Sabemos que el encéfalo a pasar de los años ha sufrido drásticos cambios y/o desarrollos
entre las distintas especies de homínidos, sobre todo en la parte craneal y a su morfología.
El Australopithecus Afarensis con bases en las investigaciones se ha descubierto que en
su morfología presentaba o reflejaba la existencia de un lóbulo frontal muy pequeño, la cual
nos llevaba a la conclusión que sus capacidades cognitivas superiores eran muy pocas y
muy poco desarrolladas, su capacidad de razonamiento y planificación era bastante
limitada en comparación con el ser humano de la actualidad. Homo Habilis por ejemplo,
poseía un cráneo un poco más redonda y ciertas curvas de las bóvedas craneales
pertenecían a las áreas de Broca y de Wenicke; tal vez podría haber tenido un tipo de
lenguaje rudimentario, apoyados por gestos y la comunicación visual. Homo Erectus
podríamos decir que poseía un lóbulo frontal más desarrollado, siendo unas de las
primeras en la adaptación de herramientas para cazar en cooperación.
Podríamos considerar que unos de los tipos de cambios que influenciaron en el crecimiento y
desarrollo del cerebro fue el factor ambiental como por ejemplo, podríamos reflexionar que en
los homínidos el crecimiento del cerebro se estableció por un contexto específico de un
determinado medio ambiente hace más de cinco millones de años en la cual se hallaban
selvas húmedas, sabana áridas y sabanas secas. Las temperaturas y el contexto en el que
se encontraban, empezaron a aparecer los primeros cambios adaptativos del cerebro. Es
decir, que esas temperaturas de las sabanas y esos métodos de caza primitiva fueron
claves para el desarrollo del cerebro exactamente en la postura para separar la cabeza de
las fuertes temperaturas del suelo y la oxigenación de este para mantenerlo fresco, ya que
es un órgano que demanda mucha energía y oxígeno. Por otras partes, las que jugaron un
papel muy importante para el desarrollo y tamaño fue la creatividad la cual nos ayudó a
asignar una función vital al dedo pulgar para fabricaciones de herramientas que lo
ayudaran a su supervivencia y llevándolo al crecimiento del cerebro, junto a esto el cambio
de la dieta también fue uno de los que impuso el crecimiento de nuestro cerebro.
Otro aspecto que nos ayudó en el crecimiento de nuestro cerebro fue que, a medida que
nuestros grupos sociales fueron creciendo y los intercambios sociales de fueron dando
este empezó a aumentar su tamaño y complejidad.