Anda di halaman 1dari 9

Universidad de Buenos Aires

Facultad de Ciencias Sociales


Carrera de Sociología

Sociología de las Migraciones Internacionales


Sociología Especial

Profesora a cargo: Dra. Carolina Mera

Equipo docente:
Dra. Florencia Jensen Dra. Gisele Kleidermacher
Dra. Nadia De Cristoforis Lic. Romina Tavernelli
Dra. Anahí González

Primer cuatrimestre 2017 - PARCIAL DOMICILIARIO

Fecha de entrega: lunes 19 de junio

Estudiante: Eduardo Ezequiel Criscueli

D.N.I.: 28.125.731

CONSIGNAS

A partir de la selección de una de las dos notas periodísticas que se adjuntan, se solicita la
realización de una monografía con perspectiva analítica recurriendo a los conceptos,
paradigmas y categorías trabajados durante el cursado de la materia, recuperando la
bibliografía de –al menos- dos (2) unidades correspondientes al programa. Si desean
incorporar textos más unidades, está permitido y celebrado.

Formato:

Máximo 10 páginas, Fuente Times New Roman tamaño 12, Espacio de interlineado 1,5
Bibliografía estilo APA.

Notas periodísticas:

http://www.lanacion.com.ar/1976064-miguel- angel-pichetto- inmigrantes-manteros-once

http://www.lanacion.com.ar/1332327-macri- califico-la- politica-migratoria- de-descontrolada

1
Breve análisis de la nota periodística del Diario La Nación del día viernes 10 de
diciembre del año 2010 titulada “Macri calificó la política migratoria de
descontrolada”

Tomando en cuenta las declaraciones de quien en ese momento ejercía el cargo de Jefe de
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, que considera responsable de la
crisis de infraestructura habitacional en la ciudad es producto de la falta de control por parte
del Estado Nacional en llevar a cabo su política migratoria, nos permite contextualizar en
cierta forma la problemática planteada. Nos referimos precisamente a situarnos tanto
espacial como temporalmente, siendo un país latinoamericano en aras de obtener un
desarrollo sostenido en el tiempo con todas sus implicancias sociales, económicas y
políticas; y donde la globalización es una actual revolución cuyos pilares más importantes
son las tecnologías de la información y comunicación. Este proceso no brinda los mismos
efectos en la mayoría de los países del mundo, mientras para un puñado de los estados tiene
una connotación positiva y funcional, para las minorías (llámese inmigrantes, personas con
distinto color de piel, credo o sexualidad) se simboliza y materializa en exclusión y
marginación.
En primera instancia, nuestro análisis de la migración estará enmarcado en el acercamiento
analítico del sistema-mundo como explicación crítica del funcionamiento de las relaciones,
sociales, políticas y económicas. A continuación intentaremos comprender desde la
historicidad del Estado y el mercado algunos ejes explicativos del proceso de globalización
y cómo se relaciona con el auge de la violencia hacia las minorías como principal chivo
expiatorio de toda política nacional que se asume soberana. Hasta llegar al discurso de las
élites política y mediática como principal factor de reproducción del racismo a través de
prejuicios y estereotipos étnicos, complementándose la argumentación con la construcción
socio-cultural del concepto de raza intentando evidenciar la imposición de una serie de
clasificaciones raciales que se naturalizan para justificar las relaciones de explotación y
dominación de una raza dominante sobre otras. Por último intentaremos dar cierre al
análisis haciendo alusión a un trabajo de campo realizado en el espacio donde se produjo el
conflicto para intentar dar voz a aquellos protagonistas de la contienda que no tienen prensa
y son invisibilizados y criminalizados por el discurso dominante.

2
En el desarrollo de la perspectiva del sistema-mundo Wallerstein (1974) ha ligado los
orígenes de la migración internacional a la estructura del mercado mundial que se ha
desarrollado y extendido desde el siglo dieciséis (Portes y Walton, 1981; Petras, 1981;
Castells, 1989¸ Sassen, 1988, 1991; Morawska, 1990). Por lo tanto, la penetración de las
relaciones económicas capitalistas en las periféricas sociedades no capitalistas crea una
población ambulante propensa a migrar al extranjero. La competitividad entre capitalistas
por generar mayores ganancias y riquezas, logra que se introduzcan en los países pobres de
la periferia económica mundial, en busca de tierras, materias primas, mano de obra, y
nuevos consumidores. En el pasado la penetración mercantil fue asistida por los regímenes
coloniales que administraban regiones pobres para el beneficio de los intereses económicos
de las sociedades coloniales. Hoy los precursores son los gobiernos neocoloniales y las
empresas multinacionales que perpetúan el poder de las élites nacionales quienes participan
de la economía mundial como capitalistas por sí mismos u ofrecen sus recursos nacionales
a empresas globales en términos aceptables. Conforme a la teoría de los sistemas mundiales
la migración es una consecuencia natural de los trastornos y dislocaciones que
inevitablemente acontecen en el proceso de desarrollo del sistema capitalista. Su expansión
y consecuente incorporación de gran parte de la población mundial al mercado mundial
económico; tanto tierras, materias primas, como mano de obra de las regiones periféricas
quedan bajo la influencia y control del mercado; generando los inevitables flujos
migratorios.
En lo que se refiere a la globalización para Appadurai (2007) hay una serie de factores
relacionados entre sí a partir de la historicidad del Estado y el mercado que hacen de este
proceso un fenómeno de difícil comprensión, y son lo siguientes: las características que
adquiere el capital financiero en cuanto a su velocidad, su capacidad de acrecentamiento, su
carácter abstracto e invasor de todo proyecto nacional; las capacidades y ventajas técnicas
producto de la revolución de la información que poseen los instrumentos financieros que
les permiten sortear en cierta forma toda regulación; y los novedosos procedimientos de
riqueza que generan los mercados financieros electrónicos que acrecentan la brecha entre
ricos y pobres.

3
Siguiendo el planteo del autor, con un mercado financiero sin fronteras que lo obstruyan,
con identidades cada vez más móviles y la presteza tecnológica de las comunicaciones y las
transacciones engendran disputas violentas tanto dentro como fuera de los estados.
Con las transformaciones económicas a partir de 1970, la lógica de la globalización
compromete a todo proyecto de soberanía económica nacional, ejerciendo una presión
insostenible sobre los estados que buscan consignar y definir los intereses del “pueblo”
dentro de un territorio concreto, donde las minorías cumplen el papel de ser depositarias de
todas las pesadumbres de estos estados por su propia posición minoritaria y marginal en un
sistema-mundo de megaestados donde proliferan de flujos económicos incontrolables.
Como observa Appadurai (2007): “Las minorías son metáforas y recordatorios de la
traición al proyecto nacional clásico. Y esta traición (arraigada en el fracaso del Estado-
nación a la hora de honrar su promesa de ser el garante de la soberanía nacional) alienta
el impulso de expulsar o eliminar a las minorías.”
Tanto el Gobierno de la Ciudad como el Estado Nacional hace años que no logran dar
respuesta a la crisis habitacional del país, la diferencia entre ambos estriba en que el
primero en ese momento de hacer conocidas las declaraciones de los agentes estatales dado
el conflicto que se menciona en la nota periodística como en el presente, alude a un
discurso característico de los años noventa centrado en culpabilizar a todo inmigrante, más
específicamente limítrofes, como bolivianos, paraguayos y peruanos mayoritariamente, de
asociarlos directamente a la ocupación de terrenos, del creciente aumento de la
desocupación por quitarte trabajo a los nativos, principales actores del incremento de la
actividad del narcotráfico y la inseguridad, y de utilizar los servicios públicos de salud y
educación congestionándolos.
El discurso cumple una función importante en la reproducción del racismo en las
sociedades contemporáneas, sobre todo el de las élites, políticas y mediáticas en el caso que
nos compete en esta observación, porque controlan las dimensiones y decisiones más
esenciales de lo cotidiano (Van Dijk, T. 2001). Esta forma de discurso en las sociedades de
la información de las que formamos parte (re)produce todos aquellos prejucios étnicos que
se basan en sus prácticas verbales mediante la comunicación como también así en otras
prácticas sociales. El racismo para este autor es un sistema societal de dominación cuyos
cimientos son étnicos/raciales con su inequidad congruente y consta de dos subsistemas. El

4
primero de estos subsistemas es el social y se compone de todas las prácticas
discriminatorias influidas por el discurso a nivel local, como por todo abuso de poder de los
grupos dominantes, sean organizaciones o instituciones. Y el segundo es el subsistema
cognitivo, representaciones mentales cuyos modelos parciales se estructuran en prejuicios e
ideologías racistas (Van Dijk, 1984, 1987, 1998) ordenadas desde el “Nosotros sobre ellos”.
Tanto los estereotipos como los prejuicios étnicos se expanden rápidamente debido a que la
televisión o los diarios de tirada masiva son las fuentes primarias del conocimiento de los
hablantes y con cierta autoridad entendida por éstos para hablar de cuestiones que no se
pueden observan en la cotidianeidad de la interacción misma. En otras palabras, los medios
de comunicación son los que deciden qué características hacer visibles de determinados
fenómenos sociales y cuáles otras características invisibilizar, como sucede con la
inmigración.
Para hablar acerca de los estereotipos raciales y/o étnicos estimamos sumamente
enriquecedor para su explicación apropiarnos momentáneamente del concepto de
colonialidad del sociólogo peruano Aníbal Quijano (2000) como un elemento importante
del capitalismo y la modernidad. Según este autor la colonialidad se compone
históricamente sobre la asociación estructural de dos ejes constituidos de la conquista de
América entre el siglo XV y el siglo XVI. El primer eje consiste en un sistema de
dominación asentado en un entramado de relaciones sociales intersubjetivas, basadas en la
clasificación social jerárquica de la población mundial, sostenida en la configuración y
naturalización de la idea de “raza” como categoría matriz de la clasificación social colonial,
que desempeñará un papel esencial en las nuevas identidades geoculturales globales que se
constituyeron con el colonialismo hispánico y articulándose en un entramado de
estratificación social, con otras formas de clasificación basadas en la idea de clase y de
“género”/sexualidad. Acepción donde la idea de raza y racismo impregnan todos los
ámbitos de existencia social y constituyen la más profunda y eficaz forma de dominación
social, material e intersubjetiva. Por tal cuestión la naturalización de la idea de raza explica
la posición subalterna de las poblaciones derrotadas de la conquista y las sometidas por el
específico e histórico patrón de poder de la colonialidad, como la derivación lógica de una
inferioridad esencial en su naturaleza. El segundo eje estructural está compuesto por un
sistema de explotación que se gestó en el mismo movimiento histórico de producción y

5
control de subjetividades que da origen a directrices clasificatorias descritas anteriormente
del primer eje. Desda la conquista de América comienza a constituirse como un nuevo
sistema de control del trabajo que consiste en la articulación de todas las formas de
explotación conocidas (esclavitud, servidumbre, pequeña producción mercantil, etc.), en
una única estructura heterogénea de producción de mercancías para el mercado mundial,
alrededor de la hegemonía del capitalismo. El concepto de raza es utilizado como
herramienta de dominación a partir del color de piel, generando una codificación de las
diferencias organizando la sociedad en un orden jerárquico donde en la cima está la raza
blanca europea. Esta naturalización de categorías lo que generan para Quijano es ordenar
las relaciones de poder. Se generan entonces nuevas identidades alrededor de este concepto.
La identidad “blanco”, abarca a todo el europeo. América es de los indios, África de los
negros, Asia de los “amarillos”, y Europa de los blancos 1. Quijano señala que la
colonización de América organiza el nuevo patrón del poder mundial. Se trata de una
racionalidad eurocéntrica. Comienza, tras el descubrimiento, la monetarización de la
economía, a partir de la llegada masiva de metales a la Europa renacentista. América
provee, además, de materias primas y mano de obra barata. Este es el origen del
capitalismo, la división racial del trabajo es mantenida por el europeo ideológicamente.
Los indios no eran esclavos.
Como mencionamos anteriormente en el conflicto de diciembre de 2010 las autoridades del
gobierno de la cuidad procuraron en primer lugar delegar la responsabilidad de lo sucedido
al Gobierno Nacional y acusar a los inmigrantes bolivianos, paraguayos y peruanos de
bajos recursos, y a la población nativa caracterizada por hijos de tales inmigrantes, como
ciudadanos provenientes del interior del país cuya “portación de cara” son estimados como
extranjeros como usurpadores del espacio público. Esta estrategia para evitar un impacto
político adverso estuvo acompañada de los medios de comunicación, generando un
resentimiento latente en la sociedad hacia los inmigrantes al vincularlos con la delincuencia
y el narcotráfico, tal como sucedió con el discurso xenofóbo en la década de 1990 por la
derecha conservadora en Europa y Estados Unidos. En los espacios públicos se disputan las
prácticas legítimas, qué actores sociales pueden desenvolverse, quiénes son los encargados
de decidir acerca de los procedimientos demarcados como correctos. En el trabajo de
campo etnográfico realizado por la antropóloga Canelo se pueden vislumbrar que las

6
prácticas que desarrollaban los migrantes en ese espacio público nada tenían que ver con las
representaciones que la sociedad nativa tenía del lugar. Para los migrantes era un espacio
vital de encuentro sociocultural, como acceder a productos típicos de sus países de origen,
hablar su lengua natal, divertirse según sus creencias, reencontrarse con conocidos y
acceder a información tanto política como económica acerca de sus lugares de origen. Y
ante el abandono de las prestaciones de mantenimiento y limpieza por parte del gobierno
declarándolo “tierra de nadie”, eran sus mismos usuarios los encargados de realizar tales
tareas. Canelo demuestra con las estadísticas oficiales acerca de la inmigración, que su
presencia disminuyó desde 1914 del 29% al 4,5% estimado en el 2010, lo que quita de
todo fundamento al supuesto proceso “descontrolado” de las políticas migratorias.
El resultado final de la contienda fue establecer una confrontación entre los vecinos de la
zona (Nosotros) y los “inmigrantes/ocupas” (Ellos), quitándole la posibilidad a éstos de
continuar habitando y cuidando de ese espacio.

Reflexiones finales

El fenómeno social de la inmigración en la era posmoderna sigue siendo definido por los
estados-nación en concordancia primordialmente a la lógica funcional de la
mercantilización propia del sistema capitalista globalizante, y a partir del paradigma
asimilacionista que, al coincidir con los autores tratados, ya no dispone de la capacidad
analítica para dar cuenta de sus principales problemas y virtudes dadas sus características
actuales. Nuestros esfuerzos deberían alinearse considerando a la inmigración como un
desafío a afrontar, recorriendo un camino alternativo y más inclusivo para todas aquellas
identidades múltiples y móviles, incorporando desde la riqueza de su diversidad, sus
historias, culturas y costumbres que se dispongan a ofrecer. Esta posibilidad se puede
resumir en una tarea interdisciplinaria de los científicos sociales proporcionando
conocimiento crítico sobre esta diversidad y la unión que aporten tomar decisiones acerca
de la migración. Como plantea García Canclini (2004), aportar desde el saber acerca de las
diferencias y desigualdades, lo innegociable en la interculturalidad, las distancias que los
programas de homogeneización económica, política y mediática no van a lograr solucionar,
las resistencias étnicas que los Estados no lograron vencer, y los perfiles regionales y de
naciones que persisten en la era de la globalización. Esto es contribuir a que los grupos

7
marginados se desarrollen y afiancen entendiendo las condiciones que reproducen su
marginación y valorando las oportunidades interculturales de los pueblos para convivir con
otros.

8
Bibliografía

APPADURAI, Arjun, 2007, El rechazo de las minorías. Ensayo sobre la geografía de la


furia, Tusquet Editores, Buenos Aires. Cap. 3 Globalización y violencia.
BAUMANN, Zygmunt, 1999, Turistas y vagabundos, en La globalización: consecuencias
humanas, FCE, pp. 103-133. www.cholonautas.edu.pe / Biblioteca virtual de Ciencias
Sociales.
BELTRÁN, J. (2004). Transnacionalismo y diásporas asiáticas. Multilateralismo versus
unilateralismo en Asia: el peso internacional de los valores asiáticos. Barcelona: CIDOB,
221-244.
BOURDIEU, Pierre, 1999, Efectos de lugar, en La miseria del mundo, FCE.
CANALES, Alejandro y Zlolniski, Christian (2001). “Comunidades transnacionales y
migración en la era de la globalización”. Notas de población, n.° 73 (septiembre de 2001),
p. 221-253.
CANELO, BRENDA (2015). Espacios disputados. Migrantes y agentes estatales ante el
Parque Indoamericano. Revista Ciencias Sociales; Lugar: Buenos Aires; Año: 2015 vol. 88
p. 62 – 67.
GARCÍA CANCLINI, Néstor, 2004, Diferentes, Desiguales y desconectados. Mapas de la
interculturalidad. Gedisa, Buenos Aires. Cap. 6 Modelos latinoamericanos de integración y
desintegración.
MARCOS, M. y MERA, G. (2015). Migrantes internacionales en la Aglomeración Gran
Buenos Aires. Cuadernos Geográficos 54(1), 257-282.
MASSEY, D. et al. 2000: “Teorías sobre la migración internacional: una reseña y una
evaluación”, en: Revista Trabajo, año 2, N° 3, enero.
QUIJANO, A. (2000). Colonialidad del poder y clasificación social. Journal of
WorldSystem Research, 342-386.
VAN DIJK, T. (2001). Discurso y racismo. Persona y sociedad, 191-205.
WALLERSTEIN, I. 2001: Conocer el mundo. Saber el mundo. El fin de lo aprendido. Una
ciencia social para el siglo XXI. México D. F: Siglo XXI Editores. Cap. 1 y 2.

Anda mungkin juga menyukai