, a las chicas con velo, Pues subsiste otra pequeña pregunta: ¿el polvo de nuestras
a los personajes incorrectos. Que nadie se quede sin su presa, zonas cero, cuando los otros disparan a la vez contra los
sin su particular ración de eje del Mal a fumigar. El cuarto militares-fumadores y los ejecutivos-ecologistas, tenía sus
poder y su "alarma social" se convierte entonces en la múl- razones políticas? Mantengamos también en vilo esta espi-
tiple cabeza buscadora de este único combate. Pobre del que nosa cuestión para sopesar lo que debe quedar del humo
caiga del lado del mal. Mientras, nuestras armas estratégicas entre nosotros.
de largo alcance enviarán el humo sobrante lejos. En efecto, IGNACIO CASTRO
hay aquí una venerable ley física: el humo que se dispersa

15 Salamandra 15-16
NI DE VUESTRA VIDA NI DE VUESTRA MUERTE
José Manuel Rojo

N i de vuestra vida ni de vuestra muerte


Psicogeografía y vacío del 11-M
José Manuel Rojo

C omo es más que sabido, en los últimos tiempos se ha


hablado hasta la saciedad del gusto por el simbolismo
del terrorismo islamista y de su avatar más espectacular, Al
les, y el peso que el rechazo de ambas tuvo en su radicaliza-
ción religiosa. Como tampoco se equivoca mucho el autor
antes citado, cuando dice en el mismo artículo que no hay
Qaeda. Quizás porque la civilización tecnoindustrial identifi- mejor monumento a las víctimas del 11-M que el propio
ca pensamiento mítico con barbarie y arcaísmo, a pesar de (o escenario del crimen, ‘el solemne tambor de ladrillo de la
precisamente por) estar levantada también ella sobre una estación de Atocha’, pues ‘ese icono arquitectónico proyec-
mitología no menos desbordante, los poderes públicos han tado por Rafael Moneo tiene probablemente singularidad y
insistido alborozados en la obvia simbología política, econó- monumentalidad suficiente para albergar el recuerdo de la
mica o tecnológica del World Trade Center y de un centro de cruel masacre ferroviaria’. Es por este hilo simbólico por el
transportes moderno, y vital para la modernidad, como es la que podemos intentar tirar para elucidar esos símbolos, y, a
estación de Atocha de Madrid, así como en el significado través de ellos, el acontecimiento en sí y su sentido último,
pérfido y enigmático, digno de Fu-Manchú o del Viejo de la considerando aun a título de hipótesis el valor de fuerza
Montaña, de las coincidencias de fechas de los atentados del motriz (o al menos de polo de atracción de interrelaciones)
11-S y del 11-M, hasta el punto de que la propia fiscal del que tales imaginarios pudieron ejercer sobre la acción prác-
11-M ha considerado digno de importancia conjeturar, en lo tica del 11-M. En efecto, está en la esencia de los símbolos
que prácticamente fue su primera entrevista importante a un el ser simbólicos, es decir, que si verdaderamente lo son,
medio de comunicación, sobre la "gran carga simbólica y como la visión poética o la psicogeografía, tienen que servir
cabalística" que tenía la fecha del atentado de la Estación de para algo, aunque no precisamente productivo, en cuanto
Atocha de Madrid (El País, 10-3-2005). que podrían ayudar a revelar, mucho mejor que muchos dis-
cursos lógicos, la realidad oculta de la que son emblema sen-
En el caso madrileño, se ha dicho también, de forma algo sible y corporeidad mítica.
sumaria pero no descabellada, que no fue casual la elección
del lugar donde los "yihadistas" depositaron la cinta de vídeo Preguntemos entonces al escenario donde todo terminó.
en la que reivindicaban su acción, una papelera situada Era casi inevitable que, con esa alegre banalidad con la que
‘entre dos construcciones emblemáticas (la Mezquita y el se habla de forma intrascendente y juguetona de cualquier
Tanatorio de la M-30) que elevan su silueta al borde de manifestación de esa nadería en la que se ha convertido la
nuestra mayor arteria anular’1. Se convendrá en que tal con- ciudad-mercancía, muchos comentarios se remitieran a
sideración no puede ser inexacta, conociendo como se cono- Giorgo De Chirico al contemplar la remodelación de la esta-
ce la inclinación, por ejemplo, de un Mohamed Atta por la ción de Atocha diseñada por Rafael Moneo. En efecto, la
crítica salvaje del urbanismo y de la arquitectura occidenta- torre del reloj ‘a modo de campanile sobre una plaza’, y el

Salamandra 15-16 16
NI DE VUESTRA VIDA NI DE VUESTRA MUERTE
José Manuel Rojo

intercambiador, ‘cuya imagen exterior es una rotunda pieza Atocha es a una inmensa urna funeraria, preparada para
cilíndrica, a modo de linterna’2, autorizaban sin duda todas contener las cenizas de los mismos a los que abría y cerraba
las divagaciones sobre la melancólica poesía de la nueva sus puertas. Es posible que este simbolismo, repito que para
estación, sus connotaciones renacentistas, su implícita mí anterior a la masacre a la que precede y en cierto modo
metafísica. Pero lo que quizás no se advertía era que De prepara, no haya pasado inadvertido a los islamistas, contri-
Chirico, amén de ser uno de los reveladores de cierto miste- buyendo de alguna manera a su realización. Este aspecto de
rio y belleza modernas asociados a la vida latente de las ciu- monumento funerario a priori, que se deduce también del
dades, fue también (al menos en los años en los que creati- parentesco formal de la linterna con la tradición arquitectó-
vamente estaba verdaderamente vivo) un auscultador de la nica occidental que desde el Helenismo asocia forma circu-
desolación contemporánea, del sin sentido de la civilización lar y monumento funerario4, queda reforzado cuando nos
industrial, pues aunque en sus cuadros pocas veces aparecen damos cuenta de que, prácticamente en línea recta y a pocos
los ingenios de la industrialización en cuanto tales, tampoco metros del intercambiador, se levanta el Panteón de los
queda apenas nada de la presencia humana, por lo que el Hombres Ilustres. Este enigmático edificio, ignorado por casi
triunfo de las cosas y de su intangibilidad existencial queda todos los madrileños, que remite también a la estética ita-
asegurado mediante la supresión del hombre. Así, en sus lianizante que inspiró a De Chirico, que tiene también un
arcadas, en sus plazas porticadas el ser humano ha desapa- campanile, parece estar construido solamente para combatir
recido, y en su lugar sólo sobreviven estatuas ensimismadas la ausencia y el olvido que porta la muerte en el mayor
y maniquíes incomprensibles que ya nada pueden decir a número de formas posibles, y todas inútilmente. Primero,
nadie. De tal forma que asociar una estación de tren, lugar porque allí efectivamente descansan los restos de los "hom-
por excelencia transitado por el hombre, si no habitado (pues bres ilustres" de la ridícula epopeya de la burguesía españo-
una estación nunca se queda solitaria: es el último puerto la del siglo XIX; segundo, porque esos "próceres", Palafox,
de los mendigos y de los alcohólicos, además de templo Castaños, Prim, nada representan para los hombres y muje-
siempre abierto a los oficios nocturnos de la religión del tra- res de hoy, por lo que ellos, que tanto pensaban en la poste-
bajo), a una mirada de la desintegración del ser humano ridad, se encuentran sumergidos en una doble muerte; ter-
como la De Chirico, era dotar a esa estación de un hermoso cero, porque el mismo Panteón no existe, es invisible, está
simbolismo, sin duda, pero también de una ominosa latencia, emparedado por un horroroso colegio religioso construido
de una potencialidad no realizada que atraía su realización: por el franquismo a modo de mezquina venganza contra el
una estación desierta donde los viajeros tenían que ser supri- pasado liberal que tanto detestaba, en una suerte de muerte
midos. Más aún cuando, según André Breton, De Chirico civil que prolonga la física5. Por otro lado, a muy pocos
mantuvo, durante su breve periodo de videncia, una familia- metros de la estación de Atocha, exactamente frente a ella,
ridad más que sospechosa con los fantasmas: ‘parece que hay otro edificio donde también casi clandestinamente (muy
practicaba excepcionalmente bien el reconocimiento de los pocos madrileños lo visitan o se interesan por él) los espíri-
fantasmas bajo sus rasgos humanos’, hasta tal punto que al tus de los muertos esperaban pacientes a sus compatriotas,
pintor italiano se le podría dirigir esa frase de la película tal vez para prepararles, con sus antiguos rituales funerarios,
Nosferatu que decía ‘cuando estuvo en el otro lado del puen- a ese pasaje al silencio del que nadie hace llegar nunca nin-
te, los fantasmas vinieron a su encuentro’3. guna señal. Me refiero al Museo Nacional de Antropología,
en el que se acumulan los despojos del raquítico colonialis-
Sea como fuere, y se me perdonará que emita un juicio mo español del siglo XIX. Allí, entre los distintos objetos
subjetivo muy anterior al 11-M y que quizás sea compartido expoliados, se pueden encontrar cabezas reducidas jíbaras,
por más personas, si a algo me ha recordado siempre esa cráneos deformados (hinchados como por alguna explosión
"rotunda pieza cilíndrica" que acoge el intercambiador de interna) de Perú, Hungría o las Filipinas, mascarillas mortuo-

17 Salamandra 15-16
NI DE VUESTRA VIDA NI DE VUESTRA MUERTE
José Manuel Rojo

rias maoríes, una "cabeza de pirata chino decapitado" de cuenta que esta ciudad, como todas las demás por otra
Hai-Phong, una momia guanche, y hasta el extraordinario parte, ha mantenido desde su eclosión como "metrópoli" una
esqueleto del "Gigante extremeño". No deja de ser extraño, y estrecha relación con el abismo, tal vez para hacerse perdo-
hasta físicamente perturbador, esta presencia ya centenaria nar su misma existencia como ciudad, esa que nunca debería
de restos humanos extranjeros compartiendo el mismo espa- haber sustituido al modesto poblachón manchego que un día
cio urbano en el que, más de cien años después (el museo se fue. Pues sólo lo que muere ha vivido, por lo que la muerte
inauguró en 1875), otros seres humanos, convertidos así es garantía, licencia y derecho para la vida. Sea como fuere,
mismo en despojos expatriados del expolio capitalista, iban Madrid ha muerto varias veces para renacer después, segu-
a unirse a sus posibles antepasados en la misma incuria y en ramente para peor. De la tumba del fascismo al fascismo de
el mismo abismo, del que ignoraremos siempre si las másca- la tumba y su millón de muertos, según el poheta, la ciudad
ras mbuya y las tallas kankanay han hecho parecer más leve. parece que sólo quiere asomarse a la conciencia por medio
de la muerte. Así fue en su miserable época "imperial", cuan-
Por otro lado, si bien sabemos a la perfección qué hubiera do los autos de fe y las ejecuciones eran el entretenimiento
pasado en el plano humano si hubieran explotado todos los favorito de su lamentable y escasa población, y podemos
trenes a la vez como pretendían los terroristas, esto es, que observar cuanto debe a las tinieblas barrocas la primera ima-
el derrumbamiento de la estación habría causado miles de gen literaria que los europeos se formaron de esta ciudad, a
víctimas, podemos preguntarnos qué apariencia exterior partir del Madrid oscurantista, supersticioso y encantado de
hubieran tenido los restos de esa rotunda pieza cilíndrica que Lewis y Maturin. Y así fue en el siglo XIX y en el XX, con los
compone el intercambiador, sus pilastras de hormigón, sus dos verdaderos hechos fundacionales que han desestructura-
lucernarios de vidrio armado, su muro acristalado, arrastra- do y estructurado a la vez su psicología colectiva: el levan-
dos por el desplome de la estación subterránea que se abre tamiento y posterior represión de los días 2 y 3 de mayo de
a sus pies. Muy probablemente esa apariencia hubiera sido la 1808, y el asedio fascista de 1936-1939, y los posteriores
de una corona, una gran corona de espinas de hormigón y fusilamientos que se prolongarán hasta bien entrados los
cristal, y en este caso estaríamos ante la segunda corona de años 40. Tan profundamente se han sentido estos desastres
la ciudad de Madrid, teniendo en cuenta que ya existe una, de la guerra, tan decisivamente han afectado sus conse-
y en un lugar especialmente significativo para la ideología cuencias a la posterior evolución histórica de Madrid, a su
tardofranquista que lo ordenó construir: el edificio del trazado urbanístico, y hasta a su composición demográfica
Instituto del Patrimonio Histórico español, conocido popu- (pues ambos conflictos arrojaron un elevado porcentaje de
larmente como "la corona de espinas", que se levanta junto bajas entre la población madrileña originaria), que si hoy al
a la Ciudad Universitaria, allí donde en noviembre de 1936 excavar una calle aparecen restos humanos, para la imagi-
quedó detenido el avance aparentemente imparable del ejér- nación popular tienen que ser por fuerza de la Guerra de la
cito fascista, y construido entre 1964-67 como probable Independencia o de la guerra civil, aunque más probable-
exorcismo tecnócrata y desarrollista contra los fantasmas de mente sean de cualquier antiguo cementerio (y a veces,
la memoria histórica6. ¡hasta de yacimientos de la Edad del Bronce!).

Pero ya no es preciso que ninguna nueva horda venga a


Que una primera prospección psicogeográfica (de psicoge- poner fin por tercera vez a la ciudad, porque ya no queda
ografía negra, es cierto, pero necesaria), por lo demás muy ciudad que destruir. El atentado de la estación de Atocha,
superficial y provisoria, arroje semejante saturación de sím- entre otras muchas cosas, puso en marcha como no podía ser
bolos de la muerte y del sinsentido relacionados con la ciu- menos toda la maquinaria del espectáculo en busca de una
dad de Madrid, no debería sorprendernos si tenemos en ciudad ideal, herida pero orgullosa, que apretaría los dientes

Salamandra 15-16 18
NI DE VUESTRA VIDA NI DE VUESTRA MUERTE
José Manuel Rojo

para levantarse del golpe y recuperar la "normalidad". Ese ha dependientes en los alrededores de la ciudad, esta conserva-
sido por otra parte el comportamiento tradicional de los pro- ba todavía algo de pulso, coherencia, vitalidad y equilibrio
letarios, entrenados para ello por todos los fracasos y interno, y la esquizofrenia desesperada de toda área metro-
sangrías de la historia. Pero no una ciudad que como tal está politana estaba aún contenida dentro de ciertos límites. De
en vías de extinción, y todos los "desastres fortuitos" que en tal forma que la famosa, muy mal entendida y rápidamente
los últimos años jalonan la crónica negra madrileña, todos recuperada "movida madrileña" de principios de los 80,
esos fuegos fatuos que han prendido en los buques insignia seguramente puede ser interpretada como “la versión popu-
del urbanismo especulativo y progresista, el Palacio de los lachera y banal de esta transición del concepto fascista de
Deportes en el año 2001, la estación eléctrica de Atocha el cultura a una nueva cultura concebida como espectáculo
15 de julio del 2004, la Torre Windsor en febrero de este comercial”, en palabras de Eduardo Subirats, pero también
mismo año, y que dan esa sensación fantasmagórica y opre- fue en cierta manera una última fiesta de despedida que la
siva de apocalipsis a cámara lenta a sus habitantes, no son ciudad, o algunos sectores de ella, se daba a sí misma. Es que
a partir de los 80, ningún movimiento socio-cultural pareci-
sino otros tantos signos nada premonitorios de que la des-
do, por no decir más ambicioso y radical, podrá desarrollarse
composición de Madrid ha alcanzado su punto crítico y ya
en Madrid adquiriendo un peso específico propio, fuera de
está en plena ebullición. Efectiva y propiamente hablando,
los inventados por el espectáculo, porque el tejido humano
esta ciudad ya no existe: sólo sobrevive, si acaso (¡pero
necesario para que cuajen y se difundan estos fenómenos
todavía es mucho!), la representación mental colectiva de lo
(sin entrar ahora en su mucho o poco interés) más allá de su
que fue, de su carácter popular, de algunas de sus tradicio-
núcleo tribal y primigenio, y que en primer lugar tiene que
nes de resistencia y lucha que aún permiten que, en el plano
experimentar y compartir el mismo espacio físico, el mismo
de las mentalidades más o menos míticas (que son las últi-
tiempo psicológico y la misma experiencia vital, ha desapa-
mas en hacer mutis de la escena de la historia, cuando todas
recido fragmentado en las mil y una urbanizaciones que,
las otras realidades hace mucho que se han ido), se hable
como los restos de una deflagración, se han diseminado por
todavía de un "Madrid bronco y combativo" que no se
la región madrileña7. Como "desvelaba" un reciente informe,
corresponde demasiado con la urbe irreconocible, envejeci-
‘la Comunidad de Madrid aumentó sus zonas urbanizadas un
da, acobardada, "propietaria" y conservadora en la que se ha 49´23% entre 1990 y 2000, uno de los mayores incrementos
convertido, aunque a veces, pero sólo a veces, esas habla- de España. El dato es más llamativo aún si se tiene en cuen-
durías obren el milagro y se concreten, reavivando los res- ta que ya en 1990 Madrid era la comunidad más urbaniza-
coldos del antiguo fuego en el que se reconocen los momen- da’ (El suelo urbanizado aumenta un 50%, El País, 27-12-
tos de vida verdadera, irresponsable y refractaria que todavía 2004). Esta es la verdadera bomba de fragmentación que la
palpitan por entre la ciudad burlada. economía ha puesto bajo el suelo de Madrid, como de todas
las ciudades. Y todo indica que este modelo de concentra-
Es obvio que tal destino no es ni nuevo ni original. El pro- ción de todos los recursos económicos y humanos (véase la
ceso de desnaturalización de las ciudades europeas empren- procedencia, por ejemplo, de muchas de las víctimas tanto
dido por la economía desde los años 60, consistente sobre del 11-S como del 11-M: supervivientes del naufragio del
todo en el vaciamiento de los barrios populares, el exilio de Tercer Mundo, esquirlas desgajadas de su tierra que llegan
sus habitantes a la anomia del extrarradio y la decantación atraídas por el imán económico), insostenible hasta para el
subsiguiente de una ciudad-mercancía disfrazada de ciudad- parámetro ecológico y social más reformista, es precisamen-
museo y, por la noche, de ciudad-discoteca, tuvo sin duda te el único que sostiene el funcionamiento y la autorrepro-
momentos estelares en el Madrid del desarrollismo de los ducción del sistema, que por lo tanto insistirá en él con la
años 60 y 70. Pero a pesar de la conformación de una mons- furia del suicida hasta su definitiva consunción, que será
truosa corona de ciudades-dormitorio y barriadas obreras también la nuestra.

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NI DE VUESTRA VIDA NI DE VUESTRA MUERTE
José Manuel Rojo

Es así cómo los "trenes de la muerte" del 11-M llegaron a caso del 11-M, sin embargo, todos los focos y cámaras del
una ciudad que ya estaba medio muerta, presidida por los espectáculo acudieron con sus honores y homenajes, como
signos de la muerte, y a la que, en espera de esos Juegos es su costumbre en estos casos, para redecorar el vacío en el
Olímpicos cada vez más siniestros y funestos, sólo la rodean que se habían abismado tanto los muertos y heridos como
las señales y los prodigios de su fin. Y ni todas las olimpia- aquellos que los amaban, elevando a héroes por accidente de
das del alcalde, ni todas las bodas del príncipe nunca más
la democracia, la libertad, la civilización, ¡la Constitución!, a
podrán poner a Madrid sobre sus altos muros tronando otra
unas personas que sólo tuvieron mala suerte, y que nunca
vez, porque la economía ha decretado la abolición de la ciu-
eligieron ningún combate, y menos el que al parecer les con-
dad, la dispersión de sus hijos hechizados por esos decorados
de plató de televisión que llaman adosados, y la ruptura de vertía en héroes cívicos. Lo malo es que en tal muerte el
los lazos de conflicto y de solidaridad, de amor y odio que se dudoso héroe cívico seguía siendo un seguro espectador.
anudaban y desanudaban en la ciudad, entre sus calles ama- Pues el que no tiene control sobre su propia vida, y a veces
das, y que le daban más sentido que cualquier símbolo: que parece que ya ni sueña con tenerla o recuperarla, cómo lo va
cargaban de sentido último y decisivo a esos símbolos. a tener sobre su muerte, que le llega como todo lo demás de
forma incomprensible, sea ese tumor o enfermedad nerviosa
que siembra la tecnociencia y que lo devorará sin remedio,
Ha sido precisamente el problema del sentido el que una sean los giros de la rueda de la fortuna económica, sean, en
vez más se ha planteado en el 11-M, como sucede cada vez fin, los incendios fortuitos que en forma de "atentados terro-
que irrumpe la violencia irracional que ampara y segrega el ristas" provoca aquí y allá, aleatoriamente y sin previo aviso,
capitalismo, iluminando a su manera tanto la tragedia real el funcionamiento de la economía y los avatares de su gue-
como la realidad trágica que la explica. Me refiero al senti- rra de conquista total. Entramos así en uno de los secretos a
do que ha tenido la muerte de las víctimas del 11-M. Pues voces de la alienación moderna: que el desposeimiento de la
en eso que algunos cínicos han dado en llamar "sociedad del vida provoca sobre todo una herida existencial por la que
riesgo" todo tiene que estar tecnológica y milimétricamente supura el sinsentido sin alegría de todo. Que aquellos que
previsto, y en su defecto todo tiene que tener su utilidad y su llaman ciudadanos conscientes y dueños de su destino no
explicación, y tiene que haber algo, cualquier cosa, que jus- pueden elegir verdaderamente nada, y mucho menos el
tifique y dé satisfacción aun ilusoria, dentro del orden campo de batalla y la causa por la que desean combatir y, si
simbólico de la propia dominación, a los desbarajustes que es preciso, morir combatiendo. Porque morir por alguien o
esa misma dominación impone. De ahí que ante cualquier por algo, está bien, entra en el orden de las cosas; pero con-
desencadenamiento de esa violencia consustancial al siste-
viene saber, o por lo menos estar seguros de que alguien
ma, lo primero es señalar culpables que den un sentido a las
sabe por quien o por qué se muere. Esto era lo que pedían
víctimas legitimando a la vez a sus asesinos últimos, es decir,
aquellas caras desfiguradas del 11-M, y aunque lo sigan
el propio sistema. Por eso aquellos que caen en los campos
pidiendo por toda la eternidad, será inútil su anhelo porque
de batalla del trabajo asalariado, en la obra, en la fábrica, de
en el reino de la mercancía esta soberana celosa no tolera
camino al trabajo por la autopista, apenas se asoman en los
otra trascendencia que la suya, y su nombre es vacío.
medios de comunicación: el valor de esa muerte es, y sólo es,
la demostración práctica de las condiciones que imponen las Pero el mecanismo democrático no entiende de sutilezas
actuales relaciones sociales, y la forma de vida que se orga- metafísicas: si alguien es asesinado por culpa de las manio-
niza a partir de su alienación, y ese carácter prácticamente bras en las que se enfangan esas democracias teledirigidas
innegociable le priva de toda fotogenia espectacular. En el por la economía, entonces es que ha muerto en su defensa,

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NI DE VUESTRA VIDA NI DE VUESTRA MUERTE
José Manuel Rojo

pues lo que sirvió en vida como herramienta, materia prima o precisamente por ello mismo, porque la publicidad miente
o unidad de consumo, debe hacerlo también en su muerte siempre y falsifica todo lo que toca, casi nadie, fuera de unos
como coartada moral, como símbolo de unidad ciudadana. pocos enfermos e imbéciles irrecuperables, sueña con mer-
Se puso en marcha así la consabida manifestación y los cancías, sino con aquellos que se fueron ya para siempre, o
habituales homenajes a la ciudadanía, a su coraje, a su infi- con aquellos que no quieren acudir a donde nuestro deseo
nita mansedumbre, a su disposición aparente a servir como les convoca, o que aún no han llegado y por eso todavía no
carne de cañón en cualquier efecto colateral de la guerra reconocemos sus rasgos entre la bruma del tiempo futuro
imperialista, en cualquier guerra, menos en la única que le que los protege, nadie o casi nadie se acuerda de la mer-
podría interesar: la guerra contra el sistema que hace posi- cancía cuando verdaderamente ama, o se sume en el duelo8.
ble todas las otras guerras contra la vida. El significado de Fue así cómo el sentimiento desnudo reapareció devolvién-
estas demostraciones de masas ya lo conocemos: se trata de donos a un mundo primario de preguntas dolorosamente
remediar el vacío que nos constituye mediante eso que se ha claras y respuestas sin anestesia posible: quién ha sido, tan
convenido en llamar ciudadanismo, que pretende dotar de sencillo es, pues los que inician un duelo piden un culpable
nueva dignidad a unos hombres y mujeres reducidos a com- al que odiar, y por qué, para qué ha sido, pues necesitan
parsas que se limitan a contemplar la mala película, el pési- saber también cual será el fruto de ese sacrificio que les ha
mo spot en el que han convertido sus vidas. Es que las mer- hecho añicos el tiempo ya vivido, el tiempo por vivir. Tan
cancías convencionales son malas conductoras del sentido sencillo es que éstos que tan bien saben manejar los símbo-
de la vida, sea este el que sea, y es necesaria una mercancía los rancios de la patria, el ejército, la moral, la democracia y
única y puramente ideológica (pues todas lo son en algún la libertad de elección del feliz consumidor, quedan mudos,
grado, si no totalmente) que intente colmar en lo posible esa cuando caen como caretas sus coartadas putrefactas, ante lo
herida de significado que sigue supurando vacío. Y sin único que humana y simbólicamente cuenta: la economía de
embargo, oh sorpresa, en la manifestación del 12-M los la vida y de la muerte9.
homenajeados a su pesar no se reconocieron en su homena-
je y, excepción a la regla, quizás por primera vez un "ataque De ahí que sería limitado interpretar en clave meramente
exterior" no provocó el esperado cierre de filas patriótico en electoralista la obsesión del gobierno de Aznar por la autoría
torno a su líder invicto, sino su denuncia y escarnio público. de ETA, y la consiguiente convocatoria de una manifestación
Es que la mercancía del ciudadanismo tampoco es de buena "en defensa de la Constitución", pues no sólo el PP sino el
calidad, ni resuelve todas las dudas. Mercancía moderna o sistema en su conjunto tenía mucho que perder de su repen-
posmoderna, tanto da, no funciona cuando se enfrenta a un tina desnudez: al no aceptarse la versión oficial, al no reco-
retorno de lo premoderno: resulta que en estos tiempos de nocerse nadie en el previsible enemigo hereditario elegido
adoración patológica de la mercancía y de disolución de los por el poder, se ponía encima de la mesa el sinsentido intrín-
lazos humanos, cuando todo se entiende en términos comer- seco de la muerte de las víctimas, para ellas y para aquellos
ciales, hasta las relaciones "sentimentales" entre esos aman- que seguimos vivos, el absurdo de una muerte que nos es
tes modernos que se aseguran el uno contra el otro median- ajena venga de donde venga y la justifique quien la justifi-
te un contrato firmado ante notario, resulta, decía, que basta que, porque en ningún caso es consecuencia de nuestros
con que el golpe terrible deje estupefacta la cotidianidad actos libremente decididos y realizados, ni responde ni ataca
deshaciendo con su negro puño la pompa de jabón del a nuestros intereses de clase, ni siquiera nos elige como ene-
espectáculo, para que se desnuden, de nuevo en carne viva, migos declarados a los que se odia apasionadamente, ya que
las pasiones más primarias del dolor, el amor y el odio, y la en último término el atentado iba dirigido contra el equili-
puesta en juicio enloquecida de la realidad intolerable. Pues brio interno del frente de la guerra forjado en las Azores, y
de la misma manera que a pesar de lo que diga la publicidad no contra una población a la que se sabía, en su gran

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mayoría, pacifista y contraria a la guerra de Irak. Y si es cier- velar al menos la imperfección de la misma y recargar la
to, como afirma Santiago López Petit, que es necesario ‘rea- conciencia de la injusticia globalizada de este mundo. Esta
propiarnos del odio porque el odio es el único modo de decir convulsión, que a algunos parece hasta "leninista"11, debería
"No", porque para expulsar el miedo (…) sólo hay una mane- entenderse como ‘la marca que deja en la subjetividad el corte
ra: odiar’10, entonces es evidente que la falta de sentido y, espacio-temporal de la lógica securitaria y del estado de sitio
sobre todo, el repudio apasionado de la dirección hacia la informativo a través de la toma de las calles del 13-M, una
que tenía que orientarse la brújula del odio que la domina- marca que enlaza y resuena con otras “tomas de la calle”
ción nos ofreció, abría un campo magnético de desorienta- anteriores: las de las citas del movimiento global, las de las
ción (y paradójicamente de revelación) en el que esa brújula movilizaciones contra la guerra del año pasado’12. De esta
podía volverse efectivamente loca, y apuntar hacia donde no forma, los autores de este texto, que es una addenda a otro
debía. Tal vez por esta razón el Estado no soporta estas pre-
más amplio en el que se hace un balance particularmente
guntas y teme sobre todo su respuesta, que es él mismo, y el
optimista de las movilizaciones contra la guerra del 2003,
orden económico que defiende y al que obedece; por eso se
parecen adentrarse, quizás sin darse cuenta del todo, en una
da tanta prisa en designar culpables y organizar ceremonias
explicación que absuelve a posteriori el pecado original de
cívicas. Y sin duda también el desafío planteado por las jor-
aquellas manifestaciones que, efectivamente y en esto tie-
nadas posteriores al 11-M no estuvo tanto en la ruptura del
nen razón, alcanzaron una dimensión cuantitativa y cualita-
orden público y de sus rituales democráticos, como en ese
tiva no precisamente desdeñable: por qué entonces su efec-
repudio y en esa revelación, que aun reconociendo su carác-
to -su capacidad de hacer daño político- fue tan escaso, ino-
ter efímero llevan en sí mismas toda la fuerza de negación
perante, impotente, y tan fácil de desactivar. Quizás, porque
que puede hacer temblar los cimientos del castillo. Es que
nadie, nunca, en ningún momento, debe apartar la vista de como se ha dicho de una manera bastante lapidaria: ‘una
la pantalla del prestidigitador: en efecto, puede bastar con cosa es estar en contra de la guerra y otra muy distinta es
que un espectador encadenado a su sillón cierre los ojos para combatirla’13, de tal forma que, dicho sin el menor atisbo de
que la sintonía del espectáculo se pierda. humor, ni siquiera de humor negro, aquellos que se oponen
a medias contra la guerra están cavando su propia tumba.

Hay, por último, otra tentativa de sentido que nos interpe- Sea como fuere, a esta certeza se podría replicar que tales
la más directamente, aunque a veces pueda parecer simple- manifestaciones no fracasaron, porque sirvieron para crear
un humus de lava ardiente de descontento desde el que
mente como una enésima vuelta de tuerca "radical" de ese
brotó el volcán del 13-M, gracias (en su plena acepción
ciudadanismo inofensivo que intentó manipular el PP. Una
sacrificial) a los que cayeron en la estación de Atocha, tem-
tentativa, en fin, que pretendería que los muertos del 11-M
blor de tierra que abrió el camino a la "multitud magmática"
no fueron en vano, y su dolor sigue todavía teniendo senti-
contenida a presión, a pesar incluso de que muchas veces
do, en cuanto que ayudaron a galvanizar una vez más la
parece no ser consciente ni de ser magma, ni de sufrir pre-
revuelta ciudadana contra el mal gobierno, contra la mala
sión alguna. Y a su vez, las protestas del 13-M tampoco
democracia. Esta hipótesis, por supuesto, no aparece formu- habrían sido inútiles, y no porque ayudaran al triunfo del
lada como tal en ningún discurso, pero subyace, de manera PSOE, sino porque de alguna manera no se olvidarán, y algún
seguramente inconsciente, en muchos de los planteamientos día reaparecerán ¿tal vez más fuertes y decididas? Dejando
que han celebrado las protestas del 13-M como "aconteci- la futurología a un lado, esta interpretación tiene desde
mientos excepcionales" que romperían el acontecimiento del luego el mérito de no despreciar demasiado rápida e irrefle-
sistema: las víctimas del 11-M habrían servido entonces, ya xivamente el contenido latente de los acontecimientos de los
que no para defender una democracia falsificada, para des- días 12 y 13 de marzo, en cuanto que es cierto que no se

Salamandra 15-16 22
NI DE VUESTRA VIDA NI DE VUESTRA MUERTE
José Manuel Rojo

pueden ignorar ciertos comportamientos y actitudes, que se (…) expresar, componer, interpelar esa multiplicidad frag-
dan incluso a pesar del acondicionamiento técnico e ideológi- mentada, opaca y ambivalente que el 13-M irrumpió en el
co14, y que portan consigo una carga de revuelta ciega y de espacio público para luego volver a desaparecer’. El escritor
hartazgo sordo, de no asunción, como hemos dicho, de los Julio Llamazares, en un ambiguo artículo ya citado, decía lo
gastos y gajes de una guerra aborrecida, del rechazo visceral mismo pero de una forma más oblicua, y quizás más amar-
a la unión sagrada que propuso el PP, y, en fin, de una rup- ga: ‘En los vagones, los mismos o parecidos que los que
tura hasta cierto punto audaz e inédita de esas bobadas con aquella mañana reventaron las bombas de los terroristas,
las que la política intenta purificarse, como el sacrosanto viajan también los mismos viajeros, los que sobrevivieron a
"día de reflexión" (seguramente por primera y última vez, ese la matanza y a las secuelas que dejó ésta (…) o los que los
día 13 se habló de y se hizo más política real que en todas sustituyen, ya sea en sus puestos de trabajo, ya sea en los
las campañas electorales juntas desde la transición). Que el pisos de estas ciudades, antiguos pueblos del río Henares hoy
resultado de esa agitación fuera el previsible15, la pérdida convertidos en dormitorios en los que viven sus pobres vidas
del mandato del cielo por parte de un PP incapaz de mante- gentes llegadas de todo el país y de todas partes del mundo.
ner el orden (en su doble acepción de orden público y de La mayoría van en silencio, adormilados aún o sumidos en
orden natural, de plácido horizonte vital al que ningún sus pensamientos o en la lectura de los periódicos gratuitos
sobresalto salvaje debe perturbar ni sacarlo de sí mismo) y la que otros trabajadores como ellos reparten en los andenes de
cesión del testigo a un decrépito PSOE al que los milagros de las estaciones desde primeras horas de la mañana’. En este
la lógica del turno de partidos volvía a rejuvenecer como cuadro deprimente, que pone en ridículo las bienintenciona-
"ilusionante", no debe hacer olvidar ni despreciar que, aun das elegías a los "trenes de los sueños rotos" porque no hay
impotente y confusa, existe una materia prima social que sueño posible en los trenes que arrastran a los proletarios a
tiende a estallar en ciertos casos límite, como fue el del su condena diaria, podemos comprobar hasta qué punto
Prestige, la guerra de Irak o el 11-M. somos piezas intercambiables que salimos gratis cuando nos
fundimos, por lo que, cuando menos, ya podemos sacar en
Aunque esto sea más discutible en el último caso, las claro que por esta nuestra herida la dominación nunca se
movilizaciones del 13-M, porque la inmediatez de las elec- desangrará; y hasta qué punto la normalidad, el orden que
ciones generales alentaba todas las elucubraciones medio- vuelve a reinar en su cotidianidad totalitaria, ha sucedido al
cres y oportunistas, tal vez sería un exceso de complacencia aparente "acontecimiento irreversible" productor de "verdad
(de complacencia hacia nuestra propia miseria, digo) con- y justicia". Porque, y ahora ya no queda más remedio que
cluir que ‘el resultado electoral del 14-M arroja luz sobre las sumarnos a los pesimistas, dónde está la irreversibilidad de
intenciones de aquellas manifestaciones más espontáneas. esos acontecimientos que convocan a "multiplicidades" que
La naturaleza conservadora del voto y del voto al PSOE deja luego vuelven a desaparecer, cual ballena blanca, sin dejar
ver hasta qué punto las manifestaciones en la calle pre- otra estela que los cansinos análisis (este el primero) que
tendían cambiar alguna cosa’ (Penúltimo parte de Guerra). intentamos levantar a su costa, en busca de un penúltimo
Porque uno de los signos de nuestro tiempo es que ambas destello de libertad y desafío.
cosas están contenidas dentro del mismo proceso, la ira real
y su resolución espectacular, y el problema no es tanto iden- En esa búsqueda de nuestro propio rastro, sólo podemos
tificar las correas de transmisión que llevan a tantas perso- constatar de momento la existencia de tal materia prima
nas, y en tan poco tiempo, de la pasión a la resignación, sino social, humillada y ofendida pero no muerta y ya se verá si
de interrumpirlas, pararlas, destrozarlas. Esa condición efí- definitivamente vencida, y la intermitencia con que se mues-
mera de las revueltas contemporáneas, esa evanescencia tra, y nosotros con ella; y sin duda esa misma intermitencia,
intrínseca es reconocida hasta por los autores de La Brecha, que es a la vez causa y consecuencia de la debilidad en que
cuando hablan de que ‘el desafío hoy tal vez se cifre en cómo nos encontramos, explica por qué es tan difícil que se afirme

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NI DE VUESTRA VIDA NI DE VUESTRA MUERTE
José Manuel Rojo

un sentido, un sentido de la revuelta que impida que aque- permitirnos proponer algunas observaciones, aun urgentes e
llos que se suman a ella la olviden después con tanta tran- impresionistas. En este sentido, es interesante constatar
quilidad y sin dolor aparente, un sentido por tanto de vida y cómo el espectáculo aprende de los excesos de su propia
de muerte alérgico al que nos ofrece, con todas las facilida- espectacularidad, pues en Londres la manipulación no ha
des y en cómodos plazos, los embaucadores de la domina- estado tanto en el quién o en el por qué, sino en el cómo: la
ción. Porque quizás la mayor maldición a la que nos ha con- opacidad y la asepsia informativas, el apagón de datos e
denado ese vacío de significado sea su carácter abstracto, imágenes, impenetrable hasta la crueldad con las familias de
indeterminado, sobrehumano en cuanto que pasa inexora- los afectados, no es sino la aplicación en la retaguardia del
blemente por encima del individuo, de su voluntad y de su ocultamiento sistemático de la realidad de la guerra que se
capacidad de acción, vacunándole al contrario contra cual- lleva haciendo, y con qué éxito, desde el primer conflicto del
quier iniciativa que se presenta como irrisoria, empujándole Golfo. Y si no hay muertos ni sangre en el lejano campo de
por tanto a la resignación, la apatía y el consenso fatalista. batalla, por qué tiene que haberlos en el home front... Y así
Esta abstracción es la que hace tan intolerable la desorgani- de las batallas virtuales por ordenador y sus bajas sin rostro,
zación actual del mundo, desde el cambio climático a las pasamos al "rostro de la tragedia" de Londres, Lavinia Turrell,
nuevas enfermedades de masas, desde los estropicios de la púdicamente cubierto por una máscara, y a las casas de los
globalización hasta las masacres como el 11-M, pues la lec- sospechosos enmascaradas por los no menos púdicos anda-
ción que debe extraer todo ciudadano responsable de tan mios de la policía. Lo que tenemos aquí es la sustitución de
espantosos desastres es su impotencia absoluta para enfren- la gestión moderna del desastre que fue el tratamiento
tarse a ellos16. Por esta razón, la irreversibilidad de cualquier mediático del 11-M, cuyo propio histerismo propició indese-
acontecimiento que pretenda desafiar a la dominación ados estados de ánimo colectivos que por una vez se volvie-
debería medirse por el grado de descomposición moral e ide- ron en contra del que creía orquestarlos17, por una gestión
ológica de ese principio de realidad anónima que ha logrado, posmoderna que se basa en la coagulación del tiempo real de
en cuanto que ayude a la coagulación de un punto de parti- la mala nueva y de la hipotética carga explosiva que lo
da mental que no pretenda comprender semejante realidad acompaña. Es evidente que tal gestión ha tenido un éxito
invertida, ni dialogar con ella, ni reformarla ni llegar a pacto inaudito, hasta llegar a la congelación moral, emocional y
alguno, sino impugnarla en su totalidad como una aberra- política de la población, lo que ha permitido exaltar como
ción incognoscible y alógena con la que no puede haber otro virtud cívica lo que más parece un preocupante síntoma de
trato que su supresión. Ante la racionalidad de la domina- anomia, de descomposición, y hasta de servidumbre política,
ción que todo lo quiere explicar para mantenerlo mejor en lo que extraña en un pueblo que suele ofrecer jornadas glo-
circulación, deberemos hacer oídos sordos y volvernos brutos riosas a la causa de la libertad, como los disturbios de
testarudos que no quieren entrar en razón: sólo a ese precio, Brixton, o la revuelta contra la poll-tax tatcheriana. Sin
bajo estas condiciones, recuperaremos tanto nuestras pro- embargo, como todos hemos leído, "el centro de la capital
pias razones como el sentido de nuestra acción. ofrecía el viernes por la noche un aspecto casi normal", "la
gente no mostraba la emoción y aún no la ha mostrado", "el
talante en las calles era de muda aceptación, o de extraña
POSTSCRIPTUM DE JULIO DE 2005 calma". Esa extraña calma de la que habla el escritor Ian
McEwan supone la gran diferencia con la reacción del 11-M,
Es casi imposible, y quizás una insensatez, bosquejar y la prueba palpable de que la gestión fría y "profesional" de
siquiera unas reflexiones aun precipitadas sobre el 7-j de Blair ha triunfado, y de que nadie, por ahora, le va a pedir
Londres, y sus analogías, semejanzas y diferencias con el 11- cuentas por lo que ha pasado18. Mucho se ha hablado al res-
M. Pero es a este juego de los parecidos al que han jugado pecto de la mítica flema británica, que seguramente existe,
todos sus protagonistas, con las lógicas correcciones de aunque no se les ve muy flemáticos en los campos de fútbol,
ángulo, y es este juego y estas correcciones las que pueden ni, sobre todo, en los desbordes que sí convienen al espectá-

Salamandra 15-16 24
NI DE VUESTRA VIDA NI DE VUESTRA MUERTE
José Manuel Rojo

culo, como la muerte de Diana Spencer. ¿O es que entonces armadura y a una máscara (época de los maniquíes). Después esta
esa muerte dolió verdaderamente y éstas no tanto? ¿Quién misma estructura se oculta: el ser vivo, desaparecido, sólo es evoca-
está más cerca del corazón de los que viven en la megalópo- do por objetos inanimados relacionados con su rol (de rey, de gene-
lis, la famosa o el desconocido? Porque a veces parece que ral, de marino, etc)’ (Génesis y perspectivas artísticas del surrealismo,

tanta flema no responde a la autocontención, sino a la indi- 1941, op. cit., pág. 88). No convendría desdeñar demasiado apresura-
damente tales analogías premonitorias, sobre todo si tenemos en
ferencia, a la falta de empatía, a esa anomia moral de la que
cuenta el papel que cumplieron algunos objetos dolorosamente ina-
hablábamos antes. No se trata, evidentemente, de una
nimados (una maleta, un cuaderno de apuntes, el inevitable móvil),
supuesta tara de un carácter "nacional" determinado, sino de
en evocar a los que murieron aquella mañana del 11-M, confesando
los efectos de la misma metástasis sociológica y vital que
sus roles de trabajadores o estudiantes, así como el grotesco rol de
también atenaza a Madrid, aunque todavía no en la misma sustitución vicaria que están cumpliendo esos ordenadores que se
proporción: la descomposición del Gran Londres a manos de han apresurado a instalar en la estación, y que sirven para que deu-
la economía es, sin duda, mucho mayor y más antigua; como dos o simples transeúntes puedan ‘dejar su recuerdo haciendo grabar
lo es el modelo de "integración" multicultural que consiste sus manos y un mensaje personal en la pantalla que se sumará a los
en yuxtaponer en el mismo espacio comunidades étnicas y miles que ininterrumpidamente emiten los monitores: “No os olvida-
clases sociales que se ignoran (y desprecian) en su espléndi- mos”’ (Julio LLAMAZARES: Regreso a los trenes de la muerte, El País,
do aislamiento. "Lo que ocurre en un extremo apenas se per- 11-3-2005). En semejante ejemplo práctico de falsa memoria tec-
cibe en el otro", explicaba un experto inglés en un periódico, nológica podemos medir hasta qué punto han avanzado la "exclusión
lo que quiere decir que esa ciudad no es una verdadera ciu- de todo carácter individual" y la "desaparición del ser vivo", desde los
dad, ni sus habitantes vecinos. Pero que no se inquieten los tiempos de Melancolía de una calle hasta la actualidad.

progresistas: Madrid va por buen camino, las grúas que la


4. Véase por ejemplo las tipologías de las iglesias rotonda o marty-
rodean tejiendo como parcas su sudario de acero y cemento
rium ejemplificadas por Santa María de Eunate o Torres del Río,
son el mejor indicio. Tiempo al tiempo.
tipologías que no dejan de ser, por otra parte, la representación
JOSÉ MANUEL ROJO
material a gran escala de la costumbre inmemorial de las "linternas
de los muertos" que ‘arden toda la noche cerca del cuerpo del difun-
NOTAS
to o delante de su casa’ (Jean CHEVALIER y Alain GHEERBRANT:
Diccionario de los Símbolos, , Herder 1986, pág. 650).
1. Luís FERNÁNDEZ-GALIANO: Tristes trenes, , El País, 20-03-2004.

5. Este detalle no hubiera dejado de interesar a De Chirico, al que


2. Arquitectura de Madrid, vol. 1, Fundación COAM, Madrid 2003, pág. 174. tanto obsesionaban los hechos objetivos y materiales que se apa-
recían como conjeturalmente fantasmales, como por ejemplo ‘la
3. El surrealismo y la pintura, 1928, Le surréalisme et la peinture, entrevista sin testigos de Napoleón III y Cavour en Plombiéres (…) la
Gallimard 2002, pág. 32-33. Años más tarde, Breton interpretaba la única vez que dos fantasmas han podido encontrarse oficialmente, y
evolución de la obra chiriquiana con unos términos que no sería de suerte que su inimaginable deliberación fue seguida de efectos
difícil, ni demasiado arbitrario, leer como premonitorios, o al menos reales, concretos, perfectamente objetivos’ (A. BRETON, op. cit. 1928,
dotados de una ominosa clave, en relación con la evolución simbó- pág. 32). Para terminar con las implicaciones chiriquianas de la
lica de la estación de Atocha, y de su futuro, desde su diseño ampa- estación de Atocha, no es del todo indiferente recordar que su gran
rado por los prestigios eternos de la arquitectura clasicista, hasta su maestro fue el pintor simbolista Arnold Böcklin, cuyo cuadro más
transformación en el espacio malditamente encantado que ha lle- emblemático es La Isla de los Muertos. Sin querer llevar más allá
gado a ser : ‘la fijación de lugares eternos en los que el objeto sólo es algunas analogías que podrían ser un tanto forzadas, y seguramente
mantenido en función de su vida simbólica y enigmática (época de las muy dolorosas, no puedo dejar de hacer notar que si la estación de
arcadas y de las torres) que tienden a convertirse en lugares encan- Atocha no poseía, desde la reforma de Moneo, un escarpado bosque
tados (aparecidos y presagios), asigna rápidamente al hombre una de cipreses salvajes como el que ensombrece el cuadro de Böcklin, sí
estructura que excluye todo carácter individual, reduciéndole a una tenía otro tropical, igualmente salvaje y desde ahora oscuro, enmar-

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NI DE VUESTRA VIDA NI DE VUESTRA MUERTE
José Manuel Rojo

cado no por un inmenso cielo petrificado sino por el invernadero paradigmas socio-económicos triunfantes. Pero cuando entra en
gigante de la antigua estación de tren. Por otro lado, como recorda- juego la pasión arcaica, el simulacro baja la cabeza y aun provisio-
remos, después del 11-M se levantó junto al intercambiador, de nalmente (¡por desgracia y para nuestra vergüenza, por tan poco
forma provisional, un Bosque de los Ausentes que está instalado tiempo!) desaparece de escena: es entonces que ciertos tópicos se
ahora definitivamente en el parque del Retiro, conformando ‘un reactualizan desafiando el dogma del aislamiento. Así, esa expresión
monumento floral aterrazado en tres alturas que incorpora 192 común de que "el mundo es un pañuelo", que algunos interpretan en
cipreses y olivos’ (Peru EGURBIDE: España y el mundo recuerdan a los términos vagamente esotéricos o misteriosos, cobró un nuevo valor
ausentes, El País, 12-3-2005. La cursiva es mía). de uso pura y simplemente humano pues, en efecto, es sorprenden-
te cómo un atentado que no dejó de afectar a un número mínimo de
6. Esta hipotética reconversión cristológica del intercambiador de personas, en relación con la población total de Madrid y de su área
Atocha quizás no ha pasado desapercibida a esos especialistas en metropolitana, terminó involucrando personalmente de una manera
alegorías religiosas que, se supone, son los islamistas. Pero ya el pro- u otra a un porcentaje desproporcionadamente alto de madrileños.
pio intercambiador, sin necesidad de "retoque" alguno, tiene un cier- Que en efecto casi todos (el que esto escribe puede dar fe de ello en
to aspecto religioso, incluso místico, tal vez por su relación ya cita- lo que personalmente le toca) terminaran conociendo, en un grado
da con el martyrium. ¿O ha sido el 11-M el que nos trae a la cabeza mayor o menor, a alguna persona afectada por el atentado, pone en
tales analogías? Sea como fuere, hay al menos una mirada distinta a duda de forma empírica la victoria aparente de la separación que la
la mía que de alguna manera confirma estas apreciaciones, apoyan- economía diseña e impone, denuncia su inhumana base conceptual
do lo que de rigor pueda haber en ellas, o al menos alejando hasta y ontológica, y hasta pone límites prácticos a su misma expansión.
cierto punto la sospecha de arbitrariedad o, peor aún (y esto no lo
acepto de ningún modo), de frivolidad irresponsable. Me refiero a 9. Tanto ha pretendido el poder cosificarnos, y con tanto éxito, que
una fotografía del intercambiador de Atocha, publicada en El País el ya sólo puede imaginarnos como cosas. Ya lo demostraron en el caso
día 11 de marzo del 2005, que consciente o inconscientemente elige del Yakolev 42, y eso que aquí estaban implicados algunos de sus
un ángulo y un encuadre que lo iguala a un espacio sagrado con mejores servidores, cuando la muy económica identificación de los
reminiscencias de iglesia gótica, o mejor de iglesia gótica reinterpre- restos de los militares muertos en el accidente reveló la incompren-
tada por la arquitectura contemporánea (Gorka Lejarcegi, pág. 19 sión funcional que siente la dominación hacia sus súbditos, pues, ¿por
del suplemento Domingo). qué esa obstinación de las familias por enterrar los verdaderos des-
pojos de sus deudos, y no otros? ¿Qué más da? ¿Acaso no se averían
7. En el caso de la movida, todos o casi todos sus protagonistas vivían también, y a nadie le importa, otras mercancías que se rompen en los
en la ciudad de Madrid, en barrios más o menos burgueses, pero trasportes internacionales sobre los que se funda la globalización?
siempre en la misma ciudad. Y se conoce el papel que lugares como
el Rastro, o determinados bares y locales, tuvieron como medios de 10. El Estado-Guerra, Contrapoder nº 8, 2004, pág. 87.
afirmación afectiva y práctica de ese "movimiento". Hoy esto sería
imposible: unos vivirían en Madrid, otros…en los adosados de Las 11. Nos referimos al inefable Toni Negri, que debe considerar tam-
Rozas, de Navalcarnero, de Villarejo de Salvanés, incluso en los bién leninista a la "constitución" europea, pues, a pesar de sus "limi-
neohábitats que ya están construidos o que se están diseñando en taciones", animó a votar por ella, ya que aunque quizás es "mala",
Segovia, Ávila o Toledo, al calor del despliegue de los trenes de alta también puede ser "reformable" (lo primero es seguro, lo segundo
velocidad. Y no hace falta decir dónde se encontrarían tales autoe- más bien no). Un paso adelante y dos atrás, claro está, pero, ¿cuál
xiliados: en Internet, donde ya lo hacen. es el paso hacia delante, las protestas del 11-M o la constitución?

8. Y nada hay más verdadero que la muerte, excepto el amor. Tal vez 12. Pablo CARMONA, Amador FERNÁNDEZ-SAVATER, Marta MALO,
por eso el 11-M dejó atisbar otra realidad, que niega el realismo de Hugo ROMERO, Raúl SÁNCHEZ, Diego SANZ: Tras la estela del 13-M,
la dominación que asegura que nada se puede esperar de los civili- addenda de La brecha. Sobre las movilizaciones contra la guerra en
zados porque vivimos aislados, atomizados, recelosos los unos de los Madrid (febrero-abril-marzo 2003)", Contrapoder nº 8, 2004, pág. 33-35.
otros. Puede que este sea el estado psicológico y afectivo que la
dominación quiere hacer pasar por natural, y lo es, dentro de sus 13. Penúltimo parte de Guerra. Etcétera nº 38, junio 2004, pág. 36.

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NI DE VUESTRA VIDA NI DE VUESTRA MUERTE
José Manuel Rojo

14. Incluso utilizando los medios de ese acondicionamiento para tra costa y en secreto. Sea en el seno de un consejo de administra-
volverlos contra él, siquiera por un instante, como en el vuelco que ción, de una camorra o de cualquier consejo de ministros, la deci-
sufrieron ‘esas redes ambivalentes, informales, difusas de socialidad sión será anónima’ (Fantomas desenmascarado, Oiseau-Tempète,
(…) que en otro momento sirven para pasarse contactos de curro o diciembre del 2001, pág. 2-3). Nos podemos preguntar hasta qué
de comparación de las mejores ofertas del mercado y el viernes y el punto las muy vaporosas "definiciones" de "terrorismo", provistas
sábado fueron en cambio el canal de circulación de las convocato- por el “Grupo de alto nivel sobre las amenazas, los desafíos y el
rias a través de mensajes de móvil, de producción de lemas y de cambio” (sic) (“constituye terrorismo todo acto que obedezca a la
confección de pancartas’ (Tras la estela del 13-M). Pero de recono- intención de causar la muerte o graves daños corporales a civiles no
cer tales actitudes, espontáneas pero efímeras, a idealizarlas como combatientes, con el objetivo de intimidar a una población u obli-
"cuencas de cooperación social", hay un paso de gigante que no es gar a un gobierno o a una organización internacional a realizar o
prudente dar, pues la inmensa mayoría de las veces esas "cuencas" abstenerse de realizar un acto”), o la”‘Cumbre Internacional sobre
ni cooperan (como no sea para la economía) ni son sociales (como Democracia, Terrorismo y Seguridad” (resic) celebrada en Madrid en
no sea de la sociedad del espectáculo). marzo de este año (“el terrorismo es un crimen contra toda la
humanidad. Atenta contra la vida de las personas inocentes. Crea un
15. Se podría pensar que esas emociones del populacho ya estaban clima de odio, de miedo y propicia la fractura a escala mundial entre
previstos de antemano, que sirvieron de alguna manera de progra- religiones y grupos étnicos”), no pretenden, con su absurda indefi-
mada válvula de escape al malestar social, y esto nos llevaría direc- nición que nada explica ni interpreta, insistir en una amenaza abs-
tamente a la teoría de la conspiración. Desde luego, todo es espera- tracta, irreal, sin ningún asidero con los problemas concretos e
ble del poder, de su mano izquierda y de su largo brazo, de modo históricos que pueden hacer nacer esta forma de guerra, que se
que ya no sorprende ninguna locura, si la recomienda la razón de situaría entonces como amenaza incontrolable más allá de las per-
Estado. Pero antes de dejarnos llevar por tan hipótesis tan atracti-
sonas. Se buscaría definir así un Enemigo incognoscible e inasible,
va, en cuanto que confirma (o nos autoconfirma) la maldad de la
como es el caso en la evolución del género cinematográfico del ase-
dominación, habría que preguntarse sinceramente por la existencia
sino en serie, donde al carnicero real o al menos plausible le ha
o no de ese supuesto malestar social que habría recomendado tomar
sucedido una figura mítica que encarna al Mal sin rostro. Pero eso
medidas tan drásticas, y tan imprevisibles, como un asesinato de
es en lo que se ha convertido la vida, y quizás lo que en el fondo se
masas. Basta observar la placidez y atonía de la España del 2004,
está buscando es ofrecer un equivalente ficticio, pero con sus mis-
embarcada en una insignificante campaña electoral hacia un
mas características, que desvíe la atención de horrores impersona-
gobierno en minoría del PP (o incluso puede que del PSOE, tanto da)
les y verdaderos como el ecocidio o la globalización.
para darse cuenta de lo innecesario y contraproducente de seme-
jante maniobra para aquel segmento de la clase dominante que
17. Nos referimos al modelo de retransmisión en vivo y en directo
toma en realidad esas decisiones. Innecesario, porque un supuesto
de la desgracia, que en una espiral acumulativa de "noticias de últi-
cambio de gobierno del PP al PSOE ni asusta ni molesta al capital;
ma hora" tiene que llevar necesariamente a un clímax y una catar-
contraproducente, no por el cambio político que efectivamente se sis que refuerce la lógica de la ideología dominante, como fue el
dió, sino por tal agitación, reflejo y onda de un mar de fondo sordo caso del secuestro y asesinato del concejal Miguel Ángel Blanco. Por
y amenazante, a la que por esto mismo no hay por qué dar motivos cierto que, ya que hablamos de guerras, quizás el prototipo canóni-
para que aflore a la superficie. Mejor no jugar con fuego, no vaya a co de estos modelos sea la legendaria adaptación radiofónica de La
ser que se revele (para empezar a sí mismo) como incontrolable. guerra de los mundos por Orson Welles. Pero se observará con pro-
vecho cuanto hemos avanzado: de la ficción que se toma por reali-
16. Como explicaba un artículo de la revista Oiseau-Tempête a dad, a la realidad que se ofrece como ficción.
propósito del 11-S, ‘si todavía está permitido discutir sin fin las
decisiones ya tomadas, está sin embargo prohibido tomar cualquier 18. Y por eso se las piden a otros: al día de hoy, 14 de julio de 2005,
papel en su elaboración. Que estas decisiones se refieran a los ya se han producido 300 ataques racistas desde el 7-J, y uno de
aspectos más fútiles de lo que es nuestra vida a principios del siglo ellos con el resultado de un pakistaní asesinado a palos. En este
XXI, o que amenacen nuestra existencia física inmediata (como fue caso, la brújula del odio no se ha desorientado, sino que apunta a la
el caso en N. Y.), lo que tienen en común es que se toman a nues- dirección correcta que le dicta la dominación.

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LA PIEL DE LA SOMBRA
Joël Gayraud

L a piel de la sombra
Joël Gayraud

E l capitalismo siempre ha sabido abrir nuevos mercados


para extender la penetración de la mercancía y, por
tanto, prorrogar los beneficios que resultan de esa penetra-
y las consecuencias económico-biológicas consiguientes, es
el comportamiento cotidiano de la población el que se va a
ver afectado, como si lo fuera por una grave enfermedad; ya,
ción. El problema que se plantea es la extensión indefinida por el simple hecho de que nuestro cuerpo es considerado
de esos mercados en un mundo naturalmente cerrado. Con por la ley como un reservorio de órganos, no somos otra cosa
la evidente limitación de los recursos naturales y la necesi- que pacientes; y poco a poco veremos cómo el mundo a
dad de contener el crecimiento demográfico, se pone en nuestro alrededor se transformará en un inmenso sanatorio,
práctica una situación de emergencia mundial que implica con sus reglas, sus permisos de salida, sus recomendaciones
una nueva forma de movilización total, en la que la actual conminatorias que emanarán de una autoridad tanto menos
"guerra contra el terrorismo" no es sino un travestimiento visible como en gran parte interiorizada, debido al debilita-
ideológico liminar, destinado a legitimar las medidas de miento general que todo lo confía a la benevolencia altiva de
seguridad y control; en un mundo sin un conflicto esencial, los policías de batas blancas.
la política de guerra anticipa en efecto la puesta en práctica
*
de una economía de guerra de un nuevo género que abrirá
mil nuevos frentes, del nivel local al nivel global. De hecho, El sueño de la inmortalidad está resurgiendo hoy en día
la guerra contra las consecuencias nefastas del sistema bajo la forma de dos utopías opuestas, pero testimonios las
mismo ya ha sido declarada, y todo el mundo es apelado en dos del mismo secuestro reificado de las condiciones de la
su civismo, en su cualidad ilusoria de ciudadano, en una existencia: por un lado, la clonación, donde lo que se busca
campaña en la que, como en el siglo pasado, no ha elegido es la identidad del soporte biológico, por lo tanto la vida des-
tomar parte: campañas de reciclaje y de recuperación, cam- nuda, sin miramientos por la experiencia de la vida histórica
pañas sanitarias de protección de los cuerpos orquestadas de cada uno, lo que hace esta inmortalidad totalmente ilu-
por el biopoder, de la lucha contra el tabaquismo a la segu- soria; por el otro, la utopía cibernética de ciertos maniacos
ridad vial. Pero estas no son sino las primeras escaramuzas; de la informática que sueñan con escanear su propio cerebro
con el recalentamiento aceptado y programado del planeta, a fin, piensan ellos, de perpetuarse en tanto que pura memo-

Salamandra 15-16 28
LA PIEL DE LA SOMBRA
Joël Gayraud

ria en el disco duro de su ordenador. Como para continuar al contrario, el cuerpo del niño, y después sobre todo el del
"viviendo" necesitarían inevitablemente entrar en relación adolescente justo en el momento en que es más frágil, es
con otros cerebros igualmente escaneados, proponen sin sometido a violencias que le dejarán secuelas irremediables,
reírse el entrar en el paraíso de un "chat" eterno en la web. evitables sólo al precio de operaciones dispendiosas que
Pero su desmaterialización conduciría bien pronto a su diso- generan beneficios en el sector bioeconómico. La práctica
lución, porque es el cuerpo, con su arsenal de disfunciona- irrazonada del jogging no genera solamente la compra masi-
mientos, de emociones irracionales, de lapsos, de gestos ina- va de zapatillas carísimas, sino también los muy programa-
decuados, de falsos movimientos, con, en una palabra, toda dos desórdenes articulares y óseos. Para moderar el entusias-
su vulnerabilidad, el que es garante de la singularidad de mo masoquista de nuestros contemporáneos por el deporte,
cada uno. Al interconectarse en la web, estas singularidades podríamos oponerle esta anécdota protagonizada por un
se fundirían rápidamente en una sopa de octetos indiferen- hombre del antiguo régimen: a un periodista que le pregun-
ciada. Dicho esto, semejante unidad indiferenciada de almas taba cómo había podido alcanzar una edad tan avanzada sin
constituye la concepción no individual del más allá que com- problemas de salud, Winston Churchill respondió quitándose
parten muchos pueblos primitivos, pero tal concepción no su célebre cigarro: "El deporte". Y, ante el aire estupefacto de
está de ninguna manera engalanada con los colores de la su interlocutor, precisó: "Sí. ¡Nada de deporte!"
utopía: la vida en la tierra sigue siendo para ellos un bien
*
inapreciable. En los servidores del ordenador, al contrario, el
deseo de inmortalidad no es sino el deseo de aniquilación de Otro sector de la vida pulsional que ha sido anexionado al
una vida ya esencialmente aniquilada. deporte es el sector de la alimentación, desde los regímenes
que torturan esencialmente a las mujeres, a la moda de la
* auto-medicación fundada sobre la dietética. Los partidarios
de una alimentación sana opuestos a la "mala comida" que
En el siglo XIX el deportista era tomado por un excéntrico.
pretenden convencernos que comiendo bio y bien se pueden
Y el origen inglés de la palabra deporte inscribe esa excen-
evitar las enfermedades y vivir hasta los ciento veinte años,
tricidad en el lenguaje mismo, que ha tenido que, al mismo
no nos prometen en realidad sino una muy pobre perspecti-
tiempo que la palabra, aclimatar una forma de vida extran-
va: dedicar la última cuarta o tercera parte de nuestra vida
jera. Este aspecto incongruente se traducía muchas veces en
a la existencia apasionante de una planta de invernadero.
los instrumentos puestos a la disposición del deportista: así,
Pero se trata sobre todo de una de las trampas objetivas más
Benjamin hace notar que las primeras bicicletas solían ser
groseras del biopoder que, al mismo tiempo que favorece las
instrumentos acrobáticos, como el biciclo o bicicleta de
enfermedades más sorprendentes, por medio de una polu-
rueda alta, donde se cabalgaba sobre una enorme rueda que
ción radioactiva, electromagnética y química cada vez más
tenía otra trasera, cinco veces más pequeña, que aseguraba incontrolada, y obtiene beneficios cada vez más sustanciales
un mínimo de equilibrio. Pero poco a poco la ideología de la en el sector de los seguros y de la asistencia médica, endosa
marca y del record llevada por el hombre contra sí mismo va al sector más consciente de estos peligros la responsabilidad
a fomentar el deporte como vara de medir de la hipernorma- de asegurar, a cuenta de su bolsillo, su propia prevención y
lidad. El deporte llegará a ser progresivamente obligatorio en su propia supervivencia, consumiendo productos más caros,
la educación, en la forma de la gimnasia primero, y después medicinas paralelas como la homeopatía y la acupuntura, así
con los deportes colectivos y las diversas variedades de atle- como esas diversas técnicas de análisis psíquico de virtudes
tismo. El niño de hoy está sometido a incesantes obligacio- aleatorias y en las que creen religiosamente espíritus que
nes y solicitaciones ejercidas sobre su cuerpo en nombre de hubiéramos creído que eran más fuertes. Estamos atrapados
una ideología de la marca que no tiene nada que ver ni con entre las dos mandíbulas de un mismo dispositivo económi-
la preocupación de embellecer el cuerpo ni con la salud. Bien co: por un lado los biotecarios que venden tanto pastillas

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LA PIEL DE LA SOMBRA
Joël Gayraud

auténticas como productos certificados como biológicos, por paternalista imperial. En las nuevas ciudades, como
el otro las estanterías de los supermercados rebosantes de Pompeya, las aceras protegían a los peatones de la circula-
alicamentos, es decir, alimentos enriquecidos con vitaminas ción peligrosa de los carros. Pero después de la caída del
de síntesis, cuando no están genéticamente modificados. Imperio Romano, hay que esperar al siglo XVIII para que,
siguiendo en esto las preocupaciones biopolíticas en gesta-
*
ción, los espíritus modernos se interesen por la seguridad de
Lo que hoy se llama ropa deportiva, y que antes se llama-
los peatones amenazados por el tráfico creciente de los vehí-
ba con más justicia chándal, hace pensar menos en una
culos en las metrópolis. Y será Londres donde el espacio
prenda de vestir que en un envoltorio. La persona que se
urbano ha sido por vez primera reconfigurado en este senti-
pone uno de esos sacos de tejido generalmente sintético,
do. En la era moderna, como se sabe, la acera es un invento
pertrechado de cordones en el cuello, la cintura y las muñe-
de la oligarquía liberal y de la mercancía, igual que en la
cas, acepta aparecer literalmente encordelado como un
época romana, puesto que Pompeya era una ciudad comer-
paquete. Y reconoce al mismo tiempo, aceptando así la indi-
cial gobernada por un senado local. Podemos leer, bajo la
ferencia del embalaje con relación a su contenido, ser un
pluma del comerciante filántropo Jonas Hanwey, un comen-
contenido indiferente e intercambiable, como un soldado
tario entusiasta de las propuestas de John Spranger, de
bajo su uniforme. Pero aquí se ha alistado en un ejército en
1754, encaminadas a la remodelación completa del espacio
el que es a la vez el combatiente y el enemigo a combatir, un
urbano, mediante el alineamiento de las fachadas, la gene-
ejército que reclama cada vez más carne para los récords, da
ralización de la iluminación pública y la instalación de ace-
igual que sean realmente batidos gracias a un entrenamien-
ras (footways) separadas por barreras: ‘Es verdad que estas
to adecuado o solamente fantaseados o vividos por procura-
aceras ocupan un lugar considerable, pero si comparamos las
ción, por ejemplo ante un televisor. Este uniforme que viste
calles de Londres a las de Paris, esta distinción parece, más
no se parece a otra cosa que a un sudario, que en la jerga
allá de toda comparación, ser la prueba de que somos un
militar llaman por eufemismo un "saco para restos huma-
pueblo libre y que los franceses no lo son. El gentilhombre
nos". He aquí por qué, tras estos jóvenes desaliñados con sus
que marcha por las calles de Paris se arriesga a cada instan-
monos de vinilo que van y vienen las tardes de los sábados
te a ser atropellado por cualquier cochero negligente o
por los grandes bulevares, sólo puedo ver un ejército de
impetuoso, y los hay muchos. En verdad, estos accidentes se
muertos deambulando en el crepúsculo eterno de los
producen muchas veces en esta ciudad, hasta el punto de
Infiernos, en la renuncia definitiva a toda búsqueda que con-
que pocas gentes de bien osan pasearse por las calles’ (Jonas
forme la vida. Lo desolador es que haya quien se ponga una
Hanwey, 1754, Carta a M. John Spranger sobre sus excelen-
ropa tan ridícula, que una moda semejante sea adoptada por
tes propuestas de pavimentar, asear e iluminar las calles de
la juventud de los suburbios pobres, porque es también con Westminster).
esta indumentaria que son empaquetados los condenados
que esperan en el corredor de la muerte en los EE.UU. Más En el siglo XX, con el refuerzo constante del autoritarismo
que el efecto de una simple moda, tenemos aquí el signo de de la mercancía simbolizado por la omnipresencia del
una generación que se sabe condenada y hace alarde con automóvil, se han recortado las aceras y ampliado las calza-
resignación del signo distintivo de su condena. das. Para hacer esto, en Paris no se ha dudado en abatir en
los años 60 los árboles más bellos de las avenidas haussma-
*
nianas. Al mismo tiempo se han construido ejes de circula-
Breve historia de las aceras. Las aceras existían ya en la ción urbanos y extraurbanos estrictamente prohibidos a los
Antigüedad tardía donde la solicitud de los ediles por los peatones, y por lo tanto sin aceras, como por ejemplo auto-
administrados expresaba uno de los aspectos de la política pistas, carreteras de circunvalación, bulevares periféricos,

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LA PIEL DE LA SOMBRA
Joël Gayraud

que configuran un espacio exclusivamente reservado a la prejubilados que juegan a las cartas en el café de la esquina
circulación del automóvil, consagrando la dictadura efectiva se libran a una diversión más sustancial que los arribistas
de este medio de transporte. Después, paralelamente a la que juegan al golf, el juego más absurdo que se haya cono-
expulsión de los últimos pobres que ocupaban el centro de cido nunca. Es significativamente a partir del final del s. XVIII
las ciudades en los años 70, ciertas calles, por un efecto de que se ha desarrollado este juego colonial de aristócratas
especialización simétrica, han sido enteramente reservadas a exánimes que, renunciando a todos los valores agonísticos
la marcha a pie: son las famosas calles peatonales, diseña- sobre los que se fundaba su nobleza, no se atrevieron sino a
das para poner al peatón, concebido bajo la especie exclusi- medirse a una superficie abollada, en un vano torneo contra
va del consumidor, en contacto inmediato con la mercancía. ellos mismos exento de todo riesgo. Un deporte de extenua-
Cada vitrina se presenta en efecto como la faceta del ojo dos, de deficientes éticos y políticos que no ha podido sino
ciclópeo del capital, insecto gigantesco que acecha a sus atraerse los favores de las clases dominantes ahistóricas que
innumerables presas, ayudándose si es preciso de sus ante- se reparten hoy la dirección de la economía mundial.
nas ultrasensibles, las cámaras de vigilancia. En el dispositi- Magnates saudíes, brokers de la costa Oeste, burócratas
vo carcelario y consumista de la calle peatonal, los peatones asiáticos ganados a la economía de mercado, mafiosos rusos
se transforman insensiblemente en mercancías que se mues- a la cabeza de combinats industriales, todos comparten el
tran a sí mismas en el mercado. Así, es exactamente en esta mismo entusiasmo por el falso lujo de los greens. El pequeño
época que se ha hecho una costumbre, para la gran mayoría burgués disponía del juego del solitario en la quietud de su
de la población, el exhibir la marca o el logo de la ropa que living-room; el green y sus dieciocho agujeros es la recrea-
se lleva. La distinción entre mercancía humana o mercancía- ción al aire libre de ese living-room y sobre todo de su bené-
objeto tiende a difuminarse como se ha difuminado, desde fica quietud: un espacio-tiempo inaccesible al aconteci-
hace ya mucho tiempo, la distinción, de la que no discutire- miento. Porque el dirigente de una empresa o de un Estado
mos ahora su validez teórica, entre valor de uso y valor de (son lo mismo) no teme ni detesta nada como al aconteci-
cambio. Ulteriormente, a finales de los años 80, se volverán miento, y cuando juega, quiere el juego puro, del que reve-
a ampliar las aceras, pero en la perspectiva posmoderna de rencia su seriedad. El proletario se deja divertir por los ruidos
la "humanización del espacio", a título de elemento pura- del café, los recién llegados, las interpelaciones. Por un lado,
mente decorativo, puesto que un sistema de barreras sofisti- una atmósfera abierta a la vida, el encuentro, el aconteci-
cadas permite restringir en barrios enteros la circulación miento, por el otro, un mundo confinado y aséptico. La sepa-
automovilística a únicamente los residentes. Desde ahora la ración entre juego y vida cotidiana era ignorada por el pro-
calle toma cada vez más el aspecto de un espacio privado letariado. Pero esta época está a punto de desaparecer. Hoy
amueblado con quioscos, bancos, plantas en parterres o la soledad burguesa y su indefectible espíritu de pesadez han
macetas, farolas de época y réplicas de antiguas columnas atrapado al consumidor de base hasta en la persona de sus
Morris y fontanas Wallace, un espacio donde es muy cool hijos pegados con celo a sus consolas eléctricas.
desplazarse con patinete o sobre patines. La función simbó-
*
lica de todos estos trastos es evidentemente señalar que
estos lugares, transformados en un inmenso jardín de infan- Cuando Levinas formuló su teoría del rostro, hacía ya
cia, han llegado a ser definitivamente impropios a toda algún tiempo que los hombres, y entre ellos sin duda el
forma de existencia y de afirmación política. mismo Levinas, habían estado confrontados en su vida coti-
diana a muchos más rostros de dos dimensiones que a ros-
*
tros reales. Siempre es cuando un aspecto esencial de la vida
Cuanto más nos elevamos en la escala social, más pierden humana acaba de perderse que puede ser aislado como cues-
su sustancia las diversiones. Los antiguos obreros de fábrica tión filosófica. Es a ese rostro que se me enfrenta y me mira

31 Salamandra 15-16
LA PIEL DE LA SOMBRA
Joël Gayraud

al que Levinas vincula su teoría de la responsabilidad hacia tenemos una experiencia de la visión absolutamente extraña
el otro. Pero, ¿me puedo sentir verdaderamente responsable a un hombre que hubiera vivido hasta la Revolución
de la responsabilidad del imbécil que presenta el telediario Francesa, en la que los quevedos y anteojos en uso desde el
todas las noches a las 20.00 horas? Se plantea entonces una Renacimiento no eran accesibles sino a una pequeña minoría
cuestión más grave. Todos esos rostros que nos hablan coti- de privilegiados, y donde los instrumentos de óptica estaban
dianamente desde las pantallas y que se dirigen a nosotros reservados al sabio o al militar. La corrección de la percep-
con toda la imprudencia, ¿no han reducido ya nuestra per- ción estaba ligada a un imperativo técnico y conjetural o a
cepción del rostro real del otro? Aquellos con los que nos una necesidad médica. Lo que ha cambiado radicalmente
encontramos por la calle, en el trabajo y sobre todo en nues- nuestra percepción visual, pero de forma casi imperceptible,
tras supuestas diversiones, ¿no los estaremos ya mirando con ha sido la generalización de las gafas de sol coextensiva a la
la misma indiferencia desengañada con la que miramos los democratización del tiempo libre. Desde ahora la mirada
rostros que se proyectan sobre la pequeña pantalla? puede dirigirse hacia el sol sin riesgo de quedar deslumbra-
da. Con los cristales filtrantes apropiados, se puede incluso
*
fijar la mirada y contemplar el sol bajo la forma de una ino-
Para el amo, la cuestión del placer del esclavo no parece fensiva bola colorada de un grosor apenas algo más grande
plantearse a priori. Pero en el placer sexual, existe una rela- que la luna llena. El astro que supuestamente marca todavía
ción inmediata con el otro, y por este mismo hecho amo y el ritmo de nuestros días y estaciones ha perdido así gran
esclavo establecen una reciprocidad mínima, aunque sólo parte de su poder ontológico, sobre todo en lo que concier-
sea por el intercambio corporal. La dominación no esclavista ne al poder de aniquilar nuestra visión. Nos arriesgamos
introduce la distancia, un alejamiento cada vez mayor entre mucho más a la ceguera permaneciendo clavados durante
dominantes y dominados. Mientras que la esclavitud sexual horas ante nuestras pantallas de ordenador, pero esta cegue-
descansa sobre el más inmediato de los contactos, la escla- ra hipócrita, rastrera, cancerosa, que no fulmina nuestra
vitud asalariada de las sociedades anónimas se funda sobre vista limitándose a alterarla insidiosamente, nunca se arries-
relaciones tan distanciadas que llegan a ser invisibles. De un gará a hacer de nosotros iluminados dotados de la visión
mismo golpe, toda idea de placer ha desaparecido en esa interior, chamanes o poetas, como los Homero y los Tiresias.
relación. De ahí el vacío erótico que intenta colmar la moda Porque, en lo más profundo de nuestro inconsciente, el ciego
actual del sado-masoquismo, esta puesta en escena de una sigue siendo el que ha osado mirar lo que no se debe ver.
relación esclavista real, analogon palpable y sustancialmen- Este devenir inofensivo del sol es contemporáneo del devenir
te placentero de la relación cotidianamente vivida por todos, inofensivo de la palabra y de la pérdida definitiva del don de
dominantes y dominados, en la sumisión universal al capital, la profecía. Ya no se puede creer más en los profetas porque
sumisión que excluye precisamente la intensidad del placer ninguna palabra llega del centro ciego del ser. Un Tiresias
directo. que hubiera protegido su mirada detrás de unas gafas de sol
nunca podría haber revelado su suerte trágica a Edipo, y se
*
sabe que si Apolo retiró toda la eficacia a la palabra de
Cualquiera de nosotros ha contemplado al menos una vez Casandra, de manera que sus profecías nunca fueron escu-
en su vida un paisaje a través de unos gemelos o de un cata- chadas por los troyanos, fue porque ella le había rechazado,
lejo, algunos han observado la Luna o las estrellas con un negándose por tanto a verle en todo su temible esplendor, lo
telescopio, en la escuela hemos aprendido a observar nues- que la hubiera dejado ciega.
tros glóbulos rojos bajo el objetivo de un microscopio, y
muchos de nosotros nos hemos visto obligados a llevar un Ver el mundo a través de unas gafas negras no anula sola-
par de gafas para corregir una vista deficiente. Hoy, todos mente el poder del sol, sino que al filtrar los rayos, elimina

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LA PIEL DE LA SOMBRA
Joël Gayraud

todos los efectos de difracción luminosa que hacen de los realizaciones del primer Imperio y después las del barón
objetos unos elementos situados en una visión de conjunto Haussmann, son ya tentativas de la mecanización del espa-
indivisible. Si la oscuridad aniquila todo conjunto y disuelve cio urbano, pero el mismo liberalismo que era consustancial
a nuestro ojo la totalidad de lo que existe, la luz, que no a la ascensión capitalista hacía que siempre se construyera
debería por otro lado identificarse con la claridad, unifica las con mayor o menor extravagancia y sofisticación, con más o
cosas y los personajes en un mismo mundo, haciéndolos menos énfasis, excentricidad o libertad; así la arquitectura
resaltar los unos en relación con los otros. Pero, por el juego modern style, tan floreciente en Bélgica y en España, o la
de las sombras, de la penumbra y de los efectos de la difrac- Secession vienesa en Europa central representarían el punto
ción, los límites entre las cosas son ligeramente vibrantes e culminante de tal liberalismo en arquitectura. El giro decisi-
indistintos, incluso bajo la luz más viva del cenit y con un vo se produce al final de la Primera Guerra Mundial: todos
aire muy puro y muy seco. Este ya no es el caso para aque- los escritores se ponen a escribir a máquina, y todos los
llos que llevan gafas de sol. Los colores son muy contrasta- arquitectos a diseñar y edificar mecánicamente. Nada de
dos, los contornos, debido a la filtración de los rayos solares ornamento, sólo la función: Adolf Loos, Le Corbusier, la
perniciosos, se vuelven más netos. Esta nitidez del paisaje y Bauhaus levantarán sus ciudades resplandecientes con ese
de los rostros contemplados a través de las gafas de sol lleva carácter sin carácter, mezquino y congelado, que tan bien
a que nos hayamos habituado insensiblemente a ver el armoniza con los mequetrefes de la edición. Y sus sucesores
mundo como lo percibe el objetivo de nuestra cámara de los años 50 han seguido por el mismo camino, ya se ha
fotográfica. Desde que llega el buen tiempo, nos ponemos a visto con qué resultado. Pero una vez que el fracaso ha sido
vivir en un universo de cartas postales o de cromos. La moda patente, se ha recurrido, como de costumbre, a una dudosa
persistente y tan irritante de la pintura impresionista entre reestructuración. Si bien, hacia finales de siglo, los posmo-
la pequeña burguesía planetaria no parece ser debida a otra dernos se han puesto a redescubrir el ornamento, exacta-
cosa; para ver paisajes con su luz natural, hoy es necesario ir mente como el ordenador que, en su pretensión de reconci-
a un museo y contemplar los cuadros, o hojear un catálogo liar la dactilografía con la imprenta, permite el uso de fuen-
de exposición o un libro de arte. Como si la percepción natu- tes antes exclusivas de la tipografía. Pero esta rehabilitación
ral no pudiera ser vivida, también ella, más que bajo la forma del ornamento sigue siendo mecánica, sin expresión, sin
de la representación nostálgica. poesía, análoga a la de la tipografía, o incluso a la de la
escritura manuscrita simulada por el ordenador. Todo deja
*
prever que la arquitectura de las ciudades del siglo XXI
Siempre me ha parecido que la escritura gótica se aliaba tendrá las características de la escritura asistida por ordena-
admirablemente con la arquitectura del mismo nombre: oji- dor: la misma libre elección ecléctica de los estilos, en un
vales y puntiagudas la una como la otra, esbeltas y frágiles, formateado preestablecido, que no deja ningún espacio a la
oscuras y recelosas de sus secretos. La invención de la incertidumbre, al encuentro, a la sorpresa inconveniente.
imprenta es contemporánea de la arquitectura del
*
Renacimiento y, tanto en los caracteres diseñados por
Garamond y después Elzevir, como en las fachadas, podemos El hecho de pagar en el extranjero con una moneda
descubrir los motivos clásicos de la pilastra y del capitel. Sin común, especialmente en un país con cuya moneda estába-
embargo, hasta principios del siglo XX, las ciudades me pare- mos acostumbrados desde hacía mucho tiempo, incluso que,
cen todavía escritas a mano, como los libros antes de ser como el dracma, gozaba de una reputación inmemorial,
enviados al impresor; ciertamente las Salinas de Arc-et- induce un sentimiento nunca experimentado hasta enton-
Senans de Ledoux, los proyectos de Etienne-Louis Boullé y de ces: el de una desextranjerización inauténtica, una falsa pro-
Jean-Jacques Lequeu durante la Revolución Francesa, las ximidad que tiene por principal virtud el hacer resaltar el

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LA PIEL DE LA SOMBRA
Joël Gayraud

carácter puramente convencional y artificial de la moneda inicios un reencantamiento por medio del capital, del que la
misma. Mientras que el dracma, el franco, la lira, el marco teoría del fetichismo de la mercancía nos da sin duda la des-
aparecían como monedas históricas, enraizadas en el espíri- cripción más coherente; y la espectacularización generaliza-
tu de los pueblos que las usaban y podían por ello mismo da de la existencia alimenta, sobre todo por la manipulación
pasar por naturales, con el euro se tiene la impresión que de la imagen, un encantamiento virtual permanente. Es este
desde ahora, se pague donde se pague, se está haciendo en el resultado de un largo proceso que se inicia con la desa-
una moneda extranjera, que la moneda se ha convertido, de cralización de la naturaleza y la constitución de la esfera de
una forma palpable, en una extrañeza esencial. Este fenó- lo religioso, proceso que encontrará, gracias al triunfo de la
meno que proporciona una base sensible a la crítica del valor fetichización mercantil y a la separación formal de teología
de cambio debería persistir de forma duradera entre todos y política, su última prolongación en la realización de la teo-
aquellos que han utilizado la antigua moneda al menos logía a través del espectáculo.
desde su adolescencia. Se abre así durante algunos años una
*
apertura histórica en la que el significante simbólico del sis-
tema económico-social queda poderosamente desactivado. El desfondamiento de la tramoya mágica que sostenía las
representaciones de la naturaleza es consecuencia, como se
* sabe, de la afirmación del modo de producción capitalista y
del triunfo de la mercancía: es el Novum Organum scientia-
Mientras que en el santo o en el poseso el estigma era la
rum de Francis Bacon, aparecido en 1620, el que ofrece el
traducción histérica de la fe en una trascendencia, sus sus-
primer sistema desencantado de la ciencia y de la naturale-
titutos profanos actuales como el tatuaje o el piercing son la
za, en el que las armas de la experimentación y de las ope-
ostentación, también completamente histérica, de la pérdida
raciones concretas sellan el triunfo de la metafísica mercan-
definitiva de esa fe, desde que el mundo sensible ha sido
til. Pero no podría decirse que este desencantamiento del
desacralizado totalmente. Es precisamente este aspecto mundo haya tenido por efecto restaurar un mundo anterior
histérico el que distingue el tatuaje contemporáneo de esta a todo encantamiento, un mundo originario donde la rela-
práctica entre los pueblos salvajes, del que por ejemplo los ción con las cosas se basaría en una ingenuidad inmediata o,
antiguos habitantes de las islas Marquesas nos han propor- como ha querido creer el positivismo científico con la fe del
cionado su expresión más consumada: cuando se tatuaban el carbonero, instaurar un universo profano donde lo maravi-
cuerpo en su totalidad, incluyendo a veces los labios, la len- lloso coincidiría con la investigación científica. Si este
gua y el interior de la boca, revelaban la inmanencia de lo desencantamiento de la naturaleza ha sido posible, es por-
divino en su mundo; su propia piel era el grimorio donde se que otro encantamiento se había desplegado a su sombra,
inscribían los signos de la co-presencia de los espíritus de los gracias sin duda a lo que se ha llamado la revolución indus-
muertos, la carta donde se proyectaban las fuerzas cósmicas trial de la Edad Media. El mundo no se ha desencantado
y las potencias subterráneas. Porque lejos de ser un síntoma como reencantado bajo las especies de la mercancía, "esta
neurótico, la pintura o la cinceladura de los cuerpos, rito martingala del mundo" como escribirá Shakespeare, alrede-
colectivo, es un ejercicio de cosmofanía. dor de la cual se organizan el gran casino de la circulación
monetaria, del pago con intereses, de la especulación bursá-
* til y el consiguiente torbellino generalizado de los cuerpos. El
Si es verdad que el objetivo de la revolución es reencantar fetichismo de la mercancía y el sex-appeal de lo inorgánico
el mundo, sería erróneo suponer, como se suele hacer, que mercantilizado ocupan desde entonces el lugar que monopo-
ese reencantamiento debería suplir un desencantamiento lizaba la visión mágico-mitológica del mundo hasta el final
absoluto; porque el mundo desencantado que ha sucedido a de la Edad Media. Es destacable que la única tentativa de
las sociedades unificadas por el mito ha conocido desde sus envergadura para reencantar el mundo sobre una base mági-

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LA PIEL DE LA SOMBRA
Joël Gayraud

co-mítica secularizada que no toma prestados sus mitos de veces a ciertos hombres y sobre todo a ciertas mujeres. Es la
los fastos del pasado, y que conscientemente se ha dirigido puesta en práctica de nuestra capacidad de prever los acon-
hacia el porvenir, el surrealismo, ha aparecido en el momen- tecimientos futuros lo que viene a negarlos en tanto que
to en el que, justo después de la Revolución de Octubre, acontecimientos, uniéndolos en un encadenamiento lógico,
estaban dadas como concretamente posibles las condiciones incluso una teleología, sea en el curso de una partida de car-
de una sociedad no mercantil, anticapitalista. El conflicto no tas, en un debate político, o en el diagnóstico de una enfer-
está por tanto en el desencantamiento, sino sobre la natura- medad, lo que nos distingue de la mayoría de los animales,
leza del encantamiento mismo: al periodo mágico del encan- incluidos los más próximos a nosotros. En efecto, el animal
tamiento por los símbolos de dependencia ha sucedido el jamás prevé, sólo puede presentir, es decir, sentir más fina-
periodo seudo-profano del encantamiento por los signos de mente que nosotros los comienzos de un proceso, lo que lla-
distinción; pero, como nos indica el surrealismo, ahora tene- maríamos los signos precursores. Y en esta facultad ninguno
mos que acceder a lo maravilloso de las cosas mismas, con- de nosotros podríamos igualarles. Pero lo que podemos hacer
sideradas ya no como naturaleza investida por el excedente es interpretar las manifestaciones de este presentimiento, y
de lo sagrado, sino como pura poiesis inmanente del mundo. establecer nuestras predicciones a partir del mismo. A este
respecto, voy a narrar una anécdota que viví hace diez años
* en la isla de Skyros, en el archipiélago de las Espóradas. Una
tarde de julio, poco después de medianoche, los pájaros que
La gran enseñanza del surrealismo es que la naturaleza es
normalmente estaban dormidos se despertaron y se pusieron
lo único sagrado, es todo lo sagrado. O también, y más aún,
a cantar. Y algunos minutos más tarde se levantó inopinada-
que lo sagrado está contenido en la relación que el hombre mente un fuerte golpe de viento que barrió durante muchos
sostiene con la naturaleza desde que no la concibe como minutos la isla aplanada por el calor. La amiga que me
recurso productivo, como materia prima explotable. Se acompañaba interpretó el despertar de los pájaros y el golpe
puede decir que en las sociedades de cazadores-recolectores de viento como el anuncio de un terremoto. Debo precisar
lo sagrado se encarnaba en la naturaleza porque esta en que ella no tenía ningún conocimiento especial en la mate-
ningún momento fue entendida de esa manera. Desde el ria. Pero su predicción era justa. A la mañana siguiente, en
neolítico, cuando la naturaleza empezó a ser concebida efecto, los habitantes nos dijeron que un seísmo había sacu-
como medio de producción, se ha desarrollado un punto de dido fuertemente, en medio de la noche, la isla de Skopelos,
vista utilitarista sobre la naturaleza, y por la misma razón un situada a una cuarentena de millas de nuestra posición.
punto de vista de lo sagrado separado. De ahí la necesidad
de representar lo sagrado bajo formas humanas, demiúrgi- Hoy, el genio humano se está dejando desposeer cada vez
cas. Lo que el surrealismo ha hecho en lo sucesivo posible, más de la facultad de prever en beneficio de las máquinas
con la mayor fuerza, es un sagrado sin dios, una trascenden- que ha inventado. Ha delegado esta tarea en los ordenado-
cia concebida como simple repliegue en la inmanencia, res que registran miles de millones de parámetros, que hacen
extraña a toda religiosidad y a toda perpetuación de los juegos malabares con las estadísticas y que, gracias al desa-
rituales. rrollo de la inteligencia artificial, logran producir sus propios
* algoritmos de investigación. El dominio tradicional de la pre-
visión agrícola fundada sobre una cadena ininterrumpida de
Una de las más nobles aplicaciones de la inteligencia observaciones que se remontan al Neolítico se ha visto ente-
humana es la previsión. Es una facultad tan exaltante, tan ramente delegada a los comunicados de la meteorología
constitutiva de lo humano, que muy pronto ha tendido a nacional que siguen los agricultores; los pronósticos de
superarse a sí misma en la facultad de la predicción, la curación de las enfermedades más graves son confiados a los
videncia o el profetismo, atributos de los espíritus o de los ordenadores; y sobre todo, es en el dominio de la previsión
dioses que una ascesis o una gracia particular confieren a bursátil, económica, que ésta es abandonada a los modelos

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LA PIEL DE LA SOMBRA
Joël Gayraud

informáticos, y el analista financiero sólo trabaja con mate- nos de rentabilidad por hectárea y de eficacia económica. A
riales ya elaborados y analizados por máquinas que otros medida que las capacidades de previsión se han revelado
distintos a él han programado. La delegación a las máquinas más eficaces, el campo de lo previsible se ha restringido a lo
de la previsión, en razón misma de su eficacia aparente o económicamente cuantificable, y por esto mismo se ha
real, despoja al hombre común, es decir a cualquiera de transformado cualitativamente. Desde este momento, están
nosotros, del gusto mismo del acto de prever, cuya práctica desapareciendo sectores inmensos del campo de lo previsible
individual está siendo disuadida. Si el hombre de la post-his- porque la predicción mecanizada ya no se interesa en ellos,
toria vive en el presente perpetuo del animal, es en gran y al mismo tiempo los hombres desaprenden a prever.
parte a causa de la atrofia de su sentido ancestral de la pre- Incluso el sector más tradicional de la predicción, el de los
visión. videntes, está siendo contaminado por la tecnicidad. Al igual
que los médicos comienzan a practicar la medicina asistida
Sería erróneo creer que esta intervención de las máquinas por ordenador y por lo tanto se cierran poco a poco a las
en el dominio de la previsión va a tener consecuencias sólo posibilidades de la intuición, en la vidente que ha reempla-
sobre las formas y el resultado; que, a fin de cuentas, obten- zado la bola de cristal por una pantalla de cristal líquido, las
dremos por su mediación las mismas previsiones, o previsio- condiciones del ejercicio de la intuición, ligadas a la consti-
nes simplemente mejoradas o incluso que las obtendremos tución de un ambiente onírico, se han visto forzosamente
con más rapidez y menos esfuerzo. El delegar esta tarea a las alteradas. Y el acontecimiento mismo que se trata de antici-
máquinas sería entonces un progreso, como hemos aprendi- par ya no puede ser concebido en términos de destino, sino
do a hacer con otro gran número de actividades mecánicas. de gestión óptima de la existencia.
Pero sucumbiríamos así a una grave ilusión. En efecto, esta
delegación de la previsión en las máquinas entraña también JOËL GAYRAUD
una modificación de la definición de lo previsible. Lo que se
prevé para el agricultor es lo que va a interesar al modelo de Extractos del libro La peau de l´ombre, Jose Cortí, 2004.
agricultura mecanizada dominante, y se concebirá en térmi- Selección y traducción del francés de José Manuel Rojo

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LA CIUDAD FUNCIONA CON GASOLINA
María Santana

L a ciudad funciona con gasolina


María Santana

Iba a doscientos por la autopista cuando me pegué el trastazo. Me lle-


varon al hospital y allí me amputaron la pierna. Tuve suerte: no fue la
del acelerador. Los médicos creen que podré seguir corriendo.
El Roto, 1992

L a vida en la Tierra se convierte cada día en una tarea más


difícil. Las personas nos vemos obligadas a tratar de
sobrevivir en un entorno peligrosamente patógeno como es
parece que al ser humano no le queda escapatoria y debe
asumir lo que supone la vida moderna por fatalista que esto
suene. Vida que tan sólo puede ser desarrollada en las gran-
la urbe moderna. Y parece que ya no existe siquiera un des ciudades y sus réplicas menores en tamaño (los pueblos).
rincón perdido en el planeta en el que poder refugiarnos, Ante este desolador panorama, no nos queda más que tratar
tratándose de un fenómeno en progresión en el que siempre de sobreponernos a las múltiples enfermedades que afectan
se puede ir a peor. Los paraísos ocultos en los que exuberan- desde nuestras funciones biológicas básicas como el sueño o
tes especies animales y vegetales eran capaces de preservar la ingesta, hasta trastornos mentales como el estrés o la
una vida infinita y libre no son más que bonitas e imposibles depresión, eso si dejamos al margen el proceso de banaliza-
postales. Una vez que el ser humano introdujo sus instru- ción de las actividades intelectuales o lúdicas que tan sólo
mentos tecnológicos en estas utopías medioambientales su tienen ya una función de evasión. En una vida frenética en la
equilibrio fue deshecho, sus recursos esquilmados y los nati- que hasta algunos juegos infantiles2 llevan incorporado un
vos supervivientes recluidos en parques "naturales". Roto el cronómetro para que no se exceda la media hora del despil-
sueño infantil de las selvas vírgenes aún nos quedaba la ilu- farrador segmento lúdico, es imposible recuperar el ritmo
sión de huir al campo para desintoxicarnos, para recuperar humano natural. Danzamos al son de las máquinas, de las
algo de lo que fuimos en nuestros olvidados orígenes. Nos fábricas, de los zumbidos de los televisores o de los colores
imaginábamos en este refugio rural como bucólicos pastor- de los semáforos.
citos y cultivadores de tomates y patatas. Sin embargo, hoy
en día esta huida tampoco es sencilla: por un lado tendría- El ser humano se ha ido forjando como una especie heroi-
mos que hacer frente al duro síndrome de abstinencia al ca dentro del reino animal. Esto se debe a que ha sido capaz
dejar de vivir bajo el absoluto control de la ciudad; por otro, a lo largo de su existencia de resistir a catástrofes naturales,
y lo peor de todo, es que no podemos aspirar en el campo a inclemencias, hambrunas, epidemias, etc., mientras muchas
una verdadera liberación del yugo tecnológico1, porque esta- otras especies sucumbían o se colocaban en peligro de extin-
remos sufriendo desde la lluvia ácida hasta el chantaje de la ción. Pese a todas las amenazas, los individuos humanos han
compra de semillas modificadas genéticamente. Así que conseguido mantener una proliferación creciente, para ello

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LA CIUDAD FUNCIONA CON GASOLINA
María Santana

se tuvo que desarrollar la capacidad intelectual y una cultu- que posibilita el sostenimiento del sistema. Las grandes ave-
ra. Porque mientras las otras especies animales se hallaban nidas, las rotondas, los semáforos se han convertido en las
preparadas o se adaptaban fisiológicamente para garantizar arterias, las articulaciones y los órganos que componen los
su supervivencia, lo único que poseía el hombre era el cere- barrios periféricos de nueva construcción. En contraste, los
bro. De modo que la especie humana proyectó toda su capa- centros urbanos actuales son prácticamente intransitables
cidad y sus ansias de vida en las construcciones sociales y para los automóviles, difícilmente accesibles, por lo que han
culturales en progreso: el lenguaje, los instrumentos técni- sido convertidos en museos o mausoleos (no hay mucha dife-
cos, las comunidades políticas, las organizaciones económi- rencia). Ya apenas existen paseos o plazas, por lo que no hay
cas, etc. Pero, a estas alturas, debemos ser capaces de com- ningún lugar público de encuentro, las calles son sólo vías
prender este relato de un modo más lúcido, ya que, frente a por las que acceder al destino comercial y la presencia de
todo este grandilocuente mito antropocéntrico consensuado gente, transitando con alguna intención de comunicación,
de supervivencia y desarrollismo cultural, hoy comienza a ser ha sido frenada con la progresiva eliminación de fuentes,
dudoso que el hombre pueda resistir a su propio envite, a la bancos, papeleras o cualquier clase de mobiliario público.
degradación progresiva que ha efectuado sobre su entorno,
las otras especies y sobre sí mismo. La imposición del traslado permanente como modo de vida
paradigmático está unida al desarrollo e implantación de los
Una de estas construcciones técnicas que hubo de poner vehículos motorizados, el automóvil para el transporte de
en marcha originariamente para garantizar la vida humana personas y el camión para el resto de mercancías. Ambos exi-
fue la creación de comunidades y unidades políticas alrede- gen una holografía completamente uniforme, es decir, cual-
dor de un núcleo urbano. Las hermosas ciudades antiguas, quier alteración grave como una colina o depresión para
ejemplificadas en la polis griega, han quedado en el imagina- ellos puede resultar insalvable. Esto ha obligado a alterar de
rio colectivo como la base de una armoniosa socialización y una forma aún más monstruosa nuestras ciudades, de tal
división del trabajo. Pero los mitos que poseíamos sobre la modo que todas las curvas son amplias y todas las calles pla-
democracia ateniense o la ciudad burguesa, en la que los nas. Pero nuestros antiguos entornos naturales se están des-
ilustres ciudadanos se demoran por las calles discutiendo figurando hasta lo irreconocible, se han hecho túneles
sobre el futuro de la comunidad, se han deformado hasta gigantescos en las montañas o puentes imposibles para sal-
constituir la inmensa pesadilla urbanita en la que malvivimos. var profundísimas simas. Cuando se contemplan estas cons-
trucciones megalómanas uno se pregunta cómo se pudo vivir
En este sentido, no hay que olvidar que la construcción y hasta ahora sin semejante adelanto, cómo hemos consegui-
modificación de las ciudades siempre se han apoyado en do comunicarnos y desarrollarnos sin ese inmenso túnel que
decisiones e ideologías políticas, la urbe actual no es más recorre de forma subterránea los Pirineos. Delante de un
que el minucioso intento de materialización del mercado coche siempre va una apisonadora allanándole el camino,
capitalista en el que, como bien sabemos, el dinero está reñi- convirtiendo un paisaje vertiginoso en una carretera segura
do con la propia vida. Por eso, actualmente la ciudad no se que te conduce de forma diligente. Aunque más grave es el
articula con la finalidad de acoger y potenciar el desarrollo aumento del transporte de mercancías que hoy, pese a dis-
de sus ciudadanos, sino para promover el intercambio de poner de trenes, barcos y aviones con mucha mayor capaci-
mercancías3. Y para posibilitar dicho intercambio, al que se dad y eficacia, se hace casi exclusivamente a través de
ha reducido nuestra existencia, el mayor esfuerzo de un camiones. Evidentemente, el análisis de las catastróficas
urbanista se centra en gestionar las aceleraciones, las idas y consecuencias del uso masivo de los vehículos de gran tone-
venidas de los vehículos, porque es el transporte atravesan- laje no puede ser tratado sistemáticamente aquí, pero, aún
do las ciudades y conectando con otras unidades urbanas lo así no debemos olvidar que los efectos de un coche se mul-

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LA CIUDAD FUNCIONA CON GASOLINA
María Santana

tiplican en el uso del camión: desgaste de las carreteras, se han examinado varias veces y lo han dado por imposible,
peligrosidad del tránsito, atascos, contaminación… uniéndo- y que ante la necesidad perentoria de poseer un vehículo
se el hecho de que los camioneros constituyen una casta propio acaba adquiriendo uno de esos minúsculos coches de
aparte, la de los profesionales del volante, quienes disfrutan ciudad que sólo necesitan el carné de moto. Los demás con-
de un estatus superior en la carretera a costa del cual ame- ductores lo observan desde sus flamantes automóviles con la
drentan y violentan al resto de conductores. compasión con la que se miraba al tonto del pueblo, para
inmediatamente después mofarse de él. Renunciar a él es
Pero ya todos los ciudadanos tenemos perfecta conscien- asumir una posición subordinada en la escala social, porque
cia de que habitamos en el reinado absoluto de la mercancía, es un elemento ideológico. En este sentido no hay que olvi-
en el cual disfrutamos la oportunidad de poseer el instru- dar, por ejemplo, que la industria automovilística fue la que
mento con más valor, el paradigma que explica la socializa- introdujo las primeras novedades en la automatización de los
ción de sus miembros y facilita su integración, esto es, el modos de producción y la que antes se ha apropiado de los
automóvil. Alrededor del coche se articula la ciudad, los avances tecnológicos (algo que ha compartido con la indus-
valores (éticos o estéticos), el tiempo (ya sea de trabajo o de tria espacial y, ahora, con las telecomunicaciones). Así ha
descanso) y hasta lo que comemos (como esos fabulosos sucedido, entre otros avances, con el GPS que no era más
banquetes de los Mcautos). El tiempo que pasamos dentro de que un sistema de vigilancia de nuestros movimientos, que
los coches para ir a nuestro puesto de trabajo, para volver a se exportó alegremente al coche y de ahí al propio viandan-
casa, para ir a comprar, para desplazarte a un centro de ocio, te, el cual puede ir de un lugar a otro completamente desco-
para huir de la ciudad a alguna reserva "natural", etc., ha nocido sin tener que relacionarse con nadie, sólo mirando su
obligado a que éstos se equipen de manera extraordinaria bonita pantallita.
hasta llegar a albergar neveras, posavasos, televisores y todo
tipo de complementos que lo acerquen a una apariencia de Lo cierto es que podemos llegar a postular la existencia de
lugar en el que permanecer y descansar, más que en lo que un universo paralelo de asfalto en el que ha desaparecido
realmente es: un medio de desplazamiento. Pero en contras- prácticamente la comunicación entre el peatón y el conduc-
te con esta enorme funcionalidad, son ampliamente conoci- tor. Ese mundo exclusivo de los coches existe dentro de
nuestra ciudad, y se accede cotidianamente a él una vez se
das las anomalías que el propio automóvil genera: contami-
entra en un vehículo para desplazarse. Entonces quien entró
nación, atascos, mal humor, agresividad, atropellamientos,
como persona de bien se transfigura hasta el punto de vol-
choques… Y en no pocas ocasiones todos estos males acaban
verse irreconocible y de negar cualquier empatía con el ino-
con el fallecimiento de alguno de los interactores.
cente peatón que se encuentra más allá de las lunas del
coche. Ya no hay piedad con aquello que fuimos y se van eli-
¿Qué es entonces lo que sostiene a tan perjudicial medio
minando aceras en las que montamos los coches, zonas de
de transporte? Es el mayor fetiche de nuestra cultura, sin él
juegos para los niños, bosquecillos molestos e inútiles. Es
no eres nada, no merecería la pena vivir, porque no podrías para todos evidente que esta máquina tiene el terrorífico
ir a ninguna parte. Quien, sin embargo, recurre a los medios poder de transformar al sujeto que intenta manejarla: ¿qué
de transporte público y otras alternativas obsoletas como la clase de malignas características son propias de ella? ¿Cómo
bicicleta, sólo puede ser tomado por una persona excesiva- podemos ingenuamente pensar que somos nosotros quienes
mente joven (no puede aún obtener el carné de conducir), hacemos libre uso? ¿Quién sale beneficiado de la extensión
una persona realmente pobre (no tiene dinero para pagarlo) de esta patología tecnofílica?
o un loco y asocial (no quiere tener coche). Pero lo peor es
tener que pertenecer a ese vergonzoso grupo de los torpes Algo debe de compensar al propietario del automóvil, por
que no han sido capaces de obtener el carné de conducir, que ejemplo: “El coche es bueno para recorrer grandes distancias

39 Salamandra 15-16
LA CIUDAD FUNCIONA CON GASOLINA
María Santana

porque se pueden alcanzar grandes velocidades”. Sí, es cier- mental, todo lo cual se extrapola de forma paradigmática a
to que se puede llegar con gran rapidez (hasta 250 km/h) a nuestra relación con los coches. De modo que cualquier indi-
lugares relativamente lejanos, tanto es así que si lo hacemos viduo que aspire a la posesión y el habitar (por el tiempo que
con menos pericia de la debida dicho viaje puede ser mortal, pasamos en él) de uno de estos ingenios debe cumplir los
por ello, los coches exigen grandes habilidades a los conduc- pasos de un ritual ampliamente conocido. Tras una breve y
tores. El automovilista es un sujeto polivalente que debe muy poco instructiva preparación en la que, eso sí, se le obli-
controlar desde el tiempo que hace (haciendo las veces de ga al aspirante a sufrir una ridícula examinación de las habi-
meteorólogo), la distancia y actitud de los automóviles
lidades adquiridas, se capacita al sujeto para el manejo de
colindantes y los cercanos (anticipándonos a sus movimien-
una máquina gigantesca con apariencia dócil y segura. Sin
tos gracias a la ciencia de la psicología), las señales de trá-
embargo, y con una frecuencia que debería alarmarnos,
fico (con la astucia suficiente para poder evadirlas), el esta-
dicha máquina se descontrola sin causa aparente convirtién-
do de la carretera (cual experimentados topólogos), el fun-
dose en un arma mortal y la persona que la maneja sin des-
cionamiento y mantenimiento eficaz de nuestro propio
coche (como ingenieros sin igual) y, por si esto fuera poco, treza, en un asesino. Mientras tanto, resulta paradójico oír a
hiperdesarrollar los reflejos hasta hacernos recordar a nues- todos estos conductores comentar alborozados las cualida-
tros antepasados primitivos. En fin, parece ser que coger un des y mecanismos de sus deslumbrantes automóviles, que
coche significa aumentar las posibilidades de desarrollo de la pueden abarcar desde el equipamiento sonoro hasta el más
humanidad hasta límites desconocidos, haciendo de cada nimio detalle del motor. No hay más que aprenderse la
conductor un ser único con una capacidad de sabiduría prác- cacofónica jerga de los anuncios y ya puedes presumir
ticamente ilimitada. Pero, no nos engañemos, por mucho que delante de tus compañeros de trabajo: “¡Cómo se nota que
nos esforcemos y perfeccionemos en el arte de conducir, los mi coche tiene cbk y opq! Es que no tengo más que apretar
automóviles tienen numerosos fallos que escapan a nuestro el acelerador y como me descuide ya me he comido la faro-
control. Desde el momento de su costosa adquisición la”. Y así comentan entusiasmados las proezas que realizan
comienza su rápido deterioro que lo vuelve un objeto prácti- frente al volante, como si conocieran y controlaran la
camente obsoleto con el que da miedo salir a la carretera en máquina en la que se han introducido. En palabras de Jean-
apenas un par de años, algo previsto por la industria del
Marc Mandosio: ‘Este individuo moderno se cree investido de
automóvil y que es clave para su rentabilidad. A partir de
los poderes de un todopoderoso demiurgo de la tecnociencia
entonces la aparición de averías es continua, y eso que aún
en el momento en el que gira la llave de contacto de su
no se ha terminado de pagar las letras, lo que hace más caro
coche climatizado’4. Ya en los inicios del siglo XX Alfred Jarry
su mantenimiento. Si a esto se le une la velocidad que puede
nos advertía sobre el salto cualitativo que suponía la intro-
alcanzar resulta extraño que no haya más accidentes, pode-
mos estar realmente orgullosos de nuestros esforzados con- ducción de un instrumento que multiplicaba de forma incon-
ductores que llegan intactos la mayoría de las veces al final trolada las capacidades del hombre: ‘La máquina reemplaza
del trayecto. muy bien a Dios. Está más avanzada que Dios por esta razón:
que el hombre la ha construido no a su imagen sino con una
A todo este aparato ideológico que pone en marcha el potencia inesperada.’5 Bajo el halo religioso de la todopode-
fenómeno general de lo tecnológico se unen factores que rosa tecnología el coche se erigía en el absoluto ser trascen-
agravan considerablemente el modo de acercarnos a un dente, la encarnación de la velocidad en la tierra.
automóvil. Hoy en día, gracias a los milagros de la ciencia y
la idiotización massmediática, todos podemos considerarnos Quizás una de las claves del éxito del automóvil y de la
jóvenes, al menos hasta los cincuenta. Este fenómeno de auténtica adicción que su uso provoca es que se trata de una
inmadurez general ha llevado aparejado la extensión de la manera de hacer pasar la realidad ante nuestros ojos como
estulticia y el poco aprecio a la propia integridad física y si de una película se tratara, es un recinto cerrado e íntimo,

Salamandra 15-16 40
LA CIUDAD FUNCIONA CON GASOLINA
María Santana

una armadura que alberga al conductor y a sus acompañan- el día en el que reventó la rueda y no pudimos ir al pueblo,
tes, quienes ejercen de espectadores de sus proezas y el día en el que de tantos giros la niña me vomitó encima…
hazañas. El parabrisas se convierte en la pantalla en la que Porque el coche acaba siendo un miembro más de la familia
se proyectan nuevos lugares, nuevas sensaciones que trans- que se rememora con nostalgia. Entre el conductor y su vehí-
forman esta realidad externa en un espacio virtual, lo que culo se da con el uso una relación de complicidad muy ínti-
atenúa la sensación de peligro. Mientras tanto, el conductor ma que hace insustituible a dicho conductor, él sabe cómo
coloca toda su existencia frente al volante y se proyecta manejar el motor, cómo hacer que no se cale a primera hora
hacia delante en una aceleración creciente durante la cual de la mañana, que dé las curvas de forma adecuada, etc.
olvida la meta y tan sólo vive un juego que se visualiza con Tanto que uno teme prestarlo a otra persona, para que el
todo detalle. De manera constante, sin un segundo en el que coche no se sienta extraño y acabe cometiendo fallos.
poder bajar la guardia y descansar, aparecen obstáculos a los
que se debe esquivar o hacer frente de forma valerosa. Si los Para que este universo motorizado se prolongue indefini-
obstáculos son neutrales y circunstanciales, como las seña- damente, uno de los estandartes en los que se enarbola la
les de tráfico o los semáforos, al jugador le basta con igno- bandera del capitalismo es la igualdad de oportunidades en
rarlos o hacerles caso aparentemente, dado que mientras no los productos de consumo. De ahí que podamos aspirar
haya guardias no habrá sanción. Pero el jugador no se todos, incluso algunos de aquellos que tienen tan sólo un
encuentra solo ante la pantalla, sino que intervienen otros empleo precario (siendo jóvenes en su mayoría), a la flaman-
jugadores que pretenden arrebatarle la posibilidad de llegar te posibilidad de poseer un vehículo. Esa es la gran recom-
el primero y conseguir el mejor aparcamiento. Mientras, pensa que nos aguarda por el sacrificio que es existir en este
también deberá esquivar y humillar a todos aquellos con- mundo desarrollado, por eso se ha posibilitado que el precio
ductores que encuentre con menor pericia y que se interpo- de algunos ejemplares nos sea accesible o, al menos, que se
nen en el juego para retrasar su llegada y mejorar la posición pueda fraccionar en cómodos plazos. Lo que hace que se lle-
de sus competidores. El juego es el más serio, es la lucha por gue a plantear su compra con anterioridad a la adquisición
la supervivencia y en ella se puede pasar de la más dulce vic- de una vivienda. La consecuencia inmediata es que muchos
toria a la más trágica derrota en tan sólo unos segundos, de estos jóvenes proyectan sus deseos y necesidades en él: la
todos guiados por la ley de la conducción, llegar el primero. funcionalidad y comodidad para la práctica sexual (sin duda
Pero la carrera no puede acabar nunca, porque siempre hay el uso más beneficioso de un coche), pero, también, la deco-
alguien delante vayamos a donde vayamos. Muchos han sido ración y equipación como si de un hogar se tratase. En el
los caídos en esta dura lucha, pero sabemos que serán aún coche se escucha música, se come, se reúnen los amigos, se
más los que se vayan sumando hasta que todos estemos bebe, se comparten momentos de asueto, y, como comple-
dentro de una máquina con ruedas. Ni el airbag, ni la mejo- mento a todo esto, dándole el toque de originalidad a este
ra de las carreteras, ni toda la guardia civil pueden evitar pequeño apartamento, se desplazan de un lugar a otro. Pero,
este derramamiento de sangre. como en todas las grandes epopeyas, lo importante no es el
destino, sino el viaje. Un viaje lleno de atascos, en el que
Pero cómo olvidar a aquellos compañeros de viajes, cómo bajar las ventanillas significa un cáncer de pulmón, en el que
no deberles esos recuerdos tan entrañables. Y es que cada se oyen insultos y desagravios constantemente y en el que o
periodo de nuestra existencia está vinculado al modelo de se es una víctima o se es un héroe.
automóvil que teníamos, a todas esas características que lo
convertían en un ser único, a todos esos divertidos fallos que Posiblemente, el ser humano en su increíble capacidad
dieron lugar a inolvidables anécdotas: el día en que se para mutar será capaz de adaptarse a todo esto. La verdade-
levantó el capó del coche y no veíamos nada de la carretera, ra cuestión, que debemos resolver cuanto antes, es si vamos

41 Salamandra 15-16
LA CIUDAD FUNCIONA CON GASOLINA
María Santana

a aceptar esta transformación tan radical y perjudicial de ca, a la ideología, al saber científico, a la modificación de la natu-
nuestro entorno y de nosotros mismos en pos de la absoluta raleza, etc. Es decir, todo lo que comprendemos como mundo desa-
utopía tecnológica en la que el hombre será una máquina rrollado.

más. En este mundo, la ciudad ideal, que ya se está constru-


2. Durante las pasadas Navidades se ha comercializado un juego
yendo, cumple con la proporción necesaria: un tercio de la
familiar en el que la clave se hallaba en la incorporación de un
superficie se emplea para la red viaria, otro tercio al estacio-
cronómetro que daba por terminada la partida se hubiese o no lle-
namiento del vehículo y el último tercio a las actividades
gado a su fin. Las consecuencias inmediatas que podemos extraer
residuales (se entiende que aquí entra lo de vivir). Las islas de esta novedad eran, por ejemplo, el establecimiento de un entor-
rodeadas de tráfico incesante en las que se han convertido no estresante, para que los niños se habitúen a dar una respuesta
las viviendas ya van sufriendo bajas: hay peatones que han satisfactoria ante una situación de presión y, por otro lado, la posi-
sido alcanzados por un vehículo desbocado en plena acera o, bilidad de no demorarse en el juego ni, evidentemente, en las rela-
peor aún, han sido atropellados en pleno salón por un coche ciones entre padres e hijos.
que ha atravesado la pared, en un afán de ocuparlo todo.
3. Entendiendo por mercancía en el capitalismo hiperdesarrollado
tanto los productos (naturales o manufacturados) como el trabajo
MARÍA SANTANA del hombre o el tiempo de ocio. Todo se vende por dinero.

NOTAS 4. Jean-Marc MANDOSIO: El condicionamiento neotecnológico,


artículo publicado en Los amigos de Ludd Nº1 .Traducción del capí-
1. Bertrand Louart esclarece en un artículo publicado en la revista tulo III del libro de Jean-Marc Mandosio: Aprés l'effondrement.
Maldeojo nº 1 el término de tecnología con la siguiente definición: Notes sur l'utopie néotechnologique, Encyclopédie des Nuissances,
‘La tecnología es un conjunto de técnicas, de útiles y de máquinas, París, 2000. Se puede encontrar también en Internet en la página
de organizaciones y de instituciones, e igualmente de representa- www.altediciones.com.
ciones y de razonamientos producidos con la ayuda de un conoci-
miento científico muy avanzado de ciertos aspectos de la naturale- 5. Alfred JARRY: 'Patafísica, Editorial Pepitas de Calabaza, Logroño,
za y de los hombres’. La tecnología aúna, de este modo, a la técni- 2002. Pag. 131.

Salamandra 15-16 42
poesía
P oemas
Ghérasim Luca

SUEÑO EN ACCIÓN
la belleza de tu risa tu risa cabellos tu cabellera en llamas tu alma
en cristales los cristales de terciopelo en llamas y en lágrimas como los dedos de
el terciopelo de tu voz tu voz y tus pies tus pies sobre mi pecho
tu silencio tu silencio absorbente mi pecho en tus ojos tus ojos
absorbente como la nieve la nieve en el bosque el bosque líquido
caliente y lento lento es líquido y en huesos los huesos de mis gritos
tu paso tu paso diagonal gritos y grito mi lengua desgarradora
diagonal apetito noche seda y flotante yo desgarro tus brazos tus bajuras
flotante como los lamentos las plantas delirantes yo deseo y desgarro tus brazos y tus bajuras
están en tu piel tu piel las las bajuras y las alturas de tu cuerpo tembloroso
despeina ella despeina tu perfume tembloroso y puro puro como
tu perfume está en mi boca tu boca la tormenta como la tormenta de tu cuello cuello de
es un muslo un muslo que se da a la fuga tus párpados los párpados de tu sangre
él vuela hacia mis dientes mis dientes tu sangre cariñosa palpitante temblorosa
te devoran yo devoro tu ausencia temblorosa y pura pura como la naranja
tu ausencia es un muslo muslo o naranja de tus rodillas de tus orificios nasales de
zapato zapato que beso tu aliento de tu vientre yo digo
beso este zapato yo lo beso sobre vientre pero yo pienso a nado
tu boca porque tu boca es una boca a nado en la nube nube del
ella no es ningún zapato espejo que beso secreto el secreto maravilloso maravilloso
justo como a tus piernas justo como como tú misma
a tus piernas justo como tus piernas justo tú sobre el tejado sonámbula y nube
como a tus piernas tus piernas nube y diamante que es un
piernas de suspiro suspiro diamante que nada que nada con agilidad
de vértigo vértigo de tu rostro tú nadas ágilmente en el agua de la
atravieso tu imagen como franqueamos materia de la materia de mi espíritu
una ventana ventana de tu ser y de en el espíritu de mi cuerpo en el cuerpo
tus espejismos tu imagen su cuerpo y de mis sueños de mis sueños en acción
su alma tu alma tu alma y tu nariz
asombrado estoy asombrado nariz de tus

43 Salamandra 15-16
POEMAS
Ghérasim Luca
poesía

MADELEINE
desliza su mano derecha
bajo su codo izquierdo
oculta un lado de su rostro
con su mano izquierda

desliza su mano izquierda


bajo su codo derecho
oculta el otro lado de su rostro
con su mano derecha

retira su mano derecha


de su codo izquierdo
retira su mano izquierda
de su codo derecho
oculta su rostro
con ambas manos

con su mano derecha


ya que la otra se extravió
con la mano izquierda
ya que la otra se desvaneció

con la mano extraviada


bajo el codo sin brazo
con la mano desvanecida
bajo el brazo sin codo

sin manos ni rostro


cogidas del brazo
Madeleine oculta a Madeleine

GHÉRASIM LUCA

Traducción del francés de Vicente Gutiérrez Escudero

Salamandra 15-16 44
LA EXPERIENCIA ARRUINADA
Lurdes Martínez

L a experiencia arruinada
Lurdes Martínez

H ace tiempo que nos hemos convertido en testigos ató-


nitos e impotentes de la disolución de las significacio-
presente y la amnesia perpetua, la ruina, en su lento e indo-
lente desmoronamiento, exhibe con gallardía la riqueza del
nes esenciales de lo real en favor de sucedáneos, meras répli- pasado vivido, el pecado de su caída en desuso, un despoja-
cas avivadas por la presencia alienígena de los presupuestos miento indigente y la contagiosa insalubridad de la comuni-
capitalistas. En el transcurso de esta devastación implacable, dad que concurre en torno suyo. Desde la profundidad de sus
se ha visto gravemente amenazada nuestra cultura material cimientos retumba el eco de una historia que se quiere aca-
y espiritual: la relación con la naturaleza, la ciudad históri- llar. La ruina preserva del olvido e incita a la ensoñación, por
ca, las antiguas creencias, las costumbres... Todo ha sufrido ello es proscrita de una civilización que silencia la memoria
el mortífero ahuecamiento de su condición más íntima, que habla a través de sus piedras y que se afana en aquietar
indispensable para el libre trasiego de la mercancía, que se las arriesgadas convulsiones de una imaginación no diseña-
ha convertido en protagonista del escenario de la economía da por ella. Pero, ¿no están nuestras ciudades llenas de reful-
escindida. Tanto destruye nuestra época, que se ha dicho que gentes ruinas? En efecto, pues interesa atraer el espectácu-
no deja ruinas: ‘Dentro de cien años la gente tendrá una evi- lo turístico. Pero entonces la ruina institucionalizada no es
dencia más tangible de la Roma de Adriano que de la Nueva más que mera mascarada de la abigarrada realidad que fue.
York de fibra óptica’1.
Nuestra época huye ciertamente de la presencia pro-
Pero, ¿es verdaderamente cierta esta anunciada ausencia blemática de la ruina, pero aunque la destrucción ha sido
de vestigios? Y si así fuera, ¿por qué tal ansia de que nada infligida a sangre y fuego, inevitablemente quedan restos en
permanezca? Con toda certeza el crimen sin huellas respon- el campo de batalla. Son vestigios, diseminados aquí y allá,
de a que la ruina se imagina todavía desasosegante y per- de un mundo antaño pujante, más tarde acosado y final-
turbadora. Su presencia incomoda porque encarna aquello mente arrinconado y vencido: ruinas de la ciudad histórica,
que este sistema no puede asimilar: tiene pasado, está usada, viejas calles y plazas, tiendas o bares, lugares ‘que consien-
el tiempo se asoma a ella. Así, en un mundo que exalta la ten...el cruce a otros tiempos, "conejeras" que conducen a
inmaculada pureza de la mercancía, la constante regenera- pliegues de la imaginación’2 y que milagrosamente resisten
ción de cuerpos y objetos en el mercado, la fugacidad del la amenaza de la piqueta; restos de una economía caduca:

45 Salamandra 15-16
LA EXPERIENCIA ARRUINADA
Lurdes Martínez

campos cultivados en medio del paisaje posindustrial, fábri- una cultura que asume la muerte como parte de la vida y la
cas abandonadas, antiguos almacenes y talleres ya en desu- integra en un ritual de duelo. Sin embargo, y a pesar de estas
so3; vestigios de naturaleza indómita, islas del tesoro en el retransmisiones en directo de lo que resta de las antiguas
océano de la conurbación; anticuados objetos que han per- formas de afrontar las relaciones humanas, desearía ahora
dido su utilidad y que cuando ‘terminan de dar la talla acos- abordar aquellas que se emiten en diferido y que pertenecen
tumbrada comienzan a revelar propiedades desconocidas’4. al campo del documento. Pienso, en general, en las foto-
Junto a estos restos tangibles y palpables, ¿no adquieren grafías y filmaciones que documentaban la vida cotidiana de
igualmente estatus de ruina las formas de vida, costumbres las clases populares del siglo pasado y, en particular, en el
y tradiciones del pasado? Son también escombros y cadáve- trabajo de ciertos autores, como el británico Humphrey
res que deja a su paso el "viento del progreso". A veces estas Spender6 y sus fotografías del período de entreguerras, o
ruinas de nuevo cuño irrumpen en nuestra cotidianidad, más cercano a nosotros en tiempo y espacio, en el fotógrafo
asaltan nuestro presente, y como apariciones, nos sobresal- catalán Joan Colom, y sus trabajos del barrio chino de
tan con su presencia. Recientemente fui testigo de una esce- Barcelona de finales de los años 507.
na desarrollada en plena calle en la que una pareja de jóve-
nes, que paseaba a un bebé y a dos perros, era abordada por ¿Por qué estas imágenes? ¿Qué suerte de ruinas exhiben?
un hombre anciano, acompañado también de su perro, y que Da la impresión de que nos encaran con una vida todavía
deseando conversar, se dirigió a ellos diciendo: "Qué felices encantada, cuyo desenvolvimiento testimonia una concien-
debéis de estar, con un niño y dos perros...". Ante tal cándi- cia y una sensibilidad distintas, modeladas por lo común. De
da manifestación de calor humano, los jóvenes salieron alguna manera muestran una sociedad robusta y vigorosa,
huyendo despavoridos, sin contestar, como si hubieran visto "fuerte", frente a la sociedad "débil" del sistema de mercado,
al fantasma, entrado en años, que toda ruina posee5. Un en la que ‘no son las relaciones entre los hombres las que
pavor similar, esta vez teñido de odio racial, se apoderó del
producen sociedad, sino el hecho de que los hombres, aisla-
dos unos de otros, se relacionan con las mismas cosas y de
personal médico y asistencial de cierto hospital madrileño
la misma forma’8. Precisamente Joan Colom afirmaba que el
cuando un grupo de gitanos, ante la amarga noticia de que
barrio chino de Barcelona era el único lugar "donde encuen-
un familiar había fallecido allí dentro, invadió el centro sani-
tro al ser humano", maravillándose con la variedad y rique-
tario, llevándose por delante puertas y demás mobiliario, con
za de las relaciones sociales que allí se le ofrecían. Y esa vida
la pretensión de sustraer el cadáver para velarlo en el seno
de tratos directos entre los seres humanos, establecidos al
de su comunidad. En ambos casos se manifiesta la reacción
calor del diálogo, del intercambio y la reciprocidad, del
hostil ante la extrañeza que provocan -atrincherados como
humor -también de la violencia y de la dominación-, donde
estamos en la seguridad de nuestro aislamiento, conforta-
mujeres y hombres "se interpelaban a la vista", se desarro-
blemente cobijados- comportamientos que se consideran ya llaba mayormente en ese teatro social cuyo escenario es la
anticuados. En el primer caso se trata de la repulsa a toda calle. Es el aire de la calle que nos hace libres. Tanto las foto-
comunicación si no está mediada y a todo contacto con el grafías de Humphrey Spender como las de Joan Colom, y
otro y con lo desconocido, especialmente cuando puede con- especialmente una filmación que este último robó en el
tagiar con su aliento envejecido. En el segundo, se hace evi- barrio chino de Barcelona, muestran calles rebosantes de
dente el brutal choque entre dos formas diferentes de gente: mujeres tendiendo ropa mil veces remendada, jóvenes
enfrentar el desamparo más absoluto, esto es, la muerte: la en animada charla, -paseando, en la verbena, en plena cere-
eficacia aséptica de la modernidad técnica, que ignora la monia del cortejo o del desamor- ancianos reunidos al calor
muerte, porque también rechaza la vida y encara aquélla de un banco callejero, una toilette en la vía pública…Y niños
como un paso más del protocolo sanitario, donde todo debe jugando, siempre niños jugando, con alegría frenética, con
inspirar normalidad y contención, y el desgarro arcaico de furor salvaje, en la plenitud del deseo: tiempo de juego,

Salamandra 15-16 46
LA EXPERIENCIA ARRUINADA
Lurdes Martínez

tiempo lleno de tiempo. Juegan a juegos sencillos donde la dolor y desánimo. Y la alegría, un tanto frenética, que des-
imaginación se pone en marcha o a extraños juegos donde lo prenden parece responder a la certeza de que la fiesta se
que se alerta es el instinto de supervivencia. Se rozan, reto- acaba y que pronto habrá que superar el ritual de paso hacia
zan, comparten fluidos corporales... En un juego regocijante la madurez de hábitos que impone la civilización capitalista.
de sinestesias, estas imágenes encienden otros sentidos, Si el pasado se ha hecho trizas, las fotografías semejan frag-
aparte de la mirada: transmiten calidez y despiden olor -y en mentos que necesitaran de nuestra empatía imaginativa
esto se parecen a las ruinas, con su intenso olor a humedad para completar y reconstruir ese pasado remoto, con el
y podredumbre, muy distantes de la actual asepsia inodora. mismo esfuerzo que empleamos ante unas ruinas celtas o
Otras fotografías documentan oficios que ya sólo pertenecen griegas... Entre aquel pasado y nuestro presente se abre un
a la memoria, como el de fotógrafo callejero, maestro de abismo tal que lo que parecía cercano y habitual, -modales,
ceremonias del ritual de la fotografía del domingo o el de expresiones y gestos que vimos de pequeños o nuestros vie-
vendedor de periódicos, pregonero de noticias gratuitas. jos nos han relatado- hoy causa un agudo extrañamiento,
Otras transmiten un diferente concepto del tiempo y un diá- por distante y anacrónico, y no sólo por el tiempo transcu-
logo distinto con la máquina. En la película de Colom, un rrido sino por la brutal desconexión entre estas formas y las
niño juega con una peonza en la calzada mientras que un de antaño. Lo que se desmorona no lo hace lentamente sino
coche dispuesto a aparcar espera pacientemente a que el de manera abrupta, en un desplome repentino, como forza-
juego termine. Se diría que aquí lo comunitario vertebra la do o inducido. Y es que a nuestro mundo le interesa que la
existencia con una armonía tal que podríamos hablar de una caída sea rápida, porque si no la ruina podría inspirar -tal y
sociedad que aún no ha perdido "el secreto de su cohesión" como lo ha hecho a lo largo de la historia-.
que tanto preocupaba a Bataille y que vive apasionadamen-
te, en plena descarga de afectividad. Digo experiencia integral, vida plena. Pero no quiero exal-
tar acríticamente una vida cruda por extrema. Sé que la
Sin embargo no todo es alegría. Si estas imágenes adquie- pobreza y el dolor engendran abatimiento y mezquindad,
ren, desde mi punto de vista, la cualidad de ruinas es porque también violencia y explotación del ser humano9 -no oculto
ilustran unas formas de vida desmoronadas, abandonadas y que un número importante de las fotografías tomadas por
decadentes y que se convierten, por ello, en símbolo de des- Colom en el barrio chino de Barcelona retrataban el sub-
composición. Pero, ¿a qué devastación aluden? Se refieren a mundo de la prostitución-. La intención no es tampoco
una existencia pervertida por la dinámica de la sociedad de reclamarse de manera folklórica de una tradición tantas
mercado, que ha conseguido corromper las antiguas relacio- veces castrante. Deseo, eso sí, dejar constancia de una vida
nes entre las personas convirtiéndolas en simples relaciones que se mostraba en su esplendor -y aquí caben la angustia y
entre mercancías. De ahí que aquellos contactos exuberan- la desesperación pero también los enigmas y maravillas que
tes entre hombres y mujeres sean ahora un obstáculo, un toda vida encierra- a pesar de las carencias materiales.
estorbo para las formas de vida del capital, que se inspiran Ahora la abundancia del consumo se ha asentado -entiénda-
en el desarraigo, el aislamiento y la separación. Se trata de se, en el primer mundo- pero la vida nos ha sido arrebatada.
desculturizar en las antiguas formas de existir y reculturizar Y frente a la experiencia total, la sociedad de mercado nos
en los nuevos preceptos con el fin de que la mercancía no obliga a una muerte en vida, experiencia adormecida y sin
encuentre impedimentos para colarse en todos los rincones. riesgos donde se silencian los extremos vitales y se nivelan
Aquella vida y sus manifestaciones pasan entonces a formar en el confort de una existencia fácil y protegida. Antes aludía
parte de una arqueología de las costumbres -que ya se exhi- al distanciamiento que provocaban las fotografías de
be en museos y galerías de arte-, una nueva rama de esta Humpfrey Spender y de Joan Colom. Me refería a una lejanía
ciencia inaugurada por la devastación del capital. Aquella más vital que temporal, quizás semejante a la que sintió
vida ha sido víctima de un daño irreparable. Es por ello que Georges Bataille en los años 30 del siglo pasado ante unas
estas imágenes, además del pálpito vital, inspiran también fotografías, tomadas a finales del siglo XIX, que le sirvieron

47 Salamandra 15-16
LA EXPERIENCIA ARRUINADA
Lurdes Martínez

para ilustrar su artículo Figures humaines publicado en la aquello que pueda servir para edificar el presente y el futu-
revista Documents. Dichas fotografías, a pesar de la cercanía ro y, forjando una arqueología del porvenir, recoger aquello
temporal, pues retrataban personajes que bien podían ser sus que nos haga libres, dejando atrás lo que nos esclavice14.
padres, se le hacían "demencialmente improbables" por la
ridícula y despreciable comicidad de la fisonomía y los ges- Esa vida anticuada de la que insisto en hablar, arrincona-
tos de los retratados. En el caso que nos ocupa, lo que acon- da ya por las exigencias de la economía y su modernización
tece es un desplazamiento de sentido por el que aquella tecnológica, era además la del proletariado, una clase social
sensación de extrañamiento se despierta, en un perverso cuyo modo de vida era visto por algunos intelectuales y
juego de inversiones y en contraste con el tiempo que mues- artistas revolucionarios -el mismo Humphrey Spender- a
tran las fotografías de los documentalistas, ante la realidad
través del prisma de la utopía15. Y el reflejo que ese prisma
que nos ha tocado soportar, que sí es grotesca y esperpénti-
devolvía era una vida liberadora en sí misma, -por la verdad
ca. Si lo que se intuía como cercano a una vida más autén-
que contenía- germinada por la semilla de la revolución y
tica se ha esfumado, enfrentarse a estas imágenes suscita un
llamada a desempeñar un papel esperanzador en los proce-
sentimiento de nostalgia que nos tienta a escapar del pre-
sos de transformación de la sociedad. Partiendo de estas
sente y a buscar refugio en las ruinas del pasado10.
consideraciones, ¿sería una osadía sugerir que las imágenes
Pero es una mirada insatisfecha con el presente la que que nos ocupan son ruinas por partida doble, pues narran
permite descifrar el contenido latente de estas imágenes. una doble derrota? Si tan descorazonador desenlace se vis-
Para Benjamin, son el recuerdo y la memoria los que sirven lumbra en las fotografías de Humphrey Spender, en los
para romper con esta actualidad que tan poco nos gusta y documentos de Joan Colom el cataclismo de un proyecto
detener su avance catastrófico. Pero si estas fotografías han revolucionario de vida aplastado por la guerra civil y el fran-
conseguido que el pasado nos "asalte" y "pugne por hacer quismo, constituye un hecho consumado. Ante tal tragedia
valer sus derechos"11, es porque el pasado que muestran no de nuevo acude un sentimiento de melancolía y desolación:
es el de los vencedores de la historia. Al contrario, es un son imágenes atroces que relatan la caducidad e inconsis-
mundo de desheredados, de perdedores y desposeídos, aque- tencia de las empresas humanas y nos obligan a desconfiar
llos contra los que se han cometido todas las injusticias, los de ellas. Puede que tal recelo se disipe si recordamos con B.
"sin-nombre", y su vida, una "historia de lo pequeño" frente Brecht que las ruinas quizás sean proyectos inacabados,
a las grandes hazañas de los personajes ilustres. Si el "gran todavía grandiosos, que clamarían por su realización en otro
relato" ha sido forjado y utilizado por los que han triunfado tiempo…
para transmitir su historia y su cultura -que son producto de
sus rapiñas-, aquí nos enfrentamos a lo que Benjamin deno-
Nuestra civilización se esfuerza en no dejar restos, en
mina la "parte inédita", "oculta" del pasado, y esta parte del
ocultar los desechos y desperdicios -quizá porque también
pasado, la de los humillados, que irrumpe y se hace presen-
hablan de su propia derrota-, o en conseguir que éstos se
te mediante el recuerdo -por el que participamos y tomamos
reencarnen en nuevas mercancías. Pero a pesar de esta
conciencia del sufrimiento de las víctimas-, practica una
voluntad persistente, la ruina siempre retorna y, al no encon-
suerte de revancha contra ese presente cuya ideología
‘refuerza los intereses de los vencedores de hoy’ y ‘facilita la trar su sitio dentro del mercado, se convierte en presencia
reproducción de los males de ayer’12. De la mano de que agrede y amenaza. En su regreso, desaparecido su valor
Benjamin, abandonamos el recuerdo melancólico hacia el de cambio, la ruina gana en valor de uso porque sigue inspi-
pasado, cambiando la mirada histórica sobre éste por una rando y es lugar de la memoria. Y como en las sociedades
mirada política que nos ayude, no a "reconstruir" lo históri- primitivas ocurre con lo que sobra, la ruina adquiere enton-
co de forma arqueológica, sino a ‘construirlo en función de ces una condición sagrada pues su capacidad de ser usada,
un cambio del presente13. Es preciso buscar en el pasado gastada, es ilimitada -y esto constituye un pecado en una

Salamandra 15-16 48
LA EXPERIENCIA ARRUINADA
Lurdes Martínez

sociedad que combate "el tiempo, el pasado de las cosas ya- 9. Especialmente si tenemos en cuenta el contexto en que se
vividas, ya tocadas"16. Un mundo sin ruina sería inhabitable. tomaron las imágenes: la crisis económica de los años 30 en
Inglaterra o la de las cartillas de racionamiento de la posguerra
española, con una población humillada y vencida.
LURDES MARTÍNEZ

10. Hemos de reconocer, sin embargo, partiendo de nuestra expe-


NOTAS
riencia como seres de carne y sangre que somos, que a pesar de estar
ceñidos en la camisa de fuerza de la dominación, sin apenas libertad
1. Richard SENNET: citado por Santiago Alba Rico en Instrucciones
de movimientos, y a pesar de la crítica que podamos hacer de esa
para construir una ruina, www.rebelión.org/cultura.
alienación, sentimos el pálpito, en mayor o menor medida, de esos
estados vitales en los que lo imprevisible aparece o los impulsos atá-
2. Christian FERRER: Una moneda valaca, en Cabezas de tormenta.
vicos exigen su lugar, momentos que relumbran la opacidad grisácea
Ensayos sobre lo ingobernable, Pepitas de calabaza Ed., Logroño,
de la vida en curso destemplando el orden dado, momentos, eso sí,
2004, p. 109.
excepcionales, pero que nos hacen sentir plenamente vivos.
3. Me refiero aquí a las construcciones del antiguo paisaje industrial
11. Reyes MATE: La historia como interrupción del tiempo, en
desechadas por el recambio económico, que se hallan en estado de
Historia de la Filosofía, Enciclopedia Iberoamericana de Filosofía, Ed.
plena decadencia y que componen una poética de la desolación que
Trotta, Madrid, 1993, p. 275.
tanto nos inspira, y no a ese otro sentido de "arqueología industrial"
que se asocia al turismo y al maquillaje urbano.
12. Ibíd., p. 278.

4. Christian FERRER: op.cit., p. 110.


13. Ibíd., p. 272.

5. He de decir que la escena que describo transcurrió muy próxima a


14. Había visitado en varias ocasiones la sala de exposiciones donde
un solar en ruinas.
se podían ver las fotografías de Joan Colom, experimentando una
difusa sensación respecto al tiempo -un tiempo evidentemente mar-
6. Fotógrafo, pintor y diseñador, Humphrey Spender fue requerido
cado por la potencia visual de las imágenes-, que se agudizaba en la
en 1937 por el antropólogo Tom Harrison para que colaborara en
oscura y silenciosa sala donde se proyectaba la película de Colom
su proyecto Mass-Observation, dedicado a la investigación social y sobre el barrio chino de Barcelona -al que, por otra parte, me ata
en el que también participaron poetas, cineastas, sociólogos, escri- una especial relación afectiva-. Fue en la visita que hice después de
tores, etc. Las fotografías tomadas por Humphrey Spender para haber leído a Benjamin, su concepción del tiempo y del pasado,
Mass-Observation constituyen documentos visuales de la vida cuando me percaté de la existencia de un gran reloj de época que
cotidiana de las clases trabajadoras a través de las experiencias de presidía el vestíbulo de la sala de exposiciones y que estaba parado
personas anónimas. en las siete menos cuarto (la hora del despertar, de la toma de con-
ciencia). Se concretaba así, para mí, el pensamiento benjaminiano de
7. Hay algunos que incluso hoy se adentran en el mundo de la ruina que el presente se deja asaltar por esa parte inédita, desconocida del
local y vital. Véase el (imprescindible) libro de M. Pérez Corrales, pasado, interrumpiendo el propio presente, deteniendo de manera
Disparos del Archibrazo, que reúne una selección de ‘fotografías salvífica el transcurrir del tiempo.
realizadas por el autor a lo largo de diecisiete años de espaciadas
deambulaciones solitarias por la tierra portuguesa... trazando el 15. No comparto esta visión idealista, cargada de tintes románticos,
mapa de belleza afirmativa de un país simultáneamente masacrado sobre las bondades de la vida popular. Reclamo lo que se ha perdi-
por la barbarie del Progreso contemporáneo’. Ediciones Insoladas, do en el camino de un progreso que abandona en la cuneta la vera-
Islas Canarias, 2004. cidad de las cosas. Pero desearía matizar que la verdadera vida ha
estado y está por construirse.
8. Santiago ALBA RICO: Las reglas del caos: apuntes para una antro-
pología del mercado, Barcelona, Ed. Anagrama, 1995, p. 31. 16. Santiago ALBA RICO, op.cit., p.45.

49 Salamandra 15-16
APERTURA AL JUEGO DEL FRAGMENTO
Guy Girard

A pertura al juego del fragmento


Guy Girard

H ace algunos veranos me traje de Turquía un fragmento


de piedra blanquecina que había encontrado a los pies
de un acantilado, al que identifiqué como el supuesto cuer-
eventuales coincidencias entre los diversos relatos, estos se
reunirán y entregarán a otro jugador, que no había partici-
pado en esta fase preliminar, y que por lo tanto lo ignorará
po de un águila romana desgajada de algún bajorrelieve. A todo del aspecto del fragmento. Con la lectura de los textos
veces me gustaba imaginar cómo era esta escultura antes de se hará una representación imaginaria del objeto evocado en
su ruina, dejándome llevar totalmente por lo que pudiera su totalidad, que tendrá que concretizar con los medios plás-
ocultar de una vida tan lejana, en los confines de mis repre- ticos de su elección. Por último, el resultado final del juego
sentaciones históricas. Me persuadí con facilidad de que esta será comparado, ante el conjunto de jugadores, al fragmen-
ensoñación podría ser compartida. Una especulación colecti- to inicial, cuya identidad, o al menos su origen, será revela-
va, un juego a propósito de un objeto maltratado por no se do en ese momento. Se podrá observar así las mutaciones
sabe qué azares, lo iluminarían con una vida tanto más rica que a lo largo de un camino imaginario han podido poten-
cuanto que se encontrarían representados los anacrónicos ciar la identidad y las propiedades del objeto, que el deseo
resortes por los que el deseo se ríe del polvo y de la muerte. querría que fueran cada vez más variadas.

De esta manera formulé un juego. Seis participantes inauguraron este juego, y se enviaron
sus textos a Aurélien Dauget, al que se invitó a reconstituir
En la primera parte del juego, un fragmento de objeto cir- este objeto a partir de lo que le inspiraran los relatos
culará entre la asamblea, un fragmento lo suficientemente siguientes:
enigmático como para que al pensamiento le sea imposible,
si no es por intuición, el reconstituir lógicamente el objeto en No hay duda posible, se trata de un fragmento de una
su totalidad, su historia y su utilidad. El fragmento pasa de silueta helenística que representa a Afrodita naciendo de las
jugador a jugador, y cada uno lo observa a su gusto para olas, y el ligero temblor del agua vela púdicamente las nal-
escribir después un breve texto en el que imaginará cómo era gas y los muslos. No han sido los accidentes de los siglos los
el objeto completo, y su aventura. Después de la lectura de que lo han roto, sino muy probablemente o bien fue el mismo
los textos y, si hay lugar para ello, de la constatación de las escultor, al que un desafortunado golpe de cincel ha obliga-

Salamandra 15-16 50
APERTURA AL JUEGO DEL FRAGMENTO
Guy Girard

do a sacrificar con pena la obra amorosamente concebida nas naves espaciales y algunos malos sueños. Tiernamente
para la posteridad, o bien fueron los bárbaros iconoclastas recalentado y muy bien acogido desde la presentación de su
los que destruyeron, mucho tiempo después de mi primera ticket a la entrada de nuestra capa de ozono. Redescubierto
datación, esta pequeña obra maestra del arte erótico pagano. por una asociación de falsos guardianes de museo en el estó-
Michel Lequenne mago tibio de un dragón.
Thomas Mordant
Fragmento de un pájaro petrificado por las erupciones
volcánicas. Piadosamente conservado durante siglos como Una parte del corazón de la Dama del Lago, que es andró-
objeto ritual. Utilizado en el curso de orgías dionisiacas gina, es de piedra, la otra parte, que es de árbol, comienza a
como símbolos de la sexualidad femenina. Confiscado por abrirse camino por la vena del pie de la dama de los cabellos
una pandilla de psicólogos norteamericanos para utilizarlo de magnolias. El conjunto está envuelto en los pétalos de
en la aplicación de los tests de Rorschach. frágiles amapolas. La Dama del Lago se llama Inramasse, y
Michael Löwy todos los días deposita tres gotas de sangre sobre la parte
más alta de la piedra del corazón. Gracias a algunas gotas, la
Fragmento de un piedra se conmueve y
altar dedicado al pája- se abre. Ella hace bro-
ro-rayo, era a la vez tar de su interior un
una lengua de tierra y líquido de estrellas.
de mar, y una pata del Indramasse está ena-
pájaro marino que ani- morada de Lintine, que
daba en la espuma. habita en el lago de los
Este pájaro-rayo podía Andróginos en medio
ser o de cristal o de del mar de las
otro mineral. Por des- Alfombras Voladoras.
gracia ha desaparecido Ody Saban
el cuello lanza-rayos,
así como las alas - Este fragmento infi-
aguas superiores- que nitisemal del verdade-
representaban el vín- ro muslo de Minerva,
culo con la intuición batiente. Las patas -vínculo con la tie- recogido por Penthesilea después de su combate con la diosa
rra- están mutiladas, al igual que las alas-cuello-cabeza, por y depositado en el pabellón de Sévres, es objeto de codicias
lo que deberíamos alarmarnos por el hecho de que sólo se diversas y contradictorias. Se utiliza para permitir la mate-
haya conseguido encontrar entre las ruinas esta parte del rialización de fantasmas eróticos relacionados con la adqui-
cuerpo (espuma temblorosa sobre la arena); pero, quién sabe, sición de las más altas sabidurías, y también como talismán
de los poros de piedra quizás salte la chispa del fuego inte- contra la violación de las conciencias.
rior, el del solsticio de invierno. ¿Fuego frío? Michel Zimbacca
Marie-Dominique Massoni

Por diversos que sean estos relatos, todos ellos evocan un


Pájaro. Muy frío desde la eclosión del huevo en un mete- tiempo lejano, y el reconocimiento de una distancia donde se
orito. Enfriado aún más por un largo viaje sonámbulo. confundiría la experiencia de lo sagrado. Que sean imágenes
Descuartizado de mala manera por las alas afiladas de algu- tomadas de la antigüedad clásica o de un conjunto más

51 Salamandra 15-16
APERTURA AL JUEGO DEL FRAGMENTO
Guy Girard

amplio de leyendas y mitologías personales, el fragmento de tenemos aquí, como "la eclosión de un huevo en un meteo-
objeto es fragmento de cuerpo, que reconstituiría en los rito", bajo la acción conjugada "del rayo" y de las "erupcio-
jugadores una magia amorosa que se ejercería tanto "en el nes volcánicas", la formulación, en el instante mismo de la
lago de los Andróginos" como "en el curso de orgías dioni- imagen poética, de este Tiempo del Sueño sin el que la
siacas", a menos que no sea percibida como malestar, en utopía arrastraría trabajosamente su dimensión mesiánica
tanto que carencia, e imagen de aquello de lo que carecemos como si llevara un peso terrible?
y que crea las condiciones de toda revuelta: "tenemos que
alarmarnos", o si no, con humor, delegar el ardor de ese Fragmento de objeto como fragmento de tiempo. El uso
"fuego frío" que consagra la alienación a "una asociación de lúdico que se ha hecho participa en la puesta en evidencia, y
falsos guardianes de museos". Lo que promete un objeto por lo tanto en la negación, de esa otra molesta fragmenta-
semejante es manifiestamente aquello que penamos por ción que es la reificación de nuestras vidas. ¿Objeto prótesis
llegar a ser; y buscamos por tal mediación ese "talismán u objeto protesta? Metonimia del malestar de esta civiliza-
contra la violación de las conciencias" que no ha termina- ción o metáfora de la utopía: nos jugamos la parte por el
do de ser el llamado objeto surrealista de funcionamiento todo, y este todo englobará hasta la vajilla de plata de la
simbólico. Edad de Oro.

Circulando de mano en mano, ¿es este objeto, indescifra- GUY GIRARD


ble para los que no sean especialistas en piedras antiguas, el
que solicita la imaginación de los jugadores, o, exaltados por Traducción del francés de José Manuel Rojo.
él, son los ecos de la propia espera de un tiempo que haga Publicado originalmente en el número 1 de la revista SURR...1996
fracasar las monótonas certidumbres de la historia? ¿No

Salamandra 15-16 52
REFLEXIONES SOBRE LA PERMEABILIDAD DE LOS TECHOS
Guy-René Doumayrou

R eflexiones sobre la
permeabilidad de los techos
Guy-René Doumayrou

e los elementos que constituyen una morada, necesidad


D natural tan imprescindible como la comida, la parte
fundamental parece ser el techo: aparta todo lo excesivo que
La importancia mayor que se concede al techo es signo de
civilización: el hombre pacífico hace uso del paraguas mien-
tras que el guerrero necesita un escudo. De la misma mane-
cae, la lluvia, las rectas flechas del sol, la escarcha del alba. ra, las cosechas pueden estar resguardadas en cobertizos
Es una gran mano protectora que el grupo primitivo extien- abiertos al igual que los rebaños pastar en libertad, una vez
de por encima de sí mismo, limitando un pequeño mundo que los ladrones han emigrado y se han podido rodear los
estable sustraído a las inconstancias de la inmensidad pastos con largos cercados que impiden el paso a los
meteórica, replegando en un instante sobre sus hombros la depredadores.
serenidad intrauterina. Sin embargo, el ejemplo de los seres
vivos más simples muestra una gran abundancia de moradas El concepto de refugio adquiere entonces la fuerza de las
sin techo: muchos nidos de pájaros y de mamíferos perma- supersticiones. Ya no se quiere trabajar más al aire libre,
necen abiertos bajo las intemperies, haciendo de la bóveda afrontar las intemperies que causan disgusto, y se encierra a
vegetal un obstáculo mejor o peor a la aguda mirada de los los obreros, endivias activas, bajo vastas naves donde fabri-
depredadores. En las condiciones más precarias, conviene can a un ritmo constante los productos manufacturados. El
prevenirse, ante todo, contra los agresores que corren por el sacrificio de algunos obreros bastó para ponerles a trabajar
suelo, y la buena estrella proveerá para todo lo demás. bajo el sol de los talleres. Y algunos sueñan con encerrar las
ciudades bajo campanas aislantes, conservadoras de una pri-
Parece ser que en los tiempos paleolíticos el techo de las mavera eterna (Frei Otto, Buekminster Fuller). El ciudadano
cavernas fue utilizado más con fines mágico-simbólicos que podría, definitivamente apartado así de los humores galácti-
funcionales, ya que bastaban como vivienda los refugios cos, poner en práctica un humanismo total. Edipo reincuba-
situados bajo las paredes inclinadas de la roca, a la entrada do, ya no necesitará más enigmas ni incestos: vivirá en su
de la cueva, a los que se sumaba ocasionalmente una prime- propio feto, soñando indefinidamente glóbulos enlazados en
ra sala. A pesar de todas sus amenazas, el aire libre tiene que baños de color.
seguir drenando nuestros pulmones, y parece que la muerte
en las profundidades ectonianas era experimentada con Ninguna técnica merece criticarse como tal (salvo claro
tanta intensidad que no podía ser soportada de otra manera está en su propio nivel de eficacia), pero toda técnica es des-
que no fuera a través de las pruebas iniciáticas. Este techo preciable si se erige como un fin en sí misma. Sobre todo, la
bajo la tierra, cielo misterioso de las antípodas, no puede única técnica aceptable es aquella cuya función no es unidi-
cubrir más que las realidades de otro mundo. Las maravillo- reccional: las técnicas de cobertura no son eficaces si no
sas iglesias trogloditas de Etiopía representan, con una sabia resuelven simultáneamente los problemas de abertura. La
arquitectura, un caso límite de esta arcaica manera de ver. choza y la cabaña dejaban sin mucha dificultad que el humo

53 Salamandra 15-16
REFLEXIONES SOBRE LA PERMEABILIDAD DE LOS TECHOS
Guy-René Doumayrou

se escapara por los intersticios de la estructura vegetal de convertido en un túnel de entrada que desemboca al lado del
ramas y hojas, pero es cierto que el techo es, como la pared, fogón (lo que sin duda no es la forma más cómoda): sistema
un lugar de intercambios o de paso, al mismo tiempo que de que desarrolla todo su sentido en la casa común de Alaska,
intercepción: como las membranas vivas, es un filtro. Un donde el hoyo central, accesible por un segundo túnel, y
ejemplo típico de esta complejidad funcional nos lo propor- siempre dominado por la salida de humos que sirve también
ciona la habitación tradicional del Asia central o septentrio- de ventana, funciona, según las circunstancias, como fogón
nal, analizada por R.-A. Stein1. En Kamtchatka, la casa de para los baños de vapor, como escondite para los danzantes
invierno era una construcción cuadrada de madera, rodeada y hechiceros que desde allí emergen a la sala, o, en fin, como
completamente por un túmulo aislante de tierra. En el cen- refugio para los espíritus que "miran" las danzas rituales a
tro se encontraba el fogón, y por encima suyo la salida para través de las planchas que recubren la fosa, recibiendo por la
el humo, única fuente de luz, atravesada por una escalera misma vía las ofrendas del público. Esta forma elaborada de
reservada al paso de los hombres (un "fogón" hace evidente su importancia
túnel horizontal estaba previsto para como domicilio de un poder titular asi-
las mujeres y los niños), porque ‘se atri- milable al fuego subterráneo, fuente de
buye un prestigio al que asciende a vida. Para canalizar más correctamente
través del humo’ (pag 175). tan preciosa fuerza, los indios Pueblo en
América del Norte no han inventado
La tienda de los nómadas mongoles o otra fórmula. Excavan templos sub-
tibetanos repite el mismo esquema, con terráneos, los kiva, vastas fosas cilíndri-
la salvedad de que incluye una entrada cas que recubren con un suelo agujere-
común ordinaria en uno de los lados, y ado en el centro; en el fondo, un hogar
el orifico cenital recibe el nombre de que recibe el nombre de "oso" (el ani-
"Puerta del Cielo", o "Buena Fortuna del mal más poderoso de los que habitan
Cielo". En todos los casos el fogón es las grutas) está situado a los pies de
sagrado, el centro de la vida familiar y una escalera que conduce a la salida y
social, y su dios es el guardián del que se llama "arco iris"; con otros dos o
grupo. Se trata en efecto de una noción tres dispositivos accesorios, tienen todo
universal, y lo es hasta tal punto que, lo necesario en tan selecta mansión
incluso, por ejemplo, en la gran casa comunitaria de los para atraer a los espíritus protectores3.
Motilones de la costa oeste de Venezuela, que cobija hasta
ocho o diez familias que alimentan cada una su propio Se observará por contraste que los espíritus subterráneos
fogón, las hamacas se distribuyen en los extremos, reservan- eran tratados muy negligentemente en la cabaña gala,
do el espacio del centro a la cadena de hogares, espina dor- donde el fogón estaba apartado a un lado, para dejar espa-
sal de la comunidad2. Por otra parte, no hace tanto tiem- cio, en medio de una depresión del terreno y bajo la salida de
po que hemos olvidado la doble ecuación un techo = un humos, a un sumidero recubierto con un enrejado de made-
fuego = una familia, que definía la unidad de base de los ra que recogía el agua de la lluvia y de la casa. Puede que
censos demográficos. una disposición así no sea tan toscamente funcional como
parece. En efecto, el sumidero central, siempre según R-A.
Muchas veces el sitio del fogón estaba señalado por una Stein, ha sido el pivote de la casa tradicional en la antigua
excavación. En la casa invernal (de madera recubierta de tie- China, desde los orígenes hasta nuestros días. Tan cerrada al
rra) de los esquimales de Groenlandia, esta excavación se ha exterior como las chozas de barro, agrupaba todas sus habi-

Salamandra 15-16 54
REFLEXIONES SOBRE LA PERMEABILIDAD DE LOS TECHOS
Guy-René Doumayrou

taciones en una planta cuadrada alrededor de un patio cen- ejemplo bastante reciente, constatamos que el Pompidolium,
tral más o menos grande que proporcionaba el aire y la luz, Gran Cabaret de la Cultura, aunque ha intentado abrirse a
y que se llamaba "Pozo del Cielo". En medio del patio se todas las iniciativas, no sería capaz de canalizar la menor
encontraba un "Sumidero Central" que, aun siendo a menu- inspiración. Sobre la árida plataforma de su techo, una dia-
do una especie de lodazal, no por ello dejaba de resguardar dema de tubos de climatización engastada con arcones
a la principal de las cinco divinidades domésticas. Ahora mecánicos parece escupir a la cara del cielo una suerte de
bien, ¿cómo no reconocer en este tipo de construcción el monstruoso lodazal eruptivo. Se sabe por otra parte que no
impluvium adornando la parte central del atrium, en el se trata aquí sino de tirar arena a los ojos de los débiles de
emplazamiento donde se encontraba primitivamente el espíritu.
hogar de la casa romana, no menos cerrada a la calle que su
homóloga oriental? Esta casa no hacía sino perpetuar su Sin embargo, el menor monumento puede incitar al diálo-
modelo griego, y el atrium ha llegado hasta go simbólico. La casa malgache, que la mayoría
nuestra época bajo la forma del patio4. Siendo lo de las veces sólo es un rectángulo cubierto bien
lleno el equivalente de su vacío, se puede decir o mal construido, inscribía sistemáticamente en
que el pilar central, escalera mitológica de la sus muros el ciclo vital, mediante su orientación
choza de Nueva Caledonia, con las figuras de sus y la consagración zodiacal de los 12 puntos defi-
ancestros y sus ornamentos de viga maestra, nidos de su perímetro, lo que se traducía con-
resume con mucha simplicidad esta compleja cretamente en la atribución de una función
teoría. Inversamente, los montañeses del Norte doméstica inmutable de cada uno de estos pun-
de Camerún, habitantes de una zona muy árida, tos7. Hubo un tiempo, que es casi todo el tiem-
han magnificado este sentido a la escala de su po desde los orígenes hasta ayer, donde el hom-
aldea, construyendo en la cima de sus ciudades- bre tenía el conocimiento de un orden del
fortaleza chozas que, destinadas a los ancestros, mundo, distinto del orden natural, frente al que
son parecidas a las otras casas, pero desprovistas su vivienda, y más especialmente su techo, no
de techo. En la parte baja del pueblo se encuen- era solamente un caparazón protector sino sobre
tra la entrada5, y toda la aldea sabe que estos todo una zona de contacto privilegiado, homólo-
cascarones vacíos construidos en lo alto son las go para la comunidad de lo que es para el indi-
"arcas del cielo". viduo la bóveda craneal, que quiere coronarse de
oro en el transgresor. La entrada de lluvia y la salida de los
Una vez establecido el principio que permite relacionar olores y del humo de los sacrificios (porque toda cocina era
con seguridad estos temas, ¿podemos llamar arco iris6 a la sacrificial8) por la apertura cenital tiene que ser comprendi-
caja del ascensor de nuestros edificios urbanos, sumada a su da simbólicamente, es decir, sobre muchos registros del
edículo técnico y a la antena de televisión colectiva? No conocimiento.
dejamos de sonreír irónicamente: ningún renacimiento en
otro mundo podría ser sugerido por estos dispositivos -nada Con el desarrollo de las civilizaciones urbanas y el conse-
más que una caída en una infra-vida mineralizada, tibia e cuente refinamiento de las técnicas de construcción, nece-
impersonal. Es evidente que la "puerta del cielo" es una ober- sariamente se asiste a una diversificación creciente de las
tura sobre lo invisible, mundo de lo inconmensurable del que formas simbólicas. En Grecia es en el frontón donde se con-
nuestra sociedad no se preocupa, incluso si sus obras se con- centran los emblemas, hasta el punto que se puede decir que
forman, por la fuerza de las cosas, a los esquemas tradicio- "el frontón no tiene por origen el techo"9. Cuando menos, se
nales. Estos no se imponen necesariamente y, por poner un debe reconocer que expresa acertadamente tanto su dinámi-

55 Salamandra 15-16
REFLEXIONES SOBRE LA PERMEABILIDAD DE LOS TECHOS
Guy-René Doumayrou

ca como su forma; por otra parte, los templos "hípetros" (con León, el Grifo, el Aguila y, en fin, el Cisne “...a fin de que el
el techo abierto por el centro) han existido, pero se ignora en canto de los cisnes pueda ser escuchado y, de su adiós, los
qué medida eran la regla o la excepción. Soldi veía en todo tonos musicales expresados"10.
frontón griego una representación del acto creador divino: la
antefija sería la imagen del Sol, o el Verbo, y las caídas su Sin embargo, con o sin frontón, el techo propuesto por una
irradiación. El entablamento que forma la base del triángulo arquitectura cada vez más hábil veía debilitarse su función
representaría entonces el cielo físico con sus nubes (los simbólica. La salida de humos, puerta del cielo, había perdi-
mútulos), sus rayos (las metopas) y sus tormentas (los trigli- do su razón práctica, por lo que se necesitaban nuevos
fos). Interpretación descriptiva todavía viciada por el prejui- medios para atraer y recoger ese "agua" capaz de alimentar
cio mecanicista del siglo XIX, que se puede retomar en los el fuego del hogar, desviando a la vez el agua vulgar, útil
términos de un dinamismo de intercambio. El frontón trian- solamente a las plantas. Esta es la razón que explica que en
gular pone en evidencia la necesaria dualidad de la manifes- China las puntas de todas las limas tesas se esculpan con la
tación (ato y desato) si ésta emana del principio no manifes- forma de los dedos de una mano que pareciera mendigar, o
tado. El Sol, su agente visible, se presenta en una de sus la proliferación, desde el Pacífico hasta Noruega, de esos
aventuras mitológicas en el umbral de esta "puerta del dragones que por encima de las chozas, las tejas o las tabli-
cielo", a través de las esculturas que ornan el campo del llas de los techos de madera atraen a los espíritus del aire.
frontón y llenan con su vitalidad el espacio creado por la Las acroteras antiguas, adornadas con la palma solar, las ser-
perspectiva divergente de los dos polos. De la diversidad de pientes o las esfinges, no eran de naturaleza diferente. Más
los temas ornamentales se puede deducir un paradigma tarde se amoldarán al dibujo de la cruz, cruz griega transfor-
constante: por el triángulo, signo del fuego, desciende la mada en signo resplandeciente, después se convertirán en
voluntad creadora y asciende el deseo de unión que activa la florones y pináculos abundantes, para caer pobremente en el
obra solar. Ese fuego llora por los triglifos, mientras que la acero oxidado de los pararrayos, y, finalmente, en el inoxida-
lluvia alimenta la frondosidad del peristilo que es la vida, ble de las antenas, cuando el cielo ya sólo sea el vehículo de
sacrificio perpetuo por el que se sostiene. la charlatanería.

Sin duda se está en el derecho de pensar que semejante Desde el momento en que el humo se ve forzado a reco-
análisis vale para cualquier tejado a dos aguas. Sin embargo rrer los tubos de la chimenea, las representaciones genealó-
gicas se volvieron el orgullo de los tejados, y, hacia el
es necesario hacer justicia a Soldi reconociendo que el
Renacimiento, se hicieron esos exaltantes monumentos
frontón ha acentuado frecuentemente su independencia res-
esculpidos, como en el palacio imposible de calentar que es
pecto a la cubierta, en la arquitectura romana y después
Chambord, con su fastuoso poema épico basado en el tema
todavía más, hasta el punto de llegar a ser un motivo estric-
ornamental de la capucha de chimenea. Es sintomático que
tamente ornamental bajo la forma del gablete. La inspiración
la chimenea no desempeñara ya más que un rol funcional y
barroca lo retomó con una constancia sostenida y una varie-
alegórico, como estar completamente ornamentada con
dad inagotable, como ilustran estas dos mansiones polacas emblemas jeroglíficos en las moradas filosofales, o ser el
del siglo XVI, destacables por la vigorosa simplicidad de su amor de lumbre campesino que recalienta en invierno la
tema. Una de ellas ilumina su aguilón con 10 luces ficticias memoria poética de las antiguas tradiciones, en el caso de
dispuestas en el orden de la divina tetraktys pitagórica: uno, que siguiera sirviendo todavía como centro del grupo fami-
más dos, más tres, más cuatro, suman diez. La otra está liar. Todavía se puede ver bailar ocasionalmente algún buen
recortada por los grados múltiples de la sublimación alquí- diablo sobre la leña, pero nadie podría entrever un arco iris en
mica, explicada por una doble teoría de las figuras animales este canal de hollín, y Papá Noel, ángel en apuros, no des-
salidas directamente del bestiario de Basilio Valentín: el ciende más que con un sentido de lo maravilloso de pacotilla.

Salamandra 15-16 56
REFLEXIONES SOBRE LA PERMEABILIDAD DE LOS TECHOS
Guy-René Doumayrou

El techo está arriba, en alguna parte, perfectamente bóveda que la cubre aparezca como un mundo flotando
impermeable. Fósil de un ritual desaparecido bajo las losas sobre el lecho de los tejados, ese mundo que es emblema del
del confort mecanizado, el fuego de leña se ha convertido en poder imperial. Esta es la razón por la que su arquitectura se
el teatro rústico de las residencias secundarias, en el susti- ha desarrollado en la Roma antigua, y más tarde en Europa,
tuto dominical de la pequeña pantalla, en la coartada del cuando la Iglesia tendió a afirmar su poder temporal.
ciudadano avergonzado. En cuanto al sumidero que estaba a
veces en el centro, soportable y cargado de sentido, agujero Sin embargo, en Bizancio la gloria quedó afirmada con un
de sombra donde se miraba la puerta del cielo, helo aquí tema más inspirado, porque el alzado piramidal de la iglesia
rechazado, apartado, creciendo sobre tierras y mares y, ven- griega, con semiesferas que se sostienen mutuamente, era el
gador, contaminando el mundo entero.
reconocimiento explícito de su homología espiritual con el
crisol filosófico. En efecto, fue construyendo hornos como el
Mientras tanto, las acroteras y los pináculos, gracias a la
masón aprendió el arte delicado de labrar y juntar las claves
inspiración de los arquitectos que han domesticado los
esféricas, y vigilando esos hornos el pen-
materiales, se han convertido en atalayas,
sador descubrió las leyes de la circulación
campanarios, pagodas, sombreros puntia-
de los espíritus. La cúpula se reconoce
gudos que llevan bien alto, aisladamente o
en ramillete, la imagen del mercurio filo- entonces, no como la inflamación del
sofal, dragón, gallo, globo radiante. orgullo de una casta, sino como el cielo de
Muchas veces, el campanario o el torreón una caverna artificial, cáscara del huevo
materializaban el centro de la aglomera- filosófico donde se cumple una metamor-
ción urbana, sólo que a gran escala. Pero la fosis, la revitalización del mundo mezqui-
armoniosa silueta de los tejados afilados no e informe.
que prendían un incendio de piedra subli-
mada sobre castillos, catedrales y ciuda- Como ese huevo mítico que, lleno de
des, ha terminado por diluirse entre las rocío, se levanta solo en el aire, aspirado
brumas insípidas de los tejados habitables por los rayos del sol, se ve la cúpula des-
y de las buhardillas en serie.
tacarse, bajo los climas deslumbrados de
nieve desde los Alpes hasta Rusia, y se
Entre tanto aparecieron las bóvedas. El
vuelve a cerrar en los bulbos que se impa-
pináculo de las grandes cúpulas ha mantenido la esencia de
cientan por escalar los pináculos. El bulbo: reserva de vitali-
lo que fue el hogar, y en cuanto al sumidero, la cúpula de los
dad física que se proyecta en el cielo, mundo de los princi-
Inválidos, la más bella de París, presenta una solución ejem-
pios, marca el desenlace de las sublimaciones. Esto es lo que,
plar: todo lo que está disponible como espíritu rastrero acaba
en Rusia, no deja de señalar frecuentemente el perfil de
vertiendo en esta fosa de mármol el sobrante desagüe de sus
media luna acostada como una barca para dejar que brote el
sueños de rapiñas11. La cúpula parece heredera de las cho-
emblema radiante pretextado por la cruz de hierro forjado.
zas más primitivas, pero ha dormido mucho tiempo bajo los
Sin necesidad de disfraz, la estrella se encuentra exacta-
túmulos funerarios o los grandes amontonamientos de las
piedras secas de las mesetas calcáreas. Pero no pudo adqui- mente en la misma situación que esta cruz en el Islam, donde

rir su forma hemisférica de grandes dimensiones más que la tradición de la cúpula bizantina se ha perpetuado: ‘la
con la aparición de los canteros más habilidosos. estrella tradicional que sirve de guía a los Filósofos y les indi-
Naturalmente, la cúpula evoca la bóveda celeste, aunque la ca el nacimiento del hijo del sol ’ 12.

57 Salamandra 15-16
REFLEXIONES SOBRE LA PERMEABILIDAD DE LOS TECHOS
Guy-René Doumayrou

La fuerza del mimetismo natural es tan grande que si se dragón que se llamaría Villanueva-la Estrella. Su cuerpo,
construyen todavía cúpulas, es precisamente por la necesi- transparente como un gran coral, dejaría pasar los vientos y
dad de observación de la astronomía. Sin embargo su aper- los fantasmas; su vientre maternal, amplio y lleno de tesoros
tura es meridiana en vez de ser polar, y no promete ningún legendarios, conservaría el sabor y la idea en los globos de
intercambio metamorfoseador. Vivimos en una época en que las mezclas extraviadas-especulares; desde su alta cabeza
el techo, como elemento específico de construcción, está a caería dulcemente, a las antenas revienta-tiempo, la lluvia
punto de desaparecer. Si los fabricantes de tejas hacen de oro de las energías ponderadas, siempre reparadas por el
todavía excelentes negocios, es sin duda porque los intereses humo rebelde de la imaginación. Se tendería sobre una tie-
creados se esfuerzan por mantener la supervivencia rutinaria rra de fuego.
de un apego ciego a las formas muertas. Las técnicas de hoy, GUY-RENÉ DOUMAYROU
y con más razón las de mañana, no van a hacer ninguna dife-
Traducción del francés de José Manuel Rojo
rencia entre las partes verticales u horizontales de las pare-
Publicado originalmente en el número 2 de la revista Surréalisme. 1977.
des, no más que el uso primitivo de las hojas, arcilla o piedra
seca. Y sería muy arriesgado pretender que una chapa NOTAS
emplomada, o un armazón moldeado en resina sintética, son
menos naturales que una placa de tierra estampada, cocida 1. R.-A. STEIN: Arquitectura y pensamiento religioso en Extremo Oriente,
en Artes Asiáticas T. IV-fascic. 3, París, 1957.
a fuego lento. Sólo la dimisión general de la imaginación,
que ha caído con todo el equipo en las arenas movedizas de 2. Robert JAULIN: La paix blanche, Seuil 1970.
la literatura, ha podido permitir que se desarrolle este tipo de
juicio. No hay más materiales nobles que familias "nobles". 3. Catálogo de la exposición Simbolismo cósmico y monumentos reli-
Lo que es innoble es la manera de elaborarlos y de ponerlos giosos, Museo Guimet, 1953.

en práctica, impuesta por el mundo financiero a las indus-


4. En castellano en el original (N del T).
trias. Que la economía sea "liberal" o "planificada" da igual,
el resultado es casi siempre el mismo: vivimos bajo un techo 5. El hábitat en Camerún, por un grupo de estudiantes de arquitectura,
de factura "tradicional" construido sin alegría por no impor- Ediciones de la Unión Francesa, París 1952.
ta quien. Pero este no es nuestro techo. Esta dermatosis de
6. Juego de palabras con "arches dans le ciel", arcas del cielo, y "arc-
la tierra que son las ciudades de hoy, purulentas de rasca-
en-ciel", arco iris en francés (N del T).
cielos, perniciosas en sus barrios "residenciales", no son
nuestras ciudades. 7. G.. JULIEN: Madagascar, en La habitación indígena, La Terre et la vie,
París 1931.
En el caso de que la industria se desprendiera de sus
megalomanías, nada impediría reinsertar las nuevas solucio- 8. Marcel DETIENNE: La vianda y el sacrificio en la Grecia antigua, en La
Recherche nº 75, febrero 1977.
nes técnicas en las estructuras vitales del simbolismo. Lo
importante sería tener las luces de un pensamiento verdade- 9. Emile SOLDI-COLBERT DE BEAULIEU: El Templo y la Flor, París 1899.
ramente libre. Desde este momento, el binomio conjunto
técnico (calefacción y sanitarios) y conjunto energético 10. Vasile BALENTIN: Las doce llaves de la filosofía, Edit. de Minuit,
(energía eólica y solar) es concebible como articulación de París 1956, pág. 155.

base. Los techos se prestan a todo y de manera especial


11. Exactamente bajo el punto central de la cúpula del Hospital de los
como zonas ajardinadas (como el inmueble de Henri Inválidos de París se encuentra el catafalco de Napoleón (N del T).
Sauvage, calle Vavin de París, de 1913), pero, preferiblemen-
te, se pueden ensamblar en escamas sobre la espalda de un 12. FULCANELLI: El misterio de las catedrales, segunda edición, París 1957.

Salamandra 15-16 58
ENTRE EN MEDIO
Eugenio Castro

E ntre en medio
Eugenio Castro

H ay un espacio en la ciudad que se sitúa entre lo visible


y lo que no se ve (lo que pasa desapercibido) visitado
por acontecimientos y situaciones no razonables; o tatuado
Siempre hay un corredor de libertad que se va abriendo
con el callejeo, como si se tratara de un sitio paradójica-
mente cuajado en lo que no puede ser jamás ocupado.
con las inscripciones y/o leyendas menos imaginables, aun- Atravesarlo supone dar cuenta del vacío que libera, testimo-
que tal vez deseadas. Es, analógicamente hablando, un espa- niando que este vacío es morada.
cio como el que existe a ras de tierra, entre el subsuelo y la
superficie, habitado por insectos, anfibios o reptiles, esos Ahí (en ese corredor por el que va) el poeta mira y, al mirar,
animales que viven en un "entremundo" que por completo crea, porque mirar entra en encuentro con lo sobrevenido y
ignoramos y que sólo advertimos merced a un estado de no convocado. Pero lo sobrevenido no guarda ninguna rela-
mediosueño o de ensimismamiento: cuando estamos recos- ción con lo trascendente, sino que está ligado a la inmanen-
tados sobre una roca o un árbol; tumbados en la arena o en cia del ver: sentir, con toda la materialidad (tactilidad) de
la hierba, indistintamente en un ámbito urbano o natural. Es este término, el genio de las cosas, las imágenes del lugar,
un espacio "ausente", del que sabemos de su existencia, estableciendo una relación con lo que fluye con la gracia de
como he sugerido, de manera inconsciente. Está ahí y nos la aparición.
damos cuenta mediante una señal incomprensible, o un
gesto involuntario, o una observación distraída; o sencilla- El poeta crea mirando: vislumbra en la superficie la pro-
mente mediante un estado de abandono que es a la ciudad funda "incultura" de un suceder indiferente al cálculo que
lo que la contemplación a la naturaleza. Se ha convenido en abre a una realidad desprendida que de nadie es si no del
llamar a este estado, cuando sucede en la vida urbana, calle- afuera.
jear, esto es, ir sin objeto ni finalidad.
Lo que se ve sólo pertenece a la aparición, presente en el
Este callejear es abrir un vacío en el centro mismo de lo instante en que se pierde el conocimiento. De hecho, con la
que se habita (de lo que se está habitando). Habitar ese vacío aparición se desvanece el saber. Pero, ¿desvela algo la apari-
es hacerlo acontecer: descubrir su materialidad, que lo ción? Justamente ese algo (que acaso no convenga "positi-
encarna. var" sino señalar sólo su apariencia; mostrarlo, no represen-

59 Salamandra 15-16
ENTRE EN MEDIO
Eugenio Castro

tarlo), que es la objetivación de su presencia. Es pertinente Pues la cámara es siempre subalterna del ojo y, como tal,
preservar de la tentación de la exégesis a la inmanencia poé- desarrolla una función servil: obedece a sus órdenes y res-
tica de lo visto. ponde a sus leyes, que no son otras que ver. Porque es obvio
que la cámara fotográfica no ve, sino que reproduce la
Por otra parte, ¿quién se atrevería a explicar razonada-
visión. Esto no debe llevar a pensar -y menos aún creer- que
mente y decir qué significa toda cosa entrevista en el ins-
tante de su fuga? ¿No se trataría simplemente de dar testi- la cámara es, aunque la sociedad actual conduzca a ello, una
monio de que lo que hay es una ausencia que es realidad? prótesis. ¡No!, es sólo una herramienta puesta al servicio de
Objetivamente, esto es a lo máximo que se puede aspirar: a la voluntad de documentar. Después de todo, la visión del
decir que tales "apariciones" son demostración de lo tangi- eso se produce entre-en-medio, en la materia misma de lo
ble de tal ausencia. Y digo tangible porque el ojo ha con- límite, allí dónde solamente el ojo llega, en la cercanía de la
tactado físicamente con ella conforme a un discurrir que ha
visión.
precipitado a la conciencia por los desniveles de lo impre-
decible.
Esto invita a pensar que el poeta, más que revelar, accede
La fotografía desempeña, en estos casos, la función mera- por trance a lo indesvelable que se ve, siendo entonces tes-
mente instrumental para la que fue inicialmente inventada. tigo de su enigma, al que corresponde guardando su secreto.

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ENTRE EN MEDIO
Eugenio Castro

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ENTRE EN MEDIO
Eugenio Castro

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ENTRE EN MEDIO
Eugenio Castro

Eugenio Castro

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INTRODUCCIÓN AL JUEGO DE LAS TOPONIMIAS
Juan Carlos Otaño

I ntroducción al juego de las toponimias


Juan Carlos Otaño

PERSECUCIÓN DEL OBJETO-OBJETOS INNOMINADOS


a traducción de Sus au miserabilisme!, de André Breton,
L comenzada el sábado, tropezó inmediatamente con una
dificultad: en uno de sus párrafos, el autor de la Antología
se de un objeto tan familiar). Así, mientras los aborígenes del
Mato Grosso seguramente disponen de un vocabulario de
300 palabras para describir las partes de una hoja, ¿qué
del humor negro se refería a unas baleines de parapluie (lite- sabemos nosotros sobre los paraguas? Desafío al lector a que
ralmente: "ballenas de paraguas"). Descartada la metáfora o me diga los nombres de las partes que componen dicho arte-
que se tratase de una "frase idiomática", sólo quedaba por facto (que cuelga habitualmente del "paragüero" o en esas
tomar la expresión en sentido literal, y concluir inmediata- zonas grises dispuestas en cada hogar) y que pruebe de pasar
mente en que era posible concebir una clase de ballenas que de la palabra "mango".
pudiesen estar en relación con los paraguas.
Seguramente, por exigencias propias de su métier, sólo
Pensar en mamíferos cetáceos -como aquellos que habi- aquellos que se dedican a repararlos (especie casi en extin-
tan las regiones australes- que pudiesen estar concebidos de ción), quizás sabrían los nombres de las partes que lo com-
la materia de los paraguas, no parecía demasiado feliz ponen.
(además, el "ángel de los libros", me soplaba insistentemen-
te en el oído que la frase se veía completamente fuera de Esta ausencia en el vocabulario para describir las cosas
contexto…). A poco de investigar en el universo de las balle- más evidentes, se extiende a una pasmosa constelación de
nas, descubrí que existía otra clase de las mismas, mucho objetos acostumbrados: los árboles de las veredas (un niño
más modesta o irrisoria, tanto para el francés como para el europeo del siglo XIX, que hubiera leído "cuentos de hadas"
castellano, y que se trataba de las varillas (de madera o o las fábulas de La Fontaine, sabría más que vos sobre los
metal) que tienen los paraguas, que son las que hacen posi- olmos y los abetos); las alegorías siniestras representadas en
ble que al abrirlos el género se mantenga tirante. la mayoría de las fuentes de la ciudad; la catadura moral de
casi todos los personajes a los que se les ha erigido estatuas
Fue en ese momento cuando comprendí que casi no tenía- en puntos estratégicos; etc. Se trata de un mundo ya orde-
mos palabras, en castellano, para hacer la descripción de un nado y de apariencia casi sibilina, que no por el hecho de ser
paraguas… (por extraño que esto pueda parecer, por tratar- rutinario deja de parecernos igualmente sospechoso. Se trata

Salamandra 15-16 64
INTRODUCCIÓN AL JUEGO DE LAS TOPONIMIAS
Juan Carlos Otaño

de un mundo que llega a ser la polis misma. En la ciudad nos muy favorable y otras veces (la mayoría de las veces)
argentina de La Plata, situada a 50 Km. de Buenos Aires, un absolutamente desfavorable, debilitadora para el espíritu,
cronista local ha detectado lo que él llama un "área depri- desalentadora, derrotista. Tanto más, por cuanto se trata de
mida": es un perímetro céntrico de unas 10 manzanas, cuya una realidad que jamás ha sido designada, que viene siendo
peculiaridad asombrosa radica en que dentro del mismo nin- absorbida pasivamente por los sentidos y que es la obra de
guno de los relojes públicos funciona, todas las fuentes de unos individuos que no han podido dejar, consciente o
agua se hallan secas, las obras de infraestructura paralizadas inconscientemente, de plasmar en ella las huellas de su paso
(desde hace largo rato y cubiertas de hierba), se han levan- por la vida. Su punto focal lo representarían las exequias en
tado monolitos en homenaje a personalidades que se suici- el panteón familiar o la inhumación ritual entre otros millo-
daron, etc. El "area conflictuada" presenta también algunos nes de zombies, inefables, asombrados o distraídos, que
componen nuestra sociedad civil.
refinamientos de un humor desvaria-
do: en su frente, la iglesia católica
¿Por qué conformarse con los
San Ponciano, como motivo decora-
pobres retazos que unos patéticos
tivo, ostenta el símbolo del Yin y el
fantasmas nos han dejado como
Yang1.
herencia?
Encontrándome un atardecer
paseando por ese lugar, buscando De regreso en Buenos Aires,
unas fruslerías, experimenté una comencé a realizar un relevamiento
sensación indefinible de malestar y de los lugares que, a mi juicio, apun-
me acometió un terrible dolor de taban en una dirección absoluta-
cabeza (que sólo se desvaneció al mente contraria. Descubrí entonces
aplicar las yemas de mis dedos pul- algunas anomalías, algunas disposi-
gares a ambos lados de mi hueso ciones aparentemente caprichosas o
occipital, presionando fuertemente). de una cierta extravagancia, como si
se tratase de actos fallidos revelados
Una recorrida por otros sitios de por la ciudad; actos a partir de los
esa ciudad fundada por la francma- cuales, se dieran "formaciones de
sonería (1896, Logia "La Plata 80"), compromiso" entre la intención
hizo que me encontrara de pronto en consciente de su arquitectura y lo
la plaza principal, frente a la inmen- reprimido. Ejemplos: En una galería
sa catedral neogótica. Allí dos curio- Una estatua que maldice a la catedral.
comercial del barrio de Recoleta, si
sidades despertaron mi atención y me hicieron ver una rea-
se ingresa por el hueco de la escalera de servicio, se des-
lidad completamente distinta: un arquero de piedra que
ciende un piso, luego dos, tres…, hasta llegar a seis o siete
desde su pedestal claramente apuntaba contra el rosetón
pisos; y después, al abrir la última puerta, uno se encuentra
central de la iglesia, y otra estatua, perdida entre los cante-
ros, que alzaba su mano izquierda, haciendo los cuernos, en con otra galería pero nuevamente a nivel de la calle. El día
la misma dirección -esta última, sólo cuando se la observa de está soleado, se escucha el canto de los pájaros y pacífica-
espaldas, se descubre que representa a la Virgen María. mente nos disponemos a proseguir nuestro camino. (¿Pero
dónde fue a parar el tiempo invertido -un minuto- para rea-
Una conclusión, enteramente provisoria, sería que el lizar ese descenso vertiginoso? ¿Y cuál ha sido el sentido de
"azar" a veces presenta al observador una conjunción de pla- la maniobra?)2.

65 Salamandra 15-16
INTRODUCCIÓN AL JUEGO DE LAS TOPONIMIAS
Juan Carlos Otaño

Un ascensor-jaula en el tramo final de la Avenida de Allí, sobre un pedestal que figuraba un peñasco o acanti-
Mayo, resultó ser en realidad una proeza de ingeniería de la lado (o quizás un fiordo noruego), mirando en dirección a las
época victoriana. Tiene un banquito de madera (para el fangosas aguas del Río de la Plata, se levanta un conjunto
ascensorista) habitualmente plegado contra la pared, pero escultórico que rivaliza, en cuanto a su cualidad de esper-
que se puede bajar porque lleva un resorte. En el último nivel pento, con todo lo que podría ofrecerse en esta especialidad.
el ascensor da a un rellano y enfrente se ve una ventana que Dispuestas simétricamente, a ambos lados y en un nivel infe-
llega hasta el piso. A partir de allí, el banco se desplaza por rior, se aprecian unas figuras "alegóricas": un hombre en
un riel en dirección a la ventana. ¿Te arroja al vacío? No. estado de éxtasis, con su torso desnudo y una mano apoya-
Dobla por una cornisa, en la parte exterior del edificio (deba- da en la nuca, y una mujer alzando a su hijo hacia el cielo en
jo pueden verse los transeúntes a un tamaño liliputiense, los un gesto de dolor. En la cúspide de este promontorio, vesti-
do con una levita agitada por el viento, el personaje, física-
techos de los vehículos, las copas de los árboles) y realiza
mente escuálido, adelanta y eleva su antebrazo (actitud de
una vuelta completa. Pareciera que ha sido diseñado para
pesadumbre y de crispación a la vez), como si se hubiese
limpiar los vidrios (¿pero sólo los del último piso?). Durante
querido representar una lucha titánica que estuviese enta-
los años 70, habiéndome sido revelada la existencia de este
blando contra el Destino o los elementos. Y unas curiosas
ascensor inexplicable por un amigo de entonces, Gabriel
manchas de orín o herrumbre, de un
Rensonnet, se lo comenté a otro de
color verde amarillento, le salpican
mis allegados, el librero anticuario
frontalmente, tal como si un pintor
Jorge Friedenthal, quien, como toda
indignado y desaprensivo le hubiese
explicación, me respondió: "¡Lo
arrojado un brochazo.
habrás soñado!" ¡Perfectamente, he
olvidado la dirección donde se Este patético ademán de querer
encuentra este ascensor-jaula, de protegerse de algún estigma infa-
esto han pasado más de treinta años mante, los signos de la salpicadura,
y, a pesar de todas las averiguacio- Estatua de Leonardo N. Alem, Buenos Aires. la escandalosa querella que el con-
nes, nunca he podido volver a dar con él! Existen otros luga- junto parece anunciar, y su direccionalidad, me hicieron ima-
res como este, diseminados por la ciudad, que no se sabe si ginar que una mañana hubiese podido levantarse, surgida de
han sido vistos en la "realidad" o en el sueño. El más famo- las profundidades del río, entre las nieblas, una mosca gigan-
so de todos es el pasaje Güemes, una galería cubierta. Según te -del género carnifex- la que, luego de un rápido intercam-
decía Cortázar, si se descendía por una escalerilla lateral bio de improperios, le hubiese terminado por arrojar una
inmundicia.
(donde, durante los años 60, se ofrecía en el sótano un
espectáculo de strip-tease), al salir te encontrabas caminan-
Esta escena dramática se prestaba a todas las variaciones
do por las calles de París.
posibles. ¿Tendríamos quizás entre las manos el embrión de
un nuevo juego surrealista, una herramienta que nos permi-
JUEGO PARA EL DESARROLLO DE LAS TOPONIMIAS tiese nombrar lo que hasta entonces permanecía innomina-
do, en la topografía de la ciudad?
En el curso de una de estas pacientes observaciones, tra-
tando de averiguar cuál era el monumento de Buenos Aires Este nuevo ejercicio que proponemos a la comunidad
que más se destacaba por su sentido del ridículo y su mise- internacional anti-miserabilista, parte del estudio de la
ria inapelable, llegué hasta las estaciones de trenes de Retiro direccionalidad del gesto de los monumentos, intenta inda-
gar en las razones de su alentour e imagina (si ello es posi-
y me puse a mirar la estatua de Leandro Alem3.

Salamandra 15-16 66
INTRODUCCIÓN AL JUEGO DE LAS TOPONIMIAS
Juan Carlos Otaño

ble) un remedio para la situación. Para determinarlo feha- trariedad, ¿no parecería lo más adecuado tomar como punto
cientemente, se debe prestar especial atención a los pasos de partida aquellos lugares con que las estatuas, tal como si
siguientes: se tratase de verdaderos seres vivos, parecieran interactuar
más inmediatamente?
1) Identificar el "frente" de la escultura y girar 180º para
localizar su "opuesto". A veces no es tan sencillo como pare- 2) Una vez que se han identificado los dos puntos de la
ce, pues respecto de su propio eje, en muchos casos, pudie- ecuación, apoyándose sobre ellos, el participante deberá ras-
ra resultar que la estatua no estuviese verdaderamente "ali- trear en el fondo de su memoria y completar el trayecto que
neada". Para asegurarse de ello, se deben tener en cuenta las une estas dos realidades aparentemente divergentes. Deberá
siguientes características: componer el "collage".

a) Cuando el personaje gira la cabeza hacia un lado u otro, Todas las referencias que pudiera encontrar, tanto
rompiendo el plano de su postura corporal. anecdóticas y circunstanciadas, como las derivadas de su
propia experiencia personal, le ayudarán a enriquecer su dis-
b) Cuando su cabeza no curso. Por supuesto, no se
gira, pero los ojos miran trata de poseer dotes de
hacia la derecha o hacia la historiador, pero tampoco
izquierda. sería indiferente, a fin de
exasperar el "halo" de un
c) Cuando deliberada- sitio determinado, todo
mente señala hacia una dato que pudiera propor-
dirección con un ademán cionarse y resultase signifi-
de sus manos, un bastón, cativo sobre el pasado de
un paraguas o la punta de dicho lugar (tal como se
una espada. alimentan los mitos de una
casa reputada como fan-
El detalle de la direccio- Monumento a Cristobal Colón, Buenos Aires tasmal, a partir de un cri-
nalidad nunca es casual. Se hace evidente en el caso de las men horrendo que allí se hubiese cometido, etc.). Se trata de
estatuas de Cristóbal Colón. Las de aquí, señalando hacia sacar partido de todas las sugestiones que pudiese ofrecer un
España; las de España señalando hacia aquí: referencias determinado lugar, donde un monumento ha sido propuesto
melancólicas sobre un viaje emprendido hace mucho tiem- como referencia insoslayable (generalmente obstructiva, dis-
po, en azarosas condiciones: las del propio navegante y las traccionista) para la consideración de la mirada.
de aquellos inmigrantes que las construyeron o las de las
familias que los vieron partir. Esta sería la explicación lógica 3) Ya realizada la descripción, se permite que estos obje-
y realista. Pero, en general, como actos fallidos, todas ellas tos inanimados hablen por fin, y nos digan, a través de una
se explican a partir de muy precisas correspondencias man- corta fórmula verbal, todo aquello que han callado tanto
tenidas con el entorno. Situadas en una intersección de tiempo.
directrices demasiado rápidas para la conciencia, en un
4) Una vez realizado el catastro, toda la zona que domina
paroxismo de referencias contradictorias, no pueden dejar de
o que cae bajo la férula de la estatua debe ser redefinida,
revelarnos tanto lo que nos dicen como lo que reemplazan.
denominada en el caso de que no tuviera nombre y con
Así, para acotar al máximo posible cualquier margen de arbi-
mayor razón si lo tuviera.

67 Salamandra 15-16
INTRODUCCIÓN AL JUEGO DE LAS TOPONIMIAS
Juan Carlos Otaño

5) La modificación del nombre entraña modificaciones OBJETO EN OPOSICIÓN: El Cid arroja una lanza en dirección de
físicas (traslados, sustituciones, metamorfosis, cambios de la confitería "Frankfurt", pero gira su cabeza hacia la pizzería
decorados y revoluciones violentas), que deben hacerse "El Destino".
constar.
LO QUE SUCEDE: Sucede que el personaje aguarda la llegada
La preocupación por la toponimia (literalmente: estudio de del ejército del rey de Granada Boabdil el Chico. Y es por ello
los nombres de los lugares) no es una preocupación inocen- que 100.000 moros vienen subiendo por la Avenida Ángel
te. Nombrar, designar, nunca es un acto arbitrario. El nom- Gallardo, listos para la confrontación. Fatalistas al fin, ins-
bre no es solamente una etiqueta que se coloca sobre los tintivamente se dirigen hacia la pizzería "el Destino", frente
objetos: es cuando se escribe el nombre secreto en la frente a la cual, "casualmente", ha sido erigida la estatua de Rui
del Golem, únicamente entonces, cuando la materia inerte se Díaz de Vivar. El Cid mientras tanto, inexplicablemente,
anima de vida. adopta una actitud hostil, beligerante, contra la confitería
"Frankfurt", a la que amenaza con arrojarle su lanza (recuér-
EJEMPLOS DEL JUEGO PARA EL DESARROLLO DE LAS dese que Frankfurt del Meno había sido la patria chica de
TOPONIMIAS: Gœthe, es decir ¡la cuna del "Sturm und Drang"!), acusándo-
les, en un arrebato de fundamentalismo, de expender bebi-
1 das alcohólicas entre los estudiantes; pero, al mismo tiempo,
Tomándose como ejemplo el MONUMENTO AL CID CAM-
no deja de lanzar una mirada llena de pavor en dirección de
PEADOR, se debe determinar la orientación de la estatua, lo
la pizzería "El Destino" (una de las lozas del pedestal se ha
que sucede en ese lugar, lo que la propia estatua nos dice, y
desprendido de su lugar y ha caído en el suelo; el caballo -
qué es lo que se debería cambiar en ella.
Babieca- levanta su cola en dirección de una cabina de
Telefónica Española, y se encabrita; ambas señales anuncian
intranquilidad por el resultado de la contienda).

LO QUE DICE LA ESTATUA: "Los siglos, como los pulsos telefóni-


cos y las conexiones cerebrales, producen un entrecruza-
miento de avenidas rápidas…".

NOMBRE DEL LUGAR: El Tocador de las Marisabidillas.

MODIFICACIONES: Retiraría la estatua ecuestre y colocaría en


lo alto del pedestal un vaciado en bronce -tamaño natural-
de una máquina de linotipia. (J.C.O.)

2
Tomándose como ejemplo el monumento SUIZA Y ARGEN-
TINA UNIDAS SOBRE EL MUNDO.

OBJETO EN OPOSICIÓN: Si bien las figuras se miran entre sí,


aplicando labio contra labio, sus cuerpos giran en dirección
Monumento al Cid Campeador, Buenos Aires. de una plazoleta triangular, en la que se ha plantado (ya de

Salamandra 15-16 68
INTRODUCCIÓN AL JUEGO DE LAS TOPONIMIAS
Juan Carlos Otaño

una manera flagrante) un cantero de plantas con largas


hojas lanceoladas, de forma igualmente triangular, como el
sexo de una mujer. El monumento se halla rematado por un
corcel encabritado, montado por un Cupido que se está
cayendo, pero que alcanza a arrojar su flecha hacia una
escuela de equitación (situada a su izquierda). A los costa-
dos, pasan avenidas rápidas.

LO QUE SUCEDE: No se sabe muy bien si el rollizo Cupido


lanza su dardo hacia las cabalgaduras, o si lo arroja hacia las
amazonas que realizan al trote ágil -ataviadas con blazers y La Argentina y Suiza unidas sobre el mundo, Buenos Aires (detalle).
pantalones de exploradoras- su curso de entrenamiento. Sin
duda intenta sumarlas. Pero este ser mitológico debe reali- LO QUE DICE LA ESTATUA: "Mis besos son ligeros cual los de las
zar un gran esfuerzo para atravesar la barrera de automóvi- estrellas / Que acarician de noche los lagos transparentes"
les que, entre su punto de mira y el Club Hípico, pasan a una (Charles Baudelaire, Delfina e Hipólita, Las Flores del Mal).
gran velocidad. En el interín, aviones ensordecedores bajan
NOMBRE DEL LUGAR: El Paseo de las Novicias.
volando a poca altura para aterrizar en el aeroparque cerca-
no. ¡Aquí hay un conflicto, todo parece a propósito para inte-
MODIFICACIONES: No se trata de modificar el monumento, y
rrumpir el momento de intimidad entre estas "mujeres con-
ni siquiera de trasladarlo. Pero quitaría esas avenidas histé-
denadas"…!
ricas que lo rodean y pensaría en modificar el entorno: por
ejemplo, cavaría precipicios a los costados y, al mismo tiem-
po, dejaría crecer el nivel de las aguas para que apareciera
sumergido -a una profundidad abisal-. (J.C.O.)

3
Tomándose como ejemplo el MONUMENTO AL TRABAJO.

OBJETO EN OPOSICIÓN: Esta es una alegoría del trabajo, que se


ha representado como un grupo de hombres, mujeres y niños
que, desnudos, arrastran penosamente una pesada roca. El
grupo escultórico, rodeado por una reja (todos están presos),
se orienta en línea recta hacia el mástil con la bandera
argentina que se alza frente a la Casa de Gobierno (parte
posterior). A su izquierda, hay una estación de servicio de
una multinacional y a su derecha se encuentra la Facultad de
Ingeniería, construida en el estilo fascista-monumentalista-
neo-clasicista de las primeras presidencias del General
Perón.

LO QUE SUCEDE: sucede que no se sabe muy bien si es que no


La Argentina y Suiza unidas sobre el mundo, Buenos Aires. quieren ver la bandera (la mayoría de los personajes se tapa

69 Salamandra 15-16
INTRODUCCIÓN AL JUEGO DE LAS TOPONIMIAS
Juan Carlos Otaño

MODIFICACIONES: Sacaría la piedra y la pondría para trabar la


entrada de la puerta de la Facultad. (C.G.)

Referencias: C. G.: Celia Gourinski; J. C. O.: Juan Carlos


Otaño.
JUAN CARLOS OTAÑO

NOTAS

1. Gualberto REYNAL, La historia oculta de la ciudad de La Plata, ed.


del autor, La Plata, 1998.

2. Se trata de un desnivel que se produce en una zona dominada por


Monumento “Canto al trabajo”, Buenos Aires. barrancas.

los ojos) o sufren de fotofobia. Posiblemente no quieren ver


3. Abogado (egresado de la Facultad de Derecho de B. A., con hono-
la meta, les causa pavor. Todo ocurrió durante la última llu-
res), diplomático y político argentino, jefe del partido radical
via de aerolitos. El que arrastran, cayó de la Luna, luego (1845-1896). De niño vio como su padre era fusilado y colgado por
rebotó en el cerro Uritorco y finalmente fue a parar a las su colaboración con la Mazorca. Ya adulto, fue a pelear al Paraguay
inmediaciones. Evidentemente se trata de actores indepen- del lado de la Triple Alianza, de donde volvió herido. Caudillo del
dientes reclutados de los teatros cercanos. Tampoco se sabe partido "porteño", defendió a rajatabla los privilegios de la oligar-
muy bien si los niños que encabezan la procesión extienden quía local contra la federalización del país. Poeta frustrado.
sus brazos hacia adelante para suicidarse, o si lo hacen para Apareció muerto, con un balazo en la cabeza y sentado en una
cupé que se hallaba estacionada frente al Club del Progreso (lugar
atrapar un segundo aerolito que viene en sentido contrario.
de reunión de la "élite"), dejando un papel escrito con estas pala-
Todos tienen trapos para cubrirse las zonas erógenas. El
bras: ‘Perdónenme el mal rato, pero he querido que mi cadáver
Hermoso, el "Ario", (brazos extendidos como si estuviera cru- caiga en manos amigas y no en manos extrañas, en la calle o en
cificado), es el único que no trabaja: solamente se muestra. cualquier otra parte’.
Pero en realidad no trabaja ninguno, ya que no observo que
haya tensión en la cuerda.

LOS NOMBRES DE LOS PERSONAJES: Sarita, Lulú, Pedro, Oriol,


Herculín, Conchita La Llorona, Zenón y Anaximandro.

Se sospecha que esto sea una maqueta hecha por los estu-
diantes de la Facultad.

LO QUE DICE LA ESTATUA: "¡No es un ave, César, es un aerolito!"


NOMBRE DEL LUGAR: La Plaza del Simulacro del Esfuerzo. Monumento “Canto al trabajo”, Buenos Aires.

Salamandra 15-16 70
ÍNTIMA INTEMPERIE
Eduardo Abadía Sicilia

I ntima intemperie
Eduardo Abadía Sicilia

E l casco antiguo de la ciudad de Zaragoza está nítida-


mente delimitado en el plano. Las calles "Coso",
"Echegaray y Caballero" y "César Augusto" (por donde dis-
Las comisuras desgarradas de la ciudad... pienso en la
risa-mueca-herida de Lautréamont transportada al urbanis-
mo de una ciudad concreta, Zaragoza en este caso, donde el
curría la muralla romana de la que aún hoy se evidencian proyecto de exposición mundial (con el tema del agua) se
vestigios) hacen el efecto de isla originaria o de placa conti- asentaría en la sonrisa de un meandro del Ebro que imagino
nental que se moviese paralelamente al curso del río Ebro, al -por la acción tirante del delta- convertido en mueca.
que está pegada, pareciendo a él enganchada (el río como
sirga), deviniendo a una velocidad infinitamente menor a la No hay ciudad sin mar, pues aun en las del interior (como
de la corriente del agua pero con la misma fatalidad; veloci- es el caso del ejemplo aludido) no deja éste de estar presen-
dad imperceptible pero intuida en las particularidades mor- te en ciertas ubicaciones donde la sensación de contigüidad
fológicas mostradas en el plano. En dirección al mar (al este), con el fin del mundo nos hace presentir el influjo del mar, y
el casco viejo parece ejercer la presión de su aquí supuesto quizá la lejanía física de la costa aumente el grado de su pre-
movimiento al barrio de "La Magdalena" y al inmediatamen- sencia emocional en base al poder acumulativo de la distan-
te contiguo parque "Bruil". Al mismo tiempo, en el oeste, el cia como resonancia, además de tenerse que salvar el mayor
susodicho desplazamiento sugiere una estela o rastro que kilometraje estirándose el hilo de lo sensible a niveles máxi-
forma el barrio de San Pablo (popularmente llamado "El mos de elasticidad y tensión.
Gancho", ejerciendo de tal con el barrio de "La Almozara"
-barrio céntrico y periférico a la vez- del que tira). Es signi- Redondeemos la ceja. La ciudad no existe; apenas un
ficativo, en este aspecto, que la ciudad no se haya extendi- engranaje de latidos; tiovivo de pulsos. La ciudad bebe de sus
do sino muy poco en torno a su eje fluvial (oeste-este), márgenes lontananzas de olvidos renovados. Las paredes dis-
comparativamente a su gran extensión norte-sur, y como puestas a la resolución, a la disposición del corazón.
rehuyendo la fatalidad, aun de forma ilusoria pues, siguien- Urbanismo nervioso: sumidero de perspectivas, arrecifes de
do lo dicho, toda la ciudad acabará arrastrada a su destruc- chaflán. Callejeando los coletazos de la ciudad, aún. El flujo
ción acompañando al río hacia el mar como en amor trági- de la ausencia creciente con la exacta holgura de lo perdi-
co. La entropía se ve apremiada aquí por la acción intem- do, cuya sombra circundante enmarca la desolación.
pestiva del cierzo. Condenarse en esta celebración de la carencia conquistada

71 Salamandra 15-16
ÍNTIMA INTEMPERIE
Eduardo Abadía Sicilia

como complexión, espacio respiratorio. La carencia como de las sinestésicas convergencias. Justo lo contrario a la pre-
una suerte de sublime posesión es adquisición, abertura tendida homologación sinfónica de la vida, es la excepciona-
hacia las posibilidades, reinventadas necesidades, deseo. lidad de la vivencia-acontecimiento que lejos de confirmar (y
contrariamente al dicho) niega la regla en calidad de desafi-
Ante el plano impreso de una ciudad nos vemos vaciar, nado. No afinando, sino dejándolos así estar, tales eventos
verter nuestra suerte en su trama, cuya forma general a vista como irresolubles enclaves entre los que trazar las líneas de
de pájaro (silueta, fisonomía de conjunto) no deja de ser una nuestras manos, con sus diez dedos que, todavía en la madri-
mancha informe, una monstruosidad lactante que reclama guera de los bolsillos, piden ser chasqueados; y en todo caso,
de nosotros la euforia trágica de una militante pompeyanía1 conjuntamente a la distancia como resonancia reclamada
cotidiana, de una minuciosa artesanía de la fatalidad. Aquí la por las discretas directrices que son las negaciones afirman-
entropía nos daría la medida de nuestra presencia como tes de las que hablamos, las pequeñas advenedizas arquetí-
paciencia, complementando el otro polo de la presencia: el picas, en fin, las radicalidades, las esencialidades que, tan
de nuestra agencia integrada a la actividad utópica; pues no remitentes de lo absoluto, sólo pueden presentarse modesta-
hay esperanza sino paciencia y agencia unísonas. mente, aquí y allá, por entre el baldío o el insignificante abi-
garramiento existencial, con-
Concretamente, un senti- densándose pues, sin otra
miento de íntima intemperie es garantía aparente que la de lo
lugar y momento dónde y efímero, aunque con el paso
cuándo el reconocimiento de lo del tiempo persistan como
inédito propio y común, expo- misteriosos recuerdos (dos
niéndose la identidad, de mane- veces cuerdos), como enclaves
ra sacrificial, a los acechos en de nuestra existencia. ¿Qué
el imperio de las semejanzas. significan estos fósiles?
En tales disposiciones (las de la ¿Hemos de intentar su desvela-
semejanza) lo varado cede en miento? ¿Hasta qué punto es
beneficio del movimiento. esto posible? Son estos puntos
Somos el movimiento, más que estar en él. Semejarse al pen- emergentes desde donde aflora el hilo interminable de la
samiento es el conocimiento. Tiempo de lo poético; estancia memoria evocativa, siendo su situación en el pensamiento la
de lo esencial. Sopla un ateísmo ontológico en el tal baldío a de enclave estratégico de convocatoria. Pero son, más bien,
rebosar. Estar siendo y siendo estando. La estancia en la las evocaciones que quedan en una, digamos, abstracción
esencia y la esencia en la estancia. Tales esencias y estancias, relativa, las de las íntimas intemperies, susceptibles de ser
más que sentidas, presentidas, es decir, manifestadas como concretadas, sin por ello abolir (como es lógico) el misterio
contigüidades al infinito. La negación del establecimiento general que las mueve y que productor será de otras nuevas
sólo se puede presentir, ubicar a lo sumo como contigüidad, y viejas manifestaciones que no dejarán de atisbarse como
evidenciándose por tanto la naturaleza intrínsicamente portadoras de lo que muy especial (y aún herméticamente)
paralela y/o simultánea del concepto de semejanza; pues no nos concierne.
es en la nulidad y totalitarismo de la equivalencia, sino desde
el reconocimiento en lo extraño que se da en la semejanza En la sensación que de contigüidad al infinito nos dan
cuando las proyecciones intiman en la desolación tabicada ciertos lugares, se nos plantea la posibilidad concreta de un
de espejos en simétrico reflejo dialéctico, amatorio. Es el conocimiento esencial sobre nosotros mismos a partir de lo
carácter de las correspondencias, el de los oscuros modos, el que en común tienen estos emplazamientos que como nues-

Salamandra 15-16 72
ÍNTIMA INTEMPERIE
Eduardo Abadía Sicilia

tros hogares clandestinos y ubicaciones de ubicuidad nos En el rodeo de todo, pues, la vivencia en el contorno,
vemos reconocer. Hablo de estos lugares, también, como recortándose en el desprendimiento del entorno abismado,
ámbito del reconocimiento novedoso de lo ya visto nunca, ya sin apoyos: la silueta del silencio que se engulle a sí
topografías de la utopía, etc... mismo (el silencio en toda su gama); la explosión agarrotada
por la que pasear; en el hombro el loro de lo posible copilota
En mi ciudad el edificio "Kasán" (por lo demás una horri- la soledad (soledad: edad del sol) de estas rampas desguaza-
ble colmena) puntualmente se llega a resolver para mí (y no das, de estos arrabales del latido, de estas escuelas de la
sé por qué tipo de geometría emocional), tras un leve vistazo desaparición. Trazando la vida al vuelo, clavada a sus itine-
y con la impresión de la exactitud, en el rostro amado -como rarios en el barroquismo de la sangre alzada sobre el plano
la verdad es úlcera en la voraz simetría abismal grito sin de la memoria. Las pestañas erizadas, los ojos disueltos en
fondo de tu rostro ininterrumpido-. A su vez (y siguiendo la melancolor. Enjambrando el cine desbordado de los espejos
misma y persistente evocación) el rostro amado se sitúa en (derretido el marco, así desparramado sobre la ausencia,
las mismas coordenadas que un agujero de pipa, y luego de superponiéndose -momentánea aunque infinitamente- sobre
un saxofón que recuerdo perteneciente a un payaso de esca- el reflejo de la desolación).
yola en cuya trompa intro-
ducía yo el dedo índice, en mi Todo aquel paraje del cemen-
primera infancia, pensando así terio de trenes ha sido desbara-
activar cierta magia, que se tado por la irrupción del tren de
concretaba en un baile frené- alta velocidad, la nueva esta-
tico en brazos de mi padre, ción y demás infraestructuras
quién me volteaba (pipa y que desvencijaron el lugar de
saxofón vistos desde arriba, par en par, despojándolo de
como pozos sin fondo). todo límite, de todo contorno,
También en mi infancia, des- planificando así, ejemplarmen-
te, la colonización y destierro
pués de bañarme, salía a
de la íntima intemperie por el
merendar a la terraza del piso
asentamiento de la intempestiva intimidación.
en que vivía entonces y solía fijar la vista en las puertas corre-
deras (donde acababan las vías) de un depósito-cementerio de
Quisiera entender el tipo de experiencias de las que habo
máquinas y vagones de trenes en desuso; el dibujo de estas
(de las que todos podríamos evocar algunas semejantes) no
puertas debía ser de señalización ferroviaria (como un zigzag
en el sentido escapista respecto a una realidad (la imperan-
negro sobre fondo amarillo) el cual veía yo coincidir con el
te) que frustra sus expectativas, sino como piedra de toque
formado en las yemas de mis dedos (arrugadas tras el baño),
frente a lo que las imposibilita, evidenciándose así la sis-
las cuales aplicaba yo, en la distancia, con el dibujo de las
temática inoportunidad organizada sobre nuestras vidas que
puertas, evocando una apertura producida por la coinciden-
echa tierra sobre la profundidad del instante, al cual teme
cia digital.
(por desnivel abierto que es) como insospechada e inédita
vindicación, inusual justicia sin fondo siempre a punto de
Fermentaciones y destilaciones, licores de las biografías rebosar. Reivindico aquí cierto estado de ánimo que ello
desplazadas, desencajadas (de otra manera resultarían abs- tiene por efecto y su persistencia como práctica vital.
temia de esencias) que vienen, no a horadar sino a enmarcar
el corazón, a zumbar como enjambre en torno. Los ciudada- Ciertamente no adolece esto de desarraigo, de falta de
nos instalando sus corazones como señales de circulación. tradición, pues desde los recovecos de la novela gótica, los

73 Salamandra 15-16
ÍNTIMA INTEMPERIE
Eduardo Abadía Sicilia

que desde la semejanza emocional en la intimidad de


todas las cosas toma conciencia en la experiencia ins-
tantáneo-horizontal (vértigo rasante) de la certeza en su
principio activo: la verdad en su principio de disolución,
resuelta así, irresolublemente en cada conjunción de fuerzas
simétrico-perceptivas, como concreciones puntuales dentro
de la dinámica desiderativo-reflectante; como cristalizacio-
nes frontales en rastro de añicos (los de nuestro encontro-
nazo).

Así un ateísmo ontológico deviene del sentimiento poético


de la realidad como infinito politeísmo. Aquí la ponderación
grabados de Piranesi, el enigma en de Chirico, la experimen-
de la presencia y ausencia (puntuales y concretas) como eje
tación surrealista, deriva situacionista, etc..., se viene refle-
vital; proyectado el compás de luz y sombra; simetría ejecu-
xionando sobre el lugar del instante (cronotopía) y sus rela-
tada en sus bisagras dialécticas. Entre el colmo y la carencia...
ciones coyunturales, que son en nuestra época las del
la posibilidad: nuestra soberanía, nuestra precariedad.
enfrentamiento con los tiempos de la actualidad y sus tota-
lizantes espacios que actúan dentro del plan general por el
establecimiento del puro tránsito sin etapas: sólo el crono-
EDUARDO ABADÍA SICILIA
metraje de un progresivo distanciamiento, de una consecu-
tiva y seriada abdicación; relleno para el vaciado de la pre-
sencia; entretenimiento aplicado; sonrisa por inyección; NOTAS
fabricación y conserva de ausentes al vacío, mantenimiento
en la expectación; "permanezcan a la espera" se dice, y así 1. Pienso en el anacronismo de situarnos en la ciudadanía de nues-
encallados en lo ilusorio de toda esperanza. Por contraparti- tras propias ruinas.
da, una energía desilusionante, desesperada y metódica,

Salamandra 15-16 74
EL LENGUAJE VELADO
Javier Gálvez

E l lenguaje velado
Javier Gálvez

D esde hace ya bastantes años he ejercido la sencilla acti-


vidad del paseo, siempre con la certeza de dejarme
extraviar. En varios de estos paseos me he topado con la
He aquí una dialéctica o alquimia del lenguaje cuya reso-
lución constituye uno de los secretos del pensamiento poé-
tico: Anz es la expresión encarnada de la angustia, el cami-
presencia enigmática de algunos comercios (en desuso o no mental que hay que recorrer desde la n hasta la z es de la
cerrados) cuyos letreros que les dan nombre han sufrido la misma índole que el que debe recorrer el trapecista de un
pérdida de alguna de sus letras, provocando de este modo trapecio a otro: es ese mínimo instante de tensión el que
una pérdida de referencia o de identidad de ese mismo esta- atraviesa raudo el movimiento de la poesía. Momento de
blecimiento. pérdida si el balbuceo se ahoga en sí mismo o revelación de
un peldaño más de la escalera de lo posible.
Si una de las funciones utilitarias del lenguaje es la de
identificar un objeto, hacerlo inteligible, en este caso asisti- Ese posible puede estar propiciado por el extraño entrete-
mos a su azaroso y primigenio uso subversivo. El lenguaje de jido de lenguas diferentes: as na as es la transcripción foné-
la servidumbre con el que opera la publicidad, lenguaje que tica de la expresión en lengua checa de "y conocerás":
es constantemente sometido a una reducción de palabras y ¿advertencia o invitación? Si damos vuelta al espejo -azogue
sentido, que impide el libre movimiento del pensamiento, promisorio o disolvente fatídico- leemos "samsa": el absurdo
lenguaje a la medida del hombre reducido a un simple con- cotidiano nos abre un resquicio por donde perdernos en un
sumidor de objetos, ha encontrado en sí mismo un cansan- vértigo cuya final no deja de sernos inescrutable.
cio tan agotador que parece provocar su propio y lento
Estos letreros que han tenido la bondad de ser un reclamo
derrumbe.
de los objetos de consumo han devenido en víctimas propi-
ciatorias de un reencantamiento de la ciudad: su mutilación
Y de nuevo ante nosotros el lenguaje como juego, de
no es en vano, introduce el tiempo de la espera. Y de nuevo
nuevo la posibilidad de llevar a cabo "experimentos mágicos
el movimiento dialéctico acentúa su persistencia. En ese
con las palabras". Todo empieza con un balbuceo, un querer
intervalo se pone en juego la posibilidad de una certidumbre:
decir: ausencia de significado y presencia rotunda de un sig- ¿estaremos asistiendo al pronunciamiento de un oráculo?
nificante que resplandece a semejanza de una víctima ofre- ¿sería posible, aunque temerariamente, intuir el final de la
cida en sacrificio. Estas palabras desarticuladas han perdido mercancía como símbolo de la afirmación del ser humano tal
su referente, han quedado a la intemperie del sentido obli- como es entendido en la sociedad del beneficio personal o
gando a quien las percibe a reinventarlas. No cabe la menor corporativo? ¿podríamos afirmar, con Maurice Blanchot, que
duda: ‘los misterios de la formación de las palabras, que ‘todo lo que decimos no tiende sino a ocultar la única afir-
nunca imaginé, estaban ahora desnudos ante mí’. mación: que todo debe desaparecer...’.

75 Salamandra 15-16
EL LENGUAJE VELADO
Javier Gálvez

JAVIER GÁLVEZ

Salamandra 15-16 76
EL PRINCIPIO DE UNA VISIÓN
Noé Ortega Quijano y Vicente Gutierrez Escudero

E l principio de una visión1


Noé Or tega Quijano y V icente Gutiérrez Escudero

Los comercios están abiertos pero nunca se vio cosa tan cerrada.
Mário Cesariny

L as ciudades actuales están llenas de palabras fosilizadas


en una utilidad odiosa y miserabilista. Nos referimos a
las palabras utilizadas en nombres de establecimientos y
que estamos inmersos es la única forma de que nuestras
acciones cobren fuerza, no sólo porque puedan compartirse
y enfrentarse los resultados de cada uno, sino porque la
carteles publicitarios. Uno de los mecanismos de resistencia repercusión y los efectos en el marco de la conciencia colec-
ante tal invasión es la de no dejarse someter, rebelarse, darle tiva son significativamente mayores.
a estas palabras una utilidad diferente a la esperada. "Porque
la publicidad es el arma definitiva, la nueva religión que En este contexto, tomamos la decisión de programar una
reordena la vida y las conciencias, haciendo ver que los obje- experiencia. Ésta consistía en recorrer una calle determinada
tivos, las formas de vida y las conductas que muestra en sus durante la cual se atendiese a los nombres de estableci-
anuncios son los únicos posibles, deseables y tolerables mientos y anuncios publicitarios que nos llamaran la aten-
(tolerados)"2 . Nuestro propósito es el de combatir esta ame- ción. A partir de estas palabras nos propusimos construir fra-
naza con las armas propias del pensamiento poético. ses poéticas. Cada uno de nosotros tenía que realizar el tra-
yecto de forma separada y en días diferentes. Las reglas que
El mero hecho de otorgarle una función poética a los men- establecimos fueron4 :
sajes provenientes de la publicidad ya constituye un acto
subversivo, al margen de otras orientaciones de tipo político. 1) No se pueden utilizar palabras que no aparezcan en los
Hablamos de desenjaular las palabras de la cárcel en la que anuncios (salvo determinantes y proposiciones).
están atrapadas: liberarlas y liberarnos. "En un plano pura-
mente personal, resulta muy interesante la subversión del 2) Es posible usar nombres de otros establecimientos y
anuncio en la conciencia individual […] aislando su conteni- anuncios de calles transversales, siempre que se vean a sim-
do manifiesto (su misión publicitaria) para descubrir su con- ple vista desde la calle elegida.
tenido latente (poético, augural)"3 . En nuestra vida cotidia-
na particular, esta actitud está más que presente: juegos de 3) Cada participante sólo realizará el recorrido una vez.
este tipo forman parte de un empeño incesante de interve-
nir en la realidad, apreciándola en todas sus dimensiones 4) No se confrontarán los resultados hasta que no lo ten-
posibles. gan completado todos los participantes.

Partiendo de esta actitud individual esporádica, nuestra La calle elegida fue San Fernando, ubicada en el centro de
intención ha sido la de dar el salto a un plano colectivo de Santander, una zona que cuenta con numerosos comercios.
una forma más organizada. Superar el individualismo en el Dado el carácter experimental de este juego, sólo hemos par-

77 Salamandra 15-16
EL PRINCIPIO DE UNA VISIÓN
Noé Ortega Quijano y Vicente Gutierrez Escudero

ticipado dos personas, aunque ya hemos empezado a plani- C/San Fernando nº 36: "Lo mejor de las plantas para el cuidado de sus
ficar actividades con más gente. Los días elegidos por cada CABELLOS”. Farmacia.

uno fueron viernes 18 y lunes 21 de febrero de 2005.


C/San Fernando nº 52: "RÍO de plata”. Joyería.

Una vez vistos los resultados, nos sorprendieron dos


C/San Fernando nº 56: "CRISTALES de puerta”. Tienda de decoración."
hechos que consideramos interesante mencionar. Por un
lado, el azar quiso que recorriéramos la calle en sentidos
ESTAR LOCO PARA LLEVAR EN LOS CABELLOS UN RÍO DE
contrarios, lo cual influyó en la elección de los anuncios. Por
CRISTALES.
otro lado, nos llamó la atención comprobar que apenas uti-
lizamos las mismas palabras. 3

Algunos de los resultados fueron los siguientes: "ABRIMOS LA PUERTA al futuro." VIII Semana del Pensamiento.
Anuncio por la calle.

FRASES POÉTICAS CONSTRUIDAS POR NOÉ ORTEGA QUIJANO C/San Fernando nº 22: "Campeche. El DESTINO consentido.“ Agencia
de viajes.
1
C/San Fernando nº 4C: “ÚLTIMOS días. Spazio.
C/San Fernando nº 22: "El PRINCIPIO de una idea." Anuncio de taba-
co. Parada de autobús de la Plaza de las Cervezas. C/San Fernando nº 22: "México. Un país, mil MUNDOS.” Agencia de
viajes.
C/San Fernando nº 22: "La CIUDAD luz. Agencia de viajes"
ABRIMOS LA PUERTA AL DESTINO DE LOS ÚLTIMOS MUNDOS.
C/San Fernando nº 48: "Todo el dinero SE ENCUENTRA custodiado en
cajas fuertes." Pegatina en la puerta de un banco. 4

C/San Fernando nº 22: "RUINAS mayas de Calakmul. Patrimonio de la C/San Fernando nº 34: "Nestlé. VEN al placer azul”. Hansel's Shop.
humanidad. ¡Ven a descubrirlo!” Agencia de viajes.
C/San Fernando nº 74: "Este año, la cuesta de enero es HACIA abajo."
EL PRINCIPIO DE LA LUZ SE ENCUENTRA EN LAS RUI- Anuncio en fachada de banco.
NAS DE LA CIUDAD.
C/San Fernando nº 56: "ESPEJO de baño. Áncora decoración."
2
"La lobita Senja ama al LOBO Josetxu. 13-2-03." Inscripción a la altu-
C/San Fernando nº 22: "ESTAR serio me hace reír. Disfruta tus con- ra de C/San Fernando 28.
tradicciones." Anuncio de tabaco.
C/San Fernando nº 54: "MÚSICA procesional." Anuncio en el cristal de
C/San Fernando nº 22: "Castillo del rey LOCO”. Agencia de viajes. un café.

C/San Fernando nº 36: "Calor placentero PARA aliviar los dolores C/San Fernando nº 4C: "Remate FINAL. Los Vaqueros."
musculares.” Farmacia.
VEN HACIA EL ESPEJO DEL LOBO Y LA MÚSICA FINAL.
C/San Fernando nº 36: "LLEVAR zapatos de tacón ya no es un sufri-
miento”. Farmacia.

Salamandra 15-16 78
EL PRINCIPIO DE UNA VISIÓN
Noé Ortega Quijano y Vicente Gutierrez Escudero

FRASES POÉTICAS CONSTRUIDAS POR VICENTE GUTIERREZ C/San Fernando nº 28: "Tiendas Hollywood. TODO SIGUE IGUAL desde
ESCUDERO 0,60 euros."

1 TODO SIGUE IGUAL, DÍA Y NOCHE: LA OBESIDAD DEL


VALLE Y EL TINTE PERMANENTE DE LA MONTAÑA.
Plaza de las Cervezas: "Calzados. PISAR. Zapatería"
4
Plaza de las Cervezas: "MODA INFANTIL. MI PEQUEÑO SOL."
C/San Fernando nº 66: "LEON Sisniega. Partos y ginecología."
C/San Fernando nº22:"Dr. Moreno. Traumatología y cirugía
ORTOPÉDICA." C/San Fernando nº 70: "Joaquín Portilla. MASAJISTA (reflejoterapia)"

"Camel. EL PRINCIPIO de una idea." Cartel publicitario. Plaza de San Fernando: "NAILS Santander. Centro de UÑAS ESCUL-
PIDAS."
EL PRINCIPIO DE UNA MODA ORTOPÉDICA: PISAR MI
PEQUEÑO SOL INFANTIL. EL MASAJISTA DEL LEÓN TIENE LAS UÑAS ESCULPIDAS.

C/San Fernando nº 10: "Luis. CORTINAJES Y ALFOMBRAS. Tapicerías." NOÉ ORTEGA QUIJANO Y VICENTE GUTIÉRREZ ESCUDERO

C/San Fernando nº 10: "Sierra del Oso. Aguardientes y licores de


orujo. Avellanas y nueces con MIEL." NOTAS

1. Anuncio de tabaco en una parada de autobús de la calle San


C/San Fernando nº 24: "LUZ DE LUNA. Nórdicos."5
Fernando.

C/San Fernando nº 24: "Geli d´ Mora. Solución al acné. Información y


2. José Manuel ROJO: ...tal es la poesía esta mañana, Salamandra.
estudio de la piel gratuito. Tratamiento facial y corporal. MASAJE COR-
Comunicación Surrealista, nº 6, Madrid,1993, p. 20. En este texto el
PORAL. Maquillaje, día y noche. Tinte y permanente de pestañas."
autor describe una experiencia similar -eso sí, más espontánea- a la
que nosotros proponemos. Podemos decir que el hecho de leer este
LA LUZ DE LA LUNA ES UN MASAJE CORPORAL DE CORTI- texto nos impulsó a realizar y elaborar el juego aquí expuesto.
NAJES Y ALFOMBRAS DE MIEL.
3. José Manuel ROJO. op. cit. p. 20.
3
4. Advertimos que, dado que no nos gusta ningún tipo de normas,
C/San Fernando nº 24: "Solución al acné. Información y estudio de la hemos incumplido alguna.

piel gratuito. Tratamiento facial y corporal. Masaje corporal. Maquillaje,


5. En el letrero de este último establecimiento -debajo de Luz de luna-
DÍA Y NOCHE. TINTE y PERMANENTE de pestañas."
alguien había escrito con rotulador debajo: Sol de mar, como tratan-
do de establecer un diálogo espontáneo con el nombre de la tienda.
C/San Fernando nº 24: "Sylvia DEL VALLE Gomez. Medicina General. He de reconocer que me sentí tentado a escribir debajo de Sol de mar
Nutrición. OBESIDAD." la siguiente frase: Voz de hielo, cosa que aseguro llevaré a cabo lo
más pronto posible.
C/San Fernando nº 24: "LA MONTAÑA. Bodega."

79 Salamandra 15-16
EXTRAÑAMIENTO EN EL CENTRO COMERCIAL
María Santana y Antonio Ramírez

E xtrañamiento en el centro comercial


María Santana y Antonio Ramírez

L a acción que proponemos y que hemos comenzado a


poner en marcha tiene una localización muy específica:
los centros comerciales y de ocio programado.
productos, con lo cual se le permite realizar una visita para
comparar los artículos, o, por otro lado, que la persona haya
decidido llevarse los productos sin efectuar la obligación del
Evidentemente estos espacios no tienen por sí solos ninguna pagar, lo cual puede ser considerado como una transgresión
capacidad poética, ninguna instigación a la aventura, al con- de las normas y, en algunos casos, como una acción verda-
trario, son el espacio donde la sociedad capitalista y de con- deramente poética. En cualquiera de los casos el producto
sumo se impone más agresivamente. De modo que cualquier puesto en venta, fetiche adorado, se mantiene ahí como rea-
acción o juego llevado a cabo en los mismos debería tratar lidad indiscutible, como lo que realmente importa en la visi-
de subvertirlos, de hacerlos propios, incluso de deshacer las ta realizada. Hacia el artículo van todas las manos de los
normas que los hacen posibles. Sabemos a este respecto que visitantes, quienes lo miran, lo tocan, lo anhelan.
pretender la destrucción del pilar fundamental de nuestra
sociedad es un ansia excesivamente ambiciosa para este En esos objetos de consumo es donde se centra nuestra
juego, pero lo que guiará a cualquier intrépido jugador que acción. La intención es dotarlos de más sentido que el de
traspasa el umbral de detectores de robo de los centros mera mercancía con su triste valor de cambio; queremos que
comerciales es sacar a los pobladores de estos no-lugares y sus etiquetas sean algo más que la horrible letanía del pre-
liberarlos de su dinámica infernal, que no es poco. cio, que le ofrezcan una posibilidad de sorpresa al consumi-
dor. Todo ello se puede conseguir gracias a una simple pega-
Las personas que se desplazan de manera continua a tina que se pega al producto con un texto especialmente
dichos no-lugares comparten unas leyes de comportamiento pensado para desarticular momentáneamente la normal
muy rígidas y asumidas como si se tratasen de los primeros relación entre el comprador y el artículo. En nuestro caso,
principios de la existencia humana. Dichas normas giran con dicho lema solemos aludir al falso concepto de felicidad
entorno a una máxima universal que "toda persona que con el que se nos llama a comprar sin límites y a la aliena-
cruza el umbral lo hace exclusivamente con la finalidad de ción en la que nos sumerge dicha compra, aunque muchos
comprar uno o varios artículos". Las únicas variantes que se otros son más bien absurdos o patafísicos. Estos son algunos
admiten a esta idea son que el comprador necesite un perio- ejemplos de las etiquetas que hemos ido colocando:
do de reflexión antes de la adquisición de alguno de esos

Salamandra 15-16 80
EXTRAÑAMIENTO EN EL CENTRO COMERCIAL
María Santana y Antonio Ramírez

Advertencia: eso que siente no es felicidad, es un mareo. logía se encuentra más firmemente asimilada, precisamente
donde se asienta la sociedad de consumo. En una situación
Usted forma parte de un experimento (gracias por su cola- completamente cotidiana como es la compra pretendemos
boración). introducir un elemento discordante a partir del cual la per-
sona se separa por unos instantes de la realidad en la que
Peligro: si vuelca este producto liará una que pa qué irreflexivamente se encuentra inmerso y la descubre como
algo ajeno, extraño…y por tanto plena de potencial en cual-
¡Viva la vida, manque muera! quier dirección. Se trataría, por lo tanto, de provocar una
exclamación mental, una sorpresa mayúscula, y durante esa
Gracias por someterse a nuestros deseos. sorpresa la realidad que agresivamente nos aprisiona que-
daría en suspenso, aunque sólo sea por unos instantes, aun-
En ningún caso queremos que los mensajes se conviertan que inmediatamente después la persona que ha leído esas
en una mera consigna política o solidaria, como pueden ser palabras las desprecie y se abrace asustado a su tarjeta de
determinadas campañas de concienciación sobre las injusti- crédito. A esto se une el desconcierto por descubrir que hay
cias provocadas por la sociedad de consumo (“estos botines quien entra en un centro comercial no para comprar, sino
los han hecho niños de China”) y, por supuesto, tampoco para poner pegatinas deliberadamente absurdas. Seguro que
queremos que se puedan confundir con una técnica de publi- se preguntará quiénes somos y qué buscamos con ello y
cidad agresiva. De modo que debemos arriesgarnos y perder aunque no consiga encontrar una respuesta satisfactoria,
el miedo a la posible recuperación de nuestras tácticas ela- deseará que no vuelva a pasarle y que los idiotas seamos
borando mensajes que alejen fulminantemente al comprador controlados por los medios de seguridad. Eso sí, dudamos
del sentido unidireccional del producto de consumo y de su que sea capaz de avisar a alguno de los trabajadores del cen-
consecuente compra. Somos conscientes de que podemos tro para alertarle, cualquiera se sentiría ridículo informando
caer en algunos casos en la ofensa del consumidor, pero que- de que hay una pegatina en un abrigo que le advierte de que
remos que lo sienta más como si se tratara de una terapia de ese producto podrá desintegrarse en los próximos 5 minutos.
choque que de un ataque directo. Por ejemplo, en un deter-
minado producto puede aparecer la siguiente frase: Para Tras este paso inicial, la segunda de las finalidades que nos
nosotros es gratis. En este caso creemos que la primera pre- proponemos es provocar un estado de duda aprovechando
ese hueco abierto por el extrañamiento, porque en ese ins-
gunta que le asaltará al comprador será: “¿quién es ese
tante de vértigo la persona pierde el asidero de la ideología
nosotros?, ¿formaré yo parte de él?” Y las posibilidades de
y tiene la posibilidad de percibir cómo se puede vivir sin ella.
distintas contestaciones son muchas: “se refiere a los jefazos
No nos interesa inocular una idea concreta, por muy valiosa
del centro comercial, se refiere a los que cometen hurtos,
que ésta pueda parecer (como, por ejemplo, la alienación del
desde luego a alguien que no soy yo ¿o si?”. Igualmente
consumidor), sino iniciar al incauto comprador en la duda
puede dar lugar a diferentes actitudes respecto al producto:
sobre la realidad que se nos impone como verdadera.
“podría entonces llevármelo sin pagar, si lo pago estoy Nosotros queremos darle la posibilidad a las personas que
haciendo el tonto, etc.” lean estas pegatinas de pensar que los objetos pueden tener
más de un sentido, que el centro comercial no sólo es un no-
Consideramos que esta acción tiene una finalidad inme- lugar para el dinero, así como los objetos expuestos no son
diata y guarda la posibilidad de cumplir a medio o largo sólo no-objetos, que hay vida al margen del consumo y que
plazo otro fin más profundo. El primero y más evidente de esa vida es quizá aquella donde pueden realizar mejor sus
ellos es el producir una primera y desconcertante sensación deseos.
de extrañamiento precisamente en el ámbito donde la ideo-

81 Salamandra 15-16
EXTRAÑAMIENTO EN EL CENTRO COMERCIAL
María Santana y Antonio Ramírez

Por lo demás, esta acción o juego no sólo ofrece la posibi- permanece igual a sí mismo a lo largo del tiempo. Es sabido
lidad del extrañamiento y la posterior duda sobre la realidad, que en los espacios específicamente comerciales la tempera-
sino que además reconstruye la relación del consumidor con tura es constante, los productos de consumo omnipresentes,
el producto de consumo. Al añadir un mensaje pretendida- los dependientes solícitos y los compradores permanentes.
mente absurdo a algunos de estos artículos su sentido y su Estábamos preparados para encontrar un panorama desola-
utilidad quedan al descubierto o, incluso, se enriquece. Esto dor: en plenas rebajas de enero no habría más que consumi-
es algo de lo que nos dimos cuenta en el momento en el que dores en busca de la prenda más deseada y trabajadores des-
colocamos las primeras pegatinas, al leerlas percibíamos quiciados por la rapiña de las nimias comisiones. En ese
mejor las posibilidades poéticas del objeto, sus posibles usos
ámbito nosotros éramos unos intrusos con maneras muy sos-
en una realidad ensanchada, por descontado mucho mayores
pechosas, no teníamos intenciones de comprar, ni de mirar,
de los que se les suele atribuir desde los centros comerciales.
pero actuaríamos con la vigilancia y la astucia del hurto.
Por ejemplo, si a unos zapatos se les añade Si compra este
producto lloverá en Salamanca, es posible que el incauto
Subimos las plantas del edificio y nos fuimos dando cuen-
comprador que lo lea se pregunte involuntariamente, entre
ta de que el lugar se había transformado, se había converti-
divertido e incómodo, que cómo puede ser posible que haya
do en un espacio para el juego, para la manipulación de los
un complot de los zapatos y las nubes en contra de los habi-
tantes de Salamanca, “¿qué les habrán hecho los salmantinos objetos, para observar el comportamiento de las personas y
a los zapatos?” o “¿cuántos zapatos como estos tienen que para descubrir rincones de la alienación que adquirían un
comprar los salmantinos para tener una buena cosecha?” sentido nuevo, aunque sólo fuera durante unos instantes.
Comenzamos a percibir que aquella acción podía dar lugar a
Eso sí, hay un elemento un tanto frustrante en la acción, una deriva. Sabíamos que nos encontrábamos en un lugar
que es el no poder comprobar qué sensación causa en aque- agresivo, completamente extraño a cualquier experiencia
llas personas que se topan con los mensajes. Tenemos claros poética, pero al que nosotros llegábamos con unas expecta-
nuestros fines e intentamos que las frases se dirijan a ellos, tivas inversas a las habituales y del que por un momento
pero no sabemos qué efecto pueden producir, ¿quién las podíamos apropiarnos. Llevábamos las pegatinas en los bol-
leerá? ¿cómo reaccionará? ¿quitará la pegatina? Aquí la sillos y examinábamos a través de ellas los objetos que se
acción nos supera y sus consecuencias quedan al azar con un nos ofrecían al paso. Elegíamos aquella más conveniente
efecto que puede prolongarse por unas horas o quizá unos para un objeto, la que podía dar más sentido. O pegábamos
días hasta ser detectados por los diligentes trabajadores del la primera que pasaba por nuestras manos esperando lo que
centro (aunque quizá pudiésemos contar con algún aliado). el azar nos ofreciese. Gracias a ellas conseguimos reservarle
Otra posibilidad sería la de hacer pasar por esta experiencia una falda al hombre araña, advertimos acerca de la incapa-
algún aliado que no esté advertido, pero que nos describa cidad de una rebeca para producir la felicidad, facilitamos
posteriormente la situación creada. las señas de aquella otra dimensión donde todo es gratis,
informamos de que si adquiría una bolsa de deporte el 0,7%
La acción no sólo puede tener consecuencias en quienes se del beneficio iría a familias necesitadas como la suya, o que
topan con alguna de nuestras pegatinas, para nosotros tam- el nuevo juguete de Disney produce las cosquillitas que a
bién ha sido una experiencia edificante. En la primera de usted tanto le gustan.
ellas, realizada durante el mes de diciembre de 2004, nos
dirigimos al mayor centro comercial de Sevilla sabiendo lo Durante nuestro juego el centro comercial giraba en torno
que queríamos hacer, pero sin esperar más que poner las nuestro ofreciéndonos todas sus posibilidades y perdiendo
pegatinas y salir corriendo. Aquel era un día cualquiera a una parte de su poder de control, aunque hubo zonas hasta
hora cualquiera, porque en el no-lugar al que íbamos todo entonces desconocidas que nos desconcertaron y contra las

Salamandra 15-16 82
EXTRAÑAMIENTO EN EL CENTRO COMERCIAL
María Santana y Antonio Ramírez

cuales no pudimos hacer nada. Esto nos sucedió con una a los gimnasios y explicitar su relación con la pornografía o
pequeña área reservada a los niños que disponía de su pro- su estupidez intrínseca. También se puede dar un mayor ries-
pio sistema de control y que contenía los juegos de ordena- go a la acción e introducir directamente en los centros
dor y las videoconsolas. El espacio era enteramente gris y se comerciales objetos ya manipulados, en sus cajas correspon-
encontraba vacío en aquel momento, pero tenía a tres tra- dientes y alineados en sus estanterías.
bajadores dentro dando vueltas, acechando la entrada de
cualquier inocente niño. Si este texto es fructífero y anima al juego, quizás nos
encontremos la próxima vez un centro comercial repleto de
Consideramos, por otra parte, que este tipo de juegos y sorpresas.
acciones pueden tener numerosas variantes. Por ejemplo, se
podrían centrar en otro tipo de espacios de alienación, en ese MARÍA SANTANA Y ANTONIO RAMÍREZ
caso, nosotros estamos pensando en trasladarlo, por ejemplo,

83 Salamandra 15-16
EL OBJETO ROBADO
Antonio Ramírez

E l objeto robado
Antonio Ramírez

E s mi propósito añadir un nuevo astro a la constelación


de objetos poéticos creada por el surrealismo. Junto al
objeto encontrado, el de funcionamiento simbólico o el que
je, es mi intención indicar que el transgredir el concepto de
propiedad privada también puede suponer una acción plena-
mente poética: un gesto mágico generador de una nueva
sale a nuestro paso en los sueños -y tantos otros- quiero realidad a partir de otra enraizada en el miserabilismo.
situar también al objeto robado.
Para ir definiendo lo que entendemos por objeto robado
Ante todo habría que señalar que quizás no todos los obje- diremos que, en cierta manera, también se trata de un obje-
tos robados se prestan a esta categoría, o para ser más exac- to encontrado. Éste saldrá a nuestro encuentro en un
tos, no queremos plantear aquí que el mero hecho de nece- momento y lugar indeterminados, y, al igual que los demás
sitar o ansiar un objeto que no es de nuestra propiedad y que objetos surrealistas, será elegido en función de una razón
decidamos llevárnoslo sin pagar o sin el consentimiento de que trascienda la utilidad o la necesidad en el sentido más
su propietario hace de éste un objeto cargado de poesía. Esto ordinario. Aunque podemos contar con que haya alguna afi-
no debe interpretarse como una condena del robo al margen nidad en las causas de nuestra elección, necesariamente
de la intención poética que queremos mostrar, ni mucho debe haber cierta gratuidad en este gesto, como un desen-
menos, pero el hecho es que, aunque pueda ser una acción tendimiento del valor económico, sea éste alto o ínfimo, o de
potencialmente subversiva de cara al sistema, hay que recor- las cualidades de lo que hemos de sustraer. Sólo prestaremos
dar que el robo -en este caso legal- forma parte inalienable atención a ese aviso interior que nos indique que se trata de
del capitalismo, al fin y al cabo, éste se basa en el pillaje sis- un objeto propicio, sea cual sea. Por otro lado, también
temático de una clase a costa de otra. Por lo tanto, el acto podremos echar mano del puro azar, ya sea cogiendo nues-
de robar solo puede suponer un sabotaje directo y contun- tro trofeo con los ojos cerrados o usando cualquier otro
dente al sistema capitalista si ocurre en unas circunstancias método aleatorio que inventemos, por lo cual es previsible
determinadas, es decir, en la dirección desacostumbrada y que haya objetos que no podrán ser robados aunque hayan
por razones muy diferentes a las provocadas por la mera sido elegidos de la forma correcta, ya sea por la seguridad de
codicia. Este sería el caso de una muchedumbre que decidie- que seremos vistos, ya sea por su excesivo tamaño o peso,
ra arrasar unos grandes almacenes para organizar, acto etc. Respecto a esto hemos de subrayar que, ante todo, tene-
seguido, una inmensa y orgiástica comilona repleta de lujos mos que evitar ser detenidos. No sólo por un comprensible
y exquisiteces en vía pública, lo que sería algo más que una temor a las consecuencias legales, sino porque es imprescin-
clara desobediencia de las reglas y de la ética del sistema dible el total anonimato para hacer de nuestro robo un acto
dominante. Sin embargo, además de ser un acto de sabota- realmente poético, de otra forma sería introducido en el

Salamandra 15-16 84
EL OBJETO ROBADO
Antonio Ramírez

mecanismo de represión y normalización que hará de noso- comer en un restaurante sin pedir la cuenta, en ambos casos
tros un mero caco, puede que ligeramente peligroso a ojos tenemos la oportunidad de experimentar nuevos matices y
del sistema, pero perfectamente comprensible y recuperable posibilidades en contextos inicialmente alienantes, sin sen-
a sus ojos. En cambio, para hacer del robo un acto poético tirnos presionados a exigir nada más que el mero hecho de
deberemos convertirnos en asaltadores extraños y perturba- experimentarlo, tal y como respiramos sin tener que pensar
dores para la mentalidad de nuestro enemigo, magos dis- que es decepcionante por el precio que el aire marcaba, o
puestos a hacer desaparecer un producto del orden econó- auto-engañarnos para exagerar sus cualidades.
mico para hacerlo aparecer, totalmente transformado, en un
mundo luminoso y poético. Por lo tanto, no robaremos el Como es lógico las tiendas y centros comerciales serán el
objeto para apropiarnos de él como se hace con un objeto entorno natural para esta práctica poética, evidentemente
que adquirimos por dinero, esto será primordial, pero no por por la cantidad de objetos expuestos ante nosotros, muchos
cuestiones morales o cualquier traza de remordimiento, nin- de ellos absurdos y pueriles, tan dados éstos a posibles rela-
guno de estos sentimientos debe significar nada para noso- ciones imprevistas. En cierta manera, deambular con el
tros, sino por la sencilla razón de que poseer en exclusividad propósito que nos ocupa por un lugar como éste, ya sea solos
un objeto robado, sobre todo porque es "valioso" es, a su vez, o en grupo, se tornará irremisiblemente en deriva. De esta
desposeerlo de gran parte de su poder poético y devolverle manera haremos de un espacio esencialmente antipoético
rápidamente su carácter alienante. Por lo cual ignoraremos un espacio para el hallazgo y lo maravilloso, hasta el punto
el valor monetario del objeto, no lo codiciaremos ni despre- de que el normal discurrir por el centro comercial o unos
ciaremos sea cual sea su precio, su belleza, su ostentación, o grandes almacenes perderá de pronto su carácter hipnótico
en viceversa, su fealdad o su falta absoluta de interés. y mecanizado para convertirse en una verdadera aventura,
Nuestras intenciones al delinquir será trascender nuestro ya pueda ser en la sección de ropa interior femenina como
normal papel de consumidores y liberar el objeto de todo en la de jardinería. De esta forma, dejamos de ser comprado-
valor de cambio, así como a nosotros mismos del papel de res pasivos y sumisos, para convertirnos en cazadores parti-
meros consumidores, retirándolo fortuitamente de la diná- cipantes de un peculiar safari: sortearemos las puertas con
mica mercantil para el que ha sido fabricado y situándolo nuestro trofeo oculto en los bolsillos, el objeto que vamos a
repentinamente en un limbo objetual donde el poder de la liberar, con una emoción absolutamente novedosa.
economía no pueda acceder a él. En este sentido, debemos
Por supuesto, hay objetos que se prestan a transfigurarse
entender que el hecho de robar tal o cual objeto es también
con más intensidad que otros. Robar un objeto del que des-
la acción de reencontrar ese objeto como lo que es, un fenó-
conocemos su utilidad o que incluso nos repele, supone una
meno concreto más de lo real sin una utilidad o fin determi-
absoluta perversión del mecanismo mercantil y de lo que sig-
nados, y, sobretodo, sin el valor abstracto y absurdo que
nifica adquirir un objeto movidos por el ansia consumista o
marca una etiqueta. En suma, despreciaremos en él su carác-
la publicidad, sería un contundente desprecio de la natura-
ter originario y, a pesar de ser algo fabricado, catalogado y
leza de la compra como auto de fe, como sumisión a los
publicitado como un producto mercantil, al eliminar del pro- mandatos publicitarios. En ella no habrá el mínimo rastro de
ceso el principal elemento ideológico que alimenta el siste- interés o tentación por el objeto robado tal y como estaba
ma: el dinero, se nos revelará la verdadera realidad que le programado, como un fantasma pasará por nuestras manos
rodea. Por otro lado, así como podemos robar objetos tangi- ligeramente hacia un destino absolutamente insospechado a
bles para desvirtuarlos y hacerlos más reales, también es cuando recorría la línea de montaje o de empaquetado.
posible especular con la idea de que podríamos hacerlo tam-
bién con situaciones y vivencias especializadas, como sería el Una vez perpetrada la acción, lo que decidirá finalmente
caso de pasear por un museo sin haber pagado el ticket o cuánta carga poética recibirá nuestro objeto robado se haya

85 Salamandra 15-16
EL OBJETO ROBADO
Antonio Ramírez

en lo que hagamos con él. Cada objeto robado nos reclamará que es obsequiado de esa manera por un desconocido. No
una forma de ser definitivamente liberada, por lo cual debe- obstante, no debería tomarse nuestro comportamiento como
remos estar muy atentos a lo que nos diga. En este proceso motivado por un cierto sentido justiciero a lo Robin Hood, ni
se verá si desaparecerá para siempre en algún acto ritual o si mucho menos, se trata de algo más egoísta y perverso: el de
reaparecerá a la vida colectiva totalmente transmutado. extender nuestras fechorías, implicando a los demás sin su
Respecto a la primera opción, puede que sintamos la necesi- consentimiento. Sólo nosotros seremos los testigos de todo
dad de inventar alguna forma de purificar nuestro objeto el proceso y conoceremos todo su sentido, los demás solo
devolviéndolo al magma caótico de lo real, como sucedería serán, en este caso, agentes del azar.
si lo quemáramos en mitad de la noche, imaginando que de
alguna manera sus elementos se reincorporarán algún día en Por último, hay que señalar que es posible que podamos
lo real. Sea como fuere, la imagen de una sillita para niños usar algunos objetos robados, por su especial naturaleza,
ardiendo en medio de un solar abandonado siempre es fas- para nuestro propio disfrute, por lo cual no es forzoso que
cinante. De la misma manera, podríamos querer enterrarlo o debamos desprendernos de ellos sin haber explorado antes
lanzarlo al mar, como queriendo devolverlo a la madre tierra sus nuevas posibilidades. Por ejemplo, en el caso de que
en un acto desesperado. Estas, como tantas otras maneras, nuestro objeto liberado sea un libro se nos ofrece la oportu-
son formas de liberar un objeto que nunca pasarían a cono- nidad única de experimentarlo de otra manera. De este
cimiento de nadie, y a la gratuidad de su elección sumare- modo, tendremos la posibilidad de recorrer los anaqueles de
mos el absurdo de su desaparición, algo que sólo presencia-
una librería y adquirir un libro al puro azar, puede que uno
remos nosotros, pero que nos dará la oportunidad de forzar
que nos atraiga en lo más mínimo, algo que pagando es posi-
una quiebra en la realidad consensuada y oficial que cono-
ble que no nos podamos permitir, por mucho que a veces eli-
cemos. En cambio, también tendremos la oportunidad de
jamos a ciegas nuestras lecturas. Así pues, entraríamos en
implicar a otros en nuestra acción, aunque quizás sin su
contacto con ideas y pensamientos absolutamente imprevi-
voluntad y conocimiento. Entre otras cosas podríamos dejar
sibles que podrían precipitar alquimias muy fructíferas. Por
nuestro objeto liberado en medio de la calle o algún lugar
otro lado, la liberación del objeto es vivenciado por dentro y
público, puede que incluso con algún cartel ofreciéndolo al
directamente a través de su lectura, como un elemento vivo
primero que lo coja, y observar qué pasa. La extrañeza que
produciría encontrarse con un producto nuevo y reluciente e impredecible de lo real, y sobre todo, despojado de la escla-
abandonado en plena calle, evidentemente con toda delibe- vitud de su valor económico.
ración, puede que incluso muy valioso según los cánones de
mercado, pueda resultar lo suficientemente perturbador. Es Así pues, sólo queda descubrir cuantos objetos salen a
posible que, en principio, nadie se atreviera a tocarlo siquie- nuestro paso en espera de ser robados, pero por motivos que
ra, pero tarde o temprano surgiría la idea de apropiarse de él. ningún encargado de sección o experto en marketing sospe-
El placer de ver a la gente trastocada de esta manera, disi- charían nunca, ya que éstos, desconocedores de toda vida
mulando su asombro y en la tesitura de sentirse tentada por más allá de la economía y el utilitarismo siempre verán en
tomar algo que no es suyo me resulta irresistible. También, una lavadora una lavadora, y en un reloj de oro un reloj de
siendo ya más radicales, podríamos ofrecerlo a la primera oro. Así sea.
persona con que nos cruzáramos o dejarlo en una puerta,
como si fuera un niño abandonado. En cualquiera de los ANTONIO RAMÍREZ
casos es imaginable la turbación que podría sentir alguien

Salamandra 15-16 86
poesía
P oemas
René Daumal

LA SOLA

Yo conozco ya tu sabor
conozco el olor de tu mano
maestra del miedo,
maestra del fin.

Yo he tocado ya tus huesos


a través de tu carne sin edad
colmada de insectos milenarios
y de cálices de flores futuras.

Yo he dormido desde los diluvios,


al fondo de ti, sobre tu hombro, he dormido sin nombre
-tu pecho no ha cambiado
el aire de la vida ya no tiene el poder de despertarme-
no me nombres jamás, no me despiertes,
¡tus pulmones inmóviles han impedido a los míos
respirar el débil soplo de este mundo

moribundo! que agoniza en las trompetas,


golpeado por las lluvias, y que revienta como un gigante débil,
viejo mundo que se desgañita
en el pálido fuego que rodea tu cabeza.

Este resplandor, oh guía ciega de los muertos, pensativa


insomne al fondo de los sueños
lejos del aceite de la vida,
adormecida, guardamos juntos ese secreto
que yo te robé en el cruce martilleado de la luna;
acuérdate, ibas vestida de niña pequeña,
aguardabas sobre las losas, la boca sobre tu secreto.

87 Salamandra 15-16
POEMAS
René Daumal
poesía

Acuérdate, te cogí del pelo,


tú aflojaste los dientes,
acuérdate, por mí, por mí solo,
que he traicionado todo por ti
- sí, señores del humo y de la sombra,
yo os he traicionado a todos por ella;
agua-madre, la vida que me has dado,
la vida boquiabierta,
yo le he traicionado y he traicionado al mundo por
ella,
por esa niña que de vida en vida reencuentro,
la durmiente sin sueño,
la guía del fin - ¡oh mi muerte!

Tú has aflojado los dientes:


La bola, el fuego, el astro en la garganta,
la convulsión loca tras tus labios,
indefinidamente tras tus dientes, ese muro
en el que tantos otros se rompen la cabeza,
y lo que no puedo decir…

¿Pero a quién hablaré? Toda oreja, todo ojo


oscurecen en el silencio y la noche sin memoria.
Tú velas sola, niña de los bálsamos,
muerte de encrucijada, bebes mi sueño,
no dejes nada de mí,
soy el único que te ha visto más presente que a ellos,
los humos femeninos,
vagabundos que una mirada verdadera disipa,
te amo más allá del fondo de los sueños,
maestra del miedo, maestra del fin,
no me despiertes más,
no me nombres más.

Salamandra 15-16 88
POEMAS
René Daumal

poesía
LA REVOLUCIÓN EN VERANO

La luz es excesiva. Los hombres corren a comprar pañuelos, y no es para sonarse.


Último recurso: El eclipse, acrobacia celeste.
En el carnaval cósmico, un hombre que se toma en serio su rol de planeta. Se quema al sol
en efigie, ironía de la suerte, placer de esclavos.
Que no se ría demasiado. Los esclavos giran ahora alrededor de la rueda que muele el
vacío. Su sudor embriaga a los astros, el sol panzudo se echa sobre el polvo del camino,
un ojo reventado se abre en el cielo y los cadáveres ríen, los hombros relucientes.

UNA PALABRA BASTA

Nombra si puedes tu sombra, tu miedo


y mide el contorno de su cabeza, BREVE REVELACIÓN SOBRE LA MUERTE Y EL CAOS
el contorno de tu mundo y si puedes,
pronuncia la palabra de las catástrofes, Tú que te has olvidado en esta tumba movediza,
si te atreves a romper ese silencio es a mí a quien hablo y mi doble me mata,
trenzado de risas apagadas- si te atreves, en el aire estatua de sal y en el agua burbuja,
sin cómplices, a romper la esfera, cuando el cielo se una al océano,
desgarrar la trama, ¿seré yo sal por todo el agua sin miembros definidos
Completamente solo, completamente solo, y planta allí tus ojos y sin corazón y sin nombre, extensa?
y marcha ciego hacia la noche, ¿serás tú burbuja vaciada de
marcha hacia tu muerte que no te ve, su escaso capital?
solo, si te atreves a romper la noche Una voz última, la nuestra,
pavimentada de pupilas muertas, para vaciar todas las lágrimas de un solo golpe,
sin cómplices si te atreves y ni yo ni tú, atención:
a marchar desnudo hacia la madre de los muertos- LA BOCA HABRÁ COMIDO LA OREJA, LA VOZ VERÁ.
en el corazón de su corazón tu pupila reposa-
escúchala llamarte: mi niño,
escúchala llamarte por tu nombre.

89 Salamandra 15-16
POEMAS
René Daumal
poesía

FUEGO A VOLUNTAD

E l ser humano es una superposición de círculos viciosos. El gran secreto es que ellos tam-
bién giran sobre sí mismos. Pero los centros de estos círculos están igualmente situados
sobre un círculo. El hombre sale del último para entrar en el primero. Esta revolución no
pasa desapercibida a los sabios. Sólo ellos escapan al remolino y, abandonándolo, lo con-
templan -Armonía de las esferas, cósmica del corazón, astros-dioses del pensamiento,
ardientes sistemas forjados de carne en carne ya que este sufrimiento es el abandono de
una carne ya sea roja de sangre, anaranjada de sueño o amarilla de meditación; los astro-
labios que atraviesan el corazón calentados al rojo, lejos de las trampas basculantes,
sobre las escaleras del demonio, y el aire vivo que ya se espesa en el fango. La trayecto-
ria real del acero celeste a través de la garganta mientras los hombres de abajo se apli-
can en estornudar- puesto que todo se ve desde arriba, y todo es cierto de mil maneras,
pero todas estas formas de comprender no tienen valor sino reunidas, en un solo bloque,
dios blanco-negro, cebra celeste y más rápida… ¡Oh! Dime, ¿los salvajes no han elevado
jamás, en el bosque virgen, la monstruosa estatua de la Cebra-dios? Dios de todas las
contradicciones resueltas en cuatro labios: aunque éste ya no es el problema, el alma
está dada y el mundo se derrumba, y la luz ya no tiene necesidad de prismas para dis-
persarse, y todo lo real cambia inalterable -choques de palabras, locura inevitable del
discurso humano, choque-cólera lanzando sus gritos, sus falsas esperanzas- estafa de
Prometeo ¡Tan bello! ¡Tan bello! Prometeo, victoria jadeante sumisa a lenguas de fuego,
con la corona giratoria de los soles, los pequeños aliados de los hombres… PERO LOS
GRANDES ANTI-SOLES NEGROS, POZOS DE VERDAD EN LA TRAMA ESENCIAL, VAN Y VIE-
NEN EN LA CORTINA GRIS DEL CIELO CURVO Y SE ASPIRAN LOS UNOS A LOS OTROS, Y LOS
HOMBRES LOS LLAMAN AUSENCIAS. ¿Quién les enseñará aquello que es el ser, eso que
ellos no alcanzan a pensar más que como no-ser a su medida? Sumisos a lenguas de
fuego, volved vuestro rostro hacia las llamas, hacia el beso divino que os arrancará los
dientes de un solo golpe.

RENÉ DAUMAL

Traducción del francés de Julio Monteverde

Salamandra 15-16 90
¡Más Realidad!
Emblemas de la magia cotidiana
EL ARCANO DEL DIABLO
Manuel Crespo

E l arcano del diablo


Manuel Crespo

E n Julio de 1999 viajé a Buenos Aires, ciudad de Carola.


Nuestra hija, Sol, había nacido seis meses atrás y se
daba la casualidad de que en esas fechas estaba previsto el
charon a lo largo de este tiempo. Me daba pudor por su
espectacularidad.

parto de la primera niña de mi cuñada Julieta. Una tarde cuando estaba sólo en casa de mis familiares,
decidí interrogarle acerca de mi momento poético. Estaba
Aunque aún no conocía personalmente a ningún miembro escribiendo nuevas poesías y quería saber si esa aventura era
del Grupo Surrealista de Madrid, ya me sentía casi uno de conveniente para mí, si podría ahondar con mis versos en
ellos. Acababa de publicarse el número 10 de la revista una verdad radical.
Salamandra, que incluía un poema mío, Metempsicosis, y
aproveché la estancia en Argentina para encontrarme con Salió el arcano 15: El diablo. Representa la violencia, el
Silvia Guiard, que me trató muy cordialmente. choque, el accidente, la experiencia sobrenatural.

Suelo utilizar el tarot para ampliar el campo de mis medi- Me pareció que la irrupción, por su caracter ominoso, no se
taciones. No me interesa tanto la adivinación como la con- correspondía con lo cuestionado. Así que, contraviniendo mi
templación introspectiva obtenida por el estudio de las figu- costumbre, barajé y repetí la tirada. Salió de nuevo El diablo.
ras de los naipes y las sensaciones de atracción o repulsión
que provoca su visión. Sentí cierta alarma y desasosiego. Por tercera vez hice la
prueba. El diablo fue la carta levantada, pero esta vez, coin-
Utilizo un método muy simple: distribuyo los veintidós cidiendo con ella se oyó un gran estruendo acompañado de
arcanos mayores boca abajo en dos filas paralelas, miro los un movimiento de toda la casa. La lámpara se balanceaba.
dorsos de las cartas y levantó uno, que me suele proporcio-
nar una clave a la pregunta efectuada. La angustia se apoderó de mí. Pensaba que el tarot me
estaba advirtiendo de algo. En pocos días debíamos regre-
Han pasado algunos años desde este suceso hasta que me sar a Barcelona, y yo enlacé las tres consultas con el vuelo
he decidido a escribirlo, aunque bastantes personas lo escu- en avión.

Salamandra 15-16 92
EL ARCANO DEL DIABLO
Manuel Crespo

Resolví que no regresaríamos. Estuve largo rato pensando Olvidé aquello. Entonces trabajaba mucho. Las preocupa-
en cómo convencer a los míos de que algo nefasto podría ciones y la rutina sepultaron la experiencia.
pasar, que había un aviso cierto.
Un mes después, exactamente el 31 de agosto de 1999,
Tras mucho rato de deliberación, me di cuenta de que en vimos en televisión que un avión de la compañía Lapa había
ningún momento había tratado acerca del viaje, de que la rebasado la pista del aeroparque Jorge Newbery, cruzando a
carta se había ofrecido por su propia voluntad. gran velocidad una avenida y estrellándose en un campo de
golf, en el que es, hasta la fecha, el peor accidente de la his-
Con mucho miedo, me dije que debía afrontar una última toria de la aviación argentina. Hubo 78 muertos y muchos
posibilidad en la cual dirimir la conveniencia o no de volar, y heridos.
que no embarcaríamos si el naipe no fuera inconfundible-
mente positivo. Levanté. El sol: paz, augurio favorable, éxito. El aeropuerto es uno de los pocos del mundo situado en un
casco urbano. En el barrio bonaerense de Belgrano, el mismo
Más tranquilo, juzgué que lo sucedido debía de haber teni- donde se ubica el departamento de los padres de Carola en
do que ver con el terremoto anterior, y que a nosotros nada el que vivimos el mes de julio anterior a la catástrofe.
nos ocurriría.

Curiosamente, cuando los demás volvieron, no habían MANUEL CRESPO


notado movimiento alguno. Por lo que pude ver, las noticias
no recogieron el suceso.

93 Salamandra 15-16
ÓRDENES SON ÓRDENES
Julio Monteverde

O rdenes son órdenes


Julio Monteverde

D urante el fin de semana del 20 al 22 de enero de 2005


algunos amigos surrealistas nos encontramos en
Madrid para discutir una serie de cuestiones que requerían
ser de otra forma, el libro apareció fácilmente una vez
Antonio se hubo marchado).

definitivamente nuestra atención. El domingo a ultima hora, En concreto, a lo que yo me refería, era a una parte de uno
justo antes de que tuviera que prepararse para coger el tren de los poemas del libro La luz de los días. Ésta concretamente:
de vuelta a Sevilla, Antonio Ramírez lanzó, de forma
esquemática, una última propuesta de acción colectiva: una “Cuando salga usted de aquí, encontrará algo que le recor-
deriva programada tomando como base el tipo de instruc- dará un triste episodio de su infancia, siga por esa calle y
ciones que proporcionan habitualmente el Tarot o algunos entre en el primer establecimiento que exhiba algo rojo en el
mediums. Su idea era determinar una serie de condicionan- escaparate. Allí escuchará usted una canción. Recuérdela. Tres
tes al recorrido, que serían del mismo tipo para todos, y que años más tarde volverá a escucharla. La persona que en ese
momento esté a su derecha será el amor de su vida. Y usted
funcionarían, por ejemplo, de la siguiente manera: "Si se
morirá por él”.
encuentra con una niña rubia cambie el sentido de la mar-
cha". "Si cruza un coche rojo el grupo debe separarse", etc.
Al día siguiente de la reunión, lamentando todavía no
El estado embrionario de la idea no influyó en el gran interés
haber podido enseñarle el poema a Antonio, recordé de golpe
que despertó en todos nosotros. que éste fue incluido en su día en el número 13-14 de
Salamandra, por lo que Antonio había podido tener contacto
Paralelamente y a la misma velocidad, al oír esta descrip- con él, bien de forma directa, bien en una lectura apresurada.
ción caí en la cuenta de que yo, en el pasado, había escrito
un poema en el que se daban una serie de instrucciones del Entonces, claro, el escenario cambiaba. Más tarde se
mismo tipo. Imediatamente se lo comenté a Antonio, pero pudieron establecer algunas hipótesis sobre el particular, que
este me hizo notar que él no poseía ningún ejemplar del libro señalo aquí de forma esquemática:
en el que este poema está recogido y que, por lo tanto, no
1) Que se tratase de un fenómeno de azar objetivo, una
había podido leerlo. Con prisas, buscamos el libro en la
cierta sincronización del pensamiento. Por sí misma esta posi-
biblioteca de la casa en la que nos encontrábamos pero, por
bilidad merecería por nuestra parte un análisis cuidadoso.
una razón o por otra, no logramos dar con él (como no podía

Salamandra 15-16 94
ÓRDENES SON ÓRDENES
Julio Monteverde

2) Que, efectivamente, Antonio hubiera leído el poema, Una vez leído mi mensaje y el poema, Antonio me contestó
prestándole poca o nula atención, y que ese hecho hubiera, en los siguientes términos:
en cierto modo, depositado una semilla dentro de él que le
La verdad es que no se si leí el poema o no. (…) Desde luego
llevara al planteamiento de la acción colectiva.
la imagen que planteas es muy similar al juego/deriva que pro-
puse, sea puro azar o sea el producto de la germinación de ese
Esta última posibilidad me exalta, ya que el hecho de que
poema en mi subconsciente, la verdad es que es un hecho ful-
un poema tenga una consecuencia real y mensurable en la minante de intromisión de la poesía en la vida, y que de algún
vida colectiva (en la forma de la deriva planteada) para mí modo nos vincula. Dices que ese poema no es tuyo, pero lo es,
representa, sin ningún género de dudas, lo máximo a lo que tanto como el juego que he propuesto y que espero que lo veas
se puede aspirar como poeta, aquello que he buscado y en lo también como propio, como todo aquello que reivindicamos de
que he confiado ciegamente desde tantos años atrás. Las la verdadera vida. Estaría muy bien que paralelamente a mi pro-
implicaciones teóricas de este hecho son evidentes, y no puesta, tú le metieras mano a una reflexión por escrito sobre
entraré aquí a especificarlas (lo haré sin duda en el futuro, este asunto, lo está pidiendo. Es evidente que tu emoción al ver
pero por ahora se trata únicamente de narrar). una manifestación del poema que escribiste necesita ser trans-
mitido a los demás. Poco importa si es azar o una reproducción
de un nublado recuerdo por mi parte. Es, sin duda, una interven-
Así que después de comentarlo con otros amigos del grupo
ción de lo maravilloso que solo ha cobrado su sentido por dos
decidí escribir un mensaje a Antonio para comunicarle mi
chispas, tu acción de escribirlo (y elegirlo para Salamandra) y su
descubrimiento y esperar sus comentarios. Esta es la parte
transfiguración en mi imaginación en forma de juego. Por cier-
del mensaje que yo le envié referida a los acontecimientos
to, el primer rasgo que pude obtener de tu persona (física, no a
arriba narrados: través del correo electrónico) fue el de Javier Gálvez, pues por
unos minutos le confundí contigo. Después, no sé si te acuerdas,
Bueno, el motivo del presente mensaje es comentaros algu- bromeé con ese hecho, y os dije que por unos momentos habíais
nas cosas que me rondan la cabeza al hilo de esa propuesta que cambiado de cuerpo mediante la perspectiva de otra persona,
hicisteis a última hora de ayer, aquella en la que hablábais de Esto también se asemeja al comienzo del poema del que estamos
hacer una deriva en la que se tuvieran algunas instrucciones tratando. ¿Te habías dado cuenta?
más o menos apriorísticas (por decir una palabra). Recordarás
que yo te hablé de que tenía un poema en el que se describía
La última parte de este mensaje hace referencia a algo que
algo muy parecido. Recordarás también que convenimos en que
ocurrió a primera hora del sábado 21 de enero. Al entrar yo
tú no lo habías leído ya que no tenías mi libro. Y el caso es que
en el salón de la casa en la que nos habíamos citado, se
nos equivocábamos ambos, ya que el poema está en el último
encontraban ya en él Antonio Ramírez, María Santana y
número de Salamandra.... (míralo cuando puedas)
(…) Javier Gálvez. Antonio y María no nos habían visto antes,
A mi entender, este hecho abre las puertas para realizar un físicamente, a ninguno de los dos. Aún así, estuvimos
trabajo muy interesante, tanto en tu caso como en el mío.(…) hablando unos minutos, alrededor de diez, dando por
Yo creo que las implicaciones teóricas de todo esto, al menos supuesto que todos sabíamos quiénes éramos. Poco después
en mi caso, son muy grandes, grandísimas. Yo escribo poesía apareció Manuel Crespo, que, algo confundido, ya que él, al
con la intención de que revierta en la vida, de que tenga con- venir de Barcelona, tampoco conocía físicamente a todos los
secuencias directas en la vida. Si esto encima pudiera ser lle- que iban a acudir a la reunión, me preguntó: "¿Y Javier, no
vado a cabo en el terreno colectivo sería a lo máximo que viene?" Yo, sorprendido, le hice caer en la cuenta de que
podría aspirar como poeta. Por eso espero que comprendas mi Javier estaba sentado a mi lado, y de que sin duda lo había
alteración y que disculpes todo aquello que puedas encontrar
tomado por Jesús García Rodríguez, que todavía no había
en este mensaje de, por decirlo claramente, pretencioso.
llegado a la casa. En ese momento Antonio, entre risas, me

95 Salamandra 15-16
ÓRDENES SON ÓRDENES
Julio Monteverde

dijo que él también me había confundido, creyendo que yo Hay que remarcar varias cosas, aun a riesgo de intentar
era Javier, y que Javier era yo. Luego me comentó algo así definir demasiado.
como "¡Por unos momentos has vivido con el cuerpo de otro,
al menos en mi mente!". Dado que esta idea nos pareció Una, que este poema parece determinar el principio y el
inquietante a ambos la comentamos un poco, nos reímos y fin de nuestro primer encuentro personal. Y dos, que nunca
la olvidamos rápidamente. he sabido a ciencia cierta por qué dispuse el poema de esta
forma, ya que las dos partes fueron escritas separadamen-
La referencia que hace Antonio en su mensaje a la prime- te y las junté únicamente porque pensé que debían estar
ra parte del poema del que hablamos viene por el texto unidas.
mismo, que dice lo siguiente (las cursivas son parte del
poema): Está de más incidir en la petrificación que experimenté al
leer este segundo mensaje, ya que yo no había caído en la
Extraño. Creo que tendré que irme de mi cuerpo para que
cuenta de este hecho en ningún momento.
me abandones. No me refiero a acabar con mi alma, a apagar
la pequeña lucecita de la conciencia que se estudia en las
escuelas, sino simple y llanamente a cambiar de cuerpo. Este Después de todos estos acontecimientos, las implicaciones
de ahora actúa por defecto ante ti, se conoce demasiado bien teóricas y prácticas que han motivado estos hechos están
el camino: muy lejos de haberse cerrado. Muy al contrario. Sin embar-
go, este texto no pretende ser más que un avance de lo que
El texto completo del poema, pues, es el siguiente: en un futuro próximo significará la explotación de este suce-
so y de las consecuencias prácticas en nuestra vida que se
Extraño. Creo que tendré que irme de mi cuerpo para que
me abandones. No me refiero acabar con mi alma, a apagar la
desprendan de la misma (para empezar, en forma de deriva).
pequeña lucecita de la conciencia que se estudia en las escue- Por nuestra parte podemos decir que, si bien no estamos aún
las, sino simple y llanamente a cambiar de cuerpo. Este de en condiciones de detallar pormenorizadamente estas cues-
ahora actúa por defecto ante ti, se conoce demasiado bien el tiones, esto no va a quedar aquí.
camino: "Cuando salga usted de aquí, encontrará algo que le
recordará un triste episodio de su infancia, siga por esa calle y
entre en el primer establecimiento que exhiba algo rojo en el JULIO MONTEVERDE
escaparate. Allí escuchará usted una canción. Recuérdela. Tres
años más tarde volverá a escucharla. La persona que en ese
momento esté a su derecha será el amor de su vida. Y usted
morirá por él."

Salamandra 15-16 96
YO
Eugenio Castro

Y o
Eugenio Castro

E s septiembre de 1999 cuando camino junto a Oscar


Delgado, un antiguo amigo mío, por la acera de la dere-
cha de la calle Ave María en dirección a la plaza de Lavapiés.
sólo una vez anteriormente había visitado esa ciudad, a la
edad de diecisiete años (la segunda vez fue al año siguiente
de que se produjera este hecho, a la que han seguido poste-
En la acera izquierda advierto la presencia de una persona riormente muchas más). Por otra parte, en esa época la única
por mí conocida a la que hago repetidamente señales con el relación que yo tenía con las galerías de arte era, sobre todo,
brazo, sin que ella me vea. Por el contrario, un hombre al que la de visitante (estoy refiriéndome a la primera mitad de
no conozco de nada responde a mi llamada y, creyendo él 1997). Ante mi explicación, la mujer da muestras de incre-
conocerme, se dirige hacia donde estoy. Yo también me dulidad. Yo, de desconcierto. Tras un breve espacio de tiem-
encamino hacia él para, extendiéndole la mano en ademán po en el que contemplo las obras expuestas, abandono la
de saludo, hacerle notar que nunca nos habíamos visto. galería.

Tras este hecho, le cuento a mi acompañante las numero- Hemos llegado a un bar y en su interior continúo relatan-
sas veces que se me repite esta situación, narrándole aque- do a mi acompañante otro episodio de la misma naturaleza
llos casos que tuvieron por efecto provocar en mí un instan- que los anteriores. A decir verdad, uno que siempre ha obra-
te de suspensión. do como primer paradigma de este "desdoblamiento".

Estando con mi amigo Javier Gálvez en el café del cine En los años ochenta yo trabajaba en una agencia de via-
Doré, una mujer, a la que no había visto jamás, vino hacia mí jes. Cierto día entró en el establecimiento un hombre y soli-
y me habló en estos términos: ¡Ah, hola Julio, cómo estás! Al citó de mí el precio del billete de avión a Tokio. Después de
mismo tiempo sorprendido, y no sin humor -por asumir mi indicarle detalladamente las distintas rutas del viaje e
complicidad con estas situaciones- le hago ver que no soy la importes del mismo, se decidió a comprarlo. Le pedí los datos
persona que ella cree reconocer en mí, lo que visiblemente la personales necesarios para hacer la reserva, esto es, el nom-
provoca una gran contrariedad. bre y el primer apellido. Me los dio: Eugenio Castro. Al oír
esto le pregunté por su lugar de nacimiento. Me respondió:
En otra ocasión, en el momento en que cruzaba la puerta Toledo. Este hombre se llamaba como yo y había nacido en
de una galería de arte, en Madrid, una mujer -que resultó ser la misma ciudad en la que yo había nacido. No teníamos
la galerista- me recibió con evidentes muestras de afecto y ningún parentesco ni ningún parecido físico. Y, al menos
con un entusiasmo comedido. Le pregunté si nos conocíamos hasta aquellos días, ese nombre y ese apellido no eran lo que
y, sin dudarlo, afirmó que sí, que habíamos estado juntos en suele decirse muy comunes.
Barcelona una semana antes (según sus palabras, con moti-
vo de algún acontecimiento de tipo artístico). Debí necesa- Mientras narro a mi acompañante este capítulo me dis-
riamente corregirla e informarla de que no pudo ser, ya que pongo a tomar un café que previamente había pedido. Cojo

97 Salamandra 15-16
YO
Eugenio Castro

la cucharilla para diluir el azúcar vertido en él y, mientras lo manera desordenada. Una trabajadora de la galería me hace
remuevo, noto como si algo se despegara de la cucharilla: notar, antes de que yo pudiera verlo, que el movimiento caó-
era otra cucharilla que estaba, de tal modo unida a la pri- tico de las moscas terminaba por conformar, en el centro de la
mera, que parecía solamente una. Y en efecto, no hubiera pantalla, el pronombre personal yo, que aparece una y otra vez
advertido este solapamiento de no haber acometido la a medida que el ir y venir de las moscas se repite sin cesar.
acción de disolver el azúcar y agitar el líquido negro.
Sueño de la noche del 23 al 24 de septiembre.
El día 23 de septiembre me dirijo por la calle Villanueva Penetro en el interior de una casa en la que una mujer que
hacia la calle Serrano. A la altura de la calle Claudio Coello identifico con Conchi Benito me espera con una expresión
veo cómo destaca, a través de la puerta entreabierta de una que denota cierta ansiedad, al tiempo que esgrime una son-
galería de arte que hace chaflán, un gran número de moscas risa vivaz. Está vestida solamente con un liguero y unas
que supongo proyectadas. Entro en la galería para verlas medias negras, además de una malla blanquecina de bailari-
mejor y compruebo que se trata de una proyección en vídeo na que transparenta su cuerpo desnudo. Hay ganas de hacer
sobre la pared de la galería. También advierto a mi mano el amor y nos abrazamos hasta que yo la penetro. Ella sien-
derecha, sobre una mesa de arquitecto, otra proyección en el te un dolor y un malestar profundos, hasta el punto de
ángulo inferior izquierdo de su superficie. Se trata, esta vez, renunciar al acto. Expulsa por la vagina un líquido teñido de
de una sola mano (sin cuerpo), con movimiento autónomo, sangre que poco después se convierte en un líquido, más o
que sostiene un lápiz y que se encuentra rodeada de moscas menos abundante, blancuzco y gelatinoso. Miro mi pene y el
que no revolotean sino que andan de acá para allá. A conti- glande tiene una incisión. De entre la piel sale un gusanillo
nuación miro a la pantalla que había visto desde la calle, en que expulso ejerciendo presión. Lo despachurro. A continua-
la que otro enjambre de moscas pulula, igualmente, de ción aparece otro con el que repito la misma operación.

Salamandra 15-16 98
YO
Eugenio Castro

Sensación de incredulidad. Levantado, avanzo. Pongo el pie dejar atrás a algunos amigos, y mientras camino por la calle
sobre lo que parecen unas pocas moscas -o tábanos- que Santa Isabel, una mujer, que resultó ser la protagonista de
instantáneamente aumentan veloz y profusamente y se este relato, me saludó, a mis espaldas, a unos veinte metros
pegan a mi cuerpo hasta cubrirlo por completo. La angustia de la distancia en la que yo me encontraba. Respondí al salu-
es tan aguda que me despierto. do con cortesía y, tras hacer el gesto de seguir mi camino,
me detuve y me di la vuelta decidido a preguntarle quién era
En el interior de una sucursal bancaria aguardo mi turno exactamente Manuel. Fue entonces cuando me contó que
para realizar una operación en el cajero automático. Es 15 de mantuvo con ese hombre una relación amorosa tan apasio-
abril de 2004. Noto, de repente, una presencia a mi lado nada (según sus palabras) que terminó convirtiéndose en una
derecho. En efecto, una mujer me mira con mucho deteni- relación dramática. "En la vida sólo se ama así una, dos
miento. Me sorprendo un poco, pero no hago demasiado veces", me dice, añadiendo que la suya con Manuel había
caso y retiro mi mirada. Pero ella no, ella permanece quieta, sido una de esas historias de amor. Continuando con su con-
como absorta. La miro de nuevo y, no sin cierta hilaridad, le fidencia, esa mujer me confesó que decidió abandonar a ese
pregunto si me conoce de algo. Apenas le estoy formulando hombre, y que, después de despedirse de él con un beso una
mi interrogación esa mujer se pregunta (me pregunta): mañana mientras dormía, se marchó a Italia, donde perma-
¿Manuel? Le respondo que no, y me contesta atónita que neció varios años. No le ha vuelto a ver desde entonces, me
“soy clavado” a su ex marido. Exactamente emplea las dijo, si bien era ella la que ahora le estaba buscando. Esta
siguientes palabras: "eres su doble y vistes como él, el mismo búsqueda creyó haberla terminado cuando me vio en la
tipo de ropa. Estoy a punto de desmayarme". Tras hacer este sucursal bancaria y me confundió con aquel hombre, lo que
comentario y mirarme un poco más se aleja y, llevándose las
la llevó a pensar que también él la estaba buscando. De ahí
manos a la cara, se dirige hacia un mostrador para ser aten-
su expresión asombrada y casi de terror. Le pedí entonces
dida por un dependiente del banco. Yo permanezco en mi
que me confesara con absoluta sinceridad si de verdad tenía-
sitio para realizar mi operación, ahora, la verdad, algo atur-
mos tal parecido Manuel y yo. "Sois exactamente iguales",
dido e intrigado. Cuando ella termina su tarea y se encami-
me respondió, señalando de nuevo el aspecto, pero precisan-
na hacia la puerta de salida, me atrevo a acercarme y pre-
do ahora la forma del pelo, la forma de caminar, la perilla,
guntarle cuánto tiempo hace que no ve a su ex marido. No
otra vez la ropa. Conmovido y aliviado por su narración (al
me hace caso. Solamente resopla y, ocultando los ojos con la
menos me quitaba el peso de tener que acarrear con un fan-
mano según me mira de nuevo, abandona la entidad banca-
tasma, es decir, con algún muerto) le comenté que yo sentía
ria con expresión incrédula y atónita. Yo debo realizar aún mi
la necesidad de que me dijera quién era ese hombre con el
tarea, que me lleva varios minutos. Cuando termino y me
que me había confundido. Asimismo, le manifesté que han
alejo de ese lugar y salgo a la calle, vuelvo a encontrarme
sido muchas las veces que había experimentado este tipo de
con esa mujer, la cual ejecuta la misma acción de mirarme
episodio a lo largo de mi vida. Y cuando le mostré mi total
estupefacta, como si hubiera visto un fantasma.
comprensión hacia su drama de amor y le hice notar cuánto
me emocionaba su historia y la naturaleza de estos encuen-
He vuelto a ver a esa mujer días después. Ha sido a lo lejos.
Y su expresión, cuando ha advertido mi presencia, ha sido tros azarosos, y después de utilizar adjetivos como hermoso
siempre la misma. Sin embargo, hace dos o tres días nos y maravilloso, esa mujer me pidió, cortésmente -y con esa
hemos cruzado en la calle Santa Isabel y me ha saludado con expresión entre incrédula y admirada- que me marchase. Me
una sonrisa e incluso ha tocado mi brazo con su mano. fui sin dilación y sin pesar, embargado por la serenidad. Sofía
se llamaba esa mujer.
Esta noche en que redacto este acontecimiento, 21 de
mayo de 2004, a las 01:15, de regreso a mi casa después de Eugenio Castro

99 Salamandra 15-16
200 AÑOS
Manuel Crespo

2 00 años
Manuel Crespo

V iajo a menudo a Lorca, ciudad murciana a la cual, por


ser la cuna de mi familia materna, me hallo vinculado
afectivamente desde la infancia. Hay en mí, cuando la visito,
Mientras un arqueólogo hablaba de las excavaciones
actuales y los planes futuros, mi hija Sol y Helena, una sobri-
na de edad próxima, se aburrieron y quisieron seguir camino.
una disposición anímica especial, un desamparo de lo cono- Yo les acompañé.
cido y, al mismo tiempo como una llamada de la tierra que
produce sensaciones especiales, nítidas y rotundas. Los olo- Al rato, estábamos solos en un sendero, en el interior del
res se acrecientan, se agudiza la mirada. recinto amurallado, rodeados de matorrales y pedregal, bajo
el duro sol. A unos metros había una pineda.
Domina en el paisaje árido y polvoriento el imponente per-
fil del castillo, uno de los más extensos que se conservan en Hacia ella íbamos cuando apareció corriendo un actor,
España. Levantado por los musulmanes, cayó finalmente muy verosímilmente caracterizado de mago. Las niñas se
durante la reconquista. Pacificada la región, sus murallas asustaron y me costó tranquilizarlas.
languidecieron y fueron deteriorándose, si bien la torre
Alfonsina permaneció enhiesta. El alquimista, que ese era su oficio, nos pidió que le acom-
pañáramos a la sombra. Allá tenía sus matraces y pócimas,
La fortaleza se está ahora habilitando, y es posible visitar- algunos huesos y símbolos cabalísticos en un mostrador de
la de un modo más didáctico, con guías, filmaciones, pane- madera. Solicitó a alguna de las niñas que fuera su ayudan-

les gráficos y unos actores ataviados de época, que van pre- te en la elaboración de un bebedizo por cuya ingesta viviría
yo doscientos años. Se negaron.
sentándose a lo largo del trayecto y explicando las costum-
bres medievales y su cotidianidad.
Pero llegó, sin que la hubiera visto, una tercera niña, que
pidió para sí el privilegio de convertirse en aprendiz de bruja.
Esta Semana Santa, la recorrí con un grupo de familiares. Ante la mirada atónita de Sol y Helena, el alquimista simuló
Subimos a las torres de vigilancia, descendimos a los aljibes, una fórmula química. Al fin, con gran habilidad -reconozco
vimos tumbas de la cultura del Algar, conocimos a un solda- que yo mismo dudé- vertió agua en unos polvos efervescen-
do, un cantero, una campesina, dos pordioseros… tes. Mientras tanto, el grupo fue llegando y rodeándome.

Salamandra 15-16 100


200 AÑOS
Manuel Crespo

El alquimista me dio la droga. La apuré sin dudar. Busqué infructuosamente.

‘Dentro de doscientos años, aquí’, me despedí, con una Sin dar con ella y algo decepcionado, descendí hacia la
grata sensación. ciudad, cámara al hombro, cuando, en una callejuela, me
adelantó un chico. Su atuendo era raro. Vestía como un
Por la tarde salí a dar un paseo por el casco antiguo lor- obrero de principios del siglo pasado, mono azul ajado y
quino. No esperaba nada, no tenía intuición alguna, sino más gorra. Moreno y enjuto, fumaba y avanzaba con decisión. Por
bien un cierto sopor, pero aún así me armé con la cámara
su ademán y su seguridad parecía más bien un hombre que
fotográfica.
un niño, aunque de estatura corta.

Caminé por los alrededores de la Colegiata de San Patricio


Iba aprisa, pero súbitamente, pareció cambiar de opinión.
y la plaza consistorial, donde se celebraban, como en todas
Se dio la vuelta y mirándome, el rostro arrugado, señaló un
las plazas mayores, corridas de toros y ejecuciones públicas.
edificio carente de interés, situado a mi derecha. “Échele una
Me metí por callejones ruinosos con viejos edificios en
demolición con los que la urbanística especula. foto a esa casa’”-me dijo- “tiene doscientos años. Yo sólo
tengo catorce, pero la casa tiene doscientos años. Lo sé
Una subida tortuosa lleva a los juzgados y a la antigua seguro”.
cárcel. Recordé que por las inmediaciones se me había dicho
que estaba la fuente cuya agua proviene de un manantial del No cambiamos palabra alguna. Dobló la esquina. Cuando
cercano "Cerro de los enamorados", y que tiene propiedades llegué, había desaparecido.
mágicas si de ella se bebe. Me pareció lógico probarla tras el
episodio de la mañana. MANUEL CRESPO

101 Salamandra 15-16


poesía

P oemas
Rosa Lentini

LA VIDA A LO LEJOS
PIEDRAS
la puerta de un jardín
Inanes de rosas, se toca
en la costa. levemente el pecho
Bolsas de mercurio mientras una turbulencia
que a cambio avanza por su voz;
el mar regenera quien ardió junto al verano
en privilegio de su estirpe. vendrá tras la lluvia,
De noche, de regreso a sus días,
la arena prevé un fragmento de lenguaje
el desierto y la helada. que brota
Como ellas como una estatua,
la tierra descansa completo, pero mutilado
del acecho del día e intacto como la vida.
y el atardecer Pienso en el alambique
alarga un color que destila savias desconocidas:
amaranto sobre el paisaje una semilla guarda
en el que duerme el pasado: luto por el silencio y arde
memoria añadida como planta de mujer
parecida a existir. sobre un largo sueño.
A lo lejos, con un gesto

de abandono alguien abre

Salamandra 15-16 102


POEMAS
Rosa Lentini

poesía
LA CAÍDA
PALABRAS
Frases sin amor
como fiestas oscuras la evasión imposible.

sacudidas al alba Como suicidas

luces tenues y golpean las palabras.

truenos dispersos Ahora es hilo es frío

urgen el desvelo. que se vacía

Nunca se bebió reventando la vena

de otra sed. o tal vez veneno

Insomnes más alto que la vida

los ojos se confían en la victoria de un cuerpo

enfocan un nuevo cielo,

las manzanas del sol sobre

los párpados tibios. Ya es un ángel


Irse cubriendo de fiebre por error

¿hacia qué vacío vuelto aquellos que esperaba

sentido y figura? liban de su fisura

La luz recorre una línea

en declive cuando huye. mira morir

Ah el diente de leche mira dejar hacer

del horizonte más esperado. jornada tras jornada

Caer,

ROSA LENTINI

103 Salamandra 15-16


TIERRA ADENTRO
Silvia Guiard

T ierra adentro
Silvia Guiard

PRÓLOGO

E n 1870, la visita del coronel Mansilla convierte la tol-


dería de Leubucó, corazón del territorio ranquel, en
momentánea línea de frontera -de confrontación- entre dos
rendimientos a tanto por segundo- bombea su propio ritmo
el corazón orgánico del tiempo...

mundos: la "civilización" y la "barbarie". Latidos, pulsaciones, flujo y reflujo de la sangre, avance y


retroceso de las aguas... El tiempo de lo viviente es esencial-
Son las cuatro. Dos hombres hablan y, en un breve inter- mente musical.
cambio de palabras, entrecruzan como dos espadas sus visio-
nes antagónicas del tiempo. Los hechos y las series de hechos configuran, en su
encadenamiento y entrelazamiento, un profundo océano
Uno, charreteras al hombro, exhibe con jactancia el reloj de ritmos.
del progreso, con el cual -tras el cual- busca avasallar al
otro. Es sabido que a veces -para quien quiera oírlas- esas
estructuras de ritmos se entrecruzan donde nadie lo esperaba.
El cacique Mariano, imperturbable, habla en nombre de un Circunstancias aparentemente extrañas entre sí, puestas de
pueblo que no está dispuesto a cambiar su libertad por golpe frente a frente, desbordan su significación particular: se
"espejitos". Sabe qué hay del otro lado del cuadrante (sabe acompasan, se corresponden, riman. Esbozan rápidamente, en
tal vez mucho más de lo que dice), desconfía: su tiempo es el instante de su interferencia, una melodía inesperada, un
otro tiempo... nuevo resplandor. Coincidencias y encuentros fortuitos resul-
tan ser así, en la dimensión temporal de la existencia, verda-
Saqué el reloj y, haciéndoselo ver a Mariano, dije: las cuatro. deras encarnaciones de la imagen poética, súbitas realizacio-
nes vivientes de su función iluminadora y musical.
El indio lo miró, como dándome a entender que estaba fami-
liarizado con el objeto y me dijo:
De un juego así nació un día este trabajo: dejarse cautivar
- Muy bueno, yo tengo uno de plata, pero no lo uso. Aquí no
hay necesidad’ por ese resplandor que surge de los hechos cuando se com-
placen de repente en jugar a "lo uno en lo otro"; orientán-
Lucio V. Mansilla, Una excursión a los indios ranqueles. dose en él, leer -como quien "lee" en la borra del café- las
constelaciones luminosas que se forman en la borra del
PRELUDIO
tiempo, y prestando oído, más que al en-cadena-miento
Por debajo, por encima o al margen de la milimétrica causal entre los hechos, a su en-cadencia-miento musical,
obsesión de los relojes -indispensables sólo a quien calcula hacer sonar y resonar así, por encima, por debajo o a partir

Salamandra 15-16 104


TIERRA ADENTRO
Silvia Guiard

de la cronología, los profundos acordes de una reveladora Porque es preciso que seamos justos con los españoles; al
crono-ludia. Tal fue el juego al que me impulsó en 1986 una exterminar a un pueblo salvaje, cuyo territorio iban a ocupar,
simple coincidencia de fechas y que presidió entonces la pri- hacían simplemente lo que todos los pueblos civilizados hacen
mera versión de Tierra Adentro, expandida después siguien- con los salvajes... las razas fuertes exterminan a las débiles, los
do el mismo itinerario. pueblos civilizados suplantan en la posesión de la tierra a los sal-
vajes. Esto es providencial y útil, sublime y grande. (...) Sobre todo,
quisiéramos apartar de toda cuestión social americana a los sal-
La inspiración inicial proviene también de dos lecturas,
vajes, por quienes sentimos sin poderlo remediar, una invencible
cuya pasión confluye en mí: Pampas y lanzas, de Liborio
repugnancia, y para nosotros Colocolo, Lautaro y Caupolicán (...),
Justo, y Él, cuya voz nadie escucha, de Renaud1 .
no son más que unos indios asquerosos, a quienes habríamos
hecho colgar y mandaríamos a colgar ahora si reapareciesen en
TIERRA ADENTRO
una guerra de los araucanos contra Chile, que nada tiene que ver
con esa canalla2.
El año 1966 deja su marca como una dolorosa cicatriz en
el tiempo. Por fatal coincidencia, en esa fecha quedan enla-
Ese proyecto, que se expresaba tan cabalmente en el libe-
zadas dos vidas y dos muertes: en Francia, moría André
ral Sarmiento, sin siquiera necesitar a Hitler, ese proyecto es
Breton, el gran inspirador del surrealismo, y aquí, al sur de
éste en el que estamos embarcados: el de la autotitulada
esta tierra que pisamos, moría la última chamán ona, Lola
"civilización" occidental.
Kiepja.

Esa "razón" que se considera a sí misma "providencial y


‘Busco el oro del tiempo’, había escrito Breton.
útil" y se ubica en el último peldaño de una escalera imagi-
‘He llegado a las cordilleras del infinito’, decía, en uno de naria que nos llevaría de la ignorancia a la sabiduría, de la
sus cantos chamánicos, Lola Kiepja. pobreza a la abundancia, del sufrimiento a la felicidad; esca-
lera inventada por ella y bautizada con el nombre de "pro-
Acerco a mi oído esa caracola encontrada por azar, y escu- greso"... ¡esa "razón" es la misma que ha generado las gue-
cho el rumor de un mar que crece: hay en verdad mucho más rras más masivas, las armas más siniestras y los peores
que una mera coincidencia de fechas entre estas dos figuras, desastres ecológicos de la historia de la humanidad; la
que hoy se hermanan en mí. misma que nos sumerge en la neurosis, que condena al ham-
bre a millones de seres, y que nos amenaza a cada instante
En una misma época, aunque en distinto lugar, condición con desenlaces todavía más terribles!
y circunstancias, hablaron los dos desde las mismas profun-
das zonas del espíritu. Y los dos se enfrentaron a un mundo No es, no cabe duda, el "oro del tiempo" lo que ella busca,
totalitario y mortalmente hostil a poetas y chamanes. ni es el oro del tiempo lo que nos ha dado. Lo que busca es
el oro contante y sonante, el oro de la ganancia, el oro del
Porque cuando decimos "última chamán ona" no habla- capital que se reproduce como un cáncer devorándolo todo.
mos, claro está, de ninguna clase de extinción natural:
En pos del oro -¡oro dorado u oro negro!- mata, saquea, des-
hablamos de persecución y asesinato, de genocidio delibera-
truye y esclaviza. Y para justificar, o enmascarar, moralmen-
do, racionalmente planificado y racionalmente justificado
te la expansión criminal de su codicia, a fin de asegurar su
por sus responsables.
eficacia, recurre a la megalomanía: imperiosamente necesi-
Escuchemos un minuto "razonar" a uno de los ideólogos ta, para sostenerse, afirmarse no sólo como la mejor, sino
nativos de ese proyecto, Domingo Faustino Sarmiento, quien, como la única razón; predicar su evangelio como la única
durante su exilio en Chile, escribía lo siguiente: verdad, ocupando sólo ella con su voz todo el campo de lo

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TIERRA ADENTRO
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posible humano. Necesita imperiosamente, por lo tanto, -la propiedad privada- no es ciertamente una "ley natural":
suprimir todo lo otro, lo diferente, lo inquietante; todo aque- se impone con violencia. Para imponerla, entonces, sobre
llo que pueda cuestionar su carácter de única, omnipotente campos, hombres, animales y conciencias, se sucedían desde
y superior; cualquier mínima brecha por la cual el hombre - 1815 bandos y leyes cada vez más compulsivas que, conde-
su esclavo- se le pueda escapar hacia "otra vida". nando por "vagancia" a los desposeídos no sujetos a un
patrón, los sometían a toda clase de castigos, persecuciones
Es por ello que buscó no sólo dominar política, económica arbitrarias, levas y reclutamientos forzosos4.
y militarmente a las culturas amerindias, sino directamente
hacerlas desaparecer, borrarlas de la faz de la Tierra como Basta leer las historias de los blancos refugiados en tierra
meras posibilidades de ser. de Ranqueles, anotadas por Mansilla, para encontrar en cada
una de ellas una explosiva denuncia de la injusticia socio-
Sólo por el exterminio puede expandirse la orgullosa " civi- económico-política del mundo "civilizado" y su asfixiante
lización del progreso", y así lo expresaba, en una síntesis sistema moral.
maravillosa y dolorosamente poética, una crónica maya de la
conquista: Escuchemos ahora solamente tres breves intercambios
registrados por el coronel durante su estancia en Tierra
Ellos enseñaron el miedo Adentro.
vinieron a marchitar las flores.
Para que su flor viviese,
Primero, su diálogo con el negro, ex esclavo entre los
dañaron y sorbieron la flor de nosotros... 3
blancos:

El negro frunció la frente, y con voz y aire irrespetuosos:


Durante el siglo XIX, existía en este país una expresión de
sólo dos palabras que hacía temblar de pánico y repugnan- -No me trate mal porque soy negro y pobre- me dijo.

cia a la "gente decente": Tierra Adentro. -No seas insolente- le contesté.

-Aquí todos somos iguales- repuso, agregando algo indecente.


Así se designaba al territorio desconocido e inmenso en el
que, más allá de una frontera siempre imprecisa, se movían
Luego, la confidencia del refugiado Miguelito5:
libremente los indios. Lo cual no es poco decir ya que, hasta
casi el fin del siglo, éstos mantenían en su poder dos tercios
Sí, aquí la mujer soltera hace lo que quiere. Ya verá lo que le
del actual territorio argentino: el Chaco, la Pampa-Patagonia
dice Mariano de las chinas y cautivas, de sus mismas hijas. ¿Y por
y Tierra del Fuego... Situación que resultaba intolerable, no qué cree entonces que a los cristianos les gusta tanto esta tierra?
sólo para la clase dirigente local y su Estado burgués en for- Por algo había de ser, pues.
mación, sino también para sus mandantes, es decir, para los
intereses del capitalismo inglés en expansión. Y por último, estas simples observaciones del propio
Mariano Rosas:
Y esto no sólo por el límite físico que ese hecho oponía
a sus ambiciones. También porque ese espacio "desierto" - En esta tierra el que gobierna no es como los cristianos. Allá
no colonizado- conformaba una suerte de "doble fondo" manda el que manda y todos obedecen.
hacia el que podían huir, y de hecho huían, los persegui-
Aquí hay que arreglarse primero con los otros caciques, con los
dos, los infelices, los disconformes, los que no se ajustaban capitanejos, con los hombres antiguos. Todos son libres y todos
a la ley, entonces naciente, del capitalismo. Porque esa ley son iguales.6

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TIERRA ADENTRO
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En Tierra Adentro, entonces, otros valores se tornaban los mismos métodos de exterminio con que se lanza a con-
posibles. ¡Provocación intolerable para una civilización que quistar el mundo y a hacer desaparecer las culturas diferen-
proclama su ley como absoluta y que dice llevar a hombres y tes. Nada debe ocurrir en el interior del hombre que no se
mujeres a la cúspide de la felicidad! Lo que allí estaba en ajuste a su lógica implacable.
juego era, en verdad, mucho más que las tierras y las vacas:
era la legalidad misma de un sistema, la justicia de sus valo- So pretexto de la civilización, con la excusa del progreso, se ha
res, el contraste entre los paraísos que promete y las mise- llegado a desterrar del reino del espíritu cuanto pueda calificar-
rias que efectivamente ofrece. se, con razón o sin ella, de superstición o quimera.7

Y en la medida en que el problema planteado a la clase No mucho después de asegurado el dominio blanco en la
dirigente no era sólo convertir al hombre originario -una vez pampa, escribía Roberto Cunningham Graham en Relatos del
desarticulado su mundo e incorporadas sus tierras- en mano tiempo viejo esta confesión reveladora:
de obra dócil, sino también asegurar la siempre incierta doci-
lidad de la mano de obra blanca dentro de las propias fron- Los indios se han ido adentro de mi memoria, dejando su desa-
teras, Tierra Adentro se tornaba aún más peligrosa. parición, aunque salvajes, un vacío en el mundo más difícil de lle-
nar que si todas las obras de los griegos se hubieran desvanecido
en el aire.8

¡He allí el vacío que le indica al vencedor que él también


‘Junto al hombre tribal (...) que es sacrificado (en la hogue-
ha salido perdiendo, que también él ha resultado desterrado
ra de la historia) arden, en un último grito antes del silencio,
y sometido!
lo posible, una otra vida’, escribe Renaud en La civilización
surrealista.
Es el vacío que le queda al hombre occidental una vez que
las cordilleras del infinito y las vastas pampas de lo inquie-
¿Y cómo no ver que somos también nosotros mismos los
que ardemos allí? Cada uno de nosotros mismos en cuanto tante han sido reducidas a lo conocido por la agrimensura
somos seres vivos, es decir, no un mero engranaje en la racional; cuando el progreso ha impuesto sus vías férreas,
máquina productora de plusvalía, sino seres sensibles y dese- sus rígidos caminos sin retorno; cuando la propiedad ha ins-
antes, capaces de distraernos en el horario del trabajo escu- talado su alambrado, excluyendo toda posible correría.
chando el zumbido de una mosca o la vegetación de un Ahora, el deseo debe permanecer en el corral; el pensamien-
sueño, seres capaces de aburrirnos, de enamorarnos y deso- to debe correr por esas vías previsibles y rectas, y el hombre...
bedecer; o, dicho de otro modo... "indios haraganes". Porque disciplinarse y trabajar.
Tierra Adentro era entonces también, y sigue siendo hoy, ese
Pero como el deseo es indomable, hay quien se niega a
desconocido e inmenso territorio interior en el que nos
rebuznar alegremente ante la muerte. Así, la poesía -verda-
movemos libremente fuera de la ley; esa zona profunda de
dero acto de insumisión espiritual- sigue haciendo saltar por
donde nos viene la memoria de otra vida vivida o vivible en
los aires las vías de la racionalidad occidental. Y en su lucha
amorosa armonía con la naturaleza y el anhelo de un galo-
contra ese oprimente totalitarismo, el Poeta está codo a
par interminable. Y desde la cual pueden alzarse, con la
codo con el Indio...
estremecedora barbarie de lo inconsciente, los ávidos malo-
nes del deseo para incitarnos a la rebelión.

Esa zona interior, el racionalismo occidental necesita ocu- ¡QUE SE ME DEJE VER ENTONCES QUE SE ACERCAN,
parla -más aún, clausurarla- por los mismos motivos y con GALOPANDO JUNTOS, MOVIDOS CONTRA UNA MISMA

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TIERRA ADENTRO
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INJUSTICIA Y POR UN MISMO ANHELO DE INFINITO, Calfucurá, el que todo lo sabe: dotado del don de la viden-
ESTOS DOS BÁRBAROS JINETES GIGANTESCOS: EL UNO, cia y aconsejado, además, por los augurios permanentes de
CON SU GRITO DE GUERRA, EL OTRO, CON SU TERRIBLE dos pájaros negros, inseparables compañeros suyos.
CAPA NEGRA...!
Calfucurá, el imbatible: su solo nombre resonaba en los
¿Cómo no entregarse a la emoción, al estremecimiento diarios porteños como una tromba, y sus aterrorizados ene-
que produce colocar uno al lado del otro a estos dos seres, migos lo apodaban el Atila de la Pampa, el Aníbal del
en apariencia tan extraños entre sí, pero que, impulsados por Desierto, o, directamente: el Anti-Cristo.
la misma irrefrenable rebelión, compartieron, no sólo un
mismo tiempo, sino en parte, también, un mismo cielo? Titánico, lo ven sus enemigos.

En 1846 nació en Montevideo Isidoro Ducasse, autotitula- Y sin embargo, visto desde la perspectiva que nos da la
do "conde de Lautréamont". Moriría en París apenas 24 años historia, Calfucurá es David con la honda de su chuza alza-
después, tras haber dado a luz una obra reveladora y fulmi- da contra el Goliat capitalista. De pie, incansable, irreducti-
nante como esas "piedras del rayo" que desde la antigüedad ble, lucha contra la potencia exterior que le invade la vida.
conceden su poder a los chamanes. Pero hasta los catorce Defiende Tierra Adentro.
años había vivido en su ciudad natal, bajo estas mismas
estrellas que nos cubren. También allá, cruzando la frontera, inmerso en el seno de
esa civilización que propaga por el mundo la miseria espiri-
Las mismas estrellas que, precisamente en esos años, veían tual, imaginativa, filosófica y afectiva del burgués, el adoles-
temblar la pampa entera, sacudida por el último tramo de la cente Ducasse es un David alzando la honda del deseo con-
heroica resistencia india. Era entonces cuando, desde el tra el Goliat de la moral. En palabras de Maurice Blanchot:
fondo mismo de la mapu -la tierra- se levantaba "la confe-
Lucha, protesta, en nombre `de la autonomía´ contra todas las
deración más vasta de tribus del desierto que haya tenido
fuerzas exteriores, afirmación de una existencia cerrada y pura,
lugar desde el tiempo de la Conquista..."9 , dirigida por aquél
sustraída tanto a la opresión del mundo, como a la investigación
que, nacido del otro lado de los Andes, había sido señalado
de la moral, a la tiranía de las autoridades de toda clase, como a
para tal misión por el mágico hallazgo de una antropomór- la `curiosidad del Celeste Bandido´, a ese Gran Objeto Exterior
fica piedra verde-azul: CAFULCURÁ.10 cuyo nombre monumental denuncia todo lo que es límite, obje-
ción, resistencia extraña.11
Calfucurá, "Piedra Azul", a quien casi desconocemos hoy,
pero se alzaba entonces como una amenazadora sombra en Él, que padece con lucidez las miserias que la civilización
el desierto, desesperando a gobernadores, presidentes, gene- destina a quienes viven dentro de sus propias fronteras -en
rales y criadores de vacas. forma de angustia, neurosis, culpa, frustraciones, soledad,
identidad desgarrada, opresión del deseo infantil por el padre
autoritario, etc.-, elige como oponente a ese Creador despó-
Calfucurá, el invencible: invulnerable, dicen, por haber
tico en cuya imagen sintetiza lo exterior que lo oprime. Y se
descendido a una cueva de "salamanqueros" -donde se
alza, David contra Goliat, en lucha por la subjetividad.
aprende el arte de la hechicería- y por cubrirse con una Defiende Tierra Adentro. Y se hace, por obra de su voz, titá-
mágica coraza de siete capas de piel de cisne; inalcanzable, nico como Calfucurá.
dicen, cuando monta su caballo Treumun, ése de siete colo-
res diferentes que, por tener un hueso más que un caballo Calfucurá, sobre cuya familia, los Curá, escribía Zeballos:
común, alcanza una velocidad inigualable...

Salamandra 15-16 108


TIERRA ADENTRO
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...como una pavorosa tempestad de fuego ha centelleado por Calfucurá, el elegido; Maldoror, el maldito...
espacio de medio siglo sobre los teatros más ricos de la ganadería
argentina.12 Calfucurá, el Anti-Cristo; Maldoror, el Vampiro...

"Como una pavorosa tempestad de fuego" hacía centellear Sin duda, el eco del tumulto de los jinetes pampas -y el
también entonces la espada de su verbo Lautréamont, devas- descalabro que ellos producían en milicos y gobernantes
tando esos teatros de la ganadería mental donde mugen las blancos- habrá cruzado el río hasta Montevideo.
vacas de la estupidez y de la hipocresía...
Tal vez el nombre de esos bravos guerreros haya resonado
Calfucurá, que trataba a presidentes y generales con la -quién sabe con qué evocaciones misteriosas- en los oídos
tranquila insolencia de la soberanía, de potencia a poten- de aquel adolescente huraño que, ya desde entonces, sentía
cia...13 como Maldoror a Dios. crecer dentro de sí su ardiente voluntad de oposición.

Calfucurá, el irreductible, sobre cuyo pueblo escribía ¿Por qué no imaginar entonces -si nos place- que en algún
Bartolomé Mitre en el 52: recodo de los sueños del poeta -quizás cuando vagaba por la
orilla de ese río semejante al mar- ambos Gigantes se encon-
Las misiones apostólicas son ineficaces. Jamás el corazón del traron?
pampa se ha ablandado con el agua del bautismo, que constan-
temente ha rechazado lejos de sí con la sangrienta pica del com-
En el 70 moría -demasiado joven- Lautréamont. Esa muer-
batiente en la mano.(...) El argumento acerado de la espada tiene
te prematura y misteriosa, los pocos datos que sobre su vida
más fuerza para ellos y éste se ha de emplear a fin de extermi-
se conservaron y, sobre todo, el carácter desmesurado de su
narlos o arrinconarlos en el desierto.14
palabra -silenciada hasta el siglo siguiente- lo proyectaron
al territorio de lo legendario.
Como si, sintiéndose parte de esa misma resistencia, le
respondiese a Mitre, era Lautréamont-Maldoror quien
Apenas tres años más tarde -y demasiado viejo- moría
escribía:
Calfucurá, empecinado hasta en sus últimas palabras: ‘¡No
entregar Carhué al huinca!’ La batalla que acababa de dirigir
No me verán, en mi última hora (escribo esto en mi lecho de
muerte) rodeado de curas. Quiero morir, mecido por las olas de la en el 72 había sido su primera derrota. Tenía más de cien
mar tempestuosa, o erguido sobre la montaña... pero no con los años -ciento diecisiete, según su secretario francés André
ojos vueltos a lo alto: sé que mi aniquilamiento será completo.15 Guinnard-, decenas de hijos y, se dice también, dos corazo-
nes que, bajo la tierra, nunca dejaron de latir. Nacido de la
Calfucurá, que en el 55 acorraló en la punta de un cerro, entraña misma de un mito al que en modo alguno había
como a un gato en la punta de un árbol, al mismísimo Mitre defraudado, se confundía nuevamente con él. Su historia
quien, aunque se había comprometido con fanfarronería a sigue siendo silenciada.
hacerse cargo de ‘la última cola de vaca de la provincia’, tuvo
que huir de modo vergonzoso con la propia cola entre las O deformada, que es otro medio para silenciar. Porque,
patas... no menos desconcertado y humillado que el orgullo- ¿qué fue Calfucurá? Un "cacique", nos dicen. ¿Qué quiere
so Creador tomado de sorpresa por las ocho patas mons- decir eso? He ahí una palabra que el dominante español
truosas de Maldoror. tomó de las lenguas caribeñas para generalizarla impropia y
tendenciosamente: ¿qué evoca hoy en nosotros, sino el poder
Calfucurá, el vengador de su pueblo; Maldoror, el venga- autoritario de un caudillo?
dor del hombre...

109 Salamandra 15-16


TIERRA ADENTRO
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Y sin embargo, la palabra mapuche para nombrar a la nunca dejó de consultar el oráculo de las machis ni de reali-
autoridad política de una comunidad es lonco, "cabeza". zar ofrendas a los árboles sagrados.
Designa, más que a una persona, a una función; y aunque
suele transmitirse dentro de una misma familia, no es here- Después de todo, él, pehuen-che, y poseedor de la piedra-
ditaria: el lonco es elegido. Y debe merecer y sostener dicho talismán... ¿era ‘un hombre, una piedra o un árbol’...
lugar con probadas dotes personales. Una de las más presti-
giosas cualidades, en la que Calfucurá se destacó entre ‘¿Es un hombre, una piedra o un árbol el que va a comen-
todos, es la oratoria. La palabra. zar el cuarto canto?’, decía de sí mismo Lautréamont.

Y el lonco es sólo eso: cabeza. Forma parte de un cuerpo y


no gobierna solo. Hay otras autoridades junto a él, como el ¡AH, SÍ, QUE SE ME DEJE VER ENTONCES QUE SE ACER-
weypife, orador, moderador del debate en los weypines (par- CAN, GALOPANDO JUNTOS, POR LA ORILLA DEL MAR...!
lamentos); el genpin, que conserva en la memoria la historia
¿Cómo no habrían de reconocerse si están los dos marca-
de la comunidad y de sus miembros; el werken, mensajero,
dos por la misma herida? Calfucurá tiene la boca partida de
embajador, sostenedor de los vínculos.
un sablazo; y Lautréamont-Maldoror, la suya hendida por
propia voluntad desde el día en que intentó imitar la hipó-
Y la máxima autoridad espiritual: la machi.
crita risa de los hombres...
La voz que funda la sacralidad: mujer.
¿Cómo no habrían de encontrarse si ambos albergan en la
Aunque pueda haber machis varones (tanto como loncos frente altiva el mismo irónico desprecio por la cobardía de
mujeres), son siempre las mujeres, sólo ellas -y esto es así los huincas? Y si cualquiera de los dos, con atronadora car-
hasta hoy en día- las que, junto con la machi, entonan los cajada, pudo haber pronunciado estas palabras:
tayil, cantos sagrados. Las que en las grandes ceremonias
cantan el kempen, el origen, el linaje, la fuerza de cada bai- Sí, os supero a todos por mi crueldad innata, crueldad que no
ha dependido de mí que desapareciera. ¿Esa es la razón por la que
larín de loncomeo. Sustentadoras de la identidad16.
os presentáis prosternados ante mi vista? (Cae una lluvia de san-
gre de mi vasto cuerpo parecido a una nube negruzca que el
No es pues, cada "cacique", un mero cabecilla, mandamás,
huracán impele hacia delante). 19
como los blancos suponían, como dan a entender sus escri-
tores cuando dicen: "la tribu de Catriel", "la tribu de
¿Cómo no habrían de entenderse si, al pasar aureolados
Mariano". Hay un mundo -otro mundo- simbólico detrás.
por un relámpago soberbio, suscitaron los dos, en la medio-
Pero ¿cómo hubieran podido verlo, nombrarlo, los observa-
cridad de las conciencias, igual condenación:
dores huincas?17 ¿Cómo hubieran podido siquiera concebir,
por ejemplo, el valor de la palabra y el canto femeninos?
La mayoría cree que un orgullo inconmensurable lo tortura,
¡Ellos, cuyas mujeres eran entonces políticamente nulas,
como otrora a Satán, y que querría equiparase a Dios.20
sexualmente oprimidas18, económicamente dependientes!
¡Ellos, hijos de una civilización cuya máxima autoridad espi-
Y cómo no habrían de abrazarse si de cualquiera de ellos,
ritual, la Iglesia, prohibió durante siglos la voz de la mujer en
el templo y en las ceremonias, y que, para reemplazar el tim- pese a todo, pudo haber dicho, quien los conociera y los
bre de esa voz, castraba perversamente a los varones! amara: ‘... estaba dotado de impulsos generosos. Y tenía el
instinto de la Justicia’21.
Calfucurá -que no fue sólo lonco en su comunidad, sino
toki, gran jefe de la guerra, reconocido por los otros loncos- ¡Ah, sí... los veo galopar, uno al lado del otro...!

Salamandra 15-16 110


TIERRA ADENTRO
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El que viene de Oriente, el Joven, que ha cruzado a nado el Y bien... desde luego que es allí donde pueden encontrar-
"Agua Grande" y que, dotado por momentos de "organismo se y conversar los dos Gigantes, hijo dilecto, el uno, de Tren-
de cisne" y obedecido por los peces, puede a su gusto trans- Tren-filú, la serpiente cuyo silbido da origen a la Montaña-
mutarse en pulpo, tiburón o anfibio... ¿no es el Hijo del Mar? que-echa-fuego; y el otro, de Kai-Kai-filú, la que habita en
el fondo de los lagos y mares y hace subir las aguas con los
Y el otro, que ha venido a recibirlo, el Viejo, llegado de
furiosos movimientos de su cola... Hijos, pues, de esas dos
Occidente, nacido más allá de los Andes en tierra de volca-
míticas serpientes araucanas que antaño, con sus luchas,
nes, Señor de las Salinas... ¿no es acaso el soberano Hijo de
dieran forma a la Tierra, ¡al fin reconciliadas!
la Tierra, o, en sus propias palabras, el Mapu-che?

Allí pueden entonces compartir en fraterna confidencia


¿Eran ellos, entonces, esos "dos hermanos misteriosos",
sus similares sentimientos y los secretos poderes en los que,
galopando por la orilla del mar...?
cada uno en su refugio respectivo, fueron iniciados.
Los habitantes de la costa habían oído relatar cosas extrañas
de esos dos personajes, que aparecían sobre la tierra en medio de ¿Y en qué idioma habrían de entenderse, sino en ese mile-
las nubes, en las épocas de grandes calamidades, cuando una nario lenguaje que incorpora, como palabras propias, la infi-
guerra pavorosa amenazaba clavar su arpón en el pecho de dos nita variedad de vibraciones, ritmos, estallidos y formas que
países enemigos, o cuando el cólera se aprestaba a lanzar el hon- constituyen la Naturaleza?
dazo de la descomposición y la muerte sobre ciudades enteras.
Los viejos ladrones de restos de naufragios fruncían el ceño afir- ¿Acaso no tienen en común, entre otras cosas, ese arte en
mando con aire grave que los dos fantasmas, con alas negras de el que los dos se destacaron cuando habitaron entre huma-
enorme envergadura, que habían observado durante los huraca- nos? Sí: al son de los "kultrunes" o de los acordes sobre el
nes, por encima de los bancos de arena, eran el genio de la tierra piano... ¡su espléndida oratoria de Gigantes! Aquélla en la
y el genio del mar, quienes paseaban su majestad por los aires que cada discurso dura siglos, ramificándose a lo largo y lo
durante las grandes calamidades de la naturaleza, estrechamen- profundo del tiempo; en la que cada oración contiene en sí
te unidos en una amistad eterna, que por su singularidad y gran- misma al infinito y con la cual, palabra tras palabra, se hace
deza ha engendrado el asombro en la infinita cadena de genera-
nacer eternamente al mundo... 24
ciones. Se decía que mientras volaban juntos como dos cóndores
de los Andes les gustaba planear trazando círculos concéntricos
¡Qué poema sublime -inaudible, ilegible, impronunciable
en las capas de la atmósfera más cercanas al sol, que se nutrían,
para la mediocridad occidental- habrán de componer enton-
en esos parajes, de las más puras esencias de la luz...22
ces en cada una de sus conversaciones!
¡Ah, por supuesto que son ellos! Imposible no reconocer-
Allí quedan hablando desde el fondo del Mito, desde el
los, cuando se nos dice igualmente - y es uno de ellos quien
fondo del Sueño: el Agua, eternamente abrasada por el
lo dice:
Fuego... el Fuego, eternamente fundiéndose en el Agua...

... no dejaban de presentarse ocasiones en que se arrepentían ... el Sol mezclado con el Mar ...
de su benevolencia incomprendida y menospreciada, e iban a
ocultarse en el fondo de los volcanes para dialogar con ese fuego
vivo que bulle en las cubas de los subterráneos, o en el fondo del En el mismo año en que murió Calfucurá, allá, del otro
mar para dejar que sus ojos descansen plácidamente en los lado del "Agua Grande", otro ser joven, nómada y rebelde
monstruos más feroces del abismo, que les parecían modelos de agitaba su furia contra la hipocresía de los "huincas", contra
dulzura comparados con los bastardos humanos. 23 el evangelio occidental:

111 Salamandra 15-16


TIERRA ADENTRO
Silvia Guiard

...Sacerdotes, profesores, maestros, os equivocáis al entregar- ¡Pero qué difícil iba a resultarle en estas latitudes su
me a la Justicia. Jamás pertenecí a este pueblo; jamás fui cristia- siniestra tarea! ¡Con qué obstinación iban a alzarse todavía
no, soy de la raza que cantaba en el suplicio; no comprendo las los altivos combatientes pampas! ¡Con qué vergonzosa
leyes, carezco de sentido moral; soy una bestia: os equivocáis..." impotencia rodaría aún ante sus pies la orgullosa "civiliza-
ción"!
"Sí, mis ojos están cerrados a vuestra luz. Soy una bestia, un
negro. Pero puedo ser salvado. Vosotros sois falsos negros, sois
maniáticos, feroces, avaros. Comerciante, eres negro; magistrado, Fue en la Navidad del 75 cuando la Confederación de tri-
eres negro; emperador, vieja comezón, eres negro: has bebido de bus, reunida nuevamente bajo la dirección de Manuel
un licor sin impuesto de la fábrica de Satán. - Este pueblo está Namuncurá, llevó adelante la más imponente de todas las
inspirado por la fiebre y el cáncer. Enfermos y viejos son tan res- invasiones, conocida como la "Blanca Grande"26 . En ella se
petables que piden ser hervidos. - Lo más astuto es abandonar alzaron los indios, en total, con 500.000 cabezas de ganado...
este continente, donde merodea la locura para proveer de rehe-
nes a estos miserables. Entro en el verdadero reino de los hijos de ... aquel espantoso desborde de salvajes ávidos de sangre y de
Cam." botín repercutió dolorosamente en la República, determinando
un intenso movimiento de opinión" (Comandante PRADO);
"¿Conozco todavía la naturaleza? ¿me conozco yo? - No más
"DURANTE CUATRO HORAS VIMOS SUCEDERSE LOS BOSQUES DE
palabras. Sepulto a los muertos en mi vientre. ¡Gritos, tambor,
LANZAS Y LOS INMENSOS ARREOS DE CABALLOS Y VACAS". (Ing.
danza, danza, danza, danza!
Alfredo Ebélot)
"¡Hambre, sed, gritos, danza, danza, danza, danza!25
Escribe Liborio Justo sobre esto:
Y sin embargo, ¿ni siquiera esta escapada imaginaria
podría prolongarse? Porque he aquí que: ¡Hazaña titánica la del indio araucano! Seguramente nunca,
sobre ningún continente, se produjo un arreo tan extraordinario!
Los blancos desembarcan. ¡El cañón! Hay que someterse al (…) ¡Y nosotros totalmente lo ignoramos! Busque el lector este
bautismo, vestirse, trabajar. hecho en cualquier libro contemporáneo a ver si lo encuentra!
Confiese si alguna vez había oído hablar de él y lo sabía.28
Entonces, ante la asfixiante perspectiva, sobreviene la pre-
gunta, urgente, desesperada del poeta: ¡Pocas imágenes, es cierto, superan en fuerza inspiradora
a ese medio millón de vacas de la oligarquía arreados hacia
‘¡Pronto! ¿Hay otras vidas?’ Tierra Adentro!

Y es allí cuando el totalitarismo occidental, con no menor Aquellos pastizales incendiados, aquellas extrañas conmo-
urgencia, le responde: ciones que producían los indios en los elementos, causando,
aún antes de la llegada del malón, el misterioso pánico de los
¡NO! ¡NO HAY OTRAS VIDAS! caballos cristianos y la disparada espontánea del ganado;
aquella enigmática comunicación entre el indio y su caballo,
Y si las hay, o las hubo, deben ser de inmediato ANIQUI- gracias a la cual, hablándole al oído a su animal, aquél huía
LADAS. inalcanzable... Todas estas imágenes que nos presentan las
luchas del instinto y de la inteligencia -indisolublemente
Y lanza su campaña, aquí y en el resto del mundo, por la
unidos- por la libertad, se tornan aún más conmovedoras si
definitiva expropiación de Tierra Adentro: la "solución final".
consideramos que, siendo entonces no más de cuatro o cinco
mil lanzas (seis o siete mil en tiempos de Calfucurá),

Salamandra 15-16 112


TIERRA ADENTRO
Silvia Guiard

detenían, a lo largo de una frontera que se extendía por dos [Llegaba] la famosa embajada de los treinta caciques más
mil kilómetros desde el Atlántico a los Andes, al Ejército y a esclarecidos de la Pampa Central, dirigidos por Huenchuquir (...)
la totalidad de las instituciones del Estado argentino. alojados en el hotel Español de la calle de las Piedras por cuenta
de la Nación y que llegaban, alto el penacho, ante el sillón del
Y aunque, a escala planetaria, el capitalismo se expandía Presidente Sarmiento, para presentarle en nombre de Callvucurá,
entonces en triunfal ofensiva, aquí, en la Pampa-Patagonia, con la diestra el acta firmada por trescientos caciques compro-
la bravura de una resistencia tres veces centenaria, le metidos a poner a saco y fuego las fronteras de Buenos Aires, y
impedía avanzar: con la izquierda el tratado de paz con la lista de pedido de
yeguas, uniformes, paños y pañetes, yerba, azúcar, tabaco, jabón
En ese período que va de 1852 a 1879 el indio aparece como y otros vicios y gollerías, condiciones y precios aplacadores para
invencible, soberbio, poderoso, lleno de recursos, dueño y señor celebrar las paces.31
de las pampas, ora negociando hábilmente, como consumado
diplomático que era, ora haciendo la guerra en el terreno que él ¡He ahí de qué manera ese Excelentísimo Presidente se vio
elige, venciendo siempre, aún después de episódicas derrotas.29 forzado a pactar con los que él consideraba "indios asquero-
sos", cómo llegó incluso a conceder grados, sueldos y unifor-
Haciendo incluso retroceder la frontera en su favor a lími- mes militares a sus caciques! Y entre ellos, el grado de
tes anteriores a 1826. General del Ejército Argentino... ¡al mismo Juan Calfucurá!
¡De modo que el apasionado difusor del darwinismo social,
Durante las presidencias de Mitre y Sarmiento la superio- reconocido apologista de la "superioridad anglosajona",
ridad del indio era tan absoluta como bochornosa la impo- tenía que conceder distinciones a esos "salvajes" a los que,
tencia de los blancos. Los indios incluso se burlaban, y solían con gusto, como él mismo declaraba, habría hecho colgar!
enviar desafíos. Así, por ejemplo, en el 77, estando en Puan Sea cual fuera el valor que estos nombramientos tenían para
el comandante Maldonado, recibió el mensaje de tres mil los indios, sin duda no sería el menor el hecho mismo de
lanceros para que "’saliera al campo si era guapo con el pri- imponerse, "alto el penacho", humillando de este modo al
mer Regimiento de Caballería’. poder que se los concedía. ¡Puesto que de hecho eran ellos,
los "bárbaros", quienes se permitían el lujo de imponer con-
La vulnerabilidad del Estado queda pintada en este hecho: diciones y cobrar tributos al Estado de los "civilizados"!
en el 71, el Congreso Nacional había sancionado una ley que
¡Tan impotente era la Nación argentina contra la arreme-
disponía el traslado del Gobierno Nacional a Villa María. Sólo
tida de las chuzas! Y cuando las cosas comenzaron a cam-
un oportuno veto presidencial salvó al presidente Sarmiento,
biar no fue por mérito propio del Estado o el Ejército. No. Así
sus ministros y a toda la administración argentina de un
como en el 72 sólo la ayuda del indio "amigo" Catriel les
oprobioso cautiverio, ¡ya que ese lugar fue arrasado por los había permitido vencer a Calfucurá, sólo podrán, a partir del
indios en esos mismos días! 30 77, inclinar la guerra a su favor, merced a esa "santísima tri-
nidad del progreso" que fueron el telégrafo, el ferrocarril y el
¡Hubiera sido interesante ver alguna vez en los manuales rémington. O sea: tecnología y capital ingleses.
escolares el dibujito de Sarmiento prisionero en los toldos! Si
no pudimos darnos ese gusto, sí podríamos al menos haber Quedaba así al desnudo cuál era, en última instancia, el
visto -si no fueran, justamente, Mitre y Sarmiento los padres enemigo contra el cual el pueblo Mapuche venía librando su
de la historia y los manuales escolares- otra estampa no titánica guerra.
menos singular:
Así llegaría, entonces, la civilización occidental a materia-
Durante esa misma presidencia: lizar aquí tardíamente el avasallamiento que había impuesto

113 Salamandra 15-16


TIERRA ADENTRO
Silvia Guiard

en otros puntos del continente en el siglo XVI, a través de los intelectual y moral" que los caracteriza, consagrarse alegre-
primeros conquistadores. Y aún cuando aquel primer y mente a describir -muy científicamente- las ruinas -todavía
gigantesco drenaje de oro americano había potenciado hasta humeantes- que ellos mismos acababan de provocar. No es
tal punto su desarrollo material y técnico, debieron de todos exageración. ¿Acaso no se entregaban con arqueológica
modos transcurrir tres siglos para que, finalmente, ese desa- pasión a descubrir y desenterrar los huesos de los indios que,
rrollo le pusiera en las manos las armas capaces de medirse unas horas antes, se acababa de asesinar? ¿No clasificaban
con una simple chuza araucana, cargada con su infinita
sus salvajes esqueletos para llenar con ellos las vitrinas de
pasión de libertad y, efectivamente, derrotarla.
los museos que acababan de fundar? Tal era entonces la
morbosa ocupación de aquellos pulcros profanadores de
Tres siglos, sí, para que sonase en esta tierra, preñada de
tumbas, que estrenaban sus títulos y galardones universita-
innúmeras miserias, la hora aciaga de los Roca. La hora de
rios. Así, por ejemplo, Estanislao Zeballos, comedor de
‘someterse al bautismo, vestirse, trabajar’.
carroña y fundador -entre otras inmundicias- de la Sociedad
Científica Argentina, podía exhibir, babeándose de orgullo,
La hora de las comunidades dispersas o pasadas a degüe-
entre sus afamadas colecciones... ¡el propio cráneo de
llo; de las mujeres y niños repartidos en servidumbre entre
Calfucurá!32
las familias "decentes"; la hora de los guerreros asesinados,
esclavizados en estancias o ingenios de la oligarquía o enca-
denados en la isla de Martín García, para morir tuberculosos Escupamos, sin dudarlo un minuto, sobre estas flagrantes
tras años de cortar adoquines. ¡Así se empedraba literalmen- evidencias de la BARBARIE BLANCA. Y, haciendo a un lado
te con su sangre la "progresista" Buenos Aires! un amargo escalofrío, hagamos nuestro el homenaje que los
indios manzaneros de Sayhueque rendían a la pedantería de
La hora de la expropiación definitiva de las tierras: repar- la ciencia cuando, reunidos cada noche en parlamento,
tidas entre los allegados al poder, regaladas o rematadas en pedían a su huésped, el Perito Francisco Moreno, que reite-
el extranjero. rase la lectura en francés del capítulo "Les Roches" de la
Mineralogía de Beudant... ¡para retorcerse a carcajadas!33 Y
¡El festín de los cuervos! volvamos los ojos a otro sitio.

Festín para la Iglesia, dispuesta siempre a conquistar las


Huyendo, inalcanzable, hasta la cordillera, desapareciendo
almas contra la muerte de los cuerpos, y a darles a los pode-
una y otra vez ante los ojos de los soldados que lo perse-
rosos el apoyo de su mitología. Pronto iba a tomar para sí la
guían... allá, en el límite con Chile, el indomable cacique
figura de uno de los nietos de Calfucurá: Ceferino
Baigorrita, con dos o tres de sus últimos compañeros, se
Namuncurá. Débil, enfermizo, nacido después de la derrota
volvía finalmente contra un enemigo numéricamente supe-
de su pueblo, domesticado por los salesianos, ordenado
sacerdote y muerto en Roma antes de cumplir dieciocho rior y "erguido sobre la montaña", "con la sangrienta pica del
años, pero después de haberse arrodillado ante el Papa. De combatiente en la mano", cobraba un alto precio por su vida
este insulso personaje, contrapuesto a su abuelo hasta en el en un último NO antes del silencio.
apodo de "Lirio de las Pampas", hizo la Iglesia local su más
perfecto candidato a santo de la argentinidad. Y aquí, en Buenos Aires, cuando pasaba encadenado hacia
su tumba de Martín García, el bravo Pincén era aplaudido
¡Siniestro festín, también, para esa segunda religión de los por una multitud que, pese al empeño de sus dirigentes, se
tiempos modernos: la ciencia! reconocía de este modo tan encadenada como él...

Ya podían finalmente los blancos, en nombre del "progre-


so del conocimiento", y haciendo honor a la "superioridad

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TIERRA ADENTRO
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Lola Kiepja había nacido nómada y libre, contemplando las Y en toda la maravillosa y dramática extensión y profun-
"invisibles cordilleras del infinito", hacedoras del viento, allá didad de su sentido, la defensa incondicional de Tierra
en Tierra del Fuego. O, para decirlo en su lengua: Karukinká. Adentro era entonces, y sigue siendo hoy -y hoy más que
Recién después del 80 se generalizó en Karukinká, por cuen- nunca- una consigna surrealista.
ta de estancieros y buscadores de oro, el sistemático exter-
minio de los onas, o, para nombrarlos en su lengua: los En Tierra Adentro podemos reencontrarnos con la mitad
selk´nam. perdida de nosotros mismos, recuperar la sombra de las
cosas y, reinventando el mundo, dar a luz la palabra.
La inhumana cacería del hombre a libra esterlina por oreja,
siendo más tarde reemplazada ésta por el testículo del indio En Tierra Adentro pueden florecer los ojos del vidente, ésos
o el seno de la india -que doblaba la cotización34-. que quisieron ser cerrados de una vez para siempre por la
mano del buscador de oro, pero que una y otra vez vuelven
Entre tantísimos otros que cayeron, fue muerto por los a abrirse para darnos el Tiempo.
blancos en el 86 el abuelo de Lola, Alakin, el más venerado
"chan-ain", "padre de la palabra" o profeta. Ya no habría, En Tierra Adentro, inmersos en la humareda de la noche,
pues, quien pudiese vislumbrar el futuro. Y pese a ello, conversan los chamanes:
todavía en 1923 se celebró en los bosques sagrados el últi-
mo ceremonial de iniciación. Y Lola estaba allí. André: -Es la más bella de las noches, la noche de los
relámpagos.
El "hain", la choza ceremonial dispuesta en forma circu-
lar sobre siete postes sagrados, simbolizaba el mundo. Su Lola: - Yo soy Nieve. Mi madre es Viento...
mundo: el de los selk´nam. Al iniciar a los jóvenes, revelán-
doles los secretos del tiempo mítico, del tiempo anterior al André: -Entre la lluvia y yo media un pacto deslumbrante
tiempo, se remontaban hasta la fundación del mundo, para y, en recuerdo de ese pacto, a veces llueve mientras el sol
fundarlo una vez más. Así, aún reducida a las peores cir- resplandece.
cunstancias -sólo dos jóvenes fueron iniciados- esta
Lola: - ... y mi marido Lluvia.
pequeña comunidad expresaba su obstinada vitalidad, su
deseo de seguir viviendo y recreando su propio sentido de
André: - Sé que siempre habrá una isla a lo lejos, mientras
la vida.
viva.

Pero ellos, sus cantos, sus juegos, sus danzas, sus másca-
Lola: - Allá, del otro lado del mar, está Jaius, la isla, donde
ras, su mundo y su tiempo ya habían sido condenados a
se elevan las montañas rocosas...
muerte por el totalitario proyecto occidental35.

André: -Lento pecho azul en donde late el corazón del


Un año después, allá en el centro mismo de expansión de
tiempo.
ese proyecto, aparecía, para combatirlo, el Primer manifiesto
surrealista. También allá una comunidad obstinadamente Lola: - ... envueltas casi siempre en la neblina...
viva en medio de un universo que se revelaba cada vez más
hostil a la vida -y que acababa de arrojar a millones de hom- André: -Esta tela blanca que canta a la vez en el aire y en
bres al campo de la muerte- proclamaba su voluntad de opo- la tierra.
ner un tajante NO al evangelio occidental para refundar la
vida en el sentido de la libertad. Lola: - Habrá que cruzar el Mar Hirviente...

115 Salamandra 15-16


TIERRA ADENTRO
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André: -Boca del cielo al mismo tiempo que de los infier- fines del XIX, derrotarlos. Profunda derrota que partiría el
nos, te prefiero así, enigmática, así capaz de llevar a las territorio en dos, deparando distinta suerte al pueblo de uno
nubes la belleza natural y de tragarlo todo. y otro lado de la nueva frontera. El despojo continúa y se
profundiza a lo largo del siglo XX. Un solo ejemplo: El
Lola: - ...y ascender la resbaladiza cordillera de las Raíces...
Carrenleufú, "río verde", al sudoeste de la actual provincia
argentina de Chubut. En sus márgenes se encuentran asen-
André: -¡Que mi pensamiento pueda hablar por ti, por las
mil gargantas de armiño en que tú te abres allá arriba cuan- tadas, a principios del siglo XX, 30 familias mapuches, agri-
do sale el sol! cultoras. De un lado del río, han levantado el rewe en la
montaña sagrada, Pillán Mahuiza. A sus espaldas, en 1939,
Lola: - ... y entonces, aún más allá, en el infinito, llegare- el gobierno licita ese territorio que es "comprado" por un
mos a Wíntek, el Este, "la matriz de todo lo que existe"... terrateniente. Tras la orden de desalojo llega la policía. Ante
el intento de resistencia, quema las siembras. Allí levantan
André: -¡Todos los caminos hacia el infinito, todas las
una comisaría para evitar cualquier intento de retorno de los
fuentes, todos los rayos parten de ti, Deria-i-Noor y Koh-i-
pobladores expulsados.
Noor, hermosa cumbre de un solo brillante que tiemblas!

Lola: - ...allá donde, en la oscuridad, se gesta el poder de En Gulumapu, a esa altura, la nueva resistencia ha comen-
los chamanes. zado. Manuel Aburto Panguilef sueña y hace soñar. Entre
1920 y 1940, este rebelde, fundador de la Federación
André: - Los pedales de la noche se mueven sin interrup- Araucana, convoca una veintena de congresos, multitudina-
ción. rias asambleas que comienzan siempre con el relato de los
sueños de los viejos. Panguilef rechaza las imposiciones
Lola: - Es la más bella de las noches, la noche de los relám- huincas: su lengua, su religión, sus leyes. Del mundo huinca,
pagos... 36
sin embargo, toma algo: la política revolucionaria.
Revolucionarios serán también los konas, guerreros, de los
Tierra Adentro, por las cordilleras del infinito, tras el oro
años 70. Muchos militan en el MIR o en el Frente Patriótico
del tiempo, cabalga la poesía.
Manuel Rodríguez. Se producen en Gulumapu grandes
Buenos Aires, 1986-2003 luchas y tomas de tierras, y serán trescientos los mapuches
asesinados o desaparecidos por la represión pinochetista. En
1979, desde los Centros Culturales se abre paso la resisten-
cia a la ley indígena de la dictadura. En los 80, de allí deri-
varán organizaciones aún hoy vigentes, como el Consejo de
EPÍLOGO: DE TIERRA ADENTRO A WALLMAPU: NUEVA RESISTENCIA MAPUCHE
Todas las Tierras, Aukiñ Wallmapu Ngulam. En los 90 la lucha
cobra nuevos bríos, y de la lucha de los jóvenes mapuches
Ahora soy yo quien está en la frontera. Ya crucé, ahora
estudiantes que se organizan en las ciudades chilenas surge
estoy de este lado. Ahora estoy en Wallmapu, territorio
la más radical de las organizaciones actuales, la
ancestral de los Mapuche. De un lado de la Pire Mahuiza,
Coordinadora de las comunidades en lucha Arauco-Malleko,
cordillera, está Puelmapu (Tierra del Este), del otro,
CAM. Mientras tanto, en las cárceles hay hoy una quincena
Gulumapu (Tierra del Oeste), pero para los Mapuche era un de presos políticos Mapuche, a los que la "democracia" chi-
mismo territorio. Conocían las vías secretas para pasar de un lena les ha aplicado la ley antiterrorista. Es duro el diagnós-
lado al otro… Robarles el secreto de esos pasos fue uno de tico de la CAM: ante la agresividad de las inversiones trans-
los factores que permitió a los Estados chileno y argentino, a nacionales (forestales, energéticas, turísticas y otras) que,

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TIERRA ADENTRO
Silvia Guiard

como parte de la refundación de las clases dominantes en la ya aprobado (aún no licitado) de seis represas sobre el río
globalización de la economía, invaden hoy el territorio Carrenleufú (o Corcovado) inundaría 11.000 hectáreas de
ancestral mapuche, se plantea, por una parte, la resistencia bosque nativo, afectando a Pillán Mahuiza y a otros pobla-
mapuche al sistema capitalista en su territorio, y por otra dores campesinos. Pero la lucha se sostiene y se expande
parte, la reconstrucción del mundo mapuche desde cada hacia los no mapuches: en el 2004 nace en Buenos Aires el
comunidad. "El exterminio de nuestro Pueblo es un hecho si Frente en Defensa del río Carrenleufú. Denuncia que el obje-
no luchamos". De ambos lados, la amenaza es igual. to de esa obra es enviar más energía a ALUAR, una procesa-
dora de aluminio que proyecta ampliar su producción, desti-
También en Puelmapu se abre paso la fuerza de los sueños. nada a la exportación. El principal accionista de ALUAR es el
Moira Millán conoce casualmente el edificio, ya abandona- grupo Santander, que ya compró en la Patagonia argentina
do, de lo que fue la comisaría sobre el Carrenleufú. En las represas de Futaleufú y El Chocón. En enero de 2005, un
sueños, toda la noche se ve en ese edificio, en medio de una centenar de activistas de distintos puntos del país participan
rueda de machis tocando el kultrun y realizando una cere- en Pillán Mahuiza del "Abrazo al río Carrenleufú". Coinciden
monia de sanación para una niña. Tras consultar con ancia- con los miembros del Frente Mapuche y Campesino. En un
nas de una comunidad vecina, y con los sobrevivientes del gran círculo, todos, mapuches y no mapuches, campesinos y
desalojo del 39, resuelve recuperar el sitio. El 28 de diciem- activistas urbanos, repiten los afafán, gritos chamánicos
bre del 99 corta el alambre y entra con sus hijos, sentando mapuches, y el grito de guerra: ¡Marichi wew!, "diez veces
resistiremos".
las bases de lo que hoy es la comunidad Pillán Mahuiza. Es
la primera recuperación realizada por warriache que vuelven
Pero hay otro grito que se levanta también en Wallmapu
a la tierra, para recrear la cultura que les fuera robada. Las
ante cada emprendimiento minero, forestal, turístico o
distancias en Puelmapu son grandes, la falta de recursos
energético, y es el "¡No pasarán!", nacido en otra guerra. Que
torna difíciles las comunicaciones. Muchos mapuches están
se alce, pues, allá del otro lado del Agua Grande, la necesa-
demasiado pauperizados o degradados por el sistema, otros
ria solidaridad de esos otros guerreros.37
han bajado los brazos. No es fácil coordinar acciones entre
los que luchan y hay también diferencias internas. ¿Cómo
Pillán Mahuiza-Buenos Aires, ene-feb 2005
puede sostenerse una lucha en tan ásperas y desiguales con-
diciones? No obstante, se sostiene. Quizás porque en su míti- SILVIA GUIARD
co origen el pueblo Mapuche nació de una catastrófica
agonía: cuando la enorme víbora Kai-Kai, airada, hacía subir NOTAS
las aguas para terminar por completo con la humanidad, y su
1. El libro de Liborio Justo fue editado con el seudónimo Quebracho
oponente Treng-Treng se empeñaba en elevar los cerros para
(Buenos Aires, Palestra, 1969) y reeditado en 2002 por ediciones
impedirlo. En esas luchas, los que tuvieron miedo quedaron
Badajo, siempre con seudónimo. Salvo expresa indicación, las citas
convertidos en piedra, los que se encolerizaron, convertidos corresponden a la última edición. El trabajo de Renaud, Lui, dont
en fieras, los lentos, murieron ahogados, volviéndose peces y nul n´écoute la voix está incluido en: Vincent BOUNOURE et al: La
otros bichos del agua. Sólo los que tuvieron suficiente civilisation surréaliste, Payot, París 1976.
paciencia, coraje y perspicacia para interpretar los signos
2. Domingo Faustino SARMIENTO: Obras Completas, t. II. Citado por
que les rodeaban, los que honraron a Treng-Treng en cere-
Liborio Justo, ob. cit., p.169 de la edición del 69. El fragmento ha
monia, pudieron sobrevivir. Esos son los Mapuche, aliados
sido suprimido en la reedición de 2002.
desde entonces con su entorno, la mapu. Los luchadores ven,
en los peligros de hoy, actualizarse el mito. A veces, literal- 3. Miguel LEÓN-PORTILLA: El reverso de la conquista, Joaquín
mente, la amenaza es el agua. Como en Ralco, un proyecto Mortiz, México, 1974.

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TIERRA ADENTRO
Silvia Guiard

4. El bando de 1815 puede resumirse así: todo aquel que no pueda dinastía de los Piedra, Buenos Aires, 1884. Existe reedición del
demostrar ante el Juez "propiedad legítima" será reputado de la Centro Editor de América Latina, Bs. As., 1981, con prólogo de
"clase sirviente"; todo "sirviente" debe mostrar ante el Juez la pape- Guillermo Magrassi.
leta de su patrón; todo "sirviente" que no tenga papeleta será repu- Ahora bien, ¿quiénes eran "estas tribus del desierto"?
tado "vago"; los "vagos" se remitirán a la capital y se someterán al Básicamente, la nación Mapuche, a quienes los españoles llama-
servicio de las armas por cinco años la primera vez. ron en Chile Araucanos, y de este lado, Pampas. En realidad, usa-
Sobre el gaucho y su relación con la propiedad, reproduce Justo ron la voz pampa para referirse indistintamente a todos los pue-
el siguiente fragmento de Juan A. García (La ciudad indiana): ‘... el blos que habitaban la región homónima (ya fueran Tehuelche del
origen del derecho de propiedad era demasiado reciente para que Norte o Mapuche).
pudiera inspirarle respeto. Lo había visto nacer de un golpe de El pueblo que se denomina a sí mismo Mapuche ("Gente de la
fuerza, distribuida la tierra, los animales y los hombres, según Tierra") habitaba inicialmente en el Centro y Sur del actual Chile,
capricho del conquistador, el favoritismo del gobernador, general- y en los valles y travesías del Sur cordillerano, de ambos lados,
mente interesado.’ Y a Juan Álvarez (Las guerras civiles argenti- dedicados a la agricultura. En 1475 detuvieron el avance del Inca
nas): ‘Frente al lema: la pampa y las vacas para todos, alzóse el Túpac Yupanqui. De allí les provino el nombre de Aucas ("rebel-
derecho de propiedad’. des"). Rechazaron igualmente al conquistador español, pero su lle-
gada y la prolongada guerra de resistencia cambiaron definitiva-
5. La historia de Miguelito, narrada en varios capítulos de Una excur- mente su forma de vida.
sión a los indios ranqueles es una buena muestra de infelicidad civi- A partir del siglo XVII, empujados por el avance español del lado
lizada: pobre, malquistado con las autoridades por su amorío con una chileno y atraídos por el ganado cimarrón que poblaba las pam-
"niña rica", forzado a un matrimonio desdichado, "desgracia" (emba- pas, se fueron extendiendo hacia el Este. Aliados, tras una lucha
raza) a su amante clandestina, y es al fin injustamente detenido. Su victoriosa, con los Tehuelche, araucanizaron a partir de entonces
historia del lado blanco de la frontera termina de este modo: ‘Volvió toda la región. En el siglo XIX hablaban el mapudugun o "lengua
otro día el escribano y me leyó la sentencia. Me condenaba a muer- de la tierra" numerosas parcialidades Mapuche -que ya habían
te; vea lo que es la justicia, mi coronel; ¡dicen que los doctores saben adoptado el caballo y fundado su economía en la ganadería- cuyos
todo! Y si saben todo, ¿cómo no habían descubierto que yo no era el nombres dependían -y dependen hasta hoy- de la ubicación
asesino del juez, aunque lo hubiera confesado? ¡Y muchos que des- geográfica o de algún elemento del contexto natural. Entre otras
pués de la patriada de Caseros, no hablan sino de la Constitución!
parcialidades, pueden nombrarse: los Rancülche o "Gente de los
Será cosa muy buena. Pero los pobres somos siempre pobres, y el hilo
totorales" (conocidos como Ranqueles), los Picunche o "Gente del
se corta por lo más delgado.
Norte", Pehuenche o "Gente de los pehuenes (araucarias)",
Si el juez me hubiera muerto a mí en de veras, ¿a que no lo habrían
Huilliche o "Gente del Sur", Moluche o "Gente del Oeste" (del lado
mandado matar?’ (Cap. XXIX)
chileno) y los Puelche o "Gente del Este". Se llamó Manzaneros a
los Huilliche que establecieron el Superior Gobierno de las
6. Los tres fragmentos citados pertenecen -por orden de aparición-
Manzanas (al que adhirieron también Tehuelches), y Salineros a
a los capítulos XXXIV y XXVIII de la 1ª parte y al capítulo IV de la 2ª
aquéllos que establecieron en Salinas Grandes (en la Pampa cen-
parte de Una excursión... Al cacique Mariano Rosas se lo conocía
tral) el Cacicazgo de las Salinas.
como tal desde que, capturado por los blancos en su juventud, había
sido llevado como rehén y peón a la estancia de Rosas, que le dio su
10. Mapuche, nacido al Oeste de la cordillera de los Andes meridio-
nombre. Escapó en cuanto pudo de casa de su "padrino" y volvió con
nales, Calfucurá pertenecía a la parcialidad Huilliche-Pehuenche.
los suyos. Su nombre ranquel era Paguitruz-Güor ("Zorro cazador de
Poseía la piedra azul que, según una leyenda, lo señalaba como un
avestruces").
gran jefe, un elegido. Ya en 1835 se encuentra en Salinas Grandes
7. André BRETON: Manifiesto del surrealismo, 1924. y ha establecido la primera Confederación. Sella su correspondencia
oficial: General Juan Calfucurá. Salinas Grandes.
8. Citado por L. JUSTO, ob. cit., p. 256. Es Magrassi quien, en el prólogo al libro de Zeballos (ver nota 9)
describe los rasgos mágicos de la personalidad de Calfucurá, con-
9. Así se expresaba Bartolomé Mitre en un parte oficial del 55, signando como fuente principal un trabajo de Miguel Ángel
citado en el cap. 16 de: Estanislao ZEBALLOS, Callvucurá y la PALERMO: Mesianismos y milenarismos en Pampa y Patagonia.

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TIERRA ADENTRO
Silvia Guiard

11. Maurice BLANCHOT: Sade y Lautréamont, Ediciones del significa sobre todo, valores. (...) El che está en permanente cons-
Mediodía, Buenos Aires, 1977, p.188. trucción, pero así también está en constante riesgo de perderse.’
(J.Quidel y F. Jineo)
12. E. ZEBALLOS. ob. cit., cap. 8. Ahora sí puedo acercar al fragmento de Lautréamont antes citado
este testimonio que nos brinda Charles Darwin en Viaje de un natu-
13. Esta actitud no era exclusiva de Calfucurá, sino general en los ralista alrededor del mundo, citado por Justo (p. 178), sobre la acti-
suyos. Esto escribía el general Ignacio Fotheringham en Vida de un tud de unos mensajeros Mapuche tomados prisioneros: ‘ ... los tres
soldado, t. 1: ‘Venían a renovar tratados, o celebrar convenios cómo- sobrevivientes poseían preciosos informes: para amedrentarlos se les
dos con el jefe de la frontera y con aire de vencedores, de Atilas de puso en línea. Se interrogó a los dos primeros, que se limitaron a
la Pampa, entraban al escritorio y se ponían a fumar, mientras el contestar: 'no sé' y se los fusiló enseguida, uno después de otro. El
lenguaraz, un badulaque que se daba importancia excepcional, tercero respondió: No sé. Pero después agregó: Tiren, soy un hom-
explicaba en tono pomposo el motivo de la visita. Siempre celebra- bre; ¡sé morir!'.
ban parlamento con el lenguaraz, por más que el cacique hablase
mejor el castellano que el tal intérprete: pero hubiera sido asunto 16. ‘Y es común también presenciar cómo los ancianos se emocio-
`infradignita´ de parte de la majestad pampeana, hablar en un len- nan al oír su propio këmpéñ entonado por el coro femenino’, escribe
guaje que odiaban, con un representante de un gobierno que des- la etnomusicóloga María Mendizábal en un trabajo de Isabel Pereda
preciaban. Ya les he dicho que sus tratos eran de potencia a poten- y Elena Perrotta dedicado al análisis del Nguillatún y editado con el
cia. De potencia Superior a potencia Inferior. Nosotros, ¡la inferior! auspicio de la SAA (Junta de hermanos de sangre, Bs. As.,1994)
¿No se mueren de rabia?" Citado por Justo, ob. cit., p. 218 (El subra-
yado es de Justo). 17. Yo obtengo esta información de Ignacio Prafil y de un curso
organizado por el Equipo de Educación Mapuche en 2002 cuyos
14. Citado por JUSTO, ob. cit., p. 205. docentes fueron: Fresia Mellico, Miriam Álvarez y el maravilloso
vlcantufe (cantor) Héctor Painén, conocido como Curruwenxu.
15. Conde de LAUTRÉAMONT: Cantos de Maldoror. Incluido en Obras
completas, Argonauta, Barcelona, 1979 (traducción de Aldo 18. Vale la pena recalcar el contraste entre la situación de la mujer
Pellegrini). blanca hispana a mediados del XIX con el grado de disponibilidad de
Se impone aquí una aclaración. A diferencia de Maldoror, los sí mismas que implica la afirmación de Miguelito: ‘Aquí la mujer
Mapuche sí vuelven los ojos "a lo alto". Pero cuando lo hacen, no soltera hace lo que quiere’. No dice: el hombre hace con ellas lo que
encuentran allí en Wenu Mapu, la "Tierra de Arriba", a ese Padre quiere. Dice: ellas hacen lo que quieren. Y esto, con la aceptación
general y el aval de la autoridad política. ‘Ya verá lo que le dice
hipertrofiado y despótico al que se enfrenta Maldoror, y cuyo poder
Mariano de las chinas y cautivas, de sus mismas hijas’. Semejante
aparece tan vinculado al del pater familias, el patrón, el Estado. No.
disponibilidad -aún considerando que la situación cambiaba des-
En Wenu Mapu no hay un solo principio, sino cuatro a quienes invo-
pués del matrimonio- no la tenía ciertamente la mujer blanca en ese
car: Wenu Mapu Kuse, Wenu Mapu Fvra, Wenu Mapu Ulcake Zomo,
tiempo. ¿Y la tuvo después?
Wenu Mapu Weceke Wenxu. Esto es: Anciana del Cielo, Anciano del
En un país como Argentina, en el que el aborto sigue siendo ilegal y
Cielo, Joven Mujer del Cielo, Joven Hombre del Cielo. (Información las políticas públicas siguen restringiendo la educación sexual y el
aportada por Ignacio Coike Prafil, de la comunidad de Anekón acceso a anticonceptivos, hay que reconocer que, por más que los
Grande, en 1999). Y cuando vuelven los ojos a lo alto, o en torno, grupos más favorecidos económica y culturalmente hayan alcanza-
hacia los cuatro puntos cardinales, no lo hacen para sentirse teme- do mayor libertad en el disfrute de su sexualidad, no es esto lo que
rosos y empequeñecidos ante un poder exterior que se les impone, tiende a generalizarse. Como decía Miguelito, las pobres siguen
sino para sentirse parte del entretejido de newen, fuerzas, que, cons- siendo pobres y ‘el hilo se corta por lo más delgado’. Así es como en
este inicio del siglo XXI, el brutal incremento de la miseria viene
teladas y hermanadas en su multiplicidad, echan a rodar la vida en
dramáticamente acompañado del aumento de embarazos precoces,
Waj Mapu, el universo. Así captan y fundan el propio newen, la pro-
madres-niñas, mujeres infectadas de HIV y prostitución. No, aquí la
pia fuerza. Ese newen es, por otra parte, sólo uno de los aspectos del mujer soltera no "hace lo que quiere", salvo al precio de dolorosas
che, la persona, que no es algo dado, sino una compleja construc- consecuencias. ¡Pero esto es la civilización, como dijo Sarmiento,
ción. ‘(...) el che no es el centro del waj mapu, es un componente ‘providencial y útil, sublime y grande’!
más de la red de seres vivos que conforman el püji mapu. El ser Lo que sorprende es que Miguelito incluya en su afirmación a las
humano está llamado a hacerse persona en plenitud, y esa plenitud cautivas. ¿Cautivas, entonces? ¿O liberadas? Es innegable que, inde-

119 Salamandra 15-16


TIERRA ADENTRO
Silvia Guiard

pendientemente del trato recibido en una u otra comunidad, estas Alfredo Namuncurá (nieto de Calfucurá), recogido por Berta Koessler
blancas cautivas eran, ya por el solo hecho de ser arrebatadas como Ilg en San Martín de los Andes y reproducido en su libro Cuentan los
botín de guerra, víctimas de una violencia. Pero esto, por cierto, no Araucanos, Espasa-Calpe, Buenos Aires, 1954.
en mayor grado que las indias raptadas y violadas por los blancos.
De los padecimientos de las indias no nos hablan la historia ni la 25. Arthur RIMBAUD: Sangre mala, en: Una temporada en el
literatura oficial, de las "atrocidades" cometidas por los indios sobre
infierno.
las cautivas nos hablan demasiado (empezando por el Martín
Fierro). Ahora, para compensar, vale la pena leer este fragmento del
26. Los indios planearon la invasión adelantándose a un plan tra-
libro de A. D´Orbigny, Viaje a la América Meridional: ‘Estos indios
poseían numerosos niños y mujeres de raza blanca cautivos, prove- zado por el Ministro de Guerra, del que se enteraron porque los dia-
nientes de invasiones anteriores al territorio de los cristianos y en rios de Buenos Aires llegaban a las tolderías de La Pampa.
las cuales sólo matan a los varones adultos. Intentamos rescatar a
esos prisioneros al precio de algunas yeguas, moneda empleada de 27. Citados por L. JUSTO, p. 229 y 203.
ordinario en esa clase de intercambios; pero la cosa no fue sin difi-
cultad y, lo que es más notable, la oposición provenía de las mismas 28. Ob. cit., p. 229.
cautivas, muy apegadas a sus amos indios. Cuando la expedición del
coronel Rauch contra las tribus del Sur, numerosas mujeres blancas 29. Comandante PRADO: La guerra al malón, citado por Orlando M.
que rescató huyeron para volver a los indios. Durante las marchas PUNZI en: Historia del desierto, Corregidor, Buenos Aires, 1986, p. 39.
nocturnas se arrojaban de las grupas de los caballos, donde se las
llevaban los soldados, y se salvaban a favor de las tinieblas.’ (Citado
30. Hecho reseñado por L. JUSTO, ob. cit, p. 219.
por Justo en la p. 182, el subrayado es suyo).

19. Lautréamont: Cantos de Maldoror. 31. Artículo de un diario de Buenos Aires, reproducido en un folle-
to del coronel Ramayón (Sobre la justicia de una recompensa), que
20. Ídem. Justo cita en la p. 226.

21. Así se expresaba sobre Calfucurá el cautivo francés a quien le 32. No fueron los de Calfucurá los únicos huesos con nombre y ape-
salvó la vida y que fue luego su secretario, André Guinnard, en su
llido llevados a los museos. Corrieron la misma suerte, entre otros,
libro Tres años de esclavitud entre los patagones (citado por Luis
los tehuelches Orkeke, Sam Slick, el cacique Sapo, su señora y su
Franco en: Los grandes caciques de la pampa, Candil, Buenos Aires,
perro, llevados al Museo de Ciencias Naturales de La Plata.
1967).
Tras su rendición en el 84, los Tehuelches Manzaneros Inacayal y
22. Lautréamont: Cantos de Maldoror. Foyel fueron trasladados con su gente a Buenos Aires. En cuanto lle-
garon, mujeres y niños fueron repartidos en servidumbre a las fami-
23. Ídem. lias que los solicitaron. Los hombres fueron enviados al penal de
Martín García, y ambos jefes quedaron en el Tigre por un año. El
24. La oratoria Mapuche merecería una investigación aparte. Para perito Francisco P. Moreno, que había sido su huésped en la
dar aquí sólo una idea de su importancia, de su desmesura, mencio- Patagonia, los "alojó" entonces en el Museo de La Plata -que él
naré algunos ejemplos. Uno, la sorpresa del perito Moreno cuando mismo acababa de fundar. Clemente Onelli cuenta cómo, en el 88,
presenció la llegada al País de las Manzanas de un Mapuche de sintiéndose morir, Inacayal salió al jardín, se arrancó la ropa huin-
Chile: los discursos de presentación se remontaron a la historia de ca, saludó al Sol e hizo un largo saludo hacia el Sur, hablando en su
los antepasados respectivos y de hechos vividos en común: duraron lengua. Murió esa misma noche. ¿Y su cuerpo? ¿Recibió acaso lo
un día y medio. Recién después se pasó a tratar el objeto de la visi- que la "gente decente" llama "cristiana sepultura”?
ta, que era comercial. Y otro más: ‘Se celebraron dos grandes weipi- En el Clarín del 20/02/1990 se leía un artículo firmado por Paula
nes (parlamentos) con discursos tan famosos como largos y que aún Lugones que daba cuenta del reclamo presentado por el Centro
conservo en la memoria porque mi bisabuelo estuvo allí (...) y me los Indio Mapuche Tehuelche exigiendo la devolución de los restos del
transmitió a mí, como lo haré a mi vez con mis hijos, tal como debe cacique Inacayal, que durante más de un siglo permanecieron como
hacerse siempre.’ Así concluía, en el siglo XX, un relato oral de parte del Archivo del Museo. ‘Las autoridades del Museo no preci-

Salamandra 15-16 120


TIERRA ADENTRO
Silvia Guiard

san qué restos hay en el sótano del edificio, pero se estima que está las almas y las meta en frascos y papeles. Cuando vacíe nuestro
el cerebro del cacique en formol, su cuero cabelludo y estructura cuerpo, lo parta en dos, como hizo con el chelcura, que nunca va a
ósea’. Se informa también en el artículo que en julio de 1989 un ser entero y tiene que andar de noche sin la cabeza? (...) Dejen que
descendiente de Pincén reclamó el cráneo de su bisabuelo, junto lo matemos, si no, nos va a matar él a nosotros. ¿O quieren quedar
con el de Calfucurá, Indio Brujo y Chipitruz. Esas devoluciones vivos y al mismo tiempo ser finados, desalmados? (...) ¿Saben que ya
recién se concretaron (¿todas?) en el último lustro del siglo XX. no queda chenque, con huesos o no, que no lo haya revuelto, que
no lo haya saqueado, robando los huesos y todo? ¿Saben que en
33. No todas las reacciones ante la presencia del Perito Moreno Buenos Aires hay cientos y cientos de cabezas y esqueletos que ha
eran tan jocosas. Ocurrió que cuando Moreno (Melingué, "Cuatro mandado, y que todavía hay muchos más que tiene escondidos para
ojos", lo apodaban los indios a causa de sus anteojos) llegó a la tol- mandarlos después?’
dería se rompió un chelcura -piedra antropomorfa de función pro- ¿Se equivocaba acaso, en lo más mínimo, Chacayal?
tectora-, desapareciendo su cabeza. Este mal presagio despertó sus-
picacias y hubo un parlamento a orilla del Quemquemtreu en el que 34. También numerosos Tehuelche y Mapuche fueron cazados por
algunos -Chacayal, entre ellos- proponían matarlo. El hijo de uno de aventureros de la Patagonia cuando, tras la derrota de las tribus,
los asistentes a este parlamento, que recordaba palabra por palabra insistían en "molestar" a los estancieros y sus ovejas.
las intervenciones, se las transmitió a mediados del siglo XX a Berta
Koessler-Ilg, quien incluyó el texto en el Tomo I de sus Tradiciones 35. La última mujer selk'nam, Ángela Loij, murió en 1974. Ver Anne
Araucanas con el título Por qué don Francisco debió haber muerto. CHAPMANN: Los selk'nam. La vida de los onas, , Emecé, Buenos Aires,
1986.
‘¿En qué faltó el intruso? Almas quiere robar. ¿Para qué junta tanta
víbora, tanta lagartija, tanto sapo, el intruso; todos esos bichos que
36. Las palabras atribuidas a André Breton están tomadas de diver-
nadan, que corren, que se arrastran? Todo lo que vive en la pire
sos poemas y libros suyos. Las de Lola Kiepja que aparecen entreco-
mahuida lo mete en botellas, les quita el aire, los encierra, y así los
milladas son palabras textuales suyas reproducidas por Anne
mata. ¿Para qué? Solamente necesita sus almas, sus espíritus, cuan-
Chapmann en la obra citada; las otras son recreaciones de la infor-
do vuelva a su f'ta uaría (ciudad grande) donde lo esperan sus amos
mación que recibió de ella Chapmann sobre la cosmovisión de los
al ladrón de almas. (...) ¡Qué pobres han de ser, qué miserables, las
selk'nam. La mítica isla Jaius es la actualmente llamada Isla de los
almas de los huinca que tienen que embotellar, que necesitan Estados.
esconder las almas de los animales y las plantas, para que no se les
escapen cuando las necesitan! Pero, solamente un brujo sabe aga- 37. Contacto con la comunidad Pillán Mahuiza:
rrar y guardar las almas. Entonces: ¿qué dicen ustedes? Y con toda Tlf: (0054) 2945-1569 2319
seguridad, eran pruebas nomás. Nuestras almas tiene que agarrar Frente en defensa del río Carrenleufú. rioslibres@riseup.net
después, nuestros espíritus. ¿Y qué vamos a hacer cuando nos robe Boletín electrónico de la CAM: www.weftun.cjb.net

121 Salamandra 15-16


poesía

P oemas
Julio Monteverde

EL GRAN GOLPE

El cometa del espanto pasando entre nosotros,


para explicar que la luz es la verdadera sangre,
que su puñal se abre paso en las entrañas,
y que en sus labios abiertos gira un río interminable.

Pues ahora, para nosotros, la muerte es una piedra que hay que lanzar.

EL DOBLE

La imagen más profunda,


en el cáliz de sombra.
Espejo para las llamas del silencio
en el sueño del nombre.

LA PIEL DE LO SOÑADO (SÚCUBO)


Presencia de lo informe,
o ladrón que, en las regiones oscuras del alma,
En los pequeños cambios,
destila el alcohol de la muerte
las estrellas del día
para alimentar su propia sombra.
arrastrando el firmamento de la sombra.

Al seguir los pasos en la nieve


pequeñas manchas de sangre marcaban el camino.

Ella era una mujer en mi sueño.


Y la semilla mágica llegaba entre sus labios,
sembrando un campo de amapolas en la noche.

Salamandra 15-16 122


POEMAS
Julio Monteverde

poesía
LA MÚSICA ANTIGUA

Las rosas, su caricia sobre el rostro.


Los días y el humo, ascendiendo blanco en el asombro.

Al mirar la tierra emerge la canción de lo real


(los cuerpos están unidos a ella por el ritmo).

Una ola de frío pasa entonces.


Y sobre ella la esperanza siembra su aliento
como un relámpago para el fin de todas las cosas.

PEQUEÑO COFRE

La estrella de la mañana.
El fuego blanco.
Ahora que el día y la noche no son más que
cambios en la intensidad de la luz.

El árbol de oro se mece sobre los hombros.

Y en el punto sin retorno del sueño


se abren mil ventanas a la luz del abandono. EL REINO DE OBSIDIANA

Caballos salvajes del tiempo,


en la furia de nubes de fuego.
(Los ojos de los hombres ya apagados,
como piedras blancas en la cuenca de lo oscuro).

Entonces se hizo pública la desaparición de los colores.


Mientras en tu sueño yo cruzaba un bosque de piedra,
solo y guiado por la luz roja de mi hastío.

JULIO MONTEVERDE

123 Salamandra 15-16


poesía

P oemas
Javier Gálvez

Al fulgor de tu amor
le suceden el secreto de la metalurgia

y los grandes derretimientos de la moral pagana. No compartir


la hormiga que te hurga el ojo.
Y toda esperanza

es un suicidio de amapola Y aún,


atravesada de raíles, ariscamente,
y toda libertad amar todas tus grietas,
una esperanza de suicidio, amar la oreja pujante de tu insomnio
bello remordimiento. atascado en su incapacidad de ser,

en su pereza de desgarro petrolífero,


Atolondran, y qué placer, en su letargo tórrido de mosca
estos remolinos de suicidio que punza
que circulan de improviso
y rebuzna
por cada hueco de nostalgia.
con la boca torcida

un amor de araña carcomida,


Suicidio en bruma de traca
un amor rígido como un cuajo.
punzando el estómago,
demasiado abierto el pescuezo.

La risa se trastabilla, la tontita,


y quédase quietecita,
pegada a la ventana,
como si la muerte no supiera
o no quisiera.

Salamandra 15-16 124


POEMAS
Javier Gálvez

poesía
Haces crecer el musgo por el que me desnudo,
irremediable dulzura berenjena,
y me acorazono a tu costado,
hinmensa cartografía de los placeres eólicos.

Haces crecer el huracán


Amor de sexo a sexo
que me despoja de todo odio
chorreando frenéticos fulgores
cuajado en el espinazo insoluble
entre escombros de humo y sangre,
de esta desesperación de risa.
entre licuadas pelambres de ruidosas nueces.

Haces beberme en lo afilado limpio de tu labio,


Lunas hinchadas y pintarrajeadas
en el rugoso sopor de tu costura
milagrosamente con el betún
que se desmenuza en la desmesura de la arruga.
espumoso del clamor de los cuerpos,
de la gota de sudor mezclada al mal aliento,
Relámpago fortuito,
y su erecta ortiga de calor,
amarilleas la descendencia de las piedras porosas.
Sigilosa ranura,
del mar mil veces mutilado por el sol.
te enredas en mi pestaña
y agilizas la rotación de mi memoria inmóvil.
Caracola de tersa oquedad,
de tu espiral, roja hélice,
surge la dentellada delirante de tu sexo verde,
que ya no me queja.

JAVIER GÁLVEZ

125 Salamandra 15-16


LUGARES POÉTICOS
Bruno Jacobs

L ugares poéticos
Bruno Jacobs

Nada queda al individuo. El yo ofrece esta extraña


propiedad de ser tanto hermético como poroso.
Paul Nougé

El hombre poroso, al contrario del alienado y hiperactivo


¿ Cuáles son los paisajes que nos han formado a cada uno
de nosotros? de nuestros días, medita, aspira más a penetrar, dejarse
impregnar por el mundo mudo, que a mandar y subyugar.
¿Qué exigimos de un lugar?

La lenta seriedad y la intimidad de ciertos lugares, de cier- Se ha dicho que uno de los rasgos esenciales de la poesía
tos objetos y de la naturaleza -lo que por cierto no excluye es la condensación. ¿Y no es esto precisamente lo que perci-
fuertes dosis de un humor a menudo bastante apagado- se bimos en determinados lugares con los que, de alguna mane-
transforman en una especie de silencio contrario, tal vez de ra, sentimos que tenemos ciertos puntos de contacto, que
insulto, a lo espectacular, a lo superficial mediático y al parecen referirse a aspectos más o menos inconscientes?
entretenimiento rápido.
Hay aquí perspectivas poéticas que sabemos que implican
La soledad y al mismo tiempo el aura de las cosas y la también valores más o menos desconcertantes, y que nos
"metafísica" del mundo material son un fenómeno que tiene hacen mirar según puntos de vistas transformados, o con
la tendencia de generalizarse cuando le prestamos atención, ojos de piedra, de madera o de agua.
como si tal fenómeno y una cierta dimensión atemporal fue-
ran partes integrales. Es un tipo de densidad que reconocemos o presentimos en
nuestros sueños, donde las afueras o los paisajes pueden ser
Una de las tareas críticas más importantes y mas fecun- sentidos de modo muy intenso. Lo mismo sucede muchas
veces con los sitios que recordamos o creemos recordar, y no
das, hoy en día, tal vez sea colocar esta "inmediatez" y su
menos con los lugares de nuestra niñez o que se han visto
experiencia en contra de lo cultural y lo que podríamos lla-
afectados por el sentido infantil.
mar su distanciamiento o artificialidad. La vida de lo inorgá-
nico, la presencia, el misterio o lo "vacío lleno" de las cosas Pueden ser más o menos ilusorios y deformados, pero
poseen una función subversiva altamente saludable -un encontramos de vez en cuando correspondencias concretas
excelente punto de partida-. en el ahora, en la realidad, objetivamente por así decirlo.

Salamandra 15-16 126


LUGARES POÉTICOS
Bruno Jacobs

Se trata de una poesía evidente, "sabia", física, sensual y Hay también lugares -a menudo insignificantes- que tie-
por lo general quieta que sobrepasa el poema para invadirnos. nen una calidad poética a causa de un cierto ambiente, de
una cierta dimensión enigmática o de un carácter especial-
¿Cuanta más condensación más poesía? mente inquietante. Puede ser sitios desiertos, lo que podría
ser definido como "lugares metafísicos"2, o espacios que
Un desierto de arena o la superficie del mar -por no simplemente son extraordinarios, muchas veces más de un
mencionar el cielo- tal vez están entre los espacios más modo sutil que explícito.
poéticos precisamente a causa de su poderosa sencillez.
Ciertos sitios remotos guardan una cierta energía poética
a causa de sus particularidades geográficas, como Iceberg
Se dice que, horrorizados cuando la oscuridad cayó, andaron hacia
Alley al oeste de Groenlandia y otros muchos que no necesi-
la puesta del sol creyendo que la luz del día nunca iba a regresar.
to nombrar, a pesar del hecho de que su lado difuso, y por lo
- Statius, Thebaid IV, 282.
tanto su fuerza imaginativa, ha sido alterado por su prove-
Este antiguo mito sobre la espantosa soledad de los pri- choso valor mediático.
meros hombres en el mundo actualiza el hecho de que la
belleza y un cierto tipo de poesía vinculada con el tiempo y Otros obtienen su carácter poético del contraste o conflic-
el espacio, como la que está activada precisamente por las to que originan: ruinas en la naturaleza, o la naturaleza
puestas de sol, puede también ser asociada al terror y la cuando crece salvaje en el medio urbano como en muchos
angustia, esas fuerzas motrices de la existencia. lugares "sin valor" de las ciudades3.

Tenemos así, para empezar, las grandes experiencias del También esos espacios naturales poetizados imperceptible
pasado. o fundamentalmente por el hombre tras un detalle o una
determinada intervención. Se trata en principio de sitios
Ciertos lugares antiguos pueden ser percibidos como poé- como Lascaux o Altamira, de una belleza que parece acre-
ticos por razones culturales, o más bien a causa de referen- centarse por su gran antiguedad, o aún mejor, esas pinturas
cias particulares de carácter poético, como si estas contami- en rocas secretas y bastante discretas en el norte de
naran un lugar que de lo contrario sería poco notable. Puede Australia. Pues a diferencia de las pinturas de las cuevas
prehistóricas de Europa y de las Américas que al menos en
tratarse a veces de una combinación de ambos aspectos.
parte siguen siendo indescifrables, todavía existen relaciones
Dodona en la Grecia antigua con sus temblorosos robles ora-
vivas de ciertos grupos aborígenes australianos con las anti-
culares o los zigurats de Persia y sus conexiones con el fir-
guas pinturas sagradas, considerablemente menos naturalis-
mamento, o la también antigua y después medieval geo-
tas, que están tan armónicamente dispersadas por la natu-
grafía sideral -importantes edificios, templos, catedrales o
raleza, a menudo en descampados.
caminos que estaban dispuestos según el molde del cielo
estrellado o de la Vía Láctea, como era el caso de la ruta a
Otros tienen un carácter poético más oculto que queda
Compostela1. revelado o acentuado por medio de la meditación lírica, la
proyección subjetiva o una interpretación intensiva y con-
Y hoy, quizás esos desnudos y prosaicos céspedes de aero- centrada4.
puertos entre las pistas de aterrizaje -a su manera un reflejo
de nuestro pobre tiempo-, siempre los mismos en todo el Y por fin todos esos lugares que obtienen su dimensión
mundo y como en una suerte de contacto mudo entre ellos. poética por medio de una serie de sugerencias; o que más

127 Salamandra 15-16


LUGARES POÉTICOS
Bruno Jacobs

bien provocan, ponen en escena o revelan correspondencias alfombra de pinochas. Hay solamente unos senderos y un
en las rocas, la vegetación, el agua, el aire y la luz que los número muy reducido de casitas concentradas en dos lugares.
envuelve. E incluso lugares que son como analogías físicas,
materializaciones en el espacio y el tiempo de una idea, un Bajo el acantilado, en un área de un par de centenares de
concepto o tal vez de aspectos de nuestra vida mental. metros, se puede ver lo siguiente, grabado en la roca como
en un tiempo fijado:
Investiguemos esas hipótesis y quizás otras, como esos
lugares que se vuelven poéticos por casualidad, a veces sólo El agua de arriba - El cielo estrellado o la Vía Láctea.
por un instante en ciertas circunstancias, en un espacio de
tiempo distinto en el día o el año, tal vez únicamente en un
tipo de tiempo extraordinario; o cuando se muestran de
repente despojados de seres humanos como si estuvieran
fuera del tiempo y del espacio convencionales; o quizás lo
contrario, como cristalizaciones en medio de lo más habitual
o de lo más escaso.

Tales lugares pueden a veces divisarse todavía en la oscu-


ridad, en espacios que se presienten en lo oscuro, en inters-
ticios entre el conocimiento racional y la antigua concepción
que pretende que lo que no se ve tampoco existe o apenas
existe, por lo tanto en una cierta falta o ausencia que llega
a ser poética.

Queda ante todo la imprevista cosa en sí misma.

Entre el agua de arriba y el agua de abajo


Un lugar analógico.

La pequeña isla de Mörtö en el archipiélago de Estocolmo El agua de abajo - Olas de piedra.


(59°10 N, 18°35 O, 3 km de largo y unos centenares de
metros de anchura) es un lugar que llegó a tener para mí una
gran fuerza poética, probablemente por su disposición parti-
cularmente armónica, tras la investigación paralela efectua-
da por varios miembros del Grupo Surrealista de Estocolmo
durante aproximadamente cinco horas de errancia y concen-
tración solitaria. La isla es más accidentada que las otras, y
está conformada sobre todo por bosques comunes de pinos,
abetos y abedules con subvegetación, peñas de varios tipos y
acantilados, una caleta desierta, un pequeño lago de agua
estancada como de herrumbre, un pantano y densas arbole-
das de olmos jóvenes y de abetos bajos con su silenciosa

Salamandra 15-16 128


LUGARES POÉTICOS
Bruno Jacobs

Entre los dos - Una puesta de sol estilo Edvard Munch En el bosque de símbolos
en la peña. En el fondo una especie de tenedor o pararrayo como para
tirar del cielo hasta el suelo. En la parte inferior de la ima-
gen, un mango como para levantar la tierra. En el medio dos
troncos de árboles caídos forman el signo de lo desconocido
o, mejor aún, del misterio: X. Entre el cielo, el mar y la tierra.

Un relámpago, desde luego también de piedra.

La memoria de la memoria de las olas


La salina Tres Amigos, San Fernando (Cádiz), está situada
a lo largo de la carretera, entre otras muchas parecidas y

129 Salamandra 15-16


LUGARES POÉTICOS
Bruno Jacobs

también abandonadas que cubren un espacio considerable NOTAS


alrededor de la Bahía de Cádiz. El Atlántico puede adivinar-
1. Guy René DOUMAYROU: La geografía sideral, (Paris 1976); en
se en el horizonte, detrás de los largos estanques de aguas
Salamandra 10, Madrid 1999.
estancadas, anchos espejos silenciosos reflejando las nubes
bajas. A la derecha, el río con riberas negras de fango en 2. Bruno JACOBS: La presencia del vacío; en Salamandra 13-14,
2003/04.

3. O atoposis. El Grupo Surrealista de Estocolmo se aplicó en los


años 90 a la investigación y el estudio de varios tipos de lugares
"sin valor"; sobre este tema, ver en Salamandra 10 una recopilación
de textos psicogeográficos del Grupo de Estocolmo, El lugar revisi-
tado. Ver también Miguel P. CORRALES: Cerámicas, atuneras y
minas cúpricas Salamandra 8/9, 1997-98, y José Manuel ROJO:
Ruido de cadenas: el sentimiento gótico en la arqueología industrial
Salamandra 10, 1999, y en el mismo número ¡Más realidad!
Emblemas de la magia cotidiana.

4. Por ejemplo Eugenio CASTRO: En la montaña del Torca, Sésamo


multiplicado, Ediciones de la Torre Magnética, Madrid, 1997. O las
bajamar y miles de pequeños cangrejos que corren espanta-
interpretaciones de una isla en el archipiélago de Estocolmo duran-
dos. El peculiar magnetismo, y la honda significación del te un día sobre el terreno en 1999 por miembros del grupo surrea-
lugar, siguen siendo todavía hoy sumamente misteriosos lista local, una experiencia memorable que, por cierto, fue muy
para mí. Y la memoria de esta sal antigua, más que sus inquietante para dos de los participantes.
imperceptibles restos, me recuerda las palabras del poeta
francés René Char que una cierta noche, medio año antes,
me habían inspirado un poético objeto de sueño:

El hombre que lleva la evidencia sobre sus hombros.


Guarda la memoria de las olas en los depósitos de sal.

Bruno Jacobs

Salamandra 15-16 130


GARRAF
Manuel Crespo

G arraf
Manuel Crespo

No cesa la poesía de la tierra jamás.


Keats

No permitamos que nos sustraigan la parte de la naturaleza que contenemos.


No perdamos ni un estambre de ella, no cedamos ni un guijo de su agua.
René Char

E s verificable una crisis de la mirada, del órgano quizás


más apto para agrandar la franja de lo verdadero y des-
pertar a lo yacente; su banalización, que a medida que ha ido
Esa apatía es cara a la corriente social que acepta lo dado
como lo mejor posible. No en vano, se ha implantado en la
psique occidental un discurso pesimista según el cual somos
proliferando la oferta de imágenes y éstas perdieron sustan- epígonos, moradores de una era terminal, los ojos bien abier-
cia y gravedad, ha sufrido el progresivo adelgazamiento del tos a los desastres provocados por la tecnología y una tierra
ángulo de lo perceptible, hasta llegar a la planitud carac- vengativa, y cerrados para la contemplación amorosa de las
iluminaciones que advienen a diario y que tienen un poder
terística de lo visible actual, cuando es escasa la relación de
convulsivo. La "magia cotidiana" de la que habló Breton.
la pupila con el horizonte, debido a que muchas sensaciones
están ya diferidas y son vividas por delegación desde el
No obstante, si alguna de las actividades humanas man-
sillón de espectador que ha sido asignado a cada cual
tiene todavía intacto todo su prestigio y atesora en ella el
-generalmente con la aprobación entusiasta o cuando
principio de libertad, es la de deambular sin rumbo ni desti-
menos con la pasividad del público-, y también a las míni-
no, dejado de sí el paseante, cediendo al capricho y a la espe-
mas posibilidades de relacionarse con un entorno natural,
ranza que los encuentros deparan. Quien alguna vez se ha
sobre todo si éste no se corresponde con las postales promo-
aventurado por callejones intransitados, en pos de algo
cionadas por las agencias de turismo, si su pobreza aparen-
fugaz; o entre la maleza y los desperdicios de un descampa-
te no le hacen apto para divulgarse como destino de vaca-
do, tan sólo porque invocaba de ese modo la niñez y los jue-
ciones o si hay que visitarlo aprisa, durante el deleznable
gos que adquirían para su desarrollo una solemnidad trági-
margen que el trabajo concede al descanso.
ca; quienes hollan las arenas de la playa en invierno, única-
mente porque en el rompiente oyeron una llamada, contras-
Cuando los acontecimientos, tan inclementes como bru-
tada en huellas que a ningún destino arribaban o se embe-
mosos, desfilan frenéticamente y debemos obligatoriamente
lesaron con los racimos de moluscos similares a constelacio-
pasarles revista, cuando las horas pertenecen a una empresa
que nos exige creatividad, es normal que el agotamiento nes, han sentido el placer de adueñarse de su propio tiempo
fuerce a pensar que ya no hay nada que ver, salvo el monitor. sin preocuparse por su utilidad. A veces, han visto. Dieron
con su oro.
Al modo de los adolescentes con su cuerpo, la relación con
las imágenes es bulímica. Se devoran vorazmente, se eva- Conservamos la sustancia agreste, seguramente emanada
cuan con asco y dejan en la retina un enervante vacío. del núcleo de las células, de la vida como transcurso y como

131 Salamandra 15-16


GARRAF
Manuel Crespo

una tonada familiar y reiterada, compartida entre lo vivien- está oculto aunque "en la punta de la lengua", que arde
te -y todo, hasta lo inanimado, respira-. adentro y que se sospecha al borde de la corporeidad y cuyo
signo se constituye de azares y coincidencias, deslizamientos
Una melodía lo relaciona. "Estribillos tontos, ritmos inge- de los fenómenos que no son en absoluto tan ocasionales
nuos" (Rimbaud) de las estaciones, enlazadas por secuencias como puede juzgarse a primera vista, sino que es más bien la
nunca idénticas, variaciones sobre el mismo tema, y una excepcionalidad con que las mentes de nuestros días se dis-
indiferencia de la que participa también el dispendio de lo ponen a su llegada lo que les confiere su índole de rareza.
desatado en persecución de una coherencia por el momento
perdida: las tormentas o los movimientos sísmicos. Por mi parte, puedo decir que estos instantes álgidos, y
que también poseen la nostalgia de lo incomunicable, en los
‘Desperdicios sembrados al azar, el más hermoso orden del
que las cosas parecen resplandecer y querer partir de su
mundo’, escribió Heráclito de Éfeso, juicio que adquiere hoy
recinto, me son familiares, y que no los creo fruto de una ins-
verosimilitud cercana a la hipótesis.
piración particular, de una facilidad superior a la del resto de
la gente para la visión y el sobresalto, sino que los sé patri-
Teorías científicas, siempre retrasadas con respecto a las
monio común a todos. Su emergencia es debida a un ham-
intuiciones poéticas, como la de Gaia, consideran la superfi-
bre que porta a la rebeldía y la curiosidad, por las cuales es
cie del planeta, no como lo que posibilita la vida, sino como
forzoso contraponer, a una realidad achicada ante la cos-
parte indivisa de ésta; y el manto de aire, la troposfera, como
tumbre y en gran parte absurda, siempre cruel, esa otra
su sistema circulatorio. Según el denominado "Mundo de las
Realidad en la que participa también lo concebible y aún
margaritas" de Lovelock, modelo matemático que reproduce
indefinido y aquello que desgobierna, pues insólitamente
un astro simple poblado por margaritas blancas y negras que
concuerda con nosotros, a quienes parece dirigirse en exclu-
crecen según distintas temperaturas y calentado por radia-
sividad, en una hora sin hermanas, y que desmiente la segu-
ción térmica constantemente creciente, queda claro que el
ridad supersticiosa con que nos abocamos al destino.
sistema se autorregula como consecuencia de los bucles de
retroalimentación entre los organismos y el entorno. Así, se
sabe ya, todo, incluido el hombre, interactúa constante- No pretendo, sin embargo, enfatizar las posibles analogías
mente, nada ni nadie se sustrae al perpetuo cambio que e interpretaciones simbólicas suscitadas por tales hechos,
conforma el lugar al que la vida se adapta en ciclos de flujo más allá de las notorias, a las que tampoco he querido sus-
y reflujo. traerme, sin pretender con ello cerrar su significado y dina-
mismo, sino a lo sumo, testimoniarlo. Creo que la asepsia -y
Pero además, el ser humano trasciende sus impulsos: ima- la fotografía desnuda, el uso de la cámara como herramien-
gina; presiente, una voluntad de perfección prefigura sus ta certificadora- hablarán más claramente de lo que pudiera
acciones. Siente el afuera poroso, como un proceso en el que
hacer yo mismo.
cabe influir.

‘Si aún tengo gusto por algo/ es por la tierra y las piedras’,
Senderear los roquedales, errar en las calles de villorrios
se lee en el poema de Rimbaud Fiestas del hambre. El reca-
deshabitados, otear el panorama desde una roca favorece
do de estos versos del poeta vidente por excelencia, que
una confianza que aúna al paisaje por medio del deseo, por
una afectividad a-racional de la que la personalidad, ese bar- como pocos intuyó el desarraigo de lo puro y simple del
niz externo que se pretende único, comúnmente se protege, hombre-animal sometido a la proletarización masiva y la
creando un ambiente propicio a la irrupción de ese todavía- ubicuidad de la economía de mercado, que entonces albore-
no-sido que con ninguna rememoración se familiariza, que aba y ahora es paroxística, grita hoy su urgencia.

Salamandra 15-16 132


GARRAF
Manuel Crespo

En efecto, ya es imperativo: frente a lo virtual e insulso, Se cuentan matanzas pasionales y, a veces, se da el des-
hay que palpar lo directo y sensual, asegurarse de que "esto cubrimiento macabro de cadáveres, dejados en los barrancos
existe"; agarrarse a alguna certeza no uniformada aún. con la creencia de que nunca iban a ser hallados.
Retomar, aunque parezca modesto, el cauce de lo elemental
que los procedimientos sofisticados obvian, tal vez para Ese humus mítico contribuye a que el explorador presien-
amagar su insipidez, o su maldad. ta el escalofrío de lo enigmático. He comprobado la atrac-
ción sentida por quien por allí circula. Los cuentos, al pare-
La comarca catalana de Garraf no posee atributos peculia- cer, lo saturan.
res que la hagan sobresalir con respecto a ninguna otra que
goce de la presencia del litoral y de algunas colinas, de talla Lo cierto es que es fácil sufrir inclinación hacia ese terri-
y vegetación adusta. torio -hablo de sufrimiento porque tal fulgor tiene algo de
fatal, de obligatorio-, manifestada, en ocasiones, por vía del
El mar delimita la zona, que a sus espaldas ve elevarse los apremio a visitarlo que paulatinamente va apoderándose de
acantilados del macizo calcáreo, que la acorralan, alzados mí.
hasta la estepa desnuda y duramente erosionada; un paisaje
mísero y blanco cuyo perímetro define el horizonte, contra- Me he acostumbrado al Garraf desde mi ventana. Atender,
punteado por algunos pinos retorcidos, plantas aromáticas no sólo a las cicatrices producidas por las canteras que lo
de aroma juvenil, pitas, lentiscos y palmitos aferrados a las explotan y la especulación inmobiliaria, sino también a la
grietas de un pedregal surcado subterráneamente por arro- sinuosidad de sus lomas, moteadas por coníferas; a las
yos y grutas con estalactitas y estalagmitas, invisibles para manadas de gaviotas que hacia él vuelan decididas, guiadas
quien va por la superficie, pero que se perciben en forma de por una resolución instintiva; a las nubes tormentosas cerni-
ecos, la inestabilidad del terreno, los pozos o los silbidos del das en las cumbres y las estrellas fugaces, que en las noches
aire al introducirse en los agujeros de los riscos, asiduamen- de verano caen desde el firmamento a su centro; prodigios
te azotados por vientos que les hacen susurrar mientras, ver- que se yerguen acometiendo la calma, que imantan porque
ticales, miran los calveros circundantes. parecen conducir a alguna revelación, no estática ni extáti-
ca, sino activa hacia lo no trillado.
Paraje habitualmente solitario, morado antaño por asen-
tamientos humanos esporádicos, que uno adivina constitui- Se asciende por una carretera abrupta. Enseguida se dejan
dos por aventureros, perdedores habituales y centinelas atrás los últimos chalets y domésticos jardines. Mientras, los
apostados en rudimentarias atalayas al acecho de los piratas ojos se enredan en la masa marina, cuya óptica se amplia
que durante siglos saquearon las costas; individuos marca-
soberbiamente, de manera que desde esa elevación es per-
dos por lo inhóspito de un medio al que había que enfren-
ceptible una grandiosidad que la vista a ras de orilla esca-
tarse con valentía.
motea. El Mediterráneo es un gran cuerpo durmiente que
simula, en la playa, ser amistoso, pero desde el escarpado se
Al carecer de historia documentada, circulan por la cam-
aparece como el llamado perenne a la peripecia.
piña de Garraf leyendas y dichos vagos, que incluyen hechos
paranormales -a la antiguamente abandonada masía de la
Pleta, de la que una vez nos expulsó un enjambre de abejas Las simas atravesadas por la senda tienen algo de iniciáti-
que no atacaba más que en la casa, aunque no estaba ahí su co, unos peligros que hay que sortear para arribar a la mese-
panal, acudían aficionados que juraban haber obtenido en ta, inaugurada por una pequeña arboleda, a cuyo pie es grato
sus salas psicofonías-. detenerse.

133 Salamandra 15-16


GARRAF
Manuel Crespo

Sin embargo, en contraste con la pastueña belleza de ese cavidades; las escamas esmeralda de sus flancos aluden al
coto, los ladridos de centenares de perros asustan hasta agua, a las ondinas, a la disolución; sus alas azules, a los
paralizar. Hay, en las inmediaciones, un centro de acogida de murciélagos, por su forma membranosa; la cabeza roja se
animales abandonados. Y su cementerio. A medida que me relaciona con el fuego y la salamandra’. La única vía de acce-
adentro, la estridencia aumenta hasta un grado insoportable, so al parque ataja por la urbanización "Rat penat" (murcié-
en el que el miedo se impone a la ambición y, pese a ver el lago), el resto de relaciones acuáticas y anfibias resultarán
vallado tupido, y las fauces mostrando su ferocidad tras él, evidentes al lector.
huyo de allá aprisa. Desasosegado, doblo a la izquierda, hacia
el centro del pinar, caminando entre los matorrales, de los Los tonos de la flora abundan más en pardos y marrones
que se escapan zumbidos. que en verdes. Son características las defensas de espinas,
motivadas por una sequedad que aumenta los sonidos de
En un claro, controlando la cornisa marítima, alguien ha ramaje tronchado y del arrastrarse de alguna bestia que al
colocado una rama parecida a una cornamenta cabruna, cla- escuchar pasos huye precipitadamente. Tal vez ello contribu-
vada en un cúmulo de piedras. Alrededor, hay una botella de ya a agudizar del sentimiento: de repente, cesa la tibieza,
licor y cervezas. impera la cara y la ceca, el porvenir parece presto a dirimir-
se en un segundo afortunado o aciago.
¿Qué ceremonia se ha celebrado?
Una larga serpiente cruza a mi lado vertiginosamente.
Pienso en un aquelarre. Imposible fotografiarla. El céfiro, al soplar en mis hom-
bros, susurra sílabas, arrulla, injuria. Parece, más que
El diablo, según Cirlot, ‘integra a los cuatro elementos: sus humano, alguien sobrehumano divertido con el descon-
piernas negras corresponden a la tierra y a los espíritus de las cierto. Las pitas suelen estar heridas, picoteadas por los
gorriones o las pequeñas rapaces, quizás mordisqueadas
por animales. Algunas improntas guardan curiosas seme-
janzas con insectos posados en sus hojas: su negativo,
tatuaje, detención.

Los cúmulos y los morados cirros indican el punto más


alto, la cima del Rascler. Los helechos invaden los márgenes
de la ruta, en una constatación de su supremacía y perdura-
bilidad; se amontonan en un lírico abigarramiento, perfecta-
mente involuntario.

A mediodía, es visible la luna llena.

El espacio es desacostumbradamente amplio. Abre mundo.

A la derecha, descubro una vereda pedregosa y polvorien-


ta, en la que nunca antes reparé. Se interna en el zarzal y
cesa.

Salamandra 15-16 134


GARRAF
Manuel Crespo

se atisbe mejor porque en lo descarnado nos sea más fácil


perseguirlo que zigzagueando con los sentidos distraídos,
aturdidos por neones y otros ruidos.

La soledad y ciertas energías sensibles en el eco de las


pisadas, los gatos que se van al acercarnos, el tintineo de los
mástiles de las embarcaciones de recreo cobijadas en el
puerto, la acumulación sideral de conchas, el destartalado
edificio del apeadero, de exagerado lujo para una estación
testimonial, donde apenas se detiene algún tren de cer-
canías, avisan, en ciertos lapsos sugerentes, de la hora cru-
Veo, a alguna distancia, los restos de una muralla redon- cial en que lo que circunda parece crecer, lo mudo balbucea
y los objetos dejan de resistirse.
da, frente a pleamar. Es resaltable el sentido altamente esté-
tico del sitio y la torre: lo grácil de los tabiques, construidos
Parece inútil conservarse, y es preferible adoptar el ánimo
con una técnica que aprovecha para su equilibrio las aristas
de la esposa del Cántico espiritual de Juan de la Cruz: ‘diréis
de los irregulares ladrillos, que no estaban unidos por arga-
que me he perdido; / que, andando enamorada, / me hice
masa alguna. Se aguantan unos a otros por su peso, relaja-
perdidiza, y fui ganada.’
damente. Y su ubicación no es, seguramente, el mejor punto
estratégico, ni ofrece gran perspectiva, pero sí un recodo
Se está entonces entregado al ámbito intersticial, a las
tibio, resguardado de la brisa, y, por tanto, silencioso, donde
múltiples quebraduras, a vestigios en general desapercibidos
debían pasar ratos perezosos, morosamente gastados en la
y a encuentros. Se aguarda algo esperable, diferente, una
languidez y la duermevela; en ensoñaciones diurnas, castillos
promesa de mejoría. Lo ocurrido desde ese momento es tras-
en el aire; en frugales comidas, confidencias y chanzas inte-
cendente, aunque su mensaje sea inaudito, pero la conjetu-
rrumpidas, alguna vez, por la horrible sorpresa de un vela-
ra acerca de su valor redobla adentro, hasta alcanzar certi-
men enemigo y la angustia de saber que de la correcta emi-
dumbre: es la vida, en su inmediatez y su lúdica alegría: la
sión e interpretación de unas señales ante causas perturba-
verdadera vida ausente.
doras, puede depender el futuro.

Donde la pared del acantilado cortada a pico ruge contra


2
¡Ha sido recobrada! el oleaje se configuraron pequeñas calas de rotundos nom-
¿Qué? La eternidad
Es el mar unido
al sol.
Rimbaud.

LOS CABOS, tiesos de agua salada:


el gran
nudo blanco - esta vez
no se desata.
Paul Celan.

Humildad y sencillez son privilegios de lo auténtico. Ahí,


en esa inclemencia , gusta a lo misterioso asomarse; o tal vez

135 Salamandra 15-16


GARRAF
Manuel Crespo

bres, como la cala Morisca, o la Del home mort (Del hombre Benito, Eugenio Castro, Carola y la pequeña Sol, he sentido
muerto); o como el área comprendida entre el Pas de la mala inclinación por el lugar. Una última visita con Eugenio, tan
dona (Paso de la mala mujer) y la Punta dels Corrals (Punta hechizante que anduvimos mudos, terminó de convencerme
de los Corrales) en la que se ubica la aldea blanca de Garraf. de la necesidad de involucrarme a ese enclave.

La pequeñez del pueblo y el relativo desconocimiento por Para entrar a Garraf por carretera hay que salvar el túnel
parte de los turistas -hay un único hotel, de dudosa comodi- del ferrocarril, dejada atrás una alucinada mansión moder-
dad y cerrado durante el invierno- hacen de este núcleo un nista, erigida por Gaudí junto a los cascotes de una torre
lugar de veraneo para las familias que, por herencia, disfru- defensiva. De nuevo el recelo al otro, que navega para el
tan de las "botigas" de madera, pintadas de blanco y verde, infortunio, la muerte venida desde el océano nocturno; así
que dan a la playa en forma de hoz. como lo inédito de una fuerza que trae la alteridad que diso-
cia, ante la que se levanta un decorado en el fondo ineficaz,
Fuera de temporada, son pocos quienes, pese al encanto, porque esas defensas se explican mejor por la curiosidad
se atreven a residir. Disuade la precariedad del transporte ante lo extraño que por su pretendida función de bastión
público, la falta de comercio, la inexpugnable.
humedad gélida y los constan-
tes vendavales que causan fre- Franquear el paso trae la
cuentes cortes de electricidad. reminiscencia de superación de
Las distracciones sociales, por alguna prueba concebida para
lo demás, no abundan. la alteración de la conciencia,
que se dispone a lo novedoso.
Tan sólo hay un bar y casa de Es reseñable la transición desde
comidas, decrépito y entraña- una obra de ingeniería -asfalto,
ble, y un restaurante con pre- hormigón, semáforo- a lo sal-
tensión gastronómica. La altu- vaje. Desde el lado sombrío, al
ra de las casas no supera los afuera lumínico de la cal y el
tres pisos. Gran parte de ellas dan al Mediterráneo, que se cielo expandido. Ya no es la traslación física, sino el movi-
comporta con alguna violencia, en combate contra el miento hacia la apetecida intensidad: aurora.
farallón.
El paseo se inicia en el punto más alto, donde el dominio
Por estas descripciones, se deduce que deambular por del monte es total. Asoma por encima de los tejados y apri-
Garraf en otoño, mientras hiberna, desde las alturas de su siona las casas.
plaza consistorial a las dunas, faculte para prestar atención
a los presentimientos que la lentitud alumbra; ‘intercam- Está, además, la vía de tren acotando el paso. La claustro-
bios misteriosos entre lo material y lo mental’ (Breton) a los fobia obliga en una única dirección, que rodea los edificios
que la gradación luminosa, tan variable en la costa, y los por detrás. Es un descenso paulatino hasta las aguas, lustra-
espejeos del sol al rozar las crestas de las olas, no pueden les y rítmicas, que se ven auxiliadas por el aporte de las fuen-
ser ajenos. tes subterráneas que desembocan allí, como la de La
Falconera, cuyo arco negro se hunde en la roca, que vierte
Desde aquel día de agosto, tranquilo y fresco, cuando 500 litros de agua dulce por segundo y cuyo cauce está aún
redescubriera ese sitio en una excursión junto a Conchi inexplorado.

Salamandra 15-16 136


GARRAF
Manuel Crespo

Raras exigencias me impulsan a subir. Luego, a la playa. El


pulso, los latidos, irradian cada vivencia. Decido rápido. Las
cosas fulguran y no quiero perderme nada. En el asfalto hay
dibujada una flecha de dirección. Me obligo a seguirla. Debo
bajar por unas retorcidas escaleras de caracol. Veo una pared
desconchada, el gris cemento que ha hecho saltar el yeso me
hace evocar un submundo, lo que se amaga tras la aparien-
cia. En el tabique se pintó una cruz roja. Alarma.

Un pequeño recinto circular, incongruente, de unos tres


palmos de altura, que debía haber tenido alguna función en
algún chiringuito hoy en desuso, está emparejado a la casa-
De la presencia humana y sus construcciones, a su ausen-
mata que fotografié poco tiempo atrás. Junto a la abertura
cia, como una caída a los lagos del inconsciente. En efecto,
encuentro una prenda íntima femenina encarnada y una
a medida que se camina, la fascinación apoya la fuga de la
puerta herrumbrosa que conserva una estela pintada con los
razón acotada, para la cual todo es suma y resta; y una lógi- colores del arcoiris y la inscripción incompleta: "ito". Cerca,
ca opaca se encarga de conectar lo encontrado con cadencia unos adhesivos de una marca de helados en un puesto cerra-
onírica. Por necesidad y goce. do de los que quedan legibles las sílabas "igo" y "go".

Es gustoso dejarse ir. Presenciar, participando de él, el La mirada es alimento. Los datos son simbólicos, poesía
abatimiento de la realidad ante un mundo recreado. Se com- que se manifiesta en los bordes de lo visible.
prende, emotivamente, que aún tenemos mucho por delante,
que el asalto de unos fenómenos, antes ordinarios y ahora Un perro viene a saludarme. Se interesa por mi labor
importantes correas de transmisión, nos transforman. Es el fotográfica. Me acuclillo hasta su estatura. Curiosea mi
momento germinal en que la existencia se sacude su triste mano tendida. Se establece una simpatía entre ambos. Da
pátina. una vuelta por los porches de las casas. Me olisquea. Se va.

Deambulo por las dársenas y los amarres, deteniéndome A unos cien metros, en medio de la playa, un perro de plás-
ante algunas flores y cactos, zambulléndome con el corazón tico, que alguien ha colocado en un pequeño pedestal.
en la marea. Transito el rompeolas, y mis pies deben adap-
tarse a las moles dispuestas para detener los embates, recu-
perando una función ancestral y casi atrofiada. El Ponent, el
Garbí, algún viento frío, que no cesa de soplar, me revuelve
el pelo, roza los oídos, hace lagrimear.

El espíritu se predispone a lo mágico, le da carta blanca.


Sobre el techo de una construcción del puerto, visible desde
la calle, veo un cabo tirado descuidadamente por alguien.
Me sorprende su similitud con el perfil de una salamandra,
parecido que llega a incluso a la imitación de la postura del
animal en la portada de esta revista.

137 Salamandra 15-16


GARRAF
Manuel Crespo

Algunas estructuras pétreas persisten en su postura inve- Del otro lado, busco el rayo verde en el velo argentino de
rosímil, sin que la erosión del salitre haya podido vencer su la tarde, que refulge en los metales. Haces de luz dorada y
deseo extravagante de unidad. Como todo lo inmemorial, azulina resbalan sobre los guijarros, que al asimilarla se
posee tensión para aportar restos de tinieblas, pretéritos metamorfosean en joyas y en las conchas vueltas monedas;
estados preconscientes, un balbuceo previo al lenguaje. haces que iluminan a la pareja de ballenas, que dibujadas en
la pared con cierta gracia, aproximan sus labios. Una de ellas
Hacia el oriente, el hotel y el bar cerrados sugieren ruinas pregunta, la otra responde: "Sí".
de civilizaciones enterradas, monumentos decadentes. Hay
pintadas groseras, intraducibles, turbios garabatos, latas,
cenizas de hogueras, papeles, malas hierbas, la frase borrosa MANUEL CRESPO
que nombra al improvisado vertedero: "Bahía de cochinos".

Salamandra 15-16 138


poesía
P oemas
Esther Ramón

JABALÍES NEGROS

Vienen a comer del cuerpo abierto.


En mitad de la noche atraviesan
las vías que corta el fuego,
OTRA REGIÓN
parecen ladridos y no son perros.

Cayeron las orcas


Devoran cerca
que volaban,
de las casas con sueño
las risas de los niños
(y la culebra caníbal,
muertos,
muy despacio,
como lanzas,
a la culebra inversa),
migraron los albatros
cierran los árboles y
que miraban el agua
nos miran de frente,
de plumaje blanco.
porque la luna
o una linterna.
Ahora, para andar,
bastones de aislamiento
El pantano exhala
rozan de nuevo el suelo
gases tóxicos,
como potros exhaustos.
el morral se llena. PUNICIÓN
Apuntamos al hocico
Qué sabor elige la boca
y arde la maleza. Para no dormirse
llena de anzuelos.
con ojos de asesino
Cuál es la distancia exacta
y matar conejos
entre el cazador
con las manos del sueño,
y la presa sepultada.
decidió clavarse la hoja
del helecho,
Vivir sin casa,
acercó la sombra
sin toneles.
de su palma extendida
Vivir en la cascada.
a la otra sombra,
y dolía más
que el dolor.

139 Salamandra 15-16


POEMAS
Esther Ramón
poesía

Se apoya en el niño para entrar. Contempla las tumbas y la hierba. El rebaño clavado en la
ladera, sin rumiar. Hierbajos, ramas que gritan y nadie tala.

En pie
sobre los
restos
evocando
el libro verde
los nombres
de los huesos
Cada pocos pasos la huella de un gran dedo. Lápidas resquebrajadas, la caricia que señala,
que
escoge
una fecha
el balbuceo
lavado
por lluvias
sucesivas

Hay unos árboles al fondo. El paseo hasta ellos. Caspar el niño el anciano. Meses en el
mundo, siglos por debajo. Después las rodillas, el corral de juguetes, molinillos de viento,
flores de plástico. Ángeles que ennegrecen. ¿Ves? Esta es la base de un tronco talado, una fuente,
una placa metálica en medio de la tierra removida. Y éste es mi nombre.

Interrogo a los ahogados


trampas de corcho
en los ríos
largos días de
secado
Dicen algo

ESTHER RAMÓN

Salamandra 15-16 140


EL SURREALISMO FRENTE AL MULTICULTURALISMO
Michael Richardson

E l surrealismo frente al multiculturalismo1


Michael Richardson

E n un reciente ensayo, Annie Le Brun aborda la ideología


de la criollidad (o creolité) para explicar los riesgos de
ensalzar la diversidad cultural y el multiculturalismo, criti-
a la deriva, al negar su especificidad cultural y, por tanto,
haciendo de ellos seres anónimos. La criollidad sería una
‘ideología de moda, más exactamente un ejemplo particular-
cando duramente que tal ideología representa el contrapun- mente exitoso de uno de esos productos culturales novedo-
to, o la confirmación, de actitudes que conducen al funda- sos en los que el multiculturalismo, el mestizaje y la cuestión
mentalismo y a la limpieza étnica: ‘Porque en definitiva, ¿no de la identidad cultural sirven, de forma paradójica, para
es esta criollidad el ejemplo mismo del recurso a una estéti- acelerar un proceso de indiferenciación que instaura, cada
ca que exalta la diversidad del mundo para mejor ignorar el día un poco más, la negación de las formas de existir y de
hecho de que su estado deplorable provoca, ante todo, el pensar’5. La crítica de Le Brun está realizada de manera
desplazamiento y la expropiación de poblaciones enteras, la implícita desde una perspectiva surrealista, y nos sitúa en un
limpieza étnica de gentes que se rebelan cada vez menos? Y punto de partida útil a partir del cual podemos reflexionar
se rebelan cada vez menos porque han sido conducidas al más profundamente sobre la postura del surrealismo ante la
anonimato, en todos los sentidos de la palabra’2. identidad y la diferencia culturales, tanto desde una pers-
pectiva histórica como teniendo en consideración su cone-
La criollidad, argumenta Annie Le Brun, está ‘construida a xión con los debates actuales.
partir de una enorme falsificación del lenguaje, que tiene
como resultado el ocultamiento del mismo totalitarismo,
La criollidad es una doctrina asociada principalmente a
racismo y servilismo que lo constituye’3. Nos encontramos
tres escritores de La Martinica, Jean Bernabé, Patrick
ante serias acusaciones que a primera vista pueden parecer
Chamoiseau y Raphaël Confiant, cuyo manifiesto Elogio de la
exageradamente irreflexivas, pero que merecen ser tomadas
Criollidad (Éloge de la Creolité), publicado en 1989, suscitó
en serio. La intervención de Le Brun en el debate estuvo
cierta agitación6. Elaborado en gran medida a partir de la
motivada por la manera oportunista en que los defensores de
obra de Edouard Glissant (aunque de tal forma que puede
la criollidad obviaron el componente de rebeldía personifica-
do por la figura de Aimé Césaire, algo que ella consideró afirmarse que ha vulgarizado, e invertido incluso, el sentido
como un atropello. Esta circunstancia le llevó a reflexionar de la obra de este escritor7), el manifiesto exalta la cultura
sobre los principios específicos en los que se funda la noción caribeña como producto del mestizaje, como la historia de
de criollidad, así como sobre el alcance de su influencia en una región que ha hecho posible la reconciliación de dife-
las ideologías de la diversidad cultural que se dan en la rentes culturas étnicas en una síntesis nueva y abierta. Hasta
actualidad4. De acuerdo con su tesis, es la afirmación misma aquí, no hay nada que objetar; lo que resulta discutible es lo
de que existe una diversidad cultural la que lanza a la gente que los autores defienden desde este punto de partida. El

141 Salamandra 15-16


EL SURREALISMO FRENTE AL MULTICULTURALISMO
Michael Richardson

problema radica en que formulan su elogio de la criollidad en Creo que es a esto a lo que Annie Le Brun se refiere cuan-
términos de artículo de fe, y con ello, Bernabé, Chamoiseau do habla de la falsificación del lenguaje: desde el principio,
y Confiant excluyen todo lo que se muestre contrario a par- este manifiesto excluye a cualquiera que se considere euro-
ticipar en dicho mestizaje. Así, su noción de criollidad se peo, africano o asiático. Elogio de la Criollidad reduce la
convierte en un esencialismo ideológicamente dirigido, y por identidad cultural a una amalgama de elementos diversos
esta razón también puede considerarse una tergiversación de que niegan legitimidad a cualquier idea o realidad que
la poética de lo heterogéneo de Glissant. De hecho, Annie rechace esta mezcla. Como en otras ideologías multicultura-
Le Brun demuestra que, lejos de servir para aglutinar listas o de diversidad cultural, lo que se puede apreciar es
diferentes configuraciones culturales, el énfasis puesto una reducción de la cultura a una forma híbrida carente de
en la mezcla cultural contra cualquier forma de especifi- vida. La criollidad es una noción definida en el contexto de
cidad (diferente, por supuesto, de la criollidad) conduce a la Martinica francófona, pero Le Brun no se equivoca al ver
sus defensores a hacer declaraciones racistas y sexistas en tal reduccionismo un síntoma de las ideologías de la
(aquí Le Brun cita ejemplos de manifestaciones machis- diversidad en general, por mucho que, a primera vista, pueda
tas y en contra de judíos y mulatos, que aparecen en su parecer una perversión percibir un germen totalitario en ide-
literatura). ologías que ensalzan de manera manifiesta la tolerancia y la
moderación.
Incluso sin tener en cuenta estas últimas consideraciones,
Elogio de la Criollidad es un documento imbuido de una gran En este sentido es interesante apuntar que una de las pri-
confusión teórica. No hace falta ir más allá del párrafo ini- meras manifestaciones que legitimaron las posiciones que
cial para hallar evidencias de ello: ‘Ni europeos ni africanos, más tarde han desarrollado las teorías de la diversidad cul-
nos proclamamos criollos. Para nosotros esto significa una tural, se hizo contra el surrealismo. Me refiero a lo que el
actitud interior, o más exactamente, una vigilancia, o mejor novelista cubano Alejo Carpentier propuso en los años 40
aún, una suerte de envoltura mental con la que nuestro como lo "real maravilloso", y que más tarde se convertiría en
mundo será construido con plena conciencia del mundo’8. Lo una de las piedras fundacionales de lo que fue reificado
preocupante de esta afirmación es que si se reemplazara la como "realismo mágico", término que se utilizaría para
palabra "criollo" por "inglés", se podría pensar que se trata caracterizar la novela latinoamericana en general, antes de
de la presentación de un nuevo partido racista. Es mistifica- que se transmutara en un género literario internacional que
dor e incluso contradictorio: definiéndose como "criollos" de no pertenece expresamente a ninguna cultura en concreto,
una manera que les hace diferentes de los europeos, africa-
pero que proporciona a las ideologías de la diversidad cultu-
nos o asiáticos, los partidarios de la criollidad se constituyen,
ral una de sus formas de expresión más características. En su
de antemano y de una manera explícita, en términos de
ensayo de 1947, Carpentier distorsiona y reifica a la vez el
esencia, precisamente aquello contra lo que se reclaman. Se
surrealismo como un aspecto de la decadencia europea, para
presupone que su intención se opone frontalmente a los pre-
enfrentarlo con la vibrante América Latina, donde lo maravi-
supuestos fascistas, en tanto que existe un esfuerzo por
lloso es "real" y no es necesario "fabricarlo". Por ejemplo, al
celebrar la diversidad de los elementos que componen dicha
"esencia", mientras que el fascismo se negaría a aceptar la aludir a la obra de Lam y Masson de principios de los años
diversidad que constituye la noción de "lo inglés". No obs- 40, Carpentier escribe que: ‘Cuando André Masson quería
tante, ambas posiciones son semejantes en su confusión teó- dibujar la jungla de la isla de Martinica, con su increíble
rica. El fascismo sobrevalora el nombre; las doctrinas de la maraña de plantas y la obscena promiscuidad de ciertas fru-
diversidad, obligadas a utilizar un nombre para algo que tas, la prodigiosa verdad del tema devoraba al autor, deján-
debería ser -si fueran consecuentes- imposible de nombrar, dole casi impotente frente al papel en blanco. Y tuvo que ser
lo mistifican. el pintor procedente de América, el cubano Wilfredo Lam, el

Salamandra 15-16 142


EL SURREALISMO FRENTE AL MULTICULTURALISMO
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que nos mostrara la magia de la vegetación tropical, la fuese, es decir, un realismo intensificado, un super-realismo,
desenfrenada Creación de Formas de nuestra naturaleza -con lo que le impide ver el surrealismo como lo que es: una crí-
todas sus metamorfosis y simbiosis- en monumentales óleos tica de la noción de realismo y una interrogación sobre la
de una expresividad única en la pintura contemporánea’9. naturaleza de la realidad. Aunque la perspectiva de
Carpentier no celebra explícitamente la diversidad -de
Si podemos estar de acuerdo con la originalidad de Lam, hecho, parece que conscientemente afirma una identidad
no se puede entender que se haga a expensas de Masson. Las latinoamericana esencialista-, su idea del alma latinoameri-
pinturas y dibujos de Masson inspirados por La Martinica son cana se funda en un único sentido: el mestizaje de formas
obras magistrales, hermosas en su expresividad, de manera que él considera característica de la concepción de "nuestra
que tacharlos de impotentes parece, cuando menos, excesi- América", y que diferencia Latinoamérica de los Estados
vo. Puede que la obra de Masson represente la respuesta Unidos, que en comparación resulta una sociedad eurocén-
europea al encuentro con la realidad de un paisaje que le es trica y homogénea, a pesar de su propia diversidad cultural.
ajeno, pero, ¿se podría esperar otra cosa? Ciertamente, resul- "Nuestra América", en la formulación de Carpentier, se vuel-
ta absurda la idea de que la diferencia de percepción entre ve cualitativamente diferente porque acoge -o al menos es
Masson y Lam radique en su herencia genética o cultural, lo inseparable de- los muy diferentes elementos culturales que
que parece estar implícito en la afirmación de Carpentier, así la constituyen (por ejemplo nativos americanos, africanos y
como la de que Masson estuviera cualitativamente excluido europeos). La celebración que hace del mestizaje como pre-
del sentido del conocimiento que tenía Lam. La obra de Lam sagio de una forma diferente de identidad cultural y de estar
es el resultado de una experiencia única -la suya propia- y en el mundo, parece directamente ligada a las modernas
no habría tenido esa experiencia si no hubiera nacido en teorías del multiculturalismo. Así, como las teorías de la
América. Su figura puede tener una importancia especial al criollidad, Carpentier quiere celebrar la multiplicidad cultu-
haber sido el primer pintor que rompió la dependencia que ral, pero lo hace de tal manera que excluye cualquier aspec-
los artistas latinoamericanos habían mostrado hasta enton- to que no encaje en la imagen de multiplicidad que su con-
ces respecto a los modelos europeos y, en este sentido, Lam cepción establece.
reveló la especificidad de la experiencia americana nacida de
la comunicación entre diferentes realidades culturales. Esto, Contra esto, Annie Le Brun defiende el concepto de negri-
tud de Cesaire frente a los ataques de los partidarios de la
sin embargo, no significa que su obra esté determinada por
criollidad. Antes de ver una afirmación de la identidad afri-
su bagaje cultural, ni tampoco que las representaciones
cana en la noción de negritud de Cesaire, Le Brun argumen-
europeas de América sean superfluas. Por otra parte, ¿es
ta que su rasgo principal es una negación basada en la rebe-
realmente importante que la obra de Lam "nos muestre la
lión, pues principalmente se trataba de un rechazo del domi-
magia de la vegetación tropical"? ¿No es esto reducir a Lam
nio europeo. La rehabilitación de la cultura africana sería
a una forma expresiva de realismo intensificado, cuando su
una cuestión secundaria, aunque inseparable de esta nega-
verdadera originalidad fue valorada de manera más exacta
ción esencial. Le Brun acusa a los defensores de la diversidad
por el escritor surrealista Pierre Mabille al considerar que de renunciar a dicha negación, instituyendo lo que ella deno-
radicaba en una sensibilidad -extraída del Caribe- incompa- mina ‘una separación catastrófica del ser de sí mismo’11. Es
tible y crítica con una visión eurocéntrica del mundo?10 la misma objeción que podríamos apuntar en el elogio que
Carpentier hace de la pintura de Lam, cuyo valor radicaría en
La interpretación de Carpentier de la obra de Lam parece que niega la práctica del arte latinoamericano anterior, más
descansar en su propia visión del surrealismo, al que recha- que, como Carpentier afirma, en que represente una realidad
za porque le decepciona al no ser lo que él quisiera que cultural de la que estaría excluido un europeo como Masson.

143 Salamandra 15-16


EL SURREALISMO FRENTE AL MULTICULTURALISMO
Michael Richardson

Así, podemos encontrar a partir de estas diferencias una po, determinado y necesario? ¿Qué podría extraer su necesi-
dicotomía entre la crítica surrealista y los presupuestos ide- dad del principio de libertad? Tal ser, que se someta al desa-
ológicos del mestizaje cultural. Desde esta perspectiva, y rrollo de la idea, cuyo deseo sea idéntico a lo conveniente y
dada la función hegemónica que la noción de realismo mági- no pueda imaginar nada excepto el hecho de que, identi-
co ha tenido en las últimas décadas en Latinoamérica, ficándose con la idea, pudiera ir más allá de sí mismo. Tal es
podríamos decir que fue Carpentier, más que los propios el ser moral como yo lo concibo en su punto más extremo,
surrealistas, el que ambicionó "invocar lo maravilloso a toda que no desee nada, salvo lo que deba ser, y que, libre en su
costa", una cuestión a la que volveré. existencia, necesariamente se convierta en el desarrollo de
este ser libre. En este sentido, la libertad aparece como el
Este debate constituye un elemento crucial para la com- verdadero fundamento de la moralidad y su definición impli-
prensión contemporánea de todo lo relacionado con la cele- ca la propia necesidad de libertad. En el seno de la libertad
bración del mestizaje cultural. Hoy en día, la mayoría de las no puede existir ningún elemento que se torne en contra de
ideologías de la diversidad empiezan con la siguiente afir- la idea de libertad. Uno no es libre de actuar contra ello, de
mación: la mezcla cultural es intrínsecamente buena. Pero actuar, por tanto, de una manera inmoral’.
con ello establecen una exclusión: es malo todo lo que no
acepte tal diversidad. Además, estas ideologías desplazan la Esta declaración, que establece el sedimento filosófico que
moralidad del encuentro hacia un ámbito abstracto, de hace que el surrealismo sea esencialmente considerado
manera que todo se reduce a una cuestión de determinar los como una "conciencia moral", podría casi pasar por una con-
niveles de tolerancia y comprensión. La consecuencia inevi- dena, avant la lettre, de las ideologías de la diversidad, así
table es que la identidad se convierte, al mismo tiempo, en como del abuso demagógico, por parte de los líderes políti-
algo contingente y abstracto. Aún más, esta actitud hacia la cos, de la noción de "libertad". La definición de libertad que
diversidad cultural no acepta nada que se encuentre fuera hace Aragon se encuentra en sintonía con la crítica de Le
del marco de referencia dentro del que se han establecido los Brun a la criollidad, y muestra la firmeza de la postura surre-
criterios para la "tolerancia" y el "entendimiento", suscitan- alista durante más de setenta años, cuando escribe: ‘Oh
do la aparición del fantasma que persigue a todas las teorías moderados de todo tipo, ¿cómo podéis seguir fieles a esa
del relativismo: cómo hacer frente a lo que se considera ina- difusa moralidad, en esa confusión que tanto os deleita? No
ceptable en el marco de referencia establecido. puedo decidir qué admiro más, si vuestra incapacidad o vues-
tra estupidez. Pero cualquiera intentaría en vano extraer
El surrealismo siempre ha rechazado el relativismo y la definiciones de vosotros. La única moralidad, es la moralidad
filosofía de la tolerancia. Su consigna en esta cuestión es, del Terror; la única libertad, la libertad despótica e implaca-
‘¡No hay libertad para los enemigos de la libertad!’. Louis ble: el mundo es como una mujer entre mis brazos’13.
Aragon, invocando esta máxima en un temprano texto surre-
alista, era perfectamente consciente de sus implicaciones El rasgo distintivo del surrealismo frente a otros movi-
hegelianas12: ‘La palabra, aunque deshonrada en vuestros mientos intelectuales de la modernidad ha sido su apelación
frontones públicos, permanece en vuestras bocas, aun cuan- al internacionalismo, así como su dimensión libertaria. La
do proclaméis salvajemente haberla desterrado de vuestro adhesión al surrealismo no implica un cambio de actitud;
corazón. Así negada, la libertad finalmente existe. Emerge de tampoco tiene nada de conversión religiosa. Más bien repre-
la noche, hacia la que una incesante causalidad la ha arro- senta la confirmación de lo que escritores y artistas estuvie-
jado, enriquecida y completamente envuelta en la idea de ron buscando, tanto desde una dimensión individual como
determinación. ¿Qué resuelve, entonces, las contradicciones colectiva. Cuando el surrealismo cruzó las fronteras cultura-
de la libertad? ¿Qué es perfectamente libre y, al mismo tiem- les, su intención no era simplemente transmitir un mensaje

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EL SURREALISMO FRENTE AL MULTICULTURALISMO
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de un lugar a otro. O, al menos, cuando el "mensaje" se oportunidad de presenciar en la Exposición de París de 1855.
recibía, éste actuaba como una invocación para engranarse Baudelaire escribió que ‘es una muestra de belleza universal,
en la realidad cultural concreta del entorno en cuestión, con pero para que pueda ser entendido es necesario que el
el fin de encontrar caminos en los que el surrealismo pudie- espectador o el crítico operen en sí mismos una transforma-
ra responder a la situación social y cultural que allí encon- ción algo misteriosa…’14. Baudelaire se enfrenta al problema
trara. En su actitud internacionalista, el surrealismo llevaba de la diversidad cultural desde un ángulo bastante diferente
implícita una ética universalista, un aspecto que se contra- desde el que normalmente se enfoca. Afirma que, aunque lo
pone a las teorías del relativismo cultural. La afirmación de universal esté contenido en los fenómenos, no se hace inme-
Benjamin Péret de que "el pensamiento es UNO e indivisible", diatamente evidente y que incluso puede pasar desapercibi-
constituye la mejor aclaración de esta cuestión. Al mismo do porque, como da a entender, nuestras percepciones están
tiempo, los surrealistas mostraron un notable interés por las condicionadas culturalmente, e inevitablemente este hecho
dificultades del intercambio cultural. Breton, por ejemplo, cierra nuestros ojos -si es que no los ciega por completo- ante
estuvo extraordinariamente alerta, teniendo en cuenta la otras formas de percepción. Sin embargo, es responsabilidad
época en la que vivió, ante los peligros de reificar la otredad.
del espectador buscar lo universal, un proceso a través del
Así, es característico de la actitud surrealista respetar la
que aprenderíamos "a participar en el marco cultural que ha
otredad contenida dentro de las diferentes identidades. De
sido origen de este singular florecimiento". Por consiguiente,
hecho, esta perspectiva surrealista del encuentro entre rea-
la pintura china no es ante todo una "pintura china", sino
lidades culturales diferentes está definida por el título de
que forma parte de un lienzo universal que adopta una forma
uno de los libros de Breton: la cuestión no es tanto la adap-
particular en China y que necesita ser descifrado si se desea
tación sino el establecimiento de las bases sobre las que los
apreciar su significado universal. Sin embargo, este descifra-
vasos comunicantes se puedan comunicar, lo cual muestra
miento no tiene lugar a través de un esfuerzo de voluntad
una cierta poética de lo heterogéneo, aunque parta de una
sino precisamente por medio de la transformación del espec-
posición diferente a la propuesta por Edouard Glissant.
tador: para apreciar lo universal, el espectador europeo debe
convertirse en chino -al menos en un sentido provisional, en
Este respeto por la otredad y el reconocimiento de que las
su relación con la obra de arte- algo que es imposible. No
tradiciones culturales no son comparables sino que necesi-
tan ser confrontadas, tanto interna como externamente, ha obstante, a partir del deseo de conseguirlo, es como puede
sido una característica del surrealismo en todas sus manifes- alcanzarse una comunicación auténtica. Baudelaire está
taciones. Se debe a que el surrealismo siempre se ha consi- articulando, de esta manera, una cuestión clave para la apre-
derado no como algo en sí mismo sino más bien como el pro- ciación del arte más allá de las divisiones culturales.
ducto de una relación entre realidades culturales diferentes.
Aragon expresó de forma más feliz esta cualidad: ‘El surrea- Siglo y medio después, cuando tenemos un acceso mucho
lismo no es otra cosa que la relación entre el espíritu y lo que mayor del que Baudelaire hubiera podido imaginarse a las
este nunca alcanzará’. La manera en que se concibe esta diferentes tradiciones culturales, la idea de "belleza univer-
relación, siempre apoyada en el universalismo, difícilmente sal" sigue siendo controvertida. Sin embargo, el estímulo
encaja -si es que lo consigue- con cualquier teoría de la dado a la diversidad y al ensanchamiento de horizontes,
diversidad cultural o el multiculturalismo, que tiene sus sobre todo desde las ideologías del multiculturalismo, impli-
bases en una red arbitraria de elementos híbridos. ca que se está aplicando algún tipo de juicio estético están-
dar más allá de las fronteras culturales, aunque no se reco-
Podemos retroceder a los comienzos de la modernidad y a nozca así, o simplemente que se está reduciendo el debate a
la reacción de Baudelaire ante el arte chino, que tuvo la una cuestión de gusto personal (y no hay duda de que este

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EL SURREALISMO FRENTE AL MULTICULTURALISMO
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fenómeno podría analizarse desde la perspectiva que mente a que sumemos cada nueva experiencia cultural a
Bourdieu estableció para el análisis de la noción de gusto)15. nuestra lista previa de experiencias. La transformación mis-
En el contexto contemporáneo, sin embargo, la aproxima- teriosa que Baudelaire consideró como fundamental para el
ción a la diversidad cultural prescinde del más mínimo entendimiento universal, queda, por tanto, inmovilizada. Lo
esfuerzo de transformación que Baudelaire consideraba universal no está superado sino suprimido, ya que lo univer-
necesario. Al reconocer la necesidad de que se opere una sal es, precisamente, lo diferente.
transformación en el espectador, algo que califica astuta-
mente de "misterioso", Baudelaire pone en cuestión los pro- En el seno del surrealismo, la exigencia de Baudelaire ante
cesos de comunicación cultural en un mundo culturalmente la necesidad de un compromiso del sujeto con el objeto de
contemplación, se corresponde con la noción de lo maravi-
diverso. De hecho, esa misma idea de transformación se
lloso. Ya vimos cómo el concepto surrealista de lo maravillo-
vuelve difícil, si no imposible, en un mundo como el actual
so era menospreciado por Carpentier al considerarlo una
donde estamos expuestos a tal cantidad de información que,
construcción imaginaria de la decadencia europea.
en vez de transformarnos a nosotros mismos para acceder a
Carpentier lo reemplaza por la noción de “lo real maravillo-
esa comprensión, debemos, en primer lugar, buscar indicios
so” que tiene su origen en la realidad de América. La idea
que nos ayuden a asimilar y descifrar cualquier producto cul- surgió en un viaje a Haití, al respirar ‘la atmósfera creada por
tural que se nos ofrezca. Tal necesidad hace enormemente Henri Christophe, un monarca de increíbles proezas, mucho
complicada la elaboración de una relación íntima con lo que más asombroso que todos los reyes crueles inventados por
observamos; en su lugar, y ante la masa de información que los surrealistas, tan aficionados a las tiranías imaginarias,
se nos oferta, tendemos a deslizarnos sobre la superficie, y aunque nunca tuvieran que sufrirlas en la vida real. A cada
de manera inevitable nos inclinamos a negar tanto el uni- paso encontraba lo maravilloso en lo real. Pero también pen-
versalismo como la especificidad cultural, introduciendo en saba que la presencia y prevalencia de esta realidad maravi-
su lugar una ideología de mestizaje cultural que valora la llosa no era privilegio único de Haití, sino patrimonio de toda
apreciación de la diferencia como una forma de vida antes América, donde ya había surgido toda una lista completa de
que la comprensión más profunda del significado del tema cosmogonías’16.

en cuestión. La diferencia se convierte así en una opción de


Podríamos contrastar esta celebración de los aspectos de
vida en la que se nos estimula a mezclar y emparejar expe- lo "maravilloso real" de Haití, encarnados en un tirano ase-
riencias culturales diversas de acuerdo con nuestras propias sinado por el pueblo al que oprimió (¡Carpentier alaba a
inclinaciones personales. Además, el hecho de que los mass- Christophe por haber hecho realidad las prisiones de
media tengan un especial interés en mantener el control Piranesi!), con la mesurada valoración de Breton de la singu-
sobre los flujos de información, asimismo alienta una diver- laridad haitiana, realizada en sus conferencias haitianas de
sificación del conocimiento más allá de los límites de lo que 1945: ‘El mapa del mundo, en 1945, es tal que todavía se
se puede asimilar de otra manera que no sea la inmediata. admite, en relación con el pasado, el contraste de la pobre-
No hay una historia, sino muchas interpretaciones. Se sobre- za de algunos y el bienestar de otros, al menos en el ámbito
material…Encarada con la justicia que perseguimos, riguro-
entiende así que no existen barreras entre las culturas para
samente igual para todos, ninguna nación tiene mejor moti-
la apreciación del arte, pero también que no hay un terreno
vo que Haití para elevar una acusación contundente contra
común para el entendimiento cultural. De esta manera, la
la indiferencia práctica y la explotación disfrazada. La gran-
formulación predominante de la diversidad refuerza y legiti- deza de su pasado y de sus luchas, que deben convertirla en
ma una sensación de separación. Se nos dice que respetemos objetivo para el resto del mundo, están muy lejos de haber-
las diferencias, pero lo que se deduce de esta perspectiva es le proporcionado la indispensable ayuda que su excepcional
que nunca podremos penetrar en ellas. Se alienta simple- energía y vitalidad le autorizan a exigir’17.

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EL SURREALISMO FRENTE AL MULTICULTURALISMO
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En contra de la definición que hace Carpentier, lo maravi- mediante acciones que la despojan de todos los elementos
lloso en el surrealismo no es un estado ansiado por los surre- que niegan la libertad, una libertad en la que no puede
alistas, sino una categoría objetiva situada en un punto de haber, como dijo Aragon, ‘ningún elemento que se oponga a
convergencia entre lo real y lo imaginario. Lejos de que fue- la libertad’. Tal concepción de la libertad conlleva una trans-
ran los surrealistas los que provocaran lo maravilloso a cual- formación, o una transmutación, tanto del individuo como
quier precio, parece más bien que era Carpentier quien de la sociedad, una tarea expresada sucintamente en la
desesperaba por hacer de lo maravilloso la única condición insistencia del surrealismo de que el llamamiento de Marx
de la vida. Para los surrealistas lo maravilloso tenía una fun- para "la transformación del mundo" necesitaba colocarse al
ción crítica que nunca se fijó en un único sentido y que lado de la exigencia de Rimbaud de "cambiar la vida".
nunca fue reducida al tipo de receta dogmática en la que el
realismo mágico se convirtió con el tiempo. Como ha dicho El universalismo surrealista no es monolítico, pues lo uni-
el crítico J. Michael Dash: ‘La insistencia de los surrealistas versal es concebido de múltiples maneras. En esta relación,
en la extrañeza irreducible de las cosas y su capacidad para las identidades culturales están constantemente perfilándo-
constituir la conciencia del sujeto, es fundamental en esta se como parte de un complejo mosaico que completa a todo
literatura (la escritura caribeña de los 50). La negociación ser humano. No debería ser necesario decir, por tanto, que
constante y agitada de un espacio denso, explícito y resis- todas las tradiciones culturales son mestizas, que reúnen
tente es fundamental en la idea de la poética de la criolliza- elementos dispares para formar un todo inestable, que nece-
ción, cuyo tema no es la síntesis mestiza, sino la invención sariamente se desintegra en un análisis minucioso. Sin
de caminos entre zonas de irreducible diferencia’18. La crio- embargo, esto no implica, como asumen los partidarios de la
llización a la que alude Dash es muy distinta de la ideología diversidad cultural, que ese todo sea inexistente, que adolez-
de la criollidad surgida con posterioridad, y criticada por Le ca de toda cohesión o que sea infinitamente mutable. Puede
Brun. En el surrealismo, lo universal y lo particular mantie- que el traje del arlequín sea variopinto y abigarrado, pero se
nen una relación dialéctica, y a través de su interacción se mantiene unido por algo más que una selección fortuita de
perfilan y transforman las diferentes y específicas formas
elementos dispares.
culturales. Debería quedar claro entonces que en el caso de
aquellos artistas surrealistas cuyos orígenes se encuentran
Por otra parte, los argumentos a favor de la diversidad cul-
en el Caribe, no se trata de surrealistas caribeños. Desde sus tural tienden a abrir el camino a una reducción de la reali-
inicios, el surrealismo rechazó esta suposición, al dejar claro dad cultural, a una valoración superficial del empeño artísti-
que no podía haber pintura surrealista porque el surrealismo co, a costa de reconocer la profundidad de la experiencia
no era algo que pudiera conceptualizarse, sino una actividad cultural radicada en el corazón de la obra creada. Mientras
que se extiende -o se contrae- de acuerdo con las condicio- que las ideologías contemporáneas multiculturalistas eluden
nes objetivas en las que se concreta. Por esta misma razón, hacer juicios artísticos o intelectuales, en cambio tienden a
no puede haber "surrealismo caribeño". Como aclara el títu- crear barreras y ghettos. En el corazón de muchas de las
lo del libro de Breton, El surrealismo y la pintura, sólo existe ideas que alientan la valoración de diferentes voces e inter-
una relación entre ambos, por lo tanto es obvio que sólo pretaciones, hay una sensación de diferencia impenetrable.
puede haber, a lo sumo, una relación entre el surrealismo y En el proceso, el entendimiento humano se vuelve opaco,
el Caribe19. Es en esta relación donde se pone en marcha la reforzando la fragmentación y la división. En tal contexto,
interacción entre lo universal y lo particular. ¿es todavía posible la transformación que reclamaba
Baudelaire?
En su crítica de la noción de criollidad, Annie Le Brun se
apoyó en el consistente argumento surrealista de que la Para Annie Le Brun, que se apoya en la tradición surrealis-
libertad no es algo relativo, sino que está constituida ta, tal resultado implica una intolerable resignación. Para

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EL SURREALISMO FRENTE AL MULTICULTURALISMO
Michael Richardson

ella, como para el surrealismo en general, el principio funda- 8. BERNABÉ, CHAMOISEAU, CONFIANT: 1989, op cit.
mental para no rendirse bajo ninguna circunstancia, es
9. Alejo CARPENTIER: El reino de este mundo, Madrid, Seix Barral,
adoptar un espíritu de negación, así como el rechazo a acep-
1969, p 9.
tar lo dado como definitivo. El surrealismo, fundado en una
voluntad de transformación, está profundamente en desa- 10. Ver Pierre MABILLE: The Jungle: on the importance assumed by
cuerdo con las ideologías contemporáneas de la diversidad y art criticism in the contemporary age en Michael RICHARDSON
de la celebración de la diferencia, aunque comparta con ellas (ed.), Refusal of the Shadow:Surrealism and the Caribbean .
Traducción de Michael Richardson and Krzysztof Fijalkowski.
la aspiración a una comunicación que se sitúe más allá de las
Londres, Verso, 1996.
diferencias y singularidades culturales.
11. iAnnie LE BRUN: 1998, op cit., p. 22. Cualesquiera que sean las
MICHAEL RICHARDSON objeciones que se pudieran hacer al concepto de negritud de Césaire
como una actitud política posteriormente reificada como justifica-
Traducción del inglés de Lurdes Martínez ción de los intereses neocolonialistas de la burguesía negra, no hay
duda de que Le Brun no se equivoca al ver que su característica
NOTAS esencial radica en tal negación, que precisamente constituye el ele-
mento que le une al surrealismo. Ver también, Aimé CÉSAIRE,
Discourse on Colonialism. Traducción de Joan Pinkham, Monthly
1. Una versión ligeramente diferente de este ensayo será publicada
Review Press, Nueva York, 1972, y René MÉNIL: Tracées, Robert
en Cosmopolitan Modernisms, ed. Kobena Mercer, IVIVA, Londres,
Laffont, París, 1981.
2005.

12. Louis ARAGON: Libre à vous en La Révolution surréaliste nº2,


2. Annie LE BRUN: Un Créolité cousu de fils blancs (Una criollidad
París, 1925, p 23.
cosida con hilo blanco) en GradHiva no 24, París, 1998, p. 30. Este
ensayo es al mismo tiempo un resumen y un desarrollo de tesis
13. Ibid, p. 23.
expuestas anteriormente en un libro: Statue cou coupé, París, Jean-
Michel Place, Paris, 1996.
14. Charles BAUDELAIRE: Exposition Universelle de 1855 en Oeuvres
complètes. Tomo II. París, Gallimard, 1970, p 576.
3. Annie LE BRUN: 1998, ibid. p. 30-1.

15. Ver Pierre BOURDIEU: Distinction : a social critique of the judge-


4. Para una crítica análoga, aunque más generosa, de la criollidad
en el contexto del Caribe anglófono, ver Wilson HARRIS (1999) ment of taste, Routledge, Londres y Nueva York, 1986.
Creoleness: The Crossroads of a Civilisation? en The Unfinished
Genesis of the Imagination: Selected Essays of Wilson Harris, 16. Carpentier, op. cit., p. 12.
Andrew Bundy Ed., Routledge, Londres.
17. Andre BRETON, Oeuvres completes. Tomo III, Gallimard, París,
5. Annie LE BRUN: ibid p. 22. 1999, p. 150.

6. Jean BERNABÉ, Patrick CHAMOISEAU, Raphaël CONFIANT, Éloge 18. J. Michael DASH: Caraïbe Fantôme: The Play of Difference in the
de la créolité, Gallimard, París, 1989. Francophone Caribbean, en Yale French Studies no 103. 2003.

7. Edouard GLISSANT: Caribbean Discourse. Traducción de J. 19. Andre BRETON: Surrealism and Painting. Traducción de Simon
Michael Dash. Charlottesville, University Press of Virginia, 1989. Watson Taylor, Icon Editions, Nueva York, 1972.

Salamandra 15-16 148


MIRADAS SOBRE LA SERVIDUMBRE CONTEMPORÁNEA
Alfredo Fernández, Barthélémy Schwartz

M iradas sobre la servidumbre contemporánea


Alfredo Fernández, Barthélémy Schwartz

LO SOCIAL Y LA IDEOLOGÍA SEGURITARIA

E l discurso seguritario al uso de los ciudadanos inquietos


enmascara la perennidad de la inseguridad social, y en
este sentido el dominio social aparece como el reverso del
se puede traducir por "¡trabaja y cállate!". La idea según la
cual la política gobierna el mundo permite desplazar los
temas de confrontación del terreno de las relaciones socia-
paisaje democrático. Aquello que se concede a los ciudada- les a aquel, formal y trucado, de las elecciones, del derecho
nos y a los electores es deliberadamente negado a los asala- y del Estado. La República sabe ser generosa cuando no le
riados, a los que se trata sin vergüenza como a criados. La cuesta nada o cuando hace falta comprar la paz social.
fuerza de las ideologías y de las relaciones sociales consiste Después de muchos años, el orden del día es aumentar por
en persuadir a cada uno de nosotros a tomar partido, apa- todos los medios las tasas de explotación y de plusvalía: ya
sionadamente, en los debates de sociedad (¿se está a favor o no es necesaria la falsa generosidad y el consenso social. La
en contra de la prohibición de los OGM? ¿a favor o en con- emergencia manda. La información que dan los medias está
tra de la energía nuclear? etc) y, paralelamente, en imponer hecha a la imagen del conjunto del paisaje: ¿Cuántos millo-
el desierto del pensamiento en el dominio social. ¿Cuántos narios hay en Francia, en cuantas grandes ciudades hay
de nosotros, por ejemplo, han sido asesinados, año tras año, fábricas con un riesgo mortal del estilo de Seveso? ¡Trabaja
por el amianto presente en los lugares de trabajo, y del que y cállate!1
nada se ha dicho de los riesgos a los que ha expuesto a la
salud, siempre que no se manifiesten bajo la forma irreme- El autoritarismo del Estado, que acompaña a la intensifi-
diable del cáncer? (hasta 1977, no ha habido en Francia cación de las relaciones de explotación y la represión social,
ninguna reglamentación sobre el amianto, y hasta 1997 - no puede desenvolverse sin un importante aparato ideológi-
veinte años después- ninguna medida de protección de los co que lo justifica y lo refuerza. Es así que valores que se
asalariados). podría pensar que pertenecían a una época superada se
reactivan con la perennidad de la crisis, recuperando un
Cuando el derecho civil permite a los ciudadanos el ilusio- nuevo vigor en la utilidad represiva que se les asigna. A
narse sobre su legitimidad respecto al Estado, el derecho medida que estos valores se desarrollan, los falsos hábitos
social codifica en términos absolutistas la sumisión que se democráticos y progresistas de la república liberal se redu-
exige en las empresas (públicas o privadas) donde trabajan cen como piel de zapa. Hace apenas 4-5 años, era el nacio-
como asalariados. La opacidad sigue siendo la respuesta del nalismo como valor republicano renovado el que se había
Estado y del mundo económico a la inquietud social, lo que debilitado tanto en la izquierda como en la derecha, hasta la

149 Salamandra 15-16


MIRADAS SOBRE LA SERVIDUMBRE CONTEMPORÁNEA
Alfredo Fernández, Barthélémy Schwartz

tentativa de unión nacionalista-republicana (del antiguo estas se imponen como valor ascendente. Lo que hasta ahora
socialista Chevénement). Ahora, ya no es posible mear sobre se podía esperar sin sorpresa de una vieja rata de la UMP o
la bandera francesa sin tener complicaciones policiales y de la derecha católica, hoy es expresado por jóvenes estu-
judiciales mucho más graves que antes. Desde hace poco, es diantes de la escuela de arte. Lo religioso comienza a trans-
el discurso seguritario, aumentado por los medias, el que ha pirar por todas partes tomando el mundo como un santo
crecido hasta la saciedad y el vómito. Por no hablar de esa sudario, rarificando cada vez un poco más el aire todavía
moda de la que nadie parece sorprenderse, aparecida al prin- disponible.
cipio de la segunda guerra de Irak y que perdura todavía, que
consiste en vestirse de lo más chic con un PANTALON-EJER- En su libro ¿El arte contemporáneo es cristiano?4,
CITO FRANCES-GUCCI, o con una PARCA-EJERCITO-DE-TIE- Catherine Grenier, conservadora del Centro Georges-
RRA-AGNES B-CHANEL. ¿Qué es esto sino un eco de lo segu- Pompidou de París, muestra cómo los valores religiosos se
ritario integrado en la forma de vida misma? Es en este con- han abierto paso espectacularmente, estos últimos años,
texto que asistimos a un progresivo aumento de poder de "lo entre las preocupaciones de los artistas contemporáneos. Lo
religioso". religioso aparece en la actualidad como una fuente de
energía para el arte contemporáneo (arte de economía
LO ARCAICO Y LO MODERNO mixta). Al mismo tiempo que se asiste en arte a una revalo-
rización de la cristiandad, paralelamente, nos dice la autora,
El debate sobre el velo islámico en Francia presenta el ‘la referencia religiosa ataca algunos de los tabúes modernos
retorno de lo religioso bajo la forma de un arcaísmo fácil- perturbando el consenso de una cultura laica y progresista’.
mente rechazable por la ideología republicana: la imposición La multiplicación de referencias pertenecientes a una icono-
autoritaria de los signos distintivos de sumisión impuestos a grafía cristiana y la utilización de un vocabulario religioso en
la mujer, el desarrollo por parte del clero islámico de un teji- los artistas se inscriben, según ella, en una tendencia más
do de obligaciones que deben codificar las relaciones socia- grande y más difusa que ve cómo lo religioso es restaurado
les en los territorios concedidos a los religiosos en los subur- en el cine, el teatro y la danza. Esta tendencia se manifiesta
bios, etc2. Sin embargo, el debate sobre el velo (y sobre el en primer lugar en los artistas más jóvenes (y así cada vez
"arcaísmo" de la religión musulmana) ha enmascarado el más en las escuelas de arte). ‘Abolidas todas las creencias
retorno paralelo de lo religioso cristiano, que se presenta, progresistas, se puede encontrar en los artistas una nueva
inversamente, bajo una forma moderna y más insidiosa. relación con la fe religiosa: la ausencia de fe, vivida ante-
riormente como la liberación de un sistema retrógrado y
Por ejemplo, en las silenciosas negociaciones en curso opresivo, es actualmente señalada como una falta, una falla
sobre la cuestión de inscribir la referencia cristiana en el en la que se sepulta la posibilidad de comunicación del hom-
mármol de la constitución europea3, o bien en el dominio de bre con el mundo’. El descubrimiento de los valores cristia-
la "ideología punta" donde la religión cristiana aparece como nos por los artistas de vanguardia no está relacionado con
la "tendencia" más en boga (del "descubrimiento" de Dios una voluntad de provocar al público, al contrario, es una
por la filósofa-psicoanalista Julia Kristeva a los carteles expresión de una reapropiación positiva de lo religioso, aso-
publicitarios de radio-televisión RTL que apelan a "Vivir jun- ciado a una crítica de los valores humanistas, laicos y pro-
tos" ilustrados con un cura ciudadano). Mientras que hace gresistas de la democracia liberal. Al insistir en las catástro-
quince años sólo en las franjas retrógradas de la cultura fes provocadas por el progreso científico, estos artistas rela-
reaccionaria podían aparecer producciones culturales que tivizan el sentido a dar a las conquistas del mundo científi-
defendieran los valores religiosos, hoy es en el corazón co, pero en el marco de una revalorización de la concepción
mismo de la producción ideológica de vanguardia donde religiosa del mundo. Este retorno de lo religioso como valor

Salamandra 15-16 150


MIRADAS SOBRE LA SERVIDUMBRE CONTEMPORÁNEA
Alfredo Fernández, Barthélémy Schwartz

moderno se inscribe también en una interpretación religiosa dad social como medio de coerción de masas en los periodos
del caos provocado por las crisis económicas, la multiplica- de crisis: ‘Las guerras como la que hoy padecemos no son
ción de las guerras, las epidemias o las catástrofes naturales posibles más que a causa de una conjunción de todas las
o nacidas de las invenciones científicas. Lo religioso se con- fuerzas de regresión, y significan, entre otras cosas, una
vierte en una clave explicativa de un mundo que no llega a interrupción del avance cultural quebrado precisamente por
ser comprensible si no es en términos de bien o mal. esas fuerzas regresivas que la cultura amenazaba. Esto es
demasiado evidente para que sea necesario insistir en ello.
Por una asombrosa inversión de perspectiva, lo más reac- De esta derrota momentánea de la cultura mana fatalmente
cionario aparece hoy como lo más moderno. Estas experi- un espíritu de reacción, y, sobre todo, un oscurantismo reli-
mentaciones conducidas por las más avanzadas ideologías gioso, coronación necesaria de todas las reacciones. […] ¿De
de vanguardia anuncian a continuación una posible difusión dónde procede este renacimiento del fideísmo? En primer
más amplia de estas ideas. En todo caso, algunos así lo lugar de la desesperación engendrada por la guerra y la
esperan. miseria general: el ser humano ya no ve salida alguna en la
Tierra a su horrible situación; o no la ve aún y busca en un
LO ANTIGUO EN LO NUEVO cielo fabuloso un consuelo a sus males materiales, agravados
por la guerra hasta alcanzar proporciones inauditas. Sin
Los medios de represión y de dominación más arcaicos embargo, en la época inestable llamada Paz las condiciones
subsisten en las sociedades modernas. Hasta hoy, lo que hay materiales de la humanidad, que habían suscitado la conso-
de más moderno no tiene sentido sino en su relación orgáni- ladora ilusión religiosa, aunque atenuadas, subsisten y recla-
ca con las formas más sofisticadas de explotación del hom- man imperiosamente una satisfacción. La sociedad preside la
bre: desde la noche de los tiempos, nunca hemos abandona- lenta disolución del mito religioso, al que parece no puede
do las sociedades de explotación y de dominación. No hay sustituir más que con sacarinas cívicas: patria o jefe’.
democracia griega ni ateniense sin la esclavitud; no hay
amor cortés sin siervos; no hay siglo de las Luces sin el escla- SOBRE EL RETROCESO DEL PENSAMIENTO CRÍTICO
vismo negro y las colonias. El capitalismo ha conservado del
Antiguo Régimen un aparato de coerción que ya había dado Entre aquellos que dirigen una mirada crítica a la socie-
buen resultado. Lo antiguo y lo nuevo han formado así un dad, más allá de análisis diversos, contradictorios, a veces
cuerpo híbrido. El capitalismo francés se ha consolidado en el opuestos, un punto de acuerdo parece subsistir: la polariza-
siglo XIX por medio de una ideología progresista (expresada, ción político-mediática alrededor de los signos religiosos
entre otros, por el arte moderno) que le era útil en su lucha ostentatorios, ostensibles o, más simplemente, visibles, ocul-
contra el oscurantismo religioso y las supervivencias del ta, en realidad, cuestiones mucho más importantes.
Antiguo Régimen. Pero desde que las fuerzas sociales que Cuestiones, en suma, cargadas de un contenido y de una
curran han empezado a hacerse entender y a reivindicar, ha "realidad" tales que no es incongruente preguntarse si su
sido muy necesario acomodarse con el oscurantismo de ayer alcance no superará, in fine, unos problemas que son pre-
y con sus probados medios de dominación, especialmente la sentados como exclusivamente ligados a la evolución (o
Iglesia y la religión. La defensa del laicismo en la Francia de involución…) de la sociedad francesa. Así, más que nunca, el
nuestros días nos hace olvidar que, desde 1905, éste siempre análisis de las causas profundas, de las motivaciones verda-
ha sido imperfecto y muy ventajoso para la Iglesia. deras sobre las que reposa esta evidencia que es el reforza-
miento del "orden moral" -reforzamiento cuyos efectos se
Benjamín Péret, que conocía bien a los curas, ha señalado hacen sentir y actúan un poco por todas partes en el mundo-
en El deshonor de los poetas el rol de lo religioso y su utili- debe ser considerado como el primer paso de un pensamien-

151 Salamandra 15-16


MIRADAS SOBRE LA SERVIDUMBRE CONTEMPORÁNEA
Alfredo Fernández, Barthélémy Schwartz

to que saca su fuerza y su vitalidad, no de la desenvoltura y su propia defensa, se ha visto reducido a batirse sobre el
de la alabanza del hecho consumado, sino yendo todavía y terreno del reformismo o de las luchas parcelarias que le son
siempre a la raíz de las cosas. consubstanciales: antifascismo, antirracismo, defensa de las
"conquistas" sociales, etc. Desde ese momento, ha dejado de
Porque, si es verdad que el recurso a la ley, y por lo tanto situarse sobre su propio terreno, que es el de la revolución
al Estado, nunca ha solucionado verdaderamente nada, o social encaminada a transformar el mundo cambiando la
muy poco, es necesario reconocer que este acento puesto vida (e inversamente).
sobre el aspecto legislativo de una cuestión cuyas causas
profundas son en primer lugar (en primer lugar pero no úni- Pero sólo las reivindicaciones globales son portadoras de
camente) sociales y económicas, significa precisamente el sentido, sólo ellas dan ligazón y consistencia a las luchas
retroceso de este pensamiento crítico, de las utopías eman- parcelarias, aportándolas en especial esta dimensión utópica
cipadoras y de su corolario: la lucha por una vida liberada de sin la que no son sino conflictos reguladores del capitalismo:
toda servidumbre social, económica o religiosa, por una vida fragmentos que se incorporan a otros fragmentos que se
que deseamos total, sin dios ni amo. supone representan el centro

Es que la crítica de la religión, del "opio del pueblo", no es ALFREDO FERNÁNDEZ, BARTHÉLÉMY SCHWARTZ
menos hoy que lo fue ayer "la condición previa a toda críti-
ca". Que ella se encuentre, en estos tiempos de gran confu- Traducción del francés de José Manuel Rojo
Publicado originalmente en el número 11 de la revista
sión, parasitada por excrecencias donde las variedades del
Oiseu-Tempête, 2004
racismo más larvadas se la disputan a las más abjectas, no es
de ninguna manera un argumento que demostraría su inac- NOTAS
tualidad sino un síntoma suplementario que nos indica hasta
qué punto cada combate se está librando, desde ahora, en el 1. Rusia cuenta, por ejemplo, con 36 multimillonarios en dólares
terreno del enemigo. cuya fortuna equivale al 24% del PIB; en los Estados Unidos, la for-
tuna de 277 multimillonarios representa el 6% del PIB del país
(Liberation, 14 de mayo 2004).
El islamismo, como todo fundamentalismo religioso, con el
mismo título que el chauvinismo del Frente Nacional y, un
2. Ver De la explotación del velo al velo de la explotación, en el nº
poco por todas partes en Europa, la resurgencia de los nacio- 11 de la revista Oiseau-Tempête.
nalismos (incluso en sus formas más sutiles o democráticas),
la canalización de la extrema derecha, la multiplicación de 3. En la misma línea, esta noticia breve, leída en el Liberation del
leyes liberticidas, el reforzamiento del poder del Estado, cada 8 de mayo del 2004: ‘EUROPA: "MILAGRO" PARA EL VATICANO.
vez más represivo y autoritario, tienen que ser considerados Para el cardenal Paul Poupard, presidente del consejo pontifical
como las manifestaciones muy visibles, muy concretas y para la cultura del Vaticano, "la creación de Europa fue un milagro".
El cardenal asistió el viernes en Scy-Chazelles (Moselle) a la inau-
ciertamente contradictorias de un orden moral que se
guración de la Casa Robert-Schuman, uno de los fundadores de la
refuerza. Nuestra época es la de un retroceso de las utopías
unificación europea. El proceso para la beatificación de Robert
tanto como la de las luchas emancipadoras globales, aque- Schuman, comenzado en 1990, será cerrado el 29 de mayo. Una
llas que tendían a una liberación y una desalienación totales beatificación supone un milagro "auténticamente reconocido”. Es lo
del hombre. Es en este marco que el pensamiento crítico se que queda por probar’.
ve confrontado a los límites que le impone, contradictoria-
mente, el nuevo orden que extiende su dominación sobre el 4. Catherine GRENIER: ¿El arte contemporáneo es cristiano?,
mundo. Un pensamiento crítico que, demasiadas veces, y en Jacqueline Chambon editions, 2003.

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BENJAMÍN MENDOZA Y AMOR O EL MAGNICIDA
Christian Ferrer

B enjamín Mendoza y Amor o el magnicida


Christian Ferrer

E n el aeropuerto de Manila, ciudad capital de la


República de las Islas Filipinas, un hombre aguardaba
ansiosamente la llegada de un avión. Junto a él, también
exponía la viva imagen de un nacional del altiplano. Nada en
él anunciaba a un futuro magnicida. Ansiaba conocer
mundo: Brasil, Argentina en primer lugar; Estados Unidos y
esperaban una comitiva oficial, dignatarios eclesiásticos, el Extremo Oriente después. Llegaría a dar la vuelta al
fotógrafos de las principales agencias de noticias del mundo, mundo, pero su jornada quedó en suspenso al alcanzar los
curiosos, y un grupo muy grande de creyentes. Eran tiempos treinta y seis años, y el regreso sería en cadenas. Le había lle-
en que no era difícil acercarse a los poderosos, tal como vado la mitad de la vida llegar tan lejos; y tan lejos también
Bruto hizo con el César dos milenios antes. El hombre, al que de la gloria artística como tan próximo al titular catástrofi-
cabe suponer carcomido por los nervios y excitado por la co de primera plana de periódico. Todavía en La Paz, había
vaga conciencia de su próxima metamorfosis en personaje trabajado para la USIS, el servicio norteamericano de infor-
famoso, o bien infame, estaba disfrazado de sacerdote y mación. Años después, no faltarían suspicaces que le encon-
tenía un crucifijo en la mano. Pero bajo la toga aferraba un traran al atentado una conexión con la CIA. En el año 1959
"kriss" malayo, cuya hoja curva de acero medía treinta y dos abandonó Bolivia y se dirigió a Brasil, como representante de
centímetros. Luego, se comprobaría que la daga tenía una su país a la V Bienal de Arte de São Paulo. Fue por entonces
inscripción: "balas, supersticiones, banderas, reinos, basura, que decidió instalarse en la Argentina. En Buenos Aires, al
ejércitos y mediocridades". Eran las nueve de la mañana del principio, pudo mostrar su obra: en 1962 expuso en una sala
27 de noviembre de 1970. del ex-Concejo Deliberante de Buenos Aires; pintó también
en el Hotel Llao-Llao de Bariloche; y exhibió sus obras en la
Había nacido un 31 de marzo de 1933 en La Paz, Bolivia. tradicional Galería de Arte Witcomb. Pero la mala época
Quizás es lo más cerca del cielo que se pueda nacer. En la llegó, y parecía constante. Intentó vender sus cuadros en San
adolescencia descubrió que era ambidextro y surrealista. Telmo, vivió en locales vacíos de la calle Corrientes, y al fin
Descubrió también que le era posible pintar con ambas no tuvo más remedio que esbozar retratos de las clientas de
manos, aunque todavía no barruntaba que la suerte no iba a una peluquería de Recoleta para vender en el acto. Y a cam-
ser pródiga con su vocación. Creció callado y poco dado, bio de comida pintó obras en las paredes de un restaurante
taciturno quizás. Era de estatura corta y su fisonomía aledaño al teatro Ópera. El hambre y el arte fueron siameses

153 Salamandra 15-16


BENJAMÍN MENDOZA Y AMOR O EL MAGNICIDA
Christian Ferrer

que en el siglo XIX intimaron inseparablemente, y en la his- largo trecho desde La Paz hasta el Océano Pacífico con el fin
toria de las vanguardias estéticas también hay capítulos de cometer un magnicidio, el primer intento de su tipo en
reservados para la penuria y la mala nutrición. Pero aquellos cien años, contra el representante de Dios en la tierra, el Papa
pintores estaban seguros de lo que estaban forjando en sus Pablo VI. Al día siguiente los diarios de todo el mundo dedi-
telas y la esperanza del reconocimiento público, incluso pós- caron la primera plana al atentado fallido, y también al frus-
tumo, nunca los abandonó. En Buenos Aires nadie se interesó trado asesino, un oscuro pintor boliviano repentinamente
por el pintor surrealista del altiplano. Apenas un crítico de elevado desde la intrascendencia cotidiana a esa celebridad
arte se ocupó de él, y para desestimarlo de un plumazo. En que sólo perdura en tanto y en cuanto la noticia no se oxide
mayo de 1963 dejó la Argentina. Algunos amigos tendría, en la letra de molde. Por cierto, sus cuadros también llegaron
pues por entonces un retrato suyo fue publicado en la revis- a la primera plana, al menos durante un par de días.
ta Tía Vicenta. Junto a su foto se lee: "Parte sin dolor hacia
New York el pintor surrealista boliviano Benjamín Mendoza. En 1962, y en Buenos Aires, Benjamín Mendoza y Amor
Buen viaje, demonio, y que vendas muchos cuadros". De allí había pintado un cuadro con imágenes terribles y lo había
en adelante, vivió en los Estados Unidos, Japón, Hong-Kong llamado El alba de los tiranos. Guerra, destrucción, muerte,
y Taiwan. Antes de instalarse en las Islas Filipinas llegó a esclavitud, miseria, y el poder, que tenía un bloque de hielo
exponer en Honolulú y en la Unión Soviética, vaya uno a por corazón. Había sido preparado a pedido de un comprador
saber cómo. Casi diez años antes, en febrero de 1961, al que ya antes había vendido otras obras suyas, y a quien le
Benjamín Mendoza y Amor había pasado un mes en Mar del prepararía las ilustraciones para su último libro. El cliente se
Plata pintando un par de murales para pagar el hotel en que llamaba Raúl Barón Biza. Es probable, casi seguro, que el
se alojó. El hotel se llamaba "Manila". pintor supiera o se enterara que su cliente era o había sido
millonario y que arrastraba tras de sí una fama oscura de
El avión aterrizado venía volando desde Dacca, capital de hombre violento y ateo. En otros tiempos había publicado
Bangla Desh, última etapa de una gira iniciada una semana dos novelas que, una vez llevadas a juicio, le valieron el mote
antes. Cuando el principal pasajero se asomó por la escaleri- de "pornógrafo", y tenía lista una nueva titulada Todo esta-
lla vio a tres mil personas vitoreándolo y escuchó repicar las ba sucio, que fue publicada un año antes de su próximo
campanas de todas las iglesias de la ciudad. Estaban doblan- fallecimiento por mano propia. En la portadilla del libro dice
do por él. El hombre vestido de sacerdote se aproximó lenta- "Ilustró Benjamín Mendoza", y en el epígrafe "Que mi tumba
mente, aprovechando descuidos, fervores ajenos y un defi- no tenga nombre, ni flores, ni cruz". Tal voluntad sería cum-
ciente servicio de seguridad, hasta ubicarse en la vecindad de plida. Son diez ilustraciones, en blanco y negro, alegóricas
una de las máximas encarnaciones del poder temporal. algunas, y otras ilustrativas de frases tomadas del argumen-
Luego, estiró el brazo como si fuera una zarpa, y entonces el to del libro y transcritas bajo cada uno de los dibujos, com-
cuchillazo hendió el aire, sorprendiendo a su presa y dejan- poniendo un diálogo entre escritor y artista. En ellas se ven
do desacomodado al victimario, consciente de haber fallado, precipicios, árboles y seres sufrientes; un hombre atravesan-
apenas por centímetros. Había tratado de asesinar, y había do una alambrada de púas para alcanzar un libro y un cáliz;
fracasado. Aún así, había conseguido golpear levemente a su una mujer quitándose un cinturón de castidad; unos zapatos
víctima en el pecho antes de que un prelado se interpusiera de tacón alto sobre una silla; otra mujer, desnuda, haciendo
en su camino. No habría segunda oportunidad, pues en un el gesto de silencio con el dedo; Adán y Eva expulsados del
instante decenas de hombres lo sepultaron bajo un túmulo de paraíso; y, al fin, un martillo tosco, una flecha indígena y un
músculos y amenazas, algunas dichas en su propio lenguaje, cáliz sobre el que levita una ostia. La temática religiosa,
el castellano, que también se habla en las Islas Filipinas. matizada de anticlericalismo, abunda en las ilustraciones.
Benjamín Mendoza y Amor, artista sin suerte, recorrió un Entre 1962 y 1963 Benjamín Mendoza y Amor solía apare-

Salamandra 15-16 154


BENJAMÍN MENDOZA Y AMOR O EL MAGNICIDA
Christian Ferrer

cerse por las oficinas de Barón Biza, ubicadas en un piso jefes de redacción locales no se les pasó por alto la estadía
quince y cercanas a los pasillos subterráneos que atraviesan de Benjamín Mendoza y Amor en la ciudad de Buenos Aires,
la Avenida 9 de Julio por debajo, a tomar café y a ofrecer pero se les traspapeló la conexión local, el encuentro entre
sus cuadros. dos personalidades tan perturbadas como irredimibles. Quien
quiso ser luego parricida en grado sumo había mantenido
Una derivación grotesca del atentado ocurrió cuando el una relación clientelar con un millonario ateo, excéntrico e
presidente filipino, el dictador Ferdinando Marcos, se atri- intratable. En 1962, Mendoza y Amor expuso El alba de los
buyó haber impedido el magnicidio con un certero golpe de tiranos en la Galería Witcomb. Tuvo que solicitarlo en prés-
karate propinado al falso sacerdote boliviano. Pero no era tamo, pues el cuadro ya no le pertenecía. Varios años des-
pués un periodista de la revista amarillista Así sería el único
verdad: las fotografías lo muestran muy lejos del aconteci-
en vincular al pintor desconocido con el escritor maldito:
miento. Con moderada irritación, la cancillería vaticana
‘entre las pinturas expuestas por Mendoza en esa galería
envió una declaración a la prensa especificando que la per-
figuraba El alba de los tiranos, que había sido comprado con
sona que paró el golpe y se abrazó a Mendoza y Amor había
anterioridad por el señor Barón Biza, y que ahora que
sido el cardenal coreano Sou Kwan ("Stephen") Kim.
Mendoza es célebre lo puso de nuevo en venta. Seguramente
Curiosamente, el único en corroborar la versión de Marcos
Barón Biza piensa recuperar con creces -por la triste fama
fue el propio Benjamín Mendoza y Amor.
que cubrió de golpe al artista- la suma que le costó el cua-
dro’. Pero eso ya no era posible: Barón Biza llevaba seis años
Benjamín Mendoza y Amor confesó ante Serafín Fausto, bajo tierra.
subjefe de policía de las Filipinas, motivaciones distintas:
"que hacía mucho tiempo que deseaba matar al Papa porque
Pero tres décadas antes Barón Biza había publicado una
él alentaba la superstición por el mundo, y que luego seguiría
carta dirigida al Papa Pío XI, uno de los cercanos anteceso-
con el presidente Richard Nixon", pero también "que nunca
res de Paulo VI, a manera de prefacio de su libro El derecho
quiso dañar a Pablo VI sino darle muerte, no físicamente,
de matar. El tono es duro y blasfemo. El autor se presenta
sino de forma surrealista". Quizás fue a causa de esta última
ante el Papa como un "sacerdote de sí mismo" y, luego de
declaración que Pablo VI lo perdonó, como suelen hacerlo los
denunciar que en un colegio eclesiástico donado por su
Papas. Eso está especificado en la etiqueta del Vaticano, pero
familia se cometían "crímenes de desviación espiritual",
no en la del tribunal filipino que lo juzgó. El juez Pedro
aclara que, a fin de que su libro llegue a la Biblioteca del
Bautista condenó a Benjamín Mendoza y Amor a cuatro años
Vaticano, ha decidido revestir la portada en plata, con el fin
de prisión por tentativa de asesinato, condena cumplida casi
de "atraer tu atención". Y entre las muchas ilustraciones
en su totalidad. Ingresó a la prisión con dos palomas. Pero
tiempo después de haber sido liberado sería visto rondando resalta la de una mujer disfrazada de pontífice o "papisa", y
por Roma. Un año antes del atentado el pintor errante había otra en la que una mujer está crucificada sobre una montaña
expuesto óleos y acuarelas en el Museo Nacional de las de dinero. El anticlericalismo fue una de las grandes pasio-
Filipinas, y también en la Biblioteca Nacional del país. No nes políticas del siglo XIX. Era una de las aristas filosas del
consiguió vender ni un solo cuadro. Pero a poco de ocurrido el tridente laico, y luego de potenciarse por última vez por
frustrado intento de asesinato se vendieron cien obras suyas, y medio del tumultuoso géiser del surrealismo se fue limando
por un tiempo la cotización alcanzó los cientos y los miles de hasta transformarse inadvertidamente en la atmósfera de la
dólares. Esta vez había sido reconocido: el arte-atentado dis- vida relacional de la actualidad. Todavía en los años setenta
frutó de un breve momento de gloria en el mercado. la Iglesia era un actor político de primera magnitud, pero su
capacidad de fiscalizar moralmente a la población había
El intento de asesinato de un Papa fue portada mundial, menguado drásticamente. También los últimos fulgores del
unanimidad de la que no quedó excluida la Argentina. A los surrealismo emanaban de una brasa que ya no crepitaba.

155 Salamandra 15-16


BENJAMÍN MENDOZA Y AMOR O EL MAGNICIDA
Christian Ferrer

Pero esa mala nueva no había llegado aún a Bolivia. En otras proyección de Animal Crackers, de los Hermanos Marx. Le
obras de Mendoza y Amor abundan cuchillos, plantas carní- será enviada una invitación a Charles Mingus quien, espera-
voras, patíbulos y formas oníricas, tanto como el motivo mos, ejecutará su Pithecantropus Erectus contra un fondo de
anticlerical, uno de los platos fuertes de los surrealistas, que llamas crepitantes. En las cercanías, una selección de obras
ya habían aderezado Niki de Saint-Phalle, Clovis Trouille y surrealistas violentamente antirreligiosas girará lentamente
Luis Buñuel. En uno de sus óleos el Papa está sentado sobre sobre una calesita construida especialmente para la ocasión.
el diablo, y en otro, llamado "Jesucristo y la ira", se ve al sal- Entre la multitud de celebrantes quizás se divisen los mean-
vador junto a una mujer desnuda. No es improbable que dros caprichosos de un avestruz, algunos canguros, un rino-
Benjamín Mendoza haya leído El derecho de matar y ojeado ceronte, numerosos búhos y quizás un oso perezoso gigante
las ilustraciones que precedieron a las suyas propias de Todo de la Patagonia. Una abundancia de granadas, mangos,
estaba sucio. Quizás para inspirarse. naranjas, bifes de solomillo y los vinos más finos estarán dis-
ponibles para cualquiera. Sobre las ruinas y cenizas de esta
No hay mucha información acerca de las relaciones de iglesia ridícula, el Grupo Surrealista propone erigir un enor-
Benjamín Mendoza y Amor con el mundo del arte. Un hom- me monumento en honor de nuestro camarada Benjamín
bre parco de carácter y que había residido intermitentemen- Mendoza. Este monumento, imposible de describir salvo en
te en tantos lugares quizás careciera de amistades y relacio- su bosquejo general, será construido a partir de ladrillos
nes duraderas. Una de sus pocas amigas en Manila se llama- fabricados con crucifijos derretidos y otros artefactos cris-
ba, curiosamente, Caroline Kennedy. En Buenos Aires, al tianos (biblias, rosarios, reliquias, iconos, medallones, etcéte-
correr la noticia, la mayoría de quienes lo habían conocido se ra), rociados todos ellos con la pintura roja más brillante.
llamó a silencio, aunque dos o tres entrometidos que lo tra- Contendrá muchas y muy diferentes habitaciones, cada cual
taron brevemente se prodigaron en anécdotas insignifican- dedicada a una figura ejemplar (tales como Sade, Flora
tes sobre el pintor boliviano. Luego, silencio. No obstante, Tristán, Melville, Swinburne, Nietzsche, Sandor Ferenczi,
hubo vindicadores de Benjamín Mendoza y Amor, una defen- Peetie Wheatstraw, Rosa Luxemburgo, Benjamin Péret). La
soría natural y de oficio asumida por los surrealistas, anti- habitación de Melville, por ejemplo, incluirá un vasto acua-
clericales por convicción e incendiarios por vocación. En rio, dentro del cual La última cena, de Leonardo, suspendida
1973 la revista Arsenal, del grupo surrealista de Chicago, al revés, proveerá de un inmejorable telón de fondo para la
defendió al pintor boliviano en un artículo titulado Guerra navegación del pez diablo y de la mantaraya. Este monu-
contra el Papa, en el cual se celebra el "gesto gracioso" del mento, para su función simbólica específica, exigirá del sis-
artista como el "acto más puro de audacia individual". Dos temático desenraízamiento de todo vestigio de superstición
años antes, el mismo grupo había editado un panfleto religiosa y del reforzamiento concurrente de las capacidades
intransigente, Hacia el segundo incendio de Chicago, al cual imaginativas concretas. Arriba de su entrada habrá una larga
Herbert Marcuse consideró ‘uno de los raros ejemplos de placa, cubierta en pieles, en donde letras fosforescentes
cómo el humor demente puede transformarse en una verdad expondrán el santo y seña inmortal enunciado por André
política radical’. Ni en las cumbres más empinadas de sus Breton: Dios es un cerdo’.
sueños podría haber imaginado aquel ser del altiplano que
alguien postularía la necesidad de un monumento para su En 1974, Mendoza y Amor puso los pies afuera de la pri-
persona, lo que puede tomarse como llamamiento blasfemo sión filipina de Quezón City, y de inmediato fue deportado a
o bien como una santa carcajada. Así culminaba el libelo: ‘La su país natal. El avión en que regresó hizo escala en las Islas
destrucción de la Iglesia de San Pedro debería comenzar en Tahití, y fue justamente en ese brote del paraíso donde
Navidad, acompañada de fuegos artificiales eróticos, la Benjamín Mendoza y Amor se encontró casualmente con un
puesta en escena de Ernestina, del Marqués de Sade, y la argentino famoso, o infame, según se mire, que también

Salamandra 15-16 156


BENJAMÍN MENDOZA Y AMOR O EL MAGNICIDA
Christian Ferrer

había estado en Manila días antes. Este hombre viajaba mo y él mismo había sido sucesivamente jugador profesional
acompañado por una mujer despampanante que años antes de baloncesto, actor de cierta fama, director de cine después,
había sido elegida "Miss Argentina". A mediados de los años y siempre, siempre, siempre, el que había llenado la pantalla
setenta no era muy probable que dos personas relacionadas de cine con carne de hembra. Se llamaba Armando Bo, y se
a la Argentina se encontraran sin cita previa en el aeropuer- había ganado el título nobiliario de "pornógrafo". La mujer del
to de Papeete, capital de Thaití. Menos aún que una de ellas aeropuerto era su actriz, su musa y su amante. Se llamaba
fuera un frustrado magnicida y el otro un "pornógrafo" ase- Isabel Sarli y hubo un tiempo en que ella fue inmencionable1.
diado por la censura. Ya en Buenos Aires, éste último daría
una entrevista a la revista Siete Días, y contaría lo siguiente:
‘¿Sabés a quién conocí cuando tomé el avión que me trajo de CHRISTIAN FERRER
Thaití a Lima? A Mendoza, ese pintor que hace unos años
atentó contra la vida de Pablo VI en Manila. Estaba herido, NOTAS
le chorreaba sangre de la barriga y me preguntó si no tenía
1.Hay lugares del planeta que operan como un magneto inevitable
algún calmante. Hurgué en todos los bolsillos pero ni una
para ciertos títeres de primera agua. En este caso, la ciudad de
aspirina encontré. Mendoza viajaba custodiado por policías Manila enlazó un Papa, un pintor surrealista boliviano, una Miss
de civil. En tono confidencial le pregunté por qué había Argentina año 1955 y a un director de cine amado por la censura.
cometido aquella barbaridad, y me respondió que fue un Con esta suerte de tripulación se solía recalar en la Isla de la
arranque de locura. Traté de comprenderlo, sin juzgarlo. Yo Tortuga en otros tiempos. Pero el titiritero no era tanto el destino
soy cristiano. Y sé que como ser humano ese hombre mere- sino un millonario excéntrico, ateo y duelista llamado Raúl Barón
ce castigo y también respeto. Pero te juro que me sentí mal, Biza. Sobre este personaje tremebundo, que en su momento fue
considerado en la Argentina un modelo de pornógrafo tanto como
muy mal. Mal por él, mal por la incomprensión que de pron-
un ser infame, trata el libro que estoy escribiendo. De las tantas
to nos envuelve y contagia; me sentí mal, enojado conmigo
derivaciones de esta historia se desprende esta crónica de un mag-
mismo’. El hombre que salía en defensa de Benjamín nicidio frustrado.
Mendoza y Amor había tenido un padre afiliado al radicalis-

157 Salamandra 15-16


EL EDÉN Y EL ÁTOMO
Jesús García Rodríguez

E l edén y el átomo: mitologías comparadas1


Jesús García Rodríguez

EL MITO COMO FORMA DE EXPLICACIÓN DE LA REALIDAD

S on muy numerosas las definiciones del mito propuestas


a lo largo del tiempo. El mito es sin duda un tramo de
realidad muy complejo, que permite ser abordado e interpre-
del término, es decir, en un orden perfecto y acabado. Eliade
sostiene que todo mito tiene una estructura que responde a
las siguientes características: a) es una historia sagrada que
tado desde muy diferentes perspectivas, debido a su mismo narra los actos de seres sobrenaturales; b) los creyentes en el
carácter poliédrico y pluridimensional, y al hecho mismo de mito consideran que los hechos y los acontecimientos narra-
que se trata de un fenómeno humano que pretende abarcar dos son reales; c) todo mito se refiere a alguna forma de cre-
la totalidad misma de la realidad y de la vida, e incluso de ación; d) el conocimiento de un mito permite establecer el
estadios anteriores (mitos cosmogónicos). Resumiremos origen de las cosas y dominarlas a voluntad; y, e) el mito
aquí, en principio, algunas propuestas de definición. exalta acontecimientos que los creyentes tienden a memori-
zar y actualizar. Esta fenomenología del mito es aplicable de
Siguiendo la llamada concepción sociológica del mito, manera universal, es decir, que el mito como tal funciona de
Bronislaw Malinowski afirma que el mito cumple en las la misma manera en todas las culturas.
sociedades arcaicas y tribales (y en cualquier sociedad, aña-
diríamos nosotros) una función indispensable: expresa, Otra interpretación interesante del mito es la propuesta
incrementa y codifica la creencia, salvaguarda y refuerza la por Willar O. Quine en su artículo Sobre lo que hay, de 19482.
moralidad, y contiene reglas prácticas para la guía de los Quine destaca la necesidad que tienen los seres humanos de
individuos en estas culturas. Es decir: el mito es un relato explicar los objetos de su experiencia en función de sus
cuya finalidad primaria es consolidar las creencias o deter- necesidades prácticas y teóricas. Para lograr ese objetivo
minadas creencias de una sociedad determinada. Lo impor-
construyen lenguajes y esquemas conceptuales que afirman
tante del mito, según esta interpretación, se encuentra en
la existencia de objetos físicos, en unos casos, y de objetos
ser compartido por el máximo número de individuos y por
ideales en otros. Según Quine no hay manera de conocer la
tanto en tener un carácter cohesivo: propone, mediante un
realidad tal y como es independientemente de nuestra expe-
implícito consenso, un substrato cognitivo común que sirve
riencia. Consecuentemente, todo lo que podemos hacer es
como base de pensamiento y actuación dentro de un grupo
determinado. construir mitos, los cuales vendrían a ser las entidades físi-
cas y matemáticas que nos ayudan a conducirnos en el
Para Mircea Eliade, por su parte, en una interpretación mundo que experimentamos de la manera más útil posible.
más epistemológica, el mito es ante todo un intento de con- Quine, por tanto, hace hincapié en el mito como construc-
vertir el mundo en algo inteligible y abarcable, de transfor- ción simbólica que pretende explicar la realidad, por un lado,
mar el caos de la realidad en un cosmos en el sentido griego y servir de metáfora operativa de la misma.

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EL EDÉN Y EL ÁTOMO
Jesús García Rodríguez

Desde el psicoanálisis y sus escuelas se proponen otras tral común. Lo que a nosotros, el común de los mortales, nos
interpretaciones del mito. Tomaremos como ejemplo la de llega de ella es un relato: un mito. En ese mito se nos narra
Rollo May, el psicólogo existencialista norteamericano, que el universo tuvo un principio en el tiempo: un momento
expuesta en su libro La necesidad del mito3. May parte de la en que estaba reducido a un tamaño mínimo, en forma de
base de que el mundo en sí carece de sentido, y sólo lo una especie de masiva condensación de energía en un átomo
adquiere cuando un grupo humano (o una persona indivi- primordial (huevo cósmico en otras tradiciones) en estado de
dual) lo relaciona con su existencia a través de una forma latencia. Esto sucedió, se nos dice, hace 15.000 millones de
alegórica y simbólica (mito). Los mitos cumplen la función de años (curiosamente coincide, aproximadamente, con el
facilitar la salud de las sociedades, pues nos confieren senti- comienzo del Dvapara Yuga -la Edad de la Duda, edad míti-
do de identidad personal, nos transfieren un sentido de per- ca anterior a la nuestra, Kali Yuga o Edad de Kali, de las
tenencia a una comunidad, producen y afianzan nuestros Sombras- de la tradición hindú, que suele situarse en el
valores morales y nos permiten explicar, en alguna medida, 15.703 a.C.). A partir del aumento de temperatura por las
el misterio inescrutable de la creación del mundo y de nues- presiones internas causadas por la gran densidad, se produ-
tra propia vida. Como se ve, May hace un hincapié especial ce una gran explosión, que conocemos por su más exótico
en la cuestión del mito como dador o creador de sentido. nombre en inglés, big-bang, que es paralela a la emergencia
del tiempo y del espacio. A partir de esta explosión origina-
En todas estas interpretaciones parece haber un común ria, el diminuto átomo que era el mundo comenzó a expan-
denominador: el mito como explicación de la realidad, o dirse. El universo, a partir de ese fundacional momento míti-
como relato que pretende explicar de manera parcial o total, co, comienza a expandirse de manera infinita.
la realidad o alguno de sus aspectos. Y ahora cabe pregun-
tarse ¿qué es la ciencia? ¿No es también un modo de expli- Hasta aquí, muy simplificado, el mito cosmogónico. Como
cación de la realidad, de ordenarla y de controlarla? Lévi- ya indicó Lyotard, todo gran relato que pretenda imponerse
Strauss ya dejó claro que los conocimientos prácticos y con- como discurso verdadero necesita de metarrelatos para
cretos de su medio ambiente (plantas, animales, fenómenos apuntalarlo4. Estos metarrelatos serían toda una panoplia de
naturales, meteorología) de los hombres de los universos pretendidas verdades supuestamente universales, últimas o
míticos son exhaustivos, y tienen como fin dominar dentro absolutas, empleadas para legitimar proyectos políticos o
de lo posible y sin romper su armonía, las fuerzas naturales. científicos. Los científicos son en este caso los encargados de
¿No es la ciencia una forma civilizada de mito, o, para ser proporcionar, mediante la exposición de sus teorías, minu-
más claros, nuestra forma actual de crear mitos? Propongo ciosamente trabajadas, estos metarrelatos que dotan de
al lector que compare su idea de la ciencia con alguna de las carácter de verdad a un determinado relato mítico. El meta-
definiciones anteriores, y verá que el parecido es demasiado rrelato legitima el mito, pero su comprensión y creación es
sorprendente. accesible sólo a una élite de especialistas; que los metarrela-
tos permanezcan en la sombra de la cuasi-incognoscibilidad
UN MITO COSMOGÓNICO: EL BIG-BANG o cuasi-ininteligibilidad no tiene importancia, lo importante
es que prestigien el mito que patrocinan. El metarrelato pro-
La explicación puramente científica del origen de nuestro porciona la base teórica que acoraza el mito, que le hace
universo se encuentra al alcance de muy pocas mentes: incuestionable o muy difícilmente rebatible; el cúmulo de
mentes de físicos y astrónomos profesionales. Sus hipótesis, concienzudas argumentaciones que trae consigo hacen del
que jamás alcanzarán el estado de ley pues serán siempre mito algo prácticamente irrebatible. ¿Qué mente moderna
incontrastables empíricamente, están sometidas a constan- sería capaz de refutar lo propuesto por ciencias fuertes tan
tes modificaciones y refutaciones, a partir de una base cen- prestigiosas como la física o la astronomía? Y sin embargo,

159 Salamandra 15-16


EL EDÉN Y EL ÁTOMO
Jesús García Rodríguez

nadie estuvo nunca ni estará jamás presente en el momento cido: Dios va creando en siete días la totalidad del universo
del origen del universo; de eso, como de lo que pase tras la y sus criaturas, en una especie de proceso expansivo a partir
muerte, sólo caben especulaciones: no son hechos contras- de la tiniebla y el abismo6. Ambos relatos míticos son simi-
tables de ninguna de las maneras, y permanecerán siempre lares, y, naturalmente, como ya sabía Lemaître, perfecta-
en el limbo de lo inexplicable. Sobre ello sólo cabe un cono- mente compatibles. Lo importante en ambos es que el uni-
cimiento mítico. Por medio del metarrelato científico se nos verso tuvo su origen en un punto determinado del tiempo, y
impone como verdadero un mito equiparable en su substan- a partir de ahí comienza su historia7. En otras concepciones,
cia y validez real al de los mayas, los asirios o los hotento- como la hindú, el universo se crea y se destruye cíclicamen-
te, y por tanto es difícil, cuando no irrelevante, saber cuán-
tes. Que en unos se hable de tortugas, huevos cósmicos o
do comenzó. En muchas otras el universo siempre ha estado
serpientes emplumadas y en otros de fisiones atómicas y
ahí, y se privilegian entonces los mitos antropogónicos. Lo
condensaciones de energía sólo indica qué tipo de discursos
importante del mito veterotestamentario es ese “al princi-
y de realidades tienen prioridad y prestigio en unas y otras
pio", que retoman sus herederos de la física atómica: según
sociedades, pero nada más. Producto de la imaginación cre-
este mito, el universo es finito, tuvo un principio y tendrá un
adora en uno y otro caso, sólo nuestros mitos pretenden
final. El último libro de la Biblia es el Apocalipsis de San
imponerse como verdades absolutas, como hechos, y no
Juan, que documenta con gran fuerza literaria y metafórica
como creaciones del espíritu humano. ese acabamiento o destrucción final del universo actual, en
forma de Juicio Universal, para dar paso a otro espacio y
Pero hay un aspecto aún más interesante. Los mitos no edad mítica, la Jerusalén celestial, en la que gobernará Dios
suelen surgir de la nada, sino que toman como base otros en todo su esplendor. Dejemos la voz al profeta y evangelis-
mitos que les sirven de substrato. Así, el mito de la Virgen ta, en las palabras que cierran la Biblia: ‘No habrá ya maldi-
María, tan extendido en el catolicismo, tiene su origen y se ción alguna, y el trono de Dios y del Cordero estará en ella,
construye a partir de otros mitos semitas anteriores tales y sus siervos le servirán, y verán su rostro, y llevarán su nom-
como los de Isis (Egipto), Ishtar (Babilonia) o Anat (Ugarit) - bre sobre la frente. No habrá ya noche, ni tendrá necesidad
del mismo modo que Yahvé se construyó a partir del Baal de luz de antorcha, ni de luz del sol, porque el Señor Dios los
babilonio-cananeo, del que probablemente era sólo otro alumbrará, y reinarán por los siglos de los siglos8‘. El círculo,
nombre o advocación que los israelitas adoptaron para sí-. por tanto, se cierra, tanto en esa obra literaria que es la
Sería interesante investigar cuál es el origen de nuestro Biblia, como en el mito: principio y fin, Génesis y Apocalipsis,
complejo y aséptico mito cosmogónico. Me permito hacer primera página y última: el universo, creado a partir de las
una propuesta. La mayor parte de los científicos que pusie- tinieblas del no-ser, es destruido como tal para dar paso a un
ron las bases para la teoría del big-bang, eran, como el 99 reino mítico de Dios. En la teoría del big-bang se nos habla
por ciento de la comunidad científica, ciudadanos occiden- de la entropía: una especie de deflación o de reverso de la
tales de raza blanca y educados en las religiones cristiana o expansión, por la que el universo volvería progresivamente al
judía: Einstein, Bohr, Hubble. De hecho, el primero en lanzar cero del que vino. El mito del big-bang no es, probablemen-
la teoría fue un sacerdote belga, Georges Lemaître, en 1927, te, sino una continuación del mito judeocristiano de la cre-
cuya teoría conocía perfectamente Hubble. El substrato míti- ación del Universo, prestigiado, apuntalado, argumentado y
co de esta comunidad era por tanto, obviamente, el del reforzado por los metarrelatos científicos contemporáneos.
mundo judeocristiano. Vale la pena detenerse en el mito fun-
dacional común a cristianos y judíos, contenido en los pri- LA EVOLUCIÓN DE LAS ESPECIES Y EL PAPEL DEL HOMBRE EN LA NATURA-
meros versículos del Génesis: ‘Al principio creó Dios los cie- LEZA: UN MITO ANTIGUOTESTAMENTARIO
los y la tierra. La tierra estaba confusa y vacía y las tinieblas
cubrían la haz del abismo, pero el espíritu de Dios se cernía Todos conocemos el cuerpo del mito: la vida surgió, no se
sobre la superficie de las aguas’"5. Lo que sigue es bien cono- sabe bien cómo -las teorías abundan, todas indemostrables-

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EL EDÉN Y EL ÁTOMO
Jesús García Rodríguez

a partir de una sopa orgánica originaria o caldo pre-biótico; mito, fue el de la selección natural. Darwin mismo abandonó
es allí donde surgió el primer ser vivo unicelular; a partir de esta teoría en la sexta edición de su libro, por inconsistente.
él comienza un largo proceso de evolución de las especies, de Ahora sabemos que la selección natural permite la preserva-
las más sencillas a las más complejas, hasta llegar al ser ción de las especies, pero no el paso o la evolución de una a
humano, corona misma de la evolución hasta el momento, y otra. Es decir, preserva a una especie en particular porque
ser más complejo y desarrollado de la creación. La base del existen cambios adaptivos dentro de una misma especie,
mito, como es conocido, fue construida y narrada por Charles pero estos cambios nunca han dado origen a una "nueva"
Darwin en las distintas ediciones de su libro El origen de las especie, si por especie se entiende una población que tiene
especies. Este mito presenta, desde el punto de vista racio- la capacidad de reproducción. Se propuso entonces el meca-
nal, diferentes problemas sobre los que han alertado nume- nismo de la mutación genética. Sin embargo, este procedi-
rosos científicos. Resumiremos los más importantes: 1) No miento, además de indemostrable, parece poco probable,
existe evidencia alguna, ni geológica ni paleontológica ni de pues para que surgiera una sola especie de planta o de ani-
ningún tipo, de que el famoso caldo de cultivo originario o mal serían necesarios miles de miles de sucesos azarosos que
pre-biótico haya existido, es una mera suposición o petición permitieran al mutante fundar él una especie distinta. La
de principio que permanece indemostrada. Los sucesivos teoría de la mutación apela en cierto modo al milagro, o a la
intentos de laboratorio de crear vida a partir de caldos simi- providencia. El milagro sería la norma de formación o el
lares han fracasado estrepitosamente. 2) No se han encon- mecanismo base del proceso evolutivo.
trado fósiles de transición de una especie a otra, cosa que
sería de esperar si los cambios de un tipo a otro suceden con Como se ve, los contra-argumentos son de bastante peso
lentitud de siglos. El mismo Darwin era consciente de esto, y como para aceptar la teoría de la evolución como un hecho
él mismo afirma: ‘La geología con certeza no nos revela científicamente probado. La creencia en sus hipótesis exige
ningún ejemplo de pequeños cambios orgánicos en cadena; un acto de fe, como ya indicaba Feyerabend10, un acto de fe
y esto es quizá la objeción más obvia y grave que se puede que no es nada distinto al requerido para creer en cualquier
hacer en contra de mi teoría9‘. Los geólogos siguen sin otro mito. No es difícil observar que la hipótesis, en su tota-
encontrar estos fósiles de transición, tras 120 años de arduas lidad, muestra dos vicios muy extendidos en occidente:
investigaciones y excavaciones. 3) Aparición súbita de for- antropomorfismo e historicismo. El problema principal, plan-
mas de vida complejas. Según la teoría evolucionista, las teado con sencillez, es el siguiente: ¿quién y cómo se decide
especies más antiguas y primitivas yacen en los estratos que una especie es más compleja o más evolucionada que
geológicos más profundos, que son los más antiguos, y los otra?. Los criterios que se siguen, dicho un poco grosera-
estratos superiores contienen la continuación evolucionada mente, son los siguientes: 1) Cuanto más parecido a un ser
de estos seres. Sin embargo, nos encontramos con la capa humano sea un ser, más evolucionado será; cuanto menos
cámbrica, riquísima en formas de vida muy complejas y evo- parecido, menos evolucionado. 2) Cuanto más moderna en el
lucionadas, por ejemplo el trilobites, mientras que la capa tiempo sea la aparición un ser, más evolucionado será; cuan-
anterior, la precámbrica, sólo hallamos algas y bacterias, to más antigua, menos evolucionado. Es decir, el ser huma-
seres muchísimo más primitivos que los del cámbrico. no mismo es tomado como punto de referencia, patrón y cri-
¿Hemos de creer que formas de vida tan complejas como el terio básico, y la evolución es vista como un proceso tempo-
trilobites surgieron directamente a partir de las algas? ral lineal, histórico. Esto es puro antropocentrismo historicis-
¿Cómo es posible un salto cualitativo (y cuantitativo, por la ta. Desde un punto de vista puramente objetivo, y sin tener
abundancia de especies) tan enorme? 4) No puede demos- en cuenta ningún criterio a priori, resulta extraño asegurar
trarse que existen mecanismos evolutivos. El mecanismo que una musaraña o un topo, por ejemplo, o sus antepasa-
propuesto en principio por Darwin, y que fue incorporado al dos ya extinguidos, sean animales más evolucionados que un

161 Salamandra 15-16


EL EDÉN Y EL ÁTOMO
Jesús García Rodríguez

Tiranosaurio Rex, supuestamente anterior y más primitivo en El Génesis no sólo explica el origen del universo, sino tam-
la cadena evolutiva. Aunque sólo sea porque su mapa gené- bién de la vida. Así se nos narra en el mito: ‘Dijo luego: Haga
tico, como el de casi todas las especies animales y humanas, brotar la tierra hierba verde, hierba con semilla, y árboles
es prácticamente el mismo con muy pequeñas variaciones: el frutales cada uno con su fruto…. Dijo luego Dios: Hiervan de
genoma humano y el de las bacterias son muy similares, los animales las aguas y vuelen sobre la tierra aves bajo el fir-
genes de un humano resultan ser no muchos más que los de mamento de los cielos’. De esta manera, Dios va creando, por
una mosca del vinagre y apenas 11.000 más que los del este orden, plantas, animales acuáticos, aves, ganados, rep-
eucariota Caenorhabditis elegans, un "primitivo" nematodo o tiles, bestias de la tierra, y finalmente el hombre. De él se
gusano microscópico de 1 milímetro de longitud. Así pues, el dice: ‘Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza,
criterio mismo de qué es más evolucionado y qué lo es menos para que domine sobre los peces del mar, sobre las aves del
parece ser una mera creación humana. Por otra parte, el cielo, sobre los ganados y sobre todas las bestias de la tierra
paso mismo de la no-vida a la vida es un fenómeno muchí- y sobre cuantos animales se mueven sobre ella’ (la cursiva es
simo más complejo e inexplicable que la estructura del ser mía). En este mito, como en el de Darwin -que, no lo olvide-
humano mismo, supuesto colofón del proceso. Es decir, el mos, recibió formación eclesiástica en el Christ's College de
paso de elementos químicos no vivos a una célula viva es un Cambridge- se observa un proceso lineal en el tiempo desde
proceso de muchísima mayor complejidad que todo lo que unas especies a otras -la linealidad temporal o tiempo line-
vino después, que el origen es mucho más complejo que el al que es un elemento típico y obsesivo de los mitos judeo-
supuesto fin, lo cual desbarata la base misma de la teoría de cristianos-, y se observa también el papel central del ser
la evolución, que supone que lo posterior es superior a lo humano en ese proceso, como finalidad última o coronación
anterior. del mismo. Importante en el mito bíblico es el hecho de que
el ser humano es creado para dominar sobre los demás seres
En definitiva, la teoría de la evolución es poco aceptable y sobre la naturaleza entera. En Génesis, 9, vv. 1-2 se inten-
como explicación científica, tal y como esto se entiende en sifica aún más esa idea, en palabras de Yahvé a Noé:
la comunidad de científicos. No existe ningún problema, no ‘Procread y multiplicaos y llenad la tierra: que os teman y de
obstante, en aceptarla como una narración mítica. El mito de vosotros se espanten todas las fieras de la tierra, y todos los
la evolución de las especies sigue un planteamiento típico de ganados, y todas las aves del cielo; todo cuanto sobre la tie-
la mentalidad mítica occidental: hay una evolución lineal en rra se arrastra y todos los peces del mar, los pongo todos en
un tiempo lineal, de manera que lo último es lo mejor, o lo vuestro poder11’. Esto se encuentra en la base de la concep-
más perfecto. Esta es la base de la mentalidad historicista, ción mítica occidental, que considera que el ser humano
puede y debe explotar la naturaleza a su gusto utilizando
creadora de la idea de progreso: el tiempo se mueve en una
todos los medios posibles de la técnica. El papel del ser
dirección determinada y cada paso es mejor que el anterior.
humano, como cúspide de la evolución, es dominar la natu-
Se trata en definitiva de calcar y aplicar el modelo occiden-
raleza a su antojo, y esa idea del mito israelita continúa
tal de la historia humana a la naturaleza. No es extraño que
ahora, y es uno de los substratos míticos básicos del capita-
el libro de Darwin apareciera en pleno apogeo del historicis-
lismo moderno desde la revolución industrial: explotar la
mo europeo, ámbito mítico en el que aún nos movemos. Y naturaleza con ayuda de los ingenios de la ciencia. Sin duda,
como en el caso del anteriormente tratado mito cosmogóni- el mito bíblico originario sirve para explicar la violenta rela-
co, podemos preguntarnos por la etimología de este mito: ción del humano occidental con la naturaleza; mientras en
¿de qué otro ordenamiento mítico procede? ¿Dónde están otras concepciones míticas se busca una relación de armonía
sus raíces? Una vez más, tenemos que recurrir a los mitos y equilibrio con el medio -es el caso del hinduismo con su
bíblicos para explicárnoslo. precepto de la ahimsa o no-violencia hacia ningún ser vivo,

Salamandra 15-16 162


EL EDÉN Y EL ÁTOMO
Jesús García Rodríguez

o del budismo y su compasión -metta- hacia todos los seres, muy significativamente se llamó materialismo histórico, una
o de las tradiciones animistas y chamánicas, donde el ser de las derivaciones europeas de ese historicismo campante.
humano está al mismo nivel ontológico que los seres vivos Como es sabido, Marx y su escuela, que gustaban y gustan
que le rodean-. La cuestión que se plantea, una vez más, es: de aplicar a sus enseñanzas el epíteto de científicas (mate-
¿se crea un mito para justificar determinadas actitudes y rialismo científico, etc.), consideraban en cierto modo que la
acciones, o es la concepción mítica subyacente la que lleva ciencia era el instrumento que permitiría, tras una larga
a esas acciones y actitudes? Es muy probable que lo que lucha de clases, establecer un orden distinto y más justo de
suceda es una interacción constante entre ambos campos, y sociedad12, es decir, el progreso "real" de la humanidad. El
que una cierta mentalidad mítica insiste en una misma línea núcleo central de este relato mítico es que, a partir de una
que, a su vez, se ve reforzada por las acciones que ejecuta. En época de obscuridad y atraso totales, identificada con la
el presente caso, el mito bíblico creó el marco base de refe- prehistoria y otras épocas consideradas primitivas, se va pro-
rencia a partir del cual se desarrolló el mito evolucionista, que duciendo una progresión constante en el tiempo, inducida
a su vez fue aceptado y extendido, mediante la presión de los por la ciencia y la técnica, en un transcurso lineal que reci-
consiguientes metarrelatos, porque satisfacía las necesidades be el nombre de historia, y que conduce e irá conduciendo a
del colonialismo capitalista en auge. un mundo cada vez mejor.

EL MITO DE LA HISTORIA COMO PROGRESO: EL PROGRESO COMO MITO Este relato mítico hunde una vez más sus raíces, como en
MESIÁNICO parte los dos anteriores, en el mito fundacional de las reli-
giones judías y cristianas, y su concepción del tiempo como
La idea del progreso humano a lo largo de la historia es un discurso lineal. Según el relato judeocristiano, el mundo
otro de los presupuestos míticos de la ciencia, y un concep- fue creado en un determinado momento del tiempo, único e
to profundamente enraizado en el paisaje mítico occidental. irrepetible, por el Creador, y a partir de aquí se desarrolla en
Según este relato, la humanidad está sometida a un proceso una única dirección hasta llegar a su fin, que tendrá lugar en
de perfeccionamiento y mejoramiento progresivo de sus con- el momento del advenimiento del Mesías para los judíos o
diciones gracias a la ciencia y a su aplicación práctica, la del Juicio Final para los cristianos, momentos que determi-
técnica. Esta concepción, nacida con la Ilustración y el narán el fin de la historia y la vuelta al escenario mítico
comienzo de la ciencia moderna, y exacerbada en los siglos anterior a la historia. Frente a otras concepciones del tiem-
XIX y XX, está muy estrechamente unida, en su origen y en po, como la radial de los mayas13 o la cíclica del mazdeís-
su desarrollo, con la idea misma de la historia como sucesión mo -que aprovechó Nietzsche para desarrollar sus ideas
de acontecimientos con una finalidad determinada, o dirigi- sobre el tiempo en su Also sprach Zarathustra-, de la Grecia
dos a un fin mejor, idea imperante en el mundo cultural e presocrática o del hinduismo, en esta concepción lineal los
intelectual europeo de mediados y finales del siglo XIX, acontecimientos sólo suceden una vez, en un orden secuen-
cuando eclosionaron los estudios sobre historia, la visión his- cial, ‘son irrepetibles y de una singularidad tal que pueden
toricista del desarrollo humano y las investigaciones acerca servir como hito para marcar periodos temporales; su posi-
de la naturaleza misma de la historia. La idea subyacente a ción epistémica es central y todo el esfuerzo intelectual de
estas concepciones, la idea de progreso, fue utilizada a nivel la historiografía europea está dirigido a su comprensión,
práctico y político por el capitalismo decimonónico, consti- teniendo como resultado una clase particular y variable de
tuyendo una de las bases teóricas del colonialismo y del relato que se llama "historia"’14. En el mito judeocristiano,
imperialismo europeos. Pero al mismo tiempo, y por una por tanto, todo son diferentes fases en un devenir histórico
paradoja no tan difícil de explicar, fue aprovechada y aplica- que se dirige de manera ineluctable hacia un punto determi-
da a la política por Marx y las escuelas marxistas, en lo que nado en el tiempo. Mientras que en los mitos judeocristianos

163 Salamandra 15-16


EL EDÉN Y EL ÁTOMO
Jesús García Rodríguez

ese punto es el Mesías o el Reino de Dios, en la ciencia este caso, y por utilizar un término descriptivo, la civilización
moderna ese punto no está claramente determinado, y es occidental capitalista judeocristiana. Los mitos creados y
concebido más bien como un paisaje inacabable que pasa suministrados deben tener una aplicación práctica, y deben
constantemente ante nuestros ojos, al que nunca se acaba indicar y a la vez justificar una línea de actuación de esa
de llegar, y al que se puede denominar progreso indefinido. sociedad; en este caso, esa línea de actuación incluye la
Obviamente, en nombre de ese mesiánico Progreso, se justi- explotación ilimitada de la naturaleza, la creencia en la exis-
fican y pueden justificar todo tipo de actuaciones políticas y tencia de un progreso o proceso lineal de mejora en el tiem-
militares: explotación ininterrumpida de los recursos del pla- po, la aplicación sistemática y creciente de la técnica como
neta y de la naturaleza, saturación tecnológica del medio- instrumento mejorador de la existencia y la idea del ser
ambiente, exterminio, invasión o destrucción de países, humano como dominador del mundo, entre otras cosas. Los
colectivos o individuos o formas de vida que se oponen a mitos aquí descritos, junto con otros, permiten crear el
dicho progreso, etc. En el mito cristiano, el final del devenir marco ético y conceptual necesario para que la sociedad
histórico lineal, es decir, el progreso último, se materializa, occidental acceda a los fines que se ha propuesto, y a la vez,
tras la gran batalla de Harmagedón, en la Nueva Jerusalén, en un proceso de retroalimentación, los mitos mismos son
descrita en el Apocalipsis de San Juan como una aséptica justificados y en cierto modo validados por esas actuaciones
ciudad de construcciones de oro y vidrio puro, y muros de de la sociedad occidental, que los refuerzan y consolidan en
jaspe, esmeralda, cornalina y todo tipo de piedras preciosas; las mentes individuales. Dentro de estos parámetros, por
no hay en ella ni sol ni sombra, ni "cosa impura", y la plaza tanto, podemos afirmar que en los constructos que elabora
de la ciudad ‘era de oro puro, como vidrio trasparente’ nuestro lenguaje actual (explicaciones, discursos, narracio-
(Apoc., 21, vv.18-27). El fin de la historia, es decir, la apote- nes, hipótesis, teorías, ideologías, sistemas de pensamiento,
osis final del progreso en el mito cristiano, está constituido corrientes científicas) y en su sentido mismo, es donde debe-
por una fría ciudad de piedras preciosas, hiperhigienizada y mos hurgar para encontrar nuestra mitología15, en nada
donde domina la pureza y el resplandor. ¿No nos recuerda diferente, en substancia, a la mitología de cualquier otro
esto demasiado al sueño, propuesto por el progreso, de una pueblo humano de este planeta.
ciudad tecnocratizada, aséptica, funcional, hipermoderna y
regida por la ciencia en todos y cada uno de sus aspectos?¿O JESÚS GARCÍA RODRÍGUEZ
a alguno de esos mitificados "hogares modernos", embebidos
NOTAS
de un implícito ideal de "pureza", donde todas las activida-
des son efectuadas por electrodomésticos y no hay lugar sino
1. Debo agradecer la inspiración del presente trabajo en primer
para el diseño y la frialdad de la máquina? lugar al doctor Manuel Gutiérrez Estévez, a cuyo curso de doctora-
do de Ciencias de las Religiones ESTUDIO COMPARATIVO DE MITOS
En definitiva, he pretendido sugerir que debajo de estas Y RITUALES INDÍGENAS AMERICANOS asistí en 2004, para el que
hipótesis científicas, como seguramente de muchas otras, y realicé el trabajo Interpretando al otro: estrategias de la explicación
bajo la apariencia de sofisticadas construcciones racionales, antropológica occidental, que sirvió de base al presente trabajo, y
avaladas por complejos esquemas matemáticos y/o físicos, se cuyas riquísimas y fecundas observaciones sobre mito, antropología
e historia influyeron profundamente en algunas partes de este artí-
encuentran patrones míticos ancestrales, generalmente
culo, y en segundo lugar a Lurdes Martínez, cuyas indicaciones y
extraídos del caudal mítico judeocristiano. He intentado
consejos tras su lectura del mencionado trabajo base permitieron
sugerir también que el papel de la ciencia no es otro que rehacerlo y otorgarle su forma actual.
suministrar una serie de mitos - y de metarrelatos que legi-
timen y hagan creíbles y prestigiosos dichos mitos - a la civi- 2. On What There Is, 1948. Recogido posteriormente en su libro
lización o sociedad a la que sirve y para la que trabaja, en From a Logical Point of View, de 1953. Hay varias ediciones en
español, entre ellas: Desde un punto de vista lógico, Orbis,

Salamandra 15-16 164


EL EDÉN Y EL ÁTOMO
Jesús García Rodríguez

Barcelona 1984. Desde un punto de vista lógico, Ediciones Paidós, proporcionan explicaciones más racionales que la ciencia misma. El
Paidós Básica, 2002. presente artículo pretende mostrar, por el contrario, que en la raíz
de teorías supuestamente científicas hay un cúmulo de representa-
3. Rollo MAY: La necesidad del mito. Editorial Paidos. Barcelona. 1992. ciones míticas, que son las que generan y sirven de acicate para la
creación de esas teorías.
4. Acerca de las ideas de Lyotard sobre gran relato, metarrelato y
legitimación del saber, véase, sobre todo, Jean-François LYOTARD: 11. Resulta significativo que en este pasaje se ponga en relación la
La condición postmoderna. Informe sobre el saber. Trad. de Mariano superpoblación humana con el dominio sobre el medio ambiente. En
Antolín Rato. Cátedra, Madrid, 1998, este caso podemos afirmar que las palabras de la Biblia se han cum-
plido.
5. Génesis, 1, versículos 1-2. Utilizo la traducción de Nácar-Colunga.
12. No es aquí el lugar ni momento de analizar los motivos míticos
6. Como es sabido, el Génesis incluye otro relato cosmogónico- ocurrentes y subyacentes a la ideología marxista, que son numerosí-
antropogónico en Génesis 2, vv. 4-25, seguramente más antiguo simos, y generalmente extraídos igualmente del substrato judeocris-
que el que aquí tratamos. En él se crea al hombre (Adam) a partir de tiano. Nos limitaremos a observar el origen judío de Marx y Engels,
arcilla y se le ubica en un universo edénico que se va creando pro- y el carácter marcadamente mesiánico de sus doctrinas: El parale-
gresivamente ante sus ojos. Este relato es probablemente anterior, lismo del proletariado y su carácter de grupo elegido con el pueblo
como decimos, pero el que aquí tratamos, creado probablemente en de Israel, la idea de la dictadura del proletariado como Juicio Final,
estado previo a la disolución final del estado, concebida como el
la época del cautiverio de Babilonia, es el más extendido y el que se
establecimiento de una nueva Jerusalén Celestial en la tierra, etc. El
impuso como más importante, como indica el hecho de que prece-
mesianismo, por otra parte, se convirtió en práctica sistemática y
da al anterior en el libro y sirva para abrir la Biblia.
real en casi todas las sociedades comunistas surgidas tras la
Revolución Rusa. Las ideas acerca del mito del progreso en la cien-
7. La obsesión del hombre occidental por la historia y el relato histó-
cia y el capitalismo occidentales son aplicables, apenas sin variación,
rico -que no es sino otra forma de relato mítico- y su idea del tiem-
a la idea del progreso dentro de las sociedades, las enseñanzas y las
po como algo lineal, tienen sin duda su origen en esta concepción
mitologías marxistas.
mítica judeocristiana del tiempo, y nos detendremos en ella más
adelante.
13. Puede verse una interesante comparación entre las complejísi-
mas ideas sobre el tiempo de los mayas y de los occidentales en M.
8. Apocalipsis, 22, vv. 3-5 de la traducción citada. .
GUTIÉRREZ ESTÉVEZ: El estilo de la civilización amerindia, Revista de
Occidente, nº 269, Octubre 2003, en especial el apartado
9. Charles DARWIN: On the imperfection of the geologic record,
Acontecimiento versus Historia. Puede verse también el ensayo de M.
Capítulo 9, párrafo 1 , en El origen de las especies.
LEÓN-PORTILLA, Tiempo y realidad en el pensamiento maya, que
tiene como apéndice el estudio de A.VILLA ROJAS, Los conceptos de
10. Paul FEYERABEND: Against Method, 1974. Hay traducción espacio y tiempo entre los grupos mayances contemporáneos,
española: Contra el método, Ariel Barcelona, y Tratado contra el UNAM, México, 1968.
método. 3ª ed. Tecnos, Madrid, 1997. El libro de Feyerabend se
ocupa de mostrar que las reglas de referencia del método científico 14. M. GUTIÉREZ ESTÉVEZ, Ibidem.
son violadas una y otra vez por los científicos mismos, y que la cien-
cia sólo propone modelos de explicación diferentes, pero no supe- 15. ‘En nuestro lenguaje está depositada toda una mitología’, L.
riores ni más válidos o "verdaderos" a las de otras formas de cono- WITTGENSTEIN: Observaciones a La Rama Dorada de Frazer,
cimiento como el mito, la magia o la religión, que a veces incluso Editorial Tecnos, Madrid, 1992. p. 69.

165 Salamandra 15-16


poesía

N oche en nombra
Eugenio Castro

Noche en nombra
Arraiga

Envuelve la hoja en ti
Su sangre la pupila
Oscuro en ti
Al cerrar
Y carcome
Dice
Esa altura estuvo
Para los hombres que
Se alza un ladrido
En ceniza el lobo
El cerco amo
Por ella ser
De lluvia amo
Por ella ser
Por ella ser
Qué ora
Ese eco
Trajo el grajo
La guinda al corazón
Voz repta el húmedo
Como la rosa para morir
En la vena
Hasta el hueso
Sube el ocaso un dolor
Y asciende
De dolor
Noche en nombra
Y llego
Qué miedo el árbol
Tres veces él
Mas tú
Saluna creciente
El viento hubo
Sobre la llaga en duelo
El muslo la flor un niño
Te milagro
Reúne enciende
Te lamo
Tu nombre el pliegue al labio

Algo detrás
Otra transparencia en clima

Salamandra 15-16 166


POEMAS
Eugenio Castro

poesía
Sí su velo
En flor de invierno

La rozadura en Reverbera
Por debajo del cielo Pende
Y hasta la frente en sí Y en el lado

Susurro Tanta masa


Y tú sorbes En lentitud
Y qué caída De estío
Destierra
A la médula te imploro Desciela

Un rastro: Se afirma en contorno

Esa cruz En su respiración


Esa cruz El tojo
Esa cruz
Del resto el hueso
Sobre hierba calcinada Iluminados del resto
A su ceniza me incorporo
Brama eso
Y una niebla
Entre los dientes: Alumbrablanco desuellavientos

En deuda aliento Con el hedor del alga


Tal sosiego
*
Mas qué expele
Ofrenda Mas qué ulula

Ese eco Adentro

El ojo el canto del grillo


El ojo el canto del grillo

167 Salamandra 15-16


POEMAS
Eugenio Castro
poesía

Entre horas acoge


Sangre de vencejo
Adentro A esta sombra
Hasta el monte el pecho Amplia
Y el horizonte alto
Algo se entrega
Sin ansia velo Crece:

* Al rostro
Al rostro
Salúdame lugar Al rostro
Tu pelaje rozo
Y a la sonrisa cruzo Una fidelidad sin gesto

Un campo de claridad Bautismo de noche


Una muerte menos De cuatro exentos
Y un golpe Atlántico
Ahí ve Sobre los ojos
Ahí se yergue
Todo alivio la lluvia
Tal tronido De canto el viento
En la hora adviene Qué alba ríe
Como duerme
La humedad el cuervo ¡Ah, su zarza!
¡Su agua!
La mica tibia ¡El cabo!
En la negrura
Tibia La oscuridad ensaya una rama
El cielo expulsa
Y al piélago mi semen A sus náufragos
Sobre la hierba mi semen

Qué ángel en campo abierto


Roto de blancor

EUGENIO CASTRO

Salamandra 15-16 168


JUEGO DE LAS ETIMOLOGÍAS
Grupo Surrealista de Madrid

J uego de las etimologías


Grupo Surrealista de Madrid

¿ Cómo cruzaría usted una calle? Sin duda colocando un


pie delante del otro y ejerciendo una energía de despla-
zamiento horizontal. Crearía usted un movimento, y ¡adelan-
De esta forma comienza Raymond Queneau el capítulo
dedicado a los locos del lenguaje en su libro En los confines
de las tinieblas. Los locos literarios1. En él se ofrece una
te! Sin embargo, algunos sospechamos que así es demasiado muestra clara y rigurosa de las operaciones que algunos
fácil. Si lo piensa, si introduce usted la quietud en el movi- escritores, considerados y agrupados superficialmente como
miento, observará, con Zenón, que primero debe usted llegar, “locos”, desarrollaron durante el siglo XIX en Francia sobre el
si puede, al centro de la calzada, y que antes de hacerlo lenguaje a través de la etimología. Las palabras son cosas
deberá llegar al cuarto de la calzada. Etc. La tortuga le muy extrañas a poco que se piense, y en su misterio son
ganará siempre en este caso. Inténtelo cuando tenga tiempo capaces de provocar las más intensas exégesis. Este es el
y comprenderá el razonamiento en todo su esplendor. Por lo caso de Desdouitz de Saint-Mars, según Queneau, ‘el más
tanto, todo es imposible, ya que el infinito nos domina igual- antiguo de los filólogos "aberrantes" del siglo XIX’. Pero
mente por debajo de nosotros. Se me dirá, con razón, que es escuchémosle en silencio:
el movimiento lo que nos permite deslizarnos por la superfi-
Una palabra, y también un nombre, no es y no puede ser
cie de este abismo de quietud infinitesimal. Pero esto no
otra cosa que el compendio de una frase que defina un
impide que este infinito en lo pequeño exista. El texto que género, una especie, un individuo o una cosa cualquiera.
sigue es una invitación a transitar este infinito.
Antes de saber de dónde viene esa palabra o ese nombre,
* es absolutamente necesario saber, pues, qué lengua se ha
Los signos poseen la propiedad singular de adquirir una
utilizado para componer esta frase; después encontrar todas
vida autónoma y de representarse al hombre, que está con-
las palabras, verbos, preposiciones y artículos que se han
vencido de haberlos creado con los mismos caracteres de
empleado para ello; finalmente, la manera en que cada una
heterogeneidad y de misterio que los objetos del mundo
de esas palabras, verbos, artículos y preposiciones han sido
exterior. Así ocurre con el lenguaje. Si se admite que la pala-
abreviadas para poder llegar a formar con toda esta frase,
bra posee una realidad igual o superior a la cosa que debe
una sola palabra o un solo nombre, explicando claramente
significar, se entiende que el estudio mismo de la palabra
lo que expresa esa frase entera a la cual sustituye y de la
pueda llevar al conocimiento del mundo, y la logología
que no es más que una abreviación.
puede convertirse en la ciencia por excelencia. Pero para
conseguir sus fines, esta ciencia no empleará las vías de la A continuación Saint-Mars desvela su descubrimiento
etimología ordinaria; necesitará recurrir a otros medios, en
esencial, esto es, que el francés proviene del inglés, y que las
los cuales la ciencia oficial no verá más que juegos de pala-
palabras del francés no son más que contracciones de frases
bras y retruecanos.

169 Salamandra 15-16


JUEGO DE LAS ETIMOLOGÍAS
Grupo Surrealista de Madrid

inglesas que se corresponden explícitamente con el signifi- JUEGO DE LAS ETIMOLOGÍAS


cado de esa palabra. De nuevo, en sus propias palabras: Reglas del juego

He aquí la prueba, que yo creo tener que hacer preceder


por las etimologías de las palabras Fleuve [río], Rivière [río, Sobre una base de palabras pertenecientes a varios idio-
afluente] y Montagne [montaña]. mas, escogidas en función de diferentes criterios, los partici-
pantes debieron, usando las letras de las que está compues-
Flowing every vast end. F-L-EU-V-E, expresan todo gran
ta cada palabra, y dividiéndola según su criterio, reconstruir
cabo o extremo corriente.
su significado a través de una frase en castellano que coin-
Rise with very end, RI-VI-ER-E, significan un cabo de cidiera (en la medida que los jugadores lo juzgaran conve-
fuente. niente) con su significado explícito en la lengua original.

Masse one tapering needs, M-ON-TAG-NE, expresan un


Para intentar evitar cualquier elección programática de las
bloque, una masa que termina necesariamente en punta.
palabras por parte de los jugadores, que pudiera desembocar
Siguen varios ejemplos más, pero lo esencial está ya en una colección de palabras y significados decididamente
cimentado. Es evidente que Saint-Mars calla sobre el hecho tópicos y previsibles, se estableció una lista de palabras sobre
esencial de que esta operación puede ser llevada hasta el las que los jugadores debieron aplicarse. Esta selección
intentaba no eliminar ninguna posibilidad, a la vez que se
infinito por la descomposición de las mismas palabras ingle-
esforzaba por abrir el campo de acción del juego ofreciendo
sas en su significado en otra lengua. No obstante, lo que esta
el mayor número de ángulos de interés. Además, se incluyó
etimología salvaje nos propone es una ampliación del campo
un grupo de palabras sobre las que los jugadores deberían
de batalla, una operación esencialmente poética en la que trabajar a ciegas, es decir: sin conocer previamente su signi-
las palabras se abren y muestran algunos de los tesoros que ficado. También se incluyeron algunos nombres propios.
pueden albergar como tales.
Las palabras fueron seleccionadas de cuatro idiomas:
Por nuestra parte, después de leer esta revelación sin pre- inglés, francés, alemán y japonés. La elección de estos idio-
cedentes, no pudimos evitarnos el arbitrario placer de mas no tuvo ningún contenido ideológico particular. El
enmendarle la plana a Saint-Mars para afirmar que, en rea- inglés y el francés se escogieron únicamente por proximidad.
lidad, el francés proviene del castellano. Llegados a este El alemán y el japonés se escogieron, en la sección de pala-
punto, una vez vislumbradas las potencialidades de esta ope- bras desconocidas, para evitar posibles rastros fonéticos,
ración, la posibilidad de crear un juego colectivo sobre estas gramaticales u ortográficos que pudieran influir a la hora de
bases se hizo, a todas luces, necesaria. ¿Demostraríamos que trabajar sobre su significado. En cualquier caso, los idiomas
escogidos podrían haber sido otros cualesquiera.
el castellano era finalmente la lengua primordial? He aquí el
resultado de nuestros esfuerzos.
Los participantes de este juego, que en ningún momento tuvie-
ron conocimiento de las respuestas de sus compañeros, fueron:
JULIO MONTEVERDE
Eduardo Abadía Sicilia (EAS)
Manuel Crespo (MC)
Javier Gálvez (JG)
Jesus García Rodriguez (JGR)
NOTAS
Vicente Gutiérrez Escudero(VGE)
1. Raymond QUENEAU: En los confines de las tinieblas. Los locos Julio Monteverde (JM)
literarios, Asociación Española de Neuropsiquiatría, Madrid, 2004. Antonio Ramírez (AR)
José Manuel Rojo (JMR)

Salamandra 15-16 170


JUEGO DE LAS ETIMOLOGÍAS
Grupo Surrealista de Madrid

JUEGO DE LAS ETIMOLOGÍAS: RESULTADOS (RESUMEN)

LARME (Lágrima): ESPOIR (Esperanza)


Lento Afluente del Río MElancolía (EAS). ESPejo Oscuro de Incandescencia Renovada (EAS).
Larga y ARcana MElancolía (AR). ESpera que POsibilita lo IRrepresentable (VGE)
LÁmpara Rodeada de MEteoros (JG). EStado POtenciador de Impaciencia con la Realidad (JM).
La ARcada MEtafísica (JM)
ELSINORE
FACE (Cara, rostro): EL Sabio Insite: NevermORE (MC).
FAtalidad de Ciertos Espejos (JG). Ese lugar del silencio donde la nocturnidad hace reír (VGE).
FAlla donde el Corazón se Entrevee (EAS). El SINOdo REmoto (JMR).
Floración y ACceso al Ensueño (MC). El SItio Nunca hORadado por la Estrella (JM).
FArsa Color de Espejo (JGR). EL SINO REstablecido (EAS).
FAchada del CErebro (JMR).
GOLD (Oro)
TRAVAIL (Trabajo): GOzo Liquido de la Diosa (AR).
TRAmpa de VAnidad para ILuminados (MC).
TRAmpa VAciadora de ILusiones (AR). FREEDOM (Libertad)
Fuego de la REvuElta DOrMida (MC).
RUE (Calle)
la Revolución Urbana que Espera (AR). POINT (Punto)
Recinto de Ubicación del Ensueño (MC). POsibilidad de INmovilidad Temporal (JM).
RUta de Encuentros (EAS). Pulso Originario de INTersecciones (EAS).

TRUE (Verdad) OTRANTO


TRaición Urdida contra el Espíritu (JM). Oscuro TRÁNsito: TOrmenta (MC).
TRiunfo Unificado de la Estupidez (AR). Ojo TRAspasado por uN TOrbellino (JG).

FLAMEL HORLOGE (Reloj)


FLamante MEnte Luminosa (AR). Organizador lÓgico del GEnio (JM).
Famoso LAdrón MELancólico (JM). HOlocausto Recurrente de LOcura GEneral (JG).

PRAGA GOD (Dios)


Pináculos en la Región Aérea: GAmmaglobulina (JGR). Gran Orificio Desaguador (JGR).
PRismA Generador de Aromas (JG). Gozne del ODio (JMR).
Palacio RAdiante para el Gran Alquimista (JM). Gran Obstáculo Diario (JM).

DUCASSE REASONABLE (Razonable, sensato)


Dueño del CAStillo SEmántico (AR) la REalidad ASOma; NAda Bueno Les Espera (MC).
De Un Castillo Al Sur de la Soledad Eterna (JGR). REconocimiento ASOlador de que NAda Brilla LEjanamente (VGE).

171 Salamandra 15-16


JUEGO DE LAS ETIMOLOGÍAS
Grupo Surrealista de Madrid

PAIN (Dolor) FUZAI


PÁjaro INterno (EAS). FUego en la Zanja Interior (AR).
PAtada INterior (VGE). FUgaZ Aventura Indócil (MC).
FUgaz Zinc Atado a la Ingle (JGR).
POLICE (Policía)
FUerte Zumbido de AIre (JG).
Putas OLIsqueando Cerebros (JGR).
(Significado: Ausencia).
Peligrosa Organización de Ladrones InternaCionalEs (JM).
POsibilidad de LIbertad CErcada (JG)
Partidarios de los OLIgarcas y los CEnsos (VGE). SANDBURG
SANatorio De BURriciegos Generosos (EAS).
REVE (Sueño) Santuario de burócratas grotescos (VGE).
REverso VErdadero (JM). SANDeces BURGuesas (JG).
(Significado: Castillo de arena).
PALABRAS DE SIGNIFICADO DESCONOCIDO:
JOSHI
SCHREI
JOven OScuro e Hipocondríaco (AR).
Sonido CHabacano REInante (EAS).
Jazmines de Olor Sembrados en la HIsteria (MC).
Joya sencilla e hilarante (VGE). Sonido Crudo: Hay REfugios Inefables (MC).
Jardín OScuro de HIgueras (JG). Sonoro chirrido que hace reír (VGE).
(Significado: Suicidio por amor). (Significado: Grito).

Salamandra 15-16 172


Defensa de la inactualidad
a n a - c r ó n i c a s

RECORRIENDO LA CIUDAD AMNÉSICA


Lurdes Martínez

Recorriendo la ciudad amnésica


Lurdes Martínez

a primera vista parece carente de interés


abordar el análisis de un libro titulado
y de recuperar sus experiencias por parte
de ciertas prácticas artísticas actuales con
y de la cultura con el andar como leitmotiv,
es que en todas las épocas el recorrido ha
Walkscapes. El andar como práctica estéti- pretendida vocación política. producido arquitectura y paisaje, es decir,
ca (Ed. Gustavo Gili, Barcelona, 2002), Francesco Careri, el autor del libro, pro- que a través del andar el hombre ha habita-
cuando su propio título devalúa una de las pone el andar o "el recorrido" como "una do el mundo y construido su entorno. El
máximas aspiraciones de la cultura revolu- forma estética disponible para el arte, la acto de andar, afirma Careri, ‘implica una
cionaria del siglo XX, esto es, la supresión arquitectura y el paisaje", un instrumento transformación del lugar y de sus significa-
del arte como esfera autónoma y la realiza- artístico que, en su opinión, puede servir dos. Sólo la presencia física del hombre en
ción de sus contenidos en la vida cotidiana. para una confrontación con lo real, en par- un espacio no cartografiado, así como la
Efectivamente, en el teatro de operaciones ticular con las mutaciones que se suceden variación de las percepciones que recibe del
que fue la experiencia de lo cotidiano, se en la metrópoli contemporánea. Careri es mismo cuando lo atraviesa, constituyen ya
ensayaron modos de comportamiento dife- arquitecto y miembro del colectivo italiano formas de transformación del paisaje que
rentes a los habituales que, a su vez, esta- Stalker, un "laboratorio de arte urbano" aunque no dejan señales, modifican cultu-
ban inscritos en un proyecto más ambicioso centrado en la investigación de la ciudad a ralmente el significado del espacio y en
de emancipación del ser humano y de crea- través de experiencias de transurbancia, consecuencia el espacio en sí mismo’.
ción de una nueva civilización que oponer esto es, ‘exploraciones de territorios urba- El libro se abre con un análisis, por otra
al vacío del orden dominante. Uno de esos nos como modo de expresión e instrumento parte lleno de arbitrariedades1 sobre la
nuevos usos de vida, investigado tanto por de conocimiento de las transformaciones trascendencia artística y arquitectónica del
el surrealismo como por la I.S., fue la prác- del ámbito metropolitano’. errabundeo en la prehistoria, que Careri
tica del paseo, el vagabundeo o la deriva, Como se indica en el prefacio del libro, considera la "primera acción estética" -una
experiencias que pretendían expandir la Careri desea dotar a las acciones desarrolla- especie de pre-arquitectura-. Sorprende
realidad cotidiana y reintegrar en una das por Stalker de un corpus teórico, así que desde esta época histórica, Careri dé un
dimensión más amplia el arte y la vida, por como buscar antecedentes históricos del salto de acróbata en la búsqueda de ances-
lo que, de manera intencionada, huían en su recorrido. Para ello, y haciendo uso de su tros y nos sitúe, sin pasos intermedios, en
formulación de toda significación artística. erudición e inventiva teórica -aunque esta pleno siglo XX y en lo que se ha convenido
Por esta razón no deja de ser erróneo y par- última a veces le traiciona- realiza una en denominar vanguardias históricas. A
cial, concebir "el andar", el paseo o la deri- genealogía del andar que se remonta a sus partir de aquí se centra en abordar la idea
va, como actuaciones meramente estéticas. antepasados míticos y prehistóricos, busca del paseo como práctica anti-artística por
Detrás de la crítica de este libro, se halla el ascendientes más cercanos en el arte del parte del dadaísmo, el surrealismo y el
deseo manifiesto de denunciar lo que se siglo XX y finaliza en las experiencias artís- situacionismo y apunta que, en el campo
cree que son flagrantes intentos de diluir el tico-políticas de la actualidad. La idea que concreto de la arquitectura, el urbanismo
contenido radical del surrealismo o de la I.S. atraviesa esta lectura de la historia del arte unitario y el proyecto utópico New Babylon

Salamandra 15-16 174


a n a - c r ó n i c a s

RECORRIENDO LA CIUDAD AMNÉSICA


Lurdes Martínez

de Constant buscaron en el nomadismo los pretendido carácter estético. Si reconoce como veremos más adelante, se queda en
fundamentos para erigirse en anti-arqui- la aspiración de los dadaístas de alcanzar la planitud de la superficie. Además, la
tectura. En este punto Careri pretende ‘la desacralización total del arte, con el fin intención de que todo case perfectamente
encajar las aspiraciones de estos movi- de llegar a la unión del arte con la vida’ a en su discurso le provoca algunos "olvi-
mientos en su tesis y afirma que ‘se podría continuación afirma que ‘dadá eleva la dos", como dejarse en el tintero de la his-
construir una historia del andar como tradición de la flânerie a rango de opera- toria los paseos de románticos y simbolis-
forma de intervención urbana, que con- ción estética’; o bien declara que ‘París tas (Nerval, de Quincy, Machen,
tenga los significados simbólicos de aquel será la ciudad que ‘se ofrecerá como terri- Rodenbach, Strindberg...) y, todavía más
acto creativo primario: el errar en cuanto torio ideal para aquellas experiencias sangrante, aunque cite a los flâneurs del
acto de transformación simbólica del artísticas que se proponían dar vida al pro- París del siglo XIX, ¡ni siquiera menciona a
entorno’. Esta idea puede ser más o menos yecto revolucionario de superación del Baudelaire!
acertada -recordemos cómo Louis Aragon arte, abordado por los surrealistas y los Sin embargo la parte más polémica y
transformaba los pasajes de París en acua- situacionistas’; y si concibe la deriva situa- controvertida del libro se refiere a la teoría
rios imaginarios donde fluía lo maravillo- cionista como ‘una acción que difícilmen- y praxis de la ya mencionada transurban-
so- siempre que se circunscriba tal "trans- te podía dispendiarse dentro del sistema cia. Careri explica que los vagabundeos de
formación simbólica" al objetivo más del arte’, más adelante la convierte en ‘una Stalker se realizan a través de los "vacíos
general de estos movimientos: la experi- actividad estética que concordaba perfec- urbanos" de la "ciudad difusa", es decir, los
mentación de nuevas formas de comporta- tamente con la lógica dadaísta del anti- grandes espacios de la periferia abandona-
miento. Pero es precisamente aquí donde arte’. Se trata, en todos los casos, de con- dos o todavía sin urbanizar localizados en
Careri se equivoca nuevamente. En clara tradicciones que reflejan un pensamiento la nueva entidad urbana surgida del des-
contradicción con su argumento inicial de y un discurso confusos, así como una evi- moronamiento de la ciudad histórica. En
que el paseo era concebido por dadá, el dente voluntad de desvirtuar el compo- torno a ella se ha ido formando un "caos
surrealismo y la I.S. como una práctica nente insurgente, de riesgo y aventura, de urbano", un desorden generalizado, que ha
anti-artística, afirma que ‘en el arte del las nuevas formas de vida puestas en mar- acabado constituyendo un auténtico siste-
siglo XX el andar se independiza de toda cha por unos "movimientos" que desbor- ma territorial, ‘una forma de asentamiento
connotación religiosa o sagrada del pasa- dan el restringido marco de "vanguardias" suburbano de baja densidad que se extien-
do y se convierte en puro acto estético’. Se en el que se han visto, a su pesar, cons- de formando unos tejidos discontinuos y
hace necesario aclarar que, si aquellos treñidos. expandidos por grandes áreas territoriales’.
movimientos utilizaron el paseo dentro de A pesar de la perspectiva esteticista con Los habitantes de esa ciudad, a quienes
su programa revolucionario de cambio del que Careri aborda un tema, por lo demás Careri denomina "difusos", son gentes ‘que
mundo y de la vida, fue por su condición apasionante, el estudio tiene a su favor viven al margen de las normas civiles y
de puro acto cotidiano, el acto más natu- ofrecer una gran cantidad de información urbanas más elementales, que sólo habi-
ral del comportamiento humano. Por suplementaria, aderezada con un abun- tan el espacio privado de la casa y del
tanto, el paseo como acontecer cotidiano, dante material gráfico y bibliográfico. Pero automóvil, que sólo conciben como espa-
también gratuito e improductivo, se con- tal erudición esconde, de nuevo, segundas cios públicos los centros comerciales, los
vertía en un intento de transformar y intenciones y tergiversaciones. Careri merenderos, las gasolineras...’, y que úni-
engrandecer una vida empobrecida, al construye una genealogía con el objetivo, camente ‘prolongan su hábitat por las
tiempo que en un modo de crítica a la como apunta el prologuista Gilles A. autopistas reales y por las redes virtuales
ética economicista burguesa. Eran expe- Tiberghien, de que las experiencias de de internet’. Queda claro que Careri se
riencias ampliadas y no "operaciones esté- transurbancia que él realiza con el grupo refiere aquí a las áreas residenciales que
ticas conscientes" o "readymade urbanos" Stalker tengan un pasado donde enraizar- de manera concatenada forman el sistema
como las nombra Careri. Son numerosas se. En realidad Careri se dedica a rastrear de conurbación que se extiende peligrosa y
las ocasiones en que éste confunde, deso- la historia en busca de ancestros ilustres progresivamente siguiendo el modelo de
rientando con ello al lector, el componen- que confieran empaque y abolengo, densi- mancha de aceite, esos lugares donde
te anti-artístico de estas prácticas con un dad y profundidad, a un proyecto que, podemos decir que se ha logrado ‘la meta-

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morfosis de la ciudad y de sus habitantes Así, ‘los difusos van allí a cultivar los huer- desarrolla mediante una dinámica natural
con el ordenamiento espacial de la inmo- tos ilegales, a pasear al perro, a hacer un parecida a la de las nubes o la de las gala-
vilidad absoluta’2. picnic, a hacer el amor...sus hijos van allí a xias... independientemente de las teorías
La ciudad difusa le sugiere al autor la buscar espacios de libertad y de vida de los arquitectos y de los urbanistas’ y por
imagen de un ‘tejido orgánico en cuya social’. Dichos espacios, concluye Careri, tanto difícil de programar o prever, ‘debi-
parte central la materia es relativamente ‘son realidades crecidas fuera de, y en con- do a la gran cantidad de fuerzas y de
compacta mientras que hacia el exterior tra de, un proyecto moderno que sigue variables que entran en juego’. Por supues-
expulsa islas separadas del resto del teji- mostrándose incapaz de reconocer sus to que la nueva ciudad se halla a merced
do construido’, formando un dibujo ‘en valores y, por tanto, de aceptarlos’. El de diferentes "fuerzas y variables" pero
forma de archipiélago: un conjunto de autor identifica estos espacios vacíos, éstas son las del capital y la especulación
islas construidas que fluctúan por un vasto periféricos, marginales, indeterminados, inmobiliaria -guiadas siempre por las
océano vacío...por todas partes aparecen múltiples, dinámicos y caóticos, con el teorías totalitarias de arquitectos y urba-
grandes porciones de territorio vacío...y inconsciente -’los espacios vacíos que nistas- que conforman y determinan el
dichas porciones quedan conectadas entre determinan la forma de la ciudad consti- modelo de desarrollo de la ciudad-mer-
sí’, constituyendo una red alternativa de tuyen los lugares que mejor representan cancía, un modelo que se ha hecho fuerte
"vacíos urbanos". Y como ciertas estructu- nuestra civilización en su devenir incons- a costa de la obligada disolución de la ciu-
ras geométricas, los fractales, ‘tiende de ciente y múltiple’- , como algo que oponer dad histórica y que ha sido denunciado,
un modo natural a la saturación, median- a la rigidez, determinación, unicidad y incluso desde las instancias más reformis-
te el relleno de los espacios que han que- racionalidad del centro -del poder, en defi- tas, por los altos costes económicos, socia-
dado vacíos… y también a la expansión, nitiva- porque cree que la ciudad es una les, ecológicos, etc., que genera. Dicha ciu-
dejando en su interior un sistema de creación espontánea que surge a partir de dad es la base y la expresión del modo de
vacíos. Mientras el centro originario tiene las pulsiones de los habitantes. Esta red de vida capitalista, y de ninguna manera
menos posibilidades de desarrollarse y se vacíos urbanos, dice, constituye ‘una ciu- puede ser considerada como una creación
transforma con mayor lentitud, en los dad paralela con unas dinámicas y unas natural a partir de los deseos de los habi-
márgenes del sistema las transformaciones estructuras que todavía no se han com- tantes, ‘construida por sí sola... por nues-
son más probables y más rápidas’. prendido’, son ‘los últimos lugares donde tra civilización...con el fin de determinar su
En este territorio omnipresente, Careri uno puede perderse, donde podemos sen- propia imagen’. Si los "difusos" habitan
intuye una presencia que después de tirnos al margen de cualquier control’, este nuevo espacio no es precisamente
mucho tiempo ignorada ha pasado a espacios públicos con vocación nómada porque hayan seguido sus impulsos de
desempeñar un papel protagonista en el que invitan al errabundeo y ‘que viven y se manera incontrolada, sino porque han sido
espacio urbano: el vacío. En los espacios transforman a una velocidad que escapa a expulsados y desarraigados de la vieja ciu-
vacíos de la ciudad difusa Careri vislumbra las previsiones de la administración’. Las dad a cambio de la tranquilidad de una
un espacio nuevo, que no se ha ‘incorpora- "amnesias urbanas", como denomina a los pseudonaturaleza, del confort de un aisla-
do al sistema’ y que ‘da la espalda a la ciu- lugares vacíos de la periferia urbana, cons- miento tecnológicamente conectado y de
dad con el fin de organizar una vida autó- tituyen unos ‘espacios vivos a los que hay la promesa de un consumo rápida y fácil-
noma y paralela’, un espacio que además que asignar unos significados, no sólo mente accesible3.
está habitado, pues ‘los difusos no sólo rellenar de cosas’. Una vez que asume la inevitabilidad de
habitan casas, autopistas, redes informáti- Son numerosos los puntos de discrepan- la ciudad difusa, Careri se complace en
cas y merenderos, sino también aquellos cia con la interpretación que Careri hace exaltar las cualidades dinámicas de ésta y
...espacios distintos de los espacios vacíos de la ciudad moderna y de las dinámicas en la velocidad con que se desarrollan en
entendidos tradicionalmente como espa- que en ella se desarrollan. En primer lugar, su seno cambios y metamorfosis. Estos
cios públicos -las plazas, los jardines, los él considera el modelo de ciudad difusa cambios, dice, afectan muy especialmente
parques-, que conforman una porción como algo que ‘se ha ido formando a los "vacíos urbanos" y a consecuencia de
enorme de territorio no construido que espontáneamente en torno a nuestras ciu- ellos, éstos se ofrecen como lugares donde
utiliza y vive de infinitos modos distintos’. dades’ porque acepta que ‘la ciudad se se desarrolla una vida alternativa al mar-

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gen del centro-poder. ‘El espacio-tiempo te en ‘escenografía inocua, mera cita lite- sus "llenos" y en sus "vacíos", al centro y a
urbano tiene distintas velocidades: desde raria o virtual de un pasado muerto’, en la periferia, por tanto toda ella debe ser
la paralización de los centros hasta las reclamo publicitario o turístico, y una vez cuestionada, algo que Careri esquiva al
constantes transformaciones de los már- adelgazada su esencia, su profundidad confrontar engañosa e interesadamente
genes’. Si en el centro los escasos cambios abigarrada y peligrosa, queda expedito el centro y periferia8. Es más, Careri se recrea
que se producen transcurren bajo una camino que conduce veloz a la inofensivi- en la ‘visión poco tranquilizadora’ de la
estrecha vigilancia, en ‘los márgenes es dad consumista6. ciudad difusa, -una ciudad ‘sin centro ni
posible encontrar cierto dinamismo, y es La nueva ciudad no sólo carece de capas periferia’, ‘extraño magma de vacíos y lle-
allí donde podemos observar el devenir de sucesivas de acontecimientos sedimenta- nos’, ‘desorden general’ y ‘mundo hecho
un organismo vital que en sus procesos de dos a lo largo del tiempo que pudieran de territorios caóticos’-. Y al plantear el
transformación va dejando...partes enteras influir en el ánimo de sus moradores; tam- análisis de la ciudad contemporánea desde
de territorio en estado de abandono y bién está desprovista de miradas adecua- el interior mismo del caos y la disgrega-
mucho más difíciles de controlar’. das que puedan vivir la ciudad, porque el ción, se hace cómplice, con su pensamien-
Lamentablemente, las mutaciones que capital humano con que cuenta para la to y jerga postmodernas, de la disolución
se producen en la nueva ciudad afectan a construcción de su devenir histórico son forjada por el capitalismo, una destrucción
la totalidad del espacio urbano, indepen- los "difusos", habitantes de la ciudad con- que se propone extraer de raíz las signifi-
dientemente de su condición central o temporánea indiferentes -e impotentes- caciones esenciales y permanentes y hacer
periférica, y son pautados por la ideología ante la desaparición de la vieja urbe. penetrar, sobre el territorio yermo resul-
dominante en su deseo de crear una Huyen de esa vieja ciudad insalubre por- tante, la semilla negra de sus postulados.
megápolis contínua4. Ya hemos dicho que que la imaginan, en su delirio aséptico, No obstante Careri insiste en arribar,
la nueva ciudad ha sido planeada a costa abarrotada de miasmas del pasado, desde el magma inconsistente del caos, a
de la antigua ciudad europea, amenazada siguiendo así las directrices de los herede- la solidez concluyente de la tierra firme,
de muerte por el proyecto de la clase en el ros de los higienistas burgueses. Cobijados aventurándose a ‘reconocer una geografía
poder de hacer ‘tabla rasa de la memoria y guarecidos de los peligros de la vida en en el interior del presunto caos de las peri-
que se inscribe en ella y que permite a sus sus coches y casas, aislados e inmoviliza- ferias...y entrar en relación con ese caos’,
habitantes conservar el contacto con las dos ante el teclado y la pantalla, no pode- afrontando la práctica del "recorrido errá-
obras de otras épocas, testimonios de una mos confiar en que ellos vayan a llevar una tico" al modo de los nómadas del paleolí-
conciencia, de una sensibilidad, de un vida cuyos acontecimientos merezcan ser tico que convirtieron el andar ‘en la prime-
savoir faire, ciertamente bloqueados, pero grabados en las piedras de la ciudad. El ra acción estética que penetró en los terri-
más fértiles que los pobres sucedáneos que mismo Careri se contradice cuando apun- torios del caos’. Estos territorios, prosigue,
nos impone la sociedad contemporánea... ta que los "difusos" carecen de ‘las normas tienen una "vocación nómada", son los
Hoy la clase dirigente saquea la ciudad civiles y urbanas más elementales’. espacios del andar de la ciudad nómada
para disolver su realidad, conciencia, Asentimos con él en que están desprovis- frente a los del estar de la ciudad sedenta-
memoria...con el objeto de que se borren y tos de toda capacidad de establecer lazos ria. Por ellos se puede andare a zonzo, una
desaparezcan las condiciones, difíciles de sociales nuevos y crear comportamientos expresión italiana que significa ‘perder el
reunir en un mismo lugar, para superar la emancipadores. Si la ciudad es y debe ser tiempo vagando sin objetivo...expresión
especialización social más antigua, la del un ‘proyecto humano como terreno histó- que encaja perfectamente con los paseos
poder’5. Sin historia y sin memoria, amné- rico’7, la ciudad difusa es, en contra de la por la ciudad de los flâneurs, con los vaga-
sicos y desalojados sus habitantes, no opinión de Careri, una no-ciudad. Es difícil bundeos por las calles de los artistas de las
habrá obstáculo alguno para los dictados imaginar que en esta utopía negativa vanguardias de los años veinte, y por las
del consumo. Esa operación de allana- pueda ocurrir algo interesante -ya lo decía cuales iban a la deriva los jóvenes letristas
miento se ceba especialmente con los vie- Debord: ‘aquí nunca ocurrirá nada ni ha de la posguerra’. Sin embargo, apunta,
jos centros históricos de las ciudades, ocurrido nunca nada’-. perderse en la actualidad es una experien-
sobre los que se cierne la ‘ofensiva técnica Definitivamente, los cambios instigados cia distinta porque el entorno es también
de la desustancialización’ que los convier- por el capital afectan a toda la ciudad, en diferente. Pero, concluye, ‘las modalidades

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y las categorías puestas a nuestra disposi- con radares psicofísicos. Los rastros de his- los desechos de la civilización y otras pro-
ción por las experiencias artísticas del toria y de emoción, por más reprimidos ducto de la imaginación de las comunida-
pasado pueden ayudarnos a comprender’ que estén, vuelven al menor conjuro y ante des marginales que habitan dichos espa-
este nuevo territorio ‘y a transformarlo sin la más inesperada de las ocasiones. cios, inmigrantes o grupos de etnia gitana,
destruir su identidad’. Entonces es cuando esquirlas visuales de hecha de construcciones espontáneas y
Pero, ¿es posible deambular, hacer deri- la ciudad saltan desde la memoria del ojo, precarias. Finalmente, la búsqueda, en los
va, o algo semejante, en los territorios del no como motivo de nostalgia, sino hacien- vacíos urbanos, de una vida autónoma que
caos, en las "amnesias urbanas"? ¿Es sólo do chisporrotear las zonas adormiladas del surge como fuerza antagónica al sistema
necesaria una disposición favorable, o alma’9. En cambio, en la ciudad-mercancía dominante.
hace falta algo más? Surrealistas y situa- la pérdida de la memoria histórica signifi- Sin embargo, un examen más profundo,
cionistas se adentraban en la heterogénea ca también e irremediablemente la ausen- más detenido, detecta que el proyecto
geografía de la ciudad abandonándose a cia de pulso vital. hace aguas y difumina su contenido visio-
las sensaciones que fluían de los lugares Si pensamos en la imposibilidad de nario, que se queda en mera pretensión. La
que atravesaban, y el termómetro de su vagar sin rumbo o deambular en la no-ciu- primera pista la ofrece la visión altamente
subjetividad oscilaba al pasar de unos dad de la economía, la sugerencia de complaciente que Stalker arroja sobre la
lugares a otros: unos atraían, otros causa- Careri de recuperar "las modalidades y ciudad, una ciudad, la del capital, que lejos
ban cierta repulsa, porque en todos reso- categorías" de las "experiencias artísticas de cuestionar en su totalidad, asume como
naban acontecimientos pasados, liberado- del pasado" se convierte en una traslación mal menor. Tal complacencia se deja tras-
res o perpetuadores del poder. Para los mecanicista de esas prácticas a un contex- lucir en un gusto por los aspectos más pin-
surrealistas eran el inconsciente, el azar, to diferente, como él mismo reconoce10. torescos de la degradación y de los dese-
los hallazgos… los que guiaban la búsque- Podemos medir las consecuencias nocivas chos que la nueva ciudad genera. De tal
da de lo maravilloso y la concreción del de este falseamiento en el confusionismo manera, la aproximación a los lugares
deseo, en el presente o en el pasado, que lastra el programa y las acciones del abandonados adolece de cierto esteticis-
haciendo aflorar los recuerdos favorables colectivo al que Careri pertenece, lastre mo, ya que pone el énfasis en los hallazgos
(o no) a la libertad, mientras que la deriva aún más lamentable porque la actividad de de yuxtaposiciones insólitas y arbitrarias,
situacionista estaba más ligada a la inten- Stalker no carece de todo interés. sin la necesaria distancia crítica que
ción de desarrollar un comportamiento En efecto, en el proyecto de Stalker de podría justificar tal poética de la desola-
lúdico-constructivo. Pero para unos y ‘explorar y transformar los espacios nóma- ción, aplicando así la técnica del collage,
otros sus recorridos por la ciudad tenían das de la ciudad contemporánea’, hay en su dimensión más culturalista, a la rea-
sentido en cuanto que auscultaban la algunos aspectos que destacan por su lidad ciudadana. En sus propios términos,
memoria latente en ella. Careri cae en un voluntad crítica y utópica. Primeramente, ‘si se afronta a pie, la metrópoli se con-
contrasentido cuando identifica lo que la aspiración de llamar la atención sobre vierte en un mundo inexplorado en
llama "amnesias urbanas" con el incons- los procesos de descomposición presentes muchas de sus partes, un mundo hecho de
ciente de la ciudad, porque, ¿desde cuán- en el ámbito metropolitano actual, reve- territorios caóticos, en el cual los asenta-
do éste ha sido amnésico? Muy al contra- lando las contradicciones que se dan en su mientos abusivos se sitúan junto a los
rio, representa la caja negra de la memo- interior. Es también reseñable la intención yacimientos arqueológicos; las líneas de
ria, individual y colectiva, sumergida en las de desafiar las prácticas convencionales de alta tensión y las autopistas se intersectan
profundidades de las realidades históricas la arquitectura oficial oponiendo una con los acueductos romanos; y las moder-
y de los imaginarios y deseos reprimidos. especie de contra-arquitectura, una arqui- nas ruinas industriales acogen una fauna y
Por ello en la ciudad histórica se podía tectura del desecho que clamaría por la una flora que jamás hasta ahora había
bucear y encontrar bajo la superficie los inutilidad de añadir más miseria urbanísti- habitado la ciudad... La transurbancia per-
restos todavía vivos de esos naufragios, ca y que estaría materializada en los pro- mite al ciudadano explorar unos recorridos
pues ‘las huellas que dejamos en las pare- ductos híbridos que Stalker encuentra en inéditos, llenos de contradicciones estri-
des o en los objetos son recuperadas por los vacíos urbanos, que son unas veces dentes, de dramas que a veces componen
quienes tantean la ciudad con su tacto: fruto del mestizaje entre la naturaleza y armonías inéditas’. Más sangrante es su

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acercamiento hacia la población marginal un nivel global, resultan del todo insoste- teórica de los Congresos Internacionales de
que habita dichos espacios: frente al dis- nibles, pues admiten el mantenimiento de Arquitectura Moderna (C.I.A.M.) fue decisi-
curso arquitectónico institucional que pre- un modelo de ciudad que es intrínseca- va para ‘ahogar definitivamente todo alien-
supone que los vacíos urbanos son un mente inviable. Por ello, cualquier pro- to de democracia urbana’ y convertir a la
puesta verdaderamente crítica que hoy ciudad en un bien de consumo. ¡Abajo!,
obstáculo para el desarrollo capitalista de
op.cit., p.20-40. ¿Existe alguna diferencia
la ciudad, Stalker aboga por ‘abandonar investigue la problemática de la ciudad
entre las consecuencias sociales de ese pri-
estos lugares’ como ‘la solución más eficaz debe contribuir, de una manera u otra, a la
mer éxodo y el fenómeno de expulsión de
para lo que ha surgido al margen de los desaparición de la ciudad-mercancía como
los "difusos", aparte del grado de domesti-
proyectos y de la voluntad humana’, en el base y expresión del modo de vida y del
cación? Es de una ingenuidad insultante o
sentido de que ‘el abandono de estas áreas proyecto capitalista, y ha de colaborar en de una mala fe perversa afirmar que los
al albedrío de la naturaleza y a la reapro- la destrucción de sus "contradicciones individuos -que no sean los de la clase
piación por parte de aquellos que no tie- estridentes". dominante- puedan tener reservado algún
nen ningún sitio donde ir, los muestra en Lurdes Martínez papel para intervenir en la edificación de la
pleno uso y en todo su esplendor’. ¿Se pro- ciudad contemporánea.
pone aquí resolver el problema de la falta NOTAS 4. La presidenta de la Comunidad de
Madrid, Esperanza Aguirre, con ocasión de
de viviendas dignas estimulando el chabo-
1. El autor sitúa el origen de la arquitectu- la nueva Ley del Suelo manifestaba sor-
lismo informal y sus armonías inéditas y
ra en íntima conexión con el nomadismo. prendida que ‘nadie entiende que, hoy en
posmodernas? Ciertamente, el neolibera-
Al margen de si esto es cierto o no, lo que día, las ciudades estén como cercadas por
lismo nunca había soñado en llegar tan muros de cristal, rodeadas de páramos en
sí nos interesa señalar es que, en su afán
lejos. Con esto no quiero decir que, efecti- por mantener su novedosa y original tesis, los cuales, nadie sabe por qué, no se puede
vamente, no existan fragmentos de poesía Careri hace comenzar la historia de la construir’, proponiendo como alternativa
ni de vida en estos espacios, ni que no sea arquitectura en el megalitismo, y esto sí edificar en áreas que ‘ahora son intoca-
legítimo reconocerlos y hasta exaltarlos, o que constituye una absoluta arbitrariedad. bles’. Echa a andar la comisión que prepa-
que niegue las enormes potencialidades 2. Como afirma la Encyclopedie des rará la nueva Ley del Suelo, El País, 14 de
que acechan en los márgenes11. El proble- Nuisances, ‘como contrapunto de la circu- febrero de 2004, suplemento Madrid, p.7.
lación humana tratada como materia de Todo apunta -el robo del gobierno de la
ma reside en que una cosa es la reapari-
consumo’ en la red de autopistas de la Comunidad de Madrid a los socialistas por
ción de una cierta y desconocida naturale-
megápoli, ‘técnicas hipnóticas de visualiza- presuntas presiones inmobiliarias, la impli-
za y vida salvaje en pleno paisaje posin-
ción y cibernética recomponen ahora los cación de la propia presidenta en el escán-
dustrial, y otra muy distinta los efectos dalo inmobiliario de Majadahonda- a que
nuevos habitáculos de generaciones ente-
palpables y catastróficos de la especula- ras’. ¡Abajo!, en La Sinrazón en las Ciencias, tales zonas intocables, dejarán muy pronto
ción capitalista y la destrucción de los ves- los Oficios y las Artes. Artículos selectos de de serlo. Pero el PSOE, ¿no habría hecho lo
tigios del pasado histórico; una cosa es el la Encyclopédie des Nuisances, Muturreko mismo?
deseo de supervivencia que lleva a la rein- Burutazioak, Bilbao, 2000, p. 20-40. 5. En ¡Abajo!, op.cit., p. 20-40.
vención de arquitecturas efímeras y comu- 3. Este desahucio, iniciado por la burguesía 6. I. CASTRO: Mutaciones en la ciudad des-
nidades de resistencia, y otra muy distinta durante el siglo XIX, se vio reforzado en la centrada, en Salamandra nº 13/14, Madrid,
las condiciones económicas y políticas que Europa de la posguerra mediante la estrate- 2003-04, p. 23-30.
gia de ‘desalojar a la clase obrera de sus 7. En ¡Abajo!, op.cit., p. 20-40.
crean esa supervivencia, la mantienen y la
bastiones urbanos’ para encerrarla en los 8. Son tales las "mutaciones" que se dan en
aumentan, y las consecuencias dramáticas
barrios proletarios con la ayuda del urbanis- la "dinámica" periferia de Careri, que un
que estas tienen para aquellos que las
mo como ‘técnica de dominación del campo reciente estudio realizado en EEUU sobre el
soportan. de batalla social a fin de poder reconstituir sprawl o la dispersión urbana, vincula la
Si desde una perspectiva parcial estéti- bajo control la masa de mano de obra nece- vida en las periferias de las ciudades al
co-artística se pueden entender -que no saria para la formación cotidiana de capi- estado de salud de sus habitantes, alertan-
aceptar- proyectos como el de Stalker, a tal’. En este proceso de desposesión la labor do del riesgo que corren de sufrir enferme-

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RECORRIENDO LA CIUDAD AMNÉSICA


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dades físicas y mentales como obesidad, capital. Sea como fuere, el planteamiento de histórica con tal de que el método resulte
producida por la falta de actividad física C. Ferrer sugiere también un nuevo uso crí- efectivo. Da la impresión de que con la rei-
ante la dependencia absoluta del coche -los tico de la deriva: no tanto la búsqueda de lo vindicación de tales experiencias prestigio-
"difusos" pesan una media de 2,5 Kg más maravilloso o de los deseos aún ignorados, sas, persigue únicamente el propósito de
que el resto de la población- o depresión y sino la recuperación, como acto de resisten- justificar un proyecto, el de Stalker, que
estrés, provocados por la segregación y el cia, de las señales olvidadas de lo que fue y adolece de rigor y originalidad.
aislamiento que se dan en las zonas residen- de lo que pudo ser esa ciudad, tanto en el 11. Es difícil, por ejemplo, permanecer
ciales. La investigación constata que los plano objetivo como en el subjetivo. insensibles al poder de sugestión de algunas
vecinos de las ciudades compactas, como 10. Es, además, una extrapolación interesa- de las reflexiones de Stalker, como la que
¡Nueva York!, llevan vidas más sanas que los da, pues Careri toma en cada momento los propone que ‘los lugares de la nueva wilder-
de ciudades dispersas. Otra de las "meta- elementos del pasado que mejor se ajustan ness que ha crecido entre los pliegues de la
morfosis" que se dan a causa del asenta- a su discurso teórico. Una metodología que, ciudad representan nuestra civilización, su
miento de la ciudad difusa es que se están aunque insostenible desde mi punto de
devenir inconsciente y múltiple’. Por otro
consumiendo los espacios verdes y los pul- vista, denota, a juicio del prologuista Gilles
lado, otros colectivos, como el Grupo
mones que antes limpiaban las ciudades. A. Tiberghien, ausencia de dogmatismo teó-
Surrealista de Estocolmo, llevan explorando,
9. Christian Ferrer, Mal de Ojo, Octaedro, rico y constituye una ‘práctica experimental
desde los años 90, los mismos (o parecidos)
Barcelona 2000, p. 54. Queda para otro que va aplicando distintas herramientas
terrenos baldíos y su flora salvaje. Aunque
momento reflexionar sobre la posibilidad o teóricas en función de sus necesidades,
esta actividad no esté exenta tampoco de
imposibilidad actual de deambular o derivar siempre con un sentido de la oportunidad
cierto idealismo romántico, al menos se
en los restos más o menos descompuestos que confiere una gran flexibilidad y una
limita a levantar acta del carácter impro-
de lo que fueron las ciudades históricas. considerable movilidad intelectual’. Quizá es
ductivo e inútil de estos lugares, sin preten-
Desde mi punto de vista la intención es este oportunismo o simplemente confusión
der, ni por asomo, celebrarlos como la
dudosa si se plantea como proyecto utópico, conceptual lo que lleva al autor a afirmacio-
"solución más eficaz" a los desastres de la
pero tampoco puede negarse el placer o nes como la que sigue: ‘Perdiéndose entre
deleite que provocan estas experiencias a un las amnesias urbanas, Stalker encontró especulación urbana y de la marginación
nivel individual o colectivo, pues si bien es aquellos espacios que Dadá había definido social, o, menos aún, de ofrecer el fruto de
cierto que nada podremos encontrar en los como banales...aquellos lugares que los sus experiencias a la gestión reformista de
espacios mudos de la ciudad mercancía, hay surrealistas habían definido como el incons- un ayuntamiento cualesquiera (el de Miami
todavía otros lugares que siguen resistiendo ciente de la ciudad...los sectores laberínticos por ejemplo, que invitó a Stalker para que
al maquillaje urbanístico y pueden ofrecer de la New Babylon de Constant...un sistema "experimentara" la amnesia urbana de esta
sus tesoros a la mirada que sepa ir más allá de veredas urbanas que parece haber surgi- ciudad en busca de soluciones imaginativas
de la mercancía omnipresente. Por otro lado, do como producto de la entropía de la ciu- al caos que él mismo había organizado).
el azar, los encuentros y los hallazgos son, dad, como uno de los "futuros abandona- Sobre el Grupo Surrealista de Estocolmo, se
por su carácter imprevisible, elementos ina- dos" descritos por Robert Smithson’. Careri puede leer una serie de textos psicogeográ-
sibles que contienen en sí mismos la posibi- falsea la historia para que su hilo argumen- ficos recopilados en El lugar revisitado,
lidad de escapar de la manipulación del tal no se resienta: no interesa la exactitud Salamandra nº 10, Madrid, 1999.

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EL PRINCIPIO ESPERANZA DE ERNST BLOCH FRENTE AL PRINCIPIO DE RESPONSABILIDAD


Michel Löwy

El "Principio Esperanza" de Ernst Bloch


frente al "Principio Responsabilidad"
Michel Löwy

e l Principio Esperanza es el libro más impor-


tante de Ernst Bloch y sin duda una de las
volúmenes del libro. Su estilo es muchas
veces hermético, pero tiene una poderosa
hacia el que tiende es el cumplimiento de la
intención utópica: un mundo liberado de los
obras mayores del pensamiento emancipa- cualidad sugestiva: es el lector el que tiene sufrimientos indignos, de la angustia, de la
dor del siglo XX. Esta obra monumental que aprender a filtrar las joyas de luz y las alienación. En su búsqueda de las funciones
(más de 1600 páginas) ocupó al autor piedras preciosas sembradas por la pluma anticipadoras del espíritu humano, el sueño
durante una buena parte de su vida: escrita poética, y a veces esotérica, del filósofo2. ocupa un lugar importante, desde su forma
durante su exilio en los Estados Unidos, de Contrariamente a tantos otros pensado- más cotidiana -el sueño despierto- hasta el
1938 a 1947, será revisada una primera vez res de su generación (para empezar su "sueño anticipatorio" inspirado por las imá-
en 1953 y una segunda en 1959. Después
amigo George Lukacs), Bloch ha permaneci- genes-de-deseo.
de ser condenado como "revisionista"
do fiel a las intuiciones de su juventud y La paradoja central de El Principio
por las autoridades de la República
jamás ha renegado del romanticismo revo- Esperanza es que este texto poderoso, ente-
Democrática Alemana, su autor decidirá
lucionario de sus primeros escritos. ramente vuelto hacia el horizonte del futu-
abandonar la Alemania del Este en el
Encontramos así en El Principio Esperanza ro, hacia el "frente", lo Novum, el todavía-
momento de la construcción del muro de
frecuentes referencias a El Espíritu de la no-ser, no dice casi nada sobre…el futuro.
Berlín (1961)1.
Utopía, especialmente a la idea de la utopía Casi nunca intenta imaginar, prever o prefi-
Nadie ha escrito jamás un libro como
como conciencia anticipadora, como figura gurar el rostro futuro de la sociedad huma-
este, que mezcla, en un mismo aliento
del "pre-aparecer". La apuesta fundamental na, salvo en los términos clásicos de la pers-
visionario, los presocráticos y Hegel, la
de Ernst Bloch es la siguiente: la filosofía pectiva marxista: una sociedad sin clases ni
alquimia y los cuentos de Hoffmann, la
será la conciencia del mañana, la idea pre- opresión. La ciencia-ficción o la futurología
herejía ofita y el mesianismo de Shabbataï
Tsevi, la filosofía del arte de Schelling y el concebida, el saber de la esperanza, o no moderna no le interesaban en nada. En rea-

materialismo marxista, las óperas de alcanzará ningún saber de ningún tipo. A lidad, y dejando a un lado los capítulos más
Mozart y las utopías de Fourier. Abramos sus ojos, es la voluntad utópica la que guía teóricos, el libro es un inmenso y fascinan-
una página al azar: se habla del hombre del todos los movimientos de liberación en la te viaje a través del pasado, a la búsqueda
Renacimiento, del concepto de materia en historia de la humanidad. La filosofía de la de las imágenes del deseo y de los paisajes
Paracelso y Jacob Böhme, de la Sagrada esperanza de Bloch es ante todo una teoría de la esperanza, dispersadas en las utopías
Familia de Marx, de la doctrina del conoci- del todavía-no-ser en sus diversas manifes- sociales, medicinales, arquitectónicas, téc-
miento de Giordano Bruno y del libro del taciones: el todavía-no-consciente del ser nicas, filosóficas, religiosas, geográficas,
Tratado de la reforma del entendimiento de humano, el todavía-no-llegado a ser de la musicales y artísticas. En esta modalidad
Spinoza. La erudición de Bloch es hasta tal historia, el todavía-no-manifestado en el tan particular de la dialéctica típicamente
punto enciclopédica que raros son los lec- mundo. Porque, para él, el mundo humano romántica entre el pasado y el futuro, la
tores capaces de juzgar, con conocimiento está lleno de deseo de algo, de tendencia apuesta es el descubrimiento del futuro en
de causa, cada tema desarrollado en los tres hacia algo, de latencia de algo, y ese algo las aspiraciones del pasado, bajo la forma

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EL PRINCIPIO ESPERANZA DE ERNST BLOCH FRENTE AL PRINCIPIO DE RESPONSABILIDAD


Michel Löwy

de promesa no cumplida: ‘las rígidas Entre todas las formas de la conciencia del Grial, ceñir la espada por él y arriesgar
barreras levantadas entre el porvenir y el anticipadora, la religión ocupa en el alegremente nuestra vida en la última
pasado se vienen así abajo por sí mismas: Principio Esperanza un lugar privilegiado, guerra santa que será seguida por el Reino
el futuro que todavía no ha llegado se porque constituye, para su autor, la utopía milenario de la libertad’6.
hace visible en el pasado, mientras que el por excelencia, la utopía de la perfección, Lo que el marxismo aportaría de nuevo
pasado vengado y recogido como una la totalidad de la esperanza. Es necesario es la docta spes (sabia esperanza), la cien-
herencia, transmitido y cumplido, se hace precisar sin embargo que la religión de la cia de la realidad, el saber activo volcado
visible en el futuro’3. No se trata pues de que se reclama Bloch es -por retomar una hacia la praxis transformadora del mundo
caer en una soñadora y melancólica con- de sus paradojas favoritas- una religión y hacia el horizonte del avenir.
templación del pasado, sino de hacer de atea. Se trata de un Reino de Dios sin Dios, Contrariamente a las utopías abstractas
este una inspiración viviente para la que derriba al Señor del Mundo instalado del pasado -que se limitaban a oponer su
acción revolucionaria, por medio de una en su trono celeste y lo reemplaza por una imagen-deseo al mundo existente-, el
praxis orientada hacia el cumplimiento de "democracia mística": ‘El ateismo es tan marxismo parte de las tendencias y de las
la utopía. poco enemigo de la utopía religiosa, que es posibilidades objetivas presentes en la rea-
El complemento necesario del pensa- incluso su presuposición: sin ateismo el lidad misma: es gracias a esta mediación
miento anticipador orientado hacia el mesianismo no tiene razón de ser’5. Sin real que permite el advenimiento de la
mundo venidero es la mirada crítica hacia embargo, Bloch tiende a distinguir, de utopía concreta.
este mundo del aquí y ahora: la vigorosa forma bastante tajante, su ateismo religio- Entre paréntesis: a pesar de la admira-
puesta en acusación de la civilización so de todo materialismo vulgar, del "mal ción que sintió durante un tiempo (antes
industrial/capitalista y de sus fechorías es desencantamiento" vehiculado por la ver- de 1956) por la unión Soviética, y su falta
uno de los temas principales (muchas veces sión más chata de las Luces -lo que él de crítica hacia el sistema burocrático y
desconocido) del Principio Esperanza. Bloch llama Aufkläricht distinguiéndolo de la dictatorial que reinaba en los países del
pone en la picota la "pura infamia" y la Aufklarüng- y por las doctrinas burguesas Este, Bloch nunca confundió el "socialismo

"despiadada ignominia" de lo que llama "el de la secularización. No se trata de oponer real" con esta utopía concreta, que seguía
a la credulidad las banalidades del libre siendo a sus ojos una tendencia-latencia
mundo actual de los negocios", un mundo
pensamiento, sino de salvar, transportán- inacabada, una imagen-deseo que todavía
"generalmente situado bajo el signo de la
dolos hacia la inmanencia, los tesoros de no había sido consumada. Su sistema
estafa", y en el que "la sed de lucro asfixia
esperanza y los contenidos de deseo de la filosófico estaba fundado por completo
cualquier otro impulso humano". Bloch
religión, tesoros entre los que se encuen- sobre la categoría del todavía-no-ser, y no
ataca también las ciudades modernas frías
tra, bajo las formas más diversas, la idea sobre la legitimización de cualquier Estado
y funcionales, que ya no son hogares -
comunista: del comunismo primitivo de la "realmente existente". El marxismo de
Heimat, uno de los términos-clave del
Biblia (recuerdo de las comunidades Bloch era pues bastante heterodoxo: a
libro- sino "máquinas de habitar" que
nómadas) al comunismo monástico de pesar de que Marx se había despedido de
reducen a los seres humanos "al estado de
Joachim de Fiore o el comunismo quiliás- la utopía y que Engels predicaba, en un
termitas estandarizadas". Al negar todo
tico de las herejías milenaristas (albigen- célebre panfleto de 1888, el paso del
ornamento y toda línea orgánica, al recha- ses, husitas, taboritas, anabaptistas). Para socialismo "de la utopía a la ciencia",
zar la herencia gótica del árbol de la vida, poner en relieve la presencia de esta tradi- Bloch no dudó en invertir este orden.
las construcciones modernas se parecen al ción en el socialismo moderno, Bloch con- Ciertamente, no niega la necesidad de la
cristal de muerte representado por las cluye su capítulo sobre Joachim de Fiore ciencia: el socialismo sólo puede represen-
pirámides egipcias. En último análisis, ‘la con una cita poco conocida y bastante tar su rol revolucionario mediante la uni-
arquitectura funcional refleja e incluso asombrosa del joven Friederich Engels: ‘La dad inseparable de la sobriedad y de la
refuerza el carácter glacial del mundo de conciencia de sí de la humanidad es el esperanza, del rigor del detective y del
la automatización, de sus hombres divi- nuevo Grial alrededor del cual los pueblos entusiasmo del soñador. Sin embargo,
didos por el trabajo, de su técnica abs- se reunirán llenos de alegría…Esta es Bloch establece entre ellos una clara jerar-
tracta’4. nuestra tarea. Convertirnos en caballeros quía: la corriente fría existe para la

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EL PRINCIPIO ESPERANZA DE ERNST BLOCH FRENTE AL PRINCIPIO DE RESPONSABILIDAD


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corriente cálida, al servicio de ésta7. La pretende la felicidad del género humano. Goethe, Schelling, Franz von Baader,
"corriente cálida" del marxismo inspiró a Pero si se toma en consideración que esto Joseph Monitor y Hegel son algunos de los
Bloch lo que él llama su "optimismo mili- no puede llevarse a cabo en un entorno representantes de un retorno a lo cualita-
tante", es decir, su esperanza activa en el natural degradado, el antropocentrismo o tivo, que surge en reacción contra este
Novum, en el cumplimiento de la utopía. el humanismo utópico no se opone a las olvido. Habermas no se había equivocado
Hans Jonás ha criticado "el despiadado preocupaciones ecológicas, muy al contra- al calificar a Ernst Bloch de "Schelling
optimismo" de Bloch y es verdad que a rio. En cuanto a la segunda crítica, Bloch marxista", en la medida en que intenta
veces el autor de El Principio Esperanza la rechazaría sin dudar: él es sin duda, de articular, en una combinación única, la
parece caer en ese tipo de defecto. Sin todos los pensadores marxistas, el más filosofía romántica de la naturaleza y el
embargo, es justo recordar que él critica influido por la filosofía romántica de la materialismo histórico11.
muy explícitamente lo que llama ‘el opti- naturaleza. El Principio Esperanza de Ernst Bloch
mismo vulgar de la fe automática en el La crítica de Bloch a la técnica moderna fue publicado en 1959 y el Principio
progreso’. Considerando que ese falso está motivada ante todo por la exigencia Responsabilidad de Hans Jonas en 1979.
optimismo tiende peligrosamente a con- romántica de una relación más armoniosa Después, la crisis ecológica -que es una
vertirse en un nuevo opio del pueblo, Bloch con la naturaleza. La técnica actual -que profunda crisis de civilización- se ha agra-
piensa que una ‘pizca de pesimismo sería él cataloga como "burguesa"- no mantie- vado infinitamente, y la amenaza de una
preferible a esta fe ciega y chata en el pro- ne con la naturaleza sino una relación catástrofe medioambiental de proporcio-
greso. Porque un pesimismo que se preo- mercantil y hostil, pues ‘se instala en la nes imprevisibles se perfila en el horizonte
cupe por el realismo se dejaría sorprender naturaleza como un ejército que ocupara de las próximas décadas. Es toda la civili-
y desorientar con menos facilidad por los un país enemigo’. Como los pensadores de zación capitalista/industrial -y su copia
reversos y las catástrofes’. El autor insiste la Escuela de Frankfurt, el autor de El naufragada en 1989- con su loco produc-
en consecuencia sobre el "carácter objeti- Principio Esperanza considera que ‘el con- tivismo la que aparece como responsable,
vamente no garantizado" de la esperanza cepto capitalista de la técnica en su con- no solamente del crecimiento exponencial
utópica8. junto’ refleja ‘una voluntad de dominación, de la polución del aire, de la tierra y del
Contrariamente a lo que parece sugerir de relación de amo a esclavo’ con la natu- agua, sino también de los golpes, puede
Hans Jonas, no hay necesariamente una con- raleza. No se trata de negar la técnica en que irreversibles, propinados al sistema
tradicción entre el "Principio Esperanza", tal cuanto tal, sino de oponer a la que existe ecológico del planeta. No se trata enton-
y como Bloch lo formula, y el "Principio en las sociedades modernas la utopía de ces solamente de responsabilidad hacia las
Responsabilidad", en el sentido de una una ‘técnica de alianza, una técnica generaciones futuras, como pensaba
preservación del medio ambiente para las mediatizada con la coproductividad de la Jonas, sino, y aunque parezca imposible,
generaciones futuras. Si se exceptúa una naturaleza’, una técnica ‘comprendida de responsabilidad hacia nuestra propia
visión bien ingenua de las posibilidades de como liberación y mediatización de las generación. Las perturbaciones climáticas
la energía nuclear civil, Bloch es, como lo creaciones que duermen hundidas en el resultantes del efecto invernadero -por no
hemos visto, muy crítico con la civilización regazo de la naturaleza’ -fórmula tomada mencionar nada más que este ejemplo- ya
tecnológico-industrial moderna. Su utopía prestada (como tantas veces en Bloch, sin se están haciendo sentir y amenazan, en
social es inseparable del sueño de otra citar fuente) a Walter Benjamín10. Esta un futuro próximo, con tener consecuen-
relación, cooperativa y no destructora, de sensibilidad que se podría llamar "pre- cias dramáticas para el conjunto de la
los humanos con la naturaleza. Por otro ecológica" está directamente inspirada por humanidad. El Principio Responsabilidad,
lado, Hans Jonas acusa a los marxistas y a la filosofía romántica de la naturaleza, con para que tenga una significación ética ver-
Bloch en particular de antropocentrismo y su concepción cualitativa del mundo natu- dadera, no puede referirse únicamente a
de no tener ninguna sensibilidad por el ral. Según Bloch, es con el desarrollo del "la naturaleza" en abstracto, sino sobre
romanticismo de la naturaleza capitalismo, del valor de cambio y del cál- todo al medio ambiente natural de la vida
(Naturromantik)9. Pienso que Bloch se culo mercantil que se va a presenciar el humana: el antropocentrismo es aquí
declararía culpable de la primera acusa- "olvido de lo orgánico" y la "pérdida del sinónimo de humanismo. Las utopías cien-
ción: en efecto, el "Principio Esperanza" sentido de la cualidad" en la naturaleza. tificistas, de inspiración baconiana -y

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EL PRINCIPIO ESPERANZA DE ERNST BLOCH FRENTE AL PRINCIPIO DE RESPONSABILIDAD


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celebradas de forma poco crítica por Ernst uno de sus ejes principales, una nueva 484 del volumen II de la edición francesa.
Bloch en su opus major12, o las utopías actitud hacia la naturaleza, respetuosa 3. P.E. I, pág. 16.
economicistas fundadas sobre el Principio del medio ambiente? El Principio 4. P.E. I, pág. 183, P.E. II, pág. 204-205, 298,
Expansión -un desarrollo ilimitado de la Responsabilidad es incompatible con un 349-352.
producción, un crecimiento infinito del conservadurismo melindroso, que rechaza 5. En Ernst BLOCH: Das Prinzip Hoffnung
consumo-, son, desde este punto de vista, poner en cuestión el sistema económico y
(PH), Frankfort, Suhrkamp Verlag, 1979, III,
éticamente "irresponsables", en cuanto social existente, y que califica de "irrealis-
pág. 1408, 1412-13, 1524. Se trata de un
que contradictorias con el equilibrio ta" toda búsqueda de alternativa.
ecológico del planeta. tema desarrollado en profundidad en la
Lejos de ser contradictorios, los dos
Pero las medias tintas, las eco-reformas, obra L´atheisme dans le christianisme,
principios están pues estrechamente uni-
las conferencias internacionales han mos- dos, inseparables, mutuamente depen- París, Gallimard, 1981.
trado con creces sus límites y su impoten- dientes, dialécticamente complementarios. 6. P.E. II, pág. 66-67, 82-87, P.E. III, pág.
cia. Proposiciones como el "mercado de los Sin el Principio Responsabilidad, la utopía 1454, 1519-1526, 1613.
derechos de contaminación" no buscan 7. P.E. III, pág. 1606-21.
sólo puede ser destructora, y sin el
sino perpetuar el estado de cosas existen-
Principio Esperanza, la responsabilidad no 8. P.E. I, pág. 240-41 y P.E. III, pág. 1624-
te, en beneficio de los mayores contami-
es sino una ilusión conformista13. 25.
nadores, para empezar los EE.UU. ¿Cómo
9. Hans JONAS: Das Prinzip Verantwortung,
imaginar una solución verdadera, es decir
Michel Löwy Frankfort, Suhrkampf, 1979, pág. 370.
radical, al problema de la crisis ecológica,
Traducción del francés de José Manuel Rojo
sin cambiar de arriba abajo el modo actual 10. P.E. II, pág. 267, 271, 295, 302, 303.
de producción y de consumo, generador de 11. P.E. I, pág. 17, P.E. II, pág. 266, 293,
NOTAS
desigualdades escandalosas y de desastres 410. Ver J. HABERMAS: Un Schelling mar-
catastróficos? ¿Cómo impedir la degrada- xiste, Profils philosophiques et politiques,
1. En diciembre de 1956, el periódico del par-
ción creciente del medio ambiente sin París, Gallimard, 1974, pág. 193-214.
tido comunista oficial, Neues Deutschland,
romper con una lógica económica que sólo
escribió: ‘la filosofía de Bloch sirve objetiva- 12. Ver las páginas muy discutibles dedica-
conoce la ley del mercado, del beneficio y mente a los intereses políticos reacciona- das a El ars inveniendi de Bacon en el P.E.,
de la acumulación? Es decir, sin un pro- rios’ (citado por A. Münster en su introduc- II, pág. 246-255.
yecto utópico de transformación social, ción a Tagträume von aufrechtem Gang.
que someta la producción a criterios 13. La editorial Trotta ha publicado reciente-
Sechs Interviews mit E. Bloch, Frankfort,
extraeconómicos, democráticamente ele- Suhrkamp, 1978, pág. 11). mente el primer tomo de este libro en caste-
gidos por la sociedad. ¿Y cómo imaginar 2. Ver el artículo de Jack Zipes sobre Bloch llano. Ernst BLOCH: El principio Esperanza I,
un proyecto semejante sin integrar, como en Telos nº 58, 1983. La página citada es la Trotta, Madrid, 2005. (N del T).

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E X E N C I O N E S
exenciones
LA CIUDAD BAJO CUERDA, TRAZADA asciende y cada vez son menos los bien- tos de los "inoportunos" lugareños rele-
Y CUARTEADA venidos dentro de este paraíso generado gados a la tierra de nadie que hay detrás
por el mercado, crecen los espacios pri- de las puertas que cierran la ciudad.
e l predominio de cielos grises pone de vatizados dentro de la ciudad para ven- Cualquier cosa que es verdaderamente
relieve que esta es una ciudad sin luz taja de aquellos pocos que pueden per- vital en la ciudad, que ha madurado
propia. Las superficies lustrosas de los mitirse sus anodinas diversiones. No sor- orgánicamente fuera de ella, y es, por
"paraísos de los consumidores" no pue- prende el hecho de que haya cada vez consiguiente, característico de una vida
den compensar esta falta de luminosi- más y más guardas jurados patrullando urbana, ha sido totalmente erradicado.
dad, y una vida cultural no puede fabri- para asegurar que las calles sean del uso Calle a calle, edificio a edificio, la ciudad
carse abriendo unos cuantos café-bar y exclusivo de aquellos que se hacen un gradualmente pierde su identidad; lo
dejando unas cuantas sillas de plástico hueco dentro de la visión corporativa del maravilloso se cubrió con el maquillaje
sobre la acera. Los barrios se han "corazón de la ciudad" del nuevo siglo. de una prosperidad económica fundada a
impuesto pulcramente en la ciudad, por- En sus absurdos "estudios de visión cuenta de una considerable deuda. El
que una ciudad europea de pleno dere- estratégica" los relaciones públicas y espacio se deforma en su configuración
cho debe tener sus barrios, reproducir la equipos de marketing, los planificadores al servicio del beneficio y todo se con-
verdadera atmósfera europea de moda públicos, arquitectos y hombres de nego- vierte en una "industria" -cultura, educa-
del estilo de vida urbano. Por eso, cios han bosquejado una vacua descrip- ción, ocio, patrimonio; todo tiene su pre-
deberíamos tener un barrio al por menor, ción de este renacimiento urbano - siem- cio, todo está en venta. Los mismos fríos
un barrio del entretenimiento, un barrio pre a juego con su modo de vida confor- dedos de hormigón prefabricado y los
cívico, un barrio cultural, un barrio de mista- y del consumidor ejemplar invita- mismos vestidos de plástico se elevan a
negocios, un barrio para la educación, do a tomar parte en su ilusión. Resulta lo largo del cielo, trayendo los mismos
un barrio café-bar... y barrios aún por obvio a través de sus folletos promocio- hoteles, los mismos café-bares y los mis-
trazar. nales de papel satinado, que lo que aque- mos restaurantes, tal como sucede en
Esta es la historia de dos ciudades, de llos que se reclaman de apoyar nuestros todas las demás "regeneradas" ciudades
una creciente polarización, con una de mejores intereses, lo que realmente quie- posindustriales. Al igual que nosotros
ellas dividida en barrios y sujeta al empo- ren es un entorno totalmente controlado vemos esas estructuras alzarse por enci-
brecimiento del aburguesamiento, de la para la actividad del consumo, una ciu- ma del suelo, podemos observar a prime-
homogeneidad disfrazada de libertad de dad vigilada las veinticuatro horas del ra vista que su pretendida función se
elección. Anudada fuertemente por una día. Lo que ellos quieren realmente es el reduce a ser la de un esqueleto envuelto
carretera radial, el centro de la ciudad ha pastiche superficial de una ciudad ideal, por una frágil y delgada fachada. Es evi-
sido despojado una y otra vez por esca- con su "sello particular", que pueda ser dente que son barrios transitorios, relu-
paratistas de comercio, sus edificios comercializado, entre otras cosas, como cientes zonas baldías de estrategia polí-
vaciados y desposeídos de las resonan- "destino turístico" (perdonen nuestra tica que nos muestran lo contrario de
cias de varias generaciones; las instala- sonrisa), donde la cultura urbana no una comunidad, diversidad y cultura de
ciones y los institutos locales cambiados tiene nada que hacer con las ideas y la que ellos se reclaman; lo que esta
por "las oportunidades de vivir en el cen- vidas reales; pero es simplemente otra dominación por parte del espacio privati-
tro de la ciudad", aún más, por espacios imagen más de lo que se entiende por zado nos trae a cambio es la sofocante
seguros y abiertos cerrados para tranqui- satisfacer una determinada moda por luz y vida propios de la ciudad, o
lidad de los recién llegados. ¿Qué pasa medio de la seudosofisticación. Parecen pequeñas reminiscencias de ella. Desde
con aquellos que viven fuera del círculo haber confundido la apariencia de unas luego, dependiendo de lo que quizás son
dorado, cuya participación en la "ilusión cuantas boutiques de diseño, con una preferencias puramente estéticas, sería
del privilegio" supone cada vez más un rica historia cultural de vida crítica y cre- muy difícil negar que superficialmente el
estado basado en su poder adquisitivo? ativa elaborada profundamente durante centro de la ciudad se ha convertido en
Aquellos cuyo único papel, por lo que siglos y no durante semanas, y cristaliza- un entorno más placentero, las calles
parece, es trabajar de manera incesante da en un particular concepto de lugar. Lo cubiertas de menos basura, por ejemplo.
para gastar su miserable sueldo, ¿aún no que nosotros hemos perdido es el centro Sin embargo, necesitamos mirar más allá
están excluidos del proclamado renaci- de una ciudad que está siendo reducida de esta pulcritud impuesta, abrir un agu-
miento urbano del que supuestamente al tránsito permanente de turistas, que jero de crítica en la tela de las aparien-
debemos beneficiarnos? Así como el carecen de toda relación profunda con cias. La ciudad está ahora encadenada y
número de personas con bajos ingresos semejante concepto de lugar, tan distin- franquiciada en una insípida uniformi-

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dad, desprovista de verdadera vitalidad, cipales, encendamos hogueras sobre las Sin embargo, no se trata de rechazar
todas sus aristas pulidas y desterradas tejas de cada nueva plaza, dirijamos las totalmente a los ordenadores. Los surre-
todas sus sombras. Que esta homogenei- cámaras de televisión hacia las estrellas alistas, como cualquier otra persona, los
dad espacial es un llamativo síntoma de del cielo. Rechacemos las falsas posibili- utilizan cuando los juzgan útiles. Los
la globalización es demasiado evidente. dades de elegir que nos han ofrecido y ordenadores pueden revelarse tan agra-
Ajustándose a las promociones urbanísti- comencemos a rediseñar la ciudad desde dables como penosos, y abren nuevas
cas de espacios luminosos, el espacio nuestros sueños y nuestra imaginación. posibilidades en el momento mismo en el
urbano es ahora una zona ocupada que GRUPO SURREALISTA DE LEEDS que cierran otras. Esta es la naturaleza
muestra cómo el espacio mental está Stephen Clark, Kenneth Cox, Bill Howe, misma del desarrollo tecnológico y sería
siendo ocupado cada vez más por las Sarah Metcalf, Peter Overton ridículo negarlo. Ahora bien, y esto
decisiones del consumidor, excluyendo a 7 de mayo de 2004 debería ser evidente para cualquiera que
su vez toda suerte de pensamiento. Traducción del inglés de Javier Gálvez. esté ligado al surrealismo, la expansión
¿Es este aumento del control del espacio Publicado originalmente en el número 7 de los ordenadores, como igualmente la
urbano por parte de las empresas, quizás de la revista Manticore, 2007 de toda la tecnología, contribuye princi-
un fenómeno cíclico que, junto a los palmente a la expansión de la sociedad
cambios económicos, políticos y sociales, A PROPÓSITO DE LAS MÁQUINAS dominante, la sociedad capitalista. En
hará a la ciudad mostrarse de otra mane- esta dinámica, el ordenador quizás pueda
ra, dentro de un proceso de retorno a una e n una nota publicada en Internet con ser usado contra esa sociedad, con resul-
genuina "aculturización"? Incluso si esto el título "Surrealismo y máquinas", Pierre tados diferentes a los que podrían espe-
fuera así, no podemos andarnos con dila- Petiot ha intentado abogar a favor de rar los que lo fomentan, pudiendo así
ciones, esperando y deseando que se pro- una unión entre el surrealismo y los volverse contra sus creadores como el
duzca un cambio, como si se tratara de ordenadores. Pocas veces me he topado monstruo de Frankestein, incluso des-
la meteorología; debemos intervenir con un texto tan mal concebido y sin truyéndolos. Si es que alguna vez llega a
nosotros mismos para que comience embargo tan revelador. Si se buscaba pasar esto, el ordenador se destruiría
una prueba de la función de descerebra-
dicha transformación, aquí y ahora. entonces a sí mismo, porque los paráme-
miento operado por los ordenadores,
¿Acaso las asociaciones empresariales y tros de su existencia están determinados
este texto puede servir perfectamente. Es
los consorcios que dirigen el desarrollo por sus creadores. Como toda tecnología,
difícil de creer que alguien pueda hacer
de la ciudad desean "la vitalidad"? los ordenadores pueden ayudar a la cre-
un discurso semejante sosteniendo a la
Modifiquemos sutilmente sus plazas atividad, pero solamente si se les acepta
vez que lo hace desde un punto de vista
parecidas a límpidos paisajes y sus higié- como el "lamentable expediente" que no
surrealista.
nicos barrios: la vitalidad de las calles dejan de ser.
Petiot afirma la existencia de una afini-
bloqueada, los motores de los vehículos Es cierto que existen evoluciones tec-
dad entre las máquinas y el surrealismo,
parados, el consumo interrumpido, un nológicas -fotografía, cine- de una
pero debería saber que, desde el origen,
carnaval descomedido; un exuberante envergadura cualitativa tal que pueden
los surrealistas, siguiendo en esto la tra-
despertar de "actos irresponsables", servir a las exigencias del espíritu, y reci-
yectoria esbozada por Dada, por muy
como los indomesticables estudiantes interesados que se mostraran por la bir por ello una aplicación surrealista.
gritando su rabia a través de sus pintadas máquina estaban siempre dispuestos a Pero hay algo marginal en ellos que se
contra la guerra. Démosles una zona de desvalorizar su funcionalidad. Pero el materializa a través del hecho de que
contestación poética que les hará ocul- ordenador es la máquina de la funciona- estos medios no están constreñidos por
tarse con miedo en sus apartamentos de lidad por excelencia; en efecto, transfor- las condiciones que determinaron su cre-
lujo y en el refugio de sus modos de vida ma cualquier cosa en una forma que ación, a pesar de sus aparentes limitacio-
minimalistas. Ofrezcámosles resistencia puede ser definida por su función. Por nes formales. Es difícil sin embargo ver
en vez de obediencia, las convocatorias y esta razón, el ordenador es esencialmen- cómo podría ser este el caso con los
reuniones de nuestra propia invención te anti-surrealista. Por otra parte, a dife- ordenadores que no tienen, por lo que yo
frente a los espectáculos proporcionados rencia de otras máquinas, la tecnología sé, una envergadura semejante. Están por
por los departamentos de las empresas informática está sin duda inmunizada esencia limitados a ciertas aplicaciones.
de ocio. Deja que los parques y jardines contra el tipo de subversión que los En realidad, y quizás más que cualquier
de la ciudad crezcan salvajes y sin nor- dadaístas y los surrealistas pusieron en otra tecnología, su desarrollo ha sido
mas, invitemos a los viejos topos a hacer práctica para atacar a las "maravillas" de estrictamente controlado y regulado por
sus guaridas en los campos de golf muni- la era tecnológica. las necesidades del capital de aumentar

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E X E N C I O N E S
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la capacidad de recopilación y transmi- máquinas es una forma de enfrenta- Petiot mismo parece señalar las limita-
sión de información (no olvidemos que el miento con la alteridad, pero solamente ciones que los ordenadores imponen a la
desarrollo de la informática ha sido esti- si este fuera el único objetivo de esta imaginación insistiendo en el hecho de
mulado por los objetivos políticos y mili- actividad, lo que no es el caso. Todo lo que hace falta aceptar "las extrañas
tares de la guerra fría). En este sentido, que estimula la investigación informáti- reglas de juego" a fin de que "una suerte
los ordenadores parecen estar mucho ca es obtener máquinas para que hagan de dinamismo del sueño se despliegue y
más estrechamente unidos al sistema de lo que les ordenan los seres humanos. se establezca, algo así como un doble
control capitalista que los trenes, la ilu- En la medida en la que existe un enfren- flujo". Este es precisamente el gran peli-
minación eléctrica o los automóviles. Es tamiento con su alteridad, esta no con- gro que la tecnología informática -o más
cierto que estas observaciones pueden siste sino en romper su resistencia concretamente su aceptación acrítica-
ser sometidas a discusión. Pero las pro- sometiéndolas a la voluntad humana. En aporta con ella, en tanto que impone al
posiciones de Petiot no son verdadera- este sentido, fabricar ordenadores tiene mismo sueño (que a fin de cuentas sigue
mente convincentes. bastante que ver con el hecho de dar siendo nuestra única garantía de liber-
Veamos lo que sirve de base al discurso órdenes. tad) sus propias "reglas del juego" que,
de Petiot. Para él, los ordenadores supo- Por otra parte, como señala Petiot con por muy extrañas que puedan parecer, no
nen un "momento único por el que el razón, los ordenadores tienen "sus raí- dejan de ser reglas, y además reglas muy
espíritu se abre a una alteridad radical". ces en el lenguaje…nunca ha existido rígidas. Como tales, son incapaces de
Querría saber cómo se produce esto. El una máquina tan manifiestamente sintonizar con los sueños. Lejos de arrui-
ordenador es un producto del espíritu hecha de lenguaje como el ordenador". nar "la falsa dicotomía entre realidad y
humano, o más bien el producto de un Actualmente no tenemos necesidad de pensamiento", debería ser evidente para
cierto tipo de espíritu humano. En tanto un Lacan o un Wittgenstein para que nos todos que lo que hacen los ordenadores
que tal, está, y sin duda no puede sino enseñen hasta qué punto el lenguaje es reducir todas las cosas al nivel del
estarlo, sujeto a los límites de ese tipo de limita las posibilidades del espíritu. ¡Pero pensamiento, un pensamiento, debemos
espíritu. Pero no se trata simplemente de Petiot querría hacernos creer que un ins- añadir, limitado a un espectro estrechísi-
los límites del espíritu humano. El orde- trumento que tiene sus raíces en el len- mo. En el interior de este espectro, se
nador es una máquina y está por lo tanto guaje puede ser utilizado como un orá- pueden hacer cosas inauditas, incluso
sujeto a sus propios límites maquínicos. culo! ¿Seguro? Un oráculo, es necesario prodigiosas. Todo esto está muy bien,
Por consiguiente el ordenador es el resul- repetirlo, no se funda en el lenguaje, sino siempre que no perdamos la medida.
tado de una transacción que lleva a la en una revelación, que viene de otra Pero en cuanto a mí, no deseo en ningún
producción de algo que se encuentra a parte. Si llegara a dejarse encerrar en el caso limitarme de esta manera. Si lo he
medio camino de las aspiraciones de lenguaje, ya no sería un oráculo sino comprendido bien, el surrealismo ha
ciertos espíritus limitados y las limitacio- solamente un juego de manos -un acto rechazado siempre tan lamentables limi-
nes de las máquinas, presentándose tal de charlatanería- que toma una forma taciones -no es lo prodigioso lo que le
transacción, por supuesto, en una pers- oracular. Petiot parece estar completa- interesa, sino lo maravilloso. Y nunca ha
pectiva humana: porque las máquinas mente pasmado por esa charlatanería. El estado aquí, sino siempre en otra parte.
mismas no tienen ningún papel en tal funcionamiento de todo el sistema En el mundo actual, los ordenadores son
proceso. Además, un límite suplementa- informático, como él mismo dice, está -a veces prodigiosamente, la mayoría de
rio es planteado por el hecho de que toda fundado sobre una estructura binaria las veces fastidiosamente- necesarios.
investigación en este sector tiene necesi- rígida. Lo que no dice es que esta estruc- Por mi parte, lo son en la medida en que
dad de ser financiado, y esta financiación tura binaria está a su vez fundada sobre me permiten estar en contacto con ami-
le impone modalidades específicas que los esquemas dualistas que han sido la gos lejanos, aunque no ignore que,
influyen en los posibles descubrimientos. base del pensamiento occidental desde mediatizado por la distancia y por una
Esto debería ser evidente hasta para el hace siglos. Es completamente diferente máquina, se trata de un contacto insatis-
espíritu más obtuso, y Petiot, por otra de la estructura del Yi King que, de factorio y superficial. Y a pesar de la
parte, es más o menos consciente de ello. acuerdo con la filosofía taoísta, no se manera en la que me sirvo de esta
Quizás es esto lo que quiere decir cuan- basa sobre las oposiciones binarias, sino máquina, soy dolorosamente consciente
do habla de una apertura a una "alteri- sobre una complementariedad de de la amplitud con la que hipoteca las
dad radical" - supongo, cuando menos, opuestos, algo que la estructuración oportunidades de un contacto personal y
que se podría decir que tenerse que realmente binaria de los ordenadores sensible más intenso con nuestros con-
enfrentar con las limitaciones de las hace imposible. temporáneos.

187 Salamandra 15-16


E X E N C I O N E S
exenciones

Al anular la distancia, al acercar lo leja- dades dadas, de idealizar lo que ahora son, principalmente, lugares donde uno
no, la tecnología informática reduce todo existe como "la realidad objetiva", por el de los combatientes, el saber vencedor,
a un nivel de realidad a la que es cada poder especializado y el conocimiento defiende públicamente sus conquistas,
vez más difícil escapar. Todos los días nos práctico, y también de demarcar, de este anticipa su predominio irrevocable, y
impone tareas interminables que, en el modo, una esfera en apariencia separada obtiene el consentimiento para su
reino de la apariencia, nos abren nuevas de la experiencia social, un mundo ente- siguiente expedición. Signos muertos,
posibilidades mientras que, en el reino de ro de bienes intelectuales prescindibles palabras cuyo significado parece ser neu-
lo real, hipoteca esas posibilidades mis- listos para ser consumidos, valores eter- tro e inocente, perpetúan un mundo bajo
mas. Demasiadas veces nos vemos obli- nos y significados universales que sólo el conquista y una vida encadenada. Se pre-
gados a leer cosas que no deberían conoisseur, el talentoso, el experto tiene sentan así como algo evidente o normal
haberse escrito nunca. la discreción de lanzar como nuevo la explotación de clase, la estructura
Nuestra existencia está repleta de obli- Prometeo. Todos los que no tienen un jerárquica de las relaciones de poder, la
gaciones triviales que la realidad de los acceso total a ese mundo, que no com- opresión política, y la aniquilación de la
ordenadores nos prohíbe ignorar. Debería parten sus mismos caprichos artísticos subjetividad en una conciencia que se ha
ser evidente que el ordenador es el ene- convencionales, o no poseen las técnicas hecho adicta a someterse a sí misma a las
migo de la poesía como es el enemigo de habituales de construcción del conoci- prohibiciones de la ética dominante,
la libertad. En esto, representa el paroxis- miento, se contentan con desempeñar el satisfacer las normas estéticas de la
mo del capitalismo, que consiste en tota- papel de "público", de consumidores de industria cultural, y adaptarse a las exi-
lizar y controlar los medios de la vida productos culturales. gencias de un racionalismo que se esta-
espiritual abiertos al ser humano. Que el La realidad, sin embargo, de este "públi- blece sólo para todo lo que se constituya
ordenador pueda de vez en cuando esca- co", el tiempo de su vida diaria, está cons- como valor de cambio o como eficacia
par a este rol no cambia nada de la rea- tituido dentro de una experiencia de productiva.
lidad de que, en su esencia, sirve a un luchas, contradicciones, conflictos y obli- Puesto que la historia de las palabras es
orden represivo. gaciones. El conocimiento, las formas la historia de una guerra inacabada, el
MICHAEL RICHARDSON estéticas y todas las clases de "verdades" significado de la palabra "surrealismo"
JUNIO 2004 son moldeados igualmente dentro de esa está en juego en el viento de la calle.
Traducción del inglés de José Manuel Rojo misma experiencia social. Si se encuen- Algunas veces aparece como un trofeo en
tran separados del campo de esta guerra las manos del enemigo, otras veces como
MANIFIESTO DEL GRUPO SURREALISTA social cotidiana, es sólo porque mediante una bandera que se ondea en las ceremo-
DE IOANNINA (GRECIA). los significados de tales verdades neutras nias conmemorativas organizadas por
y especializadas el "público" es capaz de "amigos", pero también hay veces que
n o hay palabras con significados ino- olvidar lo que en realidad cada individuo surge una vez más como un hechizo mar-
centes o neutros. En aquellas sociedades experimenta por sí mismo, de ser conven- cial para los que están dispuestos a seguir
que están caracterizadas por el antago- cido por fin de que esta "vida es hermo- la aventura de la destrucción revolucio-
nismo de clase y la distribución jerárqui- sa", que vale la pena aguantar, sólo por- naria de los valores dominantes, cam-
ca de las relaciones de poder, donde cada que otro ya ha descubierto, en vez de biando el mundo, cambiando la vida, rea-
acción, cada gesto, cada expresión tiene ellos, su significado intrínseco más pro- lizando la libertad total.
que enfrentarse con la fantasmagoría de fundo. Olvidar o aguantar no significa En el entorno de los críticos de arte y los
la mercancía y las tecnologías de control sólo que las batallas pasadas se hayan "especialistas" de la cultura, el surrealis-
del estado, las palabras son el campo de perdido, sino, sobre todo, que la suerte de mo se reduce a un movimiento de escri-
una guerra social. Dar significados unívo- las batallas que se acercan ya se ha deci- tores, pintores, y cineastas, que aparecie-
cos es la táctica de guerra de un enemigo dido y que no hay ninguna razón para ron una vez en París justo para completar,
que es lo suficientemente competente participar en ellas. no mucho tiempo después de su apari-
como para organizar, sobre la base de una El "público" ha sido inventado para escu- ción, aunque con mucha protesta y sufri-
disociación radical, el espacio de la cultu- char los comunicados de una supuesta miento, su ciclo de vida, dejando atrás
ra y el tiempo de la vida cotidiana. guerra siempre y cuando esta se declare como legado un estilo de pintura, una
La casta de los intelectuales asume el rol como definitivamente acabada. Los dic- técnica de automatismo y de experimen-
de construir el sentido común que confir- cionarios, los libros de texto didácticos, tación literaria, en otras palabras, un
ma las creencias dominantes como ver- las enciclopedias, los catálogos de museo medio de expresión que no es nada más

Salamandra 15-16 188


E X E N C I O N E S
exenciones

que los rastros de una vanguardia hace bajo la luz del sol. En la estilización "hipe- colectiva no se convirtió en algo artístico,
mucho tiempo muerta, objetos expuestos rrealística" el elemento nacional es pre- ni siquiera se degradó a sí misma en apo-
en la armería del arte moderno. dominante, como si el surrealismo fuera logética. Esta independencia del surrealis-
En la publicidad y medios de comunica- descubierto de nuevo desde el principio, mo, la preservación de su aliento revolu-
ción, generalmente en toda la industria teniendo por un lado a los surrealistas cionario, se logró mediante una serie de
del espectáculo, el surrealismo es sinóni- "dogmáticos" de todo el mundo, que des- crisis, conflictos internos, y luchas intransi-
mo de algo raro, extraño o extravagante, precian cada referencia nacional, y por gentes contra cada intento de asimilación.
una broma incoherentemente provocati- otro lado a los "cultos" griegos "hiperrea- El destino del movimiento surrealista ha
va, un acontecimiento caprichoso, un listas", los herederos de la historia de la estado unido con el destino de los esfuer-
espectáculo tumultuoso. Algunos de los supuesta supremacía del espíritu griego zos históricos para la liberación, y como
exsurrealistas recuperados, que fueron antiguo. Siendo un "hiperrealista" uno consecuencia el surrealismo no ha per-
designados como "artistas grandes y emi- puede ser registrado en la historia de "la manecido ileso después de las derrotas de
nentes", como Avida Dollars (registrado civilización griega" (de esta construcción las revoluciones históricas, y las victorias
bajo el nombre de Salvador Dalí), contri- ideológica abominable), tiene la oportu- que los enemigos de la libertad han gana-
buyeron decisivamente a esta interpreta- nidad de hacerse el "embajador" del do. Sin embargo, la repetición incesante
ción, demostrándose a sí mismos que "helenismo", un producto nobelístico de de esta negación del mundo existente, la
eran una buena inversión para sus jefes. exportación, o al menos puede instalarse reaparición lenta pero persistente de este
Esta adaptación entusiasmada a la cultu- en el entorno de los filisteos amantes del diablo enamorado en la historia, es la
ra totalmente mercantilizada o a los bie- arte como un socio; en cualquier caso, prueba indiscutible de que el cadáver que
nes idealizados no es, por supuesto, una uno así puede ser reconocido como "un va a la deriva no está muerto, y que
prerrogativa de exsurrealistas; Andy hombre de letras y artes" (bajo el control todavía quedan viejas cuentas pendientes
Warhol era apenas un publicista. Sin total, sin duda alguna, del Estado griego). por cobrar. Mientras la búsqueda de la
embargo, el surrealismo, para convertirse Nicolas Calas y Adonis Kyrou, los únicos libertad total conserve su actualidad,
en una extravagancia que sea tratada con griegos que se unieron consecuentemen- mientras que esta civilización controle el
tolerancia y condescendencia, en un te al movimiento surrealista (aun cuando deseo, prescriba los límites de las expe-
modo de vida de lo irracional, primero desarrollaran su actividad casi siempre riencias posibles, y convierta al mundo en
tiene que ser despojado de su esencia lejos de Grecia), y Andreas Empeirikos, una enorme prisión de objetos en venta,
revolucionaria. Sólo considerándolo como quien nos concedió, a través de su obra, el surrealismo siempre volverá, revelán-
algo inofensivo podría ser asimilado algunos momentos poco frecuentes y donos la necesidad urgente de nuestra
cómodamente por los códigos y las técni- preciosos de amor revolucionario (aunque realización como subjetividades.
cas del espectáculo, de este monólogo de nunca se enfrentara al entorno doméstico De ahí, el surrealismo es, por encima de
alabanza que el mundo de las mercancías literario), todavía siguen siendo las únicas todo, una opción polémica, una opción de
se otorga sí mismo. excepciones que confirman la regla. levantamiento y destrucción de los valo-
Hay, también, una tercera variante de la ¿Pero cual es el significado del surrealis- res de la civilización burguesa. Vibra con
definición de surrealismo, que es típica- mo en el viento de la calle, y, lo que es odio y aborrecimiento hacia este mundo
mente característica de la Grecia "bañada más importante, desde el punto de vista categorizado. Con sus medios más apro-
por el Sol", del "país más hermoso en el de las barricadas? A pesar de los sucesi- piados, abriéndose sus propios senderos
mundo" que los antiguos griegos ilumi- vos heraldos que de tanto en tanto anun- hacia la libertad, promueve los focos de la
nan desde lo alto con su espíritu, atri- cian su muerte, el surrealismo, como un subversión, contribuye a la preparación
buyéndole un lustre irresistible, etc, etc. movimiento global para la revolucionali- de la revolución, y está allí cuando su
En un país donde la obsesión nacionalis- zación del conocimiento, pasó por las brote aparece. Dentro del abismo de la
ta es la norma, el surrealismo, como esti- Escila y Caribdis del tiempo. Los grupos opresión, une la voz de todos los oprimi-
lo artístico y como irracionalidad espec- surrealistas conservaron su independen- dos, mujeres y hombres. Incluso aunque
tacular, se hace "hiperrealismo", apenas cia, tanto de las instituciones dominan- no pueda ser destinado a ningún proyec-
una inocente traducción griega de la tes, por las que la producción ideológica to político, y no actúe tampoco directa-
palabra, indicando una técnica apropiada se filtra, como de la burocracia política mente sobre la escena política específica,
a la hora de escribir poemas populares y que impuso un monopolio del conoci- conserva una dimensión política indisi-
producir pinturas caras, con un poco de miento en los movimientos históricos mulable. En este orden de cosas se puede
mar griego y mármoles que resplandecen revolucionarios. La actividad surrealista entender la afinidad electiva del surrea-

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exenciones

lismo con el furor dadaísta y la crítica mediante juegos colectivos, son simple- paz, ni tampoco lo va a hacer. Nuestras
situacionista de la sociedad del espectá- mente el medio que activa nuestro yo armas para la transformación mundial
culo. En la medida en que presupone la oculto, y constituyen una manera de que son la sensibilidad infantil, el amor, la
destrucción del arte, el quitar al objeto su los límites entre el verdadero y el onírico poesía como una práctica que es difundi-
función de mercancía, y la subversión de sean aplastados, y para nosotros de com- da en nuestras vidas enteras y no sólo en
esta sociedad en su conjunto, el surrealis-
placernos deliberadamente en los labe- su expresión literaria; y, por encima de
mo no puede sino incorporar el dadaísmo
rintos de deseo. Esa posibilidad puede todo, la subjetividad por la que se apues-
como un parásito permanente y benefi-
conducirnos fuera de las fronteras de la ta es la existencia en las barricadas, una
cioso dentro de sus entrañas, y la crítica
cárcel llamada mundo objetivo, hacia una subjetividad, por lo tanto, que se convier-
situacionista como un matiz permanente
dimensión surrealista, donde los objetos te en la llave de lo dinámico, una concep-
sobre los paisajes que explora.
Aún, más allá de la contestación y la se liberen de los grilletes de sus usos y ción persistentemente reconfigurable del
crítica, el movimiento surrealista funciones habituales, reservando sorpre- mundo. El objetivo a batir es lo que la
apunta al reemplazo de los valores sas y emociones, convirtiéndose en cam- ideología dominante nos ofrece como tal,
dominantes por otros nuevos. Contra la pos para la realización de un sujeto que que ciertamente cambia de vez en cuan-
destrucción de la libertad en las redes sueña, se enamora, se rebela, actúa. do en función de las relaciones de poder
de la circulación de las mercancías, La actividad surrealista, según estas pre- existentes.
que reclama la eliminación de los sen- misas, no produce obras de arte, pero Pero todo esto sería insustancial y no
deros del deseo, hacia la convergencia tiene la intención de configurar de nuevo podría ser realizado si cada uno de noso-
del amor y la revolución, indicando el la relación entre la gente y los objetos del tros lo reclamara por cuenta propia sin
reino mítico de la poesía, por las ondu- mundo, y principalmente la relación de la percibir la necesidad de una acción colec-
laciones mágicas de la imaginación. Es
gente entre sí, hacia una dirección que tiva. A través de la acción colectiva inten-
decir, nada menos que la libertad total.
prescinda de cualquier tipo de moralidad, tamos difundir las posibilidades revolu-
Tal libertad implica la exploración de
preconcepciones estéticas o racionales. cionarias de la poesía en nuestras vidas
nuevos campos, fuera de las fronteras
Entonces, las imágenes y los textos que diarias y, además, ponerlas a disposición
racionales del mundo, con el inconscien-
te como vehículo, de modo que las posi- son el resultado de la actividad surrealis- de todos, sin dejar que se circunscriban en
bilidades de abrumar la alienación pue- ta no son objetos artísticos que sólo los los límites estrechos de un grupo. Es cier-
dan ser reveladas. En esta aventura no se "expertos" tengan el derecho legítimo de to que dentro de todos nosotros existen la
buscan explicaciones ni significados, sino producir. Al contrario, el surrealismo crisis y la inercia; sin embargo, como la
la revelación de sí misma, una experien- reclama la realización del arte por cual- experiencia nos ha enseñado, hay muchas
cia fascinante, para nada religiosa, una quiera, y no sólo por los artistas inspira- más posibilidades de transformar la crisis
ruta embriagadora de transmutación dos que se dirigen a espectadores pasivos, y la inercia en algo creativo y perturbador
mediante conceptos y símbolos, que son aboliendo en la práctica conceptos como mediante una actividad colectiva.
esbozados a partir de la realidad prosaica. talento, valor estético, artista y público. Bajo esta perspectiva, hace cuatro años
Cuestionando los límites dados de la len- Por otra parte, es también evidente que tomamos la decisión de formar un grupo
gua, el pensamiento, la creatividad, trata-
las creaciones surrealistas no pueden surrealista en Ioannina y entrar en con-
mos de abrir nuestros deseos, recordar
estar sujetas a la evaluación por ningún tacto con el movimiento surrealista inter-
nuestras personalidades olvidadas o
crítico de arte; tampoco estas pueden nacional, que hasta este momento cuen-
encontrar un yo completamente nuevo e
estar sujetas a la investigación por ta con grupos en París, Praga, Estocolmo,
indetectable hasta ahora. El punto de par-
tida es la conciencia de que nuestras vidas académicos cultos. Es mediante los acon- Buenos Aires, Chicago, Madrid, Londres,
están enajenadas, de que interiorizamos tecimientos como alguien puede contri- Leeds, Sao Paolo, ya que este movimiento
la opresión con tal receptividad, que buir, como alguien puede criticar, y como representa de la manera más clara posi-
experimentamos a diario un cisma entre alguien puede ser criticado, siempre que ble nuestros objetivos más altos.
lo que nos fuerzan a ser y lo que hemos constantemente los puntos de la brújula Por las noches cuando la órbita de los
reprimido o no hemos encontrado aún. apunten al horizonte de la emancipación planetas se desvía, definitivamente habrá
Las imágenes y los textos que los surrea- como una experiencia concreta viable. gritos para definir lo ordinario, no como
listas crean, y que a menudo salen a la luz En esta guerra diaria, nadie descansa en algo indiferente, pero sí como algo que ni

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E X E N C I O N E S
exenciones

queremos, ni odiamos, y deseamos aún defensores. De esta manera, el que tiene harán bien en sospechar que tras su dig-
que sea una canción, que vuele de azotea un puesto no quiere perderlo, ya sea a nidad se esconde el enquistado terror a
en azotea y levante a los muertos de sus costa de pisar el cuello de sus compañe- pasar hambre y la tristeza infinita de
tumbas ros, en una especie de darwinismo labo- haber perdido toda su vida trabajando en
GRUPO SURREALISTA DE IOANNINA ral que salvaguarda los valores del capi- un taller sucio y maloliente.
Aggelos Vasileiou, Giannis Golfinopoulos, talismo, ya sea haciendo agonizar su pro- Pero entonces, ¿Qué celebramos en el 1
Manolis Daskalos, Vangelis Koutalis, pia dignidad, hecha trizas tras infinitos de mayo? Porque no hay mucho que
Lefki Mossou, Galini Notti, Marianna tormentos y humillaciones. Por otro lado, celebrar, la verdad. ¿Quizás los derechos
Xanthopoulou, Lydia Papazisi, Nikos el que no lo tiene, pierde el sueño por laborales que con tanto esfuerzo y lágri-
Pegioudis, Makis Perdikomatis, Fotos poseer uno cuanto antes, mientras lo mas han conseguido nuestros heroicos
Chailis, Kleoniki Chtistaki. pasa canutas por las penurias económi- sindicatos?... ¿Nos reímos ahora o lo
Ioannina,(Grecia) Junio, 2004 cas o por el "qué dirán" de los vecinos, dejamos para después? Ah claro, que no
Traducción del inglés de Vicente sintiéndose como un inservible parásito. es una fiesta para celebrar nada, sino un
Gutiérrez Escudero Éste comprende mejor que nadie que tra- acto reivindicativo de esos derechos que
bajar no sólo sirve para poder comprar aún quedan por conseguir… Vale, ¿Nos
NO TRABAJO LUEGO EXISTO. UNA estúpidos coches o televisores gigantes, reímos ahora? Venga ya, quizás los fun-
APOLOGÍA DEL SATANISMO LABORAL. también es la condición para ser alguien. cionarios tengan algo que celebrar por
Qué gran verdad: el trabajo nos hace sus pueriles privilegios o, incluso, se pue-
si bien se nos ha repetido hasta la libres… de ser libres. dan permitir el exigir mejoras en sus con-
saciedad que no se puede vivir sin traba- Por todo esto, es de idiotas creerse eso de diciones laborales, pero al resto de los
jar, nosotros preferimos afirmar que no que trabajar dignifica, te realiza, te hace asalariados mortales sólo nos queda más
es posible vivir mientras se trabaja. una mujer o un hombre de provecho o de lo mismo, y por lo que parece es para
Actuaremos, por tanto, en consecuencia. que simplemente entretiene: son sande- los restos.
Que ésta es una sociedad ruin y mezqui- ces que alguien inventó para llenarse los Amigos, no nos engañemos, los sindica-
na lo sabemos todos, pero cuesta más bolsillos a costa de otros. Pobre de aquel tos son la zanahoria que el estado nos
admitir que es el trabajo lo que precisa- al que el trabajo se le meta en las venas planta en la cara para que sigamos el
mente la hace ruin y mezquina. El hecho como una droga ¿Cabe algo más triste y camino que más le conviene, aunque sea
es que el trabajo es el mejor invento patético que un jubilado aburrido sin una zanahoria que ya apesta a podrida.
jamás elucubrado por los poderosos. Se saber que hacer tras quedar eximido de ¿Quien se puede creer la sarta de menti-
tenga o no, éste nos ha convertido en aquello que fue su calvario durante ras que se dicen en las manifestaciones
seres inofensivos, siempre temerosos de años? En fin, sólo cabe decir que los sindicales? Puede sonar muy revolucio-
atrevernos a hacer nada sin quitarnos de adictos al trabajo no son enfermos, sino nario decir: ¡Compañeros a por las 30
la cabeza esa palabra maldita: trabajo auténticos gilipollas. horas semanales!, pero treinta de qué,
¿Miedo a la cárcel? ¿Miedo a que te SI, afirmamos rotundamente que la ¿de horas extras? No, no pasemos por ese
pegue la policía? ¿Miedo a la muerte? moral del sudor en la frente es para aro, a otra mosca con esa mierda.
NO, a lo que más tenemos miedo es a imbéciles, para auténticos cretinos. Y de ¿Pero que hacer? ¿Que alternativa tene-
quedarnos en el paro, así de simple, por estos hay bastantes, innumerables Tíos mos? ¿Solo llorar y patalear?
lo tanto no haremos nada que pueda Sam de la clase obrera que demuestran Aparte de la autoorganización y la trans-
desembocar en eso. No obstante, para cada día lo dignos que son, lo mucho que formación radical de la vida no vemos
que ese momento fatídico ocurra no se preocupan por el futuro de su familia, otra solución, pero mientras sí podemos
hace falta un juicio, una orden ministe- de su empresa o de España. Pepe es muy tentarte con la posibilidad de pasar con
rial o un terremoto, sólo que un encarga- buen hombre, muy trabajador, nos dicen nosotros al lado oscuro y practicar el
do de pacotilla te considere inconvenien- de él, como si el hecho de romperse la dulce satanismo laboral. Ya que es un
te o innecesario. espalda cada día para que su jefe cobre hecho que esta estúpida sociedad mira
Así pues, el trabajo es algo más que el plusvalías fuera un acto honroso y grati- con desconfianza a quien no trabaja o
motor de la sociedad de consumo: es ficante. Este hombre irá, no obstante, simplemente desprecia tan alta institu-
también su mejor medio de protección, con la cara bien alta ante su prole, al fin ción social, te proponemos darles un
en cuanto nos ponemos manos a la obra y al cabo ellos han sido la causa primera motivo para temer, ser un virus, una pie-
nos convertimos en sus más perfectos de su esfuerzo. Sin embargo, sus hijos dra en los engranajes, un dolor de mue-

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E X E N C I O N E S
exenciones

las constante. Así que no te lo pienses, rica de los diferentes grupos surrealistas nes "naturales" que se desarrollaban por
arrópate en el anonimato y sabotea lo de la actualidad. El primer número de la aquel entonces entre los grupos surrealis-
que puedas: Haz perder dinero a tu jefe. serie estará dedicado al Grupo Surrealista tas y situacionistas que no estaban en
Revienta la reputación de tu empresa de Madrid. (contactos: www.archivosurrea- París, así como entre estos y otros colec-
extendiendo bulos y falsos testimonios - lista.com.ar). tivos de la época como los Provos y los
aparte de los verdaderos-. Llévate todo lo Joe Hill. La IWW y la formación de una Panteras Negras. Si la historia de algunos
que puedas y malvéndelo. Cría ratones en contracultura obrera. Franklin Rosemont, de estos movimientos se ha escrito a
los rincones. Enferma todos los viernes. Charles H. Kerr, Chicago, 2003, 639 pág. través de sus desacuerdos, este libro
Olvida engrasar las máquinas. Abre las Espléndida biografía de Joe Hill (1877- supone un toque de atención para todos
ventanas cuando llueva. Escribe obsceni- 1915), figura legendaria de la izquierda aquellos que aún consideran al situacio-
dades en la mercancía. Utiliza bombas de americana, poeta, compositor, caricatu- nismo y al surrealismo únicamente en
peste. Mete silicona en las cerraduras. rista, cantante popular y militante sindi- base a sus contradicciones
Deja cáscaras de plátano delante del calista, fusilado por las autoridades en Cantos Reptilescos, o Esos Doblajes
encargado, derrama disolvente en la foto- 1915 después de un juicio trucado. Este Castrales Lamiendo El Cerebelo De Lujuria
copiadora, méate en los ordenadores, libro es también una historia de la con- Permanente. Benedicto Cotaro/Ñancu
esconde pescados y huevos podridos por tra-cultura creada por los Industrial Rupai, Ediciones La Hormiga, Buenos
todos sitios, practica sexo en horas de Workers of the World (IWW), el gran Aires 2004, 51 pág. Ñancu Rupai es un
oficina, llega tarde todos los días, enseña movimiento sindicalista revolucionario de poeta, dibujante, músico y artesano de
mal a los aprendices… principios del siglo XX en los EEUU. Por la origen mapuche, así como activista de la
Haz lo que quieras, esa será tu única ley. fusión que proponía entre acción directa, lucha de su pueblo. No extrañará enton-
EL MAL SALVAJE
poesía y vida cotidiana, y por su capaci- ces que en la "Carta Abierta" que abre el
Panfleto repartido en la manifestación
dad de ofrecer símbolos y "grandes rela- largo poema épico (de una anti-épica de
del 1 de mayo de 2005 en Sevilla
tos" tan irreverentes como emancipado- rabia y lava) que compone este libro,
ESTO ES TODO AMIGOS...
res, la contra-cultura wobblie no sólo Ñancu Rupai afirme que "es imprescindi-
anticipa ciertas formulaciones surrealis- ble aclarar hasta el hartazgo, que no
e n el verano de 2004 apareció la sépti- tas o situacionistas, sino que puede ayu-
dar a la iluminación de algunas de las
habrá liberación posible si no surge del
mismo seno indígena, con todas las pau-
ma entrega del periódico Manticore del
Grupo Surrealista de Leeds. Otra publica- preocupaciones de nuestro tiempo. tas culturales en movimiento". Quizás
ción, Arcturus, inauguró en enero de I gualmente, la editorial Charles H. sorprenda más, o tal vez no, que el len-
2005 la actividad pública del Grupo Keer, ha publicado recientemente el libro: guaje poético con el que se expresa
Surrealista de Londres. También en invier- Dancing in the streets, Anarchist, IWWs, Ñancu Rupai no caiga en folklorismos
no del mismo año, el Grupo Surrealista de Surrealist, Situationist and Provos in the complacientes y tranquilizadores, sino
Praga editó el número 41/42 de 1960s, cuya edición ha estado a cargo del que al contrario se abra a una experien-
Analogon. Por su lado, el Grupo citado Franklin Rosemont (miembro fun- cia inédita, hostil a todo género de reduc-
Surrealista de Atenas publicó en la pri- dador del Grupo Surrealista de Chicago), y cionismo y absolutamente al margen de
mavera de 2005 el número 6/7 de su Charles Radcliffe, (fundador de la sección lo pintoresco.
revista Farfoulas, También ha aparecido el inglesa de la Internacional Situacionista). En Isla de lobos (Canarias), se ha
primer número de Anémona, publicado en En él se presenta una selección de textos publicado, por la editorial Insoladas, el
Santander, dedicado al pensamiento poé- de dos revistas hermanas: la norteameri- sorprendente libro Disparos del archibra-
tico y editado por nuestos amigos Vicente cana Rebel Worker y la inglesa Heatwave, zo, de Miguel Pérez Corrales, que recoge
Gutierrez Escudero y Noé Ortega. Por últi- que durante los años 60 fueron pioneras alrededor de cuatrocientas fotos realiza-
mo, el Grupo de Paris del Movimiento en la crítica revolucionaria del capitalis- das por el autor en sus viajes por
Surrealista prepara la publicación inmi- mo y, sobre todo, en la crítica de la vida Portugal. Esto no tendría nada de sor-
nente de lo que será el número 5 de su cotidiana. La gran ventaja de este libro es prendente si no fuera porque estas fotos
revista S.U.R.R…. Y desde Buenos Aires se que, además de proporcionar famosos son el material del que el autor se nutre
anuncia la próxima aparición, de El Anti- documentos hoy en día inencontrables en para realizar libros tan personales como
miserabilista, que pretende poner al su versión original (como el mítico pan- Cité Toyen, creando una multiplicidad de
alcance de la mano una colección de fleto Mods, Rockers and the revolution), relaciones entre el lenguaje y la imagen
fascículos que recojan la producción teó- permite comprobar las múltiples relacio- que subvierten cualquier idea previa.

Salamandra 15-16 192


EDICIONES DE LA TORRE MAGNÉTICA

Salamandra 13-14 (2003-2004) Intervención surrealista. Imaginación insurgente. Crítica de la


vida cotidiana. 180 paginas. 7 euros.
La guerra de las ilusiones - La ciudad y la utopía - Mutaciones en la ciudad descentrada - Lugar común - Impasse
angelique - El viaje inmóvil - La presencia del vacío - Litoral: oráculo - Parcelas de una isla calcinada -
Fragmentos para una antropología de la religión económica - Relojería y métrica del deseo - Otésanek - Las con-
quistas de las malas ideas de la carne - Impreso en el tiempo - Otra casa poco sólida - H oro - Está la calle hecha
todo un poema - Regreso al subterráneo, o el erotismo reconquistado - Manifiesto erótico - Información, comu-
nicación, cuadrículas y ratoneras - La búsquede del Tekeli-li (una exploración en el poema) - Las tenazas de la
enunciación - Aventura de la imagen - Cinco fragmentos para no escribir una poética - En el reverso de la len-
gua, el anverso de la euro-lengua - Es un hombre o una piedra o un árbol el que ha sido extinguido - Contagios
de belleza en Hanna-bi - Esta revolución no tiene rostro - El suicidio y el canto.

Salamandra 11-12 (2001-2002) Intervención surrealista. Imaginación insurgente. Crítica de la


vida cotidiana. 180 paginas. 7 euros.
El falso espejo - Fogonazos - Cautivar la mirada, diferir lo abierto - La radio y la rosa - Olfatismo ocular - Claros
de alteridad - El romanticismo negro de Guy Debord - Consecuencias de un mal uso de la electricidad - Liturgias
de la ingravidez - Dossier Gehrasim Luca - ¡Más realidad!: H - Mass-observation o la antropología de lo cercano
- La piña es bastante hermafrodita - Finis linguae - La ilusión del origen - Sobre el mestizaje de los orígenes -
Defensa de la inactualidad: Anacrónicas - American Beauty - La vigilias de Bonaventura - Ceremonial de la
memoria - Exenciones: La ordalía necesaria- A los viejos escandalizados - ¿Hay vida después de la Alameda? -
Cuando el cielo cae sobre nuestras cabezas.

Salamandra 10 (1999). Comunicación surrealista. Imaginación insurgente. Crítica de la vida


cotidiana. 132 páginas. 6 euros.
Los desconocidos hablan el oro del tiempo - Neocapitalismo, publicidad y placer y placer alienado - El principio
de realidad virtual - El sentimiento de lo gótico en la arquerología industrial - Apotillas a Walter Benjamin -
Cinegéticas de la apariencia - Geografía sideral - Quebrada - Kafka y el socialismo libertario - ¡Más realidad!
Emblemas de la magia cotidiana - Textos psicogeográficos del Grupo Surrealista de Estocolmo - Genealigía del
intercambio - El olor del dinero - Inversages - La destrucción del lenguaje - Monográfico Jan Svankmajer...
Poemas, pintura, dibujos, esculturas, objetos, fotografías y fotografismo.

Salamandra 8-9 (1997-1998). Comunicación surrealista. Imaginación insurgente. Crítica de la


vida cotidiana. 88 páginas. 6 euros.
Los puños en los bolsillos reventados - Fogonazos - Una aproximación al juego de las perturbaciones sutiles -
Walter Benjamin y el surrealismo - Tim Burton y el mito de la rebelión - Timos Loci - Monográfico 'Vincent Bounoure
o el espíritu quebrado que nunca se pliega' - ¡Más realidad! Emblemas de magia cotidiana - Por una emblemática
de lo maravilloso en la vida moderna - Un jardín para Lilith: Encuesta y proyecto para la creación de un jardín surre-
alista - Poemas, pinturas, dibujos, objetos, collages, esculturas, fotomorfosis, fotografías y gommages.

VV.AA.: Indicios de Salamandra. La Torre Magnética- Zambucho Ediciones, Madrid, 2000. 116
páginas. 6 euros.
‘La persistencia de surrealismo en la problemática de la lengua consiste en reanimar en el hombre una con-
ciencia de la alteridad que lo ligue otra vez a la tradición de pensamiento de lo no separado, a restituir en su
inteligencia y en su corazón la gracia de la correspondencia, el principio de la analogía universal. Y ello, en la
medida misma en que la palabra es, anticipadamente, continente de lo otro y corriente alterna’.
Poemas de P. Carreño, E. Castro, M. Crespo, J. García Rodríguez, S. Guiard, M.A. Ortiz Albero y J.M. Rojo.
VV.AA.: El sentimiento poético de la realidad como crítica del miserabilismo. La Torre
Magnética- Traficantes de sueños, Madrid, 2000. 47 páginas. 3 euros.
Textos correspondientes al ciclo de charlas organizado por el Grupo Surrealista de Madrid en la Fundación
Aurora Intermitente del 25 al 28 de septiembre de 1997, con la participación de Industrias Micuerpo: El pensa-
miento poético como insurrección del pensamiento (J. García Rodríguez)- Ruido de cadenas. El sentimiento góti-
co en la arqueología industrial (J.M.Rojo) - Sólo las horas (E. Castro) - La percepción del entorno como obra de
arte revolucionaria (L. Navarro).

Julio Monteverde: La luz de los días. La Torre Magnética/ Ediciones JM, Madrid, 2002, 84 pági-
nas. 5 euros. Poemas.

Pedidos: Giro postal o contrareembolso a nombre de:


José Manuel Rojo. C/ Miguel Servet, nº10, 4º B. 28012 Madrid.

LITERATURA GRIS
Internacional Situacionista: Internacional Situacionista. Textos completos en castellano de
la revista 'Internationale Situationiste' (1958- 1969) 3 vols. Literatura Gris. Madrid.
volumen 1. La realización del arte. ‘Internationale Situationiste’ nº 1-6. Segunda edición, traducción revisada.
240 páginas, + de 100 imágenes B/N Imitación fascimil. 10 euros.
volumen 2. La supresión de la política. ‘Internationale Situationiste’ nº 7-10. Segunda edición, traducción revi-
sada. 240 páginas. 10 euros.
volumen 3. La práctica de la teoría.‘Internationale Situationiste’ nº 11-12 Segunda edición, traducción revisa-
da. 240 páginas. 10 euros.
Contacto: www.altediciones.com. altediciones@altediciones.com

LA FELGUERA
La Felguera. Anti art - Activism - Punkrock Culture.
Historia del anarcopunk en México - Retratos de una revuelta en la ciudad de Kafka - Entrevista con Greil
Marcus - América en llamas - Cartelismo y guerra civil - El caracter antiautoritario del situacionismo y del
pensamiento de Guy Debord - John Cage - Marcuse: el ideólogo de la revuelta - Entrevista con Le Tigre.
Contacto: Aptdo: 18101. 28028 Madrid. /Aptdo: 593. 38200 La Laguna (Tenerife), Canarias.
E-mail: lafelguera@nodo50.org. www.nodo50.org/lafelguera

ENGRANAJES
Engranajes. Ensayo y pensamiento crítico. Nº4.
Entrevista con Andrés Rábago - La vivencio de lo tangible: consumo de drogas - Juventud y pornografía letal
- El erotismo unitario - La imposibilidad de la belleza - La marginalidad poloédrica de lo real - La estática esté-
tica contemporánea (1) - La ciudad funciona con gasolina - Recorriendo la ciudad amnésica - Los colages de
Aragon - La torre de Vésone - Diálogos de sordos.

Engranajes. Ensayo y pensamiento crítico. Nº3.


Michel Foucault, filósofo de la frontera - Regreso al subterraneo, o el erotismo reconquistado - El arte y la
sociedad burguesa - Exotismo, marginalidad y maquinización del cuerpo - Sade: El deseo del monstruo -
Consideraciones en torno a lo artístico y a lo interactivo - El buen gamberro y su código deontológico - Una
noche en el Ritz y otros cuentos del diario.
Contacto: Antonio Ramírez. Engranajes. C/ Flor de Salvia, 11, portal 3, 3ºb. 41020 Sevilla. España.
e-mail: revistaengranaje@hotmail.com

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